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DICCIONARIO

DE

SINÓNIMOS CASTELLANOS,
POR

S L G-EITSRAL DE Β RIG· ADA

i2y. cr. ty. c¿e 'úz ibatátna,

INDIVIDUO DE LAS ACADEMIAS ESPAÑOLAS DE LA LENGUA

Y DE LA HISTORIA.

MEXICO.

IMPRENTA DE V I C E N T E G A R C Í A T O R R E S .
calle del Espíritu Sar.!t> Num. 2.

1845.
Nadie podrá reimprimir este Diccionario, sin previa licencia de eu autor,
In magma et volume sat est.

ACASO, si la amistad no se hubiera anticipado á poner un títu-


lo á la presente colección, no se vería ésta condecorada con el
que lleva á su frente, porque en verdad que la voz DICCIONA-
RIO promete mucho mas de lo que puede dar una diminuta
compilación de trabajos que en su mayor parte manifiestan la
desconfianza con que los publicaron sus mismos autores. Si
aun es tiempo de corregir un yerro involuntario séame lícito
ofrecer al publico esta colección como un simple Ensayo forma-
do únicamente con el fin de conservar reunidos y sujetos á cier-
to orden, los diversos trabajos de los escritores que mas espe-
cialmente se han dedicado al examen analítico de los sinónimos
de nuestra lengua; y sírvame también de disculpa de todos los
defectos que se noten en este Ensayo, la consideración de ser
una empresa enteramente nueva entre nosotros. Esta circuns-
tancia, ademas de otras muchas, me obliga á mirar como úti-
les y aun necesarias, algunas indicaciones preliminares, que no
son mas que deducciones ó repeticiones de las doctrinas de va-
rios escritores que han dilucidado esta materia con todo el acier-
to posible.
Si por sinónimo entendemos cualquiera voz que siendo di/eren
(Π)
te de otra en su forma material, tiene exactamente el mismo signi-
ficadoy desde luego podemos asegurar que no hay sinónimos en
la lengua castellana ni en ninguna otra de las conocidas, por-
que como dice muy bien Dumarsais, esto seria haber dos len-
guas distintas en una misma lengua, y la naturaleza quiere que
una vez que se ha encontrado el signo propio de una idea, no
se busque otro nuevo para expresarla, porque no solamente se-
ria superfluo, sino embarazoso en la práctica. Mas si entende-
mos por sinónimo el sustantivo ó el adjetivo con que designa-
mos las voces que teniendo entre ellas grande conformidad y se-
mejanza en su sentido general, ofrecen en su acepción particular
diferencias verdaderas y esenciales aunque mas ó menos ligeras,
es evidente que la lengua castellana excede á todas las vi-
vas en sinónimos de esta especie, y que en ellos funda gran
parte de su admirable riqueza, porque la riqueza de una len-
gua no consiste en tener muchas voces distintas para expresar
una sola y misma idea, sino en tener muchas voces para expre-
sar muchas ideas distintas, esto es, hasta las modificaciones me-
nos perceptibles que pueden dar á una idea el entendimiento y la
imaginación. Partiendo de este principio, no podía menos de
tener un numero de sinónimos, considerable en gran manera,
una lengua como el castellano, que reconoce por orígenes prin-
cipales las lenguas latina^ gótica y arábiga, de las cuales tomó
desde un principio y conserva actualmente un crecido caudal
de voces que siendo en su origen sinónimos perfectos, esto es,
expresando cada una en su respectiva lengua la misma cosa ó
idea, vinieron después á ser en el castellano moderno signos de
modificaciones de la idea común. Esto puede probarse con in-
finitos ejemplos; v. gr., la voz al-muhad en la lengua arábiga,
significaba lo mismo que la voz coacinus en la baja latinidad;
el castellano conservó ambas voces, pero señalando á cada una
distinto oficio, hizo que expresaran las diferentes ideas que nos
inspiran hoy las voces almohada y cojin: al-cuzet, entre los ára-
bes significaba lo mismo que acetarium entre los latinos; actual-
( ΙΠ )
mente expresamos nosotros dos cosas diferentes por medio de
las voces alcuza y aceitera, derivadas de aquellas: con la voz al­
mirez tomada del árabe (almihraz), y con la voz mortero, toma-
da del latin (mortarium), designamos dos cosas diferentes; y lo
mismo se observa en las voces cisterna, algtbe y alterca: cama,
lecho y catre: albergue, hospedería, fonda, meson y venta, 8çc. Así
es, que para expresar solamente las modificaciones de la idea
ofender tiene el castellano todas estas voces,
Afrenta. Ignominia.
Agravio. Improperio.
Baldón. Injuria.
Contumelia. Insulto.
Convicio. Ofensa.
Denuesto. Oprobio.
Desahogo. Palabrada.
Deshonra. Ultraje.
Desvergüenza. Vilipendio y otras muchas.
legrarse tiene la lenguacastellana
Alborozo. Fiesta.
Alegría. Francachela.
Bureo. Frasca.
Complacencia. Gozo.
Contento. Gusto.
Contentamiento. Holganza.
Chacota. Holgorio.
Delectación. Holgueta.
Delectamiento. Holgura.
Deleitabilidad. Jaleo.
Deleite. Jubilo.
Delicia. Placer.
Fandango. Regocijo.
Festeío. Uegodéo, &c.
y pues que seria un trabajo interminable y superfluo citar mas
ejemplos, me limitaré á recordar el que nos ofrece la estrofa Ιδ.*
(IV)
de la conocida composición poética del Maestro Gonzalez, inti-
tulada El murciélago alevoso, en la cual vemos acumuladas mu-
chas de las modificaciones de la idea dañar;
Te puncen y te rajen,
Te tundan, te golpeen, te martillen,
Te piquen, te acribillen,
Te dividan, te corten y te rajen;
Te desmiembren, te partan, te degüellen,
Te hiendan, te desuellen,
Te estrujen, te aporreen, te magullen,
Te deshagan, confundan y aturrullen.
Pero si por la diversidad de orígenes es tan rica en sinónimos
la lengua castellana, no lo es menos por la variedad de sus ar-
moniosas terminaciones, en las voces derivadas de un mismo
origen; así es que hay diferencia muy considerable entre
Acometimiento y acometida.
Ardimiento y ardor.
Convencimiento y convicción.
Fingimiento y ficción.
Honra y honor.
Encantamiento, encanto y encantación.
Significado y significación.
Observancia y observación.
Brillo y brillantez,
ímpetu é impetuosidad.
Fuerza y fortaleza.
Fortificar y fortalecer.
Ejercer y ejercitar-
Dulzor, dulzura y dulcedumbre.
Espesor y espesura.
Verdor y verdura.
Grosor, grosura y gordura.
Peso, pesadez, pesadumbre y pesantez.
Contentamiento y contento.
Retardo y retardación.
Salvamento y salvación.
Dolor y dolencia.
Consuelo y consolación.
Queja, quejido y quejumbre.
Pérdida, perdimiento y perdición.
Mancha, mácula y mancilla.
Albor, albura y blancura, &c
Es cierto que todas estas y otras muchas voces aparecen en el
Diccionario de la Academia española como equivalentes rigo-
rosos respectivamente unas de otras; pero esto consiste en que
la Academia se contenta con dar la explicación de las voces re-
firiéndola á la idea general á que pertenecen, y no á la modifi-
cación que indican, porque en verdad que no seria empresa muy
desembarazada descender á explicaciones y análisis, las mas ve-
ces prolijos, y otras enteramente metafísicos, en un Diccionario
demasiado copioso por su propia naturaleza, y destinado al uso
frecuente de toda clase de personas.
Estas mismas consideraciones hacen mas sensible la escasez
de literatos españoles que han dedicado su ingenio á tan útiles
tareas. Apenas se cuentan cuatro 6 cincofilólogosde quienes
pueda decirse que han trabajado con acierto, y aun estos á pe-
sar de su erudición y de su exquisita diligencia todavía dejan
un vacío tan grande en sus investigaciones, que debemos mi-
rarlas únicamente como gérmenes que necesitan de otro auxi-
lio para llegar á ser fecundos y productivos. Pero no culpe-
mos del mismo modo á todos aquellos apreciables literatos: sus
trabajos debian resentirse del atraso en que tal vez se hallaban
ciertas ciencias en la época y en el pais en que algunos de ellos
escribían. La metafísica principalmente, y la ideología, ciencia
nueva, son las principales antorchas, á cuya luz debe entrar el
filólogo en el oscuro laberinto de la sinonimia de cualquiera len-
gua: sin el auxilio de una y otra ciencia es imposible, absoluta-
mente imposible, poder fijar la verdadera y exacta diferencia de
( T Í )

las voces, y por consiguiente, hacer concebir la idea al entendi-


miento con la perfección y claridad debidas. Entre los mu-
chos ejemplos que pudieran citarse en prueba de esta verdad
eterna, tomemos el que nos proporciona la diferencia que esta-
blece March entre las voces acción y acto (pág. 5). Por no ha-
ber acudido á la metafísica este escritor confunde las ideas dán-
donos como causas los efectos. Asienta que "acción se dice in-
„diferentemente de todo cuanto se hace común ó extraordinario;
„y acto, solamente de lo que se hace notable" La metafísica le
hubiera subministrado una explicación menos expuesta al error,
haciéndole ver que el «cío pertenece al pensamiento, y la acción
pertenece á la obra y expresa mas bien el modo de ejecutar el
pensamiento: por consiguiente los actos son operaciones inte-
riores del alma, y las acciones son operaciones exteriores. Esta
es la razón porque decimos acto de contrición, de fe, de esperan-
za, fyc, aunque no se manifieste por medio de demostraciones
exteriores; y decimos dejar á uno sin acción, esto es, sin movi-
miento corporal, y no, dejarlo sin acto. Es cierto que solemos
decir un acto de ira, un acto de irreflexión, &c·; pero en este caso
referimos la idea al movimiento interior del ánimo que fué la
causa de la acción, esto es, del movimiento material y exterior
del cuerpo. No puede servir de disculpa á March en este caso
haber traducido literalmente al abate francés Girard, porque el
que adopta una doctrina agena se hace responsable de ella, y
mucho mas si la publica como suya en un tiempo en que los
conocimientos humanos permitían rectificarla.
Pero por defectuoso que sea el Ensayo que hoy ofrezco á las
personas estudiosas, siempre les proporcionará una utilidad in-
negable. Ya habia dicho Cienfuegos en el prólogo de su tra-
tado de sinónimos, al orador, al filósofo, al facultativo que tienen
que dar á su persuasion ó á su explicación la mayor precision,
energía y claridad, les conviene elegir aquellas voces que desmenu-
cen, por decirlo así, las mas pequeñas modificaciones de las ideas
generales que apenas se distinguen en el uso común: y en estas
(VII)
pocas palabras encerró Cienfuegos todo el fin y toda la utilidad
del estudio de la sinonimia, porque no es arbitraria la elección
de voces para representar las ideas: la naturaleza quiere que
modifiquemos aquellas según modifica á éstas el pensamiento,
so pena de no ser entendidos con la perfección que deseamos,
ó de incurrir en ambigüedad y confusion. Bien conocía el va-
lor de las voces castellanas el elegante y armonioso escritor
español que decia—eran muy raros los denuestos, las injurias y
las murmuraciones, porque solia en aquel ejército amanecer el es-
carmiento al mismo tiempo que la osadía; y asi ni quedaba vislum-
bre de injusticia, ni destello de capricho-, ni hallaba pábulo la alta-
nería, que son los vicios que mas frecuentemente campean en los
ejércitos, y mas señorean la condición marcial La condición
apocada pronto pasa de pusilánime á débil, y del menosprecio al
vilipendio. No es creíble que el que esto escribía, haciendo así
brillar la pomposa riqueza de la habla castellana emplease sin
intención meditada y solamente por pura casualidad ó capricho
las voces denuesto é injuria; vislumbre y destello; campear y se-
ñorear; altanería en lugar de altivez, soberbia ú orgullo; condi-
ción, y no carácter, genio, ó índole natural; apocada y pusiláni-
me; menosprecio y vilipendio. El que lee este trozo, modelo de
facundia y de energía, concibe sin el menor esfuerzo las dife-
rentes ideas de que se hallaba poseído el escritor, y que pintó
con toda la precision posible por medio de aquellas voces sinó-
nimas, las cuales, son digámoslo así, los matices que precisamen-
te necesitaba el cuadro para quedar perfecto.
Si en todas las naciones es importante y necesario el estudio
de los sinónimos de sus lenguas respectivas, entre nosotros es
todavía de mayor y mas forzosa necesidad; porque vemos la de-
cadencia y perdición á que nuestra incuria ha dejado llegar la
lengua de nuestros mayores, la lengua mas rica de cuantas hoy
se hablan en el universo, la mas rica en número de voces, en
diversidad de terminaciones, en variedad de acentos, en inflexio-
nes y giros, en modismos y propiedades; la lengua, en fin, que
( vin )
en opinion de Carlos V, era lamas propia para hablar á Dios.
Ya es pues tiempo de que empecemos á reparar tan grave fal-
ta que influye en gran manera, y mucho mas de lo que vulgar-
mente se cree, en la suerte de las naciones, porque el cultivo
de la lengua propia, llave de toda ciencia, es uno de los indicios
mas seguros, no solo de la civilización y cultura, sino aun del
carácter de todo pueblo. Y así como nada es mas á propósito
para apreciar una lengua que el conocimiento de su riqueza,
así también nada contribuye mas á este conocimiento que el
examen analítico de las voces, cuya parte principal es el estu-
dio de los sinónimos. A fin de facilitar este estudio, haciendo
palpable al mismo tiempo su importancia, me ha parecido opor-
tuno poner al frente de este Ensayo por via de introducción al-
gunas ligeras observaciones pertenecientes al mecanismo de las
lenguas en general puesto que de él depende la existencia de
los sinónimos en todas ellas. Pero antes es necesario aclarar una
aserción que se halla autorizada en este mismo Ensayo, por uno
de los filólogos españoles que en él se citan, y la cual podría
causar dudas ó inducir en error á muchos lectores. En el artí-
culo Calidad, Cualidad (pág. 34), dice Jonama que el buen uso
y no la etimología es el que debe decidir sobre la acepción de las
voces. Esto es una verdad hasta cierto punto, y debe servir de
regla siempre que el buen uso decida sin dejar lugar á ningu-
na duda; mas en el caso contrario, los principios etimológicos
son la única guia que puede conducirnos con seguridad en el
camino de las investigaciones, aunque no debemos seguir la eti-
mología á ciegas, sino empleando las reglas de la crítica. He
aquí uno de los tropiezos que mas pueden embarazar al estu-
dioso. ¿Cuál es el buen uso? Todos hablan de él, pero pocos
indagan las condiciones que se requieren para que un uso me-
rezca la calificación de bueno. A muchas personas basta ver
una voz ó una frase algún tanto generalizada en el trato fami-
liar, para admitirla como buena, y de este modo confunden el
buen uso con el abuso, ó con la vulgaridad: á otras es suficiente
( κ)
la autoridad de cualquier escritor acreditado que mas les pla­
ce, y se exponen á tomar por regla segura, tal vez el descuido,
o á lo menos la licencia apenas tolerada. El medio de evitar
ambos inconvenientes es hacer uso del raciocinio natural. Dos
son los modos de hablar ó de producirse que tienen los hom-
bres cultos: uno por convencimiento, otro por imitación. Los
que emplean el primero, usan las voces que el estudio, la obser-
vación, el conocimiento del mecanismo de las lenguas y la cien-
cia en general, les presentan como mas propias y necesarias para
pintar las ideas con la misma precision, claridad y exactitud
con que las concibe el entendimiento: los que adoptan el segun-
do, no hacen mas que seguir el ejemplo que les dan aquellos
por la confianza que les inspiran, y así contribuyen á mantener
la lengua dentro de sus justos límites. Los primeros establecen
el huen uso; los segundos lo generalizan y conservan, y unos y
otros forman lo que se llama opinion general y uso común y cons-
tante. El vulgo, cuya índole distintiva es obrar sin meditación
alguna, no hace regla ni mucho menos puede servir de autori-
dad en ningún caso, porque adopta á ojos cerrados, todo cuan-
to cree convenirle y se forma un lenguaje peculiar y arbitrario,
sin averiguar si las voces de que se vale, pueden aclarar ú oscu-
recer las ideas, y menos aún, si pueden menoscabar la pureza del
idioma. De estos principios se deduce naturalmente que el buen
W50 es "el modo de hablar adoptado por la mayor parte de los
"autores, y de los eruditos mas acreditados en cada época." Este
es el buen uso de que habla Jonama en el artículo citado, y al
que alude Horacio diciendo,

Usus,

Quem penes arbitrimn est, et jus et norma loquendi.

Pero cuando no veamos fijado con precision el uso de las voces


por el mayor número de sabios, la razón natural dicta que busque-
mos un fundamento para asegurar nuestra opinion particular, y
(Σ)
que este fundamento sea la etimología, por la poderosa razón de
que toda lengua conocida proviene de otra, y toda voz se deriva
de otra voz (excepto el único caso de que alguna de estas sea ra-
dical por organización ó por onomatopeya); y puesto que las vo-
ces no son mas que el resultado de las ideas sensibles, en la eti-
mología hallaremos necesariamente la idea primitiva que atri-
buyeron los hombres á cada voz, y podremos deducirla idea que
conviene á la voz que tratamos de emplear, según las modifica-
ciones que nos indiquen su pronunciación y su escritura, únicos
medios que nos ha dado la naturaleza, de pintar nuestros pen-
samientos.
Mas si queremos emplear con acierto la etimología, no debe-
mos perder de vista que las reglas de crítica que pueden guiar-
nos, se hallan en el sentido, en la figura, y en el sonido de la voz
derivada, comparados con el sentido, con la figura y con el soni-
do de la voz primitiva.
La identidad de sentido y de significación hace creer con mu-
cho fundamento, que siendo iguales ó semejantes la idea, el ob-
jeto, y la denominación, la voz es también igual siempre que con-
curran en ella las demás circunstancias necesarias.
La figura expresa lo perteneciente á la vista material; sirve
para rectificar la alteración continua que causa en el simple so-
nido, una pronunciación rápida 6 demasiado difícil de ejecutar:
e indica por medio de las letras características propias de cada
pueblo, la lengua de donde proviene una voz y en donde debe
buscarse su orí eren.
o
El sonido nos hace distinguir los órganos que empleamos para
producirlo, y el orden con que proceden; nos enseña que no de-
bemos atender á las inflexiones cuando se conoce que todas
ellas á pesar de su variedad son producidas por el mismo órga-
no; que tratándose de derivación, importan poco las vocales; es
preciso atender á las consonantes para cerciorarse de si proce-
den del mismo órgano, no obstante la diferencia de figura que
tengan en la dos voces comparadas, atendiendo al principio fí-
J XI)
sico de que cada órgano forma su clase particular de articu-
laciones fácilmente mudables entre si (*).
Cuando concuerdan en una misma voz estas tres reglas de-
ducidas del raciocinio, del oido y de la vista, puede tenerse por
demostrada la etimología, y en este caso es ya muy fácil cono-
cer el verdadero significado de la voz, porque los sinónimos pro
vienen de que mirando ó considerando el hombre las cosas de
distinto modo, les dá otros tantos nombres diferentes; pero siem-
pre relativos á la naturaleza ó esencia primitiva de la cosa. Si
esta es un ser que existe materialmente en la naturaleza sin
ofrecer diferentes modificaciones, escitará una idea simple y
dará por consiguiente pocos sinónimos, como por ejemplo, las
voces sol, ¡una, luz; pero si la cosa no es material sino percep-
ción del hombre relativa á sí solo, esto es, á la idea que el se
forma, la cual está en él mismo, y no en la naturaleza; entonces
como cada hombre tiene su modo particular de considerar es-
tas cosas, modificarlas y formarse un orden de percepciones, la
cosa debe producir muchos sinónimos; por ejemplo, una cierta
extension de terreno se llama region cuando referimos la idea al
poder ó á las leyes naturales que rigen (del latin regere) en aque-
lla extension: la llamamos provincia, cuando la consideramos
como un terreno al cual se llega viniendo ó proviniendo (lat. pro-
venire} de cualquiera otro; distrito si la miramos como terreno
distraído, esto es, separado Çdistr actus, ó districtusj de otro in-
mediato: partido si atendemos á la parte que forma separada
mente respecto de otras: pais, si atendemos á la costumbre de
fundar en él las habitaciones (lat. pagusj; estado, si referimos
la idea á la existencia (status) según la forma que ha estableci-
do en él la dependencia política: finalmente, empleamos las vo-
ces imperio, reino, ducado, condado, gobierno, intendencia, muni-
cipalidad, diócesis, feligresía y otras muchas para expresar cier-
to espacio de terreno según los diferentes modos particulares
con que lo consideramos.
(*) Principes physiques de Vitimohyie. Paris, an IX,
( Χ» )
Pero la abundancia de modos de considerar las cosas, ó por
mejor decir, la diversidad de modificaciones que dá el hombre
á una idea, depende absolutamente de la riqueza 6 del poder de
su imaginación, y de su mayor ó menor sensibilidad; y los mo-
dos de representar estas modificaciones, esto es, los sonidos ex-
presados por signos son conformes á la mayor ó menor facilidad
que aquellas cualidades, el clima, las costumbres, los hábitos y
otras causas naturales ó adquiridas, dan á los órganos de la voz,
y he aquí la razón porque se dice con mucha verdad que la len-
gua es un indicio seguro del carácter de una nación. Sin dete-
nernos por ahora á hacer aplicaciones particulares de este prin-
cipio, notemos que la lengua castellana cuenta en sus voces mas
de trescientas variaciones ó transformaciones características, ó lo
que es lo mismo, de sonidos radicales. El primer Diccionario
que publico la Academia española, el año de 1726, sin embar-
go de resentirse de los defectos anexos á todo ensayo de una
empresa gigantesca, contiene 13.365 voces, sin incluir entre ellas
muchas usuales (que se ocultaron á la perspicacia de la Acade-
mia), ni las técnicas de ciencias, artes y oficios, ni un gran nu-
mero de superlativos, diminutivos, aumentativos y participios
activos y pasivos. La diversidad de terminaciones de los voca-
blos castellanos es tan prodigiosa que D. Tomás de Iriarte llegó
á colectar cerca de cuatro mil terminaciones, sin comprender
las esdrújulas. La riqueza de voces compuestas es tan grande
en nuestra lengua que las tiene hasta de doce sílabas, y aun pue-
den formarse de catorce en el buen lenguaje familiar (*). No
es menos admirable la variedad de acentuaciones, pues tenemos
voces que nos presentan el acento determinante, desde la vocal
final, hasta la que antecede á las cuatro últimas sílabas (f ), las
(*) Por ejemplo, del adverbio constitucionalmente, tenemos el compuesto inconstitu-
cionalxsimametxte, de once sílabas; y del verbo constitucionalizar podemos componer los
adverbios superlativos constitucionalizadísimamente, de doce sílabas, y desconstitucionali-
sadísimamente, de trece; y añadiendo á éste la partícula in, tendremos una voz de cator-
ce sílabas.
(f ) El castellano tiene voces con el acento en la última sílaba como amó, corazón; en
la penúltima, como pena, modo; en la antepenúltima, como bóveda, espíritu; en la ante-
( XIII )
cuales en este caso resultan breves. Si á todo esto agregamos
el increíble numero de superlativos, diminutivos y aumentati-
vos; el no menos copioso de esdrújulos; el de voces que indican
acción y al mismo tiempo el instrumento con que ésta se ejecu-
ta, y aun la parte que recibe ó sufre el efecto de la acción; las di-
ferencias que expresa una misma terminación, según el modo de
emplearla (J); el importante y variado juego que hacen en nues-
tra lengua los verbos llamados auxiliares, &c, & c , deberemos
inferir, que puesto que la lengua castellana tiene tantos modos
de diversificar las modificaciones de las ideas generales, debe ser
por necesidad igualmente rica en signos propios para expresar-
las, esto es, en voces sinónimas.
Por lo mismo seria una desgracia lamentable en sumo gra-
antepenúltima, como dígaselo,póngansele; y en la anterior á esta, como dariamosselo. Ade-
mas ofrece la lengua castellana el raro ejemplo de voces en que suenan dos acentos de
igual valor, como en lánguidamente, pérfidamente, astutamente, oportunamente, &c, y de
otras que en su plural mudan la colocación del acento determinante del singular, como
carácter, caracteres; régimen, regímenes, &c.
(J) Las voceä que indican acción y al mismo tiempo el instrumento ó la cosa con
que aquella se ejecuta, terminan generalmente hablando, en ada, como pedrada, puña-
lada, patada; en aso, como sablazo, garrotazo, escopetazo; en ete, como puñete, piquete;
en on, como empellón, empujón, sornaviron, &c. Otras veces, estas mismas terminacio-
nes expresan ademas el lugar ó la parte en que se dá el golpe, como trompada (encon-
trón de dos personas cara á cara, dándose en las narices); espaldarazo (golpe recibido en
la espalda); coscorrón (en la cabeza); repelón (tirón que se dá del pelo), &c. Finalmen-
te, estas mismas terminaciones hacen otras veces que las voces expresen á un mismo tiem-
po acción, instrumento,parley modo, como bofetada (golpe dado en el carrillo con lo in-
terior de la mano abierta); gaznatada (golpe dado del mismo modo en la parte anterior
del cuello ó gaznate); pescozada (lo mismo, en la parte posterior del pescuezo); cachete
(golpe que se dá en el carrillo con la mano cerrada); pechugón (golpe que se dá en el
pecho con. la mano abierta ó cerrada, empujando al mismo tiempo con violencia á la per-
sona á quien se le dá); torniscón (golpe dado en la cara con el revés de la mano); mojicón
(golpe dado en cualquiera parte de la cara con el puño cerrado), &c.—Las terminacio-
nes en ado y en ido unas veces son pasivas como amado, partido; y otras son activas como
acostumbrado, (el que tiene costumbre); cansado (el que cansa); atrevido (el que se
atreve); fementido (el que falta á la fe y palabra dada); presumido (que tiene presunción),
&c.—La terminación ada, indica también comparación ó aplicación de cualidades ó de
modo, de una persona ό cosa, á otra, como .alcaldada (acción propia de un alcalde); pi-
llada (acción ó dicho propio de los pillos); monad« (acción ó gesto propio de los mo-
nos); muchachada, niñada, perrada, &c.
( XIV ) ^
do que una materia tan vasta, tan rica, tan bella y tan necesa-
ria para el verdadero saber, no tuviera la ventura de caer algún
dia en manos mas hábiles que las mias. Entonces, cuando esto
llegue á verificarse, se habrá llenado felizmente el vacío que
con mengua de los que hablamos la lengua de Luis de Leon y
de Cervantes, se advierte hoy en la literatura castellana y en la
filología general de nuestro culto siglo; y yo en particular veré
colmado un deseo que hierve en mi alma hace mucho tiempo,
y de cuya viveza es testimonio irrecusable la osadía con que
me he arrojado á dar este débil ejemplo, haciéndome sordo a
los gritos de mi propia insuficiencia.
OBSERVACIONES

SOBBE EL MECANISMO DE LAS LENGUAS.

1.a

V
JUL clima, el aire, el terreno, el método de vida y de alimentación,
el mayor ó menor número de goces ó de necesidades y otras mu-
chas causas físicas, producen variedades muy notables en el hom-
bre, y dan por consiguiente mas fuerza á unos órganos que á otros
en la estructura humana. Estas variedades que tal vez podrían ocul-
tarse á la anatomía, serán evidentes para cualquier filósofo que ob-
serve con atención los órganos que emplea el hombre para producir
la palabra según el uso de cada pueblo. Así desde luego se echará
de ver que el hotentote, por ejemplo, hace en su lengua tan frecuen-
te uso déla garganta, como el inglés de la extremidad de los labios.
Estas observaciones por nimias que parezcan, pueden conducirnos
á descubrimientos de mayor importancia y utilidad, y á ellas debe-
mos la certeza de que la costumbre que adquiere un pueblo, de em-
plear ciertos sonidos determinados, y tales ó cuales órganos, mas
bien que otros, es un indicio seguro no solamente del clima, sino tam-
bién del carácter de la nación, que en mucha parte queda modifica-
do por el clima, así como el genio de la lengua queda determinado
por el carácter de la nación.
El uso habitual de sonidos ásperos ú oscuros, y el tropiezo que
causa la profusion de letras consonantes sonoras ó mudas, indican un
origen bárbaro ó poco civilizado. La abundancia excesiva de le-
tras líquidas ó de labiales, y la poca variedad de terminaciones, son
por el contrario indicio de debilidad, molicie ó delicadeza, tanto de
los órganos como del gusto. Citemos por ejemplo de lo primero las
lenguas del norte, y en prueba de lo segundo, la lengua de los chi-
nos, de cuyo carácter muelle é indolente podemos formar idea con
(XVI)
solo advertir que no tienen en su lengua el sonido fuerte que damos
nosotros á la r duplicada (*).
La lengua italiana que no es mas que un latin degenerado, per-
dió su fuerza primitiva, y fué debilitándose (ó si se quiere, dulcifi-
cándose) á medida que el pueblo que la habla perdió el vigor carac-
terístico de los antiguos romanos. E n general, la costumbre de trans-
formar los sonidos claros y simples en nasales, oscuros y compues-
tos; de atenuar las articulaciones naturales de cualquiera órgano;
de transformar las inflexiones fuertes en otras lángxúdas, por efecto
de una pronunciación viciosa, descuidada, afectada ó débil; y de li-
quidar con exceso los sonidos de ciertas consonantes, es signo in-
equívoco de poca fuerza y energía en una nación. Pero como el ita-
liano se conservó mas cerca de su origen, como contrajo menos bar-
barismos que otros odiomas, y como las alteraciones que sufrió re-
cayeron en una lengua esencialmente vigorosa, que por su inmensa
riqueza tenia mucho que perder; que acaso necesitaba suavizar al-
gún tanto la excesiva severidad de su carácter; y que se modificaba
bajo la dulce influencia del sol del mediodía, es hoy el italiano una
de las lenguas mas bellas que se hablan en el mundo, y de las mas
propias para expresar conceptos agudos, suaves, delicados y patéticos.
(*) J. J. Rousseau dice, que las lenguas de los pueblos meridionales son hijas del
gozo, y las de los pueblos septentrionales hijas de la necesidad. Oigamos cómo se expli-
ca este filósofo, cuya autoridad es irrecusable. "En los climas meridionales en donde la
naturaleza es pródiga, las necesidades nacen de las pasiones; en los países fríos en donde
aquella es avara, las pasiones nacen de las necesidades, y las lenguas, tristes hijas de la ne-
cesidad, se resienten de "su duro origen.... ¡Qué diferencia entre las tiernas modulacio-
nes producidas por los movimientos del alma, y los gritos en que hacen prorumpir
las necesidades físicas! En aquellos horrorosos climas, en donde todo permanece muer-
to durante nueve meses del año, en donde el sol apenas calienta la atmósfera algunas se-
manas para dar ä conocer á los habitantes el beneficio de que están privados, y prolon-
gar su miseria; en aquellos lugares en que la tierra nada produce sino á fuerza de traba-
jo, y en donde parece que el germen de la vida está en los brazos mas bien que en el co-
razón, los hombres ocupados sin cesar en proporcionarse la subsistencia, difícilmente po-
dían entregarse á ideas mas halagüeñas; todo se limitaba en ellos al impulso físico....
La ociosidad que es la que alimenta las pasiones, desaparecía ante la necesidad del tra-
bajo que las apaga: antes de pensar en vivir con desahogo era indispensable pensar en
vivir. Uniendo á los hombres la necesidad mutua mas bien que el afecto, la sociedad
debió su formación á la industria. El incesante riesgo de perecer no les permitía limi-
tarse ala lengua del gesto, y la primera frase que profirieron sus labios, no fué ámame,
sino ayúdame. Estas dos expresiones son muy parecidas en su forma; pero se pronun-
( XVII )
La lengua latina es severa, vigorosa y sonora, tan libre en sus gi-
ros é inflexiones, tan fecunda en sus recursos, como lo era el pensa-
miento del pueblo romano; todos sus sonidos son claros y enteros;
su fuerza principal está ingeniosamente repartida en el significado
propio y peculiar de cada voz, y en la idea que resulta de la combi-
nación de éstas; en una palabra, era la lengua propia de un pueblo
libre, grande, magnífico y dominador del orbe conocido. Mas si
por estas cualidades se asemeja el carácter de la lengua latina al de
los antiguos romanos, esto es, si parece propio para expresar cosas
fuertes y varoniles, resulta menos á propósito que la griega para expre-
sar cosas agradables, graciosas y ligeras. La lengua griega abunda en
diptongos, en palabras compuestas y en acentuaciones que hacen la

cian en tonos bien diferentes: aquellos hombres no aspiraban á hacer sentir nada, sino
á hacer entender todo; no buscaban la energía sino la claridad: álos η centos que no mo­
dulaba el corazón, sustituían articulaciones fuertes y sensibles, y si llegaban por fin á dar
á la forma de su lenguaje alguna impresión natural, ésta contribuía en gran manera á ha-
cerlo, duro y desapacible."
"Los hombres septentrionales no carecen de pasiones, pero estas son de otra espe-
cie en ellos: las pasiones de los paises cálidos son voluptuosas y propenden á la blandu-
ra y al amor; la naturaleza hace todo por el hombre y para el hombre, este casi no tiene
nada que hacer; pero en los paises del norte en donde los habitantes consumen mucho
en un suelo ingrato, los hombres condenados á tantas necesidades son fáciles de irritar:
todo cuanto se hace á su rededor los inquieta; subsistiendo con trabajo y dificultad,
mientras mayor es su pobreza, mas apegados son á lo poco que poseen; acercarse á ellos
es atentar contra su vida. De aquí proviene esa condición irascible tan pronta á convertir-
se en furor contra todo cuanto les ofende, y esta es la causa de que sus voces ó expresio-
nes mas naturales sean las de la cólera y de la amenaza, las cuales van siempre acompa-
ñadas de articulaciones fuertes que las hacen ásperas y duras."
"He aquí las causas físicas mas generales de la diferencia característica délas lenguas
primitivas: las del mediodía debieron ser vivas, sonoras, acentuadas, armoniosas, elocuen-
tes y á veces o«curas á fuerza de energía; las del norte debieron ser sordas, ásperas, com-
plicadas, chillonas, monótonas y claras á fuerza de palabras, mas bien que por la buena
construcción. Las lenguas modernas, aunque mezcladas ya y refundidas, guardan aún
el origen de estas diferencias: el francés, el inglés y el alemán, son el lenguaje privado
de hombres que se ayudan mutuamente, que razonan entre sí, á sangre fria, pero que
pe irritan y montan en cólera."
(Para la mejor inteligencia de todo lo que se dice en estas Observaciones, y principal-
mente en este pasaje de J. J. Rousseau, conviene advertir, que se entiende por paises sep-
tentrionales o del norte, todos los situados mas allá de los 43grados de latitud septentrio-
nal; y que Rousseau nació en Ginebra, acia los 47°, y escribía en unapoblacion que se halla
miiy cerca de los 49° de la misma latitud.)
c
( XVIII )
pronunciación de las voces mas variada, mas prolongada, sonora y me-
lodiosa, y por esta razón es tan bella su poesía y mucho mas armo-
niosa que la latina: puede decirse que las palabras de la lengua grie-
ga no encierran mas que la mitad del sentido; que toda su fuerza
consiste en los acentos, y que el inexplicable efecto que estos pro-
duc en, llega al entendimiento después de haber encantado al oído
y al corazón. Tal era el carácter de los griegos, cuya idea domi-
nante fué siempre la belleza en todas las cosas, en todas sus empre-
sas y en todos los actos de la vida, tanto física como intelectual.
La lengua francesa conserva todavía un aspecto demasiado hiper-
bóreo en la estructura de sus voces, en la abundancia de consonan-
tes superfluas y de sonidos oscuros y nasales, en la escasez de mo-
d ulaciones causada por la poca variedad de acentos y en la pobreza
de proposiciones adverbiales, de palabras compuestas, y de voces pro-
pias para expresar grados de comparación (*); pero en recompensa,
su claridad, su sencillez, el gracioso deslizamiento de sus frases, la

(*) "Si la poésie française est fort au dessous de celle des latins, ceci ne vient que
du peu de prosodie de notre langue, de la monotonie de nos pieds toujours équivalens
aux anciens spondées, et du retour fatiguant de nos rimes plates, insuportable à l'oreille
dans un poëme de longue haleine."—(Ch. de Brosses, P. P. de Dijon.)
"Quoique nous ayons eu d'excellens poètes et même quelques musiciens, je crois notre
langue peu propre à la poésie, et point du tout à la musique. Je ne crains pas de m'en
rapporter sur ce point aux poètes mêmes."—(J. J. Rousseau.)
Voltaire dice igualmente,
¿Est-ce assez, en effet, d'une heureuse clarté?
¿Et ne péchons-nous pas par l'uniformité?
Los autores de la Enciclopedia publicada por Diderot y D'Alambert se espresan en es-
tos términos: "Avouons la vérité; la langue des français polis n'est qu'un ramage faible
et gentil: disons tout; notre langue n'a point une étendue fort considérable; elle n'a point
une noble hardiesse d'images, ni de pompeuses cadences, ni de ces grands mouvemens
qui pourroient rendre le merveilleux: elle n'est point épique; ses veibes auxiliaires, ses
articles, sa marche uniforme, son manque d'inversions, nuisent à l'enthousiasme de la
poésie; une certaine douceur, beaucoup d'ordre, d'élégance, de délicatesse et de termes
naïfs, voilà ce qui la rend propre aux scenes dramatiques." En seguida, deduciendo el
carácter de la lengua del de la nación que la habla, añaden los mismos autores.—"Si du
mcins en conservant à la langue frar.qaise son génie, on l'enrichissait de la vérité de Γ
imitation, ce moyen la rendrait propre à faire naître les émotions dont nous sommes sus-
ceptibles, et à produire dans la sphère de nos organes, le degré de vivacité que peut ad-
mettre un langage fait pour des hommes plus agréables que sublimes; plus sensuels que pas-
s! ounfe;ph>s su nerf, ciels que profonds."
( XIX )
variedad de sus modismos, y la artificiosa valentía de sus inflexiones
y giros, indican bastante un pueblo esencialmente comunicativo y
social; emprendedor y atrevido, bullicioso y amable, como eran los
griegos, con cuya lengua tiene la francesa mas analogía que con la
latina, aunque no en las voces, sino en las frases, giros é idiotismos.
La analogía de origen que desde luego se advierte en las lenguas
alemana é inglesa, indica la analogía que existe entre el carácter de
ambos pueblos á lo menos por sus rasgos mas notables. Una y otra
descubren su origen céltico-agreste en la cargazón de consonantes
duras, ásperas ó silbadoras; en la abundancia de sonidos oscuros y
escabrosos; y en la escasez de vocales sonoras (*); pero también una
y otra prueban el ingenio, el tesón y la madurez de los pueblos que
las hablan, los cuales han hallado el modo de suplir por medio de
voces compuestas, las simples que aquellas lenguas no pudieron re-

(*) En general todas las lenguas septentrionales se resienten mas órnenos de estos
defectos, según la mayor ó menor inmediación de los pueblos al norte. En la lengua po-
laca, por ejemplo, hay voces compuestas de una sola vocal ahogada entre muchas conso-
nantes de diversa y contraria articulación, como chrszaszcz (mosca); wtrzcimc (caña); y
hay otras en que todas las consonantes deben sonar antes que la vocal, como hrzmi (ha-
cer ruido). En el alemán, aunque los sonidos van siendo ya mas claros, y las modula-
ciones mas perceptibles, vemos también voces como fortschritt (adelanto) compuestas de
solo dos vocales y nueve consonantes; schwanzschraube (culata), de cuatro vocales y doce
consonantes; eigenthumsrecht (dominio); verantwortlich (excusable), &c. El inglés tie-
ne también un aspecto muy semejante, como se ve en las voces spring (primavera); un-
willingess (desgano); kneadingtrovgh (amasadera), &c; pero existe una diferencia muy
esencial entre ambas lenguas, yes el modo de componer y de pronunciar las voces¿ El
alemán hace de varias voces diferentes un todo homogéneo, modificándolas cuanto es po-
sible, mientras que el inglés se contenta con la simple union délas que le convienen, sin
detenerse á trabarlas por medio de alguna modificación, como country-house (quinta ó
granja); plough-ridge (caballete); hand-barrow (angarillas); one-horse chair (calesa); silver-
smith (platero); ale-hoíise-Iceepcr (tabernero); watch maker (relojero); hair-dresser (pelu-
quero); day-labourer (jornalero), &c. Los alemanes ademas modulan las voces compues-
tas, de modo que resulta en ellas cierta variedad de acentos; los ingleses las pronuncian
con rapidez haciéndolas breves.. He aquí perfectamente representado el carácter de la
nación inglesa: siempre va al fin sin pararse en los medios y por el camino mas corto.
La lengua inglesa tiene los sustantivos humour y spleen, que no pueden traducirse direc-
tamente en ninguna otra, tal vez por significar un estado del ánimo, propio y esclusivo
de la nación que lo resiente. Eu la gramática inglesa que es tal vez la mas sencilla de
todas las de las lenguas modernas, se ve que la regla principal es el uso, esto es, la vo-
luntad, el sic voló; siejubeo, de una nación que conoce bien sus propios fuerzas ν todo el
alcance de su querer.
I XX)
cibir de su bárbaro origen. La reunion de muchas voces en una
sola, ó el uso frecuente de adjetivos compuestos de modo que se
comprendan varias ideas ó imágenes en una sola expresión, es la
mayor prueba que puede ofrecer un pueblo, no solamente de vi-
veza de ingenio y fecundidad de imaginación, sino de solidez en
su modo de discurrir para dar á cada combinación precisamente
lo que le conviene. Por otra parte, los alemanes saben dar á las
expresiones un vigor que las hace muy propias para expresar ideas
y afectos de fuerza y de energía. ¿Quién no echará de ver in-
mediatamente la suma diferencia que hay entre el carácter de la na-
ción alemana y el de la italiana, esto es, entre la condición del se-
ñor y la del esclavo, al oír á un coronel alemán, v. gr:, pronunciar
á la cabeza de su regimiento la enérgica voz ¡achtung! (atención),
y á un coronel italiano gritar, ó mas bien decir á sus soldados—-pre-
parar si á carteare? La nación que así habla á sus guerreros debia
necesariamente ser sojuzgada por la que la hace temblar actualmen-
te con solo aquel marcial achtung.
Hablando de la lengua castellana el Presidente de Brosses, que es
quizá el extranjero que mejor la ha conocido, dice: "nótase que en
"el castellano abundan las palabras polisílabas y compuestas, pero
"son, lo mismo que todas las demás, de muy bella proporción, gra-
"ves, sonoras, enfáticas, ingeniosas, llenas de fuerza y dignidad,
"como los españoles que las emplean." El castellano es, de todas
las lenguas vivas derivadas, la que mejor y con mas pureza ha con-
servado sus orígenes, tanto en la forma material de los vocablos, como
en sus articulaciones y sonoridad: no faltaría razón á los españoles
para mirar esto como consecuencia precisa del carácter firme y sos-
tenido que heredaron de los romanos y de los godos, y que modifi-
caron después tan bellamente aquellos valientes y caballerescos ára-
bes, cuyas principales virtudes fueron la constancia, la lealtad, el
honor, el ardimiento y la magnanimidad. La lengua castellana se
escribe lo mismo que se pronuncia; y esta práctica, única y peculiar
de los españoles, indica propension á aclarar las ideas, esto es, á fa-
cilitar la inteligencia de la verdad, á que ésta sea fácilmente cono-
cida (*). Los españoles, poco inclinados á las exterioridades, apre-

{*) La necesidad de acudir al modo material de escribir una palabra para poder en-
tender lo 411e significa, porque no lo exprésala pronunciación, es una de las pruebas ma,
( xxi )
cian sobre todo el fin de la intención, y procuran desde luego pene-
trarla; por consiguiente su lenguaje debía dirigirse á un mismo tiem-
po al entendimiento y á l a imaginación, esto es, debia ser eminente-
mente conceptuoso, libre de cualquiera traba que pudiera retardar
el vuelo de la idea: así es que en la lengua castellana no lia}" repe-
tición continua de artículos ni de pronombres; ni lugar forzoso para
la colocación de las palabras; ni fórmulas precisas para casi todas
las frases; ni partículas partitivas; ni mucho menos partículas ó ad-
verbios referentes como el ne de los italianos, ó el en y el y de los fran-
ceses (*). Puede la lengua castellana hacer tomar ala combinación
de sus expresiones todas las vueltas y todos ios rodeos que conven-
gan al intento; puede colocar las voces principales en el lugar mas
propio para hacer resaltar la fuerza de la idea; puede hacer alarde
de numerosidad en la estructura de sus frases, y puede reducirlas
hasta el laconismo del celebrado llegué, vi, vencí (veni, vidi, vici) de
la lengua latina. Pero donde mas brillan á porfía la profundidad γ
el ingenio del carácter español, es, sin disputa alguna, en el asom-
broso número é ingeniosísimo artificio de los refranes que tiene esta
lengua. D. Juan de Iriarte colectó veinte y cuatro mil, y todavía se
quejaba de no serle posible reunir los que le faltaban. Los refranes
son el fruto de una meditación muy sólida y de una penetración tan
pronta como profunda: son, por decirlo así, la quinta esencia que saca
el entendimiento de la experiencia física y moral de la vida (;£), y
evidentes de la pobreza é imperfección de una lengua. En francés, v. gr., lo mismo sue-
najw'e (prado) quebré* (cerca), prêt (préstamo), prêt (Üsto), prêt (pronto): lo mismo
suena la (la, nota musical), que là (allí), las (cansado), lacs (lazos), Va (lo ha, ó la ha)
lo mismo laid (feo), que laie (jabalina), lait (leche), Fait (lo haya, ó la haya), les (los
ó las), legs (legados), Vest (lo es): lo mismo cour (corte), cours (curso), court (corto)
court (corre): lo mismo ver (gusano), que verre (vidrio), verre (vaso), vert (verde), vers
(verso), vers (acia), &c, y muchas de estas y otras voces ni aun en lo escrito se dife-
rencian.
(*) Por ejemplo: hablando en castellano de un hombre que ya se ha nombrado en la
conversación, podemos decir—aquí hay flores; coja cuantas quiera; en francés seria ne-
cesario expresar la misma idea diciendo: il y a ici des fleurs; qu'il en premie autant qu'il
voudra; palabras que traducidas literalmente al castellano, dicen: él aquí hay aquí de las
flores; que él de ellas coja tanto que él querrá; de lo que resulta, que para comunicar esta
idea á otra persona, el español emplea seis palabras, mientras que el francés necesita
catorce.
(X) "Los refranes que andan de boca en boca, y son una pequeñísima parte de la
tradición verbal (dice Mayans en sus Orígenes) son tantos en la lengua española, que no
( XXII )
el pueblo que esto sabe hacer, debe ser esencialmente pensador, re-
flexivo y atinado en las investigaciones de lo útil, de lo bueno, de lo
bello, y de la verdad en general. Su modo de hablar debe ser la fiel
y genuina expresión de sus propios sentimientos (*).

2.a

El hombre habla para dar à conocer lo que sucede ó está en él 6


fuera de él; esto es, lo que siente, lo que percibe, ó lo que ha per-
cibido, lo cual corresponde á los tres sentidos interiores que son
la voluntad, la inteligencia y la memoria. Si expresa una sensa-
ción interior simple ( porque en un principio no debemos supo-
ner todavía reflexion ni ideas compuestas), la denota por medio
del gesto, del acento, ó de un simple grito, y en esto obra lo

hay otra, cualquiera que sea, que contenga igual número de ellos, como se puede obser-
var e,n las colecciones que hicieron Iñigo Lopez de Mendoza, por mandado del rey D.
Juan el Segundo; el comendador Griego Fernán Nuñez, á quien habia comunicado mu-
chos el eruditísimo Juan Paez de Castro; Mosen Pedro Valles, verdadero autor del Libro
de refranes, publicado en Zaragoza, año 1549; el Doctor Benito Arias Montano; Juan
Meló Toledano, que escribió Siete Centurias de Adagios castellanos; Blasco de Garay en
sus Cartas en refranes, á las cuales van juntas otras dos de incierto autor; Juan Malara
en su Filosofía vulgar; su émulo Juan Sorapan de Ris. ros en la Medicina española con-
tenida en proverbios vulgares de nuestra lengua; á cuyas colecciones de refranes se pudie-
ran añadir muchos millares mas, que se hallan esparcidos en varios libros, como en el
Dialogo de las lenguas, en la Vida de JO. Quijote, en la comedia Eufrosina, y en muchí-
simos otros; de suerte que entre otras obras de alguna útil invención, me atrevería á dis-
poner una filosofía moral muy cumplida, compuesta toda de refranes españoles, para cuyo
fin tengo recogidos muchos millares de ellos."—(Mayans, Orígenes de la lengua española,
torn. 1.° p. 188, edic. de 1737.)
El célebre Salmacio califica esta riqueza de refranes de la lengua española, diciendo:
inter Europeos, Iíispani in his excellunt.—(Sarm. p. 179.)
Posteriormente D. Antonio Jimenez publicó en Madrid una reducida colección de re-
franes escogidos, dispuesta por orden alfabético.—Imp. de Pierart Peralta, 1828.
(*) Para que no se me acuse de parcialidad en esta materia, advertiré que muchos
sabios extranjeros dan la preferencia á la lengua castellana, respecto de las demás lenguas
vivas, y algunos la confiesan sin rebozo superior á todas. Tales son entre otros, Isaac
Vossio (\); el alemán J. Zahn (2); el cardenal Bentivoglio (3); Julian Gotelini (4);

(1) Be poematu, eantu, et viribus rithm, p. 57.


(2) ¡Specula phys. mathèm.—T. 2. °
(3) Epist. ad Tob. Math. angl.
(4) Cartas à D. J. Sedeño.
( XÍÜII )
mismo que otros muchos animales; pero si quiere indicar un objeto
exterior y darle un nombre, la poca relación que hay entre la pala-
bra y la cosa, obliga al hombre á imitar con su voz, á lo menos
en cuanto puede, el sonido del objeto. Esto es lo que se llama ono-
matopeya, voz tomada del griego, que literalmente quiere decir for-
mación del nombre, y que los latinos definían vox repercussa naturae;
pero solamente se aplica á los términos que pintan el sonido de la
cosa ó del objeto, y así, tanto la palabra onomatopeya, como su acep-
ción particular, nos demuestran que este modo de formar los nom-
bres fué el mas natural y por consiguiente el primero que empleo el
hombre para empezar á formar una lengua. Las voces onomatópi-
cas son, pues, el principio y el fundamento de toda lengua primitiva.
La invención de palabras destinadas á designar objetos exteriores,
6 lo que es lo mismo, la causa que obligó á poner nombres á las
cosas, es de dos especies, mediata ó inmediata. Es causa mediata,
cuando la palabra se compone de otra ya inventada, y como estas
palabras así combinadas ó compuestas son las mas abundantes en
todas las lenguas, se ha dicho que no hay ninguna palabra que no

Napoli Signoreli; Pagnini; el P . Bouhours (1) : el autor du Génie des langues (2); el del
Discurso crítico acerca de los traductores de Tácito, que precede á su Moral, escrito por
Mr. Amelot (Z); el abate Pinche; Voltaire en varios lugaree de sus obras (4); D Alam-
bert(5); los alemanes Bouterwek, J. J. Keil, J. Herder (6); ' Schaevius (7); A. Perosi-
ni (8); Simonde de Sismondi (9), &c, &c, &c. El P. Bouhours, hablando de las tres
principales lenguas derivadas del latin, las caracteriza de este modo; y acaso sin advertir-
lo ni querer, caracterizó en parte al mismo tiempo á las tres naciones que las hablan.—"La
"lengua española, dice, es una orgullosa que anda, erguida la cabeza* ostenta grandeza y
"dignidad, y ama el fasto y la pompa en todas las cosas: la lengua italiana es una coqueta
"siempre aderezada y llena de afeites, que solo piensa en agradar y se divierte con frusle-
r í a s : la lengua francesa es una gazmoña, pero agradable, y que á pesar de su modestia y
"seriedad, nada tiene de áspero ni de incómodo."

(1) Entret. d'Ariste.


(2) Tom. 1.°
(3) Pág. 39 y 40.
( 4) Principalmente en sus Mélanges¡
(S) Harmonie des langues,
(G) Hist. litt, y Colecc. depoes. esp.
(7) De orig. linguar. et car. atribuí.
(8) Cari, sobre la harm, délas leng. viv.
(9) Litterat. du midi, fyc.
( XXIV )
provenga de otra; pero ahora no tratamos de las de esta especie. Es
inmediata la cansa, cuando se inventa la palabra imitando al objeto.
como se verifica en nuestras voces, balbuciente, borbollón, burbujear,
carcajada, cecear, chisporrotear, chiquichaque, murmurio, retumbo,
rimbombar, rechinar, silbido, susurro, tartamudear, zumbido, âçc. Las
voces de esta especie, formadas por imitación directa de la cosa, son
verdaderamente primitivas y radicales, y no hay lengua alguna, an-
tigua ó moderna, que no las tenga en mayor ó menor número, pero
de ellas unas son, por decirlo así, mas primitivas que otras.
Desde luego merecen particular.atención las interjecciones que
no debemos mirar como simples gritos ó emisiones de voz, en lo cual
no nos diferenciaríamos de otros animales; sino tales cuales son en
nuestras lenguas formadas ó articuladas, en las que no las aprende-
mos por imitación; todo hombre las tiene naturalmente de sí y por
sí mismo; son voces, ó mas bien, expresiones radicales de un senti-
miento natural común á todos los hombres, y que todos, sin excep-
ción alguna, manifiestan del mismo modo con muy corta diferencia,
porque las interjecciones no son voces solamente, sino algo mas, pues
que expresan el sentimiento que produce una cosa en nuestra alma,
y lo pintan por medio de una simple aspiración, ó de una formación
de sonido, ó del solo movimiento de un órgano. Todas estas voces
son primitivas en todas las lenguas, porque pertenecen inmediata-
mente á la fábrica general de la máquina orgánica, y al sentimien-
to de la naturaleza humana, que en todas partes y en todos tiempos
es el mismo, en los grandes y primeros movimientos corporales.
Pero aunque las interjecciones son voces radicales, tienen muy
pocos derivados (*), porque no expresan objetos exteriores, sino afec-
ciones interiores, y el hombre une, encadena y amalgama fácilmen-
te las aprehensiones que le vienen de fuera, mas los movimientos de
su alma que están dentro de él, que pertenecen exclusivamente á
su propia existencia, y que son muy distintos y diversos, permane-
cen en su alma aislados, cada uno en su clase, según el género de
afección que ha producido, y cuyo efecto, aunque permanente, ha
(*) La única voz genuina derivada de interjección que he hallado yo en nuestra len-
gua, es el verbo ayear, que significa repetir con frecuencia la exclamación ¡ay! pero estoy
muy lejos de pretender que no se encuentren otros derivados de esta especie, solamente
por haberme impedido descubrirlos mi propia ignorancia.
( XXV )
sido repentino. El dolor, el temor, la sorpresa, la alegría, la duda,
la esperanz¿i, & c , nada tienen de común entre si, cada uno de es-
tos sentimientos es solo y único, 3^ su efecto en el alma ha sido des-
de luego el que debía ser, sin que en él temra parte la voluntad ni
haya derivación de sentimientos, ni conocimiento adquirido, ni com-
binación facticia. Y sin embargo, las interjecciones son onomato-
peyas, y tal vez las primeras que empleó el hombre para expresarse,
porque la entonación de cada uno de los diverse* sentimientos dei
alma, tiene, digámoslo así, sus cuerdas propias y particulares en la
palabra para darse á conocer según son aquellos, y esta preferencia,
ó mas bien, esta relación común á todos los seres dotados de inteli-
gencia, no es una relación puramente convencional ó voluntaria",
como lo es comunmente la que existe entre las cosas y sus nombres,
sino una relación verdaderamente física y de conformidad entre cier-
tos sentimientos del alma y ciertas partes del instrumento vocal. La
voz del dolor, v. gi\, hiere las cuerdas bajas, y siempre es mas ó me-
nos prolongada, aspirada, gutural ó profunda, como ¡ah! ¡ay! La
voz de la sorpresa siempre es rápida, semejante al sentimiento que
la produce, y se vale de un tono mas alto, como ¡oh! ¡eh! La del
contento se diferencia de ésta en ser por lo común frecuentativa y
menos breve. La del disgusto, de la aversion, del tedio·, del asco,
& c , es casi siempre labial. La de la duda, del disentimiento ó del
recelo, es nasal, con la diferencia de que siendo la duda y el recelo
sentimientos inciertos, la voz que los expresa es prolongada; y al con-
trario, siendo el puro disentimiento una impresión determinada y
una operación pronta del alma, su expresión debe ser breve. El so-
nido nasal (propio de la n, y mas cuando la precede la i) pertenece
naturalmente á la negación, como lo prueba nuestro adverbio no:
ademas, en la lengua latina y en todas las que se derivan de ella, la
idea primitiva, ó lo que es lo mismo, la negación absoluta, se expre-
sa por la voz nasal in, como ingrato, indómito, innoble, inmundo, Sçc.
Después de las interjecciones que debemos mirar como las prime-
ras onomatopeyas que produjo la voz humana, vienen las voces que
inventó el hombre en un principio para designar ciertos animales
y ciertas cosas necesarias á su existencia, y ya que seria muy pro-
lijo y ageno de este lugar descender á explicaciones circunstancia-
das acerca de la formación de todas las onomatopeyas, bastará decir
D
( XXVI)
que todas ellas son primitivas y mas limitadas en su significación,
que cualquiera otra voz, porque todas expresan cosas que aunque
están fuera de nosotros, esto es, aunque son objetos exteriores, no
inspiran por su propia naturaleza, ideas capaces de muchas modifi-
caciones; y no las inspiran porque la sensación que causan no per-
tenece á las afecciones del ánimo: por consiguiente las onomatope-
yas de esta especie deben producir muy pocas voces sinónimas (*).

3.°

No todas las onomatopeyas expresan sonido: las hay que indican


movimiento, figura, sensación, accidentes, & c , corno vaivén, relám-
pago, titilación, dentellear, rodar, deslizarse, Scc, las cuales no pintan
la cosa directamente, sino por medio de una operación de la memo-
(*) Las principales onomatopeyas con que nuestra lengua expresa la voz de ciertos
animales, son estas—
Arruar El jabalí. Ladrar El perro.
Arrufar \ El perro enojado, cuando Maullar El gato adulto.
enseña los dientes. Mayar El gato joven.
Arrullar . . . . . . La paloma. Mugir El buey.
Aullar El lobo. Piar El pollo.
Balar La oveja. Pipiar El pichón.
Berrear El becerro y el carnero. El ciervo cuando respon-
Bramar El toro. Rebramar.
de á la hembra.
Bufar El tigre.
El jabalí', y principalmen-
Cacarear La gallina. Rebudiar., te la jabalina.
Cuchichiar . . . . La perdiz y la codorniz.
Cloquear La gallina clueca. Rebuznar El burro adulto.
Crascitar El cuervo. { Las aves, unas á otras en
Reclamar
Croajar El grajo y las ranas. su especie.
Chacharear.... La urraca. Refunfuñar. ,E1 gato montes.
Charlar El guacamayo. Relinchar El caballo.
Chillar El raton. Rezongar . . . . .El lobo.
Gañir La zorra. Roncar El gamo.
Garrir La cotorra. Roznar El burro joven.
Gaznar El pato. Rugir El león.
Gorjear El jilguero. Silbar La serpiente.
Graznar El cisne y el buitre. Susurrar Las abejas.
Gruir La grulla. Trinar El ruiseñor.
Gruñir El cerdo. Ulular..·. El buho.
Jadear El perro cansado. Zumbar El mosquito.
De las onomatopeyas castellanas de otra especie he logrado reunir hasta ahora mil seis-
cientas veinte y una; y movido del deseo de contribuir en cuanto pueda, á hacer brillar
las riquezas de nuestra lengua, me propongo publicarlas en forma de diccionario, con-
tando con 1st indulgencia de los literatos y de todas las personas instruidas.
( XXVII )
ria, por lo que podemos llamarlas de comparación, pues nos hacen
recordar el objeto que nos ministra la idea primitiva, para compa-
rar con ella la secundaria ó derivada, v. gr., la voz vaivén significa
un movimiento encontrado, de un lado á otro, ó de atrás á delante;
pero no significaría esto, si no nos obligara á acordarnos instantá-
neamente y sin advertirlo, de la acción de ir, y de la de venir, y si
al mismo tiempo no se fijara cuanto es posible la imitación de la
cosa, adecuando ä ésta las articulaciones, como lo hacen los dos mo-
nosílabos va y ven, no menos prontos y cortos que el movimiento que
expresan. Esta analogía constante entre el modo de ser de la cosa
y la estructura material de la palabra que la expresa, es de la ma-
yor importancia para las investigaciones etimológicas, y depende
tanto de las letras características, como de su combinación, y de la
acentuación de las sílabas. Así, en la voz relámpago, v. gr., la onoma-
topeya consiste primeramente en la sílaba re, cuyo sonido recio, fuer-
te y vibrante nos hace concebir la idea del ruido; después, en la sí-
laba lamp, que se produce por un solo sacudimiento de la lengua al
pronunciar la vocal a, y cortando este sonido casi al mismo tiempo,
por medio de la simple presión de los labios,' que nos obliga á ejecu-
tar la combinación de las dos labiales mp: y de este modo nos dá
aquella sílaba la idea de la rapidez por la ligereza con que move-
mos la lengua para pronunciar las tres letras amp reunidas. Sigue
la onomatopeya en las dos últimas sílabas α-go, de las cuales la pri­
mera por su combinación con la p, produce un sonido forzado, se-
mejante á un estallido, y hace que la última sílaba go resulte tan
breve corno puede serlo una sílaba en que no se quiere emplear fuer-
za alguna. Por último, la onomatopeya queda perfecta con la acen-
tuación que damos á la palabra relámpago; pues en la combinación
de toda ella, la sílaba re con que empezamos á pronunciarla, nos da
ademas la idea del ruido, de la repetición (que es propia de esta sí-
laba en nuestra lengua); y la fuerza y la tardanza con que apoyamos
la entonación de la voz en lamp, juntas á la prontitud con que emi-
timos naturalmente las dos últimas sílabas ago, que van deslizándo-
se por decirlo así, hasta desvanecerse el sonido de la última, nos ha-
cen formar una comparación instantánea, esto es, la idea de una cosa
ruidosa, movible, pesada en uno de sus extremos, ligera y débil en el
otro, y que éste se agita ó vibra con velocidad, á la manera de lo
( XXVIII )
que sucede, v. gr-, en una espada delgada, cuando la sacude con
fuerza una mano robusta. Lo mismo respectivamente podemos de-
cir de la voz titilación: la sílaba ti compuesta del sonido golpeador
de la dental t, y del de la vocal i que es el mas agudo que puede
formar la voz humana, conviene á todo ]o pequeño, delgado y lije-
ro (*). La repetición de esta sílaba trae ala memoria la repetición
del movimiento de cualquier objeto material que tenga aquellas cua-
lidades, y haciendo nuestro entendimiento por este medio una com-
paración repentina, empleamos la palabra titilación para expresar h
sensación que nos causa interior ó exteriormente cualquier movi-
miento acelerado, suave y agradable.

4.a
En las investigaciones etimológicas hacen el principal papel los
sonidos radicales, esto es, aquellos sonidos que por necesidad han de
dominar en todas las voces que pertenezcan mediata ó inmediatar
mente á una idea primordial, y esta es la principal base de la etimo-
logía, porque abraza la forma y la relación de las palabras, las cua-
les son los signos materiales que deben darnos á conocer las ideas.
Estos sonidos radicales pertenecen á determinadas letras, ya solas,
ya unidas, que indican la relación, analogía ó.dependencia del sig-

(*) Esta es la razón porque nuestros diminutivos acaban en ito, é ita; ico, é ica; Mo
é illa. En todas estas terminaciones domina la característica i, signo, como hemos dicho,
representativo de lo pequeño, diminutp, ligero, &c.—La correspondencia de los sonidos de
las vocales con los tonos músicos, lejos de ser indiferente como podria parecer, es de
suma importancia para el estudio del mecanismo de las lenguas. (Véase la preciosa obra
intitulada, Sistema musical de la lengua castellana, impresa en Barcelona, año 1832.)—
En general puede tomarse por regla la siguiente comparación:
o.... corresponde al bajo.
u a l . . . . . . . . . barítono.
a al tenor.
e al contralto.
i al tiple.
Esta correspondencia musical y las combinaciones que admite, llegan á ser caracterís-
ticas en las voces, lo mismo que lo son las letras, y en ella consiste nada menos que la
eufonía de nuestra lengua.
( XXIX )
niñeado (por cuya razón se llaman letras características), y hacen
que los sonidos sean simples ó combinados. Los primeros pertene-
cen á las vocales; los segundos á las consonantes. La naturaleza
nos demuestra que el hombre en su infancia, empieza á caracterizar
las voces por medio de los sonidos mas simples y naturales, cuales
son los de las vocales, y entre ellas la a especialmente. E n segui-
da caracteriza los acentos figurándolos con las partes, cuyo movi-
miento le es menos difícil; desde luego con los labios, después con
la garganta, y de este modo empieza á emplear los sonidos combina-
dos mas fáciles, esto es, los labiales que se forman con solo pronun-
ciar cualquiera letra vocal uniendo y separando alternativamente los
labios al mismo tiempo. Así es que en todas las lenguas, las sílabas
ab, ha, pa, ma son las primeras que pronuncian los niños, y que com-
binadas después del modo mas natural, producen las voces mama,
papa, raices primordiales, creadas por la misma naturaleza humana,
y cuya aparición es, como dicen los filólogos, una consecuencia ab-
soluta de esta verdad física, el hombre habla.
Si seguimos el camino que nos muestra la naturaleza, llegaremos
á ver que el hombre naturalmente denomina cada órgano de la pa-
labra según la inflexion, el movimiento ó el· carácter propio de este
mismo órgano. E n esta clase de palabras se ve que la caracterís-
tica radical es la misma letra propia y conveniente al órgano signi-
ficado por el nombre; y aunque después se hayan dado otras deno-
minaciones á estos órganos, la naturaleza ha sido siempre la o-uia
que maquinalmente las ha determinado, y por lo mismo debemos
mirarlas como voces necesarias, pertenecientes á la lengua primiti-
va nacida de la conformación humana. Sirvan de ejemplo las in-
flexiones guturales ga, go, gu: en ellas la característica g, no sola-
mente ha sido la raiz del nombre dado al órgano, y á lo que á este
pertenece, sino también la de otras muchas voces que expresan ó
pintan un ruido mas ó menos semejante al que produce el órgano
cuando pronuncia la característica g. Así, este órgano se llama en
castellano gorja, garganta, ó garguero; en italiano, gola: en francés,
gorge; en inglés, gullet; en alemán, gurgel; en latin, guttur; en grie-
go, glottis; en hebreo, gharon, Sçc. Entre las infinitas voces que tie-
nen conexión con este nombre, ó que se derivan de él, ó que imitan
ó indican el sonido propio de la garganta, puede α citarse gaznate,
( XXX )
gañote, cogote, garganta, gargantilla, guía, goloso, ahogar, glotón,
gorjear, gorgnera, golilla, gola, gargajeo, trago, agonía, angina (*)·,
angustia, &c., & c , y otras por analogía ó comparación de ideas,
como golfo, gruta, grotesco, órgano, angosto.
Lo mismo sircede respecto de los sonidos característicos combi-
nados. E l de la combinación st, v, gr., refiere la idea á la firmeza,
á la fijación, á la presencia actual ó inmediata. Si pronunciamos
estas dos consonantes solas, sin agregarles el sonido de ninguna vo-
cal, produciremos un sonido particular que es una verdadera inter-
jección, la cual expresa un deseo ó una voluntad, y la empleamos
para hacer callar á una persona repentinamente, ú obligarla á per-
manecer en estado de inmobilidad. Con mas ó menos extension ex-
presan las ideas arriba indicadas, las voces estar, estado, estabilidad,
consistencia, asistencia, constancia, estanque, estrella, estatua, astro,
estructura, construcción, estupor, persistir, & c , y en la lengua lati-

(*) Permítaseme aprovechar la oportunidad que me ofrece la voz angina (escrita


con g y no con;') para hacer ver que la ortografía no es arbitraria ni carece de funda-
mento. Hay razones para que cada palabra tenga precisamente las letras que tiene y no
otras: alterar éstas de cualquier modo, sin mas motivo que el capricho, es desfigurar la
pintura, y por consiguiente impedir que sea conocido el objeto que ella representa. Véase,
por.ejemplo, lo que se dice de las letras a, b, c, l, en los artículos Alma, Beso y Claustro,
de este Diccionario. Si no se respeta la etimología, llegará tiempo en que sea casi imposible
descubrirla y mas aun el verdadero significado de las voces, y acaso llegaremos á conce-
bir lo contrario de lo que estas expresan, como puede suceder principalmente en las que
se derivan de otras lenguas, v. gr., exotérico, quiere decir lo público, ó lo que está fuera;
esotérico, lo secreto, ó lo que está dentro: geología significa ciencia de la tierra; jeología
quiere decir ciencia del tiro, o de dispara?; porque la etimología de esta última palabra,
escrita con;;, es la voz griega ieoo, yo disparo, ό lanzo; y la de la palabra anterior, escri­
ta con g, es geo, la tierra. La terminación logia reconoce por raiz logos, discurso; y aque-
lla misma terminación, escrita con; tiene por raiz loi, de loibomai, hacer libaciones ó sa-
crificios. Véase cuan grande y trascendental es la diferencia de las ideas que nos pintan
en estas voces las letras <?,;', s, x. Podrá si se quiere ser indiferente poner una letra por
otra de igual sonido, en ciertas palabras, como mujer,, jilguero, ajeno, jeringa, herraje, jeta,
lijero, quejido, fyc, porque en ellas no se altera la ortografía de modo que cause duda ó
error; pero respétense las características radicales que como en angina, sirven de guia al
entendimiento para descubrir la verdad. No parecerá inoportuna esta advertencia á las
personas que hayan notado la espantosa y lamentable anarquía ortográfica en que de al-
gún tiempo á esta parte procuran sepultarnos muchos ignorantes, para quienes es mas
cómodo corromper la lengua y despojarla de su noble carácter, que dedicarse á estudiar-
la y á conocer los fundamentos en que se apoyan sus reglas.
( XXXI )
na, origen de la nuestra, stare, stabilire, stips, stupidus, stamen t
stagnum, stellae, strenuus, constans, Sçc.
He aquí el gran secreto de la ciencia etimológica; buscar la ca-
racterística de cada voz (sin olvidar que esta característica puede
consistir en sonidos simples, ó en combinados, esto es, en letras so-
las ó en sílabas),-é ir subiendo con las investigaciones basta descu-
brir con certeza, ó por deducción la analogía que puede haber en-
tre la palabra cuyo significado se busca, y el significado de la voz
primitiva. Entonces se ve si la voz pinta la cosa por la impresión
que esta hace en los sonidos; si expresa diversidad de modos de ser
aquella; ó ciertas y determinadas modificaciones, ya déla cosa mis-
ma, ya del efecto que esta produce en el ánimo, & c , y entonces será
fácil fijar el significado de las voces, y por consiguiente, la diferen-
cia que hay entre las que á primera vista parecen sinónimos perfec-
tos. Pero debe tenerse por regla general é invariable que en la elec-
ción de etimologías, si llega el caso de haber de elegir entre varias',
deben preferirse siempre las físicas á las históricas y morales, y de
unas y otras, las mas conformes con la naturaleza.
DICCIONARIO

DE

SINÓNIMOS CASTELLANOS.
ABA ΑΒΑ

ABAJO, DEBAJO.—El primero considera al sona ó cosa á quien se aplica.—-Dejé la


cuerpo con relación á la altura en que casa porque su dueño la tenia abando-
se halla, sin relación á otro cuerpo; el nada; esto es, "me separé de la casa,
segundo le considera con relación á la cesé de habitarla, porque su dueño no
situación en que está, respecto de otro la cuidaba ni atendía."—"¿Seráposible
cuerpo; esto es: está abajo lo que, en una que me dejes abandonado á mis temo-
altura determinada, está en un lugar in- res?"
ferior, aunque no haya otro cuerpo ar- Abandonar, nos hace concebir la idea
riba; está debajo lo que tiene encima, ó de las consecuencias físicas y morales
sobre sí otra cosa. del abandono; dejar, nos da una idea li- '
" E s menos penosa la cuesta acia aba- mitada á la separación material en lo fí-
jo, que acia arriba." "Hoy no ha pi- sico, ó á un simple consentimiento de
cado ningún pez, porque todos se han la voluntad en lo moral, como cuando
quedado abajo." "Se quedó abajo-, no decimos, "deja el libro sobre la mesa."
quiso subir." "Está debajo de la mesa." —"Dejemos eso para otra vez."—"Dé-
"Lo tiene debajo àel pié." Basta subs- jame hablar."—Déjame en paz."—"No
tituir una voz por otra en estos ejem- deje vd. de hacerlo."
plos, para conocer la propiedad con que
Llamamos dejado al hombre que no
explican respectivamente las ideas á que
cuida de su aseo personal, ó del arre-
corresponden.
(L. de la Huerta.) glo doméstico de su casa, por pura ne-
gligencia; pero si ademas de esto, des-
ABANDONAR, DEJAR.-Podemos abandonar precia su propio interés, y se entrega á
una cosa sin dejarla, y al contrario, po- la ociosidad ó á los vicios, descuidando
demos dejarla sin que la abandonemos. su hacienda, su conveniencia ó sus obli-
Abandonar, expresa el acto de la vo- gaciones, decimos que es abandonado.
luntad por el cual nos resolvemos á no Del verbo dejar se deriva el sustanti-
volver á tomar interés por tal ó cual vo dejadez, que expresa perfectamente
cosa, á no hacer aprecio de ella, á mi- la falta de voluntad, ó de energía para
rarla con indiferencia, y á no alterar el obrar de tal ó cual modo en lo que inte-
estado que tiene. resa particularmente á nuestra persona.
Dejar, supone separación ó despren- —V. Desamparar.
dimiento, pero sin desprecio de la per- (G, de la Cortina,)
ABO ( 4 ) ABO
ABDICAR, HACER DIMISIÓN.—Significan mosean á los ojos de un hombre inte-
en general dejar un empleo, un cargo. resado, la mas execrable de todas las
Abdicar, no se dice sino de puestos de criaturas.
consideración, y ademas supone dejación (Mardi.)

voluntaria, en vez de que la dimisión


puede ser for2ada, y aplicarse también, A B O M I N A B L E , DETESTABLE, E X E C R A B L E .
á empleos grandes y pequeños. —Abominable, se compone de la prepo-
Cristina, reina de Suecia, abdicó la sición ab, de la voz ornen, agüero, pre-
corona. Eduardo II, rey de Inglaterra, sagio; y de la terminación able, que es
se vio forzado á hacer dimisión del rei- la latina bilis, y que significa la fuerza,
no. Felipe V , rey de España, hizo vo- la capacidad, la facultad de ser ó venir
luntariamente dimisión en favor del prín- ά ser tal cosa; lo que es propio, á pro-
cipe su hijo. pósito para hacer ó para ser hecho.
(March.) Abominable es lo que no es ominable, lo
que no es bueno para los presagios, lo
A B O M Í N A B L E , DETESTABLE, E X E C R A B L E . que es de mal agüero. La abominación
— L a idea primitiva y positiva de estas es propiamente el acto por el cual se
palabras, es una calificación de lo malo conjuran los presagios funestos. De-
en sumo grado. De manera, que no son testable, se compone de la preposición
susceptibles de aumento ni de compara- negativa de, del verbo, testan, testificar,
ción, sino en el caso en que se quiera y de la terminación able. Designa lo
dar al objeto calificado el primer lugar no testable, aquello de que no se debe
entre todos aquellos á quienes pueda testificar, aquello que merece un testi-
convenir el género de calificación. Así monio no favorable. Execrable, se com-
es, que se dice, el mas abominable de pone de la preposición exclusiva ex, del
todos los excesos; pero no se diria un adjetivo sacer, sagrado, y de la termi-
exceso muy abominable, ni mas abomi- nación able. Significa lo que debe es-
nable que otro. Como ellos expresan tar fuera de lo sagrado, lo que está fue-
por sí mismos todo lo mas fuerte, exclu- ra de ello, el que atropella y viola las
yen todas las modificaciones que pue»· cosas sagradas. Una cosa ó acción que
den hacerse en la mayor parte de los de- amenaza, que es siniestra, que excita el
mas epítetos; y en esto son sinónimos. terror, la aversion, es abominable. Lo
Su diferencia consiste en que lo abo- esencialmente malo, insoportable, que
minable parece hacer relación mas di- excita el odio, es detestable. Lo que es
recta á las costumbres; lo detestable al sacrilego, impío, contrario á las leyes
gusto, y lo execrable á la conformación. divinas y humanas, que excita el hor-
Lo primero denota una obscena corrup- ror, la indignación, es execrable. P r o -
ción; lo segundo, designa maldad ó de- curamos alejar de nosotros, disipar lo
pravación; y lo último, expresa una e x - abominable; hacer que se condene, que
trema deformidad. se proscriba lo detestable; que se persi-
Los que tienen una devoción supers- ga, que se aniquile lo execrable. E l im-
ticiosa pasan al libertinaje, y comun- bécil Claudio, especie de mujer, gober-
mente se encenagan en él, hasta en lo nado por rameras, es un príncipe detes-
que hay mas abominable. U n manjar table. Catilina, conjurado contra su pa-
tenido hoy dia por detestable, se sacaba tria con toda la fuerza de los vicios for-
midables, auxiliado de prendas grandes,
en tiempo de nuestros antepasados en
es un ciudadano abominable. Cromwel
las mejores mesas. Las riquezas her-
ACÁ ( δ ) ACÓ
con el Evangelio en una mano-, y con la Como las acciones de estos dos ver-
espada en la otra, derribando el trono y bos son por lo general inseparables, es
degollando á su rey por mano del ver- poco perceptible su diferencia ; pero
dugo, es un vasallo execrable. La ava- para distinguirla basta buscarla en un
ricia que mancha todas las virtudes, es ejemplo, en el cual lo que se acaba sea
un vicio detestable. La hipocresía que las precisamente la acción de otro verbo.
remeda, es un vicio abominable· El fa- Mañana acabaré de escribir. No aca-
natismo que mira como virtud el violar ba de llorar. A las doce acabó de cor-
en nombre del cielo todas las leyes de rer. Acaba de salir, de volver, de en-
la naturaleza, es un vicio execrable. Es- trar. En ninguno de estos ejemplos se
tas tres voces se usan en un sentido mas puede usar sin impropiedad del verbo
lato para designar los diversos grados concitar, porque no se trata directamen-
de exceso de una cosa mas mala; y en te de una cosa finalizada y completa por
este caso abominable dice mas que de- medio de la conclusion, sino puramente
testable; y execrable dice mas que abo- de una acción que cesa; del término y
minable. fin á que llega, no la cosa concluida, sino
(A. Cienfvegas,) la operación con que se concluye.
(L. de la Huerta.)
ABORRECER, DETESTAR.—Estas dos pala-
bras son de poeo uso, á no ser en tiem- ACELERAR, APRESURAR.—Ambos equiva-
po presente; é indican igualmente sen- len á aumentar la velocidad, la diligen-
timientos de aversion, de los cuales el cia, el movimiento, con el fin de con-
uno es efecto del orden natural ó de la cluir con mas prontitud una operación;
inclinación del corazón, y el otro, de la pero apresurar da idea de un cierto des-
razón y del juicio. orden, de una prisa dirigida sin regla
Se aborrece todo aquello que no se ni concierto al fin. El verbo acelerar
puede sufrir, y que es objeto de antipa- no supone por sí solo está idea; su ac-
tía. Se detesta lo que se desaprueba y ción parece mas bien efecto de la con-
se condena. fianza de llegar antes al fin, mediante
El enfermo aborrece los remedios; el el aumento de velocidad y diligencia;
desgraciado detesta el día de su naci- la del verbo apresurar parece mas bien
miento. el efecto del apuro, de la desconfianza,
Alguna vez se aborrece lo que seria del temor de no poder llegar al fin.
ventajoso amar: y se detesta lo que se El muchacho que ha malgastado el
estimaría) si se conociese mejor. tiempo en jugar, apresura, escribe atro-
El hombre de gran corazón aborrece pelladamente la plana por el apuro en
todo lo que es bajeza y cobardía. Una que se halla, y por el temor del castigo.
persona virtuosa, detesta todo lo que es Cuando se trata de alcanzar á algu-
crimen é injusticia. no, ó llegar á tiempo, decimos: no hay
(March.) que apresurarse, basta acelerar el paso
lo preciso para conseguir el fin; pero
ACABAR, CONCLUIR.—Acabar representa sin apuro, sin temor de que nos falte
la acción de llegar al término ófinde tiempo.
una operación; concluir, representa la Apresurar es el exceso de acelerar.
acción de dejar la cosa completa. Hoy (L. de la Huerta.)
se acaba mi fatiga. Hoy se concluye la
casa. \ ACCIÓN, ACTO.-- Acción se dice indiferen-
ACL ( 6 ACÓ
temente de todo cuanto se hace, sea dirigen sus rayos acia ella, le comuni-
común ó extraordinario; y acto, sola- can su luz.
mente de lo que se hace notable. Consiguiente á esto el uso castella-
Por sus acciones, mas que por sus pa- no ha llamado lumbre á la materia de la
labras, descubre uno los sentimientos luz (*), y claridad al efecto de esta
de su corazón. Es un acto heroico el con relación á nuestra vista. Así es
perdonar al enemigo, cuando se halla que un pedernal da lumbre aunque no
uno en estado de vengarse de él. dé luz ni claridad. Así es que llama-
E! sabio se propone un buen fin en mos lumbreras á los cuerpos luminosos.
todas sus acciones. Consiguiente también á lo dicho, se
Los príncipes deben señalarse en las llaman claros los líquidos transparentes,
diferentes épocas de su vida, con actos y en general, todo cuerpo al través del
de virtud y de grandeza. cual pueden pasarlos rayos de luz, co-
Se dice una acción virtuosa; una bue- mo los tejidos, los cristales &c.—V.
na ó mala acción; pero no se dirá un Alumbrar, iluminar.
acto de virtud, un acto de bondad. (Jormma.)
Hácese una buena acción ocultando
los defectos del prójimo; y es segura- ACLARAR, ILUSTRAR.—Estas voces son
mente el acto mas raro de caridad en- en el sentido metafórico lo que en el
tre los hombres. sentido recto, alumbrar, iluminar.
(March.)
Se aclara una proposición obscura
para que se entienda: se ilustra con
ACLARAR, ALUMBRAR.—La significación ejemplos ó con notas lo que se quiere
de estos dos verbos es dar luz á una presentar con mayor claridad, para que
cosa cualquiera. se perciban sin trabajo todas sus cir-
Aclarar prescinde de los medios, y cunstancias y relaciones. Se aclaran
puede hacerse indirectamente, como las verdades: se ilustran los hombres
quitando los estorbos que se oponían con sus hechos. Un entendimiento cla-
al paso de la luz, ó reuniendo los rayos ro es el que ve lo bastante: un enten-
de ésta por medio de vidrios y rever- dimiento ilustrado es el que está ador-
beros. nado de conocimientos. La claridad
Alumbrar es aclarar directamente a- de aquel se llama luz natural: la ilustra-
plicando la luz sobre el objeto; por es- ción de éste se llama luces; siempre
to los hombres, que aclaramos una co- consiguiente en que ilustrar, lo mismo
sa de varios modos, no podemos alum- que su propio iluminar, supone mayor
brarla sino por medio de la luz artifi- luz de la que se necesita para ver.
cial. (Jonama.)
Aclarar considera mas la visualidad
de los objetos: alumbrar atiende mas á ACOGERSE, REFUGIARSE.—El que busca
la materia de la luz: esto es, el prime- recurso, ayuda ó protección, se acoge á
ro considera la luz como pasiva y exis- la. persona que puede dársela: el que
tente en los objetos; el segundo la con- huye un peligro y busca resguardo ó
sidera como activa, y dirigiéndose acia
ellos. (*) En otras lenguas no tiene nombre este principio,
lo que viene á ser una inconsecuencia en la nomenclatu-
El sol, la luna, las estrellas aclaran ra química, pues distinguiendo el calor de la materia que
la tierra, es decir, la ponen clara, dejan lo produce, exige la analogía que se haga igual distinción
entre la luz y su materia, como realmente se verifica en
ver los objetos; la alumbran, es decir, la lengua castellana.
ACT ( 7 ) ADU
asilo, se refugia; y ambas palabras se ADIVINO, P R O F E T A — E l adivino descubre
usan de este modo, tanto en sentido lo que está oculto. El profeta predice
recto, como en figurado, sin que pueda lo que debe suceder. El primero tiene
emplearse una por otra sin faltar á la por objeto lo pasado y lo presente: el
propiedad: así lo prueban estos ejem- segundo lo futuro.
plos. Los griegos refugiados en Fran- Un hombre bien instruido y que co-
cia hallaron en esta nación la mas ge- noce la relación que tienen con los mo-
nerosa acogida.—Para salir de la difi- vimientos del alma los mas leves indi-
cultad, se acogió al sentido literal.— cios exteriores, es tenido fácilmente en-
La tempestad se nos echaba encima, tre muchos por adivino. Un hombre
y no veíamos donde poder refugiarnos. sabio que ve las consecuencias en sus
—Si vd. no me acoge benignamente, principios, y los efectos por sus causas,
¿en dónde hallaré un refugio!—V. Re- puede hacer que el pueblo le tenga por
fugio, asilo. profeta.
(O. de la Cortina.) (March.)

