Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ISSN 1989-4988
RESUMEN
rafolvi@hotmail.com
Claseshistoria.com
15/10/2012
Causas y debate sobre el Imperialismo decimonónico: ¿Cómo lo percibieron
Rafael Olmos Vila sus coetáneos?
INTRODUCCIÓN
1
Existió una revolución educativa previa a la industrial, John Locke (1988) en su Ensayo
sobre el entendimiento humano defendió que la mente del niño es una tabla rasa, sin ideas
previas, y que sólo alcanzaría el conocimiento a través de la experimentación, del empirismo.
Este sustrato cultural, creó el imaginario idóneo para que con su esfuerzo individual y
creatividad, pequeños artesanos y campesinos consiguieran transformar sus antiguas
herramientas y técnicas superando las dificultades que se les presentaban.
2
La irrupción de las factorías industriales no aniquiló el trabajo doméstico,
industrialización y protoindustrialización convivieron, pero no como competencia sino como
aliados. Pensemos que la demanda aún no es constante, las crisis de subsistencia seguían
ISSN 1989-4988 http://www.claseshistoria.com/revista/index.html 3
Causas y debate sobre el Imperialismo decimonónico: ¿Cómo lo percibieron
Rafael Olmos Vila sus coetáneos?
Sin duda la Primera Revolución Industrial había sentado las bases del sistema
capitalista-liberal que con el paso del tiempo se desarrollo con escasa atención a los
desequilibrios que originaba el modelo de crecimiento (Acosta, 1977). Maximizar los
beneficios se convirtió en la prioridad de las acciones económicas. La Segunda
Revolución Industrial evidenció esta consigna, los pequeños talleres eran absorbidos
por las grandes empresas: trust, cárteles, monopolios... Adquiriendo mayor
protagonismo la banca, como accionista de las grandes empresas industriales.
Estaba ayer en el East End (barrio obrero de Londres) y asistí a una reunión de
parados. Escuché fuertes discusiones. No se oía más que un grito: "pan, pan".
Al revivir toda la escena cuando regresé a mi casa, me sentí todavía más
convencido de la importancia del imperialismo (...). La idea que más querida
me es, es la solución del problema social, a saber: para salvar a los cuarenta
millones de habitantes del Reino Unido de una mortífera guerra civil, nosotros,
los colonizadores, debemos conquistar nuevas tierras para instalar en ellas el
excedente de nuestra población y encontrar nuevas salidas a los productos de
nuestras fábricas y nuestras minas. El imperio, lo he dicho siempre, es una
cuestión de estómago. Si queréis evitar la guerra civil tenéis que convertiros en
imperialistas. (Cecil Rhodes, 1895, p.304).
Hay que recordar que Gran Bretaña facilitó la inmigración no sólo de parados
sino también de presos y pobres que abarrotaban las workhouses. Debido al
crecimiento demográfico, la mendicidad se convirtió en un problema, así la Poor Law
de 1834, obligaba a pobres y mendigos a trabajar en estas cárceles-fábricas para
recibir un subsidio. Allí eran explotados como mano de obra barata en beneficio de la
Revolución Industrial. El crecimiento demográfico se convirtió en un problema ante el
que no estaban preparadas las infraestructuras ni los mecanismos de control de las
antiguas ciudades medievales, de hecho llegaron a fundarse colonias penales en
Australia y se invitaba a emigrar a parte de la población ofreciéndoles fincas para la
explotación.
ISSN 1989-4988 http://www.claseshistoria.com/revista/index.html 8
Causas y debate sobre el Imperialismo decimonónico: ¿Cómo lo percibieron
Rafael Olmos Vila sus coetáneos?
El príncipe Bernhard von Bülow (1899), dio un giro a la política prudente y diplomática
llevada con anterioridad por Otto von Bismarck y centró su mirada en recuperar el
terreno dentro de la carrera imperialista, abogando por un discurso beligerante.
3
Precisamente fue su amigo Clemenceau, quien aconsejó este título a Zola.
Sin negar que los negros se puedan civilizar, es cierto, pero, que su civilización
siempre será inferior a la nuestra, porque la fuerza de la mente de aquella
gente es realmente inferior. Creemos que la raza superior a cualquier otra,
aquella de la que dependerá siempre el destino del mundo, es la raza blanca.
