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Denuncia Ante La CIDH
Denuncia Ante La CIDH
Sres.
COMISIÓN INTERAMERICANA
de DERECHOS HUMANOS
de la ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS.
S. / D.
23. Luego del impacto el vehículo avanzó unos pocos metros, para
detenerse y en donde se advierte la herida mortal que presentaba Carlos
Fuentealba. Fue ayudado por sus compañeros a salir del vehículo, colocado
en el asfalto a la espera de la llegada de una ambulancia.
28. Desde allí se dio inicio a la causa penal que aún a la fecha se
encuentra en desarrollo y que es la que motiva la formalización de esta
denuncia por ante “la Comisión”.
32.Al igual que el supuesto del Sr. Zalazar, creemos que surgen
descriptas conductas y omisiones que se vinculan con momentos anteriores
y posteriores a la agresión a Carlos Fuentealba en el procedimiento
policial .
Para culminar: “…de allí que la Cámara haya saneado aquel primer
obstáculo, al menos en apariencia…no trató el mérito de su petición y en su
lugar nulificó de oficio la última parte del decreto de fs. 2066/2071,
reeditando así la oportunidad prevista en el art. 311…donde…la querella
bien podría insistir con su planteo, y llegado el caso, recurrir ante la
Cámara para que se pronuncie sobre tal temática…”.(continúa el voto al
que vengo haciendo mención puntualizando otros pronunciamientos en el
mismo sentido).
f) Pruebas disponibles:
31
12.Es que hay que tener siempre presente que, distintamente de las
cuestiones regidas por el Derecho Internacional Público, en su mayor parte
planteadas horizontalmente sobre todo en el plano inter-estatal, las
cuestiones relativas a los derechos humanos se sitúan verticalmente en el
plano intra-estatal, en la contraposición entre los Estados y los seres
humanos bajo sus respectivas jurisdicciones. Por consiguiente, pretender
35
que los órganos de protección internacional no puedan verificar la
compatibilidad de las normas y prácticas del derecho interno, y sus
omisiones, con la normativa internacional de protección, sería un
contrasentido.
1
(confr. doctrina de la causa G:342.XXVI, “Giroldi, Horacio D. Y otros s/ recurso de
casación”, sentencia del 7 de abril de 1995)
2
En “La querella y el ejercicio de la acción”; Cevasco, Luis; en Doctrina Judicial del
1/12/99,
Año XVI, nro. 1.
45
Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean
presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre
que estén en juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con
el sistema nacional de justicia penal correspondiente…”
3
En Introducción al Derecho Procesal Penal, Marcos Lerner Editora Córdoba, 1.994,
pág. 33
4
Creus, Carlos. “Reparación del daño producido por el delito”, Ed. Rubinzal-Culzoni,
1.995, pág. 55 y ss.
46
22.Tal como lo sostiene Bovino5, la víctima fue motivo de exclusión
y olvido por varios siglos. En nuestro país, esta tendencia se vio reforzada
a partir de la reforma constitucional de 1994 que incorporó diversos
Tratados Internacionales de Derechos Humanos (art. 75 inc.22) los que
consagraron en forma expresa el derecho de las víctimas a obtener una
“tutela judicial efectiva”, (CADH.25) obligando a los Estados a proveer a
los ciudadanos una debida protección judicial cuando alguno de sus
derechos haya sido violado.
5
“La participación de la victima en el procedimiento penal”, en Problemas
del Derecho Procesal Penal Contemporáneo, pág. 87, Ed. Del Puerto,
Buenos Aires, 1998.
6
Cfr Arocena, Gustavo en: “La víctima del delito, el querellante particular
y la coerción personal del imputado” en “En Torno al Querellante
Particular”, pág. 35, Advocatus, 2003
7
Modelo que adopta el Código procesal Penal de Portugal
8
Adoptado por el Procedimiento Penal Austríaco, cfr. Balcarce, Fabián,
“El querellante particular”, Foro de Cba. Nº 74, 2001, pág. 33
47
25.Sin dudas el precedente de la C.S.J.N. que ha marcado un
verdadero cambio de paradigma en el tema de referencia, ha sido el caso
“Santillán, Francisco Agustín…”S. 1009. XXXII, de fecha 13 de agosto de
1998, destacando inicialmente que la “lesión constitucional” se había
configurado en la falta de cumplimiento de parte del tribunal de grado de
ejercer su jurisdicción cuando estaba en condiciones de hacerlo,
conculcando el “derecho a la igualdad” y al “debido proceso” (arts. 16 y 18
de la Constitución Nacional)
11
(considerando 11)
12
(considerando 12)
13
(considerando 15)
14
Cafferata Nores, José, ¿Se terminó el “monopolio” del Ministerio Público Fiscal sobre la
acción penal?, artículo publicado en La Ley, 1998-E-329 y ss.
