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Jugamos,

creamos y recreamos
el mundo

Modelo etnoeducativo
Serie:
para comunidades negras del Pacífico

ciclo 1

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Diseñado por
Modelo Etnoeducativo
para Comunidades
Negras del Pacífico Colombiano

Jugamos, creamos
y recreamos el mundo

Dirección General Asesoría pedagógica Equipo de comunicaciones Consejo


Consejo Noruego y apoyo al diseño del material Noruego para Refugiados - NRC
para Refugiados - nrc Carlos Eduardo Panqueva Urrego David Felipe García Herrera
Elizabeth Castillo Guzmán Ivonne Marcela Olarte Acosta
Con el apoyo de José Antonio Caicedo Ortiz
Secretaría de Educación Municipal de Marcela Tristancho Mantilla Financiación
San Andrés de Tumaco Cooperación Canadiense para el
Universidad Nacional Abierta Edición y corrección de textos Desarrollo en Colombia, Ministerio
y a Distancia - unad de Educación Nacional, norad y
Christian Ernesto Grijalba Rátiva
Universidad del Cauca Telethon Noruega.
Ministerio de Educación Nacional Diseño, Ilustración e impresión
Estratégica Comunicaciones Esta publicación se realiza en
Consejos Comunitarios: Rescate las el marco del proyecto Vive la
Varas, Tablón Dulce, Tablón Salado, Educación, financiado por la
Fotografías
Unión Río Chagüí y Recuerdo de Cooperación Canadiense para
Edgar Fernando León Andrade,
Nuestros Ancestros del Río Mejicano el Desarrollo en Colombia e
Banco de imágenes nrc, Banco de
imágenes RECOMPAS, Shutterstock. implementado por el Consejo
Instituciones Educativas: San Luis
Noruego para Refugiados - nrc
Robles y Chajal
Equipo de coordinación Consejo y Save the Children.

Coordinación pedagógica Noruego para Refugiados - NRC


Ángel Migdonio Palacios Montaño Enilda Luz Jiménez Pineda
Edison Pastor Cuero Peralta Oscar Humberto Rodríguez Garzón
Myriam Elena Romo Melo
Autores Nancy Marina Ortiz Valencia TELETHON
NORWAY
VIVE
Daisys Eufemia Cuero CLA EDUCACIÓN
astillo

Francisco Góngora Cuenú

© 2016 Consejo Noruego para Refugiados - NRC. Todos los derechos reservados
ISBN: 978-958-99320-1-8 (obra completa)
ISBN: 978-958-8985-10-7
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida
de manera alguna ni por ningún medio, sin permiso previo del Consejo Noruego para
Refugiados - NRC.

TELETHON
NORWAY
VIVE
LA EDUCACIÓN

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Agradecimientos
A continuación se muestran las personas que hicieron parte del proceso de construcción,
cualificación y apoyo del Modelo Etnoeducativo para Comunidades Negras del Pacífico
Colombiano en todas sus etapas:

Tutores de Etnoalfabetización Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD


Fruto Dionisio Castillo Marquinez Claudia Patricia Toro Ramírez
Coordinador Coordinadora General
Esdrulfo Feliciano Preciado Antonio Gómez
Sany Yadira Cornejo Coordinador
Hilda Nayibe Hurtado España Liliana Serna
Mabel Lara Klinger Asesora Etnoalfabetización
Jenny Napa José Alejandro Vargas
Ana Fabiola Guevara Asesor Licenciatura
Fanny Rodríguez Fabián Molina
Yesenia Quiñones Asesor Etnobachillerato
Ninfa Maritza Grueso
Saida María Lara Salomón Salazar
Danilo Mindinero Tutor Licenciatura
Jorge Enrique García Rincón
Tutores y Productores de Etnobachillerato Tutor Licenciatura
Iván Armando Angulo Rosales Maryuri Arias Alcibar Ruby Leidi Palma Solís
Tutor Etnolingüística (2009) Tutora Gobernabilidad Tutora Licenciatura
Luis Antonio Marinez Rosero Magaly Morales Ulises Leusson
Tutor Etnolingüística Tutora Gobernabilidad Tutor Licenciatura
Cielo del Socorro Araujo Villota Mercedes Ofelia Rodríguez
Tutora Biodiversidad Tutora Gobernabilidad Universidad del Cauca
María del Carmen Palma Solís Luis Hermes España Danilo Reyes Abonia
Tutora Biodiversidad Tutor Inglés Liliana Carabalí Díaz
Araminta Carlina Escallón Henry Quiñones Lara
Tutora Etnosociales (2009) Tutor Matemática Vicepresidencia de la República
Marta Sofía García Vernaza Jesús Otilio Castillo María Isabel Mena García
Tutora Etnosociales Productor de Módulo Programa presidencial para el avance de la
Alex Enrique Castillo Molano Justo Walberto Ortiz población afrocolombiana, raizal y palenquera
Tutor Gobernabilidad Productor de Módulo y Tutor UNAD
Personal de apoyo de RECOMPAS
Equipo evaluador de la subdirección de referentes Flora Leticia Ortiz Quiñones
y evaluación de la calidad educativa (MEN-2014) Asistente
Clara Elena Agudelo Quintero Mireya Valdez
Carlos Alberto Pinzón Salcedo Asistente
María del Sol Effio Jaimes Marisol Gonzáles Valencia
Sonia Vallejo Rodríguez Asistente
Blanca Liliana Trujillo Ayerbe Maryl Cenides Sánchez
Lesly Sarmiento Pinzón Aseadora
Nidia Oneida Gaviria Girón Ericson Joaquín Cortés Sánchez
Ángela María Cubillos León Lanchero
Grace Shakira Díaz Mejía
Yerry Londoño Morales Entidades y Organizaciones
Alcaldía Municipal de Tumaco
Representantes legales de RECOMPAS Secretaría de Educación de Nariño
Federmán Tenorio Secretaría de Educación de Cauca
Jairo Rubén Quiñones Angulo Mesa Departamental de Etnoeducación de Nariño
Hilda Nayibe Hurtado España
Celimo Cortés Rengifo Consejo Noruego para Refugiados - NRC
Christian Visnes
Manuel Rojas Rubio
Atle Solberg

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Presentación
La construcción de este Modelo Educativo para Comunidades Negras
del Pacífico Colombiano ha sido un esfuerzo y un logro de muchas
personas, que partió del sueño de varios líderes de la Red de Consejo
Comunitarios del Pacífico Sur – RECOMPAS, y que durante los últimos
9 años ha logrado reunir la fuerza y los recursos de muchos actores
que llevaron este sueño a la realidad.

Este proceso inicia en el 2008, en el marco del proyecto Aprendiendo


Crecemos, implementado por el Consejo Noruego para Refugiados-
NRC y Save the Children con el apoyo de la Embajada de Canadá,
en el departamento de Nariño, cuando RECOMPAS, en el marco de
la fase de concertación local del proyecto, presenta la propuesta de
diseño de un modelo etnoeducativo para comunidades negras, con el
objetivo de mejorar la cobertura y oferta educativa en sus territorios
colectivos, a través de una estrategia propia, enmarcada en los propó-
sitos de su plan de desarrollo, de la ley 70 de 1993, de la ley general
de educación y de sus decretos reglamentarios. Posteriormente, esta
iniciativa se aprueba e inicia su implementación a finales del 2008, a
través de un convenio con la Universidad Nacional Abierta y a Distan-
cia- UNAD, quien estuvo a cargo del acompañamiento pedagógico
y la asistencia técnica de la primera fase de diseño e implementación
del Modelo hasta el año 2010, y varios convenios con RECOMPAS,
quien estuvo al frente de la implementación del Modelo en su fase de
diseño y pilotaje hasta el 2013.

La primera fase de diseño e implementación del Modelo se llevó a cabo


en los Consejos Comunitarios Rescate Las Varas, Río Tablón Dulce y
Río Tablón Salado, entre el 2009 y el 2011, logrando que 154 jóve-
nes y adultos adelantaran sus estudios de básica primaria y 155 más
lograran su título de etnobachilleres, amparados por la resolución No
0090 de 2010, emitida por la Secretaría de Educación de Tumaco,
que acreditó a la Institución Educativa San Luis Robles como Institución
educativa madre del Modelo. Al cierre de esta primera parte del pro-
ceso también se entregó la primera versión de la estructura curricular
y materiales educativos del Modelo.

La segunda fase de este proceso inicia en el 2011, buscando fortalecer


el enfoque pedagógico, el diseño curricular y la estructura de los mate-
riales del Modelo, a través de la atención de una segunda cohorte de
estudiantes en los consejos comunitarios Unión Rio Chagüi y Recuerdo
de Nuestros Ancestros del Río Mejicano, esta vez con la asistencia
pedagógica del equipo de asesores de la Universidad del Cauca y su

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programa de etnoeducación. Esta fase permitió la graduación de 93
nuevos bachilleres, a través de la resolución 1332 de 2012, emitida
por la Secretaria de Educación de Tumaco, quien con su acompaña-
miento facilitó la acreditación de la Institución Educativa Chajal como
la segunda institución educativa madre del Modelo. Este mismo proceso
permitió consolidar la primera versión de materiales y diseño curricular
entregado al MEN para su primera evaluación.

En agosto de 2013 se entrega al MEN la primera versión del Modelo,


la cual fue evaluada por el equipo de la subdirección de referentes y
evaluación de la calidad educativa. Este equipo emitió su primera va-
loración del Modelo y propuso un plan de acompañamiento por parte
del MEN para su cualificación. A partir de este plan se da inicio a la
tercera fase de diseño del Modelo, la cual se enmarca en el proyecto
Vive la Educación (que será la segunda etapa del proyecto Apren-
diendo Crecemos en los Departamentos de Cauca y Nariño), también
financiado por la Embajada de Canadá en convenio con el Consejo
Noruego para Refugiados-NRC y Save the Children –SC.

Es así como se inicia un proceso centrado en el mejoramiento de la


fundamentación pedagógica del Modelo, de la secuencia didáctica,
y de la articulación entre la malla curricular y los materiales educati-
vos, proceso que se adelantaría con el apoyo técnico y financiero del
MEN en el marco del convenio 118 de 2014, que permitió contar
con un equipo de asesores pedagógicos por cada una de las áreas
de aprendizaje y con el acompañamiento del equipo de evaluadores
asignados por el MEN, quienes prestaron el acompañamiento necesa-
rio para que el equipo de autores del Modelo culminara el proceso de
mejoramiento del diseño curricular y la construcción de los materiales
del modelo, siguiendo las recomendaciones del MEN sin sacrificar el
enfoque étnico y de educación propia de estas comunidades. Con esto
se logró que, a finales del 2014, se radicara ante el MEN la versión
final del Modelo.

El 7 de marzo de 2015 el MEN emite el concepto de calidad del


Modelo, a través de la subdirección de referentes y evaluación de la
calidad educativa, en el que lo aprueba, resaltando lo siguiente: “El
Ministerio de Educación Nacional encuentra que el Modelo Educativo
Flexible denominado Modelo Etnoeducativo para Comunidades Negras
del Pacífico Colombiano, previsto para los Ciclos 1 y 2, CUMPLE de
manera satisfactoria con los criterios y características de una propuesta
de educación formal para la atención de las comunidades a las

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que pretende beneficiar. El Modelo Etnoeducativo para Comunidades
Negras del Pacífico colombiano es una apuesta precisa y pertinente
para la población negra en condición de vulnerabilidad, de manera
coherente con las políticas y legislación en educación y, en tal sentido,
se destaca por su carácter democrático, pluralista y participativo”.

La construcción de este Modelo no solo representa un avance sin prece-


dentes en materia educativa para el país y para la materialización de
los derechos de las comunidades negras, sino que además constituye
la partitura de un proceso que evidencia la capacidad y el talento de
líderes, comunidades y organizaciones locales, que son los protagonistas
de este sueño. Este proceso es un ejemplo de cooperación y concurren-
cia donde el Estado, la cooperación internacional y las universidades
se unen alrededor de una organización como RECOMPAS, que fue ca-
paz, junto con sus líderes, docentes e Instituciones Educativas de idear
y diseñar una propuesta educativa enfocada en el fortalecimiento de
la cultura y la identidad del pueblo afro del Pacífico colombiano, con
enfoque reparativo y de construcción de Paz.

Este proceso es también un homenaje a las luchas y conquistas de las


comunidades negras y afrocolombianas del Pacífico colombiano, que,
siendo uno de los grupos más golpeados por el conflicto, hoy entregan
este Modelo educativo flexible al país, como una alternativa para la
paz y el desarrollo de sus territorios.

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Mapa de Ubicación

Recuerda que nos encontramos


en el CICLO 1 del núcleo Jugamos,
Jugamos, creamos

Ciclo 1
creamos y recreamos
el mundo

y recreamos el mundo
Serie: Modelo

ciclo 1
etnoeducativo
para comunidades

Jugamos,
creamos y recreamos
el mundo

Serie: Modelo

ciclo 6
etnoeducativo
para comunidades

Jugamos,
creamos y recreamos
el mundo

Jugamos,
creamos y recreamos
Serie: Modelo el mundo
ciclo 5
etnoeducativo
para comunidades

Serie: Modelo

ciclo 2
etnoeducativo
para comunidades

Jugamos,
creamos y recreamos
Jugamos, el mundo
creamos y recreamos
el mundo

Serie: Modelo

ciclo 3
etnoeducativo
para comunidades

Serie: Modelo

ciclo 4
etnoeducativo
para comunidades

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Mapa de Ubicación

Buenos días Palenqueros y


palenqueras, yo soy el boga y,
como en el río y el mar, estaré
guiándolos su camino.

