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Sumario

4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado............................................................ 1


José Ignacio de Ulíbarri Pérez, Lucio Cabrerizo García, Belén González Fernández

4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas ............................... 29


Abelardo García de Lorenzo y Mateos, Julia Álvarez Hernández

4.3. Productos dietéticos para usos nutricionales específicos.............................. 53


Dolores del Olmo García, Manuel Alfred Koning

4.4. Suplementos nutricionales como soporte de la dieta convencional ........... 87


Pilar García Peris, Cristina Cuerda Compés, Miguel Camblor Álvarez

4.5. Fórmulas especiales en pediatría .............................................................................. 107


Dámaso Infante Pina, Ramón Tormo Carnice

4.6. Nutrición enteral................................................................................................................... 133


Alfonso Mesejo Arizmendi, Nieves Carbonell Monleón, Amparo Oliva Gimeno

4.7. Nutrición parenteral............................................................................................................ 169


Pilar Gomis Muñoz

4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral ......................................... 205


Carlos Ortiz Leyba

4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico......................................................... 235


José Manuel Moreno Villares, Consuelo Pedrón Giner

4.10. Nutrición parenteral total en pediatría......................................................................... 267


José Miguel Morán Penco, Emilia Martínez Tallo, Eulogio Agulla Rodiño

4.11. Nutrición artificial en el paciente grave ........................................................................... 301


Juan Carlos Montejo González, Alfons Bonet Saris, Teodoro Grau Carmona

4.12. Nutrición artificial domiciliaria ................................................................................. 329


Mercè Planas Vilà, Carolina Puiggrós Llop, Rosa Burgos Peláez

XXIII
Tratado de Nutrición

4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes........................................................... 363


Teresa Bermejo Vicedo, Paloma de Juana Velasco, Francisco José Hidalgo Correas

4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)....................................................... 409


Pablo Sanjurjo Crespo, Antonio Baldellou Vázquez, Luis Aldámiz-Echevarría Azuara

4.15. Adaptación metabólica al ayuno versus respuesta


metabólica al estrés.............................................................................................................................. 445
María José Amaya García, Alfonso Manuel Soto Moreno, Pedro Pablo García Luna

4.16. Nutrición en el trauma, la sepsisy las quemaduras........................................... 471


Abelardo García de Lorenzo y Mateos, Carlos Ortiz Leyba, Pedro Marsé Milla

4.17. Nutrición en los trastornos del comportamiento alimentario ................................ 495


Ana Isabel de Cos Blanco, Carmen Gómez Candela, Elena Muñoz Octavio de Toledo

4.18. Nutrición y obesidad ....................................................................................................... 525


Antonio Jesús Pérez de la Cruz, Rosario Moreno-Torres Herrera, Carmen Mellado Pastor

4.19. Nutrición y control de factores de riesgo cardiovascular ......................................... 563


María del Carmen Ramírez Tortosa, Concepción María Aguilera García,
María Dolores Mesa García

4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca.................................................................................. 595


Alberto Miján de la Torre, Beatriz de Mateo Silleras, Ana María Pérez García

4.21. Nutrición en la diabetes mellitus .............................................................................. 631


María de los Ángeles Valero Zanuy, Miguel León Sanz

4.22. Nutrición en las hiperuricemias................................................................................. 659


Alfonso Jesús Calañas Continente

4.23. Nutrición en el estrés psicosocial y las alteraciones neurológicas.........................


Mercè Planas Vilà, Rosa María Burgos Peláez, Carolina Puiggrós Llop

4.24. Nutrición y patología orgánica de cabeza y cuello ...........................................


Pilar García Peris, Cristina Cuerda Compés, Irene Bretón Lesmes

4.25. Nutrición en las patologías del esófago y estómago....................................................


José Antonio Rodríguez Montes, Francisco Jorquera Plaza, José Miguel Morán Penco

XXIV
J.M. López Novoa

4.26. Nutrición en la inflamación aguda................................................................................


Abelardo García de Lorenzo y Mateos, Francisco Javier Ordóñez González

4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción en la infancia .............................


Carlos Sierra Salinas

4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos agudos del adulto .............................


Emma Camarero González

4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción y síndrome


de intestino corto..............................................................................................................
Cristina Cuerda Compés, Irene Bretón Lesmes, Miguel Camblor Álvarez

4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal.............................................................


Eduard Cabré Gelada, Miquel Àngel Gassull Duro

4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares ...................................................


Alejandro Esteller Pérez, Javier González Gallego

4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino ......................................


Ceferino Martínez Faedo, Pilar Gómez Enterría, Lucía Laborda González

4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia...................................................................


Margarita Alonso Franch, María de la Paz Redondo del Río

4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo


y del sistema óseo en el adulto...................................................................................
Manuel Díaz Curiel, Pilar Riobó Serván, Juana Esteban Gómez, Gala Rodríguez Echevarrieta

4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas ..............................................................................


Noelia Peláez Torres, Julia Álvarez Hernández, Concepción Blanco Carrera

4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio...................................................


Abelardo García de Lorenzo y Mateos, Antonio Jesús Pérez de la Cruz, Francisco Javier Jiménez Jiménez

4.37. Nutrición en las enfermedades renales...............................................................................


Jorge López Martínez, Arturo Ortiz González, Margarita Sánchez Castilla

4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel ..............................................................


Salvio Serrano Ortega, Cristina Serrano Falcón

XXV
Tratado de Nutrición

4.39. Nutrición en patologías de la visión.......................................................................................


Daniel Antonio de Luis Román, Rocío Aller de la Fuente

4.40. Nutrición y cáncer............................................................................................................................


Juan José Gorgojo Martínez

4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico......................................


Julia Álvarez Hernández, Visitación Álvarez de Frutos, Marta Botella Serrano

4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias ................................................


Juan Carlos Vitoria Cormenzana, Teba González Frutos

4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos en nutrición enteral clínica.....................


Stig Bengmark, Jesús Manuel Culebras Fernández

Glosario de términos ..................................................................................................................

Índice de términos........................................................................................................................

XXVI
4.1. Desnutrición en el paciente
hospitalizado

José Ignacio de Ulíbarri Pérez Lucio Cabrerizo García


Belén González Fernández
Capítulo 4.1.

Desnutrición en el paciente hospitalizado

1. Introducción

2. Prevalencia

3. Causas de desnutrición
3.1. Causas comunes
3.2. Enfermedad
3.3. Hospitalización
3.4. Organización del hospital
3.5. Malpraxis
3.6. Procedimientos terapéuticos

4. Consecuencias de la desnutrición hospitalaria


4.1. Magnitud y trascendencia del problema
4.2. Repercusiones clínicas, sanitarias, económicas y sociales

5. Profilaxis
5.1. Riesgo nutricional
5.2. Detección precoz
5.3. Herramientas de filtro
5.3.1. Métodos de uso extendido y validados
5.3.1.1. Valoración global subjetiva
5.3.1.2. Mini Nutritional Assessment
5.3.2. Métodos de reciente incorporación
5.3.2.1. Cribado de riesgo nutricional (Nutritional Risk Screening)
5.3.2.2. Control nutricional

6. Diagnóstico

7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web
Objetivos

n Reconocer la terminología empleada comúnmente en el estudio de la desnutrición.


n Mostrar la prevalencia de la enfermedad.
n Identificar los procesos bioquímicos y hemodinámicos que participan en el fenómeno de la desnutrición.
n Describir las repercusiones que sobre el estado de salud tiene la desnutrición.
n Analizar los efectos sobre los costes de hospitalización.
n Detallar el origen iatrogénico de la desnutrición.
n Diferenciar los diversos tipos y grados de desnutrición.
n Estudiar la clínica de los distintos tipos de desnutrición.
n Identificar los sistemas involucrados en el diagnóstico de la desnutrición.
n Interconectar los sistemas administrativos y analíticos. Programa CONUT.
n Definir el soporte nutricional.
n Conocer los distintos tipos de nutrición artificial.
n Descubrir mecanismos terapéuticos para mejorar el estado nutricional.
1. Introducción

L
a confluencia en un mismo sujeto de su condición de enfermo con el grado de
candidato a la hospitalización delimita un colectivo de personas que se puede
tipificar como en riesgo de desnutrición o en riesgo nutricional, ya sea por la
naturaleza de la enfermedad, por los procedimientos terapéuticos que requiere o
por ambas causas, incluida la propia hospitalización.
Raro es el paciente que, requiriendo ingreso hospitalario, mantiene el equilibrio
metabólico entre ingresos y gastos o pérdidas (Figura 1). Casi por definición,
al encontrarse en situación de enfermedad se ha roto el equilibrio fisiológico,
entrando en situación patológica, lo que conlleva generalmente el aumento del
catabolismo sobre el anabolismo y el incremento de los gastos metabólicos y/o
las pérdidas anómalas.
Es normal también que disminuyan simultáneamente los ingresos como conse-
cuencia de diferentes causas que se enumeran posteriormente, desde la simple
anorexia hasta los impedimentos para la alimentación, ya sean ocasionados por
el proceso patológico o por los efectos deletéreos de los procedimientos tera-
péuticos.
Otros factores que fomentan el riesgo nutricional en el enfermo hospitalizado
son el descuido institucional sobre la custodia del delicado estado de nutrición y el
hecho de que los hospitales no se responsabilicen de procurar preservar la salud
a través de los aportes alimenticios necesarios. Siendo la nutrición una necesidad
básica, esencial en la vida del hombre como ser vivo, resulta paradójico que siga
sin tenerse en cuenta este hecho a la hora de diseñar instituciones dedicadas al
cuidado de las personas enfermas, precisamente en sus etapas de crisis, aquellas en
que más atención requiere la reposición puntual de los nutrientes como sustrato
de vida y salud.
Es necesario llamar la atención insistentemente sobre esta gran falla de la medi-
cina actual, hasta conseguir rectificar el enfoque de la asistencia en los hospitales
y prestar la atención adecuada a la totalidad de la persona. Cada especialista se
centra en el estudio de la faceta deteriorada de la salud del paciente, y a ello de-
dica con esmero los cuidados del diagnóstico y las medidas terapéuticas propias
de su especialidad. Pero en todo un siglo de progreso en la medicina moderna,
sus grandes avances se han dirigido fundamentalmente hacia la proliferación de
ramas de la medicina, apostando por el crecimiento y la profundización en el cono-
cimiento de los detalles del proceso patológico y de cómo solucionar sus alteracio-
nes aisladamente, olvidando que esas ramas se sustentan y basan en la integridad del
tronco. Por ello, siempre se ha de procurar que esa unidad funcional que constituye
el organismo logre en todo momento ese equilibrio vital que lo ayude no sólo
a mantener la salud, sino también a reponer los excesivos gastos ocasionados por
la enfermedad y las terapias agresivas.

5
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

Alrededor del 40% de los pacientes in-


gresados puede alimentarse con las llama-
das dietas o menús basales, de composición
normal y donde se cuidan adecuadamente
cantidad, composición y distribución calóri-
ca y nutritiva. Por lo general, se programan y
diseñan atendiendo a la edad predominante
de los pacientes y a sus hábitos alimenta-
rios regionales, y con frecuencia se ofrecen
menús opcionales alternativos.
Casi otro 50% de los pacientes ingre-
sados requiere algún cambio cualitativo,
cuantitativo o de ritmo de administración
de los alimentos a lo largo de su estancia,
para lo que es necesario recurrir a la die-
tética o la dietoterapia. Si este cambio no
se lleva a efecto durante un corto perio-
do de tiempo, la adaptación fisiológica lo
compensa; pero si se prolonga, esa adapta-
ción perjudica al conjunto del organismo
y se suma a las complicaciones propias
del proceso patológico, siendo preciso
recurrir a procedimientos extraordinarios
para complementar los aportes con lo ne-
cesario, bien mediante alimentos naturales
o artificiales, bien mediante técnicas de
nutrición artificial.
La actitud del hospital hacia la alimenta-
ción de sus pacientes ha de ser la de con-
siderarla como una faceta más del proceso
terapéutico, debiendo incluir la cobertura
de las necesidades fisiológicas y psicológi-
cas. Además, tiene que fomentar la toma
de los alimentos adecuados cualitativa y
Figura 1. Estado nutricional adecuado versus desnutrición. Equilibrio cuantitativamente en función de los re-
metabólico entre ingresos y gastos o pérdidas. querimientos del enfermo, según edad,
apetencias y necesidades, adaptándolos
a su situación clínica y emocional.
El hospital actual tiene la obligación de cubrir las
necesidades vitales de sus huéspedes y ha de estar
preparado para darles el soporte nutricional ade-
cuado hasta satisfacer sus requerimientos esen- 2. Prevalencia
ciales. La alimentación, al igual que el oxígeno y el
agua, es algo que no se puede descuidar en ningún Afortunadamente, en la actualidad la desnutrición
momento a la hora de programar la asistencia in- en nuestro entorno está erradicada como proble-
tegral a las personas dependientes de esta organi- ma global, quedando reducida a grupos marginales
zación sanitaria. Pero la alimentación del enfermo socioeconómicamente y a carencias parciales de
tiene multitud de facetas que no quedan ni mucho determinados nutrientes, como el yodo, el hierro
menos cubiertas con el montaje de una estructura y el calcio en algunas regiones, en función de las ca-
hotelera. racterísticas del terreno y los hábitos alimentarios

6
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

Tabla 1. PREVALENCIA DE LA DESNUTRICIÓN HOSPITALARIA

Autor Año N.º casos Tipo enf. Desnutrición (%) Observación

Bistrian 1974 131 Quirúrgica 54 Quirúrgica


Bistrian 1976 251 Médica 45 Médica
Hill 1977 105 Quirúrgica 52 > 1 semana de la cirugía
Weinsier 1979 134 Médica 69 > 2 semanas hospitalizado
Cabrerizo 1986 120 Médica 31 Médica
Gassull 1986 135 Médica 30 Médica
Aoun 1993 94 Quirúrgica 53 Quirúrgica
Prieto 1993 102 Quirúrgica 30 Al ingreso
Serrano 1993 100 Médica 46 > 2 semanas hospitalizado
Larson 1994 199 Quirúrgica 35 Quirúrgica
Whirter 1994 500 Médica/Quirúrgica 44,6/27,5 Antropométrica sólo
Ulíbarri 2002 6.252 Médica/Quirúrgica 42* Analítica
*Se incluyen únicamente desnutriciones graves y moderadas (leves en 2002: 36%).

o las alteraciones en la conducta alimentaria, ya sean Esta misma variedad de sistemas de detección
de origen patológico (como sucede en la anorexia y medida de la desnutrición en el paciente ingre-
nerviosa u otras enfermedades mentales) o de na- sado ratifica por sí el hecho. Su persistencia, pese
turaleza cultural. al desarrollo en estos años de técnicas cada vez
Otro aspecto distinto es la desnutrición relaciona- más avanzadas de soporte nutricional, es atribuible
da con la enfermedad. Hasta ahora no se terminaba precisamente a que dichas técnicas se aplican en
la licenciatura en Medicina lo suficientemente con- paralelo a la complejidad de los procesos patológi-
cienciado de la repercusión de la desnutrición sobre cos tratados y de los procedimientos terapéuticos
la salud del individuo, sobre la evolución de su enfer- empleados.
medad, ni acerca de cómo a la fisiopatogenia de ésta Así, por ejemplo, en los años 70 del siglo pa-
se suman las consecuencias de la desnutrición para sado sería impensable abordar técnicas como el
cerrar lo que se llama la “espiral de la muerte”, de la transplante de precursores hematopoyéticos, que
que se hablará más adelante. Y lo más grave es que, requiere largos periodos de ayuno hasta superar
con demasiada frecuencia, son los médicos los que los efectos secundarios de una irradiación masiva,
facilitan el inicio o la perpetuación de esta situación, y de los citostáticos, con las consiguientes hipere-
con pautas dietéticas dictadas a la ligera o con prác- mesis y el deterioro masivo de la mucosa intes-
ticas terapéuticas que la producen, sin contemplar tinal provocado por la propia terapia, más los no
medidas correctoras que eviten su progresión. deseables fenómenos de rechazo del tipo injerto
Desde los primeros trabajos de Bistrian en 1974 contra huésped. Lo mismo se podría relacionar
y hasta la fecha se viene repitiendo la publicación de con el desarrollo de técnicas quirúrgicas que
estudios de prevalencia en torno a la desnutrición incluyen intervenciones de alto riesgo, grandes
hospitalaria, llamando la atención la persistencia en amputaciones, transplantes de órganos vitales, etc.
estos últimos 30 años de la similitud entre las cifras Desde este punto de vista resulta comprensible,
registradas en diferentes medios hospitalarios y pese por tanto, que se mantengan las cifras de preva-
a haber utilizado distintas técnicas para medir el fe- lencia de la desnutrición al aumentar la gravedad
nómeno, como puede apreciarse en la Tabla 1. y complejidad de la casuística hospitalaria actual.

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Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

También se entiende fácilmente que enfermedad - Dificultades para comer por problemas surgi-
más procedimientos terapéuticos y más hospitaliza- dos a lo largo del tubo digestivo, incluidos trastor-
ción contribuyan al incremento de la incidencia de la nos mecánicos o dinámicos en el tránsito intestinal
desnutrición, considerando por tal el número de ca- y patologías de la orofaringe.
sos nuevos que aparecen durante el internamiento. - Impedimentos para la absorción de los alimen-
tos ingeridos.
• Aumento del consumo energético o
de nutrientes esenciales en situaciones
3. Causas patológicas. Es otro mecanismo habitual que
de desnutrición puede conducir a la desnutrición y que tiene lugar
en las siguientes circunstancias:
3.1. Causas comunes - Procesos de intenso estrés orgánico, como po-
litraumatizados, enfermedades consuntivas como
La más corriente, histórica y geográficamente, es cáncer, infecciones crónicas y fiebre prolongada.
la desnutrición primaria, el hambre por carencia de - Enfermedades metabólicas, como hipertiroi-
medios para que grandes poblaciones se alimenten dismo o diabetes mellitus, que alteran el equilibrio
adecuadamente, ya sea por la pobreza de los pue- metabólico, al igual que sucede con trastornos
blos de forma endémica, o episódicamente a raíz de serios y prolongados de sistemas como el respira-
grandes catástrofes, entre las que se han de consi- torio o cardiaco y órganos como hígado, páncreas
derar las guerras. Es un hecho que, afortunadamen- o riñón.
te, no se da en nuestro medio. • Incremento de las pérdidas de di-
Sí suelen encontrarse casos aislados en los que, ferentes materiales constitutivos del
por motivos de pobreza o sociales, o por trastornos organismo, con valor calórico, proteico, líquido,
mentales, las personas permanecen largo tiempo sin electrólitos, etc. Se da en multitud de enfermeda-
alimentarse adecuadamente, y llegan a situaciones des, como diarreas, vómitos, pérdidas urinarias,
de desnutrición más o menos grave. fístulas, úlceras y quemaduras. Todas ellas reque-
Son más frecuentes en individuos dependientes, rirían el aumento de los ingresos para mantener
sin autonomía para alimentarse por sí mismos, el equilibrio energético y nutricional en conjunto;
como niños, ancianos y enfermos con limitaciones pero, como se apuntaba anteriormente, es fre-
físicas o mentales, aparte de las económicas. cuente que a las pérdidas se sume la dificultad para
los ingresos, con lo que el proceso se agrava por
partida doble.
3.2. Enfermedad Dentro de este punto, aunque se abarcará deta-
lladamente a continuación, hay que mencionar los
La enfermedad atenta habitualmente contra el efectos de la acción terapéutica sobre el estado
equilibrio nutricional de varias maneras, que se de nutrición. Indicaciones de ayuno, restricciones
superponen con frecuencia, llevando a situaciones dietéticas, intervenciones quirúrgicas, efectos se-
carenciales que, a su vez, agravan el proceso pa- cundarios de medicamentos que generan anorexia,
tológico inicial, pudiendo entrar así en el círculo dificultades para la absorción, vómitos, diarreas
vicioso que conforma la citada espiral de la muerte, o acciones antimetabólicas están a la orden del día
ya sea partiendo de una enfermedad grave, o bien en el arsenal terapéutico disponible.
de una grave desnutrición como punto de partida,
como se aprecia en la Figura 1.
Los mecanismos más corrientes por los que la 3.3. Hospitalización
enfermedad conduce a la desnutrición son a través
de la disminución de ingresos, el aumento del con- Centrándonos en la alimentación y la dietética
sumo y el incremento de las pérdidas. hospitalarias y fijando la atención en su organi-
• Disminución de ingresos. Se produce por: zación y funcionamiento, el propio desarrollo del
- Pérdida del apetito, debida a causas digestivas, tema destaca en toda su extensión la importancia
metabólicas, psicológicas, medicamentosas, etc. que tiene un adecuado soporte nutricional en la

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J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

atención del paciente ingresado y, con ello, la res- - La enfermedad, elemento común a todas las
ponsabilidad del personal que le atiende. personas hospitalizadas, implica con muchísima fre-
El hospital es una entidad que agrupa a personas cuencia pérdida de apetito, dificultad para masticar,
especialmente enfermas y que requieren un diag- tragar o digerir, o lleva consigo la intolerancia a de-
nóstico y/o tratamiento, con vistas a su curación. terminados alimentos o preparaciones culinarias.
Pero tanto la enfermedad como la hospitalización - Las exploraciones que conducen al diagnóstico
en sí, al igual que muchos de los procedimientos de la enfermedad (análisis, radiografías, endosco-
diagnósticos y terapéuticos que se utilizan habi- pias, etc.) exigen frecuentemente que el paciente
tualmente en los hospitales, atentan frecuentemen- permanezca en ayunas para poder ser realizadas
te contra el proceso normal de la alimentación y hacen que el enfermo pierda varias comidas du-
y son causa clara de desnutrición, hasta el punto de rante su ingreso. Otras muchas veces es la costum-
que ésta ha merecido recibir un nombre específico: bre, la rutina, lo que condiciona el hecho de que el
desnutrición hospitalaria. paciente se quede muchos días en ayuno de una o
La desnutrición hospitalaria es una realidad co- más comidas ante la expectativa de exploraciones
nocida y resaltada por los especialistas o, simple- que, de hecho, no requieren tal precaución.
mente, médicos sensibles a los problemas que ge- - El tratamiento de enfermedades muy graves
nera la inadecuada nutrición, especialmente desde exige en ocasiones la imposición de dietas muy
que, en los años 70 del siglo XX, Bistrian y Black- restrictivas que hacen imposible una nutrición
burn llamaran la atención sobre el hecho de que adecuada, lo que requiere la adopción de medidas
entre el 30 y el 55% de los pacientes ingresados en especiales para conseguir el equilibrio nutritivo,
los hospitales sufren un proceso de desnutrición, en este caso mediante suplementos específicos, ya
lo que ha sido constatado en innumerables hospi- sean naturales o artificiales.
tales de todo el mundo, incluidos los del mundo - Algunos procedimientos terapéuticos, como la
desarrollado. Blackburn escribió por entonces lo cirugía, son otro motivo de desnutrición al exigir uno
siguiente: “No se puede tolerar ya que una institu- o varios días de ayuno, amén del aumento catabólico
ción de la salud agrave la mortalidad y morbilidad que implican, viéndose agravado con frecuencia por
de los pacientes”. Más lapidaria resulta para los hábitos perniciosos no justificados, como el hecho de
implicados en el tema la frase de Wretlind: “La mantener por varios días el uso de sonda nasogástri-
desnutrición en los pueblos es signo de pobreza; ca para descompresión o retrasar innecesariamente
en los hospitales es signo de ignorancia”. A conti- el comienzo de la alimentación en el postoperatorio.
nuación se estudian las causas de la desnutrición - La radioterapia y quimioterapia y otros medi-
hospitalaria para tratar de evitarla. camentos suelen tener efectos secundarios, como
Como ya se sabe, la desnutrición es consecuencia pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarreas o
del desequilibrio entre ingresos y gastos,o pérdidas,del dificultad para absorber los alimentos o determi-
organismo, bien por disminución de aquéllos o por nados nutrientes (Figura 2).
aumento de éstos. Pues bien, por distintas causas • Pérdidas aumentadas. Vómitos, diarreas,
y mecanismos, en el paciente hospitalizado se dan fístulas, hemorragias, linforragias, quemaduras, pér-
frecuentemente tanto el descenso de los ingresos didas renales anómalas, etc., suponen una pérdida
como el incremento de los gastos. de nutrientes, desde agua y electrólitos hasta ener-
• Disminución de ingresos. Se ve favoreci- gía como grasa o hidratos de carbono y proteínas.
da por las siguientes causas: • Gasto elevado. Se da por infecciones agu-
- La propia hospitalización, con el cambio de das o crónicas, cáncer y enfermedades metabóli-
menús, de sistema de cocinado y de horario de cas. Los traumatismos, intervenciones quirúrgicas
las comidas, cuya planificación no puede abarcar y quemaduras incrementan mucho el catabolismo
los gustos de todos, además de que a muchos pa- y el gasto energético y de nutrientes, coincidiendo
cientes se les impone una dieta restrictiva que no en numerosas ocasiones con la imposibilidad de
seguirían aunque se les hubiera prescrito. El ingre- aumentar los aportes, como sucede en la insufi-
so en el hospital provoca reacciones depresivas en ciencia renal, pancreática o hepática.
personas sensibles al aislamiento familiar, y uno de Ahora ya se puede entender un poco mejor
sus síntomas es la pérdida del apetito. este aparente contrasentido de que el hospital, a

9
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

personal. Son muchas las


cocinas de hospitales que
tienen que ser remode-
ladas por su mal diseño
y por la dificultad para
trabajar en ellas con téc-
nicas actualizadas, a fin de
lograr unos resultados sa-
tisfactorios. Por otro lado,
son muchos también los
profesionales de la cocina
y servicio de alimentación
que no han recibido una
formación específica para
la preparación culinaria
de los menús que corres-
ponden a personas con
multitud de problemas
derivados de su condición
de enfermos. Es preciso
mantener la formación
Figura 2. Interacción entre enfermedad, tratamiento y desnutrición. de estos profesionales, no
sólo en calidad e higiene
alimentarias, sino también
través de la desnutrición, pueda empeorar la salud en aspectos de dietética, alergias e intolerancias
y poner en mayor peligro la vida de sus usuarios, alimentarias en distintas enfermedades.
recordando que un organismo desnutrido queda En España, la formación de personal sanita-
sin defensas ante la infección y otras agresiones. rio en materia de alimentación/nutrición no es
Para contrarrestar este efecto negativo, los impli- excesivamente deficitaria, pero no llega a cubrir
cados en la alimentación y dietética han de propo- los requisitos de una adecuada nutrición. Cierto
nerse un objetivo claro: nutrir, procurar el adecuado es que las enfermeras se suelen sentir responsa-
soporte nutricional para todos los pacientes, en bles de la alimentación y dietética de sus pacientes,
cualquier fase de su enfermedad. Para ello, además contrarrestando muchas veces el desinterés de los
de la alimentación normal, se han desarrollado la médicos, más dados a la rutina y la dejación de estas
dietética, la dietoterapia y la nutrición artificial (en- funciones. Pero no es menos cierto que se ven des-
teral y parenteral), para cuando el enfermo no pue- bordadas con demasiada frecuencia, no controlan
de, no debe o no quiere comer. Pero todas y cada suficientemente la selección de los alimentos que
una de ellas chocan con una serie de dificultades les llegan, y no suelen vigilar lo que el paciente deja
para su programación y puesta en funcionamiento, en el plato, motivo éste de pérdida calórica a lo largo
aparte de las apuntadas, que derivan de la estructu- del ingreso. Ésta es una tarea muy característica de
ra, organización y dotación de los hospitales. la auxiliar de clínica, y entre ella y la enfermera han
de proporcionar más apoyo al enfermo, aunque éste
estuviera en perfecto uso de sus facultades menta-
3.4. Organización del hospital les y capacitado para comer, o incluso a la hora de
elegir el menú cuando disponga de esta opción.
Aunque es justo reconocer que en los últimos La formación del médico ha ignorado durante
años se ha ganado mucho terreno, la estructura hos- muchos años la necesidad de alimentar al sujeto
pitalaria, en su concepción y arquitectura, no suele enfermo. No entraba en los esquemas terapéuticos
contemplar suficientemente la necesidad de nutrir, manejados en los tratados de patología, médica
lo mismo que ocurre con su dotación de material y o quirúrgica.

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J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

Es un error didáctico que se va superando mentar la mortalidad, prolongarse la estancia media


lentamente en los programas docentes, aunque hospitalaria y encarecerse considerablemente el
la nutrición todavía no ha adquirido el papel que proceso terapéutico.
le corresponde en el mantenimiento de la salud Esto lleva a plantearse de qué le sirven al pa-
y el enfrentamiento a la enfermedad y a los riesgos ciente todos los avances de la medicina si, al final,
añadidos por la desnutrición. muere de inanición.
Si se añade el hecho constatado de que más de
la mitad de los enfermos que permanecen algún
3.5. Malpraxis tiempo en las instituciones hospitalarias alcanzan
situaciones de precariedad que los mantienen en
Para no quedarse corto en los aportes, es de- riesgo de recaídas o de adquirir nuevas enferme-
seable que el médico tenga tan en cuenta como dades como consecuencia de su indefensión ante
el balance hídrico diario el balance metabólico de infecciones o, simplemente, de no poderse bene-
su paciente. Conviene revisar pautas de protocolo ficiar de un procedimiento terapéutico debido a
ancestrales, infundadas pero que se mantienen en la menor respuesta provocada por las carencias
el tiempo como artículos de fe, como son el ayu- nutritivas, se concluirá que hay un gran número
no nocturno en el preoperatorio o el precedente de desnutridos y que, en contraste, muy pocos de
a exploraciones radiológicas. Especialmente en el ellos reciben la atención necesaria.
preoperatorio, se abusa del ayuno, incluso en inter-
venciones sobre el aparato digestivo, y tampoco está
muchas veces indicado por parte del anestesista en
periodos superiores a dos horas; antes al contrario, 4. Consecuencias de la
se está comprobando que el postoperatorio cursa desnutrición hospitalaria
mejor aportando líquidos hidrocarbonados antes de
la intervención. 4.1. Magnitud y trascendencia
Lo mismo ocurre con largos periodos de ayuno del problema
originados por temor a complicaciones sobreveni-
das en el periodo postoperatorio, que se suman a La magnitud y la trascendencia del problema de
los efectos negativos de la enfermedad y de la inter- la desnutrición hospitalaria se vienen manifestando
vención quirúrgica, cuando muchas veces se puede en los últimos años en gran cantidad de trabajos
iniciar la realimentación (con la adecuada selección efectuados en todos los países desarrollados, enfo-
de la consistencia, la temperatura, las cantidades y cados tanto desde el punto de vista clínico como
los ritmos) con bastante menos margen de ayuno. sanitario, y por sus repercusiones económicas y
sociales. Estos estudios se han realizado con dife-
rentes métodos de valoración, pero en todos se
3.6. Procedimientos terapéuticos obtienen resultados similares, que oscilan de un
30% al ingreso hasta cerca del 70% al alta, contando
Ya se ha mencionado cómo nuevas técnicas diag- con el incremento experimentado por la incidencia
nósticas y terapéuticas permiten abordar la supera- de la desnutrición intrahospitalaria (Figura 3).
ción de situaciones antaño mortales por necesidad. La mayor prevalencia de desnutrición hospi-
Pero ello no significa que se apliquen paralelamente talaria se da en los ancianos y los portadores de
los cuidados nutricionales necesarios para que ese patología gastrointestinal, siendo más pronunciada
organismo pueda reaccionar adecuadamente al en pacientes de procesos médicos que entre los
desgaste ocasionado inicialmente por la enferme- quirúrgicos.
dad, más el añadido por los propios procedimien- Diferentes estudios europeos sobre el incremento
tos terapéuticos, como radioterapia o quimiotera- de la desnutrición hospitalaria durante el ingreso re-
pia, cirugía mayor, transplantes, etc. Sin el adecuado saltan la trascendencia del suceso, especialmente en
soporte nutricional, estas técnicas dan peores las primeras dos semanas del ingreso y más aún en
resultados del esperado y las complicaciones son el periodo postoperatorio, con pérdidas de peso
muy superiores, con el efecto no deseado de au- hasta en el 89% de los pacientes controlados.

11
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

van un adecuado estado de nutrición es


el incremento del gasto asistencial regis-
trado en los primeros (Tablas 3 y 4).
Es de notar que el perjuicio ocasiona-
do al enfermo por la desnutrición persis-
te después del alta hospitalaria, situación
en que se prolonga el tiempo de baja por
enfermedad, disminuye la calidad de vida
y aumenta el requerimiento de cuidados
a domicilio por parte de atención pri-
maria, siendo las úlceras por decúbito
un prototipo de las secuelas de la hos-
pitalización que incrementan el consumo
de recursos en asistencia domiciliaria
y ambulatoria. La frecuencia de los rein-
gresos es otro reflejo del precario estado
en que queda un paciente que no ha reci-
bido el adecuado soporte nutricional.
La concepción de un hospital moderno
Figura 3. Frecuencia de desnutrición (DN) por niveles. Fuente: Ulíbarri debe adaptarse a las necesidades reconoci-
et al. Nutr Hosp 2002. das por los usuarios de estos centros, con
tanto mayor esfuerzo cuanto mayores sean
las deficiencias persistentes en la cobertu-
4.2. Repercusiones clínicas, ra de los requerimientos vitales, esenciales, como
sanitarias, económicas y sociales ocurre en la dotación de los medios adecuados y
suficientes para asegurar el soporte nutricional de
La elevada prevalencia de desnutrición se tradu- los pacientes ingresados mientras se pueda esperar
ce en el hospital en un aumento considerable de la mejoría de su estado nutricional.
la morbimortalidad (Figura 4), reflejándose en el A estos efectos, la planificación y orga-
incremento de complicaciones infecciosas y fistu- nización de los hospitales ha de tener en
lizaciones quirúrgicas. Otra complicación derivada cuenta, a partir de ahora por ley, la necesidad de
del ingreso hospitalario es la mayor incidencia de contar en su organigrama con la dotación de un
úlceras de decúbito, hecho comprobado como más facultativo capaz de organizar una nueva unidad
frecuente entre los desnutridos. asistencial que se encargue de la adecuada nutri-
La estancia media se ve prolongada en el pacien- ción de los pacientes ingresados y de los que pre-
te desnutrido (Figura 5) como consecuencia del cisan continuar el tratamiento tras el ingreso (Real
mayor número de complicaciones, obteniéndose Decreto 1277/2003, de 10 de octubre). Es incon-
peores resultados en los procedimientos terapéu- cebible que a estas alturas, contemplando en los
ticos en general cuando éstos se aplican a perso- últimos 30 años la persistencia de desnutrición en
nas desnutridas que cuando se llevan a cabo con más de la mitad de los enfermos que pasan por los
enfermos que han sido adecuadamente nutridos hospitales, todavía no esté prevista, ni en el 40% de
(Tabla 2). ellos, la organización de la alimentación, dietética,
En los desnutridos al final del ingreso se puede dietoterapia y nutrición, con la necesaria dotación
comprobar un considerable aumento de los reingre- del suficiente número de dietistas para planificar,
sos hospitalarios, bien por problemas derivados del elaborar y controlar las dietas, tanto en la cocina
mismo proceso que motivó el anterior y no quedó como en las salas y consultas.
adecuadamente resuelto, bien por complicaciones También el Consejo de Europa acaba de legislar
infecciosas o fístulas operatorias (Figura 6). sobre la problemática de la alimentación y cuida-
Una faceta más de las diferencias entre el ingre- dos nutricionales en el enfermo hospitalizado tras
so en desnutridos frente a pacientes que conser- la realización de un amplio estudio por parte de un

12
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

Figura 4. Tasa de mortalidad según el nivel de desnutrición (DN) detectado en la primera semana de hospitalización.
OR: odds ratio.

13
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

nutrition (2002), cuyo estudio


se inició en 1999.
Fruto de este informe es el
acuerdo alcanzado el 12 de no-
viembre de 2003 por el Comi-
té de Ministros del Consejo de
Europa para la aprobación de
una resolución sobre alimen-
tación y cuidados nutricionales
en los hospitales.

5. Profilaxis
La problemática de la des-
nutrición en la clínica actual
se aborda aquí procurando
Figura 5. Días de estancia media hospitalaria según desnutrición en algún momento de adoptar la más amplia visión
la hospitalización. de conjunto para evitar incu-
rrir en los mismos problemas
que se vienen perpetuando en la no solución de
Tabla 2. ESTANCIAS E INTERVENCIÓN esta situación endémica en los hospitales.
NUTRICIONAL Para todos es preferible la prevención sobre
la curación. En este sentido, hay que comenzar plan-
teándose seriamente la necesidad de formar ade-
Encuestas del Nutrition Care
Management Institute (EE UU)
cuadamente a los profesionales sanitarios que van
a asumir esta responsabilidad y mejorar el nivel de
1985: en 20 hospitales (2.485 pacientes) conocimientos de los ya responsables. El primer paso
• Soporte nutricional precoz
es el referido a la formación en el periodo de licen-
- Disminuye en 2,1 días ciatura, graduación o titulación, para que los profe-
la estancia media sionales salgan ya con los suficientes conocimientos.
Mediante el reciclaje hay que lograr el mejor nivel de
1997: en 19 hospitales formación y sensibilización de los profesionales en
• Soporte nutricional total activo. El personal de cocina y administrativo rela-
- Disminuye en 2,2 días cionado con la alimentación hospitalaria debe adqui-
la estancia media rir los conocimientos básicos durante su formación
- Ahorro de 1.064
o adaptación a su trabajo en el hospital.
dólares/paciente
La formación en materia alimentaria del paciente
y sus familiares ha de realizarse aprovechando los
Fuente: Health Financ Manage 1997 Aug; 51 (8): 66-9. periodos de hospitalización y los contactos con
los especialistas y el personal sanitario para lograr la
mejor colaboración posible en el proceso terapéuti-
co por parte de los interesados.
grupo de expertos europeos en nutrición hospita- El abordaje de la prevención de la desnutrición
laria, llegando a obtener interesantes conclusiones ligada a la enfermedad y a los procedimientos
y a elaborar recomendaciones acertadas, basadas terapéuticos debe iniciarse desde el diagnóstico
en una encuesta nacional de los países participan- de presunción, antes del ingreso, continuarse
tes y plasmadas en el informe titulado Food and durante la estancia hospitalaria con el adecuado
Nutritional Care in Hospitals: How to Prevent Under- soporte nutricional y no cejar hasta después del

14
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

complicaciones a causa de
enfermedad, de hospitali-
zación o de muchos pro-
cedimientos terapéuticos,
se deben tener en cuenta
estos factores a la hora de
organizarnos en la profi-
laxis de la desnutrición, con
objeto de evitarla siempre
que sea posible, anticipán-
donos a su aparición.
Se considera que la exis-
tencia de una desnutrición
manifiesta es identificable
con un alto riesgo de
desnutrición en pacientes
hospitalizados, al menos
a efectos de prevención,
especialmente si se suman
circunstancias como la an-
cianidad o la infancia, situa-
Figura 6. Porcentaje de reingresos urgentes según desnutrición detectada en algún mo- ciones de deficiencia mental,
mento de la hospitalización previa. o una amplia serie de enfer-
medades o procedimientos
terapéuticos. En adelante,
alta hospitalaria, mientras duren los efectos de la se usarán indistintamente los términos desnutrición
convalecencia o efectos secundarios del tratamien- o riesgo nutricional hasta que la desnutrición esté
to, teniendo en cuenta, además, que es frecuente demostrada y cuantificada, por lo menos en grado
la persistencia de pérdida de peso, incluso meses de moderada.
después del alta hospitalaria.
Estos criterios se consideran plenamente
acertados, e incluso se propone adoptar un nue- 5.2. Detección precoz
vo concepto de desnutrición, la desnutrición
clínica, que abarca el periodo comprendido en El hecho de que más del 50% de los pacientes
el punto anterior, incluyendo los aspectos somá- que pasan por los hospitales terminen en grados de
ticos y emocionales de la enfermedad desde sus desnutrición moderados, graves e incluso mortales
comienzos, los trastornos producidos por manio- obliga a establecer definitivamente los programas
bras o procedimientos diagnósticos, los derivados necesarios para combatir esta complicación, en
de la hospitalización, el diagnóstico, la terapia y parte evitable.
las complicaciones de la propia enfermedad, de los Para ello no se debe esperar a que el paciente
procedimientos terapéuticos e incluso de la desnu- llegue a situaciones de riesgo ni permitirle entrar
trición. Su control y tratamiento nutricional han de en las circunstancias que pueden conducirle a la
mantenerse después del alta hospitalaria y hasta la desnutrición. Un diagnóstico de enfermedad co-
recuperación somática y funcional. nocida como consuntiva -como puede ser una
infección crónica, una insuficiencia hepática o
renal, una inflamación intestinal o pancreática, o
5.1. Riesgo nutricional un proceso maligno- ha de ir acompañado de las
convenientes medidas de soporte nutricional, ini-
Conocida la existencia de múltiples factores que ciadas por el médico de cabecera o consultadas al
conllevan el riesgo de padecer desnutrición y sus especialista en nutrición sin esperar a completar la

15
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

Tabla 3. AHORRO POR SOPORTE NUTRICIONAL

Autor Año N.º pacientes Ahorro*

Bastow 1983 224 944


Shukla 1984 324 332
Flynn 1987 288 414
Delmi 1990 284 2.327
Brown 1992 225 3.837
Rana 1992 283 502
Murchan 1995 287 822
Beier 1996 316 485
Keele 1997 93 360

*Ahorro medio por paciente (en libras esterlinas de 1999).


Fuente: Green CJ. Clinical Nut 1999; 18 (Suppl 2): 3-28.

Tabla 4. COSTES DE LA DESNUTRICIÓN

Costes por paciente


Autor, año N.º pacientes
Normal Desnutrido Incremento
Robinson, 1987 a
100 7.692 15.956 8.264 (+108%)
Epstein, 1987 a
354 19.576 26.447 6.871 (+35%)
Reilly, 1988a 771 13.913 20.070 6.157 (+44%)
40.329 11.961 (+42%)
Braunschweig,1999a 467 28.368
76.598 48.230 (+70%)
Media: +60%
Lobo G, Pérez
de la Cruz, 2002b 650 1.911,50 2.990,31 1.078,8 (+56,4%)
a
Hospitales generales con 300-600 camas (EE UU); coste en dólares americanos. b Granada (España); coste en euros.

planificación de ingreso, tratamiento quirúrgico o Para ello es necesario organizarse abriendo el


quimioterapia. Para entonces, parte del daño está diálogo entre ambos sistemas asistenciales, el de
hecho, y el resultado de esas medidas terapéuticas asistencia primaria y el de asistencia especializada,
va a ser peor que si se aborda el proceso en buen de manera que ni llegue el paciente al hospital en
estado de nutrición. situación de riesgo nutricional o desnutrido, ni
Esto significa que hay que vigilar el estado de salga del hospital en peores condiciones que en
nutrición de los enfermos desde atención pri- las que entró, o sin el diagnóstico y tratamiento
maria, especialmente si son ancianos y tienen nutricionales adecuados, programándose incluso
limitaciones o enfermedades graves, y contar su seguimiento por parte del equipo de la unidad
prematuramente con la valoración nutricional, asistencial de nutrición y dietética.
realizada ya sea a nivel del médico de familia, Está ampliamente demostrada la importancia
del personal sanitario del centro de salud o del que tiene un adecuado estado nutricional en la
equipo de la especialidad, médica o quirúrgica. evolución de infinidad de procesos patológicos

16
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

y en los resultados de procedimientos terapéu- utilidad por las facilidades que brinda su manejo
ticos, siendo éstos peores con el transcurso del hoy día.
tiempo o, lo que es lo mismo, con la progresión El primer punto a enfatizar es que la respon-
del deterioro orgánico secundario a la enferme- sabilidad de la detección precoz de los pacientes
dad y a la desnutrición. Por ello, es deseable en- desnutridos o en riesgo nutricional recae en todo el
contrarse en condiciones de captar cuanto antes personal sanitario, y no sólo en los miembros de las
la presencia de situaciones de riesgo, con el fin de unidades de nutrición.
subsanarlas. Por todo lo que se ha expuesto hasta este
Con el adecuado seguimiento del proceso momento es fácil intuir que no existe unidad de
de desnutrición se han descrito varios niveles de nutrición provista de suficientes recursos humanos
deterioro progresivo que, partiendo de una situa- como para poder acceder a todos o a la mayoría
ción de normalidad, continúan con la reducción de de los pacientes hospitalizados y llevar a cabo un
sustratos nutritivos en las reservas orgánicas, lo breve examen en el que se detecten quiénes son
que obliga ya a iniciar mecanismos metabólicos de los que presentan desnutrición en el momento del
ahorro, seguidos de consumo de reservas grasas ingreso o bien son susceptibles de desarrollarla a lo
y proteicas procedentes de músculo y vísceras. largo del ingreso y, por tanto, podrían mejorar sus
Esto lleva a la pérdida de peso, la disminución de resultados con la instauración del adecuado soporte
funciones y el menoscabo de la capacidad defensi- nutricional.
va frente a la infección o la reparación de lesiones ¿Cómo se soluciona este problema? Por una
o heridas quirúrgicas. El grado más avanzado impli- parte, implicando a los médicos/enfermeras res-
ca serias alteraciones metabólicas, trastornos ce- ponsables de cada paciente para realizar ese primer
lulares y fallos viscerales, situación que se alcanza filtro de riesgo nutricional. Por otro lado, utilizando
cuando el organismo se autoconsume y no recibe métodos de detección adecuados.
del exterior materias esenciales. El objetivo fundamental del cribado nutricional
De aquí la importancia de la detección precoz de es predecir la probabilidad de obtener mejores
la desnutrición e incluso del riesgo nutricional, para resultados clínicos debido a factores nutricionales,
atajarlos con el adecuado soporte nutricional, y si una intervención nutricional sería capaz de
siempre que su uso esté indicado. Para ello, se han influir en ellos. Los resultados del tratamiento pue-
desarrollado una serie de herramientas de cribado den ser evaluados de diversas formas:
rápido mediante las cuales se pretende detectar • Valorando la mejoría o al menos la prevención
la desnutrición o el riesgo nutricional en el mayor del deterioro físico y mental de los pacientes.
número de pacientes y con el menor gasto y las • Midiendo la reducción en el número y la grave-
mínimas molestias posibles a los enfermos. dad de las complicaciones de la enfermedad o de
su tratamiento.
• Observando la aceleración en la recuperación
5.3. Herramientas de filtro de la situación de enfermedad y, por tanto, el acor-
tamiento de la convalecencia.
Los métodos de filtro más desarrollados en los • Cuantificando la disminución en el consumo
últimos años para la detección del riesgo nutricio- de recursos, como, por ejemplo, la estancia media
nal se basan en la recogida de datos anamnésicos, hospitalaria, la administración de tratamientos con-
antropométricos y funcionales. Se ha añadido al comitantes, etc.
actual elenco un procedimiento basado priorita- La utilidad de las herramientas de cribado puede
riamente en marcadores analíticos y que se apoya ser evaluada de diversas maneras. La Sociedad Eu-
desde el principio también en datos clínicos para ropea de Nutrición Enteral y Parenteral (ESPEN)
evaluar el riesgo nutricional. Los marcadores ha publicado una guía en el año 2003 en la que
analíticos se han utilizando menos en los últimos analiza las características que debe tener un test
años como indicadores de desnutrición porque de screening o cribado:
su significado se ha considerado de más difícil in- • Se considera que lo más importante es el valor
terpretación en la evaluación de la desnutrición o predictivo del test, es decir, que el paciente identi-
la enfermedad, pero se verá que tienen una gran ficado por el método tenga muchas probabilidades

17
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

de obtener mejorías en su estado de salud tras la • La exploración física, con la observación de


intervención nutricional que se decida aplicar, de- pérdida de tejido graso subcutáneo, de masa mus-
pendiendo de los resultados del cribado. cular y la presencia de edemas.
• A su vez, un método de filtro ha de poseer un A partir de los datos obtenidos en los dos apar-
alto grado de validez de contenido, es decir, que tados previos, el evaluador clasificará a los pacien-
debe incluir todos los componentes relevantes del tes en tres grupos:
problema que quiere llegar a resolver. • Bien nutrido.
• También ha de tener escasa variación interob- • Moderadamente desnutrido o en riesgo de
servador. estarlo.
• Debe ser práctico, es decir, que las personas • Gravemente desnutrido.
que lo vayan a utilizar lo encuentren rápido, simple La VGS permite identificar el riesgo de compli-
y útil. caciones en pacientes que se someterán a cirugía
• No ha de contener información redundante. gastrointestinal. Sin embargo, no posibilita un diag-
• Finalmente, un método de cribado debe estar nóstico precoz de desnutrición, pues los signos físi-
ligado a protocolos específicos de actuación; por cos de ésta generalmente son de aparición tardía.
ejemplo, que los pacientes identificados como en Por otra parte, el método no lo han validado es-
riesgo sean remitidos a una evaluación nutricional tudios de resultados clínicos; sin embargo, en el año
completa por parte de un experto. 2002 era el que recomendaba la Asociación Ameri-
En los últimos 30 años se han ido desarrollan- cana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN).
do numerosos métodos de filtro, muchos de los
cuales han ido cayendo en desuso por ser com- 5.3.1.2. Mini Nutritional Assessment
plicados o poco útiles. A continuación se comen-
tan con cierta extensión los dos que más se han El método de Mini Nutritional Assessment
empleado hasta la actualidad, además de otros dos (MNA) (Tabla 6) consiste en un cuestionario
con los que existe menos experiencia por ser de que se utiliza para detectar riesgo nutricional en
reciente incorporación, pero que han demostrado la población geriátrica de una forma precoz,
su utilidad en diversos estudios y que probable- ya que incluye aspectos mentales y físicos que
mente constituyan herramientas de uso extenso con frecuencia afectan al estado nutricional de
en el futuro. los pacientes ancianos, así como un cuestionario
dietético. De hecho, se trata de una combinación
de herramienta de filtro y de valoración del estado
5.3.1. Métodos de uso nutricional, ya que la parte final del cuestionario es
extendido y validados un desarrollo más amplio de los apartados exami-
nados al principio.
5.3.1.1. Valoración global subjetiva El MNA permite descubrir el riesgo de desnutri-
ción y planificar la intervención nutricional. Incluye
El método de valoración global subjetiva (VGS) 18 puntos agrupados en cuatro apartados:
(Tabla 5), descrito en 1987 por Detsky, ha sido • Valoración antropométrica.
posteriormente objeto de múltiples publicaciones, • Valoración general.
considerándose un sistema válido para la evalua- • Valoración dietética.
ción nutricional de pacientes que van a ser some- • Autoevaluación del propio estado de salud y
tidos a cirugía gastrointestinal. nutrición.
Asimismo, se ha realizado una versión específica Su valor predictivo ha sido evaluado, demostrán-
para pacientes oncológicos, que actualmente dose que los pacientes identificados como en ries-
convierte a este método de screening en el de go presentaban resultados adversos de salud, capa-
mayor uso en este colectivo de pacientes. cidades sociales, mortalidad y un mayor número de
La VGS se basa en dos grupos de datos: visitas al médico de atención primaria. La variación
• La historia clínica y dietética, incluyendo cam- interobservador se ha estimado en un κ = 0,51.
bios de peso, cambios en la dieta, síntomas gastroin- Este cuestionario debe ser administrado por un
testinales y capacidad funcional. profesional y se completa en 10-15 minutos.

18
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

Tabla 5. VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA

Valoración global subjetiva


(Señale la categoría adecuada o ponga el valor numérico donde indique #)

A. Historia clínica

1. Cambio de peso
Pérdida de peso en los últimos 6 meses: total: #_______ kg; % perdido # _____
Cambio en las últimas 2 semanas: ___ aumento; ___ no cambio; ___ descenso

2. Cambios en la ingesta alimentaria (en relación con lo habitual)


_____ no cambio
_____ cambio _____ duración = #_____ semanas
_____ tipo: _____ subóptima dieta sólida; _____ dieta líquida
_____ líquidos hipocalóricos; _____ ayuno

3. Síntomas gastrointestinales (duración > 2 semanas)


_____ ninguno; _____náuseas; _____ vómitos; _____ diarrea; _____ anorexia

4. Capacidad funcional
_____ no disfunción
_____ disfunción _____ duración = #_____ semanas
_____ tipo: _____ trabajando subóptimo
_____ ambulatorio
_____ acostado

5. Enfermedad y su relación con las necesidades energéticas


Diagnóstico primario (especificar): _________________________________________
Demanda metabólica (estrés): _____ no estrés; _____ estrés bajo;
_____ estrés moderado; _____ estrés elevado

B. Examen físico (para cada uno, especificar: 0 = normal; 1 = leve; 2 = moderado; 3 = grave)

# _____ pérdida de tejido graso subcutáneo (tríceps, tórax)


# _____ pérdida de masa muscular (cuádriceps, deltoides)
# _____ edema maleolar
# _____ edema sacro
# _____ ascitis

C. Valoración global subjetiva (graduación)

______ A: bien nutrido


______ B: moderadamente desnutrido o bajo sospecha de estarlo
______ C: gravemente desnutrido

19
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

Tabla 6. MINI NUTRITIONAL ASSESSMENT (MNA)

EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL n.º ..................


(Mini Nutritional Assessment© * MNA©)
Nombre: ....................... Apellidos: ............................................ Sexo: ........ Fecha: .......................
Edad: ............. Peso (kg): ............. Talla (cm): ....... Altura talón-rodilla: ............................
I. Índices antropométricos 12. El paciente consume
• ¿Productos lácteos al menos una vez al día?
1. Índice de masa corporal Sí ® No ®
(IMC = peso/talla2) (kg/m2) • ¿Huevos o legumbres 1 o 2 veces por semana?
0 = IMC < 19 Sí ® No ®
1 = 19 ≤ IMC < 21 • ¿Carne, pescado o aves diariamente? Sí ® No ®
2 = 21 ≤ IMC < 23 0,0 = 0-1 sí
3 = IMC ≥ 23 0,5 = 2 síes ,
2. Circunferencia braquial (CB) (cm) 1,0 = 3 síes
0,0 = CB < 21 13. ¿Consume frutas o verduras al menos 2 veces
0,5 = 21 ≤ CB ≤ 22 , por día?
1,0 = CB > 22 0 = No 1 = Sí
3. Circunferencia de la pantorrilla (CP) (cm) 14. ¿Ha perdido el apetito?
0 = CP < 31 1 = CP ≥ 31 ¿Ha comido menos por falta de apetito,
4. Pérdida reciente de peso (< 3 meses) problemas digestivos, dificultades de masticación
0 = pérdida de peso > 3 kg o alimentación en los últimos 3 meses?
1 = no lo sabe 0 = anorexia grave
2 = pérdida de peso entre 1 y 3 kg 1 = anorexia moderada
3 = no ha habido pérdida de peso 2 = sin anorexia
15. ¿Cuántos vasos de agua u otros líquidos toma
II. Evaluación global al día? (Agua, zumos, café, té, leche, vino,
5. ¿El paciente vive en su domicilio? cerveza...)
0 = sí 1 = no 0,0 = menos de 3 vasos
0,5 = de 3 a 5 vasos
,
6. ¿Toma más de 3 medicamentos por día? 1,0 = más de 5 vasos
0 = sí 1 = no
16. Forma de alimentarse
7. ¿Ha habido una enfermedad aguda o situación 0 = necesita ayuda
de estrés psicológico en los últimos 3 meses? 1 = se alimenta solo con dificultad
0 = sí 1 = no 2 = se alimenta solo sin dificultad
8. Movilidad
0 = de la cama al sillón
1 = autonomía en el interior
2 = sale del domicilio IV. Valoración subjetiva
9. Problemas neuropsicológicos 17. ¿El paciente se considera a sí mismo bien
0 = demencia o depresión grave nutrido? (Problemas nutricionales)
1 = demencia o depresión moderada 0 = desnutrición grave
2 = sin problemas psicológicos 1 = no lo sabe o desnutrición moderada
10. ¿Úlceras o lesiones cutáneas? 2 = sin problemas de nutrición
0 = sí 1 = no 18. En comparación con las personas de su edad,
¿cómo encuentra su estado de salud?
III. Parámetros dietéticos 0,0 = peor 1,0 = igual
11. ¿Cuántas comidas completas realiza al día? 0,5 = no lo sabe 2,0 = mejor ,
(Equivalente a dos platos y postre)
0 = 1 comida 1 = 2 comidas, 2 = 3 comidas TOTAL (máximo 30 puntos): ,
Fuente: Guigoz Y, Vellas B, Garry PJ. Mini Nutritional Assessment tool Estratificación:
for grading the nutritional state of elderly patients. Facts and Research ≥ 24 puntos: estado nutricional satisfactorio
in Gerontology 1994; Suppl 2: 15-59. 17-23,5 puntos: riesgo de desnutrición
©
1994 Nestlé Ltd. (Nestlé Research Centre)/Nestlé Clinical Nutrition. < 17 puntos: desnutrición

20
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

5.3.2. Métodos de de aplicar, ya que hasta un 99% de los 750 pacientes


reciente incorporación ingresados pudieron ser evaluados.

5.3.2.1. Cribado de riesgo nutricional 5.3.2.2. Control nutricional


(Nutritional Risk Screening)
El método de control nutricional (CONUT),
El método de Nutritional Risk Screening (NRS- recientemente desarrollado, se basa en unas con-
2002) (Tabla 7) es el que ha sido propuesto en cepciones metodológicas y estratégicas distintas
el año 2003 por la ESPEN para la detección de a las de los métodos utilizados en los últimos años,
pacientes en riesgo nutricional en el entorno hos- ya descritos. Consiste en una aplicación informática
pitalario. Se trata de un cuestionario que se divide que cruza de forma automática una serie de paráme-
en dos apartados: tros analíticos (albúmina, colesterol total y linfocitos
• En el primer apartado, denominado screening totales) con las bases de datos demográficos y de
inicial o pre-screening, se incluyen cuatro preguntas diagnóstico de todos los pacientes hospitalizados. La
muy simples, a las que se ha de responder sí o no. Si evaluación de la desnutrición y del riesgo nutricional
la respuesta es sí en cualquiera de ellas, se pasa a la se realiza en dos fases (Figura 7):
segunda parte. • Fase automática. En esta fase se cruzan
• El segundo apartado, denominado screening de forma automática los datos de Laboratorio con
final, incluye dos partes: por un lado se realiza los de Admisión. A los pacientes que tengan en el
una evaluación del estado nutricional respecto a día las determinaciones que el método utiliza se
pérdida de peso, disminución de la ingesta e índice les atribuye una puntuación de forma automática,
de masa corporal (IMC), con lo que se obtiene la clasificándolos en cuatro grupos distintos depen-
puntuación de alteración del estado nutricional; diendo del nivel de riesgo nutricional. Esta fase
por otro lado se recogen datos en relación con la dura aproximadamente 3 minutos para el total de
gravedad de la enfermedad que presenta el pacien- enfermos analizados.
te, con lo que se halla la puntuación de gravedad de • Fase manual. En esta segunda fase, un
la enfermedad. Además, se añade 1 punto más por experto en nutrición examina los datos de cada
edad ≥ 70 años. paciente: puntuación automática CONUT, edad,
Con estos datos, los pacientes se clasifican final- diagnóstico o motivo de ingreso y tiempo de es-
mente en dos grupos: tancia. La duración de esta fase es de aproximada-
• Puntuación ≥ 3: el paciente está en riesgo nu- mente 30 minutos para analizar alrededor de 120
tricional y se debe iniciar un plan nutricional. personas.
• Puntuación < 3: se planifica una evaluación se- De esta manera, los pacientes quedan adscritos
manal del paciente. finalmente a uno de los siguientes cuatro grupos
El valor predictivo de este método ha sido de riesgo nutricional:
documentado aplicándolo de forma retrospectiva - Sin riesgo.
a 128 ensayos clínicos aleatorizados sobre sopor- - Riesgo bajo.
te nutricional que mostraron que los pacientes - Riesgo medio.
que cumplían los criterios de riesgo nutricional - Riesgo alto.
tenían mayores probabilidades de presentar Los pacientes que se consideran susceptibles
una mejoría clínica con el soporte nutricional. de intervención nutricional son los de los grupos
También se ha utilizado prospectivamente en un de riesgo medio y alto (Tabla 8). La decisión de
estudio clínico controlado sobre 212 pacientes intervención se basa en ambas determinaciones y
hospitalizados, revelando que los individuos se- siempre va seguida de una evaluación completa del
leccionados con este método de cribado redu- estado nutricional, según protocolo.
jeron su estancia media en el grupo en el que se La mayor virtud del método es su simplicidad, ra-
intervino nutricionalmente. pidez y universalidad, ya que se puede hacer exten-
En otro estudio, se detectó poca variación in- sible a todos los enfermos hospitalizados, con la úni-
terobservador en la aplicación del método entre ca condición de que tengan los datos analíticos que
enfermeras, dietistas y médicos (κ = 0,67). Fue fácil requiere el método. Asimismo, el sistema permite

21
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

Tabla 7. CRIBADO DE RIESGO NUTRICIONAL [NUTRITIONAL RISK SCREENING (NRS), 2002]

Screening inicial o pre-screening


1 ¿Es el índice de masa corporal (IMC) < 20,5? Sí No
2 ¿Ha perdido el paciente peso en los últimos 3 meses?
3 ¿Ha reducido el paciente su ingesta en la última semana?
4 ¿Está el paciente gravemente enfermo? (p. ej., en cuidados intensivos)
Sí: si la respuesta es sí a cualquiera de las preguntas, se realizará el screening final
No: si la respuesta es no a todas las preguntas, el paciente será reevaluado semanalmente

Screening final
Alteración del estado nutricional Gravedad de la enfermedad
Ausente Estado nutricional normal Ausente Requerimientos nutricionales
Puntos: 0 Puntos: 0 normales
Leve Pérdida de peso > 5% en Leve Fractura de cadera, pacientes
Puntos: 1 3 meses o ingesta < 50-75% Puntos: 1 crónicos con complicaciones
de requerimientos en semana agudas (cirrosis, EPOC,
previa hemodiálisis, diabetes,
oncología)
Moderada Pérdida de peso Moderada Cirugía mayor abdominal,
Puntos: 2 > 5% en 2 meses o IMC = Puntos: 2 ICTUS, neumonía grave,
18,5-20,5 + alteración de tumor hematológico
estado general o ingesta 25-
60% de requerimientos
en semana previa
Grave Pérdida de peso > 5% en Grave Lesión craneal, TMO,
Puntos: 3 1 mes (> 15% en 3 meses) Puntos: 3 pacientes en UCI
o IMC < 18,5 + alteración (APACHE > 10)
de estado general o ingesta
0-25% de requerimientos en
semana previa
Puntos + puntos = puntuación total
Edad: si ≥ 70 años, añadir 1 a la puntuación total = puntos ajustados por edad
• Puntuación ≥ 3: el paciente está en riesgo nutricional y se iniciará
un plan nutricional
• Puntuación < 3: reevaluación semanal del paciente

Se instaurará un plan nutricional en los siguientes supuestos:


• Pacientes gravemente desnutridos (puntos = 3)
• Pacientes gravemente enfermos (puntos = 3)
• Pacientes moderadamente desnutridos + levemente enfermos (puntos = 2 + 1)
• Pacientes levemente desnutridos + moderadamente enfermos (puntos = 1 + 2)

emitir unos listados con los niveles de riesgo de La validación de este método se ha realizado a
todos los pacientes, y clasificarlos por los distintos partir de su comparación con una valoración com-
servicios. También posibilita disponer de una ima- pleta del estado nutricional, encontrándose un índice
gen dinámica de la evolución de cada uno. κ = 0,67, una sensibilidad del 92,3% y una especifi-

22
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

ficativa con un mínimo


entrenamiento.
Se puede considerar
que se trata del método
más rápido de cribado,
que es el que abarca
en menos tiempo a un
mayor número de pa-
cientes, y que actuaría
como un pre-screening,
tras el cual habría que
efectuar una valoración
completa del estado
nutricional de los pa-
cientes seleccionados,
con el consiguiente plan
nutricional.
Conclusiones:
todos los pacientes hos-
pitalizados deberían ser
objeto de un despistaje
de riesgo nutricional en
el momento del ingre-
so; el método elegido
dependerá de la pobla-
ción en estudio, de los
recursos humanos y téc-
nicos disponibles, y de la
experiencia del equipo
que realice el cribado;
la responsabilidad de
efectuar este despistaje
dependerá del método
seleccionado, pero en
última instancia es res-
ponsabilidad de todo el
personal sanitario.
Figura 7. Detección precoz y control de la desnutrición en el hospital mediante el método de Discusión del mé-
control nutricional (CONUT). Fuente: De Ulíbarri JI. Nutr Hosp 2002. todo CONUT:
• Procura captar el
máximo número posi-
cidad del 85%. Se ha comprobado asimismo su alto ble de pacientes en riesgo nutricional o desnutri-
valor predictivo para pronosticar un mayor riesgo de dos, tanto en el ámbito hospitalario como en el
mortalidad y de aparición de úlceras por decúbito. ambulatorio.
Esta herramienta tiene un valor inestimable para la • Intenta detectar estas situaciones con la mayor
realización de estudios epidemiológicos en amplias antelación posible a la aparición del hecho, en pri-
poblaciones. Está pendiente, sin embargo, su valida- mera o sucesivas exploraciones.
ción en estudios de intervención nutricional. • Se nutre de datos existentes en las bases de
La variación interobservador es nula en la fase datos de uso habitual en la actividad asistencial
automática, y en la fase manual es muy poco signi- actual como sistemas de apoyo documental de la

23
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

Tabla 8. VALORACIÓN DE LA DESNUTRICIÓN Y EL RIESGO NUTRICIONAL MEDIANTE


EL MÉTODO DE CONTROL NUTRICIONAL (CONUT)

Valores
Parámetro (Puntuación)

Sin déficit Leve Moderado Grave


Albúminaa ≥ 3,50 3,00-3,49 2,50-2,99 < 2,50
(0) (2) (4) (6)
Linfocitosb ≥ 1.600 1.200-1.599 800-1.199 < 800
(0) (1) (2) (3)
Colesterolc ≥ 180 140-179 100-139 < 100
(0) (1) (2) (3)
Riesgo No Bajo Medio Alto
(Puntuación) (0-1) (2-4) (5-8) (> 8)
a
Albúmina sérica en g/dl.
b
Linfocitos totales/ml.
c
Colesterol total en mg/dl.
Fuente: Ulíbarri JI, et al. Nutr Hosp 2002; 17: 179-88.

actividad clínica cotidiana, luego no requiere actua- sanitario, con fines diagnósticos y de seguimiento
ciones específicas. del proceso patológico o terapéutico.
• La selección de marcadores de riesgo nutri- A continuación, se analizan las recomendaciones
cional se ha realizado entre los datos disponibles, elaboradas por el Comité de Expertos del “Acuerdo
buscando la máxima fiabilidad con el mínimo gasto Parcial” en el área de salud pública y social, convoca-
y molestia al paciente. do por el Consejo de Europa para la redacción del
• La disponibilidad de los resultados es inme- reciente informe sobre alimentación y tratamiento
diata, en el momento en que se producen, tanto nutricional en los hospitales, con indicaciones acer-
a efectos clínicos como epidemiológicos. ca de cómo prevenir la desnutrición. Sabiendo que
• El método busca la eficiencia: la mayor eficacia estas recomendaciones han sido desarrolladas pen-
con el menor coste. sando en procedimientos diferentes al aquí expues-
• No requiere la intervención de personal sani- to, se ha podido comprobar que éste reúne todas
tario especializado para tomas de datos anamnési- las características sugeridas por los expertos del
cos, antropométricos o funcionales. Consejo de Europa para alcanzar los mismos fines,
• A partir de este cribado sistemático del riesgo aunque recurriendo a distintos medios.
nutricional se pone en marcha el protocolo de eva- • La valoración del riesgo nutricional debe tener
luación nutricional completa, recurriendo al resto en cuenta el estado nutricional y la gravedad de la
de parámetros acordados, ya sea en atención pri- enfermedad.
maria o especializada. En ambos casos sería posible • El sistema de filtro de riesgo nutricional ha de
contemplar la conveniencia de aplicar alguna de las estar basado en la evidencia, con objeto de iden-
otras herramientas de filtro antes de iniciar la valo- tificar a los pacientes que pueden beneficiarse del
ración completa del estado de nutrición (VEN). soporte nutricional.
Con esta nueva herramienta parece quedar al • El método de filtro de riesgo nutricional tiene
alcance un sistema actualizado, capaz de detectar que ser fácil de usar y sencillo de entender.
la desnutrición desde su situación de riesgo, y que • Hay que considerar la influencia de la edad, el
es aplicable a la práctica totalidad de los pacientes crecimiento y el sexo a la hora de determinar el ries-
estudiados con métodos modernos en el entorno go nutricional.

24
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

• Un sistema de revisión del riesgo nutricional conseguir el mayor rigor científico posible, se están
debe ser obligatorio para todos los pacientes, con utilizando procedimientos de características que no
independencia de su riesgo nutricional inicial. permiten afinar totalmente en el diagnóstico o la
• Hay que procurar desarrollar y validar proce- evaluación del fin perseguido, y que siempre quedan
dimientos de filtro sencillos, para utilizar en hospi- el recurso y la obligación de ratificar las primeras
tales y atención primaria. conclusiones mediante pruebas más específicas.
• La identificación de un paciente en riesgo nu- Hasta ahora, en la valoración del estado de nu-
tricional debe ir seguida de una verdadera evalua- trición de grandes colectivos de pacientes no se
ción del estado nutricional, un plan de tratamien- han podido asumir, salvo en extensos trabajos mul-
to, pautas dietéticas, monitorización de ingesta ticéntricos, amplios y continuados estudios epide-
alimentaria y peso corporal, y ajuste del plan de miológicos que permitan el control permanente de
tratamiento. la desnutrición y sus riesgos, relacionándolos con
• Han de desarrollarse protocolos estándar para edad, sexo, diagnóstico, centro sanitario, técnicas y
la valoración y monitorización del riesgo y estado procedimientos terapéuticos, y el control de la evo-
nutricional, con objeto de ponerlos en marcha a lución en función del soporte nutricional suminis-
nivel nacional y europeo. trado. Este sistema automatizado informáticamente
(Recomendaciones tomadas de la Tabla 2.2 del genera amplias bases de datos que posibilitan em-
informe Food and Nutritional Care in Hospitals: How prender estos estudios de forma rutinaria.
to Prevent Undernutrition, publicado por el Consejo
de Europa en noviembre de 2003.)
No es fácil alcanzar estos objetivos. La detec-
ción de la desnutrición o de su riesgo se debe ba- 6. Diagnóstico
sar, siguiendo la metodología de la actuación clínica,
en la práctica de la anamnesis, la exploración y las Se puede decir que, aun sumando la totalidad de
pruebas complementarias, reducidas al mínimo recursos disponibles en la clínica actual, no está re-
necesario para obtener los datos que orienten suelto el diagnóstico de desnutrición clínica, espe-
hacia la localización del problema y, en lo posible, la cialmente por la interacción entre la desnutrición,
cuantificación de su trascendencia. la enfermedad y los procedimientos terapéuticos.
La consecución de estos pasos en cada uno de los Los fundamentos de la valoración completa del
pacientes que puedan sufrir algún grado de desnu- estado nutricional se han de basar, como una activi-
trición en el transcurso de su enfermedad o trata- dad clínica trascendente, en la recogida y el manejo
miento significa dedicar un tiempo y medios especí- de datos anamnésicos, antecedentes, encuestas die-
ficos para la detección y evaluación del problema. téticas, exploración física general y específica con
Estas maniobras han de realizarse al comienzo recursos en antropometría e impedancia bioeléctri-
del estudio y periódicamente para su monitoriza- ca, pruebas funcionales y análisis de laboratorio.
ción. Pese a ello, y cuando uno se encuentra con un
Los procedimientos que se han seguido hasta paciente en que se pueden calcular su grado de
ahora dependen de la disponibilidad de personal desnutrición, riesgo nutricional y expectativas de
con suficiente tiempo y entrenamiento, aplicándo- mejora mediante el adecuado soporte nutricional,
se procedimientos artesanales para la consecución se impone la práctica del cálculo de necesidades
de encuestas y mediciones antropométricas y fun- en su situación actual y la monitorización de su
cionales a cada paciente en cada control. evolución con el fin de lograr el mejor resultado en
En el manejo de este tipo de herramientas de los aspectos nutricional, funcional y de bienestar,
filtro se ha de tener en cuenta que, aun intentando evitando sobrecargas inútiles o perjudiciales.

25
Capítulo 4.1. Desnutrición en el paciente hospitalizado

7. Resumen
 La desnutrición relacionada con la enfermedad o varios de los factores analizados hasta aquí
es un fenómeno persistente en la medicina oficial también se verá afectado en función del nivel de
occidental, fruto a veces de una actitud agresiva desnutrición alcanzado, lo que facilita el reingre-
ante la enfermedad y, con más frecuencia, con- so por causas relacionadas con este fenómeno,
secuencia de la combinación enfermedad-tera- prolongando la convalecencia y los cuidados
pia-desnutrición, llegando en ocasiones a cerrar ambulatorios requeridos de atención primaria
el círculo mortal de la desnutrición cuando se y especializada.
potencian mutuamente.
 La forma ideal de atajar esta situación es la pro-
 La repetición de este conflicto da lugar a la filaxis de la desnutrición mediante la evitación
confluencia de personas desnutridas en las en- de maniobras negativas sobre el estado de nu-
tidades hospitalarias. El hecho de que las condi- trición de los enfermos, la detección temprana
ciones de hospitalización tampoco aseguren la de factores de riesgo y la puesta en marcha de
salvaguarda de los requerimientos nutricionales medidas de soporte nutricional que mantengan
de los hospitalizados, más el papel negativo de los ingresos al nivel o por encima de los gastos
las técnicas terapéuticas agresivas, favorece el mientras sea posible y necesario. Esta asistencia
crecimiento de la tasa de desnutridos durante debe iniciarse precozmente y mantenerse du-
su estancia, hasta casi doblar la cifra inicial. rante el periodo de convalecencia y hasta la total
recuperación del estado de nutrición.
 La principal causa de desnutrición en el mundo
es la limitación de los aportes nutricionales res-  El procedimiento para la detección de la desnutri-
pecto a las necesidades, siendo el motivo directo ción consiste en mantener la vigilancia de médicos
de muerte para millones de personas. En los y enfermeras para prever el inicio de situaciones
países más desarrollados, esta situación llega casi de desnutrición o riesgo, lo que se logra median-
a desaparecer, pero no en el ambiente hospitala- te la instauración de sistemas de control con
rio, donde, como se ha señalado, al aumento de suficiente capacidad de detección (sensibilidad y
requerimientos por elevación de gastos metabó- especificidad) y de predicción de las consecuen-
licos, pérdidas y limitaciones en la ingesta o la cias de la desnutrición, utilizando indicadores de
absorción se suman errores en la planificación de fácil aplicación, sin riesgo y económicos. Con ellos
la alimentación de estos pacientes dependientes se han desarrollado multitud de herramientas de
de la entidad que los alberga. filtro, cribado o screening, de las que destacan cua-
tro, dos de ellas consagradas por el uso y otras
 En el entorno hospitalario es difícil organizar la dos en pleno desarrollo: VGS, MNA, NRS-2002 y
alimentación adecuada a los gustos y necesidades CONUT.
de cada enfermo, y con frecuencia no se programa
este servicio con la técnica que requeriría la co-  Cualquiera de ellas debe ir seguida de una va-
bertura en base científica de los requerimientos loración más completa en datos anamnésicos,
nutricionales de los enfermos. Pero, además de antropométricos, funcionales y analíticos que,
las deficiencias en la organización hostelera de acompañada de un cálculo de necesidades
los ingresados, la organización sanitaria tampoco personalizado, permita programar, monitorizar
favorece el mantenimiento del equilibrio calórico y valorar el efecto del soporte nutricional.
cuando médicos y sanitarios no están formados
para preservarlo.

 Las consecuencias de este desequilibrio son


una peor evolución de la enfermedad y un
aumento de las complicaciones, de la estancia
hospitalaria, de la mortalidad y del gasto sani-
tario. El curso de la fase de convalecencia en el
enfermo que ha llegado a desnutrirse por uno

26
J.I. de Ulíbarri Pérez | L. Cabrerizo García | B. González Fernández

8. Bibliografía
Celaya Pérez S (ed.). Vías de acceso en nutrición enteral. Mahan LK Arlin M. Krause’s food, nutrition and diet therapy,
Multimédica, 1995. 8th ed. Saunders. Greenville.
Monografía que aporta información práctica y detallada sobre Libro actualizado de nutrición y dietética que considera todos
las diversas vías de acceso en nutrición enteral. Es una obra de los aspectos fundamentales relacionados con estas ciencias. De
gran utilidad para los profesionales de la nutrición clínica. especial interés son los capítulos relacionados con el patrón
nutricional a seguir en diferentes patologías.
Council of Europe Publishing. Food and nutritional care in
hospitals: how to prevent undernutrition. Council of Europe. Robles Gris J. Nutrición en el paciente críticamente enfermo.
February 26th, 2003. Ed. McGraw-Hill Interamericana, 1996.
Recomendaciones sobre la valoración nutricional y el trata- Libro monográfico que describe detalladamente la nutrición en
miento nutricional en los pacientes hospitalizados con refe- el paciente crítico.
rencia también a la alimentación, al servicio de comida y a las
implicaciones económicas. Rojas Hidalgo E. Dietética: principios y aplicaciones. Editorial
CEA. Madrid, 1987.
Culebras Fernández JM, González Gallego J, García de Lorenzo A. Manual de dietética en sus dos facetas teórica y práctica.
Nutrición por la vía enteral. Grupo Aula Médica, SA, 1994.
Tratado de nutrición enteral dividido en tres secciones: una relativa Rombeau JL, Rolandelli RH. Clinical nutrition, 3rd ed. WB
a los aspectos fisiológicos de la nutrición enteral, otra sobre aspec- Saunders Company. Philadelphia, 1997.
tos técnicos y, finalmente, una amplia dedicada a temas clínicos. Tratado de nutrición enteral amplio, profundo y que dispone
de gran número de citas bibliográficas.
Detsky AS, McLaughlin JR, Baker JP, et al. What is subjective
global assessment of nutritional status? JPEN 1987; 11: 8-13. Shils ME, Olson J, Shike M, Ross C. Modern nutrition in health
Primera publicación en la que se realiza una descripción detallada and disease, 9th ed. Williams & Wilkins. Baltimore, 1999.
del método de cribado de valoración global subjetiva (VGS), que Tratado de nutrición completo y actualizado. Se considera uno
posteriormente ha sido objeto de muchas otras publicaciones. de los mejores textos en la materia.

Guigoz Y, Vellas B, Garry PJ. Mini nutritional assessment. A Stratton RJ, Green CJ, Elia M. Disease-related malnutrition. Ed.
practical assessment tool for grading the nutritional state of CABI Publishing. UK, 2003.
elderly patients. Facts and Res Geront 1994; 4: 15-59. Análisis detallado de los criterios actuales de desnutrición rela-
Descripción del método de cribado de Mini Nutritional cionada con la enfermedad, sus causas y consecuencias, y las
Assessment (MNA) y su aplicación sobre la población anciana. formas de evitarla mediante alimentación oral, suplementos y
nutrición artificial.
Kondrup K, Allison SP, Elia M, Vellas B, Plauth M. ESPEN
guidelines for nutrition screening 2002. Clin Nutr 2003; 22 Ulíbarri JI, González-Madroño A, González A, Fernández G,
(4): 415-21. Rodríguez F, Mancha A. Nuevo procedimiento para la detec-
Proporciona una guía para el cribado del riesgo nutricional en ción precoz y control de la desnutrición hospitalaria. Nutr
distintas situaciones y poblaciones: comunidad, hospital, ancianos. Hosp 2002; 17: 179-88.
Se fundamenta en datos de medicina basados en la evidencia Describe el método CONUT de cribado nutricional, mostran-
publicados hasta junio de 2002 y, por tanto, susceptibles de do los datos de la validación frente a la valoración completa del
actualizaciones posteriores. estado nutricional y frente a VGS.

9. Enlaces web
 www.nutrition.org  www.seen.es
 www.grupoaulamedica.com/web/nutricion.cfm  www.clinnutr.org
 www.senpe.com  www.mayohealth.org
 www.conut.com  navigator.tufts.edu
 www.faseb.org/ascn

27
4.2. Requerimientos energéticos
en situaciones patológicas

Abelardo García de Lorenzo y Mateos Julia Álvarez Hernández


Capítulo 4.2.

Requerimientos energéticos en situaciones


patológicas

1. Introducción

2. Determinantes de los requerimientos energéticos


2.1. Índice metabólico basal (IMB), gasto metabólico basal (GMB) y gasto
energético en reposo (GER)
2.2. Efecto térmico de los alimentos (ETA)
2.3. Efecto térmico del ejercicio (ETE)
2.4. Crecimiento
2.5. Enfermedad
2.6. Otros

3. Métodos de medida del gasto energético


3.1. Métodos calorimétricos
3.1.1. Calorimetría directa
3.1.2. Calorimetría indirecta
3.1.2.1. Calorimetría indirecta circulatoria
3.1.2.2. Calorimetría indirecta ventilatoria
3.2. Métodos no calorimétricos
3.2.1. Agua doblemente marcada

4. Ecuaciones predictivas del gasto energético


4.1. Ecuación de Harris-Benedict
4.2. Ecuación de Owen
4.3. Ecuación de Miffin-St. Joer
4.4. Ecuaciones de la FAO/OMS
4.5. Ecuación de Fleish
4.6. Ecuaciones predictivas en pacientes críticos

5. Requerimientos energéticos en situación de ayuno


5.1. Fisiopatología del ayuno
5.2. Estimación del gasto energético en situación de ayuno

6. Requerimientos energéticos en situación de agresión aguda


6.1. Particularidades en la valoración del gasto energético en situación
de estrés agudo
6.1.1. Fórmulas predictivas
6.1.2. Calorimetría indirecta (CI)
6.1.2.1. Calorimetría indirecta circulatoria
6.1.2.2. Calorimetría indirecta ventilatoria
6.2. Variabilidad del gasto energético en situación de agresión
6.3. Cálculo de requerimientos en pacientes críticos sobre la base de información
previamente publicada

7. Consideraciones de interés en algunas situaciones patológicas


7.1. Obesidad
7.2. Enfermedades caquectizantes
7.3. Síndrome de realimentación

8. Conclusiones

9. Resumen

10.Bibliografía

11.Enlaces web

Objetivos

n Revisar los determinantes de los requerimientos energéticos.


n Analizar los cambios fisiopatológicos de las situaciones de ayuno breve y de ayuno prolongado con relevancia en
el gasto metabólico.
n Comprender los conceptos de agresión metabólica.
n Conocer los diferentes sistemas de cálculo de requerimientos nutricionales en diferentes entidades nosológicas.
n Exponer los sistemas de cálculo de requerimientos en función de fórmulas previamente publicadas.
n Valorar la distribución de los nutrientes requeridos -energía no proteica y proteica- en función de la situación del
paciente.
n Comprender las limitaciones de la estimación del gasto de energía para el cálculo de real de los requerimientos.
n Exponer los puntos débiles de los sistemas actualmente empleados en el cálculo de requerimientos proteico-
energéticos.
1. Introducción

E
l consumo, la transformación y el gasto de energía son esenciales para conseguir
realizar todos los trabajos mecánicos, químicos y eléctricos y para el crecimien-
to adecuado de los tejidos. Esta asunción es correcta tanto en periodo de salud
como durante la enfermedad.
En situación de normalidad fisiológica una mezcla de hidratos de carbono, grasa
y proteínas de la dieta permiten mantener el peso, la masa muscular y las proteínas
viscerales. Sin embargo, en situación de ayuno y durante la agresión se modifican las
respuestas del individuo en función de sus necesidades, estableciendo un proceso
de adaptación, que tiene como objetivo obtener la energía de los sustratos con el
mínimo consumo.
El conocimiento acertado de la fisiopatología de estas situaciones clínicas permite
acceder con mayor rigor a determinar las necesidades energético-proteicas en las
situaciones patológicas, lo que constituye el primer paso del abordaje nutricional de
los pacientes en cada entidad nosológica. No se puede olvidar que en la determina-
ción del cambio metabólico, más importante que el tipo de enfermedad es el grado
de respuesta metabólica a la agresión.
Sin embargo, esto que parece tan fácil, plantea en la atención diaria de los pacientes
dificultades para “estimar” y “determinar” los requerimientos reales de energía y
proteínas de cada individuo y en cada situación.
Es por ello que en los últimos años se plantean dudas sobre la validez de las esti-
maciones del gasto energético en la fase postagresiva, al mismo tiempo que son cada
vez más intensas las llamadas de atención sobre los riesgos de la hiperalimentación
en estas circunstancias, atendiendo no sólo a la cantidad sino también a la calidad de
los sustratos.
La intención del presente Capítulo es valorar la utilidad de los diversos métodos
de estimación del gasto energético y su aplicación a los pacientes críticos. Ello está
en relación con la conciencia, cada vez mayor, que los clínicos tienen sobre la desnu-
trición y/o síndrome de depleción agudo que muy frecuentemente presentan estos
pacientes, y con la importancia de un adecuado soporte nutricional, tanto a nivel de
cantidad como de calidad de sustratos, pues no deja de ser vital para estos pacientes
el correcto empleo (oxidación) de los nutrientes aportados sin condicionar mayor
estrés metabólico.

33
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

2. Determinantes de los et al. demostraron, ya hace algunos años, que la ma-


requerimientos energéticos sa magra, la masa grasa, la edad y el sexo determi-
naban aproximadamente el 80% de la variación del
Los determinantes del gasto energético consi- IMB. Además, algunas variaciones establecidas se
derados como los más importantes en el sujeto sa- han puesto en relación con factores familiares de-
no adulto son: el índice metabólico basal (IMB), el terminantes, y los estudios de gemelos permiten
efecto térmico de los alimentos (ETA) y el efecto establecer que existe una clara influencia genética
térmico del ejercicio (ETE). determinante del IMB. Parece que los factores que
Sin embargo, no se puede olvidar otros facto- pudieran influir en la variabilidad interindividual,
res que, aunque inicialmente menos relevantes, en como el sexo, la edad, el metabolismo muscular, el
algunas situaciones fisiológicas y patológicas des- entrenamiento físico, la temperatura corporal o la
empeñan un papel a tener en cuenta. Entre estos actividad del sistema nervioso simpático, sólo pue-
factores se deben considerar las situaciones ex- den explicar un 10-15% de variabilidad.
tremas medioambientales, como los cambios de
temperatura, ya que para mantener la adecuada
temperatura corporal se modifica el gasto meta- 2.2. Efecto térmico
bólico. De igual manera, hay situaciones fisiológi- de los alimentos (ETA)
cas, como los periodos de gestación, lactancia o
durante la infancia y la adolescencia, en las que el El ETA es responsable del aumento del índice me-
crecimiento tisular eleva los requerimientos ener- tabólico en reposo como respuesta a estímulos co-
gético-proteicos. Por último, el índice metabólico mo la ingesta. En general representa un 10% de au-
basal también aumenta en situaciones patológicas. mento de energía en el gasto energético diario. Fue
definido como un fenómeno específico de las pro-
teínas, denominándose “acción dinámico-específica”,
2.1. Índice metabólico basal (IMB), pero hoy se sabe que son muchos los factores que
gasto metabólico basal (GMB) influyen en él: el tamaño de la comida; la proporción
y gasto energético en reposo (GER) de proteínas, hidratos de carbono y grasa de la dieta;
el contenido en fibra; el momento del día en el que
El índice metabólico basal (IMB) se define como se realiza la comida; el grado de estrés psicológico;
la energía consumida por un sujeto que descan- la edad; el consumo de café o de tabaco y las espe-
sa en cama por la mañana, en ayunas y en condi- cias y aderezos utilizados en la elaboración de los
ciones cómodas. El IMB incluye el índice metabóli- platos culinarios. El ETA tiene un componente obli-
co durante el sueño (IMS) más el coste energético gatorio y otro facultativo dependiendo de la activi-
del despertar, y representa el 50-70% del consu- dad del sistema nervioso simpático.
mo energético diario. El gasto metabólico basal El ETA o termogénesis inducida por los alimen-
(GMB) se corresponde con el IMB extrapolado a tos se inicia a los 10 minutos de la ingesta, produ-
24 horas y expresado en kcal/24 h. El GMB es difí- ciéndose un aumento significativo a los 30 minutos
cil de medir, por lo que frecuentemente se recurre y es máxima entre los 60-120 minutos, decayendo
a la determinación del denominado gasto energé- a partir de ese momento. Puede tardar en norma-
tico en reposo (GER), que mide el gasto energéti- lizarse hasta las 11-12 horas.
co de un sujeto en condiciones de reposo y cuyo
valor es ligeramente más elevado (10-20%) que el
correspondiente a las condiciones basales, debido 2.3. Efecto térmico
a la ingesta de alimentos más o menos reciente y al del ejercicio (ETE)
efecto retardado de las actividades físicas. Como el
GMB, el GER se expresa en kcal/24 h. El ETE es el componente más variable de to-
El IMB tiene una estrecha correlación con el ta- dos los factores que influyen en el gasto metabó-
maño corporal, pero puede mostrar importan- lico total. Comprende la suma de la actividad es-
tes diferencias interindividuales para cualquier ta- pontánea, que incluye movimientos inconscientes,
maño corporal y composición corporal. Bogardus y es dependiente de factores genéticos y de la re-

34
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

gulación del sistema nervioso simpático. A esto se Aunque existen cifras variables de un estudio a
añade la actividad física no restringida-voluntaria, otro, en general, se infiere de ellos que en los pa-
cuyo coste depende de su intensidad y duración, cientes que son sometidos a una cirugía electi-
de la eficacia de los movimientos, del entrena- va el aumento del gasto metabólico se cifra en un
miento y del peso corporal. Representa el 10% del 110 120%. De igual manera, el valor se establece en
consumo energético diario en los enfermos enca- un 135-150% para los pacientes que hayan sufrido
mados, el 20-40% en los individuos sedentarios y un trauma, y en un 150-170% para los sépticos.
hasta el 50% o más en las personas más activas. Probablemente, en la determinación de este hi-
Para los pacientes hospitalizados, las actividades permetabolismo, es más importante que el tipo de
individualizadas pueden aumentar el gasto metabó- enfermedad el grado de respuesta metabólica a la
lico, pero el efecto acumulativo de estas activida- agresión, como a continuación se verá.
des de poca relevancia es habitualmente muy po-
bre y podría suponer un leve aumento de un 5%,
si bien es cierto que para algunos pacientes que 2.6. Otros
abandonan el centro hospitalario en situaciones de
mayor deterioro se ha considerado que el gasto En este grupo se podrían clasificar fundamental-
podría aumentar hasta un 30%. mente algunas alteraciones hormonales como las
disfunciones tiroideas (tanto el hiper como el hipo-
tiroidismo expresan clínicamente una modificación
2.4. Crecimiento del metabolismo basal); otros cambios hormona-
les fisiológicos son los responsables de las modifi-
Constituye una evidencia que el crecimiento de caciones del gasto metabólico que suceden duran-
los tejidos es una actividad de elevado consumo te la gestación y la lactancia.
energético. Pero la nueva síntesis tisular no sólo No se puede olvidar que algunos agentes farma-
consume más energía, sino que, además, aumenta cológicos, como la nicotina, la cafeína y la teofili-
sus requerimientos proteicos. na, tienen un efecto sobre el gasto energético, que,
Es fundamental considerar el equilibrio entre el aunque de escaso impacto, es mensurable. Junto a
aporte proteico y energético que permita la utiliza- éstos, las anfetaminas y algunos fármacos ensaya-
ción de los aminoácidos para la síntesis tisular y no dos en el tratamiento de la obesidad, como la si-
para la obtención de energía altamente costosa. butramina, han demostrado su efecto positivo so-
El valor calórico estimado de la síntesis de un bre el gasto energético. Otros, como los agentes
nuevo tejido más el coste de la energía de la sín- β-bloqueantes, han demostrado su efecto negativo
tesis del nuevo tejido es de 12 kcal/g de grasa y de reduciendo el gasto energético.
8,7 kcal/g proteínas (1,7 kcal/g masa libre de grasa,
asumiendo un contenido proteico de un 20%).

3. Métodos de medida
2.5. Enfermedad del gasto energético
La situación hipermetabólica ha sido descrita de 3.1. Métodos calorimétricos
forma habitual entre los pacientes enfermos. His-
tóricamente se han venido realizando estudios del 3.1.1. Calorimetría directa
gasto metabólico en diferentes patologías como
son las enfermedades infecciosas, algunos proce- En este procedimiento, el individuo es confinado
sos oncológicos, quemados, politraumatismos, en- en una cámara totalmente aislado, y se mide el calor
fermedades agudas y crónicas, etc. disipado por radiación, convección y conducción de la
El mecanismo por el que aumenta el gasto meta- superficie corporal, así como la evaporación de la piel,
bólico parece mediado por la liberación de sustan- los pulmones, y por la excreción de orina y heces.
cias como las citokinas proinflamatorias, que po- El primer calorímetro fue construido por
drían actuar como señales intracelulares. Lavoisier en el siglo XVIII. Se trataba de una peque-

35
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

ña cámara de doble pared, que contenía hielo; el sin presentar insuficiencia respiratoria, respiran es-
calor disipado por un animal introducido en la cá- pontáneamente. Sin embargo, se ha referido como
mara estaba relacionado con la cantidad de hielo menos seguro durante el estado hiperdinámico
fundido. En la actualidad, los avances tecnológicos (escasa diferencia arterio-venosa de O2), la venti-
han permitido construir cámaras más precisas que lación mecánica y en las situaciones de lesión pul-
se basan en tres principios fundamentales: el iso- monar aguda debido a que con éste sistema no se
térmico, el sistema de gradientes de pared y el sis- mide el VO2 pulmonar, y éste puede suponer hasta
tema de flujo de agua. un 15 o 20% del VO2 corporal total en los pacien-
Si bien la calorimetría directa es el método de tes con sobreinfección pulmonar.
medición de la producción de calor más preciso, Por otra parte, no se puede olvidar que paráme-
también es el más costoso en relación con su cons- tros tan aparentemente anodinos como el factor
trucción, mantenimiento y manejo. Requiere el aisla- de multiplicación de la hemoglobina (1,34 o 1,39),
miento del individuo en estudio y no puede ser uti- la precisión de la termodilución o la exactitud tan-
lizada para detectar el efecto térmico precoz de los to de la cifra de hemoglobina como de la satura-
alimentos o la energía gastada durante ejercicios de ción en el momento de la termodilución, hacen
corta duración, porque gran parte del calor genera- que la precisión de la técnica varíe, además, en un
do es almacenado dentro del organismo, lo que se ±4%, 8%, 5% y 2%, respectivamente.
traduce en una elevación de la temperatura corpo-
ral pero no se acompaña de un inmediato aumen- 3.1.2.2. Calorimetría indirecta ventilatoria
to similar en la pérdida de calor. Todos estos incon-
venientes limitan su uso habitual en la clínica y se ha La CI ventilatoria valora la producción de ener-
convertido en una técnica relegada a la investigación, gía y la utilización neta de los sustratos en fun-
permitiendo validar otros métodos indirectos. ción de determinaciones del intercambio gaseo-
so. En el pasado se limitó el uso de esta técnica a
las áreas de investigación, pero gracias a la evolu-
3.1.2. Calorimetría indirecta ción tecnológica (desarrollo de sistemas portáti-
les y precisos) se ha implantado en el ámbito de la
La calorimetría indirecta (CI) es la medida de la clínica. Su empleo fue, primariamente, en el trata-
conversión de energía metabolizable. Es un término miento del paciente con obesidad refractaria, pe-
que implica que el calor liberado por los procesos ro actualmente se utiliza en una gran variedad de
químicos dentro del organismo puede ser calculado situaciones clínicas entre las que destacan la des-
indirectamente a partir de la tasa de consumo de nutrición, el trauma y la sepsis, los fallos renales y
oxígeno. Se trata de un método que estima el gasto hepáticos, el síndrome de disfunción multiórgano,
metabólico mediante la medida del consumo de oxí- y el cáncer.
geno (VO2) y la producción de CO2 (VCO2). Aunque esta técnica puede realizarse median-
El método empleado para la determinación del te circuito cerrado (con medición directa del oxí-
VO2 y el VCO2 diferencia de forma clara dos tipos geno consumido desde un reservorio), los aparatos
de CI, que no parecen equiparables: actuales no permiten la medida del CO2, que debe
1. Calorimetría indirecta circulatoria. realizarse mediante la técnica de la bolsa de Douglas
2. Calorimetría indirecta ventilatoria. o bien prescindir del mismo y aplicar la fórmula de
Weir simplificada, en la que sólo interviene el VO2
3.1.2.1. Calorimetría indirecta circulatoria en el cálculo del gasto energético. Este aspecto con-
lleva la pérdida de un valioso dato, como es el del
Está basada en la determinación de gases en cociente respiratorio (RQ). Aunque la CI en circui-
sangre arterial y venosa mezclada y la consiguien- to cerrado permite la estimación del gasto energéti-
te resolución de las fórmulas según el principio co para su aplicación clínica, los datos de utilización
de Fick. de sustratos (resultado de la medición del RQ) no
El método de Fick para el cálculo del gasto ener- pueden ser valorados con absoluta eficacia.
gético (VO2 x 4,838 x 1,44) se reconoce válido en Para ser capaces de interpretar correctamente
situaciones clínicas controladas y en pacientes que, los resultados obtenidos es necesario conocer al-

36
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

gunos de los principios y asunciones en los que se 3.2. Métodos no calorimétricos


basa ésta técnica. Mensura el intercambio gaseo-
so, es decir, la captación corporal total de oxígeno Existen varios métodos indirectos en la medi-
(VO2) y la liberación total corporal de dióxido de ción del gasto energético, que se basan en:
carbono (VCO2). Una vez determinados estos pa- • Determinaciones fisiológicas:
rámetros, sus valores son utilizados para estimar la - Frecuencia cardiaca.
velocidad de oxidación -neta, no actual- de los sus- - Volumen corriente ventilatorio.
tratos y la producción total de energía. - Ingreso energético/composición corporal.
Las ecuaciones empleadas para estos cálculos - Electromiografía.
muestran claramente que el principal determinan- • Observaciones y registros:
te del gasto energético es el VO2 y no el VCO2. Es- - Observación de la actividad física diaria.
ta premisa, válida también para el principio de Fick, - Registros cinéticos: mecánicos, radar, cine.
conduce a que errores en la medida del VO2 con- • Técnicas de dilución isotópica:
dicionen modificaciones tres veces más importan- - Agua doblemente marcada.
tes en el gasto energético que si el error en la de- - Agua triplemente marcada.
terminación hubiese sido a nivel del VCO2. De todas ellas, probablemente sea la medida de
La CI se basa en dos principios; uno es la ley de la técnica del agua doblemente marcada la aún hoy
la conservación de la energía, y el segundo es que utilizada.
se asume que la energía producida por la oxidación
de sustratos en el organismo es equivalente al ca-
lor liberado por la combustión del sustrato en una 3.2.1. Agua doblemente marcada
bomba calorimétrica. Ahora bien, tiene en cuenta
el calor disipado y asume que: Se trata de una técnica sencilla, desarrollada en
• Todo el oxígeno consumido se emplea en el los últimos años, por la que mediante un isóto-
metabolismo oxidativo. po no radiactivo, deuterio (2H), se puede calcu-
• Todo el CO2 espirado deriva de la completa lar el gasto energético. Además, puede utilizar-
oxidación de los combustibles. se para cuantificar el agua corporal, y a través de
• Todo el nitrógeno resultante de la oxidación esta medida la composición corporal, y la inges-
de las proteínas se recoge y mide correctamen- ta de agua.
te en la orina. Es una técnica que mide el recambio de agua y
La fiabilidad de estos asertos depende del tama- la producción de dióxido de carbono. Se basa en la
ño de los depósitos corporales de oxígeno, carbó- diferencia de recambio entre el 2H2O y el H218O
nico y nitrógeno; además, se debe recordar que los en el agua corporal, estimándose la producción de
depósitos corporales de oxígeno son pequeños y, CO2 y con ella el gasto energético. La diferencia
por ello, cambios del metabolismo oxidativo se re- entre la tasa de eliminación de hidrógeno y del oxí-
flejan rápidamente en variaciones del O2 espirado, geno marcados es proporcional a la producción de
mientras que los depósitos de carbónico y de ni- CO2. El gasto energético se calcula a partir de éste
trógeno son muy grandes y pueden tamponar cam- según la ecuación GE = 5,82 (VCO2), o bien, cono-
bios agudos en su producción, lo que condiciona un ciendo los sustratos oxidados, sustituyendo el va-
retraso en las variaciones de las concentraciones lor del VO2 por VCO2/CR en la ecuación.
de CO2 espirado o del nitrógeno excretado, res- Permite medir el gasto energético a largo pla-
pectivamente. De cualquier forma, la determinación zo, 2-3 semanas, y determinar simultáneamente la
del nitrógeno urinario no es de obligatorio cumpli- composición corporal. Esta técnica puede ser utili-
miento para el cálculo del gasto energético pues, de zada en varios individuos a la vez.
hecho, errores del 100% en éste parámetro -o su Pero se trata de una técnica cara que no permite
no determinación- producen una variación del 1- estimar el gasto en periodos inferiores a dos sema-
2% en el gasto energético real. No es aquí donde se nas, por tanto de escasa utilidad en pacientes agu-
deben buscar fuentes mayores de confusión o don- dos, y que mide sólo la producción de CO2, lo que
de se debe emplear tecnología más costosa para aumenta el error de cálculo en la estimación del
conseguir cálculos de alta fiabilidad. gasto energético. Por todo esto, se trata de una he-

37
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

rramienta de escaso interés en el abordaje clínico en una determinada situación patológica (posqui-
de la patología aguda. rúrgico, séptico, politraumatizado, quemado, febril,
En los estudios de correlación de este método encamado, etc.), a pesar de que la utilización de
con la calorimetría indirecta se demuestra un error, fórmulas predictivas con factores de corrección
a nivel de grupo, de un 1-5%. De todos los métodos según situación patológica ha sido criticado, cuan-
anteriormente descritos, la CI es la única que ha do se compara con los resultados obtenidos me-
conseguido una clara implantación en la clínica. diante calorimetría indirecta como patrón, porque
algunos autores han demostrado que en ocasio-
nes se sobreestima y en otras se subestima el va-
lor real del GER, el uso de estas ecuaciones se ha
4. Ecuaciones predictivas ido extendiendo en la clínica diaria.
del gasto energético Pero, aun así, se debe considerar algunos aspec-
tos más específicos que comprometen a los pa-
Las ecuaciones predictivas del gasto energético cientes críticos. Estas ecuaciones estiman valo-
son una herramienta en la clínica habitual ante la res de GER presentando las situaciones clínicas
imposibilidad de la utilización de métodos más efi- del paciente grave con “variables estáticas” (talla,
caces y rigurosos para la determinación del gasto edad, peso), mientras que la realidad muestra que
energético basal. las situaciones de los pacientes críticos son clara-
Estas fórmulas han sido establecidas en estudios mente dinámicas, siendo necesario considerar fac-
de correlación de medición del gasto energético tores como su situación respiratoria, térmica, he-
mediante técnicas directas como las calorimétricas modinámica, etc. Por todo ello también han sido
y distintas variables como edad, sexo, peso, talla o publicadas diferentes ecuaciones predictivas es-
superficie corporal. pecíficas para pacientes críticos correlacionadas
Es importante recordar que cada fórmula ha si- con valores obtenidos generalmente mediante ca-
do el resultado de una investigación concreta, en lorimetría indirecta. En la Tabla 1 se recoge una
un grupo de individuos concreto, con característi- importante relación de ecuaciones predictivas de
cas concretas: es decir, que no todas son extrapo- uso clínico.
lables a todo tipo de situaciones fisiológicas o pa-
tológicas, lo que podría inducir errores.
Las fórmulas sólo deberían aplicarse, con toda 4.1. Ecuación de Harris-Benedict
propiedad, a personas similares a las de la pobla-
ción de la que derivaron. Las ecuaciones estable- En 1919, Harris y Benedict publicaron una mo-
cidas tras estudiar individuos sanos, en situación nografía describiendo sus experimentos con ca-
basal o de reposo, no pueden aplicarse a sujetos lorimetría indirecta en 239 individuos (136 hom-
activos ni enfermos. Los diferentes estudios han in- bres y 103 mujeres) incluyendo unas ecuaciones
tentado generar fórmulas que relacionen poblacio- de regresión para estimar el gasto energético ba-
nes de individuos en situaciones patológicas con- sal, aunque en honor a la verdad, las condiciones
cretas. Probablemente la población de pacientes que se describen en el estudio ponen de manifies-
más estudiada es la del enfermo crítico. to que la medida estimaba mejor el gasto energé-
A continuación, se hace referencia a algunas de tico en reposo (GER) que el gasto metabólico ba-
las ecuaciones más habitualmente utilizadas en el sal (GMB):
cálculo del gasto energético en reposo (GER) de
individuos sanos, que, estableciendo distintos fac- En hombres: GER = 66,47 + (13,74 x P) +
tores de corrección según actividad (ligera, mo- (5,03 x A) - (6,75 x E)
derada, intensa, etc.), permiten estimar el GET
del individuo. En mujeres: GER = 665,1 + (9,56 x P) +
En algunos casos, estas mismas fórmulas son uti- (1,85 x A) - (4,68 x E)
lizadas en la clínica habitual, aplicando factores de
corrección en función del estrés del individuo en- siendo P el peso en kg, A la altura en cm y E la
fermo y permitiendo estimar el GER de un sujeto edad en años.

38
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

Tabla 1. GASTO ENERGÉTICO BASAL (KCAL/DÍA). FÓRMULAS

Ecuación de Harris- Hombres: 66,47 + (13,74 x P) + (5,03 x A) - (6,75 x E)


Benedict Mujeres: 665,1 + (9,56 x P) + (1,85 x A) - (4,68 x E)

Ecuación de Owen Hombres: GE = 879 + (10,2 x P)


Mujeres: GE = 795 + (7,18 x P)

Ecuación de Hombres: GE = 5 + (10 x P) + (6,25 x A) - (5 x E)


Miffin-St. Joer Mujeres: GE = -161 + (10 x P) + (6,25 x A) - (5 x E)

Ecuación de la FAO/OMS Edad (años) Hombres Mujeres


0-3 60,9 x P - 54 61,0 x P - 51
3-10 22,7 x P + 495 22,5 x P + 499
10-18 17,5 x P + 651 12,2 x P + 746
18-30 15,3 x P + 679 14,7 x P + 496
30-60 11,6 x P + 879 8,7 x P + 829
> 60 13,5 x P + 487 10,5 x P + 596

Ecuación de Ireton-Jones GER (respiración espontánea) = 629 - (11 x E) + (25 x P) - (609 x O)


GER (respiración mecánica) = 1.784 - (11 x E) + (5 x P) +
+ (244 x S) + (239 x T) + (804 x Q)

Ecuación de Roza Hombres: 88 + (4,7 x A) + (123,3 x P) - (5,6 x E)


Mujeres: 447,5 + (3,04 x A) + (9,2 x P) - (4,3 x E)

Ecuación de Kleiber Hombres: 71,2 x P3/4 [1 + 0,004 x (30 - E) + (0,001 x A) - 43,4]


Mujeres: 65,8 x P3/4 [1 + 0,004 x (30 - E) + (0,018 x A) - 42,1]

Ecuación de Hombres: 789 x SC + 137


Quebbemann Mujeres: 544 x SC + 414

Ecuación de Swinamer GER (kcal/día) = (SC x 941) - (E x 6,3) + (Tm x 104) +


+ (FR x 24) + (Vt x 804) - 4.243

GE: gasto energético; GER: gasto energético en reposo; P: peso (kg); A: altura (cm); E: edad (años); O: obesidad: (> 30% peso
ideal); S: sexo (hombre: 1; mujer: 0); T: trauma; Q: quemadura; SC: superficie corporal (m2); Tm: temperatura máxima en las 24
h previas (ºC); FR: frecuencia respiratoria (respiraciones por minuto); Vt: volumen corriente (litros).

Estas ecuaciones son las más comúnmente em- 4.2. Ecuación de Owen
pleadas para el cálculo del GER correlacionando
determinantes como el peso, la talla y la edad. En 1980, Owen et al. publicaron ecuaciones para
Estudios posteriores de validación, incluido alguno el cálculo del GER basados en estudios realizados
del propio Benedict, determinaron que estas ecua- en una población de 60 hombres de edades com-
ciones pueden sobreestimar el GER hasta en un 5- prendidas entre 18 y 82 años, y 44 mujeres de 18 a
15% en sujetos tanto sanos como enfermos. 65 años. No se encontraron diferencias en la rela-
Se ha convertido en la ecuación más utilizada ción entre el peso y el GER de los delgados y obe-
en la estimación del gasto energético en pacientes sos (con IMC < 60 kg/m2) estudiados. Es decir, en
con patología grave. Es importante recordar que esta ecuación el GER se calcula a partir del peso,
en la aplicación práctica el valor del peso conside- no realizando ningún tipo de ajuste por obesidad.
rado es el del “peso ajustado” por edad y sexo, so-
bre todo en el caso de pacientes obesos. En hombres: GE = 879 + 10,2 x peso (kg)

39
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

En mujeres: GE = 795 + 7,18 x peso (kg) 4.5. Ecuación de Fleish


Owen, midiendo la masa libre de grasa, en- La ecuación de Fleish es otra de las ecuaciones
contró una buena correlación entre la masa li- predictivas al uso, descrita en 1951, y cuya variable
bre de grasa y el peso corporal total; es por ello de referencia es la superficie corporal.
que planteó que el peso corporal total es un buen
predictor del gasto energético en reposo. En hombres: GE = 36,8 x SC x 24

En mujeres: GE = 35,1 x SC x 24
4.3. Ecuación de Miffin-St. Joer
SC: superficie corporal en m2.
En 1990, otro estudio publicado propuso una
nueva ecuación predictiva del GER, tras estudiar
a 247 mujeres y 251 varones entre 19 y 78 años. 4.6. Ecuaciones predictivas
Una parte de los individuos estudiados eran obe- en pacientes críticos
sos.También en esta ecuación se eligió el peso cor-
poral total porque durante el estudio los resulta- Como ya se ha visto, las ecuaciones anterior-
dos mostraron una estrecha correlación entre la mente comentadas han sido ideadas para estimar
masa libre de grasa y el peso corporal total. el GER de sujetos sanos que, tras la aplicación de
Las ecuaciones obtenidas predicen el gasto factores de corrección, se aproximan al cálculo del
energético en reposo con un correlación eleva- GER establecido mediante un método más preciso
da r2 = 0,71. como es la calorimetría indirecta.
Al igual que en el estudio de Owen et al., estos Sin embargo, también se ha llamado la atención
autores encontraron la misma relación entre ta- sobre las reflexiones realizadas por algunos autores
maño corporal y gasto energético en reposo tan- que consideran estas fórmulas estáticas, y por ello
to en pacientes obsesos como en no obesos. más imprecisas en su utilización para pacientes críti-
cos. El paciente gravemente enfermo presenta otras
En hombres: GE = 5 + [10 x peso (kg)] variables, entre las que se encuentran la gravedad
+ [6,25 x talla (cm) - 5 x edad (años)] de la agresión, las demandas respiratorias, etc., que
obligan a aplicar modificaciones específicas.
En mujeres: GE = -161 + [10 x pe- Dos de estas ecuaciones, propuestas para el
so (kg)] + [6,25 x talla (cm) - 5 x edad cálculo del GER en pacientes críticos, se estable-
(años)] cen como modificación del GER obtenido median-
te la de Harris-Benedict:

4.4. Ecuación de la FAO/OMS GER (kcal/día) = (GEB x 1,1) +


(Ve x 32) + (Tm x 140) - 5.340
Se trata de una ecuación que se conoce desde
1985 y que permite también estimar el GER de GER (kcal/día) = (SC x 941) -
sujetos sanos. Sus resultados son muy similares a (edad x 6,3) + (Tm x 104) + (FR x 24) +
los obtenidos mediante la de Harris-Benedict. (Vt x 804) - 4.243
El estudio se realizó por Schöfield agrupando
la población por edad y usando ecuaciones de re- SC: superficie corporal (m2).
gresión derivadas de 11.000 determinaciones di- Ve: ventilación por minuto (l/min).
rectas. Tm: temperatura máxima en las 24 h previas (ºC).
En situaciones extremas de bajo peso o gran FR: frecuencia respiratoria (respiraciones/minuto).
obesidad, los resultados de esta ecuación no son Vt: volumen corriente (litros).
fiables, pues la extrema modificación de compo-
sición corporal traslada un error de cálculo im- Usando los mismos valores se estiman diferen-
portante. cias en el GER de un 5%. Sin embargo, voces críti-

40
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

cas reseñan que esta ecuación no ha sido suficien- • El ayuno de corta duración, que hace referen-
temente validada. cia a un periodo inferior a 5 días (Figura 2).
Otras ecuaciones significativas son las desa- • El ayuno prolongado, cuando el tiempo de ayu-
rrolladas por Ireton-Jones et al. La población es- no supera los 5 días (Figura 3).
tudiada son enfermos hospitalizados y críticos. Algunos tejidos son capaces de utilizar sustratos
La medida del GE se realizaba mediante calori- distintos de la glucosa, como los ácidos grasos o
metría indirecta y la ecuación contempla varia- los cuerpos cetónicos, como fuente de energía, pe-
bles fácilmente mensurables como talla, peso, ro otros tejidos, como el sistema nervioso, depen-
edad, sexo, diagnóstico, presencia de obesidad y den, al menos durante un tiempo, de la oxidación
estatus ventilatorio. de glucosa como única fuente de energía.
Estos autores establecieron dos ecuaciones, Esto implica que se debe disponer de glucosa
considerando la situación respiratoria del paciente: constantemente aun en periodos de ayuno, para
si se trataba de pacientes en respiración espontá- lo cual el organismo utiliza dos vías endógenas de
nea o bien en ventilación mecánica (en kcal/día). producción de glucosa:
• La glucogenólisis o producción de glucosa a
GER en situación de respiración espontánea: partir de las reservas de glucógeno hepático.
• La gluconeogénesis o transformación de sus-
GER Re = 629 - (11 x E) + (25 x P) - tratos no glucídicos en glucosa en el hígado.
(609 x O) El glucógeno es la forma de almacenar glucosa
más ágil por su disponibilidad. Se almacena en va-
GER en ventilación mecánica: rios tejidos, principalmente en el hígado (75-120 g)
y en el músculo esquelético (150-400 g), pero la
GER Vm = 1.784 - (11 x E) + (5 x P) + energía producida por la degradación del glucógeno
(244 x S) + (239 x T) + (804 x Q) muscular sólo puede utilizarse localmente, puesto
que el músculo no puede liberar glucosa al medio
Re: respiración espontánea. extracelular al no disponer de la enzima glucosa-6-
Vm: ventilación mecánica. fosfatasa, a diferencia del hígado y la corteza renal.
E: edad (años). Se sabe que el depósito graso de los humanos
P: peso (kg). en situación de ayuno, sin agresión, permite mante-
S: sexo (varón = 1; mujer = 0). ner la vida durante un periodo de 60 días. Después
T: trauma. de la depleción de glucógeno muscular en las pri-
Q: quemado. meras 24 horas del ayuno, la oxidación de la proteí-
O: obesidad (presente = 1; ausente = 0). na muscular es capaz de proporcionar un 8-12% de
la energía necesaria para mantener los 10 días si-
guientes. Después de este momento se produce la
respuesta adaptativa reduciéndose la degradación
5. Requerimientos proteica hasta el punto de que los requerimientos
energéticos en situación energéticos son aprovisionados en un 97% por el
de ayuno tejido graso.
Otro proceso clave en la obtención de energía
5.1. Fisiopatología del ayuno durante el ayuno es la cetogénesis, es decir la pro-
ducción de cuerpos cetónicos utilizados como sus-
La fisiopatología del ayuno corresponde a una trato energético por algunos tejidos. Ésta repre-
situación clínica de respuesta adaptativa. Sin em- senta una respuesta adaptativa y controlada del
bargo, la utilización de los distintos sustratos varía organismo ante la falta de glucosa y la disponibili-
según la duración del ayuno. Y así, según el com- dad de ácidos grasos libres.
portamiento metabólico se pueden distinguir tres Cuando el ayuno se prolonga el organismo res-
tipos de ayuno (ver Capítulo 1.17): ponde mediante un proceso de adaptación pa-
• El ayuno nocturno, que se produce diariamen- ra que la supervivencia no se vea amenazada ante
te (Figura 1). la degradación proteica. Este proceso se expresa

41
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

con cambios en la reducción


de la gluconeogénesis hepáti-
ca y en la proteólisis, junto con
un descenso del gasto energéti-
co. En este periodo el cerebro
se adapta para la utilización de
cuerpos cetónicos, disminuyen-
do, así, su consumo de glucosa.
Estas modificaciones meta-
bólicas están directamente rela-
cionadas con una serie de cam-
Figura 1. Ayuno breve (menos de 24 h). bios hormonales claves, como la
disminución de la conversión de
T4 (tiroxina) en T3 (triyodotiro-
nina) y el aumento en la con-
versión a rT3 (triyodotironina
reversa), lo que condiciona re-
ducción del metabolismo basal;
además, se produce una dismi-
nución en la secreción de insuli-
na, lo que reduce la lipólisis y la
cetogénesis, y por último un au-
mento en la secreción de gluca-
gón y hormona de crecimiento
(ver Capítulo 1.17).

5.2. Estimación del


gasto energético en
situación de ayuno
Figura 2. Ayuno de corta duración (inferior a 5 días). AGL: ácidos grasos libres.
La situación de ayuno prolon-
gado hace referencia a una situa-
ción fisiológica que resulta de la
ingesta crónicamente inadecua-
da de nutrientes, que condicio-
na una deficiencia de energía y
proteínas y conduce a la desnu-
trición energético-proteica.
Aunque clásicos, los estudios
de Benedict et al. (1919) y pos-
teriormente de Ancel Keys et al.
(1950) son todavía hoy referen-
tes en el estudio de los cambios
del gasto energético durante el
ayuno.
En el primero, Benedict et
al. reclutaron 34 voluntarios
sanos a los que sometieron
Figura 3. Ayuno prolongado (superior a cinco días). AGL: ácidos grasos libres. a una situación de semiayuno

42
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

durante 3 meses con intervalos de interrupción Aunque validaciones posteriores de los resul-
del experimento. Los individuos llegaron a per- tados de Harris-Benedict han señalado que dicha
der un 10% de su peso de partida y la producción fórmula sobreestima el GEB en una media de un
basal de calor, como se dio en llamar al hipome- 10%, continúa siendo “el patrón de referencia” pa-
tabolismo, se reducía rápidamente al principio y ra la estimación del GEB cuando no se dispone de
después más lentamente, acompañando a la per- calorimetría indirecta. Las fórmulas que usan el pe-
dida de peso. El segundo estudio referido fue rea- so y la superficie corporal pueden verse afectadas
lizado con 32 voluntarios sanos sometidos a una por el aumento de estos parámetros consecutivo
dieta muy restrictiva que los situaba en una situa- a la sobrehidratación, lo que originará una sobrees-
ción de ayuno prolongado; demostró que a las 24 timación del gasto metabólico.
semanas de ayuno el gasto energético de los indi-
viduos se reducía en un 40%. Es decir, la situación
de ayuno cursa con hipometabolismo. 6.1.2. Calorimetría indirecta (CI)
De esta importante disminución del gasto ener-
gético es responsable la disminución de masa ma- Aunque sean las ecuaciones predictivas las habi-
gra que presentan los pacientes (masa celular me- tualmente utilizadas en la clínica, no se debe olvidar
tabólicamente activa), así como la reducción que que sólo las valoraciones calorimétricas indican
presentan los otros dos determinantes, el ETA y el tanto la exacta cuantificación de los requerimien-
ETE. Es evidente que los individuos sometidos a si- tos energéticos totales como la utilización de los
tuación de ayuno reducen el efecto térmico de los principios inmediatos por el organismo de los pa-
alimentos al reducir su ingesta, pero, además, las cientes. La CI convierte la medición del intercam-
modificaciones en su composición corporal y su bio gaseoso en unidades de producción de calor y
capacidad funcional influyen en una franca menor utilización de sustratos energéticos para su aplica-
actividad, con lo que el efecto térmico del ejercicio ción clínica. Dado que la oxidación de los principios
también se reduce, contribuyendo, así, al estableci- inmediatos consume O2 y produce CO2 y H2O, la
miento del hipometabolismo. determinación del consumo de oxígeno (VO2) y de
la producción de CO2 (VCO2), junto con la oxida-
ción proteica estimada mediante las pérdidas uri-
narias de nitrógeno, permite establecer la produc-
6. Requerimientos ción de energía por el organismo cuando se aplican
energéticos en situación una serie de ecuaciones establecidas.
de agresión aguda A pesar de que estas ecuaciones predictivas pre-
sentan alguna diferencia, en la práctica clínica las
6.1. Particularidades en la diferencias obtenidas al aplicarlas son inferiores al
valoración del gasto energético 2%, por lo que pueden considerarse válidas de for-
en situación de estrés agudo ma intercambiable.

En la práctica clínica, la valoración del gasto 6.1.2.1. Calorimetría indirecta circulatoria


energético en la situación de estrés agudo pue-
de realizarse mediante uno de los dos métodos Se ha descrito una buena correlación entre am-
siguientes: bos métodos de CI (ventilatoria y circulatoria) en
• Estimación según fórmula predictiva (Tabla 1). pacientes quirúrgicos en respiración espontánea y
• Calorimetría indirecta ventilatoria y circulatoria. durante el periodo de anestesia en pacientes qui-
rúrgicos estables, y también en pacientes pediátri-
cos, aunque en este último contexto los resultados
6.1.1. Fórmulas predictivas son más difíciles de interpretar. En esta línea hay
que destacar el trabajo de Raurich et al., en el que
Se ha comentado con anterioridad la prolifera- se consigue una buena correlación entre el Fick y la
ción de fórmulas predictivas del GER en diferentes CI ventilatoria en el especial y complejo contexto
situaciones clínicas. del paciente crítico en ventilación mecánica.

43
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

Aunque existen datos contradictorios, la mayo- • Incremento de ciclos energéticos de sustratos


ría de los autores coinciden en la idea de que es como el de lipólisis-síntesis de triglicéridos, glucó-
preferible utilizar la CI ventilatoria para el manejo lisis-gluconeogénesis y recambio proteico.
metabólico-nutricional de los pacientes críticos. • Inducción metabólica en los tejidos lesionados.
• Modificaciones en la termorregulación.
6.1.2.2. Calorimetría indirecta ventilatoria • Polimorfismos génicos.
Todo lo cual origina y mantiene alteraciones im-
La CI ventilatoria mediante circuito abierto, con portantes en el gasto energético de los pacientes.
medición de la concentración fraccional de O2 y La influencia que el propio proceso patológi-
CO2, es la técnica que aporta mayor y más exacta in- co tiene sobre el gasto energético en la Unidad de
formación sobre la situación metabólica del paciente. Cuidados Intensivos es un tema no aclarado. Entre
Presenta como ventajas las de ser un método no los factores involucrados en la variabilidad del gas-
invasivo que puede aplicarse a pacientes con o sin to energético pueden citarse el estado nutricional
ventilación mecánica, y que permite la monitoriza- previo, la frecuente situación de ayuno-semiayuno,
ción continua del gasto energético. el coste energético de la síntesis proteica, la termo-
Sus problemas fundamentales son el elevado génesis inducida por la dieta, el coste de oxígeno de
coste del equipo (calorímetro) y los errores de la respiración y el tipo de soporte ventilatorio, la si-
medida cuando se utilizan concentraciones de oxí- tuación de disponibilidad de O2 (DO2), la tempera-
geno en el aire inspirado (FiO2) elevadas (con FiO2 tura corporal, los niveles de catecolaminas (tanto
< 0,8, un error del 1% en la FeCO2 conlleva un endógenas como exógenas), la patología de base o
error del 5% en el VO2, mientras que con FiO2 > el nivel de sedación-relajación.
0,8 el mismo error puede acompañarse de errores Por otra parte, un mismo paciente crítico pue-
= 100% en el VO2). de tener diferentes valores de gasto energético a
Por el momento, parece claro que, en el contex- lo largo del día, como han señalado diversos auto-
to del paciente críticamente enfermo (hemodiná- res. Los estudios con calorimetría indirecta conti-
micamente inestable, mal distribuido...), es el méto- nua durante 24 horas indican que la variación dia-
do de elección para una aproximación fiable a las ria del GE medido (GEm) oscila entre el 4 y el 56%;
necesidades de energía y de proteínas. Abundan- los pacientes más estables presentan variaciones
do en ello, y según la excelente revisión de Bran- medias del 12% (4-18%) mientras que los pacientes
di et al. (1997) sobre este tema, es el único méto- más graves tienen variaciones diarias del 46% (37-
do que proporciona valores continuos y fiables del 56%). Swinamer et al. describen variaciones medias
gasto energético. inter-días del 15%, destacando entre sus conclusio-
nes que a medida que se incrementa la gravedad de
un paciente determinado existe mayor variabilidad
6.2.Variabilidad del gasto entre las determinaciones diarias del GEm. Esta va-
energético en reposo riabilidad parecería limitar el valor de las medicio-
en situación de agresión nes intermitentes del GEm, pero diferentes estu-
dios indican que, en ausencia de determinaciones
La suma de los metabolismos cerebral, hepáti- continuas durante 24 horas, el GER de un paciente
co, cardiaco y renal supone el 60-70% del GER y es- crítico puede estimarse con exactitud mediante la
te valor es relativamente constante para individuos extrapolación de los resultados obtenidos durante
de similares características. No obstante, aun en in- dos ciclos de 15 minutos cada día.
dividuos sanos existen importantes variaciones en el Aparte de los factores que modifican el gasto
GER, que pueden oscilar entre un 12,5% y un 23,2%. energético, citados anteriormente, se debe consi-
Las variaciones del GER son más importantes en derar que la CI refleja el metabolismo global oxi-
pacientes críticos, quienes normalmente presentan dativo del organismo, sin considerar las diferentes
una respuesta hipermetabólica, especialmente en tasas metabólicas de los diversos órganos o siste-
el caso de los pacientes sépticos. Entre los diferen- mas. Esta diferencia en la actividad metabólica re-
tes componentes de dicha respuesta destacan: gional, que parece ser un marcador precoz de la
• Mediadores hormonales, citokínicos y lipídicos. evolución hacia fracaso multiorgánico (síndrome

44
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

de hipermetabolismo-disfunción multisistémica), min para un paciente estándar de 70 kg. La suma


podría intervenir igualmente en las variaciones del algebraica del estrés y del semiayuno hace que los
GEm detectadas durante la evolución de los pa- aumentos estimados reales sobre el GER no supe-
cientes. Desgraciadamente, con los medios tecno- ren el 25-50%.
lógicos disponibles no se puede abordar con dete- La experiencia con GEm basado en determi-
nimiento este problema. naciones de calorimetría indirecta parece suge-
rir que en situaciones de agresión grave (séptica y
politraumática, incluido el traumatismo cráneo-en-
6.3. Cálculo de requerimientos cefálico) definida por la hiperglucemia secundaria
en pacientes críticos sobre a resistencia a la insulina (en defecto de diabetes,
la base de información pancreatitis o tratamiento esteroideo), por la ex-
previamente publicada creta urinaria de nitrógeno, por el RQ y por un ín-
dice de consumo de oxígeno (IVO2) superior a 160
Se ha propuesto que los aumentos estimados en ml/min/m2, el GEm supera solamente entre un 25-
el GER en situación de estrés varían desde un 10% 50% al GER (Harris-Benedict).
en el postoperatorio, un 10-50% en el trauma, un Esto conduce a pensar que, habitualmente, el
20-40% en la sepsis, hasta un 100-120% en el pa- GEm es igual al multiplicando de la ecuación de
ciente quemado crítico. Harris-Benedict por 1,3-1,5. En el utópico caso an-
La aplicación práctica a la hora de establecer terior es recomendable un aporte calórico total/
un soporte nutricional adecuado a la situación es- día entre 2.200 y 2.600 kcal.
pecífica suele consistir en calcular un GE (GEc), En esta línea, y coherente con ella, está la pro-
multiplicando el GER (sobre la base de la ecua- puesta presentada en la Tabla 2, en la que sobre
ción de Harris-Benedict del paciente) por dos fac- la base del grado de agresión se puede calcular tan-
tores: un factor de agresión estimado entre 1,0- to el aporte nitrogenado o proteico como las ca-
1,95 y un factor de actividad estimado entre 1,2 lorías no proteicas a aportar según unas relacio-
y 1,3, más el ajuste dependiente de la hiperter- nes calórico-nitrogenadas definidas. Si se observa
mia: [elevación media de la temperatura (ºC)-37] la Tabla 2, se verá que en el paciente varón de
x [0,125 x GER]. 80 kg, independientemente de su grado de agre-
Considérese el utópico caso de un varón, de sión, se aportará prácticamente la misma cantidad
35 años, 180 cm de talla, 80 kg de peso, con tem- de calorías totales pero que la carga de nitrógeno
peratura de 38,5 ºC y encamado por infección gra- irá incrementándose (y la de calorías no proteicas
ve; se puede verificar entonces que la propuesta de disminuyendo) a medida que aumenta el grado de
Long [1.829,87 x 1,2 x (1,4 a 1,8) + 343,6] indica agresión. Esto lleva a dos consideraciones: la pri-
una aportación de entre 3.417 y 4.296 kcal totales/ mera es que el aporte total de calorías que recibirá
día. Esta forma de cálculo de los requerimientos este paciente según su grado de agresión es discre-
calóricos diarios totales probablemente sobreesti- tamente superior, de un 8 a un 16%, al observado
ma las necesidades reales y puede añadir un factor por CI; la segunda es que, en los grados de agre-
de estrés secundario ligado a la hipernutrición y a sión 0 a 3, el aporte proteico debe oscilar entre el
la sobrecarga de sustratos. 14 y el 25% de las kilocalorías totales. Esto último
No se puede olvidar que la situación de ayuno encaja perfectamente con las cifras de oxidación
reduce el gasto energético en, aproximadamente, proteica del 24-26% observadas por nosotros en
un 40%. De alguna forma, los pacientes en la fase la agresión grave y muy grave.
de estrés agudo están sometidos a una situación Abundando en lo anteriormente expuesto se
de semiayuno (reciben de 50 a 200 g de glucosa en debe recordar que uno de los trabajos que de-
forma de dextrosa al 5%), previa al inicio o no de fienden el uso rutinario de la CI en los pacien-
un soporte nutricional (parenteral, enteral o mix- tes críticos evalúa el efecto del balance energético
to) completo. En un entorno de pacientes críticos acumulativo sobre la evolución. Este estudio, reali-
la situación de semiayuno está relacionada con un zado sobre pacientes quirúrgicos críticos, evalúa el
aporte, que se considera obligado y rutinario, de aporte calórico de la nutrición parenteral total en
hidratos de carbono (glucosa) igual a 1,45 mg/kg/ relación con el gasto energético medido por CI. En

45
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

sus resultados se indica que los pacientes que tu- paciente se estima mediante el cálculo del GER del
vieron balance energético positivo (aporte calóri- mismo con las ecuaciones predictivas y aplicando
co superior al gasto energético) presentaron una factores de corrección, actividad y estrés respecti-
incidencia de mortalidad del 26,6%, mientras que vamente. Distintos autores, como Long et al. o Ire-
los pacientes que tuvieron déficit energético (ca- ton-Jones et al., han propuesto una ecuación que
lorías gastadas menos calorías aportadas) de más contempla la corrección por factor de actividad y
de 10.000 calorías presentaron una mortalidad del estrés para la estimación del GET en la población
76,6%. enferma. En la Tabla 2 se recogen los factores de
No se debe tampoco olvidar que los cálculos y estrés aplicables.
determinaciones calorimétricas presentados han si- Aun asumiendo que ésta es la práctica habitual,
do efectuados en las fases más agudas de la agresión existen una serie de situaciones patológicas en que
(estrés + ayuno o semiayuno). Cuando se estudia debe ser siempre contemplada la recomendación
el perfil metabólico del paciente bajo soporte nu- de realizar una CI en la estimación del GE del pa-
tricional no se puede obviar el concepto de la ter- ciente, ya que diferentes estudios, especialmente
mogénesis inducida por la dieta (ETA) o acción es- dirigidos a enfermos críticos, demuestran que las
pecífica de los alimentos. Se ha señalado que si la estimaciones del GER mediante ecuaciones predic-
alimentación sólo cubre los requerimientos y se tivas alcanzan valores extremos de hasta un 50%
realiza a bolos el gasto aumenta en un 8-10%, mien- de sobreestimación de 1.000 kcal. Estas situacio-
tras que si su aporte es continuo el ETA sólo au- nes abarcan:
menta en un 4-8%. Si el soporte nutricional sólo • Pacientes con alteraciones en su composición
cubre, o es inferior al GER, no existen aumentos corporal:
significativos. A este respecto y como simplifica- - Sujetos con bajo peso.
ción, se puede utilizar la extrapolación recogida por - Sujetos obesos.
Iapichino et al., en la que el ETA se puede computar - Sujetos con amputación de algún miembro.
como un porcentaje fijo de los sustratos adminis- - Sujetos con edemas periféricos y/o ascitis.
trados: 7% para la glucosa, 2,5% para los ácidos gra- - Sujetos con hipoalbuminemias graves.
sos libres y 35% para las proteínas. • Dificultad en la mecánica ventilatoria.
Por otra parte, y aunque no existen guías espe- • Pacientes sometidos a trasplante de órganos
cíficas sobre cuál debe de ser el modelo de patrón (situación pre y post).
a seguir para efectuar una reducción lógica de los • Pacientes con sepsis o estados hipermetabó-
aportes en la situación de convalecencia, sí se pue- licos.
de extrapolar que si la respuesta máxima se ob- • Estados hipercatabólicos:
serva entre el tercer y quinto día y es normal ha- - Pancreatitis.
cia el día 12 o 15 (caída del 30-40%), se debe iniciar - Trauma.
un descenso gradual en el aporte de calorías tota- - Quemados.
les, y parece lógico que ese descenso sea de un 2 - Distrés respiratorio agudo.
a un 3% al día. - Complicaciones postoperatorias.
• Respuesta inadecuada a un protocolo estándar
de soporte nutricional.
A lo largo del Tratado se harán comentarios
7. Consideraciones puntuales sobre los requerimientos en patolo-
de interés en algunas gías concretas; sin embargo, por su especial inte-
situaciones patológicas rés y particularidad, se han querido plasmar algu-
nas reflexiones en relación con el paciente obeso
Como se ha visto a lo largo de este Capítulo, de o los que padecen algún tipo de enfermedad ca-
todos los métodos de medida del GER el más ex- quectizante, porque, después de haber comenta-
tendido es la calorimetría indirecta, pero aún hoy do los conceptos más importantes relacionados
resulta de difícil acceso para que se haya generali- con la situación de agresión, son estas dos situa-
zado su uso. La realidad diaria es que el gasto ener- ciones las que quizá merecen atención en mayor
gético total (GET) de un individuo sano o de un medida.

46
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

Tabla 2. FACTORES DE AGRESIÓN Muchos son los autores que se han planteado si
los obesos son hipometabólicos, lo que ayudaría a
establecer criterios etiopatogénicos en esta enti-
Factores de corrección propuestos dad clínica. Pero la realidad es que los estudios rea-
por Long
lizados han demostrado que los individuos en re-
GER x Fac x Fag x Fan poso con mayor peso consumen más energía que
• Factores de actividad (Fac) los delgados, de forma que la obesidad no puede
- Reposo en cama 1 atribuirse a un bajo gasto energético. Pero, a pesar
- Movimientos en cama o sillón 1,2 de que existe una estrecha correlación entre el ta-
- Deambulación 1,3 maño corporal y el GER, éste puede mostrar gran-
• Factores de agresión (Fag) des diferencias interindividuales para cualquier ta-
- Desnutrición 0,7 maño corporal y composición corporal.
- Cirugía electiva menor 1,1-1,2 Se ha establecido cómo la ecuación de Harris-
- Cirugía mayor 1,2-1,3 Benedict tiende a sobreestimar el GER en pacien-
- Infección moderada 1,2 tes obesos, cuando el cálculo se realiza utilizando
- Politraumatismo 1,4-1,5 el peso del paciente. Otras ecuaciones, como de la
- TCE con esteroides 1,6 Owen y la de Mifflin, tienden a infraestimar el GER
- Sepsis 1,79 medido en pacientes obesos. Se ha propuesto uti-
- Grandes quemados 1,5-2,31 lizar el peso ajustado en la aplicación de la ecua-
- Cáncer 0,9-1,3 ción de Harris-Benedict porque se ha evidencia-
• Factores anabólicos (Fan) do que con esta medida se infraestima el GER. En
- Mantenimiento 1 el soporte nutricional de los pacientes obesos es
- Anabolismo 1,2-1,3 importante evitar toda sobrecarga de macronu-
trientes que pudiera tener serios efectos metabó-
Factores de corrección por estrés
propuestos por Ireton-Jones
licos negativos (hiperglucemia, sobrecarga de volu-
men, etc.).
• Ayuno 0,85
Por último, parece importante recordar que el
• Cirugía electiva 1,05-1,15
sujeto obeso en situación de estrés agudo, de agre-
• Sepsis 1,2-1,4
sión, se comporta de forma distinta al sujeto nor-
• TCEC 1,3
mopeso en la forma de oxidar nutrientes. No es in-
• Politraumatismo 1,4 frecuente encontrar clínicos que caen en el error
• Respuesta inflamatoria sistémica 1,5 de desasistir el cuidado del soporte nutricional de
• Gran quemado 2,0 un paciente obeso en estrés para que “tire de sus
TCE: traumatismo craneoencefálico; TCEC: trauma- reservas”, constituyendo esta afirmación un grave
tismo craneoencefálico cerrado; GER: gasto energé- error conceptual.
tico en reposo; Fac: factor de actividad; Fag: factor Los pacientes obesos en fase de estrés oxidan
de agresión; Fan: factor anabólico. más rápidamente sus proteínas y reducen la tasa
de oxidación neta de su masa grasa corporal, esta-
bleciendo una situación de catabolismo importante
7.1. Obesidad que determina, de no ser contemplada, un avance
desmesurado de la desnutrición del paciente. Las
Como ya se ha comentado al explicar las ecua- alteraciones metabólicas consecuencia de las mo-
ciones predictivas y su correlación con la calori- dificaciones hormonales que se suceden en la agre-
metría indirecta y otras variables, se puede estable- sión determinan en estos pacientes un aumento de
cer que existe una relación directa entre el GER y la proteólisis y de las pérdidas de nitrógeno urina-
la masa libre de grasa. Por ello el paciente obeso rio, a la vez que una resistencia a la lipólisis y a la
se presenta como un paciente de difícil manejo, ya oxidación grasa, dando preferencia a la oxidación
que la estimación de su GER es variable en relación de hidratos de carbono.
con el acúmulo también variable de tejido metabó- El conocimiento de estos cambios fisiopatológi-
licamente inactivo. cos facilita su manejo y permite optimizar las pau-

47
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

tas de soporte nutricional establecidas para estos wasting, es decir, el proceso de inanición no contro-
pacientes. lada independiente de la ingesta del individuo y de-
pendiente de graves alteraciones metabólicas que
condicionan la producción de ciclos fútiles de ener-
7.2. Enfermedades caquectizantes gía. Esta grave situación clínica debe ser evaluada y
monitorizada en el proceso de renutrición que se
El cáncer y la infección por el virus de la inmuno- decida establecer. Es fundamental siempre evitar el
deficiencia humana (VIH) constituyen en la actuali- síndrome de renutrición (ver Capítulo 4.41).
dad las más temidas enfermedades caquectizantes. En la Tabla 3 se establecen los índices de es-
Los pacientes de este grupo de enfermedades pue- trés que se recomienda aplicar en pacientes onco-
den manifestar el deterioro de su estado nutricional lógicos, y que pueden extenderse a los pacientes
a lo largo de toda su evolución, habiendo sido esti- con infección por VIH.
mada su prevalencia entre un 40 y un 80%. Son va-
rios los factores que tienen responsabilidad directa
en el desarrollo de la desnutrición; así, la falta de in- 7.3. Síndrome de realimentación
gesta o de aprovechamiento de nutrientes y por su-
puesto un aumento del gasto inducen su desarrollo. Probablemente ésta sea la complicación meta-
Se ha estudiado el comportamiento de distin- bólica más temible, por su gravedad, en los pacien-
tos tumores, en relación con las modificaciones del tes que reciben soporte nutricional de forma ina-
gasto energético que influyen en el paciente que decuada. Puede ser evitada si se hace una correcta
los padece, evidenciándose diferentes respuestas. evaluación nutricional del paciente y una determi-
Se puede decir que hay tumores que se comportan nación acertada de sus requerimientos.
para el huésped como hipometabólicos (leucemias, Se trata de una serie de alteraciones metabóli-
linfomas, sarcomas, cáncer de páncreas o de pul- cas (hipopotasemia, hipofosfatemia, hipomagnese-
món), otros como hipermetabólicos, y algunos que mia) que aparecen cuando a pacientes desnutridos
no modifican la respuesta termodinámica del hués- que se han mantenido durante un tiempo en ayuno
ped (cáncer colorrectal, gástrico y hepatobiliar). o semiayuno se les inicia el soporte nutricional con
De igual manera, existen estudios de pacientes elevados aportes de agua y macronutrientes sin el
seropositivos parra VIH que establecen modifica- cuidado refuerzo de micronutrientes. Esta situación
ciones del GER desde estadios iniciales de la enfer- no depende del tipo de soporte nutricional indica-
medad; cuando el paciente forma parte del grupo do (nutrición enteral o nutrición parenteral total).
de asintomáticos el GER está ya elevado. En este Los hidratos de carbono pueden ocasionar una
grupo se ha descrito un aumento del GER del 11%, importante retención de agua y sodio que, junto
en los pacientes en estadios más avanzados sin in- con un elevado aporte de agua, pueden condicio-
fección oportunista activa esta cifra alcanzaba valo- nar insuficiencia cardiaca y aparición de edemas. A
res del 25%, y se seguía elevando hasta un 29% en esto además contribuye el déficit de algunos mi-
aquellos pacientes sintomáticos con infección aso- cronutrientes, como son las vitaminas del grupo B
ciada. Además, si la infección responsable del dete- y algunos minerales y oligoelementos.
rioro del paciente era por Mycobacterium avium in- El aumento del metabolismo de los hidratos de
tracelular, el aumento del GEB era de un 32%. carbono y las proteínas aumenta también las de-
Sin embargo, hace unos años fue determinan- mandas de algunos micronutrientes que intervienen
te el estudio de Macallan et al., que permitió de- en dichas reacciones, como son la vitamina B1, el po-
mostrar que a pesar de que en ocasiones se pudie- tasio, el fósforo y el magnesio, lo que se manifiesta
ran valorar pacientes con GEB o GER elevado, el con un descenso alarmante de sus niveles en sangre,
GET estaba disminuido porque dos componentes ya que se desplazan al interior de la célula, siendo
de gran importancia, como son la ingesta y la ac- estas alteraciones bioquímicas las que ponen en la
tividad física, están significativamente descendidos pista de la situación patológica desencadenada.
en estos pacientes. A las alteraciones bioquímicas se asocian al-
Una situación clínica que ha sido definida en pa- teraciones clínicas condicionadas, como son la
cientes con cáncer y con infección por VIH es el presencia de arritmias, alteraciones electrocar-

48
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

Tabla 3. APORTE CALÓRICO Y NITROGENADO EN FUNCIÓN DEL GRADO DE ESTRÉS

Grado de estrés AA (g/kg/día) kcal no proteicas/g N


1 1,1-1,3a 130:1
2 > 1,3-1,5 110-120:1
3 > 1,5b 80-110:1
AA: aminoácidos.
a Considerando que (en NA) no se debe aportar menos de 1 g AA/kg/día, salvo problemas hepáticos o renales.
b Considerando que un aporte de AA/kg/día > 2,0 puede ser deletéreo en algunas situaciones clínicas.

diográficas, astenia, hipotonía muscular, paresia 8. Conclusiones


intestinal e hipocalcemia con resistencia al apor-
te de calcio. Para finalizar, y a modo de guión práctico, cabe
Siendo un síndrome de consecuencias tan gra- proponer el seguimiento de las siguientes premisas:
ves, es fundamental prevenirlo identificando los pa- La medición del gasto energético en la actuali-
cientes en situación de riesgo (anorexia nerviosa, dad debería hacerse mediante técnicas de calori-
ancianos en periodo previo prolongado de ayuno o metría indirecta. El desarrollo técnico de los apara-
semiayuno, etc.), corrigiendo las alteraciones elec- tos al uso actualmente permite una aproximación
trolíticas si existiesen; antes de iniciar la nutrición más real al problema.
enteral, determinar de forma protocolizada los ni- Ante la imposibilidad de realizar la medición, la
veles de iones, magnesio y fósforo, y si existiese de- estimación debería realizarse mediante el uso de
ficiencia corregirla previamente, y, probablemente las ecuaciones de predicción y la aplicación de los
lo más importante, iniciar los aporte de la nutrición factores correspondientes.
enteral con un 25-50% de las necesidades energéti- Es recomendable no superar un aporte calórico
co-proteicas con una fórmula no hiperosmolar y a total/día de 30-35 kcal/kg, así como el evitar la so-
la concentración 1 kcal/ml y con más del 100% de brecarga hidrocarbonada (< 5 g/kg/día) y de grasa
las necesidades de micronutrientes (especialmente (< 1,5 g/kg/día).
tiamina, potasio, fósforo, magnesio y zinc). Se debe- En lo que respecta al aporte proteico (con pa-
rán aumentar los aportes cada 24-48 h según to- trón de aminoácidos modificado para situación crí-
lerancia, hasta llegar a cubrir las necesidades en un tica), éste debe ser entre 1,3 y 1,7 g/kg/día (150-270
periodo de 4-7 días, y monitorizar el estado de hi- mg/kg/día de nitrógeno); esto conduce a un aporte
dratación y los niveles de iones (Na, K, Cl, P, Mg, proteico medio del 18-22% del aporte calórico total,
Ca), creatinina, glucemia y pH. con una relación kcal no proteicas: g N de 120-80:1.

49
Capítulo 4.2. Requerimientos energéticos en situaciones patológicas

9. Resumen
 Conocer los requerimientos nutricionales de un catabolismo tisular refractario a los aportes
los individuos sanos y, sobre todo, de los sujetos de energía y nutrientes, y una escasa respuesta
enfermos resulta ser el paso fundamental para el a los factores anabólicos.
establecimiento adecuado de toda terapéutica
nutricional.  Los requerimientos calóricos están aumenta-
dos pero son muy variables de unos individuos
 El cálculo de requerimientos energéticos se a otros. Incluso un mismo paciente puede
establece de forma directa mediante técnicas experimentar grandes cambios a lo largo del
sofisticadas como el agua doblemente marcada día, dependiendo de su enfermedad y de otros
o la calorimetría directa, hoy en día relegadas al factores como la hidratación, sedoanalgesia, etc.
campo de la investigación. En la práctica habitual Un exceso o un defecto en la administración
se establece la calorimetría indirecta como la de sustratos puede tener trascendencia clínica,
técnica más adecuada en la medida del gasto y es preciso determinar estas necesidades por
energético, y las ecuaciones predictivas como medio de calorimetría, o al menos estimarlos
las herramientas más útiles en la asistencia recurriendo a fórmulas o valorando el nivel de
diaria a pacientes con diferentes patologías, ya estrés.
estén hospitalizados o no.

 El ayuno y la agresión constituyen dos situacio-


nes clínicas de especial interés por sus compor-
tamientos adaptativos opuestos.

 Un enfermo crítico es un paciente incapaz de


mantener su homeostasis sin intervención.
Esta denominación engloba fundamentalmente
a los pacientes quirúrgicos graves, a los que-
mados graves, a los politraumatizados y a los
pacientes médicos con síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica (pancreatitis, sepsis).
Como característica común, estos pacientes
presentan una respuesta fisiológica a la agresión
que incluye la retención de agua y sodio con
aumento del espacio extracelular, taquicardia,
taquipnea, leucocitosis o leucopenia y cambios
en la temperatura corporal. Esta respuesta se
debe a la activación de un complejo entramado
de mediadores. Cuando la respuesta a la agre-
sión es inadecuada, tanto por defecto como por
exceso, aparecen cuadros sistémicos graves que
conducen a la disfunción de los diversos órga-
nos y a la muerte.

 Es necesario efectuar un soporte nutro-me-


tabólico a estos pacientes, que suelen pre-
sentar hipermetabolismo e hipercatabolismo,
con rápida aparición de desnutrición. Ésta se ve
favorecida por las alteraciones de la respuesta
de fase aguda, que afectan tanto al gasto ener-
gético como a la utilización de los sustratos.
Existe una mala tolerancia al ayuno prolongado,

50
A. García de Lorenzo y Mateos | J. Álvarez Hernández

10. Bibliografía
Jeevanandam M, Young DH, Schiller WR. Obesity and the
metabolic to severe multiple trauma in man. J Clin Invest 1991;
87: 262-9.
Estudio elegante que analiza la respuesta metabólica de los pa-
cientes obesos. Trabajo muy referenciado en este Capítulo.

Long CL, Schaffel N, Geiger JW. Metabolic response to injury


and illness: Estimation of energy and protein needs from indi-
rect calorimetry and nitrogen balance. JPEN 1970; 3: 452-46.
Referencia de interés, ya que registra la propuesta de estos
autores para establecer los índices de actividad y agresión a
aplicar en la estimación del GEB en los sujetos enfermos.

Brandi LS, Bertolini R, Catala M. Indirect calorimetry in criti- Malone AM. Methods of assessing energy expenditure in the
cally ill patients: clinical applications and practical advice. Nu- Intensive Care Unit. Nutr Clin Prac 2002; 17 (1): 21-8.
trition 1997; 13: 349-58 Revisión crítica de ecuaciones predictivas para estimar el GER.
Revisión y puesta al día sobre calorimetría en el paciente
crítico. Pestaña D, García de Lorenzo A. Calculated versus measured
oxygen consumption during aortic surgery: reliability of the
Frankenfield D. Energy and macrosubstrate requirements. En: Fick method. Anesth Analg 1994; 78: 253-6.
The Science and Practice of Nutrition Support. ASPEN, 2001: Estudio clínico que compara, en una situación de agresión
31-52. quirúrgica, dos diferentes métodos de determinación del gasto
Revisión crítica de las herramientas utilizadas para medir y esti- energético.
mar el gasto energético.
Raurich JM, Ibáñez J. Gasto energético de reposo: calorimetría
Iapichino G, Radrizzani D. Nutritional strategy during acute indirecta frente a Fick. Nutr Hosp 1998; 13: 303-8.
respiratory failure. J Drug Dev 1991; 4S: 82-5. Estudio clínico que compara, en un case mix de pacientes
Actualización sobre el cálculo de requerimientos proteico-en- críticos, dos diferentes métodos de determinación del gasto
ergéticos en el paciente críticamente enfermo con compromiso energético.
respiratorio.
Simal A. Balance energético. Cálculo de las necesidades ener-
Ireton-Jones C. Estimating energy requirements. En: Shikora géticas. En: Hernández M, Sastre A (eds.).Tratado de Nutrición.
SA, Martindale RG, Schwaitzbreg. Nutritional Considerations Díaz de Santos, 1999: 589-600.
in the Intensive Unit. ASPEN, 2002: 31-7. Excelente revisión bibliográfica, ya comentada, que centra el
Libro actual y muy completo que analiza, desde un punto de estado de conocimientos sobre este tema en la década de 1990
vista didáctico y supervisado por ASPEN, las situaciones y pa- a 2000.
tologías que concurren en el paciente crítico.
Swinamer DL, Grace MG, Hamilton SM, et al. Predictive equa-
Ireton-Jones C. Improved equations for predicting energy tion for assessing energy expenditure in mechanically venti-
expenditure in patients: the Ireton-Jones equations. Nutr Clin lated critically ill patients. Crit Care Med 1990; 18: 657-61.
Prac 2002; 17 (1): 29-31. Estudio importante y ya clásico, que incide en las posibles ecua-
Estudio clínico que permite actualizar la fórmula de Ireton- ciones de cálculo del gasto en pacientes críticos sometidos a
Jones. ventilación mecánica.

11. Enlaces web


 www.semicyuc.org  www.espen.com

 www.sccm.org  www.nutriclin.org

 www.esicm.org  www.intmed.mcv.edu/clincalc.htlm

 www.senpe.com

51
4.3. Productos dietéticos para usos
nutricionales específicos

Dolores del Olmo García Manuel Alfred Koning


Capítulo 4.3.

Productos dietéticos para usos nutricionales


específicos

1. Introducción

2. Fórmulas de nutrición enteral


2.1. Conceptos de fórmula, suplemento y módulo de nutrición enteral
2.2. Clasificación de las fórmulas de nutrición enteral
2.2.1. Criterio principal: complejidad de las proteínas
2.2.2. Criterio secundario: cantidad de proteínas
2.2.3. Criterios accesorios
2.3. Concepto y tipos de fórmulas específicas

3. Fórmulas poliméricas
3.1. Fórmulas poliméricas normoproteicas
3.1.1. Fórmulas poliméricas normoproteicas isocalóricas
3.1.2. Fórmulas poliméricas normoproteicas concentradas
3.2. Fórmulas poliméricas hiperproteicas
3.2.1. Fórmulas poliméricas hiperproteicas isocalóricas
3.2.2. Fórmulas poliméricas hiperproteicas concentradas

4. Fórmulas oligomonoméricas
4.1. Fórmulas peptídicas
4.1.1. Fórmulas peptídicas normoproteicas
4.1.2. Fórmulas peptídicas hiperproteicas
4.2. Fórmulas monoméricas

5. Fórmulas específicas para la insuficiencia renal


5.1. Generalidades
5.2. Características de las fórmulas específicas para insuficiencia renal
5.2.1. Fórmulas para insuficiencia renal prediálisis
5.2.2. Fórmulas para insuficiencia renal en diálisis

6. Fórmulas específicas para la hepatopatía


6.1. Generalidades
6.2. Características de las fórmulas específicas para insuficiencia hepática
7. Fórmulas específicas para la insuficiencia respiratoria
7.1. Generalidades
7.2. Características de las fórmulas específicas para insuficiencia respiratoria

8. Fórmulas específicas para hiperglucemia y diabetes mellitus


8.1. Generalidades
8.2. Características de las fórmulas específicas para hiperglucemia y diabetes mellitus
8.2.1. Fórmulas con reparto estándar de nutrientes
8.2.2. Fórmulas ricas en grasa

9. Fórmulas específicas para pacientes críticos


9.1. Generalidades
9.2. Características de las fórmulas específicas para situaciones de estrés

10.Resumen

11.Bibliografía

12.Enlaces web

Objetivos

n Conocer los conceptos de fórmula de nutrición enteral, de suplemento y módulo.


n Entender la clasificación de las fórmulas de nutrición enteral: criterios principal, secundario y accesorios.
n Ser capaces de, analizando la composición de un producto de nutrición enteral, incluirlo en el grupo que le co-
rresponde en la clasificación.
n Comprender las principales indicaciones y usos clínicos de los distintos tipos de fórmulas de nutrición enteral
agrupados según la clasificación.
n Describir los cambios en la composición de las fórmulas de nutrición enteral por los que se clasifican como
específicas.
n Comprender las bases teóricas del uso de las fórmulas específicas para la insuficiencia renal, la hepatopatía, la
insuficiencia respiratoria, la hiperglucemia y el estrés.
n Contrastar las bases teóricas del uso de las fórmulas específicas con los datos de eficacia disponibles en la
literatura.
1. Introducción

E
l concepto de “producto dietético para uso nutricional específico” ha ido
variando desde que se introdujo por primera vez en la literatura anglosajona
a principios del siglo XX. Inicialmente, cualquier nutriente que se utilizara en
una determinada situación y con una finalidad determinada se consideraba un “pro-
ducto dietético para uso nutricional específico”. Tal era el caso, por ejemplo, de los
edulcorantes en la diabetes mellitus, las vitaminas en el embarazo y en los lactantes,
etc. Conforme se desarrolla la nutrición enteral y aparecen nuevos productos nu-
tricionales se hace necesario redefinir este concepto.
La FDA (Food and Drug Administration), en los años 70, reconoce y acuña el térmi-
no medical food, que es superponible al de “producto dietético para uso nutricional
específico” y lo define como aquel producto que se utiliza para el tratamiento
nutricional y dietético de pacientes con enfermedades o situaciones clínicas que
requieren un manejo nutricional específico. Posteriormente aparecieron modifica-
ciones en esta definición que acotaban aún más el término, hasta que, en 1989, la
OMS junto con la FAO proponen la siguiente definición:
“Los productos para usos nutricionales específicos (medical foods) son una categoría
de alimentos que han sido diseñados para situaciones clínicas determinadas y deben
usarse siempre bajo supervisión médica. Se utilizan para alimentar exclusiva o par-
cialmente a los pacientes que tienen limitada su capacidad de comer, digerir, absorber
o metabolizar los alimentos habituales, o que presentan unos requerimientos nutri-
cionales especiales que no pueden cubrirse con la alimentación natural”.
En esta definición quedan incluidas las siguientes categorías de alimentos:
• Las fórmulas de nutrición enteral nutricionalmente completas.
• Los suplementos de nutrición enteral.
• Las fórmulas para errores innatos del metabolismo como la fenilcetonuria, o la
homocistinuria.
• Los productos para la rehidratación oral.
En la literatura española el término más usado y que sustituye al de “producto
dietético para usos nutricionales específicos” es el de “fórmula” que, de una forma
global, abarca las fórmulas enterales nutricionalmente completas, los suplementos
enterales, y las fórmulas para errores innatos del metabolismo. En ocasiones se en-
cuentra en la literatura el término medical food o alimento-medicamento, utilizado
para denominar exclusivamente a las fórmulas específicas o especiales de nutrición
enteral. Estas fórmulas, como se verá posteriormente, pretenden, además de man-
tener el estado nutricional, influir en el curso evolutivo de la enfermedad para la

57
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

que han sido diseñadas. Sin embargo, y según queda cla de macro y micronutrientes que se utiliza para
reflejado en las definiciones anteriores, conviene alimentar a una persona incapaz de ingerir una ali-
aclarar que los conceptos de “producto nutricional mentación natural. Las fórmulas de nutrición ente-
para uso específico”, “medical food” y “fórmulas” son ral son, por definición, nutricionalmente completas,
equiparables. es decir pueden constituir la única fuente alimen-
Estos cambios en las definiciones y la necesidad de taria y pueden administrarse tanto por vía oral co-
acuñar nuevos términos surgen como consecuencia mo por vía enteral.
de la aparición de nuevos productos de nutrición Por el contrario, los suplementos de nutri-
enteral. De hecho, en las últimas décadas hemos sido ción enteral son mezclas de macro y micronu-
testigos del profundo desarrollo de la nutrición ente- trientes desequilibradas, que sirven para refor-
ral, que se ha revelado, por encima de la nutrición pa- zar o modificar una dieta. Existen suplementos
renteral, como la mejor forma de mantener o conse- energéticos, constituidos por hidratos de car-
guir un estado nutricional adecuado. Esto, junto con bono y/o grasa, suplementos proteicos, con dis-
el avance en el conocimiento de la fisiopatología y de tintos patrones de aminoácidos, y suplemen-
la relación entre el estado nutricional y el pronóstico tos de vitaminas y minerales. Ninguno de estos
de la enfermedad, se ha acompañado de un incre- productos puede ser utilizado como fuente
mento espectacular en el número de fórmulas de nu- de alimentación exclusiva, ya que no cubren las
trición enteral disponibles. En España, el Vademécum necesidades globales del individuo. Los tipos, cla-
de nutrición enteral ha duplicado sus pr oductos en sificación, indicaciones y usos clínicos de este tipo
los últimos 15 años, pasando de 53 productos comer- de productos dietéticos se abordan en el siguien-
cializados en 1988 hasta los 135 en el año 2004. Se han te capítulo.
comercializado fórmulas para el manejo de práctica- Los módulos de nutrición enteral son nutrien-
mente cualquier situación clínica, en ocasiones sin que tes aislados que pueden mezclarse entre si en la
realmente exista suficiente base científica que justifi- proporción deseada para constituir una fórmula
que su utilización. Para poder seleccionar el producto completa o añadirse a una fórmula para modifi-
que mejor cubra las necesidades de un paciente dado car su composición. Existen módulos de proteí-
es imprescindible clasificar las fórmulas de nutrición nas, de grasa, de hidratos de carbono, de vitami-
enteral por grupos que, aunque posean diferencias nas, de minerales y de electrólitos. Combinando las
en su composición, compartan las características más cantidades que se calculen de cada uno de estos
sobresalientes y tengan similares indicaciones y usos módulos se consigue una fórmula completa llama-
clínicos. A lo largo de este Capítulo se estudiará la da dieta modular. Las dietas modulares permiten
clasificación de las fórmulas de nutrición enteral y cambiar, cada día, las características de la fórmu-
sus indicaciones clínicas genéricas. Además, se co- la, igual que en nutrición parenteral. Teóricamente
mentarán las bases teóricas sobre la utilización de están indicadas en situaciones complicadas de re-
las fórmulas específicas para algunas enfermedades querimientos metabólicos cambiantes. Sin embar-
y su eficacia real, si bien el tratamiento nutricional go, la necesidad de elaborar las dietas diariamen-
de estas patologías se considerará en profundidad te por un equipo de farmacia aumenta su coste.
en los capítulos correspondientes. Además, en la actualidad existen fórmulas entera-
les que cubren prácticamente cualquier situación,
por lo que los módulos han quedado relegados
a un segundo plano.
2. Fórmulas de
nutrición enteral
2.2. Clasificación de las fórmulas
2.1. Conceptos de fórmula, de nutrición enteral
suplemento y módulo
de nutrición enteral En la literatura científica se pueden encontrar
varias clasificaciones de las fórmulas de nutrición
Se conoce con el nombre de fórmula de nutri- enteral pero, desde un punto de vista clínico, la
ción enteral al producto constituido por una mez- mejor clasificación es la que utiliza el modo de

58
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 1. FUENTES DE PROTEÍNAS EN LAS FÓRMULAS DE NUTRICIÓN ENTERAL

Proteínas intactas Proteínas hidrolizadas Aminoácidos libres


• Caseína • Hidrolizado de caseína • L-aminoácidos
• Lactoalbúmina • Hidrolizado de lactoalbúmina
• Proteína de soja
• Proteínas lácticas
• Proteínas de origen animal

Tabla 2. DIFERENCIAS EN LA COMPOSICIÓN DE LAS FÓRMULAS POLIMÉRICAS


Y OLIGOMONOMÉRICAS

Poliméricas Oligomonoméricas
Proteínas • Caseinato sódico • Hidrolizado de caseína
• Caseinato cálcico-lactoalbúmina • Hidrolizado de soja
• Proteína de soja • Hidrolizado de lactoalbúmina
• Aminoácidos libres
Hidratos de carbono • Dextrinomaltosa • Hidrolizado de almidón
• Polímeros de glucosa • Fructosa
• Almidón de maíz • Sacarosa
• Sacarosa • Oligosacáridos de glucosa
Grasa • Animal • Triglicéridos de cadena media
• Aceite de cánola • Aceite de girasol
• Aceite de maíz • Aceite de coco
• Aceite de semilla de soja • Aceite de maíz
• Triglicéridos de cadena media • Aceite de semilla de soja

aportar las proteínas como criterio de clasifica- Las fórmulas poliméricas pueden utilizarse en
ción. Así, las fórmulas se clasificarán según apor- prácticamente cualquier situación clínica, mien-
ten proteínas, péptidos o aminoácidos y, secun- tras que las fórmulas oligomonoméricas deben
dariamente según la cantidad de nitrógeno que reservarse para aquellos casos en los que la ca-
contengan. pacidad de digestión y absorción intestinal es-
tán francamente disminuidas o en los que las
fórmulas poliméricas no se toleren adecuada-
2.2.1. Criterio principal: mente.
complejidad de las proteínas Respecto al resto de los macronutrientes que
componen la fórmula hay que señalar que tam-
Si las proteínas de las fórmulas de nutrición bién existen diferencias entre las fórmulas poli-
enteral se aportan como proteínas enteras o méricas y las oligomonoméricas. En las fórmu-
péptidos grandes esas fórmulas se denominan las oligomonoméricas, por ejemplo, los hidratos
poliméricas. Cuando la fórmula está consti- de carbono suelen aportarse como disacáridos
tuida por péptidos pequeños (generalmente de u oligosacáridos de glucosa, mientras que en las
2 a 6 aminoácidos) o por aminoácidos libres se fórmulas poliméricas se pueden encontrar poli-
la conoce como fórmula oligomonomérica sacáridos de glucosa, tales como dextrinomalto-
(Tabla 1). sa o almidón (Tabla 2).

59
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

2.2.2. Criterio secundario: En la mayoría de los casos pueden utilizarse fór-


cantidad de proteínas mulas isocalóricas, que aportan la misma cantidad
de calorías que de volumen (para cubrir los reque-
En nutrición enteral se considera una fórmu- rimientos habituales entre 1.500 y 2.000 ml). De-
la normoproteica a la que aporta menos del ben reservarse las fórmulas concentradas para las
18% de las calorías en forma de proteínas, mien- situaciones en las que interesa limitar el volumen
tras que si se supera este porcentaje se denominan (edemas, insuficiencia cardiaca, etc.) o cuando el
fórmulas hiperproteicas. La relación entre las paciente no es capaz de ingerir un volumen sufi-
calorías no proteicas por gramo de nitrógeno (kcal ciente que cubra sus necesidades calóricas. De he-
no proteicas/g de nitrógeno) es otra forma de ex- cho, es difícil que por vía oral un paciente ingiera
presar la cantidad de proteínas de una formula más de 1.500-1.800 ml diarios. Si se requieren más
de nutrición artificial. Si esta relación se encuen- calorías habrá que recurrir a fórmulas concentra-
tra por debajo de 120 se trata de fórmulas hiper- das que, en menos volumen, permiten aportar la
proteicas y si se encuentra por encima de fórmu- cantidad de energía necesaria.
las normoproteicas. b) Fibra: aunque inicialmente las fórmulas de
En general, las fórmulas hiperproteicas están in- nutrición enteral no aportaban fibra, el avance en
dicadas para situaciones clínicas en las que los re- el conocimiento sobre el efecto de los distintos ti-
querimientos de proteínas están aumentados (que- pos de fibra ha hecho aumentar considerablemen-
mados, trauma, poscirugía) o en pacientes en los te el número de preparados que la contienen.
que predomine una desnutrición proteica. El resto Las indicaciones y las fuentes de fibra en nutri-
de los pacientes pueden cubrir sus requerimientos ción enteral han experimentado grandes cambios.
fácilmente con fórmulas normoproteicas. Las primeras fórmulas de nutrición enteral con fi-
bra aportaban, casi exclusivamente, fibra insoluble
(polisacáridos de soja) con la finalidad de dismi-
2.2.3. Criterios accesorios nuir el estreñimiento y mejorar el ritmo intestinal.
La fibra soluble fue incluyéndose en las fórmulas
Además de la fuente y la cantidad de las proteí- de nutrición enteral al descubrirse su importancia
nas existen otras características de las fórmulas como fuente de ácidos grasos de cadena corta y,
de nutrición enteral que permiten realizar subgru- por lo tanto, su efecto trófico sobre el colonocito
pos dentro de esta clasificación general. Se trata y su acción reguladora de la microbiota intestinal.
de cualidades que, sin modificar sustancialmente En los últimos cinco años se tiende a mez-
la utilidad clínica de las fórmulas, pueden en deter- clar fibra de distintos orígenes (soluble e inso-
minadas situaciones variar la elección de una fór- luble) en proporciones diversas según el efecto
mula dentro del mismo grupo terapéutico. Es de- que se pretende conseguir. Actualmente existen
cir, una vez seleccionada una fórmula, por ejemplo, fórmulas que aportan mezclas de fibras en pro-
polimérica hiperproteica para un paciente recién porciones similares a las de la dieta normal. Al-
operado de un cáncer de laringe, la densidad caló- gunos autores son partidarios de utilizar en to-
rica, si se necesita limitar el aporte de volumen, o dos los pacientes y de forma sistemática este tipo
la presencia de fibra, en el hipotético caso de que de fórmulas basándose en el beneficio demostra-
presente diarrea por antibióticos, pueden modi- do de la fibra en alimentación natural. Sin embar-
ficar la selección hacia uno u otro producto del go, son pocos los estudios que, en nutrición en-
mercado. teral, han comprobado un efecto superior de las
a) Densidad calórica: determina las calo- fórmulas con fibra sobre las fórmulas estándar. En
rías por unidad de volumen. Se considera están- la mayoría de los casos, cuando la función gas-
dar (isocalórica) a la fórmula cuya densidad se trointestinal era previamente normal y la dura-
encuentra en torno a 1 kcal/ml. Se llama fórmu- ción de la nutrición no era excesivamente larga
la concentrada a la que aporta más de 1,1 kcal/ml no se demostró beneficio alguno de las fórmu-
(en general entre 1,5 y 2 kcal/ml) y diluida cuan- las con fibra. Hasta la fecha puede decirse que las
do tiene una densidad inferior a 1 kcal/ml (0,5- fórmulas con fibra (predominantemente insolu-
0,75 kcal/ml). ble) deben utilizarse para tratar o prevenir el es-

60
D. del Olmo García | M.A. Koning

treñimiento en los casos de nutrición enteral a d) Forma de presentación: las fórmulas de


largo plazo: retraso mental, coma, ancianos enca- nutrición enteral pueden presentarse en polvo o en
mados, etc. En el otro extremo, varios estudios líquido y con sabor neutro o saborizadas. Estos dos
han encontrado una disminución en la incidencia aspectos también han sufrido cambios en las últimas
de diarrea en los pacientes críticos y posquirúrgi- décadas, y es cada vez mayor el número de fórmulas
cos tratados con antibióticos, por lo que, en estos líquidas preparadas para su uso inmediato y con sa-
pacientes puede resultar útil la administración de bores agradables para ingerirlas por vía oral. Se re-
fórmulas con fibra fundamentalmente soluble. comienda reservar las fórmulas con sabor neutro
Otra cuestión aún sin resolver respecto a la adi- para los casos de administración por sonda.
ción de fibra en nutrición enteral es la cantidad Algunas características de las fórmulas varían
que debe aportarse, y todavía no existen reco- si tienen o no sabor. En general, la variación care-
mendaciones claras sobre qué cantidad es la más ce de importancia, pero en ocasiones es impor-
adecuada. En este momento en nuestro el merca- tante recurrir a la información del etiquetado pa-
do español existen fórmulas que aportan desde ra encontrar diferencias en cuanto a osmolalidad
6 g hasta 22 g por cada 1.000 kcal. o contenido de electrólitos entre los distintos sa-
c) Osmolalidad y osmolaridad: se define la bores de un mismo producto.
osmolalidad como el número de partículas os-
móticamente activas por kilogramo de disolvente,
mientras que la osmolaridad se refiere al núme- 2.3. Concepto y tipos
ro de partículas por litro de solución. Realmen- de fórmulas específicas
te, y aunque las fórmulas están constituidas por
los tres macronutrientes y contienen cantidades Todas las fórmulas de nutrición enteral pueden
adecuadas de los micronutrientes, puede consi- incluirse en la clasificación expuesta anteriormen-
derarse que la osmolalidad está determinada ca- te. Sin embargo, es interesante separar un grupo de
si exclusivamente por las proteínas y los hidratos fórmulas que, por sus características, se conside-
de carbono. Cuanto menos complejos sean estos ran especiales. Se denomina “fórmula específica
componentes mayor será el número de partícu- de nutrición enteral” a aquella fórmula que ha si-
las osmóticamente activas y mayor la osmolalidad. do diseñada específicamente para una determina-
Así, las fórmulas oligomonoméricas (que aportan da patología y que pretende no sólo actuar como
aminoácidos libres y glucosa o disacáridos) pre- fuente alimenticia sino modificar el curso evoluti-
sentan osmolalidades muy superiores a las de las vo y/o el pronóstico de la enfermedad para la que
fórmulas poliméricas. ha sido diseñada. En realidad, se trata de fórmulas
La importancia de la osmolalidad de la fórmula poliméricas u oligomonoméricas que, bien alteran-
parece ser menor de lo que se creía en un principio. do la cualidad o la cantidad de algún macro o mi-
La osmolalidad determina, al menos parcialmen- cronutriente, o bien añadiendo nutrientes especia-
te, la velocidad de vaciamiento gástrico, la moti- les, se apartan de la composición habitual del resto
lidad intestinal y la secreción de agua intestinal. de las fórmulas de nutrición enteral.
En general se considera que una fórmula se tole- Es este grupo de fórmulas, las específicas, el que
ra mejor cuando es isotónica, es decir cuando su más ha aumentado en los últimos quince años, pa-
osmolalidad se encuentra en torno a 350 mOsm/ sando de 12 fórmulas en 1991 a 30 recogidas en
kg (300 mOsm/l). La mayoría de las fórmulas po- el Vademécum español del año 2004. Existen fór-
liméricas presentan osmolalidades cercanas a mulas específicas para la insuficiencia renal, la he-
350 mOsm/kg, motivo que han argüido algunos patopatía, la diabetes y la hiperglucemia, y para el
autores para atribuir una mejor tolerancia de las paciente crítico. Las fórmulas hipocalóricas para la
fórmulas poliméricas sobre las oligomonoméri- realización de dietas muy bajas en calorías tam-
cas. Las fórmulas con osmolalidades entre 350 bién se incluyen en este grupo de fórmulas espe-
y 550 mOsm/kg (300-470 mOsm/l) se denomi- cíficas, pero no se estudian en este Capítulo. Re-
nan moderadamente hipertónicas, y por encima cientemente también se ha diseñado una fórmula
de 550 mOsm/kg (caso de las dietas monoméri- para las úlceras por presión y otra para el pacien-
cas) hipertónicas. te neoplásico.

61
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

En los siguientes apartados se resumen las prin- 150. Los porcentajes de los otros macronutrien-
cipales características e indicaciones clínicas de las tes son variables pero, en general, aportan entre
fórmulas de nutrición enteral agrupadas según la un 40 y un 50% del valor calórico total en forma
clasificación antes propuesta. de hidratos de carbono y entre un 30 y un 35% en
forma de grasa. Se subclasifican según los criterios
accesorios, densidad calórica y presencia o no de
fibra, en:
3. Fórmulas poliméricas
Las fórmulas poliméricas, compuestas por pro- 3.1.1. Fórmulas poliméricas
teínas o péptidos grandes, constituyen el grupo normoproteicas isocalóricas
más numeroso, ya que pueden utilizarse en prácti-
camente cualquier situación siempre que exista un En este grupo se incluyen las fórmulas normo-
mínimo de funcionalidad del aparato digestivo. Sue- proteicas con densidades de 1 kcal por mililitro,
len presentarse en forma líquida y en general sabo- aunque se incluyen tres preparados que tienen
rizadas para su uso por vía oral. densidades inferiores (0,7 y 0,5 kcal/ml) ya que,
La fuente de proteínas más habitual es la caseí- hasta la fecha, no se ha creado un subgrupo de fór-
na, a la que se añaden ocasionalmente proteínas de mulas diluidas. Algunos autores proponen utilizar
soja y lactoalbúmina. Los hidratos de carbono se las fórmulas con densidades calóricas menores de
encuentran en forma de polisacáridos, sobre todo 1 para iniciar la nutrición enteral o en situaciones
dextrinomaltosa, y en algunas fórmulas se utiliza el en las que interese aumentar el volumen sin au-
almidón de maíz hidrolizado. La grasa está consti- mentar las calorías y sin necesidad de aportar agua
tuida por triglicéridos de cadena larga poliinsatu- extra fuera de la nutrición enteral.
rados obtenidos de aceites vegetales, fundamental- La osmolalidad de las fórmulas isocalóricas varía
mente girasol, cánola, soja y cártamo. Últimamente entre 140 y 380 mOsm/l; la mayoría son líquidas y
algunos productos están enriquecidos con ácido se presentan con sabores agradables aunque tam-
oleico, y otros aportan mezclas con triglicéridos bién hay fórmulas con sabor neutro.
de cadena media obtenidos a partir de los aceites a) Sin fibra: los nombres comerciales de las
de coco y palma. fórmulas existentes en el mercado español se re-
Las indicaciones de este grupo de fórmulas son cogen en la Tabla 3.
amplísimas. Puede decirse que prácticamente en b) Con fibra (Tabla 4): el contenido y las
cualquier paciente que necesite nutrición enteral fuentes de fibra son muy variables. Se pueden en-
hay que seleccionar una fórmula dentro de las po- contrar fórmulas que aportan desde 10 g hasta ca-
liméricas, al menos inicialmente. Si la situación clí- si 20 g por cada 1.000 kcal, aunque lo más habitual
nica lo requiere, por aumento en las necesidades es que contengan 14 o 15 g/1.000 kcal, lo que su-
de proteínas o por catabolismo proteico, habrá pondría, en una dieta de 1.500 a 2.000 kcal/día, en-
que elegir alguno de los preparados incluidos en el tre 20 y 30 g de fibra diarios aproximadamente.
apartado de fórmulas hiperproteicas. En cualquier Aunque en alimentación natural esta cantidad de
otro caso, se seleccionaremos una fórmula normo- fibra sería inferior a la recomendada, en nutrición
proteica siempre que cubra las necesidades nutri- enteral todavía no existen suficientes datos sobre
cionales del paciente. la cantidad ni sobre los tipos de fibra que resultan
más beneficiosos.
Si bien hasta hace unos años la fuente de fibra
3.1. Fórmulas poliméricas más frecuente eran los polisacáridos de soja, actual-
normoproteicas mente se utilizan mezclas de distintas fibras en pro-
porciones variables. Es necesario, por tanto, antes de
Por definición las fórmulas poliméricas son elegir uno u otro producto, conocer la proporción
aquellas que aportan menos del 18% de las calorías de fibra soluble e insoluble que más se ajuste al efec-
en forma de proteínas, lo que equivale a una rela- to que se pretende conseguir. Por ejemplo, si lo que
ción kcal no proteicas/g de nitrógeno entre 120 y interesa es aumentar el bolo fecal y disminuir el es-

62
63
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 3. FÓRMULAS POLIMÉRICAS NORMOPROTEICAS ISOCALÓRICAS SIN FIBRA


kcal no Hidratos de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Clinutren ISO® (Nestlé) 1 360 (370 chocolate) 145 15 55 30 Copas 200 ml
235 (neutro),
Dietgrif Estándar® (Grifols) 1 355 (vainilla), 131 16 55 29 Botella 500 ml
370 (chocolate/fresa)
Edanec® (Abbott) 1 244 135 16 54 30 Botella RTH 500 ml
319 134 15,9 54 30,1 Lata 250 ml y botella RTH
Ensure HN® (Abbott) 1
(245 pollo) (124 pollo) (17% pollo) (53,3% pollo) (29,7% pollo) 500 ml
Ensure Polvo® (Abbott) 1 - 14 55,1 30,9 Lata 380 g y sobres 59 g
Fortisip Powder® (Nutricia) 1 - 130 16 49 35 Sobres de 54 g
Fresubin Original® (Fresenius Kabi) 1 350 143 15 55 30 Botella 500 ml
Frascos 250 y 500 ml
Isosource Standard® (Novartis) 1,05 292 (201 neutro) 138 16 54 30
y flexibag 500 y 1.500 ml
Locasol® (SHS) 0,66 310 (al 13,1%) 308 7,5 32 60,5 Bote 400 g
Monogen® (SHS) 0,74 280 (al 17,5%) 205 10,8 64,8 24,4 Bote 400 g
Nutridrink® (Clinical Nutrition) 1 370 132 16 48 36 Frascos 500 ml
Nutrison Low Energy® (Nutricia) 0,75 190 134 16 49 35 Pack 1.000 ml
Botellas 500 ml
Nutrison Low Sodium® (Nutricia) 1 205 134 16 49 35
y pack 1.000 ml
Nutrison Powder® (Nutricia) 1 (21,7%) - 134 16 48 36 Bote 860 g
Botellas 500 ml
Nutrison Pre® (Nutricia) 0,5 140 134 16 49 35
y pack 1.000 ml
Botellas 500 ml
Nutrison Soya® (Nutricia) 1 250 131 16 49 35
y pack 1.000 ml
Botellas 500 ml
Nutrison Standard® (Nutricia) 1 385 (265 neutro) 134 16 49 35
y pack 1.000 ml
Botella RTH 500 ml,
Osmolite HN® (Abbott) 1 244 125 16 54 30
1.000 ml y 1.500 ml
Sondalis Estándar® (Nestlé) 1 310 (380 café) 140 15 55 30 Botella 500 ml
Sondalis ISO® (Nestlé) 1 250 140 15 50 35 DRIPAC-flex 1.000 ml
Vegenat-Med® Manzana, Naranja,
1 144 15 55 30 Sobres 110 g
Miel, Chocolate (Vegenat)
E: energía total de la dieta.
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 4. FÓRMULAS POLIMÉRICAS NORMOPROTEICAS ISOCALÓRICAS CON FIBRA

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Dietgrif Estándar
1 390 131 16 55 29 Botella 500 ml
Fibra® (Grifols)
Lata 250 ml
Ensure® con
1,05 366 146 14,7 54,4 30,9 y botella RTH
Fibra (Abbott)
500 ml
Fresubin Original
1 250 143 15 55 30 Botella 500 ml
Fibre® (Fresenius Kabi)
Isosource Fibra® 249 Frascos 500 ml y
1 142 15 55 30
(Novartis) (248 neutro) flexibag 1.500 ml
Isosource MIX® Frascos 500 ml
1,06 303 129 16 53 31
(Novartis) y flexibag 500 ml
Botella RTH
Jevity® (Abbott) 1 250 138 15,2 55,5 29,3 500 ml, 1.000 ml
y 1.500 ml
Novasource GI Frascos 250
16 324 137 16 54 30
Control® (Novartis) y 500 ml
Nutrison Low Energy
0,75 210 134 16 49 35 Pack 1.000 ml
Multi Fibre® (Nutricia)
Nutrison Multi Botellas 500 ml
1 210 134 16 49 35
Fibre® (Nutricia) y pack 1.000 ml
Sondalis Estándar
1 335 140 15 55 30 Botella 500 ml
Fibra® (Nestlé)
Sondalis Fibra® DRIPAC-flex
1 270 140 15 50 35
(Nestlé) 1.000 ml
E: energía total de la dieta.

treñimiento la elección se inclinará hacia una fórmu- grupo anterior se subclasifican según tengan o no fi-
la en la que predomine la fibra insoluble. bra. La cantidad de fibra y las fuentes utilizadas son
similares a las comentadas anteriormente en el caso
de las fórmulas isocalóricas (Tabla 5).
3.1.2. Fórmulas poliméricas
normoproteicas concentradas
3.2. Fórmulas poliméricas
La densidad calórica de este grupo de fórmulas hiperproteicas
se encuentra entre 1,2 y 1,6 kcal/ml. Están indicadas
en situaciones en las que interesa reducir o limitar El contenido de proteínas de este grupo es supe-
el volumen administrado, por edemas o insuficien- rior al 18% del valor calórico total, en general alre-
cia cardiaca, por ejemplo, pero también para facilitar dedor de un 20% de las calorías. La relación kcal no
la ingestión oral o la administración enteral (mismas proteicas/g de nitrógeno se encuentra entre 70 y 100.
calorías con un volumen inferior). Las osmolalidades Las fuentes de las proteínas, los hidratos de
de este grupo de fórmulas suelen ser, lógicamente al carbono y la grasa son similares a las de las fór-
reducir el volumen, superiores, y en general se en- mulas normoproteicas, aunque existen más pre-
cuentran en torno a 400 mOsm/kg. Al igual que el parados que mezclan triglicéridos de cadena me-

64
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 5. FÓRMULAS POLIMÉRICAS NORMOPROTEICAS CONCENTRADAS

Osmolaridad kcal no Hid. de


Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Sin fibra
540 (500
Clinutren 1,5® (Nestlé) 1,50 140 15 55 30 Copas 200 ml
chocolate)
Dietgrif Energético®
1,50 390 131 16 54 30 Botella 500 ml
(Grifols)
Lata 250 ml
Ensure Plus HN® y botella RTH
1,50 384 128 16,5 53,8 29,7
(Abbott) 500 ml
y 1.000 ml
Ensure Plus Drink®
1,50 517 127 16,7 53,8 29,5 Brik 200 ml
(Abbott)
Ensure Plus Fresh®
1,50 656 128 16,7 53,3 30 Brik 220 ml
(Abbott)
Fortisip® (Nutricia) 1,50 445 134 16 49 35 Brik 200 ml
Frascos 250
Isosource Energy®
1,60 298 151 14 51 35 ml y flexibag
(Novartis)
500 ml
Botellas 500
Nutrison Energy®
1,50 385 134 16 49 35 ml y pack
(Nutricia)
1.000 ml
Resource Energy® Combibloc
1,50 355 142 15 50 35
(Novartis) 200 ml
Combibloc
Resource 2® (Novartis) 2 543 114 18 43 39
200 ml
DRIPAC-flex
Sondalis 1,5® (Nestlé) 1,50 410 140 15 50 35
1.000 ml
Con fibra
Clinutren 1,5 Soup ®
225 (185 pollo
1,50 146 15 55 30 Copas 200 ml
(Nestlé) con verduras)
Enrich Plus® (Abbott) 1,50 552 131 16,3 54,9 28,9 Brik 200 ml
Fortifresh (Nutricia)
®
1,50 740 134 16 49 35 Brik 200 ml
Fortisip Multi
1,50 455 134 16 49 35 Brik 200 ml
Fibre® (Nutricia)
Nutrison Energy Multi
1,50 335 134 16 49 35 Pack 1.000 ml
Fibre® (Nutricia)

E: energía total de la dieta.

dia y de cadena larga en distintas proporciones. dratos de carbono alrededor de un 45% a un


Al aumentar el porcentaje de las proteínas, la 55%, mientras que llegan a reducir la proporción
cantidad de los otros macronutrientes, hidratos de grasa hasta niveles de un 23 a 29%.
de carbono y grasa debe variar. La mayoría de Al igual que en el apartado anterior, las fórmu-
los preparados mantienen el porcentaje de hi- las hiperproteicas se subclasifican en:

65
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 6. FÓRMULAS POLIMÉRICAS HIPERPROTEICAS ISOCALÓRICAS SIN FIBRA

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Dietgrif Hiperproteico®
1,06 225 89 22 49 29 Botella 500 ml
(Grifols)
Dietgrif MCT® (Grifols) 1 225 100 20 55 25 Botella 500 ml
Botella RTH
Edanec HN® (Abbott) 1 269 76 25 52 23
500 ml
Ensure Hiperproteico®
0,95 521 94 21,2 54,9 23,9 Brik 215 ml
(Abbott)
Hipernutril MCT® Sobres
405 100 21 51 28
(Clinical Nutrition) 92 g
Hipernutril MCT
Sobres
Hiposódico® (Clinical 380 100 21 51 28
92 g
Nutrition)
Hipernutril MCT
Sobres
Proteico® (Clinical 350 64,7 28 45 26
76 g
Nutrition)
Hipernutril MCT
Sonda® (Clinical 270 97 23 55 14 Botes 2 kg
Nutrition)
Nutrison MCT®
1 265 102 20 50 30 Pack 1.000 ml
(Nutricia)
Botella RTH
Promote® (Abbott) 1 269 76 25 52 23
500 ml

Resource 435 (fresa)


Combibloc
Hiperproteico® 1,25 336 (vainilla) 58,3 30 45 25
200 ml
(Novartis) 340 (chocolate)

Vegenat-Med®
Sobres
Ternera, Pollo, Jamón, 1 98,8 20 45 35
110 g
Pescado (Vegenat)
Vegenat-Med®
Hortalizas, Verduras, Sobres
1 101 20 50 30
Lentejas, Garbanzos 110 g
(Vegenat)

E: energía total de la dieta.

