Está en la página 1de 13

14

Preparación de la cavidad
de acceso coronal
E. Brau Aguadé

Introducción diferentes tratados de anatomía, así como en el capítulo 3 de


esta misma obra. De capital importancia es recordar la forma
La cavidad de acceso coronal, también denominada apertura cúbica de la cámara en los dientes del grupo premolar y molar,
cameral o coronal, es la primera etapa del tratamiento de con- con techo, suelo y paredes axiales; la triangular de los dientes
ductos radiculares; comprende la comunicación con la cámara del grupo anterior, en la que el techo se transforma en un borde
pulpar, la determinación de la forma de conveniencia, así como que se corresponde con el borde incisal, y la variante del suelo
la remodelación de las paredes laterales con el fin de eliminar cameral, desaparecido, ya que se corresponde con la entrada
cualquier interferencia de los instrumentos endodóncicos en del conducto sin solución de continuidad.
la fase de preparación del conducto radicular, así como durante la Debe conocerse también la forma convexa hacia el centro
etapa de obturación del mismo, con las paredes de la cámara. de la cámara de todas las paredes que la conforman, así como
La importancia de esta primera etapa del tratamiento, es la particularidad del suelo cameral que presenta ligeros surcos
decir, el diseño de la cavidad de acceso coronal, está muchas que unen las diferentes entradas de los conductos.
veces subestimada si se tiene en cuenta que el libre acceso de Esta imagen tridimensional, típica de los tratados de anato-
los instrumentos hacia la zona apical depende ante todo de ella. mía y que son la base conceptual del espacio interno coronario,
Un número importante de fracasos se debe a errores en esta puede verse alterada (la mayoría de las veces sucede) por la
etapa, y la mayoría de las veces que se realizan retratamientos fisiopatología que afecta al diente que requiere terapéutica
hay que remodelar la cavidad de acceso. endodóncica. La capacidad de formación de dentina reactiva
Ello no supone que la apertura cameral deba representar y neodentina frente a agentes externos de la pulpa provoca
una eliminación de dentina y esmalte de las paredes laterales alteraciones importantes y considerables que modifican esta
de la cámara tan exagerada que condicione una destrucción forma inicial de la cámara. Nos referimos al desgaste oclusal
importante de la corona, sino simplemente liberar los ejes fisiológico senil o patológico por bruxismo (fig. 14-1) que
radiculares de tal forma que los instrumentos puedan penetrar provoca aposiciones dentinarias en el techo cameral, variando
en el conducto sin estar obligados por los roces que supondrían considerablemente la distancia entre el techo y el suelo cameral.
las interferencias de la cámara debido a diseños inadecuados Los traumatismos dentarios o el microtrauma oclusal provocan,
de la misma. Por este motivo algunas veces, incluso después de algunas veces, degeneraciones cálcicas pulpares (fig. 14-2), con
haber cateterizado los conductos, hay que remodelar alguna la consiguiente desaparición de la «caída al vacío» cuando se
zona de la cavidad inicial de acceso cuando se aprecian roces perfora el techo cameral. Los diferentes cambios que provocan
considerables de los instrumentos en las paredes laterales de la afectación por caries (fig. 14-3), especialmente las ubicadas
la cavidad inicialmente diseñada. en las caras proximales de los dientes, deforman significa-
tivamente la forma de las paredes proximales de la cámara,
Principios, reglas y requisitos provocando en un número importante de ocasiones la dificul-
tad de localización y acceso de determinadas entradas de los
de la cavidad de acceso coronal conductos. Tampoco pueden olvidarse alteraciones importantes
La adaptación de la morfología interna dentaria a las necesi- coronarias o coronorradiculares durante la etapa de formación
dades de la terapéutica endodóncica puede dividirse en dos del diente, debido a compresiones anómalas, ya sea por falta
fases: coronal y radicular1. La fase coronal, además de permitir de espacio o por malposiciones dentarias (fig. 14-4 A y B),
el acceso a la cámara, debe facilitar la libre penetración del ins- que condicionan tamaños diferentes en las dimensiones de la
trumento en el interior del conducto, evitando las interferencias cámara o del eje dentario entre la zona coronal y la radicular.
pueda ocasionar la morfología de las paredes de la cámara. Las restauraciones coronarias metálicas, amén de impedir la
Basándose en estos criterios, se describen seguidamente una visión radiológica, como consecuencia del propio tallado del
serie de reglas para realizar la cavidad de acceso de la forma diente, pueden ocasionar degeneraciones cálcicas pulpares y
más adecuada. cambios significativos en la relación coronorradicular del eje
dentario (fig. 14-5).
Debe conocerse previamente la anatomía del diente. Es
fundamental que el profesional tenga un claro concepto tri- Debe realizarse el estudio radiográfico previo del diente que
dimensional de la morfología interna dentaria, descrita en los se va a tratar. La radiografía diagnóstica puede considerarse

