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Cómo Amar A Un Hijo Pródigo
Cómo Amar A Un Hijo Pródigo
Conversamos con Norm Wright para conocer la razón por la cual algunos hijos
se alejan de su fe y de su familias. Hablamos, además, acerca de lo que los
padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a huir de las trampas de la
rebelión.
¿Por qué en una misma familia hay hijos que se vuelven pródigos y
otros no?
La realidad es que cada hijo posee libre albedrío y esa es la mejor respuesta
que pueda darle a la pregunta por qué algunos hijos se rebelan y otros no.
¿Existe algo que los padres puedan hacer para así evitar que un hijo se
convierta en un pródigo?
Lo mejor que los padres pueden hacer es escuchar a sus hijos desde una
edad temprana y conocer esa persona que Dios ha creado. ¿Qué lo hace
único? ¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Cómo percibe el mundo? Cuanto
más lo conozca, mejor preparado estará usted para identificar los pequeños
cambios que podrían ser señales de rebelión.
Los padres, sin embargo, pueden hacer todo esto e igualmente acabar con un
hijo pródigo. Estas cosas ocurren.
Nuestra hija, Sheryl, era una niña creativa que le gustaba explorar y soñar.
Ella siempre quiso hacer las cosas un poco diferente. Eso pudo haber
contribuido a su rebelión.
Sin embargo, recuerde que así como no existe garantía de que un hijo no se
rebele, estas características de la personalidad tampoco significan que un hijo
está destinado a convertirse en un pródigo. Simplemente son pistas que
indican que lo que pudo haber funcionado para los otros hijos, podría no
funcionar para este hijo en particular.
Sea un observador. Mantenga sus ojos y oídos bien abiertos. Escuche tanto lo
que sus hijos dicen como lo que no dicen. Escuche con sus ojos. Escuchamos
más con nuestros ojos que con nuestros oídos.
Lo primero que les aconsejo a los padres es darse a si mismos la libertad para
desahogarse por la pérdida que están experimentando. Todo eso produce un
enorme malestar. La familia no está funcionando como usted añoraba y eso
trae innumerables emociones —sentimientos de culpa, enojo, confusión,
dudas. Esas emociones deben ser manejadas en forma eficaz, a la par de la
crisis.
Creo que los padres tienen que estar dispuestos a ser honestos, a decir:
«Amigos, esto es lo que nos está ocurriendo». Si su familia está
experimentando un conflicto, no lo oculte. No se obsesione por los
sentimientos de vergüenza. Reconozca que usted tiene un problema que no
puede solucionar; no existe vergüenza en esto.
Lo que los padres de hijos pródigos no necesitan es alguien que los juzgue o
les diga lo que hicieron mal, o lo que ocurrió cuando el hermano de la tía Julia
pasó por eso. No necesitamos a alguien que nos cite las Escrituras y que
luego se aleje de nosotros. Necesitamos amigos que nos escuchen, que nos
acompañen, que nos apoyen.
¿Qué pueden hacer los padres para traer a los hijos pródigos de vuelta
al hogar, en sentido literal o figurado?
En el caso de nuestra hija, mantuvimos una relación con ella a lo largo de toda
su lucha. Creo que conservar el contacto es una parte esencial de cómo amar
a un hijo pródigo. Sin importar qué tan difícil pueda ser, los padres necesitan
mantenerse en contacto con ese hijo. No corte la comunicación; demuéstrele
su amor. Esto no significa que usted acepta lo que está haciendo. De hecho,
siempre tuvimos claro que no nos gustaba el estilo de vida de Sheryl. Su hijo
pródigo podría decir: «Lo que yo hago es lo que yo soy. Si no lo aceptan, no
me están aceptando a mí.» Si eso ocurre, es muy importante decirle: «Tú no
eres tu comportamiento o tu estilo de vida. Tú vales mucho más que lo que
haces. Y nosotros te amamos como persona, te valoramos como tal.»
Otro aspecto que recomiendo es que los padres escriban una lista de sus
expectativas para entregársela al hijo pródigo. El hijo debería hacer lo mismo.
Ambas partes necesitan ser honestos acerca de lo que necesitan y las formas
en que están dispuestos a negociar y a comprometerse. Además, deben
mantener expectativas realistas. Su hijo podría estar listo para renunciar a la
bebida o al robo, pero no estar dispuesto a ir a la iglesia o participar de su fe.
Si usted puede aceptar eso, entonces esté dispuesto a asumir un
compromiso, para facilitar el contacto y dar el primer paso hacia la
reconciliación.