3.2.1. Fórmulas poliméricas 3.2.2. Fórmulas poliméricas


hiperproteicas isocalóricas hiperproteicas concentradas (Tabla 7)

Los productos comercializados hasta el momen- a) Sin fibra.


to en este grupo se recogen en la Tabla 6. Ningu- b) Con fibra.
no de ellos contiene fibra. Las indicaciones genéricas de las fórmulas hi-

66
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 7. FÓRMULAS POLIMÉRICAS HIPERPROTEICAS CONCENTRADAS

Hidratos
kcal no
kcal/ Osmolaridad Proteínas de Lípidos
Preparado proteicas/ Presentación
ml (mOsm/l) (% E) carbono (% E)
gN
(% E)
Sin fibra
Clinutren HP Energy®
1,25 410 58 24 47 29 Copas 200 ml
(Nestlé)
Fresubin HP Energy®
1,50 300 100 20 45 35 Botella 500 ml
(Fresenius Kabi)
Frascos 500 ml
Isosource Protein® 350
1,22 92 22 49 29 y flexibag
(Novartis) (245 neutro)
500 ml
Meritene Complet®
1,22 350 90 22 49 29 Frascos 250 ml
(Novartis)
Nutrison Protein Plus®
1,25 335 102 20 45 35 Pack 1.000 ml
(Nutricia)
Osmolite HN Plus® Botella RTH
1,20 293 135 18,5 52,5 29
(Abbott) 500 ml

Resource 435 (fresa)


Combibloc
Hiperproteico® 1,25 336 (vainilla) 58,5 30 45 25
200 ml
(Novartis) 340 (chocolate)
DRIPAC-flex
Sondalis HP® (Nestlé) 1,34 320 100 20 45 35
1.000 ml
Sondalis HP/HC®
1,60 380 100 20 45 35 Botella 500 ml
(Nestlé)
Con fibra
Isosource Protein
1,37 399 99 20 45 35 Frascos 500 ml
Fibra® (Novartis)
Nutrison Protein Plus
1,25 280 102 20 45 35 Pack 1.000 ml
Multi Fibre® (Nutricia)
Botella 500 ml,
Jevity Plus® (Abbott) 1,20 361 107,7 18 51,9 30,1 1.000 ml
y 1.500 ml
E: energía total de la dieta.

perproteicas incluyen desde los casos de pacien- 4. Fórmulas


tes con desnutrición, fundamentalmente protei- oligomonoméricas
ca, sin mayor aumento de los requerimientos,
hasta los pacientes con hipermetabolismo y es- Las fórmulas oligomonoméricas son aquéllas
trés metabólico en los que, para cubrir las nece- en las que las proteínas se encuentran hidroliza-
sidades nutricionales, se pueden requerir el uso das en péptidos pequeños o en aminoácidos li-
de fórmulas hiperproteicas, en ocasiones con- bres. El término oligomonomérica engloba las
centradas. fórmulas peptídicas y las monoméricas, antes co-

67
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

nocidas como elementales. En ambos grupos los 4.1. Fórmulas peptídicas


hidratos de carbono suelen aportarse en forma
de dextrinomaltosa, pero también se utilizan oli- Las fórmulas peptídicas aportan péptidos de 2
gosacáridos de glucosa y disacáridos como fruc- a 6 aminoácidos y en algunos casos pequeñas can-
tosa y maltosa. El porcentaje calórico a expensas tidades de aminoácidos libres, obtenidos en la ma-
de los hidratos de carbono suele ser superior al yoría de los casos por hidrólisis de lactoalbúmina.
habitual en las fórmulas poliméricas (más de un La mayoría se presentan en polvo (sobres o latas),
50%) debido a que suelen ser dietas pobres en aunque también existen preparados líquidos en
grasa. De hecho, en la mayoría de las fórmulas los botellas y bolsas para su uso inmediato.
lípidos suponen entre un 20 y un 25% del valor Según las recomendaciones actuales, y de una
calórico total y, en general, se aportan como mez- forma estricta, deben utilizarse en pacientes que
cla en distintas proporciones de triglicéridos de no toleran las dietas poliméricas por estar muy
cadena larga y media obtenidos de grasa vegetal mermada la capacidad de absorción intestinal (en-
de distintas fuentes. teritis actínica), en la pancreatitis aguda, y en las
La osmolalidad de este grupo de fórmulas es primeras fases de nutrición enteral del intestino
siempre mayor que la de las fórmulas poliméricas corto. En el resto de las situaciones clínicas pue-
ya que, al tratarse de nutrientes “simples”, el núme- den administrarse, de una forma segura, fórmulas
ro de partículas osmóticamente activas por kg de poliméricas.
disolvente es muy superior. Se trata, por tanto, Existen en la actualidad ocho productos comer-
de fórmulas hipertónicas, con osmolalidades que cializados, que se recogen en la Tabla 8. Al igual
en las fórmulas peptídicas varían entre 200 y 550 que las fórmulas poliméricas y siguiendo los crite-
mOsm/kg, mientras que en las monoméricas se rios clasificatorios, se agrupan en fórmulas peptídi-
encuentran por encima de 500 mOsm/kg. cas normo e hiperproteicas.
Se suponía que la tolerancia gastrointestinal
con las fórmulas oligomonoméricas era mejor que
con las fórmulas poliméricas. Sin embargo, los es- 4.1.1. Fórmulas peptídicas
tudios que comparan ambos tipos de fórmulas en normoproteicas
distintas situaciones clínicas no suelen encontrar
diferencias o, si las hay, se inclinan a favor de las po- Contienen entre un 16 y un 18% de las calorías en
liméricas. Así, por ejemplo, en la enfermedad infla- forma de péptidos. Debido a que por sus indicacio-
matoria intestinal, paradigma de enfermedad en la nes están restringidas prácticamente para uso ente-
que, por estar alterada la capacidad de absorción ral con sonda, cuatro se presentan sin sabor (sabor
intestinal, se indicaba la utilización de fórmulas oli- neutro), aunque existen dos preparados con sabores
gomonoméricas, las fórmulas poliméricas han de- que pueden administrarse también por vía oral.
mostrado tolerarse incluso mejor que éstas, reco-
mendándose en la últimas revisiones sistemáticas
de la literatura sobre el manejo nutricional de 4.1.2. Fórmulas peptídicas
la enfermedad de Crohn el uso de fórmulas po- hiperproteicas
liméricas frente a fórmulas oligomonoméricas
(Zachos et al.). También otras situaciones en las Existen actualmente en el mercado español dos
que típicamente se recomendaba el uso de die- productos que, por definición, aportan más del 18%
tas oligomonoméricas, como la administración de las calorías en forma de péptidos. Excepto por el
de la fórmula por sonda u ostomía en yeyuno, se contenido en proteínas, las fuentes de los macronu-
prefieren manejar en la actualidad con fórmulas trientes, la densidad calórica y la osmolalidad son si-
poliméricas. milares a las de las fórmulas normoproteicas.
Quizá por tener cada vez menos indicaciones, Teniendo en cuenta las situaciones clínicas en
el número de fórmulas de este grupo no ha au- las que está recomendado el uso de las fórmulas
mentado como en el resto de los casos, sino que peptídicas (pancreatitis aguda o intestino corto),
ha ido decreciendo, pasando de 16 en 1983 a 14 lo habitual, cuando se necesita una fórmula peptí-
en el Vademécum español de 2004. dica, es elegir entre las hiperproteicas, reservando

68
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 8. FÓRMULAS PEPTÍDICAS

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Fórmulas oligomonoméricas peptídicas normoproteicas
Dietgrif Polipeptídico ®
1 350 113,5 18 75 7 Botella 500 ml
(Grifols)
DRIPAC-flex
Peptamen® (Nestlé) 1 200 130 16 51 33
1.000 ml
Peptinutril® (Elemental
Polvo botes
Sonda) (Clinical - 390 164 16,3 62,2 16,5
2 kg
Nutrition)
Peptinutril® 2000/10
Polvo sobres
Elemental (Clinical - 570 114 16 51 33
92 g
Nutrition)
Botellas 500 ml
Peptisorb® (Nutricia) 1 440 144 16 69 15
y pack 1.000 ml
Survimed® OPD
1 350 1.113 18 60 22 Botella 500 ml
(Fresenius Kabi)
Fórmulas oligomonoméricas peptídicas hiperproteicas
Alitraq® (Abbott) 1 480 95 21,1 65,4 13,8 Sobres 76 g
Peptinutril® 2300/15
Elemental (Clinical - 550 105 21,5 47,5 30 Sobres 87 g
Nutrition)

E: energía total de la dieta.

las fórmulas peptídicas normoproteicas para situa- clínicas conserva. Solamente existen seis preparados
ciones menos graves o de requerimientos menos comercializados en la actualidad.Todos ellos son nor-
importantes. moproteicos y pobres en grasa, y cinco se presentan
en polvo saborizado o con sabor neutro (Tabla 9).

4.2. Fórmulas monoméricas


La única fuente de nitrógeno de estas fórmu- 5. Fórmulas específicas
las son los aminoácidos libres, sintéticos u obte- para la insuficiencia renal
nidos por hidrólisis enzimática de proteínas en-
teras (lactoalbúmina fundamentalmente). A pesar 5.1. Generalidades
de lo que se que se creía en un principio, la ab-
sorción intestinal de los aminoácidos libres es La desnutrición, de mayor o menor grado, es
más lenta y costosa que la absorción de los di- una constante en los pacientes con insuficiencia
péptidos o tripéptidos, y la tolerancia gastro- renal crónica, y se asocia a una mayor morbilidad
intestinal es peor que con las fórmulas peptídicas (infecciones, hemorragias, etc.) y mortalidad. La
o las poliméricas. insuficiencia renal, al margen de la causa, produ-
Es este grupo de fórmulas el que más ha disminui- ce una serie de cambios y alteraciones nutricio-
do en las últimas décadas y el que menos indicaciones nales, como:

69
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 9. FÓRMULAS MONOMÉRICAS

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)

Elemental® 028 (SHS) 0,76 - 213,6 10,5 74 15,5 Sobres 100 g


Elemental 028 Extra
®
0,85 - 188,5 11,7 51,5 36,8 Sobres 100 g
(Polvo) (SHS)
Elemental® 028 Extra Tetrabrik
0,86 - 188 12 51 37
(Líquida) (SHS) 250 ml
Emsogen® (SHS) 0,84 - 184 12 53 35 Sobres 100 g
Elemental Nutril® 2000/
1 580 281 11 74 15 Sobres 95 g
7 (Clinical Nutrition)
Elemental Nutril® 2000/
650 133 16,5 70 12,5 Sobres 101 g
12 (Clinical Nutrition)
E: energía total de la dieta.

a) Anorexia o hiporexia. 1. En pacientes con insuficiencia renal en pre-


b) Desnutrición proteica, consecuencia no sólo diálisis comenzar una dieta hipoproteica apor-
de la disminución de la ingestión de proteínas, si- tando proteínas de alto valor biológico. De esta
no también de las pérdidas renales por proteinu- forma se pretende disminuir la acumulación de
ria, como ocurre en el síndrome nefrótico. Ade- urea y de otros productos nitrogenados de la de-
más del descenso de la concentración de albúmina, gradación de las proteínas, sin que la restricción
prealbúmina y transferrina, los pacientes con insu- de proteínas favorezca la desnutrición.
ficiencia renal crónica suelen presentar una alte- La necesidad de restringir las proteínas en la
ración del patrón plasmático de aminoácidos, con dieta de los pacientes con insuficiencia renal y el
niveles anormalmente altos de aminoácidos no grado de esta restricción han sido motivo de dis-
esenciales y concentraciones inferiores a la nor- cusión desde hace décadas. Clásicamente se ajus-
malidad de aminoácidos esenciales. taban las necesidades de proteínas al filtrado glo-
c) Disminución del aclaramiento de urea, creati- merular residual. Se han recomendado dietas muy
nina, ácido úrico, calcio, fósforo, magnesio, elemen- estrictas, con restricciones de hasta 0,3 g/kg/día, su-
tos traza, y algunas vitaminas. plementando con aminoácidos esenciales y sus ce-
d) Incapacidad para regular la concentración de toanálogos. Al menos en teoría, la administración
electrólitos (sodio y potasio) y el equilibrio ácido-base. de cetoanálogos de aminoácidos esenciales condu-
e) Disminución de la síntesis renal de 1,25-dihi- ciría a una disminución de la urea al incorporarse
droxivitamina-D3, que produce una reducción en la el nitrógeno en la síntesis de los aminoácidos no
absorción del calcio de la dieta, y de la eritropoye- esenciales (transaminación). También han existido
tina, que resulta en anemia. críticas a las dietas pobres en proteínas. Según al-
Las modificaciones alimentarias que se han pro- gunos autores la restricción proteica no retrasa la
puesto para los pacientes con insuficiencia renal evolución de la enfermedad, y sí produce y favore-
pretenden conseguir tres objetivos: disminuir los ce la desnutrición tan frecuente en estos pacientes.
síntomas urémicos, mantener o corregir el estado Sin embargo, en un metaanálisis reciente (Fouque
nutricional, y disminuir la velocidad de progresión et al., 2001) se concluye que las dietas pobres en
hacia la insuficiencia renal terminal y la diálisis. Pa- proteínas retrasan la entrada en diálisis de los pa-
ra ello se recomienda: cientes con insuficiencia renal de etiología no dia-

70
D. del Olmo García | M.A. Koning

Tabla 10. FÓRMULAS ESPECÍFICAS PARA INSUFICIENCIA RENAL

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)

Nefronutril® Cajas con 6


1 590 257 11 73 15
(Clinical Nutrition) sobres de 91 g
Nepro® (Abbott) 2 446 154 14 43 43 Lata 236 ml
Suplena (Abbott)
®
2 427 400 6 51 43 Lata 236 ml

E: energía total de la dieta.

bética. Sin embargo, todavía no está establecido el mentales respecto a las fórmulas estándar radican
grado de restricción óptimo, aunque según los au- en el contenido y calidad de las proteínas y en la
tores de este metaanálisis, para la mayoría de los cantidad de electrólitos (sodio y potasio), y de mi-
pacientes parecen recomendables restricciones nerales (calcio y fósforo, fundamentalmente).
poco estrictas, en torno a 0,7-0,8 g por kg y día. Existen dos tipos de fórmulas, las dirigidas a
Es importante recordar que las técnicas de de- pacientes en prediálisis y las específicas para pa-
puración renal conllevan la pérdida de aminoácidos cientes en diálisis (Tabla 10). En la composición
y proteínas, por lo que los requerimientos protei- de ambos tipos de fórmulas también existen dife-
cos en los pacientes dializados están aumentados. rencias que pretenden ajustarse a las necesidades
Se estima que las necesidades de proteínas para pa- nutricionales de estos dos grupos de pacientes.
cientes sometidos a diálisis son similares para diá-
lisis peritoneal y hemodiálisis, y se encuentran en
torno a 1,2 g de proteínas/kg/día. 5.2.1. Fórmulas para
2. Asegurar un aporte de energía similar al de la insuficiencia renal prediálisis
población sana, en torno a 30-35 kcal/kg/día. El re-
parto de energía entre los tres macronutrientes de- Actualmente existen dos productos comercia-
be tener en cuenta la restricción proteica en el caso lizados en España específicamente para la insufi-
de los pacientes en prediálisis, requiriendo aumentar ciencia renal preterminal. Se caracterizan por ser
las calorías de hidratos de carbono y grasa para ase- pobres en proteínas (6 y 11% del valor calórico to-
gurar que se cubren las necesidades energéticas. tal), con una relación kcal no proteicas por gramo
3. Disminuir la ingesta y/o la absorción intes- de nitrógeno muy superior a 200. Uno de ellos es
tinal de fósforo, sodio, potasio, y magnesio, funda- una fórmula polimérica que utiliza como fuente de
mentalmente. proteínas la caseína, mientras que el otro producto
4. Suplementar la dieta con calcitriol y adminis- aporta aminoácidos libres, tratándose, pues, de una
trar eritropoyetina. fórmula monomérica. En este caso la presentación
es en polvo saborizado, mientras que la fórmula po-
limérica se presenta en líquido, también saborizada.
5.2. Características Para compensar la restricción proteica la cantidad
de las fórmulas específicas de hidratos de carbono (50 y 70% del valor calórico
para insuficiencia renal total) y de grasa (más del 40% de las calorías totales
en las fórmulas poliméricas) están muy aumentadas.
Se denominan fórmulas específicas para insufi- En ninguno de los dos casos se aporta fibra.
ciencia renal las fórmulas de nutrición enteral que La cantidad de sodio, potasio y fósforo está muy
han sido diseñadas para tratar a los pacientes con por debajo del aporte de las fórmulas estándar, aun-
insuficiencia renal crónica. Las diferencias funda- que es diferente en los dos productos disponibles.

71
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

5.2.2. Fórmulas para insuficiencia de electrólitos y de fósforo. Sin embargo, no pare-


renal en diálisis ce tan claro el beneficio de la fórmula específica para
pacientes en diálisis, aunque la necesidad de restrin-
Hasta la fecha sólo existe un producto co- gir el aporte de potasio y fósforo puede justificar el
mercializado en España para pacientes en diálisis. uso de esta fórmula especial. Resulta imprescindible
Se trata de una fórmula polimérica, concentrada continuar realizando trabajos que comparen la efica-
(2 kcal/ml), líquida y saborizada, que aporta el 14% cia de las fórmulas específicas respecto a la estándar
de las calorías en forma de proteínas (relación kcal antes de recomendar su uso sistemático en la insu-
no proteicas/g de nitrógeno de 154). El aporte de ficiencia renal.
sodio, potasio y fósforo también está restringido.
Son muy pocos los trabajos que evalúan la efi-
cacia de las fórmulas específicas para insuficien-
cia renal comparadas con las fórmulas estándar. La 6. Fórmulas específicas
mayoría de ellos son estudios de poca calidad meto- para la hepatopatía
dológica y que utilizan las fórmulas como suplemen-
tos de la dieta normal. En una búsqueda sistemática 6.1. Generalidades
de la literatura (Del Olmo et al., 2002) solamente se
han encontrado dos estudios prospectivos y aleato- Según los estudios de prevalencia, más del 50%
rizados utilizando las fórmulas enterales como nu- de los pacientes con insuficiencia hepática presen-
trición exclusiva, uno en prediálisis y el otro en pa- tan desnutrición más o menos grave dependiendo
cientes dializados. El primero de ellos (Paridaens et de la severidad del daño hepático. La desnutrición
al., 1995) compara la utilización de tres fórmulas iso- aparece como consecuencia de la suma de algunos
calóricas con distinta proporción de proteínas (16%, de los siguientes factores:
10% y 7%) en 67 ancianos desnutridos con insufi- a) Anorexia y disminución en la ingesta secun-
ciencia renal crónica. Con la fórmula que aporta un daria a alcoholismo, dolor abdominal, alteraciones
10% de proteínas se consigue hacer un balance ni- en el gusto, o encefalopatía.
trogenado positivo sin empeorar el aclaramien- b) Náuseas y vómitos.
to de creatinina. La fórmula que aporta el 16% de c) Malabsorción y esteatorrea.
las calorías como proteínas empeora la función re- d) Ascitis.
nal (aumentan las cifras de creatinina), mientras que e) Hemorragia gastrointestinal secundaria a hi-
la fórmula más hipoproteica (7% de las calorías) no pertensión portal.
consigue recuperar la desnutrición. f) Alteraciones en el metabolismo de los macro
En el segundo trabajo, Cockram et al. comparan y micronutrientes que resultan en intolerancia a los
una fórmula especialmente diseñada para pacien- hidratos de carbono y diabetes, dislipemia, déficit vi-
tes en diálisis con una fórmula estándar, en 79 pa- tamínico-minerales y una serie de anomalías secun-
cientes normonutridos con insuficiencia renal cró- darias a la alteración del metabolismo proteico, en-
nica sometidos a hemodiálisis. No se encuentran tre las que destacan la disminución de la síntesis
diferencias en parámetros nutricionales, tolerancia hepática de proteínas y el desarrollo de encefalopa-
de las fórmulas, concentración de urea ni electró- tía. Aunque todavía no está aclarada completamen-
litos. La única diferencia significativa es la disminu- te, la patogenia de la encefalopatía hepática es mul-
ción de la fosforemia y del producto calcio-fósfo- tifactorial y, al menos en parte, está relacionada con
ro en el grupo tratado con la dieta especial, si bien alguna de las alteraciones en el metabolismo de las
es importante resaltar que los tratamientos que- proteínas, como:
lantes fueron suspendidos al inicio del estudio. • Acumulación en el sistema nervioso central del
Se puede concluir que, al igual que en alimenta- amonio derivado del catabolismo proteico y de otras
ción natural, está indicado usar fórmulas con restric- toxinas que no pueden ser depuradas por el hígado.
ción proteica en el caso de los pacientes con insufi- • Desequilibrio en el aminoacidograma plasmáti-
ciencia renal prediálisis candidatos a recibir nutrición co con aumento de la concentración de aminoáci-
enteral, no sólo para intentar enlentecer la progre- dos aromáticos (fenilalanina, tirosina y triptófano)
sión de la enfermedad, si no para ajustar el aporte y disminución de los aminoácidos de cadena rami-

72
D. del Olmo García | M.A. Koning

ficada (valina, leucina e isoleucina). Este desequili- falopatía hepática crónica, o en aquellos en los que
brio conduce al aumento de los niveles de seroto- un aporte normal de proteínas induce encefalopatía,
nina, sintetizada a partir del triptófano, y de otros se hace necesario restringir el aporte proteico.
falsos neurotransmisores que se producen por el Clásicamente, se recomienda que la restric-
exceso de tirosina. ción de las proteínas de la dieta se acompañe, pa-
• Disminución de la concentración de glutamato ra evitar la desnutrición, de suplementos de ami-
y aspartato en el sistema nervioso central. noácidos de cadena ramificada. Sin embargo, esta
En esta probable implicación de las proteínas en recomendación está siendo revisada, ya que exis-
la patogenia de la encefalopatía hepática se basa- ten controversias sobre la eficacia real de los
ba la recomendación de restringir las proteínas de aminoácidos de cadena ramificada en la encefalo-
la dieta en los pacientes con insuficiencia hepáti- patía hepática. En un metaanálisis de la Cochrane
ca. Sin embargo, los estudios realizados con die- Library de 2003 (Als Nielsen et al., 2003) se reco-
tas pobres en proteínas y suplementos de aminoá- gen los estudios prospectivos aleatorizados que
cidos de cadena ramificada (por vía oral, enteral o comparan la administración de aminoácidos de
parenteral) no han demostrado mejoría en la fun- cadena ramificada por cualquier vía (oral, enteral
cionalidad hepática ni en la encefalopatía estableci- o parenteral) frente a cualquier otro tratamien-
da. Por el contrario, las dietas hipoproteicas se aso- to. Los autores de este metaanálisis concluyen
cian con un mayor grado de desnutrición proteica. que, con los estudios publicados hasta la fecha,
Además, no todos los pacientes con insuficiencia no existen datos convincentes sobre el supuesto
hepática desarrollan encefalopatía. De hecho, la efecto beneficioso de los aminoácidos de cadena
mayoría de los pacientes toleran cantidades nor- ramificada en los pacientes con encefalopatía he-
males de proteínas o incluso cantidades más altas pática. Por el momento, es necesario tener pre-
de lo habitual en situaciones de requerimientos es- caución a la hora de recomendar el uso sistemá-
peciales. Pero existe un grupo de pacientes con ci- tico de este tipo de aminoácidos.
rrosis en los que cantidades normales de proteínas 3. No es necesario reducir sistemáticamente el
sí inducen encefalopatía. Como se verá después, es aporte de grasa de la dieta, aunque si existe estea-
en este grupo en el que estaría justificado sustituir torrea puede resultar útil reducir la grasa y admi-
parte de las proteínas convencionales de la dieta nistrar triglicéridos de cadena media.
por aminoácidos de cadena ramificada, con el ob- 4. Corregir las deficiencias de vitaminas y mi-
jetivo de evitar la aparición de nuevos brotes de nerales.
encefalopatía. 5. Restringir el sodio y los líquidos para evitar la
Los objetivos del soporte nutricional en la he- aparición de edemas y ascitis.
patopatía son el mantenimiento de un adecuado
estado nutricional, la mejoría de la función hepáti-
ca y la prevención o mejora de la encefalopatía. Las 6.2. Características de las
recomendaciones generales para el manejo nutri- fórmulas específicas para
cional de estos pacientes comprenden: insuficiencia hepática
1. Asegurar un aporte calórico suficiente y si-
milar al de la población normal, entre 30 y 35 kcal/ Las fórmulas específicas para pacientes con he-
día. La mayoría de los trabajos realizados en pa- patopatía pretenden ajustarse a las necesidades
cientes cirróticos no han encontrado un aumento nutricionales de este tipo de pacientes. En la ac-
del gasto energético, sino una disminución en la in- tualidad existen comercializadas tres fórmulas nor-
gesta como factor destacado en la patogenia de la moproteicas (12-14,5% de las calorías en forma de
desnutrición. proteínas). Dos de ellas son poliméricas, y la terce-
2. Mantener un aporte suficiente de proteínas ra es peptídica y contiene como fuente proteica hi-
para evitar la desnutrición proteica sin inducir en- drolizado de lactoalbúmina (Tabla 11).
cefalopatía. En pacientes estables y que toleran ade- Una se presenta en líquido y es concentrada,
cuadamente las proteínas suele ser necesario admi- mientras que las dos restantes son en polvo, ob-
nistrar entre 0,8 y 1,1 g/kg/día para mantener un teniéndose una mayor o menor densidad energé-
correcto estado nutricional. En pacientes con ence- tica según la dilución. Pueden administrarse por

73
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 11. FÓRMULAS ESPECÍFICAS PARA INSUFICIENCIA HEPÁTICA

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
789
Hepatical® (SHS) 1,3 (759 plátano- 148 14,5 69,2 16,3 Sobres 100 g
caramelo)
Hepatonutril®
799 202 14 76 8 Sobres 97 g
(Clinical Nutrition)

Nutricomp Botellas
1,3 371 178 12 48 40
Hepa® (Braun) 500 ml

E: energía total de la dieta.

sonda o por vía oral, ya que existen variedades pectivos publicados desde 1976 hasta 1992 que
saborizadas. comparan la utilización de aminoácidos de cade-
Comparando con las fórmulas estándar: na ramificada frente a hidratos de carbono, caseína
• Contienen aminoácidos de cadena ramificada o placebo en pacientes con encefalopatía hepáti-
(aproximadamente 30-40%) que se añaden como ca crónica o recidivante. Las conclusiones de Fab-
aminoácidos libres. bri et al. son que el uso de aminoácidos de cade-
• Contienen triglicéridos de cadena media en na ramificada debe reservarse para los pacientes
distintas proporciones, entre un 35 y un 70% de la con cirrosis avanzada y encefalopatía hepática que
grasa total. Las fórmulas en polvo son, además, muy no toleran cantidades normales de proteínas. Las
pobres en grasa, un 8% y 16% respecto al valor ca- dietas específicas no mejoran la encefalopatía he-
lórico total, aumentando la proporción de hidratos pática establecida, sino que permiten administrar
de carbono hasta más del 70% de las calorías. una cantidad de proteínas suficiente sin provocar
• La dieta líquida es concentrada, con una densidad la aparición de encefalopatía.
calórica de 1,3 kcal/ml, y se recomienda que las dietas Por lo tanto, la mayoría de los pacientes con
en polvo sean diluidas en una cantidad determinada de insuficiencia hepática y cirrosis pueden manejar-
agua para obtener una densidad de 1,3 kcal/ml. se con fórmulas de nutrición enteral estándar. So-
• Restringen la cantidad de sodio. lamente en aquellos pacientes intolerantes, en los
Como se puede comprobar, la composición de que se haya desencadenado la encefalopatía hepá-
estas fórmulas específicas se aparta de las nece- tica con dietas normales, es necesario utilizar este
sidades de la mayoría de los pacientes con insu- tipo de fórmulas específicas.
ficiencia hepática y cirrosis. Revisando la literatu-
ra publicada en nutrición enteral, hasta la fecha la
mayoría de los estudios se vienen realizando utili-
zando estas fórmulas como suplementos de la die- 7. Fórmulas específicas
ta habitual, y comparan el hecho de si tomar o no para la insuficiencia
suplementos influye en la recuperación de la ence- respiratoria
falopatía hepática y en el mantenimiento del esta-
do nutricional. 7.1. Generalidades
En nutrición enteral exclusiva, la eficacia de es-
tas dietas específicas respecto a las fórmulas están- Los parámetros respiratorios y la capacidad pa-
dar se ha analizado en un metaanálisis de 1996 ra el ejercicio están influidos por el estado nutri-
(Fabbri et al.) que incluye todos los estudios pros- cional. La desnutrición proteica, por ejemplo, induce

74
D. del Olmo García | M.A. Koning

una atrofia muscular progresiva que afecta también metabolismo generan más dióxido de carbono
a la musculatura respiratoria y que conduce a una (CO2), la administración de un porcentaje nor-
mayor fatigabilidad y menor capacidad funcional. Es- mal de los mismos conduciría a un aumento en la
tos cambios en la función respiratoria pueden con- producción de CO2 y, por lo tanto, a un empeo-
vertirse en irreversibles si la desnutrición es impor- ramiento en la función respiratoria. Sin embargo,
tante. Por otro lado, los pacientes con insuficiencia esta teoría se apoya en los estudios de Askanazi
respiratoria crónica (bronquitis o enfisema) presen- et al. de los años 80, en los que se administraban
tan, con mucha frecuencia, algún grado de desnutri- sobrecargas de glucosa por vía parenteral. Poste-
ción secundaria a un desequilibrio entre su ingesta riormente, se ha comprobado que no es la can-
y su gasto energético. tidad de glucosa, sino las calorías totales, las que
La disnea, las desaturaciones al masticar y al tra- determinan el estrés metabólico, el aumento en
gar, la supresión del apetito inducida por la hipoxia la producción de CO2 y la reducción del cociente
o las reagudizaciones de la enfermedad de base respiratorio. Por tanto, en estos pacientes hay que
y sus tratamientos son algunos de los motivos por ajustar estrictamente el aporte calórico a su gas-
los que los pacientes con insuficiencia respirato- to energético. La restricción de hidratos de car-
ria crónica reducen su ingesta energética. La mayo- bono no parece necesaria.
ría de los estudios, además, encuentran un aumen- Por otro lado, la disminución en el porcentaje
to del gasto energético de un 20 a un 30% sobre el de hidratos de carbono se acompaña obligatoria-
esperado. Entre otros, los factores que pueden ex- mente de un aumento en la proporción de grasa
plicar este aumento del gasto incluyen el mayor es- de la dieta. En los últimos años se está involucran-
fuerzo ventilatorio, el estado de inflamación crónica do a los lípidos en la patogenia de la respuesta in-
y el aumento en los niveles de factor de necrosis tu- flamatoria crónica y de la broncoconstricción. Un
moral. A consecuencia de la desnutrición, la función exceso de ácidos grasos poliinsaturados de la se-
respiratoria empeora, la capacidad funcional se re- rie n-6 conduce, a través de la activación del áci-
duce y son más frecuentes las reagudizaciones y los do araquidónico por la lipo y la ciclooxigenasa, a la
ingresos hospitalarios, que, a su vez, influyen negati- producción de leucotrienos (B4) y prostaglandinas
vamente en el estado nutricional. (serie 2) proinflamatorias, que estimulan la bron-
A pesar de esta clara interacción entre el es- coconstricción y la producción traqueal de moco.
tado nutricional y la función respiratoria, todavía Tres son los objetivos del tratamiento dietéti-
no se ha podido demostrar, según un metaanáli- co en los pacientes con insuficiencia respiratoria:
sis del año 2000 (Ferreira et al.), revisado en 2003 mantener o corregir el estado nutricional, mejorar
por el grupo de enfermedades respiratorias de la capacidad funcional y evitar una sobrecarga me-
la Cochrane Library, que los parámetros respirato- tabólica que induciría un mayor esfuerzo respirato-
rios y la capacidad de ejercicio de los pacientes rio. Las recomendaciones son:
con bronquitis crónica mejoren con suplementos 1. Ajustar las calorías al gasto energético, evi-
nutricionales administrados de forma ambulato- tando un aporte excesivo.
ria. En las reagudizaciones, sin embargo, es posi- 2. Mantener el equilibrio nutricional, es decir, el
ble que los suplementos nutricionales mejoren el reparto habitual de los macronutrientes. En algu-
pronóstico de los pacientes con bronconeumopa- nos casos será necesario aconsejar dietas hiper-
tía crónica ingresados, pero hacen falta más traba- proteicas.
jos que lo demuestren. 3. En situaciones de disnea y para evitar la hipoxia
Otro motivo de discusión respecto al trata- hay que dar alimentos de alta densidad calórica.
miento nutricional de los pacientes con insufi-
ciencia respiratoria radica en la cantidad de calo-
rías y la composición que deben tener las dietas. 7.2. Características
Se ha venido recomendando la reducción de la de las fórmulas específicas
cantidad de hidratos de carbono, sustituyendo las para insuficiencia respiratoria
calorías por una mayor cantidad de proteínas y
grasa. Esta recomendación se basa en que, al ser En España existen dos fórmulas para insuficien-
los hidratos de carbono los nutrientes que en su cia respiratoria (Tabla 12). Una de ellas se ha co-

75
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 12. FÓRMULAS ESPECÍFICAS PARA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

kcal no Hids. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)

Botella RTH
Oxepa® (Abbott) 1,52 384 129 16,5 27,9 55,6
500 ml
Lata 250 ml
Pulmocare®
1,50 383 128 16,7 28,2 55,1 y botella RTH
(Abbott)
500 ml
E: energía total de la dieta.

mercializado recientemente como indicada para tran una disminución significativa en la producción
el paciente con distrés respiratorio (insuficiencia de CO2 y en el cociente respiratorio en los pacien-
respiratoria aguda). Anteriormente sólo se dis- tes que recibían la dieta especial rica en grasa, pero
ponía de una, que se utilizaba para pacientes con esto no se traducía en una disminución de la pre-
insuficiencia respiratoria tanto aguda como cró- sión parcial de CO2 ni en otras mejoras de los pa-
nica. Ambas son fórmulas poliméricas normo- rámetros respiratorios.
proteicas (16,5 y 16,7% del valor calórico total) • Reagudización de bronquitis crónica:
y concentradas (densidad calórica de 1,5 kcal/ml). los resultados del único trabajo publicado, en pa-
La fórmula más antigua se presenta en líquido y cientes con bronquitis crónica reagudizada sin ven-
con sabor, mientras que la fórmula para distrés tilador, son similares a los descritos para la fibrosis
respiratorio es de sabor neutro, ya que se supo- quística, es decir, el uso de una fórmula rica en gra-
ne será administrada al paciente crítico a través sa disminuye la producción de CO2 pero sin afec-
de sonda. tar otros índices de función respiratoria, incluida la
A pesar de la discusión científica que se ha apun- presión parcial de CO2 (Barale et al., 1990).
tado anteriormente sobre la utilidad del cambio en • Insuficiencia respiratoria aguda con
el porcentaje de macronutrientes, los dos produc- ventilación mecánica: de los cuatro estudios
tos aportan el 55% de las calorías en forma de gra- publicados solamente uno está realizado con la fór-
sa y menos del 30% de las calorías como hidratos mula específica para insuficiencia respiratoria agu-
de carbono. da. La utilización de esta fórmula especial en 98
En una búsqueda sistemática realizada por nues- pacientes críticos con síndrome de distrés respi-
tro grupo, se han localizado siete estudios prospec- ratorio del adulto se acompañó de una menor es-
tivos aleatorizados que comparan las fórmulas ri- tancia en la Unidad de Cuidados Intensivos, menos
cas en grasa con fórmulas de reparto estándar de días de respirador y mejores parámetros respira-
macronutrientes en nutrición enteral total. Se tra- torios. No existieron diferencias en cuanto a mor-
ta de estudios de muestra pequeña y realizados en talidad, complicaciones infecciosas ni fallo multior-
poblaciones distintas con insuficiencia respiratoria gánico, pero los autores del estudio apuntan una
de distintas causas: tendencia a la mejoría de estas variables (Gadek
• Fibrosis quística: ninguno de los dos estu- et al., 1999). La principal diferencia de esta fórmula
dios publicados (Gottrand et al., 1999; Kane et al., respecto a la fórmula específica clásica radica en la
1990), que abarcan 18 pacientes con fibrosis quís- fuente de grasa. Ambas aportan grasa de origen ve-
tica, encuentra diferencias significativas en el con- getal, pero la fórmula para insuficiencia respiratoria
sumo de oxígeno, en la presión parcial de CO2, en además está enriquecida en ácidos grasos n-3 pro-
los parámetros nutricionales ni en la tolerancia di- venientes de aceite de pescado. Como se ha co-
gestiva usando fórmulas específicas en compara- mentado anteriormente, un cambio en la propor-
ción con fórmulas estándar. Kane et al. sí encuen- ción n-6:n-3 conduciría a la reducción en la síntesis

76
D. del Olmo García | M.A. Koning

de ácido araquidónico y sus derivados, y a un incre- Con los datos disponibles hasta el momento, se
mento en la síntesis de prostaglandinas de la serie 3 deben recomendar fórmulas estándar para la ma-
(antiinflamatorias) y leucotrienos de la serie 5 (va- yoría de los pacientes, ajustándose estrictamente
sodilatadores y antiagregantes) a partir del ácido ei- a su gasto energético. Las fórmulas específicas ri-
cosapentaenoico. cas en grasa pueden reservarse para los pacientes
Los otros tres estudios en insuficiencia res- con insuficiencia respiratoria crónica e hipercap-
piratoria engloban 68 pacientes con respirador nia importante. En el caso de la fórmula para dis-
y comparan la fórmula clásica (similar a la usa- trés respiratorio, y aunque los resultados parecen
da en pacientes con fibrosis quística y reagudiza- prometedores, hacen falta más trabajos y con ma-
ción) con fórmulas estándar. Los resultados son yor número de pacientes, ya que los mismos auto-
dispares. Holtermann et al. y Van den Berg et al. res reconocen que se trata de una muestra selec-
no encuentran diferencias en ninguno de los pa- cionada de pacientes con poca gravedad del distrés
rámetros respiratorios, tiempo de respirador ni y de la insuficiencia respiratoria.
facilidad de desintubación. Por el contrario, en el
trabajo de Al-Saady et al., los pacientes tratados
con la dieta especial permanecían menos días con
ventilación mecánica y las maniobras de desintu- 8. Fórmulas específicas
bación eran significativamente más sencillas que para hiperglucemia
en los pacientes con dietas isocalóricas estándar. y diabetes mellitus
Sin embargo, en este trabajo tampoco se pudie-
ron objetivar variaciones en los parámetros res- 8.1. Generalidades
piratorios (presión parcial de CO2, capacidad to-
tal ni volumen/minuto). Las recomendaciones nutricionales en la diabetes
En conclusión, y basándose en estos resultados, mellitus han sufrido grandes e importantes variacio-
no puede recomendarse el uso sistemático de las nes en las últimas décadas. De las dietas propuestas
fórmulas ricas en grasa para los pacientes con in- inicialmente, pobres en hidratos de carbono y ceto-
suficiencia respiratoria que requieran nutrición génicas, se ha pasado a dietas equilibradas que no se
enteral total, ya que no ha quedado demostra- diferencian prácticamente de las recomendadas pa-
do que este tipo de fórmulas mejoren la funcio- ra la población sana. Los principales objetivos del
nalidad del aparato respiratorio ni el pronóstico tratamiento nutricional se resumen en:
de estos pacientes. La disminución en el consumo • Conseguir y mantener un control metabólico
de O2 y en la producción de CO2 que se objeti- óptimo que incluya no sólo las cifras de glucemia,
va en algunos de los estudios comentados podría sino también el perfil lipídico y la presión arterial.
explicarse por la distinta velocidad de vaciamien- • Prevenir y tratar las posibles complicaciones
to gástrico al consumir cantidades isocalóricas crónicas.
de los dos tipos de dieta. Es decir, al ser el vacia- Las sociedades científicas de diabetes proponen
miento más lento con la dieta rica en grasa la ab- que la dieta incluya:
sorción de nutrientes y su utilización metabólica 1. Suficiente cantidad de calorías para evitar el
también son más lentas. Por lo tanto, las dietas ri- sobrepeso y la obesidad. En pacientes con resisten-
cas en grasa no disminuyen realmente la produc- cia periférica a la insulina se recomienda una die-
ción de CO2 ni el consumo de O2, sino que tienen ta hipocalórica, ya que las reducciones de peso, aun
una respuesta similar a la de la dieta con reparto modestas, mejoran la sensibilidad a la insulina y la
estándar de nutrientes pero retrasada en el tiem- glucemia.
po. El diseño de los estudios que encuentran di- 2. Reparto habitual de calorías (15%: proteí-
ferencias significativas en el consumo de O2 y la nas; 30%: grasa; 55-60%: hidratos de carbono). En
producción de CO2 (miden los parámetros res- algunos casos (resistencia periférica a la insulina
piratorios unas horas después de haber ingerido importante, hipertrigliceridemia o aumento del
las fórmulas) imposibilita el demostrar que, como colesterol-VLDL), y siempre de manera individua-
se ha sugerido, la respuesta sea realmente similar lizada y teniendo en cuenta el perfil metabólico y
pero más lenta. los objetivos del tratamiento, puede resultar bene-

77
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 13. FÓRMULAS ESPECÍFICAS PARA DIABETES E HIPERGLUCEMIA

Hidratos
kcal no
Osmolaridad Proteínas de Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ Presentación
(mOsm/l) (% E) carbono (% E)
gN
(% E)
Clinutren Diabetes®
1 230 140 15 45 40 Copas 200 ml
(Nestlé)
Diasip® (Nutricia) 1 340 131 16 35 49 Brik 200 ml
Dietgrif Diabético®
1 230 131 16 46 38 Botella 500 ml
(Grifols)
Diaben® (Fresenius
0,90 235 178 18 37 45 Botella 500 ml
Kabi)
Lata 250 ml
Glucerna® (Abbott) 0,98 300 125 17 33,2 49,8 y botella RTH
500 ml
Glucerna SR® (Abbott) 0,89 399 102 20,8 45,2 34 Brik 230 ml
Novasource Diabet ®
Frascos 500 ml y
1 340 148 16 51 33
(Novartis) flexibag 500 ml
Novasource Diabet®
1,20 389 102 20 40 40 Frasco 500 ml
plus (Novartis)
Nutrison Diabetes®
1 295 122 17 45 38 Botellas 500 ml
(Nutricia)
Nutrison Low Energy
0,75 230 122 17 45 38 Pack 1.000 ml
diabetes® (Nutricia)
Resource Diabet® 300 (vainilla) Combibloc
1 64,6 28 47 25
(Novartis) 325 (fresa) 200 ml
Sondalis Diabetes® DRIPAC-flex
1 230 140 15 45 40
(Nestlé) 1.000 ml
Sondalis Estándar
1 180 140 15 45 40 Botella 500 ml
Diabetes® (Nestlé)
E: energía total de la dieta.

ficioso reducir la cantidad de hidratos de carbono 4. Reducir la ingesta de colesterol a menos de


de la dieta y aumentar la de grasa monoinsaturada. 300 mg/día (en algunos casos a menos de 200 mg/
Según algunos autores, la suma de los porcentajes día).
de hidratos de carbono y de ácidos grasos mono- 5. Aportar fibra en cantidad similar a la reco-
insaturados debe encontrarse entre el 60 y el 70% mendada en población sana.
de las calorías de la dieta. Sin embargo, el aumen-
to de la grasa puede facilitar la ganancia ponderal,
precisamente en este tipo de pacientes que suelen 8.2. Características de las
presentar obesidad. fórmulas específicas para
3. Limitar la grasa saturada a menos del 10% de hiperglucemia y diabetes mellitus
las calorías. En algunos casos (por ejemplo, cuando
las cifras de colesterol-LDL superen 100 mg/dl), es Existen dos tipos de preparados para pacien-
necesario reducir la grasa saturada al 7% del valor tes con hiperglucemia de estrés y diabetes melli-
calórico total. tus (Tabla 13):

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D. del Olmo García | M.A. Koning

8.2.1. Fórmulas con reparto cientes con diabetes mellitus tipo 2 (Craig et al.,
estándar de nutrientes 1998; Abbruzzese et al., 1993; Garg et al., 1992)
y dos en pacientes con hiperglucemia de estrés
Su principal diferencia respecto al resto de las (Celaya et al., 1992; Graham et al., 1989). En el ca-
fórmulas poliméricas estriba en la fuente de hidra- so de los pacientes con diabetes tipo 2, la dieta
tos de carbono, constituida por almidón de maíz, especial no demostró, en ninguno de los trabajos,
fructosa, y en uno de los preparados dextrinomal- menores glucemias basales ni un mejor control
tosa modificada que teóricamente posee un me- metabólico, expresado por las cifras de fructosa-
nor índice glucémico. Sin embargo, estudios en ali- mina y de hemoglobina glicosilada. Las excursio-
mentación natural no han podido demostrar que, a nes de la glucemia, las glucemias postprandiales y
igual cantidad, existan diferencias en las glucemias las necesidades de insulina eran menores con la
basal o preprandial con distintas fuentes de hidra- fórmula rica en grasa. Estos resultados son simila-
tos de carbono. Por otro lado, y siguiendo con re- res a los obtenidos en los trabajos en los que se
sultados de estudios en alimentación natural, no se compara la respuesta inmediata (1-4 horas) des-
ha podido comprobar que la disminución de las glu- pués de haber ingerido cantidades isocalóricas de
cemias postprandiales observada en los pacientes una fórmula especial rica en grasa frente a una es-
tratados con dietas en las que predominan los hi- tándar: la glucemia y la insulinemia postprandia-
dratos de carbono de menores índices glucémicos les son menores, pero esto no significa necesaria-
se asocie, a largo plazo, a beneficios reales en el mente una mejoría en el control de la diabetes ni
control metabólico ni en el perfil lipídico. en el pronóstico a largo plazo de estos pacientes.
Respecto al resto de la composición (repar- De hecho, y aunque es necesario realizar nuevos
to de nutrientes y fuentes de proteínas y grasa) estudios, ninguno de los llevados a cabo en nutri-
no existe prácticamente diferencia alguna respec- ción enteral total ni en alimentación natural ha
to a las fórmulas estándar poliméricas normopro- demostrado beneficio de las dietas ricas en gra-
teicas isocalóricas con fibra. Existen comercializa- sa a largo plazo.
dos, hasta el momento, seis preparados de este Los resultados de la utilización de fórmulas ri-
tipo. En nuestra revisión de la literatura no hemos cas en grasa en pacientes con hiperglucemia de es-
podido encontrar ningún trabajo que los compa- trés también muestran una disminución significati-
re con fórmulas estándar con fibra de composi- va en los niveles de glucosa y en las necesidades
ción similar. de insulina, que, según algunos autores, facilitan el
manejo de la hiperglucemia del paciente crítico.
Sin embargo, en ninguno de los dos estudios pros-
8.2.2. Fórmulas ricas en grasa pectivos comentados se pudo objetivar una mejo-
ría de parámetros nutricionales, tolerancia, ni evo-
Aportan entre el 50% y el 40% de las calorías lución clínica.
como grasa. Se trata de dos fórmulas poliméricas En conclusión, la mayoría de los pacientes dia-
normoproteicas y una hiperproteica (20% de las béticos, sobre todo si van a requerir nutrición
calorías), con fibra, en las que la proporción de hi- enteral de forma crónica, deben tratarse con die-
dratos de carbono es igual (40%) o menor (33%) tas con reparto estándar de macronutrientes,
que la proporción de grasa. En un sentido estric- ajustando la medicación según los controles glu-
to, estas son las fórmulas que se deberían conside- cémicos y la hemoglobina glicosilada. Siguiendo
rar específicas para diabetes e hiperglucemia y no las recomendaciones de las sociedades científi-
el grupo anterior, ya que la fuente de hidratos de cas de diabetes puede ser necesario utilizar die-
carbono no se considera un criterio clasificatorio tas ricas en grasa en pacientes con resistencia
y, excepto por este cambio, las fórmulas del apar- periférica a la insulina o hipertrigliceridemia im-
tado anterior son similares a las estándar poliméri- portantes, siempre de una forma individualizada
cas normoproteicas con fibra. y vigilando estrechamente el peso y el perfil li-
La utilidad de las fórmulas ricas en grasa en nu- pídico. En la hiperglucemia secundaria a estrés,
trición enteral total ha sido evaluada en cinco es- y en espera de nuevas publicaciones, no parece
tudios prospectivos y aleatorizados: tres en pa- justificado utilizar las fórmulas específicas ricas

79
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

en grasa de forma sistemática. Es posible que es- trar un efecto favorable en variables clínicas ni en el
tas fórmulas puedan resultar útiles para pacien- pronóstico de los pacientes críticos. Los inmunonu-
tes críticos con resistencia periférica a la insulina trientes comprenden los aminoácidos de cadena ra-
marcada en los que realmente es complicado el mificada, la glutamina, la arginina, los triglicéridos de
manejo de la hiperglucemia. cadena media, los ácidos grasos n-3 y los nucleóti-
dos. Sus funciones, de una forma resumida, son:
• Aminoácidos de cadena ramificada:
regulan el metabolismo proteico muscular y son
9. Fórmulas específicas sustratos energéticos para la gluconeogénesis. Ade-
para pacientes críticos más, los aminoácidos de cadena ramificada son pre-
cursores de glutamina y de alanina.
9.1. Generalidades La administración de aminoácidos de cadena ra-
mificada por vía parenteral se ha asociado a una
Situaciones como la sepsis, la cirugía mayor o el mejoría en el balance nitrogenado, estimulando la
trauma inducen una serie de cambios metabólicos síntesis hepática de proteínas y disminuyendo el ca-
que conducen a hipermetabolismo y desnutrición. tabolismo muscular. Sus efectos inmunomodulado-
Algunos de estos cambios que se producen en res- res incluyen el aumento en el número de linfocitos
puesta al estrés y en los que se basan las recomen- y la desaparición de la anergia cutánea en las prue-
daciones para el manejo nutricional son: bas de sensibilidad retardada. Sin embargo, estos
• Aumento de las necesidades energéticas. La hallazgos no se acompañan de un beneficio clíni-
mayoría de los traumatizados o los pacientes sép- co real respecto al pronóstico de la enfermedad ni
ticos requieren de 1,3 a 1,5 veces su gasto ener- respecto a su mortalidad.
gético basal, pero en algunas situaciones se reco- • Glutamina: es el aminoácido más abundan-
mienda multiplicar por un factor de estrés de 2 te, tanto libre en el plasma como en los tejidos. Se
(grandes quemados, por ejemplo). comporta como condicionalmente esencial en el
• Catabolismo proteico, que se traduce en un paciente crítico. Es el nutriente preferido de las cé-
balance nitrogenado negativo y un cambio en el lulas de intercambio rápido, entre las que se en-
aminoacidograma plasmático caracterizado por la cuentran las células del sistema inmune, las endo-
disminución de los aminoácidos de cadena ramifi- teliales y los enterocitos. La glutamina inhibe el
cada y el aumento de los aromáticos. catabolismo proteico, regula el recambio proteico
• Estimulación de la gluconeogénesis a partir de los muscular y estimula la síntesis de proteínas y glucó-
aminoácidos liberados por la destrucción muscular. geno. Además, es precursor de purinas, pirimidinas,
• Movilización de los depósitos grasos. aminoácidos glucogenéticos, y algunos neurotrans-
• Resistencia periférica a la insulina, aumento de misores. Por último, interviene en el transporte de
los niveles de glucagón, glucocorticoides, catecola- nitrógeno entre tejidos, en la amoniogénesis renal
minas y hormona de crecimiento. y en la regulación del equilibrio ácido-base.
Los objetivos del tratamiento nutricional son, La administración de glutamina en experimen-
además de corregir o mantener el estado nutricio- tación animal ofrecía unos resultados prometedo-
nal, revertir las alteraciones metabólicas e inmuno- res que, sin embargo, no se han reproducido en los
lógicas secundarias al estrés, y mejorar el pronós- estudios realizados en humanos. Es posible que la
tico del paciente crítico. Para ello, y basándose la adición de glutamina a las fórmulas de nutrición en-
mayoría de las veces en observaciones de experi- teral mejore ciertos índices metabólicos y nutricio-
mentación animal, se empezaron a utilizar hace dos nales en el paciente politraumatizado, pero todavía
décadas, y tanto en nutrición enteral como en nu- no se ha demostrado que exista un verdadero be-
trición parenteral, unos nutrientes especiales, co- neficio desde el punto de vista clínico. Además de
nocidos como “inmunonutrientes” o “farmaconu- utilizarse en el paciente crítico, la glutamina parecía
trientes”, que teóricamente mejoran la respuesta al ser beneficiosa para el tratamiento nutricional de
estrés. Sin embargo, y a pesar de que su utilización la enfermedad de Crohn y del intestino corto. Los
se asocia con mejorías en ciertos índices nutriciona- resultados de los trabajos realizados hasta el mo-
les y metabólicos, todavía no se ha podido demos- mento no han podido demostrar en ninguno de los

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D. del Olmo García | M.A. Koning

dos casos un efecto superior al de las fórmulas es- molalidad en mayor medida que los triglicéridos
tándar que no se suplementan con glutamina. En el de cadena larga porque se disuelven parcialmente,
paciente sometido a trasplante de médula ósea la y pueden ocasionar distensión abdominal, náuseas,
adición de glutamina por vía parenteral parece re- vómitos y diarrea. Además, son metabolizados por
ducir las infecciones y la estancia hospitalaria (ver el hígado a cuerpos cetónicos, y en determinadas
Capítulo 1.15). situaciones que predispongan a la cetosis pueden
• Arginina: también se comporta como con- aumentar la acidosis metabólica.
dicionalmente esencial en el paciente crítico y, pa- • Ácidos grasos poliinsaturados n-3: el
ra algunos autores, la disminución de sus niveles en ácido α-linolénico (18:3 n-3), a través de reaccio-
el paciente gravemente enfermo puede servir co- nes de elongación y desaturación, da lugar a los
mo indicador pronóstico. Es precursor del óxido ácidos eicosapentaenoico (20:5 n-3) y docosa-
nítrico (vasodilatador y citotóxico) e interviene en hexaenoico (22:6 n-3) que son los precursores
el transporte, almacenamiento y excreción de ni- de los eicosanoides antiinflamatorios (prostaglan-
trógeno. La arginina y su metabolito, la ornitina, es- dinas de la serie 3, tromboxano A3 y leucotrieno
timulan la síntesis proteica y de poliaminas. Ade- B5). Las mismas reacciones de elongación y desa-
más, estimula la secreción de algunas hormonas turación conducen a la síntesis de ácido araquidó-
como insulina, glucagón, catecolaminas y hormona nico a partir de los ácidos grasos n-6 (linoleico, 18:
de crecimiento. La arginina es necesaria para la res- 2 n-6). El beneficio teórico de la utilización de fór-
puesta inmune, promoviendo la proliferación linfo- mulas enterales que contienen n-3 se basa en que,
citaria y la activación de los linfocitos T citotóxicos al reducir el aporte de ácidos grasos n-6, disminu-
y de los macrófagos (ver Capítulo 1.15). ye la producción de eicosanoides proinflamatorios
La administración de arginina a animales de ex- derivados del ácido araquidónico, ya que los áci-
perimentación favorece la cicatrización de las he- dos grasos n-3 compiten con el ácido araquidóni-
ridas y tiene un efecto inmunoestimulador. Sin em- co por la ciclo y la lipooxigenasa. La relación n-3/
bargo, en humanos, y al igual que ocurre con la n-6 más beneficiosa está por determinar y quizá
glutamina, sus efectos no parecen tan prometedo- varíe en las distintas situaciones patológicas e in-
res. Aunque en la mayoría de los estudios realiza- cluso en distintas fases de la misma enfermedad,
dos con fórmulas enriquecidas en arginina (frente como se ha propuesto en el caso de la sepsis ini-
a caseína) se objetiva un mejor balance nitrogena- cial y la sepsis tardía. Además, y debido a que los
do y, en los estudios realizados en nutrición enteral procesos de desaturación y elongación son lentos,
perioperatoria, una tendencia a menos complica- en algunas fórmulas se administran los ácidos gra-
ciones posquirúrgicas, en ningún caso se ha podido sos n-3 como eicosapentaenoico y docosahexae-
demostrar una reducción en la mortalidad. Ade- noico directamente.
más, para algunos autores, el efecto inmunoestimu- En modelos experimentales de trauma y sep-
lante de la arginina puede resultar más perjudicial sis, la administración enteral de fórmulas con áci-
que beneficioso en alguna de las fases de la res- dos grasos n-3 disminuye el catabolismo proteico,
puesta frente a la sepsis. y mejora el balance nitrogenado y la función inmu-
• Triglicéridos de cadena media: contie- ne. En humanos, las fórmulas enriquecidas exclusi-
nen ácidos grasos de 6 a 12 átomos de carbono. En vamente en n-3 han sido estudiadas en unos po-
las fórmulas de nutrición enteral se utilizan como cos trabajos con diseños y poblaciones distintas.
fuentes de triglicéridos de cadena media el aceite Sus resultados son contradictorios, pero es posi-
de coco y el de semilla de palma. Para su absorción ble que, según algunos autores, los n-3 modulen en
no necesitan sales biliares ni enzimas pancreáticos, cierta medida la respuesta inmunológica y reduz-
y una vez absorbidos pasan directamente a la circu- can las complicaciones infecciosas.
lación portal. Su utilización como fuente de energía • Nucleótidos: son imprescindibles para la
es también más rápida y sencilla, ya que atraviesan síntesis de los ácidos nucleicos (DNA y RNA)
la membrana de la mitocondria de una forma par- y son precursores de cofactores enzimáticos de
cialmente independiente de la carnitina. múltiples procesos metabólicos. Además, pare-
Sin embargo, también tienen desventajas: no cen tener un efecto inmunoestimulador (ver Capí-
aportan ácidos grasos esenciales, aumentan la os- tulo 1.15).

81
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

Tabla 14. FÓRMULAS ESPECÍFICAS PARA SITUACIONES DE ESTRÉS

kcal no Hid. de
Osmolaridad Proteínas Lípidos
Preparado kcal/ml proteicas/ carbono Presentación
(mOsm/l) (% E) (% E)
gN (% E)
Impact Enteral®
1 298 71 22 53 25 Frascos 500 ml
(Novartis)
Impact Oral® 477 (café)
1 71 22 53 25 Sobres 74 g
(Novartis) 519 (frutas)
Inmunonutril®
336 90 20 60 20 Sobres 98 g
(Clinical nutrition)
Botella RTH
Perative® (Abbott) 1,30 308 89 20,5 54,1 25,4
1.000 ml
Stressnutril®
1 630 133 17 52 31 Sobres 91 g
(Clinical Nutrition)
E: energía total de la dieta.

En animales, la administración de nucleótidos se cantidades variables de aminoácidos libres, arginina


asocia con recuperación de la atrofia intestinal in- y/o glutamina. En los pacientes críticos las fórmulas
ducida por la desnutrición y la nutrición parenteral, poliméricas se toleran mejor que las oligomono-
facilita la regeneración hepática en ratas con cirro- méricas y, según un metaanálisis de 1993 (Heyland
sis o sometidas a hepatectomía, y estimula la res- et al., 1993), incluso reducen las complicaciones in-
puesta inmune, incluyendo la función citotóxica de fecciosas y la mortalidad con respecto a las fórmu-
las células natural killer. Estos efectos, sin embargo, las monoméricas.
no se han podido demostrar en los pocos estudios Los hidratos de carbono representan entre el 46
realizados en humanos. y el 60% del valor calórico total. La fuente es la dex-
trinomaltosa en todos los productos, aunque algu-
nos también aportan almidón de maíz y disacáridos
9.2. Características libres. Dos de las fórmulas contienen fibra. La fuen-
de las fórmulas específicas te de una de ellas es exclusivamente hidrolizado de
para situaciones de estrés goma guar (fibra soluble al 100%) mientras que la
otra utiliza una mezcla de fibras de diferentes oríge-
Actualmente existen en el Vademécum español nes con una proporción soluble:insoluble de 47:53.
de nutrición enteral cinco fórmulas específicas pa- La grasa se aporta como mezcla de triglicéridos
ra el paciente crítico cuya composición, cualitati- de cadena larga y media en distintas proporcio-
va y cuantitativamente, pretende ajustarse a las ne- nes (desde el 18% al 70% de la grasa total). En dos
cesidades de estos pacientes (Tabla 14). Cuatro de las fórmulas se añade aceite de pescado como
de los productos se presentan en polvo con distin- fuente de ácidos grasos n-3, y en el otro producto
tos sabores, y tres en líquido de sabor neutro. Pa- se incorporan directamente ácidos eicosapentae-
ra cubrir las elevadas necesidades de proteínas e noico y docosahexaenoico.
intentar conseguir un balance nitrogenado positi- El número de trabajos que comparan las fórmulas
vo, todas las fórmulas son hiperproteicas, entre el específicas para el paciente crítico frente a fórmulas
20 y el 24% de las calorías, con relaciones kcal no hiperproteicas estándar es muy superior al de las si-
proteicas/g de nitrógeno inferiores a 90. tuaciones previas. Aunque anteriormente se han re-
Exceptuando una que aporta las proteínas como visado uno a uno los nutrientes especiales, las fór-
péptidos a partir de hidrolizado de lactoalbúmi- mulas específicas para situaciones de estrés mezclan
na, todas son fórmulas poliméricas, aunque añaden varios de estos inmunonutrientes. Se han llevado a

82
D. del Olmo García | M.A. Koning

cabo más de 40 estudios prospectivos y aleatori- ra las complicaciones infecciosas es prácticamente


zados utilizando fórmulas especiales que contienen igual a 1. En ninguno de los grupos de pacientes es-
cantidades variables de arginina, ácidos grasos n-3, tudiados disminuye la mortalidad. Por grupos de fór-
nucleótidos y/o glutamina. Sus resultados se han ana- mulas, son las que tienen un alto contenido en argi-
lizado en, al menos, siete metaanálisis (Montejo et al., nina las que no modifican mortalidad, mientras que
2003; Heyland et al., 2001; Heys et al., 1999; Beale las fórmulas con menos arginina parece que incluso
et al., 1999; Smith et al., 1998; Heyland et al., 1998 podrían aumentarla.
y 1994), cuyas conclusiones han sido contradicto- En conclusión, parece prudente no recomen-
rias a lo largo del tiempo. Heyland et al., en sus dos dar la utilización de forma sistemática de las fór-
publicaciones de 1994 y 1998, recomiendan el uso mulas específicas, aunque hay que tener en cuenta
de fórmulas hiperproteicas en lugar de especiales que parecen disminuir las complicaciones infec-
ya que en ninguno de los estudios publicados hasta ciosas y la estancia en Unidades de Cuidados In-
ese momento la inmunonutrición demostraba dis- tensivos de los pacientes críticos posquirúrgicos,
minuir la mortalidad. Más tarde, Smith et al., Heys si bien no afectan a su mortalidad. Es lógico pen-
et al. y Beale et al., aun reconociendo que las fór- sar que, aunque el hipermetabolismo que se ob-
mulas específicas no disminuyen la mortalidad, re- jetiva como respuesta al estrés parece similar, las
comiendan su utilización porque el porcentaje de necesidades de los pacientes críticos son muy di-
complicaciones infecciosas, la estancia en Unida- ferentes dependiendo de la causa de la enferme-
des de Cuidados Intensivos, y secundariamente el dad. Así, los requerimientos del paciente séptico
coste disminuyen. Sin embargo, Heyland et al. en el no son los mismos que los del paciente politrau-
año 2001, haciendo subgrupos de población y de ti- matizado o el recién operado, y, por el momento,
pos de fórmulas, publican unos resultados diferen- se están utilizando las mismas fórmulas para to-
tes. Aunque globalmente, considerando todos los dos ellos. Es necesario realizar nuevos trabajos
pacientes críticos, el riesgo relativo de las compli- en distintos grupos de pacientes críticos que de-
caciones infecciosas es menor usando fórmulas es- muestren claramente que la inmunonutrición no
peciales, esta reducción se objetiva exclusivamente es perjudicial, y que intenten esclarecer en qué
en los pacientes posquirúrgicos, mientras que en el pacientes y qué inmunonutrientes son realmen-
resto de los pacientes críticos el riesgo relativo pa- te beneficiosos.

83
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

10. Resumen
 El término “productos dietéticos para usos nu-  En los últimos 15 a 20 años han ido apareciendo
tricionales específicos” engloba las fórmulas de en el mercado unas fórmulas cuya composición se
nutrición enteral, los suplementos nutricionales aparta de la habitual y que pretenden ajustarse a
y los módulos de nutrición enteral. En los últi- las necesidades especiales de determinadas pato-
mos años se ha producido un desarrollo espec- logías. Actualmente se dispone de fórmulas para
tacular de la nutrición enteral que ha permitido insuficiencia renal, hepatopatía, insuficiencia res-
la aparición en el mercado español de un gran piratoria, diabetes, hiperglucemia, pacientes crí-
número de productos enterales: 135 fórmulas ticos, obesidad, úlceras por presión y pacientes
completas y 21 suplementos nutricionales. En con cáncer. Estas fórmulas, que podrían realmen-
este Capítulo se estudia la clasificación, indica- te incluirse en la clasificación como poliméricas
ciones y usos clínicos de las fórmulas completas u oligomonoméricas, se clasifican aparte bajo el
de nutrición enteral. epígrafe de fórmulas específicas. Al utilizarlas se
persigue un doble objetivo: mantener el estado
 En la literatura pueden encontrarse varias pro- nutricional e influir en la evolución clínica y en
puestas de clasificaciones, pero la más útil es la el pronóstico de la enfermedad para la que fue-
que utiliza la calidad y cantidad de las proteínas de ron diseñadas. Sin embargo, no existe suficiente
la dieta como criterios principal y secundario. Así, evidencia científica para recomendar el uso
una fórmula en cuya composición las proteínas sistemático de estas fórmulas en la mayoría de
se aporten en su forma macromolecular (pro- los pacientes. Sólo en la insuficiencia renal pre-
teínas complejas o péptidos grandes) se clasifica diálisis, el postoperatorio y en los pacientes con
como fórmula polimérica. Por el contrario, si la encefalopatía hepática intolerantes a cantidades
fuente de proteínas está constituida por péptidos normales de proteínas estaría indicada la selec-
pequeños o por aminoácidos, la fórmula se clasi- ción de fórmulas específicas. En el resto de las
fica en el grupo de fórmulas oligomonoméricas, situaciones habrá que esperar a la publicación de
peptídicas o elementales. La cantidad de proteínas nuevos estudios que demuestren que las fórmu-
se considera el criterio clasificatorio secundario. las específicas son superiores a las estándar.
Una fórmula es normoproteica si contiene menos
del 18% de las calorías en forma de proteínas, e
hiperproteica si esa proporción es superior al
18%. Se considera que esta forma de clasificar las
fórmulas enterales es la más útil desde un punto
de vista clínico porque permite agruparlas según
sus indicaciones clínicas:
• Las fórmulas poliméricas están indicadas en prác-
ticamente cualquier situación, reservando las fór-
mulas oligomonoméricas para los pacientes que
no toleran las poliméricas o tienen gravemente
comprometida la función gastrointestinal (enteri-
tis actínica, síndrome de intestino corto, etc.).
• Las fórmulas normoproteicas cubren las necesi-
dades habituales de la mayoría de los pacientes.
En situaciones de estrés metabólico o en casos
en los que predomina la desnutrición proteica
han de utilizarse fórmulas hiperproteicas.

 Existen, además de estos criterios fundamenta-


les, otros denominados accesorios, que permiten
establecer subgrupos dentro de los grupos prin-
cipales. Tal es el caso de la densidad energética y
de la presencia o no de fibra en la fórmula.

84
D. del Olmo García | M.A. Koning

11. Bibliografía
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Review). En: The Cochrane Library. Issue 3. Oxford: Update nal failure (Cochrane Review). En:The Cochrane Library. Issue
Software, 2003. 1. Oxford: Update Software, 2000.
Revisión sistemática de la literatura sobre el uso de los ami- Revisión sistemática de la literatura sobre la influencia de las
noácidos de cadena ramificada en nutrición ar tificial. Recoge dietas con restricción proteica en el inicio de la diálisis. Recoge
todos los estudios aleatorizados publicados desde 1980 a los estudios aleatorizados que comparan el uso de dietas con
2002 que comparan la utilización de aminoácidos de cadena distintas cantidades de proteínas en pacientes con insuficiencia
ramificada con cualquier otro tratamiento, incluyendo fórmu- renal moderada y severa (se excluyen los pacientes con dia-
las isocalóricas e isonitrogenadas. La búsqueda se realiza en betes, para los cuales la Cochrane Library está realizando una
MEDLINE y en EMBASE y se seleccionan 11 estudios que nueva revisión sistemática). La búsqueda se realiza en MEDLINE
cumplen los criterios de inclusión. Las conclusiones funda- y EMBASE desde 1966 a 2002, y se seleccionan 7 estudios que
mentales son que no existe evidencia que apoye que el uso incluyen 1.494 pacientes. Se puede concluir que la restricción
de aminoácidos de cadena ramificada mejore le encefalopa- proteica, mantenida al menos durante 1 año, ralentiza la en-
tía hepática establecida ni la supervivencia de los pacientes trada en diálisis. No se puede establecer el grado óptimo de
con hepatopatía. restricción.

American Diabetes Association. Nutrition Principles and Heyland DK, Novak F, Drover J, Jain M, Su X, Suchner U. Should
recommendations in diabetes. Diabetes Care 2004; 27 (Suppl immunonutrition become routine in critically ill patients?
1): 536-46. JAMA 2001; 286 (8): 944-53.
Recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes Revisión sistemática de la literatura sobre el efecto de la inmu-
sobre los requerimientos y tratamiento nutricional de las nonutrición. La búsqueda incluye todos los estudios prospecti-
personas con diabetes. Estas recomendaciones, que se revisan vos y aleatorizados desde 1990 a 2000 y se realiza en MEDLINE,
de forma anual y se publican en la revista Diabetes Care, se EMBASE, Biosis, CINAHL y en el Registro de Estudios Prospecti-
extienden a todas las áreas de la diabetes mellitus, desde la vos Aleatorizados de la Cochrane Library. Se seleccionan 22 estu-
dieta, el tratamiento farmacológico, las complicaciones agudas dios que incluyen un total de 2.419 pacientes y que comparan el
y crónicas, etc. uso de fórmulas con inmunonutrientes versus fórmulas estándar
en pacientes críticos y posquirúrgicos. Las conclusiones son que
Del Olmo D, Koning MA, De Juana P, Vázquez C. Nutrición la inmunonutrición reduce las complicaciones infecciosas de los
enteral. En: Vázquez Martínez C, Santos-Ruiz Díaz MA. pacientes quirúrgicos, pero no se asocia con una reducción de
Vademécum de Nutrición Artificial (eds.). Grafinat. Madrid, la mortalidad. Además, el efecto de las fórmulas con inmunonu-
2004. trientes varía dependiendo de la población, del tipo de fórmula
Vademécum de los productos de nutrición enteral comercia- (cantidad de arginina) y de la calidad metodológica del estudio
lizados en España y agrupados según la clasificación que se analizado. Por este motivo, Heyland et al. no recomiendan el uso
recomienda en el presente Capítulo: calidad y cantidad de las de las fórmulas específicas hasta que no se hayan definido la
proteínas (criterios principal y secundario), densidad calórica y población y los tipos de inmunonutrientes adecuados.
presencia de fibra (criterios accesorios).
Talbot JM. Guidelines for the scientific review of enteral food
Del Olmo D, Koning MA, López T, Alcázar V, Martínez de Icaya products for special medical purposes. JPEN 1991; 15 (3):
P, Vázquez C. Utilización de las fórmulas de nutrición enteral. 99S-174S.
Recomendaciones basadas en la evidencia. Endocrinol Nutr Guías de práctica clínica sobre el uso de las fórmulas específicas
2002; 49 (Suppl 2): 9-14. de nutrición enteral para la insuficiencia renal, la encefalopatía
Revisión sistemática de la literatura sobre la eficacia de las hepática, la insuficiencia respiratoria, y el paciente crítico. Para
fórmulas específicas de nutrición enteral. La búsqueda biblio- cada una de las patologías se realiza, previamente a las reco-
gráfica se realiza en MEDLINE y en el Registro de Estudios mendaciones de utilización, una revisión no sistemática de la
Prospectivos Aleatorizados de la Biblioteca Cochrane, selec- literatura publicada.
cionándose los metaanálisis y estudios aleatorizados (publica-
dos entre enero de 1988 y enero de 2002) que comparan
fórmulas estándar versus fórmulas específicas en NE total
en las siguientes patologías: insuficiencia renal, insuficiencia
hepática, diabetes mellitus, insuficiencia respiratoria y estrés.
La conclusión fundamental es que no se puede recomendar
el uso sistemático de fórmulas específicas salvo en la insufi-
ciencia renal crónica en prediálisis (restricción proteica) y en
la encefalopatía hepática intolerante a proteínas (aminoácidos
de cadena ramificada).

85
Capítulo 4.3. Productos dietéticos para usos...

12. Enlaces web

 www.accp.com/p4b8samplemod2.pdf

 www.rxkinetics.com/tpntutorial/1_1.html

 www.chospab.es/DIRMEDICA/PROTOCOLOS/nutricion/apoyonutricional/nutricionenteral.htm

 www.uninet.edu/tratado/c050804.html
 www.seenweb.org

86
4.4. Suplementos nutricionales como
soporte de la dieta convencional

Pilar García Peris Cristina Cuerda Compés Miguel Camblor Álvarez


Capítulo 4.4.

Suplementos nutricionales como soporte


de la dieta convencional

1. Introducción

2. Generalidades
2.1. Concepto
2.2. Criterios para una prescripción apropiada. Indicaciones y contraindicaciones
2.3. Clasificación de los suplementos nutricionales. Criterios de selección
2.4. Distribución horaria

3. Suplementos nutricionales en diferentes patologías


3.1. Oncología
3.2. Fibrosis quística
3.3. Enfermedad pulmonar
3.4. Infección por VIH
3.5. Geriatría

4. Conclusiones

5. Resumen

6. Bibliografía

7. Enlaces web
Objetivos

n Conocer el concepto actual de los suplementos nutricionales.


n Determinar los criterios básicos para una prescripción adecuada.
n Aprender los criterios de selección de los mismos.
n Analizar los diferentes preparados que existen en el mercado.
n Establecer la evidencia científica de la utilidad de los suplementos nutricionales en diferentes patologías.
n Examinar la forma de administración, horario, tiempo que se deben mantener, etc.
1. Introducción

N
o cabe duda de que una correcta alimentación consigue el mantenimien-
to del estado nutricional o la recuperación del mismo, en caso de que
se encuentre afectado. La desnutrición es una realidad frecuente tanto
en el ámbito hospitalario como en la comunidad. Se llega a la desnutrición bien
sea por una menor ingesta, por una alteración del metabolismo de nutrientes o
por un exceso de los mismos. La prevención de la desnutrición depende de la
identificación precoz de los individuos en riesgo de padecerla. Las consecuencias
de la desnutrición dependen del tiempo que se mantenga una ingesta inadecuada
y de las enfermedades previas o actuales del paciente. Desde hace años se co-
nocen bien los efectos deletéreos de la desnutrición: retraso en la cicatrización,
aumento de las complicaciones y mayor número de ingresos. Todo ello provoca
un aumento de la morbimortalidad, de la estancia media hospitalaria y de los
costes generados por la enfermedad. La desnutrición también está presente en el
ambiente extrahospitalario, por lo que no es de extrañar que los suplementos se
utilicen cada vez más en la comunidad. Los reciben pacientes de todas las edades
que, generalmente, sufren enfermedades que afectan el estado nutricional.
Como es lógico, lo más fisiológico es comer por vía oral. Sin embargo, en mu-
chas ocasiones es difícil conseguir un óptimo aporte de nutrientes por esta vía
a pesar de dar consejos para optimizar la dieta tradicional, porque el paciente tie-
ne problemas de dentición, problemas salivares, disfagia o simplemente problemas
de tipo social (aislamiento, etc.) o económicos. Cuando esto ocurre es necesario
variar la textura de los alimentos, para mantener una deglución adecuada. Si a
pesar de ello la ingesta de nutrientes sigue siendo deficitaria, está indicada la
prescripción de suplementos nutricionales.
A pesar de ello, hay pocos estudios de intervención aleatorios que aporten su-
ficiente evidencia científica para el uso de los suplementos en las distintas patolo-
gías. Esta es la causa de que no existan unas recomendaciones clínicas específicas
para la utilización de la mayoría de estos productos.
En este Capítulo se va a definir lo que actualmente se entiende por suplemen-
tos nutricionales, los objetivos que se deben planificar antes de su prescripción,
los criterios de selección y los tipos de preparaciones que existen en el mercado.
Igualmente se estudiarán las indicaciones de los suplementos nutricionales en
determinadas patologías.

91
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

2. Generalidades importante, sobre la capacidad funcional del mis-


mo. El conocimiento previo de estas premisas ha-
2.1. Concepto rá posible una evaluación posterior de la repercu-
sión de los suplementos nutricionales sobre esos
Los suplementos nutricionales se definen como parámetros.
aquellos preparados para usos nutricionales especí- Desgraciadamente, esta premisa sobre el uso
ficos, completos o no en cuanto a su composición, de los suplementos nutricionales, que parece tan
que completan una dieta oral insuficiente. Como se evidente, no siempre se sigue y cuando se revi-
ha comentado con anterioridad, en la actualidad no san metaanálisis sobre la utilización de los suple-
existe un consenso para recomendar el empleo de mentos nutricionales, se observa con una frecuen-
suplementos nutricionales en pacientes con diferen- cia relativamente alta que no están registrados los
tes patologías. pesos previos de los enfermos, ni tampoco, co-
Con la evidencia actual, los suplementos nutri- mo es lógico, los pesos finales tras la intervención;
cionales sólo parecen tener un posible o probable muchas veces no queda registrado por escrito el
efecto beneficioso en aquellos enfermos que pre- nombre del suplemento nutricional empleado ni la
sentan un riesgo de desnutrición moderado o al- cantidad, y por supuesto rara vez, se conoce el be-
to, mientras que en los pacientes con un bajo ries- neficio real de los mismos.
go de desnutrición el beneficio parece improbable Por tanto, los objetivos que hay que plantear a
(Figura 1). Por este motivo, la indicación no de- la hora de prescribir los suplementos orales son:
be hacerse sin una información exacta sobre la aumentar la ingesta total de energía, mantener y/
ingesta espontánea de alimentos por vía oral, el o recuperar el estado nutricional y mantener y/o
estado nutricional del paciente y, lo que es más mejorar la capacidad funcional del paciente.

Figura 1. Beneficios de los suplementos nutricionales según el grado de desnutrición. Fuente: Stratton RJ, Green CJ, Elia M.
Disease-related malnutrition: an evidence-based approach to treatment. CABI Publishing. London, UK, 2003: 173.

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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

2.2. Criterios para una Tabla 1. TIPOS DE SUPLEMENTOS


prescripción adecuada.
Indicaciones y contraindicaciones Nutrientes
• Energéticos: densidad calórica ≥ 1,5 kcal/ml
Toda prescripción de suplementos nutricionales
• Proteicos: aporte de proteínas ≥ 18%
debe ir siempre precedida de una evaluación co-
rrecta del estado nutricional. Además, los criterios • Mixtos: energéticos y proteicos
para una prescripción apropiada de los suplemen- • Con o sin fibra
tos nutricionales son que el paciente presente una Patología
ingesta oral insuficiente, que haya recibido conse- • Específicos: diabetes, malabsorción
jos dietéticos y/o que presente alteraciones en la de grasas, úlceras por decúbito...
deglución, capacidad de absorción alterada, o cir- Presentación
cunstancias sociales que hagan difícil una modifica-
• Sabor: chocolate, vainilla, café, salados...
ción dietética.
• Consistencia: polvo, líquido, semisólido
Las contraindicaciones teóricas de los suple- (pudding, natillas) y barritas
mentos nutricionales serán que el paciente tenga
• Envase: brik, botella de cristal, lata...
un buen estado nutricional y no se prevea alte-
ración en su ingesta oral, así como los pacientes
con riesgo de sufrir broncoaspiración (disfagia
importante, alteración del estado de concien- Tabla 2. CRITERIOS DE SELECCIÓN
cia, etc.). DE LOS SUPLEMENTOS

• Características físicas: sabor, olor,


2.3. Clasificación de los consistencia y aspecto
suplementos nutricionales. • Composición de nutrientes
Criterios de selección • Biodisponibilidad de nutrientes
• Función gastrointestinal
Los suplementos nutricionales se clasifican se- • Enfermedad del paciente
gún el tipo de nutriente en energéticos (densi- • Coste
dad calórica ≥ 1,5 kcal/ml), proteicos (aporte de
proteínas ≥ 18% del valor calórico total), mixtos
(energéticos y proteicos) y, finalmente, con y sin fi-
bra (Tabla 1).
Según la patología específica para la que se han 2.4. Distribución horaria
definido, se dispone de suplementos para diabetes
mellitus, síndromes de malabsorción, insuficiencia La distribución horaria es variable y siempre de-
respiratoria, cáncer, úlceras por presión, etc. be adaptarse individualmente: entre comidas, en
Dependiendo de la presentación del suplemen- pequeñas tomas a lo largo del día, con la comida
to nutricional, se clasifican: principal, con la medicación, al despertar, por la tar-
• Según el sabor (vainilla, chocolate, café, naran- de o por la noche. Siempre se debe intentar conse-
ja, melocotón, etc.). guir que los suplementos nutricionales no disminu-
• Según la consistencia (polvo, líquido, semisólido yan el consumo de alimentos por vía oral.
-natillas y pudding-, y barritas). La temperatura de los mismos es algo que depen-
• Según el envase (brik, botella de cristal, lata, etc.). de de las apetencias del enfermo, si bien es verdad
Los criterios de selección de los suplementos que, en general, se prefieren fríos. Siempre, eso sí, se
nutricionales deberán tener en cuenta sus caracte- debe insistir en que se tomen despacio, bien con la pa-
rísticas físicas (sabor, olor, consistencia y aspecto), jita que muchos llevan anexa en el envase o en vaso.
la composición de nutrientes, la función gastroin- Tanto el horario como el tipo de suplemento se
testinal del paciente, la enfermedad subyacente y el deben establecer de acuerdo con el paciente, con
coste (Tabla 2). los familiares o con el personal responsable.

93
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

3. Suplementos rizados que han comparado la eficacia de los su-


nutricionales en diferentes plementos nutricionales en pacientes con cáncer
patologías (Tabla 3). Los resultados en cuanto a los objeti-
vos antes reseñados (aumento de la ingesta de nu-
3.1. Oncología trientes, mejoría del estado nutricional y del esta-
do funcional de los pacientes) son muy dispares, y
Entre un 40% y un 80% de los pacientes con cán- en muchos casos muy pobres. De hecho, sólo en
cer desarrolla algún grado de desnutrición durante el los trabajos de Arnold et al. (1989), Douglas et al.
curso de la enfermedad. La etiología de la desnutri- (1978), Evans et al. (1987) y Ovesen et al. (1992) se
ción es multifactorial. En primer lugar existen facto- constata un aumento de la ingesta total de ener-
res relacionados con el tumor, que van a dar lugar a gía. Con respecto al estado nutricional, únicamen-
alteraciones mecánicas o funcionales del aparato di- te mejoraba de forma estadísticamente significativa
gestivo que, dependiendo de la localización del tu- en los trabajos de Nayel et al. (1992) y Ovesen et
mor, afectarán de forma distinta la ingesta de alimen- al. (1992). El estado funcional variaba positivamen-
tos, su masticación, su digestión o su absorción. En te en los trabajos de Douglas et al. (1978), Flynn et
segundo lugar, la presencia de un tumor conlleva la al. (1987) y Nayel et al. (1992).
alteración per se de la digestión, de la absorción y del De todas formas, hay que señalar que estos es-
metabolismo de todos los principios inmediatos. En tudios presentan problemas importantes de dise-
tercer lugar, el propio tumor produce sustancias ca- ño, que hay que tener en cuenta a la hora de in-
quectizantes, que no hacen sino agravar el problema. terpretar los resultados. Por ejemplo, en un mismo
Entre los factores relacionados con el paciente estudio se incluyen pacientes con diferentes tipos
hay que destacar sus hábitos adquiridos y la ano- de tumores en distintos estadios, o incluso no se
rexia debida a la presencia del tumor, que es deter- definen éstos; igualmente, hay enfermos con radio-
minante en la etiología de la desnutrición. terapia, quimioterapia, o ambas.
Por último, están los factores relacionados con Es importante resaltar que no se define cuándo
el tratamiento. En este sentido hay que hacer én- hay que comenzar con los suplementos nutriciona-
fasis en que tanto la cirugía como la quimioterapia les; el aporte de calorías es aleatorio, y también lo es
y la radioterapia inciden negativamente en el esta- la duración del tratamiento con los mismos. En este
do nutricional de los pacientes. sentido deben tenerse en cuenta los criterios esta-
Como resultado de todo lo anteriormente ex- blecidos para la prescripción adecuada de suplemen-
puesto, el paciente con cáncer puede desarrollar un tos nutricionales, que ya se han comentado y que es
cuadro de caquexia, que va a tener una repercusión imprescindible seguir, para optimizar el tratamiento.
negativa en su evolución al dar lugar a un aumento de Una vez que se ha decidido utilizar suplemen-
la morbimortalidad. Desde un punto de vista nutri- tos nutricionales, hay que optar por elegir el pre-
cional será por tanto necesario siempre realizar una parado más adecuado para cada paciente. Para esta
valoración nutricional y ver si está indicado un poste- elección hay que tener en cuenta dos aspectos: en
rior tratamiento. En el caso de que esté indicado un cuanto al enfermo, su patología de base que es un
soporte nutricional, el médico debe comenzar por tumor, y la función gastrointestinal; en lo referente
dar consejos dietéticos con el fin de optimizar la die- a los propios suplementos nutricionales, la compo-
ta oral. Si estos no son suficientes se utilizarán los sición de nutrientes y las cualidades físicas (sabor,
fármacos disponibles en el mercado para mejorar la olor, consistencia, etc.), ya que estos pacientes pre-
anorexia, por ejemplo el acetato de megestrol. Cuan- sentan alteraciones en el gusto, olfato, etc.
do todo esto falla hay que optar por los suplementos A la pregunta acerca de si existe un suplemen-
nutricionales y, si esta opción de tratamiento también to nutricional ideal para los pacientes oncológi-
es insuficiente, se recurrirá a la nutrición artificial. cos, la respuesta es que hoy por hoy no, pero que
En el contexto concreto de suplementos nutri- sí hay una serie de características que debe inten-
cionales y oncología, no son demasiados los traba- tarse que cumplan. Por ejemplo, y salvo contra-
jos que muestran una evidencia científica suficien- indicación explícita, las dietas serán poliméricas
te al respecto. En una revisión de la literatura se estándar y de alta densidad calórica, para poder
han encontrado 10 estudios controlados y aleato- aportar en menos volumen más calorías y facilitar

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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

Tabla 3. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES CON CÁNCER

Estudios Cánc./trat. ↑ Ingesta ↑ Est. nut. ↑ Est. fun. Tiempo

Arnold Cabeza, cuello/ Sí ns No 10 sem


1989 Radioterapia
Brown Abdominal/ - ns - 4-6 sem
1980 Radioterapia
Douglas Gástrico/ Sí ns Sí 2-4 sem
1978 Radioterapia
Elkort Mama/ - ns No 12 m
1981 Quimioterapia
Evans Colon, pulmón/ Sí ns No 12 sem
1987 Radiot., quimiot.
Flynn Cabeza, cuello - - Sí 2-4 sem
1987
Foster Abdominal/ - ns - 6 sem
1980 Radioterapia
McCarter Esófago,
1998 estómago, - - No 1 sem
páncreas
Nayel Cabeza, cuello/ - Sí Sí 2-4 sem
1992 Radioterapia
Ovesen Pulmón, ov., mama/ Sí Sí - 2m
1992 Quimioterapia

Cánc.: cáncer; Est. fun.: estado funcional; Est. nut.: estado nutricional; m: meses; ns: no significativo; ov.: ovario; sem:
semanas; trat.: tratamiento.

así el cumplimiento de la prescripción. La presen- En cuanto a los prebióticos, al retrasar el va-


tación y el sabor deben siempre individualizarse. ciamiento gástrico, disminuir el tránsito intestinal
En la actualidad se está trabajando en el dise- y aumentar la producción de ácidos grasos de ca-
ño de fórmulas específicas para estos pacientes. En dena corta, serían de elección también en la ente-
concreto hay estudios con ácido eicosapentaenoi- rocolitis secundaria a radioterapia.
co y ácido docosahexaenoico. Se ha demostrado No cabe la menor duda de que el diseño de
que ambos pueden tener un efecto inhibidor so- dietas con nutrientes específicos parar enfermos
bre el crecimiento tumoral, disminuir la degrada- con cáncer, que además de mantener y/o recupe-
ción de proteínas musculares y favorecer la supre- rar el estado nutricional de estos pacientes mo-
sión de citokinas proinflamatorias. Dentro de este dularan el caos metabólico existente en ellos, se-
apartado de nutrientes específicos hay que men- ría muy positivo.
cionar también los probióticos. En este sentido, se En otro orden de cosas, no debe olvidarse hacer
ha demostrado que disminuyen la apoptosis y la hincapié en el horario y en el tiempo de duración de
producción de citokinas proinflamatorias, y pue- la suplementación. En cuanto a la duración del tra-
den preservar la integridad de la barrera intestinal. tamiento, los estudios controlados y aleatorizados
Estas acciones serían fundamentales en la preven- antes comentados están realizados a tiempo muy
ción y/o en el tratamiento de la enterocolitis por variable y muchas veces demasiado corto (entre 2
radioterapia. semanas y 12 meses). Parece que los suplementos

95
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

nutricionales se deben mantener durante todo el que en algunos casos también se incluyeron adul-
tiempo que sea necesario, hasta que el paciente rea- tos. Todas estas diferencias en el diseño de los es-
lice una alimentación oral suficiente. tudios hacen que los resultados sean variables de
unos a otros.
En la mayoría de los trabajos la suplementa-
3.2. Fibrosis quística ción nutricional produjo un aumento significativo
del peso corporal, así como del peso en relación
La fibrosis quística o mucoviscidosis es una en- con la edad y con la talla. En algunos estudios tam-
fermedad hereditaria (autosómica recesiva) que bién se observó un aumento significativo de la ta-
afecta a las glándulas exocrinas y que origina una lla para la edad. La edad ósea también aumentó en
amplia variedad de manifestaciones clínicas. La im- dos de los trabajos [Berry et al. (1975) y Yassa et al.
portante morbimortalidad de esta enfermedad es- (1978)]. En algunos estudios también se obtuvieron
tá relacionada con la afectación pulmonar y sus mejorías en la masa magra y en la masa grasa.
complicaciones, que son responsables del 95% de En muchos trabajos se observó un aumento de
las muertes en estos pacientes. Además, el 85% de la ingesta calórica total, a pesar de que los pacien-
los pacientes presentan insuficiencia pancreática. tes se quejaron de la saciedad producida por los
En las dos últimas décadas se han producido suplementos y de su baja palatabilidad. En algunos
avances sustanciales en el conocimiento de esta en- de ellos se pudo constatar que más del 80% de la
fermedad, lo que ha permitido aumentar la super- energía aportada por los suplementos se suma-
vivencia de estos pacientes desde los 10 años hasta ba a la ingesta oral del enfermo. En el estudio de
más de los 40 años desde el momento del diag- Yassa et al. se observó una disminución del apeti-
nóstico. Múltiples trabajos demuestran la íntima re- to. Con los datos aportados por los estudios no
lación que existe entre el estado nutricional y la hay información suficiente para recomendar un
evolución de la enfermedad respiratoria en estos modo de suplementación concreto ni un horario
pacientes. Asimismo, entre los niños afectados por (mañana, tarde, noche). En casi todos los trabajos,
esta enfermedad es frecuente el retraso del creci- la suplementación nutricional produjo una mejo-
miento y del desarrollo, que mejora cuando se ins- ría funcional difícil de cuantificar en los pacien-
taura un soporte nutricional apropiado. Por todo tes, consistente en mejoría del estado general,
ello, resulta de gran importancia optimizar el estado mayor actividad física, mejoría pulmonar, mejoría
nutricional de estos pacientes mediante la prescrip- del sueño, reducción en el número de hospitali-
ción de dietas orales adecuadas y de nutrición arti- zaciones, mejoría de la diarrea, mejorías en el pe-
ficial (suplementos, nutrición enteral o parenteral). lo y uñas, etc.
Se han publicado 13 estudios en pacientes no En cuanto al efecto de la interrupción de la su-
hospitalizados con la administración de suplemen- plementación nutricional, sólo fue estudiado en el
tos nutricionales añadidos a la dieta oral (Ta- estudio de Yassa et al., en el que se produjo una pér-
bla 4). De ellos, sólo tres son aleatorizados. En dida de peso o un enlentecimiento en el incremen-
otros tres se incluyó un grupo control. Una de to del peso y talla, sin que se afectase la edad ósea.
las razones por las que la mayoría de los trabajos
no incluían un grupo control fue de orden ético,
ya que los pacientes tratados presentaban retraso 3.3. Enfermedad pulmonar
del crecimiento.
En la mayoría de ellos los suplementos utiliza- Los pacientes con obstrucción crónica al flujo aé-
dos fueron de fabricación casera, aunque en algu- reo son candidatos a padecer desnutrición, por lo
nos casos se utilizaron preparados comerciales. El que se debe descartar su presencia en todos ellos.
aporte energético que supuso la suplementación Ha habido varios trabajos que han estudiado
en la dieta de los pacientes fue muy variable (entre la utilidad de los suplementos nutricionales en
el 20 y el 100% de la ingesta recomendada). La du- estos pacientes (Tabla 5). De ellos, nueve son
ración de la suplementación también fue muy va- aleatorizados y el resto no. En general, la mayo-
riable, desde varias semanas hasta varios años. La ría de los estudios muestran que existe mejoría
mayoría de los estudios se hicieron con niños, aun- en aquellos pacientes con un peso corporal infe-

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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

Tabla 4. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN FIBROSIS QUÍSTICA

Estudio Suplemento Duración N.º pacientes Edad kcal Resultados


(años) prescritas

Scondel et Magnacal® 2 sem 16 S 7-16 a 30% RDI P y T = ↑ ingesta,


al., 1987* ↑ saciedad, ↓ apetito
Kalnins et Boost plus® 3m 7S > 10 a 20% RDI ↑P
al., 1996* 6 noS
Steinkamp Fresubín® 3m 16 S >4a 500-800 ↑ P, ↑ masa grasa
et al., 2000* 20 noS kcal
Allan et al., Casero 3 m-3 a 17 S 6-20 a 100% RDI ↑ P, ↑ T (ns), mejoría
1973 11 S 50% RDI funcional
Barclay et Albumaid® y 1a 12 S 5 m-8 a 100% RDI ↑ P, mejoría funcional
al., 1975 Caloreen®
Berry et al., Casero 1a 15 S 10 m-18 a 50-70% ↑ P, ↑ T (ns), ↑ edad ósea,
1975 15 noS RDI mejoría funcional
Hayes et al., 3m 10 S 17-19 a 600 kcal ↑P
1995
Kashirskaja Casero 1a 42 S 4 m-15 a ↑ P, mejoría funcional
et al., 1996
Parsons et Casero 1a 8S 4,1-7,7 a 31% RDI ↑ P, ↑ T (ns), ↑ ingesta
al., 1983
Rettammel et 3m 20 S 5-27 a 30% RDI ↑P
al., 1995
Shepherd et Vipep® 6m 7S 5,2-13,2 a 1.000-1.200 ↑ P, ↑ T, ↑ ingesta,
al., 1983 8 noS kcal mejoría funcional
Skypala et Scandishake® 2m 26 S 9-34 a 20% ↑ P, ↑ ingesta
al., 1998 basales
Yassa et al., Casero 1a 28 S 3,2-16 a 100% RDI ↑ P, ↑ T, ↑ edad ósea,
1978 15 noS ↓ apetito

*Aleatorizado.
a: años; m: meses; noS: grupo no suplementado; ns: no significativo; P: peso; RDI (Recommended Dietary Intake): inges-
ta dietética recomendada; S: grupo suplementado; sem: semanas; T: talla.

rior al 90% del peso ideal o con un índice de ma- gard et al.: 83%). El efecto de los suplementos so-
sa corporal (IMC) inferior a 20 kg/m2. La ganan- bre el apetito, o el momento del día en que de-
cia ponderal media en el conjunto de los estudios ben proporcionarse son dos aspectos que no han
oscila entre 1,5 y 4,4 kg, con una media de 2,6 kg. sido estudiados.
Desde el punto de vista antropométrico, en el Respecto a la capacidad funcional, hay evidencias
50% de ellos se mostró una mejoría de los plie- que muestran que, en aquellos pacientes en los que
gues cutáneos y de la circunferencia media mus- se consiguió una ganancia ponderal igual o superior
cular del brazo. a 2 kg, hubo una disminución de la sensación de dis-
En cuanto a la ingesta energética, ésta aumen- nea, una mayor distancia caminada y una mejoría tan-
tó de manera significativa y se aproximó a un to de la fuerza de la musculatura respiratoria como
50% de la energía aportada por el suplemento de la prensil [Efthimiou et al. (1988) y Fuenzalida et
(Efthimiou et al.: 53%; Lewis et al.: 57%; Norre- al. (1990)]. Asimismo, estos dos autores han estudia-

97
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

Tabla 5. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES


CON ENFERMEDAD PULMONAR

Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal prescritas Resultados

Donahoe 16 sem 10 S ↑ Ingesta, ↑ P y mejoría


et al., 1989* 7 noS funcional
Efthimiou Build up® 3m 7S 640-1.280 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC,
et al., 1988* 7 noS ↑ CMMB y mejoría funcional
Fuenzalida Sustacal® 6 sem 5S 1.080 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC,
et al., 1990* 4 noS ↑ CMMB y mejoría funcional
Ganzoni Fresubín® 12 m 14 S ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC
et al., 1994* 16 noS
Knowles Sustacal® 2m 12 S 50% TEI ↑ Ingesta, ↑ P y mejoría
et al., 1988* 13 noS funcional
Lewis et Isocal HN® 8 sem 10 S 960 kcal ↑ Ingesta, ↑ P (ns)
al., 1987* 11 noS
Norregard Novo® 5 sem 9S 600 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ FFM y
et al., 1987* 7 noS mejoría funcional
Otte et al., Novo® 13 sem 13 S 400 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, 4 pliegues
1989* 15 noS
Rogers et Varios 16 sem 15 S ↑ Ingesta, ↑ P y mejoría
al., 1992* 12 noS funcional
Openbrier Sustacal® 12-22 m 9S 750-1.000 kcal ↓P
et al., 1984 Ensure®
Pardy et Sustacal® 2m 25 S ↑ Ingesta
al., 1986
Sridhar et Build up® 4m 9S ↑ P (ns)
al., 1994 Fortisip®
Maxijul®
Stauffer 1m 10 S 1.080 kcal ↑ Ingesta, ↑ P (ns)
et al., 1986
Wilson et 3105F® 1m 43 S 750 kcal ↑ Ingesta
al., 1964
Wilson et 2 sem 3S 150% RDI ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC,
al., 1986 ↑ CMMB y mejoría funcional
*Aleatorizado. CMMB: circunferencia media muscular del brazo; FFM (Fat-Free Mass): masa magra; m: meses; noS: grupo no
suplementado; ns: no significativo; P: peso; PTC: pliegue tricipital; RDI: ingesta dietética recomendada; S: grupo suplementado;
sem: semanas; TEI: ingesta energética total.

do la repercusión de la suspensión de los suplemen- 3.4. Infección por VIH


tos y han observado que, a los tres meses de suspen-
derlos, los pacientes vuelven al consumo de energía Los pacientes con infección por el virus de la in-
previo, pierden un 30% del peso ganado con el suple- munodeficiencia humana (VIH) presentan frecuente-
mento, y desaparece la mejoría funcional que se ha- mente una alteración del estado nutricional. Aunque
bía conseguido. el mayor control de la enfermedad con los nuevos tra-

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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

tamientos antirretrovirales ha contribuido a mejorar ron otras medidas antropométricas (pliegues cu-
el estado nutricional de estos pacientes, todavía siguen táneos, circunferencia muscular) no se encontra-
siendo un grupo de riesgo de presentar desnutrición. ron cambios significativos, salvo en el estudio de
Los trabajos clásicos demostraron una relación en- De Luis et al. (2003), en el que observó un aumen-
tre la pérdida de peso y la supervivencia de estos pa- to significativo del pliegue tricipital en el grupo su-
cientes. Los estudios que han analizado la ingesta de plementado.
estos enfermos muestran en muchos casos ingestas En algunos trabajos en los que se realizó bioim-
normales, si bien esto depende mucho del grupo de pedancia se objetivó un aumento de la masa grasa.
riesgo (drogadictos en comparación con homosexua- Sólo en el estudio de Pichard et al. (1998) se obser-
les). Los resultados de los estudios con suplementos vó también un aumento de la masa libre de grasa.
orales en pacientes con infección por VIH han sido La utilización de los suplementos no condujo a
poco concluyentes por varias razones: un aumento de las calorías totales en la mayoría
• En algunos estudios se incluyeron pacientes en de los estudios. En los de Chlebowski et al. (1993),
diferentes estadios de infección por VIH. Suttman et al. (1996), Álvarez et al. (2000) y De
• En muchos de los trabajos los pacientes pre- Luis et al. (2003) se observó que sólo un 20% de
sentaban un índice de masa corporal normal al ini- las calorías aportadas por el suplemento se suma-
ciar el estudio. ban a la ingesta oral del paciente. En el estudio de
• El tiempo de suplementación fue muy corto en Hoh et al. (1998) este porcentaje fue mayor, con
muchos de ellos. entre un 36 y un 67%.
• En la mayoría de los estudios la utilización de La utilización de suplementos diferentes (textu-
suplementos orales no produjo un aumento en ra, sabor) en los pacientes puede resultar una me-
la ingesta calórica total debido a reducciones en la dida eficaz para mejorar la ingesta total. Asimismo,
dieta oral habitual y/o a la mala tolerancia a los su- la ingesta de suplementos puede incrementar la in-
plementos. gesta de micronutrientes.
Se han recogido los resultados de trece estu- Los estudios anteriores tampoco aportan datos
dios aleatorizados y ocho no aleatorizados reali- sobre la preferencia en el horario de la ingesta de
zados con pacientes no hospitalizados (Tabla 6). los suplementos a lo largo del día.
Tres de los estudios aleatorizados compararon el En algunos de los estudios se recogieron mejo-
grupo suplementado con otro no suplementado rías funcionales: estado inmunológico, función cog-
[Berneis et al. (2000), Gibert et al. (1999) y Ra- nitiva, función gastrointestinal, reducción en el nú-
beneck et al. (1998)], mientras que en el resto se mero de hospitalizaciones. En la mayoría de ellos
compararon los efectos de dos fórmulas diferen- estas mejorías fueron mayores con las dietas enri-
tes de suplementos orales. La mayoría utilizaron quecidas frente a las fórmulas estándar, aunque co-
dietas enriquecidas con nutrientes inmunomo- mo el aporte calórico fue diferente entre ambos
duladores (arginina, glutamina, ácidos grasos n-3, grupos no queda claro el valor de los nutrientes
RNA), fibra, triglicéridos de cadena media o pép- específicos en la explicación de dicha mejoría.
tidos, que se comparaban con dietas estándar. En En los estudios en los que se recogieron datos
muchos de los trabajos no se estudiaron los efec- de calidad de vida no se observaron beneficios im-
tos de la suplementación sobre la composición portantes, salvo en el estudio de Álvarez et al., en
corporal, la ingesta calórica total y el curso clíni- el que se observó una mejoría en las dimensiones
co de los pacientes. físicas y psicológicas de la calidad de vida medida
Aunque en la mayoría de los estudios se obser- por el Sickness Impact Profile. En ninguno de los tra-
vó una ganancia de peso, sólo en cinco de ellos bajos se recogieron datos sobre la evolución de los
esta fue estadísticamente significativa. En algunos pacientes al finalizar el periodo de suplementación.
trabajos la ganancia de peso fue mayor en el gru- En cuanto a la tolerancia a los suplementos orales,
po que realizaba una dieta enriquecida, si bien esto esta fue variable de unos estudios a otros. Mientras
pudo deberse a las diferencias en el aporte caló- que en muchos casos las fórmulas fueron bien tole-
rico entre los grupos. La suplementación fue po- radas, en otros se observaron complicaciones gas-
co eficaz en los pacientes que se encontraban en trointestinales: diarrea, náuseas, epigastralgia, dis-
su peso ideal. En los estudios en los que se realiza- geusia, saciedad, etc.

99
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

Tabla 6. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES


CON INFECCIÓN POR VIH

Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal Resultados


prescritas

Chan et Liposorb® 12 d 12 90% RDA ↑ P, ↓ peso y grasa en heces


al., 1994* (MCT) vs. FS 12 (ambos grupos)
Chlebowski Ensure HN® vs. 68 d 49 480 kcal Mejoría funcional
et al., 1992* FE1 566 kcal
Chlebowski Ensure® vs. 6m 25 502-754 ↑ Ingesta, ↑ P, ↓ n.º de
et al., 1993* Advera® 31 607-910 hospitalizaciones en Advera® vs.
kcal Ensure®
Hellerstein Fórmula 1,5 m 39 610-924 ↑ Linfocitos, ↓ heces, ↓ n.º de
et al., 1994* peptídica vs. 521-783 hospitalizaciones en fórmula
polimérica kcal peptídica vs. polimérica
Pichard et FS vs. 6m 28 606 kcal ↑ Ingesta inicial y ↑ P en ambos
al., 1998* FE2 27 grupos (no significativo)
Berneis et Meritene® 12 sem 8S 600 kcal ↑ Ingesta,↑ P, ↑ masa magra
al., 2000* 7 noS
Gibert et S1 Peptamen® 4m 178 S1 500 kcal ↑ Ingesta, ↑ P
al., 1999* S2 NuBasics® 179 S2
179 noS
Rabeneck Liposorb® 6 sem 49 S Mejoría funcional
et al., 1998* (MCT) 50 noS
Richards et Peptídica vs. 18 m 27 400 kcal ↑ Ingesta, mejoría CD4 fórmula
al., 1996* polimérica 28 peptídica vs. polimérica
Singer et Replete® vs. 3m 13 948-1.422 ↑ P ambos, mejoría IgA y β2
al., 1992* Impact® 15 kcal microglobulina en Impact®
Suttman et Impact® vs. FS 8m 10 695 kcal ↑ P, ↑ ingesta, ↑ sTNFr en grupo
al., 1996* 638 kcal del Impact®
Álvarez et FE3 3m 29 S ↑ IMC, ↑ masa grasa, ↑ ingesta
al., 2000* 25 noS y mejora calidad de vida
De Luis et Ensure® 3m 35 S 750 kcal ↑ Ingesta, P y masa grasa
al., 2003* 35 noS en grupo de Ensure®
Burger et 12 sem 37 1.000-1.500 ↑P
al., 1992 kcal
Burger et Biosorb® drink o 3m 34 1.000-1.500 Sin cambios en el P
al., 1994 Biosorb® 1.500 kcal
Gaare et Impact® 3m 10 1.000-1.500 Sin cambios en el P
al., 1994 kcal
Dowling 12 sem 17 ↑ P no significativo
et al., 1990 17
Stack et Resource® plus 6 sem 17 ↑P
al., 1996 7
10

100
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

Tabla 6. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES


CON INFECCIÓN POR VIH (cont.)

Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal Resultados


prescritas

Wandall et Fórmula con 4 sem 19 ↑P


al., 1992 MCT
Fogaca et Advera® 6 sem 12 ↑ P (ns), ↑ PTC
al., 2000
Hoh et al., S1 Ensure® 6 sem 22 S1 S1 500-750 Sin cambios en P, FFM, calidad
1998 S2 Advera® 17 S2 kcal de vida, CD4
13 noS S2 606-909
kcal
*Aleatorizado.
a: años; FE1: fórmula enriquecida (péptidos, fibra, n-3); FE2: fórmula enriquecida (arginina, n-3); FE3: fórmula enriquecida
(MCT, glutamina, hidrolizado de proteínas y goma guar); FFM (Fat-Free Mass): masa magra; IMC: índice de masa corporal;
m: meses; noS: grupo no suplementado; ns: no significativo; P: peso; PTC: pliegue tricipital; RDA (Recommended Dietary
Allowances): ingesta dietética recomendada; S: grupo suplementado; sem: semanas; sTNFr: receptores solubles de TNF.

3.5. Geriatría nes del tracto digestivo, la pluripatología que con fre-
cuencia está presente a esta edad, etc.), por otro los
Se acepta la edad de 65 años como definición de problemas socio-económicos (aislamiento social, in-
persona mayor. Desde un punto de vista práctico se capacidad física, alcoholismo, tabaquismo, etc.), las al-
distinguen en esta población tres grupos de edad: en- teraciones psicológicas (depresión, trastornos del
tre los 65 y los 74 años se habla de ancianos jóvenes, comportamiento alimentario), y otros como la poli-
entre los 75 y los 84 años de ancianos y a edades su- medicación o la hospitalización reciente.
periores a los 85 años de ancianos viejos. De todos es conocido que la desnutrición en
Un 17% de la población española es mayor de 65 cualquier población está directamente relacionada
años. Esto representa 6,64 millones de personas. Es con un aumento de la morbimortalidad y empeora
importante saber que un 5% de esta población vi- la calidad de vida, ya que predispone la aparición de
ve institucionalizada y el 95% en su domicilio, algo otras patologías, afecta negativamente la capacidad
diametralmente opuesto a lo que ocurre en el res- funcional del individuo y aumenta el riesgo de pre-
to de Europa o en los EE UU, donde es frecuente cisar hospitalización y/o institucionalización. Como
que los ancianos estén en residencias, generalmen- es lógico, el anciano no escapa a ninguna de estas
te por propia voluntad. En España, es importante consecuencias; es más, por la edad es más sensible
decir que, afortunadamente, de ese 95% el 80% vi- a ellas. Se precisa por tanto una valoración nutri-
ven en familia y sólo el 20% viven solos, aunque es- cional exhaustiva, pero a la vez útil y al alcance de
te porcentaje es mucho mayor que hace unos años cualquier profesional de la salud, para poder detec-
y va en aumento. tar no ya desnutrición, sino población anciana en
La prevalencia de desnutrición en la población an- riesgo nutricional.
ciana general oscila entre el 3% y el 5%, en los hospi- Para ello se recurrirá a una historia clínica habi-
talizados en servicios médicos el porcentaje aumen- tual, una historia dietética detallada, una reseña so-
ta entre el 20% y el 40%, en los servicios quirúrgicos bre la situación socio-económica del anciano, un
es entre el 40% y el 60%, y en los institucionalizados examen físico, determinación del peso y antropo-
alrededor del 50%. La etiología de la desnutrición es metría. La valoración se completará con una serie
multifactorial. Por un lado están los problemas fisio- de parámetros bioquímicos y una valoración fun-
patológicos (edad avanzada, disfagia y otras alteracio- cional y mental.

101
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

Con respecto a la historia dietética hay una se- (Determine), muy sencillo que el paciente puede re-
rie de preguntas imprescindibles que hay que ha- llenar por sí mismo y que informa acerca del riesgo
cer en cuanto a cuál es su dieta habitual, si ésta se nutricional, pero no es un test diagnóstico. Los nive-
ha modificado últimamente y por qué, si se han no- les I y II son complejos y no siempre necesarios. El
tado cambios en el funcionamiento del aparato di- Mini-Nutritional Assessment es un sencillo cuestiona-
gestivo, dónde come habitualmente, y quién coci- rio que combina valores antropométricos, valora-
na. No debe olvidarse nunca preguntar si toma ción general, historia dietética y autopercepción del
algún suplemento dietético o complejo vitamíni- estado nutricional. Es útil para pacientes ingresados
co y por qué. o frágiles. La valoración global subjetiva (VGS) es fá-
Aunque parece algo evidente, cuando se revisa cil y útil (ver Capítulos 3.4 y 4.1).
la literatura o simplemente algunas historias clíni- Una vez conocido el estado nutricional del pa-
cas, el peso no siempre está reseñado. Es un dato ciente es necesario hacerle una serie de recomen-
fundamental e imprescindible. Si el anciano refie- daciones en cuanto a su ingesta oral. El reparto de
re que ha perdido peso en los últimos meses es un energía en los ancianos no difiere del de la pobla-
dato de suma importancia en cuanto al pronóstico ción general en cuanto a hidratos de carbono (55-
y tratamiento. En cuanto al índice de masa corporal 60%) y lípidos (30%). En cuanto a las proteínas, si
(IMC), el American Committee on Diet and Health es- bien las ingestas dietéticas recomendadas de 1989
tableció que valores de IMC inferiores a 24 kg/m2 sitúan los requerimientos en 0,8 g/kg/día, se pien-
y superiores a 29 kg/m2 no eran deseables en indi- sa que una recomendación ideal podía ser de 1 a
viduos de más de 65 años. Son por tanto, estánda- 1,25 g/kg/día. Debe, además, insistirse en la reco-
res de normalidad más altos que para poblaciones mendación de 25 g/día de fibra y en un aporte su-
de menos de 65 años. ficiente de agua (2 l/día).
Siempre que sea posible se realizarán otras me- Ahora bien, en muchas ocasiones la alimenta-
didas antropométricas, como las de los pliegues ción oral no es suficiente para mantener un esta-
cutáneos y de la circunferencia del brazo. Con res- do nutricional aceptable. En estos casos, después
pecto a los pliegues, debe resaltarse que a la ho- de una correcta valoración nutricional, se intenta-
ra de interpretarlos no se debe olvidar que con la rá optimizar la dieta oral con consejos en cuan-
edad disminuye la masa magra y aumenta la masa to a número de comidas, consistencia, etc. Si esto
grasa. La masa grasa se distribuye de manera dis- no es suficiente, se recurrirá a las dietas de tex-
tinta que en la persona joven, ya que en los ancia- turas modificada; si con éstas no hay un resultado
nos aumenta la grasa interna y disminuye la sub- positivo, el paso siguiente serán los suplementos
cutánea. Además, los pliegues en los ancianos son nutricionales, y si tampoco esto es suficiente a la
a veces pendulares y difíciles de medir. nutrición artificial, enteral o parenteral, dependien-
Siempre que sea posible, para completar la valo- do de si el intestino es funcionante o no.
ración nutricional desde el punto de vista bioquí- En cuanto a los suplementos nutricionales exis-
mico se medirán, además de una analítica general ten siete estudios aleatorizados y controlados que
de sangre, proteínas, vitaminas y minerales. estudian el beneficio de dichos suplementos en esta
El índice de Katz es sencillo y exacto y propor- población, y su eficacia en cuanto a mejoría en el es-
ciona una idea clara de la capacidad del anciano pa- tado nutricional y funcional (Tablas 7 y 8). En los
ra poder realizar sus actividades diarias. También trabajos, el índice de masa corporal (IMC) de los en-
es útil el índice de Barthel. Para la valoración men- fermos estudiados oscilaba entre 19 y 25 kg/m2.
tal es útil el Mini Mental de Folstein. En cuatro estudios [Meredith et al. (1992), Fiata-
Existen muchos métodos de despistaje nutricio- rone et al. (1994), Gray-Donald et al. (1995) y Potter
nal para ancianos, pero no todos son factibles. És- et al. (2001)] se registró un aumento significativo de
tos deben ser sencillos y estar al alcance de todos, la ingesta de energía total. En todos los trabajos se
y ser capaces de predecir complicaciones asociadas incrementaba el peso, si bien en el de Fiatarone et
a la desnutrición y por tanto evolución del pacien- al. sólo en el grupo que hacía, además, ejercicio.
te. También deben determinar si el paciente se be- Menos en el trabajo de Meredith et al., en todos
neficiará o no con el tratamiento nutricional. El Nu- mejoraba la capacidad funcional valorada por el test
trition Screening Initiative (NSI) tiene un cuestionario de Barthel. En el de Potter et al. disminuía la mor-

102
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

Tabla 7. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN ANCIANOS

IMC previo Incremento ↑ de la energía


(kg/m2) de peso total

Chandra, 1985 - Sí -
Meredith, 1992 24,5 Sí Sí
Woo, 1994 19,3 Sí -
Fiatarone, 1994* 25 Sí* Sí*
Gray-Donald, 1995 19 Sí Sí
Volkert, 1996 19,8 Sí -
Potter, 2001 Estratificado Sí Sí

*Sólo si además de los suplementos nutricionales se hace ejercicio.


IMC: índice de masa corporal.

Tabla 8. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN ANCIANOS


(CAPACIDAD FUNCIONAL)

Capacidad funcional

Chandra, 1985 Mejoría de la función inmune


Meredith, 1992 No mejoría en el test de AVD
Woo, 1994 Mejoría en el test de AVD. Mejoría en el test mental
Fiatarone, 1994 Mejoría de la fuerza muscular en el grupo suplementado
Gray-Donald, 1995 Disminución en el n.º de caídas (0% vs. 21%)
Volkert, 1996 Mejoría significativa en el test de AVD
Potter, 2001 Mejoría en el test de ADV. Disminución de la mortalidad

AVD: actividad de la vida diaria.

talidad en el grupo peor nutrido tratado con suple- fibra. Como siempre, y dependiendo de la patolo-
mentos. En el trabajo de Gray-Donald et al. incluso gía de base, habrá que individualizar la consisten-
se reseñaba, con significación estadística, una dismi- cia. El horario se decidirá según la ingesta oral to-
nución en el número de caídas (0% en el suplemen- tal del paciente y su distribución espontánea a lo
tado frente a 21% en el no suplementado). En el es- largo del día. Una opción puede ser entre comidas,
tudio de Fiatarone et al. mejoró la fuerza muscular, o con la medicación. Está indicado mantener la ad-
pero sólo en el grupo que además de recibir suple- ministración de suplementos mientras la ingesta
mentos nutricionales hacía ejercicio físico. oral sea inadecuada.
Merece la pena insistir en que si bien no hay un Como conclusiones, cabe recordar que:
suplemento ideal para los ancianos, por las carac- • Los ancianos son una población de riesgo nu-
terísticas de éstos, son mejor tolerados los de al- tricional, en la que siempre hay que hacer una valo-
ta densidad calórica, hiperproteicos y tal vez con ración nutricional precoz.

103
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

• El consejo nutricional debe comenzar siempre 3. Los consejos dietéticos deben continuar si-
por adaptar la dieta oral. multáneamente a la utilización de los suplementos
• Si esto es insuficiente, se administrarán suple- nutricionales.
mentos nutricionales. 4. Los objetivos a conseguir con los suplemen-
• Ante la imposibilidad de utilizar la vía oral, pau- tos nutricionales deben plantearse individualmente
tar nutrición enteral. antes de comenzar su utilización:
• No se debe olvidar el aporte de líquidos. a) Son útiles en pacientes con peso bajo y en ni-
ños con retraso del crecimiento.
b) Pueden ser útiles en sujetos con pérdida de
peso.
4. Conclusiones c) Son de poca utilidad en pacientes con peso
normal o sobrepeso que mantienen una dieta oral
1. Una valoración clínica y nutricional debe pre- insuficiente.
ceder siempre a la prescripción de los suplemen- 5. La aceptación por parte del paciente requiere
tos nutricionales. una cuidadosa selección del tipo, consistencia, sabor
2. Un consejo dietético encaminado a optimizar y presentación del suplemento nutricional.
una adecuada alimentación oral es imprescindible 6. El horario de la administración debe consen-
antes de comenzar con los suplementos nutricio- suarse con el paciente o sus familiares o con el
nales, y es preferible al uso de suplementos nutri- personal sanitario, para no disminuir el consumo
cionales únicamente. de alimentos por vía oral.

104
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez

5. Resumen
 Los suplementos nutricionales se definen como
aquellos preparados alimenticios especiales para
usos nutricionales específicos, completos o no
en cuanto a su composición, que complementan
una dieta oral insuficiente. Estos suplementos
constituyen un arma de vital importancia dentro
de la Nutrición Artificial. Su empleo está indicado
cuando, después de una valoración nutricional
del paciente, se demuestra que éste está desnu-
trido o en riesgo nutricional y después de que
se ha intentado optimizar su dieta oral y esta
opción no es suficiente.

 Los consejos dietéticos deben continuar simul-


táneamente a la utilización de los suplementos
nutricionales.

 Se debe reevaluar periódicamente la eficacia de


los suplementos nutricionales en los pacientes,
tanto desde el punto de vista de la ingesta total de
energía, como desde el nutricional y funcional.

 Debe hacerse una cuidadosa selección del tipo,


consistencia, sabor y presentación de los suple-
mentos nutricionales. Igualmente, el horario debe
adaptarse a la ingesta espontánea del paciente.

 No cabe duda de que los estudios sobre eficacia


de los suplementos nutricionales en diferentes
patologías son a veces contradictorios, pero
siempre se debe plantear su utilización cuando
la ingesta oral de un enfermo es insuficiente
para mantener y/o recuperar su estado nutri-
cional y no hay contraindicación expresa para
los mismos.

105
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...

6. Bibliografía
Planas M, Pérez-Portabella C. Fisiopatología aplicada a la
nutrición. Ediciones Mayo. Madrid, 2002.
Es un libro muy completo y muy bien diseñado sobre nutri-
ción. Dirigido fundamentalmente a dietistas.

Shils M, Olson J, Shike M, Ross C, 9th ed. Modern nutrition in


health and disease. Williams & Wilkins. Baltimore, 1999.
Es un libro de alto nivel que incluye el tratamiento nutricion-
al de todas las enfermedades, desde la valoración nutricional
hasta la dieta oral, los suplementos y la nutrición enteral
y parenteral.

Celaya Pérez S. Tratado de nutrición artificial. Grupo Aula Stratton RJ, Green CJ, Elia M. Disease-related malnutrition:
Médica, S.A. Madrid, 1998. an evidence-based approach to treatment. CABI Publishing.
Es un libro muy práctico y didáctico sobre nutrición artificial. London, UK, 2003.
Es un libro basado en la evidencia científica que existe sobre
León Sanz M, Celaya Pérez S. Manual de recomendacio- la utilización de suplementos, nutrición enteral y parenteral en
nes nutricionales al alta hospitalaria. Novartis Consumer determinadas patologías.
Health. Barcelona, 2001.
Es un manual que recoge, muy clara y concisamente, las Vázquez C, Santos-Ruiz MÁ . Vademécum de nutrición arti-
recomendaciones dietéticas y de suplementos nutricionales ficial, 6ª ed. Díaz de Santos. Madrid, 2004.
de casi todas las patologías. El lenguaje está muy cuidado Es el único vademécum español que incluye todos los produc-
y pensado para que el enfermo lo pueda entender, ya que a tos de nutrición artificial (enteral y parenteral) que hay en el
él va dirigido. mercado.

7. Enlaces web
 www.espen.org
 www.nutritionweek.org
 www.nadya-senpe.com

106
4.5. Fórmulas especiales en pediatría

Dámaso Infante Pina Ramón Tormo Carnice


Capítulo 4.5.

Fórmulas especiales en pediatría

1. Introducción

2. Definiciones, recomendaciones y normativas


2.1. Fórmulas para lactantes
2.2. Alimentos dietéticos destinados a usos médicos especiales
2.3. Recomendaciones y normativas

3. Fórmulas especiales para diferentes patologías


3.1. Fórmulas antirreflujo
3.1.1. Definición, clínica y diagnóstico del reflujo gastroesofágico
3.1.2. Espesantes para las fórmulas antirreflujo
3.1.3. Manejo racional de las fórmulas antirreflujo
3.2. Fórmulas para la intolerancia a la lactosa
3.2.1. Definición, clínica y diagnóstico de la intolerancia a la lactosa
3.2.2. Fórmulas sin lactosa
3.2.3. Fórmulas con bajo contenido en lactosa
3.2.4. Manejo de la intolerancia a la lactosa
3.3. Alergia e intolerancia a las proteínas de la leche de vaca
3.3.1. Definición, clínica y diagnóstico
3.3.2. Características de los diferentes tipos de fórmulas
empleadas para la alergia e intolerancia a las proteínas
de la leche de vaca
3.3.2.1. Fórmulas basadas en proteína de soja
3.3.2.2. Fórmulas con hidrolizados de proteínas
de leche de vaca
3.3.2.3. Fórmulas elementales
3.3.3. Norma práctica de uso de estas fórmulas
3.3.4. Empleo de leche de cabra

4. Prevención de la alergia
4.1. Hidrolizados proteicos parciales

5. Riesgo de una inadecuada mineralización


en patologías que precisan tratamientos
prolongados de fórmulas especiales

6. Resumen
7. Bibliografía

8. Enlaces web

Objetivos

n Clasificar las fórmulas especiales que pueden ser empleadas para la alimentación infantil en distintas patologías
que no permiten una nutrición con fórmulas convencionales.
n Definir dichas fórmulas y referenciar las normas, comités y organismos que las regulan.
n Analizar el contenido en nutrientes de las mismas. Posibilidades de la industria.
n Citar las diferentes patologías que van a ser subsidiarias de las fórmulas especiales. Explicar los mecanismos
fisiopatológicos que justificarán el uso de una fórmula específica para cada trastorno.
n Describir la clínica y método diagnóstico de cada una de las patologías.
n Dar normas sobre el uso racional de las fórmulas especiales y aconsejar sobre cuál debe ser la elección para
cada patología y la duración de la dieta.
n Informar sobre los riesgos que puede conllevar un mal manejo de estas patologías desde el punto de vista
dietético.
n Comunicar la experiencia personal, en algunos campos del tema, para aportar una visión práctica y concreta
del problema.
1. Introducción

E
xiste un total acuerdo en que la leche de mujer constituye el método de elec-
ción de la alimentación del lactante. En su defecto, se deberá recurrir a la alimen-
tación artificial con fórmulas. Los avances conjuntos de la investigación médica y
de las posibilidades de la industria han conllevado, en las últimas décadas, el desarrollo
de fórmulas infantiles que presentan gran similitud cuantitativa y cualitativa con la
leche materna. Diferentes sociedades fueron las primeras en dar recomendaciones
sobre la fabricación y diseño, pero finalmente han sido los comités específicos de la
Comunidad Europea los que han dado, no recomendaciones, sino reglamentaciones.
Una situación especial se produce en aquellos lactantes que presentan errores
congénitos del metabolismo, problemas anatómicos, intolerancias o alergias dieté-
ticas, o bien problemas gastrointestinales que conllevan alteraciones de la absor-
ción, y en los cuales está contraindicada tanto la alimentación materna como las
fórmulas convencionales. En esos casos, se recurrirá a fórmulas especiales incluidas
dentro del concepto de “alimentos dietéticos para usos médicos especiales”. Estas
fórmulas especiales son también diseñadas y reguladas por diferentes comités y
normativas, y deben ser indicadas y empleadas bajo supervisión médica.
Su diseño ha pasado por un largo proceso, y han sido necesarios avances en el
conocimiento de la fisiopatología de estos trastornos y una ardua capacidad de
adaptación tecnológica para su fabricación. En estos momentos, se dispone de una
amplia gama de productos para cada una de las patologías específicas. Tanto es así,
que el clínico que se encuentra inmerso en el manejo de los lactantes debe tener
no sólo preparación para el diagnóstico sino también un conocimiento adecuado
de las fórmulas para la terapia.
Se puede decir que el mayor avance que se ha producido en el campo de la ali-
mentación infantil no ha sido la aparición de fórmulas de inicio y continuación, sino
el de las fórmulas especiales. Su lanzamiento ha conllevado la posibilidad de nutrir
a estos lactantes, además de la solución para ciertas patologías que hace unas déca-
das, en ocasiones, eran letales.
En el presente Capítulo se definen estos “alimentos dietéticos destinados a usos
médicos especiales”, se clasifican, se especifica su composición, y se hace mención
de los organismos que los diseñan y regulan. Se repasa la fisiopatología de los di-
ferentes trastornos, su clínica y su diagnóstico. Por último, se hace hincapié en las
normas adecuadas para el uso de estos productos.
La leche humana es un complejo y completo alimento, específico para la especie,
que provee de todos los nutrientes requeridos para el perfecto desarrollo de los
recién nacidos a término durante los 4-6 primeros meses de la vida. Existe un total
acuerdo en que la alimentación con leche materna constituye el método de elec-
ción de la alimentación del lactante. Diferentes situaciones, aunque excepcionales,

111
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

como infecciones potencialmente transmisibles 2.2. Alimentos dietéticos


por la leche, empleo de medicaciones con riesgo destinados a usos médicos
para el neonato, adicción a drogas, o diferentes especiales
enfermedades de la madre, pueden contraindicar
la lactancia materna. Sin embargo, la causa más fre- Son aquellos alimentos destinados a una alimen-
cuente en nuestro medio por la cual la lactancia no tación especial que han sido elaborados o formu-
se inicia o mantiene tiene su origen en razones de lados especialmente para el tratamiento dietético
índole sociocultural. de pacientes bajo supervisión médica. Están desti-
Cuando se presenta una contraindicación o nados a satisfacer total o parcialmente las necesi-
negación para la alimentación al pecho, se ha dades alimenticias de los pacientes con:
de recurrir a la lactancia artificial. Las fórmulas • Capacidad limitada o deficiente para ingerir, di-
artificiales han sido diseñadas y reguladas por gerir, absorber, metabolizar o excretar alimentos
diferentes comités, asegurando las necesidades normales o determinados nutrientes o metabolis-
nutricionales de los lactantes. mos de los mismos.
Una situación especial se produce en aquellos • Necesidad de otros nutrientes determinados
lactantes que presentan errores congénitos del clínicamente, cuyo tratamiento dietético no pueda
metabolismo, problemas anatómicos, intolerancias efectuarse modificando la dieta normal con otros
o alergias dietéticas, o bien problemas gastrointes- alimentos destinados a una alimentación especial.
tinales que conllevan alteraciones de la absorción, y Incluyen las fórmulas especiales y los preparados
en los cuales están contraindicadas tanto la alimen- para alimentación enteral.
tación materna como las fórmulas convencionales. Las fórmulas especiales constituyen un grupo
En esos casos se recurrirá a fórmulas especiales in- heterogéneo de preparados, siendo difícil de rea-
cluidas dentro del concepto “alimentos dietéticos lizar una clasificación clara y simple, dado que al-
para usos médicos especiales”. gunos productos son concebidos para diferentes
Estas fórmulas especiales son también dise- problemas clínicos y nutricionales, mientras que di-
ñadas y reguladas por diferentes comités y nor- ferentes formulaciones pueden ser usadas para un
mativas, y deben ser indicadas y empleadas bajo mismo problema clínico. Una enumeración de los
supervisión médica. Datos de consumo refieren lactantes que precisarán dietas específicas se pre-
que cerca del 15% de los lactantes toman este senta en la Tabla 1. Sin embargo, en este Capítulo
tipo de dietas, con espacios de tiempo diversos, se seguirá una clasificación más práctica, basada en
según el tipo de trastorno. Las fórmulas para las fórmulas que existen (Tabla 2), y en la modi-
errores congénitos del metabolismo se comentan ficación de los ingredientes y nutrientes de las mis-
en el Capítulo 4.11. mas, con independencia del problema clínico para
el que sean empleados (Tabla 3).

2. Definiciones, 2.3. Recomendaciones


recomendaciones y normativas
y normativas
Las recomendaciones sobre la composición, en
2.1. Fórmulas para lactantes proteínas, lípidos e hidratos de carbono, de las
fórmulas de inicio y continuación han sido dadas
La expresión “fórmula para lactantes” se em- por la Sociedad Europea de Pediatría, Gastroente-
plea para designar productos destinados a la ali- rología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN), sir-
mentación del lactante mediante biberón. Se con- viendo dichas recomendaciones para los nutrien-
sidera un alimento adecuado para sustituir total tes de las fórmulas especiales que no precisen ser
o parcialmente la leche humana, cubriendo los modificados. La normativa legal ha sido dada por
requerimientos normales del lactante. Las fór- la Comisión de las Comunidades Europeas (Scien-
mulas especiales quedarían englobadas en dicho tific Committee of Foods) y por Reales Decretos del
concepto. Ministerio de Sanidad. En cuanto a las vitaminas,

112
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

Tabla 1. LACTANTES CON PATOLOGÍAS QUE PRECISAN DE FÓRMULAS ESPECIALES

• Enfermedades metabólicas
• Intolerancia a la lactosa-galactosa
• Prevención en recién nacido de riesgo atópico
• Alergia/intolerancia a proteínas de leche de vaca
• Reflujo gastroesofágico
• Graves lesiones intestinales o trastornos severos de absorción
• Alimentación enteral

Tabla 2. FÓRMULAS ESPECIALES OFRECIDAS POR LA INDUSTRIA

• Antirreflujo (AR)
• Modificaciones en hidratos de carbono con proteína vacuna
• Fórmulas de soja
• Hidrolizados proteicos parciales (HA)
• Hidrolizados proteicos extensos
• Dietas semielementales/elementales
• Fórmulas para prematuros
• Fórmulas para metabolopatías

Tabla 3. NUTRIENTES DE LAS FÓRMULAS ESPECIALES

Fórmulas Hidratos de carbono Proteínas Grasas Indicación


Proteínas de Dextrinomaltosa Caseína Láctea Déficit de lactasa
leche de vaca Suero Vegetal
Aislado de proteína Dextrinomaltosa Aislado de soja Vegetal Déficit de lactasa
de soja APLV
Hidrolizados proteicos Dextrinomaltosa Caseína Láctea APLV
extensos Lactosa Suero Vegetal IPLV
(hipoalergénicas) MCT Malabsorción
Hidrolizados Lactosa Caseína Láctea Riesgo atópico
proteicos parciales Suero Vegetal
(hipoantigénicas)
Dietas elementales Dextrinomaltosa Aminoácidos libres Vegetal Diarreas
MCT intratables
Hidrolizados de soja Dextrinomaltosa Aislado de soja Vegetal APLV
Hidrolizado IPLV
Colágeno de buey Malabsorción

APLV: alergia a proteínas de leche de vaca; IPLV: intolerancia a proteínas de leche de vaca; MCT: triglicéridos de cadena
media.

113
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

minerales y oligoelementos, no existen diferen- de protección más importantes de la mucosa eso-


cias importantes entre las recomendaciones de la fágica. Así, en el sueño activo (no en el tranquilo) el
ESPGHAN y las cifras especificadas en las norma- lactante a término limpia el esófago aumentando la
tivas del Codex Alimentarius de la Comunidad Eu- deglución y la peristalsis secundaria, de modo que
ropea. Dichas recomendaciones se hacen extensi- el material refluido resulta menos agresivo; no su-
vas a las fórmulas especiales. cede lo mismo en el pretérmino, en el que tan sólo
La composición de las fórmulas que se basan en aumenta la peristalsis propagada.
soja está regulada por las recomendaciones del Co- El RGE posprandrial es un fenómeno común
mité de Nutrición de la Academia Americana de Pe- aceptado como fisiológico y que ocurre ocasional-
diatría y por las recomendaciones de la ESPGHAN. mente en casi todos los seres humanos, especial-
Diferentes comités se han manifestado sobre las fór- mente en el lactante. Existen diferentes grados de
mulas con hidrolizados proteicos parciales o fórmu- intensidad de reflujo, lo que ha dado lugar a la cla-
las hipoalergénicas (HA) y sobre las fórmulas con sificación clínica de:
hidrolizados proteicos extensos. Sin embargo, no • RGE con complicaciones (esofagitis, disfagia, ane-
existe normativa sobre las grasas e hidratos de car- mia, estancamiento ponderal, síntomas pulmonares).
bono en las denominadas fórmulas semielementales, • RGE sin complicaciones.
ni tampoco sobre las fórmulas elementales. En cuan- La regurgitación, posible anorexia e irritabilidad
to a las fórmulas antirreflujo o antirregurgitación, que representan, en la mayoría de los casos, las manifes-
son fórmulas de inicio/continuación, existen normas taciones del reflujo no complicado, produciendo,
específicas de la Comisión de las Comunidades Eu- además del disconfort del pequeño, una angustia
ropeas (Scientific Committee of Foods). No existen re- y preocupación familiar. Se presenta con una pre-
comendaciones o normativas sobre los preparados valencia que, según diferentes autores, se acerca al
con modificación de los hidratos de carbono. 10% de los lactantes. Dicha cifra explica el hecho
de que prácticamente todas las casas comerciales
dispongan de esta fórmula específica.
• Diagnóstico: la sospecha de reflujo por la
3. Fórmulas especiales sintomatología antes citada se puede confirmar
para diferentes patologías por diferentes exploraciones. El tránsito barita-
do alto, por la consistencia espesa del bario de-
3.1. Fórmulas antirreflujo glutido, el pH alcalino o neutro, y el corto espacio
de tiempo que requiere puede ser negativo, por
3.1.1. Definición, clínica y diagnóstico lo cual no puede descartarse la existencia de un
del reflujo gastroesofágico RGE. La gammagrafía gástrica, sonografía doppler,
y pHmetría intraesofágica en 24 h son otras de las
La mejor definición de reflujo gastroesofágico metodologías empleadas para el diagnóstico.
(RGE) es la que lo describe como “el paso involun- El uso de las fórmulas antirreflujo (AR) forma
tario del contenido gástrico al interior del esófa- parte de la fase inicial en el tratamiento conserva-
go”. La composición de este contenido puede variar dor del reflujo gastroesofágico no complicado, pro-
desde saliva a alimentos, secreción gástrica ácida o puesto por el grupo de trabajo de la ESPGHAN. No
secreción pancreática y biliar que ha penetrado an- se profundiza en el tratamiento farmacológico, pos-
tes en el estómago (reflujo duodeno-gástrico alca- tural, ni quirúrgico, pues queda fuera de los límites
lino). La regurgitación y el vómito son las manifes- de este Capítulo.
taciones finales del reflujo. La etiología del RGE en
el lactante es multifactorial: disminución del tono
del llamado esfínter esofágico inferior, por inmadu- 3.1.2. Espesantes para
rez; hernia de hiato; estómago intratorácico; ángu- las fórmulas antirreflujo
lo de Hiss abierto; alergia a la proteína de la leche
de vaca o a otro alimento, provocando bradigastria; Las fórmulas denominadas AR son fórmulas para
cardias insuficiente, y defectos de deglución o de lactantes en las que se emplea alguna de las siguien-
salivación. La saliva deglutida es uno de los factores tes modificaciones:

114
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

• Adición de cereales o fibras, con fin espesante. 3.1.3. Manejo racional


• Reducción del contenido en lípidos (las grasas de las fórmulas antirreflujo
provocan una disminución de la presión del esfín-
ter esofágico inferior). Estarán indicadas en los lactantes durante los
• Aumento de la caseína. primeros 4-6 meses, ya que, posteriormente, se
Los espesantes más comúnmente usados pa- suele introducir el beikost, que tiene una consisten-
ra añadir a las fórmulas son: alginatos y goma guar, cia espesa. Las leches AR de continuación pueden
con contenido de fibra soluble; garrofín, proceden- darse hasta los 12-18 meses de vida, cuando sean
te de harina de la semilla de la algarroba (galacto- administradas sin adición de harina. Pueden estar
manano), permitida en alimentos medicamentosos indicadas en aquellos lactantes que sigan prefirien-
o dietas terapéuticas en fórmulas etiquetadas bajo do el biberón a las papillas espesas.
la denominación de fórmulas especiales. Las fórmu-
las espesadas con estos productos basándose en
hidratos de carbono no absorbibles deberán de- 3.2. Fórmulas para
mostrar que no interfieren en la absorción de cal- la intolerancia a la lactosa
cio, hierro y zinc. Esta disminución de la absorción
no tiene lugar si los hidratos de carbono son ab- 3.2.1. Definición, clínica y diagnóstico
sorbibles. La presencia de hidratos de carbono no de la intolerancia a la lactosa
absorbibles en el intestino grueso induce un au-
mento de las fermentaciones con la consiguiente Existe la deficiencia primaria fisiológica de lac-
producción de gases y la probable disminución en tasa del recién nacido. El lactante en sus primeras
la consistencia de las heces. Como contrapartida, la semanas presenta una insuficiencia de lactasa fisio-
presencia de fibra soluble en una fórmula induce la lógica o funcional que limita la absorción de la can-
formación también de butirato, el mejor combusti- tidad de lactosa ingerida. Algunos estudios han esti-
ble del colonocito. La otra posibilidad consiste en mado en 4,5 g/kg/día su capacidad de absorción. La
la adición de amilopectina o almidón de maíz/arroz lactosa no hidrolizada alcanza el colon, donde fer-
pregelatinizado. menta, produciendo ácido láctico, ácidos grasos de
La relación caseína/seroproteínas de muchos de cadena corta, metano, dióxido de carbono e hidró-
estos productos es 80:20, similar a la de la leche de geno. Todo ello tiene un efecto beneficioso, al te-
vaca y a algunas fórmulas de continuación y, por tan- ner un efecto bifidógeno y, a su vez, permite que las
to, con esta proporción, estos productos no son re- deposiciones tengan una consistencia semilíquida.
comendables en las fórmulas de inicio para lactantes Sin embargo, en muchos lactantes susceptibles, es-
de menos de 4 meses, en los cuales deberá indicarse te exceso de gas puede producir molestias que han
una fórmula cuya relación caseína/lactoalbúmina sea sido relacionadas con el síndrome del llanto exce-
lo más próxima posible a 40:60. Existen en el mer- sivo del lactante (cólico del lactante). Un 27,5% de
cado fórmulas con esta mejor relación, por lo cual recién nacidos presentan la prueba positiva de ga-
deberán ser las de elección prioritaria. Sin embargo, ses espirados tras ingesta de lactosa, sin relación
una mayor proporción en caseína resulta beneficio- con el sexo o la edad gestacional, y tan sólo el pe-
sa, dado que ello contribuye a aumentar la densidad so juega un papel en las variaciones. Por debajo de
del cuajo y disminuir el reflujo. Las fórmulas AR de un peso al nacimiento de 2.500 kg el porcentaje de
continuación tendrán su indicación a partir de los 4- resultados positivos patológicos es superior al ob-
6 meses, pero nunca deberán añadirse cereales para tenido en recién nacidos con un peso superior. Al-
ser tomadas en forma de papilla. gunos autores han demostrado que es preferible
Las fórmulas etiquetadas como “antirreflujo” reducir el contenido de lactosa en las fórmulas en
deben ser consideradas como alimentos medica- esta etapa de la vida. En un estudio se comprobó
mento o dietas terapéuticas, y sólo dispensables que lactantes con peso por debajo de 1.800 kg ali-
con receta médica. La etiqueta antirreflujo se refie- mentados con una fórmula baja en lactosa (< 5% de
re a aquellas dietas que se han comprobado clínica- lactosa) ingerían más calorías, acababan sus bibe-
mente efectivas en lactantes regurgitadores y segu- rones antes, presentaban menos residuos de leche
ras desde el punto de vista nutricional. en el estómago, y requerían los biberones con más

115
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

sacaridasa en el borde en cepillo de los en-


terocitos.
En estas situaciones, escapará lactosa sin
digerir al intestino grueso en mayor canti-
dad de lo normal, procediendo las bacte-
rias del mismo a la fermentación de este
disacárido, no absorbido en tramos supe-
riores del intestino delgado, por no ha-
berse escindido en glucosa y galactosa. La
fermentación del disacárido inducirá la for-
mación de cuerpos osmóticamente acti-
vos, como ácido láctico y ácidos grasos de
cadena corta, además de hidrógeno o me-
tano o ambos, entre otros productos (Fi-
gura 1). Podrán darse dos situaciones:
• Estos productos pueden originar sín-
tomas clínicos, en cuyo caso se habla de
intolerancia a la lactosa, como dolor ab-
dominal recurrente, gases, flatulencias, dis-
tensión abdominal, o incluso vómitos y
anorexia.
• En otras ocasiones, el colon reabsorbe
parte de estos productos, pudiendo cur-
sar la mala digestión de lactosa sin nin-
gún síntoma clínico (malabsorción de lac-
Figura 1. Mecanismos fisiopatológicos de la intolerancia a la lactosa. tosa sin intolerancia). La frecuencia de esta
AGCC: ácidos grasos de cadena corta. forma es mucho más alta que la de la into-
lerancia.
frecuencia y con menos interrupciones que los ali- El diagnóstico se basará en la clínica citada cuan-
mentados con una fórmula con lactosa que contie- do exista, y en pruebas de laboratorio. La que ac-
ne niveles normales de 7 g/100 ml. Sin embargo, la tualmente es más fidedigna es el test de hidrógeno
frecuencia de enterocolitis necrotizante fue la mis- espirado. Consiste en la administración de un va-
ma en ambos grupos. so de leche, y la determinación en aire espirado a
La deficiencia primaria congénita de inicio tar- las 3, 4 y 5 horas del hidrógeno, metano y CO2. Se
dío, también denominada “inducida genéticamen- considera la prueba patológica cuando el hidróge-
te”, se da en nuestro medio, en un 14% de niños, a no en aire espirado, corregido según cifra de CO2,
partir de los 3-4 años en adelante, y en un 34% de es superior a 20 ppm, o bien cuando el metano es
adultos. La incidencia de la deficiencia congénita de superior a 10 ppm. Se deben analizar ambos gases,
inicio tardío no ha variado y es de difusión mundial, el hidrógeno y el metano, debido a que un 20% de
afectando menos a las zonas tradicionalmente ga- los niños no producen hidrógeno, pero sí metano.
naderas, como han sido los países anglosajones. No La determinación del CO2 en aire espirado se de-
diagnosticarla puede acarrear, en el futuro, una ma- be realizar también, para poder corregir los valo-
sa ósea por debajo de lo normal. res de hidrógeno y metano. Si el CO2 es de 5%, no
La deficiencia secundaria a infección viral (sobre se debe modificar el resultado del hidrógeno ni del
todo, rotavirus o adenovirus y bacteriana) induce, por metano. Si, por el contrario, la concentración de
diferentes mecanismos, una disminución de los nive- CO2 está por debajo, ha habido una dilución del ai-
les de lactasa del borde en cepillo. En otras ocasio- re espirado con el atmosférico, y se deberán co-
nes, será la hiperproliferación bacteriana la que induz- rregir los resultados, por ejemplo, si el CO2 es de
ca una disminución de la lactasa, debido a las elastasas 2,5%, se deberán multiplicar por dos los resultados
bacterianas que rompen el tallo de enclave de la di- obtenidos del hidrógeno y del metano.

116
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

3.2.2. Fórmulas sin lactosa na corta: propionato, acetato y butirato. En la mu-


cosa, dichos ácidos grasos estimulan la absorción
En estos preparados, la lactosa se ha sustituido de agua y electrólitos por un mecanismo que se
total o parcialmente por dextrinomaltosa o polí- ha estudiado ampliamente en el colon del cone-
meros de glucosa, cumpliendo el resto de los nu- jo. De los tres ácidos grasos de cadena corta pro-
trientes las recomendaciones de los Comités de ducidos, el butirato es el más activo en la estimu-
Nutrición. Conservan intactas las proteínas, tanto lación de la absorción de sodio. En la membrana
del suero como de la caseína. Una ventaja de agre- luminal de la mucosa del colon existen numerosos
gar polímeros modificados de almidón o de gluco- transportadores selectivos de sustratos y electró-
sa como fuente de calorías es que por su alto peso litos. Las moléculas de butirato son absorbidas en
molecular cambian muy poco la osmolaridad de la intercambio con bicarbonato por un transporta-
fórmula. Además, por ser hidrolizados por la mal- dor que recibe el nombre de antiport o “antiporte”.
tasa, que es la disacaridasa más abundante y menos La función del par butirato-bicarbonato en el sis-
lábil de las vellosidades, son muy bien absorbidos, tema antiporte es unirse con un sodio-hidrógeno,
incluso en situaciones de alteración vellositaria. Es- también presente en la membrana luminal. Una vez
tán indicadas en lactantes o niños pequeños que en el colonocito, el butirato es en parte absorbido
presentan malabsorción de lactosa. Esta condición hacia la circulación y eliminado con la respiración,
se observa con relativa frecuencia después de epi- y en parte reciclado hacia la luz intestinal median-
sodios de gastroenteritis aguda, y también en los te otro transportador: un sistema antiporte de bu-
procesos que conlleven una lesión de la mucosa in- tirato-cloro antiport. El butirato es nuevamente ab-
testinal, y alteración de la actividad lactásica. El gra- sorbido atravesando el colon junto con el cloruro
do de deficiencia secundaria de lactosa estará en sódico, arrastrando agua desde la luz intestinal a la
relación con la gravedad del daño de la mucosa y circulación sanguínea. Los ensayos efectuados con
con la duración del proceso. La capacidad de tole- SRO enriquecida con fibra resistente a la amilasa
rancia a la lactosa se recupera una vez solucionada han demostrado un acortamiento de duración de
el daño transitorio de la mucosa. la diarrea y disminución del volumen de las heces.
Las más recientes novedades apuntan hacia la in-
corporación de fibra soluble: fructooligosacáridos,
goma arábica, goma guar parcialmente hidrolizada, 3.2.3. Fórmulas con bajo
celulosa y tapioca. La adición de estos hidratos de contenido en lactosa
carbono-amilasa resistentes parece que ayudarían
a la glucosa a mejorar los síntomas. El empleo de Algunos preparados contienen cierta cantidad
hidratos de carbono resistentes a la amilasa se ini- de lactosa, considerando que puede persistir cier-
ció en las soluciones de rehidratación oral (SRO). to nivel de lactasa y que no es necesario supri-
Es una innovación que se basa en aprovechar las mirla totalmente. De este nivel diferente de lacta-
propiedades funcionales del colon: la actividad me- sa intestinal dependerá el “umbral de tolerancia”,
tabólica de la microbiota anaerobia y la capacidad es decir, no existe en estos pacientes (pues sufren
absortiva de la mucosa del epitelio colónico. La hi- intolerancia a la lactosa inducida genéticamente) la
pótesis se apoya en que los ácidos grasos de ca- ley “del todo o nada”, sino que unos sujetos tolera-
dena corta producidos por el metabolismo bacte- rán más que otros y, por lo general, casi todos to-
riano de los hidratos de carbono no absorbidos leran cierta, aunque mínima, cantidad de lactosa sin
pueden ser usados por la mucosa del colon pa- síntomas clínicos. Este dato es importante a la ho-
ra favorecer la absorción del agua y electrólitos. ra de hablar del manejo dietético de estos pacien-
Desde un punto de vista histórico, la hipótesis es tes. Los datos estadísticos de valoración de la inci-
aparentemente contradictoria, ya que los estudios dencia no siempre son fiables, dadas las diferentes
de los últimos 40 años han defendido el mecanis- metodología, y dosis empleada, en la sobrecarga de
mo por el cual los hidratos de carbono malabsor- lactosa con fines diagnósticos, por los diferentes
bidos inducían diarrea. En el colon, muchos hidra- autores. En nuestra experiencia, empleando para el
tos de carbono son fermentados por las bacterias diagnóstico el test de determinación de hidróge-
anaerobias, produciendo los ácidos grasos de cade- no en el aire espirado tras la administración de un

117
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

vaso de leche entera de vaca (sobrecarga fisiológi- pacientes, la mucosa intestinal es absolutamente
ca, pues es la cantidad que habitualmente se ingie- normal, pero la determinación de lactasa intestinal
re en una toma normal de leche), aparece una inci- muestra unos niveles nulos o muy bajos. Estudios
dencia de intolerantes en la infancia en un 18% de recientes han profundizado en el estudio de la di-
los casos. Dicha incidencia subió a 53% cuando se ferencia genética responsable del polimorfismo de
empleaba la dosis estándar de sobrecarga de lacto- la variación en los niveles de lactasa (ver Capítulo
sa en polvo a razón de 2 g/kg, lo cual sobrepasa con 1.31). Varios factores han sido implicados en la gé-
mucho la cantidad ingerida fisiológicamente con un nesis del declinar de los niveles de lactasa tras el
vaso de leche (unos 10 g de lactosa). destete. Se ha comprobado que los pacientes con
Recientemente han aparecido en el mercado le- déficit de lactasa presentan unos niveles más bajos
ches de vaca bajas en lactosa, líquidas, empaqueta- de RNA lactasa-mensajero (mRNA), con la con-
das, de venta en supermercados: President® baja en siguiente reducción de la síntesis de la prelacta-
lactosa, con un 0,7 g de lactosa por 100 ml de le- sa-florizina-hidrolasa. Dicho mRNA es controlado
che; Lauki® baja en lactosa, con 0,1 g de lactosa por genéticamente, habiéndose encontrado mutacio-
100 ml de leche, y Kaiku® baja en lactosa, con 0,4 g nes polimórficas en cuatro alelos diferentes (au-
de lactosa por 100 ml de leche. Dichos prepara- sencia de un aminoácido), en los sujetos hipolac-
dos son muy útiles para aquellos lactantes de más tásicos. También se han visto, sin embargo, sujetos
de 2 años que suelen tolerar ciertas cantidades de con niveles normales de mRNA y valores bajos de
lactosa. En algunas autonomías la subvención de las lactasa, que demuestran que puede haber otros es-
fórmulas exentas de lactosa deja de estarlo a par- labones implicados como determinantes en la gé-
tir de los 2 años, teniendo la familia que asumir di- nesis de la hipolactasia. La prelactasa es una proteí-
cho coste. Estos preparados empaquetados son de na de 220 kDa, precursora de la lactasa, sintetizada
un precio muy asequible y, además, permite la pre- en los ribosomas de los enterocitos por un proce-
paración de dulces y yogures. so llamado traducción (ver Capítulo 1.6). Posterior-
mente, es madurada por las enzimas del citoplasma
del enterocito, dando lugar a la lactasa madura, una
3.2.4. Manejo de la proteína de 150 kDa, ya lista para actuar en los mi-
intolerancia a la lactosa crovilli de los enterocitos. Se ha descrito que algu-
nos sujetos pueden tener unos niveles normales de
El tiempo de exclusión de la lactosa de la die- mRNA, pero un enlentecimiento en el proceso de
ta, en las intolerancias secundarias, dependerá de la maduración (paso de prelactasa a lactasa madura),
gravedad del cuadro clínico, de la edad del pacien- posiblemente determinado también genéticamen-
te y de su estado general, soliendo oscilar entre te, sin que por el momento se conozca el posible
15 días y 3 meses, no conllevando ningún riesgo defecto. Por último, también se ha especulado que
nutricional, siempre y cuando se administre la fór- en los pacientes con hipolactasia existe una dismi-
mula sin lactosa que se considere oportuno en nución en el número de enterocitos fabricantes de
cantidad idónea. Incluso muchos trabajos recientes lactosa. En la Figura 2 se muestra un esquema
aconsejan no suprimir la lactosa de la alimentación del proceso bioquímico de la síntesis de la lacta-
en casos de gastroenteritis aguda. sa. Muchos de estos pacientes, sobre todo confor-
La deficiencia adquirida de lactasa, también lla- me se van acercando a la época adulta, toleran sin
mada “de presentación tardía”, tipo adulto o indu- sintomatología determinadas cantidades de lácteos
cida genéticamente, puede considerarse como una con poca lactosa, como es el caso de los quesos
condición normal en muchos adolescentes y adul- en cualquiera de sus formas, que poseen, además,
tos. La disminución de los niveles de lactasa des- la ventaja de ser los alimentos más ricos en cal-
pués del destete o de la introducción de la ali- cio. Por otro lado, existe en la actualidad la teoría
mentación complementaria parece ser que está de que los niveles de lactasa intestinal en estos pa-
determinada genéticamente. Hay variaciones sus- cientes pueden mejorarse con el aporte de peque-
tanciales en la prevalencia de deficiencia adquirida ñas cantidades de sustrato (lactosa), que incidirían
de lactasa y el momento de la manifestación de la en una mayor “señal” para la producción de mRNA.
disminución de la actividad de la lactasa. En estos Ésta es la razón por la cual los pueblos anglosajones,

118
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

BG2 F04 se adhieren fuertemente


al intestino y tienen una gran acti-
vidad galactosidásica. La administra-
ción de yogur, que suele tener 2,5 g
de lactosa/100 g de producto, añade
el aporte de una β-galactosidasa con
actividad lactásica. Así, el yogur, ade-
más de tener menos lactosa, posee
una actividad lactásica propia, más al-
ta cuanto más cerca de la fecha de
caducidad se halle.

3.3. Alergia e intolerancia


a las proteínas de la leche
de vaca
3.3.1. Definición, clínica
Figura 2. Proceso bioquímico de la síntesis de la lactasa. y diagnóstico

que históricamente durante generaciones han con- Es bien conocido que la mejor forma de alimen-
sumido mayores cantidades de lactosa en su dieta tar a un recién nacido o lactante es administrándo-
debido a que fueron pueblos nómadas dedicados al le la leche de su propia madre. En muchas ocasio-
pastoreo, presentan niveles más altos de lactasa que nes, ello no es posible, por diversos motivos, sobre
los pueblos de la cuenca mediterránea y los africa- todo de índole laboral, y el bebé debe ser alimenta-
nos; estos pueblos, al dedicarse a la recolección, ba- do con una fórmula procedente de la leche de vaca,
saban su alimentación en los cereales. convenientemente modificada. Generalmente, es-
Numerosos artículos recientemente publica- tas fórmulas son bien aceptadas, pero en un por-
dos recomiendan dicho aporte de lactosa en es- centaje que suele oscilar en el primer año de vida
tos pacientes para mejorar su tolerancia. Noso- entre un 2 y un 5%, según los diferentes estudios,
tros en nuestro departamento también hemos sufren una alergia a la proteína de la leche de vaca
demostrado una mejoría en los niveles de tole- (APLV) (ver Capítulo 4.42).
rancia mediante el aporte continuado de peque- La leche de vaca es la principal fuente de alerge-
ñas cantidades diarias de yogur. Dosis de 2 g de nos en la niñez. El 80% de las proteínas de la leche
lactosa, e incluso más, en algunos pequeños, sue- de vaca está constituido por caseína, y el 20% res-
len ser soportadas sin ninguna sintomatología, aun- tante por α-lactoalbúmina y β-lactoglobulina. Esta
que el test de hidrógeno sea positivo. Las cantida- última está ausente en la leche humana, por lo que
des de lactosa contenidas en una porción de queso ha sido considerada uno de los principales alerge-
fresco tipo petit-suisse (1,5 g) o en 75 g de yogur nos de la leche de vaca. La caseína esta formada
(2 g) pueden ser perfectamente toleradas, tenien- por diversas subclases de las cuales la α-s1 y α-s2
do la ventaja no sólo de la estimulación, sino tam- comparten entre un 87 y un 98% de su secuen-
bién de incluir un aporte de calcio (70-88 mg, res- cia de aminoácidos con las caseínas de la leche de
pectivamente). En nuestra experiencia, el 13% de otras especies (oveja y cabra). Dicho hecho no de-
los pacientes con intolerancia a la lactosa (sobre- be sorprender, dado que existe una similitud bio-
carga fisiológica) pasó a ser de un 7%, tras el estí- química conectada por el mismo origen filogenéti-
mulo, durante 6 meses, con productos que conte- co en estas especies animales.
nían 2 g de lactosa al día. Las reacciones alérgicas en general han aumen-
Las bacterias prebióticas también pueden pro- tado su frecuencia los últimos años, tanto la aler-
mover la digestión de la lactosa en el intestino gia alimentaría como la dermatitis atópica, el asma
delgado. Algunos como el Lactobacillus acidophilus y la rinitis alérgica. Es también frecuente que los ni-

119
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

ños alérgicos a la leche de vaca lo sean al huevo y cuando el diámetro de la induración de la pápu-
a otros nutrientes. También se ha observado una la sea superior a 3 mm. El suero fisiológico es em-
fuerte asociación entre la alergia a las proteínas de pleado como control negativo, y como control po-
la leche de vaca y la dermatitis atópica. En los niños sitivo se usa histamina a una dilución de 10 mg/ml.
que presentan estas reacciones se han descrito una La otra prueba específica es la determinación del
serie de anomalías inmunológicas, con mayor pro- IgE antígeno-específica de la fracción proteica to-
ducción de células Th2, implicadas directamente en tal y las fracciones de la leche de vaca. Los valores
la síntesis de IgE. La activación de las CD4 conlleva de IgE específicos por debajo de 0,35 kU/l se con-
un detrimento de las Th1, responsables de la inmu- sideran negativos, mientras que valores superiores
nidad general; por ello a mayor número de infec- a 0,35 kU/l positivos, con clasificación ascendente
ciones menor producción de Th1 y descenso de la arbitraria correlativa.
incidencia de los procesos alérgicos. Se podría elu-
cubrar sobre la excesiva higiene alimentaría, o el
uso frecuente de antibióticos, que induciría la dis- 3.3.2. Características de los diferentes
minución de las Th1 en beneficio de las Th2 y, por tipos de fórmulas empleadas para
consiguiente, un aumento de las reacciones alérgi- la alergia e intolerancia a las
cas. La reacción de hipersensibilidad mediada por proteínas de la leche de vaca
IgE es la causa de las reacciones de tipo inmedia-
to, mientras que las reacciones mediadas por célu- 3.3.2.1. Fórmulas basadas en proteína de soja
las pueden ser las responsables de los síntomas en
alergias retardadas. Para el desarrollo de la APLV, es Se definen así aquellas fórmulas de inicio y de
necesario que los antígenos puedan penetrar a tra- continuación, realizadas a base de aislado proteico
vés de la barrera intestinal y, en segundo lugar, que de soja. Los preparados basados en soja se comen-
los antígenos absorbidos puedan causar respues- zaron a emplear en EE UU, para aquellos lactan-
tas inmunológicas perjudiciales. Una reducción en tes que presentaban problemas diarreicos al to-
la secreción de interferón γ, un hallazgo constan- mar preparados derivados de la leche de vaca. En
te observado en estos pacientes, puede explicar el 1929 se diseñó la primera fórmula basada en soja,
aberrante transporte de antígenos en estos casos. y fue concebida para tratar a los pacientes con po-
La capacidad de producción de dicho interferón sible alergia a las proteínas bovinas. Estas primeras
unido a la madurez del enterocito, aproximada- fórmulas artificiales se basaban en harinas de so-
mente al año de vida, sería la explicación de la tole- ja desgrasadas. Como consecuencia, eran de color
rancia de los antígenos. Una menor producción, en oscuro, tenían un sabor desagradable y, debido a la
determinados casos, explicaría el retraso de la to- presencia de hidratos de carbono complejos solu-
lerancia y una prolongación del proceso. bles presentes en la harina de soja, la rafinosa y es-
Estas reacciones que aparecen más o menos taquiosa, causaban flatulencia, diarrea y heces con
tiempo después de la ingesta de leche pueden ser muy mal olor. También tenían el riesgo de con-
de tipo alergia o de tipo intolerancia. La alergia tener sustancias bociógenas. Todos estos incon-
a la proteína de la leche de vaca cursa con reac- venientes han sido subsanados con el desarrollo,
ciones inmediatas como vómitos propulsivos, dia- durante la década de los 50 del siglo pasado, del
rrea de inicio súbito, reacciones cutáneas o shock, empleo de aislados de proteínas de soja.
entre otras. La intolerancia o manifestación cró- Estos preparados son ampliamente usados en
nica de alergia a la leche de vaca lo haría con una EE UU y Canadá, sobre todo por familias vegeta-
sintomatología menos aguda, como un cuadro de rianas (25-30% de las fórmulas infantiles), ya que en
malabsorción, anorexia o pérdida de peso. dichos países se consideran nutricionalmente equi-
El diagnóstico se realiza mediante el método es- valentes a las fórmulas basadas en proteína bovina.
tándar de realización de los PRICK cutáneos. El Sin embargo, son sólo ocasionalmente empleadas
test es leído 20 minutos después de haber aplica- en otros países industrializados, donde son con-
do en la superficie anterior del antebrazo mues- sideradas “fórmulas especiales”, siendo empleadas
tras de leche, y fracciones (α-lactoalbúmina, β-lac- únicamente cuando existe una indicación médica y
toglobulina y caseína), siendo considerado positivo bajo control facultativo.

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D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

Las indicaciones que se han debatido son: alergia ne reservas limitadas de carnitina, que podrían ago-
a la proteína de leche de vaca, dieta exenta de lac- tarse en 3 meses, se aconseja que estas fórmulas
tosa y/o galactosa, y una alternativa para las familias sean suplementadas con 1,2 mg/kcal de L-carniti-
vegetarianas que no desean suministrar a sus hijos na. También se aconseja su suplemento en L-tauri-
fórmulas que contengan proteínas animales. Algu- na por la imposibilidad transitoria del recién nacido
nos autores creen que cerca del 20% de los lac- para sintetizar dicho aminoácido a partir de la me-
tantes con alergia a la proteína de la leche de vaca tionina y cistina. Con dichos suplementos, se acon-
desarrollan también intolerancia a la soja. Sin em- seja un contenido proteico de 1,35-2,25 g/100 ml
bargo, otros autores opinan que, mientras la anti- en las fórmulas de inicio, y de 1,8-3,6 g/100 ml en
genicidad de la soja es muy similar a la proteína de las de continuación.
la leche de vaca, la alergenicidad es mucho menor, Después del tratamiento térmico, permanecen
y creen que estos preparados son la elección para algunas sustancias, como fibras de bajo peso mo-
aquellos niños que presentan una alergia a la leche lecular, fitatos, saponinas y fitoestrógenos. El fitato
de vaca mediada por IgE. Nuestra experiencia per- (inositol hexafosfato) permanece en una proporción
sonal es que en los numerosos casos en los cuales del 1,5%, lo que conlleva la disminución de la biodis-
ha sido empleada la fórmula de soja, por APLV me- ponibilidad de algunos minerales y oligoelementos.
diada por IgE y sin enteropatía, sólo en 2-3 casos ha El 30% total del fósforo es arrastrado por los fitatos,
existido una alergenicidad cruzada. No ha sido pro- y la biodisponibilidad del zinc es solamente de 14%.
bado su valor en la prevención de la atopia, ni en El impacto sobre la biodisponibilidad del calcio, el
sanos ni en lactantes de riesgo. Tampoco se ha de- hierro y el cobre es mucho menor. Evidentemente,
mostrado su valor en el manejo del cólico del lac- la solución ideal sería la eliminación total de los fita-
tante. No debe emplearse la soja en los casos de tos, pero, dado que ello no es posible totalmente en
enteropatía/enterocolitis producida por la leche de la actualidad, se establece la necesidad de suplemen-
vaca, y tampoco se recomienda en recién nacidos tar estos productos con 60-90 mg/100 kcal de cal-
pretérminos con bajo peso. cio, 30-60 mg/100 kcal de fósforo, 1-2 mg/100 kcal
El tratamiento mediante calor de las proteínas de hierro, y 0,75 mg/100 kcal de zinc. Con dichos
de soja reduce en un 90% la actividad de los inhi- suplementos no se han observado deficiencias y los
bidores de la tripsina, quimotripsina, soyina y otras estudios reportados de mineralización ósea son si-
hemaglutininas, siendo su actividad inhibitoria irre- milares a los efectuados en lactantes que toman fór-
levante. Así pues, si el aislado de proteína de soja mulas con proteína vacuna.
se procesa adecuadamente, es una buena fuente de Las fórmulas de soja contienen 600-1.300 ng/l
proteína para los niños. Tiene un alto valor nutri- de aluminio, en contraste con 4-65 ng/l de la le-
tivo y su composición en aminoácidos alcanza un che humana. La fuente de este aluminio son las sa-
promedio del 96% de la de la caseína e incluso, des- les minerales empleadas en el proceso de produc-
pués de hacer alguna deducción sobre la base de ción de la fórmula. Su potencial patogenicidad no
su digestibilidad, el valor nutritivo de los aminoáci- ha sido dilucidada; sin embargo, se desaconseja su
dos alcanza una cifra global de 89% y aun perma- empleo en lactantes con patología renal. También
nece superior al 80% cuando se toma en cuenta se han detectado niveles elevados de mangane-
la metionina, que es el aminoácido cuya disponi- so, que conllevan una ingesta 50 veces la canti-
bilidad es menor. Dado este factor limitante y aun dad aportada por la leche humana. La retención
cuando la ingesta proteica no se considere esca- de manganeso es alta durante el periodo neona-
sa, se aconseja suplementarlas con metionina a ra- tal, pero se desconoce en la actualidad la toxici-
zón de 30 mg/kcal, con el fin de asegurar el cre- dad del mismo en la infancia. Hasta la actualidad
cimiento y de mantener el balance nitrogenado y no se han comunicado efectos adversos relacio-
las concentraciones plasmáticas de albúmina. Con- nados con los niveles altos en plasma de man-
trariamente a la leche humana y fórmulas basadas ganeso en los lactantes alimentados con fórmu-
en proteína de leche de vaca, los productos basa- las de soja. Tampoco ha podido ser confirmada la
dos en soja no contienen L-carnitina intrínseca, cu- sospecha existente de que los aislados de proteí-
ya función es transferir los ácidos grasos al interior na de soja podían ser potenciales inductores de
de la mitocondria. Dado que el recién nacido tie- diabetes mellitus.

121
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

En cuanto a los hidratos de carbono, las fórmulas Con dicho proceso la mayor parte de la estruc-
de soja no contienen lactosa, para evitar contamina- tura secundaria de las proteínas vacunas (α-lac-
ciones con proteínas de suero, o galactosa. Suelen toalbúmina, β-lactoglobulina, inmunoglobulina G y
contener hidrolizados de almidón (dextrinomaltosa seroalbúmina) son modificadas, pero no la de ca-
y polímeros de glucosa). Pueden contener sacarosa, seína, la cual es resistente a 121 ºC. Así pues, con
siempre que no excedan el 20% del total de los hi- el calor no se consigue un nivel suficiente de hi-
dratos de carbono. La recomendación en cuanto a poalergenicidad y hipoantigenicidad, debiendo apli-
las grasas es similar a la de las fórmulas de inicio y carse un tratamiento enzimático posterior. La hi-
continuación. La grasa láctea es excluida, dado que drólisis enzimática es habitualmente realizada
puede contener restos de proteína vacuna. mediante una mezcla de endopeptidasas y exo-
Por último, cabe citar que existe en el mercado peptidasas que no destruyen los aminoácidos, co-
un preparado en el cual la proteína de soja se pre- mo ocurre con la hidrólisis ácida, manteniéndose
senta hidrolizada junto con colágeno de buey hi- el valor proteico del sustrato intacto. La duración
drolizado, que podría estar indicado en alergias a la de dicho proceso y la proporción de enzimas em-
leche de vaca con anafilaxia a las fórmulas con pro- pleadas conduce a diferentes grados de fragmen-
teínas de leche de vaca con alto grado de hidrólisis, tación proteica, dando lugar a aminoácidos libres y
y reacción cruzada a la proteína entera de soja. Los péptidos de diferentes tamaños. Una hidrólisis par-
hidrolizados de soja inducen un aumento en sangre cial (de bajo grado) conlleva segmentos con pép-
de los aminoácidos no esenciales como glicina e hi- tidos largos, mientras que una hidrólisis extensiva
droxiprolina y disminución de lisina y cistina. (de alto grado) producirá una mezcla de aminoáci-
Hay que recordar también que las mal llamadas dos libres, péptidos de bajo peso molecular y res-
“leches de soja”, cuya denominación correcta es tos de péptidos de alto peso molecular. Normal-
“bebidas de soja”, son preparados diseñados para mente, es necesario incluir una ultrafiltración para
adultos, que desean evitar la leche de vaca, y están eliminar los péptidos de alto peso molecular y las
contraindicados absolutamente en cualquier época enzimas residuales que han sido empleadas para la
infantil, debido al riesgo de producir osteopenia. hidrólisis, que pueden ser alergénicas.
Dicho grado de hidrólisis es el que ha conlle-
3.3.2.2. Fórmulas con hidrolizados vado la clasificación existente actualmente de los
de proteínas de leche de vaca productos. Obviamente, la alergenicidad y la anti-
genicidad de las fórmulas serán más bajas cuanto
La alergenicidad de una proteína, definida como más pequeños sean los pesos moleculares de los
la capacidad que tiene una determinada molécu- péptidos. Los hidrolizados de proteína de suero in-
la de desencadenar una reacción alérgica en indivi- ducen niveles más altos de treonina y más bajos de
duos sensibles, depende de tres factores: de su pe- tirosina. Por ello, serán preferibles los hidrolizados
so molecular (PM) (por debajo de 2.000 Da de PM procedentes de proteína de suero y de caseína.
es raro que se motiven reacciones alérgicas, aun- La grasa suele ser grasa vegetal, y gran parte
que no se descartan); de la secuencia de los ami- de las mismas con un 30% de triglicéridos de ca-
noácidos, y de la configuración de la proteína en dena media. El reparto de péptidos, grasa e hidra-
el espacio. Los dos últimos factores condicionan la tos de carbono se ajusta al de las fórmulas de ini-
aparición de epítopos, o parte limitada de la mo- cio normales.
lécula a la que el anticuerpo IgE o el receptor del Las fórmulas con proteínas hidrolizadas han sido
linfocito se une; a mayor peso molecular mayor empleadas con éxito desde hace más de 50 años
número de epítopos. Por ello, para conseguir dis- como fuente de nutrición en lactantes con diferen-
minuir la alergenicidad de una proteína, se deberá tes problemas digestivos, y particularmente en lac-
reducir el peso molecular, con lo que se disminui- tantes con alergia/intolerancia a las proteínas bovi-
rá el número de epítopos. Ello se consigue hidro- nas. Su empleo está basado en la premisa de que
lizándola por el calor y por procedimientos enzi- las proteínas predigeridas, cuando se ingieren en
máticos. El calor tiene como finalidad alargarla y forma de aminoácidos libres o péptidos peque-
“plancharla”, lo que inducirá la desaparición de los ños, pueden aportar a los organismos nutrientes
epítopos conformacionales. cuya alergenicidad y antigenicidad está reducida.

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D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

La fuente proteica para dichos hidrolizados es la leculares inferiores a 1.200 Da, no hay determinan-
caseína o la proteína de suero, o bien una mezcla tes antigénicos, pero sí puede haberlos con pesos
de ambas. Se ha debatido sobre si la alergenicidad moleculares inferiores a 3.000 Da. Con respecto a
es menor cuando se emplea sólo proteína de sue- los aminoácidos, el número máximo permitido por
ro, pero en la actualidad se tiende a una mezcla de péptido debe ser, para unos, de 8-10 aminoácidos y,
caseína/proteína del suero, como en las fórmulas para otros, de 4 aminoácidos.
de inicio y continuación, para obtener un adecuado Los preparados altamente hidrolizados y diseña-
aminograma, lo más similar al obtenido en los lac- dos para prevenir o tratar la alergia a la leche de
tantes alimentados con pecho. vaca no tendrían que ser, en teoría, modificados en
A menudo, la hidrólisis enzimática produce pépti- el resto de sus componentes, pero esto no suele
dos de sabor amargo, y su grado depende de las en- ser así y en la mayoría de las fórmulas del merca-
zimas usadas, del sustrato proteico y de la duración do, además de la hidrólisis de las proteínas, también
del proceso. El sabor puede ser mejorado según las se modifican los hidratos de carbono y las grasas.
enzimas, o bien empleando procedimientos que re- La grasa láctea no se emplea, dado que puede estar
ducen el amargor, como la extracción con solventes contaminada con proteínas intactas. Así, la lactosa
o filtración con carbón activado. En los hidrolizados es sustituida total o parcialmente por polímeros de
parciales, con un menor grado de hidrólisis, el sabor, glucosa y parte de la grasa por MCT. Las fórmulas
color y olor prácticamente no se modifican. con estas características reciben el nombre de fór-
Las fórmulas extensivamente hidrolizadas (HPe), mulas o dietas semielementales. Dadas estas mo-
también llamadas de alto grado de hidrólisis o hi- dificaciones, estas fórmulas son empleadas no só-
poalergénicas, son aquellas cuyos componen- lo en el tratamiento de la enteropatía/alergia a las
tes proteicos están formados por aminoácidos y proteínas de la leche de vaca, sino también para
péptidos cuyo peso molecular medio es inferior a otros diferentes cuadros con alteraciones graves
5.000 Da. Asimismo, no deben contener restos de de la absorción intestinal y grave daño de la muco-
su proteína original íntegra o poco hidrolizada. De- sa. Cabe recordar que en casos de alergia a las pro-
ben cumplir unos requisitos in vitro e in vivo. Para lo teínas de la leche de vaca severa comprobada di-
primero, deben demostrar la ausencia de proteínas chos preparados deben administrarse bajo estricto
nativas (ELISA de inhibición). Lo segundo debe ser control médico y, en caso de fracasar, hay que re-
comprobado con anafilaxia sistémica en cobayas. currir a hidrolizado de soja o a dietas elementales.
Según la definición propuesta recientemente por la El futuro se encuentra en el campo de la Biología
Food and Drug Administration y aceptado por el Co- Molecular con la clonación genética del DNA que
mité de Nutrición de la Academia Americana de codifica para factores proteicos de la leche humana.
Pediatría, dichas fórmulas son toleradas por el 90% La obtención de proteínas recombinantes de la pro-
de los niños con alergia a las proteínas de leche de teína humana acabaría con todos los problemas de
vaca previamente documentada. Esta definición ha alergenicidad y antigenicidad. Por el momento, exis-
sido aceptada por la ESPACI (Sociedad Europea de ten, como es lógico, muchos escollos de tipo ético-
Alergología Pediátrica e Inmunología Clínica) y, en moral, no tanto tecnológico, para dicho adelanto.
menor grado, por la ESPGHAN debido a los pro-
blemas éticos que comporta la demostración de 3.3.2.3. Fórmulas elementales
dicha tolerancia in vivo. La menor antigenicidad de
estas fórmulas no conlleva una nula alergenicidad Las fórmulas elementales, también llamadas die-
(por eso, son hipoalergénicas y anolergénicas), ya tas elementales o monoméricas, son dietas sintéti-
que péptidos de bajo peso molecular pueden con- cas, siendo el nitrógeno aportado como L-aminoá-
llevar epítopos responsables de reacciones alérgi- cidos, los hidratos de carbono como polímeros de
cas, habiéndose descrito reacciones adversas a es- glucosa, y la grasa, en su mayoría, en forma de MCT,
tos preparados, con capacidad alergénica residual. con ácidos grasos de cadena larga, en proporción
Algunos autores consideran que en estas fórmulas adecuada, para evitar una deficiencia de ácidos gra-
el peso molecular medio de los péptidos residuales sos esenciales. Las ventajas que aportan son su ab-
debe ser inferior no sólo a 5.000 Da, sino incluso sorción con una mínima digestión, permitiendo un
a 2.000 Da. Se ha demostrado que, con pesos mo- cierto reposo intestinal y disminución del volumen

123
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

fecal. Son preparados de mal sabor, alto coste y al- realización de las pruebas específicas ya comenta-
ta osmolaridad, siendo la absorción de los amino- das de diagnóstico de alergia a las proteínas de la
ácidos peor realizada que en el caso de las fórmu- leche de vaca. Si las citadas pruebas [PRICK y RAST
las oligoméricas. Sus indicaciones son limitadas a (Radio Allergen Sorbent Test) específico] son nega-
alergia a los preparados altamente hidrolizados y tivas, se practicará, a renglón seguido, la agresión
soja, enfermedad inflamatoria intestinal, diarrea in- con leche de vaca entera, pero bajo vigilancia mé-
tratable y afección de fibrosis quística y otras situa- dica, empezando por 1 ml a los 20 minutos. Si no
ciones de grave deterioro intestinal. ha habido reacción alguna, se darán 10 ml a los 15
El uso de las mismas puede condicionar la expul- minutos, 50 ml a los 30 minutos, y 100 ml a la hora.
sión de heces más pastosas, de color verde oscu- Si esa cantidad no ha provocado ninguna reacción,
ro, y de menor consistencia, debido a que pueden se puede considerar solucionado el problema de la
inducir niveles elevados de motilina responsables alergia a la leche de vaca. Si de las citadas pruebas
de un tránsito intestinal más acelerado, lo que con- (RAST, PRICK y agresión) al menos una es positi-
tribuye a una menor reabsorción de agua y a una va, se deberán esperar 6 meses más sin administrar
mayor cantidad de estercobilinógeno (color verde) proteína de leche de vaca, para volver a repetir las
que por el menor tiempo de tránsito no se habrá pruebas transcurridos esos 6 meses, y así sucesiva-
podido transformar en estercobilina (color ma- mente hasta que, en el mejor de los casos, se nega-
rrón). Ello no justifica en modo alguno el abando- tivicen, pudiendo entonces, el niño, tomar leche de
no de estas fórmulas si su indicación es la adecua- vaca. Generalmente, con 18 meses de exclusión de
da. La causa, del todo normal, etiopatogénica del la proteína de vaca, desaparece la alergia.
tránsito acelerado, debe ser explicada a los padres
cuando se recomienda una de estas fórmulas.
3.3.4. Empleo de leche de cabra

3.3.3. Norma práctica La APLV suele desaparecer en un 60% de los


de uso de estas fórmulas casos antes del año de vida, pero en algunos ca-
sos no solucionados puede tener una duración su-
En la alergia a la proteína de la leche de vaca perior a los 5 años. En estos casos, el aporte de
(APLV) se pueden usar los dos tipos de fórmulas, fórmulas especiales, diseñadas para los lactantes,
las basadas en hidrolizado de proteína de leche de puede ser un problema, debido al rechazo del pa-
vaca, y las basadas en proteínas de soja, pero se go- ciente a dichas fórmulas, dadas las características
za de un mayor grado de seguridad si se usan las organolépticas, o bien debido a trabas administra-
basadas en proteínas de soja. tivas de subvención.
En la intolerancia a la proteína de la leche de Las leches de cabra y oveja han sido empleadas
vaca (o manifestación crónica de alergia a la leche como aporte nutricional a los niños sanos en algu-
de vaca) se pueden aconsejar también ambos ti- nas comunidades rurales, como una alternativa a la
pos de productos, los basados en hidrolizado de leche de vaca. Sin embargo, en la población urbana
proteína de leche de vaca y los basados en proteí- sólo es aportada, por lo general, en forma de que-
na de soja, pero se ofrece mayor seguridad si, co- sos. Actualmente, se dispone en el mercado de le-
mo primera elección, se utilizan los hidrolizados che de cabra empaquetada para el consumo, ha-
de proteína de vaca. Si se usan, de entrada, los de biéndose propuesto su posible empleo en el caso
soja, se ha descrito un 40% de intolerancias cru- de la APLV o bien como alternativa a la leche de
zadas a la soja después de varias semanas de su vaca en sujetos sanos. Su valor nutricional es muy
uso. Las fórmulas basadas en las mezclas de ami- parecido al de la leche de vaca. Es un dato conoci-
noácidos libres se reservarán para los casos de do que los pacientes con APLV pueden tener aso-
alergias múltiples, las diarreas intratables, los ca- ciadas alergias cruzadas con las proteínas de otros
sos de alergia a la soja o la alergia a los hidroliza- alimentos y entre ellas con la proteína de la leche
dos de soja. de cabra.
La reintroducción de una fórmula, o de la leche Se ha estudiado la posibilidad del empleo de la
entera de vaca, según la edad, se efectuará previa leche de cabra en estos pacientes, investigando

124
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

previamente, in vivo e in vitro, la posible alergenici- La prueba de agresión (también denominada


dad cruzada entre ambas proteínas. test de tolerancia) a la leche de cabra fue llevada
Doce niños de edades comprendidas entre 2 a cabo bajo vigilancia clínica. La sistemática de di-
y 5 años (edad media: 2 años y 9 meses), diag- cho test es: administración de 5 ml cada 5 minutos.
nosticados de APLV, fueron incluidos en el estu- Si no aparecen síntomas a los 30 minutos se admi-
dio de tolerancia a las proteínas de la leche de nistra 20 ml, y 100 ml pasados otros 30 minutos.
cabra. El diagnóstico de APLV fue sospechado Después de la última administración, el paciente se
inicialmente por signos y síntomas clínicos, tras mantiene en observación durante un periodo de
la introducción de las primeras tomas de fórmu- 3 horas antes de su alta. Posterior información es
la a lo largo de los tres primeros meses de vida. recogida sobre la tolerancia del producto a lo largo
Diez de ellos presentaron síntomas de urticaria, de los días (alergia de manifestación tardía).
y dos, vómitos y diarrea. Dicho diagnóstico fue En tres pacientes (25%) los tests de reacción ad-
corroborado posteriormente mediante PRICK versa inmunológicos a la proteína de la leche de
cutáneo y bioquímicamente por el procedimien- cabra, PRICK y RAST fueron negativos y se co-
to de RAST. Hasta el momento de la prueba de rrespondieron con una buena tolerancia oral inme-
tolerancia a la leche de cabra todos ellos esta- diata y tardía. Sin embargo, los tres continuaban con
ban con dieta de exclusión de leche de vaca. Sie- RAST a las proteínas de la leche de vaca positivo pa-
te recibían fórmula de soja (Velactin® -Novar- ra la caseína (clase 1 = 0,35 KU/l, considerada reac-
tis Health Nutrition-), y 3 hidrolizados extensos ción débil), pero se había negativizado para la β-lac-
de proteínas vacunas (Damira® -Novartis Health toglobulina y la α-lactoalbúmina. Los otros nueve
Nutrition-, y Alfaré® -Nestlé-). Ninguno de ellos pacientes (75%) presentaron síntomas clínicos tras
había recibido nunca leche o derivados lácteos la agresión, con manifestación clínica de urticaria, y
de otras especies de mamíferos. Antes de efec- el RAST a la proteína de la leche de cabra era positi-
tuarse el estudio de una posible alergia a las pro- vo. Dos de ellos, sin embargo, tenían el PRICK cutá-
teínas de la leche de cabra, se repitió el RAST neo negativo para la leche de cabra. En los nueve, el
a la leche de vaca, que confirmó la persistencia RAST a todas las fracciones de la leche de vaca era
de la alergia. Un consentimiento informado se positivo, con niveles superiores a 0,7 KU/l.
obtuvo de las familias para la realización de los Es evidente que todos estos pacientes fueron ini-
tests, después de haber sido informados sobre cialmente sensibilizados a la proteína de la leche de
el objeto del estudio. vaca y que la alergia a las proteínas de la leche de
El estudio de la alergia a las proteínas de la leche cabra fue causada, en los positivos, por la presencia
de vaca/cabra se realizó mediante el test de PRICK de anticuerpos IgE a la leche de vaca que reaccionan
cutáneo para ambas leches, efectuado según el mé- cruzadamente con las proteínas de la leche de ca-
todo estándar de realización de los PRICK cutá- bra. De hecho, ninguno de los pacientes había ingeri-
neos. El test fue leído 20 minutos después de ha- do ningún producto que contuviera leche de cabra
ber aplicado en la superficie anterior del antebrazo u oveja previamente. En adición, la sensibilización
muestras de ambas leches, y considerado positivo en útero o durante la lactancia materna, en los ca-
cuando el diámetro de la induración de la pápula sos alérgicos, fue también excluida, dado que ningu-
fuera superior a 3 mm. Fue empleado suero fisio- na de las madres tomó dichos productos durante
lógico como control negativo, y como control po- el embarazo o la lactancia. La evidencia de reacción
sitivo se usó histamina a una dilución de 10 mg/ml. cruzada ha sido documentada en estudios efectua-
Para la determinación de IgE antígeno-específica de dos en animales y en ensayos clínicos e inmunoquí-
las fracciones de la leche de vaca y de la proteína micos en niños afectos de APLV. Recientemente, la
de leche de cabra, fue empleado el Pharmacia CAP alergenicidad potencial de las α-caseínas de vaca,
System® (Pharmacia-Upjohn Diagnostics AB, Upp- oveja y cabra fue comparada por ensayos con ELI-
sala, Suecia). Los valores de IgE específicos por de- SA y ELISA test de inhibición en niños con APLV. Las
bajo de 0,35 kU/l fueron considerados negativos, y técnicas de immunoblot han demostrado que, aun-
valores superiores a 0,35 kU/l, positivos, con clasi- que las proteínas de leche de vaca aparecen como
ficación ascendente arbitraria correlativa, según los más potentes alérgenos que la leche de cabra, estas
valores (clasificación de 0 a 6). últimas son también altamente alérgicas.