144 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 145

tan importante para conocer las dificultades inherentes a la


técnica endodóncica como el propio diagnóstico pulpar. De
su observación pueden obtenerse los datos necesarios para
que, una vez contrastados con los conocimientos morfológicos
citados, el profesional pueda tener una imagen más exacta y
tridimensional del diente que desea tratar2.
De la imagen radiológica con proyección vestibulolingual
en la zona coronal puede obtenerse información sobre las
dimensiones normales o alteradas de la cámara, el cambio
de radioopacidad del espacio intracameral cuando la pulpa
FIG. 14-5  Corona metálica que imposibilita la visión de la cámara y
altera la relación eje coronario-radicular.

experimente un proceso de degeneración cálcica (fig. 14-6),


y los cambios de forma de las paredes o techo cameral por
aposiciones dentinarias defensivas de patologías externas, entre
las que la caries es la más frecuente.
La radiografía diagnóstica aporta información sobre la rela-
ción coronorradicular, es decir, si el eje coronal y el radicular
siguen direcciones semejantes o, por el contrario, existe una
angulación significativa, lo que podría acarrear cambios en la
remodelación de las paredes laterales de la cámara durante
FIG. 14-1  Dimensión entre techo y suelo cameral disminuida por
bruxismo. esta fase de apertura. También permite conocer curvaturas
radiculares importantes que pueden afectar a la forma final de
la cavidad de acceso.

El acceso quirúrgico debe ser suficientemente amplio para


poder realizar correctamente el trabajo. Ello debe conse-
guirse evitando debilitar innecesariamente las estructuras re-
manentes. La información obtenida de los tratados de anatomía
en general, y de la imagen radiográfica en particular, permitirá
discernir las zonas y la magnitud de la apertura para un acceso
correcto, sin necesidad de extirpar zonas de dentina en las pa-
redes camerales que no permitirían obtener un mejor espacio,
ni visual ni de acceso a la zona radicular, y que solo llevarían
FIG. 14-2  Calcificación pulpar en la cámara por microtrauma oclusal. a debilitar la corona dental en vistas a su futura restauración.
Existen una serie de factores en el contexto estomatognático
que determinan el concepto de magnitud de apertura: por
ejemplo, pacientes con apertura bucal muy pequeña, o comi-
suras labiales de reducido tamaño, así como malposiciones
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dentarias, que pueden inducir u obligar a realizar aperturas


camerales mayores de lo normal con el fin de poder acceder
de una forma correcta a la zona de entrada de los conductos,
incluso visualizarlos mejor aunque sea con imagen reflejada.
También es importante conocer la ubicación normal de la entra-
da de los conductos de cada diente e imaginarse su proyección
en la cara oclusal, con el fin de comenzar la apertura por estas
zonas específicas (expuestas más adelante) y evitar destrozos
FIG. 14-3  Cámara deformada por caries. coronarios innecesarios. Consideramos, por consiguiente, que