Comprendiendo Construyendo
y comunicando los saberes comunidad, conservamos
y haceres en comunidad nuestra región

Ciclo 1 ciclo 1
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 1
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades

Biodiversidad, Jugamos, Pensando


nuestro propósito creamos y recreamos y razonando
de vida en comunidad el mundo en comunidad

Serie: Modelo Serie: Modelo Serie: Modelo

ciclo 1 ciclo 1 ciclo 1


etnoeducativo etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades para comunidades

Construyendo Comprendiendo
comunidad, conservamos y comunicando los saberes
nuestra región y haceres en comunidad

ciclo 2
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 2
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades Ciclo 2

Biodiversidad, Jugamos, Pensando


nuestro propósito creamos y recreamos y razonando
de vida en comunidad el mundo en comunidad

Serie: Modelo
etnoeducativo
Serie: Modelo
para comunidades
Serie: Modelo

ciclo 2 ciclo 2 ciclo 2


etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades
Comprendiendo Construyendo
y comunicando los saberes comunidad, conservamos
y haceres en comunidad nuestra región

Ciclo 3 ciclo 3
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 3
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades

Pensando Jugamos, Biodiversidad,


y razonando creamos y recreamos nuestro propósito
en comunidad el mundo de vida en comunidad

Serie: Modelo Serie: Modelo Serie: Modelo

ciclo 3 ciclo 3 ciclo 3


etnoeducativo etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades para comunidades

Construyendo Comprendiendo
comunidad, conservamos y comunicando los saberes
nuestra región y haceres en comunidad

ciclo 3
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 4
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades
Ciclo 4

Biodiversidad, Jugamos, Pensando


nuestro propósito creamos y recreamos y razonando
de vida en comunidad el mundo en comunidad

Serie: Modelo Serie: Modelo Serie: Modelo

ciclo 4 ciclo 4 ciclo 4


etnoeducativo etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades para comunidades

Comprendiendo Construyendo
y comunicando los saberes comunidad, conservamos
y haceres en comunidad nuestra región

Ciclo 5 ciclo 5
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 5
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades

Pensando Jugamos, Biodiversidad,


y razonando creamos y recreamos nuestro propósito
en comunidad el mundo de vida en comunidad

Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades Serie: Modelo Serie: Modelo

ciclo 5 ciclo 5 ciclo 5


etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades

Construyendo Comprendiendo
comunidad, conservamos y comunicando los saberes
nuestra región y haceres en comunidad

ciclo 6
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades ciclo 6
Serie: Modelo
etnoeducativo
para comunidades Ciclo 6

Biodiversidad, Jugamos, Pensando


nuestro propósito creamos y recreamos y razonando
de vida en comunidad el mundo en comunidad

Serie: Modelo Serie: Modelo Serie: Modelo

ciclo 6 ciclo 6 ciclo 6


etnoeducativo etnoeducativo etnoeducativo
para comunidades para comunidades para comunidades
¿Quiénes nos guiarán en nuestros aprendizajes?

Buenos días Palenqueros y palenqueras,


yo soy la boga y, como en el río y el
mar, estaré guiándolos en su camino de
aprendizaje. Les mostraré qué tanto han
avanzado y, junto con don Po y doña Hilda,
estaremos acompañándolos a lo largo de
esta travesía.

Yo soy doña Hilda, mujer Palenqueros y palenqueras,


líder de la comunidad. Con seguramente en su comunidad existen
ustedes estaré planteando sabedores y sabedoras como yo,
los retos de cada guía. pongan mucha atención y resolvamos
juntos los retos de cada guía.

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¿Cómo se organiza cada módulo?

En este lugar
encontraremos
siempre el ciclo y
la unidad en la que
nos encontramos

Todas las
actividades que
desarrollemos en
cada guía estarán
enmarcadas en un
escenario.

El propósito nos
muestra lo que
aprenderemos
al finalizar cada
unidad. Así que
léelo con cuidado
y tenlo presente
siempre que
realices alguna
actividad

11
¿Cómo se organiza cada módulo?

Recuerda que cada módulo


cuenta con 18 guías, las
cuales estarán compuestas por
6 momentos..

Los momentos que


trabajaremos en cada guía
son los siguientes:

Momento 1. Nuestro reto: la


pregunta reto es el Norte del
desarrollo de la guía; todo lo
que se haga en los momentos
siguientes está pensado para
darle respuesta.

Momento 2. Lo que sabemos:


aquí daremos a conocer
los saberes que poseemos
en relación con la pregunta
generadora del reto.

Momento 3. Lo que no
nos han contado: en este Momento 5. Verifiquemos si alcanzamos
momento nuestro tutor orientará nuestro reto: mediante actividades, sabremos
y ampliará la relación entre de qué manera y en qué profundidad
saberes ancestrales y locales podemos darle respuesta a la pregunta reto
con los saberes generales. de cada guía.

Momento 4. Ahora es nuestro Momento 6. Afiancemos nuestros


turno: aquí aplicaremos lo que conocimientos: en este momento
hemos comprendido durante los trabajaremos autónomamente, aplicando
momentos anteriores. todo lo que aprendimos durante la guía.

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¿En qué momento de mi formación
me encuentro?

Palenqueros y palenqueras, el recorrido que haremos por


los núcleos de formación del Modelo Etnoeducativo para comunidades
Negras nos brindará estrategias de fortalecimiento de la identidad
desde los saberes ancestrales, materiales y espirituales que aporten a las
manifestaciones culturales y creen sentido de pertenencia para proteger
la territorialidad y la cosmovisión de nuestras comunidades.

En este ciclo iniciaremos una aproximación


general al universo de los lenguajes de
expresión artística, desde la experimentación
y la exploración. En este sentido, tanto la
bitácora, la carpeta, el banco de materiales,
las exposiciones y el baúl de disfraces y
vestuario, nos acompañarán como recursos
que facilitarán la sintonía de nuestras
percepciones, experiencias y vivencias con
nuestros procesos de desarrollo.

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Escena de una pieza de danza contemporánea de Pina Baush
CICLO 1
UNIDAD 1
Escenario
Valoración del cuerpo
como territorio

Propósito: generar un espacio de reconocimiento de la


identidad, por parte de los palenqueros y las palenqueras,
como miembros de comunidades negras del Pacífico
colombiano.
GUÍA 1

Nuestro reto
Al peinarnos, vestirnos o movemos, proyectamos imágenes nuestras
que los demás pueden apreciar. En esta guía veremos, a través de la
representación plástica, cómo nos identificamos como miembros de una
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

comunidad. Comencemos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Cómo me veo y cómo me ven los otros?

Lo que sabemos
Observemos con atención nuestra apariencia física: dimensiones, altu-
ra, color, formas, texturas y gestos, entre otros, así como la expresión
general de nuestro cuerpo y las posturas que nos identifican. Si es po-
sible utilicemos un espejo.

•• Hagamos autorretratos o representaciones de nosotros mismos,


en los que plasmemos las características que nos identifican.
•• Organizados en grupos, cerremos
los ojos mientras tocamos el rostro de un
compañero o compañera, para intentar
adivinar de quién se trata.
•• Continuemos dibujándonos entre no-
sotros. De esta manera cada palenquero
hará un retrato de otro compañero o
compañera.

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Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Lo que no nos han contado


Tanto el retrato como el   autorretrato son
interesantes ejercicios de análisis e investi-
gación. Contrastemos los que realizamos,
con los bocetos y dibujos que hizo el ilus-
trador colombiano Dipacho, para crear su
libro Jacinto y María José, cuya historia
se desarrolla en algún lugar del Pacífico.

Observemos las diferentes clases de línea


que empleó en sus dibujos, rectas, curvas,
quebradas, mixtas, horizontales, verticales Bocetos preparatorios para el libro Jacinto y María José de Dipacho.

y oblicuas.

Ilustración del libro Jacinto y María José,


Dipacho (Diego Francisco Sánchez)

¡Y Dipacho,
¿cómo me dibujaría?
¡Yo podría hacerle un
retrato cantado!

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Ahora es nuestro turno
•• Organicemos una exposición con los autorretratos y retratos que
realizamos en el momento 1. Hagamos luego un recorrido por
la muestra, en compañía de nuestro/a tutor/a, durante el cual
contrastaremos la manera en la que nos representamos con los
dibujos y la ilustración de Dipacho.

Verifiquemos si alcanzamos
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

nuestro reto
Para dar inicio a este momento, regresaremos a nuestros autorretratos
para establecer si captan nuestra esencia y personalidad. En segui-
da,para comprobar si logramos dar respuesta a la pregunta reto,
realizaremos una plenaria en la que intercambiaremos puntos de vista
y opiniones acerca de cómo nos vemos y cómo nos ven los demás.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: bocetos y dibujos realizados en la bitácora, que den cuenta


del proceso de investigación a nivel visual.

Antes de finalizar la clase organicemos grupos de palenqueros y pa-


lenqueras, para documentar visualmente los personajes de nuestra
comunidad.

Fase 1

•• Comenzaremos este proceso visitando, de manera individual, a


2 o 3 personajes representativos de la comunidad. Durante la
visita realizaremos, en nuestra bitácora de trabajo, dibujos tanto
del personaje como de los elementos con los que se relaciona,
de esta manera obtendremos un registro gráfico que dará cuenta
de lo encontrado.

18
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Fase 2

•• Una vez hayamos realizado el registro gráfico, nos reuniremos


en equipo para crear una pintura colectiva, en la que represen-
temos a los personajes visitados. Recordemos que esta pintura
será presentada al resto del grupo al inicio de la siguiente sesión.
•• indaguemos con nuestros parientes acerca de nuestra familia,
e invitémoslos a que nos acompañen en clase. Preguntémosles
también sobre nuestro nacimiento, la llegada a la familia y sobre
nuestros apellidos.

19
GUÍA 2

Nuestro reto
Los primeros habitantes afro de nuestra región vinieron de África. En
esta guía indagaremos acerca de cómo los saberes ancestrales que
nos legaron continúan haciéndose presentes en nuestras costumbres.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Comencemos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Quiénes fueron nuestros antepasados y


de dónde vinieron nuestros ancestros?

Lo que sabemos
Daremos inicio a este momento dibujando en nuestras bitácoras lo que
sabemos acerca de nuestro nacimiento y de cómo fuimos recibidos en
la familia y en la comunidad. Cuando los hayamos terminado, pasa-
remos a mostrárselos a los demás palenqueros y palenqueras.

Así mismo, conversaremos con los familiares que nos acompañan, sobre
las siguientes preguntas: ¿Quiénes nacimos aquí?, ¿quiénes vienen de
fuera?, ¿qué rituales asociados al nacimiento practicamos?

Finalmente, empleando gestos, ilustraremos cómo recibimos a los recién


nacidos en nuestra comunidad.

Lo que no nos han contado


Observemos la manera en la que se representa Frida Kahlo en compa-
ñía de su familia. La artista destacó tanto el cordón umbilical, como los
lazos de sangre que la unían a sus padres y a sus abuelos.

20
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Ahora, con la ayuda de nuestro/a tutor/a,  


leamos el siguiente fragmento en el que se
describe la ombligada y se señalan algunas
relaciones entre esta costumbre de nuestras
comunidades negras y las prácticas de algunos
grupos africanos:

¿Y a esa niña quién


la habrá desombligado? ¡ Yo
creo que en el ombligo le echaron
los colores del arco iris y por eso
se convirtió en pintora!
Mis abuelos, mis padres y yo (árbol familiar), Frida Khalo,
1936

Ombligados de Ananse o la práctica de ombligar a niños y niñas

En el Baudó, cuando alguien nace. La madre entierra la placenta y el cordón umbilical debajo de la semilla
germinante de algún árbol escogido por ella y cultivado en la zotea desde que sabe que está embaraza-
da. En lugares del Alto Baudó, como Chigorodó, las zoteas siempre tienen cocos en retoño con los cuales
las madres hermanan a su descendencia. Cada niño o niña distingue con el nombre de “mi ombligo” a la
palmera que crece nutriéndose del saco vitelino enterrado con sus raíces el día del alumbramiento. Esta
práctica se extiende por casi todo el Pacífico colombiano.

En Surinam los miembros del winti, una religión emparentada con el vudú del actual Benín, tienen ceremonias
comparables. Sus practicantes femeninas, no sólo toman los mismos baños rituales de las afrobaudoseñas,
sino que también entierran la placenta y sobre ese punto del jardín plantan un árbol.

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La segunda y última ombligada ocurre cuando es necesario curar la herida que deja el ombligo al caer. Como
en otros lugares del Afropacífico, antes de realizar el rito los padres tienen que haber escogido un animal,
planta o mineral cuyas cualidades formarán parte del carácter del niño o niña y las cuales irán siendo incor-
poradas a partir de que se esparzan los respectivos polvos sobre la cicatriz umbilical. Algunas referencias de
ombligados pueden ser con la hormiga conga, para que no sienta dolor si es picado por hormigas y para que
su saliva cure a quienes han sido picados, con la hormiga arriera para que sean trabajadores, con mancua,
para que sean muy atractivos y atractivas al sexo opuesto, con araña o ananse para que sean astutos...”