(Farmochi, 1850)
En el fondo existe una clara manipulación del concepto “apto”, para Darwin
(2004), apto no es aquel que es más alto, fuerte o inteligente -esta es una
interpretación que curiosamente también harán los nazis- sino que apto es aquel
individuo que cuenta con unas características más idóneas para sobrevivir, para
adaptarse en un determinado ambiente. Así ni la fuerza, ni la altura, ni tan siquiera la
inteligencia tiene porqué ser siempre una cualidad positiva para la supervivencia, en el
mundo animal el mayor tamaño y la consecuente necesidad de consumir más calorías
puede convertirse se contraproducente en periodos de escasez. Como vemos la
utilización del discurso darwinista pro domo sua, sirvió para legitimar las ocupaciones y
conquistas como un movimiento natural.
No podemos dudar que los individuos que tengan alguna ventaja sobre los
demás, por pequeña que esta sea, tendrán las mayores probabilidades de
ISSN 1989-4988 http://www.claseshistoria.com/revista/index.html 12
Causas y debate sobre el Imperialismo decimonónico: ¿Cómo lo percibieron
Rafael Olmos Vila sus coetáneos?
Imagen. “Evolution in South Africa” en Judy: the London serio-comic journal. 1902, Mayo, 21, p.245.
desde esta concepción no se trata de un genocidio, sino de una obligación por el bien
de la humanidad, los colonizadores son el pueblo elegido, el hombre blanco tiene la
pesada carga de evangelizar, modernizar y educar a los aborígenes. 4 Esta es su
responsabilidad.5
Joseph Chamberlain a diferencia del conservador Lord Salisbury formaba parte del
partido Liberal, pero tenía la misma concepción jingoísta del Imperio Británico, era un
4
Así el poema de Rudyard Kipling (1899), recoge la tarea de instruir y hacer progresar al
salvaje en la siguiente estrofa: Llevad la carga del Hombre Blanco/ Las salvajes guerras por la
paz/ Llenad la boca del Hambre,/ Y ordenad el cese de la enfermedad;/ Y cuando vuestro
objetivo esté más cerca/ (El fin buscado para otros)/ Contemplad a la pereza e ignorancia
salvaje/ Llevar toda vuestra esperanza hacia la nada.
5
Este argumento no forma parte del pasado, así la primera potencia política de nuestra época
justifica sus intervenciones militares bajo el pretexto de un mundo mejor, imponiendo -
paradójicamente- la democracia, y el respeto a la diferencia, a través del desprecio al prójimo,
instaurando el pensamiento único, aunque los intereses económicos y patrióticos-nacionales
sigan estando presentes: Estados Unidos está ayudando a los iraquíes a forjar instituciones
democráticas que incluyan a todos los iraquíes y protejan sus intereses. Al ayudar a los
iraquíes a desarrollar una democracia, Estados Unidos logrará ganarse a aquéllos que dudaron
que tendrían una participación en el nuevo Iraq, y perjudicaremos a los terroristas y partidarios
de Sadam, obtendremos un aliado en la guerra contra el terrorismo, inspiraremos a los
reformistas en todo el Oriente Medio y haremos que el pueblo estadounidense esté más
seguro. La democracia cobra formas distintas en las diferentes culturas, pero las sociedades
libres exitosas se forjan sobre las bases comunes del estado de derecho, la libertad de
expresión, la libertad de celebrar reuniones y la libertad de culto. (George Bush 2005)
ferviente defensor, hasta el punto de escindirse del partido por considerar que los
liberales whigs habían otorgado demasiadas concesiones a Irlanda. El nuevo Partido
Liberal Unionista (1886), respaldó a los conservadores, convirtiéndose Lord Salisbury
en Primer Ministro, obteniendo Chamberlain por su apoyo el Ministerio de las Colonias
(1896-1902). El caso de Joseph Chamberlain nos revela el alcance del imperialismo,
ya que priorizó antes su pensamiento imperialista que su ideología política liberal. Su
discurso rezuma patriotismo y etnocentrismo a la par.
Aunque Bélgica no era una potencia de primer orden, también se sumó a la carrera
imperialista dominando el territorio de El Congo, que formó parte del patrimonio
directo del monarca, y donde se explotó a la población indígena en las minas.
