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OPINIÓN 29

Ilustración contra demagogia


ROBERTO R. ARAMAYO
Profesor de investigación del CSIC e historiador de las ideas morales y políticas

Las mentiras circulan a más velocidad que las informaciones fiables y las eclipsan

A
l siglo XVIII europeo se lo algo es o no injusto, porque a su juicio
conoce como Siglo de las cualquier cosa que deba mantenerse ocul-
Luces por combatir el oscu- ta para triunfar no puede tener un mar-
rantismo. Palpitaba el anhe- chamo jurídico, al igual que no es admi-
lo de verlo todo con una ma- sible en la esfera política ni cuenta con un
yor claridad, sin los lastres de la supers- respaldo moral.
tición y del prejuicio. La Ilustración se pro- El secreto está de capa caída. Mas no
puso abrir las ventanas de nuestras men- porque haya desfallecido su motivación,
tes para exponerlas a la luz del discerni- sino porque ni siquiera hace falta culti-
miento y someterlo todo a una crítica varlo. Hasta no hace tanto la prensa y los
fundamentada en argumentos ajenos al medios de comunicación eran llamados
dogmatismo. ‘el cuarto poder’. Bastaba sacar algún es-
El proyecto ilustrado tuvo una brigada candalo a la luz para neutralizarlo. Nixon
escocesa, capitaneada por David Hume y dimitió por el ‘caso Watergate’ antes de
Adam Smith –sí, el de la «mano invisi- ser encausado. En cambio Trump se va
ble»–. En el París de la Enciclopedia coin- de rositas y mantiene que sus fieles le se-
cidieron Voltaire, Diderot y Rousseau. A guirán votando al margen de lo que haga.
Kant, el fichaje prusiano del ‘dream team’ Lo que se lleva es matar al mensajero.
filosófico ilustrado, le correspondió acu- Parafraseando al Kant de ‘¿Qué es la
ñar la divisa del movimiento. Ilustración?’, es muy cómodo que los de-
Atreverse a servirse del propio cacu- más piensen por uno y limitarse a buscar
men. Así se sintetizan las claves de un sin más en Google o Wikipedia cuanto
complejo programa que necesitamos re- queremos averiguar. El acceso a la infor-
visitar cada cierto tiempo con ánimo de sobre la religión y el gobierno, nada le que- mación jamás ha sido tan sencillo. Pero
mirar al futuro. Porque aquellas ideas co- da por decir. Voltaire lucha con su disol- el problema es que tampoco ha sido nun-
braron vida propia y seguirán palpitando vente ironía contra un fanatismo religio- ca tan fácil manipular a tantos durante
bajo los nuevos problemas que nos cir- so que ampara el absolutismo político. tanto tiempo. Los bulos y las mentiras,
cundan. Una cita de Rousseau bastará Para Kant la moral y la política son dos ca- que ahora se llaman cosas tan extrava-
para comprobarlo. Al inicio del ‘Contrato ras de una misma moneda que se implican gantes como ‘fake news’, ‘hechos alterna-
social’, leemos: «¿Se me preguntará si soy mutuamente. Sin la orientación ética no tivos’ o ‘posverdades’ circulan a mayor
un príncipe o un legislador para escribir puede haber una buena constitución po- velocidad que las informaciones más fia-
sobre política? Respondo que no y que jus- lítica y sin esta no pueden darse las con- bles y consiguen eclipsarlas.
tamente por eso escribo sobre política. De diciones que posibilitan un ámbito mo- Para vacunarse contra esa contagiosa
ser príncipe o legislador, no perdería mi ral. Todos entienden que las ideas pue- manipulación demagógica disponemos
tiempo en decir lo que ha de hacerse; lo den cambiar el orden existente y moldear- de algo que nos puede inmunizar: el es-
haría o callaría. Por débil que pueda ser lo conforme a una praxis orientada por la píritu crítico propio de la Ilustración, que
la influencia de mi voz en los asuntos pú- teoría más idónea para cada momento. criba los datos y no deja de contrastarlos
blicos, el derecho a votar en un Estado li- Destaquemos sólo uno de los hilos con- para decantar un criterio solvente. Lo malo
bre basta para imponerme el deber de ins- ductores que vertebraron la Ilustración: es que quienes transmiten el virus dema-
truirme al respecto». la publicidad, pese a que se le podían su- gógico a veces ni son conscientes de ha-
La política nos concierne a todos en mar otros como el cosmopolitismo y el re- cerlo, porque se creen asintomáticos, al
cuanto ciudadanos y como tales no pode- publicanismo, asociados a un laicismo in- no dudar jamás de unos mentores que
mos desentendernos de los asuntos pú- separable de la esfera pública. Definirse monopolizan verdades absolutas y renie-
blicos. Esto sigue siendo algo muy válido como ciudadano del mundo es una seña gan con saña de los hechos.
en unos tiempos como los nuestros don- de identidad para los ilustrados, que com- Esta vacuna sí la tenemos a mano y está
de ha calado un desesperante conformis- parten también los ideales de libertad, libre de patentes. Conviene administrarla
mo, como si las cosas obedecieran a un igualdad y autonomía. profusamente a través de una educación
fatídico destino y nosotros no tuviéramos La publicidad constituye para Kant el pública que busque formar ciudadanos tan
nada que ver con su posible mejora. principio transcendental del derecho y es autónomos como responsables. Recete-
Diderot escribe que si le hacen callar una piedra de toque para discriminar si mos Ilustración a mansalva y por doquier.

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