FIG. 14-4 A y B  Forma de compresión y dis-


posición de la entrada a los conductos radiculares,
comparativa entre dos molares superiores.
146 Endodoncia

tos endodóncicos y ello determina una dificultad mucho más


elevada durante la preparación de los conductos radiculares,
con posibilidad de impedir o dificultar un tratamiento correcto.
Para obviar estas dificultades creemos que la cavidad de acceso
debe tener en cuenta la ubicación de los orificios de entrada
a los conductos radiculares, así como la dirección y forma de
la raíz que se desea tratar, en toda su longitud, hasta la zona
apical, ya que de esta forma se eliminan las interferencias que
pueden ocasionar las paredes laterales de la cámara con los
instrumentos de endodoncia cuando estos rozan las mismas
y al ser forzados en este punto no permiten una correcta ins-
trumentación a lo largo del conducto radicular.
En un porcentaje considerable de casos no puede predecirse
el tipo de restauración que podrá aplicarse al diente que va a
recibir un tratamiento endodóncico hasta haber realizado la
correcta cavidad de acceso.

No deben considerarse formas geométricas preestableci-


das3. Todos los tratados, incluso este mismo capítulo, intentan
expresar de manera geométrica y estereotipada formas con-
cretas y concisas para la apertura cameral de cada diente de la
arcada. Si bien son importantes para expresar una idea inicial
del acceso, estas formas no son más que el resultado estadístico
del estudio de un número significativo de muestras; nuestro cri-
terio profesional, basado en los datos expuestos anteriormente,
permitirá, partiendo de estas formas iniciales, adecuarla a las
necesidades específicas del diente que se desea tratar.

Cuando pueden existir dificultades de localización de la en-


FIG. 14-6  A) Corte histológico con 3 núcleos calcificados en el seno trada de los conductos es preferible empezar la apertura sin
de la pulpa. B) Cálculo adherido en el suelo cameral.
dique3. Aunque en la terapéutica endodóncica sea fundamental
la asepsia e imprescindible la utilización del dique de goma,
puesto que, como se ha expuesto en el capítulo 13, su empleo
puede modificar la imagen tridimensional necesaria para una
correcta apertura cameral, en algunos casos puede realizarse el
acceso cameral sin el mismo. La limitada visión del diente que se
trata (solo la corona) y un cambio en el plano espacial que
comporta el dique de goma, sujeto todo ello a las características
de ubicación en la boca del diente que se desea tratar y a la
propia comisura labial, pueden alterar la imagen tridimensional
prestablecida por el profesional y hacerle cambiar la dirección
inicial del acceso. Por tanto, en casos en los que puede ser difícil
la penetración en cámara, se comienza la apertura sin dique
y, una vez establecida la dirección correcta, si fuese posible
antes de la penetración en cámara y siempre con los medios
más adecuados para evitar contaminación salival, colocar el
correspondiente aislamiento.
FIG. 14-7  Apertura cameral en un molar en el que se aprecia la entrada
de los conductos radiculares.
La cavidad de acceso debe realizarse siempre por las super-
ficies oclusales (premolares, molares) o palatinas (incisivos,
la forma y el tamaño de una cavidad de acceso correcta debe caninos) y jamás por las proximales3. En el capítulo 13,
permitir una visión completa, directa o reflejada, del suelo de correspondiente al aislamiento del campo operatorio, cuando
la cámara y de la entrada de los conductos (fig. 14-7). se describe la preparación del diente sujeto a terapéutica en-
dodóncica, se comenta la importancia de la limpieza previa de
La forma de la cavidad de acceso es diferente a las utilizadas las zonas afectadas del tejido careado, así como su obturación,
en operatoria dental3. Es importante, al realizar la cavidad de aunque sea provisional, con el fin de lograr la máxima asepsia
acceso coronal, no interferir con los conceptos de preparación tanto por los gérmenes ubicados en la zona de dentina descal-
de cavidades en operatoria dental; existen unos principios cificada (fig. 14-8), como por las posibles filtraciones del dique
básicos en las cavidades de acceso para endodoncia que son en las lesiones proximales (fig. 14-9). No obstante, existe otro
distintos a los aplicados en operatoria dental. El profesional, factor importante que también imposibilitaría la utilización de
algunas veces, pensando en la dificultad restauradora del diente esta vía como acceso cameral, aunque esto significase un ahorro
que quiere tratar, no aplica de forma correcta los procedimien- importante de extirpación de dentina sana, y es la disparidad
14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 147

rrectamente. Así, algunas veces deben remodelarse las paredes


proximales de la cámara pulpar, especialmente las mesiales y
vestibulares de los molares, y modificar el eje dentario respecto
con el de apertura en los dientes del grupo anterior, ya que la
dirección de acceso es sensiblemente diferente al dentario y
debe conseguirse paralelizarlos al máximo, acercándose hacia
el borde incisal, incluso con el riesgo de que quede debilitado.