125
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

Un 25% de los pacientes con APLV pudieron más de 4 meses, junto a la administración de un hi-
tolerar la leche de cabra. Esto puede ser debi- drolizado de alto grado y la exclusión de alimen-
do a que no se haya producido en estos sujetos tos sólidos durante esos mencionados 4-6 meses,
la reacción cruzada de las α-caseínas. La toleran- disminuye la incidencia posterior de alergia a la le-
cia no estaría, al parecer, relacionada con la nega- che de vaca. La dieta de la madre durante la lactan-
tivización del RAST a las fracciones α-lactoalbú- cia puede ser necesaria en la alergia a la leche de
mina y β-lactoglobulina, que se observa en estos vaca, debiendo suprimirla, pero en cambio la mo-
tres pacientes. Dado que la reacción cruzada es dificación de la dieta durante el embarazo no ejer-
caseína dependiente, la tolerancia podría deber- ce ningún efecto.
se a la reacción débil que presentaban a la caseí-
na de la leche de vaca. El otro 75% presentaron
síntomas clínicos de intolerancia en la prueba de 4.1. Hidrolizados
tolerancia, con RAST a todas las fracciones de proteicos parciales
la leche de vaca positivos. También cabe destacar
que la prueba cutánea, si bien son tests específi- Los hidrolizados proteicos parciales (HPp)
cos, puede carecer de sensibilidad para detectar fueron diseñados con la finalidad de disminuir
alergias clínicamente significativas, como sucedió la alergenicidad a la proteína de leche de vaca,
en dos de nuestros pacientes, que, a su vez, tenían cuando la alimentación materna no es posible
RAST positivo. Dicha circunstancia puede ser de- en aquellos neonatos o lactantes de riesgo ató-
bida a que la pequeña cantidad de alergeno que se pico (antecedentes de padres alérgicos, IgE total
inocula en la capa dérmica es en pacientes poco de la madre > 120 UI/ml, IgE de cordón > 1 UI/
sensibilizados incapaces de desarrollar la reacción ml). En estos productos la cantidad de proteína
anafiláctica, debido a que la piel es un sistema que láctea intacta debe ser inferior al 1%, el resto de
pierde rápidamente la sensibilidad en cuanto a la los nutrientes se ajusta a las recomendaciones de
memoria inmunológica. Dichas discordancias han una fórmula adaptada. Sus indicaciones han sido
sido constatadas en cerca de un 50% de los niños y siguen siendo controvertidas, y desde su lanza-
con APLV. Desde un punto de vista diagnóstico miento al mercado han intentado demostrar su
o de tolerancia, el PRICK puede presentar poca utilidad en la prevención de la alergia, aunque fal-
sensibilidad, por lo cual se debe recurrir siempre tan estudios controlados que demuestren a lar-
a la determinación bioquímica de IgE específica. go plazo la eficacia real de dichos preparados, y
Como conclusión, no se puede aconsejar a los los trabajos existentes presentan resultados con-
pacientes con APLV el aporte de leche de cabra tradictorios.
sin antes asegurarse de su posible tolerancia ba- En estos hidrolizados parciales, el peso mole-
jo control de un especialista. Para el 25% de los cular de los péptidos resultantes es muy variable,
que la toleran, la leche de cabra puede ser un ex- existiendo porcentajes de proteínas no degra-
celente sustituto en los niños de más de 2 años dadas o sólo parcialmente degradadas con peso
de vida. molecular superior a 5.000 Da (de 8-40 kDa) (los
péptidos residuales oscilan entre 10.000 y 20.000
Da de PM). Han recibido recientemente el nom-
bre de hipoantigénicas (fórmulas HA) y, acorde
4. Prevención de la alergia con el Comité de la ESPACI, “fórmulas parcial-
mente hidrolizadas”, definiéndolas como “fór-
El desarrollo de enfermedades atópicas depen- mulas basadas en hidrolizado proteico vacuno
de de factores genéticos y de la exposición a fac- con fragmentos suficientemente largos como pa-
tores ambientales y de la interacción entre las cé- ra inducir reacciones alérgicas en niños sensibi-
lulas Th1 y Th2. Se ha comprobado que la forma lizados”, no recomendando dicho comité dichos
precoz de alimentar al lactante influye en el desa- preparados para la prevención de la alergia, pero
rrollo de la alergia, así como la exposición diaria a sí los altamente hidrolizados o bien las fórmulas a
alérgenos inhalantes y al humo de tabaco. En lac- base de proteína de soja. Una posición más ambi-
tantes de alto riesgo, la lactancia materna durante gua y tolerante ha sido tomada por la ESPGHAN,

126
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

que las denomina “fórmulas con bajo grado de hi- na. Por dicho motivo, se recomienda que el 60% de
drólisis” al considerar que sí pueden ser usadas en las necesidades sean aportadas con lácteos. El res-
la prevención de la alergia, debiendo contener una to de los requerimientos, un 40%, debe ser aporta-
reducción de al menos 10 veces el contenido an- do por otros alimentos. Las recomendaciones dia-
tigénico, comparadas con las leches para lactantes rias para cubrir las necesidades están basadas en la
convencionales. Estas posiciones encontradas han biodisponibilidad del mismo, ya que sólo es absor-
conllevado una batalla epistolar en las diferentes bido un 40-60% del aportado con la dieta. Dichas
revistas médicas especializadas, sin que, por el mo- recomendaciones son de 800 mg/día para las eda-
mento, se haya llegado a un acuerdo total. Se cree des de 1-10 años, y de 1.200 mg/día para los ado-
que una solución intermedia es iniciar, en caso de lescentes y el brote puberal. Todas aquellas patolo-
necesidad e indicación probada, la alimentación gías que conlleven una retirada de los mismos total
con dichos preparados y en caso de mala evo- o parcialmente, son un grupo potencial de riesgo
lución cambiar a una fórmula de soja o una fór- de una inadecuada mineralización ósea. Como sus-
mula con hidrolizado extensivo. Es necesario re- titutivos, para los lactantes, se dispone de fórmulas
cordar que en ningún caso están indicados para infantiles comentadas en este Capítulo, que asegu-
el tratamiento de los lactantes con intolerancia ran dichas necesidades, siempre que la ingesta sea
a las proteínas de leche de vaca con enteropatía superior a 500 ml/día. Se ha visto que los políme-
o en casos de alergia demostrada con manifesta- ros de glucosa permiten una absorción de calcio
ciones clínicas. En el etiquetado y publicidad de tan adecuada como la lactosa. También se han ob-
estos productos ha de mencionarse expresamen- servado una buena absorción de calcio y niveles de
te esta circunstancia. contenido mineral óseo normales cuando los pre-
parados empleados han sido fórmulas de soja. Sin
embargo, existe un vacío comercial de preparados
para niños que sobrepasan la edad de 2-3 años.
5. Riesgo de una Recientemente, un grupo de expertos de la
inadecuada mineralización OMS consensuaron la definición de osteoporo-
en patologías que precisan sis: “Una enfermedad caracterizada por una masa
tratamientos prolongados ósea deficiente y deterioración de la microarqui-
de fórmulas especiales tectura del tejido óseo, conduciendo a aumentar
la fragilidad ósea y consecuentemente el riesgo
El crecimiento y maduración ósea son procesos de fracturas”. Consideran osteoporosis cuando el
dinámicos que empiezan ya intraútero y acaban du- rango de la “densidad mineral ósea” (DMO) del
rante la tercera década de la vida, alcanzando lo sujeto está por debajo de -2,5 DS (99,8% de los
que se denomina “pico de masa ósea”. A partir de individuos) para esa edad y sexo de la población
entonces, ese proceso dinámico se va a invertir y general. El grupo de expertos de la OMS entiende
va derivando en una pérdida progresiva de la ma- por osteopenia el valor de la DMO que es infe-
sa ósea previamente adquirida. Parte de este “pi- rior a -1 DS (75% de los individuos) pero superior
co de masa ósea” se debe conseguir durante la lac- a -2,5 DS para esa edad y sexo de la población ge-
tancia e infancia. El poseer una buena masa ósea en neral (ver Capítulo 4.33).
la época adulta y prevenir una posible osteoporo- Con el fin de valorar dicho riesgo, se estudió el
sis dependerá pues del acopio efectuado en las pri- contenido mineral óseo (CMO) en pacientes afec-
meras décadas de la vida. La mineralización de la tos de patologías que suelen ser sometidos a su-
matriz ósea depende de múltiples factores, entre presión prolongada de lácteos. Fueron estudiados
los que hay que destacar los nutricionales, genéti- 30 pacientes con un periodo de diagnóstico y con-
cos, endocrinos, metabólicos y mecánicos. Particu- sejo dietético de 2 años, compuesto por 10 intole-
lar importancia tiene un aporte adecuado de cal- rancias a la lactosa inducidas genéticamente, 3 sín-
cio. La fuente fundamental de aporte deben ser los dromes de intestino corto, 7 casos de alergia a la
lácteos, debido a su alta concentración en calcio, y proteína de leche de vaca y 10 casos de hiperco-
a que la biodisponibilidad del mismo es óptima, al lesterolemia. Los preparados sustitutivos que to-
estar presente en forma orgánica unido a la caseí- maban los pacientes eran fórmulas especiales in-

127
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

fantiles con dextrinomaltosa y proteína


vacuna (16 casos); fórmulas de soja (4
casos); “bebidas de soja” en forma lí-
quida (2 casos), e hidrolizado de pro-
teína (4 casos). Cuatro pacientes con
intolerancia a la lactosa inducida gené-
ticamente no tomaban ningún tipo de
preparado.
Las mediciones de DMO se efectua-
ron por la técnica de absorciometría ra-
diológica de doble energía (DEXA) con
un densitómetro comercial lunar mo-
delo DPX-L. Se efectuó la exploración
de las vértebras L2-L4, tomando el pro-
medio de su densidad mineral, que ha
sido expresada en g de hidroxiapatita/
cm2, siendo también comparada con Figura 3. Correlación de la DMO (densidad mineral ósea) con la ingesta de
otra área del esqueleto. Los valores han calcio de origen lácteo.
sido comparados con los obtenidos en
un grupo control constituido por 471 niños y ado-
lescentes (256 varones y 215 hembras) libres de
enfermedades y cuyos datos fueron agrupados
por edades y sexos.
El resultado fue el siguiente: 9 pacientes pre-
sentaban osteoporosis, 6 casos osteopenia y 15
se encontraban dentro de la normalidad. La co-
rrelación estadística entre el valor de la DMO y
la cantidad de calcio aportado por lácteos (que
debe ser el 60% de las RDA) fue altamente signi-
ficativa (p < 0,0001; R = 0,89) (Figura 3). En la
Figura 4, se puede observar la media de los va- Figura 4. Media del SDS (Standard Deviation Score)
lores de los 30 pacientes, expresados como stan- de la densidad mineral ósea (DMO) en 30 pacientes ali-
dard deviation score (inferior a -1 DS se conside- mentados con fórmulas especiales.
ra que existe una osteopenia y por debajo de -2,5
DS la presencia de osteoporosis). La media expre-
sada en Z-score demostró una osteopenia del gru- otros productos conlleva el riesgo de que no sean
po. Los pacientes fueron catalogados dentro las ingeridas de una manera continuada, ni en la canti-
siguientes categorías: dad debida. Las razones pueden ser de índole eco-
a) Los que tomaban fórmulas infantiles espe- nómica, ya que es preparado de alto coste, o de
ciales, bien fueran proteinatos sin lactosa, fórmu- índole organoléptico, pues su sabor es mal acep-
las de soja o hidrolizados de proteína en cantidad tado por niños mayorcitos. Por otra parte, existe
> 500 ml/día (9 pacientes con normalidad). un vacío comercial en cuanto a preparados sin lac-
b) Los que tomaban dichas fórmulas pero en tosa para adolescentes y adultos, ya que las “bebi-
una cantidad insuficiente, < 500 ml/día (4 osteope- das de soja líquidas” son, en general, insuficientes
nia, 1 osteoporosis). en calcio, a parte de que éste sea peor absorbido
c) Los que ingerían “bebida de soja líquida”, sin debido a los fitatos. Las “leches de almendra” en
derivados lácteos (3 osteopenia, 1 osteoporosis). ocasiones recomendadas son también totalmente
d) Los que no tomaban ningún tipo de prepa- inadecuadas. El riesgo de osteoporosis se compro-
rado, ni lácteos (5 osteoporosis, 1 osteopenia).La bó en cuatro pacientes que tomaban dichos prepa-
supresión de la fórmula especial y la indicación de rados. Con respecto a las fórmulas especiales, que

128
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

es el tema que se aborda en el presente Capítulo, aparece si la ingesta de calcio de los lácteos se
se observa que los pacientes que tomaban 500 ml/ encuentra por debajo del 60%, es decir, entre 200
día presentaban una osificación normal. Hay que y 300 mg/día para la edad de 1-10 años, y 300-450
recordar que, en ocasiones, estos preparados de- mg/día para los adolescentes. Por debajo de es-
ben ser empleados por un tiempo que sobrepasa el tos valores, un 40% del aporte, aparece el riesgo
concepto de lactante (12 meses). Los cinco pacien- de osteoporosis.
tes que no tomaban los 500 ml/día y los que no in- Dado que la valoración de estos datos se ha
gerían nada de lácteos presentaban una DMO pa- hecho con 2 años de evolución, hay que pensar
tológica con distintos grados de afectación. que los efectos negativos serán mayores confor-
La Figura 4 muestra la correlación existente me transcurra el tiempo. Es pues necesario vi-
entre el Z-score de los valores de DMO de estos gilar de cerca este tipo de patologías, controlar
niños y el aporte de calcio a través de los lácteos, la DMO, e indicar los preparados adecuados en
que debe ser de un 60% de las recomendacio- una cantidad mínima de 500 ml/día, evitando los
nes totales, 480 mg/día para las edades de 1-10 productos carentes de calcio, insistir en la toma
años, y 750 mg/día para los adolescentes, corre- de preparados ricos en calcio de otro origen y,
lación que es altamente significativa (p < 0,0001). si es necesario, dar un suplemento oral de cal-
Se puede observar cómo el riesgo de osteopenia cio elemento.

129
Capítulo 4.5. Fórmulas especiales en pediatría

6. Resumen
 Aproximadamente un 15% de los lactantes pre- libres, grasa MCT y sin lactosa para diarreas
cisan alimentación con fórmulas especiales en intratables o graves casos de malabsorción.
algún momento de su lactancia. Dichas fórmulas
han sido diseñadas bajo el auspicio de determi-  El desarrollo de estos productos ha supuesto el
nados comités y sociedades; en Norteamérica, avance más importante realizado en nutrición
el Comité de Nutrición de la Academia Nor- infantil, dado que su empleo consigue solucionar
teamericana de Pediatría, y en la Comunidad una patología que conllevaba gran morbilidad, y
Europea la ESPGHAN. Posteriormente, las a la vez nutrir al lactante de una manera óptima.
reglamentaciones y legislaciones para la indus- Su empleo debe ser asegurado en una cantidad
tria han sido dadas, en nuestro entorno, por la adecuada, 500 ml/día mínimo, durante el tiempo
Comisión Europea de expertos en nutrición. que dure la exclusión de los lácteos habituales,
dado que, de no ser así, se puede producir una
 Las patologías que precisarán de dichas fórmu- osteopenia/osteoporosis.
las especiales son: enfermedades metabólicas,
intolerancia a la lactosa, prevención de riesgo
atópico del RN, alergia/intolerancia a proteínas
de leche de vaca, reflujo gastroesofágico, graves
de lesiones intestinales o trastornos severos de
absorción y alimentación enteral. Para ello, se
dispone de fórmulas antirreflujo, fómulas basa-
das en proteinatos de leche de vaca sin lactosa,
fórmulas a base de aislado de proteína de soja,
hidrolizados de proteínas con distinto grado de
hidrólisis y dietas elementales.

 Las fórmulas antirreflujo son espesadas con


galactomananos y amilopectinas de arroz o
maíz. Existen fórmulas de inicio y de continua-
ción con estas características. A estas últimas,
en caso de usarse, no deben ser añadidos los
cereales. En caso de intolerancia a la lactosa,
tanto secundaria y transitoria como en la in-
ducida genéticamente, se puede recurrir a los
proteinatos de leche de vaca, en los cuales la
lactosa ha sido sustituida por la dextrinomal-
tosa. Últimamente, también han aparecido en
el mercado productos con contenido bajo
en lactosa que nos serán muy útiles para los
pacientes que toleran parcialmente la lactosa,
o bien para la inducción de la producción de
lactasa en los déficit inducidos genéticamente.
La APLV debe ser tratada mediante fórmulas
basadas en aislados de proteína de soja o bien
mediante hidrolizados extensos de proteínas
vacunas. Para el riesgo de atopia han sido dise-
ñados hidrolizados parciales de proteínas en los
que se ha disminuido la antigenicidad, pero no
la alergenicidad, por lo cual en caso de alergia
comprobada deben ser obviados. Por último, se
dispone de dietas elementales con aminoácidos

130
D. Infante Pina | R. Tormo Carnice

7. Bibliografía
Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Directiva
1991/321/CEE de la Comisión, de 14 de mayo de 1991, sobre
normativas sobre preparados para lactantes y preparados
de continuación.

Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Directiva


1999/21/CE de la Comisión, de 25 de marzo de 1999,
sobre alimentos dietéticos destinados a usos médicos
especiales.

European Commission. Scientific Committee on Food. Re-


port of the Scientific Committee on Food on the revision of A colación con los artículos anteriores se trae el presente ar-
essential requirements of infant formulae and follow-on-for- tículo, donde se expone la posición del Comité de Nutrición
mulae. SCF/CS/NUT/IF/65 Final. May 18th 2003. de la Asociación Española de Pediatría.
Estos tres artículos se complementan, y contienen las nor-
mativas vigentes acerca de la composición de fórmulas para Vandenplas Y. A proposition for the diagnosis and treatment
lactantes. Especifican los nutrientes y sustancias que pueden of gastro-oesophageal reflux disease in children: a report
ser añadidas a las fórmulas de inicio y continuación. Definen from a working group on gastro-oesophageal reflux disease.
qué son los alimentos destinados a usos médicos especiales y Eur J Pediatr 1993; 152: 704 -11.
las normativas de fabricación y empleo.
Medical Position Statement. Antireflux or antiregurgitation
ESPGHAN. Committee on Nutrition. Recommendation for milk products for infants and young children: a commentary
soy protein formula. Acta Pediatr Scand 1990; 79: 1001-5. by ESPGHAN Committee on Nutrition. J Pediatr Gastroen-
terol Nutr 2002; 34: 496 - 8.
American Academy of Pediatrics. Committee on Nutrition. En estos dos artículos complementarios se especifica cuál
Soy protein-based formulas: recommendations for use in debe ser la sistemática de estudio de los lactantes con reflujo,
infant feeding. Pediatrics 1998; 1: 148 -53. la diferencia entre el reflujo no complicado y el complicado, y
En estos dos artículos se recogen las recomendaciones por el algoritmo terapéutico a seguir. Evalúan el papel de las fór-
parte del Comité Europeo de Nutrición y del Comité Ameri- mulas antirreflujo, su indicación y limitaciones.
cano de Nutrición, acerca de las fórmulas de soja. Dado que
sobre este tipo de fórmulas no existe reglamentación oficial Desjeux JF. Can malabsorbed carbohydrates be useful in the
de la Comunidad Europea, se consideran la base fundamental treatment of acute diarrhea? J Pediatr Gastroenterol Nutr
para el diseño actual de estos productos. Se indica la cantidad 2000; 31: 499-552.
de nutrientes que deben contener dichas fórmulas, sus suple- El profesor Desjeux explica, de forma magistral, los nuevos
mentos e indicaciones. conocimientos acerca de la fisiología de los ácidos grasos de
cadena corta en el colon.
ESPGHAN. Committee on Nutrition. Comment on antigen-
reduced infant formulae. Acta Pediatr 1993: 82: 314 -19. Infante D, Tormo R. Risk of inadequate bone mineralization in
diseases involving long-term suppression of dairy products.
Björkstén B. Comments on “Comment on antigen-reduced J Pediatr Gastroenterol Nutr 2000; 30: 310 -3.
infant formulae”. Acta Pediatr 1993: 82: 660 -2. Artículo en el que los autores refieren los riesgos que com-
porta para la mineralización un tratamiento inadecuado de
Position Paper. Hydrolysed cow’s milk formulae. Allergenic- los lactantes que precisan de la retirada de los lácteos de su
ity and use in treatment and prevention. A position paper of dieta. Se efectúan las recomendaciones necesarias acerca del
ESPACI. Pediatr Allergy Immunol 1993; 4: 101-1. empleo de las fórmulas especiales.
A raíz de la primera publicación por parte de la ESPGHAN
sobre el uso de las fórmulas antigénicas en la prevención de la
alergia, se desencadenó una auténtica batalla epistolar entre 8. Enlaces web
posturas enfrentadas acerca de estos preparados. La ESPACI
fue posiblemente la sociedad que más se opuso. En estos  www.europa.eu.int/comm/food/fs/scf/idex
artículos se recoge lo fundamental de los argumentos acerca
del tema.
 www.gastrinf.com
Recomendaciones sobre el uso de fórmulas para el trata-
miento y prevención de las reacciones adversas a proteínas  www.ugr.es/servicios/CEVUG
de leche de vaca. Comité de Nutrición de la Asociación Es-
pañola de Pediatría. An Esp Pediatr 2001; 54: 372-9.  www.NoMilk.com

131
4.6. Nutrición enteral

Alfonso Mesejo Arizmendi Nieves Carbonell Monleón


Amparo Oliva Gimeno
Capítulo 4.6.

Nutrición enteral

1. Introducción

2. Vías de administración
2.1. Nutrición por vía oral
2.2. Nutrición por sonda

3. Tipos de sondas

4. Métodos de administración
4.1. Lugar de infusión
4.2. Regímenes de administración
4.3. Pautas de administración
4.4. Sistemas de infusión

5. Indicaciones y contraindicaciones
5.1. Indicaciones
5.2. Contraindicaciones

6. Complicaciones
6.1. Mecánicas, debidas a sondaje nasoenteral
6.2. Mecánicas, debidas a ostomías
6.3. Infecciosas
6.4. Gastrointestinales
6.5. Metabólicas

7. Mantenimiento de la nutrición enteral y prevención


de las complicaciones
7.1. Mecánicas, debidas a sondaje nasoenteral
7.2. Mecánicas, debidas a ostomías
7.3. Infecciosas
7.4. Gastrointestinales
7.5. Metabólicas
7.6. Interacción de fármacos y nutrientes

8. Utilización de las dietas enterales


9. Resumen

10. Bibliografía

11. Enlaces web

Objetivos

n Conocer los principales aspectos de la nutrición enteral.


n Identificar las diferentes vías de acceso al tubo digestivo y su indicación según la patología y el tipo de paciente.
n Aprender las diferentes técnicas de colocación de las vías de administración de la nutrición enteral.
n Conocer las características de las sondas y los materiales utilizados habitualmente y aplicarlos a las diferentes
patologías.
n Identificar todos los métodos de administración y discutir su aplicación a nivel práctico.
n Ser capaces de sentar la indicación o contraindicación de nutrición enteral.
n Conocer todas las complicaciones asociadas y poderlas prevenir o, en su caso, tratarlas.
n Aprender a administrar la fórmula más adecuada en función de la patología y condiciones del paciente.
1. Introducción

A
la hora de establecer las medidas de tratamiento en el paciente hospitaliza-
do debe valorarse la necesidad de iniciar un soporte nutricional adecuado,
si es necesario artificial, enteral o parenteral, aunque hay pocos datos que
demuestren que la intervención nutricional sea un procedimiento de urgencia.
El tipo y características del soporte nutricional artificial dependen del grado de
desnutrición previa, de la gravedad de la enfermedad aguda y del tiempo estimado
que se tardará en recuperar la ingesta oral.
El aporte adecuado de nutrientes es de suma importancia en el manejo nu-
tricional del paciente hospitalizado, ya que tanto la sobrenutrición como la in-
franutrición pueden agravar su estado clínico. El cálculo de los requerimientos
calóricos y proteicos que deben administrarse depende de la superficie corporal,
de la edad, del sexo, de la actividad física y de un factor de estrés relacionado con
la patología subyacente.
El objetivo del soporte nutricional adecuado en el paciente hospitalizado no
debe ser la ganancia de peso sino el mantenimiento del equilibrio nitrogenado y de
la síntesis proteica. El individuo sano requiere entre 0,8 y 1 g/kg/d de proteínas,
pero el paciente hospitalizado, con el hipermetabolismo secundario a su enfer-
medad, puede necesitar entre 1,2 y 2,5 g/kg/d, por lo que su administración, junto
con un adecuado aporte energético de hidratos de carbono (glucosa, 60-70% de
las kcal no proteicas) y grasas (30-40% de las kcal no proteicas) es prioritaria, con
independencia de la vía utilizada.
¿Qué ruta debe utilizarse para la administración de la nutrición artificial? El
cociente riesgo/beneficio está a favor de la nutrición enteral cuando el tracto
gastrointestinal está anatómica y funcionalmente intacto y se administra con la
técnica adecuada, debiendo reservarse la nutrición parenteral como una segunda
opción. Se entiende por nutrición enteral la administración de nutrientes parcial
o totalmente digeridos (fórmulas químicamente definidas) a través del tubo diges-
tivo, bien por boca o por sonda, para conseguir una nutrición adecuada.
Aunque no existen trabajos concluyentes prospectivos y aleatorizados que de-
muestren la superioridad de la nutrición enteral sobre la parenteral en todas las
patologías, su utilización, además de ser más fisiológica, de mayor sencillez, con
complicaciones menos graves y de menor costo, reúne una serie de importantes
ventajas, como son la preservación de la integridad de la mucosa intestinal y el
efecto barrera de su propio sistema inmunológico:
Efecto trófico. La ausencia de nutrientes en la luz intestinal provoca la atro-
fia de las vellosidades intestinales que, sin embargo, se mantienen estructuralmen-
te intactas con la presencia de los mismos. Además, determinados nutrientes po-
seen ventajas adicionales por ser esenciales para el enterocito y el colonocito. Así,

137
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Tabla 1. EFECTOS SECUNDARIOS DEL REPOSO INTESTINAL

• Atrofia de la mucosa intestinal


• Disminución de la actividad enzimática de las células mucosas
• Aumento de la translocación bacteriana
• Aumento de la absorción de endotoxinas
• Cambios en la microbiota intraluminal
• Sobrecrecimiento bacteriano intraluminal
• Descenso de la inmunidad local (IgA secretora)
• Alteración en la liberación de hormonas gastrointestinales
• Retraso en la tolerancia al inicio de la nutrición enteral
• Aumento de las complicaciones sépticas
• Mantenimiento o desencadenamiento de fracaso multiorgánico

la glutamina es utilizada como substrato impres- teriormente en 1993 y en 2002, que aportan un
cindible en la multiplicación celular intestinal, algoritmo de decisión clínica todavía vigente (Fi-
y los ácidos grasos de cadena corta, especial- gura 1). En ella se refuerza el papel de la nutri-
mente el butirato, obtenidos de la fermentación ción enteral en el contexto de la nutrición artifi-
bacteriana de la fibra, actúan como materiales cial, debiendo ser considerada la primera técnica
energéticos en las células de la pared intestinal a utilizar en pacientes con ingesta oral inadecuada,
y particularmente en los procesos metabólicos reservando la nutrición parenteral para el fracaso
del colonocito. o la contraindicación de la enteral.
Efecto barrera. En el momento actual se
considera al intestino no únicamente un órgano
de paso, sino un complejo sistema funcional mo-
dulador del catabolismo proteico, limitador de la 2. Vías de administración
implantación y proliferación de gérmenes y mo-
dulador inmunológico. La pared intestinal es ri- En las dos últimas décadas los avances tec-
ca en células del sistema inmune, conocidas co- nológicos han convertido a la nutrición enteral
mo “tejido linfoide asociado a mucosa intestinal”, en el soporte nutricional artificial por excelen-
que segregan localmente inmunoglobulina A (IgA), cia, debido, entre otras causas, al desarrollo de
fundamental en la bacteriólisis y en la preven- nuevos materiales y procedimientos para acce-
ción de la adherencia de gérmenes a la mucosa. der a distintos tramos del tracto gastrointesti-
Por ello, la utilización del tracto intestinal evita la nal superior.
translocación de bacterias y endotoxinas a través Partiendo de la base de que, siempre que sea
de la mucosa a los ganglios linfáticos mesentéri- posible, debe mantenerse la ingesta oral, la elec-
cos y a la sangre portal, hecho fundamental en el ción de la vía de acceso artificial al tubo digesti-
desarrollo de síndrome séptico y del síndrome de vo debe realizarse tras una valoración de la pato-
disfunción multiorgánica (ver Capítulo 1.36). logía de base y del tiempo previsto de duración
Por todo ello, la no utilización del tracto gas- de la nutrición enteral. Si se considera que va a
trointestinal en la nutrición artificial provoca una ser superior a unas 4-6 semanas debe proceder-
serie de efectos secundarios (Tabla 1). Va a ser se a un acceso definitivo a través de una osto-
su estado funcional y anatómico el que, en última mía en alguno de los tramos del tracto gastroin-
instancia, nos haga decidir sobre la vía de adminis- testinal. Si se plantea para periodos inferiores a
tración de los nutrientes. En 1987, la American So- 4-6 semanas, la vía transnasal es la más recomen-
ciety for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) dable, aunque en ocasiones se mantiene durante
publicó una guía con las indicaciones de la nutri- más tiempo dada la buena tolerancia de los ma-
ción enteral y nutrición parenteral, revisadas pos- teriales utilizados en las sondas actuales. La si-

138
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

Figura 1. Algoritmo de decisión clínica: ruta del soporte nutricional. aSi existe riesgo de aspiración, la alimentación se debe
administrar distalmente al píloro. bEn la formulación de las soluciones parenterales y enterales debe considerarse la función
orgánica (cardiaca, renal, respiratoria, hepática...). cSegún la tolerancia gastrointestinal del paciente, deberían elegirse dietas con
alto/bajo contenido en grasas, sin lactosa, ricas en fibra, etc. dFórmulas completas, poliméricas.

tuación clínica del paciente y su patología de ba- ciamiento gástrico y del peligro de broncoaspira-
se orientarán sobre la conveniencia de ubicar el ción (Figura 2).
extremo distal de la sonda de administración en Aunque todos los pacientes con nutrición en-
el estómago o en el intestino, en función del va- teral pueden presentar una broncoaspiración

139
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Figura 2. Algoritmo de selección de la vía de acceso en nutrición enteral. PEG: gastrostomía endoscópica percutánea; PEJ:
yeyunostomía endoscópica percutánea.

en cualquier momento de la evolución, las mayores - Fármacos: opiáceos, anticolinérgicos, antico-


posibilidades se verifican en los siguientes casos: miciales.
• Pacientes ancianos, con demencia o con mar-
cada caquexia.
• Pacientes a los que se administra nutrición 2.1. Nutrición por vía oral
nocturna.
• Pacientes que precisan permanecer en decúbito. El soporte nutricional administrado por la boca re-
• Cuando existe una alteración de la motilidad quiere la colaboración del paciente. Además, éste de-
gástrica con retraso del vaciamiento, lo que puede be mantener una situación estable y conservar el re-
acontecer en múltiples circunstancias. Entre ellas, flejo de deglución. Hay que utilizar preparados que
las más frecuentes son las siguientes: tengan un olor y sabor agradables para evitar el re-
- Laparotomía y postoperatorio inmediato. chazo que puedan originar en el enfermo. En estos ca-
- Politraumatismo y traumatismo cráneo-ence- sos, podrá utilizarse como nutrición completa o co-
fálico. mo suplemento. Esta vía de nutrición puede resultar
- Existencia de patología abdominal previa. útil en enfermos con procesos crónicos (enfermedad
- Hipercalcemia grave. inflamatoria intestinal, síndrome de malabsorción, etc.)
- Mixedema. que llevan un tratamiento hospitalario o ambulatorio,
- Diabetes mellitus. pudiendo administrarse el total de las necesidades dia-
- Pacientes críticos con ventilación mecánica. rias mediante estas formulaciones artificiales.

140
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

2.2. Nutrición por sonda mado hasta el estómago y por tanto sobre la longi-
tud del tramo de sonda a introducir la distancia en-
Es la forma más habitual en nutrición enteral. Su tre la punta de la nariz, la oreja y el xifoides; tras su
desarrollo en los últimos años está muy relacio- lubricación, se introduce la sonda por un orificio
nado, entre otras causas, con el perfeccionamien- nasal y se avanza empujándola suavemente con la
to del acceso a los diferentes tramos del tracto cabeza flexionada, a la vez que se recomienda al pa-
gastrointestinal. Las técnicas utilizadas actualmen- ciente que realice movimientos deglutorios; tras la
te para el acceso a los distintos tramos del tubo di- introducción del tramo previamente calculado, hay
gestivo se clasifican en dos grandes grupos: no in- que realizar las maniobras de comprobación nece-
vasivas e invasivas. En el primer grupo se sitúan las sarias y, una vez confirmada la localización, debe fi-
sondas nasogástricas y nasoentéricas (duodenales jarse con esparadrapo hipoalergénico, retirar el fia-
o yeyunales), para cuya colocación se utiliza o bien dor, si lo hubiere, y comenzar la nutrición.
el paso espontáneo o bien los métodos endoscó- No debe nunca iniciarse la nutrición por sonda
pico, fluoroscópico y ecográfico. En el segundo gru- sin comprobar si el extremo distal se localiza en
po se encuentran los diferentes tipos de ostomías: estómago. Hay que tener en cuenta que con la uti-
faringostomía, esofagostomía, gastrostomía y yeyu- lización de las sondas actuales de calibres finos, con
nostomía, que pueden ser endoscópicas, radiológi- cierta facilidad la sonda puede enclavarse en bron-
cas o quirúrgicas. quios, provocando tos o disfonía.
Los métodos de comprobación a pie de cama
son simples, pero de dudosa eficacia. La ausculta-
2.2.1. Sonda nasogástrica ción en epigastrio tras insuflar aire es el más utiliza-
do, pero con frecuencia existe un panículo adiposo
Es la más utilizada. Consiste en la introducción abundante que dificulta la comprobación; además,
de un catéter por vía nasal hasta el estómago. Los en ocasiones es difícil discernir si el sonido que se
pacientes con estómago anatómica y funcional- percibe es una mera transmisión de otro lugar que
mente conservado, con reflejo del vómito intac- no es el estómago (posición incorrecta). La intro-
to, con buen nivel de conciencia y que no precisen ducción del extremo proximal de la sonda en un
reposo pancreático ni sufran enfermedad intestinal vaso con agua en la espiración puede orientar ha-
alta, toleran habitualmente bien la alimentación por cia su penetración en bronquios si aparece burbu-
sonda nasogástrica. jeo. La aspiración de contenido gástrico se realiza
La inserción de una sonda en el tubo digestivo mediante jeringa de 50 ml, aunque con frecuencia
puede entrañar una serie de riesgos, por lo que la no aporta ningún dato adicional. Un método relati-
inserción debe realizarla personal experto y con vamente novedoso y práctico es la determinación
protocolos de actuación claros y sencillos. Existen del pH en el líquido aspirado, que indicará ubica-
dos técnicas básicas para su realización: el método ción gástrica si se encuentra entre 3 y 3,5, aunque
ciego o de paso espontáneo, y la inserción con apo- la frecuente administración de fármacos que alte-
yo tecnológico, básicamente endoscopia, fluorosco- ran el pH gástrico resta validez a la prueba. El mé-
pia o ecografía. El primero es el más utilizado, sien- todo más seguro es la realización de una radiogra-
do los demás de elección en caso de que la técnica fía que abarque tórax y abdomen antes de retirar
ciega represente un peligro para el paciente. el fiador e iniciar la nutrición.
La colocación por el método ciego suele ser sen- Se puede administrar por sonda nasogástrica
cilla en pacientes conscientes, previa explicación de cualquier tipo de dieta (polimérica, oligomérica
las maniobras a realizar. Es importante tener en o específica). Tiene la ventaja de ofrecer mayor se-
cuenta que si durante la inserción se provoca la tos guridad en la administración de fármacos que otras
o se encuentra resistencia a la progresión, no de- vías, y el inconveniente de que puede facilitar el re-
be continuarse por el peligro de paso a bronquios flujo gastroesofágico y, por tanto, aumentar el ries-
o de perforación, debiendo retirarse la sonda y co- go de broncoaspiración. Por ello, durante la admi-
menzar de nuevo. La sistemática será la siguiente: El nistración de la nutrición enteral a través de sonda
paciente deberá estar incorporado, con el cuello en nasogástrica la cabecera de la cama del paciente
ligera flexión; nos orienta sobre el intervalo aproxi- debe permanecer elevada como mínimo 30º.

141
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Una vez finalizada la necesidad de sondaje, su El sondaje de cualquier tipo está favorecido por
retirada debe realizarse en ayunas, suavemente el peristaltismo normal del paciente, pudiendo ser
y aplicando movimientos rotatorios para evitar en más dificultoso en los pacientes graves, tanto por la
lo posible vómitos y desprendimientos de posibles patología de base como por el uso de determina-
escaras de decúbito que se hubieran formado en el dos fármacos (relajantes musculares, benzodiacepi-
trayecto, sobre todo en el esofágico. nas, mórficos, barbitúricos, etc.) que disminuyen el
peristaltismo gástrico. La utilización de agentes pro-
cinéticos facilitaría, al menos en teoría, el paso del
2.2.2. Sondas nasoentéricas píloro con independencia de la técnica empleada.
Los más utilizados son metoclopramida a dosis de
La utilización de técnicas especiales, endoscópi- 10-20 mg por vía intravenosa 15 minutos antes de
ca, fluoroscópica o ecográfica, suele reservarse pa- la colocación de la sonda, o eritromicina a dosis
ra colocar sondas en intestino delgado, ya que el de 200 mg por igual vía 30 minutos antes del son-
paso espontáneo a través del píloro sólo se consi- daje. Su utilidad es mayor en aquellos pacientes con
gue en menos del 30% de los casos con maniobras problemas de atonía/hipotonía gástrica, como es el
posturales (decúbito lateral derecho) y aprove- caso de los diabéticos. Por último, la insuflación de
chando el peristaltismo gástrico. La técnica endos- aire en estómago cuando la sonda se encuentra en
cópica es sencilla, se realiza a la cabecera del pa- el fundus gástrico puede facilitar su progresión ha-
ciente y suele ser eficaz. Sin embargo, es frecuente cia el píloro.
que tras colocar el extremo distal de la sonda en
intestino ésta se desplace hacia el estómago al reti-
rar el endoscopio, por lo que siempre hay que reali- 2.2.3. Faringostomía y esofagostomía
zar una radiografía abdominal de comprobación. En
muchos hospitales, además, no hay un endoscopista En la primera, la sonda se coloca directamente
disponible de forma continua. La técnica fluoroscó- en la faringe mediante abordaje del seno pirifor-
pica tiene la ventaja, además de su sencillez, de que me; es una técnica sencilla que se puede realizar
se visualiza directamente el lugar por donde pasa incluso con anestesia local. Puede estar indica-
y se aloja la sonda sin necesidad de comprobación. da en traumatismos faciales, tumores y obstruc-
Sin embargo, no se realiza a pie de cama, y muchos ción de las fosas nasales y nasofaringe, y en ciru-
pacientes no pueden desplazarse hasta el lugar de la gía maxilofacial y otorrinolaringológica. La segunda
radioscopia. La técnica ecográfica también se realiza consiste en el abordaje esofágico por la región an-
a la cabecera del paciente, pero requiere una eleva- terolateral izquierda del cuello, unos 2 o 3 cm por
da especialización por parte del radiólogo. encima de la clavícula. Puede estar indicada en ci-
La ubicación habitual es en la segunda o tercera rugía laringológica, quedando limitada su utiliza-
porción de duodeno, o en yeyuno. El sondaje nasoen- ción en cirugía digestiva a neoplasias de la unión
térico está indicado en pacientes con vaciamiento faringoesofágica.
gástrico retardado y/o alto riesgo de broncoaspira-
ción, en los que se encuentran en el postoperato-
rio inmediato (ya que disminuye el riesgo de reflu- 2.2.4. Gastrostomía
jo gastroesofágico), y en las patologías que afectan
a tramos altos del intestino, como es el caso de la La realización de esta técnica requiere unas con-
pancreatitis aguda grave y estable, en la que se pue- diciones previas:
de conseguir un reposo prácticamente absoluto del a) Estómago libre de enfermedad primaria.
páncreas. La sonda nasoentérica tiene menos proba- b) Vaciamiento gástrico y duodenal normales.
bilidad de emigrar con la tos o los movimientos, por c) Reflujo esofágico mínimo o inexistente.
lo que en pacientes con náuseas y/o vómitos permite d) Reflejo de rechazo intacto.
mantener el aporte de nutrientes en intestino, bien Está indicada en pacientes con nutrición enteral
asociando otra sonda para descompresión gástrica o superior a 6 semanas y aparato digestivo anatómi-
introduciendo una sonda de doble luz, con aspiración ca y funcionalmente intacto. Las patologías más ha-
gástrica y nutrición yeyunal simultáneas. bituales son:

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A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

• Enfermedades neurológicas o neoplásicas con endoscópico de una sonda para alimentación cuyo
posibilidad de recuperación: accidentes vascula- extremo distal se sitúa en estómago, y el extremo
res cerebrales agudos, síndrome de Guillain-Barré, proximal se exterioriza y sujeta a pared abdominal.
traumatismos craneoencefálicos, tumores de cabe- Aunque existen otras variantes, la técnica más
za y cuello, neoplasias esofágicas. común de colocación es la denominada Pull-Through.
• Enfermos graves de evolución prolongada: gran Tras sedación suave o analgesia, y previa adminis-
quemado, politraumatismo, fibrosis quística, síndro- tración profiláctica de antibióticos (amoxicilina), se
me de intestino corto. coloca el paciente en decúbito oblicuo izquierdo
• Enfermos incurables con supervivencia pro- y se introduce el endoscopio; por transiluminación
longada: esclerosis lateral amiotrófica, esclero- se identifica el punto abdominal de punción y se
sis múltiple, secuelas no recuperables de acciden- administra anestesia local; tras realizar una incisión
tes cerebrales, anoxia cerebral, demencia extrema, de 1 cm en la piel se punciona con el trócar con
neoplasias abdominales avanzadas, síndrome de in- vaina externa hasta introducirlo en la cavidad gás-
munodeficiencia adquirida en fase avanzada. trica, con control endoscópico; se retira el trócar
Las contraindicaciones se centran en: dejando la vaina, por la que se introduce un cable
Generales: supervivencia prevista inferior a 6 guía en la cavidad gástrica que se enlaza y extrae
semanas, alteración grave de la coagulación, proce- hasta la boca con el endoscopio. A la guía se en-
sos infecciosos/sépticos graves, insuficiencia cardia- laza la prótesis endoscópica de gastrostomía con
ca o insuficiencia respiratoria descompensada. el dilatador que, tras su lubricación, se introduce
Locales: ascitis e hipertensión portal, peritoni- en la cavidad gástrica traccionando desde la pro-
tis o infecciones abdominales activas, proceso infla- pia guía y comprobando con el endoscopio que
matorio o tumoral en el trayecto. En la endoscópi- el retenedor de la prótesis contacta con la pared
ca, estenosis esofágica no dilatable o imposibilidad gástrica; se fija la sonda de forma que se manten-
de transiluminación. gan la pared gástrica y la abdominal en contacto,
Relativas (que deben valorarse individualmen- retirándose el endoscopio y el cable guía. El tiem-
te): clínica de reflujo gastroesofágico y/o esofagitis po necesario para toda la técnica oscila entre 15
erosiva, estenosis esofágica potencialmente dilata- y 25 minutos, y mediante los diseños actuales de
ble, obesidad, cirugía gástrica o abdominal previa, las prótesis, esta puede retirarse a pie de cama, sin
patología gástrica en actividad potencialmente cu- necesidad de realizar una nueva endoscopia.
rable a corto plazo.
Se utilizan dos técnicas de colocación: 2.2.4.2. Gastrostomía radiológica percutánea
Percutánea: gastrostomía endoscópica per-
cutánea y gastrostomía radiológica percutánea. Los procedimientos de acceso percutáneo al tu-
Quirúrgica: gastrostomía de Stamm, de Wit- bo digestivo con guía fluoroscópica fueron descri-
zell o de Janeway. tos por Ho et al. en 1983. Consiste en la introduc-
ción de una sonda de alimentación por punción
2.2.4.1. Gastrostomía endoscópica percutánea directa en estómago mediante guía fluoroscópi-
ca. Es un procedimiento considerado seguro, eficaz,
La gastrostomía endoscópica percutánea o pró- barato y rápido de realización, aproximadamen-
tesis endoscópica de gastrostomía fue descrita te entre 15 y 25 minutos, que no precisa aneste-
y realizada por Gauderer y Ponsky en 1979-1980. sia general y que puede realizarse incluso de forma
Representa la evolución, con técnica mínimamente ambulatoria. Tiene como ventaja frente a la mo-
invasiva, de la opción quirúrgica que ya había sido dalidad endoscópica el no requerir gastroscopia
utilizada con éxito desde años atrás. Es un método y poder realizarse en presencia de estenosis esofá-
eficaz de nutrición en pacientes con imposibilidad gica. Su principal inconveniente es la necesidad de
o dificultad para la deglución de alimentos, con tu- mayor apoyo tecnológico.
bo digestivo normofuncionante y en los que dicha Sus indicaciones son similares a las generales
situación se va a prolongar en el tiempo. Consiste pero, a diferencia de la modalidad endoscópica, se
en la colocación por punción gástrica directa a tra- puede utilizar cuando existe imposibilidad de paso
vés de la pared abdominal y mediante seguimiento del endoscopio, con independencia de su origen,

143
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

o imposibilidad de transiluminación. Contraindica- alternativamente, transversa en cuadrante superior


ciones específicas son: izquierdo. Se puede utilizar anestesia local, regional
• Ubicación alta del estómago. o total según la condición clínica del paciente. Para
• Hernia hiatal. colocación de sonda de gastrostomía son tres las téc-
• Vólvulo gástrico. nicas habituales: las de Stamm, Witzell y Janeway. Su
• Interposición cólica. descripción, de forma esquemática, es la siguiente:
En todos los casos hay que realizar los siguien- Stamm. Es la más sencilla, por lo que se realiza
tes pasos: en casos de elevado riesgo quirúrgico o de gastros-
• Mantener al paciente en ayunas 12 horas. tomía temporal. Tras abrir el peritoneo, se expone
• Localizar mediante ecografía el margen izquier- el estómago y se realiza una pequeña sutura sero-
do hepático y su relación con el estómago. muscular en bolsa de tabaco en el cuerpo gástrico,
• Administrar una sedación ligera y analgesia. en donde se hace una incisión de 2 cm por don-
• Se recomienda administrar 15 minutos antes de se inserta el catéter; se realiza una nueva bolsa
glucagón (0,14 mg/kg) para disminuir el peristal- de tabaco y se exterioriza el extremo proximal del
tismo gástrico e intestinal y atropina subcutánea tubo en el cuadrante superior izquierdo del abdo-
(1 mg) para disminuir las secreciones. men, suturando el conjunto.
• Introducir una sonda nasogástrica fina como Witzell. Se diferencia de la anterior en la crea-
coadyuvante de la técnica. ción de una tunelización seromuscular de 5-7 cm
• Comprobar la ubicación de la sonda definiti- alrededor de la sonda, siguiendo el resto del proce-
va mediante radiografía de abdomen en decúbito dimiento de igual manera. Su ventaja es la disminu-
supino, tras la realización de la técnica, y mantener ción del riesgo de fugas debido a la tunelización.
reposo y vigilancia durante 4-6 horas. Janeway. Es la técnica de elección cuando se
La técnica es relativamente sencilla: Se realiza una presume que la gastrostomía va a ser permanen-
insuflación previa de aire en estómago a través de la te. Se fundamenta en la creación de un tubo con la
sonda nasogástrica fina para llevarlo a la pared an- propia pared gástrica gracias a un colgajo formado
terior del abdomen; con control fluoroscópico se por una lengüeta obtenida a partir de la pared gás-
administra anestesia local en el punto de punción trica anterior. Dicho tubo se exterioriza en la pa-
elegido, normalmente la convergencia entre las por- red abdominal, creando un estoma. En su base se
ciones vertical y horizontal del estómago, lateral al inserta el catéter y se sutura alrededor, exteriori-
músculo recto anterior; se punciona con aguja de zándose en el cuadrante superior izquierdo del ab-
18G y, tras la salida de aire, se pasa la guía; tras su- domen, donde se fija.
cesivas dilataciones se introduce a través de la guía La cirugía mediante técnica laparoscópica, siem-
un catéter-sonda de 12F y se fija a pared abdominal. pre que pueda realizarse, es ventajosa respecto a
Si no ha sido posible la colocación de sonda naso- la cirugía tradicional, ya que supone una importan-
gástrica fina, se punciona el estómago con aguja de te disminución de las molestias posquirúrgicas para
22G, siempre con control fluoroscópico, a través de el paciente, una recuperación más rápida y una dis-
la cual se introduce aire (~ 200 ml), continuando el minución en la incidencia de infección de la herida
procedimiento como lo descrito anteriormente. o de hernias vulnerarias. Tras identificar el punto
de punción y visualizando directamente, se inserta
2.2.4.3. Gastrostomía quirúrgica el tubo de gastrostomía en el interior de la cavidad
abdominal y posteriormente en el estómago, fiján-
Consiste en la colocación en estómago de una dose mediante sutura en bolsa de tabaco.
sonda para nutrición mediante cirugía. Está indica-
da en aquellos casos en que no pueden utilizarse
técnicas menos invasivas como la endoscópica o la 2.2.5. Yeyunostomía
radiológica, o cuando se aprovecha el propio acto
quirúrgico en una patología que se supone necesi- Con carácter general, está indicada cuando es
tará nutrición enteral durante más de 6 semanas. imposible, en nutrición enteral de larga duración,
El abordaje se realiza preferentemente mediante la colocación de una sonda o catéter en estómago
incisión media en la mitad superior del abdomen o, debido a problemas anatómicos y/o funcionales.

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A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

Al igual que en las gastrostomías, se utilizan dos Una variante es la yeyunostomía directa. Es
técnicas de colocación: una técnica difícil que se reserva para casos con
Percutánea: yeyunostomía endoscópica per- imposibilidad de acceso a estómago por gastrec-
cutánea, yeyunostomía radiológica percutánea. tomía total o invasión tumoral. Tras dilatación
Quirúrgica: yeyunostomía de Witzell y de ca- yeyunal con aire, bien con sonda nasal fina o por
téter fino. punción directa por debajo del ángulo de Treitz
con aguja de 22G, se procede a fijación del yeyu-
2.2.5.1. Yeyunostomía endoscópica percutánea no y posteriormente se pasa catéter de 8-10F a
través de una guía previamente introducida. Con
También llamada prótesis endoscópica de yeyu- frecuencia hay que ayudarse de ecografía o de
nostomía, es una variante de la técnica de prótesis tomografía axial computarizada para resolver la
endoscópica de gastrostomía que consiste en in- técnica con éxito.
troducir la sonda hasta intestino delgado.
Está indicada cuando existe riesgo de broncoas- 2.2.5.3. Yeyunostomía quirúrgica
piración, esofagitis de reflujo, gastroparesia con va-
ciamiento gástrico inadecuado, obstrucción de la Se introdujo en 1973. Su mayor indicación es la
salida gástrica, cirugía gástrica previa o en nutrición cirugía del tracto gastrointestinal superior, como
postoperatoria precoz tras cirugía mayor abdomi- técnica complementaria de la cirugía, cuando no
nal. Las contraindicaciones son las mismas que para está indicada la gastrostomía. Las contraindicacio-
la modalidad de gastrostomía, aunque estas sondas nes son las mismas que las ya reseñadas en las téc-
tienen una elevada incidencia de malfuncionamien- nicas no quirúrgicas. Se utilizan dos técnicas habi-
to y descolocación, por lo que no se recomiendan tuales, la de Witzell y la de catéter fino.
para uso muy prolongado. La técnica de Witzell es la técnica quirúrgica de
La forma más habitual de colocación es a tra- elección. En un asa yeyunal a 15-20 cm del ángulo
vés del propio orificio de la prótesis endoscópi- de Treitz se realiza una pequeña incisión a través de
ca de gastrostomía realizado previamente, a tra- la cual se introduce el catéter, que se progresa dis-
vés del cual la sonda yeyunal, de 8-10F y 70 cm talmente unos 20 cm. El punto de la yeyunostomía
de longitud, se arrastra con el endoscopio hasta se sutura en bolsa de tabaco. Los 5-7 cm proxima-
el duodeno o yeyuno. El conjunto de maniobras les del catéter se tunelizan en una incisión sero-
para su colocación es más complejo que el de la muscular del yeyuno. Tras exteriorizar el catéter, el
inserción de la prótesis endoscópica de gastros- asa yeyunal se fija al peritoneo parietal anterior.
tomía y se invierte el doble de tiempo. Su retira- La técnica del catéter fino consiste en la crea-
da es similar a la de la prótesis de gastrostomía. ción mediante un trócar de un túnel submucoso
de 5 cm de longitud en la pared del asa yeyunal,
2.2.5.2. Yeyunostomía radiológica percutánea a través del cual se inserta en la luz intestinal un ca-
téter de 3-5 mm de diámetro y de 15 cm de longi-
Consiste en pasar un catéter de alimentación, tud en dirección caudal. Tras realizar un cierre en
tras punción gástrica, a través del píloro hasta bolsa de tabaco alrededor del catéter, se exteriori-
el ángulo de Treitz. Tras insuflar en el estóma- za el extremo proximal.
go a través de una sonda nasogástrica fina o por Una variante técnica que se viene realizando
punción directa con aguja de 18G entre 300 y desde 1991 es la yeyunostomía laparoscópica. Los
800 ml de aire, se introduce contraste y poste- principios quirúrgicos son los mismos que los des-
riormente una guía larga dirigida hacia el píloro, critos para la yeyunostomía convencional, y se rea-
llevándola al ángulo de Treitz; se procede a dila- liza habitualmente utilizando tres trócares abdo-
tar el trayecto con dilataciones sucesivas hasta minales. Tras suturar el yeyuno en el cuadrante
poder introducir el catéter de 12F que tiene dos superior izquierdo del abdomen, se inserta la agu-
salidas, una de 12-14F que se queda en estóma- ja de yeyunostomía a 30 cm del ángulo de Treitz y,
go para aspiración, y otra de 8-10F que se intro- a su través, el catéter que se fija a la pared abdomi-
duce hasta yeyuno para nutrición. Posteriormen- nal anterior, lo que también se efectúa con el yeyu-
te todo el sistema se sutura a piel. no distal para prevenir la volvulación.

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Capítulo 4.6. Nutrición enteral

3.Tipos de sondas La existencia de guías o fiadores internos facili-


ta la inserción de la sonda, sobre todo en las de pe-
La elección del tipo de sonda debe basarse en queño calibre (hasta 12F). Son de acero, con pun-
los siguientes criterios: material biocompatible, lon- ta roma y algo más cortos que la propia sonda, sin
gitud adecuada al lugar de la perfusión, calibre y ori- alcanzar los orificios distales para evitar lesionar el
ficios suficientes según la consistencia de la dieta a tubo digestivo en el momento de la inserción. Se
administrar, presencia de lastres y guías que faciliten acompañan, al igual que la sonda, de un sistema de
las manipulaciones especiales, número de luces que lubricación que permite su introducción y retirada
permita cumplir con la función de nutrir de forma sin dificultad. No es recomendable reintroducir el
completa, y con las entradas necesarias en el extre- fiador una vez extraído, por el peligro de perfora-
mo proximal para disminuir las manipulaciones. ción de la sonda o del tubo digestivo.
Hasta hace 20 o 25 años sólo se utilizaban sondas Algunas sondas presentan un lastre distal de
para nutrición de polivinilo o polietileno, poco bio- tungsteno, con el teórico objetivo de facilitar su
compatibles y de grueso calibre, que provocaban fre- paso a través del píloro y evitar desplazamientos
cuentes complicaciones como erosiones e incompe- posteriores, aunque existen datos contradictorios
tencia del esfínter esofágico inferior y que eran más al respecto en la literatura médica y no se han esta-
adecuadas para aspiración gástrica que para nutrición. blecido con claridad las indicaciones de sondas con
Actualmente se utilizan materiales como silicona y o sin lastre. En cualquier caso, debe ser fracciona-
poliuretano, más flexibles y biocompatibles, que se al- do, situarse distalmente a los orificios terminales
teran menos con las secreciones digestivas, provocan de la sonda y ser del mismo calibre.
menos molestias al paciente, permiten disponer de El extremo distal de la sonda es un elemento im-
sondas de menor diámetro, no ocasionan reacciones portante, ya que su diseño puede facilitar o dificul-
alérgicas y producen menos erosiones en la mucosa, tar el flujo de la dieta y repercutir en episodios de
pudiendo prolongar su mantenimiento en el tubo di- obstrucción que obligan a cambios repetidos. Pare-
gestivo a 4-6 semanas. La silicona es más suave y flexi- ce que un orificio único grande lateral situado por
ble, por lo que es muy bien tolerada, pero su inserción debajo del radio de la luz y los orificios laterales es-
es más dificultosa y las sondas tienden a colapsarse. El calonados son los diseños que menos problemas
poliuretano es más resistente, de paredes más finas, presentan. En cuanto al extremo proximal, es con-
con mayor diámetro interno a igualdad de diámetro veniente la existencia de una conexión en Y que per-
externo, por lo que es el material de elección. mita simultanear la administración de dieta y otras
El calibre se refiere al diámetro externo y se ex- maniobras (limpieza, medicación, etc.). Ambas co-
presa en unidades French (F), siendo 1F = 0,33 mm. nexiones deberían poseer un tapón. Sin embargo, el
Los calibres habituales oscilan entre 2,7 mm (8F) y frecuente deterioro de este extremo por las nume-
6 mm (18F). Los más utilizados están entre 8 y 12F rosas manipulaciones, que puede obligar a cambiar
en adultos y entre 5 y 8F en niños. Es importante la sonda por una rotura, hace recomendable trasla-
para la elección del calibre valorar la viscosidad del dar el sistema en Y al terminal del sistema de infu-
producto nutricional, el método de perfusión pre- sión, que es fácilmente sustituible.
visto y la medicación a administrar, ya que el ma- La radio-opacidad de la sonda, aunque sea par-
yor problema de estas sondas es la obstrucción. Sin cial, facilita su visualización en cualquier estudio ra-
embargo, con las dietas líquidas actuales se pueden diológico, así como su colocación mediante técni-
utilizar sin problemas, mediante protocolos de uti- cas fluoroscópicas.
lización estrictos, sondas de pequeño calibre. Aunque lo habitual es utilizar sondas y catéteres
La longitud de la sonda se elegirá en función de una sola luz, existen sondas de doble luz para
del lugar de infusión de la dieta. Si es gástrica, una casos especiales. Son sondas mixtas, con un termi-
sonda excesivamente larga tiene más facilidad pa- nal gástrico de 18F y un terminal más largo, yeyu-
ra acodarse o emigrar espontáneamente a intesti- nal, que permite sobrepasar el ángulo de Treitz, de
no y provocar intolerancia. Si es yeyunal, una sonda 9F. Son de poliuretano y tienen dos entradas inde-
excesivamente corta no llegará al punto elegido. Se pendientes, con el objetivo de poder aspirar con-
recomienda una longitud entre 70 y 100 cm para tenido gástrico al tiempo que se nutre distalmente
estómago y entre 105 y 145 cm para intestino. en el terminal yeyunal. Están indicadas en pacien-

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A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

tes con íleo gástrico de cualquier etiología e intesti- Tabla 2. VALORACIONES PREVIAS
no funcionante, que de otra manera estarían aboca- A LA INFUSIÓN DE LA
dos a recibir nutrición parenteral. Se coloca por vía NUTRICIÓN ENTERAL
transnasal, bien en el acto quirúrgico o bien inten-
tando el paso espontáneo, aunque con frecuencia • Comprobar la colocación de la sonda
hay que recurrir a técnicas de colocación especia- • Valorar la cantidad de residuo gástrico
les, endoscópica o fluoroscópica. • Incorporar al paciente 30-45º
Las sondas para prótesis endoscópica de gas- • Seguir las normas de higiene
trostomía son de poliuretano o silicona, de 15- • Calcular las necesidades diarias
20 cm de longitud, con un balón hinchable dis- • Decidir la dieta que hay que administrar
tal para su correcta sujeción a la pared gástrica • Seleccionar la técnica de administración
• Ajustar la velocidad de infusión
y con diámetros que oscilan entre 15 y 16F, gene-
ralmente utilizadas en pediatría, y entre 20 y 22F
para utilización general. Las hay que no precisan pa-
ra su extracción la realización de endoscopia. Exis-
ten kits de sustitución mediante botón de 22F y 3 debe realizarse periódicamente un seguimiento de
cm de longitud, que se adaptan perfectamente a la su localización, comprobando que la marca utili-
pared gástrica cuando la prótesis inicial se mantie- zada para su fijación no se ha desplazado, que no
ne estable, sin complicaciones. Estos botones re- existe alguna porción enrollada en boca o en últi-
sultan muy cómodos para el paciente debido a su mo caso, sobre todo en las transpilóricas, realizan-
pequeño tamaño, y permiten el desarrollo de una do una radiografía o radioscopia con contraste.
actividad normal. En los casos en que existe riesgo El seguimiento de la prótesis endoscópica de
de reflujo gastroesofágico y/o broncoaspiración, se gastrostomía es importante ya que exige un cui-
coloca a través del propio orificio de gastrostomía dado diario, lavando el orificio externo del estoma
un catéter yeyunal de 8-10F y alrededor de 70 cm con agua jabonosa, además de procurar que duran-
de longitud, que permite la alimentación a nivel del te la administración de la dieta no haya pérdidas de
ángulo de Treitz. estanqueidad ni humedad. Es necesario movilizar
El catéter de la yeyunostomía quirúrgica tipo la prótesis con movimientos de rotación y evaluar
Witzell tiene de 15 a 20 cm de longitud, y el de periódicamente el estado del estoma. En general,
la yeyunostomía de catéter fino tiene 3-5 mm tras los primeros 15 días es suficiente un control
de diámetro y 15 cm de longitud. Ambos son de cada 2-4 meses, sobre todo para valorar posibles
poliuretano. recambios por deterioro del conector externo de
La limpieza de la sonda es imprescindible para la prótesis.
evitar su obstrucción, más frecuente cuanto más fi-
na sea y cuanto más densa sea la dieta. Se realiza
infundiendo 40-60 ml de agua tras cada toma si la
administración es intermitente, o 40 ml cada 6 ho- 4. Métodos
ras si es continua. Asimismo, se infundirán 40 ml de administración
de agua tras la administración de medicación. La
parte externa de la sonda y las zonas de inserción Una vez seleccionada la vía de administración
deben lavarse diariamente con agua y un antisép- más adecuada, lo fundamental para asegurar la to-
tico, sin olvidar los orificios nasales, labios e inte- lerancia a la dieta es indicar una adecuada meto-
rior de la boca. dología de administración. Ésta a su vez variará
Una de las complicaciones más frecuentes en dependiendo del estado nutricional previo del pa-
el mantenimiento de las sondas de nutrición es su ciente, los días de ayuno, el lugar de infusión, el tipo
acodamiento o desplazamiento, voluntario (pacien- de fórmula elegido, los volúmenes a administrar, la
tes inquietos) o accidental (vómitos, tos). Las son- velocidad de infusión, el tipo de sonda utilizada y el
das gástricas pueden desplazarse hacia esófago o, tiempo previsible de nutrición enteral.
menos frecuentemente, atravesando el píloro; las Antes de comenzar la alimentación deben rea-
yeyunales lo hacen en dirección gástrica. Por ello, lizarse unas valoraciones previas (Tabla 2). Es

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Capítulo 4.6. Nutrición enteral

preceptivo comprobar la correcta localización de estómago anatómica y funcionalmente conserva-


la sonda, colocar la cabecera de la cama incorpo- do con ausencia de atonía gástrica y vaciamiento
rada 30-45º para disminuir la posibilidad de reflu- normal, ausencia de reflujo gastroesofágico, ausen-
jo, y valorar mediante aspiración gástrica el volu- cia de antecedentes de aspiración y reflejo de de-
men de residuo previo existente. Es conveniente glución conservado. En casos de traumatismo cra-
evaluar la tolerancia al agua administrando 100-200 neal puede estar indicada la vía orogástrica. Es de
ml y comprobando el residuo existente tras 15 mi- primera elección tanto en pacientes con nutrición
nutos, iniciando a continuación la nutrición. Tras el domiciliaria como hospitalaria.
cálculo de las necesidades diarias y la selección de
la dieta a administrar, se decide la técnica de admi-
nistración (lugar de infusión, régimen y pauta de 4.1.2. Intestino delgado
administración) y se ajusta la velocidad de infusión.
Durante las primeras 48 horas el residuo gástrico Aunque algunos autores lo defienden, no hay
debe valorarse cada 6-8 horas, pudiendo realizar- una constatación clara de que la infusión en duo-
se cada 12-24 horas cuando se haya conseguido la deno o yeyuno suponga una utilización de nu-
estabilización de la infusión, generalmente a par- trientes similar a la del estómago, ni tampoco que
tir del tercer día. La obtención de un residuo de se consiga con más facilidad cubrir la totalidad de
dieta igual o superior a 200 ml es signo de into- las necesidades pautadas. Es aconsejable plantear-
lerancia y obliga a considerar la suspensión tem- se la nutrición pospilórica, preferentemente pa-
poral de la infusión, como se verá al hablar de las sado el ángulo de Treitz, en pacientes con reflujo
complicaciones. gastroesofágico y episodios de aspiración com-
En todo momento deben seguirse las normas probados, así como ante la existencia de gastro-
de higiene propias de la manipulación, tanto de paresia de cualquier origen, en el postoperatorio
las dietas como del material de administración. inmediato de cirugía gastrointestinal cuando quie-
La elección de la fórmula a infundir debe estar re iniciarse la nutrición de forma precoz, en pre-
en relación con la patología y situación clínica del sencia de náuseas y vómitos incoercibles, ante la
paciente, así como con el lugar y el régimen de imposibilidad de nutrición gástrica por la patolo-
administración. gía de base, en pacientes críticos con intoleran-
cia gástrica, y cuando se quiere mantener una li-
mitación del estímulo de la secreción pancreática.
4.1. Lugar de infusión En situaciones en las que no se puede mantener
la cabecera del paciente semiincorporada, es re-
Los dos criterios mayores para la elección del lugar comendable la nutrición en yeyuno por el riesgo
de infusión son la enfermedad de base del paciente asociado de broncoaspiración. El mayor inconve-
y su situación clínica en el momento de la elección. niente para su utilización es la dificultad técni-
ca para la correcta colocación de la sonda, junto
al hecho de presentar más complicaciones co-
4.1.1. Estómago mo obstrucción de la sonda y descolocación, por
lo que no se recomienda para periodos de tiem-
Teóricamente es el lugar de elección, ya que re- po prolongados.
produce la vía fisiológica y su acceso nasal es sen-
cillo, además de permitir más de una forma de ad-
ministración y constituir un reservorio de gran 4.2. Regímenes de administración
capacidad. Sin embargo, puede tener mayor índice
de reflujo y de broncoaspiración que la vía transpi- Tras establecer las necesidades nutricionales de-
lórica, sobre todo en pacientes graves, aunque los be valorarse el régimen de administración más ade-
estudios realizados en diferentes situaciones clí- cuado dependiendo del lugar de infusión, la densi-
nicas no son concluyentes al respecto. Su utiliza- dad calórica de la fórmula y el volumen a infundir.
ción presupone tener un reflejo de náusea intacto La nutrición a través de sonda puede administrarse
o protección de vía aérea con tubo endotraqueal, en forma intermitente o continua. Se denomina nu-

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trición intermitente cuando se realiza alternando veces al día, en función del volumen total y de la to-
periodos de infusión con otros de reposo diges- lerancia. Se utilizan jeringas de 50 ml. La presión so-
tivo, y nutrición continua cuando el volumen total bre el émbolo debe ser continua y lenta, a no más
diario a infundir se administra sin interrupción a lo de 20-30 ml/min. Su mayor inconveniente es la into-
largo de un número determinado de horas. lerancia por una infusión demasiado rápida.
La administración intermitente es la más pare- La administración por gravedad permite
cida a la alimentación habitual y es el método de una infusión más lenta, por lo que es mejor tole-
elección en pacientes conscientes, sobre todo si rada, permitiendo regular su velocidad mediante la
deambulan, con tracto digestivo sano y vaciado rueda reguladora del equipo de infusión. Se utiliza
gástrico normal. Nunca debe utilizarse cuando se normalmente de 4 a 6 veces al día, con periodos de
infunde en intestino. Sus ventajas son que es más fi- 30 a 120 minutos cada uno. El mayor inconvenien-
siológica, de fácil administración, con flexibilidad de te es la dificultad para una regulación adecuada del
horario y más barata. Sus mayores inconvenientes goteo, que puede condicionar obstrucciones si va
son la mayor facilidad para generar elevados resi- demasiado lento o intolerancia si va muy rápido.
duos gástricos y una mayor intolerancia digestiva. La administración mediante bomba
La administración continua se realiza normal- permite regular con exactitud la velocidad de in-
mente a lo largo de 12-24 horas. Disminuye el ries- fusión. Es muy útil cuando se utilizan volúmenes
go de distensión gástrica y aspiración, sobre todo elevados, sondas muy finas o fórmulas muy densas.
en pacientes graves, por lo que está indicada cuan- Es de elección en pacientes graves, con mal con-
do se encuentran alterados los procesos de diges- trol metabólico y, en general, en un alto porcenta-
tión y absorción (lo que acontece en muchos pa- je de los pacientes hospitalizados que necesitan nu-
cientes hospitalizados) así como en los casos de trición enteral.
intolerancia a la administración intermitente y en La administración intermitente puede realizar-
aquellos que llevan un periodo de tiempo prolon- se por jeringa, por gravedad y mediante bomba. La
gado en ayuno o con nutrición parenteral. Es obli- continua, mediante gravedad y bomba.
gatoria cuando se infunde la dieta en intestino. En
el ámbito domiciliario, sin embargo, depende de la
vida que desarrolle el paciente, siendo lo más con- 4.3. Pautas de administración
veniente administrarla en un tiempo no superior
a 12 horas y preferentemente por la noche. Sus Para mejorar la tolerancia a la dieta hay que pla-
principales ventajas son el menor residuo gástrico nificar una adecuada pauta de inicio y progresión te-
que produce, menor distensión abdominal al ad- niendo en cuenta la densidad calórica de la fórmula, el
ministrar volúmenes más bajos (y, en consecuen- volumen total y la velocidad de infusión. El principio
cia, menor reflujo gastroesofágico) y, teóricamen- fundamental es establecer un incremento progresivo
te, menor posibilidad de broncoaspiración. Existe hasta asegurar una buena tolerancia. Iniciar de forma
también un menor riesgo de diarrea. Como incon- excesivamente rápida la infusión conduce la mayor
venientes cabe reseñar una deambulación restrin- parte de las veces al fracaso de la nutrición enteral.
gida, un mayor índice de obstrucción de las son- Sin embargo, con las líneas de investigación actuales,
das y una mayor alcalinización del pH gástrico, que en que diferentes estudios han indicado las venta-
puede condicionar un sobrecrecimiento bacteria- jas de la nutrición enteral precoz en situaciones pos-
no. Además, precisa más apoyo tecnológico y au- tagresivas (Tabla 3), parece apropiado iniciar la nu-
menta los costos. trición enteral a la vez que el resto del tratamiento,
Existen tres métodos para la administración: una vez conseguida la estabilidad hemodinámica. Se
La administración con jeringa fue el pri- considera así beneficioso intentar alcanzar el 100%
mer método, y el más utilizado durante mucho de las necesidades calculadas en las primeras 48-72
tiempo. Es menos recomendable en hospitales por horas, dependiendo de la tolerancia. De esta forma,
la patología propia del paciente y las dificultades en relación al tiempo transcurrido desde el ingreso,
con el personal auxiliar. Sin embargo, puede ser útil la nutrición enteral puede iniciarse de manera pre-
en la nutrición domiciliaria. Suelen administrarse de coz (dentro de las primeras 36 h), intermedia (entre
300 a 500 ml de fórmula por toma, repartidas 5-8 36 y 72 h) o tardía (posterior al tercer día).

149
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Tabla 3. BENEFICIOS DE LA NUTRICIÓN 4.4.1. Contenedor


ENTERAL PRECOZ
Se entiende por contenedor todo recipiente en
Disminución de: el que se introduce la dieta a administrar para nu-
• Translocación bacteriana trición enteral, independientemente de su origen.
• Complicaciones sépticas Se agrupan en dos tipos: propio envase del produc-
• Respuesta hipermetabólica to y contenedor vacío.
• Catabolismo proteico a) Propio envase. Se considera como tal
Mejoría de: aquel que sale del proceso de fabricación conte-
• Síntesis proteica niendo el producto de nutrición enteral. Sus prin-
• Balance nitrogenado cipales ventajas son: Reduce el riesgo de contami-
• Cicatrización de las heridas nación disminuyendo las manipulaciones, ahorra
costos, no precisa preparación previa, está per-
fectamente identificado dificultando la confusión
con productos de nutrición parenteral, propor-
Existen distintas pautas de inicio en función fun- ciona volúmenes exactos. Por el contrario, tiene la
damentalmente del estado previo del paciente, así desventaja del pequeño volumen contenido, por lo
como del funcionalismo del tracto gastrointestinal que precisa varias sustituciones diarias. Pueden ser
y del lugar de colocación de la sonda. Si se elige la de vidrio, plástico y metálicos.
administración continua, se valorará el posible gra- b) Contenedor vacío. Es aquel al que se
do de intolerancia según la patología y el estado cambia la dieta desde su envase original. La bolsa
clínico del paciente. Si se presume buena toleran- es uno de los sistemas más tradicionales y conoci-
cia, tras el cálculo del volumen total a infundir en dos para la administración de la nutrición enteral.
el día, puede administrarse el 50% de lo pautado el Son envases plásticos transparentes y colapsables
primer día y el 100% el segundo, a lo largo de 18- en los que se introduce la dieta que se pretende in-
24 horas. En caso de intolerancia relativa, puede fundir, normalmente a través de un tapón o abertu-
elegirse una de las dos siguientes: bien administrar ra en la parte superior. Su gran ventaja es que per-
el 50% el primer día, 75% el segundo día y 100% el mite volúmenes grandes, que pueden llegar a los
tercer día o bien empezar con 20-30 ml/h y au- 2.000 ml, y que son necesarios cuando el producto
mentar 10 ml cada 8-12 horas hasta alcanzar el to- original se presenta en lata o polvo. Por el contra-
tal pautado. Esta última pauta es recomendable si la rio, supone un trasvase de dieta desde otro conte-
infusión se realiza en intestino, además de ser obli- nedor, lo que aumenta las manipulaciones y la po-
gatoria en este caso la administración continua. sibilidad de contaminación. Se presentan con y sin
Si se selecciona la administración intermitente, línea, existiendo algunas con un conector univer-
siempre en estómago, se valorará previamente el sal para cualquier tipo de línea de infusión. Es im-
estado clínico del paciente y su tolerancia. Nor- portante la calidad de fabricación ya que debe ser
malmente se dividirá en 4 tomas de 3 horas cada estanca, transparente, de fácil lectura en sus gra-
una, con descanso nocturno de unas 6 horas, al- duaciones y fácilmente lavable para su reutilización.
canzándose la administración del total de la dieta El envase semirrígido es similar a las tradicionales
en 2-3 días. Otra posibilidad es administrar 3 to- bolsas, pero fabricado de polivinilo transparente
mas de 4 horas cada una, con descanso nocturno que le confiere una rigidez igual a la de las bote-
aproximado de 8 horas, alcanzándose el 100% de llas de plástico. Por tanto, no son colapsables y el
lo pautado en 2-4 días. volumen de perfusión se mantiene constante. Los
hay hasta de 1.500 ml de capacidad. Tiene las mis-
mas ventajas e inconvenientes que las bolsas, aun-
4.4. Sistemas de infusión que ocupa un mayor espacio para almacenaje y es
más caro.
Se entiende como tal al conjunto formado por En general se recomienda la utilización de los
el contenedor de la dieta, la línea de infusión y la propios envases de fábrica siempre que sea posi-
bomba de perfusión. ble por su comodidad, ahorro de costos, disminu-

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A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

ción de las manipulaciones y de la posibilidad de Tramos especiales. Incorporan un tramo


sobreinfección del producto. No se recomienda la con silicona para su adaptación a las bombas peris-
reutilización de los contenedores más allá de 36- tálticas o un cartucho de fuelle para su adaptación
48 horas, debiendo aplicarse las medidas de higiene a las bombas volumétricas.
y limpieza necesarias para todo cambio o manipu-
lación. Los envases de gran capacidad se reservan
para los pocos casos en que se recomienda diluir la 4.4.3. Bombas de perfusión
dieta o ésta se presenta en forma de polvo o lata.
Se vienen utilizando desde 1950 aunque su uso
no se generalizó hasta los años 70. Son precisas, per-
4.4.2. Líneas de infusión miten administrar volúmenes exactos de dieta en un
tiempo determinado y tienen un precio razonable.
Su desarrollo ha permitido mejorar notablemente Existen dos grupos: peristálticas y volumétricas.
la tolerancia y eficacia de la nutrición por sonda. Se fa- Las bombas peristálticas se basan en el movimiento
brican en plástico transparente y flexible. El extremo de un rotor que presiona de forma sucesiva el seg-
proximal se adapta al contenedor y el distal a la son- mento de silicona que incorporan las líneas específi-
da. Se utilizan dos tipos, según que sea para administra- cas para ellas, lo que hace progresar la fórmula. El flu-
ción por gravedad o mediante bomba de perfusión. Se jo se controla mediante unos sensores que detectan
diferencian en que la línea de bomba incorpora un tra- el goteo en la cámara. Permiten flujos desde 1 ml a
mo siliconado o un cartucho de fuelle para la regula- 999 ml, indicando tanto el infundido como el restan-
ción del flujo a través de la bomba, siendo el resto de te. Son las más utilizadas. Las bombas volumétricas
los elementos iguales. Se recomienda, sobre todo en el son de tecnología más compleja. Incorporan un car-
ámbito hospitalario, que las líneas de infusión se cam- tucho de fuelle que dosifica e introduce la dieta, por
bien cada 24-48 horas, siguiendo estrictas medidas de lo que no precisan sensores de goteo, fluyendo la die-
higiene. Se compone de los siguientes elementos: ta de forma constante. Pueden incorporar un sistema
Cabezal. Es la parte que se conecta con el que administra de forma simultánea agua al paciente,
contenedor. Los hay para envases de cuello ancho, lo que disminuye la posibilidad de obstrucción de la
de corona y flexibles, aunque la tendencia actual sonda. Su precisión no difiere de la de las bombas pe-
es fabricar cabezales universales que se adapten a ristálticas, y su precio es superior. El uso de las bom-
cualquier tipo de envase. Un tipo especial de cabe- bas aporta una serie de ventajas, como son:
zal es el que incorpora una aguja perforadora, cuya • Mejorar la tolerancia a la dieta.
principal indicación son los envases tipo “pack”. • Administrar un volumen constante.
Filtro. En el cabezal. Permite la entrada de aire • Reducir la posibilidad de aumento de residuo
que facilita el goteo. gástrico y minimizar el riesgo de aspiración.
Cámara. Sirve para el control del goteo y pa- • Permitir la administración de todo tipo de dietas.
ra minimizar el riesgo de contaminación. Se colo- • Disminuir la carga de trabajo del personal
ca entre el cabezal y el regulador de flujo o tramo sanitario.
siliconado. • Permitir la nutrición enteral en pacientes con
Regulador de flujo (roller). Es exclusivo de intolerancia a la administración intermitente.
las líneas por gravedad y se utiliza para regular el Su utilización sistemática no es imprescindible
goteo deseado y purgar la línea en buen número de pacientes, pero existen gru-
Conector. Se trata del extremo distal de la lí- pos de riesgo, sobre todo en el ámbito hospitala-
nea. Conecta el sistema con la sonda del paciente. rio, que la hacen recomendable. De esta forma su
Existen dos modelos, el universal y el Luer-lock. Este utilización estaría indicada en:
último, de forma hembra, es el más seguro ya que • Pacientes graves.
obliga a dar media vuelta de rosca para su adap- • Nutrición pospilórica.
tación, y suele incorporar como accesorio un co- • Insuficiencia cardiorrespiratoria descompensada.
nector universal adaptable. Ambos modelos pue- • Vaciamiento gástrico alterado con riesgo de
den incorporar una conexión en Y para entrada de broncoaspiración.
agua o medicación. • Intolerancia y diarrea persistente.

151
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

5. Indicaciones 5.1.2. Aparato digestivo


y contraindicaciones anatómicamente alterado
y funcionalmente intacto
5.1. Indicaciones
• Resecciones parciales de intestino.
La nutrición enteral está indicada en pacientes • Síndrome de intestino corto.
que, aunque no pueden consumir suficientes can- • Algunas fístulas de intestino delgado.
tidades de alimentos, mantienen una función del • Postoperatorio de cirugía digestiva alta: esófa-
aparato digestivo suficiente para recibir, digerir go, estómago, páncreas.
y absorber nutrientes. Las indicaciones de la nu-
trición enteral suelen clasificarse en tres grandes
grupos, según la integridad anatómica y funcio- 5.1.3. Aparato digestivo
nal del aparato digestivo. Hay que tener en cuen- anatómicamente intacto
ta que las nuevas técnicas de administración pos- y funcionalmente alterado
pilórica han aumentado de forma considerable las
posibles indicaciones. • Síndromes de malabsorción.
• Pancreatitis aguda grave.
• Enfermedad inflamatoria intestinal grave o re-
5.1.1. Aparato digestivo anatómica cidivante.
y funcionalmente intacto • Fístulas externas biliares o pancreáticas.
• Quimioterapia.
a) Alteraciones mecánicas de la deglución: • Enteritis actínica.
• Lesiones traumáticas de cabeza y cuello.
• Tumores de cabeza y cuello.
• Cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica. 5.2. Contraindicaciones
• Estenosis parciales del esófago.
• Secuelas mecánicas de radioterapia. En la revisión de las recomendaciones realizada
b) Alteraciones neuromotoras de la deglu- por la American Society for Parenteral and Enteral Nu-
ción: trition (ASPEN), publicadas en 1993 y 2002, se re-
• Accidentes cerebro-vasculares. fuerza el papel predominante de la nutrición ente-
• Tumores cerebrales. ral dentro del contexto de la nutrición artificial y se
• Traumatismos y cirugía cráneo-encefálica en fa- afirma que la nutrición enteral debe ser la prime-
se de secuelas. ra técnica a considerar en los pacientes con inges-
• Alteración de la conciencia de cualquier ori- ta oral de nutrientes inadecuada y que la nutrición
gen. parenteral exclusiva debe utilizarse sólo tras de-
• Enfermedades desmielinizantes, degenerativas mostrar el fracaso de la nutrición enteral o en los
o neuromusculares. casos de contraindicación de la misma. Estas con-
• Trastornos del sistema nervioso autónomo. traindicaciones pueden ser absolutas o relativas, ya
c) Procesos patológicos específicos con ingesta que muchas de ellas lo son por un espacio limitado
imposible o insuficiente: de tiempo, pudiendo iniciarse la nutrición enteral
• Quemados. cuando se ha solucionado la causa que lo impedía.
• Sepsis.
• Politraumatizados sin lesiones digestivas.
• Anorexias/caquexias y sida. 5.2.1. Contraindicaciones absolutas
• Encefalopatía hepática.
• Insuficiencia renal. a) Obstrucción completa del intestino delgado
• Cirugía no digestiva o preparación para cirugía. o grueso. En el caso de obstrucción del aparato di-
• Cáncer extradigestivo. gestivo alto (esófago o estómago), el soporte nu-
• Enfermos con ventilación mecánica. tricional podrá ser enteral mediante sonda por os-
• Hiperemesis gravídica. tomía distal a la obstrucción.

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b) Íleo paralítico. Sin una motilidad intestinal ade- éxito de una correcta nutrición enteral (calidad
cuada, existe riesgo de aspiración de la nutrición en- asistencial nutricional) está con frecuencia ligado
teral y de crecimiento bacteriano. Es preferible la nu- al conocimiento, diagnóstico, prevención y trata-
trición parenteral hasta que se recupere la motilidad, miento de las posibles complicaciones. Éstas se
aunque gran parte de los pacientes responden bien a agrupan en cuatro tipos: mecánicas, bien relacio-
una nutrición en yeyuno asociada a procinéticos. nadas con el sondaje nasoenteral (lesiones por
c) Perforación gastrointestinal con peritonitis presión, obstrucción, colocación incorrecta, ex-
difusa. tracción y deterioro) o con las ostomías (depen-
d) Malabsorción grave. Cuando existe una inca- dientes de la técnica, la sonda y el estoma); infec-
pacidad total para absorber nutrientes a través del ciosas; gastrointestinales y metabólicas.
tracto digestivo.
e) Vómitos incoercibles.
f) Hemorragia digestiva aguda grave activa. 6.1. Mecánicas, debidas
g) Isquemia gastrointestinal no quirúrgica y en la a sondaje nasoenteral
fase de shock séptico, hipovolémico o cardiogénico
hasta su estabilización hemodinámica y recupera- Desde la utilización de sondas de pequeño ca-
ción de la perfusión mesentérica, ya que el aporte libre y material biocompatible se han reducido en
de nutrientes se ha asociado con enteritis necroti- número y gravedad, pero todavía deben tenerse
zante, perforación y muerte. en cuenta. La mayoría pueden evitarse con una sis-
temática de inserción rigurosa y una correcta vigi-
lancia posterior.
5.2.2. Contraindicaciones relativas

En función de la situación clínica del paciente, la 6.1.1. Lesiones por presión


gravedad del proceso y el fracaso previo de nutri-
ción enteral: Pueden ser nasales, faríngeas o esofágicas. Las
a) Fístulas entéricas de débito alto. erosiones nasales se producen por una presión
b) Enteritis aguda grave por radiación o bien por mantenida y excesiva de la sonda en un punto
infección. concreto. Puede llegar a producirse una ulcera-
c) Enfermedad inflamatoria intestinal grave acti- ción en el cartílago, con epistaxis, y secundaria-
va, en donde previamente ha fracasado la nutrición mente infectarse y abscesificarse, con congestión
enteral y/o en caso de cirugía. nasal y rinorrea purulenta. Las molestias faríngeas
d) Pancreatitis aguda grave necrotizante en don- en relación con el sondaje son inevitables los pri-
de, por cualquier motivo, no se consigue adminis- meros días.
trar una nutrición yeyunal o administrada ésta exis- Las lesiones esofágicas y en menor proporción
te intolerancia, o en caso de cirugía. las gástricas eran más frecuentes con las antiguas
e) Diarrea cuantiosa persistente a pesar de apli- sondas gruesas de PVC, pero las sondas finas actua-
car las medidas adecuadas. les no las han eliminado por completo. La aparición
de esofagitis es casi inevitable con la utilización pro-
longada de las sondas. Varía desde una simple piro-
sis por edema en la mucosa y reflujo gastroesofági-
6. Complicaciones co hasta úlceras de decúbito que pueden provocar
intenso dolor retroesternal y hematemesis, que
La administración de la nutrición enteral es pueden conducir a estenosis esofágica residual. Un
una técnica relativamente segura, pero no está caso extremo es la ruptura de varices esofágicas
exenta de riesgos. Algunos de ellos pueden ser preexistentes, cuyo cuadro clínico puede ser extre-
graves e incluso mortales, aunque las complica- madamente grave por intensa hemorragia, por lo
ciones leves son las más frecuentes. Pueden im- que el sondaje en pacientes con varices, si es estric-
plicar la disminución de los aportes y el riesgo tamente necesario, debe realizarse con sondas finas
de nutrir de forma inadecuada a los pacientes. El de poliuretano y bajo control endoscópico.

153
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Un caso especialmente grave es la fístula esó- factores predisponentes, por su elevada morbi-
fago-traqueal. Suelen acontecer en pacientes por- lidad. Aunque habitualmente se presenta en pa-
tadores de sonda nasoenteral para alimentación cientes en coma o con disminución de reflejos
y tubo endotraqueal para ventilación mecánica. Se tusígeno y/o deglutorio, también se han descri-
producen por presión de la cara posterior de la to en pacientes sin esos problemas, sobre todo
tráquea y la anterior del esófago. en ancianos. El calibre fino de las sondas reco-
mendadas actualmente facilita la colocación in-
correcta.
6.1.2. Obstrucción La comprobación inicial de la ubicación de la
sonda no debe impedir su seguimiento ya que en
Es una de las complicaciones que se dan con un porcentaje importante de los casos, que puede
mayor frecuencia, y afecta a alrededor del 30 al llegar al 50%, se produce una migración de la mis-
40% de todas las sondas. Está en relación con el ma o una extracción accidental o voluntaria. Aun-
calibre de las sondas -más frecuente cuanto más que es más frecuente en pacientes agitados y/o
finas-, la densidad de la dieta y la existencia de fi- desorientados, puede darse también en pacientes
bra en su composición, la velocidad de perfusión, conscientes. Puede tratarse de una extracción to-
más frecuente cuanto más lenta; el régimen de ad- tal, generalmente voluntaria. Sin embargo, lo más
ministración -con mayor índice en la continua-, la habitual es la migración accidental, generalmente
administración de medicación si no se diluye ade- ayudada por la existencia de tos, náuseas y vómitos,
cuadamente, y los cuidados en su mantenimiento, maniobras realizadas por el personal auxiliar (cam-
como la ausencia o insuficientes lavados de la son- bios posturales) o exploraciones especiales. Suele
da. Su incidencia aumenta cuando se efectúan me- ser esofágica en los casos de sondas nasogástricas,
diciones repetidas y frecuentes de residuo gástri- y gástrica en caso de sondas duodenales. El princi-
co. No hay que olvidar tampoco la posibilidad de pal peligro es que la migración puede pasar inad-
un acodamiento del extremo distal, situación en la vertida, lo que puede conducir a marcado reflujo
que la simple movilización de la sonda soluciona- esofágico y mayor tasa de broncoaspiración.
ría el problema. El deterioro es menos frecuente. Generalmen-
Aunque es una complicación menor tiene con- te se produce en la conexión proximal de la sonda
secuencias importantes, como la interrupción debido a la cantidad de manipulaciones que se rea-
de los aportes nutritivos mientras se soluciona, lizan, y secundariamente en la propia sonda por la
un aumento en el tiempo de dedicación de en- acción de los jugos digestivos.
fermería y una utilización de mayores recursos si
se precisa sustitución por una nueva, con riesgos
sobreañadidos. 6.2. Mecánicas, debidas
a ostomías
6.1.3. Colocación incorrecta, Su creciente utilización obliga a conocer las po-
extracción o deterioro sibles complicaciones inherentes a la propia técni-
ca, a la sonda de nutrición y al estoma constituido.
Se puede producir ya en el momento de la in-
serción de la sonda. La más frecuente es su paso
a vía aérea, quedando alojada en bronquio prin- 6.2.1. Relacionadas con la técnica
cipal, o a espacio pleural por perforación eso-
fágica. En el primer caso, la infusión de dieta • Gastrostomía endoscópica percutá-
a pulmones provoca una neumonía por aspira- nea:
ción que puede conducir a sepsis grave y Síndro- - Lesión traumática esofágica. Aunque es poco
me de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA). En frecuente, puede producirse si existe un divertícu-
el segundo caso se producen hidroneumotórax, lo o una estenosis parcial. Suele tratarse de simples
empiemas o fístulas broncopleurales. Aunque su erosiones de mucosa, aunque en casos extremos
incidencia es baja, es importante conocer los puede llegar a la perforación.

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- Obstrucción de la salida. Los tubos con globo • Lesiones en la piel. La reacción eritematosa
pueden provocar una detención a nivel pilórico. Se es una de las complicaciones más frecuentes y se de-
manifiesta por dolor epigástrico, vómitos y fuga de be sobre todo a la fuga de contenido gástrico por el
material en torno al tubo. estoma, condicionada por el movimiento de la son-
- Punción hepática y perforación cólica. da. Si la fuga es grande provoca un agrandamiento del
• Gastrostomía radiológica percutánea: estoma, que a su vez aumenta la cuantía de la fuga,
neumoperitoneo, casi constante. formándose un círculo vicioso. En casos extremos,
• Gastrostomía quirúrgica: dehiscencia de la lesión cutánea puede condicionar sobreinfección
la herida y evisceración. Con frecuencia presentan y celulitis o absceso, que puede agravar el estado clí-
retraso en la cicatrización, por lo que una buena nico del paciente. Los granulomas son frecuentes,
técnica en el cierre de la herida suele evitar la de- por un exceso de tejido de granulación, aunque no
hiscencia, ya que ésta requiere reintervención. suelen tener consecuencias clínicas importantes.
• Comunes a las tres variantes técni-
cas son:
- Hematomas: generalmente de pared abdominal 6.3. Infecciosas
o gástrico. Se produce al realizar la punción y con
frecuencia puede verse por el endoscopio. 6.3.1. Sinusitis y otitis media
- Íleo prolongado y atonía gástrica.
Ligadas a las propias sondas nasodigestivas. La
sinusitis es frecuente en pacientes graves, ancianos
6.2.2. Relacionadas con la sonda o con alteración del nivel de conciencia. Hay que
sospecharla siempre que aparezca rinorrea o fie-
• Extracción, de forma inadvertida. Es bre de origen no aclarado en un paciente portador
relativamente frecuente por pérdida de líquido en de sonda durante más de una semana. En ocasio-
el globo de fijación interno. En pocas horas el esto- nes se precisa realizar una tomografía axial compu-
ma puede retraerse y llegar a cerrarse. tadorizada para su comprobación.
• Arrancamiento. Es poco frecuente por
el propio diseño de las prótesis, cuyo sistema in-
terno de fijación es suficientemente firme para 6.3.2. Infección de la herida
evitarlo. o del estoma
• Obstrucción y deterioro de la sonda.
Las causas son las mismas que las descritas en Es una complicación relativamente frecuente
el caso de las sondas nasoentéricas, aunque en que puede prevenirse con limpieza y desinfección
las yeyunostomías suele ser imposible su des- frecuente de la zona implicada. Si a pesar de los cui-
obstrucción. dados locales persisten los signos de infección, ha-
• Fístulas. La más frecuente es la gastrocu- brá que realizar cultivo de los bordes.
tánea. En las ostomías de larga duración, tras re-
tirar la sonda no se retrae el estoma, que puede
persistir permeable varias semanas, por lo que en 6.3.3. Peritonitis
ocasiones se debe recurrir a cirugía para su cierre
definitivo. Grave complicación que se relaciona con la salida
accidental de la sonda y su recolocación errónea, con
vertido de solución nutriente a cavidad abdominal.
6.2.3. Relacionadas con el estoma

• Pérdida de estanqueidad del esto- 6.3.4. Contaminación de la dieta


ma, con fuga de contenido. Puede deberse
a un corte inicial excesivamente amplio o a desnu- No es un problema especialmente frecuente, so-
trición grave con retraso en la formación del teji- bre todo desde el uso de preparados enterales es-
do de granulación. tériles y con protocolos de manipulación. Inciden

155
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Tabla 4. FACTORES RELACIONADOS CON potensión, pudiendo evolucionar en


VÓMITOS/REGURGITACIÓN DE LA DIETA los casos más graves hacia shock sép-
tico y síndrome de distrés respiratorio
Intolerancia gástrica a la nutrición enteral
del adulto, que puede conducir al falleci-
miento del paciente en situación de fra-
Causas debidas a la dieta
• Olor
caso multiorgánico. En la radiografía de
• Osmolaridad tórax se aprecia un infiltrado pulmonar
• Contenido en grasa que no existía anteriormente. Las mi-
• Contaminación microbiana croaspiraciones repetidas son de más
Causas debidas a la técnica de nutrición enteral difícil diagnóstico, pero hay que sospe-
• Régimen intermitente (bolos) charlas ante todo paciente con nutri-
• Posición supradiafragmática de la sonda ción enteral que presente fiebre de ori-
Factores relacionados con el paciente gen poco claro y con un patrón de tipo
• Agitación bronconeumónico en la radiografía de
• Infección intercurrente tórax de aparición subaguda. Se ha in-
• Psicopatología tentado relacionar las microaspiraciones
de la dieta con la aparición de neumonía
mediante técnicas como la tinción con
azul de metileno de la fórmula enteral
más en pacientes graves, muy desnutridos y/o con y su aparición en las secreciones bronquiales, o el
afectación inmunológica, siendo los gérmenes res- control de glucosa en dichas secreciones, más ele-
ponsables habituales las enterobacterias. vado si hay aspiración, pero no son absolutamente
fiables y además son poco prácticas.
Es una de las complicaciones más graves que pue-
6.3.5. Broncoaspiración de acontecer en el transcurso de la administración de
la nutrición enteral y su resultado es la aparición de
Está determinada por el paso de dieta a bron- neumonía, sepsis y fracaso multiorgánico.
quios, generalmente por vómitos o por regurgita-
ción. Su frecuencia puede llegar hasta un 40% de
los pacientes, aunque su incidencia presenta datos 6.4. Gastrointestinales
muy variables, dependiendo de los criterios diag-
nósticos establecidos. No es lo mismo, además, la Son las más frecuentes, pudiendo afectar según
valoración de una cantidad de aspirado importan- diferentes trabajos a entre el 30 y el 50% de los
te que las microaspiraciones repetidas. Las causas pacientes con nutrición enteral. Aunque la gran
son diversas: mayoría no son graves, su aparición implica con
• Posición incorrecta de la sonda a nivel esofági- frecuencia la interrupción de la administración de
co o acodamiento que favorece la regurgitación. la nutrición, lo que, si se repite periódicamente,
• Posición del paciente en decúbito supino. conlleva disminuir los aportes e infranutrir a los
• Cierre imperfecto del esfínter esofágico infe- pacientes.
rior por el paso de la propia sonda.
• Aumento del residuo gástrico por alteración en el
vaciamiento debido a gastroparesia absoluta o relativa. 6.4.1. Náuseas, vómitos
Se consideran como factores de riesgo la dismi- y regurgitación
nución del nivel de conciencia, las alteraciones neu-
rológicas que implican trastornos en los reflejos de Se caracterizan por la presencia de dieta en la
deglución y tusígeno, y el paciente portador de tu- cavidad oral o nasal, con o sin exteriorización de la
bo endotraqueal o traqueostomía. misma (Tabla 4). Son relativamente frecuentes en
Ante una aspiración pulmonar en cuantía sufi- los pacientes con nutrición enteral (entre el 10 y el
ciente se produce disnea súbita con cianosis, ta- 15%), existiendo una clara influencia de todos los
quipnea, taquicardia, fiebre y ocasionalmente hi- factores que afectan al vaciamiento gástrico. Se re-

156
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

Tabla 5. FACTORES QUE MODIFICAN 6.4.2. Aumento de residuo gástrico


EL VACIADO GÁSTRICO
Es una de las complicaciones más frecuentes
Factores relacionados con la ingesta
cuando se administra la nutrición por vía gástri-
• Posición corporal ca (20-50%). Su principal causa es la gastroparesia,
• Distensión gástrica y su elevada incidencia se explica por el gran nú-
Factores relacionados con la dieta mero de factores que interfieren en la velocidad de
• Consistencia vaciamiento gástrico (Tabla 5).
• Temperatura Se define como la presencia de un volumen re-
• Densidad energética sidual superior a 200 ml obtenido en cada va-
• Carga osmolar loración del contenido gástrico. Debe realizar-
• Acidez gástrica/duodenal se mediante aspiración y/o conexión de la sonda
• Concentración de grasas nasogástrica a bolsa, cada 8 horas los dos prime-
• Concentración de aminoácidos ros días de nutrición enteral y posteriormente ca-
Factores neuroendocrinos da día. Aunque la valoración del volumen residual
• Gastrina, secretina, colecistoquinina, no es un reflejo fiel de la motilidad gástrica, sí es lo
glucagón suficientemente aproximado como para recomen-
• Metabolismo cerebral/mediadores
dar su uso frecuente y protocolizado.
lesionales
• Presión intracraneal
Alteraciones patológicas
• Intrínsecas (gastropatías)
6.4.3. Distensión abdominal
• Extrínsecas:
- Consecutivas a lesión peritoneal Se define como un cambio en la exploración ab-
- Sin lesión peritoneal dominal respecto de la previa al inicio de la nutrición
Factores farmacológicos enteral, con timpanismo, aumento del perímetro
• Estimuladores del vaciamiento gástrico: y ausencia de ruidos peristálticos. Refleja un desequi-
- Metoclopramida, cisaprida, librio entre el aporte de nutrientes y la capacidad del
eritromicina tubo digestivo para su metabolización. Esta incapaci-
• Inhibidores del vaciamiento: dad puede deberse a una patología intraabdominal o
- Anestésicos, analgésicos a un trastorno funcional secundario a la patología de
- Anticolinérgicos base. Requiere la interrupción de la nutrición para la
- Simpaticomiméticos
correcta evaluación de las causas que la determinan.
- Antiácidos
- Hipotensores
- Antihistamínicos
- Ventilación mecánica 6.4.4. Estreñimiento

Su incidencia real es poco conocida, en par-


te por la diversidad de criterios en su defini-
ción, aunque parece razonable establecer entre 3
lacionan con la intolerancia gástrica por gastropare- y 5 días sin deposiciones como límite aceptable.
sia. En ocasiones, pueden estar más en relación con En pacientes graves es frecuente la disfunción mo-
el sabor y olor de la dieta, con una composición en tora del intestino grueso, siendo su tiempo de re-
exceso grasa, con la administración concomitante cuperación de 7 a 10 días. Se da con mayor fre-
de fármacos con efectos secundarios gastrointes- cuencia en ancianos, pacientes encamados con
tinales (antiinflamatorios) o con problemas de ín- deambulación restringida y abuso crónico de
dole psicológica. No hay que olvidar tampoco la laxantes, así como con la administración de dietas
postura del paciente, siendo el decúbito supino fa- sin residuos o de determinados fármacos (sedan-
vorecedor de regurgitación, ni la ubicación de la tes, jarabes), alteración de la motilidad intestinal
sonda, que puede no estar suficientemente intro- o del balance hídrico intestinal. Puede provocar
ducida en cavidad gástrica. prolapso rectal y rectorragias, aunque su mayor

157
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

peligro es la impactación fecal con diarrea acuo- tra en bolus o intermitente y a velocidades más rá-
sa paradójica. pidas, o grandes volúmenes, sobre todo si se infun-
de en intestino.
Fármacos. Con frecuencia son los responsa-
6.4.5. Diarrea bles de su aparición, aunque muchas veces es difí-
cil demostrarlo. Los antibióticos son quizá los que
Es la complicación más importante, por lo que se involucran de forma más habitual, y su mecanis-
supone para la correcta administración de las ne- mo de acción pasa por un efecto tóxico digesti-
cesidades diarias calculadas y por su frecuencia (10- vo directo y alteración de la microbiota intestinal.
20%), aunque es difícil establecer ésta debido a la Otros fármacos responsables son agentes hiperos-
variedad de definiciones utilizadas. En general, se molares (sorbitol, antiácidos), laxantes, procinéti-
admite como diarrea la presencia de 5 o más de- cos, antagonistas H2, y antiinflamatorios.
posiciones diarias, con independencia del volu- Infecciones. Producidas sobre todo por Clostri-
men total y de las características, o bien dos o más dium difficile y ocasionalmente Candida. Se relacionan
con un volumen diario igual o superior a 2.000 ml. con situaciones de inmunodepresión por la patolo-
La frecuente atribución de la causa de una diarrea gía subyacente o con desnutrición grave, así como
a la nutrición enteral es por una parte errónea, ya con tratamiento prolongado con antibióticos de am-
que habitualmente es multifactorial, y por otra con- plio espectro. Debe sospecharse cuando la diarrea
traproducente, ya que implica detener su adminis- persiste a pesar de modificar el ritmo de la nutrición
tración, con lo que esto puede suponer de agrava- y de eliminar medicación potencialmente causante.
miento de la desnutrición. Atribuir a la dieta enteral No debe olvidarse tampoco la posible contamina-
la responsabilidad de la diarrea debe ser un diag- ción de la dieta o de los sistemas de infusión.
nóstico de exclusión, en ausencia de otras causas. Patología subyacente. Enfermedades previas
Se produce como consecuencia del desequilibrio del aparato digestivo (enfermedad inflamatoria intes-
entre los mecanismos de secreción y reabsorción tinal, malabsorción), diabetes, alteración funcional in-
hídrica en el tubo digestivo. Puede acontecer por testinal (shock, hipoxemia grave, fracaso multiorgáni-
alteraciones en el intestino delgado o en el colon. co), y tras reposo intestinal prolongado.
Son varios los factores relacionados habitual-
mente con la diarrea:
Dieta. La osmolaridad se ha venido postulando 6.5. Metabólicas
como uno de los responsables de la diarrea, por un
desequilibrio en los mecanismos de absorción de Su frecuencia ha disminuido en los últimos años
agua, por lo que se aconsejaba la dilución de la die- gracias a los nuevos productos de nutrición per-
ta para disminuir su osmolaridad. Sin embargo no fectamente equilibrados en los diferentes nutrien-
se ha demostrado esta relación, por lo que dicha tes, al desarrollo de la nutrición órgano-específi-
dilución no está indicada. El contenido en lactosa ca, al seguimiento de las recomendaciones del Food
sólo sería responsable en los casos de déficit de and Nutrition Board por los fabricantes y al estable-
lactasa intestinal, aunque las fórmulas actuales es- cimiento de protocolos de administración y segui-
tán casi todas libres de lactosa. El contenido en gra- miento por parte de los diferentes servicios clí-
sa de la dieta no está claramente relacionado con nicos. Su aparición se reduce a patologías muy
la aparición de diarrea, excepto en los casos de en- concretas o a una incorrecta prescripción.
fermedad pancreático-biliar con síndrome de ma-
labsorción grasa. Sí parece tener una relación más
estrecha el contenido en sodio, ya que las dietas hi- 6.5.1. Alteraciones electrolíticas
posódicas favorecen la aparición de diarrea, por lo
que su uso debe restringirse a los casos en que es- La hipopotasemia es la más frecuente, pudiendo
te tipo de dieta sea estrictamente necesario. encontrarse hasta en el 30% de los pacientes, rela-
Administración. Tanto la pauta como la ve- cionada con las alteraciones entre los espacios in-
locidad de infusión pueden influir en la aparición de travascular e intracelular. La hiperpotasemia, sin em-
diarrea, siendo más frecuente cuando se adminis- bargo, es mucho menos frecuente y se relaciona con

158
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

fracaso renal agudo o crónico. La hiponatremia se da producen por vómitos, diarrea, fístulas de alto dé-
en ciertas patologías, como los traumatismos cra- bito, sudoración profusa o fiebre. Se detecta con la
neoencefálicos con secreción inadecuada de ADH. aparición de sequedad de lengua, piel y mucosas con
La depleción de fósforo o hipofosforemia es signo del pliegue, depresión de globos oculares, ori-
una complicación que puede ser grave y se rela- na concentrada, confusión mental e hipernatremia.
ciona frecuentemente con la terapia nutricional. En Su presencia aumenta el riesgo de aparición de ero-
pacientes con desnutrición previa grave y en los siones y úlceras por decúbito. La sobrehidratación
que se inicia nutrición enteral, debe establecerse suele presentarse en pacientes con disminución de
una frecuente monitorización de este ión ya que la diuresis y/o hipoalbuminemia importante si no se
la propia repleción nutricional puede provocar el realiza un ajuste entre los ingresos y las salidas.
paso del mismo del espacio vascular al intracelu-
lar con el consiguiente descenso de los niveles cir-
culantes, que si están por debajo de 1 mg/dl pue- 6.5.4. Alteración del
den provocar sintomatología como depresión de la metabolismo glucídico
conciencia, debilidad muscular generalizada, insufi-
ciencia respiratoria aguda y leucopenia. El paciente no diabético, y que no se encuentra
en una especial situación de estrés metabólico por
su enfermedad de base, no suele presentar pro-
6.5.2. Alteraciones blemas en el metabolismo glucídico y tolera bien
de los elementos traza las fórmulas actualmente existentes. En el pacien-
te diabético estable la tolerancia a los hidratos de
El déficit de oligoelementos suele aparecer en nu- carbono suele ser aceptable con los productos de
triciones prolongadas cuando existe un síndrome de nutrición enteral específicamente formulados para
malabsorción intestinal. Sin embargo, la composición esta patología o incluso con dietas estándar, con el
de las actuales fórmulas de nutrición que los contie- suplemento de insulina o de antidiabéticos orales
nen en las cantidades recomendadas los hace poco correspondiente.
frecuentes si no coexiste una patología que favorece El mayor problema se plantea en el pacien-
su pérdida. Se han descrito déficit de cobre, manga- te diabético inestable por una patología intercu-
neso, cromo y selenio, aunque probablemente el más rrente o en los pacientes con elevado estrés me-
estudiado sea el caso del zinc, que puede perderse tabólico y cierto grado de resistencia periférica
en los drenajes de las fístulas o de los estomas, así a la insulina que, diabéticos o no, tienen una in-
como en pacientes con hepatopatía crónica, trata- adecuada metabolización de los hidratos de car-
miento con corticoides, politraumatismos y fracaso bono con marcada hiperglucemia. En estos ca-
multiorgánico. Su depleción puede provocar diarrea, sos, se recomienda la administración de fórmulas
dermatitis, depresión o hipogeusia. Su diagnóstico es específicas con modificación cuantitativa y cua-
complicado por la ausencia de determinaciones plas- litativa de hidratos de carbono, adición de fibra
máticas en la mayoría de los centros, y por presentar y modificación de las grasas con disminución de
una clínica inespecífica. las saturadas y aumento de las monoinsaturadas,
además de dosis crecientes de insulina. Clásica-
mente, se recomienda mantener cifras de gluce-
6.5.3. Desequilibrio hídrico mia entre 100 y 200 mg/dl, aunque investigacio-
nes recientes relacionan el aumento en la tasa de
Puede presentarse tanto por defecto como por infecciones, complicaciones de diferentes órga-
exceso, en alrededor del 5% de pacientes. La des- nos y tasa de mortalidad con cifras de glucemia
hidratación se produce bien por ingesta insuficien- superiores a 110 mg/dl, por lo que debe mante-
te o por pérdida abundante. En el primer caso, con nerse un estricto control, fundamentalmente en
mayor frecuencia en pacientes seniles, el aporte de el paciente grave.
agua es escaso o nulo fuera del agua contenida en La aparición de hipoglucemia está más en rela-
las propias dietas, que además en ocasiones son hi- ción con dosis excesivas de antidiabéticos orales
perosmolares. En el segundo caso, las pérdidas se o de insulina o en el contexto de una reducción

159
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

brusca, sin alternativa, de la nutrición enteral. De- - Tras cada dosis de medicación: infundir 40-60
be sospecharse en todo paciente que, estando pre- ml de agua.
viamente bien, comienza con sudoración profusa, • Maniobras de desobstrucción, lo más
frialdad y obnubilación progresiva. precozmente que sea posible.
- Bebidas bicarbonatadas con agua caliente.
- Posibilidad de utilizar preparados enzimáticos
pancreáticos.
7. Mantenimiento - Si es preciso, cambiar la sonda.
de la nutrición enteral - Nunca reintroducir el fiador, por el riesgo de
y prevención perforación.
de las complicaciones
Como se ha señalado anteriormente, el éxito 7.1.3. Colocación incorrecta,
de una correcta nutrición enteral, que implica una extracción o deterioro
correcta calidad asistencial nutricional, está con
frecuencia ligado a su correcto mantenimiento y • Seguir de forma sistemática todos los pasos
a la prevención y tratamiento de las posibles com- para la colocación de sondas nasoenterales, con
plicaciones. Se expondrán a continuación los cui- especial atención a las de calibre más fino.
dados, prevención y manejo para el mantenimien- • Retirar la sonda y no progresar en su coloca-
to de la nutrición enteral, teniendo en cuenta las ción si aparecen tos o disfonía.
complicaciones anteriormente expuestas. • No iniciar la nutrición enteral hasta compro-
bar de forma clara que la ubicación de la sonda es
la adecuada.
7.1. Mecánicas, debidas • Marcar el punto de entrada y fijar la sonda, pa-
a sondaje nasoenteral ra evitar en lo posible su desplazamiento, mediante
esparadrapo hipoalergénico a la nariz o, en caso de
7.1.1. Lesiones por presión paciente agitado, a la frente.
• Controlar de forma periódica la ubicación
• Cambiar diariamente el punto de apoyo de las de la sonda, constatando, a su vez, que las mar-
sondas en la cavidad nasal. cas externas previamente marcadas no se han
• Limpieza externa frecuente de la sonda con desplazado.
agua jabonosa. • Manipular de forma cuidadosa las conexiones
• Limpiar e instilar suero fisiológico en los orifi- para evitar su rotura.
cios nasales 2-3 veces al día. • Valorar otra técnica en caso de extracciones
• Mantener una adecuada higiene bucal diaria. voluntarias repetidas.
Lavado dental y limpieza con antisépticos.
• Movilizar la sonda diariamente en sentido lon-
gitudinal y con movimientos de rotación para evi- 7.2. Mecánicas, debidas
tar adherencias. a ostomías
• Cambiar la sonda de orificio nasal ante la pre-
sencia de rinorrea. 7.2.1. Relacionadas con la técnica

• Introducir el endoscopio lenta y cuidadosa-


7.1.2. Obstrucción mente.
• Comprobar la ubicación final de la sonda y re-
• Lavados de la sonda: tirarla parcialmente si está próxima al píloro.
- Administración intermitente: infundir 40-60 ml • Constatar un cierre adecuado de la incisión
de agua tras cada toma. abdominal.
- Administración continua: infundir 40 ml de • Asegurar que el anclaje del estómago a la pared
agua cada 6-8 horas. abdominal es firme.

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A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

• Colocar vendaje compresivo de pared si se • Cambiar los sistemas de administración cada


produce hematoma. 24-48 horas.
• Administrar procinéticos tras la realización de
la técnica hasta comprobar que el peristaltismo
gastrointestinal es eficaz. 7.3.2. Broncoaspiración

a) Medidas para su prevención:


7.2.2. Relacionadas con la sonda • Elevar la cabecera de la cama a un ángulo de
entre 30 y 45º para administrar la nutrición ente-
• Comprobar regularmente el volumen del líqui- ral y mantenerla en esa posición durante al menos
do del globo interno. treinta minutos tras su finalización.
• Elegir el tamaño de sonda adecuado para las • Valorar periódicamente el volumen de residuo
características del estoma. gástrico.
• Fijar la sonda correctamente para evitar des- • Comprobar diariamente la longitud externa de
plazamientos. la sonda y su ubicación.
• En caso de extracción inadvertida o arranca- • Valorar la administración profiláctica de pro-
miento, reemplazar rápidamente por otra sonda, cinéticos.
aunque sea de inferior calibre, para evitar el cie- • Disminuir al mínimo permisible toda medica-
rre del estoma. ción que provoque gastroparesia.
• En el paciente grave y encamado, valorar la ad-
ministración de la dieta con bomba y en infusión
7.2.3. Relacionadas continua.
con el estoma • Administrar la nutrición en yeyuno en aquellos
pacientes con riesgo elevado de broncoaspiración.
• Proceder diariamente a la inspección del estoma, b) Medidas de tratamiento:
de la situación de la sonda y de la piel circundante. • Detener la administración de nutrición enteral
• Limpiar diariamente de forma cuidadosa, con agua hasta la estabilización del paciente.
jabonosa y antiséptico, la piel circundante al estoma. • Comprobar la ubicación de la sonda y recolocar-
• En caso de detectar lesiones en piel, aplicar el la si es preciso, conectándola a bolsa de drenaje.
tratamiento de forma precoz (antibióticos si hay • Aspirar a través de la sonda el contenido gás-
infección, drenaje si hay absceso y nitrato de plata trico residual.
si hay granuloma). • Aspiración y limpieza en orofaringe.
• Aspiración de las secreciones en tráquea y
bronquios, si es preciso mediante broncoscopia.
7.3. Infecciosas • En los casos más graves que precisan venti-
lación mecánica con posibilidad de SDRA o ines-
7.3.1. Con carácter general tabilidad hemodinámica, pueden administrarse
corticoides (metilprednisolona) a dosis de 5-10
• Aplicar medidas de asepsia para manipular la mg/kg.
sonda nasogástrica. • Tratamiento antibiótico de amplio espectro.
• Revisar diariamente la herida de las osto- • En casos graves, intubación traqueal, ventila-
mías. ción mecánica y sedación.
• Mantener una correcta higiene diaria, que in-
cluye lavado con antiséptico, de la zona nasal.
• Administrar antibioterapia de amplio espec- 7.4. Gastrointestinales
tro si existe infección de la ostomía con repercu-
sión sistémica. 7.4.1. Con carácter general
• Detener inmediatamente la infusión de la die-
ta ante extracción parcial de la prótesis endos- • Disminuir el ritmo de infusión y utilizar bom-
cópica. bas de perfusión y/o infusión continua.

161
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

• Comprobar con frecuencia la ubicación de la • En hipozincemia, reposición con sulfato de


sonda. zinc, entre 5 y 10 mg/día.
• Utilizar procinéticos si no existe contraindica-
ción (diarrea), y enemas de limpieza o laxantes en
caso de estreñimiento. 7.5.2. Desequilibrio hídrico
• Hidratar, aportar dietas con fibra y, si es posi- y del metabolismo glucídico
ble, permitir la deambulación.
• Comprobar la fecha de caducidad de la fórmu- • Desequilibrio hídrico:
la y evitar trasvases de dieta. - Realizar balances hídricos diarios en el paciente
• Suspender transitoriamente la infusión de la hospitalizado, y cada 3-4 días en atención domiciliaria.
dieta hasta que se realice una valoración exacta de - Adaptar las fórmulas a la situación fisiopato-
la complicación y valorar la posibilidad de nutrición lógica.
yeyunal en caso de intolerancia gástrica. - Valorar la administración de diuréticos en pa-
cientes con oliguria o insuficiencia cardiaca.
• Alteración del metabolismo glucídico:
7.4.2. Diarrea - Determinación diaria de glucemia en sangre
capilar o de glucosa plasmática en todo paciente
La primera de las medidas a tomar es la valora- diabético estable, así como administrar dieta están-
ción y control de los posibles mecanismos relacio- dar o dieta específica, con su dosis habitual de an-
nados, teniendo en cuenta que considerar la pro- tidiabéticos orales o insulina.
pia dieta enteral como responsable debería ser un - Glucemia varias veces al día en diabetes ines-
diagnóstico de exclusión. Su prevención y trata- table o hiperglucemia de estrés, junto con dieta es-
miento se basan en: pecífica e insulina.
• Utilizar un algoritmo de actuación (Figu- - Retirar la nutrición enteral de forma paulati-
ra 3). na y controlar las dosis de insulina o de antidiabé-
• Cambiar la fórmula y pauta de administración. ticos orales.
• Revisar los fármacos posiblemente responsables.
• Controlar la infección si se demuestra.
7.6. Interacción de fármacos
y nutrientes
7.5. Metabólicas
Cuando se administran fármacos con nutrición
7.5.1. Alteraciones electrolíticas enteral, debe plantearse la cuestión de la compa-
y de elementos traza tibilidad, con la posibilidad de precipitación o for-
mación de gel, desnaturalización del fármaco o de
• Determinación plasmática diaria de sodio la solución intrínseca e interferencia mutua de la
y potasio en todo paciente hospitalizado y cada se- absorción. Es importante, además, el lugar de ad-
mana en todo paciente domiciliario inestable. ministración de un fármaco, puesto que según el
• Determinación semanal de fósforo y zinc plas- tramo de tubo digestivo utilizado se pueden alte-
máticos en el paciente hospitalizado. rar sus propiedades de absorción y actividad. Por
• En hipopotasemia, reposición oral o intraveno- ejemplo, algunos fármacos requieren la acidifica-
sa de potasio, según gravedad y patología, entre 20 ción en el estómago o bien ejercen su efecto só-
y 80 mEq/día. lo en un lugar específico, como los antiácidos en
• En hiperpotasemia, administración de dietas el estómago. Las propiedades de liberación en el
pobres en potasio y, eventualmente, asociar diuré- tiempo de ciertas preparaciones de fármacos re-
ticos y/o resinas de intercambio iónico. tard se pueden perder si se les pulveriza para ad-
• En hipofosforemia, evitar realimentaciones rá- ministrarlos por sondas de calibre pequeño. Tam-
pidas y reponer fósforo por vía oral con fosfato bién se debe tener en cuenta la hipertonicidad de
monosódico o por vía intravenosa con fosfato mo- los fármacos por el riesgo de producir un síndro-
nopotásico. me tipo dumping.

162
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

Figura 3. Manejo de la diarrea en nutrición enteral.

163
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

Figura 4. Algoritmo para la selección de dietas enterales.

En general se deben elegir, si es posible, formas te hace con frecuencia difícil la ubicación exacta de una
farmacéuticas líquidas antes que sólidas, ya que se dieta concreta.
consigue una mezcla más homogénea y una mejor Según la composición, se agrupan dependien-
disolución del principio activo (ver Capítulo 4.13). do de que tengan o no un aporte completo de
nutrientes, y a su vez se subdividen por la for-
ma en la que se aportan las proteínas, el porcen-
taje proteico, la densidad calórica y el conteni-
8. Utilización de do y tipo de fibra. Según la utilización, pueden
las dietas enterales ser de utilización general o específica (ver Capí-
tulo 4.3).
Los criterios para clasificar las fórmulas de nutrición En la Figura 4 se presenta un algoritmo orien-
enteral se basan en la composición y utilización de las tativo para la selección de la dieta más adecuada
mismas, aunque la gran variedad existente actualmen- para el paciente con una patología concreta.

164
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

9. Resumen
 Se entiende por nutrición enteral la administra- cionalmente intacto (alteraciones mecánicas
ción de nutrientes parcial o totalmente digeri- o motoras de la deglución y procesos pato-
dos (fórmulas químicamente definidas) a través lógicos específicos); aparato digestivo anató-
del tubo digestivo, por boca o por sonda, para micamente alterado y funcionalmente intac-
conseguir una nutrición adecuada. to; aparato digestivo anatómicamente intacto
y funcionalmente alterado. Las contraindicacio-
 La nutrición enteral se considera actualmente la nes absolutas son escasas: obstrucción intesti-
primera opción cuando se precisa nutrición ar- nal, íleo paralítico, peritonitis difusa, malabsor-
tificial, reservando la nutrición parenteral para ción grave, vómitos incoercibles, hemorragia
los casos en que la nutrición enteral no es po- digestiva aguda grave, isquemia gastrointestinal
sible. Tiene ventajas como la preservación de la e inestabilidad hemodinámica.
integridad de la mucosa intestinal, gracias a su
efecto trófico sobre el enterocito y el manteni-  Aunque la nutrición enteral es una técnica segu-
miento del efecto barrera intestinal y de su pro- ra, pueden aparecer complicaciones mecánicas,
pio sistema inmunológico, que evita o disminu- infecciosas, gastrointestinales y metabólicas. Las
ye la traslocación de bacterias y endotoxinas a más frecuentes son las gastrointestinales, sobre
la sangre. todo el aumento de residuo gástrico y la dia-
rrea. La más grave es la broncoaspiración. De-
 La elección de la vía de acceso se realiza tras va- ben existir protocolos claros para el manteni-
lorar la patología de base y el tiempo previsto de miento de la nutrición y para la prevención de
nutrición enteral. Si la duración prevista es supe- las complicaciones.
rior a 4-6 semanas debe procederse a acceso de-
finitivo por ostomía, mientras que si es inferior a  Las dietas enterales se agrupan, en primer lu-
ese tiempo, la vía transnasal es la más recomen- gar, según su composición, con aporte comple-
dable. Hay que considerar que en un porcentaje to o no de nutrientes, forma de aporte y por-
de pacientes puede utilizarse la vía oral. Para ello centaje proteico, densidad calórica y contenido
es necesaria la propia colaboración del paciente, y tipo de fibra y, en segundo lugar, según su utili-
además de mantener una situación estable y con- zación, general o específica. Pueden ser polimé-
servar el reflejo de deglución. ricas, oligoméricas, órgano-específicas, terapéu-
ticas, suplementos y módulos nutricionales.
 La sonda a utilizar para su administración debe
basarse en los siguientes criterios: material bio-
compatible, longitud adecuada al lugar de perfu-
sión, calibre y orificios suficientes según la consis-
tencia de la dieta, presencia de guías que faciliten
su colocación, número de luces según la patolo-
gía y con las entradas necesarias en el extremo
proximal para disminuir las manipulaciones.

 La tolerancia a la dieta depende de una meto-


dología de administración adecuada, que a su
vez varía según el estado nutricional, los días
de ayuno, el lugar de infusión, el tipo de fórmu-
la elegido, los volúmenes a administrar, la velo-
cidad de infusión, el tipo de sonda utilizada y el
tiempo previsible de nutrición enteral.

 Las enfermedades en que está indicada la nu-


trición enteral se engloban en tres grandes
grupos: Aparato digestivo anatómica y fun-

165
Capítulo 4.6. Nutrición enteral

10. Bibliografía
ASPEN Board of Directors. Guidelines for the use of enteral formula in hyperglycemic critically ill patients. Clin
parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric pa- Nutr 2003; 22 (3): 295-305.
tients. JPEN 2002; 26 (S1). Estudio prospectivo y aleatorizado sobre la disyuntiva y bene-
Guías de práctica clínica muy completas, continuación de las ficios de administrar al paciente grave hiperglucémico dietas
de 1987 y 1993, con recomendaciones y grados de evidencia, estándar o específicas para su control.
organizado por aspectos generales y patologías, en pacientes
adultos y pediátricos. Montecalvo MA, Steger DA, Farber HW, et al. Nutritional out-
come and pneumonia in critical care patients randomized to
Blasco ML, Mesejo A. Nutrición enteral. En: Mesejo A gastric versus jejunal tube feedings. Crit Care Med 1992; 20:
(coord.). Manual básico de nutrición clínica y dietética. 1377-87.
Generalitat Valenciana. Valencia, 2000: 103 -26. Estudio clásico que trata de relacionar el lugar de infusión de
Capítulo de nutrición enteral en un amplio manual de dieté - la dieta con la aparición de complicaciones infecciosas, en par-
tica y nutrición artificial, orientado desde un punto de vista ticular neumonía.
práctico y sencillo para residentes y médicos que se inician en
la Nutrición clínica. Montejo JC. The nutritional and metabolic working group of
the Spanish Society of Intensive Care Medicine and Coronary
Celaya Pérez S. Vías de acceso en nutrición enteral, 2ª ed. Units. Enteral nutrition-related gastrointestinal complications
Multimédica. Barcelona, 2001. in critically ill patients: A multicenter study. Crit Care Med
Libro muy completo, de referencia en nuestro medio, con 15 1999; 27: 1447-53.
capítulos escritos por diversos autores, en donde se exponen Estudio multicéntrico, de referencia internacional, con parti-
los diferentes aspectos de las vías, métodos y técnicas de ad- cipación de 37 servicios de Medicina Intensiva españoles, pa-
ministración de la nutrición enteral. ra conocer la incidencia y características de las complicaciones
en Nutrición enteral en nuestro medio.
Fernández MD, Fernández LC, Serna S. Interacciones de
medicamentos con nutrición enteral. En: Culebras JM, Gon- Montejo JC, Zarazaga A, López J, et al. Immunonutrition in
zález J, García de Lorenzo A (eds.). Nutrición por la vía en- the intensive care unit. A systematic review and consensus
teral. Grupo Aula Médica. Madrid, 1994: 121-31. statement. Clin Nutr 2003; 22 (3): 221-33.
Revisión clara y concisa de las interacciones fármaco-nu- Aporta una revisión sistemática actualizada respecto de la uti-
triente y de los errores en la administración, con expresión lización de dietas inmunomoduladoras, acompañado de un
de un amplio número de fármacos y diferentes formas ga- consenso de expertos.
lénicas.
Pérez de la Cruz AJ, Orduña Espinosa RM. Complicaciones
Gómez Enterría P. Nutrición enteral. En: Celaya S (ed.). Tra- de la nutrición enteral. Controles. En: Celaya S (ed.). Tratado
tado de nutrición artificial. I. Grupo Aula Médica. Madrid, de nutrición artificial. I. Aula Médica. Madrid, 1998: 161-73.
1998: 123-37. Visión de conjunto de todas las complicaciones que pueden
Visión general y actualizada de los principales aspectos a tener acaecer con la nutrición enteral, con abundante bibliogra-
en cuenta cuando se planifica una nutrición enteral. fía (60 citas).

Gorman RC, Morris JB. Minimally invasive access to the gas- Planas Vilá M (coord.). Nutrición oral y enteral. Programa
trointestinal tract. En: Rombeau JL, Rolandelli RH (eds.). de formación multimedia. Novartis Consumer Health. Bar-
Clinical Nutrition. Enteral and Tube Feeding, 3rd ed. Saun- celona, 2004.
ders. Philadelphia, 1997: 174 -92. CD multimedia e interactivo, realizado por cinco autores, con
Revisión pormenorizada de las diferentes técnicas invasivas múltiples posibilidades didácticas en forma de textos, figuras,
de acceso al tubo digestivo, con figuras y esquemas muy di- diapositivas, fotos, vídeos, casos clínicos, autoevaluación y abs-
dácticos. tracts bibliográficos, que actualiza los conocimientos más im-
portantes en Nutrición enteral.
Guenter P, Jones S, Roberts M, Ericson M. Delivery systems
and administration of enteral nutrition. En: Rombeau JL, Ro- Van den Berghe G, Wouters P, Weekers F, et al. Intensive in-
landelli RH (eds.). Clinical Nutrition. Enteral and Tube Feed- sulin therapy in critically ill patients. N Engl J Med 2001; 345:
ing, 3rd ed. Saunders. Philadelphia, 1997: 240-67. 1359-67.
Probablemente la mejor revisión publicada sobre los dife- Magnífico estudio prospectivo y aleatorizado sobre 1.548
rentes sistemas y métodos de administración de la nutrición pacientes críticos, la mayoría posquirúrgicos de cirugía car-
enteral, con 152 citas bibliográficas. diaca, en donde se demuestra una estrecha correlación clí -
nica y estadística de la hiperglucemia con un aumento de
Mesejo A, Acosta JA, Ortega C, et al. Comparison of a high- morbilidad y mortalidad, basado en dos pautas diferentes
protein disease-specific enteral formula with a high-protein de insulinterapia.

166
A. Mesejo Arizmendi | N. Carbonell Monleón | A. Oliva Gimeno

Vázquez C, De Juana P, Del Olmo D, Koning MA. Nutrición


enteral. En: Vázquez C, Santos-Ruiz MA (eds.). Vademécum
de nutrición artificial, 6ª ed. Grafinat. Madrid, 2004.
Manual de referencia para los médicos que realizan nutrición
clínica en España. Mantiene actualizados en sucesivas edicio-
nes las características y grupos de todos los productos para
nutrición artificial comercializados en España.

11. Enlaces web


 www.peng.org.uk
 omni.ac.uk/browse/mesh/n.html
 omni.ac.uk/browse/mesh/e.html
 www.espen.org
 scielo.isciii.es
 www.nutritioncare.org

167
4.7. Nutrición parenteral

Pilar Gomis Muñoz


Capítulo 4.7.

Nutrición parenteral

1. Introducción

2. Indicaciones de la nutrición parenteral

3. Vías de administración
3.1. Vía periférica
3.2. Vía central

4. Requerimientos nutricionales y componentes de la nutrición


parenteral
4.1. Energía
4.2. Agua
4.3. Aminoácidos
4.4. Hidratos de carbono
4.5. Lípidos
4.6. Electrólitos
4.7. Vitaminas
4.8. Oligoelementos
4.9. Otros aditivos
4.10. Contaminantes

5. Tipos de dietas
5.1. Dietas estándar o protocolizadas
5.2. Dietas individualizadas

6. Monitorización y complicaciones de la nutrición parenteral


6.1. Controles clínicos y analíticos
6.2. Complicaciones de la nutrición parenteral

7. Preparación de la nutrición parenteral


7.1. Esterilidad y ausencia de pirógenos
7.2. Estabilidad de la emulsión lipídica
7.3. Precipitados
7.4. Partículas en suspensión
7.5. Procesos de peroxidación
7.6. Degradación de vitaminas
8. Administración de la nutrición parenteral
8.1. Técnicas asépticas para el cuidado del catéter
8.2. Forma de administración
8.3. Compatibilidad de medicamentos en Y con la nutrición parenteral
8.4. Fotoprotección
8.5. Uso de filtros

9. Resumen

10. Bibliografía

11. Enlaces web

Objetivos

n Obtener una visión general del proceso de prescripción y preparación de una mezcla para nutrición
parenteral.
n Revisar los requerimientos de los distintos nutrientes que componen una mezcla para nutrición parenteral.
n Conocer cuándo está indicada la nutrición parenteral, las vías de administración utilizadas y las posibles com-
plicaciones de esta técnica.
n Profundizar en los componentes de las mezclas de nutrición parenteral, sus distintos tipos, características
y presentaciones comerciales.
n Identificar los distintos problemas relacionados con la preparación de las mezclas de nutrición parenteral y la
manera de evitarlos.
n Entender la importancia de las dietas protocolizadas en una correcta prescripción y elaboración de la nutrición
parenteral.
n Comprender la trascendencia de una adecuada administración para evitar complicaciones.
1. Introducción

L
a nutrición parenteral (NP) es la técnica de alimentación que permite aportar
nutrientes directamente al torrente circulatorio en pacientes que son inca-
paces de alcanzar los requerimientos nutricionales por vía enteral o en los
cuales no se puede utilizar con seguridad el tracto gastrointestinal. Las primeras in-
fusiones de nutrientes por vía intravenosa datan de los años 30 del siglo XX. Desde
entonces, la investigación y comercialización de nuevos productos, la centralización
de la elaboración de las unidades de nutrientes en los servicios de farmacia de los
hospitales o en las empresas farmacéuticas, y la especialización de los profesionales
en este campo han mejorado considerablemente su perfil de seguridad.
La NP aporta simultáneamente macronutrientes (aminoácidos, hidratos de car-
bono y lípidos), que constituyen el aporte calórico y proteico, y micronutrientes
(electrólitos, vitaminas y oligoelementos), que complementan la dieta evitando el
desarrollo de déficit. Como se verá en este Capítulo, la NP no está exenta de ries-
gos, por lo que tanto su prescripción como su preparación y administración deben
estar a cargo de personal capacitado y entrenado. La forma más eficaz de hacerlo es
mediante los equipos de nutrición multidisciplinares especializados.
Los equipos multidisciplinares de soporte nutricional tienen el objetivo de garan-
tizar un soporte nutricional seguro y un coste efectivo a todos los pacientes depen-
dientes del hospital. Estos equipos, formados por médicos, farmacéuticos, enferme-
ros, etc., son los encargados de identificar y valorar a los pacientes con riesgo nu-
tricional, proporcionar a cada uno de ellos un soporte nutricional y un seguimiento
clínico adecuados, y elaborar protocolos relacionados con nutrición artificial. Si no
existe un equipo de estas características en el hospital, es importante que haya una
comisión de nutrición que elabore los protocolos que sienten las bases para la pe-
tición y el seguimiento de los pacientes con nutrición artificial. Estos protocolos no
sólo deben abarcar la prescripción de nutrición artificial, sino también temas como
el manejo de catéteres, la administración de medicamentos con NP o enteral, etc.
Estas comisiones y/o los equipos de nutrición también toman parte en la inclusión
y exclusión del formulario del hospital de productos de nutrición.
Este Capítulo pretende ser un primer acercamiento a la NP tanto en sus aspec-
tos clínicos como farmacéuticos, centrándose especialmente en las características
de los componentes de la NP y sus problemas de estabilidad y compatibilidad. Se
profundizará en los distintos tipos de aminoácidos y lípidos, en sus diferencias y en
la disponibilidad de presentaciones comerciales en España.
Los Capítulos 4.10, 4.11 y 4.12 estudian la NP en pacientes pediátricos, críticos
y domiciliarios, respectivamente. Los Capítulos 3.3 y 3.4 versan sobre la valora-

173
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 1. ALGUNAS INDICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL ADULTO

Indicación Absorción Necesidad de reposo Aumento de necesidades


insuficiente intestinal calóricas
Cirugía mayor de digestivo X X
Resección intestinal masiva X Postoperatorio
EII descompensada X X
Enteritis por radiación X
Diarrea grave X
Vómitos intratables X
Íleo intestinal X X
Pancreatitis aguda grave X X
Fístulas digestivas altas X
Obstrucción intestinal completa X X
Hemorragia digestiva alta X
Pacientes críticos X
Grandes quemados X

EII: enfermedad inflamatoria intestinal.

ción nutricional, y el Capítulo 3.5 trata el análisis enteral simultáneamente- en los casos en que la
de la composición corporal, temas importantes en tolerancia por vía enteral sea limitada. Según la
la prescripción de la nutrición parenteral. Por úl- cantidad de nutrientes, suministrados se deno-
timo, el Capítulo 4.13 revisa exhaustivamente las mina NP total cuando se proporcionan todos los
interacciones fármaco-nutriente. requerimientos del paciente por vía intravenosa,
y NP parcial o complementaria cuando sólo se le
aporta una parte.
La NP está indicada en pacientes que llevan
2. Indicaciones de o se prevé que van a estar en ayunas o tener una
la nutrición parenteral ingesta oral inadecuada durante más de 7-14 días.
En la Tabla 1 se exponen algunas de las situacio-
La nutrición parenteral es la técnica de ali- nes más comunes en las que se recomienda la NP
mentación que permite aportar nutrientes di- en el paciente adulto. Muchas de ellas son suscepti-
rectamente al torrente circulatorio en pacientes bles también de alimentación enteral. La NP estará
que no pueden alcanzar los requerimientos nu- indicada cuando el aporte por vía enteral sea insu-
tricionales por vía oral o enteral. La vía enteral ficiente; por ejemplo, en casos de incapacidad pa-
es siempre la vía de elección puesto que es más ra la absorción intestinal de nutrientes -como en
fisiológica, mantiene la integridad de la mucosa el intestino corto, íleo intestinal prolongado u obs-
intestinal, conlleva menor riesgo de infecciones y trucción intestinal-, necesidad de reposo intestinal
supone menor coste. -como sucede en las fístulas digestivas altas o la en-
La NP está indicada cuando la vía enteral no se fermedad inflamatoria intestinal (EII) descompen-
puede usar de una forma segura. También es po- sada- y estados hipercatabólicos con altas necesi-
sible utilizar una nutrición mixta -NP y nutrición dades calóricas que no pueden ser alcanzadas por

174
P. Gomis Muñoz

Tabla 2. PRINCIPALES ACCESOS VASCULARES EN ADULTOS

Vena de
Acceso Tipo de vía Indicación Inserción (personal)
inserción
Basílica
Periférico Periférica NP < 7 días Enfermería
Cefálica
Central NP a corto plazo
Drum Basílica Enfermería
Periférica Paciente hospitalizado
Subclavia NP a corto plazo
Percutáneo Central Médico
Yugular Paciente hospitalizado
Subclavia NP a largo plazo Médico
Tunelizado Central
Yugular NP domiciliaria Quirófano
Subclavia NP a largo plazo Médico
Reservorio Central
Yugular NP domiciliaria Quirófano
NP: nutrición parenteral.

la vía digestiva -como ocurre en pacientes críticos ciones locales, como flebitis, trombosis, etc. El apor-
y grandes quemados-. te total de los macronutrientes puede estar compro-
Los pacientes con insuficiencia renal y diálisis metido, por lo que en la mayoría de los casos no se
son un colectivo con una alta prevalencia de des- alcanzan las necesidades proteico-calóricas del indi-
nutrición que muchas veces no responden a su- viduo. En pacientes con disminución de la tolerancia
plementos enterales. En estos pacientes parece hídrica está contraindicado el uso de la vía periférica,
que resulta beneficiosa la administración de una ya que para conseguir un suministro adecuado de nu-
NP muy restringida de volumen y, por tanto, con trientes se necesitan grandes volúmenes si se quiere
pocas calorías durante la sesión de diálisis y a tra- que la osmolaridad no supere 800-900 mOsm/l. Este
vés del mismo acceso vascular utilizado por ésta. tipo de acceso tiene como ventajas su fácil colocación
y su bajo coste.

3.Vías de administración 3.2.Vía central


La NP se puede administrar por vía periférica Al acceder a venas de alto flujo, la vía central
cuando el aporte calórico es reducido o no es po- permite aportar soluciones de macro y micronu-
sible tener un acceso central, que es lo más habi- trientes de alta osmolaridad sin riesgo de flebitis
tual en nutrición parenteral. o trombosis. En general, los accesos centrales más
utilizados intrahospitalariamente son percutáneos,
a través de las venas subclavia o yugular, y de abor-
3.1.Vía periférica daje periférico, como el drum en adultos y el epicu-
táneo en niños. Los accesos centrales tienen como
Los nutrientes pueden ser administrados al to- desventajas un mayor riesgo de infección que la vía
rrente circulatorio a través de una vía periféri- periférica y más complicaciones en su colocación.
ca, generalmente colocada en miembros supe- Para NP de larga duración se colocan reservorios
riores. Este tipo de acceso sólo está indicado en tipo Port-a-cath® o catéteres tunelizados tipo Bro-
cortos periodos de tiempo. Para ser administrada viac® o Hickman®, ya que conllevan menor riesgo
por esta vía, la osmolaridad final de la solución debe de trombosis e infección.
ser de 600-900 mOsm/l; si se administran soluciones En la Tabla 2 se presenta una relación de los
de mayor osmolaridad se pueden provocar complica- distintos tipos de vías y sus características.

175
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

4. Requerimientos y estrés metabólico; en un adulto se sitúan en un


nutricionales y componentes rango de entre 20 y 35 kcal/kg/día.
de la nutrición parenteral El valor energético de los nutrientes depende
de su composición química. Aproximadamente, las
Los Capítulos 3.2 y 4.2 tratan sobre los reque- proteínas tienen un valor energético de 4 kcal/g;
rimientos nutricionales tanto de individuos sanos los glúcidos, de 4 kcal/g; y los lípidos, de 9 kcal/g.
como en distintas patologías. Aquí se examinarán, El balance energético es la diferencia entre la
pues, solamente a los aspectos relacionados con energía ingerida y el sumatorio de las pérdidas ener-
la administración intravenosa y, específicamente, géticas, que incluyen el gasto energético basal, la ac-
con el paciente adulto, puesto que ya existe un ca- tividad física, las pérdidas por heces, orina, etc. En
pítulo monográfico de NP pediátrica (ver Capítu- condiciones normales, si el balance energético es po-
lo 4.10). sitivo se produce síntesis de glucógeno y grasa, y si es
negativo se obtiene energía a partir de las reservas.
El objetivo es conseguir un balance energético cero
4.1. Energía o positivo en pacientes desnutridos o en estadios de
crecimiento, embarazo o lactancia.
Los requerimientos energéticos de un enfermo Existe discrepancia sobre si los requerimientos
son las calorías necesarias para el mantenimien- calóricos se refieren a calorías no proteicas o a ca-
to del gasto energético basal (GEB) y para cubrir lorías totales. Los aminoácidos, además de utilizar-
los requerimientos asociados a la enfermedad. Al se para la síntesis proteica, pueden ser una fuente
aportar los requerimientos energéticos al paciente de energía. Esta razón, unida a que la mayoría de las
se pretende evitar la desnutrición o corregirla si ya fórmulas utilizadas sobrestiman los requerimientos
existe. Es preciso controlar tanto la calidad de los calóricos, hace más útil considerar en la práctica
nutrientes como la cantidad de los mismos, ya que que estos requerimientos son calorías totales.
la administración de sustratos en exceso o en de-
fecto puede producir consecuencias clínicas adver-
sas, como se verá posteriormente. Para medir los 4.2. Agua
requerimientos energéticos se utilizan técnicas co-
mo la calorimetría directa e indirecta y los méto- Los requerimientos de agua del ser humano
dos isotópicos, o bien pueden estimarse por medio son muy variables y dependen del medio que lo
de ecuaciones, entre las que cabe destacar la de rodea. En adultos son aproximadamente de 30-
Harris-Benedict para pacientes adultos. En gene- 40 ml/kg/día o 1-1,5 ml de agua por cada kcal de
ral, estas mediciones o aproximaciones calculan alimentación.
el GEB, que es el gasto energético necesario pa- En el sujeto enfermo es necesario realizar un
ra mantener las actividades fisiológicas básicas: fun- meticuloso balance hídrico, prestando especial
ción cardiaca, respiratoria, renal, balance osmótico, atención a las pérdidas extraordinarias. En pacien-
actividad cerebral y mantenimiento de la tempera- tes con insuficiencia renal, cardiaca o hepatopatía
tura corporal y de tejidos (ver Capítulo 4.2). con ascitis hay que ser muy cuidadosos en el apor-
El efecto térmico de los alimentos, el coste te de fluidos.
energético de la digestión, la absorción, el trans-
porte, el almacenamiento y el metabolismo de los
nutrientes suponen un 5-10%. 4.2.1.Tipos de aportes
Además del GEB y del efecto térmico, los reque-
rimientos calóricos de un paciente varían en fun- El agua es el medio donde se solubilizan las proteí-
ción de otros factores, como son la actividad física y nas, glúcidos y electrólitos, por lo que se puede apor-
psíquica (emociones, estrés) y el estrés metabólico, tar con estas soluciones. Al tener un amplio abanico
que depende de la agresión a la que está sometido de concentraciones, las soluciones de glucosa per-
el paciente y del tipo de enfermedad. Las necesi- miten ajustar las necesidades hídricas del paciente.
dades calóricas de un paciente son, pues, funda- También existen presentaciones de agua estéril que
mentalmente el GEB y el incremento por actividad se pueden añadir a las NP para completar el volumen

176
P. Gomis Muñoz

requerido, aunque esto a veces tiene el inconvenien- renterales sin arginina, aminoácido no considerado
te de desestabilizar la emulsión lipídica. esencial, pueden producir hiperamoniemia en pa-
cientes con NP a largo plazo, que revierte con la
introducción de este aminoácido.
4.3. Aminoácidos Parece razonable que las nuevas soluciones con-
tengan todos los aminoácidos, incluyendo cisteína
Las proteínas son uno de los constituyentes bá- y taurina. Se han observado niveles plasmáticos o
sicos del organismo: soportan la estructura celu- tisulares bajos de taurina en pacientes críticos, con
lar, son parte fundamental de los sistemas enzimá- quimio o radioterapia, diabetes, insuficiencia renal
ticos, participan en sistemas de transporte y en el o hepática y en pacientes con NP a largo plazo,
mantenimiento del equilibrio ácido-base, y pueden por lo que aunque no se han descrito consecuen-
ser sustratos gluconeogénicos. Como fuente pro- cias clínicas en adultos parece sensata su incorpo-
teica, en NP se utilizan las soluciones estériles de ración en todas las soluciones. También se ha su-
aminoácidos libres en su forma levo, que es la úni- gerido que la falta de resultados positivos con la
ca metabólicamente activa y asemeja la forma en adición de taurina a la NP podría deberse a su li-
que las proteínas ingeridas por vía enteral alcan- mitado transporte al interior de las células, por lo
zan la sangre. que habría que estudiar nuevas formulaciones de
En algunas formulaciones se aportan aminoácidos conjugados de taurina.
como la tirosina o la cisteína a través de sus precur-
sores N-acetil-L-tirosina y N-acetil-L-cisteína, a fin
de aumentar su solubilidad en agua o disminuir su 4.3.1. Requerimientos
oxidación. Sin embargo, parece que su biodisponibi-
lidad no siempre es buena, pues parte de ellos se eli- El balance nitrogenado es la diferencia entre ni-
minan inalterados en la orina. Recientemente tam- trógeno ingerido o administrado y nitrógeno eli-
bién se han formulado soluciones de dipéptidos, que minado, fundamentalmente por la orina. El objeti-
se han comercializado para proporcionar glutami- vo es conseguir un balance cero en sujetos sanos
na, que presenta problemas de estabilidad en su for- y un balance positivo en pacientes desnutridos, es-
ma libre. Algunas soluciones también aportan tirosi- tados catabólicos, de crecimiento, adolescencia,
na como dipéptido. embarazo y lactancia.
En general, las soluciones de aminoácidos co- Se aconseja aportar 186 mg/kg/día de aminoáci-
mercializadas contienen los aminoácidos tradicio- dos esenciales, lo que supone un 25-30% del apor-
nalmente esenciales o indispensables y la mayoría te proteico total. Las recomendaciones de inges-
de los proteinogénicos. Aunque inicialmente só- ta proteica en sujetos sanos son de 0,8 g/kg/día, lo
lo se consideraban esenciales ocho aminoácidos que supone un 10-12% de las calorías totales. Este
(leucina, isoleucina, valina, metionina, lisina, treoni- porcentaje aumenta a un 15-20% en pacientes hos-
na, fenilalanina y triptófano), esta clasificación ha pitalizados, por los mayores requerimientos según
quedado obsoleta. Actualmente, también otros su nivel de estrés:
aminoácidos se catalogan como esenciales o con- • Estrés leve: 1 g/kg/día.
dicionalmente esenciales, dependiendo de la pato- • Estrés moderado: 1,3 g/kg/día.
logía y de la edad; es el caso de la tirosina en ci- • Estrés grave: 1,5 g/kg/día.
rróticos, la histidina en pacientes con insuficiencia • Estrés muy grave: 2 g/kg/día.
renal, la taurina y cisteína en prematuros, etc. Aun- La enfermedad influye en el metabolismo pro-
que algunos de ell os se puedan sintetizar endóge- teico, dando lugar a un catabolismo con un balance
namente, esta síntesis se produce a una velocidad nitrogenado negativo. Se produce una pérdida del
menor a la necesaria (ver Capítulos 1.6 y 1.15). mecanismo de adaptación al ayuno. En pacientes
Se precisan más estudios para conocer la dosis con estrés severo (grandes quemados, sépticos),
adecuada de cada aminoácido, ya que muchos de el catabolismo no es revertido por aporte extra
ellos están relacionados metabólicamente y pue- de nitrógeno. La administración de 1,5-2 g/kg/día
den ocasionarse disbalances al administrar solucio- de proteína disminuye al máximo la degradación.
nes desequilibradas. Por ejemplo, nutriciones pa- Cantidades mayores sólo aumentan el catabolis-

177
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

mo. Las calorías que se deben aportar por gra- Además, tradicionalmente han existido proble-
mo de nitrógeno se sitúan entre 100 y 150. En pa- mas de estabilidad que impedían la adición de al-
cientes con insuficiencia hepática en encefalopatía gunos aminoácidos. Y aunque este inconveniente
o insuficiencia renal, el aporte proteico debe estar se ha subsanado desde el punto de vista galénico
restringido, por lo que las recomendaciones son con la introducción de los dipéptidos, éstos toda-
de 0,8-1 g/kg/día y 0,5-0,6 g/kg/día, respectivamen- vía no se incluyen de forma rutinaria en las solu-
te (ver Capítulos 4.31 y 4.37). ciones estándar de adultos por su mayor coste. En
La cantidad de aminoácidos que contiene una la Tabla 3 se muestra la composición de los pre-
solución se puede expresar en gramos de nitróge- parados comerciales de aminoácidos estándar en
no (N) o en gramos de aminoácidos. La relación en- España.
tre gramos de nitrógeno y gramos de aminoácidos b) Soluciones de aminoácidos pediátri-
depende del tipo de aminoácidos que componen la cas. Estas soluciones intentan reproducir el amino-
solución, ya que el contenido de nitrógeno por uni- grama plasmático del cordón umbilical o el del niño
dad de peso de los distintos aminoácidos es dife- alimentado con leche materna. Incluyen aminoáci-
rente. En general se puede utilizar esta equivalen- dos esenciales en niños, como taurina y cisteína, que
cia aproximada: en las formulaciones estándar no están presentes o
lo están en cantidades muy pequeñas.
1 g de N = 6,25 g de aminoácidos La inclusión de taurina se realizó después de
encontrarse niveles plasmáticos de taurina dismi-
Sin embargo, es más exacto guiarse por las con- nuidos en niños con NP domiciliaria, además de
centraciones que el fabricante indica en el envase. observarse que tenían electrorretinogramas anor-
males que mejoraban complementando con tauri-
na la nutrición parenteral.
4.3.2.Tipos de soluciones La cisteína posee importantes propiedades an-
de aminoácidos tioxidantes y, al igual que ocurre con la taurina, en
niños prematuros los sistemas enzimáticos tienen
Existen distintas fórmulas en el mercado con di- cierta incapacidad para sintetizarla, a lo que se su-
ferentes concentraciones y volúmenes, las cuales ma un aumento de excreción por su inmadurez re-
se pueden dividir, según la composición, en: nal. Este aminoácido no se añade a las soluciones
a) Soluciones de aminoácidos están- estándar de adultos por problemas de estabilidad.
dar para pacientes adultos. Las soluciones Aunque actualmente no están disponibles en Espa-
de aminoácidos actuales están generalmente dise- ña, durante muchos años existieron viales de clor-
ñadas siguiendo patrones de proteínas de alto va- hidrato de cisteína que se añadían a las soluciones
lor biológico, como el huevo o mezclas patata-hue- de aminoácidos pediátricos deficitarias en cisteína
vo, e incluyen todos los aminoácidos esenciales (Trophamine®). Estos viales disminuían el pH de la
y casi todos los aminoácidos proteicos en propor- mezcla nutritiva, lo que podía producir desestabili-
ciones adecuadas. Sin embargo, la administración zación de la emulsión y desencadenar acidosis en el
oral no es igual a la intravenosa, ya que los aminoá- niño. Sin embargo, tenían la ventaja de aumentar las
cidos pueden metabolizarse parcialmente en intes- cantidades máximas de fosfato inorgánico y calcio
tino e hígado, por lo que los aminoácidos que lle- que se podían añadir a la nutrición parenteral. En la
gan a la circulación sistémica no son una simple actualidad hay soluciones que contienen este ami-
hidrólisis de las proteínas ingeridas. Por este moti- noácido en cantidades adecuadas (Tabla 4).
vo existen otros diseños de mezclas de aminoáci- El diseño de estas soluciones de aminoácidos se
dos intravenosos que se basan en estudios farma- realiza generalmente pensando en el niño prema-
cocinéticos cuyo objetivo es que los aminoácidos turo y no se conoce hasta qué edad sería adecuado
administrados no cambien la proporción sanguínea su uso. Al contener taurina y cisteína, aminoácidos
de los distintos tipos de aminoácidos. Sin embargo, que estarían recomendados también en NP a lar-
faltan estudios que validen la superioridad de estas go plazo, y al faltar estudios y soluciones diseñadas
soluciones frente a las basadas en patrones de pro- para niños en edades intermedias, muchas veces se
teína de huevo. utilizan por rutina en pediatría.

178
P. Gomis Muñoz

Tabla 3. SOLUCIONES DE AMINOÁCIDOS ESTÁNDAR (g/100 g DE AMINOÁCIDOS)

Vamin® Aminoplasmal® Aminosteril® Synthamin®


L-isoleucina 4,94 5,10 5,00 6,00
L-leucina 6,94 8,90 7,40 7,31
L-lisina 5,72 5,60 6,60 5,82
L-metionina 4,94 3,80 4,30 4,00
L-fenilalanina 6,94 5,10 5,10 5,60
L-treonina 4,94 4,10 4,40 4,20
L-triptófano 1,65 1,80 2,00 1,80
L-valina 6,47 4,80 6,20 5,80
L-histidina 6,00 5,20 3,00 4,80
L-cisteína/cistina 0,49 0,50
L-tirosina 0,20 1,23 0,40
L-alanina 14,12 13,70 15,00 20,72
L-arginina 9,88 9,20 12,00 11,50
L-prolina 6,00 8,90 15,00 6,80
L-serina 4,00 2,40 5,00
Glicina 6,94 7,90 14,00
Ácido L-aspártico 2,94 1,30
Ácido L-glutámico 4,94 4,60
Ácido aminoacético 10,29
L-ornitina 2,51
L-asparragina 3,32

c) Soluciones de aminoácidos para en- aminoácidos y normalizar los niveles de aminoácidos


cefalopatía hepática. Son soluciones con ma- ramificados. Aunque hacen falta más estudios a largo
yor concentración de aminoácidos ramificados plazo con este tipo de soluciones, parece que tienen
y menor de aromáticos y metionina (Tabla 5). Los utilidad en pacientes con encefalopatía hepática por
pacientes con encefalopatía hepática tienen una to- acelerar su recuperación mental. Por ello, estarían in-
lerancia proteica limitada debido a un aminograma dicados en pacientes con encefalopatía hepática cró-
plasmático alterado, con aumento de aminoácidos nica que no responden a farmacoterapia y en los que
aromáticos (fenilalanina, tirosina y triptófano) y de no puede utilizarse la vía enteral.
metionina, además de disminución de los niveles de d) Soluciones de aminoácidos intra-
aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina). venosas enriquecidas en cistina, tirosina y serina,
Los aminoácidos aromáticos podrían actuar en estos y con menor contenido de metionina, fenilalanina
pacientes como falsos neurotransmisores e inducir o y glicina.Se basan en que tanto los politraumatismos co-
empeorar la encefalopatía. El objetivo de estas solu- mo las intervenciones quirúrgicas producen un aumen-
ciones es disminuir los niveles aumentados de estos to del catabolismo proteico con alteraciones del ami-

179
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 4. AMINOÁCIDOS PEDIÁTRICOS (g/100 g DE AMINOÁCIDOS)

Aminosteril® Aminoplasmal®
Trophamine® Aminopaed® Primene®
Infant Pediátrico
L-isoleucina 8,2 5,1 8,0 6,70 2,8
L-leucina 14 7,6 13 10,00 5
L-lisina 8,16 8,88 8,51 11,00 6,4
L-metionina 3,3 2 3,12 2,40 1,6
L-fenilalanina 4,83 3,1 3,75 4,20 3,8
L-treonina 4,17 5,1 4,4 3,70 6
L-triptófano 2 4 2,01 2,00 1,2
L-valina 7,83 6,1 9 7,60 3,2
L-histidina 4,83 4,6 4,76 3,80 6
L-cisteína 0,23 0,52 (N-acetil) 0,52 1,90 2,01
L-tirosina 2,28 0,98 (N-acetil) 3,9 0,45 1,9
L-alanina 5,33 15,9 9,3 8,00 11,6
L-arginina 12,2 9,1 7,5 8,40 4,4
L-prolina 6,83 6,1 9,71 3,00 5,4
L-serina 3,83 2 7,67 4,00 2
Glicina 3,66 2 4,15 4,00 9,8
L-aspártico 3,16 6,6 0 6,00 3,8
L-glutámico 5 9,30 0 10,00 19,6
Taurina 0,25 0,3 0,4 0,60 0
L-ornitina 0 0 0 2,49 1,79
L-asparragina 0 0 0 0 1,59

nograma plasmático debido en parte a la disminución mulas es disminuir esta proteólisis muscular aumen-
de la capacidad de síntesis de algunos aminoácidos tando la concentración sérica de aminoácidos rami-
(cisteína, tirosina, serina) y a la acumulación de sus ficados. Estas soluciones poseen entre un 36-45%
aminoácidos precursores (metionina, fenilalanina, gli- de aminoácidos ramificados, en vez del 18-25% de
cina). Estas fórmulas también tienen un aporte sufi- las soluciones estándar (Tabla 6). Los resultados
ciente de aminoácidos ramificados (Tabla 6). de los estudios con estas dietas son variables: algu-
e) Soluciones enriquecidas en aminoá- nos describen un aumento de la retención de nitró-
cidos ramificados. Los pacientes críticos tienen geno o disminución de la mortalidad, en tanto que
un balance nitrogenado negativo mayoritariamente otros no encuentran diferencias entre estas solu-
a partir del músculo esquelético con liberación de ciones de aminoácidos y las estándar. Otros autores
aminoácidos ramificados. El objetivo de estas fór- explican esta discrepancia de resultados postulando

180
P. Gomis Muñoz

Tabla 5. SOLUCIONES DE AMINOÁCIDOS PARA INSUFICIENCIA RENAL Y HEPÁTICA


(g/100 g DE AMINOÁCIDOS)

Aminosteril® Aminoplasmal® Aminosteril


Nephramine®
N-HEPA Hepa KE-Nephro®
Hepático Hepático Renal Renal
L-isoleucina 13 8,8 1,12 1
L-leucina 16,37 13,6 1,69 1,57
L-lisina 8,6 7,51 1,43 0,96
L-metionina 1,37 1,2 0,98 1,57
L-fenilalanina 1,1 1,6 1,15 1,57
L-treonina 5,5 4,6 1,01 0,7
L-triptófano 0,87 1,5 0,43 0,357
L-valina 12,62 10,6 1,42 0,96

L-histidina 3,5 4,7 0,73 0,44

L-cisteína/cistina 0,65 (N-acetil) 1,35 (N-acetil) 0,02

L-tirosina 0,5 (N-acetil)

L-alanina 5,75 8,3

L-arginina 13,37 8,8

L-prolina 7,12 7,1

L-serina 3,12 3,7


Glicina
L-aspártico 2,5
L-glutámico 5,7
Ácido aminoacético 6,3
L-ornitina 1,3
L-asparragina 0,48
L-málico 0,97

que el beneficio de los aminoácidos ramificados es f) Soluciones enriquecidas en glutami-


su posterior conversión a glutamina y que algunos na. La glutamina es esencial para muchas funcio-
enfermos pueden tener afectado este paso. Por otra nes, como la síntesis de glutatión y ácidos nucleicos,
parte, los distintos estudios utilizaban diferentes so- el mantenimiento de células inmunes, enterocitos y
luciones de aminoácidos, lo que también puede in- colonocitos, etc. (ver Capítulo 1.15). Tradicionalmen-
fluir en la variabilidad de resultados. te no se incluía en las soluciones de aminoácidos pa-

181
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 6. OTRAS SOLUCIONES DE AMINOÁCIDOS ESPECIALES (g/100 g DE AMINOÁCIDOS)

Aminoplasmal®
Glamin® Dipeptiven® Freamine® HBC
P.O.
L-isoleucina 4,18 4,8 1,13
L-leucina 5,89 8,4 2,042
L-lisina 6,71 7,4 0,613
L-metionina 4,17 2 0,37
L-fenilalanina 4,36 4,2 0,47
L-treonina 4,18 4,8 0,29
L-triptófano 1,41 2 0,13

L-valina 5,44 6,4 1,31

L-histidina 5,07 5,4 0,23

L-cisteína/cistina 0,59 (N-acetil) 0,02

L-tirosina 1,70 (dipéptido) 1,75 (N-acetil)

L-alanina 11,94 41 (dipéptido) 12,4 0,6

L-arginina 8,43 8,6 0,86

L-prolina 5,07 7 0,94

L-serina 3,35 3,2 0,49


Glicina 8,36 (dipéptido) 7 0,49
L-aspártico 2,53 0,9
L-glutámico 4,19 9
Ácido aminoacético
L-ornitina 1,8
L-asparragina 0,89
Glutamina 14,92 (dipéptido) 67,3 (dipéptido)

ra NP por ser poco hidrosoluble y descomponerse La glicina, aminoácido considerado inerte y utili-
en medio acuoso liberando el ión amonio. Estos pro- zado como una forma barata de aumentar el conte-
blemas de estabilidad se han superado recientemen- nido de nitrógeno de las soluciones, se ha empleado
te con el desarrollo de los dipéptidos intravenosos, como aminoácido control en numerosos estudios.
que poseen un aclaramiento rápido sin acumularse Sin embargo, se ha visto que cuando se administra
en tejidos. Hoy día existen en el mercado dos tipos en grandes cantidades induce acciones inmunorre-
de dipéptidos (glutamina-alanina y glutamina-glicina) guladoras, antitrombóticas, citoprotectoras y anti-
y dos formas de presentación: como aditivo conte- mitóticas. Es, por tanto, importante tener en cuenta
niendo exclusivamente el dipéptido y como solución estas propiedades, sobre todo cuando forman par-
de aminoácidos completa (Tabla 6). te de dipéptidos, ya que el resultado de los estudios

182
P. Gomis Muñoz

puede verse influido por el tipo de aminoácido que tes críticos, por lo que su tolerancia disminuye. Se
forma el dipéptido (ver Capítulo 4.8). recomienda aportar un mínimo de 100-150 g de hi-
g) Soluciones de aminoácidos para in- dratos de carbono al día para evitar la gluconeogé-
suficiencia renal. Contienen aminoácidos esen- nesis a partir de aminoácidos musculares.
ciales e histidina, aminoácido condicionalmente Es importante tener en cuenta que existe una
esencial en insuficiencia renal (Tabla 5). Su obje- tasa máxima de oxidación de la glucosa, que en
tivo es minimizar el aporte nitrogenado aportando adultos es de 4-5 mg/kg/minuto, y que por encima
solamente los aminoácidos esenciales, ya que los de esta cantidad se aumentaría la lipogénesis con
otros pueden ser sintetizados endógenamente, y depósito de grasa en el hígado (hígado graso) e in-
así disminuir la eliminación de nitrógeno en sujetos cremento de la producción de anhídrido carbóni-
urémicos. Sin embargo, estas ventajas teóricas no co, lo que podría contribuir al inicio o empeora-
han sido confirmadas en pacientes, y una adminis- miento de una insuficiencia respiratoria.
tración continuada de más de 2-3 semanas puede
desencadenar hiperamoniemia y encefalopatía me-
tabólica. Parece que es necesario administrar ami- 4.4.2.Tipos de hidratos de carbono
noácidos considerados no esenciales, como argini-
na y ornitina, para la detoxificación del amonio vía El hidrato de carbono más utilizado es la gluco-
el ciclo de la urea. sa, por ser el más fisiológico. También se pueden
En la práctica, las soluciones con aminoácidos emplear xilitol, fructosa, sorbitol, glicerol, etc.
esenciales exclusivamente son poco utilizadas, y se a) Glucosa. Es el monosacárido más utiliza-
usan soluciones estándar de 0,6-0,8 g/kg/día en pa- do en NP, por ser el más fisiológico y barato. En el
cientes con insuficiencia renal crónica no dializa- mercado existen soluciones de glucosa de distin-
dos y de 1,2-1,3 g/kg/día en pacientes dializados. tas concentraciones, desde el 5% hasta el 70%. La
D-glucosa, también llamada dextrosa, se expresa ge-
neralmente como glucosa anhidra y aporta 4 kcal/g.
4.4. Hidratos de carbono Si la glucosa se expresa como glucosa monohidra-
tada, su contenido calórico será de 3,4 kcal/g.
Los hidratos de carbono son la fuente de ener- b) Otros. Aunque el hidrato de carbono más
gía más rápidamente disponible del organismo. El empleado en NP es la glucosa, también se han utiliza-
glucógeno, polisacárido de reserva, se encuentra do otros, como xilitol, fructosa, glicerol, sorbitol, etc.
localizado mayoritariamente en el hígado, aunque El uso de estos sustratos puede tener la ventaja
también en el músculo esquelético. Además, los hi- de producir menos hiperglucemia en determinadas
dratos de carbono forman parte de elementos es- situaciones clínicas, como ocurre con pacientes crí-
tructurales como membranas celulares. ticos, con patología pancreática y diabéticos, en los
Aunque la glucosa se puede sintetizar a partir de que el empleo de glucosa como única fuente glucídi-
las proteínas y de los lípidos, su oxidación produce ca podría conducir a situaciones de hiperglucemia.
energía de forma más económica que estas otras Durante bastante tiempo se utilizaron mezclas
fuentes, y además es el sustrato energético princi- de distintos glúcidos. La más usada en España fue
pal de órganos como el cerebro, de los hematíes, la mezcla de glucosa, fructosa y xilitol con el obje-
etc. Como fuente de hidratos de carbono en NP se tivo de aprovechar las ventajas metabólicas de es-
utilizan soluciones estériles de monosacáridos, fun- tos tres tipos, disminuyendo sus inconvenientes al
damentalmente D-glucosa. reducir la cantidad aportada de cada uno, ya que
la fructosa y el xilitol se transforman en glucosa
y lactato por distintas vías metabólicas. Sin embar-
4.4.1. Requerimientos go, el uso clínico de fructosa y xilitol como alter-
nativas a la glucosa sigue siendo objeto de contro-
Los requerimientos de hidratos de carbono son versia. Esto es debido por una parte a los estudios
similares para sujetos sanos y enfermos, aproxima- existentes, que señalan la posible toxicidad de estas
damente 4-5 g/kg/día. Sin embargo, es frecuente que fuentes glucídicas alternativas, fundamentalmente
haya resistencia a la insulina, sobre todo en pacien- acidosis láctica e hiperbilirrubinemia, y por otra par-

183
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

te al problema derivado de la intolerancia congénita Algunos medicamentos con problemas de solubi-


a la fructosa (fructosemia). En estos pacientes, la in- lidad en medio acuoso pueden utilizar las emulsio-
fusión intravenosa de fructosa daría lugar a una re- nes lipídicas como vehículo. Uno de los más emplea-
acción grave que podría comprometer su vida. dos es el propofol, medicamento anestésico usado
Por su parte, el sorbitol se transforma en el hí- en las unidades de cuidados intensivos para sedar a
gado en fructosa, por lo que también estaría con- pacientes con ventilación mecánica. Si a un pacien-
traindicado en estos pacientes. Por ello, la Agen- te con NP se le administra alguno de estos medica-
cia Española del Medicamento suspendió en el año mentos, es necesario contabilizar las cantidades de
2002 la autorización de comercialización de fruc- lípidos suministradas para no sobredosificarle.
tosa y sorbitol, por lo que actualmente en España La forma de administrar los lípidos influye en
como hidratos de carbono distintos de la gluco- su tolerancia. Se recomiendan largos periodos de
sa sólo existe alguna fórmula con glicerol. Sin em- infusión, habitualmente 24 horas o de 8-16 horas,
bargo, el glicerol está presente en la mayoría de las en la llamada NP cíclica, muy utilizada en pacien-
nutriciones parenterales porque forma parte de tes domiciliarios. Resulta beneficiosa la adminis-
las emulsiones lipídicas; en éstas, además de como tración conjunta con el resto de la nutrición pa-
componente de triglicéridos, se aporta en forma li- renteral, también denominada “todo en uno” o all
bre como isotonizante, ya que el glicerol tiene el in one, ya que, además de disminuir la manipulación
doble de osmolaridad que la glucosa. y, por tanto, el riesgo de infección, previene pro-
cesos de peroxidación y de degradación de vita-
minas. La emulsiones lipídicas tienen una osmola-
4.5. Lípidos ridad baja, por lo que su uso está indicado en NP
periférica.
Los lípidos, además de actuar como reserva
energética, tienen otras funciones importantes, co-
mo ser precursores de los eicosanoides, formar 4.5.1. Requerimientos
parte de membranas celulares, enzimas, recepto-
res, etc. Las emulsiones de lípidos para administra- En sujetos sanos, los requerimientos mínimos
ción intravenosa comenzaron a emplearse hace ca- para prevenir el déficit de ácidos grasos esenciales
si 40 años. La primera emulsión segura y la más son el 1-2% de los requerimientos energéticos co-
utilizada durante mucho tiempo ha sido la de acei- mo ácido linoleico y 0,5% como α-linolénico.
te de soja con lecitina de huevo como emulsifican- La relación hidratos de carbono/lípidos debe es-
te. Aunque inicialmente su principal función fue la tar entre 70/30 y 50/50 (% de calorías no proteicas).
provisión de ácidos grasos esenciales, hoy día los lí- Los requerimientos se pueden calcular restan-
pidos son considerados una importante fuente ca- do a las calorías totales las calorías aportadas co-
lórica y habitualmente aportan entre un 30-50% de mo proteínas y glucosa, lo que aproximadamente
las calorías no proteicas. Son, además, los nutrien- supone 1-1,5 g/kg/día.
tes con mayor densidad calórica: 9 kcal/g. La cantidad de lípidos administrada diariamente
Para la formulación de las emulsiones lipídicas se no debe superar nunca los 2,5 g/kg/día, y en muchos
intenta simular la forma en que los lípidos llegan al casos, especialmente en el paciente crítico, no se re-
torrente circulatorio. Las gotículas lipídicas tienen en comiendan cantidades superiores a 1 g/kg/día.
estas emulsiones un tamaño similar al de los quilomi-
crones, pero se diferencian todavía bastante, ya que
contienen más fosfolípidos, menos colesterol, un pa- 4.5.2.Tipos de lípidos
trón distinto de ácidos grasos y carecen de apopro-
teínas. Para la estabilización de la emulsión se usan Con el objetivo de evitar déficit, todos ellos in-
emulgentes como la lecitina de huevo, isotonizantes cluyen los ácidos grasos esenciales linoleico y α-
como el glicerol y estabilizantes como el oleato sódi- linolénico en forma de aceite de soja. Al utilizar-
co. Para incluir el poder calórico de estas sustancias se fosfolípidos como emulgente, las emulsiones
en el cálculo del aporte energético se multiplican los grasas también aportan fósforo, aproximadamen-
gramos de lípidos por 10 en vez de por 9. te 14 mmol/l. Aunque en cantidades variables que

184
P. Gomis Muñoz

dependen del tipo de lípido y del lote, las emulsio- tuidas por un 80% de aceite de oliva y un 20% de
nes lipídicas también contienen vitamina K. aceite de soja. El aceite de oliva está formado mayo-
a) Triglicéridos de cadena larga. Los tri- ritariamente por ácido oleico, un ácido graso mo-
glicéridos de cadena larga (LCT, Long Chain Trig- noinsaturado n-9 de 18 átomos de carbono. Estas
lycerides) se obtienen del aceite de soja, cártamo emulsiones poseen una alta resistencia a la oxida-
o girasol. Las emulsiones lipídicas de esta clase co- ción, ya que el ácido oleico tiene un único doble
mercializadas en España están compuestas por acei- enlace, además de un alto contenido en α-tocofe-
te de soja. La longitud de las cadenas de los ácidos rol. Aunque su eliminación plasmática a corto plazo
grasos es de 16-18 átomos de carbono. Las emul- puede ser más lenta que la de los LCT, a largo pla-
siones de aceite de soja son las que más se han uti- zo no se observan diferencias. Como ventajas ca-
lizado en los pasados 30 años. Su alto contenido be citar el hecho de no ocasionar alteraciones de la
en ácidos grasos esenciales, alrededor del 60%, fue función inmunitaria, así como sus presumibles pro-
muy conveniente cuando la indicación de estos lípi- piedades beneficiosas en la regulación del coleste-
dos era la prevención de un posible déficit. Sin em- rol y en la enfermedad cardiovascular, aunque sólo
bargo, como aporte calórico estas fuentes tienen se han demostrado por vía oral.
un alto contenido en ácidos grasos n-6, lo que pue- d) Lípidos estructurados. Son triglicéridos
de incrementar la síntesis de prostaglandinas de la estructurados producidos por hidrólisis de aceite
serie 2 y la respuesta inflamatoria. de coco y soja y posterior reesterificación, lo que
En la actualidad hay una amplia variedad de lípi- permite que haya ácidos grasos de cadena larga y
dos intravenosos con composiciones muy diversas corta en una misma molécula de triglicérido. Las
que intentan evitar este problema. Dentro de este proporciones de MCT y LCT son distintas a las de
grupo de emulsiones de LCT son más estables las las mezclas físicas de MCT/LCT porque, aunque la
que tienen oleato sódico como estabilizante. Exis- proporción molar de los dos tipos de ácidos gra-
ten diversas concentraciones comercializadas: 10%, sos es la misma, en peso aportan un 36% de ácidos
20% y 30%. En general tienen 0,015 g/ml de fosfolí- grasos de cadena media y un 64% de larga. Su com-
pidos como emulgente. Se han descrito hipertrigli- portamiento también difiere de la mezcla física, ya
ceridemia y formación de partículas de aclaramien- que los ácidos grasos de cadena larga reducen la
to lento cuando el cociente fosfolípidos/triglicéridos velocidad de liberación de los de cadena corta, dis-
aumenta, por lo que es recomendable utilizar con- minuyendo la producción de cuerpos cetónicos.
centraciones superiores al 20% o emulsiones al 10% e) Enriquecidos con ácidos grasos n-3.
con bajo contenido en fosfolípidos. Son ricos en ácidos grasos de cadena larga n-3 de
b) Mezcla física de triglicéridos de cade- 20-22 átomos de carbono y con cinco y seis dobles
na larga y triglicéridos de cadena media al enlaces (ácidos eicosapentaenoico y docosahexae-
50%. Este tipo de mezcla contiene un 50% de LCT, noico). Estos ácidos son fácilmente oxidables, por
como aceite de soja, y un 50% de triglicéridos de ca- lo que hay que enriquecer la mezcla con antioxidan-
dena media (MCT, Medium Chain Triglycerides), que tes. Sus objetivos serían disminuir la concentración
provienen fundamentalmente del aceite de palma y de eicosanoides derivados del ácido araquidónico y
tienen una longitud de las cadenas de los ácidos gra- con acciones proinflamatorias, y aumentar los de la
sos de 6-10 átomos de carbono. Los MCT se oxi- serie 3. El incremento de este tipo de lípidos en la
dan más rápidamente que los LCT, ya que no preci- dieta se ha relacionado con una disminución de la
san de la carnitina para su transporte a mitocondria, enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo.
pero cuando esta oxidación es muy rápida se puede En España todavía no se comercializan emulsiones
producir un exceso de cuerpos cetónicos. En condi- de este tipo (ver Capítulo 4.8).
ciones normales, la adición de MCT a las emulsiones
lipídicas tiene ventajas, no sólo por aumentar la ve-
locidad de oxidación, sino también por disminuir los 4.5.3. Comparación
procesos de peroxidación y la modificación de la res- entre tipos de lípidos
puesta inflamatoria e inmune (ver Capítulo 4.8).
c) Emulsiones enriquecidas en ácido Existen diferencias entre los distintos tipos de
oleico. Las emulsiones de este tipo están consti- emulsiones. Las emulsiones de triglicéridos de ca-

185
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 7. COMPOSICIÓN DE LAS EMULSIONES LIPÍDICAS PARA NUTRICIÓN


PARENTERAL COMERCIALIZADAS EN ESPAÑA

Intralipid/ Ivelip/
Intralipid® Lipofundina® ClinOleic® Structolipid®
Por litro Soyacal® Lipovenos®
(30%) (20%) (20%) (20%)
(20%) (20%)
Aceite de soja (g) 300 200 200 100 40 -
Aceite de oliva (g) 0 0 0 0 160 -
Fosfolípidos (g) 12 12 12 12 12 12
Glicerol (g) 16,7 22,5 25 25 22,5 22,5
Oleato sódico (g) 0 0 0,3 0,3 0,3 0
LCT (%) 100 100 100 50 100 64
MCT (%) 0 0 0 50 0 36
Ácido linoleico (%) 54 54 54 26 17,5 35
Ácido oleico (%) 26 26 26 13 63 14
Ácido palmítico (%) 9 9 9 4,5 - 7
Ácido α−linolénico (%) 8 8 8 4 2,5 5

LCT: triglicéridos de cadena larga; MCT: triglicéridos de cadena media.

dena larga tienen la ventaja de muchos años de uti- En la Tabla 7 se describen las diferencias entre
lización, tanto en adultos como en pediatría. Sin las emulsiones lipídicas comercializadas en España.
embargo, también hay suficiente evidencia de la se-
guridad de los tipos de emulsiones lipídicas más re-
cientes. Además, las emulsiones lipídicas a base de 4.6. Electrólitos
LCT parecen ser más inestables que las de aceite
de oliva o las mezclas físicas de MCT/LCT. Algunos Los electrólitos son fundamentales en la regulación
autores describen una menor incidencia de compli- de muchos procesos orgánicos (ver Capítulo 1.25).
caciones hepáticas, una mejor respuesta inmunoló-
gica y un mejor balance de nitrogenados en pa-
cientes pediátricos posquirúrgicos con mezclas de 4.6.1. Requerimientos
MCT/LCT que con LCT. La peroxidación lipídica
es proporcional al contenido de ácidos grasos po- Los requerimientos diarios de electrólitos por
liinsaturados, por lo que los triglicéridos de cade- vía parenteral en adultos son de 1-2 mEq/kg de so-
na larga generan mayor número de peróxidos que dio y potasio, 10-15 mEq de calcio, 8-20 mEq de
los lípidos estructurados, las mezclas MCT/LCT magnesio, 20-40 mmol de fosfato, y las cantidades
o los lípidos basados en el aceite de oliva. Cuan- de cloro y acetato precisas para mantener el equili-
do se comparan las emulsiones a base de aceite de brio ácido-base. Las necesidades de electrólitos de
oliva con los LCT in vitro o en animales, se obser- un paciente dependen también de las pérdidas que
va que las primeras tienen menor efecto sobre el puedan existir de los mismos y de si hay un déficit
sistema inmunitario, manteniendo la reducción de previo. Según el nivel al que se produzcan (sonda
la respuesta inflamatoria. Aunque aún se necesitan nasogástrica, drenajes, diarrea), las pérdidas varían
estudios al respecto, parece que los fitosteroles, en la composición de iones, lo que es importante
cuyo contenido difiere en las distintas emulsiones tener en cuenta para reponerlos. Situaciones co-
lipídicas, desempeñan un papel en la patogénesis mo insuficiencia renal o tratamiento con fármacos
de las complicaciones hepáticas de la NP. pueden originar desequilibrios electrolíticos.

