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Ideas para cultivar la feminidad 

bíblica
Al final de un año y al principio de uno nuevo, frecuentemente hacemos
determinaciones de diversos tipos: dejar algún mal hábito, hacer dieta, comenzar una
rutina de ejercicios, adquirir alguna destreza nueva, y un sinnúmero de cosas más. De
alguna manera el inicio de nuevas etapas nos ofrece la esperanza de innumerables
oportunidades para cambiar y mejorar.
Quiero desafiarte a cultivar, cuidar y mantener el diseño tan hermoso con el que Dios
nos ha creado.
En su palabra Dios nos enseña cómo ser esposa, madre, amiga y ejemplo a los demás,
estas cosas no vienen milagrosamente a nuestras vidas, tenemos que día tras días
cultivarlas.
La palabra cultivar significa: Hacer en la tierra las labores agrícolas necesarias para
plantar y sembrar semillas o para cuidar lo plantado y obtener frutos de ello.
Cuando leí esta definición me maravillé, cultivar la feminidad bíblica es exactamente
esto: hacer en mi hogar, comunidad, trabajo, matrimonio y en mi relación con Dios, las
labores, los pasos que Él (Dios) dejó en Su palabra, para plantar con ella día tras día
semillas (mi diseño, mi llamado, mis responsabilidades) o cuidar, mantener  lo que ya
he plantado y obtener frutos de ellos (resultados que se verán en mi hogar, con mi
esposo, con mis hijos, en la escuela, en mi comunidad, en mi congregación, en mi
trabajo, etc.)
Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó… Y el Señor lo bendijo (Génesis 26:12).
 

He aquí algunas ideas para cultivar la feminidad bíblica:

1- Sé intencional
Hemos estado siendo muy bombardeadas con ideas feministas que no están
fundamentadas en la palabra del Señor. La misma sociedad nos lleva en momentos de
crisis a actuar, responder y mostrarnos como mujeres que no están fundamentadas en la
palabra. Sé intencional. Día tras día elige el diseño de Dios para ti, elige agradarle a Él,
elige vivir para Su gloria.
2- Estudia la Palabra
No hay mejores pasos para cultivar la feminidad que seguir las pautas que El Señor nos
dejó en Su palabra.
… a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a ser prudentes, puras,
hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios
no sea blasfemada.  Tito 2:4-5.
3- Expresa de forma correcta tu feminidad
Un refrán muy popular es: Lo que siembras eso cosechas. Si expresas de manera
errónea tu feminidad eso es lo que estarás plantando en los corazones de mujeres, de
jovencitas a las que enseñas, de niñas, de tu hija, de tu hermana, o tu madre. Al final
cosecharas lo que erróneamente sembraste.
Hay muchas formas correctas de expresar la feminidad y la palabra de Dios nos dice
como:
a) Siendo Ayuda Idónea
Y el  Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea
(Génesis 2:18).
Esa palabra ¨Ayuda¨ a menudo la rechazamos porque lo asociamos a inferioridad o
insignificancia. El pastor John MacArthur comenta acerca de esta palabra: ¨La mujer
fue creada por Dios para suplir la deficiencia del hombre.
b) Siendo Inteligentemente Sometida
Así mismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si
algunos  de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra
alguna por la conducta de sus mujeres (1 Pedro 3:1)
La idea bíblica es que los hombres demuestren un liderazgo humilde y amoroso; y que
las mujeres respondan en sumisión inteligente y gozosa.
c) Estimulando la Masculinidad
Es muy certera le definición de Jhon Piper sobre la ¨Feminidad Madura¨ en su libro:
¿Cuál es la diferencia?
¨En el corazón de la feminidad madura existe una disposición libre de afirmar, recibir
y nutrir con fortaleza y liderazgo a los hombres en maneras apropiadas a sus diferentes
relaciones como mujeres¨.
En resumen, lo que Jhon Piper nos muestra es que estás llamada a ayudar a tu esposo a
ser lo mejor que pueda ser.
d) Con tu vestimenta
Así mismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con
peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras,
como corresponde a las mujeres que profesan la piedad. (1 Timoteo 2:9-10)
Nuestra vestimenta y apariencia, es algo muy poderoso. Es una de las maneras más
importante que tenemos como mujeres para comunicarnos y enviar un mensaje acerca
de nuestros corazones, nuestros valores y aquello que creemos.
Ora cada día para que Dios te ayude, te guíe y abra tu corazón para aceptar el diseño tan
hermoso con el que fuimos diseñadas.

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