El suelo cameral no se debe modificar. La forma anatómica


del suelo cameral y los surcos de unión de los orificios de
entrada de los conductos radiculares facilitan la localización y
penetración de los instrumentos en los conductos radiculares.
Su morfología actúa a modo de tobogán, permitiendo no solo
su localización, sino que al deslizarse la punta del instrumen-
to por el suelo cameral impide que se deforme y facilita el
FIG. 14-8  Afectación por caries: gérmenes ubicados en los túbulos
dentarios (corte histológico).
cateterismo y toda la instrumentación, evitando que se doble
la punta del instrumento cuando choca con algún escalón
provocado por deformaciones del suelo cameral que, algunas
veces, son ocasionados por el propio operador por no utilizar
fresas de punta inactiva durante la fase de remodelación de la
cavidad pulpar.

Instrumental y técnica quirúrgica


Para obtener un buen acceso cameral, durante la fase de aper-
tura pueden delimitarse 3 etapas: perforación, delimitación de
contornos, y rectificación y alisado.

Etapa de perforación
Durante esta etapa de perforación se crea una comunicación
entre la cámara pulpar y la cavidad bucal a partir de la cara
oclusal o la palatina. En el primer caso (grupo bicúspide-molar),
FIG. 14-9  Caries proximal y subgingival.
la dirección de perforación será prácticamente paralela a la
del eje dentario; en el segundo caso, en cambio, en los dientes del
del eje de acceso respecto al eje radicular, lo que crearía graves grupo anterior, la perforación tendrá una angulación apro-
interferencias en la zona coronal y no permitiría un correcto ximada de 45° respecto al eje del diente. Esta primera etapa
limado, conformación y limpieza del conducto radicular. finalizará cuando, en condiciones normales, se note la «caída
al vacío» que comporta el cambio de resistencia al fresado
Debe eliminarse la totalidad del techo cameral4. La ubica- entre el tejido dentinario y el conectivo laxo que conforma la
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ción del límite de la apertura de acceso al ángulo que forman pulpa. Sin embargo, deben considerarse muy especialmente
las paredes proximales con el techo cameral es fundamental por aquellos casos en que, por patología pulpar previa, exista una
diferentes motivos: permite la remoción de todo el contenido disminución considerable de la distancia entre el techo y el
cameral, es decir, los restos del tejido conectivo, ya sean vitales suelo de la cámara o que exista una degeneración cálcica pulpar,
o necróticos, así como las virutas y restos pulpares radiculares con lo que no se apreciarán cambios notables en la resistencia
que se generan durante la instrumentación, lo que además de al fresado, por lo que es fundamental el estudio de la radiología
facilitar la asepsia, imprescindible en cualquier terapéutica diagnóstica previa. El instrumental empleado para esta etapa
endodóncica, soluciona un problema de estética, ya que si dependerá del material que se vaya a perforar, ya sea tejido
no se limpia toda la cámara y quedan residuos en los cuernos dentario, restauraciones de amalgama o composite, coronas
pulpares, pueden, por transparencia, generar cambios de color de porcelana o metal. En cualquier caso se utilizan fresas a alta
en la corona dental. En resumen, la apertura cameral debe velocidad, ya sean diamantadas —para el esmalte o dentina—
situarse en el límite que logre la extirpación de todo el techo y o de carburo de tungsteno —para la perforación del metal—.
los cuernos pulpares. La forma de la fresa será redondeada o cónica, y pueden uti-
lizarse formas mixtas diseñadas expresamente para tal fin. En
Debe facilitar la introducción de los instrumentos y per- esta fase de penetración todas las fresas serán de corte activo
mitir el acceso más rectilíneo posible al eje radicular para en la punta (fig. 14-10).
favorecer la instrumentación y la obturación subsiguiente4. En algunos casos en que se considere la posibilidad de la
Las paredes laterales de la cámara, por su forma convexa, incre- presencia de cálculos pulpares en la cámara por la radioo-
mentada algunas veces por aposiciones dentinarias secundarias pacidad de la radiografía diagnóstica, debe procederse con mu-
ocasionadas por caries proximales, dificultan la localización y el cha cautela, pues el tacto del cálculo y de la dentina son muy
acceso, y provocan interferencias para cateterizar los conductos parecidos y, por consiguiente, si se pretende extraer el cálculo
radiculares y, posteriormente, instrumentarlos y obturarlos co- con fresas activas en la punta es muy posible que se provo-
148 Endodoncia