Arocha, 1996, Tomado de: http://axe-cali.tripod.com/cepac/hispafrocol/11.htm

Ahora es nuestro turno


MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Para empezar, comentaremos quiénes de nosotros fuimos ombligados


y lo que conocemos acerca de esta práctica. En caso de no haberlo
sido, podemos compartir con el grupo con qué elemento desearíamos
haber sido ombligados y qué cualidad esperaríamos activar con esta
ceremonia.

Luego construiremos nuestros árboles familiares o genealógicos, con


todos los datos recopilados en nuestras bitácoras, de esta manera po-
dremos identificar y ubicar a los parientes conocidos y desconocidos.
También los dibujaremos o realizaremos en collage, mezclando fotos
y dibujos.

¿Alguien ha visto a
Ananse? Esta bendita sí que
es bien escurridiza y muy astuta,
¡Logra engañar hasta a la Tía conejo,
al tío Tigre y a muchos otros!
Me cuentan que la han visto tam-
bién en la región Caribe y has-
ta por San Andrés Islas.

22
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Para verificar nuestro avance con respecto al reto, anotaremos en
nuestras bitácoras lo que descubrimos acerca de nuestros antepasa-
dos.En seguida socializaremos con el grupo los árboles genealógicos
que hicimos.

Terminaremos comentando cómo fue el proceso para indagar sobre


nuestros antepasados. ¿Qué problemas se presentaron?, ¿cómo los
resolvimos?, ¿de qué nos enteramos?

Afiancemos nuestros saberes


Fase 1
•• Nos organizaremos en grupos de entre 4 y 5 palenqueros, para
investigar, con parientes y mayores, sobre lo que saben de nuestros
antepasados y lo que conocen sobre nuestros ancestros africanos.
Podemos utilizar las siguientes preguntas para guiarnos:
¿Qué costumbres y rituales de nacimiento compartimos? ¿Cuáles
de estos provendrán de África? ¿Qué conocen sobre Ananse o Título: ______________
Anansi? Autor: ______________
•• Montaremos en seguida, en un lugar público, una exposición de Año: _______________
los árboles familiares o genealógicos, para compartir los resulta-
Técnica: ____________
dos de nuestra investigación con otros miembros de la comunidad.
•• Elaboraremos las fichas de cada obra, de acuerdo con el siguien- Descripción: ________
te modelo:

Fase 2
•• Organizaremos, en los diferentes grupos, presentaciones teatrales
por medio de las cuales representaremos cómo nos imaginamos
que llegaron nuestros ancestros africanos a la zona del Pacífico.
Representémoslas ante los demás palenqueros al inicio de la si-
guiente sesión
•• Realicemos un listado de vivencias, costumbres o situaciones que
nos identifican como comunidad.

23
GUÍA 3

Nuestro reto
En esta guía veremos cómo entre las comunidades negras del Pacífico,
el sentido de pertenencia es muy importante. La comunidad en la que
nacemos o crecemos nos aporta elementos que nos acompañan durante
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

toda la vida, así fortalecemos nuestras raíces. Comencemos leyendo


nuestra pregunta reto:

¿Qué elementos nos identifican como


comunidad?

Lo que sabemos
Muchos de nosotros vivimos en el campo o en las zonas ribereñas y
costeras, mientras que otros habitamos zonas internas en la montaña
o la selva. Por esta razón la caza, la pesca y la agricultura son la base
de nuestra economía. Nuestro principal medio de transporte ha sido
la canoa, en la que visitamos otras veredas, nos desplazamos a nues-
tras fincas, o realizamos faenas de trabajo, para las cuales utilizamos
implementos como canastos, catangas, machetes, palancas, chayos,
chinchorros, atarrayas y canaletes.

Cando hayamos leído lo anterior, describiremos, por medio de gestos y


movimientos, la manera en la que nos transportamos y nos movilizamos.

Los ancianos de nuestra comunidad comentan que con el tiempo se


han visto cambios a nivel de la población, en cuanto al número de
casas y al de familias. De igual manera, los caminos que conectaban
las fincas con las casas se han ido convirtiendo en calles que, aunque
destapadas, hacen más fácil la movilidad. Con la llegada de personas
con costumbres diferentes y el acceso a la tecnología, se han ido eli-

24
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

minando algunas formas tradicionales de la comunidad y adaptando


elementos diferentes a nuestra cultura.
¡Y yo me
Antiguamente el liderazgo se ejercía por principio de autoridad, bien pregunto, si es
fuera por la edad o por el grado de consanguinidad (parentesco). Hoy que hoy ya podemos
en día, tal como lo hacían nuestros ancestros, continuamos hablar de libertad,
honrando a los ancianos, quienes son los que conservan con tantos temas
el saber y las tradiciones. Mantenemos además el patrón por solucionar
de núcleo familiar, considerando como parte de nuestra
familia a todo aquel o aquella que viva bajo el mismo
techo, aun sin tener lazos consanguíneos, lo que hace
que tome mayor fuerza el compadrazgo, donde
los padrinos y madrinas representan a los
padres o madres y los reemplazan en caso
de ausencia o muerte de éstos.

Lo que no nos han contado

Para conocer un poco más acerca de la manera en la que se fueron


consolidando las comunidades negras, leamos el siguiente relato:

“Hacia el final de la colonia, en el Pacífico colombiano más de mitad de los esclavizados eran libres
porque en su mayoría habían pagado a sus antiguos esclavizadores el precio de su libertad en oro.
No fueron pocos quienes tuvieron que ahorrar durante muchos años para poder emanciparse del yugo
esclavista. En su mayoría, eran los capitanes de las cuadrillas mineras los que estaban en mejores con-
diciones de lograr atesorar el precio de su libertad. Otros, sin embargo, decidieron huir hacia zonas
apartadas y hacer allá su nueva vida. Como cimarrones se conocieron a estas mujeres y hombres que
huyeron del dominio esclavista. Palenques se llamaron los poblados que construyeron y defendieron de
los ataques de los esclavizadores que pretendían reducirlos nuevamente a la esclavitud. En el Pacífico
fue famoso el Palenque de El Castigo. Localizado en el extremo sur, para mediados del siglo XVIII este
palenque albergaba cimarrones prófugos de los diversos reales de Minas de Barbacoas e Iscuandé.
Los palenques fueron los primeros pueblos libres del continente Americano, unas semillas de la rebelión
por la dignidad humana”

Eduardo Restrepo, 2002, tomado de: http://www.academia.edu/2186910/Comunidades_negras_del_Pac%C3%ADfico_Colombiano

25
Así como los palenques
se constituyeron en espa-
cios de crecimiento espi-
ritual, físico, estratégico
y militar, para enfrentar
las situaciones impues-
tas por el opresor; hoy la
escuela tiene la función
de preparar la población
con esos mismos elemen-
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

tos, poniendo en diálogo


los saberes propios con
Experiencia de Bachillerato Pacicultor, Tumaco otros saberes.

Ahora es nuestro turno

Para abrir este momento, intercambiaremos opiniones acerca de lo


que hoy en día representa para nosotros el palenque y el que nos
denominemos palenqueros y palenqueras. Este ejercicio lo haremos a
modo de plenaria.

Posteriormente, organizaremos grupos de entre cinco y seis personas;


retomaremos el listado de situaciones que hicimos en la bitácora para
socializarlo con los compañeros y elegiremos, entre todos, un tema que
nos sirva de base a la hora de realizar una improvisación teatral. Para
esto, asignaremos papeles o personajes para representar las vivencias
familiares y comunitarias en torno a los palenques y a la conformación
de las comunidades negras rurales del Pacífico colombiano. Cuando
hayamos culminado el proceso, presentemos nuestra improvisación a
los demás.

26
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Para ver cuánto hemos avanzado en nuestro reto, realizaremos un
listado acerca de los elementos que nos identifican como comunidad,
teniendo en cuenta los siguientes interrogantes:
•• ¿Cómo era antes y cómo es ahora la convivencia comunitaria?
•• ¿Qué hechos han influido para estos cambios?

Afiancemos nuestros saberes

Producto: exposición colectiva de los objetos y elementos que nos iden-


tifican como comunidad.

Para hacerlo, seguiremos las siguientes fases:

Fase 1

•• Seleccionaremos un espacio para realizar una exposición en la


que podamos compartir con otros miembros de la comunidad los
objetos de nuestra cultura que son representativos para nosotros.
•• Recogeremos los objetos y los prepararemos para la exposición.
•• Elaboraremos fichas para los objetos elegidos, en las que espe-
cifiquemos nombre, tamaño, poseedor, historia y significado que
tiene para nosotros.

Fase 2

•• Al inicio de la siguiente sesión, expongamos los objetos que re-


colectamos.
•• Un recorrido por el palenque, vereda o comunidad, anotando
elementos que identifiquen el lugar como sonidos, olores, colores,
formas y texturas, entre otros. Hagamos también una o varias
ilustraciones en donde se muestre cómo vivimos.

27
GUÍA 4

Nuestro reto
Leamos con atención la siguiente pregunta reto:

¿Cómo organizar
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

expediciones sensoriales?

Lo que sabemos
Para empezar, revisaremos el listado que hicimos en nuestras bitácoras
acerca de los elementos encontrados durante los recorridos que hemos
hecho y ampliaremos la lista con los elementos que encontremos en
el lugar donde se desarrolla la clase. Tendremos en cuenta también
las formas, colores, texturas y volúmenes propios del entorno. Retome-
maremos las ilustraciones que realizamos en nuestras bitácoras para
compartirlas con nuestros compañeros. Tengamos en cuenta los sonidos,
sabores y olores que relacionamos con nuestros palenques.

En una segunda parte, nos organizaremos en cinco grupos y estable-


ceremos los principales componentes sensoriales de nuestro territorio a
nivel sonoro, visual, gustativo, olfativo y táctil. Cada grupo abordará
un sentido. En este sentido, a lo largo del recorrido, anotaremos lo que
vayamos observando mientras exploramos el entorno, para luego ha-
cer inventarios sensoriales. Recordemos anotar además los principales
elementos asociados al sentido que nos correspondió.

Lo que no nos han contado


Contrastemos nuestra experiencia sensorial con los siguientes fragmen-
tos, en los que se describen aspectos relacionados con el gusto y con
lo sonoro:

28
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 1

Las principales categorías de sabores de las culturas africanas y afroamericanas son: lo simple que es
aquello que no tiene sazón, que carece de sal, como la yuca y el ñame cocinados o a la brasa. Luego está
lo salado, lo dulce o azucarado y lo amargo. Amargo es el sabor de ciertas frutas sin madurar y lo agrio
es como el sabor del tabaco masticado. Lo ácido está en las bebidas fermentadas y lo picante opuesto a
lo simple es el sabor que quema. La culinaria africana y afroamericana se constituye a partir de esta par-
ticular combinación.

“De doña Dalia Valencia de Guapi, ya fallecida, se decía con aprobación que podía cantar sin ayuda de
un micrófono inclusive en un espacio grande como el Teatro Colón en Bogotá y todavía hacer que su voz
se distinguiera por encima de los instrumentos”

Tomado de: Michael Birenbaum, Las Poéticas sonoras del Pacífico Sur: http://goo.gl/TBXA3O

A mí
lo que me huele
es a tapao.
¡Voy a apurarle o si no,
no me dejan pescao!

Ahora es nuestro turno


Comparemos los fragmentos leídos con lo percibido en nuestra co-
munidad durante los recorridos individuales y grupales realizados en
momentos anteriores.

29
Posteriormente, nos reuniremos en los diferentes grupos y organizare-
mos representaciones o una puesta en escena, en las que expresemos,
empleando diferentes lenguajes artísticos, los universos sensoriales
que captamos en nuestra comunidad.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
En este momento, organizaremos una socialización de las diferentes
representaciones de los grupos que nos permita valorar la creativi-
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

dad de cada uno de los equipos y las creaciones desarrolladas en


el momento 4. Seguido a esto, comentaremos en grupo acerca del
proceso que hemos llevado a lo largo de la unidad 1.

Afiancemos nuestros saberes


Producto: montaje de una feria con estaciones sensoriales.

Fase 1

•• Indaguemos acerca de la importancia de los sentidos y escriba-


mos un breve relato en el que demos a conocer nuestro punto de
vista a los demás.
•• Reunámonos luego para intercambiar opiniones en cuanto a la
manera en la que montaremos nuestra estación sensorial.

Fase 2

•• Organicemos las estaciones recolectando elementos entre todos


los miembros del grupo.
•• Realicemos bocetos o dibujos en nuestras bitácoras que nos ayu-
den a visualizar la manera en la que organizaremos la estación.
•• Preparemos todo para montar la estación al inicio de la siguiente
sesión.
•• De manera individual, consignemos en la bitácora nuestros re-
cuerdos acerca de los juegos tradicionales de nuestra infancia;
dibujémoslos en las bitácoras y realicemos una descripción escrita
del que recordemos con mayor fuerza.
•• Recuperemos objetos requeridos para jugar, como cuerdas, trom-
pos y demás elementos, para llevarlos a la siguiente sesión.