ACTITUD, POSTURA.—La postura es una ADULADOR, LISONJERO.— El lisonjero es


manera momentánea de poner el cuer- mas fino que el adulador. Éste lo alaba
po. todo, y sacrifica sin arte ni rebozo, su
La actitud es una posición duradera. propia opinion, la verdad, la justicia, y
(March.) cualquiera otro respeto, al objeto de su
adulación. El lisonjero da mas aparien-
ACTIVO, EFICAZ.—La diligencia, la pron- cia de verdad á su alabanza, persuade
titud, la viveza con que se emplean los con mas sagacidad, se vale de medios
medios para conseguir un fin, ó con que mas eficaces, y muchas veces indirec-
obran las causas para producir los efec- tos, y se insinúa con mas destreza en
tos, constituyen la actividad y el ca- el ánimo de la persona lisonjeada.
rácter de activo. Un hombre prudente debe despreciar
La virtud, la fuerza, la calidad pode- la adulación y temer la lisonja; porque
rosa de los medios ó de las causas mis- aquella solo puede inclinar un ánimo
mas, constituyen la eficacia y el carác- bajo y despreciable; pero ésta sabe em-
ter de eficaz. plear con mas arte la fuerza irresistible
de nuestro amor propio.
Un remedio activo obra prontamen-
te, produce sin dilación su efecto: un La adulación es siempre directa, la
remedio eficaz obra poderosamente, con lisonja puede no serlo. El desprecio
fuerza, con seguridad. de la virtud suele servir de lisonja al
vicio: el de una hermosura suele serlo
Un hombre activo no logra siempre Φ de una fealdad: la conformidad de
lo que desea, si no sabe emplear los me- gustos lisonjea los del incauto, y le in­
dios mas eficaces para ello. clina al aprecio del lisonjero.
La actividad de un discurso sorpren- Por este mismo principio llamamos
de, y no da lugar á la duda; su eficacia lisonjeras á las palabras que persuaden
persuade y convence, y saliendo al pa- y no aduladoras, y usamos con preferen-
so á la duda, la destruye y disipa. cia del verbo lisonjear para explicar lo
El procurador debe ser activo; el que satisface á nuestro gusto, lo que
abogado debe ser eficaz. cautiva nuestro corazón, lo que nos ins-
(L. de la Huerta.) pira confianza.
AFI ( 8 ) AGR
Se lisonjean los sentidos con la apa- AFRENTA, INSULTO,ULTRAJE.—La afren-
riencia del deleite: se lisonjea el deseo ta es un dicho ó hecho, de que resulta
con la esperanza; y así decimos: me li- deshonor ó descrédito: ofende mucho y
sonjeo del buen éxito de este negocio; mortifica sumamente á los que son de-
se lisonjea vanamente de ello; y no, me licados en el honor.
adulo, ó se adula de ello. El insulto es un acontecimiento de
(L. de la Huerta.) obra ó de palabra, repentino ó violento.
El ultraje, añade al insulto un exceso
ADVERTIDO, AVISADO. — Examínense
de violencia que irrita.
aquí estas voces en el sentido de sagaz, No es reparar su honor el acudir al
capaz, astuto. juez por una afrenta recibida. Los hom-
La calidad de advertido, es análoga al bres de bien jamas sufren insulto de na-
talento; la de avisado, al ingenio. die. Es difícil decidir en qué ocasión
La penetración en los juicios, la pru- es mayor el ultraje, ó cuando se quita
dencia en la desconfianza, la solidez en al sexo por violencia lo que rehusa, ó
la precaución, son propias del adverti- cuando so desecha con desden lo que
do. La. viveza en la penetración, la sa-
ofrece.—V. Agravio.
gacidad en la desconfianza, la agudeza (March.)
en la cautela, son propias del avisado.
El advertido se precave contra el AGRADECER, RECONOCER. — Agradecer,
error: el avisado contra el engaño. supone la estimación que hacemos del
Los hombres suelen ser mas adverti- beneficio recibido. Reconocer, supone
dos que las mujeres; pero las mujeres la obligación que nos imponemos de
son, por lo común, mas avisadas que corresponder á él.
los hombres. Se agradece un regalo de poca mon-
No se desconfia tanto un hombre ad- ta, un obsequio, un saludo. El recono-
vertido de sus mayores enemigos, como cimiento seria excesivo para correspon-
una mujer atusada, de sus mayores der á estas frioleras; así como seria poco
amigas. enérgica la simple expresión de agrade-
(L. de la Huerta.)
cer una acción generosa que nos ha sal-
vado la vida, á que debemos estar « £
AFIRMAR, ASEGURAR.—Se afirma con só-
msKäsamB reconocidos,
lidos fundamentos ó con buenos apoyos, (L. de la Huerta.)
para que la cosa se sostenga y resista á
los impulsos y á los ataques. AGRAVIO, OFENSA.—El agravio atropella
Se asegura por la consistencia de la nuestro derecho; la ofensa añade al agra-
posición ó por lazos que sujetan, á fin vio el desprecio ó el insulto. El que
de que la cosa esté fija sin vacilar. tiene derecho á un ascenso que no ha
En sentido figurado, la evidencia de conseguido, se cree agraviado; si á este
las cosas y la fuerza del entendimiento, agravio se ha añadido un desprecio de
afirma al sabio en su modo de pensar su mérito, ó una declaración de su in-
contra las preocupaciones de los erro- suficiencia, se cree ofendido.
res del vulgo. La equidad y las leyes, Para el agravio es preciso que haya
son los únicos principios en que uno injusticia ; para la ofensa basta que
debe asegurar su conducta; los ejemplos haya insulto, aunque no haya injusticia.
podrán á veces justificarla; pero no la Aquel nos perjudica tal vez sin afren-
impiden que varíe. tarnos; ésta nos afrenta siempre ó nos
(March.) humilla.
ÀGR ( 9 ) AGR
No agravia el que dice de uno, que es "con mano armada, y dándole de palos,
tuerto, cuando realmente lo es, porque "pone mano á la espada, y hace su de-
en decir aquella verdad no hay la injus- "ber; pero la muchedumbre de los con-
ticia que exige el agravio para serlo; trarios se le opone, y no le deja salir
pero le ofende el que se lo dice ó se lo "con su intención, que es de vengarse:
recuerda, porque insulta su amor pro- "éste tal queda agraviado, pero no
pio y le humilla. Por eso se disimula "afrentado. Y lo mismo confirmará
el agravio mas fácilmente que la ofensa, "otro ejemplo: está uno vuelto de es-
no obstante que aquel nos causa un per- "paldas, llega otro y dale de palos, y
juicio efectivo, privándonos realmente "en dándoselos, huye y no espera, y el
de lo que nos pertenece; y ésta solo "otro le sigue y no le alcanza; éste que
nos incomoda con un perjuicio fundado, "recibió los palos, recibió agravio, mas
por lo regular, en la opinion ó el capri- "no afrenta; porque la afrenta ha de
cho; porque la ofensa choca directamen- "ser sustentada. Si el que le dio los
te con nuestro amor propio, que no per- "palos, aunque se los dio á hurta cor-
dona con facilidad, ni mira como leves "del, pusiera mano á su espada, y se
los insultos. "estuviera quedo, haciendo rostro á su
De un hombre que baila bien, sin ha- "enemigo, quedara el apaleado agravia-
a
cer vanidad de ello, ni pretender elo- do y afrentado juntamente: agraviado,
gios, no se puede decir que baila mal, "porque le dieron á traición: afrenta-
sin hacerle un agravio, de que no que- ndo, porque el que le dio, sustentó lo
da ofendido; pero sí lo queda una mu- "que habia hecho, sin volver las espal-
jer, á quien se disputa la buena figura, "das y á pié quedo: y así según las le-
aunque ella misma conozca que no la "yes del maldito duelo, yo puedo estar
tiene: porque aquel no vé en ello mas "agraviado, mas no afrentado."
que una injusticia; pero ésta vé en ello (L. de la Huerta.)
un desprecio, un insulto.
AGREGAR, ASOCIAR.—Agregar, es añadir,
Guardando la misma proporción en uniendo ó juntando unas personas ó co-
la respectiva propiedad de estas dos vo- sas á otras. Asociar, tomar por com-
ces, se dice figuradamente en lo físi- pañero á otr* para que ayude en cual-
co, que el sol, la luz, el viento, y otras quiera ministerio ó empleo. Se asocia
cosas inanimadas ofenden, y no se dice á las empresas, se agrega á una corpo-
que agravian. ración. Lo uno se hace para tener so-
(¿. de la Huerta.)
corro ó auxilio, ó participar de las ven-
AGRAVIO, AFRENTA.—Corresponde tam- tajas del éxito de la empresa, & c ; lo
bién á este análisis la distinción que otro, para tener un colega ó compañe-
hace Cervantes de estas dos voces. ro, ó sostener la corporación con el nú-
mero y la elección de los individuos.
"Entre el agravio y la afrenta hay
Los empresarios, mercaderes y asen-
"esta diferencia (dice D. Quijote, ha-
tistas se asocian. Los literatos se agre-
blando del religioso de la casa del du-
gan á las universidades y á las acade-
"que que acababa de injuriarle públi-
mias, &c.
"camente). La afrenta viene de parte (March.)
"de quien la hace y la sustenta; el
"agravio puede venir de cualquier par- AGRICULTOR, CULTIVADOR, COLONO.—
"te sin que afrente. Sea ejemplo: está Estas tres voces vienen de la latina co-
"uno en la calle descuidado, llegan diez lère, que en su sentido propio designa
AGU ( 10 ) AGU
cultivar la tierra, labrarla. De aquí cul- to, y en nuestra mente. En todos tiem-
tivador, que es el que se ejercita en el pos ha mirado el pueblo los fenómenos
cultivo. Colère en el sentido traslada- extraordinarios del cielo como presa-
do, designa dar culto, honrar, darse á gios, signos precursores de grandes re-
una cosa ó persona; y en este sentido voluciones políticas; y á veces han sido
decimos, cultivar las ciencias. Esta idea efectivamente funestos estos fenómenos
distingue al agricultor {cultor agri), que por los siniestros agüeros que el terror
es el que cultiva, que ama, que profe- sacó de ellos. La imaginación, la su-
sa, que se dá al cultivo de la tierra de perstición, el presentimiento, la preo-
labor. Colère, designa, en fin, habitar, cupación, forman los agüeros. La saga-
y por eso llamamos colonos á los que cidad, la ciencia, la experiencia, el ra-
van á establecerse á un pais y á fundar ciocinio, sacan los presagios. Los adi-
una colonia. Colono, designa el que vinos agüeran engañando, y las pitoni-
está atado, por decirlo así, á la tierra, sas exaltando la imaginación. Los mé-
el morador de ella. dicos considerando los síntomas, y los
(A- Cienfuegos.) meteorologistas observando los fenóme-
nos, presagian. Las almas débiles, vi-
AGUARDAR, ESPERAR. — La acción de sionarias, son las mas fecundas en agüe-
aguardar parece que se funda en la pro- ros. Acaso será esta la razón porque
babilidad que tenemos, de que venga lo Aristóteles dotaba á los melancólicos, y
que se aguarda, y la acción de esperar, los turcos á los idiotas del don de pro-
en la seguridad que creemos tener, de fecía. Los que son discretos, atentos,
que ha de venir lo que se espera. meditadores, son los mas fecundos en
Se espera al amigo que ha dado la presagios; y este es el genio que adver-
cita; se le aguarda, por si viene á la tía á Sócrates, y que inspira á veces á
hora á que suele venir. los sabios predicciones verificadas por
El buen soldado espera á pié firme al el suceso. Por nuestros agüeros se pue-
enemigo que le acomete. El cazador, de formar juicio de nuestros temores,
aguarda muchas horas la caza que no de nuestras esperanzas, de nuestra Con-
viene. dición, de nuestro genio. Por nuestros
(L. de la Huerta.)
presagios puede juzgarse de nuestras lu-
AGÜERO, PRESAGIO.—El agüero se sacaba ces, de nuestros conocimientos,de nues-
del canto, del vuelo, y de las demás ac- tra aplicación, de nuestros alcances. Se-
ciones de los pájaros; pero después pasó gún la naturaleza y las disposiciones de
á significar toda especie de conjetura los ánimos, un mismo objeto produce
sobre lo venidero. Presagio, es voz de agüeros diferentes, y aun contrarios; así
la lengua latina, en la cual prœsagire, como según el genio y las pruebas ac-
significa penetrar lo venidero, anunciar cidentales de los pueblos, el arte agüe-
las cosas antes de que sucedan. El ral habia establecido reglas diferentes y
aun contrarias de interpretación sobre
agüero, es simplemente la idea que for-
los mismos puntos. Según la exactitud
mamos de lo venidero por ciertos pre-
y la profundidad de los talentos, el mis-
supuestos. El presagio es á un tiempo
mo suceso sugiere presagios diferentes,
el signo, la cosa misma que anuncia lo
así como según el modo de ver y de dis-
venidero, y la conjetura del pronóstico
currir dos sectas, deducen de los mis-
que sacamos de los objetos. El agüe-
mos principios consecuencias opuestas.
ro está en nuestra imaginación, y no en
el objeto; y el presagio está en el obje- (A, Cienfuegos.)
ALF ( 11 ) ALG
ALARGAR, PROLONGAR, PROROGAR.— modo de pronunciarlas, lo cual es el
Alargar, es añadir uno de los dos cabos principio de toda instrucción, llamamos,
ó extender la materia. Prolongar, es ir por analogía, abecedario á los rudimen-
deteniendo el término de la cosa, ya sea tos de cualquiera ciencia ó facultad, y
por la continuación de ella, ya por di- por esta razón, también decimos, "es-
lación de ella, ó por producción de inci- tudiar, aprender el abecedano.^
dentes. Prorogar, es mantener la au- A los niños se les pone en la mano el
toridad, el ejercicio ó el valor de una abecedario no el alfabeto, porque lo que
cosa mas allá de su duración regular. se les vá á enseñar es la figura y el so-
Se alarga el vestido, un triángulo, un nido que deben dar á cada letra; pero al
discurso; se prolonga una alameda, un mismo tiempo se les hace conocer el
negocio, un trabajo; seproroga una ley, alfabeto, porque las letras están coloca-
una junta, un permiso, una licencia. das por orden alfabético.
(March.) La voz alfabeto, se refiere solamente
al orden; la voz abecedario, al modo
ALBOROTO, TUMULTO.— Alboroto, lleva de ser de la cosa, esto es, á la figura y
consigo la idea de un gran ruido; y tu- al valor de las letras, colocadas según
multo, la de un gran desorden. el orden que deben tener en la lengua
Una sola persona ó un corto número á que pertenecen.
de ellas, suele mover alboroto; pero el Ademas, siendo la voz abecedario for-
tumulto supone siempre que hay en él mada del nombre ó sonido de las cuatro
gran número de gentes. primeras letras del alfabeto castellano,
Las casas de disolución están expues- según el lugar que cada una ocupa en
tas á alborotos. Frecuentemente suce- él, esto es, a, b, c, d, seria una impro-
den tumultos en las ciudades de mala po- piedad llamar abecedario al alfabeto de
licía. cualquiera lengua, como por ejemplo,
Alboroto no se dice sino en sentido del hebreo, del griego, del ruso, y de
propio, y tumulto se dice también en sen- otras, en que la c no ocupa el tercer
tido figurado, de la perturbación y agi- lugar.
tación del ánimo, &c. Mal se sostiene (G. de la Cortina.)

una resolución que se ha tomado en me- ALGUIEN, ALGUNO.—Alguien se refiere


dio del tumulto de las pasiones. ilimitadamente á cualquiera persona.
(March.) Alguno, se refiere limitadamente á una
ALFABETO, ABECEDARIO.—Empleamos persona indeterminada, de un determi-
con propiedad la primera de estas vo- nado número ó clase.—"Si viene ál-
u
ces, cuando nos limitamos á indicar el guien á buscarme, di que no estoy en
orden de la colocación de las letras, ad- "casa, porque temo que ha de venir á
mitido en cada lengua, y por eso deci- "hacerme visita alguno de mis acree-
mos "orden alfabético," "índice alfabé- dores."
tico," "tablas alfabéticas," fyc. Esta es la razón porque se dice algu-
Nos valemos de la voz abecedario no de ellos, y no alguien de ellos.
(L. de la Huerta.)
cuando referimos la idea á la figura y al
sonido correspondiente á las letras, co- Ademas de lo que expone Huerta
locadas por orden alfabético. acerca de estas voces, debe advertirse,
Como para aprender una lengua, lo que alguien se aplica solamente á per-
importante es aprender, no tanto la co- sonas, y alguno, á personas, á animales
locación ordinal de las letras, cuanto el y á cosas; v. g., "este ruido lo hace al-
ALM ( I ) ALM
guna rata,—"Déme vd. algunas de esas dota ó de un cuento es probar una
flores." máxima moral, buena ó mala: su alma
(G. de la Cortina.) consiste en la gracia con que se cuenta.
A un facineroso, á un hombre duro
ALIANZA, LIGA, CONFEDERACIÓN, COA-
é insensible, lo llamamos desalmado,
LICIÓN.—La alianza es una union de
hombre sin alma; no obstante suele ser
amistad y de conveniencia; la liga, una un hombre de espíritu; esto es, de va-
union de designios y de fuerza; la con- lor, de resolución, y muchas veces de
federación, una union de interés y de talento y recursos.
apoyo; la coalición, es también una con-
Se tienen pasiones de animo, y en
federación, pero momentánea entre dos
ellas se agita mucho el espíritu, exage-
ó mas partes, contra algún intento daño-
rando el mal presente y representando
so á todos.
{March.) el que está todavía por venir. El es-
píritu se fatiga, se cansa: el ánimo pa-
ALIENTO, RESPIRACIÓN. — Estas voces dece, se agobia. Solo en estas frases
aparecen sinónimas en el Diccionario de se usa ánimo en lugar de alma.
nuestra lengua, y parece que lo acredi- La acción es en nosotros inseparable
ta el uso en las muchas frases en que del sentimiento: el sentimiento no β»1ο
se emplean indistintamente, como: fal- es de la acción. Por esto cuando con-
tar el aliento ó la respiración; detener sideramos en general el principio de la
la respiración ó el aliento. Pero en ri- vida, lo llamamos alma; de modo que
gor representan dos ideas diferentes. alma en este sentido, abraza los dos
La respiración es la acción de respi- principios, el de la actividad y el de la
rar, esto es, el movimiento repetido con sensibilidad. De aquí nace que dar vi-
que se atrae al pulmón el aire exterior, da se llama animar, no espiritar; y que
y se vuelve á echar por la boca. se dice alma de un negocio, alma de
El aire que se respira es el aliento. una república.
Respiración dificultosa, lenta, inter- (Jonama.)
rumpida. Aliento fétido: arrojar el alien-
to: empañar un cristal con el aliento. ALMA, ÁNIMA, ÁNIMO.—Empleamos la
[L. de la Huerta.) primera de estas voces siempre que re-
ferimos la idea al principio interior que
ALMA, ESPÍRITU.—El principio de la vida nos dá el ser y nos conserva en estado
es lo que se llama alma ó espíritu. La de vida, y en este caso tomamos mu-
vida consiste en sentir y obrar. El chas veces á este mismo principio por
principio de la sensibilidad es propia- el individuo que vive, como cuando de-
mente el alma: el de la actividad es el cimos:—"no se vé por las calles ni una
espíritu. Todo lo pasivo se refiere al sola alma," en lugar de "una sola per-
alma: lo activo al espíritu. El alma sona"—"no lo sabrá alma viviente,"
percibe las ideas: el espíritu las compo- en vez de "no lo sabrá nadie."—
ne y resuelve; se forma otras. Considerando al alma como parte ó
En las demás cosas, espíritu es siem- agente principal de la vida, decimos por
pre la parte mas activa; alma la parte analogía:—-el alma del negocio, esto es,
que las hace sensibles, picantes, gracio- lo principal ó lo sustancial del negocio.
sas. El espíritu de la pintura consiste —Le arrancaré el alma, esto es, le qui-
en la invención: el alma de la pintura taré la vida.—Lo siento en el almacén
es el colorido. El espíritu de una anác- lugar de lo siento mucho, &c. En nin-
ALM ( 13 ) ALM
gimo de estos casos podríamos sustituir alimentador. Decimos ánima cuando
con propiedad la voz anima. Este sus- referimos la idea al mismo principio,
tantivo ha quedado destinado por el uso considerándolo como productor de las
para significar las almas de los difuntos acciones 6 funciones vitales, por que áni-
que permanecen en el purgatorio, y es ma reconoce por origen la voz griega
tan exacta esta idea, que nos basta oir aliemos, de * ν ευ μ α que significa espí-
decir simplemente: "las animas," la co- ritu, aire, soplo, según la acepción
fradía de las ánimas," el toque de áni- que dieron á esta voz los filósofos estoi-
mas," "¡animas benditas!" & c , para cos, considerando á este aire vital co-
entender que se habla de las del purga- mo un quinto elemento, y por esta ra-
torio. zón llamaron pneumología á la ciencia
De la voz ánima tomamos el sustan- que trata de los espíritus, y los latinos
tivo animación, para expresar el acto de dijeron indistintamente animae silentes,
infundirse el alma en el cuerpo, y em- las almas de los difuntos,—comprimere
pezar la vida; y como esta consiste en animam, detener el aliento ó la respira-
el ejercicio deJaá funciones vitales, lla- ción,—animae thraciae, los vientos del
mamos animación con mucha propiedad, Norte, &c.
á la viveza ó expresión en las palabras, Pero aun hay mas. Nuestra lengua
acciones y movimientos de una perso- en el tesoro de su admirable riqueza,
na: y del mismo modo, cuando vemos tiene todavía otra voz distinta de áni-
un retrato, ó una figura humana pinta- ma y de alma, y propia para significar
da sin la propiedad necesaria para re- el mismo espíritu ó principio de vida,
presentar al individuo en estado de vi- considerado como principio ú origen de
da, decimos que le falta animación á la
pintura. palabra alma se compone de a, primer sonido vocal, pri-
mera letra del alfabeto latino, la cual vale una unidad
Yo no puedo menos de admirarme en los alfabetos numéricos, y sirvió" para designar lo que
es 6 está primero, δ en primer lugar, y al mismo tiempo
al ver que ninguno de los filólogos que se refiere al dominio 6 & la posesión, indicando el dueño
se han dedicado al análisis de los sinó- ó el propietario. Despftes de 1 a a, sigue l, cuya pronun-
ciación es propia para expresar la fluidez, requiere un
nimos castellanos, haya fijado su aten- movimiento de la lengua suave y ligero, y por consi-
cion en la diferencia filosófica que es- guiente debe convenir á las ideas de fluidez, de desliza-
tablecemos naturalmente entre las vo- miento, y que se refieran á las funciones de la lengua
dentro de la boca, como lo indican tas palabras lamer, li-
ces alma y ánima, ateniéndonos, acaso quido, licor tyc. Estos atributos propios de las letras a y
sin saberlo, al origen de cada una de l, y que convienen al hombre, constituyen la esencia de
la sílaba oí, la hacen pertenecerá toda idea referente ai
estas voces. Y no hay remedio; deci- hombre haciendo uso del órgano llamado lengua, y la con-
mos alma cuando queremos referir la vierten en radical de todas las palabras que expresen ideas
relativas á esta función, como alere, alimentar; alimentum
idea al principio de la vida, considerán- alimento; aletudo, gordura; alumnus, el que es alimentado;
dolo únicamente como conservador de alumna, y altrix, nodriza; alicarius, el que muele las se-
millas, y también el que las vende &c.—Y si queremos
ella, porque alma se deriva del latin descender ä deducciones ideológicas, veremos que como
alere, alimentar, nutrir, mantener, y de el que es bien alimentado, hablando de los hombres, cre-
este verbo tomaron los latinos el adje- ce, adquiere mayor magnitud, y ocupa un espacio mas
grande desde el suelo acia arriba, ó (hablando de los ár-
tivo almus, alma, almum (•*), nutritivo, boles) desde el pie hasta la cima, se aplico la idea produ-
cida por la rai'í ai, á la separación 6 elevación vertical, y
se dijo altus, allitudo, altare, altisonans, exaltare, <$"c, y en
(*; Como la formación de las voces no es arbitraria,
castellano, alzar, alto, altura, aliar, altisonante, alteza, exal-
debemos analizar con toda la minuciosidad posible los ele- tar, exaltación, altivez, altanería, altivo, altanero; altozano,
mentos que entran en la composición de cada una de altimetría $c. tfc., y al instrumento mas natural y propio
ellas, si queremos conocerlas con toda la perfección posi- para alzarse ö elevarse, se le llamo ala, palabra de las mas
ble,.; convencernos de la razón que hay para dar ä cada ideológicas qne tiene la lengua castellana.
vos el significado que tiene. En el presente caso, debemos
empelar por notar que la sílaba al con que principia la (G. di la Cortina.)
ALT ( 14 ) ALT
las operaciones racionales, y esta voz í Un príncipe puede y debe desechar
es el sustantivo animo, con la cual ex- con una altivez heroica, proposiciones
presamos ideas de voluntad, de acción ó propuestas degradantes; pero no de
y de sensación: y como estas funciones un modo altanero, ni con tono altanero,
del alma hacen suponer en ella la fuer- ni con palabras altaneras.
za y el vigor necesarios para ejecutar- Un alma altiva es grande; un alma
las, decimos con mucha propiedad: ani- altanera es soberbia.
mar ó infundir animo, por infundir valor, Se puede tener corazón altivo con
—animarse á hacer tal cosa, en vez de, mucha modestia; no se tiene genio al-
resolverse á hacerla,—no tengo, ó no tanero sin un poco de insolencia. El
hago ánimo de decirlo, en lugar de no insolente, es respecto del altanero, lo
es mi intención decirlo,—decaer de áni- que el altanero respecto del imperioso,
mo, desconsolarse, perder las esperan- que tiene genio dominante.
zas,—¡ánimo! ¡buen ánimo!—dilatar el (March.)
ánimo, expresión sumamente significati-
va y conceptuosa de que nos servimos ALTURA, ELEVACIÓN, EMINENCIA.—La
para dar á entender el consuelo ó el altura expresa la situación de un cuer-
po, separado de la tierra acia arriba y
desahogo que proporcionamos ó senti-
perpendicular á ella, y trae consigo la
mos en las aflicciones por medio de la
idea de la distancia, ó lo que es lo mis-
esperanza ó de la conformidad.
mo, de la medida.—Así decimos altura
Finalmente: el alma nos da la vida de polo—altura de un astro—altura
uniéndose á nuestro cuerpo, y pertene- barométrica—el Dios de las alturas, Sfc.
ce á la esencia, por lo cual decimos que La elevación no indica separación de
el hombre se compone de alma y euer- la tierra, prescinde de la medida, y es,
po: el ánima hace que la vida sea acti- por decirlo así, mas material: por eso
va produciendo movimientos y acciones decimos levantar una casa, y no alzar;
materiales y pertenece á la acción, y tirar por elevación y no por altura.
por esto llamamos animales á todos los Eminencia indica mucho menos que
seres dotados de sensibilidad y movi- altura y elevación.
miento, principalmente á los brutos: el Lo alto es opuesto á lo bajo: lo ele-
ánimo espiritualiza las acciones y per- vado es opuesto á lo llano, y lo emi-
tenece al consejo, ó mas bien á la re- nente es opuesto á lo liso ó á lo igual
flexion, como lo prueba el uso que ha- de una superficie.
cían los latinos de aquella voz, diciendo:
Las aplicaciones que hacemos de to-
in animo meo, en mi opinion, "según
das estas palabras en sentido figurado,
me parece."
(G. de la Cortina.) nos indican exactamente la diferencia
que hay entre ellas; v. g., de la frase
ALTANERO, ALTIVO.—Altanero se toma „alzar por rey" se derivó el tratamien-
siempre en mal sentido, pues depende to de alteza, que por mucho tiempo
del orgullo que se anuncia por un exte- se dio en España á solos los reyes, y
rior de arrogancia: es seguramente el hoy se da á los príncipes de sangre
medio mas seguro de hacerse aborre- real, á diferencia del tratamiento de
cer, y defecto del cual se debe tener eminencia que se confirió á gerarquías
mucho cuidado en corregir á los jóve- inferiores. Cuando para expresar la
nes. Puede uno ser altivo con modo, incomodidad que nos causa tal cosa,
en algunas ocasiones. nos valemos de la frase familiar "me
ALU ( 15 ) ALU
,J
levanta en alto, damos á entender que A un pretendiente que cree haber
es tan fuerte la impresión que nos hace, merecido el favor de un ministro; á un
que parece que nos separa de la tierra amante que se considera preferido; á un
acia arriba; idea que no podría expresar hombre que cree poder hacer esto ó
el verbo levantar solo. Decimos dar aquello, sin mas fundamento que la con-
un salto muy alto y no muy eminente ni fianza que les inspire el modo particu-
elevado: ideas altas ó elevadas, y nunca lar con que cada uno vé las cosas, les
eminentes, y llamamos eminencias y no decimos: "no se alucinen vds."
alturas ni elevaciones, á las desigualda- Cuando una luz excesiva nos deslum-
des ó á los tropiezos que advierte la vis- hra é impide distinguir bien el color de
ta, ó halla el tacto en una superficie, y las cosas, decimos que "se ofusca nues-
nos impiden llamarla lisa ó igual. tra vista. " Cuando la profusion de pa-
(O. de la Cortina.) labras ó de frases nos impide percibir
bien lo que se nos quiere dar á entender,
ALUCINACIÓN , ALUCINAMIENTO . — La
decimos que se ofusca nuestro enten-
alucinación es el acto de alucinar: alu-
dimiento.
cinamiento es el estado en que queda el
La falta de arreglo ó de separación,
que ha sido alucinado. Por consiguien-
nos hace confundir las cosas y las ideas,
te debemos considerar á la primera de
no permitiendo á nuestro entendimiento
estas voces como causa, y á la segunda
clasificarlas según convendría. Esta es
como efecto; y llamamos también aluci-
la razón porque llamamos confuso á un
namiento (y no alucinación) á las visio-
autor que no expone sus doctrinas con
nes que nos representa nuestra fantasía
método ni orden; y por esta razón tam-
excesivamente exaltada.
{β. déla Cortina,) bién decimos que queda confundida la
persona á quien el convencimiento re-
ALUCINAR, OFUSCAR, CONFUNDIR.—Alu- pentino de su falta de proceder arregla-
cinar, es propiamente hacer concebir do, deja penetrada de turbación ó de
ideas de cosas que no existen, ó com- vergüenza.
binar de un modo contrario á lo posi- Entre confuso y confundido (aunque
ble ό á lo probable las ideas de lo que el primero no es mas que el participio
existe. irregular de confundir, y el segundo, el
Ofuscar, es perturbar al entendimien- participio regular del mismo verbo), hay
to de modo que no pueda percibir ó dis- la notable diferencia de que confuso se
tinguir bien las cosas, según ellas son. aplica á la naturaleza de la cosa ó á
Confundir, es dar á unas cosas los su modo de ser; y confundido, al estado
atributos que pertenecen á otras, esto de la cosa, ó á su modo de quedar.
es, tomar unas cosas por otras. (G. de la Cortina.)
Al alucinamiento pertenecen en lo fí-
sico las visiones de los dementes, y en ALUMBRAR, ILUMINAR.—Se alumbra para
lo moral las esperanzas de las personas ver: se ilumina para la claridad, para la
que se fingen lo que desean, sin sujetar- comodidad, para el adorno: de modo que
se á la razón. iluminar supone siempre mas luz de la
Al ofuscamiento pertenece la oscuri- que se necesita para ver.
dad, tanto física como moral. Las luces que diariamente ponen en
La confusion, expresa la mezcla des- las calles para que la gente pueda an-
arreglada, el desorden y trastorno, tan- dar con seguridad, se llaman alumbrado:
to de las cosas como de las ideas. 1 las que se ponen en las fiestas públicas,
AMA ( 16 ) ΑΜΒ
se llaman iluminación. Se alumbra una lenta, que se siente mejor que se expli­
antesala: se ilumina un salon de baile ó ca, y en que regularmente tiene poca
de tertulia. El sol, que nos alumbra, parte la reflexion; aunque siempre se
ilumina la tierra porque la llena de luz. funda en la suposición de algún mérito.
Las cartas geográficas y las estampas De aquí se infiere, primero: que no
no se alumbran, porque sin esto se vé puede haber amor ni cariño sin algún
bien el objeto; pero se ¿/«minan, para grado de estimación; pero que puede ha-
que se perciba todo con mayor claridad ber estimación sin amor ni cariño: se-
y mas gusto. gundo, que aunque el amor supone al-
(Jonama.)
gún grado de cariño, no siempre están
AMAR, QUERER.—Amamos generalmente en proporción estos dos afectos; yo pue-
lo que nos gusta, sean personas, sea do amar extremadamente á una perso-
cualquiera otra cosa; pero no queremos na, sin que propiamente la quiera tan-
sino la persona, ó lo que hace en algún to como á un amigo íntimo: tercero, que
modo parte de la nuestra, como nues- el amor y la estimación suelen nacer en
tras ideas, nuestras preocupaciones, y un momento, y con el tiempo parar en
también nuestros errores y nuestras ilu- cariño uno y otro, particularmente la
siones. estimación: cuarto, que el amor debe du-
rar poco; que la estimación puede aca-
Querer, expresa mas apego, cariño y
barse, ó variando las prendas que la cau-
atención. Amar, expresa mas diversi-
san, ó descubriendo que habíamos juz-
dad en el modo. Lo uno no está man-
gado con error; y que el cariño, como
dado ni prohibido; lo otro está mandado
que es un hábito, suele ser perpetuo.
y prohibido, según el objeto y el grado.
El Evangelio manda amar al prójimo Por esto al deseo de nuestra propia
como á sí mismo, y prohibe amar á la felicidad y á la inclinación de una ma-
criatura mas que al Criador. dre á sus hijos los llamamos amor, como
El niño querido es á veces aquel de cosa en que tiene menos parte la re-
la familia que ama menos á su padres. flexion que la pasión. Al contrario, á la
(March.) relación de los hijos á la madre, de los
hermanos entre sí, & c , se la llama ca-
AMAR, QUERER, ESTIMAR.—Del aprecio riño, porque se funda en la razón y en
ó buen concepto que hacemos de una el hábito. En el sentido hiperbólico,
cosa, sea con fundamento ó sin él, nos se dice también amante de las artes, de
resulta por lo regular una cierta incli- la amistad,, del orden; amor á la virtud,
nación, que, según es mayor ó menor, á la justicia; y en general se dá el nom-
toma las denominaciones de amor, de bre de amor á todo afecto que se supo-
cariño, ó de estimación. ne violento.
La estimación resulta únicamente de Lo opuesto al amor es el odio, al ca-
la persuasion del mérito de la cosa es- riño el aborrecimiento, á la estimación no
timada: el cariño, nace del hábito: el sé si corresponde exactamente el desde-
amor, es efecto de la pasión. ño ó el menosprecio.
(Jonama.)
Basta regularmente conocer el méri-
to de una persona para estimarla: solo AMBOS, ENTRAMBOS, AMBOS A DOS.—
la conveniencia de caracteres, conocida Ambos no sirve mas que para expresar
por un largo trato, puede producir el determinadamente y de un modo abre-
cariño: el amor es una inclinación vio- viado el número de dos personas ó co-
AMO ( 17 ) AMO
sas de quienes se ha hablado ya, pres- ten en dureza; pero la sensibilidad del
cindiendo de que estén juntas ó separa- afecto es mas tranquila, porque la ins-
das. Entrambos hace concebir ademas pira el mérito.
la idea de la union y de la comunidad ó Por eso en la idea de afecto se com-
conveniencia de la cosa; por lo que ha- prenden otras inclinaciones mas sóli-
blando, v. g., de dos consortes, suele das , pues también se llama afecto al
decirse, "esto es muy conducente á la que se tiene al amigo, al criado fiel, a
felicidad de entrambos." aquel á quien nos inclinamos por sus
Ambos à dos, denota con mayor pre- prendas ú otro motivo, sin la ceguedad
cision la union, y ademas indica coope- del amor, ni la ternura del cariño.
ración voluntaria de las dos personas de El amor conyugal dura muy poco, si
quienes se habla. es amor: se entibia eon el tiempo, si es
Los adjetivos ambos y entrambos se cariño: y solo crece y dura, si es afecto
aplican indistintamente á las personas, (L.de la Huerta.)
á Jos animales y á las cosas, y son de-
clinables por todos los casos. Decimos, A M O R , G A L A N T E R Í A . — E l amor, mas vivo
i(
ambos ejércitos," "de ambas partes," que la galantería, tiene por objeto la
"con ambas manos," "por entrambos la- persona, y obliga á complacerla para
dos, & c . " lograr su posesión; hace que la amemos
Ambos ά dos, se aplica exclusivamen­ tanto como á nosotros mismos; se apo-
te á las personas, y solo se usa en no- dera súbitamente del corazón, y debe
minativo. su principio á un no sé qué indefinible,
(G. de la Cortina.) que arrebata los sentidos y se granjea
la estimación antes de todo examen, y
AMONTONAR, A C U M U L A R . — Primero se sin informe ninguno. La galantería es
amontona, después se acumula. Así pues, una pasión mas voluptuosa que el amor,
se dirá: amontonar bienes, acumular ri- y cuyo objeto es el sexo· Por ella se
quezas. forman tramas y máquinas dirigidas á
Tan sabio es amontonar, para gozar, satisfacer el deseo; y el que galantea,
como locura privarse de gozar por acu- mas ama su satisfacción propia que no
mular. la de su dama. La galantería mas afec-
(March.)
ta los sentidos que el corazón, y mas
A M O R , CARIÑO, A F E C T O . — S e tiene amor
participa y cobra mas fuerzas del tem-
á una persona cuya posesión nos pare- peramento y de la complexion, que no
ce la suprema felicidad; se tiene cariño de la fuerza de la he.mosura, cuyo mé-
á aquella cuya amabilidad excita viva- rito descifra con mas conocimiento ó
mente nuestra ternura; se tiene afecto con menos preocupación. El uno ha
á aquella, cuyo mérito excita vivamen- ce agradable á nuestros ojos todas las
te nuestra inclinación. personas de que gusta la que amamos,
El amor es una pasión violenta; el como no sean las que nos dan celos.
canño una pasión tierna; el afecto una La otra nos hace guardar ciertos mira-
estimación apasionada. mientos con todos aquellos que pueden
El cariño se acerca mas al amor, por servirnos ó perjudicarnos en nuestros
que aquella misma sensibilidad que es provectos, sin exceptuar nuestro mismo
el alma del cariño, es también propia competidor si creemos poder sacar par-
del amor, aunque exagerada y mezcla- tido de él.
da de contrastes que á veces la convier- El amor no deja libertad para la elec-
3
AMO ( 18 ) AMO
cion: al principio manda como señor; objeto amado: la galantería pinta la
después reina como tirano hasta que se imagen agradable del singular placer
rompen sus grillos á fuerza de tiempo, que nos causará la posesión del objeto
ó por el esfuerzo de una razón podero- deseado. Ni el uno ni la otra pintan
sa, ó por el capricho de un enfado lle- estos casos al natural, y sabemos por
vado adelante. La galantería da mu- experiencia que sus colores, aunque
chas veces treguas á otra pasión, y en- graciosos, son falsos.
frenada por la razón y por el ínteres, Hay, sin embargo, esta diferencia:
no dificulta en acomodarse con nuestra que el amor, como que es mas serio, se
situación y con los sucesos. siente mas de la infidelidad de su pin-
Aquel nos da á una sola persona, á cel, y que la memoria de lo que ha su-
la cual entregamos nuestro corazón to- frido, viéndolo tan mal pagado, sirve
do entero, de manera que le llena todo para que rompamos de una vez con él;
y nos hace indiferentes para con todas pero la galantería, siendo mas alegre, se
las otras, por mérito y por hermosura siente menos de las burlas de sus pintu-
que tengan. La galantería nos lleva ras, y la vanidad de haber salido bien
en pos de todas las personas de belleza de sus proyectos le consuela de no ha-
y de gracia, y nos une á las que nos ber hallado la satisfacción que se había
corresponden; pero de modo que toda- propuesto.
vía nos queda gusto para las otras. El amor es el que principalmente
prueba el placer; y la satisfacción de
El amor, como que parece que tiene
los sentidos contribuye menos á la dul-
complacencia en las dificultades, y lejos
zura del goce, que cierta alegría inte-
de arredrarse por ellas, solo sirven pa-
rior que proviene del pensamiento de-
ra darle mas pábulo. La galantería
licioso de que se posee lo que se ama,
trata de abreviar las ceremonias y for-
y que tenemos las pruebas mas peren-
malidades, antes prefiere lo fácil que lo
torias de una tierna correspondencia.
difícil, y las mas veces es una mera di-
En la galantería no está tan herido el
version. ¿Será esta la razón porque
corazón, el ánimo está mas libre, y los
hay en el hombre un fondo mas inago-
sentidos atienden mas á satisfacerse, y
table de galantería que de amor? Lo
disfrutan con mas igualdad el placer; y
cierto es que es una cosa rara el ver así es que mas se goza en ella por el
que á un primer amor suceda otro se- deleite que por la delicadeza de los sen-
gundo, por que estos gastos le cuestan tidos.
mucho al corazón; pero no sucede así
con las galanterías, que son á veces in- El que se ve demasiado atormentado
finitas, y que se suceden hasta la vejez. por los caprichos del amor, pugna por
desprenderse de él, y llega á ponerse
Siempre hay buena fe en el amor; pe- indiferente. El que se siente cansado
ro es opresor y caprichoso, y le miran con el ejercicio de la galantería, toma
en el dia como una enfermedad ó como el partido de descansar, y viene á ser
una flaqueza de ánimo. Su poco de mas sobrio.
picardía hay en la galantería; pero es El exceso de amor viene á parar en
libre y divertida: nuestro siglo está por celos; el de galantería en disolución:
ella. en el primer caso hay peligro de perder
El amor graba en la imaginación la la cabeza; en el segundo le hay de per-
idea halagüeña de una felicidad eterna der la salud.
en la constante y entera posesión del El amor no les sienta mal á las don-
AMO ( 19 ) AMO
celias; pero es muy mal mirada en ellas tería puede razonar mas, pero que cor-
la galantería, porque el mundo pasa rompe el corazón. Lo cierto es que el
porque se aficionen á uno, pero no amor quita la libertad y el discernimien-
porque se den á la satisfacción de sus to al entendimiento; y que la galantería
deseos. aguza el ingenio, como que tiene que
No sucede lo mismo fuera de este poner por obra todas sus artes. Por lo
estado; pues entonces se disimula la que toca al corazón, siempre decide el
galantería en las mujeres, y se mira carácter personal de los sugetos. Es-
como ridiculo el amor. Como que pa- tas dos pasiones obran en él, según va-
rece que está en razón que un corazón, rían las personas que son heridas de
nuevo todavía, se deje llevar de una ellas: si alguna hubiera de sacar parti-
pasión; y los que lo ven, compadecidos do, seria sia duda el amor; porque sien-
del caso, se interesan de buena gana en do mas violento que la galantería, mue-
su favor y no tienen nada que censu- ve mas á tomar venganza de aquellos
rar. No juzgan así de una que está que le contradicen ó que le causan dis
sujeta al yugj del matrimonio y que gusto; y como es también mas perso-
todavía se ve reducida á ceder auna pa- nal, da ocasión á obrar con mas diferen-
sión no menos tiránica que ciega. Tal cia respecto de todos aquellos que no
vez será este el motivo por que una sol- son el objeto de él, ό que no le lison­
tera, aun con el amor mas violento, pue- jean.
de sin embargo conservar la tierna (A. Cienfuegos.)
amistad de los amigos que no exigen
otros sentimientos que los de estima- AMOR A LA PATRIA, PATRIOTISMO.—El
ción y respeto; y es cosa muy difícil amor ά la patria es un afecto natural;
que una mujer casada, hallándose( en el patriotismo es una virtud.
este caso de un amor tierno y perfecto, Aquel es propiamente el apego que
no espante de sí á los otros amigos, ó naturalmente tenemos al suelo en que
que no pierda mucha parte del afecto hemos nacido, en que hemos conocido á
que la profesaban. Nace esto de que, nuestros padres y amigos, y adquirido
en el primer caso, el amor habla siem- las primeras inclinaciones; el que gene-
pre su idioma, sin que por esto pierda ralmente se tiene á la lengua, á los
nada el de la amistad; y de consiguien- usos, á las costumbres con que nos he-
te, no perdiendo los amigos nada de mos criado, á los principios de la edu-
lo que se les debe, no sienten ni se cación, á los objetos que nos recuerdan
dan por quejosos de lo que se da al las primeras indelebles impresiones de
amante. En el segundo caso, el amor la infancia. Este afecto natural es ca-
habla uno y otro idioma, y se gobierna si común á todos los hombres, sin ex-
por ambos, haciendo amigo al amante, ceptuar aquellos que habitan los países
por manera que los otros, si no se reti- mas incultos.
ran, conocen á lo menos que no les dan
El efecto que causa el amor ά la patria
tanta confianza, ven que los tratan so-
en un carácter activo y desinteresado,
bre otro pié, y participan de la indife-
es el patriotismo, que consiste en un ar-
rencia universal que esta nueva afición
diente deseo de servirla, de defenderla,
ocasiona.
de contribuir á sus progresos, á su bien,
Dicen que el amor conserva las bue- á su prosperidad.
nas prendas del corazón, pero que da Aquel que sin poner nada de su par-
al traste con el juicio; y que la galan- te en la defensa, ó en el bien de su pa-
ANC ( 20 ) AN I
tria, se complace en sus felicidades, se la última edad del hombre: vejez, es la
gloria de haber nacido en ella, encare- ancianidad considerada con respecto á
ce sus ventajas, y la prefiere á todas, la decadencia de la vida.
cree tener patriotismo, pero solo tiene La ancianidad es respetable: la vejez
aun amor ά su patria. fastidiosa. Los ancianos, en igualdad
En muchos casos se puede decir con de educación, tienen mas experiencia,
propiedad, que el amor ά la patria es por consiguiente mas instrucción y mas
al patriotismo, como la ceguedad de un juicio que los mozos: los viejos suelen
amante, al celo de un buen amigo: aquel tener menos fuerzas de ánimo; por con-
cree que no hay cosa mejor que lo que siguiente la generosidad y todas las
ama; este procura que no haya cosa me­ grandes virtudes, son mas propias de la
jor que lo que estima, juventud.
{L. de la Huerta.) La ancianidad se considera absoluta-
mente: la vejez es siempre relativa. To-
ANALOGÍA, CONFORMIDAD.—La relacion
dos los hombres son ancianos en llegan-
que tienen unas cosas con otras, es la do á cierta edad; se llaman viejos ó no
idea común á estas dos voces. Pero viejos según como los consideramos.
la conformidad representa una relacion Una soltera de veinte y cinco años es
de identidad; la analogía, una relación vieja; una casada de treinta, no lo es.
de conveniencia. , s / Para una niña de quince años es viejo
La identidad de tmmammmm, de ac- un novio de cuarenta; y no lo es un pa-
cidentes y de circunstancias que con- dre de cincuenta.
curren en dos cosas diferentes, consti- (Jonama.)
tuyen su conformidad: la semejanza ó
conveniencia recíproca que tienen en- ANHELO, DESEO.—El deseo no es mas que
tre sí, constituyen su analogía. el movimiento interior que nos hace
La conformidad de los gustos, genios sentir la voluntad cuando apetecemos al-
ú opiniones de dos personas, supone guna cosa. El anhelo es el deseo lle-
que sus gustos, genios y opiniones son vado al último grado de vehemencia de
idénticas. La analogía de dos meta- que es capaz el corazón humano.
les, dos vicios, dos ideas, supone que El deseo no supone agitación ningu-
ios vicios, las ideas, y los metales, son na, al paso que el anhelo expresa turba-
diferentes; pero la imaginación nos re- ción del ánimo, y da la idea de una agi-
presenta su relacion por la semejanza tación física que nos impide respirar
y conveniencia que tienen entre sí sus con libertad. La felicidad pública es un
cualidades. deseo de todo hombre honrado. Es im-
Se hace una copia conforme á su ori- posible que un amante pueda ocultar
ginal, esto es, idéntica como él. Se ha- sus anhelos.
(G. de la Cortina.)
ce un discurso análogo á las circunstan-
cias, esto es, que conviene á ellas. ANIMAL, BESTIA, BRUTO.— La palabra
De aquí es que decimos: las faldas animal, comprende todos los seres or-
de los montes, la caida del sol, por la ganizados vivientes.
analogía, y no por la conformidad, que La palabra bestia caracteriza una cla-
tienen aquellas voces con las ideas á se de animales por oposición al hombre.
que se aplican. La palabra bruto, indica las especies
(£·. de la Huerta.) de bestias poseídas del instinto mas gro-
sero é incapaz.
ANCIANIDAD, VEJEZ.—La ancianidad, es (March. )
ANI ( 21 ) ANT
ANIMOSO, VALEROSO, VALIENTE, INTRÉ- Anonadar, siempre se emplea en sen-
PIDO.—Llamaremos animoso al que im- tido moral: aniquilar, siempre eiixsenti-
paciente de atacar ó acometer, no se do físico. Aquel se aplica á las perso»
para en las dificultades, y emprende osa- ñas solamente; éste á las personas y á
damente. Valeroso, al que sostiene el las cosas. Decimos que el alma se ano-
ataque ó lid con vigor, que no cede á la nada ante la presencia de Dios, y no,
resistencia que se le hace, y continúa que se aniquila. Por el contrario, ha-
la acción á pesar de la oposición y de blando de un pais, de un caudal, & c ,
los esfuerzos contrarios que se le pre- se dice que están aniquilados, y no ano-
sentan. Valiente, al que corre al peli- nadados. Si decimos que fulano está
gro sin miedo, y que prefiere el honor aniquilado, damos á entender que las
á la vida. Intrépido, al que arrostra y enfermedades, la miseria, los desórde-
vé á sangre fría el peligro mas eviden- nes, & c , han destruido su salud; pero
te, sin aterrarse al aspecto de una muer- si decimos que está anonadado, signifi-
te inevitable. camos que está confundido, ó avergon-
Diremos, pues, que el animoso se zado, ó abatido profundamente, ó su-
avanza ó adelanta; el valeroso prosigue; mergido en el mas vivo dolor.
el valiente se espone; y el intrépido se (O. de la Cortina.)

sacrifica.
{March.) ANTECEDER, PRECEDER.—El primero ex-
presa anterioridad de tiempo; el segun-
ANIQUILAR, DESTRUIR.—Lo que se des- do, anterioridad de lugar; por eso lla-
truye cesa de subsistir, aunque pue- mamos antecesores á los antepasados, de
den quedar vestigios; lo que se aniquila quienes descendemos; y llamamos pre-
desaparece enteramente. Aniquilar tie- decesores, á los que obtuvieron, antes
ne mas fuerza que destruir; de modo, que nosotros la misma dignidad (ó como
que aniquilamiento- es una destrucción vulgarmente se dice, ocuparon el mis-
total. mo puesto) que actualmente obtene-
Destrucción, se usa comunmente en mos. Pero debe notarse que el verbo
el sentido literal para las cosas com- preceder, lo mismo que el adjetivo pre-
puestas y que forman cuerpo por la decesor, indican anterioridad inmediata,
union de sus partes. Aniquilar, no se al contrario de anteceder y antecesor, que
dice principalmente, sino del ser sim- excluyen toda limitación de tiempo.—
ple en proposiciones de física: en otro V. Predecesor.
caso tiene siempre un sentido hiperbó- (Ct. de la Cortina.)
lico.
(March.) ANTIGUAMENTE, EN OTRO TIEMPO, OTRAS
VECES.—Los tres designan el tiempo
ANIQUILAR, ANONADAR.·—Estas dos vo- pasado; pero antiguamente le designa
ces parecerían sinónimos perfectos si se como muy apartado del tiempo presen-
Mjé»efe solamente á su etimología; pues te: en otro tiempo, como simplemente se-
la única diferencia que hay entre ellas parado; y otras veces le indica no sola-
es, que aniquilar, se deriva de la voz mente como separado de lo presente,
latina nihil; y anonadar, de la castella- sino también como diferente, por los ac-
na nada, traducción literal de aquella, cesorios.
de modo que ambas significan reducir ά Tan injusto es juzgar de lo que se
la nada. Pero dejan de ser sinónimos, practicaba antiguamente, por lo que en
según el uso que se hace de ellas. el dia está en uso, como seria ridículo
APE ( 22 ) ΑΡΟ
querer arreglar los usos del dia por lo · mete crímenes, no obstante la santidad
que antiguamente se hacia. Mn otro tiem- i del lugar.
po se rogaba mucho á los convidados á í (March.)

que bebiesen, en el dia ni aun se les in- i


LPETENCIA, A P E T I T O . — L a apetencia in-
dica. Las cosas mudan según los tiem-
dica necesidad: el apetito, deseo. Aque-
pos y las circunstancias: lo que otras lla es independiente de la voluntad: éste
veces era bueno, puede no ser conve- puede depender de la voluntad ó del há-
niente ahora. | bito. La apetencia pertenece á la con-
(March.) j
! servación del individuo. El apetito mu-
I
chas veces es contrario á ella, y por eso
AÑADIR, A U M E N T A R . — E l aumento es el
la moral nos impone la obligación de
resultado de la adición. La parte que
moderarlo cuando no es efecto de nues-
se agrega á otra para hacerla mayor, es
tra voluntad. Así decimos, que la gula
lo que se añade; la que se hace mayor
es un apetito desordenado de comer y
con la parte añadida, es lo que se au-
beber, y no una apetencia;—apetitos
menta. sensuales, y no apetencias. Si hablan-
Aumenté el número de mis libros, aña- do de un enfermo decimos, que ya ha
diendo á los que tenia, algunos que me recobrado la apetencia, damos á enten-
faltaban. der, que vá mejorando su estado; pero si
E s t e vecindario se vá aumentando de decimos que ha adquirido tal ó cual in-
dia en dia; y no, se vá añadiendo. clinación nociva, como por ejemplo co-
Aumento su caudal, añadiendo á él el mer tierra, diremos que tiene el apeti-
dote de su mujer; y no, añadió el cau- to de comer tierra y no la apetencia.
dal, aumentando el dote, porque se da-
(G. de la Cortina.)
ría á entender lo contrario de lo que se
quería decir. APLACAR, C A L M A R . — E l viento aplaca,
(X. de la Huerta.)
i el mar calina. Respecto á las perso-
A PESAR D E , KO O B S T A N T E . — A pesar de, nas cuando están coléricas ó con el fu-
expresa una opinion de resistencia sos- ror de la ira, se trata de aplacarlas; pero
tenida, ya por el hecho, ya por otros me- se procura calmarlas cuando están con-
dios; pero sin efecto por parte del que movidas por el excesivo temor del mal,
se opone, enunciado por el complemen- ó por el terror ó la desesperación. Así,
to de la proposición. A pesar de sus cui- pues, la palabra aplacar tiene lugar con
dados y de sus precauciones, el hombre lo que procede de la fuerza ó de la vio-
no puede evitar su destino. E l alma lencia, y la palabra calmar en lo que es
del filósofo queda libre ά pesar de los ti­ efecto de turbación ó de inquietud.
ros de la muchedumbre, y la razón le Una sumisión nos aplaca, un rayo de
ilustra ά pesar de las tinieblas que la esperanza nos calma.
(March.)
preocupación esparce en rededor suyo.
ΝΌ obstante, indica solamente una A P Ó C R I F O , SUPUESTO.—Llámase apócrifo
oposición ligera por parte del comple- lo que no es auténtico ni está probado;
mento, y de la que parece no hacerse lo que es supuesto, es falso é inventado.
caso. La fuerza ha hecho, y hará el de- Los protestantes tienen por apócrifos
recho de las potencias, no obstante las algunos libros sagrados, que la iglesia
protestas de los débiles. El malvado romana reconoce como divinos y autén-
!
no respeta tos templos, en los cuales co- ticos. La historia apócrifa de la papisa
APR ( 23 ) APT
Juana, se halla igualmente refutada y El que sabe escuchar, sabe aprender.
sostenida por sabios de una y otra creen- El que sabe hacer hablar, sabe instruirse.
cia. La donación supuesta de Constan- Sucede á veces que se olvida lo que
tino ha sido por mucho tiempo un pun- se habia aprendido; pero es raro el ol-
to de la historia que no se dudaba. vidar las cosas de que uno ha tenido el
(March.) trabajo de instruirse.
El que aprende un arte ó una cien-
APRECIO, ESTIMACIÓN.—Aprecio es úni-
cia, está en clase de discípulo. El que
camente el juicio favorable que se for-
se ha instruido, tiene el mérito de maes-
ma de alguna cosa: estimación, es ade-
tro.
mas la inclinación que de allí resulta
Para llegar á ser hábil, es menester
acia la cosa estimada. Apreciar yo una comenzar por aprender de los que sa-
cosa, es propiamente ponerle precio, ó ben, y trabajar después en instruirse
juzgar de su valor con respecto al co- á sí mismo, como si nada se hubiera
mún de los hombres: estimarla, es juz- aprendido.
gar de su valor con respecto á mí. (March.)
Una circunstancia particular puede
hacerme estimar en mucho una joya de APROPIARSE, ARROGARSE, ATRIBUIRSE
poco valor, sin que por eso deje de ha- —Apropiarse, es tomar para sí una cosa.
cer aprecio, ó conocer el mérito de otras Arrogarse, es requerir, mandar con
alhajas mas ricas y preciosas. Yo debo altanería, sin tener facultades para re-
apreciar el mérito de la Eneyda, aunque querir ó mandar.
acaso estime mucho mas una sátira de Atribuirse, es adjudicarse el hombre
Juvenal, ó una simple fábula de Fedro. una cosa que quiere se mire como suya.
Lo que se opone al aprecio es el des- El hombre ambicioso se apropia; el
precio; esto es, la persuasion de que la vano y orgulloso se arroga; el envidio-
cosa no tiene valor ninguno. Lo opues- so se atribuye.
to á estimar es desestimar, menospre- Uno se apropia un campo, se arroga
ciar, mirar con repugnancia; últimamen- un título ó mando, se atñbuye una in-
te, es la inclinación que resulta del des- vención.
(March.)
precio.
(Jonama.)
APTO, CAPAZ.—Apto explica una idonei-
APRENDER, INSTRUIRSE. — Parece que dad pasiva; capaz, una idoneidad ac-
se aprende oyendo las lecciones de un tiva.
maestro, y que se instruye uno por sí Es capaz de ejecutar cualquiera co-
mismo haciendo investigaciones. sa, de acometer á un enemigo ma»
Es preciso mas docilidad para apren- fuerte que él.
der, y mucho mas trabajo paramsírwirse. Es apto para aprender, para que se
Algunas veces se aprende lo que no le imprima bien en la memoria lo que
se quisiera saber; pero siempre se quie- se le dice.
re saber las cosas de que uno se ins- Un buen oficial es apto para la car-
truye. rera militar, y capaz para formar el
Se aprenden y saben las novedades pían de un ataque.
públicas por la voz de la fama. Se ins- (L. de la Huerta.)
truye uno de lo que pasa en los gabine-
tes por medio del cuidado y la atención APTO, CAPAZ.—Apto en general, significa
en observar y en informarse. mas que capaz, ya sea que se hable de
AQU ( 24 ) ARE
un general, ya de un juez, ó de un lite- El primero representa aquel lugar ab-
rato. Puede muy bien un hombre ha- solutamente, y el segundo le represen-
ber leido cuanto se ha escrito sobre el ta con relación exclusiva del lugar en
arte de la guerra, y aun haberla hecho, que hablamos. Allí está, no supone
sin ser apto para hacerla; puede ser ca- mas relación que aquel lugar en donde
paz de mandar, mas para adquirir el tal vez ha estado siempre; allá está, es-
nombre general apto, es preciso que to es, no está aquí, en donde suele, ha
haya mandado mas de una vez con buen estado, ó debe estar.
(L. de la Huerta.)
éxito.
Un juez puede saber todas las leyes
ARENGA, DISCURSO, ORACIÓN.—Arenga
sin ser apto para su aplicación.
es una oración ó razonamiento hecho á
Un literato puede no ser apto para
una comunidad ó persona de respeto.
escribir ni para enseñar.
Discurso, el razonamiento, plática ó
El hombre apto es pues el que hace
conversación dilatada sobre alguna ma-
mucho uso de lo que sabe: el capaz
teria. Oración, razonamiento, locución
puede; el apto ejecuta. (Véase capa-
compuesta sobre algún asunto ó cir-
cidad, aptitud,)
{March.) cunstancia interesante.
La arenga se dirige propiamente al
Ααυί, ACÁ.—Son adverbios locales, que corazón, teniendo por objeto persuadir
valen lo mismo que este lugar, ó en este y mover los ánimos; su mérito y su be-
lugar en donde se halla la persona que lleza consisten en ser viva, animada,
habla. Su diferencia consiste en que interesante, fuerte y enérgica. El dis-
aquí representa el lugar de un modo ab- curso va directamente al entendimiento,
soluto y sin referencia alguna á otro lu- proponiéndose explicar é instruir; su
gar. Aquí vivo, aqui como. Pero acá, mérito principal consiste en ser claro,
tiene mayor extension, porque ademas exacto y elegante. La oración trabaja
de representar el lugar, añade por sí so- en preparar y disponer la imaginación,
lo la exclusion de otro lugar determina- fundándose su plan comunmente en la
do, que directa ó indirectamente se con- alabanza ó la critica, y consistiendo su
trapone á aquel en que nos hallarnos; belleza y su mérito en ser noble, delica-
de modo, que sin el recurso del senti- da, y su estilo elocuente.
do nos presenta la idea, ó del paso de El capitán hace á sus soldados una
uno á otro, ó de la comparación, ó de arenga para animarlos á la pelea. La
la preferencia, ó de alguna otra circuns- academia propone un discurso para de-
tancia, que los distingue ó separa. senvolver ó sostener un sistema. El
Como aqui, vivo aquí, supone sola y orador propone una oración fúnebre pa-
absolutamente el lugar en donde como ra dar al concurso una grande idea de
y vivo, sin excluir determinadamente su héroe.
otro lugar, sin representar por sí la me- Lo largo de la arenga suele amorti-
nor idea de duda, preferencia ó rela- guar el fuego de la acción. Las flores
ción alguna respecto de otro. Pero, del discurso disminuyen muchas veces
hoy como acá, excluye determinada- las gracias de él. La afectación de lo
mente el lugar en donde suelo comer. maravilloso en la oración desluce á es-
ta, y la hace perder la ventaja de lo
Con la misma proporción se distin- verdadero.
guen lo adverbios locales allí y allá. (March.)
ARM ( 2δ ) ART
A R M O N Í A , MELODÍA. — Aunque parece ideas que hoy se aplican á ellas, y que
ageno de este examen el explicar la esencialmente las distinguen; tanto mas,
significación de los términos propios de que la definición que aplica el Diccio-
un arte, no será fuera de propósito el nario á la voz melodía, las confunde
analizar aquí estas dos voces, porque implícitamente, pues supone que lo ar-
también pertenecen al uso común, en monioso es una de las cualidades que
el cual no será extraño que se confun- constituyen la melodía.
dan, por las diferentes significaciones Los maestros y escritores del arte,
que han dado á la voz melodía, tanto entienden bajo los nombres de melodía
los antiguos, como el uso común, y los y armonía, las dos partes de la música
escritores del arte de la música. en que distinguen el canto considerado
Los primeros la confundían con la con relación á una voz sola, del otro
armonía, atribuyendo á esta la parte que llaman concertado.
de la música que hoy entienden los fa- Según sus principios, creo que se p o -
cultativos por melodía, porque " n o en- drán definir así: L a melodía es la in-
"tendian por armonía (como ahora se flexion agradable de una voz, que pasa
"entiende) la combinación y concordan- sucesivamente de unos sonidos á otros.
c i a que se forma de las proporciones La armonía es la combinación metódica
" d e varias partes de diversas voces, de varias voces, que forman al mismo
" q u e se oyen al mismo tiempo, que es tiempo diversos sonidos.
" e l objeto del contrapunto moderno; De modo que no puede haber armo-
"sino la relación que tienen entre sí los nía sin la concurrencia de dos ó mas
"grados sucesivos de una voz sola, al voces. La melodía no supone mas que
una sola.
"pasar del agudo al grave, del grave al
Esta es la parte mas esencial del ar-
" a g u d o . . . . " (*)
te, porque abraza todos los principios
El uso común no atribuye á la melo-
que forman el verdadero fundamento
día otra idea que la de la dulzura y la
de la música, y puede existir sin la ar-
suavidad; y el Diccionario de nuestra
monía, que es la parte que añade á
lengua se limita á este sentido, dicien-
aquellos principios fundamentales los
do que es: la dulzura, pñmor y blandura
de las consonancias y disonancias de
de la voz y canto suave y armonioso,
las voces concertadas, y puede mirarse
siguiendo la etimología de la voz, de-
como el adorno con que el arte realza
rivada de la voz griega Metes, que sig-
la belleza de la melodía.
nifica verso ó canto, de donde se llamó {L. de la Huerta. )
Melicus al músico ("f), con relación á
Mely ó miel; porque probablemente se A R O M A , P E R F U M E . — A r o m a es todo cuer-
consideraba entre los griegos la dulzu- po inanimado que despide fragancia ó
ra, como una cualidad inherente al can- perfume.
to, y este como inseparable del verso. Perfume se dice también del cuerpo
Es preciso respetar este sentido adop- que perfuma, pero jamas se dice aroma
tado en todos tiempos por el uso co- al olor mismo.
mún: pero no es justo prescindir en el El perfume se dirige únicamente al
examen analítico de estas voces, de las j olfato, el aroma lisonjea el olfato, la
vista y aun el paladar.
(*) Motast. Poet, de Arist. Martini; Hist, de la mû, ! (March.)
sica. I
(•f ) Melicus vel musicus, à graeco Átelos, «¡rood carmen
site cantum significa!. Arnb. <_'al. fíic. Sf.pt. Ling. A R T E , OFICIO, PROFESIÓN.—El arte ha-
ASI ( 26 ) ATE
ce el artesano y hombre hábil; el ofi- ASTRÓNOMO, ASTRÓLOGO.—El astrónomo
cio el operario y jornalero: la profesión conoce el curso y el movimiento de los
el hombre de un orden ó de cierta clase. astros.
El oficio requiere un trabajo mate- El astrólogo raciocina sobre su in-
rial, mecánico ó de manos; la profesión fluencia.
un trabajo ú ocupación cualquiera; el El primero observa el estado de los
arte un trabajo del ingenio, sin excluir cielos, señala el orden de los tiempos,
ni exigir un trabajo material. los eclipses y las revoluciones que pro-
(March.) ceden de las leyes establecidas por el
ASCENDIENTE, IMPERIO, INFLUENCIA.— primer móvil de la naturaleza, en el nú-
El ascendiente es el poder de una supe- mero inmenso de los globos que con-
rioridad legítima, como el de un ancia- tiene el universo, y yerra poco en sus
no respetable, de un padre virtuoso. cálculos.
Imperio es el poder de la fuerza. In- El segundo predice los acontecimien-
fluencia el de la elocuencia, de la per- tos, anuncia la lluvia, el frió, el calor y
suasion, y de la insinuación. todas las variaciones de los meteoros,
(March.)
engañándose las mas veces en sus pre-
ASIR, AGARRAR.—Estos dos verbos ex- dicciones.
plican la diferente actividad de la acción El uno explica lo que hace y mere-
que representan. ce el aprecio de los sabios; el otro char-
El que agarra asegura, tiene firme; la divulgando lo que imagina, espar-
porque el verbo agarrar supone la fuer- ciendo comunmente mentiras, y buscan-
za necesaria para lograr su efecto. El do de este modo la estimación del vul-
que ase, puede ó nó asegurar; porque go, fundándola en su necia credulidad.
la acción de anr, no supone precisa y (March. )

positivamente la fuerza necesaria para


asegurar y tener firme. ASUNTO, MATERIA.—Asunto, es el obje-
Corrió tras él, y le agarró; no nos to particular de que se trata: materia,
deja duda de que lo tiene asegurado. es la entidad á la cual pertenece el
Corrió tras él, y le asió; nos deja la asunto., y constituye su calidad.
duda de si le asió de modo que pudo Se propone un asunto cuya materia
asegurarle; porque el verbo no lo ex- ofrezca medios de lucimiento á la eru-
plica por sí solo, y asi es preciso aña- dición y al ingenio.
dir de qué parte, ó cómo le asió, para La murmuración es en la sociedad
que se deduzca el efecto por el modo una materia inagotable, porque no hay
y circunstancias de la acción: le asió en ella cosa de que no hagan los necios
fuertemente del brazo, ó le asió de la un asunto muy serio para ejercerla, su-
capa. pliendo con este cómodo recurso, su
La acción de asir se refiere al uso falta de talento.
(L. de la Huerta.)
del asa; la acción de agarrar al de la
garra. Aquella sostiene tal vez sin es-
ATENTO, CORTÉS. — Ser cortés, es una
fuerzo; ésta asegura con fuerza y tena-
obligación que nos impone la buena
cidad.
crianza: ser atento, es una calidad á que
Por esta razón, para explicar la po-
nos inclina la buena educación.
ca seguridad de una cosa, se dice que
está asida de un cabello; no agarrada. El cortés puede serlo sin pasar los li-
(L. de la Huerta.) mites de su obligación: el atento no se
ATR ( 27 ) ATR
atiene á ella, y emplea noblemente los treza, ni lo que puede dar de sí la for-
medios de agradar ó de complacer. tuna ó la casualidad, sino una ciega pre-
Decir de un caballero que es cortés, cipitación, que le hace preferir en aquel
no es una lisonja, es solo decir que no momento, la probabilidad de quedar
es grosero. Decir que es atento, es ha- muerto en la plaza, al sonrojo de verse
cer sü elogio; es decir, que añade á la despreciado y escarnecido.
cortesía el agrado, la complacencia. (L. de la Huerta. )

El cortés lo es siempre sin afectación:


el atento puede ser afectado. Hay ATRIBUIR, IMPUTAR.—La voz latina tri-
hombres que á fuerza de atenciones nos buere en su sentido primitivo, designa
alejan diestramente de su familiaridad partir, hacer muchas partes de una cosa,
y confianza. distribuirla entre muchos. De aquí viene
(L. de la Huerta.) attribuere, atribuir, dar, apropiar, apli-
car á. Atribución, es la asignación de
ATREVIMIENTO, OSADÍA, ARROJO.—El sueldos, salarios, prerogativas, &c; y
atrevimiento supone una resolución de atributo es la propiedad que distingue
la voluntad acompañada de confianza a un objeto. De la voz latina putare,
en nuestras propias fuerzas para con- que significa originariamente podar, lim-
seguir un fin arduo. La osadía supone piar, mondar, y por traslación, poner en
el desprecio de las dificultades ó ries- limpio, liquidar una cuenta, calcular,
gos superiores á nuestras fuerzas, pero examinar, pensar; de ahí, digo, viene
acompañado de una excesiva confianza imputar, que significa calcular sobre,
en la fortuna ó en la casualidad. El incluir una suma en otra, ó deducirla.
arrojo no supone ningún genero •«* con- Como sinónimo de atribuir, opone una
fianza, sino una ceguedad con que te- operación complicada á una operación
merariamente nos exponemos á un ries- simple, como que ofrece la idea de cóm-
go, sin examinar la posibilidad ni la puto, de cálculo, de combinación. Im-
probabilidad de salir bien de él. putar es en este caso atribuir por com-
Un torero es naturalmente atrevi- binación, por medio de combinaciones,
do, y lo debe á la fundada confianza que y con responsabilidad. Estas dos vo-
tiene en su habilidad, en su ligereza; ces expresan la acción de poner una
pero si apartándose de las precaucio- cosa á cargo de alguno. Atribuírselo,
nes comunes y conocidas del arte, se es cargársela como cosa propia suya,
empeña por vanidad, en una suerte ar- como obra suya inmediata, por un jui-
riesgada, decimos que es osado, porque cio, por una simple aserción. Imputár-
desprecia con excesiva confianza un sela, es cargársela aplicándole el méri-
riesgo superior á los medios que puede to de ella. Se imputa por lo regular el
naturalmente emplear para salir bien mérito de las cosas que se atribuyete.
del lance, entregándose demasiado á la Atribuir, se toma indiferentemente en
fortuna ó á la casualidad. Si picado de buena y en mala parte; pero imputar, se
los desprecios del concurso, ciego de toma por lo regular en mala parte. Se
cólera y despecho, expone temeraria- atribuye una acción mala así como una
mente su vida en una suerte contra to- buena, una virtud y un vicio; pero an-
da probabilidad de salir bien de ella, tes se imputan las acciones malas que
decimos que es arrojado, que es un ar- las buenas, antes un delito que una vir-
rojo lo que hace; porque no le mueve á tud. No se crea por esto que imputar
ello la confianza que tiene en su des- se aplica siempre en mal sentido; pues
AVA ( 28 ) AVE
la razón y el usó universal fundado en tiene el afán de guardar: el codicioso e'
ella^ prueban lo contrario. Atribuir, se de adquirir^ No se dice ser avarienta
usa en el sentido físico lo mismo que en del bien ageno, ni codiciar, el bien pro-
el moral; y se atribuye una acción á una pio, porque solo es avariento el que po-
persona, así como el flujo y reflujo del see, y codicioso el que desea.
mar á la acción combinada del sol y de El avariento no expone nunca su cau-
la luna. Imputar, apenas tiene uso sino dal, por miedo de una pérdida. E l co-
en el sentido moral, y por lo común no dicioso le arriesga muchas veces, por
imputamos sino á las personas ó seres el afán de la ganancia.
personificados, ó á las cosas animadas. Este es mas digno de compasión, por-
Bien es verdad que no se puede hacer que siempre vé lejos de sí el objeto en
de esta observancia, relativa al uso ac- que pone su felicidad; pero el avariento
tual, una regla absoluta y exclusiva. sabe que posée lo que crée que puede
(A. Oienfuegos.) hacerle dichoso, y se complace en cier-
to modo con la falsa idea de que, si se
A U N , TODAVÍA.— Todavía, parece que se
priva de mucho, es por poder lograrlo
refiere mas bien á la duración actual y
todo.
su fin: aun, se refiere á lo porvenir. (Z,. de la Huerta.)
Aquella por consiguiente se acomoda
mejor á las oraciones positivas; ésta á A V E R S I O N , R E P U G N A N C I A , O P O S I C I Ó N . —
las negativas. La aversion se aplica tanto á las perso-
Todavía subsisten monumentos de la nas como á las cosas; supone el deseo
antigua Roma: aun no se conoce su ver- de la separación, conforme lo indica su
dadero fundador. E s preciso confesar etimología avertere, apartar, alejar; y es
que el sentido de estas dos proposicio- independiente de la voluntad.
nes aun no se ha fijado bien, y por con- La repugnancia hace concebir la idea
siguiente conservan todavía mucha ar- del combate de la voluntad, la cual pug-
bitiariedad. na en vano consigo misma para vencer-
(Jonama.J se, y por consiguiente aquella tampoco
depende de ésta.
A U X I L I O , SOCORRO, A M P A R O . — S e da el
La oposición supone resistencia cau-
auxilio al que ya tiene, y le conviene te-
sada por un modo de sentir enteramen-
ner mas; el socorro al que no tiene lo su-
te contrario, y depende muchas veces
ficiente; el amparo al que no tiene nada.
de la voluntad ó del capricho.
A un ejército considerable se le auxi-
La aversion puede degenerar en hor-
lia para hacer mas poderosa é irresis-
ror: la repugnancia en hastío y en odio:
tible su fuerza; á una plaza que sostie-
la oposición, en aborrecimiento.
ne con dificultad un sitio, se la socorre
para que no se rinda; á un infeliz ven- La repugnancia es mucho mas mate-
cido y derrotado, se le ampara para que rial que la aversion, y ésta, mas que la
no perezca. oposición.
Se pide auxilio para vencer; socorro Nos causa repugnancia un alimento,
para no ser vencido; amparo para no pe- una medicina, una lectura. Tenemos
recer. Se auxilia al industrioso; se so- aversion á las personas, á la soledad, á
corre al necesitado; se ampara al des- los insectos. Se nos opone una perso-
valido. na, cuyo carácter no conviene con el
(L, de la Huerta.) nuestro. Somos opuestos á que se nos
contraríe.
A V A R I E N T O , CODICIOSO. — El avariento j (O. de la Cortina,)
AXI ( 29 ) BAN
AXIOMA, MÁXIMA, SENTENCIA, APOTEG- sola, expresada con un rasgo enérgico.
MA, AFORISMO.—El axioma es una pro- El apotegma, es como inspirado por lu
posición, una verdad capital, principal, [ ocasión, que con el choque expide cen -
tan evidente por sí misma, que cautiva j tella5 El aforismo nace bajo la pluma
por su propia fuerza y con una autori- del sabio metódico, que después de ha-
dad irrefragable el entendimiento bien ber considerado bien, concebido con
dispuesto. Es la antorcha de la ciencia. claridad, y discernido con acierto, re-
La máxima es una proposición, una duce sus investigaciones y sus descu-
instrucción importante, mayor, hecha brimientos á divisiones y á ciertos pun-
para iluminar y guiar á los hombres en tos capitales.
la carrera de la vida; es una gran regla Citaremos como ejemplo algunos axio-
de conducta. mas. Un cuerpo es impenetrable á otro
La sentencia es una proposición, una cuerpo; ó bien dos cuerpos no pueden ocu-
lección breve, patente y admirable, que par á la vez el mismo espacio cosas
deducida de la observación ó tomada en iguales á una tercera, son iguales entre
el sentido íntimo, ó en la conciencia, si
nos enseña lo que es preciso hacer ó lo Como por ejemplo de máximas. Con-
que pasa en la vida; es una especie de siderad el fin atended al objeto
oráculo. Conócete á tí mismo; inscripción del tem-
Apotegma es un dicho memorable, un plo de Delfos Queréis, dicen los
rasgo sorprendente, que saliendo de un Persas, que crezca el mérito! sembrad las
alma enérgica, nos causa una viva im- recompensas.
presión: es una centella del espíritu, ó Las proposiciones siguientes pueden
de la imaginación, de razón y de senti- ser miradas como sentencias. La adver-
miento . sidad es la gran maestra del hombre; ó
Es el aforismo una noción, una ense- como dice el adagio griego: lo que os
ñanza doctrinal, que expone ó resume daña os instruye.
en pocas palabras, en preceptos y en Cuéntanse entre los apotegmas estos
compendio, lo que se trata de aprender: rasgos. Preguntaban á Leónidas, por qué
es la sustancia de una doctrina. los valientes prefieren el honor á la vida?
El axioma debe ser claro, geométri- —Porque depende la vida de la fortuna,
co, de eterna verdad. La máxima debe el honor de la virtud.
ser cierta, luminosa y de grande utilidad. Las siguientes proposiciones son afo-
La sentencia, concisa y de un giro ό es- rismos. Las enfermedades, según la doc-
presion proverbial. El apotegma agu­ trina de Hipócrates, las cura la natura-
do, picante y dramático. El aforismo leza, y no los remedios; y la virtud de los
luminoso, dogmático, apoyado en obser- remedios consiste en ayudar la naturale-
vaciones y pruebas desenvueltas y pa- za.—(V. Máxima, Sentencia.)
tentes. (March.)
I
Β
El axioma se presenta como por sí I
mismo al que busca la ciencia y lo sub- BANCAROTA, QUIEBRA.—Uno y otro tér-
yuga. La máxima resulta de la obser- \ mino significan la cesación ó abandono
vacíon de los efectos constantes, y de de comercio ó de pago: pero bancaro-
las conexiones generales que uno redu- ta manifiesta propiamente el efecto de
ce á un principio. La sentencia parece la insolvencia ó malversación. Hacer
formarse de una multitud de verdades, bancarota, es cerrar la tienda, casa de
que se confunden y se reducen á una comercio ó de pago, y desaparecer del
BAS ( 30 ) ΒΑΤ
comercio ó de la pagaduría, renuncian- suficientemente, da una idea relativa, con-
do á esto de grado ó de fuerza. Hacer trayéndola determinadamente á lo que
quiebra, es dejar de pagar al vencimien- justamente alcanza, para no carecer de
to de los plazos, declararse imposibili- lo preciso. Y así se dice en un sentido
tado de pagar y pedir tiempo para el absoluto: fulano es bastante rico; y en
pago. La bancarota, expresa literal- un sentido relativo á sus obligaciones, se
mente la cesación absoluta del comer- dice que es suficientemente rico.
cio &c; la quiebra, la caida ó pérdida El que dice que Leganés es un buen
en él. lugar, y que hay en él casas bastante
La decadencia, la ruina del comercio grandes, no explica mas que la magni-
lleva consigo la imposibilidad de conti- tud absoluta é indeterminada de las ca-
nuar. La cesación, el rompimiento del sas de Leganés; y no dirá que hay en
comercio da lugar á la alternativa, ó de él casas suficientemente grandes, á no re-
que uno no puede, ó de que no quiere ferirse determinadamente al objeto para
continuarlo. Lo segundo conviene pues el cual se necesita que lo sean.
mejor para expresar la bancarota vo- {£, de la Huerta.)
luntaria ó de intento, fraudulenta ó cri-
BATALLA, COMBATE.—-La primera es una
minal·, lo primero para expresar la quie-
acción general, y comunmente precedi-
bra forzosa, desgraciada é inocente: y
da de algún plan premeditado. El se-
aquí está la principal diferencia que el
gundo parece ser una acción particular,
uso establece entre estas dos voces. La
calificación de bancarota es injuriosa; muchas veces imprevista. Así, pues,
la de quiebra no lo es. Aquella es mas las acciones que hubo en Canas entre
propia de un banquero ó pagador, y aun cartagineses y romanos, en Farsalia en-
también de un tesorero ó cajero, á no tre César y Pompeyo, son batallas. Pero
ser un caso fortuito de la desgracia·, ésta, la acción en que los Horacios y Cu-
es decir, la quiebra suele ser mas fre- riacios decidieron de la suerte de Roma,
cuente, y es mas propia en un comer- y de Alba, la del paso del Rhin, la der-
ciante, en razón de las pérdidas y que- rota de un convoy ó de un partido, son
brantos naturales de su caudal, ha- combates.
biéndolo expuesto, y aventurándolo en La batalla de Pavía entre Carlos V.
el tráfico y el giro, por buscar la ga- y Francisco I., la de San Quintín, tam-
nancia de que puede privarle un contra- bién entre españoles y franceses, la de
tiempo cualquiera, arruinando su capi- Almansa, entre Felipe V. y Carlos de
tal; riesgo á que no tienen necesidad Austria, la de Waterloo, entre Napo-
de exponer sus fondos aquellos otros á leon y los aliados, fueron acciones de-
quienes parece mas aplicable la banca- cisivas. La palabra combate es mas
rota, y en quienes esto suele ser efec- j relativa á la acción de pelear entre dos
to de la mala fe y de malversación. j ó mas combatientes; ó una parte de ejér-
(March.) i cito disputando ó abriéndose un paso,
|
defendiendo una posición, &c.
BASTANTE, SUFICIENTEMENTE.—El pri- Las batallas se dan solamente entre
mero de estos dos adverbios parece mas ejércitos enteros, y se ganan ó se pier-
vago é ilimitado que el segundo; porque den llevando consigo el resultado gran-
bastante, da una idea absoluta é indeter- des consecuencias , trascendentales á
minada de la abundancia, suponiendo · todo un reino, una provincia, &c. Los
que hay sin escasez lo que se necesita;y | combates se dan entre cierto número de
BEN ( ) BES
hombres, y so tienen entre todas las de- ñas, terminadas en ado, y en ido, e x -
nme cosas que tratan de destruirse ó de presan la acción ó modificación que su-
superar la oposición, y solo es fatal su fre la cosa, y refieren la idea á una cau-
resultado á las personas que entran en sa ó á un agente cualquiera; y las voces
la lid ó cosa disputada, &c. que terminan en cho, so, y to, expresan
{March.) el estado en que queda la cosa por ha
ber sufrido aquella acción.
ELLEZA, HERMOSURA.—Tómase aquí la
De esta especie son las siguientes:
primera de estas dos voces en su rigu-
Confesado—Confeso.
roso sentido, y no en el vulgar, en que
Confundido—Confuso.
comunmente se usa para dar mas fuer-
Convencido—Convicto.
za á la alabanza, ó encarecer la admi-
Dirigido—Directo—y Derecho.
ración.
Elegido—Electo.
Una y otra consisten en la buena pro-
Extendido—Extenso.
porción y armonía de las partes que
Pervertido—Perverso.
componen un todo; pero la voz hermosu-
Rompido—Roto.
ra se limita á representar aquella idea
Suspendido—Suspenso,
con relación á lo agradable: la voz be-
y otras muchas que podran verse reco
lleza representa la idea de la perfección
piladas en diferentes gramáticas.
posible.
(G.de la Cortina.)
E n este sentido se admira la belleza
del Laocoonte, del Hércules Farnesio, B E S O , ÓSCULO.—El primero se da por
de los cuales no se dice que son her- amor, por cariño, ó por amistad. El
mosos; pero la Vénus de Médicis, y el segundo por veneración, por respeto 6
Apolo Pythio son bellísimos para los por ceremonia. Por eso decimos, ubesos
inteligentes, y hermosos para todos. de amor," y ósculo de paz.
De aquí es, que el gusto viciado por La voz beso, pertenece al estilo fa-
el capricho o l a costumbre, pone mu- miliar y puede hacer concebir ideas de
chas veces la hermosura en lo que está liviandad ó de doblez.
distante de la belleza. Y no seria poco Ósculo pertenece al estilo elevado, y
el desconsuelo de muchas que tienen siempre indica decencia y pureza de
en el mundo la reputación de hermosas intención. Decimos " e l beso de Judas,
si supiesen que no parecían bellas á los y no el ósculo de Judas."—Una madre
ojos de Mengs, de Rafael ó del Correg- da besos á su hijo, no ósculos; y así es
gio. que cuando queremos ennoblecer la
[L. de ία Huerta.) idea del beso, y de la persona que lo da
ó recibe, lo llamamos ósculo, aunque sea
ENDECiDO, B E N D I T O . — E l primero se efecto de amor sexual.
refiere á la acción ó modificación que Y ya que se nos ofrece tratar de dos
sufre la persona ó cosa de que se habla. ; voces, de las mas ideológicas que tiene
El segundo expresa el estado en que la lengua castellana, hagamos, aunque
queda la misma persona ó cosa, después ! muy de paso, acerca de ellas, una ob-
de haber sufrido aquella acción. ; servación verdaderamente curiosa.
Así, llamamos agua bendita, pan ben- '· Pues que la formación de las voces
dito, al agua y al pan que han sido ben- j no es arbitraria en ninguna lengua, como
decidos. ya se ha dicho (V. Alma), debemos
En general, todas las voces castella- ¡ examinar la estructura de cada voz
BES ( 32 ) BES
para conocer la razón en que se funda partes, una. tomada del sustantivo lati
su significado. Observemos en el caso no os, la boca, y otra, del supino cultum,
presente que la primera letra de la voz de colère, reverenciar, adorar.
beso es una b, letra que se pronuncia El doctor Gall tuvo mucha razón
uniendo los labios, oprimiéndolos muy para decir que cada lengua, sea mímica,
suavemente, y desuniéndolos con cier- sea articulada, es un producto natural
ta vibración real y efectiva, aunque de los sentimientos y de las ideas inte-
poco perceptible (como se verifica mas riores del hombre. Por poco que es-
ó menos en las otras dos labiales m y tudiemos la onomatología de nuestra
p); sigue después una e que no tiene lengua, quedaremos muy pronto con-
mas oficio que hacernos prolongar el so- vencidos plenamente de esta verdad,
nido de la 6, y hacen mas duradera la así como de la razón que hubo para
vibración de los labios, por que la b dar á las letras la figura y el sonido que
hace el papel principal en todas las hoy tienen.
voces de que nos valemos para referir (O. de la Cortina.)

la idea á ciertas acciones, ó cosas per-


tenecientes á los labios. Tienen ésta B E S T I A , ESTÚPIDO, IDIOTA.—Estos tres
letra las voces labio, beber, bebida, epítetos son contrarios al entendimien-
besar, beso, saborear, sabor, sabroso, to, y dan á entender que falta casi del
boca, bocanada, bostezar, bostezo, bozo, todo; con la diferencia, de que bestia es
borbotón, bocina, bocera, silbar, silbo, por falta de inteligencia, estúpido por
sorber, baboso, baba, buche, balbucien- la de sentimiento, ¿idiota por falta de
te, are, acciones todas en las que tie- conocimiento.
nen los labios mas ó menos parte. Des- En vano es que se den lecciones á
pués de la e, sigue la pronunciación de un bestia, pues la naturaleza le ha ne-
la s, letra silbadora, de sonido igual- gado los medios de aprenderlas y apro-
mente vibrado, y que hace veces de as- vecharse de ellas. Inútiles serán los
piración fuerte; y por último, termina desvelos y el cuidado del maestro para
la voz con una o que nos obliga á en- enseñar á un estúpido, si no descubre
treabrir los labios, y hacer un contras- el secreto de estimularle y sacarle del
te repentino de sonidos, y he aquí re- embotamiento en que se hallan sus po-
presentado al mecanismo del beso ma- tencias. Con gran dificultad y trabajo
terial (esto es, su ruido, la figura que se alcanza á instruir á un idiota: para
toman los labios &c.) con cuanta pro- ello es preciso tener el arte de hacer
piedad puede hacerse por medio de la sensibles las ideas y saberse acomodar
palabra. con maña á su modo de pensar, para
Como en el ósculo tienen menos par- elevar éste al nivel del que se trate de
te los labios, porque solo consiste en inspirarle.
acercar la boca, naturalmente entrea- Hay bestias que creen tener talento;
bierta, á una persona ó cosa, debían su conversación es un tormento para
dominar en la voz propia para expre- las personas que le tienen verdadera-
sar esta acción, letras que obligaran á mente, y su carácter llega á veces has-
referir la idea á la boca así entreabier- ta ser molestísimo en la sociedad, par-
ta, y por esto en la VOZ ósculo do- ticularmente cuando á la bestialidad y
minan la o y la u, sonidos mas ó menos á la vanidad reúnen también el capri-
rotundos, y que alternan en la compo- ¡ cho. Los estúpidos no se jactan de te-
sicion de aquella voz, formando dos I ner talento, ni menos buscan á aquellos
BUL ( 3 ) CAD
que lo tienen; por lo mismo seria una un carro, un cuerpo que cae en tierra,
necedad hacer alarde de tenerlo entre & c ; pero si decimos que hay bulla en
ellos; para nada entran en el trato de la calle, damos á entender, que el ruido
las gentes, y su compañía es solo per- que se oye, es causado por la gente que
judicial é incómoda á quien busca la so- habla ó grita en ella.
(L. de la Huerta.)
ledad. Los idiotas suelen tener algu-
nos rasgos de imaginación, pero á su
manera, por una especie de sorpresa, y
c
que demuestran de un modo singular, CADUCIDAD, DECREPITUD.—Lo primero
capaz de divertir á aquellos que en- indica decadencia, ruina próxima ; lo
cuentran un placer en cualquier cosa. segundo anuncia destrucción, últimos
(March.) efectos de una disolución gradual.
Decrepitud, se dice con propiedad
BUENAS ACCIONES, BUENAS OBRAS.—El del hombre, y únicamente es aplicable
uno se extiende mas lejos que el otro. á los seres animados. Caducidad, se
Se entiende por buenas acciones, cuan- aplica también á ciertas cosas inanima-
to se hace por principio de virtud; y no das: asi pues, la caducidad de un edi-
se entiende por buenas obras, sino cier- ficio; caducan los bienes, una posesión,
tos principios particulares, que pertene- una sucesión, &c. Caduco, se toma por
cen mas bien á la caridad con el pró- frágil, que no tiene mas que un tiempo,
jimo. que se acerca á su fin. Decimos una
Es una buena acción declararse con- salud caduca, es decir, delicada, vaci-
tra la corrupción de costumbres y ha- lante, y no diremos una salud decrépita.
cer guerra al vicio; es una buena acción El uso se vale con propiedad de es-
resistir á una violenta tentación de pla- tos términos para distinguir dos edades
cer ó de interés; y esto no es segura- ó periodos de la vejez.
mente lo que en rigor se llama buena Hay vejez caduca y vejez decrépita.
obra. Socorrer al infeliz, visitar á los en- La caducidad, es una vejez avanzada y
fermos, consolar á los afligidos, enseñar achacosa que vá á tocar en la decrepi-
al ignorante, esto es hacer buenas obras. tud; esta es una vejez extremada, y di-
Se hacen buenas obras cuando se vá á las gámoslo así, agonizante, que conduce á
cárceles y á los hospitales con espíritu la muerte, ó está cercana á ella. Los
de caridad. fisiologistas distinguen los dos estados
Toda 6ixeno obra es una óttena acción; con los caracteres siguientes. En el an-
pero toda buena acción no es una buena ciano ó viejo caduco, el cuerpo se en-
obra, hablando en rigoroso sentido. corva, las arrugas se ahondan á causa
(March. ) de la extenuación, la voz se pone cas-
carrona, la vista se pierde ó amortigua
BULLA, RUIDO.—Toda bulla es ruido; pero de día en dia, todas las potencias se em-
no todo ruido es bulla. Aquel es el gé- botan ó enervan, y la memoria flaquea.
nero, ésta, la especie determinada de Todo se deteriora, todo desfallece en el
ruido, que forman con la voz una ó mu- anciano decrépito; el cuerpo está ago-
chas personas. biado, el apetito y la memoria faltan ab-
Cuando decimos que se oye ruido en solutamente, la lengua tartamudea, to-
la calle, no explicamos por medio de dos los resortes están como gastados;
esta voz la especie de ruido, ni el agen- los sentidos se pierden, el estómago se
te que lo causa; puede ser un caballo, relaja y debilita, la flaqueza es espanto-
5
CAL ( 34 ) CAL
sa, la circulación de la sangre se entibia corresponde; y se califica completamen-
y afloja con exceso, la respiración es te un sugeto llamándolo bueno, malo
anhelosa y se apaga, todo se disuelve: sin que realmente se nombre ninguna
el anciano caduco acaba de vivir, y el de sus cualidades. Por esto se llama
anciano decrépito acaba de morir. también sugeto de calidad y no de cua-
Felizmente en la caducidad se lison- lidad al que está comprendido en cier-
jea el hombre todavía; y felizmente en ta clase privilegiada.
(Jonama.)
la decrepitud no siente todo el mal.
(March.) CALIDAD, CLASE, ESPECIE.—Hemos di-
cho que calidad era lo mismo que cla-
CALENDARIO, ALMANAQUE. — Redúcese
se; sin embargo no son exactamente si-
el calendario á colocar los dias en los
nónimas estas dos voces.
meses por orden numérico, y en las re-
Clase, es la idea general de muchas
voluciones de la semana por sus nom-
cosas comprendidas por su semejanza
bres ó signos planetarios, con la indica-
bajo un mismo nombre: calidad, consi-
ción de las fiestas y las prácticas del rito
dera esta idea con relación á la utilidad.
eclesiástico. El almanaque no solamen-
La mejor clase de paño es á veces la
te se extiende hasta hacer observacio-
mas de moda, ó la que mas gusta: la
nes astronómicas y pronósticos sóbrelas
mejor calidad es siempre la mas fina y
diversas temperaturas del aire ó de la la mas durable.
atmósfera, sino también á hacer predic-
Especie es una clase subalterna, que
ciones de acontecimientos sacados de
consideramos como parte de otra clase
la astrología judiciaria: ademas, se dan
mas general, que por esto llamamos gé-
hoy dia, bajo el nombre de almanaques,
nero.
noticias varias, por las cuales se pueden (Jonama.)
observar las mutaciones de cada año.
CALIDAD, CUALIDAD, PRENDA, DOTE.—
(March.)
La calidad determina los accidentes de
CALIDAD, CUALIDAD.—El buen uso, y no una cosa; esto es, nos manifiesta si la
la etimología, es el que debe decidir so- cosa es grande ó chica, blanca ó negra,
bre la acepción de las voces. Aunque fuerte ó débil, áspera ó suave, &c; y se-
calidad no haya sido al principio mas gún se conforman con nuestro deseo es-
que una variación de la voz cualidad, tos accidentes, decimos que tal cosa es
sin embargo me parece que hoy dia tie- de buena ó mala calidad, y de este modo
nen un sentido muy diferente. calificamos la cosa de mala 6 de buena
Cualidad, es una de aquellas modifi- en su totalidad.
caciones por las cuales percibimos los De aquí se deduce, que la calidad se
cuerpos, como la extension, el calor, aplica solamente á las cosas, alguna vez
&c. Calidad, es una clase de.cosas que á los animales, nunca á las personas, y
convienen en ciertas cualidades. supone un examen materiaL—"Este
Se habla de varias calidades de trigo, paño es de buena calidad."—"Este per-
y de las bellas cualidades que distinguen ro tiene todas las calidades que debe
á un sugeto. El género de peor calidad tener un buen lebrel."
suele tener la cualidad apreciable de ser La cualidad determina el carácter de
barato. una persona, y en este sentido se usa
Por esto calificar no es responder á siempre en plural porque son varias las
la pregunta cual, ó señalar un individuo, circunstancias ó modificaciones que for-
sino únicamente determinar á qué clase man el carácter de una persona. Por
CAL ( :5 ) CAN
consiguiente, será esta buena ó mala, pecial, ó si se quiere, casual, sin mérito
según sean sus cualidades, que necesa- alguno de parte de ellas.
riamente deben tener gran parte en sus Prenda y dote, nunca se aplican á los
costumbres; y así como de este modo animales ni á las cosas.
fijamos la idea de las propiedades del (G. de la Cortina.)