FIG. 14-10  Fresas empleadas para iniciar la apertura cameral: etapa FIG. 14-11  Fresas empleadas para la delimitación de contornos en la
de perforación. apertura cameral y trépano de Peeso.

quen deformaciones; por este motivo es importante inundar Por estos motivos se debe rectificar y alisar las paredes de
la cámara con agentes quelantes (ácido etilendiaminotetraa- la cámara, una vez se hayan comprobado las interferencias o
cético, ácido cítrico) a fin de provocar decalcificaciones del roces que provocan y que dificultan el paso del instrumento a
mismo que, mediante raspado con la propia sonda o utilizando través del conducto radicular. Las interferencias dependen de
ultrasonidos con puntas específicas, permitirán despegar los la morfología del diente, de la forma de la cámara pulpar y del
cálculos de las paredes camerales sin cambiar la morfología grado de curvatura de las raíces.
de las mismas. En esta etapa se deben utilizar fresas de punta inactiva,
como las citadas (Zekrya Endo o Batt). También se pueden
emplear los trépanos de Peeso, a baja velocidad, lo que ofrece
Etapa de delimitación de contornos5 mejor sensación táctil, y el diseño inactivo de su punta permite
Una vez obtenida la comunicación con la cámara pulpar, a con- ubicarla en el orificio de entrada del conducto, a fin de obtener
tinuación debe realizarse la extensión de la misma en sentido un punto de apoyo que permita realizar las maniobras de giro
horizontal hasta conseguir llevar el contorno de la apertura a la necesarias para extirpar la zona de interferencia de la pared,
periferia del techo cameral, para tener la seguridad de haberlo debilitándola al mínimo.
eliminado en su totalidad, así como los cuernos pulpares. Mediante irrigación profusa con hipoclorito sódico y ex-
En esta fase se deben utilizar fresas de punta no activa; de tirpación del tejido pulpar con excavadores, se obtiene una
esta forma, dejando resbalar la fresa por el suelo cameral, se cámara suficientemente limpia y modelada para poder acceder
remodelarán las paredes laterales dándoles una forma recta, es fácilmente a los conductos y realizar correctamente las fases
decir, eliminando la convexidad que normalmente presentan, sucesivas del tratamiento de conductos radiculares.
y con una ligera divergencia hacia oclusal con el fin de poder
observar en su totalidad el suelo cameral y la entrada de los Errores en la preparación
conductos, ya sea mediante visión directa o refleja.
Las fresas más utilizadas para esta manipulación son las de de la cavidad
turbina de carburo de tungsteno (Zekrya Endo, Maillefer, o si- Durante la preparación de la cavidad de acceso pueden presen-
milares) o fresas de contraángulo de acero, todas ellas de forma tarse varios posibles problemas que, básicamente, se deben al
cónica y no activas en la punta (fresas de Batt) (fig. 14-11). desconocimiento morfopatológico de las estructuras dentarias
y a la utilización indebida del instrumental rotatorio.
Etapa de rectificación y alisado
Aperturas insuficientes
Una vez llegados a esta fase de la apertura cameral, se iniciará
la localización de los conductos radiculares —que resultará Pueden crear tres tipos de problemas. El primero de ellos es la
fácil si es visible el orificio de entrada de los mismos— y su no ubicación del contorno de la apertura en la zona correcta,
cateterización. Al intentar introducir el instrumento, es posible lo que conlleva no poder remodelar las paredes laterales de la
que roce con algunas de las paredes laterales de la cámara o que cámara y obliga al instrumento endodóncico a entrar forzado
encuentre algún escalón que provoque el enclavamiento de la en el conducto radicular, lo que acarrea durante la instrumen-
punta del instrumento, lo que dificultará su entrada. tación la imposibilidad de limpiar la totalidad de las paredes
14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 149