186
P. Gomis Muñoz

Tabla 8. REQUERIMIENTOS EN ADULTOS Y ALGUNAS PRESENTACIONES COMERCIALES


DE ELECTRÓLITOS PARA NUTRICIÓN PARENTERAL

Electrólito Requerimientos diarios Presentaciones comerciales


• Cloruro sódico 1M, 10%, 20%
Sodio 1-2 mEq/kg
• Acetato sódico 1M
• Cloruro potásico 1M y 2M
Potasio 1-2 mEq/kg
• Acetato potásico 1M
• Cloruro cálcico 10%
Calcio 10-15 mEq
• Glucobionato cálcico 10%
Magnesio 8-20 mEq • Sulfato magnésico 10%
• Fosfato monosódico 1M, monopotásico 1M, disódico,
Fosfato 20-40 mmol dipotásico...
• Glicerofosfato sódico

Tabla 9. SOLUCIONES POLIELECTROLÍTICAS PARA NUTRICIÓN PARENTERAL

Solución polielectrolítica Solución polielectrolítica


Hyperlite® (BBraun)
para NP® (BBraun) sin potasio® (BBraun)
Volumen (ml) 75 50 50
Sodio (mEq) 75 40 40
Potasio (mEq) 60 60
Calcio (mEq) 15 9,2 9,2
Magnesio (mEq) 15 10 10
Cloruro (mEq) 90 60
Acetato (mEq) 75 45 45

En la Tabla 8 se muestran las distintas pre- cesos químicos, y su déficit da lugar a diversas mani-
sentaciones comerciales de electrólitos. Además, festaciones clínicas (ver Capítulos 1.20 y 1.24).
existen concentrados multielectrolíticos que con-
tienen varios electrólitos y facilitan en gran medida
la elaboración de las NP; en la Tabla 9 se especi- 4.7.1. Requerimientos
fica la composición de estos concentrados.
En la Tabla 10 se pueden ver las recomen-
daciones americanas de la NAG-AMA (Nutritional
4.7.Vitaminas Advisory Group of the American Medical Associa-
tion) y de la FDA (Food and Drug Administration),
Las vitaminas son compuestos indispensables, ya que son las que más peso tienen en el ámbito in-
que el organismo es incapaz de sintetizarlos. Sirven ternacional. Aunque están actualmente en vigor,
de cofactores enzimáticos de gran variedad de pro- las recomendaciones de la NAG-AMA son de

187
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 10. SOLUCIONES DE VITAMINAS PARA NUTRICIÓN PARENTERAL

Recomendaciones Soluvit® + Soluvit® +


diarias Infuvite®
Vitaminas Vitalipid® Vitalipid® Cernevit®
Pediatric
NAG-AMA FDA Adultos Infantil

Volumen (ml) 10 + 10 10 + 10 4+1 5


Tiamina (mg) 3 6 2,5 2,5 1,2 3,5
Riboflavina (mg) 3,6 3,6 3,6 3,6 1,4 4,1
Nicotinamida (mg) 40 40 40 40 17 46
Ácido pantoténico (mg) 15 15 15 15 5 17,3
Piridoxina (mg) 4 6 4 4 1 4,5
Cianocobalamina (μg) 5 5 5 5 1 6
Biotina (μg) 60 60 60 60 20 69
Ácido fólico (μg) 400 600 400 400 140 414
Ácido ascórbico (mg) 100 200 100 100 80 125
Retinol (UI) 3.300 3.300 3.300 2.300 2.300 3.500
Ergocalciferol (UI) 200 200 200 400 400 220

Tocoferol (mg) 10 10 9,1 6,4 7 10,2


Fitomenadiona (mg) 0,15 0,15 0,2 0,2 0

NAG-AMA: Nutritional Advisory Group of the American Medical Association; FDA: Food and Drug Administration.

1975 y las de la FDA, si bien publicadas en el año 4.8. Oligoelementos


2000, se basan en unas recomendaciones de 1985.
Estos datos revelan la falta de investigación en es- Los oligoelementos o elementos traza se en-
te campo en los últimos años. Si se comparan las cuentran en el organismo en muy pequeñas canti-
recomendaciones de la FDA con las de la NAG- dades. Sin embargo, su presencia es necesaria para
AMA, las primeras suponen un aumento de vita- el metabolismo, ya que son cofactores de numero-
mina B1, B6 y C, y añaden la vitamina K, que hasta sas enzimas, produciéndose síndromes por su ca-
ese momento no se incluía de forma rutinaria en rencia que se resuelven con la adición del elemen-
las NP de adultos. to en la dieta (ver Capítulos 1.28 y 1.30).
En España actualmente hay un número muy limi-
tado de soluciones de multivitaminas, cuya compo-
sición se puede ver en la Tabla 10. 4.8.1. Requerimientos
Aunque algunos multivitamínicos llevan separa-
das las vitaminas liposolubles y existen presenta- En la Tabla 11 se pueden ver las recomen-
ciones intravenosas de algunas vitaminas -como daciones para adultos de la AMA y de la ASPEN
las vitaminas C y D, la piridoxina y el ácido pan- (American Society of Parenteral and Enteral Nutri-
toténico-, en general no existe la posibilidad, co- tion). Estas últimas, más recientes, incorporan el se-
mo en otros países, de individualizar los aportes lenio, oligoelemento con un importante papel an-
de las distintas vitaminas según la patología del tioxidante y del que se han descrito niveles bajos
paciente. en pacientes con NP a largo plazo, disminuyen el

188
P. Gomis Muñoz

Tabla 11. SOLUCIONES DE OLIGOELEMENTOS PARA NUTRICIÓN PARENTERAL

Recomendaciones diarias OligoPlus®


Grifols Addamel® Decan®
AMA ASPEN (BBraun)

Contenido vial (ml) 10 10 10 40


Selenio (μg) 20-60 24 60 31,58 70
Molibdeno (μg) 10 19,19 25
Hierro (μg) 2.000 1.117 1.000
Zinc (mg) 2,5-4 2,5-5 3,3 3 6,5 10
Manganeso (μg) 150-800 60-100 550 300 274,7 200
Cobre (μg) 500-1.500 300-500 760 1.000 1.271 480
Cromo (μg) 10-15 10-15 10 11,8 10,4 15
Flúor (μg) 570 950 1.450
Cobalto (μg) 1,47
Yodo (μg) 127 120 126,9 1,52

NAG-AMA: Nutritional Advisory Group of the American Medical Association; ASPEN: American Society of Parenteral and
Enteral Nutrition.

aporte de manganeso, del que se ha descrito acu- zar los aportes se podría plantear en pacientes con
mulación en ganglios basales en pacientes con NP a insuficiencia renal o hepática, que pueden acumular
largo plazo, y reducen el aporte de cobre, que por o eliminar en exceso algunos elementos, y en pa-
su eliminación por vía biliar puede acumularse en cientes deficitarios de algún oligoelemento.
pacientes con colestasis. Aunque históricamente, por problemas de esta-
bilidad con los lípidos y por algunos casos de hiper-
sensibilidad, las soluciones de multioligoelementos
4.8.2. Preparados de oligoelementos no contenían hierro, actualmente todas las nuevas
soluciones lo incorporan.
En España existen varias preparaciones que inclu-
yen las recomendaciones de la AMA de los distin-
tos oligoelementos, tanto para adultos (Tabla 11) 4.9. Otros aditivos
como para pediatría. Además, muchas de ellas tam-
bién incorporan yodo, molibdeno, flúor y cobalto, Existen otros compuestos, como la carnitina o
aunque no se haya documentado déficit en pacientes los nucleótidos, de los que actualmente no existe
adultos con NP a largo plazo. Esta ausencia de déficit una evidencia clara para su inclusión, pero que se-
de estos oligoelementos puede deberse a que la NP guramente en el futuro se introduzcan de forma
los aporta como contaminantes de las soluciones. rutinaria en las nutriciones parenterales. De los nu-
Al igual que ocurre con las vitaminas, no es po- cleótidos o nucleósidos sólo hay algunos estudios
sible individualizar la prescripción de cada oligo- que sugieren que su adición podría ser beneficio-
elemento, pues solamente existen en el merca- sa, y todavía no hay preparados comerciales para
do español presentaciones de zinc y hierro como su aditivación a nutrición parenteral (ver Capítulos
aporte independiente. La necesidad de individuali- 1.16 y 4.8).

189
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

4.9.1. Carnitina lo más sencilla posible, para evitar manipulación y,


por tanto, posibilidad de contaminación. Si se quie-
La carnitina no se considera un nutriente esen- re suministrar un fármaco con la NP es necesario
cial en el adulto sano porque el organismo puede que éste no se degrade, que la emulsión lipídica
sintetizarla a partir de lisina y metionina. Sin em- sea estable en presencia del fármaco y que la ad-
bargo, se podría catalogar como condicionalmente ministración del fármaco en infusión continua du-
esencial, ya que existen situaciones en las que su ab- rante el tiempo que dura la NP sea la adecuada
sorción, metabolismo o síntesis pueden ser inade- desde el punto de vista farmacocinético.
cuados (ver Capítulo 1.15). Se han detectado niveles La bibliografía sobre estabilidad de fármacos
plasmáticos y tisulares menores de los normales en con NP es amplia, debido a la gran cantidad de fár-
pacientes con NP a largo plazo sin carnitina, como macos intravenosos que pueden ser pautados en
es el caso de la mayoría de los sujetos con NP do- pacientes con NP. La mayoría de los estudios es-
miciliaria. Los pacientes pediátricos, especialmente tán realizados con un solo fármaco, por lo que la
neonatos pretérmino, tienen mayor probabilidad de administración de dos o más fármacos con la NP
déficit de carnitina porque la síntesis está disminui- debe ser evitada. Es también importante tener en
da por su inmadurez enzimática. Se ha descrito dé- cuenta que los estudios de estabilidad están he-
ficit en pacientes pediátricos que revierte al com- chos con composiciones determinadas de nutri-
plementar la NP con carnitina. La leche materna y ción parenteral y que, al ser tan variable la compo-
las fórmulas infantiles contienen este compuesto. sición de las NP, los estudios existentes dan idea
Además, la carnitina es bastante inocua y parece de la posible estabilidad del fármaco en NP, pero
estable en NP, por lo que sería recomendable su no aseguran que el comportamiento sea el mismo
inclusión en NP pediátrica y domiciliaria. bajo cualquier circunstancia.
Sin embargo, aún no hay certeza de que la su- En conclusión, solamente se pueden introducir
plementación de las NP con carnitina conlleve una en la bolsa de NP fármacos de los que existan es-
mejor evolución del paciente. La principal función tudios de estabilidad que respalden dicha práctica
de la carnitina es permitir el paso de los triglicéri- (ver Capítulo 4.13).
dos de cadena larga a la mitocondria para su pos- Algunos de los fármacos utilizados rutinaria-
terior oxidación. No hay evidencia, a la luz de los mente en NP son los siguientes:
pocos estudios existentes, de que el suplemento a) Insulina. La insulina se adhiere en cierta
de la NP con carnitina mejore la utilización lipídica, medida a las paredes de la bolsa de nutrición pa-
la cetogénesis o la ganancia de peso. De todos mo- renteral. Sin embargo, esta disminución de concen-
dos, se necesitan más estudios bien diseñados pa- tración no parece muy importante, sobre todo si
ra asegurar que su adición no reporta beneficios y la insulina pautada se ajusta después de su inclu-
para definir la dosis diaria más adecuada, tanto en sión en la nutrición parenteral, ya que se ha visto
niños como en pacientes con NP a largo plazo. que pacientes con insulina en la NP muestran un
buen control glucémico.
b) Antihistamínicos H2. Los antihistamí-
4.9.2. Fármacos nicos H2 son comúnmente utilizados en pacien-
tes con nutrición parenteral. Su inclusión dentro
Los pacientes con NP necesitan habitualmen- de la bolsa tiene la ventaja de una infusión conti-
te la administración concomitante de fármacos. nua, en el caso de infusión de la NP de 24 horas,
La adición de medicamentos a la nutrición debe- y de disminuir la manipulación, sobre todo en pa-
ría evitarse en la medida de lo posible. Sin embar- cientes con NP domiciliaria. Tanto la ranitidina co-
go, existen casos en los que puede ser de gran uti- mo la famotidina y cimetidina son estables en nu-
lidad; por ejemplo, en pacientes con edema agudo trición parenteral. La estabilidad de la ranitidina,
de pulmón o insuficiencia renal en los que el vo- que es la más estudiada, es mayor cuando la NP
lumen de líquido administrado debe limitarse al lleva lípidos.
máximo, en pacientes con limitación de accesos c) Octreótido/somatostatina. Son tam-
venosos o en pacientes con NP domiciliaria, don- bién fármacos bastante utilizados en pacientes con
de es muy importante que la administración sea NP, tanto en hospital como en domicilio, y que se

190
P. Gomis Muñoz

benefician de una infusión continua. Se pueden ad- bre, manganeso, cromo, selenio, boro, aluminio, ti-
herir a las paredes de la bolsa de NP, disminuyen- tanio, bario, vanadio, arsénico y estroncio en con-
do la biodisponibilidad del fármaco, aunque ésta centraciones superiores a 1 μg/l. Se han descrito
no parece muy importante si la NP se usa en 24- contaminaciones posteriores de cobalto y zinc du-
48 horas. rante la preparación y la administración, y dismi-
d) Heparina. La adición de la heparina a la nución de oligoelementos como el zinc, cobre o
NP es un tema controvertido. Se han postula- manganeso durante el almacenamiento o a tempe-
do distintas razones para su uso: disminución de raturas altas. Estos contaminantes pueden dar lu-
tromboflebitis y tromboembolismos, aumento de gar a la administración de dosis mayores a las reco-
vida de las vías periféricas, mejora del aclaramien- mendadas. Sin embargo, el aluminio es el único que
to plasmático de lípidos, etc. se ha asociado a cuadros patológicos.
Los pacientes pediátricos con NP tienen un
riesgo importante de desarrollar problemas de
tromboflebitis y tromboembolismos. Se ha descri- 4.10.1. Aluminio
to que la adición de heparina a dosis de 0,5 a 1 U/
ml en NP pediátrica consigue reducir la incidencia El aluminio se ha relacionado con osteomalacia
de tromboflebitis, incrementar el tiempo de per- de bajo recambio y encefalopatía en pacientes uré-
manencia de la vía y reducir la incidencia de com- micos en diálisis. A finales de los años 70 se detec-
plicaciones asociadas a la nutrición parenteral. taron casos de osteomalacia y dolor óseo en pa-
El principal problema de la adición de heparina cientes adultos con NP sin insuficiencia renal y que
a una NP que contenga lípidos y calcio es la posi- tenían altas concentraciones de aluminio en sangre,
bilidad de desestabilización de la emulsión lipídica, en orina y en biopsias de hueso. Las soluciones de
por la interacción de cargas negativas de la hepa- aminoácidos utilizadas en aquella época, compues-
rina con las cargas positivas de los iones calcio en tas por hidrolizado de caseína, fueron identificadas
la superficie de las gotículas de grasa. La desesta- como responsables por su alto contenido en alumi-
bilización de la emulsión se puede producir tanto nio. El uso de soluciones de aminoácidos cristalinos
en la bolsa de la NP como en el sistema cuando hizo que los problemas óseos de estos pacientes se
se administran los lípidos en Y, ya que allí se unen resolvieran.
grandes cantidades de lípidos con calcio y hepari- Sin embargo, aunque las cantidades de aluminio
na y la velocidad de infusión es lenta. Hay varios se han reducido considerablemente al cambiar la
factores que pueden contribuir a este proceso: fuente de aminoácidos, y la mayoría de las solucio-
• Velocidad de infusión: una velocidad de infu- nes de aminoácidos poseen porciones desprecia-
sión lenta, muy frecuente en neonatos, conlleva un bles de aluminio, otras soluciones utilizadas en la
mayor tiempo de contacto antes de entrar en el preparación de NP aportan cifras elevadas de este
torrente circulatorio, con mayor posibilidad de se- contaminante. Actualmente, el contenido de alu-
paración de fases. minio de las soluciones de NP no produce cuadros
• Concentración de heparina: a mayor concen- graves en pacientes adultos, aunque puede tener
tración de heparina o de lípidos, mayor rapidez de que ver con la osteoporosis que desarrollan indi-
formación de creaming (separación progresiva de la viduos con NP domiciliaria. Además, los recién na-
emulsión grasa que formando un gradiente de den- cidos, fundamentalmente pretérminos, son mucho
sidad). más sensibles a concentraciones altas de aluminio
• Concentración de calcio: a mayor concentra- por la inmadurez de su función renal. Este grupo de
ción de calcio, muy común en NP pediátrica, ma- pacientes es también el que recibe mayor cantidad
yor desestabilización. de aluminio por kilogramo de peso con la nutrición
parenteral, ya que la mayor concentración de alu-
minio parece estar en las sales de calcio y fosfato, y
4.10. Contaminantes estos niños tienen unos requerimientos muy altos
de estas sales. En prematuros se ha relacionado la
Las soluciones utilizadas para la preparación de cantidad de aluminio de las NP recibidas con el de-
NP pueden aportar contaminantes como zinc, co- sarrollo neurológico de los niños.

191
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

El contenido de aluminio de las soluciones de en los que los requerimientos se calculan con mé-
NP pediátricas depende de la composición de las todos aproximados o más exactos.
distintas soluciones utilizadas para su preparación c) Evita errores de prescripción: impide que se
en cada país. Los laboratorios fabricantes no incor- pueda olvidar prescribir alguno de los múltiples
poran en las etiquetas el contenido de este con- componentes que tiene la nutrición parenteral.
taminante. La FDA ha propuesto reducir su con- d) Facilita la elaboración de la nutrición paren-
tenido e incorporarlo en las etiquetas como dato teral: la confección de las dietas estándar se puede
obligatorio. hacer de forma que sean lo más fáciles posible de
preparar (por ejemplo, frascos completos).
e) Evita errores en la confección de la etiqueta:
no hay que introducir todos los componentes de la
5.Tipos de dietas NP en el ordenador.
f) Evita errores en la preparación: las personas
Las dietas de NP se pueden dividir según el lu- que preparan las NP conocen las dietas estándar,
gar de preparación. Aunque habitualmente ésta se por lo que es más difícil que se equivoquen.
realiza en el servicio de farmacia, cada vez más la
industria prepara dietas para NP estándar con al-
ta estabilidad. Uno de los métodos utilizados ha si- 5.2. Dietas individualizadas
do el desarrollo de bolsas bi y tricompartimentales,
que permiten largos periodos de validez al mez- Su composición depende de las necesidades nu-
clarse el contenido de los compartimientos en el tricionales y de la enfermedad de base del paciente.
momento de la administración. La variedad de die- Resultan indispensables para algunas personas que
tas es grande, y cada vez están más adaptadas al tienen unas necesidades muy distintas de la mayoría,
paciente hospitalario. Sin embargo, todavía ningu- pacientes con restricción de volumen, insuficiencia
na de ellas incluye vitaminas y oligoelementos. Asi- renal o hepática, etc. Aunque actualmente se reco-
mismo, existen laboratorios que preparan fórmu- mienda el uso de dietas estándar por las ventajas
las individualizadas que se suministran en 24 horas que anteriormente se indicaba, en un futuro es po-
(catering). sible que la balanza se incline hacia la utilización de
Las dietas también se pueden dividir en estándar dietas individualizadas debido a la informatización
o individualizadas. de la prescripción, al mejor conocimiento de los re-
querimientos nutriciones y al uso de máquinas au-
tomatizadas para la preparación.
5.1. Dietas estándar
o protocolizadas
Su composición está previamente determinada 6. Monitorización
de forma fija. Las dietas de este tipo se pueden uti- y complicaciones
lizar en pacientes en los que, por su enfermedad de la nutrición parenteral
de base, no se requiere restringir ningún nutrien-
te. Simplemente se calculan los requerimientos ca- 6.1. Controles clínicos y analíticos
lórico-proteicos y se elige la dieta estándar que se
ajuste más a las calorías requeridas. Este sistema Para prevenir las posibles complicaciones deri-
tiene las siguientes ventajas: vadas de su utilización, es importante realizar un
a) Simplifica la prescripción. En pacientes en los seguimiento de los pacientes valorando la efectivi-
que no hace falta restringir ningún nutriente o elec- dad del aporte de nutrientes proporcionados.
trólito, simplemente hay que calcular los requerimien- Los controles que se realizan dependen en parte
tos calóricos y elegir la dieta estándar más próxima. de las disponibilidades de cada centro. Controles clí-
b) No supone una pérdida de calidad de presta- nicos habituales son, por ejemplo, la tensión arterial,
ción frente a las dietas individualizadas. No se han la presión venosa central, la temperatura, la frecuen-
observado diferencias de evolución en pacientes cia cardiaca y respiratoria, el balance diario de líqui-

192
P. Gomis Muñoz

Tabla 12. CONTROLES BIOQUÍMICOS EN SANGRE MÁS HABITUALES EN NUTRICIÓN


PARENTERAL

Sangre Inicio Periodicidad


Glucosa X 3-4 días o si se necesita
Sodio, potasio X 3-4 días o si se necesita
Hematocrito X Semanal
Linfocitos X Semanal
Proteínas totales, albúmina X Semanal
Pruebas de función hepática X Semanal
Triglicéridos, colesterol X Semanal
Creatinina, urea X Semanal
Calcio, fósforo, magnesio, zinc X Semanal
Transferrina, prealbúmina X Semanal
Vitaminas, oligoelementos NP de larga duración o déficit

dos, el estado de hidratación del paciente, el peso ca de inserción y mantenimiento del catéter, además
corporal y otros parámetros antropométricos. de un buen conocimiento de vías centrales.
Los controles bioquímicos habituales están enu- a) Relacionadas con la inserción del ca-
merados en la Tabla 12. téter. Las complicaciones relacionadas con la in-
serción del catéter venoso central (CVC) son, por
ejemplo, neumotórax, hemotórax, embolia gaseo-
6.2. Complicaciones de sa, perforación cardiaca, etc. Después de colocar
la nutrición parenteral un CVC hay que realizar una radiografía de tórax
para asegurar su correcta colocación y la ausencia
La mayoría de las complicaciones de la NP se de complicaciones.
pueden evitar con un buen manejo de catéteres y b) Trombosis. La trombosis puede originarse
un aporte adecuado de macro y micronutrientes. en la luz del catéter impidiendo el paso de líquidos,
Sin embargo, algunas de ellas, como la hepatopatía o alrededor del mismo originando desde síntomas
y la enfermedad ósea, son inherentes a la técnica locales hasta un tromboembolismo con importan-
y a la artificialidad del acceso y sus componen- tes consecuencias. En el desarrollo de la trombosis
tes, y se precisan más estudios para conocer sus influyen varios factores, como daño endotelial pro-
causas y la manera de evitarlas. Las complicacio- ducido en la inserción, velocidad lenta de la NP in-
nes de la NP se pueden dividir en los siguientes fundida y características de la misma, tipo de caté-
tipos: ter, etc.

6.2.1. Complicaciones mecánicas 6.2.2. Complicaciones infecciosas

Son complicaciones relacionadas con la inserción, Por el riesgo que implica para el paciente, la
malposición, obstrucción o salida accidental del ca- complicación más importante es la infección aso-
téter. Para evitarlas se necesita una cuidadosa técni- ciada a catéter. Puede estar localizada solamen-

193
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

te en el punto de inserción y tratarse tópicamen- un estrés metabólico importante y fármacos -co-


te y con antibióticos orales. Sin embargo, si existe mo los corticoides- que propician esta complica-
infección en el trayecto tunelizado o en el reser- ción; es posible evitarla disminuyendo el aporte de
vorio, se requiere retirar el catéter o el reservo- glucosa con la NP e incluyendo insulina si es nece-
rio y administrar antibióticos sistémicos. En el ca- sario. La hipoglucemia puede originarse por una in-
so de que haya hemocultivos positivos del catéter terrupción brusca de una NP con alto contenido en
y vía periférica sin tener otro foco de infección, y/ glucosa, e impedirse disminuyendo la velocidad al fi-
o desapareciendo la fiebre con la retirada del caté- nal de la emulsión.
ter (bacteriemia asociada a catéter), el tratamien- Se puede producir hipertrigliceridemia cuando
to también sería con antibióticos intravenosos, y si se supera la capacidad plasmática de aclaramiento
hay accesos tunelizados se podría intentar salvar- lipídico. Como se ha visto anteriormente, los pa-
los introduciendo antibiótico en la luz del catéter cientes críticos pueden tener disminuido este acla-
(antibiotic lock). ramiento y no se debería superar la cantidad de
Para tratar de evitar este tipo de complicación 1 g/kg/día.
se recomienda la colocación del CVC en quirófa- La elevación de las enzimas hepáticas es una
no o con las mismas condiciones de asepsia y man- complicación bastante frecuente. Generalmente se
tenimiento del catéter por personal entrenado produce cuando el paciente lleva más de 2 semanas
siguiendo la técnica aséptica cada vez que se ma- con NP y revierte cuando se suspende ésta, aun-
nipule. Existen en el mercado catéteres impregna- que a veces puede desaparecer espontáneamen-
dos con antibióticos o con plata para intentar dis- te sin tener que interrumpirla. En biopsias hepá-
minuir el riesgo de infecciones; sin embargo, hacen ticas se han encontrado esteatosis que pueden
falta más estudios para conocer si son costo-efica- progresar a fibrosis y cirrosis; se ha sugerido que
ces y si pueden producir resistencias. su origen podría deberse a un exceso de glucosa
o lípidos, o a un déficit de nutrientes como colina,
taurina, carnitina, vitamina E, etc. La infusión cícli-
6.2.3. Complicaciones metabólicas ca de NP se ha relacionado también con la dismi-
nución de estas alteraciones. Sin embargo, la causa
Entre ellas cabe citar las alteraciones hidroelec- sigue siendo desconocida y probablemente sea de
trolíticas, tanto por exceso como por defecto, la origen multifactorial.
hiperglucemia o hipoglucemia, el déficit de ácidos La osteoporosis u osteomalacia que se observa
grasos esenciales o de micronutrientes, la insufi- en pacientes con NP a largo plazo también es de
ciencia del aclaramiento de lípidos, la hepatopatía origen desconocido. Se ha relacionado con hiper-
y las complicaciones óseas. calciuria, metabolismo alterado de la vitamina D, in-
Las alteraciones hidroelectrolíticas se pueden toxicación con aluminio, etc.
evitar monitorizando el balance hídrico y los ni-
veles sanguíneos de los iones. Es importante co-
nocer las pérdidas extraordinarias que tiene el pa-
ciente, no sólo para realizar el balance hídrico, sino 7. Preparación de
también para descubrir los iones que está perdien- la nutrición parenteral
do por drenajes, sonda nasogástrica, vómitos, he-
ces, etc., y poder reponerlos. El síndrome de reali- La preparación de las NP está centralizada des-
mentación es una complicación metabólica que se de hace bastantes años en los servicios de far-
produce en pacientes muy desnutridos y se carac- macia. Las principales ventajas de esta centraliza-
teriza por hipofosfatemia, hipopotasemia, hipomag- ción son garantizar unas condiciones de asepsia en
nesemia y sobrecarga de volumen. En estos pacien- la manipulación de sus componentes y validar la
tes se recomienda comenzar con poco volumen y compatibilidad, estabilidad y adecuación de los re-
poca glucosa y reemplazar las pérdidas de fosfato, querimientos prescritos.
potasio y magnesio. Actualmente existen preparados comerciales de
La hiperglucemia es una complicación habitual en todos los macro y micronutrientes. En el servicio
pacientes con NP, ya que muchos de ellos tienen de farmacia se transfieren las cantidades requeri-

194
P. Gomis Muñoz

das por cada paciente a una bolsa plástica. En el 7.2. Estabilidad de


mercado se encuentran diversos tamaños; los más la emulsión lipídica
comunes son 3.000 ml para adultos y 100 y 250 ml
para pediatría. El material plástico usado hoy día es Las mezclas para NP “todo en uno” tienen va-
el etileno acetato de vinilo (EVA); también existen rias ventajas: necesitan menor manipulación, tanto
bolsas multicapa que utilizan dos capas EVA y, en- en la preparación como en la administración; su-
tre ellas, una capa de un copolímero que evita el ponen menor gasto de material fungible y de per-
paso de oxígeno. sonal; sólo precisan una bomba de administración;
El servicio de farmacia debe asegurar que las y son peor caldo de cultivo para microorganismos
unidades nutrientes elaboradas contengan las can- que los lípidos separados. Además, la supuesta ven-
tidades pautadas y estén correctamente rotula- taja de la administración separada de los lípidos no
das; sean estériles y se hallen libres de pirógenos; siempre es real, ya que si se utiliza una misma vía
sean estables y no presenten precipitados ni otras para la administración de los lípidos y del resto de
partículas en suspensión; no tengan altas concen- la nutrición parenteral, como los componentes es-
traciones de peróxidos y mantengan estas condi- tán en contacto durante su infusión, puede produ-
ciones idóneas desde la preparación hasta la ad- cirse también desestabilización de la emulsión.
ministración. Los factores que mayor influencia tienen en la es-
tabilidad de la emulsión lipídica son los siguientes:
• pH de la solución: a menor pH, menor estabili-
7.1. Esterilidad y ausencia dad de la emulsión.
de pirógenos • Concentración de aminoácidos: los aminoácidos
tienen un efecto protector sobre la emulsión por su
7.1.1. Esterilidad efecto tampón, por situarse en la superficie de la go-
tícula de grasa aumentando la estabilidad de la mis-
La preparación de las NP se realiza en áreas de ma, y por formar complejos con cationes divalentes
ambiente controlado con cabina de flujo laminar y reducir así la actividad de estos iones; los diferen-
horizontal clase 100, cumpliendo estrictamente tes tipos de soluciones de aminoácidos pueden te-
una normativa de trabajo que incluye la manera en ner distinto valor de pH y, por tanto, diferente com-
que hay que preparar las NP y la limpieza del área portamiento.
y la cabina. El proceso de elaboración debe garan- • Concentración de glucosa: si se añade glucosa
tizar el mantenimiento de las condiciones de asep- directamente a la emulsión lipídica se produce un
sia en la manipulación para conseguir la esterilidad aumento del diámetro de las gotículas de grasa que
de la nutrición parenteral. Periódicamente hay que puede llevar a la rotura de la emulsión, lo que po-
realizar controles microbiológicos, tanto de la ca- siblemente esté relacionado con el pH ácido de las
bina de flujo como de las unidades nutrientes, y/o soluciones de glucosa; parece que influyen de for-
validar el proceso de preparación. ma más negativa las soluciones de glucosa de ma-
yor y menor concentración.
• Concentración de electrólitos: al aumentar la
7.1.2. Pirógenos carga electrolítica, fundamentalmente cationes tri-
valentes (hierro) y divalentes (calcio y magnesio),
Los pirógenos son sustancias que ocasionan disminuye la estabilidad de la emulsión, ya que es-
reacciones febriles al administrarse por vía intrave- tos iones actúan de puente entre glóbulos de gra-
nosa. Los controles de pirógenos incluyen estudios sa facilitando su unión.
con animales de experimentación que, obviamen- • Orden de adición: para minimizar el efecto
te, no son rutinarios en un servicio de farmacia. desestabilizante del pH ácido de la glucosa se reco-
Al utilizar siempre para la elaboración de NP pro- mienda mezclar primero los aminoácidos y la glu-
ductos comerciales que ya han tenido que sufrir cosa e introducir en último lugar las grasas.
controles de pirógenos, se supone que la unidad • Tipo de lípidos: existen estudios que verifican
nutriente preparada con estos productos estará que las emulsiones de LCT son menos estables que
exenta de pirógenos. las que incluyen MCT o las basadas en el aceite de

195
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

oliva; además se ha observado que concentracio- • Mayor concentración de calcio y fosfato.


nes muy pequeñas de lípidos también pueden des- • Aumento del pH de la solución, ya que en estas
estabilizar la emulsión. condiciones se aumenta la forma diácida de fosfa-
• Temperatura: temperaturas extremas pueden to, que es la más propensa a precipitar como fos-
disminuir la estabilidad. fato cálcico.
El proceso de desestabilización comienza con la • Disminución de la concentración de aminoáci-
agregación de partículas o floculación. Este proce- dos: por una parte, los aminoácidos pueden formar
so es todavía reversible por agitación. Estos agrega- complejos con el calcio y el fosfato, haciéndolos
dos pueden desplazarse hacia la parte superior por menos accesibles; por otra, al actuar como tampón
su menor densidad y dar lugar al llamado creaming. impiden que el pH aumente.
Cuando las gotículas lipídicas agregadas se fusionan • Aumento de la temperatura: al aumentar el
para formar gotas más grandes se produce el pro- movimiento, provocado por el ascenso de tempe-
ceso de coalescencia, que ya es irreversible y lleva ratura, existen más posibilidades de unión entre los
a la rotura de la emulsión. iones calcio y fosfato.
Casi todos los estudios de estabilidad de NP • Orden de adición: se ha observado experimen-
“todo en uno” están hechos para adultos. Estos es- talmente que la precipitación es mayor si se adicio-
tudios carecen de utilidad en pediatría porque las na primero el calcio y luego el fosfato, aunque no
NP parenterales pediátricas poseen unas caracte- se sabe exactamente la razón.
rísticas distintas que les confieren una menor es- • Largo tiempo de reposo y velocidad de infu-
tabilidad: sión lenta, ya que hay mayor tiempo para la crista-
• Tienen menor concentración de aminoácidos. lización de la sal.
• Tienen mayor concentración de calcio y fosfato. • Fuente de calcio: el cloruro cálcico se disocia
• Tienen menor concentración de lípidos cuando más que otros compuestos, como el gluconato cál-
se inicia la nutrición parenteral. cico o glubionato cálcico, por lo que se recomien-
• Pueden llevar heparina. da utilizar estos últimos.
Esta menor estabilidad de las soluciones pediá- • Fuente de fosfato: los fosfatos orgánicos tienen
tricas ha favorecido que, en general, los lípidos se muy poca probabilidad de precipitar; si se emplean
administren separadamente en Y con la nutrición fosfatos inorgánicos, es mejor el fosfato monoáci-
parenteral. Esta práctica, como se ha dicho ante- do que el diácido.
riormente, también tiene inconvenientes: además Con la utilización de fosfatos inorgánicos no siem-
de precisar mayor número de conexiones, con la pre se cubren las necesidades de los pacientes sin
consiguiente manipulación, la administración en Y que exista riesgo de precipitación. Hay diagramas
en la misma luz puede producir problemas de esta- que permiten conocer las cantidades máximas que
bilidad y obstrucciones del catéter; este riesgo es se pueden usar según el pH y la concentración de
mayor en los servicios de neonatología por la len- aminoácidos. Se recomienda emplear siempre las
ta velocidad de administración y las elevadas tem- sales de calcio y fosfato menos proclives a preci-
peraturas dentro de las incubadoras. pitar. Sin embargo, con la aparición de los fosfatos
Se recomienda utilizar en la medida de lo posi- orgánicos se ha conseguido añadir a las NP todos
ble NP “todo en uno” y usar filtros en la adminis- los requerimientos de los pacientes, incluidos los
tración. de pediatría y neonatología, que con las sales inor-
gánicas eran imposibles de alcanzar. Varios estu-
dios han mostrado que los límites de calcio y fos-
7.3. Precipitados fato usando sales orgánicas de fósforo son mucho
mayores que las cantidades utilizadas en la práctica
7.3.1. Precipitación calcio-fosfato clínica, por lo que el riesgo de precipitación es casi
nulo. Las sales estudiadas son glucosa fosfato, fruc-
La precipitación de fosfato cálcico ha sido siempre tosa 1,6-difosfato y glicerofosfato. Estos compues-
una de las mayores preocupaciones en la elaboración tos se encuentran en el cuerpo humano, por lo que
de las nutriciones parenterales. Esta precipitación se a priori no parece que vayan a tener problemas de
ve favorecida por los siguientes factores: toxicidad o biodisponibilidad. Hay varios estudios

196
P. Gomis Muñoz

que validan estas premisas en animales y humanos, ha descrito que la cantidad de peróxidos formados
tanto con glicerofosfato como con glucosa fosfa- es proporcional al contenido de ácidos grasos po-
to; en ellos se demuestra que los fosfatos orgáni- liinsaturados (AGPI), por lo que se produce mayor
cos son bien tolerados y eficaces como fuente de peroxidación en las emulsiones de triglicéridos de
fosfato. El único fosfato orgánico comercializado en cadena larga a base de aceite de soja que en las de
España hasta la fecha es el glicerofosfato sódico. los lípidos estructurados, mezclas MCT/LCT, o lí-
pidos basados en el aceite de oliva. El α-tocofe-
rol tiene un efecto antioxidante a concentraciones
7.3.2. Otros precipitados pequeñas, pero a grandes concentraciones puede
mostrar un efecto prooxidante.
Se ha descrito la precipitación de complejos con Pese a que en un principio se relacionaron so-
oligoelementos a altas dosis y con algunos medica- lamente los lípidos con la formación de peróxidos,
mentos. Por ello es de suma importancia no mez- posteriormente se ha visto que éstos también se
clar ni administrar en Y con la NP ningún medica- originan en NP sin lípidos. Y, aunque se han descri-
mento cuyo grado de estabilidad se desconozca. to altas concentraciones de peróxidos en NP pe-
diátricas con multivitamínicos, en la actualidad es-
tos estudios están en discusión por cuestionarse la
7.4. Partículas en suspensión técnica utilizada. Existen otros factores que tam-
bién pueden influir en la peroxidación, como la
Las soluciones de los macro y micronutrien- concentración de iones, fundamentalmente hierro
tes fabricadas por la industria farmacéutica pue- y cobre; el oxígeno en contacto con la NP, tanto en
den tener pequeñas cantidades de partículas en la preparación como el que pasa a través de la bol-
suspensión. Pero donde más partículas se generan sa; la temperatura, importante en neonatología por
es en la manipulación de ampollas, viales y fras- el uso de incubadoras, etc.
cos que posteriormente se realiza en el servicio Para evitar la peroxidación se ha aconsejado al-
de farmacia. Se han observado microscópicamen- macenar las bolsas de NP en refrigeración y res-
te partículas de cristal de las ampollas, goma y me- guardadas de la luz; proteger la NP y el sistema de
tal de los tapones, fibras de algodón provenientes administración de la luz, especialmente en pediatría;
de las gasas con las que se desinfectan los tapones, utilizar bolsas multicapa, sobre todo para largos pe-
etc. Para evitar el paso de estas partículas al pa- riodos de almacenaje y cuando los lípidos se admi-
ciente se pueden filtrar las nutriciones parentera- nistran separados; usar lípidos con bajo contenido
les, ya sea en el momento de la preparación o lue- en AGPI; y administrar las vitaminas con la NP.
go en la administración.

7.6. Degradación de vitaminas


7.5. Procesos de peroxidación
Durante mucho tiempo se ha recomendado aña-
La importancia que los procesos de peroxida- dir las vitaminas a la NP en el momento de la ad-
ción han alcanzado en los últimos tiempos es de- ministración o, por lo menos, el mismo día de la
bida a que el nivel de peróxidos se ha relacionado administración, y nunca ponerlas junto con los oli-
con un incremento de morbilidad, principalmente goelementos por problemas de estabilidad, de lo que
en niños prematuros. Varios estudios han mostra- surgió la práctica de colocar vitaminas y oligoele-
do que la formación de peróxidos en soluciones li- mentos en días alternos. Varios trabajos realizados
pídicas aumenta hasta 4 veces en 24 horas cuando en los años 80 mostraban interacciones entre vita-
no se protegen de la luz y hasta 60 veces después minas y oligoelementos: oxidación de la vitamina C
de 24 horas expuestas a fototerapia. catalizada por el cobre; degradación de vitaminas co-
La formación de peróxidos se puede evitar res- mo la tiamina con aminoácidos que llevan bisulfitos;
guardando el contenedor y los sistemas de la luz. de vitaminas A, C, riboflavina y ácido fólico en pre-
Asimismo se ha observado un efecto protector de sencia de la luz; de vitaminas A, D, E, C y ácido fólico
los multivitamínicos añadidos a las emulsiones. Se en NP sin lípidos en bolsas de PVC, etc.

197
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

A partir de mediados de los 80 aparecen artícu- 8.1.Técnicas asépticas


los que ponen de relieve la posibilidad de introducir para el cuidado del catéter
conjuntamente vitaminas y oligoelementos, incluso
varios días antes de la administración. Este cambio El seguimiento estricto de un protocolo de
de resultados en los estudios parece ser debido a cuidado del catéter, tanto para cambiar como pa-
la modificación de las condiciones: uso de aminoá- ra iniciar y retirar la nutrición parenteral en caso
cidos sin bisulfitos, bolsas EVA, fotoprotección, etc. de NP cíclica, y los cuidados del punto de inser-
Varios estudios más recientes no han encontrado ción son fundamentales para evitar complicacio-
diferencias en las concentraciones de ácido ascór- nes infecciosas.
bico en NP con y sin oligoelementos. Es más, se ha
visto que la vitamina C se oxida en mayor medi-
da cuando se utilizan bolsas unicapa, aunque no se 8.2. Forma de administración
pongan oligoelementos, que cuando se usan bolsas
multicapa y se añaden oligoelementos. Aunque en Se recomienda siempre la utilización de bombas
menor medida que la vitamina C, las vitaminas A y de perfusión para asegurar una velocidad de admi-
B1 también sufren menos degradación cuando se nistración constante, tanto si se administra durante
emplean bolsas multicapa. Otros estudios sobre la las 24 horas o de forma cíclica en 8-16 horas. Ésta
estabilidad de las vitaminas A, E y K concluyen que es la forma de elección en pacientes en domicilio,
son aceptablemente estables durante 20 días con infundiendo por la noche para permitir movilidad
fotoprotección, sin que influya la presencia de oli- al paciente durante el día. Cuando la concentración
goelementos o lípidos. La vitamina A en NP sin lí- de glucosa es elevada y el paciente no está utilizan-
pidos se degrada en gran medida; esta degradación do el tubo digestivo puede ser necesario en algu-
disminuye cuando se utiliza NP “todo en uno”. nos casos disminuir la velocidad al principio y al fi-
A la vista de estos datos, la única razón para ad- nal de la infusión o sustituir la NP por un glucosado
ministrar en la actualidad vitaminas y oligoelemen- al 10% para evitar hipo o hiperglucemias. La vía de-
tos en días alternos podría ser la disminución del be heparinizarse durante el tiempo que no se in-
coste de la nutrición parenteral en pacientes con funda nutrición parenteral. La administración con-
NP de corta duración donde no se ha descrito dé- tinua tiene las ventajas de que no hay que cambiar
ficit y no existe evidencia de que su utilización sea la velocidad de infusión de la nutrición parenteral
costo-efectiva. ni heparinizar la vía, y que los fármacos que se in-
Por tanto, se recomienda almacenar y adminis- cluyan en la bolsa se administrarán de forma conti-
trar las nutriciones parenterales protegidas de la nua; sin embargo, se ha relacionado con mayor in-
luz para impedir la degradación de vitaminas foto- cidencia de complicaciones hepáticas.
sensibles; utilizar bolsas multicapa y elaborar las
dietas para NP evitando en la medida de lo posi-
ble el contacto con el oxígeno para prevenir prin- 8.3. Compatibilidad de
cipalmente la oxidación de la vitamina C; y prepa- medicamentos en Y con
rar mezclas para NP “todo en uno” siempre que la nutrición parenteral
sean estables, a fin de disminuir la degradación de
la vitamina A. Los pacientes con NP requieren habitualmente el
suministro concomitante de fármacos. La adminis-
tración de medicamentos por la misma vía que se
utiliza para la NP no debería ser nunca una práctica
8. Administración habitual. Sin embargo, muchos pacientes tienen limi-
de la nutrición parenteral tación de accesos venosos, lo que obliga a usar una
misma vía para ambas preparaciones. Para que un
Las bolsas de NP deben almacenarse en refri- fármaco se pueda administrar en Y con la NP de-
geración hasta el momento de la administración. be ser estable en contacto con ésta y no producir
Nunca deben congelarse, ya que esto desestabili- precipitados ni rotura de la emulsión. Si esto no se
zaría la emulsión lipídica. cumple o no existen estudios suficientes, se debe

198
P. Gomis Muñoz

suministrar por otra vía; y si no es posible, hay que culas producidas en la elaboración hospitalaria de
interrumpir la infusión de la NP mientras se admi- la NP o provenientes de las soluciones utilizadas.
nistra el fármaco. En la Tabla 13 se muestra una Estas partículas se han encontrado en capilares
relación de la compatibilidad en Y de algunos fár- pulmonares en autopsias de pacientes que estuvie-
macos. ron ingresados en la unidad de cuidados intensivos
durante largos periodos de tiempo, por lo que ha-
bían recibido grandes cantidades de terapia intrave-
8.4. Fotoprotección nosa.
Se ha visto que el uso de filtros disminuye la in-
Es aconsejable administrar las mezclas para cidencia de flebitis y aumenta la vida de la vía peri-
NP protegidas de la luz. La bolsas multicapa tie- férica. Parece que esto es debido a que los filtros
nen cierta fotoprotección. Lo más común es utili- evitan el efecto negativo sobre las vías de la gran
zar, tanto con bolsas multicapa como unicapa, bol- carga de micropartículas que contiene la nutrición
sas fotoprotectoras transparentes que dejan ver el parenteral. Hay estudios que evidencian una me-
contenido y la etiqueta con los datos correspon- nor incidencia de flebitis cuando se incluyen hepa-
dientes a la dieta del paciente. Estas bolsas deben rina e hidrocortisona en la nutrición parenteral. La
mantenerse colocadas durante toda la administra- adición de heparina a las NP con lípidos puede ge-
ción de la NP. En pediatría, fundamentalmente en nerar problemas por desestabilizar la emulsión li-
neonatología, está recomendada la protección de pídica. Se ha observado que la utilización de filtros
la luz de los sistemas de administración. Existen sis- tiene el mismo efecto beneficioso que la hidrocor-
temas opacos con sustancias fotoprotectoras co- tisona y la heparina.
mercializados para este fin. A la vista de la bibliografía parece recomenda-
ble usar filtros en todas las dietas para nutrición
parenteral. Si esto no es posible por el incremen-
8.5. Uso de filtros to económico que supone, los casos de mayor ries-
go serían:
Según la bibliografía, gotículas de grasa o par- • Cuando se utilicen fosfatos inorgánicos, ya que
tículas mayores de 6 micras podrían originar una son más proclives a precipitar.
embolia pulmonar. Estas partículas se pueden pro- • En NP cuya estabilidad no esté validada. Dada
ducir durante la elaboración de las dietas para nu- la variabilidad de la nutrición parenteral y la falta
trición parenteral. Las causas más frecuentes son la de medios técnicos, es difícil conocer la estabili-
precipitación de fosfato cálcico y la formación de dad de las mezclas nutrientes.
glóbulos de mayor tamaño por procesos de coa- • En pacientes pediátricos, sobre todo en neo-
lescencia. natología. Estos pacientes, debido a su inmadurez
Hace unos años se publicó un informe de alerta y al pequeño calibre de sus vasos, parecen a prio-
de la FDA por la aparición de dos casos de muerte ri candidatos para utilizar filtros. Por otra parte, las
y por lo menos dos más de distrés respiratorio de- dietas para nutrición parenteral pediátricas son las
bidos a la infusión de NP totales que pudieron con- que mayor cantidad de partículas contienen debi-
tener precipitados de fosfato cálcico. Las autopsias do a que generalmente casi todos los componen-
de estos pacientes revelaron embolia pulmonar tes se tienen que cargar con jeringa desde ampo-
microvascular difusa, encontrándose precipitados llas o viales.
de fosfato cálcico. Actualmente, la FDA recomien- • En NP domiciliaria, donde el empleo de filtros
da el uso de filtros en todas las NP para evitar es- de 1,2 micras podría reducir el riesgo de acumula-
tos problemas. Los filtros de 0,22 micras se utilizan ción anormal de partículas en los pulmones, aun-
cuando la NP no lleva lípidos; y en NP “todo en que no se han descrito efectos adversos en estos
uno” deben emplearse los de 1,2 micras para que pacientes.
permitan pasar las micelas de grasa. • En pacientes de cuidados intensivos. Se han en-
Varios estudios han demostrado que las die- contrado cúmulos de partículas en microtrombos
tas para nutrición parenteral, así como otras so- en autopsias de pacientes con síndrome de distrés
luciones intravenosas, contienen numerosas partí- respiratorio.

199
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 13. COMPATIBILIDAD DE ALGUNOS MEDICAMENTOS ADMINISTRADOS


EN Y CON NUTRICIÓN PARENTERAL
Concentración
Medicamento Tipo de dieta Estabilidad Comentarios
estudiada
Acetazolamida 100 mg/ml Sin lípidos No
Sin lípidos No Se forma un precipitado blanco
Aciclovir 7 mg/ml
Con lípidos No inmediatamente
Adrenalina 0,2 mg/ml Sin lípidos 24 h
5 mg/ml Con lípidos 4h
Amikacina 250 mg/ml Con lípidos No
250 mg/l Sin lípidos 6h
1 mg/ml Sin lípidos 24 h
Aminofilina
5 mg/ml Sin lípidos No
Amoxicilina 50 mg/ml Sin lípidos 24 h
• Los datos son contradictorios
Ampicilina 20 mg/ml Con lípidos 4h
• No administrar conjuntamente
Ampicilina/ 20/10 mg/ml Con lípidos 4h
Sulbactam
Sin lípidos Se forma un precipitado amarillo
Anfotericina B 0,6 mg/ml No inmediatamente
Con lípidos
Aztreonam 40 mg/ml Con lípidos 4h
Cefazolina 20 mg/ml Con lípidos 24 h
Cefonicida 20 mg/ml Con lípidos 4h
20 mg/ml Con lípidos 4h
Cefotaxima
200 mg/ml Sin lípidos 24 h
20 mg/ml Con lípidos 4h
Cefoxitina
200 mg/ml Sin lípidos 24 h
40 mg/ml Con lípidos 4h
Ceftazidima
200 mg/ml Sin lípidos 24 h
Ceftriaxona 20 mg/ml Con lípidos 4h
200 mg/ml Sin lípidos 24 h
Ciclofosfamida 10 mg/ml Con lípidos 4h
Sin lípidos 4h Los datos de estabilidad en una NPT
Ciclosporina A 5 mg/ml
Con lípidos No con lípidos son contradictorios
Cimetidina 12 mg/ml Con lípidos 4h
Ciprofloxacino 1 mg/ml Con lípidos 4h
Clindamicina 10 mg/ml Con lípidos 4h
Clonazepam 1 mg/ml Sin lípidos 24 h
Clorpromazina 2 mg/ml Con lípidos 4h
Cloruro potásico 0,1 mEq/ml Con lípidos 4h
1 mg/ml Con lípidos 4h
Dexametasona
4 mg/ml Sin lípidos 2h
Diazepam 5 mg/ml Sin lípidos 24 h
Digoxina 0,25 mg/ml Con lípidos 4h
4 mg/ml Con lípidos 4h
Dobutamina
25 mg/ml Sin lípidos 24 h
3,2 mg/ml Sin lípidos 4h
Los datos de estabilidad en una NPT
Dopamina 1,6 mg/ml Con lípidos 4h
con lípidos son contradictorios
3,2 mg/ml Con lípidos No

200
P. Gomis Muñoz

Tabla 13. COMPATIBILIDAD DE ALGUNOS MEDICAMENTOS ADMINISTRADOS


EN Y CON NUTRICIÓN PARENTERAL (cont.)

Medicamento Concentración Tipo de dieta Estabilidad Comentarios


estudiada
Sin lípidos 4h
Doxiciclina 1 mg/ml No es compatible con NPT con lípidos
Con lípidos No
Sin lípidos No
Doxorrubicina 2 mg/ml Rotura de emulsión
Con lípidos No
Sin lípidos 4h Con NPT con lípidos se produce la
Droperidol 0,4 mg/ml rotura de la emulsión en 1-4 h
Con lípidos No
Enalaprilo 0,1 mg/ml Con lípidos 4h
En una NP sin lípidos puede llegar a
Famotidina 2 mg/ml Con lípidos 4h ser estable durante 35 días a 4 ºC
Fenitoína 50 mg/ml Sin lípidos No
Fenobarbital 5 mg/ml Sin lípidos 4h No es compatible con NPT con lípidos
Fentanilo 0,0125-0,05 mg/ml Con lípidos 4h
Fluconazol 2 mg/ml Con lípidos 4h
Foscarnet 24 mg/ml Sin lípidos 24 h
Se produce la rotura de la emulsión
Fosfato potásico 3 mmol/ml Con lípidos No inmediatamente
Se produce la rotura de la emulsión
Fosfato sódico 3 mmol/ml Con lípidos No inmediatamente
3 mg/ml Con lípidos 4h
Furosemida
10 mg/ml Sin lípidos 24 h
1 y 5 mg/ml Sin lípidos 2h
Ganciclovir No es compatible con NPT con lípidos
20 mg/ml Con lípidos No
Gentamicina 1 mg/ml Sin lípidos 24 h
5 mg/ml Con lípidos 4h
Granisetrón 0,05 mg/ml Con lípidos 4h
0,2 mg/ml Sin lípidos 4h
Haloperidol No es compatible con NPT con lípidos
10 mg/ml Sin lípidos 24 h
No utilizar con NPT con lípidos
Heparina 100 U/ml Sin lípidos 24 h y calcio, porque provoca
desestabilización de la emulsión
Hidrocortisona 1 mg/ml Sin lípidos 4h
sódica
Idarrubicina 1 mg/ml Sin lípidos 24 h
Ifosfamida 25 mg/ml Con lípidos 4h
Imipenem/ Se produce una pérdida de Imipenem
Cilastatina 10 mg/ml Con lípidos 4h del 57% en 24 h a 22 °C
Inmunoglobulina 5% Sin lípidos 24 h
Indometacina 1 mg/ml Sin lípidos No Se forma un precipitado blanco en 2 h
Insulina 1 U/ml Con lípidos 4h La insulina sufre adsorción al PVC
Isoprenalina 0,004 mg/ml Con lípidos 4h
Leucovorín 2 mg/ml Con lípidos 4h
Lidocaína 4 mg/ml Con lípidos 4h
Hay rotura parcial de la emulsión
Lorazepam 0,1 mg/ml Sin lípidos 4h con NPT con lípidos en 1 h
Manitol 15% Con lípidos 4h
4 mg/ml Con lípidos 4h
Meperidina
50 mg/ml Sin lípidos 24 h

201
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

Tabla 13. COMPATIBILIDAD DE ALGUNOS MEDICAMENTOS ADMINISTRADOS


EN Y CON NUTRICIÓN PARENTERAL (cont.)

Medicamento Concentración Tipo de dieta Estabilidad Comentarios


estudiada
Meropenem 20 mg/ml Con lípidos 4h
Mesna 10 mg/ml Con lípidos 4h
Metildopa 5 mg/ml Con lípidos No
Metilprednisolona 5 mg/ml Con lípidos 4h
Metoclopramida 5 mg/ml Con lípidos 4h
Metotrexato 15 mg/ml Con lípidos 4h
Sin lípidos 24 h El metronidazol es incompatible
Metronidazol 5 mg/ml con bicarbonato sódico
Con lípidos 4h
0,1-0,5 mg/ml Sin lípidos 5h No es compatible con NPT con lípidos,
Midazolam 2 mg/ml Con lípidos No y los datos de estabilidad
5 mg/ml Sin lípidos No con NP sin lípidos son contradictorios
Sin lípidos
Minociclina 0,2 mg/ml No Se produce rotura de la emulsión
Con lípidos
Mitoxantrona 0,5 mg/ml Con lípidos 4h
1-15 mg/ml Sin lípidos 24 h Es compatible con NPT con lípidos
1 mg/ml Con lípidos 4h a una concentración de 1 mg/ml, pero
Morfina no es compatible a una concentración
15 mg/ml Con lípidos No de 15 mg/ml
Nitroglicerina 0,4 mg/ml Con lípidos 4h
16 mg/l Sin lípidos 4h
Noradrenalina
8 mg/l Con lípidos 4h
Se sospecha que el fármaco presenta
Octeótrido 15 mg/ml Con lípidos 4h adsorción al plástico y al vidrio
Ofloxacino 4 mg/ml Con lípidos 4h
Los datos con NPT con lípidos son
Ondansetrón 1 mg/ml Sin lípidos 4h contradictorios
Penicilina G sódica 200.000-400.000 Sin lípidos 6h
U/ml
Pentobarbital 5 mg/ml Sin lípidos 4h No es compatible con NPT con lípidos
40 mg/ml Con lípidos 4h Se produce una pérdida de piperacilina
Piperacilina del 43% en 24 h a 22 °C
2 g/l Sin lípidos No
Piperacilina/ 40 mg/ml Con lípidos 4h
Tazobactam 5 mg/ml
Cuando la concentración del fármaco
Propofol 0,5, 2 y 3 mg/ml Sin lípidos 5h es 0,5 mg/ml y la de aminoácidos es del
15%, la estabilidad es de 3 h
0,025-2,5 mg/ml Con lípidos 24 h
Ranitidina
2 mg/ml Con lípidos 4h
Salbutamol 0,5 mg/ml Sin lípidos 24 h
Sulfato magnésico 100 mg/ml Con lípidos 4h
Tacrolimus 1 mg/ml Con lípidos 4h
Ticarcilina 30 mg/ml Con lípidos 4h
Trimetoprim/ 0,8 mg/ml Con lípidos 4h
Sulfametoxazol 4 mg/ml
Vancomicina 10 mg/ml Con lípidos 4h
NPT: nutrición parenteral total.

202
P. Gomis Muñoz

9. Resumen
 La NP está indicada en pacientes que no pueden o catéteres; proteger de la luz la bolsa de NP;
no deben emplear la vía enteral. Siempre que sea evitar la administración en Y de medicamentos
posible se ha de utilizar el tubo digestivo, por ser si no existe seguridad de la estabilidad tanto del
más fácil de usar, más fisiológico, más barato, im- medicamento como de la NP; y usar filtros de
pedir la atrofia intestinal secundaria al reposo in- 1,2 micras para NP con lípidos y de 0,22 micras
testinal y presentar menos complicaciones que la para NP sin lípidos, a fin de evitar la adminis-
NP. Por ello, este tipo de nutrición se recomien- tración de precipitados y gotículas lipídicas de
da en aquellos casos en los cuales la nutrición mayor tamaño.
enteral esté contraindicada. La NP puede admi-
nistrarse por vía periférica o central, siendo esta
última la más utilizada. La NP no está exenta de
riesgos, ya que su administración, tanto en defec-
to como en exceso, puede conducir a complica-
ciones; por ello, su prescripción, preparación y
administración deben estar a cargo de personal
capacitado y entrenado. Para su elaboración se
utilizan soluciones estériles de L-aminoácidos,
glucosa, emulsiones lipídicas, electrólitos, oligo-
elementos y vitaminas. En el mercado español
hay una gran variedad de soluciones de aminoá-
cidos para utilizar según la edad y la patología del
paciente. Sin embargo, todavía se requieren más
estudios para conocer el aminograma ideal de
estas soluciones. Cada vez existe mayor investi-
gación en el campo de los lípidos, lo que ha ido
unida a un aumento de emulsiones lipídicas co-
mercializadas. Se necesitan también más estudios
para averiguar los requerimientos de vitaminas
y oligoelementos de los pacientes con NP. La
administración de la NP puede tener complica-
ciones mecánicas, infecciosas o metabólicas que
hay que saber reconocer y tratar. Es también fun-
damental una buena monitorización del paciente
para evitar complicaciones.

 La NP debe prepararse en cámaras de flujo la-


minar horizontal siguiendo una estricta norma-
tiva y realizando los controles adecuados para
garantizar su esterilidad, estabilidad y periodo
de validez. Se recomienda el uso de fosfatos or-
gánicos, especialmente en pediatría, para poder
alcanzar los requerimientos de los pacientes; la
adición diaria de vitaminas y oligoelementos
para prevenir posibles déficit; y la utilización
de bolsas multicapa y de fotoprotección para
minimizar la degradación de vitaminas y la for-
mación de peróxidos.

 Durante la administración de la NP se debe


seguir una estricta normativa de manejo de

203
Capítulo 4.7. Nutrición parenteral

10. Bibliografía
En este capítulo, en su apartado “Farmacotecnia de unidades
nutrientes parenterales” se encuentra de forma resumida la me-
tódica de preparación de las nutriciones parenterales: orden de
adición, estabilidad, compatibilidad, control de calidad, etc.

Jiménez NV. Mezclas intravenosas y nutrición parenteral. Con-


saver, CEE. Valencia, 1999.
En este libro se tratan de temas como requerimientos de nu-
trientes, aspectos farmacotécnicos o de mejora de la calidad.
ASPEN Board of directors and the clinical guidelines task Los dos últimos capítulos versan sobre interacciones medica-
force. Guidelines for the use of enteral and parenteral nutri- mento-nutriente tanto en nutrición parenteral como enteral.
tion in adult and pediatric patients. JPEN 2002; 26 (Suppl 1):
1SA-138SA. Martínez C, Sierra C, Pedrón C, Moreno JM, Lama R, Codeceo
Guías de la Sociedad Americana de Nutrición parenteral y En- R. Nutrición enteral y parenteral en pediatría. An Esp Pediatr
teral. Aunque de forma muy concisa es de gran interés por ser 2002; 52 (suplemento 3): 1-33.
recomendaciones de amplio consenso. Incluye requerimientos Es una revisión que trata de forma sintética todos los aspectos
de calorías, macro y micronutrientes. prácticos de la prescripción de NP y enteral (indicaciones, re-
querimientos, tipos de vías, catéteres y sondas, tipos de dietas,
Celaya S. Tratado de nutrición artificial. Grupo Aula Médica. complicaciones, monitorización, etc..).
Madrid, 1998.
Compendio bastante completo sobre nutrición enteral y pa- National Advisory Group on Standards and Practice Guide-
renteral que incluye en su primer tomo aspectos generales lines for Parenteral Nutrition. Safe practices for parenteral
como requerimientos, indicaciones, vías de administración nutrition formulations. JPEN 1998; 22 (2): 49-66.
o complicaciones y en su segundo tomo profundiza en el sopor- Guía de la Sociedad Americana de Nutrición parenteral
te nutricional en cada patología. y Enteral sobre la preparación de nutrición parenteral. Incluye
recomendaciones sobre etiquetado, requerimientos, estabilidad
Del Hoyo Gil L, Serrano O, Gomis P, Herreros de Tejada A. y compatibilidad de las NP, control de calidad y uso de filtros.
Compatibilidad de fármacos con nutrición parenteral. Farm
Hosp 2000; 24 (5): 332-44. Piñeiro G, Ortega P, Martí E, Villalobos JL, De la Morena L,
Es una revisión bibliográfica sobre compatibilidad de fármacos Llop J, et al. Terapéutica nutricional. En: Bonal J, Domínguez-
con NP tanto cuando se incluyen en la bolsa como cuando se ad- Gil A, Gamundi MC, Napal V, Valverde E. Farmacia hospitalaria.
ministran en Y. El trabajo se presenta en una tabla donde también Tomo II. Ed. SCM (Doyma), 2002; Capítulo 22: 1517-61.
se indica la concentración del fármaco del estudio y las concen- Este capítulo del libro de Farmacia Hospitalaria revisa los dis-
traciones de aminoácidos, glucosa y lípidos de la NP estudiada. tintos aspectos de la NP y enteral tanto en el adulto como en
pediatría tratando temas como valoración nutricional, reque-
Gomis P, Fernández-Shaw C, Moreno JM. Encuesta sobre pro- rimientos, composición de las dietas, vías de administración,
tocolos de elaboración de NP pediátrica y revisión de la ido- complicaciones, seguimiento de pacientes y compatibilidad con
neidad de los componentes. Farm Hosp 2002; 26 (3): 163-70. medicamentos.
Además de los resultados de una encuesta nacional sobre la
preparación de NP en pediatría, en este artículo se revisan los Vázquez C, Santos-Ruiz MA. Vademécum de nutrición artifi-
distintos aspectos de la elaboración de NP donde existe más cial. Grafinat, S.A. Madrid, 2000.
controversia intentando aportar claridad. Incluye todos los productos tanto de NP como enteral comer-
cializados en España. Su actualización periódica hace que sea un
Inaraja MT, Castro I, Martínez MJ. Formas farmacéuticas estéri- importante medio de consulta para conocer los productos que
les: mezclas intravenosas, citostáticos, nutrición parenteral. En: existen en el mercado o para hacer estudios comparativos. Los
Bonal J, Domínguez-Gil A, Gamundi MC, Napal V, Valverde E. productos de nutrición parenteral se presentan en tablas com-
Farmacia hospitalaria. Tomo I. Ed. SCM (Doyma), 2002; Capí- parativas. Al final existen diversos índices (alfabético, por grupo
tulo 2.7.2: 487-506. terapéutico y por laboratorios).

11. Enlaces web


 www.espen.org  www.sefh.es
 www.nutritioncare.org  www.nutriforum.com
 www.senpe.com

204
4.8. Nuevos nutrientes en nutrición
enteral y parenteral

Carlos Ortiz Leyba


Capítulo 4.8.

Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

1. Introducción

2. Clasificación de los sustratos-nutrientes en función


de su actuación descrita recientemente

3. Glutamina
3.1. Glutamina y estrés
3.2. Glutamina e intestino
3.3. Glutamina e hígado
3.4. Pulmón y liberación de glutamina
3.5. Glutamina e inmunidad
3.6. Funciones e indicaciones del aporte de glutamina
3.6.1. Glutamina en pacientes críticos
3.6.2. Aporte de glutamina en la nutrición artificial
3.6.2.1. Dipéptidos
3.6.2.2. α-cetoglutarato
3.6.2.3. Aminoácidos de cadena ramificada
3.6.2.4. Glutamato
3.6.3. Aporte parenteral
3.6.4. Aporte enteral
3.6.5. Coste/efectividad
3.7. Consideraciones finales

4. Arginina

5. Leucina

6. Otros aminoácidos
6.1. Tirosina
6.2. Cisteína
6.3. Taurina
6.4. Serina e histidina
6.5. Glicina

7. Lípidos
7.1. Triglicéridos de cadena media
7.2. Ácidos grasos poliinsaturados n-3
7.3. Lípidos estructurados
7.4. Ácido γ-linolénico
7.5. Emulsiones basadas en aceite de oliva
7.6. Emulsiones enriquecidas con fosfolípidos

8. Nucleótidos

9. Micronutrientes con capacidad antioxidante

10. Prebióticos, probióticos y simbióticos

11. Resumen

12. Bibliografía

13. Enlaces web

Objetivos

n Conocer el concepto de nuevos sustratos en nutrición y el porqué de los mismos.


n Destacar el papel fundamental de la glutamina en el metabolismo, la inflamación, la inmunidad y el mantenimien-
to de órganos.
n Aprender dónde, cómo y cuándo hay que administrar la glutamina.
n Mostrar la importancia de la arginina como fármaco-nutriente.
n Descubrir por qué vías se dirige la investigación sobre otros aminoácidos.
n Revisar formulaciones lipídicas antiguas y adquirir conocimiento de las nuevas que aparecen con utilidad clínica.
n Reforzar la importancia de los micronutrientes como nuevos sustratos.
1. Introducción

H
ablar de “nuevos” sustratos en nutrición artificial puede llevar al lector a
una interpretación equivocada porque, como podrá comprobar cualquie-
ra que visite la bibliografía, la investigación sobre sustratos que aquí se
detallan tiene en algunos casos varios lustros de antigüedad. Otras veces la investi-
gación se inició, se desestimó y, a la luz de nuevos conocimientos a los que no está
ajeno el avance en el conocimiento de receptores celulares, señales y modulación
de la inflamación, se volvió a retomar con nuevos objetivos y expectativas. Y, por
fin, en muy pocos casos se trata de productos, moléculas o formulaciones de re-
ciente adquisición para la nutrición artificial.
El concepto de sustrato-nutriente ha hecho replantearse la cantidad y la calidad
de numerosos aportes teniendo como propósito que dicho nutriente sea capaz
de conseguir un objetivo terapéutico. Este objetivo pasa a su vez por participar
en uno o más niveles dentro de la cascada inflamatoria y de la respuesta inmune,
ya que la gran mayoría de pacientes a los que va dirigida esta nutrición artificial
son enfermos en los que, de un forma aguda o de una forma crónica, la evolución
de su proceso requiere volver a la normalidad situaciones de inflamación, evitar
morbilidad infecciosa y de disfunción de órganos.
El objetivo de este Capítulo es dar a conocer los “nuevos sustratos” utilizados
en nutrición y su importancia como fármaco-nutrientes. En particular, se revisa
la utilidad clínica de algunos aminoácidos, especialmente glutamina y arginina, y se
presta atención al uso de nuevas formulaciones lipídicas. Asimismo, se enfatiza la
importancia de los micronutrientes como “nuevos sustratos”. En el Capítulo 1.15
se detallan los aspectos bioquímicos y fisiológicos relacionados con los aminoáci-
dos semiesenciales, muchos de los cuales se utilizan como nuevos sustratos.

209
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

2. Clasificación papel muy importante respecto a la influencia de la


de los sustratos-nutrientes morfología muscular, integridad de la mucosa intes-
en función de su actuación tinal y como sustrato energético de células de divi-
descrita recientemente sión rápida y de aquellas implicadas en la respuesta
inmune, lo que conlleva un aspecto de sustrato in-
En el contexto anteriormente expuesto se pue- munorregulador que comienza a ser estudiado (ver
den clasificar los nuevos sustratos atendiendo a las Capítulos 1.14 y 1.15).
nuevas actuaciones descritas recientemente. La glutamina tiene una estructura que com-
• Tipo 1. Inframodulación de la producción ex- prende un átomo de carbono central unido a un
cesiva de citokinas (lípidos, nucleótidos, arginina). grupo ácido carboxílico y dos grupos amino: gru-
• Tipo 2. Supramodulación de la respuesta in- po primario amino (NH3+) y grupo amida (NH2)
mune a la infección (glutamina, ornitina α-ceto- adicional. Estos grupos de N fácilmente moviliza-
glutarato). bles constituyen la base de las importantes funcio-
• Tipo 3. Reducción de los efectos del fac- nes que desempeña la glutamina. La Gln se sinteti-
tor de necrosis tumoral (TNF) y de las interleuki- za a partir de sus precursores glutamato y amonio
nas 1(IL-I) y 6 (IL-6) (lípidos, nucleótidos). en una reacción que requiere ATP y en la que par-
• Tipo 4. Preservación de la función orgánica ticipa la enzima glutamina sintetasa. Por otra par-
frente a su alto impulso catabólico (glutamina, or- te, la glutaminasa cataliza la hidrólisis de glutami-
nitina α-cetoglutarato, arginina, derivados de ami- na a glutamato y amoniaco, y éste posteriormente
noácidos azufrados). se transformará en amonio. El glutamato puede ser
A continuación se pasan a detallar cada uno de utilizado para la síntesis proteica o puede entrar en
ellos. el ciclo de Krebs a nivel del α-cetoglutarato, mien-
tras que el amonio formado se puede difundir li-
bremente a través de las membranas celulares (ver
Capítulo 1.14).
3. Glutamina Mientras algunos tejidos son productores, otros
son consumidores o captadores de glutamina y tie-
La glutamina (Gln) ha sido referenciada a par- nen una alta actividad glutaminasa, como son el ri-
tir de 1994 y hasta 2004, en las bases de datos ñón y el tracto gastrointestinal.
MEDLINE y EMBASE, 37.708 veces, lo que da La síntesis de la glutamina ocurre primariamen-
idea del enorme interés que suscita. te en el músculo esquelético y en el pulmón, don-
La Gln es un aminoácido (AA) no esencial (AA- de existe una alta actividad glutamina sintetasa, y
NE), al igual que el glutamato, del que es su ami- ambos órganos son exportadores de glutamina. El
da, aunque algunos autores sugieren que es un AA músculo esquelético se considera como el mayor
condicionalmente esencial (AAE): es decir, ante de- almacenador de este aminoácido, que representa
terminadas situaciones clínicas, la síntesis endógena más del 60% del total de los AA libres intracelu-
de glutamina no es suficiente para responder a las lares. Los mecanismos por los que se producen la
necesidades que se requieren en ese momento con- captación y la liberación de la Gln por el músculo
creto, y especialmente para ciertas células. No obs- esquelético aún no están bien perfilados, pero los
tante, la Gln es el AA libre más abundante en plasma de captación muscular son diferentes de los de li-
y en el pool total del organismo, con concentracio- beración, por lo que se constituyen en mecanis-
nes plasmáticas de hasta 600-650 μmol/l, constitu- mos separados. Basándose en esto, algunos autores
yendo el 61% del pool de AA en el músculo esque- piensan que un descenso de la glutamina del plas-
lético, dado que puede ser sintetizada por todos los ma disminuiría la tasa de captación muscular sin
tejidos del cuerpo. que la tasa de liberación muscular de Gln debiera
La Gln es fundamentalmente un transportador verse afectada, lo que se traduciría en que los ni-
no tóxico de N y un precursor para la gluconeogé- veles de Gln plasmáticos modularían la liberación
nesis y amoniogénesis, así como para los anillos pú- muscular, mientras que un ascenso de la Gln plas-
ricos y pirimidínicos de los ácidos nucleicos y nu- mática actuaría aumentando a su vez la captación
cleótidos. Además, actualmente se le reconoce un muscular. Ambos procesos, separados pero coor-

210
C. Ortiz Leyba

dinados, tenderían a mantener un nivel constante conducir a un deterioro de la celularidad e integri-


de Gln en el plasma. dad del intestino. Se ha correlacionado la depleción
En el riñón, la Gln es el principal sustrato para la de glutamina con un incremento de la incidencia de
génesis renal de amoniaco y para el mantenimiento la mortalidad. Los niveles de glutamina no retornan
del metabolismo ácido-base. En situaciones de aci- a la normalidad hasta incluso 30 días después de la
dosis se incrementa la captación renal de Gln, con agresión, aunque la respuesta es muy individual. Así,
una mayor necesidad de eliminación del amoniaco se ha indicado que los niveles de Gln descienden al
producido, que se expulsará ulteriormente por ori- 56-80% de los valores iniciales en el postoperatorio
na bajo forma de amonio. La producción de amo- inmediato y luego se elevan a la semana.
niaco también genera bicarbonato, que ayudará a Es difícil cuantificar el balance negativo de Gln
preservar el pH sanguíneo adecuado. durante la agresión, pero extrapolando datos de
estudios en animales se puede estimar que en un
hombre de 70 kg las necesidades de Gln por parte
3.1. Glutamina y estrés de intestino, riñón y células de división rápida son
de 14-20 g/día. Durante la agresión, el eflujo mus-
Las concentraciones de Gln en sangre y en el cular de glutamina es de 9-13 g/día, por lo que en
músculo descienden tras el estrés, la cirugía y la estas situaciones el consumo excede a la produc-
sepsis (un 50% disminuye en el músculo y del 20 al ción en unos 5-6 g/día.
30% en plasma).
La reducción de la glutamina del músculo se de-
be a un incremento de la demanda de glutamina co- 3.2. Glutamina e intestino
mo AA que interviene en la formación de urea y en
la gluconeogénesis hepática. Otra posible explica- La Gln desempeña un papel fundamental en la
ción es un descenso de la síntesis de glutamina de- conservación y el mantenimiento de la estructura,
bido a una falta de los AA que proveen del esque- función y metabolismo intestinal, especialmente en
leto carbonado para formar Gln. Hay que tener en situaciones de agresión, cuando la barrera intesti-
cuenta que para la síntesis de Gln intervienen AA nal se encuentra más expuesta a diversas noxas.
que entran en el ciclo tricarboxílico: aspartato, as- Sin embargo, no todo el intestino participa de la
parragina, glutamato, valina, leucina e isoleucina. misma manera en su implicación y dependencia de
La caída es bastante uniforme entre diferentes in- la Gln, y los contenidos de glutaminasa -que hidro-
dividuos y es independiente del proceso subyacen- liza la glutamina en glutamato y amoniaco- son va-
te. Aunque se produce un ascenso de la liberación riables dependiendo del tramo anatómico. Así, los
muscular de Gln por el músculo con descenso intra- enterocitos del yeyuno tienen la más alta activi-
celular de un 40-50%, lo que representa unos 14 g dad glutaminasa de todos los tejidos, mientras que
de Gln libre, no es suficiente, ya que las necesidades la actividad glutaminasa y el consumo de glutami-
están fuertemente incrementadas, sobre todo por na son algo más bajas en el íleon; los colonocitos,
una derivación al flujo esplácnico aumentado. en cambio, oxidan glutamina en menor cantidad, ya
Si la agresión es una sepsis, los principales órga- que su importancia metabólica local se ve despla-
nos y células que están ávidos de Gln son el hígado, zada por los ácidos grasos de cadena corta.
las células de división rápida y las implicadas en la En conjunto, los enterocitos emplean la Gln cir-
inmunocompetencia, como son los linfocitos y ma- culante como un sustrato energético, y sus produc-
crófagos; también en la endotoxinemia se produ- tos nitrogenados terminales aparecen en el amonio,
ce una marcada liberación de glutamina. Esta fuerte la citrulina y la alanina (38% en amonio, 25% en citru-
disminución de la Gln, tanto muscular como plas- lina y 24% en alanina). De la misma forma, estos pro-
mática, en la sepsis ha sido registrada por numero- ductos terminales se recogen en la circulación por-
sos autores, con descensos de hasta un 50%. tal cuando la Gln se suministra intraluminalmente, lo
Por tanto, en la agresión se produce una deple- que da idea de que el aporte a los enterocitos pue-
ción de Gln, lo que, a pesar de su liberación muscu- de hacerse de dos maneras: bien a través del borde
lar, origina una reducción de la síntesis proteica. Esta en cepillo entérico, bien a través de la membrana ba-
disminución de los niveles plasmáticos de Gln puede solateral por la circulación sistémica.

211
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

Dada la importancia de la Gln para el intestino, consumidor de la misma, dependiendo de las nece-
podría suponerse que en situaciones de agresión, sidades. Así, durante la sepsis o en situaciones de
cuando están incrementadas las necesidades de Gln, acidosis metabólica se produce una variación en el
el intestino sería un órgano prioritario para el con- juego habitual de captación y liberación con vistas
sumo de este AA. Según Stehle, en cirugía menor se a sostener niveles extra-hepáticos de Gln elevados.
produce un aumento del consumo de glutamina por Para la síntesis de Gln en el hígado, la glutamina sin-
el intestino. Sin embargo, no todos los autores es- tetasa está presente en una determinada población
tán de acuerdo en este punto. Así, Soeters y Deutz de células hepáticas (células perivenosas) llamadas
encuentran que, tras un trauma quirúrgico, en cer- células scavenger, las cuales actúan como desintoxi-
dos se produce un descenso de la captación de Gln cantes del amonio, por lo que el hígado representa
y de la liberación de amonio en la circulación portal una función importante en el mantenimiento de la
proveniente de los tejidos esplácnicos, fundamental- homeostasis entre amonio y bicarbonato.
mente a expensas de la disminución de la captación Por otra parte, también en el hígado se encuen-
intestinal. Esto sugeriría que, tras una situación de tra la glutaminasa en las células periportales, que
agresión, el intestino no presenta un mecanismo que interviene sobre la Gln induciendo la formación de
preserve su actividad metabólica en relación con la glutamato y amonio.
Gln, lo que explicaría la aparición precoz de atro- Las células scavenger actúan sobre el amonio sin-
fia de enterocitos y aumento de la permeabilidad tetizado en el área periportal controlando su libe-
en estas situaciones. Por el contrario, la suplemen- ración antes de que el flujo sanguíneo sinusoidal
tación con Gln ha mostrado experimentalmente el entre en la circulación sistémica, de tal forma que
beneficio sobre la morfología del intestino, el conte- en situaciones como, por ejemplo, la acidosis meta-
nido proteico y de DNA e incluso el pronóstico. bólica, donde la síntesis periportal de amonio se in-
Esta mejoría se ha encontrado también cuando crementa para ahorrar bicarbonato, se produce un
el aporte de Gln se ha realizado por vía parenteral. aumento de la síntesis de Gln por mayor actividad
La explicación a este comportamiento paradójico de la glutamina sintetasa.
podría deberse a que en la agresión el flujo de Gln En líneas generales, y en condiciones fisiológi-
es captado fundamentalmente por hígado y bazo cas, se puede establecer que el equilibrio peripor-
para preservar el aporte de sustratos energéticos tal-perivenoso se traduce en una conversión com-
a las células inmunocompetentes, que serían el pri- pleta del amonio portal en urea sin recambio neto
mer objetivo a mantener en pacientes críticos, y no de glutamina.
la salvaguarda de la integridad intestinal, como lo Pero existe aún otro mecanismo de actividad de
prueba el hecho de que en animales parcialmente la Gln en los hepatocitos, mediado a partir del au-
enterectomizados y con necesidades disminuidas mento del volumen celular de las células hepáticas
de Gln no se reduce la liberación de la misma por inducido por Gln tomando como base transporta-
los tejidos periféricos. Es evidente que este “sacri- dores de Na+. La mayor o menor hinchazón celular
ficio metabólico” que hace el intestino ante nece- actúa como señal anabólica sobre una gran canti-
sidades exacerbadas de Gln por parte de otros ór- dad de funciones metabólicas, las más importan-
ganos y células llega a ser muy perjudicial para él tes de las cuales son las siguientes: estimulación de
mismo en primer lugar y para el organismo poste- la síntesis de proteínas, de la síntesis de glucóge-
riormente, ya que si la situación se prolonga se in- no, de la captación de aminoácidos por el hígado y
duce una atrofia de la mucosa y un aumento de la de la oxidación de la glicina; e inhibición de la pro-
permeabilidad intestinal que puede conducir a la teólisis y de la liberación hepática de glutatión oxi-
disfunción multiorgánica secundaria. dado. Ésta sería la razón por la cual se considera a
la Gln como poseedora de una acción antiproteo-
lítica. El transporte intracelular mediado por sis-
3.3. Glutamina e hígado temas de transporte transmembrana iónicos y de
sustratos (cotransportador Na+-K+-2 Cl-, sistema
Este órgano desempeña un papel central en el Na+-K+-ATPasa) está regulado por diferentes si-
metabolismo de la Gln, ya que se comporta ba- tuaciones clínicas y hormonales, por lo que la se-
jo un doble aspecto: como fuente de Gln y como ñal anabólica dependerá del cuadro inicial y, secun-

212
C. Ortiz Leyba

Tabla 1. MECANISMOS DE ACTUACIÓN dad del pulmón para liberar Gln representa un fa-
DE LA GLUTAMINA llo metabólico y es consecuencia de la severa dis-
E INMUNIDAD función orgánica.

Como donante de nitrógeno para:


• Síntesis de purinas y pirimidinas 3.5. Glutamina e inmunidad
• Formación de arginina
• Formación de NAD+ y aminoazúcares Aunque el metabolismo de la Gln aún no está
del todo claro, se sabe que actúa como un donante
Como sustrato energético para:
de N en variados procesos que tienen una implica-
• Enterocitos
• Células de división rápida ción importante en la inmunidad y que se detallan
• Linfocitos y macrófagos en la Tabla 1. Pero, además, la glutamina se consi-
dera como un sustrato energético muy importan-
te para las células del intestino delgado y grueso, lo
que está en conexión con la integridad del mismo
dariamente, del grado de incremento del volumen y con la prevención de la translocación bacteriana.
de los hepatocitos. La insulina, el glucagón, la ade- Y como una nueva faceta más de su relevancia, ac-
nosina, la vasopresina, la serotonina, la bradikinina, tualmente se valora su relación con linfocitos y ma-
agonistas adrenérgicos y situaciones tales como la crófagos y con células de crecimiento rápido como
agresión pueden modificar estos transportadores son los fibroblastos.
e inducir bien aumento del volumen celular (insu- El aporte energético que suministra la glutami-
lina) por acumulación de Na+, K+ y Cl- como señal na se debe a una oxidación parcial de la misma. Ar-
anabólica, bien disminución del mismo (glucagón, dawi y Newsholme han estudiado el metabolismo
estrés oxidativo) al abrir los canales de K+. de linfocitos y macrófagos y han identificado algu-
nas características metabólicas peculiares de los
mismos, como es el hecho de que presentan al-
3.4. Pulmón y liberación tas tasas de utilización tanto de glucosa como de
de glutamina glutamina, que sin ser completamente oxidadas se
convierten en lactato y en glutamato y aspartato,
El pulmón, según Souba, es el órgano cuantitativa- respectivamente. Aunque la actividad de la gluta-
mente más importante en la liberación de glutamina minasa de los macrófagos es casi cuatro veces su-
en situaciones postabsortivas e hipercatabólicas. El perior a la de los linfocitos, la tasa de captación de
pulmón extrae cantidades importantes de amonio Gln por parte de los primeros parece similar a la
y glutamato de la circulación pulmonar y, por medio de los segundos cuando se estudian sobre un mo-
de la glutamina sintetasa, los transforma en Gln. delo animal.
El pulmón desempeña un papel importante en En casos de agresión, la tasa de liberación de la
el metabolismo de la Gln en estados catabólicos. Gln por parte del músculo está incrementada, da-
La liberación de Gln se intensifica en el paciente do que es fundamental para el funcionamiento de
séptico, tal como demostraron Plumley et al. Es- las células del sistema inmune y de las células im-
te aumento se atribuye, por un lado, al incremen- plicadas en la reparación de tejidos, puesto que en
to del flujo plasmático total pulmonar y, por otro, situaciones de sepsis, quemaduras, cirugía o trauma
al acrecentamiento del gradiente de concentra- se produce un aumento en el número y la actividad
ción arterial pulmonar-sistémica. Un tercer factor de los linfocitos y macrófagos. Este descenso de la
secundario, observado en estudios animales, sería Gln muscular está mediado por citokinas y hor-
la actuación de glucocorticoides, que a su vez esti- monas de la contrarregulación. En ratas a las que
mularían la Gln sintetasa en el pulmón. Sin embar- se provoca una situación de endotoxinemia se ob-
go, en situaciones de afectación de órganos, como jetiva una aceleración de la liberación de Gln por
cuando se ve afectado el pulmón en los pacien- parte del pulmón y de los músculos esqueléticos,
tes sépticos (síndrome de distrés respiratorio del mientras que el riñón cesa de consumir Gln y cam-
adulto), esa liberación de Gln cesa. Esta imposibili- bia hacia la liberación de la misma a la vena renal,

213
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

Tabla 2. CONSTITUYENTES DEL TEJIDO aporte nutricional, y los ácidos grasos de cadena
LINFÁTICO ASOCIADO corta y la Gln aparecen como los sustratos con
AL INTESTINO (GALT) mayor protagonismo en la respuesta séptica subsi-
guiente a la translocación. En animales sometidos a
• Linfocitos de la lámina propia nutrición parenteral suplementada con Gln se ob-
• Linfocitos intraepiteliales serva una atenuación de la reducción de la masa
• Folículos linfoides intestinal que se produce tras nutrición parenteral
• Placas de Peyer convencional, aunque en este último caso se man-
• Células de los ganglios mesentéricos tengan los niveles plasmáticos de Gln en valores
normales.
Al estudiar la función inmune intestinal, Bur-
ke ha objetivado que en animales sometidos a
para entre los tres órganos subvenir a mantener nutrición parenteral sin glutamina se encuen-
la reserva de Gln plasmática, ya que en situaciones tra un descenso del 50% en la IgA secretora bi-
sépticas la ingesta está muy disminuida o anulada. liar, una adherencia bacteriana a la mucosa cecal y
Esta reserva es la encargada de suministrar las ne- una translocación bacteriana marcada en nódulos
cesidades de Gln al intestino, pero sobre todo, en linfáticos mesentéricos; cuando se añadió Gln al
estas situaciones sépticas, al hígado y a las células aporte nutricional, estas anomalías funcionales se
del sistema inmune. recuperaron, siendo similares a las halladas en el
En estudios in vitro sobre macrófagos peritonea- grupo control. Por tanto, la Gln parece ser un nu-
les de rata se ha observado que para mantener una triente muy importante para el GALT.
fagocitosis normal se requieren niveles fisiológicos Existe otra faceta por la que la Gln actúa de al-
de Gln, mientras que el adicionar Gln a cultivos ti- guna manera incrementando la capacidad defen-
sulares puede incrementar la fagocitosis y la cito- siva del organismo, y es a través de su relación
toxicidad de macrófagos aislados en sangre, tanto con el glutatión (GSH), que es un antioxidante de
de quemados como de controles sanos. primera línea. Este tripéptido derivado de la Gln
La otra vía importante a través de la cual la gluta- protege a los tejidos de la agresión oxidativa. Las
mina se comporta como agente nutriente inmuno- situaciones con bajas concentraciones de GSH se
modulador es la del mantenimiento de la integridad acompañan de concentraciones titulares profun-
de la barrera intestinal. El sistema inmune intestinal damente deplecionadas. La suplementación de la
ha evolucionado hacia un órgano complejo, conoci- dieta con glutamina se ha asociado a incremen-
do como tejido linfático asociado al intestino (GALT tos de GSH en hígado y plasma, tanto en anima-
en la bibliografía anglosajona), que incluye cinco po- les como en humanos. La base bioquímica reside
blaciones de células (Tabla 2), por el que en si- en el hecho de que mientras el ácido glutámico,
tuaciones fisiológicas se establece una interfaz de la un precursor del glutatión, tiene grandes dificul-
membrana intestinal que protege al medio interno tades para ser transportado a través de la mem-
de patógenos intraluminales (ver Capítulo 1.36). En brana celular, la Gln es captada rápidamente por
situaciones patológicas, las bacterias o sus toxinas la célula.
pueden atravesar esa barrera y diseminarse sistémi-
camente a través del fenómeno denominado trans-
locación. La integridad de la barrera depende en gran 3.6. Funciones e indicaciones
medida de mecanismos de defensa específicos cons- del aporte de glutamina
tituidos por la IgA secretoria; esta inmunoglobulina
previene la adherencia bacteriana a la célula muco- Las funciones de este AA son múltiples, tal como
sa del intestino. La simple depresión inmunológica se han ido relatando y se resumen en la Tabla 3.
intestinal basta para que se inicie el fenómeno de la Por lo que respecta a las indicaciones de su
translocación sin precisar lesión celular alguna. aporte, siguiendo a Ziegler, los colectivos de pa-
La inmunomodulación con nutrientes específi- cientes que pueden beneficiarse de un aporte com-
cos en la situación potencial de translocación bac- plementado con Gln son variados y se expresan en
teriana ha sido demostrada, así como la vía de la Tabla 4.

214
C. Ortiz Leyba

Tabla 3. FUNCIONES DE LA GLUTAMINA

• Es un AANE que forma parte de la síntesis proteica corporal


• Actúa como precursor esencial de purinas, pirimidinas y aminoazúcares
• Interviene como sustrato para la amoniogénesis renal y para el mantenimiento del equilibrio ácido-base
• Estimula la síntesis proteica y de glucógeno
• Inhibe la degradación proteica
• Constituye un vehículo de transmisión del nitrógeno entre los tejidos
• Sirve como fuente energética para las células de la mucosa intestinal, células tubulares renales, células
de división rápida, células endoteliales, macrófagos y linfocitos
• Es el principal precursor de neurotransmisores del sistema nervioso central, tales como el glutamato
y el γ-aminobutírico
• Actúa como regulador del recambio proteico del músculo esquelético
• Se relaciona con los niveles de GSH

AANE: aminoácido no esencial; GSH: glutatión.

siológicas que requieren la intervención de la glu-


Tabla 4. INDICACIONES DE ADMINIS-
tamina: gluconeogénesis, proveer sustratos para el
TRACIÓN DE GLUTAMINA
ciclo de Krebs, síntesis proteica, síntesis de GSH y
de nucleótidos. Además, la participación de célu-
Procesos hipercatabólicos las de actividad inmune o de alta tasa de replica-
• Quemaduras ción está aumentada. La mayoría de los trabajos
• Trasplante de precursores hematopoyéticos avalan el empleo de Gln en el soporte nutricional
• Gran intervención
en estos pacientes, pero mientras que por vía pa-
• Infecciones
renteral existe unanimidad en los resultados, por
Disfunción intestinal
lo que respecta a la vía enteral hay alguna discre-
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Enteritis infecciosa
pancia referente a la disminución de la morbili-
• Intestino corto dad séptica. En un estudio multicéntrico realizado
• Enteritis por radiación en España por Conejero et al. sobre 84 enfermos
Situaciones de disfunción inmune con síndrome de respuesta inflamatoria sistémica
• Sida (SRIS), de los que dos tercios tenían una sepsis a
• Paciente crítico su ingreso, se administró de forma aleatoria por
• Trasplante de precursores hematopoyéticos vía enteral una dieta con 14 g de Gln frente a un
grupo control con dieta isocalórica e isoproteica,
encontrando los autores que en el grupo con
Gln la adquisición de infecciones nosocomiales,
3.6.1. Glutamina en pacientes críticos fundamentalmente la neumonía nosocomial, se
había reducido de forma significativa, aunque no se
De forma genérica hay que establecer que la detectaron diferencias entre la mortalidad ni entre
Gln se comporta como un AA indispensable en la estancia hospitalaria. Por el contrario, en otro
pacientes críticos, fundamentalmente en trauma estudio realizado en Australia sobre 363 pacientes
y sobre todo en la sepsis, dado que sus depósi- críticos a los que, de forma aleatoria y por vía
tos se deplecionan rápidamente en estas situa- enteral, se les administraron 19 g de Gln frente a
ciones de agresión, a pesar del esfuerzo biológico otra dieta control, no se observó disminución de la
que se produce para incrementar en el músculo mortalidad, pero tampoco se apreció un descenso
su síntesis a través de la transaminación. En es- de la incidencia de episodios sépticos de nueva
tos pacientes existe un conjunto de funciones fi- adquisición. Esta discrepancia merece una reflexión,

215
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

y es que en los resultados sobre la mortalidad ejercer su función de modulación del metabolismo
probablemente tenga que ver la disponibilidad proteico. En estas circunstancias parece que una in-
limitada de niveles sistémicos de Gln cuando ésta gesta superior a 30 g/día es la cantidad requerida
se aporta por vía enteral en pacientes muy graves. para saturar la extracción esplácnica.
Quedan aún por delimitar de forma clara qué Pero, si el suministro se realiza por vía paren-
subgrupos de pacientes críticos son los más bene- teral, la cantidad todavía está sujeta a debate, aun
ficiados por el aporte de Gln -que a priori parecen cuando se estima que oscila entre 20 y 30 g/día pa-
ser los pacientes sépticos y los grandes quemados, ra un adulto, obteniéndose los mejores resultados
y probablemente la gran cirugía de digestivo-, en con aportes de 30 g e incluso más. Si ello se adicio-
qué cuantía, por qué vía y por cuánto tiempo. na a una mezcla de 100 g de AA estándar, supon-
En las situaciones de gran agresión, se podría dría un 15-20% del total de AA. Esta concentra-
pensar que existe suficiente excedente de sustra- ción es el doble de la encontrada en las proteínas
to para sintetizar suficiente Gln, pero el proble- de la dieta, pero también constituye una fracción
ma se presenta cuando predominan necesidades menor que la que se libera por los tejidos periféri-
alternativas para el glutamato que lleven a una li- cos. Además se ha publicado una mejoría en la re-
mitación de la producción de glutatión. En mode- tención muscular de Gln cuanto mayor es la apor-
los animales de endotoxinemia y en humanos so- tación. Realmente, la dosis y la duración del aporte
metidos a trauma se ha comprobado el efecto que tienen mucha variabilidad dependiendo del proce-
tienen los suplementos de Gln sobre el manteni- so y del sujeto, así como de si su indicación se reali-
miento de los niveles de GSH, con incremento de za puramente como nutriente o buscando un efec-
células T y prevención de la apoptosis de células B to fármaco-nutriente. Existe un consenso en que el
en las placas de Peyer. La infusión rápida de Gln en suministro debe ser precoz, pero, mientras que en
modelos de endotoxinemia muestra una llamativa el trasplante de precursores hematopoyéticos se
protección de la lesión de órganos diana, probable- recomiendan de 6 a 12 g/día durante más de 2 se-
mente mediada por la vía de la expresión de enzi- manas, en la enfermedad de Crohn se aconsejan 20
mas implicadas en la biosíntesis de GSH y de pro- g/día a lo largo de 4 semanas, y en los pacientes crí-
teínas de choque térmico (heat shock proteins). La ticos se habla de 30 g/día al menos durante 1 sema-
producción de estas proteínas es importante en la na o más; el aporte de 40 g sugerido por algunos
respuesta a la inflamación y a la sepsis, y depende podría ser la cantidad necesaria en pacientes críti-
de la disponibilidad de Gln. camente enfermos.
No obstante, la adición de Gln por encima de los
requerimientos normales pudiera originar hipera-
3.6.2. Aporte de glutamina moniemia e incrementar los niveles de ácido glu-
en la nutrición artificial támico. Las consecuencias de grandes suplementos
de Gln sobre la función de los sistemas renal, he-
Dado que en el hombre más de un tercio de los pático y del sistema nervioso central (SNC) deben
AA liberados por los tejidos periféricos está cons- evaluarse para evitar posibles efectos perjudiciales,
tituido por Gln y que el flujo esplácnico está en- dada la íntima conexión de la Gln con la génesis
riquecido por dicho AA, la inclusión de Gln en las por un lado de amoniaco y por otro de glutamato,
formulaciones parenterales o en las dietas entera- el cual está a su vez relacionado con el neurotrans-
les parece ser apropiada, especialmente si se trata misor γ-aminobutírico.
de un paciente crítico o en cualquier situación de La Gln no está incluida en ninguna formulación
agresión. No obstante, por vía enteral no es muy parenteral, por lo que su aporte por esta vía pue-
eficiente mejorando el estatus nutricional, mientras de realizarse a través de otras alternativas, la ma-
que por vía parenteral sí se ha demostrado dicha yor parte de las cuales no están disponibles en la
eficiencia. Esta diferente respuesta puede explicar- industria. En cuanto a la nutrición enteral, existen
se porque la mayor parte de la Gln que se aporta algunos preparados comerciales que contienen un
por vía enteral se metaboliza en el lecho esplácni- mayor aporte de Gln y también se puede adicionar
co y, por lo tanto, tiene escasas oportunidades de a una dieta estándar, por lo que por esta vía no hay
aparecer en la circulación periférica donde pueda actualmente problemas para su administración.

216
C. Ortiz Leyba

Por tanto, las posibilidades son, además de aña- Tabla 5. DIPÉPTIDOS EN NUTRICIÓN
dir Gln a los aminoácidos de una formulación, las ARTIFICIAL
que a continuación se detallan.
• Bis-L-alanil-L-cistina
3.6.2.1. Dipéptidos • Bis-glicil-L-cistina
• L-alanil-L-tirosina
Los dipéptidos constituyen verdaderos nuevos • L-alanil-L-glutamina
sustratos para la nutrición clínica, al permitir la dis- • Glicil-L-glutamina
ponibilidad cualitativa de las soluciones de AA, que
suelen estar faltas de Gln, tirosina, cisteína y tau-
rina. Estos dipéptidos actualmente disponibles se
enumeran en la Tabla 5. En cuanto a la alanil-glutamina o glicil-glutami-
Con respecto a los dipéptidos de Gln, no sólo na, al tener gran solubilidad y estabilidad, permiten
mantienen o restauran las concentraciones de GSH un aporte de hasta 40 g de Gln en soluciones de
titulares a partir de la transformación por desamina- 200 ml. La alanil-glutamina es aclarada más rápida-
ción de Gln en ácido glutámico, que es un precursor mente del plasma que la glicil-glutamina.
directo del glutatión, con lo que restauran las lesio-
nes producidas por el estrés oxidativo -como sue- 3.6.2.2. α-cetoglutarato
le ser común en el paciente crítico en general y en
la sepsis en particular-, sino que además se ha des- La utilización de α-cetoglutarato proporcionaría
cubierto que modulan la respuesta inflamatoria en- el esqueleto carbonado de la Gln sin añadir la carga
dógena atenuando la expresión de mediadores pro- nitrogenada. El α-cetoglutarato (α-CG) es un pre-
inflamatorios (TNF-α e IL-8) y sobreproduciendo cursor del glutamato y de la Gln y un sustrato cen-
moléculas antiinflamatorias (IL-10). Sobre pacientes tral del ciclo de ácidos tricarboxílicos, por lo que se
sometidos a cirugía colorrectal, la administración de estima que su adición sería capaz de mantener los
alanil-Gln promovió la síntesis de cisteinil-leuco- niveles de Gln en situaciones de estrés y de esa for-
trienos, cuyo mantenimiento o aumento de niveles ma atenuar el catabolismo muscular. Estos efectos
constituye un marcador de supervivencia, como se se han observado al aportarlo por vía parenteral y
ha visto en pacientes críticos. en posquirúrgicos reglados de cirugía de cadera. No
Otros efectos que se atribuyen a los dipéptidos obstante, el aporte enteral reviste otras facetas que
de Gln son el incremento de la utilización de glucosa hay que tener en cuenta. Para algunos, el α-CG pue-
mediada por insulina y la modulación de la interac- de ser empleado por las células de la mucosa intes-
ción insulina-glucemia, por lo que sería un nutriente tinal de forma directa como sustrato energético o
conveniente en situaciones asociadas a resistencia bien ser convertido en Gln en dichas células. Sin em-
insulínica, tales como el trauma, la sepsis o la dia- bargo, para otros esa conversión no se produce, por-
betes mellitus. Asimismo, se han publicado efectos que postulan que los enterocitos son consumidores
cardioprotectores y de rescate sobre un modelo primarios de Gln con expresión de alta actividad
experimental de corazón de rata, al prevenir la dis- glutaminasa y prácticamente ninguna actividad gluta-
minución postisquémica del gasto cardiaco y restau- mina sintetasa. Esta segunda opinión viene refrenda-
rar a valores normales varios metabolitos cardiacos, da por el hecho de que en modelos animales el α-
probablemente mediando a través del mantenimien- CG no muestra ninguna acción de ahorro sobre los
to del glutamato miocárdico, del ATP y de la fosfo- depósitos de Gln endógena. Pero esta discrepancia
creatina, y previniendo de la acumulación de lactato. se soslaya con el empleo de α-CG de ornitina (α-
La disponibilidad de dipéptidos de tirosina per- CGO) en lugar de α-CG sódico para conseguir por
mite el aporte a la carta en fracaso renal agudo y vía enteral la disminución del catabolismo proteico
crónico. En las situaciones de insuficiencia hepática, posquirúrgico. Las diferencias entre estos dos sus-
tanto la glicil como la alanil-tirosina no se ven afec- tratos tan próximos son notables, puesto que el α-
tadas en su eliminación ni hidrólisis, por lo que am- CG sódico no influye en la secreción de insulina ni
bos dipéptidos pueden emplearse como fuente de tiene ningún efecto regulatorio metabólico por vía
tirosina en hepatopatías. enteral, mientras que el α-CGO es un sustrato in-

217
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

muno-fármaco-nutriente potente y muy estable en La situación para la cual se cree que resul-
solución, aunque hay que recordar que esta activi- ta de utilidad el empleo de AACR es la sepsis,
dad inmunonutriente sólo la ejerce cuando existe ya que muy recientemente se ha descartado su
una situación de alteración del catabolismo. Asimis- utilización para la insuficiencia hepática. El apor-
mo, se han descrito acciones como la de ser un po- te de soluciones con AACR se estima necesa-
tenciador de la secreción de la hormona de creci- rio porque suministran aminoácidos para la sín-
miento y de la síntesis del colágeno. tesis proteica ante procesos reparadores y para
las células del sistema inmune; actúan como pre-
3.6.2.3. Aminoácidos de cadena ramificada cursoras para la gluconeogénesis; y, por último,
proveen de aminoácidos ramificados que pueden
Los aminoácidos de cadena ramificada (AACR), ser oxidados por los músculos, sirviendo por lo
como valina, leucina e isoleucina, son precursores tanto como sustrato energético de los mismos.
de Gln. Aun cuando el empleo de estas solucio- En la sepsis, los trabajos de Jiménez-Jiménez et al.
nes no pueda impedir en ocasiones un descenso (JPEN, 1991) y de García de Lorenzo et al. (Crit
de los niveles de Gln ante algunas situaciones de Care Med, 1997) mostraron una disminución de
agresión, nuestro grupo de investigación ha conse- la mortalidad frente a un grupo control, además
guido mantener los niveles de Gln plasmáticos me- de un balance nitrogenado positivo más marca-
diante soluciones enriquecidas con AACR al 45% do, una reducción en el catabolismo de la proteí-
en pacientes sépticos. na muscular y una recuperación más rápida de las
La relación entre aporte de AACR al 45% e in- proteínas viscerales. Hay que destacar la influen-
cremento de alanina y Gln plasmáticas ha sido re- cia que ejercen los AACR sobre el aparato respi-
ferenciada por numerosos autores, e incluso con ratorio, aumentando de forma específica el impul-
formulaciones con menor riqueza de AACR. Pare- so respiratorio.
ce ser que la producción tanto de alanina como de Otras acciones descritas son la prevención de
Gln es dependiente de la concentración de NH3 la aparición de la anorexia y del retraso de la in-
dentro del tejido muscular. gesta que se observa en los pacientes sometidos a
Con respecto a todas estas posibilidades, Vin- nutrición parenteral (NP) convencional; y los efec-
nars et al. estudiaron un aporte en pacientes tos que presentan sobre el sistema nervioso cen-
sometidos a trauma quirúrgico repartidos en tral, antagonizando la acción nociva de un exceso
cuatro grupos y a los que se les adicionó a la nu- de aminoácidos aromáticos, no sólo en la encefa-
trición parenteral Gln a razón de 0,285 g/kg/día, lopatía hepática, sino también en los trastornos
α-CGO en dosis de 0,350 g/kg/día, α-CG en can- de la conciencia que se encuentran asociados a la
tidades de 0,194 g/kg/día y alanil-glutamina en to- sepsis y cuya presencia se acompaña de mal pro-
mas de 0,345 g/kg/día. En todos los grupos se nóstico.
observó un menor catabolismo muscular esque- Existe una corriente de opinión que sostiene
lético a través de la concentración de Gln y de que los indicadores de la eficacia o no de las so-
los polirribosomas intracelulares con respecto al luciones de AACR no deben ser en todos los ca-
grupo control. sos parámetros clásicos de valoración como lo es
En situaciones de agresión, especialmente en pa- el balance nitrogenado -aunque en los trabajos de
cientes críticos donde el metabolismo de los AA nuestro grupo de investigación sí lo ha sido-, sino
está alterado, se describe un incremento del pool que habrá que considerar en el futuro indicadores
plasmático de AA con un patrón bastante caracte- en relación con el incremento de los niveles de Gln
rístico, que consiste en descenso de los AACR con y/o con la duración de la estancia de los pacientes
ascenso de los aromáticos (fenilalanina y triptófa- sometidos a NP.
no). Sin embargo, en el compartimiento muscular
los AACR están aumentados. El aporte de AACR 3.6.2.4. Glutamato
supera la demanda para estos aminoácidos, por lo
que las repercusiones encontradas al suministrar- ¿Y por qué no glutamato? La ausencia de em-
los han de considerarse como debidas a efectos pleo de glutamato como fuente de Gln se debe a la
fármaco-nutrientes. sospecha, nunca demostrada, de que sea el causan-

218
C. Ortiz Leyba

te del llamado “síndrome del restaurante chino” de infecciones, una restauración de la función linfo-
descrito en 1968 y consistente en cefaleas, enro- citaria, una reducción de la estancia hospitalaria y
jecimiento, sudoración, hinchazón facial, entumeci- una mejoría subjetiva de confort de los pacientes.
miento o quemazón peribucal, dolor torácico, sen- Estos resultados han sido corroborados por otros
sación de falta de aire en pulmones y, en ocasiones, autores. No obstante, en una investigación realizada
taquicardia y trastornos del ritmo, y que se atribu- sobre 29 pacientes y con el mismo aporte de Gln,
yó a la presencia de glutamato monosódico como Schoerb y Amare solamente han detectado una dis-
aditivo. Sin embargo, este dato no ha sido probado minución de la estancia hospitalaria.
y quizás tenga más relación con la sensibilidad de En 20 pacientes con enfermedad inflamatoria in-
algunas personas a los aditivos. Algunos estudios testinal y neoplasia, y añadiendo el dipéptido glicil-
sostienen que el glutamato exógeno no se mezcla L-glicina en dosis de 0,230 g/kg/día, Van der Hulst
con el pool de glutamato, que es el precursor para et al. han hallado un mantenimiento de la per-
la síntesis de Gln, pero otros autores discrepan de meabilidad basal intestinal.
estos resultados e indican que las dietas enriqueci- Por lo que respecta a pediatría, al suplementar
das con glutamato pueden incrementar el pool de con Gln la nutrición parenteral de niños que pesa-
Gln por el ahorro que de dicho aminoácido se pro- ban menos de 800 g, Lacey et al. apreciaron una dis-
duce en los enterocitos. minución de la necesidad de NP y un menor tiem-
po de ventilación mecánica.
La estabilidad de todas estas soluciones se ha vi-
3.6.3. Aporte parenteral gilado, así como la aparición o no de efectos secun-
darios, y no se han encontrado incrementos signifi-
En un estudio realizado sobre 12 pacientes so- cativos de glutamato o de amonio. Se ha notificado
metidos a cirugía colorrectal y a los que se les apor- elevación de enzimas hepáticas tras 2 semanas de
taron 0,190 g/kg/día de Gln sobre una dieta que a su NP suplementada con 0,285 g/kg/día. En lo refe-
vez servía como control adicionándole alanina y gli- rente a la conservación, no existe generación apre-
cina, Stehle et al. detectaron un menor balance ni- ciable de amonio o glutamato tras 6 semanas de
trogenado negativo, al tiempo que se mantenían los conservación a 4 ºC o a temperatura ambiente du-
depósitos intracelulares musculares de Gln. Y en un rante 24 horas.
trabajo efectuado sobre 22 pacientes a los que se El aporte parenteral en pacientes críticos se ha
les practicó colecistectomía reglada y se les admi- visto sancionado por numerosos trabajos donde se
nistraron 0,285 g/kg/día de Gln libre añadida a una sugería una relación entre Gln parenteral, supervi-
formulación estándar, Hammarqvist et al. observa- vencia y adquisición de infecciones, así como me-
ron un mantenimiento de los depósitos intracelu- nor incidencia de fracaso de órganos. Pacientes
lares de Gln, un menor balance negativo nitrogena- sometidos a Gln parenteral adquieren menos co-
do y un mantenimiento de la síntesis de la proteína lonización por Candida. Los autores consideran que
muscular. Este último autor repitió la investigación, esos resultados son una demostración clínica de
pero adicionando en 16 pacientes con igual pato- cómo la Gln puede recuperar una inmunodepre-
logía y fórmula control 0,285 g/kg/día del dipépti- sión, sobre todo si está mediada por la inmunidad
do alanil-glicina; los resultados obtenidos fueron los adquirida asociada a células T. Esta impresión clínica
mismos que en el estudio previo. se ha visto corroborada por otros trabajos. En un
Por su parte, sobre seis pacientes críticos a los estudio abierto y aleatorizado sobre la evolución
que se les complementó asimismo con 0,270 g/kg/ a seis meses de pacientes críticos que recibían 0,2
día de alanil-glicina, Fürst et al. encontraron sola- g/kg/día de Gln en forma de dipéptidos frente a
mente una mejoría en el balance nitrogenado. un grupo control, Goeters et al. confirmaron una
Pero es en el campo de los trasplantes de precur- reducción de la mortalidad en el subgrupo de
sores hematopoyéticos donde se ha realizado ma- pacientes a los que se proporcionaba la formulación
yor número de estudios. Así, Ziegler et al. obser- parenteral durante 9 días o más. Por su parte, No-
varon que al adicionar 0,57 g/kg/día de Gln libre se vak et al. refuerzan en un metaanálisis las ventajas
apreciaba no sólo una mejoría del balance nitroge- sobre mortalidad (RR, 0,71; 95% IC, 0,51-0,99) y
nado, sino además una disminución de la incidencia morbilidad de la administración de Gln por vía pa-

219
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

Tabla 6. PORCENTAJES DE CONTENIDO nistrar en bolos, lavando posteriormente la sonda


DE GLUTAMINA EN DIFERENTES con 30 ml de agua.
SUSTRATOS Aunque el aporte de Gln se considera segu-
ro, se han levantado algunas dudas en situaciones
• Caseína: 8,68-12,7% de isquemia y repercusión intestinal donde el ex-
• Lactoglobulina: 7,19% ceso de demandas energéticas para el transporte
• Lactoalbúmina: 5,15% del sustrato puede sobrepasar al propio suplemen-
• Proteína de soja: 9,02-9,68% to de Gln y exacerbar así una deplección de ATP.
No obstante, experimentalmente se ha comproba-
do que tanto la glucosa como la Gln mantienen la
capacidad absortiva conservando el ATP, y además
renteral, mientras enfatizan la ausencia de efectos son sustratos protectores contra la lesión tisular,
secundarios de dicha suplementación. lo que no sucede con la alanina.
En pacientes críticos surge la duda acerca de si En sujetos normales, el aporte enteral de Gln es
el aporte enteral de Gln puede ser suficiente pa- capaz de moderar la síntesis de Gln intramuscular.
ra cubrir las altas necesidades. En un estudio so- En los pacientes críticos, sin embargo, la Gln
bre quemados que recibían Gln enteral se observó enteral fracasa en alterar el metabolismo de este
que al suministrarles Gln parenteral a dosis altas aminoácido o de la síntesis muscular proteica.
(0,57 g/kg/día) descendieron de forma significativa
las infecciones relacionadas con catéter y las
bacteriemias por Gram-negativo. 3.6.5. Coste/efectividad
Los aportes nutricionales de Gln se han mostra-
do seguros en pacientes pediátricos desnutridos, Es llamativo el poco impacto que tiene en el uso
en los que se aprecia una reducción de la incidencia clínico la evidencia científica publicada sobre el es-
de la sepsis y un incremento de subpoblaciones de caso o nulo riesgo del empleo de Gln frente a su
células T HLA-DR. Asimismo, la utilización de Gln alto beneficio. Sin embargo, terapias mucho más
en niños con alto riesgo de enterocolitis necroti- costosas o con mayores riesgos y efectos secunda-
zante se ha asociado con menor estancia hospita- rios han tenido y tienen mucha más resonancia en-
laria, menos días de ventilación mecánica y de NP. tre los clínicos.
Para algunos autores, el empleo de dipéptidos de Schoerb y Amare estimaron que el ahorro pro-
Gln en la nutrición en niños debiera ser una prác- ducido en 30 pacientes sometidos a trasplante de
tica rutinaria en un futuro próximo. precursores hematopoyéticos alcanzaba por año
los 180.000 dólares y 270 días, mientras que el
costo por paciente en el estudio de Ziegler fue de
3.6.4. Aporte enteral 1.970 dólares. En total, el ahorro estimado por la
disminución de estancias sería de 11.000 dólares
En las formulaciones enterales se deben tener por paciente. Más barata aún es la Gln oral, cuyo
en cuenta los porcentajes de contenido de Gln en costo se estima en 4 dólares/día (≃ 30 g).
los diferentes sustratos que componen el aporte Por tanto, la Gln debiera sumarse al arsenal te-
proteico por vía enteral, los cuales se expresan en rapéutico de determinadas poblaciones de pacien-
la Tabla 6. tes, especialmente de aquéllos más graves.
La Gln puede administrarse en dietas prepara-
das enriquecidas con Gln, o bien suplementar con
ella una dieta estándar. Para ello se debe recordar 3.7. Consideraciones finales
que las necesidades diarias vienen a ser de 30 g, pe-
ro que esta dosis se debe bajar a 20 g/día cuando En una reciente revisión sobre la utilización de
existe insuficiencia renal o hepática. Asimismo, hay la Gln por vía enteral, García de Lorenzo et al. (Nu-
que tener en cuenta que la Gln se debe diluir a ra- trition 2003) han establecido que las dietas com-
zón de 10 g por cada 30 ml de agua o líquido iso- plementadas con Gln son bien toleradas; que en
tónico que no estén calientes, y que se ha de admi- politraumas, la Gln mejora la función inmune dismi-

220
C. Ortiz Leyba

nuyendo la respuesta inflamatoria y las complica- Por lo que respecta a la inducción y al creci-
ciones infecciosas; que en pacientes críticos, estas miento tumoral, la Arg disminuye la inducción de
dietas hacen descender los costes, fundamental- tumores, aumenta su periodo de latencia y re-
mente por reducir la estancia hospitalaria; y que duce el tamaño tumoral en sarcoma inducido
en personas sometidas a trasplante de precurso- por virus. No obstante, no es capaz de vencer la
res hematopoyéticos y en pacientes tras quimiote- inmunodeficiencia de la desnutrición proteica y la
rapia por un tumor, la Gln mejora la mucositis, lo inmunogenicidad pobre del tumor.
que conlleva una mejor calidad de vida. Su empleo Pero existe una nueva faceta, asimismo extraor-
en el síndrome de intestino corto no queda bien dinariamente interesante, con respecto a la argini-
definido. Y finalmente concluyen que no existen di- na, y es el descubrimiento de la formación de óxi-
ferencias nutricionales o en el aminograma plasmá- do nítrico en el curso del metabolismo de este AA
tico entre el uso por vía enteral o parenteral. No en diferentes tipos de células: en el endotelio vas-
obstante, esto último es contestado en el ya citado cular, en células nerviosas y en leucocitos (ver Ca-
metaanálisis de Novak et al., donde se establece la pítulo 1.15). El óxido nítrico (NO) sólo puede ser
ventaja de la administración de la glutamina por vía originado a partir de la L-arginina, y su tasa de pro-
parenteral sobre la vía enteral. ducción es dependiente de la concentración de la
misma, siendo modulada a su vez por la arginina
metilada como antagonista y por la inducción de
la sintetasa del NO, mediada por el TNF-α y otras
4. Arginina citokinas, como la IL-1 y la IL-6. La actuación del
óxido nítrico formado a partir de la arginina com-
La arginina (Arg) ha sido considerada como un porta acciones tan importantes como son la inhi-
AA semiesencial. No obstante, recientes estudios bición de la agregación plaquetaria, la regulación de
han demostrado que, bajo ciertas condiciones, la la termogénesis y una clara acción vasodilatado-
arginina puede ser indispensable para determina- ra, además de intervenir como agente citotóxico
dos mamíferos adultos (ver Capítulo 1.15). Actual- y citostático para diversos gérmenes y para célu-
mente se está valorando la acción de este amino- las tumorales. La administración de Arg puede teó-
ácido como mediador fisiológico de liberación de ricamente propiciar la relajación vascular, inhibir la
varias hormonas, como la hormona de crecimiento agregación plaquetaria, activar a macrófagos e in-
(hGH) y la prolactina, la somatostatina y las cateco- fluir en el metabolismo de los radicales libres.
laminas, pero de forma especial la insulina, siendo el Existe una gran cantidad de bibliografía sobre
AA más insulinogénico. Y, sobre todo, ha quedado el empleo de Arg por vía enteral, usualmente en
claramente establecida su necesaria actividad como combinación con otros sustratos. En cambio, la in-
factor acelerador de la cicatrización de las heridas formación sobre su aporte intravenoso es prácti-
tras un trauma o una agresión quirúrgica, y además camente nula, probablemente por los efectos he-
se han constatado sus efectos beneficiosos en la re- modinámicos que se teme pudiera ejercer a través
tención nitrogenada en situaciones de estrés. del NO, pero también porque dosis elevadas de
Otra acción especialmente atractiva de la Arg es Arg pueden inducir un déficit de lisina al aumentar
su capacidad para actuar como mediadora de la in- la excreción renal de este último AA.
munomodulación, potenciando la inmunidad media- En grupos de pacientes críticos y en agresión,
da por células, bien directamente, bien a través de los estudios clínicos donde se ha administrado Arg
un incremento de los niveles de ornitina. La argini- por vía enteral han mostrado una retención nitro-
na es un componente esencial en la síntesis de po- genada neta moderada y una ligera mejoría de la
liaminas y en la de ácidos nucleicos, mecanismos a síntesis proteica en comparación con el aporte de
través de los cuales es capaz de influir en la activi- dietas isonitrogenadas control. En pacientes pos-
dad mitótica; estas vías metabólicas están modula- quirúrgicos de neoplasias sólidas, el suministro de
das por las arginasas I y II. Actualmente se piensa 25 g/día de Arg elevaba la inmunidad. Del mismo
que la Arg intervendría más como promotora de la modo se incrementan los niveles de factor de cre-
síntesis de DNA que como precursora nutricional cimiento análogo a la insulina 1 (IGF-1) en más de
de la misma. un 50%, lo que refleja la secreción de hGH pro-

221
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

ducida por el suplemento de Arg. Asimismo, tras han descrito otras vías de estimulación de la
aportes orales de 30 g/día de Arg se ha eviden- traducción ligada al aporte de leucina, como son
ciado una mejoría de las heridas. No obstante, en las vías rapamicina-sensibles (mTOR-4E-BP1/S6K1)
ningún ensayo clínico se ha demostrado descen- o las vías relacionadas con la insulina (ver Capítulos
so de la mortalidad, a excepción del multicéntri- 1.6 y 1.31).
co de Galbán et al., donde además se probaba una El efecto estimulante de la leucina se mantiene
disminución de los episodios de bacteriemia en pa- a lo largo de todo el ciclo vital. Así, en un estudio
cientes sépticos. En un metaanálisis reciente se ha sobre ratas viejas que habían perdido la capacidad
notificado que con el empleo de formulaciones in- de estimular la síntesis proteica, la recuperaron
munomoduladoras donde participaba la Arg se en- con una dieta rica en leucina. Pero esta respuesta
contraba que los resultados eran dependientes de de recuperación no es lineal, y se necesitan altas
la cantidad de Arg (un mayor suministro estaba concentraciones de leucina para desencadenar
asociado a una menor mortalidad), pero también una respuesta normal.
de la población a la que se dirigía, de modo que Además de regular la síntesis proteica, la leucina
existía una tendencia a una mayor mortalidad con modula la transcripción de algunos genes selec-
el aporte de arginina en los pacientes críticos, es- cionados (ver Capítulo 1.31).
pecialmente en shock séptico.
Con el estudio de la agmatina y la agmatinasa se
abre una nueva participación metabólica. La agmatina
es un metabolito de la Arg que puede actuar como 6. Otros aminoácidos
una molécula de señal celular y que sirve también
como intermediaria en la vía de la síntesis de las 6.1.Tirosina
poliaminas (ver Capítulo 1.15). La Arg se transforma
en agmatina por la acción de la argininadecarboxilasa, Procede de la fenilalanina por hidroxilación esen-
y ésta a su vez se convierte en putrescina y urea por cial. Cuando disminuye la actividad hidroxilasa en el
la agmatinasa. Su papel en fisiopatología humana es hígado, lo que sucede en los prematuros y en enfer-
poco conocido, y la expresión de agmatinasa queda medades hepáticas, este aminoácido tiene carácter
reducida en el hombre a hígado y riñón, donde ante semiesencial (ver Capítulo 1.15).
infecciones virales aumenta su producción. Es, pues,
otra faceta más que permanece sin desvelar con es-
te AA. 6.2. Cisteína
Proviene de la metionina por transulfuración he-
pática, actividad que disminuye en hepatopatías (ver
5. Leucina Capítulo 1.14). La cisteína en NP puede incremen-
tar los niveles de taurina.
De entre todos los aminoácidos ramificados, La cisteína es un antioxidante potente, que no
la leucina es el que más llama la atención. Curio- sólo inhibe a partir de esta función los efectos del
samente, se trata del menos abundante en las for- TNF-α generados en la replicación del virus de la
mulaciones de AACR comerciales. Pero el hecho inmunodeficiencia humana (VIH) en monocitos, si-
es que los AACR, y en particular la leucina, pueden no que también inhibe la expresión de factores de
reproducir un efecto estimulante de AA sobre la transcripción nuclear en células T. Estos estudios
síntesis proteica. El mecanismo se haría regulando indicarían que el tratamiento con antioxidantes
dicha síntesis a partir de una señal intracelular para sulfhidrilos de enfermedades inflamatorias o con
estimular el inicio de la traducción. En un estudio déficit inmune podría resultar beneficioso; no obs-
sobre ratas sometidas a un alto aporte de leucina, tante, faltan trabajos clínicos que soporten estas
Lynch et al. encontraron que al incrementar la tesis. El principal problema es la ausencia de for-
activación de factores de traducción que regulan mulaciones adecuadas, aunque quizás en los próxi-
el RNA mensajero conseguían estimular la síntesis mos años aparezcan dipéptidos de cisteína estables
proteica en músculo y tejido adiposo. Pero se y solubles que resuelvan esta cuestión.

222
C. Ortiz Leyba

6.3.Taurina Con respecto al aporte de taurina, dado que


gradientes transmembrana altos en los espacios in-
La taurina es el AA libre intracelular más abun- tra a extracelular (250 a 1) pueden limitar su capta-
dante, y el interés que despierta está creciendo rá- ción celular, habría que cuestionarse si el aporte de
pidamente. Considerada durante mucho tiempo taurina libre por vía enteral o parenteral puede ser
como un producto final del metabolismo de los AA beneficioso. De hecho, la administración de tauri-
azufrados (procede de la cisteína, y la Gln regula la na libre parenteral en pacientes con insuficiencia
producción de taurina), actualmente se valora co- renal crónica no se mostró eficaz, acumulándose
mo un importante factor implicado en el funciona- la taurina en los líquidos corporales y perdiéndo-
lismo de la regulación de órganos y sistemas en los se en gran cuantía por la orina residual, además de
mamíferos, especialmente sobre los músculos y el producir efectos secundarios, tales como náuseas y
sistema nervioso central (ver Capítulo 1.15). mareos. Por tanto, algunos autores postulan que el
Este AA tiene una función de gran relevancia empleo de dipéptidos de taurina es una forma más
atrapando los oxidantes clorados y produciendo conveniente de administración, dada la considera-
cloroamina, a partir de un mecanismo de interac- ble actividad hidrolasa existente tanto en la mem-
ción con el H2O2 y Cl- en la reacción de mielope- brana como en el interior celular. En el trauma se
roxidasas, que no es tóxica. Además actúa como un recomiendan aportes de 10 mg/kg en NP.
protector celular frente a la autodestrucción. Dado
que es un AA extraordinariamente abundante
en el citosol de las células de la inflamación, 6.4. Serina e histidina
especialmente en neutrófilos, puede viajar con
ellos hasta el tejido en agresión o lesionado para La serina desempeña un importante papel en los
enfrentarse a los radicales libres. procesos de remetilación y es un precursor de la
Otra función de la taurina es mediar como glicina (ver Capítulo 1.14). Se considera indispensa-
regulador osmótico, que a su vez induce influencias ble en la insuficiencia renal crónica.
sobre el potencial de la membrana o la actividad La histidina es un AA indispensable en niños, así
enzimática celular. Cuando el Na extracelular como en adultos en la insuficiencia renal crónica
aumenta, la taurina intracitosólica se eleva, lo para mejorar el balance nitrogenado.
que puede explicar por qué el flujo intracelular
de la taurina se incrementa en circunstancias de
estrés metabólico. También está implicada en la 6.5. Glicina
modulación del transporte de Ca2+, por lo que
se le atribuyen acciones inotrópica y antiarrítmi- El interés por lo que respecta a la glicina se ha
ca por estabilización de la membrana y en la neu- acentuado en los últimos años debido a la eviden-
romodulación. cia creciente de su actividad citoprotectora, anti-
En situaciones de agresión quirúrgica, trauma inflamatoria e inmunomoduladora.
o sepsis, los niveles plasmáticos de taurina se Estas acciones genéricas se ven plasmadas en si-
encuentran disminuidos, y siguen declinando a tuaciones clínicas que hacen más atractivo su em-
medida que progresa la disfunción metabólica y/o pleo en un futuro próximo. Así, ejerce un efecto
respiratoria, lo que sugiere una necesidad de aporte, protector ante situaciones de shock de distinto ori-
bien directamente, bien a partir de la Gln, como gen (séptico, hemorrágico, endotóxico), además de
observaron Boelens et al. en pacientes traumáticos prevenir las lesiones propias de las situaciones de
en los que los niveles plasmáticos de taurina se isquemia/repercusión en diferentes órganos, tales
elevaban con el suministro de Gln. como hígado, riñón, corazón, intestino y múscu-
La dieta habitual provee de aportes suficientes lo esquelético. Esta protección se amplía a tóxicos
de taurina, además de la síntesis de novo a partir de externos y a fármacos. En situaciones de estrés se
la cisteína. Pero esta última vía no es suficiente en ha atribuido a la glicina un papel de protección de
situaciones de hepatopatías o nefropatías, así como la mucosa gástrica para evitar la aparición de lesio-
en periodos precoces de la infancia, por lo que se nes agudas de mucosa por inhibición de la secre-
convierte en un AA indispensable condicional. ción gástrica. A nivel celular, la glicina previene los

223
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

pasos finales de la necrosis por bloqueo de la aper- taria y eleva la producción de anticuerpos. En di-
tura de poros inespecíficos. Además activa canales versos estudios clínicos, el empleo de LCT se ha
cloruro en la membrana para estabilizar e hiperpo- asociado a un mayor crecimiento bacteriano en ca-
larizar el potencial de la misma, y como consecuen- téteres de pacientes quirúrgicos, a un incremento
cia hace disminuir la entrada de iones de Ca. Este de bacteriemias en neonatos críticos y a aumentos
hecho, junto a que en los propios macrófagos su- de neumonías y de infecciones relacionadas con
prime la activación de los factores de transcripción catéter en traumatizados.
y la formación de radicales libres y de citokinas
proinflamatorias, da lugar a los efectos antiinflama-
torios e inmunomoduladores antes referidos. 7.1.Triglicéridos de cadena media
Existen muy pocos trabajos que evalúen la activi-
dad de los triglicéridos de cadena media (MCT: Me-
7. Lípidos dium Chain Triglycerides) sobre la inmunidad. Expe-
rimentalmente se ha demostrado que presentan
El perfil idóneo para una nueva grasa tendría una menor disminución de la inmunocompetencia.
que cumplir las siguientes características: ser sus- Sedman et al. han estudiado el comportamien-
trato nutriente, aporte de ácidos grasos esenciales to de linfocitos humanos y han observado una re-
y suministro de las vitaminas liposolubles; partici- ducción del 50% de su capacidad inmunosupreso-
par de la composición y estructura de las membra- ra cuando se utilizaban MCT en lugar de LCT. Tras
nas celulares por lo que respecta a la fluidez y ac- 7 días empleando distintos regímenes de nutri-
tividad de los receptores y su especificidad; regular ción parenteral con AA-glucosa, AA-glucosa-LCT
la síntesis de eicosanoides; modular la expresión y AA-glucosa-MCT, estos mismos autores encon-
de genes implicados en las vías metabólicas de la li- traron una mejoría de la actividad de las células NK
pogénesis y de la glucólisis, de genes de respuesta (Natural Killer) y LAK (Lymphokine-Activated Killer)
precoz y de genes para mediadores inflamatorios, en pacientes quirúrgicos del grupo de MCT sobre
como, por ejemplo, el factor nuclear κB (NF-κB); y, los otros dos.
además, tener la menor capacidad inmunodepreso- En otros trabajos se constata asimismo un me-
ra y proinflamatoria posible. nor comportamiento inmunodepresor de apor-
De forma genérica (aunque más abajo se expo- tes con mezclas MCT/LCT en comparación con
nen otras singularidades), los lípidos actualmente LCT solos al medir el índice CD4/CD8 y la fun-
empleados en nutrición artificial son sustratos bá- ción retículo-endotelial. En pacientes sépticos, es-
sica y globalmente inmunomoduladores con acción te tipo emulsión con MCT se ha mostrado eficaz,
principal depresora. Los estudios más exhaustivos como confirmó nuestro grupo de investigación so-
se han realizado sobre los triglicéridos de cadena bre 72 pacientes sépticos a los que se les adminis-
larga (LCT: Long Chain Triglycerides), especialmen- traron aleatoriamente lípidos en forma de LCT o
te sobre los que contienen ácido linoleico, ya que MCT/LCT, obteniéndose en el último grupo una
en su proceso catabólico van a generar a partir del evolución más favorable, sin existir un incremento
ácido araquidónico las prostaglandinas de la serie 2 de los efectos adversos.
y leucotrienos de la serie 4, que son inmunodepre- Las singularidades de los MCT se exponen en la
sores, especialmente la PGE2. Esta prostaglandina Tabla 7.
tiene diferentes acciones inmunomoduladoras de-
pendiendo de su concentración. Así, en altas con-
centraciones (> 10-9 M) es capaz de activar las célu- 7.2. Ácidos grasos
las T-supresoras, evita la blastogénesis de células T poliinsaturados n-3
y B, inhibe la liberación de determinadas citokinas,
reduce la producción de inmunoglobulinas, supri- En cuanto a los ácidos grasos poliinsaturados
me la respuesta a mitógenos y deprime la función n-3 (AGPI n-3) -también denominados omega-3
fagocítica. Por el contrario, en concentraciones ba- (ω-3)-, la base teórica, probada experimentalmen-
jas (< 10-9 M) promueve la diferenciación linfoci- te, de que el empleo de n-3 genera eicosanoides

224
C. Ortiz Leyba

Tabla 7. CARACTERÍSTICAS DE LOS TRIGLICÉRIDOS DE CADENA MEDIA

• Ventajas probadas: eficiente hidrólisis por la LPL y rápida eliminación plasmática de los remanentes
• Disminuyen la necesidad de antioxidantes, al tener menos AGPI la emulsión
• La posibilidad de que los MCT sean rápida y completamente oxidados no ha sido demostrada
en pacientes críticos, pero persiste la probabilidad de ser preferentemente oxidados, ahorrando
gran cantidad de ácidos grasos esenciales para que se incorporen a las membranas celulares

O bien se intenta el empleo de otros ácidos grasos


Tabla 8. PROPORCIÓN n-6:n-3 que, manteniendo el estatus de los fosfolípidos de
las membranas, tengan otras vías metabólicas.
• Dieta normal en Estados Unidos y Canadá Los AGPI n-3 son capaces de reducir la pro-
10:1; Europa occidental 7,5-20:1 ducción de citokinas proinflamatorias y radica-
• Dieta española: 10,8-7,1:1 les libres, así como la reactividad de los linfocitos.
• Dieta mediterránea estricta (Creta): 5,1:1 Además, modulan varios factores de transcripción
• Recomendación en pacientes críticos: 4-2:1 nuclear, como el NF-κB y el receptor activado por
• Emulsión de LCT: 7:1
proliferadores de los peroxisomas (PPAR); y tam-
• Emulsión basada en aceite de oliva: 9:1
bién influyen en la expresión de genes. Asimismo
LCT: triglicéridos de cadena larga. se han descrito otras reacciones en la sepsis don-
de están implicadas las células endoteliales, cuya
respuesta a diferentes moléculas, tales como E-se-
lectina, ICAM-1, VCAM-1, está disminuida total o
procedentes del ácido eicosapentaenoico, que son parcialmente, así como la reactividad a IL-6 e IL-8.
menos inmunodepresores que los eicosanoides Parece que la capacidad de depresión de la activa-
procedentes del ácido araquidónico, que pertene- ción endotelial está en relación con la presencia de
ce a la serie n-6, ha hecho que estos sustratos aca- dobles enlaces.
paren un gran interés (ver Capítulos 1.4 y 1.13). El Las propiedades inmunomoduladoras de los
aspecto fundamental en la actualidad es saber cuál AGPI n-3 han hecho que se despierte el interés
es la proporción n-3/n-6 ideal para influir en la res- por su empleo en pacientes críticos. En un recien-
puesta inmune. Esta modulación de eicosanoides a te estudio sobre 21 pacientes con sepsis, Mayer
través de los AGPI n-3 se ha mostrado más efecti- et al. sometieron a nutrición parenteral de forma
va en dietas con bajo aporte de grasas (5%) que en aleatoria durante 5 días a un grupo con emulsión
dietas con un porcentaje más elevado (20%). No con n-6 y a otro con n-3; en este último grupo, a
obstante, esa proporción es variable en las ingestas los 2 días de tratamiento no solamente se revirtió
de diferentes zonas geográficas en sujetos norma- el patrón de elevación del acidograma plasmático,
les (Tabla 8), por lo que todavía resulta más difí- elevándose el ácido eicosapentaenoico y el doco-
cil determinar cuál es la proporción “oro” en el pa- sahexaenoico sobre los niveles de ácido araqui-
ciente en agresión. Quizá sea 4-1:1. dónico, sino que además se produjo una disminu-
Por tanto, se están buscando alternativas que pri- ción de la expresión de citokinas proinflamatorias
men la producción de prostaglandinas de la serie 3 de los monolitos, en contraste con lo que suce-
y leucotrienos de la serie 5 provenientes del áci- día en el grupo con n-6. Tras finalizar la emulsión,
do linolénico, o prostaglandinas de la serie 1 proce- los valores de dichas citokinas volvieron a ascen-
dentes del ácido γ-linolénico, ya que ambos grupos der. Los autores concluyeron que las emulsiones
tienen una menor capacidad inflamatoria e inmuno- de n-3 pueden alcanzar un efecto favorable so-
depresora, y que disminuyan la expresión de ge- bre la inflamación y la función inmune en pacien-
nes proinflamatorios y de moléculas de adhesión. tes con sepsis.

225
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

Tabla 9. CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍPIDOS ESTRUCTURADOS

• Tienen buena tolerancia clínica y bioquímica


• Constituyen un sustrato rico en energía sin carga metabólica
• Mejoran la economía proteica y el balance nitrogenado
• Reducen el riesgo de sobrecarga de grasas
• Consiguen un mejor patrón enzimático hepático y de lipidograma
• Mejoran el perfil de seguridad en niveles de AGCM y TG plasmáticos
• Disminuyen las disfunciones hepáticas
• Conllevan menos efectos inmunosupresores

AGCM: ácidos grasos de cadena media; TG: triglicéridos.

7.3. Lípidos estructurados mismos autores hallaron en el líquido del lavado


broncoalveolar de los pacientes sometidos a la die-
Estas alternativas contemplan, entre otras posibi- ta estudio una mayor reducción de neutrófilos to-
lidades, los lípidos estructurados en los que se pue- tales TNF-α, IL-8 y LTB4, en comparación con los
den combinar en un triglicérido diferentes ácidos mismos parámetros obtenidos en el grupo tratado
grasos, con todas las variaciones posibles entre tri- con dieta control. Este sustrato se detalla amplia-
glicéridos de cadena larga de la serie n-6, triglicéri- mente en el Capítulo 4.36.
dos de cadena media y ácidos grasos poliinsaturados
de la serie n-3. Esta estructura sería un paso más de-
lante de la simple mezcla 50/50 de MCT/LCT, y ade- 7.5. Emulsiones basadas
más permitiría incorporar ácidos grasos n-3. en aceite de oliva
Respecto a la combinación de grasas estruc-
turadas MCT-LCT-n-3, no existe aún experiencia Entre las nuevas presentaciones del aporte
en cuanto a su comportamiento inmune, aunque lipídico en nutrición parenteral total destaca la
sí se ha comunicado que esta emulsión induce un aparición de una nueva emulsión basada en aceite
mejor mantenimiento del metabolismo proteico de oliva (EBAO), con un 80% de aceite de oliva y un
en un modelo de estrés. 20% de aceite de soja. La base teórica del empleo
Las características de los lípidos estructurados de esta emulsión se encontraría en la posibilidad
se detallan en la Tabla 9. de hacer disminuir el contenido de ácidos grasos
poliinsaturados de las emulsiones de soja hasta
un 20% aproximadamente y reemplazarlo por un
7.4. Ácido γ-linolénico 63% de ácido oleico. La sustitución de parte del
contenido de AGPI y la introducción de mayor
La adición en una formulación de ácido γ-linolé- cantidad de ácidos grasos monoinsaturados tendría
nico -generador de prostaglandinas de la serie 1- a como objetivo una reducción de prostaglandinas de
ácido eicosapentaenoico se ha empleado con éxi- la serie 2, de actividad marcadamente inflamatoria
to por Gadeck et al. sobre pacientes con síndrome e inmunodepresora, fundamentalmente a través
de distrés respiratorio del adulto. En el grupo tra- de la PGE2. Esta emulsión es, además, más rica en
tado se encontró evidencia de menores niveles de vitamina E que las restantes, por lo que protege
inflamación pulmonar y de mejoría de la oxigena- mejor de la peroxidación lipídica espontánea. No
ción, junto con disminución de la estancia en UCI y parece afectar a la composición de las membra-
de los días de ventilación mecánica. nas, ya que no se refieren cambios en el patrón de
En un estudio posterior y utilizando metodo- ácidos grasos de los fosfolípidos, y por tanto influ-
logía similar sobre 43 pacientes evaluables con ye menos sobre la producción de eicosanoides y la
síndrome de distrés respiratorio del adulto, los respuesta inmune.

226
C. Ortiz Leyba

Con respecto a la asociación entre nutrición pa- 7.6. Emulsiones enriquecidas


renteral total (NPT) y translocación, la EBAO tam- con fosfolípidos
bién se comporta de manera diferente a las demás
emulsiones. Para evidenciar esto, nuestro grupo de Para fijar este nuevo apartado hay que recordar
investigación diseñó un estudio. Sobre un mode- un aspecto distinto a destacar en la relación en-
lo experimental de rata se procedió a administrar tre grasas y estado inmune, que no tiene nada que
NPT aleatoriamente a cinco grupos, de los que tres ver con el binomio emulsión lipídica igual a inmuno-
de ellos estaban sometidos a NPT isonitrogenada depresión, y es el hecho de que las lipoproteínas,
e isocalórica con triglicéridos, respectivamente, de incluyendo las HDL, tienen capacidad para unirse y
cadena larga convencionales, emulsión con mezcla neutralizar a la endotoxina (LPS). Al unirse a la LPS
de triglicéridos de cadena larga y de cadena media se disminuye la producción y liberación de TNF-α
50/50, y emulsión basada en aceite de oliva; además e IL-1 que se produce por la expresión de CD-14
se establecieron otros dos grupos, uno de ellos que unido al complejo LPS-proteína transportadora en
actuó como grupo control, con acceso libre a pien- la pared del monocito/macrófago. En modelos ani-
so oral y con infusión de cloruro sódico al 0,9%, y el males se ha observado una mayor tasa de super-
último que se consideró como grupo de desnutri- vivencia a la infusión de LPS cuanto mayor era la
ción, sin acceso a pienso y con infusión de glucosa concentración de lipoproteínas.
al 5%. Tras 4 días fueron sacrificados y se tomaron En pacientes críticos de diversa naturaleza, Gor-
cultivos microbiológicos del hígado, bazo, sangre y don et al. han encontrado que los pacientes con
ganglios linfáticos mesentéricos. Las tasas de trans- infecciones tenían valores de HDL-colesterol sig-
locación en ganglios fueron superiores en aquellos nificativamente más bajos que los no infectados,
animales sometidos a NPT, pero el grupo que em- mientras que la estimulación de TNF-α por LPS en
pleó la emulsión basada en aceite de oliva mos- sangre de pacientes y controles se inhibía comple-
tró una menor translocación, de forma significativa, tamente con la adición de HDL reconstituida.
frente al grupo en el que se emplearon LCT. También se ha notificado la unión e inactivación
En una investigación posterior, y utilizando simi- de la LPS con LDL, VLDL y quilomicrones por in-
lar metodología, tras 2 días de infusión se proce- serción del lípido A en los fosfolípidos de la par-
dió a administrar por el catéter una dosis de 108 tícula lipoproteica. Los quilomicrones aceleran el
colonias de Escherichia coli; transcurridos otros aclaramiento de la LPS del plasma e incrementan la
2 días, los animales fueron sacrificados y se ob- captación de la misma por el hígado, derivándose a
tuvieron cultivos microbiológicos de sangre, bazo, los hepatocitos, pero lejos de las células de Kupffer.
hígado y pulmones. En este estudio se pudo apre- El aumento de la producción hepática de VLDL se
ciar un incremento significativo de la transforma- considera, pues, un componente de la respuesta de
ción logarítmica del número de unidades forma- fase aguda a la infección, y resulta sugestivo el he-
doras de colonias por g (ufc/g) en el hígado en cho de que las lipoproteínas o partículas de ellas
el grupo MCT/LCT con respecto al grupo con- puedan desempeñar un papel en el tratamiento de
trol, y bacteriemia persistente en todos los gru- sepsis por microorganismos Gram-negativos en
pos sometidos a NPT, alcanzando significación en humanos, por lo que no se ha de seguir mantenien-
los grupos de aceite de oliva y de LCT con respec- do el concepto de que hiperlipidemia sea obligato-
to al control, sin diferencias intergrupos, pero con riamente igual a inmunodepresión.
una clara tendencia a una mejor aclaración en las Dado que a los fosfolípidos se les atribuye un
ratas nutridas con emulsión basada en aceite de papel importante en la neutralización de la endo-
oliva; por tanto, parece que dicha emulsión afec- toxina, se ha probado experimentalmente sobre
ta en menor medida a los mecanismos de aclara- un modelo de sepsis porcina abdominal el empleo
miento bacteriano. profiláctico de una emulsión enriquecida con fos-
Esta nueva emulsión, que ha sido probada en ni- folípidos durante 48 horas en grupos con baja, me-
ños sin efectos secundarios durante NP prolonga- dia y alta dosis de la emulsión, para que, además
da, continúa esperando una publicación en adultos de neutralizar la endotoxina, preservara la función
que demuestre sobre la clínica las bondades que cardiovascular y mejorara la supervivencia por la
manifiesta experimentalmente. sepsis. Este último efecto se consiguió en una res-

227
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

Tabla 10. TOCOFEROLES Y PEROXIDACIÓN

• Los tocoferoles protegen los AGPI de las membranas contra la peroxidación lipídica
• Tienen gran importancia ante las reacciones de propagación, aunque su protagonismo es menor
si la peroxidación está iniciada por complejos Fe2+
• El ácido ascórbico (y, quizá, el octadecil ascórbico) regenera vitamina E del radical cromanoxilo

puesta dosis dependiente, además de disminuir los y un cambio hacia la producción de linfocitos Th1.
niveles de endotoxina sérica y de TNF-α, y pre- El aporte intravenoso de nucleótidos ha mostra-
servar el gasto cardiaco y la fracción de eyección, do que es capaz de una mayor conservación de la
mientras que atenuaba los incrementos de las re- función de barrera de la mucosa intestinal, un res-
sistencias vasculares pulmonares y periféricas. Esta tablecimiento más rápido de la regeneración he-
nueva perspectiva vuelve a poner de manifiesto la pática tras hepatectomía parcial y una mejor re-
“paradoja lipídica” del efecto beneficioso de algu- cuperación metabólica tisular tras provocación de
nos lípidos en la agresión séptica. isquemia/repercusión cardiaca. No obstante, aún
no existen datos clínicos en adultos.

8. Nucleótidos
9. Micronutrientes
Los nucleótidos merecen la pena ser revisados, con capacidad antioxidante
ya que no solamente constituyen los componen-
tes de RNA y DNA, sino que son la moneda co- La presentación de los micronutrientes como
mún del metabolismo energético bajo la forma de “nuevos sustratos” parte de las evidencias de que
ATP y desempeñan numerosas funciones biológicas. no solamente comparten una función nutrien-
Pueden ser sintetizados de novo por medio de un te y su carencia lleva a cuadros clínicos bien ca-
costoso proceso energético, a partir de AA y ribo- racterizados desde hace mucho tiempo, sino que
sa; también pueden provenir de la degradación de también participan en tareas tales como la mo-
RNA o DNA; y, por supuesto, pueden administrar- dulación de la producción y génesis de radicales
se por la dieta. No obstante, su uso como sustrato libres, la cicatrización de heridas y la competen-
único (no mezclado en dietas inmunomoduladoras) cia inmune.
se ha referenciado ampliamente en leches infantiles, Existe en el plasma una variada cantidad de
donde los nucleótidos se han mostrado como esti- sustancias dotadas de capacidad antioxidante: al-
mulantes del crecimiento, además de influir de for- gunas proceden o derivan directamente del apor-
ma positiva sobre el metabolismo lipídico, la inmu- te nutritivo, como vitamina E, tocoferoles, vita-
nidad y la reparación de tejidos (ver Capítulo 1.16). mina C, β-caroteno y catequinas; mientras que
La suplementación con nucleótidos va segui- otras son de síntesis endógena, como glutatión
da de una modulación inmune, aunque las vías por (GSH), ceruloplasmina, metalotioneína y albúmi-
las que se realiza son parcialmente conocidas. Se na. Los elementos traza están presentes en ellas:
ha reconocido su participación en el incremento Se en GSH-peroxidasa y superoxidodismuta-
de la producción de IL-6 e IL-8; en la interacción sa (SOD), Zn en SOD y metalotioneína, y Cu en
de señales intracelulares; en el aumento de la fa- SOD y ceruloplasmina. Las acciones de los toco-
gocitosis mediada por macrófagos; y en la madu- feroles se exponen en la Tabla 10 (ver Capítu-
ración, activación y proliferación de linfocitos, en- los 1.19 y 1.20).
tre otras acciones. En modelo animal de ratón con Tanto la vitamina E como la C son antagonistas
infección fúngica se ha observado que su adición a de radicales libres, capaces de atraparlos de forma
la dieta conlleva una disminución de la mortalidad directa, y se llaman también antioxidantes rompe-

228
C. Ortiz Leyba

Tabla 11. NECESIDADES DE VITAMINA E

• RDA: 10-15 UI/día


• Como protector de peroxidación: 1,5 g/kg AGPI
• Como inmunomodulador: > 100 UI
• Como protección sobre adhesión plaquetar y oxidación de LDL: varias dosis (25/400/800 UI)
• Como reducción de riesgo cardiovascular:
- Estudios epidemiológicos: desde 40/50 hasta > 100 UI
- Ensayos clínicos: > 100 UI (CHAOS 400-800 UI)

RDA: ingesta dietética recomendada; AGPI: ácidos grasos poliinsaturados; CHAOS: Cambridge Heart AntiOxidant Study.

dores de cadenas. La vitamina C puede bloquear 10. Prebióticos,


radicales peróxidos en fase acuosa, pero no en fase probióticos y simbióticos
lipídica, por lo que se limita a regenerar a la vitami-
na E, que actúa en esta última fase. Además de cada uno de estos sustratos o for-
Borrelli et al. han comunicado que en pacientes mulaciones químicamente definidas, actualmente
críticos quirúrgicos existe un descenso en la capa- se incorporan al aporte nutricional unas nuevas ca-
cidad de defensas antioxidantes, en concreto vita- tegorías de ingredientes y microorganismos cuya
mina C, en aquellos sujetos con mayor riesgo de presencia comienza ya a trascender hasta el ámbi-
desarrollar un fracaso multiórgano, mientras que to mediático: los prebióticos, probióticos y simbió-
han apreciado un ascenso de Cu y Zn en plasma ticos (ver Capítulos 2.16 y 4.43).
ante dicho fracaso, ascenso que los autores atribu- Los prebióticos son ingredientes comestibles
yen a la necesidad de disponer rápidamente de es- no digeribles que estimulan selectivamente el cre-
tos elementos en plasma para mantener la activi- cimiento y/o la actividad de una o un número limi-
dad intracelular de las Cu y Zn-SOD y estabilizar tado de bacterias cólicas, mejorando la salud del
las membranas celulares; además consideran que el huésped (bifidobacterias). Están constituidos por
suplemento de estos micronutrientes puede resul- fructanos tipo inulina, que incluyen inulina nativa,
tar beneficioso potencialmente en la regulación de inulina hidrolizada enzimáticamente y fructooligo-
la homeostasis de los mecanismos de defensa del sacáridos sintéticos. Las fuentes más comunes son
huésped. trigo, plátano, cebolla y ajo. Se les atribuyen accio-
En otro trabajo sobre pacientes en shock sépti- nes positivas, como la mejora del estreñimiento y
co, los valores de vitaminas antioxidantes fueron de la absorción de Ca, y la reducción de la car-
significativamente menores que en controles sa- cinogénesis cólica y, quizás, del colesterol total y
nos, mientras que la peroxidación lipídica se consi- LDL-colesterol.
deraba aumentada en aquel subgrupo de pacientes Por su parte, los probióticos son microor-
con disfunción de tres o más órganos, por lo que ganismos vivos de procedencia humana que tras
los autores concluyen que es preciso un aporte in- ser ingeridos producen efectos beneficiosos en el
crementado de vitaminas y elementos traza en so- huésped, incluyendo la mejoría o prevención de un
luciones de NPT para cubrir las demandas de la estado morboso específico. Pertenecen a ellos los
producción excesiva de radicales libres en estos Lactobacillus sp. y bifidobacterias. Están indicados
pacientes. para los estados de diarrea -incluida la secunda-
Otra vía de actuación de los antioxidantes, de ria a Clostridium difficile-, y quizás intervengan en la
muy reciente adquisición, es a través de la modula- prevención de la formación de carcinógenos, ten-
ción del NF-κB y la interacción con otros factores gan efectos hipocolesterolemiantes y estimulen la
de transcripción, como por ejemplo el NF-IL-6, con respuesta inmune.
el que se regula la expresión de dímeros de la IL-8. Su acción es múltiple y comprende la acidifica-
Las necesidades de vitamina E para distintos ción del lumen intestinal, la producción in vitro de
procesos se exponen en la Tabla 11. sustancias antimicrobianas, la inhibición de la ad-

229
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

hesión bacteriana patógena a la mucosa intestinal, Por último, los simbióticos son combinacio-
la disminución de la translocación bacteriana y de nes de prebióticos y probióticos que pueden afec-
la alteración en la barrera mucosa, la modulación tar beneficiosamente al huésped, mejorando la
de la producción de citokinas y el incremento de supervivencia y la implantación de suplementos die-
la IgA sérica, la modificación de toxinas intestina- téticos microbianos en el tracto gastrointestinal. Es-
les (antígenos bacterianos) o la competición para timulan selectivamente el crecimiento y/o activan
los receptores de toxinas y competición para los el metabolismo de una o un número limitado de
nutrientes. bacterias que promueven la salud.

230
C. Ortiz Leyba

11. Resumen
 El avance en el conocimiento de nuevos meca-  Asimismo, se revisan otros aminoácidos, como
nismos celulares que afectan a los receptores leucina, tirosina, cisteína, taurina, serina, histidina
de la membrana, a las moléculas de transcrip- y glicina, debido al creciente interés de diferen-
ción, a las señales de apoptosis, a la expresión tes autores por su capacidad sustrato-nutriente
de citokinas y a la modulación de genes, entre e inmunomoduladora, aunque la mayor parte de
otros, ha hecho que se reevalúen sustratos los trabajos se refieren al ámbito experimental.
que eran empleados en el soporte nutricional
solamente por su capacidad nutriente y que se  Por lo que respecta a los lípidos, se revisan
incorporen otros que no se habían nunca con- los triglicéridos de cadena media, bien en su
siderado para la nutrición. Bajo este prisma de formulación clásica de mezcla, bien bajo lípidos
sustratos fármaco-nutrientes se describen en estructurados. Y se resalta la llegada de mezclas
este Capítulo, haciendo una exhaustiva revisión de ácido γ-linolénico y de emulsiones ricas en
del por qué de su inclusión, con especial dedi- fosfolípidos como nuevas fronteras en el sopor-
cación a los pacientes críticos, por ser el grupo te nutricional. La emulsión basada en aceite de
de enfermos donde una dieta especializada y oliva se está confirmando como una alternativa
“a la carta” encuentra una mayor razón de ser para el uso clínico en poblaciones tales como
y donde la modulación de la inflamación y de niños y probablemente en la sepsis.
la inmunocompetencia tiene una repercusión
sobre la morbimortalidad.  Los nucleótidos y los elementos traza conti-
núan siendo de palpitante actualidad, más los
 La glutamina es el sustrato nutriente sobre el segundos que los primeros por la diferencia en
que más se ha publicado. Aunque estrictamente estudios y resultados sobre diferentes grupos
no se trata de un aminoácido indispensable, se de pacientes, ya que los nucleótidos ven reduci-
comporta como tal en las situaciones de agre- da su presencia como aporte en niños y en las
sión, fundamentalmente en la sepsis. Su papel dietas inmunomoduladoras en mezcla.
pivotal en órganos vitales, como son el pulmón,
el hígado, el riñón y, sobre todo, el intestino,  Los nuevos sustratos han trascendido al ámbito
convierte a la glutamina en el sustrato rey para mediático, y esto se pone de manifiesto con el
administrar en pacientes en agresión, tal como desarrollo de prebióticos, probióticos y simbió-
han demostrado numerosos trabajos clínicos ticos, que completan esta revisión sobre este
muy recientes. Su empleo, además de no ser no- tema en continua reevaluación.
civo, se asocia a menor número de infecciones y
a menor mortalidad; ahora queda por dilucidar
si estos buenos resultados por vía parenteral se
confirman o no completamente por vía enteral.
También se describen las diferentes y variadas
formas de aporte de la glutamina, así como sus
resultados y su futuro inmediato.

 La arginina es otro aminoácido con importan-


tes efectos sobre la inmunidad a partir de dife-
rentes mecanismos. Su presencia en dietas de
cócteles inmunomoduladores así lo atestigua.
Su acción sobre el óxido nítrico la convierte en
llave para la regulación, entre otros, de la micro-
circulación. El descubrimiento de su metabolito
la agmatina le abre nuevas perspectivas. No
obstante, queda por determinar si su empleo es
seguro en todo tipo de pacientes, especialmen-
te en aquellos que están bajo shock.

231
Capítulo 4.8. Nuevos nutrientes en nutrición enteral y parenteral

12. Bibliografía
Biolo G, Grimble G, Preiser JC, et al. European Society of Reciente revisión de los trabajos publicados sobre la glutamina
Intensive Care Medicine (ESICM) Working Group on Nutrition en los últimos años, con consideraciones y recomendaciones
and Metabolism. Position paper of the ESICM Working Group finales.
on Nutrition and Metabolism. Metabolic basis of nutrition in
intensive care unit patients: ten critical questions. Intensive Care Garnacho-Montero J, Ortiz Leyba C, Garnacho-Montero MC,
Med 2002; 28: 1512-20. et al. Effects of three intravenous lipid emulsions on the survival
Se trata de una revisión precisa y actualizada sobre las actividades and the mononuclear phagocyte function of septic rats. Nutrition
nuevas de sustratos ya conocidos y su repercusión en el meta- 2002; 18: 751-4.
bolismo de pacientes críticos. Al ser un documento de consenso, Estudio fruto de varios anteriores donde se muestran algunos de
contempla numerosas perspectivas. los efectos de las emulsiones basadas en aceite de oliva sobre los
sistemas de defensa inmune.
Boelens PG, Houdijk AP, De Thouars HN, et al. Plasma taurine
concentrations increase after enteral glutamine supplementation in Garnacho-Montero J, Ortiz Leyba C, Jiménez Jiménez FJ, et al.
trauma patients and stressed rats. Am J Clin Nutr 2003; 77: 250-6. Clinical and metabolic effects of two lipid emulsions on parenteral
El único estudio reciente sobre la relevancia clínica de la glutamina nutrition of septic patients. Nutrition 2002; 18: 134-8.
por la producción de taurina. Estudio donde se demuestra el efecto positivo que tienen sobre la
mejora de parámetros nutricionales en pacientes críticos las emul-
Conejero R, Bonet A, Grau T, et al. Effect of a glutamine- siones con MCT frente a las emulsiones convencionales.
enriched enteral diet on intestinal permeability and infectious
morbidity at 28 days in critically ill patients with systemic Gil A. Modulation of the immune response mediated by dietary
inflammatory response syndrome: a randomized, single-blind, nucleotides. Eur J Clin Nutr 2002; 56 (Suppl 3): S1-4.
prospective, multicenter study. Nutrition 2002; 18: 716-21. Excelente revisión del papel de los nucleótidos como sustrato
Este estudio multicéntrico español es el primero en mostrar que, fármaco-nutriente, donde se analizan las vías de inducción de me-
por vía enteral y en pacientes críticos, la glutamina disminuye la tasa diadores por las que se atribuyen sus efectos.
de infecciones, aunque no la mortalidad.
Jiménez-Jiménez FJ, Ortiz Leyba C, Morales Méndez S, Barros
Gadeck JE, De Michele MD, et al. Effect of enteral feeding with Pérez M, Muñoz J. Prospective study on the efficacy of branched
eicosapentaenoic acid, gamma-linolenic acid, and antioxidants in chain amino acids in septic patients. JPEN 1991; 15: 252-61.
patients with acute respiratory distress syndrome. Crit Care Trabajo prospectivo donde se demuestra el efecto beneficioso
Med 1999; 27: 1409-20. de los aminoácidos de cadena ramificada en pacientes críticos.
Primer estudio que muestra la mejoría de los pacientes con sín-
drome de distrés respiratorio del adulto cuando son sometidos a Novak F, Heyland DK, Avenell A, et al. Glutamine supplementa-
una dieta enteral con ácido γ-linolénico, ácido eicosapentaenoico y tion in serious illness: a systematic review of the evidence. Crit
otros antioxidantes. Care Med 2002; 30: 2022-9.
Metaanálisis que confirma las ventajas clínicas de administrar
Galbán C, Montejo JC, Mesejo A, et al. An immune-enhancing glutamina parenteral, sin referir efectos nocivos debidos a la misma.
enteral diet reduces mortality rate and episodes of bacteraemia
in septic intensive care unit patients. Crit Care Med 2000; 28 (3): Ortiz-Leyba C, Ortiz Moyano C, Jiménez Jiménez FJ, Garnacho
643-8. Montero J, García Garmendia JL. Nutritional support in severe
Trabajo multicéntrico español y primero que establece una dismi- sepsis. Clinical Pulmonary Medicine 2003; 10: 26-33.
nución de la mortalidad en la sepsis empleando una dieta inmuno- Revisión actualizada de nuevos sustratos en pacientes sépticos que
moduladora. pone especial énfasis en las grasas, especialmente en las emulsiones
basadas en aceite de oliva.
García de Lorenzo A, Ortiz Leyba C, Planas M, et al. Parenteral
administration of different amounts of branched-chain amino Zhong Z,Wheeler MD, Li X, et al. L-Glycine: a novel antiinflamma-
acids in septic patients. Clinical and metabolic aspects. Crit Care tory, immunomodulatory and cytoprotective agent. Curr Opin
Med 1997; 25: 418-24. Clin Nutr Metab Care 2003; 6: 229-40.
Estudio multicéntrico español con aminoácidos de cadena rami- Elegante y actual revisión del papel de la glicina en el soporte nutri-
ficada en pacientes críticos por vía parenteral que demuestra la cional, revisando sus distintas actuaciones.
disminución de mortalidad frente a una formulación convencional.
Ziegler TR, Young LS, Benfell K, et al. Clinical and metabolic ef-
García de Lorenzo A, Zarazaga A, García-Luna PP, et al. Benefits ficacy of glutamine-supplemented parenteral nutrition after bone
of enteral administration of glutamine for nutritional therapy in marrow transplantation. A randomised double-blind controlled
different pathologic states (clinical evidence for enteral nutri- study. Ann Intern Med 1992; 116: 821-2.
tional support with glutamine: a systematic review). Nutrition Estudio que abre la vía de aplicación de glutamina a pacientes con
2003; 19: 805-11. estrés debido a los buenos resultados clínicos.

232
C. Ortiz Leyba

13. Enlaces web

 www.nutrition.org
 www.ajcn.org
 www.co-clinicalnutrition.com
 www.nutritioncare.org

233
4.9. Nutrición enteral en el paciente
pediátrico

José Manuel Moreno Villares Consuelo Pedrón Giner


Capítulo 4.9.

Nutrición enteral en el paciente pediátrico

1. Introducción

2. Características especiales del niño


2.1. Crecimiento
2.2. Maduración
2.3. Desarrollo de la conducta y de los hábitos alimentarios en el niño

3. ¿Quién necesita nutrición enteral?

4. Vías de acceso
4.1. Accesos enterales de corta duración
4.2. Accesos enterales de larga duración

5. Material para la administración de la nutrición enteral

6. Métodos de infusión
6.1. Nutrición enteral continua
6.2. Nutrición enteral intermitente (“bolos“)
6.3. Nutrición enteral cíclica
6.4. Nutrición enteral trófica

7. Inicio y control de la nutrición enteral

8. Nutrición enteral y fármacos

9. Nutrición enteral en el neonato

10. Elección de la dieta enteral


10.1. Tipos de preparados
10.2. Elección de la fórmula

11. Nuevos sustratos en nutrición enteral y su aplicación


en pediatría

12. Complicaciones. Prevención y tratamiento


12.1. Complicaciones mecánicas
12.2. Complicaciones gastrointestinales
12.3. Complicaciones infecciosas
12.4. Complicaciones metabólicas
12.5. Alteraciones en el desarrollo de la conducta alimentaria

13. Nutrición enteral domiciliaria


13.1. Condiciones para su desarrollo
13.2. Legislación

14. Aspectos éticos

15. Resumen

16. Bibliografía

17. Enlaces web

Objetivos

n Conocer las características especiales del niño en lo referente a la inmadurez de sus órganos, sobre todo la
fisiología gastrointestinal y los mecanismos de absorción y digestión de nutrientes.
n Identificar a los pacientes candidatos a recibir soporte nutricional y definir los criterios de elección de la vía
enteral como forma de soporte nutricional.
n Describir los tipos de accesos enterales, sus indicaciones, ventajas e inconvenientes.
n Exponer los métodos de administración de la nutrición enteral y dar pautas prácticas de cómo iniciar, avanzar
y monitorizar la nutrición enteral en el niño.
n Especificar las características de los materiales empleados en nutrición enteral.
n Detallar los criterios de elección del tipo de dieta enteral y describir las características de cada grupo
terapéutico.
n Enseñar a identificar las complicaciones más frecuentes y facilitar soluciones.
n Evaluar la eficacia del soporte nutricional.
n Explicar en qué consiste un programa de nutrición enteral domiciliaria y cómo llevarlo a cabo.
n Transmitir la idea de fondo de que el tratamiento nutricional es parte importante del tratamiento del niño
enfermo, con independencia de su enfermedad de base, y reflexionar sobre las implicaciones éticas del uso de
la nutrición enteral.
1. Introducción

Use the gut if at all possible, and if not possible, try it anyway.
(“Utilice el intestino si es posible, y si no lo es, inténtelo de todas maneras.”)
WF BALISTRERI, MD

L
as características fisiológicas del niño y sus requerimientos nutricionales no
son similares a los del adulto. Estas diferencias, condicionadas por el creci-
miento, la maduración de los órganos y sistemas y la dependencia familiar,
van a ser claves en la elección y la administración del soporte nutricional enteral
en el niño.
El niño está sometido a un continuo proceso de cambio desde su nacimiento hasta
la adolescencia. Durante el crecimiento aumenta el tamaño y se modifica la com-
posición corporal, circunstancias que explican el que las necesidades nutricionales
sean proporcionalmente superiores a las del adulto. La inmadurez condiciona unos
requerimientos especiales, tanto en el tipo como en la calidad de los nutrientes. La
enfermedad agrava estos hechos fisiológicos. Pero, además, los niños no son pacientes
aislados. Forman parte de una familia y ésta debe estar involucrada en el tratamiento
y, por tanto, en el soporte nutricional.
El resultado de la suma de estas variables es que el niño es especialmente vulnera-
ble a la deprivación nutricional y, por tanto, el tratamiento nutricional debe instau-
rarse precozmente y adaptarse a las condiciones fisiológicas propias de su edad.
La nutrición enteral (NE) es la técnica de elección del soporte nutricional ar-
tificial. Consiste en la administración de nutrientes en la vía digestiva, en forma
de una mezcla definida de nutrientes (fórmula enteral), fundamentalmente a tra-
vés de una sonda nasoentérica o de sondas colocadas directamente a través de
ostomías. También comprende el suministro de alimentos naturales por dichos
accesos artificiales.
La NE y la nutrición parenteral no son técnicas excluyentes, si bien las ventajas
de la NE hacen que sea la primera alternativa terapéutica. La NE es más fisiológica,
contribuye al mantenimiento de la morfología y la función intestinal, causa menos
complicaciones metabólicas e infecciosas y es menos cara.
Se describirán en este Capítulo los aspectos específicos de la técnica de la NE en
el niño, prestando especial atención al neonato. No puede entenderse este Capítulo
sin el complemento de los Capítulos 4.1 y 4.3 a 4.13, en especial el 4.6, “Nutrición
enteral”.

239
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

2. Características cipar en la alimentación del niño, como es el caso


especiales del niño del sistema inmune, el genitourinario o el sistema
en relación con el adulto nervioso.
A continuación se repasan brevemente los hitos
2.1. Crecimiento madurativos más destacados en cada sistema.

El crecimiento presenta un ritmo variable en el


tiempo. El primer año de vida es el periodo de cre- 2.2.1. Aparato digestivo
cimiento más rápido. Así, un lactante dobla su peso
desde el nacimiento hasta los 6 meses, y lo triplica El desarrollo anatómico intestinal se produce an-
alrededor del año. Posteriormente, hay una fase de tes de la 22-24 semanas de gestación y precede a la
crecimiento estable durante el periodo preescolar aparición de la motilidad. Aunque existe paso de lí-
y escolar, para sufrir un nuevo incremento en la pu- quido amniótico y tránsito digestivo desde la sema-
bertad. Para todo este proceso de crecimiento se na 28, los complejos mioeléctricos migratorios y la
precisa un aporte adicional de energía y nutrientes: coordinación refleja succión-deglución no se esta-
cada gramo de peso ganado tiene un coste energé- blecen hasta las 32-33 semanas de gestación. Es por
tico medio de 5-6 kcal. ello por lo que la mayoría de recién nacidos antes
El crecimiento supone también cambios en la de la 33-34 semana requieren transitoriamente pa-
composición corporal. El contenido en agua pasa ra su alimentación una sonda oro o nasogástrica. La
del 80% en el recién nacido hasta el 60% en el adul- deglución de alimentos sólidos no se puede realizar
to. Las reservas de glucógeno y grasas también va- ordinariamente hasta el 4º o el 6º mes, cuando desa-
rían con el crecimiento. parece el reflejo de extrusión. Los movimientos mas-
ticatorios reflejos empiezan entre el 7º y el 9º mes,
incluso en ausencia de dientes. La erupción dentaria
2.2. Maduración comienza alrededor del 6º mes. Aunque la motilidad
gastrointestinal aparece alrededor de la 34 semana,
El nacimiento significa el paso brusco de una no se completa hasta los 3 años de edad.
alimentación parenteral a través de la placenta a La secreción ácida gástrica está presente des-
la alimentación oral intermitente del recién naci- de la semana 13, y al nacimiento sus valores repre-
do. Este reto implica una respuesta integrada, en sentan la mitad de los del adulto. El valor de la se-
la que participa todo el aparato digestivo: una suc- creción ácida adulta se establece alrededor de los
ción y deglución coordinadas; un vaciamiento gás- 3 años. Tanto la secreción de pepsina como la de
trico adecuado junto con una motilidad intestinal factor intrínseco comienzan también en la sema-
eficaz; una secreción salival, gástrica, pancreática y na 13, aunque sus valores son extraordinariamente
hepatobiliar regulada y sincronizada; un enteroci- bajos hasta los 3 meses de edad, alcanzando los va-
to funcional capaz de sintetizar suficiente cantidad lores del adulto a los 18 meses. La digestión protei-
de las enzimas del borde en cepillo y que, además ca es, pues, muy baja en el prematuro y en las pri-
de garantizar una absorción adecuada, sea capaz de meras semanas de vida del recién nacido a término,
mantener una protección eficiente; y una excre- lo que puede permitir el paso de proteínas enteras
ción de los productos de desecho de la absorción a la circulación sistémica. Este proceso se revela de
y el metabolismo, entre otros. vital importancia para el establecimiento de la to-
El desarrollo del aparato digestivo en el ser hu- lerancia a los antígenos alimentarios.
mano se produce bajo la influencia de factores en- La secreción pancreática exocrina aumenta ha-
dógenos -la dotación genética y el “reloj biológico” cia el final de la gestación, aunque en grandes pre-
intrínseco- y factores exógenos, luminales -líqui- términos se ha demostrado digestión intraluminal
do amniótico, calostro o leche madura- y sisté- de los tres principios inmediatos. La deficiencia de
micos -el medio neuroendocrino fetal, neonatal lipasa pancreática, cuyos valores normales se alcan-
o materno-. Estos cambios en el aparato digesti- zan a los 3 años, y la baja concentración intralumi-
vo se acompañan de modificaciones en otros sis- nal de sales biliares al nacimiento se ven compen-
temas que directa o indirectamente pueden parti- sadas parcialmente por la actividad de las lipasas

240
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

lingual, gástrica y la de la leche humana, que facili- 2.2.2. Función renal


tan la absorción de grasas al nacimiento, permitien-
do que el coeficiente de absorción sea del 85%. La El filtrado glomerular, la capacidad de concen-
secreción de tripsina y quimotripsina alcanza nive- tración y la excreción tubular están disminuidos al
les similares a los del adulto en el 4º mes de vida nacimiento, lo que condiciona una tolerancia limi-
extrauterina. tada a la sobrecarga de solutos y de agua. La madu-
Tanto la reserva de sales biliares como la capaci- ración de la función renal se alcanza entre el año y
dad de producción de colato es inferior en el lac- los 3 años de edad.
tante a la del adulto. Esta reducción es más marca-
da cuanto más prematuro sea el recién nacido.
La actividad de α-amilasa es muy baja hasta el sex- 2.2.3. Sistema nervioso central
to mes de edad. Su función se suple por la amilasa
de la leche y la salivar. La actividad de las disacarida- Hasta los 4 meses de edad, el niño sólo puede
sas del borde en cepillo, a excepción de la lactasa, au- deglutir líquidos. Entre los 4 y los 6 meses es capaz
menta rápidamente a partir de la 20 semana de ges- de ingerir semisólidos y deglutirlos, llevando hacia
tación, y muestra valores similares a los del adulto al atrás la lengua. La masticación aparece a partir del
nacimiento. La actividad lactásica aumenta más lenta- 7º mes, y sobre el 9º está facultado para tragar pe-
mente a partir de la semana 24 de gestación, alcan- queñas porciones de alimentos sólidos. Este desa-
zándose el nivel máximo en el momento del naci- rrollo madurativo coincide con la capacidad de se-
miento. Existe una pérdida progresiva de la actividad destación, que se produce alrededor del 6º mes. El
lactásica con la edad. En los sujetos con déficit con- niño es capaz de llevarse alimentos a la boca o be-
génito tardío, la pérdida de esta actividad es muy im- ber en una taza entre los 10 y los 12 meses (aun-
portante ya en el tercer año de vida. que la autonomía para comer solo no se alcanza
La digestión intraluminal de proteínas por las hasta los 2 años de edad), cuando ya está estableci-
proteasas y las peptidasas es eficaz en el recién na- da una coordinación oculomotora completa.
cido a término.
En cuanto a la función de barrera frente a las in-
fecciones, tanto los mecanismos de defensa especí- 2.2.4. Regulación de la maduración
ficos -IgA, linfocitos intraepiteliales- como inespe- del aparato digestivo
cíficos -pH ácido en estómago, producción de sales
biliares y enzimas proteolíticas, motilidad gastro- La adaptación a la nutrición extrauterina está
intestinal- están insuficientemente desarrollados al regulada en parte por hormonas gastrointestina-
nacimiento, lo que facilita la proliferación bacteria- les, muchas de ellas estimuladas por la presencia de
na y el paso de bacterias y antígenos alimentarios a los nutrientes en la luz intestinal. La leche humana
través de la mucosa intestinal. La colonización por contiene, además de nutrientes, factores que ayu-
la microbiota intestinal va a tener un desarrollo dan en la digestión, que favorecen el desarrollo de
precoz que va a verse influido por el tipo de parto, la función de la mucosa y que actúan en el metabo-
pero, sobre todo, por el tipo de alimentación -leche lismo intermediario (Tabla 1).
materna frente a fórmulas infantiles-.
Las funciones hepáticas de gluconeogénesis y
de lipogénesis aparecen en el primer trimestre de 2.3. Desarrollo de la conducta y de
la gestación y maduran paralelamente a la edad. La los hábitos alimentarios en el niño
síntesis de proteínas en el hígado es normal al naci-
miento en el recién nacido a término. Sin embargo, Al nacer, el niño depende por completo del en-
los sistemas enzimáticos encargados de la intercon- torno para poder alimentarse. Hasta llegar a la au-
versión de aminoácidos y de los procesos de detoxi- tonomía en la adolescencia, el desarrollo de la con-
ficación no maduran hasta los 3 o 4 meses de vida. ducta y de los hábitos alimentarios constituye un
Esto hace que algunos aminoácidos, como la histidina proceso en el que es determinante la actitud de los
o la cisteína, se consideren como condicionalmente padres para que se culmine con éxito. Este proce-
esenciales en el recién nacido (ver Capítulo 1.15). so es gradual y supone un aumento del control e

241
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

Tabla 1. FACTORES DE CRECIMIENTO PARA EL TRACTO GASTROINTESTINAL PRESENTES


EN LA LECHE HUMANA*

Factor Función
Factores no peptídicos
• Glutamina Combustible para las células de crecimiento rápido como el enterocito
y los linfocitos
• Poliaminas Aumentan la proliferación celular en las criptas
• Nucleótidos Favorecen la reparación intestinal tras la agresión. Estimulan el
crecimiento de bifidobacterias. Modulan el sistema inmunológico
Hormonas
• Gastrina Estimula la proliferación de las células similares a los enterocromafines
en la mucosa gástrica
• Colecistoquinina (CCK) Actúa sobre todo en páncreas y vesícula biliar: estimula el crecimiento
pancreático
• Bombesina Estimula la reparación intestinal tras la agresión
• Insulina Crecimiento y maduración
• Hormonas tiroideas Desarrollo del sistema inmune
• Eritropoyetina
• Melatonina
• Leptina
Citokinas Modulan la integridad de la función de barrera intestinal
• IL-1β Proinflamatoria
• IL-6 Proinflamatoria
• IL-10 Inmunorreguladora
• TNF-α Proinflamatoria
• Factores estimulantes
Proinflamatorios
de colonias
Factores peptídicos
• Factor de crecimiento
Favorece el crecimiento y la maduración del aparato digestivo
epidérmico (EGF)
• TGF-α; factor de crecimiento
mamario II; factor de crecimiento Estimulan el crecimiento gastrointestinal
de la leche humana III
• IGF y proteínas ligadoras Estimulan el crecimiento sistémico
• Factor de crecimiento
Favorece el crecimiento intestinal y la reparación tras la agresión
plaquetario (PDGF)
• Factor de crecimiento endotelial Favorece el crecimiento intestinal y la reparación tras la agresión
• Factor de crecimiento
Favorece el crecimiento intestinal y la reparación tras la agresión
queratinocítico
• Hormona de crecimiento Favorece el crecimiento intestinal y la reparación tras la agresión
• TGF-β Inhibe el crecimiento gastrointestinal
*GLP-2, péptido YY y neurotensina actúan como importantes factores de crecimiento en situación de agresión intestinal, pero
no están presentes en la leche humana.
IL: interleukina; TNF-α: factor de necrosis tumoral α; TGF-β: factor de crecimiento transformante β.

independencia del niño en su alimentación, en rela- rechazo por lo agrio y amargo, los gustos se desa-
ción con sus padres. rrollan con el consumo de los alimentos y, por tan-
Las preferencias alimentarias son el determinan- to, pueden educarse.
te fundamental de la ingesta de alimentos y, a ex- Si la actitud de los padres es respetuosa ante
cepción del placer innato por el sabor dulce y el las sensaciones de hambre y saciedad del niño, és-

242
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

El soporte nutricio-
nal del niño hospitaliza-
do incluye la prevención,
el reconocimiento y el
tratamiento de la desnu-
trición energético-protei-
ca. La desnutrición en el
niño puede ser resultado
de una ingesta insuficien-
te por falta de disponibi-
lidad de alimentos, como
ocurre principalmente en
los países en vías de de-
sarrollo. Puede apare-
cer también, y con mu-
cha más frecuencia, como
resultado de la respuesta
del organismo a la agre-
Figura 1. Actuación nutricional en el niño con desnutrición o riesgo de padecerla. sión producida en enfer-
medades agudas o cróni-
cas, por alteración de los
te será capaz de controlar su ingesta, mientras que, requerimientos de nutrientes, su utilización o su
si los padres muestran un talante autoritario (for- excreción.
zándole a comer) o absolutamente permisivo, no El primer paso, por tanto, ha de ser la identi-
aprenderán a apreciar sus señales de hambre y sa- ficación de los pacientes con desnutrición o con
ciedad y, por tanto, no serán capaces de gobernar riesgo de desarrollarla. Los componentes princi-
el ingreso de energía. pales de esta evaluación nutricional son la valo-
ración de la historia clínica, la exploración física,
el análisis de la ingesta y de los datos antropo-
métricos. En la anamnesis hay que preguntar
3. ¿Quién necesita también sobre el desarrollo de las habilidades
nutrición enteral? del niño para comer y la interacción entre el ni-
ño, la comida y la persona encargada de darle de
Las primeras descripciones sobre la admi- comer. Aunque en el Capítulo 3.3 de este TRATA-
nistración de nutrientes a través de una son- DO se detalla la valoración del estado nutricio-
da datan de la época del antiguo Egipto, aunque nal en el niño, no se puede dejar de reseñar que
las primeras reseñas científicas de alimenta- la medición del peso, de la longitud o la talla y el
ción gástrica no se produjeron hasta 1876, y te- perímetro cefálico (lactantes) tienen que formar
nían como objetivo la alimentación de “niños parte importante de la historia clínica de cual-
que padecían manía, difteria, croup o cualquier quier niño. Estas medidas deben referirse a una
otra condición con dificultad para alimentarse curva de crecimiento adecuada a la población
o con rechazo de la comida”. La mezcla infundi- tanto en edad como en sexo. En algunas ocasio-
da consistió en leche caliente, huevo y extrac- nes puede ser útil incluir la medida de la circun-
to de carne. ferencia media del brazo y del pliegue tricipital.
La mayoría de los avances técnicos han tenido La posibilidad de recibir alimentación por vía
lugar a lo largo del siglo XX y la aparición, en los oral y la funcionalidad del aparato digestivo son los
años 60 de dicho siglo, de las fórmulas con com- dos factores clave que permiten tomar la decisión
posición química definida, tal como se conocen de elegir una u otra forma de soporte nutricional.
en la actualidad, supuso un verdadero hito en la Si el paciente es capaz de alimentarse por vía oral
extensión del uso de la nutrición enteral. pero la ingesta es insuficiente, los consejos sobre

243
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

la dieta o el uso de módulos nutricionales pueden • Diarrea grave del lactante, sea cual fuere la
ser suficientes; en caso contrario, la suplementa- etiología. Aunque en algunas ocasiones va a pre-
ción con dietas enterales es la mejor alternativa. Si cisar nutrición parenteral por tiempo prolongado,
con las medidas anteriores no se ha conseguido el la NE a débito continuo con dietas semielementa-
objetivo señalado o bien el paciente no puede ali- les permite la resolución del cuadro en pocas se-
mentarse por vía oral, pero tiene un aparato diges- manas en la mayoría de los pacientes.
tivo funcionante, se acudirá a la nutrición enteral. b) Enfermedades que cursan con dificultad pa-
Sólo cuando exista alguna contraindicación especí- ra la succión y/o la deglución:
fica para la nutrición enteral, como en el caso de • En la mayoría de las ocasiones se trata de en-
una obstrucción intestinal, se indicará la nutrición fermedades neurológicas o neuromusculares. En-
parenteral (Figura 1). tre ellas, destacan la parálisis cerebral y el retra-
Por tanto, los niños con desnutrición estable- so mental.
cida o riesgo de desarrollarla, incapaces de cu- • En enfermos que precisan cuidados intensivos
brir sus requerimientos de energía y nutrientes en los que la alimentación oral no es posible o es-
con la dieta oral habitual o suplementada y con tá contraindicada, como es el caso del paciente en
un aparato digestivo funcionante son candidatos coma o sometido a ventilación mecánica.
para recibir NE. La NE tiene claras ventajas: pre- • Los prematuros menores de 34 semanas no
viene la atrofia intestinal, estimula la maduración presentan un desarrollo suficiente de los meca-
del enterocito, posibilita el mantenimiento de la nismos de succión/deglución, por lo que hasta po-
barrera intestinal y supone un aporte directo de der instaurar una alimentación oral eficaz preci-
nutrientes a las células del epitelio intestinal. Pe- sarán alimentación por medio de una sonda oro
ro, además, permite la administración de algunos o nasogástrica.
nutrientes con acciones específicas y que, hoy día, • Anomalías congénitas de la cara o del aparato
no están disponibles por vía intravenosa. digestivo superior, como las atresias esofágicas.
Se puede agrupar a los candidatos a recibir NE c) Enfermedades con aumento de las necesida-
en función de la indicación: des o con incapacidad para cubrirlas, como ocu-
a) Enfermedades del aparato digestivo que entra- rre en muchas enfermedades crónicas:
ñan una disminución de la capacidad de absorción: • Puede ocurrir que, además de tener unas ne-
• Resecciones intestinales extensas con clínica cesidades energéticas aumentadas, la capacidad
de síndrome de intestino corto. Aunque en la ma- de absorción esté limitada, como es el caso de la
yoría de estas situaciones se precisa, al menos de fibrosis quística del páncreas o de las hepatopa-
forma transitoria, nutrición parenteral, la utiliza- tías crónicas, sobre todo colestáticas. El niño con
ción precoz de la vía enteral es indispensable pa- atresia de vías biliares que no restablece el flujo
ra la adaptación y recuperación de la función del biliar va a necesitar frecuentemente NE antes del
intestino residual. trasplante.
• Enfermedad inflamatoria intestinal. En la en- • En otras ocasiones, la enfermedad de base
fermedad de Crohn pediátrica, la NE indicada condiciona saciedad precoz o la alimentación su-
como soporte nutricional tiene especial inte- pone un aumento del trabajo respiratorio o del
rés en los periodos de crecimiento rápido, como gasto cardiaco. A veces se combinan ambos me-
la adolescencia. Además, su acción como trata- canismos, como es el caso de las cardiopatías
miento primario de la enfermedad puede evi- congénitas con alteraciones hemodinámicas o en
tar el tratamiento con corticoides y sus incon- los casos de broncodisplasia.
venientes. • En esta situación también se encuentra el pa-
• Alteraciones graves de la motilidad gastro- ciente oncológico, caso en que, bien por la enfer-
intestinal, sobre todo en la pseudoobstrucción in- medad de base o por las consecuencias del trata-
testinal crónica. miento, no se llegan a cubrir las necesidades con
• En las formas graves de pancreatitis aguda, es- los aportes orales exclusivos.
tá indicada la alimentación enteral con una dieta • En algunas enfermedades psiquiátricas, in-
semielemental o elemental pobre en lípidos infun- cluyendo el fallo de medro clásico o la anorexia
dida en yeyuno. nerviosa.