alma, así también nos valemos muchas CALIDAD, NOBLEZA. — Ambas significan
veces de la voz cualidad, para deno- el carácter de una persona constituida
tar la propiedad ó el modo de obrar en una clase privilegiada del estado;
de una cosa, y llamamos cualidad ocul- pero con esta diferencia.
ta á una propiedad, cuya causa nos es Calidad, considerada la persona úni-
desconocida. camente como comprendida en la clase,
Por todo lo dicho vemos, que las cua- ó con relación á sus goces y privilegios:
lidades son independientes de la volun- nobleza con relación al honor y -virtud
tad, aunque ésta puede modificarlas. que se supone debe acompañarla: por
Si las cualidades forman el carácter, esto se dice un pecho noble, un alma
las prendas constituyen el ornamento noble, y no un pecho ni un alma de ca-
mas precioso de una persona: hacen que lidad.
esta nos parezca útil, agradable, diver- Cuanto han escrito los moralistas so-
tida, & c , y nos son tanto mas aprecia- bre la nobleza, seria falso y ridículo, si
bles, cuanto que nos prueban el estudio se le sustituyera la voz calidad.
ó el esfuerzo que ha hecho la persona, (Jonama.)
para adquirir estas prendas y agradar-
nos. Por consiguiente, las prendas son CANORO, SONORO.—El primero se refie-
adquiridas: las tomamos de los senti- re ai canto; el segundo al sonido; pero
mientos naturales bien dirigidos, y nos como el canto no es mas que el movi-
valemos de ellas como de las prendas miento de la voz con inflexiones orde ·
materiales, que vienen á nuestro poder nadas, se aplica el adjetivo canoro, tan-
por nuestra industria, y nos proporcio- to á las personas, como á los animales
nan utilidades que podemos comunicar y á los instrumentos músicos; porque
á otros. Por esta razón siempre se usa no solamente llamamos voz al sonido
de la palabra prendas en buen sentido: que se forma en la garganta de aquellos,
nunca se las puede calificar de malas; sino también al que forman ciertas co-
pues si lo son, dejan de ser prendas, y sas inanimadas, heridas por el viento,
serán hábitos, inclinaciones ó defectos. ó hiriendo á éste en ellas, ó por medio
Los dotes son un don puramente gra- de ellas, de un modo determinado. Por
tuito de la naturaleza. Son el dote que eso decimos, "este cantor tiene muy
nos trae el alma al unirse á nuestro cuer- buena voz"—fulana tiene voz de con-
po; y como en su adquisición no tene- tralto"—"el balido es la voz de las ove-
mos el menor mérito, ni la menor par- jas"—"este órgano, este violin, este
te, los llamamos con mucha propiedad fortepiano tienen malas voces."
dotes de naturaleza ó dotes de fortuna. Sonoro, se aplica á todo lo que suena
Así cuando decimos, fulano está dotado de un modo mas ó menos agradable aun-
de un gran talento, fulana está dotada que sin variedad de inflexiones. Las
de singular hermosura, damos á enten- campanas, el cristal, algunos metales,
der que ambas personas debieron á la son sonoros, porque dan un sonido agra-
naturaleza, la primera él talento, la se- dable; y nose dirá que son canoros, por-
gunda la hermosura, como un favor es- que no varían su sonido, el cual es siem-
CAN ( 36 ) CAR
pre uniforme aunque puede ser mas ó Se cansa uno de oir, se fatiga de per-
menos fuerte. seguir.
Canoro, encierra la idea del arte: so- (March. )

noro, la de la naturaleza, y esta es la CAPACIDAD, APTITUD.—Capacidad hace


razón porque decimos con mucha pro- mas relación al conocimiento de los pre-
piedad y elegancia, cítara canora., refi- ceptos: aptitud á su aplicación: la una
riendo la idea al arte con que la hace se adquiere por el estudio, la otra por
sonar el músico; y bóvedas sonoras, alu- la práctica.
diendo á la propiedad que estas tienen El que tiene capacidad es á propó-
de dar un sonido que les es propio. sito para emprender: el que tiene apti-
(G. de la Cortina.) tud lo es para salir bien de la empresa.
Se necesita capacidad para mandar
CANSANCIO, FATIGA.—El cansancio es la en gefe, y aptitud para mandar con bue-
pérdida de fuerzas, causadotpor el tra- nas esperanzas de éxito.
bajo excesivo: \& fatiga, es el cansan- i (March.)
ció que se manifiesta por sus efectos.
Cuando á un hombre cansado le fal- CARNICERO, CARNÍVORO.—Estas voces
ta el aliento y respira con dificultad, convienen porque son calificaciones ge-
tiene fatiga. Esta es un efecto visible néricas de los animales que comen car-
del cansancio, y como se habla del efec- ne. Difieren en que carnívoro significa
to que se vé, y no de la causa que lo simplemente el que come carne; y car-
produce, decimos que respira, que ca- nicero el que hace su comida de ella.
mina con fatiga, y no camina ó respira La primera designa el hecho, y la se-
con cansancio. gunda el apetito natural, el hábito cons-
Por eso en un sentido figurado, de- tante. El animal carnicero no come
cimos que cansa lo que disgusta, y fa- otra cosa que carne; su naturaleza le
tiga lo que incomoda. obliga á vivir de ella sola. El carnívo-
(L. de la Huerta.) ro es el que entre otras cosas come car-
ne; pero puede vivir sin comerla, como
CANSAR, FATIGAR.—La continuación de que no es su único y propio alimento.
una misma cosa cansa; la pena fatiga; El tigre, el león, el lobo, se mantienen
se cansa uno de estar en pie; se fatiga solo de carne, y por consiguiente son
de trabajar. carniceros. El hombre, el perro, el
Estar cansado, es no poder obrar mas; gato, comen y gustan de carne; pero no
estar fatigado, es haber obrado dema- la necesitan para vivir, pues pueden
siado. pasar con otros alimentos, y de con-
A veces se siente cansancio sin haber siguiente son carnívoros. En las es-
hecho nada, y entonces procede de cier- pecies carnívoras, se llaman carniceros
ta indisposición del cuerpo y de lenti- los individuos que gustan mas de carne,
tud de la circulación de la sangre. La y la comen mas á menudo que los otros,
fatiga es siempre consecuencia de la pero ya en este caso se usa impropia-
acción; supone un trabajo rudo, ya por mente de la voz carnicero.
la dificultad ó por la duración del mu- (A. Cicnfttegot.)
cho tiempo. CARRILLO, MEJILLA.— Estas voces se
En el sentido figurado, un suplicante confunden muy á menudo en el uso, y
cansa con su perseverancia, y fatiga el Diccionario de nuestra lengua lo au-
con sus importunidades. toriza en el artículo mejilla; pero en
CAS ( 37 ) CAU
realidad representan dos distintas partes Hay quien es casto sin guardar con-
de la cara, como allí se supone en el tinencia; y al contrario, quien guarda
artículo carrillo. ésta sin ser casto. La castidad es de
Para explicar su diferencia me pare- todos los tiempos, de todas las edades,
ce que convendrá decir, que el carri- y de todos los estados; la continencia no
llo es, en efecto, la parte carnosa de la es sino del celibato.
cara desde la mejilla hasta lo bajo de La edad hace á los viejos necesaria-
las quijadas; y la mejilla., la parte que mente guardar continencia; y es algo ra-
está entre el carrillo y el ojo; ó (como ro que los haga castos.
lo explica uno de nuestros mas conoci- (March.)

dos Anatómicos) "la parte interior y


"mas blanda de la eminencia ó eleva- CAUSA, MOTIVO.—La voz causa tomada
"cion, que está debajo del ojo, entre en el sentido moral, como sinónima de
la oreja y la nariz. la voz motivo, explica la razón que te-
(L dt la Huerta.) nemos para hacer, decir ó pensar algu-
na cosa, pero con esta diferencia, que
CARTAS, NAIPES.—Las cartas son los nai- la causa explica una razón forzosa, que
pes considerados respecto á su valor en obliga á la acción ó al juicio: y motivo,
el juego. una razón voluntaria que mueve, indu-
Los mejores naipes son los mas finos: ce, inclina.
las mejores cartas son aquellas que, se- Se rompió una pierna, y esta es la
gún las leyes del juego, y el estado ac- causa de su cojera. Ha heredado un
tual de la partida, son superiores á las mayorazgo, y este es el motivo de haber
demás: al mediator, por ejemplo, el as dejado el servicio.
de espadas es la mejor carta, siendo en (L. de la Huerta.)
clase de naipe igual á todos los de la
baraja. Así hablará con tanta impro- CAUTIVERIO, CAUTIVIDAD.—Ambas vo-
piedad el que jugando á la treinta y una ces se derivan del latin capere, (cojer)
pida naipes, como el que llame fábrica por lo cual se dijo antiguamente, cap-
de cartas al lugar en que se hacen los tiverio, captividad: pero cautiverio no
naipes. expresa mas que el estado de toda per-
(Jonama. ) sona de cualquiera clase que sea, que
perdió su libertad, y permanece en po-
CASTIDAD, CONTINENCIA.—Los dos son
der de un enemigo á quien se le hace
relativos al uso de los placeres de la la guerra.
carne, pero con diferencias notables.
Cautividad, expresa la cualidad de
La castidad es una virtud moral que
cautivo y se refiere á la duración de
prescribe reglas al uso de los placeres:
aquel estado. Por eso decimos: "du-
la continencia es otra virtud que prohi-
"rante la cautividad de Fernando VII
be absolutamente el uso de ellos.
"en Francia," y no durante el cautive-
La castidad extiende sus miras sobre
rio. —"Abolición del cautiverio en Ar-
lo que puede ser relativo al objeto que
"gel," y no "abolición de la cautivi-
se propone arreglar; pensamientos, dis- u
dad.»
cursos, lectura, actitudes, gestos, com- (G. de la Cortina.)
pañías, ocupaciones, elección de ali-
mentos, &c. La continencia no consi- AUTiVERio, ESCLAVITUD.—El cautive-
dera mas que la privación actual de los rio es el estado á que pasa la persona
placeres de la carne. que perdida su libertad en la guerra,
CAU (" 38 ) CEL
vive en poder del enemigo. Esta idea ternidad, de compasión y de ternura, y
conviene, ó puede convenir, á la mayor trae consigo la idea de las mazmorras,
parte de los esclaves. ¿En qué está, de los grillos y cadenas, y de los pade-
pues, la diferencia de estas dos voces? cimientos en general; y por esta razón
Ya no se emplea la voz cautivo, sino se han apoderado los poetas de las vo-
cuando se habla de los que se hallan en ces cautivo, cautiverio, y cautividad
poder de infieles, pero aquellos son para expresar las penas del amor.
también esclavos. La diferencia de la El adjetivo preso supone un delito, y
energía de la voz, me parece que con- por él, la pérdida absoluta de libertad,
siste en que el cautiverio solo se refie- haciéndonos considerar al individuo, en-
re á la falta de libertad que sufre el cerrado en un calabozo, ó cuando me-
cautivo, sin otra relación alguna; pero nos en una cárcel, ó en un recinto mas
la esclavitud añade á la idea de la falta ó menos limitado, á disposición de un
de libertad, la de la propiedad y dere- juez.
cho, que como sobre un bien, una alha- Prisionero indica la pérdida momen-
ja que le pertenece, tiene sobre el es- tánea de la libertad, no por delito ó cul-
clavo su dueño; y así no se dice regular- pa, sino por cualquier evento fortuito
mente, comprar un cautivo, ni redimir de la guerra: tampoco nos hace supo-
un esclavo. Los negros que trabajan ner encerramiento en cárcel ni en pri-
en América se llaman esclavos y no cau- sión ninguna, y lejos de inspirar ideas
tivos, porque no los consideramos pura- vergonzosas ó desfavorables para el
mente como hombres sin libertad, sino prisionero, nos hace atribuirle honor,
como propiedad, hacienda de sus due- valor, grandeza de ánimo, y tal vez he-
ños. roicidad.
{L. de la Huerta.)
Es una obra de caridad libertar ó re-
CAUTIVO, PRISIONERO, PRESO.—Por lo dimir al cautivo. Es un hecho honro-
dicho en los análisis de las voces cauti- so y obligatorio recobrar á un prinone-
verio y esclavitud, y cautiverio y cauti- ro por cuantos medios sean posibles.
vidad puede determinarse con bastante Siempre será un delito dar libertad á
precision el significado de cautivo, pues un preso, mientras no lo mande la au-
esta voz no hace mas que aplicar á la toridad á que se halla sujeto.
persona en particular las circunstancias (G. déla Cortina.)
de la cosa.
Prisionero y preso se derivan del latin CELEBRAR, ENCARECER.—Como no se
prehendere,agarrar, coger, pillar; y se di- descubre desde luego ninguna acep-
ferencian en que prisionero se aplica ex- ción común á estos dos verbos, parece-
clusivamente al militar cogido en acción rá tal vez impertinente á nuestro inten-
de guerra; y preso, á cualquiera perso- to su comparación; pero en la realidad
na á quien se priva de su libertad, ya no lo es, si se advierte que en la pri-
sea por sentencia de juez, ya por dispo- mera parte del Quijote, capítulo 27, se
sición de un superior, ya en fin, por ar- encuentra usado el primero como equi-
bitrariedad del que ejerce la fuerza. valente del segundo: "Esta és, ó seño -
La voz cautivo, como nota muy bien "res, dice allí Cardenio, la amarga his-
Huerta, no se emplea sino cuando ha- "toria de mi desgracia; decidme si és
blamos de los que se hallan en poder "tal que puede celebrarse con menos
de infieles, y por lo mismo supone ino- "sentimientos que los que en mí habéis
cencia, excita sentimientos de confia- "visto."
CEL ( 39 ) CEL
Como nadie celebra sus propios ma- los que aplauden á ojos cerrados; pero
les en el sentido propio de este verbo, faltándole el voto de los inteligente»
es preciso que fuese otra la idea que desapasionados, en quienes está la ver-
quiso Cervantes explicar con él. De dadera pluralidad, nunca se podrá lla-
las acepciones en que se puede usar mar propiamente célebre.
este verbo, la que puede convenirle (Jonama.)
mejor en aquel lugar, es la de encare-
cer; y en efecto parece muy natural que ELERiDAD, PRONTITUD.—La celeridad
dijese Cardenio,que su desgracia no po- se refiere al modo; la prontitud se re-
dia encarecerse con menos sentimientos. fiere al tiempo. En aquella se supo-
ne un movimiento ligero y continuado;
A pesar de aquella autoridad, no pa-
en esta se supone un acto, se prescinde
rece posible, que estos dos verbos pue-
de la continuación del movimiento.
dan usarse con propiedad como equiva-
Oyó un ruido, se levantó con pronti-
lentes uno de otro; porque el que enca-
tud de la cama, y se vistió con una ce-
rece, puede ponderar sin complacencia,
leridad increíble.
por interés ó por otros motivos, el mé-
El correo viene con prontitud, esto
rito, el valor, las circunstancias buenas
es, tarda poco: viene con celeridad, esto
6 malas de la cosa encarecida; pero el
es, corre mucho.
que celebra, se complace en la alaban- (L. de la Hutrta.)
za, ó en el recuerdo de una cosa deter-
minadamente plausible y agradable pa- /ELESTE, CELESTIAL.—Lo que pertenece
ra él. al cielo, es la idea común á estos adje-
Un mendigo encarece, no celebra su tivos; pero el primero abraza toda la
miseria, sus trabajos. Un buen amigo idea; el segundo, la modifica.
celebra la parte que ha tenido en una Celeste, se refiere al cielo: celestial,
reconciliación, en el buen éxito de una se refiere á la divinidad.
solicitud; y es justo que lo celebre, pe- Celeste es, sin restricción, todo lo que
ro no le está bien el encarecerlo. pertenece al cielo, bien sea considera-
(L. de la Huerta.) do como la morada de los bienaventu-
dos, ó bien como la region superior que
CÉLEBRE, CELEBRADO. — Pava que un circunda al universo.
hombre sea célebre, no basta que tenga Celestial, no solo se limita á aquel
mérito, es preciso que lo celebren; sin primer sentido, sino que aun en él se li-
embargo, no todo lo celebrado es céle- mita á lo mas sublime de su idea: por-
bre- Mil cosas celebra la preocupación, que se refiere determinadamente á las
la pasión ó la ignorancia, que fastidian perfecciones que constituyen la esen-
al que las mira á sangre fria y con ojos cia divina, y á lo que participa de sus
acostumbrados. divinos atributos.
Para que una cosa sea célebre es pre- La morada celeste de los justos: los
ciso que tenga un mérito conocida, y espíritus celestes: el movimiento de los
que este sea de tal especie, que intere- cuerpos celestes: la esfera, el globo ce-
se generalmente, y arrebate los aplau- leste.
sos á todo el que la mire con imparcia- La sabiduría, la pureza celestial: las
lidad. Si una acción ó una obra cual- celestiales perfecciones: la vista celestial
quiera es despreciable en sí misma, ó de la divinidad: la celestial bienaventu-
de un género poco interesante, podrá ranza.
ser celebrada por sus partidarios, ó por Por este principio llamamos celeste al
OLA ( 40 ) CLA
color que nos parece que vemos en el Convento, se deriva del latin conven-
cielo, y no le damos el nombre de celes- tos, y éste, de convenire, esto es, venire
tial, como á ninguna otra cosa que no cum, juntarse ó reunirse con otro, en
pertenece á aquella determinada idea. un mismo lugar; de modo que convento
Y asi no se podría decir, sin una abso- quiere decir reunion.
luta impropiedad, los astros, ó cuerpos Monasteno, es voz derivada de la
celestiales, la esfera celestial, azul celes- griega μ.ovar*)piov, y significa perma­
tial. nencia de una persona sola, sin nin­
(L. de la Huerta.) guna compañía.
El claustro, limita la idea á la parte
CHICO, PEQUEÑO.—La voz pequeño re- en donde el individuo permanece ό pue­
presenta siempre la pequenez específica: de permanecer encerrado.
la voz chico, representa la pequenez de El convento, al edificio en donde vi­
un modo absoluto. Por eso no se pue- ven reunidos los individuos, haciendo
de emplear ésta, cuando se trata de co- vida común.
sas de gran magnitud, porque lo chico El monasterio, expresa el edificio en
siempre representa una cosa de poco donde cada individuo vive separada-
volumen, siempre que sea menor que mente haciendo vida solitaria.
aquellos á que se compara, ó entre cuyo Por consiguiente, claustro refiere la
género ó especie se distingue. Un mon- idea al encierro; convento, la refiere á la
te, un rio es pequeño; pero ni del uno ni reunion; y monasterio, á la soledad,
del otro se dice que es chico, porque no Y como en el monasterio, lo mismo
se considera su pequenez en- un sentido que en el convento, la parte principal es
absoluto, sino respectivo, ó en compa- el claustro, empleamos á veces esta úl-
ración de los demás montes y rios. tima voz en lugar de cualquiera de las
Esta es la razón porque, hablando primeras, hablando en sentido figurado,
con rigurosa propiedad, no se usa en la y tomando la parte por el todo; pero
física de la voz chico, sino déla voz pe- esta designación no es propia sino cuan-
queño, porque en ella no se conoce la do hablamos en general, é indefinida-
pequenez absoluta, sino la respectiva ó mente, v. g., cuando decimos, "la vida
específica. del claustro," "los enclaustrados, & c ; "
Pequeño, se aplica á lo físico y á lo pues si queriendo determinar particular-
moral; pero chico se aplica sólo á lo fí- mente un convento cualquiera, v. g., el
sico: pié chico ó pequeño; hombre pe- de los religiosos de San Francisco dijé-
queño ó chico; pero no: obstáculo chico, ramos, "el claustro de los francisca-
inclinación chica, espíritu chico, porque nos," daríamos lugar á que se entendie-
en estos casos solo se aplica la voz para ra que hablábamos solamente de la ga-
representar expresamente una compa- lería, ó de la parte material que en el
ración. edificio de aquel convento se designa con
(L. de la Huerta.) el nombre de claustro.
Convento y monasterio, son mas ma-
CLAUSTRO, CONVENTO, MONASTERIO.— teriales que claustro, porque hacen con-
La primera de estas voces se deriva de cebir la idea nó tanto del modo de vivir
la latina claustrum, y ésta de claudere, en ellos, cuanto de la existencia ma-
encerrar; por consiguiente, claustro no terial de los edificios en donde se vive:
significa propia y rigorosamente, mas y por eso se dice, "fundar un conven-
que encierro. to," "demoler los conventos," "vender
COL ( 41 ) COM
los monasteríosSvy no fundar, ni derri- i que el tronco déla raiz, decimos que
bar, ni vender los claustros (*), | está rabón.
(fí. de la Cortina. ¡ La palabra cola se usa en sentido fi-
COLA, RABO.—La cola se llama asi cuan- gurado, á diferencia de la palabra rabo,
do es grande y está bien poblada de cer- ί que no se emplea mas que en su senti-
da ó de pelo; pero si es chica, delgada, ! do recto, y siempre es innoble. Así lla-
desnuda, se llama rabo: por eso decimos ! mamos vestido de cola al que vá arras-
la cola de un caballo; el rabo de un cer- ! trando por detrás: decimos ponerse á la
do, & c , y cuando al caballo se le cor- | cola en vez de al fin ó detrás. Traer
cola un asunto, por traer consecuencias.
ta la cola de modo que no le quede mas ί
. •—Llamamos coleta (diminutivo de cola)
__. !
al pelo que llevan algunas personas en
(*) Si nos detuviéramos á hacer un análisis ideológico |
«le la voz claustro, considerándola como palabra, esto es, ¡
la parte posterior de la cabeza mas ó
como imagen material de una idea, quedaría plenamente
probado lo que acerba de ella hemos expuesto. Pero no menos crecido y liado con una cinta ó
siendo este lugar, ä proposito para entrar en tan vastas ex.
de otro modo; y en ninguno de estos
pticaciones, nos limitaremos á indicar que la combinación
ejemplos podríamos sustituir con pro-
de la c y de la l, con que empieía la palabra claustro, es el
principal fundamento de la significación que ésta tiene. La
piedad la palabra rabo.
e entra en la composición de un número infinito de palabras
latinas, y por consiguiente de palabras nuestras. Corres- {G.dela Cortitia.)
ponde á la oncena letra del alfabeto de los orientales, los
cuales la representaron en lo escrito de un modo inverso,
esto es, con la abertura vuelta acia el lado izquierdo del COMENZAR, EMPEZAR, PRINCIPIAR.—
que escribe, en esta forma Q , y su pronunciación corres-
pondía á la de la k, por cuya razón los latinos no tenían k, Los dos primeros son mas materiales
ni los griegos tienen c, y así, la c latina equivalía absoluta- que el último. Comenzar, se refiere mas
mente á la k oriental. La e pues, con el sonido de la k entro
en la composición de palabras inventadas para representar á la duración del tiempo y á la perfec-
ideas (entre otras muchas), de encerramiento, de capaci- ción de la acción ó de la cosa, por lo
dad, de todo lo que puede contener, y por consiguiente,
ideas de espacio y de lugar sujeto á determinados límites, cual decimos, "ahora comienza la misa;"
y de lo que es hueco, como la mano que sirve para coger, "aquí comienza la comedia."
contener y encerrar dentro de ella, y esta es la razón por-
que dieron á la c una figura análoga âla déla mano medio Empezar, se refiere principalmente
cerrada. Pero la analogía de esta lelra con las ideas, de-
pende de su combinación con las demás letras, y así como
á la totalidad é integridad de la acción
para expresar ideas de lo que está vacio, y que puede con- ó de la cosa, como lo expresamos di-
tener por dentro otras cosas, se combino la c con la o y
con la u, y se inventaron las palabras latinas bucea, occupa,
ciendo, "aquí empieza el caserío de la
concavo, aculo, coro, coluro, coeton,fyc, y por analogía con- ciudad;" "lo que no se empieza no se
vento, concilio, convenio, continuo, oculto, S¡c, así también
para expresar ideas de encerrar, se combino la misma c
acaba."
con la l; porque los primitivos celtas en su vida sencilla y Principiar, atiende mas ai origen y á
agreste, se servían de palos toscos para formar cajas ó re-
cintos cerrados en donde guardar sus efectos y objetos de la causa tanto moral como física, y por
uso doméstico; representaban por medio de la figura l la eso nos valemos del sustantivo princi-
idea de un palo; y uniendo esta idea á la de la c que hemos
explicado, llamaban al palo cal. Así, por consecuencia ne- pio, para expresar la entrada, el exor-
cesaria, entró la l á combinarse con la c y con la β en to­ dio, todo aquello por donde empieza
das las palabras destinadas á hacer concebir ideas de en-
cerramiento, de ocultación y de conservación de una cosa una cosa. En moral y en política lla-
dentro de otra; y los romanos respetando esta etimología mamos principios á las reglas de nues-
natural, dijeron, claudo, include, conclavium, cUmtura,
üaustrum, S¡c, y al instrumento propio para encerrar y
tra conducta. En metafísica llamamos
mantener encerrada una cosa le llamaron clavis, y noso- del mismo modo á las causas primeras,
tros le llamamos llave, por haberse convertido en castella- y decimos que Dios es el principio (esto
no la combinación el en 11 en algunas voces, como clamare,
llamar: clavigerus, llavero, &c. En la palabra castellana es, el origen) de todo. En física y en
cónclave se vé realizado todo lo expuesto acerca de la c y química, damos el nombre de principios
de la l; pues nos representa los cardenales encerrados bajo
de llave en un recinto limitado. á las sustancias simples que entran en
(O. déla Cortina.) ' la composición de las mixtas. En lite·
6
COM ( 42 ) COM
ratura llamamos principios á los prime- COMPLACER, AGRADAR»—Estos dos ver-
ros rudimentos de las ciencias, &c. bos expresan ambas acciones agrada-
Comenzar, se refiere á la duración del bles á aquellos que son su objeto.
tiempo. Lo que comienza concluye; y Complacer es acomodarse al sentir,
por eso llamamos concluida á la obra al gusto, al genio de alguno, adherirse
que ha sido muy limada y perfecciona- á lo que desea con la mira de serle gra-
da, para lo cual se necesita mas tiempo to. Agradar es efectivamente ser agra-
del que comunmente se emplea cuando dable á fuerza de deferencias y de aten -
no se perfecciona tanto la obra, ciones.
Empezar, atiende mas á la integridad. Complacer es un medio para llegar
Lo que empieza acaba; y esta es la ra- á agradar, y puede decirse, que quien
zón porque llamamos acabada á una sabe complacer con dignidad, puede muy
obra que tiene todo lo que debe para bien esperar agradar.
estar entera. (March.)
Principiar atiende al fin. Lo que prin-
cipia finaliza: y como la voz principio COMPLACIENTE, CONDESCENDIENTE . —
es muy indeterminada por referirse al El complaciente sacrifica su voluntad ó
origen primero de las cosas, decimos sus inclinaciones con el único fin de
que el mundo tuvo principio; pero que agradar á otro, por la satisfacción que
no sabemos cuándo llegará su fin. le resulta de este sacrificio.
De todo lo expuesto puede fácil- El condescendiente depone su autori-
mente deducirse la diferencia que hay dad, su superioridad, ó la facultad que
entre conclusion, acabamiento y fin; y tenia de oponerse á nuestro gusto, ó á
por consiguiente, entre los verbos con- nuestros deseos, y se conforma con
cluir^ acabar y finalizar, de los cuales se ellos, aunque no le resulte utilidad al-
derivan aquellos sustantivos. guna.
(G. de la Cortina,) De aquí se deduce que el condescen-
COMERCIO, NEGOCIO, TRÁFICO.—El ne-
diente es menos interesado que el com-
gocio considera los asuntos de banque- placiente, y que Ja condescendencia su-
pone mas necesidad de parte del que la
ro y los de mercancías: el comercio y el
solicita.
tráfico consideran solo las mercancías; (O. de la Cortina.)
con esta diferencia, que el comercio se
hace mas por venta y por compra, y el COMPOSTURA, COMPOSICIÓN . — Aunque
trafico por cambios recíprocos. ambas voces representan la operación
(March.)
de componer, cada una de ellas corres-
COMPENDIO, EPÍTOME, RESUMEN, Ó SU- ponde á una significación diferente de
MARIO.—El compendio es la reducción este verbo. Se compone lo que está roto,
de una obra á menor volumen. El su- ó descompuesto, y á esta acepción cor-
mario indica las cosas principales que responde la voz compostura. Se com-
contiene la obra, ó cada uno de sus ca- pone una obra, un tomo compuesto de
pítulos, á cuyo frente se pone el suma- varias partes, y á esta acepción corres-
rio. El epítome, es mas sucinto que el ponde la voz composición.
compendio, aunque extracto de una obra. La compostura de un coche, de un
De un sumario no puede hacerse un epí- reloj, de un vestido. La composición
tome, ni de un epítome, un compendio; de un aria, de una oración, de un re-
mas sí, de un compendio un epitome. medio.
(March) (£,. deja Huerta.)
CON ( 43 ) CON
CONCESIÓN, PERMISO, PRIVILEGIO, LI- distinciones de los sinónimos, deben ser
CENCIA.—La declaración de la voluntad concisas.
del superior favoreciendo una acción Los lacedemonios, que dieron el nom-
determinada, es el sentido que hace si- bre al estilo lacónico, respondieron con
nónimas estas cuatro voces. un solo sí á una larga carta en que el
Concesión se refiere al bien que hace padre de Alejandro les proponía la
el superior, ó á lo que pone de su par- guerra.
te. Permiso hace relación á los estor- (L. de, la Huerta.)
bos que deja de oponer. Así, aunque
CONFIANZA, ESPERANZA.— La seguridad
podemos decir con propiedad que se
que creemos tener de υ na cosa que de­
concede ó permite la extracción de gra-
nos, no podemos decir que el rey per- seamos es el sentido que hace sinónimas
mite pensiones, ni que nuestras leyes estas dos voces.
antiguas concedían el desafio. Tenemos confianza cuando la segu-
Privilegio y Ucencia suponen cierta ridad de lo presente nos hace descuidar
exclusiva; de manera que nunca se po- sobre lo por venir: tenemos esperanza
drán dar estos nombres á una concesión cuando la seguridad de lo por venir nos
ó permiso que comprenda todos los su- hace tolerar el mal presente.
getos de un estado. Estas dos voces El hombre confiado duerme tranqui-
se diferencian en lo mismo que las an- lo con lo que tiene: el esperanzado no
teriores: esto es, privilegio hace rela- reposa un momento hasta lograr lo que
ción á lo que se da; licencia á lo que no apetece. Yo confio en Dios porque sé
se estorba: todo privilegio es concesión; que es justo: espero en él porque sé que
toda licencia es permiso. es bueno. El ministro recto inspira
Es de notar, que la exclusiva que confianza al que pide justicia; da espe-
suponen estas voces no está precisa- ranzas al que pretende con razón. El
mente reducida á un solo individuo: amo tiene confianza en el criado, el
basta que no estén comprendidos todos. criado tiene esperanza en el amo. Se
Cuando el superior mismo limita la li- llama mozo de confianza al que es hom-
cencia ó privilegio á una sola persona, bre de bien; mozo de esperanzas al que
ó á un solo cuerpo, entonces se llama es hombre de talento.
privilegio exclusivo, y nunca se dice Una y otra, según lo dicho, fija sus
licencia exclusiva, porque en el mero miras en el porvenir; una y otra se fun-
hecho de limitarse el superior, ya se da en la idea de una seguridad.
ve que pone de su parte: y licencia es La confianza, que funda su seguridad
una idea puramente negativa. en lo presente, se supone que es fruto
{Jonatna.) de la reflexion y del raciocinio; la espe-
CONCISO, LACÓNICO.—Lo conciso da mas
ranza que no tiene nada de presente, y
claridad; lo lacónico da mas energía. se funda toda en lo venidero, se conten-
El primero de estos dos estilos omite ta por lo regular con una mera probabi-
las palabras ociosas, los rodeos, los lidad, que muchas veces no es mas que
adornos inútiles, para exponer la idea el deseo trasformado.
con la mas exacta precision; el segun- Si la justicia de Dios me da confian-
do indica con frases cortas y expresi- za, es porque la conciencia no me re-
vas lo que debe entender ó adivinar el muerde: si su bondad me infunde espe-
lector. ranza, es porque á pesar de mi mala
Las demostraciones geométricas, las i conciencia, me persuado ó deseo per-
CON ( 44 CON
Buadirme, que me perdonará. Cuando Es verdad, según dicen: llueve, se-
el atoo confia en el criado, se funda en gun creo, y no, es verdad conforme di-
los datos que tiene de la experiencia : cen; llueve conforme creo.
cuando el criado espera en el amo, se (L. de la Huerta.)
funda en la probabilidad que le da su
propio deseo. 3NJETURAR, PRESUMIR.—La conjetura
se funda en alguna combinación de cir-
La misma analogía sigue el verbo
cunstancias ó antecedentes que hacen
confiar cuando es activo. Confiar un
probable la cosa. La,presunción se pue-
secreto, confiar un negocio, es encar-
de fundar en una simple sospecha, re-
garlo á una persona de quien no recela-
celo, malicia, ó preocupación. De aquí
mos traición ni fraude. Tener confian-
es, que se dice: sacar una conjetura, esto
zas con un sugeto es comunicarle cosas
es, deducir délos indicios ó anteceden-
delicadas; hablarle en confianza es abrir-
tes alguna consecuencia probable. Pe-
se con él francamente, en la seguridad ro no se saca una presunción.
de que es hombre de bien.
(Jonama.)
De la tristeza de un mal pagador se
conjetura que le acosan sus acreedores.
De los síntomas del mal, conjetura el
CONFORME, SEGÚN.—Explícase con es-
médico sus consecuencias.
tas dos proposiciones la conformidad de
una cosa á otra, pero conforme la supo- Un avaro presume siempre que le en-
ne mas exacta é indispensable, y según, gañan. A un cobarde le basta su mie-
la supone menos absoluta, ó mas volun- do para presumir un riesgo.
(£. de la Huerta.)
taria.
Lo doy conforme lo he recibido; se CONSECUENCIA , RESULTADO , ÉXITO ,
queda conforme estaba; esto es, exac- EFECTO.—La consecuencia no es mas
tamente como estaba, ó como me lo que la union ó ligazón que existe en-
han dado. Juan vive según le dicta su tre una proposición y los principios de
capricho; habla según se le antoja, esto donde se ha deducido. Por consiguien-
es, como quiere. En los dos primeros te, tanto en este sentido como en el mo-
ejemplos no se puede usar de la voz ral, supone premeditación y combina-
según, porque no explicaría una confor- ción de medios.
midad tan absoluta y exacta, como exi- El resultado, es el producto definiti-
ge aquella idea; ni en los segundos se vo de una causa ó del concurso de mu-
puede usar con propiedad de la voz chas causas, y puede ser casual.
conforme, porque daria á la idea una El efecto es igualmente el producto
conformidad demasiado exacta, y me- de una ó de muchas causas; pero es,
nos libre y voluntaria de lo que se quie- por decirlo así, mas material; ó mas
re dar á entender. bien, se aplica con mas frecuencia á las
Esta diferencia se hace mas percep- cosas materiales.
tible, cuando la conformidad, que se El éxito es un resultado puramente
quiere explicar con la preposición, se moral.
apoya solo en una probabilidad ó en Una providencia tomada por un go-
una opinion; pues en tal caso se vé cla- bierno sin las precauciones necesarias,
ramente la impropiedad del uso de la puede tener muy malos resultados, y
preposición conforme, que nunca puede fatales consecuencias. Es claro que
explicar una conformidad dudosa, sin estos resultados y estas consecuencias
una notable impropiedad. «eran ya físicas, ya morales, v. g., la
CON ( 45 ) CON
guerra civil, el hambre, la desmoraliza- Los padres consienten en el enlace de
ción, la pereza, la ignorancia, &c.—Se sus hijos; los amantes son fáciles en
dice, ésta medicina no me hace efecto, y adherirse á los caprichos de sus queri-
no, consecuencia, ni resultado, ni éxito.— das; hay gentes que no están de acuer-
Una batalla puede tener muy buen éxi- do en todo lo que se les propone.
to, y muy malas consecuencias.—Este (March.)

es el resultado de los efectos del rayo.


La física es una ciencia que trata de He incluido en este Diccionario los
las causas y efectos naturales. dos artículos que anteceden, únicamen-
La consecuencia debe producirse nece- te por ignorar las razones que tendría
sariamente por la combinación de las March para considerar al verbo adhe-
cosas. No así el resultado, que muchas rir como sinónimo de consentir y de
veces se ignora cuál será. acordar; y en caso de duda, debemos
(O. de la Cortina.) respetar cualquiera opinion, mientras
no nos conste que es errónea. Pero
CONSENTIR , ADHERIR. — Consentir, se permítaseme decir, que creo sin temor
dirá con respecto á lo que otro ú otros de equivocarme, que no ha habido has-
quieren, cuando nosotros mostramos ta ahora otro escritor que considere
nuestro beneplácito, ó damos nuestro como sinónimas aquellas voces.
permiso. El verbo adherir, y mas bien, el re-
Adherir, á lo que deba hacerse ó con- cíproco adherirse, puede parecer si-
cluirse autorizándolo, uniéndonos al par- nónimo de unirse y de pegarse, y en este
tido opuesto. caso la diferencia que hay entre estos
Así,pues, diremos: los padres consien- tres verbos consiste en que el primero
ten en el matrimonio de la hija. es puramente obra de la naturaleza, y
La plebe adhiere al partido tomado los dos últimos pueden ser obra del
por los nobles. arte. Por eso decimos, v. g., que las
(Mardi.) plantas parásitas se adhieren á otros
cuerpos para poder vivir: que la hume-
CONSENTIR, ADHERIR, ACORDAR.—Con- dad se adhiere á las paredes, & c ; y en
sentimos en lo que quieren los demás, lenguaje de medicina, se llama adheren-
accediendo y permitiéndolo. Adherimos cia la union accidental que hace la na-
á lo que está hecho y concluido por turaleza de partes del cuerpo, que de-
otros, autorizándolo y uniéndonos á berían estar separadas.
ellos. Acordamos ó estamos de acuer- En sentido moral, el verbo adherirse
do en lo que se nos dice, confesándolo encierra un afecto del ánimo, indicán-
y aprobándolo. donos no solamente aprobación, sino
Se opone uno á lo que no quiere con- cierta especie de contentamiento en la
sentir: no se toma parte en aquello á determinación que tomamos. Por eso
que no se quiere adherir: se disputa nos adherimos al partido, ó á la opinion
aquello que no se quiere acordar ni es- que nos agrada y complace, moviéndo-
tar de acuerdo. nos á ello el impulso de nuestro cora-
Parece como que consentir supone un zón, esto es, la naturaleza; mientras
poco de superioridad; que en adherir que muchas veces nos unimos á un par-
entra cierta idea de complacencia, y tido, contra nuestra voluntad, contra
que acordar ó estar de acuerdo denota nuestra opinion y por pura necesidad.
un poco de aversion á las disputas El uso que hacemos habitualmente
CON ( 46 ) CON
de estos tres verbos, explica con per- La alegría excita en la imaginación un
fección su diferencia. Pegamos dos movimiento mas vivo, mas transeúnte
maderos para unirlos: podemos unirlos y menos fundado en aquella reflexion.
de varios modos sin pegar los: pero nun- Causa contento la buena conducta de
ca diremos que los adherimos, ni que un hijo, una noticia que satisface al
quedaron adheridos, porque esto es obra ánimo, la vista de una acción virtuosa.
de sola la naturaleza. Causa alegría el oír un chiste, una gra-
(G. de la Cortina ) 1
cia que nos divierte, una música que
CONSONANTE, RIMA.—Consonante y aso-
nos agrada, el buen humor de un amigo.
nante son dos especies de rima. El regocijo público, con que se cele-
La rima en general es la semejanza bra una victoria, causa alegría al pue-
de sonido que hay entre dos ó mas pa- blo que se divierte, y contento al gene-
labras: cuando se trata de la belleza de ral que se complace.
;£. de la Huerta.]
este adorno, ó de la dificultad de com-
binarlo con el buen sentido, debe decir- CONTESTAR, RESPONDER, REPLICAR.—
se rima y no consonante, pues la dificul- Se contesta al que habla, para que sepa
tad y la belleza pertenecen también al que le hemos oido: se responde al que
asonante. Por lo mismo no debe de- pregunta para satisfacer su duda: se re-
cirse consonantear, ni tampoco asonan- plica al que propone alguna cosa, ne-
tear, sino rimar, á menos que se quiera gando parte de la proposición. Estas
indicar alguna cualidad, que solo perte- proposiciones pueden ser de dos mane-
nezca á una de las especies. ras: ó prescribiendo lo que se ha de ha-
Se disputa sobre la utilidad ó inutili- cer, ó refiriendo simplemente un hecho:
dad de la rima, no del consonante en en uno y en otro caso tiene lugar la ré-
particular. Los poetas españoles del plica, ó negándose á obedecer, ó contra-
siglo XVI se podían llamar consonante- diciendo parte del hecho.
ros: los del dia son mas bien rimadores, Al que me pregunta qué hora es, le
porque hacen á todo. responderé diciéndole la hora, verdade-
(Jonama.) ra ó falsa; pero le puedo contestar di-
ciéndole que no tengo reloj, ó que no
CONTENTO, ALEGRÍA.—El contento es una
me da gana de responder.
situación agradable del ánimo, causada,
Solo con sacar la caja, y dar un pol-
ó por el bien que se posee, ó por el
vo, contesto al que me lo pida; respon-
gusto que se logra, ó por la satisfacción
do al que me preguntaba si tenia taba-
de que se goza. Cuando el contento se
co; y replico al que negaba que yo lo
manifiesta exteriormente en las accio-
tuviese.
nes y palabras, es alegría. (Jonama.)
Los que tienen el genio naturalmen-
te alegre, parece que siempre están CONTINUACIÓN, CONTINUIDAD.— Conti-
contentos y satisfechos de su suerte. Los nuaciones para la duración: continuidad
que son naturalmente melancólicos, no es para la extension.
están por lo común alegres, por mas Se dice la continuación de un trabajo
contentos y satisfechos que estén de su y no de una acción; la continuidad de un
fortuna. espacio y de la magnitud; la continua-
El contento reside en el ánimo, y se ción de una misma conducta; y la con-
funda en la reflexion ó conocimiento tinuidad de un mismo edificio.
del bien, ó satisfacción que lo causa. \ (.More*. >
CON ( 47 ) CON
CONTINUAR, PROSEGUIR.—Estos dos ver- versación ó el discurso de la persona que
bos significan igualmente la acción de • nos habla, le decimos, "detente, no pro-
seguir una cosa comenzada, con el in- j sigas," y no, no continúes.
tentó de llegar al fin y completarla. Esto (G.dela Cortina.)
no obstante, diremos: continuar la obra
ó tarea de otro, proseguir la nuestra. CONTRAVENCIÓN, DESOBEDIENCIA.—Am-
(March.) bos designan en general la acción de
apartarse de lo que se manda.
No me parece bastante clara la ex- La contravención es á las cósasela des-
plicación de March.—Continuar, refiere obediencia á las personas. Contravenir á
la idea á la sola reiteración de actos, ó un reglamento es una desobediencia.
á la adición para formar un todo com- {March.)
pleto, y por eso su contrario es inter-
rumpir. La doctrina de March es exacta, pero
Proseguir, trae la idea de reiteración el ejemplo que pone, encierra una con-
de actos en todo idénticos é iguales con tradicción; pues si contravención se re-
el mismo fin, con las mismas circuns- fiere á las cosas, y si desobediencia se
tancias y cualidades, del mismo modo, refiere á las personas, el acto de contra-
y por iguales medios, y esta es la razón j venir á xm reglamento será una contra-
en que se fundan los ejemplos que pone i vención y no una desobediencia, porque
March, aunque no la expresa. i el reglamento es cosa, no persona. Ha-
brá desobediencia siempre que se con-
Yo, v. g., podré continuar la obra ó
travenga á lo que mande un rey, un ge-
la tarea de otro, añadiendo lo que me
neral, un superior, una persona cual-
parezca conducente para aumentarla ó
quiera que tenga derecho á ser obede.
crecerla; pero no podré proseguirla por-
cida.
que no puedo tener las mismas cualida- (G.dela Cortina.)
des, los mismos medios, ni hallarme en
las mismas circunstancias, &c, que te- CONVENCER, PERSUADIR.—Se convence
nia el autor: él solo podrá hacerlo. Y haciendo conocer con razones ciertas y
esto se funda también en otra razón, y evidentes, la verdad del hecho ó la jus-
es, que continuar admite interrupciones ticia de la cosa.
de mayor duración de tiempo, y de ma- Se persuade, presentando al ánimo
yor extension de lugar, que proseguir, con razones ciertas ó aparentes, el he-
el cual no las admite sino muy limita- cho ó la cosa como verdadera, como
das. Por eso decimos, "al dia siguien- útil, ó como agradable.
te continuó la lectura."—"Dentro de El buen orador convence á su audito-
un año se continuara esta obra."—Pero rio de las verdades del Evangelio, y le
si la lectura fué interrumpida por pocos persuade de las utilidades de la virtud.
momentos, decimos que el que lee la Una demostración geométrica conven-
prosiguió. ce, no persuade; el atractivo que inclina
Ademas, continuar se refiere al prin- al vicio, persuade, no^convence.
cipio que tuvo la acción ó la cosa: pro- (£. de la Huerta.)
seguir, se refiere al fin de la misma cosa
ó acción, y supone una voluntad deter- CONVENIO, CONSENTIMIENTO, ACUERDO.
minada de llegar á él: por eso su con- —El segundo de estos términos desig-
trario es detenerse, como vemos prácti- na la causa del primero; y el tercero de-
camente cuando para hacer cesar la con- signa el efecto, por ejemplo: estos dos
COR ( 48 ) COR
sugetos, con consentimiento recíproco, ; El autor que mas correctamente haya
han hecho un convenio, por medio del ] escrito, si le traducen literalmente, po-
cual están de acuerdo. drá ser muy incorrecto en la version he-
El convenio viene de la inteligencia cha: lo que está escrito exactamente en
entre las partes, y destruye la idea de j una lengua, si se traduce bien, será
alejarse uno de otro. El consentimiento ; exacto en todos los idiomas; la correc-
supone derecho y libertad, y hace que ' ción nace de las reglas que son de con-
desaparezca la oposición. El acuerdo, j vención y variables de una lengua á
produce la satisfacción recíproca y hace otra, y aun de un tiempo á otro en una
que cesen las contestaciones. misma lengua; la exactitud nace de la
(March.) verdad, la cual es una y absoluta,
(March.)
COPIANTE, COPISTA, COPIADOR.—La pri-
mera de estas voces se aplica en'gene- CORREGIR, ENMENDAR.—Se coméenlos
ral á cualquiera persona que copia: la errores, los defectos del entendimiento.
segunda, á la que tiene por oficio co- Se enmiendan los yerros, los defectos
piar, y vive de él: la tercera, al libro en de la voluntad.
que se conservan las copias, y á la má- Se corrige el hombre prudente, cuan-
quina con que se hacen mecánicamente. do advierte el error de su opinion, la
Así decimos, "yo soy mal copiante de equivocación de sus ideas. Se enmien-
lo que yo mismo compongo."—"Los da el malhechor cuando conoce el yerro
copistas del siglo III alteraron muchos que ha cometido, el riesgo á que le ex-
pasajes de los autores latinos."—"An- pone su mala conducta.
tes de la invención de la imprenta, era Las correcciones de un discurso con-
muy lucrativa la profesión de copista.'1'' sisten en la mejor elección de voces, la
—"Copie vd. esta carta en el copia- mayor claridad de las ideas, la mayor
dor."—"Saque vd. dos copias con el co- fuerza de las razones. Las enmiendas
piador de madera." consisten en las mudanzas materiales
Solamente en sentido burlesco apli- que se hacen en el papel, borrando ó
camos el adjetivo copiador á la persona; añadiendo lo necesario; y así al ver un
como cuando decimos, "fulano es un escrito enmendado, decimos que está
copiador eterno; un copiador incansable; corregido.
(L, de la Huerta,)
no pasa de un mal copiador " &c.
(O. de la Cortina.)
CORREGIR, REPRENDER, ECHAR REPRI-
CORRECCIÓN, EXACTITUD.— Ambas son MENDA.—El que corrige indica ó quie-
relativas al modo de hablar y escribir, re indicar el modo de rectificar la falta:
y designan igualmente alguna cosa re- el que reprende no hace mas que indicar
gular ó de que uno se cuida bien. ό echar en cara la falta: el que echa una
La corrección consiste en la escrupu- reprimenda^ pretende castigar ó mortifi-
losa observancia de las reglas de la gra- car al culpable.
mática y de los usos de la lengua. La Corregir^ se extiende á toda especie
exactitud depende de la esposicion fiel de faltas ó defectos, ya sean de lengua-
de todas las ideas necesarias al objeto je, ya de costumbrej y^ ^-^ talento.
que uno se propone. Echar reprimenda^ solo conviene res-
La corrección recae sobre las palabras pecto de las costumbres y de la con-
y las frases; la exactitud sobre los he- ducta.
chos y las cosas. Para corregir es preciso saber hacer
COR ( 49 ) COR
mejor que el corregido: puede repren- exhala lo serian para aquellos que tie­
derse á otro mas hábil que uno mismo; nen los sentidos delicados.
pero solamente los superiores tienen de- Se seduce la inocencia, la rectitud, la
recho de echar reprimendas. buena fe, la juventud, el sexo, las per­
Pocos saben corregir: muchos se me- sonas que no están alerta contra el ar-
ten á reprender; y algunos se propasan tificio y que son fáciles de engañar y de
a echar reprimendas sin autoridad para manejar, valiéndose para ello de apa-
ello. Es preciso corregir con inteligen- riencias lisonjeras, de atractivos, ilusio-
cia; reprender con acierto, y echar repri- nes y prestigios. Se soborna á los co-
mendas con bondad y sin exasperar. bardes, los débiles, las personas sin vir-
(March.) tud, hombres pervertidos, mujeres, tes-
tigos y criados, gentes dominadas de
CORROMPER, SOBORNAR, SEDUCIR, CO- alguna pasión ó vicio, dispuestas á de-
HECHAR.—Seducir, se dice con respec- bilidades; y se les gana ó capta con li-
to al ánimo, á la razón y al juicio, ha- sonjas, promesas ó amenazas, y particu-
blando de opiniones, de preocupaciones larmente por el interés. Se corrompe
y de errores; y aun lo mismo de corrom- lo que es puro, sano, bueno, virtuoso;
per. Sobornar solo es concerniente á las pero corruptible, accesible al vicio ό
acciones morales, únicas que tenemos capaz de mudar en mal, y se logra por
que considerar aquí. Cohechar, es ganar todos los medios posibles, por el sobor­
á uno con dádivas, para que haga lo que no, por la seducción, &c. Se cohecha al
se desea aunque falte á la razón, á la juez venal, codicioso, poco recto y de-
•equidad y á la justicia. licado.
Sobornar y seducir, se aplican única- La mujer, particularmente, posee el
mente á las personas, siendo así que se arte de la seducción: el poderoso mas
corrompen también las cosas. Corróm- que ninguno otro hace uso de los me-
peme las costumbres y las leyes, no se dios de sobornar: el sofista, en particu-
las seduce ni soborna. lar, y el vicioso perverso, propagan la
La idea propia de seducir, es atraer y corrupción: el litigante destituido de ra«
•conducir al mal, extraviando y apartan- zon ó de derecho, cohecha al juez para
do á uno de su deber. ganar el pleito.
(March.)
El sentido propio de la palabra sobor-
nar, es de tentar, digámoslo así, los áni- CORTO, BREVE, CONCISO·— Corlo, se re-
mos, y ganarlos con manejos sordos, y fiere á la materia: breve, al tiempo:
hacerlos artificiosamente de parte de conciso, al modo.
aquel que soborna para que cooperen á Un capítulo de pocos renglones es
malos fines. corto, porque no hay en él mucha ma-
Corromper, significa mudar la forma, teria: es breve, porque se lee en poco
viciar el fondo de las cosas, alterar sus tiempo: es conciso, porque en pocas pa-
calidades esenciales; en una palabra, labras dice todo lo que hay que decir.
convertir el bien en mal. En lo moral El predicador pudiera ser mas breve,
un hombre corrompido, es aquel cuyas si hiciese un sermon mas corto, ó si
costumbres son tan nocivas en sí mis- fuese mas conciso; esto es, si suprimie-
mas como una sustancia propensa á po- se una parte de él, ό no gastase tantas
drirse; y tan contrarias y perniciosas á j palabras en lo que puede decir con
cuantos las tienen inocentes y puras, ι pocas
f orno aquella sustancia y el vapor que j ,L. Jila Huerta,}
CRI ( 50 ) CRI
COSTUMBRE, HÁBITO.—La costumbre per- \ la conservación de su vida, de su salud,
tenece al objeto y le hace familiar; el de su robustez, como en lo moral para
hábito á la acción misma y le hace mas la dirección de su conducta y estudio
fácil. El uno se forma por la uniformi- de sus obligaciones.
dad, y el otro se adquiere por la repe- La educación solo recae sobre lo mo-
tición. ral, y supone ya otros principios mas
Cuesta comunmente poco trabajo una elevados, ideas mas extensas, reglas
obra á que uno está ya acostumbrado; mas metódicas, para ilustrar la razón,
lo que se ha hecho hábito se hace casi adornar el entendimiento, perfeccionar
naturalmente, y á veces involuntaria- el corazón, y suavizar las costumbres.
mente. Un labrador honrado, una buena ma-
{Marck.) dre, crian bien á sus hijos. Un ayo,
CREENCIA, FE.—Se diferencian en que un preceptor educan, no crían, al joven
fe se toma á veces como si solo desig- que se ha puesto á su cuidado.
nara la persuasion en que se está de los La buena crianza y la educación se
misterios de la religion. La creencia dirigen esencialmente á un mismo fin,
de las verdades reveladas constituye que es la perfección moral del hombre;
la/e. pero puede decirse, que la primera la
Se diferencian también por las pala- desbasta, y la segunda la pule, por me-
bras á que se las juntan. Las cosas á dio de la instrucción: y así el principal
que el pueblo da fe, no siempre mere- defecto que suponemos en quien no
cen que el sabio les dé creencia. tiene crianza, es la grosería: en quien
Ambos términos significan una per- ! no tiene edueacion, es la ignorancia.
suasion fundada sobre algún motivo, y j (L. déla Huerta.)
hay otra tercera diferencia. Creencia
es una persuasion determinada por al- CRÍTICA, CENSURA.—El sentido mas ge-
gún motivo, cualquiera que sea, evi- neral en que se pueden tomar estas dos
dente ó no evidente; y fe es una persua- voces, es la declaración del juicio que
sion determinada únicamente por la formamos de tal ó tal cosa.
autoridad del que ha hablado. De ahí En este caso se diferencian en que
viene que se puede decir que el pueblo la censura no expone como la crítica el
da fe á mil fábulas de que tiene llena pormenor de las razones en que se fun-
da. La crítica de una obra es la ex-
Ja cabeza, porque solo está persuadido
posición detenida de todas sus partes,
de ellas por la palabra de los que se las
comparando cada una de ellas con el
han contado; pero no puede decirse
modelo que nos hemos formado de la
que un pagano, que determinado por
belleza y de la verdad: su censura es
las razones naturales, está persuadido
la simple declaración de los censores
de la existencia de Dios, tenga la/e de de que es útil ó perjudicial, de buena ó
esta existencia, porque su persuasion mala doctrina, sin que sea necesario ex-
no está determinada por la autoridad poner las razones en que funda su pa-
de la revelación. recer. Hay cosas tan palpables que
(March,)
1
I
se pueden censurar antes de haberlas
CRIANZA, EDUCACIÓN.—La crianza es el ! materialmente examinado, tales son por
primer cuidado que el hombre, desde ] ejemplo todas las obras de gusto: para
que nace, debe á sus padres, ó á quien j juzgar si un retrato es parecido al ori-
hace sus veces, tanto en lo físico, para ; ginal no se necesita mucha crítica, has-
CRI ( 51 ) CRI
ta tener la vista acostumbrada. El de un principio de retórica ó de poéti-
buen gusto, que no es mas que el hábito ca, que es falso ó no tan general como
del buen sentido, ó de sentir con delica- se pretende, esto es censurât;probar que
deza, nos hace percibir en un momento la cosa es así,- esto es crítica.
una infinidad de relaciones, que nece- Se debe criticar con buen gusto ν
sitaríamos mucho tiempo para exami- censurar con moderación.
nar: en tal caso censuraremos sin perder (March.)
tiempo en una critica que no haría mas
que comprobar nuestra censura. CRÍTICA, SÁTIRA.—La crítica es un exa-

Como el hombre parece que debe men imparcial, en que se elogia lo bue-
ocuparse mas en corregir defectos que no y se reprende lo malo, exponiendo
en admirar bellezas, y como esta ver- la razón en que se funda. La sátira es
dad útilísima se halla tan conforme con un juicio, en que, desentendiéndose de
los resortes de nuestro amor propio; lo que puede merecer elogios, se ridi-
cuando se dice simplemente crítica ó culizan los defectos.
censura, se entiende siempre en contra No hay cosa mas difícil, que hacer
de la cosa censurada- una buena crítica. No hay cosa mas
En esta acepción hay la misma dife- fácil, que agradar al público con una sá-
rencia entre las dos voces. Censurar tira.
será decir que una cosa es mala: criti- Así la crítica, como la sátira, pueden
car será descubrir sus defectos: por esto tal vez tener por objeto la corrección y
el primero se toma siempre mas en ge- el desengaño; pero los medios de que se
neral que el segundo. Se censura la valen son muy diferentes; porque la crí-
conducta de una dama críticando su tica mas moderada, hace ver el error
desenvoltura; y la política de un minis- como tal, para que se evite; la sátira,
tro criticando sus desaciertos. rara vez imparcial, y siempre violenta,
En este último sentido la censura se lo representa ridículo, para que se des-
parece mucho á la murmuración:^ la precie. Aquella instruye mas que re-
crítica se acerca á la invectiva cHa sá- crea, ésta recrea mas que instruye: de
tira. aquí es, que su eficacia es mayor, y sus
(Jonama.) efectos, mas peligrosos.

CRÍTICA, CENSURA.—Crítica, se aplica á Una critica necesita estar muy funda-


las obras literarias; censura, á las obras da para corregir, ó establecer una opi-
teológicas, á las proposiciones de doc- nion. Una sátira ligera puede hacer ol-
trinas ó á las costumbres. vidar el mérito mas sólido, y establecer
Me parece que una critica es el exa- la opinion menos fundada.
men raciocinado de una obra de cual- De todos los versos de Cicerón, que
quier naturaleza que sea; y que una cen- merecieron los elogios de algunos de sus
sura es la reprensión precisa y modifi- contemporáneos, solo se ha conservado
cada de lo que ofende á la verdad ó á uno, que eternizó por malo Juvenal en
la ley: así pues, la crítica puede exten- una de sus sátiras. Todos desprecia-
derse aun á las obras teológicas, y la mos por engreído, aquel verso sencillo
censura puede recaer sobre obras pura- de que se burla Horacio, tal vez por
mente literarias. parcialidad: Fortunam Priami cantaba,
Decir de un sistema que está mal en- et nobile bellum; sin poder dar mas ra-
lazado ó desmentido por la experiencia, zón del motivo de nuestra risa, que la
CUL ( 52 DAN
impresión que ha hecho en nosotros la
moräjetel de la sátira. D
acidad
(L.de la Huerta.';
DANZA, BAILE.—La danza pertenece a
CUESTIONAR, INTERROGAR, PREGUNTAR.
los usos y costumbres de una nación: el
—Se cuestiona, se interroga y se pre-
baile, es el resultado de ciertas reglas
gunta para saber: mas parece que cues- dictadas por la observación, y fundadas
tionar da cierto espíritu de curiosidad: en el buen gusto. La danza trae con-
que interrogar supone autoridad; y que sigo la idea de la falta de la civilización,
preguntar tiene algo mas de político, al paso que el baile hace concebir la
urbano y respetuoso. idea de la cultura, y de la dulzura de
Cuestionar é interrogar, forman por sí costumbres. Aquella comprende á un
solos sentido; pero en preguntar, hay número indeterminado de personas, por-
que añadir algún caso (gramatical): es que es puramente un acto de naciona-
decir, que para formar sentido perfecto, lidad: este no admite mas que un nú-
es necesario indicar la cosa que se pre- mero determinado, según lo prescriban
gunta. las reglas del arte. Decimos las danzas
Un espía cuestiona á las gentes; el de los indios, de los árabes, de los chi-
juez interroga á los reos; el soldado pre- nos, y no los bailes. Meter á uno en
gunta sobre la orden del general. la danza, esto es, en un asunto en que
(March.) intervienen muchos. Llamamos danza
prima á la que usan los gallegos, porque
CUEVA, CAVERNA, GRUTA.—La cueva es
es propiamente la danza que tenían en
una gran cavidad en la tierra hecha ar-
tiempos antiguos, y pertenece á los usos
tificialmente y que está abovedada.
y costumbres peculiares de aquellos ha-
La caverna, es también una cavidad
bitantes. Finalmente, llamamos danza-
natural; pero muy profunda y oscura,
ai conjunto de personas que bailan, imi-
que inspira horror y espanto, á propó-
tando cualquiera danza antigua.
sito para guarida de fieras y malhecho-
res. (G. de la Cortina.)

La gruta es una cavernilla adornada


por la naturaleza, ó susceptible de ser- DAÑO, PERJUICIO.—Daño es un mal que
lo por el arte. directamente se hace: perjuicio es un
{March.) mal que indirectamente se causa, impi-
CULPA, DELITO.—En el sentido en que diendo un bien.
pueden mirarse como sinónimas estas El granizo hace mucho daño al la-
dos voces, parece que la primera repre- brador, y el bajo precio del grano le sue-
senta mas propiamente una infracción le causar mucho perjuicio.
de la ley divina; la segunda, una infrac- La misma distinción conviene á es-
ción de las leyes humanas. tos verbos en lo moral.
El robo es una culpa mortal, consi- Una joven bien criada, debe tener
derado como infracción de la ley de siempre presente que, por mas infun-
Dios: y un delito grave, considerado co- dada que sea la sospecha que recae so-
mo una infracción de la ley del reino. bre las apariencias de una falta, no de-
El pecador pide á Dios el perdón de jará de hacer mucho daño á su reputa-
sus culpas: el delincuente pide al rey el ción, y mucho perjuicio á su estableci-
perdón de su delito. miento.
{L. de la Huerta.) (L. de la Huerta.)
DEB ( 53 ) DEB
DAR, ENTREGAR.—Dar es ceder, ó pasar tingue las voces debajo y abajo: esto es,
á otro )a posesión de una cosa; entregar un cuerpo está debajo de otro cuando
es ponerle materialmente en posesión ocupa un lugar inferior en una misma lí-
de ella: y así, ni el que da es siempre nea vertical: -está bajo de otro cuando
el que entrega, ni el que entrega es siem- este gravita sobre él, cuando están en
pre el que da. contacto inmediato, ó á lo menos cuan-
El rey da con liberalidad, y el teso- do no consideramos los cuerpos inter-
rero entrega con exactitud. medios.
A los niños se les debe inclinar á que Está bajo la losa, quiere decir, que
den limosna á los verdaderos pobres, y la losa lo cubre, que está sobre él; está
para que se les imprima bien esta doc- debajo de la losa, quiere decir, que la
trina, conviene que la entreguen ellos losa está encima: esto es, mas arriba,
mismos, y se acostumbren á ver de cer- aunque no lo toque ni lo cubra. Por
ca la verdadera necesidad. esto se dice bajo llave; es decir, depen-
El que hace una limosna por su mano diente de la llave; bajo mi tutela, bajo
á un mendigo, emplea al mismo tiempo mi dirección; es decir, que tengo cier-
las dos acciones de dar y de entregar, ta autoridad, cierto derecho sobre la
así como el mendigo emplea las dos ac- cosa de que se trata; bajo mi palabra,
ciones de tomar y recibir. bajo esta suposición; esto es, que la cosa
(L. de la Huerta.) depende de la palabra ó de la suposi-
ción, y en ninguno de estos casos se
DAR NOMBRE, PONER NOMBRE.—Los
puede sustituir el adverbio debajo.
franceses dicen indiferentemente donner
(Jonama.)
un nom, á dar y poner nombre. Estas dos
expresiones no son idénticas en caste-
llano. La primera corresponde á lla- D E B E SER, DEBE DE SER.—La autoridad
mar ó nombrar, la segunda á lo que vul- de Cervantes hace dudosa la diferente
garmente se llama bautizar, y propia- significación de estas dos locuciones.
mente denominar; esto es, aquella per- "La verdadera amistad (dice en el ca-
tenece á las voces ya conocidas; esta á pítulo XXXII de la primera parte del
las que inventamos por primera vez. Quijote) no puede ni debe de ser sospe-
Los hombres han puesto nombre á las chosa." Pero el uso generalmente re-
cosas al paso que las han ido observan- cibido las aplica á dos ideas enteramen-
do; nosotros, que hemos hallado la len- te diferentes.
gua ya formada, se lo damos. Debe ser, afirma que es debido, justo
La lógica de Condillac me ha sugerido ó conveniente, que la cosa exista. Debe
esta diferencia. de ser, supone que es probable la exis-
(Jonama.) tencia de una cosa, que por sí misma
DEBAJO, BAJO.—El señor de Huerta ex- parece dudosa ó increíble. La prime-
plica muy bien la diferencia que hay ra equivale i es preciso que sea; esto es,
entre encima y sobre. Dice que aquel las circunstancias, la obligación, la ne-
adverbio solo presenta la situación lo- cesidad lo exigen. La segunda, equi-
cal de un cuerpo con respecto de otro; vale á parece que es así: las circunstan-
y que esta preposición índica ademas la cias, las conjeturas, las apariencias in-
gravitación que ejerce el cuerpo sobre clinan á creerlo.
el que lo sostiene. Un hombre rico, como Juan, debe ser
Una diferencia análoga creo que dis- generoso y caritativo; pero según lo que.
DEB ( 54 ) BED
de él se cuenta, debe de ser un mtsera- j D E BUENA GANA, DE BUENA VOLUNTAD.
ble. —Obra el hombre de buena gana cuan-
Lo dice el Evangelio, y debe ser creí- do no le fuerzan á ello; de buena volun-
do; esto es, tenemos obligación de creer- tad, cuando no tiene repugnancia en
lo, porque en ello no cabe duda. Lo obrar. Lo que se hace de buena gana,
dicen los mas, y debe de ser cierto; esto se hace libre y espontáneamente; lo que
es, la voz general lo hace probable; nos de buena voluntad, se hace sin incomo-
inclina á creer que lo es. didad ó pena.
(L.dela Huerta.) Debe uno sujetarse de buena gana á
las leyes, y obedecer de buena voluntad
DEBER, OBLIGACIÓN.—El deber indica al- á los amos.
guna cosa mas imperiosa para la con- (March.)
ciencia que la obligación^ y como pro-
DECADENCIA, RUINA.—Se diferencian en
cedente de la ley: la virtud nos condu-
que decadencia señala ruina que es co-
ce á su cumplimiento.
munmente efecto suyo, por ejemplo: la
La obligación indica alguna cosa mas decadencia del imperio romano desde
obsoluta para la práctica; y el buen pa- Teodosio, anunciaba ya su total ruina.
recer, el qué dirán, y los respetos hu- También se dice de las artes que van
manos exigen su cumplimiento. en decadencia; y de una casa que vá
Es deber de un consejero asistir al arruinándose.
tribunal á cumplir con su eargo, y es (March.)
obligación suya asistir de manto talar.
Se dispensa fácilmente de una obliga- DECIDIR, JUZGAR.—Estos términos de-
ción: se falta á un deber. signan en general la acción de tomar
partido sobre una opinion dudosa ó te-
Es un deber del eclesiástico el ir ves-
nida por tal.
tido modestamente, y es obligación el
Se decide una contienda ó disputa, ό
ir de negro ó de hábito talar.
una cuestión: se juzga una persona ó á
A los políticos cuesta menos ser ne- su obra. Los particulares y los arbitros
gligentes en su deber, que olvidar la me- deciden: los cuerpos y los magistrados
nor de sus obligaciones. juzgan; se decide uno á tomar tal parti-
(March.)
do; se juzga que lo tomará.
Decidir, difiere también de juzgar, en
D É B I L , INCONSTANTE, LIGERA, VOLU-
que este último designa simplemente la
BLE, INDIFERENTE.—La mujer débil,
acción del entendimiento que toma su
es aquella á quien se echa en cara algu-
partido sobre una cosa después de exa-
na falta que ella misma siente, y cuyo
minada,y que toma este partido para sí
corazón está combatiendo con la razón
solo, á veces también sin comunicarlo á
que debe curarla, que jamas la curará,
los demás; en vez de que decidir, supone
ó la curará muy tarde.
un dictamen pronunciado á veces sin
Mujer inconstante, es aquella que no examen. Se puede decir en este sen-
ama; ligera, la que ha amado á otro; tido, que los periodistas deciden, y los
voluble, la que no sabe si ama, ni lo que inteligentes juzgan.
ama; indiferente, la que nada ama. (March.)
La mujeres acusan á los hombres de
DEDUCIR, INFERIR.—Inferir, es sacar la
ser volubles, y los hombres de que ellas
son ligeras. consecuencia exacta que resulta de los
(March.) antecedentes. Deducir, es formar la
DEF (55 ) DEL
consecuencia que, según el orden natu- DELICIA, DELEITE, PLACER, VOLUPTUO
ral, resulta de la conformidad de los an- SIDAD.—Enlacfe/icia no tienen parte los
tecedentes con ella (*). sentidos corporales, pertenece al alma
De las dos premisas de un silogismo exclusivamente y no puede engañarnos.
se infiere exactamente su consecuencia. Así decimos,—"los hijos son las deli-
Las proposiciones geométricas se infie- cias de sus padres."—"En la lectura
ren progresivamente unas de otras. tengo todas mis delicias,"r—"El justo
Del mérito de una obra se deduce el gozará de las delicias celestiales."—
talento de su autor. De una probabi- Nunca se dice las delicias de los senti-
lidad se deduce otra, no se infiere. dos, ni las delicias carnales, ni falsas.
(L de la Huerta.) El deleite y el placer llegan al alma
DEFENDER, SOSTENER, PROTEGER.—Los
por medio de los sentidos, aunque mu-
tres significan en general la acción de chas veces puede aquella percibirlos
poner algo al abrigo del mal que se le sin el auxilio de estos. Un avaro tiene
hace ó puede hacer. deleite en contemplar su tesoro. Su
Se defiende lo que puede ser atacado; alma es la que goza, pero por medio del
se sostiene, lo que puede serlo; se prote- tacto, de la vista y del oido.
ge, lo que necesita ser estimulado. Hay no obstante una diferencia muy
Un rey sabio y prudente debe prote- notable entre el deleite y el placer, y
ger al comercio en sus estados, sostener- es, que el segundo denota cierto con-
le contra los extrangeros, y defenderle tentamiento, cierta alegría, cierta satis-
de sus enemigos. Se dice defender una facción que es como un resultado nece-
causa, sostener una empresa, proteger sario del mismo goce que causa el pla-
las ciencias y artes. Es uno protegido cer; y por esta razón cuando advertimos
por sus superiores, y puede ser defendi- estos efectos en un hombre, decimos
do y sostenido por sus iguales. Es pro- que es placentero. El placer, es por de-
tegido uno por los demás; pero puede cirlo así, mas comunicativo, no indica
sostenerse y defenderse á sí mismo. egoísmo, ni poquedad, al paso que el
Proteger, supone poder, y no exige deleite se circunscribe mas á la persona
acción; defender y sostener la exigen; que lo siente: muchas veces es sombrío
pero el primero supone acción mas mar- y misterioso, y no pocas se funda en la
cada. melancolía. He aquí el motivo porque
decimos los placeres del campo: la idea
Un estado pequeño en tiempo de
guerra es, ó defendido abiertamente, ό que inspira en esta expresión la pala-
secretamente sostenido por otro mas bra placeres es tan dilatada, tan agrada-
grande y poderoso, que se contenta con ble y tan diversificada como el campo.
la protección en tiempo de paz. Pero tanto el deleite como al placer son
(March.)
interesados y pueden variar de causas,
de modo y de medios, mientras que las
{*) Así lo indica Za etimología del mismo verbo deducir; delicias se limitan absolutamente al alma
áucer« guiar, conducir, y de (latino), de (5 desde, preposi- y solo el entendimiento puede propor-
ción que se refiere á persona, cosa 6 lugar; y esta raíz es
una de las mas fecundas en las lenguas latina y castellana. cionárselas.—"¡Qué delicias no expe-
En latin hay adducere, condueere, deducere, educere, indu- rimenta el justo cuando examina su con-
cere, producers, reducere, seducers, traducere, compuestos
del simple ducere: en castellano tenemos estos mismos ver- ciencia!"—La voluptuosidad es pura-
bos compuestos, y no tenemos el simple; pues decimos, mente sensual; se acerca mucho al des-
educir, conducir, dedtteír, ed«ctr, índKcir, producir, redu-
cir, seducir, traducir, y no decimos ducir. orden ó al exceso, y consiste únicamen-
(G. de la Cortina.) te en el empleo de medios que puedan
DEP ( 56 ) DES
contribuir á aumentar las sensaciones don pugna por destruir las cualidades
agradables. esenciales que ella debe tener. Lo que
(G. de ta Cortina.) se deprava pierde su modo propio de ser
y de obrar; lo que se corrompe pierde su
DENUNCIAR, DELATAR.—La idea común
virtud y su sustancia. La idea de de-
de estos dos verbos es la de descubrir
pravación es contraria de la de lo bello;
la infracción de la ley, ó de la obliga-
la idea de corrupción es mas bien con-
ción, al juez ó persona competente.
traria á la de lo bueno. Comparando
Pero denunciar supone un objeto en
una persona muy contrahecha con una
que tiene menos parte el interés perso-
de muy mala salud, tendremos en estas
nal, que el deseo de evitar el daño ó el
dos imágenes las diferencias distintivas
delito. Delatar, supone un objeto en
de la depravación y de la corrupción. Un
que tiene menos parte el deseo de la
juicio no recto es depravado; un juicio
justicia que el interés personal.
no puro es corrompido;
Denuncia la conspiración que descu-
(A. Cien-fuegos.)
bre, un buen ciudadano, un hombre que
desea la pública tranquilidad; y la dela- DERECHO, JUSTICIA.—El derecho es el
ta uno de los cómplices por el miedo objeto de la justicia; esto es, lo que es
del castigo. debido á cada uno. La justicia es la
Denuncia una mala vecindad el que conformidad de las acciones con el de-
desea evitar el escándalo á su familia. recho, es dar y conservar á cada uno lo
Delata un contrabando el que espera que le es debido. El primero lo dicta
la recompensa que á él le toca. la naturaleza ó lo establece la autoridad,
(L. de la Huerta.)
sea divina, sea humana, y puede algu-
DEPRAVACIÓN, CORRUPCIÓN.—Estas vo- na vez variar según sean las circunstan-
ces designan la mudanza de bien en mal; cias. La segunda es la regla que siem-
pero la primera denota físicamente una pre se debe seguir, y no variar jamas.
grande alteración de las formas, de los No se obra contra las leyes de la. justi-
caracteres sensibles, de las proporcio- cia cuando uno sostiene y defiende sus
nes naturales ó regulares de la cosa. La derechos por los mismos medios de que
segunda designa una grande alteración se vale para atacarlos.
de los principios, de los elementos, de {March.)
las partes de la sustancia de la cosa. La
DESAGRADECIDO, INGRATO.—Para ser
depravación desfigura, hace disforme;
desagradecido basta no agradecer el be-
la corrupción gasta, descompone, disuel-
neficio; pero el ingrato añade á ella la
ve. La depravación anuncia propiamen-
injusticia de su mal proceder. Aquel
te un defecto de regularidad, de recti-
puede serlo por indolencia, este lo es
tud, de orden. La corrupción anuncia
un defecto de pureza y de sanidad. Por siempre por malicia.
la depravación se nota la oposición di- El desagradecido mira con indiferen-
recta de una cosa con la regla, el orden, cia el bien que recibe: el ingrato lo mira
el modelo dado. Por la corrupción se como una carga que le irrita contra su
designa la viciación, por decirlo así, la bienhechor, y á veces sirve de estímu-
deterioración de una cosa, y una fermen- lo á su odio, no solo el beneficio que le
tación que tira á disolverla. La depra- pesa, sino aun la injusticia misma de su
vación da á la cosa una dirección con- propia ingratitud.
traria á la que debe tener; y la corrup- j Por eso decía uno, hablando de un
DES ( i • ) DES
u
ingrato: no le perdonaré jamas el mal La lente fué un descubrimiento: el te-
que me ha hecho." lescopio fué una invención.
(L. de la Hutrta.) La pólvora no se inventó; fué un des-
cubrimiento, que ha producido después
DESAMPARAR, ABANDONAR.—Se desam-
tantas invenciones, para facilitar la muer-
para al que se halla necesitado; se aban-
te y la destrucción.
dona al que se halla en riesgo. (L. de la Huerta.)
El desamparo se refiere al bien nece-
sario de que se priva al desamparado; DESDICHA, ACCIDENTE, DESASTRE.—Loa
el abandono se refiere al mal inminente tres términos designan ó indican un
á que se deja expuesto al abandonado. acontecimiento desagradable; pero des-
El rico que no socorre á su familia dicha se aplica particularmente á los
pobre, la desampara; pero si lo hace acontecimientos de fortuna y de cosas
cuando ésta se halla en un inminente extrañas á las personas. Accidente, per-
riesgo de perecer, ó de sacrificar su ho-
tenece propiamente á lo que acontece á
nor, la abandona.
una persona.
El desamparado puede no deber su
Es una desdicha perder uno su dine-
desgracia á la malicia; pero el abando-
ro ó su amigo: es un accidente caer ó
nado la debe siempre á un descuido re-
prensible, ó á una intención maliciosa. ser herido: es un desastre verse de re-
Un niño que ha perdido sus padres, y pente arruinado y deshonrado.
no tiene quien le cuide, está desampa- Se dice una gran desdicha, un acci-
rado. Un joven, á quien sus padres han dente cruel y un horrible desastre.—
echado de su casa, ó no cuidan de su (V. Desgracia.)
(March.)
crianza ó conducta, está abandonado.—
(V. Abandonar.) DESEAR, APETECER.—Se desea lo que sa-
(L. de la Huerta)
tisface á la voluntad: se apetece lo que
satisface á los sentidos. Como las mas
DESCUBRIMIENTO, INVENCIÓN.—Lo que
veces se dirige por ellos la voluntad, se
se halla ó se eneuentra, es la idea co-
desea ordinariamente lo que se apetece.
mún á estas dos voces, las cuales cor-
Se desea un ascenso ó una gracia; se
responden á las acciones de los verbos
apetece un manjar, un deleite.
descubrir, inventar.
Un enfermo desea, y no apetece un
Descubriros hallar ó encontrar lo que
está oculto. Inventar, es imaginar ios remedio.
Los irracionales apetecen, no desean.
medios de conseguir algún fin. La ac-
'JL. de la Huerta.)
ción del primero puede ser efecto del
cuidado, ó de la casualidad;la del segun- DESEMBARAZO , DESPEJO , DESENFADO,
do lo es siempre del designio, del estu- DESPARPAJO, SOLTURA, DESENVOLTU-
dio, del cuidado. RA.—He aquí seis voces de las mas sig-
Con esta misma propiedad, el descu- nificativas y conceptuosas que tiene la
brimiento no representa por sí solo, mas lengua castellana para expresar otras
que la acción de hallar ó encontrar: la tantas modificaciones de la idea que nos
invención representa el efecto de los inspira la voz genérica facilidad, y que
medios que ha empleado el ingenio para difícilmente pueden hallar traducción
ello. directa en otras lenguas. La voz despe-
Se descubre una mina, no se inventa: jo dio mucho que hacer al Padre Cour-
se inventa una máquina, no se descubre. beville y á Mr, Amelot de la Houssaie,
DES ( 58 ) DES
traductores ambos de varia« obras de Un buen esgrimidor maneja la espada
Gracian, y al fin se contentaron con tra- con soltura.—Fué muy notable el desen-
ducirla por Je ne sais quoi. El Padre fado con que Napoleon tomó del altar
Bouhours adoptó esta traducción, mien- la corona y se la puso él mismo en la
tras que el abate Desfontaines, Mr. cabeza.—Es digno de risa el desparpa-
Oudin y otros escritores, no menos eru- jo con que los charlatanes encarecen la
ditos, creyeron traducirla mejor dicien- eficacia de sus remedios.—Una buena
do gaillardise, gaité, aisance, résolution, policía debe contener dentro de ciertos
y ciertamente de ninguno de estos mo- límites la desenvoltura de las bailarinas
dos queda traducida nuestra voz despejo. del teatro (*),
(G. déla Cortina.)
La voz desembarazo nos hace conce-
bir la idea de estorbos 6 embarazos qui-
DESGRACIA, DESDICHA.—La voz desgra-
tados de enmedio, ó de dificultades ven-
cia, solo explica el mal en sí mismo; la
cidas, esto es, de acciones ejecutadas
voz desdicha añade á la idea del mal el
con mas libertad de la que comunmen-
efecto de la desgracia, con lerrelacion á
te se acostumbra emplear en ellas.
la triste situación en que se halla el des-
Despejo, expresa no solamente la mis- graciado.
ma idea, sino también la dé la gracia, El que pierde al juego, sin que le in-
la del donaire, y de una operación par- comode ni le aflíjala pérdida, es desgra-
ticular del talento. ciado al juego, y solo por pura ponde-
El desenfado supone viveza, pronti- ración llamará desdicha á su desgracia.
tud, resolución, y cierta especie de vio- Pero el que ha perdido toda su fortuna,
lencia. y se halla reducido á la mayor miseria
El desparpajo, suma facilidad en ha- y aflicción, sin consuelo ni esperanza de
blar ó en obrar. alivio, no solo es desgraciado, porque
La soltura, denota agilidad y facilidad padece un verdadero mal, sino también
en los movimientos puramente corpo- desdichado por la triste situación á que
rales. le ha reducido su desgracia.
El desembarazo y la soltura, pueden Por eso decimos: ayer sucedió una
ser naturales ó adquiridos por la prác- desgracia en el río; y no: ayer sucedió
tica; pero soltura expresa mas, y es una desdicha, porque solo hacemos re-
mucho mas material que desembarazo. lación al hecho, al mal sucedido.
El despejo es efecto de un raciocinio, Por la misma razón se puede aplicar
y tiene mucha parte en él la reflexion. la voz desgracia á un mal grave ó leve,
El desenfado depende enteramente continuado ó transeúnte;pero la voz des-
de la voluntad, y es mas bien un movi- dicha siempre representa un mal grave
miento del ánimo. continuado é inherente á la persona que
El desparpajo supone cierto despre- lo padece. Tuvo la desgracia de per-
cio de los miramientos sociales. der el camino, y llegó tarde á la posada.
La reunion de todas estas cualidades Si se dijese: tuvo la desdicha, se daria
en el bello sexo, constituye la desenvol- demasiada fuerza á la expresión para
tura, la cual será mas ó menos digna de (*) Consúltense todos los diccionarios franceses-españo-
aprecio ó de vituperio, según las cir- les que existen, y se verá que á las voces desembarazo,
despejo, desenfado, desparpajo, y desenvoltura, aplican siem-
cunstancias que la acompañen. pre los autores indistintamente, en lugar de traducción di·
Un buen actor acciona con desemba- recta, las perífrasis,aisance,airdUibéré,banne grace,liber-
té dans Us mattieret.
razo, y recita su papel con despejo.— (G. dt la Cortina^
DES ( >9 ) DES
explicar un mal leve, que solo duró has- movimos, y no la del movimiento len-
ta llegar á la posada. to, pero continuado, con que fuimos
La desdicha de un hombre condena- adelantando.
do á galeras, es mas que desgracia, por- Mas claramente se advierte esta di-
que esta voz, aunque propia para ex- ferencia, cuando decimos: una gotera
plicar el mal en sí mismo, no tiene tan- arruina poco apoco una casa: la arruina
ta fuerza y energía como aquella, para despacio, querría decir que tarda en
explicar el estado infeliz en que se halla, arruinarla, pero no explicaría la repeti-
esto es, la desdicha á que le ha reduci- ción progresiva de esfuerzos que la go-
do su desgracia. tera vá empleando para causar al fin
(L- de la Huerta.)
aquel efecto.
(L. de la Huerta.)
DESIERTO, DESHABITADO, SOLITARIO.—
Un lugar desierto está vacio, inculto;
DESPRECIAR, DEPRIMIR, DEGRADAR.—
un lugar deshabitado, no está ocupa-
Preciar es dar precio, poner precio á
do, está sin habitantes, y aun sin habita-
una cosa; y despreciarla, es quitarle el
ciones; y uno solitario no es concurrido.
precio que se le había dado, rebajárse-
El lugar desierto es mas ó menos vas-
le. Deprimir y es empujar mucho de ar-
to; el deshabitado, mas ó menos habí-
riba abajo, apremiar abatiendo, oprimir,
table ó inhabitable; el solitario, mas ó
&c. Degradar, es quitar el grado, des-
menos apartado ó lejano de las habita-
pojar de su grado, de su clase á una
ciones.
persona para ponerla en otro inferior.
Los landes están desiertos, las rocas Despreciamos una cosa porque no juz-
inhabitables, y los bosques solitarios. gamos de ella favorablemente, por la
Se huye á los desiertos, huyendo del baja estimación que hacemos; lo que
trato de las gentes; se huirá hasta los origina que la creamos muy inferior á
lugares deshabitados, poniéndose á salvo su tasa. Deprimimos una cosa por un
de la persecución; y se retirará uno á un juicio contrario al que los demás for-
sitio solitario para librarse del mundo. man; por censuras ó sátiras hechas de
En los países desiertos se vá á bus- intento para que pierda la buena opi-
car nueva vida, un nuevo mundo, el nion y fama de que goza, para rebajar
hombre salvaje, la tierra abandonada á su mérito, y quitarle el buen nombre
sí misma, la independencia en fin. En que ha merecido. Se degrada una cosa
un paraje deshabitado se busca un nuevo en virtud de un juicio vilipendioso, con
orden de cosas, un nuevo aspecto de la una fuerza, por un poder y por una au-
naturaleza. En un asilo solitario se vá toridad que la desposee de la clase en
á buscar el reposo, la calma y la medi- que estaba, despojándola de los títulos
tación. y dignidades que la ponían en un orden
(March.)
superior. Despreciar, indica una sim-
DESPACIO, POCO Á POCO.—Despacio no
ple opinion en la persona, el precio ó
explica otra idea que la lentitud de la tasa de la cosa, y la rebaja de este pre-
operación en sí misma. Poco ά poco cio. Deprimir, denota un vehemente
exprime la lentitud progresiva del mo­ deseo de dañar en la persona, la buena
vimiento que nos acerca al fin. opinion que tiene sentada la cosa, la des-
Fui ganando poco á poco terreno. Si trucción de esta buena opinion. Degra-
se sustituye la voz despacio, presenta- dar, designa una especie de orden ó de
ré solo la idea de la lentitud con que nos fuerza mayor en la persona, una distin-
DES ( t >) DES
cion honrosa en la cosa, la privación in- precio, es la arrogancia con que los ne-
fame de este honor. Por persona debe cios desprecian lo que ignoran.
entenderse aquí el agente, y por cosa {L. de la Huerta.)
el paciente. Para despreciar el objeto
DESPRECIO, MENOSPRECIO.— Desprecio
que se estimaba mucho, basta por lo re-
es el juicio que hacemos de una cosa
gular poseerle. Para deprimir la perso-
que no tiene valor ninguno: menospre-
na que se exaltaba ó para exaltar la que
cio, es la inclinación que de ahí resulta
se deprimía, no es menester mas sino
contra la cosa juzgada.
que mude de fortuna. Para que un hom-
Se desprecia una persona no hacien-
bre suba á los mas altos honores, y para
do caso de ella; se menosprecia insul-
que sea degradado de ellos, no hay mas
tándola. Los autores deben despreciar
sino ponerle tal cual es en diversos tiem-
las críticas infundadas; pero nunca me-
pos y lugares. En efecto, lo que hon-
nospreciarlas ó irritarse contra ellas,
ra en España, por ejemplo, produce un
porque en esto manifestarían un amor
efecto contrario en Constantinopla. El
propio muy fuera de razón. (V. Apre-
ingrato desprecia los beneficios; el malo
deprime la virtud; el impío degrada la cio.)
(Jonama.)
divinidad.
(A. Cienfuegas.) DESTINADO Á, DESTINADO PARA.—Fre-
cuentemente ocurre decir, que una per-
DESPRECIO, MENOSPRECIO.—El despre- sona ó una cosa cualquiera está destina-
cio supone una desestimación total de da á hacer ó para hacer tal ó tal otra
la cosa, porque la preposición des re- cosa; y por mas que estas dos expresio-
presenta una negativa absoluta: de ma- nes parezcan sinónimas, creo sin em-
nera que, en cierto modo, se puede mi- bargo que el buen uso no las confunde
rar como la exageración del menospre- jamas.
cio, porque este solo representa el me- Un hombre está destinado ά una cosa
nos aprecio que hacemos de la cosa, en cuando él solo debe hacerla: está desti-
el juicio que formamos de ella. nado para ella cuando la cosa debe ha-
A mí me parece que, refiriéndonos á cerse, y él ha de cooperar de algún
este principio, se puede decir que el modo. Por esto no hay ningún hom-
menosprecio es la opinion que tenemos bre destinado ά construir un puente, ni
de la cosa; y el desprecio, el modo des- á abrir un camino, á no ser que esta ex-
deñoso con que manifestamos nuestro presión se aplique figuradamente al que
menosprecio. dirige la obra ó al que la manda hacer.
Por eso no se dice: hacer un menos- Sin embargo los hay destinados ά correr,
precio, sino hacer un desprecio. Aquel ά vencer, ά mandar, &c.
se manifiesta: éste se ejecuta.
La misma analogía siguen las demás
Muchas veces se menosprecia lo que cosas. Las palabras están destinadas ά
se alaba, y se desprecia lo que se envi- representar las ideas, para comunicar
dia. los pensamientos. La leña está destina-
Menos envilece el desprecio con que da ά arder, ά quemarse, & c , para gui­
nos insulta un enemigo, que el menos- sar, para calentar, para tostar, para
precio con que nos alaba un adulador. quemar.
Entre los efectos de la ignorancia que No diré que en esta parte esté siempre
tiene que sufrir y disimular el hombre constante el uso, ni aun en los autores
prudente } el que mas excita su menos- mas exactos; pero esto no prueba nada,
DES ( ι61 ) DES
ni contra mi distincion,ni contra el buen negocios difíciles si no ae manejan con
uso. destreza.
Así como muchas veces nos basta una No es posible conservarse mucho
idea general sin que sea preciso señalar tiempo en favor sin estar dotado de una
la especie, así también en la combina- grande doblez.
ción ó enlace de las ideas unas veces El que no es sumamente sutil, bien
nos basta indicar una relación cualquie- pronto le penetran en la corte hasta sus
ra, y otras es preciso individualizar si mas recónditos pensamientos.
queremos expresarnos con toda claridad; Es impropio de* un honrado valerse
pero basta que conozcamos la analogía de la astucia, á no ser en casos de re-
en los casos principales para saber el presalias ó en asuntos de guerra.
camino que hemos de seguir en todos A veces se ve uno precisado á valer-
los demás. se de artificios por no comprometerse
{Jonama.) con personas muy delicadas: ó por atraer
á la verdad á las muy preocupadas.
DESTREZA, DOBLEZ, SUTILEZA, ASTUCIA,
(March.)
ARTIFICIO.—La destreza es el arte de
dirigir las empresas del modo conve- DESTRUIR, ARRUINAR.—Son sinónimos
niente á su buen éxito. en un sentido recto; pero en la acción
La doblez, es una disposición á aco- de destruir, se descubre siempre volun-
modarse á las coyunturas y á los acon- tad y objeto. La acción de arruinar pue-
tecimientos imprevistos por lograr el fin. de ser efecto de circunstancias involun-
La sutileza, un modo secreto y ocul- tarias y casuales.
Los enemigos destruyen ]os edificios.
to de obrar.
El tiempo arruina los palacios.
La astucia, un medio ignorado ó en-
Por esto se dice, que una casa ame-
cubierto para ir uno á sus fines ó desig-
naza ruina, y no destrucción, porque su-
nios.
pondría voluntad y objeto en la acción
El artificio, un medio muy estudiado
de destruirse.
y poco natural para la ejecución del ob- (L. de la Huerta.)
jeto.
Destreza, doblez, y sutileza, sa toman DESVERGONZADO, AUDAZ, ATREVIDO.—
mas veces en buen sentido que astucia Los tres designan en general la disposi-
y artificio. ción de una alma á quien nada se le da
de cuanto temen los demás. Desver-
La destreza hace uso de los medios
y requiere inteligencia. gonzado, dice mas que atrevido, y siem-
La doblez evita los obstáculos y re- pre se toma en mal sentido. Audaz,
quiere docilidad. supone mas que atrevido, y también se
toma en mal sentido casi siempre.
La sutileza insinúa de una manera
insensible, y supone penetración. El desvergonzado no tiene pudor; el
La astucia engaña y necesita una audaz no tiene respeto ni reflexion; el
imaginación ingeniosa. atrevido no tiene temor.
Un comerciante debe ser diestro; un El atrevimiento con que siempre debe
cortesano doble; un político sutil; un decirse la verdad, jamas debe degene-
alguacil ó espía astuto, y un juez de po- rar en audacia, y mucho menos en des-
licía artificioso. vergüenza.
Rara vez se logra el buen éxito en Atrevido se toma también en sentido
DET (ι ! ) DIA
figurado. Desvergonzado, no se dice todos los cuerpos de la naturaleza lla-
sino de las personas;y audaz, de las per­ mamos cara, frente ó delantero uno de
sonas, délas accionesy de los discursos. sus lados (*): por consiguiente, todo lo
(March.) que cae á la parte opuesta, se dice que
está detrás de aquella cosa.
DETERMINAR, RESOLVER, DECIDIR.—Se Para que una cosa esté tras otra, no
determina consultando solo á la volun- basta que esté detrás, es preciso que la
tad; se resuelve examinando la razón que siga inmediatamente, que no haya cuer-
hay para ello; se decide pesando dos ó po intermedio, ó á lo menos que no ha-
mas razones opuestas. gamos caso de él.
La voluntad determina: el entendi- Tras la cruz está el diablo, no quiere
miento resuelve; el juicio decide. decir que el diablo se halla á la parte
Ayer había determinado ir á caza, y posterior de la cruz, sino que está in-
viendo que llovía, resolví quedarme en mediato á ella, y que nos sorprenderá
casa; pero al fin, luchando entre la afi- si nos llegamos incautamente; esto es,
ción y la comodidad, me decidí á salir. no que la maldad este' pospuesta á la
(L- déla Huerta.) virtud, sino que suele ocultarse bajo la
capa de ésta. Yo voy tras una perso-
D E TODOS LADOS, DE TODAS PARTES.— na cuando la sigo, sea que la busque, ó
De todos lados, parece hacer mas rela- que esté unido á ella: voy detrás de cuan-
ción á la cosa misma de que se habla; y tos van delante de mí. El lacayo vá
de todas partes, á las cosas extrañas que tras el amo, y detrás de él suelen ir va-
rodean á aquellas de que se habla. rias gentes.
Se vá de todos lados; se llega de to- La misma analogía debían seguir las
das partes. voces ante y delante; sin embargo, la pri-
Se vé un objeto de todos lados cuan- mera se ha anticuado, y solo se usa en
do la vista se vá dirigiendo sucesivamen- ciertas frases determinadas, como por
te alrededor de él, y se le mira por to- ejemplo, ante todo, ante mí, fyc.
das partes, se le vé de todas partes cuan-
do todos los ojos que le rodean le divi- (Jonama.)
san, aunque no sea visto de cada uno
DIÁLOGO. C O L O Q U I O . — E l r.nlnnvin ν Í»1
sino por una de sus caras. diálogo conservan su idea común de con-
Por mas que el desgraciado se vuel- versación entre dos ó muchas personas,
va de todos lados en pos de la fortuna, sin distinguirse por las ideas propias del
nunca la encuentra. El favor que se soliloquio y del monólogo, que son sus
tiene con un príncipe, atrae honores de opuestos. El diálogo no está consagra-
todas partes, así como la desdicha acar- do exclusivamente al teatro, como lo
rea desengaños. está el monólogo; ni el coloquio, en su
(March.)
valor usual, es grave ó filosófico como
el soliloquio. El coloquio es propiamen-
DETRÁS, TRAS.—Estas dos voces se dis- te una conversación familiar y libre, no
tinguen en lo mismo que debajo, bajo. sujeta á ninguna regla particular; pero
Suponiendo un plano vertical tirado el diálogo es conferencia seguida, en que
por el ancho de nuestro cuerpo; todo el
espacio que cae á la parte de la cara, (*) Este lado, Ö se halla determinado por la figura de loe
se llama delante: todo el que cae á la cuerpos, como sucede en las casas, sillas, coches y otros
varios utensilios; 6 cuando no, es la parte por donde los mi-
parte de la espalda, se llama detrás. En ramos.
DIF ( 63 ) DIF
se discurre, y que está sujeta á reglas. si no los distinguimos, la falta está en
Decimos los coloquios de Erasmo, y los nuestros ojos.
diálogos de Platon ó de Fenelon. (March.)

