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A sus 28 años ya tiene

ocho empresas y es
líder en
emprendimiento
Andrés Barreto, el creador de
Grooveshark, apostará por 'start ups' tecnológicas nacionales

Cuando Andrés Barreto comenzó a promover el mundo del emprendimiento


tecnológico en Latinoamérica a través de Socialatom Ventures, su acelerador
de empresas, advirtió que pasaban dos cosas: los emprendedores se quejaban
de que no había capital, y los inversores, de que faltaba talento
emprendedor. “Lo que terminó ocurriendo es que los mejores emprendedores
nunca pasan por el despacho de inversionistas latinoamericanos, y los
inversores de Estados Unidos se están llevando todas esas oportunidades”,
dice alarmado.

A los 18 años, Barreto creó la exitosa plataforma de música en streamming


Grooveshark, y ahora, a los 28 y con ocho empresas a su espalda, decidió
dejar de crearlas para promover el emprendimiento en el continente. Por eso,
solo este año apostará por 30 start ups (empresas nacientes) colombianas. La
novedad es que, por primera vez, otros podrán invertir en sus apuestas
tecnológicas.

“Queremos crear casos de éxito de inversionistas en Colombia; el mundo de la


tecnología tiene muy buenos retornos, y es muy rápido, pero toca conocer muy
al detalle la mecánica de cómo invertir y apoyar a los equipos; y es muy difícil
escogerlos. Los fondos de riesgo en América Latina están acostumbrados a
otro tipo de inversiones, en las que pueden pasar tres meses analizando una
inversión, pero ese análisis no funciona para tecnologías en etapa temprana,
que son las que tienen crecimiento exponencial”, agrega.

Para acceder a ellas, los inversionistas deben competir y poder tomar


decisiones rápido, “y nadie aquí lo está haciendo”, dice. La mayoría no cuenta
con un equipo de ocho personas para analizar los proyectos como Barreto, y
eso es lo que él ofrece.
Para este politólogo, que trabaja de la mano con los programas de gobierno
iNNpulsa, en Bogotá, y RutaN, en Medellín, para promover la innovación
empresarial, “el riesgo más grande es no participar en empresas digitales”.
Como ejemplos, cita al gigante de los videoclubes, Blockbuster, “que no hizo
nada ante la mayor plataforma de videos, Netflix, y cuando entró al mercado
ya era muy tarde. O como cuando las empresas de taxis, en lugar de innovar,
demandan a Uber”.

Muchos de los grupos empresariales aprendieron de los errores de las otras


industrias y no quieren esperar a que lleguen dos chicos de 20 años de Silicon
Valley a cambiarles el negocio que ha funcionado del mismo modo durante las
últimas décadas; así que ahora, proactivamente, buscan innovar en la parte
digital, explica Barreto.

Lo que marca la diferencia de Socialatom Ventures con los otros fondos de


riesgo extranjeros es que el equipo colombiano ofrece asesoría además de
capital. “Muchos de esos emprendedores lo que necesitan no es dinero; como
cuentan con los mejores proyectos tienen facilidad de levantar capital rápido,
pero precisan ayuda en las otras áreas; como en recruiting (seleccionar al
personal) o en relaciones públicas, en su mayoría”, dice.

Barreto presta esos servicios, además de dar apoyo en la parte financiera y de


levantamiento de capital, desarrollo de negocios y ventas, y en producto e
ingeniería.

En Socialatom van a un ritmo de selección de dos empresas por mes, y desde


que entran a invertir Barreto advierte que hay que sacar el máximo jugo. “En
las empresas tecnológicas hay dos salidas al crecimiento: o te compra una
empresa más grande o entras a la bolsa pública. Estas no son empresas para
dejárselas a los hijos”, dice el joven, que asegura que, de las que forman parte
de su cartera, todas tienen la oportunidad de alcanzar estas metas. “Ya es hora
de empezar a generar casos de éxito en Colombia como los de Silicon Valley”,
concluye.

Las claves de las empresas exitosas


Barreto escoge las empresas en las que invierte en función de tres variables:
1. Que ya tengan un producto en el mercado; “significa que son capaces de
tomar una idea y hacerla realidad. No apoyo proyectos donde dicen que
necesitan dinero para empezar; con la tecnología no se necesita”.

2. Que tengan evidencia de crecimiento.

3. Que no tengan limitación geográfica. “Evitamos productos que, sin


ninguna razón aparente, se lanzan solo en mercados locales. Estos últimos
son los que hemos visto siempre en Latinoamérica, pero en los últimos
dos-tres años hay una generación de emprendedores que están apuntando a
hacer productos globales desde el primer día”, dice.

IRENE LARRAZ
Redacción Domingo

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