15
“Quiroga, Edgardo Oscar S/causa N° 4302", Q. 162, XXXVIII, rta. el 23/diciembre/2004.
49
En dicho sentido, resulta enriquecedor el voto del Dr. Maqueda, en
cuanto afirmó que “(...) en antiguos precedentes la Corte negaba que el
ofendido por el delito de acción pública tuviese derecho a procurar la
investigación y castigo del autor del delito, al considerar que esa intención
no constituía ‘un derecho de propiedad en el sentido de la ley civil’ sino
una mera concesión legal -de la ley procesal- susceptible de suprimirse en
todo tiempo (Fallos: 243:5), consecuentemente lo ‘atinente a la obtención
de una condena criminal no es susceptible de amparo en beneficio de los
particulares y con fundamento en los arts. 14, 17 y 18 de la Constitución
Nacional’ (Fallos: 252:193). Ello cambió en el caso ‘Santillán’ donde el
Tribunal expresó que el derecho ‘a la jurisdicción consagrado
implícitamente en el art. 18 de la Carta Magna (...) consiste en la
posibilidad de ocurrir ante algún órgano jurisdiccional en procura de
justicia y obtener de él sentencia útil relativa a los derechos de los litigantes
(...), derecho que tiene un alcance coincidente con el que reconocen los
arts. 8°, párr. 1° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos’ (...)”
(Considerando 21° de su voto).
28.En ese orden de ideas, no cabe dudas que el quid la decisión está
en el “derecho a la jurisdicción” , derecho que en relación a nuestro
sistema (legislación federal) ha sido reconocido por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, con especial referencia a la facultad
de querellar en juicio penal, como “un derecho fundamental del
ciudadano” 18; por lo que haciendo jugar los principios de progresividad,
irreversibilidad e interacción entre derecho interno e internacional de los
derechos humanos, y sobre la base de la fuerza asignada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación a los pronunciamientos de la Comisión 19,
el derecho de la víctima a la jurisdicción sea un nuevo derecho
fundamental del ciudadano (...)”.
17
(Considerandos 23° y 24° de su voto)
18
(Informe 28/92 -2/10/92-)
19
(los ya citados Fallos 318:314 -Giroldi- y 319:1840 -Gramajo-)
51
de acreditación que a su cargo se encuentran para sostener una
“hipótesis delictiva” con un “altísimo grado de probabilidad”.
20
(cfr. Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe)
52
modo negligente y hasta incluso disfuncional con la búsqueda de la verdad
y de la acreditación de las responsabilidades en el suceso.
1.Deber de Garantía:
21
Corte I.D.H., Caso Velásquez Rodríguez. Sentencia de Fondo del 29 de julio de 1988.
Serie C. Nº 4, párr. 164.
54
6.Como bien lo ha reiterado la Corte IDH: “Esta obligación implica
el deber de los Estados Partes de organizar todo el aparato gubernamental
y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el
ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar
jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos”.22
22
Ib., párr. 166.
55
parte del presente trabajo de investigación sólo vamos a analizar la
obligación de investigar y la obligación de establecer la verdad sobre los
hechos, la cual ha venido a configurar el derecho a la verdad, el mismo que
como ya lo mencionáramos antes, no es una obligación alternativa a las
demás obligaciones del Estado antes expuestas, no significa que si se
establece la verdad de los hechos las demás obligaciones puedan dejar de
ser cumplidas obligatoriamente por el Estado.
23
(Corte Internacional de Justicia, obiter dictum en el asunto Barcelona Traction Light
and Power Company, fallo de 5 de febrero de 1970’, párrafo 32, en Recueil des Arrets
de la Cour Internationale de Justice – 1970)
24
(Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-1/82, de 24 de
septiembre de 1982, Otros tratados objeto de la función consultiva de la Corte, en Serie
A: Fallos y Opiniones - N 1, párrafo 24)
25
(caso Velázquez Rodríguez, Sentencia de 29 de julio de 1988, en Serie C:
Resoluciones y Sentencias, Nº 4, párrafo 174)
56
constituye el laudo arbitral proferido el 1 de mayo de 1925, por el profesor
Max Huber en el asunto de las reclamaciones británicas por daños causados
a los súbditos británicos en la zona española de Marruecos 26
26
(Nations Unies, Recueil de sentences arbitrales, vol. II, págs. 615 a 742.)
27
(cfr. Relator Especial sobre las Ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de
las Naciones Unidas, Informe a la Comisión de Derechos Humanos, doc.