(A. Cienfuegot.)
IFERENTE, DIVERSO, VARIO, DISTINTO.
DICCIONARIO, VOCABULARIO.—La pala- —Diferencia es aquella parte, cualidad ó
bra vocabulario, solo se aplica á nomen- circunstancia en que dos cosas no con-
claturas sin explicacionó definición: dic- vienen entre sí, ó por decirlo de otro
cionario comprende los de lenguas, los modo, es lo que á una cosa le falta ó
sobra para ser igual á otra.
históricos, los de ciencias y artes, & c ,
y requiere definiciones. Un vocabula- Diversidad, es la negación de la iden-
rio puede no ser alfabético, un dicciona- tidad, de modo que todo lo diferente ha
rio debe serlo. de ser diverso; pero puede una cosa ser
{March.) diversa de otra sin que podamos señalar
su verdadera diferencia. La blancura,
DIFERENCIA, DESIGUALDAD, DISPARIDAD. la dulzura y la fetidez son tres cosas di-
—Términos relativos á lo que nos hace versas; pero no podemos decir en qué
distinguir la superioridad ó inferioridad se diferencian, ni cuál es mas diferente:
entre seres que comparamos. de aquí se infiere que una cosa puede
El término diferencia se extiende á ser mas ó menos diferente de otra; pero
todo cuanto los distingue; pues es géne- no mas ó menos diversa.
ro, cuyas especies son desigualdad y Variedad es la diversidad con respec-
disparidad. to á la mudanza y á la novedad. La di-
La desigualdad parece indicar la di- versidad de objetos consiste en que es-
ferencia en cantidad, y la disparidad la tos sean diferentes: variedad,en que ten-
diferencia en calidad. gan poca relación entre sí; esto es, que
(March.)
sean muy diferentes. Una huerta, en
DIFERENCIA, DIVERSIDAD, VARIEDAD.— que se cultiva una infinidad de verdu-
La diferencia, supone una comparación ras y legumbres diferentes, presenta mu-
que el entendimiento hace de las cosas, cha diversidad de objetos: una fortale-
para tener de ellas ideas exactas que za antigua en lo alto de una colina ba-
eviten la confusion. ñada por las aguas del mar, en cuya fal-
La diversidad, supone una mudanza da se ven algunas casas de campo, y á
que el gusto busca en las cosas, para lo lejos una frondosa arboleda; una vis-
hallar algo de nuevo que le excite ó li- ta semejante, hablando propiamente,
sonjee. presenta menos diversidad; pero mas
La variedad, supone una pluralidad variedad de objetos.
de cosas no semejantes, que la imagina- Adviértase que mucha diversidad quie-
ción se representa, para formarse imá- re decir muchos objetos diferentes; y
genes agradables que disipen el fastidio mucha variedad quiere decir objetos muy
de la demasiada uniformidad. diferentes, ó entre quienes hay muy poca
La diferencia de las palabras debe ser- semejanza,
vir para notar la de las ideas. Dos cosas distintas cuando la una no
Un poco de diversidad en los manja- es la otra, aunque sean idénticas. Así
res no daña á la nutrición. esta voz solo tiene uso relativamente á
La naturaleza ha puesto una variedad las ideas ó á las cosas representadas con
infinita en los mas pequeños objetos: palabras; pues cuando las cosas están
DIS ( 64 ) DIS
presentes, á nadie le ocurre preguntar si | la sensación opuesta al gusto; y desagra^
dos de ellas son una misma. Un trián- dar representa una acción moral, esto
gulo equiángulo no es distinto de un es, la que produce en el ánimo la sen-
triángulo equilátero, porque estas dos sación opuesta al agrado.
ideas representan una sola y misma cosa. Pero el verbo disgustar se usa tam-
Lo opuesto á diferente es semejante; bién figuradamente en el sentido moral,
á diverso, idéntico; á vario, monótono. y en tal caso se refiere generalmente á
{Jonama.) todo lo que no satisface á la volun-
tad: desagradar, conservando siempre
D I F E R I R , DILATAR.—Dilatar,es diferir, la fuerza de sa sentido recto, se refiere
retardar alguna cosa. Pero en el rigor, á lo que no satisface al ánimo, y debie-
lo que se difiere es la acción que se sus- ra satisfacerle por obligación, atención,
pende por algún tiempo; lo que se dila- ú otros motivos.
ta, es el tiempo en que no tiene efecto El enojo del padre disgusta á los hi-
la acción. Porque en la verdadera fuer- jos, y la desobediencia de los hijos des-
za de sus significaciones, diferir es sus- agrada al padre. Disgusta el mal hu-
pender, dilatar es prolongar. mor de un amigo, y desagrada el de un
Cuando se difiere la paz, no es la paz criado. Disgusta el mal tiempo, y des-
la que se dilata, sino la guerra. Se di- agrada la mala fe.
fiere el congreso, esto es, no tiene lugar (£. de la Hutrta.)
por ahora: se dilata, esto es, dura mas
tiempo de lo que se creía. DISPARATE, DESATINO.—Uno y otro se
Con relación al riguroso sentido de aplican á todo hecho ó dicho fuera de
estas voces, se desean dilatados años de razón y propósito; pero cada uno tiene
vida, y no diferidos. su extension y energía particular. El
(L. de la Huerta.} disparate recae sobre hechos ó dichos
fuera de propósito por falta de reflexion,
DILIGENTE, EXPEDITO, PRONTO.—Cuan- ó por incoherencia, ó disparidad de
do uno es diligente no pierde nada de ideas. El desatino recae sobre hechos,
tiempo, ni deja la obra de la mano; sien- ó dichos fuera de propósito por falta de
do expedito no deja para otro tiempo tino, esto es, de inteligencia, de pruden-
la obra y la concluye inmediatamente; cia, de razón.
cuando es pronto, trabaja con actividad Es un disparate el decir que el olmo
y adelanta en la obra. puede llevar peras. Es un desatino el
La pereza, las dilaciones y la lenti- decir que no se debe respetar la perso-
na de un padre ó de un soberano. Es
tud son los tres defectos opuestos á es-
un disparate el ir á pié, pudiendo ir en
tas tres cualidades.
coche. Es un desatino el exponerse á un
Al diligente nada le cuesta ponerse al
riesgo inminente de la vida.
trabajo; el expedito no le deja; el que es
Un hombre de buen humor suele de-
pronto en breve acaba su obra.
cir disparales que divierten, y no des-
(March.)
acreditan su talento, pero nunca dice
desatinos.
DISGUSTAR, DESAGRADAR.—Estos verbos (L. de la Huerta.)
en su sentido recto tienen muy diferen-
te significación: porque disgustar repre- DISPUTA, ALTERCADO, CONTESTACIÓN,
senta una acción puramente física, esto DEBATE.—Disputa se dice comunmen-
es, la que produce en nuestros sentidos te de una conversación entre dos perso-
DIS ( (B5 ) DIV
nas que difieren de parecer sobre un Querer distinguirse demasiado entre
mismo punto: llámase altercado, cuan- las personas con quienes tenemos que
do se agrega alguna aspereza. vivir, es darles ocasión á que se separen
Contestación se dice de una disputa de nosotros.
entre muchas personas, ó entre dos de La diferencia de los usos y del lengua-
consideración sobre algún objeto inte- je distinguen mas á las naciones que la
resante, ó bien entre dos particulares en de las costumbres.
asunto judicial. La ausencia separa á los amigos sin
Debate es una contestación tumul- desunir sus corazones: no podrá decirse
tuosa entre varias personas. otro tanto de los amantes.
La disputa jamas debe degenerar en (March.)
altercado. Los reyes de Francia y Pru-
sia están en contestaciones sobre cierto IDISTINTO, DIFERENTE, DIVERSO.—Lodis-
articulo de un tratado. En el concilio tinto recae sobre la identidad misma del
de Trento hubo grandes contestaciones sugeto; lo diferente y lo diverso, recaen
sobre la residencia. Juan y Diego an- sobre sus predicamentos; pero diverso
dan en contestaciones sobre los límites indica cierta oposición, incoherencia, ó
de sus tierras. El parlamento de In- disparidad, de que prescinde por sí solo
glaterra está sujeto á grandes debates. lo diferente.
(March.) Pedro y Juan son dos personas distin-
tas, esto es, no es de un hombre solo de
DISTANTE, LEJOS.—Distante, representa quien se habla, sino de dos individuos
la idea del espacio que hay desde un de la especie humana.
punto á otro, de un modo determinado El agua y el fuego, considerados pu-
y relativo; lejos, la representa de un ramente como elementos, son distintos;
modo absoluto é indeterminado. considerados como sustancias, que no
Se mide lo distante, esto es, la dis- tienen las mismas propiedades, son dife-
tancia ó espacio determinado que hay rentes ; considerados como causas de
entre dos puntos: no se mide lo lejos. efectos contrarios, son diversos.
Esta voz prescinde de toda dimension. Un perro y un gato son animales de
Está una legua distante de aquí, y no distinta especie, de diferente figura, y
una legua lejos. Vino de muy lejos, y de diversas inclinaciones.
no de muy distante; porque con aque- (L. de la Huerta.)
lla voz parece que, en cierto modo, se
I
DIVERSIÓN, ENTRETENIMIENTO.—Aplí-
pondera la distancia, suponiéndola inde-
canse estas dos voces al medio ó modo
terminada.
{L. de la Huerta.) de procurar al ánimo una ocupación
agradable, que le recrea, que le lisonjea,
DISTINGUIR, SEPARAR.—Se distingue lo que satisface su gusto; pero en esta idea
que no se quiere confundir; se separa común me parece hallar mía diferencia,
lo que no se quiere alejar. que distinguen las mismas voces; por-
Las ideas que uno forma de las cosas, que diversion dice lo mismo que separa-
las calidades que se les atribuye, las con- ción, esto es, distracción del ánimo de
sideraciones en que se les tiene y las se- aquellas ocupaciones en que regular-
ñales que ley son anejas ó se les desig- mente se emplea, y á que sustituye otras
nan, sirven para distinguirlas. El arre- mas agradables, que le distraen de aque-
glo, el sitio, el tiempo, el lugar, sirven lla fatiga ó disgusto; y entretenimiento lo
para separarlas. mismo que ocupación interina, ^ntre
DON ( 66 ) DON
tanto que llega el momento de hacer y en determinadas acciones propias ex·
otra cosa. elusivamente de la persona que las eje-
Me divierto leyendo; me entretengo cuta.
leyendo. Al oir la primera de estas pro- Una aldeana,v. g.,tendrá cierto modo
posiciones, percibo que la lectura agra- de hablar, de saludar,ó de moverse, que
da, distrae y recrea el ánimo del que se en ella será gracejo, pero que en una
divierte con ella, y casi puedo asegurar petimetra de la corte, seria una rustici-
que no tendrá gusto, que no le será in- dad insufrible: y al contrario; en esta
diferente el dejarla. La segunda me re- misma petimetra, puede notarse cierto
presenta otra idea, esto es, que Ja lec- modo de hacer ó decir las cosas que en
tura ocupa, sirve de pasar el tiempo, al ella será gracejo, mientras que en la al-
que se entretiene con ella; veo casi la deana seria una afectación ridicula y
indiferencia con que el que lee puede in- contraria á la naturaleza.
terrumpirla, cuando llegue la hora de El donaire quiere oportunidad, natu-
hacer otra cosa, porque solo le sirve de ralidad y discreción.
entretenimiento que tal vez no le divierte. El gracejo, naturalidad, propiedad y
Al que está entretenido, no se le hace conveniencia.
el tiempo largo. Al que está divertido La labia, dulzura, astucia y cautela.
se le hace corto. Los dos primeros pueden consistir en
(L. de la Huerta.) acciones, ó en palabras.
La tercera, como su mismo nombre
DONAIRE, GRACEJO, LABIA.—El donaire lo indica, no puede consistir mas que
consiste todo en la discreción, opor- en palabras.
tunidad y gallardía con que se dice ó La persona que tiene donaire puede
se hace la cosa; depende del talento, y tener gracejo al mismo tiempo.
prueba buen gusto. La que tiene gracejo puede no ser sus-
El gracejo es mas festivo, y consiste ceptible de donaire.
en un modo de decir, ó de ejecutar las El gracejo en las palabras es siempre
cosas,que aunque nos agrada, no le con- sencillo é inocente. El donaire es á ve-
cedemos el nombre general y absoluto ces picante y malicioso. La labia nun-
de gracia, porque es un modo puramen- ca deja de ser aduladora é interesada.
te relativo á la persona. (V. Gracioso, Chistoso.)
La labia consiste en la afluencia de (G. de la Cortina.)
frases y expresiones escogidas, con la
mira de persuadir agradablemente, y DONDE, ADONDE.—El adverbio local don-
por lo común supone estudio, artificio, de, explica el lugar puramente en abs-
y segunda intención. tracto, y las preposiciones en, de, por,
El donaire requiere cualidades que &c. que se le unen, determinan, por su
solo da la naturaleza, y que después con propia significación, la idea exacta que
el hábito, vienen á ser modificadas por se le quiere aplicar. Adonde vá: de don-
la instrucción, por la observaaeST, y por de viene: por donde pasa. De manera,
el frecuente roce con personas de edu- que no parece hay mas razones para que
cación muy fina y esmerada. Así es donde sea sinónimo de adonde, que para
que depende en gran parte del estudio que lo sea en donde, de donde, por donde.
dirigido por el buen gusto. Es verdad qué muchas.veces deduci-
Eí gracejo es todo natural, y no lo mos por el sentido la idea que sé quiere
descubrimos mas que en ciertos modos ) aplicar al adverbio usado sin preposi-
DON ( ( ' ) DUR
cion, como cuando decimos: donde está, nes? Por dónde pasa? Mal dicho se-
dónde anda; pero ademas de que no ria pues: Dónde vas? Adonde estas?
siempre suplimos en estos casos pre- &c. Es supérflua la preposición en para
cisamente la preposición a, como se ad- el primero de estos ejemplos.
vierte en estos mismos ejemplos, basta (March.)
reflexionarlo un poco, para conocer que
las significaciones que se dan al adver- DURABLE, DURADERO, PERMANENTE, ES-
bio, no las tiene por sí solo, y dependen TABLE.—Durable es lo que por su na-
precisamente del sentido. Si encontra- turaleza ó por el modo de estar cons-
mos á un Propio, y en lugar de pregun- truido, debe durar. Duradero es lo que
tarle, adonde lleva la carta, esto es, á realmente dura. Permanente lo que dura
qué lugar, le preguntamos dónde lleva siempre y sir. alteración. Estable lo
la carlu; no responderá con impropie- que es de naturaleza permanente; de
dad si dice: la llevo en las alforjas ó en modo que estable es á permanente lo que
la maleta. durable es á duradero.
Una cosa durable y estable puede por
Cervantes usa con semejante indife.
algún accidente no ser duradera ni per-
rencia de las preposiciones ά y en, uni­
manente; pero todo lo duradero ó perma-
das al adverbio donde. Adonde lepare-
nente os durable ó estable, aunque no lo
ció ά Sancho pasar aquella noche. Adon­
de en unos corredores estaban ya el duque parezca.
y la duquesa. Pero la obscuridad que Además estas voces se diferencian
puede dar á la frase este uso indiferen- también en que durable y duradero con-
te, se vé con bastante claridad en este sideran la duración con respecto á la di-
ejemplo: "No me aprovechó nada mi solución natural é insensible de las par-
"buen deseo (dice uno de los galeotes, tes que componen la cosa que dura: es-
"á quienes dio libertad D. Quijote) para table y permanente se refieren á una di-
"dejar de ir adonde no espero volver, solución repentina producida por una
"según me cargan los años, y un mal causa exterior. Así que las últimas se
"de orina que llevo, que no me deja re- aplican con mas propiedad á aquellas
"posar un rato." Es claro que el ad- cosas que por su naturaleza nos pare-
verbio adonde se refiere á las galeras á cen eternas, como una torre, un gran
que iba condenado; pero ¿quiso decir fuerte, &c; y las otras á cosas débiles,
que no esperaba volver de ellas, por ser y que se van gastando poco ά poco.
ya viejo y achacoso, ó que no esperaba Un par de medias pueden ser durade­
volver ά ellas? Por el sentido se podrá ras; la obra de una casa se llama per­
tal vez deducir, pero será preciso re- manente. El amor es duradero cuando
currir á él. no se entibia; es permanente cuando no
(L. de la Huerta.) se acaba.
Se llaman estables y permanentes en
DONDE, ADONDE, DE DONDE, POR DON- el sentido moral aquellos hábitos ó ins-
DE.—Sin que se trate de criticar el lar- tituciones humanas,que se conocen bajo
go artículo de Huerta, donde, adonde, los nombres de legislación, costumbres,
parece que está explicado con decir: religion, & c ; primeramente porque los
que donde únicamente debe usarse con miramos como indisolubles, á no sobre-
verbos de quietud, y lo demás con ver- venir algún accidente ó causa exterior;
bos de movimiento. Por ejemplo, Dón- y lo segundo, porque su duración es re-
de está? Adonde vas? De dónde vie- gularmente tan larga, que para nosotros
EFI ( 68 ) ELE
es lo mismo que si durasen siempre. La imagen representa la idea.
Por esto se dice que no hay nada per- La figura demuestra la actitud y el
manente^ y no puede decirse con verdad designio.
que no hay nada duradero. Por esto di- El retrato presenta únicamente la se-
cen los teólogos que la vida del hombre mejanza del objeto.
no es estable, porque la consideran no
Diremos pues: ahorcar en efigie á un
como una cosa que se vá gastando poco
malhechor; representar en imágenes los
á poco, sino como que se acaba de golpe
misterios de nuestra santa religion; ha-
por la separación de sus dos componen-
cer la figura ύ estatua de un rey; pin­
tes alma y cuerpo. También llamamos
tar, esculpir ó grabar los retratos de los
permanentes á los colores por conside-
grandes hombres.
rarlos como una cualidad inherente á
las mismas cosas, y por lo tal insepara- En sentido literal, no se dirá efigie y
bles de ellas. retrato, sino con respecto á las perso-
Lo opuesto á permanente es perecede- nas; imagen y figura en cuanto á toda
ro: lo opuesto á estable instable, y de clase de cosas; bajo este concepto, la
aquí instante, que es un tiempo sin du- circuncisión fué la imagen del futuro
bautismo; la serpiente de bronce la. fi-
ración.
(Jonama.) gura de la cruz de Jesucristo.
En sentido figurado se dirá de un poe-
DURADERO, CONSTANTE.—Lo duradero es
ma que está lleno de bellas imágenes;
firme por su solidez y nunca cesa: lo
de un panegírico que está adornado de
constante es firme por su resolución, y
no muda. figuras retóricas; de un canto que retra-
ta al vivo á su héroe.
No hay conexiones duraderas entre {March.)
los hombres si no se fundan en el méri-
to y la virtud. ELEGANTE, ELOCUENTE.—Si elegante es
(March.)
Ε lo mismo que compuesto, adornado, cul-
to, sin afectación, selecto y esmerado; y
EDIFICAR, CONSTRUIR.—Edificar, se re­ elocuente lo bien y perfectamente habla-
fiere al edificio considerado en general, do, con elegancia, pureza y facundia, es
y conducido á su fin, según su plan y preciso mirar como rigurosamente sinó-
proporciones. Construir, se refiere á la nimas estas voces, porque en estas dos
operación material de su fábrica, á los aplicaciones solo se descubre una mis-
trabajos y operaciones mecánicas con ma idea; esto es, la de la gracia y belle-
que se ejecuta. za de la elocución. Pero esta parece
En tal año se edificó este palacio, y que conviene peculiarmente á la elegan-
se construyó con solidez y buenos mate- cia, la cual consiste en la hermosura del
riales. estilo, y en la buena elección de voces
Por eso, de las partes de un edificio, y de palabras, porque su objeto es agra-
no se dice que se edifican, sino que se dar; y no á la elocuencia, la cual consis-
construyen, porque edificar recae sobre te en la fuerza del discurso y en la bue-
el todo. Se construye una pared, un te- na elección de razones, porque su obje-
jado, un sótano; no se edifican. to es persuadir.
(L. de la HuertaJ
Cicerón es elegante en sus epístolas,
E F I G I E , IMAGEN, FIGURA, RETRATO.— y elocuente en sus oraciones.
La efigie sustituye la cosa misma. (L. de la Huerta.)
EMP ( 69 ) ENC
ELOGIO, ALABANZA.—Basta para alabar, resulta de conseguir aquello en que nos
decir bien de una persona, sin fundar la empeñamos; ya sea el de evitar el sa-
razón ni el motivo. El elogio es una crificio de nuestro amor propio á la opi-
alabanza, que funda su razón, y expli- nion ó voluntad agena.
ca su motivo. La tema supone mas propiamente in-
Un ignorante alaba lo que le parece docilidad ó espíritu de contradicción.
bien, sin detenerse á exponer los fun- Uno y otro pueden ser pasivos, esto es,
damentos de su alabanza. Un sabio hace sostener pasivamente su objeto ó su ca-
el elogio de un libro, exponiendo el mé- pricho.
rito que halla en él. Un discurso aca- La porfia es la demostración activa
démico, en que se haca una exposición de la tema ó el empeño, cuando estas
fundada del mérito de una persona ilus- encuentran alguna resistencia ú oposi-
tre, se llama elogio y no alabanza. El ción.
elogio de Carlos III. El elogio de Fe- Un hombre hace empeño de salir con
lipe V. su gusto, de satisfacer su deseo, de sos-
El elogio solo puede recaer sobre las tener su opinion; hace tema de no es-
producciones del entendimiento, ó las cuchar los consejos de sus amigos, de
acciones en que tiene parte la volun- privarse de sus propios gustos y satis-
tad: la alabanza puede extenderse á to- facciones: si se lo desaprueban, ó se lo
das las cosas que nos agradan, de cual- contradicen, porfia, sostiene con tena-
quiera clase que sean. Se alaba la fres- cidad el objeto de su empeño, ó el ca-
cura de un jardin, la bondad de un cli- pricho de su tema.
ma; se alaba un caballo, un vestido de (L. de la Huerta.)
gusto; no se elogian, como el valor de un
soldado, la elocuencia de un orador, la ENCANTAMIENTO, ENCANTO, HECHIZO,
bondad y la justicia de un soberano. BRUJERÍA.—El encantamiento es la ac-

(£. déla Huerta.)


ción ó el medio: el encanto es el efecto;
pero tanto uno como otro, se refieren
EMBARCO, EMBARQUE.—Embarco es la principalmente á la ilusión de los sen-
acción de embarcarse: embarque, la de tidos
ser embarcado. El hechizo hace concebir la idea de
Por esto la primera solo se aplica á alguna cosa que perjudica ó trastorna
los seres racionales: la segunda puede la razón; esto es, se refiere á la alma
convenir á las personas y á las cosas. mas bien que á los sentidos. He aquí
Se dice el embarque de los heridos, y la razón porque se aplica el hechizo á
el embarco de las tropas; el embarque de las personas y animales solamente, al
los presos, y el embarco de los pasaje- paso que aplicamos el encanto á las per-
ros, distinguiendo siempre la acción del sonas, á los animales y á las cosas. Por
que se embarca por si mismo, de la ac- eso decimos palacio encantado, y no he-
ción del que es embarcado por mano ó chizado. El hechizado por fuerza, y no
por mandato de otro. El embarque de el encantado.
un regimiento lo verificará el gefe del
En sentido moral conservan estas dos
puerto ó del departamento: su embarco
palabras la misma diferencia. Si ha-
lo verifica el mismo regimiento.
blando de una mujer hermosa, decimos
(Jonama.)
que nos encanta, damos á entender el
EMPEÑO, TEMA, PORFÍA.—El empeño su- efecto que su aspecto causa en nosotros,
pone algún ínteres, ya sea el que nos sin que ella tenga en esto la menor par-
ENC ( 70 ) EN
te; pero si decimos que hechiza, ya da- ma proposición se percibe la diferente
mos á entender que nuestro corazón fuerza de las dos voces; pero examiné -
siente algo, ó que ella se vale de cier- mosla en otros ejemplos.
tos medios para agradar. Esta idea se En lugar de ponerlo debajo, lo puso
manifiesta mejor cuando decimos: "lo encima. Se descubre la torre por en-
tiene hechizado esa mujer:" que es lo cima de la montaña. Se ve el sol por
mismo que si dijéramos:—No puede de- encima del tejado. En estos casos en
jar de amarla, y sufrir por ella las pe- que solo se trata de una situación local,
nas del amor. no se pudiera emplear la preposición
El encanto es mas noble que el hechi- sobre con la misma propiedad que en
zo. Aquel suspende las penas del alma, los siguientes, en que se considera al
y causa admiración. Este supone siem- cuerpo con relación determinada á su
pre un daño y causa temor; en una pa- gravitación: yo estaba sobre un pié; la
labra, es sinónimo perfecto de maleficio, casa está fabricada sobre buenos cimien-
etimología de la palabra hechizo. tos. Se apoya sobre una mesa; reposa
La brujería ya no tiene ni puede te- sobre el duro suelo.
ner en nuestro idioma la acepción que De aquí es, que los físicos dicen que
tuvo en otro tiempo: ahora no emplea- un cuerpo pesa, gravita, ejerce su atrac-
mos esta palabra sino en estilo pura- ción ó su impulso, sobre otro, y no en-
mente familiar y jocoso, porque con- cima de otro.
serva la bajeza que le imprimió enton- Según este mismo principio, se dis-
ces su primitiva significación, y nos ser- tinguen claramente dos ideas diferentes
vimos de ella para denotar la prontitud en e;ïtas dos proposiciones: daban gol-
extraordinaria, ó la admirable facilidad, pes encima de mi cabeza; daban golpes
ó el modo raro con que vemos practi- sobre mi cabeza. Con la primera supon-
car alguna cosa. go que los golpes se daban en un para-
íG. déla Cortina.) je mas elevado , y que correspondía
perpendicularmente á mi cabeza, ó en
ENCIMA, SOBRE.—Úsanse indistintamen- la habitación que estaba sobre la mia.
te para explicar la situación, ó el lugar Con el segundo doy á entender que yo
que ocupa una cosa respecto de otra; recibía los golpes en la cabeza misma.
como cuando decimos: está encima de Por eso se dice también en el sentido
la mesa; ha quedado sobre la mesa. Pe- moral: sobre mi conciencia, sobre mi ho-
ro si examinamos con rigor su verdade- nor, sobre mi palabra, para denotar que
ra fuerza y energía, hallaremos que no lo que se asegura ó se promete, se sos-
representan rigurosamente la misma tiene, carga, y se apoya en la concien-
idea. cia, el honor, ó la palabra; y no se pue-
El adverbio encima explica solamen- de decir: encima de mi honor, ó mi
te la situación local de un cuerpo res- conciencia.
{L. de la Huerta.)
pecto del que se halla debajo de él. La
preposición sobre, representa, no solo la E N CUANTO Á MÍ, POR MÍ.—En cuanto à
situación, sino también, y mas propia- mi es la frase latina quantum ad me
mente, la gravitación que ejerce un spectat, en cuanto la cosa me toca ó me
cuerpo sobre otro. Y no es extraño que concierne, según el ínteres que tomo
los confunda el uso, porque el cuerpo en ella, ó la opinion que tengo. Por
que está encima, gravita naturalmente denota la manifestación, la presencia, la
sobre el que está debajo. En esta mis- consideración. Por mí significa ó quie-
EN ( 71 ) EN
re decir: si yo me pongo delante; para elusion. Al fin denota después de to-
decir mi opinion, con respecto á mi sen- do esto, al cabo, en último análisis, por
tir, por lo que respecta á mí ó á la par- resultado de las cosas. Finalmente
te que yo tomo. Por mi es el latino significa al fin final, esto es, por últi-
ego vero. En cuanto ά mí denota lite- ma conclusion, definitivamente. En fin
ralmente un interés en la cosa, y una anuncia particularmente, por una espe-
relación establecida. Por mí no indi- cie de transición, el fin ó la conclu-
ca mas que un juicio ó un hecho. Cuan- sion de un discurso, de una relación, de
to designa también una medida y una un raciocinio. Al fin anuncia el fin ó
proporción, y por solo una cosa vaga. el resultado de las cosas, de los asun-
Cuanto expresa una relación mas seña- tos, de los sucesos considerados en sí
lada, una division mas clara, una opi- mismos. Finalmente anuncia una con-
nion mas fuerte, un complemento mas clusion final.
esencia], una cosa mas considerable que (A. Cie-ifuegos)

por, tomado en esta acepción. Cuan-


ENTENDER, COMPRENDE?,.— El prime-
to recuerda p.incipalmente un objeto ó
ro de estos dos verbos explica una
una relación nueva que se había anun-
percepción del ánimo, en que tienen
ciado antecedentemente con otras.
mas parte los sentidos y la memoria,
(A. Cienfuegos.)
que en la percepción que explica el
ENFADO, ENOJO.—Lo que se opone á verbo comprender, en que tiene mas par-
nuestro gusto, ó á nuestra inclinación, te el entendimiento.
nos enfada. Lo que falta á la obedien- Se entiende una lengua, una señal da-
cia, á la obligación ó al respeto que se da; esta percepción la debemos á la
nos debe, nos enoja. Por eso el enfado práctica material, ala acción de los sen-
puede causarse indiferentemente por las tidos. Se comprende la fuerza de un
personas y por las cosas; porque unas discurso, la causa oculta de un efecto;
y otras pueden disgustarnos. Enfada esta percepción la debemos á la perspi-
un hablador, enfada el calor, el polvo, cacia, á la sutileza del entendimiento.
el ruido. Pero el enojo solo se puede (L.de la Huerta.)
causar por las personas, pues estas so-
lamente son las que pueden faltar á la E N UN TIEMPO, Á UN TIEMPO.—En estas
obligación, á la obediencia, al respeto. proposiciones, y todas las que se diri-
Y así el enojo supone superioridad de jan á señalar un tiempo, la partícula en
parte de la persona enojada, pero no se refiere á la presteza; ά se refiere á la
siempre la supone el enfado. prontitud.
El padre está enojado al ver la des- Hacer dos cosas en un mismo tiempo;
obediencia é ingratitud de sus hijos; y es decir, gastando el mismo número de
estos están enfadados porque no les deja momentos: hacerlas ά un mismo tiempo;
salir con sus gustos. es decir, en una misma época. Es evi-
Por eso no se dice comunmente, que dente que todas las cosas se hacen en
Dios está enfadado, como se dice que tiempo; lo que conviene es hacerlas ά
está enojado, que nos hace ver muchas tiempo.
veces los efectos de su justo enojo. (Jonama.)

(L. déla Huerta.) E N VANO, INÚTILMENTE.—El uso con-


E N F r N , AL F I N , F I N A L M E N T E . — E ñ fifi
funde comunmente la significación de
estos dos adverbios; pero á poca re-
¡significa acabando, para acabar, por con-
ESC ( 72 ) ESC
flexion que se haga, se percibe entre do secundario, ó menos propio, la signi-
ellos la misma diferencia que entre vano ficación que rigurosamente parece con-
é inútil. venirla en su sentido recto y principal;
En vano supone insuficiencia de los pues así como escasez representa la ca-
medios, de los esfuerzos, del deseo, del lidad de escaso; carestía representa di-
conato que hemos empleado para la rectamente la calidad de caro. La pri-
consecución de un fin. Inútilmente ex- mera recae sobre la insuficiencia de la
plica la poca necesidad ó utilidad con cantidad, la segunda sobre el exceso de
que se ejecuta la cosa, sin relación algu- su precio.
na á los medios ni esfuerzos. Como el año pasado ha habido mu-
Habla inútilmente, esto es, habla sin cha escasez de trigo en toda Castilla, no
necesidad. Habla en vano, esto es, ha- ha podido evitarse la carestía del pan en
bla sin fruto. Madrid.
Madrugué inútilmente, esto es, me Rara vez deja de andar caro lo que
levanté temprano, sin necesidad, sin ob- anda escaso, y por eso tal vez se confun-
jeto, sin que á ello me obligase motivo den la carestía y la escasez; pero esta
alguno. Madrugué en vano, esto es; misma reflexion ofrece un ejemplo que
aunque me di el mal rato de levantarme hace ver la diferencia rigurosa de las
temprano, no conseguí el fin que me dos voces, y de que solo abusivamente
propuse, ó que esperaba conseguir. las confunde el uso, cuando se habla de
Querer persuadir á un necio, es can- las cosas, y en los casos en que la insu-
sarse en vano. Gasta el tiempo inútil- ficiencia puede hacerlas subir de precio;
mente el joven que no hace mas que pa- y así no se dice: la carestía de luz me
searse y divertirse. impidió el verle. En aquella casa se
(L, de la Huerta.)
vive con mucha carestía. Este año ha
E R R O R , YERRO.—El error consiste en lo habido mucha carestía de agua en la
que creemos; el yerro consiste en lo que Mancha; como se dice escasez de agua,
obramos. La voluntad se decide impe- escasez de medios, escasez de fortuna.
lida del error que la lisonjea ó persua- (L.dela Huerta.)
de; y la acción que resulta de esta de-
cision, es un yerro. Cualquiera otro de- Es CIERTO, ES VERDAD.—Es cierto se re-
fecto, que no nace de error, sino de mali- fiere directamente al hecho de que se
cia, no es yerro, sino culpa. trata: es verdad se refiere á la relación
del hecho. El caso es el cierto, la re-
Incurrimos en el error de creer al fal-
lación es la verdadera. Y así no se dice:
so amigo que nos vende; y cometemos
Fulano ha hecho una relación muy cier-
el yerro de comunicarle nuestros secre-
ta, ni tampoco: en esta gaceta no hay
tos.
una palabra de certidumbre.
A veces son verdaderos errores las
opiniones de los entendimientos mas Si se examinan con atención estas
ilustrados. A veces pasan por yerros las dos contradicciones, no es cierto, no es
acciones mas prudentes. verdad, dudo que se deje de percibir,
(L de la Huerta.) que la segunda desmiente con mas ener-
gía, y mas directamente que la primera.
ESCASEZ, CARESTÍA.—Úsanse como sinó- (L. de la Huerta.)
nimos, principalmente cuando se trata
de géneros comestibles, y solo se da co- ESCOGER, ELEGIR.—Se escoge lo que se
munmente á la voz carestía en un senti- ha de elegir. Se elige lo que se ha es-
ESC ( 73 ) ESP
cogido. La acción de separar lo bueno se oye. El primero representa una ope-
de lo malo, lo útil de lo inútil, lo que ración inmediata del oido, el segundo
conviene de lo que no conviene, exami- una operación del ánimo.
nando y consultando el gusto, la utili- El que oye bien al predicador, atien-
dad y demás circunstancias de la cosa, de, está atento al sermon, no se distrae,
es escoger: la acción de este verbo su- para no perder nada de él. El que está
pone la duda ó la indecision existente lejos, escucha para poder oir.
todavía. El acto de decidirse la volun- Para escuchar se evita el ruido; para
tad, y destinar la cosa al fin propuesto, atender se evita la distracción.
es elegir. La acción de este verbo su- (Zr. de la Iluer'a.)
pone ya vencida la duda ó la indecision.
Es DECIR, ESTO ES.—El c'en ά dire fran­
Cuando queremos hacernos un vesti-
cés me ha sugerido el asunto de este
do, vemos diferentes muestras de paño,
artículo. Bs decir, y esto es, son ex-
examinamos sus colores y calidades,
presiones castellanas, que igualmente
consultamos el gusto ó la moda, y esta
le corresponden; pero si observamos con
es la verdadera operación de escoger
alguna atención, notaremos que cada
para elegir el que nos parece mejor.
una de ellas tiene su diferente energía.
Se elige un diputado, un arbitro, un
Una y otra sirven para amplificar una
general, después de haber examinado
proposición; pero, ó se quiere explicar
comparativamente las calidades y cir-
su sentido literal para que se entienda,
cunstancias que concurren en los suge-
ó se quiere aclarar su espíritu para que
tos, entre quienes puede recaer la elec-
se comprenda: en el primer caso es mas
ción. Esta previa discusión seria pro-
propia la expresión es decir; en el se-
piamente la acción de escoger; pero el gundo esto es.
uso no permite que se aplique sin diso-
Pondré algunos ejemplos para que se
nancia á las personas, á no ser que en
comprenda mejor: deben traducirse li-
ellas solo se considere materialmente al
teralmente; es decir, aproximándose á
individuo con relación á sus calidades
una version: entre tanto los sitiados es-
puramente físicas: y así se escogen los
taban sin víveres ni municiones; es decir
soldados de mas talla, para completar
que se veían forzados á rendir la plaza:
las compañías de granaderos, los hom- privilegio y licencia se diferencian en lo
bres de mas fuerza, el esclavo de mas ro- mismo que concesión y permiso; esto es,
bustez; pero no se escoge un magistra- privilegio se refiere á lo que se da, y li-
do, un prelado, un asesor. La elección cencia á lo que no se impide: la conclu-
es rigurosamente la acción de elegir; la sion de la paz estriba en dos puntos;
de escoger debería ser escogimiento (*). esto e?, en que el uno ceda de sus dere-
(L. de la Huerta.)
c h o s ^ el otro modere sus pretensiones.
ESCUCHAR, ATENDER.—La significación (Jonama.)
común, que hace sinónimos estos dos
verbos, es prestar atención á lo que se ESPERARLO, ESPERÁRSELO.—La persua-
dice; pero no explican rigurosamente el sion en que estamos de que se ha de
mismo objeto de nuestra atención. verificar lo que deseamos ó tememos, es
Se eseuha para oir bien lo que se dice. el término ó idea común á este verbo,
Se atiende para comprender bien lo que usado como activo y como recíproco.
Lo que distingue su exacta y rigurosa
i *) La usa Herrera aun en prosa. Notas á Garcilaso.
Caoc. V. Est. II. propiedad es, que la acción del activo
10
ΕΤΕ ( 74 ) EXA
representa indeterminadamente la per­ presenta determinadamente la duración
suasion en que estamos de que ha de sin fin; la voz infinito, aunque por su
suceder la cosa; la del recíproco repre- composición parece que debería circuns-
senta determinadamente el interés con cribir, mas que la otra, su significación
que la prevemos. Aquella tiene mas á aquella idea, se extiende no solo á lo
relación al deseo, esta tiene mas rela- que no tiene fin, sino también, y mas
ción al temor. usualmente, á lo que no tiene límite.
Mañana hará buen tiempo, así lo es- Dios es eterno porque no tuvo princi-
pero. Ya me esperaba yo esta mala no- pio, ni tendrá fin. Su bondad y su sa-
ticia. biduría son infinitas, porque no tienen
(ZÍ. de la Huerta.)
límite.
Es PRECISO, ES M E N E S T E R . — L o que es Por eso, para representar lo ilimitado
menesíerpuede pender de nuestra volun- del espacio, de la medida, del peso, del
tad, por exigirlo puramente nuestra uti- número, usamos de la voz infinito, no de
lidad ó conveniencia; pero lo que es la voz eterno. Grandeza, distancia in-
preciso, nunca pende de nuestra volun- finita.
tad, porque lo exige la obligación ó la Las estrellas del firmamento nos pa-
necesidad. recen infinitas.
Para ir desde Madrid á la Granja, es (L. de la Huerta.)

preciso pasar un puerto. Es menester E T E R N O , P E R P E T U O . — E t e r n o , represen-


llevar con paciencia los trabajos é inco- ta una duración sin fin; perpetuo, una
modidades de esta vida. duración indeterminada.
Es preciso morir, y es menester llevar - Todo lo eterno es perpetuo, porque no
lo con resignación. llega jamas á determinarse el fin de su
(L. déla Huerta.)
duración. La gloria eterna de los biena-
E S T I M A B L E , A P R E C I A B L E . — E n el hom- venturados es perpetua. Pero no todo
bre estimable consideramos las buenas lo perpetuo es eterno. Y así decimos:
calidades en sí mismas, sin relación al movimiento perpetuo, destierro perpetuo,
bien que resulta á los demás. E n el privilegio perpetuo, y no eterno; porque
hombre apreciable las consideramos con la idea que se quiere representar es la
relación al bien que de ellas resulta. de una duración indeterminada, no la
Estimable recae siempre sobre lo que de una duración infinita.
lo es para todos; pero apreciable puede (L. de la Huerta.)
también recaer sobre lo que lo es para
EXACTO, P U N T U A L . — E s exacto el que no
pocos.
falta: es puntual el que no tarda.
Un hombre virtuoso, un joven mo-
El que hace lo que dehe, es exacto;
desto, son sugetos muy estimables por
el que lo hace cuando debe, es puntual.
sus prendas: un criado fiel es una per-
Un religioso es exacto en ir al coro,
sona muy apreciable para su amo.
porque nunca deja de ir; es puntual,
E l que disipa locamente su patrimo-
porque nunca llega tarde.
nio, no es estimable para nadie; pero es (L. de la Huerta.)
muy apreciable para los que disfrutan
de su necia simplicidad. EXAGERAR, ENCARECER.—Exagerar re-

(L. de la Huerta.) cae mas propiamente sobre las circuns-


tancias que hacen notable la cosa exa-
E T E R N O , I N F I N I T O . — L o que no tiene fin gerada; y encarecer, sobre las que la ha-
es infinito, y es eterno; pero esta voz re- cen apreciable, conservando el verbo en
EXC ( 75 ) EXP
este sentido figurado (en que es sinóni- na cosa; pero esta en realidad no pue-
mo de exagerar) la propiedad de su sen- de llamarse excusa, porque es claro, que
tido recto. no puede verdaderamente serlo aquello
Se exagera el número de los enemi- que se quiere hacer pasar falsamente
gos, se encarece el valor de nuestras tro- por tal. La voz la explica siempre bajo
pas. Se exageran las incomodidades de la acepción de verdadera, y por eso pro-
la guerra, y se encarece el mérito de ha- ducimos nuestra razon como excusa, su-
ber servido al rey en ella. poniendo que, recibiéndola en esta ca-
lidad, se mira como legítima; pero la
Un historiador exaaera los hechos
voz pretexto representa por sí misma
que refiere; un mercader encarece el pri-
una razon puramente aparente, y así
mor de la alhaja que vende. Un casa-
nadie la produce en calidad de pretexto.
mentero exagera las riquezas, y encare-
Confieso que he errado, pero sírva-
ce las buenas prendas de la dama que
me de excusa mi poca experiencia. Sír-
propone.
vame de pretexto, seria confesar que, no
Se exagera la cosa por buena ó por teniendo excusa legítima que alegar,
mala; pero solo se encarece por buena. expongo una razon puramente aparen-
El murmurador, que exagera los de- te, que no puede pasar legítimamente
fectos de los otros, encarece su propia por excusa.
sinceridad y su odio á la murmuración. Esto no tiene excusa, esto es, no hay
[L. de la Huerta.)
razon válida que lo justifique.
ι
(L. de la Huerta. )
EXCITAR, MOVER.—Se excitan ó se mue-
ven los afectos; pero el verbo excitar es EXIGIR, REQUERIR. — Ser necesario, ó
mas á propósito, cuando se trata de los necesitarse, es la idea común,cuyas mo-
afectos ó movimientos del alma, fuertes dificaciones se buscan en este artículo.
y sublimes, como el valor, la indigna- Exigir, parece que supone una nece-
ción, la venganza; y el verbo mover, sidad indispensable: requerir, una nece-
cuando se trata de los suaves y senci- sidad de conveniencia.
llos, como la compasión, la ternura, la Sin lo que se exige, no puede, ó no
piedad. debe, existir la cosa; sin lo que se re-
Excita un poeta el terror, pintando quiere, no puede existir bien, como con-
los horrores de una batalla: mueve el viene, ó como se desea.
orador la ternura, pintando el cariñoso Todo arte ú oficio exige un estudio
afán de una madre afligida. proporcionado á su dificultad, y requie-
(L. de la Huerta.) re gusto y afición en el que lo profesa.
La tierra exige cultivo; el baile re-
EXCUSA, PRETEXTO.—Excusa es la razon
quiere gracia.
válida, con que justificamos un hecho. (L. de la Huerta.)
Pretexto es la razon aparente, de que
nos servimos para ocultar la verdadera. EXPERIMENTO, EXPERIENCIA. — El re-
Se busca un pretexto, para que sirva sultado de la observación es el sentido
de excusa. Dio por excusa, el estar ocu- en que estas voces se toman por sinó-
pado; pero después se ha sabido que la nimas.
tal ocupación fué solamente un pretexto. Su diferencia consiste en que el ex-
Llámase impropiamente excusa á la perimento resulta de una observación
falsa razon ó motivo con que procura- activa, y para las experiencias basta la
mos disculparnos ó eximirnos de algu- observación puramente pasiva.
EXT ( 16 ) FAM
Estas han creado la astronomía: aque- no esté ni vina en nuestro propio pais.
llas son la base principal de la química. Forastero es el que no está avecindado
El hábito producido por experiencias re- en el pueblo en que se halla, siendo va-
petidas se llama experiencia: el que se sallo del mismo soberano. Un inglés
adquiere con los experimentos se llama es extranjero respecto de un español,
propiamente práctica. aunque no esté ni haya estado en Es-
(Jonama.)
paña. Por eso decimos: los extranjeros
EXTERIOR, APARIENCIA.—Exterior es lo critican las cosas de nuestro pais sin ha-
que se ve; hace parte de las cosas, pero berlas visto. Un burgalés, un toleda-
las mas lejanas del centro. La aparien- no son forasteros en Madrid; pero no se
cia es el efecto que causa la vista de les da este nombre sino en el hecho de
la cosa. estar en Madrid, y asi seria bien dicho:
Los techos, las paredes, las ventanas, hay muchos forasteros que no han es-
& c , son el exterior de un palacio; la fi- tado en Madrid.
gura, el tamaño, la situación y el plan Un mahonés que es ahora forastero
de arquitectura constituyen su aparien- en Madrid, era extranjero antes, varian-
cia. do esta calidad, no obstante ser antes y
En sentido figurado, exterior se dice después de la conquista de Menorca,
las mas veces del aspecto y la fisono- una persona que no es de aquella tierra y
mía de las personas; y apariencia, con pais donde está, y donde vive.
respecto á las acciones y la conducta. (L. de la Huerta )
El exterior que agrada, no siempre F
lleva consigo el verdadero mérito.
La práctica de la virtud es muchas FALTA, DEFECTO.—La falta es un acto
veces apariencias que nada deciden so- con que contravenimos á nuestra obli-
bre la existencia real de la virtud en gación: el defecto es una costumbre con
las personas que la aparentan. que faltamos á menudo á ella.
{March.)
El que miente una vez, hace una fal-
ta contra la verdad. El embustero tie-
ne el defecto de mentir, esto es, la cos-
EXTRANJERO , FORASTERO. — Según la
tumbre viciosa de faltar á menudo á la
acepción autorizada de estas dos voces,
verdad.
parece que forastero debe llamarse la
Una distracción es una falta. Ser dis-
persona que vive ó está en un lugar ó pais
traído, es un defecto.
de donde no es vecino: y extranjero se
Muchas faltas ligeras, que se cele-
toma por el que no es de aquella tierra ó
bran como gracias de la niñez, son la si-
pais donde esta, y donde vice. Pero si
miente imperceptible de los grandes de-
queremos conformarnos á estas defini-
fectos del hombre.
ciones, será preciso convenir en que un (L. de la Huerta.)
valenciano, que se halla en Madrid, es
tan extranjero, como un ruso, porque FAMOSO, CÉLEBRE.—La celebridad es una
no es de aquella tierra ó pais en donde fama distinguida y consolidada por la
esta, y donde vive. universalidad, y por el tiempo.
La aplicación que generalmente se El/amoso puede serlo á una distan-
hace de estas voces, distingue perfec- cia y por un tiempo limitado; pero no
tamente dos diferentes ideas. Extranje- el célebre, cuyo renombre debe recaer
ro es el vasallo de otro soberano, aunque [ sobre lo que, ó por bueno ó por malo,
FAT ( 'i77 ) FAZ
llama ilimitadamente la atención gene- El labrador tiene mucha fatiga. El
ral, y la de la posteridad. servicio de esta casa es de mucha fa-
La celebridad que debe á la historia tiga.
el patriotismo de Atilio Régulo, la te- Con estas expresiones se ponderan el
meridad de Heróstrato, se expresarían trabajo del labrador, y el que acarrean
con poquísima energía, dándoles sola- los muchos quehaceres de la casa.
mente el título de famosos. El rico orgulloso^á quien cuesta poco
Un predicador, un médico, cuyo re- trabajo el ganar su sustento, está muy
nombre no sale de su patria, ni pasa de lejos de pensar, en medio de la opulen-
su tiempo, no serán nunca célebres, por cia y delicias de una espléndida mesa,
vaos famosos que los haya hecho entre en la mucha fatiga con que gana su ns-
nosotros, su pasajera, y tal vez mere- gro pan el pobre jornalero.
cida reputación. (L. de la Huerta.)
Cano va no solo es famoso, es ya ce-
lebre;y se le dará aun con mos propie- FAVORITO, VALIDO, PRIVADO.—Favorito
dad este nombre, cuando admire sus es el que ha llegado á adquirir el favor
obras la posteridad. de una persona.
(L. de la Huerta.) Valido es el favorito de un soberano,
de un príncipe, ó de cualquiera perso-
FATAL, FUNESTO.—Los dos significan una na que ejerce autoridad y poder.
cosa triste y desgraciada; pero fatal es Privado es el valido que no solamen-
mas bien un efecto de la suerte: y fu- te ha adquirido el favor del príncipe,
nesto es mas bien una consecuencia del sino que trata á éste con familiaridad y
crimen. llaneza.
Los guerreros están en peligro de El favoríto ha logrado favor.
acabar sus dias de un modo fatal, y los El valido favor y valimiento.
malvados de un modo funesto. El privado favor, valimiento y fami-
A veces tienen estos dos términos un liaridad.
sentido augurai: es decir, que se vale La voz favoríto indica solamente el
uno<Ie ellos para indicar alguna cosa merecimiento del afecto, del cariño, y
que anuncia un triste acontecimiento, ó tal vez, del amor.
que da motivo á él. Fatal no designa La voz valido hace concebir la idea
entonces sino una cierta combinación de los medios que sabe emplear la per-
en las causas desconocidas, que impi- sona para dirigir la voluntad agena»
den que nada salga bien. Funesto pre- La voz privado supone merecimien-
sagia -accidentes mas grandes y mas in · to de amistad, de confianza y de fami-
tolerables para la vida, para el honor ó liaridad absolutas.
para el espíritu.
La misma diferencia existe respecti-
El andar cortejando mujeres hace la vamente entre los sustantivos favor, ra-
fortuna de unos y es fatal á otros; toda
limiento, y prímnza.—(V. Gracia, Fa-
conexión ligada al vicio es funesta.
vor.)
(March.) ( C de la Cortina )

FATIGA, TRABAJO.—Fatigues también si- FAZ, SUPERFICIE.—Es lo de afuera, la


nónimo de trabajo; y en este sentido, la parte exterior y sensible de los cuerpos;
fatiga se emplea como una especie de esta idea los hace sinónimos.
ponderación del trabajo. Se dice faz cuando no se quiere hablar
FER ( 78 ) FIR
sino «le lo que es exterior y visible, sin ó un ingenio fértil 6 fecundo en grandes
respeto á lo que no se presenta. ideas; pero seria mal dicho un orador
Se dice superfine cuando se intenta fértil en lugar de fecundo; podremos, si,
poner lo que está fuera, en oposición decir, que su pluma es fértil, á cau-
con lo que no se presenta. sa de las muchas y varias producciones
De todos los animales que cubren la de asuntos que él da á luz.—( V. Ferti-
faz de la tierra, solo el hombre es ca- lidad, Fecundidad.)
paz de conocer todas las propiedades de {March.)
este globo; y entre los hombres la ma-
FERTILIDAD, FECUNDIDAD.—Lo que ma-
yor parte no perciben mas que la super-
terialmente produce con abundancia, es
ficie; solo sabe penetrar en lo interior el
fecundo. La fecundidad de varias espe-
ojo perspicaz de un corto número de fi-
cies ó individuos constituye/eV/í/ el todo
lósofos.
que componen.
Esta distinción vale también en sen-
Una tierra, un campo e s / r'il cuan-
tido figurado; y de ahí viene que se dice
de los talentos vanos, que para hacerse do en él hay muchas plantas fecundas.
valer hablando de todo, hacen ligeras La provincia en donde se coge mucho
incursiones en todos los géneros de co- aceite ó mucho \rino, no es fecunda, es
nocimientos sin profundizar ninguno; fértil. Las olivas, las vides que produ-
que no saben mas que la superficie de cen materialmente aquellos frutos, son
las cosas, y que solo tienen nociones su- fecundas.
perficiales. Por la misma razón entre los anima-
(March.) les no se llaman fértiles las hembras,
sino fecundas.
FELICIDAD, DICHA.—La felicidad es el (JL. de la Huerta. )
estado permanente de la dicha. Se pue-
F I N O , DELICADO.—Se necesita mucho ta-
de tener un momento de dicha sin go-
lento para conocer lo que es fino; pero
zar de la felicidad. La dicha como sen-
ademas se necesita gusto para conocer
timiento es una continuación de place-
lo que es delicado. Lo primero es su-
res; la felicidad un goce duradero de la
perior al alcance de muchos, y lo se-
dicha. Puede uno tener una dicha sin
gundo está al alcance de muy pocos.
ser feliz. Un hombre ha tenido la di-
Un discurso fino se repite alguna vez
cha de escapar de un lazo, ó de un pe-
con utilidad al que no lo ha entendido
ligro, sin dejar por eso de ser tan infe-
desde luego; pero el que no conoce lo
liz ó mas que antes, y por consecuencia
delicado al momento, no lo conocerá
no se puede decir de él que ha experi-
nunca. Puede buscarse lo uno y es pre-
mentado la felicidad.
(March.') ciso comprender lo otro.
Fino tiene un uso mas extenso, pues
F É R T I L , FECUNDO.—Estos dos adjetivos, sirve para los rasgos de malicia como
tomados en sentido propio ó figurado, para los de bondad. Delicado, es de un
expresan una abundante producción; servicio y mérito mas raro: no sienta
mas parece que la. fecundidad proviene bien en los rasgos maliciosos, pero figu-
de la naturaleza, y que Infertilidad sea ra con gracia en cosas lisonjeras. Así
mas bien efecto del arte. Diremos, es que se dice una sátira fina, una ala-
pues: el calor del sol y la lluvia del cie- banza delicada.
lo fecundizan la tierra: el cultivo y el (March.)
abono la hacen fértil: una imaginación F I R M E , CONSTANTE.—El que no varía,
FIR ( 79 ) FIR
es constante; el que no cede, es firme. constante y firme al mismo tiempo, por-
El hecho solo de no mudar de opinion, que será propenso á variar de gusto ó
de inclinación ó de conducta, basta para de inclinación, y tendrá bastante firmeza
acreditarse de constante. Para ser fir- para obrar del modo que le convenga:
me es preciso tener que vencer las difi- no así el que es constante solamente;
cultades ó contradicciones, y todo lo que puede ser constante por carácter, ó por
puede oponerse á la constancia. hábito, y verse obligado por falta de fir-
Un hombre puede ser constante tal meza á obrar contra sus deseos. La
vez por costumbre, por irresolución, y constancia parece que lleva embebida
aun por debilidad; pero solo es firme el en sí misma la idea de la tranquilidad,
que resiste á todo lo que puede sepa- de la mansedumbre, de la dulzura de
rarle de su resolución. carácter, al paso que la firmeza indica,
(L.dela Huerta.) como se ha dicho, fuerza y vigor de es-
píritu; por esta razón se mira la falta
F I R M E , CONSTANTE, PERSEVERANTE, ASI- de firmeza en las mujeres con mas in-
DUO.—Firme es el que se resuelve con dulgencia que en los hombres; pero tan-
decision á obrar de tal ó tal manera, sin to en aquellas como en estos se exige
que nada le obligue á mudar de reso- la constancia.
lución. ha. perseverancia supone continuación
Constante es el que por naturaleza de actos, una práctica seguida sin va-
sigue una misma inclinación, un mismo riar de intención; pero sin grandes es-
gusto, una misma práctica, pero siem- fuerzos, cediendo tal vez á las circuns-
pre en sentido bueno ó indiferente. tancias, sacrificando acaso nuestras pro-
Perseverante es el que continúa prac- pias inclinaciones para lograr mas fá-
ticando con ahinco lo que es necesario cilmente el fin principal.
para lograr sus fines. Esta es la razón porque se dice—este
Asiduo es el que acude con frecuen- hombre persevera en sus errores, en sus
cia donde su deseo ó su interés lo llama. vicios, & c , y no—es firme ni es cons-
La firmeza supone fuerza y energía, y tante. Si persevera en los vicios, es
por esta razón se aplica con tanta pro- sin grande esfuerzo porque ya se habi-
piedad á las cosas materiales, pues nada tuó á ellos, y así como no quiere vio-
de lo que es firme está sujeto á vacilar ni lentarse para dejarlos, tampoco perseve-
mudarse fácilmente.—"Este hombre es raría en ellos si hubiese de costarle al-
firme como una roca."—"Todos los co- guna violencia.
natos de los malvados se estrellaban con- La asiduidad trae consigo la idea de
tra su firmeza.'''' Pero debe advertirse la repetición frecuente de un acto, pero
que la palabra^meza, así como supone mudando de lugar para trasladarse á otro
fuerza y energía, supone también justi- en donde conviene permanecer: así lo
cia y rectitud; pues de lo contrario no indica su misma etimología (sedere ad.)
ceria firmeza sino obstinación. La pri- Un cortesano, un amante, pueden no
mera es una virtud, la segunda un vicio. ser firmes ni constantes y ser sin embar-
La constancia es, si se quiere, una go muy asiduos, el uno cerca del sobe-
virtud; pero en ella tiene tal vez me- rano, y el otro al lado de su querida.
nos parte ln voluntad: las mas veces de- De aquí se deduce que el que es asi-
pende del carácter de la persona, pocas duo, es por fuerza perseverante; pero el
veces del esfuerzo que haya hecho por perseverante puede no ser asiduo.
adquirirla. Un hombre puede ser in- (O. de la Cortina.)
FOR ( 80 ) FUE
representa la
F L U I D O , LÍQUIDO.—Fluido, corazón, y la dulce tranquilidad del
naturaleza del cuerpo; líquido, el esta- ánimo.
do en que se halla. Conservando esta misma propiedad
Los cuerpos físicos se distinguen en la voz fortuna, se toma á veces por el
sólidos y fluidos, no en sólidos y líqui- mismo bien fínico; pero no se puede ha-
dos, porque se trata de la calidad esen- cer este mismo uso de la voz dicha, que
cial que los distingue; y entre solido siempre representa un goce moral: y así
y líquido se contrapondría una calidad no puede substituirse á aquella en es-
esencial y una circunstancia accidental. tos ejemplos: algunos han hecho gran
fortuna eh las Indias. Cuando media el
El agua es siempre un cuerpo fluido,
quo no siempre es líquido, porque deja honor, se debe sacrificar la fortuna y la
de serlo cuando se hiela. vida.
(L. de la Huerta.)
Los metales no son jamas cuerpos
fluidos, aunque son líquidos cuando se FRATERNAL, FRATERNO.—(V.Paternal.)
derriten.
(L.dela Huerta.) FUERZA, ENERGÍA.—La fuerza del dis-
curso consiste en la solidez de las ra-
FORTUNA, DICHA.—La voz fortuna en su zones; la energía en el modo de expo-
sentido recto se extiende tanto á la bue- nerlas.
na como á la mala suerte, y solo en el Un argumento escolástico puede ser
primero de estos sentidos puede mirar- fuerte sin ser enérgico. Una descrip-
se como sinónima de dicha; pero la voz ción histórica puede ser enérgica sin ser
fortuna representa aquella felicidad fí- fuerte.
sica y materialmente; la voz dicha la re- Las lágrimas de Veturia fueron mas
presenta moralmente, esto es, en cuan- enérgicas, que las fuertes razones que
to causa satisfacción al que la posee. Y emplearon los romanos para aplacar la
así la primera es mas propia para ex- obstinación de Cariolano.
plicar el logro ó posesión de aquellos La descripción que hace Boileau de
bienes, que todos miran como tales, y la pereza, es enérgica, y no es fuerte;
á que se atribuye, por una especie de el discurso de Colocólo en la Araucana
opinion ó convención general, la felici- es al mismo tiempo fuerte y enérgico.
dad en esta vida, y que muchas veces (L. de la Huerta.)
no llenan el corazón del que los posee,
como los honores, los empleos, la rique- FUERZA, FORTALEZA.—La fuerza es para
za; j la voz dicha se aplica mas propia- obrar: la fortaleza para resistir, tanto en
mente al goce de aquellos bienes, que lo físico como en lo moral.
el que los disfruta tiene verdaderamen- Un hombre necesita mucha fuerza
te por tales, sin necesidad de que los para levantar un gran peso. Los cimien-
califique la opinion general, porque sa- tos de una casa necesitan tener mucha
tisfacen su gusto ó su deseo. fortaleza, para sostener el peso de su
fábrica.
Hay muchos hombres que tienen la
fortuna de ser ricos, y no por eso logran El varón justo, que conoce la fuerza
ser dichosos; pero por el contrario, el con que obran las pasiones, se reviste
de una fortaleza de ánimo superior á
hombre prudente, abandonado de la for-
ellas, para resistir al ímpetu de sus es-
tuna, puede ser dichoso, si sabe conser-
tímulos.
var en su desgracia la inocente paz del (L.dela Huerta.)
FÜE ( 81 ) FUE
FUERZA, VIGOR, FORTALEZA, ROBUSTEZ. te en todas las direcciones, sino que co-
—Fuerza llamamos al principio del mo- municamos el movimiento á otros cuer-
vimiento ; así decimos que todos los pos, ó les quitamos el que tenían.
cuerpos de la naturaleza están equili- En esta acepción parecen sinónimas
brados por dos fuerzas contrarias, una las voces fuerza y vigor; sin embargo,
que los mueve acia un centro, otra que observando que suelen usarse muchas
los aparta de él por una tangente: un veces juntas en una misma proposición,
cuerpo decimos que lleva mas ó menos podemos sospechar que no será uno mis-
fuerza según le vemos ir mas ó menos mo su sentido, pues entonces seria una
aprisa. repetición insufrible decir que arrojamos
Los seres inanimados, ademas de las una cosa eon fuerza y vigor.
fuerzas centrípeta y centrífuga, que les Si bien lo notamos, esta última voz
son comunes con todos los demás cuer- indica mas bien el esfuerzo y disposición
pos, tienen otro principio de fuerza para del espíritu que mueve los resortes de
moverse á su arbitrio en todas direccio- nuestra máquina: la otra atiende mas á
nes. Si no se mueven con igual facili- la materialidad de los mismos resortes;
dad en todas ellas, es porque hallan otras de modo que vigor es propiamente el
fuerzas que contrarestar; y las fuerzas uso de la fuerza. Decir que un hombre
se destruyen mutuamente: por ejemplo, repele una cosa con fuerza y vigor, es
acia arriba se pierde la mayor parte de indicar que no solo tiene fuerzas para re-
la fuerza animal en la resistencia de la pelerla, sino que las emplea realmente
fuerza centrípeta; y regla general, en en aquella ocasión. Una ley está en su
cualquiera dirección se pierde tanta can- fuerza mientras no se deroga; está en
tidad de fuerza animal, cuanta es la su vigor mientras se observa. Dos per-
fuerza contraria. Por esto, cuanto mas sonas de iguales fuerzas pueden hacer
pesadas son las cosas cuesta mas traba- una cosa con mas ó menos vigor según
jo moverlas. Si yo empujo una bala de el esfuerzo de cada una. Por esto vi-
hierro que esté sobre un plano horizon- gor solo se dice de los animales, ó de
tal, según mi fuerza, sea mayor ó me- las cosas personificadas; esto es, solo se
nor que la de su gravedad, la haré mo- aplica á las fuerzas voluntarias, y de
ver, ó me cansaré inútilmente. Cuan- ningún modo á la fuerza necesaria que
do cogiendo un palo por sus dos extre- dirige todos los cuerpos de la naturale-
mos lo parto sobre la rodilla, mi fuerza za con unas leyes invariables y cons-
no hace mas que dar movimiento á sus tantes.
dos mitades, á pesar del punto de apo- Fuerza es en todos los casos el prin-
yo que lo estorbaba. Últimamente, si cipio del movimiento, y por consiguien-
dirijo la mano contra una pelota, una te de la acción: fortaleza es al contra-
bala ó cualquier otro cuerpo que venga rio, el principio de la resistencia; y un
acia mí, siendo mi fuerza mayor que la cuerpo decimos que tiene mas ó menos
suya, lo haré retroceder; en caso con- fortaleza según resiste á los esfuerzos
trario él vencerá mi mano, y pasará ade- de otro que quiere moverlo ó separar
lante: en fin, si nuestras fuerzas son en- sus, partes.
teramente iguales caerá á mis pies.
Un cue*·^ lleva mucha fuerza cuando
Por lo dicho se vé que lo que Uama- se mueve c^n rapidez, cuando rompe
mos fuerza animal no es mas que la elas- por todos los obstáculos: al contrario,
ticidad de nuestra musculatura, por la tiene mucha fortaleza cuando nada le
cual no solo nos manejamos rápidamen- hace mella, nada lo descompons ni hace
11
GAL ( í : ) GOC
mover. Al hombre de fuerzas nada le puede tal vez confundirse con el amor;
resiste; el hombre que tiene fortaleza lo éste pudiera mas bien equivocarse con
resiste todo. En la guerra se llaman la íntima amistad, si no anduviese casi
fuerzas todas las cosas que pueden ser- siempre acompañado de las apariencias
vir para atacar, como soldados, caba- del vicio.
llos, artillería, navios: plazas, castillos, El cortejo, á quien disguste esta sig-
baterías, y todo lo que únicamente pue- nificación de la voz, prefiera el nombre
de servir para defensa se llama fortale- y la calidad de galán, haciendo mas
zas, fuertes ό fortificaciones. Forzar una alarde de un obsequioso rendimiento,
trinchera es rendirla: fortificar una pla­ que no exceda los límites del respeto,
za es ponerla en estado de defensa. que de una confianza que ostente las
La apariencia ó el exterior de la for- apariencias de la facilidad ó de la pose-
taleza es lo que se llama robustez. El sión.
grueso de una columna constituye su ro- (L. de la Huerta.)
bustez, su fortaleza depende de la mate-
ria. La robustez animal consiste en el GENERAL, UNIVERSAL.—Lo general com-
grueso de la musculatura, en lo apretado prende la totalidad en grande: lo uni-
de las carnes, y en el aparente buen es- versal por menor. Diremos pues: la ca-
tado de los humores: para que haya for- restía ha sido general en el reino: el di-
taleza es menester que la máquina ten- luvio fué universal. No hay regla ge-
ga verdadera resistencia, cosa que no neral que no tenga excepción; no hay
siempre acompaña la robustez. Hay principio universal del cual, no se reco-
hombres de mucha robustez que resisten nozca la verdad sin excepción. Es opi-
muy poco; así como puede haber una nion general que las mujeres rio nacie-
columna de corcho mas robusta que otra ron para la guerra; es principio univer-
de mármol. sal que los hijos deben honrar á sus pa-
El adjetivo de fuerza es forzudo: el dres.
{March.)
de fortaleza fuerte: vigoroso y robusto
son los de vigor y robustez. GLOSA, COMENTARIO.—Los dos son in-
{Jonama.) terpretaciones ó explicaciones de un
FUROR, FURIA.—Furor denota mas bien
texto;, pero la glosa es mas literal y se
la agitación violenta interior, y fuña la hace casi palabra por palabra; el comen-
agitación violenta exterior. El furor tario es mas libre y menos escrupuloso
está dentro de nosotros; la furia nos en separarse de la letra; sucede á veces
saca fuera de nosotros. Nos posee el ser difuso en lo que fácilmente se en-
furor, nos enagena la furia. Contene- tiende, y guardar silencio sobre los lu-
mos el furor, nos abandonamos á lafuria. gares ó pasajes difíciles.
{March.)
(A. Cimfuegos.)

G GOCE, POSESIÓN.—En el artículo/orftmec,


dicha se ha empleado la voz goce para
GALAN, CORTEJO.—La voz cortejo se ha explicar la acción del verbo gozar, por-
admitido ya generalmente como sinó- que aunque en este sentido no parece
nima de galán; pero hay entre ellas la que está adoptada en nuestra lengua, no
diferencia, de que la galantería supone hallo otro substantivo que corresponda
respeto y rendimiento; y el cortejo su- rigurosamente á este verbo, y explique
pone familiaridad y confianza. Aquella por sí solo su acción. Si en su falta que-
GOZ ( 83 ) GR A
remos substituir un equivalente, no pa- imaginación para que suceda un gran
rece ofrecerse otro mas análogo á la gozo á las lágrimas mas amargas.
idea, que el substantivo posesian. Pero (March.)
poseer explica la acción de tener una
cosa en nuestro poder, ó á nuestra dis- Gozo, GUSTO.—El primero se aplica solo
posición, sin relación á la parte moral á lo moral, y el segundo á lo físico, y
de la acción, esto es, á la parte que tie- solo figuradamente á lo moral.
ne en ello la voluntad del que posee, ni El gusto que me causó su vista, llenó
á la utilidad que le resulta, cuya idea de gozo mi corazón.
explican rigurosamente el substantivo No se dice el gusto del alma, sino el
goce, y el verbo gozar. gozo; ni el gozo de comer una pera, sino
Muchos hay en el mundo que poseen el gusto.
bienes, de que no pueden gozar; ¿pues Aplicados uno y otro puramente á lo
por qué no se podrá decir, que lo que moral, el gozo supone un efecto mas in-
satisface al corazón humano no es la po- herente, mas sublime, y causado por
sesión, sino el goce de las riquezas? objetos mas nobles; el gusto una sensa-
{L. de la Huerta.) ción menos sólida, y causada por obje-
tos mas comunes. El gozo de los bien-
GORDO, GRUESO.—El adjetivo grueso con- aventurados; el gusto de pasear solo.
sidera el volumen con relación á solo el (L. de la Huerta.)
espacio; el adjetivo gordo le considera
con relación al espacio y á la materia. GRACIA, FAVOR —Gracia dice algo de
Un hombre corpulento tiene natural- gratitud; un beneficio gratuito, un ser-
mente una mano gruesa, y en esta idea vicio gratuito. Favor dice algo de afec-
no vemos mas que su volumen; pero tuoso; es la expresión de un interés par-
una mano gorda nos representa la idea ticular, del cuidado de la felicidad ó de
de su carnosidad, de la abundancia de la satisfacción de alguno. Nos gratifi-
la materia de que se compone. can con un bien, con una cosa que no
Se mide lo grueso, no lo gordo; por- nos debían: nos favorecen con bienes,
que la medida solo recae sobre el es- con preferencias que nos distinguen.
pacio. (A, Cienfuegos.)
Gordo no se aplica con tanta propie- GRACIOSO, CHISTOSO.— El gracioso di-
dad á las materias compactas y resis- vierte excitando la risa, por medio de
tentes, como grueso. Es grueso un ár- acciones ó dichos jocosos; y el chistoso,
bol, es gorda una pantorrilla. Solo en recreando el entendimiento con agude-
un lenguaje muy vulgar se dice: un palo, zas y sales, aplicadas sin estudio, con
un garrote muy gordo. viveza y oportunidad, al asunto de que
(L.dela Huerta,) se trata.
Gozo, ALEGRÍA.—El gozo está en el co- El primero puede valerse de imita-
razón, la alegría en los modos: el gozo ciones,de dichos estudiados, de extrava-
consiste en un dulce sentimiento del gancias, de las ventajas que puede ofre-
alma, la alegría en una agradable situa- cerle la disposición física de su propia
ción del espíritu. figura, ó la singularidad de su carácter;
A veces sucede que la posesión de un el segundo todo lo debe á Ja viveza de
bien, cuya esperanza nos habia atraído su ingenio, y á la prontitud de su ima-
mucho gozo, nos acarrea mucho pesar. ginación.
Basta soltar alguna vez la rienda á la Un ignorante puede tener gracia, ó
GRA ( 8 ) GUI
disposición natural para divertir ó mo- dos voces; porque aquella puede con-
ver la risa; pero no puede ser chistoso, servar en él su energía y extension pro-
porque para ello necesita agudeza y dis- pia, representando una ilimitada exten-
creción. sion, y estas no pueden representar con
El gracioso puede serlo en una socie- propiedad sino un volumen determina-
dad de ignorantes, pero no el chistoso, do. Y así se dice: grandeza de ánimo,
porque necesita que le entiendan. y no magnitud ni tamaño.
(L. de la Huerta.) (L. de la Huerta.'}

GRANDEZA, MAGNITUD, TAMALVO.— L a GRAVE, SERIO.—Es uno grave por pru-


grandeza considerada físicamente, re- dencia y por madurez de reflexion; se-
presenta al cuerpo con relación al ex- rio por carácter y por temperamento.
ceso de su volumen, respecto del regu- La ligereza es opuesta á la gravedad;
lar y común de otros cuerpos, y sin re- el regocijarse es opuesto á lo serio.
lación determinada á siu· -~ ^'iidas y pro- La costumbre de tratar negocios nos
porciones; la magnitud le representa da gravedad. Las reflexiones de una
bajo una idea determinada, con relación moral severa nos hacen senos.
á sus porporciones y medidas. (March.)
Se admira la extraordinaria grandeza
GUARDAR, RETENER.—Se guarda lo que
del sol, y se mide por medio de los ins-
no se quiere dar: se retiene lo que no se
trumentos astronómicos su verdadera
quiere devolver.
magnitud.
Guardamos nuestros bienes: retenemos
El tamaño representa también deter-
los de otros.
minadamente el volumen, pero se usa
El avaro guarda sus tesoros: el deu-
con mas propiedad cuando se trata de
dor retiene el dinero á su acreedor.
cuerpos mas pequeños, de los de nues-
Al hombre honrado le cuesta mucho
tro uso, de los que manejamos, de los
guardar lo que posee, cuando por otra
que podemos medir fácilmente: y mag-
parte vemos á un bribón que parece es-
nitud cuando se trata de cuerpos muy
tar autorizado para retener lo que ha to-
grandes ó inaccesibles.
mado.
Se calcula la magnitud de un planeta, {March.)
se compra una caja de un tamaño pro-
porcionado. Ni el tamaño se aplicaría GUIAR, CONDUCIR.—Se guia mostrando,
con propiedad al planeta, ni la magnitud enseñando el camino, yendo delante.
á la caja. Se conduce dirigiendo.
La grandeza es respectiva, la magni- El postilion inteligente guia bien al
tud y tamaño son absolutos; porque no correo que no sabe el camino. El buen
es grande ni pequeño un cuerpo consi- piloto conduce bien el navio al puerto.
derado solo, sino respecto de otro: y Guiar hace relación directamente á
esta comparación le constituye tal; pero los medios; conducir hace relación di-
todo cuerpo tiene por sí, independien- rectamente al fin. Un traidor nos guia
temente de toda comparación, las me- por un rodeo, para conducirnos al para-
didas y proporciones que forman su mag- je en donde está emboscado el enemigo.
nitud y tamaño. Por esta razón en la acción de" guiar
De aquí es, que la voz grandeza se puede no tener parte la voluntad del
usa con mucha frecuencia y propiedad que guia; pero siempre la tiene la del
en el sentido figurado, pero no las otras que conduce, en la acción de conducir,
GUS ( 85 ) HAL
Una estrella nos guia; un amigo nos tra alma los objetos pintados; pero si
conduce. decimos que somos aficionados á la pin-
(L. de la Huerta.) tura, damos á entender que tenemos
gusto en practicar ó estudiar este arte.
GUSTAR, AGRADAR-—Solo se pueden usar
—Una pieza de música puede no gustar
uno por otro en un sentido figurado, á muchas personas, y embelesar al mis-
porque en su sentido recto, gusta lo que mo tiempo á un aficionado.
satisface á los sentidos, lo que deleita (G. de la Cortina.)
materialmente: agrada lo que deleita
al ánimo, lo que satisface á la imagi- H
nación. HABILIDAD, DESTREZA.—El que sabe ha-
Gusta una bella figura, un manjar re- cer una cosa bien, y con conocimiento
galado. Agrada la virtud, la sencillez de lo que hace, tiene habilidad: el que
de la aldea. la hace materialmente bien, y con faci-
\L. de la Huerta.)
lidad, tiene destreza. Aquella se refie-
GUSTO, AFICIÓN.—El gustono es mas que re directamente al saber; ésta se refiere
el placer que se siente en satisfacer directamente al ejecutar.
nuestras inclinaciones, aun cuando sean Un artífice tiene habilidad, cuando
pasajeras. sabe ejecutar bien la obra que le encar-
La afición es este mismo gusto, fun- gan, y destreza en el manejo material de
dado en el conocimiento de las cosas los instrumentos de su profesión.
que nos lo inspiran. Un maestro tiene habilidad para en-
Por esta razón llamamos aficionado señar, cuando sabe el buen método, y
al que profesa una facultad, una arte ó los medios que debe emplear para ello.
una ciencia, solamente por gusto; ó al Una araña forma con destreza su tela.
que aun cuando no profese ninguna de (X. de la Huerta.)
estas, se halla en estado de juzgar so-
bre tal ó cual cosa por el estudio que HACER, EJECUTAR.—El primero de estos
ha hecho, llevado de su gusto é incli- dos verbos representa la acción de un
nación. Así decimos—"Concierto de modo absoluto, sin relación directa á
aficionados"—Tengo un gusto inespli- otra alguna; el segundo la representa
cable en oir el voto de todos los aficio- determinadamente con relación á otra
nados. acción anterior, esto es, á la resolución,
De aquí se deduce que el gusto será á la orden, á la yrimcfa, á la idea que
bueno ó malo, según sean las inclinacio- ha precedido á la ejecución; y así puede
nes; pero nunca podrá calificarse á la hacerse una cosa inesperada, pero no se
afición de buena ó mala sin faltar á la dirá propiamente que se ejecuta.
propiedad, porque si una persona tiene Se hace una obra, un favor, una in-
mal gusto, deja de merecer el título de justicia; y en estos ejemplos presenta el
aficionado. verbo el hecho en sí mismo, y no como
La palabra aficionti&Q consigo la idea consecuencia del motivo ó razón que le
de la ciencia, del arte, del estudio y de precede, como cuando se dice, que se
la observación, al paso que la palabra ejecuta el proyecto, la sentencia, la de-
gusto no indica mas que la sensación que terminación.
(L. de ta Huerta.)
nos causa tal ó tal cosa. Si decimos
que nos gusta la pintura, nos limitamos HALLAR, ENCONTRAR.—Hallar es encon-
á expresar el efecto que causan en nues- trar alguna cosa, ó porque se busca ó so-
HEC ( 86 ) HON
licita, ό por que la casualidad la ofrece; El hecho tiene una relación directa á
pero habiendo dos voces para explicar la cosa ejecutada, representándonos el
estas dos ideas diferentes, parece que efecto, la resulta, lo que queda ejecu-
convendría señalar á cada idea una voz tado por medio de la acción.
que la distinga, mas bien que autorizar De aquí es, que las acciones son bue-
un uso que las confunde, tanto mas que, nas, malas, ó indiferentes, señalando la
si se examinan con rigor, se percibe que voz directamente la intención del que
la acción de encontrar no supone preci- la ejecuta; y los hechos son ciertos, fal-
samente la de haber buscado lo que se sos ó dudosos, con relación directa á la
encuentra; pero la acción de hallar supo- esencia, ó calidad del hecho en sí mismo.
ne la de haber buscado lo que se halla. Las acciones del hombre, que piensa
Al pasar por la plaza he encontrado mal, descubren el carácter de su cora-
una procesión: á dos leguas de Madrid zón, por mas que las disimule el arte, ó
encontré el parte. Nadie diria que halló las disfrace la afectación y la hipocresía.
una procesión, ó el parte, à no quérir Un mal historiador suele alterar los
dar á entender que los andaba ó iba bus- hechos que refiere, cuando le acomoda,
cando. A la verdad, si decimos, que el para divertir á sus lectores.
que huye por un atajo desconocido, se (L. de la Huerta.)
expone á encontrar al enemigo, no pue-
de dejarse de percibir mayor exactitud HEROICIDAD, HEROÍSMO.—Heroicidad es
y propiedad en el uso del verbo encon- una acción heroica: heroísmo es el ca-
trar, contra nuestra voluntad, al enemi- rácter del héroe; así esta última voz no
go de quien huimos, que en el uso del tiene plural.
verbo hallar al enemigo que no bus- Sacrificar las pasiones al deber es he-
camos. roicidad: para ello se necesita heroísmo.
(Jonama.)
Se ofrece el hallazgo de una cosa per-
dida que se busca. Hacerse encontra- HONRA, HONOR.—El honor es indepen-
dizo, es hacer como que no se busca, diente de la opinion pública: la honra es,
como que la casualidad lo ofrece. ó debe ser, el fruto del honor, esto es,
(L.de la Huerta.)
la estimación con que la opinion públi-
HALLAR, ENCONTRAR.—Hallamos las co-
ca recompensa aquella virtud.
sas desconocidas ó las que buscarnos: Mostró el honor que tenia. Un hom-
encontramos las que están en nuestro ca- bre de honor es la honra de su familia.
mino ó que se nos presentan y que no Se hereda el honor, y no la honra;
buscamos. esta se funda después, en las acciones
Aun los mas desdichados hallan siem- propias, y en el concepto ageno.
pre algún recurso en su desgracia. Los Se honra, no se da honor. El favor
que fácilmente se unen á toda clase de puede honrar, pero no restituir el honor
gentes, están expuestas á encontrar ma- al que una vez lo ha perdido.
(L, de la Huerta.)
las compañías.
(March.)
Por consiguiente, debemos mirar al
HECHOS, ACCIONES.—La acción tiene una honor como causa, y á la honra como
relación inmediata á la persona que la efecto; y debemos también mirar como
ejecuta, representándonos la voluntad, galicismos insufribles é innecesarios en
el movimiento, la parte que tiene en nuestra lengua las frases, "hágame vd.
ella la persona. el honor"—"tengo el honor de"—"sen-
HÖR ( 87 ) HUÍ
sible al honor que vd. me dispensa"— HUECO, VACÍO.—Si hueco es lo cóncavo ó
"el honor que me resulta," y otras ex- vacío por adentro, como parece de su de-
presiones del mismo jaez, no menos im- finición, habremos de considerar como
propias que contrarias á la ideología. sinónimas estas tres voces; pero cónca-
(G. déla Cortina.) vo y hueco de ningún modo parece que
se pueden mirar como tales, porque la
HORRENDO, HORRIBLE, HORROROSO.—
primera de estas calidades es una cir-
Un objeto que horroriza, es la idea co-
cunstancia propia de la figura determi-
mún á estas tres voces, que la represen-
nada del cuerpo, y la segunda es pura-
tan con relación á los efectos que pro-
mente una negación de su solidez, sea
duce el horror en nuestra imaginación.
la figura la que se fuese. Y así un cuer-
Lo horrendo nos horroriza, c orno atroz
po cuyas superficies interiores sean pla-
y abominable: lo horrible, como repug-
nas, podrá estar hueco sin ser cóncavo.
nante y desagradable: lo horroroso,como
Lo vacío parece distinguirse menos
espantoso y temible.
de la idea que representa la voz hueco.
Es horrendo el crimen de un parrici-
Veamos cual puede ser la diferente pro-
da: es horrible la vista de un monstruo,
piedad y extension de estas dos voces.
la de un cadáver desfigurado: es horro-
Vacío supone una negación acciden-
roso el ^effismiOtwlo» de un naufragio, los
tal de aquellas cosas que el cuerpo sue-
efectos de un incendio, la profundidad
le ó puede contener, y no contiene ac-
espantosa de un abismo.
(L. de la Huerta.) tualmente. Hueco supone una negación
positiva, no precisamente de aquellas
HORRIBLE, HORROROSO, HORRENDO.— cosas que puede contener el cuerpo dis-
Horrible es lo que por su deformidad tintas de la materia, ó materias de que
debe causar horror: horroroso y horren- se compone, sino de aquella parte del
do, lo que realmente lo causa, con la di- mismo cuerpo que falta en lo interior de
ferencia que horroroso se aplica á lo fí- él para constituirle sólido.
sico, y horrendo á lo moral.
Es hueca la bola de un campanario,
Las máximas de Hobbes y Maquia- porque está construida de un modo que
velo son horribles, porque deben horro- no tiene mas materia que la que basta
rizar á todo hombre de bien, aunque no para formar su superficie esférica. Está
sean horrendas para s\is sectarios. Una vacio un jarro cuando no tiene dentro
tempestad, un precipicio, un desierto son
licor alguno.
cosas horrorosas: los delitos y las atro-
Hueco tiene relación al espacio; va-
cidades se llaman horrendas.
cío prescinde del espacio, y solo hace
Alimentarse con el sudor de los infe-
relación á lo que no contiene el cuerpo.
lices es una cosa horrible; ver correr la
Una vejiga hueca deja de serlo, si se la
sangre de su semejante, es un espectá-
priva de su extension y capacidad, aplas-
culo horroroso; hacerla correr, es una
tándola, comprimiéndola, retorciéndola
acción horrenda.
ó de otro modo; pero no deja de estar
Este mismo creo que fuese el senti-
vacía de cualquier modo, y en cualquie-
do de las voces horribilis, horridus, hor-
ra figura ó disposición que se halle.
rendas. Adviértase que los poetas usan (£·. de la Huerta.)
la palabra hórrido en lugar de horroroso.
Don José Lopez de la Huerta no con- H U I R , ESCAPAR.—No siempre escapa el
viene conmigo en el sentido de estas que huye. Huir solo explica la fuga: es-
tres voces.—(V. su artículo Horrendo.) capar añade á la idea de la fuga la del
(Jonama.) logro de su objeto.
1LÜ ( 88 ) 1LV
Si no se alcanza, ó se detiene al que ha sabido adquirir gloria con sus haza-
huye, se escapa sin remedio. Al ir á ñas, colocándose en una esfera superior
prenderle, se les huyó; le siguieron, pero ó realzando el lustre de la suya. Los
al fin se les escapó. que quieren hablar latin en castellano
(L.de la Huerta.) dicen claros varones en lugar de varo-
I nes esclarecidos; pero el uso común (que
no es tan caprichoso como se cree) no
IGNORANCIA, TONTERÍA, NECEDAD.—La permite aquella expresión sino á los que
ignorancia es falta de cultura del enten- confunden hembra con mujer, y trasla-
dimiento; la tontería falta de cultura de do con traducción.
la razón; la necedad es ignorancia ó ton-
Insigne, que en su origen quiere de-
tería acompañada de presunción.
cir señalado, indica con mas propiedad
El ignorante yerra por falta de prin-
el estado de un hombre raro, por sus
cipios adquiridos; el tonto por falta de
grandes vicios ó por sus grandes virtu-
luces naturales; el necio por falta de lu-
des. Un hecho muy pequeño, pero ca-
ces ó principios, y sobra de amor propio.
sualmente poco común, puede dar á un
El amor propio oculta muchas veces
hombre el carácter de insigne; y al con-
la ignorancia; descubre siempre la nece-
trario, no se lo darán las acciones mas
dad; y no tiene influjo alguno en la ton-
ilustres, si son de las que estamos vien-
tería^ porque el ignorante puede saber
do frecuentemente.
que lo és; pero ni el tonto lo sabe, ni el
necio lo cree. Célebre es aquel cuyos hechos son co-
El que ignora el lenguaje de los ne- nocidos y relatados por la fama. El ilus-
cios, pasa por tonto entre los ignorantes. tre Cervantes, esclarecido por su insig~
{L. de la Huerta.) ne Quijote, no ha tenido celebridad has-
ta muchos años después de su muerte.
ILUSTRADO, ILUSTRE.—El hombre puede Si tuviese que citar hombres ilustres,
ilustrar ó su entendimiento, ó su perso- los buscaría, por ejemplo, en las casas
na. En el primer caso se llamará ilus-
soberanas de Europa. Si tuviese que
trado, en el segundo ilustre.
señalar los esclarecidos, no me olvida-
Cicerón fué un hombre ilustrado por
ría de los Alejandros, Césares, Corte-
sus conocimientos: ilustre por sus obras.
ses, Pizarros, Turenas y Bonapartes; ni
Los entendimientos mas ilustrados se
tampoco de los Virgilios, Racines, Loc-
confundirán cuando léanlas ilustres proe-
kes y Neutones. Entre los insignes con-
zas de Napoleón.
(Jonama.) taría los Diógenes, los Zenones, los Al-
cibíades, los Viriatos, los Colones, las
ILUSTRE, ESCLARECIDO, INSIGNE, CÉLE- Zenobias, las Lucrecias y una infinidad
BRE.—Estos cuatro epítetos convienen de romanos de todos tiempos. Todos los
al hombre distinguido entre los demás que van citados son personas célebres;
en fortuna, poder, talentos, & c , &c. pero debe notarse que la celebridad sue-
Ilustre pertenece especialmente al que le no estar en proporción con las demás
está en una esfera mas elevada, y sobre cualidades: la fama es como la sombra,
todo al que nació en ella. Es timbre que aumenta y disminuye los objetos
que da la opinion, y que por consiguien- según las distancias; por otra parte, no
te se halla expuesto á todos sus ca- toaos los hechos se llegan á saber, ni
prichos. todas las circunstancias son iguales para
Esclarecido conviene mejor al que que ellos hagan siempre la impresión
IMP ( 89 ) IMP
que debieran; por cuyas razones mu- en todos tiempos el logro de las pruden-
chos hombres insignes, ilustres y escla- tes ideas de los legisladores.
recidos quedan sin la celebridad mere- Un cuerpo opaco interpuesto entre
cida. los ojos y el objeto, impide el verle; una
(Jonama.) niebla no lo impide, pero estorba para
verle bien. Los grillos no impiden el
IMAGINAR, IMAGINARSE. — Imaginar es
andar, pero estorban.
formar alguna cosa en la mente; en al- (L. de la Huerta.)
gún modo es crear una idea, ser inven-
tor de ella. IMPOLÍTICO, GROSERO, RTJSTICO.—Es ma-
Imaginarse es representarse en la yor defecto ser grosero que simplemen-
mente alguna cosa, ó bien creerla ó per- te impolítico, y lo es mas aun el ser
suadirse de ella. 7-ÚstÍC0.
Imaginar necesita tener un objeto por El impolítico es por falta de buenos
complemento y que sea nombre; ima- modos y á nadie agrada; el grosero por
ginarse puede ir con nombre, con ver- tener modos desagradables, y á todos es
bo, &c. insoportable; el rústico los tiene cho-
El que imagino los primeros caracte- cantes y nadie puede sufrirle.
res del alfabeto, hizo un gran beneficio La impolítica es el defecto de gentes
al género humano. de una mediana educación: la grosería
Los espíritus inquietos se imaginan lo es de los que la han tenido mala, y
la rusticidad de los que no han tenido
comunmente las cosas muy diferente-
ninguna.
mente de lo que ellas son.
La mayor parte de los escritores po- En el trato del mundo se sufre al im-
político, se huye del grosero, y no se
líticos se imaginan haber humillado á
quiere trato con el rústico.
sus adversarios cuando les han dicho (March.)
muchas injurias; mas se engañan en ello,
pues lo que hacen es envilecerse. Se IMPORTUNO, IMPERTINENTE. — Trátase
imagina uno que siempre habrá tiempo aquí del sentido recto de estas dos vo-
para pensar en la muerte, y así es que ces, y no del secundario, aunque mas
se pasa la vida sin pensar en morir. común y conocido, en que ordinaria-
{March.) mente se usan, llamando importuno al
molesto y enfadoso, por la instancia ó
IMPEDIR, ESTORBAR.—Impedir supone un continuación con que pide alguna cosa;
obstáculo directo. Estorbar supone, é impertinente al displicente ó desagra-
con mas propiedad, un obstáculo indi- dable, por su mal humor, melancolía ú
recto, y no pocas veces una mera difi- otras causas.
cultad ό embarazo. Lo que es fuera de tiempo, es impor-
El padre impide con su autoridad que tuno; lo que es fuera de propósito, es
su hijo salga de casa. La compañía de impertinente. La disonancia que causa
un amigo suele estorbar á veces que ha- lo importuno, no consiste en la calidad
gamos nuestra voluntad. de la cosa en sí misma, sino en la oca-
Muchas son las leyes que se han pro- sión en que se emplea, en la falta de
mulgado en todas partes para impedir oportunidad. La disonancia que causa
los desafíos; pero la loca presunción lo impertinente está en la misma calidad
del amor propio, á que damos impropia, de la cosa que no conviene, no pertene-
mente el nombre de honor, ha estorbado ce á lo que se dice ó se hace.
12
INC ( 90 ) IND
Las chanzas no son de modo alguno pone. Aquella es puramente moral: ésta
impertinentes en una comedia, pero pue- es moral y física. En la inclinación tie-
den ser importunas. ne mucha parte la voluntad: no así en la
El adjetivo inoportuno solo está au- propension que es toda de la naturale-
torizado por el uso, y parece por su mis- za, y por esta razón se dice, que debe-
ma formación mas conforme que impor- mos corregir nuestras malas inclinacio-
tuno á este sentido. nes, y no nuestras malas propensiones.
(£. de la Huerta.) —Un muchacho sale mal inclinado, y
INADVERTENCIA, DESCUIDO.— La inad- no mal propenso. Por el contrario, de-
vertencia puede ser un defecto discul- cimos—soy muy propenso al llanto, al
pable, causado por una tarda percepción temor, á la cólera.—Fulano es muy pro-
del ánimo, ó de una distracción involun- penso á costiparse, á la tos, á la jaque-
taria. El descuido es siempre un defec- ca. En estos ejemplos se nota inme-
to reprensible, causado por una negli- diatamente que la voluntad no tiene par-
gencia indisculpable, ó una distracción te alguna.
voluntaria. Aquella falta á la precau- La inclinación supone cierto gus-
ción conveniente ·, éste falta á la obliga- to, cierta preferencia, y por eso se em-
ción debida. plea esta palabra para denotar el primer
Un general que se halla sorprendido grado de amor, ó como sinónimo de
por falta de precauciones, no puede ex- afecto.
(G.dela Cortina.)
cusar su descuido con el título de inad-
vertencia, porque en aquellas circuns- INDOLENTE, DEJADO, PEREZOSO, NE-
tancias, no hay falta que sea disculpa- GLIGENTE.—Es uno indolente por falta
ble. de sensibilidad; dejado por falta de ar-
Los recíprocos cumplidos, que ha es- dor; perezoso por falta de acción; negli-
tablecido el uso entre los amigos y fa- gente por falta de cuidado.
milias, producen á menudo disensiones Nada mueve al indolente; él vive
y quejas, por las inadvertencias de los con tranquilidad y sin temor de las fuer-
amos, y los descuidos de los criados. tes pasiones. Es difieil animar al deja-
(L. de ία Huerta.) do: en cuanto hace va lentamente. En
INCIERTO, DUDOSO.—Lo dudoso supone los perezosos es preferible el deseo de la
en el ánimo indeciso razones, motivos, quietud y del reposo á las ventajas que
ó antecedentes, que inclinándole igual- proporciona el trabajo. La distracción
mente á opiniones, ó acciones diversas, y descuido es la dote del negligente,
suspenden su resolución. Lo incierto todo se le escapa y no se cuida de ser
supone falta de aquellas mismas razo- exacto.
nes, motivos, ó antecedentes que cons- La indolencia embota el gusto. La
tituyen lo dudoso, la cual deja al ánimo dejadez teme la fatiga. La pereza huye
sin facultad ó luz suficiente pava fijar su del trabajo. La negligencia ofrece dila-
resolución ó su persuasion. ciones y deja escapar la ocasión.
Es dudoso el partido que se debe to- Creo que el amor es entre todas las
mar en una guerra civil. Es incierta la pasiones la mas á propósito para vencer
hora de nuestra muerte. la indolencia. Paréceme que se ataca
(L. de la Huerta,) con mas facilidad la dejadez con el te-
mor del mal, que con la esperanza del
INCLINACIÓN, PROPENSION.—La inclina- bien. La ambición ha sido siempre el
ción nos arrastra: la propension nos ex- enemigo mortal de la pereza. Los inte-
INF ( 91 ) INF
reses personales y considerables no per- respecto á la ignorancia y debilidad que
miten ni dan lugar a la negligencia. la acompaña.
(Mardi.) Decimos la infancia del mundo, la in-
fancia de la sociedad, porque conside-
INESPERADO, IMPREVISTO.— Inesperado,
ramos aquella edad en sí misma, ó con
supone conocimiento de la posibilidad de
relación á sus buenas cualidades: un fi-
una cosa, que no se espera en una oca-
lósofo podrá decir que el mundo es to-
sión, ó circunstancia determinada. Im-
davía niño si medita sobre la pequenez
previsto, supone ignorancia de la posibi-
de los hombres, y la ignorancia de sus
lidad de la cosa.
verdaderos intereses. La infancia del
La muerte de un hético que se que-
hombre es la edad de las gracias, de la
da hablando, puede ser inesperada, se-
inocencia y del candor: la niñez es la
gún las circunstancias, pero nunca pue-
de ser imprevista. edad de la ignorancia, de la debilidad y
de los males. Cuando acariciamos á un
Un buen general prevé en la guerra
niño le llamamos infantito: cuando que-
los lances que parecen mas remotos, y
remos excusar sus faltas decimos que es
está siempre dispuesto á las sorpresas
todavía muy niño.
que parecen menos posibles, porque es-
tos accidentes, aunque inesperados, nun- Privar de la existencia á una criatura
ca deben para él ser imprevistos. racional se llama infanticidio: el hombre
(L. déla Huerta.) que por su inexperiencia ó poco espíri-
tu se deja gobernar por los demás, deci-
INFAMIA, IGNOMINIA.—La infamia y la mos que es un niño. Las acciones que
ignominia son el efecto de la afrenta pú- suponen pequenez de espíritu se llaman
blica, con que queda difamado el que la niñadas: los objetos de aquellas accio-
recibe. nes se llaman niñerías.
La distinción que me parece que se
De lo dicho proviene que en un esti-
halla entre estas dos voces, es que la in- lo algo elevado decimos infante en lu-
famia es la tacha misma que envilece: gar de niño; y el llamar infantes á los
la ignominia es la humillación vergon- hijos de príncipes creo que no tenga otro
zosa que padece el que recibe la afrenta. origen.
La infamia es siempre efecto de una (Jonama.)
afrenta merecida, ó no reparada. La ig-
nominia puede ser efecto de una vio- INFIEL, PÉRFIDO.—Una mujer infiel, si
lencia injusta é irreparable. es conocida por tal por la persona in-
teresada, no es mas que infiel; si aque-
Fara un hombre vil no hay ignomi-
lla persona la tiene por fiel, entonces
nia, porque para él no es vergonzosa la
ya es pérfida.
afrenta.
Para un hombre de honor no hay in- De esto se deduce, que la infidelidad
famia, porque la ignominia á que le pue- es simplemente la falta de fe, ó una me-
de conducir una suerte injusta, podrá ra infracción de las promesas hechas, y
humillarle, pero no envilecerle. que la perfidia añade á eso el colorido
(£. de la Huerta.) impostor ó falso de una constante fide-
lidad.
INFANCIA, NIÑEZ.—Infancia es la prime- La infidelidad puede ser tan solo una
ra edad del hombre, y por extension la flaqueza; la perfidia un crimen medi-
primera edad de una cosa cualquiera. tado.
Niñez es la infancia considerada con La infidelidad puede no ser mas que
INF ( 92 ) 1NH
una debilidad; la perfidia es un crimen engañarnos. Este adjetivo se aplica
de reflexion. indistintamente en sentido recto y en
{March.) figurado á las personas, á los animales
y á las cosas, siempre que hay oculta-
INFIEL, PÉRFIDO, TRAIDOR, FALSO, DO- ción de la verdad para engañar. "Este
BLE.—El infiel falta á la fidelidad ó á hombre es falso como muía de alqui-
la fe: el pérfido oculta su infidelidad, y ler." "Es/a/so como moneda de plo-
aparenta ó finge fidelidad. mo." "Un amigo falso." "Unafirma
La perfidia se aplica solamente á las falsa." "Una noticia falsa."
personas: la infidelidad se aplica algu- Doble,en su sentido recto, es lo que
nas veces á los animales en sentido fi- contiene ó vale dos veces la misma cosa
gurado.—Por esto dice Buífon con mu- sencilla, y este adjetivo aplicado á las
cha propiedad y elegancia: " E l gato es personas, parecería sinónimo perfecto
un criado infiel, á quien mantenemos de falso, si el buen uso no hubiese esta-
por necesidad.''—Se elogia la nobleza blecido una diferencia notable entre am-
del caballo, y la fidelidad del perro·, bas palabras. Esta diferencia consiste
pero cuando no tienen estas propieda- en que el adjetivo doble se aplica única-
des, se dice que el caballo es traidor, y mente al corazón del hombre; esto es,
el perro infiel. á sus intenciones, á su alma, al paso que
Una esposa será infiel si falta á la fe falso indica no solamente los designios,
prometida; mas si procura parecer fiel sino las acciones. Doble pertenece al
no siéndolo, es pérfida. carácter, falso á la conducta. Así de-
El traidor falta á la fidelidad que pro- cimos doblez de corazón.—Doble inten-
metió ó juró á su patria, á su príncipe, ción.—Doble objeto.—En todos estos
á su amigo ó á los hombres en general. casos indica el adjetivo doble el fin, de-
Asi es que su falta influye mas en el signio, intención ó disposición del alma.
orden social que la del infiel: es mas pú- El hombre doble es acaso menos perju-
blica, y por decirlo así, pertenece mas dicial que el falso, porque aquel no hace
al común de los demás hombres, y por mas que ocultar su segunda intención,
lo mismo constituye uno de los delitos y este no solamente la oculta, sino que
que castigan las leyes sociales en todo finge que no lo hace. Finalmente, pa-
pais civilizado. Hé aquí la razón por- ra conocer bien la diferencia que hay
que llamamos traidor á un hombre que entre estas dos palabras, basta atender
nos ataca de improviso y con ventajas in- al significado de sus contrarias: falso es
debidas ó al que descubre nuestro secreto contrario de verdadero: doble es contra-
ó nuestros designios cuando se los he- rio de sencillo.
mos confiado, aunque ni uno ni otro nos
La infidelidad puede ser efecto de de-
hayan hecho promesa ni juramento al-
bilidad ó de irreflexión; pero la.perfidia,
guno; porque existen ciertas promesas
la traición, la falsedad y el doblez, su-
y convenciones tácitas entre los hom-
ponen premeditación, estudio y apro-
bres, dictadas por la razón natural, y
bación de medios.
necesarias para la conservación del or- (Cr, de to Cortina.)
den social, que obligan á todos aunque
carezcan ellas de las formas materiales. INHUMAR, ENTERRAR.— Enterrar es el
Se dice que un hombre es falso, cuan- acto material de poner ó meter entre
do no obra conforme á la verdad y se tierra una cosa. Inhumar es enterrar
esfuerza por parecer cual no es, para con las ceremonias religiosas, con los
INS ( í ) INS
honores fúnebres, los de la sepultura. Se po de alguna, aunque corta duración,
entierra todo lo que se cubre en la tier- no se puede substituir con igual exac-
ra; pero no se inhuma sino á la persona titud reposo instantáneo, porque este
humana, á quien se hacen los honores adjetivo no presenta á la imaginación
fúnebres. Los ministros de la religion la mas pequeña duración de tiempo pa-
inhuman á los fieles: un asesino entierra ra el reposo.
el cadáver de uno á quien ha asesinado. Por el contrario, se puede aplicar con
Se entierra en cualquiera parte; pero mas propiedad la voz instantáneo, á un
solo se inhuma en lugares santos, en los tiempo en que suponemos que no se
que están consagrados para este uso pia- percibe duración alguna.
doso. La caida del rayo es instantánea.
(A, Cicnfuegos.) {L. de la Huerta.)