244
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

d) En ciertas patologías, la NE puede constituir so y del tipo de dieta enteral, el método de ad-
el tratamiento primario de la enfermedad. Ade- ministración, la velocidad de progresión y el plan
más de la enfermedad de Crohn, ya comentada, de seguimiento.
es el caso de algunas alteraciones metabólicas en
las que el ayuno predispone a la hipoglucemia, co-
mo ocurre en las glucogenosis I y III, o desenca-
dena una descompensación, como sucede en los 4.Vías de acceso
trastornos del ciclo de la urea, la acidemia metil-
malónica o propiónica o algunos defectos de la La elección de la vía de acceso al tubo digestivo
β-oxidación de ácidos grasos. debe realizarse tras una cuidadosa valoración de
En algunas situaciones puede ocurrir que la patología de base y de la estimación del tiempo
no sea posible administrar todos los nutrien- previsto de duración de la NE.
tes por la vía digestiva. Incluso en esas condi- El propio concepto de NE es motivo de contro-
ciones se debe intentar siempre administrar los versia. Mientras para algunos NE es la administra-
máximos aportes por vía enteral. Cuando es- ción de fórmulas de composición definida por vía
tá limitada la función de algún tramo del tracto digestiva, tanto por boca como por medio de una
digestivo, como, por ejemplo, el íleo gástrico y sonda, para otros el término es más restrictivo y
cólico que aparece en el paciente politraumati- debería aplicarse sólo a los que reciban una mez-
zado, la elección de la ruta de acceso más ade- cla nutritiva a través de una sonda. A diferencia de
cuada (sonda yeyunal de alimentación y sonda la primera opción, en la que lo que define a la NE
gástrica de descompresión) puede permitir una es el uso de una fórmula diseñada específicamente
NE satisfactoria. para este fin, en la segunda el aspecto diferencial es
Hoy día se puede decir que las contraindicacio- la vía de acceso. Se hará referencia exclusivamente
nes para la NE son muy escasas y se limitan a los a la NE por sonda.
casos de fracaso intestinal: obstrucción mecánica, En la mayoría de ocasiones, la fórmula enteral se
íleo paralítico extenso, perforación, peritonitis, is- infundirá en el estómago y excepcionalmente en el
quemia intestinal, diarrea intratable y vómitos in- duodeno o en el yeyuno. Cuando la duración de la
coercibles. Se pueden considerar contraindicacio- NE va a ser inferior a 1-3 meses, se utilizará, en ge-
nes relativas las fístulas entéricas y los vómitos y neral, una sonda nasoenteral, mientras que para si-
diarreas de repetición. tuaciones de duración prolongada o indefinida es
Una vez indicada la NE y antes de iniciar su preferible usar una gastrostomía o una yeyunosto-
práctica, es necesario plantearse una estrategia mía (Figura 2).
de trabajo que incluye la estimación de las nece-
sidades, la determinación de los objetivos nutri-
cionales y el establecimiento de un plan de tra- 4.1. Accesos enterales
tamiento. Posteriormente, hay que llevar a cabo de corta duración
un seguimiento estrecho con valoraciones fre-
cuentes. 4.1.1 Accesos (Tabla 2)
La estimación de las necesidades es función de
la situación nutricional y de la enfermedad de ba- • Sonda nasogástrica y sonda orogástrica.
se. La valoración del estado nutricional en el niño • Sondas nasoduodenal y nasoyeyunal. Están in-
se detalla en el Capítulo 3.3. Los objetivos nutri- dicadas cuando existe riesgo de aspiración, en si-
cionales varían desde proporcionar como míni- tuaciones de íleo gástrico o reflujo gastroesofági-
mo los requerimientos metabólicos basales hasta co, así como en pancreatitis agudas.
la corrección de deficiencias de nutrientes espe- • Sondas nasogastro-yeyunales. En determinadas
cíficos o el mantenimiento de una NE mínima en- ocasiones, sobre todo aquellas que cursan con íleo
caminada a preservar la integridad y la función gástrico, puede ser útil usar una sonda nasoyeyu-
de la mucosa intestinal. En último lugar, el plan de nal de alimentación y otra gástrica para la descom-
tratamiento incluye la duración estimada del so- presión y aspiración. Existen en el mercado son-
porte nutricional, la elección de la vía de acce- das de dos luces que cumplen ambas funciones;

245
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

Figura 2. Elección del acceso enteral.

Las sondas de silicona y poliuretano son muy


flexibles y son bien toleradas. Esas mismas carac-
terísticas hacen que su inserción sea más dificulto-
sa y que se colapsen con facilidad. Son las sondas
ideales para la NE de larga duración. Pueden man-
tenerse sin necesidad de recambio durante varias
semanas.
El calibre de las sondas se expresa en unidades
French (F), que hacen referencia al diámetro exter-
no (1 F = 0,33 mm). Se usan sondas de 5 F en recién
nacidos y lactantes pequeños; de 6 F en lactantes
mayores y niños menores de 20 kg; y sondas de 8 F
para niños mayores. La longitud varía entre 50 y 120
Figura 3. Sonda de polivinilo.
cm. Es preciso tener en cuenta la viscosidad del pro-
ducto -p. ej., su contenido en fibra-, y si se va a desti-
lamentablemente, su grueso calibre hace muy difí- nar para la administración de medicamentos. En es-
cil su empleo en niños. tos casos es preferible usar un calibre superior.
Las sondas pueden ser de cloruro de polivini- Para facilitar la inserción de las sondas de silico-
lo (PVC), de poliuretano o de silicona. Las son- na o poliuretano, muchas vienen provistas de una
das de PVC son utilizadas para descompresión y guía interna o fiador. Una vez comprobada la loca-
aspiración gástrica, para la administración de NE lización de la sonda, aquél debe retirarse. Algunas
de corta duración y para los neonatos o lactan- sondas tienen un sistema de lubricación que se ac-
tes pequeños (Figura 3). Su inserción es más tiva en contacto con el agua o con la humedad de
sencilla, pero presentan el inconveniente de que la boca, mientras que otras necesitan de lubrica-
hay que sustituirlas cada 3 o 4 días, pues, al ser ción previa.
relativamente rígidas, pueden producir lesiones Las sondas lastradas llevan incorporado en su
de decúbito. extremo distal un peso o lastre que facilita su pro-

246
247
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

Tabla 2. SONDAS NASOENTERALES PARA NUTRICIÓN ENTERAL


Sonda
Compat Compat nasointestinal Freka®
Flexiflo® Flocare® Radius®
Marca Soft® Stay-put® Bengmark (Fresenius- Vygon®
(Abbott) (Nutricia) (Grifols)
(Novartis) (Novartis) Flocare® Kabi)
(Nutricia)
Poliuretano
Material Poliuretano Poliuretano Poliuretano Poliuretano Poliuretano Poliuretano Poliuretano
Silicona
Radioopacidad Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
Doble
En Y/
Conexión luer-lock Doble En Y Universal Universal Universal En Y
universal o luer
(pediátricas)
Fiador
Con/sin Con Con/sin Con Con Con Con Con/sin
(con/sin)
Con Sin
Lastre Sin Sin Sin Sin Sin Con/sin
Sin Espiral distal
Orificios
Varios 2 Varios Varios (3) Varios 2 Lateral 2 o más
terminales
• 5 F/50 cm • Poliuretano:
• Poliuretano:
• 8, 10, 12 F/ sin - 4, 5, 6 F/40 cm
• 6 F/90-110 cm - 6, 5 F, 50 cm
120 cm con • 8 F/91-114 - 8 F/50 cm
• 8 F/110 cm - 8 F/60, 120 cm • 6 F/56, 92
• 5 F/50 • Yeyunal 9 F cm con - 8, 10, 12 F/
• 10 F/110-130 - 12 F/120 cm cm
Tamaño cm sin • Gástrica • 10 F/91 cm • 8 F/145 cm 125 cm
cm - 15 F/100 cm • 8, 10 F/92-
(con/sin fiador) (pediátrica) 18 F con • 10 F/145 cm • Silicona:
• 12-14 F/110 • Silicona: 115 cm
• 7 F/80 150 cm • 12 F/91 cm - 5, 6, 9 F/125
cm - 7, 6 F/130 cm
cm con sin cm con lastre
- 13 F/120 cm
(pediátrica) • 12 F/114 - 6, 8, 9, 12
- 16 F/100 cm
cm con F/125 cm
F: 1 French (0,33 mm).
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

Tabla 3. PROTOCOLO DE COLOCACIÓN DE SONDA TRANSPILÓRICA PARA NUTRICIÓN


ENTERAL MEDIANTE TÉCNICA DE INSUFLACIÓN GÁSTRICA*

• Se emplearán sondas de 6, 8 o 10 F, dependiendo de la edad del paciente


• Medir la distancia desde la nariz al estómago y a la cuarta porción del duodeno
• Colocar al niño en decúbito supino
• Conectar una jeringa de 50 ml mediante una llave de tres pasos a la sonda enteral
• Introducir la sonda a través de la nariz empleando un lubricante soluble en agua hasta la distancia
estimada para alcanzar el estómago. Se verificará la posición de la sonda insuflando 10 ml de aire
y auscultando en el cuadrante superior izquierdo del abdomen
• Después de confirmar la posición en el estómago, se inyectará aire en una cantidad de 10 ml/kg hasta
un máximo de 500 ml. Se avanzará la sonda enteral la mitad de la distancia entre la posición gástrica
y la cuarta porción del duodeno
• Volver a inyectar 10 ml/kg de aire hasta un máximo de 500 ml y avanzar la sonda hasta la longitud
estimada para alcanzar la cuarta porción del duodeno
• Si se nota resistencia, retirar a la posición en la que se encontraba antes de la segunda inyección de aire
y avanzar de nuevo
• Colocar al niño en decúbito supino. Se realizará una radiografía de abdomen a los 45 minutos de la
colocación para verificar la posición de la sonda
• Si la sonda no es transpilórica, se retirará a la posición gástrica y se vaciará el aire por medio de una
sonda gástrica
• Volver a intentarlo de nuevo

*Unidad de cuidados intensivos pediátricos. Hospital 12 de Octubre.


F: 1 French (0,33 mm).

gresión a lo largo del tubo digestivo y dificulta que orificio nasal. Se empuja la sonda con suavidad y
sean expulsadas con el vómito. Se usan, sobre to- si el paciente puede colaborar se le pide que de-
do, en nutrición pospilórica. El lastre suele ser de gluta o beba mientras avanza la sonda para facili-
tungsteno, menos tóxico que el mercurio. Se reco- tar el paso por el esófago. Se comprueba la locali-
mienda que el diámetro del lastre no sea superior zación por medio de la administración de 5 ml de
al calibre de la sonda. aire mientras se ausculta en epigastrio, o por as-
piración de un contenido con pH < 3, que corro-
bora la localización intragástrica.
4.1.2.Técnicas de inserción En caso de duda, se verifica por examen ra-
diológico al tratarse de sondas radioopacas. Una
a) Sonda nasogástrica. Siempre que sea vez confirmada la correcta localización, se fija la
posible debe informarse al niño con el fin de ob- sonda con esparadrapo hipoalergénico al ala na-
tener su máxima colaboración. En el caso más ha- sal, procurando que no interfiera con el campo
bitual de una sonda nasogástrica se utiliza como visual.
referencia la distancia nariz-ombligo o bien lóbu- b) Sonda transpilórica. Su colocación es
lo de la oreja-nariz más nariz-xifoides. En caso de técnicamente más complicada y debe recurrir-
colocación pospilórica se añaden a esta distancia se a maniobras específicas (insuflación de aire y
15-20 cm. progresión de la sonda junto con la movilización
Con el paciente sentado o incorporado 45-90º del niño) (Tabla 3), o bien mediante endosco-
y el cuello ligeramente flexionado hacia delante, pia o por métodos radiológicos (fluoroscopia o
se introduce la sonda, previa lubricación, por un ecografía).

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J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

Tabla 4. SONDAS PARA GASTROSTOMÍA

Freka®
Bard® Compat® Flocare®
Tipo Flexiflo® (Abbott) (Fresenius- Mic® (Ballard MP)
(Bard Inc.) (Novartis) (Nutricia)
Kabi)
PEG • 16, 20, 28 F 15, 22 F • Inverta-Peg® 20 F 10, 14, 9, 15 F • 14, 20, 24 F
extracción extracción extracción sin E 18 F extracción extracción sin E
sin E con E • Inverta-Pull Peg® con E
20 F extracción
sin E
Sonda con • 5 cm3: 12, 15, 22 F 16, 20 F 10, 14, 16, - • 5 cm3: 12-20 F
balón 14 F 18, 20 F • 20 cm3: 14-30 F
• 20 cm3: Para bolus:
16-24 F • 5 cm3: 12-18 F
• 20 cm3: 14-24 F
Sonda sin • 16, 20 F - - - - -
balón
Botón • 18, 24 F - Flexiflo Estomate® - - -
(1,2; 1,7; 2,4; 22 F (2,8 cm)
3,4 cm)
• 24 F (4,4 cm)
• 28 F (1,5; 2,7;
4,3 cm)
Botón con • 10, 20 cm3: - - - 15 F (1,1; 1,4; • < 10 cm3:
balón - 16 F (1,2; 1,7; 1,7; 2,0; 2,5; - 14-20 F (0,8;
2,4 cm) 3,0; 3,5; 4,0; 1,0; 1,2 cm)
- 18, 20 F 4,5 cm) - 14-20, 24 F
(1,7; 2,4; 3,4; (1,5; 1,7; 2,0; 2,3;
4,4 cm) 2,5; 2,7; 3,0; 3,5;
• 20 cm3: 4,0; 4,5 cm)
- 16 F (1,7;
2,4 cm)
- 20, 24 F
(1,7; 2,4; 3,4;
4,4 cm)

PEG: gastrostomía endoscópica percutánea; E: endoscopia; F: 1 French (0,33 mm).

4.2. Accesos enterales deformidades graves de tórax y columna o malro-


de larga duración (Tabla 4) tación que alteren la posición del estómago, y en
casos de cirugía abdominal previa. Una variante de
Si la duración de la NE va a ser superior a 3 me- las gastrostomías endoscópicas, menos usada, es la
ses, es preferible colocar un acceso enteral perma- gastrostomía laparoscópica.
nente: una gastrostomía o una yeyunostomía. En la El uso de un “botón” de gastrostomía simplifica la
mayoría de las ocasiones, la gastrostomía se rea- aceptación y el cuidado de la sonda (Figura 4). Si
lizará de forma percutánea, bien por endoscopia la gastrostomía se hizo por vía endoscópica, el cam-
(PEG) o radiológicamente. La gastrostomía quirúr- bio de la sonda inicial no debe hacerse antes de los
gica clásica (técnica de Stamm) sólo estará indicada 2 meses. Este periodo puede acortarse en el caso de
cuando se realice al mismo tiempo que otra inter- gastrostomías quirúrgicas. La técnica de colocación
vención quirúrgica abdominal, en el caso de este- de una PEG es similar en niños y adultos, y ya ha si-
nosis esofágicas infranqueables o cuando existan do referida en otro capítulo.

249
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

En raras ocasiones puede ser necesaria la obtura-


ción quirúrgica del estoma. El uso de una yeyunos-
tomía en un niño es excepcional. En caso de preci-
sarla se coloca generalmente como procedimiento
auxiliar durante una intervención del tracto diges-
tivo. En ocasiones, se puede convertir una gastros-
tomía inicial en una gastroyeyunostomía, mediante
el acceso con sondas especiales.

5. Material para la
administración de
Figura 4. Botón de gastrostomía y accesorio para conexión. la nutrición enteral
Para la administración de la NE se necesitan,
además de las sondas:
1. Jeringas, para el suministro de la dieta enteral
por gravedad. Su contenido varía entre 20 y 100 ml.
2. Recipiente o contenedor: son bolsas flexibles,
botellas semirrígidas o frascos de cristal que se uti-
lizan para la administración de fórmulas líquidas o
dietas en polvo para diluir. Algunos preparados co-
merciales llevan su propio envase, minimizando el
riesgo de contaminación bacteriana. Mediante un
adaptador se conectan a la nutrilínea.
3. Sistemas de infusión o nutrilíneas: en la
NE continua son las tubuladuras que conectan
la sonda de alimentación con la jeringa o con el
recipiente que contiene la dieta. Puede tratarse
de un sistema de goteo que administre la fórmu-
la por gravedad. Su uso es sencillo, pero con el
inconveniente de que hay que realizar frecuen-
tes controles y reajustes para garantizar que pa-
sa la cantidad de dieta deseada. Las soluciones
Figura 5. Botón de gastrostomía en un paciente. más viscosas se administran con dificultad. Tam-
bién puede usarse un sistema específico para ca-
da bomba de infusión.
La gastrostomía puede mantenerse por periodos 4. Bombas de infusión (Tabla 5). Para la NE
prolongados (Figura 5). El recambio de la sonda o continua se requiere una bomba de nutrición que
del botón de gastrostomía debe realizarse cada 6-12 asegura una mayor exactitud y regularidad en el
meses. En periodos de crecimiento rápido o en pa- flujo de infusión. Su uso es deseable en la NE con-
cientes previamente desnutridos hay que compro- tinua en niños y obligatorio para la NE pospilórica.
bar con periodicidad que el dispositivo colocado no Según la forma de control del volumen, las
quede pequeño, ya que puede producir ulceraciones bombas se dividen en:
en la piel o en la mucosa del antro, llegando incluso a) Bombas peristálticas, en las que el rotor
a incluirse dentro de la pared gástrica. presiona el sistema de infusión.
Cuando ya no se precisa mantener la ostomía, b) Bombas de pistón o cámara (volumétricas),
su cierre se produce espontáneamente, en la ma- en las que el recipiente se rellena y vacía alter-
yoría de casos entre 2 y 4 semanas tras su retirada. nativamente.

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J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

Tabla 5. BOMBAS PARA NUTRICIÓN ENTERAL

Tipo Mecanismo Flujo: ml/h Precisión Batería Peso


Compat Peristáltica 1-295 (inc. 1) 10% 2 horas 2,5 kg
Standard® rotatoria
(Novartis)
Compat Mobile® Peristáltica 1-295 10% 410 g
(Novartis)
Flexiflo Volumétrica 5-300 (inc. 1) 10% 8 horas 675 g,
Companion® cargador:
(Abbott) 1.125 g
Flexiflo II® Peristáltica • 20-60 (inc. 10) 10% 8 horas
(Abbott) rotatoria • 75-250 (inc. 25)
Flexiflo Volumétrica 1-300 (inc. 1) 10% o 0,5 8 horas 3,25 kg
Quantum® cassette Purgado automático ml/h
(Abbott) (25 ml)
Flexiflo Patrol® Peristáltica 1-300 (inc. 1) 10% o 0,5 6 horas
(Abbott) rotatoria Función bloqueo-pausa ml/h
Frentamat® Peristáltica • 1-450 cont. (inc. 1) 10% 2 horas 2,8 kg
(Fresenius- rotatoria • 10-450 bolus (inc. 5)
Kabi)
Frenta Peristáltica • 1-300 cont. (inc. 1) 10% 24 500 kg
System IV® rotatoria • 1-500 bolus (inc. 5) horas
(Fresenius-
Kabi)
Flocare Peristáltica • 5-400 cont. (inc. 1) • 6,5% 20 500 g
microMAX 200® rotatoria • 1-500 bolus • Bolus < 20 horas
(Nutricia) ml: 20%
Kangaroo K324 ® Peristáltica • 1-50 (inc. 1) 10% 24
(Sherwood) rotatoria • 50-300 (inc. 5) horas
Nutriflow® II Peristáltica • 1-300 (inc. 5) 10% 10 2,75 kg
(Grifols) rotatoria • 5-500 bolus horas
inc.: tasa de incremento; cont.: continuo.

c) Bombas de jeringa, más precisas, en las que 6. Métodos de infusión


un émbolo desplaza de forma continua la die-
ta enteral. La NE puede administrarse de forma continua o
Tanto las bombas peristálticas como las volu- intermitente.
métricas que se emplean habitualmente en NE tie-
nen una precisión de ± 10%, por lo que en situa-
ciones en las que es preciso ajustar finamente el 6.1. Nutrición enteral continua
volumen a infundir es necesario recurrir a bom-
bas de jeringa, cuya precisión es ± 2%. Éste es el Consiste en administrar la fórmula a un ritmo con-
caso de los recién nacidos prematuros y/o grave- tinuo a lo largo de todo el día. Produce poco residuo
mente enfermos. La disposición horizontal de la gástrico. Se discute si su uso está asociado a una ma-
jeringa y los bajos ritmos de infusión facilitan que yor incidencia de neumonía nosocomial al alcalinizar
el soluto de las soluciones se deposite en el fon- el pH gástrico y favorecer el sobrecrecimiento bac-
do, motivo por el que es necesario utilizar dietas teriano. Estaría indicada en la nutrición pospilórica,
muy homogenizadas o bien agitar frecuentemen- en pacientes con riesgo elevado de aspiración o que
te el contenido. no toleren la alimentación intermitente, en situacio-

251
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

Tabla 6. ADMINISTRACIÓN DE NUTRICIÓN ENTERAL CONTINUA. PROGRESIÓN


DEL VOLUMEN

Edad Ritmo inicial Aumento diario Máximo


Pretérmino 1-2 ml/kg/h 1 ml/h 120-175 ml/kg/día
(10-20 ml/kg/h)
0-1 año 10-20 ml/h 5-10 ml/8 h 21-54 ml/h
(1-2 ml/kg/h) (1-2 ml/kg/h) (6 ml/kg/h)
2-6 años 20-30 ml/h 10-15 ml/8 h 71-92 ml/h
(2-3 ml/kg/h) (1 ml/kg/h) (4-5 ml/kg/h)
7-14 años 30-40 ml/h 15-20 ml/8 h 108-130 ml/h
(1 ml/kg/h) (0,5 ml/kg/h) (3-4 ml/kg/h)
> 14 años 50 ml/h 25 ml/8 h 125 ml/h
(0,5-1 ml/kg/h) (0,4-0,5 ml/kg/h)

nes con alteración importante de la absorción, como tualmente por la noche, mientras el niño duerme.
en grandes resecciones intestinales y en situaciones Es un sistema frecuentemente usado en Pediatría,
en las que la alimentación intermitente suponga un pues permite una alimentación oral ad libitum du-
gasto energético elevado difícilmente tolerable, co- rante el día y una suplementación nocturna. Esta
mo puede ocurrir en algunas cardiopatías congénitas forma de NE parece producir menor trastorno en
o en la enfermedad pulmonar crónica. la conducta alimentaria del lactante que la NE con-
tinua o intermitente.

6.2. Nutrición enteral


intermitente (“bolos”) 6.4. Nutrición enteral trófica
Consiste en proveer volúmenes de fórmula de Se entiende por NE trófica o mínima la infu-
manera periódica. Facilita la movilidad del paciente y sión continua de pequeñas cantidades de produc-
la estimulación de la alimentación oral al originar al- to enteral (0,5-25 ml/kg/día), con el fin de mante-
ternativamente periodos de hambre y saciedad. Pue- ner la integridad de la barrera intestinal y prevenir
de administrarse con jeringa o con bomba, entre 4 y la atrofia de la mucosa. Este concepto se ha utili-
8 veces al día, durante 15-45 minutos. Cuando la ali- zado fundamentalmente en nutrición neonatal, y el
mentación intermitente es mal tolerada, se puede producto de elección es la leche materna. Por ex-
manifestar como exceso de residuo gástrico, disten- tensión, se aplica la definición a toda NE con las ca-
sión o dolor abdominal, regurgitaciones o vómitos y, racterísticas citadas.
excepcionalmente, como un síndrome de dumping. La
NE intermitente es la forma de alimentación gástrica
más habitual y se usa en el paciente con función gas-
trointestinal normal y sin riesgo de aspiración o en la 7. Inicio y control de
transición de la NE continua a la alimentación oral. la nutrición enteral
(Tablas 6 y 7)
6.3. Nutrición enteral cíclica La NE debe avanzarse progresivamente en fun-
ción del estado de nutrición del niño y de la to-
Se refiere a la infusión continua pero en perio- lerancia digestiva. En el caso de la alimentación
dos inferiores a las 24 horas (8-12 horas), habi- intermitente, puede comenzarse con tomas frac-

252
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

Tabla 7. ADMINISTRACIÓN DE NUTRICIÓN ENTERAL INTERMITENTE. PROGRESIÓN


DEL VOLUMEN

Edad Ritmo inicial Aumento diario Máximo

Pretérmino 2-4 ml/kg/toma 2-4 ml/toma 120-175 ml/kg/día


> 1.200 g
0-1 año 60-80 ml/4 h 20-40 ml/4 h 80-240 ml/4 h
(10-15 ml/kg/toma) (10-30 ml/toma) (20-30 ml/kg/toma)
2-6 años 80-120 ml/4 h 40-60 ml/4 h 280-375 ml/4 h
(5-10 ml/kg/toma) (30-45 ml/toma) (15-20 ml/kg/toma)
7-14 años 120-160 ml/4 h 60-80 ml/4 h 432-520 ml/4 h
(3-5 ml/kg/toma) (60-90 ml/toma) (10-20 ml/kg/toma)
> 14 años 200 ml/4 h 100 ml/toma 500 ml/4 h
(3 ml/kg/toma) (10 ml/kg/toma)

cionadas de 2 a 5 ml/kg/toma a intervalos de 3 a 4 que no requieren manipulación. Cuando se recurre


horas y subir progresivamente de 2 a 5 ml/kg/toma al empleo de una forma sólida, ya sea una cápsula
en comidas alternas. Hay que vigilar signos clínicos sin cubierta entérica o un comprimido, es impor-
indicativos de intolerancia, como la regurgitación o tante realizar una disolución adecuada. Si se admi-
la distensión abdominal. nistran varios fármacos a la vez, se debe hacer ca-
En la NE continua en lactantes y niños se ha de da uno por separado, lavando la sonda (con 10 ml
comenzar con 1-2 ml/kg/hora de una fórmula no di- de agua en el niño mayor y 1 ml en el prematuro)
luida y, si la tolerancia es buena, aumentar 1-2 ml/kg/ entre cada uno de ellos. Las formas retardadas, las
día cada 8-24 horas. En adolescentes, puede iniciar- formulaciones de liberación entérica y las grageas
se a 25-50 ml/hora y aumentar 25 ml/hora cada 8- y los comprimidos sublinguales no deben adminis-
24 horas. trarse por sonda.
No hay acuerdo unánime en la necesidad de Además, al administrar un fármaco por sonda se
monitorizar el residuo gástrico. Parece aconseja- debe considerar la posible incompatibilidad con la NE.
ble hacerlo en algunas situaciones clínicas, como, Esta incompatibilidad puede presentarse como preci-
por ejemplo, en recién nacidos prematuros o en pitación del fármaco que obstruya la sonda, interac-
pacientes críticos. En caso de medir el residuo gás- ción entre el fármaco y la NE, o alteración en las pro-
trico, si el contenido es superior al 50% del volu- piedades farmacocinéticas de la medicación. Así, por
men infundido en las 3-4 horas previas, no se debe- ejemplo, la ciclosporina puede absorberse peor si se
ría aumentar el ritmo de infusión. administra durante la infusión de la fórmula, y la feni-
toína se fija a las paredes de la sonda y varía su dispo-
nibilidad. Es aconsejable disponer de una guía de ad-
ministración de fármacos por sonda en los servicios
8. Nutrición donde sea habitual esta práctica (ver Capítulo 4.13).
enteral y fármacos
La administración de fármacos por sonda de-
be tener en cuenta que la manipulación de la for- 9. Nutrición enteral
ma galénica puede provocar una modificación de en el neonato
la eficacia y/o la tolerancia del producto. Por esta
razón, las formas farmacéuticas líquidas (solucio- Si existe un periodo de la vida en el que las ne-
nes y suspensiones) son las de uso prioritario, ya cesidades de nutrientes difieren sustancialmente

253
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

del resto ése es el periodo neonatal. Los recién na- mula diluida. Mientras aparece una succión-deglu-
cidos son especialmente susceptibles al estrés ca- ción madura (más allá de la 32-34 semana) es pre-
tabólico a causa de sus escasas reservas energéti- ciso utilizar una sonda oro o nasogástrica. No hay
cas y sus grandes requerimientos de energía. Estos datos suficientes que permitan inclinarse por una
aspectos son particularmente relevantes en el pre- alimentación continua frente a una intermitente
maturo. Aunque existen capítulos dedicados exclu- en bolos. En todo caso, hay que facilitar una suc-
sivamente a la alimentación del recién nacido (ver ción no nutritiva mientras se realiza la alimenta-
Capítulos 3.7 y 3.8), nos ha parecido de interés des- ción por sonda.
tacar los aspectos diferenciales más notables de la
NE en el neonato.
La mayoría de prematuros son capaces de llevar
una alimentación oral eficaz durante los primeros 10. Elección de
días o semanas de vida. En muchas ocasiones, sobre la dieta enteral
todo en grandes prematuros, será preciso recurrir
al uso de nutrición parenteral como forma de ali- 10.1.Tipos de preparados
mentación exclusiva o complementaria a una NE
precoz. Este uso combinado permite el avance gra- Las fórmulas completas, constituidas por una
dual de la NE, facilitando la maduración y la adapta- mezcla definida de macro y micronutrientes, son
ción intestinal a un ritmo seguro. aquellas que, administradas en cantidad suficiente
El análisis de los estudios publicados concluye para hacer frente a las necesidades de líquidos del
que la introducción precoz de la NE disminuye el paciente, cubren los requerimientos de nutrientes
tiempo necesario para alcanzar los requerimientos del individuo y pueden, por tanto, administrarse
nutricionales estimados, acorta el tiempo de hos- como única fuente nutricional. Dependiendo de la
pitalización y no causa un aumento en la incidencia forma química de las proteínas, se distinguen die-
de enterocolitis necrotizante. tas poliméricas (con proteína completa), oligomé-
Esta NE precoz en el prematuro tiene como ricas (con péptidos), y monoméricas o elementa-
objetivo estimular la maduración intestinal, in- les (compuestas por L-aminoácidos).
cluyendo la liberación de hormonas gastrointes- Las fórmulas incompletas no contienen todos
tinales, y acelerar el desarrollo de un patrón de los nutrientes necesarios y no pueden adminis-
motilidad normal. Inicialmente tiene un carácter trarse de forma exclusiva. En este grupo se inclu-
trófico (1-25 ml/kg/día) y luego pasa a constituir yen los suplementos, mezcla de varios nutrientes
una alimentación enteral progresiva y exclusiva. que suelen usarse para complementar la alimen-
El alimento de elección es la leche materna ex- tación oral, y los módulos. Estos últimos son nu-
traída de la propia madre. Deberá iniciarse tan trientes aislados que sirven para confeccionar
pronto como sea posible, incluso en el mismo dietas modulares individualizadas o para enri-
día del nacimiento. La leche materna, compara- quecer en el correspondiente nutriente una die-
da con una fórmula infantil, facilita el vaciamiento ta completa.
gástrico, aumenta la frecuencia de las deposicio-
nes y mejora el coeficiente de absorción de gra-
sas. Además, disminuye el riesgo de enterocolitis 10.2. Elección de la fórmula
necrotizante.
Como la leche materna puede no cubrir por Para establecer el tipo de fórmula a administrar
completo todas las necesidades del prematuro, la en cada paciente, se han de considerar, de forma in-
práctica de su fortificación con productos diseña- dividualizada, tres factores fundamentales: la edad,
dos a tal fin es habitual (por cada 100 ml propor- el grado de funcionalidad del aparato digestivo y la
cionan un aporte extra de 10 kcal, 0,7 g de pro- patología de base.
teína, 2 g de hidratos de carbono, y sodio, calcio El primer criterio de elección lo constituye la
y fósforo). Si no es posible disponer de leche ma- edad, que permite distinguir tres grandes grupos:
terna, pueden usarse fórmulas de prematuros. No fórmulas para lactantes (0-12 meses de edad),
existe ninguna justificación para utilizar una fór- preparados para niños entre 1 y 10 años de edad,

254
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

y productos para niños mayores de 10 años y • Fórmulas de soja. Para el uso en galacto-
adultos. semia, vegetarianismo e intolerancia secundaria
La función digestiva puede estar levemente alte- a la lactosa, excepto cuando hay antecedentes
rada o existir un síndrome de malabsorción esta- de prematuridad. También puede administrar-
blecido. En el primer caso, la traducción clínica es la se en los casos de alergia a proteínas de leche
existencia de una intolerancia a la lactosa (tras pe- de vaca, salvo en el lactante menor de 6-12 me-
riodos prolongados de ayunas, gastroenteritis agu- ses con síntomas digestivos. Sometidas a regula-
da, en los pacientes con intolerancia primaria tardía ción específica (Real Decreto 72/1998, de 23 de
a la lactosa), para lo que es suficiente excluir ésta enero).
de la fórmula. De hecho, las dietas poliméricas con- • Fórmulas oligoméricas: hidrolizados de
vencionales no la contienen. Cuando existe un sín- caseína y/o seroproteínas, soja o colágeno. Los
drome de malabsorción, dependiendo de su origen, productos con alto grado de hidrólisis están
puede ser necesario el uso de fórmulas con modi- constituidos por péptidos de bajo peso molecu-
ficaciones en su cuerpo proteico (oligoméricas o lar (< 5.000 Da). Los que contienen dextrinomal-
elementales) o graso [con adición de triglicéridos tosa como aporte de hidratos de carbono, pero
de cadena media (MCT)]. con grasa similar a las de las fórmulas normales,
La patología de base condicionará también la están indicados en la alergia a proteínas de leche
elección de la fórmula: con exclusión de ciertos de vaca sin enteropatía. Los preparados con mo-
nutrientes o con un perfil diseñado específicamen- dificación del cuerpo graso (adición de MCT) se
te para adecuarse a las alteraciones metabólicas y emplean en las alteraciones graves de la absor-
los requerimientos de nutrientes conocidos en una ción intestinal (intestino corto, síndrome de ma-
enfermedad determinada. labsorción, diarrea grave), en las enfermedades
con alteración de la digestión o transporte de
grasas (linfagiectasia, abeta o hipobetalipoprotei-
10.2.1. Fórmulas para nemia, colestasis) y en la alergia a proteínas de
lactantes (0-12 meses de edad) leche de vaca con enteropatía.
• Fórmulas monoméricas o elementa-
a) En los niños recién nacidos (RN) a tér- les, constituidas por L-aminoácidos, polímeros
mino y en los lactantes sanos el alimento de de glucosa y grasa con adición de MCT en canti-
elección es la leche materna. Cuando ello no sea dad variable. Están indicadas en alergias graves a
posible, existen fórmulas de inicio o de continua- proteínas de leche de vaca con intolerancia a las
ción, que deben cumplir una reglamentación técni- fórmulas hidrolizadas y en cuadros graves de ma-
co-sanitaria específica (Real Decreto 72/1998, de labsorción (intestino corto, enfermedad inflama-
23 de enero). toria, enteritis postirradiación y quimioterapia).
b) Fórmulas especiales (ver Capítulo 4.5) • Fórmulas especiales para diversos errores
• En los RN prematuros también la leche congénitos del metabolismo (ver Capítulo 4.14).
materna (sola o fortificada, según la edad de ges- • Fórmulas para alteraciones de órga-
tación) es el alimento ideal. En su defecto deben nos, como es el caso de la insuficiencia renal
usarse fórmulas especialmente diseñadas para el (ver Capítulo 4.3).
prematuro, que se mantendrán hasta que alcance
un peso de 2,5-3 kg o una edad equivalente a 36
semanas de gestación. 10.2.2. Fórmulas para
• Fórmulas sin lactosa. Son fórmulas de inicio niños de 1 a 10 años de edad
o continuación y, por tanto, sujetas a su reglamen-
tación, en las que se ha sustituido la lactosa por a) Dietas poliméricas pediátricas. Indi-
dextrinomaltosa. Están indicadas en la intolerancia cadas en los pacientes con función digestiva nor-
secundaria a la lactosa. mal o mínimamente alterada y que no presen-
• Fórmulas exentas en disacáridos, con adi- tan alergia alimentaria a las proteínas de la leche
ción de fructosa, indicadas en la malabsorción pri- de vaca. Están formadas por proteínas completas
maria o secundaria de glucosa-galactosa. (caseína y suero), oligosacáridos sin lactosa, acei-

255
256
Tabla 8. DIETAS POLIMÉRICAS PEDIÁTRICAS (COMPOSICIÓN POR 100 ml)

Proteína (g) Grasa (g) H. carbono (g) Osmolaridad (mOsm/l)


Energía Fibra (g)
(% kcal) (% kcal) (% kcal) Presentación
(kcal)
Capítulo 4.9.

C/S Fuente Fuente


2,7 4,7 17 282 Frascos 250 ml
Isosource Junior®
122 (9%) (35%) (56%) vainilla, chocolate,
(Novartis)
100/0 Vegetal, MCT 19% DTM/Sac (80/20) tutti-frutti

2,7 4,7 16,4 366


Isosource Junior® Frascos 250 ml
122 (9%) (35%) (56%) Fibra 0,76 soluble/
Fibra (Novartis) vainilla, chocolate
100/0 Vegetal, MCT 17% DTM/Sac (77/23) insoluble (40/60)
18,8 380
3,4 6,8 Caja 200 ml
Fortini® (Nutricia) 150 (50%)
(9%) (41%) vainilla, fresa
DTM/Sac (76/24)
4,13 6,66 18,5 320
Nutrini Energy® Frascos 200 ml
150 (11%) (40%) (49%)
(Nutricia) neutro
100/0 Vegetal DTM
Nutrini Energy® 4,13 6,66 18,5 320
Frascos 200 ml
Multi Fibre 150 (11%) (40%) (49%) Fibra 0,75 soluble/
neutro
(Nutricia) 100/0 Vegetal DTM insoluble (50/50)
2,8 5 11 273 Caja 200 ml fresa,
Pediasure®
100 (11%) (44%) (45%) vainilla, chocolate;
(Abbott)
84/16 Vegetal, MCT 20% DTM/Sac (70/30) RTH 500 ml vainilla
Nutrición enteral en el paciente pediátrico

2,8 5 11 289
Pediasure® con Caja 200 ml
100 (11%) (44%) (45%) Fibra 0,5/Polisacárido
Fibra (Abbott) vainilla
82/18 Vegetal, MCT 20% DTM/Sac (70/30) de soja
4,2 7,5 16,7 273
Pediasure® Plus
150 (11%) (44,5%) (44,5%) RTH 500 ml vainilla
(Abbott)
82/18 Vegetal, MCT 20% DTM/Sac (70/30)

4,2 7,5 16,7 390


Pediasure® Plus Caja 200 ml
150 (11%) (44,5%) (44,5%)
Drink (Abbott) vainilla, fresa
82/18 Vegetal, MCT 20% DTM/Sac (70/30)
3 6,2 20,6 330
Resource Junior® Caja 200 ml fresa,
150 (8%) (37%) (55%)
(Novartis) vainilla, chocolate
82/18 Vegetal y láctea DTM/Sac (70/30)

C/S: relación caseína/seroproteínas; MCT: triglicéridos de cadena media; DTM: dextrinomaltosa; Sac: sacarosa.
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

te vegetal con adición moderada de MCT y vita- 11. Nuevos sustratos


minas y minerales que cubren aproximadamente en nutrición enteral
las recomendaciones de los niños de 1 a 6 años y su aplicación en pediatría
en 1.100 ml, y las de los niños de 7 a 10 años en
1.300 ml. No contienen gluten y son normopro- Los avances en el conocimiento del metabo-
teicas e isoosmolares. En la Tabla 8 se detallan lismo intermediario durante el crecimiento, el
las características de este tipo de productos. estrés y la inflamación, han puesto de manifies-
b) Fórmulas especiales, para enferme- to el papel que ciertos nutrientes podrían te-
dades digestivas, alérgicas, errores congénitos ner en la prevención y/o en el tratamiento de la
del metabolismo o alteraciones de órganos. Las enfermedad. La mayoría de estos efectos han si-
indicaciones se han descrito para el rango de do conocidos en modelos in vitro o en estudios
edad anterior. En muchas ocasiones, se siguen en animales. Sin embargo, aunque las hipótesis
utilizando esos mismos productos (ver Capítu- de trabajo son sólidas, la demostración clara de
lo 4.5). su eficacia en la práctica clínica es escasa, y más
todavía en niños.
Existen muchos nuevos sustratos cuya des-
10.2.3. Fórmulas para cripción detallada se aborda en otros capítulos
niños mayores de 10 años de edad de este TRATADO (ver Capítulos 1.13, 1.15 y 4.8).
Se comentará brevemente el interés de algunos
a) Dietas poliméricas de adultos. In- de ellos en su aplicación durante la infancia.
dicadas cuando no existen alteraciones digesti- • Arginina. La administración de una fór-
vas importantes ni alergia alimentaria. La fuente mula infantil suplementada con arginina a pre-
proteica puede ser leche, soja o alimentos na- maturos con edad gestacional inferior a 32 se-
turales homogeneizados. Existen diversos tipos: manas, mostró una reducción importante en el
(ver Capítulo 4.3). número de episodios de todos los estadios de
• Las fórmulas estándar son normopro- enterocolitis necrotizante. Falta por demostrar
teicas (11-18% del valor calórico total) e iso- si la arginina es capaz de prevenir las enteroco-
calóricas. El volumen necesario para cubrir litis en estadios superiores al II, en los que cla-
aproximadamente los requerimientos de vita- ramente la patología está establecida y los cri-
minas y minerales para el niño mayor de 10 terios diagnósticos son claros, a diferencia del
años es de 1.500-1.900 ml. Existen gran núme- tipo I.
ro de preparados comerciales. • Glutamina. La administración por vía en-
• Los preparados concentrados o hiperca- teral se ha realizado en recién nacidos prema-
lóricos (1,1-2 kcal/ml) son normoproteicos, y turos en los que se ha demostrado en algunos
algunos de ellos contienen fibra. Están indica- ensayos, una reducción en la incidencia de sep-
dos en los pacientes que precisan restricción sis y una mejoría en la tolerancia de la alimen-
de líquidos o que tienen requerimientos eleva- tación oral. No existe evidencia para recomen-
dos de energía. darla rutinariamente. Los estudios en niños con
• Las fórmulas hiperproteicas (> 18% enfermedad inflamatoria (Crohn) no han de-
del valor calórico total) están indicadas en pa- mostrado eficacia. Se ha empleado también en
cientes hipermetabólicos. pacientes quemados y en niños críticos, en los
b) Fórmulas especiales: que la tolerancia ha sido buena pero no se han
• Fórmulas oligoméricas normo o hiper- demostrado beneficios adicionales. Un estudio
proteicas y fórmulas monoméricas para en- en niños con cáncer sometidos a quimioterapia
fermedades digestivas o alérgicas. demostró disminución en la incidencia y severi-
• Fórmulas elaboradas para el aporte nutri- dad de la mucositis.
cional en ciertas enfermedades específi- • Ácidos grasos poliinsaturados de
cas. Se han diseñado para el adulto con insu- cadena larga. Los ácidos araquidónico y do-
ficiencia hepática, renal o pulmonar, síndromes cosahexaenoico (DHA) sintetizados a partir de
hiperglucémicos e inmunodeficiencias. sus precursores esenciales de las series n-6 y

257
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

n-3, respectivamente, se depositan en el cere- nos frecuentes con los materiales blandos (poliu-
bro y otros tejidos durante el crecimiento del retano y silicona), del mismo modo que es excep-
feto y tras el nacimiento. Se ha demostrado en cional la perforación en el resto del recorrido de
niños prematuros que la adición de DHA mejo- la sonda.
ra la función retiniana y la agudeza visual en los Las sondas de gastrostomía de cualquier tipo
primeros meses del desarrollo posnatal. En ni- deben girarse diariamente para evitar que que-
ños a término no se han podido demostrar es- den adheridas a la piel y se produzcan ulceracio-
tos beneficios hasta el momento. Contribuye a nes. El orificio del estoma se mantendrá limpio y
ello la existencia de problemas metodológicos seco. Es frecuente la pérdida de líquido gástrico a
de diseño de los estudios. En cuanto al desarro- su través y la aparición de granulomas, que con fre-
llo psicomotor global, existen estudios en los cuencia precisan toques con nitrato de plata para
que se ha encontrado una mejoría, y otros en su control.
los que no se observa ningún efecto. • Desplazamiento de la sonda de su si-
tuación inicial. Puede dar lugar a pérdidas del
dispositivo (con necesidad de volver a colocarlo) e
infusiones en lugares no previstos con complicacio-
12. Complicaciones. nes secundarias (las más importantes son las aspira-
Prevención y tratamiento ciones y el síndrome de dumping). Para evitarlo es
primordial la fijación correcta de la sonda sin some-
12.1. Complicaciones mecánicas terla a tracción y la comprobación de su correcta
ubicación ante la menor duda, ayudándose de la me-
• Oclusión de la sonda. Es una compli- dida de la longitud externa del tubo desde su punto
cación frecuente que se previene lavándola con de inserción. En los casos de pérdida de la sonda de
frecuencia (antes y después de cada toma, cuan- gastrostomía es muy importante colocarla rápida-
do la alimentación es intermitente; con el cam- mente para evitar el cierre espontáneo del estoma.
bio de bolsa o biberón, cuando la alimentación es
continua; después de la administración de cual-
quier tipo de medicación; una o dos veces al día 12.2. Complicaciones
si por cualquier causa no se usa la sonda), evi- gastrointestinales
tando la aspiración de restos y el acodamiento
o pinzamiento. • Diarrea. La diarrea es la complicación más
Es deseable el uso de medicaciones en forma lí- común, especialmente cuando la técnica de alimen-
quida. Cuando la presentación es sólida o la forma tación es pospilórica o el paciente presenta hipo-
galénica tiene alta viscosidad, se emplearán tras albuminemia.
diluirlas con cuidado. Las sondas nasoenterales de Su origen puede estar relacionado, en primer
poliuretano, por tener mayor diámetro interno a lugar, con la administración de una fórmula en
igualdad de calibre, son las más indicadas para el cantidad o con osmolaridad elevadas, o con rit-
uso en los tamaños más pequeños. Cuando se de- mos de progresión excesivamente rápidos. Se de-
tecte una obstrucción se pasará agua templada a be descartar la posibilidad de contaminación del
su través y, si no es suficiente, y siempre que no producto en su preparación o en su manipulación,
haya contraindicación en el paciente, se intenta- o la existencia de falta de higiene en el manejo
rá con papaína (Coca-Cola®) o fermentos pan- del equipo contenedor o de los sistemas de in-
creáticos. fusión. Se investigará la existencia de sobredesa-
• Lesiones por decúbito o fricción en el rrollo bacteriano, diarrea infecciosa, síndromes de
trayecto de la sonda. En los casos de sondas malabsorción o intolerancia a alguno de los com-
nasoenterales es necesario el uso de calibres ade- ponentes del preparado y la administración de
cuados al tamaño del niño, realizar una higiene cui- medicamentos. Por último, se comprobará la lo-
dadosa del orificio nasal y cambiar el punto de fija- calización correcta de la sonda, descartando su
ción para evitar escoriaciones y lesiones en la piel ubicación en la parte inferior del antro o la migra-
y la mucosa de la nariz. Estos problemas son me- ción al duodeno.

258
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

• Náuseas, vómitos y distensión ab-


dominal. Pueden estar causados por desplaza-
miento de la sonda, administración de fórmulas en
cantidad o concentración elevadas, obstrucción in-
testinal o alteraciones del vaciado gástrico. En es-
te último caso, puede ensayarse el uso de fármacos
procinéticos. Con cierta frecuencia, los vómitos
pueden estar relacionados con rechazo de la ali-
mentación.
• Reflujo gastroesofágico. La técnica de
nutrición enteral por sonda nasal u oral (que man-
tiene abierto el cardias de forma permanente) y
sobre todo por gastrostomía (con rectificación del
ángulo de Hiss y disminución de la presión del es-
fínter esofágico superior) se ha puesto en relación
con el desarrollo de síntomas de reflujo gastroeso-
fágico. Éstos también podrían justificarse por el
cambio en el modo de alimentación (volúmenes
superiores a los administrados antes de la instau-
ración de la sonda y aumento en la velocidad de in-
fusión) y la aparición de un vaciamiento gástrico
lento. Además, muchos de los pacientes que preci- Figura 6. Neumonía por aspiración (flecha blanca) en un
san NE, y sobre todo gastrostomía (enfermos neu- paciente con sonda nasogástrica (flecha negra).
rológicos, con patología pulmonar crónica), pueden
presentar en la evolución de su enfermedad reflu- nudo existe aumento del residuo gástrico y vómi-
jo gastroesofágico. tos, aunque no hay un método eficaz a la cabecera
No existe ningún método que permita predecir del enfermo para detectar la aspiración (Figura
qué pacientes van a presentarlo, aunque, en niños 6). Durante la administración del alimento el niño
con alteración del sistema nervioso central, la ins- debe adoptar una postura semiincorporada (cabe-
tauración de una nutrición enteral a débito conti- cero de la cama entre 30 y 45º) y/o hacia el lado
nuo por sonda nasogástrica previa a la realización derecho.
de gastrostomía puede ayudar a indicar una técni- La infección del estoma o incluso el absceso de
ca antirreflujo asociada, que no se recomienda de pared puede presentarse tras la cirugía, sobre todo
rutina. cuando las medidas higiénicas son deficientes.
• Estreñimiento. La aparición de estreñi-
miento se produce como consecuencia de la admi-
nistración de una fórmula sin fibra, una cantidad in- 12.4. Complicaciones metabólicas
suficiente de líquidos y/o falta de actividad física.
• Alteración en el balance de líquidos
y electrólitos. La retención de líquidos y la dismi-
12.3. Complicaciones infecciosas nución de los niveles de P, K y Mg se presentan al rea-
limentar rápidamente a un paciente desnutrido cró-
Las sondas nasoenterales pueden ocasionar oti- nico, por lo que en este caso la alimentación debe
tis media o sinusitis por oclusión de la trompa de realizarse con mucha cautela.
Eustaquio o del drenaje del seno, por lo que se al- También pueden objetivarse alteraciones en niños
ternará el orificio nasal con cada cambio. (sobre todo, neonatos) con aportes elevados de agua
La aspiración pulmonar y el desarrollo subsi- por lavados frecuentes de la sonda tras la adminis-
guiente de neumonía acontece con más frecuen- tración de múltiples medicaciones, en pacientes que
cia en los pacientes con sonda nasogástrica y que no son capaces de manifestar la sensación de sed y
permanecen en posición supina, en los que a me- que reciben fórmulas concentradas y en aquéllos con

259
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

enfermedades que ocasionan pérdidas importantes rán los aspectos más destacados en su aplicación
que pueden reponerse con dificultad. en Pediatría. Dependiendo del lugar en el que se
• La intolerancia a la glucosa, poco fre- realiza su control por parte del personal sanitario,
cuente, se describe especialmente en enfermos se distingue la NE ambulatoria -en el centro hospi-
desnutridos y con estrés, ocasionando deshidra- talario- o domiciliaria propiamente dicha -en el lu-
tación por diuresis osmótica. También se han co- gar de residencia del paciente.
municado déficit de elementos traza, ácidos grasos
esenciales y vitaminas, en nutriciones enterales de
larga duración de patologías muy seleccionadas y 13.1. Condiciones
con dietas restrictivas. para su desarrollo
13.1.1. Pacientes
12.5. Alteraciones en el desarrollo
de la conducta alimentaria Está indicada en los niños que precisan soporte en-
teral, generalmente prolongado, cuya enfermedad de
La deglución y la conducta alimentaria maduran base se encuentra controlada y en los que la familia
durante la infancia, especialmente desde los 7 a los puede y quiere responsabilizarse de sus cuidados, y
10 meses de vida. Este proceso está condicionado, recibe ayuda económica para poderlos realizar.
en parte, por la llegada continua de los estímulos
sensoriales desencadenados principalmente en la
boca (olor, sabor, textura). 13.1.2. Equipo
Durante la nutrición enteral prolongada se evi-
tan dichos estímulos, o se originan otros, debidos Es necesaria la existencia de un equipo de so-
a diversas manipulaciones, que son desagradables. porte nutricional, cuya composición variará de-
Ello impide la adquisición de una conducta adecua- pendiendo del centro hospitalario y que, al me-
da, o condiciona bien conductas de evitación que nos, constará de un pediatra y una enfermera con
pueden autoperpetuarse, o trastornos de com- conocimientos de nutrición clínica. Tras realizar la
portamiento como negación a alimentarse cuando selección del paciente, el equipo fijará los objeti-
puede hacerse o manipulación de la alimentación vos personalizados del programa de NED. El mé-
para alcanzar la atención del adulto. dico será el responsable último de la indicación y
En este trastorno es fundamental la prevención, del control evolutivo de la NED, y la enfermera se
que debe realizarse, manteniendo aportes, aunque ocupará del entrenamiento del paciente y su fami-
sean mínimos, en todos los niños con capacidad de lia, así como del seguimiento.
deglución y permitiendo la succión no nutritiva. El
tratamiento debe contemplar la promoción de una
relación positiva entre el niño y el encargado de 13.1.3. Objetivos
darle de comer. Hay que normalizar la estimulación
oral, el entorno y la regulación de la alimentación y, Los objetivos generales consisten en mantener
en muchas ocasiones, realizar técnicas de modifica- estabilizada la enfermedad de base, acortar la es-
ción de la conducta para evitar la manipulación por tancia hospitalaria y permitir la integración del ni-
parte del niño. ño en su medio familiar y escolar, lo que se resume
en mejorar la calidad de vida del niño y disminuir
los costes de tratamiento.
Los objetivos individualizados tendrán en cuen-
13. Nutrición enteral ta la duración previsible del soporte y el grado de
domiciliaria (NED) dependencia según la técnica utilizada, el tipo de la
enfermedad, las perspectivas en cuanto a su evolu-
Este término se aplica a la NE realizada en el do- ción y el grado de crecimiento y desarrollo alcan-
micilio del paciente y se aborda ampliamente en el zables, y los problemas de la conducta alimentaria
Capítulo 4.12 de este TRATADO, por lo que se trata- que pudieran presentarse.

260
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

13.1.4. Programa de aprendizaje pediatría, en unas determinadas situaciones clíni-


cas (alteraciones mecánicas o neuromotoras que
Es obligado realizar un entrenamiento singula- impiden la deglución o el tránsito, requerimien-
rizado de la familia, y del niño si su edad lo per- tos especiales de energía y/o nutrientes y desnu-
mite, y comprobar en todos los aspectos la sufi- triciones graves).
ciencia de los conocimientos para llevar a cabo Todos los productos (dietas completas, especia-
correctamente la técnica. La información, que les y módulos) deben estar inscritos en el Registro
debe darse también por escrito, comprenderá General Sanitario de Alimentos como “Alimentos
una serie de conceptos básicos sobre la NE y la dietéticos destinados a usos médicos especiales”.
promoción de la alimentación oral, la informa- Su financiación es completa y los deben prescri-
ción detallada de la técnica (cuidados de la vía; bir médicos especialistas hospitalarios. El procedi-
modo de preparación, almacenamiento y admi- miento para su obtención varía según las distintas
nistración de la fórmula; condiciones de empleo Comunidades Autónomas.
del resto de material; prevención y tratamien- Se recomienda elaborar un informe de prime-
to de las posibles complicaciones), las instruc- ra indicación similar en todo el territorio español
ciones para la obtención del material necesario, en el que consten: datos del paciente, del facultati-
el plan de seguimiento y el teléfono de contacto vo que indica el tratamiento, del diagnóstico, del ti-
del equipo de apoyo. po de tratamiento y seguimiento.
El resto del material necesario para nutrición
enteral (sondas, sistemas, bombas) no está regu-
13.1.5. Control tras el alta lado. En general, se suministra por las Unidades de
Nutrición Hospitalarias y por los Centros de Aten-
Es deseable que el seguimiento lo realice el per- ción Primaria.
sonal implicado en la formación inicial. La primera
visita se realizará de 1 a 4 semanas tras el alta, va-
riando posteriormente la frecuencia según las ca-
racterísticas individuales del paciente y su familia. 14. Aspectos éticos
Es muy importante la consulta a demanda por te-
léfono. Dependiendo de la evolución, se ajustará el La práctica médica debe basarse en los princi-
programa de seguimiento. La suspensión del trata- pios éticos de procurar el beneficio del paciente
miento se realizará cuando se hayan alcanzado los (beneficencia), evitar causarle daño (no maleficen-
objetivos, cuando no se cumplimente el tratamien- cia), respetar su derecho de decisión (autonomía)
to o cuando éste fracase. y garantizar su acceso a recursos sanitarios eficien-
tes y suficientes (justicia).
La toma de decisiones médicas debe fundamen-
13.2. Legislación tarse en la evidencia científica, y ha de considerar la
calidad de vida y el interés del paciente, respetan-
El Sistema Nacional de Salud incluye en las pres- do su dignidad y valor como persona. Cuando exis-
taciones financiadas con cargo a la Seguridad Social ten varias opciones de tratamiento, el análisis com-
o a fondos estatales asignados a la sanidad: parativo de los riesgos y beneficios de cada uno
• Los tratamientos dietoterápicos complejos pa- de ellos obliga a realizar aquel que proporcione un
ra trastornos metabólicos congénitos del metabo- mejor resultado. Sin embargo, en ciertas ocasiones
lismo de los hidratos de carbono y aminoácidos no es posible conocer si éste se va a producir, y en-
recogidos en la Orden Ministerial de 30 de abril de tonces se pueden tener en consideración los inte-
1997 (BOE 115, de 14-05-1997) y sus actualizacio- reses de la familia o de la sociedad.
nes posteriores. La provisión de alimentos y el aporte de líquidos
• Los productos para la NED [Orden Ministe- por boca forman parte de los cuidados clínicos bá-
rial de 2 de junio de 1998 (BOE 139, de 11-06- sicos; sin embargo, la administración de cualquiera
1998)]. La indicación se limita a un listado de en- de ellos a través de sondas se considera un trata-
fermedades, muy incompleto en el campo de la miento médico y, como tal, puede rechazarse por

261
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

el adulto competente o considerarse no obligato- práctica suele materializarse en una responsabili-


rio en determinadas circunstancias. Sin embargo, dad compartida entre profesionales y padres.
no está claro que estos derechos puedan exten- Cuando existe desacuerdo entre los médicos
derse a los menores, y de hecho, en algunos países, y los padres, puede ser necesario recurrir a ayu-
la atención a prematuros o niños que no pueden das externas como el comité o consultor de ética.
tragar se consideran cuidados básicos. En ciertas enfermedades mentales, entre las que se
En la fase terminal de una enfermedad, cuando al encuentra la anorexia nerviosa, puede imponerse
paciente se le proporcionan cuidados compasivos, el tratamiento nutricional.
debe usarse la vía oral y sólo administrar los líqui- La decisión de no iniciar un tratamiento nutri-
dos por sonda si existe sed. cional es difícil, pero aun lo es más el retirarlo. La
Los niños carecen de autonomía, ya que su falta suspensión conducirá a la muerte en un plazo va-
de madurez les impide tomar sus propias decisio- riable: en pocos días cuando se trata del aporte
nes y son más vulnerables que los adultos. Las deci- de líquidos y electrólitos, o más lentamente en el
siones que conciernen a su salud se establecen se- caso del soporte nutricional propiamente dicho.
gún la actuación de su representante: En caso de duda, se debe respetar el valor de la
• En el caso de los niños pequeños, los padres tie- vida en sí misma y continuarlo. Se contempla el
nen la responsabilidad y autoridad para decidir, siem- abandono del tratamiento cuando:
pre y cuando lo hagan en beneficio del pequeño. • Sea rechazado por un paciente competente.
• En los niños mayores de 7 años la autoridad • Sea inefectivo.
de la decisión también la tienen los padres, aun- • Se aplique a una persona en estado de incons-
que se intenta obtener el acuerdo del paciente an- ciencia o anencefalia permanente, tras una serie de
tes de iniciar la actuación médica, para que se im- trámites legales.
plique de forma activa en el proceso de la curación • Sea un tratamiento fútil, en el que las cargas su-
de su enfermedad. peren a los beneficios.
• En el adolescente de más de 14 años, la doc- Los tratamientos a largo plazo y en el domicilio
trina del menor maduro reconoce el derecho del del paciente suponen unos costes adicionales para
niño a tomar sus propias decisiones en cuestiones la familia desde el punto de vista mental, físico y so-
de salud personal. Es necesario saber encontrar el cial. Además, los recursos disponibles para el cui-
equilibrio entre el respeto a su autonomía y el de- dado de los niños enfermos crónicos son escasos
ber de protección de su mejor interés, que en la e inferiores a los de los adultos.

262
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

15. Resumen
 La nutrición enteral es la técnica de nutrición tipo de dieta enteral, el método de administra-
artificial que administra los nutrientes en la vía ción, la velocidad de progresión y el plan de se-
digestiva en forma de una mezcla de compo- guimiento. En relación con las dietas enterales,
sición definida (fórmula enteral), fundamen- se distinguen claramente tres periodos de edad:
talmente a través de una sonda nasoentérica el lactante menor de 1 año, el niño entre 1 y 10
o de sondas colocadas a través de ostomías. años, y el niño mayor de 10 años.
También comprende el suministro de alimentos
naturales por dichos accesos artificiales y, en  El Capítulo se cierra con una revisión de la
algunas ocasiones, el uso de fórmulas enterales nutrición enteral domiciliaria en el paciente pe-
por vía oral. Es el método de elección en el niño diátrico y una consideración sobre los aspectos
con un aparato digestivo funcionante. Su prác- éticos que el soporte nutricional tiene en el
tica es sencilla y segura, tanto si se realiza en el menor de edad.
hospital como en el domicilio y puede adaptar-
se para cubrir las necesidades nutricionales del
paciente pediátrico de cualquier edad.

 Aunque gran parte de los aspectos técnicos


(material, método de infusión, vía de acceso,
etc.) son comunes con el paciente adulto, las
características fisiológicas del niño y sus re-
querimientos nutricionales modifican en gran
medida otros puntos, como la indicación, el
momento de ésta o el tipo de dieta enteral.

 Algunos niños requieren nutrición enteral total


a través de una sonda nasoenteral o una osto-
mía, mientras que otros precisan complementar
una dieta oral insuficiente. Para algunos pacien-
tes, la nutrición enteral va a ser usada por un
periodo corto de tiempo, mientras que para
otros lo será de forma prolongada o indefinida.
Estas situaciones diversas hacen que la nutri-
ción enteral deba adaptarse a las características
individuales del niño enfermo, de tal manera
que garantice el aporte adecuado de nutrien-
tes para conseguir un crecimiento y desarrollo
normales.

 La práctica de la nutrición enteral en el niño


está condicionada por la indicación. Antes de
iniciarla hay que estimar las necesidades en
función de la edad, de la situación nutricional
y de la enfermedad de base; determinar los
objetivos nutricionales, que pueden variar am-
pliamente (desde proporcionar como mínimo
los requerimientos metabólicos basales hasta la
corrección de deficiencias de nutrientes especí-
ficos) y establecer un plan de tratamiento. Esto
último incluye la duración estimada del soporte
nutricional, la elección de la vía de acceso y del

263
Capítulo 4.9. Nutrición enteral en el paciente pediátrico

16. Bibliografía
ASPEN Board of Directors and the Clinical Guidelines Task Harkness L. The history of enteral nutrition therapy: from
Force. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition raw eggs and nasal tubes to purified amino acids and early
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Guía completa sobre nutrición artificial tanto en niños como 399- 404.
en adultos publicada por la Sociedad Norteamericana de Nu- Excelente repaso histórico de la técnica de la NE. Desde las
trición Parenteral y Enteral, de lectura obligada para estar al primeras referencias en el antiguo Egipto, hasta los avances
día en nutrición artificial. acaecidos en el siglo XX. El recorrido abarca tanto las vías
de acceso y los métodos de infusión, como los cambios en las
Baker SB, Baker RD, Davis A (eds.). Pediatric enteral dietas infundidas.
nutrition. Chapman & Hall. New York, 1994.
Libro monográfico sobre la NE en pediatría. En la primera Jaksic T. Effective and efficient nutritional support for the
parte se exponen los principios de esta técnica: desarrollo injured child. Surg Clin N Am 2002; 82: 379-91.
del tracto gastrointestinal en respuesta a la alimentación, Se revisan en este artículo los principales cambios metabólicos
indicaciones y técnicas incluyendo al niño prematuro, reque- que ocurren en el niño con trauma y, posteriormente, se de-
rimientos, valoración nutricional, interacción con fármacos, tallan los requerimientos nutricionales en esta situación. El so-
alimentación de transición, soporte psicológico y domiciliario, porte nutricional en el niño con trauma grave debe instituirse
complicaciones. En la segunda, se describen las consideracio- precozmente para limitar las consecuencias deletéreas de una
nes prácticas del soporte en determinadas patologías pediá- pérdida de proteínas estructurales y facilitar la cicatrización y
tricas, muchas de ellas exclusivas de esta edad. la respuesta inmune.

Baker SS. Enteral nutrition in pediatrics. En Rombeau JL, Kimber C, Beasley S. Limitations of percutaneous endoscop-
Rolandelli RH (eds.). Enteral and Tube Feeding, 3ª ed. WB ic gastrostomy in facilitating enteral nutrition in children: re-
Saunders Company. Philadelphia, 1997: 349-67. view of the shortcomings of a new technique. J Pediatr Child
Capítulo dedicado a la NE en pediatría dentro del libro de Health 1999; 35: 427-31.
obligada lectura sobre NE. Repasa, sobre todo, aspectos de la Se describen las complicaciones más frecuentes en la realiza-
fisiología del aparato digestivo en el niño, los distintos produc- ción de la gastrostomía endoscópica percutánea en el niño y
tos de NE a emplear, las peculiaridades de la técnica de la NE la forma de evitarlas.
y sus complicaciones.
Manikan R, Perman JA. Pediatric feeding disorders. J Clin
Burrin DG, Stoll B. Key nutrients and growth factors for the Gastroenterol 2000; 30: 34 -6.
neonatal gastrointestinal tract. Clin Perinatol 2002; 29: 65-96. Las alteraciones de la conducta de la alimentación en el niño
Amplia revisión de los factores de crecimiento que actúan son un trastorno frecuente, sobre todo en los pacientes con
sobre el tracto gastrointestinal en el recién nacido. enfermedades orgánicas. Se aborda su tratamiento dentro de
la unidad familiar, con el concurso de diversos profesionales.
Colomb V. Nutrition entérale chez l’enfant. Cah Nutr Diét Destacan la importancia de la prevención mediante el man-
2002; 37: 344 - 8. tenimiento de la alimentación oral.
Revisión muy bien sistematizada sobre la práctica de la nutri-
ción enteral en el niño: indicaciones, modalidades prácticas, Martínez Costa C, Sierra C, Pedrón Giner C, Moreno Villa-
complicaciones y NE a domicilio. res JM, Lama R, Codoceo R. Nutrición enteral y parenteral
en pediatría. An Esp Pediatr 2000; 52 (Supp 3): 1-33.
Gibbons K, Cyr N, Christensen ML, Helms RA. Techniques for La mejor revisión sobre nutrición artificial en el niño publicada
pediatric enteral and parenteral nutrition. En: Christensen ML en España. Los autores repasan en profundidad todos los
(coord.). The ASPEN Nutrition Support Practice Manual; Sec- aspectos de la técnica y acompañan el texto con numerosas
tion V, Chapter 25. ASPEN. Silver Spring, 1998: 25-1 a 25-10. tablas sobre requerimientos, productos, etc.
Este completo manual de la Asociación Americana de Nutrición
Parenteral y Enteral dedica varios capítulos a la alimentación en Moreno Villares JM, et al. Nutrición enteral pediátrica a domi-
el niño, además de contener referencias a otros documentos cilio: revisión práctica. Pediátrika 2001; Suppl 3: 77-104.
de la misma sociedad relacionados con el soporte nutricional Se trata de una completa monografía dedicada a NED en
artificial. niños. Incluye como anexos el texto del Real Decreto que
regula la práctica de la NED en España e información práctica
Guerra A. Nutrición enteral pediátrica. En: Tojo R (ed.). para padres y cuidadores.
Tratado de nutrición pediátrica. Doyma. Barcelona, 2001:
995-1012. Sentongo T, Mascarenhas MR. Newer components of en-
Revisión actualizada de la nutrición enteral en pediatría: bases teral formulas. Pediatr Clin North Am 2002; 49: 113-25.
fisiológicas, indicaciones, aspectos técnicos, selección de la Revisión de la importancia que la nutrición tiene para el man-
fórmula, complicaciones, nutrición enteral a domicilio. tenimiento de la salud y para el tratamiento de la enfermedad

264
J.M. Moreno Villares | C. Pedrón Giner

en el niño. Análisis crítico del papel de ciertos nutrientes estreñimiento, y el 43% , diarrea. Se precisan posturas más
específicos. activas en favor del soporte nutricional en el niño ingresado
en UCIP.
Serrano Ruiz A. Interacción entre fármacos y nutrición en-
teral. Abbott Laboratories, SA. Madrid, 2003. Thureen PJ, Hay WW. Early aggressive nutrition in preterm
Guía práctica en la que se detallan los tiempos de dispersión infants. Semin Neonatol 2001; 6: 403-15.
de fármacos, así como las interacciones entre los fármacos y Newell SJ. Enteral feeding of the micropremie. Clin Perinatol
la nutrición enteral y las recomendaciones específicas para el 2000; 27: 221-33.
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Premji SS, Paes B, Jacobson K, Chessell L. Evidence-based
Taylor RM, Preedy VR, Baker AJ, Grimble G. Nutritional feeding guidelines for very low-birth-weight. Adv Neonatal
support in critically ill children. Clin Nutr 2003; 22: 365-9. Care 2002; 2: 5-18.
Estudio retrospectivo en el que se analiza el soporte nutri- Ziegler EE, Thureen PJ, Carlson SJ. Aggressive nutrition of the
cional que reciben los niños ingresados en una UCIP durante very low birthweight infant. Clin Perinatol 2002; 29: 225-44.
más de 3 días. Aunque el soporte nutricional se inicia en el Las cuatro revisiones previas muestran las prácticas habituales
95% de los pacientes en las primeras 24 horas tras el ingreso, de nutrición en el recién nacido pretérmino basadas en los
sólo recibieron el 59% de sus requerimientos estimados du- datos publicados disponibles. Concluyen en la necesidad de
rante el ingreso. En el 75% del tiempo de estudio, el hábito apostar por un abordaje más agresivo de lo que ha sido la
intestinal estuvo alterado: el 79% de los niños presentaron práctica habitual.

17. Enlaces web


 www.aap.org

 www.aap.org/visit/nutrpolicies.htm

 www.senpe.com

 www.nadya-senpe.com

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 www.farmanet.com/nutrinet

 www.farmanet.com/nutrinet/meta.htm

 www.bcm.tm.edu/cnrc

 www.PINNT.com

265
4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

José Miguel Morán Penco Emilia Martínez Tallo Eulogio Agulla Rodiño
Capítulo 4.10.

Nutrición parenteral total en pediatría

1. Introducción

2. Evaluación nutricional del paciente pediátrico


2.1. Evaluación clínica
2.2. Mediciones corporales y analíticas

3. Organización de la nutrición parenteral en pediatría


3.1. Necesidades específicas de nutrientes para la nutrición parenteral total
en pediatría
3.2. Indicaciones específicas de la nutrición parenteral en pediatría
3.3. Planificación de la nutrición parenteral total en el paciente pediátrico
3.3.1. Para el prematuro
3.3.2. Para el recién nacido y el lactante
3.3.3. Para el niño mayor
3.3.4. En algunas situaciones especiales
3.3.4.1. Catástrofes abdominales, fístulas digestivas y síndrome
de intestino corto
3.3.4.2. Insuficiencia hepática y atresia de vías biliares
3.3.4.3. Insuficiencia renal
3.3.4.4. Sepsis
3.3.4.5. Situaciones de estrés elevado: politraumatismo y gran quemado

4. Vías parenterales a elegir y técnicas más idóneas


4.1. Concepto, tipos e importancia de la vía parenteral
4.2. Elección de la vía según la edad, las dosis de nutrientes y el tiempo
de administración
4.3. Materiales más idóneos para cada caso
4.4. Cuidados y complicaciones de las vías y su tratamiento
4.4.1. Cuidados de las vías
4.4.2. Complicaciones y su tratamiento
4.5. Alternativas últimas para la cateterización de la vía central en nutrición
parenteral total

5. Monitorización del enfermo y de la propia nutrición


parenteral total
5.1. Monitorización clínica
5.2. Monitorización instrumental y de laboratorio
6. Complicaciones del enfermo pediátrico con nutrición
parenteral total. Prevención y tratamiento
6.1. Complicaciones sépticas
6.2. Complicaciones metabólicas
6.3. Complicaciones alérgicas
6.4. La enfermedad ósea metabólica
6.5. La colestasis (hepatopatía) asociada a la nutrición parenteral total en pediatría
6.6. Prevención y tratamiento

7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web

Objetivos

n Conocer las indicaciones de la nutrición parenteral en el paciente pediátrico.


n Prever y elaborar la estrategia pertinente para la administración de la nutrición parenteral en cada caso
particular.
n Enseñar a elegir las mejores vías de administración de la nutrición parenteral y sus técnicas y materiales, así
como a prevenir y tratar las complicaciones asociadas.
n Aprender a hacer un seguimiento estricto y profundo del paciente pediátrico.
n Descubrir, prevenir y tratar las complicaciones infecciosas, metabólicas y otras asociadas a la nutrición
parenteral en pediatría.
n Profundizar en algunas situaciones especiales para la administración de la nutrición parenteral total en
pediatría.
n Examinar la grave complicación de la colestasis asociada a la nutrición parenteral en pediatría, con la finalidad
de prevenirla.
1. Introducción

A
unque la nutrición es esencial en cualquier época de la vida, en la edad pe-
diátrica, y aun en condiciones fisiológicas, ésta adquiere mayor importancia,
tanto para todo el organismo como para determinados órganos, especial-
mente el cerebro. En el gran prematuro y en el niño con enfermedad grave y pro-
longada, mantener una adecuada nutrición evita los graves efectos adversos de la
desnutrición, minimiza las repercusiones en el futuro desarrollo físico y mental del
niño, y disminuye la morbimortalidad. Por reseñar un ejemplo claro, en los centros
pediátricos de los países desarrollados, las tasas de supervivencia del recién nacido
con malformaciones gastrointestinales han pasado del 20 al 90%, gracias sobre to-
do al perfeccionamiento de las técnicas de nutrición artificial, especialmente de la
nutrición parenteral.
Por otra parte, en estas edades, las patologías, las funciones metabólicas y ho-
meostáticas del organismo son muy especiales y lábiles, y las consecuencias de
un deficiente aporte de determinados nutrientes pueden ser irreparables para al-
gunos órganos en el gran prematuro o el lactante con estrés metabólico. Final-
mente, muchos nutrientes habitualmente no esenciales pueden convertirse en
esenciales en estas edades y condiciones. Por todo ello, es fundamental el cono-
cimiento de las particularidades técnicas de la nutrición parenteral total (NPT)
en pediatría.
La historia de la NPT también está asociada en muchos aspectos al paciente pe-
diátrico. De hecho, todas las civilizaciones han tratado de salvar a sus hijos como
primera misión ante cualquier incidencia (aunque en los tiempos que corren pare-
cería que el interés por los niños ha decaído, hasta el punto de ser los últimos en
los que se piensa, por ejemplo, en el terreno urbanístico y a la hora de diseñar las
ciudades).
Respecto a las técnicas de administración, el primer paso lo dio Christopher
Wren, en el siglo XVIII, con el uso de la caña de plumas de ave para el suministro
de vino a perros. Durante el siglo siguiente, Claude Bernard empleó tubos metáli-
cos para la administración de azúcares y otros preparados a animales, instaurándo-
se las bases científicas para entender el manejo de los hidratos de carbono por los
mamíferos. No fue hasta los años 30 del siglo XX cuando se utilizaron tubos de go-
ma. Y ya en 1949, Rhoads y Vars inventaron la primera bomba para infusión intra-
venosa de líquidos.
Durante los años 50 y 60 del pasado siglo se realizaron los primeros tubos
o catéteres derivados de diversos plásticos, empleándose para la administra-
ción rutinaria y en venas periféricas de agua y electrólitos. En 1968, Dudrick et
al. publicaron el primer método de implantación venosa central en cava supe-
rior, utilizando un tubo derivado de poliuretano, lo que permitió el suministro
prolongado de grandes cantidades de infusión y de preparados hiperosmolares,

271
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

primero en crías de perro y luego en un niño dos (glutamina, taurina), se han hallado nuevas
operado. Casi todos ellos sobrevivieron y se de- composiciones de ácidos grasos, se han afinado
sarrollaron. las dosis de micronutrientes y vitaminas, y se ha
En los años 70 se perfeccionaron las técnicas de comprobado la necesidad de reintroducir muy
cateterización intravenosas periféricas, como las precozmente la nutrición enteral en el paciente
cánulas umbilicales y las de venas periféricas (ve- pediátrico.
no-catéteres). Y también se desarrollaron los pri-
meros catéteres centrales, implantados a través de
una aguja pinchada en una vena periférica.
En los años 80, Broviac y otros mejoraron es- 2. Evaluación nutricional
tos catéteres e idearon los llamados cuff o rodillos del paciente pediátrico
de Dacrón, lo que posibilitó la fijación prolongada
de éstos en túneles subcutáneos. Asimismo, para la 2.1. Evaluación clínica
administración de quimioterapéuticos y de nutri-
ción parenteral total se concibieron en esta época Con respecto a la evaluación nutricional para el
los primeros sistemas de cápsulas subcutáneas, lla- paciente pediátrico, en el Capítulo 3.3 de este TRA-
mados reservorios, lo que disminuyó la tasa de in- TADO se profundiza en los aspectos generales; por
fecciones y fracasos. Además se cambió a materia- lo tanto, en éste únicamente se subrayarán aque-
les siliconados. llos que son importantes para el niño que puede
Finalmente, el último gran avance ha sido el sis- requerir NPT.
tema de cateterización percutánea, mediante el • El primer factor clínico a tener en cuenta, an-
cual, y a través de una punción periférica con agu- tes de prescribir la NPT en pediatría, es la edad,
ja, se introducen catéteres siliconados hasta la vía pues, como se sabe, los requerimientos son muy
central, permitiendo un flujo suficiente y prolonga- variables entre los grandes prematuros y el niño
do, con bajas complicaciones. mayor, incluso sin estado de estrés metabólico o
Por otra parte, en el aspecto referido a la inves- enfermedad grave. Hay que recordar que el gran
tigación y el desarrollo de los nutrientes y sus mez- prematuro ya nace con un déficit de grasa fetal su-
clas, Elman et al. consiguieron administrar hidratos perior al 35% respecto del recién nacido a térmi-
de carbono e hidrolizados de proteínas a humanos no, y que tendrá una curva de crecimiento inferior
ya en 1930, en tanto que Helfrick y Abelson lo lo- al 50% en las primeras semanas.
graron con un niño en 1944. Entre los años 20 y • El segundo factor será la valoración del esta-
30 se llevaron a cabo en Japón las investigaciones do metabólico del paciente, si está o no en si-
para la administración intravenosa de grasas, pero tuación de estrés metabólico. Los requerimientos
sin éxito, pues se producían demasiadas reacciones calóricos y proteicos son distintos entre los esta-
tóxicas. Fue en 1962 cuando el equipo de Wretlind, dos fisiológico e hipermetabólico -tan asociado a la
en Suecia, desarrolló la emulsión grasa derivada del gran patología quirúrgica-, pero en la edad pediátri-
aceite de soja y con fosfolípidos de huevo, lo que ca, y más especialmente en el prematuro, pudieran
dio lugar a una mejora radical tanto en la composi- requerirse cambios en el aporte por intolerancias
ción como en la viabilidad de la NPT, especialmente de hidratos de carbono, de grasa o de otros sus-
en el paciente pediátrico y en los cardiópatas. tratos. El estado hipercatabólico asociado a que-
En los últimos 20 años se ha avanzado en las in- maduras, sepsis, cáncer, trauma, gran cirugía, etc.,
vestigaciones sobre nuevos compuestos y su tole- requiere una valoración muy precisa en el pacien-
rancia, así como en el estudio de su metabolismo te pediátrico.
en cada condición fisiopatológica, lo que ha permi- • El tercer factor es la exploración clínica
tido una mayor eficacia y precisión en las indicacio- detallada: peso y pérdida reciente de peso, talla,
nes de la NPT y, al mismo tiempo, una gran reduc- tono y pérdida muscular (atrofia palmar o tem-
ción de complicaciones, muy especialmente en el poral, etc.), anorexia y vómitos actuales, otras
paciente pediátrico. pérdidas gastrointestinales y fístulas digestivas,
En los últimos 10 años se ha descubierto la así como la valoración del estado de la función
necesidad de aportes específicos de aminoáci- intestinal.

272
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

2.2. Mediciones que alcanzan el doble de los de edades posterio-


corporales y analíticas res, sin tolerar carencias de horas de ayuno ni de
líquidos.
Como se acaba de señalar, la exploración clínica Con relación a las mediciones analíticas para la
detallada del paciente pediátrico es clave para de- valoración del estado nutricional en el niño, son de
terminar su estado nutricional. En la edad pediátri- aplicación las que aparecen en los Capítulos 3.3 y
ca resultan esenciales el peso y la relación entre el 3.5 de este TRATADO, así que aquí se expondrán úni-
peso y la talla del paciente, y más concretamente la camente algunas precisiones en el paciente pediá-
maduración dental y ósea, siempre referidas a las trico y con indicación de NPT. En primer lugar, las
tablas de percentiles. Sin embargo, en el niño gra- concentraciones de albúmina y transferrina no re-
vemente enfermo, en el prematuro, el lactante o en sultan útiles, pues, además de su larga vida media en
las situaciones de hipercatabolismo, estos paráme- plasma (20 y 9 días, respectivamente), son alteradas
tros clínicos sólo son relevantes para valorar el de- tanto por la síntesis hepática como por las varia-
terioro nutricional crónico que pudiera arrastrar ciones de la composición corporal.
previamente, pero no para decidir la indicación de La prealbúmina y la proteína ligada al retinol tie-
una NPT ni la composición de la misma. nen menor vida media (2 días y 12 horas, respec-
A diferencia de lo que sucede en los adultos, el tivamente), pero también son muy variables en es-
peso o los pliegues cutáneos o musculares pueden ta edad y condiciones de estrés metabólico, por lo
variar con simples cambios de hidratación o pér- que pueden servir para la evaluación de la situación
didas súbitas; por ello, estas variaciones tienen me- nutricional inicial del paciente y para el seguimiento
nor importancia en el caso de los pacientes pediá- a largo plazo, pero raramente pueden ser útiles en
tricos en relación con la NPT. Desde este punto de los casos agudos y en edades precoces.
vista, lo esencial es la evaluación de los parámetros Finalmente, para el seguimiento del estado nu-
clínicos mencionados en el apartado anterior. tricional del paciente pediátrico sometido a NPT,
Respecto a las mediciones de la composición el control estrecho y diario, mediante microméto-
corporal, en los últimos 30 años se han desarrolla- dos séricos, de los parámetros de la homeostasis
do varios métodos bastante fiables para la estima- (Na, K, Ca, glucemia, creatinina y nitrógeno ureico
ción del agua, los minerales y las grasas corporales, sérico...) y del balance de líquidos resulta comple-
pero por razones de radiactividad o de molestias mentario, pero nunca puede sustituir a la valora-
considerables para el paciente no son aún de apli- ción clínica continuada. La monitorización de estos
cación clínica rutinaria. Las técnicas de dilución iso- parámetros se trata más adelante.
tópicas calculan bastante fiablemente el porcentaje
de agua y grasa corporales, pero algunas son ra-
diactivas e imposibles de aplicar de forma rutinaria.
El análisis de la impedancia bioeléctrica, que mide la 3. Organización de
impedancia al flujo eléctrico de la piel, resulta más la nutrición parenteral
aplicable y fiable, y podría extrapolarse al estudio en pediatría
de la composición de agua en otros compartimien-
tos y la cantidad de grasa corporal. Últimamente se 3.1. Necesidades específicas
ha utilizado con éxito para estos estudios la medi- de nutrientes para la nutrición
ción de la absorción de fotones y la absorción de la parenteral total en pediatría
energía dual de rayos X (DXA), y, aparte de la ba-
ja radiación, este método parece más fácil y aplica- En la edad pediátrica, el soporte nutricional en-
ble para la medición de la composición corporal en frenta problemas especiales debido a la inmadurez
pediatría (ver Capítulo 3.5). metabólica y a la situación de continuo crecimien-
En cualquier caso, lo importante es saber que to y desarrollo madurativo, proceso que, por otro
los prematuros y lactantes tienen entre un 85 y un lado, no es uniforme. En este apartado se revisan
70% de agua corporal, respectivamente, y que los las particularidades de los diversos nutrientes utili-
requerimientos energéticos, especialmente de hi- zados en nutrición parenteral pediátrica, así como
dratos de carbono, son inmediatos y tan elevados las pautas generales, mientras que más adelante se

273
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 1. NECESIDADES PROTEICAS en niños, salvo excepciones, por su posible toxici-


EN EL NIÑO dad y efectos secundarios.
Los hidratos de carbono deben suministrar el
Edad g/kg/día 40-60% de las calorías. Un exceso de hidratos de
carbono ocasiona hiperglucemia, aumenta la lipo-
génesis -proceso poco eficiente desde el punto de
Prematuro 3-4 vista energético-, favorece la aparición de hígado
Recién nacido a término 2-3
graso e incrementa la producción de CO2.
1-12 meses 2,5
12-36 meses 2,5-2
La producción de glucosa en el niño oscila en-
3-11 años 2-1 tre 4 y 6 mg/kg/min (equivalente a 5,5-8,5 g/kg/día),
Adolescente 1 por lo que al iniciar el aporte parenteral se partirá
Enfermo crítico 1,5-2 de esta cifra para ir aumentando, según tolerancia,
(niño/adolescente) 1-2 mg/kg/min (1,2-2,5 g/kg/día) cada 24 horas, has-
ta un máximo de 10-14 mg/kg/min (14-20 g/kg/día);
no se deben superar los 15 g/kg/día.
c) Proteínas. Se administran en forma de
exponen aspectos concretos de cálculo de la mis- soluciones de L-aminoácidos (AA), que aportan
ma por grupos de edad. 4 kcal/g (carga osmolar: 11 mmol/g). Además de in-
a) Energía. Las necesidades energéticas por tervenir en el recambio proteico son fundamenta-
kilogramo de peso son más elevadas en el niño que les en la síntesis de proteínas estructurales para el
en el adulto, pero van variando con la edad, resul- crecimiento. Deben suministrarse al menos 150 kcal
tando más altas en el recién nacido y el lactante. no proteicas por 1 g de nitrógeno (N) para la ópti-
Los aportes calóricos deben cubrir el gasto ener- ma utilización de éste. En situaciones de estrés, es-
gético basal y mantener el crecimiento una vez que ta relación puede reducirse hasta 80-100 kcal/1 g de
el paciente haya superado la fase aguda de la enfer- N. Para el cálculo se dividen los gramos de proteína
medad, especialmente en el prematuro y el lactan- por 6,25 y se obtienen los gramos de N.
te pequeño. Los requerimientos proteicos son más altos
Las necesidades calóricas por vía parenteral, en en el paciente pediátrico que en el adulto y de-
situación estable, son del orden de un 10-15% me- penden de la edad, disminuyendo progresivamente
nores que por vía enteral. Diversas situaciones pue- desde los más elevados del recién nacido prematu-
den incrementarlas, como ocurre con el estrés ro hasta los del niño mayor; las necesidades refleja-
metabólico por sepsis (5-15%), cirugía (20-30%), in- das en la Tabla 1 son las recomendadas para NP,
suficiencia cardiaca (15-25%) o quemados (30-50%). superiores a las aconsejadas para la nutrición nor-
A diferencia del adulto, en el recién nacido la ciru- mal. Y además de las diferencias cuantitativas exis-
gía no supone un aumento sustancial del gasto ener- ten diferencias cualitativas. Así, en el recién naci-
gético, por lo que si se aplican los mismos cálculos do prematuro y en el lactante hasta los 6 meses
que en el adulto y el niño mayor se incurre en so- de edad hay ciertos AA que son semiesenciales,
brealimentación. lo que significa que la capacidad de sintetizarlos es
La distribución porcentual de los diversos nu- menor que su demanda metabólica; este grupo in-
trientes sería la siguiente: hidratos de carbono, 40- cluye cisteína, tirosina, histidina, arginina y glicina,
60% de las calorías aportadas; lípidos, 30-50%; y en algunos niños glutamina y también es importan-
proteínas, 10-15%. Diversos procesos patológicos te la taurina (ver Capítulo 1.15).
influyen en la distribución calórica; así, por ejemplo, La producción de cisteína está disminuida en el
en el estrés se incrementa el aporte proteico (ver neonato debido a la baja actividad de la enzima cis-
más adelante). tationasa hepática. La cisteína es poco soluble, por
b) Hidratos de carbono. Como hidrato de lo que se utiliza en forma de clorhidrato de cisteí-
carbono por vía endovenosa sólo se utiliza la glu- na, que baja el pH de la solución y puede producir
cosa, que aporta 3,4 kcal/g en su forma acuosa y acidosis si no se compensa con acetato. Por otro
5,5 mOsm/g; otros azúcares, como la fructosa, la lado, el pH más ácido favorece la solubilidad del cal-
galactosa, el sorbitol o el xilitol, no están indicados cio y el fósforo.

274
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

La síntesis de tirosina a partir de fenilalanina es- 30-35% de las calorías en forma de grasas, lo que
tá limitada en el prematuro, pero el contenido de equivale a 2-3 g/kg/día. En los neonatos, lactantes y
tirosina en las soluciones de AA es bajo debido a pacientes desnutridos en situación estable, el obje-
su escasa solubilidad. El Trophamine® contiene una tivo es 3 g/kg/día; y en niños, 2-2,5 g/kg/día; se re-
mayor cantidad en forma de N-acetil tirosina, que comiendan dosis menores en pacientes infectados
no es muy biodisponible. Por otro lado, el prema- o en situación crítica.
turo también tiene dificultad para la catabolización Para evitar la deficiencia de ácidos grasos esen-
de la tirosina, y un suministro elevado puede pro- ciales linoleico (n-6) y α-linolénico (n-3) hay que
ducir tirosinemia neonatal transitoria y deterioro aportar al menos 0,5 g/kg/día de lípidos. Es impor-
neurológico. En la actualidad aún no está definido tante también la relación n-6/n-3; algunos prepa-
el adecuado aporte de este aminoácido. rados tienen cantidades demasiado elevadas de li-
La histidina es necesaria para el crecimiento du- nolénico (n-3). La tolerancia se vigila por el nivel
rante los primeros 6 meses de vida. Por su parte, el de triglicéridos plasmáticos, que no debe superar
relativamente alto contenido de glicina en las so- 200 mg/dl en situación estable; cuando existe es-
luciones de AA favorece la producción de amonio, trés importante se toleran niveles más altos, has-
mientras que el aporte de arginina favorece su me- ta 400 mg/dl.
tabolización. Los preparados de lípidos (Tabla 3) constan
La glutamina es un sustrato energético importan- de triglicéridos emulsionados mediante fosfolípi-
te para el intestino delgado, y favorece la madura- dos de yema de huevo y glicerol (1 g de emulsión =
ción y la función inmune del intestino. Por tanto, en 10 kcal). Se metabolizan, en modo semejante a los
el prematuro y en niños con problemas digestivos quilomicrones, por la lipoproteína lipasa. Hay for-
puede estar indicada su administración suplementa- mulaciones comerciales al 10% y al 20%. La solu-
ria, ya que no la incluyen las soluciones de AA. ción al 20% ofrece las ventajas de poseer mayor
Finalmente, la taurina no forma parte de ninguna concentración calórica por volumen y contener la
proteína estructural, pero se encuentra en la reti- mitad de fosfolípidos para el mismo aporte calóri-
na y en el cerebro fetal, y la leche materna contie- co. Los fosfolípidos inhiben la lipoproteína lipasa,
ne cantidades apreciables de ella. Los preparados disminuyendo el aclaramiento plasmático, y en el
de AA pediátricos también incorporan taurina, lo prematuro, que los metaboliza mal, se pueden acu-
que puede desempeñar un papel protector frente mular en forma de una lipoproteína de baja densi-
a la colestasis. dad o lipoproteína-X. Por todo ello, los preparados
La mayoría de los preparados comerciales de al 20% son de elección en pediatría; y de éstos, el
aminoácidos están pensados para adultos, pero ClinOleic® tiene menos ácidos grasos saturados y
pueden utilizarse en el niño mayor. Estas soluciones una buena relación n-6/n-3.
son deficitarias en ciertos AA semiesenciales en el La solución al 50% de triglicéridos de cadena lar-
recién nacido y contienen exceso de otros. Para el ga (LCT: Long Chain Triglycerides) y triglicéridos de
neonato y el lactante hay formulaciones diseñadas cadena media (MCT: Medium Chain Triglycerides)
teniendo en cuenta las peculiaridades metabólicas tiene las ventajas teóricas de la más fácil metaboli-
comentadas, de modo que, en comparación con las zación de los MCT, niveles más bajos de colesterol
fórmulas estándar, se mantiene mejor el crecimien- en sangre y mejor balance nitrogenado; sin embar-
to y el aminograma sanguíneo es más cercano al del go, un estudio en prematuros mostró menor acre-
lactante sano y lactado al pecho. De todas formas, ción proteica con la solución MCT/LCT que con
la composición ideal aún está por definir. la estándar de LCT. Aunque no se utiliza de rutina,
En la Tabla 2 se muestra la composición de al- está indicada en hepatopatías, situaciones de estrés
gunas fórmulas pediátricas en comparación con la y riesgo alto de colestasis.
leche materna como patrón de referencia en la nu- La heparina aumenta la actividad de la lipo-
trición del lactante. proteína lipasa. La adición de 1 UI/1 mP de solución
d) Lípidos. Los lípidos aportan ácidos grasos parenteral puede mejorar la tolerancia de los lípi-
esenciales y calorías no proteicas sin aumentar la dos y disminuye el riesgo de trombosis del catéter.
osmolaridad (1 g = 9 kcal). Se comienza con 0,5 g/ Por su parte, la carnitina interviene en el trans-
kg/día, y se aumenta 0,5-1 g/kg/día, hasta dar un porte de los ácidos grasos de cadena larga al inte-

275
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 2. PREPARADOS DE AMINOÁCIDOS EN NUTRICIÓN PARENTERAL


PARA USO PEDIÁTRICO

Aminosteril® Primene® Trophamine® Aminopaed® Leche humana


infantil
Isoleucina 8,59 7,15 8,43 5,37 5,50
Leucina 13,95 10,67 14,45 8,00 10,50
Valina 9,65 8,11 8,09 6,42 5,50
Lisina 9,13 11,73 8,43 9,25 9,40
Metionina 3,35 2,56 3,44 2,10 1,60
Fenilalanina 4,02 4,48 4,99 3,26 5,10
Triptófano 2,16 2,13 2,06 4,21 1,90
Treonina 4,72 3,95 4,30 5,37 4,70
Tirosina 5,55 0,43 2,41 1,37 5,90
Cisteína-cistina 0,75 2,03 0,43 1,47 2,40
Total AA 61,87 53,24 57,03 46,82 52,50
esenciales
Histidina 5,11 4,05 4,99 4,84 2,40
Taurina 0,43 0,64 0,26 0,31 2,40
Alanina 9,98 8,53 5,50 16,74 5,90
Arginina 8,04 8,96 12,56 9,58 3,9
Ácido aspártico - 6,40 3,27 6,55 4,99
Ácido glutámico - 10,67 5,16 9,78 9,90
Glicina 4,45 4,27 3,78 2,10 16,90
Prolina 10,42 3,20 7,05 6,42 2,50
Serina 8,23 4,27 3,96 2,10 9,60
Asparragina - - - - 4,80
Ornitina - 2,41 - - -
AA ramificados 32,20 25,90 30,96 19,39 21,50
AA: aminoácidos.

Tabla 3. PREPARADOS LIPÍDICOS PARA NUTRICIÓN PARENTERAL

Intralipid® 20% ClinOleic® 20% Lipofundina® 20% Leche humana


Soja Oliva 80% MCT/LCT
Soja 20% 50/50
Triglicéridos (g/l) 200 LCT 200 LCT 100 MCT 40
100 LCT
Fosfolípidos (g/l) 12 12 12 0,3
Ácido oleico 25 65 - 30
Ácido linoleico n-6 54 17 - 15
Ácido α-linolénico n-3 8 0,3 - 0,5
LCT: triglicéridos de cadena larga; MCT: triglicéridos de cadena media.

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

Tabla 4. NECESIDADES DE ELECTRÓLITOS, MINERALES Y OLIGOELEMENTOS


PARA NUTRICIÓN PARENTERAL EN NIÑOS

Electrólito Dosis Carga osmolar


Sodio 2-4 mEq/kg/día 1 mEq = 1 mmol
Potasio 2-3 mEq/kg/día 1 mEq = 1 mmol
Cloro 2-4 mEq/kg/día 1 mEq = 1 mmol
Calcioa 1-2 mEq/kg/día 1 mEq = 2 mmol
Fósforob 1-2 mmol/kg/día 1 mmol = 1 mmol
Magnesio 0,25-0,5 mEq/kg/día o 1 mEq = 2 mmol
30-60 mg/kg/día
Oligoelemento Pretérmino Término Lactante Niños Dosis máxima
(μg/kg/día) (μg/kg/día) > 3 meses (μg/kg/día) (μg/día)
(μg/kg/día)
Cromo 0,20 0,20 0,20 0,20 5
Cobre 20 20 20 20 300
Yodo 1 1 1 1 15
Manganeso 1 1 1 1 50
Molibdeno 0,25 0,25 0,25 0,25 5
Selenio 2 2 2 2 30
Zinc 400 250 100 50 5.000
a
La máxima cantidad de calcio es 20 mEq/l.
b
La máxima cantidad de fósforo es 14 mmol/l.

rior de la mitocondria para su oxidación, y en do- Las necesidades de calcio y fósforo son más ele-
sis de 10 mg/kg está indicada en la NP de duración vadas en el niño que en el adulto, pero la adición
superior a 4 semanas, neonatos, situaciones de es- de cantidades altas a la solución conlleva riesgo de
trés, cirrosis e insuficiencia renal. precipitación. La solubilidad depende de múltiples
Los lípidos están contraindicados en caso de factores, como son el pH (la acidez la favorece), las
alergia a sus componentes, como la soja o el hue- cantidades absolutas de Ca y P, la utilización de sa-
vo. La administración puede realizarse separada del les orgánicas (el glicerofosfato disminuye el ries-
resto de los componentes, en cuyo caso es mejor go de precipitación) y la relación con otros com-
hacerlo durante las 24 horas a un ritmo ≤ 1,5 mg/ ponentes.
kg/hora, o en la misma bolsa 3 en 1; la elección de- f) Oligoelementos. Los oligoelementos no
pende de las preferencias de cada centro. Para evi- son necesarios en la NP de duración inferior a
tar la peroxidación deben conservarse en nevera 2 semanas. Las recomendaciones en pediatría se
hasta iniciar la perfusión y protegerse de la luz con observan en la Tabla 4. El aporte de 1 ml/kg/día,
sistema de infusión opaco. sin sobrepasar 15 ml/día, de Peditrace® cubre las
e) Electrólitos y minerales. Las necesida- necesidades.
des de electrólitos y minerales se muestran en la El hierro no se encuentra en las soluciones co-
Tabla 4. Este aporte de iones cubre fundamental- merciales de oligoelementos. Su aporte parenteral
mente las pérdidas urinarias; cuando existen pér- suplementario está indicado en niños mayores de
didas digestivas extraordinarias por diarrea, osto- dos meses con NPT de duración superior a un mes
mía o fístula hay que reponerlas aparte. y con signos analíticos de déficit de hierro.
El sodio y el potasio pueden usarse en forma de g) Vitaminas. Las vitaminas hidrosolubles, por
cloruro, fosfato o acetato, dependiendo del esta- su escasa capacidad de almacenamiento, no son
do clínico y ácido-base del niño. En caso de acido- consideradas tóxicas, mientras que las liposolubles
sis es útil el acetato, que se metaboliza en el híga- A, D, E y K, administradas a dosis altas, sí pueden al-
do a bicarbonato. canzar niveles tóxicos.

277
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 5. RECOMENDACIONES DE APORTES VITAMÍNICOS EN NUTRICIÓN PARENTERAL


EN PEDIATRÍA

Vitaminas Prematuros Recién nacidos a término y niños


(dosis/kg) < 11 años
(dosis total/día)
Vitaminas liposolubles
Vitamina A 1.640 UI 2.300 UI
Vitamina D 160 UI 400 UI
Vitamina E 2,8 UI 7 UI
Vitamina K 80 μg 200 μg
Vitaminas hidrosolubles
Vitamina B6 180 μg 1 mg
Vitamina B12 0,3 μg 1 μg
Biotina 6 μg 20 μg
Ácido fólico 56 μg 140 μg
Niacina 6,8 mg 17 mg
Ácido pantoténico 2 mg 5 mg
Riboflavina o vitamina B2 150 μg 1,4 mg
Tiamina o vitamina B1 350 μg 1,2 mg
Vitamina C o ácido ascórbico 25 mg 80 mg
Recomendaciones de la American Society for Clinical Nutrition, 1998.

El aporte recomendado (Tabla 5) se consi- En la actualidad, nadie duda de la necesidad de


gue con 2 ml/kg, máximo 5 ml, de MVI Pediátrico® reiniciar tan precozmente como sea posible la nu-
o Resivit IV Pediátrico®, pero ambos son medica- trición del paciente pediátrico, si bien no se tra-
mentos extranjeros. En España sólo se dispone de ta nunca de una emergencia. Las dudas se suelen
productos para adultos cuya composición no per- plantear en el enfermo grave, acerca del momen-
mite la dosificación correcta de la mayoría de las to oportuno (es frecuente esperar a que supere la
vitaminas y que no contienen vitamina K, la cual hay fase ebb), las vías más adecuadas o la composición
que suministrar aparte. de los nutrientes. En este tipo de pacientes habi-
tualmente concurren factores como la imposibili-
dad relativa o absoluta para utilizar la vía digestiva,
3.2. Indicaciones específicas el aumento de los requerimientos y la ausencia o
de la nutrición parenteral desaparición de las reservas nutritivas.
en pediatría Como norma general, siempre que sea posible se
utilizará la vía digestiva por cualquiera de los proce-
En general, la nutrición parenteral está indica- dimientos que se desarrollan en el capítulo corres-
da en los pacientes que no se encuentran en con- pondiente. Cuando por esta vía no se pueda cubrir
diciones de tolerar una adecuada alimentación la demanda nutricional, se complementará con una
enteral para hacer frente a sus necesidades por nutrición mixta (NM) donde la NP sea suplementa-
periodos superiores a 5 días, o antes si previa- ria, en cuyo caso es probable que sea de baja osmo-
mente están malnutridos. Y todo ello con el ob- laridad y pueda suministrarse por una vía periférica,
jetivo de prevenir o corregir los efectos adversos que entraña menos riesgos. Cuando la vía digesti-
de la desnutrición. Así pues, el máximo perio- va esté muy dañada pero no haya contraindicación
do tolerable para mantener una hiponutrición sin absoluta, se debe intentar la nutrición enteral (NE)
recurrir a la NP depende de la edad del pacien- mínima o trófica, debido a su beneficiosa repercu-
te, del estado nutritivo de base y de la patología sión sobre el trofismo intestinal, la circulación en-
subyacente. tero-hepática de los ácidos biliares o la reducción

278
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

Tabla 6. INDICACIÓN DE NUTRICIÓN PARENTERAL POR CAUSA DIGESTIVA

Con imposibilidad de nutrición enteral (indicación: nutrición parenteral total)


• Onfalocele, gastrosquisis
• Laparosquisis
• Atresias intestinales
• Enterocolitis necrotizante
• Ileostomías del recién nacido
• Catástrofe abdominal
• Resecciones amplias
• Íleo obstructivo y posquirúrgico
• Pseudoobstrucción intestinal
• Íleo paralítico (metabólico, sedación)

Con necesidad de reposo digestivo (indicación: nutrición parenteral total o nutrición mixta)
• Prematuros/inmaduros (primeros días)
• Colitis inflamatoria (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn)
• Enteritis posradiación
• Fístulas entéricas
• Diarrea intratable
• Pancreatitis
• Quilotórax, ascitis quilosa
• Síndrome de intestino corto

de la translocación bacteriana, lo que contribuye a En las Unidades de Cuidados Intensivos no son


minimizar los efectos adversos de la NP sobre el infrecuentes las situaciones de íleo en cuadros neu-
hígado. rológicos, alteraciones metabólicas o por el uso de
En las Tablas 6 y 7 se agrupan las indicacio- medicamentos sedantes y relajantes que impiden la
nes más frecuentes de NP, según sean de causa alimentación enteral.
digestiva o extradigestiva. La indicación de NPT Otro grupo numeroso de pacientes con indi-
es clara cuando existe imposibilidad de NE debi- cación de NP lo forman aquellos que necesitan
do a malformaciones congénitas del aparato di- un reposo digestivo más o menos intenso, segui-
gestivo, que tras su reparación siguen un proceso do de nutrición enteral muy lentamente progresi-
más o menos prolongado de intolerancia digesti- va -como los grandes inmaduros durante los pri-
va, al igual que el manejo de las ileostomías en el meros días- y, posteriormente, de nutrición enteral
íleo meconial o la enfermedad de Hirschsprung de mínima -los pacientes en gran riesgo de entero-
segmento largo. colitis necrotizante adoptan pautas parecidas-. Las
Dentro de la patología adquirida es frecuente la diarreas hipersecretoras suelen precisar reposo in-
necesidad de NPT en la enterocolitis necrotizan- testinal absoluto. En cuanto a las llamadas “diarreas
te del recién nacido, que obliga a periodos más o intratables”, actualmente se tiende a optimizar la
menos prolongados de reposo digestivo absolu- NE o NM, siendo la NPT el último recurso. Las fís-
to como parte del tratamiento de la misma y de tulas entéricas, las pancreatitis y los derrames linfá-
sus complicaciones (peritonitis, bridas, fístulas, en- ticos son otras indicaciones de reposo intestinal.
terostomía). También suele requerirse en las re- Por su parte, las indicaciones de NP por causa ex-
secciones intestinales amplias, el compromiso vas- tradigestiva incluyen a aquellos pacientes que están
cular mesentérico, los tumores o accidentes, que en riesgo de desarrollar desnutrición por enferme-
pueden originar verdaderas catástrofes abdomina- dad aguda con aumento de sus necesidades metabóli-
les, la peritonitis generalizada, las fistulizaciones, cas, como sucede en el gran quemado, el politrauma-
las bridas y los procesos oclusivos que de ellas se tismo, la gran cirugía, especialmente en el cardiópata
derivan. desnutrido o con alto gasto, el paciente oncológico

279
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 7. INDICACIÓN DE NUTRICIÓN En los primeros 7-10 días de vida se produce una
PARENTERAL POR CAUSA pérdida ponderal fisiológica de aproximadamente el
EXTRADIGESTIVA 10%, debido a la contracción fisiológica del espacio
extracelular; por tanto, un balance hídrico negativo
Prematuridad es lo deseado. La diuresis en las primeras 24-48 ho-
ras es escasa, y se incrementa a partir del tercer o
Estados hipermetabólicos
• Gran quemado
cuarto día. Por todo ello, el aporte de líquidos en el
• Politraumatismo recién nacido es progresivamente ascendente, como
• Gran cirugía se muestra en la Tabla 8. La edad gestacional in-
• Caquexia fluye en las pérdidas insensibles por la piel, que son
• Paciente oncológico más elevadas en los recién nacidos muy inmaduros
Requerimientos especiales durante los primeros 7-14 días. Otros factores que
• Trasplante de órganos aumentan las necesidades hídricas son la fototera-
• Fallo hepático pia (40%) y el uso de cunas térmicas (50%), mien-
• Fallo renal tras que las disminuye la utilización de incubadoras
• Sepsis y/o fallo multiorgánico cerradas con humedad (30%). La inmadurez fisioló-
gica del prematuro obliga a vigilar el balance hídrico,
la hidratación, el peso y la natremia.
La glucosa es el principal sustrato energético en
o los estados caquécticos de cualquier etiología. Los el feto, lo que puede extrapolarse al prematuro, que
pacientes trasplantados, con fallo de órgano o sepsis además tiene poca reserva de glucógeno hepático
tienen unos requerimientos específicos y frecuente- al nacer; esto hace que caiga pronto en hipogluce-
mente obligan al uso de NPT o NM. mia si no se inicia el aporte intravenoso. La velocidad
de producción endógena de glucosa es de 4-8 mg/
kg/min. Basándose en ello se empieza el aporte con
3.3. Planificación de 4-6 mg/kg/min, para ir subiendo según tolerancia; ra-
la nutrición parenteral total ra vez se necesitarán más de 10 mg/kg/min. En los
en el paciente pediátrico prematuros más inmaduros aparece con relativa fre-
cuencia intolerancia a la glucosa, definida como glu-
3.3.1. Para el prematuro cemia superior a 150 mg/dl, que persiste a pesar de
bajar el ritmo de infusión de glucosa a 6 mg/kg/min
Debido a sus escasos depósitos de grasa corpo- o menos; en esta situación, la mayoría de los auto-
ral y de glucógeno hepático, el neonato prematuro res recomiendan el uso de insulina endovenosa (ver
tiene pocas reservas energéticas, por lo que el so- apartado 6.2 de este Capítulo).
porte nutricional debe comenzarse precozmente, Múltiples estudios han demostrado que iniciar
en el primer o segundo día de vida. En los más in- la infusión de aminoácidos en el primer día de vi-
maduros (edad gestacional < 29 semanas), el apor- da disminuye el catabolismo y mejora la acreción
te nutricional va a depender casi exclusivamente proteica y la tolerancia a la glucosa, sin efectos
de la vía parenteral durante los primeros días o se- secundarios. Actualmente se aconseja comenzar
manas de vida, dado que la inmadurez orgánica y con 1-1,5 g/kg el primer día de vida o, como máxi-
el proceso de adaptación a la vida extrauterina no mo, el segundo, e ir aumentando hasta llegar a la
permiten un aporte enteral suficiente. El objetivo tasa de transferencia placentaria de aminoácidos al
en el prematuro, una vez superada la fase de tran- feto, que es de alrededor de 3,5 g/kg/día, cuando
sición de las primeras dos semanas, es reasumir el se haya alcanzado un aporte calórico no proteico
ritmo de crecimiento intrauterino (14-20 g/kg de igual o superior a 70 kcal/kg. En los prematuros de
ganancia ponderal diaria), lo que demanda un apor- peso superior a 1.500 g es suficiente con dar 3 g/
te energético de 90-110 kcal/kg/día. Durante los kg/día. El feto recibe una alta tasa de aminoácidos,
primeros días basta con suplir el consumo energé- y parte de ellos los oxida para obtener energía; de
tico en reposo, que en el recién nacido prematuro forma similar, en el prematuro que recibe NP pue-
es de 50-60 kcal/kg/día. de observarse un aumento de la urea, por utiliza-

280
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

Tabla 8. NECESIDADES HÍDRICAS DEL RECIÉN NACIDO

Peso 1er día 2º-5º día 6º-7º día*


(ml/kg/día) (ml/kg/día) (ml/kg/día)
≤ 1.000 g 80-100 Incrementar 140-180
10-20 (140-150 > 2 semanas)
1.000-1.500 g 70-80 Incrementar 130-140
10-20
1.500-2.500 g 65-75 Incrementar 130-140
10-20
> 2.500 g 60-70 Incrementar 120-140
10-20

*Aporte completo que se puede mantener hasta el tercer mes.

ción de AA como fuente energética, que no tiene tos se inician a partir del segundo o tercer día en
significado patológico. Para proveer los AA semie- dosis de 1-3 mEq/kg/día. Cuando comienza el cre-
senciales se utilizan fórmulas de AA pediátricos cimiento, en la segunda o tercera semana de vida,
que los aportan (Tabla 2) (ver apartado 3.1). las necesidades se incrementan. Se ha demostra-
En el pretérmino, la deficiencia de ácidos grasos do que la depleción electrolítica se asocia a fallo de
esenciales aparece precozmente, incluso a las 72 ho- crecimiento y osteopenia del prematuro. Mantener
ras de una dieta sin grasa. La síntesis de ácidos gra- la velocidad de retención fetal de Ca y P es impo-
sos poliinsaturados de cadena larga necesarios para sible con NP, dados los problemas de precipitación.
el desarrollo cerebral y de la retina tampoco es ade- La presencia de cisteína, que baja el pH, y el uso de
cuada y depende de la pequeña cantidad de éstos glicerofosfato en lugar de sales inorgánicas aumen-
contenida en la fracción fosfolipídica de los lípidos tan la estabilidad y permiten suministros de 2,5-3
endovenosos. El aporte de lípidos de 0,5-1 g/kg/día mEq/kg/día de Ca y 1,2-1,5 mmol/kg/día de P, cuan-
evita deficiencias y debe iniciarse en el segundo día do se aportan 140 ml/kg de solución.
de vida e ir aumentando progresivamente hasta 3 g/ Las necesidades de zinc son altas en el prema-
kg/día como dosis máxima. Como se comentó en el turo en crecimiento y se estiman en 400 μg/kg/día,
apartado 3.1, sólo se utilizan las soluciones al 20%. superiores al contenido del preparado de oligoele-
Los neonatos de 26 o menos semanas de edad mentos; para suplirlas se completa la dosis con Oli-
gestacional poseen niveles muy bajos de lipopro- go-Zn® (1.000 μg/ml). La primera semana de vida
teína lipasa, por lo que puede estar indicado añadir no es necesario aportar oligoelementos. Una pro-
heparina a razón de 0,5-1 UI/ml en estos neona- puesta de avance tipo de NP en el prematuro se
tos muy inmaduros y en aquellos prematuros que expone en la Tabla 9.
muestren nivel de triglicéridos superior a 150 mg/ La NP ha supuesto un avance importante en el
dl a dosis normales de lípidos. Como el prematuro tratamiento del prematuro de muy bajo peso al na-
tiene bajos depósitos de carnitina y capacidad de cer, pero su utilización debe restringirse al menor
síntesis limitada, han de añadirse 10 mg/kg/día para tiempo posible. Una vez conseguida la estabilidad
facilitar el transporte de los ácidos grasos al inte- hemodinámica, se recomienda iniciar nutrición en-
rior de la mitocondria. teral mínima en dosis de 0,5-1 ml/hora de leche ma-
Los requerimientos de electrólitos, minerales, terna o fórmula especial para prematuros por son-
oligoelementos y vitaminas se especifican en las da nasogástrica y, si la tolerancia es buena, aumentar
Tablas 4 y 5, pero conviene tener en cuenta al- progresivamente en 10-15 días hasta pasar a enteral
gunas peculiaridades del prematuro. El primer día completa. Durante este proceso se disminuye co-
de vida no son precisos los aportes de Na y K; és- ordinadamente la NP a medida que se incrementa

281
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 9. NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PREMATURO

Nutriente 1er día 2º día 3er-6º día Completa

Glucosa Incrementos
(mg/kg/min) 4-6 4-6 1-2 10-12
(g/kg/día) 6-8,5 6-8,5 1,5-3 14-17

Aminoácidos 3,5 ≤ 1.500 g


(g/kg/día) 1-1,5 2 2-3 3 > 1.500 g
Lípidos Incrementos
(g/kg/día) 0,5-1 0,5-1 3
Calorías
(kcal/kg/día) 25-30 30-40 40-80 90-110
Na (mEq/kg/día) 1-3 1-3 3-5
K (mEq/kg/día) 1-3 1-3 2-4
Cl (mEq/kg/día) 1-3 2-3 2-3
Ca (mEq/kg/día) 1,5 2-2,5 2,5
P (mmol/kg/día) 1 1-1,2 1,2
Mg (mEq/kg/día) 0,25 0,25 0,25-0,3
Zn (μg/kg/día) 150 150 400

la alimentación enteral para mantener aportes sufi- de 2,5-3 g/kg/día, y en el lactante mayor de 3 meses
cientes y balanceados de los diversos nutrientes. oscilan de 2,5 a 2 g/kg/día. Se utilizan las soluciones
de AA pediátricas.
Las necesidades hídricas también van decrecien-
3.3.2. Para el recién do con la edad, desde 130-140 ml/kg/día en el recién
nacido y el lactante nacido hasta 100-110 ml/kg/día al año de edad.
Las recomendaciones de minerales son las si-
Las indicaciones de NP en el recién nacido y el lac- guientes: calcio, 2-2,5 mEq/kg/día en el recién nacido
tante están en relación con enfermedad aguda: infec- y 2 mEq/kg/día para el lactante mayor de tres meses;
ción, asfixia, insuficiencia respiratoria, cirugía o alte- y fósforo, 1-1,2 mmol/kg/día. En el apartado 3.1 se
ración prolongada del tracto digestivo. En el primer exponen más extensamente estas necesidades.
grupo con infección o asfixia, la duración prevista es
inferior a 2 semanas; en este caso, 60-70 kcal/kg/día
son suficientes para alcanzar el objetivo de cubrir el 3.3.3. Para el niño mayor
consumo energético sin atender al crecimiento. En el
grupo con alteraciones del tracto digestivo se prevé Una vez establecido que el tracto gastrointesti-
una duración prolongada, por lo que es importante nal es inadecuado para el soporte nutricional, co-
mantener el crecimiento somático; esto eleva el re- menzará la planificación de la nutrición parenteral,
querimiento energético a 90-100 kcal/kg/día. definiendo las necesidades energéticas e hidroelec-
El 40-60% de las calorías deben proceder de los trolíticas, la proporción de principios inmediatos, el
hidratos de carbono; y el 30-35%, de las grasas. Pa- tiempo previsto de NP y el tipo de vía venosa (cen-
ra las calorías no proteicas, la relación hidratos de tral o periférica).
carbono/lípidos de 60/40, semejante a la leche ma- a) Necesidades energéticas. Las necesi-
terna, se considera la más adecuada. dades energéticas se definirán de forma individua-
Los requerimientos de AA disminuyen con la lizada, teniendo en cuenta la evolución del estado
edad: en el recién nacido y hasta el tercer mes son patológico, desde la reversión del catabolismo en

282
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

las fases agudas del estrés hasta la fase estable en la y la superficie corporal, en tanto que la de Schöfield
que se debe garantizar el crecimiento, sin caer en la está diseñada para niños y adultos y tiene en cuen-
sobrealimentación. En el niño se calculan mediante ta el peso y la talla, aplicando diferentes coeficientes
la suma de las diferentes actividades que consumen según la edad y el sexo (Tabla 11).
energía: metabolismo basal, termogénesis, actividad Estos conceptos se encuentran en continua re-
física, crecimiento corporal, acción dinamo-especí- visión, y diversos estudios han demostrado que
fica de los alimentos y pérdidas fecales. tanto las tablas propuestas como las diversas fór-
Los requerimientos energéticos difieren con la mulas sobrestiman el GEB en un 10-20% en el pa-
edad, el sexo y la situación clínica, pero también pre- ciente grave. El gasto energético en reposo (GER)
sentan una gran variabilidad interindividual, por lo incluye el incremento por la acción dínamo-especí-
que el comité de expertos de la OMS aconseja que, fica de los alimentos (ADE), o termogénesis, así co-
siempre que sea posible, la determinación de las ne- mo un mínimo de actividad física. Por ello, cuando
cesidades energéticas se base en la medición del no se dispone de calorimetría indirecta para medir
gasto, más que en los aportes. En la práctica clínica, el GER se puede asimilar al GEB calculado.
cuando no se dispone de procedimientos para de- Para la determinación del gasto energético to-
terminar el gasto energético individualizado se recu- tal (GET) se incrementa el GEB o el GER según los
rre a las recomendaciones de los comités de exper- factores de estrés presentes:
tos expresadas en tablas y ecuaciones de referencia,
como las expuestas en los Capítulos 3.3, 3.11 y 3.12 Hipertermia = +12% por grado
de este TRATADO, donde se detallan los requerimien- Insuficiencia respiratoria y cardiaca =
tos medios para los niños sanos y activos. +10-30%
Una de las primeras aproximaciones a la valora- Cirugía mayor = +20%
ción de las necesidades energéticas del niño hospi- Politraumatismo = +30%
talizado y activo fue propuesta por Holliday y Se- Sepsis severa = +30-50%
gar en 1957, asumiendo la equiparación entre el Gran quemado = +50-100%
consumo calórico y los requerimientos hídricos
(100 ml/día por cada 100 kcal/día), según diferen- Otros factores reducen el gasto, como la
tes tramos de peso corporal, creando una regla sedación/analgesia, la hipotermia, el hipotiroidismo
muy sencilla que se sigue usando para el cálculo de o la ventilación mecánica. Si bien el mayor determi-
las necesidades hídricas basales: nante del consumo energético del niño es el peso
corporal, hay que considerar que las necesidades
3-10 kg = 100 kcal/kg/día están en correspondencia con la masa magra (libre
10-20 kg = 1.000 kcal + 50 kcal de grasa), por lo que con relación al peso son me-
por cada kg > de 10 nores en el obeso y mayores en el desnutrido.
Más de 20 kg = 1.500 kcal + 20 kcal En la primera fase del estrés, y tras la estabiliza-
por cada kg > de 20 ción hemodinámica, se comienza proporcionando
un 30-50% del GEB, para intentar frenar el catabo-
Darrow (1964) introdujo el concepto de calo- lismo que la caracteriza. A continuación, se aumen-
rías metabolizadas en reposo, ajustando las nece- tan los aportes para revertir el catabolismo y re-
sidades hídricas en función de las mismas (120- cuperar las reservas energéticas perdidas (fase flow
150 ml/100 kcal metabolizadas), basadas también del estrés). Mientras el paciente permanezca grave,
en el peso corporal. los incrementos por factores de estrés no debe-
La ecuación de Harris-Benedict (publicada en rían superar el 40%. La sobrealimentación provo-
1919), diseñada para predecir el gasto energético ca daño hepático, hiperglucemia, ascenso del GEB y
basal (GEB) en adultos, fue modificada para niños. subida de la producción de CO2, entre otros efec-
Una variante de la misma fue validada por Caldwell- tos adversos. Durante la fase de recuperación se
Kennedy para menores de 3 años (Tabla 10). Tie- elevan los aportes para necesidades de actividad fí-
ne en cuenta el sexo, la edad, el peso y la talla. sica y ganancia ponderal.
Por su parte, la ecuación de Fleisch se aplica a b) Necesidades hídricas. Los requerimien-
partir de un año de edad y considera el sexo, la edad tos hídricos para el mantenimiento de las necesida-

283
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 10. CÁLCULO DEL GASTO ENERGÉTICO BASAL (GEB) (KCAL/DÍA)

Ecuación de Harris-Benedict
Hombres: 66,47 + (13,75 x peso) + (5 x talla) - (6,76 x edad)
Mujeres: 655,1 + (9,56 x peso) + (1,85 x talla) - (4,68 x edad)

Ecuación de Caldwell-Kennedy para menores de 3 años


Lactantes: 22 + (31,05 x peso) + (1,16 x talla)

Peso en kg; talla en cm; edad en años.

Tabla 11. ECUACIÓN DE SCHÖFIELD PARA EL CÁLCULO DEL GEB EN MJ/DÍA EN NIÑOS

< 3 años
Hombres: (0,0007 x peso) + (6,349 x talla) - 2,584
Mujeres: (0,068 x peso) + (4,281 x talla) - 1,730

3-10 años
Hombres: (0,082 x peso) + (0,545 x talla) + 1,736
Mujeres: (0,071 x peso) + (0,677 x talla) + 1,553

10-18 años
Hombres: (0,068 x peso) + (0,574 x talla) + 2,157
Mujeres: (0,035 x peso) + (1,948 x talla) + 0,837

Peso en kg; talla en m.


1 MJ = 1.000 kJ; 1 kJ = 0,239 kcal.

des basales se calcularán teniendo en cuenta la capa- en las vías venosas centrales. Para las vías venosas pe-
cidad del paciente para el manejo de los líquidos. El riféricas habrá que aumentar a 1,6 o 1,8 ml por kcal
agua es el solvente que transporta todos los nutrien- (según el aporte en forma de grasas).
tes, y a mayor concentración de éstos, mayor osmo- c) Necesidades proteicas, de hidratos
lalidad de la solución. La fórmula más sencilla para de carbono y de grasas. Las necesidades pro-
el cálculo de las necesidades hídricas sigue siendo la teicas se miden por el balance nitrogenado. Éste se
de Holliday, donde se proporcionan 100 ml/100 kcal. calcula de forma práctica restando al nitrógeno con-
Con estos aportes, 60 ml/100 kcal reemplazan las tenido en las proteínas aportadas el N eliminado por
pérdidas urinarias, y 40 ml/100 kcal suplen las pérdi- la orina y la variación de la urea plasmática (en 24 h).
das insensibles (60% cutánea; 40% respiratoria). Cuando el resultado es negativo se está ante un ca-
Cuando la tolerancia para el manejo de los líquidos tabolismo; y cuando es positivo, anabolismo.
sea mala, hay que suministrar 1 ml (o menos) por kcal, Las proteínas corporales, al igual que las formu-
con altas osmolaridades y por vía venosa central. En laciones de AA para NP, contienen un 16% de N;
caso contrario es necesario sacrificar parte del apor- o, dicho de otra manera, 1 g de N corresponde a
te calórico o bien hacerlo con un exceso de grasas. 6,25 g de proteínas. Las necesidades de aminoáci-
Cuando sea posible se aportarán 1,2-1,5 ml por kcal dos esenciales varían con la edad, y por ello se han

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

Tabla 12. APORTE ENERGÉTICO Y DE AMINOÁCIDOS SEGÚN EL GRADO DE ESTRÉS


EN NIÑOS

Calorías no proteicas/ Aminoácidos


Grado de estrés kcal/kg/día
g de nitrógeno (g/kg/día)

0 150/1 60-70 2,5-2,7

1 120/1 50-60 2,5-2,8

2 100/1 40-50 2,5-3

3 80/1 35-40 2,7-3

No se recomienda superar 3 g/kg/día de aminoácidos.

diseñado formulaciones específicas para niños to- se recomienda no sobrepasar el 30% del aporte ca-
mando como patrón la composición de la leche lórico total, a razón de 2 g/kg/día. En situaciones es-
humana. No está clara la edad para cambiar a las peciales, como ocurre con los desnutridos sin gran
formulaciones de tipo adulto, pero no es aconseja- estrés, se puede aumentar hasta 3 g/kg/día, vigilan-
ble hacerlo antes del año de vida. do que no se sobrepase la capacidad de aclaramien-
Al igual que ocurre en la NE, para que el N apor- to mediante el control de la trigliceridemia, que debe
tado en la dieta sea correctamente asimilado por el ser inferior a 200 mg/dl en situaciones de estabilidad
organismo también es necesario en la NP que vaya y menor de 400 mg/dl en situaciones de estrés.
acompañado por un aporte calórico no proteico, que La oxidación de sustratos no es igual en to-
no debe ser inferior a 150 kcal/g de N en condicio- das las situaciones: en el estrés traumático se oxi-
nes normales. De lo contrario, el exceso se perderá da más grasa que hidratos de carbono; en el estrés
por orina, con riesgo de hiperamoniemia y acidosis. séptico, en cambio, la oxidación está más igualada,
La proporción del aporte calórico de los nutrientes con ligero predominio de los hidratos de carbono.
suele ser de 10 a 15% como AA, 25 a 35% como lí- La glucosa es la mejor fuente de hidratos de car-
pidos y 50 a 65% como hidratos de carbono. En cir- bono, y éstos normalmente cubren el 50-65% de las
cunstancias normales, el aporte de 0,8 a 2 g/kg/día necesidades energéticas. La capacidad de oxidación
suele ser suficiente para lograr un balance nitrogena- suele estar entre los 5 y 8 mg/kg/min, pero duran-
do positivo; pero el niño sometido a NPT no es “nor- te el estrés suele existir intolerancia a la glucosa por
mal”, y los requerimientos proteicos en NPT son su- factores contrainsulínicos y resistencia periférica. El
periores a los del niño sano (Tabla 1). uso de insulina para mejorar la tolerancia es discu-
En situaciones de gran estrés, la oxidación pro- tible en el niño grande. Existen preparados de fruc-
teica puede alcanzar el 20-25% del total, indepen- tosa-xilitol (4 kcal/g) que podrían ser una alternativa
dientemente de la causa que lo origina. El cocien- en pacientes con gran estrés en los que no se pueda
te de la relación kilocalorías no proteicas/g de N cubrir el GER por otros medios.
puede llegar a 80-100. Por ello es muy importante
modular el aporte calórico/proteico en función del
grado de estrés que padezca el paciente, con la fi- 3.3.4. En algunas
nalidad de corregir cuanto antes el balance nitro- situaciones especiales
genado negativo (Tabla 12).
Los lípidos resultan el mejor modo de aumentar 3.3.4.1. Catástrofes abdominales, fístulas
el aporte energético sin incrementar la osmolalidad digestivas y síndrome de intestino corto
(la emulsión al 20% produce 2 kcal/ml). Es necesario
un aporte mínimo de 0,5 g/kg/día para cubrir las ne- Los pacientes que entran en este apartado son
cesidades de ácidos grasos esenciales. Normalmente aquellos que, bien por imposibilidad anatómica

285
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

o por anulación de las funciones digestivas, tienen se de realizar un cálculo meticuloso del volumen de
un tubo digestivo que no puede cumplir con su pa- líquido perdido y hacerlo por turnos de enfermería,
pel de digestión de los alimentos. para reponerlo en el turno siguiente. Y también es
Las llamadas catástrofes digestivas pueden necesario cerciorarse de la composición del líqui-
ser de tres tipos: do, para sustituir adecuada y diariamente los solu-
1. De origen traumático, como ocurre tras acciden- tos que se pierden. Para todo ello, es fundamental
tes de tráfico o laborales con traumatismo cerrado que se garantice una recolección muy meticulosa,
con estallamientos de órganos macizos, arrancamiento sin pérdidas alrededor de las sondas o bolsas de re-
de mesenterios y/o perforaciones de tubo digestivo. colección. Lo cual, además, evita dermatitis.
2. Por agresiones con armas de fuego o arma La NPT, con freno de la secreción digestiva con
blanca con perforaciones múltiples en cavidad, en compuestos tipo octeótrido, es el mejor trata-
el tubo digestivo y/o en órganos abdominales. miento para estos pacientes en edades pediátricas,
3. Complicaciones postoperatorias graves, con reservando la cirugía sólo para situaciones de obs-
bridas y adherencias, peritonitis y/o perforaciones trucción distal a las fístulas (los tumores son muy
y fístulas digestivas. raros en esta época).
Además, en los tres supuestos etiopatogénicos El caso de los pacientes con síndrome de in-
puede darse un síndrome compartimental abdo- testino corto (SIC) se trata en los Capítulos
minal, con las graves consecuencias fisiopatológicas 4.27 y 4.29, por lo que sólo se insiste aquí en cier-
sistémicas que conlleva y el obligado reposo diges- tos aspectos referidos a los pacientes pediátricos.
tivo prolongado. En primer lugar, se debe resaltar que la edad de los
Pues bien, en estos pacientes coinciden alteracio- pacientes es importante, pues, dado que la elonga-
nes homeostáticas, situación de hipermetabolismo ción del intestino delgado se produce en el tercer
(metabolismo de estrés secundario a trauma e in- trimestre de gestación, los prematuros con resec-
fección grave) e imposibilidad del uso oral o enteral, ción intestinal tendrán mucha mayor posibilidad de
o, lo que es lo mismo, desequilibrios hidroelectrolíti- crecimiento intestinal que los niños nacidos a tér-
cos, aumento del consumo de proteínas musculares mino o niños mayores. Asimismo, la existencia o
y de grasa periférica, hiperglucemia e intolerancia a no de válvula íleo-cecal y la proporción de íleon
la glucosa, y necesidad incrementada de síntesis pro- respecto del yeyuno es importante para la progra-
teica visceral. Incremento del gasto e incremento de mación de la alimentación enteral complementaria
las necesidades. Y todo ello para administración de y el pronóstico.
NPT. Así, en estos pacientes se requiere una evalua- En niños adquiere enorme valor el programar
ción constante de los balances hídricos, calóricos y con exactitud la NP y la NE en cada fase del SIC.
nutricionales, así como una continuada monitoriza- Durante la fase aguda (postoperatoria o tras la
ción analítica (ionograma, glucemia, etc.). pérdida accidental, que suelen ser las dos primeras
Estos enfermos deben tener siempre una o dos semanas) hay una gran expulsión gástrica y pérdida
vías centrales (de acceso periférico al menos una de de fluidos y electrólitos en las deposiciones, ade-
ellas), y se han de disponer cambios frecuentes del más de hipermetabolismo, lo que exige una catete-
volumen y de la composición de las mezclas nutriti- rización de vía central con catéter de silicona y una
vas. Una de las vías debe destinarse a la medicación NPT adecuada y con cambios frecuentes.
y a los cambios de aporte hidroelectrolítico, y la A partir de esas dos primeras semanas debe ad-
otra tiene que reservarse a la administración de ministrarse una solución enteral coadyuvante que
la NPT. De entrada, en la fase aguda se recomien- sea isotónica y con composición de dipéptidos o
dan soluciones de NPT de las llamadas para hiper- tripéptidos y ácidos grasos de cadena media, con
metabolismo o metabolismo de estrés, con solu- fácil absorción por la pared basal del enterocito
ciones adaptadas de aminoácidos y soluciones de dañado (se puede utilizar, por ejemplo, Pregestimil®
grasa, con mayor componente de ácidos grasos en lactantes y PeptiJunior® para niños mayores). Es-
de cadena media. ta NE estimulará la recuperación intestinal, dismi-
En los casos de fístulas digestivas de débito nuirá la incidencia de translocación bacteriana y
medio o alto (más del 5% del peso corporal, en ml/ prevendrá la colestasis asociada a la NPT, pero no
día) en los pacientes pediátricos, hay que asegurar- podrá cubrir ni las calorías suficientes ni los ácidos

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

grasos esenciales, por lo que deberán administrar- ta fase, estos pacientes deben estar integrados en
se en la NP. En las deposiciones de estos pacien- un programa de NP domiciliaria.
tes también se pierden mayores cantidades de zinc, Otro problema nada desdeñable en estos pa-
sodio y bicarbonato, con las graves consecuencias cientes con SIC y sometidos de forma prolonga-
asociadas para el crecimiento y la mineralización, y da a NPT desde edades cortas de la vida es que no
existen dificultades en la absorción de vitaminas li- han aprendido o han perdido el hábito de masticar
posolubles, de modo que habrán de completarse y comer por boca, resultando luego muy difícil re-
parenteralmente y monitorizarse frecuentemente cuperar su fase oral, aun habiendo recuperado una
las pérdidas y niveles. suficiente absorción digestiva. Hay que hacer espe-
En la fase de estabilización hay que monitorizar cial hincapié en que beban y mastiquen algo, y de
con frecuencia el estado nutricional, clínica y ana- forma precoz y continuada.
líticamente, el tiempo de protrombina y de vitami- Finalmente, en aquellos pacientes en los que se
na K, las enzimas hepáticas y los niveles de hierro estén agotando las vías venosas centrales, en los
sérico y de vitaminas liposolubles, así como consi- que la colestasis asociada a la NP se haya cronifica-
derar las pérdidas de vitamina B12 por ausencia de do y derivado en insuficiencia hepática o exista cla-
íleon. Se debe vigilar el pH de las heces (un pH me- ra dilatación intestinal, debe valorarse la posibilidad
nor de 5,5 indicará una deficiente absorción de hi- de una intervención de duplicación y alargamiento
dratos de carbono) y la pérdida de grasas. Pero, a intestinal tipo Bianchi y entrar en la lista nacional
pesar de todo, ha de forzarse la NE, mediante la ad- de trasplante intestinal.
ministración de los mismos o de otros preparados
enterales, en infusión intermitente o continua, mo- 3.3.4.2. Insuficiencia hepática y atresia de vías biliares
dificando la composición de la NP y de la NE según
el resultado de los controles. Los problemas nutricionales que se originan en
Para el caso de los niños, quizá deban prescri- los pacientes con insuficiencia hepática grave se
birse suplementos de glutamina y de taurina en la tratan directamente en el Capítulo 4.31 de este
composición de aminoácidos. También hay que uti- TRATADO y en todas las edades. La síntesis hepáti-
lizar preparados para lentificar el tránsito y “co- ca de proteínas y las alteraciones en la metaboliza-
lestiramina” para quelar los ácidos biliares. Duran- ción de la urea y de otros compuestos se agudizan
te este tiempo debe insistirse en la necesidad de en las situaciones graves y agudas, por lo que tie-
mantener y cuidar la misma vía central silicona- nen que hacerse seguimientos mucho más frecuen-
da, distinguiendo las infecciones por catéter de las tes e intensos de estos enfermos para evitar y pre-
procedentes de la translocación bacteriana intesti- venir complicaciones añadidas.
nal, que puede a su vez contaminar el catéter. En el caso de que estos pacientes en edad pe-
Durante la tercera fase deberán iniciarse los su- diátrica deban ser sometidos a NPT de forma in-
cesivos intentos de “destete” de la NP. Esta etapa tercurrente o en situaciones agudas, los cambios
puede durar meses o años, y en ella se establecen metabólicos y homeostáticos (depleción proteica,
las complicaciones de la vía venosa y hepáticas más incremento de la ascitis, descompensación o insu-
graves (ver más adelante), por lo que es preciso vi- ficiencia renal sobreañadida con alteraciones elec-
gilarlas, además de controlar de forma rutinaria el trolíticas, etc.) pueden ser más habituales y graves,
estado nutricional y el crecimiento del paciente. por lo que tiene que convertirse en norma el se-
Asimismo, los niños con colon intacto pueden for- guimiento clínico y analítico del niño, así como los
mar cálculos renales de oxalato, y todos ellos pa- posibles cambios en la composición de la NPT y el
decer las consecuencias de la ectasia biliar (cálcu- uso de sustratos específicos para estos enfermos.
los biliares). Durante este tercer periodo somos Otra situación especial es la de aquellos pacien-
partidarios, especialmente en los casos más graves tes con insuficiencia hepática asociada a colesta-
y en niños muy pequeños, de utilizar glutamina, fi- sis, como complicación derivada de una NPT pro-
bra, hormona del crecimiento y descontaminación longada por causa de un síndrome de insuficiencia
intestinal intermitente, con antibióticos orales no intestinal (SII), anatómica (SIC) o funcional. En es-
absorbibles y antifúngicos, además de “colestirami- tos casos también habrán de tenerse en cuenta
na” y retardadores del tránsito intestinal. Ya en es- las características derivadas de la translocación

287
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

bacteriana con colangitis y sepsis de repetición, el dades de recuperación dependen en gran medida
bajo flujo portal, etc., que se detallan en los Capí- de la instauración del soporte nutricional, cuyo ob-
tulos 4.27 y 4.29 y que se han referido anterior- jetivo será el aporte energético-proteico suficien-
mente. te y personalizado para revertir el deterioro nu-
Es necesario hacer alusión especialmente al ca- tricional sin empeorar la uremia ni el equilibrio
so de los pacientes con atresia de vías biliares. Es- ácido-base.
tos niños, aun aquéllos con buena evolución tras El aporte calórico se hará según el GER, aña-
una porto-entero-anastomosis, suelen tener un ba- diendo el factor de estrés por la enfermedad de
jo flujo biliar intestinal, lo cual conlleva una insufi- base (la IRA no incrementa el GEB). Las calorías no
ciente digestión y absorción de las grasas y, conse- proteicas serán elevadas, con una relación de 200-
cuentemente, un posible déficit de aporte calórico, 250 kcal/g de N cuando existe poco estrés; en ca-
una deficiencia en ácidos grasos esenciales y una so contrario se bajará el cociente a 150. El aporte
incompleta absorción de vitaminas liposolubles. proteico debe estar modulado por el balance ni-
A su vez, esta deficiencia en vitaminas liposolubles trogenado; es preferible iniciar la diálisis que res-
puede acarrear una falta de mineralización ósea e tringir en exceso las proteínas, ya que la restric-
incluso retraso en el crecimiento, lo cual efectiva- ción aumenta el catabolismo y la producción de
mente suele suceder. Así que a estos niños se les urea. En caso de depuración extrarrenal se tendrán
habrá de garantizar un sobreaporte enteral prefe- en cuenta las pérdidas extraordinarias según los di-
rente de triglicéridos de cadena media, que depen- ferentes procedimientos. La solución de aminoáci-
den menos de la concentración digestiva de sales dos debe ser rica en AA esenciales, con histidina,
biliares. Para ello existen varios preparados en el arginina y AA no esenciales. De momento no exis-
mercado, y de todos ellos son preferibles los que te acuerdo sobre la mejor formulación.
incluyen un adecuado suministro de ácido linolei-
co (alrededor del 10%). En condiciones de NPT, 3.3.4.4. Sepsis
además del aporte de fórmulas con ácidos grasos
esenciales, debe proporcionarse un suministro su- El paciente séptico en estado crítico requiere un
ficiente (1-1,5 g/kg/día) de aminoácidos de cade- soporte nutritivo especial. El GEB calculado tiende
na preferentemente ramificada (fórmulas hepáti- a estar algo sobrevalorado. Durante la fase crítica,
cas), aunque en pediatría aún existen dudas sobre los aportes se programarán con una relación entre
su real eficacia respecto de las fórmulas con ami- kilocalorías no proteicas y gramos de N de 100/1
noácidos aromáticos. Además, tiene que cuidarse o de 80/1. El suministro proteico supone el 15-20%
muy especialmente la administración, enteral y pa- del aporte calórico total (1,5-2,5 g/kg/día). Las for-
renteral, de vitaminas liposolubles e hidrosolubles, mulaciones enriquecidas con AA de cadena ramifi-
monitorizando clínica y analíticamente sobre todo cada (AACR) pueden ser beneficiosas en los casos
las primeras. Finalmente también hay que vigilar los de mayor estrés. La glucosa suele ser mal tolera-
aportes de hierro, zinc y calcio. da, por lo que su administración se limita a 5-7 g/
kg/día. No parece recomendable el uso de insuli-
3.3.4.3. Insuficiencia renal na. El abastecimiento de lípidos normalmente se si-
túa entre 1,5 y 2 g/kg/día, lo que puede representar
La insuficiencia renal aguda (IRA) como fallo pri- del 30 al 50% del aporte calórico total. Las mezclas
mario de órgano, o bien formando parte del fraca- MCT/LCT podrían resultar beneficiosas, ya que
so multiorgánico en la sepsis o el trauma, ocasiona el MCT no depende de la lipoproteína lipasa ni de
pérdida de la capacidad de regulación del metabo- la carnitina.
lismo hidrosalino y alteraciones metabólicas (ca-
tabolismo, hipertrigliceridemia, intolerancia a la 3.3.4.5. Situaciones de estrés elevado:
glucosa, acidosis metabólica), las cuales colocan a politraumatismo y gran quemado
estos pacientes en alto riesgo de desnutrición.
Los procedimientos de depuración extrarrenal Quizá la mayor dificultad sea la determinación
permiten un buen manejo de la sobrecarga hídri- del GEB, por lo que en estos pacientes está espe-
ca y los trastornos electrolíticos, pero las posibili- cialmente indicada la medición por calorimetría in-

288
J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

directa. Con respecto al politraumatizado, en las fa- dos a diálisis peritoneal crónica ambulatoria, la in-
ses iniciales parece prudente no incrementar más clusión de nutrientes en el dializado (aminoácidos
del 20% sobre el GEB calculado. En el quemado se y otros, además de glucosa) no sólo evita la pérdi-
aplicarán las fórmulas que tienen en cuenta la su- da de los mismos, sino que además se absorben a
perficie corporal quemada y se aumentará inicial- través de la membrana peritoneal y pueden cubrir
mente hasta el 30% del GER. hasta un 30% de las necesidades de muchos nu-
La relación kilocalorías no proteicas/g de N del trientes, vitaminas y oligoelementos. Las personas
aporte se mantendrá, como en todo estrés, entre que se someten a NP están siempre en condicio-
150/1 y 80/1 para los pacientes más graves. Los re- nes excepcionales e impredecibles y no se les debe
querimientos proteicos son superiores a los de la excluir ningún procedimiento o acceso para garan-
sepsis (2,5-3,5 g/kg/día), y algunos autores reco- tizarles su supervivencia, salvo criterios derivados
miendan AACR. Los hidratos de carbono suelen de su enfermedad y de ética médica.
ser mal tolerados, por lo que frecuentemente es- Como es obvio, en los pacientes que han de so-
tán limitados a 5 g/kg/día; se puede ensayar el xili- meterse a una NPT no se precisa justificar lo esen-
tol-fructosa. La oxidación de grasa es alta en esta cial que resulta la vía parenteral. La cuestión es que
patología, a razón de 1,5 o 2 g/kg/día, y las fórmulas en el paciente pediátrico se suelen dar tres condi-
MCT/LCT tienen también mejor aclaramiento. ciones que la hacen especialmente sensible y ne-
cesaria de planificar: las vías son menos accesibles
que en el adulto, más fáciles de romper y agotarse,
y, además, los periodos de administración por eda-
4.Vías parenterales a des e indicaciones suelen ser más prolongados. Por
elegir y técnicas más idóneas ello, hay que insistir en la importancia de la vía de
administración, especialmente la venosa central.
4.1. Concepto, tipos e Para finalizar se puede decir que, tratándose de
importancia de la vía parenteral fines nutritivos y al margen de situaciones agudas
de asistencia intensiva, la elección de la vía parente-
Desde el punto de vista etimológico, el térmi- ral es tan importante que siempre debería planifi-
no “parenteral” debería interpretarse, en este ca- carse y, sobre todo, considerarse como de uso ex-
so, como “extraenteral”, indicando todo aquello clusivo para la administración de la NP.
que fuera paralelo a la vía digestiva. En nutrición
se entiende por “vía parenteral” la destinada a la
administración de soluciones y/o emulsiones con 4.2. Elección de la vía según
sustratos nutritivos por otras vías que no son la la edad, las dosis de nutrientes
digestiva (oral o enteral). Aunque lo habitual, con y el tiempo de administración
mucho, es que se trate de la vía venosa, pueden
y deben incluirse en este elenco las vías peri- Habitualmente, la elección de la vía de adminis-
toneal, intraósea e incluso arterial (arteria tración parenteral puede realizarse basándose en
umbilical), aunque lo fueran de forma parcial o ex- la edad del paciente, el tiempo previsible de uso
cepcional. De hecho, en la edad neonatal, la catete- (corto, medio o largo plazo) y la cantidad y tipo de
rización de las arterias umbilicales ha sido habitual nutrientes que requerirá.
y de gran ayuda, utilizándose para la administración Respecto del tiempo, las normas generales son
de NP. Y ello sin considerar las indicaciones de la las siguientes:
canulación de arterias periféricas (radial, pedia o • Para un periodo de uso previsto menor de
axilar con fines de monitorización intensiva en pa- 7-10 días, y al margen de criterios de asisten-
cientes también sometidos a NP), aunque nunca cia intensiva, pueden utilizarse venas periféricas
han de usarse para administrar nutrientes. conseguidas a través de una punción directa, pe-
Se ha demostrado la posibilidad de administra- ro canuladas y con un trayecto de varios centí-
ción parcial y total de nutrientes a través de la vía metros a lo largo de la vía venosa; es decir, deben
peritoneal en diversos animales e incluso en algún usarse cánulas flexibles de varios centímetros de
paciente pediátrico aislado. En los sujetos someti- longitud y nunca agujas rígidas, que rompen y ago-

289
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

tan las vías venosas. Como lo habitual es que las superar los 500 mOsm/kg nunca es recomendable
necesidades nutricionales en estos pacientes sean utilizar venas periféricas, ni siquiera para periodos
parciales y que no precisen mezclas de osmolali- previstos menores de 7-10 días. Si el niño está afec-
dad superior a 500 mOsm/kg, la canulación de es- to de una patología grave y aguda, habrá motivos pa-
tas venas suele aguantar ese tiempo. Sin embargo, ra coger una vía central (percutánea). Y aunque así
en el periodo neonatal y para un plazo inferior a no fuera, la hiperosmolalidad destruirá la vena y lo
una semana es preferible la cateterización de las hará en un paciente que siempre tendrá dudas de fu-
arterias umbilicales, pues permite flujos de admi- turo. Muchos son los pacientes a los que se puede
nistración altos y variedad de productos, preser- ver sufrir con múltiples veno-punciones periféricas
vando otras venas. por no seguir este criterio. Todo catéter implanta-
• Para periodos superiores a 1 semana y do en cava superior o atrio debe asegurarse su co-
en la edad pediátrica, los altos requerimientos nu- locación mediante radiografía de tórax.
tricionales obligan a utilizar vías venosas centrales, Parece importante recordar que son preferibles
pero siempre a través de acceso periférico y con las vías situadas en la mitad superior del cuerpo,
materiales siliconados (catéteres centrales per- pues tienen menos riesgo de trombosis e infección
cutáneos -Per-Q-Cath® o Silastics®-), sobre todo y permiten una mejor movilidad del paciente.
en prematuros y neonatos. El uso más prolonga-
do de los vasos umbilicales y de las cánulas perifé-
ricas sólo conlleva riesgos innecesarios o aboca a 4.3. Materiales más
su agotamiento o a la administración de soluciones idóneos para cada caso
nutricionales insuficientes. Es conveniente abando-
nar, salvo circunstancias excepcionales, la disección Desde las primeras cánulas metálicas hasta los
quirúrgica de las venas periféricas (safenas, yugula- actuales catéteres de múltiple vía y siliconados, la
res, etc.), pues, además de resultar molesta y cos- mejora ha sido impresionante. Al principio de es-
tosa, supone un mayor sacrificio de vías y más te Capítulo se hizo referencia a lo ligada que esta-
complicaciones. ba la historia de la NP con la vía de administración.
• Para periodos de NPT a largo plazo (más Sin embargo, es necesario insistir en que la adecua-
de 4-6 semanas) y en la edad pediátrica, se aconse- da planificación y, sobre todo, un correcto mante-
jan dos soluciones: seguir usando Silastics® hasta su nimiento de la vía son más importantes que el ma-
agotamiento en venas del área superior del cuer- terial propiamente dicho.
po, o iniciar la cateterización de vías venosas cen- En lactantes y niños grandes, así como pa-
trales, preferiblemente de vía múltiple. Esto último ra los periodos considerados cortos y con solu-
ha de realizarse siempre en condiciones apropiadas ciones de baja osmolalidad, las cánulas de punción
de esterilidad quirúrgica y, a ser posible, a través de percutánea podrían ser las más adecuadas, reser-
una vía más periférica (por ejemplo, el tronco tiro- vándolas sólo para la administración de NP. La cá-
bicérvico-facial, la yugular externa o las axilares, para nula debe fijarse a la piel con tiras de esparadrapo
acceso a la cava superior). Deberían usarse catéte- que sujeten también el catéter de la bomba de in-
res con larga tunelización y fijación subcutánea (tipo fusión y a través de una llave de tres pasos.
Hickman-Broviac®). Naturalmente, para el caso de En neonatos y para periodos cortos
un NPT domiciliaria a muy largo plazo, la elección también pueden usarse catéteres específicos para
puede depender de “lo que haya” y se haya conse- cateterización umbilical, habitualmente de poliure-
guido conservar, pero siempre se requerirán catéte- tano o siliconados. Permiten la toma de muestras,
res centrales y del tipo Hickman-Broviac®. Salvo en e infusiones de todo tipo de preparados -incluida la
pacientes con cáncer, no resulta conveniente elegir sangre- y de soluciones nutritivas, siempre que su
reservorios, en primera instancia, pues son más mo- osmolalidad no supere los 600 mOsm/kg. En el ca-
lestos para el paciente y utilizados para NP se obs- so de querer infundir una mezcla de NP, es acon-
truyen más que los catéteres reseñados. sejable no compartir la misma vía o conducto con
Por otra parte, si únicamente se tienen en cuen- los otros preparados. Hay que recordar que es-
ta las necesidades nutricionales del paciente en edad tas cateterizaciones umbilicales deben hacerse con
pediátrica, cuando las mezclas parenterales hayan de técnica estéril y pueden practicarse incluso tras la

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

caída del cordón por disección del mismo, si ello


fuera preciso. Han de fijarse a la piel circundante
con puntos de seda y usar llave de tres pasos antes
de su conexión a la bomba.
Para neonatos, prematuros y periodos
superiores a 7-10 días se recomienda el uso
de los nuevos catéteres, llamados Per-Q-Cath®
o Silastics®. Se trata de catéteres de elastóme-
ros de silicona que se introducen a través de una
aguja del número 23, punzada en una vena perifé-
rica (cubital, femoral e incluso craneal); la intro-
ducción se va realizando ayudándose de la pro-
pia corriente sanguínea. Estos catéteres permiten
flujos superiores a 60 ml/h y la administración de
productos complejos, como sangre; pero si se va Figura 1. Catéteres que se utilizan para la administración
a infundir una NP es aconsejable no compartir de la NP en pediatría y a largo plazo.
la misma vía con los otros productos. La fijación
a la piel de estos catéteres de silicona debe ha-
cerse mediante apósitos transparentes (Opsite® o hasta su retirada obligada, y utilizar una de las dos
Tegaderm®) y a lo largo de todo el recorrido ex- vías para la administración de la NP.
terno o cutáneo del catéter; de esta forma se vi- Como puede apreciarse, se propone el abando-
gila mejor y se garantiza su fijación. En caso de no no de las cateterizaciones mediante disección qui-
conseguir la cateterización mediante estos proce- rúrgica de las venas periféricas, salvo para casos ex-
dimientos, entonces se puede canalizar la yugular cepcionales.
interna mediante la punción percutánea con téc- En la Figura 1 se exponen algunos de los mate-
nica de Seldinger. riales utilizados para la NPT prolongada.
Respecto de los catéteres a utilizar para la admi-
nistración de una NPT prolongada, los más idóneos
son los de tipo Hickman-Broviac®, pero silicona- 4.4. Cuidados y complicaciones
dos y siempre con tunelización subcutánea y fija- de las vías y su tratamiento
ción con cuff (sellos cilíndricos) de Dacrón, para ga-
rantizar su inmovilización durante muchos meses. Como ya se ha apuntado, del cuidado de la vía
Además, es preferible que sean de doble vía (en pe- parenteral depende también la posibilidad de la
diatría, y salvo excepciones, no son más ventajosos NPT a largo plazo, así como la reducción del sufri-
los triples, que se contaminan más), de modo que la miento del paciente.
NPT sea infundida siempre separada de otros pro-
ductos medicamentosos y de las tomas de mues-
tra. Estos catéteres deben ser colocados siempre 4.4.1. Cuidados de las vías
en quirófano o en condiciones similares en el BOX
de UCIP, bajo anestesia y muy preferentemente si- Aunque cada localización y material requiera
tuados en atrio derecho o justo a la entrada de la cuidados específicos, los comunes, preventivos y
cava superior. Hay que tratar de introducirlos a tra- esenciales para las vías de infusión de NP son:
vés de la yugular interna, pero indirectamente, sin 1. Destinar siempre una vía o canal de catéter
abrir la misma, y hay que planificar el trayecto sub- exclusivamente para la administración de las solu-
cutáneo para evitar el acodamiento brusco en la ba- ciones nutritivas. Si ello no fuera posible y hubiera
se del cuello o de la axila, antes de su entrada en de compartirse con otros productos, hacerlo muy
vena. Cuando se ha iniciado la asistencia de forma temporalmente, suspender la administración nutri-
intensiva y se ha cateterizado la yugular interna por tiva, lavar la vía con solución salina antes y después
veno-punción con técnica de Seldinger y con un ca- de cada producto y asegurarse de que no se pro-
téter de doble vía, se propone fijarlo y mantenerlo ducen precipitaciones.

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Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

2. Lavarse las manos y ponerse guantes para glucosuria. El problema es distinguir si esto se de-
cambiar la conexión al catéter, y colocarse masca- be a una infección del catéter o el origen de la in-
rilla para manipular la fijación del mismo a la piel, fección es otro. Por ello se aconseja siempre dejar
usando luego soluciones antisépticas. el catéter 48 horas, practicar las investigaciones
3. Cambiar diariamente todo el sistema de infu- de rutina e intentar salvarlo antes de retirarlo. Es
sión, junto con la mezcla nutritiva, y realizar culti- recomendable que, si el paciente está estable, se
vos bacterianos y fúngicos periódicamente. trate la infección mediante infusión de antibióti-
4. Cambiar los apósitos cada 3-4 días y hacerlo cos, una vez tomadas las correspondientes y re-
con las medidas apuntadas. Usar apósitos poco irri- petidas muestras, a través del catéter.
tantes y, a ser posible, transparentes. En los prema- El origen de las infecciones en estos catéteres
turos, si se ha utilizado Per-Q-Cath®, procurar no puede ser:
moverlo en 10-12 días. a) Procedente de los sistemas o por migra-
5. Si se trata de un sistema a vía central, ase- ción de la piel. En este caso, los gérmenes sue-
gurarse de que no se ha movido la fijación al tú- len ser estafilococos -habitualmente epidermidis-,
nel subcutáneo o a los puntos de piel. Si hay duda, que normalmente responden satisfactoriamente a
repetir el estudio radiológico necesario y fijar de la vancomicina.
nuevo el sistema. b) Los siguientes gérmenes en frecuencia, es-
pecialmente en los pacientes con SIC, son los de
origen intestinal (Gram-negativos y anaerobios) y
4.4.2. Complicaciones y su tratamiento asociados a la translocación bacteriana intestinal.
Su tratamiento suele realizarse con los aminoglu-
1. Trombosis. En el caso de que un acce- cósidos + metronidazol, aunque se ha de ser muy
so en vía central parezca obstruido, y tras la infu- exigente en la respuesta y los cultivos, para evitar
sión de solución salina y ecografía que lo confir- las sepsis graves en los niños.
me, es recomendable intentar la desobstrucción c) Tras los anteriores, normalmente los gérme-
con urokinasa (50 μg/kg/h) o con activador tisu- nes más frecuentes son los hongos. Dentro de las
lar del plasminógeno (TPA). Naturalmente tienen infecciones fúngicas, la predominante es la Candi-
que practicarse los controles analíticos de coagu- da albicans, pero en los neonatos con catéteres de
lación, y si éstos sufren modificaciones o recidivan Silastics® están apareciendo infecciones por Mala-
en poco tiempo, hay que cambiar el sistema. Ade- sezzia sp. En caso de tratarse de estos catéteres,
más de trombos, en los catéteres de silicona se la medida inicial y única debe ser la retirada del
forman precipitados de calcio y depósitos lipídi- catéter, pero puede requerirse el tratamiento con
cos cuya dilución se puede procurar con solucio- antifúngicos. Además, si la infección es recidivan-
nes de 0,1 N de HCl y de etanol al 70%, pero sólo te o no responde rápidamente al tratamiento, se
si se trata de vías centrales y en circunstancias es- ha de investigar si hay almacenamiento de hongos
peciales. En los catéteres siliconados no suele ha- en bazo, hígado u otra localización.
ber solución, debido a su pequeña luz, por lo que El grave problema a resolver y que obliga a la
han de ser retirados en caso de trombosis. Aun retirada definitiva de los catéteres es la formación
así, siempre debe intentarse su desobstrucción de láminas o películas que muchos gérmenes pro-
con la infusión de unos 2 ml de solución salina. ducen en la luz del catéter. Estas películas o “hábi-
2. Infección. La infección asociada a la vía de tat” defensivos del germen hacen imposible el tra-
NP es la complicación más frecuente y siempre ha tamiento y la recuperación del catéter central. De
de ser considerada grave. La incidencia diaria de hecho, no es aconsejable intentar su tratamiento
infecciones, en pacientes no inmunodeprimidos ni cuando las infecciones se vuelven repetidas. Hay
con SIC, suele ser de 1-2/1.000 catéteres, eleván- que insistir en que la prevención de la infección se
dose la relación a 3/1.000 en inmunodeprimidos, realiza siguiendo las normas higiénicas anterior-
en tanto que en los pacientes con SIC puede lle- mente apuntadas.
gar a 8/1.000. 3. Rotura, acodamientos y migración
La clínica habitual en niños normalmente es la o embolización del catéter. Estas compli-
fiebre, seguida de leucocitosis e hiperglucemia o caciones son las segundas en frecuencia y siem-

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

pre tienen graves consecuencias, pues como mí- 5. Monitorización


nimo suelen obligar a retirar el catéter. Respecto del enfermo y de la propia
de las roturas, éstas son graves si se acompañan nutrición parenteral total
de embolización cardiaca, pero en la práctica clí-
nica son raras, y en muchas ocasiones es posible 5.1. Monitorización clínica
recuperar el catéter por vía endovascular. Las ro-
turas menores son las que se producen al retirar Se basa en la exploración física diaria y en el
el catéter y quedarse parte en la vena periférica; seguimiento de algunas medidas antropométricas.
normalmente pueden solucionarse con una leve La exploración física debe prestar especial aten-
disección. En cualquier caso, se debe ser muy cui- ción al estado de hidratación, la situación hemo-
dadoso y retirar el catéter sin forzarlo. Normal- dinámica, la aparición de hepatomegalia, el punto
mente, estos catéteres están o se han roto ya en de entrada del catéter y la presencia de fiebre. Si
la introducción, por lo que hay que revisarlos an- aparecen signos sugestivos de infección se cursan
tes de su uso. dos hemocultivos, uno del catéter y otro de vena
periférica, un cultivo del punto de entrada y otros
según indicación clínica. Se realizará un balance hí-
4.5. Alternativas últimas para drico diario al menos hasta la estabilización en los
la cateterización de la vía central aportes totales, y un balance nitrogenado sema-
en nutrición parenteral total nal al comienzo, distanciándolo después. El segui-
miento antropométrico básico incluye peso dia-
El problema es: ¿qué se puede hacer en los en- rio, talla semanal y, en los menores de 2 años, el
fermos dependientes de la NP y en los que, tras un perímetro cefálico cada cuatro semanas. También
tiempo muy prolongado, se han agotado las venas conviene chequear las bolsas, los sistemas de in-
periféricas? Esto se da casi únicamente en sujetos fusión y el estado de la vía.
con SIC de larga evolución y, más prontamente, en
los pacientes pediátricos con SIC.
Es necesario insistir en que la mejor forma de 5.2. Monitorización instrumental
retrasar al máximo este grave problema es que es- y de laboratorio
tas personas estén integradas y tratadas por un
equipo habituado a llevar enfermos con nutrición Al comienzo, la analítica es frecuente, pero cuan-
parenteral domiciliaria y que haya sabido planificar do se alcanza el equilibrio metabólico y el pacien-
los accesos y hacer frente a las complicaciones vas- te está estable se va espaciando. En la Tabla 13
culares propias de estos pacientes. se propone una sistemática de seguimiento analíti-
De todos modos, si el sujeto carece de accesos co del paciente con NP. Cuando la duración es muy
periféricos a una vía central, quedan otras alterna- prolongada se debe controlar la edad ósea por ra-
tivas, pero más agresivas: diología cada 3 meses.
a) La cateterización de la vena ázigos, a través
de una toracotomía posterio-lateral derecha -en-
tre el tercer y cuarto espacio intercostal-.
b) La cateterización indirecta de la cava inferior, 6. Complicaciones
a través de una inguinotomía derecha o de una del enfermo pediátrico con
lumbotomía derecha. nutrición parenteral total.
c) La cateterización de la porta, a través de una Prevención y tratamiento
gástrica o esplénica. Desde luego, cuando el pacien-
te ya haya alcanzado esta situación debe estar in- Las complicaciones debidas a la NP han dis-
cluido en una lista o programa de trasplante intes- minuido a medida que han mejorado los medios
tinal, máxime si también se acompaña, como suele técnicos, las soluciones de nutrientes y los caté-
suceder en los pacientes pediátricos, de hepatopa- teres. Las relacionadas con el catéter, tanto mecá-
tía colostática asociada a la NPT y prolongada, con nicas como infecciosas, son de las más frecuentes
insuficiencia hepática (ver más adelante). y ya han sido revisadas en el apartado 4, al que se

293
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

Tabla 13. MONITORIZACIÓN ANALÍTICA EN NUTRICIÓN PARENTERAL

Variable Monitorización Monitorización en


inicial situación estable
Glucemia 1/8 horas 1-2/semana
Densidad urinaria, glucosuria 1/8 horas 1-2/semana
Na, K, Cl, Ca 1/día 1-2/semana
Equilibrio ácido-base 1/día 1-2/semana
P y Mg 1/semana 1/2 semanas
Hemograma 1/semana 1/2 semanas
Coagulación 1/semana 1/2 semanas
Triglicéridos 1-2/semana 1/2 semanas
Colesterol 1/semana 1/2 semanas
ALT, AST, γ-GT 1/semana 1/2 semanas
Fosfatasa alcalina 1/semana 1/2 semanas
Urea y creatinina 1/semana 1/2 semanas
Proteínas totales 1/semana 1/2 semanas
Albúmina 1/semana 1/2 semanas
Prealbúmina 1/semana 1/2 semanas
Fe y transferrina 1/semana 1/2 semanas
Ácido fólico 1/mes 1/mes
Vitamina B12 1/mes 1/mes
Zn, Cu 1/mes 1/mes
ALT: alanina aminotransferasa; AST: aspartato aminotransferasa; γ-GT: γ-glutamil transpeptidasa.

remite al lector. Desde un punto de vista didáctico, gativos, los más frecuentes E. coli y Enterobacter, y a
aquí se exponen agrupadas en cinco apartados. veces anaerobios. Esta invasión bacteriana produce
sepsis y también colangitis que son fuente de infec-
ciones de repetición y de deterioro hepático pro-
6.1. Complicaciones sépticas gresivo. Estos mismos gérmenes pueden colonizar
el catéter y ser, desde ahí, fuente de bacteriemia.
Las infecciones sistémicas son frecuentes en el La mejor profilaxis es iniciar la nutrición enteral lo
paciente con NP y pueden tener diversos orígenes. más precozmente posible. Incluso una enteral mínima
Los gérmenes pueden llegar al torrente sanguíneo: permite mantener la mucosa intestinal y la secreción
a) A través de un catéter contaminado. endocrina digestiva. El uso de antibióticos vía paren-
b) Por un mecanismo de translocación bacteria- teral está indicado como tratamiento del proceso in-
na, procedentes del intestino. feccioso, pero no como profilaxis de las infecciones,
c) Desde otro foco infeccioso. mientras que la administración oral de antibióticos
d) Rara vez debido a una solución parenteral poco absorbibles para disminuir el sobrecrecimiento
contaminada. bacteriano intestinal sí ha demostrado beneficios.
La infección es una amenaza inmediata para el pa-
ciente, pero también a largo plazo, pues supone un
factor de riesgo para la aparición de colestasis aso- 6.2. Complicaciones metabólicas
ciada a NP. La translocación bacteriana está en rela-
ción con la atrofia de la mucosa intestinal por ayuno Los trastornos metabólicos observados en el pa-
prolongado y con anomalías intestinales, como por ciente con NP pueden estar relacionados con la com-
ejemplo el intestino corto. Los gérmenes más habi- posición de la misma, con la patología subyacente
tualmente aislados son bacilos entéricos Gram-ne- o con otros tratamientos; por ello, establecer la

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

etiología de un determinado trastorno es funda- trigliceridemia superior a 200 mg/dl hay que dis-
mental para el tratamiento. Es posible que aparezca minuir el aporte a 1 g/kg/día hasta que mejore la
deshidratación o sobrecarga hídrica, sobre todo al tolerancia. La adición de heparina a dosis de 0,5-
comienzo y en pacientes inestables. Múltiples alte- 1 UI/ml aumenta el aclaramiento plasmático. Por
raciones metabólicas pueden complicar la NP, tales último, en niños sépticos y en los que tienen hi-
como hiper o hiponatremia, hiper o hipokaliemia, hi- pertensión pulmonar son recomendables dosis de
pocalcemia, hiper o hipoglucemia, acidosis metabó- 1,5 g/kg/día.
lica o respiratoria.
La hiponatremia es frecuente en neonatos pre-
maturos de más de una semana de vida, debido a la 6.3. Complicaciones alérgicas
elevada pérdida urinaria y las altas necesidades de
Na de estos niños en crecimiento, que pueden su- Los pacientes sometidos a NPT están expues-
perar los 5 mEq/kg/día. Hay que aumentar el apor- tos también a una gran variedad de medicación y
te hasta conseguir cifras normales, porque el déficit a posible contacto con materiales muy alergénicos
de Na se asocia a mala curva de crecimiento. La hi- y diversos, entre los que se encuentra el látex. Pe-
pokaliemia es también más frecuente en pretér- ro también se han descrito reacciones específicas
minos. La dificultad para suministrar Ca y P en las a los compuestos de la NP, entre las que son des-
soluciones de NP conduce a veces a la aparición de tacables las reacciones a contaminación proteica
hipocalcemia, especialmente en el neonato. Cuan- de las emulsiones grasas, debidas especialmente a
do se asocia a hipercalciuria y fosfatemia normal o los fosfolípidos de la yema de huevo. Estas reaccio-
baja, pequeños incrementos en el aporte de fosfato nes únicamente suelen originar eosinofilia de en-
pueden disminuir la calciuria y mejorar la retención tre un 5 y un 10%, pero en algunos casos supera
de Ca. La acidosis metabólica, si se descartan otras el 30%, pudiéndose acompañar, o no, de rash cu-
causas, puede indicar exceso de aminoácidos. táneo o de otras manifestaciones alérgicas cutá-
La hiperglucemia, definida en este contexto co- neas o respiratorias. En estas situaciones, o en ca-
mo glucosa plasmática superior a 150 mg/dl, es fre- so de duda, debe retirarse de inmediato la infusión
cuente en pacientes sépticos o con otra causa de de grasas y evaluar la respuesta. Si se comprobara
estrés y en los grandes inmaduros, aumentando la in- una mejoría tras esta retirada, puede reiniciarse la
cidencia al disminuir la edad de gestación. La hiperglu- infusión de grasas unos días más tarde, lentamente,
cemia da lugar a incremento de la osmolalidad san- con menor concentración y quizá con otro prepa-
guínea, glucosuria y tendencia a la deshidratación. La rado comercial.
primera medida consiste en bajar la glucosa en la NP,
pero si persiste con aportes de 5 mg/kg/min puede
iniciarse el uso de insulina a 0,01-0,1 UI/kg/hora, vigi- 6.4. La enfermedad
lando la glucemia cada dos horas para mantenerla en- ósea metabólica
tre 100 y 140 mg/dl, y controlando la glucosuria, que
debe desaparecer. La insulina está especialmente indi- Esta enfermedad se ha descrito asociada a NP
cada en prematuros en los que la hiperglucemia im- de larga duración, y dentro de la edad pediátrica es
pide un aporte calórico suficiente. En los menores de más frecuente y precoz en los prematuros. Se ca-
2 años puede aparecer hipoglucemia en la prime- racteriza por desmineralización o inadecuada mi-
ra hora tras la suspensión brusca de la NP. En caso de neralización de la matriz ósea. Los marcadores
NP ciclada, en este grupo de edad hay que descen- bioquímicos son hipercalciuria, hipercalcemia, ele-
der durante 2 horas la velocidad de perfusión antes vación de la fosfatasa alcalina, parathormona (PTH)
de suspenderla y controlar la glucemia de 15 a 60 mi- normal o baja y metabolitos de la vitamina D nor-
nutos después. males. No se conoce bien la etiología, pero influyen
La hipertrigliceridemia puede deberse a ex- en su aparición los aportes de Ca y P y su relación,
ceso de lípidos o de glucosa, o a otras enfermeda- la acidosis metabólica crónica, el uso de NP ciclada
des relacionadas, como la sepsis. Cuando se aso- y el acúmulo en el hueso de aluminio, un contami-
cia a glucemia alta, el primer cambio será bajar la nante de la NP. En aquellos pacientes con niveles de
glucosa y después los lípidos si es necesario. Con PTH y 1,25 hidroxivitamina D bajos y 25 hidroxivi-

295
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

tamina D normal, la retirada de la vitamina D de la NPT y prolongada. De hecho, y desde el pun-


NP puede mejorar el problema. to de vista clínico, a estos pacientes se les detecta
una elevación progresiva de las enzimas hepáticas y,
con frecuencia pero no siempre, un incremento de
6.5. La colestasis (hepatopatía) la bilirrubina, así como una progresiva ictericia. Más
asociada a la nutrición parenteral tarde, puede agravarse con una colestasis e incluso
total en pediatría insuficiencia hepática. Sin embargo, desde el punto
de vista anátomo-patológico, en las biopsias y au-
Ya en la primera descripción, desarrollada por topsias se encuentran las siguientes entidades, que
Peden en 1971, la colestasis asociada a la NPT y a su vez parecen depender de esos factores etio-
prolongada fue descrita en un lactante. De he- patogénicos descritos anteriormente:
cho, aunque pueda producirse en todas las eda- • Hepatoesteatosis (grandes vacuolas): sue-
des y tenga una incidencia muy variable -de entre le aparecer en casi todas las edades y en fase tem-
el 8 y el 85%- en las diferentes grandes series pu- prana. Algo más tarde puede evolucionar hacia
blicadas, más del 70% de los casos se producen en esteatohepatitis (actividad inflamatoria con
la edad pediátrica, y muy especialmente en neona- microesteatosis).
tos. Este grave problema ni está solucionado ni se • Colangitis: inflamación hepática intensa, ha-
ha logrado saber sus mecanismos patogénicos más bitualmente bacteriana, con pérdida de hepatocitos
íntimos. y actividad de células de Kupffer. Suele asociarse a
Al analizar los datos estadísticos parece que la translocación intestinal en pacientes con SIC, con
incidencia se eleva cuando se asocian los siguien- mayor o menor número de episodios de sepsis de
tes factores: origen intestinal.
• Clínicos: prematuridad y corta edad, tiem- • Colestasis clínica y analítica (ictericia con in-
po prolongado de NP, antecedentes de episodios cremento de bilirrubina y enzimas séricas hepáti-
de sepsis, número de intervenciones quirúrgicas y cas), que pudiera ser intra e incluso extrahepáti-
anestesias sufridas, existencia de SIC y de entero- ca, pues en muchos casos se asocia a lesión de las
colitis necrosante, antecedentes de hipoxia neona- vías biliares extrahepáticas: barro biliar, colelitia-
tal y ausencia de ingesta oral o enteral (ayuno en- sis, colecistitis, etc. En la colestasis se ha demos-
teral). trado que la composición de los ácidos biliares
• Biológicos: inmadurez demostrada del sis- intrahepáticos es muy anómala, con gran incre-
tema hepatobiliar, déficit de taurina, translocación mento de los más tóxicos, como el litocólico, y
bacteriana probada, sobreaporte parenteral calóri- una deficiente tauroconjugación. Suele darse mu-
co, graso y proteico, y administración de productos cho más en niños.
tóxicos vehiculizados a través de los sistemas de • Fibrosis por actividad de las células de Ito y
infusión y de los productos farmacológicos. con haces de colágeno primero periportales y que
Como puede observarse, unos factores pueden progresivamente se van extendiendo hasta ocupar
ser imputados al paciente, tanto genéticos como el lobulillo, con posterior progresión a cirrosis. Es
circunstanciales y propios de su estado patológi- una fase más evolucionada.
co, mientras que otros serían dependientes de la En la Figura 2 se representa la relación en-
administración de la NPT. Pero dentro de ésta re- tre estas entidades anátomo-patológicas y su pa-
sultaría imprescindible conocer qué lesiones de- togenia.
penderían directamente de las soluciones nutriti- En realidad, todas estas entidades histomorfoló-
vas (toxicidad específica) y cuáles serían atribuibles gicas están relacionadas, habiéndose demostrado
a la vía parenteral y ausencia de enteral. Todos es- que todas ellas pueden estimular la fibrogénesis y
tos factores están íntimamente unidos, pero se de- progresar hacia la cirrosis. La fibrogénesis puede
be resaltar la importancia del tiempo de adminis- estar mediada por múltiples mecanismos oxidati-
tración de esa NPT, la corta edad y la existencia vos o citokinas (TNF, IL, TGF...) y peroxidación li-
de un SIC. pídica por radicales libres y depleción progresiva
Sería más adecuado hablar de hepatopa- de glutatión y de otros antioxidantes. Ello provo-
tía asociada a los pacientes sometidos a ca daño directo en las membranas celulares y el

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

Figura 2. Esquema patogénico de la hepatopatía asociada a nutrición parenteral total (NPT). AA: aminoácidos; AG: ácidos grasos;
I/G: insulina/glucagón; IL: interleukinas; TGB-β: factor de crecimiento transformante β; TNF-α: factor de necrosis tumoral-α.

DNA de la propia célula. Se han comprobado tam- e importancia de la hepatopatía asociada a los pa-
bién la alteración en la composición de los fosfolí- cientes sometidos a NPT y prolongada (ver Capí-
pidos y la lesión de la membrana hepatocitaria, en tulo 4.31).
sus dos polos, así como de la membrana mitocon- Si se piensa en la cantidad de acontecimientos
drial y su progresiva degeneración. Esta hiperoxi- patológicos y terapéuticos a los que estas perso-
dación podría tener lugar por efectos secundarios nas se ven sometidas simultáneamente, no debe-
a translocación, sepsis de diverso origen, hipoxia, ría extrañar que se sucedan diferentes trastornos
etc. Y a estos efectos de la hiperoxidación se de- hepáticos, tanto por mecanismo directo (sobre el
be añadir el daño en las membranas celulares ori- hígado) como indirecto (de repercusión final he-
ginado por los siguientes mecanismos patogéni- pática), pues el hígado es un órgano que está ín-
cos: efectos directos de la hiperosmolalidad de timamente relacionado con el resto del organis-
las mezclas, esteatosis intracelular por hipergluce- mo, y muy especialmente con el resto del aparato
mia e hipertrigliceridemia, depósitos tóxicos pro- digestivo.
cedentes de sistemas y fármacos, inmadurez de la Frecuentemente se concede poca importancia
excreción hepatobiliar intra y extrahepática, au- a ciertos fenómenos que sufren los pacientes so-
sencia prolongada de estímulos intestinales (CCK, metidos a NPT y SIC, a pesar de que provocan un
secretina, gastrina...), déficit de sustratos para la cambio evidente en la fisiología nutricional. Estos
conjugación de los ácidos biliares (taurina y otros fenómenos son los siguientes:
ácidos biliares no absorbidos), alteraciones en la 1. Hipoaflujo portal, con el coincidente hi-
circulación enterohepática de los mismos, incre- peraflujo arterial hepático, o acceso arterial de los
mento y no detoxificación de los ácidos biliares nutrientes administrados por vía intravenosa. Esto
más tóxicos (deoxilitocólicos y otros), hipoaflu- origina una inversión en el acceso de los nutrientes
jo portal y cambios en el metabolismo del lobuli- al lobulillo hepático, y, como cada área del lobulillo
llo. Así, es comprensible la frecuencia, variabilidad ya está especializada en su metabolización, se pro-

297
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

duce un cambio demasiado brusco para un hígado te hepático/intestinal o hepático, aun lográndose su
inmaduro, como es el del neonato. “destete parenteral”.
2. Cambio total en la relación hígado-in-
testino en condiciones de NPT y SIC, pues, entre
otras cosas, se paralizan los complejos enzimáticos 6.6. Prevención y tratamiento
que los relacionan a nivel gastro-duodeno-hepático
(colecistoquinina -CCK-, péptido vasoactivo intes- A continuación, se propone una serie de medi-
tinal -VIP-, secretina, gastrina, etc.). das para prevenir y tratar las complicaciones aso-
3. Alteración en la circulación entero-he- ciadas a la nutrición parenteral en pediatría:
pática de los ácidos biliares y metabolismo 1. Seguimiento clínico y analítico del paciente, a
anómalo posterior de éstos, con déficit de su tau- ser posible por el mismo médico. Es preciso cono-
roconjugación e incremento de los ácidos bilia- cer el estado del hígado y del paciente antes y du-
res más hepatotóxicos, así como modificaciones rante la administración de la NPT.
de las condiciones físico-químicas de las vías bilia- 2. Evitar las sepsis y la translocación bacteriana,
res y de la bilis (incremento del colesterol y dis- descontaminando el intestino cuando sea preciso
minución de fosfolípidos, deshidratación por hiper- (metronidazol y aminoglucósidos, etc.).
osmolalidad, etc.), que la hacen más colostática y 3. Introducir alimentos por boca y enteralmen-
litogénica. te, desde el principio y en cantidades y composi-
4. Cambios en las condiciones físico-quí- ción toleradas por el tubo digestivo.
micas de la luz intestinal (pH, osmolalidad, 4. Evitar la sobrealimentación, tanto calórica co-
densidad...) y, por tanto, cambio para el ecosiste- mo proteica, y el exceso de ácidos grasos de cade-
ma bacteriano. na larga, como el linoleico (si es preciso, cambiar a
5. Finalmente, atrofia progresiva de las mezclas MCT/LCT al 50%). Valorar la convenien-
vellosidades y de la propia mucosa, que acaba cia de la administración cíclica o intermitente en
por dejar indefenso al hígado, al privarle de su pri- cada paciente.
mera barrera metabólica y defensiva. 5. Compensar las pérdidas de taurina y de otros
Estos fenómenos, en el caso de que se analicen micronutrientes, pero evitando el exceso de meta-
con detalle, permitirían comprender mejor las he- les y de metionina.
patopatías asociadas a la NPT así como mejorar su 6. Añadir antioxidantes, S-adenosil-L-metionina,
prevención y tratamiento. Frente a varios de es- carnitina y colina, en caso de sepsis graves y/o in-
tos cambios, el hígado es capaz de adaptarse; pero fecciones repetidas.
otros muchos y prolongados en el tiempo acaban 7. Si existe colestasis extrahepática clínicamen-
sumando y potenciando su acción patógena, por lo te evidente (colecistitis, colelitiasis, etc.), tratar de
que no los puede compensar y se producen la le- solucionarla mediante colecistectomía, lavados
sión colostática y la fibrogénesis progresiva. de vías biliares, administración de ursodeoxicóli-
En resumen, la acción tóxica de la NPT y la co y CCK.
existencia de un SIC son las dos condiciones pato- 8. En pacientes con SIC, añadir glutamina y hor-
génicas de la hepatopatía grave asociada. monas del crecimiento, y evitar la ectasia intesti-
Hay que insistir en que muchas de las entidades nal. Si existiera dilatación de asas, se propone rea-
anátomo-patológicas descritas anteriormente pue- lizar procedimientos quirúrgicos de alargamiento
den ser total o parcialmente irreversibles, aunque tipo Bianchi.
desapareciera la NPT. Por ello, la prevención de la 9. Antes de llegar a la insuficiencia hepática, va-
lesión es la parte más importante del tratamien- lorar el trasplante intestinal en las mejores condi-
to. No hacerlo aboca a estos pacientes al trasplan- ciones del paciente.

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J.M. Morán Penco | E. Martínez Tallo | E. Agulla Rodiño

7. Resumen
 Se ha tratado de mostrar la experiencia de los  Se deben usar preparados de micronutrientes
autores sobre la NPT en el niño, insistiendo en las adaptados a estas edades, especialmente de
especificidades de las indicaciones de la misma en oligoelementos y vitaminas, y más aún en situa-
estas edades (prematuros, neonatos y lactantes, y ciones de pérdidas por ostomías o en estrés
niño mayor) y en diversos estados críticos. metabólico.

 En la evaluación nutricional del niño que puede  Las indicaciones de NP en pediatría son en todas
ser sometido a NP, se ha insistido en la necesidad las situaciones que precisen reposo intestinal
de la evaluación clínica (peso y pérdidas del mis- de al menos tres días en edades inferiores a
mo, atrofia, estado hídrico), así como de la ana- dos años, y de una semana en mayor edad, es-
lítica sérica de los valores homeostáticos (iones, pecialmente en estrés metabólico. Para nutrir
creatinina, etc.) y bioquímicos básicos (glucemia, se recomienda coger vías centrales, pero con
urea y ácido úrico, triglicéridos, etc.), diferencian- catéteres de punción periférica (Per-Q-Cath®) y
do si el paciente está o no en hipercatabolismo. siliconados, insistiendo en los cuidados higiénicos
y de fijación para evitar infecciones, y tratando
 Respecto de los requerimientos nutricionales, de no sustituirlos sin haber intentado su des-
se ha destacado que ni cuantitativa ni cualitati- infección o desobstrucción. Se hacen recomen-
vamente son los mismos en el prematuro que daciones muy específicas sobre las necesidades,
en el niño mayor. Las necesidades calóricas por los tipos o la calidad y los ritmos de infusión
vía parenteral son un 10-15% menores que por vía de los diversos nutrientes (hidratos de carbono,
enteral, y diversas situaciones pueden incremen- agua, aminoácidos, ácidos grasos y micronutrien-
tarlas, como ocurre en la sepsis (5-15%), la ciru- tes) en las diversas situaciones especiales: pre-
gía (20-30%), la insuficiencia cardiaca (15-25%) y maturo, lactante, niño mayor, pacientes renales,
los quemados (30-50%). en hepatopatías y atresias de vías biliares, SIC y
fístulas intestinales, y en estrés o hipercatabolis-
 La producción de glucosa en el niño oscila en- mo séptico o traumático.
tre 4 y 6 mg/kg/min, por lo que para iniciar el
aporte parenteral hay que partir de esta cifra e  Respecto de la monitorización del niño con NP,
ir aumentando, según tolerancia, 1-2 mg/kg/min se resalta la necesidad de su monitorización
(1,2-2,5 g/kg/día) cada 24 horas, hasta un máximo continua, tanto clínica y homeostática como
de 10-14 mg/kg/min (14-20 g/kg/día). infecciosa. Las complicaciones de la NP en el
niño son similares a las del adulto, pero con
 Para la óptima utilización del N se debe suminis- mayor incidencia de infecciones y, en el caso de
trar al menos 150 kcal no proteicas por 1 g de pacientes con SIC, de translocación bacteriana,
nitrógeno. En situaciones de estrés, esta relación por lo que se insiste en que es preciso prevenir-
puede reducirse hasta 80-100 kcal/1 g de N en el la con infusiones enterales y descontaminación
recién nacido prematuro. En el lactante hasta los intestinal. Finalmente, en el niño sometido a
6 meses hay ciertos AA que son semiesenciales. NPT, la hepatopatía (colestasis) es mucho más
frecuente y grave que en el adulto, por lo que
 Los lípidos aportan ácidos grasos esenciales; se la destaca en su estudio patogénico y en las
se comienza con 0,5 g/kg/día y se aumenta 0,5- medidas preventivas y de tratamiento primario;
1 g/kg/día, hasta dar un 30-35% de las calorías se recomienda, en fin, el trasplante si se han
en forma de grasas. En los neonatos, lactantes agotado las vías de administración o avanza rá-
y pacientes desnutridos en situación estable, pidamente la hepatopatía.
el objetivo es 3 g/kg/día. Se recomiendan dosis
menores en pacientes infectados o en situación
crítica. Para evitar la deficiencia de ácidos grasos
esenciales linoleico (n-6) y α-linolénico (n-3)
hay que suministrar al menos 0,5 g/kg/día de
lípidos.