30
CICLO 1
UNIDAD 2
Escenario
Valoración del cuerpo
como territorio

Propósito: generar espacios lúdicos que permitan


fomentar las relaciones interpersonales entre palenqueros
y palenqueras, y otros miembros de la comunidad.
GUÍA 5

Nuestro reto
En nuestras comunidades el juego ocupa un papel importantísimo;
desde muy pequeños estamos jugando con lo que nos rodea, con las
palabras y, por supuesto, con nuestro cuerpo. En esta guía vamos a
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

jugar, a reír, a disfrutar y a recordar nuestros juegos tradicionales.


Comencemos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Cuáles son los juegos tradicionales


de nuestra comunidad?

Lo que sabemos
Muchos de los que nacimos a orillas del mar o del río, jugábamos a
chapotear en el agua, o a imitar las labores de pesca o de la barequea-
da de oro en los ríos. Observábamos también los ágiles movimientos
de los cangrejos, que corrían rápidamente por la playa, la orilla del
río o el mangle, ¡Sobre todo cuando los perseguíamos!

En nuestra comunidad realizamos juegos como rondas, perseguidas,


escondidas, bolas, juegos de destreza física, imitaciones y roles, entre
otros.

También jugamos a las rondas y adivinanzas, como las siguientes:

El papá es verde y la mamá café,


el hijo es blanco, adivina qué es.
(La guama)

La mamá es mansa
y los hijos bravos.
(La mata de ají)

Extraídas de Una morena en la Ronda, ICBF. Fundalectura

34
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

¡A que no me
adivinan ésta!
Mi comadre larga, larga,
que camina con la
espalda.
(aonac aL)

Ahora, realicemos la siguiente actividad:


a través de la respuesta a las siguientes
preguntas, compartiremos acerca de lo
que conocemos sobre los juegos tradi-
cionales:

¿A qué jugábamos cuando éramos niños


y niñas?
¿Cuándo y dónde practicábamos estos jue-
gos?
¿Cuáles de estos juegos se siguen jugando Fotográfia: xxxxxxxxxx

hoy en día?

Lo que no nos han contado


La tradición oral y el juego se unen para dar vida a juegos coreográ-
ficos como la manteca de iguana. Recordemos su letra:

35
Manteca de iguana

Ay, ay de mi la cabeza que no me da, la tengo tiesa como un compás


manteca de iguana me voy a echar
para moverme de aquí pa ya.......
Ay de mi la cintura que no me da
la tengo tiesa como un compás
manteca de iguana me voy a echar
para moverme de aquí pa ya........

Hay de mis rodilla que no me da


la tengo tiesa como un compás
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

manteca de iguana me voy a echar


para moverme de aquí pa ya.....
Y así la canción sigue con
todas las partes del cuerpo.

Ronda popular

Manteca de Iguana

Luego, acerquémonos al siguiente texto de Félix Suárez Reyes, en el


que se describe el papel de la oralidad y del juego en las comunidades
del Pacífico colombiano:

Con la tradición oral se baila y se comunica más. Este reflejo muestra como la relación tríadica
entre tradición oral afrocolombiana (elemento fundamental del habla), memoria y conocimiento
ancestral aparecen y desaparecen en la comunicación espontanea de los pacificenses para mostrar
cómo a pesar de los situaciones difíciles conocidas por todos aún persisten las expresiones identi-
tarias afrocolombianas y se pasa por encima del muro de la lamentaciones
para convertirse en portadores de muchas alegrías que relajan el al-
ma y hacen descansar los espíritus. La tradición oral, es también,
madre de los dichos y refranes, portadora de mitos y leyendas,
elaboradora de versos y coplas, constructora de décimas tanto
a lo divino y humano, depositaria de la memoria colectiva de
la región pacífica es la moldeadora de las conductas infantiles
y juveniles de mucho de nosotros. Ella, permite que se enseñe
y se aprenda, se recrea y se juega con las rondas y
las adivinanzas. Además, de comprender desde lo
afrocolombiano el mundo.

Tomado y adaptado de: http://goo.gl/9hXARl

36
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

Acá
les traigo este
cuadro de Antonio Ber-
ni, este argentino también
registró los juegos de las per-
sonas de su barrio .Para ha-
cer la cometa utilizó una de
verdad que encontró en
la basura.

Ahora es nuestro turno


Organizados en grupos, seleccionaremos un juego por grupo. Co-
menzaremos recordando en qué consiste el juego, para luego jugarlo.
Después, escribiremos las instrucciones, de manera que alguien que
no lo conozca pueda jugarlo sin dificultad.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Para llevar a cabo este momento, conversaremos acerca del cum-
plimiento del reto. Entonces, leamos primero las instrucciones que
escribimos a los otros grupos y acojamos sus sugerencias en caso
de que se requiera hacer claridad o explicar más ampliamente al-

37
gún paso o requerimiento del juego. A continuación, Intercambiaremos
opiniones acerca de los aprendizajes experimentados.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: recopilación ilustrada de juegos.

Para realizar nuestro producto seguiremos las siguientes fases:


MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Fase 1

•• Continuaremos trabajando en los mismos grupos, para realizar


unas láminas que ilustren nuestros juegos. Para ello emplearemos
la técnica del collage, involucrando elementos reciclados y reuti-
lizados. Esta técnica plástica, se basa en pegar, ya sea sobre un
lienzo o una tabla, fragmentos de diversos materiales, con el fin
de crear una imagen artística.

Fase 2

Presentaremos a los compañeros los colages que hicimos en grupo.


•• Reflexionemos e investiguemos, acerca de la importancia de los
juegos tradicionales.
•• ¿Qué aportes hacen a la comunidad estos juegos?
•• ¿Por qué algunos de estos han ido desapareciendo?
•• Invitemos a adultos mayores o ancianos a conversar con nosotros
en la siguiente sesión.

38
GUÍA 6

Nuestro reto
Al jugar también recuperamos nuestra memoria. En esta guía continua-
remos recordando y jugando los juegos ancestrales y tradicionales.
Comencemos este momento leyendo la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿Qué significado tienen los juegos


ancestrales y tradicionales?

Lo que sabemos

Comentemos, entre palenqueros y palenqueras, acerca de nuestros


juegos tradicionales favoritos. En seguida, discutamos sobre la impor-
tancia y el significado de éstos para la comunidad.

No olvidemos que mediante el juego se logra mantener unida la co-


munidad después de su jornada de trabajo, siendo éste un espacio
propicio de integración, así que, pongámonos de acuerdo para jugar
algún juego tradicional. Conversaremos, luego, con las personas ma-
yores de la comunidad invitadas acerca de:

•• La importancia que tenían los juegos para la comunidad ante-


riormente.
•• Los momentos en los que se jugaba.
•• La finalidad de los juegos.

Lo que no nos han contado


Con la ayuda de nuestro/a tutor/a vamos a leer la siguiente información:

40
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

Nuestros ancestros africanos poseían una gran riqueza de juegos, los cuales re-
flejaron en esculturas como la de estos jugadores de mancala, juego tradicional
que, al parecer, se originó en Egipto, desde donde se extendió a toda África. Su
significado estaba asociado a la siembra, y los jugadores iban cambiando las
semillas de agujero en agujero, tal como lo hacen los personajes de la escultura.

Hoy en día, el mancala es un juego popular que tiene más de doscientas formas
de ser jugado.

Nuestros juegos, al igual que lo hace el


mancala, se relacionan con situaciones
de la realidad. Algunos de estos juegos
tradicionales que se practican en la co-
munidad reflejan vivencias de la época
colonialista, así como la influencia de
dos culturas: la africana, y la europea.
Entre estos juegos tenemos el juego de
la libertad, conformado por dos bandos:
esclavizadores (europeos) y esclavizados
(negros). El juego consiste en que el ban-
do de esclavizados lucha por su libertad
corriendo con gran destreza y liberando Fotografía: Escultura tradicional africana

a otros cautivos, mientras que el bando


esclavizador los persigue para atraparlos.
Cuando logra capturar a todos se cambian los roles.
 

Y estos a qué
jugarán, ¿Será que
me les acerco a ver si
me dejan jugar un
ratico?

41
Ahora es nuestro turno
Organizados en grupos, haremos una selección de juegos tradicionales
y no tradicionales de la comunidad, agrupándolos por características
comunes como: rondas, perseguidas, enfrentamientos y búsquedas,
entre otras. Tengamos en cuenta incluir instrucciones, así como libretos
o coreografías. Después, elegiremos, en cada uno de los grupos, el
juego que nos llame más la atención para jugarlo entre todos.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
En nuestro cuaderno, elaboremos un texto acerca de la importancia
de conocer cada uno de los niveles de organización de la materia
y luego socialicémoslo a nuestros compañeros y compañeras.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: cartilla ilustrada con los juegos investigados.

Fase 1
•• Retomemos las instrucciones que escribimos en cada uno de los
grupos, así como los libretos o coreografías, para armar con ellos
una guía de juego.
•• Agreguemos otros 2 juegos al que ya tenemos, para realizar una
guía por cada juego.
•• Reunamos las guías para formar una cartilla

Fase 2
•• Démosle a leer las guías a personas que no pertenezcan al grupo
y recibamos sus sugerencias e integrémoslas a nuestra cartilla.
•• Recordemos llevar la cartilla a nuestra próxima clase para mos-
trársela a los demás compañeros.
•• Estas cartillas podrían hacer parte de la biblioteca comunitaria,
de esta manera contribuiremos al fortalecimiento de la memoria
colectiva.

42
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

•• Organicemos una jornada para convocar a la comunidad a prac-


ticar nuestros juegos tradicionales.
•• Pensemos en situaciones graciosas o de crítica social propias de
nuestra comunidad.

43
GUÍA 7

Nuestro reto
La caricatura es una poderosa herramienta para despertar la reflexión
de manera creativa y crítica a la vez. Esta guía nos motivará a ex-
presarnos por medio de ella. Comencemos este momento leyendo la
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

siguiente pregunta reto:

¿De qué manera la caricatura


nos permite visualizarnos críticamente ?

Lo que sabemos
Los palenqueros y las palenqueras poseemos gestos que nos caracteri-
zan y que hacen parte de nuestro repertorio expresivo a nivel corporal.
Para explorarlos, jugaremos a reconocer los gestos que caracterizan
a los palenqueros y palenqueras que integran nuestra comunidad:
por turnos, cada participante realizará los gestos o las muecas, tanto
faciales como corporales que considere lo identifican, mientras tanto,
los demás palenqueros irán indicando si están de acuerdo o en des-
acuerdo con la elección.

Con seguridad conocemos acerca de situaciones, eventos o perso-


najes, que nos generan contradicciones, o nos invitan a reflexionar
críticamente.

Reunidos en grupos de 3 ó 4 palenqueros o palenqueras, elegi-


remos una situación relacionada con la vida en comunidad y
que nos haga pensar. Después, buscaremos una manera crea-
tiva de expresar esta situación a nuestros compañeros,
empleando lenguajes no verbales como la mímica,
la danza o la expresión corporal.

44
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

Lo que no nos han contado


Existe un dinámico, divertido y crítico personaje que ya lleva casi 47
años alegrando la vida de los colombianos; tiene 4 gatos llamados
Concorgato, Sindigato, Fabrigato y Watergato, unos amigos llamados
Vítor y Pandeyuco, y un novio silencioso al que ella cariñosamente
llama Hetor.

Desde su nacimiento en 1968, Nieves ha sido publicada, sin descanso,


en el diario El País, de Cali, y a partir de 1975, durante 35 años, en
el diario El Espectador, de Bogotá. Apreciemos algunas de las carica-
turas de la Negra Nieves, creada por la artista caleña Consuelo Lago:

Comentemos ahora, en plenaria, acerca de las opiniones de Nieves.

45
Oíste Nieves,
¿No te provocá
dar una vueltica por
el río conmigo?
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Ahora es nuestro turno


Realicemos caricaturas. Para ello, comenzaremos realizando en nues-
tras bitácoras bocetos que nos permitan visualizar tanto las situaciones
como los personajes.

Definiremos en seguida la caricatura, realizando el dibujo inicial en


lápiz y repintando las líneas con esfero o marcador fino. completemos
nuestra caricatura agregando los textos que consideremos necesarios.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Compartiremos nuestras caricaturas con los demás compañeros
palenqueros. Permitamos que las aprecien primero y comentemos
después nuestra intención comunicativa. Seguidamente, definiremos

46
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

entre todos cuáles fueron las caricaturas que consideramos más intere-
santes o impactantes y explicaremos por qué.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: exposición de caricaturas.

Para realizar nuestro producto, seguiremos la siguientes etapas:

Fase 1

•• Ampliemos nuestra producción de caricaturas con otras 6 o 7.


Trabajémoslas en nuestras bitácoras.

A la hora de dibujar, tengamos presentes los siguientes aspectos:

–– Parecido: el dibujo debe dar una idea bastante aproximada


de los personajes que escojamos para ser representados.
–– Exageración: seleccionaremos algunos de los rasgos de los
personajes para exagerarlos o acentuarlos.
–– Intención: debe ser clara tanto por el dibujo como los textos.

Fase 2

•• Revisemos nuestras caricaturas, las cuales presentaremos a nues-


tros compañeros al inicio del próximo encuentro.
•• Investiguemos sobre los peinados tradicionales.

47
GUÍA 8

Nuestro Reto
Al trenzar en nuestras cabezas los peinados tradicionales, portamos
con orgullo nuestras raíces. En esta guía veremos cómo en la cabeza
de las mujeres de las comunidades negras y afro nacieron los caminos
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

para la libertad. Comenzaremos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Qué historias tejemos en torno a los


peinados tradicionales?

