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"No contrato negros"

Júlia Dias

Es la entrevista realizada a un afrodescendiente, con una excelente formación y


currículo, quien fue a una entrevista. Cuando el entrevistador vio su origen étnico, le
dijo a la persona de recursos humanos que él no sabía ese detalle y ¡que
no contrataba negros!".
En esta redacción se respeta el anonimato solicitado por el entrevistado. Por esa razón,
aquí lo llamaremos x
Lo primero que me dijo fue: "soy de una familia simple y humilde. Me costó mucho
llegar donde llegué", justificó
X, lleva 7 meses desempleado y sigue convencido de que revelar su identidad y de la
empresa solamente perjudicaría su carrera.

"Hay una línea muy delgada entre sensibilizar a la opinión pública y acabar con mi
carrera profesional", considera.
"Conozco el mapa mental del empresariado y cualquier tipo de agresividad puede
terminar jugándote en contra. Puedes rápidamente ser visto como un victimario o
como una persona problemática".

El protagonista de esta historia ha desarrollado una prometedora carrera en el área de


tecnología de la información y poco a poco se estableció en puestos de dirección.
Nacido y criado en un "barrio tradicional" de São Paulo, bisnieto de negros esclavos
y nieto de empleada doméstica, fue el primero de su familia en ir a la universidad y
hasta cursó un posgrado en Estados Unidos.
Sin embargo, él dice que lo que vivió recientemente está lejos de ser una
excepción dentro de su trayectoria profesional.

Una y otra vez

A los 14 años fue a una entrevista de trabajo para empezar a trabajar en una conocida
cadena de venta de materiales escolares. Era su primer empleo. La mujer que entregaba
las fichas de preinscripción a los candidatos le dijo que para él "no había vacantes", que
le pidiera trabajo a los "amigos" encargados del aparcamiento de carros. Ellos eran
todos negros.

Cuando tenía poco más de 20 años, en el programa de entrenamiento de "una gran


organización brasileña" para la cual había soñado trabajar, el gerente solía llamarle
"negro de pastoreo". A veces, también le decía "mono".

"Me decía que yo era afortunado por no ser un negro perezoso, por ser guapo, hablar
bien y no ser bruto", recuerda.
Más recientemente, a los 30 y pocos años, descubrió un intercambio de correos
electrónicos en una empresa para la cual brindaba consultoría en la que los empleados le
llamaban "mono" y se burlaban de su ropa, sobre todo de que usara camisas marca
Lacoste. "¿Dónde se vio un negro con pinta de blanco?", decía un mensaje.

El joven dice que que tuvo acceso a los correos de casualidad y que elevó el caso a un
superior, pero que fue descartado. Poco tiempo después, fue despedido.
"Desgraciadamente todavía tenemos ese cáncer en la sociedad brasileña que asocia a
los negros con delincuentes, vagabundos y otros adjetivos peyorativos", sostiene.

X no quiere revelar el nombre de la empresa que "no entrevista negros". Sólo dice que
es "grande" y que estaba aspirando a un cargo gerencial medio. De hecho, ya había
pasado un primer filtro con el coordinador de recursos humanos.
Cuando volvió para la segunda fatídica entrevista, el mismo coordinador lo guió hasta la
sala de reuniones con el gerente. "¿Nunca percibiste que no contrato negros?", le
preguntó el ejecutivo al hombre de recursos humanos en cuanto vio a X.

En cualquier caso, confía en encontrar un trabajo gracias a sus estudios y trayectoria


profesional.
"Estoy tranquilo porque sé quién soy. Como representante de la etnia afro en Brasil,
quiero ser un referente para los jóvenes de los barrios, para que tengan otras referencias
además de los músicos de samba o jugadores de fútbol. Quiero que sepan que si
estudian, buscan desarrollar sus habilidades y acumulan cultura, podrán ser
ciudadanos dignos".

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