INJURIA, ULTRAJE.—Injuria presenta la


idea del agravio violento. Ultraje pre- INSTRUCCION, ENSEÑANZA.—La instruc-
senta la idea del vilipendio público. ción se refiere á los conocimientos, que
Desconfiar de la honradez de un hom- se adquieren por cualquier medio, y en
bre de bien, es una injuria; tratarle pú- todo género de materias. La enseñanza
blicamente de ladrón, es un ultraje. se refiere á los preceptos, reglas y lec-
Tratar de fea á una mujer hermosa, ciones, que da el maestro al discípulo.
es un agravio, que, cuando mas, no de- La instrucción se puede adquirir sin
biera pasar de injuria; pero habrá po- maestro, porque la lectura, el ejemplo,
cas que no lo miren como ultraje. la conversación, nos instruyen-, pero la
(L.dela Huerta.) enseñanza supone principios dictados,
y lecciones dadas.
INSTANTE, MOMENTO.—Una y otra voz Del que tiene diferentes conocimien-
significan el punto mínimo ó mas breve tos en una facultad, ciencia ó arte, se
en que se divide el tiempo. dice que es un hombre instruido, no un
Pero así como el punto es la parte hombre enseñado, porque se hace rela-
mas pequeña en que se divide el espa- ción á lo que sabe, no á los medios con
cio, y la consideran los geómetras como que lo ha aprendido.
ideal, invisible é inconmensurable; y los Un sabio está muy instruido de todo
físicos como una cuantidad efectiva y lo que le enseñaron en su juventud, y
divisible, como lo es toda cuantidad fí- de los conocimientos que ha adquirido
sicaj así parece que se puede concebir después por sí mismo.
en el instante un punto ideal de tiempo (L. de la Huerta.)
indivisible é inconmensurable, y en el
momento una cuantidad efectiva de tiem- INSTRUCCIÓN, ERUDICIÓN. — Para que
po perceptible y divisible. pueda decirse que una persona tiene
Prestar un momento de atención, ofre- instrucción, basta que haya adquirido
ce al oido una expresión mas exacta, un número considerable de ideas y las
que prestar un instante, porque no pa- tenga en la memoria. Mas para poder
rece que se percibe en este la duración decir que tiene erudición, es necesario
que, aunque corta, se percibe en el mo- que nos conste que sabe bien lo que sa-
mento, como necesaria para dar algún be y que la inteligencia que tiene de las
tiempo á la atención. ideas adquiridas, lo pone en estado de
Un reposo momentáneo. A esta fra- juzgar de las cosas y de hacer aplicacio-
se, con que damos idea de un tiem- nes útiles y oportunas.
INS ( 94 ) INS
El erudito es necesariamente instrui- Con respecto á la beldad del sexo fe-
do: el hombre instruido puede no ser menino, no creo que haya insipidez sino
erudito, por faltarle los medios de sacar en aquellos que son de un temperamen-
todo el partido posible de su instruc- to del todo insensible; pero se dice una
ción. beldad insulsa, cuando no está animada
La erudición supone un gusto fino y y que no tiene ninguna de aquellas gra-
delicado, un talento no muy común, y cias, sean de vivacidad ó de languidez,
un estudio constante y bien dirigido; al que excitan la vista del espectador.
paso que la instrucción no necesita mas (March.)
que una memoria feliz y cultivada.
(G.dela Cortina.) INSURGENTE, REBELDE, FACCIOSO, AMO-
TINADO. —El insurgente hace una ac-
INSUFICIENCIA, INCAPACIDAD, INEPTI- ción legítima ó legal: usa de su libertad
TUD.—Se designa por estas palabras la ó de su derecho para oponerse á una
falta de la disposición necesaria para resolución, ó levantarse contra un de-
salir con lo que uno se propone, pero signio ó empresa, como lo indica su
con esta diferencia. mismo significado, pues se deriva de in-
La insuficiencia viene del defecto de surgere, esto es, de surgere y de in, le-
proporción entre los medios y el fin; la vantarse contra.
incapacidad de la privación de los me- El rebelde abusa de su libertad ó de
dios; la ineptitud de la imposibilidad de sus medios para oponerse á las leyes vi-
adquirir ningún medio. gentes, y desobedecer á la autoridad le-
Se puede muchas veces suplir la in- gítima.
suficiencia; á veces se puede enmendar El faccioso excita los ánimos á la re-
la incapacidad; pero la ineptitud no tie- belión.
ne remedio. El amotinado persiste con obstina-
Es una falta precisar á los jóvenes á ción en la desobediencia.
ser eclesiásticos cuando se conoce su La insurrección supone la voluntad
insuficiencia; es un crimen cuando se co- general de una nación, ó de la mayor
noce su incapacidad, y es un desprecio parte de sus individuos.
sacrilego de la religion cuando se les La rebeldía casi siempre se funda en
fuerza por la razón misma de la inepti- intereses particulares.
tud; sin embargo, no es raro ver esto. Cuando España se levantó contra la
(March.) dominación de Napoleon Bonaparte se
insurreccionó, y los españoles que se
INSULSO, INSÍPIDO.—Lo que es insulso no opusieron á ella, fueron insurgentes;
excita el paladar ó el gusto; pero lo in- pero las turbulencias causadas en Cons-
sípido no estimula absolutamente nada. tantinopla por los genízaros, fueron re-
Así el primero excede al último; á este beldía manifiesta, excitada por los fac-
no falta sino un grado de sazón, y á ciosos que fundaban en ellas su interés
aquel le falta todo. particular. Todos los que tuvieron par-
En las obras del entendimiento están te en estos movimientos fueron repeldes,
ambos distantes de lo bello; pero lo in- y los que por mas tiempo y mayor obs-
sulso, queriendo aparentar y buscar las tinación permanecieron rebeldes fueron
gracias, displace y choca; lo insípido pa- amotinados.
reciendo que ni siquiera conoce lo be- Sin embargo, la palabra motin, indica
llo, displace y desagrada. un número de personas mas corto, me-
INT ( 95 ) INT
nos considerable, y un movimiento me- sas espirituales; interno tiene mas rela-
nos duradero que la insurrección. ción con las partes del cuerpo; intrínse-
(G. de la Cortina,) co se aplica al valor ó á la calidad que
resulta de la esencia de las cosas mis-
INTENCIÓN, DESIGNIO, MIRA, PROYECTO. mas, independientemente de la estima-
—La intención es un movimiento del al- ción que de ellas hagan los hombres.
ma, por el cual se propone el hombre La devoción debe ser interior; las en-
una cosa que está lejana y que tal vez fermedades internas son las mas peligro-
es incierta. sas. Las frecuentes variaciones en la
El designio es una idea resuelta ya y moneda han enseñado á poner mas aten-
adoptada, y supone meditación y mé- ción en su valor intrínseco.
todo. (March. )
La mira indica un fin determinado y INTERNO, INTERIOR, ÍNTIMO.— Una de
cierto, que no pasa mas allá de lo que las anomalías mas notables de la lengua
se desea, ni supone grandes combina- castellana, es la conservación de mu-
ciones. chos comparativos y superlativos pura-
El proyecto es el arreglo y combina- mente latinos, cuyos positivos no se
ción de los medios que deben emplear- usan, y carece de ellos ó los suplen con
se para lograr un fin.—Sus intenciones otros de diferente raiz. Así es, que de-
eran tan sanas, como vastos sus desig- cimos menor y inínimo; ulterior y último;
nios.—Puso sus miras en Fulana, aun- superior y supremo; exterior y extremo;
que el matrimonio no entraba en el nú- inferior é ínfimo; y no hacemos uso al-
mero de sus proyectos.—Este proyecto guno de sus positivos propios, á diferen-
supone intenciones muy puras, designios cia de mejor y óptimo; peor y pésimo; ma-
muy vastos y miras muy dilatadas. yor y máximo, cuyos positivos bueno,
(G, de la Cortina.}
malo y magno son los mismos que con-
servan en latin. De aquí debemos de-
INTERIOR, INTERNO.—La idea que ofrece
ducir que interior é íntimo, son dos gra-
la voz interior, es mas extensa, porque
dos de comparación, y que ésta deter-
representa lo que esta de la parte de
mina claramente la diferencia de su sig-
adentro, sin restricción alguna, como lo
nificado.
interior de la casa, las partes interiores
del cuerpo humano. La voz interno mo- Interno es lo que está profundamente
difica la idea, y no se puede usar con oculto dentro de una cosa, y cuando nos
toda aquella extension: y así no se dice servimos de este adjetivo, prescindimos
con propiedad: las obras internas de un de la posibilidad que puede tener lo in-
navio: los adornos internos de un pala- terno de no serlo, ó de ser externo. Por
cio: la parte interna de una caja. Este esta razón se emplea con mas frecuen-
adjetivo parece reservado para repre- cia en sentido figurado, y nos valemos
sentar con mas precision, lo que esta de tanto de interno como de externo para
la parte de adentro, y solo percibimos indicar lo que está dentro ó fuera de una
por sus efectos, ó en nuestra imagina- cosa, porque conviene así en cierto
ción, como dolor interno, inflamación in- modo á la esencia de la misma cosa. Así
decimos, en este colegio hay discípulos
terna, persuasion interna.
internos y externos.
(L. de la Huerta.)
Lo interior está oculto por lo exterior;
INTERIOR, INTERNO, INTRÍNSECO—Inte- esto es, llamamos interior á lo que se
rior se dice particularmente de las co- oculta á nuestra vista, porque la super.
IRA ( 96 ) JOV
ficie de la cosa que lo contiene nos im- La venganza premeditada puede ser
pide verlo. Por esta razón decimos— efecto de la ira. La cólera no sufre di-
vida interior; habitación interior; el in- lación en la venganza.
terior de un reino, & c , y en ninguno de Un insulto grave puede excitar en un
estos casos usamos el adjetivo interno. genio tranquilo un momento pasajero
(G. de la Cortina.) de cólera; pero no un momento pasaje-
ro de ira, porque esta no es momentá-
INVECTIVA, SÁTIRA.—Una y otra de es- nea ni pasajera.
tas voces significa un discurso dirigido (L. de la Huerta.)
á poner en público los defectos de una
obra, de una persona, de una nación. IRRESOLUTO, INDECISO.—Estaremos irre-
Solo se diferencian en los medios de que solutos en las materias en que nos deter-
se valen. minemos por gusto, por opinion; inde-
La invectiva declama: la sátira ridicu- cisos en aquellas en que decidamos por
liza. Las invectivas atroces se llaman razón, y después de una discusión.
imprecaciones ó maldiciones: la sátira Estoy indeciso si debo aceptar ó no
mordaz se llama sarcasmo. la herencia; irresoluto, aceptándola, á
(Jonamu.) cuál de los dos abogados conocidos míos
confiaré la causa. El irresoluto no pue-
IR, IRSE.—Estos dos verbos no pueden de vencer su indiferencia; el indeciso no
usarse indistintamente, porque irse tie- se atreve á juzgar.
ne la fuerza de ausentarse, sin relación El irresoluto, titubea sobre lo que
al paraje á que se va, sino solo al que hará; el indeciso sobre lo que debe hacer.
se deja; é ir, por el contrario, no hace re- A veces está uno decidido sobre la
lación al que se deja, sino á aquel adon- bondad de un partido, sin estar resuelto
de se va. á seguirle; y suele uno estar resuelto á
Ha resuelto irse de Madrid: puede no seguir un partido sin decidirse acerca
saber' adonde irá, ó qué camino elegirá; de su bondad.
y no se dirá en este caso: ha resuelto ir El término indeciso, puede aplicarse
de Madrid, sin determinar precisamen- á las cosas: como pleito indeciso, sen-
te el paraje adonde va, ó destino que tencia indecisa; el de irresoluto, solamen-
lleva. Y así cuando digo: me voy, for- te conviene á las personas.
mo una frase completa, porque como el {March.)
verbo por sí solo hace relación deter-
J
minadamente al paraje en que me hallo,
explico completamente que le dejo, que JOVEN, MOZO.—La voz joven explica la
me ausento; pero no la hago igualmen- idea absolutamente; la voz mozo la ex-
te completa, si digo solamente: yo voy, plica comparativamente, porque laj».
pues falta saber adonde. ventud es la edad del hombre entre la
niñez y la edad varonil, como desde los
(L. de la Huerta.)
catorce hasta los veinte y un años; y la
IRA, CÓLERA.—La ira exaltada es cólera. mocedad es el tiempo en que el hombre
Esta es la manifestación, el movimien- conserva aquel vigor, parecer, ó dispo-
to que excita la ira. sición que son propios de la juventud, y
Se conserva la ira, se exhala la cole, pueden durar mas ó menos tiempo.
ra. Aquella es una pasión que puede Un hombre de treinta años no es ya
ocultarse en el corazón; ésta es un hu- joven, según la rigurosa propiedad de la
mor alterado que es difícil contener. voz, pero es mozo todavía.
JUS ( 97 ) JUS
Por eso se dice con relación á aque- plimiento no se le puede obligar con I a
lla disposición física, que caracteriza el autoridad legal; pero que le impone la
estado de mozo: es un buen mozo, por- honradez, la conciencia, ú otras consi-
que un buen joven no aludiría á la dis- deraciones poderosas.
posición física, sino á las buenas pren- Los arbitros juzgan muchas veces,
das y calidades morales de un hombre, mas bien por una prudente equidad, que
que se halla determinadamente en la por el rigor de la justicia.
edad juvenil. En la escuela militar de ha justicia exige que paguemos á
artillería solo se admiten jóvenes, esto nuestros acreedores, y la equidad, que
es: con relación á la edad determinada socorramos á los menesterosos.
que allí se requiere. (£, de la Huerta.)
Por la misma razón, y con alusión á
la idea que aplicamos á la voz mozo, lla- JUSTO, EQXUTATIVO.—Estos términos de-
mamos así vulgarmente al ganapán, aun- signan en general la naturaleza de nues-
que sea viejo, al criado que se ocupa en tros deberes acia los demás. Lo que dis-
los oficios que suponen, ó requieren la tingue el sentido de estas palabras es la
agilidad y disposición, que naturalmen- idea del fundamento en que estriban es-
te acompañan, y son propias de la juven- tos deberes.
tud. Y en muchas partes se da el nom-
Lo que es justo se hace en virtud de
bre de mozo á todo hombre soltero.
un derecho perfecto y rigoroso; su eje-
(L, de la Huerta.)
cución puede exigirse por la fuerza si no
se satisface voluntariamente. Lo que
JUSTICIA, EQUIDAD.—ha justicia, consi-
es equitativo no se hace sino en virtud
derada como sinónima de equidad, es
de un derecho imperfecto y no rigoro-
una obligación á que se ha sometido el
so: su ejecución no puede exigirse, sino
hombre reducido á sociedad, y que, por
que penda del honor y de la conciencia
consiguiente, se debe arreglar por la ley
de cada uno.
positiva. La equidad es una obligación
fundada en los principios de la ley na- El contrato de alquiler da al propie-
tural, que no está sujeta á leyes huma- tario el derecho de exigir del inquilino,
nas, antes bien estas, para ser justas, aun por fuerza, el alquiler ó paga de la
deben arreglarse á ellas. Y así, la. jus- casa; es pues justo pagarlo, y es una in-
ticia impone determinadamente la obli- justicia eludir ó rehusar su pago. El
gación de dar á cada uno su derecho, de pobre no tiene sino un derecho imper-
la cual no se puede separar, ni el juez fecto á la limosna que pide, y no puede
que la administra, ni el individuo res- exigirla de justicia; pero el principio de
pecto de su igual, sin exponerse á que la igualdad natural la constituye un de-
una autoridad superior les obligue por ber para la conciencia del hombre rico;
fuerza á su observancia; pero la equidad es pues equitativo cumplir con esta obli-
modifica aquella misma idea, represen- gación, y el dispensarse de ella cuando
tándola, respecto del juez, con relación se puede cumplirla, si no es una injusti-
á aquella moderación prudente, con que cia es al menos una iniquidad.
sin faltar á la justicia, regula, en caso Las leyes positivas son las que esta-
necesario, el derecho dudoso, las cir- blecen el derecho rigoroso; los princi-
cunstancias, las recíprocas convenien- pios de la ley natural son los que esta-
cias, &c; y respecto del individuo, con blecen el derecho menos rigoroso con-
relación á una obligación, á cuyo cum- forme á la igualdad natural, y los que
13
LAS (Ε ) LEN
por consiguiente determinan lo que es to que causa en el ánimo la reflexion
equitativo o inicuo. del mal: porque aquella no explica por
La justicia está, pues, fundada en la sí sola mas que la sensación de la pena,
ley; pero la ley misma, para someter las ó el disgusto que causa el mal ageno;
voluntades á la obediencia, y para no pero la compasión añade á esta idea la
ser tiránica, debe estar fundada en la de una cierta inclinación del ánimo acia
equidad, cuyas sanas máximas son eter- la persona desgraciada, cuyo mal se de-
nas, y deben ser el tipo de todas las searía evitar.
leyes. No nos mueve á compasión la suerte
Los arbitros juzgan ordinariamente de un asesino condenado á muerte; pero
mas bien por las reglas de la equidad nos da lástima el verle padecer en el su-
que por el rigor de la justicia; pueden plicio.
hacerlo así, porque las partes son libres Nos da lastima el ver morir á un irra-
en instaurar demanda ante los tribuna- cional; nos da compasión el triste estado
les, si no quieren conformarse con la de una pobre viuda.
decision de los arbitros; y deben hacer- La compasión supone siempre un sen-
lo así, porque ejercen un ministerio de timiento verdadero. La lástima se em-
conciliación y de paz, que siempre su- plea algunas veces para representar un
pone medios razonables. sentimiento tan ligero, que apenas me-
Los jueces subalternos ó inferiores, rece el nombre de tal; como: Es lástima
son unos jueces de rigor que no deben que no haga buen tiempo. Y en este
desviarse en nada de la justicia, porque sentido se emplea aquel: Pero es lásti-
no son mas que los ministros de la ley. ma, con que después de un elogio, se
Los jueces de los tribunales supremos da á la murmuración un aire de inge-
deben juzgar según equidad cuando la nuidad.
(L. déla Huerta,)
ley, por cualquiera razón que sea, está
en contradicción con sus máximas; pues LEALTAD, FIDELIDAD.— La observancia
la parte de autoridad que les está con- de lafe debida á un soberano, es la idea
fiada por el legislador los hace á la vez que se considera aquí como común á es-
ministros é intérpretes de la ley. tas dos voces; pero la fidelidad no ex-
(March,) plica por sí sola, mas que la exactitud
L con que se cumple la obligación contraí-
da, con que se observa la fe debida al
LARGO, DIFUSO.—Largo recae sobre la soberano; la lealtad añade á esta idea
duración; difuso sobre el modo. la del afecto personal con que se cum-
Es largo el sermon que dura mucho; ple aquella obligación.
es difuso, cuando el predicador trata con Por eso no se dice: juramento de leal-
demasiada prolijidad la materia, el pun- tad, sino juramento de fidelidad.
to ó puntos de que se compone. Un republicano puede tener fidelidad;
El opuesto de largo es corto; el de un español tiene mas, tiene lealtad.
difuso es conciso. {L. de la Huerta-)
(L. de la Huerta.)
LENGUAJE, ESTILO.—Cuando queremos
LÁSTIMA, COMPASIÓN. —La lástima se expresar un pensamiento que existe en
aplica con mas propiedad á la sensación nuestra mente, lo vamos analizando, y
que nos causa el mal que se ofrece á resolviendo en todos sus accesorios ó
nuestros sentidos; y la compasión al efec- ideas parciales por medio de los signos
LEN ( 99 ) LEN
de un idioma; por consiguiente sin que puede variar al infinito, pues compren-
el pensamiento deje de ser uno mismo de las combinaciones de todos los soni-
pueden variar los accesorios según nues- dos apreciables, ya cuando se suceden
tro modo de considerarlo. formando lo que llamamos canto ó m e -
Salido se quejaba de los rigores de su lodía, ya cuando reunidos forman la a r -
amada: esta es una proposición sencilla monía.
que se puede considerar bajo diferentes Aplicando esto á los sonidos articu-
aspectos. Si atiendo á la razón de la lados, llamamos lenguaje á la elección
queja, diré por ejemplo: el incauto Sa- y colocación de las palabras según las
lido, que ήη haber reflexionado jamas so­ reglas de la gramática; y estilo á la elec-
bre sí mismo, se había, dejado arrastrar ción de las expresiones, al mayor ó me-
de su pasión, se quejaba injustamente de nor número de accesorios, ó á lo corto
Galatea, porque siguiendo como él los ó largo de los periodos, al orden direc-
impulsos de su corazón, le miraba con in- to ó inverso, á las figuras, tropos, &c.
diferencia. Garcilaso queriendo lison- Por esto decimos del estilo, que es
jear la imaginación, y enternecer el co- conciso ó difuso, llano ό florido, bajo ó
razón con los lamentos de Ssxlicio, deja sublime: cosas que, hablando con rigu-
á un lado todas las reflexiones, y se de- rosa propiedad, no se pueden decir del
tiene en pintar los pormenores de su si- lenguaje; y si alguna vez las decimos,
tuación en estos versos: es tomando aquella voz en su acepción
Saliendo de las ondas encendido, mas general, que igualmente compren-
Rayaba de los montes el altura de el estilo.
E l sol, cuando Salicio, recostado Los defectos del lenguaje son los s o -
Al pié de una alta haya, en la verdura, lecismos, los barbarismos, y la dureza
Por donde una agua clara con sonido de la pronunciación: los defectos del es-
Atravesaba el fresco y verde prado; tilo son la hinchazón, la frialdad, la in-
É l , con canto acordado conexión de ideas, la mala aplicación
Al rumor que sonaba de las figuras, la afectación y otros mu-
Del agua que pasaba, chos.
Se quejaba tan dulce y blandamente, E l lenguaje de Solís es excelente, el
Como si no estuviese de alh' ausente estilo de Cervantes inimitable. Por no
La que de su dolor culpa tenia. distinguir como conviene estas dos es-
pecies, se han equivocado los que ha-
Aunque rigurosamente no hay nada
blando de la acepción de las voces, han
en estos versos que no pueda atribuirse
dicho que un escritor de una materia no
al lenguaje, considerado como instru-
podía servir de norma á los escritores
mento de nuestras ideas; sin embargo
de otras: el lenguaje propiamente dicho,
conviene distinguir la elección de los
esto es, la acepción de las voces y su
accesorios, de la material aplicación de
enlace gramatical debe ser el mismo en
los signos. A lo primero se le llama estilo
todos los estilos.
del lenguaje, ó simplemente estilo; á lo (Jonama.)
segundo se le conserva su nombre ge-
nérico de lenguaje. L E N G U A J E , IDIOMA, HABLA, L E N G U A . —
El lenguaje de la música es la colo- Lenguaje es un conjunto de signos de
cación de las claves, notas, accidentes, nuestras ideas: idioma es un sistema de
& c , y solo es susceptible de mayor ó estos mismos signos, de modo que una
menor sencillez: el estilo de la música parte del idioma ó un cierto número de
LEN ( 100 ) LEN
signos bastan para formar lenguaje; pero mos con gestos ó notas; al oído si las
para ser idioma se necesita no solo que expresamos con sonidos. Hay varias
estén todos los signos, sino que por su especies de idioma, y por consiguiente
analogía formen un cuerpo ó sistema de lenguaje, tales son el de acción ó el
mas ó menos regular. de los gestos arbitrarios, el de los soni-
El lenguaje es propiamente el instru- dos musicales, el de la aritmética, el de
mento con que comunicamos nuestras los sonidos articulados y otros varios.
ideas: el idioma es el arte que nos guia. Algunas de estas especies tienen un
Las buenas cualidades del lenguaje son nombre particular. El idioma y el len-
la pureza, la propiedad y la elegancia; guaje de la música, por ejemplo, se llamar«
la del idioma son la exactitud, la preci- solfa; los de la aritmética se llaman nu-
sion, la riqueza, y también la elegancia. meración.
La exactitud y la precision pueden tam- Asimismo el lenguaje de los sonidos
bién en algún modo pertenecer al len- articulados se llama habla, y el idioma
guaje; pero la riqueza pertenece exclu- de los mismos sonidos se llama lengua;
sivamente al idioma, así como la pureza de modo que entre estas dos últimas vo-
y propiedad no pueden pertenecer sino ces hay la misma diferencia que entre
al lenguaje. idioma y lenguaje: esto es, el habla es
Esto se entenderá mejor definiendo un conjunto de voces, que representa
cada una de estas voces. La exactitud uno ó muchos pensamientos; la lengua
consiste no solo en que cada idea tenga es el sistema mas ó menos regular de
su signo distinto, sino en que estos guar- estas mismas voces.
den entre si la misma conexión que las La perfección del habla por consi-
ideas. La precision consiste en que guiente consistirá en que sea pura, pro-
no haya mas ni menos signos que los pia y elegante: la perfección de la len-
necesarios, y que estos sean los mas gua, en que sea no solo elegante, sino
sencillos. La riqueza consiste en la también rica, precisa y exacta.
abundancia de signos, y por consiguien- Habla es la voz propia y específica
te de ideas: esta se ve que no puede del lenguaje de los sonidos articulados,
pertenecer al lenguaje que no es sino la ó de lo que se llama lenguaje hablado;
práctica del idioma; pues la ejecución así como lengua lo es del idioma de los
de una cosa no es buena ni mala por mismos sonidos. Sin embargo, es pre-
ser larga ni corta, sino por estar hecha ciso notar que aquella voz no suele
según reglas. usarse en toda la extension de su signi-
La pureza del lenguaje consiste en ficado; y así no decimos el habla de So-
que todos los signos y el orden de ellos lis, sino el lenguaje de Solís. Esto pro-
pertenezcan al idioma en que se ha- viene de dos cosas: primera: de todos
bla (*). La propiedad es la buena aplica- los lenguajes el habla es el de mayor
ción de ellos á las ideas que se quieren uso; es, digámoslo así, el lenguaje por
expresar. La elegancia común al idio- excelencia, y por esto le conservamos
may al lenguaje consiste en que las ideas su nombre genérico: segunda: la voz
estén expresadas, ó puedan expresarse habla es equívoca, pues significa tam-
de un modo agradable á los sentidos, bién la potencia ó facultad de hablar:
por ejemplo: á la vista si las expresa- por consiguiente sirviéndonos de la idea
(*} Aquí se toma el verbo hablar en el sentido mas ex- general lenguaje, prevenimos la ambi-
tenso de expresar cualquiera cosa por medio de signos; por güedad que resultaría muchas veces de
consiguiente no solo entiendo por hablar el comunicarse
con gestos, sino también el escribir, el contar, &c.
tomar la idea mas individual habla.
LEY ( 1 ) LIB
De aquí resulta una regla general, y les está tan generalmente conocida por
es, que se debe preferir esta última voz las relaciones morales que hay entre los
como mas propia, siempre que se pue- seres libres é inteligentes, que no se pue-
da sin obscuridad ni doble sentido. de apropiar sin ambigüedad á las rela-
Algunos ejemplos ilustrarán todo lo ciones físicas que tienen los cuerpos entre
dicho hasta aquí. Se aprenden los idio- sí; en tal caso debe decirse leyes de la
mas y las lenguas: se observan y anali- naturaleza.
zan los lenguajes, y por consiguiente el No solo la claridad pide esta distin-
habla: unos y otros se entienden. Se ción, sino que la creo fundada. Efec-
dice el idioma de la razón, y no pode- tivamente, las leyes de la naturaleza de-
mos decir el lenguaje ni la lengua de la ben ser aquellas con que se gobierna
razón. Al contrario, se dice el lengua- ella misma, y no las que únicamente ha
je, no el idioma, de los libertinos ó de dictado á unos seres que pueden des-
los hipócritas. Aunque se puede decir obedecerlas. Estas son mas bien leyes
idioma francés, castellano & c , se dice de los hombres, leyes de los animales,
mas comunmente lengua francesa, len- &c, y únicamente se llaman naturales
gua castellana. para indicar que no son obra de ellos.
De aquí podemos deducir otra regla, Por esta razón el epíteto de estas no
y es, que en estas expresiones no debe- distingue suficientemente las demás.
mos usar la voz general idioma sino pa- (Jonama.)
ra evitar el equívoco que resultaría al-
gunas veces de la voz lengua que signi- LIBERALIDAD, GENEROSIDAD.—La libe-
fica también el instrumento material de ralidad consiste en el desinterés con
la articulación: en todos los casos en que da el que puede dar; la generosidad
que esté salvada la equivocación, debe- en la nobleza con que da el que puede,
mos preferir esta última voz como mas y con que daría el que no puede.
propia. Deja de ser liberal el que no tiene
En la suposición de que la lengua cas- con que serlo, pero el generoso lo es
tellana sea mas perfecta que la france- siempre, aunque tenga que dar poco,
sa, y que las tragedias de Racine estén porque la generosidad no consiste en el
mejor escritas que la Raquel, diremos hecho, sino en la noble disposición de
que el autor de esta última escribió en la voluntad.
mejor lengua; pero que el lenguaje del Un pobre puede ser generoso, dando
otro es superior. lo poco que tiene, pero no liberal, por-
En honor de la verdad permítaseme que le faltan los medios para serlo.
una observación algo arriesgada: me pa- Está muy lejos de ser generoso el que
rece que Condillac debió decir idioma ó es liberal por ostentación.
lenguaje, y no lengua de los cálculos; á (L. de la Huerta.)
lo menos en castellano creo que es im-
propio el título de aquella obra. No LIBERTINO, VICIOSO.—El libertino se en-
podemos decir la lengua ni el habla de trega con libertad á los placeres de los
la música, del álgebra &c; pues estas sentidos: peca propiamente contra las
voces pertenecen exclusivamente á los buenas costumbres, y la pasión que le
sonidos articulados. domina le hace despreciar las leyes de
(Jonama.) la decencia sin temor de la publicidad.
LEYES NATURALES, LEYES DE LA NATU- El vicioso puede no tener mas que un
RALEZA.—Esta expresión leyes natura- solo vicio, y ocultarlo toda su vida, ó
LIG ( 102 ) LIS
por mucho tiempo. Por consiguiente una particularidad, y la frase adverbial
es menos malo que el libertino. una singularidad. El primero atribuye
(β. de la Cortina.) la ligereza; la otra un carácter, un aire,
una forma de ligereza notable y distin-
LIBRERÍA, BIBLIOTECA.—Parece que am- tiva. Soldados armados ligeramente tie-
bas voces convienen en representar una nen armas y vestidos que no los car-
porción de libros reunidos en un mismo gan. Soldados armados ά la ligera tie­
lugar; pero con diferentes relaciones. nen una armadura particular que los
Librería expresa esta idea con rela- distingue.
ción á un fin cualquiera: biblioteca la (A, Cicnfuegos.)
expresa con relación á la instrucción:
aquella solo considera los tomos: ésta tGEREZA, VELOCIDAD.—Ligereza en su
mira particularmente á los tratados. sentido recto no tiene relación alguna
con el movimiento; sin embargo se apli-
Muchos ejemplares de una misma
ca figuradamente á la presteza de un
obra ó muchos tomos en blanco, pue-
cuerpo ligero.
den formar por sí solos una librería, pe-
ro no una biblioteca, que pide variedad En este caso es rigurosamente sinó-
de materias y cierto orden. nima de velocidad.
(Jonama.)
Una buena librería es la que vale
mucho dinero: una buena biblioteca la IMAR, PULIR.—Limar es quitar con la
que contiene obras escogidas, manus- lima las partes superficiales de un cuer-
critos y otras preciosidades: por esto po duro. Pulir es poner por la frota-
una tienda de libros no se puede llamar ción liso un cuerpo, hacerle lustroso y
una biblioteca. agradable á la vista. Limar es quitar
{Jonama.) las asperezas, las escabrosidades. Pu-
lir añade á este efecto el de dar finura,
LÍCITO, PERMITIDO.—Diremos que es li-
lustre, el primor que exige la perfección.
cito todo aquello que ninguna ley ha
Sin el pulido se ven en la obra los gol-
declarado ser malo; permitido, lo que
pes de la lima; pero con él desaparece el
ninguna ley expresa ha autorizado. Así
trabajo de limar.
pues, el comer carne es lícito en sí; (A. Cienfuegos.)
mas habiéndolo prohibido la Iglesia en
ciertos dias del año, no es permitido sino LISONJERO, ADULADOR.—Unoy otro pro-
á aquellos que están dispensados por curan agradar á costa de la verdad; pe-
justos motivos. ro se lisonjea á las personas por parte
Lo lícito es indiferente en sí mismo, del corazón: se les adula por parte del
mientras que la ley nada pronuncia en entendimiento ó del talento.
contra. Lo permitido supone que era El lisonjero nada desaprueba, justifi-
malo ó prohibido por alguna ley, y dejó ca lo que es vituperable, y aun intenta
de serlo en virtud de otra. erigir el vicio en virtud. El adulador
(March.) lo alaba todo; hace la apología de lo
malo, y aun se atreve á dar aplausos á
LIGERAMENTE, Á LA LIGERA.—Ligera- lo ridículo.
mente enuncia una simple modificación La lisonja es muy propia para alimen-
del modo con que las cosas son ó deben tar las pasiones; la adulación satisface
ser. A la ligera designa una costumbre la vanidad; la una es el talento del cor-
diferente de la que tienen las cosas en tesano vulgar; la otra constituye el ca-
el estado natural. El adverbio denota rácter del pedantuelo asalariado.
LOG ( 103 ) LUG
No es ser lisonjero el manejar la ver- deseo. La consecución es el efecto tie
dad con cierta prudencia, ó de un modo la industria y la paciencia; el logro es
que no desagrade á aquellos á quienes el término del deseo.
chocaría si se la presentasen desnuda. (L. de la Huerta.)
Jamas adulador alguno supo el arte de LUEGO, DESPUÉS.—Uno y otro adverbio
alabar; únicamente conoce el de vender explican la posterioridad de tiempo;
alabanzas. pero luego señala un tiempo mas corto,
(March.) un término mas inmediato, conservando
LOGRAR, CONSEGUIR, ALCANZAR.— Lo- la propiedad de su sentido recto, que
grar es propiamente el término de nues- corresponde á prontamente y sin dila-
tro deseo, sin relación á los medios em- ción.
pleados para ello. Conseguir es el tér- Pasearemos ahora, cenaremos luego,
mino de nuestra solicitud, el fin á que y nos iremos despites.
se dirigen los medios, con relación á ello. Leeremos la gaceta luego que trai-
Alcanzar es el termino de nuestro rue- gan luces, esto es, inmediatamente que
go. Lograr y conseguir pueden supo- las traigan; solo esperamos que traigan
ner justicia; alcanzar supone siempre luces para ponernos á leerla.
gracia. Leeremos la gaceta despues que trai-
Logra una gran fortuna el que puede gan luces, esto es, cuando tengamos lu-
vivir sin pleitos ni pretensiones. Con- ces, sin denotar positivamente que ha
sigue un buen empleo el que lo solicita de ser inmediatamente, luego que las
con mérito y protección. Alcanza el traigan.
perdón el que interpone los ruegos hu- Por eso, cuando la posterioridad recae
mildes, y pide misericordia. sobre una acción que decididamente su-
En la diferencia de este último verbo pone dilación ó retardo, solo se puede
respecto de ios dos primeros, no cabe usar el adverbio despues, y no luego. Al
duda, porque es claro que, solo se pue- fin lo erró, después de haberlo pensado
de decir que se alcanza lo que se debe tanto tiempo. Despues que todo el mun-
á la libre voluntad de otro, y así nadie do lo ha visto, ya no tiene gracia el pu-
dirá que ha alcanzado ganar un pleito, blicarlo.
(£. de la Huerta.)
que ha alcanzado limpiar de mala yer-
ba sus heredades. Para distinguirlas LUGAR, SITIO, PARAJE.—Por lugar se en-
ideas que representan los dos primeros, tiende la parte del espacio que está ocu-
basta buscar un ejemplo, en que la ac- pado por un cuerpo cualquiera.
ción que se quiere explicar por medio Lo mismo podemos decir de la pala-
del verbo, no tenga relación directa á bra sitio, por cuya razón es muchas ve-
la solicitud, sino puramente al deseo; y ces sinónimo perfecto de lugar, pues
se hallará la mayor propiedad y exac- ambas palabras indican un punto deter-
titud que en tal caso tiene el verbo lo- minado; pero el buen uso ha estableci-
grar. Logra la satisfacción de ver que do entçe ellas una diferencia muy no-
sus hijos le respetan. Logra el gusto table, y es, que cuando nos servimos de
de saber que es amado de todos. la palabra lugar, prescindimos de la
Las dos ideas diferentes que respec- quietμd ó del movimiento, al paso que
tivamente explican los dos verbos, se la palabra sitio lleva consigo la idea de
descubren con bastante claridad en esta la quietud, del reposo y de la estabili-
oración: A fuerza de industria y de pa- dad: por esto se da el nombre de sitio
ciencia, al fin conseguí ver logrado mi á la casa de campo ó de recreación de
LUG <1 ) LLE
un rey ó de un magnate, y así decimos Aun en sentido metafórico la pala-
—el sitio de Aranjuez—el sitio de la bra lugar es la única que se usa, por-
Granja: igualmente se emplea esta pa- que como hemos dicho, es la que mas
labra para denotar un espacio determi- limita ó circunscribe la idea que quie-
nado de terreno, propio para alguna re expresarse, y por esta razón decimos
cosa, v. g.,—este sitio es á propósito —"en primer lugar" "poner una cosa
para sembrar trigo. Al cerco que se le en lugar de otra"—'"dar lugar"—como
pone á una plaza ó fortaleza, se le mejor haya lugar"—"lo dice Cicerón
llama sitio, cuya palabra da la idea de la en el lugar citado, &c.
permanencia fija de los sitiadores en el (G. de la Cortina.)
terreno que ocupan. En ninguno de
estos casos son sinónimas las palabras LUJURIA, LUBRICIDAD, LASCIVIA.— La
sitio y lugar. lujuria es un hábito ó inclinación crimi-
El paraje es mas indeterminado, com- nal, que conduce á los sexos uno acia
prende una idea mas extensa, y por lo otro con arrebato y sin consideración.
mismo pocas veces es sinónimo de lu- La lubricidad es una influencia sensi-
gar y de sitio. Comunmente se usa para ble de esta inclinación sobre los movi-
denotar un. espacio indeterminado de la mientos indeliberados, sobre la compos-
tierra ó del mar, y excluye toda idea tura ó continente de uno, sobre el ges-
de particularidades ó pormenores, co- to, &c.
mo demuestra claramente este ejemplo. La lascivia es la manifestación exte-
"Perdido ya el camino, discurrí por rior de esta inclinación, por actos estu-
aquellos parajes, sin esperanza de po- diados y premeditados.
der hallar un sitio (ó un lugar) en don- Los célibes lujuriosos, son el azote
de conceder á mi cuerpo algún repo- mas peligroso para la sociedad, pues á
so." veces alteran su físico y moral. Huya-
La palabra lugar es la que determi- se, como del escollo mas terrible de la
na mas la idea y la representa, por de- castidad, de la compañía de las perso-
cirlo así, en un ámbito mas pequeño, nas que tienen el rostro y los ojos lú-
v. g., á un libro que está sobre una mesa bricos y que gustan decir cosas lascivas.
se le puede mudar de lugar en la mis- (March.)
ma mesa, y en este caso no diremos que LL
se le muda de sitio ni de paraje. Una
persona puede mudar de lugar ó de sitio LLEGAR, ALCANZAR.—Estos verbos son
en una sala, y no de paraje. Se dice sinónimos cuando uno y otro significan
"ocupar un lugar y hacer lugar, y no bastar, ó ser suficiente una cosa para un
un paraje ni un sitio." "Los santos lu- fin determinado; pero llegar^ representa
gares de Jerusalen," y no los santos si- el hecho positivamente: alcanzar, re-
tios ni parajes. En este último ejem- presenta la posibilidad del hecho. La
plo vemos cuan bien determina la idea, acción del primero es un efecto de la
la palabra lugares, pues la fija exclusi- »suficiencia; la acción del segundo es
vamente en los reducidos puntos que la «»suficiencia misma.
ocupan en el Asia el Santo Sepulcro, La alfombra llega de una parte á otra
el pesebre de Belén, &c. Lo mismo se de la sala. Este es un hecho positivo,
advierte en el uso que se hace de esta un efecto de la suficiencia de la alfom-
palabra para denotar una población muy bra; pero si decimos que alcanza, solo
pequeña. explicamos la idea de la posibilidad de
MAL ( 105 ) MAL
que llegue; esto es: llega porque es bas- ce su pasión; para no temerle tanto, se
tante larga; alcanza·, esto es: es bas- procura no ofenderle.
tante larga para llegar. El malvado lo es por temperamento
De aquí' es que, cuando no tenemos y es muy peligroso; cuando hace daño
que explicar puramente una posibilidad sigue en ello su inclinación; para librar-
sino expresamente el hecho mismo de se de él, lo mejor es huirle.
llegar, bajo la idea de positivo, y no El malicioso lo es por capricho, y si
de posible, no empleamos el verbo al- hace daño es de rabia; para contenerle,
canzar. El camino nuevo llega hasta lo mejor es ceder.
Burgos. La capa le llega á los pies. El amor es un dios maligno que se
(L. de la Huerta.) burla de sus adoradores. El cobarde
hace del malo cuando no tiene enemigos
M
que combatir. Los hombres son á ve-
MALHECHOR, DELINCUENTE. — Ambas ces mas malvados que las mujeres; pero
voces representan al hombre que ha eje- éstas siempre son mas maliciosas que los
cutado una mala acción; pero la prime- hombres.
ra considera la acción como mala en sí En el malicioso hay facilidad y astu-
misma; la segúndala considera como in- cia, poca audacia y ninguna actividad.
fracción de la ley ó precepto que la pro- El maligno solo quiere ocasionar pe-
hibe. nas leves y no grandes males; á veces
La voz malhechor se usa comunmen- quiere darse únicamente cierta supe-
te con referencia á aquellas acciones rioridad sobre los demás á quienes inco-
malas, que se oponen ai buen orden de moda; se contenta mas bien con poder
la sociedad, al derecho de los ciudada- hacer el mal que con el gusto de ha-
nos, á la tranquilidad y buen gobierno cerlo.
del estado: y como no hay legislación En el maligno hay mas consecuencia,
que no las prohiba, todo malhechor de- mas profundidad, mas disimulo y mas
linque, quebranta la ley, y no es extraño actividad que en el malicioso.
que se tome indistintamente una voz por El maligno no es tan duro ni atroz
otra, porque las dos ideas que represen- como el malvado: hará derramar lágri-
tan, aunque diferentes, es difícil que se mas; pero tal vez se enternecerá si las
encuentren separadas. ve correr.
Si no hubiera leyes, el malhechor no El substantivo malignidad tiene mu-
seria delincuente. En tiempo de los an- cha mayor fuerza que el adjetivo ma-
tiguos tiranos el delincuente pudo no ser ligno.
malhechor. Muchas veces se permite á los niños
(L. de la Huerta.) ser malignos; pero nunca la malignidad,
sea la que se quiera, por ser esta el es-
MALIGNO, MALO, MALVADO, MALICIOSO. tado de una alma que perdiendo ya el
—Todos cuatro indican disposición á instinto de la benevolencia, deséala des-
hacer dan o. dicha de sus semejantes, y aun se goza
El maligno lo es á sangre fría; astuto en ella.
cuando hace daño: para estar á salvo de Se les disimula á los niños el ser ma-
sus malas mañas, conviene desconfiar liciosos, y á veces se entiende esta con-
de él. descendencia hasta estimularlos á cier-
El malo lo es por carácter y se des- ta malicia; porque no teniendo esta nada
cubre á sí mismo; cuando daña satisfa- de criminal, supone cierto germen de
14
MAR ( 106 ) ΜΑΤ
talento, de que en adelante puede sa- cion recíproca que le une mas noble y
carse buen partido; sin embargo, esta estrechamente á su mujer, separando
indulgencia puede ser peligrosa, la as- en cierto modo la idea de la superiori-
tucia que supone la malicia va insensi- dad doméstica que le da el estado y ca-
blemente disponiendo á la malignidad, lidad de marido. Por eso se usa en el
y de ser maligno á ser malvado dista á sentido culto, \ cuando se habla de per-
veces muy poco. sonas de alta clase, como para represen-
{March.) tar una union, por decirlo así, menos vul-
gar.
MALTRATAR, TRATAR MAL.—Tratar sig-
nifica obrar con alguno de tal ó tal ma- El hombre honrado oye siempre con
nera; de ahí viene que maltratar y tra- singular ternura el dulce nombre de es-
tar mal designan un modo de obrar, que poso. Venia el rey acompañado de la
no conviene al que es objeto del trato; reina su muy amada esposa.
peto la diferencia de la construcción es De aquí es, que en el lenguaje co-
también grande en el sentido. mún, es por lo general afectado el uso de
Maltratar significa hacer ultraje á al- esta voz: Que pongan el coche para mi
guno, ó con palabras ó á golpes. Tra- esposo; mi esposo se ha ido á pasear. A
tar mal es no darle bien de comer auno, no ser que su relación sea tan directa
ó no tratarle á su gusto. al cariño, que solo se emplee para re-
Un hombre arrebatado y grosero mal- cordarlo, como cuando se empieza ó
trata á los que tienen que ver con él: concluye una carta, diciendo: Esposo
un avaro y mezquino trata mal a los que querido; tu esposo que te ama de co-
convida por fuerza. razón.
[.March.) (£. de te Huerta.)

MARIDO, ESPOSO.—Esposo en su sentido MARIDO, ESPOSO. — Marido designa la


recto y riguroso, no es sinónimo de ma- cualidad física; es el término físico. Es-
rido, sino de novio; pero se ha anticua- poso denota la obligación social; es el
do de tal modo este uso de la voz, que término sacramental ó moral. Marido
en el dia pasaría por un galicismo. Ge- corresponde á mujer, como macho á
neralmente se da el nombre de esposo hembra. Esposo corresponde á esposa,
a} hombre casado, y así se dice: la rei- como un consorcio á otro. Los latinos
na Doña Isabel y D. Fernando el cató- llamaban al macho marido; pero esposo
lico su esposo. no puede convenir sino á las personas.
La diferente fuerza y energía que yo Se toma, se escoge un marido que las
hallo entre estas dos voces en el senti- formalidades y ceremonias de las bodas,
do común á que ahora se aplican, es que tanto las civiles como las eclesiásticas,
la voz marido explica, sola y sencilla- hacen que sea esposo.
mente, la calidad de un hombre casado, (A. Cienfuegos.)
sin otra relación que al estado del ma-
trimonio. Aquella señorita quisiera ca- MATERIA, ASUNTO.—La materia es el gé-
sarse, pero no encuentra marido. Los nero de las cosas de que se trata.
dos que allí vienen son marido y mujer. El asunto es el objeto particular que
Pero la voz esposo ennoblece, si pode- se trata.
mos explicarlo así, la idea, represen- Las verdades del Evangelio son la
tando al hombre casado con relación, materia de los sermones, y el asunto de
no solo al estado, sino á aquella aten- un sermon será una de estas verdades.
MAX ( 107 ) MER
P o r consiguiente, la materia abraza ó todas son el resultado de la observación
puede abrazar varios asuntos. y de la experiencia; todas son ciertas,
La materia del Quijote es la caballe- todas son útiles. Las máximas de la R o -
ría; la estancia de D. Quijote en el pa- chefoucauld, son buenas en general, mu-
lacio de los duques, el gobierno de San- chas impracticables, algunas falsas. Las
cho y las demás aventuras de uno y máximas de Maquiavelo son inmorales.
otro, son otros tantos asuntos. (G. de la Cortina.)
(G.dela Cortina.)
M E N T I R A , E M B O S T E . — L a voz mentira e x -
M A T E R I A , O B J E T O . — L a materia es lo que plica solamente la idea de una cosa fal-
se emplea en el trabajo; el objeto es sa, puramente como tal; pero la voz em-
aquello sobre lo cual se trabaja. buste supone por sí sola, ademas de
La materia del discurso consiste en aquella falsedad, la malicia con que se
las palabras, en las frases y en los pen- dice. Y así la mentira no pierde el ca-
samientos. El objeto es lo que se expli- rácter de tal, aunque se extienda de
ca por estas palabras, por estas frases unos á otros, á grandes distancias y
y por estos pensamientos. tiempos remotos, y se diga y se publi-
Los raciocinios, los pasajes de la E s - que por personas que de buena fe la
critura, y los pensamientos de los Pa- crean como cierta; pero el embuste no
dres de la Iglesia, el carácter de las pa- lo es propiamente sino en boca del que
siones y las máximas de moral, son la la cree falsa, porque nadie dice un em-
materia de los sermones; los misterios buste de buena fe.
de la fe y los preceptos del Evangelio Anda muy valida una grande mentira
deben ser el objeto. por toda la ciudad. Las historias y las
(March.) gacetas están llenas de mentiras. Un mu-
chacho travieso sale con un embuste del
MATERNAL, MATERNO.—(V. Paternal.)
apuro en que se halla.
Por eso á un tramposo, á un hombre
M Á X I M A , S E N T E N C I A . — M á x i m a es una de mala fe, se le da con mas propiedad
proposición que contiene una regla de el nombre de embustero, que el de menti-
conducta. roso, porque aquel adjetivo explica con
Sentencia es un pensamiento moral, mas energía, no solo la falsedad de lo
deducido las mas veces de la experien- que dice, sino también ia intención ma-
cia, y de una aplicación muy extensa. liciosa con que miente.
Una y otra tienen el mismo objeto, Los yerros de pluma se llaman men-
pero la sentencia tiene, por decirlo asi, tiras y no embustes, y este uso de la voz
unfundamento mas sólido y seguro, cual es conforme á este mismo principio,
es la observación constante de la natu- porque solo se quiere explicar una fal-
raleza humana: los resultados que esta ta de verdad y exactitud, no una inven-
ofrece son ciertos é innegables, al paso ción maliciosa de una cosa falsa.
que la máxima puede fundarse muchas (L. dt la Huerta.)
veces en el modo de pensar de un hom-
bre, en su carácter, en sus circunstan- MÉRITO, M E R E C I M I E N T O . — E l primero
cias particulares, y ser por lo mismo se aplica á las personas y á las cosas:
imposible en la práctica, ó tal vez per- el segundo, á las personas solamente, y
niciosa. Las sentencias de Solís se fun- ambos pueden tomarse en buena ó ma-
dan en los mismos hechos que refiere: la parte. Por eso decimos, " u n hom-
MIE ( 108 ) MIÉ
bre de mérito," una obra de mérito, y M I E D O , TEMOR.—El miedo proviene del
no de merecimiento. Este viene á ser amor excesivo á nuestra propia conser-
el efecto, y mérito Ja causa; porque el vación, y porque conociendo la supe-
merecimiento indica, mas bien, el estado rioridad de la causa que debe decidir
moral en que pone al hombre su propio del acontecimiento, estamos convenci-
mérito. dos de que ella decidirá en mal. El te-
(G. de la Cortina.) mor nace de conocer simplemente la
MIEDO, COBARDÍA.—Miedo solo explica causa que debe decidir del suceso, no
en general la situación del ánimo sobre- sabiendo si decidirá en mal ó en bien.
cogido, con la idea del peligro. Cobar- Por lo mismo diremos tener miedo de
día es el efecto del miedo, con relación la muerte, de una fiera, de la peste, del
á la repugnancia que este nos inspira, fuego ó de otra cosa semejante. Tener
de buscar un riesgo, ó exponernos á un temor de un hombre malo, de perder el
peligro, á que nos llama el honor, el pleito, de disgustar al amo, de pasar á
bien parecer, ó la obligación. nado un rio, &c. Y como buen cristia-
Una mujer tiene miedo de que entren no tener temor de Dios, porque esto es
ladrones en su casa. El hombre que, conocer su infinita superioridad, y con-
pudiendo, no se defiende, es cobarde. fesar la debilidad nuestra; pero tener
Al que no tiene obligación de tener miedo de él, en algún modo es blasfemar,
valor, no se puede dar con propiedad el porque es como no conocer el mas glo-
nombre de cobarde, sino el de medroso; rioso de sus atributos, que es el de su
y asi el miedo de un niño no merece el bondad y su clemencia.
nombre de cobardía, como el de un (March.)
soldado que huye á la vista del enemigo.
(L. de la Huerta.) MIENTRAS, ENTRETANTO.—Decimos in-
distintamente: mientras llega, ó entretan-
M I E D O , TEMOR.—El miedo es la apren-
to que llega la hora de comer, podremos
sión viva del peligro que sobrecoge y
pasear en el jardin; pero aunque expli-
ocupa el ánimo. El temor es el con-
camos la misma idea, es con diferentes
vencimiento del ánimo, el efecto de la
relaciones.
reflexion, que le hace prever, ,y le in-
Mientras, se refiere á la duración del
clina á huir el peligro.
tiempo presente, ó que corre, antes que
Un niño tiene miedo de quedar solo,
llegue el que se espera. Entretanto,
ó á obscuras. Un hombre que va solo,
se refiere al punto, ocasión ó tiempo
y sin armas, tiene temor de encontrar
que se espera, y que sirve de límite á
ladrones en un camino.
la duración del tiempo presente. Esta
De aquí es, que el miedo siempre es diferencia es la misma que hay entre
despreciable, pero no lo es siempre el durante el tiempo que, que equivale á
temor; y así se dice: el temor de Dios, y mientras; y hasta que, que equivale á
no el miedo. Es noble el temor de la entretanto.
deshonra, que hace perder al soldado el
vergonzoso miedo del enemigo. En las comunidades religiosas se lee
El que se arrojó con ciega resolución mientras se come, esto es, durante el
al asalto de una brecha, tiembla tal vez tiempo de la comida. Juguemos á la pe-
después en su cama á la vista de su cer- lota entretanto que se come, esto es,
cana muerte. Allá pudo despreciar el hasta que se coma.
miedo. Aquí no puede vencer el temor. En este ejemplo se advierte clara-
(L. de la Huerta.) mente, que la distinción que hago de
MIS ( 109 ) MOM
las ideas que nos representan estas dos es con diferentes relaciones: en la mise-
voces, no es tan superflua como parece ricordia pedimos un efecto de la compa-
á primera vista, porque si fuera lo mis- sión; en la clemencia un efecto de la ge-
mo decir, leer mientras se come, ó en- nerosidad. Por eso, á las obras de mi-
tretanto que se come, no seria tan fácil sericordia no se las puede llamar con
distinguir si la lectura debe ser antes, igual propiedad, obras de clemencia.
ó al mismo tiempo de la comida. (L, de la Huerta.)
Mientras le duró el dinero, tuvo mu-
chos amigos. Le esperaron los acree- MODA, USO.—Moda es un uso nuevo, que
dores entretanto que llegaba la letra. no ha llegado á ser general: en llegan-
(L. de la Muerta.) do á ser adoptado por todos, ó por la
mayor parte, y por algún tiempo, ya es
MISERICORDIA, CLEMENCIA.—Una pro- uso.
posición de Séneca me ha suministrado Todo uso ha sido moda en sus prin-
la idea de este artículo. Aquel célebre cipios. Fué moda el afeitarse, ya es uso.
filósofo miraba como virtud á la clemen- El principal objeto del que sigue
cia, y como defecto á la misericordia; siempre la moda, es el llamar la aten-
porque, según los principios de los Es- ción, distinguirse en el gusto, en la va-
toicos, tenia por pura debilidad de áni- riedad. El objeto del que sigue siempre
mo, la sensibilidad del corazón. Cle- el uso, es el no singularizarse entre los
mentiam, dice, mansuetudinemque omnes demás.
boni praestabunt; misericordiam autem Las mujeres varían tanto y tan á me-
vitabunt: est enim vitium pusilli animi, nudo sus adornos, que casi siempre con-
ad speciem alienorum malorum succiden- servan el nombre de modas; rara vez se
tis (*). les llega á dar el nombre de uso3.
Dejando aparte el error de este prin- (L. de la Huerta.)
cipio, y considerando la proposición pu-
ramente con relación á la significación MOMENTO, INSTANTE.—Un momento no
determinada de cada una de las dos vo- es largo; un instante es todavía mas cor-
ces, parece que en nuestro idioma pue- to; momento tiene una significación mas
de hacerse la misma distinción de las extensa; algunas veces se toma por el
ideas que representan. tiempo en general, y es de uso en el
La misericordia considera al hombre sentido figurado. Instante tiene signifi-
con relación á su infelicidad y miseria; cación mas limitada: denótala mas pe-
la clemencia con relación á su fragilidad queña duración del tiempo, y jamas se
ó malicia. La primera es el efecto de la usa sino en sentido literal.
compasión que inclina á ejecutar aque- Todo depende de saber aprovechar
llas obras que pueden aliviar los males, el momento favorable; á veces un instan-
ó consolar las aflicciones; la segunda es te mas tarde ó mas temprano es lo que
el efecto de la bondad, ó generosidad hace la diferencia entre el buen óel mal
del ánimo, que mitiga el rigor merecido éxito.
ó perdona los agravios personales que Por prudente y dichoso que uno sea,
puede legalmente castigar. tiene siempre algún momento desagra-
Se implora la misericordia, ó la cle- dable que no puede prever. A veces
mencia de aquel, de cuya voluntad de- falta un instante para mudar enteramen-
pende el castigo, ó la venganza; pero te la faz de lo que uno cree hallarse en
(*) Séneca de clement, lib, 2, cap. 5. la mejor sazón.
MOV ( i ) ) MUCH
Todos los momentos son apreciables na sobre una cosa cualquiera, pues en
para quien conoce el precio del tiempo. uno y otro caso se considera como di-
Cada instante de la vida es un paso acia rigiéndose acia un objeto.
la muerte. Los malos cómicos creyendo hacer
(March.) acciones no hacen mas que movimientos.
El pleitista con una sentencia definiti-
M O V E R , MENEAR.—Todo lo que se me-
va pierde la acción pero no el movimien-
nea se mueve, pero no se dice con igual
to, antes se mueve mas que nunca pa-
propiedad que todo lo que se mueve se
ra buscar un efugio, y continuar sus
menea; porque el verbo mover supone in-
embrollos.
determinadamente cualquier especie de (Jonama.)
movimiento, y el verbo menear supone
un movimiento determinado, esto es, el MUCHAS VECES, FRECUENTEMENTE.—El
que hace un cuerpo separándose un po- uno es para la repetición de los mismos
co del puesto en que se hallaba, y vol- actos. El otro para la pluralidad de los
viendo inmediatamente acia él, una ó objetos.
repetidas veces. Se ocultan muchas veces los pensa-
Una piedra que cae, se mueve de ar- mientos: frecuentemente se encuentran
riba abajo; y no se dirá con propiedad traidores.
(March.)
que se menea de arriba abajo. La hoja
de un árbol que se mueve de un lado á MUCHEDUMBRE, MULTITUD.—La lengua
otro, se menea. Un pájaro que vuela, castellana se deriva en su mayor parte,
se mueve en todas direcciones, y menea no del latin puro que hablaban Horacio,
de cuando en cuando sus alas y su cola. Virgilio, Cicerón y los romanos cultos
Movemos 3a cabeza, volviéndola, in- de aquellos tiempos, sino de la baja la-
clinándola á un lado para evitar un gol- tinidad, esto es, del latin corrompido ya
pe; la meneamos para decir que no, por por la introducción de voces godas, cél-
señas, moviéndola sucesivamente de un ticas, arábigas y de otro origen.
lado á otro. El castellano formó casi todos sus no-
(L. déla Huerta.)
minativos de los ablativos latinos, y por
MOVIMIENTO, ACCIÓN.—Movimiento de esta razón decimos, hombre de homine,
un cuerpo es su mutación de lugar con y no de homo; cielo, de coelo y no de
j7J<vfcilos demás cuerpos que lo rodean. Ac- coelum; virgen de virgine, y no de virgo;
ción es el movimiento considerado ade- virtud de virtúte y no de virtus, &c.
mas, con relación á los cuerpos acia El castellano convirtió en la termina-
quienes se dirige, ó que encuentra en ción umbre la mayor parte de las termi-
el camino. naciones latinas en ine (*),consistiendo
La acción de un cuerpo sobre otro (*) Como lo prueban las voces siguientes:
Aluml.re, de Alumine.
es el choque de los dos. La acción de Certidumbre, de Vertitudine.
Costumbre, fie Consutludine.
los ácidos sobre los metales es el modo Cumbre, de Culmine.
Duicedumbre, rie Dulcedine.
como aquellos van disolviendo y sepa- Herrumbre, de JSrugine.
Incertidutnbrc, de Incertitudine.
rando las partículas de estos últimos. Legumbre, de Legumine.
Lumbre, de Lumine.
Siguiendo la misma analogía se lla- Mansedun bre, de Mansuetudine.
Muchedumbre, de Multitudine.
man acciones los movimientos que ha- Pesadumbre, de Poenitudine.
Podredumbre, de Putredine.
ce un hombre para comunicar sus pen- Servidumbre, de Sertitudine.
Techumbre, de Testudine.
samientos á otros; y se llama también Vislumbre, de Vix-hmine.
La voz azumbre es arábiga. Los árabes pronuncian
acción al derecho que tiene una perso- axunré.
MUT ( 11 I ) NAD
esta variación, entre otras causas, en Mutuo no se dice mucho sino en ma-
que los antiguos castellanos pronuncia- teria de voluntad, de sentimiento, de
ban la terminación latina ine suprimien- sociedad y compañía; como, amistad
do la i, y decían alumne, certitudne, &c. mutua, obligación mutua. Recíproco se
También convirtió el castellano fre- extiende á una multitud de cosas leja-
cuentemente la combinación U en ch, nas de aquella idea; se dice, términos
y formó mucho, de multo; cuchillo, de recíprocos, verbos recíprocos, influencia
cultello; escucho, de ausculto, &c. reciproca, & c , para expresar particular-
Con arreglo á estas variaciones, y en mente la correspondencia de acción, la
fuerza de ellas, resultó el sustantivo mu- correlación, la reciprocidad. En suma,
chedumbre, del ablativo latino multitu- favores ó servicios hechos voluntaria-
dine, al mismo tiempo que se conserva- mente de una parte y de otra son mu-
ba la voz multitud, derivada, como su- tuos. Servicios y favores exigidos, me-
cedió con otras, del nominativo latino recidos y correspondidos de una y otra
multitude; pero la naturaleza inmediata- parte, son recíj>rocos.
{March.)
mente hizo su oficio, no tolerando vo-
ces superfluas, y obligando á los hom- Ν
bres á establecer por el uso una diferen-
cia muy notable entre muchedumbre y NACIÓN, PUEBLO.—La palabra colectiva
multitud, y es, que la segunda de estas nación comprende á todos aquellos que
voces se aplica indistintamente á las tienen el mismo nacimiento, que son
personas, á los animales, y á las cosas; oriundos del mismo pais. Pueblo desig-
y la primera solamente á las personas. na una gran multitud, un gran número.
Decimos simplemente, una muchedum- Así en el sentido literal y primitivo, na-
bre para expresar un gran número de ción indica una relación común de na-
personas; pero nunca decimos una mu- cimiento, de origen; y pueblo una rela-
chedumbre de carruajes, ni de árboles, ción de multitud, de congregación.
ni de flores, ni de cosas, sino una mul- (A. Cien)uegon.)
titud.
Acaso esta observación por una par- N A D I E , NINGUNO.-—La misma extension
te, y por otra la construcción material que tienen en un sentido afirmativo las
de la palabra muchedumbre, fueron cau- voces alguien y alguno, tienen en un sen-
sa de que cierto escritor de nuestros tido negativo las voces nadie y ninguno,
dias considerase á ésta equivocadamen- esto es: nadie excluye ilimitadamente
te como compuesta de las voces muckos, toda persona, sin determinar clase ni
y hombres. número; ninguno excluye limitadamen-
(G. de la Cortina.) te todas las personas que componen la
clase ó número de que se habla.
MUTUO, RECIPROCO.—Mutuo designa un Nadie es capaz de hacerlo, esto es,
cambio ó trueque correspondiente, la no hay persona alguna, de cualquier nú-
acción de dar y de recibir; reciproco la mero ó clase que sea, que pueda hacer-
retribución, la acción de corresponder á lo. De los soldados que asaltaron la
afecto ccn afecto, &c. El cambio ó true- brecha, ninguno dejó de quedar muerto
que es libre y voluntario, y esta acción ó herido, esto es, de los hombres,de que
es mutua. La retribución ó correspon- se componía aquella clase ó número de-
dencia, es debida ó exigida, y este acto terminado, no hubo uno que oo fuese
es recíproco. muerto ó herido.
NOM ( 1 2 ) NOT
Esta es la razón porque se dice: nin- N o OBSTANTE, AUNQUE, BIEN Q U E . — N o
guno de ellos, y no nadie de ellos. obstante excluye sencillamente una opo-
(L. de la Huerta.) sición, resistencia, ó dificultad absolu-
ta. Hace calor no obstante que ha llo-
NIÑADA, NIÑERÍA. — Las acciones del vido. Sale de casa, no obstante que anda
niño son niñadas; los objetos del niño malo.
son niñerías. Aunque tiene mas extension, porque
Una cosa hecha sin malicia y con se emplea también en los casos en que
poca reflexion es una niñada: una cosa se trata de una oposición, resistencia, ó
de poco momento es una niñería. dificultad puramente condicional ó posi-
Hay niñadas que traen graves conse- ble, en los cuales no tiene su uso propio
cuencias, y por lo mismo no son niñe- la preposición no obstante. Mañana iré
rías. Hay, al contrario, niñerías que por al campo, aunque llueva. No dejaré de
la malicia con que se hacen no deben hacerlo, aunque me maten. No obstan-
considerarse como niñadas. te que llueva, no obstante que me ma-
Una diferencia análoga creo que deba ten, supondría una oposición absoluta;
distinguir las voces monada monería, no condicional ni posible, y no serian
tontada tontería, frailada frailería, per- del caso.
rada perrería, Sfc, y en general se pue- Bien que se usa para limitar ó modi-
de establecer, que siempre que un sus- ficar la primera idea, disminuyendo la
tantivo mude su última vocal en ada ó fuerza y energía que se le habia dado.
en eria, la primera de estas terminacio- Si va á palacio por la calle mayor, le
nes indicará una acción, la segunda un encontrará, bien que puede ser que hoy
objeto. Se exceptúan algunas, á quie- venga por la plaza. Aunque ó no obs-
nes no se puede atribuir una acción ó tante que venga por la plaza, signifi-
un objeto: tales son, por ejemplo, agua carían en rigor que, aun mediando la
y caza, de que se forman aguada y ca- circunstancia de haber tomado aquel
cería. camino, le encontrará en la calle mayor,
Librería, sombrerería, & c , no son que es todo lo contrario de lo que se
excepciones de la regla general; pues quiere explicar; pero bien que limita,
no están formadas de libro ni de sombre- modera, corrige la idea, dando á enten-
ro, sino de librero y sombrerero; pero der que no es tanta la probabilidad de
estas no mudan la última vocal en eria; encontrarle, como se creyó ó pudo ha-
por consiguiente no hay caso. cerse creer al principio.
(Jonama.) (L. de la Huerta.)

NOMBRAR, LLAMAR—Se nombra para dis- NOTAR, OBSERVAR.—Se notan las cosas
tinguir en el discurso. Se llama para por la atención, para acordarse de ellas:
hacer que uno venga. se observan por examen, para juzgarlas.
El Señor llamó á todos los animales El viajero nota lo que mas le da en
y los nombró delante de Adán para en- rostro; el espía observa los pasos que
señarle sus nombres: tal es el sentido del juzga ser de consecuencia.
texto hebreo. El general debe notar los que se dis-
No siempre se deben nombrar las co- tinguen entre sus tropas, y observar los
sas por sus nombres, ni llamar en auxi- movimientos del enemigo.
lio á toda clase de gentes. Se puede observar para notar; pero
(March.) estará bien al contrario.
NOT ( 1 13 ) OBJ
Los que observan la conducta de los modo que la cosa sea no solo conocida,
demás para notar sus faltas, lo hacen sino indubitable, constante y notoria.
comunmente para tener el placer de Se significa lo que se declara con una
censurarlas, mas bien que para enseñar- resolución expresa; se notifica lo que
les la enmienda. se significa según reglas, ó con los re-
Cuando uno habla de sí, se observa y quisitos necesarios para dar á la signifi-
se hace notar. Y a no se observan las cación el peso necesario.
mujeres á sí mismas tanto como en otro (A, Cienfuegos.)
tiempo; su indiscreción corre parejas
con la de los hombres: mas quieren ha- N U E V O , R E C I E N T E . — E s nuevo lo que no
cerse notar por debilidad, que ser bien ha servido todavía: lo que acaba de su-
consideradas por una buena reputación. ceder, es reciente. Se dice un vestido
(March.) que es nuevo: de un suceso que es recien-
te. Menos llaman la atención las his-
N O T A R , TACHAR, T I L D A R . — S e nota lo
torias antiguas que las nuevas.
(March.)
ridículo y lo reprensible; se tacha y se
tilda lo culpable y lo perjudicial. O
La diferencia que hay entre las sig-
nificaciones de estos dos últimos verbos OBJETO, FIN.—El objeto es término ma-
es, que tachar, recae sobre la tacha ó terial de la acción; el fin es el término
borrón visible, que afea al sugeto, esto moral de la voluntad. Aquel puede su-
es, sobre los defectos notorios; y tildar, poner un motivo solamente; éste supo-
recae sobre los defectos que se sospe- ne siempre un deseo.
chan vivamente, y que, como una tilde, Si yo envió á un criado para que en-
los tiene señalados nuestra desconfian- s e ñ e ^ conduzca á mi casa á un amigo, á
za ó temor. quien estoy esperando, podré decir que
Está notado el hombre extravagante mi criado va con el objeto de conducirle
ó singular en sus costumbres, el mise- á mi casa, que este es el objeto de su co-
rable, el que falta á las atenciones de la misión; pero no diré, con la misma pro-
sociedad. piedad, que el fin de mi criado es con-
ducirle, porque no tiene parte en ello ni
Está tachado un hijo ingrato, una mu-
su voluntad ni su deseo. Yo soy el que
jer libre, un embustero, un tramposo.
deseo, el que quiero que venga, y este
Está tildado un hombre sospechado
es el fin que me propongo, enviando á
de venalidad; un tratante de dudosa fe;
mi criado con aquel objeto. Pero si éste
un hombre doble de quien es menester
lo ha hecho por puro celo, y sin que yo
precaverse.
(L, de la Huerta.) se lo mande, podré decir indiferente-
mente, que mi criado ha ido con el fin
NOTIFICAR, SIGNIFICAR.—La nota y el de conducirle, ó con el objeto de condu-
signo dan á conocer, pero la nota lo hace cirle; porque en tal caso ha tenido su
mas distintamente que el signo. Éste acción material un objeto, su deseo y
indica, muestra, enseña; pero la nota voluntad un fin.
ilustra, explica, caracteriza. El signo El fin es siempre voluntario y libre,
hace que la cosa sea conocida, y la nota según este mismo principio; pero no
hace que lo sea clara y distintamente. siempre lo es el objeto: y así no se dice,
Así notificar es significar claramente, de que una acción se ejecuta con buen ó
un modo auténtico, en toda forma, de mal objeto y sino con buen ó mal fin; por-
15
OBL ( 1U ) OBS
que aquel se mira como el término á que El buen parecer obliga á veces á cier-
se dirige materialmente la acción; pero tas gentes á cosas que no son de su gus-
este se mira como puro efecto de nuestra to. Por complacer se suele uno empe-
voluntad, de nuestro buen ó mal deseo. ñar en asuntos delicados, por no saber
(L. de la Huerta.) elegir la compañía de los que no quer-
rán comprometernos.
OBLIGACIÓN, DEBER.—Cumplir un hom- (March.)

bre con su obligación no es exactamen- OBSCENO, DESHONESTO.—-Obsceno indica


te lo mismo que cumplir con su deber. mucho mas que deshonesto; pues agre-
Obligación es aquello á que nos pre- ga á la deshonestidad la licencia impú-
cisan las leyes, las costumbres, y gene- dica: la idea propia de obsceno es la de
ralmente todo convenio tácito ó expre- inmundo y lúbrico. Un pensamiento des-
so: deber es aquello que manda la vir- honesto hace perder la pureza; una pa-
tud y la conciencia. La obligación pue- labra obscena el pudor. Obsceno se dice
de ser forzada: el deber es siempre vo- de las palabras, de los cuadros ó pintu-
luntario. ras, de las personas; deshonesto se apli-
La obligación de un hombre público ca á todo aquello que ofende al pudor
es desempeñar aquella parte del gobier- ó la pureza.
no que se ha puesto á su cargo: su de- Violar, engañar, cometer un adulte-
ber es mirar como propios los intereses rio, dice Cicerón, es una cosa deshones-
del estado. Las obligaciones de un pa- ta; pero esto se dice y se hace sin obs-
dre y de un esposo están cumplidas con cenidad. Se dirá bien un poeta obsce-
mantener á su familia y dar á sus hijos no, y lo mismo de un pintor, de un au-
una educación regular: la fidelidad con- tor ó de otra persona cualquiera.
yugal, el cariño, el buen ejemplo y un (March.)
entero sacrificio de su voluntad al ma-
yor bien de los hijos constituyen el de- OBSCENO, DISOLUTO, LASCIVO, LUJURIO-
ber de aquel estado. SO, LUBRICO, IMPÚDICO.—Todo lo que
El hombre de honor cumple con su es contrario al pudor es obsceno, y este
obligación: el virtuoso nunca falta á su adjetivo se aplica indistintamente á las
deber. personas, á las acciones y á las cosas.
El deber no es mas que uno, porque Disoluto es el hombre que desprecia
no hay mas que una justicia y una ra- las leyes de la honestidad; y se aplica
zón. La lengua castellana es consecuen- este adjetivo á las personas y á las cos-
te en esta parte: y así como no permi- tumbres, mas bien que á otra cosa; y
te decir las probidades ni las avaricias, ciertamente parece que así lo exige su
tampoco ha dado plural á la voz deber. mismo valor ó significado, pues viene
(Jonama.) de dissolutus, esto es, solutus lege.
Lascivo es el hombre propenso con
OBLIGAR, EMPEÑAR.—Obligar indica al- exceso á los placeres carnales, que se
guna cosa mas fuerte que empeñar: este siente excitado á ellos, no solamente por
último tiene algo de gracia ó compla- la presencia del objeto que desea, sino
cencia. aun por la sola idea del deleite.
Se nos obliga á hacer una cosa, im- El lúbrico es tal vez menos carnal,
poniéndonos el deber ó la necesidad de porque el deseo de aumentar y diversi-
ejecutarla; se nos empeña á hacerla por ficar sus placeres, le hace hallarlos en
medio de promesas ó buenos modos. objetos, en circunstancias ó en acciden-
OBS ( 1 15 ) OBS
tes, que no tienen atractivo ni valor OBSERVACIÓN, EXPERIENCIA.—La expe-
alguno para el lascivo. El lúbrico hace riencia realmente no es mas que la ob-
que su alma tenga gran parte en sus go- servación misma que la hace; sin embar-
ces, al paso que el lascivo no procura go hacer una observación y hacer una
mas que satisfacer los estímulos de su experiencia no es exactamente lo mis-
cuerpo. mo. El hombre hace observaciones mu-
El impúdico hace alarde de sus ex- chas veces sin intentarlo, sobre ellas
cesos, ó á lo menos no trabaja por ocul- funda sus hipótesis, y para averiguar
tarlos ó disimularlos: se entrega á ellos la verdad ó falsedad de estas hipótesis,
sin que nada le contenga; á diferencia pasa á hacer nuevas observaciones: estas
del lascivo y del lúbrico que pueden ser- son las que propiamente se llaman ex-
lo en secreto, sin faltar públicamente á periencias.
las leyes del pudor. La experiencia^ según esto, es la ob-
Lujurioso se aplica no solamente al servación comprobante de una hipótesi
hombre dado á la lujuria, sino también fundada en observaciones anteriores.
á todo lo que puede excitarla. {Jonama.)
(β. de la Cortina,)
OBSTÁCULO, DIFICULTAD.—El obstáculo
OBSCURO, TURBIO, ESPESO.—Se llama hace la cosa impracticable; la dificultad
claro aquello que tiene la luz suficiente la hace ardua. Mientras duran las di-
para que lo veamos. Tomado con esta ficultades se adelanta poco; mientras du-
generalidad se le opone el adjetivo obs­ ran los obstáculos, no se adelanta nada:
curo tanto en lo propio como en lo fi­ porque lo que llamamos vencer el obs-
gurado. Se llama obscura una pieza taculoy es evitarle, ó destruirle; y en tal
donde no se distinguen los objetos: se caso, el ser la operación practicable con-
llaman obscuros los colores que reflejan siste en que el obstáculo no existe ya;
poca luz, como por ejemplo el azul tur­ pero la dificultad se puede vencer sin
quí: se dice que es obscuro el lenguaje que deje de existir; y así hay cosas que
cuando apenas se entiende. se hacen con dificultad, pero no con obs-
También se llama claro todo cuerpo, táculo.
al través del cual pueden pasar los ra- Hay dificultad en andar por un mal
yos de luz. En esta acepción se le opo- camino, en medio de precipicios, pero
nen los adjetivos turbio y espeso; el pri- se va poco á poco adelante. El haber-
mero cuando un cuerpo extraño impide se llevado una avenida el puente, pue-
el paso de la luz, como cuando el agua de ser un obstáculo que no nos permita
tiene alguna materia en disolución, ó continuar el viaje.
(£. de la Huerta.)
cuando los cristales no están muy lim-
pios; el segundo cuando el defecto está
en el mismo cuerpo, como cuando los OBSTÁCULO, IMPEDIMENTO. — Obstáculo
líquidos se hielan, ó cuando los tejidos significa lo que está delante. Impedi-
están muy apretados. mento es lo que envara, lo que enreda
los pies. El obstáculo está delante, de-
Por consiguiente, aunque estas tres
tiene nuestra marcha; y el impedimento
voces se oponen á claro, representan
está, no precisamente delante, sino al-
esta oposición de diverso modo, y por
rededor, y nos retarda. Para adelan-
lo mismo no son rigurosamente sinóni-
tar es preciso superar, allanar el obstá-
mas.
(Janama.) culo; para andar libremente es preciso
OCU ( 1 5) ODI
quitar el impedimento. El obstáculo tie- Se oculta la verdad callando, se en-
ne algo de grande, de alto, de resistente, cubre con palabras artificiosas; pero no
y por eso es menester destruirle ó pa- podemos decir que se esconde. El hom-
sar por encima. El impedimento tiene bre de bien oculta sus debilidades; el
algo de molesto, de incómodo, de enre- impostor hace mas, las encubre.
doso, y es preciso desembarazarse de él, Si un malhechor se viene á refugiar
romperle. á mi casa, yo que le abro la puerta le
(A. Cienfucgos.) oculto: las paredes le encubren: él se es-
conde.
OBSTINACIÓN, TERQUEDAD.—La obstina- (Jonama.)
ción es el efecto de una falsa convic-
ción fuertemente impresa en el ánimo, ODIO, ABORRECIMIENTO.—El odio es ana
ó de un empeño voluntario con deter- pasión ciega y arraigada en el corazón
minado Ínteres. La terquedad no nece- viciado, por el capricho, por la envidia,
sita de interés ni de convicción: es un por las pasiones; un afecto que en nin-
defecto, ó adquirido ó arraigado por la gún caso deja de ser bajo é indigno de
mala educación, ó inherente á la perso- un ánimo honrado y generoso. El abor-
na inclinada á contradecir la opinion ó recimiento es un afecto nacido del con-
voluntad agena, ó sostener la propia. cepto que forma nuestra imaginación de
Está obstinado en su error aquel á las calidades del objeto aborrecido, y
quien no convencen las razones mas cla- compatible con la honradez, cuando
ras y evidentes. Es terco, el que, con- su objeto es el vicio. De aquí es que lla-
vencido de las razones, no cede á ellas. mamos implacable al odio, y no aplica-
Está obstinado el reo que niega su deli- mos ordinariamente este adjetivo al abor-
to, por miedo del castigo. Es terco un recimiento, porque miramos á aquel co-
muchacho por pura malignidad de su vi- mo una pasión ciega, que nunca perdo-
ciado carácter. na, antes bien, anda casi siempre acom-
La Obstinación puede ser efecto de pañada del rencor y de la mala volun-
un error disculpable del entendimiento. tad; y al aborrecimiento lo miramos como
La terquedad es siempre un defecto re- efecto de una persuasion, que la razón
prensible de la voluntad. ó el desengaño pueden llegar á destruir.
(L. de la Huerta. ) Un hombre honrado perdona la ofen-
sa de un traidor, de un asesino, porque
OCULTAR, ENCUBRIR, ESCONDER.—Ocul-
no cabe el odio en su noble corazón:
tar es simplemente substraer una cosa
pero no puede dejar de aborrecer tan
á la vista ó conocimiento de las gentes.
execrables monstruos de la sociedad.
Encubrir es ocultar por medio de una
El aborrecimiento nos hace mirar con
cosa tercera, que se interpone entre lo
disgusto á su objeto; el odio nos le hace
que se oculta, y la vista, oido, atención,
mirar con ira.
ó cualquiera otra facultad de las perso- (L. de la Huerta.)
nas á quienes la encubrimos. Esconder
es ocultar una cosa metiéndola en para- ODIO, AVERSION, ANTIPATÍA.—La pala-
je donde no se vea. bra odio se aplica mas ordinariamente á
De aquí se infiere que esconder solo las personas. Las palabras aversion y
puede referirse á la vista: ocultar y en- antipatía convienen á todo igualmente.
cubrir no solo se refieren á todos los sen- El odio es mas voluntario y parece
tidos, sino también á todas las faculta- tener su raíz en la pasión y en el resen-
des intelectuales. timiento de un corazón irritado y lleno
ODI ( 1 17 ) OIR
de hiél. La aversion y la antipatía no tros que la antipatía; lo mas que pode-
dependen tanto de la libertad, y parecen mos hacer es disimular.
tener su origen en el temperamento ó N o debemos tener odio sino al vicio,
en el gusto natural; pero con la diferen- ni aversion sino acia todo lo que es da-
cia, de que la aversion tiene causas co- ñoso; ni antipatía sino á lo que condu-
nocidas, y la antipatía las tiene mas ce al crimen.
ocultas. (March.)