Lo que sabemos
Desde pequeños aprendemos que nuestro peinado hace parte de nues-
tra identidad. En ellos empleamos trenzas, tropas, gusanillos, guineos,
cangas, crinejas o motiaos, los cuales contribuyen a afianzar nuestra
identidad como miembros de comunidades negras rurales. Estos pei-
nados se han venido transmitiendo de generación en generación, de
madres a hijas, o entre amigas y amigos.

Para cuidar nuestro cabello y mantenerlo sano y fuerte, recurrimos a


plantas y cortezas de árboles. Entre las plantas que usamos están la
escoba babosa o escobilla, la sábila, la hierba buena, la ruda, el mate
y la corteza de guásimo. Algunas de estas las empleamos para lavar
o acondicionar, mientras que otras como la otoba nos sirven para es-
timular el crecimiento del cabello.

•• Comentemos acerca de estas plantas: ¿Cuáles conocemos y em-


pleamos?
•• Organicémonos en grupos para peinarnos y compartir con los
demás, ¿cuáles de estas figuras y técnicas de peinado conocemos?

48
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

Lo que no nos han contado


Los peinados constituyen una de las tradiciones que más huellas de
africanía se conservan en las comunidades negras afrocolombianas, en
este sentido se vienen desarrollando diferentes proyectos que buscan
resaltar la importancia de esta bella y ancestral tradición. Acerquémo-
nos a una experiencia que se viene desarrollando en colegios de la
ciudad de Bogotá:

El pelo afro = identidad, resistencia y seguridad alimentaria

“Mientras la maestra Luz Stella Serna, del colegio Tomás Cipriano de Mosquera de la localidad de Engativá,
va haciendo caminitos en el cabello de sus alumnas afrodescendientes, les va contando la historia de sus
ancestras africanas y del papel que jugaron las niñas afro en la libertad de su pueblo durante la esclaviza-
ción surgida de la colonización de las Américas.

Durante la esclavización, las mujeres salían a trabajar y observaban el paisaje, al regreso, se reunían para
peinar a sus hijas y en sus peinados, armaban mapas que indicaban a sus esposos las rutas de escape.
Además, aquellas que trabajaban en minas de oro, usaban sus puchos (montes de sus peinados), para
esconder pepitas de oro y con el tiempo, pagar su libertad y la de sus hijos.

Otras, usaron sus pelos, para esconder semillas y, después de escapar, tener comida para ellas y sus familias”.

Luz Stella Serna. Tomado y adaptado de: http://goo.gl/RxNOA2

Tanto la profesora Luz Stella, como las


demás profesoras que participan en el
proyecto, están convencidas de la impor-
tancia de transmitir estos conocimientos
a las nueva generaciones, y, al respecto
anota: “Queremos mostrarles a las niñas
afro de Bogotá lo que ha significado es-
te pelo para nosotras (...) es un pelo que
tiene historia, que uno no sabe si los otros
cabellos tengan historia pero por lo me-
nos el de nosotros sí (…) nuestros pelos
significan resistencia, libertad, seguridad
alimentaria” ornada de peinado, proyecto de Costa a Costa

Otras iniciativas que buscan difundir la im-  


portancia de los peinados afro son: “Ruta

49
de tropas”, del colectivo de Costa a Costa, en asocio con la Asociación
de Mujeres Afrocolombianas-AMAFROCOL, y la documentación visual
denominada “Quieto Pelo” que viene realizando la artista plástica Li-
liana Angulo bajo los auspicios del Banco de la República.

¡Quién
sabe si de tanto
navegar mar arriba,
mar abajo y por tanto río,
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

caño y quebrada, logre


poner de moda mi pei-
nado en la región!

Ahora es nuestro turno


Organizados en parejas o en grupos de tres, realizaremos ejercicios
de peinado. Intentaremos realizar peinados tradicionales con las
invenciones y variaciones que se nos ocurran.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Observemos los peinados que realizamos en el momento anterior
y comentemos acerca de los aprendizajes de la sesión.

50
Escenario CICLO 1
Valoración del cuerpo como territorio UNIDAD 2

Afiancemos nuestros saberes


Producto: encuentro de peinadoras.

Para realizar este producto, seguiremos las siguientes fases:

Fase 1
•• Organizaremos un encuentro de peinadoras, por lo que, antes de
nuestro siguiente encuentro, conversaremos acerca de la impor-
tancia que tiene en nuestra comunidad la realización de peinados
mientras realizamos alguno.
•• Contactemos a peinadoras de la comunidad que nos acompañen
en el proyecto. Elijamos un sitio en el que podamos reunirnos para
desarrollar la jornada.

Fase 2
•• Realicemos la jornada y documentémosla, tomando fotos, hacien-
do videos o realizando dibujos, para mostrar las evidencias al
inicio de la siguiente sesión.
•• Recopilaremos expresiones y dichos propios de la comunidad.
Entrevistaremos a personas de distintas edades de la comunidad,
para identificar formas verbales y expresiones coloquiales, a nivel
de animales, cosas, lugares, fenómenos naturales, costumbres y
creencias, entre otras.

51
CICLO 1
UNIDAD 3
Escenario
Transformación del
entorno

Propósito: ampliar las posibilidades expresivas y co-


municativas de los palenqueros y de las palenqueras, a
partir del reconocimiento de los elementos propios de
su cultura.
GUÍA 9

Nuestro Reto
Leamos atentamente la siguiente pregunta reto:

¿Qué palabras o expresiones


MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

nos identifican como miembros


de una comunidad ?

Lo que sabemos
Vivimos en zona rural, tenemos formas muy particulares de expresar
nuestros sentimientos, somos orales y visuales, aprendemos más por
lo que vemos y escuchamos y nos comunicamos más hablando que
escribiendo.

En nuestra comunidad existen algunos modismos lingüísticos que son


acompañados o adornados por nuestras expresiones corporales. Entre
estos se encuentran los siguientes:

•• La doble negación (Yo no voy a aí no, yo no sé no).


•• Omisión de consonantes (c, s, óo por coco; coteño por costeño).
•• Prolongación de la última letra de un nombre o adicionándole
las vocales o y u.
•• Pronunciación alargada, cuando las personas están lejos (ma-
mauuuuu, Julioooooo).
•• Prolongaciones intermedias (Angéeeeeelica).

De acuerdo con lo anterior, realizaremos una improvisación teatral, en


la que involucremos los modismos lingüísticos descritos. Asegurémonos
de utilizar gestos, movimientos y otros elementos del lenguaje verbal,
como posturas y ademanes, que enriquezcan nuestras representaciones.

54
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

Lo que no nos han contado


Los miembros de nuestra comunidad nos comunicamos cotidianamente
empleando expresiones y modos de hablar que hemos heredado de
nuestros padres y antepasados. A esta forma de usar el lenguaje, se
le conoce como lenguaje coloquial. A menudo, en la escuela, estas
expresiones propias de los grupos étnicos son menosprecia-
das, llamándolas vulgarismos, mientras que en la comunidad
éstas permanecen arraigadas, porque son parte de nuestra
identidad cultural.

Para valorar estas expresiones del lenguaje empleadas por


las comunidades negras, disfrutemos del siguiente poema de
Candelario Obeso, nacido en Mompox, en el departamento
de Bolívar, quien fue el primer poeta negro que logró editar
un libro en Colombia.

Candelario Obeso, poeta


colombiano

Canción del Boga Ausente


A los señores Rufino Cuervo y Miguel La jembras son como toro
Antonio Caro Lo r’eta tierra ejgraciá;
Con acte se saca er peje
Qué trite que etá la noche, Der má, der má
La noche qué trite etá;
No hay en er cielo una etrella Con acte se abranda er jierro,
Remá, remá. Se roma la mapaná…
Cojtante y ficme?
La negra re mi arma mía, laj pena¡ No hay má, no hay má!…
Mientra yo brego en la má,
Bañao en suró por ella, Qué ejcura que etá la noche,
¿Qué hará? ¿Qué hará? La noche quéejcura etá;
Asina ejcura é la ausencia
Tar vé por su zambo amao Bogá, bogá!
Doriente sujpirará,
O tar vé ni me recuerda…
¡Llorá! ¡Llorá!

55
Ahora es nuestro turno

Vamos a relacionar la Canción del Boga Ausente con nuestra forma


de hablar. En seguida, contaremos y escribiremos alguna anécdota
ocurrida con personas que hayan visitado la comunidad, en cuanto a
términos desconocidos tanto para ellos como para nosotros.

Luego de esto, construiremos un glosario (vocabulario) comunitario,


basado en palabras y expresiones propias de la comunidad, con su
respectivo significado. comenzaremos definiendo las palabras claves
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

mencionadas al inicio de esta guía.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
En este momento revisaremos juntos los glosarios realizados anterior-
mente por los diferentes grupos, con el objetivo de verificar si logra-
mos reconocer las expresiones que nos identifican como miembros
de la comunidad.

¿Por
dónde andará
este boga, que ejta
tan ausente?

56
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

Afiancemos nuestros saberes


Producto: glosario ilustrado.

Para realizar nuestro producto, seguiremos los siguientes pasos:

Fase 1

•• Compartamos nuestro glosario con parientes y miembros de la


comunidad para enriquecerlo con sus sugerencias.
•• Pongámonos de acuerdo para ilustrar nuestro glosario, empleando
lápices de color y/o pinturas.

Fase 2

•• Compartamos el glosario con los demás palenqueros y palenque-


ras, al inicio de la siguiente jornada.
•• Integremos nuestro glosario a la biblioteca comunitaria.
•• Indaguemos acerca de las manifestaciones de afecto y la presencia
de expresiones como los cantos de boga en nuestra comunidad.

57
GUÍA 10

Nuestro Reto
Leamos con atención la siguiente pregunta reto:

¿Qué papel juegan las expresiones


MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

de afecto entre los miembros de la


comunidad?

Lo que sabemos
Compartiremos con el grupo las expresiones de afecto que se usan en
nuestros hogares para dirigimos a nuestros hijos, a nuestra pareja o al
resto de la familia, como por ejemplo los sobrenombres y diminutivos.
Luego, reflexionaremos sobre los efectos que producen estas expresio-
nes de afecto en la relación familiar.

Entre los miembros de la comunidad, al igual que en el núcleo familiar,


se establecen unos vínculos profundos basados en aspectos como el
ejercicio de liderazgo y la existencia de troncos familiares (familias
extendidas). Estas relaciones hacen que los líderes sean considerados
con respeto, apego y valoración.

En los troncos familiares, se usan expresiones especiales, que encierran


todo el afecto y cariño que entre sí mantienen sus miembros. Esto tam-
bién sucede con quienes sobresalen gracias a sus cualidades, bien
sean artísticas, deportivas y/o espirituales. Miremos las siguientes
preguntas, éstas nos ayudarán a poner en evidencia lo que cono-
cemos de nuestra comunidad con respecto al tema de esta guía:

•• ¿Cuáles son las expresiones de afecto arraigadas en


nuestra comunidad?
•• ¿Qué efecto nos produce su uso?

58
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

•• ¿Qué refranes, cachos y dichos que se usan en la comunida,


sirven para fortalecer las relaciones comunitarias y familiares
(tradicionales y generales)?

Luego de resolver las anteriores preguntas, nos reuniremos en grupos


de 3 o 4 personas y realizaremos una recopilación de estas expre-
siones de afecto. Luego, tomaremos las palabras claves del inicio de
la guía y vamos a establecer la relación que tienen con hechos de la
cotidianidad. Finalmente, buscaremos en el diccionario el significado
de estas palabras y estableceremos las relaciones o diferencias que
guardan entre ellas.

Lo que no nos han contado

Una de las maneras de expresar afecto en nuestra región, la constitu-


yen los cantos de boga. Acerquémonos a las características de esta
forma musical:

Los cantos de boga del Pacífico

Son canciones asociadas a la labor de la navegación, que se instru-


mentalizan de manera libre. En el litoral Pacífico, los bogas afrocolom-
bianos acostumbran cantar mientras baten los remos sobre el agua.
Esta costumbre, de tiempos inmemoriales, es un recurso empleado por
los pobladores ribereños para acompañar su soledad en medio de los
ríos y la selva.

En este género de canto se entonan versos simples de gran musicali-


dad, precedidos por fonemas y falsetes. El uso de sílabas, a manera
de fonemas musicalizados, sirve para que el cantador cambie de nota,
abandonando el registro en el que se encontraba y asumiendo uno
diferente. Las rimas plasman la imaginación de los bogas y los con-
tenidos de las interpretaciones manifiestan actitudes evocadoras. El
acompañamiento musical se reduce al sonido producido por el remo
o canalete en el instante mismo en que golpea el agua. Esta respuesta
sonora, a manera de chasquido, sirve de apoyo rítmico para la voz
del intérprete. Las temáticas giran en torno a temas cotidianos como
el amor, la vida, el paisaje. Las letras empleadas pueden ser como la
siguiente:

59
Cuando dos se están queriendo... oí... ve...
y no se alcanzan a hablar... oí... ve...
por el ojo de una aguja... oí... ve...
se mandan a saludar... oí... ve...