299
Capítulo 4.10. Nutrición parenteral total en pediatría

8. Bibliografía
Greene HL, Hambidge KM, Schanler R, Tsang RC.
Guidelines for the use of vitamins, trace elements, calcium,
magnesium and phosphorus in infants and children receiving
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Extensa revisión sobre los aportes de minerales, oligoele-
mentos y vitaminas en NP que continúa vigente sin que hayan
cambiado las recomendaciones hasta la actualidad.

Jona JZ. Vascular access in newborn. En: Puri P (ed.). New-


born Surgery, 2nd ed. Arnold Publishers, 2003: 121-30.
En este capítulo del tratado de cirugía neonatal se especifican
las técnicas y opciones para la elección en el niño de vías vas-
Acra SA, Rollins C. Principles and guidelines for parenteral culares, sus indicaciones, cuidados y complicaciones.
nutrition in children. Pediatric Annals 1999; 28 (2): 113-20.
Morán JM, Salas J, Macia E. ¿Qué sucede en el hígado durante
Irving SY, Simone ShD, Hicks FW, Verger JT. Nutrition for la alimentación artificial? Nutr Hosp 2001; Vol. XVI: 145-51.
the critically ill child: enteral and parenteral support. AACN En esta revisión se describen los hechos etiopatogénicos, clíni-
Clinical Issues 2000; 11 (4): 541-58. cos, fisiopatológicos, anátomo-patológicos y preventivos sobre
Ambas publicaciones ofrecen de modo conciso y claro un la hepatopatía asociada a la NP. Es un resumen de la conferen-
protocolo de nutrición parenteral, vías de administración y cia que la ESPEN celebró en Madrid en el año 2000.
complicaciones. No se aborda la nutrición del recién nacido.
Ruza F. Tratado de cuidados intensivos pediátricos, 3ª ed.
Agostino P. Nutrition. En: Puri P (ed.). Newborn Surgery, Tomo II; Capítulos 65- 8. Ed. Norma, 2002: 1298 -389.
2nd ed. Arnold Publishers, 2003: 103-20. Revisión extensa de la fisiopatología y el tratamiento nutritivo
En este capítulo del tratado de cirugía neonatal se detallan del paciente crítico.
las características de la nutrición parenteral en los neonatos
quirúrgicos y sus complicaciones. Teitelbaum DH, Coran AG. Nutrition. En: O’Neill, Rowe,
Grosfeld, Fonkaslrud, Coran. Pediatric Surgery, 5th ed. Mosby,
Aspen Board of Directors and the Clinical Guidelines Task 1998: Part I, Vol. I, 171-89.
Force. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutri- En este capítulo del tratado de cirugía pediátrica se precisan
tion in adult and pediatric patients. JPEN 2002; 26 (Suppl 1): las indicaciones y las técnicas de administración de la NP en
1SA-138SA. los pacientes quirúrgico-pediátricos.
Ofrece pautas concretas para los aportes parenterales y entera-
les, así como una breve discusión del estado de evidencia científi- Thureen PJ, Hay WW. Intravenous nutrition and postnatal
ca. Las complicaciones también son adecuadamente tratadas. growth of the micropremie. Clin Perinatol 2000; 27 (1):
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Buena revisión de la nutrición parenteral en el neonato, parti- Ambos artículos están centrados en la revisión actualizada de
cularmente detallada en lo referente a necesidades especiales la nutrición del prematuro, con especial énfasis en el inicio
del prematuro. precoz.

9. Enlaces web
 www.aeped.es  www.nutritioncare.org
 www.baps.org.uk  www.secp.org
 www.espen.org  www.senpe.com
 www.grupoaulamedica.com  www.pedsccm.wustl.edu

300
4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

Juan Carlos Montejo González Alfons Bonet Saris Teodoro Grau Carmona
Capítulo 4.11.

Nutrición artificial en el paciente grave

1. Introducción
2. Necesidad del soporte nutricional en el paciente grave
2.1. Respuesta metabólica al estrés
2.2. Alteración de la barrera intestinal en el paciente crítico
2.3. Respuesta de la microbiota intestinal en la enfermedad grave

3. Indicaciones del soporte nutricional


3.1. Pacientes con politraumatismo
3.2. Pacientes con trauma craneal grave
3.3. Situaciones perioperatorias
3.4. Sepsis
3.5. Pancreatitis
3.6. Otras situaciones clínicas graves

4. Tipo de soporte.Ventajas de la nutrición enteral

5. Estimación de los requerimientos energéticos en el paciente grave

6. Características de la nutrición parenteral


6.1. Componentes de la dieta parenteral
6.1.1. Proteínas
6.1.2. Hidratos de carbono
6.1.3. Lípidos
6.2. Administración de la nutrición parenteral
6.3. Complicaciones de la nutrición parenteral total
6.3.1. Complicaciones relacionadas con el catéter
6.3.1.1. Complicaciones mecánicas relacionadas con el catéter
6.3.1.2. Complicaciones sépticas relacionadas con el catéter
6.3.2. Complicaciones metabólicas de la nutrición parenteral total
6.3.2.1. Complicaciones relacionadas con el método de administración
6.3.2.2. Complicaciones relacionadas con los nutrientes
6.3.3. La disfunción hepática relacionada con la nutrición parenteral total

7. Características de la nutrición enteral


7.1. Tiempo de inicio. Nutrición enteral precoz
7.2. Vía de acceso al tracto digestivo para nutrición enteral
7.3. Técnica de administración de la dieta
7.4. Tipo de dieta enteral idónea para pacientes críticos
7.5. Manejo de las complicaciones de la nutrición enteral
7.5.1. Complicaciones gastrointestinales de la nutrición enteral
7.5.1.1. Aumento del residuo gástrico (ARG)
7.5.1.2. Diarrea
7.5.1.3. Estreñimiento
7.5.1.4. Distensión abdominal
7.5.1.5. Regurgitación, vómitos. Broncoaspiración de la dieta

8. Eficacia en el aporte de requerimientos nutricionales en pacientes críticos

9. Tolerancia al soporte nutricional como factor pronóstico

10.Consideraciones para el futuro

11.Resumen

12.Bibliografía

13.Enlaces web

Objetivos

n Conocer las indicaciones del soporte nutricional en los pacientes graves.


n Identificar las características de la respuesta metabólica.
n Analizar las características del soporte nutricional.
n Revisar las ventajas de la nutrición enteral.
n Conocer las complicaciones de la nutrición parenteral y su prevención.
n Conocer las complicaciones de la nutrición enteral y su manejo.
n Analizar las circunstancias que pueden conducir a un aporte inadecuado de nutrientes.
n Conocer las repercusiones de la intolerancia al aporte de nutrientes.
1. Introducción

E
l soporte nutricional constituye una parte importante del tratamiento que
debe ser aplicado a los pacientes graves. La ausencia del mismo puede tener
consecuencias deletéreas, ya que conduce al paciente a una situación de
desnutrición que puede llegar a comprometer la recuperación de su enfermedad
o impedir la misma.
Los pacientes en situación grave presentan una respuesta metabólica incremen-
tada, y ello condiciona de manera importante toda la estrategia del soporte nu-
tricional que debe ser aplicado. Aspectos como el tiempo de inicio del aporte de
nutrientes, la vía de administración, la cantidad y la calidad de los mismos y la
detección y manejo de las complicaciones asociadas han sido motivo de crecientes
investigaciones en los últimos años.
En relación con la vía de aporte, es importante considerar que el auge inicial
de la nutrición parenteral ha sido seguido por un periodo en el que las ventajas
teóricas del soporte nutricional por vía digestiva motivaron un desarrollo de la
nutrición enteral posiblemente superior a lo esperado. Dicho desarrollo ha de-
bido ser moderado por los problemas que la práctica clínica ha señalado para la
aplicación de la nutrición enteral a los pacientes críticos. Es cierto, también, que
la lista de ventajas teóricas de la nutrición enteral sobre la nutrición parenteral
no ha sido corroborada en todos sus apartados por la investigación clínica. Todo
ello ha motivado que, en la actualidad, la necesidad de que los pacientes reciban
de manera completa sus requerimientos nutricionales deba pasar, necesariamen-
te, en muchos pacientes graves, por la combinación de ambas técnicas de soporte
nutricional.
Uno de los mayores avances en el soporte nutricional de los pacientes graves
es el desarrollo de formulaciones nutricionales en las que se contempla el em-
pleo de nutrientes que han demostrado contar con propiedades de interés en
la modulación de la respuesta inflamatoria del organismo y en la mejora de los
procesos de cicatrización. Aunque la investigación en este campo indica todavía
un importante grado de controversia, la mayoría de los datos publicados señalan
que el empleo de este tipo de formulaciones (bien sea por vía parenteral o por
vía enteral) se acompaña de efectos beneficiosos para los pacientes. El desarrollo
de este concepto de “farmaconutrición” (que se expone con amplitud en el Ca-
pítulo 4.8 de este Tratado) permitirá, sin duda, mejorar el soporte nutricional en
los pacientes graves.

305
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

2. Necesidad del soporte 2.1. Respuesta


nutricional en el paciente metabólica al estrés
grave
Como es sabido, la causa que produce la enfer-
En el sujeto sano, el ayuno prolongado conduce medad grave da lugar a una respuesta por parte del
a la muerte por las complicaciones, habitualmente organismo con la finalidad de intentar adaptarse
infecciosas, secundarias a la desnutrición. Si la situa- a la situación crítica. Esta respuesta a la agresión
ción de déficit de ingesta de nutrientes es acom- tiene varios componentes, uno de los cuales es el
pañada por los cambios metabólicos asociados a componente metabólico.
la enfermedad, los problemas relacionados con la La respuesta metabólica está caracterizada, una
desnutrición pueden presentarse en proporción vez sobrepasada la fase inmediata, por el desarro-
directa a la magnitud del proceso patológico. Di- llo de cambios cuantitativos (hipermetabolismo) y
cho de otro modo, es esperable que el ayuno sea cualitativos en el manejo metabólico de la práctica
causa de complicaciones en una fase temprana de totalidad de los componentes corporales.
la evolución de los pacientes críticos. El incremento en la degradación de las proteínas
No está bien definido el periodo de tiempo du- corporales (hipercatabolismo) es de importante
rante el cual un enfermo grave puede permanecer magnitud, lo que da lugar a una pérdida continuada
en ayunas, sin que se produzcan efectos deletéreos. de masa celular a expensas, fundamentalmente, del
No obstante, se asume que no se debe mantener tejido muscular. No obstante, la pérdida de masa
más allá de los 5-10 días en los pacientes con bue- afecta también al componente visceral y ello ori-
na situación nutricional y siempre en relación con gina alteraciones funcionales en el organismo. La
el proceso patológico. persistencia de esta situación puede conducir a una
La valoración del estado nutricional se encuen- desnutrición aguda postagresiva que compromete-
tra dificultada en los pacientes críticos. Por ello, no rá la evolución de los pacientes críticos. El inicio
es adecuado esperar a que los pacientes presenten de un soporte nutricional especializado es impres-
alteración de los parámetros nutricionales o signos cindible para controlar la magnitud de la pérdida
de desnutrición para iniciar el soporte nutricional. proteica en la fase aguda y para recuperar la masa
Este soporte debe ser una medida preventiva antes celular en la fase de convalecencia.
que curativa en estos pacientes. El objetivo del aporte nitrogenado es frenar la
La necesidad del soporte nutricional no puede degradación proteica y evitar en lo posible balances
estar basada en estudios experimentales que com- negativos de nitrógeno que favorezcan el desarro-
paren la administración o la ausencia de nutrientes llo de complicaciones graves. Se considera que la
en pacientes críticos: proporcionar soporte nutri- pérdida de 350-500 g de nitrógeno, que corres-
cional a una persona enferma debe ser considera- ponden a un tercio de la masa magra corporal, es
do como un “imperativo ético”. Lo que sí puede incompatible con la vida. Si el paciente está previa-
apreciarse es el efecto de la hiponutrición: los pa- mente desnutrido, o si su grado de agresión es exa-
cientes cuyo soporte nutricional es inadecuado, en gerado, las pérdidas netas de proteínas pueden ser
los que no se consiguen los objetivos nutricionales, superiores a los 20 g/día. Por ello, es absolutamente
pueden presentar mayores complicaciones y peor necesario iniciar un tratamiento de repleción pro-
curso evolutivo. teica en la primera semana de la enfermedad.
La respuesta metabólica al estrés, la alteración
de la barrera intestinal y la respuesta de la micro-
biota intestinal son tres condiciones que acom- 2.2. Alteración de la barrera
pañan desde el inicio a la enfermedad crítica. Su intestinal en el paciente crítico
efecto conjugado puede originar una importante
alteración metabólica y el desarrollo de complica- Las células del epitelio intestinal y las sustancias
ciones posteriores, especialmente complicaciones secretadas por éstas (mucus e inmunoglobulina A,
infecciosas, si no se presta atención al soporte me- fundamentalmente) forman el componente mecáni-
tabólico y nutricional de manera temprana, dentro co de la barrera intestinal. Junto a ellas, el sistema
de las medidas iniciales de tratamiento. inmunitario asociado al intestino (GALT), la micro-

306
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

Tabla 1. FACTORES QUE PUEDEN CONTRIBUIR A LA LESIÓN componentes de la barrera.


DE LA BARRERA INTESTINAL La traslocación inducida por
diferentes tipos de agresión
• Hipoperfusión intestinal ha sido demostrada repetida-
• Cambios en la microbiota probiótica: antibióticos, dietas elementales, mente en experimentación
nutrición parenteral animal. No obstante, aunque
• Inmunosupresión su constatación en humanos
es discutida, existen eviden-
• Efectos de las citokinas
cias, en su mayoría indirectas,
• Lesión por radicales libres que apoyan la hipótesis de la
• Disminución de la capacidad antioxidante existencia de traslocación en
• Ausencia de nutrientes en la luz intestinal el terreno clínico. El aumen-
to de la permeabilidad, que
• Resistencia celular a la acción de factores tróficos
traduce un fallo en la función
• Lesión directa de la mucosa intestinal: infecciones, irradiación, de barrera, puede ser cons-
citotóxicos, obstrucción intestinal
tatado ante situaciones de
agresión experimental y ha
sido también descrito en
pacientes sépticos, grandes
biota probiótica, el eje entero-hepático y el peristal- quemados o con traumatismo grave.
tismo intestinal constituyen el sistema de defensa El soporte nutricional, especialmente el soporte
que previene el paso de gérmenes, o de sus produc- por vía enteral, es el mecanismo más adecuado
tos, hacia el organismo desde la luz intestinal. para la vuelta a la normalidad de la función diges-
La isquemia intestinal es una situación frecuen- tiva y para el retorno de la normalización de la
te en las fases iniciales de la agresión, debido a función de barrera intestinal.
la redistribución del flujo sanguíneo hacia zonas
“vitales” durante los estados de shock. Esta hipo-
perfusión condiciona, junto con otros mecanismos, 2.3. Respuesta de la microbiota
un funcionamiento anómalo de la barrera intestinal. intestinal en la enfermedad grave
La lesión isquémica puede ir seguida de la lesión
de reperfusión. Los mecanismos por los cuales la Las bacterias que conviven en situaciones nor-
lesión de isquemia/reperfusión produce alteracio- males dentro del tubo digestivo del ser humano lo
nes en la permeabilidad intestinal son complejos hacen en condiciones controladas, de modo que no
y de origen multifactorial, aunque la lesión de producen infección en el organismo que las alberga.
membrana resultante de la producción de radicales No obstante, los mecanismos que regulan esta re-
libres parece jugar un importante papel (Tabla 1). lación se ven alterados de manera importante en la
Las alteraciones sufridas por la barrera intestinal en enfermedad grave como consecuencia de diversos
las situaciones de enfermedad grave son importan- factores, entre los que cabe destacar la ausencia de
tes y pueden ser, en ocasiones, un mecanismo des- nutrientes en el tubo digestivo y la disminución de
encadenante del síndrome de respuesta inflamato- la perfusión intestinal (secundaria al proceso pa-
ria sistémica (SRIS) o de la disfunción multiorgánica tológico o a los medios de tratamiento). Diversos
(DMO). investigadores han descrito cambios en la cantidad
La evidencia más importante del fracaso de la ba- y en la composición de la microbiota en la enferme-
rrera intestinal es la constatación de la traslocación dad grave.
bacteriana o del incremento de la permeabilidad a Ante esta situación adversa para la superviven-
macromoléculas. La traslocación, que puede defi- cia de las bacterias intestinales se ha señalado que
nirse como el paso de gérmenes viables, o de sus éstas desarrollan mecanismos de defensa, como el
productos, desde la luz intestinal hacia los ganglios incremento de la virulencia (a través de una mayor
linfáticos mesentéricos y, posteriormente, al torren- expresión de los genes que aumentan la adhesión
te circulatorio, indica el fracaso en los diferentes al epitelio intestinal): la consecuencia final es una

307
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

mayor capacidad patogénica de los microorganis- peritonitis, hemorragia digestiva, diarrea importan-
mos “saprofitos”. La vuelta a la situación normal, te) no contraindican el inicio de la nutrición ente-
ofreciendo un entorno nutricional adecuado para ral, pero sí obligan a un seguimiento más estrecho
la microbiota, contribuirá a restablecer el equili- del paciente ante la posibilidad de que la tolerancia
brio perdido. El aporte de nutrientes sería, según sea menor.
este razonamiento, un mecanismo de primer or- La nutrición parenteral es el único modo de
den para evitar el incremento de la virulencia de la nutrir a los enfermos cuando presentan un trac-
microbiota saprofita o potencialmente patógena. to digestivo que dificulta su alimentación, pero su
utilidad está limitada a aquellos enfermos que pre-
sentan una desnutrición importante. Por otra parte,
sigue estando indicada en pacientes graves, siempre
3. Indicaciones teniendo en cuenta la situación previa del enfermo,
del soporte nutricional el tipo de enfermedad y la viabilidad de uso de su
tracto digestivo.
El soporte metabólico y nutricional debe consi- Si la nutrición enteral no se puede usar o su ad-
derarse como una parte más dentro de las medidas ministración no está exenta de riesgos, la nutrición
que integran el tratamiento de los pacientes en parenteral es un complemento o una alternativa
situación grave. válida en muchas situaciones clínicas graves como
El soporte nutricional en los pacientes graves las que se describen a continuación.
tiene el triple objetivo de:
1. Corregir la deficiencia específica de nutrien-
tes originada por la enfermedad grave. 3.1. Pacientes
2. Aportar los requerimientos metabólicos con politraumatismo
y nutricionales.
3. Prevenir la desnutrición de los pacientes. Los pacientes con traumatismo importante del
Estos objetivos, y los cambios indicados anterior- tórax o del abdomen pueden ser nutridos por la vía
mente, obligarían al inicio del soporte metabólico y enteral si el tracto digestivo no está afectado o si se
nutricional de manera temprana en la evolución de utiliza un catéter de yeyunostomía. Se ha demostra-
la enfermedad grave, con independencia de la situa- do que esta forma de administración disminuye la
ción nutricional de los pacientes. incidencia de infección nosocomial, aunque no mo-
No existe unanimidad en la definición del tiem- difica la estancia media en la UCI o la mortalidad.
po máximo de espera antes de iniciar el soporte Por tanto, la vía de elección es la enteral.
nutricional en estos pacientes. No obstante, es En los pacientes con quemaduras, la nutrición
recomendable que el aporte de nutrientes se lleve parenteral aumenta incluso la mortalidad, proba-
a cabo de manera precoz, tan pronto como se con- blemente por un aumento de la incidencia de las
siga la estabilidad hemodinámica del paciente. Lo complicaciones infecciosas.
ideal es no demorar el aporte de nutrientes más de
48 horas desde el ingreso.
Respecto a la vía de aporte de nutrientes, la con- 3.2. Pacientes con
sideración básica es la de utilizar el tracto digestivo trauma craneal grave
del paciente si no existen contraindicaciones para
su empleo. Por ello, siempre que no se encuen- La vía digestiva debe seleccionarse como prime-
tre contraindicada debe emplearse la nutrición ra opción, a pesar de las dificultades que conlleva la
enteral. intolerancia gástrica relacionada con las altas dosis
La única contraindicación absoluta para la nutri- de sedantes y analgésicos utilizadas en estos enfer-
ción enteral es el íleo intestinal, obstructivo o para- mos, y su repercusión sobre la motilidad intestinal.
lítico. No obstante, existen algunas situaciones “de Las complicaciones infecciosas parecen estar más
riesgo” para la tolerancia a la nutrición enteral en en relación con un aporte calórico inferior al que
pacientes críticos. Dichas situaciones (inestabilidad precisan estos enfermos que con el tipo de soporte
hemodinámica, tratamiento con drogas vasoactivas, nutricional. Puesto que el pronóstico de estos en-

308
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

fermos depende fundamentalmente de la gravedad Además, esta enfermedad cursa con frecuencia
de la lesión inicial, será muy difícil demostrar que con complicaciones graves que afectan al tubo di-
la vía de soporte nutricional utilizada tenga una gestivo y obligan al empleo de nutrición parenteral.
influencia significativa sobre el mismo.

3.6. Otras situaciones


3.3. Situaciones perioperatorias clínicas graves
La nutrición artificial, enteral o parenteral, no Todos los pacientes que necesiten soporte
modifica el pronóstico de los enfermos quirúrgicos nutricional durante su estancia en la UCI deben
que están normonutridos o levemente desnutridos, ser alimentados en función del estado funcional
ni siquiera con pautas que sólo pretendan ahorrar de su tracto gastrointestinal. Esta valoración es
proteínas. En los enfermos sin desnutrición previa, subjetiva y muy dependiente del clínico, pues no
la nutrición parenteral postoperatoria incrementa hay ningún parámetro fiable para medirlo. Cuan-
el riesgo de complicaciones. do no hay dudas del funcionamiento del tracto
La única indicación cierta de la nutrición paren- digestivo o de la ausencia del mismo, hay que
teral en los pacientes que van a ser intervenidos utilizar la nutrición enteral o la nutrición paren-
de cirugía mayor es la coexistencia de desnutrición teral respectivamente. Cuando existan dudas ra-
importante, aunque la instauración de este trata- zonables, un soporte nutricional adecuado sólo
miento nutricional no debe retrasar la cirugía. puede conseguirse con la combinación de ambos
tratamientos.
Un estudio reciente del Grupo de Trabajo de
3.4. Sepsis Metabolismo y Nutrición de la SEMICYUC (So-
ciedad Española de Medicina Intensiva) analizó
Existen muy pocos datos sobre el efecto de el empleo de nutrición artificial en los pacientes
la nutrición artificial en la evolución de la sepsis. graves ingresados en 42 servicios de Cuidados In-
Algunos estudios con nutrición enteral han demos- tensivos españoles durante un periodo de 45 días.
trado que las complicaciones de la misma, como el De 3.409 enfermos, sólo el 21% de los mismos
fracaso multiorgánico y la mortalidad, pueden ser recibieron nutrición artificial. De éstos, el 58%
menores. Otros estudios que han comparado la recibió nutrición enteral y el 42% nutrición paren-
nutrición enteral con la parenteral no han demos- teral como tratamiento inicial. El 16% de los en-
trado que el grado de la respuesta inflamatoria o fermos tratados con nutrición enteral recibieron
la mortalidad sean distintos utilizando uno u otro nutrición parenteral como tratamiento adicional
método de soporte nutricional. por presentar intolerancia a aquélla. El 40% de los
enfermos que recibieron nutrición parenteral hi-
cieron la transición a la vía enteral u oral durante
3.5. Pancreatitis su estancia en la UCI.
Probablemente, el mejor tratamiento nutricional
La mayoría de los pacientes con pancreatitis leve de los pacientes en situación grave se puede conse-
o moderada no necesitan ningún tipo de soporte guir utilizando ambos métodos.
nutricional. Si no existen contraindicaciones, la nutrición
Tradicionalmente, los enfermos con pancreatitis enteral puede iniciarse progresivamente, valoran-
grave han sido nutridos con nutrición parenteral por do la tolerancia y el aporte de los requerimientos
la existencia de gastroparesia y el riesgo que tiene la nutricionales. En caso de que no se alcancen los
estimulación de la secreción pancreática y biliar con requerimientos nutricionales en el plazo de 5 a 10
el uso de alimentación enteral por vía gástrica. La días, debe asociarse un tratamiento con nutrición
nutrición por vía digestiva pospilórica ha demostrado parenteral. Cuando los requerimientos nutriciona-
ser segura y eficaz siempre que se alcancen los re- les se alcancen por la vía digestiva, la nutrición pa-
querimientos energéticos, pero no se ha demostrado renteral debe suspenderse para evitar el síndrome
superior a la nutrición parenteral. de sobrealimentación.

309
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

4.Tipo de soporte. Ello ha dado lugar a que, durante muchos años,


Ventajas de la nutrición ésta haya sido la vía preferente, y casi exclusiva,
enteral para el aporte de nutrientes en pacientes graves.
No obstante, el desarrollo de la nutrición enteral,
La nutrición parenteral se ha considerado, du- tanto en las dietas disponibles como en la técni-
rante décadas, el tratamiento nutricional óptimo ca de administración y control, han motivado un
de los enfermos graves con una enfermedad gas- avance importante de la nutrición enteral. En la ac-
trointestinal o con una función alterada de dicho tualidad, el número de pacientes críticos tratados
sistema. Sin embargo, es un tratamiento cuestiona- con nutrición enteral supera al de los que reciben
do en los últimos años, debido a sus complicacio- nutrición parenteral en la gran mayoría de las Uni-
nes asociadas. dades. Las ventajas descritas con el empleo de la
No obstante, puede decirse que las complica- nutrición enteral son igualmente responsables de
ciones de la nutrición parenteral no son superio- la situación actual.
res a las de otros métodos si se usa adecuada- En la literatura científica se encuentra abundan-
mente. te información acerca de las ventajas que presen-
Existen datos que indican el efecto deletéreo tan los pacientes tratados con nutrición enteral
de la nutrición parenteral en los pacientes graves. en comparación con los que reciben nutrición
Aunque el tratamiento con nutrición parenteral parenteral. Entre ellas, cabe destacar la disminu-
no parece tener efectos sobre la evolución en la ción de complicaciones infecciosas y otros efectos
mayoría de los pacientes, ello no es cierto para los evolutivos, como el descenso en el tiempo de
pacientes críticos, en los que algunos trabajos in- hospitalización.
dican que dicho tratamiento es un factor asociado La mitad de las necesidades nutricionales
con mayor morbilidad y mortalidad. del intestino delgado (y cerca del 80% de las del
La nutrición parenteral sólo es superior a la intestino grueso) son cubiertas a través de la ab-
fluidoterapia convencional, en términos de mor- sorción de los nutrientes intraluminales. El aporte
talidad y complicaciones infecciosas, cuando los intravenoso de nutrientes no es suficiente para
pacientes graves están desnutridos. También está cubrir los requerimientos del epitelio intestinal. En
demostrado que la nutrición enteral es preferible consecuencia, la ausencia de nutrientes en la luz
a la nutrición parenteral cuando se puede utilizar intestinal (ayuno) puede dar lugar a la alteración
el tracto digestivo pues, aunque la mortalidad anatómica (atrofia) y funcional (deterioro de la
es similar, las complicaciones infecciosas son barrera) en el tubo digestivo.
menores en los pacientes alimentados por vía La consecuencia de dichos cambios es el incre-
digestiva. mento en la traslocación bacteriana y/o en la per-
Los resultados son más difíciles de interpretar meabilidad a toxinas. Este compromiso de la fun-
cuando el enfermo no tolera adecuadamente la ción de defensa puede ser responsable de la mayor
nutrición enteral. Hasta el 25% de los enfermos incidencia de complicaciones infecciosas apreciada
graves presentan complicaciones gastrointes- con la nutrición parenteral en comparación con la
tinales relacionadas con la administración de nutrición enteral.
la nutrición enteral que impiden alcanzar los Potenciar la aplicación de la nutrición enteral
aportes calóricos necesarios, lo que puede dar con el fin de mantener la capacidad de barrera
lugar a la aparición de desnutrición. Asimismo, de la mucosa digestiva debe ser considerado un
la administración forzada de la nutrición enteral objetivo terapéutico primordial en los pacientes
puede incrementar la aparición de neumonía aso- críticos. No obstante, no existen estudios defini-
ciada a ventilación mecánica y, en determinados tivos al respecto. Ello sugiere que, por ahora, no
pacientes muy inestables hemodinámicamente se debe plantear el dilema de usar nutrición ente-
o con soporte inotropo, las complicaciones de ral o parenteral como dos métodos excluyentes.
ambos métodos de soporte nutricional equilibran Dado que la desnutrición debe ser prevenida y
su eficacia. tratada, cualquier tipo de soporte nutricional
La experiencia con el empleo de nutrición pa- debe tenerse en consideración en los pacientes
renteral en pacientes críticos es muy importante. graves.

310
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

5. Estimación de los ban simultáneamente una cantidad adecuada de las


requerimientos energéticos mismas. Hay que tener en cuenta que el paciente
en el paciente grave grave no presentará anabolismo ni recuperará la
masa magra corporal y el peso corporal hasta que
La existencia de un aumento sustancial del gasto la respuesta inflamatoria haya cesado.
energético basal está ampliamente documentada Siempre deberá prestarse atención al grado de
en el enfermo grave, sobre todo tras un trauma- tolerancia al aporte calórico con el fin de evitar
tismo o una sepsis, y es difícil de predecir con las tanto la sobrealimentación, por aporte excesivo,
ecuaciones tradicionales. como la desnutrición secundaria al aporte insufi-
Las modificaciones del gasto energético depen- ciente de nutrientes.
den del grado de intensidad de la agresión, del gra-
do de desnutrición previo y de los medios de tra-
tamiento aplicados al paciente. Muchos enfermos
graves normonutridos, inactivos y con un nivel 6. Características
moderado de estrés, tienen un gasto energético de la nutrición parenteral
total cercano al de reposo y oscila entre los 22 y
los 25 kcal/kg/día. Otros, sin embargo, tienen un 6.1. Componentes
gasto energético más elevado en función del tipo de la dieta parenteral
de enfermedad: situaciones como la sepsis, las que-
maduras graves o los traumatismos importantes 6.1.1. Proteínas
pueden condicionar un aumento del gasto energé-
tico que alcance las 30 kcal/kg/día. El uso de sedan- En los pacientes graves, las necesidades proteicas
tes y bloqueantes musculares o de β-bloqueantes estimadas alcanzan la cifra de 1,5 g/kg/día (casi el do-
disminuye el gasto energético, mientras que las ble de la ingesta diaria recomendada para un sujeto
catecolaminas lo aumentan. sano: 0,8 g/kg/día).Valores superiores a esta cifra no
El otro gran factor que modifica el cálculo son recomendados, ya que la utilización metabólica
del gasto energético es el peso del paciente. Los de los mismos es improbable. No obstante, pueden
pacientes desnutridos presentan un mayor gasto considerarse aportes más elevados en aquellas si-
energético basal que los pacientes con normopeso tuaciones que cursen con pérdidas exageradas de
u obesos, que puede ser hasta un 25% mayor que el proteínas, como en los pacientes quemados o los
calculado. En los pacientes obesos con enfermedad que presentan grandes heridas quirúrgicas.
grave, a pesar de la distorsión que produce la adi- En general, se considera que las formulaciones
posidad, se ha demostrado que el gasto energético convencionales o estándares de aminoácidos
calculado que más se aproxima al medido es el que son adecuadas para el paciente crítico. Las for-
utiliza el peso corporal actual, no el peso ideal. mulaciones “para insuficiencia hepática” (con
Cuando no se dispone de la capacidad de medir elevado contenido en aminoácidos ramificados y
el gasto energético, mediante la calorimetría indi- bajo en aromáticos) o para “insuficiencia renal”
recta, es recomendable utilizar fórmulas de cálculo (compuestas sólo por aminoácidos esenciales)
en las que se tiene en cuenta la edad, el género, el han dejado de utilizarse, ya que su empleo no ha
peso y otros factores, como la enfermedad actual mostrado ventajas de interés y, por otro lado, am-
o el tipo de tratamiento aplicado a los pacientes. bos tipos de formulaciones son nutricionalmente
Una aproximación igualmente válida es la de apli- incompletas. La utilización rutinaria de técnicas
car los valores de 25 kcal/kg/día en enfermos nor- continuas de reemplazo renal en pacientes críti-
monutridos u obesos sin sepsis y de 30 kcal/kg/día cos simplifica el diseño de la fórmula de nutrición
en los enfermos con importante desnutrición parenteral en los casos en los que ésta se encuen-
o con sepsis. tra indicada.
Se asume que determinados enfermos, como los La inclusión de ciertos aminoácidos en las for-
sépticos, tienen un déficit energético y deben, por mulaciones de nutrición parenteral es un tema
ello, recibir un aporte calórico suficiente para pro- de interés creciente. Entre ellos destaca la gluta-
ducir ahorro de proteínas, siempre y cuando reci- mina, cuyo empleo, a dosis elevadas, en pacientes

311
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

críticos, se acompaña de ventajas importantes un contenido calórico elevado y una disminución


como el descenso en las complicaciones infec- del aporte exógeno de glucosa. Las emulsiones
ciosas. Las investigaciones en este campo parecen lipídicas intravenosas ahorran proteínas al igual
indicar que el aporte elevado de glutamina podría que la glucosa, pero conocemos muy poco sobre
ser considerado una medida “rutinaria” dentro de sus efectos metabólicos. Las mezclas de glucosa y
la nutrición parenteral de los pacientes en situa- lípidos se han demostrado igual de eficaces que la
ción grave (ver Capítulos 1.15 y 4.8). glucosa en promover la síntesis proteica, sin que se
presenten los efectos secundarios de la sobrecar-
ga hidrocarbonada. Por todo ello, se recomienda
6.1.2. Hidratos de carbono el empleo de emulsiones lipídicas en la nutrición
parenteral del enfermo grave hasta un 40-50% del
La glucosa ha sido, y continúa siendo, el sustrato aporte calórico no proteico.
energético más utilizado en las formulaciones de A pesar de los estudios llevados a cabo, actual-
nutrición parenteral. Sin embargo, y como conse- mente no existen datos que avalen la mayor efica-
cuencia de las alteraciones secundarias al estrés, el cia de alguna de las diferentes emulsiones lipídicas
uso de glucosa como fuente energética está limi- en pacientes graves: emulsiones lipídicas con ácidos
tado por la capacidad de oxidación del organismo. grasos de cadena larga (LCT), mezclas de triglicé-
Se ha demostrado que aportes de glucosa de hasta ridos de cadena larga y cadena media (LCT/MCT),
el 75% de los requerimientos energéticos son emulsiones con alto contenido en ácido oleico,
oxidados por el cuerpo humano. Sin embargo, se o emulsiones con alto contenido en ácidos grasos
considera que más de 2 mg/kg/min (200 g/día en un de la serie n-3.
sujeto de 70 kg) es la infusión máxima tolerada sin Los efectos adversos de las emulsiones lipídicas
que se produzca lipogénesis neta o un incremento intravenosas más frecuentes son las alteraciones,
de ciclos metabólicos fútiles como el de Cori. el intercambio gaseoso en los pulmones, las altera-
El paciente grave presenta limitaciones en el me- ciones de la función plaquetaria y las alteraciones
tabolismo de la glucosa. Ello es debido a la presencia de la inmunidad. Se ha observado la aparición de
de diabetes previa o al frecuente desarrollo de una hipoxemia e hipertensión pulmonar de forma tran-
situación de “intolerancia” a la glucosa. Por todo sitoria en los enfermos que recibían infusiones de
ello, en la mayoría de los casos se hace necesario lípidos con LCT a velocidad excesiva, fenómeno
utilizar la combinación de glucosa con lípidos para que desaparece con una infusión más lenta o uti-
completar el aporte calórico no proteico. En estas lizando mezclas con LCT y MCT. Este fenómeno
mezclas con los lípidos, el aporte de glucosa debe es poco relevante si se compara con los efectos
suponer entre el 50 y el 60% del aporte calórico no de los lípidos LCT sobre la respuesta inmune. Es-
proteico de la nutrición en el paciente grave. tudios experimentales han demostrado una mayor
La hiperglucemia es la principal complicación del incidencia de infección nosocomial cuando se usan
uso de glucosa como sustrato energético. Existe mezclas de LCT únicamente. Los estudios clínicos
una correlación marcada entre la hiperglucemia y no han podido demostrar que este efecto sea clíni-
la depresión inmune y un aumento de las complica- camente significativo. Menos datos existen todavía
ciones infecciosas en el paciente grave. Actualmen- sobre mezclas más novedosas, como los lípidos
te, parece demostrado que el control de la gluce- estructurados que contengan ácidos grasos n-3
mia puede mejorar la mortalidad de los enfermos u otros tipos de formulación.
graves, especialmente quirúrgicos.

6.2. Administración
6.1.3. Lípidos de la nutrición parenteral
Las emulsiones lipídicas intravenosas son un Establecida la indicación de nutrición parente-
complemento a la glucosa como sustrato ener- ral, ésta puede administrarse a través de una vía
gético en la nutrición parenteral. Las ventajas más venosa central o, en algunos casos, por una vía pe-
claras son la provisión de ácidos grasos esenciales, riférica. En los pacientes graves, la administración

312
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

de nutrición parenteral por vía periférica suele destinados a prevenir la infección no cuenta con el
quedar reservada para los que no toleran el apor- mismo apoyo. En cualquier caso, deben extremarse
te completo de requerimientos por vía enteral y las medidas de asepsia tanto en el manejo de la
en los que, por este motivo, se indica una nutrición bolsa de nutrición parenteral como en el de la línea
parenteral complementaria. de infusión al paciente.
Respecto a la vía central, deberá escogerse la vía La prevención de las complicaciones relaciona-
venosa más idónea, considerándose como tal la que das con la vía de administración de la nutrición
mayores ventajas pueda ofrecer respecto a riesgos parenteral obliga a utilizar un adecuado protocolo
de colocación, facilidad de manejo y comodidad de inserción y mantenimiento del catéter, así como
para el enfermo. Como norma, la vía de elección es una estricta vigilancia del estado de la vía, las co-
la subclavia, que ofrece ventajas contrastadas en nexiones y el punto de inserción. Cuando exista
estudios clínicos respecto a las vías yugulares o fe- una sospecha clínica de infección del catéter de-
morales, sobre todo por el menor riesgo de sepsis berá procederse a su retirada, practicando cultivos
relacionada con el catéter, en especial en enfermos semicuantitativos de las diferentes partes del mis-
intubados con ventilación mecánica o en procesos mo: punta, rodamiento del segmento endovascular,
intraabdominales. En enfermos quemados deberá hemocultivo a través del catéter y hemocultivo
adaptarse la colocación del catéter a la región que periférico. Si con la retirada del catéter no se con-
esté indemne o menos afectada. Las inserciones de sigue la desaparición de los síntomas de sepsis hay
catéteres en las venas subclavias presentan ventajas que iniciar tratamiento antibiótico empírico con
en el cuidado y sujeción del catéter. cobertura para los gérmenes más frecuentes.
En la actualidad ha dejado de utilizarse el catéter La administración de nutrición parenteral obliga
único para la nutrición parenteral en los pacientes a un control clínico y analítico para asegurar su
graves. La práctica clínica más extendida es la de eficacia y seguridad. Para ello, es recomendable
optar por el empleo de catéteres de dos o tres que existan protocolos de práctica clínica y que
vías, seleccionando una de ellas para la infusión de esta técnica sea dirigida por médicos especialistas
la nutrición parenteral, de manera exclusiva. interesados en este campo.
La inserción de los catéteres deberá realizarse
bajo condiciones de estricta asepsia. Los catéteres
colocados en situaciones de emergencia deberían 6.3. Complicaciones de
ser recambiados antes de ser usados para la admi- la nutrición parenteral total
nistración de la nutrición parenteral.
La práctica de utilizar todos los componentes La nutrición parenteral puede causar complica-
de la nutrición parenteral en una bolsa “todo ciones importantes en los pacientes graves. Éstas
en uno”, preparada por el Servicio de Farmacia en deben ser conocidas y evitadas en lo posible. Aun-
condiciones de asepsia (campana de flujo laminar) que en la literatura existen multitud de referencias
es habitual. También es frecuente que las formu- de las mismas y también hay recomendaciones
laciones sean individualizadas para adaptarse a las y guías para prevenirlas, hay pocos estudios que
especiales características del paciente grave. No cuantifiquen de una manera objetiva la incidencia
obstante, la disponibilidad en el mercado de dietas de las posibles complicaciones relacionadas con la
prefabricadas adaptadas a estos enfermos está in- nutrición parenteral.
crementando su uso. En este sentido, el Grupo de Metabolismo
Con el fin de garantizar la estabilidad de la y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina
solución y prevenir complicaciones infecciosas, Intensiva (SEMICYUC) diseñó un estudio multi-
la bolsa de nutrición parenteral deberá cambiarse céntrico de incidencia de complicaciones relacio-
cada 24 horas. El empleo de filtros “de partículas” nadas con la nutrición artificial (estudio ICOMEP).
en la línea de infusión es una medida recomenda- Previamente se definieron las complicaciones rela-
da por algunas sociedades científicas con el fin de cionadas con la nutrición parenteral y se unificaron
prevenir el paso al paciente de “agregados” que pu- los criterios de administración y monitorización
dieran dar lugar a complicaciones embolígenas. No de la misma. El estudio se realizó de forma pros-
obstante, el uso rutinario de otro tipo de filtros pectiva durante 45 días, y los enfermos incluidos

313
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

Tabla 2. COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN una relativa frecuencia. No obstante,


PARENTERAL TOTAL (NPT) tienen poca repercusión clínica pero
necesitan un número de intervencio-
Mecánicas nes terapéuticas considerables.
Las complicaciones relacionadas con
• Relacionadas con la técnica de inserción del catéter la nutrición parenteral se pueden cla-
- Mala posición del catéter venoso sificar en: relacionadas con el catéter
- Punción arterial (mecánicas y sépticas), metabólicas y
- Laceración arterial
disfunción hepática (Tabla 2).
- Embolia gaseosa
- Embolia de catéter
- Lesión plexobraquial
- Lesión pleural 6.3.1. Complicaciones
- Lesión mediastínica relacionadas con el catéter
• Manifestaciones clínicas pasadas más de 24 horas
- Trombosis de la vena subclavia 6.3.1.1. Complicaciones mecánicas
- Trombosis de la cava superior relacionadas con el catéter
- Trombosis de la cava inferior
- Tromboflebitis periférica Se incluyen en este apartado las
• Infecciones relacionadas con el catéter complicaciones relacionadas con la
- Catéter colonizado técnica de inserción del catéter y las
- Catéter infectado
de su mantenimiento.
- Sepsis por catéter
En el estudio ICOMEP se identifi-
caron como complicaciones relacio-
Metabólicas nadas con la inserción del catéter: la
punción o lesión de la arteria del te-
• Relacionadas con el método de administración rritorio canalizado, la embolia gaseosa,
- Hipoglucemia la embolia de catéter, la lesión de un
- Hiperosmolaridad plexo nervioso, el hemo-neumotórax
- Insuficiencia cardiaca o hidrotórax con presencia de lípidos,
• Relacionadas con los nutrientes los hematomas mediastínicos, la lesión
- Diselectrolitemias cardiaca o la provocación de arritmias.
- Hiperglucemia
Se consideró también como complica-
- Hipertrigliceridemia
- Uremia
ción la mala colocación del catéter al
no alcanzar una situación adecuada en
la cava superior.
Disfunción hepática
Los resultados del estudio fueron
los siguientes: se registraron 489 ca-
• Disfunción hepática téteres en 370 enfermos, 428 por vía
• Colecistitis alitiásica central (87,5%) y 61 por vía central
de inserción periférica. El catéter de
3 vías fue el más usado en 246 ocasio-
nes (60%) y el lugar de inserción más
se siguieron hasta el alta hospitalaria o durante un frecuente fue la subclavia (53%). La tasa de com-
máximo de 28 días si permanecían hospitalizados. plicaciones en la colocación del catéter fue del
Participaron 40 servicios de Medicina Intensiva. El 6,2%, y las más frecuentes fueron la malposición
esquema de lo que se expone a continuación sigue del catéter (12 casos) y neumotórax (8 casos).
la clasificación y definiciones del estudio ICOMEP. Otros estudios prospectivos demuestran cifras
Las conclusiones generales de este estudio indican similares a las del estudio ICOMEP.
que las complicaciones relacionadas con la nutri- Las complicaciones que se relacionaban con el
ción parenteral son muchas y se presentan con mantenimiento de la vía fueron un total de 16 epi-

314
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

sodios, siendo la más frecuente la salida accidental la neutropenia, y el uso de antibióticos profilác-
con una tasa de incidencia del 2,7%, mientras que ticos. Hay factores relacionados con el lugar de
la trombosis de la subclavia o de la cava registraron inserción, y está bien documentado que la inser-
una tasa del 0,4 y 0,2%. ción de catéteres en la vena subclavia se asocia con
Las complicaciones mecánicas no fueron causa menor frecuencia de infección que los colocados
de supresión de la nutrición parenteral total (NPT), por yugular o femoral. También existen factores de
pero obligaron a intervenciones terapéuticas riesgo relacionados con el tipo de material emplea-
como la colocación de una nueva vía o drenaje de do en los catéteres, el uso de llaves de tres pasos
los neumotórax. Hay que recordar que después o la experiencia del médico.
de la inserción de un catéter en subclavia o yugu-
lar es imprescindible practicar una radiografía de
tórax. La existencia de un neumotórax obliga a la 6.3.2. Complicaciones metabólicas
colocación de un drenaje en los enfermos graves. de la nutrición parenteral total
En enfermos con ventilación mecánica, la posibi-
lidad de neumotórax tardíos ha de considerarse Las complicaciones metabólicas relacionadas
y es conveniente practicar controles radiológicos con la nutrición parenteral en enfermos graves
periódicos. están relacionadas fundamentalmente con los tras-
tornos del metabolismo de la glucosa. También, y
6.3.1.2. Complicaciones sépticas como expresión de las alteraciones metabólicas
relacionadas con el catéter de estos enfermos, la disfunción hepática estaría
relacionada con la mala tolerancia a la nutrición
Las infecciones relacionadas con el catéter si- parenteral. Las complicaciones metabólicas secun-
guen siendo las que cuentan con la mayor mor- darias a la administración de lípidos, aminoácidos,
bimortalidad de las complicaciones relacionadas electrólitos, vitaminas y oligoelementos son en la
con la nutrición parenteral. Una de las mayores actualidad poco importantes y estarían más rela-
dificultades es el reconocimiento de las bacte- cionadas con el aporte excesivo o deficitario de
riemias relacionadas con el catéter. Esta com- los mismos.
plicación se presenta con independencia de que
se utilicen catéteres de una sola luz o catéteres 6.3.2.1. Complicaciones relacionadas
de múltiples luces. Antes de diagnosticar sepsis con el método de administración
relacionada con el catéter, habría que descartar
la existencia de otros focos. En el diagnóstico En este apartado se reflejan las complicaciones
y tratamiento de las infecciones relacionadas que se pueden producir por retrasos o bruscas
con el catéter, pueden utilizarse definiciones aceleraciones en la administración de la nutrición
específicas. parenteral. La administración con bombas de per-
La mayoría de las infecciones relacionadas con fusión y el correcto seguimiento del proceso de
el catéter son de carácter local: su incidencia os- infusión de la fórmula de nutrición parenteral pue-
cila entre el 17 y el 45% del total de este tipo de den evitar la mayoría de las complicaciones que se
infecciones. En el estudio ICOMEP la incidencia describen a continuación. En el estudio ICOMEP se
de infección de catéter fue del 10% con un total de presentaron con una incidencia menor y sin reper-
5,2 episodios/1.000 días de cateterización. Un 7% cusiones clínicas.
de los catéteres cumplieron criterios de infección, • Hipoglucemia. La hipoglucemia, definida
y se consideró que eran causa de bacteriemia como una glucemia menor de 60 mg/dl con sinto-
relacionada con el catéter el 3% (densidad de inci- matología clínica manifiesta, ocurre principalmen-
dencia de 2,2 episodios/1.000 días de permanencia te por la excesiva administración de insulina. En
del catéter). ICOMEP se registró una incidencia de episodios
Los factores de riesgo para desarrollar bacterie- del 0,8% en 370 enfermos y una densidad de 0,9
mia relacionada con el catéter han sido ampliamen- episodios por 1.000 días de NPT. Sólo 3 episodios
te estudiados. Se describen factores relacionados necesitaron tratamiento. El control estricto de
con el propio paciente, como la edad, la obesidad, la glucemia evita que se produzca este tipo de

315
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

Tabla 3. COMPLICACIONES METABÓLICAS EN LOS PACIENTES hubo manifestaciones


EN RELACIÓN CON EL TIPO DE SOPORTE NUTRICIONAL clínicas que precisaron
tratamiento.
NP (n = 189) NP + NE (n = 122)
6.3.2.2. Complicaciones
relacionadas
Diselectrolitemias 49 111
con los nutrientes
Glucemia 44 81
Trigliceridemia 3 18 Aunque dependen
Uremia 12 22 de la cantidad y cali-
Total episodios 108 232 dad de los nutrientes
infundidos, en su de-
NP: nutrición parenteral; NE: nutrición enteral; n: número de pacientes incluidos en el sarrollo influye tam-
estudio.
bién, quizá con más
intensidad, la situación
patológica y el nivel de
complicación. La interrupción brusca de la per- gravedad de los pacientes. De acuerdo con los da-
fusión de glucosa puede provocar una hipoglu- tos del estudio ICOMEP, parecen apreciarse dos
cemia de rebote por un exceso de secreción de poblaciones de pacientes distintas en cuanto a la
insulina endógena. Para evitarla se recomienda el incidencia de estas complicaciones. Por un lado,
aporte de glucosa al 10% en los casos en los que los que reciben nutrición parenteral de manera
la nutrición parenteral debe suspenderse transi- exclusiva y, por otro, los que son tratados con la
toriamente, o la reducción lenta de la infusión de combinación de nutrición parenteral y nutrición
nutrientes en las fases de transición a la nutrición enteral. Este último grupo, que corresponde a
por vía digestiva. los pacientes con mayor gravedad, presenta ma-
• Hiperosmolaridad. El estado de hipe- yor incidencia de complicaciones metabólicas
rosmolaridad se produce cuando la osmolaridad (Tabla 3).
plasmática es superior a 350 mOsm/l. Esta com- • Hiperglucemia. En la actualidad está en
plicación puede originar un coma hiperosmolar revisión la definición de hiperglucemia en los
no cetoacidótico, y se relaciona fundamental- pacientes graves. Los estudios realizados apuntan
mente con elevaciones de la glucemia por en- en la dirección de que el mejor control de este
cima de 500 mg/dl y cifras de sodio plasmático parámetro mejora su supervivencia. No obstan-
superiores a 150 mEq/dl. Es una complicación te, hay controversia en saber si la mejoría de la
poco frecuente y puede ocurrir si se perfunde supervivencia hay que justificarla por el estricto
la nutrición parenteral a velocidad excesiva. En control de la glucemia en sí misma o por el efecto
ICOMEP se registró una densidad de inciden- que ejerce la insulina sobre la respuesta inflama-
cia de 4 episodios por 1.000 días de nutrición toria. En enfermos diabéticos, el mal control de
parenteral. la glucemia es un factor de riesgo independien-
• Sobrecarga hídrica. La insuficiencia car- te para desarrollar infección. Además, un buen
diaca relacionada con la nutrición parenteral sólo control de la glucemia en el postoperatorio de
se puede atribuir a un excesivo aporte de líquidos cirugía electiva mejora la incidencia de infección
que condicionen un balance positivo exagerado en nosocomial y la mortalidad. Con estas premisas
enfermos con enfermedad cardiaca previa. Un ajus- se define la hiperglucemia como todo valor su-
te adecuado y diario del balance hídrico previene perior a 120 mg/dl y se recomienda administrar
esta complicación. En enfermos con insuficiencia la insulina necesaria para aproximar al máximo la
renal oligúrica y sin diálisis, el control del aporte glucemia a esta cifra. Este concepto nuevo no se
hídrico debe ser aún más cuidadoso. En el estu- contempló en el diseño del estudio ICOMEP rea-
dio ICOMEP se encontraron 1,3% episodios con lizado en el año 2000, en el que se definió como
una densidad de incidencia de 1,5 episodios por complicación relacionada con la nutrición paren-
1.000 días de nutrición parenteral. En 5 episodios teral cifras de glucemia superiores a 180 mg/dl,

316
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

y se recomendaba iniciar tratamiento con insu- adversos relacionados con estas grasas y hubo po-
lina cuando se alcanzaban valores superiores a cas modificaciones en los lípidos plasmáticos y en
220 mg/dl. las lipoproteínas tanto en pacientes sépticos como
La hiperglucemia en los términos en que se de- traumáticos, independientemente de la emulsión
finió para el estudio ICOMEP fue una de las com- que recibieran. En el estudio ICOMEP tampoco se
plicaciones más frecuentes, aunque se trató de una registró un tasa elevada de trigliceridemias supe-
complicación bioquímica, con poca contribución riores a 350 mg/dl, representando una incidencia
clínica atribuible. A lo largo del estudio se regis- del 5,6%: ello obligó a una reducción en la adminis-
traron 125 episodios de hiperglucemia y repre- tración de las soluciones lipídicas en 11 ocasiones.
sentó una incidencia del 33,7%. Esta complicación • Complicaciones relacionadas con la
representó una densidad del 38,8 por 1.000 días administración de aminoácidos. La intole-
de tratamiento. La hiperglucemia motivó que 105 rancia o la mala metabolización de los aminoácidos
pacientes fueran tratados con insulina y en 29 se se manifiesta por un incremento de las cifras de
consiguió controlar con la disminución del aporte urea plasmática: en este caso debe disminuirse su
de nutrición parenteral. En ningún caso se retiró la aporte. En ICOMEP, la intolerancia al aporte de ami-
NPT por hiperglucemia refractaria. noácidos (definida como el incremento de la cifra
• Diselectrolitemias. La mayoría de los episo- de urea por encima del doble de su valor basal o
dios de diselectrolitemias son alteraciones analíticas por un valor de creatinina sérica mayor de 3 mg/dl)
y tienen pocas repercusiones clínicas si se dispone ocurrió con una incidencia de 10,5 episodios por
de un protocolo de monitorización de estos pará- 1.000 días de nutrición parenteral. No obstante,
metros y se realizan controles con una periodicidad en muchos casos la disfunción renal estaba más
de 24 horas del sodio, potasio, cloro y semanal- asociada al fracaso multiorgánico que a la adminis-
mente del calcio, fósforo y magnesio. En muchos tración de aminoácidos.
centros la confección de la nutrición parenteral en • Complicaciones relacionadas con los
farmacia contempla la adición de manera estandari- oligoelementos. El desarrollo de estados ca-
zada de los principales iones, dejando como aporte renciales en oligoelementos o vitaminas es muy
independiente el sodio, potasio y cloro. Cuando los infrecuente en pacientes críticos que reciben nutri-
enfermos entran en la fase anabólica tienen aumen- ción parenteral. La práctica habitual es la de aportar
tadas las necesidades de los iones que intervienen diariamente ambos micronutrientes dentro de la
en la síntesis proteica como el potasio y el fósforo, mezcla nutricional. No obstante, los requerimientos
y deberán ser aportados en mayor cuantía. de vitaminas y oligoelementos no son bien conoci-
En el estudio de incidencia ICOMEP se registra- dos en estos pacientes. Por ello, las situaciones de
ron las alteraciones de los seis electrólitos funda- aumento en las pérdidas o en el consumo de los
mentales, y se definieron las situaciones de exceso mismos podrían conducir a situaciones carenciales
o defecto de cada uno de ellos. La incidencia global y dar lugar a manifestaciones clínicas. No obstante,
de estas complicaciones fue elevada, ya que se la habitualmente corta duración del soporte pa-
registró una tasa del 46% y una densidad de 49,6 renteral en pacientes graves no es suficiente para
episodios por 1.000 días de NPT. A pesar de que agotar las reservas de micronutrientes y originar
esta cifra representa un episodio de diselectrolite- problemas relacionados con déficit de los mismos.
mia por cada 2 enfermos, la repercusión clínica fue
baja y sólo ocurrió en 5 ocasiones.
• Hipertrigliceridemia. En los enfermos 6.3.3. La disfunción hepática
graves la mala metabolización de los lípidos se relacionada con
manifiesta por un rápido incremento en la cifra la nutrición parenteral total
de triglicéridos en plasma y no presentan repercu-
siones clínicas si no superan los 350 mg/dl. En un La alteración de la función hepática relacionada
estudio aleatorizado en enfermos graves a los que con la nutrición parenteral es un hecho ampliamen-
se les administraron dos soluciones de lípidos en te contrastado en la experiencia médica desde el
las que variaba la concentración de triglicéridos y inicio de la aplicación clínica de la nutrición paren-
el tamaño de los quilomicrones, no hubo efectos teral. La disfunción hepática puede apreciarse en los

317
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

pacientes que reciben nutrición parenteral por un cientes tratados. Esta variación puede ser debida a
periodo prolongado. En enfermos graves, estas alte- diferencias en el tipo de pacientes o en la compo-
raciones pueden presentarse de manera precoz. sición de la mezcla de nutrientes, a la implicación
Las causas de la alteración hepática son múl- de otros factores como la sepsis, el shock o el
tiples. Entre ellas, pueden citarse causas propia- fracaso multiorgánico o a la diferencia en los crite-
mente relacionadas con la nutrición parenteral rios utilizados para el diagnóstico de la disfunción
(aporte excesivo de nutrientes, especialmente si es hepática.
en forma de glucosa), factores relacionados con la En el estudio ICOMEP, el análisis de las com-
situación previa del paciente (desnutrición, hepato- plicaciones por disfunción hepática demuestra
patía) o con la situación actual (sepsis, disfunción una incidencia del 23% de los pacientes tratados
multiorgánica, ventilación mecánica). Según los y una densidad de incidencia de 54,6 episodios por
datos del estudio ICOMEP, los pacientes tratados 1.000 días de nutrición. El patrón de colostasis fue el
con nutrición parenteral que presenten sepsis o más frecuente, aunque fue el patrón de necrosis el
fracaso multiorgánico tendrían una incidencia de que provocó más episodios de alteración clínica.
disfunción hepática que correspondería al doble En general, la disfunción hepática es transitoria
de la encontrada para los pacientes nutridos por y desaparece cuando se retira la nutrición paren-
vía enteral. teral. La disminución del aporte calórico parece
La disfunción hepática relacionada con la nutri- suficiente para revertir o evitar la progresión de
ción parenteral se caracteriza por una alteración dichas alteraciones. Como actitudes terapéuticas
de los parámetros bioquímicos con aumento de preventivas se han propuesto: utilizar la nutrición
las enzimas marcadoras de citólisis y aparición parenteral con aporte energético mixto (glucosa/
de colostasis a más largo plazo. Se describen varios lípidos), evitar el aporte calórico excesivo y, cuan-
patrones de afectación hepática. Un patrón sería do sea posible, administrar una mínima cantidad de
compatible con una hepatitis con aumento de tran- nutrientes por vía enteral (500 ml/día).
saminasas y bilirrubina y descenso del tiempo de La colecistitis alitiásica es una complicación des-
protrombina por déficit de síntesis de vitamina K. crita en los enfermos en los que el tracto digestivo
Otro patrón, de inicio más tardío, sería compatible está en reposo de manera prolongada. Ello produ-
con una colostasis intrahepática con aumento de ce un incremento del estasis biliar por reducción
la γ-GT, fosfatasa alcalina y bilirrubina. En muchas de la secreción hormonal de colecistokinina. La
ocasiones, se establece un patrón mixto con una frecuencia de esta complicación en pacientes crí-
importante afectación de todos los parámetros ticos que reciben nutrición parenteral no es muy
bioquímicos. elevada (inferior al 1%, según nuestra experiencia).
Los estudios que incluyen la realización de Este valor es inferior al señalado por otros autores
biopsias hepáticas muestran que el hallazgo histo- (5-15%), probablemente debido al menor tiempo
patológico predominante en los pacientes con de reposo intestinal que suelen presentar los pa-
alteraciones enzimáticas es la esteatosis hepática. cientes críticos en comparación con otro tipo de
Cuando estas biopsias se realizan en diferentes pacientes que necesitan soporte nutricional paren-
periodos de tiempo, corroboran el hecho de que teral de manera prolongada.
la esteatosis constituye un fenómeno precoz y
en ocasiones transitorio, siendo la colostasis un
efecto más tardío y generalmente persistente
mientras se administre la nutrición parenteral. En 7. Características
algunos pacientes con nutrición parenteral de larga de la nutrición enteral
duración los hallazgos anatomopatológicos pueden
incluir datos de esteatonecrosis o incluso de cirro- Gran parte del personal sanitario que trabaja
sis hepática. en la atención a los pacientes críticos podría
La incidencia de alteraciones hepáticas relacio- defender la visión de que la aplicación de la nu-
nadas con la nutrición parenteral es muy variable trición enteral presenta grandes problemas en
si se consideran las cifras publicadas por diversos este entorno. Ello sería debido a la presencia de
autores: oscila entre el 25% y el 93% de los pa- complicaciones asociadas y a la cantidad de fac-

318
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

tores que es necesario conjugar para conseguir frecuente de aplicación de nutrición enteral en
una correcta aplicación de la técnica. Otros, por pacientes críticos. Ello es debido a los siguientes
el contrario, podrían defender la opinión de que factores:
la nutrición enteral es de aplicación sencilla en 1. La rutina clínica, que justifica la inserción de
los pacientes críticos. La diferencia entre ambas SNG con el objeto de valorar las características
posturas estaría en la adhesión a protocolos de del contenido gástrico.
manejo en los que se contemplan los diferentes 2. La facilidad de colocación de la SNG.
aspectos de la técnica. En diferentes publicaciones 3. Las dificultades asociadas a la inserción de
puede constatarse este hecho, de modo que el sondas naso-enterales.
contar con protocolos mejora de manera impor- 4. La consideración preferente de otros aspec-
tante los resultados de la técnica. tos del tratamiento, en detrimento de la selección
La aplicación de la nutrición enteral deberá tener de la vía de acceso al tracto digestivo.
en cuenta aspectos como el tiempo de inicio, la vía A pesar de esta prevalencia, existen diferentes
de acceso al tracto digestivo, la técnica de adminis- circunstancias en las que debería recurrirse a
tración, el tipo de dieta seleccionado y el manejo la colocación de una vía de acceso transpilórica.
de las complicaciones relacionadas. De otro modo, La principal indicación para la colocación de una
los factores que influyen en el desarrollo de la téc- sonda transpilórica es la intolerancia persistente a
nica de nutrición enteral la colocan en desventaja la nutrición enteral administrada por vía gástrica.
en comparación con la nutrición parenteral. En esta situación, el empleo de sondas de doble
luz (sonda naso-gastro-yeyunal o sonda transgás-
trica-yeyunal) permite cumplir el doble objetivo de
7.1.Tiempo de inicio. llevar a cabo una nutrición enteral por vía yeyunal
Nutrición enteral precoz y monitorizar al mismo tiempo la evolución del
contenido gástrico.
Los efectos favorables de la nutrición enteral Otra de las teóricas ventajas del acceso transpi-
pueden apreciarse especialmente cuando el aporte lórico es la disminución de la neumonía secundaria
de nutrientes se inicia de manera precoz: dentro a broncoaspiración de la dieta, en comparación con
de las primeras 48 horas del ingreso de los pacien- la vía gástrica. No obstante, esta hipótesis no está
tes. Resultados de un reciente metaanálisis en el confirmada y existen datos contradictorios en la
que se compararon los datos de los pacientes que literatura científica. Como resultado, no puede re-
recibieron la dieta dentro de las primeras 36 horas comendarse que la nutrición enteral se administre
y los que la recibieron posteriormente indican que rutinariamente mediante sondas transpilóricas, te-
los primeros tuvieron un descenso significativo en niendo en cuenta, además, las dificultades técnicas
las complicaciones infecciosas y en el tiempo de para la colocación de este tipo de sondas en los pa-
estancia hospitalaria, aunque no existieron modi- cientes críticos. La colocación de una sonda transpi-
ficaciones en la frecuencia de complicaciones no lórica requiere con frecuencia la colaboración de la
infecciosas ni en la mortalidad. endoscopia digestiva, dado que la frecuencia de paso
Este efecto beneficioso del aporte temprano de transpilórico espontáneo es muy variable (entre el
nutrientes por vía enteral puede estar relacionado 15 y el 95% de los intentos) y depende principal-
con cambios en la respuesta metabólica (disminu- mente de la experiencia del operador.
ción del hipermetabolismo y “reprioritización” de La yeyunostomía por catéter y la colocación
la síntesis proteica) y con la preservación anatómi- de una sonda naso-yeyunal, son las técnicas más
ca y funcional de la barrera intestinal. frecuentemente utilizadas para aplicar la nutrición
enteral de forma precoz. La yeyunostomía debe ser
una técnica a considerar en los pacientes que pre-
7.2.Vía de acceso al tracto cisan laparotomía tras un trauma abdominal o en
digestivo para nutrición enteral situaciones de cirugía digestiva que hagan prever
dificultades en la utilización de la vía gástrica.
El empleo de la sonda nasogástrica (SNG) para Cuando la situación de un paciente crítico
el aporte enteral de nutrientes es el modo más evoluciona hacia la persistencia de lesiones que

319
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

hacen previsible la necesidad de nutrición enteral 3. El aporte inicial de dietas no diluidas por vía
prolongada, cabe contemplar la indicación de vías gástrica, duodenal o yeyunal es bien tolerado.
de acceso estables como la gastrostomía o la gas- 4. En algunos casos se describe el inicio de la
tro-yeyunostomía. La experiencia alcanzada con la dieta “a pleno aporte” sin apreciarse complicacio-
técnica endoscópica percutánea y el menor índice nes derivadas.
de complicaciones de la misma hacen recomenda-
ble su utilización, en lugar del abordaje quirúrgico,
en la mayoría de las ocasiones. No obstante, es la 7.4.Tipo de dieta enteral idónea
experiencia propia de cada centro la que condicio- para pacientes críticos
na la elección de la técnica empleada (endoscopia,
radiología, laparoscopia, cirugía) para conseguir la Dado el gran desarrollo de las formulaciones
vía de acceso al tubo digestivo en estos pacientes. de nutrición enteral, es necesario contrastar los
aspectos teóricos del diseño de las dietas con la
evidencia clínica, no siempre disponible, resultante
7.3.Técnica de administración de su aplicación a pacientes críticos. A continua-
de la dieta ción se indican, de manera muy esquemática, los
aspectos que cabe destacar en este sentido.
En los pacientes críticos, la administración de la La recomendación de utilizar dietas hiperpro-
dieta debe realizarse mediante un régimen conti- teicas (donde las proteínas suponen más del 20%
nuo, en lugar de recurrir a la administración inter- del aporte energético) está basada en los cambios
mitente “en bolos”, que podría estar indicada en metabólicos que ocurren en respuesta a la agre-
otro tipo de pacientes. El régimen continuo ofrece sión, entre los que se encuentra una alta utilización
claras ventajas sobre el intermitente en cuanto a proteica, y en los mejores resultados obtenidos
tolerancia a la dieta y al descenso en las complica- clásicamente en los pacientes tratados con aportes
ciones gastrointestinales. proteicos elevados.
El régimen continuo presenta el inconveniente Las dietas oligoméricas, teóricamente superio-
de mantener el pH gástrico en valores superiores res desde el punto de vista de los requerimientos
a la acidosis “fisiológica”, lo que podría favorecer el digestivos para su aprovechamiento fisiológico, no
sobrecrecimiento bacteriano y la neumonía secun- muestran las ventajas esperadas y, en cambio, pare-
daria. Algunas modificaciones han sido propuestas cen presentar inconvenientes, como el favorecer el
con el fin de normalizar la acidez intragástrica y sobrecrecimiento bacteriano y la traslocación. Ello
prevenir el desarrollo de neumonía; entre ellas limita su empleo en pacientes críticos.
destacan la del aporte de la dieta en régimen “semi- La investigación del papel de determinados nu-
continuo” (con un periodo de descanso de 6-8 h) trientes en el organismo lesionado ha impulsado el
y la acidificación de la dieta. No obstante, las teóri- desarrollo de las denominadas “dietas especiales”,
cas ventajas de ambas modificaciones no han sido que formarían parte de una estrategia cuyos objeti-
demostradas. vos sobrepasarían el mero soporte nutricional para
Aunque se recomienda el inicio progresivo de dirigirse a la corrección de alteraciones patológicas
la dieta, especialmente si se trata de nutrición por concretas (dietas “órgano-específicas”) o, de un
vía transpilórica, el aporte completo de los reque- modo más ambicioso, a la recuperación global del
rimientos nutricionales debería haberse consegui- organismo mediante la modulación de la respuesta
do en las primeras 48 horas de nutrición enteral. inflamatoria e inmunitaria (dietas “sistema-específi-
Este objetivo es posible si se tienen en cuenta los cas”, de inmunonutrición o de farmaconutrición).
siguientes aspectos: Dentro de las dietas “órgano-específicas” cabe
1. La densidad energética (kcal/ml) o la osmola- destacar las diseñadas para situaciones de hiperglu-
ridad de la dieta no condicionan la tolerancia, por lo cemia y las que han sido modificadas para mejorar
que no es preciso recurrir a la dilución de la dieta. la función pulmonar en pacientes con insuficiencia
2. El inicio excesivamente lento de la nutri- respiratoria aguda o crónica. Ambos tipos de die-
ción enteral retrasa el cumplimiento del objetivo tas pueden ofrecer ventajas para los pacientes en
nutricional. los que predomina la afectación señalada. Las die-

320
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

Tabla 4. COMPLICACIONES DE tas diseñadas para las situaciones hiperglucémicas,


LA NUTRICIÓN ENTERAL derivadas de la situación de estrés metabólico o de
EN PACIENTES GRAVES una diabetes previa, son una medida eficaz para
contribuir al control de la glucemia; la experiencia
clínica apoya el empleo de estas dietas para me-
Gastrointestinales jorar la respuesta glucémica en pacientes críticos
con nutrición enteral. Las dietas de insuficiencia
• Aumento del residuo gástrico respiratoria pueden ser de utilidad en las situacio-
• Estreñimiento nes de dificultad para la retirada de la ventilación
• Diarrea mecánica, aunque su empleo generalizado en estas
• Distensión abdominal circunstancias es todavía motivo de discusión (ver
• Vómitos Capítulo 4.3).
• Regurgitación de la dieta Las dietas “sistema-específicas” presentan la
característica común de que están enriquecidas
Metabólicas en farmaconutrientes (especialmente arginina,
glutamina, ácidos grasos n-3, nucleótidos, antioxi-
dantes y fibra dietética), si bien en cantidad y
• Hipo/hiperglucemia composición diferente para cada dieta particular.
• Hipo/hiperpotasemia
Este concepto de farmaconutrición se encuen-
• Hipo/hipernatremia
tra actualmente respaldado por la abundancia
• Hipo/hiperfosfatemia
de trabajos experimentales que demuestran sus
• Sobrecarga hídrica
• Deshidratación
ventajas. En comparación con dietas no modifi-
• Hipercapnia cadas, la administración de dietas enriquecidas
en farmaconutrientes (“farmaconutrición”) se
acompaña de efectos favorables en los pacientes,
Sépticas como el descenso en las complicaciones infeccio-
sas, la disminución del tiempo de ventilación y una
• Sinusitis menor estancia hospitalaria. Aunque, de manera
• Otitis media global, no se aprecian efectos sobre la mortalidad,
• Colonización traqueal el análisis de los resultados por grupos de pacien-
• Neumonía aspirativa tes y por características de las dietas ha motivado
• Peritonitis que algunos autores hayan llamado la atención
• Contaminación de la dieta sobre el posible efecto perjudicial de estas dietas
- Gastroenteritis en los pacientes graves. Este aspecto, no obstante,
- Septicemia no está aclarado y será, con seguridad, motivo de
intensa investigación en los años próximos (ver
Mecánicas
Capítulo 4.8).

• Lesiones nasales 7.5. Manejo de


• Lesiones esofágicas las complicaciones
• Lesiones de la pared abdominal
• Perforación gástrica
de la nutrición enteral
• Hemorragia digestiva
• Obstrucción intestinal Cuando la nutrición enteral se aplica a los pa-
• Neumoperitoneo cientes críticos, éstos pueden desarrollar el mis-
• Infusión intrabronquial mo tipo de complicaciones que se describen en
• Obstrucción de la sonda otros pacientes (Tabla 4). No obstante, algunas
• Autorretirada de la sonda complicaciones pueden apreciarse con mayor fre-
• Desplazamiento de la sonda cuencia y limitar la cantidad de volumen de dieta
aportado, como sería el caso de las complicaciones

321
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

Tabla 5. FRECUENCIA DE COMPLICACIONES por la interacción de facto-


GASTROINTESTINALES EN NUTRICIÓN res neuromusculares, mecá-
ENTERAL (ESTUDIO COMGINE) nicos, intraluminales, hor-
monales y metabólicos. No
Tipo de complicación %
obstante, en la enfermedad
grave los anteriores meca-
nismos se encuentran afec-
Aumento del residuo gástrico 39,0 tados, dando lugar a que la
Estreñimiento 15,7 respuesta motora digestiva
Diarrea 14,7 ante la infusión intestinal de
nutrientes se encuentre fue-
Distensión abdominal 13,2
ra de los límites fisiológicos.
Vómitos 12,0
Regurgitación de la dieta 5,5 7.5.1.1. Aumento del
Total pacientes con complicaciones gastrointestinales 56,25 residuo gástrico (ARG)

Es la complicación más
frecuente en los pacientes
que reciben la dieta a través
gastrointestinales. Otras, por el contrario, presen- de una sonda gástrica. Habitualmente se define por
tan una mínima importancia en el entorno de la la obtención de un volumen de residuo gástrico su-
UCI, como ocurre con las complicaciones metabó- perior a 200 ml. No obstante, existe una tendencia
licas, que son fácilmente detectables y controlables, actual, todavía no generalizada, a incrementar dicho
o las complicaciones infecciosas, poco frecuentes valor, considerando los mecanismos fisiológicos que
debido a la atención prestada a la técnica de condicionan el volumen intragástrico de líquidos.
aplicación de la nutrición enteral en la UCI. Las El aumento del residuo gástrico está originado
otras complicaciones, las mecánicas, se encuentran por el efecto, habitualmente sinérgico, de los abun-
habitualmente relacionadas con un prolongado dantes factores causantes de gastroparesia que
tiempo de permanencia de los diferentes tipos de concurren en el paciente crítico. Cabe destacar,
sondas empleadas para el acceso al tubo digestivo. entre ellos, la patología neurológica y el empleo de
Debido a que el tiempo medio de aplicación de diversos fármacos que disminuyen la motilidad.
la nutrición enteral en la UCI suele ser de 12-15 La presencia de ARG obliga a la suspensión
días, las complicaciones mecánicas son de aparición transitoria de la dieta, con la finalidad de intentar
infrecuente. evitar el reflujo gastroesofágico y el riesgo de
broncoaspiración. Al mismo tiempo, debe proce-
derse a la valoración del paciente para descartar
7.5.1. Complicaciones factores relacionados potencialmente corregibles:
gastrointestinales el control de la hiperglucemia es de interés en
de la nutrición enteral este sentido.
En segundo lugar, debería valorarse la indica-
Estas complicaciones son las que se presentan con ción de tratamiento con fármacos procinéticos
mayor frecuencia (entre el 50 y el 70% de los ca- como la metoclopramida (un antagonista de
sos) en el entorno del paciente crítico tratado con la dopamina con acciones serotoninérgicas), la
nutrición enteral. En muchos casos, condicionan la cisaprida (agonista de la serotonina) o la combi-
correcta aplicación de la técnica y el aporte de los nación de ambos. El posible efecto arritmogénico
requerimientos nutricionales (Tabla 5). de la cisaprida (prolongación del intervalo QT e
La existencia de alteraciones cuantitativas y cua- inducción de taquicardia/fibrilación ventricular)
litativas en la motilidad gastroduodenal es conocida debe ser considerado, contraindicando su empleo
y frecuente en pacientes críticos. En condiciones conjunto con antifúngicos (azoles) o con antibióti-
normales la motilidad gastrointestinal está regulada cos (macrólidos). La eritromicina, que cuenta con

322
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

un efecto procinético importante, puede ser tam- enteral. La falta de homogeneidad en los criterios
bién empleada en estas circunstancias. El empleo, empleados para la definición de DANE es, en gran
por vía digestiva, de antagonistas de los opiáceos, medida, responsable de esta disparidad.
como la naloxona, podría ser de interés para re- Entre las medidas destinadas a prevenir el desa-
vertir la disfunción gástrica en pacientes tratados rrollo de DANE en pacientes críticos cabe destacar
con opiáceos. la fibra dietética. El empleo de dietas con fibra,
La persistencia de esta complicación a pesar del especialmente fibra soluble o fermentable, parece
tratamiento con fármacos es indicación para colo- acompañarse de una disminución en la incidencia
car una vía de acceso transpilórica con el fin de de diarrea.
mantener el aporte enteral de nutrientes. El segui- Respecto al tratamiento de los episodios de
miento del contenido gástrico debe llevarse tam- diarrea, es fundamental que dicha complicación se
bién a cabo, de modo que se recomienda el sondaje aborde, en primer lugar, utilizando una definición
doble (sonda gástrica y sonda yeyunal) o el empleo objetiva que permita separar la situación de diarrea
de una sonda de doble luz (naso-gastro-yeyunal). de los episodios aislados de deposiciones líquidas,
que no necesitarían tratamiento. Diferentes autores
7.5.1.2. Diarrea han propuesto definiciones objetivas de diarrea, ha-
bitualmente conjugando apartados como la frecuen-
Los estudios actuales indican que la diarrea no cia, el volumen y la consistencia de deposiciones.
es la principal complicación en los pacientes críti- Una definición habitual en España, propuesta por
cos que reciben nutrición enteral. A pesar de ello, el Grupo de Trabajo de Metabolismo de la SEMI-
la asociación “cultural” entre diarrea y dieta tiene CYUC, es la que define la diarrea como la presencia
como consecuencia que esta complicación sea la de una de las dos posibilidades siguientes:
principal responsable de la suspensión de la nutri- 1. Cinco o más deposiciones en un periodo de
ción enteral en la práctica clínica. La importancia de 24 horas.
la diarrea no se encuentra, por tanto, en su frecuen- 2. Un volumen estimado de deposiciones supe-
cia ni en su gravedad, sino en la repercusión sobre rior a 2.000 ml en el mismo periodo.
el aporte de nutrientes y sobre el manejo global de Una vez definida la diarrea, las medidas a tomar
la nutrición enteral en los pacientes críticos. deberían estar protocolizadas con el objetivo de
La fisiopatología de la diarrea asociada a la controlar esta complicación, pero sin suspender el
nutrición enteral (DANE) tiene un mecanismo aporte de dieta hasta que no se constate la persis-
común: la diarrea es la consecuencia del des- tencia de la misma a pesar de los medios de trata-
equilibrio entre los mecanismos de secreción miento. Un ejemplo de protocolo de actuación se
y reabsorción hídrica en el tubo digestivo. No muestra en el Capítulo 4.6.
obstante, las causas que pueden conducir al cita-
do desequilibrio son muy diversas. El empleo del 7.5.1.3. Estreñimiento
término DANE puede considerarse apropiado, ya
que refleja que la nutrición enteral no es la causa Es poco habitual que los pacientes críticos pre-
directa de dicha complicación en la mayoría de los senten un patrón intestinal (frecuencia y consistencia
casos. Existe un gran número de causas, diferentes de las deposiciones) “normal”. No obstante, es más
de la dieta enteral, que pueden producir diarrea en frecuente que la alteración se desvíe hacia el defec-
pacientes críticos. A pesar de ello, cabe destacar to (estreñimiento) que hacia el exceso (diarrea). El
que diversos estudios han indicado que el origen estreñimiento es, probablemente, infravalorado en
de la DANE se encuentra en la medicación que pacientes críticos tratados con nutrición enteral.
reciben los pacientes y en las circunstancias del La disfunción motora del intestino grueso es
proceso patológico en una proporción que puede frecuente en pacientes graves y su tiempo de re-
estimarse en el 80% de los casos. cuperación puede ser de 7-10 días. Por ello, no es
La incidencia real de la DANE en pacientes esperable que los pacientes muestren un patrón
críticos es desconocida. Pueden encontrarse refe- normal de deposiciones durante la primera semana
rencias que indican valores comprendidos entre el de ingreso y tampoco lo es que recuperen el pa-
0 y el 100% de los pacientes que reciben nutrición trón “normal” en tanto persista la situación grave.

323
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

Con esta salvedad, y aunque no existen definiciones faríngea. Incluso en pacientes sin alteración previa es
unánimemente aceptadas, cabe considerar que el frecuente observar reflujo gastroesofágico debido
paciente sufre estreñimiento si no presenta deposi- a la ventilación mecánica o a la distensión gástrica
ción en un periodo de 3 días consecutivos. secundaria a la gastroparesia.
Los diferentes factores que interfieren en la La consecuencia del reflujo gastroesofágico pue-
motilidad intestinal o en el manejo de líquidos por de ser la presencia de regurgitación o vómitos y
el tubo digestivo pueden producir esta complica- la neumonía aspirativa si no se toman medidas de
ción. El estreñimiento es generalmente atribuido prevención. Por ello, es importante suspender la
al empleo de dietas pobres en residuos, el uso de nutrición enteral ante la presencia de las mismas
fármacos que disminuyen la motilidad intestinal, el y proceder a la búsqueda y corrección, si es posi-
reposo prolongado en posición supina o alteracio- ble, de los factores desencadenantes.
nes hidroelectrolíticas diversas. El empleo de die- La posición del paciente (semisentado, a 30-45º)
tas con fibra dietética ha sido recomendado como es una medida eficaz en la prevención del reflujo
profilaxis del estreñimiento. Respecto al trata- y la broncoaspiración. También pueden ser de uti-
miento, el primer paso es la realización de un tacto lidad los fármacos procinéticos, especialmente la
rectal, para descartar impactación fecal, en todos cisaprida y la metoclopramida. Cuando los vómitos
los casos. Después, puede indicarse la aplicación de o la regurgitación de la dieta aparecen de manera
enemas de limpieza o el empleo de laxantes. persistente, puede requerirse el cambio en la vía de
acceso al tubo digestivo, indicándose entonces un
7.5.1.4. Distensión abdominal abordaje transpilórico. No obstante, la colocación
de sondas transpilóricas no disminuye la broncoas-
La distensión abdominal parece reflejar un des- piración en todos los casos y, por otro lado, su em-
equilibrio entre la oferta de nutrientes al tubo di- pleo puede incrementar el volumen de secreción
gestivo y la capacidad funcional del mismo. Por ello, gástrica a través de mecanismos neurohumorales.
esta situación podría contemplarse no como una
complicación de la nutrición enteral, sino como la
expresión de una incorrecta indicación de este tipo
de soporte nutricional. Ello podría ser el caso de las 8. Eficacia en el aporte de
situaciones de hipoperfusión intestinal no detecta- requerimientos nutricionales
das clínicamente, en las que el incremento del flujo en pacientes críticos
mesentérico consecutivo a la presencia de nutrien-
tes en la luz intestinal se encontraría limitado, dando A pesar del optimismo en las ventajas de la nu-
lugar a la distensión de asas como mecanismo de trición enteral, existen actualmente algunos datos
defensa. que indican que este tipo de soporte puede no
En los pacientes que presenten distensión abdo- ser suficiente para conseguir que los pacientes
minal, la dieta enteral debe suspenderse hasta que en situación crítica reciban de manera adecuada
la valoración clínica permita eliminar la presencia la mayoría de sus requerimientos nutricionales.
de problemas relacionados (intraabdominales o En una población global de pacientes ingresados en
no). Una vez descartados, puede recurrirse al em- un hospital los datos indican que no se consigue un
pleo de fármacos procinéticos (como la cisaprida o aporte medio superior al 60% de los requerimien-
la eritromicina) y a la suspensión, si es posible, de tos con nutrición enteral. La cifra es similar en
drogas causantes de hipomotilidad intestinal (se- pacientes en situación crítica.
dantes, opiáceos, anticolinérgicos, etc.). Los motivos de este déficit en el aporte de
requerimientos son variados y pueden citarse los
7.5.1.5. Regurgitación, vómitos. siguientes: inadecuada prescripción (cálculo de
Broncoaspiración de la dieta requerimientos infravalorado), problemas en la ad-
ministración de la dieta (sistemas inadecuados, pro-
En pacientes que sufren patología neurológica blemas mecánicos), presencia de complicaciones de
es frecuente apreciar signos de broncoaspiración la nutrición enteral, interrupciones del aporte de la
secundaria a disfagia orofaríngea o disfunción crico- dieta a causa de diferentes procedimientos (pruebas

324
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

analíticas, pruebas diagnósticas, maniobras terapéu- la enfermedad grave ha originado una línea de in-
ticas) o suspensión “sin motivo justificado”. vestigación cuyos resultados parecen señalar dos
Por otro lado, los pacientes tratados con nu- aspectos clave:
trición parenteral no presentan este problema. 1. La importancia del aporte de nutrientes por
La facilidad de aplicación de la técnica de infusión vía digestiva en una fase precoz de la enferme-
intravenosa consigue que se administre la totalidad dad.
de los requerimientos nutricionales previstos en la 2. El interés del suplemento de las formulacio-
mayoría de las ocasiones. nes nutricionales con sustratos específicos.
Ambos apartados cuentan con soporte sufi-
ciente para su aplicación clínica, si bien algunas
particularidades (como el momento idóneo para
9.Tolerancia al el inicio de la nutrición, el umbral de tiempo dis-
soporte nutricional ponible antes de que la disfunción de la barrera
como factor pronóstico sea difícilmente recuperable o la composición más
apropiada de la fórmula nutricional) deben ser de-
La valoración de la función intestinal no se tiene puradas en el futuro.
en cuenta en la mayoría de las escalas dirigidas a En el mismo sentido, la importancia del aporte de
“cuantificar” el grado de función corporal en los prebióticos junto con el resto de componentes
pacientes graves. No obstante, la tolerancia a la de la dieta (algo que algunos autores han llamado
dieta enteral, al indicar de manera global la ade- “econutrición”) deberá ser también investigada en
cuada función del aparato digestivo, podría tener pacientes graves.
la consideración de un índice pronóstico. En este Como se ha indicado a lo largo de este Ca-
sentido, existen algunos datos, aún preliminares. pítulo, el soporte metabólico y nutricional por
La situación de gravedad al ingreso de los pa- vía parenteral se encuentra actualmente en un
cientes en UCI no es capaz de diferenciar entre renacido proceso de desarrollo y tiende a ocupar,
los que tolerarán la dieta enteral y los que no. La de nuevo, un importante papel en los pacientes
relación entre la tolerancia a la dieta enteral y la graves. No obstante, este papel no se limita, como
evolución de los pacientes puede apreciarse a lo en el pasado, a la mera cobertura de los reque-
largo del ingreso: la intolerancia suele tener lugar rimientos nutricionales de los pacientes. Por el
en el grupo de los pacientes que presentan peor contrario, la nutrición parenteral cuenta con un
evolución (mayor tiempo de estancia en UCI y/o potencial de intervención en el proceso de la
mayor mortalidad). enfermedad mediante los nuevos sustratos ya
La intolerancia a la dieta puede ser un factor aplicados actualmente (glutamina, taurina) o en
contribuyente a la gravedad (al privar al paciente fase de investigación (soluciones lipídicas modifi-
de un adecuado aporte de nutrientes) o, por el cadas). La consideración de la nutrición parenteral
contrario, consecuencia de la misma. Los datos como “fármaco” en los pacientes graves tiene un
existentes no proceden de estudios diseñados ejemplo claro en el caso de la glutamina: es posible
específicamente para este fin, por lo que son nece- que otros “farmaconutrientes” puedan contar con
sarias nuevas investigaciones para desarrollar este resultados similares en el futuro.
aspecto. La investigación con farmaconutrientes requiere
también nuevos estudios para delimitar aspectos
concretos de su aplicación mediante nutrición en-
teral. Es deseable que, junto a las pruebas ya exis-
10. Consideraciones tentes sobre el efecto beneficioso de este tipo de
para el futuro dieta, se concreten los aspectos en discusión como
la combinación idónea de nutrientes, el tiempo de
El importante papel de la barrera intestinal en la aplicación y el tipo de pacientes más beneficiados
prevención de complicaciones infecciosas durante por este tratamiento.

325
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

11. Resumen
 Las características especiales de la respues-
ta metabólica al estrés que tienen lugar en
los pacientes graves condicionan todos los as-
pectos de la pauta de soporte nutricional.

 Es importante iniciar la administración de


nutrientes en los momentos iniciales de la en-
fermedad grave con el fin de controlar, en lo
posible, las repercusiones de la respuesta me-
tabólica y contribuir a la buena evolución de la
enfermedad.

 Siempre que sea posible, debe iniciarse la admi-


nistración de nutrientes por vía enteral. Ello tie-
ne ventajas sobre el soporte parenteral, siendo
la principal de ellas la disminución de la frecuen-
cia de complicaciones infecciosas. No obstante,
la aplicación de la nutrición enteral requiere un
mayor grado de atención en el seguimiento,
debido a la presencia de complicaciones y a la
posibilidad de que ello suponga un descenso sig-
nificativo en la cantidad de nutrientes recibida
por los enfermos.

 Los problemas de tolerancia a la nutrición ente-


ral hacen que muchos pacientes graves sean tra-
tados con una combinación de ambas técnicas
(nutrición enteral y nutrición parenteral) con el
fin de completar de manera eficaz el aporte de
los requerimientos calculados.

 Las formulaciones de nutrientes de las que


se dispone en la actualidad han convertido el
soporte nutricional en un nuevo “fármaco” que
puede tener influencia en la evolución de los
pacientes graves. El número de sustratos con
características adecuadas para ser considera-
dos “farmaconutrientes” es importante y su
inclusión en las dietas (enterales o parentera-
les) permite que el soporte nutricional cuente
con un valor añadido por encima de la mera
cobertura de los requerimientos nutricionales
de los pacientes.

326
J.C. Montejo González | A. Bonet Saris | T. Grau Carmona

12. Bibliografía
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McGee DC, Gould MK. Preventing complications of venous
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Braunschweig CL, Levy P, Sheean PM, Wang X. Enteral com- Society of Intensive Care Medicine and Coronary Units. Crit
pared with parenteral nutrition: a meta-analysis. Am J Clin Care Med 1999; 27: 1447-53.
Nutr 2001; 74: 534- 42. Resultados del estudio COMGINE, en el que se describe la
Los resultados de este metaanálisis indican las ventajas de la incidencia y características de las complicaciones gastrointesti-
nutrición enteral frente a la nutrición parenteral y las ven- nales de la nutrición enteral en un grupo de UCI españolas.
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Buzby GP, Blouin G, Collin CL, et al. Perioperative parenteral Immunonutrition in the intensive care unit. A systematic
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Parenteral Nutrition Cooperative Study Group. N Engl J Metaanálisis y revisión sistemática sobre el empleo de farma-
Med 1991; 325: 525-32. conutrientes en pacientes críticos. La recomendación del grupo
Primer y gran estudio que pone de manifiesto la utilidad de estudio es favorable al empleo de este tipo de dietas.
de la nutrición parenteral en el enfermo quirúrgico. Las
publicaciones relacionadas con este estudio presentan la Richard C, Kudsk KA (eds.). From nutrition support to
metodología utilizada, que es de las mejores en el campo pharmacologic nutrition in the ICU. Update in intensive care
de la nutrición. medicine. Springer. Berlin, 2002.
Los diferentes capítulos de este libro, en el que intervienen los
Conejero R, Bonet A, Grau T, et al. Effect of a glutamine- autores más destacados en este campo, analizan el soporte
enriched enteral diet on intestinal permeability and infec- nutricional de pacientes críticos de una manera actualizada.
tious morbidity at 28 days in critically ill patients with
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Resultados de un estudio multicéntrico y prospectivo que Descripción de las lesiones hepáticas relacionadas con la
demuestra la ventaja de la glutamina en la nutrición enteral. nutrición parenteral.

Grau T, Bonet A y Grupo de Metabolismo y Nutrición de Van den Berghe G, Wouters P, Weekers F, et al. Intensive
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en medicina intensiva: dos poblaciones diferentes. Medicina 345: 1359-67.
Intensiva 2001; 25 (S1): 66. Estudio prospectivo amplio sobre el control de la glucemia en
Comunicación en la que se hace un análisis multivariado de los pacientes de UCI y su impacto sobre la mortalidad y las
factores de riesgo sobre complicaciones relacionadas con la complicaciones infecciosas. Descripción de la pauta de admi-
nutrición parenteral. nistración de insulina y control de la glucemia.

327
Capítulo 4.11. Nutrición artificial en el paciente grave

13. Enlaces web

 www.nutritioncare.org/profdev/stnds.html
 remi.uninet.edu
 www.martindalecenter.com/Nutrition.html
 www.arborcom.com/frame/clin_4.htm
 www.icu.hacettepe.edu.tr/nutrition.php3
 www.criticalcarenutrition.com/index.html

328
4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Mercè Planas Vilà Carolina Puiggrós Llop Rosa Burgos Peláez


Capítulo 4.12.

Nutrición artificial domiciliaria

1. Introducción

2. Definición

3. Incidencia

4. Legislación y organización

5. Indicaciones
5.1. Indicaciones de la nutrición enteral domiciliaria
5.2. Indicaciones de la nutrición parenteral domiciliaria

6. Requisitos generales para el correcto funcionamiento


6.1. Selección del paciente
6.2. Proceso de transferencia del hospital al domicilio
6.3. Consideraciones de financiación
6.4. Educación o adiestramiento
6.5. Documentación
6.6. Plan estratégico de actuación y cuidados
6.7. Comunicación
6.8. Evaluación

7. Resultados. Coste/efectividad
7.1. Resultados clínicos y calidad de vida
7.2. Coste económico

8. Consideraciones específicas
8.1. Nutrición enteral domiciliaria
8.1.1. Definición
8.1.2. Manejo
8.1.3. Sondas
8.1.3.1. Selección de la sonda de nutrición
8.1.3.2. Características de la sonda
8.1.3.3. Cuidados de la sonda
8.1.4. Fórmulas, formas de administración de la nutrición y equipos
8.1.5. Monitorización, prevención y tratamiento de las complicaciones
8.2. Nutrición parenteral domiciliaria
8.2.1. Definición
8.2.2. Manejo
8.2.3. Vías de acceso: catéteres
8.2.3.1. Material de los catéteres
8.2.3.2. Uso de filtros y dispositivos antisépticos
8.2.3.3. Mecanismos de inserción
8.2.4. Técnicas de infusión
8.2.5. Fórmulas de nutrición parenteral
8.2.6. Monitorización de la nutrición parenteral domiciliaria
8.2.7. Complicaciones de la nutrición parenteral domiciliaria. Prevención y tratamiento
8.2.7.1. Complicaciones a corto plazo
8.2.7.2. Complicaciones relacionadas con el catéter
8.2.7.3. Complicaciones derivadas del uso prolongado de la nutrición parenteral
8.2.8. Complicaciones infecciosas relacionadas con el catéter

9. Resumen

10.Bibliografía

11.Enlaces web

Objetivos

n Identificar a los pacientes que pueden ser candidatos a nutrición artificial domiciliaria.
n Mostrar los requisitos imprescindibles para que un programa de nutrición artificial domiciliaria pueda llevarse
a cabo correctamente.
n Conocer y manejar los protocolos de educación y adiestramiento del paciente, de la familia y/o del cuidador.
n Descubrir toda la logística necesaria para el buen funcionamiento de un programa de nutrición artificial domi-
ciliaria.
n Profundizar en las particularidades que comporta la nutrición enteral cuando se administra fuera del ámbito
hospitalario.
n Conocer los protocolos de actuación para prevenir o tratar las complicaciones relacionadas con la nutrición
enteral domiciliaria.
n Comprender las particularidades que conlleva la nutrición parenteral cuando se administra fuera del ámbito
hospitalario.
n Conocer los protocolos de actuación para prevenir y tratar las complicaciones de la nutrición parenteral
domiciliaria.
1. Introducción

L
a atención del paciente en su domicilio es una modalidad terapéutica que está
en continuo crecimiento por todas las ventajas que implica, no sólo para el
paciente y su familia -por una menor probabilidad de presentar complicacio-
nes relacionadas con la estancia hospitalaria (infecciones nosocomiales) y por la
posibilidad de permanecer en un entorno familiar más confortable-, sino también
para la sanidad en general, ya que ello supone una mayor disponibilidad de camas
hospitalarias, así como un menor coste del tratamiento.
Al mismo tiempo que las estancias hospitalarias están cada vez más enfocadas
a atender a pacientes críticos y a realizar determinados diagnósticos y tratamien-
tos, cada día reviste más importancia el tratamiento no hospitalario del paciente,
y más concretamente el llevado a cabo en su domicilio. Dentro de esta atención
domiciliaria, uno de los tratamientos que está cobrando mayor interés es la nu-
trición artificial (NA).
La nutrición artificial domiciliaria (NAD), al igual que los demás tratamientos
administrados fuera del ámbito hospitalario, requiere, para tener éxito, una rigu-
rosa selección de los pacientes y una cuidada planificación del plan estratégico
que engloba la intervención, la monitorización y el seguimiento.
El objetivo del presente Capítulo es revisar los requisitos necesarios para llevar
a cabo un programa de NAD, incluyendo la identificación de los candidatos, el ma-
nejo de protocolos de educación y adiestramiento -tanto de la familia como de los
cuidadores-, el conocimiento de la logística necesaria y los protocolos de actuación
parar prevenir y tratar las complicaciones de la nutrición enteral y parenteral.

333
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

2. Definición dad, debiéndose suspender el tratamiento siempre


y cuando no sea ya necesario para el paciente, no
Se entiende por NAD la administración a domi- logre aportarle beneficios o éstos sean inferiores a
cilio de los nutrientes y demás agentes terapéuti- las cargas que el tratamiento comporta.
cos adjuntos a través de la vía digestiva [nutrición
enteral domiciliaria (NED)] o de la vía endovenosa
[nutrición parenteral domiciliaria (NPD)], con la fi-
nalidad de mejorar o mantener, en el ambiente do- 3. Incidencia
miciliario, el estado de nutrición de un paciente.
Será candidato a NED todo aquel paciente que, Los orígenes de la NED son mucho más anti-
disponiendo de una función gastrointestinal sufi- guos que los de la NPD. De hecho, su inicio con-
ciente, sea incapaz de conseguir por ingesta oral creto no está definido, aunque ha sido con el creci-
convencional los nutrientes necesarios para cu- miento de la atención domiciliaria con lo que se ha
brir sus requerimientos energéticos. Asimismo, se- desarrollado ampliamente su uso. Por el contrario,
rá candidato a NPD todo aquel paciente que no está bien documentado el origen de la NPD, el cual
posea un sistema gastrointestinal suficientemen- se remonta a la década de los setenta. El primer pa-
te funcionante para recibir los nutrientes precisos ciente con NPD fue dado de alta en 1967 por Shils
que puedan cubrir sus requerimientos energéti- y colaboradores y, si bien sobrevivió sólo pocos
cos. En ambos casos hay un requisito imprescindi- meses, permitió demostrar que era posible realizar
ble: que la situación clínica del paciente permita su este tratamiento en el domicilio del paciente.
atención fuera del ámbito hospitalario. La evolución de la NAD ha sido muy diversa. En
La NAD es un tratamiento que ha de ir dirigido algunos países (EE UU o Italia) está alcanzando co-
a conseguir unos objetivos clara y periódicamente tas altas, pero en otros es una práctica todavía po-
definidos. Para que se pueda administrar de mane- co difundida. Las grandes diferencias en la incidencia
ra correcta tienen que ser adecuados tanto el am- de la NAD en los distintos países responden, entre
biente domiciliario como la situación física, psíqui- otras razones, a sus políticas sanitarias y, de mane-
ca y social del paciente, de la familia o del cuidador. ra muy especial, al porcentaje del producto interior
Esta modalidad terapéutica exige unos mínimos bruto dedicado a la salud. Además, conocer la inci-
necesarios para que su administración sea segura dencia de la NAD no es tarea fácil, ya que, en gene-
y eficaz. El responsable máximo de este tratamien- ral, los registros no son obligatorios y dependen de
to será un médico, el cual actuará en colaboración la voluntad individual de cada colaborador.
con un equipo multidisciplinar formado por enfer- En Estados Unidos, la Oley Foundation for Home
mería, dietista, farmacéutico y psicólogo; todos los Parenteral and Enteral Nutrition y la American Socie-
componentes del equipo terapéutico deberán ser ty for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) tie-
expertos en NAD. nen el Oley ASPEN Information System (OASIS), re-
Llevar a cabo la NAD requiere que, una vez se- gistro que proporciona datos sobre el diagnóstico,
leccionado el paciente, se elabore un plan de ac- la duración y el tratamiento de pacientes con NAD.
tuación concreto que incluya desde los objetivos Según datos del mismo, unos 20.000 pacientes re-
nutricionales a corto y largo plazo hasta el progra- cibieron NED en 1985, 50.000 en 1987 y 148.000
ma de formación en la técnica del paciente, la fa- en 1992. Este crecimiento (un 25% por año) co-
milia o el cuidador, pasando por la prescripción de loca a la NED en 800 pacientes por cada millón
los nutrientes necesarios, la especificación y dis- de habitantes. Según el registro de la Oley Founda-
ponibilidad de las pautas y vías de administración tion, en 1986 se proporcionó NPD en Estados Uni-
de los nutrientes adecuadas al ambiente domici- dos a unos 18.000 pacientes, una cifra que ascendía
liario, los planes de seguimiento y de monitoriza- ya a 39.000 en 1992. Medicare, por su parte, infor-
ción clínica y de laboratorio del paciente, así como ma de que en 1987 había aproximadamente 19.700
la organización del suministro periódico de mate- pacientes con NPD en Estados Unidos, donde la
rial y productos para poder efectuar correctamen- población era de 80 millones de personas.
te este tratamiento. Finalmente, las indicaciones de La evolución en Europa es muy diversa. En el
la NAD han de ser revisadas con cierta periodici- Reino Unido se estimó en 1998 que existían más

334
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

de 12.000 pacientes con NED y más de 360 con varían de unos países a otros. Así, por ejemplo, en
NPD. El crecimiento anual de la NAD se conside- Estados Unidos se realiza un control y seguimien-
ró que era de alrededor del 20%, siendo del 5% en to por parte de las compañías aseguradoras. En el
el caso concreto de la NPD. Según los informes de Reino Unido, tanto los pacientes con NED como
las autoridades sanitarias de aquel país, que aten- aquéllos con NPD deben recibir previamente la
dían a una población de 17,3 millones de personas, correcta educación y el adecuado entrenamiento
a finales de 1998 se contaban 8 pacientes con NPD en la técnica, y además disponen de protocolos es-
por cada millón de habitantes. Estas cifras son si- critos y de teléfonos de contacto para emergencias
milares a las de otros países europeos, lo que re- durante las 24 horas del día. En algunos sitios, co-
presenta unas 10 veces menos que en Estados Uni- mo Francia y Dinamarca, todo el material acceso-
dos. Los últimos datos disponibles a nivel europeo rio para la NPD es suministrado por los hospitales;
se remontan a 1997. La prevalencia de la NPD va- en otros, como Alemania o Austria, son las casas
ría de 12,7 pacientes por millón de habitantes en comerciales las que se ocupan de su distribución; y,
Dinamarca a 3-4 por millón en el Reino Unido, Ho- finalmente, en algunos, como Italia y el Reino Uni-
landa, Francia y Bélgica, y menos de 2 por millón en do, existen las dos modalidades. Lo que sí se pre-
Polonia y España. tende es que sea posible un control y seguimiento
En España, la información de que se dispone es de todos aquellos pacientes que están en progra-
la facilitada por el Grupo de Trabajo de Nutrición mas de NAD.
Artificial Domiciliaria y Ambulatoria (NADYA), de Es interesante analizar los resultados de una en-
la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y En- cuesta llevada a cabo por el grupo de nutrición ar-
teral (SENPE). No obstante, al tratarse de un regis- tificial domiciliaria (HAN-Working Group) de la Eu-
tro totalmente voluntario, los datos que genera no ropean Society of Parenteral and Enteral Nutrition
son un reflejo fiel de la realidad. El último registro, (ESPEN) durante el año 1999 sobre la situación
que corresponde al año 2002 para una población de la NAD en 12 países (Alemania, Austria, Bélgi-
de 4.000.000 de habitantes, engloba a 3.895 pacien- ca, Croacia, Dinamarca, España, Francia, Israel, Italia,
tes en NED y 72 en NPD. Polonia, Reino Unido y República Checa). Se anali-
zaron las siguientes variables: definición, legislación,
guías de actuación, responsabilidad, subvención y
seguimiento. Respecto a la definición de NAD,
4. Legislación y organización no todos los países coinciden a la hora de definir
NED. No existe legislación para la NPD o la NED
La legislación y la organización de la NAD difie- en todos los países que participaron en la encues-
ren de unos países a otros. En algunos de Europa, ta. No todos los países disponen de guías escritas.
tales como Dinamarca, Francia o el Reino Unido, la Existen también variaciones en la responsabilidad,
legislación permite que cualquier centro hospitala- prescripción y gestión de la NAD. En la mayoría de
rio pueda prescribir NED, pero tan sólo unos po- los países evaluados, cualquier hospital puede ser
cos centros aprobados por el ministerio de salud responsable de la NED, pero está más restringida
respectivo son responsables de la NPD. En Espa- su prescripción en la NPD. La mayoría de los ser-
ña, la práctica de la NED está legislada por el Real vicios nacionales de salud de los distintos países
Decreto de enero de 1995, la Orden Ministerial de europeos que participaron en la encuesta cubren
30 de abril de 1997 y la Orden Ministerial de 2 de los gastos totales de subvención de la NPD y, to-
junio de 1998; no obstante, la NPD, si bien está au- tales o parciales, de la NED. Si bien normalmente
torizada en algunos centros hospitalarios, no se en- los diversos sistemas nacionales de salud financian
cuentra todavía legislada. los costes de la NAD, no siempre están regulados
En algunos países, como Estados Unidos y el su distribución, control y seguimiento. En cuanto a
Reino Unido, existen unas normativas estándar pa- la distribución de las fórmulas y del material nece-
ra ser aplicadas a nivel nacional; pero no ocurre lo sario para la NPD, en algunos países es el propio
mismo en todos, pues en otros muchos ni siquiera hospital el que se encarga de ello, en otros se rea-
hay legislación específica para este tratamiento. La liza a través de las farmacias privadas o a partir del
organización y los cuidados del paciente con NAD sistema primario de salud, y, finalmente, en otros

335
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

se efectúa mediante la colaboración de casas co- debería ser negado a nadie que pudiera beneficiar-
merciales. se del mismo, pero tampoco administrado sin unos
En España, aunque la NED está legislada y se objetivos claros.
regula a través de los facultativos adscritos a las
unidades de nutrición, su organización y funcio-
namiento dependen no sólo de cada comunidad 5.1. Indicaciones de la nutrición
autónoma, sino incluso de cada centro hospitala- enteral domiciliaria
rio. La legislación española otorga a las unidades de
nutrición la responsabilidad de regular la adminis- La distribución por edades muestra un gran pre-
tración de la NAD, evaluando la indicación y plani- dominio de personas con más de 70 años entre los
ficando la monitorización del tratamiento. Existen pacientes con NED, incluyendo pacientes con gran
comunidades donde el suministro de la fórmula y discapacidad y que requieren importantes medidas
del material necesario se realiza a partir de las far- de soporte. De hecho, la distribución por edades es
macias de los centros hospitalarios, mientras que bimodal, con un pico en la primera década de la vi-
en otras son las farmacias de asistencia primaria las da y otro, mucho más grande, entre los 70 y los 80
responsables de la distribución. Asimismo, el segui- años. En NED, la mayor indicación son los trastor-
miento de los pacientes varía en función de las po- nos de la deglución, tanto de origen neurológico
sibilidades de cada centro. Algunos centros atien- como neoplásico (Tabla 1). Aunque las enferme-
den en sus consultas externas a todos aquellos dades neurológicas, concretamente los accidentes
pacientes que pueden acudir a ellas. El seguimiento cerebrales vasculares, las demencias y la esclerosis
de los pacientes encamados, sin que esté claramen- múltiple, eran el diagnóstico más frecuente en es-
te definido, suele ser controlado por la asistencia tos pacientes hasta hace unos años, ahora se ob-
primaria. En algún caso concreto (algunas áreas de serva que el cáncer -orofaríngeo y esofágico- va
Cataluña) existen convenios de colaboración entre cobrando cada vez más importancia y peso especí-
las unidades de nutrición hospitalarias y casas co- fico. En la serie de España correspondiente al año
merciales para la distribución de las fórmulas y del 2002 se aprecia que el 38,6% de los pacientes que
material accesorio, así como para la atención y el reciben NED son enfermos neurológicos, mientras
seguimiento de los pacientes, bajo la responsabili- que el 34,8% son neoplásicos.
dad final de las unidades de nutrición. En cuanto a La NED es una modalidad de tratamiento indicada
la NPD, en España no existe legislación al respecto, en aquellos pacientes que precisan nutrición enteral
si bien algunos centros hospitalarios están autori- después de haber alcanzado una estabilidad clínica de
zados (con convenios locales) a su administración. su enfermedad de base que no obliga a que perma-
Pese a que las políticas sanitarias de los distin- nezcan hospitalizados. El acceso al tracto gastrointes-
tos Gobiernos deberían fomentar la transferencia tinal ha de ser el más natural y menos invasor posible,
a sus domicilios de los pacientes que requieren NA incluyendo la ingesta oral de nutrientes. Los pacien-
de larga evolución, no obstante, sin una legislación tes deben ser cuidadosamente seleccionados por
sobre su uso que incluya no sólo su financiación, si- un equipo experto en NAD; de hecho, tienen que
no también su seguimiento con guías de actuación cumplirse unos requerimientos mínimos, concreta-
y su evaluación para poder acreditar aquellos cen- mente todos los que aparecen en la Tabla 2.
tros capacitados, es difícil que esta modalidad te-
rapéutica se potencie, se registre y se lleve a cabo
correctamente. 5.2. Indicaciones de la nutrición
parenteral domiciliaria
Al igual que sucede con la NED, en la NPD exis-
5. Indicaciones te una distribución bimodal, con un pico en la pri-
mera década de la vida, que engloba a un grupo he-
En el momento actual, la patología más tribu- terogéneo de pacientes, y un segundo pico, mucho
taria de NAD es la enfermedad neoplásica. La se- mayor, en la cuarta década. Los criterios de selec-
lección del paciente es básica. Este tratamiento no ción son los que aparecen en la Tabla 3.

336
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

Tabla 1. PRINCIPALES INDICACIONES DE NED EN PACIENTES ADULTOS

Neoplasias
• De boca, esófago, cabeza o cuello
• De estómago, hígado o páncreas
• Del tracto intestinal
Enfermedades neurológicas
• Demencia por Alzheimer o por infartos cerebrales múltiples
• Esclerosis lateral amiotrófica
• Disfagia por accidente cerebral vascular
• Traumatismo craneal, estado vegetativo persistente
• Corea de Huntington
• Esclerosis múltiple
• Enfermedad de Parkinson
Trastornos gastrointestinales
• Acalasia
• Enfermedad de Crohn
• Enfermedad isquémica intestinal
• Enteritis rádica
• Colitis ulcerosa
Miscelánea
• Sida
• Fallo hepático
• Fractura o cerclaje de mandíbula
• Pérdida importante de peso o anorexia
NED: nutrición enteral domiciliaria.

Tabla 2. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE PACIENTES EN PROGRAMA DE NED

• Incapacidad para cubrir los requerimientos energéticos con alimentos convencionales por vía oral
• Función gastrointestinal suficiente
• Estado clínico que permita su traslado y atención en el domicilio
• Demostración de tolerancia al tratamiento prescrito
• Posibilidad de monitorización periódica
• Aceptación del tratamiento domiciliario por parte del paciente y su familia
• Buen manejo en la práctica de la NE por parte del paciente, familiar o cuidador, tras haber recibido
el correspondiente entrenamiento
• Domicilio con condiciones adecuadas (higiene, posibilidad de almacenamiento de los productos…)
• Tolerancia, a ser posible, del tratamiento nutricional prescrito antes del alta hospitalaria
• Superioridad de los beneficios con respecto a los riesgos que esta modalidad terapéutica
comporta
• Mantenimiento o mejora de la calidad de vida del paciente, como consecuencia de la NED

NE: nutrición enteral; NED: nutrición enteral domiciliaria.

Las indicaciones de la NPD varían dentro de to- nóstico de pacientes con NPD corresponde a la
das aquellas que, de alguna manera, comportan fa- enfermedad de Crohn. En el último registro de Es-
llo intestinal (Tablas 4 y 5). En algunos países, paña, correspondiente a 2002, el diagnóstico más
como es el caso del Reino Unido, el primer diag- frecuente fue la isquemia mesentérica, en un 30,6%

337
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Tabla 3. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE PACIENTES EN NPD

• Fallo intestinal confirmado que impida cubrir los requerimientos nutricionales


• Situación clínica que permita que el paciente sea atendido fuera del ámbito hospitalario
• Presunción de que la NPD comportará cierto grado de mejora del estado de nutrición y rehabilitación
• Tolerancia demostrada a la pauta nutricional
• Aceptación del tratamiento por parte del paciente y la familia
• Entorno domiciliario adecuado para el manejo de la NPD
• Comprensión del programa educativo
• Existencia de medios, humanos y técnicos, apropiados a su uso

NPD: nutrición parenteral domiciliaria.

Tabla 4. PRINCIPALES SITUACIONES


tamiento antineoplásico (radioterapia y quimiote-
CLÍNICAS QUE INDICAN LA NPD
rapia) conlleva, deben ser alimentados con NED
durante periodos más o menos prolongados de
• Resección intestinal extensa por:
tiempo; por el contrario, muchos de los pacientes
neurológicos en la NED son de tratamiento definiti-
- Isquemia mesentérica
vo. Asimismo, en la NPD, algunos tratamientos tran-
- Enfermedad inflamatoria intestinal
sitorios corresponderían a síndromes de intestino
- Complicaciones de la cirugía abdominal corto que con reeducación pueden llegar a prescin-
• Dismotilidad intestinal dir de la nutrición parenteral o a pacientes con fís-
• Enteritis rádica tulas intestinales o neoplasias pendientes de ulterior
• Patología congénita tratamiento quirúrgico, mientras que otros trata-
• Neoplasias con obstrucción en las que se mientos, especialmente en malformaciones congéni-
ha desestimado el tratamiento quirúrgico tas en niños o en determinadas miopatías, son defi-
nitivos, a no ser que el individuo sea sometido a un
NPD: nutrición parenteral domiciliaria. trasplante de intestino delgado.
El tratamiento de los pacientes neoplásicos con
Tabla 5. COMPLICACIONES QUE NPD y de los pacientes terminales con NED ha si-
COMPORTA EL USO DE NPD do siempre motivo de discusión. Muchos pacientes
terminales prefieren estar en casa en lugar de per-
• Síndrome de intestino corto manecer en el hospital y aprecian la oportunidad
• Obstrucción intestinal que esta modalidad terapéutica les depara de com-
• Fístulas partir con su familia los últimos meses de su vida, lo
• Pseudoobstrucción que además les permite poner en orden determi-
• Otras nadas cuestiones personales. Como norma se acep-
ta que este tratamiento debería ser administrado
NPD: nutrición parenteral domiciliaria.
como mínimo durante un periodo de 3 meses. En
general, los pacientes neoplásicos con obstrucción
de los casos, seguida de las neoplasias, en un 13,9%, intestinal se tratan de manera paliativa con una en-
y de la enteritis posradiación, en el 12,5%. terostomía de descompresión. Se desconoce hasta
Se pueden distinguir dos grandes grupos de pa- qué punto la calidad de vida de estos enfermos es
cientes con NAD dependiendo de la duración del o no mejor con NPD. La supervivencia de los pa-
tratamiento: pacientes en los que este tratamien- cientes neoplásicos con obstrucción intestinal es
to es definitivo, y pacientes en los que la duración de 6 meses como media. La decisión de iniciar una
del tratamiento es transitoria. Dentro de la NED NPD en estos enfermos debe ser tomada de ma-
hay tratamientos transitorios a muchos pacientes nera individual y después de comentar ampliamente
neoplásicos que, por la sintomatología que el tra- con la familia sus ventajas e inconvenientes.

338
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

6. Requisitos generales 6.2. Proceso de transferencia


para el correcto del hospital al domicilio
funcionamiento
El traspaso del paciente del ámbito hospitalario
Para que un programa de NAD funcione co- al domicilio ha de coordinarse entre el equipo de
rrectamente es preciso haber definido perfecta- nutrición responsable del tratamiento (sea o no el
mente una serie de requisitos que contribuirán mismo que lo ha indicado), el paciente, la familia o
a que este tratamiento tenga éxito una vez admi- el cuidador, el médico de familia y la empresa o en-
nistrado fuera del ámbito hospitalario, lo que en tidad responsable del servicio. Es muy importante
definitiva repercutirá en una mejor calidad de vida que tanto el médico de familia como el personal de
del paciente y de la familia. enfermería de atención primaria estén al corrien-
te del tratamiento. En cualquier caso, debe quedar
plenamente confirmado que el paciente dispondrá
6.1. Selección del paciente de los servicios y atenciones necesarios para que
el tratamiento no presente deficiencias. La enfer-
En general, la selección del paciente se reali- mera o la dietista será la responsable de programar
zará mientras éste permanezca ingresado en el el plan de alta del paciente seleccionado para es-
hospital. No obstante, en ocasiones se plantea te tratamiento; ello se iniciará mientras el paciente
el tratamiento cuando el paciente está ya en su permanezca hospitalizado.
domicilio, en una residencia de la tercera edad o Si se plantean cambios en la administración, debe-
en un centro para pacientes crónicos. En el pro- rán realizarse en el hospital para valorar si el paciente
ceso de selección se definirán una serie de pa- tolera la pauta seleccionada. La información inicial in-
rámetros, tanto objetivos como subjetivos, que cluye la filiación del paciente, la dirección y los teléfo-
conjuntamente con factores médicos y psico- nos de contacto, así como los datos clínicos de inte-
sociales influyen en el tratamiento nutritivo do- rés. Además es preciso que se comprenda la técnica
miciliario. Así, de la misma manera que se con- que hay que realizar, que se compruebe el adecuado
cretará claramente la vía de administración de ambiente domiciliario y que estén cubiertos los re-
los nutrientes, se precisará una estabilidad clíni- querimientos asociados a la técnica. El paciente y el
ca suficiente para poder prescindir de los cuida- familiar o cuidador dispondrán del material necesa-
dos hospitalarios, se conocerán claramente otros rio para su administración y de los teléfonos de con-
tratamientos asociados, habrá disponibilidad para tacto que les permitirán efectuar consultas de rutina
posibles cambios en el tratamiento nutritivo, ha- y solucionar posibles situaciones de emergencia, y co-
bilidad para identificar y tratar problemas meno- nocerán los circuitos de actuación para el buen fun-
res, y conocimiento de aquellas situaciones que cionamiento del servicio. Una vez en el domicilio, la
requieran asistencia sanitaria. A nivel psicoso- enfermera o dietista monitorizará periódicamente el
cial es imprescindible que haya estabilidad emo- tratamiento, revisará la comprensión y el seguimien-
cional familiar, ausencia de trastornos psiquiátri- to de las guías aceptadas, y reconocerá todos aque-
cos, normas de higiene domiciliaria, expectativas llos asuntos psicosociales que de alguna manera pue-
de vida, así como concordancia con creencias re- dan influir en el desarrollo de la terapéutica.
ligiosas o culturales.
Una vez que el paciente ha sido seleccionado,
él mismo y un familiar o cuidador tienen que ser 6.3. Consideraciones
educados en la técnica y disponer de todas las fa- de financiación
cilidades para el control y seguimiento, así como
para la obtención de todo el material y las fórmu- Hay que insistir en que no debe empezarse nin-
las necesarias. Los pacientes que reciben NAD han gún tratamiento a domicilio si no existe financia-
de ser controlados por un equipo formado por ción, sea pública o privada, del mismo. Esta finan-
médico, enfermera y dietista, todos ellos expertos ciación variará en los distintos países y sistemas,
en NAD, que debería asegurar la posibilidad de fi- pero sin ella es imposible que estos tratamientos
nanciarlo. sean factibles. La financiación debe incluir no sólo

339
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Tabla 6. PLAN ESTRATÉGICO DE FORMACIÓN EN NAD

Medidas generales
• Objetivos del tratamiento a corto y a largo plazo
• Recordatorio del protocolo de actuación
• Frecuencia de las visitas
• Normas de seguimiento y monitorización
• Derechos y deberes
• Teléfonos de contacto
Cuidados específicos
• Prescripción de nutrientes
• Preparación del material necesario
• Horario de administración
• Coordinación entre administración de nutrientes y otras prescripciones terapéuticas
• Guías de actuación ante posibles complicaciones o ante la necesidad de pasar de una
a otra modalidad de tratamiento
NAD: nutrición artificial domiciliaria.

el suministro periódico del material y de las fórmu- rá un manual por escrito (claro y sencillo) para que
las necesarias, sino también la posibilidad de esta- puedan revisar los pasos necesarios. Por último, los
blecer cambios en los tratamientos y sistemas pa- conocimientos se repasarán de manera periódica.
ra su administración, la disponibilidad permanente Los objetivos generales del programa de edu-
de teléfonos de contacto, el control y seguimiento cación o adiestramiento consisten en aprender de
médico y por parte de la enfermería, la posibilidad forma segura y efectiva la autoadministración de la
de atención o reingreso hospitalario, así como los NED o de la NPD, los cuidados de la sonda, ostomía
traslados que el tratamiento genere. o catéter venoso, y los procedimientos de monitori-
zación del tratamiento. El proceso de educación ha
de estar centrado en el propio paciente para per-
6.4. Educación o adiestramiento mitir la autonomía personal, aunque es conveniente
que un familiar o cuidador también conozca la técni-
El adiestramiento tiene que ser llevado a cabo ca. El objetivo prioritario será que, al finalizar el pro-
por una persona (enfermera/dietista) experta en el grama de educación, el paciente pueda realizar por
tema e integrada en un equipo de soporte nutriti- sí solo toda la técnica.
vo. Dentro de la formación se incluirá también un Como objetivos específicos se plantean conocer la
conocimiento de la logística del programa respon- composición y finalidad de la NAD, los objetivos del
sable de este tratamiento. tratamiento nutricional, la vía de administración de la
El programa de formación ha de ser sencillo y NAD y los cuidados de la misma, la función del mate-
comprensible. Deberá proporcionar eficacia, seguri- rial que se va a utilizar, las prácticas de manejo, la teo-
dad y confort al paciente. Comprenderá la exposi- ría y práctica del inicio y finalización de la pauta de ad-
ción de temas teóricos y prácticos, abiertos al diá- ministración de la nutrición, la bomba de perfusión si
logo, distribuidos en diversas sesiones de duración se requiere, la programación del ritmo de infusión, el
limitada (no superior a 1 h/sesión). Incluirá una eva- significado de todas las alarmas de la bomba de per-
luación, teórica y práctica, de los conocimientos ad- fusión, los cuidados y el almacenamiento de los pro-
quiridos antes de pasar al siguiente tema y al con- ductos de nutrición, además de describir las posibles
cluir el programa educativo. La formación será complicaciones mecánicas, infecciosas y metabólicas,
meticulosa y repetitiva, y nunca se progresará hasta saber cuáles son las medidas encaminadas a preve-
que el paciente y el familiar o cuidador conozcan y nirlas o resolverlas, y, finalmente, estar al tanto de los
realicen correctamente aquello que se les está ense- controles habituales, tales como el peso, la tempera-
ñando. Al final del adiestramiento se les suministra- tura, la diuresis, la glucemia capilar, etc. (Tabla 6).

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M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

El plan de adiestramiento debe desarrollarse an- Tabla 7. PLAN TERAPÉUTICO PARA EL


tes del alta hospitalaria. En aquellas ocasiones en CORRECTO FUNCIONAMIENTO
que el paciente está ya dado de alta, se dispondrá DE LA NAD
de personal para supervisar el proceso durante el
tiempo de educación que se efectúe en el domi- Evaluación de las necesidades
cilio. Finalmente, de manera periódica habrá que nutricionales
• Aportes por vía parenteral
comprobar que el paciente y el familiar o cuidador
• Aportes por otras vías
siguen comprendiendo los motivos del tratamien-
Control de la enfermedad de base
to, sus posibles complicaciones y que continúan
• Coordinación con otros especialistas
realizando la técnica a la perfección.
Expectativas de supervivencia
y calidad de vida
• Valoración inicial
6.5. Documentación • Valoración periódica
Selección del tipo de catéter
Es imprescindible que el paciente, familiar o cui- • Tunelizado
dador disponga de toda la documentación necesaria, • Implantado
la cual estará redactada de manera fácilmente com-
Valoración de la pauta de administración
prensible. Se precisa el consentimiento informado, así • Continua o cíclica
como un informe médico con justificación del tra- • Frecuencia semanal
tamiento, para que todo el proceso burocrático se Elaboración del programa educativo
ponga en marcha. Además, de la misma manera que • Adaptado a cada caso individual
un médico debe ser el responsable final del trata-
Organización del seguimiento, control
miento nutricional, es necesario que exista un infor- y suministro
me periódico de reevaluación a intervalos de tiempo • Equipo sanitario multidisciplinar
previamente establecidos, o ante determinadas inci- • Suministro de material
dencias o cambios en la situación del paciente. • Canales de comunicación
Otra documentación adicional incluye informa- • Periodicidad de revisiones
ción sobre la técnica concreta de nutrición artificial,
NAD: nutrición artificial domiciliaria.
pautas de administración en cada caso específi-
co, normas de actuación ante las distintas posi-
bles incidencias, derechos y deberes del paciente
y de los proveedores, medicación, fórmula y mate- cia. Lo ideal es que en su diseño participen tanto
rial que se recibirán en cada suministro, periodici- el paciente, la familia o el cuidador como el equipo
dad de distribución y visitas regulares, teléfonos de de soporte nutritivo. Debe englobar desde los ob-
contacto, así como las normativas y la periodicidad jetivos claramente definidos, a corto y largo plazo,
de los controles bioquímicos. También debe existir hasta el programa de monitorización de la eficacia
documentación escrita sobre el tratamiento admi- del tratamiento y la reevaluación periódica de la in-
nistrado, sus objetivos, su tolerancia, sus complica- dicación del mismo (Tabla 7).
ciones, etc. Todo ello será de gran utilidad siempre Dentro de unos objetivos globales comunes, el
que, por cualquier motivo, el paciente requiera in- plan estratégico variará de unos países a otros e in-
greso hospitalario, asistencia a urgencias o control cluso dentro de un mismo país. Tal es el caso de la
médico por otro facultativo. logística de suministro del material necesario para
la NAD en España. Hay comunidades autónomas en
las que el material se consigue a partir de las farma-
6.6. Plan estratégico cias de los centros hospitalarios; si no se dispone de
de actuación y cuidados agencias contratadas para su distribución, esto tiene
el inconveniente de la dependencia física del hospital,
Al elaborar el plan estratégico que se va a seguir que obliga al paciente o a la familia a desplazarse pe-
se tendrá en cuenta que éste sea simple, claro, fácil riódicamente hasta allí para obtener el material ne-
de llevar a cabo y que requiera la mínima asisten- cesario para el tratamiento. En otras comunidades

341
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

autónomas, el material se suministra a través de las atributos y características, la cuantificación e identi-


farmacias de asistencia primaria. Y, finalmente, en ficación de los objetivos y resultados. Los indicado-
otras se facilita mediante acuerdos con la industria res están relacionados con la actuación y los resulta-
farmacéutica, que transporta al domicilio del pacien- dos, e informan sobre la integración entre la práctica
te todo el material necesario para el tratamiento. y los estándares exigidos; sirven como termómetros
que avisan del correcto o incorrecto cumplimiento
de lo previamente establecido.
6.7. Comunicación En definitiva, la NAD, como cualquier otro tipo
de tratamiento domiciliario, requiere proporcionar
El paciente y su familia deben conocer los obje- a los consumidores un servicio de calidad y que,
tivos y planes del tratamiento. De hecho, cuando se al mismo tiempo, sea rentable. Para ello es bási-
establezca el plan de administración, han de infor- co que tanto los profesionales de la salud como las
mar sobre el estilo de vida del paciente y la fami- potenciales agencias de suministro del tratamien-
lia, para que los horarios establecidos no sean una to, además de los pacientes y familias, tengan bien
complicación más a toda la problemática que cual- definidos unos estándares de actuación. Todo ello
quier enfermedad comporta. Es necesario que haya repercutirá en la salud física del paciente, en su ca-
una relación periódica con la enfermera y el médi- lidad de vida y la de su familia o cuidadores y en la
co para valorar la respuesta al tratamiento, la exis- economía de la salud.
tencia y el manejo de posibles complicaciones, así
como la revisión de la indicación del tratamiento.
Se debe tener siempre presente que estas téc-
nicas de tratamiento domiciliario han de enfocarse 7. Resultados.
hacia la consecución de una mejor calidad de vida Coste/efectividad
tanto para el paciente como para la familia. Si bien
los pacientes con NED pueden quejarse de sen- 7.1. Resultados clínicos
sación de repleción abdominal o de diarrea, aqué- y calidad de vida
llos con NPD suelen sufrir molestias de sensación
de sed o de necesidad de diuresis frecuente, lo Los resultados de la NAD dependen mucho de
que puede llegar a ser especialmente problemáti- los pacientes atendidos. Los informes al respecto
co en los pacientes que reciben la nutrición paren- suelen ser confusos, porque mezclan poblaciones
teral durante las noches. En general, los pacientes de pacientes adultos con niños,pacientes con NAD de
se quejan de limitación en la capacidad para reali- larga evolución con aquellos en los que el tratamien-
zar actividades físicas, interferencia con las activida- to es de corta duración, y enfermedades benignas y
des sociales, así como de la existencia de múltiples malignas. Existe un amplio abanico, tanto en el cam-
problemas emocionales relacionados básicamente po de la NED como de la NPD. En la modalidad te-
con la imposibilidad de comer por boca. rapéutica por vía enteral, los pacientes neurológicos
generalmente no suelen volver a ser nutridos por vía
oral con dieta convencional y pueden vivir con es-
6.8. Evaluación te tratamiento muchos años, especialmente aquéllos
con enfermedades neurológicas crónicas. En cambio,
El correcto tratamiento requiere una periódica los pacientes neoplásicos, si bien soportan cifras de
evaluación para que persista la calidad del servicio mortalidad más elevadas, reinician en muchos casos
administrado. La evaluación de cualquier servicio se- la dieta oral convencional. Dentro del apartado de
rá más objetiva si la realizan personas ajenas a él. NPD, los pacientes con enfermedad de Crohn acos-
Deberán poder ser evaluados unos estándares míni- tumbran a presentar buenas supervivencias a largo
mos sobre la valoración y el cuidado del paciente, la plazo, y un gran porcentaje puede dejar esta moda-
educación recibida y la continuidad del cuidado, que lidad terapéutica para tornar a la dieta oral conven-
permitan acreditar el uso del tratamiento. La evalua- cional. Por el contrario, los pacientes que reciben
ción de estos estándares exige la definición y apli- NPD dentro de un contexto de enfermedad neoplá-
cación de unos indicadores que posibiliten, por sus sica fallecen en un 80% dentro del primer año. En si-

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M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

tuación intermedia se encuentran los pacientes afec- Recientemente se han publicado los resulta-
tos del síndrome de intestino corto, los cuales tienen dos de una encuesta a nivel europeo para valorar
expectativas de vida larga y, con un buen programa la duración y rehabilitación clínica y social de 228
de reeducación, consiguen ser alimentados, total o pacientes en NPD. La duración de la NPD fue de
parcialmente, por vía oral. 7 años, con un rango de 2-24 años. El 65% de los
Los datos aportados por el British Artificial Nu- pacientes tenían un intestino corto inferior a 100
trition Survey (BANS) muestran que, de 8.832 pa- cm. El estado nutricional, medido mediante la va-
cientes analizados con NED, al año habían fallecido loración global subjetiva, demostró que el 79% de
un 22,4% de ellos, 13,6% volvieron a ser nutridos ellos estaban normonutridos, recibiendo una media
con dieta oral convencional, 62,0% seguían en acti- de 5,6 bolsas de nutrición a la semana. Al evaluar
vo en el programa de NED, y el 2% fueron, volun- los reingresos en los últimos 12 meses, la media
tariamente o no, apartados del programa o perma- fue de 23 días, siendo en la mitad de los casos por
necían ingresados en un hospital. Por su parte, de complicaciones de la NPD. La complicación más ha-
246 pacientes con NPD, al año sólo había falleci- bitualmente observada fue la sepsis por catéter. La
do un 4% de ellos, el 11,4% volvió a la alimentación enfermedad metabólica ósea se presentó con más
oral convencional, y un 82,1% continuaba en activo frecuencia que la enfermedad hepática. Sólo un 10%
en el programa de NPD. de los médicos y el 8% de los pacientes mostraron
En nuestra serie (NADYA) del año 2002, en los interés por el trasplante intestinal. La calidad de vi-
pacientes con NED se observa que al finalizar el da, medida por el índice de Karnofsky, mejoró signi-
año seguían en activo el 48,9% de ellos, mientras ficativamente durante el tratamiento.
que en un 42,3% se suspendió la NED; las causas
más comunes de suspensión fueron el paso a nu-
trición oral convencional (47,3%) y la muerte rela- 7.2. Coste económico
cionada con la enfermedad de base (36,8%). De los
72 pacientes con NPD registrados en 2002, al fina- Cualquier modalidad terapéutica debería ser valo-
lizar el año continuaban en activo con NPD el 75% rada en conjunto, en función no sólo de su coste eco-
de ellos, y en el 23,6% de los casos se había retira- nómico, sino también de los beneficios que propor-
do la NPD (por exitus en el 52,9% de los casos, por ciona tanto al paciente y la familia como a la sanidad.
nutrición oral convencional en el 23,5% y por pa- En general se acepta que los costes de la NAD,
sar a nutrición enteral en el 11,8%). incluidos todos los gastos que conlleva, desde la
Otro problema es la calidad de vida de los pa- dispensación de las fórmulas de nutrición y el ma-
cientes que permanecen con estos tratamientos. terial accesorio hasta las visitas médicas o de en-
Existen pocos estudios que valoren la calidad de vi- fermería, las consultas telefónicas y los diversos
da, algunos de ellos realizados, por ejemplo, en pa- costes de oficina generados, resultan más econó-
cientes con NPD por fallo intestinal que, si bien glo- micos que si el tratamiento se administra en el ám-
balmente (70,3%) admiten tener una buena calidad bito hospitalario, siendo inferiores a los del hospi-
de vida, también se lamentan de que hay numerosas tal en un 60-70%. La principal diferencia, sin duda,
áreas en las que no obtienen los objetivos espera- es la ausencia de costes de hospitalización.
dos; éstas van desde la sintomatología (40,5%) has-
ta la disfunción social (51,3%) o la incapacidad pa-
ra retornar al trabajo (88,9%). Otros estudios que
también evalúan la calidad de vida en pacientes con 8. Consideraciones
NPD de larga evolución concluyen que, aunque este específicas
tratamiento ha representado un gran avance, deben
hacerse esfuerzos para rehabilitar a estos pacientes 8.1. Nutrición enteral domiciliaria
no sólo desde el punto de vista funcional y de su-
pervivencia, sino también desde la visión psicológi- 8.1.1. Definición
ca y emocional. En este sentido parecen dirigirse las
expectativas del trasplante intestinal para aquellos La nutrición enteral (NE) es la nutrición por vía
pacientes con fallo intestinal irreversible. digestiva en pacientes que están desnutridos o pre-

343
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

sentan riesgo de estarlo y cuya ingesta oral de ali- versus ostomías, en general se acepta que ante nu-
mentos es inadecuada para cubrir sus requerimien- triciones enterales de más de 4 semanas de dura-
tos energéticos. No es necesario para nutrir por vía ción debería estar indicado el uso de ostomías. Las
enteral que el tracto gastrointestinal funcione co- sondas nasogástricas o nasoenterales resultan más
rrectamente; sólo se precisa que la función digesti- baratas, más fáciles de colocar y suelen conllevar
va y la capacidad de absorción sean suficientes para menos complicaciones, pero son más engorrosas
cubrir las necesidades energéticas del individuo. para el paciente y más fáciles de retirar voluntaria
o involuntariamente. Por el contrario, las ostomías
requieren de un proceso invasivo para su coloca-
8.1.2. Manejo ción, lo que siempre comporta un riesgo, por míni-
mo que sea; además, dado que atraviesan la pared
El manejo de la NED presenta, al igual que la abdominal, siempre pueden asociarse a complica-
NPD, algunas consideraciones especiales que están ciones más importantes que las sondas nasogástri-
en relación con el hecho de administrar la NA fue- cas o entéricas.
ra del ámbito hospitalario. Así, al indicar NED a un No obstante, lo habitual es que se indique una
paciente determinado se seleccionarán el tipo de gastrostomía de alimentación para administrar la
sonda y los equipos y sistemas de administración NED (Figuras 1 y 2). Las gastrostomías o yeyu-
más apropiados, se elegirá la fórmula de nutrición nostomías pueden ser colocadas quirúrgicamente
más adecuada a su situación fisiopatológica, y se o por vía percutánea, estas últimas mediante en-
optará por el método y horario de administración doscopia (PEG) o radiología. Actualmente, la téc-
más fácilmente aplicables en cada caso concreto. nica quirúrgica es poco utilizada; de hecho, está
limitada a aquellas situaciones en que el pacien-
te precisa, por otros motivos, una laparotomía, o
8.1.3. Sondas cuando las técnicas percutáneas están contraindi-
cadas (cirugía gástrica previa u obesidad extrema).
8.1.3.1. Selección de la sonda de nutrición Las técnicas endoscópicas y radiológicas permiten
su colocación sin necesidad de ingreso hospitalario.
La NED suele administrarse a través de sondas La técnica endoscópica parece la de elección por
de ostomía (gastrostomías o yeyunostomías) co- su coste/efectividad. Por su parte, las técnicas per-
locadas a partir de cirugía, endoscopia o radiolo- cutáneas radiológicas permiten la colocación de
gía. Las sondas nasogástricas o nasoentéricas están ostomías en pacientes en los que, por problemas
indicadas en contadas excepciones, tan sólo cuan- de obstrucción, es imposible el paso del endosco-
do se prevé un tratamiento de corta duración sin pio. Inconvenientes de las mismas son el pequeño
riesgo de broncoaspiración, en aquellas raras si- diámetro de las sondas, la necesidad de fijación me-
tuaciones en las que la sonda se coloca diariamen- diante placa protectora hasta su cambio por una
te, o bien cuando el paciente (o la familia si el pa- sonda definitiva de balón y el hecho de tener que
ciente no es competente) prefiere la sonda a la ser recambiadas la primera vez mediante técnica
ostomía. radiológica.
Como norma, nutrir a través del estómago siem-
pre es más fácil, básicamente porque es la técnica 8.1.3.2. Características de la sonda
más fisiológica, porque la colocación de la sonda es
sencilla y, finalmente, porque no suele ser necesario Otras características que hay que tener en
utilizar bombas de perfusión. Sin embargo, en oca- cuenta al elegir la sonda son el material, la longitud,
siones no se tolera la administración gástrica (gas- el diámetro, el empleo o no de fiador en su colo-
troparesia, íleo gástrico, cirugía abdominal recien- cación, el uso de lastre, el número de agujeros y el
te, reflujo gastroesofágico importante, pancreatitis, tipo de conexión.
broncoaspiración repetitiva) y se debe recurrir a la En cuanto al material, actualmente en la NED se
vía intestinal, normalmente yeyunal. utilizan las sondas de poliuretano o de silicona. Las
Sin que exista un tiempo claramente definido de silicona son más blandas y, por ello, más confor-
para usar sondas nasogástricas o nasoenterales tables; por el contrario, la aspiración gástrica a tra-

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M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

vés de ellas es difícil por la propensión a colapsar-


se las paredes. Las sondas de poliuretano son más
fuertes y poseen un diámetro interno más grande
a igual diámetro externo. Respecto a las ostomías,
aunque en ocasiones, especialmente cuando éstas
se han colocado quirúrgicamente, se usan catéte-
res Foley, éstos tienen gran tendencia a ser corroí-
dos por los jugos gastrointestinales.
La longitud de las sondas varía en función de
dónde se quiere que éstas finalicen, sea en el es-
tómago o en el intestino, y en duodeno o yeyuno.
A nivel domiciliario están adquiriendo cada vez
Figura 1. Sonda de gastrostomía tipo PEG de primera más aceptación las sondas de gastrostomía tipo
colocación. “botón”, gastrostomías con extremo de salida al
exterior muy corto que finaliza a nivel de la piel
del abdomen (Figura 3); por ello resultan muy
cómodas y más estéticas.
En cuanto al diámetro, a nivel domiciliario se
prefiere que no sean excesivamente estrechas. El
tamaño de 12 Frenchs es de los más aceptados.
Ello responde a que, en general, se trata de pa-
cientes que requieren recibir a través de la son-
da, además de la nutrición, diversos medicamen-
tos, y el uso de sondas de diámetro muy pequeño
comporta con frecuencia obstrucciones de las
mismas.
La utilización de sondas con lastre no tiene nin-
gún sentido en la NED, y además son sondas de ma-
yor precio que contribuyen a encarecer los costes
de la NED. De hecho, ni siquiera suelen ser necesa-
rias en los hospitales, con algunas excepciones, co-
mo es el caso de determinados pacientes críticos.
Figura 2. Sonda de gastrostomía tipo PEG de recambio. La teoría de que por llevar lastre sea más fácil su
paso desde el estómago hasta el intestino no está
suficientemente demostrada.
El fiador es muy útil para la introducción de las
actuales sondas de silicona y poliuretano, ya que
contribuye a darles consistencia para facilitar su in-
troducción. No obstante, una vez colocadas, éste
ha de ser retirado del ámbito, puesto que en nin-
guna ocasión deberá ser reintroducido con finali-
dades de desobstrucción o de recolocación, por el
peligro de perforación.
Los agujeros distales de la sonda tienen que ser
lo más amplios posible para evitar su obstrucción.
Asimismo, las sondas que finalizan en forma de Y
con dos entradas suelen ser recomendadas, dado
que posibilitan la administración de agua y medica-
mentos sin que sea necesario desconectar la per-
Figura 3. Sonda de gastrostomía tipo “Botton”. fusión de la fórmula.

345
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

8.1.3.3. Cuidados de la sonda Hay una serie de operaciones destinadas a des-


obstruir una sonda, las cuales van desde la inyec-
La fijación de las sondas debe ser realizada de ma- ción de agua a presión, siempre con una jeringa
nera que no represente un engorro para el paciente, de pequeño volumen, hasta la administración de
pero que asegure su inmovilidad. La inserción de las agentes anticoagulantes, de bebidas carbonatadas
sondas de ostomía es muy importante, ya que con y, en casos rebeldes, de enzimas digestivas. Nunca
facilidad pueden presentarse a este nivel complica- se intentará resolver el problema reintroducien-
ciones, siendo las principales la infección o la ne- do el fiador, ya que esto podría perforar la son-
crosis local de la pared abdominal. Para evitar irri- da y el tracto digestivo. El éxito en las maniobras
taciones y excoriaciones cutáneas, la localización de de desobstrucción dependerá de la causa, de la
la fijación de las sondas ha de cambiarse por lo me- longitud de sonda obstruida y del tiempo de obs-
nos cada dos días. Los apósitos de las sondas de gas- trucción.
trostomía o yeyunostomía tienen que ser retirados a La sonda no se recambiará a no ser que resul-
las 24-48 horas, con excepción de aquéllas colocadas te necesario. Por ello no existe un plazo de tiempo
por vía radiológica, en cuyo caso no se retirarán de- de permanencia de las sondas. Éstas se reemplaza-
finitivamente hasta su recambio por sondas balón. El rán cuando presenten problemas (obstrucciones)
mejor cuidado de las ostomías es su limpieza diaria que no puedan solucionarse con otras medidas
con agua y jabón. La excesiva tensión de la sonda de o ante rotura o desperfectos de las mismas. Lo ha-
ostomía, así como su exceso de movilización, puede bitual es que sea el cuidador quien haga el cambio
provocar tejido de granulación a nivel de su inserción de las sondas de nutrición; no obstante, en ocasio-
en la pared abdominal; éste se tratará con aplicacio- nes es la enfermera la que efectúa esta tarea. En re-
nes, cada 2-3 días, con nitrato de plata. lación con los recambios de las sondas de gastros-
Una vez que la sonda ha sido correctamente co- tomía, los primeros serán ejecutados por personal
locada, es muy importante marcar su entrada a la experto en la técnica, y posteriormente los llevará
nariz o estoma para detectar cualquier posible mi- a cabo el paciente, familiar o cuidador. Es importan-
gración. La salida de la sonda se mantendrá limpia, te, por un lado, que se conozca el tiempo impres-
y debe cambiarse de orientación periódicamente cindible para que las sondas de gastrostomía ha-
para evitar que ocasione lesiones por decúbito. Se yan realizado el tracto o túnel epitelizado (más de
protocolizará también la frecuencia de monitoriza- 2 semanas) y, por otro, que ante retirada de la son-
ción para ver si es correcta la posición. Aunque a da de ostomía se recoloque ésta rápidamente para
nivel hospitalario debe comprobarse radiológica- evitar oclusión del trayecto epitelizado. El recam-
mente la posición de la sonda, a nivel domiciliario bio de las sondas de yeyunostomía es más proble-
se intentará que la verificación se realice con ma- mático y debe ser efectuado por el especialista en
niobras que no exijan traslados de los pacientes cada técnica concreta.
(auscultar el gorgoteo del agua al entrar en el es-
tómago, aspirar contenido gástrico, etc.).
Como norma, antes y después de cada adminis- 8.1.4. Fórmulas, formas
tración de fórmula de nutrición o de cualquier medi- de administración de
cación o de aspiración a través de la sonda, se proce- la nutrición y equipos
derá a lavarla con suficiente agua para garantizar su
permeabilidad. Si la infusión de la nutrición es conti- Para elegir la fórmula más apropiada hay que ba-
nua, ésta se interrumpirá cada 4-6 horas y la sonda sarse primariamente en su efectividad clínica, pero
se lavará con agua. Fórmulas muy viscosas requieren también en su coste económico. En general se usa-
sondas de diámetro algo mayor para evitar su repe- rán fórmulas poliméricas de mantenimiento enri-
titiva obstrucción. La obstrucción de la sonda es un quecidas con fibra; no obstante, en algunas ocasio-
potencial problema de la NED; las mejores maneras nes hay que recurrir a fórmulas hiperproteicas o a
de evitar esta complicación consisten en lavar la son- fórmulas oligoméricas o peptídicas, y también a fór-
da con suficiente agua (50 ml) después de cada ma- mulas específicas para determinadas situaciones fi-
niobra (infusión, aspiración, medicación) y evitar las siopatológicas (diabetes, insuficiencia renal, etc.).
medicaciones de consistencia sólida. Otros componentes que habrá que valorar serán

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Tabla 8. DATOS A VALORAR EN LAS VISITAS pre que clínicamente sea posible, de sus
A LOS PACIENTES CON NED preferencias.
A nivel domiciliario se evitará al máxi-
• Si el paciente se queja de dolor o distensión abdominal mo la manipulación de la fórmula de NE
• Si presenta diarreas o estreñimiento
para impedir su contaminación. La dispo-
nibilidad de equipos de administración
• Si existen náuseas o vómitos
con posibilidad de adaptarse a los distin-
• Estado de las sondas y ostomías tos sistemas de recipientes (botellas de
• Estado nutricional (peso y medidas antropométricas) distinto diámetro de conexión, o packs)
• Existencia o no de edemas supone una facilidad, especialmente ante
• Presencia de lesiones por decúbito posibles cambios de producto a lo largo
• Capacidad funcional del paciente del periodo de NED.
• Ante pacientes comatosos, examen físico del abdomen

NED: nutrición enteral domiciliaria. 8.1.5. Monitorización,


prevención y tratamiento
de las complicaciones
la calidad y la cantidad de fibra, la cual es de entra-
da aconsejable para las NED, así como la densidad En principio, ante una NED se acepta que el pa-
calórica de la fórmula. ciente tolera la dieta y la pauta prescritas, por lo
La NED puede administrarse de manera con- que la monitorización clínica se limitará, básica-
tinua o intermitente. En general, en domicilio se mente, a valorar la existencia o no de posibles
usa la administración intermitente mediante bolus, complicaciones relacionadas con este tratamien-
con la ayuda de jeringa o por gravedad. Lo habi- to. Al inicio de una NED es importante poder rea-
tual es dividir el volumen total requerido duran- lizar una visita de control para comprobar compe-
te el día en el número de tomas pautadas (4-6). La tencia. Posteriormente, la frecuencia de las visitas
velocidad de administración de cada bolus no de- se programará (semanalmente al principio y men-
be ser muy rápida (entre 30 y 60 minutos), ya que sualmente o bimensualmente más tarde) en fun-
en menos tiempo no suele ser bien tolerada. Es ción del grado de independencia del paciente. Asu-
fundamental también tener presente la cantidad de miendo que éste ha sido dado de alta hospitalaria
agua que el paciente demanda a lo largo del día, y con la comprobación de tolerancia a la pauta de
que muchas veces no se cubrirá sólo con la dieta y NE, se prestará atención en cada visita domicilia-
con el agua utilizada para limpiar la sonda después ria a una serie de parámetros que ayudarán al buen
de cada toma. Al igual que cuando el paciente está uso de la NED (Tabla 8).
hospitalizado, su posición (sentado o semiincorpo- La mejor manera de evitar las complicaciones de
rado durante y por lo menos media hora después la NED es tener conocimiento de ellas y de la ma-
de la nutrición) es muy importante para evitar al nera de prevenirlas. Si bien la broncoaspiración es la
máximo los riesgos de broncoaspiración. complicación más seria de la NED, lo habitual es
Cuando la NED es a nivel intestinal resulta pre- que se presenten complicaciones más banales, sien-
ferible, para su mejor tolerancia, la administración do con toda certeza las relacionadas con la posición
continua (normalmente, mediante bomba de per- y permeabilidad de la sonda las más frecuentemen-
fusión), si bien para hacer el tratamiento más sen- te observadas. Las medidas encaminadas a prevenir
cillo y cómodo se puede administrar cíclicamente la broncoaspiración nunca son demasiadas; engloban
durante periodos de 12 horas, en general noctur- desde mantener al paciente incorporado durante y
nos, lo que suelen tolerar los pacientes en situa- por lo menos media hora después de comer has-
ción clínica estable. En niños, lo habitual es el uso ta colocar sondas a nivel intestinal ante pacientes
de bombas de perfusión para adaptar más fácil- con riesgo elevado de broncoaspiración, y, sin ningu-
mente los pequeños volúmenes de administración. na duda, monitorizar los residuos gástricos antes de
Lo aconsejable es diseñar las pautas de administra- administrar la nutrición y periódicamente (cada 6-
ción con el paciente o la familia en función, siem- 8 h) si ésta se administra de manera continua.

347
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Tabla 9. FACTORES QUE PUEDEN dumping por administración de la nutrición a nivel


SER CAUSA DE VÓMITOS intestinal, sobrecrecimiento bacteriano, infusión de
EN PACIENTES CON NED fórmulas hipertónicas, esteatorrea, intolerancia a la
lactosa, enfermedades gastrointestinales, síndrome
• Excesiva velocidad de infusión de intestino corto, o diarreas inducidas por fárma-
de la nutrición cos que contienen magnesio o sorbitol.
• Administración de un volumen de nutrición El estreñimiento es la acumulación de residuos
elevado en colon (transverso) o incluso en ciego. Una radio-
• Temperaturas demasiado bajas grafía simple de abdomen permite diferenciar el es-
de las fórmulas treñimiento de la obstrucción intestinal o del íleo.
• Fórmulas con gran cantidad de grasas No obstante, en un paciente con NED, lo normal es
• Problemas gastrointestinales que se tenga ya conocimiento del ritmo habitual de
(gastrectomías) deposiciones y que la ausencia o retraso de las mis-
• Olor muy desagradable de la fórmula de
mas ponga sobre aviso. La impactación de heces en
nutrición (algunas fórmulas elementales) la ampolla rectal es una variante de estreñimiento
• Medicación concomitante (sulfato
que se diagnostica mediante un tacto rectal (manio-
de morfina, codeína, anticolinérgicos) bra que debe ser realizada ante cualquier sospecha
de estreñimiento). Éste es inducido por la deshidra-
NED: nutrición enteral domiciliaria. tación, la disminución de la actividad física, o la au-
sencia o excesiva cantidad de fibra de la nutrición.
Los vómitos y la regurgitación de la fórmula de
En pacientes portadores de sondas a través de nutrición, de etiología multifactorial, pueden com-
la nariz, en especial si éstas son de diámetro rela- portar el grave problema de la broncoaspiración.
tivamente grande y de un material poco blando, Los vómitos pueden ser secundarios a diversos
se pueden apreciar complicaciones secundarias a factores relacionados o no con la nutrición (Ta-
la presión de la sonda y que pueden variar desde bla 9). Para prevenir estas complicaciones es im-
erosiones hasta sinusitis o fístulas. portante comprobar antes de cada toma, en perio-
Las complicaciones metabólicas asociadas a dos de 6-8 horas si la perfusión es continua, o si el
la NED son las mismas que se pueden observar paciente se queja de sensación de distensión abdo-
mientras el paciente permanece hospitalizado. El minal o de náuseas, el contenido de residuo gástri-
uso correcto de protocolos de actuación ayuda a co, el cual se considera patológico si está por enci-
que la ejecución de la NED vaya acompañada de las ma de 200 ml. Una vez el vómito se halla presente
mínimas complicaciones posibles. se debe tener un protocolo de actuación encami-
Las complicaciones digestivas más frecuentes nado a su resolución (Tabla 10).
en la NED son las diarreas, el estreñimiento, la re-
gurgitación y los vómitos. Es difícil llegar a un con-
senso sobre la definición de diarrea. En general se 8.2. Nutrición parenteral
acepta que un paciente con NE presenta diarrea si domiciliaria
tiene deposiciones de más de 500 ml por lo menos
cada 8 horas, de baja consistencia y durante 2 días 8.2.1. Definición
consecultivos. En el caso de encontrarse ante un
paciente con diarreas se debe tener establecida La nutrición parenteral (NP) se usa para nutrir a
una pauta de actuación, que va desde administrar aquellos pacientes con desnutrición o riesgo de de-
una fórmula con fibra hasta reducir la velocidad de sarrollarla que no son candidatos a NE por no po-
infusión o el volumen del bolus, o retrasar un bo- seer un sistema gastrointestinal funcionante para
lus, pasando por cambiar la fórmula o administrar recibir los nutrientes necesarios que cubran sus re-
agentes antidiarreicos (loperamida, difenoxilato). querimientos energéticos. La NP, en sí misma, ha re-
En muchas ocasiones, a pesar de estas maniobras, presentado un notable avance terapéutico que per-
las diarreas persisten por responder a diversas mite el manejo de un pequeño grupo de pacientes
etiologías como atrofia intestinal por desnutrición, con fallo gastrointestinal grave que sin este trata-

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M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

miento no sobrevivirían. Por su parte, la nutrición Tabla 10. MANIOBRAS ANTE


parenteral domiciliaria posibilita que sean atendi- LOS VÓMITOS O LA
dos en su casa pacientes que de otra manera reali- REGURGITACIÓN
zarían estancias hospitalarias muy prolongadas o re-
petitivas. • Disminuir la velocidad de perfusión
La NPD es un tratamiento de elevado coste y de la nutrición
complejidad. De hecho, en algunos países solamen- • Administrar volúmenes más pequeños
te están capacitados para suministrar este servicio • Retrasar una toma de nutrición
determinados hospitales especializados. • Administrar la nutrición a temperatura
ambiente
• Sustituir la fórmula de nutrición por otra
8.2.2. Manejo pobre en grasas
• Reducir, suspender o modificar
Con contadas excepciones, la preparación antes la medicación
del alta hospitalaria es imprescindible. La duración
• Administrar procinéticos (metoclopramida,
del proceso de educación es muy variable, puesto eritromicina) o antieméticos (prometazina,
que depende de muchos factores, tanto del educa- proclorperazina)
dor como del educando. Tan importante como la
educación en la técnica y el conocimiento de las
posibles complicaciones es la disponibilidad de to-
da la logística que el tratamiento conlleva. El pacien-
te debe ajustar el estilo de vida a las demandas que blandos y elásticos, causan menos lesiones a nivel
comporta este tratamiento. La tecnología emplea- de la íntima, tienen escaso potencial proinflamato-
da es similar a la que se utiliza en el hospital, pero rio y su superficie resulta poco atractiva para la ad-
con algunas modificaciones basadas en el uso pro- hesión de microorganismos. No obstante, estos
longado y en su administración a domicilio. catéteres permiten la absorción de proteínas y la
formación de fibrina, por lo que pueden obstruir-
se con mayor frecuencia que los de poliuretano. Si
8.2.3. Vías de acceso: catéteres bien en la actualidad existen catéteres de varias lu-
ces, lo habitual es que en NPD se utilicen catéteres
Los catéteres para NPD suelen colocarse ba- de una sola luz, ya que su manejo resulta más fácil,
jo anestesia local, y siempre deberán seguirse las su permanencia es más duradera y se reduce la in-
máximas medidas de asepsia, tanto durante su co- cidencia de infecciones.
locación como durante su manipulación.
8.2.3.2. Uso de filtros y dispositivos antisépticos
8.2.3.1. Material de los catéteres
Existen comercialmente dispositivos impregna-
El material del acceso venoso central no ha de dos con antisépticos o antibióticos con la finalidad
ser ni tóxico ni pirógeno, pero sí fácilmente este- de reducir la probabilidad de colonización micro-
rilizable, biocompatible con los tejidos del huésped biana y subsiguiente sepsis por catéter. Si bien se
y de duración considerable. Los catéteres de cloru- ha descrito que se asocian a menor incidencia de
ro de polivinilo, polietileno y poliuretano no debe- colonización e infecciones por catéter, no hay su-
rían utilizarse en NPD, por estar asociados a incre- ficientes datos que avalen los beneficios de su uso.
mento en la incidencia de formación de trombosis Se ha señalado, además, el potencial riesgo de reac-
y flebitis, y por la posibilidad de producir una reac- ciones de hipersensibilidad con su empleo.
ción inflamatoria crónica. En NPD, donde en prin- Las necropsias de dos pacientes con distrés respi-
cipio se asume que los tratamientos serán de larga ratorio del adulto que fallecieron y que recibían tra-
duración, actualmente se usan los catéteres de si- tamiento con NPT con las mezclas tres en uno de-
licona. Entre las principales características por las mostraron embolias pulmonares microvasculares
que se emplean estos catéteres cabe citar que son que se atribuyeron a la precipitación de fosfato cál-

349
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Figura 4. Catéter venoso central tunelizado. 1: trayecto venoso; 2: tramo de catéter bajo piel; 3: anclaje; 4: salida exterior; 5: llave de
seguridad; 6: luz de catéter; 7: tapón obturador con membrana; 8: extremo del catéter en cava superior.

cico. Por ello, la Food and Drug Administration (FDA) teres tipo Hickman®, Broviac®, Groshong® y Quin-
recomienda el uso de filtros de 0,22 μm de diáme- ton®.Todos ellos se caracterizan por que son tuneli-
tro para mezclas sin lípidos y de 1,2 μm para mezclas zados, es decir, tienen un trayecto subcutáneo entre
con lípidos. Estos filtros evitarían, además, el paso de la vena canalizada y el orificio de salida del caté-
posibles Candida albicans de las mezclas de NP. ter; además, en ese trayecto subcutáneo poseen un
manguito de Dacron® por el que el catéter se an-
8.2.3.3. Mecanismos de inserción cla, impidiendo su migración. Suelen estar fabricados
con silicona o poliuretano. Preferentemente, las ve-
Las fórmulas de nutrición parenteral son solu- nas canalizadas suelen ser la subclavia, yugular, femo-
ciones hipertónicas e hiperosmolares, por lo que ral, etc., dependiendo de las peculiaridades del pa-
su administración puede favorecer el desarrollo de ciente. Es preferible utilizar catéteres de una sola luz
trombosis venosas, tromboflebitis y extravasacio- para disminuir el riesgo de infecciones. Sus principa-
nes. En general, se prefiere que el acceso venoso les ventajas son tener un menor riesgo de infección
sea central, ya que así el flujo sanguíneo diluye rá- debido al túnel subcutáneo y al manguito, pues se
pidamente la hipertonicidad de la fórmula de NP. crea un bloqueo biológico-bacteriológico que evi-
Sólo en contadas ocasiones se usará una vena pe- ta la migración de los microorganismos desde la piel
riférica para la NPD. Esto se limitará a aquellos pa- hasta la punta del catéter, y ser catéteres fáciles de
cientes en los que está contraindicada la punción manipular por el paciente. Por ello resultan ideales
de una vena central; en estos casos deberá admi- en los pacientes en los que se prevé un periodo de
nistrarse una fórmula de nutrición con osmolari- cateterización largo, siendo los más usados en los
dad inferior a 750 mOsml. La vena cava superior es casos de nutrición parenteral domiciliaria.
el principal vaso de retorno de sangre venosa des- Los catéteres o dispositivos intravasculares total-
de el tronco superior hasta la aurícula derecha; su mente implantados (TID), también conocidos como
flujo es de unos 2 litros/minuto, por lo que se trata reservorios subcutáneos, terminan en una cámara
del vaso preferencial para infundir fluidos hiperos- que se coloca bajo la piel (Figura 5); esta cáma-
molares. Si bien los lugares más habituales de pun- ra (fabricada con silicona o poliuretano y con unos
ción para acceder a la vena cava superior son las laterales de acero inoxidable, plástico o titanio) tie-
venas subclavia, yugular, femoral, cefálica y basílica, ne una pared de látex que permite de 1.000 a 2.000
la elegida en NPD suele ser la vena subclavia. punciones. Se accede a ellos a través de su palpa-
Los accesos venosos centrales pueden ser no tu- ción y posterior inserción de una aguja especialmen-
nelizados, tunelizados e implantados. En NPD, los ca- te diseñada. Estos catéteres se empezaron a utilizar
téteres de elección son los implantados y los tune- en los pacientes oncológicos para la administración
lizados (ambos de silicona). Los catéteres venosos de quimioterapia, y después se han empleado en pa-
centrales tunelizados (Figura 4) incluyen los caté- cientes con nutrición parenteral domiciliaria. No

350
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

Figura 5. Catéter venoso central implantado. 1: piel; 2: reservorio; 3: catéter; 4: vena cava superior.

han demostrado una clara superioridad en cuanto a nen alarmas de seguridad ante obstrucciones del
duración, tasa de infecciones ni obstrucción respec- catéter o aire en el mismo, y, aunque son más caras,
to a los catéteres tunelizados. Tienen la ventaja de algunas pueden programarse cíclicamente. A nivel
una mayor estética para el paciente, ya que todo el domiciliario es preferible que las bombas de perfu-
catéter se halla bajo la piel, si bien la dificultad téc- sión sean de pequeño tamaño y de peso ligero -di-
nica para pinchar el dispositivo es mayor y requiere señadas para posibilitar el deambular del paciente-,
la utilización de un espejo. Pueden ser mantenidos que permitan grandes volúmenes, con alarmas se-
durante meses sin usarse, con la sola precaución de guras y fáciles de interpretar, de programación au-
heparinizarlos periódicamente. tomática, acompañadas del correspondiente set de
administración y relativamente económicas. Con
las formulaciones actualmente administradas (que
8.2.4.Técnicas de infusión aportan menores cantidades de glucosa) no sue-
le ser necesario aumentar y disminuir progresiva-
En general, la nutrición se administra a diario de mente el inicio y fin de la perfusión para evitar la
manera cíclica y predominantemente por la noche, aparición de hiperglucemias e hipoglucemias.
con objeto de alterar lo menos posible el estilo de
vida del paciente, dejándole libre el máximo de ho-
ras diarias para que pueda realizar sus actividades 8.2.5. Fórmulas de
laborales, sociales y familiares. Lo ideal es que el nutrición parenteral
paciente inicie en el hospital el ritmo de perfusión
que utilizará en su lugar de residencia. Si la NPD es la única forma de nutrición del pa-
A nivel domiciliario, la NP se administrará me- ciente, ésta debe incluir sustratos energéticos (hi-
diante bombas de infusión, que aseguran un con- dratos de carbono, lípidos y proteínas), electrólitos,
trol en el volumen de infusión programado, contie- vitaminas, oligoelementos y agua. En general, hoy

351
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

en día se utilizan las fórmulas de tres en uno (los entre las unidades de nutrición y empresas de ser-
tres sustratos energéticos están contenidos en la vicios que se encargan tanto de la logística del sumi-
misma bolsa). Existen preparados comerciales con nistro a domicilio del material como del seguimiento
electrólitos, vitaminas y oligoelementos que pue- del paciente, bajo la tutela de la unidad de nutrición.
den ser incorporados a las bolsas de NP. Hay una serie de variables que se deben monitorizar
Las fórmulas de NPD pueden ser elaboradas a ni- en los pacientes con NPD (Tabla 11).
vel individual o se pueden emplear bolsas comercial- La atención ante posibles urgencias puede cana-
mente diseñadas. La primera opción comporta el uso lizarse a través de las unidades de nutrición o del
de los macro y micronutrientes y del volumen que servicio de urgencias del hospital. Los servicios de
mejor se adapten a cada caso concreto. La segunda urgencias del hospital generalmente están poco fa-
representa una opción más económica. No hay que miliarizados con la técnica de la NAD; además, es-
olvidar que existe un pequeño grupo de pacientes ta atención contribuye a sobrecargar unos servi-
afectos de síndrome de intestino corto que requie- cios ya de por sí con importante carga asistencial.
ren por vía parenteral solamente lípidos, ácidos gra- Lo ideal es disponer de un servicio de atención a
sos esenciales, electrólitos y algunas vitaminas, espe- domicilio que dé cobertura a las incidencias que
cialmente vitamina B12 y vitaminas liposolubles. se presenten en los pacientes con NAD. Este ser-
vicio debe contar con un teléfono de contacto las
24 horas del día, lo que posibilita la resolución te-
8.2.6. Monitorización de la lefónica de algunos problemas. Si el incidente no
nutrición parenteral domiciliaria puede ser resuelto por vía telefónica, se efectuará
una visita a domicilio que sólo cuando sea preciso
Es importante que el primer día que el paciente comportará la derivación del paciente al hospital.
esté recibiendo la NP en su casa tenga una visita por
parte del personal de enfermería/dietista que sirva de
apoyo logístico. La frecuencia de las visitas depende- 8.2.7. Complicaciones de
rá de cada paciente en particular, en función de su in- la nutrición parenteral domiciliaria.
dependencia y seguridad en la metodología. Antes Prevención y tratamiento
de que sea dado de alta del hospital, es necesario ya
realizar una visita prospectiva de control del ámbito Las complicaciones asociadas a la NP se dividen
donde se llevará a cabo la NPD. Una vez dado de al- en cuatro grandes grupos: mecánicas o técnicas (re-
ta, la primera visita domiciliaria se efectuará al alta del lacionadas con los catéteres, las bombas de infusión
paciente, la cual, si todo es correcto, se repetirá se- y demás aparatos de administración), infecciosas (sin
manalmente durante el primer mes. Posteriormente, duda, las más habituales), metabólicas (desequilibrios
si el paciente puede asistir a consultas externas del de glucosa, lípidos, fluidos, electrólitos o ácido-base
hospital, las visitas estarán más limitadas. No obstan- y disfunción orgánica) y nutritivas (con déficit o ex-
te, el paciente ha de poder contar con las consultas ceso de macronutrientes, electrólitos, minerales, vi-
telefónicas que precise, las cuales irán acompañadas taminas y elementos traza). No obstante, las que se
de las correspondientes visitas a domicilio siempre observan con más frecuencia en pacientes con NPD,
que telefónicamente no pueda ser resuelto el pro- donde se parte de la base de que el paciente tolera
blema que ha motivado la llamada. la fórmula y el ritmo de la NP, se pueden clasificar en
En general, como se ha dicho, estos pacientes pue- complicaciones a corto plazo (cambios en el peso,
den ser controlados en consultas externas del hos- desequilibrios hidroelectrolíticos y trastornos de la
pital de referencia. El seguimiento a domicilio se re- glucemia), complicaciones relacionadas con el caté-
serva para pacientes encamados, o en determinadas ter (obstrucción y rotura del catéter, trombosis ve-
circunstancias o dudas que se planteen. En estos ca- nosa y complicaciones infecciosas) y complicaciones
sos, la asistencia puede ser cubierta por el personal derivadas del uso prolongado de la NP (hepáticas,
sanitario de asistencia primaria, por lo que debe ga- enfermedad metabólica ósea y déficit/intoxicaciones
rantizarse una fluida comunicación entre los diferen- por macro o micronutrientes).
tes niveles asistenciales para optimizar el tratamien- El trasplante de intestino delgado es la alternativa
to. En ocasiones se dispone de convenios específicos terapéutica al fallo intestinal permanente asociado

352
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

Tabla 11. VARIABLES QUE HAY QUE MONITORIZAR EN NPD

Controles clínicos
• Tensión arterial
• Temperatura
• Diuresis
• Débito por fístulas u ostomías
• Estado funcional (capacidad para realizar las actividades de la vida diaria, así como las actividades
sociales)
Controles nutricionales
• Peso (la pérdida o ganancia de más de 1 kg en 2 días consecutivos obligará a replantear la pauta
administrada)
• Balance hídrico
• Medidas antropométricas
Controles analíticos
• Hemograma, sideremia
• Glucemia, iones, función renal y hepática
• Perfil lipídico
• Albúmina, prealbúmina, transferrina
• Vitaminas hidrosolubles y liposolubles
• Selenio, magnesio, cobre y zinc
• Al principio, semanalmente; a continuación, cada mes; posteriormente, cada tres meses
Control del catéter
• Vigilancia del punto de entrada
• Toma de cultivos ante fiebre no filiada
• Inspección de la permeabilidad del catéter
• Registro de posibles complicaciones
Reevaluación
• Control periódico en función de las necesidades nutricionales del paciente
Control de la enfermedad ósea
• Densitometría anual
NPD: nutrición parenteral domiciliaria.

a intolerancia de la NP. Se considera que un pacien- cia de 2,250 kg en una semana obliga a modificar la
te no tolera la NP cuando presenta complicaciones pauta. Los balances de entradas y salidas de líquidos
debidas a la misma que comprometen su vida. No y electrólitos, así como el control de la existencia o
están plenamente definidas cuáles son estas com- no de sensación de sed, edemas, diarreas y ortop-
plicaciones, pero en general se acepta que se trata nea, o las alteraciones del ritmo cardiaco, preven-
de la enfermedad hepática grave, la sepsis por caté- drán o pondrán en aviso de la posibilidad de estas
ter repetitiva cuando pone en peligro la vida o cuan- complicaciones. Ante cifras de glucemia > 250 mg/dl
do desarrolla focos de infecciones metastásicas, y la se debe variar la pauta de infusión y, si no se corrige,
pérdida de 2 de los 4 accesos venosos principales añadir insulina. Si existe hipoglucemia (> 40 mg/dl),
(subclavias y yugulares) o de 3 de los 6 accesos ve- hay que escalonar la pauta de retirada de la glucosa
nosos habituales (subclavias, yugulares y femorales). y ofrecer caramelos, azúcar o cualquier medida para
su corrección inmediata.
8.2.7.1. Complicaciones a corto plazo
8.2.7.2. Complicaciones relacionadas con el catéter
Engloban desde los cambios de peso hasta los
desequilibrios hidroelectrolíticos o los trastornos Dentro de este grupo están desde la obs-
de la glucemia. Se considera que la pérdida o ganan- trucción o rotura del catéter hasta la trombosis

353
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

venosa o las complicaciones infecciosas relaciona- Tabla 12. FACTORES DE RIESGO


das con el catéter. DE TROMBOSIS EN
a) Obstrucción o rotura del catéter. La PACIENTES CON NPD
obstrucción o rotura del catéter se presenta con
una incidencia que oscila entre el 20 y el 50%. Sus • Posición incorrecta del catéter
causas son la acumulación de fibrina intraluminal • Acceso venoso (la yugular implica
o de soluciones precipitantes, la trombosis veno- mayor riesgo que la subclavia)
sa, la trombosis pericatéter y la obstrucción me- • Trastornos trombóticos
cánica. La sintomatología que estas complicacio-
• Enfermedad neoplásica
nes comportan es la resistencia a la infusión y la
no aspiración de sangre a través del catéter. Ayu- • Isquemia mesentérica
dan a su prevención el uso de catéteres con diá- • Uso del catéter con fórmulas
metro no excesivamente fino, el lavado del catéter hiperosmolares o con quimioterapia
postinfusión y la monitorización de las solucio- NPD: nutrición parenteral domiciliaria.
nes que hay que infundir, a fin de evitar precipi-
taciones. Una vez establecido el cuadro, se trata-
rá con ácido clorhídrico en el caso de que sean
precipitaciones por calcio, y con bicarbonato sódi- pacientes hospitalizados que reciben NP, lo que en
co si son por fármacos con pH básico; también se principio podría ser aplicable al domicilio.
puede recurrir a modificar la posición del catéter, c) Complicaciones infecciosas. Las infec-
a maniobras radiológicas encaminadas a su des- ciones relacionadas con el catéter de nutrición pa-
obstrucción y, finalmente, en ocasiones incluso al renteral son otras de las complicaciones frecuen-
recambio del catéter. temente observadas en pacientes con NPD (ver
b) Trombosis venosa. La trombosis veno- apartado 8.2.8).
sa aparece en un 15-40%, siendo la mayoría de las
veces asintomática. Cuando cursa con clínica, és- 8.2.7.3. Complicaciones derivadas del uso
ta consiste en dolor torácico (interescapular), sig- prolongado de la nutrición parenteral
nos de oclusión venosa (edemas en la extremidad
afecta), síndrome de la vena cava superior y embo- Entre las complicaciones asociadas al uso pro-
lia pulmonar. Para su diagnóstico se recurrirá a la longado de la NP se pueden citar, como más im-
práctica de un eco Doppler o a la venografía con portantes, las hepatobiliares y las enfermedades del
contraste para delimitar su extensión. Existen ele- metabolismo óseo.
mentos, ligados o no a la enfermedad, que son po- a) Complicaciones hepáticas. La esteato-
tenciales factores de riesgo de trombosis (Ta- sis hepática se manifiesta por elevaciones séricas
bla 12). de aminotransferasas, fosfatasa alcalina y bilirrubi-
La prevención y el tratamiento comprenden una na. Excepcionalmente cursa con dolorimiento en
serie de medidas que van desde la colocación ideal cuadrante abdominal superior derecho. Suele pre-
del catéter (extremo distal entre la unión de la ve- sentarse después de, por lo menos, 2 semanas de
na cava superior y la aurícula derecha) hasta la re- NP, y parece ser secundaria a la disminución del
tirada del catéter y la anticoagulación sistémica, pa- transporte de ácidos grasos desde el hígado por
sando por la anticoagulación preventiva (warfarina déficit de ácidos grasos esenciales y de carnitina. Su
1-2 mg/día), la fibrinólisis seguida de heparinización incidencia disminuye con el uso de NP hecha a me-
sistémica o el tratamiento trombolítico directa- dida, intentando evitar sobrecargas de nutrientes.
mente del catéter. La colestasis intrahepática es otra complicación
La prevención de estas complicaciones requie- que aparece después de 2-6 semanas de NP.Cursa con
re una monitorización clínica y el conocimiento un aumento progresivo de los niveles séricos de bili-
de las mismas, así como el estricto seguimiento de rrubina total y fosfatasa alcalina. De etiología desco-
protocolos y guías de actuación. Se ha demostrado nocida, hay factores que contribuyen a evitarla, como
que la existencia de equipos expertos va asociada el uso de NP cíclica, la restricción de hidratos de
a una menor incidencia de complicaciones en los carbono y obviar la sobrealimentación.

354
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

La formación de barro biliar y colelitiasis es co- quido de infusión y bacteriemia/fungemia asociada


mún en pacientes con NPD de larga evolución. Es- al catéter (Tabla 13).
tán especialmente predispuestos aquellos que pre- La infección del catéter puede tener distintos orí-
sentan síndrome de intestino corto. La colelitiasis genes. Puede ser por diseminación desde la piel has-
es una complicación que debe sospecharse en to- ta la punta del catéter, por contaminación de la co-
do aquel paciente con NPD aquejado de fiebre, do- nexión, por contaminación de las bolsas de nutrición
lor en cuadrante derecho abdominal, náuseas y vó- parenteral o por diseminación hematógena desde
mitos de causa desconocida. otro foco. La infección por diseminación desde la
b) Complicaciones óseas. La enfermedad piel o diseminación extraluminal es la más frecuen-
metabólica ósea es otra potencial complicación de te, especialmente en los catéteres de corta duración,
la NPD de larga evolución. Es una entidad de etio- siendo menos habitual en los catéteres tunelizados
logía multifactorial (uso de corticoides, contamina- gracias al bloqueo biológico-bacteriológico del túnel.
ción de las soluciones de NP con aluminio, mala ab- La infección por contaminación de la conexión o di-
sorción de calcio y vitamina D, pérdidas de calcio seminación intraluminal es usual en los catéteres tu-
por la luz intestinal, hipercalciuria, periodos pro- nelizados. La infección por contaminación de las bol-
longados de inmovilización, etc.), que se caracteri- sas de nutrición parenteral es excepcional, ya que las
za por osteopenia asintomática, dolor óseo locali- bolsas de NPD se preparan en campana de flujo la-
zado principalmente en las articulaciones inferiores minar. Y la infección por diseminación hematógena
y fracturas óseas ante mínimos traumatismos. His- desde otro foco es excepcional. Si bien los Gram-po-
tológicamente, puede existir osteomalacia u osteo- sitivos son los microorganismos más frecuentemen-
porosis. Dentro de la monitorización de los pacien- te involucrados, hay otros que también pueden ser la
tes con NPD se debería incluir la práctica basal y causa de la infección (Tabla 14).
periódica (anualmente) de una densitometría ósea. Otros factores que influyen en el desarrollo
Los pacientes que presentan esta patología se ven de una infección asociada al catéter son la existen-
aquejados por dolor óseo y fracturas óseas ante mí- cia de un protocolo de cuidados del catéter, la du-
nimos traumatismos, hipercalcemia, hipercalciuria, ración de la cateterización, el número de luces del
pérdida de calcio a nivel esquelético, elevación de las catéter, la localización (más frecuente en la femoral,
fosfatasas alcalinas y niveles plasmáticos disminuidos seguida de la yugular, y menos en la subclavia), el ti-
de hormona paratiroidea con 25-hidroxivitamina D po de catéter (tunelizado o no tunelizado), el ma-
normal. Se puede contribuir a su menor incidencia terial (más infecciones en los fabricados con cloru-
proporcionando los adecuados niveles de calcio y ro de polivinilo o polietileno), las características del
fósforo y evitando tanto la acidosis metabólica co- paciente (edad extrema, inmunosupresión, enferme-
mo la sobrecarga proteica. dad grave concomitante, pérdida de integridad cutá-
c) Déficit/intoxicaciones por micro o nea, existencia de fístulas o drenajes) y la hiperglu-
macronutrientes. También se han descrito dé- cemia. La incidencia de infección asociada al catéter
ficit de ácidos grasos esenciales en pacientes de- (IAC) se expresa por cada 1.000 días de utilización
pendientes totalmente, desde el punto de vista del catéter, según el CDC. En los pacientes con nu-
nutritivo, de la NP y que no reciben lípidos diaria- trición parenteral domiciliaria, la incidencia es varia-
mente. Otras complicaciones son los déficit o los ble de unas series a otras. En los centros que cuen-
excesos de oligoelementos. tan con un mayor número de enfermos, las tasas
son de 1-2/1.000 días de catéter o 0,37 infecciones/
paciente/año.
8.2.8. Complicaciones infecciosas La infección asociada al catéter se sospechará en
relacionadas con el catéter un paciente con NPD ante cualquier cuadro brus-
co de fiebre (habitualmente “en picos”), sin otro
En su última versión del año 2002, el CDC es- foco aparente de infección. Generalmente, la fie-
tablece los siguientes tipos de infecciones ligadas bre estará en relación con la infusión de la nutri-
al catéter: colonización del catéter, infección de su ción parenteral. El diagnóstico incluye el estudio
orificio de salida, infección del túnel, infección del de otros posibles focos infecciosos y el diagnósti-
bolsillo del reservorio, bacteriemia asociada al lí- co microbiológico.

355
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Tabla 13. TIPOS DE INFECCIONES RELACIONADAS CON EL CATÉTER

Colonización del catéter: un catéter está colonizado cuando existe un cultivo positivo de la porción
distal del mismo. Según el método empleado, los criterios son los siguientes: > 15 unidades formadoras
de colonias (UFC), si se trata de un cultivo semicuantitativo (método de Maki), y > 103 en un cultivo
cuantitativo (método del lavado intraluminal del catéter)
Infección del orificio de salida del catéter: eritema e induración en los 2 cm de piel alrededor
del orificio de salida del catéter, en ausencia de bacteriemia y sin purulencia
Infección del túnel: dolor, eritema o induración a más de 2 cm del orificio de salida del catéter
a lo largo del trayecto del túnel subcutáneo, en ausencia de bacteriemia concomitante
Infección del bolsillo del reservorio: dolor e inflamación en el bolsillo del reservorio en ausencia
de bacteriemia concomitante. Puede haber purulencia e incluso necrosis de la piel
Bacteriemia asociada al líquido de infusión: crecimiento concomitante del mismo microorganismo
en el líquido de infusión y en los hemocultivos, sin otro foco aparente de infección
Bacteriemia/fungemia asociada al catéter: crecimiento de microorganismos en, al menos,
un hemocultivo de sangre periférica en un paciente con manifestaciones clínicas de infección (fiebre,
hipotensión, escalofríos, etc.) y sin otro foco aparente de bacteriemia que el catéter. Debe cumplirse
uno de los siguientes supuestos:
• Cultivo semicuantitativo (> 15 UFC) o cuantitativo (> 103) positivo de un segmento del catéter
que coincida en especie y antibiograma con el aislado en el hemocultivo de sangre periférica
• Hemocultivos cuantitativos simultáneos con un gradiente > 5:1 central versus periférica
• Tiempo de crecimiento diferencial de los hemocultivos obtenidos en sangre central versus periférica
de más de 2 horas

Tabla 14. MICROORGANISMOS MÁS central. Cuando la diferencia en el tiempo de creci-


FRECUENTES INVOLUCRADOS miento de los hemocultivos procedentes de la vía
EN LAS INFECCIONES central versus la vía periférica es de más de 2 horas
ASOCIADAS A CATÉTER a favor de la vía central, se puede asumir que el ori-
gen de la infección es el catéter. También resultan
Gram-positivos > 75%
muy útiles los hemocultivos cuantitativos de sangre
• Staphylococcus coagulasa negativo obtenida a través de cada una de las luces del caté-
• Staphylococcus aureus ter y de sangre periférica; se establece un cociente
• Streptococcus spp. entre los resultados conseguidos, y si el número
• Enterococcus spp. de colonias que crecen en la luz central es más de
Gram-negativos 10-15% 5 veces superior al de la sangre periférica, existe
• Escherichia coli una alta sospecha de que la bacteriemia proven-
• Klebsiella sp. ga del catéter.
• Enterobacter sp. El diagnóstico de la colonización del catéter
• Serratia sp. puede establecerse por diferentes métodos, bási-
Levaduras 5-10% camente por cultivo del catéter, cultivo de la co-
• Candida albicans nexión y de la piel del catéter. El cultivo del catéter
Polimicrobiana y otros por cultivo cualitativo no se recomienda en la ac-
microorganismos < 5% tualidad. El semicuantitativo (técnica de Maki) es el
más empleado, y consiste en hacer “rodar” el caté-
ter por un medio de cultivo y contar las colonias
El diagnóstico de bacteriemia asociada al caté- que crecen; en general se considera positivo cuan-
ter se efectuará mediante hemocultivos clásicos do existen más de 15 unidades formadoras de co-
extraídos de sangre periférica y/o de la propia vía lonias (UFC). El cultivo cuantitativo es una técnica

356
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

Tabla 15. CRITERIOS PARA LA RETIRADA DEL CATÉTER (SI SE CUMPLE ALGUNO DE LOS
SIGUIENTES CRITERIOS, SE DEBERÁ RETIRAR EL CATÉTER)

• Persistencia de fiebre o bacteriemia 48-72 horas después de iniciado el tratamiento antibiótico


• Existencia de metástasis sépticas (embolia pulmonar, endocarditis) o tromboflebitis séptica
• Sepsis complicada con shock séptico, fracaso renal agudo, SDRA...
• Infecciones causadas por hongos o microorganismos difícilmente tratables con antibióticos (S. aureus,
Pseudomonas spp. ...) o polimicrobianas
• Si hay infección del túnel

Tabla 16. PASOS A SEGUIR EN PACIENTE CON SOSPECHA DE SEPSIS POR CATÉTER DE NPD

1. Valoración clínica descartando otros focos infecciosos


2. Valoración de la posibilidad de conservar el catéter (Tabla 17)
3. Toma de muestras de cultivo (cada centro debe aplicar su propia metodología según las posibilidades
del laboratorio de microbiología):
• Cultivos de sangre obtenida a través de todas las luces del catéter y de sangre periférica, o hemocultivos
de sangre periférica y central con lecturas precoces para valorar la velocidad de crecimiento
• Cutivo de la piel que rodea al catéter
• Cultivos de cada una de las conexiones
• Cultivo de la punta del catéter en caso de que se decida retirarlo
• Cultivo de la bolsa de nutrición parenteral
4. Interrupción de la administración de nutrición parenteral, colocando una vía venosa periférica
para sueroterapia si es preciso
5. Tratamiento antibiótico empírico
• La cobertura inicial en los casos de sepsis deberá comprender Gram-positivo y Gram-negativo.
Se recomienda la asociación de glicopéptido (vancomicina o teicoplanina) o linezolid + aminoglucósido
o aztreonam o cefalosporina de tercera generación
• Los antibióticos han de administrarse siempre a través del catéter. Valorar la posibilidad de tratamiento
con “sellado del catéter con antimicrobianos” (Tabla 17)
• En las infecciones del orificio de salida o del túnel se recomienda realizar sólo cobertura de Gram-positivo
con vancomicina intravenosa o cotrimoxazol oral
6. Ajuste del tratamiento antibiótico empírico según los resultados microbiológicos
7. Valoración de la evolución clínica:
• Si la evolución es favorable, se reiniciará la infusión de nutrición parenteral a las 48-72 horas
• Valorar la retirada del catéter si persiste fiebre o bacteriemia a las 48-72 horas de iniciado el tratamiento
antibiótico
• Valorar la posible aparición de complicaciones (endocarditis...)
8. Duración del tratamiento:
• Sepsis: 2 semanas. En caso de sepsis por S. aureus, se recomienda mantener los antibióticos
2-3 semanas
• Endocarditis: 4-6 semanas
• Infecciones del orificio de salida: 2 semanas
• Recurrencias: 6 semanas

NPD: nutrición parenteral domiciliaria.