del conducto y crear en ella zonas de desgaste innecesarias que problemas en la localización de los conductos radiculares es
se traducirán en deformaciones de la zona final del conducto. fácil pensar en disposiciones anómalas de la ubicación de los
El segundo problema es la falta de visualización del suelo orificios de entrada de los conductos, lo que puede dar lugar
cameral y su incorrecta exploración con sonda, lo que puede a un ensanchamiento de la cámara totalmente innecesario y
impedir la localización de algún conducto radicular. Es rela- que se hubiese podido obviar. Se debe limpiar correctamente
tivamente frecuente la no localización del segundo conducto la cámara, utilizando fresas no activas en la punta para remo-
en los segundos bicúspides superiores, especialmente en los delar las paredes laterales, irrigando la cavidad con quelantes
casos que son monorradiculares y en los incisivos inferiores, y utilizando una sonda de exploración o excavadores después
el segundo conducto en la raíz mesiovestibular de los molares de esperar algún tiempo, para despegar posibles aposiciones
superiores, sobre todo en el primero, y el segundo conducto de cálcicas que dificultan la correcta limpieza de la cámara pulpar.
la raíz distal de los molares inferiores (fig. 14-12).
El tercer problema consiste en los cuernos pulpares, que
la mayoría de las veces persisten por el hecho de no levantar
Aperturas inadecuadas6
totalmente el techo cameral. En estos recovecos quedan restos Aprovechar destrucciones de la corona por la patología exis-
de tejido pulpar y virutas de dentina durante la preparación tente (caries, abrasiones cervicales, etc.) como vía de acceso a
biomecánica, así como restos de cementos selladores que son los conductos es un error que conduce a graves interferencias
difíciles de limpiar. Ello conlleva una disminución de la asepsia coronarias, amén de posibles filtraciones por falta de ajuste del
y tinciones dentarias que, si bien en el grupo bicúspide-molar dique, que conduce a contaminación durante el tratamiento.
tiene una importancia relativa, es considerable cuando se tratan En estos casos, como ya se ha comentado en el capítulo 13,
dientes del grupo anterior, ya que provoca cambios de colora- debe limpiarse perfectamente la cavidad careosa y realizar
ción de la corona dental (fig. 14-13). su obturación, ya sea temporal con ionómeros de vidrio, o
definitiva.
Siempre que sea posible, debe eliminarse todo el material
Aperturas demasiado grandes empleado en restauraciones antiguas (amalgamas, composites,
Al realizar la delimitación de contornos o la remodelación etc.) para evitar una posible filtración marginal antes de la
de las paredes laterales puede caerse en el error de desplazar definitiva restauración postendodoncia. Si es factible, es mejor
demasiado los límites de la cavidad. Cuando se presentan levantar las coronas protésicas de recubrimiento total, ya que la
radioopacidad del material imposibilita el estudio radiográfico
de la zona cameral del diente que se desea tratar. En el caso de
prótesis antiguas en las que se sospeche filtración marginal por
la destrucción del borde de la corona es preferible eliminarlas
antes de iniciar el tratamiento de conductos.
También debe tenerse en cuenta que el tallado protésico de
una corona puede provocar alteraciones pulpares defensivas,
tipo calcificación o disminución volumétrica de la cámara, y
que debido a la radioopacidad del material protésico no podrán
visualizarse en la radiografía diagnóstica.