Ahora es nuestro turno


Es hora de que compongamos un canto con ritmo tradicional, eviden-
ciando relaciones de afecto familiar y comunitario. Para ello, emplea-
remos en él las expresiones, cachos y dichos que deseemos.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
En este momento socializaremos, en un encuentro de palenqueros
y palenqueras, las composiciones que acabamos de realizar. Aquí
podremos explorar las cualidades de nuestras voces. Sumado a esto,
acompañaremos nuestras presentaciones con instrumentos tradicio-
nales de nuestra región o podemos ir un poco más allá y adaptar
pistas musicales.

Finalmente, escribiremos en nuestras bitácoras una reseña de lo suce-


dido.

Uy,
este tema sí
me gusta, yo que
me la paso cantando
y bogando…

60
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

Afiancemos nuestros saberes


Continuaremos recogiendo las expresiones por medio de las cuales
comunicamos nuestras emociones.

Producto: carteleras de cantos, refranes y dichos.

A partir de los cachos y dichos compilados, inventemos nuevas maneras


de llamarnos entre nosotros, de acuerdo con situaciones presentes, con
el propósito de fortalecer las relaciones de la comunidad palenquera.

Fase 1

•• Elaboremos carteles, con dibujos significativos, promoviendo una


cultura de paz para ubicarlos en lugares estratégicos.

Fase 2

•• Ubiquemos los carteles en lugares visibles y recojamos los comen-


tarios que éstos despierten en la comunidad.
•• Indaguemos sobre los versos que conocen las personas de la
comunidad.

61
GUÍA 11

Nuestro Reto
En esta guía nos acercaremos al ritmo y a la manera en la que éste
influye en nuestras vidas y en nuestros procesos creativos. Para comen-
zar, leamos la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿Cómo involucrar el ritmo


en el proceso creativo?

Lo que sabemos

Desde antes de nacer, cuando éramos bebés en formación, nos mo-


víamos siguiendo la cadencia de los movimientos de nuestras madres,
mientras nos tranquilizábamos al escuchar el sonido del corazón, que
se repetía de manera rítmica. Al nacer fuimos arrullados con movimien-
tos y cantos, y más tarde, al definir nuestros movimientos, continuamos
nuestra relación con el ritmo. Al aprender a caminar fuimos estable-
ciendo cadencias y tiempos.

El ritmo está presente en cada una de las actividades que realizamos


cotidianamente como al bailar, cantar, pescar o pintar. También está
presente en el lenguaje, es por esto que, en algunas ocasiones, emplea-
mos piropos dichos de manera rítmica, como los siguientes:

–– Hombre: adiós corazón de yuyo todo lo que tengo es tuyo.


–– Mujer: adiós corazón de alambre, bien vestido y muerto de
hambre.

62
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

A partir de lo anterior, formaremos grupos y dramatizaremos situaciones


en las que el ritmo este presente de diferentes maneras: para comen-
zar, pongámonos de acuerdo en la situación que vamos a representar.

Luego definamos qué elemento rítmico vamos a introducir en nuestra


presentación. Podemos emplear las palmas de las manos, o golpear
el piso con el pie.

Lo que no nos han contado


Junto con nuestro/a tutor/a vamos a leer la siguiente información:

El ritmo se puede definir como la repetición ordenada de elementos que


produce la sensación de movimiento, controlado o medido, sonoro o
visual. El ritmo constituye una característica básica de todas las artes,
especialmente de la música, la poesía y la danza. En las artes plásticas,
éste se relaciona con la repetición de elementos a intervalos regulares
o siguiendo patrones o diseños preestablecidos, aspectos visibles en
muchas producciones artesanales como canastos o sombreros.

El ritmo también puede detectarse en los fenómenos naturales, como


las fases de la luna, el sonido de la lluvia y el picoteo de los pájaros.
Decimos, por ejemplo, que un sonido es rítmico cuando se sucede en
tiempos iguales o en tiempos distintos que se repiten periódicamen-
te. En suma, observar la naturaleza y
sus ritmos, nos invita a hacer múltiples
apreciaciones, propiciando la lecto-na-
turaleza.

Este tipo de tejidos llevan un patrón muy determinado

63
Ahora es nuestro turno
Pongamos a funcionar nuestra creatividad, inspirándonos en la lectura
de la naturaleza.

Para comenzar, elegiremos un animal, planta o fe-


nómeno de la naturaleza, para explorar, a partir de
él, un lenguaje de expresión artística, empleando el
ritmo. Una vez hayamos escogido el elemento, repeti-
remos los sonidos o movimientos que lo caracterizan.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Continuaremos cantando, verseando, moviéndonos


o bailando de acuerdo con nuestras preferencias,
siguiendo los ritmos que hayamos establecido. Des-
pués, representaremos nuestra creación rítmica a
nuestros compañeros palenqueros y palenqueras.
Cuando lo hayamos hecho, nos agruparemos de
acuerdo con los elementos seleccionados; podemos,
por ejemplo, conformar el grupo de la selva, o del
mar, o del río. También podemos reunirnos en grupos
de animales, plantas o fenómenos naturales. Una
vez reunidos en los grupos, definiremos la manera
en la que vamos a movernos, golpear, percutir o ha-
Los animales son muy importantes en el
folclor de nuestro país cer sonidos de manera rítmica. Haremos finalmente
una nueva representación para el resto de nuestros
compañeros y compañeras

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Para comprobar nuestros avances, haremos comentarios sobre las
presentaciones del momento 4 y de los ritmos empleados en ellas.
Además, conversaremos sobre los elementos de la naturaleza en los
que nos inspiramos.

64
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 3

Afiancemos nuestros saberes

Producto: investigación acerca de los ritmos del Pacífico.

Antes de que termine el encuentro de saberes, nos organizaremos en


grupos para que cada uno investigue acerca de un ritmo típico del Pací-
fico colombiano. Podemos seleccionar uno de los siguientes: Currulao,
patacoré, berejú, juga, jota, aguabajo, bunde, abozao, aguacorta,
andarele, caderona, polca, mazurca, tamborito, calipso chocoano,
chigualo, caracumbé, agualarga, aguamaleña, andarete, tiguaranda,
pangota, pilero, castruera, paloma, margarita, jagua, caramba, galli-
nazo, guapi, guabaleña, contradanza chocoana y danza, entre otros.

Para realizar este producto, seguiremos las siguientes fases:

Fase 1

•• Preguntemos a los ancianos, músicos, cultores y creadores del


palenque o de la comunidad, acerca de lo que conocen sobre el
ritmo que elegimos.
•• Complementemos nuestra investigación con datos de otras fuentes,
como libros o internet.

Fase 2

•• Reunámonos para ensayar el montaje de nuestro ritmo; tengamos


en cuenta conseguir los elementos necesarios para presentarlo a
los demás compañeros al inicio del próximo encuentro de sabe-
res. Podemos hacer uso de elementos como instrumentos, trajes,
grabadora, etc.
•• Reunamos elementos naturales, procedentes del entorno, que po-
damos usar para conformar un banco de materiales.

65
La construcción de vasijas de cerámica ha sido una actividad cutural muy
fuertemente marcada en el Pácifico
CICLO 1
UNIDAD 4
Escenario
Transformación del
entorno

Propósito: interactúar de manera intencionada con el


entorno al explorarlo y transformarlo, y así descubrir las
posibilidades que brindan los lenguajes de expresión
artística.
GUÍA 12

Nuestro reto
A nuestro alrededor abundan los materiales de la naturaleza, que po-
demos involucrar a la hora de elaborar creaciones artísticas. Esta guía
nos invita a aprovechar de manera creativa los elementos que nos brin-
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

da la naturaleza. Comenzaremos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Cómo aprovechamos los materiales


del entorno para el trabajo artístico?

Lo que sabemos
Las palenqueras y palenqueros conocemos diferentes variedades de
manglares: rojo, blanco y negro. Los mangles nos maravillan con su
riqueza de formas, texturas y colores. Dibujemos en nuestras bitácoras
un manglar con sus variedades.

Terminados los dibujos, nos sentaremos en grupo y cerraremos los ojos


para recrear el paisaje sonoro de un manglar: a medida que vayamos
recordando los sonidos, iremos imitándolos, de manera que entre todos
evoquemos esta clase especial de hábitat.

Posteriormente, haremos una plenaria acerca del uso que le damos en


la comunidad a la madera de mangle y a otros árboles de la zona. Para
este fin elegiremos a un relator para que narre nuestras conclusiones.
Estas conclusiones las podremos también cantar, o recitar en forma de
coplas o de versos.

Para finalizar, compartiremos nuestros dibujos con los otros palenqueros


y palenqueras. Observemos las líneas, tramas y texturas que empleamos.

68
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

Lo que no nos han contado

Algunos artistas y creadores han empleado materiales del Pacífico co-


lombiano en sus obras. Es el caso de Hernando Tejada, quien, aunque
no era oriundo del Pacífico, fue un enamorado de la naturaleza y de
los paisajes característicos de nuestra región, entre los que se cuentan
los manglares.

Recursivo e imaginativo, Tejada sorprendía a to-


dos con sus creaciones y con el aprovechamiento
que hacía de recursos como la madera de balso
y la de mangle. Al respecto, Susana Santiago,
su asistente, opinaba: “Antes de conocer a don
Tejada, lo único que sabía era que la madera
servía para construir muebles y camas. No tenía
ni pucha idea que se podía hacer tanto con un
pedazo de balso”.

Espíritu del manglar, Hermano Tejada

¡Qué bello
está este espíritu del
manglar!

69
Cuando hayamos leido la anterior información, observaremos y comen-
taremos en grupo acerca de la manera en la que el escultor representó
nuestros amados manglares.

Ahora contrastemos lo que percibimos con el siguiente texto, en el que


se describen las obras del maestro Tejada:

Una obra amable y juguetona que compendia felicidad y ecología.

“Los Manglares son obras realizadas mediante la adición de piezas elaboradas de manera inde-
pendiente que van encajando hasta armar intrincados ensamblajes que reproducen los abigarrados
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

tallos y raíces de esta planta acuática, poblados de iguanas, lagartijas, garzas, pelícanos, peces, y
cangrejos. Su ejecución jocosa e inocente y su alegre colorido ofrecen una visión ingenua y jubilosa
de la naturaleza, plenamente coincidente con la antisolemnidad que caracteriza las relaciones del
artista con su entorno. Es claro entonces que la ecología juega un papel importante en estas obras.
Aunque Tejada, en lugar de plantear sus argumentos por medio de denuncias y paisajes arrasados,
comunica su gran admiración por la fauna y por la flora a través de exuberantes representaciones y
de celebraciones por la vida”.

Extraído de revista la revista Semana, 1 de abril de 1996. http://goo.gl/fHrpsS

Ahora es nuestro turno


Previamente, reuniremos elementos y recursos del entorno para aprove-
charlos o involucrarlos en la realización de una obra de arte. En este
momento, con los elementos que hayamos traído, elaboraremos una
pieza artística, empleando la técnica que prefiramos.

Cuando las hayamos terminado, elegiremos a un compañero para con-


versar acerca de nuestras producciones; escuchemos sus comentarios
y comentémosle acerca de lo que quisimos expresar.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Organicemos una exposición con las piezas hechas en el momen-
to anterior. Comentemos en grupo acerca de la manera en la que
aprovechamos los materiales del entorno para el trabajo artístico.

70
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

Afiancemos nuestros saberes


Producto: banco de materiales.

Para realizar este producto, tendremos en cuenta las siguientes fases:

Fase 1

•• Recolectemos materiales de nuestro entorno.


•• Guardemos los materiales recolectados, para organizar con ellos
un banco de materiales, que nos permita continuar realizando
obras en las que involucremos los recursos propios de la región.
•• Organicemos grupos, para recolectar y reciclar materiales que
puedan enriquecer nuestro banco de materiales.
•• Limpiémoslos, para luego clasificarlos y almacenarlos de manera
adecuada.

Fase 2

•• Tengamos listo nuestro banco de materiales para la siguiente


sesión, en la que trabajaremos con materiales reciclados y reu-
tilizables.
•• Aportemos nuevos elementos al banco de materiales.
•• Tengamos presente limpiarlos y clasificarlos adecuadamente.
•• Podemos elaborar contenedores para los materiales, reciclando
empaques y cajas de cartón o de madera.

71
GUÍA 13

Nuestro reto
La introducción de materiales artificiales y productos no reciclables
puede llegar a ocasionar grandes desastres ambientales, sobre todo
cuando no sabemos manejar de manera adecuada los residuos. En
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

esta guía haremos un aprovechamiento creativo de materiales reusa-


bles y reciclados. Comencemos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Cómo involucrar materiales


reciclables y reutilizables
en creaciones artísticas?

Lo que sabemos
El manejo de residuos constituye una de las problemáticas más exten-
didas en nuestras comunidades rurales, en las que, como resultado del
consumo excesivo, se acumulan, botellas, empaques y otros elementos.

En este momento, reflexionaremos acerca de la manera en la que dis-


ponemos de los residuos y basuras en nuestras casas.

Lo que no nos han contado

Con la ayuda de nuestro/a tutor/a leeremos la siguiente


información:

La cantidad de elementos y basura que llega a los océa-


nos se ha vuelto realmente un problema inmanejable, al
punto de que una enorme acumulación de estos conforma
Fotografía: xxxxxx
una gigantesca aglomeración, conocida como la Sopa
de plástico del Pacífico.