357
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

Tabla 17. TÉCNICA DEL “SELLADO DEL CATÉTER CON ANTIMICROBIANOS”

• Realizar cultivos superficiales (piel y conexión) y hemocultivos cuantitativos (luces del catéter y vía
periférica) o hemocultivos con lecturas precoces
• Suspender la nutrición parenteral durante 48 horas
• Tratamiento antibiótico empírico con vancomicina, teicoplanina, linezolid más ceftriaxona,
aminoglucósido o aztreonam a través de una vía central o periférica distinta a la de la nutrición
parenteral, a las dosis habituales durante 48 horas (valorar según los casos)
• Si el paciente permanece afebril 48 horas después de haber iniciado el tratamiento antibiótico, comenzar
con “sellado del catéter con antimicrobianos”, dejando el mismo sellado con el antibiótico durante
12 horas e infundiendo la nutrición parenteral total en las 12 horas siguientes
• El “sellado del catéter con antimicrobianos” se preparará en una solución con un volumen de 2-3 ml
con heparina al 5% con los siguientes antibióticos, dependiendo de la sensibilidad del microorganismo:
- Vancomicina: 2,5-5 mg/ml
- Gentamicina: 5 mg/ml
- Amikacina: 1,5-3 mg/ml
- Ciprofloxacino: 1 mg/ml
- Anfotericina B: 2,5 mg/ml
• El tratamiento se prolongará durante 12 días (valorar según los casos)
• Es aconsejable hacer hemocultivos cuantitativos a través del catéter durante el tratamiento para ver
si el mismo se ha esterilizado
• Serán criterios de exclusión para este tipo de tratamiento los siguientes supuestos:
- Infección del túnel
- Infección por S. aureus o Candida spp.
- Presencia de sepsis complicada (shock, endocarditis, metástasis sépticas)
- Reaparición de la fiebre tras iniciar el “sellado del catéter con antimicrobianos”
- Cultivos positivos a los 7 días del tratamiento con el “sellado del catéter con antimicrobianos”
- Obstrucción del catéter

más compleja y laboriosa; se considera positivo si tirar o no (Tabla 15). Es aconsejable el ingreso en
hay más de 1.000 UFC/ml. Estas técnicas exigen la el hospital de los pacientes con sospecha de sepsis
retirada del catéter. El cultivo de la conexión se ha- por catéter, para realizar un diagnóstico microbioló-
rá con torunda de alginato, y el de la piel con to- gico e iniciar el tratamiento antibiótico (Tabla 16).
runda de algodón sin medios de transporte. Estos En muchos casos, si la evolución es buena, se pue-
cultivos superficiales tienen un valor de predicción de completar el tratamiento antibiótico en el domi-
alto respecto a la colonización de la punta del ca- cilio del paciente. Últimamente se utiliza la “técnica
téter. También puede hacerse un Gram de la co- del sellado del catéter con antimicrobianos” (Ta-
nexión, que es un método rápido, aunque poco sen- bla 17), lo que permite administrar una solución
sible. Otras posibles técnicas incluyen el cultivo de concentrada de antibióticos en la luz del catéter pa-
material obtenido mediante cepillado de la luz del ra que tenga un resultado local con menos efectos
catéter, que presenta la ventaja de que no obliga a sistémicos.
retirarlo, si bien la probabilidad de contaminación Las máximas precauciones asépticas durante las
de la muestra es alta. maniobras de inserción y manejo del catéter, así
Dado que los pacientes que reciben nutrición pa- como el lavado de las manos antes y después de
renteral domiciliaria con frecuencia necesitarán este manipularlo, la desinfección local de la piel con glu-
tratamiento de forma prolongada, es importante in- conato de clorhexidina (al 0,5-2%) y la limpieza de
tentar conservar el catéter intravascular si es posi- las conexiones y del catéter con alcohol al 70%,
ble. Existen unos criterios para decidir si se debe re- contribuyen a prevenir estas complicaciones.

358
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

9. Resumen
 La nutrición artificial domiciliaria (NAD) es una paciente para su integración en la vida familiar
técnica que está en continuo crecimiento por hasta utilizar determinados tipos de sondas (gas-
las ventajas que reporta tanto al paciente y la trostomías) o catéteres (tunelizados o implanta-
familia como a la sanidad en general. Engloba la dos) que facilitan su uso prolongado y hacen la
nutrición enteral domiciliaria (NED) y la nutri- técnica más confortable.
ción parenteral domiciliaria (NPD).
 Asimismo, las complicaciones de la NAD, pese
 Si bien su incidencia está en continuo aumento, a ser semejantes a las que se observarían con
el ritmo de crecimiento no es igual en todos los estos tratamientos en el hospital, están más
países: en Europa es unas 10 veces menor que relacionadas con la extensión y duración del
en Estados Unidos, y la incidencia varía entre tratamiento. Es muy importante conocer las
los distintos países dentro de Europa. De todas posibles complicaciones y disponer de proto-
maneras, conocer su incidencia real no es tarea colos de actuación para evitar su presentación,
fácil, ya que los registros son generalmente vo- así como implementar precozmente el correc-
luntarios, con lo que difícilmente reflejarán la to tratamiento si es preciso.
realidad diaria.

 Existen unos requisitos para que la NAD fun-


cione con seguridad y corrección, los cuales
engloban desde los criterios de selección del
paciente hasta el proceso de transferencia
del hospital al domicilio, la educación o adies-
tramiento del paciente, familiar o cuidador en
la técnica de NAD, las posibilidades de financia-
ción del programa, etc.

 Entre las causas más importantes que originan


el uso de la NED están la disfagia, bien sea por
motivos neurológicos o neoplásicos. La NPD
suele estar indicada ante cualquier situación
que comporte un fallo intestinal; en el último
registro de España, la isquemia mesentérica es
la causa más importante.

 Si bien la NED resulta un tratamiento relativa-


mente barato, la NPD no lo es. No obstante, se
ha demostrado sobradamente que el uso de la
NP en el domicilio del paciente, siempre que las
condiciones clínicas lo permitan, es más econó-
mico que la utilización de la misma NP en el
hospital, lo que básicamente responde al ahorro
que representa el hecho de no estar hospitali-
zado el paciente.

 Tanto la NED como la NPD son técnicas simi-


lares a las que se realizan en el hospital; pero el
llevarse a cabo en el ámbito domiciliario les con-
fiere una serie de características especiales, que
van desde conceptos tan sencillos como adaptar
las pautas de infusión a la mejor comodidad del

359
Capítulo 4.12. Nutrición artificial domiciliaria

10. Bibliografía
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la nutrición parenteral. fecta y claramente informado.

Hebuterne X, Bozzetti F, Moreno Villares JM, et al. Home Planas M, Castellá M, García Luna PP, et al. Nutrición ente-
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Análisis de la NED en Europa a par tir de una encuesta rea- Análisis descriptivo y valoración de los datos de 2.986 pa-
lizada en 23 centros hospitalarios, con un volumen total de cientes con NED en el año 2000 registrados por el grupo

360
M. Planas Vilà | C. Puiggrós Llop | R. Burgos Peláez

de trabajo de Nutrición Artificial Domiciliaria y Ambulatoria


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Revisión sobre los factores más importantes y el manejo de
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 www.nadya-senpe.com
 www.espen.org/members/han/han.htm
 www.peng.org.ukabout-penga.html
 www.bapen.org.uk
 www.chcr.brown.edu/dying
 familydoctor.org/629.xml

361
4.13. Interacciones entre fármacos
y nutrientes

Teresa Bermejo Vicedo Paloma de Juana Velasco


Francisco José Hidalgo Correas
Capítulo 4.13.

Interacciones entre fármacos y nutrientes

1. Introducción
2. Tipos de interacciones
3. Interacciones físico-químicas
4. Interacciones farmacocinéticas
4.1. A nivel de la absorción
4.1.1. Influencia de los alimentos en la absorción de los medicamentos
4.1.1.1. Por efecto físico-químico
4.1.1.2. Por efecto fisiológico
4.1.2. Modificación de los parámetros farmacocinéticos a nivel de la absorción
4.1.2.1. Retraso en la absorción
4.1.2.2. Disminución de la absorción
4.1.2.3. Incremento o aceleración de la absorción
4.1.2.4. Sin cambios en la absorción
4.1.2.5. Otras consideraciones a nivel de la absorción
4.2. A nivel de la distribución
4.3. A nivel de metabolismo
4.3.1. Composición de macronutrientes
4.3.2. Composición de micronutrientes y otros componentes
4.3.2.1. Vitaminas
4.3.2.2. Oligoelementos
4.3.2.3. Otros componentes
4.3.2.4. Alcohol
4.3.2.5. Zumo de pomelo
4.4. A nivel de la excreción
5. Interacciones farmacodinámicas
6. Efecto del estado nutricional sobre los medicamentos
6.1. Desnutrición
6.2. Obesidad
7. Población geriátrica
8. Alimentos enriquecidos
9. Identificación de pacientes para prevenir interacciones
alimento-medicamento (IAM)
10. Fármacos y nutrición enteral (NE). Interacciones y forma
de administración
10.1. Incompatibilidad física
10.2. Incompatibilidad farmacéutica
10.3. Incompatibilidad fisiológica
10.4. Incompatibilidad farmacológica
10.5. Incompatibilidad farmacocinética
10.6. Interacciones específicas con NE
10.7. Administración de medicamentos con NE

11. Interacciones de los medicamentos con la nutrición parenteral (NP)


11.1. Interacciones farmacocinéticas con la NP
11.2. Compatibilidad de los fármacos con la NP
11.3. Formación de precipitados de calcio en la NP
11.4. Datos generales de estabilidad de fármacos con NP

12. Resumen

13. Bibliografía

14. Enlaces web


Objetivos

n Identificar las interacciones fármaco-nutriente.


n Conocer los mecanismos farmacocinéticos que intervienen en las interacciones fármaco-nutriente.
n Conocer los efectos que se producen sobre el LADME (proceso de absorción, distribución y excreción de los
medicamentos) por una interacción fármaco-nutriente.
n Identificar los factores de riesgo por los que se pueden producir las interacciones fármaco-nutriente.
n Identificar poblaciones especialmente sensibles a su impacto.
n Conocer los problemas de incompatibilidad físico-química entre fármacos y nutrientes que se producen en
pacientes sometidos a nutrición artificial, cuyo resultado es una interacción.
n Conocer las formas de administración idóneas para evitar la interacciones fármacos-nutrientes.
n Revisar las interacciones clínicamente significativas documentadas en la actualidad.
n Educar a los profesionales sanitarios sobre la necesidad de su detección precoz.
1. Introducción

C
ada vez son más frecuentes los estudios que hacen referencia a las interac-
ciones entre los medicamentos, así como entre los mismos y los alimentos.
Según Stockely, una interacción farmacológica se identifica cuando los efec-
tos de un medicamento se ven significativamente alterados por la presencia de otro
fármaco, alimento, bebida o agente químico ambiental.
Actualmente, incorporando los conceptos relativos a interacciones entre medica-
mentos, la interacción alimento-medicamento (IAM) puede ser definida como una al-
teración de la farmacocinética o la farmacodinamia de un medicamento por la acción
del alimento; y la interacción medicamento-alimento (IMA), cuando se produce una
modificación en la utilización normal de los nutrientes debida a la administración de
fármacos con riesgo de producirse un compromiso del estado nutricional.
En las IAM puede producirse un retraso en la aparición de los efectos farmaco-
lógicos o una modificación de los mismos, potenciándose, con riesgo de toxicidad,
o disminuyendo, con riesgo de ineficacia. Ello se puede traducir en la aparición de
efectos inesperados, que aunque no siempre son adversos o negativos sí son rela-
tivamente frecuentes.
Las IAM que pueden tener significación clínica importante son aquellas que se
producen con fármacos de rango terapéutico estrecho, donde los niveles plasmáti-
cos por encima del estado de equilibrio pueden ser tóxicos o por debajo del mismo
no se observa ninguna respuesta farmacológica (acenocumarol, digoxina, ciclospo-
rina, aminoglucósidos, hipoglucemiantes orales, etc.), así como con los fármacos
que deben mantener una concentración plasmática determinada para ser eficaces,
como puede ser el caso de los antibióticos.
Los factores de riesgo asociados a la aparición de una posible IAM son muy nume-
rosos; entre ellos se encuentran la polimedicación, diferentes tipos de formulaciones
galénicas en los fármacos administrados por vía oral, hábitos alimentarios, ingesta de
dietas enriquecidas, ayuno, pérdida de nutrientes en el proceso de preparación, dietas
restrictivas, desnutrición y enfermedades crónicas que cursan con la misma, desórde-
nes alimentarios (bulimia, anorexia), alcoholismo, adicción a drogas, alteración renal y
hepática, y estatus socioeconómico. La nutrición enteral (NE) y parenteral (NP) y sus
técnicas de administración deben tener una consideración especial.
En la actualidad, algunas IAM están bien establecidas, es decir, se conoce con precisión
cuáles son los sustratos concretos que interaccionan, el mecanismo de interacción y su
efecto, pero sigue existiendo desconocimiento con respecto a otras muchas IAM, para
las cuales existen incluso datos contradictorios. Las causas de estas discordancias pue-
den ser inherentes al individuo (diferencias interindividuales) o al propio estudio o en-
sayo clínico (número limitado de pacientes, diseño metodológico, falta de precisión en la
composición de los alimentos, o en los hábitos alimentarios de los sujetos del estudio).

367
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Por otra parte, en el diseño de los estudios de 2. Las IMA se producen cuando los medicamen-
bioequivalencia, una de las mayores controversias tos modifican la absorción y utilización de nutrien-
existentes es la necesidad de considerar las con- tes, hecho importante a tener en cuenta en pacien-
diciones de ayuno vs. la alimentación normal, y el tes crónicos y en poblaciones desnutridas.
tiempo entre la administración del medicamento y La incidencia de estas interacciones, que pue-
la ingesta de comida, así como el volumen de líqui- de tener mayor significación clínica, es más eleva-
do después de la administración del fármaco. da en la población anciana debido al gran núme-
Identificar y dirigir las posibles IAM es extre- ro de fármacos de su tratamiento y al cambio en
madamente importante para el equipo de soporte sus características metabólicas, así como a su esta-
nutricional. No tratarlas puede producir un efecto do nutricional. Otros grupos susceptibles son los
negativo en el resultado terapéutico; no recono- niños, tanto más cuanto menor es su edad, debi-
cerlas puede afectar directamente a los costes de do principalmente a la inmadurez metabólica, y las
los cuidados de salud, con incremento de la morbi- personas que han cambiado bruscamente sus há-
lidad y mortalidad. Los agentes inmunosupresores, bitos alimentarios.
por ejemplo, conducen a un anormal metabolismo Dado que las interacciones entre medicamen-
de ciertos macronutrientes y micronutrientes (glu- tos son las más estudiadas, por analogía a las mis-
cosa, grasa, calcio, vitamina D) y parcialmente con- mas, las IAM también pueden subdividirse en
tribuyen a un incremento de peso y pérdida de ma- tres tipos:
sa ósea después del transplante. 1. Físico-químicas.
Es importante concienciar al equipo de soporte 2. Farmacocinéticas.
nutricional y educar a los profesionales sanitarios 3. Farmacodinámicas.
sobre la necesidad de la detección precoz y la mo-
nitorización de las IAM.
En EE UU, la JCAHO (Joint Commission on Accre-
ditation of Healthcare Organizations) incluye el de- 3. Interacciones
sarrollo de programas de detección de interaccio- físico-químicas
nes e información al paciente en las instituciones
sanitarias entre sus estándares de calidad y crite- Se incluyen en este tipo de interacciones aquellas
rios de acreditación docente. que suponen una inactivación biofarmacéutica ex vi-
En este Capítulo se analizan las IAM, consideran- vo, e indican que se producen por contacto físico,
do de forma separada las relativas a la NE y NP. fuera del organismo, en el sistema de administración
o durante el proceso de la composición. El resultado
de las mismas es una disminución en la cantidad de
medicamento o de alimento que se absorbe, siendo
2.Tipos de interacciones los mecanismos posibles de la interacción:
• Degradación de un medicamento por un
Según Mariné et al., las interacciones podrían cla- alimento. Puede ser provocada por los aditivos que
sificarse en función de cuál de los sustratos, me- se utilizan, como conservantes, edulcorantes, emul-
dicamento, alimento o ambos, ve modificado su gentes, antiespumantes, antioxidantes, etc., en los
comportamiento por la presencia del otro. Así, se alimentos (taninos, ciclamato, metilpolisiloxano).
pueden considerar dos posibilidades: • Reacciones de precipitación o forma-
I. Las IAM se producen cuando los alimentos al- ción de complejos insolubles entre el fár-
teran el comportamiento farmacocinético o farma- maco y un componente del alimento (tetraciclinas
codinámico del medicamento y, por tanto, su activi- y lácteos; alimentos ricos en fibra, fitatos, y taninos
dad terapéutica. En este sentido, puede producirse que forman complejos insolubles con Fe y Zn).
riesgo de toxicidad o de ineficacia terapéutica, se- • Degradación de un fármaco por mo-
gún se potencie o disminuya el efecto farmacológi- dificación del pH, provocado por el alimento o
co. Pero también puede producirse una respuesta por bebidas refrescantes no alcohólicas y zumos.
farmacológica distinta a la deseada o un retraso en • Mecanismo redox. Los alimentos ricos en
la aparición de los efectos farmacológicos. vitamina C, por su carácter reductor, pueden favo-

368
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

recer la absorción del Fe al pasar de Fe trivalente • Peso molecular (Pm). La difusión disminuye al
a divalente. aumentar el Pm.
• Composición de enantiómeros. Varios medi-
camentos existen como formas racémicas de R y
S enantiómeros. Los diferentes enantiómeros pue-
4. Interacciones den tener diferencias en la actividad farmacológica
farmacocinéticas y en la absorción. De hecho, se sabe que en algunos
casos la actividad farmacológica reside en un enan-
Son las más frecuentes. Los alimentos pueden tiómero, mientras que el otro es el responsable de
actuar modificando alguna de las etapas de la far- los efectos adversos.
macocinética del medicamento tras su adminis- • Tipo de formulación. No se comportan del mis-
tración, provocando un cambio en su actividad mo modo las distintas formas farmacéuticas de un
terapéutica (aumentándola, disminuyéndola, o re- mismo principio activo (suspensiones, soluciones,
trasándola). Afortunadamente, no son siempre gra- cápsulas, comprimidos). En el caso de formulacio-
ves desde un punto de vista clínico. nes sólidas hay que considerar las de liberación rá-
pida vs. las de liberación retardada. Incluso dentro
de una formulación de las mismas características (p.
4.1. A nivel de la absorción ej., marca vs. genérico) puede haber variaciones. Se
han encontrado diferencias en el área bajo la curva
Para que la absorción tenga lugar, es necesario (AUC) y Cmáx de verapamilo de liberación sosteni-
que el principio activo se libere desde la forma far- da en genérico vs. formulación de referencia.
macéutica. En el caso de las formas farmacéuticas • Dosis múltiples vs. dosis única. Numerosos es-
sólidas es necesario que haya primero una disgre- tudios demuestran que las dosis múltiples se ven
gación y/o disolución. Esto se realiza fundamental- menos afectadas por las comidas cuando se com-
mente en el estómago mediante la intervención paran con las dosis únicas. Sin embargo, la diferen-
de las secreciones y movimientos gastrointestina- cia de comportamiento biofarmacéutico entre
les. En el caso de las formas farmacéuticas gastro- ambas es controvertida, no pudiéndose obtener
rresistentes, la disgregación se realiza en el intesti- ninguna conclusión en el momento actual.
no. En las formas líquidas la liberación del principio 2. Fisiológicos:
activo es más fácil y rápida, pues se mezclan me- • Características e integridad de la mucosa gas-
jor con las secreciones gástricas. La velocidad de trointestinal. El grado de absorción del medicamen-
disgregación, que depende del pH, motilidad y se- to está directamente relacionado con el área de
creciones gastrointestinales, puede afectarse por la absorción y con la integridad del tracto gastroin-
presencia de alimento. testinal (TGI).
Los factores que influyen en la absorción • Flujo vascular en el TGI: a mayor flujo, mayor
de fármacos son de dos tipos: velocidad de absorción.
I. Físico-químicos (inherentes al medi- • Motilidad. Dependiendo del medicamento, un
camento): aumento en la motilidad gastrointestinal puede au-
• Hidrosolubilidad. Sólo la fracción disuelta atra- mentar o disminuir su absorción. Si un medicamen-
viesa la barrera gastrointestinal. to es de difícil solubilización en el flujo gastrointes-
• Coeficiente de partición. Indica la liposolubili- tinal, su absorción puede mejorar al aumentar la
dad de la forma no ionizada. Sólo la forma liposolu- motilidad del TGI, pues se facilita su disolución, pe-
ble puede ser absorbida. ro en el caso de los medicamentos que se absor-
• Naturaleza química (pKa y grado de ioniza- ben por transporte activo puede disminuirse su
ción). Los fármacos son ácidos o básicos, y pue- absorción por aumento de la motilidad.
den estar en forma ionizada o no ionizada, lo que • Vaciado gástrico. Los medicamentos se absor-
depende del pH del medio y del pKa del medica- ben fundamentalmente a nivel intestinal, y su velo-
mento. El grado de ionización es un factor deter- cidad de absorción está relacionada con la veloci-
minante de la absorción, se absorbe sólo la forma dad de vaciado gástrico. En ayunas la absorción de
no ionizada. los medicamentos es más rápida.

369
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

4.1.1. Influencia de los alimentos producen un enlentecimiento del vaciado gástrico.


en la absorción de los medicamentos Por el contrario, las dietas líquidas, los alimentos
fríos o alcalinos y las dietas hipoproteicas estimu-
La presencia de alimentos afecta a la absorción lan el vaciado gástrico.
de los fármacos por efectos de dos tipos: físico- El retraso en el vaciado gástrico interesa pa-
químicos y fisiológicos. ra los medicamentos cuya disolución se favorece
por la mayor permanencia en el estómago, espe-
4.1.1.1. Por efecto físico-químico cialmente para medicamentos básicos, mecanis-
mo propuesto para la cefpodoxima axetilo y para
• La presencia de alimento en el estómago pro- los que se absorben por transporte activo (Ta-
voca una modificación del pH del contenido gás- bla 1).
trico. El estómago vacío tiene un pH de 1, aumen- b) Sobre la motilidad gastrointestinal.
tando entre 2,5 y 3,5 con la presencia de alimento. La presencia de alimentos incrementa la motilidad
Además de los problemas que pueden derivarse gastrointestinal, por lo que origina un aumento en
de la estabilidad de los fármacos a pH ácido, es- la absorción de los medicamentos por una rápida
te hecho produce variaciones en el grado de di- disolución y por un mayor contacto de las molé-
sociación, que afectará a los fármacos que pueden culas de los mismos con el epitelio intestinal, pero
absorberse en el estómago. Para fármacos de ca- también puede reducir la absorción, ya que se au-
rácter ácido, puede disminuir su absorción, pues menta la velocidad de tránsito a través del TGI.
aumenta la cantidad de forma ionizada. En aquellos c) Sobre las secreciones gastrointesti-
fármacos de naturaleza básica débil, su absorción nales (ácidas, enzimáticas, biliares). Las
en estómago puede mejorar, pues al aumentar el secreciones gastrointestinales aumentan con la in-
pH de éste, aumenta la proporción de la forma no gesta de alimentos, y su efecto en la absorción va
ionizada, respecto al ayuno. a depender de la naturaleza ácida o básica y lipofí-
• Dificultad de acceso del fármaco a la superfi- lica del medicamento, y de su formulación, ya que
cie de la mucosa GI, al actuar el alimento como ba- se modifican los parámetros farmacocinéticos del
rrera. mismo.
• Formación de complejos o precipitados inso- El incremento en la secreción ácida puede acele-
lubles con algún componente del alimento (tani- rar la degradación de medicamentos ácido-lábiles.
nos, fibra). Las enzimas proteolíticas pueden degradar mo-
• Aumento de la solubilidad de algunos fárma- léculas peptídicas, mientras que las esterasas in-
cos por algún componente del alimento, como la testinales son capaces de hidrolizar formas este-
grasa. rificadas de medicamentos, como en el caso de la
cefuroxima axetilo.
4.1.1.2. Por efecto fisiológico El alimento rico en grasa estimula especialmente
la secreción biliar, lo que favorece la solubilización
Los alimentos pueden actuar retrasando el va- y absorción de medicamentos como griseofulvina,
ciado gástrico, aumentando la motilidad intesti- dicumarol y carbamazepina. Sin embargo, también
nal, estimulando las secreciones gastrointestinales puede reducir la biodisponibilidad de aquellos me-
y modificando el aclaramiento presistémico de los dicamentos que forman complejos insolubles con
fármacos a nivel hepático. las sales biliares.
a) Sobre el vaciado gástrico. Se han des- d) Sobre el transporte activo. La ruptu-
crito tres tipos de receptores situados en el duo- ra de las nucleoproteínas de los alimentos duran-
deno y en el intestino delgado, que determinan el te la digestión produce la liberación de purinas que
vaciado gástrico: los que responden a la presión os- pueden competir por los sistemas transportadores
mótica, los que responden a las moléculas ácidas con aquellos medicamentos que se absorben por
con pKa < 5 y los que responden a las grasas o sa- el mismo mecanismo de transporte activo.
les de los ácidos grasos. Así, las comidas copiosas, e) Sobre el aclaramiento presistémico.
calientes, de alta viscosidad y con elevado conte- Antes de que el medicamento llegue a la circula-
nido de proteínas, grasas y/o hidratos de carbono ción sistémica puede sufrir una metabolización en

370
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Tabla 1. EFECTOS DEL RETRASO DEL VACIADO GÁSTRICO EN LA ABSORCIÓN


DE LOS FÁRMACOS

Disminuye su absorción por degradación


Fármacos lábiles en medio ácido (isoniazida)
en el estómago
Pueden disminuir la absorción al aumentar
el % de forma ionizada (respecto a ayuno)
Fármacos de carácter débil que se absorben Pueden aumentar la absorción por una mayor
en el estómago (sulfamidas, barbitúricos, AAS) permanencia del fármaco en el estómago
El resultado final depende del equilibrio de los dos
anteriores
Aumenta la absorción, al evitar que se saturen
los mecanismos de transporte (riboflavina)
Fármacos que se absorben por transporte activo
Disminuye la absorción por competencia en los
mecanismos de transporte (levodopa)

las células intestinales y en el hígado (aclaramiento de dosis absorbida y, por tanto, el efecto del fárma-
presistémico o efecto de primer paso). co. Las consecuencias clínicas dependen en última
La ingesta de alimentos produce una disminu- instancia de la relación que exista entre efecto te-
ción del aclaramiento presistémico, ya que au- rapéutico y concentración plasmática.
menta la circulación portal y, por tanto, la veloci- En algunas situaciones la presencia de nutrien-
dad de paso de los medicamentos por los puntos tes en el TGI afecta tanto a la biodisponibilidad en
de biotransformación. El aclaramiento presisté- velocidad como en magnitud, lo que se manifies-
mico afecta sobre todo a los fármacos que son ta en fármacos que se absorben por mecanismos
bases débiles de naturaleza lipofílica (proprano- especializados de transporte. Estos fármacos, para
lol, metoprolol, amitriptilina y lidocaína), mientras absorberse, comparten con los nutrientes y prin-
que no se afectarán los medicamentos de carác- cipios inmediatos sistemas enzimáticos de trans-
ter ácido. El resultado es un aumento en la biodis- porte; por ello, cuando se administran simultá-
ponibilidad del medicamento. neamente existe un proceso de competición que
reduce la velocidad y magnitud de la absorción del
fármaco. Este efecto se ha puesto de manifiesto pa-
4.1.2. Modificación de ra algunos fármacos cuya estructura química es si-
los parámetros farmacocinéticos milar a la de las sustancias fisiológicas tales como
a nivel de la absorción levodopa, baclofeno, cefalosporinas y penicilinas.
Singh, en una amplia revisión de los efectos de la
La variación en la velocidad de absor- alimentación sobre los parámetros farmacocinéti-
ción motivada por los alimentos puede afectar a cos, señala que el proceso de absorción puede es-
los valores de la concentración plasmática máxi- tar retrasado, disminuido, incrementado, acelerado,
ma (Cmáx) y al tiempo en que se alcanza la misma o bien sin cambios, según se expone en los siguien-
(Tmáx), así como a la cantidad total de medicamen- tes apartados.
to disponible en el organismo o biodisponibilidad
sistémica, representada por el AUC. 4.1.2.1. Retraso en la absorción
Este hecho puede repercutir clínicamente cuan-
do se requiere una respuesta rápida y no se alcanza El retraso en la absorción o el descenso del pro-
la concentración mínima eficaz en el tiempo reque- medio de absorción ocurre como consecuencia
rido (el Tmáx se incrementa), como puede ser el ca- del enlentecimiento del vaciado gástrico y/o incre-
so de analgésicos o hipnóticos; o bien porque de- mento del pH gástrico producido por la ingestión
crece la cantidad total absorbida, disminuyendo la de la comida. En general, la cantidad absorbida no
Cmáx y el AUC a medida que disminuye la fracción se ve afectada.

371
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Farmacocinéticamente, esto se manifiesta co- ros solubles o con la administración de polímeros


mo un descenso de la Cmáx y un aumento del Tmáx. solubles suplementarios utilizados habitualmen-
De hecho, el enlentecimiento del vaciado gástrico te para regularizar los movimientos intestinales o
retrasa el comienzo de absorción del medicamen- la absorción de glucosa. Parece que el efecto de la
to, el cual generalmente se produce en la región viscosidad sobre la absorción del medicamento va-
proximal del intestino delgado. Este retraso en la ría con el propio fármaco, tipo y cantidad del agen-
absorción supone un retraso en el inicio de la ac- te inductor de viscosidad coadministrado, y de si
ción terapéutica, que en el caso de las formulacio- ambos están disueltos o no. El efecto de la eleva-
nes de liberación inmediata puede o no tener signi- ción de la viscosidad luminal sobre la absorción del
ficación clínica. Pero en el caso de una formulación TGI parece ser mayor en los medicamentos más
de liberación sostenida, cuando se administra con solubles, provocando un descenso en el promedio
alimentos, se produce una prolongación mayor del de disolución y de vaciado gástrico.
Tmáx y un descenso mayor de la Cmáx, y en este ca- La coadministración de algunos fármacos con
so sí puede haber repercusión clínica. Así, se ha ácidos biliares puede resultar en una disminución
visto que la administración conjunta de verapami- de la biodisponibilidad al producirse una interac-
lo de liberación sostenida con alimentos sí afecta ción físico-química con las micelas de los ácidos bi-
a la presión sanguínea y a los hallazgos electrocar- liares. Esto ha sido descrito para el atenolol.
diográficos, como es una prolongación del inter-
valo PR. 4.1.2.3. Incremento o aceleración de la absorción

4.1.2.2. Disminución de la absorción Los medicamentos con absorción incompleta


como consecuencia de su baja solubilidad en los
Los medicamentos cuya absorción sistémica es- fluidos gastrointestinales incrementan su absor-
tá disminuida por los alimentos son aquellos que ción intestinal cuando son administrados con los
son inestables en los fluidos gástricos, los que in- alimentos, pues se produce un retraso en el vacia-
teraccionan irreversiblemente con los componen- do gástrico e incremento de la secreción de las sa-
tes de la dieta, o aquellos que interaccionan de for- les biliares, que pueden aumentar el promedio de
ma reversible pero que se absorben en el intestino disolución.
delgado proximal. La secreción de las sales biliares tras la ingesta
Farmacocinéticamente esta disminución en la de alimentos causa contracción de la vesícula biliar
absorción va a afectar a la cantidad total de fárma- y, por tanto, la liberación de sales biliares al duo-
co disponible expresada en función del AUC. deno; sin embargo, la concentración de sales bilia-
Posiblemente los mecanismos para la disminu- res debería estar por encima de una concentra-
ción de la disponibilidad sistémica incluyan descen- ción crítica micelar para influir en el trasporte del
so de la absorción en el TGI, incremento del me- medicamento. La interacción micelar entre medi-
tabolismo de primer paso hepático o incremento camentos lipofílicos y sales biliares parece ser mu-
del aclaramiento sistémico del medicamento. Ade- cho más débil que entre éstas y medicamentos hi-
más, la presencia de ciertas enfermedades, como drofílicos. Ejemplos clásicos de medicamentos cuya
diabetes mellitus y enfermedad inflamatoria intes- absorción se ve favorecida por las sales biliares son
tinal, puede provocar un descenso de la biodispo- ciclosporina, halofantrina, griseofulvina y danazol.
nibilidad de los medicamentos (en personas diabé- El gran volumen de fluido gástrico inducido por
ticas puede haber un retraso del vaciado gástrico la ingesta de alimento puede aumentar la solubilidad
como consecuencia de las neuropatías). y disolución de medicamentos. Así, por ejemplo, el
Recientes estudios indican que una elevación de incremento en la biodisponibilidad del saquinavir al
la viscosidad del contenido en la parte superior administrarse con alimentos puede atribuirse a una
del TGI puede reducir la absorción. Esta elevación mayor solubilización del mismo como consecuencia
de la viscosidad intraluminal puede ser el resulta- de la elevación del pH gástrico.
do de la administración de formas en suspensión Otro mecanismo por el cual la absorción del
que contienen agentes inductores de la viscosidad, medicamento puede verse incrementada es por
por la ingestión de alimentos conteniendo políme- la disminución del metabolismo de primer paso

372
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

hepático por efecto de los alimentos. El mecanis- aquéllos con baja acidez gástrica; de hecho, hay una
mo de esta interacción está basado en la relación relación inversa entre pH y biodisponibilidad. Por
entre el flujo sanguíneo hepático y el aclaramien- tanto, la coadministración de medicamentos con
to hepático. Como la extensión del metabolismo las comidas puede ser ventajosa cuando éstas re-
de primer paso está directamente relacionada con ducen la variabilidad interindividual en las concen-
la proporción de extracción hepática, esto implica traciones plasmáticas.
que la magnitud de la proporción de extracción au- Otras fuentes de variabilidad intra e interindi-
menta a medida que la eficiencia del metabolismo vidual en la biodisponibilidad incluyen las diferen-
hepático es mayor. Así, la biodisponibilidad oral de cias individuales y culturales en los hábitos alimen-
fármacos básicos con alta tasa de extracción hepá- tarios, el sexo y la edad.
tica aumenta cuando son tomados con alimentos.
La absorción de fórmulas de liberación retarda- 4.1.2.5. Otras consideraciones a nivel de la absorción
da y las de cubierta entérica pueden verse afecta-
da por la administración concomitante de comidas. Además de los aspectos antes mencionados,
Las preparaciones de cubierta entérica pueden li- Sinhg et al. consideran que es necesario tener en
berar parcialmente su principio activo en el estó- cuenta otros factores, ya que pueden afectar a la
mago si son tomadas con el alimento. También los biodisponibilidad de los medicamentos:
alimentos pueden afectar a la eficacia y seguridad a) Momento de las comidas. Es importan-
de los medicamentos orales de liberación retarda- te considerar el momento de la ingesta del alimento
da cuya liberación sea sensible al pH. Se recomien- en relación con el tiempo de la administración oral
da no tomar junto a la comida las formulaciones del medicamento, pues puede influir sobre el pro-
que requieran pH ácido o de liberación rápida. medio, y probablemente la cantidad del medicamen-
to disponible de una forma oral. Puede decirse que
4.1.2.4. Sin cambios en la absorción la toma de un medicamento un poco antes, después
o con la comida puede retrasar la cantidad de me-
Hay medicamentos cuya farmacocinética es re- dicamento disponible en función de la disminución
lativamente poco sensible a los cambios fisiológi- del promedio del vaciado gástrico. En este sentido,
cos del TGI tras la ingestión de alimentos. Algu- también influye la farmacocinética del medicamen-
nos ejemplos son grepafloxacino, levofloxacino y to. Así, por ejemplo, el alendronato tomado tras el
trovafloxacino. ayuno nocturno, o 2 horas antes del desayuno, pre-
Cuando esto ocurre y, por tanto, la biodisponibi- senta un descenso aproximado de biodisponibilidad
lidad no se ve afectada, el medicamento puede ser del 75% con importantes variaciones interindividua-
administrado con o sin comidas. Esto es importan- les; si se reduce el tiempo de 2 horas a 1 hora o 30
te para algunos pacientes, como los epilépticos o minutos, la reducción de la absorción es del 40%. La
los ancianos, que tienen dificultades de deglución administración al menos 2 horas después de la co-
de formas orales sólidas; en estos casos, las cápsu- mida disminuye la absorción entre un 80 y un 90%.
las pueden ser abiertas, y su contenido mezclado Los cambios transitorios en la absorción del me-
con agua, comida o zumo, sin afectarse la respues- dicamento debido al tiempo de las comidas pue-
ta clínica. También es importante en tratamientos den estar asociados a importantes efectos clínicos,
crónicos. aunque a veces los resultados de los estudios son
La biodisponibilidad puede diferir marcadamen- contradictorios. Así, Samanta et al. observaron en
te entre sujetos en estado de ayuno, debido a dife- pacientes diabéticos que los niveles en sangre de
rencias interindividuales en la acidez gástrica. Con glucosa fueron significativamente menores cuan-
la alimentación, las diferencias individuales en la do la tolbutamida se administraba 30 minutos an-
biodisponibilidad se correlacionan con cambios en tes de la comida, en relación con cuando el medica-
el pH y en el tiempo de vaciamiento gástrico indu- mento se ingería junto con la misma. Sin embargo,
cido por el alimento. Además, el efecto de la ali- en un estudio previo los autores encontraron que
mentación sobre la biodisponibilidad, el cual pue- la administración de tolbutamida 30 minutos antes
de ser menos variable en algunos casos, es menor o con la comida producía un resultado terapéuti-
en individuos con alta acidez gástrica y mayor en co equivalente.

373
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Otros factores a tener en cuenta son que los misma. La absorción de ketoprofeno se ve consi-
efectos irritantes de la mucosa gástrica de varios derablemente retrasada por una comida copiosa, e
medicamentos son minimizados al ser adminis- inalterada por una comida ligera.
trados con las comidas, antes o inmediatamen- d) Adsorbentes. La absorción gastrointesti-
te después. nal (GI) de un medicamento puede verse reduci-
b) Contenido en grasa, proteína y fibra da drásticamente no sólo por la comidas, sino tam-
de la dieta. La biodisponibilidad de los medica- bién por los antiácidos. Aparte de la absorción, los
mentos lipofílicos aumenta cuando se administran cambios del pH gástrico tras la ingesta de antiáci-
con una comida de alto contenido graso. Aunque dos puede afectar a la fracción, y en algunos casos a
el mecanismo por el cual se facilita la absorción no la cantidad absorbida de medicamento coadminis-
está totalmente definido, se cree que puede ser trado, alterando la proporción entre su forma ioni-
producido por un incremento de la secreción de zada y no ionizada.
sales biliares, jugo pancreático, enzimas digestivas y Hay medicamentos de carácter ácido débil que no
hormonas gástricas, lo cual ocurre tras una ingesta están ionizados a pH gástrico, pero son débilmente
de alimentos ricos en grasa. solubles en agua. La elevación del pH gástrico con la
Los medicamentos hidrofílicos no se afectan de administración de hidróxido magnésico o bicarbo-
un modo significativo por el contenido graso de la nato sódico incrementa la solubilidad y la absorción
dieta. de éstos. Ejemplos de ello son ciertos antiinflamato-
Tras una comida con alto contenido proteico, se rios no esteroideos o AINE (ibuprofeno), sulfonilu-
puede producir la unión del medicamento a las pro- reas (tolbutamida, glipizida) y dicumarol.
teínas de la misma, lo cual puede traer como conse- La coadministración de un antiácido puede no
cuencia cambios en la biodisponibilidad. Así, con la tener efecto sobre la biodisponibilidad de fárma-
gabapentina se ve incrementada el AUC (un 26%) y cos como ondansetrón, pantoprazol o paroxetina,
la Cmáx (un 32%) por las proteínas de la dieta debido entre otros.
a un incremento de la actividad del transportador al e) Bebidas. Los productos lácteos disminu-
aumentar la concentración luminal de aminoácidos. yen la absorción de las tetraciclinas por la forma-
Otro aspecto a considerar es la velocidad de va- ción de un complejo insoluble y pobremente ab-
ciado gástrico, que es inversamente proporcional a sorbido entre el medicamento y el calcio presente.
la densidad calórica de la dieta. Por tanto, la gra- Otros medicamentos cuya absorción se ve altera-
sa retarda el vaciado gástrico en mayor grado que lo da por los productos lácteos son la ciprofloxacina
harían las proteínas o los hidratos de carbono. y norfloxacina.
En cuanto a la fibra, puede afectar a la absor- Los taninos presentes en el té pueden alterar la
ción de los medicamentos, debido a los polisacá- absorción del Fe, hecho que a veces reviste impor-
ridos que contiene, los cuales son resistentes a la tancia en pacientes que beben mucho té y que es-
hidrólisis por las enzimas del intestino delgado. La tán con dietas bajas en Fe. Este efecto puede ser
fibra también tiene importantes efectos sobre el contrarrestado consumiendo a la vez un alimento
metabolismo de lípidos e hidratos de carbono y la rico en vitamina C (por ejemplo, té con limón).
absorción de minerales, y puede presentar un efec- La mezcla de medicamentos con zumos y otros
to inhibitorio sobre la absorción de otros compo- refrescos puede afectar su absorción por disminu-
nentes de la dieta. Así, la lovastatina ve decrecida ción del pH. Estudios recientes sugieren que itra-
su absorción por la fibra de la dieta; la digoxina dis- conazol, ketoconazol y riboflavina pueden mejorar
minuye su absorción un 20%, y el salvado de trigo su absorción al administrarse junto a Coca-Cola®
reduce la biodisponibilidad de la tiroxina. (pH = 2,5).
c) Cantidad de la comida ingerida. Ésta Hay otras hipótesis para explicar por qué las be-
puede modificar significativamente la biodisponibi- bidas no alcohólicas pueden disminuir el promedio
lidad del medicamento y afectar al tiempo de vacia- de la absorción de los medicamentos. Entre ellas, el
do gástrico. Shinkuna et al. encontraron que la bio- volumen de líquidos ingeridos, el vaciado gástrico
disponibilidad de sulpiride estaba marcadamente (el cual puede estar enlentecido por el ácido fos-
afectada por la cantidad de la comida, descendien- fórico y el azúcar presente en estos líquidos), las
do a medida que se incrementaba la cantidad de la bajas temperaturas a la que se toman las bebidas

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Tabla 2. POSIBLES CONSECUENCIAS DEL EFECTO DE LOS ALIMENTOS EN LA


METABOLIZACIÓN DE LOS FÁRMACOS

Disminuye efecto de los


Ineficacia terapéutica
Aumenta la velocidad fármacos
Inductores enzimáticos
de metabolización Aumenta efecto de los
Riesgo de toxicidad
profármacos
Aumenta efecto de los
Riesgo de toxicidad
Disminuye la velocidad fármacos
Inhibidores enzimáticos
de metabolización Disminuye efecto de los
Ineficacia terapéutica
profármacos

(pues pueden reducir la fracción de flujo sanguí- macos unidos a proteínas plasmáticas mediante
neo en el intestino), y el gas contenido en las mis- mecanismo competitivo por parte de los ácidos
mas, que podría incrementar la mezcla y la motili- grasos o los aminoácidos libres. El resultado de
dad. Las bebidas alcohólicas reducen la absorción esta interacción es un incremento de su actividad
de ácido fólico, vitamina B12 y magnesio. y/o toxicidad, si bien su repercusión clínica es in-
Sin embargo, a veces la absorción puede estar cierta y puede variar considerablemente entre los
incrementada por la ingesta de bebidas. Esto puede medicamentos.
ser debido a una mayor velocidad de la disolución
del medicamento, efecto osmótico o cambios en la
superficie del área de la mucosa intestinal a la cual 4.3. A nivel de metabolismo
las moléculas del medicamento están expuestas.
La mayoría de los fármacos se metabolizan ex-
tensivamente en el hígado u otros tejidos antes de
4.2. A nivel de la distribución su excreción. Este metabolismo se realiza principal-
mente por dos sistemas enzimáticos. El primero es
Cuando el fármaco se encuentra en la circula- un sistema de oxidación que cataliza las reacciones
ción general, debe distribuirse para llegar a su lu- de oxidación en el retículo endoplásmico y en el
gar de acción, y posteriormente ser metabolizado cual el citocromo P-450 actúa como oxidasa termi-
y excretado. nal (metabolismo de fase I). El segundo es una varie-
Los fármacos circulan por el torrente sanguíneo dad de enzimas de conjugación, presentes en citosol
unidos a proteínas plasmáticas (principalmente albú- o retículo endoplásmico, que forman una serie de
mina), pero la fracción libre es la forma activa, siendo conjugados (glucurónidos, sulfatos, conjugados de
la única que puede ser metabolizada y excretada. Las glutatión) y se conoce como metabolismo de fase II.
características físico-químicas de los fármacos van a Un fármaco podrá ser metabolizado por una de es-
determinar la proporción de unión a las proteínas tas vías o por ambas, dependiendo de sus caracterís-
plasmáticas. Los mecanismos de interacción a este ticas físico-químicas.
nivel pueden producirse por desplazamiento del fár- Los procesos enzimáticos responsables de la
maco por el nutriente de su unión a proteínas o por metabolización de los fármacos dependen de fac-
déficit de proteínas plasmáticas debido a una alimen- tores individuales intrínsecos, pero también pue-
tación inadecuada; en ambos casos se produce un au- den ser modificados por factores extrínsecos, en-
mento de la cantidad de fármaco libre. tre los que destaca la alimentación.
Así, una alimentación con bajo contenido pro- La composición del alimento va a influir en la in-
teico puede modificar la actividad terapéutica de teracción con medicamentos a nivel de metaboli-
los medicamentos, hecho importante en aquéllos zación, bien por inducción o inhibición de los sis-
de rango terapéutico estrecho. Por otra parte, la temas enzimáticos implicados, bien por aportar
ingesta abundante tanto de grasas como de pro- sustratos necesarios para las reacciones de conju-
teínas puede provocar desplazamientos de fár- gación (Tabla 2).

375
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

4.3.1. Composición de macronutrientes proporción de ácidos grasos poliinsaturados puede


tener importancia en cuanto a la posibilidad de in-
Las dietas desequilibradas pueden provocar una teracción con medicamentos, debido a su acción in-
modificación de los sistemas enzimáticos respon- ductora sobre las oxidasas de función mixta del sis-
sables de la metabolización de los fármacos. Así, tema microsomal hepático. Puesto que los lípidos
las dietas hipocalóricas producen un aumento forman parte de la membrana celular y son esencia-
del catabolismo proteico en los tejidos para obte- les para la normal actividad de los sistemas enzimá-
ner energía, lo cual puede llevar a una disminución ticos localizados en las mismas, las dietas deficientes
de la cantidad y la actividad de las enzimas disponi- en grasa y ácidos grasos esenciales disminuyen la ac-
bles para la metabolización de los medicamentos. tividad del sistema de oxidación microsomal hepáti-
Asimismo, una alimentación de este tipo reduce la co (SOMH), también denominado MEOS.
cantidad disponible de sustratos para las reaccio-
nes de conjugación. En ambos casos el resultado es
una disminución de los procesos de biotransfor- 4.3.2. Composición de micronutrientes
mación que liberará mayor cantidad de fármaco a y otros componentes
la circulación general, y por tanto puede producir-
se una potenciación de los efectos del fármaco, lle- Es necesario considerar los componentes mino-
gando incluso a ser tóxicos. ritarios propios del alimento.
La proporción del componente proteico de la Algunos componentes de los alimentos como
dieta es la que más influencia tiene en el proce- los micronutrientes también pueden alterar la me-
so de metabolización de los fármacos. Así, die- tabolización de fármacos, pues pueden actuar co-
tas hipoproteicas potencian el efecto de numero- mo inhibidores o inductores enzimáticos. Es el ca-
sos fármacos; por el contrario, las dietas con alto so de las vitaminas y los oligoelementos. Si bien en
contenido en proteínas provocan un aumento del la alimentación habitual no es un efecto acentuado,
metabolismo de los medicamentos, al incremen- sí pueden tener mayor significación clínica cuando
tar la actividad del sistema oxidativo microsomal se toman como suplementos nutricionales.
hepático, disminuyendo con ello la toxicidad de Otros componentes minoritarios sin valor nutri-
algunos fármacos. tivo, como pueden ser los aditivos o contaminantes,
Los hidratos de carbono tienen poca in- también pueden afectar al proceso metabólico.
fluencia sobre el metabolismo de los medicamen-
tos. Un consumo elevado de azúcares simples 4.3.2.1.Vitaminas
puede estar relacionado con una menor resisten-
cia del organismo frente a los efectos tóxicos se- Las vitaminas, debido a su condición de cofacto-
cundarios de fármacos en general. res de numerosas reacciones enzimáticas, intervie-
Así, la variación en la proporción de hidratos nen en la metabolización de muchos medicamen-
de carbono de la dieta no afecta al metabolismo tos. La niacida y riboflavina tienen efecto directo
de los medicamentos. Dietas con alto contenido sobre el SOMH. La deficiencia de vitamina A pro-
en proteínas y bajo en hidratos de carbono pue- duce disminución de concentraciones hepáticas
den acelerar el metabolismo hepático, pero éste del citocromo P-450, reduciendo la actividad de
puede verse enlentecido por el cambio a una die- SOMH. Asimismo, la deficiencia de vitamina C dis-
ta con baja cantidad en proteínas y alta en hidra- minuye el metabolismo de la antipirina, aumentan-
tos de carbono. do la vida media de la misma.
Sin embargo, los efectos derivados del cambio También la ingesta excesiva de vitaminas puede
del nivel proteico de la dieta sobre el metabolismo influir negativamente sobre la acción de los medi-
muestran una gran variabilidad interindividual, pro- camentos. Así, un incremento en la ingesta de piri-
duciéndose comportamientos diversos para dife- doxina durante el tratamiento con levodopa puede
rentes medicamentos. aumentar su metabolismo y disminuir el efecto te-
En relación con los lípidos, además de sus efec- rapéutico en pacientes con enfermedad de Parkin-
tos en la absorción de fármacos, pueden interaccio- son. Por otra parte, un exceso de ácido fólico re-
nar con los fármacos a nivel de metabolización. La duce la efectividad del metotrexato.

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T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

4.3.2.2. Oligoelementos lucidar el mecanismo de acción que interviene en


esta interacción.
Se ha visto que una dieta con bajo contenido en Respecto al mecanismo predominante para au-
Fe incrementa la actividad del SOMH y disminuye mentar la biodisponibilidad de los fármacos por
otras funciones degradativas. El papel directo que parte del zumo de pomelo, parece que es presumi-
juega el Fe en el SOMH sugiere que su deficiencia ble una inhibición del metabolismo oxidativo de los
debería disminuir la actividad de este sistema y, sin fármacos en intestino delgado al suprimirse la enzi-
embargo, se incrementa por razones no aparente- ma CYP3A4 en la pared intestinal, si bien recientes
mente justificadas. estudios apuntan a una inhibición de la glicopro-
Por otra parte, el efecto de la deficiencia de Se teína P (PgP), presente en las microvellosidades in-
en el SOMH es contradictorio; se ha informado de testinales. Un factor que juega un papel fundamen-
que las deficiencias de Zn, I, Mg y K incrementan la tal en esta interacción es la composición del zumo
oxidación y aclaramiento del medicamento. de pomelo.
El sistema enzimático del citocromo P-450
4.3.2.3. Otros componentes (CYP) está compuesto por distintas subfamilias;
de ellas, la del CYP3A4 representa el grupo enzi-
Otros aspectos a considerar serían los deriva- mático más abundante, distribuido a nivel hepático
dos de la ingesta de crucíferas, que contienen in- (30%) y a nivel de las células epiteliales del intesti-
dol, ya que aumenta la oxidación de antipirina y no delgado (70%), y en ambos lugares es responsa-
el metabolismo de fenacetina. La carne cocinada a ble respectivamente del metabolismo sistémico y
la brasa con carbón genera hidrocarburos aromá- presistémico del 50% de los fármacos utilizados en
ticos policíclicos inductores del metabolismo, au- el hombre. Por la acción sobre el CYP3A4 del in-
mentándose la oxidación de los medicamentos. testino delgado, el zumo de pomelo es capaz de in-
También la ingesta regular de metilxantinas puede hibir el metabolismo presistémico de ciertos fár-
influenciar el metabolismo hepático de los medica- macos, con un aumento en el AUC, sin alterar la
mentos, pues son sustancias que sufren un extenso t1/2 plasmática. Esta acción es rápida y mantenida
metabolismo hepático. en el tiempo: a las 4 horas de la ingesta del zumo
de pomelo se produce una reducción del 47% en la
4.3.2.4. Alcohol concentración de CYP3A4 intestinal, y los efectos
permanecen a las 24 horas.
Altas ingestas de alcohol reducen el aclaramien- La glicoproteína P (Pgp) es un transportador de
to de fenitoína, porque ambos compiten por el membrana que está presente, entre otros lugares,
mismo SOMH. En bebedores crónicos se produce en los enterocitos. La localización de la Pgp con la
una inducción de esta enzima, y un periodo de abs- enzima CYP3A4 en intestino delgado e hígado su-
tinencia conduce a un aumento de la tasa de acla- giere que este transportador también juega un pa-
ramiento de fenitoína. pel significativo en la biodisponibilidad oral, distri-
bución y excreción de los fármacos.
4.3.2.5. Zumo de pomelo El zumo de pomelo contiene muchos compues-
tos que pueden considerarse ingredientes acti-
Ha pasado más de una década desde que se ob- vos. Entre otros, flavonoides (naringina, naringe-
servó una interacción entre felodipino y el zumo nina, quercetina) y furanocumarinas (bergamotina,
de pomelo en un estudio de felodipino y etanol 6’,7’-dihidroxibergamotina). La composición pue-
que utilizaba este zumo para enmascarar el sabor de variar en función de la variedad de pomelo, ma-
del etanol. Posteriores estudios han confirmado durez del fruto, condiciones climáticas, origen (Is-
que el zumo de pomelo aumenta de modo signifi- rael, Australia), y del procedimiento de fabricación
cativo la biodisponibilidad oral de felodipino. del zumo.
A partir de entonces son numerosos los estu- La naringina es el flavonoide más abundante
dios de investigación dirigidos a conocer la com- en el zumo de pomelo y es la responsable del sa-
posición del zumo de pomelo, los fármacos con los bor amargo, no hallándose en otros zumos de cí-
que interacciona, y con mucho interés intentar di- tricos o frutas. Cuando la naringina es hidrolizada

377
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Tabla 3. MEDICAMENTOS QUE PRESENTAN INTERACCIONES CON EL ZUMO DE POMELO

Clase Fármaco Clase Fármaco


Amlodipino Antihistamínicos Terfenadina
Felodipino Diazepam
Nifedipino Benzodiazepinas Midazolam
Bloqueantes canales del calcio
Nimodipino Triazolam
Nisoldipino Buspirona
Nitrendipino Otros medicamentos Carbamazepina
Inmunosupresores Ciclosporina psiquiátricos Clomipramina
Atorvastatina Sertralina
Inhibidores HMG-CoA
Lovastatina Corticosteroides Etinilestradiol
reductasa
Simvastatina Procinéticos Cisaprida
Inhibidores de proteasa Saquinavir

por bacterias entéricas se produce naringenina; es- nario puede llevar a modificaciones en la excreción.
te componente in vitro tiene un potente poder in- Así, los alimentos, por su carácter acidificante o alca-
hibidor de distintas subfamilas del CYP (CYP1A2, linizante de la orina, pueden alterar el pH de la orina
CYP3A3 y CYP3A4), pero no así in vivo. Ello hace y con ello la fracción ionizada del medicamento.
pensar que no es el principal y único agente acti-
vo en el zumo de pomelo. La 6’,7’-dihidroxiberga-
motina es la furanocumarina más abundante en el
zumo de pomelo. Se ha sugerido que este último 5. Interacciones
compuesto podría ser el componente con mayor farmacodinámicas
potencial inhibidor. Sin embargo, los resultados de
los estudios a este respecto no son concluyentes, Se producen cuando se afecta la acción del fár-
ya que este derivado furocumarínico también es- maco. Aunque son las menos frecuentes, hay algu-
tá presente en el zumo de naranja y no se ha ob- nas claramente definidas:
servado ninguna variación en la biodisponibilidad • El contenido elevado de algunos alimentos en
cuando los medicamentos se toman con zumo de vitamina K puede reducir el efecto anticoagulante
naranja. Ello hace pensar que debe de haber otros del acenocumarol.
componentes en el zumo de pomelo que puedan • Los alimentos ricos en tiramina pueden au-
inhibir la actividad de la glicoproteína P. mentar el efecto presor de ésta, pudiendo dar lu-
En la Tabla 3 se reflejan los medicamentos que gar a la aparición de crisis hipertensivas, al tomarse
presentan interacciones con el zumo de pomelo. con medicamentos IMAO, inhibidores de la mo-
noamino oxidasa (tranilcipromina, furazolina, fenel-
zina, procarbazina, iproniazida).
4.4. A nivel de la excreción
La vía renal es la vía mayoritaria de excreción de
los medicamentos y de sus metabolitos. Para que 6. Efecto del estado
un medicamento pueda ser eliminado, éste debe nutricional sobre
encontrarse en forma ionizada al pH de la orina; los medicamentos
si se encuentra en la forma no ionizada, puede ser
reabsorbido por difusión pasiva a nivel renal y, por 6.1. Desnutrición
tanto, se prolongaría la excreción del fármaco.
Ya que el pH es el principal factor que puede afec- La desnutrición produce un descenso de la bio-
tar a este proceso, cualquier variación en el pH uri- disponibilidad de los medicamentos por una reduc-

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ción en la unión a proteínas, fluctuaciones en su vo- la albúmina y proteínas plasmáticas, permanecien-


lumen de distribución, alteración del metabolismo do inalteradas en la obesidad. Aunque se ha ob-
hepático y reducción de los conjugados de elimina- servado un incremento de los niveles de α1-gli-
ción y excreción renal de los medicamentos. coproteínas y lipoproteínas en sujetos obesos, las
Los medicamentos son frecuentemente adminis- consecuencias de esta elevación sobre la disposi-
trados a pacientes desnutridos, incluyendo aquéllos ción de los fármacos son desconocidas.
con cáncer, en los cuales existe anorexia significati- La distribución depende de la composición cor-
va y deterioro. La disponibilidad del medicamento poral y puede estar alterada en individuos obesos,
está afectada de forma variable por las diferentes ya que en ellos está aumentada la proporción de
formas de desnutrición. En la desnutrición protei- tejido adiposo, la masa corporal, volumen sanguí-
co-calórica, los estudios farmacocinéticos de dife- neo, cardiaco y el tamaño de los órganos. Los me-
rentes fármacos muestran que puede verse afec- dicamentos con alta afinidad por el tejido adiposo
tada su absorción, unión a proteínas, metabolismo penetran a través de las barreras lipofílicas y tie-
y excreción. Aunque la cantidad de medicamento nen un volumen de distribución incrementado, lo
oxidado puede permanecer inalterada o ligeramen- que ocurre para benzodiazepinas, fenitoína, verapa-
te incrementada en desnutrición moderada, en ge- milo y lidocaína. Un ligero incremento en la distri-
neral está afectada cuando existen edemas o signos bución se ha observado con metilxantinas, amino-
de desnutrición. En otras deficiencias como diabe- glucósidos, vancomicina, ibuprofeno, prednisolona
tes, este efecto es mucho menos acentuado. y heparina. No se han encontrado diferencias con
En niños con kwashiorkor a quienes se les admi- digoxina, procainamida, cimetidina, ciclosporina o
nistran medicamentos que se excretan por vía re- doxorrubicina.
nal, pero sin unión significativa a proteínas, la vida Los aminoglucósidos se distribuyen en el flui-
media de estos fármacos tiende a ser mayor duran- do extracelular. La recomendación inicial de gen-
te el tiempo de hospitalización que durante la re- tamicina sugiere una dosis de carga basada en el
cuperación. Este cambio farmacocinético durante peso ideal; sin embargo, estudios recientes han de-
la recuperación de la desnutrición puede ser debi- mostrado que el volumen de distribución es ma-
do a un incremento del flujo renal y de la filtración yor que en sujetos con normopeso. La distribución
glomerular. Por el contrario, en cuanto a los medi- de aminoglucósidos en obesos se estima que es el
camentos que se unen fuertemente a proteínas y 40% del correspondiente a un individuo con peso
se excretan a nivel renal, la vida media puede ser ideal. La dosis inicial de aminoglucósidos en pacien-
menor cuando la hipoalbuminemia es más severa. tes obesos puede determinarse añadiendo el 40%
del exceso de peso al peso ideal.
Los cambios fisiopatológicos en la obesidad
6.2. Obesidad afectan a la capacidad metabolizadora del hígado.
El hígado de sujetos obesos es significativamente
Al igual que la desnutrición, la obesidad puede mayor que el de individuos con peso ideal y tiene
estar asociada a cambios farmacocinéticos de los una gran infiltración grasa. En la obesidad el acla-
medicamentos. Aunque la absorción de los fárma- ramiento oxidativo está ligeramente alterado pa-
cos no parece estar alterada en la obesidad, sí se ra la mayoría de los medicamentos (se han evalua-
producen alteraciones en la unión a proteínas y do fenitoína, cafeína y alprazolam). Por el contrario,
distribución; se producen alteraciones de la com- el aclaramiento sistémico de ibuprofeno y predni-
posición plasmática en α1-glicoproteínas, ácidos solona es significativamente mayor en obesos. Los
grasos libres (AGL), colesterol y triglicéridos (TG). medicamentos metabolizados por conjugación pa-
La elevación de los niveles de AGL puede despla- recen tener un incremento del aclaramiento en
zar a un número importante de sustancias endóge- obesos. Por el contrario, en medicamentos meta-
nas, incluyendo la unión a proteínas de los medica- bolizados por acetilación y glucuronización, dicho
mentos; así, se desplaza el diazepam de su unión a incremento no se produce.
proteínas, incrementándose, por tanto, sus niveles La obesidad incrementa el tamaño del riñón y
plasmáticos y la respuesta farmacológica. La obesi- produce alteraciones funcionales que afectan a la
dad moderada y mórbida tiene poco efecto sobre función renal y la eliminación de los fármacos. Así,

379
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Tabla 4. EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN Y OBESIDAD EN LOS PARÁMETROS


FARMACOCINÉTICOS
Desnutrición Obesidad
Absorción Disminuye Igual
Distribución Igual Aumenta
Unión a proteínas Disminuye Igual
Metabolismo oxidativo Disminuye Igual, aumenta
Metabolismo por conjugación Disminuye Igual, aumenta
Excreción renal Disminuye Aumenta

se incrementa la filtración glomerular según el pe- perspectivas. Primero, por la incidencia de cier-
so del cuerpo y la superficie corporal. El aclara- tas enfermedades que aumentan con la edad; se-
miento total del organismo de la mayoría de los gundo, porque el perfil farmacocinético de los me-
medicamentos dependiente de la filtración glo- dicamentos puede verse alterado, pudiendo ser
merular está incrementado en obesos con función necesario realizar ajuste de dosis para prevenir
renal normal. En este caso pueden ser necesarias toxicidad o evitar una terapia inadecuada.
mayores dosis de fármaco para alcanzar concen- A nivel farmacocinético es necesario con-
traciones séricas adecuadas. En la Tabla 4 se ob- siderar los cambios que se producen en todas las
servan los efectos de la desnutrición y obesidad en fases de la serie LADME de los medicamentos. La
los parámetros farmacocinéticos. absorción sufre una importante alteración con la
edad, ya que disminuye en un 40% el flujo sanguí-
neo en el intestino delgado, se ve alterada la mo-
tilidad del TGI, se enlentece el vaciado gástrico, se
7. Población geriátrica produce un incremento del pH gástrico, enlenteci-
miento de la secreción ácida y alteración de la su-
En el paciente geriátrico existe una serie de perficie de absorción. Debido a que la ingestión de
cambios fisiológicos que pueden modificar su res- comida puede incrementar la motilidad intestinal,
puesta al tratamiento farmacológico por posibles la secreción ácida y el flujo sanguíneo esplácnico, y
alteraciones en la farmacocinética y farmacodina- alterar la estructura de la superficie de absorción,
mia de los fármacos. Sin embargo, el distinto com- se puede esperar un efecto de los alimentos sobre
portamiento de los fármacos no está bien estudia- la absorción de los medicamentos en el anciano.
do, ya que la mayoría de los ensayos clínicos con En los ancianos el valor del pH gástrico pospran-
medicamentos se realiza en jóvenes, siendo nece- dial es mayor que en la población joven y necesita
sario realizarlos también en este grupo de edad. mayor tiempo para alcanzar pH ≥ 4. Este efecto fue
Entre las modificaciones que se producen en el atribuido a una reducción de la secreción ácida en
organismo del anciano se encuentra el envejeci- los ancianos. Por ello se puede esperar que la ab-
miento celular con un descenso progresivo de la sorción oral de medicamentos básicos débiles co-
función celular; así, las mitocondrias de las células mo ketoconazol, itraconazol y dipiridamol, los cua-
envejecidas presentan una disminución en los pro- les son rápidamente solubilizados en el medio ácido
cesos de fosforilación oxidativa, síntesis de DNA, del estómago, pueda verse comprometida en los an-
RNA, proteínas estructurales y enzimas, y en su cianos debido al elevado pH gástrico. Además, este
capacidad para sobrevivir frente a situaciones de efecto puede verse agravado si el individuo tiene en-
hipoxia, así como el número de receptores. Igual- fermedades como sida, aclorhidria o hipoclorhidria.
mente, las células envejecidas presentan una redu- Sin embargo, este efecto negativo en los ancianos
cida capacidad para captar nutrientes y para repa- puede compensarse por la administración de tales
rar las lesiones cromosómicas. fármacos con los alimentos al aumentar el tiempo
Desde un punto de vista farmacocinético, el en- de permanencia del medicamento en el estómago y
vejecimiento es necesario valorarlo desde dos favorecerse así su disolución.

380
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

Por otra parte, el flujo hepático disminuye, lo rrollo de hipotermias por barbitúricos y neuro-
que origina que en el metabolismo el efecto del lépticos.
primer paso hepático también se reduzca, aumen- Todas estas modificaciones, junto a las pluripato-
tando la fracción de fármaco no metabolizada, logías, polimedicación y desequilibrios nutriciona-
viendo incrementada su biodisponibilidad los fár- les conllevan que en el anciano se vea aumentada
macos con un marcado efecto de primer paso, ca- la incidencia de reacciones adversas a los fármacos,
so del clometiazol, varapamilo, propranolol, etc. así como las interacciones.
En cuanto al resto de los parámetros farmaco- Quizá las IAM más frecuentes en el anciano sean
cinéticos, se reduce el volumen de distribución de las deficiencias minerales causadas por el uso fre-
los fármacos hidrosolubles por disminución del cuente de diuréticos, que pueden llevar a pérdidas
agua corporal total, y aumenta el de los medica- de Mg y K. El consumo de dietas específicas para
mentos liposolubles al disminuir la masa magra y determinados procesos patológicos ha de tenerse
aumentar la grasa total; decrece la concentración en cuenta debido al aumento potencial de interac-
de proteínas como la albúmina (aumenta la frac- ciones que puede provocar.
ción libre de los fármacos ácidos que se unen a
ella) y aumenta la de otras proteínas como α-glo-
bulinas (disminuye la fracción libre de los fármacos
básicos que se unen a ella). También se reduce el 8. Alimentos enriquecidos
flujo sanguíneo hepático, el tamaño del hígado, y las
reacciones de metabolización, afectando más a los La medicina actual está orientada a una polí-
fármacos con elevado aclaramiento hepático. A ni- tica de prevención de la enfermedad, y este he-
vel de eliminación, el envejecimiento produce, fre- cho se traduce en una preocupación de la pobla-
cuentemente, un deterioro de la función renal, difi- ción por intervenir con antelación a la aparición
cultando y disminuyendo la excreción de fármacos de un posible proceso patológico. La aparición en
por el riñón (el flujo plasmático renal y la filtración el mercado de múltiples preparados y alimentos
glomerular disminuyen en un 60%). enriquecidos con minerales y vitaminas que se
El comportamiento farmacodinámico de publicitan como beneficiosos para la salud contri-
los medicamentos en el anciano no es tan conoci- buye a que su utilización sea una práctica frecuen-
do; sin embargo, para determinados fármacos hay te. Este hecho hay que tenerlo en cuenta cuando
una alteración de su efecto, debido a una mayor o se prescriba un medicamento, ya que alimentos
menor sensibilidad de los órganos receptores, una que no interaccionan habitualmente con los me-
disminución del número de receptores, un aumen- dicamentos sí pueden hacerlo cuando en su com-
to o disminución de su afinidad, cambios en los posición se incrementan las cantidades de mine-
sistemas enzimáticos y alteraciones del flujo san- rales y otros micronutrientes.
guíneo local, afectando dichos cambios principal- El hecho de que algunos alimentos enriqueci-
mente al sistema nervioso central, cardiovascular dos contengan una cantidad de iones polivalentes
y urogenital. Por ejemplo, el cambio en el núme- que se aproxime o exceda a los antiácidos puede
ro y sensibilidad de receptores podría explicar la afectar al pH gástrico y producir cambios en el pH
mayor sensibilidad a las benzodiazepinas y la faci- urinario. En cuanto a las quinolonas (ciprofloxaci-
lidad para el sangrado con anticoagulantes orales; no), por ejemplo, que interaccionan con el calcio
los reflejos barorreceptores son menos eficaces de la leche, si se consume una leche enriquecida
y por esto cualquier fármaco hipotensor produ- en calcio, la interacción puede ser más pronuncia-
ce más frecuentemente hipotensión ortostática; la da y ello puede llevar al fallo del tratamiento far-
síntesis de factores de coagulación es más lenta, lo macológico, resistencia al antibiótico, e incremen-
que facilita el sangrado frente a medicamentos an- to de la morbilidad y mortalidad. Las repercusiones
ticoagulantes o antiagregantes; los quimiorrecep- económicas generadas son importantes al prolon-
tores carotídeos son menos activos, haciendo más garse la enfermedad, el tiempo de tratamiento y la
frecuentes las depresiones respiratorias por opiá- posible hospitalización. Las consecuencias pueden
ceos y benzodiazepinas, y, por último, la capacidad ser todavía mayores si se produce el fallo terapéu-
de termorregulación empeora, facilitando el desa- tico de agentes inmunosupresores, como micofe-

381
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

nolato de mofetilo, lo cual produce rechazo del 10. Fármacos y nutrición


órgano trasplantado, enfermedad severa, un con- enteral (NE). Interacciones
siderable incremento de los gastos sanitarios, ci- y forma de administración
rugías adicionales e incluso la muerte en pacientes
trasplantados. Actualmente se reconoce que el estado nutri-
Asimismo, es importante tener en cuenta los cional constituye una parte importante de los cui-
cambios de composición de dietas enriquecidas en dados médicos. Este hecho, unido a los avances que
pacientes hipertiroideos tratados con levotiroxina, se han producido en el campo de la nutrición arti-
ya que puede requerirse un ajuste de dosis. ficial, hace que tanto en el ámbito intra como ex-
En definitiva, las interacciones de los fármacos trahospitalario, el uso de un soporte nutricional ar-
con los antiácidos u otros minerales deben ser ex- tificial sea muy frecuente.
trapoladas a los alimentos fortificados. Pero sería El soporte nutricional, parenteral o enteral, se
conveniente realizar estudios sobre las interaccio- viene utilizando en situaciones a corto plazo o en
nes de los medicamentos con este tipo de alimen- patologías que requieren mayor tiempo de trata-
tos para establecer con claridad su posible perfil miento. En ambos casos, los pacientes con nutri-
de interacción. ción artificial suelen recibir al mismo tiempo tra-
tamiento farmacológico. Es precisamente a este
aspecto al que se debe prestar atención para evi-
tar las posibles y/o potenciales interacciones que
9. Identificación de puedan producirse entre el medicamento y la nu-
pacientes para prevenir trición enteral (NE) y nutrición parenteral (NP).
interacciones alimento- Las consecuencias de dichas interacciones suelen
medicamento (IAM) acompañarse de pérdida de efectividad del fárma-
co y, por ello, de fracaso terapéutico.
En primer lugar, es necesario tener en cuenta los Las interacciones entre fármacos y NE se pro-
factores que pueden ser motivo de interacciones, ducen con más frecuencia de lo esperado. Sin em-
como son la politerapia, los hábitos alimenticios in- bargo, no es frecuente la concienciación del per-
adecuados, los procedimientos de elaboración de sonal sanitario ni del propio paciente sobre este
las comidas, las dietas restrictivas y/o no controla- problema, posiblemente por desconocimiento del
das, la adicción al alcohol, enfermedades que cur- mismo. Este hecho se ha puesto de manifiesto en
san con desnutrición, insuficiencia renal o hepática, numerosas investigaciones. Naysmith et al., en un
y la situación socioeconómica. estudio publicado en 1998, hallaron que la mayo-
El equipo de soporte nutricional, una vez identi- ría de las enfermeras que entrevistaron descono-
ficados los factores de riesgo, debe realizar un aná- cía aspectos como la administración de una formu-
lisis que le permita conocer la ingesta diaria com- lación de liberación sostenida de teofilina, pocas
pleta de alimentos (sólidos, líquidos, semisólidos) y sabían que la NE debía interrumpirse antes de y
de agua, así como el número de ingestas diarias y tras la administración de fenitoína, y hubo gran va-
los horarios habituales de la ingesta de alimentos. riación en el volumen de diluyente usado para la
Por otra parte, es necesario prestar especial administración de medicamentos a través de una
atención a cuál es la medicación prescrita además sonda de alimentación. En una encuesta realizada
de la automedicación. Es importante identificar me- en Estados Unidos, el 74% de las enfermeras de
dicamentos de elevada potencia y margen terapéu- cuidados intensivos que respondieron, utilizaban
tico estrecho. Se debe realizar un análisis de los dos o más técnicas inapropiadas de administración
efectos esperados del tratamiento farmacológico, a de fármacos por sonda y con NE.
fin de identificar ausencia de respuesta o incidencia La demanda actual de implementar la calidad en
de reacciones adversas. El análisis de la información los cuidados en salud necesita formular estrategias
traerá como consecuencia la suspensión, disminu- para identificar y prevenir las interacciones entre
ción o cambio del tratamiento farmacológico y/o fármacos y NE. Todos estos hechos hacen pensar
nutricional, y/o cambios en los horarios de ingesta en la posibilidad de establecer programas de edu-
y/o administración de los medicamentos. cación, entre el personal sanitario y los pacientes,

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T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

para evitar una mala práctica bastante frecuente, y van menor velocidad de caída del producto por la
con ello alcanzar el objetivo principal: la eficacia de sonda, obstrucción de la misma y, en consecuencia,
cada tratamiento. una disminuida absorción de los nutrientes y/o el
Cuando un paciente necesita una medicación y fármaco o una inactivación de los mismos.
tiene una sonda de alimentación, se debe considerar El factor que más afecta es el pH. Los jarabes
una serie de cuestiones antes de su administración: o soluciones que tienen valores de pH extremos
1. El medicamento ¿es física y químicamente (< 4 o > 10) presentan el mayor número de in-
compatible con la NE? compatibilidades, así como las formulaciones de fa-
2. ¿Está el fármaco en la forma galénica más ade- se oleosa. También influye la fracción proteica de la
cuada para su administración por sonda de alimen- fórmula enteral, y más en su aspecto cualitativo que
tación enteral? cuantitativo. Así, las fórmulas con proteína entera
3. ¿Puede alterarse la forma galénica original del tienen más riesgo de interaccionar que las fórmulas
fármaco? con proteínas hidrolizadas, aunque tengan alto con-
4. Si no, ¿puede haber una forma de dosificación tenido nitrogenado. No obstante, los estudios publi-
diferente o cambiar a otro fármaco? cados se realizan con fórmulas determinadas y mar-
5. ¿Puede haber factores añadidos que afecten a cas registradas de medicamentos que pueden variar
la absorción del fármaco o de los nutrientes? en su composición y características. Por ello, hay que
6. ¿Dónde está el extremo de la sonda de ali- tener precaución al extrapolar resultados.
mentación? Como medidas orientadas a reducir las in-
Estas cuestiones hacen ver que hay factores muy compatibilidades físicas, se puede optar por las
variados que intervienen en las interacciones fár- siguientes:
maco-nutriente y van a ayudar a buscar soluciones 1. No mezclar medicamentos con la NE.
para evitarlas. 2. Recurrir a fórmulas con compatibilidad de-
Una interacción medicamento-nutriente puede mostrada.
definirse como la modificación del efecto farma- 3. Cambiar la medicación: reducción de dosis
cológico de un medicamento por la administración (dentro de un rango terapéutico), usar una forma
concurrente de nutrientes. de dosificación alternativa (abrir una cápsula puede
En el ámbito de la NE, los mecanismos por los ser mejor que un jarabe con pH acídico), usar una
que se pueden producir interacciones son variados vía de administración alternativa (rectal, intraveno-
y, de acuerdo con Rollins, se pueden clasificar del sa, intramuscular), o cambiar a un equivalente tera-
modo siguiente: péutico que sea compatible con la NE (ibuprofeno-
a) Antes de la administración: naproxeno, loperamida-difenoxilato, etc.).
• Incompatibilidad física. Aunque la incompatibilidad física es sólo un aspec-
• Incompatibilidad farmacéutica. to de la compatibilidad, y no indica que vaya a produ-
b) Durante o después de la adminis- cirse inactivación de la medicación, o de un compo-
tración: nente de la NE, conviene actuar con precaución.
• Incompatibilidad fisiológica.
• Incompatibilidad farmacocinética.
• Incompatibilidad farmacológica. 10.2. Incompatibilidad
farmacéutica
10.1. Incompatibilidad física Hace referencia a la alteración de una forma
de dosificación, de modo que la liberación segu-
Esta denominación hace referencia al cambio fí- ra de una dosis apropiada en el lugar adecuado no
sico que se produce cuando las sustancias implica- se produce. Las diferentes formas de dosificación
das (NE y medicamento) se combinan. El cambio es incluyen: tabletas, cápsulas, gránulos, suspensiones,
generalmente visible por inspección visual. Clásicos jarabes, elixires, soluciones, supositorios, parches
casos de esta interacción son la coagulación, gelifica- transdérmicos, cremas y ungüentos.
ción, floculación, separación de fases, formación de Dentro de las formuladas para administración
precipitados y cambios en la viscosidad, que conlle- oral, algunas están desarrolladas para un propósi-

383
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

to determinado; así, las tabletas con cubierta enté- les de administración accidental por vía intraveno-
rica sirven para evitar el pH ácido del estómago; sa de fenitoína y cloruro potásico preparados pa-
los comprimidos de administración sublingual con- ra administrar por sonda.
tienen cantidades relativamente pequeñas de me- Como medidas orientadas a reducir las incom-
dicación para ser liberadas debajo de la lengua an- patibilidades farmacéuticas se pueden optar por las
tes de perder su potencia por posible hidrólisis; los siguientes:
comprimidos de liberación sostenida están diseña- 1. Seleccionar otra forma de dosificación del
dos para una liberación progresiva y mantenida del mismo principio activo: una forma líquida (sus-
principio activo en periodos prolongados de tiem- pensión, solución, jarabe) o sólida de liberación
po. Cualquier manipulación de estas formas farma- rápida, en lugar de una forma de liberación retar-
céuticas supone la rotura de la formulación galéni- dada.
ca; la trituración de un comprimido con cubierta Para convertir una forma de liberación retarda-
entérica representa una incompatibilidad farma- da en otra de liberación rápida se puede actuar del
céutica, ya que la medicación no se va a liberar en modo siguiente:
el lugar adecuado. Lo mismo sucede con los com- a) Calcular la dosis total diaria para la prepara-
primidos de liberación retardada, ya que su tritura- ción de liberación retardada.
ción destruye las propiedades de liberación soste- b) Determinar un intervalo adecuado para la
nida y puede dar como resultado picos elevados o forma de liberación rápida (1 o 2 veces la t1/2 del
subterapéuticos, lo cual es particularmente impor- fármaco).
tante en los fármacos con estrecho margen tera- c) Dividir el valor resultante del punto anterior
péutico (teofilina, litio). entre 24; así, se obtendrá el número de dosis a ad-
Así, formas farmacéuticas que no deben tritu- ministrar en el día.
rase son: d) La nueva dosis se obtiene dividiendo la do-
• Con cubierta entérica. sis total diaria por el número de dosis que se van
• De liberación retardada. a dar al día.
• De absorción sublingual. 2. Considerar si las diferentes formulaciones
• Efervescentes. de una misma forma de dosificación de un fárma-
• Masticables. co presentan distintas posibilidades de ser tritura-
• Citotóxicos (potencial peligro para el manipu- das. Así, la eritromicina en comprimidos tiene cua-
lador). tro diferentes formulaciones: base y estearato no
• Las microcápsulas contenidas en algunas cáp- aceptables para triturar, pues son muy lábiles al
sulas de gelatina dura. Una vez abierta la cápsula, el medio ácido; eritromicina etilsuccinato, más esta-
principio activo contenido en microgránulos pue- ble al medio ácido, y eritromicina estolato, que es
de ser añadido a un volumen de 15 ml de agua pa- la forma más estable de todas.
ra su administración por la sonda. No obstante la 3. Seleccionar una vía de administración alter-
seguridad del método, conviene constatar que no nativa. Es el caso de la nitroglicerina en parches en
sucedan fenómenos de oclusión del tubo de ali- vez de sublingual.
mentación. 4. Utilizar un equivalente terapéutico como
Para consulta, se dispone en la literatura de dis- dinitrato de isosorbide en vez de nitroglicerina
tintas tablas que contienen información sobre me- sublingual.
dicamentos orales que no deben ser triturados.
En cualquier caso, la trituración debe hacerse si-
guiendo un método seguro y efectivo, evitando ex- 10.3. Incompatibilidad fisiológica
posición a la luz para fármacos fotosensibles como
nimodipino, o la contaminación de los utensilios de Este tipo de incompatibilidad se produce como
preparación con medicamentos que tengan poten- consecuencia de una respuesta fisiológica a la me-
cial alergénico (antibióticos). dicación y no a un efecto farmacológico de la mis-
El reenvasado de una forma líquida preparada ma. Se produce una alterada tolerancia a la NE, que
para administración por sonda nasogástrica (SNG) se manifiesta con vómitos, náuseas, diarrea, disten-
debe ser el apropiado. Se han descrito casos fata- sión y dolor abdominal.

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T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

Los factores involucrados en esta incompatibili- Los diluyentes hipotónicos como el agua esté-
dad son fundamentalmente los siguientes: ril son preferidos a la glucosa 5%, salino normal u
• Medicamentos que causan irritación otros isotónicos.
GI como el hierro oral o los AINE. A veces el volumen resultante es elevado y el es-
• Osmolaridad. La presencia de fluidos hipe- tado del paciente no lo permite, en cuyo caso se
rosmolares en intestino delgado origina diarrea. puede dividir la dosis en otras más pequeñas.
• Contenido en sorbitol. El sorbitol se ab- 2. Administrar un antiácido antes o después de
sorbe lentamente en el intestino. Siguiendo la ad- la medicación irritante, si ésta no puede evitarse.
ministración oral, ayuda a aumentar la presión 3. Emplear una forma de dosificación alternati-
osmótica en el intestino, atrayendo agua a la luz in- va (cápsula en vez de jarabe) siempre que sus ca-
testinal, resultando en un efectivo laxante osmóti- racterísticas permitan la disgregación en agua sin
co. La fermentación bacteriana del sorbitol en el in- alteración.
testino grueso también se asocia a un aumento de 4. Recurrir a una vía de administración alterna-
flatulencia y dolor abdominal (abdominal cramps). tiva u otras alternativas terapéuticas.
La tolerancia individual varía en función de la dosis
y de la exposición previa. Cantidades tan pequeñas
como 10 gramos pueden ya causar dicha flatulen- 10.4. Incompatibilidad
cia y distensión (bloating) abdominal y, si se ingie- farmacológica
ren cantidades mayores del orden de 20-30 g/día
(o menos en niños), se pueden producir calambres Cuando se habla de incompatibilidad farmacoló-
en estómago y diarrea. Por ello es muy importante gica, se consideran dos posibilidades:
considerar la medicación del paciente, pues puede • Intolerancia a la NE como resultado del meca-
pasar inadvertido el contenido total en sorbitol y nismo de acción de una medicación.
ser superior al tolerado sin efectos adversos. • Interferencia con el mecanismo de acción de
Así, es recomendable que, ante un cuadro de una medicación por un componente de la fórmu-
diarrea, se contemplen los medicamentos conco- la nutricional.
mitantes que esté recibiendo el paciente, pues es Las más habituales involucran a fármacos que
muy habitual achacar a la fórmula enteral la presen- actúan sobre la motilidad GI. Así, los medica-
cia de diarrea, y ello no siempre es así. Las causas mentos que incrementan la motilidad GI como
de diarrea en NE son varias: desde la propia com- metoclopramida, cisaprida y eritromicina pue-
posición de la fórmula, pasando por la temperatura den disminuir la tolerancia a la NE debido a fe-
de la misma, forma de administración y su posible nómenos de camping o diarrea. Los fármacos
contaminación hasta la medicación concomitante. que disminuyen la motilidad GI como los opiá-
En un estudio realizado por Edes et al. en 1990 en ceos y anticolinérgicos (atropina, escopolamina,
pacientes con cuadro de diarrea durante la NE, se antiparkinsonianos, antihistamínicos anti-H1, an-
observó que un 61% de los episodios estaban rela- tidepresivos tricíclicos) pueden repercutir en un
cionados con la medicación (48% por sorbitol, 10% lento vaciado gástrico, estreñimiento o impacto
antiácidos con Mg, 3% quinidina) y tan sólo un 21% fecal. Otro caso evidente es el antagonismo de la
estaban relacionados con la NE. warfarina y la vitamina K de la NE. Actualmente
Las medidas dirigidas a evitar esta incompatibili- se ha unificado bastante el contenido en vitami-
dad fisiológica son: na K de las fórmulas empleadas en NE (Tabla
1. Diluir la medicación altamente osmolar para 5), y un cambio de dieta no supondría una gran
lograr valores en torno a 300-500 mOsm/l. Para tal variación, pero ello no exime de la convenien-
fin puede ayudar el empleo de la siguiente fórmula: cia de monitorizar la coagulación ante cualquier
posible cambio en el aporte nutricional, ya que
mOsm inicial el INR puede variar. Cantidades del orden de 50
V. final = V. inicial × _________________ μg de vitamina K pueden causar un cambio en el
mOsm deseados tiempo de protrombina.
Como métodos para evitar estas incompatibili-
V. diluyente a añadir = V. final - V. inicial dades se dispone de las siguientes opciones:

385
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Tabla 5. CONTENIDO EN Ca, Fe, Mg Y VITAMINA K POR 100 CALORÍAS DE DIFERENTES


FÓRMULAS ENTERALES

Fórmula Ca (mg) Mg (mg) Fe (mg) Vit. K (μg)

Dietgrif estándar® 52 19,2 1,1 5


Edanec® 71,3 28,7 1,3 5,2
Ensure HN® 72 29 1,3 5,2
Ensure polvo® 51 20 1,0 4,4
Isosource mix® 75,5 20,7 0,9 5
Isosource standard® 52,4 20,9 1,0 5,6
Osmolite HN® 72 29 1,3 5,2
Nutrison Low Sodium® 80 23 1,6 5,3
Nutrison Low Energy® 80 22,6 1,6 5,3
Nutrison Soya® 80 23 1,6 5,3
Nutrison Standard® 80 23 1,6 5,3
Nutrison Pre® 40 23 1,6 5,3
Nutrison Multifibre® 80 23 1,6 5,3
Cubitan® 180 33,6 2,4 8
Sondalis HP® 49,2 20,14 1,1 5,4

1. Usar un equivalente terapéutico y tratamien- • Los factores que afectan a la distribu-


to para prevenir o tratar el efecto no deseado, co- ción, metabolismo y eliminación:
mo laxantes para tratar el estreñimiento asociado - Modificación de la vía de liberación (shunt por-
a morfina u otros opiáceos. to-cava que altera el flujo sanguíneo).
2. Evitar el exceso de medicación, pues los efec- - Competición por los mecanismos de unión a
tos farmacológicos suelen ser dosis dependientes. proteínas y transporte por las mismas, o por las
vías metabólicas.
- La excreción puede estar afectada por el pH
10.5. Incompatibilidad urinario.
farmacocinética • Los métodos para evitar la incompa-
tibilidad farmacocinética son:
Se produce cuando hay una alteración en la ab- - Los problemas de absorción: no mezclando la
sorción, distribución, metabolismo o excreción de medicación con la fórmula enteral.
un medicamento por una nutrición específica, o la - Cambiando el preparado enteral, ya que dife-
alteración de los parámetros de una nutrición por rentes fórmulas pueden interferir de modo dis-
un fármaco. tinto, especialmente si hay diferencias en la fuen-
• Los parámetros que afectan a la ab- te proteica o el grado de hidrólisis de la misma.
sorción son de diversa índole: - Usar una forma de dosificación alternativa o
- Velocidad de disolución. una sal distinta si la hubiere.
- Estabilidad química de la medicación o del com- - Emplear una forma de administración alternativa
ponente nutricional dependiente de pH, actividad
enzimática, interacciones de unión). .
- “Ambiente absortivo”. Factores que afecten: 10.6. Interacciones
pH, actividad enzimática, sitios de transporte, específicas con NE
proporción lipofílico-hidrofílica y área de super-
ficie absortiva. a) Antiácidos. La administración conjunta de
- Tiempo de tránsito GI. antiácidos que contienen hidróxidos de aluminio y
- Lugar de liberación. Importante cuando se requie- magnesio con fórmulas de NE ricas en proteínas
ra un ambiente acídico (itraconazol, ketoconazol). puede dar lugar a la formación de complejos que

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T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

obstruyan la sonda de alimentación. Los antiácidos dios podrían radicar en el método empleado. Re-
también pueden fijar el fosfato de la NE, causando cientemente, se ha estipulado que, basándose en
hipofosfatemia. esta controversia, no se dispone de suficiente evi-
b) Carbamazepina. Los resultados de dis- dencia como para suspender la NE continua antes
tintos trabajos que ponen de manifiesto una reduc- de y tras la administración de ciprofloxacino; sí se
ción en la biodisponibilidad de carbamazepina con recomienda evitar la administración conjunta de ci-
NE son conflictivos, quizá debido a diferencias en profloxacino con bolos de NE, así como la adminis-
la composición de la fórmula empleada. Bass et al., tración por yeyunostomía.
en un estudio en voluntarios sanos, notificaron una d) Fenitoína. La reducción en la absorción de
absorción disminuida de carbamazepina suspensión, fenitoína ha sido ampliamente estudiada. Este pro-
con un descenso en la Cmáx del 19% y del AUC del blema fue señalado por primera vez en 1982 por
10%. Los autores sugerían la posibilidad de aprove- Bauer en pacientes de neurocirugía. Demostró
char esta interacción para evitar la toxicidad asocia- una reducción del 70-80% en los niveles plasmá-
da a elevados picos séricos alcanzados tras la rápi- ticos de fenitoína suspensión administrada concu-
da absorción de carbamazepina en suspensión. La rrentemente con NE continua; por ello, recomen-
pérdida de biodisponibilidad también ha sido descri- dó las medidas que hoy día siguen vigentes. Otros
ta, suponiendo un fenómeno de adherencia al tubo autores han comunicado diferentes casos que evi-
de la sonda, que disminuye al diluir la suspensión de dencian una reducción en la absorción de fenitoína
carbamazepina. Las opciones de manejo incluyen: di- que puede llegar a causar problemas para alcanzar
lución del líquido con agua estéril o salino normal, y mantener niveles terapéuticos de fenitoína en la
administrar el fármaco de forma separada respecto práctica clínica.
a la NE y monitorizar los niveles de carbamazepina. El mecanismo exacto de la interacción fenitoína-
c) Ciprofloxacino. La excelente biodisponi- NE no se conoce, pero la mayoría de los trabajos
bilidad de ciprofloxacino hace frecuente su admi- aluden a posible combinación de varios factores fí-
nistración por vía oral y la recomendación de pa- sico-químicos, incluyendo:
sar a esta vía, tras una serie de dosis intravenosas y • Complejación con unión a ciertos componen-
cuando la situación del paciente lo permita. Ello in- tes de la fórmula.
cluye su administración por sonda a pacientes con • Unión de la fenitoína a la luz del tubo de ali-
NE. Pero en este contexto subyace la posible inte- mentación.
racción del antibiótico con los cationes divalentes • Inadecuada disolución, debido al elevado pKa
presentes en las fórmulas de NE por la formación de la fenitoína y la naturaleza acídica de las fórmu-
de quelatos insolubles, lo cual podría disminuir su las enterales.
absorción y, en consecuencia, reducir el AUC. Sin • Disminución del tiempo de tránsito intestinal,
embargo, en estos pacientes, los resultados de debido a la hiperosmolaridad de la fórmula o a la
múltiples comunicaciones sobre la administración diarrea asociada a la nutrición.
de ciprofloxacino con NE son dispares. Yuk et al. Respecto a la unión de fenitoína con las proteí-
(1989) reportaron que no había una reducción sig- nas de la NE no parece que la formulación de fe-
nificativa en la absorción de ciprofloxacino cuando nitoína, tabletas o suspensión, afecte a este fenó-
se administraba con una dieta polimérica, no de- meno. Ya en voluntarios sanos se observó cómo la
biéndose, en consecuencia, tener ninguna precau- biodisponibilidad de una formulación de fenitoína
ción de parar la NE. Posteriores resultados de los sal sódica no difería de la obtenida con la adminis-
mismos investigadores indicaban que la adminis- tración de fenitoína en suspensión ácida.
tración nasoduodenal aumentaba el AUC dos ve- Aunque no hay estudios prospectivos, controla-
ces comparado con la administración nasogástri- dos, aleatorizados, con un gran número de pacien-
ca o por gastrostomía. Los resultados de Yuk han tes, casi todos los artículos publicados describen
sido corroborados por otros autores. Sin embar- una disminución en las concentraciones séricas de
go, también se reportaron reducciones significati- fenitoína cuando se administra con NE. Este hecho
vas en la Cmáx y AUC de ciprofloxacino cuando se sugiere que la interacción es improbable que sea
administraba concurrentemente con la fórmula de por casualidad, y debe administrarse con las pre-
NE. Las diferencias en los resultados de estos estu- cauciones conocidas.

387
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

e) Hidralazina. La interacción de hidralazina cha resistencia era el contenido en vitamina K de


con NE parece depender más del ritmo de admi- las fórmulas que antagonizaba el efecto de la war-
nistración que del tipo de dieta. farina. Por este motivo los fabricantes reformula-
f) Sucralfato. Se han comunicado varios casos ron sus productos disminuyendo el contenido en
de producción de bezoares esofágicos en pacientes vitamina K. A pesar de ello, se han seguido comuni-
que recibían NE sola o asociada a sucralfato. El be- cando casos de resistencia a warfarina, estimándo-
zoar esofágico es mucho menos frecuente que el se que se produce un secuestro de warfarina por la
gástrico, pero cuando se forma, se llega a obstruir el fracción proteica de la fórmula enteral, lo que lleva
esófago y es difícil de retirar. Este hecho puede te- a una absorción disminuida.
ner graves consecuencias para el paciente, ya que Por un mecanismo u otro parece que las nece-
suele tratarse de pacientes sedados, con ventilación sidades de warfarina están incrementadas en los
mecánica. El mecanismo de esta interacción puede pacientes que reciben NE, incluida la población
ser la presencia de las sales de aluminio que preci- pediátrica. Por ello, se recomienda monitorizar es-
pitan las proteínas del producto, favorecido además trechamente la terapia anticoagulante, particular-
por un pH ácido, ya que la mayoría de los pacientes mente cuando se suspende la NE.
tenían reflujo gastroesofágico y, por tanto, una alte-
ración del pH a este nivel. También puede contribuir
a ello una alterada motilidad del esófago. 10.7. Administración
g) Teofilina. La biodisponibilidad de teofilina de medicamentos con NE
puede estar alterada por el alimento en general, y es-
tas diferencias en la farmacocinética pueden estar re- Una vez determinado el medicamento que se ha
lacionadas con el contenido de proteínas e hidratos de administrar a un paciente con NE, se pueden se-
de carbono de la dieta. El mecanismo puede radicar guir las siguientes pautas:
cambios en el metabolismo como resultado de los 1. Recomendaciones generales:
efectos de las proteínas e hidratos de carbono, esti- a) Los medicamentos no deben añadirse direc-
mulando o disminuyendo el citocromo P-450. Preci- tamente a las formulaciones de NE por:
samente ésta puede ser la explicación para la varia- • Falta de información sobre potenciales interac-
bilidad observada en la biodisponibilidad de teofilina ciones que puedan ocurrir.
en la administración conjunta con NE. Gal y Layson • La posibilidad de contaminación microbiana.
ya en 1986 refieren el caso de un paciente anciano • Un aumentado riesgo de bloqueo de la SNG por
con concentraciones subterapéuticas de teofilina y coagulación de las proteínas y formación de grumos
recurrente broncoespamo mientras recibía teofilina que puedan alterar la estabilidad del fármaco.
y NE continua. Sin embargo, en posteriores estudios b) Las formas de administración líquidas son las
aleatorizados, cruzados, que estudian la influencia de más adecuadas (facilidad por SNG). Precauciones:
una fórmula enteral sobre la absorción de teofilina • Evitar jarabes con pH < 4 y >10 (aglutinan y
de liberación retardada en sujetos sanos, no se ob- obstruyen la sonda).
servaron diferencias en la biodisponibilidad de teo- • No superar osmolaridades de 500-600 mOsm/l.
filina administrada con NE respecto a la administra- Si es mayor, diluir previamente.
da en ayunas. Además, estudios in vitro han obtenido c) Si se ha de utilizar una forma oral sólida:
elevación de la osmolaridad cuando se adicionaba • Comprobar que pueda triturarse.
teofilina en forma líquida a distintas fórmulas de NE. • Si es una cápsula, que pueda abrirse.
Este hecho, junto a la falta de resultados concordan- d) Hecha esta comprobación, disolver el polvo
tes, sigue haciendo aconsejable separar la administra- obtenido en 10-15 ml de agua.
ción de teofilina y las fórmulas de NE. e) Detener la NE si es continua unos 15 minutos
h) Warfarina. La interacción entre los anti- antes de administrar el fármaco y, si es en bolos, admi-
coagulantes orales y la NE está bien documenta- nistrar el medicamento en los intervalos horarios.
da. Así, pacientes que estaban recibiendo terapia f) Lavar la SNG con 30 ml de agua antes de la
de anticoagulación con warfarina y comenzaban a administración del medicamento.
recibir NE manifestaban resistencia al tratamien- g) Administrar lentamente el medicamento con
to anticoagulante. La causa que podía explicar di- una jeringa.

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h) Cuando se administre más de un medica- aclaramiento y del volumen de distribución y, con


mento, se debe lavar la jeringa con 5 ml de agua ello, a las concentraciones plasmáticas y al AUC de
entre cada uno de ellos. Los medicamentos no de- las concentraciones plasmáticas-tiempo.
ben mezclarse nunca en la misma jeringa. Se producirá una interacción farmacocinética
i) Tras la administración, lavar de nuevo la SNG cuando la NP afecte, en mayor o menor grado, al
con 30 ml de agua. proceso de distribución de los fármacos (equilibrio
j) Conectar la NE (si es continua). de distribución y aclaramiento plasmático), al me-
k) La cantidad de agua empleada en el proce- tabolismo y a la excreción de los mismos. Los nu-
so debe ser registrada en la historia, aspecto rele- trientes empleados para la elaboración de la nutri-
vante en pacientes con restricción de fluidos y po- ción pueden afectar a estos procesos, aunque los
limedicados. estudios realizados y los datos aportados son muy
Puede emplearse agua corriente salvo en el caso limitados.
de quelación con iones (ciprofloxacino, doxazosín), • Distribución. Un ejemplo de este tipo de in-
en que habrá que utilizar agua destilada. teracciones es el que tiene lugar con la levodopa, en
2. Recomendaciones especiales para fár- el que una ingesta elevada de proteínas puede redu-
macos con interacción farmacocinética: cir de forma significativa la respuesta a la misma. Se
a) Si la NE se administra en bolos, el medica- acepta que un aporte de más 0,8 mg/kg/día de pro-
mento se administrará en los intervalos entre la teínas puede afectar a la respuesta farmacodinámica
nutrición. de levodopa sin afectar a sus concentraciones plas-
b) Si la NE se administra de forma continua: máticas, principalmente por la interacción que se
• Si el paciente tiene acceso venoso y/o el fárma- produce a nivel de los transportadores de membra-
co está disponible en forma inyectable, se cambiará na a nivel de la barrera hematoencefálica entre la le-
a la forma parenteral. vodopa y los aminoácidos neutros de cadena larga
• Si no tiene acceso venoso y/o el fármaco no está (leucina, fenilalanina e isoleucina) procedentes de la
disponible en forma inyectable, suspender la NE 1 h degradación de las proteínas de la nutrición.
antes y 1 h después de administrar el medicamento. Otro caso interesante de este tipo de inte-
c) Si la NE no puede suspenderse, se aumentará racciones es el que ocurre con el antineoplásico
la dosis oral en la cantidad esperada que sea perdi- melfalán, que también utiliza el mismo tipo de
da por causa de la interacción (p. ej., fenitoína 300 transportadores a nivel de barrera hematoencefá-
mg/día se puede cambiar a 500 mg/día en base a un lica que los aminoácidos neutros de cadena larga.
70-80% de reducción en la absorción con NE). Esto hace que las nutriciones con escaso conteni-
d) Monitorizar niveles del fármaco. do en proteínas reduzcan los niveles plasmáticos
Para la administración en concreto de un fárma- de aminoácidos de cadena larga y, con ello, incre-
co por la sonda de NE se pueden consultar dife- menten las concentraciones del fármaco que lle-
rentes guías prácticas. En la Tabla 6 se resumen gan al SNC.
las interacciones de los medicamentos con la NE. Las interacciones que se producen a nivel de la
unión a proteínas plasmáticas van a producir un
aumento en el plasma de la fracción de fármaco li-
bre. El aporte de los lípidos en la NP produce un
11. Interacciones de elevado aumento de las concentraciones plasmáti-
los medicamentos con la cas de ácidos grasos libres, de tal forma que puede
nutrición parenteral (NP) aumentar la relación ácidos grasos libres/albúmina.
Cuando esta relación supera el valor de 2, existe
11.1. Interacciones un desplazamiento de las uniones a proteínas plas-
farmacocinéticas con la NP máticas de una gran variedad de fármacos. El in-
cremento de la fracción libre origina un aumen-
En el ámbito de la NP, las interacciones me- to del volumen de distribución aparente en estado
dicamentosas se desarrollan en los procesos de estacionario, así como del aclaramiento plasmáti-
distribución, metabolismo y excreción de los co del fármaco. Ambos efectos provocan una re-
medicamentos, afectando a los parámetros del ducción de la semivida de eliminación del fármaco

389
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Tabla 6. FÁRMACOS QUE INTERACCIONAN CON LA NUTRICIÓN ENTERAL (NE)

Medicamento Interacción Resultado Recomendaciones


Antiácidos con Formación Obstrucción SNG Suspender la NE al menos 1 h antes
hidróxidos Al y Mg de complejos Disminuida absorción y 1 h después de la dosis
Carbamazepina Suspender NE 2 h antes y 2 h después
Adherencia a la sonda Disminuida absorción
(suspensión) de la dosis. Monitorizar niveles
Formación de quelatos Suspender NE 1 h antes y 2 h
La absorción
Ciprofloxacino con iones después de la dosis o administrar
disminuye un 25%
(Ca, Mg, Fe) dosis mayores
Absorción disminuida
Formación de
un 70-80% Suspender la NE al menos 1 h antes
Fenitoína complejos con Ca
(disminución y 1 h después de la dosis
y/o proteínas
de niveles)
Disminuida
Monitorizar cambios en la presión
Hidralazina absorción en NE
sanguínea
a bolos
Puede aumentar Evitar fórmulas con soja. Monitorizar
Levotiroxina Nivel de eliminación
la eliminación fecal función tiroidea
Formación de quelatos
Suspender NE 1 h antes y 2 h
Norfloxacino con iones Disminuida absorción
después de la dosis
(Ca, Mg, Fe)
Suspender NE 1 h antes y 2 h
Penicilina V Absorción
después de la dosis. Administrar
potásica impredecible (30-80%)
mayor dosis o usar amoxicilina
Usar un anti H2, pues si no la NE
Formación de bezoars
Sucralfato Unión a las proteínas ha de suspenderse un total de 12 h
esofágicos
al día
• Absorción
disminuida un 60-
Teofilina de Suspender NE 1 h antes y 2 h
70%, metabolismo
liberación Mecanismos varios después de la dosis. Monitorizar
aumentado
sostenida niveles
• Absorción no
afectada (P y B)
Posible secuestro
por la fracción
macromolecular de la Monitorizar INR y evitar fórmulas
Warfarina
NE (proteína de soja). con proteína de soja
Antagonismo con la
vitamina K
SNG: sonda nasogástrica.

y de las concentraciones plasmáticas. Sin embargo, se afectadas las dosis de carga y de mantenimiento
este efecto sólo es significativo cuando los fárma- y el intervalo de administración de los medica-
cos presentan un elevado porcentaje de unión a las mentos.
proteínas plasmáticas (> 90%). La NP también puede producir disfunción hepá-
El ácido valproico, ácido salicílico, clo- tica y biliar y, por ello, disminuir la síntesis de albú-
fibrato y fenitoína, entre otros, son ejemplos mina y su concentración plasmática. La modifica-
de fármacos que pueden verse desplazados de su ción en la concentración plasmática de albúmina
unión a las proteínas plasmáticas. también es la responsable de la disminución de la
La desnutrición se asocia a cambios en el volu- unión de los fármacos a las proteínas plasmáticas.
men de distribución de muchos fármacos, viéndo- En el caso de la desnutrición leve o moderada, la

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concentración de la albúmina se encuentra redu- de oxidación metabólica), pero no altera el aclara-


cida y la fracción libre de los fármacos en sangre miento metabólico de paracetamol (fármaco utili-
puede incrementarse de forma significativa, ya que zado para el diseño del modelo de conjugación).
es la proteína a la cual se une la mayoría de los fár- Los hidratos de carbono puede que inhiban la
macos ácidos débiles (p. ej., el midazolam se une actividad enzimática del sistema del citocromo
a las proteínas plasmáticas en un 97% y el volumen P-450, ya que se produce una reducción en el acla-
de distribución aumenta con la hipoalbuminemia ramiento de antipirina en pacientes que reci-
en pacientes críticos). ben mayor aporte de glucosa en comparación con
Un factor que puede influir en la distribución de aquéllos con aporte de lípidos. En el estudio de
los fármacos en pacientes desnutridos es la admi- Burgess (1989), realizado en 26 enfermos posto-
nistración de NP. Así, en pacientes con depleción perados de cirugía mayor, se administró NP du-
nutritiva, la administración de NP puede ser una rante 7 días (subdividiéndose en tres tipos de NP,
causa adicional de expansión del agua extracelu- aportando la misma cantidad de nitrógeno pero di-
lar (aumentada ya en pacientes con desnutrición), ferente cantidad de glucosa y lípidos) vs. fluidote-
y la glucosa presente en la misma produce el mis- rapia convencional, y se comprobó una diferencia
mo resultado debido al efecto sinérgico de la glu- significativa en el aclaramiento de antipirina, sien-
cosa con el sodio. do menor en los grupos con mayor cantidad de hi-
Los antibióticos aminoglucósidos poseen un dratos de carbono que en los controles. También
volumen similar al plasmático, y los pacientes con fue mayor el aclaramiento en el grupo con lípidos
desnutrición pueden presentar un volumen de dis- comparado con los grupos de hidratos de carbo-
tribución significativamente elevado de los mismos. no (p < 0,02), pero no existía diferencia significa-
Pacientes críticos, con cáncer o con sida, frecuen- tiva con el grupo control. No está muy claro el
temente desnutridos, tienen un volumen de distri- mecanismo que explique este aumento del acla-
bución mayor que sujetos normales. En diversos ramiento con los lípidos, que puede ser debido a
estudios realizados en pacientes críticos que reci- que la actividad del citocromo P-450 y la lipogéne-
ben NP se ha demostrado un incremento de volu- sis dependen de la flavoproteína NADPH citocro-
men de distribución para la gentamicina y para mo reductasa. La NP con el 100% de hidratos de
la amikacina en comparación con aquellos que carbono origina una mayor síntesis de lípidos en el
recibían fluidoterapia. Sin embargo, no se estable- hígado que los regímenes mixtos con hidratos de
ce claramente si ello se debe a la administración de carbono-lípidos.
NP o al estado de desnutrición. En algunos estudios se ha comprobado que las
• Metabolismo. Los factores que afectan sig- dietas ricas en hidratos de carbono incrementan
nificativamente al metabolismo de los fármacos significativamente la vida media de eliminación de
son la alteración del flujo sanguíneo hepático y la teofilina, mientras que las dietas ricas en proteí-
modificación de la capacidad metabólica intrínse- nas la disminuyen significativamente. Este efecto, al
ca por inducción o inhibición, así como la altera- igual que ocurre con la antipirina, se debe princi-
ción del grado de unión del fármaco a las proteí- palmente a una reducción del metabolismo hepáti-
nas plasmáticas. co, y no a la modificación en la unión a las proteí-
Sin embargo, no se ha establecido muy bien la nas plasmáticas (la teofilina presenta una baja unión
relevancia clínica de los efectos de la nutrición so- a las proteínas) y el volumen de distribución. La
bre la farmacocinética y la farmacodinamia de los desnutrición calórico-proteica contribuye a la al-
medicamentos. teración del sistema enzimático de metabolización,
Las nutriciones con alto aporte de proteínas se produciéndose un descenso en la capacidad de me-
han asociado a un aumento en el metabolismo oxi- tabolización. La deficiencia de nutrientes reduce la
dativo, mientras que un alto aporte de hidratos de disponibilidad de los sustratos para las reacciones
carbono lo disminuye. El cambio en la composición de conjugación, con disminución de los procesos
de la nutrición parenteral de glucosa a aminoáci- de biotransformación y la siguiente potenciación
dos produce, en poco tiempo, un incremento sig- de efectos farmacológicos y efectos tóxicos. En el
nificativo en el aclaramiento metabólico de antipi- estudio de Moore et al. (1989) se demostró una
rina (fármaco utilizado para el diseño del modelo reducción del 12% en el aclaramiento plasmático

391
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

de teofilina en neonatos y pacientes pediátricos de plasmático renal y la velocidad de filtración glo-


corta edad que reciben NP frente a pacientes de merular, pero no así los lípidos y los hidratos de
características similares que no la recibían. Tam- carbono. Se ha demostrado en pacientes con NP
bién se ha evidenciado en pacientes adultos desnu- de larga duración (comparando el aporte de 150
tridos ingresados en la Unidad de Cuidados Inten- g de proteínas frente a otros que no lo recibían, o
sivos y en Medicina Interna. bien comparando el aporte de aminoácidos vs. sue-
En el caso del propranolol, que presenta una ro salino) que se producía un incremento de la ve-
elevada unión a las proteínas plasmáticas, se obser- locidad de filtración y del aclaramiento de crea-
van los mismos efectos que con teofilina. tinina. Probablemente el mecanismo implicado se
Se ha comprobado que un incremento de los deba a la liberación de glucagón desde el páncreas
aminoácidos en la nutrición incrementa la oxida- tras el aporte de aminoácidos y sus efectos renales
ción microsómica de fenitoína. indirectos debido a la estimulación del metabolis-
Se ha estudiado la farmacocinética de ampici- mo hepático vía citocromo P-450.
lina con tres regímenes alimenticios (oral, gluco- Una restricción calórico-proteica provoca una
sa 10% y NP sin lípidos). Se administró ampicilina reducción del aclaramiento renal tanto de los áci-
a las 2 h de iniciar NP y se estudió la curva a par- dos débiles (tipo ácido úrico) como de las bases
tir de extracciones a las 2 horas siguientes. No se débiles (tipo procainamida), posiblemente como
encuentra ninguna diferencia significativa en ningún consecuencia del incremento del transportador de
parámetro farmacocinético. este tipo de sustancias.
En el estudio de Tormo (1995) se analiza la far-
macocinética de amikacina (con metabolismo
renal) en dos grupos de pacientes con ventilación 11.2. Compatibilidad
mecánica, unos con NP y otros con fluidoterapia de los fármacos con la NP
convencional. Se encuentra un incremento estadís-
ticamente significativo del volumen de distribución La adición de fármacos a la NP presenta un ries-
en el grupo de enfermos con NP y una disminu- go incrementado de incompatibilidad físico-química
ción del nivel pico en estado de equilibrio. El acla- por el gran número de componentes que habitual-
ramiento fue mayor en el grupo con NP, pero no mente forman parte de NP. Se ha de ser crítico a la
fue significativo. hora de evaluar los estudios publicados sobre aditi-
En 11 enfermos críticos con ventilación mecáni- vos en la NP, y valorar la metodología y las condicio-
ca y NP (en la que se aporta un 50% de energía en nes bajo las que se realizan dichos ensayos.
forma de glucosa y el resto de lípidos) se estudia la Es importante considerar las propiedades físico-
farmacocinética de ranitidina (con metabolismo químicas de todos los componentes de NP, con el
60% hepático y 40% renal) antes de iniciar la NP y objeto de minimizar y evitar las posibles complica-
entre el 5º y el 8º día de NP. Los resultados que se ciones yatrogénicas y/o fallos terapéuticos y las in-
encuentran en este estudio son un incremento del teracciones entre fármaco y nutriente a través de
volumen de distribución, del aclaramiento y dismi- la formación de complejos, precipitados o reaccio-
nución de la vida media (casi significativo). Resulta- nes de degradación. Las combinaciones de los pro-
dos parecidos se han detectado en otro estudio rea- ductos son muy variadas y dan lugar a numerosos
lizado en siete enfermos críticos con pancreatitis y datos de compatibilidad y de estabilidad química,
con NP, en el que se analizó la farmacocinética de ra- por lo que se requiere una evaluación y monitori-
nitidina antes de iniciar la NP y en el 5º y 8º día. zación rutinaria.
La desnutrición calórico-proteica en los pacien- En general, sólo los fármacos con un régimen
tes con cáncer puede aumentar la toxicidad de de dosificación estable y que son terapéuticamen-
fármacos como el metotrexato y el 5-fluo- te eficaces cuando se administran en infusión con-
rouracilo, principalmente debido a una disminu- tinua son los que se deberían adicionar a la NP. Por
ción del aclaramiento plasmático por inhibición de el contrario, otros fármacos, independientemente
la enzima que metaboliza los fármacos. de que sean estables físico-químicamente con la
• Eliminación. Las proteínas y el aporte de NP, no deberían añadirse a la misma, como es el ca-
aminoácidos de NP pueden incrementar el flujo so de los que tienen mayor eficacia cuando se ad-

392
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ministran de forma intermitente que en infusión fluidos. Sin embargo, se ha documentado oclusión
continua (p. ej., los antibióticos, en los que se re- en los filtros de NP cuando ésta se añade en can-
quieren altas concentraciones plasmáticas) o aque- tidades que superan los 25 g/l, y también hay que
llos cuyas dosis varían en relación con el estatus considerar la posibilidad de contaminación fúngica.
clínico del paciente (p. ej., fármacos vasoactivos), La adición de albúmina no está indicada para dismi-
conduciendo a una reducción o pérdida de la efica- nuir la adsorción de insulina en la bolsa.
cia del fármaco o a una administración inadecuada 2. Aminofilina. La infusión continua de fár-
de la NP (p. ej., si ésta ha de suspenderse). macos que tienen un estrecho margen terapéutico
Las condiciones óptimas para introducir un fár- en general es más efectiva que la infusión intermi-
maco en NP son: tente, donde las concentraciones pueden desviarse
• Que presente un régimen de dosis estable en del rango terapéutico. La adición de aminofilina a la
24 h. NP sólo debe realizarse cuando se alcance un régi-
• Datos de estabilidad química en 24 h o más. men de dosificación estable.
Que no se produzca la degradación del fármaco. Aunque en un principio la aminofilina puede
• Que la administración del fármaco en infusión precipitar si el pH de la solución es menor de 8,
continua con la NP sea la adecuada desde el punto en otros estudios se ha comprobado que es esta-
de vista farmacocinético. ble en un amplio rango de pH en soluciones intra-
• Que sea estable con los componentes de NP, venosas.
principalmente con la emulsión lipídica y con otros En el estudio de Niemic (1983), la aminofilina fue
fármacos de NP. estable a concentraciones mayores de 1.500 mg/l
• Que la velocidad de infusión de NP sea cons- (0,25-1,50 mg/ml) durante 48 h en tres tipos de NP.
tante. La estabilidad no se vio afectada por la refrigera-
La administración de fármacos adicionados a la ción o la disminución en la concentración de ami-
NP puede ser beneficiosa en determinadas situa- noácidos.
ciones: pacientes con insuficiencia renal en los cua- Las soluciones de NP con Trophamine® (formu-
les se requiere restringir el volumen de líquido, con lación de aminoácidos pediátricos) presentan un
edema agudo de pulmón o pacientes que tienen pH = 5,5 (con mayor acidez que las soluciones de
muy limitado el acceso venoso. aminoácidos de adultos), y además el suplemento
Algunos fármacos administrados en infusión de cisteína aumenta la acidez.Veltri et al. (1996) ob-
continua en la NP pueden presentar ventajas sobre servan un precipitado blanco y fino de aminofilina
la terapia intermitente: (5 mg/ml) cuando se adiciona a este tipo de ami-
• Incremento en la eficacia del fármaco: se mi- noácidos.
nimizan las variaciones en la concentración séri- La adición de aminofilina a las soluciones de NP
ca del fármaco. que contienen bajas concentraciones de aminoáci-
• Disminución de las reacciones adversas como dos (1-2,5%) y grandes cantidades de calcio y fos-
consecuencia de lo anterior. fato, puede conllevar la precipitación como fosfa-
• Se reduce el coste de la terapia. to cálcico.
A continuación se describen los fármacos sobre 3. Anfotericina B. La adición de anfoterici-
los que se han realizado más estudios de estabili- na B a la NP a concentración de 100 mg/l produ-
dad con NP, resaltando aquellos que de alguna for- ce turbidez visual, originando partículas de gran ta-
ma pueden presentar más problemas de incompa- maño en suspensión. La anfotericina B es inestable
tibilidades. en la NP.
1. Albúmina. La albúmina es visualmente 4. Antibióticos. Se ha estudiado la compati-
compatible con la NP en 24 h. La administración bilidad de varios antibióticos en varios modelos de
de albúmina en la NP produce un incremento en NP sin lípidos (aminoácidos-dextrosa).
los niveles séricos de albúmina. Se ha utilizado a a) Ampicilina: a concentración de 1 g/l es in-
concentraciones entre 12,5 y 37,5 g/l en pacientes compatible visualmente y microbiológicamente (es
con una concentración de albúmina sérica menor decir, hubo contaminación microbiológica por hon-
de 2,5 g/l, con el objeto de incrementar la presión gos o bacterias) después de 24 h a temperaturas de
oncótica plasmática y mejorar la dinámica de los 25-37 ºC. También es incompatible, inmediatamente

393
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

con las soluciones de aminoácidos pediátricos (Tro- tinua produce menos interacciones con fármacos
phamine®), a concentraciones de 100 mg/ml. que se metabolizan por el citocromo P-450 (posi-
b) Cefalotina: a 1-2 g/l es visualmente com- blemente por reducción de las concentraciones a
patible durante 24 h a temperatura ambiente a 4- nivel hepático).
25 ºC y estable a 12-24 h. Sin embargo, a alta tem- a) Cimetidina. La cimetidina, a concentra-
peratura es inestable. ciones de 300-1.200 mg/l en varias soluciones de
c) Clindamicina: a 0,6 g/l es visualmente NP, es estable durante 24 h. La infusión intravenosa
compatible durante 24 h a 4 ºC y temperatura am- continua de soluciones de NP que contienen 900-
biente (sin aditivos), y a 0,1-0,25 g/l es estable du- 1.300 mg/día produjo concentraciones séricas en
rante 24 h a 4-37 ºC. estado estacionario de 0,6-1 μg/ml en 4 pacientes
d) Gentamicina: a 50-80 mg/l es compatible durante un periodo de 3-16 días.
visual y microbiológicamente después de 12-24 h La estabilidad de cimetidina se analizó en varias
a 4-29 ºC. mezclas de NP con diferentes tipos de aminoáci-
e) Imipenem-cilastatina: a concentración dos. Conservada a 5 ºC en bolsas EVA durante 28
de 5 mg/ml es inestable con las soluciones de NP. días, la cimetidina a 80 mg/l fue físicamente compa-
Solamente es estable durante 15 minutos. Se pro- tible y químicamente estable (menos del 5% de de-
duce un cambio de color gradual que se correla- gradación). En el estudio de Cano et al. (1987) no
ciona con la degradación del fármaco en la NP. El se apreciaron cambios en el pH y en el color, en la
examen por HPLC indica una degradación del imi- formación de precipitados o la separación de fases
penem, permaneciendo estable la cilastatina. cuando se adicionó cimetidina, 800-1.800 mg (0,4-
f) Penicilina G: a concentración de 0,4-1,0 x 0,9 mg/ml), a la NP con emulsión lipídica al 5% du-
106 UI/l es visualmente compatible durante 24 h a rante 72 h. Tampoco se apreciaron alteraciones en
4 ºC y temperatura ambiente. A concentración de la estabilidad de los lípidos y variaciones en el ta-
5 x 106 UI/l es estable durante 24 h a 4-37 ºC. maño de las partículas.
g) Tobramicina: 50-80 mg/l es compatible vi- La cimetidina puede ser incompatible en la NP
sual y microbiológicamente durante 24 h a 4 ºC y cuando se le adicionan otros fármacos como ami-
temperatura ambiente. nofilina y ciertos antibióticos. Puede precipitar si la
h) Vancomicina: a concentración de 2 mg/ml bolsa se refrigera, pero al recalentarla el fármaco
fue compatible durante 24 h en una mezcla de NP se redisuelve sin afectar a su degradación.
de neonatos (con aminoácidos al 2,55%, hidratos b) Famotidina. La famotidina, a concentra-
de carbono al 13,5%, electrólitos, vitaminas y ele- ciones de 20 mg/l y 40 mg/l, es estable en solu-
mentos traza). ciones de aminoácidos cristalinos (20 y 42,5 g/l) a
5. Bicarbonato sódico. La biodisponibilidad temperatura ambiente durante 48 h e incluso 72 h
de las sales de lactato y acetato como precursoras y en refrigeración durante 7 días, sin alterar la in-
del bicarbonato excluye la necesidad de añadir bi- tegridad de la emulsión lipídica (de los triglicéridos
carbonato sódico a las soluciones de NP. La adición de cadena larga o los triglicéridos de cadena me-
de bicarbonato sódico a las soluciones de NP re- dia-larga).
sulta en la formación de CO2 con pérdida del ión Sin embargo, se recomienda que la infusión de
bicarbonato y con el riesgo potencial de la forma- NP con famotidina se realice en 24 h, y que se aña-
ción de sales insolubles de Mg y Ca. da a la NP justo antes de la administración.
6. Antihistamínicos H2. Los regímenes de c) Ranitidina. La estabilidad de ranitidina y
infusión intermitente de los antihistamínicos H2 su efecto sobre los aminoácidos han sido amplia-
pueden originar concentraciones subterapéuticas mente estudiados. A las 24 h, la concentración de
y/o disminución en el pH gástrico por debajo de 4 aminoácidos no se ve afectada por la presencia de
antes de administrar la siguiente dosis. En algunos ranitidina a concentraciones de 50-100 μg/ml. La
pacientes, una dosis diaria de cimetidina necesaria determinación de la concentración de ranitidina
para conseguir y mantener un pH de 4 por infu- por HPLC añadida a una bolsa de NP con 16 g de
sión continua es significativamente menor que por aminoácidos, glucosa al 50%, lípidos al 20% y solu-
vía intermitente (900 mg vs. 1.200 mg). En el caso ciones estándar de vitaminas y electrólitos perma-
de cimetidina, también parece que la infusión con- neció inalterada durante 24 h a temperatura am-

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biente. En otros estudios, ranitidina a dosis de 100, se observó ningún cambio en la concentración del
200 y 300 mg, fue estable (con pérdidas meno- fármaco a las 24 h.
res del 10%) durante 48 h a temperatura ambien- 11. Insulina. La insulina en las mezclas de NP
te en soluciones estándares de NP (aminoácidos al se considera que es químicamente estable y clíni-
4,25%, glucosa al 25%, electrólitos, elementos tra- camente efectiva. La disminución de la biodisponi-
za y heparina). bilidad de insulina en las bolsas de NP ocurre por
7. Corticoides. Existen pocos datos de esta- pérdidas de adsorción en la propia bolsa, en el sis-
bilidad de los corticoides en las mezclas de NP y, tema de infusión y en los filtros. Se produce una
además, los mismos son contradictorios. La adición adsorción inespecífica de insulina en la superficie
de 5 mg/l de hidrocortisona en una NP con osmo- del vidrio, PVC (cloruro de polivinilo) y en matri-
laridad de 900 mOsm/l no presentó problemas de ces de plástico. Dependiendo de los ensayos y es-
compatibilidad, si bien no se adicionaron vitaminas tudios, las pérdidas por adsorción oscilan entre el
del grupo B por sospecha de interacción. Sin em- 3 y el 80%. Esta adsorción se produce rápidamen-
bargo, a una concentración de 500 mg/l fue compa- te, aproximadamente en 15 segundos al entrar en
tible en NP con electrólitos, vitaminas, insulina (5 contacto con la superficie del envase.
UI) y heparina (1.000 UI). La estabilidad disminuye La adición de albúmina (a concentraciones de
cuando lo hace el pH, siendo estable durante 72 h 0,25-2%) disminuye la adsorción de insulina a la
a pH = 6, y 12 h a pH = 5. bolsa; sin embargo, la adsorción total sólo dismi-
8. Digoxina. La formulación intravenosa de di- nuye en menos de un 10%, por lo que no se reco-
goxina presenta como disolvente propilenglicol, al mienda su adición por tal motivo.
ser poco soluble en agua. Se ha sugerido que los 12. Heparina. Las dosis bajas de heparina (1-
fármacos pobremente solubles en agua pueden ad- 3 UI/ml) adicionada a la NP se emplean para inten-
herirse al plástico de los sistemas de infusión. tar disminuir la incidencia de trombosis en la ve-
Blackstone et al. (1980) confirmaron la estabili- na subclavia.
dad físico-química de digoxina a concentraciones La heparina es visualmente compatible en solu-
de 0,25-1 mg/l en soluciones de NP durante más ciones con aminoácidos-dextrosa a concentracio-
de 96 h en bolsas de plástico a 4 ºC por radio- nes de hasta 20.000 UI/l y no se adhiere al plástico
inmunoensayo. También se documentaron niveles o vidrio ni al sistema de infusión. Sin embargo, hay
séricos adecuados de digoxina en pacientes a los datos contradictorios en cuanto a la estabilidad de
que se les administró durante varios meses la NP heparina en salino-dextrosa, aunque clínicamente
con digoxina. La digoxina no se une a los filtros de se ha comprobado que no se ve afectada su activi-
membrana de celulosa o policarbonato. dad después de la administración.
9. Epoetina α. Epoetina α, a una concentra- Sí existe controversia en la estabilidad de la
ción de 10 UI/ml en salino y mezclada con albúmi- emulsión lipídica con la heparina en presencia de
na a 2,5 mg/ml, se añadió a una solución de NP que iones calcio. Hay estudios en los que se indica in-
contenía Trophamine® a concentraciones de 0,5 y compatibilidad de heparina en las NP, produciéndo-
2,25%, vitaminas, elementos traza, electrólitos y he- se agregados de la emulsión lipídica o flóculos en
parina (1 UI/ml). La epoetina fue estable durante presencia de la misma, posiblemente por la interac-
24 h en esta NP. Cuando la epoetina α se diluye en ción entre los iones de calcio, la grasa y la hepari-
fluidos que contienen menos de 0,05% de proteí- na, ya que ocurre cuando el calcio y la heparina se
nas, se produce una disminución de las concentra- encuentran presentes. Una mezcla de 10 ml de In-
ciones de epoetina, cosa que no ocurre cuando la tralipid® al 20% y 10 ml de cloruro cálcico que con-
concentración de proteínas en estos fluidos es ma- tiene heparina a 5 UI/ml produce floculación, ob-
yor de 0,05%. servada visualmente, mientras que no ocurre si se
10. Fentanilo. El fentanilo tiene una vida me- prepara con cloruro sódico. La floculación depen-
dia corta, por lo que se suele administrar en infu- de de la disponibilidad de los cationes divalentes y
sión continua. Cuando 1 ml de una solución de fen- posiblemente de otros cationes polivalentes. Hay
tanilo a concentración de 10 μg/ml se añadió a 9 que considerar que en estos estudios se han utili-
ml de una NP (aminoácidos al 10%, vitaminas, elec- zado concentraciones elevadas de heparina (5 ve-
trólitos, heparina, elementos traza y ranitidina), no ces más de las que se utilizan en la práctica).

395
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

En otro estudio se observó que se producían pH de la solución, la presencia de electrólitos, ele-


cambios en la viscosidad cuando se adicionaba he- mentos traza y otras vitaminas, además de por el
parina a concentración de 5 UI/ml a Intralipid® sin tiempo de almacenamiento, la temperatura y la ex-
diluir, pero el cambio en la viscosidad fue mucho posición a la luz.
menor cuando descendió la concentración de he- Las vitaminas más lábiles son: vitamina A, vitami-
parina (0,5-1 UI/ml), aunque también se observó na K, vitamina C (ácido ascórbico), ácido fólico y
floculación y separación de fases. Por el contrario, tiamina (vitamina B1).
cuando se utilizó Intralipid® diluido con los ami- a) Ácido fólico. El ácido fólico es relativa-
noácidos de la parenteral en relación 1:1 el efec- mente insoluble a valores de pH < 7. Habitualmen-
to sobre la viscosidad fue mucho menor, y en la re- te es compatible con las soluciones de NP inclu-
lación 1:9 no se evidenció dicho efecto. Además, yendo todos los aditivos, a pesar de publicaciones
se observó que la adición de vitaminas a la mezcla en las que se indicaba una precipitación cuando
produce una estabilización de la emulsión lipídica, se combina con sales de calcio, ácido ascórbico y
posiblemente debida a los polisorbatos que actúan riboflavina en la solución. Baker et al. (1984) publi-
como detergentes y a los emulsificantes, disminu- can los datos de estabilidad química del ácido fó-
yendo el efecto. lico a 0,4 mg/l en aminoácidos-dextrosa con pH =
13. Ondansetrón. Ondansetrón, a concen- 6, electrólitos, vitaminas y elementos traza. El ácido
traciones de 0,03 y 0,3 mg/ml, es estable durante fólico fue estable a 4 ºC y temperatura ambiente al
48 h a temperatura ambiente en una NP que con- menos durante una semana cuando la solución fue
tiene 333 ml de Aminosyn® 15%, 500 ml de dex- protegida de la luz.
trosa al 70%, 400 ml de lípidos al 20%, vitaminas y b) Vitamina A. La pérdida de vitamina A en
electrólitos. A concentraciones de 8 mg/l y 48 mg/l la NP puede deberse a dos factores. Uno de ellos
es física y químicamente estable durante 48 h a es porque las propiedades químicas de la vitamina
temperatura ambiente y 9 días en refrigeración en favorecen la adsorción desde la solución de NP al
soluciones de NP con todos los componentes ha- plástico y a los sistemas de infusión, resultando una
bituales y en las que también se adicionó 50 UI/l unión físico-químicamente muy fuerte. El otro fac-
de insulina. tor es la fotosensibilidad, con pérdidas de hasta el
14. Somatostatina. Se estudió la estabilidad 75% por fotodegradación y oxidación.
de somatostatina a concentraciones de 3 μg/ml La magnitud de la pérdida de vitamina A desde
añadida a soluciones estándares de NP que contie- las bolsas de NP está relacionada con el tiempo
nen una emulsión grasa al 5% en envases de vidrio de almacenaje, la temperatura, el tiempo de in-
y etilvinil acetato (EVA), y se observó una reduc- fusión y el tipo de equipo de administración uti-
ción de la concentración de la misma desde 3 μg/ lizado.
ml a 0,3-0,6 μg/ml a los pocos segundos después El empleo de palmitato de vitamina A (en lu-
de añadir y agitar la mezcla. A las 24 h permanece a gar de acetato) cuya adsorción es mucho menor
concentración estable de 0,4-0,7 μg/ml. Esta reduc- al plástico, así como la protección de la NP a la luz,
ción inicial de la concentración (que se sigue ob- podría evitar la degradación de la vitamina A. El pal-
servando a lo largo de las 2 primeras horas) puede mitato de retinol es estable durante 20 días en NP
explicarse por una posible adsorción a los envases a 4 ºC, pero puede ser degradado hasta un 90%
(vidrio y EVA), igual que lo hace la insulina; poste- después de la exposición durante 2-4 h a la luz y
riormente hay un aumento y estabilización de la después de administrar vitaminas en el equipo de
concentración a las 24 h siguientes por un proce- infusión. La presencia de la emulsión grasa puede
so de liberación desde la superficie del envase. Por actuar como una barrera que impida la penetra-
el contrario, la incorporación de 6 mg de soma- ción de la luz ultravioleta.
tostatina a envases de tipo EVA que contienen NP c) Vitamina K. No hay demasiados estudios
con aminoácidos al 8,5%, lípidos al 20% y diferen- de la estabilidad de esta vitamina en la NP. En prin-
tes concentraciones de glucosa hizo que permane- cipio es compatible durante 24 h en soluciones de
cieron estables durante al menos 7 días. NP con los aditivos habituales; sin embargo, pare-
15. Vitaminas. La estabilidad de las vitaminas ce que sufre degradación cuando se expone a la luz
en una mezcla de NP puede verse afectada por el (aunque esta pérdida sólo es del 10-15%) en 24 h.

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Aunque en algunas instituciones hospitalarias se y su incremento aumenta la degradación. El cobre


ha utilizado la vitamina K a dosis de 1-10 mg, en la puede actuar como catalizador, y en menor medi-
NP, en presencia de otras vitaminas (manteniéndo- da el hierro, zinc y manganeso, pero a las concen-
se el tiempo de protrombina), con el fin de preve- traciones utilizadas en el estudio (0,76, 1,95, 3,3 y
nir posibles problemas de hemostasia y evitar las 0,55 mg, respectivamente) no fueron esenciales pa-
posibles reacciones adversas al administrarse en ra inducir la oxidación.
infusión continua, se recomienda su administración
de forma independiente en función de los paráme-
tros de coagulación sanguínea. 11.3. Formación de precipitados
d) Vitamina B1 (tiamina). La esta- de calcio en la NP
bilidad de tiamina se ve influenciada por el
pH de la NP, la temperatura y el tiempo de Los precipitados sólidos pueden desarrollarse
conservación de la NP, pero principalmen- cuando una combinación de sales incompatibles
te por la presencia de bisulfitos o de sulfi- se añade a la NP, formándose un precipitado inso-
tos. La inactivación puede ocurrir rápidamen- luble. Las sales de calcio son muy reactivas y rá-
te en soluciones que contienen > 160 mg/l pidamente forman productos insolubles con una
de bisulfitos a valores de pH > 6. La estabilidad gran variedad de aditivos. El fosfato cálcico tri-
de tiamina en 24 h se ha demostrado en fluidos básico (Ca3PO4) es el compuesto más peligro-
intravenosos estándar que no contienen sulfitos, so que se puede formar, ya que se han documen-
y es cuestionada en soluciones de NP que los tado casos de distrés respiratorio y muerte por
contienen y tiene un pH > 5,5. El metabisulfito embolismo.
se puede utilizar como estabilizador en algunas Las cantidades de calcio y fosfato a añadir en
soluciones de aminoácidos comercializados. la mezcla son críticas. Los factores que favore-
e) Vitamina C (ácido ascórbico). La de- cen la solubilidad del calcio con las sales inor-
gradación del ácido ascórbico en una mezcla de gánicas de fosfato son: pH (< 5), relación calcio/
NP va a depender del contenido de oxígeno en el magnesio, composición y concentración de los
preparado. Esta reacción está catalizada por iones aminoácidos (> 2,5%), orden de adición, y con-
metálicos como el cobre. La magnitud de la degra- centraciones de calcio y fosfato, la sal de calcio,
dación dependerá del tiempo de conservación de temperatura y tiempo.
la mezcla. El National Advisory Group on Standards and Prac-
El estudio de Dupertuis et al. (2002) analiza la tice Guidelines for Parenteral Nutrition, en sus normas
estabilidad de las vitaminas C y B1 en bolsas EVA de práctica segura de las formulaciones de NP, in-
y multicapas (MC) con mezcla de aminoácidos, hi- dica que esto puede ser evitado por una serie de
dratos de carbono, lípidos y electrólitos, a 4 ºC, medidas, entre otras:
temperatura ambiente y 40 ºC. Observaron una 1. Utilizar el gluconato cálcico como forma pre-
rápida degradación del ácido ascórbico en las pri- ferida de sal de calcio. En forma de cloruro cálcico
meras 24 h. Se asume que el oxígeno residual en es mucho más reactivo.
la mezcla causa una pérdida de 30-50 mg de ácido 2. El orden de adición de los componentes es
ascórbico en las primeras 6 h después de la pre- extremadamente importante para evitar la forma-
paración de la NP, y posteriormente la permeabi- ción del precipitado insoluble, que puede, en otro
lización de la bolsa al oxígeno es responsable de caso, ser soluble si se añade en la secuencia correc-
pérdidas de 5-10 mg/día. En el estudio, las bolsas ta. El fosfato debe añadirse primero, y el calcio ca-
MC protegieron mejor la degradación de la vita- si al final, cuando el volumen de la NP está llegan-
mina que las bolsas EVA, pero no fue una protec- do al máximo.
ción completa, ya que la degradación de la vitamina Otro riesgo de formación de precipitados sóli-
C por el oxígeno que penetra a través de la bolsa dos incluye el uso de sales de bicarbonato como
continúa incluso hasta después del tercer día de la alcalinizante. Éste reacciona con el calcio y se for-
preparación. ma un precipitado insoluble de carbonato cálcico.
La temperatura de almacenamiento también Por ello, si se precisan sales alcalinizantes, se debe-
puede afectar a la degradación del ácido ascórbico, rá utilizar acetato sódico o potásico (1 mEq de bi-

397
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

carbonato tiene el mismo poder alcalinizante que 11.4. Datos generales de


1 mEq de acetato). estabilidad de fármacos con NP
Se sugiere que el ácido ascórbico añadido en canti-
dades suprafisiológicas (por encima de 2 g/día) a la NP En el Anexo 1 se muestran los fármacos en los
podría actuar como antioxidante. Sin embargo, debido que se ha estudiado su compatibilidad en diferentes
a su inestabilidad, rápidamente se degrada a ácido oxá- mezclas de NP con diferente composición de ami-
lico, el cual es altamente reactivo con el calcio, forman- noácidos, hidratos de carbono y lípidos. En el Anexo
do un producto insoluble de oxalato cálcico. 2 se recogen las mezclas de las NP estudiadas.

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Anexo 1. FÁRMACOS EN LOS QUE SE HA ESTUDIADO SU COMPATIBILIDAD


EN DIFERENTES MEZCLAS DE NUTRICIÓN PARENTERAL (NP)

Fármaco Concentración Tipos de NP Conservación Estabilidad testada

Amikacina 150 g/l NP 1 Ambiente 24 h

250 g/l NP 2 Ambiente 24 h


500 g/l NP 2 Ambiente 24 h
Aminofilina 1 g/l NP 2, 3 Ambiente 24 h
*Cuando se administra con NP que contiene Trophamine®, se forma
inmediatamente un precipitado

1 g/l NP 4 Ambiente Inestable*


Ampicilina *Los datos de estabilidad de ampicilina son contradictorios, por lo que
no se recomienda su administración conjunta

Aztreonam 2 g/l NP 1 Ambiente 24 h

50 y 150 mEq/l NP 5 Ambiente 7 días*


Bicarbonato sódico *Físicamente compatible con pérdidas del 10% o menos como CO2
y sin cambios del pH

50 mg/l NP 6 Ambiente 12 h
1 g/l NP 4 Ambiente 24 h
NP 7/
Cefalotina 2 g/l Ambiente Inestable*
compatible 8
*Dependiendo de la composición de la NP, puede ser compatible
a temperatura ambiente durante 24 h o incompatible con un precipitado
entre 8 y 24 h a temperatura ambiente

Cefamandol 1,5 g/l NP 1 Ambiente 24 h

1 g/l NP 1 Ambiente 24 h*
Cefazolina *Con pérdida del 9% de cefazolina
10 g/l NP 9 Ambiente 24 h

1-4 g/l NP 10 Ambiente 8 h*


Cefepima *Se produce una pérdida de cefepima del 5-6%
1-4 g/l NP 10 5 ºC 3 días

1 g/l NP 1 Ambiente Inestable*


Cefoperazona
*Hay pérdida de un 50% de cefoperazona

399
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Anexo 1. FÁRMACOS EN LOS QUE SE HA ESTUDIADO SU COMPATIBILIDAD


EN DIFERENTES MEZCLAS DE NUTRICIÓN PARENTERAL (NP) (cont.)

Fármaco Concentración Tipos de NP Conservación Estabilidad testada


Cefotaxima 1 g/l NP 1 Ambiente 24 h

Cefoxitina 1 g/l NP 1 Ambiente 24 h

1 g/l NP 1 Ambiente 24 h*
6 g/l NP 11 Ambiente 24 h*
Ceftazidima *Dependiendo de la composición de la NP, se puede producir una pérdida
de ceftazidima del 10-13% a las 24 h a temperatura ambiente y del 8-9%
en 3 días a 4 ºC

Ceftriaxona 1 g/l NP 1 Ambiente 24 h

Cefuroxima 1 g/l NP 1 Ambiente 24 h

Cianocobalamina 0,5-1 mg/l NP 12 Ambiente 24 h

Aminoácidos
Ciclofosfamida 500 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Aminoácidos
Ciclosporina 150 mg/l Ambiente 3 días
al 4,25%

50 mg/l NP 13 8 ºC/ambiente 48 h
Citarabina Aminoácidos
100 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

400 mg/l NP 14 Ambiente 24 h*


800 mg/l NP 14 Ambiente 24 h*
Cimetidina 1,2 mg/l NP 14 Ambiente 24 h*
1 g/l NP 15 Ambiente 48 h
*La emulsión grasa incrementa el tamaño de la partícula en 48 h

250 mg/l NP 4 Ambiente 24 h


Clindamicina 3 g/l NP 9 Ambiente 24 h
400 mg/l NP 1 Ambiente 24 h

Aminoácidos
Dopamina 400 mg/ml 4 ºC 24 h
al 4,25%

400
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

Anexo 1. FÁRMACOS EN LOS QUE SE HA ESTUDIADO SU COMPATIBILIDAD


EN DIFERENTES MEZCLAS DE NUTRICIÓN PARENTERAL (NP) (cont.)

Fármaco Concentración Tipos de NP Conservación Estabilidad testada


Aminoácidos
Eritromicina 1 g/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Famotidina 20-40 mg/ml NP 16 4 ºC/ambiente 2 días

Fluorouracilo 1-4 g/l NP 17 Ambiente 48 h

2,5-5 mg/l NP 18 Ambiente 24 h


Fólico, ácido 1 mg NP 19 Ambiente 8h
0,4 mg/l NP 20 Ambiente 7 días

Aminoácidos
Fosfato potásico 100 mEq/l Ambiente 24 h
al 4%

Aminoácidos
Furosemida 40 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

2-5 g/l NP 21 Inestable*


Ganciclovir
*Se forma un precipitado. No es compatible con los lípidos

80 mg/l NP 8 (1,4,7) Ambiente 24 h


50 mg/l NP 22 Ambiente 24 h
Gentamicina
75 mg/l NP 1 Ambiente 24 h
800 mg/l NP 9 Ambiente 24 h

Aminoácidos
Gluconato cálcico 100 mEq/l Ambiente 24 h
al 4%

35.000 UI NP 23 Ambiente 24 h*
Heparina sódica
*Existen datos contradictorios (ver apartados 11.2, 12)

500 mg/l NP 1 Ambiente Inestable*


Imipenem
/cilastatina *Se produce una pérdida del 57% de imipenem
a temperatura ambiente en 24 h

100 UI/l NP 10 4 ºC 24 h*
Insulina regular *La insulina sufre adsorción en las bolsas de PVC y no hay adsorción
en las bolsas de etilén-vinil-acetato

401
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Anexo 1. FÁRMACOS EN LOS QUE SE HA ESTUDIADO SU COMPATIBILIDAD


EN DIFERENTES MEZCLAS DE NUTRICIÓN PARENTERAL (NP) (cont.)

Fármaco Concentración Tipos de NP Conservación Estabilidad testada


Aminoácidos
Isoprotenerol 2 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Aminoácidos
Lidocaína 1 g/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Meperidina 100 mg/l NP 24 Ambiente 36 h

Aminoácidos
Metotrexato 50 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Aminoácidos
Metildopa 500 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Aminoácidos
Metilprednisolona 250 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

Metoclopramida 5-20 mg/l NP 25 Ambiente 3 días

5 g (con Aminoácidos
Inestable*
Metronidazol (con 50 mEq)/l al 10%
bicarbonato sódico) *El metronidazol con bicarbonato sódico es incompatible, ya que en 24 h
presenta un color amarillo oscuro

600 mg-1 g/l NP 26 Inestable*


100 mg-500 mg/l NP 26 Ambiente 5h
Midazolam
*Aunque la estabilidad puede que varíe dependiendo de la concentración,
los datos son contradictorios y se recomienda no administrarlo con la NP

Morfina 100 mg/l NP 24 Ambiente 36 h

75 mg/l NP 1 Ambiente 24 h
Netilmicina Aminoácidos
3 g/l Ambiente/4 ºC 7 días
al 8,5%

Aminoácidos
Noradrenalina 4 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

1,5 mg/l NP 27 Ambiente 2 días


Octeótrido
0,45 mg/l NP 28 Ambiente 2 días

402
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

Anexo 1. FÁRMACOS EN LOS QUE SE HA ESTUDIADO SU COMPATIBILIDAD


EN DIFERENTES MEZCLAS DE NUTRICIÓN PARENTERAL (NP) (cont.)

Fármaco Concentración Tipos de NP Conservación Estabilidad testada


0,45 mg/l NP 28 4 ºC 7 días
*El octeótrido puede presentar adsorción al plástico y al vidrio. Existe
Octeótrido incompatibilidad entre el octeótrido y la insulina cuando se añaden a las
bolsas de NP, produciéndose una disminución de los niveles de insulina,
aunque dicha incompatibilidad no es conocida

Ondansetrón 0,03 y 0,3 g/l NP 29 Ambiente 24 h

5 x 106 UI/l NP 4 Ambiente/4 ºC 24 h


Penicilina g 25 x 10 UI/l
6
NP 9 Ambiente 24 h
2 g/l NP 1 Ambiente 24 h

2 g/l NP 1 Ambiente Inestable*


Piperacilina *Se produce una pérdida del 43% de piperacilina
en 24 h a temperatura ambiente

50 y 100 mg/l NP 30 5 ºC 36 h
Ranitidina 50 y 100 mg/l NP 30 Ambiente 36 h
75 mg/l NP 31

Tacrolimus 100 mg/l NP 32 Ambiente 24 h

10 mg/l NP 33 Ambiente Inestablea


20 mg/l NP 33 Ambiente Inestableb

Ticarcilina 2 g/l NP 1 Ambiente Inestablec


a
10% de pérdida de ticarcilina en 24 h
b
12-15% de pérdida de ticarcilina en 4 h
c
50% de pérdida de ticarcilina en 24 h

Aminoácidos
Tobramicina 80 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

400 mg/l NP 34 Ambiente 8 días


200 mg/l NP 1 Ambiente 24 h
Vancomicina 1 y 6 g/l NP 35 Ambiente 4h
500 mg y 1 g NP 36 Ambiente/4 ºC 24 h-35 días
500 mg y 1 g NP 36 4 ºC 35 días

5 y 10 mg/l NP Ambiente 24 h
Vitamina K
Aminoácidos
10 mg/l 4 ºC 24 h
al 4,25%

403
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

Anexo 2. COMPOSICIÓN DE LOS TIPOS DE NP EMPLEADAS EN LOS ESTUDIOS


DE COMPATIBILIDAD DE LOS FÁRMACOS INDICADOS EN LA TABLA 7

Comp. NP 1 NP 2 NP 3 NP 4 NP 5 NP 6 NP 7 NP 8 NP 9
3,5% o 8,5% o 5,4%
Aa 1,5% 1% 200 ml 4% 4% 4% 8,5%
4,25% (500 ml)
Dx 15% 25% 25% 50% (400 ml) 50% (500 ml) 25% 25% 25% 33,3% (500 ml)
Glu Ca 10 mEq 15-20 mEq 10-20 mEq 9 mEq
Fosf K 15 mEq 20 mEq 25-40 mEq 20-25 mEq 30 mEq
Fosf Na 10 mM 10 mM
Acetato 15 mEq 67,5 mEq
Cl Na 40 mEq 7,2 mEq
Elec. Sí 25 ml 25 ml Sí
Vitamina Sí Sí Sí Sí Sí Sí
ET 3,5 ml 3,5 ml

Anexo 2. COMPOSICIÓN DE LOS TIPOS DE NP EMPLEADAS EN LOS ESTUDIOS


DE COMPATIBILIDAD DE LOS FÁRMACOS INDICADOS EN LA TABLA 7 (cont.)

Comp. NP 10 NP 11 NP 12 NP 13 NP 14 NP 15 NP 16 NP 17
2,5% y
Aa 4,25% 4% 2,12% 10% (750 ml) 8,5% (500 ml) 4,25% o 2,12% 8,5% (500 ml)
5%
Dx 25% 25% 25% 10% 70% (429 ml) 70% (300 ml) 25% 50% (500 ml)
20% (125-200
Lípidos 20% (225 ml)
ml)
Glu Ca 10-40 mEq 20 ml 8 mEq 1g
Fosf K 10-40 mEq 20 mM 18 mEq
Acetato 5 mEq
Cl K 30 mEq 20 mEq
Cl Na 60 mEq 60 mEq
Sulf Mg 50% (2 ml) 50% (8 mEq)
Na 50 mEq 40 mEq 50 mEq
K 40 mEq 30 mEq 40 mEq
Ca 5 mEq 15 mEq 10 mEq
12,5
Mg 5 mEq 5 mEq
mEq
P 15 mM 6 mM 6 mM
Cl 58 mEq 40 mEq
Elec. Sí
Vitamina Sí Sí Sí Sí Sí
ET Sí Sí Sí Sí
Heparina 500 UI 1.000 UI

404
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

Anexo 2. COMPOSICIÓN DE LOS TIPOS DE NP EMPLEADAS EN LOS ESTUDIOS


DE COMPATIBILIDAD DE LOS FÁRMACOS INDICADOS EN LA TABLA 7 (cont.)
Comp. NP 18 NP 19 NP 20 NP 21 NP 22 NP 23 NP 24 NP 25
8,5% 8,5% 1%, 2,5% o 8,5%
Aa 4% 7% 5% 4,25%
(500 ml) (1.000 ml) 5% (1.500 ml)
50% 50% 10% 20%
Dx 25% 10% o 25% 5% o 25% 25%
(500 ml) (500 ml) (fructosa) (1.500 ml)
Glu Ca 10-40 mEq
Fosf K 10-40 mEq 30 mEq
Acetato 20-40 mEq
Cl K 20 mEq 20 mEq
Cl Na 40 mEq 0,9% (500 ml)
Na 25-40 mEq 50 mM
K 18-40 mEq 20 mM
Ca 5-10 mEq 2,5 mM
Mg 5 mEq 1,5 mM
P 6-15 mM
Cl 35 mEq 55 mM
Elec. Sí Sí
Vitamina Sí Sí Sí Sí
ET Sí Sí

Anexo 2. COMPOSICIÓN DE LOS TIPOS DE NP EMPLEADAS EN LOS ESTUDIOS


DE COMPATIBILIDAD DE LOS FÁRMACOS INDICADOS EN LA TABLA 7 (cont.)
Comp. NP 26 NP 27 NP 28 NP 29 NP 30 NP 31 NP 32 NP 33 NP 34 NP 35 NP 36
2,5% o
Aa 50 g 4,25% 5,7% 15% (333 ml) 3,7% 6% 4,25% 3% 4,25% 4,25%
5%
10%, 25%
Dx 250 g 35% 23,4% 70% (500 ml) 18,5% 24% 25% 20% 10% 25%
o 35%
Lípidos 3% 20% (400 ml) 3,7% 3%
4,7
Glu Ca 10% (8 ml) 6,3 mM 15 mEq 10 mEq
mEq
Fosf K 30 mEq 36 mM 20 mM 20 mM
Fosf Na 15 mM
Acetato 43 mEq 84 mEq 80 mEq 68 mEq
Cl K 32,2 mEq 54 mEq 25 mEq 60 mEq
Cl Na 50 mEq 64,4 mEq 108 mEq 30 mEq 75 mEq
50%
Sulf Mg 10 mEq 5,6 mEq 10 mEq 10 mEq
(0,8 ml)
Na 37,5 mEq 45 mEq 35 mEq 35 mEq 35 mEq
K 40 mEq 40 mEq 30 mEq 23 mEq 30 mEq
Ca 5 mEq 5 mEq 5 mEq 4,5 mEq 10 mEq
Mg 5 mEq 8 mEq 3 mEq 5 mEq 5 mEq
P 15 mM 14,3 mEq 9 mM 15 mM
Cl 45 mEq 53 mEq 47 mEq 50 mEq 35 mEq
Vitamina Sí Sí Sí Sí Sí
ET Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
1.000 3.000-
Heparina 1.000 UI 1.000 UI 1.000 UI
UI 2.000 UI
Insulina 10-40 UI/l
NP: número de nutrición parenteral; Aa: aminoácidos; Dx: dextrosa; Glu Ca: gluconato cálcico; Sulf Mg: sulfato de magnesio; Mg: magne-
sio; Elec.: electrólitos en los aminoácidos; Fosf K: fosfato potásico; Cl K: cloruro potásico; Na: sodio; P: fosfato; Fosf Na: fosfato sódico;
Cl Na: cloruro sódico; K: potasio; Cl: cloro; ET: elementos traza.

405
Capítulo 4.13. Interacciones entre fármacos y nutrientes

12. Resumen
 Las interacciones farmacológicas van adquirien- repercuta en la práctica clínica, sino también en
do cada vez más repercusión en la clínica, debido los costes.
a la aparición de efectos inesperados (retraso o
disminución de la acción farmacológica de los  En el presente Capítulo se analizan, en el primer
medicamentos o la potenciación de los efectos apartado, las interacciones de los alimentos so-
tóxicos) que, aunque no siempre tienen conse- bre los medicamentos a nivel farmacocinético
cuencias graves sobre el paciente, sí son cada vez y farmacodinámico (efectos sobre la absorción,
más frecuentes, repercutiendo sobre su calidad distribución, metabolismo y excreción de los
de vida. fármacos); y las interacciones que se producen
como consecuencia del estado nutricional del
 Entre ellas, las interacciones de los alimentos paciente (desnutrición, obesidad y población
con los medicamentos requieren una especial geriátrica). Seguidamente, se presentan las inte-
consideración, ya que pueden dar lugar a efec- racciones que se producen entre los fármacos
tos inesperados en igual o mayor proporción y la nutrición enteral antes de la administra-
que las interacciones entre medicamentos, ción (incompatibilidad física y farmacéutica), y
pueden ser más frecuentes y, en muchos casos, después de la administración (incompatibilidad
el mecanismo de las mismas no está del todo fisiológica, farmacocinética y farmacológica). Se
establecido. describen las interacciones más estudiadas de al-
guno de ellos con la nutrición enteral. Por último,
 Son de especial importancia las interacciones se estudian las alteraciones farmacocinéticas de
que se producen con fármacos de estrecho los medicamentos cuando se administran junto
margen terapéutico, en las que una pequeña con la nutrición parenteral, así como aquellos
variación en las concentraciones puede resultar medicamentos de los cuales existen estudios
ineficaz o con toxicidad grave, o con fármacos de compatibilidad con los componentes de las
que necesitan concentraciones plasmáticas man- bolsas de nutrición parenteral.
tenidas, como los antibióticos.

 Los factores de riesgo asociados a la aparición de


una posible interacción alimento-medicamento
son numerosos. Entre ellos, se pueden destacar
factores asociados a:
a) El medicamento a la nutrición: característi-
cas de las diferentes formulaciones galénicas
orales o intravenosas, composición de las
nutriciones enterales y parenterales, proce-
sos de elaboración de las mismas, técnicas de
administración, etc.
b) La dieta: hábitos alimentarios, ayuno, ingesta
de dietas enriquecidas, dietas restrictivas, des-
nutrición.
c) Procesos patológicos: enfermedades crónicas
que cursan con desnutrición, alteraciones
renal y hepática, polimedicación, desórdenes
alimentarios (abulimia, anorexia).
d) Factores sociológicos: adicción a drogas, esta-
tus socioeconómico.

 Es importante identificar, controlar y prevenir


este tipo de interacciones por parte de un equi-
po de soporte nutricional, de forma que no sólo

406
T. Bermejo Vicedo | P. de Juana Velasco | F.J. Hidalgo Correas

13. Bibliografía
Casabó VG, Ordovás JP, Jiménez NV. Interacciones me- las mezclas de NP. Se realizan recomendaciones sobre el
dicamento-nutriente en nutrición parenteral. En: Jiménez etiquetado, los tipos de componentes nutrientes estándares y
Torres NV. Mezclas intravenosas y nutrición artificial, 4ª ed. sus cantidades en la NP, la correcta elaboración de la mezcla,
Convaseer CEE. Valencia, 1999: 680 -99. y recomendaciones para evitar problemas de estabilidad y
Cuarta edición del libro que se editó como resultado del cur- compatibilidad de los nutrientes.
so de especialización sobre Terapia Intravenosa y Nutrición
Artificial impartido en el hospital Dr. Peset de Valencia. En el Singh BN. Effect of food on clinical pharmacokinetics. Drug
apartado de las interacciones-nutrientes, se hace referencia Dispos 1998; 37: 213-55.
a los problemas potenciales derivados de las interacciones Amplia revisión de los efectos de los alimentos sobre el
de la NE y la NP con los medicamentos, que en caso de perfil farmacocinético y farmacodinámico de diversos me-
manifestarse en el paciente pueden alcanzar significación y dicamentos. Se describen detalladamente los mecanismos y
consecuencias clínicas. variables relacionados con los efectos de los alimentos sobre
la absorción de los medicamentos, estudiándose asimismo sus
Engle KK, Hannawa TE. Techniques for administering oral efectos en poblaciones de ancianos y niños. Análisis de sus
medications to critical care patients receiving continuous implicaciones clínicas.
enteral nutrition. Am J Health-Syst Pharm 1999; 56: 1441- 4.
Se trata de un artículo no extenso pero muy claro sobre las Trissel LA. Amino acid injection. En: Trissel LA. Handbook
directrices a seguir cuando se desee administrar medicamentos on Injectable Drugs. American Society of Health-System
con la NE. Incluye también un listado de fármacos que no se Pharmacists, 10 th ed. Bethestha, 1998: 33-64.
deben triturar. Libro de referencia obligado sobre información de estabilidades
de los medicamentos intravenosos. En un formato monográfi-
Izco N, Creus N, Massó J, et al. Incompatibilidades fármaco- co de cada medicamento se ofrecen datos de estabilidades de
nutrición enteral: recomendaciones generales para su reconstitución, dilución y conservación. En forma de tablas se
prevención. Farm Hosp 2001; 25: 13-24. recoge la información de la estabilidad del fármaco al que se hace
El presente artículo incluye una tabla interesante, pues con- referencia a diferentes concentraciones cuando se diluye en los
tiene bastantes medicamentos, comercializados en España, principales fluidos intravenosos, cuando se añade junto con otro
y sus recomendaciones para ser administrados por sonda fármaco en el mismo fluido intravenoso y cuando se administra
nasoentérica o enterostomía. Puede constituir un documento en el mismo punto de inyección, en “y”, con otros fármacos.
de consulta ante una cuestión que suele formularse el médico
y/o farmacéutico en la práctica clínica habitual. Thomson FC, Haysmith MR, Lindsay A. Managing drug
therapy in patients receiving enteral and parenteral nutri-
Mariné A, Vidal MC, Codony R. Interacciones entre fármacos tion. Hosp Pharm 2000; 7 (6): 155-64.
y alimentos. En: Consejo General de Colegios Oficiales de Constituye un documento muy completo sobre la proble-
Farmacéuticos. Nutrición y dietética. Aspectos sanitarios. mática de las interacciones entre medicamentos y nutrición
Gráficas Gispert. La Bisbal, Gerona, 1991: 903-57. enteral, con una descripción detallada de los fármacos que
Extensa revisión de las interacciones fármaco-alimento, defi- requieren especial tratamiento cuando se van a administrar a
niéndose tipos de interacciones, estudio de los efectos farma- pacientes con soporte nutricional enteral.
cocinéticos de los alimentos sobre el proceso LADME de los
medicamentos, efectos fisiológicos derivados de la presencia Williams L, Hill DP, Davis J, Lowenthal DT. The influence of
de los alimentos en el tracto gastrointestinal, y acciones de los food on the absorption and metabolism of drugs: an update.
fármacos sobre la absorción y utilización de los nutrientes. Eur J Drug Metab Pharmacokinet 1996; (3): 201-11.
Analiza la influencia de cada uno de los principios inmedia-
Mayhew SL, Christensen MI. Pharmacokinetic alterations in tos, así como de los minerales y vitaminas contenidos en los
desnutrition and obesity. Hosp Pharm 1993; 28: 836 -50. alimentos, sobre los procesos farmacocinéticos de los medi-
La desnutrición y obesidad provocan cambios en el camentos. Asimismo, estudia qué alteraciones produce la
LADME de los medicamentos. En este ar tículo se estu- desnutrición sobre el LADME de los medicamentos.
dian paralelamente los cambios farmacocinéticos que se
producen en ambas, indicándose las modificaciones sobre
algunos de los medicamentos que pueden tener signifi-
cación clínica.

National Advisory Group on Standards and Practice Guide- 14. Enlaces web
lines for Parenteral Nutrition. Safe practices for parenteral
 www.ascp.com
nutrition formulations. JPEN 1998; 22 (2): 49-71.
Guías de la ASPEN (American Society of Parenteral and Enteral  www.bapen.org
Nutrition) sobre recomendaciones que sería beneficioso
llevar a cabo para abordar con seguridad la elaboración de  www.victusinc.com

407
4.14. Nutrición y errores innatos
del metabolismo (EIM)

Pablo Sanjurjo Crespo Antonio Baldellou Vázquez


Luis Aldámiz-Echevarría Azuara
Capítulo 4.14.

Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

1. Introducción

2. Interrelaciones entre nutrición y EIM


2.1. Interrelación fisiopatológica entre nutrición y EIM
2.2. Tratamiento dietético, la terapia más efectiva en muchas enfermedades
metabólicas congénitas
2.3. Regulación nutricional de la expresión de algunos genes

3. Nutrientes en los EIM


3.1. Necesidades energéticas y EIM
3.1.1. Objetivos
3.1.2. Riesgos
3.2. Proteínas/aminoácidos y EIM
3.2.1. Disminución del aporte proteico
3.2.2. Incremento de la ingesta proteica
3.2.3. Aporte de productos proteicos exentos de aminoácidos esenciales
3.3. Hidratos de carbono y EIM
3.4. Grasa y EIM
3.5. Vitaminas/detoxificadores y EIM
3.6. Minerales y enfermedades metabólicas

4. Resumen de la problemática del manejo nutricional de los EIM

5. Medidas de educación nutricional en los EIM

6. Implicaciones de la nutrición de los EIM respecto


a la nutrición general

7. Dieta en enfermedades específicas


7.1. Dieta en situaciones especiales: hiperfenilalaninemias
7.1.1. Metabolismo de la fenilalanina
7.1.2. Patogenia de la hiperfenilalaninemia
7.1.3. Tratamiento de las hiperfenilalaninemias
7.1.4. Tratamiento dietético
7.1.5. Tratamiento de la hiperfenilalaninemia durante el embarazo
7.1.6. Dieta en situaciones de riesgo
7.1.7. Normas generales para la dieta de las hiperfenilalaninemias
7.1.7.1. Lactancia exclusiva
7.1.7.2. Introducción de la alimentación complementaria
7.1.7.3. Alimentación completa
7.1.8. Confección de la dieta
7.1.9. Seguimiento del paciente con hiperfenilalaninemia
7.1.10. Conclusiones sobre dieta y fenilcetonuria
7.2. Enfermedades del ciclo de la urea (ECU)
7.2.1. Tratamiento de las ECU
7.2.2. Tratamiento dietético
7.2.3. Dieta en situación de riesgo
7.2.3.1. Descompensación aguda/crisis de hiperamoniemia
7.2.3.2. Descompensaciones más severas
7.2.3.3. Medidas domiciliarias
7.2.3.4. Intervención quirúrgica
7.2.4. Normas generales para la dieta de las ECU
7.2.4.1. Lactancia exclusiva
7.2.4.2. Introducción de la alimentación complementaria
7.2.4.3. Alimentación completa
7.2.5. Confección de la dieta
7.2.6. Seguimiento del paciente con ECU

8. Resumen

9. Bibliografía

10.Enlaces web

Objetivos

n Conocer las interrelaciones fisiopatológicas entre nutrición y EIM.


n Entender por qué el tratamiento dietético puede ser una terapia muy eficaz en numerosos EIM.
n Conocer las necesidades de energía de macro y micronutrientes en los EIM.
n Comprender la problemática del manejo nutricional de los EIM.
n Describir las medidas principales de educación nutricional en los EIM.
n Conocer las alteraciones metabólicas que conducen a la aparición de hiperfenilalaninemias.
n Conocer la patogenia de las hiperfenilalaninemias.
n Conocer las pautas de tratamiento dietético en las hiperfenilalaninemias.
n Saber las potenciales alteraciones metabólicas que conducen a la aparición de enfermedades del ciclo de la urea.
n Describir el tratamiento dietético en las enfermedades del ciclo de la urea.
1. Introducción

L
os errores innatos del metabolismo (EIM) son alteraciones génicas que con-
llevan cambios en la estructura o la función de una proteína. Aproximada-
mente 1 de cada 1.000 niños nace con un EIM, y más de un tercio de ellos
acabará padeciendo una enfermedad metabólica congénita EMC. En la mayoría de
las ocasiones, estas enfermedades presentan las primeras manifestaciones clínicas
durante los primeros años de la vida, de tal modo que se han convertido en una
de las patologías relevantes durante la infancia.
A la espera de la futura posibilidad de terapia génica, la nutrición es actualmente
la herramienta de mayor utilidad general en el tratamiento de los llamados EIM. Es-
to se debe tanto a la posibilidad de su manejo sintomático (corregir, p. ej., una hi-
poglucemia) como etiopatogénico, aportando posibles coenzimas útiles (megadosis
de vitaminas) o restringiendo/añadiendo determinados nutrientes que pueden acu-
mularse o resultar deficitarios en algunas enfermedades metabólicas. Por otro lado,
ciertos alimentos pueden comportarse como “desencadenantes” en el comienzo
clínico de un trastorno metabólico, cerrando, así, esta íntima relación entre nutri-
ción y enfermedades metabólicas.
Clásicamente el manejo nutricional de los llamados errores innatos del meta-
bolismo se ha desarrollado describiendo las variaciones nutricionales necesarias
en cada tipo y subtipo de enfermedad metabólica congénita. Ello tiene como con-
secuencia que en el aspecto docente resulte un tema farragoso (existen cientos
de EIM con posibilidad de tratamiento dietético) y sobre todo se pierde la visión
conceptual de conjunto en este interesante binomio de la nutrición y los EIM.
Sin embargo, si se parte de las posibilidades de variaciones cuantitativas y cua-
litativas de los distintos nutrientes y se extrapola a su aplicación en diferentes
grupos de enfermedades metabólicas (invirtiendo el sentido habitual de esta te-
mática), se hace más fácilmente comprensible y se captan mejor las interesantes
interrelaciones del binomio mencionado.
En el presente Capítulo se describen las interrelaciones fisiopatológicas entre
nutrición y errores innatos del metabolismo y se aborda el estudio de las necesi-
dades específicas de nutrientes en dichas patologías. De manera muy concreta se
consideran las bases metabólicas y el tratamiento dietético de las hiperfenilalani-
nemias y de las enfermedades del ciclo de la urea, como ejemplos particulares de
la problemática del manejo nutricional de los EIM.

413
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

2. Interrelaciones desencadenante que marque el comienzo clí-


entre nutrición y EIM nico de una enfermedad metabólica.
Esta interrelación fisiopatológica descrita entre
2.1. Interrelación fisiopatológica nutrición y EIM es claramente demostrativa de la
entre nutrición y EIM enorme importancia que tiene la nutrición en el
contexto actual del manejo terapéutico general de
Es frecuente que los fenómenos de acúmulo de estos pacientes.
distintas sustancias originen inhibiciones secunda-
rias en la actuación enzimática para la síntesis o
degradación de otras diferentes (p. ej., el aumento 2.2.Tratamiento dietético,
de propiónico/metil-malónico interfiere la ureogé- la terapia más efectiva
nesis), y también pueden inhibir los transportes en muchas enfermedades
de membrana (p. ej., el incremento de aminoáci- metabólicas congénitas
dos aromáticos interfiere el paso de los de cadena
ramificada a nivel de la barrera hematoencefálica). A pesar de los avances que diariamente aconte-
Otro efecto fisiopatológico del acúmulo puede ser cen en el tratamiento de las enfermedades meta-
el consumo de sustancias utilizadas en su metabo- bólicas congénitas, una manipulación dietética en
lización o detoxificación/eliminación (p. ej., fósforo forma de suplementación, exclusión o restricción
en la fructosemia/galactosemia, glicina en la acide- de un determinado alimento o grupo de alimentos
mia isovalérica o carnitina en las acidemias propió- sigue siendo la piedra angular del tratamiento en
nica y metil-malónica). muchos pacientes.
Los procesos de acúmulo (sobre todo, de áci- El uso prolongado de algunas de estas dietas
dos orgánicos) tienden a provocar fenómenos de puede provocar situaciones carenciales para algu-
rechazo alimentario, vómitos y anorexia que com- nos principios inmediatos concretos (p. ej., proteí-
prometen y cierran el círculo fisiopatológico nutri- nas en las dietas para los defectos del ciclo de la
ción-EIM. urea, o calcio en la dieta para la galactosemia) o im-
En el grupo de enfermedades metabólicas co- portantes desequilibrios nutricionales de carácter
rrespondiente a las alteraciones de transpor- general (dietas hipocalóricas en las hiperlipemias),
te de membrana existe pérdida intestinal o renal de por lo que es imprescindible asegurar, simultánea-
aminoácidos -como en la enfermedad de Hartnup o mente a su utilización, el adecuado equilibrio dieté-
en la intolerancia congénita a las proteínas con lisi- tico en todos los casos.
nuria-, de azúcares -como en el déficit primario de Es preciso recordar, además, que algunos nu-
lactasa- o de minerales -como en la enfermedad de trientes, como ciertas vitaminas, actúan como
Menkes. coenzimas de numerosas reacciones metabólicas y
En algunas enfermedades metabólicas, la de- que, en algunas deficiencias de la función enzimáti-
pleción de ciertas sustancias (por fallo en su ca, su administración a dosis farmacológicas es ca-
síntesis o pérdida intestinal o renal) se convier- paz de estimular la actividad de la enzima implicada,
te en el factor fisiopatológico primordial cuando sobrepasando de este modo el bloqueo metabóli-
dichas sustancias resultan ser esenciales o semie- co responsable de la enfermedad.
senciales, como, por ejemplo, el déficit de síntesis
de ATP en los trastornos de la cadena respirato-
ria, o de arginina en ciertas enfermedades del ci- 2.3. Regulación nutricional
clo de la urea. de la expresión de algunos genes
En los fallos de algunos orgánulos celulares, co-
mo las mitocondrias y peroxisomas, se genera un Es evidente que la dotación génica de los indivi-
déficit energético global, puesto que de ellos duos condiciona el fenotipo de las enfermedades
depende la oxidación final y de mayor rentabilidad metabólicas, y consecuencia de la gran heteroge-
de los distintos nutrientes. neidad génica de estas enfermedades es la gran he-
Finalmente, la incorporación de diferentes ali- terogeneidad clínica que manifiestan; pero es bien
mentos-nutrientes puede actuar como el factor conocido también el hecho de que la mayoría de

414
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

los principios inmediatos de la dieta (aminoácidos, 3. Nutrientes en los EIM


proteínas, glucosa, lactosa, ácidos grasos, vitaminas
y minerales) e incluso la ingesta energética global 3.1. Necesidades
son capaces de regular la expresión génica de algu- energéticas y EIM
nos genes (ver Capítulo 1.31). En la mayoría de las
ocasiones, esta regulación la utiliza el organismo pa- No existe evidencia científica de que un niño
ra asegurar el adecuado equilibrio homeostático de afecto de una enfermedad metabólica congénita no
los individuos, pero puede ser usada asimismo pa- tenga a priori los mismos “mínimos requerimien-
ra manipular convenientemente la función de algu- tos nutricionales” (MRN) que otro niño sano de su
nos genes implicados directamente en la presencia misma edad e igual sexo. Otra cosa es que, como
de enfermedades metabólicas. En la hipercolestero- consecuencia de la fisiopatología de la enfermedad,
lemia familiar autosómica dominante, los niveles in- se vayan planteando a lo largo del tiempo necesi-
tracelulares de colesterol regulan la expresión del dades nutricionales específicas que deben ser con-
gen para los receptores LDL, por lo que median- templadas secuencialmente en el tratamiento de
te el empleo de resinas quelantes de los ácidos bi- los niños afectados.
liares o de inhibidores de la síntesis intracelular de Estas necesidades exigen en muchos pacientes
colesterol se provoca indirectamente un aumento afectos de una EMC importantes manipulaciones
de la expresión del gen que codifica para los recep- dietéticas, que pueden repercutir en el aporte cua-
tores de LDL. litativo o cuantitativo de energía, de hidratos de
Como consecuencia de esta estrecha interac- carbono, de lípidos, de proteínas, de vitaminas o
ción entre nutrientes y enfermedades metabóli- de minerales; y ello de un modo aislado o en for-
cas congénitas, de la gran heterogeneidad génica ma de combinaciones diversas.
y clínica de estas enfermedades y de su comple- En aquellos casos en los que la manipulación
ja fisiopatología, el tratamiento de las EMC precisa, dietética es poco importante, o consiste en la sus-
además de un manejo dietético prácticamente in- titución de un nutriente por otro del mismo gru-
dividualizado en cada caso, considerar en cada pa- po sin aparentes repercusiones -como, p. ej., la
ciente los episodios vitales que, como lactancia, sustitución de fructosa por glucosa o galactosa en
embarazo, enfermedad, etc., requieren una actua- la fructosemia, o la de galactosa por glucosa en la
ción especial en cada momento. galactosemia-, es posible utilizar como guía prác-
Es imprescindible conseguir, en una época espe- tica para asegurar la administración de los MRN la
cialmente crítica de la vida, el equilibrio necesario “ingesta recomendada de nutrientes” para un ni-
entre la aplicación de las manipulaciones dietéticas ño sano dentro de la población española.
encaminadas a curar o prevenir las manifestaciones Cuando la manipulación dietética sea más im-
clínicas de estas enfermedades, y el aporte de los portante, afecte al equilibrio nutricional o requiera
“mínimos requerimientos” de energía, principios in- una severa disminución de un determinado princi-
mediatos, vitaminas y minerales que asegure el cre- pio inmediato, es preciso usar la guía de los “míni-
cimiento y desarrollo normales del individuo afecto. mos requerimientos nutricionales” para evitar, del
Con el fin de lograr este doble objetivo (pre- modo más adecuado en cada paciente, una situa-
venir o curar y no dañar), es preciso el diseño de ción de desequilibrio nutricional. Así, por ejemplo,
unas normas básicas de actuación que permitan una es necesario asegurar la ingesta mínima de fenilala-
aproximación general a esta problemática y sean, a nina en la dieta para la hiperfenilalaninemia, o la in-
la vez, el instrumento adecuado para poder profun- gesta de los mínimos requerimientos de proteínas
dizar en el tratamiento de cada caso en particular. en los defectos del ciclo de la urea.
Para ello, en este Capítulo, como se ha indicado an-
teriormente, se invierte el esquema habitual con el
que se suele enfocar este tema, y se parte de cuán- 3.1.1. Objetivos
do y cómo se deben variar cualitativa o cuantita-
tivamente los distintos principios inmediatos para Mantener un balance energético positivo es tras-
realizar el manejo dietético de los diferentes gru- cendental en los pacientes afectos de una enferme-
pos de enfermedades metabólicas. dad metabólica congénita, debido a que ello per-

415
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

mite incorporar a los procesos de síntesis lípidos, Tabla 1. INGESTA RECOMENDADA


aminoácidos e hidratos de carbono que directa- DE ENERGÍA EN EIM
mente, o a través de productos metabólicos inter-
medios, pueden resultar perjudiciales en la mayoría Edad (años) kcal/kg/día
de los errores congénitos del metabolismo inter-
mediario. De este modo, tiene lugar un “lavado en- < 1 año 130-160
dógeno” que en ocasiones es muy efectivo para 1-2 años 90-120
restaurar el equilibrio homeostático de la enferme-
dad. Por el contrario, un balance energético nega- 2-8 años 80-100
tivo conduce a la utilización de las reservas orgáni- 8-14 años 50-75
cas de hidratos de carbono, lípidos y proteínas, con
la consiguiente liberación al torrente circulatorio > 14 años 40-45
de metabolitos potencialmente tóxicos en un buen EIM: errores innatos del metabolismo.
número de enfermedades.
Dado que la ingesta recomendada de energía co-
rresponde a +2 desviaciones estándar del valor me- Cuando la alimentación enteral no es posible y
dio de la curva de Gauss para las necesidades de la es preciso recurrir a la alimentación parenteral to-
población normal, su cumplimiento debería ser su- tal, ésta se inicia con soluciones de glucosa al 15-
ficiente para mantener un adecuado margen de se- 20% (excepto en algunos defectos del metabolis-
guridad en la mayoría de las EMC. Puesto que en la mo del pirúvico) y se continúa con las de lípidos al
práctica son frecuentes los problemas para lograr 10-20%, pero a partir del segundo o tercer día de-
que el enfermo ingiera la cantidad de calorías desea- ben introducirse de un modo progresivo las solu-
das y para que el origen de esas calorías sea compa- ciones de aminoácidos indicadas en cada caso.
tible con las modificaciones dietéticas precisas pa- Como medidas complementarias para mantener
ra el tratamiento de su enfermedad, se recomienda un balance metabólico positivo, puede utilizarse in-
que, como medida de seguridad, los pacientes afec- sulina (1 U/3 g de glucosa administrada) u hormo-
tos de una EMC reciban un aporte energético global na del crecimiento (1 U/kg/semana).
superior en un 15-20% al normal (Tabla 1).
Siempre que sea posible se utilizará la alimenta-
ción enteral por vía oral, pero si ello no es posible 3.1.2. Riesgos
se establecerá sin demora la alimentación mediante
sonda nasogástrica o gastrostomía, con el fin de evi- Los niños sometidos a una dieta hipercalóri-
tar la caída en una situación de catabolismo. ca tienen el riesgo de desarrollar obesidad, segu-
La dieta ideal en todos los casos es aquella que ramente tanto por el exceso calórico recibido co-
mantiene el adecuado equilibrio en relación con el mo por el desequilibrio habitual en el origen de las
origen de las calorías: 55-60% de los hidratos de calorías de la dieta. Más problemas suele ocasio-
carbono, 30-35% de las grasas y 10-15% de las pro- nar, sin embargo, la ansiedad familiar que se origina
teínas. Si es preciso un suplemento energético y/o cuando no se pueden alcanzar los objetivos pres-
mantener simultáneamente una restricción protei- critos por el médico como consecuencia del re-
ca, pueden usarse módulos de polímeros de glucosa chazo del alimento que la enfermedad o la dieta
o de lípidos, o mezclas de ambos principios inmedia- especial genera en el niño. La no consideración de
tos en diversas proporciones, pero cuidando siem- estas situaciones y la falta de apoyo a la familia pue-
pre de que en su preparación no se sobrepase una den hacer fracasar la dieta mejor planeada desde el
osmolaridad de 500 mmol/l antes de los 5 años, o de punto de vista teórico.
700 mmol/l después de esa edad. Si se utilizan mó-
dulos de triglicéridos de cadena media en el recién
nacido, es necesario que éstos no aporten más del 3.2. Proteínas/aminoácidos y EIM
2% del suplemento energético, con el fin de evitar la
producción en exceso de ácidos dicarboxílicos, de En el binomio nutrición proteica/EIM existen
dudoso significado para el niño. características específicas, dependiendo del ti-

416
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

po y alcance del trastorno, y características ge- to con medidas de suplementación de ciertos


nerales. aminoácidos específicos (por problemas de fa-
• ¿Cómo se debe realizar el aporte llo en su síntesis y/o competitividad metabóli-
proteico? ca) (Tabla 2).
- En función de la energía y de la velocidad de Para respetar los “niveles mínimos de seguri-
crecimiento. dad” es preciso asegurar que la dieta establecida
- Según la tolerancia individualizada. sea capaz de aportar el suficiente nitrógeno para
- Equilibrando las proteínas de alto y bajo va- cubrir los requerimientos mínimos necesarios en
lor biológico. cada edad; ello tiene una especial importancia por
- Preferentemente, en forma de alimentos debajo de los dos o tres años, durante los cuales el
naturales. crecimiento del niño está en relación directa con
el aporte proteico que recibe.
Es tema difícil y controvertido determinar en ca-
3.2.1. Disminución del aporte proteico da edad los mínimos requerimientos proteicos por
debajo de los cuales se comprometen el crecimien-
Hay que efectuar una disminución de proteínas/ to y el desarrollo somático y del sistema nervioso
aminoácidos en los siguientes casos: central del niño normal; y mucho más todavía en un
• Trastornos de metabolización del amonio, pues- niño afectado por un error congénito del metabo-
to que la principal fuente del mismo es el aporte lismo. En términos relativos parece que el niño con
proteico (enfermedades del ciclo de la urea). una metabolopatía puede tolerar una ración protei-
• Trastornos del catabolismo de aminoácidos ca que suponga un 60% de la ingesta media nor-
(fenilcetonuria, enfermedad de jarabe de arce, tiro- mal para su edad. En términos absolutos, la ingesta
sinemia, etc.), puesto que las proteínas de la dieta proteica mínima de seguridad probablemente esté
representan una parte muy importante del pool ge- comprendida entre 1,98 g/kg/día en el recién nacido
neral de los aminoácidos, y trastornos de metabo- y 0,99 g/kg/día a los 10 años de edad, y entre 0,86 y
lización del propionato (debido a que cuatro ami- 0,77 g/kg/día a partir de esa edad (Tabla 3).
noácidos, isoleucina, valina, metionina y treonina, se Posiblemente resulte más seguro valorar la in-
catabolizan vía propionato). gesta mínima proteica en función de las calorías
• Trastornos del paso de membrana de ciertos ingeridas, y en este sentido no deberían aceptar-
aminoácidos (intolerancia congénita a las proteí- se ingestas proteicas inferiores a 1,5-1,7 g/100 kcal.
nas con lisinuria). De este mínimo del 6% de calorías procedentes
Estas variaciones de limitación de proteínas/ de las proteínas de la dieta, del 10 al 30% han de
aminoácidos deben estar acompañadas de otras ser aminoácidos esenciales. El cálculo ideal sería el
medidas nutricionales correctoras: que tuviera en cuenta el valor biológico de las pro-
• Respetar los “niveles mínimos de seguridad”, teínas de la dieta y mantuviera un adecuado equi-
es decir, procurar aportar el mínimo proteico pa- librio (igual o mayor que 1) entre las proteínas de
ra cada edad. alto y bajo valor; dicho cálculo considerará el va-
• Aumentar la ingesta calórica para conseguir lor biológico de cada proteína para cada aminoáci-
ahorro nitrogenado. do que interese, atenderá a la biodisponibilidad de
• Utilizar preferentemente alimentos frente a cada proteína, y combinará la ingesta proteica con
productos comerciales. Es decir, aprovechar toda las calorías en función de la velocidad de ganancia
la tolerancia de proteína natural para diversificar ponderal deseada para cada momento (Tabla 4).
en lo posible la alimentación, reservando las fór- Cuando la situación clínica de los pacientes no
mulas dietéticas proteicas para conseguir la suple- permite el aporte mínimo proteico en forma de
mentación necesaria con la que alcanzar el apor- proteínas naturales -que siempre es el sistema de
te preciso. elección-, hay que suplementar la ración de proteí-
• Suplementar con aminoácidos específicos en nas con módulos de aminoácidos esenciales, con la
caso necesario. Suele ser frecuente que en el ma- esperanza de que sean incorporados más fácilmen-
nejo proteico de un enfermo metabólico se pre- te a la síntesis proteica y no den lugar a metaboli-
cisen medidas de limitación proteica general, jun- tos intermediarios indeseados; o bien con módulos

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Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 2. SUPLEMENTACIÓN CON AMINOÁCIDOS ESPECÍFICOS

Aminoácido Patología
Citrulina OTC, intolerancia proteica con lisinuria
Arginina Citrulinemia, arginín-succinuria
Tirosina/cadena ramificada PKU
Glicina Acidemia isovalérica
Isoleucina MSUD (en situación de déficit)
OTC: ornitina transcarbamilasa; MSUD: Maple Syrup Urine Disease (enfermedad de jarabe de arce); PKU: fenilcetonuria.