La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y
elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial.
Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles
de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres.
Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales
es, sin duda, la del trabajo.
En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para
acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a
sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal.
(Leopoldo II, 1897)
No son sólo motivos económicos, demográficos o de orden social, sino que algunos
políticos consideran que existe una cierta lógica biológica, en la política internacional
existe una selección natural o supervivencia de los más aptos (Darwin, línea 6) de
forma que las razas superiores tienen un deber hacia las razas inferiores; tienen el
deber de civilizar a las razas inferiores (Jules Ferry línea 9) han de poner a la
población bajo las leyes (Leopoldo II, línea 3) para el progreso de la cultura humana...
Bujarin, más lúcido que su maestro planteaba una hipótesis, un futurible lógico que
podría significar la quiebra del modelo capitalista, ya que para Bujarin la
internacionalización de las empresas, la entrada de inversores de diferentes
nacionalidades, produciría un caos, una auténtica contradicción pues empresas de
origen nacional podían llegar estar formada por socios inversores de países rivales.
Las grandes obras y planes llevados a cabo en la segunda mitad del siglo XIX
requerían la inyección de grandes capitales, que se reunieron bajo la fórmula de las
sociedades por acciones, lo que facilitó los cambios de “patria” de las empresas y
bancos.
La circulación internacional de los capitales, constituye uno de los elementos
esenciales de la internacionalización de la vida económica y del desarrollo de
la economía mundial.
Se pueden distinguir diversas formas y variedades. En el primer plano se
colocan los empréstitos gubernamentales. El formidable crecimiento del
presupuesto de los Estados suscita una necesidad cada vez mayor de los
empréstitos exteriores. La segunda forma de exportación de capital es el
sistema de la “participación”: un establecimiento industrial, comercial o
bancario de un país, A, es propietario de acciones o de obligaciones de un
país, B. La tercera es el financiamiento de las empresas extranjeras: un banco
financia a una empresa extranjera fundada por otros establecimientos o por ella
misma, o bien una empresa industrial financia a su filial. La cuarta forma es el
financiamiento que los bancos de un país acuerdan a los bancos de otro país.
Y la quinta forma, es la compra de acciones extranjeras.
Es así como los capitales de una esfera nacional se vierten en otra por
diversos canales, como la interpenetración de los capitales nacionales se
acrecienta y el capitalismo se internacionaliza.
Así en la fábrica de celulosa Waldhof, en Manheim, posee (poseía, sería
necesario decir ahora) una filial rusa en Pernov; la fábrica de colores bronce
Carl Schlenk A.G.(Nuremberg), posee una filial americana, mientras que la
compañía Maggi (Suiza) tiene filiales en Kissingen, Berlín y París. Numerosas
son las chocolaterías suizas, metalurgias e hilanderas inglesas, las usinas de
construcción mecánica que se encuentran en una situación análoga
(adaptación) (Bujarin, 1977, p.429-431)
En este análisis se infiere una situación actual: la dependencia cada vez mayor de los
Estados con respecto a los bancos o multinacionales, la subordinación de la política a
la economía, la debilidad de los Estados chantajeados calificados con primas de riesgo
especulativas, el efecto dominó de la economía (subprime mortgage)…
acontecimientos que denotan la clarividencia de Bujarin en vislumbrar el imperialismo
financiero, pero también en la época encontramos un claro ejemplo de la capacidad de
virar los intereses y “nacionalidad” de una empresa y de la incipiente dependencia de
los Estados, como es en el caso del canal de Suez. La construcción del canal de Suez,
una obra diseñada por el ingeniero francés Ferdinand de Lesseps y financiada
económicamente también por los capitales franceses. De modo que una vez terminado
en 1869, Egipto poseía el 44% de las acciones y unos 21.000 inversores franceses el
resto. Sin embargo tan sólo seis años después de su inauguración ante la deuda del
país egipcio, el gobierno puso a la venta su parte, adquiriendo Gran Bretaña la
CONCLUSIONES
Aunque en el pasado los estados impusieron sus dominios más allá de sus fronteras
iniciales, vertebrando imperios transnacionales e incluso intercontinentales, es obvio
que existen matices que confieren al imperialismo decimonónico un cariz singular,
desde su nacimiento hasta su fin: desde su origen porque es impulsado por un
proceso nuevo como es la Revolución Industrial, que no sólo liquidó las estructuras del
Antiguo Régimen y diseño un nuevo mundo, sino además porque concienció a las
potencias de la finitud de sus recursos y de la necesidad de competir, abrir nuevos
mercados, controlar materias primas y fuentes de energía, hasta el punto de implicarse
bélicamente todo el país; y en su finalidad, ya que las rivalidades, estrategias y
alianzas entre los países europeos se dirimieron en el hecho más trágico hasta el
momento, como fue la Gran Guerra. El imperialismo es el fenómeno que vehicula la
Revolución Industrial y la Primera Guerra Mundial.