72
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

Aunque la mayor parte de la basura que confor-


ma esta gigantesca sopa proviene de Estados
Unidos y Japón, todos los países del mundo,
en particular los de la zona Pacífico, somos
responsables de la contaminación causada por
el mal manejo de estos residuos.
La sopa de basura se sitúa en el giro
Uno de los primeros artistas en generar con- oceánico del Pacífico Norte

ciencia acerca de la importancia del reciclaje


fue el inglés Tonny Cragg, quien, en los años ochenta, comenzó a ela-
borar obras empleando los empaques y envases que recogía en las
playas de su país.

Posteriormente otros artistas han empleado ma-


terial reciclado en sus creaciones, tal y como
sucede con la obra que veremos en el costado.

Esculturas hechas con materiales


reciclables, Ha Shult

¡Uy!, ya sé que
hacer con todas esas
botellas y envases
que flotan debajo de
los palafitos que voy
recorriendo…

73
Ahora es nuestro turno
Demos respuestas creativas la problemática planteada anteriormente:

Realizaremos una plenaria para conversar acerca de las ideas que


se nos ocurren para contribuir a evitar y controlar fenómenos como la
Sopa del Pacífico: comencemos por conformar equipos de trabajo para
seleccionar los elementos que nos llamen la atención de nuestro banco
de materiales y elaborar con ellos creaciones artísticas.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Con nuestros equipos, trabajaremos nuestros materiales para darles la


forma que deseemos. Crearemos nuestras obras empleando los recursos
que tengamos a mano. Podemos hacer construcciones o ensamblajes
para crear nuestras obras.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Organicemos una exposición con las creaciones realizadas en el
momento anterior, de manera que podamos apreciar las diferentes
maneras en las que cada grupo logró involucrar materiales recicla-
bles y reutilizablesables en ellas.

Afiancemos nuestros saberes


Producto: esculturas con materiales reutilizables y reciclados.

Para realizar nuestro producto, seguiremos las siguientes fases:

Fase 1

•• Elaboremos una obra individual para llevarla a nuestro próximo


encuentro y socializarla con los demás palenqueros y palenqueras.

74
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

Fase 2
•• Apreciemos y comentemos las obras de los demás palenqueros.
•• consigamos objetos como latas, palos, pelotas o ramas que nos
permitan producir sonoridades diversas y llevémoslos a la próxi-
ma sesión.

75
GUÍA 14

Nuestro reto
Todo el Pacífico suena. En esta guía nos detendremos a explorar sono-
ridades y a crear composiciones. Comenzaremos leyendo atentamente
la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿Qué elementos del entorno nos pueden


servir para crear una composición
sonoro-musical?

Lo que sabemos
La sonoridad hace parte de nuestras vidas cotidianas; entre los elemen-
tos que integran el universo sonoro y musical que nos acompaña desde
antes de nacer, se cuentan las tonadas de las
cantadoras, así como los sonidos del río, de
la selva y de nuestras propias voces con sus
timbres, alturas e intensidades, entre otros.

Desde muy pequeños exploramos las posibili-


dades que nos ofrecen tanto lo sonoro como
lo musical. Amamos descubrir sonidos, jugar
con nuestras voces y construir instrumentos
musicales.

Organicemos una conversación sonora, em-


pleando nuestro propio cuerpo y objetos que
  tenemos a la mano. Para ello nos ubicaremos
en círculo y elegiremos un elemento para ex-
plorar sus posibilidades sonoras. Uno de nosotros comenzará a producir
sonidos con su cuerpo o con un objeto, mientras que otro palenquero

76
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

o palenquera le responderá haciendo su propio sonido y así sucesiva-


mente hasta que todos hayan mostrado su composición.

Lo que no nos han contado

Leamos atentamente la siguiente información:

Desde la prehistoria, los primeros seres humanos


se dedicaron a explorar tanto el contexto como
los elementos que se encontraban en él, con el
fin de producir sonoridades y música.

Hace unos veinte años, un grupo musical inglés


conocido como Stomp, generó una revolución
en el mundo de la música al emprender una
búsqueda de sonidos a través de elementos que Ilustración de una danza funeraria africana

no eran instrumentos propiamente dichos, pero


que los protagonistas del «show» hacían sonar como tales. Entre los
elementos empleados por el grupo había palos, escobas, baquetas,
cubos, arena y ladrillos.

Los artistas que exploran esta particular manera


de hacer música buscan que los espectadores
participen en el espectáculo. Lo anterior se da
a través de un lenguaje universal: la música y
los gestos.

Parte importante del proceso creativo consiste en


realizar una exploración lúdica y sistemática de
los objetos presentes en el entorno, tal y como lo
hacen los niños y jóvenes del colectivo Creando
Stomp, de Medellín. Presentación de Stomp

77
Ahora es nuestro turno

Exploremos, de manera individual, las posibilidades sonoras de los ele-


mentos que se encuentran almacenados en nuestro banco de materiales.
Extendamos esta la exploración a otros elementos que se encuentren en
el entorno. Luego estableceremos otros diálogos sonoros con nuestros
compañeros, para crear composiciones musicales.

Trabajemos en colectivos de entre 6 a 8 palenqueros y palenqueras


MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

para continuar el proceso de creación sonoro-musical.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Escuchemos las composiciones surgidas de nuestros procesos creati-
vos y discutamos acerca de sus características sonoras y musicales.
También podemos grabar nuestras composiciones para poderlas
apreciar mejor.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: montajes de stomp por grupos.

Fase 1

•• Reunámonos con nuestros compañeros de colectivo sonoro para


explorar con mayor profundidad las posibilidades del stomp. Pre-
sentaremos los resultados de nuestro proceso a los compañeros,
al inicio de la siguiente sesión.

Fase 2

•• Realicemos las presentaciones al inicio de nuestro siguiente en-


cuentro.

78
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

•• Hagamos en nuestra bitácora un listado de los elementos y fe-


nómenos de la naturaleza de mayor importancia y presencia en
nuestra comunidad.
•• Esperaremos por lo menos un día y así podremos observar varias
capas de partículas de suelo. La arena abajo, el limo a continua-
ción y por último la arcilla.

A ver si
yo logro hacer
stomp… en medio
del río.

79
GUÍA 15

Nuestro reto
Nuestro cuerpo es nuestro primer instrumento, en esta sesión explora-
remos algunas de sus posibilidades expresivas. Comencemos leyendo
la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿Cómo podemos interpretar


corporalmente los elementos
de la naturaleza presentes
en la comunidad?

Lo que sabemos
Desde que somos niños entramos en contacto con los elementos de la
naturaleza: nos bañamos en el mar y en los ríos, jugamos bajo la llu-
via y fabricamos ollitas con arcilla. Recordemos que
nuestra región está bañada por importantes cuerpos
de agua, como el océano Pacífico y los numerosos
ríos que la irrigan. Por otra parte, la fauna y la flora
constituyen unas de las más ricas del planeta.

En este momento jugaremos a las adivinanzas cor-


porales: cada uno de nosotros deberá escoger un
elemento de la naturaleza para representarlo frente
al grupo. A su vez los otros palenqueros intentarán
adivinar el elemento.

Gran parte de nuestra vida cotidiana se desarrolla en relación con la


naturaleza; tanto el mar como los ríos representan para nosotros ali-
mento, vida y sustento. El contacto con la naturaleza inicia desde antes
de que nacemos y nos lleva a tejer relaciones muy especiales con ella.

80
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

Muchas de las danzas, cantos y ritmos que nos identifican y que tie-
nen raíces ancestrales, nacieron de la observación de la naturaleza,
que hoy en día continuamos practicando, tal como lo hicieron nuestros
antepasados.

Lo que no nos han contado


Existen expresiones artísticas como el bambazú,
la cual es una pantomima o imitación en la que
se representa un personaje, conocido a menudo
como Emiliano, quien es picado por una araña
o tarantela.

La dinámica consiste en que hay algunos parti-


cipantes que se sientan alrededor del enfermo,
mientras repiten unos movimientos preestableci-
dos. El bambazú, al igual que otras creaciones,
nacen de la observación de fenómenos naturales  
como la enfermedad, los animales o el río mismo.

Por otra parte, la observación de los animales se refleja en juegos y


danzas como el Sapo-Rondón, ritmo y danza del folclor chocoano,
inspirado en juegos imitativos de animales, cuyo personaje principal
es el sapo. Este juego era ejecutado por los esclavos en el Chocó du-
rante el siglo XVII.

La contemplación de otros elementos de la naturaleza como el río, ha


llevado a la creación de formas artísticas como el aguabajo, la
cual es una tonada que se ejecuta cuando se baja por los ríos
en embarcaciones usuales de la región como canoas, potri-
llos, champas y balsas. En este sentido el aguabajo se puede
considerar como un “canto de viaje por el río”.

Si sigo
navegando sin
pará, un buen
bambazú me va
a dá!

81
Ahora es nuestro turno

Organicémonos en grupos para elegir un elemento de la naturaleza


que nos sirva de inspiración para idear un juego, danza o represen-
tación corporal:

Comenzaremos por escoger el elemento en el que nos basaremos.


Luego jugaremos a representarlo corporalmente, imitando sus gestos,
movimientos, sonidos y demás características físicas. Sumado a esto,
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

organizaremos un esquema de movimientos o una coreografía básica.


Para acompañar la coreografía, improvisaremos un ritmo; también po-
demos inventar cantos o coplas que sirvan para esto.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Presentemos nuestra creación corporal planeada en el momento
anterio a los demás miembros del grupo. Una vez finalicemos, los
demás palenqueras y palenqueros intentarán adivinar el elemento
de la naturaleza en el que nos basamos.

Posteriormente, organicemos un conversatorio para intercambiar opi-


niones acerca de nuestros procesos creativos y de los resultados de
los mismos, de manera que podamos valorar las diferentes formas en
las que re-interpretamos corporalmente los elementos de la naturaleza.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: montajes de stomp por grupos.

Fase 1

•• Reunámonos con nuestros compañeros de colectivo sonoro para


explorar con mayor profundidad las posibilidades del stomp. Pre-

82
Escenario CICLO 1
Transformación del entorno UNIDAD 4

sentaremos los resultados de nuestro proceso a los compañeros,


al inicio de la siguiente sesión.

Fase 2

•• Realicemos las presentaciones al inicio de nuestro siguiente en-


cuentro.
•• Hagamos en nuestra bitácora un listado de los elementos y fe-
nómenos de la naturaleza de mayor importancia y presencia en
nuestra comunidad.

83
Grupo ChocQuibTown, ganador del GRAMMY latino a mejor album tropical
o fusión. Foto: Koby Dagan
CICLO 1
UNIDAD 5
Escenario
Prácticas ancestrales y
contemporáneas

Propósito: dimensionar las relaciones de las prácticas


artísticas comunitarias con lo ancestral, lo tradicional
y lo contemporáneo, en pro de la construcción de una
cultura de paz.
GUÍA 16

Nuestro reto
Comencemos leyendo atentamente la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿Qué significado tiene para


la comunidad la danza los cucuruchos ?

Lo que sabemos
Sabemos que la danza de los cucuruchos
  es un baile tradicional, donde personas
cubiertas con hojas de calabazo secas y
con máscaras del mismo material, bailan
en la calle los días seis de enero.

Invitemos a los palenqueros que sepan


cómo se ejecuta esta danza a que nos
hagan una demostración ante el grupo.

Reunidos en grupo, comentaremos todo


lo que conocemos acerca de la danza de
los cucuruchos. Conversaremos en torno
a las siguientes preguntas:

•• ¿Qué significado tiene para la comunidad esta danza?


•• ¿Qué tipo de vestimenta se usa y qué representa?
•• ¿Cuándo y dónde se realiza la danza de los cucuruchos?
•• ¿Cuál es la coreografía de los cucuruchos?

86
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

Lo que no nos han contado

Encontramos en el país juegos coreográficos y danzas que conservan


gran similitud con la danza de los cucuruchos, como es el caso de
los matachines, personajes emblemáticos de distintos carnavales de
nuestro país. Según Octavio Marulanda, “la palabra matachín en su
contenido tradicional significa enmascarado o persona disfrazada ri-
dículamente”. En relación con su funcionalidad, podemos anotar que
ésta es una danza teatral que hace parte
de las comparsas y grupos callejeros, las
cuales tienen la función de animar los feste-
jos populares que la iglesia realiza dentro
de las fiestas religiosas.

Con el paso del tiempo la danza de los cu-


curuchos ha ido evolucionando, pasando
de ser un juego coreográfico libre, hasta
convertirse en una danza asociada a festi-
vidades y celebraciones especiales como el
Carnaval del Fuego, celebrado en Tumaco.
Acerquémonos a este testimonio, que habla
sobre las danzas tradicionales de Tumaco:

“Hasta los años sesenta en Tumaco, no se bailaba la danza organiza-


da, lo que se escuchaban eran los cucuruchos, los calanchines y los
caramates, por lo general en las fiestas patrias, 6 de enero, 20 de julio,
12 de octubre, acompañado del consabido palo ensebados”.
Docente de Tumaco

Ahora es nuestro turno


En este momento haremos una pequeña investigación acerca de la
danza de los cucuruchos. Para comenzar, haremos una lluvia de ideas
que nos dé una idea sobre cuánto conocemos acerca de él. En seguida,
documentaremos en nuestras bitácoras, por medio de escritos y de di-
bujos, la historia de la danza de los cucuruchos, incluyendo vestimenta
y parafernalia empleadas (atuendos, adornos complementarios como
sombreros, pañoletas, pañuelos y aretes). Podemos combinar textos e
imágenes.