Escalones7
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Si al realizar la perforación no se actúa con el debido cuidado


puede ocurrir que no nos demos cuenta de la denominada «caí-
da al vacío» y se continúe la perforación pensando que no se ha
FIG. 14-12  Imagen radiológica de dos conductos en un primer bicús- accedido todavía a la cámara pulpar, creando un escalón o pozo
pide inferior. en el suelo cameral; así, en los incisivos y caninos es frecuente,
debido a la angulación de la perforación, realizar un escalón en
la pared vestibular de la cámara, lo que la debilita y provoca
que sea de difícil visualización, incluso radiográficamente.
Puede ocurrir que este escalón se forme en las proximidades de
los conductos radiculares, ya que la dirección de penetración
no sigue el eje de los mismos, con lo que se crea una zona de
enclavamiento para todos los instrumentos durante la fase de
preparación biomecánica.
Esta desviación puede apreciarse tanto en los dientes ante-
riores, sin suelo cameral, como en los bicúspides y molares;
pero en estos existe además la posibilidad de lesionar el suelo
cameral (fig. 14-14).

Perforaciones8
La perforación es una consecuencia del problema anterior. Si,
FIG. 14-13  Tinción por restos ubicados en la cámara pulpar. una vez iniciado el escalón, no nos damos cuenta de ello y
150 Endodoncia

creemos no haber alcanzado todavía la cámara pulpar, se puede Preparación de la cavidad de acceso
llegar a la perforación, que puede ser vestibular, mesial o distal,
según los casos. En los molares, las que se presentan con mayor coronal en los distintos grupos
frecuencia son las perforaciones del suelo cameral con ubica- dentarios
ción en furca, especialmente en los casos en que la distancia
En las figuras 14-16 a 14-22 se muestra, mediante cortes es-
entre el techo y el suelo es muy reducida por aposiciones de
quemáticos vestibulolinguales y mesiodistales, la técnica para
dentina o por cálculos pulpares inadvertidos radiográficamente
cada grupo dentario, a fin de conseguir la forma idónea que
antes de iniciar la apertura de la cámara pulpar (fig. 14-15).

FIG. 14-14  Destrucción del suelo cameral por utilización incorrecta FIG. 14-15  Perforación del suelo cameral.
de fresas.

FIG. 14-16 A-D  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en dientes del grupo anterosuperior.
14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 151
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIG. 14-17 A-E  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en dientes del grupo anteroinferior.
152 Endodoncia

FIG. 14-18 A-F  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en los primeros premolares superiores.
14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 153
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIG. 14-19 A-F  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en los segundos premolares superiores.
154 Endodoncia

FIG. 14-20 A-C  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en dientes del grupo premolar inferior.
14  Preparación de la cavidad de acceso coronal 155
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIG. 14-21 A-F  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en dientes del grupo molar superior.
156 Endodoncia

FIG. 14-22 A-F  Fases de la apertura cameral, ilustradas de modo esquemático, en dientes del grupo molar inferior.

permita la correcta preparación de los conductos radiculares. 3. Castelluci A. Endodonzia. Prato: Il Tridente; 1993. p. 204-83.
Los esquemas ilustran las etapas seguidas en la formación de 4. Stock Ch, Gulabivala K. Endodoncia. Madrid: Mosby; 1996. p. 98-101.
5. Romani NF, Carlic J. Texto y atlas de técnicas clínicas endodónticas.
las cavidades de acceso coronal, así como los errores más fre- México: Interamericana; 1994. p. 103-26.
cuentes que se presentan durante la ejecución de la técnica. 6. Leonardo MR, Leal JM. Endodoncia. Buenos Aires: Panamericana; 1983.
p. 168-78.
7. Beer R, Baumann MA. Atlas de Endodoncia. Barcelona: Masson; 1998.
BIBLIOGRAFÍA p. 94-5.
1. Ingle J, Bakland L. Endodoncia. México: McGraw-Hill; 1996. p. 98-237. 8. Lasala A. Endodoncia. Barcelona: Masson; 1992. p. 299-306. 
2. Basrani E. Endodoncia. Técnicas en preclínica y clínica. Buenos Aires:
Panamericana; 1988. p. 68-91.

También podría gustarte