E/CN.4/1993/46, párrafo 686)
28
(Méndez, Juan, "Accountability for Past Abuses", en Rev. Human Rights Quartely,
Volumen 19, N 2, 1997, pág. 264 y ss)
29
(Relator Especial sobre las Ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de las
Naciones Unidas, Informe a la Comisión de Derechos Humanos, doc. E/CN.4/1997/60,
párrafo 46)
57
4.En consecuencia, el incumplimiento de las normas enunciadas en
tales Principios constituye un “indicio de responsabilidad gubernamental”
aunque no se pueda probar que en las ejecuciones sumarias o arbitrarias de
que se trate han estado directamente implicados los funcionarios
gubernamentales 31.
3. Derecho a la Justicia:
33
Ib., párr. 181.
34
MENDEZ, Juan. Op.cit., p. 527.
59
1.Se lo ha considerado como un derecho humano consagrado en
numerosos instrumentos. En el ámbito americano, así lo establece la
Declaración Americana de Derechos Humanos, artículo 18, y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículos 8 (1) y 25.
Igualmente consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos,
artículo 8; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Artículo
2 (3); la Convención Europea de Derechos Humanos, artículo 13 y la Carta
Africana de los derechos del hombre y de los pueblos.
4.De tal modo que la justicia debe ser organizada de forma que
garantice la existencia de tribunales independientes e imparciales. En ese
sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas, al adoptar su
Resolución intitulada “Los Derechos Humanos en la Administración de
35
Senese, Salvatore, "Pouvoir judiciaire, droit à la justice et impunité" en Impunity,
Impunidad, Impunité, ed. Lidlip, Ginebra 1993, págs. 85-86
36
Abellán Honrubia, Victoria, "Impunidad de violación de los derechos humanos
fundamentales en América Latina: Aspectos jurídicos internacionales", en Jornadas
iberoamericanas de la Asociación española de profesores de derecho internacional y
relaciones internacionales - La Escuela de Salamanca y el Derecho Internacional en
América, del pasado al futuro, Universidad de Salamanca, Salamanca, 1993, pág. 203.
60
Justicia”, recordó que “un poder judicial independiente e imparcial y una
profesión jurídica independiente son requisitos previos esenciales a la
protección de los derechos humanos” 37. Tal como lo expresara el Relator
Especial sobre la Independencia y la Imparcialidad de los magistrados,
jueces y abogados de las Naciones Unidas: “la noción general de justicia tal
como esta concebida en la carta [de las Naciones Unidas] y en los trabajos
de las Naciones Unidas comprende el respeto a los derechos humanos y
esta condicionada por la independencia y la imparcialidad de la justicia
como tal y como medio para proteger los derechos de la persona humana”
38
.
40
(Abellán Honrubia, Victoria, "Impunidad de violación de los derechos humanos
fundamentales en América Latina: Aspectos jurídicos internacionales", en Jornadas
iberoamericanas de la Asociación española de profesores de derecho internacional y
relaciones internacionales - La Escuela de Salamanca y el Derecho Internacional en
América, del pasado al futuro, Universidad de Salamanca, Salamanca, 1993, pág. 203).
41
(cfr. doc. E/CN.4/Sub.2/1992/8, párrafo 5.5)
42
De Abreu Dallari, Dalmo, "Jurisdicciones nacionales y derechos humanos", en
Jornadas Internacionales contra la Impunidad, Comisión Internacional de Juristas y
Comisión Nacional Consultiva de Derechos Humanos de Francia, París, 1993
43
(Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Resolución N 01a/88, de 12
septiembre 1988, Caso 9755 Chile, Informe anual 1987-1988, pág. 142)
62
4.Derecho a la Verdad:
44
(cfr. doc. E/CN.4/Sub.2/1997/20, párrafo 17)
45
(Comisión Interamericana de Derechos, Informe Anual 1985-1986, pág. 205, e
Informe No. 29/92, caso 10.029 y otros)
46
(Experto sobre la cuestión de la impunidad de los autores de las violaciones de
derechos civiles y políticos de las Naciones Unidas, doc. E/CN.4/Sub.2/1993/6, párrafo
16)
47
(Ibid., párrafo 46 y ss.)
63
5.De tal forma, la impunidad es, como lo llamara el propio Experto
sobre este tema, un "fenómeno de geometría variable", en tanto que
expresa distintas formas y vías de transgredir obligaciones del Estado en
materia de derechos humanos. La doctrina habla de impunidad de derecho,
en referencia aquella originada directamente en normas legales como las
amnistías, e impunidad de hecho, para englobar las demás situaciones. Así,
la impunidad de hecho tiene varias modalidades: "inercia cómplice de los
poderes públicos", "la frecuente pasividad de los investigadores", "la
parcialidad", "la intimidación", "la corrupción [del poder judicial]“ 48.