87
Después, conversaremos con los demás palenqueros y palenqueras sobre
los tipos de movimientos, las clases de agrupaciones y la finalidad de
la danza los cucuruchos. En esta etapa estableceremos ideas acerca
de cómo podríamos hacer un montaje, de acuerdo con la tradición.
Cuando nos hayamos puesto de acuerdo, ensayaremos los movimientos
de la danza, acompañándola con elementos musicales.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Comentemos acerca de lo sucedido en la sesión para determinar si


logramos profundizar en nuestra comprensión del significado de la
danza de los cucuruchos para nuestra comunidad.

Afiancemos nuestros saberes

Producto: escritura coreográfica de la danza de los cucuruchos.

Para realizar nuestro producto, seguiremos las siguientes fases:

Fase 1

Escribamos la coreografía de los cucuruchos usando esquemas y dibu-


jos. Tengamos en cuenta los siguientes aspectos:

•• El término coreografía se deriva de las palabras griegas choreia


(baile) y graphos (dibujar). La coreografía nos permite estructurar
y trazar en el papel, por medio de signos, una danza. En este
sentido podemos realizar escrituras coreográficas.
•• En la coreografía encontramos dos partes: la primera es la pla-
nimetría, que consiste en la representación gráfica de los despla-
zamientos de los bailarines; la segunda es la estereometría, com-
puesta por los movimientos, pasos, figuras y actitudes corporales
que hacen los bailarines.
•• Realicemos en nuestras bitácoras la planimetría de la danza tradi-
cional de los cucuruchos; representemos los desplazamientos de
las mujeres con triángulos y los de los hombres con cuadrados.

88
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

•• Reunámonos con otros palenqueros y palenqueras para ensayar


la esterometría propia de la danza.

Fase 2

•• Preparemos la danza tradicional, para presentarla al inicio de


nuestro próximo encuentro.
•• Investiguemos sobre la práctica de la danza de los cucuruchos
hoy en día.

89
GUÍA 17

Nuestro reto
Leamos atentamente la siguiente pregunta reto:
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

¿De qué manera se relaciona la danza


los cucuruchos con nuestras
vivencias contemporáneas?

Lo que sabemos
Las celebraciones del Carnaval del Carnaval del Fuego de Tumaco, son
inauguradas oficialmente por Don Cucurucho, personaje tradicional,
asociado a las danzas. Este mítico personaje iba
de pueblo en pueblo llevando a los palenques
y pueblos alegría y baile días antes de Semana
Santa, según dice la tradición.

Revisemos los dibujos de la danza de los cucu-


ruchos, realizados en nuestras bitácoras durante
la sesión anterior (Momento 4). A partir de és-
tos, dibujaremos una variación, introduciendo
Fotografía: xxxxxx algún elemento contemporáneo, puede ser a
nivel del vestuario o de la caracterización de
los personajes.

Lo que no nos han contado

Existen diferentes clases de danzas, las cuales se clasifican de acuerdo


con los movimientos, el tipo de agrupación y su intencionalidad. Vea-

90
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

mos algunas de sus características:

1. Según la dirección que toman los movimientos (Circulares, linea-


les, mixtas y estáticas).
2. Por el tipo de agrupación (Colectivas, por grupo, por pareja).
3. Por los objetivos, finalidad o intencionalidad (Festivas, de enamo-
ramiento, laboreo, iniciación, pantomímica, carnaval, cosecha,
conjuro, nupciales, eróticas).

Teniendo en cuenta esta clasificación, conversemos acerca de cómo


consideramos que podríamos clasificar la danza de los cucuruchos.

Estoy que me
bailo la danza de
los cucuruchos y otro
montón de danzas de
la región.

Ahora es nuestro turno


Nuestros abuelos nos han dejado como herencia sus costumbres y
tradiciones, las cuales hacen parte fundamental de nuestra cultura. El
contacto con las expresiones foráneas, es decir, venidas de otros con-
textos, va transformando nuestras expresiones artísticas y culturales.

•• Reflexionemos y saquemos conclusiones de los cambios o adap-


taciones que ha sufrido la danza los cucuruchos para sostenerse
en el tiempo.

91
•• Hagamos en grupo el montaje de la danza los cucuruchos, que
preparamos desde nuestro último encuentro.
•• Discutamos acerca de las relaciones existentes entre la danza de
los cucuruchos y otros bailes populares de moda como el reggae-
tón y la salsa choque.
•• Inventemos una coreografía de proyección (crear nuevos pasos,
adaptándolos a los ya existentes) basada en el cucurucho tradi-
cional e introduciendo nuevos elementos, sin que éste pierda su
esencia. Para proponer esta nueva versión de la danza, tengamos
en cuenta los siguientes aspectos:
a. El ritmo: que se relaciona con los movimientos regulados y
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

acompasados.
b. El paso: asociado a los movimientos que se realizan con las
piernas. Tenemos por una parte los pasos de rutina, que son
los que predominan en la danza; y por el otro los pasos com-
plementarios, que aparecen ocasionalmente y tienen funciona-
lidades específicas.
c. El vestuario: dentro del cual podemos fijarnos en elementos
como el atuendo, los adornos o la utilería, compuesta por ele-
mentos como flechas, bateas y arcos de flores.
d. Podemos definir también el espacio en el cual se realizará la
danza y el lugar en el que esperamos que se ubique el público.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Conversemos en plenaria para determinar cómo fue nuestro proceso
de relacionar la danza de los cucuruchos con elementos contempo-
ráneos.

Afiancemos nuestros saberes


Producto: encuentro comunitario de danza.

Para realizar nuestro producto, seguiremos las siguientes fases:

92
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

Fase 1

•• Organicemos un evento comunitario para socializar nuestra danza.


•• Creemos un libro con las coreografías de los cucuruchos; adicio-
némosles fotos o dibujos ilustrativos para que forme parte de la
biblioteca comunitaria.
•• Para facilitar la creación de nuestra coreografía de proyección,
podemos emplear convenciones o signos. Algunos de los más
usados son los siguientes:

Hombre Encuentro

Avances de los bailarines hacia


Mujer
el público

Cruce o cambio de
Desplazamiento lateral
puesto

Dirección Desplazamiento con pausas

 
    Llave: forma de colocar los bra-
zos, con la palma de la mano
  frente a frente.
   
Fase 2

•• Realicemos nuestra presentación a la comunidad.


•• Acordemos previamente con el grupo y con el tutor acerca de lo
que nos gustaría cocinar para celebrar el cierre del proceso. De
esta manera acompañaremos nuestra evaluación final con una
buena comida.
•• Asignemos responsabilidades para la consecución de los elemen-
tos necesarios.
•• Junto con nuestro/a tutor/a, escribamos todas las palabras claves
vistas en las diferentes guías que componen el módulo y llevémos-
las a la siguiente sesión.
•• Escribamos en nuestras bitácora sobre cómo nos sentimos en el
desarrollo del módulo y sobre que nos gustaría seguir haciendo
en el siguiente módulo.

93
GUÍA 18

Nuestro reto
Las tradiciones culinarias refleja nuestra identidad, historia y pertenen-
cia; hacen parte del patrimonio inmaterial al conservar saberes impor-
tantes que debemos atesorar y transmitir. En esta guía nos reuniremos
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

en torno a la comida. Comencemos leyendo la siguiente pregunta reto:

¿Qué ingredientes utilizamos en la


preparación de comidas tradicionales?

Lo que sabemos
Nuestra región posee abundantes cuerpos de agua y fuentes hídricas,
lo que favorece la presencia de alimentos como el pescado en nuestra
cocina tradicional. Además, nuestra dieta incorpora diferentes clases
de alimentos, como el plátano, y que nos ayudan a fortalecernos para
resistir caminatas y jornadas de arduo trabajo. Entre todos aportemos
ideas que nos ayuden a responder la siguiente pregunta:

•• ¿Cuáles son nuestros alimentos y sabores favoritos?


•• Brindemos a nuestros compañeros algunos de los
alimentos que preparamos en casa. Pidá-
mosles que cierren los ojos y que
nos describan olores, sabores y
texturas.

Además de preparar delicio-


sos platos que hablan de nues-
tras raíces, también los exalta-
mos a través de composiciones mu-
sicales, como lo hace Julio Micolta
Cuero en el caso del tapao:

94
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

Tapao
El plato fuerte del día, Como una boca que zumba
La comida favorita, Porque se prende la rumba
De suculencia exquisita, Aprobando este alimento.
De los negros la ambrosía.
Se mezcla con la poesía Oreganón y cebolla
Hirviendo a todo vapor. con el propio chirarán
Suelta su aroma y sabor Le agregan con mucho afán
Provocando en el olfato Al bunde sobre la olla
Un gusto que vuela alto Con el punto de la sal:
¡Alegrando al comedor! Se arma todo un festival
A chillangua y a pescao A la hora de comer
Huele el aire del ambiente, El tapao llega a ser
Agua zurumba caliente Un menú sensacional.
Tiene al pueblo alborotao. Negros y blanco lo comen
Van a servir el tapao Por ser un plato sabroso,
Con plátano y condimento: Lo saborean con gozo
Vuela el verso a flor del viento Y buena fama le ponen.
Para olvidar la tristeza, Tapao caldudo tomen
Y sientan la fortaleza Con la cherna y la albacora
Que en la risa les aflora, La mesa es grata sorpresa…

Ummm,
estoy pensando
en lo bueno que nos
va a quedar este tapao,
o ¿será mejor hacer un
pusandao?

¡Esperen
que ya llego
con el chillango, el
chirarán, los adobos
y la hierba para el
pescao!

95
Lo que no nos han contado

La cocina del Pacífico posee características muy especiales, tal como


se señala en la siguiente lectura:

Gastronomía en la costa Pacífica colombiana

Sus costas, ensenadas y bahías favorecen la proliferación de un universo de platos preparados con
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

pescados y mariscos que constituyen la base alimenticia de los habitantes afrocolombianos y que gus-
tan acompañar con plátano y yuca. En esta región se encuentran unas prácticas culinarias básicas,
tales como el uso extraordinario de la leche de coco, que tiene en sí misma el poder de convertir un
modesto plato de arroz en una delicia apreciada por propios y foráneos. Además se utiliza del coco
el afrecho y la espiga.

El refrito de uso generalizado en la costa Pacífica


es una preparación que se aliña con tomates
maduros, cebolla larga, cebolla cabezona,
ají criollo, pimentón verde, una cucharada de
chillangua picada, una cucharadita de poleo
picado, dos cucharadas de aceite chiotado (bi-
ja), sal, pimienta y comino al gusto. Todo esto se
muele con piedra de mano y se pone a sofreír
en aceite revolviendo de manera constante hasta
obtener una masa suave.

El uso de los aliños es muy corriente. Se trata


de una serie de yerbas que se incorporan a la
comida para darle sabor especial. Muchas de
estas yerbas se siembran en la zotea pequeño
andamio situado en frente de la casa. También
se hacen crecer en materas, ollas, tarros y bolsas
ubicadas al lado de otras que tienen propieda-
des medicinales. Componentes esenciales en las preparaciones tanto dulces como saladas. Una de
las yerbas más utilizadas es la albahaca.

Tomado y adaptado de http://goo.gl/4ID0et

Ahora es nuestro turno


Conversemos en grupo acerca de lo relatado en la lectura del momento
anterior, ¿Qué otros aspectos de la cocina del Pacífico valdría la pena
resaltar?

96
Escenario CICLO 1
Prácticas ancestrales y contemporáneas UNIDAD 5

Dispongamos los ingredientes que hemos traído, para cocinar al aire


libre.

Verifiquemos si alcanzamos
nuestro reto
Degustemos los platos que preparamos y conversemos acerca de
los sabores, texturas, aromas y colores que identifican la cocina de
nuestra región.

Afiancemos nuestros saberes


En este momento haremos un balance final de los sabores y saberes
con los que hemos entrado en contacto, tanto en esta última sesión,
como durante todo el proceso. Para esto, nos organizaremos en un
círculo; comenzaremos por ubicar en el centro las palabras clave que
hemos abordado a lo largo del módulo. Por turnos, tomaremos una de
las palabras, y a partir de ella expresaremos, por medio de un gesto,
un movimiento, un verso, una copla o una canción, lo que para cada
uno ha representado el proceso del ciclo I. Para finalizar, socializare-
mos también las bitácoras, con seguridad encontraremos anotaciones,
dibujos y relatos que nos ayudarán a dar cuenta del proceso.

Producto: evaluación final.

Para llevar a cabo este producto, seguiremos estas fases

•• Alistemos nuestras bitácoras y demás evidencias que considere-


mos reflejan los procesos individuales y grupales desarrollados
en el módulo.

Fase 2

•• Organicemos una muestra final con todas las evidencias, la cual


apreciaremos de manera paralela a la realización de la comida
colectiva.

97
•• Compartamos con el grupo lo que escribimos acerca de nuestro
desempeño en el módulo y de lo que nos gustaría que viniera
para nosotros y para la comunidad.
•• Seleccionemos entre las palabras claves vistas a lo largo del
módulo, las que consideremos más representativas del proceso.
MODELO ETNOEDUCATIVO PARA COMUNIDADES NEGRAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO

98
A canaletazos firmes
cerca estamos de la orilla
del primer ciclo pasamos
al segundo
¡Oh! ¡Qué maravilla!

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