Los modales impertinentes y las ma-


O F R E N D A , OBLACIÓN.—Oblación en rigor
las calidades que se notan en las perso-
es la acción de ofrecer; y ofrenda la cosa
nas, ó que se les atribuye, alimentan el
que ha de ofrecerse, ú ofrecida, que es-
odio, y no cesa sino cuando se comien-
tá destinada para la oblación. Oblación
za á mirarlas con otros ojos; ya sea por
tiene siempre un sentido mas rigoroso
una correspondencia de estimación, ya
que ofrenda, y solo se dice para expre-
por reconocimiento de algún servicio,
sar el sacrificio ó el don hecho con las
ya por movimiento de interés. Los de-
ceremonias religiosas prescritas para
fectos que miramos con horror, y los
este efecto. Así que no toda ofrenda
modos de obrar opuestos á los nuestros,
es oblación; y la idea del don basta para
nos inspiran aversion acia las personas
constituir una ofrenda sin ninguna ce-
que los tienen, la cual no se acaba sino
remonia. La mano sagrada ó religiosa
cuando las personas mudan y se aco-
hace su oblación en el altar: el corazón
modan á nuestro espíritu, á nuestras
hace en sí mismo su ofrenda. Oblación
costumbres, ó que nosotros mismos mu-
es término de liturgia, y el pueblo no le
damos tomando sus inclinaciones. L a
entiende. Ofrenda es el término co-
diferencia del temperamento, la singu-
mún y vulgar, aun cuando se trate de
laridad del genio, el carácter particu-
la oblación rigorosa.
lar, y cierta cosa inexplicable que des- (A. Cienfuegos.)
place, producen la antipatía, la cual
dura hasta que los resortes secretos de OFUSCAR, OSCURECER.—Ofuscar significa
la sangre y de la naturaleza hayan he- impedir el ver ó el ser visto, á lo menos
cho una mudanza tan grande en el gus- ver y ser visto claramente, por la inter-
to, que llegue á ser universal ó entera- posición ú oposición de un cuerpo ó de
mente subordinado á la razón. un obstáculo. Oscurecer expresa la ac-
E l odio todo lo hace vituperable en ción simple y vaga de quitar á un obje-
las personas que se odian, y se denigran to su luz ó su brillo, sin ninguna rela-
hasta sus virtudes. La aversion hace ción ni con el medio ni con la vista. E l
que huyamos de las gentes, y que mi- sol se oscurece cuando pierde su resplan-
remos su compañía como una cosa muy dor; pero si le consideramos nublado,
desagradable. La antipatía hace que decimos que está ofuscado. Las nubes
no se les pueda sufrir, y que nos sea le oscurecen quitándole su luz, y le ofus-
molesta su compañía. can porque nos impiden verle.
(A. Cienfuegos.)
Hay menos distancia, como ha dicho
un hombre de talento, del odio al amor, O Í R , ESCUCHAR.—Oir es percibir por el
que del odio á la indiferencia. órgano del oído cualquier sonido: escu-
Algunas veces tenemos mas aversion char, aplicar el oido para oir, prestando
â aquellos con quienes el debernos hace atención á lo que dicen.
vivir. Nada depende menos de noso- A veces conviene fingir que no se oye.
OPI ( 118 ) ORÍ
Es efecto de mala crianza escuchar lo dictamen es que no salgamos de casa.
que pasa en casa age na. Se puede oir El parecer del médico recae sobre los
sin escuchar, mas no escuchar sin oir. síntomas y conocimiento de la enferme-
(March.) dad; el dictamen sobre la resolución que
debe tomarse para curarla, sobre los re-
OLVIDO, DESCUIDO.—El olvido es falta de medios que se deben emplear ó preferir.
memoria: el descuido falta de cuidado ó (Z. de la Huerta.)
atención. El primero siempre es invo-
luntario: en el segundo puede tener mas ORILLA, MARGEN, RIBERA.—Entendemos
ó menos parte la voluntad. por orilla la línea de tierra que sirve de
Si me olvido de que es domingo me límite al mar, á los lagos, á los rios, á
quedaré sin misa: si me descuido un los arroyos, á los estanques, á los char-
poco llegaré tarde. Descuidándose uno cos de agua considerables &c.,y en esto
demasiado se olvidan las cosas. respetamos exactamente el valor de la
(Jonama.) etimología de la voz orilla, que se deri-
va de la latina ora, borde, límite, línea
OMNIPOTENTE, TODOPODEROSO.—Por su divisoria ó terminadora de un confín, de
etimología son sinónimos perfectos es- una frontera &c.
tos dos adjetivos, porque todopoderoso Margen, indica mayor extension de
no es mas que la traducción castellana terreno, y por eso llamamos margen á
del latin omnipotente. Pero el buen uso la extremidad de la tierra cercana á la
ha querido atribuir á cada una de estas orilla. Esta idea de extension del es-
voces, una idea diferente, haciendo que pacio que trae consigo la voz margen, se
todopoderoso se aplique solo á Dios; ve bien comprobada con el proverbio
y que omnipotente ademas de aplicarse vulgar — "andarse por las márgenes:'1''
á Dios, pueda también decirse de las para andar vagando, ó no ir en derechu-
personas y de las cosas, cuando se habla ra (pues tal es el valor de andarse) por
en estilo hiperbólico. un terreno, es necesario que éste tenga
( G, de ta Cortina.) una extension proporcionada. Al con-
trario, la expresión común de "andar,
O P I N I Ó N , PARECER, DICTAMEN.—Se tiene andar y á la orilla ahogar," determina
la opinion, se da el parecer, ó el dicta- perfectamente la limitación de la orilla.
men. Aquella solo explica el juicio que Por analogía damos los mismos nom-
se forma en un asunto, en que hay ra- bres á las extremidades de un pliego, ó
zones en pro y en contra; estos expli- de una hoja de papel, diciendo: "esta
can la exposición de la opinion. estampa, v. g., tiene demasiado margen,
Tiene su opinion, pero la calla. Doy por haberle dejado las orillas fuera del
mi parecer ó mi dictamen con arreglo á marco." — "Escriba vd. eso á media
mi opinion. margen, " " con no tas al margen, &c. " ( * ).
Entre las voces parecer y dictamen, Ribera es toda la extension de tierra
hay la diferencia, de que la primera se cercana á los mares, rios, &c. aunque
aplica con mas propiedad cuando se tra- no esté en su margen, ó considerando
ta de la existencia de una cosa, de la al terreno desde la margen acia dentro.
aserción de un hecho; el dictamen cuan- Aquí la idea de la extension es ma-
do se trata de lo que se debe ejecutar, yor, y por eso, hablando de un hombre
del partido que se debe preferir. (*) El sustantivo margen es ambiguo; pero en plural se
Hoy lloverá según mi parecer; mi usa siempre en el género femenino.
PAL ( ι: > ) PAL
útil para todo, se dice figuradamente considera mas bien la materialidad de
que "es de monte y ribera;" y pues que la articulación y del sonido.
esta comparación se toma del cultivo del Un libro no está Heno de palabras,
campo, bien se concibe, que para que sino de voces. Yo en esta obra no me
haya cultivo en un terreno, es necesario propongo examinar la diferencia de las
suponer que este sea de una extension palabras, que consiste en sílabas y le-
algo considerable. tras; sino la diferencia de las voces, que
Podemos, pues, decir que la ribera, consiste en ideas y relaciones. Por el
acercándose á las aguas, empieza á for- contrario, á un hombre no se le dicen
mar margen desde cierta distancia, y va voces injuriosas, sino palabras; el vien-
á terminarse ala orilla.—Puede un ejér- to se lleva las palabras, no las voces; y
cito recorrer las riberas de un rio, dar propiamente no puede haber voces hue-
batalla á las márgenes de éste, y derro- cas ni insignificantes.
tar al enemigo arrojándolo sobre las ori- De aquí procede tal vez que prome-
llas de donde ya no puede pasar. ter se llama dar palabra, y no dar voz;
(O. de la Cortina.) pues las palabras, en boca de otro, no
sabemos si significan algo, y mucho me-
Ρ nos en semejante caso.
(Jonama.)
PAGA, PAGO.—La primera de estas voces
expresa la cantidad que se da por remu­ PALO, MADERA, LEÑA.—La parte sólida
neración de un trabajo ó servicio que de los vegetales se llama palo. Este
debe ser pagado con una suma de dine- es su nombre genérico, considerándola
ro convenida anteriormente, ó estable- puramente como una sustancia: así de-
cida por el uso, ó por las leyes: y esta cimos palo de Campeche, palo del Bra-
es la razón porque se comprende bajo sil, cuchillo de palo, &c.: su etimología
el nombre genérico de paga, tanto el probablemente es del latino palus, que
sueldo de los empleados, como el prest significaba estaca ó planta sin vida.
de la tropa &c. El palo es la materia mas común y
Pago es la satisfacción de cualquiera mas general para todos los usos de la
deuda, ya se haga con dinero, ya con ob- vida: casas, barcas, carros, instrumen-
jetos de cualquiera otra especie.— Así tos de labranza, instrumentos de las ar-
decimos "fulano me completó ó hizo el tes, todo se hace de aquella sustancia;
pago de lo que me debia, con trigo, con y de ahí provino el que los latinos lla-
ovejas, con un reloj, &c." masen materia á lo que nosotros llama-
(G. de la Cortina.) mos madera.
La madera es el palo considerado
PALABRA, VOZ.—Don José Lopez de la como materia de las artes. De ahí
Huerta conoció perfectamente que la maderamen, enmaderamiento, maderis-
etimología engañaba muchas veces, y ta, &c. Rigurosamente bien se puede
que el uso común era el que debia fijar decir una casa de palo, un reloj de palo;
el sentido de las voces. pero con mas propiedad se dirá casa de
Efectivamente, á los signos que com- madera, reloj de madera. La madera
ponen el habla los llamamos voces ó pa- labrada conserva su nombre genérico de
labras; y precisamente voz es la que palo en estas expresiones, cuchara de
prescinde del sonido, y considera el sig- palo, tenedor de palo, pierna de palo, y
no abstractamente: al contrario, palabra algunas otras; tal vez por considerar
PAR ( 120 ) PAR
cada una de estas cosas como un solo curó cortarla conversación para no ex-
pedazo en que el arte no ha hecho casi ponerse, ó por no exponerse á decir
nada. mas de lo que quisiera. Pero yo hallo
El palo destinado á arder, ó conside- entre ellas esta diferencia: con la pre-
rado bajo este respecto, se llama leña. posición para se explica mas directa-
Todo el mundo sabe la diferencia que mente el poder ó la influencia del moti-
hay entre cortar madera y cortar leñai vo ó de la acción en el efecto; con la
entre partir madera y partir leña. Las preposición por se explica mas directa-
maderas mas preciosas llega tiempo que mente la intención, ó el objeto con que
no sirven sino para leña. se ejecuta la acción. Y así aquella se
Un palo es un pedazo de aquella ma- aplica con mas propiedad, cuando se su-
teria, v. g., el tronco de un árbol, que pone suficiencia en la acción ó seguri-
puede destinarse para labrar ó para ar- dad de su efecto, y ésta cuando se su-
der. Si lo destinamos para labrar, lo pone solamente probabilidad ó posibili-
llamaremos un madero: si lo destinamos dad de su logro.
para arder, será un Uño. Muevo los pies para andar. Ando
(Jonama.)
por ver si puedo dormir mejor. Salgo
de casa para ir al prado, en donde me
PARA, Á FIN DE.—Son sinónimos en el
pasearé un poco por disipar la melan-
sentido en que significan que se hace
colía.
una cosa con la mira de otra, con la di- {L. de la Huerta.)
ferencia, de que para denota una mira
mas cercana ó presente, y à fin de, una
PARALOGISMO, SOFISMA. — Estas voces
mas lejana.
son puramente griegas. La primera de-
Se presenta uno delante del príncipe
signa un engaño obrado por racioci-
para hacerle la corte; se le hace la cor-
nios artificiosos, por argumentos capcio-
te ά fin de obtener gracias.
sos, por conclusiones falaces. Sofisma
Parece quedara conviene mejor cuan­
designa un fraude cualquiera, la sutile-
do la cosa que se hace con la mira de
za, la astucia. El paralogismo y el so-
otra es cosa mas infalible de ella, y que
fisma inducen á error; aquel por defec-
afin de está mejor cuando la cosa que
to de luces ó de aplicación, y éste por
se desea haciendo otra, es consecuencia
malicia, por una sutileza maligna.
menos necesaria de ella.
(A. Cienfuegos.)
Se tira un cañonazo contra una mu-
ralla para abrir brecha, y ά fin de to­
PARARSE, DETENERSE.—Me paré algun
marla por asalto ú obligarla á rendirse.
tiempo en aquella ciudad para ver sus
Para es relativo mas particularmen- curiosidades; oí que me llamaban y me
te á un efecto que debe producirse. A detttve al instante; son frases con que el
fin de, es relativo propiamente á lo que uso común suele confundir estos dos
uno se propone. verbos.
Las mujeres á cierta edad hacen ya
El primero representa el acto mo-
cuanto pueden para agradar, ά fin de
mentáneo de suspender el movimiento
encontrar marido.
(March.) ó la acción; el segundo representa la sus-
pension continuada por algun tiempo,
PARA, POR.—Cuando se emplean para ex- de la acción ó del movimiento.
plicar la razón ó motivo de alguna ac- La acción de pararse un caballo, se
ción, son sinónimos; por ejemplo: pro- refiere al momento mismo en que deja
PAR ( 12 ) PAR
de andar: la acción de detenerse un ca- relativa á nuestro modo de percibir. No
minante, se refiere al tiempo continua- todo lo semejante es parecido; ni todo lo
do que tiene suspendido su viaje. parecido para unos lo es para otros.
Llegué tarde, porque me detuve mu- Aunque la apariencia proviene siem-
cho tiempo en casa; y no: porque me pre de alguna semejanza, hay cosas muy
paré mucho tiempo en casa. parecidas que apenas se asemejan; así
he paró en el primer momento mi re- como las hay muy semejantes, que no
flexion, y después de haberse detenido se parecen tanto. El hombre es muy
largo rato á pesar las dificultades, se in- parecido a una estatua; pero mucho mas
clinó á lo peor. semejante y no solo á un Urang-utang,
(L. de la Huerta.) .vino á cualquier otro animal. Con la
P A R E C I D O , SEMEJANTE.—Cuando por al- estatua no conviene mas que en los con-
gún accidente una cosa hace en nosotros tornos de la superficie, cuando tiene una
una impresión distinta de la que debie- infinidad de relaciones con el animal
ra hacer por su naturaleza, y nos hace mas diferente.
formar un juicio errado, á esta impre- De la apariencia nunca se habla sin
sión la llamamos apariencia, y la cosa referirse á las circunstancias. Así se
que se nos figura ver se llama aparente. dice: ά mi me parece tal cosa: mirada
El verbo parecer es el que denota la a c - desde aquí parece tal otra: si se mira
ción de las cosas aparentes sobre nues- de este modo parece fea; vestidos así no
tros sentidos. Un violin bien tocado dejan de parecerse. E s evidente que
da sonidos que parecen de flauta; hay en ninguno de estos casos podemos sus-
cristales que parecen diamantes: el sol tituir el verbo asemejarse.
tiene un movimiento aparente alrededor De la semejanza se habla obsoluta-
de la tierra. mente. Lo que es semejante para mí lo
Cuando reciprocamente comparamos es para todos, de cualquier modo, y á
cosas reales con cosas aparentes, á unas cualquiera distancia que se mire. Lo
y á otras llamamos parecidas, ó decimos que podrá suceder, que no se descubra
que se parecen. Los sonidos que hemos la semejanza, y entonces no será pareci-
dicho son parecidos, y lo mismo los cris- da la cosa; pero no por esto dejará de
tales y los diamantes. asemejarse.
Parecidas son pues aquellas cosas Todos los hombres son semejantes
que hacen una misma impresión á los mios; esto es, sienten y piensan como
sentidos. yo, son de una misma especie, y tienen
Semejantes se llaman dos cosas cuan- unas mismas facultades; pero hablaría
do alguna parte ó cualidad de la una es yo con impropiedad si dijese que todos
igual á alguna parte ó cualidad de la son parecidos mios, porque ni á mí, ni
otra. Las figuras geométricas son se- á los demás hombres causan la misma
mejantes cuando sus ángulos respecti- impresión. Para que de una persona se
vos son iguales. Dos personas serán se- diga que es parecida á otra, es preciso
mejantes si tienen, por ejemplo, una mis- que entre las dos haya una gran seme-
ma talla, iguales ojos, igual nariz: y á janza.
{Jonama.)
proporción que convengan en mas y
mas partes, irán siendo mas y mas se- PARSIMONIA, AHORRO, ECONOMÍA.—La
mejantes. economía no consiste precisamente en
La semejanza es una idea únicamen- gastar poco ni mucho, sino en llevar un
te relativa á las cosas: la apariencia es buen sistema de gobierno, que propor-
16
PAR ( 1 ) PAT
cione el mayor número de goces con el avaricia: en la verdadera economía no
menor costo posible. Asi es que un hom- cabe exceso.
(Jonama.)
bre parco, un hombre ahorrativo y un
hombre económico son tres cosas no solo P A R S I M O N I A , FRUGALIDAD.—La parsimo-
distintas, sino á veces enteramente di- nia es un estado del hombre: la. frugali-
versas. dad es una virtud.
La parsimonia consiste únicamente en Aunque todo el que es frugal vive
gastar poco: el ahorro en cercenar todo parcamente, hay muchos que viven par-
io que no sea absolutamente preciso: la camente sin ser frugales. La esencia del
economía en no malgastar, en hacer las pordiosero es la parsimonia; y no hay
cosas á tiempo, y en proporcionar el cosa mas opuesta á la frugalidad que la
gasto al haber. vida desarreglada y generalmente vicio-
La parsimonia es una idea absoluta; sa de estos miserables; á mas de que la
de modo que el peon de albañil que gas- frugalidad, como todas las virtudes, su-
te, por ejemplo, diez reales en comer, pone voluntad libre.
vive mas parcamente que el grande que (Jonama.)
gaste veinte; aunque el primero no será
ASAR, PASARSE.—Tener una existencia
nada ahorrativo, y el segundo lo será
limitada y acabar, es el destino y cua-
demasiado.
lidad de las cosas que pasan. El estado
La excesiva parsimonia, generalmen-
actual y la revolución de las cosas que
te hablando, es enemiga de la economía:
se pasan es de caducidad, el estar en una
si es forzosa, la necesidad no permite
crisis que trae su fin. Pasar se refiere
seguir un sistema constante: si es vicio-
a la totalidad de la existencia; y pasar-
sa, la avaricia suele perder por un lado
se, á las diferentes épocas de la existen-
lo que quiere ahorrar por otro.
cia. Pasar tiene mas relación con el fin
Un hombre puede ser ahorrativo sin
de la existencia;y pasarse, con la acción
ser nada parco ni económico. El que, por
de cierta época, de la degradación. Las
ejemplo, gusta de comodidades, y al
flores y los frutos pasan, no tienen mas
mismo tiempo le mide las viandas al co-
que una estación: se pasan cuando se
cinero, escaséala comida á los criados,
ajan ó se marchitan. La mayor parte
la cebada álos caballos, & c , no es par-
de los gustos son como las flores, que
co, porque gasta mucho; pero es ahor-
no hacen sino pasar. Casi todos los bie-
rativo. Si á este mismo los caballos se
nes son como aquellas frutas que en co-
le mueren, los criados le sirven mal, y
giéndolas se pasan. Los colores pasan,
el cocinero sabe ajustarle la cuenta, con-
pues tienen una duración determinada;
cluiremos que lleva muy mal sistema de
y cuando empiezan á bajar y á perder
economía.
su lustre, se pasan. Del mismo modo
E l económico puede ser ahorrativo pasa y se pasa la belleza.
hasta cierto punto, y aun allegarse á la
(A. Cienfuegos.)
parsimonia si las circunstancias lo exi-
gen; pero hay cosas en que la economía P A T E R N A L , P A T E R N O . — E l primero refie-
proscribe el ahorro. El pagar bien á los re la idea á las cualidades morales; el
criados es un gran punto de economía segundo á las circunstancias físicas.
doméstica: el moderar los impuestos lo Decimos '¿mor paternal; entrañas pa-
es de economía política. ternales, y no paternas: y al contrario,
El abuso de lapardmonia es la mise- decimos herencia, casa, autoridad pa-
ria o la mezquindad: el del ahorro es la terna y no paternal.
PEN ( 123 ) PEN
Si decimos, fulano es tio paterno, ¡ que ha perdido,y las penas que la aguar-
damos á entender que es tio por parte dan, de lo que resulta una disposición
del padre: si decimos que es un tïo ρ a- | análoga á la del dolor. El pesar conti-
ternal, damos á entender que observa la I nuado produce verdadero dolor; y aun
conducta propia de un padre. sin esto, hablando metafóricamente, se
La misma diferencia hay, respectiva- llama dolor todo pesar que se supone
mente, entre maternal y materno, y en- muy grande. El hombre tiene dolor de
tre fraterno y fraternal. haber ofendido á Dios, dolor de ver m o -
(G. de la Cortina.·) ¡ rir á sus hijos, se duele de la suerte de
sus hermanos.
PELIGRO, RIESGO.—El peligro se refiere El castigo que imponen las leyes se
á un mal mas inmediato, que el riesgo. llama pena, porque se dirige á mortifi-
Aquel se aplica siempre á contingencias car el individuo en general, y sin rela-
de grande consideración: éste se suele ción determinada: la pena de azotes es
aplicar á cosas de poca consecuencia. un dolor: la de infamia es un pesar: las
Está en peligro de perder la vida el mas de ellas son uno y otro, y por esto
soldado que se halla enfrente de una ba- conservan su nombre genérico.
tería enemiga. Corre riesgo de caer j (Jomrma,)
malo el que pasa sin precaución del ca- j
lor al frió. E l primero se refiere á un j I Έ Ν Α , S E N T I M I E N T O , DOLOR.—Explican
mal mas inminente y próximo que el se- \ estas tres voces Ja diferente impresión
gundo. j que hace el disgusto en nuestros áni-
Juego á la lotería, aunque con el ries- j mos; pero la pena puede aplicarse mas
go de perder mi dinero, y no con peli- vagamente, y denotar una aflicción, ή
gro, que supondría un temor, y un mal disgusto mas accidental, que el senti­
mucho mayor que el que corresponde á miento, el cual no presenta la idea de
aquella idea. una sensación tan profunda como el
Un valiente que desprecia los riesgos, dolor.
suele arrepentirse de su temeridad á la Por mas voluntaria que parezca, á
vista misma del peligro. primera vista, esta distinción, no deja
(L. de la Huerta.) de percibirse en la práctica la fuerza
con que cada voz se aplica propiamen-
P E N A , DOLOR, PESAR.—Pena es todo sen- te á su idea respectiva. El ver pade-
timiento desagradable. Cuando proce- cer á un hombre desconocido, á un mal-
de inmediatamente de los sentidos se hechor, un trabajo de poca considera-
llama dolor; cuando proviene del espí- ción, unaincomodidad, causa pena; pero
ritu se llama pesar. Uno y otro se ha- estos males son demasiado leves ó ac-
cen en el alma, y provienen de una cier- cidentales, para poder confundirlos con
ta disposición ó tirantez de nervios; los que nos causan sentimiento; siendo
pero hay la diferencia que el dolor tie- tal la extension que damos á la idea de
ne una causa física inmediata, como la la pena, que decimos que nos causa, ó
aplicación de un cuerpo extraño á los da pena, el trabajo con que habla un
órganos délos sentidos,la extravasación tartamudo, la dificultad con que oye un
de los humores de nuestra máquina, & c : sordo, para explicar una incomodidad
la causa inmediata del pesar es el re- que padecemos, un disgusto que sufri-
cuerdo de las sensaciones pasadas: el mos.
alma pesa en algún modo los placeres Nos causa sentimiento la pérdida de
PER ( 12 4 ) PER
un bien que nos interesa, el mal de un de su duración; es continuo, porque no
amigo, la muerte de un conocido. E s - se interrumpe jamas su curso.
tas incomodidades son demasiado fuer- (L. de la Huerta.)
tes, para contentarnos con decir que
P E R P E T U O , INCESANTE, CONTINUO, P E -
solónos causa pena.
RENNE , PERDURABLE , INMORTAL ,
Nos causa dolor la pérdida de un pa-
ETERNO, SEMPITERNO.—La primera de
dre amado, la de un hijo único, la del
estas voces expresa una duración sin
honor, la de un bien de que pendía toda
fin determinado, dependiente solamente
nuestra subsistencia; y aunque no pue-
del tiempo, y no de nuestra voluntad, y
de negarse que estos males nos dan perca,
trae consigo la idea de una cosa que va
nos causan sentimiento; no explican es-
y viene por sí sola; por lo cual decimos
tas voces con tanta energía, como el
—movimiento perpetuo, esto es, movi-
dolor, la profundidad de esta aflicción, y
miento cuya duración no depende de
la gravedad de sus motivos.
nuestra voluntad.—Perpetua memoria,
La diferente impresión que causan en esto es, recuerdo que hacemos de una
el ánimo estas sensaciones, se puede ex- cosa por su misma naturaleza, sin que
plicar diciendo, que la pena incomoda, hagamos ningún esfuerzo para acordar-
el sentimiento aflige, y el dolor abate. nos de ella. Decimos también, "tal em-
(L. de la Huerta.) pleo, ó cargo, es perpetuo,'''' esto es,
debe disfrutarlo la persona que lo tiene
PERDÓN, REMISIÓN, ABSOLUCIÓN.—El todo el tiempo que ella viva,y este tiem-
perdón es en consecuencia de la ofensa, po no depende de su voluntad.
y mira principalmente á la persona que Incesante es lo que no cesa, ó lo que
la ha hecho; depende del ofendido, y no deja de suceder, por repetirse los ac-
produce la reconciliación cuando since- tos, y así decimos "quejps, súplicas,
ramente se concede y sinceramente se ruegos incesantes.''''
pide. Continuo se aplica propiamente á una
La remisión es en consecuencia del serie de actos ó de cosas que tuvieron
crimen, y tiene una relación particular principio, y se siguen unos á otros sin
con la pena con que merece castigarse; interrupción. La diferencia esencial que
la concede el príncipe ó el magistrado, hay entre perpetuo, incesante y continuo
é impide la ejecución de la justicia. es, que el primero deja ilimitada la du-
La absolución es en consecuencia de ración futura; el segundo no admite in-
la falta ó del pecado, y concierne pro- terrupción; y el tercero expresa una
piamente al estado del culpable; se pro- cosa empezada y seguida, como cuan-
nuncia por el juez civil ó por el minis- do decimos "continuación de una obra,
tro eclesiástico, y restablece al acusado de un trabajo & c . "
ó al penitente en los derechos de la ino- Perenne es todo lo que dura ilimita-
cencia. damente sin interrupción, pero exclu-
(March.) ye la idea de precipitación ó celeridad,
y por eso se aplica este adjetivo con
PERPETUO, CONTINUO.—Perpetuo, repre- tanta propiedad á una fuente cuya cor-
senta una duración indeterminada; con- riente es mansa, apacible, y nunca in-
tinuo, una duración no interrumpida. terrumpida.
E l movimiento de un planeta es per- Perdurable se dice de todo lo que
petuo, porque no conocemos el término principió, y es capaz de durar ilimita-
PER ( i: 5 ) PLA
damente; pero este adjetivo hace con- Esta viña me correspondía á mí, pero
cebir la idea del deseo, y por lo mismo se ha adjudicado, en la partición, á mi
siempre se toma en buen sentido. Así, hermano.
decimos "vidaperdurable." en lugar de Cada uno toma lo que le pertenece.
"vida que esperamos comience alguna A cada uno se le da lo que le corres-
vez y nunca tenga fin;" esto es, la eter- ponde.
na bienaventuranza, y nunca decimos, (L. de la Huerta.)
"penas, ó desgracias, ó trabajos perdu- PETARDO, CHASCO.—Ambas voces expre-
rables.'''' san el éxito ó resultado de una cosa,
Inmortal es lo que no está sujeto á contrario á lo que se esperaba; pero con
morir, inspírala idea del merecimiento, la diferencia de que el chasco puede ser
y aunque en sentido físico, solo se re- casual, mientras que el petardo siempre
fiere á la vida, en sentido moral se apli- es premeditado: aquel es inocente, ó in-
ca á cualquiera cosa que por su bondad diferente á lo menos; este siempre es
nunca debe perecer; y por eso decimos malicioso.
"gloria, fama inmortal." Todo lo que
Por esta razón llamamos chasco á la
merece ó deja una larga y gloriosa me-
burla inocente y ligera que se hace por
moria es inmortal.
puro entretenimiento y diversion; y lla-
Eterno es lo que no tiene principio mamos petardo á cualquiera acción con-
ni fin; ó á lo menos, lo que no puede te- traria á nuestras esperanzas, ó á nues-
ner fin, sean cuales fueren las circuns- tros cálculos, siempre que advertimos
tancias de la cosa, y tanto en lo físico en ella malicia por parte de la persona
como en lo moral; y así, decimos indis- que la ejecuta.
tintamente, "Dios eterno, tormentos eter- Así es que nos valemos frecuente-
nos, penas eternas, monumento eterno." mente de la voz petardo para expresar
Sempiterno refuerza y determina más cualquiera estafa ó cualquier engaño,
la idea excluyendo absolutamente el principalmente cuando se reduce á pe-
principio lo mismo que el fin. dirnos prestada una cosa con intención
Eterno expresa propiamente la du- de no volvérnosla.
ración del tiempo; inmortal, la duración Decimos "buen chascóme he llevado
de la vida; sempiterno, la duración de la este año con la siembra del lino," y no
existencia.
(G.dela Cortina.) buen petardo—"fulano es un tunante
que vive de pegar petardos," y no chas-
PERSEVERAR, PERSISTIR.—Dícese per- cos.
severar cuando se continúa la cosa sin (Cr. de la Cortina.)
querer hacer mudanza ó variación. Per- PLACER, DELEITE.—Todo lo que excita
sistir cuando se persevera con constan- nuestro contento, nuestra satisfacción
cia y obstinación. Así pues, persistir y alegría, sin mezcla de disgusto, es cau-
es mas que perseverar. sa de placer. El deleite representa par-
{March.)
ticularmente el gusto material que per-
PERTENECER, CORRESPONDER.—Perte- cibimos por nuestros sentidos.
necer supone la propiedad; corresponder El placer supone serenidad en el áni-
declara el derecho á la propiedad. mo, ocupado enteramente con el obje-
Esta casa perteneció al convento de to que excita en él una apacible satis-
San Gerónimo, hasta que la compró mi facción. El deleite puede suponer el
padre. gusto material de un ánimo inquieto,
PLE ( 126 ) POR
que satisface una pasión violenta, sin liase comprendido en una de las dos cla-
aquella apacible serenidad que consti- ses, diría cuál de ellas puede convenir
tuye esencialmente lacalidaddelpface/-. al hombre de bien.
Las tiernas caricias de un hijo, las (Jonama.)

delicias del campo, una compañía en P O B R E , MENDIGO.—Estas voces no son


que reina la alegría y la cordialidad, son sinónimas, porque nadie ignora que po-
motivos de placer. Un manjar delica- bre es el que carece de lo necesario, y
do, un lecho cómodo, un gusto que sa- mendigo el que pide limosna, con nece-
tisface la sensualidad, son motivos de sidad ó sin ella; pero la caridad mal en-
deleite. tendida, á que se ha ido apoyando el
No merece el nombre de placer la uso, las ha hecho ya sinónimas; de modo
bárbara satisfacción del que en el furor que se dice: se recogen los pobres: no
de la venganza, se deleita con la vista he encontrado, no he visto ningún po-
de la sangre de su enemigo. bre: en este Lugar no se permiten poire*.
(Z.. de to Huerta.) El uso de estas voces ofrece una prue-
ba de la influencia que puede tener el
PLEBE, VULGO.—Plebe representa sim- lenguaje sobre la imaginación, porque
plemente la clase inferior del pueblo. el que se deja llevar de la idea que ofre-
Vulgo representa esta misma clase como ce la voz pobre, cree siempre haber em-
revestida de las calidades bajas y comu- pleado bien su caridad, dando limosna
nes que son propias de ella. á un mendigo, y no se le ofrece la idea
Así es, que plebeyo y vulgar no son de que, así como la limosna que se da á
sinónimos, porque plebeyo se contrapo- los pobres puede fomentar el trabajo y
ne á noble; esto es, se refiere á la cla- disminuir la pobreza; asila que se da á
se; y vulgar se contrapone á culto, ins- los mendigos, puede fomentar la ociosi-
truido, ó que no tiene las inclinaciones dad, y es un medio seguro de multipli-
y modales que son propias del vulgo; car su número; pues ellos miden la sen-
esto es, se refiere á las calidades. sibilidad pública, por la facilidad con
Hay mas vulgo del que parece, se de- que se confunden estas dos voces,y pre-
cía con propiedad en este sentido, an- fieren á una ocupación laboriosa, una
tes que fuese tan general la inclinación profesión libre y cómoda, que tiene so-
á parecerse al vulgo. bre las otras la ventaja de que hay tan-
(L, de la Huerta.) tos que la respeten y miren como una
profanación su desprecio.
PLEITEANTE, PLEITISTA.—En estas dos El mendigo que puede trabajar, es un
voces la analogía de la terminación está ladrón de profesión, que roba al verda-
exactamente conforme con eí uso. dero pobre, y el que, con una caridad
Pleiteante es el que pleitea, así como mal entendida,le da limosna,es un cóm-
amante es el que ama, copiante el que plice de su robo.
copia, &c. (L. de la Huerta.)
Pleitista es el que hace profesión de
pleitear, siguiendo la analogía de oculis- dos voces son si-
P O R Q U E , PUES.—Estas
ta, fisonomista, papista, jansenista, que nónimas, cuando se emplean para e x -
todos representan una profesión. poner la causa ó motivo de una aser-
Un vizcaíno ó un castellano podrán ción; por ejemplo: espero que mi hijo
ser pleiteantes: los catalanes y gallegos ha de dar gusto á sus gefes, porque tie-
tienen fama de pleitistas. Si no me ha- ne aplicación y buena conducta, y no
PRE ( 127 ) PRE
dudo que hará fortuna, pues ahora se Los papas sus predecesores: su prede-
premia el mérito. cesor en el trono: su antecesor en la casa:
La diferencia que parece hallarse en- el sueldo que tuvo su antecesor.
tre estas dos voces, es que porque e x - Hablaría con mucha afectación el
plica una ilación mas cierta, mas posi- criado que dijese: esta es la librea que
tiva, que no está sujeta á la duda ó á se hizo para mi predecesor.
la probabilidad. (L. de la Huerta.)
Hay lodo, porque ha llovido; esto es:
el lodo es una consecuencia cierta de la PREROGATIVA, PRIVILEGIO.—Lapreroga-
lluvia. Es natural que consiga el em- tiva es respecto de los honores y de las
pleo que solicita, pues parece que tie- preferencias personales; viene princi-
ne mediadores; esto es: el logro del em- palmente de la subordinación. E l p - i -
pleo es una consecuencia probable de vilegio es respecto de alguna ventaja de
la mediación. interés ó de empleo, y viene de la con-
cesión del príncipe ó de los estatutos de
Voy á dormir un poco,pues no es re-
la sociedad.
gular que mi amo venga antes de las
El nacimiento da prerogativas; los
doce, porque sé que está jugando. La
cargos dan privilegios.
tardanza en venir es probable; el juego
(March.)
es cierto.
(L. de la /Tuerta.)
P R E S T E Z A , PRONTITUD.—Presteza es la
POSTURA, ACTITUD.—Postura es el modo actividad del movimiento: prontitud la
con que está puesto el cuerpo. Actitud anticipación del tiempo.
ó aptitud es el modo de estar mas con- El que primero llega á una cita es el
veniente para el cuerpo y para cada uno que ha venido mas pronto; el que gas-
de sus miembros. Postura es un modo tó menos tiempo en el camino es el que
de poner el cuerpo mas ó menos con- ha venido mas presto. E l aire vivo en
forme á su costumbre ordinaria. La ac- la música se llama presto: una ocurren-
titud es un modo de tener el cuerpo mas cia á tiempo en la conversación se llama
ó menos conforme á las circunstancias un pronto.
presentes. La postura, aun la mas có- (Jonama.)

moda, no deja de costar algún esfuerzo,


PRESUNCIÓN, CONJETURA.— Presunción
y se varía; pero la actitud, aun la me-
es la acción de presumir de tomar ade-
nos ordinaria, es conforme á la natura-
leza y á la conveniencia de las cosas, y lantadamente una opinion. Conjetura
se mantiene. La postura nota la posi- viene de conjectare, echar ó lanzar, con
ción, y ésta es movible. L a actitud de- agorar, adivinar, interpreter, con alu-
signa el continente de una persona, el sión á la acción de tirar los dados, de
cual es firme. Uno que padece no hace sacar las suertes. E s , pues, conjetura
sino mudar posturas. Las actitudes son dicha así de una cierta dirección de la
modos de ser dados; las posturas se bus- razón acia la verdad, pero con la idea
can y suponen movimiento. de acaso, de agüero. La presunción es
una opinion fundada en motivos de cre-
(A. Cienfuegos.)
dibilidad; la conjetura no tiene por fun-
PREDECESOR, ANTECESOR.—El primero damento sino meras apariencias. La pre-
parece mas propio para las dignidades; sunción tiene mas fuerza de razón que
el segundo para los oficios y demás es- la conjetura, y forma una preocupación
pecies de ocupaciones. legítima, mientras que la conjetura no
PRE ( 128 ) PRO
pasa de un simple pronóstico. La pre- ha. prevención se hace siempre de su-
sunción tiene realidad, porque se funda perior á inferior; la advertencia se pue-
en hechos ciertos, en verdades conoci- de también hacer entre iguales: pero ni
das, en principios de pruebas. La con- la una, ni la otra, se pueden hacer de
jeturaos ideal, porque se deduce por inferior á superior, porque á este no se
discursos, por interpretaciones y supo- le previene, ni se le advierte lo que debe
siciones. La presunción nace de las co- hacer; se le expone ó se le representa.
sas; la conjetura de la imaginación. Las ( i . de la Huerta.)
probabilidades que sin probar directa-
ROBLEMÁTICO, DUDOSO, INCIERTO.
mente la verdad, establecen una gran
verisimilitud, forman las presunciones. Del griego problema, proposición que
Las conjeturas estriban en relaciones va- hay que poner en claro, viene problemá-
gas, inducciones violentas, y analogías tico. Dudoso viene de dubius, que se
imperfectas. compone de duo y de via, y designa lo
(A. Cienfwgos.) que tiene dos caminos. Incierto es lo
no cierto, lo que puede ser impugnado,
P R E T E N D E R , SOLICITAR.—Pretender ex- lo que no tiene una verdad irresistible.
plica solo la acción de aspirar á una No hay razón para fallar en las cosas
cosa, ó con justicia ó por gracia. Soli- problemáticas: no hay motivos suficien-
citar representa las diligencias y medios tes para tomar partido en las cosas du-
de que nos servimos, y pasos que da- dosas: no hay bastantes razones para
mos para conseguirlo. creer en las cosas inciertas. En el pri-
Un caballero que reside en una pro- mer caso el ánimo se halla indiferente
vincia, pretende en Madrid que se le para el pro y para el contra. E n el se-
confiera un empleo, ó se le declare una gundo se ve embarazado entre el pro y
posesión: y no pudiendo abandonar su el contra; y en el tercero ve el pro y
casa y familia, encarga á un apoderado teme el contra. La opinion es libre en
ó á un amigo, que lo solicite en la se- las cosas problemáticas: es difícil la elec-
cretaría, ó tribunal á que corresponde. ción en los casos dudosos: acerca de los
E n este caso, ni el caballero solicita, ni objetos inciertos no tenemos mas que una
el amigo pretende. opinion. Se busca la solución de lo
(L. de la Huerta.)
problemático, la verificación de lo dudo-
so, la confirmación de lo incierto. De-
P R E V E N C I Ó N , ADVERTENCIA.—Son sinó-
ben adquirirse ideas claras de lo proble-
nimos, cuando significan orden, consejo,
mático, sobre lo cual no sabemos qué
ó aviso anticipado; pero la prevención
pensar: razones sólidas respecto de lo
lleva consigo la idea de autoridad, ó de
dudoso, de que no tenemos sino ideas
precepto; la advertencia lleva consigo
precarias: pruebas constantes de lo in-
la idea de buen deseo, ó de consejo
cierto, á que no nos resolvemos á dar
amistoso.
fe. Una verdad aventurada es proble-
El general hace sus prevenciones á los
mática: una verdad altamente impugna-
oficiales del ejército, y exige que se ar-
da parece dudosa: una verdad puramen-
reglen á ellas. El joven que no se ar-
te creíble es todavía incierta.
regla á las prevenciones que le hacen
(A. Cienfuegos.)
sus superiores, ó cierra los oidos á las
prudentes advertencias de los hombres PROCEDER, PROVENIR.—Uno y otro ver-
experimentados, que le quieren bien, bo explican la causa de una cosa; pero
se expone á muchos desaciertos. el primero determina rigurosamente la
PRO { 129 ) PRO
causa eficiente ó directa; el segundo de- ¡ á conocer. Proferir es pronunciar pa
termina la causa motiva ó impulsiva. í labras en voz alta é inteligible. Articu-
El mal olor del estanque procede de \ lar es pronunciar distintamente, ό no­
las materias corrompidas que hay en el, ! tar las sílabas uniéndolas unas con otras.
y proviene del descuido del jardinero, ι Pronunciar es expresar ό darse á enten-
que no lo limpia, y renueva sus aguas. ! der por medio de la voz. Solo el hom-
De aquí es que, sin separarnos de la i>re profiere palabras, porque él solo ha-
idea propia y rigurosa del verbo, deci- bla para expresar pensamientos. Algu-
mos que el hijo procede del padre, y no nas aves, los papagayos sobre todo, ar-
que proviene. //cttfriftj'perfectamente sílabas, y aun vo·
(L. (le la Huerta.) »es enteras. La diferencia de climas y
de hábitos hace que unas naciones no
RODUCCION, OBRA.—Producir es sacar i puedan pronunciar lo que otras pronun-
afuera una cosa, engendrar, crear, sacar cian facilísimamente. Una persona cor-
de si. Decimos las producciones de la · tada no puede proferir una palabra.
tierra, de la naturaleza, del entendimien- i (A. Oienfuegos.)
to, de toda causa que produce por sí
misma, que da ser a 1 :> que no le tenia. P R O M E S A , OFERTA.—La oferta es una de-
Obra es del latino opa :i, trabajo, lo que mostración del deseo con que nos halla-
obra la industria. En las producciones mos, ó afectamos hallarnos, de que se
se considera la sustancia de la cosa;pero admita, ó se reciba, el servicio ó la cosa
en las obras la forma. La producción y quç. se ofrece. La promesa es una obli-
la obra contrapuestas difieren como el gación, que nos imponemos, de hacer
productor y el obrero, de los cuales aquel algún servicio, ó de dar alguna cosa.
da el ser, y este trabaja la producción El que ofrece con poca voluntad de
ó la cosa producida. La producción es dar, se expone á que se le admita la
obra de la fecundidad; la obra es el re- oferta. E l que promete con voluntad, ó
sultado del trabajo: la producción sale sin ella, debe cumplir su promesa.
del seno de la causa productiva, y la Por eso no decimos, que se admite
obra de las manos del obrero industrio- con agradecimiento la promesa, y se exi-
so. La producción recibe el ser, y la ge el cumplimiento de la oferta: sino
obra la forma. El árbol es una produc- que se admite con agradecimiento la
ción de ia tierra, y es obra de carpinte- oferta, y se exige el cumplimiento de la
ría por el trabajo del carpintero. El uni- promesa.
verso es la producción de un poder in- En la voz oferta solo se descubre la
finito, y es obra de una sabiduría supre- voluntad del que ofrece; en la vez pro-
ma que ha dado á la materia las formas mesa se descubre la aceptación de aquel
y la disposición maravillosa que tiene. á quien se ha prometido.
Me ha ofrecido su casa, pero yo no
(A. üienfuegos.) la he aceptado. Me ha, prometido ve-
nir á la mía, y espero que no faltará ä
R O F E R I R , ARTICULAR, P R O N U N C I A R . — su palabra.
(Ir de la Huerta.)
Proferir es llevar afuera, echar delan-
te, del latino ferre. Articular es enla-
P R O N U N C I A R , ARTICULAR.—Pronunciar,
zar, unir una cosa con otra, del latino
es formar las palabras, las sílabas y las
articulus,diminutivo de artus, que signi-
letras, con la voz natural. Articular,
fica miembro Pronunciar es anunciar es distinguir bien unas sílabas de otras.
á las claras, exponer abiertamente, dar } 17
PRO ( 130 ) PRO
para dar mas claridad á lo que se pro- \ Proverbio.—Los proverbios de Salo-
nuncia. mon.
Un tartamudo puede pronunciar bien Adagio.—Dime con quién andas y te
cada silaba; pero, precipitando unas ve- diré quién eres.—Por un clavo se pierde
ces, y retardando otras, su debida sepa- una herradura, por una herradura un ca-
ración, articula mal. ballo, por un caballo un caballero.
La perfección del que habla está en Refrán.—A rio revuelto, ganancia de
pronunciar con claridad, y articular con ¡ pescadores.—Si el guardian juega ά los
distinción. La perfección de una len- ι naipes, ¿qué harán los frailes?—Ahí me
gua exige que cada letra tenga su pro- j las den todas.—A la vuelta lo venden tin-
nunciacion propia, para evitar ambiguë- j to.—A otro perro con ese hueso.
dades semejantes á la que en la nuestra Tanto el proverbio como el adagio y
nos expone á confundir lo vasto con lo el refrán, tienen por objeto dar precep-
basto, lo benéfico con lo venéfico. tos útiles para el régimen de la vida,
(L. de la Huerta.) pero todos se diferencian en el modo.
Los proverbios de Salomon, son bien di-
PROPICIO, FAVORABLE.—Propicio es lo
ferentes de los refranes de Sancho, aun-
que está dispuesto á favorecer. Favo- que unos y otros se dirigen al mismo
rable es lo que de hecho favorece. fin. Sin embargo, la palabra refrán trae
El reo tiene propicio al juez que le consigo la idea déla repetición frecuen-
mira con indulgencia, y desea que haya ¡ te, y así decimos hablando de una per-
algún medio de salvarle: y le tiene fa- sona—es su refrán favorito, y no su pro-
vorable, cuando éste da un voto á su fa- j verbio ni su adagio.—Conocemos mu-
vor, ó usa de todos los medios ó con- ' chos proverbios y adagios de los antiguos
descendencias, que pueden directamen- pueblos del Asia, pero no sabemos sus
te contribuir al buen éxito de su causa. refranes.
Como el primero de estos adjetivos {6. de la Cortina.)
solo representa un acto de la voluntad,
no se puede aplicar con propiedad á lo 'ROVERBIO, R E I R Á N , ADAGIO.— Estas
que no la tiene; pero el segundo se apli- voces son sinónimas en cuanto signifi-
ca generalmente á todo lo que favorece can una sentencia breve, que contiene
con voluntad ó sin ella. algún precepto moral, ó de conducta
Un ministro está propicio. E l vien- particular; pero hallo la diferencia que
to está favorable. el adagio es mas vulgar que el prover-
[L. de la Huerta.)
bio, y de una moral menos austera, y
P R O V E R B I O , ADAGIO, R E F R Á N . — E l pro- que el refrán da siempre la instrucción
verbio es una sentencia, un consejo, ó por medio de alguna alegoría ó me-
un precepto serio, casi siempre moral y táfora.
expresado en estilo cnlto. Ademas el proverbio es grave y seco;
E l adagio es una sentencia ú obser- el adagio sencillo y claro, el refrán agu-
vación llena de agudeza muchas veces do, chistoso, y muchas veces de un es-
epigramática, pero en estilo culto y tilo bajo.
siempre moral. En rigor todo refrán y todo adagio es
El refrán es también una sentencia, 1 proverbio; pero no hablaría con propie-
pero popular, festiva y casi siempre me- dad el que llamase adagios ó refranes
tafórica, aunque no siempre moral.— · á los proverbios de Salomon.
Ejemplos.— j (Jtmama.)
PUB ( 131 ) QUE
PRUEBA, ENSAYO, E X P E R I M E N T O . — E s - ! Publicar recae siempre sobre una cosa
tos tres términos son relativos al modo ; que realmente existe. Divulgar puede
con que se adquiere el conocimiento de \ recaer sobre una cosa falsa, que se in-
ios objetos. venta con algún fin.
Haremos pruebas para conocer; ens«- i Un tramposo, que vive con ostenta-
yos para escoger y acertar; experimentos ! ción, divulga que es rico, y teme que se
para saber. ; publique que es pobre.
Con los experimentos, nos asegurare- ; (L. de la Huerta.')
mos si la cosa es cierta; con el ensayo,
P U E S T O , SITIO, PARAJE.—Puesto, dice un
cuáles son sus cualidades; con la prueba
espacio pequeño y determinado. Sitio,
si tiene las cualidades que la atribuimos.
una extension indeterminada, de que
Hablando, pues, de un químico, diré- !
pueden hacerse muchos puestos. Para-
mos, que ha hecho el experimento de
je, no se limita á espacio alguno, y de-
ciertas sales, para saber si realmente !
termina mas propiamente la situación
tienen la fuerza atractiva que deseaba; ¡
local del puesto ó del sitio.
que ha hecho el ensayo de dos minérale? •
para escoger el que mas convenga para j ¡Se guarda el puesto; se mide el sitio;
un secreto suyo; que ha hecho \u.pri;e- \ pero no se guarda ni mide el paraje,
ba de cierta preparación, para conocer ! porque esta voz no representa un espa-
si puede resistir al fuego sin reducirse ¡ cio, sino una situación.
á cenizas. Me ha tocado el mejor puesto que
(Marclt,) hay en todo este sitio, porque está en
buen paraje.
(L. de la Huerta,)
PUBLICAR, DIVULGAR.—La idea común,
que hace sinónimos estos verbos, es la Q
de descubrir un secreto; pero publicar-
Q U E R E R , DESEAR.—Explican estos ver-
lo explica la idea absolutamente, sin
bos la inclinación de la voluntad á una
modificación alguna, esto es, hacer pú-
cosa que no se posee; pero querer supo-
blico lo que no era, hacerlo saber á los
ne un objeto mas asequible, y en cuyo
que lo ignoraban. Divulgar supone que
logro tiene mas parte la voluntad, y los
el secreto se ha ido diciendo á varias
medios que se emplean para conseguir-
personas ó en varias partes, con alguna
lo. En el objeto del verbo desear, pa-
determinada intención, ó que, contra la
rece que tiene menos influencia la vo-
voluntad del que lo ha confiado con re-
luntad, y depende menos de los medios
serva, se ha esparcido y hecho público.
que pueden emplearse para su logro,
Se ha divulgado mi casamiento, esto
que de la voluntad agena, ó de circuns-
es, yo no quería publicarlo; pero alguno
tancias en que no tiene parte la volun-
de aquellos á quienes yo lo habia con-
tad del que desea.
fiado, ó que han tenido modo de saber-
Deseo que mañana haga buen tiempo,
lo, ó sospecharlo, lo ha ido diciendo á
porque quiero ir á la pradera de San Isi-
unos y á otros, ha corrido la voz, y lo
dro. Deseo ganar el pleito, porque quie-
saben ya todos.
ro fundar un mayorazgo.
Un hombre honrado publica con sa- (L, de la Huerta.)
tisfacción los beneficios que recibe de
sus amigos. Un hombre ruin procura Q U E R E R , ESTIMAR.—Estos verbos se sue-
divulgar con astucia los defectos de sus len confundir en el uso común para e x -
enemigos. plicar nuestra inclinación á alguna per-
QUI ( 132 ) RAP
sona; pero querer la explica como diri- rado, y que la aplicación propia de las
gida por la voluntad, y estimar como di- palabras quietud y tranquilidad, es la
rigida por el entendimiento, esto es, que indicamos al principio. Una pén-
como efecto del concepto que tenemos dola que no se mueve está quieta. Una
del mérito de la persona. persona que nada teme ni desea está
A un enemigo no se le puede querer, tranquila.
(G. de la Cortina.,!
pero se le puede estimar. N o se quiere
á quien no se conoce, pero se le puede
Q U Í M I C O , ALQUIMISTA.—Un escritor mo-
estimar por reputación.
derno da el nombre de alquimista á un
Una mujer honrada debe hacer mas
célebre químico de nuestros dias; ate-
aprecio del que la estima sin quererla,
niéndose probablemente á la etimología
que del que la quiere sin estimarla.
de. la voz.
(L. de la Huerta. ) \
A la verdad, no se puede dudar que
quimia y alquimia son una misma voz,
QUIETUD, TRANQUILIDAD.—La quietud
pues el artículo añadido á una de ellas,
es opuesta al movimiento: la tranquili-
no muda su sentido, porque en los tiem-
dad á la agitación. Aquella se refiere
pos desde los cuales conservamos estas
á las cosas materiales; ésta principal-
voces, se hacia poca distinción de las
mente al estado del alma. Se procura
ideas que ahora explican una y otra,
que un niño esté quieto; que una nación
como tampoco se hacia de las operacio-
esté tranquila. Muchas veces la inquie-
nes y objetos que hoy las distinguen; y
tud indica falta de tranquilidad; y otras
así no teman otra denominación latina
muchas vemos quieto al que no está
que la de Chemia, que trayendo su orí-
tranquilo.
gen de una voz que significaba ocultar,
Pero cuando queremos usar metafóri-
deja poca duda de la idea que entonces
camente de las palabras quietud y tran-
se tenia de estas operaciones.
quilidad, cambiamos la aplicación res-
Pero en nuestros tiempos, en que el
pectiva de cada una, y por este medio
adelantamiento de estos estudios ha he-
damos infinita energía á nuestras ideas;
cho variar las ideas, parece vergonzoso
v. g. El mar está tranquilo. Esta e x -
el confundir con estas voces á un quí-
presión contiene una comparación filo,
mico respetable, que aplica los resulta-
sófica, pues así como cuando el mar es-
dos de sus sabias investigaciones á los
tá embravecido se dice que está agita-
útilísimos objetos de la verdadera .qui-
do, á semejanza de lo que experimenta
mica, con un alquimista, que en la obs-
el alma cuando la agitan las pasiones,
curidad de sus manipulaciones, busca
así también lo llamamos tranquilo cuan-
vanamente la piedra filosofal.
do no experimenta ninguna agitación.
(L. de la Huerta.)
Comparándolo á la alma, debían apli-
cársele los adjetivos que convienen á R
esta.
Del mismo modo decimos—mi alma R Á P I D O , \ T ELOZ, ACELERADO.—Estas vo-

está en una perfecta quietud—esto es, ces rapidez, velocidad y celeridad no son
en una indiferencia absoluta para todo otra cosa que \&presteza c onsiderad a bajo
aquello que no le interesa; en un estado distintas relaciones.
en que nada la mueve ni inquieta. Rapidez considera principalmente la
Conviene, pues, no olvidar que en to- fuerza impulsiva, y de consiguiente los
dos estos casos se emplea el estilo figu- estorbos que tiene que vencer la cosa
RAR ( 133 ) RAZ
movida. Velocidad se refiere mas á la cosa, usamos indiferentemente de estas
ligereza que encuentra pocos estorbos. tres voces: es una cosa rara, extraña,
Celeridad es una presteza acelerada, 6 singular, suceso raro, singular, extraño;
que va aumentando progresivamente. ; pero, aunque las mas veces se aplican fi-
Una bala de caííon anda con rapidez: guradamente, y por exageración, no se
esto es, lleva mucha fuerza, y de consi- debe perder de vista la peculiar exten-
guiente vence con facilidad la resisten- sion y energía de cada una de ellas.
cia del aire y el impulso de la gravedad. Raro es lo que no es común, lo que
La carrera de un galgo es veloz, pues se ve, ó sucede pocas veces, lo que se
la suma ligereza de este animal apenas halla con dificultad. Extraño es lo que
le deja estorbo que vencer. Ni sus car- no es propio, conforme, ó adecuado á
nes le pesan, ni su configuración le em- la cosa de que se trata. Singular es lo
baraza; antes al contrario, todo concur- que es único, lo que no tiene igual ó
re á que ande sin esfuerzo. ] semejante.
Todo cuerpo que se desprende, baja Cuando decimos, que el tener un
con celeridad, porque su'presteza va hombre seis dedos en una mano, es una
aumentando á proporción que se aleja cosa rara, extraña, 6 singular, no expli-
del punto de su desprendimiento. camos nuestra admiración con relación
Un torrente no puede ser veloz, sino á la misma idea: es raro para quien lo
rápido. Una águila bien puede des- mira como una cosa poco común, que
prenderse rápidatras una palomita;pero se ve pocas veces; es extraño para quien
esta solo puede huir con velocidad; ó lo considera como monstruoso, poco
bien con celeridad, si el miedo le hace conforme á la natural construcción de
sacar fuerzas de flaqueza. nuestras manos; es singular para el que
Un hombre que en poco tiempo se lo cree único, y no sabe que ha habido
haya elevado á empleo de considera- otros hombres que han tenido también
ción, no decimos que ha hecho una car- seis dedos en una mano.
rera veloz, ni que ha ascendido con cele- (2λ déla Huerta.)

ridad, sino que ha hecho una fortuna


rápida: es que fijamos principalmente quere-
R A Z A , E S P E C I E , CASTA.—Cuando
nuestra consideración en la fuerza del mos expresar un origen común, que se
favor ό de la suerte que lo ha elevado, diferencia de otros por ciertos acciden-
que es lo que nos llama mas la atención, tes que le son propios, y se designan por
porque irrita nuestro amor propio. medio de un nombre particular, nos va-
El hombre que tiene, prisa hace las lemos de la palabra raza; pero ha de ser
cosas con celeridad, porque á cada mo- necesariamente hablando del hombre ó
mento la impaciencia aumenta su pres- de los animales.
teza: el que está práctico en ellas las Cuando intentamos clasificar los di-
hace con velocidad; esto es, sin esfuer- ferentes individuos, ó los diferentes sé-
zo: la suma presteza se llama siempre res que pertenecen á un mismo género,
rapidez, porque no podemos concebirla nos servimos de la palabra especie, y la
sino imaginando una gran fuerza que la aplicamos á todo cuanto existe.
causa. Sin embargo, como la costumbre de
(Jonama.) aplicar la palabra raza á los animales la
hace parecer poco noble, se prefiere co-
RARO, EXTRAÑO, SINGULAR. — Cuando munmente la palabra especie hablando
queremos encarecer ó exagerar alguna de los hombres, y así se dice la especie
REA ( 134 ) REC
humana, y no la raza humana: solamen- rar; ejecutar es cumplir una cosa confor-
te para denotar las malas inclinaciones me al plan que antes se habia formado.
de una persona, decimos que es de mala Así, pues, realizar hace relación á las
raza; pero aun en este caso aplicamos apariencias; efectuar á algún empeño, y
á la persona lo que creemos propio de ejecutar á un designio.
(March.)
los brutos, y hablamos en sentido fi-
gurado.
i R E B E L D E.,, INSURGENTE.—El insurgente
Una especie puede comprender dife-
usa de su derecho, de su libertad para
rentes razas, y por eso decimos.—¿Qué
levantarse contra una empresa de agre-
especie de animal es éste?—Un perro.—
sión ú opresión, privación de sus leyes,
¿De qué raza?—Lebrel.
&c. ; el rebelde abusa de sus medios
La palabra cosía nos indica únicamen-
para levantarse contra una autoridad
te las diferencias accidentales que ofre-
legítima.
ce la especie humana en sus individuos,
y que forman, por decirlo así, otras tan- El insurgente hace pues una acción
tas clases diferentes. Mas como estos legítima ó legal, y el rebelde una acción
accidentes no constituyen especies di- perversa y criminal. El primero se arma
versas, pues consisten únicamente en el contra la opresión y en defensa de la
color, en las variaciones del pelo, & c , patria; el segundo por sus fines parti-
nunca podrá usarse de la palabra casia culares y contra el gobierno legítimo.
como sinónimo de raza ó de especie. Aquel resiste al poder enemigo, este
Ademas, la palabra casta parece que in- ataca al poder tutelar. De aquí la di-
dica siempre falta de civilización ó de ferencia absoluta entre insurrección y re-
cultura, ó degradación de facultades in- belión.
(March.)
telectuales, &c.
Como la palabra casta designa las di- R E C I B I R , A C E P T A R . — liecibimos lo que
ferencias accidentales, y éstas nos indi- nos dan ó nos envían: aceptamos lo que
can muchas veces las inclinaciones na- nos ofrecen.
turales ó adquiridas, nos valemos de Se reciben gracias, se aceptan ser-
ella para expresar la bondad intrínseca vicios.
que cada especie de animales recibe de Recibir excluye simplemente la ne-
su origen. Así decimos:—"Este perro gativa ó acto de rehusar. Aceptar pa-
es de buena casta;" y por extension rece indicar un consentimiento ó una
para manifestar el recelo que nos inspi- aprobación mas expresa.
ra una persona, despreciable al mismo Debe uno siempre mostrarse agrade-
tiempo, decimos también: "¿qué casta cido á los beneficios que haya recibido.
de pájaro es éste?" No se debe desechar jamas lo que se ha
(G, dB la Cortina. : aceptado.
(Marck.)

REALIZAR, EFECTUAR, EJECUTAR.—Es R E C L A M O , SEÑUELO.—Ambas voces en-


cumplirlo que se habia tenido por mira cierran la idea de atraer por medio de
anteriormente; pero cada uno de estos los sentidos, pero la primera la refiere
verbos indica este cumplimiento bajo al del oido; la segunda al de la vista:
diferentes puntos de vista. porque llamamos reclamo á la voz con
Realizar es cumplir lo que las apa- que una ave llama áotra de su especie;
riencias daban lugar de esperar; efectuar y por analogía damos el mismo nombre
lo que promesas formales hacían espe- no solamente al pájaro enseñado para
REC ( i; ) REG
que con su canto atraiga otros, sino miento. La gratitud es el reconocimiento
también al instrumento que sirve para de un buen corazón, de una alma gran-
llamar á las aves imitando su voz. de. El que se da prisa á pagar un ser-
Señuelo es una figurilla con alas que vicio generoso que le hicieron con otro
imita á una ave y sirve para engañar á servicio para quitarse el peso del reco-
las verdaderas y atraerlas al lazo. nocimiento, es un ingrato; y aquel rebo ·
El reclamo es un medio mas dulce, sa gratitud que no pagando su deuda ni
pues que se refiere al clamor: el señue- aun atreviéndose á desplegar sus labios
lo es mas material, pues que consiste en sobre ello, acompaña á su bienhechor
un objeto del arte, como lo indica su en sus placeres, rie en sus gozos, y llora
misma etimología, signulum, diminutivo en sus desdichas. El reconocimiento da
de signum. lo que debe, paga; pero la gratitud no
En sentido moral hacemos uso de am- cuenta lo que da, porque siempre debe.
bas voces con notable propiedad y ele- (A. Cienfuegos. )
gancia.
¡Con qué prontitud no acude un hom- RECTO, ÍNTEGRO.—El que no se separa
bre, dotado de ternura, al poderoso re- de la justicia, es recto; el hombre recto,
clamo de la voz de una mujer amable! considerado como inflexible y superior
¡Cuan dulce señuelo son los ojos de esta á la parcialidad ó al interés, es intsgro.
mujer cuando expresan una verdadera Esí-ecíoeljuezque, al condenar al reo,
pasión! no se deja llevar, ni de la violencia de
Y ciertamente, con dificultad podrán su genio inclinado al rigor, ni de la ex-
presentarse muchos ejemplos de aplica- cesiva bondad y sensibilidad de su co-
ción de voces mas ideológica ni mas fun- razón.
dada en las leyes de la naturaleza. El Es integro el que, al sentenciar una
oído y la vista; he aquí los dos medios causa, no escucha ni las sugestiones de
de atracción propios del hombre: solo la amistad, ni el influjo ó el temor del
los animales son atraídos por los demás poder, ni los estímulos de la codicia.
sentidos. (L. de la Huerta.)
(G. de la Cortina.)
REFUGIO, ASILO.—El refugio es un re-
RECONOCIMIENTO, GRATITUD.—El reco-
curso contra la aflicción, la indigencia ó
nocimiento es la memoria, la confesión
el riesgo. ElímVoes una protección,
de un servicio ó de un beneficio recibi-
una defensa contra la fuerza y la per-
do. La gratitud es el sentimiento, el
secución.
afecto inspirado por un beneficio ó por
El hospital es un refugio para los po-
un servicio. El reconocimiento conser-
bres; la Iglesia es un adío para los cri-
va la memoria de las cosas; es el ani-
minales.
mus memor de los latinos. La gratitud
conserva esta memoria en el corazón; Busca la nave un refugio en cualquier
es su gratus animus. Publicar un be- puerto, huyendo de la tempestad que
neficio es un acto de reconocimiento; la amenaza: busca en un puerto amigo
o neutral un asilo, huyendo de una fuer-
querer á su bienhechor es el acto pro-
za superior que la persigue.—(V. Aco-
pio de la gratitud. Basta ser justo para
gerse, Refugiarse.)
tener reconocimiento; pero es menester (L. de la Huerta.)
ser sensible para tener gratitud. El re-
conocimiento es el principio de ia gratitud., REGLA, REGLAMENTO.—La regla se re-
la cual es el complemento del reconoci- fiere propiamente á las cosas que se de-
REM ( 1 36 ; REP
ben hacer,y el reglamento al modo como i tenecen el primero al verbo mederi, que
deben hacerse. En la idea de aquella significa remediar, recuperar, restable-
entra alguna cosa que participa mas del cer; y el segundo al verbo medicor, me-
derecho natural, y en la idea de éste ; dicamentar, dar remedios, poner bajo un
alguna cosa que participa mas del dere- régimen. Elra?ie</ioesloquecura,loque
cho primitivo. restablece, lo que recobra la salud. Me-
La equidad y la caridad deben ser dos i dicamenlo es lo que se prepara, y admi-
grandes reglas de la conducta de los nistra y emplea como remedio; lo que se
hombres; ellas tienen hasta derecho pa- aplica para que cure. El remedio cura
ra derogar todos los reglamentos parti- el mal; el medicamento es un régimen en
culares. que se pone al enfermo como medio para
Se somete uno á la regla, se confor- ; que cure. El medicamento cura como
ma con el reglamento. Aunque aquella remedio. Se aplican medicamentos á un
sea mas indispensable, es sin embargo enfermo aunque su enfermedad no ten-
mas frecuentemente violada, porque es- ; ga remedio. Cuanto contribuye á cu-
timulan los pormenores del reglamento rar, es remedio; toda materia, todo misto
mas bien que las ventajas de la regla. preparado para que sirva de remedio es
(March.)
medicamento. Todo medicamento es es-
R E L A C I Ó N , ANALOGÍA.—Lascosas tienen pecie de remedio, ó se emplea como tal.
relación una con otra por una especie La naturaleza suministra ó sugiere los
de conexión entre sí ya sea de conse- remedios: la farmacia componey prepara
cuencia, de hipótesis, de motivo ó de los medicamentos. En la medicina el
objeto. Tienen analogía entre sí por medicamento se contrapone al alimento,
una mera semejanza en alguna de sus porque este se convierte en sustancia.
propiedades, ya sea en la forma, ya en el El remedio se opone propiamente al mal,
origen, en el uso ó en la significación. y anuncia un buen efecto, un alivio, un
(March.) bien, aunque no sea una cura completa.
(A- Cienfuegos.)
— Relativo ex-
R E L A T I V O , RESPECTIVO.
prime la referencia de una cosa á otra REPOSO, DESCANSO.—El reposo, en su
en cuanto la una conviene, se aplica ó sentido físico, significa intermisión del
pertenece á la otra. Respectivo expri- trabajo ó fatiga, y en este sentido es si-
me la proporción en que una cosa de- nónimo de descanso, pero con esta dife-
terminada tiene el valor, la calidad, ó rencia, que el descanso supone mayor
cualquiera propiedad ó constitutivo que lasitud, mayor necesidad de reparar las
es común también á otras. fuerzas perdidas, y una fatiga mas in-
mediata; reposo supone menor cansan-
Esta proposición es relativa al asun-
cio, ó menos inmediato, y tal vez una
to de que hablamos ayer. Los pobres
situación de pura comodidad, ó que su-
suelen ser respectivamente mas felices
pone una fatiga muy remota.
que los poderosos.
Después de haber corrido es indis-
Todo hombre tiene su respectivo amor
pensable el descanso. Con el tiempo,
propio, relativo á la pasión que le do-
la paciencia y el reposo, se curan mu-
mina.
(L. de la Huerta.) chos males.
Después de pasear, descanso con gus-
R E M E D I O , MEDICAMENTO.—Estas pala- to; después de comer, reposo un poco.
bras son dos sustantivos latinos que per- El rico sedentario reposa blandamente
REP ( lí 17 ) RES
sobre colchones de pluma, mientras el proceder, dirige sus acciones con sosie-
pobre labrador descansa sobre el duro go y moderación.
suelo, de las fatigas del dia. Después de haberle dejado hablar
(L. de la Huerta.) cuanto quiso, le respondió á todo con
mucho sosiego y dulzura, sin alterar, de
R E P O S O , QUIETUD, SOSIEGO, DESCANSO.
modo alguno, el reposo y la tranquili-
—Reposo es la falta de movimiento;
dad de su espíritu.
quietud la falta de acción; sosegarse es (L. de la Huerta.)
recobrar el reposo; descansar recobrar i
la quietud. \ RESPONDER, CONTESTAR.—Contestar es
Lo que nunca se ha movido, no po- corresponder á lo que se dice ó se escri-
demos decir que está sosegado, sino que be, haciendo ver que se ha oido ó se ha
reposa; así como no podemos decir que ¡ leido, se ha escuchado, se ha entendido.
descansa, sino aquello que ha estado in- Responder es satisfacer á las preguntas
quieto; es decir, aquello que ha tenido que se hacen, dar solución á lo que se
una acción violenta. Por esto la agita- propone, entrar en materia sobre la dis-
ción de ánimo que nos hace obrar vio- cusión ó asunto de que se trata.
lentamente, se llama inquietud; por esto No solo no me ha respondido á las
el que se había agitado mucho, sea con preguntas que le hice, pero ni aun me
ejercicios corporales, sea con trabajos ha contestado.
de espíritu, ó con pasiones de ánimo, Una carta de pascuas no exige mas
decimos que descansa. que una simple contestación.
Como todo animal que descansa gra- Al que da una orden, se le contesta;
vita mucho mas que antes de cansarse; al que pide informe, se le responde.
(L.de la Huerta.)
en el lenguaje vulgar, por analogía se
ha llamado descansar á lo que propia-
RESPUESTA, RÉPLICA.—La respuesta se
mente debe llamarse gravitar. Una pi-
hace á una pregunta ó cuestión; la ré-
rámide ó una estatua decimos que des-
plica á una respuesta, queja ó repren-
cansa sobre un pedestal: es decir, que
sión. La respuesta debe ser clara, su-
gravita sobre él.
(Jonama.) cinta; la réplica fuerte y convincente.
Hay mas mérito en callar al oir una
REPOSO, SOSIEGO.—Significan en el sen- prudente reprimenda y aprovecharse de
tido moral, quietud, tranquilidad, sere- ella, que en contestar con una réplica.
nidad de ánimo, pero con esta diferen- Los escolásticos enseñan á proponer di-
cia: la idea del reposo excluye absoluta- ficultades extravagantes y á dar también
mente toda acción; la voz sosiego no la respuestas extrañas.
excluye, antes bien supone muchas ve- Respuesta tiene mas extension que
ces la moderaciony tranquilidad del áni- réplica. Se responde á las cuestiones de
mo durante la acción. Y así reposo ex- las personas que se informan, á las pre-
plica solamente la tranquila situación guntas de las que esperan gracias ó ser-
del ánimo; y sonego extiende su rela- vicios, á los interrogatorios de los jue-
ción á la tranquilidad, que el estado de ces, á los argumentos que se proponen
un ánimo sereno comunica á las accio- en las escuelas, á las cartas que nos es-
nes exteriores. criben, á las dificultades que nos pro-
El hombre prudente, que quiere con- ponen, &c.
servar el reposo de su espíritu, y tran- Réplica es mas limitado; supone una
quilidad de su ánimo, es sosegado en su disputa por opiniones ó por diferentes
18
RID ( 138 ) ROS
pareceres que se siguen, en los cuales RIQUEZA, OPULENCIA.—La abundancia
hay partidos ó intereses opuestos. de bienes es la idea que hace sinónimas
Se hace una réplica á la respuesta de estas dos voces; pero la opulencia la re-
un autor á quien se ha criticado; alas presenta de un modo absoluto: la rique-
reprimendas de aquellos cuya correc- za representa una abundancia relativa.
ción no queremos seguir, y á los discur- Cuando decimos que un hombre es
sos del abogado de la parte contraria. opulento, damos la idea de una grande
Se debe enseñar á los niños á dar en abundancia, sin hacer relación mas que
lo posible respuestas claras, sucintas y á ella misma. Pero si decimos que es
juiciosas, y hacerles conocer que les será rico, damos una idea de la abundancia
mas provechoso, honorífico y prudente, de bienes relativa á su estado, á su ca-
escuchar callando que replicar. lidad, á sus circunstancias.
(March.) De un artesano industrioso, que ha
adquirido algún caudal con su trabajo,
RESTOS, ESCOMBROS, RUINAS.—Estos se dice que es rico, porque lo es relati-
tres vocablos significan en general los vamente á su estado, y en comparación
restos dispersos de una cosa destruida, de los demás de su cía je; pero no se
con la diferencia, que restos y escombros dirá con propiedad, y sin exageración,
no se aplican sino á los edificios, y que que es opulento.
minas supone también que el edificio ó De aquí es, que vivir con opulencia,
edificios destruidos son de considera- no es solamente gozar de las comodida-
ción. Se dice los restos de un navio, des que proporciona la riqueza á cada
los escombros de un edificio, las ruinas uno, según sus circunstancias; sino vi-
de un palacio ó de una ciudad. vir con el lujo, lucimiento y ostenta-
Escombros nunca se dice sino en sen- ción, que dan idea de una grande abun-
tido propio; restos y ruinas se usan en dancia y sobra de bienes.
b ntido figurado; pero ruinas en este (L. de la Huerta.)
caso, se emplea mas veces en singular
que en plural. Los restos de una fortu- ROMPER, QUEBRAR.— El verbo romper
na brillante; la ruina de un particular, tiene una significación mas extensa, por-
del estado, de la religion, del comercio. que se aplica á toda acción, por medio
(March.) de la cual se hace pedazos de cualquier
modo un cuerpo; pero quebrar supone
RIDÍCULO, RISIBLE.—Ridículo es lo que que la acción se ejerce determinada-
debe hacer reir, que no puede dejar de mente en un cuerpo inflexible ó vidrio-
mover la risa. Risible es lo que puede so, y de un golpe ó esfuerzo violento.
hacer reir, pero puede no mover la risa. Se rompe un papel, una tela; pero no
Risible se toma en buena y en mala par- se quiebra como una taza, un vaso.
te; pero ridículo se toma siempre en (L. de la Huerta,)
mala parte. Hay cosas que hacen reir,
porque son despropositadas, inmodera- ROSTRO, CASA, PAZ, SEMBLANTE.—Ros-
das, desordenadas;, y estas son risibles y tro se dice de los racionales splamente.
ridiculas. Hay cosas que deben hacer Cara se aplica á estos, lo mismo que
reir para llenar su destino, su objeto, su á los animales y aun á las cosas, y es,
fin; y estas son risibles, y no ridiculas: por decirlo así, mas material que rostro,
su objeto es el ridículo. pues aquella indica solamente la parte
(A. Cienfuegos.) anterior de la cabeza, desde el principio
ROS ( i: ) ROT
de la frente hasta el extremo de la bar- mas á indicar la exterioridad del todo
ba; y éste indica las facciones modifica- prescindiendo de las partes, como se ve
das ya de un modo, ya de otro, lo que cuando decimos ά la faz del mundo en­
no puede verificarse sino en el hombre. tero, esto es, delante ó en presencia de
Por esta razón decimos cara de burro, todos: en paz y en faz (ó en haz, que es
cara de mona, y no rostro de burro ni lo mismo), esto es, pública y pacífica-
de mona, porque en este caso atende- mente: á prima faz, esto es, á la pri-
mos únicamente á la figura material de mera vista: la/a« del sol, de la luna & c ,
las partes comprendidas en la cara. Si esto es, la figura con que se dejan ver
decimos que una persona se cubrió el la luna y el sol, &c.
rostro, hacemos concebir la idea de la Llamamos semblante á la manifesta-
vergüenza, del pudor ó del dolor; y si ción de algún afecto del ánimo en el
decimos que se cubrió la cara, no indi- rostro; por consiguiente la palabra sem-
camos mas que el deseo de que no fue- blante se refiere á lo moral mas bien que
se vista. En sentido figurado nos ser- á lo físico. Así decimos componer el
vimos de la palabra cara para denotar semblante, esto es, disimular la turba-
la presencia de una persona y decimos ción ó inquietud, y aparentar seriedad,
—se le dije cara á cara: nunca le he vis- serenidad ó modestia, &c. Mudar de
to la cara: guardar, huir la cara, &c.
semblante, esto es, manifestar en el ros-
En todos estos ejemplos se ve que la
tro alteración causada por un afecto del
palabra cara, denota, como hemos di-
alma. Igual uso tiene la palabra sem-
cho, el efecto puramente material que
blante en sentido figurado, pues cuando
causa en nuestra vista el modo de pre-
decimos, "las cosas han mudado de sem-
sentarse las partes que componen lo que
blante," queremos decir que variaron
llamamos cara, y por eso decimos cara
las circunstancias, y por consiguiente
de pascua, cara de pocos amigos, cara
deben variar los efectos que de ellas se
de vaqueta, cara de vinagre, & c , y aun
esperaban.
nos valemos de esta voz para expresar (G. de la Orríina.)
la superficie ó frente de muchas cosas,
como—galon de oro de (ios caras,\acara ROTO, ROMPIDO, QUEBRADO.—limo es el
de un palacio. Finalmente, nada pue- participio pasivo irregular de romper; y
de dar una idea mas exacta de la dife- rompido es el participio pasivo regular
rencia que hay entre cara y rostro, que del mismo verbo; pero ofrecen diferen-
las expresiones usuales y comunes—la- cias notables.
varse la cara, y caérsele á uno la cara
Rompido indica violencia, esfuerz ;
de vergüenza.
de parte del que rompió, y resistencia
La/az, cuando se usa en lugar de cara de parte de la cosa rompida.
es su sinónimo perfecto, pues no existe Lo roto puede serlo sin que en ello
entre ambas palabras mas diferencia, que haya tenido parte la fuerza ni la resis-
la material de sus respectivas etimolo- tencia, en el sentido en que hablamos.
gías. Cara se deriva de chara ó che- Por eso decimos—este vestido está roto;
ra {*)•>¥fazde fades. Pero esta última esto es, lo está por el uso, y no porque
se aplica con mas frecuencia y propiedad se haya intentado romperlo violenta-
al aspecto exterior de todas las cosas, mente. Llamamos roto á un hombre
y por 'so decimos superficie, que es lo andrajoso: decimos que nunca falta un
mismo que sobrefaz. La faz se limita roto para un descosido, y en ambos ejem-
{*) Mr. Minage deriva la palabra cas-a déí griego kara. plos nos valemos del adjetivo roto, que
SAB ( 140 ) SAC
nos da la idea indicada. En sentido fi- malos caminos á fin de desviarse de
gurado decimos—un maniroto, hablan- ellos.
do de un disipador del dinero, como si Parece que la sabiduría es mas ilus-
dijéramos—"su mano está ya tan rota, trada, y que la prudencia es mas reser-
que no puede contener lo que toma en vada.
ella." Si en el primer ejemplo llamáse- El sabio emplea los medios que le pa-
mos rompido al hombre andrajoso, y en recen propios para el buen éxito de lo
el segundo dijéramos manirompido, da- que desea y se conduce por la luz de
ríamos á entender que aquel se había la razón. El prudente toma el camino
fracturado los huesos, y que éste tenia que cree mas seguro, y no se expone á
fracturada ó inutilizada una mano. andar por el que le es desconocido.
Tanto lo roto como lo rompido y lo Un antiguo dijo: que es propio de la
quebrado, ofrece la idea de la separación sabiduría no hablar sino de lo que se
de sus partes; pero indican no solamen- sabe perfectamente; sobre todo, cuan-
te diferentes modos de efectuarse esta do uno quiere hacerse estimar puede
separación, sino también otras varias añadirse á esta máxima: que es propio
circunstancias que pertenecen al todo de laprudencia no hablar sino de lo que
de la acción; por ejemplo; diciendo que puede agradar, principalmente cuando
fué necesario romper tal puerta, damos á uno desea hacerse estimar.
entender, que se empleó la fuerza; que \_March.)
la puerta ofrecía resistencia; que era de
materia sólida y fuerte; que la intención SABIO, DOCTO, ERUDITO.—Sabio, se lla-
era facilitarse el paso; que todo esto fué ma en general todo el que sabe profun-
damente alguna cosa; y se aplica co-
efecto de la voluntad, & c ; pero si dijé-
munmente á los que profesan las cien-
ramos que se quebró la puerta, no da-
cias. Docto, se aplica particularmente
ríamos á entender nada de esto: haría-
á los que profesan las facultades. Eru-
mos concebir únicamente una idea ais-
dito, no supone ni la ciencia profunda
lada, producida tal vez por la casuali-
del sabio, ni ladoctrina profunda del doc-
dad, sin objeto determinado, y sin nin- to, sino una vasta noticia de conocimien-
guna consecuencia. tos literarios, que requiere mucha lec-
Cuando decimos que una cosa se quie- tura, actividad, curiosidad y memoria.
bra, damos á entender que es dura, re- Un gran teólogo es docto. Un gran
sistente, y que sus partes estallan mas mineralogista es sabio. Un compilador
ó menos al desunirse. Se quiebra un es erudito.
vaso, un palo, & c , y no decimos que (£. de la Huerta.)
se quiebra un hilo, un lienzo, un vesti-
do, &c. SACRIFICAR, INMOLAR.—En sentido reli-
(G.dela Cortina.) gioso, se sacrífica cualquiera cosa: no
S se inmolan sino víctimas, haciendo sa-
crificio sangriento de seres animados.
SABIDURÍA, PRUDENCIA.—La sabiduría El objeto sacrificado se dedica á la di-
hace obrar y hablar oportunamente. La vinidad; el inmolado se destruye ó ani-
prudencia impide obrar y hablar fuera quila en honor de ella. El verbo inmo-
de tiempo. La primera para conseguir lar viene de mola, nombre de la pasta ó
sus fines procura descubrir el buen ca- masa sagrada que se ponia en la cabeza
mino para seguirlo. La segunda para de la víctima antes de degollarla.
no errar el golpe, trata de conocer los Los perseguidores del cristianismo al
SAG ( 1 1 ) SAL
principio de éste obligaban á los cris- SAGAZ, ASTUTO.—El sagaz penetra con
tianos á hacer sacrificios en honor de sutileza lo que es difícil de conocer ó
los falsos dioses, no haciéndoles inmo- descubrir. El astuto oculta con arte ma-
lar animales, sino únicamente exigien- liciosa los medios de que se vale para
do de ellos un acto de culto, como el lograr sus intentos.
de riuemar incienso, probar las carnes El primero se aplica á buena ó mala
sagradas, &c. parte, el segundo supone siempre ma-
Arístides se sacrifica por su patria licia.
sirviéndola aun contra sí mismo, á pe- El perro es sagaz: la zorra es astuta.
sar de lo ingrata que para él ha sido. Co- El juez debe ser sagaz para descu-
dro se inmola por ella, alcanzando la brir los enredos de un ratero astuto.
victoria sobre sus enemigos, á costa de (L. de la Huerta,.)
una muerte obscura é innoble.
Es la virtud un sacrificio continuo de SALARIO, ESTIPENDIO, HONORARIO. -—
sí mismo; y el hombre no es jamas sino Salario es lo que se satisface á los
una víctima inmolada cada dia. criados por el servicio que hacen á sus
El que se acostumbrare á sacrificar to- amos.
dos los dias alguna cosa de sus propios Estipendio el que se paga á las perso-
intereses, de sus gustos, ó de sus place- nas que tienen empleo ó dignidad por el
res, llegará en fin á inmolarse, á sufrir estado.
las mas duras privaciones, y á hacer los Honorario lo que se paga ó abona á un
mayores sacrificios sin esfuerzo alguno. maestro por la enseñanza de una cien-
cia ó arte liberal.
Veránse también padres que se sacri- {March.)
fican por sus hijos viviendo únicamen-
te por ellos; pero, ó tiempos! ó costum- SALARIO, ESTIPENDIO, SUELDO, SOLDA-
bres! en nuestros dias se mira esto como DA, HONORARIO.—No me parece muy
una locura. En todas partes se ven pa- exacto lo que dice March acerca de al-
dres que por vanidad mas bien que por gunas de estas voces.
predilección, inmolan á favor de un pri- El salario es la cantidad fija de dine-
mogénito todos los demás hijos, priván- ro que un amo da á su criado en remu-
doles de unos derechos justos y legíti- neración del servicio mecánico de éste.
mos que les concedió naturaleza. La voz salario se deriva de la latina so-
(March.) larium, y ésta de sal, porque fué cos-
tumbre antiguamente dar en pago á los
SAGACIDAD, PERSPICACIA.—Es la saga- sirvientes domésticos una cantidad fija
cidad la excelencia de un entendimien- de sal.
to tan despejado, que distingue sin di- Estipendio es la cantidad, estipulada
ficultad alguna hasta lo mas confuso: de antemano por un trabajo cualquiera,
perspicacia es la penetración de un en- y así lo demuestra claramente su eti-
tendimiento tan sutil, que adquiere el mología, pues se deriva de stare y de
conocimiento perfecto de lo que hay pondus, estar ó atenerse al peso, ó á la
menos penetrable, ha, sagacidad es pe- cantidad convenida para pago.
netrante, ve de lejos, adivina, prevé; la Sueldo, es la cantidad con que el es-
perspicacia nada deja por descubrir, ve tado paga á sus empleados, esto es, la
á fondo, manifiesta la evidencia. recompensa pecuniaria del trabajo des-
(March.) empeñado en servicio de la sociedad.
SAN ( 142 ) SEC
Soldada es el complemento de pago dad, no vean mas que los mejores ejem-
convenido por servicio mecánico. El plos, y no reciban sino las instituciones
significado de estas dos últimas voces mas saludables.
está fundado en la etimología. Soldada (March.)

se deriva de la latina solídala, y ésta de


solidus, entero, moneda de que usaron los SATISFECHO, CONTENTO.— Aunque am-
romanos, llamada así porque era de va- bos términos expresan cierta tranquili-
lor entero ó redondo, á distinción del dad de ánimo respecto del objeto de su
sueldo que inventaron después, cuyo va- deseo, el contento manifiesta cierta tran-
quilidad que está mas en el corazón. Sa-
lor era quebrado por contener una frac-
tisfecho es mas propio de las pasiones;
ción. Solidare, y solidatus son las eti-
así es que uno está satisfecho cuando ha
mologías de las voces castellanas sol-
conseguido lo que deseaba, aunque á ve-
dar, solidar, soldado, &c.,y por eso de-
ces puede tener mas inquietud después
cimos que un hojalatero suelda una pie-
de estar satisfecho por parte del objeto
za cuando la hace entera uniendo las
deseado. No siempre por estar satisfe-
partes ó porciones de que debe cons-
cho se está contento.
tar. Entonces la pieza queda soldada ó
completa, En suma; está uno satisfecho cuando
ha conseguido lo que deseaba; está con-
Honorario es la cantidad de dinero
tento cuando nada le queda que desear.
que se da á un médico, á un abogado,
á un maestro científico, &c, en remu- La posesión debe dejarnos siempre
neración del trabajo intelectual, aun satisfechos; pero solo el gusto y el goce
cuando no se haya estipulado de ante- tranquilo de lo que ya poseemos, podrá
mano, ni se halle sujeta á regla alguna. dejarnos enteramente contentos.
La voz honorario hace concebir la idea Un literato laborioso nunca puede es-
de la nobleza y excelencia tanto del mo- tar satisfecho de su trabajo, aunque esté
tivo del pago, como de la persona que contento de la elección de la materia que
lo recibe. ha preferido.
(G.dela Cortina.) (March.)

