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Cajamarca le está ganando a la COVID-19:

Estas son sus claves


Es una de las regiones con menos casos del nuevo coronavirus. Rapidez en la reacción, trabajo
de todos los sectores y coordinación son los factores a favor. Las Rondas Campesinas, por
ejemplo, cumplen una gran labor.

27 de mayo del 2020 - 8:45 AM


Redacción

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Rondas Campesinas vigilan que nadie salga o entre a los pueblos si no tiene el visto bueno del
sector salud. | Fuente: Cortesía

Cajamarca es una de las regiones del país menos golpeadas por la COVID-19. Según el último
reporte de su Dirección Regional de Salud, no llega a los 700 casos positivos, solo nueve fallecidos
y más de 250 pacientes recuperados. Cifras envidiables en comparación con sus vecinos del norte
como Piura, Lambayeque y La Libertad, o las zonas de la selva, cuyos hospitales colapsaron o
están por hacerlo. ¿Y cómo logran mantener a raya al virus?

La estrategia cajamarquina se basa en la colaboración de todos. Hay un trabajo coordinado entre


las autoridades y las Rondas Campesinas vigilan que las personas cumplan estrictamente con
el aislamiento. Esta última es fundamental en una región con una población que bordea el millón
500 mil habitantes, según el censo del 2017.
Rondas campesinas

En un territorio predominantemente de sierra, las Rondas Campesinas cumplen una labor clave
gracias al respeto que imponen. Ellas ayudaron a que las aproximadamente 20 mil personas
que regresaron de otras regiones, durante el estado de emergencia, cumplan con la
cuarentena estrictamente y, con eso, se reduzca la propagación.

Los ronderos, con su habitual chicote, supervisan que cada persona no salga de su casa hasta que
reciba la autorización del sector salud. Y cuidan los ingresos y salidas de las provincias.

El vicepresidente de la Federación Regional de Rondas de Cajamarca, Óscar Vásquez, contó


que tienen 43 años de organización y toda una estructura orgánica diseñada desde las bases
sectoriales, federaciones distritales y luego provinciales. Su cuna, a nivel nacional, es Cuyamalca,
en la provincia de Chota, todo un patrimonio cultural.

“Las rondas llevan paz y buen vivir en los pueblos. Todas las bases con tranqueras siguen firmes al
cuidado de todos, es un trabajo articulado con salud y con la Policía Nacional”, señaló.

Autoridades trabajan coordinadamente para enfrentar la COVID-19. | Fuente: Cortesía


| Fotógrafo: GRC

Corte de cadena de contagios

Otro factor fue la rápida reacción y coordinación que estableció el Gobierno Regional de Cajamarca.
El gobernador, Mesías Guevara, contó a RPP Noticias que cuando la pandemia empezaba a
expandirse en el país, creó dos grupos de Whatsapp: uno en el que estaban los 114 alcaldes
distritales y 13 provinciales, y otro en el que reunió a altas autoridades, como el jefe policial,
de INDECI, el representante de la Cámara de Comercio, entre otros.

“De manera inmediata logramos esa coordinación. Siempre va a haber discrepancias, pero nos
quitamos la camiseta política y nos pusimos la de Cajamarca", dijo Guevara.

Se creó, además, un grupo de seguimiento clínico. El Comando COVID-19 Cajamarca, liderado por
la Dirección Regional de Salud, desarrolló como primera medida el cerco epidemiológico, con el
apoyo de las Fuerzas Armadas y Rondas Campesinas vigilan las vías de ingreso a sus
principales ciudades. Nadie entra o sale si no es evaluado por el personal de salud.

De esta forma evitan que la COVID-19 se mueva con facilidad en las 13 provincias
cajamarquinas: Cajabamba, Celendín, Chota, Contumazá, Cutervo, Hualgayoc, Jaén, San
Ignacio, San Marcos, San Miguel, San Pablo, Santa Cruz y la propia Cajamarca.

Todos los caminos tienen puntos de control. La labor del personal de salud es admirable.
| Fuente: Cortesía | Fotógrafo: GRC
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Foco a la entrada principal


La región Cajamarca tiene varios ingresos de acuerdo a sus diversos límites departamentales
con Amazonas, Piura, Lambayeque y La Libertad. Pero la más transitada es esta última, a través
del distrito de Yonán, en la provincia de Contumazá. Yonán, ubicada a unos 400 metros sobre el
nivel del mar, está a una hora de Chepén y Pacasmayo, ciudades liberteñas y costeras.

Por ese sector entra la mayoría de vehículos que vienen desde el sur (Lima
y Trujillo, principalmente). Según el alcalde de Yonán, César López, la clave fue instalar un
puesto de control en el centro poblado de Ventanillas, ubicado casi en el límite con La
Libertad, antes del 12 de abril. Y el trabajo principal del personal policial, militar y del MINSA es
controlar el ingreso de los caminantes y el transporte de carga.

"Esta es la puerta de ingreso a la región. Estamos tratando de que la gente no ingrese de forma
desordenada como quieren. Ni bien llega un grupo, los detenemos ahí, se les empadrona según el
estado de vulnerabilidad, se les gestiona el transporte y el albergue en la provincia a la que
llegarán. Y suelen permanecer entre dos o tres días hasta que parten. Es importante, también, el
apoyo que da la empresa privada", comenta. Todos suman.

Y también hay colaboración de los habitantes de Ventanillas y otros pueblos cercanos como Tolón,
Pay Pay, Chilete, Tembladera, Ciudad de Dios (La Libertad) y las iglesias que hay en la zona. Y
claro, de la misma municipalidad de Yonán. Todos ellos apoyan con alimentación. "Es digno de
resaltar y hay que felicitar la solidaridad de la gente", dice.

Sin embargo, esta cobertura de gastos puede no alcanzar en un momento dado. Y López
pidió que otras municipalidades distritales que por ahora no se ven afectadas, justamente por
el control que se hace en Yonán, tambén colaboren. "La alimentación es lo que más gasto
demanda. Hemos hecho el llamado a los alcaldes vecinos para que nos apoyen con la alimentación
de las Fuerzas Armadas y la cena de lo policías de la USE, pero no hay una respuesta. En todo
este tiempo nos estamos quedando sin recursos... No sé de dónde vamos a sacar dinero", señaló.

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