1. Fijar metas y expectativas.

Es indispensable que un líder les trasmita a sus equipos cuál es la misión, la visión y

la estrategia de la meta que se trazó. Se puede intentar estableciendo un fin ambicioso
a largo plazo y, poco a poco, segmentando tareas más pequeñas con
resultados más inmediatos que motivarán a tu equipo y harán que no desvíen
la mirada del objetivo.

2. Invertir en las personas

Si queremos personas preparadas, debemos invertir en su formación y capacitación.
Primero, se debe elegir aquellos perfiles que puedan tener potencial en algunas áreas y
divisiones que van a ayudar a conseguir la meta y,
una vez forman miembro del equipo, invertir en ellas para que sigan evolucionando, para
que crezcan profesionalmente y, con ellos, hagan crecer a la organización hacia
el objetivo trazado.

3. Potenciar el talento
Hacer con el equipo de trabajo evaluciones de desempeño
y dar una retroalimentación relacionado a cuáles son sus puntos fuertes y sus áreas
a mejorar. Por otra parte, las personas talentosas suelen ser ambiciosas al mismo tiempo,
por lo que no siempre es sencillo tenerlas con nosotros. Por
esa razón es indispensable cuidar y motivar al empleado con talento. Liderazgo y
motivación van de la mano. No es sólo motivar al equipo, es automotivarse, incentivar el
cumplimiento de objetivos y alentar al equipo en situaciones adversas.

4. La comunicación, clave para liderar de forma efectiva

Un buen líder inspira a su equipo a través de la comunicación. Dicha comunicación,
además, no es unidireccional. Un líder debe estar comprometido a escuchar nuevas ideas,
críticas o comentarios. Del mismo modo, debe ser capaz de comunicar de forma clara su
visión y la de la organización a la que pertenece.

5. Escucha activa
Ahora no se refiere solo de conocer qué necesidades tienen los equipos, sino también de
escucharlos activamente, es decir, recoger todas sus ideas y aportes y llevarlas a
la práctica. Cuando hay una escucha activa en el equipo, los integrantes entienden y
comprenden mejor la capacidad de su trabajo. Amplían su visión y orientación conforme a
sus estrategias y metas.
6. El entusiasmo y el espíritu de superación
Así como el líder le exige a su equipo, él debe ser igual de exigente consigo mismo, debe
dar ejemplo. Estos valores se inculcan y se integran dentro de la cultura organizacional: la
única manera de conseguir resultados excelentes es que todos sean exigentes con su
trabajo y estén interesados en aumentar su rendimiento.

7. Predicar con el ejemplo

Un líder eficaz debe saber transmitir el compromiso con la organización y el proyecto,
siendo ejemplo para todos los miembros del equipo. Un líder comprometido es aquel
que inspira y contagia su entusiasmo y pasión haciendo que sus trabajadores se sientan
como suyos todos y cada uno de los logros conseguidos.