SANO, SALTJBLE, SALUDABLE.—Las co-


SECAR, ENJUGAR.—Uno y otro expliean
sas sanas no dañan; las salubles hacen en general la acción de extraer la hume-
dad de un cuerpo; pero enjugar repre-
bien; las saludables salvan de algún pe-
senta una idea mas limitada, y se aplica
ligro, de algún mal, de algún perjuicio;
mas propia y exactamente, cuando se
así, pues, los tres están en graduación.
trata de poca humedad. Lo que está
Es interés del gobierno que los sitios
mojado, se seca; lo que está húmedo, se
destinados á la educación pública estén
enjuga.
en situación sana, que los alimentos de
la juventud sean mas bien salubles que La ropa que la lavandera saca moja-
delicados, y que nada se economice por da del rio, se seca al sol; pero es preci-
administrar á los enfermos los remedios so casi siempre enjugarla después en
mas saludables. casa, porque regularmente viene algo
húmeda.
Pero lo que es también importantísi-
mo, es inspirarles la doctrina mas sana, Se seca una fuente, un estanque, no
en cuanto á religion y costumbres, y se enjugan. Se enjuga el sudor, los ojos
que sobre sus deberes para con Dios, la húmedos del llanto, no se secan.
patria y las diferentes clases de la socie- (L. de ta Huerta.)
SEN ( 1 13 ) SEN
SECRETO, RESERVA.—Guarda secreto el tenece también al sugeto; pero nace en
que calla lo que no debe decir. Tiene algún modo de la reflexion: no es opues-
reserva el que no dice, ni aun aquello to sino á lo afectado ó buscado; el inge-
que no está obligado á callar. nio solo conoce sus límites.
El secreto es un silencio que nos im- Todo pensamiento sencillo es natural;
pone la obligación, ó la necesidad. La pero el natural no es sencillo.
reserva es un silencio á que nos inclina (March.)
la prudencia ó la desconfianza.
El hombre de bien debe guardar con SENDA, VEREDA.—Igualmente significan
la mayor exactitud el secreto que se le el camino estrecho y poco trillado, di-
encarga. El hombre prudente debe ha- ferente del real. Pero vereda no deja
blar con la mayor reserva con personas de explicar mas positivamente un cami-
que no conoce. no algo mas ancho y frecuentado, una
(L. de la Huerta.) comunicación mas conocida y hecha
mas de intento, para servir de atajo ó
SEMEJANTE, PARECIDO.— La conformi- travesía. Senda da idea de un camino
dad de figura, de calidad, de propieda- mas estrecho, menos conocido, cuyo
des, y de otra cualquier especie de cir- uso se debe mas al acaso ó al abuso,
cunstancias que hay entre dos cosas di- que al arte y al cuidado. Senda es siem-
ferentes, es la idea común que correspon- pre un camino para la gente de á pié;
de á estos dos adjetivos; pero semejante por las veredas pueden muchas veces ir
la explica de un modo absoluto, como carros. Una senda puede no conducir
existente, real y verdaderamente en la á parte alguna, una vereda sirve siem-
cosa misma: parecido la explica de un pre de comunicación. Las líneas que
modo relativo, esto es, con relación á dividen las heredades, forman sendas,
nuestra percepción, al efecto material que muchas, ó las mas veces, no sirven
que causa en nuestra vista, y al juicio
de veredas.
que ésta nos hace formar de la semejan-
De aquí es, que á los conductores de
za. Triángulos semejantes. Retrato pa-
los Despachos del Consejo real se les
recido.
llama verederos, y al Despacho vereda,
De aquí es, que semejante se puede con alusión á los caminos de travesía
aplicar con igual propiedad á lo físico y por donde andan, para ir á los pueblos
á lo moral; pero parecido solo conviene separados del camino real; y á los que
con propiedad á lo físico, esto es, á andan extraviados por pasos no conoci-
aquellos objetos de cuya semejanza pue- dos, se les llama asendereados, con alu-
de juzgar materialmente nuestra vista.
sión á los caminos que no conducen á
Un color semejante ó parecido. Una lugar ó punto conocido.
virtud, una autoridad semejante. (L. de la Huerta.)
(L. de la Huerta.)
SENSACIÓN, SENTIMIENTO.—Las impre.
SENCILLO, NATURAL.—Son dos adjetivos siones que el alma recibe de los objetos
que califican los pensamientos y las ex- se llaman sensaciones y sentimientos. Si
presiones relativas á la naturaleza del me aplican una ascua sobre Ja piel ten-
sugeto. dré sensación y sentimiento de dolor. Una
Lo que es sencillo nace del sugeto y flauta produce en mí una sensación agrá-
sale sin esfuerzo; es lo opuesto de lo re- dable, y un sentimiento de melodía.
flexivo, y solo lo inspira el sentimien- Sin embargo no es lo mismo sensación
to del hombre. Lo que es natural per- que sentimiento. Cuando los objetos es-
SEN ( 144 ) SER
tan presentes decimos que hacen sensa- cil de cortar, de penetrar, de ser afec-
ción, y que producen sentimiento: cuan- tado.
do están ausentes solo pueden producir (A. Cienfuegos.)

sentimiento por el recuerdo de las sensa-


SEPARAR, APARTAR.—Se separa lo que
ciones pasadas. La sensación se refiere
está unido, mezclado, ó hace parte de
mas bien á la acción de los objetos: el
un todo. Se aparta lo que toca, está
sentimiento no es mas que la percepción
junto, ó próximo á otra cosa.
del alma, ó el resultado de la sensación.
Se separa la paja del grano; se apar-
Nunca decimos hacer sentimiento, sino
ta el pañuelo de la cara. Se separa el
producirlo, causarlo, originarlo; porque
alma del cuerpo; se aparta una piedra
el sentimiento es una operación puramen-
que impide el paso.
te pasiva, que puede muy bien tener (L.de la Huerta.)
una causa, pero no un agente.
Hay sensaciones agradables y desagra- SER, ESTAR.—Al latino esse corresponden
dables; pero no sensación de distancia, dos verbos castellanos, ser y estar.
de tamaño, de igualdad, de dependen- No falta quien los confunda usando
cia; porque estas no son mas que ideas indistintamente del uno y del otro; sin
generales, y la sensación no puede ser embargo en pocas voces está el uso
hecha sino por un cuerpo real y exis- mas decidido.
tente: en tal caso diremos, por ejemplo, Al que es malo se le aborrece: al que
sentimiento de tamaño, producido por la esta malo se le tiene lástima. Las cosas
comparación de dos ó mas sensaciones. que están altas se pueden bajar: las que
Al efecto que produce en mí una mala son altas se rebajan. El mármol es duro:
noticia le llamo sentimiento; porque no el pan esta blando. Un verso puede ser
es el sonido de las palabras el que me lleno: un cántaro puede estarlo: una
afecta, sino la multitud de consideracio- casa puede á un mismo tiempo ser fría
nes que se ofrecen inmediatamente á y estar caliente. .
mi espíritu, aunque yo no las distinga. De estos ejemplos se colige el verda-
El sentimiento puede ser físico ó mo- dero oficio de los dos verbos y su dife-
ral; esto es, puede proceder inmediata- rencia sinonímica.
mente de una sensación, ó ser el resul- Ambas convienen en indicar la co-
tado de una combinación del espíritu. existencia de dos ideas; es decir, en de-
También puede ser agradable ó desagra- notar que el atributo de la proposición
dable; pero cuando no va acompañado de está comprendido en el sugeto: cuando
ningún adjetivo que lo modifique, siem- digo que el pan está tierno, la idea de
pre se entiende que es de esta última este adjetivo se encierra en la del pan:
clase. si digo que el mármol es duro, en la idea
(Jonama.) de mármol comprendo la de dureza.
La diferencia consiste en que la co-
SENSIBLE, TIERNO.—Sensible es lo que existencia denotada por el verbo ser es
es capaz de hacer impresión en los sen- por la naturaleza del sugeto, y la que
tidos, ó de recibirla. Una cosa que ve- denota el verbo estar es accidental. El
mos por los sentidos ó por la razón, es hombre es débil por naturaleza: está dé-
sensible en la primera acepción; y un ob- bil nor enfermedad: un mismo tintero
jeto que es susceptible de sensación ó de no puede ser sino grande ó chico; pero
sentimiento, lo es en la segunda. Tier- puede estar lleno ó vacío.
no es lo contrario de duro, lo que es fá- (Jonama.)
SER ( 145 ) SER
S E R , E X I S T I R , SUBSISTIR.—Ser conviene ι absolutamente,sino limitadamente el de
á toda clase de objetos, sustancias ó mo- la personaque sirve sin libertad, como el
dos, y á todas las maneras de ser, ya esclavo. Esta es la idea que explica la
reales ó ideales, ó calificativas ó relati- voz servitus, que igualmente significa es-
vas. Existir no se dice sino de las sus- clavitud.
tancias, y solo para indicar el ser real. Solamente hablando del servicio de
Subsistir se aplica igualmente á sus- ! palacio está recibida la voz servidum-
tancias y á modos, pero con cierto res- j bre, pero en muy diferente sentido; por-
peto á la duración de su ser, cosa que que no representa el servicio, sino el
no expresan los dos primeros términos. conjunto de personas empleadas en él
Se dice que son, hablando de formas, eu actualidad.
de las acciones, del arreglo, del movi- | La servidumbre del rey; la servidum-
miento y de todas las relaciones. Se j bre de los señores infantes.
dice que existen, tratando déla materia, Un criado no dirá nunca, hablando
del espíritu, de los cuerpos y de todos del acto ό ejercicio de servir á su amo,
los seres reales. Se dice que subasten, que ha estado en su servidumbre; ni un
hablando de los estados, de las obras, oficial á quien el rey ha concedido un
de los negocios, de las leyes y estable- buen retiro, ó una buena pension, dirá
cimientos que hay. que aquel es el fruto de su servidumbre,
E l verbo ser sirve comunmente para sino de sus servicios.
indicar el acontecimiento de alguna mo- Con relación á esta rigurosa propie-
dificación ó propiedad en la cosa: el dad, sfc llama en el estilo forense servi-
existir no es de uso sino para expresar dumbre, y no servicio, á aquella carga,
el acontecimiento de la mera existencia, ó incomodidad forzosa, con que está
y se usa el de subsistir para designar un gravada una hacienda, y debe sufrir in-
voluntariamente su poseedor.
suceso de duración que corresponde á
esta existencia ó esta modificación. ( £ , de la Huerta.)

Así, pues, se dice que el hombre es in-


constante: que no existe el ave fénix: que S E R V I D U M B R E , ESCLAVITUD.—La escla-
lo humano subsiste poco. vitud es mas dura que la servidumbre.
(March.'} Ésta impone un yugo; aquella una ca-
dena. La servidumbre oprime la liber-
S E R V I C I O , S E R V I D U M B R E . — S i es la ser- tad', la esclavitud la destruye. En aque-
vidumbre el acto ό ejercicio de servir, no lla no tiene el hombre nada suyo; en
habrá diferencia entre estas dos voces; ésta el hombre es todo de otro. Redu-
pero la voz latina que corresponde á cido uno al estado de servidumbre queda
cada una de ellas, hace ver su diferen- como inferior á la especie humana, y en
cia, tanto en el sentido recto, como en la esclavitud abatido hasta la condición
los secundarios. de los animales domésticos. La servi-
A mí me parece que el servicio no dumbre humilla; la esclavitud embrute-
solo es el acto, sino también el ejerci- ce. E n resumen, la esclavitud es la mas
cio déla persona libre que sirve por con- dura de las servidumbres. Bajo este con-
venio ó interés, como el criado, ó por cepto, la servidumbre indica particular-
gusto ó complacencia, como el amigo; y mente el estado ó la condición del que
á esto corresponde la voz latina servi- está sujeto á servir á otro, trabajando á
tium. La servidumbre no es el acto, sino favor suyo, y vivir para provecho del
solo el ejercicio de servir, ni el ejercicio amo ó del señor. La palabra esclavitud
19
SEV ( 146 ) SIE
significa que no está libre, ó que está Según el uso se dice: la severidad de
encadenado. Así, pues, la esclavitud es costumbres, elrigorde la razón.
en todos sentidos contraria á la libertad (March.)
personal. Esta palabra indica propia-
mente el estado desdichado del hombre SIEMPRE, CONTINUAMENTE.—Lo que se
despojado de sus derechos sagrados, y hace siempre se hace en todo tiempo y
la otra la condición servil del hombre en toda ocasión; lo que se hace conti-
sacrificado á los intereses de otro. nuamente se hace sin interrupción y sin
(March.) descansar.
Es preciso preferir siempre su deber
SERVIR PARA, SERVIR DE.—Cervantes al placer. Es difícil estar continuamen-
usa el segundo como equivalente, ó si- te aplicado al trabajo. Para agradar en-
nónimo del primero, en la segunda par- tre amigos es preciso habíar siempre
te del Quijote, capítulo XX. " Y dos bien; pero no continuamente.
"calderas de aceite, mayores que las (.March.)
"de un tinte, servían de freir cosas de
"masa;" pero dudo que haya quien imi- SIEMPRE, PERPETUAMENTE, ETERNA-
te esta locución, porque servir para re- MENTE.—Hemos dicho que permanen-
presenta el uso á que se destina, ó en te es lo que dura siempre y sin altera-
que se emplea una cosa. La pluma sir- ción (*) : perpetuo y eterno es lo que dura
ve para escribir, los ojos sirven para ver; perpetua y eternamente.
pero servir de, representa la equivalen- Estos adverbios se diferencian en que
cia de una cosa respecto de otra, en siempre γ perpetuamente indican una du­
cuyo lugar se emplea, como si se dije- ración inmensa, ó solo infinita con res-
se: en lugar ó en vez de. Un sombrero pecto á nosotros ό á las cosas de que
suele servir de vaso, el suelo le sirvió de hablamos; y eternamente indica una du-
cama, el tambor le sirve de mesa; esto ración absolutamente infinita.
es, en lugar de vaso, de cama, ó de mesa. La eternidad es incomprensible: siem-
Y así en el ejemplo de Cervantes se pre y perpetuamente se refieren á un es-
substituyen las calderas, no á las sarte- pacio determinado, y pueden significar
nes, sino al acto mismo de freir. una duración muy corta, si se refieren á
(L. de la Huerta.) alguna cosa, cuya duración natural sea
también cortísima. Hay árboles siem-
SEVERIDAD, R I G O R . — L a severidad se pre verdes ó perpetuamente verdes; pero
halla principalmente en el modo dépen- no eternamente.
sai· y de juzgar; el rigor en el modo de Siempre indica mas bien la sucesión
castigar. La primera condena fácilmen- del tiempo no interrumpida: perpetua-
te sin admitir excusa; el segundo ni sua- mente se refiere á la existencia de algu-
viza la pena ni perdona cosa alguna. na cosa en que la otra, de que estamos
Los falsos devotos no tienen severi- hablando, se supone comprendida ó con
dad sino con los demás; prontos á vitu- la que tiene mucha relación.
perarlo todo, no cesan de aplaudirse á Por esto de un sugeto, que no hace
sí mismos. mas de ocho dias que visita continua-
El rigor no parece bien sino en las mente una casa, se dice qué ahora va
ocasiones en que el ejemplo es muy útil; siempre allí; y no puede decirse que va
en todo lo demás debe tenerse alguna perpetuamente. Al contrario, de una
consideración á la flaqueza humana. j (*) V. Durable, Duradero, Permanente, Estable.
SIL ( 147 ) SIM
planta se podrá decir que da irutoperpe- contribuye con su hipocondría á dismi-
tuamente; aunque no lo dé masque por nuir el gusto, y la jovialidad de los de-
otoño, y de consiguiente no pueda decir- mas.
se con igual propiedad que lo da siempre. (L. de la Huerta.)
Una pension dura nempre si nunca la SIMULACRO, FANTASMA, ESPECTRO.—Si-
quitan ni la suspenden: es perpetua sien- mulacro significa no solo lo que es se-
do para toda la vida. mejante, del latino similis, sino también
Los condenados padecerán siempre lo que es simulado, fingido, contrahe-
porque nunca tendrán alivio; perpetua- cho, del verbo simulare. Se han llama-
mente porque su pena durará tanto como do particularmente simulacros los ídolos
el mismo infierno; eternamente porque ó falsas representaciones de los falsos
nunca jamas tendrá fin. dioses; representaciones que no ofrecían
La misma diferencia hay entre las vo- otra cosa que formas imaginarias de las
ces permanente, perpetuo y eterno. Es divinidades. La imagen es una repre-
permanente lo que no padece alteración; sentación fiel de un objeto, y particu-
perpetuo lo que dura toda la vida, ó larmente es obra de la pintura; la esta-
mientras subsista otra cosa déterrai na- tua es la representación de bulto en re-
da; eterno lo que nunca se acabará, ó lieve de una figura, y pertenece á la es-
nunca tuvo principio. cultura; el simulacro es una representa-
(Jonama.) ción falsa ó tosca, informe, vana, que
no presenta sino un objeto desfigurado,
SIGNO, SEÑAL.—El signo da â conocer y si el objeto existe ó ha existido. Se
á veces es natural; la señal advierte y dice un simulacro de ciudad, de virtud,
siempre es arbitraria. &c, para indicar falsas ó vanas aparien-
Los movimientos del rostro son co- cias. El simulacro vano, el de un obje-
munmente signos de lo que pasa en el to no real, viene á ser sinónimo de es-
corazón; la campanada es una señal que pectro y de fantasma. Fantasma (voz
llama al canónigo á la iglesia. griega cuya raíz designa claro, lumino-
Con los mudos y sordos se explica so, aparente), se toma en filosofía por
uno con signos; y se conviene en cierta la imagen que le forma en la mente
señal para entenderse con los que es- cuando los objetos afectan nuestros sen-
tán lejos. tidos. En el uso común es una aparición
(March.) fantástica, esto es, imaginaria, obra de
la fantasía sin ninguna realidad. Aplí-
SILENCIOSO, TACITURNO.—Silencioso es case esta voz á todo objeto destituido de
el que habla poco y con moderación. realidad, y á todo pensamiento que ca-
Taciturno es el que habla poco y con rece de razón. Espectro es unafiguraex-
repugnancia. Aquel puede serlo con- traordinaria que vemos ó creemos ver;
tra su genio, por prudencia, por interés, pero figura horrible, espantosa. Se dice
por obligación; este lo es siempre por de los objetos que se aparecen, y de las
carácter, por hipocondría, ó por natu- personas desfiguradas que no parecen
ral inclinación al silencio. humanas en su figura. El simulacro es
Es el silencioso inútil en una sociedad la apariencia falaz de un objeto vano:
de gente divertida, porque contribuye fantasma es el objeto fantástico de una
poco por su parte á hacerla agradable; vision extravagante: espectro es la figu-
pero el taciturno es mas que inútil, es ra ó sombra de un objeto horrible y es-
gravoso, porque inspira desconfianza, ó pantoso. El simulacro nos engaña; la
SIN ( 148 ) SIN
fantasma nos rodea; el espectro nos per- traordinario. Propiedades raras, cualida-
sigue. des exclusivas, rasgos distintivos y úni-
(A. Oienfuegos.) cos forman lo singular; mientras que el
mas ó el menos, el exceso ό el defecto,
SINCERIDAD, FRANQUEZA.—El sincero no
la grandeza y la pequenez en todos sen­
oculta la verdad; pero el hombre fran-
tidos, y bajo toda especie de medidas,
co la dice secamente, desnuda, sin es-
caracterizan lo extraordinario. Lo sin­
tudio, sin reparo.
gular excluye comparación, lo extraor-
Si la verdad es desagradable, la sin- dinario la supone. Se llama singular la
ceridad disgusta, la franqueza ofende; ley que está sola en un título. Es sin-
porque aquella se combina fácilmente gular una lucha de hombre á hombre.
con la atención; pero ésta rara vez deja Es extraordinario en los juicios lo que
de andar acompañada de la impruden- no sigue el método ordinario de enjui-
cia, y en muchos casos no está muy dis- ciar. Llamábase tortura extraordinaria
tante de la grosería. la que no se aplicaba sino en ciertos ca-
(L. de la Huerta.)
sos. Un correo ó un embajador extraor-
SINCERO, INGENUO.— La sinceridad es dinario va encargado en un caso urgente
una virtud del que aborrece la mentira. de lo que en cualquier otro caso haría el
La ingenuidad es una calidad del que no correo ó el embajador ordinario. Lo un-
sabe mentir. gular es una especie de novedad; lo ex-
El sincero lo es por reflexion, por traordinario es una especie de extension
honradez; el ingenuo lo es por genio, ó de las cosas. La brújula tiene una pro-
por falta de malicia. piedad que es singular; el vapor del
Sacrifica á la verdad su interés el sin- agua hirviendo tiene una fuerza extraor-
cero, porque aborrece la adulación; el dinaria. Todo hombre que tiene un ca-
ingenuo, porque no la conoce. rácter propio, tiene necesariamente algo
(L. déla Huerta.) de singular; y todo el que tiene un ca-
rácter enérgico y fuerte, tiene algo de
SINGULAR, EXTRAORDINARIO.—Hay algo extraordinario. Un hombre que vive
de singular en lo extraordinario, y algo solo parece singular; y uno que vivien-
de extraordinario en lo singular, sea en do entre las gentes no obra como todos,
buena ó en mala parte. Singular es el parece extraordinario. Lo que es con-
latino singulariSf solo, único, raro, dis- trario al uso se llama singular; lo que
tinto de los otros, sin concurrencia, sin es poco común en el uso se llama ex-
paridad. Extraordinario es lo que está traordinario. Lo singular y lo extraor-
fuera del orden, de la medida común, dinario varían de pueblo á pueblo, y
desusado. Lo singular no se parece á aun de hombre á hombre.
lo que existe, porque es de un género (A. Cienfuegos.)
particular; mientras que lo extraordina-
rio sale de la esfera á que pertenece, es SINGULAR, PARTICULAR.—Ambos repre-
particular en su género. Lo singular sentan el individuo de una especie, pero
no es del orden común de las cosas, sino se distinguen en que singular le repre-
que, por decirlo así, forma clase apar- senta como único y solo, sin relación á
te: lo extraordinario no está en el orden los demás individuos; particular le re-
corriente de las cosas, es una excepción presenta con relación á ellos, como par-
de la regla. Hay algo de original en lo te de un todo compuesto de varios in-
singular, y algo de extremado en lo ex- dividuos, entre los cuales se distingue.
SOC ( 149 ) SOL
Cada uno de los hombres que existen, cencía; en una palabra, el hombre so-
es un individuo particular de la especie ciable es el verdadero ciudadano.
humana. Si existiese un solo hombre, El hombre amable, dice Mr. Duelos,
seria singular en su especie. al menos aquel á quien se da en el dta este
Por eso decimos: todos y cada uno en título, es muy indiferente al bien público;
particular, y no cada uno en angular, solícito en agradar en todas las concur-
porque consideramos á cada uno como rencias, adonde su gusto ó la casualidad
parte de un número, esto es, con rela- le lleva, y dispuesto a sacrificar á ellas
ción á los demás individuos que com- cada individuo, no ama á nadie, ni es
prende la voz todos. amado de ninguno; agrada á todos, y
Es una cosa singular, esto es: no exis- muchas veces es menospreciado y bus-
te otra como ella. Es una cosa parti- cado por las mismas personas.
cular, esto es: se distingue entre las de Las conexiones particulares del hom-
su clase. bre sociable, son vínculos que le ligan
El fénix seria particular entre las aves, mas y mas al estado: las del hombre
y singular en su especie. amable no son mas que nuevas disipa-
(I« de. la Huerta.) ciones que disminuyen otro tanto los
deberes esenciales. El hombre sociable
SITUACIÓN, ESTADO.— Situación indica inspira el deseo de vivir con él; del hom-
comunmente algo accidental ó pasaje- bre amable se desvia ó debe desviarse
ro; estado, algo mas habitual ó perma- todo honrado ciudadano.
nente. (March.)
Situación se usa generalmente con SOCORRER, AYUDAR, ASISTIR.—Se dice
respecto á los negocios, la fortuna, & c ; socorrer en el peligro; ayudar en los
estado para la salud. Así se dice pues: apuros; asistir en los trabajos ó necesi-
el estado de su salud le puso en situa- dades. Socorrer proviene de un movi-
ción bien apurada. La situación en que miento de generosidad; ayudar, de un
me hallo es efecto de la pérdida de un sentimiento de humanidad; y asistir, de
pleito. un sentimiento de compasión.
Estado, no obstante, puede ser apli- Se va al socorro en el combate, se ayu-
cado á entrambos casos en ciertas cir- da á llevar un peso; se asiste á los en-
cunstancias; pero no así situación. Se- fermos.
ria mal dicho: la situación de mi salud (March.)
no me permite salir de casa.
SOLÍCITO, DILIGENTE.—El primero de es-
(March.)
tos dos adjetivos explica la ocupación
del ánimo, el cuidado, el esmero que
SOCIABLE, AMABLE.—Estas dos palabras ponemos en el acierto, ó brevedad del
designan un carácter propio para la so- negocio ó empresa, en que estamos em-
ciedad; pero difieren por otra parte tan- peñados ó interesados. El segundo ex-
to, que esta idea común las hace con plica la ocupación material, los pasos,
dificultad sinónimos. los medios que empleamos con activi-
El hombre sociable tiene las cualida- dad para conseguir aquel fin.
des propias pava el bien de la sociedad: El pleiteante anda solicito, porque el
quiero decir, la dulzura de carácter, la procurador ο,ηόβ diligente.
humanidad, la franqueza sin aspereza, Del criado se exige, por la misma ra­
la complacencia sin adulación, y sobre zón, diligencia, y no solicitud.
todo, el corazón inclinado á la benefi- (L. d& la Buerta.)
( 150 )
SOLILOQUIO,
sos
MONÓLOGO.—Estas dos vo-
suc
La sospecha supone reflexion; el re-
ces, latina la una y la otra griega, de- celo temor ó miedo. Un niño no sospe-
signan el discurso de uno que habla solo. cha nada, porque le falta la reflexion,
EL uso las ha distinguido apropiando al que debe servir de fundamento á su sos-
monólogo una idea particular que le res- pecha; pero recela, porque para esto le
tringe al teatro, considerándole como el basta el miedo. Por la misma razón,
soliloquio de una persona que, sola en la no se dice de un irracional que sospecha,
escena, habla solo con los espectadores. y se dice que recela.
El soliloquio es una conversación que
tiene uno consigo mismo como si fuera (L. de la Huerta.)
con un tercero. El monólogo es una es-
pecie de diálogo en que el personaje SUCIO, PUERCO, INMUNDO, DESASEADO.
hace á un tiempo su papel y el de un
—Se dice que una cosa está sucia, cuan-
confidente. La necesidad de deliberar
y de controvertir el pro y el contra pro- do no tiene el grado de limpieza que ne-
duce el soliloquio. El inconveniente de cesita, ó se desea que tenga, pudiendo
multiplicar los monólogos ha hecho que no ser sucio lo que en este caso se opo-.
se imagínenlos confidentes, papeles pe- ne á la limpieza. V. g.: este vaso está
gados y ridiculos cuando no son nece- sacio de leche, esto es, no debe tener
sarios á la acción. la leche que tiene, para que podamos
(A. Cienfuegos.) decir que está limpio. Este vestido se
despinta y ensucia las manos.—En am-
S O R P R E N D E R , ENGAXAR.—Hacer caer en bos casos, ni la leche ni el color, son
lo falso es la idea común de estos dos cosas sucias aunque ensucian. Otras ve-
verbos. Pero sorprender es hacer caer por ces se aplica el adjetivo sucio á lo que
maña aprovechándose de la circunstan- es demasiado susceptible de suciedad;
cia de que no atienden á lo verdadero. por ejemplo, se dice que el raso blanco
Engañar es hacer caer en lo falso con es una tela muy sucia, porque la menor
disfraz,dándole ciertaapariencia de ver- cosa puede mancharla.
dadero. Se llama puerco, lo que contiene su-
ciedad que ofende á nuestros sentidos.
Parece que sorprender indica mas par-
Lo inmundo y el sustantivo inmundi-
ticularmente alguna cosa que induce al
cia, suponen corrupción de materias de
espíritu á error. Engañar parece de-
cir meramente alguna cosa que hiere á toda especie, que no solamente ofenden
la probidad ó la fidelidad. á los sentidos, sino que son contrarias á
la salubridad. Así se dice las inmundi-
Es difícil que la religion de un prín-
cias de la ciudad. El carro de las inmun-
cipe no sea sorprendida por uno ú otro
dicias, y no las suciedades ni las por-
de los partidos, cuando hay muchos en
querías.
sus estados. Hay gentes á quienes la
Desaseado, es el hombre que no prac-
verdad es odiosa; es pues preciso enga-
tica las leyes de limpieza personal, ad-
ñarles para agradarles.
mitidas entre la gente de buena educa-
(March.)
ción. Pero este adjetivo nunca se usa en
SOSPECHA, R E C E L O . — S e sospecha el bien
sentido moral, á diferencia de los otros
ó el mal; se recela el mal, y no el bien. tres que se aplican indistintamente á las
Una mujer tiene sospecha de estar em- cosas, á las personas, á las costumbres
barazada, y recelo de malparir. y á las inclinaciones.
(O, de la Cortina.)
SUG ( 151 ) SUP
SUEÑO, ENSUEÑO.—Sueño es el acto de tion es un modo oculto ó disimulado, de
dormir. Ensueño es lo que nuestra iina- inspirar á otro una idea que no tiene.
srinacion nos hace ver ó sentir mientras La inspiración es un medio insensible
dormimos; y esta es la misma acepción y penetrante de hacer que una persona
que tienen las voces latinas sornnus, é conciba ciertos pensamientos 6 senti-
insomnium, de donde se derivan las cas- mientos que le parecen nacidos natural-
tellanas sueño, y ensueño. mente, y por sí solos, en su corazón.
El sueño es necesario para la vida: los La insinuación es un modo sutil y as-
ensueños no son necesarios para nada, tuto de introducirse en el espíritu de
aunque suelen ser muy gratos cuando una persona, y apoderarse de su volun-
los produce el deseo. tad sin que ella lo note.
(G. de la Coriina.) La instigación es un modo estimulan-
te y efectivo de obligar á alguno á obrar
S U F R I R , SOPORTAR.—Sufrir, se dice de contra su voluntad ó su gusto.
un modo absoluto: se sufre el mal de
La persuasion es obligar á otro á pen-
que uno no se venga. Soportar perte-
sar ú cbrar del mismo modo que noso-
nece mas bien á los defectos persona-
tros, no obstante sus preocupaciones;
les. Se soporta el mal humor délas per-
pero valiéndonos para ello de discursos
sonas que tratamos.
y razonamientos agradables y que mue-
La humildad cristiana hace sufrir los
ven el corazón, mas bien que de las ra-
desprecios sin resentimiento. La bue-
zones fuertes y de los argumentos que
na crianza y la urbanidad hacen soportar
se necesitan para convencer. En la per-
en la sociedad multitud de cosas que
suasion tiene mas parte la voluntad que
nos desagradan.
el entendimiento.
Se sufre con paciencia: se soporta con
Se sugiere una idea: se inspira un
mansedumbre.—(V. Sufrir, Tolerar.)
afecto: se insinúa, un adulador: un mal-
(March.)
vado instiga: un hombre dulce y elo-
SUFRIR, TOLERAR.—La diferencia de es- cuente persuade.
tos dos verbos, considerados como si- (G. de la Cortina J

nónimos, es que el primero tiene rela-


S U P L I C A R , ROGAR.—Ambossignifican pe-
ción al esfuerzo físico, y el segundo al
dir un favor; pero el primero supone
esfuerzo moral.
respeto, el segundo supone humildad.
Se sufren los dolores; se toleran los
El que suplica pide, con justicia ó por
desprecios.
gracia, lo que depende de la voluntad
También se usa figuradamente el ver-
agena; el que ruega pide siempre por
bo sufrir en el sentido moral, y entonces
pura gracia, lo que depende de la hon-
supone una paciencia mas forzosa, to-
dad de otro.
lerar una paciencia mas voluntaria.
Un pretendiente suplica; un pecador
Un amo prudente tolera algunas ve-
mega.
ces las faltas de sus criados, haciéndose [L. de la Huerta.)
cargo de que estos tienen que sufrir á
menudo sus vivezas, é impertinencias. hipótesis es
SUPOSICIÓN, H I P Ó T E S I S . — L a
— ( V . Tolerar, Consentir, Permitir.) una suposición puramente ideal; la su-
(L. de la Huerta.) posición se toma por una proposición
ó verdadera ó declarada, ha, hipótesis
SUGESTIÓN, INSPIRACIÓN, INSINUACIÓN, es precaria; la suposición, voluntaria, sin
INSTIGACIÓN, PERSUASION.—La suges- fundamento. Se impugna ó combate
TAL ( 1 2 ) TEM
una hipótesis, como insuficiente para dar nocimientos, y aplicarlos á la dirección
razón de las cosas; se niega una suposi- y acierto de sus operaciones. Tiene in-
ción. Tómase la hipótesis por un con- genio el que está dotado de viveza y
junto de proposiciones ó de suposiciones disposición para hallar recursos y me-
ligadas de manera que forman un siste- dios que no se presentan á primera vis-
ma. Hipótesis no se usa sino en mate- ta, para conseguir un fin.
ria de ciencia; suposición entra en la El artífice que construye un instru-
conversación común. Los grandes mis- mento según las reglas del arte que po-
terios se aclaran por medio áehipótesis; see, y que, en fuerza de su estudio, y
las ideas particulares por suposiciones de sus combinaciones y cálculos, le per-
sensibles ó manifiestas. Hipótesis solo fecciona, tiene talento. Un curioso que
tiene un sentido relativo á la explica- inventa un instrumento por un puro
ción de las cosas; suposición se toma en efecto de su imaginación, sin conoci-
una acepción moral y en mala parte, miento de las reglas y principios del
significando cosa fingida ó inventada. arte, tiene ingenio.
(March.) Aquel aprende con facilidad lo que
le enseñan, adquiere ideas con el estu-
dio, y sabe dar razón de lo que apren-
SUSTO, ESPANTO.—Ambas voces explican
de. Éste halla en sí mismo ideas, que
una consternación del ánimo ocupado
no ha debido al estudio, y muchas ve-
de pronto por un objeto ó accidente im-
ces no puede dar razón de lo que sabe.
previsto. La diferencia que hay entre
(L. de la Huerta.)
ellas es, que el susto es análogo al mie-
do; el espanto al horror ó á la admira-
TEMPORAL, CONTRATIEMPO, TEMPESTAD,
ción.
BORRASCA, HURACÁN, TRONADA, &c.
Un sueño horroroso espanta á un hom-
— Temporal es el estado de la atmósfe-
bre que no tiene miedo. Un pequeño
ra con respecto á nosotros, y puede ser
ruido asusta de noche á un cobarde.
bueno ó malo, contrario ó favorable. La
La inesperada explosion de una mina
tempestad es un trastorno aparente de la
volada, puede espantar á un soldado, el
naturaleza, que por lo mismo se llama
cual se avergonzará de decir que se
también contratiempo; pero esta última
asustó, porque este efecto supondría
voz es mas general, y se aplica á cual-
miedo.
(L. de la Huerta.) quier otra adversidad ó trastorno de la
vida.
Τ
En una tempestad completa se cubre
TALENTO, INGENIO.—La voz talento, en la atmósfera de nubes, se mueven vien-
el sentido en que se mira como sinóni- tos recios con truenos y relámpagos, se
mo de la voz ingenio, recae sobre la fa- alborotan las olas y las crecientes del
cultad intelectual de que está adorna- mar; enfin,vemos varios fenómenos en
do un hombre, y de que usa para el ar- uno solo.
reglo de sus acciones y palabras, para Según consideramos mas particular-
la exactitud de sus raciocinios, y fun- mente uno ú otro de estos fenómenos,
damento de sus opiniones. Ingenio es toma la tempestad diversos nombres. Se
la facultad con que el alma percibe y llama borrasca con relación al alboroto
discurre sutilmente. del mar, y por extension, cuando se
Tiene talento el que se halla con lu- considera el daño causado en los cam-
ces y disposición para aumentar sus co- pos por las inundaciones y demás. Se
TEN ( 153 ) TEO
llama huracán con relación á los vien- para el primero, y acaso delicioso para
tos: tronada con relación á los truenos; el segundo.
y con relación á otros fenómenos toma Lo mismo sucede en el sentido me-
los diversos nombres de pedrea, grani- tafórico: se llaman obscuras las proposi-
zo, nevada, fyc. ciones difíciles de entender; pero nadie
Cuando no se considera particular- llamará obscura una oración en una len-
mente ninguno de esos fenómenos, ose gua que le sea desconocida.
consideran varios á un tiempo, conser- (Jonama.)
va su nombre genérico de tempestad, y
lo mismo cuando se considera particu- 'f BÓRICA, ESPECULATIVA.—Lo que cons-
larmente la gran lluvia por mirarse ésta tituye la significación de estas dos vo-
como inseparable de la tempestad. ces, es su oposición á practica; pera
{Jonama.) cada una representa esta oposición de
un modo diferente.
TENEBROSO, OBSCURO.—El hábito de ver Todo estudio ó conocimiento sobre
la idea de las tinieblas asociada casi materia que no tiene relación alguna con
siempre con la idea del miedo, y acaso la práctica, es especulativa. El conoci-
la semejanza de sonido de las voces ter- miento de las reglas de un arte, ó ejer-
ror, temblor, & c , con la palabra tene- cicio práctico, es la teórica.
broso, ha hecho creer á algunos que no
La especulativa pertenece á los cono-
podia haber tinieblas sin terror, y que
cimientos puramente intelectuales, cuyo
de consiguiente un lugar tenebroso nece-
estudio no se dirige á alguna operación
sariamente había de ser terrible y pa-
material. La teórica pertenece á los co-
voroso.
nocimientos adquiridos, y no practica-
Sin embargo el análisis nos enseña
dos, cuyo estudio se dirige á operacio-
que ni las tinieblas son necesarias para
nes materiales.
el terror, ni este es una propiedad ab-
soluta de las tinieblas. Cuando Moisés El estudio de la historia es especula-
nos dice que las tinieblas cubrían la faz tivo. Un oficial que ha aprendido la
del universo, creo que presenta una idea táctica en su gabinete, y no ha estado
muy sublime, pero nada terrible; al con- en la guerra, no sabe mas que la teórica
trario, muy apacible, muy tranquila, y de su profesión.
de un género semejante á la del vacuo La geometría se llama especulativaf
y á la de la nada· La escasa luz del in- cuando se ocupa, de un modo abstracto,
fierno es para nosotros una idea mucho en la demostración de sus verdades; por-
mas terrible que las tinieblas del limbo. que aquella voz representa un estudio
Yo creo que tinieblas significa la to- puramente intelectual, pues ni aun con-
tal carencia de luz; esto es, la obscuri- sidera materiales los puntos, medidas y
dad absoluta independiente de toda otra stiperficies que sujeta á sus cálculos.
cualidad. Así en un lugar puede haber Pero cuando la geometría se ocupa en
mas ó menos obscuridad; pero no mas ó la aplicación de sus verdades á las ope-
menos tinieblas, porque la nada no está raciones que sirven para las medidas de
sujeta á cantidad. Por la misma razón los cuerpos y distancias, se llama prac-
un lugar será igualmente tenebroso para tica, porque representa un estudio que
un hombre tímido y preocupado que se dirige á operaciones materiales.
para un hombre osado y sin miedo; sin El que, por mera curiosidad, estudia
embargo, el mismo lugar será terrible estas dos partes de la geometría, será
20
TIE ( 154 ) TIP
especulativo en la primera, y teórico en mismo que ahora; pero ?nundoy orbe eran
la segunda. sinónimos entre sí, y al mismo tiempo
(L·. de la Huerta.)
lo eran unas veces de tierra, y otras de
TÉRMINO, FIN.— Término es elfin de al- universo.
guna cosa material ó inmaterial, y en Hoy dia cada una de estas voces tie-
este su sentido recto, es sinónimo de fin. ne un sentido sumamente distinto.
El fin se refiere á la cosa que cesa: el Tierra es el globo ó planeta en que
término á la cosa que se completa. Aquel habitamos. Mundo es el conjunto del
no supone, como éste, una extension sol y de los planetas que lo rodean. Orbe
determinada del tiempo, ó del espacio. es el espacio que ocupa el mundo. Uni-
La muerte es el fin de la vida del verso es todo lo que existe, y según se
hombre, porque cesa de vivir: es el tér- puede creer, está formado de una infi-
mino de ella, porque con él se comple- nidad de mundos.
ta la medida que la Omnipotencia ha Los planetas ruedan por el orbe: na
señalado á la duración de su vida. ruedan por el mundo, sino que son par-
(L. de la Huerta.) te del mismo mundo. Órbita se ha lla-
mado el espacio que abraza un planeta
TIERNO, BLANDO.— Tierno, es lo blando,
al rededor del sol, ó un satélite al rede-
delicado, flexible y fácil à cualquiera ex-
dor de su planeta; de modo que el con-
traña impresión. Y como estas circuns-
junto de todas las órbitas es lo que com-
tancias constituyen también la calidad
pone el orbe.
de blando, parece que se deben mirar (Jonama.)
estas voces como sinónimas.
T I P O , MODELO.— Tipo es una voz griega
Para distinguir la significación de es-
que designa propiamente rastro, vesti-
tas dos voces, me parece que deberá de-
gio, huella, y por una consecuencia na-
cirse que tierno es lo que se corta ó rom-
tural figura, forma, imagen. Esta voz
pe fácilmente; blando lo que cede fácil-
viene del Oriente, y su raiz designa la
mente al tacto.
acción de herir, de estampar, y por una
Una oblea es blanda cuando está hú-
consecuencia natural la de imprimir.
meda, y tierna cuando está seca.
Así es que por esta razón se ha llama-
El pan es blando cuando entra en el
do la imprenta tipografía. De esta mis-
horno, y tierno cuando sale de él.
ma raiz tip tap, nasalada, se ha hecho
(L· de la Huerta,)
estampa y estampar. Modelo viene del
TIERRA, MUNDO, ORBE, UNIVERSO.—El latino modus, medida, regla, manera; y
sentido de las voces varía conforme el es lo que sirve de regla para alguna cosa,
estado de los conocimientos, y mientras las proporciones adaptadas á las cosas,
haya confusion en las ideas, la habrá el objeto que se trata de imitar. Así se
también en las voces que deben repre- dice un modelo de escultura, de pintu-
sentarlas. Si esto fuese cierto, nuestros ra, &c. El tipo lleva la huella, la im-
autores del siglo XVI no serian los me- presión del objeto: el modelo dala regla.
jores maestros de propiedad castellana. El tipo representa los objetos tales co-
Las voces que forman el asunto de mo son á la vista: el modelo dice como
este artículo tenían antiguamente una deben ser los objetos. El tipo es fiel,
acepción distinta de la que tienen des- porque es tal cual es la cosa: el modelo
de que se ha hecho general el sistema es buenc, y se deben hacer conforme
copérnico. Es verdad que tierra y uni- á él las ob....s. Se sacan copias del tipo
verso significaban lo mismo, ó casi lo por impresión, y del modelo por imita-
TOC ( 155 ) TOC
don. El impresor ó tipógrafo usa de ti- TOCAR, TENTAR, PALPAR.— Ademas de
pos en su trabajo; el escultor y el pin- lo que acerca de estas voces dice Jona-
tor trabajan por modelos. Según Platon, ma, y para mayor aclaración de sus doc-
las ideas son los tipos de todo lo cria- trinas, debemos atender al uso tan va-
do; pero son tales en cuanto represen- riado que hacemos de estas voces en
tan las cosas aun antes de quesean: mas sentido figurado, porque las dos prime-
son modelos si se atiende a que por ellas ras son de las mas expresivas que tiene
han de hacerse las cosas. Tipo no anun- la lengua castellana. Decimos—"eso
cia sino la verdad de la figura, sin in- no me toca," en vez de "no me perte-
cluir la idea de regla ó de modelo. Así nece.''''—"No toque vd. esa materia," en
es que se llaman tipos las figuras simbó- lugar de "no hable vd. de ella."—"Dios
licas que no tienen otra relación con el le tocó el corazón," en vez de "lo con-
objeto figurado sino una especie de se- movió ó estimuló."—" Tocan tres pesos
mejanza, y que lejos de . τ modelos, no á cada uno ó toca á razón de tres pesos
son sino signos muy interfectos y de á cada uno," en lugar de "cada uno
una institución particular. El Cordero debe recibir tres pesos."—"En la lote-
Pascual es el tipo de Jesucristo; el maná ría me tocó el número 60," esto es, "me
lo es de la Eucaristía, Estos tipos son cayó en suerte."—Hablando de un pa-
meramente símbolos. riente decimos "me toca muy de cer-
(A. Cienfuegos.) ca," lo cual significa "tiene conmigo
parentesco muy cercano." — De todo
TOCAR, TENTAR, PALPAR.—Tocar es sim-
esto se deduce que Jonama no solamen-
plemente la situación de una cosa que
te no determinó con exactitud la signifi-
está contigua á otra: tentar y palpar
cación de tocar, sino que incurrió en una
indican la acción determinada del que
contradicción, porque este verbo, ade-
toca. Las hojas de un libro se están to-
mas de expresar simplemente la situa-
cando unas á otras; pero no se tientan ni
ción de una cosa que esta contigua â otra^
se palpan.
como dice aquel autor, indica princi-
La diferencia de tentar á palpar es
palmente el acto de llegar una cosa á
que el primero se dirige á averiguar las
otra poniéndose en contacto inmediato
cualidades de un cuerpo: el segundo á
con ella, aunque ligeramente y sin es-
producir una sensación en nosotros por
fuerzo: y por eso decimos, "no le toques
medio de la mayor ó menor resistencia.
ni un pelo de la cabeza,"—"Su cabeza
Se toca la almohada estando sobre
tocaba al techo, &c." El mismo Jona-
ella: se tienta para ver si tiene algo que
ma prueba esta doctrina con el ejemplo
pueda lastimar: se palpa para percibir
de las hojas de un libro; si se están to-
su blandura. En la obscuridad se va ten-
cando, es porque la una llega á la otra,
tando para no tropezar: se toca y se pal-
y todas están en contacto inmediato.
pa todo lo que se encuentra.
Tentamos una cosa para asegurarnos
Los instrumentos músicos se tocan:
de su existencia; la palpamos para saber
se tienta la disposición de los ánimos an-
cómo es: por eso, si estamos ciegos, ó
tes de entablar un negocio: se palpan sus
en la obscuridad, como dice Jonama, va-
inconvenientes. Lo evidente se llama
mos tentando para no tropezar, y toca-
palpable; es decir, que puede sujetarse
mos y palpamos todo lo que vamos en-
al sentido que se mira como menos en-
contrando. En sentido figurado utenta-
gañoso: se puede tocar de modo que se
mos el ánimo, la fortaleza, la constan-
sienta.
iJanama.) cia de alguno," esto es, "investigamos
TOL ( n ) TOM
la existencia de su voluntad, de su cons- condescendiendo activamente, dando un
tancia, &c." para cerciorarnos de ella. consentimiento abierto que lo autoriza.
Nos tienta, nos instiga, nos estimula, ó Muchas veces es forzoso tolerar al-
nos excita un deseo; si lo satisfacemos, gunos males inevitables en la sociedad,
"hemos caído en la tentación."—uPal- pero no se debe hacer de modo, que el
pamos los inconvenientes de una cosa" público conozca que se consienten, y
porque sabemos cuáles, cuántos y de mucho menos que crea que se permiten,
qué manera son, y llamamos palpable á porque la tolerancia representa una ig-
lo que es evidente, no, como dice Jo- norancia artificial, ó una razón poderosa
nama, porque podemos sujetarlo al senti- que tácitamente desaprueba el mal ine-
do que se mira como menos engañoso, y vitable; pero el consentimiento !e. aprue-
tocarlo de modo que se sienta, sino por- ba indirectamente, y el permiso le auto-
que podemos conocer bien todas sus riza con toda formalidad.—(V. Sufrir,
cualidades y todos sus accidentes. En Tolerar. )
lenguaje tecnológico llamamos tentácu- (L. de la Huerta.)
los á los miembros que da la naturaleza TOLERAR, SUFRIR, PERMITIR.—Se tole-
á ciertos animales ciegos, para que pue- ran las cosas cuando conociéndolas y
dan tentar el terreno por donde andan, teniendo uno por su parte el poder no
y los objetos que los rodean; y llama- se impiden. Se sufren cuando uno no
mos palpos á los míembrecillos articu- se opone á ellas, haciendo como que se
lados que tienen casi todos los insectos, ignoran ó como que no se pueden impe-
para examinar y reconocer bien lo que dir. Se permiten cuando se les autoriza
les conviene. por un consentimiento formal.
Para tocar no son necesarias las ma- Tolerar y sufrir no se dice sino de las
nos, pues podemos hacerlo con todo el cosas malas ó que se tienen por tales.
cuerpo, ó con cualquiera parte de él: Permitir, se dice tanto por el bien
para tentar necesitamos en rigor, no de como por el mal.
los dedos particularmente sino de la Los magistrados se ven á veces obli-
mano, que es en nosotros el tentáculo gados á tolerar ciertos males, por temor
natural: para palpar, necesitamos preci- de que sucedan otros mayores. Es pru-
samente de los dedos, que son nuestros dente á veces sufrir abusos en la disci-
verdaderos palpos, indispensables para plina de la Iglesia, antes que romper su
cerciorarnos de los mas pequeños acci- unidad. Las leyes humanas jamas pue-
dentes de las cosas. den permitir loque las divinas prohiben:
En sentido físico, la acción de tocar, pero prohiben á veces lo que estas per-
y en sentido moral la de tentar, pueden miten.—(V. Sufrir, Tolerar.)
ser independientes de la voluntad; á di- (March.)
ferencia de palpar, que expresa una ac-
ción no solamente voluntaria, sino re- TOMAR, RECIBIR.—Recibir es la acción
flexiva. formal con que aceptamos ó adquirimos
(G. de la Cortina.) lo que se nos da. Tomar es la acción
TOLERAR, CONSENTIR, P E R M I T I R . — Se material con que nos apoderamos de
tolera el mal, ó el abuso, haciendo que una cosa.
se ignora su existencia, ó su malicia; Se recibe del amigo el regalo que nos
se consiente, condescendiendo pasiva- envia, y se toma materialmente del cria-
mente, no prohibiendo lo que conoci- do que lo trae.
damente se tiene por malo; se permite También hay otra diferencia entre es-
TRA ( ) ) TRA
tos dos verbos; y es, que para tomar, co que pasa sin alteración de una len-
basta la voluntad y acción del que toma; gua á otra; las expresiones ó los modos
pero para recibir no basta la acción y de decir se mudan en otros, v. g., las
voluntad del que recibe, porque se nece- expresiones latinas en expresiones cas-
sita también que concurra la voluntad y tellanas, y esto es precisamente lo que
acción del que da. hace la traducción.
No puedo recibir lo que no me dan, La version, por el contrario, expresa
pero puedo tomarlo: y así, el que hurta, la mudanza de las palabras, conservan-
toma, no recibe. do las expresiones ó modos de decir, y
(L.de la Huerta.)
por esta razón, hablando de la Biblia,
en la cual se respetan las expresiones ó
T O N T O , N E C I O , IGNORANTE, MENTECATO,
modos de decir, decimos u la version de
IMBÉCIL·.—El tonto carece de entendi- los Setenta," "la version caldea, siria-
miento. ca" &c.
El necio carece de ideas, como lo in-
Si queremos trasladar al castellano el
dica la etimología de esta voz nescire,
proverbio latino sepulchrum dealbatum
no saber.
v. g. podremos hacerlo por medio de
El ignorante carece de instrucción.
la traducción diciendo—"hermosura en-
El mentecato carece de imaginación y
gañosa." Si queremos trasladarlo por
discernimiento.
medio de la version, diremos, sepulcro
El imbécil carece de razón.
blanqueado.
Es muy fácil engañar á un tonto; no
En el primer caso, hemos conserva-
lo es convencer á un necio: es inútil dis-
do la idea ó el pensamiento, pero hemos
putar con un ignorante: imposible disua-
mudado el modo de expresarlo: esto es,
dir al mentecato: y muy fácil persuadir
hemos hecho una traducción.
al imbécil.
En el segundo, hemos conservado el
En el tonto y en el imbécil hay vicio
modo de expresar el mismo pensamien-
de carácter: en el necio, en el ignorante
to, y solamente sustituimos á las pala-
y en el mentecato hay vicio de carácter,
bras latinas, las que les corresponden
de educación y de voluntad.
en castellano: esto es, hemos hecho una
(G. déla Cortina.) version,
(G. déla Cortina.)
TRADUCCIÓN, VERSION.—Paréceme que
todo lo que dice Jonama, no muy cla- T R A M A , CONSPIRACIÓN, C O N J U R A C I Ó N . —
ramente, para explicar la diferencia que Trama es el convenio clandestino de al-
hay entre trasladar, vertir y traducir, gunas personas unidas ó coligadas para
puede reducirse á estas ligerísimas ob- abatir ó destruir por algún golpe tan efi-
servaciones.— caz como impensado lo que les causa
Trasladar es voz genérica, y signifi- disgusto, envidia, sombra ú obstáculo.
ca pasar de una lengua á otra. Pero La idea dominante de la trama es la de
hay dos modos de trasladar·, ó por me- una empresa complicada, solapada, sor-
dio de la traducción ó por medio de la da, formada á hurtadillas por dos ó mu-
versión. chas personas.
La traducción es la interpretación de La conspiración es la inteligencia se-
los pensamientos; la version es la inter- creta, sorda, y disimulada de gentes
pretación de las palabras. unidas por unos mismos sentimientos y
El pensamiento ó el sentido es lo úni- opiniones, para deshacerse ó libertarse
TR A ( 158 ) TRA
por medio de un gran golpe, de ciertos conspiraciones. Los desórdenes públi-
personajes, ó de ciertas corporaciones cos, la pasión desenfrenada á la domi-
respetables y de influencia por su po- nación ó la independencia, el fanatis-
der, &c. en el estado, y mudar la faz de mo de libertad y otros diversos géneros
las cosas, ó á veces también para perju- de fanatismo, el temor á las leyes y sus
dicar á particulares. Su idea natural y abusos; todo lo que propende á la re-
principal es, pues, la de un proyecto volución inspiran las conjuraciones: este
formado en el silencio y las tinieblas, fué el papel de Catilina.
{March.)
por algunas personas que animadas de
una misma pasión se dirigen juntas á un
TRANÜUILIDAD, PAZ, CALMA.—Estas pa-
mismo fin.
labras, ya sea que se apliquen al alma,
La conjuración es la asociación ó mas ya á la república, ya á cualquiera socie-
bien la confederación ligada y cimenta- dad particular, expresan igualmente una
da entre ciudadanos ó subditos podero- situación determinada de turbulencia y
sos ó armados, para hacer una revolu- de agitación; pero la de tranquilidad no
ción memorable en el estado, acome- se refiere precisamente sino á la situa-
tiendo empresas ruidosas y violentas. ción, en sí misma, y en el tiempo pre-
La idea natural y dominante de la con- sente, independientemente de toda re-
juración, es la de una conexión, un en- lación; la palabra paz mira esta relación
lace estrechado por los compromisos con referencia al exterior y á los ene-
mas fuertes para una empresa impor- migos que podrían causar alteración de
tante. ella; la palabra calma la mira con rela-
La trama se reduce á algunas perso- ción al acontecimiento, ya sea pasado ó
nas, y aun á dos de ellas: cuanto mas futuro; de suerte, que la designa como
se comunica el intento, mas se vende ó subsiguiente á la situación agitada, ó
expone á descubrirse. La conspiración como precediéndola.
por la naturaleza de sus empresas, re- Se tiene la tranquilidad en sí mismo,
quiere una liga y mucha mas gente que la paz con los demás, y la calma des-
la trama. La conjuración, reducida en pués de la agitación.
un principio, como una simple conspi- Las gentes inquietas no tienen tran-
ración, á cierto número de conjurados, quilidad en lo interior de su casa. Los
se ve forzada á llamar en su socorro y quimeristas pocas veces están en paz
comunicar su secreto á una multitud de con sus vecinos. Cuanto mas tumul-
conjurados necesarios para grandes y tuosa ha sido la pasión, tanto mas se
peligrosas empresas; de manera que aprecia la calma.
cuanto mas temible se hace por el nú- Para conservar la tranquilidad del es-
mero, tanto mas tiene que temerse á sí tado es preciso hacer respetar la auto-
misma; de aquí es que la suerte común ridad sin abusar del poder. Para man-
de las conjuraciones es la de ser descu- tener lapas es menester estar en dispo-
biertas. sición de hacer la guerra. No se res-
tablece la calma con la debilidad en un
Los genios inquietos, envidiosos, dís-
pueblo sublevado.
colos, revoltosos y zizañeros, ambicio- (March.)
sos, malignos y perversos, forman las
tramas. Los hombres malintencionados, TRANSFERIR, TRANSPORTAR.—El prime-
descontentos, malhechores, malos ciu- ro es un verbo de movimiento, que solo
dadanos, subditos incorregibles, forman supone el paso á un paraje determina-
TRA ( 159 ) TRI
do; el segundo supone una acción mate- menos de los pormenores del estilo, se»
rial, que acompaña á este paso. gun sea la obra; para lo cual se requiere
El rey se transfiere mañana á Aran- crítica y buen gusto.
juez, y hoy se transportan á aquel sitio De la Biblia se han hecho versiones,
varios muebles de la tapicería. Los na- porque así lo pedia la delicadeza del
vios transportan, no transfieren las mer- asunto. Las obras elementales deben
caderías; porque la acción que se quiere traducirse literalmente, es decir,aproxi-
representar, es la material de traerlas ó mándose cuanto sea posible á una ver-
llevarlas dentro del navio de un puerto sion. Solo las obras del ingenio pueden
á otro, y no puramente la mudanza for- alguna vez traducirse libremente; y esto
mal de lugar. porque de otro modo no es fácil conser-
De aquí es, que transferir solo se dice varles todas las bellezas que constitu-
con propiedad de las personas, sin rela- yen su mérito, y sin las cuales se per-
ción á su peso, ni volumen; y transpor- día la idea principal.
tar de los cuerpos, con relación á su (Jonama.)
volumen y peso. Se transporta el oro
T R E N , EQUIPAJE.—El tren se refiere á la
de América. Se transfiere allá un virey.
comitiva, y el equipaje al servicio.
A no ser que la persona se considere
Se dice un gran tren y un bello equi-
precisamente solo con relación á su peso
paje.
ó volumen, como cualquier otro cuerpo,
Solo á los príncipes corresponde te-
y á la acción agena que le lleva de un
ner trenes numerosos, y soberbio equi-
paraje á otro; porque en tal caso se
paje.
usa, por el mismo principio, del verbo (Marckj
transportar. Quedó sin sentido en me-
dio de la calle, y le transportaron en una TRISTE, MELANCÓLICO, SOMBRÍO.—Una
escalera, en una silla. pena,una aflicción, una desgracia, cual-
(L. de la Huerta.) quiera causa que oprime nuestro cora-
zón nos pone tristes. Pero tanto la tris-
TRASLADAR, VERTIR, TRADUCIR.—El teza como su contraria la alegría, indi-
trasladar ó transportar de un lenguaje can un estado de duración determinada,
á otro, como de prosa á verso, de fran- producido por causas externas que co-
cés á castellano & c , es lo que se llama nocemos y podemos explicar.
vertir ó traducir; y aunque no faltan au- El melancólicolo es muchas veces por
tores que hayan usado en este sentido carácter, ó porque cualquiera causa hace
el mismo trasladar, sin embargo, es ex- en su corazón una impresión tan pro-
presión tan impropia, como lo seria de- funda, que siempre lo mantiene en un
cir yo introduzco en lugar de yo ceno, estado continuo de languidez, de triste-
ó llamar á Catón excelente animal, solo za silenciosa, y aun de abatimiento físi-
porque hombre es animal, y cenar es co y moral. Él mismo ignorará muchas
introducir comida. veces la causa de su melancolía.
Trasladar el sentido literal ó grama- Por esta razón nos valemos del adjeti-
tical es lo que se llama vertir: traducir vo triste para denotar lo que afecta á so-
es trasladar el verdadero pensamiento los los sentidos, y llamamos melancólico
y espíritu del autor. El que vierte debe á lo que profundiza mas en nuestra alma.
conservar el mismo orden de ideas, las —Cuando decimos—esta ciudades muy
mismas figuras, las mismas alusiones: triste—esta nación es melancólica, apli-
el que traduce puede separarse mas ó camos el adjetivo triste á lo exterior y
TRI ( lí ) TUM
á los accidentes materiales de la ciudad, T R I S T E Z A , AFLICCIÓN. — La tristeza es,
y el adjetivo melancólico al carácter, ó una situación continuada del ánimo ocu-
por mejor decir, al estado del alma de pado con alguna pena ó disgusto. La
aquellos hombres.—"La tristeza que le aflicción es la situación del ánimo en lo
causó la muerte de su amigo, degeneró mas fuerte del dolor.
en una profunda melancolía." En este El infeliz ocupado continuamente de
ejemplo se ve indicada la duración de su desgracia, está triste. Una buena ma-
ambos efectos.—Si decimos que un niño dre se aflige siempre que se acuerda de
está triste, damos á entender que expe- la temprana pérdida de un hijo.
rimenta una sensación pasajera, común El efecto que causa en el primer mo-
á todos los niños; pero si decimos que vimiento la pérdida de un padre amado,
está melancólico, nuestra imaginación es afliccion;L· situación desagradable en
nos presenta la idea del alma, y trata- que queda después el ánimo por algún
mos de buscar la causa, que en otras tiempo, es tristeza. De aquí es, que hay
circunstancias hubiéramos despreciado. genios naturalmente tristes, y no natu-
La tristeza siempre es desagradable: ralmente afligidos; porque esta expre-
la melancolía, tiene sus atractivos y sus sión explica una situación continuada
goces. del ánimo, no un efecto actual de la vi-
El adjetivo sombrío, aplicado á las per- veza del dolor.
(L. de la Huerta.)
sonas, es una de las palabras mas enér-
o-icas y significativas de la lengua cas- T R I S T E Z A , MELANCOLÍA.—Latristeza es
tellana. El hombre sombrío ya no es comunmente una consecuencia de gran-
triste, ya no es melancólico, ya no es sus- des aflicciones. La melancolía un efec-
ceptible como éstos, de consuelo ni de to del temperamento.
sensaciones agradables, ni de pasiones Una mala nueva nos pondrá tristes.
suaves. Las suyas son violentas, tu- Una indisposición del cuerpo nos pon-
multuosas, funestas; y si consigue re- drá melancólicos. El corazón está do-
concentrarlas en su corazón, no puede minado de la tristeza, cuando el hombre
impedir que su semblante manifieste la por un efecto de sensibilidad se deja
violencia continua que le cuesta este es- apoderar de ella enteramente.
fuerzo. Huye de los hombres, porque La sangre se altera con la melancolía
le entristece el bien ageno, y busca la so- cuando el hombre no procura distraerse
ledad y las sombras porque convienen al ni divertirse.
estado de su espíritu. (March.)

La tristeza lleva siempre consigo la


T R I U N F A R , VENCER.—Triunfar es vencer
idea de una causa pasajera.
con gloria.
La melancolía, indica un carácter apa-
Un general, que gana una batalla con-
cible, ó á lo menos un estado de resig-
tra un enemigo débil, vence, no triunfa.
nación adquirida por convencimiento, ó
(L. de la Huerta.)
por necesidad.
Nos causa placer proporcionar algún T U M B A , TÚMULO, SEPULCRO, SEPULTURA.
consuelo al triste y al melancólico; pero —Tumba es el latino tumbus, y su tu-
todos huimos del hombre sombrío. Esta mulus es nuestro túmulo. Ambas voces
palabra trae á nuestra imaginación la llevan en sí la idea de elevación; pero
idea del crimen y de los remordimien- el túmulo es mas alto que la tumba. Esta
tos de una conciencia agitada. es propiamente la loga que cubre el hoyo
(G. de la Cortina.) que encierra los huesos, ó que contiene
TUM ( 161 ) UNA
las cenizas de los muertos. En su orí- pulcro. Vamos á orar y á llorar sobre
gen sirvió para que se grabasen en ella las sepulturas; vamos á ver la nada de
las inscripciones, epitafios, ó los símbo- la vida, del mundo y del ser en los se-
los de la dignidad, profesión, edad, &c, pulcros. El lugar destinado para reci-
del difunto. Asi en rigor la tumba es la bir nuestros cadáveres es sepultura; todo
piedra sepulcral; pero después se ha to- lo que nos abisma para siempre es se-
mado por un sepulcro de piedra. El tú- pulcro, como llamamos al amor y á los
mulo es una especie de edificio ú obra monstruos devoradores. La sepultura
del arte erigido en honor de los muer- conserva siempre su carácter religioso,
tos para consagrar é ilustrar su memo- que no necesita el sepulcro. La tierra
ria por el elogio de su vida, por emble- es sepultura del hombre solo, y sepul-
mas, alegorías, y por cuantos medios cro de todas las cosas, como dice Lu-
pueden inmortalizar la virtud. Así la crecio. Entre las sepulturas, unas son
tumba es humilde, sencilla, modesta, comunes y sencillas, y otras particula-
comparada con el túmulo: todas las in- res y honrosas; pero el sepulcro borra to-
signias posibles de honor adornan y real- das estas diferencias. En el sentido pro-
zan el túmulo: se derraman algunas flo- pio y riguroso, en medio de las sepul-
res sobre la tumba; expresión metafóri- turas destinadas para encerrar los muer-
ca tomada del uso de los antiguos de ir tos, la tumba cierra los sepulcros parti-
á echar todos los años en la tumba de culares, y conserva las cenizas y aun
sus parientes flores, con especialidad la memoria de los muertos. El túmu-
rosas, símbolo de la brevedad de la vida. lo mas elevado realza la memoria y la
Lloramos sobre la tumba, y admiramos gloria de los muertos que sobresalieron
en otro tiempo por algún motivo, pero
el túmulo ó su vanidad. Hollamos la
que hoy están abatidos y confundidos
tumba; pero el túmulo descuella sobre
en el fondo del sepulcro por el destino
nuestras cabezas. Aquella está desti-
común á todos los mortales.
nada para memoria, éste para gloria.
Sepulcro y sepultura se distinguen de (A. Cienfuegos.)
tumba y de túmulo por la idea contraria
á la elevación. La sepultura es el lugar
u
en que los cuerpos muertos están en- UNÁNIME, ACORDE, CONFORME.— Uná-
cerrados en la tierra. El sepulcro es un nime, representa una misma voluntad:
lugar en que están encerrados también, acorde, una misma opinion: conforme,
pero mas hondamente, en un hoyo pro- una misma decision.
fundo. La idea de la sepultura no es tan Si los ministros de un tribunal están
tétrica como la del sepulcro» La sepul- unánimes en la intención de hacer justi-
tura es el lugar destinado ó consagrado cia, y dar á cada uno su derecho; pue-
para hacer las exequias de los muertos den no estar acordes en las razones que
con todas las ceremonias religiosas de asisten á cada una de las partes, según
inhumación, volviendo á la tierra los el modo con que cada uno de ellos las
cuerpos que salieron de la tierra. El percibe; pero para dar la sentencia bas-
sepulcro es la huesa, el pozo que recibe, ta que estén conformes, ó por haber adop-
traga y consume los cuerpos, la» ceni- tado al fin el mismo parecer, ó por ha-
zas, los despojos de los muertos, redu- ber adherido los unos al de los otros
ciéndolos á la nada de que salieron. So- por condescendencia, ó por ceder á la
mos enterrados, inhumados en la sepul- pluralidad.
tura, y sepultados, aniquilados en el se- Por eso, cuando se retarda una deci-
21
USO ( 162 ) UTI
sion, no se dice, aun no están unánimes; A veces conviene mas acomodarse á
porque de lo que se trata es, de que es- un mal uso, que señalarse uno aun en
tén todos, ó igualmente persuadidos, alguna cosa que no sea mala sino buena.
esto es, que estén acordes, ó mutuamen- Hay muchos que siguen la costumbre en
te convenidos, esto es, que estén con- el modo de pensar, como en el ceremo-
formes, para proceder después sin sepa- nial: solo se atienen á lo que sus padres
rarse ninguno del parecer de los demás. ó nodrizas pensaron antes que ellos.—
(L.dela Huerta.) (V. Costumbre, Hábito.)
(March.)
ÚNICO, SOLO.—Es única la cosa que es
singular, rara ó excelente en su espe- USURPAR, INVADIR, APODERARSE.—

cie. Usurpar es tomar injustamente una cosa


Sola cuando no tiene compañera. á su legítimo dueño, valiéndose de la
Un hijo de familia que no haya teni- autoridad ó del poder. Se dice igual-
do ningún hermano es único. mente de los bienes, de la autoridad, del
El hombre que no tiene quien le am- poder.
pare, socorra, alivie ó conduele en sus Invadir es tomar inopinadamente, ó
necesidades ó aflicciones, es solo. de repente ó de hecho algún pais ó ter-
(March.) ritorio, sin acto alguno de hostilidad ó
prevención anterior.
URDIR, TRAMAR.— Urdir es disponer los Apoderarse es precisamente hacerse
hilos para hacer una tela. Tramar es dueño de una cosa, previniendo á los
pasar los hilos por entre los hilos. En concurrentes y á cuantos puedan pre-
el sentido propio no se confunden estas tenderla con derecho.
voces, pero sí en el figurado, en el cual Parece también que usurpar encierra
se dice urdir ó tramar un enredo, una á veces una idea de traición, que inva-
picardía. Tramar supone un designio dir da á conocer que hay mal proceder,
mas formado, un enredo mayor, planes y que apoderarse contiene cierta idea
mas bien concertados,disposiciones mas de prontitud y diligencia.
adelantadas para la ejecución. Urdir No se usurpa la corona cuando estan-
es empezar; se urde una trama. Tramar do vacante se recibe de las manos de la
es adelantar la obra, darle la consisten- nación. Tomar provincias después de
cia conveniente. declarar la guerra, es conquistarlas y no
(A. Cienfuegos.) invadirlas. No hay injusticia en apo-
derarnos de las cosas que nos pertene-
Uso, COSTUMBRE.—El vso parece ser mas
cen, aunque se disputen nuestros dere-
universal; la costumbre mas antigua: lo
chos y pretensiones, pero á veces pue-
que practican la mayor parte de las gen-
de haber temeridad.
tes es un uso; lo que se ha practicado (March.)
desde mucho tiempo es una costumbre.
El uso se introduce y se extiende; la UTILIDAD, PROVECHO, VENTAJA. — La
costumbre se establece y adquiere auto- utilidad nace del servicio que se saca de
ridad. las cosas; el provecho de la ganancia que
El uso hace la moda: la costumbre hace producen; la ventaja nace del honor ó
el hábito. Uno y otro son especies de de la comodidad que uno encuentra.
leyes en un todo independientes de la Un mut¡> e tiene su utilidad; un ter-
razón, en cuanto conviene al exterior reno trae ¿JL provecho; una gran casa
déla conducta. tiene sus ventajas.
VAL ( 163 ) VAN
Las riquezas no son de utilidad aigu- ι VALOR, PRECIO.—El mérito intrínseco
na, cuando no se hace de ellas buen uso: de las cosas constituye su valor; fúnda-
mayor es el provecho en las rentas; pero se su precio en la estimación que se les
mas frecuente en el comercio. El di­ da. Diremos, pues: esta medalla ade-
nero da muchas ventajas en los nego­ mas de su valor, porque es de oro, es
cios y facilita el éxito. también de gran precio por ser antiquí-
Deseo que esta obra sea útil al lec- sima y rara.
tor, que dé provecho al librero que la Parece como que precio supone algu-
vende, y que me acarree la ventaja del na relación con la compra 6 venta, lo
aprecio público. cual no sucede con la palabra valor. Así
(March.}
es que se dice, que no es buen inteligen-
V te el que no juzga del valor de las co-
VALENTÍA, VALOR.—La valentía es la os-
sas, sino por el precio á que cuestan.
tentación del valor. Aqj.'lla puede ser (March.)
efecto de la educación, del amor propio,
de la vanidad, y acaso de una pura cos- VANAMENTE, INÚTILMENTE, EN VANO.
tumbre adquirida con el ejemplo; este —Se trabaja vanamente cuando no es
es inherente al carácter, y propio de un uno recompensado de su trabajo ó que
espíritu noble, superior á todo riesgo. no se le aprecia; se trabaja inútilmente
Aquella busca los lances; este los evi- cuando la obra que se hace no sirve de
ta, pero no los rehusa, cuando la obli- nada; se ha trabajado en vano cuando uno
cion ó la necesidad lo exigen. Por eso no ha podido hacer lo que emprendió.
cuando se trata de una acción en que Hubiera trabajado vanamente si esta
media el lucimiento, la arrogancia, el obra no me atrajese el aprecio público;
deseo del aplauso, se usa con mas pro- la habría hecho inútilmente si no se apro-
piedad de la voz valentía que de la voz vechasen de ella para tener ideas y ex-
calor, y así á un soldado se le puede presiones mas exactas y justas; y en
llamar valeroso,pero no á un torero; éste vano me habré cansado, si no he encon-
propiamente es valiente. trado la verdadera diferencia y el ca-
Esta distinción parece hacer Cervan- rácter propio de los sinónimos.
tes, cuando dice, que los que profesan (March.)
las órdenes militares deben ser caballe- VANIDAD, PRESUNCIÓN. — La vanidad
ros valerosos, valientes, y bien nacidos. puede recaer indistintamente sobre ua
La valentía de un espadachín es, no mérito real, ó imaginario. La presun-
pocas veces, efecto de no tener valor ción recae siempre sobre un mérito, que
para despreciar una desatención, ó per- solo existe en la imaginación del presu-
donar una injuria. mido.
Por este mismo principio, un valien- Un músico excelente tiene tal vez
te (usado como sustantivo) no quiere vanidad de su habilidad. Un mal gine-
decir precisamente un hombre de vahr, te tiene presunción de su destreza.
sino un quimerista que lo ostenta, que Una mujer hermosa puede tener va-
hace vanidad de él. Y en el sentido fi- nidad, pero una fea solo puede tener
gurado se dice, guardando la misma pro- presunción.
porción, qiie un pintor maneja el pincel De estos dos efectos del amor pro-
con valentía; que es menester mucho pio, considerados políticamente, resul-
valor para combatir contra las armas po- tan muy diferentes consecuencias: por-
derosas de la lisonja. que la vanidad no excluye absoluta-
(£, de la Huerta.)
VAS ( 1 ) VAS
mente el deseo del adelantamiento y de to de la voluntad y de la industria. Vas-
la perfección, antes bien nos inclina á to dice mas que extenso, y mucho mas
buscar los medios posibles para satisfa- que extendido y dilatado.
cerla, ó justificarla: de lo cual pueden Lo vasto y lo extenso prescinden de
sacar útiles ventajas la industria, las ar- los límites y de los accidentes de las
tes, los progresos del buen gusto, & c ; cosas: no así extendido ni dilatado, que
pero la presunción, lisonjeando el áni- muchas veces necesitan de los acciden-
mo con la idea de que no hay mas que tes para determinar la idea con preci-
ser, saber, ó adelantar, destruye los es- sion; por ejemplo, cuando decimos que
tímulos de la emulación, inutiliza los una cosa debe extenderse á lo ancho ó á
medios del adelantamiento, y obra efec- lo largo, damos á entender que tiene
tos sumamente perniciosos. longitud y latitud, y que una de estas
(L. de la Huerta.) dimensiones debe determinar el modo:
entonces diremos que tal cosa está, ó
VARIACIÓN, MUDANZA.—Consiste la va- debe estar extendida á lo ancho ó á lo
riación en ser ó estar tan pronto de un largo.
modo como de otro. Por el contrario, cuando decimos ¡qué
La mudanza en cesar de ser lo mismo. campo tan vasto! prescindimos entera-
Variar en las opiniones ó en el modo mente de los límites que lo terminan,
de pensar, es abandonarlos y volverlos de su figura y de todos sus accidentes:
á tomar sucesivamente. únicamente atendemos á la impresión
Mudar de opinion es desechar la que que causa en nuestra alma la extension
se tenia para seguir otra nueva. en abstracto. Lo mismo sucede cuan-
Las variaciones son comunes. do empleamos la palabra vasto en senti-
La mudanza es propia de los incons- do figurado, v. g.: es materia muy vasta.
tantes. El que no tiene principios cier- Extenso es ya menos que vasto, y de-
tos está sujeto á variar: al que se fia nota limitación indeterminada: por eso
mas de la fortuna que de la verdad, nos servimos del sustantivo extensión
nada le cuesta mudar de doctrina. cuando queremos expresar un espacio
{March.) cualquiera, cuyos límites dependen, por
decirlo así, de la arbitrariedad. Esto
VARIACIÓN, VARIEDAD.—Lo primero es se verifica tanto en el sentido propio,
el acto de variar: lo segundo la diferen- como en el figurado.—La extension del
cia de algunas cosas entre sí. Así, pues, brazo.—La extension del imperio.—La
se dice; la variación del tiempo, varie- extension de una ley, de un tratado, &c.
dad de colores.
Extendido es lo que ocupa un espacio
No hay gobierno alguno en que no
mayor que el que ocupaba antes: rara
haya variaciones: no hay especie algu-
vez se usa en sentido figurado.
na en la naturaleza, en que no se noten
Dilatado trae consigo la idea del em-
muchas variedades.
{March.) pleo dßl tiempo. Así nos lo manifiesta
su misma etimología—dilatus; esto es,
VASTO, EXTENSO, EXTENDIDO, DILATADO. llevado mas allá; y claro está que mien-
—Todas estas palabras nos dan la mis- tras mas allá sea, mas tiempo se nece-
ma idea, pero producida de diferentes sita. Esta es la razón porque decimos
modos. En las dos primeras pueden no que una ausencia es dilatada, y no vas-
tener parte alguna la industria y la vo- ta, ni extensa, ni extendida.
luntad. Las dos últimas pueden ser efec- (G. de la Cortina.)
VEN ( 1 5 ) VER
V E L O C I D A D , R A P I D E Z . — La velocidad V E N E R A C I Ó N , R E S P E T O . — La veneración
exprime genéricamente el movimiento reside en el corazón; el respeto en la
pronto ó acelerado de un cuerpo; pero imaginación. Aquella es efecto de la
la rapidez parece que añade mas ener- persuasion interior del ánimo; éste lo es
gía á la idea, mas ímpetu al movimien- de la impresión que causa el objeto en
to, representando al mismo tiempo el nuestros sentidos.
esfuerzo violento con que el cuerpo cor- Por eso se venera la virtud, y se res-
re, y con que corta, ó separa cualquie- peta la autoridad.
ra dificultad ό resistencia, que pueda Un varón apostólico excita nuestra
oponérsele. veneración; un padre nuestro respeto; un
De un torrente se puede decir que soberano virtuoso nuestro respeto y ve-
baja con velocidad de las montañas; pero neración. El aparato y magestad de la
si se dice que baja con rapidez, se ofre- casa de un príncipe causa respeto en el
ce á la imaginación, con mas energía, que lo ve. La memoria de las acciones
el movimiento impetuoso con que se virtuosas de un hombre ilustre, excita
precipita, sin que haya obstáculo que nuestra veneración.
[L. de la Huerta.)
le pueda contener.
El fuego se eleva con velocidad, y V E N I D E R O , FUTURO. — Estos dos voca-
consume una casa con rapidez. De aquí blos son mas caracterizados por la di-
es, que la rapidez solo se aplica á la ac- versidad de los estilos que por la dife-
ción, y no al agente. Puede ser rápi- rencia de sus significaciones. Futuro
da la carrera de un caballo, el vuelo de es de mucho uso en lo dogmático; la
un águila; pero ni el caballo, ni el águi- gramática conoce los tiempos futuros;
la son rápidos, sino veloces. la filosofía escolástica trata de la cues-
El mal ejemplo hace rápidos progre- tión del futuro contingente: hasta la ex-
sos. Un general hace rápidas conquis- presión poética se vale muy bien de las
tas. En estos ejemplos el adjetivo ve- series futuras. Lo venidero se usa tan-
loces no representaría con igual propie- to en lo moral como en el lenguaje co-
dad la inocencia, ó la razón atropella- mún de la conversación. La reflexion
das por el mal ejemplo: la fuerza, la re- sobre lo pasado, y la inquietud acerca
sistencia, arrolladas por las armas vic- de lo venidero, no sirven á veces sino
toriosas del conquistador. para quitarnos el g©ce de lo presente.
(L. de la Huerta.) Se consuela uno de un infortunio pasa-
jero con la perspectiva de un porvenir
V E N E N O , PONZOÑA.—L&voz veneno se ex-
dichoso.
tiende, no solo á los simples, que natu-
Futuro es relativo á la existencia de
raímente son nocivos, sino también, y
los seres; venidero á las relaciones de
con mas propiedad, á los compuestos,
los acontecimientos. Se puede hablar
mezclas ó preparaciones que destruyen
con certidumbre de las cosas futuras, y
la salud, ó quitan la vida. La voz ponzo-
predecir las de cierto orden por solas
ña solo se aplica á los simples, que por
las luces naturales; pero sobre lo veni.
sí solos son nocivos, y con mas propie-
dero no se puede hacer mas que conje-
dad á los que naturalmente se encuen-
turar, y es imposible predecirlo sin te-
tran en el cuerpo de varios animales.
ner una revelación especial.
Se compone, se prepara un veneno, no (March.)
una ponzoña; ésta la da preparada la
V E R , M I R A R . — S e ve lo que se presenta á
naturaleza.
(L. de la Huerta,) la vista: se mira donde se echa la ojeada.
VER ( 166 ) VID
Vemos los objetos que se presentan á el pudor. Ambos hacen á veces salir
nuestra vista: miramos los que excitan los colores á la cara; pero en este caso
nuestra curiosidad. se sonroja uno por vergüenza, se sonro-
Se ve ó distinta ó confusamente. Se sea por pudor.
mira de lejos ó de cerca: ábrense los No conviene vanagloriarse, ni tener
ojos para ver: vuélvense atrás para mi- vergüenza por el nacimiento, porque son
rar. rasgos de orgullo; pero conviene igual-
Los hombres indiferentes ven, como mente al noble y al plebeyo, tener ver-
todos los demás, las gracias del bello güenza de sus vicios.
sexo; pero las miran aquellos á quienes Aunque el pudor sea una virtud, hay
causan admiración. sin embargo ocasiones en que pasa por
El inteligente mira las bellezas de un debilidad y timidez.
(March.)
cuadro que ve: el que no lo es en la pin-
tura, mira el cuadro sin ver sus belle- VESTIGIO, HUELLAS.—Los vestigios son
zas. los restos de lo que ha estado en un lu-
De aquí se deduce que ver es un acto gar; las huellas rastros de lo que ha pa-
involuntario: no así mirar, que indica sado por allí. Se conocen los vestigios;
poner atención con la vista. se siguen las huellas.
(March.) Se ven los vestigios de un castillo an-
tiguo; se advierten ó notan las huellas
VERGÜENZA, CORTEDAD.—La ideacomun de un ciervo.
á estas dos voces, consideradas como (March.)
sinónimas, es la timidez; pero la corte- VIA, MEDIO.—Se siguen las vias; se vale
dad la considera como un efecto de la uno de los medios.
falta de aquel desembarazo que se ad- La via es el modo de conducirse para
quiere con el trato continuado de cier- salir bien. El medio es lo que se pone
ta clase de personas; la vergüenza la con- en práctica para este efecto. Via tiene
sidera como un efecto, ó de poca con- una relación particular con las costum-
fianza del mérito propio, ó del temor bres; medio con los sucesos.
del desprecio ó burla de los otros. (March.)
Un sabio, que está seguro de que sabe
lo que dice, no tiene vergüenza de ha- VICTORIA, VENCIMIENTO.—ha victoria es
blar delante de gentes; pero poco acos- la acción de vencer, el vencimiento la de
tumbrado á ello, puede tener cortedad. ser vencido.
Uno que no es muy diestro en la músi- El general que gana una batalla, pu-
ca, aunque no tenga cortedad, puede te- blica tu victoria: el que la pierde, pro-
ner vergüenza de cantar delante de gen- cura ocultar su vencimiento.
tes, que pueden burlarse de él. El vencimiento de las pasiones es la
La cortedad es efecto de falta de ex- victoria de la razón.
periencia, ó de pequenez de espíritu. (L. de la Huerta.)
La vergüenza es efecto de desconfianza, VIDA, EXISTENCIA.—La vida no es mas
y no pocas veces de amor propio. que el estado de todo animal que sien-
(L. de la Huerta.) te y se mueve: por lo mismo es aplica-
ble á todo lo que tiene sensibilidad y
VERGÜENZA, PUDOR.—Las acusaciones movimiento, sea animado ó inanimado.
de la conciencia causan la vergüenza. Un árbol vive y muere, lo mismo que
Los sentimientos de modestia producen un pez, lo mismo que una ave.
VIE 57
( 167 ) VIO
La existencia denota solamente la du- jecer: como igualmente se dice: morir
ración actual de una cosa, y prescinde de vejez, y no de ancianidad.
de las cualidades que constituyen la A los ancianos del pueblo de Israel
vida. Así se dice—existen documentos no les daríamos, con igual propiedad,
que prueban la muerte de César.—En el nombre de viejos del pueblo.
Europa existen muchos edificios de la Así es que, poranalogía con este mis-
edad media.—Es fabulosa la existencia mo uso de la voz, llamamos viejos y no
del ave fénix. ancianos, à los edificios, á los vestidos,
Pero cuando se intenta expresar el á los muebles, y aun á los usos.
modo de existir de los seres animados,
(L. de la Huerta.)
son sinónimos perfectos las palabras vida
1
y existencia, y puede decirse, hablando IGOROSO, FUERTE, ROBUSTO. El VigO-
de un hombre desgraciado—¡qué vida roso, mas ágil que los demás, debe mu-
ó qué existencia tan penosa! cho al ánimo; elfuerte, como mas firme,
No sucede lo mismo cuando nos ser- debe mucho á la construcción de los
vimos de la palabra vida para denotar músculos; el robusto, menos sujeto á los
el conjunto de obras ó acciones de una achaques, debe mucho á la naturaleza
persona, ó el tiempo que hace que vivi- del temperamento.
mos: en este caso no puede ser sinóni- Es uno vigoroso por los movimientos
mo de existencia, porque esta denota y esfuerzos que hace; fuerte por la so-
solamente el ser. Por esta razón deci- lidez y la resistencia de los miembros;
mos vida ejemplar ó criminal- y no exis- robusto por la buena conformación de
tencia.—Historia de la vida dt Cicerón, las partes que sirven á las funciones na-
y no de la existencia de Cicerón.—En turales.
mi vida oí decir tal cosa—y no en mi Un hombre vigoroso ataca y lidia con
existencia. agilidad y violencia; uno fuerte sobre-
(G. de la Cortina,)
lleva con facilidad lo que á otro agobia-
ría y oprimiría; uno robusto resiste toda
V I E J O , ANCIANO.—La vejez es la última fatiga, la influencia del aire, del clima, y
edad de la vida, como lo es igualmente aun los excesos.
la ancianidad; pero la primera repre- (March.)
senta esta idea con relación á lo físico
y perecedero, tanto del hombre, como VIOLENTO, ARREBATADO.—El violento
de todo viviente; y la segunda con rela- llega hasta las acciones; el arrebatado
ción á la distinción que se hace de aque- se contiene comunmente en los discur-
lla edad respecto de las demás edades sos.
del hombre, contrayendo la idea deter- Un hombre violento levanta la mano,
minadamente á su especie. y da tan pronto como amenaza; el ar-
Vemos en la vejez la decadencia de la rebatado está pronto á decir injurias, y
vida, y al viejo sujeto á los achaques y se enfada fácilmente.
debilidades que acarrean los años. Ve- El hombre arrebatado solo tiene á
mos en la ancianidad la consideración veces el primer impulso ó fuego de malo;
que inspira, ó debe inspirar, la edad, la el violento es mas peligroso.
madurez, la experiencia. Se debe estar muy alerta contra los
Por eso para explicar el estrago que violentos, y á veces basta con tener pa-
hace el tiempo, usamos del verbo enve- ciencia con los arrebatados.
(March.)
VOL ( 168 ) VOZ
V I S I O N , APARICIÓN.—Lavision se hace en cer varios volúmenes; pero la encuader-
los sentidos interiores, y no supone sino n a r o n separa los volúmenes, y la divi-
la acción de la imaginación. La apari- sion de la obra distingue los tomos.
ción hace mas impresión en los sentidos No se puede juzgar siempre de la
exteriores, y supone un objeto en lo ciencia del autor por el tamaño ó bulto
exterior. del volumen. Hay muchas obras en va-
San José por una vision fuá advertido rios tomos que fueran mejores reducidos
de que huyese á Egipto con su familia. á un solo volumen.
(March.)
La Magdalena fué instruida del Salva-
dor por una aparición.
o z , PALABRA.—Hemos dicho ya (en el
Los cerebros exaltados y débiles por
artículo Elegante, Elocuente) que la ele-
falta de alimento creen á veces tener vi-
gancia tiene por objeto la buena elec-
siones. Los espíritus tímidos y crédu-
ción de voces y de palabras, mirándolas
los toman á veces por apariciones lo que
como dos cosas diferentes, porque en la
no es nada ó solo es un juego.
realidad lo son cuando se consideran,
(March.)
como sucede en este caso, con relación
V I V E Z A , P R O N T I T U D . — L a viveza depen- determinada al idioma, esto es, la voz
de siempre de la sensibilidad y del áni- ó la palabra que significa tal cosa, ó á
mo, la menor cosa produce efecto en el que se aplica tal idea.
hombre vivo: al punto conoce lo que le En este caso, la diferencia que se per-
dicen, y reflexiona sus respuestas me- cibe entre ellas es, que voz se refiere
nos que otros. mas comunmente á la composición ma-
Prontitud viene mas bien del genio y terial, y á las circunstancias gramatica-
de la acción: un hombre pronto está mas les; y palabra á la pronunciación y cir-
sujeto á los sobresaltos que otro, tiene cunstancias en que tienen parte la pro-
la mano ligera y es expedito para el nunciación y el oido.
trabajo. Almojarifazgo es una voz árabe com-
La indolencia es opuesta á la viveza, puesta de cinco sílabas, sin contar el
y la lentitud á la prontitud. artículo, que miramos ya como parte de
(March.) la misma voz; y es una palabra poco
agradable al oido, y difícil de pronun-
VOCES, GRITOS.—Significan el esfuerzo ciar para un extranjero.
que hacemos con la voz para que se nos Un predicador usa de voces propias,
oiga mejor, ó de lejos; pero voces supo- y de palabras armoniosas. Un aman-
ne un tono natural esforzado; gritos, un te emplea palabras tiernas, y no voces,
tono mas agudo que el natural. para ablandar el corazón de su dama.
A los sordos se les grita, no se les da Por la misma razón se dice: no oyó
voces; porque el tímpano de su oído ne- una palabra de cuanto se habló; y seria
cesita no tanto un sonido fuerte, como mal dicho, no oyó una voz, porque no
un sonido agudo, que le hiera y excite. se trata de la composición gramatical
Al que está lejos, se le da voces, porque de la voz, sino del efecto material que
para oír de lejos, es mas útil lo fuerte, causa en el oido la pronunciación, el so-
que lo agudo de la voz. nido de la palabra.
(£. de la Huerta. ) (£, de la Huerta.)

V O L U M E N , TOMO.—El volumen puede con- V o z , PALABRA.— Voz designa los sonidos,


tener varios tomos, y el tomo puede ha- sean inarticulados ó articulados, que
VOZ ( ] ) VOZ
forma el aire desde los pulmones, pa- labra es pintura, expresión, supone la
sando por la garganta y saliendo por la correspondencia entre el modelo y la
boca. Palabra, que antiguamente se copia, entre el signo y la cosa significa-
decía parabla, corresponde al verbum da, y por consiguiente incluye las ideas
latino, que designa la idea de hablar, de propiedad, exactitud, fuerza, ener-
de comunicar á otros sus pensamientos. gía, ternura, según sea fuerte ó tierno
Es, pues, la palabra la expresión vocal lo que pinte. Así un orador emplea pa-
del pensamiento, la pintura vocal de las labras propias, y no voces; y usa de voces
ideas. La voz no expresa mas que so- armoniosas, y no de palabras·, Un aman-
nidos; la palabra ideas, porque sin ellas te para expresar su pasión,dicepalabras
no hay habla. Según esto, la voz en- tiernas y voces dulces, pero no al con-
cierra en sí las ideas de sonoridad, de trario: no oyó palabra de cuanto se dijo,
dulzura, de aspereza, de armonía. Con- significa que no pudo entender nada de
forme á esto, diremos con propiedad, la conversación: por eso se usa aquí
que Almojarifazgo, por ejemplo, es una propiamente de palabra y no de voz, por-
voz áspera, desagradable al oido; y que no se trata de sonidos, sino de com-
hablaría impropiamente el que dijese prender los discursos de los que hablan.
que era una palabra áspera: pues lapa- (A. Cienfuegos.)