48
(Ibid, párrafo 32 y ss.)
49
(Relator Especial sobre la independencia e imparcialidad del poder judicial, los
jurados, y asesores y la independencia de los abogados de las Naciones Unidas, doc.
E/CN.4/Sub.2/1985/18, original en francés, traducción libre)
50
(Conferencia Mundial de Derechos Humanos, doc. cit., párrafo 60)
64
9.El derecho a la verdad en un primer momento estuvo vinculado al
Derecho Internacional Humanitario, en la medida en que se reconocía el
derecho de los familiares a conocer la suerte corrida por sus familiares
víctimas de desaparición en tiempos de conflictos armados 51. Esto fue
empleado por la doctrina y la jurisprudencia internacional como el punto de
partida y sustento de tal derecho.
51
El artículo 32 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra es la primera
norma convencional que explícitamente reconoce tal derecho a la verdad. Si bien es
cierto que el concepto de desaparición en el Derecho Internacional Humanitario es más
amplio, cubre todas aquellas situaciones en las que la suerte o paradero de una persona
es desconocido en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos
52
Para tal efecto, véanse los casos Velásquez Rodríguez, Godínez Cruz, Castillo
Páez entre otros.
53
Corte I.D.H., Caso del Caracazo. Sentencia sobre Reparaciones de 29 de agosto de
2002. Serie C. Nº 95, párr. 118.
65
54
13.Para Carlos Chipoco , la búsqueda de la verdad es importante,
por un deber moral hacia las víctimas, los familiares y los deudos, para
descubrir y sancionar a los culpables, para afirmar la democracia y el
control ciudadano de las instituciones públicas y para evitar que las
violaciones se repitan. Además, el respeto del derecho a la verdad es
importante para abrir la posibilidad del perdón y la reconciliación, y para
cumplir con el Derecho Internacional.
54
CHIPOCO, Carlos. "El derecho a la verdad". En Paz, Nro. 28. Para tal efecto,
véanse los casos Velásquez Rodríguez, Godínez Cruz, Castillo Páez entre otros.
Corte I.D.H., Caso del Caracazo. Sentencia sobre Reparaciones de 29 de agosto de
2002. Serie C. Nº 95, párr. 118.
marzo de 1994. pp. 83- 106.
55
Informe Nro. 136/99, de fecha 22 de diciembre de 1999, Caso Ignacio Ellacría y
otros, párr. 221.
66
17.Como fue mencionado líneas arriba, la obligación del Estado de
garantizar este derecho a la verdad no es sustitutiva o alternativa de las
demás que le incumben en el marco del cumplimiento de su deber de
garantía. La obligación de dar a conocer la verdad, existe y se mantiene
independiente del cumplimiento o no de las demás.
56
Documento de Naciones Unidas, E/CN.4/Sub.2/1993/6, párr. 101.
57
Corte I.D.H., Caso Blake. Sentencia de Fondo del 24 de enero de 1998. Serie C.
Nº 36, párr. 97 103.
67
del derecho a reparación por violaciones de los derechos humanos, en
modalidad de satisfacción y garantías de no repetición”.58
68
(Fallos: 268:266, considerando 2°)
69
(Fallos:199:617; 305:2150, entre otros)
70
(confr. doctrina de Fallos: 315:1922)
71
(confr. doctrina de Fallos: 308:490 y 311:2478, entre otros)
72
(Fallos: 297:142; 300: 1080; 301:460; 310:192, entre otros)
71
momento - generaron un “laberinto procedimental” dirigido a entorpecer su
actuación (respecto a su detalle nos remitimos por razones de brevedad a
las afirmaciones contenidas en las presentaciones ya formalizadas en esta
causa), y en donde la “inercia” –hasta el momento puesta de manifiesto en
la actuación de la justicia penal provincial en este caso , NO puede ser
imputada a insolubles dificultades probatorias; antes bien se corresponde
con la desidia en desplegar los medios necesarios para esclarecer los
hechos.
18.De tal forma “... los familiares de las presuntas víctimas tienen el
derecho, y los Estados la obligación, a que lo sucedido a estas últimas sea
efectivamente investigado por las autoridades del Estado; se siga un
proceso contra los presuntos responsables de estos ilícitos; en su caso, se
les impongan las sanciones pertinentes, y se reparen los daños y perjuicios
que dichos familiares han sufrido…” 75.
FIRMA:
...........................................................................................................
Sandra Mónica RODRIGUEZ
D.N.I. No. 18.433.286