Es obvio que existe un punto que precipita las políticas de conquista y
persuade a los gobiernos a aventurarse en la carrera imperialista. Ese acontecimiento
es la crisis de sobreproducción de 1873, de hecho todos los autores –excepto
Schumpeter- parten de susodicha realidad en su análisis. Unos consideran que se
trata de un acontecimiento escrito en la propia idiosincrasia del capitalismo (Lenin y
Bujarin) otros una afrenta a sus orígenes (Hobson) o a la humanidad (Clemenceau),
mientras que el resto entienden que es una evolución del capitalismo (Hilferding) que
se presenta como una solución a una crisis coyuntural (Rhodes, Salisbury,
Chamberlain).
Por último señalar que nos hemos centrado en un análisis sincrónico del
imperialismo finisecular hasta la Primera Guerra mundial, pero es igual de interesante
también desde la diacronía, pues seguirá despertando el interés de los historiadores
hasta nuestros días, es cierto que en ocasiones desde enfoques presentistas, pues no
podemos olvidar que sigue existiendo el imperialismo aunque con matices político-
económicos importantes, traigamos a la memoria las guerras por el coltán en el
Congo, las guerras de Irak e incluso el caso Repsol-YPF. Así cabe destacar hasta el
momento la aportación al debate de W.L.Langer(1896-1977) y G.Lichteim(1912-1973)
que introdujeron las masas como sujeto activo del imperialismo; las teorías periféricas
de R.Robinson(1920-1999) y J.Gallagher(1919-1980) que superaron los enfoques
europeístas; la revitalización de los argumentos políticos y estratégicos, cuando
primaban las explicaciones economicistas, gracias a los trabajos de
D.K.Fieldhouse(1925); la obra de E.Hobsbawm(1917) La era del Imperio, que se ha
convertido en un clásico imprescindible; las reflexiones de la escuela de la
dependencia de F.H.Cardoso(1931-) y E.Faletto(1935-2003) y su influencia en las
políticas económicas de Latinoamérica, la obra clásica de E.Hobsbawm(1917-); o los
trabajos más recientes en el contexto de la globalización, de Samuel Huntington(1927-
2008) sobre el imperialismo de la ”democracia y el libre mercado” de E.E.U.U., la
influencia en la política de los países a través de un “poder blando” según Josep
Nye(1937), sin olvidar la crítica de Peter Gowan(1946-2009) al modelo de
globalización orquestado por el poder político-financiero.
REFERENCIAS
- DARWIN, CH. (2004). El origen de las especies por medio de la selección natural, o
la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. Buenos Aires: Akal,
(Versión Original 1859).
http://failord.files.wordpress.com/2010/03/13730727-apunte-imperialismo-siglo-xix.pdf
(9/11/2012)
- KIPLING, R. (1899, febrero). The White Man's Burden. McClure’s Magazine 12.
- LENIN, V.I. (1966). El Imperialismo, fase superior del capitalismo. Moscú: Progreso
(Versión Original 1917).
- SAXE-COBOURG, L.(Leopoldo II). (1897). Carta del rey Leopoldo II de Bélgica a los
Agentes del Estado del Congo.
- RHODES, C. (1895) Razones del imperialismo publicado por STEAD, W.T. (1898,
Enero 16) “Carta de Cecil Rhodes”. Die Neue Zeit, 304.
- VIDAL VILLA, J.M. (1976). Teorías del imperialismo. Barcelona: Editorial Anagrama.