22
APÉNDICE.
TÉRMINOS SINÓNIMOS.

A . ]a propiedad de la dicción pertenece dumbre de nuestro juicio, ó nuestra pere-


antes de todo la elección en el uso de es- za, ó nuestina superficialidad. De esto se
tas palabras llamadas sinónimos. El dis- infiere que el espíritu de discernimiento
curso mas elegante y mas adornado care- y de exactitud es la verdadera luz que dis
cerá de precision, claridad y energía, cuan- tingue en un discurso al hombre sabio del
do el pensamiento se anega en aquella pro- hombre vulgar.
lusion de palabras análogas, y siempre in- Para alcanzar esta exactitud, el escri-
cierta la verdadera, cuya redundancia qui- tor ú orador ha de ser algo escrupuloso en
ta la rapidez y la fuerza á la expresión. el uso de las palabras, hasta llegar á co-
La delicada diferencia, ó graduación que nocer que las que se llaman sinónimas no
se halla entre los sinónimos y esto es, la ín- lo son con todo el rigor de una identidad
dole particular de estas voces, que guar- tan cabal, que el mismo sentido de cada
dan en su significado general una seme- una sea común á todas. Examínense de
janza común como entre hermanas, las dis- cerca, y se echará de ver luego que esta
tingue una de otra por alguna idea secun- supuesta igualdad no abraza toda la ex-
daria y peculiar que encierra cada una de tension y valor de su significado; pues
ellas. De aquí viene la necesidad de es- solo consiste en una idea principal que to-
cogerlas con inteligencia, y acierto, y co- das representan indefinida y latamente.
locarlas con oportunidad, para escribir ade- Sin embargo, cada una diversifica esta idea
cuadamente. por medio de otra secundaria ó accesoria
Esta feliz elección, de que depende la que constituye su propia y peculiar acep-
propiedad del estilo, enseña á decir con ción.
verdad y solidez lo que en otros es vana ¿Quién dirá que los nombres tranquili-
verbosidad: enemiga del abuso de las pa- dad, reposo, sosiego, descanso, se pueden
labras, hace inteligible nuestro lenguaje: aplicar indistintamente á una misma idea,
juiciosa en el uso de los términos, castiga ni juntos ni separados, sin embargo de que
y fortalece la expresión: rigurosamente convienen todos, por modo extenso, en la
exacta, destierra las imágenes vagas y ge- significación de quietud? Examínese cada
nerales, y todos aquellos correctivos como, uno en particular, y se verá, que tranqui-
casi, â modo de , ú poca diferencia, es- lidad es la quietud absoluta de lo que no
pecie de , que manifiestan la incerti- ha.estado inquieto: que reposo es la quie-
( 174 )
tud de lo que ha sido movido: que sosiego conocimiento del idioma, nunca le asisti-
es la quietud de lo que ha estado agitado: rá la virtud y eficacia para enseñar y per-
y que descanso, de lo que ha sufrido fati- suadir. El que carezca de este pulso, usa-
ga ó trabajo. Lo mismo podremos decir rá indistintamente de las palabras avenir,
de esotras palabras gusto, placer, deleite; y acomodar,reconciliar; sin advertir que solo
de otras, como espantoso, asombroso, horro- se aviene á las personas discordes por pre-
roso; y de otras muchísimas, como gozo, tensiones ú opiniones: que solo se acomo-
alegría, júbilo, que algunos escritores, ó da á las que han tenido intereses ó dife-
equivocan su elección, tomando una por rencias personales; en fin, que solo se re-
otra, por ignorancia; ó las confunden jun- concilia á las que por malos oficios se ha-
tas por falta de seguridad en su juicio·, y bían hecho enemigas. En estos tres ejem-
otras veces, por ostentación de la riqueza plos tenemos tres actos de conciliación en
de su estilo, que es vanidad é ignorancia general, y solo en esta idea vaga son sinó-
juntamente. Pero las mas veces dimana nimas aquellas tres voces; pero cada uno
de la incertitumbre que padece el ánimo determinado por distintos fines, y distintas
del que escribe ó habla, vacilante acerca causas.
del valor especifico y propio de las pala- Lo mismo se puede aplicar á estas vo-
bras; y en esta duda echa mano de todas ces estado, situación, cuya diferencia se
para acertar, entre tantas, con la que bus- manifiesta en que la primera dice alguna
ca, y no sabe escoger. cosa habitual ó permanente, y la segunda
Los que creen que esta exuberancia de como accidental y mudable, Y así lo que
palabras, que entre los vicios del estilo se no alcance el raciocinio, lo demostrarán
llama pleonasmo, enriquece la oración, ig- los ejemplos: Ni el estado de padre de fa-
noran ciertamente que no es el valor nu- milia pudo mudar la situación de su fortu-
meral de ellas el que enriquece el discur- na. Tampoco entre austeridad, rigor, y
so, sino el que nace de su diversidad, como severidad se percibe á primera vista la
la que luce en las obras de la naturaleza. diferencia; pero dice así un autor de cier-
Cuando las palabras varían entre sí, solo to magistrado: vivía con austeridad, pen-
por los sonidos, y no por la mayor ó me- saba siempre con rigor, y castigaba con se-
nor energía y sencillez de su propio sen- veridad.
tido, en vez de dar riqueza á la sentencia, La propiedad de las palabras se cono-
la empobrecen, y fatigan la memoria y ce mas por lo que enseñan los ejemplos,
atención del oyente, ó del lector. Esto es, que por lo que enseñan sus definiciones,
hablando con propiedad, confundir la su- si estas no son exactas y luminosas. El
perfluidad con la abundancia; hacer, como uso diverso á que aplicamos su significa-
quien dice, consistir la magnificencia de ción particular nos conducirá á definirlas
un banquete en el número de los platos, y con toda propiedad; porque padecen en
no en la diversidad de los manjares. Y esto grandes yerros los diccionarios, cuan-
siendo regla constante que entre las diver- do en ellos no se ha llevado por guía esta
sas palabras que declaran nuestro pensa- operación, que parece de orden inverso.
miento, una sola es la propia; todas las El que solo se guía por ellos con ciega
otras, teniendo diferente ó inferior grado confianza, se expone á grandes errores:
de valor, ó embarazan la expresión, ó la hallará en el de la Academia española de-
enervan. finida la palabra perdimiento de este modo
De aquí es, que si el orador ó escritor tan vago como ambiguo: lo mismo que per-
no tiene aquel pulso seguro y fino, que dición ó pérdida. Aunque las tres pala-
pide la exactitud filosófica, y un profundo ! bras abrazan la idea recta y general de per
( 175 )
dida, se diferencian entre si notablemen- cal, vestiduras pontificales; y por el con-
te por el motivo, la acción, y el objeto. trario, autoridad pontificia, palacio ponti-
Busquemos por el uso su aplicación, y ficio, estados pontificios. En el citado dic-
de esta sacaremos su definición verdade- cionario se univocan las voces acuátil y
ra. Perdimiento se dice en sentido legal, acuático; mas yo me tomo la libertad de
hablando de bienes, de una posesión, de hacer entre ellas esta distinción, aplican-
un empleo: perdición tiene un sentido mo- do lo acuátil hablando de plantas, y lo
ral, y se aplica á la ruina de las costum- acuático hablando de aves. Lo primero
bres, al abandono del honor y de sus obli- me parece se apropia mejor á lo que nace,
gaciones: y pérdida es un acto ó resulta se cria y mueve en el agua; y lo segunde á
contraria á ganancia, sea en lo que com- lo que vive entre el agua, ó la frecuenta.—
pramos ó vendemos, como en lo que es- Lo mismo sucede con las voces vegetable y
peramos, ó que poseíamos. vegetal, cuya definición común á entram-
En el referido diccionario se define la bas, no distingue su uso. Sin embargo, de-
voz paternal de esta manera: lo que es pro- cimos el reino vegetal y no vegetable; de-
pio del padre, definición muy extensa é cimos tierra vegetal y no vegetable; deci-
indeterminada; y de la otra paterno se dice: mos vivir de vegetables y no de vegetales.
lo que pertenece al padre, ó es propio suyo, Lo mismo sucede en los artículos angé-
6 se deriva de él. Esta definición, ademas lico y angelical del citado diccionario, cu-
de vaga, es oscura, y confunde en ella la yas respectivas definiciones se confunden
en una, aunque decimos coros angélicos,
primera, de suerte que no se conoce la
espíritus angélicos; y pureza angelical, ge-
verdadera diferencia de las dos palabras, y
nio angelical. Lo mismo sucede con es-
por consiguiente no hay regla ni luz para
tas dos voces celeste y celestial;sin adver-
el uso de ésta, ó de la otra. Obedezca-
tir que decimos, para hablar con propiedad,
mos á la regla sabia del uso, y este maes-
orbes celestes, fenómenos celestes, cuerpos
tro nos dará la particular y propia defini-
celestes, espacios celestes, esfera celeste, en
ción de cada una. Dícese amor paternal,
términos astronómicos; y gloria celestial,
correcionpaternal, solicitud paternal; y se
reino celestial, en sentido místico; y por
dice, herencia paterna, autoridad paterna,
extension, música celestial, voz celestial,
tio paterno. De estas distintas aplicacio-
en alabanza de su excelencia. Decimos
nes sacaremos que paternal es lo que es
azul celeste, y no celestial; y este solo
propio de los afectos de padre; y paterno ejemplo tan común, y tan conocido, basta-
lo que es propio de la calidad y represen- ba para una clara y distinta definición.
tación de padre, ó se deriva de sus dere- Si no consideramos con escrupulosa
chos, ó de su sangre. atención las palabras, jamas escribiremos
Por el diccionario tampoco hallaremos con corrección y propiedad. En este cui-
la diferencia que se trasluce entre estas dado no hallo nimiedad, por mas que la-
dos voces, pontifical y pontificio, porque dren los antipuristas. Verdad es que este
se identifican de tal suerte, que la defini- esmero debe proceder de estudios ante-
ción de la una sirve igualmente para la riores, pues sin este caudal de prevención,
otra. Veamos como se define allí la pri- mal podrá el escritor detenerse en estas
mera: lo que toca ó pertenece al pontífice. especulaciones, cuando está con la pluma
Veamos después como se define la segun- en la mano. Escribe, pues, no se detiene
da: lo que toca ó pertenece al pontífice. Si el que conoce el valor de las palabras, y
estas dos palabras fuesen unívocas, no se este conocimiento le sirve aun después
diría ornamentos pontificales^ misa pontifi- para ver su yerro, y enmendarlo.
( 176 )
Vuelvo á decir, que nunca sobra cuida- dictado de presbítero á los regulares, sino
do en la elección de las palabras para ha- el de sacerdote. Parece que presbítero se
blar con propiedad. ¿Quién dirá que en el aplica mas al orden y al título, y sacerdo-
uso de estos dos nombres Levante, Orien- te al ejercicio y ministerio público de su
te, hablando de regiones, puede caber no- dignidad. Así, se dice: el orden de los
table impropiedad, tomando indistinta- presbíteros, cardenal presbítero. Decimos
mente el uno por el otro? Lo dirá el que al contrario: cuando el sacerdote alza la
sepa que, en lenguaje náutico y mercantil, hostia: cuando sale al altar el sacerdote, y
el Oriente se toma por los países del Asia nímea el presbítero: bajo palabra de sa-
respecto de la Europa, cuando se navega cerdote, y no de presbítero.
á ellos por el océano; y Levante, por los El uso nos enseña estas distinciones,
mismos, cuando se va á ellos por el Me- aun en las cosas mas comunes; bien que
diterráneo. todas son importantes cuando se trata de
Saber un idioma, no es solo saber su propiedad. Si me es lícito descender á
sintaxis, y la nomenclatura de millares de ejemplos de objetos bajos y humildes, pon-
voces, si se ignórala aplicación que se ha dré éste, por ser de uso mas conocido y ge-
de hacer de ellas, muchas veces mas por neral. Los nombres puerco, cerdo, cochi-
el uso que por razón. En las palabras do- no,marrano, representan un mismo animal,
méstico y casero, no se presenta mas dife- y con todo eso no usamos indistintamente
rencia que la extrínseca de ser, la una de- de ellos en todos los casos y circunstan-
rivada de la latina domus, y la otra de la cias: y según son diversos los aspectos
vulgar casa. Sin embargo, el uso nos en- bajo de que consideramos dicho animal,
seña, y aun nos manda, que la primera la es diverso el nombre que le aplicamos, ya
apliquemos á unas cosas, y la segunda á en sentido recto, ya en el metafórico. De-
otras. Por este tenor decimos educación cimos puerco, en estos casos: piara de
doméstica, guerras domésticas,animales do- puercos, matar puerco, comer carne de puer-
mésticos, disensiones domésticas, & c , y de- co, manteca de puerco, & c , y en sentido fi-
jando lo doméstico, tomamos lo casero di- gurado y proverbial: el puerco de Epicú-
ciendo: haciendas caseras, vida casera, pan ro: ú cada puerco le llega su San Martin:
rasero, lienzo casero, &c. echar margaritas à puercos. Parece que
Este mismo uso nos enseña la diferen- este nombre es el propio del animal, y de
cia entre regio y real. Aunque ambas voces acepción mas inmediata, como derivado del
vienen del nombre rey; decimos el palacio parens latino: porque de él se forman las
/cal, los reales ejércitos, la marina real, voces porquerizo, y porqueriza, y no de
el consejo real, la real familia, &c; pero los otros nombres. En la caza de monte
el epíteto regio va con otros nombres, se llama puerco al jabalí y no cerdo ni co-
como el regio solio, el censor regio, regia chino; y de aquella sola voz, como origi-
prosapia, y por comparación se aplica á nal, se forma la compuesta puerco espin
cosas magníficas y espléndidas, como fun- Usamos del nombre cerdo indiferente-
ción regia, banquete regio, aparato re- mente, y de puerco en los cuatro primeros
gio, &c. ejemplos arriba aplicados: mas no en los
También nos enseña la distinción entre restantes, porque en los otros sentidos de
sacerdote y presbítero: lo primero se dice semejanza y comparación, solo se extien-
en la religion católica, en la judía y en la de á estas frases, vive como un cerdo, engor-
pagana; y lo segundo solo se dice del mi- da como un cerdo.
nistro católico en cuanto ha recibido el or- Usamos del nombre cochino en estos ca-
den sacerdotal: sin embargo, no se da el sos, casi siempre para chanza y desprecio:
( 177 )
San Antonio y su cochino: corne como un Esta materia era importante tratarla en
cochino: no son pelos de cochino: la muer- este lugar con alguna extension, porque
te del cochino. Por esto se forman de la abundancia misma de nuestro idioma
este nombre y no de los demás, estos nos obliga á ser mas cautos, solícitos, y
derivados cochinería, cochinada, y llama- remirados para acertar nuestra elección
mos cochina á la persona sucia y desasea- entre la tan varia riqueza de su dicciona-
da; sin embargo decimos también puerca rio. Me he detenido acaso mas de lo que
y porquería. era menester en este género de observa-
De la voz marrano usamos mas para ciones, así por el motivo que acabo de
despreciar y motejar, que para definición exponer, como para hacer mas sensible la
d.el animal: Marrano se llamaban unos á falta que padece de un tratado particular
otros los moros y los cristianos por apodo: de sinónimos nuestro riquísimo idioma,
duerme, ό come, ó engorda comoun marrano, habiéndolo gozado ya casi todas las len-
guas vivas de Europa.
también se suele decir.
De la ignorancia del verdadero y pro-
Igual reseña podríamos hacer de los
pio significado de las palabras, procede
nombres asno, burro,borrico, jumento. ¿Poi-
también la impropiedad de su uso en las
qué decimos el asno de oro de Apuleyo y
aplicaciones figuradas. De aquí nacen tan-
no el burro, ni el borrico! ¿Por qué deci-
tas imágenes inadecuadas, tantas metáfo-
mos burro cargado de letras, y no borrico?
ras incoherentes, tantos pensamientos fal-
¿Por qué decimos la burra de Balan y no
sos. Por ejemplo, el que confundiese las
la borrica, ni la asna? ¿Por qué risa de
voces sierpe y serpiente, como lo hace el
borrico, y no de asno, ni burro? ¿Por qué
diccionario, diria: la sierpe engaño à Eva,
caer de su burro ó de su asno, y no de su
en lugar de la serpiente: diria de una mujer
borrico, ni jumento? ¿Por qué orejas de bur-
colérica y soberbia; es una serpiente en lugar
ro, y no de asno, ni borrico, ni jumento?
de una sierpe: diria de una persona mor-
¿Por qué llamamos borrico al hombre sim-
daz y maldiciente, tiene una lengua de ser-
ple y manso, y no burro, ni asno? ¿Por
piente, en vez de lengua de sierpe como se
qué el que ha caído en un engaño ó equi-
dice generalmente. En esta impropiedad
vocación, dice: he sido un borrico, y no un
caen los que confunden el género con la
burro? ¿Por qué, si bien todos cuatro nom-
especie, ó al contrario; y no habrán con-
bres se aplican á un hombre tonto, solo el
tribuido poco á que los incautos ó perezo-
de burro se aplica al muy sufrido, ó al que
sos no conozcan este peligro algunos re-
lleva todo el trabajo en una casaú oficina,
franes nuestros, como aquel de: olivo, oli-
entre sus iguales? ¿Por qué decimos bur-
va, y aceituno, todo es uno: y el otro tan co-
ra de leche, y leche de burra, y no de borri-
mún, ganso, pato y ansarón, tres cosas sue-
ca, ni de asna? ¿Por qué llamamos burre-
nan, y una son: pero yo respondo, que tres
ro y no borriquero al que cria burras de le-
cosas suenan, y tres cosas son. Cuando
che, y borriquero y no burrero al que cui-
decimos, hablar por boca de ganso, y no
da y lleva burros al prado? ¿Por qué lla-
de pato: cuando decimos la oliva de lapaz
mamos borricada, y no burrada, á una
y no el olivo; damos un claro ejemplo de
cavalgada en burros, ó á una manada de
que hay alguna diferencia entre aquellos
ellos?
tres objetos, si no como individuos, á lo
¿Hasta dónde podríamos extender este menos por algún accidente que hace va-
examen de las voces sinónimas, si quisié- riar su uso.
semos repasar aquí su interminable serie,
contando con la paciencia de los lectores? (C^praany.—Filosoßade la elocuencia.)
23
DEL INGENIO.

JjiN vano habríamos pretendido mostrar también toda invención en las artes aro-u-
con doctrinas, ejemplos y reflexiones guia- ye ingenio, y el que carece de este don na-
das de la filosofía, las demás calidades que tivo, nunca será sino un imitador mas ó
constituyen el talento oratorio, si nos ol- menos perfecto de las operaciones de otro.
vidásemos de la primaria y principal que Y no por otra razón decimos que en tal ó
es elingenio, y la que preside á todas. ¿De tal hombre hay cantera, ó que tiene can-
qué podrían servir los consejos de la sabi- tera, tomándola metafóricamente por in-
duría, los colores de la imaginación, el ca- genio ó talento natural que descubre en
lor de los afectos, y las reglas del buen sus hechos ó escritos, al modo como de
gusto para hablar y escribir con eminen- aquella se saca la piedra viva para labrar
cia y aplauso, al que se hallase destituido después los edificios. Por extension se
de esta llama, de esta inspiración, de este llama ingenio toda máquina ó artificio en
entusiasmo, pues con estas metáforas poé- mecánica, como las catapultas y trabucos
ticas se define el ingenio? Este conside- en la antigua artillería, y los molinos de
rado como una lumbre celeste que escla- azúcar ó trapiches, por suponerse ingenio
rece á nuestro entendimiento, se llama en su invención. Y por otra aplicación
también numen y genio, personificando es- análoga damos el nombre de ingenio á la
tos nombres en figura de deidad ó ángel industria ó maña de que usa el hombre pa-
que nos inspira, á dicho de Ovidio, hablan- ra conseguir sus fines, porque en estos me-
do de los poetas, est Deus in nobis, para dios se supone siempre artificio. Por úl-
sobresalir en alguna de las artes de inven- timo se llama por sinécdoque ingenio al
ción, que por esto las llamamos artes de mismo sugeto ingenioso.
ingenio. Pero como en la lengua francesa no se
Ingenio significa aquella virtud del áni- distingue particularmente el ingenio del
mo y natural disposición, nacida con no- genio, pues no tiene para lo uno y lo otro
sotros mismos, y no adquirida por arte ó mas que el nombre genie; de aquí habrá
industria, la cual nos hace hábiles para provenido que en estos últimos tiempos, á
empresas extraordinarias, y para el des- fuerza de tantas traducciones, se haya in-
cubrimiento de cosas altas y secretas. Por troducido en los escritos de algunos de
esto llamaron los griegos y latinos ingenio nuestros literatos el abuso de llamar cons-
á la naturaleza de cualquier cosa: y así tantemante genio á lo que constantemente
( 179 )
han dicho ingenio nuestros padres y abue- que entendemos nosotros por ingenio, que
los. En aquella lengua, gente se toma por es talento superior ó inventivo en las ope-
ingenio mas que por genio, porque la di- raciones del discurso, y no del ánimo.
cha voz se aplica al arte y profesión de Si alguna vez se ha usado, ó se puede
ingeniero, y al mismo cuerpo de ingenie- usar, la palabra genio, es personificándo-
ros llamado corps du genie; y cuando se la, tomada entonces por algún sabio singu-
nombra en particular á un ingeniero es lar que ha hecho época en los adelanta-
con el nombre de ingénieur, y no genieur, mientos de alguna ciencia; pero siempre
como parecía mas regular según la radi- acompañada de algún epíteto, como de
cal genie. Luego, bien podremos decir que divino, creador, inventor, soberano, original.
el genio traducido á la francesa es nuestro Diremos muy bien en este sentido el gaño
ingeyíio verdaderamente castellano. de Homero, de Platon, de Aristóteles, de
Descartes, de Newton; y no, "Homero
Entre nosotros la voz genio vale lo mis- fué un genio," "Platon era un genio & c ; "
ino que el natural, la inclinación con que se porque esta acepción absoluta nada signi-
siente cada uno para el ejercicio en alguna fica en castellano. Y aun es mas impro-
ciencia ó arte, así como en las de invención pia, y menos inteligible, si, hablando de las
se llama numen. Este numen que levanta artes amenas, dijésemos, como traducido
ta mente humana á una region superior, y á la francesa: el genio en un poeta ú orador
en cierto modo la endiosa, es aquel es- puede ser superior ά su gusto.—En la elo-
píritu agente que mueve el talento inven- cuenciapuede mas el genio que el arte.—El
tor, y abre rumbos no conocidos al discur- genio daña ά los sentimientos del orador.—
so. Por esto la supersticiosa admiración Hay escritores de mucho gusto para juzgar,
en la antigua gentilidad dio los nombres ya y de poco genio para componer.—Al que
de genio, ya de demonio á esta potencia in- profesa muchas artes le llaman genio univer­
telectual con la que se distinguieron algu- sal Sfc. Tales son los ejemplos que se
nos varones sabios por su eminente y ma- pueden citar, dejando otros muchísimos
ravillosa inteligencia. Este numen era el vaciados en esta misma turquesa, pues son
genio de Platon, y el demonio de Sócrates; ya sobrados para el desengaño: y tales los
la ninfa Egéria que guiaba á Numa; y la que se leen en la pésima traducción cas-
cor cilla blanca con quien consultaba Serto- tellana de las lecciones de Hugo Blair.
rio. Nose pudo entonces retratar con otros
El nombre ingenio en su común signifi-
emblemas mas significativos la luz miste-
cación se extiende mas allá de los térmi-
riosa y oculta de la filosofía, de la ciencia
nos de las artes amenas, y de imaginación,
política, y del arte de la guerra. Tanta
pues se aplica igualmente al talento so-
fué la veneración y respeto que se adqui-
bresaliente en las matemáticas, en la poe-
rió el saber soberano de ciertos hombres,
sía, en la táctica, en la elocuencia, en la
que la admiración tuvo que atribuir la fuer-
política,en la pintura, en la astronomía, en
za de su ingenio á influjo sobrenatural.
la música, en la física, en la mecánica, &c.
También se toma la voz genio por la Con el arte y el estudio se puede aumen-
misma naturaleza ó índole que nos inclina tar este talento, mas no adquirir.
á las obras buenas, ó bien á las malas: por- No llamamos hombre de ingenio al hom-
que, como se ha dicho, genius est quod una bre de esquisito gusto, ó de feliz imagina-
gignitur nobiscum; tales son las personas ción, si no engendra, produce, ó crea por
que llamamos de buena, ó mala índole. sí; que es decir, si no trabaja de su propia
Pero ninguna de estas propiedades, que invención, que decimos también de propio
influyen en la moralidad, pertenecen á lo marte, en señal de suponerse en el inge-
( 180 )
nio algo de divino. Lo nuevo y lo singu- j Plancio, por Sestio, por Fonteyo, y red-
lar en los pensamientos no basta para dar be como cosa sonora y agraciada los luga-
el nombre de ingenio al orador; es menés· res patéticos del francés Masillon, y deles-
ter que sus ideas sean grandes ó suma- pañol P. Granada, que debían enternecer-
mente importantes á los hombres. Y en le y arrobarle; ¿qué idea puede tener de
este punto se diferencian las obras de in- este don sublime que la especulación de
genio de las originales; porque éstas solo las definiciones no puede explicar á quien
tienen el carácter de la singularidad, y no no puede sentirlo? Las maravillas de los
el de la invención; la cual no debe enten- afectos de aquellos grandes maestros nada
derse solo en la traza y composición, sino dicen al que no puede imitarlos: y como
también en la expresión y estilo. Los el que no puede imitarlos, no tiene en su
principios del arte de bien decir, son to- ánimo centella alguna de esta llama divi-
davía tan obscuros, tan varios é imperfec- na, en vano espere producir cosa alguna
tos, que el que no es realmente inventor excelente, ni como poeta, ni como ora-
en este género, jamas alcanzará el título dor. Las reglas del arte son inútiles, y los
de grande ingenio. No basta un fino gusto, dechados también, al escritor que carece
una delicada crítica, ni conocer lo imper- de ingenio, pues no puede crear, ni tam-
fecto, lo sublime, si no produce nuevas poco imitar, porque quien no siente lo que
perfecciones, ó las presenta con novedad, el maestro siente en tal pasaje ó situación,
que no es pequeña gracia y virtud. Con ¿cómo sabrá jamas ponerse en aquel caso?
el gusto se juzga; y solo con el ingenio se Copie, ó robe entonces los pensamientos
ejecuta. Este ha precedido siempre á toda ágenos: y véndanos después, como el mer-
delicadeza y primor, como sucedió en la cader, el trabajo de otras manos.
infancia de la poesía, de la elocuencia y Algunos han creido que lo que llama-
de otras artes, en que las ideas mas subli- mos ingenio consistía en la extension de
mes, y las expresiones mas vehementes, la memoria: errado concepto de entendi-
andaban vestidas en traje tosco y plebe- mientos vulgares, que hallándose con el
yo. A los primeros héroes pinta la anti- cerebro amueblado, digámoslo así, de pen-
güedad desnudos, para presentar el vigor samientos y frases prestadas, han creido
y esfuerzo de su naturaleza; y si vistió ai- igualar á los originales, á los escritores
cuna vez parte de sus miembros, era con que escriben de propio numen, como si di-
silvestres despojos de sus propias hazañas, jéramos, que trabajan con materiales de
como insignias de trofeo, y no como ador- su propia mina. El hombre docto, que
no y compostura. cuenta solo con su memoria, viene á ser el
El ingenio del orador sujeta al imperio obrero inferior que va á las canteras á es-
de su palabra todo lo criado: pinta á la na- coger el mármol; y el hombre de ingenio
turaleza toda con imágenes: enciende ó es el escultor que hace respirar la piedra
apaga las pasiones; y hace hablar al silen- bajo la forma de la Venus de Guido, ó del
cio mismo. Lo hermoso toma bajo de su Gladiador romano. El ingenio, sí, que pue-
pluma, nueva hermosura; lo tierno, nueva de suplir á la memoria; pero jamas ésta al
suavidad; lo enérgico, nuevo vigor; lo ter- ingenio. Cervantes produjo su Don Qui-
rible, nueva sublimidad; en fin, el ingenio jote, sin haber historia verdadera de tal
del orador arde sin consumirse. héroe, ni de sus hechos; y Cornelio á La-
En vano preguntaría qué es ingenio, el pide con toda su maravillosa erudición no
que no tuviere de él alguna semilla en hubiera hecho una página de la cuaresma
su ánimo: el que queda tibio y tranquilo de Masillon, ni de las oraciones fúnebres
leyendo las peroraciones de Cicerón por de Bossuet,
( ι 11 )
.
El ingenio, hemos de confesarlo, tiene ron fueron compuestas solo para la lectu-
también sus extravíos;y suele perderse re- ra, y sin embargo, son acaso lo mas vigo-
montándose en alas de una impetuosa ima- roso y penetrante que tiene la elocuencia.
ginación. Aquí entra á ejercer su oficio El orador algunas veces ha de hacer ha-
un severo gusto, y una sabia moderación, blar la pasión, y en este caso no debe se-
que se forma con el estudio crítico de los guir los pasos lentos y acompasados del
maestros del arte; pero siempre con aquel disertor. La verdad misma, realzada con
temperamento de no obedecer ciega y ser- la novedad de la expresión, y el calor del
vilmente al ejemplo de aquellos ánimos estilo, da mas valor á la justicia déla cau-
flemáticos é insensibles, que parece qui- sa, y gana los votos todos del auditorio.
sieran arrancar á la elocuencia sus rayos. Digamos en suma: que el orador, ó es-
Todo lo que está lleno de verdad y razón critor, dotado de ingenio, cuando trata de
puede respirar alguna vehemencia; pero objetos que tocan vivamente su corazón,
huyendo la ridiculez y fantasía del decla- ha de comunicar de necesidad á su estilo
mador que, esgrimiendo con palabras hue- los movimientos de su ánimo. Por esto
cas, se enardece puerilmente representan- vemos que ordinariamente los escritores
do con ánimo frío lo patético. de ingenio pintan su carácter en sus escri-
La elocuencia escrita, por estar des- tos, y solo de ellos se dice que tienen su
acompañada de acción, no necesita menos estilo propio, aunque otros les excedan
de la moción, que la pronunciada. Las tal vez en mas hermosa y expléndida elo-
cución.
Veninas, y la segunda Filípica de Cice- •rOapmany.—Filosoßa de la elocuencia.)

^m&oWMfr
A Adivino, Profeta 7
Adonde, Donde 66
A—primer sonido vocal—ideas ά que
Adonde, Donde, De donde, Por don-
se refiere.— V. la nota al art. Alma. 13
de 67
Abajo, Debajo 3
Adulador, Lisonjero 7, y 102
Abandonar, Dejar 3
Advertencia, Prevención 128
Abandonar, Desamparar 57
Advertido, Avisado 8
Abdicar, Hacer dimisión 4
Afecto, Amor, Cariño 17
Abecedario, Alfabeto 11
Afición, Gusto 85
Abominable, Detestable, Execrable. 4
A fin de, Para 120
Aborrecer, Detestar 5
Afirmar, Asegurar 8
Aborrecimiento, Odio 116
Aflicción, Tristeza 160
Absolución, Perdon, Remision 124
Aforismo, Axioma, Máxima, Senten-
Acá, Aquí. 24
cia, Apotegma 29
Acabar, Concluir 5
Afrenta, Agravio 9
Accidente, Desdicha, Desastre 57
Afrenta, Insulto, Ultraje S
Acción, Acto 5
Agarrar, Asir 26
Acción, Movimiento 110 Agradar, Complacer 42
Acciones, Hechos 86 Agradar, Gustar 85
Acelerado, Rápido, Veloz 132 Agradecer, Reconocer 8
Acelerar, Apresurar. * 5 Agravio, Afrenta 9
Aceptar, Recibir 134 Agravio, Ofensa S
Aclarar, Alumbrar 6 Agregar, Asociar 9
Aclarar, Ilustrar 6 Agricultor, Cultivador, Colono 9
Acogerse, Refugiarse 6 Aguardar, Esperar 10
Acordar, Consentir, Adherir 45 Agüero, Presagio 10
Acorde, Unánime, Conforme 161 Ahorro, Parsimonia, Economía . . . . 121
Actitud, Postura 7, y 127 Al—ideas ά que se refiere esta silaba. 13
Activo, Eficaz η Alabanza, Elogio 69
Acto, Acción 5 A la ligera, Ligeramente 102
Acuerdo, Convenio, Consentimiento. 47 Alargar, Prolongar, Prorogar 11
Acumular, Amontonar 17 Alboroto, Tumulto 11
Adagio, Proverbio, Refrán 130 Alcanzar, Lograr, Conseguir 103
Adherir, Consentir 45 Alcanzar, Llegar 104
Adherir, Consentir, Acordar 45 Alegría, Contento 46
Adherirse, Pegarse—continuación de Alegría, Gozo 83
Consentir, Adherir, Acordar 45 Alfabeto, Abecedario 11
í 184 )
Al fin, En fin, Finalmente 71 Antiguamente, En otro tiempo, Otras
Alguien, Alguno 11 veces 21
Alguno, Alguien 11 Antipatía, Odio, Aversion 116
Alianza, Liga, Confederación, Coali- Añadir, Aumentar 22
ción . , 12 Aparición, Vision 168
Aliento, Respiración 12 Apariencia, Exterior 76
Alma, Ánima, Ánimo 12 Apartar, separar 144
Alma, Espíritu 12 A pesar de, No obstante 22
Almanaque, Calendario 34 Apetecer, Desear 57
Alquimista, Químico 132 Apetencia, Apetito 22
Altanero, Altivo 14 Apetito, Apetencia 22
Altercado, Disputa, Contestación, De. Aplacar, Calmar 22
bate 64 Apócrifo, Supuesto 22
Apoderarse, Usurpar, Invadir 162
Altivo, Altanero 14
Apotegma, Axioma, Máxima Senten-
Altura, Elevación, Eminencia 14
cia, Aforismo 29
Alucinación, Alucinamiento 15
Alucinamiento, Alucinación........ 15 Apreciable, Estimable 74
Alucinar, Ofuscar, Confundir 15 Aprecio, Estimación 23
Alumbrar, Aclarar 6 Aprender, Instruirse 23
Alumbrar, Iluminar 15 Apresurar, Acelerar 5
Amable, Sociable 149 Apropiarse, Arrogarse, Atribuirse... 23
Amar, Querer 16 Aptitud, Capacidad 36
Amar, Querer, Estimar 16 Apto, Capaz 23
Ambos, Entrambos, Ambos á d o s . . . 16 Aquí, Acá 24
17 Arenga, Discurso, Oración 24
Amontonar, Acumular
Amor, Cariño, Afecto 17 Armonía, Melodía 25
Amor, Galantería 17 Aroma, Perfume 25
Amor á la patria, Patriotismo 19 Arrebatado, Violento 167
Arrogarse, Apropiarse, Atribuirse... 23
Amotinado, Insurgente, Rebelde, Fac-
Arrojo, Atrevimiento, Osadía 27
cioso 94
28 Arruinar, Destruir 61
Amparo, Auxilio, Socorro
Analogía, Conformidad 20 Arte, Oficio, Profesión 25
Analogía, Relación 136 Articular, Proferir, Pronunciar 129
20 Articular, Pronunciar 129
Ancianidad, Vejez
Anciano, Viejo 167 Artificio, Destreza, Doblez, Sutileza,
Anhelo, Deseo 20 Astucia 61
Ánima, Ánimo, Alma 12 Ascendiente, Imperio, Influencia.... 26
Animal, Bestia, Bruto 20 Asegurar, Afirmar 8
Ánimo, Ánima, Alma 12 Asiduo, Firme, Constante, Perseve-
Animoso, Valeroso, Valiente, Intré- rante 79
pido 21 Asilo, Refugio 135
Aniquilar, Anonadar 21 Asir, Agarrar 26
Aniquilar, Destruir 21 Asistir, Socorrer, Ayudar. 149
Anonadar, Aniquilar 21 Asociar, Agregar 9
Anteceder, Preceder 21 Astrólogo, Astrónomo 26
Antecesor, Predecesor 127 Astrónomo, Astrólogo 26
( 185 )
Astucia, Destreza, Doblez, Sutileza, Bruto, Bestia, Animal 20
Artiñcio 61 Buenas acciones, Buenas obras 33
Astuto, Sagaz 141 Buenas obras, Buenas acciones 33
Asunto, Materia 26, y 106 Bulla, Ruido 33
Atender, Escuchar 73
Atento, Cortés 26
Atrevido, Desvergonzado, Audaz.. . 61 C— Observaciones sobre esta letra en
Atrevimiento, Osadía, Arrojo 27
la nota al art. Claustro 41
Atribuir, Imputar 27
Caducidad, Decrepitud 33
Atribuirse, Apropiarse, Arrogarse.. . 23
Calendario, Almanaque 34
Audaz, Desvergonzado, Atrevido... 61
Calidad, Clase, Especie 34
Aumentar, Añadir 22
Calidad, Cualidad 34
Aún, Todavía 28
Calidad, Cualidad, Prenda, Dote... 34
112
Aunque, No obstante, Bien q u e . . . . Calidad, Nobleza 35
A un tiempo, En un tiempo 71
Calma, Tranquilidad, Paz. 158
Auxilio, Socorro, Amparo 28
Avariento, Codicioso 28 Calmar, Aplacar 22

Aversion, Odio, Antipatía 116 Canoro, Sonoro 35


Aversion, Repugnancia, Oposición.. 28 Cansancio, Fatiga 36
Avisado, Advertido 8 Cansar, Fatigar 36
Capacidad, Aptitud 36
Axioma, Máxima, Sentencia, Apo-
tegma, Aforismo . 29 Capaz, Apto 23
Ayudar, Socorrer, Asistir 149 Cara, Rostro, Faz, Semblante 138
Carestía, Escasez 72
Β Cariño, Amor, Afecto 17
Carnicero, Carnívoro 36
Β—Ideas ά que se refiere esta letra.— Carnívoro, Carnicero 36
art. Beso, Ósculo 32 Carrillo, Mejilla 36
Baile, Danza 52 Cartas, N a i p e s . . . . 37
Bajo, Debajo 53 Casta, Raza, Especie 133
Bancarota, Quiebra 29 Castidad, Continencia 37
Bastante, Suficientemente 30 Causa, Motivo 37
Batalla, Combate 30 Cautiverio, Cautividad 37
Belleza, Hermosura 31 Cautiverio, Esclavitud 37
Bendecido, Bendito 31 Cautividad, Cautiverio 37
Bendito, Bendecido. 31 Cautivo, Prisionero, Preso 38
Beso, Ósculo 31 Caverna, Cueva, Gruta 52
Bestia, Bruto, Animal 20 Celebrado, Célebre 39
Bestia, Estúpido, Idiota 32 Celebrar, Encarecer 38
Biblioteca, Librería 102 Célebre, Celebrado 39
Bien que, No obstante, Aunque.... 112 Célebre, Famoso 76
Blando, Tierno 154 Célebre, Ilustre, Esclarecido, Insig-
Borrasca, Temporal, Contratiempo, ne 88
Tempestad, Huracán, Tronada &c. 152 Celeridad, Prontitud 39
Breve, Corto, Conciso 49 Celeste, C e l e s t i a l . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Brujería Encantamiento , Encanto, Celestial, Celeste 39
Hechizo » 69 Censura, Crítica 50, y 51
24
( 186 )
Chasco, Petardo 125 Conforme, Unánime, Acorde 161
Chico, Pequeño 40 Conformidad, Analogía 20
Chistoso, Gracioso 83 Confundido, Confuso 31
Cl—Observaciones sobre esta combina- Confundir, Alucinar, Ofuscar 15
ción en la nota al art. Claustro.... 41 Confuso, Confundido 31
Clase, Calidad, Especie 34 Conjetura, Presunción 127
Claustro. Análisis ideológico de esta Conjeturar, Presumir 44
voz 41 Conjuración, Trama, Conspiración.. 157
Claustro, Convento, M o n a s t e r i o . . . . 40 Consecuencia , Resultado , Éxito ,
Clemencia, Misericordia 109 Efecto 44
Coalición, Alianza, Liga, Confedera- Conseguir, Lograr, Alcanzar 103
ción 12 Consentimiento, Convenio, Acuerdo. 47
Cobardía, Miedo 108 Consentir, Adherir 45
Codicioso, Avariento 28 Consentir, Adherir, Acordar 45
Cohechar, Corromper, Sobornar, Se- Consentir, Tolerar, Permitir 156
ducir 49 Consonante, Rima 46
Cola, Rabo 41 Conspiración, Trama, Conjuración.. 157
Cólera, Ira 96 Constante, Duradero 68
Colono, Agricultor, Cultivador 9 Constante, Firme 78
Coloquio, Diálogo . 62 Constante, Firme, Perseverante, Asi-
Combate, Batalla 30 duo. 79
Comentario, Glosa 82 Construir, Edificar 68
Comenzar, Empezar, P r i n c i p i a r . . . . 41 Contento, Alegría 46
Comercio, Negocio, Tráfico 42 Contento, Satisfecho 142
Compasión, Lástima 98 Contestación, Disputa, Altercado, De-
Compendio, Epítome, Resumen, Su- bate 64
mario 42 Contestar, Responder 137
Complacer, Agradar 42 Contestar, Responder, R e p l i c a r . . . . 46
Complaciente, Condescendiente.... 42 Continencia, Castidad 37
Composición, Compostura 42 Continuación, Continuidad 46
Compostura, Composición 42 Continuamente, Siempre 146
Comprender, Entender. 71 Continuar, Proseguir 47
Concesión, Permiso, Privilegio, Li- Continuidad, Continuación 46
cencia 43 Continuo, Perpetuo 124
Conciso, Corto, Breve 49 Continuo, Perpetuo, Incesante, P e -
Conciso, Lacónico 43 renne, Perdurable, Inmortal, Eter-
Cónclave. Observaciones sobre esta no, Sempiterno 124
voz en la nota al art. Claustro.... 41 Contratiempo, Temporal, Tempes-
Concluir, Acabar 5 tad, Borrasca, Huracán, Tronada,
Condescendiente, C o m p l a c i e n t e . . . . 42 &c 152
Conducir, Guiar 84 Contravención, Desobediencia 47
Confederación, Alianza, Liga, Coali- Convencer, Persuadir 47
ción 12 Convencido, Convicto 31
Confesado, Confeso 31 Convenio, Consentimiento, Acuerdo. 47
Confeso, Confesado 31 Convento, Monasterio, C l a u s t r o . . . . 40
Confianza, Esperanza 43 Convicto, C o n v e n c i d o . . . . 31
Conforme, Según 44 Copiador, Copiante, Copista 48
( 187 )
Copiante, Copista, Copiador 48 Deducir, Inferir 54
Copista, Copiante, Copiador 48 Defecto, Falta 76
Corrección, Exactitud 48 Defender, Sostener, Proteger 55
Corregir, Enmendar 48 Degradar, Despreciar, Deprimir.... 59
Corregir, Reprender, Echar repri- Dejado, Indolente, Perezoso, Negli-
menda 48 gente 90
Corresponder, Pertenecer 125 Dejar, Abandonar 3
Corromper, Sobornar, Seducir, Co- Delatar, Denunciar 56
hechar 49 Deleite, Delicia, Placer, Voluptuosi-
Corrupción, Depravación 56 dad .„ 55
Cortedad, Vergüenza 166 Deleite, Placer.... 125
Cortejo, Galán 82 Delicado, Fino 78
Cortés, Atento 26 Delicia, Deleite, Placer, Voluptuosi-
Corto, Breve, Conciso 49 dad 55
Costumbre, Hábito 50 Delincuente, Malhechor 105
Costumbre, Uso 162 Delito, Culpa . 52
Creencia, Fe 50 Denunciar, Delatar ; . 56
Crianza, Educación 50 Depravación, Corrupción 56
Crítica, Censura 50, y 51 Deprimir, Despreciar, Degradar.... 59
Crítica, Sátira 51 Derecho, Directo, Dirigido 31
Cualidad, Calidad 34 Derecho, Justicia 56
Cualidad, Calidad, Prenda, D o t e . . . . 34 Desagradar, Disgustar 64
Cuestionar, Interrogar, Preguntar... 52 Desagradecido, Ingrato 56
Cueva, Caverna, Gruta 52 Desamparar, Abandonar 57
Culpa,Delito 52 Desaseado, Sucio, Puerco, Inmundo. 150
Cultivador, Agricultor, Colono 9 Desastre, Desdicha, Accidente 57
Desatino, Disparate 64
D
Descanso, Reposo 136
Danza, Baile 52 Descanso, R eposo, Quietud, S osiego. 137
Daño, Perjuicio 52 Descubrimiento, Invención 57
Dar, Entregar 53 Descuido, Inadvertencia. 90
Dar nombre, Poner nombre 53 Descuido, Olvido 118
Debajo, Abajo 3 Desdicha, Accidente, Desastre 57
Debajo, Bajo 53 Desdicha, Desgracia 58
Debate, Disputa, Altercado, Contes- Desear, Apetecer 57
tación 64 Desear, Querer 131
Deber, Obligación 54 y 114 Deseo, Anhelo 20
Debe ser, Debe de ser 53 Desembarazo , Despejo , Desenfado,
Débil, Inconstante, Ligero, Voluble, Desparpajo, Soltura, Desenvoltura. 57
Indiferente 54 Desenfado, Desembarazo , Despejo,
De buena gana, De buena voluntad. 54 Desparpajo, Soltura, Desenvoltura. 57
Decadencia, Ruina 54 Desenvoltura, Desembarazo, Despe-
Decidir, Determinar, Resolver 62 jo, Desenfado, Desparpajo, Soltura- 57
Decidir, Juzgar 54 Desgracia, Desdicha 58
Decrepitud, caducidad 33 Deshabitado, Desierto, Solitario.... 59
De donde, Donde, Adonde, Por don- Deshonesto, Obsceno 114
de 67 Desierto, Deshabitado, Solitario.... 59
( 188 )
Designio, Intención, Mira, Proyecto. 95 Disoluto, Obsceno, Lascivo, Lujurio-
Desigualdad, Diferencia, Disparidad. 63 so, Lúbrico, Impúdico 114
Desobediencia, Contravención 47 Disparate, Desatino 64
Despacio, Poco á poco 59 Disparidad, Diferencia, Desigualdad. 63
Desparpajo, Desembarazo, Despejo, Disputa, Altercado, Contestación, De-
Desenfado, Soltura, Desenvoltura. 57 bate 64
Despejo, Desembarazo, Desenfado, Distante, Lejos 65
Desparpajo, Soltura, Desenvoltura. 57 Distinguir, Separar. 65
Despreciar, Deprimir, Degradar.... 59 Distinto, Diferente, D i v e r s o . . . . . . . . 65
Desprecio, Menosprecio 60 Distinto, Diferente, Diverso, Vario.. 63
Después, Luego 103 Diversidad, Diferencia, Variedad... 63
Destinado á, Destinado para 60 Diversion, Entretenimiento........ 65
Destreza, Doblez, Sutileza, Astucia, Diverso, Diferente, Vario, Distinto.. 63
Artificio ;.. 61 Diverso, Distinto, Diferente.- 65
Divulgar, Publicar 131
Destreza, Habilidad 85
Doble, Infiel, Pérfido,Traidor, Falso. 92
Destruir, Aniquilar 21
Doblez, Destreza, Sutileza, Astucia,
Destruir, Arruinar 61
Artificio 61
Desvergonzado, Audaz, Atrevido... 61
Docto, Sabio, Erudito 140
Detenerse, Pararse 120
Dolor, Pena, P e s a r . . . . 123
Determinar, Resolver, Decidir 62
Detestable, Abominable, Execrable. 4 Dolor, Pena, Sentimiento 123
Donaire, Gracejo, Labia 66
Detestar, Aborrecer 5
62 Donde, Adonde. 66
De todas partes, De todos l a d o s . . . .
De todos lados, De todas p a r t e s . . . . 62 Donde, Adonde, De donde, Por donde. 67
Detrás, Tras 62 Dote, Calidad, Cualidad, P r e n d a . . . . 34
Diálogo, Coloquio 62 Dudoso, Incierto 90
Diccionario, Vocabulario 63 Dudoso, Incierto, Problemático.... 128
Dicha, Felicidad 78 Durable, Duradero, Permanente, Es-
Dicha, Fortuna 80 table 67
Dictamen, Opinion, Parecer 118 Duradero, Constante. 68
Diferencia, Desigualdad, Disparidad. 63 Duradero, Durable, Permanente, Es-
Diferencia, Diversidad, Variedad.... 63 table 67
Diferente, Distinto, Diverso 65 Ε
Diferente, Diverso, Vario, Distinto.. 63 Echar reprimenda, Corregir, Repren­
Diferir, Dilatar 64 der 48
Dificultad, Obstáculo 115
Economía, Parsimonia, Ahorro 121
Difuso, Largo 98
Edificar, Construir 68
Dilatado, Vasto, Extenso, Extendi- Educación, Crianza 50
do 164 Efecto , Consecuencia , Resultado,
Dilatar, Diferir 64 Éxito 44
Diligente, Espedito, Pronto 64 Efectuar, Realizar, Ejecutar 134
Diligente, Solicito 149 Eficaz, Activo 7
Directo, Dirigido, Derecho 31 Efigie, Imagen, Figura, R e t r a t o . . . . 68
Dirigido, Directo, Derecho 31 Ejecutar, Hacer 85
Discurso, Arenga, Oración 24 Ejecutar, Realizar, Efectuar 134
Disgustar, Desagradar 64 Electo, Elegido 31
( 189 )
Elegante, Elocuente 68 Equidad, Justicia 97
Elegido, Electo , 31 Equipaje, Tren 159
Elegir, Escoger 72 Equitativo, Justo 97
Elevación, Altura, Eminencia 14 Error, Yerro 72
Elocuente, Elegante 68 Erudición, Instrucción 93
Elogio, Alabanza 69 Erudito, Sabio, Docto 140
Embarco, Embarque 69 Escapar, Huir 87
Embarque, Embarco 69 Escasez, Carestía 72
Embuste, Mentira 107 Es cierto, Es verdad 72
Eminencia, Altura, Elevación 14 Esclarecido, Ilustre, Insigne, Célebre. 88
Empeñar, Obligar 114 Esclavitud, Cautiverio 37
Empeño, Tema, Porfía 69 Esclavitud, Servidumbre 145
Empezar, Comenzar, Principiar.... 41 Escoger, Elegir 72
Escombros, Restos, Ruinas 138
Encantamiento, Encanto, Hechizo,
Esconder, Ocultar, Encubrir 116
Brujería 69
Escuchar, Atender 73
Encanto, Encantamiento, Hechizo,
Escuchar, Oir 117
Brujería 69 Es decir, Esto es 73
Encarecer, Celebrar 38 Espanto, Susto 152
Encarecer, Exagerar 74 Especie, Calidad, Clase 34
Encima, Sobre 70 Especie, Raza, Casta. 133
Encontrar, Hallar 85 y 86 Espectro, Simulacro, Fantasma.... 147
En cuanto á mí, Por mí 70 Especulativa, Teórica 153
Encubrir, Ocultar, Esconder 116 Esperanza, Confianza 43
Energía, Fuerza 80 Esperar, Aguardar 10
Enfado, Enojo 71 Esperarlo, Esperárselo 73
En fin, Al fin, Finalmente 71 Espeso, Obscuro, Turbio 115
Engañar, Sorprender 150 Espíritu, Alma 12
Enjugar, Secar 142 Esposo, Marido 106
Enmendar, Corregir 48 Es preciso, Es menester. 74
Enojo, Enfado 71 Estable, Durable, Duradero, Perma-
En otro tiempo, Antiguamente, Otras nente 67
veces 21 Estado, Situación 149
Ensayo, Prueba, Experimento 131 Estar, Ser 144
Enseñanza, Instrucción 93 Estilo, Lenguaje 98
Ensueño, Sueño 151 Estimable, Apreciable 74
Entender, Comprender 71 Estimación, Aprecio 23
Enterrar, Inhumar 92 Estimar, Amar, Querer 16
Entrambos, Ambos, Ambos á d o s . . . 16 Estimar, Querer 131
Entregar, Dar 53 Estipendio, Salario, Honorario 141
Entre tanto, Mientras 108 Estipendio, Salario, Sueldo, Soldada,
Entretenimiento, Diversion 65 Honorario. 141
En un tiempo, A un tiempo 71 Esto es, Es decir 73
En vano, Inútilmente 71 Estorbar, Impedir 89
En vano, Vanamente, Inútilmente.. 163 Estúpido, Bestia, Idiota. 32
Epítome, Resumen, Sumario, Com- Eternamente , Siempre , Perpetua-
pendio 42 mente.. 146
( 190 )
Eterno, Infinito 74 Faz, Rostro, Cara, Semblante 138
Eterno, Perpetuo 74 Faz, Superficie 77
Eterno, Perpetuo, Incesante, Conti- Fe, Creencia 50
nuo, Perenne, Perdurable, Inmor- Fecundidad, Fertilidad 78
tal, Sempiterno 124 Fecundo, Fértil 78
Exactitud, Corrección 48 Felicidad, Dicha. 78
Exacto, Puntual 74 Fértil, Fecundo. 78
Exagerar, Encarecer 74 Fertilidad, Fecundidad 78
Excitar, Mover 75 Fidelidad, Lealtad 98
Excusa, Pretexto 75 Figura, Efigie, Imagen, R e t r a t o . . . . 68
Execrable, Detestable, Abominable. 4 Fin, Objeto 113
Exigir, Requerir 75 Fin, Término 154
Existencia, Vida 166 Finalmente, En fin, Al fin 71
Existir, Ser, Subsistir . . . . . . . . . . . . 145 Fino, Delicado 78
Éxito, Efecto, Resultado, Consecuen- Firme, Constante 78
cia. 44 Firme, Constante, Perseverante, Asi-
Expedito, Diligente, Pronto 64 duo 79·
Experiencia, E x p e r i m e n t o . . . . . . . . . 75 Fluido, Líquido 80
Experiencia, Observación 115 Forastero, Extranjero 76
Experimento, Experiencia 75 Fortaleza, Fuerza 80
Experimento, Prueba, Ensayo 131 Fortaleza, Fuerza, Vigor, Robustez. 81
Extendido, Extenso 31 Fortuna, Dicha 80
Extendido, Vasto, Extenso, Dilata- Franqueza Sinceridad 148
do 164 Fraternal, Fraterno 80
Extenso, Extendido 31 Fraterno, Fraternal 80
Frecuentemente, Muchas v e c e s . . . . 110
Extenso, Vasto, Extendido, Dilata-
do.... 164 Frugalidad, Parsimonia 122
Exterior, Aparie ncia. 76 Fuerte, Vigoroso, Robusto 167
Extranjero, Forastero 76 Fuerza, Energía 80
Extraño, Raro, Singular 133 Fuerza, Fortaleza 80
Extraordinario, Singular 148 Fuerza, Vigor, Fortaleza, Robustez. 81
Funesto, Fatal 77
Furia, Furor 82
Furor, Furia 82
Faccioso, Insurgente, Rebelde, Amo- Futuro, Venidero 165
tinado 94
Falso, Infiel, Pérfido, Traidor,Doble. 92 G
Falta, Defecto 76
Famoso, Célebre 76 Galan, Cortejo 82
Fantasma, Simulacro, Espectro.... 147 Galantería, Amor 17
Fatal, Funesto 77 General, Universal...» 82
Fatiga, Cansancio 36 Generosidad, Liberalidad 101
Fatiga, Trabajo 77 Glosa, Comentario 82
Fatigar, Cansar 36 Goce, Posesion 82
Favor, Gracia 83 Gordo, Grueso 83
Favorable, Propicio 130 Gozo, Alegría.. 83
Favorito, Valido, Privado 77 Gozo, Gusto 83
( 191 )
Gracejo, Donaire, Labia,. 66 Ignorancia, Tontería, Necedad 88
Gracia, Favor 83 Ignorante, Tonto, Necio, Mentecato,
Gracioso, Chistoso 83 Imbécil 157
Grandeza, Magnitud, Tamaño 84 Iluminar, Alumbrar 15
Gratitud, Reconocimiento 135 Ilustrado, Ilustre 88
Grave, Serio 84 Ilustrar, Aclarar 6
Gritos, Voces 168 Ilustre, Esclarecido, Insigne, Céle-
Grosero, Impolítico, Rústico 89 bre 86
Grueso, G o r d o . . . . * 83
Ilustre, Ilustrado 88
Gruta, Cueva, Caverna 52
Imagen, Efigie, Figura, R e t r a t o . . . . 68
Guardar, Retener 84 Imaginar, Imaginarse 89
Guiar, Conducir 84 Imbécil, Tonto, Necio, Ignorante,
Gustar, Agradar 85 Mentecato 157
Gusto Afición 85
Gusto, Gozo 83 Impedimento, Obstáculo 115
Impedir, Estorbar 89
H Imperio, Ascendiente, Influencia... 26
Habilidad, Destreza 85 Impertinente, Importuno 89
Hábito, Costumbre 50 Impolítico, Grosero, Rústico 89
Habla, Lenguaje, Idioma, Lengua... 99 Importuno, Impertinente 89
Hacer, Ejecutar 85 Imprevisto, Inesperado 91
Hacer dimisión, Abdicar 4 Impúdico, Obsceno, Disoluto, Las-
Hallar, Encontrar 85 y 86 civo, Lujurioso, Lúbrico . · . . 114
Hechizo, Encantamiento, Encanto, Imputar, Atribuir 27
Brujería. 69 Inadvertencia, Descuido 90
Hechos, Acciones 86 Incapacidad, Insuficiencia, Ineptitud. 94
Hermosura, Belleza 31 Incesante, Perpetuo, Continuo, Pe-
Heroisidad, Heroísmo 86 renne, Perdurable, Inmortal, Eter-
Heroísmo, Heroisidad 86 no, Sempiterno 124
Hipótesis, Suposición 151
Incierto, Dudoso 90
Honor, Honra 86
Incierto, Problemático, Dudoso.... 128
Honorario, Salario, Estipendio 141
Inclinación, Propension 90
Honorario, Salario, Estipendio, Suel-
Inconstante, Débil, Ligera, Voluble,
do, Soldada 141
Honra, Honor 86 Indiferente 54
Horrendo, Horrible, Horroroso 87 Indeciso, Irresoluto 96
Horrible, Horrendo, Horroroso 88 Indiferente, Débil, Inconstante, Li-
Horroroso, Horrendo, Horrible..... 87 gera, Voluble 54
Hueco, Vacío 87 Indolente, Dejado, Perezoso, Negli-
Huellas, Vestigio 166 gente 90
Huir, Escapar 87 Ineptitud, Insuficiencia, Incapacidad. 94
Huracán, Temporal, Contratiempo, Inesperado, Imprevisto 91
Tempestad, Borrasca, Tronada, &c. 152 Infamia, Ignominia 91
Infancia, Niñez 91
I
Inferir, Deducir 54
Idioma, Lenguaje, Habla, Lengua... 99 Infiel, Pérfido 91
Idiota, Estúpido, Bestia 32 Infiel, Pérfido, Traidor, Falso, Do-
Ignominia, Infamia 91 ble 92
( 192 )
Infinito, Eterno 74 Inútilmente, En vano, Vanamente.. 163
Influencia, Ascendiente, Imperio.... 26 Invadir, Usurpar, Apoderarse 162
Ingenio (del) 178 Invectiva, Sátira 96
Ingenio, Talento. 152 Invención, Descubrimiento 57
Ingenuo, Sincero 148 Ir, Irse 96
Ingrato, Desagradecido 56 Ira, Cólera 96
Inhumar, Enterrar 92 Irresoluto, Indeciso 96
Injuria, Ultraje 93
Inmolar, Sacrificar 140 J
Inmortal, Perpetuo, Incesante, Con-
Joven, Mozo 96
tinuo, Perenne, Perdurable, Eter-
no, Sempiterno 124 Justicia, Derecho 56
Inmundo, Sucio, Puerco, Desaseado. Justicia, Equidad 97
150
Insigne, Ilustre, Esclarecido, Céle- Justo, Equitativo 97
bre 88 Juzgar, Decidir 54
Insinuación, Sugestión, Inspiración, Κ
Instigación, Persuasion 151
Κ Observaciones sobre esta letra en
Insípido, Insulso 94
la nota art. Claustro 41
Inspiración, Sugestión, Insinuación,
Instigación, Persuasion 151 L
Instante, M o m e n t o . . . . . . . . . 93, y 109
L Ideas ά que se refiere esta letra.—
Instigación, Sugestión, Inspiración,
V, las notas ά los artículos Alma y
Insinuación, Persuasion 151
Claustro 13 y 41
Instrucción, Enseñanza 93
Labia, Donaire, Gracejo 66
Instrucción, Erudición 93
Lacónico, Conciso 43
Instruirse, Aprender 23 Largo, Difuso 98
Insuficiencia, Incapacidad, Ineptitud. 94 Lascivia, Lujuria, Lubricidad 104
Insulso, Insípido 94 Lascivo, Obsceno, Disoluto, Lujurio-
Insulto, Afrenta, Ultraje 8 so, Lúbrico, Impúdico 114
Insurgente, Rebelde 134 Lástima, Compasión 98
Insurgente, Rebelde, Faccioso, Amo- Lealtad, Fidelidad 98
tinado 94 Lejos, Distante 65
Integro, Recto 135 Lengua, Lenguaje, Idioma, Habla.. 99
Intención, Designio, Mira, Proyecto. 95 Lenguaje, Estilo 98
Interior, Interno 95 Lenguaje, Idioma, Habla, Lengua.. 99
Interior, Interno, Intimo 95 Leña, Palo, Madera 119
Interior, Interno, Intrínseco 95 Leyes naturales, Leyes de la natura-
Interno, Interior 95 leza 101
Interno, Interior, Intimo 95 Liberalidad, Generosidad. 101
Interno, Interior, Intrínseco 95 Libertino, Vicioso 101
Interrogar, Cuestionar, Preguntar.. 52 Librería, Biblioteca 102
Intimo, Interno, Interior 95 Licencia, Permiso, Concesión, Privi-
Intrépido, Animoso, Valeroso, Va- legio 43
liente 21 Lícito, Permitido 102
Intrínseco, Interior, Interno 95 Liga, Alianza, Confederación, Coali-
Inútilmente, En vano 71 ción «· 12
( 193 )
Ligera, Débil, Inconstante, Voluble, Menosprecio, Desprecio 60
Indiferente 54 Mentecato, Tonto, Necio, Ignorante,
Ligeramente, A la ligera 102 Imbécil 157
Ligereza, Velocidad 102 Mentira, Embuste 107
Limar, Pulir 102 Merecimiento, Mérito 107
Líquido, Fluido.. 80 Mérito, Merecimiento 107
Lisonjero, Adulador 7 y 102 Miedo, Cobardía. 108
Lograr, Conseguir, Alcanzar 103 Miedo, Temor IOS
Lubricidad, Lujuria, Lascivia 104 Mientras, Entre tanto 108
Lúbrico, Obsceno, Disoluto, Lascivo, Mira, Intención, Designio, Proyecto. 95
Lujurioso, Impúdico 114 Mirar, Ver 165
Luego, Después 103 Misericordia, Clemencia 109
Lugar, Sitio, Paraje 103 Moda, Uso 109
Lujuria, Lubricidad, Lascivia 104 Modelo, Tipo 154
Lujurioso, Obsceno, Disoluto, Las- Momento, Instante 93 y 109
civo, Lúbrico, Impúdico 114 Monasterio, Convento, Claustro.... 40
Monólogo, Soliloquio 150
LL Motivo, Causa 37
Mover, Excitar 75
Llamar, Nombrar 112
Mover, Menear 110
Llegar, Alcanzar 104
Movimiento, Acción 110
Mozo, Joven 96
M
Muchas veces, Frecuentemente... 110
Madera, Palo, Leña , 119 Muchedumbre, Multitud 110
Magnitud, Grandeza, T a m a ñ o . . . . . . 84 Mudanza, Variación 164
Malhechor, Delincuente 105 Multitud, Muchedumbre 110
Malicioso, Maligno, Malo, Malvado. 105 Mundo, Tierra, Orbe, Universo.... 154
Maligno, Malo, Malvado, Malicioso. 105 Mutuo, Recíproco 111
Malo, Maligno, Malvado, Malicioso. 105 Ν
Maltratar, Tratar mal 106
Malvado, Maligno, Malo, Malicioso. 105 Nación, Pueblo 111
Margen, Orilla, Ribera 118 Nadie, Ninguno 111
Marido, Esposo 106 Naipes, Cartas 37
Materia, Asunto 26 y 106 Natural, Sencillo 143
Materia, Objeto 107 Necedad, Ignorancia, Tontería..... 88
Maternal, Materno 107 Necio, Tonto, Ignorante, Mentecato,
Máxima, Axioma, Sentencia, Apo- Imbécil..., 157
tegma, Aforismo 29 Negligente, Indolente, Dejado, Pe-
Máxima, Sentencia 107 rezoso 90
Medicamento, Remedio. 136 Negocio, Tráfico, Comercio 42
Medio, Via 166 Ninguno, Nadie 111
Mejilla,· Carrillo 36 Niñada, Niñería. 112
Melancolía, Tristeza 160 Niñería, Niñada 112
Melancólico, Triste, Sombrío 159 Niñez, Infancia 91
Melodía, Armonía 25 Nobleza, Calidad 35
Mendigo, Pobre 126 Nombrar, Llamar. 112
Menear, Mover 110 No obstante, A pesar de 22
25
( 194 )
No obstante, Aunque, Bien q u e . . . .
112
Notar, Observar 112
Notar, Tachar, Tildar 113 Paga, Pago H9
Notificar, Significar 113 Pago, Paga 119
Nuevo, Reciente 113 Palabra, Voz 119 y 168
Palo. Cómo representaban los celtas
O la idea ά que pertenece esta voz.—
Nota al art. Claustro 41
Objeto, Fin 113 Palo, Madera, Leña 119
Objeto, Materia 107 Palpar, Tocar, Tentar 155
Oblación, Ofrenda 117 Para, A fin de 120
Obligación, Deber 54 y 114 Para, Por 120
Obligar, Empeñar 114 Paraje, Lugar, Sitio 103
Obra, Producción 129 Paraje, Puesto, Sitio 131
Obsceno, Deshonesto 114 Paralogismo, Sofisma 120
Obsceno, Disoluto, Lascivo, Lujurio- Pararse, Detenerse 120
so, Lúbrico, Impúdico 114 Parecer, Opinion, Dictamen 118
Obscuro, Tenebroso 153 Parecido, Semejante 121 y 143
Obscuro, Turbio, Espeso 115 Parsimonia, Ahorro, Economía..... 121
Observación, Experiencia 115 Parsimonia, Frugalidad 122
Observar, Notar. 112 Particular, Singular 148
Pasar, Pasarse 122
Obstáculo, Dificultad ·.. 115
Pasarse, Pasar 122
Obstáculo, Impedimento. 115
Paternal, Paterno 122
Obstinación, Terquedad 116
Paterno, Paternal 122
Ocultar, Encubrir, Esconder 116
Patriotismo, Amor á la p a t r i a . . . . . . 19
Odio, Aborrecimiento 116
Odio, Aversion, Antipatía 116 Paz, Tranquilidad, Calma. 158
Ofensa, Agravio 8 Pegarse, Adherirse.— Continuación de
Oferta, Promesa 129 Consentir, Adherir, Acordar 45
Oficio, Arte, Profesión 25 Peligro,, Riesgo 123
Ofrenda, Oblación 117 Pena, Dolor, Pesar 123
Ofuscar, Alucinar, Confundir 15 Pena, Sentimiento, Dolor 123
Ofuscar, Oscurecer 117 Pequeño, Chico 40
Oír, Escuchar 117 Perdon, Remision, Absolución 124
Olvido, Descuido .118 Perdurable, Perpetuo, Incesante, Con-
Omnipotente, Todopoderoso 118 tínuo, Perenne, Inmortal, Eterno,
Opinion, Parecer, Dictamen 118 Sempiterno 124
Oposición, Aversion, Repugnancia.. 28 Perenne, Perpetuo, Incesante, Conti-
Opulencia, Riqueza 138 nuo, Perdurable, Inmortal, Eterno,
Oración, Arenga, Discurso 24 Sempiterno 124
Orbe, Tierra, Mundo, Universo.... 154 Perezoso, Indolente, Dejado, Negli-
Orilla, Margen, Ribera. 118 gente 90
Osadía, Atrevimiento, Arrojo 27 Pérfido, Infiel 91
Ósculo, Beso. 31 Pérfido, Infiel, Traidor, Falso, Doble. 92
Oscurecer, Ofuscar, 117 Perfume, A r o m a . . . . . 25
Otras veces, En otro tiempo, Anti- Perjuicio, Daño 52
guamente 21 Permanente, Durable, Duradero, Es-
( 195 )
table 67 Predecesor, Antecesor 127
Permiso, Licencia, Privilegio, Con- Preguntar, Cuestionar, Interrogar.. 52
cesión 43 Prenda, Calidad, Cualidad, D o t e . . . 34
Permitido, Lícito 102 Prerogativa, Privilegio 127
Permitir, Tolerar, Consentir 156 Presagio, Agüero 10
Permitir, Tolerar, Sufrir 156 Preso, Prisionero, Cautivo 38
Perpetuamente, Siempre, Eternamen. Presteza, Prontitud. 127
te 146 Presumir, Conjeturar. 44
Perpetuo, Continuo 124 Presunción, Conjetura 127
Perpetuo, Eterno 74 Presunción, Vanidad 163
Perpetuo, Incesante, Continuo, Pe- Pretender, Solicitar 128
renne, Perdurable, Inmortal, Eter- Pretexto, Excusa 75
no , Sempiterno 124 Prevención, Advertencia 128
Perseverante, Firme, Constante, Asi- Principiar, Comenzar, E m p e z a r . . . . 41
duo 79 Prisionero, Preso, Cautivo 38
Perseverar, Persistir 125 Privado, Favorito, Valido 77

Persistir, Perseverar 125 Privilegio, Permiso, Concesión, Li-


cencia 43
Perspicacia, Sagacidad 141
Privilegio, Prerogativa 127
Persuadir, Convencer 47
Problemático, Dudoso, I n c i e r t o . . . . 128
Persuasion, Sugestión, Inspiración,
Proceder, Provenir 128
Insinuación, Instigación 151
Producción, Obra 129
Pertenecer, Corresponder 125
Proferir, Articular, Pronunciar 129
Perverso, Pervertido 31
Profesión, Arte, Oficio. ,· 25
Pervertido, Perverso 31
Profeta, Adivino 7
Pesar, Pena, Dolor 123
Prolongar, Alargar, Prorogar 11
Petardo, Chasco 125
Promesa, Oferta 129
Placer, Deleite 125
Prontitud, Celeridad 39
Placer, Delicia, Deleite, Voluptuosi- Prontitud, Presteza 127
dad 55 Prontitud, Viveza 168
Plebe, Vulgo 126 Pronto, Diligente, Expedito 64
Pleiteante, Pleitista 126 Pronunciar, Articular 129
Pleitista, Pleiteante 126 Pronunciar, Proferir, Articular 129
Pobre, Mendigo 126 Propension, Inclinación 90
Poco á poco, Despacio 59 Propicio, Favorable 130
Poner nombre, Dar nombre 53 Prorogar, Prolongar, Alargar. ,- . . . 11
Ponzoña, Veneno 165 Proseguir, Continuar 47
Por, Para 120 Proteger, Defender, Sostener 55
Por donde, Donde, Adonde, De don- Provecho, Utilidad, Ventaja 162
de 67 Provenir, Proceder 12S
Porfía, Empeño, Tema 69 Proverbio, Adagio, Refrán 130
Por mí, E n cuanto á mí 70 Proyecto, Intención, Designio, Mira. 95
Porque, Pues 126 Prudencia, Sabiduría 140
Posesion, Goce 82 Prueba, Ensayo, Experimento 131
Postura, Actitud 7 y 127 Publicar, Divulgar 131
Proceder, Anteceder 21 Pudor, Vergüenza. 166
Precio, Valor 163 Pueblo, Nación 111
( 196 )
Puerco, Sucio, Inmundo, Desaseado. 150 Réplica, Respuesta 137
Pues, Porque 126 Replicar,Responder, Contestar.... 46
Puesto, Sitio, Paraje 131 Reposo, Descanso 136
Pulir, Limar . 102 Reposo, Quietud, Sosiego, Descanso. 137
Puntual, Exacto 74 Reposo, Sosiego 137
Reprender, Corregir, Echar repri-
Q menda 48
Repugnancia, Aversion, Oposición. 28
Quebrado, Roto, R o m p i d o . . . . . . . . 139
138 Requerir, Exigir 75
Quebrar, Romper
Reserva, Secreto 143
Querer, Amar 16
Querer, Amar, Estimar 16 Resolver, Determinar, Decidir 62
.. „ 1 [ Respectivo, Relativo 136
Querer, Desear
„ f Respeto, Veneración 165
Querer, Estimar
_ q * Respiración, Aliento 12
Quiebra, Bancarota
Responder, Contestar 137
Quietud, Reposo, Sosiego, Descanso, 137
Quietud, Tranquilidad 132 Responder, Contestar, Replicar.... 46
Químico, Alquimista 132 Respuesta. Réplica 137
Restos, Escombros, Ruinas 138
R Resultado, Efecto, Éxito, Consecuen-
cia 44
Rabo, Cola 41 Resumen, Sumario, Compendio, Epí-
Rapidez, Velocidad 165 tome 42
Rápido, Veloz, Acelerado 132 Retener, Guardar 84
Raro, Extraño, Singular 133 Retrato, Efigie, Imagen, F i g u r a . . . . 68
Raza, Especie, Casta 133 Ribera, Orilla, Margen.. 118
Realizar, Efectuar, Ejecutar 134 Ridículo, Risible 138
Rebelde, Insurgente 134 Riesgo,Peligro. 123
Rebelde, Insurgente, Faccioso, Amo Rigor, Severidad , 146
tinado , 94 Rima, Consonante 46
Recelo, Sospecha , 150 Riqueza, Opulencia 138
Recibir, Aceptar , 134 Risible, Ridículo 138
Recibir, Tomar 156 Robustez, Fuerza, Vigor, Fortaleza. 81
Reciente, Nuevo 113 Robusto, Vigoroso, Fuerte 167
Recíproco, Mutuo 111 Rogar, Suplicar 151
Reclamo, Señuelo 134 Romper, Quebrar 138
Reconocer, Agradecer. 8 Rompido, Roto 31
Reconocimiento, Gratitud 135 Rompido, Roto, Quebrado 139
Recto, Integro 135 Rostro, Cara, Faz, Semblante 138
Refrán, Proverbio, Adagio 130 Roto, Rompido 31
Refugiarse, Acogerse 6 Roto, Rompido, Quebrado 139
Refugio, Asilo 135 Ruido, Bulla 33
Regla, Reglamento 135 Ruina, Decadencia 54
Reglamento, Regla 135 Ruinas, Restos, Escombros 138
Relación, Analogía 136 Rústico, Impolítico, Grosero 89
Relativo, Respectivo 136
Remedio, Medicamento 136 S
Remision, Perdon, Absolución 124 Sabiduría, Prudencia..., 140
( 197 )
Sabio, Docto, Erudito. 140 Servir para, Servir de 14g
Sacrificar, Inmolar 140 Severidad, Rigor. 14g
Sagacidad, Perspicacia 141 Siempre, Continuamente 146
Sagaz, Astuto 141 Siempre , Perpetuamente , Eterna-
Salario, Estipendio, Honorario 141 mente 146
Salario, Estipendio, Sueldo, Solda- Significar, Notificar 113
da, Honorario « 141 Signo, Señal 147
Saluble, Sano, Saludable 142 Silencioso, T a c i t u r n o . . . . . . ¿ 147
Saludable, Sano, Saluble 142 Simulacro, Fantasma, Espectro.... 147
Sano, Saluble, Saludable 142 Sinceridad, Franqueza 148
Sátira, Crítica 51 Sincero, Ingenuo 148
Sátira, Invectiva 96 Singular, Extraordinario 148
Satisfecho, Contento 142 Singular, Particular. ·. 148
Secar, Enjugar 142 Singular, Raro, Extraño 133
Secreto, Reserva 143 Sitio, Lugar, Paraje 103
Seducir, Corromper, Sobornar, Co- Sitio, Puesto, Paraje 131
hechar 49 Situación, Estado 149
Según, Conforme 44 Sobornar, Corromper, Seducir, Co-
Semblante, Rostro, Cara, Faz 138 hechar 49
Semejante, Parecido 121 y 143 Sobre, Encima 70
Sempiterno , Perpetuo , Incesante , Sociable, Amable 149
Continuo, Perenne, Perdurable, In- Socorrer, Ayudar, Asistir 149
mortal, Eterno 124 Socorro, Auxilio, Amparo 2S
Sencillo, Natural 143 Sofisma, Paralogismo 120
Senda, Vereda 143 Soldada, Salario, Estipendio, Sueldo,
143 Honorario . . * 141
Sensación, Sentimiento
Sensible, Tierno 144 Solicitar, Pretender. 128
Solícito, Diligente 149
Sentencia, Axioma, Máxima, Apo-
tegma, Aforismo 29 Soliloquio, Monólogo 150
107 Solitario, Desierto, Deshabitado.... 59
Sentencia, Máxima Solo, Único 162
Sentimiento, Pena, Dolor 123
Sentimiento, Sensación 143 Soltura, Desembarazo, Despejo, Des-
enfado, Desparpajo, Desenvoltura. 57
Señal, Signo 147
Sombrío, Triste, Melancólico 159
Señuelo, Reclamo 134
Sonoro, Canoro 35
Separar, Apartar 144
Soportar, Sufrir... 151
Separar, Distinguir 65
Sorprender, Engañar 150
Sepulcro, Tumba, Túmulo, Sepul- Sosiego, Reposo 137
tura 160
Sosiego, Reposo, Quietud, Descanso. 137
Sepultura, Tumba, Túmulo, Sepul- Sospecha, Recelo 150
cro 160 Sostener, Defender, Proteger 55
Ser, Estar 144 Subsistir, Ser, Existir 145
Ser, Existir, Subsistir • 145 Sucio, Puerco, Inmundo, Desaseado. 150
Serio, Grave 84 Sueldo, Salario, Estipendio, Soldada,
Servicio, Servidumbre... 145 Honorario 141
Servidumbre, Esclavitud 145 Sueño, Ensueño 151
Servidumbre, Servicio 145 Suficientemente, Bastante 30
< 198 )
Sufrir, Soportar 151 Tomar, Recibir 156
Sufrir, Tolerar 151 Tomo, Volumen • 168
Sufrir, Tolerar, Permitir 156 Tontería, Ignorancia, Necedad 88
Sugestión, Inspiración, Insinuación, Tonto, Necio, Ignorante, Mentecato,
Instigación, Persuasion 151 Imbécil 157
Sumario, Resumen, Epítome, Com- Trabajo, Fatiga 77
pendio « 42 Traducción, Version 157
Superficie, Faz. 77 Traducir, Trasladar, Vertir 159
Suplir, Rogar 151 Tráfico, Comercio, Negocio 42
Suposición, Hipótesis 151 Traidor, Infiel, Pérfido, Falso, Doble. 92
Supuesto, Apócrifo 22 Trama, Conspiración, Conjuración.. 157
Suspendido, Suspenso 31 Tramar, Urdir 162
Suspenso, Suspendido 31 Tranquilidad, Paz, Calma . 158
Susto, Espanto 152 Tranquilidad, Quietud 132
Sutileza, Destreza, Doblez, Astucia, Transferir, Transportar 158
Artificio 61 Transportar, Transferir 158
Tras, Detrás 62
Τ Trasladar, Vertir, Traducir 159
Tratar mal, Maltratar 106
Tachar, Notar, Tildar 113 Tren, Equipaje 159
Taciturno, Silencioso. 147 Triste, Melancólico, Sombrío 159
Talento, Ingenio 152 Tristeza, Aflicción 160
Tamaño, Grandeza, Magnitud 84 Tristeza, Melancolía 160
Tema, Empeño, Porfía 69 Triunfar, Vencer 160
Temor, Miedo 108 Tronada , Temporal, Contratiempo,
Tempestad, Temporal, Contratiempo, Tempestad, Borrasca, Huracán,
Borrasca, Huracán, Tronada, & c . 152 &c 152
Temporal, Contratiempo, Tempes- Tumba, Túmulo, Sepulcro, Sepul-
tad, Borrasca, Huracán, Tronada, tura 160
&c 152 Túmulo, Tumba, Sepulcro Sepultu-
Tenebroso, Obscuro 153 ra 160
Tentar, Tocar, Palpar. 155 Tumulto, Alboroto 11
Teórica, Especulativa 153 Turbio, Obscuro, Espeso 115
Término, Fin 154
Términos Sinónimos 173 U
Terquedad, Obstinación. 116
Tierno, Blando 154 Ultraje, Afrenta, Insulto 8
Tierno, Sensible 144 Ultraje, Injuria. 93
Tierra, Mundo, Orbe, Universo.... 154 Unánime, Acorde, Conforne 161
Tildar, Notar, Tachar 113 Único, Solo 162
Tipo, Modelo 154 Universal, General 82
Tocar, Tentar, Palpar 155 Universo, Tierra, Mundo, O r b e . . . . 154
-
Todavía, Aún 28 Urdir, Tramar 162
Todopoderoso, Omnipotente....... 118 Uso, Costumbre 162
Tolerar, Consentir, Permitir 156 Uso, Moda 109
Tolerar, Sufrir 151 Usurpar, Invadir, Apoderarse 162
Tolerar, Sufrir, Permitir 156 Utilidad, Provecho, Ventaja 162
( 199 )
Vereda, Senda 143
Vergüenza, Cortedad 166
Vacío, Hueco 87 Vergüenza, Pudor 166
Valentía, Valor 163 Version, Traducción 157
Valeroso, Valiente, Intrépido, Ani- Vertir, Trasladar, Traducir 159
moso 21 Vestigio, Huellas 166
Valido, Favorito, Privado 77 Via, Medio 166
Valiente, Intrépido, Valeroso, Ani- Vicioso, Libertino 101
moso 21 Victoria, Vencimiento 166
Valor, Precio 163 Vida, Existencia 166
Valor, V a l e n t í a . . , 163 Viejo, Anciano 167
Vanamente, Inútilmente, En v a n o . . 163 Vigor, Fuerza, Fortaleza, Robustez. 81
Vanidad, Presunción 163 Vigoroso, Fuerte, Robusto 167
Variación, Mudanza. 164 Violento, Arrebatado 167
Variación, Variedad 164 Vision, Aparición 168
Variedad, Diferencia, Diversidad... 63 Viveza, Prontitud 168
Variedad, Variación 164 Vocabulario, Diccionario 63
Vario, Diferente, Diverso, Distinto. 63 Voces.—Su formación.—Nota al art.
Vasto, Extenso, Extendido, Dilata- Alma 13
do..... 164 Voces, Gritos ».. 168
Vejez, Ancianidad 20 Voluble, Débil, Inconstante, Ligera,
Velocidad, Ligereza 102 Indiferente 54
Velocidad, Rapidez 165 Volumen, Tomo 168
Veloz, Rápido, Acelerado 132 Voluptuosidad, Delicia, Deleite, Pla-
Vencer, Triunfar 160 cer..... 55
Vencimiento, Victoria. 166 Voz, Palabra 119 y 168
Veneno, Ponzoña 165 Vulgo, Plebe 126
Veneración, Respeto 165
Venidero, Futuro 165 Y
Ventaja, Utilidad, Provecho 162
Ver, Mirar. 165 Yerro, Error 72
LISTA

DE SEÑORES SÜSCRITORES.

E N LA CAPITAL.

Exrao. Sr. Presidente de la República, Castillo, D. Felipe.


general de division D. José Joaquín de Cervantes, D. Miguel.
Herrera. Cervantes, D. Vicente
Cevallos, D. José María.
SEÑORES.
Compta, D. Paulino.
Acuña, D. Pablo.
Contreras, D. José María.
Aguado, D. Luis G.
Covo,D. Juan.
Alaman, D. Lúeas.
Cruz, Fr. Antonio.
Alf aro, D. Agustín.
Cuevas, D. Luis G., ministro de Relacio-
Algara, D. Ignacio.
nes.
Alva, D. José María.
Alva, Dr. D. Mariano. Charum, D. Ramon.
Alva, D. J. R. Chaves», D. Juan.
Andrade, D. Manuel. Diaz, D. Agustín.
Anievas, D. José. Diaz de Bonilla, D. Manuel.
Aranda, D. Mariano. Diaz, D. Manuel.
Arrióla, D, Guadalupe. Domínguez, D. Juan.
Arroyo, D. Miguel. Duran, D. José Ignacio.
Badillo, Doña Josefa. Echeveste, D- José.
Balderas,D. Antonio. Escobosa, D. Jesus.
Barrera, D. Eulogio. Escoto, D. Antonio.
Barrera, D. Francisco. Espinosa, D. Antonio.
Barrera, D. José María. Espinosa, D. Rafael, coronel de caballe-
Baylier es, D. Mariano. ría, director de la Escuela Normal del
Buenabad, Lie. D. Mariano. ejército.
Bulnes, D. José María. Esteva y Ulíbarri, D. M.
Camacho, D. Silvestre. Estrada, D. Francisco.
Campillo, D. Joaquin. Falcon, D. Marcos.
Cancino, D. Rafael. Flores Alatorre, D. Ignacio.
Carbajal, D. Francisco. Floriano, D. Joaquin.
Casamadrid, D. Viviano. Fonseca, D. Juan.
Castañeda y Nájera, D. Manuel. Fuentes, D. Angel.
26
( 202 )
García Conde, D. Pedro, ministro de Guer- Otero, D. Mariano.
ra y Marina. Padilla, D. Ignacio.
García, D. Manuel. Palacio, D. Francisco.
García Muro, D. Francisco. Palomino, D. Manuel.
Gomez García, D. Mariano. Palomo, D. Ignacio.
Gonzalez de la Vega, D. José María. Parra, D. Francisco.
Gonzalez, D. Manuel. Paz, D. Buenaventura.
Gonzalez, D. Miguel. Peña, D Miguel.
Guerra, D. Miguel. Pevidal, D. Patricio.
Guillon, D. Luis. Peyersfeld, D. Manuel.
Gutierrez, D. Genaro. Pineda, D. P.
Heredia, D. Francisco. Piquero, D. Ignacio.
Hernandez, Fr. Juan. Pulet, D. Pedro.
Herrera, D. Francisco. Quitana Roo, D. Andrés, senador.
Hidalgo, D. José Manuel. Ramirez, D. Antonio.
Huerta, D. José María. Ramirez, D. Fernando.
Iglesias, D. José. Ramirez, D. Simon.
Jimenez, D. Miguel. Reyes, D. José María.
Jimenez, D. José María. Rio, D. Andrés del.
Labastida, D. Sebastian. Riva Palacio, D. Mariano, ministro de
Ladrón de Guevara, D. Joaquin. Justicia.
Laso, D. Miguel Rodriguez, D. Feliciano.
Laspita, Br. D. José María, Rector de la Rodriguez, D. José María.
Santísima. Rodriguez, Fr. Manuel.
Leon, D. Joaquin R. de. Rosa, D. Luis de la, ministro de Hacien-
Lombardo, D. Francisco. da.
Madrid, D. Antonio. Rosas, D. Manuel.
Marroquí, D. Joaquin. Salazar, D. Benigno.
Martinez, D. Luis. Salinas, D. José María.
Martinez, D. José María. Sámano, Fr. Tomás.
Medina, D, Gregorio. Segura, D. Vicente.
Medina, Fr. Juan. Sierra, D. Felipe.
Mendiondo, D. Pedro. Sierra, D. Mariano.
Mendoza, D. José María, coronel; Sousa, D. Mariano, capitán.
Merlin, Fr. Buenaventura. Terán, D. Felipe.
Miñón, D. Juan, general de brigada. Terreros, D. Pedro Romero de, general
Moreno y Jove, Dr. D. Manuel, canónigo de brigada.
de esta Santa Iglesia Catedral. Torrescano, D. Pablo.
Moreno, Fr. Agustín María, Guardian de Troncoso, D. Luis.
San Francisco. True va, D. Manuel.
Nájera, D. José María. Ulíbarri, D. José Dolores.
Navarro, D. Joaquin. Valdes, D. Ramon F .
Olarte, D. Ramon. Valdes, D. José María.
Orbegozo, D. Juan, general de division. Varas, D. Manuel.
Ormaechea, D. Ignacio, general de brigada. Várela, D. Luis.
Ortega, D. Francisco. Vazquez, Fr. Rafael.
Osollo, D. Francisco. Velasco, D. Juan,
( 203 )
Vera, D. José Joaquin. Villaseñor, Br. D. Juan.
Vértiz, D. Juan Ν. Viya, D. José María.
Villalva, D. Estevan. Yañez, D. José Isidro.
Villamil, D. José Lázaro. Zarate, D. Mariano.

» » » Ε ΜΙΜΕ®
ACAPULCO. García, D. Pedro.
Loranca, D. José María. Rubio, D. Jacinto.
Medina, D. Manuel.
DU RANGO.
Perez Gavilán, D. Agustín.
Castañeda, D. Marcelino.
ACTOPAM. Gameochipi, D. Gregorio.
Cárdenas, D. Marcos, Doctor, Cura pár- Gomez del Palacio, D. Francisco.
roco y Vicario Foráneo. Olvera, D. Pedro.
Ramirez, D. Fernando.
AGUASCALÏENTES. Torre, D. Bernardo de la.
Arenas, D. Antonio.
EJUTLA.
ATLIXCO. Martínez, D. Juan C.
Genis, D. Francisco. Martinez, D. Pascual.
Otero, D. Juan J. Moreda, D. Victor J.
Perez de Leon, D. Francisco.
Ramírez España, D. Joaquín. FRESNILLO.

Zenon, D. Francisco. Santillan, D. Agustín.—4 ejemplares: no


mandó la lista.
CELAYA.
GUADALAJARA.
Márquez, D. Víctor.
Brambila, D. Juan María.—5 ejemplares:
C I U D A D DE BRAVOS. no mandó la lista.
Martinez, D. Ramon Ε.
G U A D A L U P E Y CALVO.

CIUDAD VICTORIA. Peimbert, D. José María.


Cárdenas, D. Manuel.
Guerrero, P . Andrés. GUANAJUATO.

Campuzano, D. Ruperto.—7 ejemplares:


CHALCHICOMULA. no mandó la lista.
Castillo, D. Joaquín.
HUEJUTLA.
DOLORES HIDALGO. Andrade, D. Cristóbal.
Corona, D. Francisco Mercado, D. Juan.
Diaz, D, José Trinidad Quintero, D. Juan María,
( 2C34 )
Rodriguez, D. Francisco. NIEVES.
Vera, D. Manuel Arellano, D. Jesus.
Viniegra, D. Agustin.
OAJACA.
IXMIQUILPAM.
Alamillo, D. Pedro Perez, Juez de letras. Bolaños, D. Cristóbal.—23 ejemplares: no
mandó la lista.
JALAPA.

Perez y Rincón, D. Francisco.—7 ejem- ORIZAVA.


plares: no mandó la lista. Lopez, D. Clemente.
Mosquera, D. Manuel.
MAZATLAN.
Soane, D. Ramon María.
Estradra, D. Patricio.—4 ejemplares.· no
mandó la lista. PUEBLA.

MÉRIDA DE YUCATÁN. Castillero, D. Atenógenes.—6 ejemplares:


Aznar Perez, D. Alonso. no mandó la lista.
Calero, D. Francisco. Gonzalez, D. Marcelino.—25 ejemplares:
Calero, D. Vicente. no mandó la lista.
Elizalde, D. Pedro.
PURUÁNDIRO.
Elizalde Quijano, D. Pilar.
Elizalde de Domínguez, D. Manuel. Burgos, D. Benito.
Este van Carrillo, D. Manuel.
Lopez, D. José Tiburcio. QUERÈTARO.
Lopez Constante, D. Manuel.
Pimentel, D. Mariano.—6 ejemplares: no
Pedroso, D. Mariano. mandó la lista.
Peraza D. Martin.
Sauri Méndez, D. Gregorio. SAN ANDRES TUXTLA.
Sierra, D. Justo.
Solís Novelo, D. Vicente. García, D. Crispin.
Sosa, D. José Domingo. SAN CRISTÓBAL CHIAPAS,
Villamil, D. Eusebio.
Cuendo Vallejo, D. José.
MINERAL DEL MONTE. Pineda, D. Emeterio.
Castelazo, D. Ignacio.—3 ejemplares: no
SAN JUAN DEL RIO.
mandó la lista.
Olvera, D. José María.—5 ejemplares: no
MO RE LI A.
mandó la lista.
Calderón, D. Ireneo.
Cortés, D. José María. SAN LUIS POTOSÍ.
Degollado, D. Santos. Avila, D. Florencio.
Elguero, D. Manuel. Blanco, D. Estanislao.
Gonzalez, D. Agustín. Conde, D. Manuel.
Herrera, D. Rafael. Contreras, D. Estanislao
Huerta Anton, D. Juan. Castro, D. Tirso.
Lopez, D. Carlos. Castro, D. Marcelino.
Pastor, D. Francisco. Echeverría, Fr. Felipe.
Sierra, D. Manuel. Gomez, D. Ignacio.
( a > )
Gonzalez, Fr. Manuel. TULA DEL MEZQUITAL.
Guzman, D. José Francisco. Fernandez, D. Vicente.
Hoyuela, D. Mariano. Macotela, D. Domingo.
Huerta, Fr. Francisco.
TULA DE TAMAULIPAS.
Medellin, Fr. Luis.
Morillo, D. José. Villasana, D. Francisco.
Rico, D. Antonio.
TULANCINGO.
Rodriguez, Fr. Estanislao.
Carlon, D. Luis.
Vega, D. Mariano.
VERACRUZ.
SAN MIGUEL ALLENDE.
Vidal, D. José.—10 ejemplares: no man-
Bustamante, D. Gavino.
dó la lista.
Espinosa, D. Lorenzo.
Gonzalez, D. Mariano.
VIGAS.
Moneada, Fr. Antonio.
Pastor, D. Juan José. Domingo Casas, D. Manuel María.
Santto, D. José Luis.
VILLA DE SAN FRANCISCO.
SANTA CRUZ. Tapia, D. José María.—5 ejemplares: no
Gonzalez, D. Secundino. mandó la lista.

SANTA MARÍA DEL RIO. VILLA DE TEHUANTEPEC.

Nava, D. Guadalupe. Cházary, Fr. Félix.


Robles, D. José María.
SOTO LA MARINA.
Garza, D. Juan B. de la. ZACAPU.
Sierra, D. Jesus.
TAMPICO.

Escobar, D- Juan.— 11 ejemplares: no ZACAPUAXTLA.


mandó la lista. Ochoterena, D. Antonio.—5 ejemplares:
no mandó la lista.
TEHUACAN.

Almazan, D. Pascual. ZACATECAS.


Parra, D. Luis G. de la.
Zamora, D. Victoriano.—3 ejemplares: no
mandó la lista.
TEMASCALTEPEC.

Alas, D. Manuel. ZIMAPAN.

TESIUTLAN. Garrido, D. Alejandro.


Castillo, D. Francisco. Gomez, D. Manuel.
Gallegos, D. Antonio. Ledesma, D. Guadalupe.
Ruiz, D. José G. Noeggerath, D. José.
Ruiz, D. Pablo. Obregon, D. Romualdo.
Rivera, D. José María.
TOLUCA.
ZINAPÉCUARO.
Monroy, D. José Darío.—10 ejemplares:
no mandóla lista Espino, D. Luis.
Dice: Léase:
suele serlo el de una fealdad: suele serlo de una fealdad:
enteramente eternamente
á otra á otro
no solo es no lo es
casualidades, cualidades,
atiende atendiera
ningún género ni confianza, ningún género de confianza,
atribuye. atribuyen.
centella. centellas.
causado causada
práctimente prácticamente
ó la sátira. ó á la sátira.
censurar; censura;
morosidad mordacidad
.con la relación con relación
de un honrado de un hombre honrado
que le son que les son
diferencia indiferencia
observancia, observación,
y así sería bien dicho: y así no sería bien dicho:
á la moral, á lo moral,
primera, promesa,
querar querer
espetáctulo espectáculo
causada causado
se llama se llaman
insuficiencia suficiencia
insuficiencia suficiencia
con los demás con respecto á los demás
anda diligente ande diligente
Saber un idioma, Saber su idioma,

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