Tabla 3. INGESTA PROTEICA MÍNIMA - Controlar los niveles de micronutrientes, in-


DE SEGURIDAD EN LOS EIM cluyendo los ácidos grasos poliinsaturados de ca-
dena larga (AGPI-CL).
Años g/kg/día
0,25-0,5 1,86-0,92 3.2.2. Incremento
de la ingesta proteica
0,5-0,75 1,65-0,85
0,75-1 1,48-0,78 Frente a la posibilidad de manejo nutricional de
las proteínas en sentido de limitación, que suele ser
1-2 1,17-0,94 lo más habitual en los EIM, puede existir la posibili-
2-4 1,09-0,90 dad de necesitar incrementar el aporte proteico en
algunas situaciones o trastornos metabólicos, como
4-10 1,02-0,86
los que se detallan a continuación (Tabla 5):
> 10 años (hombres) 0,86-0,81 • Cuando la gluconeogénesis está permanente-
mente activada, como sucede en la glucogenosis
> 10 años (mujeres) 0,87-0,77
tipo III, podría comprometerse la masa muscular
EIM: errores innatos del metabolismo. para que la alanina de las proteínas musculares se
convierta en fuente principal de glucosa; la ingesta
proteica debe incrementarse, pudiendo represen-
de aminoácidos exentos del aminoácido que se de- tar hasta un 20% del total calórico.
sea restringir o eliminar de la dieta. En estos casos, • Cuando cualquiera de los otros dos princi-
ha de tenerse en cuenta que la biodisponibilidad de pios inmediatos (hidratos de carbono, grasa) tie-
estas mezclas es habitualmente inferior en un 25% ne su oxidación muy comprometida, como es el
a la de las proteínas naturales, por lo que la ración caso de los trastornos del complejo de piruvato
total debe ser compensada en este sentido. deshidrogenasa/cadena respiratoria para los hidra-
• Medidas adicionales de limitación tos de carbono, o de los trastornos de β-oxidación
proteica para la grasa.
- Limitar el tiempo de régimen 0 proteínas (usa- • Otras modificaciones son de tipo cualitativo,
do en descompensaciones). como la de aumentar la ingesta porcentual de pro-
- Buscar un “techo individual” de tolerancia pro- teínas de alto valor biológico (en la limitación pro-
teica. teica severa) o la de ciertos aminoácidos específi-
- Proporcionar un suplemento calórico (un 10- cos en situación de depleción metabólica.
25% adicional sobre las necesidades). • Riesgos
- Equilibrar la calidad proteica (cociente alto/ En las dietas hiperproteicas, el riesgo mejor
bajo valor biológico ≥ 1). conocido es la posibilidad de una sobrecarga

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Tabla 4. NECESIDADES DE PROTEÍNAS Y ENERGÍA EN FUNCIÓN


DE LA GANANCIA PONDERAL

Ganancia ponderal (g/kg/día) 1 5 10


Energía (kcal/kg/día) 100 120 140
Proteínas (g/kg/día) 1,2 2 3
Proteínas (g/100 kcal) 1,2 1,6 2,1
% de la energía derivada de las proteínas 4,8 6,7 8,6

Tabla 5. ¿CUÁNDO AUMENTAR LAS miento análogo a la insulina 1 (IGF-1), etc. La me-
PROTEÍNAS/AMINOÁCIDOS? dición de la síntesis y del catabolismo proteico por
métodos isotópicos queda reservada a situaciones
muy especiales.
• Cuando haya excesiva movilización
y consumo por hipergluconeogénesis
• En casos de afectación de la oxidación 3.2.3. Aporte de productos proteicos
de la glucosa
exentos de aminoácidos esenciales
• En casos de alteración de la oxidación
grasa En el tratamiento de las EMC son frecuentes las
• En limitación proteica, incrementar manipulaciones de la ingesta de aminoácidos, que,
las proteínas de alto valor biológico derivadas del tratamiento pionero de la fenilceto-
• En situación de déficit, elevar la ingesta nuria por Bickel, han sido durante mucho tiempo
de determinados aminoácidos el paradigma del tratamiento nutricional de estas
enfermedades.
La base teórica de su utilización es la de com-
pletar la oferta nitrogenada sin aportar conco-
ureica, que en los niveles habitualmente genera- mitantemente el aminoácido que el enfermo no
dos en este tipo de pacientes no suele tener re- puede metabolizar, mejorando el anabolismo de
percusiones renales, aunque tampoco se cono- productos nitrogenados proteicos y no proteicos.
cen exactamente las que podrían desarrollarse a Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, al
largo plazo. carecer de uno o varios aminoácidos esenciales,
El problema fundamental de las dietas con res- estos productos son, en sí mismos, limitantes de
tricción del aporte proteico es no cubrir los reque- la síntesis proteica, y su aprovechamiento para el
rimientos mínimos necesarios, que aseguren por un anabolismo dependerá del aporte simultáneo de
lado el adecuado crecimiento y desarrollo y eviten a aminoácidos limitantes, no suministrados por la
la vez un balance nitrogenado negativo que va a em- fórmula específica. Por todo ello, en situaciones
peorar la situación metabólica del paciente. de descompensación grave, como las derivadas de
Desde el punto de vista práctico, el mejor sis- un estado catabólico y/o acidótico, pueden con-
tema para la monitorización de estas dietas sigue vertirse en una fuente sobreañadida de amonio, y
siendo el control del crecimiento del niño; pero en su uso en dichas situaciones es poco recomenda-
ocasiones se ha de completar mediante la prácti- ble (Tabla 6).
ca de un balance nitrogenado o a través de la vigi- Se utilizan dietas con restricción selectiva de un
lancia de índices bioquímicos tales como la excre- determinado aminoácido o aminoácidos, fundamen-
ción urinaria de urea, o los valores plasmáticos de talmente en las alteraciones del metabolismo inter-
urea, aminoácidos esenciales, albúmina, prealbúmi- mediario de los aminoácidos (catabolismo o trans-
na, transferrina, proteínas totales, factor de creci- porte celular), con el fin de eliminar o disminuir el

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Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 6. APORTE DE PRODUCTOS Como ya se ha comentado en ocasiones, es pre-


EXENTOS DE AMINOÁCIDOS ciso administrar una mezcla de aminoácidos esen-
ESENCIALES ciales en las dietas hipoproteicas cuando la ración
de proteínas naturales toleradas no es capaz de
• Para completar la oferta nitrogenada asegurar el suministro de los mínimos requeri-
• Necesidad de administrar alternativamente
mientos proteicos.
los aminoácidos de que carecen • Riesgos
Las dietas restringidas en aminoácidos tie-
• Son limitantes de la síntesis proteica
general
nen, como es lógico, el peligro de provocar si-
tuaciones de déficit de aminoácidos esenciales,
• Facilitan la síntesis de productos
con unas manifestaciones clínicas bien definidas
nitrogenados no proteicos
en muchos casos (déficit de fenilalanina en la fe-
• Deben suprimirse en descompensaciones nilcetonuria, o de leucina en la enfermedad de ja-
severas
rabe de arce).
• Hay que vigilar los posibles desequilibrios No se sabe con certeza cuál es la repercusión de
AA esenciales/AA no esenciales la administración continuada de una dosis excesiva
de un aminoácido concreto, pero empiezan a existir
evidencias de que en situaciones de especial sensibi-
sustrato o los sustratos que indebidamente catabo- lidad (tirosina durante el embarazo de madres con
lizados dan lugar a la aparición de metabolitos in- hiperfenilalaninemia) puede tener efectos nocivos.
termediarios nocivos. Es indispensable respetar el La administración de dosis excesivas continuadas de
aporte de las necesidades mínimas de los aminoáci- mezclas puede ocasionar los mismos problemas que
dos esenciales y de aquellos condicionalmente esen- una sobrecarga proteica, más los derivados de las ca-
ciales en función de la edad (taurina en el recién racterísticas metabólicas de los aminoácidos suple-
nacido pretérmino) o de la clínica del niño (arginina/ mentados, pero en general no se conocen bien los
citrulina en los defectos del ciclo de la urea). efectos secundarios de estas situaciones.
Los requerimientos de aminoácidos esenciales o Es importante tener en cuenta que los suple-
condicionalmente esenciales varían en función de mentos de este tipo deben ser administrados en
la edad y no siempre son fáciles de precisar. Las di- varias tomas al día (3 o 4 como mínimo) y, si es po-
ferencias recogidas en la bibliografía científica sue- sible, coincidiendo con las comidas habituales, ya
len estar motivadas por el uso de métodos dis- que en caso contrario pueden dar lugar a fenóme-
tintos para su cálculo, por lo que cada vez que es nos de hiperinsulinismo con tendencia a la hipo-
necesario el diseño de una dieta de este tipo deben glucemia e inhibición de la cetogénesis, y a nota-
consultarse las fuentes de información más fiables bles desequilibrios a lo largo del día en el patrón
y recientes relacionadas con el tema. plasmático de aminoácidos cuyas consecuencias no
También es frecuente la utilización para el trata- son todavía bien conocidas.
miento de las EMC de dietas que requieran ser su-
plementadas con un aminoácido, con varios ami-
noácidos con una característica biológica común, 3.3. Hidratos de carbono y EIM
o con mezclas de todos los aminoácidos constitu-
yentes de las proteínas en las que están excluidos La manipulación de los hidratos de carbono de
uno o varios de ellos. la dieta de los pacientes afectos de una EMC tiene
Es necesario aportar un aminoácido determina- en general tres objetivos:
do cuando éste, que habitualmente es sintetizado • La eliminación de un sustrato que no puede
por el organismo (es decir, no esencial), se convier- ser adecuadamente metabolizado y da lugar a la
te en esencial a causa del bloqueo metabólico an- formación de un metabolito tóxico y que, por tan-
terior a su síntesis, tal como ocurre, por ejemplo, to, debe ser sustituido por otro hidrato de carbo-
con la arginina en la mayor parte de los defectos no que resulte inocuo.
del ciclo de la urea, o con la tirosina en el déficit de • Asegurar un aporte de glucosa que cubra los
fenilalanina hidroxilasa. mínimos requerimientos de cada edad en todos los

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Tabla 7. SUSTITUCIÓN DE UN HIDRATO DE CARBONO DE LA DIETA

Hidrato de carbono eliminado Enfermedad


Galactosa
Galactosemia
Lactosa
Fructosa
Fructosemia
Sacarosa

casos en los que existen EMC que comprometen la poca gravedad del cuadro clínico, suele ser su-
homeostasis de la glucemia. ficiente el reparto habitual de las raciones de la
• Restricción global de los hidratos de carbono en dieta durante el día y la administración de una
los casos en los que, como en el déficit de piruvato ración de hidratos de carbono de absorción len-
deshidrogenasa (PDH) y en los defectos de la fosfo- ta o semilenta a la hora de la cena para cubrir el
rilación oxidativa (OXPHOS), un exceso de hidratos ayuno nocturno. Si es necesario un suplemento
de carbono puede favorecer la producción de áci- específico de hidratos de carbono, se puede en-
do láctico. riquecer la leche con un polímero de glucosa du-
Determinados hidratos de carbono, como la ga- rante los primeros 3-4 meses de vida, y utilizar
lactosa y la fructosa, han de ser eliminados de la dieta papillas de leche con harinas de cereales y purés
de los pacientes afectos de galactosemia o fructose- de verduras a partir de ese momento, y almidón
mia mediante el uso de fórmulas especiales durante crudo de maíz (1-2 g/kg) a partir de los 18-24
la lactancia y de dietas con un riguroso control de la meses de vida. En los niños en los que no puede
composición de los alimentos utilizados, una vez que lograrse la ingesta adecuada por vía oral es preci-
se inicia la alimentación complementaria. En estos ca- so el uso de sonda nasogástrica o gastrostomía, y
sos, la cantidad de energía procedente de los hidra- la administración del alimento de un modo conti-
tos de carbono debe ser la normal (Tabla 7). nuado, fraccionado en forma de “bolus” a lo lar-
En los defectos del almacenamiento de la gluco- go del día, o solamente en horario nocturno, se-
sa (glucogenosis), en los defectos de la gluconeogé- gún la edad y las necesidades. Finalmente, ante
nesis, cuando exista una falta de disponibilidad de una crisis metabólica con hipoglucemia y los tras-
sustratos alternativos (déficit de la β-oxidación de tornos metabólicos acompañantes, debe usarse
los ácidos grasos o déficit de la cetogénesis) y final- la vía endovenosa para la administración de 2 ml/
mente en los casos de consumo excesivo por hi- kg de solución acuosa de glucosa al 20%, seguida
perinsulinismo, es frecuente que no se pueda ase- de una perfusión de una solución al 10%, a un rit-
gurar con la dieta normal un aporte de glucosa mo de 8-10 mg/kg/minuto durante el tiempo ne-
suficiente para evitar un déficit energético en los cesario para obtener valores estables de 110-120
tejidos que son especialmente glucosa-dependien- mg/dl, para pasar a continuación a la reintroduc-
tes (Tablas 8 y 9). ción de la vía oral.
En todos estos casos, el objetivo es mantener Algunos defectos del metabolismo OXPHOS y
unos niveles de glucemia adecuados a lo largo del del ácido pirúvico son las únicas EMC en las que
día, y para ello lo ideal sería el uso de una dieta puede ser ineludible una restricción del aporte ca-
equilibrada repartida en el número de tomas sufi- lórico procedente de los hidratos de carbono, a
cientes para conseguirlo. En la práctica es una tarea expensas de un mayor aporte proporcional de lípi-
casi imposible si los sistemas de regulación y con- dos o proteínas en la dieta.
trarregulación de la glucemia no funcionan bien, y • Riesgos
además es preciso considerar la presencia habitual Probablemente, la única enfermedad metabóli-
durante la infancia de situaciones de estrés meta- ca congénita en la que la sustitución de la inges-
bólico que agravan esta situación. ta de un hidrato de carbono (fructosa) por otros
Por ello, cuando la manipulación dietética en (glucosa, galactosa) es capaz de evitar de un modo
este sentido pueda ser mínima por causa de la total las manifestaciones clínicas de la enfermedad,

421
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 8. ERRORES INNATOS DEL METABOLISMO CON LA HOMEOSTASIS


DE LA GLUCOSA COMPROMETIDA

Etiología Enfermedades
Defectos del almacenamiento de glucosa Glucogenosis
Defectos de la síntesis endógena de glucosa Defectos de la gluconeogénesis
Falta de combustible alternativo Defectos de la β-oxidación de las grasas
Consumo excesivo de glucosa Hiperinsulinismos
Desconocida Hipoglucemia “funcional” de ayuno

Tabla 9. APORTES MÍNIMOS DE y prácticamente el único, es el de generar una die-


GLUCOSA POR VÍA ta hiperproteica o una dieta cetogénica.
PARENTERAL EN LOS EIM

Edad Glucosa (mg/kg/minuto)


3.4. Grasa y EIM
0-12 meses 7-9 Al igual que en los hidratos de carbono, se pue-
1-6 años 6-7 den realizar variaciones:
a) Modificación global de la ingesta de
6-14 años 5-6 lípidos. Una restricción armónica y generaliza-
Adolescentes 4-5 da de toda la ración lipídica prácticamente sólo se
contempla en la actualidad en dietas hipocalóricas
Adultos 3-4 utilizadas para disminuir el peso, como en algunas
EIM: errores innatos del metabolismo. hipertrigliceridemias congénitas; en ciertos defec-
tos de la β-oxidación de las grasas en los que no
es posible su correcta metabolización; y en algu-
sin aparentes efectos secundarios derivados de es- nas glucogenosis en las que se produce una hiper-
te cambio, sea la fructosemia. No se conoce toda- colesterolemia e hipertrigliceridemia. El aumento
vía con exactitud si la dieta exenta de galactosa de de la ración de grasas y la disminución simultánea
la galactosemia es responsable en alguna medida de de la de hidratos de carbono se usa con resultado
las manifestaciones clínicas que algunos pacientes muy dudoso en defectos del metabolismo del piru-
pueden presentar en edades avanzadas de la vida. vato (PDH) y en defectos de la fosforilación oxida-
En las dietas en las que es preciso un apor- tiva mitocondrial; pero los resultados de una die-
te regular y “suplementario” de glucosa, los ries- ta cetogénica parecen ser más prometedores en el
gos derivan fundamentalmente de la dificultad pa- tratamiento de ciertas epilepsias rebeldes al trata-
ra mantener unos niveles de glucemia estables, miento habitual, y en los defectos del transporta-
dada la complejidad de los mecanismos de regu- dor GLUT-1.
lación y contrarregulación. La hipoglucemia es el b) Modificación selectiva de la ingesta
riesgo más importante por las graves consecuen- de lípidos. A medida que se conoce mejor su fi-
cias de su presencia, y por la dificultad para cono- siopatología, y como consecuencia de la búsque-
cer las necesidades de glucosa en tiempo real y a da de nuevas posibilidades terapéuticas, son cada
lo largo de todo el día. Sin embargo, un exceso de vez más numerosas las enfermedades metabólicas
aporte puede dar lugar a un hiperinsulinismo con congénitas en las que para su tratamiento dietéti-
inhibición de la lipólisis y generación de una hipo- co se emplea una dieta con modificación selectiva
glucemia reactiva. de alguno de los componentes lipídicos. La restric-
En las dietas con restricción de la ración calórica ción de la ración diaria de colesterol sigue siendo
de hidratos de carbono, el riesgo más importante, una medida terapéutica de uso universal en varias

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P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

formas de hiperlipemia hereditaria, en la enferme- ble de su elongación y desaturación, de tal modo


dad de Niemann Pick tipo C y en algunas glucoge- que es necesario un adecuado equilibrio entre
nosis. La disminución proporcional de los triglicéri- los precursores de la dieta para que se sinteticen
dos de cadena media (MCT) se puede utilizar en el los ácidos grasos de los esenciales de cadena lar-
déficit de Acil-CoA deshidrogenasa de cadena me- ga derivados. En la adrenoleucodistrofia ligada al
dia (MCAD); y es obligado el empleo de una dieta cromosoma X (X-ALD), la disminución de la acti-
pobre en ácidos grasos de cadena larga y muy lar- vidad de la enzima lignoceril CoA sintetasa da lu-
ga y rica en MCT en los defectos de Acil-CoA des- gar a la acumulación de ácidos grasos de cadena
hidrogenasa de cadena muy larga (VLCAD) y de muy larga (24:0 a 28:0) que parece que intervie-
hidroxi-Acil-CoA-deshidrogenasa de cadena larga nen en la patogenia de la enfermedad; y con el fin
(LCHAD), así como en los defectos del ciclo de la de competir con los ácidos grasos saturados y re-
carnitina. ducir la síntesis de 26:0, se administra una mezcla
c) Suplementación de dietas carenciales. de ácidos grasos monoinsaturados [gliceroltrio-
Ciertos ácidos grasos poliinsaturados de cadena leato (GTO) y gliceroltrieuricato (GTU)] que es
larga (araquidónico, docosahexaenoico) sólo pue- capaz de mejorar el perfil bioquímico de los pa-
den ser sintetizados a partir de precursores (lino- cientes, aunque con una traducción clínica poco
leico, α-linolénico) que ineludiblemente deben estar satisfactoria.
presentes en la dieta (ver Capítulo 1.13). Si el indivi- • Riesgos
duo afectado precisa una dieta pobre en los nutrien- La disminución de la ración grasa total de la
tes (huevos, leche, pescado, carne) en los que estos dieta puede ocasionar un déficit energético abso-
ácidos grasos están presentes en mayor proporción, luto o un desequilibrio porcentual acerca del ori-
o incluso una dieta para VLCAD, LCHAD en la que gen de las calorías de la dieta. En ambos casos, el
los ácidos grasos esenciales estén muy restringidos, riesgo más importante y conocido es la dieta hi-
es necesario complementar la ingesta adecuada- pocalórica y el desarrollo de un retraso pondero-
mente para evitar deficiencias que parece que pue- estatural; pero no se sabe muy bien cuáles son las
den motivar efectos secundarios de carácter orgá- consecuencias que una dieta con desequilibrio li-
nico y funcional. pídico mantenida durante los primeros meses de
d) Sustitución de un producto defi- la vida puede tener en el futuro del individuo. El
ciente. Los defectos de la síntesis de colesterol aumento absoluto de la ración grasa da lugar a
provocan un acúmulo de productos intermedios obesidad, pero tampoco se conocen con certe-
anteriores al bloqueo metabólico, y una deficien- za los efectos (hipertensión, diabetes tipo 2) que
cia de aquellos que son normalmente sintetizados a largo plazo puede causar. El incremento relati-
a partir de ese punto. En el síndrome de Smith- vo de la ración grasa en relación con los otros
Lemli-Opitz existe un déficit de 7-dehidrocoles- componentes de la dieta puede provocar la apa-
terol-reductasa que causa un aumento de 7-dehi- rición de una cetosis o cetoacidosis, en función
drocolesterol y una disminución de colesterol, y de su gravedad.
el uso combinado de inhibidores de la síntesis de Dietas carenciales en ácidos grasos esenciales a
colesterol (para reducir el nivel de precursores causa de una restricción directa o de sus precur-
seguramente patógenos) con la administración de sores ocasionan deficiencias selectivas cuyas re-
un suplemento de colesterol en la dieta mejora el percusiones sobre la función celular, el desarrollo
perfil bioquímico y parece capaz de modificar la del sistema nervioso central y el sistema inmuni-
evolución clínica de los pacientes. En algunos de- tario, entre otros, son cada vez mejor conocidas.
fectos de la biogénesis de los peroxisomas (en- Un desequilibrio importante entre los diferentes
fermedad de Zellweger) tiene lugar una falta de lípidos de la dieta puede interferir el normal me-
síntesis de ácido docosahexaenoico (DHA), que tabolismo de algunos de ellos; de este modo, el
administrado por vía oral a los pacientes afectos uso de una dosis inadecuada del suplemento de
mejora asimismo su patrón bioquímico y clínico. GTO/GTU (aceite de Lorenzo) en la X-ALD da
e) Competición enzimática. Los áci- lugar a la inhibición de la síntesis de ácidos gra-
dos grasos saturados y monoinsaturados compi- sos esenciales poliinsaturados y a trastornos en la
ten por el mismo sistema enzimático responsa- plaquetogénesis.

423
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 10. ERRORES INNATOS DEL METABOLISMO DE LAS VITAMINAS

Vitamina Error congénito


Vitamina D Déficit de 1,25 (OH) D3
Resistencia a 1,25 (OH) D3
Ácido fólico Déficit de metilén-tetrahidrofolato reductasa
Déficit funcional de metil-tetrahidrofolato/homocisteína metil-transferasa
Déficit de metionina sintasa
Déficit de glutamato formiminotransferasa
Malabsorción hereditaria de folato
Cobalamina Déficit de factor intrínseco
Déficit de proteína cubilina
Déficit de transcobalamina II
Anomalía de síntesis de Ado Cbl (cbl A, cbl B)
Anomalía de síntesis de Ado Cbl y Me Cbl (Cbl C, Cbl D, Cbl F)
Biotina Déficit de biotinidasa
Cbl: cobalamina; Ado: adenosina.

3.5.Vitaminas/ tabólico implicado, es posible estimular en ocasio-


detoxificadores y EIM nes la actividad enzimática mediante su administra-
ción en dosis farmacológicas (Tabla 11).
En el tratamiento de los EIM, las vitaminas van • La mayoría de las vitaminas van vehiculiza-
adquiriendo de un modo progresivo un prota- das en alimentos que, como carne, pescados, le-
gonismo especial por varias razones. Por una che, huevos, cereales o leguminosas, deben ser
parte, cada vez es más numeroso y mejor co- eliminados o severamente restringidos en las die-
nocido el grupo de errores congénitos del me- tas obligadas en muchos EIM, y ello conduce a un
tabolismo de las vitaminas. Por otro lado, las vi- riesgo elevado de hipovitaminosis, que empeora
taminas tienen una función trascendental como desde todos los puntos de vista la situación de
cofactores de muchas reacciones metabólicas. Y, los pacientes. Por ello, es necesario garantizar en
por último, existe un elevado riesgo de generar todos los casos las ingestas vitamínicas recomen-
situaciones de déficit vitamínico con muchas de dadas mediante el uso de los suplementos ade-
las dietas utilizadas para el tratamiento de es- cuados, y monitorizar del modo más efectivo y
tas enfermedades. razonable posible los niveles o depósitos de las
• En los EIM de una vitamina (Tabla 10), las vitaminas implicadas.
manifestaciones clínicas van a depender de las • La carnitina, por su función detoxificadora,
consecuencias que su déficit orgánico o funcional puede disminuir en las enfermedades metabólicas
tiene en todos los procesos metabólicos por ella que cursan con acumulación de ácidos orgánicos
regulados, pero el tratamiento incluye en todos que se eliminen como acil-carnitina, fundamental-
los casos la administración de la vitamina implica- mente las acidemias propiónica y metil-malónica.
da en la forma biológicamente más adecuada. La carnitina se vehiculiza en los alimentos ricos en
• En algunos errores congénitos del metabolis- proteínas de alto valor biológico y por ello pue-
mo, la mutación génica responsable permite la pre- de tender a ser deficitaria en los regímenes muy
sencia de la enzima codificada por el gen afecto, pe- limitados en proteínas [se ha descrito déficit de
ro, debido al tipo de alteración estructural proteica carnitina en la fenilcetonuria (PKU)]. También se
que presenta (o a causas todavía no bien conoci- han publicado deficiencias de carnitina en las cri-
das), éste ha perdido capacidad funcional. Cuando sis de hiperamoniemia en los trastornos del ciclo
una vitamina actúa como coenzima en el paso me- de la urea.

424
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

Tabla 11. USO DE VITAMINAS COMO “COFACTORES” EN LOS EIM

Vitamina Enfermedad Dosis (mg/día)


Tiamina PDH, MSUD 50-200
Riboflavina Acidosis láctica, déficit múltiple de Acil-CoA 20-50
deshidrogenasa
Piridoxina Dependencia piridoxina, homocisteinuria 100
Cobalamina Aciduria metil-malónica, deficiencia de cobalamina 1-2
Ácido fólico Deficiencia de folato 1
Biotina AP, MCD, PCD 15-50

EIM: errores innatos del metabolismo; PDH: déficit de piruvato deshidrogenasa; MSUD: enfermedad de jarabe de arce;
AP: acidemia propiónica; MCD: déficit múltiple de carboxilasas; PCD: déficit de piruvato carboxilasa.

3.6. Minerales y enfermedades es todavía más importante que la de un déficit vita-


metabólicas mínico. No son bien conocidos en muchos casos los
requerimientos mínimos de minerales, no se tienen
Como en el caso de las vitaminas, el metabolis- datos muy fiables acerca del contenido en minerales
mo de los minerales puede sufrir errores congé- de un buen número de alimentos, y no se posee una
nitos. También pueden actuar como cofactores en metodología diagnóstica lo suficientemente sencilla,
reacciones metabólicas, y existe un riesgo muy ele- sensible y específica que permita el control sistemá-
vado de su déficit nutricional a causa de dietas res- tico de estas situaciones. Desde el punto de vista
trictivas. Sin embargo, en contraposición a las vitami- práctico es necesario utilizar la máxima información
nas, los metales plantean problemas fisiopatológicos científica posible, considerar todas las potenciales si-
y, por tanto, terapéuticos más complejos. tuaciones de riesgo y usar todos los marcadores clí-
El objetivo fundamental en todos los casos es nicos o biológicos razonables en cada caso.
la administración del mineral que resulta deficita- En el tratamiento dietético correcto de algunos
rio, o restaurar su homeostasis. Ejemplos caracte- grupos de enfermedades metabólicas, sobre todo
rísticos de EIM de los minerales son los trastornos en aquellas en que resulta inevitable una limitación
del transporte del cobre (enfermedad de Menkes y proteica, se puede provocar un déficit a medio/largo
de Wilson) y la hemocromatosis hereditaria. En los plazo en algunos minerales y vitaminas: calcio, hierro,
dos primeros existe una ausencia o disfunción de la selenio, zinc, biotina, niacina, vitamina B12, ácido fóli-
ATPasa homóloga encargada del transporte de co- co. En la población con PKU se han descrito altera-
bre en el aparato de Golgi, y las diferencias clínicas ciones en la mineralización ósea incluso desde épo-
entre ambas enfermedades son consecuencia del te- cas tempranas de la vida, lo que induce la sospecha
jido en el que se expresan esas ATPasas. En la hemo- de la existencia de otros factores diferentes a los
cromatosis hay una alteración del mecanismo que exclusivamente nutricionales.
regula la absorción del hierro a nivel intestinal. El
tratamiento depende en cada caso de la fisiopatolo-
gía de la enfermedad, y por ello es de carácter sus-
titutivo con histidinato de Cu en la enfermedad de 4. Resumen de la
Menkes, pero está orientado a la eliminación de los problemática del manejo
depósitos excesivos de Cu (con penicilamina) o de nutricional de los EIM
hierro (desferroxamina) en los otros dos casos.
La posibilidad de un déficit nutricional de un mi- Se podrían sintetizar los riesgos del manejo nutri-
neral, como consecuencia de una dieta restrictiva, cional de estos pacientes en los siguientes puntos:

425
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

• Respecto al incremento energético global ge- para después ser entrenados más específicamente
neralmente recomendado, se pueden causar: en el problema concreto de su hijo.
- Diversos grados de obesidad. Por medio de las asociaciones de familias y a tra-
- Ansiedad familiar si por la frecuente anorexia vés de actividades conjuntas, los padres suelen me-
no se alcanza lo recomendado. jorar el entrenamiento individual y aprenden no so-
- Aumento de serotonina cerebral (si el incre- lamente a preparar los productos especiales de una
mento es a expensas de hidratos de carbono). forma más sabrosa y atractiva para sus hijos, sino
• La actuación nutricional con un aumento neto también las razones más básicas del por qué de la
y de frecuencia de hidratos de carbono origina di- dieta del paciente. Con ello se consigue el estímu-
ficultades de mantenimiento en banda estrecha de lo necesario para mantener unas dietas complicadas,
la glucemia. monótonas y restrictivas a largo plazo, trasmitiéndo-
• La dieta limitada en proteínas es tendente al hi- se entre las familias conocimientos y motivación.
pocrecimiento; y los suplementos proteicos, al des- Un fruto muy importante derivado de estas char-
equilibrio entre los aminoácidos esenciales y no las-taller de trabajo es el aprendizaje de las medidas
esenciales. domiciliarias que hay que realizar cuando el paciente
• Con relación a la grasa se puede considerar presenta una enfermedad intercurrente o un episo-
que: dio sintomático aislado (vómitos, fiebre, rechazo de
- El uso de MCT propende a la aciduria dicar- la alimentación) con cierto riesgo de descompensa-
boxílica y al déficit de ácidos grasos esenciales. ción. Para ello se dedica una sesión específica y se
- El uso de LCT (trioleato) predispone al déficit les instruye para poder manejar las siguientes situa-
de ácidos grasos esenciales. ciones o tomar las siguientes medidas:
- Las dietas muy hipograsas pueden conllevar • Especial atención para evitar el ayuno, sobre
déficit calórico y de vitaminas liposolubles. todo prolongado, debiendo ofrecer al paciente lí-
• Por lo que respecta a vitaminas y minerales, se quidos azucarados en pequeñas dosis, pero con
pueden provocar: elevada frecuencia.
- Efectos secundarios por el empleo de altas do- • Tratamiento sintomático domiciliario de la
sis de metales (p. ej., cobre en la enfermedad de fiebre.
Menkes). • Reducir la ingesta proteica y aumentar las calo-
- Fenómenos de exceso o desequilibrios por di- rías procedentes de hidratos de carbono (salvo en
ficultades de ajuste entre el contenido de las fór- enfermedades metabólicas específicas).
mulas especiales y la dieta general del paciente. • En acidemias orgánicas, suprimir transitoria-
- Efectos tóxicos por el empleo de megadosis mente los productos proteicos especiales exentos
de vitaminas. de algún aminoácido esencial.
• Utilizar productos especiales para aporte caló-
rico si resulta necesario.
• Acudir al hospital de referencia en caso de que
5. Medidas de educación las medidas indicadas no surtan efecto.
nutricional en los EIM
La formación en nutrición ofrecida a las fami-
lias de un paciente con una enfermedad metabóli- 6. Implicaciones de la
ca es uno de los trabajos más eficaces que pueden nutrición de los EIM respecto
realizarse. Con esta medida, que requiere tan só- a la nutrición general
lo unas horas de charlas y entrenamiento por par-
te del pediatra y del equipo de nutrición y dieté- Se podría concluir este apartado del Capítulo di-
tica, se consigue mejorar el pronóstico general de ciendo que la nutrición es, como se comentaba al prin-
estos pacientes y evitar hospitalizaciones. Indepen- cipio, el arma terapéutica más relevante en este tipo
dientemente del tipo de trastorno, los padres de- de enfermos, a la espera de los avances que depare la
ben ser aleccionados inicialmente con una idea ge- terapia génica. De una manera poética, estos verdade-
neral muy básica de la nutrición y de los alimentos, ros modelos biológicos que son los pacientes afectos

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P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

de errores innatos del metabolismo devuelven el favor fenilalanina aumentan por el ingreso de la fenilala-
a la nutrición general, sirviendo como base para me- nina procedente de la dieta o del catabolismo pro-
jorar los conocimientos, tanto a través del empirismo teico. Por el contrario, estos niveles disminuyen
como de la investigación del binomio nutrición/EIM. por la utilización de la Phe para la síntesis protei-
Se puede referir a modo de ejemplo que los ni- ca, la hidroxilación de fenilalanina a tirosina (Tyr), la
ños con trastornos del ciclo de la urea son capaces eliminación urinaria y, en circunstancias excepcio-
de mantenerse y crecer con la mitad de la inges- nales, su descarboxilación y transaminación a feni-
ta proteica recomendada, así como que las reco- letilamina y fenilpiruvato, respectivamente.
mendaciones de aminoácidos de cadena ramifica- La vía catabólica más importante del metabolis-
da estaban sobreestimadas, como el tratamiento mo de la fenilalanina es su hidroxilación a tirosina, y
nutricional de la enfermedad de jarabe de arce y para esta reacción se necesita la presencia de la en-
la acidemia metil-malónica han podido demostrar. zima fenilalanina hidroxilasa (PAH), sintetizada en el
Respecto a los lípidos, la imposibilidad de ingesta hígado; de su cofactor tetrahidrobiopterina (BH4),
nutricional directa de ácidos grasos poliinsatura- común para las hidroxilasas de la tirosina y del trip-
dos de cadena larga en dietas limitadas en proteí- tófano; de oxígeno (O2); y del sustrato L-fenilalani-
nas de origen animal (fenilcetonuria y otras enti- na (Phe). La BH4 se sintetiza a partir del guanosín-
dades) o su incapacidad para la síntesis endógena trifosfato (GTP), para lo que precisa la intervención
(síndrome de Zellweger) han aportado importan- de las enzimas GTP-ciclohidrolasa (GTP-CH), 6-pi-
tes conocimientos sobre la posible semiesenciali- ruvoil-tetrahidropterina sintasa (PTPS) y siapterina
dad de estas sustancias en la población general. reductasa (SR). La BH4 debe ser regenerada a partir
de carbinolamina mediante la carbinolamina deshi-
dratasa (PCD), que la convierte en q-dihidrobiopte-
rina, la cual es a su vez sustrato de la dihidrobiop-
7. Dieta en enfermedades terina reductasa (DHPR), enzima que la transforma
específicas en BH4 nuevamente (Figura 1).
La deficiencia de fenilalanina hidroxilasa (que
7.1. Dieta en situaciones afecta al 98% de todos los pacientes), a causa de
especiales: hiperfenilalaninemias una mutación patógena autonómica recesiva (AR)
del gen encargado de su síntesis (12q22-24.1), y la
Las hiperfenilalaninemias son un grupo genética- deficiencia de cofactor (responsable del 2% restan-
mente heterogéneo de alteraciones congénitas del te), como consecuencia también de una alteración
metabolismo de la fenilalanina (Phe) que tienen en co- AR de cualquiera de los genes que codifican las en-
mún un déficit de la hidroxilación de la fenilalanina y zimas encargadas de su síntesis o de su regenera-
un aumento de sus niveles en sangre. Valores sanguí- ción, suponen fundamentalmente la acumulación de
neos continuados de fenilalanina superiores a un lími- fenilalanina y la disminución de tirosina (convertida,
te todavía no bien definido, pero que parece hallarse de este modo, en un aminoácido esencial) y de sus
entre 4 y 6 mg/dl (240-360 nmol/ml), son capaces de derivados. En el déficit de BH4 (por falta de síntesis
producir daño irreversible en el desarrollo del sistema o de recuperación) tiene lugar, además, una reduc-
nervioso del feto y del niño, y trastornos orgánicos o ción de la síntesis de los neurotransmisores L-dopa,
funcionales todavía no bien definidos en el adulto. dopamina, 5-hidroxitriptófano y serotonina.

7.1.1. Metabolismo de la fenilalanina 7.1.2. Patogenia


de la hiperfenilalaninemia
La fenilalanina es un aminoácido aromático
esencial que constituye aproximadamente el 5% Los niveles elevados de Phe en plasma y, como con-
de las proteínas, y cuyos niveles en sangre y líquido secuencia de ello, en el cerebro de los pacientes, son
cefalorraquídeo (LCR) permanecen prácticamente los principales responsables, a través de mecanismos
constantes a lo largo de toda la vida desde el mo- etiopatogénicos todavía no bien conocidos, de las le-
mento del nacimiento. Los niveles plasmáticos de siones del sistema nervioso de los individuos afectos.

427
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

complejo “fenilalanina hidroxilasa”. En


los pacientes en los que este paso me-
tabólico no es funcionalmente operativo
-siempre que exista un adecuado equi-
librio entre la síntesis y el catabolismo
proteico-, el nivel plasmático de fenila-
lanina dependerá fundamentalmente del
equilibrio entre la ingesta dietética y la
síntesis de proteínas, ya que otras vías
metabólicas alternativas (descarboxila-
ción y transaminación) y la eliminación
urinaria no resultan significativas des-
de el punto de vista cuantitativo. Una
vez alcanzada la máxima síntesis protei-
ca posible, el nivel de fenilalanina de los
pacientes estará en relación directa con
su ingesta diaria (Figura 2).
El mantenimiento de unos niveles nor-
males de Phe en plasma puede abordarse
en los pacientes afectos a través de estra-
Figura 1. Esquema del metabolismo de la fenilalanina. BH4: tetrahidro- tegias terapéuticas diferentes: recuperan-
biopterina; DHPR: dihidrobiopterina reductasa; GTP: guanosín-trifosfato; do la hidroxilación de la fenilalanina, evi-
GTP-CH: GTP-ciclohidrolasa; NH2TP: aminotetrahidropterina; PPH: piruvoil- tando la absorción de la fenilalanina en el
tetrahidropterina; PTPS: 6-piruvoil-tetrahidropterina sintasa; PTPR: piruvoil- intestino, disminuyendo el paso de la fe-
tetrahidropterina reductasa; SR: siapterina reductasa; PCD: carbinolamina nilalanina a través de la barrera hemato-
deshidratasa; Phe: fenilalanina;Tyr: tirosina; PAH: fenilalanina hidroxilasa. encefálica y reduciendo el aporte de feni-
lalanina de la dieta.
En la hiperfenilalaninemia sólo está aumentada la feni- La terapia génica de la hiperfenilalaninemia no
lalanina y no se generan niveles de metabolitos deriva- está operativa por el momento. Como alternati-
dos que puedan resultar tóxicos para el organismo. va, la recuperación de la hidroxilación de la feni-
En el desarrollo de las lesiones orgánicas y fun- lalanina puede conseguirse administrando BH4 en
cionales del sistema nervioso central seguramente algunos defectos de síntesis, y está abriendo una
intervienen alteraciones del transporte y la distri- vía terapéutica muy prometedora el tratamiento
bución de la Phe en el sistema nervioso, deficiencia con BH4 a dosis de 5-7 mg/kg/día de los pacientes
secundaria de tirosina, alteraciones de la síntesis de con déficit de fenilalanina hidroxilasa que resultan
neurotransmisores cerebrales, y otros mecanismos sensibles a esta terapéutica por motivos todavía
no bien conocidos. no bien conocidos En la mayoría de los defectos
En todo caso, la hiperfenilalaninemia es condi- de cofactor, además del manejo dietético, es pre-
ción indispensable para la presentación del fenoti- cisa la administración de L-dopa y de 5-hidroxi-
po de la enfermedad, pero seguramente precisa de triptófano. La absorción de fenilalanina intestinal
la concurrencia de otros factores génicos todavía puede ser en teoría controlada por la administra-
no bien conocidos para que éste se exprese en to- ción de la enzima “fenilalanina amonio liasa”, que
da su plenitud. transforma in situ la fenilalanina en ácido trans-ci-
námico, que es un derivado no tóxico, pero pro-
blemas técnicos en su síntesis hacen que este tra-
7.1.3.Tratamiento tamiento no sea todavía operativo. También es
de las hiperfenilalaninemias prometedor en este sentido el uso de suplemen-
tos de treonina, que parece competir con la ab-
En circunstancias normales, la mayoría de la fe- sorción de la Phe. El empleo de suplementos die-
nilalanina es transformada en tirosina a través del téticos de aminoácidos ramificados que compiten

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Los objetivos terapéu-


ticos y nutricionales de la
dieta son los siguientes:
• Asegurar el aporte
de las necesidades míni-
mas diarias de fenilalani-
na (Tabla 12) (aminoá-
cido esencial), ya que los
pacientes tienen en prin-
cipio las mismas necesi-
dades que los niños nor-
males, aunque en algunos
casos su escasa toleran-
cia no permite alcanzar la
ingesta de Phe “deseada”.
Este aporte debe hacerse
durante la lactancia me-
diante el uso de la leche
materna, y cuando ello no
Figura 2. Regulación de los niveles de fenilalanina plasmáticos. sea posible puede utili-
zarse una fórmula normal.
en la barrera hematoencefálica con el transporta- Una vez iniciada la alimentación complementaria,
dor de Phe no ha ofrecido resultados significati- el aporte de fenilalanina se produce a través de los
vos por el momento. alimentos habituales de la dieta de los niños.
Actualmente, la base del tratamiento de las hi- • Suministrar la tirosina precisa para mante-
perfenilalaninemias es la manipulación dietética ner niveles plasmáticos normales, ya que en es-
precoz y de por vida, con el objetivo de disminuir tos pacientes la Tyr se convierte en un aminoáci-
la ingesta de fenilalanina todo lo que la tolerancia do esencial. La mayoría de los productos dietéticos
de cada paciente haga necesario. utilizados para el tratamiento de estos pacientes
aseguran el correcto aporte de este aminoácido, y
el uso de dosis más elevadas de tirosina, con el fin
7.1.4.Tratamiento dietético

El tratamiento dietético ha de ser lo más precoz Tabla 12. RECOMENDACIONES DE


posible y en ningún caso debería comenzarse des- INGESTA DE FENILALANINA
pués de los diez días de vida. Desgraciadamente, no EN LA FENILCETONURIA (PKU)
existe evidencia definitiva acerca del nivel de feni-
lalanina por encima del cual tiene que iniciarse el Edad PKU (mg/kg/día)
tratamiento, pero éste viene siendo colocado cada
vez más cerca del límite superior de la normalidad. 0-3 meses 60-90
Se acepta “universalmente” que es obligado tratar 3-6 meses 50-80
a todos los recién nacidos con más de 360 nmol/ml
y cada vez es más habitual empezar el tratamien- 6-12 meses 40-50
to con valores superiores a 240 nmol/ml, a fin de 1-3 años 30-40
asegurar el mejor desarrollo neurológico posible
4-6 años 25-30
de los pacientes. Pacientes con niveles inferiores a
240 nmol/ml no precisan, en principio, tratamiento, 7-9 años 15-25
pero han de ser controlados regularmente a lo lar-
> 10 años 10-20
go de su vida para vigilar la evolución de la Phe a lo
largo del tiempo.

429
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 13. VALORES “IDEALES” DE FENILALANINA PLASMÁTICOS EN PACIENTES


CON HIPERFENILALANINEMIA

Edad/situación del paciente Niveles ideales*


Menos de 5 años de vida 60-240 nmol/ml
Entre 5 y 10 años de vida 60-360 nmol/ml
Más de 10 años de vida 60-500 nmol/ml
Embarazo 60-250 nmol/ml

*Los niveles mínimos se han adoptado en función de los valores plasmáticos medios de la población general, pero,
probablemente, por motivos prácticos en la confección de la dieta pueden utilizarse como referencia valores mínimos de
120 nmol/ml.

de mejorar la síntesis de neurotransmisores en el sas, mermeladas, etc.). El aporte proteico es tema


SNC, no parece ser efectivo para mejorar el desa- más controvertido, pero la tendencia actual es, asi-
rrollo de los pacientes. mismo, administrar aportes de proteínas más eleva-
• Mantener los niveles de fenilalanina plasmáti- dos que los requerimientos mínimos nutricionales
cos por debajo de los niveles considerados patóge- (RMN), especialmente considerando que la biodis-
nos en cada edad. No existe consenso unánime en ponibilidad de los suplementos proteicos sin fenila-
este tema, pero hay una tendencia universal a que lanina es un 15-20% más baja que la de las proteí-
éstos sean lo más bajos posible en todos los casos. nas naturales. Como norma general se recomienda
Los niveles “ideales” -que no quiere decir que nive- un aporte total de proteínas de 3 g/kg/día durante
les más elevados no puedan ser tolerados- oscilan el primer y segundo año de vida, de 2 g/kg/día hasta
entre 60 y 500 nmol/ml, en función de la edad y si- los 10 años de edad, y un 20% más elevado que los
tuación de los pacientes (Tabla 13). Seguramen- RMN a partir de ese momento; o, alternativamen-
te muchos adultos podrían tolerar niveles de feni- te, asegurar en todo momento 3 gramos de proteí-
lalanina de alrededor de 750 nmol/ml, pero como nas por cada 100 kilocalorías. Ello se consigue aña-
ello comporta un mayor riesgo para la aparición diendo a la ración de proteínas naturales, que el niño
de trastornos cognitivos funcionales, es necesario recibe a través de los alimentos naturales hipopro-
“pactar” los objetivos dietéticos personalmente teicos de la dieta, suplementos de L-aminoácidos
con el paciente mayor de edad en todos los casos. exentos de fenilalanina, y es muy importante que la
Estos niveles de Phe se consiguen mediante el uso dosis total se distribuya en el mayor número de to-
de fórmulas para lactantes exentas de fenilalanina y mas posibles (3-5) a lo largo del día.
a través de la utilización de alimentos naturales de • Garantizar el aporte adecuado en cantidad y
bajo contenido proteico (la Phe supone el 5% de calidad de hidratos de carbono y grasas. La distribu-
las proteínas) o de alimentos sin fenilalanina espe- ción porcentual de las calorías de la dieta ha de ser
cialmente manufacturados para estos pacientes. del 55% para los hidratos de carbono, del 30-35%
• Administrar las calorías y proteínas necesarias para grasas y del 10-15% para las proteínas. En re-
para asegurar el balance metabólico positivo y el lación con las grasas, no sólo es importante la can-
crecimiento adecuado, que en los primeros años de tidad, sino la calidad de los lípidos administrados,
la vida guarda una estrecha relación con las proteí- debido al riesgo que tienen los niños sometidos a
nas ingeridas. Con este objetivo, el aporte energé- estas dietas hipoproteicas de desarrollar deficien-
tico debe ser superior en un 10-15% a los requeri- cias de ácidos grasos esenciales de cadena larga.
mientos normales para cada edad. La ración calórica • Asegurar la ingesta de las vitaminas, minerales y
puede aumentarse mediante el uso de polímeros de oligoelementos necesarios para la edad del paciente.
glucosa o de grasas en los primeros meses, y poste- Como todos los pacientes sometidos a dietas res-
riormente pueden utilizarse también alimentos na- trictivas, los niños con hiperfenilalaninemia tienen al-
turales exentos de proteínas y ricos en calorías (gra- to riesgo de desarrollar deficiencias de vitaminas o

430
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

minerales (hierro, selenio, vitamina B12, etc.) si no se asegura la ingesta de los requerimientos calóricos,
suplementa adecuadamente su ingesta diaria. de hidratos de carbono, lípidos, proteínas, vitaminas
y minerales del lactante. Con el fin de aportar la Phe
precisa, ha de suplementarse esta fórmula con una
7.1.5.Tratamiento de leche “normal”, que siempre que sea posible debe
la hiperfenilalaninemia ser la leche materna. Pueden combinarse las canti-
durante el embarazo dades necesarias de cada una de ellas (leche exenta
de fenilalanina y leche materna) en cada toma de ali-
Las gestantes con hiperfenilalaninemia precisan mento en función de la cifra inicial de fenilalanina del
durante el embarazo atención terapéutica especial, recién nacido, pero la tendencia actual es empezar
debido al hecho de que el transporte activo de fe- la lactancia alternando tomas completas de la leche
nilalanina desde la madre al feto a través de la pla- materna con las de la fórmula especial, y modificar la
centa aumenta los niveles fetales en 1,7 sobre los proporción entre unas y otras en función de la evo-
de la madre. El embrión y el feto son muy sensi- lución de los niveles de Phe. Esta última técnica faci-
bles al efecto teratógeno de la fenilalanina, y exis- lita el mantenimiento de la lactancia materna, es más
te una relación directa entre los niveles embriona- sencilla para la madre y parece ofrecer resultados
rios o fetales y la aparición de microcefalia, daño excelentes desde el punto de vista práctico.
neurológico y cardiopatía en el recién nacido. Para
evitar la aparición de estas anomalías en la descen- 7.1.7.2. Introducción de la
dencia es necesario asegurar desde unos dos me- alimentación complementaria
ses antes del inicio de la gestación hasta el final de
ésta que la concentración de fenilalanina plasmáti- La alimentación complementaria ha de introducir-
ca materna se mantenga entre 120 y 250 nmol/ml, se a la misma edad y con un ritmo similar al de cual-
por lo que las mujeres hiperfenilalaninémicas em- quier niño. Pueden utilizarse cereales hipoproteicos
barazadas han de someterse a un control terapéu- (Maizena®) o “normales”, de acuerdo con la toleran-
tico mucho más estricto que el que habitualmente cia de cada paciente. Las frutas y verduras frescas
venían realizando en función de su edad. pueden usarse prácticamente sin limitaciones, y só-
lo deben ser controladas las patatas, por su mayor
contenido en fenilalanina. Pueden añadirse pequeñas
7.1.6. Dieta en situaciones de riesgo cantidades de legumbres mezcladas con las verdu-
ras, pero en ese caso tienen que ser controladas cui-
Cualquier proceso intercurrente que ponga en dadosamente, ya que son alimentos ricos en proteí-
peligro el balance metabólico positivo del paciente nas y, por tanto, en fenilalanina. Lógicamente, no hay
tiene el riesgo de aumentar los niveles de fenilala- que añadir en los purés alimentos ricos en proteí-
nina a partir de la proteólisis muscular. Por ello, en nas, tales como huevos, carne, pescado o derivados
cualquier situación de este tipo es conveniente dis- lácteos, ya que pequeñas cantidades de éstos apor-
minuir en un 10-15% el aporte de Phe diario, y a la tan a la dieta una gran cantidad de fenilalanina. Ge-
vez elevar en un 10-15% el aporte calórico y el su- neralmente, a partir de la introducción de la alimen-
plemento de aminoácidos sin fenilalanina, con el fin tación complementaria, y en función del menú diario
de estimular y recuperar lo más rápidamente posi- del niño, es posible que la ingesta proteica de la die-
ble la síntesis proteica. ta no sea suficiente para cubrir los RMN, por lo que
es precisa una suplementación proteica con mezclas
de L-aminoácidos exentos de fenilalanina.
7.1.7. Normas generales para la
dieta de las hiperfenilalaninemias 7.1.7.3. Alimentación completa

7.1.7.1. Lactancia exclusiva De acuerdo con los hábitos comunes en Espa-


ña, a partir del año de vida es habitual que los niños
En esta época de la vida, la base de la dieta es una efectúen una dieta en la que intervienen todos los
fórmula para el lactante exenta de fenilalanina y que grupos de alimentos, repartidos entre cuatro o seis

431
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

tomas al día. Los padres tienen que aprender a con- y el menú recomendado para un niño normal, susti-
feccionar un menú diario lo más “normal” posible, tuyendo en cada grupo (cereales, lácteos, verduras,
con el fin de no introducir elementos que dificulten frutas, etc.) los alimentos naturales “prohibidos” ri-
la vida de relación social y la escolaridad del niño, y cos en proteínas por alimentos permitidos. De en-
conseguir, al mismo tiempo, que él se implique en la trada, lo más práctico es empezar por calcular la
confección del menú lo antes posible. La base de la ingesta diaria de fenilalanina y de tirosina deseadas
dieta la van a constituir tres grupos de productos. en función de la edad y de las cifras de Phe plas-
• Alimentos naturales sin proteínas o con bajo máticas, mediante el uso de los alimentos naturales
contenido proteico: frutas, verduras y legumbres y los especialmente fabricados para estos niños. A
frescas, mermeladas sin suplementos proteicos, continuación se comprueba la ración proteica que
azúcares, miel, aceites, margarinas vegetales, sebo, esa dieta supone y se complementa, si es preciso,
especias, zumos naturales, refrescos comerciales mediante la ingesta de suplementos proteicos sin
sin aspartamo, helados sin leche, dulces sin suple- fenilalanina que se reparten en cuatro tomas al día.
mentos proteicos, y en general cualquier alimento Posteriormente se ajustan la ración calórica -me-
o plato preparado con productos naturales con es- diante el uso de grasas o hidratos de carbono- y la
caso contenido proteico (menos del 1%), en el que ingesta de ácidos grasos poliinsaturados de cadena
no se ha empleado para su confección ningún pro- larga -mediante la utilización de aceites vegetales o
ducto rico en proteínas o aspartamo. Los alimen- de pescado-. Finalmente, se asegura el aporte de vi-
tos de este grupo pueden ser usados diariamente, y, taminas y minerales necesarios.
además, las verduras y frutas frescas con un conte- Con el fin de calcular el aporte de fenilalanina
nido inferior a 75 mg de fenilalanina por cada 100 g de la dieta, lo ideal es cuantificar la cantidad exac-
de alimento pueden utilizarse sin limitaciones. ta de Phe de los alimentos que se emplean, y para
• Alimentos especialmente manufacturados sin ello existen tablas muy completas de composición
fenilalanina o con un contenido muy bajo de ella, de alimentos (ver Capítulo 2.1). A partir de estas ta-
que resultan fundamentales para la confección del blas puede establecerse, para facilitar la labor diaria,
menú diario de estos niños por su variedad y cali- un sistema de “intercambios de partes” mediante la
dad. En el momento actual, se dispone de leche, ha- confección de listas de cantidades de alimentos que
rinas, pan, galletas, pastas italianas, pastas para so- resultan intercambiables entre sí, por poseer la mis-
pas, sucedáneo de huevo, sucedáneo de embutidos, ma cantidad de fenilalanina (p. ej., tienen 20 mg de
cereales para el desayuno, etc. fenilalanina: 100 g de albaricoque fresco, 52 g de plá-
• Suplementos proteicos sin fenilalanina que son tano, 200 g de melocotón en almíbar, 80 g de zana-
imprescindibles para conseguir el adecuado equili- horias hervidas, 200 g de calabacín hervido, 12 g de
brio nutricional y el correcto aporte proteico del patatas fritas, 100 g de tomate fresco, etc.).
niño. Generalmente se trata de mezclas de L-ami- Para conocer el contenido de fenilalanina de los
noácidos, y en ocasiones están combinados con hi- alimentos manufacturados o de aquellos que no fi-
dratos de carbono o grasas y enriquecidos con vi- guran en las tablas, un sistema muy útil es considerar
taminas y minerales. que, por término medio, la fenilalanina supone el 5%
Los alimentos con alto contenido proteico, tales co- del contenido proteico de cualquier alimento.
mo carnes, pescados, huevos, legumbres secas, leche y Los sucesivos ajustes y correcciones de la dieta
derivados, y frutos secos, deben ser excluidos a prio- deben efectuarse en función de los niveles de feni-
ri de la dieta y sólo pueden utilizarse, en función de la lalanina del paciente y procurando que los aumen-
tolerancia individual de cada niño, pequeñas cantidades tos o disminuciones de la fenilalanina sean progre-
de ellos para mejorar las condiciones organolépticas y sivos y del orden de 25-50 mg al día (Tabla 14).
psicológicas de la dieta si ello es posible.

7.1.9. Seguimiento del paciente


7.1.8. Confección de la dieta con hiperfenilalaninemia

Los alimentos deben distribuirse a lo largo del El éxito del tratamiento depende del seguimiento
día tomando como modelo la distribución calórica minucioso y del apoyo continuo a los familiares de

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P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

los niños afectados. La frecuencia y el tipo de con- ticos, han de retomar un control clínico y dietético
troles deben ser individualizados en cada caso, pero especial cuando planeen tener descendencia.
el uso sistemático de un protocolo ayuda a conse-
guir el mejor control posible de los pacientes.
• Controles de fenilalanina y tirosina, inicial- 7.1.10. Conclusiones sobre dieta
mente semanales, con disminución progresiva de y fenilcetonuria
la periodicidad tras la estabilización inicial de los
niveles. Durante la infancia es conveniente mante- El diagnóstico sistemático neonatal y el trata-
ner los controles mensuales, y en el adulto se re- miento dietético de la hiperfenilalaninemia han
comienda practicarlos por lo menos cuatro ve- cambiado el pronóstico de estos pacientes. Los
ces al año. avances en biología molecular posibilitan, además,
• Control antropométrico. Peso, talla y períme- un consejo genético preciso de las familias afecta-
tro craneal son los mejores indicadores del esta- das. Sin embargo, existen todavía grandes lagunas en
do de nutrición de los pacientes y, salvo en situa- el conocimiento de la fisiopatología de la enferme-
ciones excepcionales, resultan suficientes a lo largo dad y es imprescindible definir con mayor exactitud
de la infancia. los objetivos terapéuticos de la dieta y buscar trata-
• Control del desarrollo intelectual. Permite mientos alternativos o complementarios más efec-
comprobar la respuesta al tratamiento, además de tivos que los actuales. El estudio riguroso y conti-
detectar precozmente cualquier disfunción que, nuado permitirá alcanzar los objetivos deseados.
debida o no a la hiperfenilalaninemia, pueda ser co-
rregida mediante el adecuado tratamiento.
• Controles bioquímicos. Se limitarán a los mis- 7.2. Enfermedades del
mos que para cualquier niño normal si se realiza ciclo de la urea (ECU)
un tratamiento dietético correcto. Si la colabora-
ción familiar o del niño no es adecuada, se con- De las seis enfermedades del ciclo de la urea
trolarán los valores de proteínas totales, albúmina, descritas hasta la actualidad, se hará especial men-
hierro, vitamina B12, ácido fólico y selenio, funda- ción a cuatro de ellas por su relevante respuesta a
mentalmente. las medidas nutricionales:
• Control de la mineralización ósea. La densito- a) Déficit de carbamil-fosfato sintetasa I (CPS I).
metría ósea por ultrasonidos es sencilla e inocua b) Déficit de ornitín-transcarbamilasa (OTC).
y permite la monitorización de la mineralización c) Déficit de arginín-succínico sintetasa (citru-
ósea a lo largo de la infancia de estos niños some- linemia).
tidos a una dieta de “riesgo” para osteopenia-os- d) Déficit de arginín-succínico liasa (arginina-
teoporosis. Puede iniciarse a partir del año de vida succinuria).
y repetirse regularmente cada 12-24 meses, en fun- A la espera de la posibilidad de terapia genética
ción de la evolución. (en fase de ensayo humano para el déficit de OTC),
• Control de los niveles de HVA, 5HIAA y fo- el tratamiento dietético es la medida más eficaz y
lato en LCR (trimestral inicialmente, semestral o relevante para estos pacientes. El manejo dietético
anual posteriormente), en los niños con déficit de de estos enfermos no es sólo un tratamiento pa-
cofactor. liativo sintomático (como en otros grupos de en-
• Control de la calidad de vida relacionada con la fermedades metabólicas), sino que representa una
salud. Una evaluación en la época de lactante, pre- verdadera terapia etiopatogénica. En efecto, a tra-
escolar, escolar, adolescente y adulto permite iden- vés del mismo se va a poder controlar la tendencia
tificar la respuesta global al tratamiento con más crónica o intermitente a la descompensación hipe-
sensibilidad y especificidad que la mayoría de los ramoniémica, derivada del excedente de amonio
marcadores biológicos utilizados. que no se metaboliza, y a recuperar los aminoáci-
• Control de las mujeres afectas de hiperfenila- dos que dejan de sintetizarse y que, por tanto, es-
laninemia. Es imprescindible mantener el contacto tarán en situación deficitaria. Asimismo, se podrá
con las pacientes o los familiares de todas las muje- actuar sobre la amoniogénesis intestinal y la ten-
res que, debido a sus niveles de fenilalanina plasmá- dencia al desequilibrio ácido-base. A continuación

433
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 14. MODELO DE DIETA COMPLETA PARA HIPERFENILALANINEMIAS

Comida Alimentos que deben usarse


• Leche “sin/baja en fenilalanina”
• Cereales “bajos en fenilalanina”
• Tostadas de pan “especial” con margarina y mermelada,
• Desayuno
o con aceite y azúcar, o con miel
• Merienda
• Galletas “especiales”
• Frutas o zumo de fruta
• Suplemento proteico libre de fenilalanina
• Fruta o zumos de frutas naturales
• Dulces “caseros”
• Suplemento a media mañana
• Bocadillo vegetal con pan especial
• Merienda
• Bocadillo de sucedáneo de embutido con pan especial
• Postres lácteos bajos en proteínas
• Sopa de verduras o de pasta “especial”
• Ensaladas
• Verduras
• Pan “especial”
• Pastas italianas especiales
• Almuerzo
• Sucedáneos de huevo sin fenilalanina
• Cena
• Dulces preparados sin fenilalanina, gelatina, agar-agar, cereales
ni frutos secos
• Frutas
• Helados sin leche
• Suplemento proteico libre de fenilalanina
• Café
• Té
• Bebidas carbónicas sin aspartamo
• Bebidas
• “Colas” sin aspartamo
• Gaseosa sin aspartamo
• Zumos comerciales sin leche ni aspartamo
• Sal
• Pimienta
• Especias • Hierbas aromáticas
• Vinagre
• Mostaza en polvo

se describirán en diferentes apartados las posibili- con una ingesta de proteína a niveles de la dieta
dades de manejo dietético de estos pacientes. habitual de un niño (2 g/kg/día), la eliminación del
excedente nitrogenado mediante urea alcanzaba
el 80%. Es decir, que la “necesidad” del ciclo de la
7.2.1.Tratamiento de las ECU urea se incrementa exponencialmente al aumen-
tar las proteínas de la dieta. En esta misma línea, y
Los elegantes estudios de Saul Brusilow demos- con estudios del mismo autor, se demostraba que
traron hace algunos años cómo, con una ingesta el recién nacido y el lactante pequeño utilizan la
baja de proteína (0,7 g/kg/día), la eliminación de ni- mayor parte de la ingesta proteica (si ésta se limi-
trógeno ureico era tan sólo del 25%. Sin embargo, ta al contenido nitrogenado de la leche materna)

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P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

para el importante anabolismo que tiene lugar en benzoato y 147 mg/g para el fenilbutirato), lo que
esta época de la vida, derivando muy poca canti- será menester tomar en consideración. El uso de
dad hacia la síntesis de urea. De estos estudios bá- benzoato sódico obligará asimismo a efectuar con-
sicos pueden extraerse importantes consecuen- troles de niveles de glicina plasmática.
cias terapéuticas: en primer lugar, que la ingesta La arginina es normalmente un aminoácido no
del denominado mínimo proteico será imprescin- esencial porque somos capaces de sintetizarlo en
dible para la menor derivación posible de amonio el ciclo de la urea (ver Capítulo 2.13). Por ello, en
hacia una vía metabólica (el ciclo de la urea) alte- todas las ECU (salvo la hiperargininemia) se preci-
rada y que trabaja a muy bajo rendimiento; en se- san suplementos de este aminoácido. La cantidad
gundo, que la tolerancia proteica es más elevada requerida de arginina depende de la situación clí-
en los primeros meses de la vida debido al poten- nico-metabólica (descompensación versus fase de
te anabolismo. estado) y de la situación compartimental del blo-
El objetivo terapéutico será mantener al pacien- queo enzimático (mitocondrial versus citoplasmá-
te libre de síntomas, y con valores de amonio y glu- tico). La citrulinemia y la aciduria arginín-succíni-
tamina en límites apropiados (inferiores a 80 μg/dl ca (enzimopatías citoplasmáticas) pueden requerir
y 1.000 μm/l, respectivamente), y con el desarro- en situación de descompensación aguda hasta 700
llo pondero-estatural más adecuado posible. Por mg/kg/día. Sin embargo, para los déficit de CPS I y
ello, la limitación proteica es la medida terapéu- OTC en fase de estado bastarán con 100-150 mg/
tica más importante, y la dosificación de la limita- kg/día. El objetivo de la suplementación con argini-
ción proteica debe ser idealmente individual, bus- na es mantener sus niveles plasmáticos entre 50 y
cando lo que se denomina “techo de tolerancia 200 μmol/l. Los preparados comerciales habitua-
proteica”, que podría definirse como aquella can- les son en forma de clorhidrato (tanto para ad-
tidad de proteína/día que permite lograr los obje- ministración oral como endovenosa), y es nece-
tivos. Existe actualmente un test de sobrecarga de sario vigilar, sobre todo cuando se utilizan dosis
cloruro amónico marcado con un isótopo estable elevadas, la tendencia a la acidosis hiperclorémica.
(N15) que, mediante la determinación de las curvas Otro efecto secundario de la suplementación con
de distribución de dicho isótopo entre el trans- arginina es el posible aumento de citrulina y áci-
portador (glutamina) y la propia urea, orienta con do arginín-succínico, pero estas sustancias pueden
bastante precisión acerca del llamado “flujo de ni- eliminarse por la orina (haciendo el efecto de pro-
trógeno” y, por tanto, de la tolerancia proteica in- ductos urea-like).
dividual. Para las ECU de tipo mitocondrial (déficit de
Los casos más graves pueden tener una toleran- CPS I y OTC) resulta más “fisiológica” la suple-
cia proteica inferior al denominado mínimo protei- mentación con citrulina (en vez de arginina), pues-
co, y entonces será necesario recurrir a medidas to que es el aminoácido cuya síntesis está directa-
farmacológicas adicionales que proporcionen vías mente alterada. La dosificación recomendada es de
alternativas de excreción de amonio diferentes a 170 mg/kg/día. Existen preparados comerciales de
la urea, como es el caso del benzoato sódico, que L-citrulina para uso oral.
uniéndose a la glicina da lugar a ácido hipúrico, o el Para finalizar este apartado se mencionarán re-
fenilbutirato, que se acopla al transportador (la glu- sumidamente otros productos coadyuvantes en el
tamina) para formar fenilacetilglutamina, y que son tratamiento dietético de las ECU:
expulsados por vía urinaria. Con ello se logra eli- • Carnitina. Parece demostrado en diferen-
minar una y dos moléculas de amonio, respectiva- tes estudios que existe una depleción en las cri-
mente, permitiendo de esta manera la posibilidad sis de descompensación hiperamoniémica, por lo
de aumentar el techo de la ingesta proteica hasta que en esta situación es necesario aportar alrede-
alcanzar, al menos, las necesidades mínimas reco- dor de 100 mg/kg/día. Más debatido es el empleo
mendadas. La dosis de estos “quelantes” de amo- de carnitina en fase de estado. En nuestra opinión,
nio es de 250 mg/kg/día. En el caso del fenilbutirato las ECU representan a una población de riesgo de
y en situaciones de descompensación aguda pue- hipocarnitinemia, debido no sólo al “gasto” en las
de elevarse hasta 600 mg/kg/día. Ambos productos descompensaciones, sino también al tipo de die-
incrementan el aporte de sodio (160 mg/g para el ta (donde se limitan la mayor parte de los alimen-

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Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

tos que aportan la carnitina). Puesto que el aporte siones apoyarse en el uso de polímeros de glucosa
exógeno de carnitina en población normal supo- o en módulos dietéticos carentes de proteínas ela-
ne en diferentes estudios hasta el 70% del total, pa- borados por la industria.
rece razonable suministrar cantidades moderadas Sin embargo, este tipo de dieta que correspon-
de carnitina (10-25 mg/kg/día) en estos pacientes. dería a un vegetarianismo estricto (con limitación
A estas dosis no existen efectos secundarios inde- incluso de legumbres), sin ingesta de proteínas de
seables (olor corporal). En todo caso es necesario alto valor biológico, provocaría a medio-largo pla-
controlar trimestralmente los niveles plasmáticos zo una carencia de vitaminas (ácido fólico, vitamina
de esta sustancia en las ECU. B12, niacina) y de minerales (hierro, calcio, selenio,
• Citrato. Algunos estudios consideran que zinc), preferentemente vehiculizados en grupos de
este producto disminuye la tendencia a la hipera- alimentos de elevado contenido proteico. Asimis-
moniemia posprandial de estos pacientes, y cuan- mo, la ingesta de ciertos aminoácidos, como la lisi-
do su excreción urinaria es inferior a 300 mmol/ na y la metionina, podría estar comprometida.
mol de creatinina debe ser suplementado a la die- El crecimiento de estos pacientes y su minerali-
ta. Otros autores relevantes han restado importan- zación ósea son, en conjunto, menores que los de
cia a esta suplementación. la población normal. Sin embargo, en nuestra ca-
• N-carbamilglutamato. Se ha recomenda- suística sólo los casos de restricción proteica más
do en el déficit de N-acetil-glutamatosintetasa, con severa crecen por debajo del tercer percentil o
una dosis de 100 a 300 mg/kg/día. presentan cierto grado de osteoporosis.
• Folato y piridoxina. Se han aconsejado su- Para evitar estos efectos secundarios es necesario
plementos de folato y piridoxina usando de tres a propiciar la introducción en la dieta de cantidades li-
cinco veces las recomendaciones generales. mitadas de alimentos ricos en proteínas, establecien-
do una rotación. La dieta base vegetariana de estos
pacientes proporciona aproximadamente un 50-60%
7.2.2.Tratamiento dietético del mínimo proteico, y además de bajo valor biológi-
co, por lo que resta aún una cantidad similar de pro-
El tratamiento dietético, al igual que sucede en teínas que se pueden incorporar en la dieta en for-
muchos EIM que precisan de una dieta limitada en ma de proteínas de alto valor biológico (huevo, leche,
proteínas, ha de ser establecido lo más precozmen- yogur, carne, pescado). Otros autores proponen la
te posible y mantenerse de por vida. El objetivo utilización de mezclas de aminoácidos esenciales a
dietético será: modo de aporte proteico de alto valor biológico, sin
• Administración de las calorías y proteínas nece- que exista evidencia clara de la validez de este plan-
sarias para asegurar el balance metabólico positivo teamiento. La ingesta de alimentos de elevado con-
y el crecimiento adecuado y con estabilidad clíni- tenido proteico en estos pacientes debe ser limitada,
co-bioquímica. El aporte energético deberá ser al- rotatoria y repartida; es decir, ajustada a la máxima
go superior al normal para cada edad (10-15%). En tolerancia proteica del enfermo tras restar la inge-
cuanto al aporte proteico, las dosis recomendables rida en su dieta vegetariana, rotando los diferentes
de tolerancia diaria en las ECU se expresan al prin- alimentos ricos en proteínas y distribuyéndolos a lo
cipio del Capítulo, y sus valores medios son: para 0- largo del día (aunque pueda parecer ridículo repartir
4 meses, 1,6 g/kg/día; 5-12 meses, 1,4 g/kg/día; 13-36 un yogur o un huevo en 3 tomas diarias).
meses, 1,2 g/kg/día; y 4-10 años, 1 g/kg/día. • Aporte adecuado en cantidad y calidad de hi-
Como cabe deducir, la traducción práctica de dratos de carbono y grasas. La distribución porcen-
esta dieta limitada en proteína trae como conse- tual de las calorías de la dieta ha de ser del 55-60%
cuencia que la ingesta de los grupos de alimen- para los hidratos de carbono y del 30-35% para las
tos de elevado contenido proteico (leche, huevos, grasas. Potencialmente, al tener limitadas las pro-
pescado, carne y legumbres) sea muy limitada. Pa- teínas de alto valor biológico, tienen un riesgo de
ra lograr una ingesta calórica adecuada es preci- desarrollar deficiencias de ácidos grasos esenciales
so recurrir a alimentos de bajo contenido protei- de cadena larga de la serie n-3, tanto por insuficien-
co (verduras, fruta, tapioca, aceites) o de contenido cia de aporte de sus percusores como por un des-
proteico medio (patata, pasta, cereales), y en oca- equilibrio n-6/n-3.

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Tabla 15. PAUTA DE APORTE DE ENERGÍA EN LA HIPERAMONIEMIA

Edad Glucosa kcal/100 ml Volumen (ml/día) Frecuencia


(años) (%) (horas)
0-1 10 40 150-200/kg 1-2
1-2 15 60 100/kg 1-2
2-6 20 80 1.200-1.500 2-3
6-10 20 80 1.500-2.000 3-4
> 10 25 100 2.000 3-4

• Medidas adicionales para el tratamiento dieté- Si el suplemento habitual es la citrulina, ésta pue-
tico de las ECU: de mantenerse por vía oral a dosis similares (al no
- Limitar el tiempo de régimen 0 proteico (pre- disponer de forma endovenosa), siempre que la si-
vención de descompensaciones agudas). tuación clínica del paciente lo permita.
- Buscar el “techo individual” de tolerancia La eliminación de la ingesta proteica no debe pro-
proteica. longarse durante más de 48 horas, puesto que un ré-
- Proporcionar un suplemento calórico adicional gimen prolongado de 0 proteínas favorece la movili-
(10-15% de las necesidades totales medias). zación de proteína endógena. La reincorporación de
- Equilibrar la calidad proteica (cociente alto/ proteína exógena ha de ser suave y escalonada, con
bajo valor biológico próximo a 1). posibilidad de usar un preparado de aminoácidos
- Controlar los niveles de ciertas vitaminas, oli- esenciales (0,25 g/kg/día el primer día, 0,5 g/kg/día
goelementos y AGPI-CL. el segundo día, hasta alcanzar su máxima tolerancia
- Emplear preparados comerciales de apoyo nu- cuando los controles bioquímicos lo consientan).
tricional tipo: aporte de energía/0 proteínas, ami-
noácidos esenciales. 7.2.3.2. Descompensaciones más severas

Las soluciones glucosadas endovenosas al 10%


7.2.3. Dieta en situación de riesgo son habitualmente empleadas para el aporte caló-
rico a razón de 150-200 ml/kg/día (sin embargo,
7.2.3.1. Descompensación aguda/crisis esta cantidad debe reducirse si existen datos clíni-
de hiperamoniemia cos de edema cerebral). Puede ser necesaria la uti-
lización de otra fuente energética, como los lípidos
El manejo dietético en esta situación depende- combinados con la glucosa. También es preciso en
rá del grado de hiperamoniemia y del estado clí- esta situación el uso de carnitina endovenosa a ra-
nico (sobre todo de conciencia) del paciente. Pa- zón de 100 mg/kg/día.
ra descompensaciones leves o moderadas (amonio
< 250 μmol/l, no obnubilación importante), las me- 7.2.3.3. Medidas domiciliarias
didas dietéticas deben centrarse en la eliminación
temporal de la ingesta proteica (régimen 0 de pro- La educación nutricional y la información a los
teínas), y en aportar suficientes calorías en forma padres de las medidas dietéticas generales y las
de soluciones glucosadas para frenar el catabolis- que pueden iniciar en diferentes situaciones se
mo y propiciar el anabolismo, según los datos que están mostrando de gran utilidad para evitar las
se aportan en la Tabla 15. descompensaciones y la tendencia al “hospitalis-
Asimismo, la suplementación con arginina ha de mo” de estos pacientes, por lo que merece capí-
aumentarse (25-50%) y pasar a la vía intravenosa. tulo aparte. En primer lugar, hay que recalcar que

437
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

la mejor medida domiciliaria es ajustarse a la dieta 7.2.4. Normas generales


general propuesta y suprimir la ingesta de produc- para la dieta de las ECU
tos de composición desconocida. Se evitará que el
niño adquiera alimentos extradomiciliarios, espe- 7.2.4.1. Lactancia exclusiva
cialmente snacks y “chucherías” o “golosinas”. El
control del estreñimiento (con probable aumen- Durante este periodo de la vida, la dieta es una
to de producción y absorción de amonio intesti- combinación de leche materna o maternizada,
nal) suele realizarlo la propia dieta, que es rica en con módulos dietéticos exentos de proteínas con
fibra. Sin embargo, en ciertas ocasiones es preci- aportes adaptados a las recomendaciones de los
so recurrir al empleo de lactulosa, reservando pa- hidratos de carbono y lípidos. Las cantidades nece-
ra los casos graves el uso de metronidazol para la sarias en cada toma de alimento están en función
disminución de la microbiota bacteriana intestinal de la cifra de amonio.
amoniogénica. En caso de comienzo de una enfer-
medad intercurrente (fiebre, vómitos, rechazo de 7.2.4.2. Introducción de la alimentación
la alimentación), se reducirá la ingesta proteica un complementaria
50% y se mantendrá la ingesta calórica utilizando
un preparado especial energético sin proteínas. Se La introducción de la alimentación complemen-
suministrarán soluciones azucaradas (soluciones taria deberá seguir en principio las mismas pautas
glucosadas, zumos, agua azucarada) en pequeñas que se han indicado en la dieta del niño fenilceto-
cantidades (15-30 ml) y en dosis muy frecuentes núrico. Lógicamente, si la ingesta proteica de la die-
(cada 15 minutos), y se continuará la suplementa- ta no fuera suficiente para cubrir las necesidades,
ción con arginina/citrulina. Si no existe tolerancia habrá que plantearse la suplementación proteica
oral o empeora el estado general del niño, se re- con mezclas de L-aminoácidos esenciales.
comienda acudir al hospital de referencia. Para los
viajes y periodos vacacionales es importante con- 7.2.4.3. Alimentación completa
tar con la disponibilidad de los productos espe-
ciales (tanto de suplementación como energéticos Del mismo modo, las pautas recomendadas en
sin proteínas) para el manejo de posibles enfer- la dieta del niño fenilcetonúrico, en el sentido de
medades intercurrentes, y es deseable también el que se refiere a una dieta limitada en proteína na-
contacto previo con un hospital de referencia cer- tural, son en gran medida aplicables a los niños
cano al lugar de vacaciones o viaje. con ECU.
Los alimentos especialmente manufacturados
7.2.3.4. Intervención quirúrgica con bajo contenido proteico pueden ayudar a la
confección de un menú variado y sencillo de ela-
Cuando un paciente con una ECU debe some- borar. En el momento actual, se dispone de leche,
terse a una intervención quirúrgica es conveniente harinas, pan, galletas, pastas italianas, pastas para so-
recurrir a una serie de medidas dietéticas. Los días pas, sucedáneo de huevo, sucedáneo de embutidos,
previos a la intervención (2-7 días, según se trate cereales para el desayuno, etc.
de cirugía menor o mayor) reducirá un 25-50% la Los módulos sin proteínas que aportan calorías
ingesta proteica, aumentando ligeramente la caló- y los de aminoácidos esenciales son planteamien-
rica con un preparado especial sin proteínas. Du- tos razonables en la confección del menú de estos
rante la intervención se aportarán soluciones glu- niños, a fin de lograr los objetivos nutricionales.
cosadas (glucosa 10%) suficientes para evitar el
catabolismo. Es aconsejable informar al anestesista
del beneficio de la utilización de fármacos no he- 7.2.5. Confección de la dieta
patotóxicos y de acortar el periodo de anestesia
lo máximo posible. Muy probablemente, el empleo Cuando se sepa el nivel individual de tolerancia
de quelantes del amonio (benzoato y fenilbutirato) proteica habrá que planificar una dieta adecuada en
antes, durante y después de la intervención repor- energía, hidratos de carbono, ácidos grasos esen-
te una disminución del riesgo. ciales, minerales, vitaminas y oligoelementos. Para

438
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

ello, se conocerá la composición de los alimentos, - Alimentos libres. Son aquellos que contienen
a partir de las tablas publicadas en la bibliografía, calorías sin aportar ninguna proteína, como azúca-
y siempre se seleccionarán las dietas más próxi- res y aceites.
mas al área geográfica en cuestión y que mayores La Tabla 16 muestra un ejemplo de dieta por
garantías de calidad presenten. Muchos de los ali- raciones; en la Tabla 17 se observa la distribu-
mentos naturales bajos en proteínas empleados en ción de las raciones de cada grupo de alimentos
las dietas suelen tener una variación en razón de la en las diferentes comidas del día, y la Tabla 18
época del año en que se consuman y de su origen. indica la cantidad de alimento que tiene una ra-
La distribución de los alimentos a lo largo del día ción de los distintos grupos. La Figura 3 mues-
deberá ser, en cuanto a la frecuencia y al contenido tra el número de raciones diarias para cada grupo
energético, lo más parecida posible a la de la dieta de alimentos.
habitual de un niño de su edad. Todos los alimentos son necesarios para una co-
De entrada, para el cálculo de la dieta hay que rrecta alimentación, ninguno es mejor o peor que
empezar por tener presente la tolerancia proteica, otro. Para asegurar un aporte adecuado de micro-
distribuirla a lo largo del día mediante alimentos nutrientes y antioxidantes se recomienda variar
naturales y alimentos elaborados bajos en proteí- dentro de cada grupo de alimentos.
nas, y posteriormente complementar las necesi- • Comentario sobre los alimentos li-
dades energéticas con alimentos libres (hidratos bres. Tendrá que existir un equilibrio entre los
de carbono y grasas). Para alcanzar los requeri- aportes de grasas y los de hidratos de carbo-
mientos en vitaminas y oligoelementos, en muchas no, con el fin de evitar una dieta aterogénica.
ocasiones se deberá hacer uso de preparados Los aportes de azúcares no deberían ser supe-
comerciales. Si el niño recibe un suplemento de L- riores al 55% de total de las calorías. Los pro-
aminoácidos esenciales, éste tendrá que distribuir- ductos libres elaborados comercialmente per-
se a lo largo del día en tres o cuatro tomas, coin- miten, además, suministrar minerales, como el
cidiendo con la dieta. El sistema de raciones o de calcio, que suelen ser deficientes en estas dietas
“intercambio de partes” facilita de un modo prác- por tener restringidas las proteínas de gran va-
tico la confección de los menús de estos niños. Los lor biológico.
ajustes de la dieta dependerán de los controles de • Comentario sobre los alimentos po-
los parámetros clínicos y bioquímicos planteados bres en proteínas. La industria elabora actual-
como objetivos ideales. mente difentes productos especiales, como galle-
• Dieta por raciones. Definición del con- tas, pastas, pan, etc., cuyo contenido proteico es
cepto de “ración” intercambiable: es una parte o inferior al del alimento natural. En caso de recibir
cantidad determinada de un alimento que tiene el el niño uno de estos productos, para recalcular
mismo contenido proteico que otra ración de otro las necesidades habrá que basarse en el grupo ali-
grupo de alimentos, y por eso son intercambiables mentario al que pertenece, realizar la equivalencia
entre sí. en razón al aporte proteico, y, como dará un ex-
Existen grupos de alimentos, y, dentro del mis- ceso de calorías, deducir éstas de los alimentos li-
mo grupo, las raciones son intercambiables o bres y/o de las grasas.
equivalentes.
• Grupos de alimentos:
- Pan, cereales, arroz y pasta; este grupo también 7.2.6. Seguimiento
se denomina “Harinas”. del paciente con ECU
- Frutas.
- Verduras y legumbres. El éxito del tratamiento depende del segui-
- Leche, yogur, quesos, carne, pollo, pescado y miento minucioso y del apoyo continuo a los fa-
huevos; este grupo también se denomina “Alimen- miliares de los niños afectados. La frecuencia y el
tos proteicos”, y es fuente de la proteína de alto tipo de controles han de individualizarse en ca-
valor biológico. da caso, pero el uso sistemático de un protoco-
- Grasas y aceites; este grupo también se deno- lo ayuda a conseguir el mejor control posible de
mina “Grasas”. los pacientes.

439
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

Tabla 16. EJEMPLO DE DIETA POR RACIONES EN EL TRATAMIENTO DIETÉTICO


DE LAS ENFERMEDADES DEL CICLO DE LA UREA

• Peso: 25 kg
• Aporte proteico natural: 0,7 mg/kg/día = 17,5 g/día
• Suplemento de L-aminoácidos esenciales = equivalente a 6,5 g de proteínas
• Aporte energético: 65 kcal/kg/día = 1.600 kcal/día
• Relación g proteína/100 kcal = 1,5
Equivalencia calórica por grupos de alimentos
• Harinas: 3 raciones = 140 kcal
• Frutas: 2 raciones = 160 kcal
• Verduras: 3 raciones = 140 kcal
• Alimentos proteicos: 1 ración = 90 kcal
• Grasas: 5 raciones = 450 kcal
• Alimentos libres: 5 raciones = 700 kcal

Tabla 17. DISTRIBUCIÓN DE LAS RACIONES EN EL TRATAMIENTO DIETÉTICO


DE LAS ENFERMEDADES DEL CICLO DE LA UREA

Desayuno Comida Merienda Cena


Harinas 1 1,5 0,5
Frutas 1 1
Verduras 1,5 1,5
Alimentos proteicos 0,5 0,5
Grasas 1,5 1 1 1,5
Alimentos libres 1,5 1 1 1,5
L-aminoácidos X X X X
*En caso de que el niño refiera sensación de hambre, se podrán aportar raciones de alimentos libres y grasas de un mo-
do razonable.

• Controles de aminoácidos, amonio y carnitina • Control del desarrollo intelectual. Permite


plasmáticos, inicialmente semanales o menos, con comprobar la respuesta al tratamiento, además de
disminución progresiva de la periodicidad tras la detectar precozmente cualquier disfunción.
estabilización inicial de los niveles. Durante la infan- • Controles bioquímicos. Se limitarán a los mis-
cia es recomendable mantener los controles men- mos que cualquier niño normal si se realiza un
suales, y en el adulto conviene practicarlos por lo tratamiento dietético correcto. Si la colaboración
menos cuatro veces al año. familiar o del niño no es adecuada, se controla-
• Control antropométrico. Peso, talla y períme- rán los valores de proteínas totales, albúmina, hie-
tro craneal son los mejores indicadores del estado rro, vitamina B12, ácido fólico y selenio, fundamen-
de nutrición de los pacientes y, salvo en situacio- talmente.
nes excepcionales, resultan ser suficientes a lo lar- • Control de la mineralización ósea. La densito-
go de la infancia. metría ósea por ultrasonidos es sencilla e inocua

440
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

Tabla 18. CANTIDAD DE ALIMENTO DE UNA RACIÓN EN EL TRATAMIENTO DIETÉTICO


DE LAS ENFERMEDADES DEL CICLO DE LA UREA (EL PESO SE MIDE CON EL
ALIMENTO CRUDO Y LIMPIO; LAS HARINAS PUEDEN PESARSE YA COCIDAS)

• Hidratos de carbono = 10 g • Hidratos de carbono = 0 g


• Proteínas = 7 g G • Proteínas = 0 g
L • Grasa = 7,5 g r • Grasa = 10 g
e • Calorías = 130 kcal a • Calorías = 90 kcal
c • 200 ml de leche (1 taza) s • 1 cucharada de aceite o mayonesa
h • 2 yogures a • 10 g de mantequilla o margarina
e • 40 g de queso s • 40 g de aceitunas
• 30 g de nata o crema de leche
• 15 g de frutos secos
• Hidratos de carbono = 10 g P • Hidratos de carbono = 0 g
H • Proteínas = 1,5 g r • Proteínas = 10 g
a • Grasa = 0 g o • Grasa = 5 g
r • Calorías = 46 kcal t • Calorías = 90 kcal
i • 20 g de pan o castañas e • 50 g de ternera, buey, pollo, conejo, cordero
n • 15 g de tostadas o cereales i o cerdo
a • 15 g de arroz, sémola o harina c • 75 g de pescado o marisco
s • 15 g de pasta (macarrones, fideos, o • 40 g de embutido
espaguetis...) s • 1 huevo
• Hidratos de carbono = 10 g • Hidratos de carbono = 10 g
• Proteínas = 0,5 g • Proteínas = 1,5 g
• Grasa = 0 g V • Grasa = 0 g
• Calorías = 40 kcal e • Calorías = 46 kcal
F
• 150 g de melón, sandía, fresas o pomelo r • 300 g de escarola, lechuga, endibias,
r
• 100 g de albaricoque, naranja, pera, d acelgas, espinacas, setas, espárragos,
u
mandarina, limón, ciruelas, piña, kiwi o u pepinos, tomates, pimientos, col, berenjenas,
t
manzana r coliflor, calabacín, judías verdes...
a
• 50 g de plátano, uva, cereza, higos, a • 150 g de zanahorias, alcachofas, cebolla,
s
chirimoya o nísperos s remolacha o coles de Bruselas
• 125 ml de zumo • 60 g de guisantes o habas
• 50 g de patatas o boniatos
• 20 g de legumbres (lentejas, garbanzos)

y permite la monitorización de la mineralización


ósea a lo largo de la infancia de estos niños someti-
dos a una dieta de “riesgo” para osteopenia-osteo-
porosis. Puede iniciarse a partir del año de vida y
repetirse regularmente cada 24 meses, en función
de la evolución.
• Control de la calidad de vida relacionada con la
salud. Una evaluación en la época de lactante, pre-
escolar, escolar, adolescente y adulto permite iden-
tificar la respuesta global al tratamiento con más
Figura 3. Número de raciones para cada grupo de alimentos en sensibilidad y especificidad que la mayoría de los
el tratamiento dietético de las enfermedades del ciclo de la urea. marcadores biológicos utilizados.

441
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

8. Resumen
 La nutrición en los EIM supone una mayor di-
ficultad sobre la de los niños sanos, con la que
comparte el objetivo de lograr una adecuada
ganancia pondero-estatural. En el presente
Capítulo se ha pretendido plantear las modifi-
caciones que deben realizarse en los diferentes
grupos de enfermedades, así como las estrate-
gias a emplear y los parámetros a valorar.

 Los objetivos que persigue la nutrición en los


EIM son:
• Mantener un balance energético positivo evi-
tando el catabolismo.
• Asegurar que los aportes de los principios
inmediatos cubran las necesidades mínimas
en razón de la edad y el sexo.
• Modificar cualitativa y cuantitativamente los
principios inmediatos de la dieta en razón del
EIM (error innato del metabolismo).
• Emplear preferentemente productos natura-
les o poco modificados.
• Saber utilizar productos elaborados específi-
camente por la industria, en el que se eliminan
compuestos que no se pueden metabolizar en
EIM.
• Establecer las modificaciones de la nutrición
en un EIM según la situación clínica.

 En este Capítulo se consideran dos patologías


relativamente frecuentes, las hiperfenilalanine-
mias y las enfermedades del ciclo de la urea, a
modo de ejemplos en los que la dieta supone
una parte fundamental del tratamiento de estas
patologías y en los que, de un modo práctico,
se describen las normas a seguir para la confec-
ción de las dietas especiales.

 El manejo nutricional de los pacientes con EIM


ha permitido conocer de un modo más preci-
so los riesgos y necesidades de los diferentes
nutrientes en la población sana, lo que de algún
modo cierra el círculo del conocimiento en
nutrición.

442
P. Sanjurjo Crespo | A. Baldellou Vázquez | L. Aldámiz-Echevarría Azuara

9. Bibliografía
MacDonald A, Rylance G, Davies P, Asplin D, May SK,
Booth IW. Free use of fruit and vegetables in phenylketonu-
ria. J Inher Metab Dis 2003; 26: 327-38.
Este artículo sostiene que el uso de frutas y verduras con
menos de 75 mg de Phe por cada 100 g de producto puede
hacerse sin restricciones de ningún tipo.

Muntau AC, et al. Tetrahydrobiopterin as an alternative


treatment for mild phenylketonuria. N Eng J Med 2002; 347:
2122-32.
Revisión de la situación actual del tratamiento de la fenilceto-
Abadie V, Depoudt E, Bresson JL, Vidailhet M. Recommen- nuria con tetrahidrobiopterina: pacientes tributarios, mecanis-
dations diététiques pour les femmes enceintes atteintes de mo de actuación, dosis que hay que utilizar y resultados.
phénylcétonurie. Arch Pediatr 2001; 8: 397-406.
Revisión del planteamiento general de las gestantes hiper- Sanjurjo P, Aldamiz L, Georgi G, Jeline KJ, Ruiz JI, Boehm
fenilalaninémicas. G. Dietary threonine reduces plasma phenylalanine levels in
patients with hyperphenylalaninemia. J Pediatr Gastroenter
Baldellou A. Nutrición y errores congénitos del metabolis- Nutr 2003; 36 (1): 23-6.
mo. En: Bueno M, Sarría A, Pérez-González JM. Nutrición Aquí se muestran los interesantes resultados obtenidos, me-
en pediatría, 2ª ed. Ergon. Madrid, 2003: 421-34. diante el uso de suplementos de treonina, en los niveles de
Magnífica revisión y actualización sobre la relación existente fenilalanina en plasma y orina de los pacientes.
entre nutrición y EIM.
Sanjurjo P, Aquino L. Nutrición y errores congénitos del
Baldellou A, González-Lamuño D, García-Fuentes M. Nu- metabolismo. En: Sanjurjo P, Baldellou A. Diagnóstico y tra-
trición y genética. En: Tojo R (ed.). Tratado de nutrición tamiento de las enfermedades metabólicas hereditarias. Ed.
pediátrica. Ed. Doyma. Barcelona, 2001: 1067-76. Ergon. Madrid, 2001: 101-10.
Otro excelente repaso y puesta a punto del tema de este Magnífico estudio donde se analiza con detalle el tema tratado
Capítulo. en este Capítulo.

Campistol J, Lambruschini N, Vilaseca MA, Cambra FJ, Fusté Sanjurjo P, Perteagudo L, Rodríguez-Soriano J, Vilaseca MA,
E, Gómez L. Hiperfenilalaninemia. En: Sanjurjo P, Baldellou A Campistol J. Polyunsaturated fatty acid status in patients
(eds.). Diagnóstico y tratamiento de las enfermedades meta- with phenylketonuria. J Inher Metab Dis 1994; 17: 704 -9
bólicas hereditarias. Ed. Ergon. Madrid, 2001: 195-206. Este artículo demuestra el riesgo que tienen de desarrollar
Examen muy práctico y detallado del tratamiento de los pa- déficit en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga los
cientes con hiperfenilalaninemia. niños hiperfenilalaninémicos con una dieta no adecuadamente
suplementada.
Dewey KG, Beaton G, Fjeld C, Lönnerdal B, Reeds P. Protein
requirements of infants and children. Eur J Clin Nutr 1996; Scriver Ch R, Kaufman S. Hyperphenylalaninemia: phenyla-
50 (Suppl 1): S119-50. lanine hydroxylase deficiency. En: Scriver Ch R, Beaudet AL,
En este artículo se indican las necesidades proteicas mínimas Sly WS, Valle D (eds.). The Metabolic and Molecular Basis of
para un adecuado desarrollo en la edad pediátrica. Inherited Metabolic Disease. McGraw-Hill. New York, 2001:
1667-724.
Koch R, et al. The maternal phenylketonuria international Tratado fundamental para el conocimiento de la EMC. En el
study 1984 -2002. Pediatrics 2003; Dec 112 (6 Pt 2): 1523-9. capítulo citado se actualizan los conocimientos sobre la hiper-
Resultados definitivos del estudio de colaboración internacio- fenilalaninemia.
nal sobre fenilcetonuria materna y definición de los objetivos
terapéuticos. Van Rijn M, Bekhof J, Dijkstra T, Smit P, Moddermanm P, Van
Spronsen FJ. A different approach to breast-feeding of the
Leonard JV. The nutritional management of urea cycle disor- infant with phenylketonuria. Eur J Pediatr 2003; 162: 323-6.
ders. J Pediatr 2001; 138: S40 -S45. Describe las ventajas en el tratamiento de la fenilcetonuria del
Una de las mejores guías para el tratamiento nutricional de los uso de la leche materna y de alternar las tomas completas de
pacientes con ECU. leche materna con las de fórmula especial.

443
Capítulo 4.14. Nutrición y errores innatos del metabolismo (EIM)

10. Enlaces web

 www.ssiem.org.uk

 www.eimaep.org

 iier.isciii.es/er

 www.eurordis.org

 www.orpha.net

 raredieseases.info.nih.gov

 www.rarediseases.org

444
4.15. Adaptación metabólica al ayuno versus
respuesta metabólica al estrés

María José Amaya García Alfonso Manuel Soto Moreno


Pedro Pablo García Luna
Capítulo 4.15.

Adaptación metabólica al ayuno versus respuesta


metabólica al estrés

1. Introducción

2. Ayuno
2.1. Concepto y tipos
2.2. Metabolismo de los principios inmediatos en el ayuno
2.2.1. Metabolismo de los principios inmediatos en condiciones normales
2.2.2. Fisiología del ayuno precoz
2.2.3. Fisiología del ayuno prolongado
2.2.4. Evolución de los niveles plasmáticos de los principales metabolitos
2.2.5. Balance nitrogenado y cetonuria en el ayuno
2.2.6. Alteraciones del intestino delgado en el ayuno
2.2.7. Alteraciones ponderales
2.3. Adaptación endocrina al ayuno
2.3.1. Respuesta hormonal al ayuno breve
2.3.2. Respuesta hormonal al ayuno prolongado
2.4. Respuesta neuroendocrina al ayuno
2.4.1. Leptina
2.4.2. Neuropéptido Y
2.4.3. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal durante el ayuno
2.5. El ayuno en situaciones específicas
2.5.1. Alteraciones endocrino-metabólicas de la anorexia nerviosa
2.5.2. El ayuno en obesos
2.5.2.1. Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo
2.5.2.2. Eje somatotropo
2.5.2.3. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
2.5.3. El ayuno en pacientes hospitalizados

3. Estrés
3.1. Concepto
3.2. Metabolismo de los principios inmediatos en situación de estrés
3.2.1. Fase ebb o hipodinámica
3.2.2. Fase flow o catabólica
3.3. Respuesta neuroendocrina al estrés
3.3.1. Insulina
3.3.2. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
3.3.3. Eje somatotropo
3.3.4. Eje tirotropo
3.3.5. Eje lactotropo
3.3.6. Eje gonadotropo
3.3.7. Citokinas
3.4. Estrés en grandes quemados
3.4.1. Gasto energético basal
3.4.2. Metabolismo de los principales sustratos energéticos

4. Resumen

5. Bibliografía

6. Enlaces web

Objetivos

n Conocer las modificaciones del metabolismo intermediario y el uso de nutrientes en el ayuno.


n Comprender la respuesta neuroendocrina al ayuno y su relación con el estado nutricional.
n Mostrar características propias de determinadas situaciones de ayuno.
n Identificar las principales características del metabolismo en el estrés y hacer un esquema del flujo de sustratos
energéticos.
n Describir la respuesta adaptativa neuroendocrina al estrés y sus repercusiones metabólicas.
n Exponer las características propias de los grandes quemados, prototipo de situación de estrés.
n Contrastar similitudes y diferencias entre ayuno y estrés, tanto a nivel metabólico como de regulación
neuroendocrina.
1. Introducción

E
l ayuno ha sido empleado en medicina con fines terapéuticos, en un intento
de encontrar la solución a problemas que la ciencia no lograba resolver. Sin
embargo, este concepto ha ido cambiando, y actualmente se conocen la im-
portancia y la repercusión pronóstica de una adecuada alimentación y nutrición en
situación de enfermedad o estrés. Así han ido surgiendo nuevas medidas terapéu-
ticas, como la nutrición artificial enteral y parenteral, con el fin de evitar la desnu-
trición en pacientes que presentan patologías que dificultan o impiden la alimenta-
ción por vía oral.
El presente Capítulo tiene como fin principal revisar los aspectos fisiológicos
característicos del ayuno, tanto precoz como prolongado, y especificar los cambios
principales que tienen lugar en los metabolitos plasmáticos, así como las alteracio-
nes que ocurren en el balance nitrogenado y que afectan al peso corporal y a varios
órganos, entre ellos el intestino delgado. Otro de los fines fundamentales de este
Capítulo es revisar las adaptaciones endocrinas y las respuestas neuroendocrinas al
ayuno, haciendo hincapié en algunas alteraciones típicas, como la anorexia nerviosa
y la obesidad. Finalmente, otro de los objetivos es ofrecer una revisión de las alte-
raciones fisiológicas y metabólicas que ocurren en situaciones de estrés, así como
las respuestas neuroendocrinas que tienen lugar, exponiendo las características
particulares de los grandes quemados.

449
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

2. Ayuno • Terapéutico: toxiinfecciones alimentarias, obe-


sidades mórbidas.
2.1. Concepto y tipos • Diagnóstico: estudios de hipoglucemia, enfer-
medad de Gilbert.
Se considera que un individuo está en situación de • Patológico: anorexia nerviosa, enfermos oncoló-
ayuno cuando la ingesta es insuficiente para cubrir las gicos en los que la anorexia severa puede llevar en
necesidades de macronutrientes, con la consiguien- casos extremos a la denominada caquexia tumoral.
te puesta en marcha de una serie de mecanismos de La repercusión endocrino-metabólica del ayuno
adaptación metabólica que permiten obtener ener- prolongado ha sido estudiada fundamentalmente
gía y cubrir requerimientos tisulares específicos, fun- en cuatro situaciones. En primer lugar, en ensayos
damentalmente de las neuronas y las células sanguí- clínicos controlados, la mayoría de ellos realizados
neas. También se define el ayuno como la situación en individuos con sobrepeso sometidos a largos
en la que todo el alimento ingerido ha pasado por periodos de ayuno y exhaustivos controles analí-
los procesos digestivos y ha sido metabolizado por ticos; en segundo lugar, en prisioneros de guerra
la célula. Desde el punto de vista nutricional se con- liberados tras sufrir inanición en campos de con-
sidera ayuno el cese total de la ingesta de alimentos centración, así como en la situación de extrema
y el logro de la supervivencia mediante la utilización pobreza de algunos países; la tercera fuente de in-
de los sustratos endógenos almacenados. formación ha provenido de personas previamen-
El ayuno puede clasificarse según su duración en te sanas que se han sometido a ayuno prolongado
breve y prolongado, aunque no exista una delimita- voluntario dentro de la llamada “huelga de ham-
ción temporal clara; ésta podría fijarse a partir de bre”; y, por último, pacientes con anorexia ner-
la primera semana, haciendo referencia a aquel es- viosa que se podrían considerar en ayuno parcial
tado de ayuno en el que se ponen en marcha una prolongado.
serie de mecanismos fisiológicos de adaptación Los Capítulos 1.6, 1.9, 1.12, 1.14 y 1.15 explican
destinados a evitar la pérdida proteica que se in- con detalle el metabolismo de los nutrientes. Asi-
tentarán describir en este Capítulo. Así, el ayuno mismo, el Capítulo 1.17 analiza las interrelaciones
breve se definiría como aquel que dura días, y el metabólicas entre órganos en los diferentes tipos
ayuno prolongado sería el que persiste durante se- de ayuno y en la realimentación. No obstante, en
manas o meses. Por otra parte, el ayuno se puede el presente Capítulo se resumen los cambios me-
considerar total o parcial, según la ingesta sea nula tabólicos que acontecen en situación de ayuno y se
(salvo agua) o bien exista un aporte que cubra par- aportan detalles sobre las alteraciones hormonales
cialmente los requerimientos nutricionales. y la respuesta neuroendocrina en situación de ayu-
Aunque este Capítulo se ocupa del aspecto no con ejemplos concretos tales como la anorexia
científico del ayuno, es adecuado recordar breve- nerviosa y la obesidad.
mente que ha habido pocos pueblos en el mundo
cuyos principios religiosos y éticos no hayan ins-
titucionalizado en algún momento la práctica del 2.2. Metabolismo de los principios
ayuno. Aún hoy, los periodos de ayuno desempe- inmediatos en el ayuno
ñan un papel importante en la vida religiosa de mu-
chos pueblos: el día del perdón en el judaísmo, la Para poder describir los cambios a nivel hormo-
Cuaresma cristiana, el Ramadán islámico o el yo- nal y metabólico hay que basarse en los diferentes
ga hindú. estudios que se han realizado sometiendo a indivi-
Englobando todos estos aspectos, se pueden duos a dietas de ayuno prolongado. El experimen-
considerar los siguientes tipos de ayuno, en fun- to de Minnesota en 1994 sobre sujetos sanos so-
ción de sus causas: metidos a dietas restrictivas (1.500 kcal) permitió
• Experimental: como los ayunadores voluntarios. conocer el efecto de la desnutrición sobre los di-
• Involuntario: en grandes desastres (hambru- versos órganos. La masa muscular esquelética su-
na, guerras). fría una pérdida del 40% cuando la pérdida de pe-
• Voluntario: por razones religiosas o políticas so corporal era del 23% y la de grasa de un 65%. La
(huelga de hambre). aplicación del test de aptitud de Harvard para valo-

450
M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

rar la capacidad física demostró una alteración im- de la respuesta metabólica en las primeras fases
portante tras 24 semanas de dieta restrictiva. Este del ayuno (ver Capítulo 1.9).
Capítulo se centrará especialmente en un estudio Se estima que un individuo de peso medio tie-
realizado en el Clinical Research Center del Brigham ne una cantidad aproximada de 100 a 150 g de hi-
and Woman’s Hospital, en el cual se sometió a pa- dratos de carbono en forma de glucosa circulante
cientes obesos por debajo de 40 años a un ayuno y glucógeno hepático. Teniendo en cuenta la ba-
de 6 semanas con fines terapéuticos. ja densidad energética de la glucosa (4 kcal/g), es-
te depósito de glucosa supone aproximadamente
de 400 a 600 kcal, es decir, ni una tercera parte de
2.2.1. Metabolismo de los principios los requerimientos calóricos diarios de un indivi-
inmediatos en condiciones normales duo en condiciones normales. Existen otros 300-
400 g de glucógeno almacenados a nivel muscular,
Cuando se ingieren alimentos, se hace en una pero éstos sólo pueden ser usados por el músculo
proporción determinada de hidratos de carbo- en situaciones de ejercicio o estrés.
no, lípidos y proteínas, que van a ser los combusti- b) Lípidos. Los lípidos ingeridos en la die-
bles utilizados para aportar energía a los diferentes ta se transforman a nivel intestinal en quilomicro-
órganos de la economía. Cada uno de estos nu- nes; éstos pasan por el sistema linfático y llegan al
trientes, a través de sus diferentes vías de metabo- plasma, donde son captados por el hígado o por el
lización, dará lugar a energía utilizable por el orga- tejido adiposo. La enzima lipoproteína lipasa, muy
nismo en forma de ATP y se almacenará para ser abundante en estos dos órganos, los convierte en
usado como fuente de energía en circunstancias de glicerol y ácidos grasos libres que son transpor-
escasez de nutrientes exógenos. tados a los diferentes tejidos. Los ácidos grasos
Es importante destacar que existen determina- libres pueden seguir dos vías: la producción de
dos órganos, como el cerebro y las células sanguí- energía mediante la β-oxidación mitocondrial, o
neas, que tienen especial dependencia de la glucosa su almacenamiento en el tejido adiposo en forma
y no pueden nutrirse a partir de ningún otro sus- de triglicéridos, preparados para ser usados co-
trato salvo en situaciones especiales, como el ayu- mo fuente de energía cuando sea preciso. Cuan-
no prolongado. Posteriormente, se verá cómo el do no hay suficiente glucosa disponible, a nivel he-
cerebro, que no supone más del 2% del peso cor- pático se pone en marcha la cetogénesis: a partir
poral, requiere la totalidad de la producción hepá- de los ácidos grasos libres se sintetizan los llama-
tica de glucosa en fases iniciales del ayuno. dos cuerpos cetónicos (ácido acetoacético, ácido
A continuación, se describen brevemente la re- β-hidroxibutírico y acetona), que desempeñan un
gulación y la capacidad energética de los tres prin- papel fundamental en periodos de ayuno prolon-
cipios inmediatos, lo que ayudará a comprender gado, ya que llegan a nutrir a todos los tejidos de
mejor el papel de cada uno de ellos en situación la economía y especialmente al sistema nervioso
de ayuno: central (ver Capítulos 1.11 y 1.12).
a) Hidratos de carbono. Los hidratos de A diferencia de los hidratos de carbono y, co-
carbono ingeridos en la dieta se transforman por mo se verá posteriormente, de las proteínas, el
diferentes vías en glucosa, y ésta se emplea como valor energético de la grasa es alto (9 kcal/g).
fuente de energía por los diferentes tejidos (me- Se estima que la masa grasa constituye entre el
diante oxidación de la glucosa se obtiene piruva- 15 y el 25% del peso corporal; esto supone unos
to, el cual se introduce en el ciclo de Krebs, dan- 10,5 kg en un varón de unos 70 kg de peso, es de-
do como resultado final 36 moléculas de ATP por cir, unas 94.500 kcal almacenadas, lo que convier-
cada molécula de glucosa), o bien se almacena a te al tejido adiposo en la principal reserva de ener-
nivel hepático y muscular en forma de glucógeno gía del organismo.
mediante la glucogenogénesis. En condiciones de c) Proteínas. Las proteínas son fundamenta-
anaerobiosis, el piruvato se convierte en lactato les para el organismo, tanto por sus propiedades
en el músculo para conseguir energía. El proceso energéticas como por su función estructural. La
contrario por el cual el glucógeno se transforma ingesta mínima necesaria se encuentra en torno a
en glucosa, la glucogenólisis, es parte fundamental 1 g por kg de peso corporal al día. Las proteínas

451
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

por la nueva ingesta de ali-


mentos. Esta situación es la
que se produce a prime-
ra hora de la mañana, en la
que la producción de glu-
cosa por el hígado a expen-
sas de la glucogenólisis se
pone de manifiesto hasta el
desayuno. Cuando el perio-
do de ayuno es superior a
12-16 horas, se estima que
las reservas de glucógeno
hepático están agotadas,
es decir, que el primer me-
canismo de reserva de nu-
trientes está sobrepasado
(ver Capítulo 1.17).
Figura 1. Sucesión de vías metabólicas que se activan en el ayuno. Como se vio anterior-
mente, existen determina-
ingeridas son transformadas en aminoácidos que, dos tejidos (el cerebro, los hematíes y la médula
una vez absorbidos, pasan al torrente circulatorio renal) que precisan glucosa para mantenerse vivos
e ingresan en las células para formar parte de las y no pueden usar, al menos en esta fase del ayuno,
proteínas celulares. Cuando las células han llena- ninguna otra fuente de energía. Para hacer frente a
do sus reservas, los aminoácidos restantes son al- estos requerimientos que el glucógeno almacena-
macenados en forma de grasa o se utilizan como do no puede ya aportar, se inicia la gluconeogéne-
fuente de energía. En el segundo caso, los aminoá- sis. Esta vía metabólica se pone en marcha a nivel
cidos sufren transaminaciones de las que se obtie- hepático desde las primeras 10-12 horas de ayu-
nen esqueletos hidrocarbonados, que entran en el no como complemento de la glucogenólisis y la su-
ciclo de Krebs, y NH+4, que se elimina por el ciclo planta en su totalidad una vez pasado el primer día
de la urea (ver Capítulos 1.6 y 1.15). de ayuno, de forma que mantiene el aporte de hi-
Al igual que los hidratos de carbono, las proteí- dratos de carbono requeridos a nivel cerebral, es-
nas poseen menor valor energético que los lípidos, timado en unos 150 g de glucosa al día (Figura 1)
siendo su rendimiento de 4 kcal/g. Se estima que (ver Capítulo 1.9).
las proteínas constituyen el 20% del peso corpo- Los tres sustratos fundamentales para la pro-
ral de los adultos, pero en caso necesario sólo se- ducción hepática de glucosa son los siguientes:
ría posible movilizar para la obtención de energía • El glicerol se genera de la hidrólisis de los tri-
un 25% del total sin comprometer funciones vita- glicéridos junto con los ácidos grasos libres. Se es-
les importantes. tima que en torno al 10% de los átomos de car-
bono de un triglicérido se usan como fuente para
la síntesis de glucosa y producen unos 20 g de és-
2.2.2. Fisiología del ayuno precoz ta al día.
• Los aminoácidos liberados por las proteí-
Cuando han transcurrido de 4 a 6 horas desde nas tisulares son el sustrato más importante para la
la última ingesta finaliza la denominada fase postab- síntesis de glucosa, contribuyendo a la producción
sortiva. Como consecuencia de ello, los niveles de de aproximadamente 75 g al día. Con este fin se
glucosa plasmática y, por tanto, de insulina empie- envían al hígado aproximadamente 70-90 g de ami-
zan a descender y aumentan los de glucagón y ca- noácidos, fundamentalmente alanina. Es importan-
tecolaminas. Estas modificaciones neurohormona- te destacar que la proporción de alanina y glutami-
les llevan a comenzar el proceso de glucogenólisis na en la composición de las proteínas musculares
hepática, que en condiciones normales es frenado es inferior al 8%, pero constituyen el 50-60% de los

452
M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

te de energía para toda la economía


(Figura 2).
Tras 2 o 3 días de ayuno, la pro-
ducción de cuerpos cetónicos alcan-
za su máximo nivel, pero los niveles
en sangre no aumentan, dado que és-
tos son utilizados por las células de
los tejidos periféricos como fuente
de energía. De esta manera, las nece-
sidades energéticas quedan cubiertas
a nivel periférico con el uso de cuer-
pos cetónicos y a nivel cerebral con
el aporte de glucosa vía gluconeogé-
nesis. Todo esto se realiza en un am-
biente hormonal de hipoinsulinemia,
con escaso incremento de las hor-
monas contrarreguladoras, y consi-
guiendo un ahorro de energía a ex-
pensas de disminuir el gasto calórico.

Figura 2. Fisiología del ayuno breve.


2.2.3. Fisiología del ayuno
aminoácidos que se liberan del músculo durante el prolongado
ayuno. Esto se debe a que gran parte de la alanina
empleada en la gluconeogénesis se obtiene a par- Los mecanismos reguladores descritos en el
tir del piruvato derivado del glucógeno muscular, y ayuno precoz tienen un alto precio para el organis-
otra parte importante se consigue a partir de gluta- mo. Se considera que durante los primeros 5 días
mina originada como consecuencia del catabolismo de ayuno, la pérdida de proteínas es de 75 g al día,
de los aminoácidos ramificados, proceso favorecido lo que supone el catabolismo diario de 300 g de
por los bajos niveles de insulina. La glutamina gene- músculo. De seguir con esta pérdida proteica, en
rada a nivel muscular puede tener varios destinos: pocos días se comenzarían a usar como nutrientes
la síntesis de nucleótidos por los tejidos periféricos, proteínas que desarrollan funciones vitales para el
combustible para los enterocitos o producción de organismo y se produciría la muerte; para evitar-
amoniaco a nivel renal para neutralizar los cuerpos lo se ponen en marcha mecanismos de adaptación
cetónicos (ver Capítulos 1.16 y 1.17). que permiten disminuir el consumo de proteínas y
• El lactato, liberado del músculo a través de la mantener las reservas necesarias para subsistir du-
glucólisis anaerobia, produce glucosa en el hígado, rante el ayuno prolongado (ver Capítulo 1.17).
cerrando lo que se conoce como ciclo de Cori. Cuando el ayuno supera las tres semanas se ha
Prácticamente toda la glucosa lograda por glu- objetivado un descenso en la excreción de nitró-
cogenólisis va destinada al cerebro, mientras que geno urinario, reflejo de una disminución de la glu-
el resto de tejidos se nutren a partir de los áci- coneogénesis (cuyo principal sustrato son los ami-
dos grasos libres. Éstos se obtienen a partir de la noácidos) y, por tanto, del catabolismo proteico.
hidrólisis de los triglicéridos, son transportados a Este hecho implica un descenso de los niveles de
los diferentes tejidos unidos a la albúmina y, gra- glucosa plasmática, que en esta fase de ayuno pro-
cias a un bajo nivel de insulina plasmática, son em- longado es sintetizada también en el riñón. La pro-
pleados como combustible en los tejidos periféri- ducción renal de glucosa a expensas de glutamina
cos y en la cetogénesis a nivel hepático. En esta vía es escasa, pero en estos momentos supone casi un
metabólica los ácidos grasos sufren una oxidación tercio de la producción total.
incompleta y dan lugar a los cuerpos cetónicos, La reducción del metabolismo de los hidratos
que producen 4,5 kcal/g y serán la principal fuen- de carbono produce un déficit de oxalacetato, ne-

453
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

cesario para introducir los cuerpos cetónicos en el primeros, principalmente alanina, parten de nive-
ciclo de Krebs. Por tanto, la utilización periférica de les elevados y van disminuyendo progresivamente
cuerpos cetónicos disminuye y su nivel plasmático como consecuencia de su uso en la gluconeogé-
se eleva hasta tal punto, que atraviesan la barrera nesis. Los aminoácidos ramificados (leucina, iso-
hematoencefálica y son empleados por el cerebro leucina y valina) aumentan los primeros 3-5 días
como fuente de energía. En la fase de ayuno pro- debido al incremento de la proteólisis muscular,
longado, el 60% de la energía requerida por el ce- para luego descender gradualmente hasta alcan-
rebro se obtiene de los cuerpos cetónicos. Otras zar su límite más bajo coincidiendo con los nive-
células que no pueden nutrirse a partir de cuerpos les altos de cuerpos cetónicos. Finalmente, la gli-
cetónicos, como es el caso de los hematíes, lo ha- cina aumenta progresivamente en plasma durante
cen a través de la glucólisis anaerobia. todo el proceso.
En resumen, durante la fase de ayuno prolonga-
do se ponen en marcha mecanismos de adaptación
que posibilitan, por un lado, disminuir los reque- 2.2.5. Balance nitrogenado
rimientos energéticos, incluyendo el uso de cuer- y cetonuria en el ayuno
pos cetónicos por el cerebro, y, por otro, reducir
la proteólisis al mínimo necesario para producir el Un punto que ha despertado el interés de mu-
amonio suficiente para eliminar los cuerpos cetó- chos investigadores es la eliminación renal de cuer-
nicos por la orina. Esta situación permite al indivi- pos cetónicos y la regulación del metabolismo ni-
duo mantenerse con vida mientras tenga reserva trogenado, medidos por la excreción de amonio
grasa suficiente, lo cual está estimado, según el es- y urea en orina, respectivamente. La cetonuria se
tado nutricional, en más de un mes (Figura 3). encuentra en estos individuos francamente incre-
mentada a pesar de la situación de máximo ahorro
energético, lo que obliga a aumentar la producción
2.2.4. Evolución de los niveles de amonio (mediante la metabolización de la glu-
plasmáticos de los principales tamina a nivel renal), necesario para la eliminación
metabolitos urinaria de los cuerpos cetónicos. Entendiendo la

Se observa un descenso brusco de


la glucemia en torno al tercer día, man-
teniéndose posteriormente en valores
de 40-50 mg/dl durante todo el ayu-
no. Los niveles de ácidos grasos, coin-
cidiendo con el descenso de glucosa, se
elevan de forma importante los 3 pri-
meros días, para luego mantenerse al-
tos hasta que finaliza el ayuno. En cuan-
to a los cuerpos cetónicos, como era
de esperar, no sufren un aumento los
primeros días en sus niveles plasmáti-
cos a pesar de ser máxima su produc-
ción, sino que lo experimentan a partir
del 4º-5º día, alcanzando su nivel máxi-
mo en torno a las 3 semanas de ayuno,
y permanecen el resto del tiempo en
niveles muy elevados.
Respecto a los aminoácidos, den-
tro de ellos hay que diferenciar el
comportamiento de los glucogéni-
cos, los ramificados y la glicina. Los Figura 3. Fisiología del ayuno prolongado.

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M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

eliminación de urea como el “producto” de la glu- estancamiento bacteriano, y al parecer desciende la


coneogénesis y la de amonio como resultado de la producción intestinal de IgA secretora.
producción y el uso de los cuerpos cetónicos, no Es importante el papel del intestino en la prime-
es difícil deducir que durante la primera fase del ra fase del ayuno, ya que capta glutamina del múscu-
ayuno la eliminación de nitrógeno urinario es fun- lo, la transforma en alanina y la envía al hígado co-
damentalmente a expensas de la urea y durante la mo sustrato de la gluconeogénesis. Este papel de la
fase de ayuno prolongado se excreta fundamental- glutamina ha llevado a que se establezca la existen-
mente amonio. cia de una dependencia del enterocito de la misma
El mecanismo por el cual en el ayuno se mantie- como fuente de energía, y actualmente se discute
ne un balance nitrogenado equilibrado, a diferencia la necesidad o no de incluirla de manera rutinaria
por ejemplo del estrés, ha llevado a la realización en la nutrición parenteral como aporte de aminoá-
de numerosos estudios. Desde el punto de vista cidos (ver Capítulos 4.7 y 4.8). Se ha comprobado
hormonal parece que la hormona del crecimien- la utilidad de la glutamina en el paciente crítico; su
to (GH: Growth Hormone) y el cortisol no partici- empleo en forma de dipéptidos de glutamina en
pan en la conservación del metabolismo nitrogena- fórmulas de nutrición parenteral ha probado dis-
do; por el contrario, el glucagón, la triyodotironina minuir la incidencia de infecciones en trasplantados
(T3), y probablemente una disminución de la sensi- de precursores hematopoyéticos (inmunodepri-
bilidad a la insulina en el tejido adiposo junto a un midos), aumentar la síntesis de DNA de linfocitos
aumento de la misma en el músculo, desempeñan en pacientes postoperados, y un claro beneficio en
un importante papel en este hecho, fundamental la supervivencia a largo plazo (más de 6 meses) en
para la supervivencia de los individuos sometidos a los pacientes de cuidados intensivos. La explicación
largos periodos de ayuno. fisiopatológica de todos estos eventos, aunque no
claramente demostrada en la actualidad, puede es-
tar fundada en que la glutamina incrementa la for-
2.2.6. Alteraciones del intestino mación de glutatión, estimula la expresión de pro-
delgado en el ayuno teínas de choque térmico (heat-shock proteins),
actúa como precursora de la arginina, y tiene un
El intestino, que durante mucho tiempo se ima- positivo impacto en la concentración intracelular
ginó como un órgano con la única función de di- de adenosín-trifosfato (ATP).
gestión, ha ido tomando cada vez más relevancia, En cuanto a la vía enteral, son difíciles de en-
tanto a nivel de defensa inmunológica y de barre- contrar estudios en humanos similares a los desa-
ra como en el procesamiento de determinados nu- rrollados en animales de experimentación, posible-
trientes, por lo que ha llegado a ser considerado mente en relación con una cantidad insuficiente de
como unidad endocrinológica con entidad propia. glutamina en las dietas comerciales y una elevada
La mucosa intestinal se caracteriza por tener utilización de este aminoácido por el intestino. En
el índice de recambio más alto del organismo, por esta línea, es importante destacar los recientes tra-
lo que requiere sustratos energéticos para mante- bajos de Van Leuween y de Jones en pacientes crí-
ner su proliferación constante y realizar funciones ticos, que demuestran importantes beneficios clí-
de defensa y procesamiento de nutrientes. El apor- nicos cuando se emplean dietas enterales ricas en
te nutricional de las células se produce tanto por glutamina.
vía luminal (un 45% en intestino delgado) como por
vía circulatoria, teniendo especial afinidad por algu-
nos nutrientes, como la glutamina, el aspartato y los 2.2.7. Alteraciones ponderales
cuerpos cetónicos. En situación de ayuno, el recam-
bio celular se pierde al desaparecer el estímulo más La reducción de peso no es homogénea duran-
importante para el mismo, la presencia de nutrien- te las dos fases del ayuno, ni el valor calórico del te-
tes en la luz intestinal, causándose ya en las primeras jido perdido tampoco. Durante los primeros días de
fases atrofia y disminución de los villi y la migración ayuno, la diuresis es muy importante y ocasiona una
celular. Tras 24 horas de dieta líquida disminuyen pérdida significativa de peso, pero el consumo de ca-
los complejos migratorios intestinales, se origina un lorías por unidad de pérdida de peso no es muy sig-

455
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

Tabla 1. MODIFICACIONES METABÓLICAS EN AYUNO BREVE, AYUNO


PROLONGADO Y ESTRÉS

Ayuno breve Ayuno prolongado Estrés


Glucemia Normal Baja Elevada
Gluconeogénesis ++ + +++
Na +
Pérdida Ahorro Retención
Glucagón + ++ +++
Lipólisis ++ ++ ++
Ahorro proteico Tardío Permanente No hay
Combustible cerebral Glucosa Glucosa y cuerpos cetónicos Glucosa
Metabolismo basal Bajo Muy bajo Aumentado

nificativo. A medida que avanza el ayuno, sobre todo de los niveles plasmáticos de insulina, lo cual se re-
a partir de las dos semanas, el porcentaje de reduc- fleja en un ascenso del uso periférico de la gluco-
ción de peso disminuye, aunque aumenta la pérdida sa y en supresión de la producción endógena de la
de calorías por unidad de pérdida de peso, debido a misma, disminuyendo la glucogenólisis y la gluco-
que en los primeros días se pierde gran cantidad de neogénesis. El incremento de la insulina estimula
agua unida al glucógeno y en el ayuno prolongado se también la síntesis de proteínas y el almacenamien-
pierde más cantidad de grasa. to de triglicéridos en el tejido adiposo.
En definitiva, la respuesta metabólica que se pro- En el ayuno breve, al disminuir la concentración
duce en el ayuno prolongado tiende a establecer de glucosa plasmática descienden los niveles de in-
una situación de hipometabolismo, reduciéndose sulina circulante, lo que da lugar a una reducción de
hasta un 40% el gasto metabólico y presentando la utilización periférica de la glucosa y a un aumen-
una mínima proteólisis. Esta respuesta difiere mu- to de su síntesis endógena a partir de la glucoge-
cho de la que se origina en situaciones de estrés, nólisis y la gluconeogénesis. El descenso de los ni-
en las que, mediado por un incremento importante veles de insulina favorece la proteólisis y liberación
de las hormonas contrarreguladoras, se asiste a un de los aminoácidos, así como la generación de áci-
metabolismo aumentado (hasta en un 100%) con dos grasos libres procedentes de la lipólisis a nivel
intensa proteólisis, que se ha denominado “autoca- del tejido adiposo.
nibalismo” (Tabla 1). Las hormonas contrarreguladoras (adrenalina,
cortisol, glucagón y hormona del crecimiento) tie-
nen un efecto opuesto a la insulina e influyen en la
2.3. Adaptación regulación de la glucemia, sobre todo en situación
endocrina al ayuno de estrés. A nivel del metabolismo proteico, aumen-
tan la proteólisis y frenan la síntesis proteica, cir-
2.3.1. Respuesta hormonal cunstancias que se dan en el ayuno precozmente pa-
al ayuno breve ra liberar aminoácidos que serán empleados como
sustrato en la gluconeogénesis. Con respecto a los
La insulina desempeña un papel crucial en la re- lípidos, cuando la oxidación de hidratos de carbono
gulación de la homeostasis de los tres principios es insuficiente y se precisa derivar todo su conteni-
inmediatos. En condiciones normales, al elevarse la do energético al cerebro, se produce una liberación
concentración de glucosa en plasma en el periodo masiva de ácidos grasos libres y glicerol a la circu-
postabsortivo, se origina un aumento simultáneo lación, siendo los primeros convertidos por el híga-

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primer lugar, la cantidad de ener-


gía almacenada en forma de grasa
depende del balance energético a
lo largo del tiempo; en segundo
lugar, la masa grasa corporal total
permanece estable en el tiempo,
hecho que sugiere la existencia
de algún mecanismo que relacio-
ne la ingesta con el gasto energé-
tico; y por último, ante una mo-
dificación impuesta en el balance
de energía (p. ej., restricción ca-
lórica) se desencadena una res-
puesta reguladora que restaura la
grasa a su nivel previo.
Desde entonces, numerosos
estudios han ido aclarando el
papel de determinados neuro-
péptidos sobre la regulación de
Figura 4. Respuesta neuroendocrina al ayuno. ACTH: corticotropina.
la adiposidad y el peso corporal
mediante su participación en la
modulación de la ingesta y el gas-
do en cuerpos cetónicos para ser empleados como to energético, tanto en situación de ayuno como
fuente de energía por los diferentes tejidos. en caso de repleción de las reservas de energía del
organismo (Figura 4).

2.3.2. Respuesta hormonal


al ayuno prolongado 2.4.1. Leptina

La repercusión del ayuno prolongado sobre in- La leptina es un polipéptido sintetizado en los
sulina, T3, glucagón y GH está dirigida a minimizar adipocitos y liberado a la circulación sanguínea,
el gasto energético y las reacciones anabólicas. Los donde su concentración es proporcional a la masa
niveles plasmáticos de insulina disminuyen al prin- grasa corporal. Gracias a un sistema de transporte
cipio del ayuno, al igual que ocurre con los niveles localizado en el endotelio de la barrera hematoen-
de T3 y los de GH. El glucagón se eleva inicialmente, cefálica, entra en el sistema nervioso central, don-
coincidiendo con el descenso de insulina, para ba- de ejerce su función: la regulación de la adiposidad
jar después y mantenerse en valores superiores a y el peso corporal mediante la modulación de la in-
los alcanzados en la fase postabsortiva. Las modifi- gesta y del gasto energético (ver Capítulo 1.18).
caciones del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal serán Cuando el organismo tiene los depósitos de
expuestas a continuación, dada su relación con los energía llenos, se incrementan los niveles de lepti-
distintos neuropéptidos implicados en la respues- na en sangre y se desencadena en el sistema ner-
ta neuroendocrina. vioso central una respuesta adaptativa por la que
disminuye el apetito y aumenta el gasto metabóli-
co para evitar la obesidad. En caso contrario, en si-
2.4. Respuesta tuación de ayuno, se produce un descenso rápido
neuroendocrina al ayuno de la leptina plasmática, que constituye una señal
muy precoz del paso de balance energético equili-
En 1950, Kennedy hizo tres observaciones fun- brado o positivo a negativo. Este descenso se tra-
damentales sobre un modelo de regulación de la duce a nivel periférico como una señal de ayuno y
homeostasis del peso corporal en mamíferos: en favorece la conservación de energía en una situa-

457
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

ción de reservas limitadas. Cuando la restricción mento del apetito. Insulina y leptina son inhibidoras
dietética llega a producir reducción ponderal, es- de la respuesta neuronal mediada por el neuropép-
ta bajada de leptina se caracteriza por ser además tido Y, un potente estimulador de la ingesta.
desproporcionada para la reducción de masa gra-
sa, lo que sugiere que el balance energético negati-
vo disminuye la producción de leptina por unidad 2.4.2. Neuropéptido Y
de masa grasa.
A nivel hipotalámico, inhibe funciones no esen- El neuropéptido Y es un polipéptido formado
ciales de forma inmediata, como la capacidad repro- por 36 aminoácidos, perteneciente a la familia de
ductora y la función inmune, con el fin de mantener los polipéptidos pancreáticos, que se expresa abun-
funciones vitales como el metabolismo cerebral. Por dantemente en múltiples áreas cerebrales. Se sinte-
tanto, durante el ayuno, y mediado por la leptina, el tiza a nivel del hipotálamo, en las neuronas del nú-
eje hipotálamo-hipófiso-adrenal se activa, mientras cleo arcuato, desde donde envía señales a muchas
que el gonadal y el tiroideo se suprimen. otras áreas hipotalámicas, entre ellas el núcleo pa-
A escala experimental se ha visto que el défi- raventricular. A través de este último, el neuropép-
cit de leptina provoca un incremento en la ingesta tido Y estimula la ingesta, disminuye el gasto ener-
de alimentos, supresión de la función inmune, ma- gético mediante la reducción del flujo del sistema
yor sensibilidad a la exposición al frío, alteración nervioso simpático y favorece la síntesis y el alma-
del desarrollo y de la función sexual, así como dis- cenamiento de grasa (ver Capítulo 1.18).
minución de la tasa metabólica. Por otra parte, se En modelos animales sometidos a restricción
ha comprobado que la leptina es capaz de rever- calórica se ha encontrado un incremento de la
tir estos cambios adaptativos descritos. En rato- expresión del gen del neuropéptido Y y de la li-
nes sometidos a ayuno se ha podido demostrar beración de éste en el núcleo paraventricular, lo
que la administración de leptina exógena para pre- que pone de manifiesto su papel en la respues-
venir su descenso en plasma minimiza sustancial- ta adaptativa al ayuno. También se ha observado
mente las modificaciones endocrinas descritas, a en animales sometidos a ayuno que leptina e in-
pesar de la persistencia de las alteraciones meta- sulina inhiben la expresión del gen del neuropép-
bólicas asociadas al ayuno, tales como la reducción tido Y, mientras que los glucocorticoides la esti-
de peso, la hipoglucemia y el incremento de los mulan. Por tanto, durante el ayuno se produce
cuerpos cetónicos. Estos hallazgos sugieren que, la activación de dos vías: la vía hipotalámica del
aunque la ausencia de nutrientes sea clave para el neuropéptido Y, mediada por el incremento de
inicio del proceso, la reducción de la leptina cons- los glucocorticoides y el descenso de la leptina
tituye el gatillo hormonal que desencadena la res- y posiblemente también de la insulina; y el eje hi-
puesta. Por tanto, se postula que el sistema lepti- potálamo-hipófiso-adrenal, que favorece la mo-
nérgico sea un medio para garantizar un adecuado vilización de reservas de energía en los tejidos
aporte y mantenimiento de las reservas energé- periféricos y facilita las respuestas del sistema
ticas, así como para regular el gasto metabólico nervioso central destinadas a la reposición de los
ante circunstancias que puedan comprometer la depósitos de grasa.
supervivencia.
La acción de la leptina está modulada por otros
neuropéptidos y hormonas, como la insulina, los 2.4.3. Eje hipotálamo-hipófiso-
glucocorticoides y el neuropéptido Y, del que se adrenal durante el ayuno
hablará más adelante. La insulina, junto con la lep-
tina, constituye una señal de feed-back negativo pa- El ayuno induce la activación del eje hipotálamo-
ra el cerebro, proporcional al balance energético y hipófiso-adrenal mediante varios factores:
a la adiposidad. Este hecho implica que ante un ba- • La síntesis de hormona liberadora de cortico-
lance energético negativo, como sucede en situa- tropina (CRH), principal regulador del eje, se man-
ción de ayuno, el descenso de los niveles de insulina tiene igual o disminuye tras reducción ponderal
y de leptina desencadena una respuesta en las neu- por ayuno. Su comportamiento es el opuesto al
ronas del hipotálamo que se traduce en un incre- de las situaciones de estrés, en las que se ve incre-

458
M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

mentada la expresión del gen del CRH a ni-


vel hipotalámico.
• El aumento de la liberación de otros se-
cretagogos de corticotropina (ACTH), como
urocortina y arginina-vasopresina, puede con-
tribuir a la estimulación del eje adreno-corti-
coideo ante la depleción de las reservas de
energía.
• El neuropéptido Y activa el eje adrenal a ni-
vel hipotalámico, mientras que su incremento
en el ayuno depende en parte de la estimulación
por los glucocorticoides; por tanto, la activación
adrenal por el neuropéptido Y durante el ayuno
puede estimular más la síntesis de este neuro-
péptido. Esta forma de regulación constituye un
asa de feed-back positivo entre ambas sustancias
que ayuda a mantener la estimulación del eje
adrenal mientras el aumento de los esteroides Figura 5. Regulación del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal en el ayu-
inhibe la liberación de CRH (Figura 5). no. ACTH: corticotropina; CRH: hormona liberadora de corticotropina;
En definitiva, el papel de CRH en la estimu- N: normal.
lación del eje corticoideo durante la reducción
ponderal puede ser suplantado en el tiempo
por otros factores hipotalámicos. La capacidad de de determinados aminoácidos, como arginina y cis-
otros secretagogos de ACTH para activar el eje anu- teína, así como reducción de los ácidos grasos po-
la el feed-back negativo hipotalámico de los esteroi- liinsaturados con aumento de ácidos grasos satura-
des, dando lugar a la supresión indirecta de CRH, y dos de cadena corta y monoinsaturados.
atenúa sus acciones anorexígena y termogénica de- Se han realizado numerosos estudios para tra-
bidas a hipersecreción de forma aguda. tar de conocer mejor la fisiopatología de esta en-
fermedad y su repercusión a nivel hormonal. Uno
de los campos más estudiados es el eje hormona
liberadora de GH-GH-factor de crecimiento aná-
2.5. El ayuno en logo a la insulina I (GHRH-GH-IGF-1: Growth Hor-
situaciones específicas mone Releasing Hormone-Growth Hormone-Insu-
lin Growth Factor 1). El aumento de los niveles de
2.5.1. Alteraciones endocrino- GH que aparece en la mayoría de estas pacientes
metabólicas de la anorexia nerviosa se acompaña de niveles bajos de IGF-1; no está cla-
ro si esto se debe a un defecto a nivel receptor o
Las pacientes con anorexia nerviosa ayunan du- posreceptor en los tejidos periféricos que induce
rante largos periodos de tiempo, por lo que su resistencia y disminuye el feed-back negativo sobre
comportamiento endocrino-metabólico es similar la secreción de GH, o bien se produce una disre-
al descrito previamente en el ayuno prolongado en gulación del eje hipotálamo-hipófisis con elevación
ensayos clínicos controlados. Cabe destacar el ba- de GHRH. A diferencia de otras situaciones cata-
jo gasto metabólico basal cuando se calcula por ca- bólicas, el descenso en los niveles de IGF-1 en la
lorimetría indirecta (muy inferior al estimado por la anorexia nerviosa no está asociado a un incremen-
ecuación de Harris-Benedit), que refleja una situa- to en la proteólisis de proteína 3 ligada al IGF-1
ción de hipometabolismo, desarrollado con el fin de (IGFBP-3: Insulin Growth Factor Binding Protein 3).
ahorrar energía. Por otra parte, un rasgo típico de Con respecto al eje hipotálamo-hipófiso-adre-
esta patología es un alto gasto energético en activi- nal, las pacientes presentan evidencia bioquímica
dad física, que conlleva una disminución de los nive- de hipercortisolismo con ACTH normal y CRH
les de transferrina, hiperaminoacidemia con merma elevada. El eje adrenal se activa a nivel central, au-

459
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

mentando la secreción de CRH, que actúa sobre es muy baja. Sin embargo, no se puede obviar la re-
los receptores corticotropos, al parecer regulados lación entre el eje tirotropo y el gasto energético
a la baja, es decir, requieren mayor concentración basal, ya que un 20-25% de éste depende directa-
de CRH para desencadenar su acción. Por el con- mente de los niveles de hormonas tiroideas: por
trario, la corteza suprarrenal se vuelve especial- cada incremento de TSH basal plasmática de 0,5-
mente sensible a la estimulación por ACTH, dando 1 mU/l, el gasto energético basal disminuye en 75-
lugar a niveles plasmáticos de glucocorticoides ele- 150 kcal al día. Además, se sabe que los niveles de
vados que mantienen intacto el feed-back negativo T3 son sensibles a la dieta y se correlacionan posi-
sobre la secreción de ACTH en la hipófisis, mien- tivamente con el gasto energético y el consumo de
tras que no inhiben adecuadamente el hipotálamo, oxígeno basal. Así, aunque se considera de forma
por lo que persiste incrementada la secreción de general que sujetos obesos y con normopeso tie-
CRH. Esto explica la discrepancia entre el compor- nen similar perfil hipotálamo-hipófiso-tiroideo, en
tamiento de los tres niveles de este eje. obesos se ha visto que poseen niveles de T3 nor-
La anorexia nerviosa da lugar a desnutrición ca- males o elevados en comparación con no obesos,
lórica, por lo que el eje tirotropo se comporta co- menor densidad de receptores de hormonas tiroi-
mo en el síndrome del eutiroideo enfermo, es de- deas y menores niveles de T3 reversa; estos últimos
cir, con niveles descendidos de T3, aumento de T3 son inversamente proporcionales al índice de masa
reversa y hormona tirotropa (TSH) normal o baja, corporal (el parámetro antropométrico más fiable
como consecuencia de una reducción de la conver- y más usado para clasificar la obesidad). Estas mo-
sión periférica de T4 a T3. También presentan ame- dificaciones del eje tirotropo se consideran conse-
norrea debida a disregulación de hormona luteini- cuencia adaptativa al exceso de masa grasa y no un
zante (LH) y hormona estimulante de los folículos factor etiológico.
(FSH), así como alteración del sistema renina-an- Cuando los obesos son sometidos a dietas de
giotensina-aldosterona (RAA), apreciándose un in- muy bajo valor calórico (ayuno parcial), disminu-
cremento en la sensibilidad de la angiotensina II yen la T3 plasmática y la captación tisular de T4, y
causado por una deficiencia crónica de sodio. aumenta la T3 reversa; es decir, se produce un sín-
Numerosos trabajos se han realizado también drome del eutiroideo enfermo, acompañado de
en anorexia nerviosa para conocer el papel que una reducción pequeña pero significativa de la ex-
puede desempeñar la leptina en la pérdida de pe- creción urinaria de yodo, que es una estimación
so y en la dificultad para recuperarlo. Se sabe que indirecta del metabolismo de las hormonas tiroi-
los niveles de leptina están disminuidos en las ano- deas. El descenso de los niveles de T3 total y libre
réxicas no tratadas y que éstos aumentan con la se correlaciona con la disminución de la produc-
realimentación. ción hepática de glucosa, pero no con el catabolis-
mo proteico.

2.5.2. El ayuno en obesos 2.5.2.2. Eje somatotropo

Cuando estos pacientes son sometidos a ayu- Con respecto al eje somatotropo, se ha com-
no o dietas de muy bajo valor calórico con fines probado que la obesidad reduce la liberación de
terapéuticos, muestran las alteraciones metabóli- GH basal y en respuesta al ejercicio, lo que se tra-
cas descritas en el ayuno prolongado. Sin embargo, duce en una secreción integrada de GH reduci-
presentan particularidades en la respuesta endo- da. Tampoco responde adecuadamente a la esti-
crina, ya que la propia obesidad implica ciertas al- mulación por GHRH, lo que favorece un defecto
teraciones en los ejes adrenal, somatotropo y tiroi- en la secreción somatotropa pulsátil. La GH libe-
deo, que se modifican con la restricción calórica. rada regula la expresión de su propio receptor y
la síntesis de IGF-1, que ejerce un feed-back nega-
2.5.2.1. Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo tivo sobre la secreción de GH a nivel hipofisario.
Los sujetos obesos, aunque producen menos GH,
La probabilidad de que la obesidad mórbida pue- tienen concentraciones normales de IGF-1; este
da ser exclusivamente atribuida a hipotiroidismo hecho se explica porque la GH descendida esti-

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Tabla 2. RESPUESTA ENDROCRINA AL AYUNO EN ANOREXIA Y OBESIDAD

Anorexia Obesidad con ingesta Obesidad en ayuno


GH ↑ GH ↓
Eje somatotropo GH ↑
IGF-1 ↓ IGF-1 normal
Cortisol ↑ Cortisol ↑ Cortisol ↓
Eje adrenal ACTH ↑ ↑ Respuesta del cortisol La respuesta del cortisol
CRH ↑ a ACTH, CRH y estrés no se modifica
T3 ↓ T3 ↓
Eje tirotropo T3 ↑
rT3 ↑ rT3 ↑

ACTH: corticotropina; T3: triyodotironina; rT3: triyodotironina reversa; CRH: hormona liberadora de corticotropina; GH: hor-
mona de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina.

mula insuficientemente la producción de IGF-1 en 2.5.3. El ayuno en


cada adipocito, pero la gran masa de tejido adipo- pacientes hospitalizados
so compensa para mantener unos niveles norma-
les -o en el límite inferior de la normalidad- de es- Resulta irónico que en la sociedad occiden-
te factor de crecimiento. tal, donde son habituales los excesos de comi-
En pacientes obesos sometidos a cinco días de da y bebida, exista una elevada frecuencia de pa-
ayuno se ha observado un incremento significativo cientes desnutridos en los hospitales; se estima
de la secreción espontánea de GH en 24 horas; sin que aproximadamente el 50-70% de los hospita-
embargo, no se han obtenido los mismos efectos lizados presentan algún grado de desnutrición. En-
con dietas de muy bajo valor calórico durante un tre los enfermos no críticos, habitualmente se da
tiempo similar. La reducción ponderal tiende a res- la desnutrición tipo marasmo, secundaria a la dis-
taurar la respuesta de GH a GHRH y a favorecer la minución de la ingesta; es decir, se trata de pacien-
recuperación de los niveles de GH. tes en ayuno total o parcial debido a múltiples fac-
tores (entre los que se encuentran, por ejemplo,
2.5.2.3. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal anorexia, dificultad para la deglución, realización de
procedimientos diagnósticos o intervenciones qui-
La obesidad abdominal se ha asociado a hiperac- rúrgicas), en los que se producen las alteraciones
tividad del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y, por metabólicas secundarias al ayuno descritas en los
tanto, a un incremento de la producción de corti- apartados anteriores (ver Capítulo 4.1).
sol; estos cambios se reflejan en mayor excreción La desnutrición tiene consecuencias clínicas fá-
de cortisol libre urinario y en una respuesta incre- cilmente detectables: entre ellas destacan la pér-
mentada del cortisol a la estimulación por ACTH, dida de peso y de grasa subcutánea, los edemas, la
por CRH y por estrés físico y mental. Esta mayor reducción de masa muscular, la letargia o astenia.
sensibilidad al estrés hace pensar que la hiperacti- Además provoca importantes efectos deletéreos,
vidad del eje adrenal es de origen central o neuro- como alteración del sistema inmune, que aumenta
hipotalámico, y sugiere que la ingesta de alimentos la susceptibilidad a la infección, disminución de las
puede modular la respuesta del eje hipotálamo-hi- funciones cardiaca y respiratoria, retraso de la cica-
pófiso-adrenal al estrés. En obesos sanos someti- trización de las heridas, incremento de la frecuen-
dos a ayuno parcial se ha observado que la pérdi- cia de úlceras por decúbito, sobrecrecimiento bac-
da de peso no altera significativamente la respuesta teriano a nivel del tracto gastrointestinal o pérdida
de ACTH a CRH; sin embargo, sí reduce la del cor- excesiva de nutrientes en las heces. Como con-
tisol plasmático total, al parecer en relación con la secuencia de todo ello, los pacientes desnutridos
reducción de los niveles de la globulina transporta- presentan mayor morbilidad y mortalidad y aca-
dora de cortisol (Tabla 2). ban teniendo periodos de convalecencia más lar-

461
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

Tabla 3. FASES DE LA RESPUESTA METABÓLICA AL ESTRÉS

Fase ebb Fase flow


Duración 48-72 h Varios días-semanas
Perfusión tisular ↓ ↑

Consumo de oxígeno ↓ ↑

Actividad metabólica ↓ ↑↑

Catabolismo ↑ ↑↑

Producción de sustratos ↑ ↑

Utilización de sustratos ↓ ↑

Hidratos de carbono ↑ Glucogenogénesis ↑ Gluconeogénesis


Proteínas ↑↑ Proteólisis ↑ Proteólisis
Lípidos ↑ Cetogénesis ↑ Oxidación de ácidos grasos

gos, mayor frecuencia de complicaciones y estancia ta de nutrientes y es desencadenada por la libera-


hospitalaria más prolongada. De ahí, la importancia ción de citokinas y por cambios neuroendocrinos,
de una valoración e intervención nutricional lo más que incluyen la activación del eje hipotálamo-hipó-
precoz posible que minimice estas alteraciones. fiso-adrenal, la hipersecreción de prolactina (PRL)
y GH en presencia de bajos niveles circulantes de
IGF-1, y un descenso en la actividad de los ejes ti-
roideo y gonadal.
3. Estrés
3.1. Concepto 3.2. Metabolismo de los principios
inmediatos en situación de estrés
Se considera que un individuo está en situación
de estrés cuando presenta un proceso patológico Desde el punto de vista metabólico, se distin-
de gravedad suficiente para desencadenar una res- guen dos fases en la evolución de la respuesta fisio-
puesta funcional, endocrina y metabólica, con el fin lógica al estrés: la fase ebb o hipodinámica y la fase
de proporcionar sustratos energéticos para man- flow o catabólica (Tabla 3).
tener las funciones vitales y recuperar los órga-
nos lesionados. Los pacientes críticos constituyen
el prototipo de estrés físico agudo y severo, como, 3.2.1. Fase ebb o hipodinámica
por ejemplo, politraumatismos, sepsis, quemaduras
extensas o cirugía mayor. Esta fase comienza inmediatamente tras la agre-
La respuesta fisiológica al estrés agudo incluye sión y dura unas 24-72 horas. Se caracteriza por una
cambios en el metabolismo de los principios inme- situación de hipercatabolismo y, por consiguiente,
diatos dirigidos a aumentar la disponibilidad de glu- una gran disponibilidad de sustratos; éstos no pue-
cosa, aminoácidos y ácidos grasos libres, sustratos den ser empleados adecuadamente debido a una dis-
que serán preferentemente usados por órganos vi- minución de la perfusión y oxigenación de los tejidos
tales como el cerebro y el sistema inmune. Esta secundaria a la reducción del volumen sanguíneo y
respuesta tiene lugar aunque se mantenga la inges- del gasto cardiaco. Las modificaciones descritas se

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M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

ponen de manifiesto en el paciente crítico mediante un mayor gasto metabólico basal; además favorece
el descenso del consumo tisular de oxígeno y de la la termogénesis, que a su vez contribuye a incre-
actividad metabólica en general, y, consecuentemen- mentar más el gasto energético basal (un 13% por
te, también baja la temperatura corporal. cada grado centígrado que aumenta la temperatura
a) Hidratos de carbono corporal). Estos efectos son opuestos a los que tie-
Se produce un incremento de la glucogenólisis nen lugar en el ayuno, en el que se reducen el gasto
hasta que se agotan los depósitos de glucógeno, mo- metabólico basal y la temperatura corporal.
mento en que empieza a ponerse en marcha la glu- a) Hidratos de carbono
coneogénesis, ya al final de la fase ebb. La glucosa ob- Gracias a un aumento de la producción de glu-
tenida es metabolizada fundamentalmente mediante cosa endógena, existe una hiperglucemia manteni-
la glucólisis anaerobia, generando ácido láctico. da junto a una mayor captación de glucosa por los
b) Proteínas tejidos. Los niveles de insulina plasmática están ele-
En esta fase tiene lugar un aumento del catabo- vados debido a la hiperglucemia y a la insulina-resis-
lismo proteico y la liberación de aminoácidos; és- tencia, favorecida por las hormonas contrarregula-
tos serán empleados a nivel hepático en la síntesis doras y citokinas proinflamatorias (especialmente
de proteínas reactantes de fase aguda y, más ade- interleukina-6 y factor de necrosis tumoral α).
lante, en la gluconeogénesis. Esta proteólisis acele- b) Proteínas
rada no se atenúa en el tiempo, como ocurría en el Persiste un incremento de la síntesis de reactan-
ayuno, sino que se mantiene, dando lugar a una im- tes de fase aguda y del catabolismo proteico. Los
portante pérdida proteica a nivel muscular, visceral, aminoácidos obtenidos son fundamentalmente ala-
y acaba afectando a enzimas y otros péptidos con nina y glutamina, que constituyen el 70% del total, y
funciones específicas, algunas de ellas vitales, cons- son destinados mayoritariamente a la gluconeogé-
tituyendo un factor limitante para la supervivencia. nesis, sobre todo la alanina. La glutamina, además,
c) Lípidos es un sustrato metabólico excelente para la muco-
También está aumentado el catabolismo de los sa intestinal y las células del sistema inmune. En de-
triglicéridos, que genera glicerol y ácidos grasos li- finitiva, se acaba produciendo un catabolismo ne-
bres. El primero acaba siendo empleado como sus- to de la masa magra, favorecido por otros factores
trato en la gluconeogénesis. Los segundos, al no como acidosis metabólica, desnutrición previa o
poder ser oxidados directamente por los tejidos reposo prolongado, que desde el punto de vista clí-
periféricos debido a la hipoperfusión e hipoxia ti- nico se traduce en una pérdida ostensible de masa
sular, participan en la cetogénesis a nivel hepático. muscular y en un balance nitrogenado negativo por
Los cuerpos cetónicos obtenidos sirven de sustrato incremento de la excreción de nitrógeno ureico.
energético a los tejidos periféricos y contribuyen a Por el contrario, en el ayuno prolongado, el catabo-
atenuar en cierto grado la proteólisis, lo que supone lismo proteico está atenuado y, por tanto, no está
un hecho decisivo para la superación de la fase ebb. aumentada la excreción urinaria de nitrógeno.
c) Lípidos
A pesar de la hiperinsulinemia, el catabolismo de
3.2.2. Fase flow o catabólica los triglicéridos está acelerado, generando ácidos
grasos libres, que constituyen el principal sustrato
Desde la fase ebb se produce una transición pro- energético. Parte de estos ácidos grasos son em-
gresiva hacia esta fase a medida que aumentan la glu- pleados en la cetogénesis, que no se atenúa a pesar
coneogénesis y la captación tisular de oxígeno gra- de la administración de glucosa.
cias a la recuperación del volumen sanguíneo y del
gasto cardiaco. Esta fase se caracteriza por un incre-
mento del catabolismo de todos los principios inme- 3.3. Respuesta
diatos, unido a una utilización aumentada de los sus- neuroendocrina al estrés
tratos disponibles, que permite la reparación tisular y
la supervivencia sin aporte exógeno de nutrientes. Ante la agresión, el organismo responde con una
La mejor oxigenación de los tejidos se traduce serie de modificaciones neuroendocrinas y libera-
en una mayor actividad metabólica y, por tanto, en ción de citokinas, de las que se desconoce si son

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Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

adaptativas o contribuyen a las alteraciones meta- en el músculo esquelético, donde propicia la pro-
bólicas presentes en el paciente crítico. Si el agen- teólisis y liberación de aminoácidos e inhibe el flujo
te estresante tiene una duración limitada, cuando de entrada de éstos al músculo, favoreciendo, por
desaparece se restaura el equilibrio metabólico e tanto, la salida neta de aminoácidos. Esta situación
inmune; si se prolonga, los cambios hormonales puede persistir durante varias semanas y generar
ayudan a incrementar la morbilidad y a alargar el una pérdida importante de nitrógeno que altere la
periodo de convalecencia, a lo que se suman fac- capacidad de reparación tisular, la cicatrización de
tores como la atrofia y debilidad del músculo es- las heridas y la competencia inmune. La acción ca-
quelético como consecuencia de la movilización de tabólica de los glucocorticoides se ve acentuada
aminoácidos, o la aparición de complicaciones in- por la disminución o resistencia a la acción de hor-
fecciosas favorecida por la hiperglucemia. monas anabolizantes como insulina, GH, IGF-1 y
La respuesta neuroendocrina al estrés se des- testosterona (Tabla 4).
encadena a nivel hipotalámico, donde estímulos Además, el hipercortisolismo favorece la reten-
como la hipovolemia, la hipoxemia o el dolor ac- ción de líquido intravascular e incrementa la res-
túan desencadenando la activación del eje hipotá- puesta ionotrópica y vasopresora a las catecolaminas
lamo-hipófiso-adrenal, la hipersecreción de PRL y y la angiotensina II, respectivamente, lo que repercute
GH en presencia de bajos niveles circulantes de positivamente en la situación hemodinámica.
IGF-1, y un descenso en la actividad de los ejes ti-
roideo y gonadal. Desde el hipotálamo se estimu-
la, además, el sistema nervioso simpático y se in- 3.3.3. Eje somatotropo
crementa la liberación de glucagón por los islotes
pancreáticos. Durante las primeras horas tras la agresión, los
niveles de GH aumentan en los picos y en la con-
centración interpulso, así como la frecuencia de
3.3.1. Insulina los pulsos. El primer fenómeno objetivado es la
reducción de la expresión del receptor de GH
Los niveles de insulina plasmática están elevados en los tejidos periféricos, y a continuación dismi-
debido a la insulina-resistencia inducida por las hor- nuyen los niveles de IGF-1. Estos datos sugieren
monas contrarreguladoras y a la participación de que algunas citokinas (interleukina-1, interleukina-
algunas citokinas, como el factor de necrosis tu- 6 y factor de necrosis tumoral α) probablemen-
moral α, que también actúan a nivel pancreático es- te son las responsables de una resistencia periféri-
timulando su secreción. La hiperinsulinemia favore- ca a GH adquirida, que da lugar a que descienda la
ce la captación de glucosa en los tejidos lesionados, expresión del receptor y, como consecuencia, ba-
mientras que la insulina-resistencia a nivel del mús- jen los niveles de IGF-1 e IGF-1BP-3. De esta for-
culo esquelético disminuye el consumo de glucosa ma, los efectos indirectos de GH mediados por
por un tejido no crucial y permite la proteólisis y IGF-1 quedan atenuados y se anula el efecto inhi-
generación de sustratos para la gluconeogénesis. bidor de IGF-1 sobre la secreción de GH a nivel
hipotalámico; como consecuencia de ello, los nive-
les plasmáticos de GH se elevan y se mantienen
3.3.2. Eje hipotálamo- sus acciones lipolítica directa, antagonista de la ac-
hipófiso-adrenal ción de la insulina y estimuladora del sistema in-
mune. En definitiva, permite priorizar los sustratos
Ante el estrés agudo se activa el sistema reni- esenciales hacia la supervivencia más que hacia el
na-angiotensina-aldosterona y se promueve la libe- anabolismo.
ración de ACTH debido a la participación del au-
mento de CRH, la estimulación noradrenérgica y
la acción de algunas citokinas. El hipercortisolismo 3.3.4. Eje tirotropo
secundario a estos cambios contribuye a la movili-
zación rápida de grasas, hidratos de carbono y pro- Tan sólo dos horas tras la agresión disminu-
teínas. Ejerce un papel especialmente importante yen los niveles plasmáticos de T3 debido a una

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Tabla 4. MODIFICACIONES METABÓLICAS Y ENDOCRINAS EN AYUNO Y ESTRÉS

Ayuno Estrés

Gasto energético basal ↓ ↑

Temperatura corporal ↓ ↑

Respuesta hormonal
Eje somatotropo GH ↑ GH ↑
IGF-1 ↓ IGF-1 ↓
T3 ↓ , rT3 ↑ ,
Eje tirotropo Igual
T4 y TSH normal o ↑
Eje gonadotropo Testosterona ↓ Testosterona ↓
Cortisol ↑ Cortisol ↑↑
Eje adrenal
CRH normal o ↓ CRH ↑
Insulina ↓ Fase ebb ↓
Fase flow ↑

Glucagón ↑ ↑↑

Catecolaminas Normal o ↓ ↑

Respuesta metabólica
Ayuno precoz ↑
Proteólisis muscular ↑↑↑ de forma mantenida
Ayuno prolongado ↓
Gluconeogénesis ↑ ↑↑

Cetogénesis ↑ ↑↑

Glucemia ↓ ↑

Excreción urinaria de nitrógeno


↓ ↑
ureico

GH: hormona de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina 1; CRH: hormona liberadora de corticotro-
pina; TSH: hormona tirotropa; T3: triyodotironina; rT3: triyodotironina reversa.

reducción de la conversión periférica de T4 a T3, 3.3.5. Eje lactotropo


que se acompaña de un aumento leve de T4 y
TSH. Este descenso agudo de triyodotironina es La prolactina se eleva en situaciones de estrés
proporcional a la severidad del estrés y parece por mecanismos no bien conocidos; se postula la
estar mediado también por el efecto de algunas posible participación del péptido intestinal vasoacti-
citokinas. vo (VIP), oxitocina, vías dopaminérgicas y citokinas.
Estos cambios en el eje tirotropo posible- Su papel en la respuesta a la agresión parece estar
mente reflejan un intento de disminuir el gasto en la función inmune, lo cual se evidencia en la pre-
energético, al igual que sucede en el ayuno pro- sencia de receptores de prolactina en linfocitos T y
longado, y por tanto puede ser considerada una B humanos, en que los linfocitos T dependan de la
respuesta adaptativa adecuada que no requiere prolactina para mantener su competencia inmune o
intervención terapéutica. en la existencia de un sitio de unión común en lin-

465
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

focitos T por el que la ciclosporina compite con la 3.4. Estrés en grandes quemados
prolactina y que explica parte de sus efectos.
Los grandes quemados constituyen un modelo
típico de situación de estrés, ampliamente estudia-
3.3.6. Eje gonadotropo do, que además presenta una serie de peculiaridades
propias que los diferencia de otros pacientes críticos
La testosterona es el principal anabolizante endó- o estresados. La importancia de un soporte nutricio-
geno, por lo que cambios a nivel del eje LH-testoste- nal adecuado en estos pacientes ha llevado a analizar
rona podrían ser importantes en el estado catabólico de forma exhaustiva el gasto energético y el uso de
de los pacientes críticos. Este andrógeno disminuye nutrientes. Esto se debe a que el manejo clínico es
en varios estados catabólicos, incluido el ayuno y el complejo, puesto que, por una parte, se dan múltiples
estrés severo, en el que se observa un descenso de factores que limitan la ingesta, como las intervencio-
LH y testosterona, es decir, un hipogonadismo tran- nes quirúrgicas frecuentes, la presencia de íleo para-
sitorio y, por tanto, pérdida de la acción anabolizante lítico, las alteraciones del metabolismo de la glucosa
de la testosterona. A nivel de músculo esquelético, la y la tendencia a retener líquidos, y, por otra, se ha de
testosterona favorece el balance de aminoácidos, ya evitar la sobrealimentación, ya que, por ejemplo, si el
que estimula la síntesis proteica a partir de aminoá- ritmo de infusión de glucosa es excesivo, aumenta la
cidos intracelulares y no aumenta el transporte de producción de dióxido de carbono y se dificulta el
aminoácidos al músculo, a diferencia de la insulina y manejo desde el punto de vista ventilatorio.
la GH. Por tanto, el incremento del catabolismo pro-
teico reduce las reservas de aminoácidos intracelu-
lares, debido en parte al descenso de testosterona y 3.4.1. Gasto energético basal
al hipercortisolismo.
El hipoandrogenismo en el estrés se considera El gasto energético total en 24 horas incluye el
una respuesta endocrina adecuada, ya que supone metabolismo basal (medido en condiciones de inmo-
disminuir el gasto de energía y sustratos metabóli- vilidad, ayuno y temperatura de unos 26-30 ºC), el
cos en funciones no vitales. efecto termogénico de la comida y la actividad física
voluntaria. El gasto energético en reposo es similar al
basal, pero es medido mientras los sujetos están me-
3.3.7. Citokinas tabolizando o absorbiendo alimentos. Metabolismo
basal y en reposo son prácticamente equivalentes
Las citokinas son mensajeros químicos liberados desde el punto de vista del gasto energético en hu-
por células del sistema retículo-endotelial en res- manos, por lo que ambos términos se emplean indis-
puesta a la agresión y constituyen el segundo com- tintamente en el siguiente apartado (ver Capítulo 4.2).
ponente fundamental de la respuesta, junto con las Las quemaduras extensas constituyen uno de los
modificaciones neuroendocrinas (ver Capítulo 1.4). factores de agresión que más aumentan el gasto ener-
Estímulos como la agregación plaquetaria, agentes gético total; este incremento es proporcional a la ex-
quimiotácticos o endotoxinas bacterianas actúan tensión de las lesiones hasta alcanzar el doble del gasto
sobre los monocitos sanguíneos y los macrófagos teórico en situación basal, por encima del cual el gasto
en los tejidos. Éstos se activan y comienzan la li- no asciende más, independientemente de la superficie
beración de citokinas, inicialmente interleukina-1 y corporal afectada. Además de la amplitud de la zona
factor de necrosis tumoral α, que además de tener quemada, influyen otros factores, como la envergadura
gran actividad inflamatoria se encargan de amplifi- de las quemaduras, el tiempo transcurrido tras la agre-
car la respuesta celular inmune, que a su vez gene- sión, la temperatura ambiental y el tratamiento médi-
ra mayor producción de citokinas. Estos mediado- co recibido. Igualmente contribuye un incremento de
res poseen un amplio espectro de efectos sobre la la termogénesis, al parecer como respuesta termorre-
secreción de múltiples hormonas, ya descritos en guladora a las pérdidas de calor por evaporación, tam-
el apartado anterior, y sobre el metabolismo de los bién proporcional a la extensión de las lesiones.
principios inmediatos, que tienden a favorecer las Se ha calculado una elevación del gasto energéti-
reacciones catabólicas mencionadas. co basal del 16 al 30% en niños, y en adultos en tor-

466
M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

Tabla 5. CONTRIBUCIÓN DE LOS PRINCIPALES SUSTRATOS AL AUMENTO


DEL GASTO METABÓLICO BASAL EN QUEMADOS

% del total de sustratos oxidados Aumento neto de la oxidación


Sanos Quemados en quemados (%)

Lípidos 60 72 132
Glucosa 25 17 33
Proteínas 15 11 41

no al 80% como promedio, lo que supone un incre- sa a ser de 8,8 µmol/kg/min, es decir, que se eleva un
mento de unas 20 kcal por kg de peso al día, que 132%. Esto supone que si en condiciones basales el
suele mantenerse en los primeros 10 días tras la consumo de energía por oxidación de las grasas era
agresión. Junto a la ampliación de los requerimien- de 13 kcal/kg/día, ahora se precisan 31 kcal/kg/día, lo
tos nutricionales, también aumenta el consumo to- que constituye el 85% del incremento del gasto total
tal de oxígeno por los tejidos, especialmente a nivel atribuido a la situación de estrés en los quemados.
hepático; no está completamente aclarada la con- b) Glucosa
tribución de la piel y los tejidos lesionados. A pesar de la menor contribución de la glucosa
El mayor gasto energético no se obtiene pro- y los aminoácidos a la elevación del gasto energé-
porcionalmente de la oxidación de los tres prin- tico, su tasa de oxidación también está aumentada
cipales sustratos (glucosa, aminoácidos y ácidos en un 33% más que en sujetos sanos, lo que implica
grasos no esterificados), lo que contribuye princi- un consumo del 9% del incremento del gasto atri-
palmente es la mayor tasa de oxidación de los áci- buido al estrés, es decir, 1,8 kcal/kg/día. En respues-
dos grasos, los cuales pasan de aportar el 60% del ta a una mayor captación tisular y oxidación de la
gasto energético total en sanos al 72% en quema- glucosa, se acelera la gluconeogénesis, con una pro-
dos. Por el contrario, se reduce la contribución de ducción de glucosa de 4,3 mg por kg de peso y mi-
aminoácidos y glucosa, que pasan del 25 y 15% al nuto (2,5 mg/kg/min en sanos), que consume el
17 y 11%, respectivamente. Estos datos se correla- 10% del incremento del gasto energético.
cionan con las determinaciones obtenidas median- c) Aminoácidos
te calorimetría indirecta (Tabla 5). Al igual que en otras situaciones de estrés, el
recambio proteico está elevado. Los aminoácidos,
que junto a la glucosa constituyen el 30-40% del
3.4.2. Metabolismo de los principales total de los sustratos oxidados, también aumentan
sustratos energéticos su tasa de oxidación, así como la producción de
urea, en algo más del doble que en sujetos sanos.
Se caracteriza por un incremento de la actividad La síntesis proteica está prácticamente duplicada,
metabólica en general, tanto de las reacciones ana- siendo el ritmo de producción de 7,6 g/kg/día, fren-
bólicas como catabólicas, siendo éstas claramente te a una producción de 4 g/kg/día en sanos, y con-
predominantes (Tabla 5). sume el 22% del incremento del gasto energético.
a) Ácidos grasos libres En definitiva, los grandes quemados se encuen-
En los quemados, la lipólisis aumenta hasta tres tran en un estado de hipercatabolismo severo, que
o cuatro veces respecto a la situación basal, con el implica un incremento importante de los requeri-
fin de alcanzar una disponibilidad máxima de ácidos mientos energéticos a expensas de una aceleración
grasos libres, cuya oxidación está francamente incre- de las reacciones tanto anabólicas como catabóli-
mentada, llegando al 60-70% de los sustratos oxida- cas, todas ellas consumidoras de ATP.
dos. Así, mientras que la tasa de oxidación de ácidos Como conclusión, en la Tabla 1 se recogen las si-
grasos en sujetos sanos está estimada en unos 3,8 militudes y diferencias entre las dos situaciones, ayu-
µmol por kg de peso cada minuto, en quemados pa- no y estrés, que se han descrito en este Capítulo.

467
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

4. Resumen
 El organismo humano posee mecanismos de tante del catabolismo muscular con el fin de
adaptación que le permiten subsistir duran- aportar aminoácidos para la gluconeogénesis
te largos periodos sin acceso a nutrientes hepática, y se eleva de forma considerable el
exógenos. Hay una fase inicial en la que la uso de ácidos grasos libres, que pasan a ser
glucogenólisis y luego la gluconeogénesis des- el principal sustrato energético.
empeñan su papel en la producción de glucosa.
Posteriormente, se ponen en marcha una serie
de mecanismos de adaptación, basados fun-
damentalmente en la producción hepática de
cuerpos cetónicos a partir de los ácidos grasos.
Los cuerpos cetónicos permiten al cerebro nu-
trirse sin necesidad de producir glucosa en el
hígado, gracias a lo cual desciende la proteólisis
muscular necesaria para la gluconeogénesis. Es-
tas modificaciones tienen lugar en un ambiente
hormonal caracterizado por niveles disminui-
dos de insulina y sin una excesiva respuesta
de hormonas contrarreguladoras (adrenalina,
cortisol, glucagón y hormona del crecimiento),
lo que contribuye a una situación de hipome-
tabolismo que permite subsistir en el ayuno
prolongado.

 Los pacientes sometidos a agresiones desenca-


denan una respuesta neuroendocrina, inflama-
toria y metabólica que les permite satisfacer
una mayor demanda de sustratos energéticos
dirigida a resolver la causa de la situación de es-
trés y mantener la supervivencia. Esta respuesta
se desarrolla en dos fases:
a) En primer lugar, la fase ebb o hipodinámica,
que dura 24-48 horas y se caracteriza por la
presencia de fiebre, disminución del consu-
mo de oxígeno, reducción de la temperatura
corporal y vasoconstricción. Estos cambios
adaptativos reflejan activación del sistema
nervioso simpático y del eje hipotálamo-hi-
pófiso-adrenal, y dan lugar a un incremento
rápido de las concentraciones plasmáticas
de adrenalina, noradrenalina, ACTH, GH,
cortisol y otros esteroides.
b) A continuación, la fase flow o catabólica, que
finaliza con la resolución de la patología
crítica que desencadenó la respuesta. Se ca-
racteriza por un marcado hipercatabolismo,
inicialmente mediado por las catecolaminas
y posteriormente mantenido gracias a un au-
mento de hormonas con actividad catabólica
y disminución de hormonas anabolizantes. En
esta fase tiene lugar un incremento impor-

468
M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna

5. Bibliografía
creased IGF-Binding protein-3 proteolysis. J Clin Endocrinol
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Artículo original sobre las modificaciones del eje somatotropo
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Efecto sobre el tracto gastrointestinal. En: Celaya Pérez S (ed.).
Tratado de nutrición artificial. Aula Médica. 1998: 97-107.
Capítulo de libro que lleva a cabo una revisión completa de la
respuesta al ayuno y al estrés, haciendo especial hincapié en
sus repercusiones a nivel intestinal.

Mataix V, Pérez A. Ayuno y agresión. En: Mataix V (ed.). Trata-


do de nutrición. Ergon. Madrid, 2002: Capítulo 62: 1401-19.
Capítulo de libro que repasa de forma didáctica y compren-
sible los componentes fisiopatológicos y metabólicos de la
respuesta al ayuno y al estrés.

Schwartz MW, Seeley RJ. Neuroendocrine responses to star-


vation and weight loss. N Engl J Med 1997; 336: 1802-11.
Artículo de revisión sobre los principales péptidos que, dentro
del sistema neuroendocrino, participan en la regulación de la
respuesta al ayuno y en los cambios de peso corporal.

Celaya S y Luque P. El tracto gastrointestinal en el ayuno y la Thomas T, Richard I. The metabolic response to fasting. En:
agresión. En: Culebras JM, González J, García A (eds.). Nutri- Rombeau & Caldwel. Clinical Nutrition, volume 2. WB Saun-
ción por la vía enteral. Aula Médica. Madrid-Barcelona, 1994: ders. Philadelphia, 1986: 9-28.
59-71. Capítulo de libro, de complejidad algo mayor que los anterio-
Capítulo de libro que analiza los cambios de la mucosa intes- res, que se centra en la respuesta metabólica al ayuno.
tinal frente al ayuno y a la agresión, incluyendo modificaciones
tanto en su función como en su nutrición. Van den Berghe G. Endocrine evaluation of patients with criti-
cal illness. Endocrinol Metab Clin N Am 2003; 32: 385-410.
Douyon L, Schteingart DE. Effect of obesity and starvation on Artículo de revisión en el que se desglosan las modificacio-
thyroid hormone, growth hormone, and cortisol secretion. nes encontradas en pruebas de función endocrinológica en
Endocrinol Metab Clin N Am 2002; 31: 173-89. pacientes sometidos a estrés.
Artículo de revisión, donde se recoge la respuesta del sistema
endocrino en situaciones nutricionales contrapuestas, obesi- Van den Berghe G, Zegher F, Bouillon R. Acute and prolonged
dad y ayuno. critical illness as different neuroendocrine paradigms. J Clin
Endocrinol Metab 1998; 83: 1827-34.
Felig P, Marliss EB, Cahill CR. Metabolic response to human Artículo de revisión centrado en la respuesta neuroendocrina
growth hormone during prolonged starvation. J Clin Invest al estrés en pacientes sometido a estrés, haciendo referencia
1971; 50: 411-21. específica a las diferencias fundamentales entre la fase aguda
Artículo original que analiza los posibles efectos de la hormo- y el estrés prolongado.
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Yu Y-M, Tompkins RG, Ryan CM, Young VR. The metabolic
Ferrando AA. Anabolic hormones in critically ill patients. Curr basis of the increase in energy expenditure in severely burned
Opin Clin Nutr Metab 1999; 2: 171-5. patients. J Parenter Enteral Nutr 1999; 23: 160-8.
Artículo de revisión sobre el comportamiento de hormonas Artículo de revisión que describe y cuantifica de forma
anabolizantes en el paciente crítico, tanto la respuesta fisioló- exhaustiva las modificaciones en el metabolismo intermedio
gica endógena como los posibles efectos farmacológicos. de los principios inmediatos en grandes quemados, así como
la proporción en la que contribuyen al incremento del gasto
Guyton A. Textbook of Medical Physiology, 8th ed. WB Saun- metabólico basal.
ders. Philadelphia, 1991.
Tratado clásico de fisiología que repasa de forma exhaustiva y Ziegler R. Fuel metabolism and nutrient delivery in critical
didáctica la fisiología humana. illness. En: Becker KL (ed.). Principles and Practice of En-
docrinology and Metabolism. Lippincott Williams & Wilkins.
Klinkby Stoving R, Flyvbjerg A, Frystyk J, et al. Low serum Philadelphia, 2001: Chapter 231: 2102- 8.
levels of free and total insulin-like growth factor I (IGF-1) in Capítulo que revisa en forma detallada el metabolismo ener-
patients with anorexia nervosa are not associated with in- gético y de los nutrientes en el paciente crítico.

469
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...

6. Enlaces web

 www.seenweb.org
 www.senba.es
 www.nutritioncare.org
 www.espen.org
 www.nutrition.org

470
4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis
y las quemaduras

Abelardo García de Lorenzo y Mateos Carlos Ortiz Leyba


Pedro Marsé Milla
Capítulo 4.16.

Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

1. Introducción

2. Nutrición en el enfermo traumático


2.1. Politraumatismo y traumatismo craneal
2.2. Características metabólicas
2.2.1. Hipermetabolismo energético
2.2.2. Hipercatabolismo nitrogenado
2.2.3. Hiperglucemia
2.2.4. Otros nutrientes
2.3. Vías de acceso y modos de nutrición

3. Nutrición en el paciente séptico


3.1. Introducción al problema de la sepsis
3.2. Interacción infección-inflamación-metabolismo
3.3. La controversia de la nutrición en la sepsis
3.4. Gasto energético en la sepsis
3.5. Sustratos que se utilizan en la sepsis
3.5.1. Hidratos de carbono: glucosa
3.5.1.1. Aporte de glucosa
3.5.2. Lípidos
3.5.2.1. Acciones de los lípidos en la sepsis
3.5.2.2. Aporte de grasas
3.5.3. Proteínas
3.5.3.1. Necesidades de aminoácidos: cantidad y calidad
3.5.3.2. Dietas inmunomoduladoras y sepsis
3.5.4. Aporte de micronutrientes
3.5.4.1. Elementos traza
3.5.4.2. Vitaminas
3.5.5. Fibra
3.6. Vía de aporte de la nutrición artificial en la sepsis

4. Nutrición en el quemado crítico


4.1. Patrón metabólico específico en el paciente quemado crítico
4.2. Requerimientos calórico-proteicos en el paciente quemado crítico
4.3. Vías de abordaje para el soporte nutricional en el paciente quemado crítico
5. Resumen

6. Bibliografía

7. Enlaces web

Objetivos

n Explicar la íntima relación entre la inflamación, la competencia inmune, la infección y la nutrición.


n Introducir las bases por las que se produce un incremento del gasto energético en las situaciones de agresión
aguda.
n Ponderar la importancia actual de la sepsis y centrar el papel que la nutrición tiene sobre su epicrisis.
n Conocer e identificar las características de la respuesta metabólica del paciente con traumatismo y quemaduras.
n Desarrollar el importante papel de los lípidos a favor y en contra de la competencia inmune y de las señales
celulares en la nutrición de la sepsis.
n Explicar la importancia de la calidad y cantidad de las proteínas en la nutrición del paciente agredido.
n Describir las razones para modular el aporte de glucosa en la agresión.
n Conocer la importancia de los micronutrientes en la nutrición del paciente con trauma, sepsis o quemaduras.
n Recomendar la vía de administración más adecuada en cada caso.
n Exponer las recomendaciones de un grupo de expertos sobre la nutrición, sepsis, trauma y quemaduras.
1. Introducción

L
os pacientes en situación de agresión aguda, sea ésta séptica, traumática o, es-
pecialmente, quemadura crítica, son el paradigma de los pacientes con grave
estrés metabólico. Son agudos, graves y, afortunadamente, recuperables en una
gran mayoría de las ocasiones.
La grave agresión que determina este tipo de patologías es detonante de una
tormenta de mediadores inflamatorios, respuesta metabólica y neuroendocrina,
que condicionan una aceleración en el proceso oxidativo de combustibles en el
organismo lesionado. Esta combustión interna se nutre de las reservas orgánicas,
determinando su consumo y, con ello, la disfunción de los diferentes órganos.
Es aquí donde el soporte nutricional, supliendo siempre e intentando modificar
la respuesta metabólico-inflamatoria, cumple su función; por ello, forma parte
indiscutible del tratamiento de estos pacientes. Dicho soporte nutricional debe
ser ajustado en cantidad y calidad al proceso y al paciente de forma individualizada.
Aunque se considera que la respuesta a la agresión es universal, ello no es
absolutamente cierto, pues cada tipo de entidad nosológica agresiva marcará un
patrón metabólico diferenciado.
La vía de aporte parece, cada vez con mayor grado de evidencia, que se debe
realizar a través del tubo digestivo de forma preferente y precoz. Existen, sin
embargo, situaciones en las que el soporte parenteral complementará o sustituirá
la vía enteral cuando ésta sea insuficiente o inutilizable.

475
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

2. Nutrición en tabólica sólo se relaciona con la agresión inicial y


el enfermo traumático los trastornos que acompañan a la estancia hospi-
talaria), existe un porcentaje de enfermos de ma-
2.1. Politraumatismo yor edad -cada vez más amplio- que previamente
y traumatismo craneal presentan una serie de enfermedades relacionadas
con el metabolismo (p. ej., diabéticos), lo que inter-
Los traumatismos, y principalmente el trauma- fiere en el proceso de tratamiento.
tismo craneal puro o asociado a otras lesiones, La literatura médica sobre los trastornos meta-
constituyen una de las primeras causas de mortali- bólicos de dichos pacientes y su tratamiento, aun-
dad, incapacidad física y que implican un mayor gas- que relativamente abundante, se basa en estudios
to económico en la sociedad actual. realizados con grupos heterogéneos (TCE puro,
Estas lesiones determinan unos profundos cam- politraumatizados con o sin TCE), formados por
bios metabólicos que guardan paralelismo con la un breve número de pacientes y con unos objeti-
gravedad de la agresión sufrida, y aunque son más vos y una valoración de resultados de las interven-
evidentes en las 2 primeras semanas tras el trau- ciones muy dispar, centrados en el balance nitroge-
ma, suelen persistir durante 4-6 semanas, y exigen nado, mortalidad, estancia, infecciones, etc., lo cual
un adecuado soporte nutricional. los hace poco equiparables entre sí.
En el paciente con politraumatismo es la presen- Por su mayor repercusión en las alteraciones me-
cia de un traumatismo craneoencefálico (TCE) lo tabólicas, la mayor parte del presente Capítulo se
que modula la intensidad de la respuesta sistémi- centrará en los trastornos asociados a los trauma-
ca: condiciona un mayor gasto energético, glucemia tismos craneoencefálicos.
más elevada, mayor eliminación urinaria de nitró-
geno, hipoglutaminemia, etc. En el TCE grave existe
una disminución de aminoácidos plasmáticos libres 2.2. Características metabólicas
(glutamina, arginina, aminoácidos de cadena ramifi-
cada...) de hasta el 46%, como expresión de la mag- La lesión y necrosis tisular, la respuesta inflama-
nitud del trastorno metabólico, mientras que en el toria, la hipovolemia, etc., de manera similar a otros
politraumatizado grave la disminución es de sólo fenómenos de agresión, provocan una respuesta in-
un 24%. mediata del sistema nervioso vegetativo, corteza
En la actualidad, la supervivencia de este tipo de cerebral y sistema neuroendocrino. Dado que a ni-
pacientes, después de la estabilización inicial, de- vel central los mecanismos de control suelen estar
pende en gran medida de la prevención del llama- dañados, esta respuesta metabólica puede ser más
do daño cerebral secundario, que puede ser intensa y prolongada, persistencia que además pue-
tratable. Este daño cerebral secundario tiene una de venir condicionada por la aparición de compli-
expresión intracraneal (edema, hemorragia) y otra caciones intracraneales, reintervenciones quirúrgi-
extracraneal, que incluye los cuadros de hipoxia/ cas, infecciones, etc.
hipotensión, hipo e hiperglucemia, hipo e hiperna- Diversas sustancias regulan esta compleja res-
tremia y complicaciones infecciosas, y alcanza su puesta: las citokinas, entre ellas las interleukinas 1
mayor gravedad con la aparición del fracaso mul- y 6 (IL-1, IL-6), como primeras responsables de la
tiorgánico. Es a este nivel donde, entre otras me- respuesta de fase aguda, están aumentadas tanto
didas, el soporte nutrometabólico tiene su terre- en líquido cefalorraquídeo como en plasma (se han
no de actuación. relacionado sus niveles con la gravedad del trauma-
El soporte nutricional de estos pacientes críti- tismo) (Tabla 1); el incremento de actividad sim-
cos ha evolucionado desde un origen cuyo único pática que se asocia con mayores concentraciones
objetivo era el aporte de los requerimientos caló- de catecolaminas, cortisol y glucagón; la concen-
rico-proteicos hasta la actualidad, en que se inten- tración de insulina que está también por encima
ta una modificación de la respuesta al estrés y sus de la normalidad. El aumento de glucocorticoides
consecuencias. Aunque en general el paciente poli- provoca una mayor actividad de las enzimas gluco-
traumatizado suele ser joven, sano y previamen- neogénicas con el aumento de la glucemia. El efec-
te bien nutrido (con lo que su problemática me- to principal del cortisol es catabolizar las proteínas

476
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

Tabla 1. EFECTOS METABÓLICOS Y CLÍNICOS DE ALGUNAS CITOKINAS


PROINFLAMATORIAS

• Incremento de la producción de reactantes de fase aguda: TNF-α; IL-6


• Fiebre: TNF-α; IL-1; INF-γ
• Aumento de la degradación del colágeno: TNF-α
• Disminución de la actividad lipoproteína lipasa: TNF-α
• Aumento del transporte de la glutamina por las células endoteliales pulmonares: TNF-α; IL-1
• Aumento de la permeabilidad del endotelio vascular: TNF-α
• Hipotensión: IL-1
• Disminución de la utilización de la glutamina intestinal: IL-1
• Aumento de ACTH, insulina y glucagón: IL-1
• Aumento de la proliferación de células B y de síntesis de inmunoglobulina: IL-6
• Aumento de la producción de prostaglandinas: IL-6
• Aumento de la actividad de la “llamarada respiratoria” (respiratory burst): INF-γ
• Aumento de la citotoxicidad de los macrófagos: INF-γ

ACTH: corticotropina; IL: interleukina; INF-γ: interferón γ; TNF: factor de necrosis tumoral.

en los tejidos periféricos. El ascenso de la insuli- taurar la homeostasis, recaptando neurotransmi-


na es más lento, con aumento de la resistencia pe- sores y utilizando las bombas de iones, procesos
riférica, acción dirigida por la adrenalina, que ge- éstos muy dependientes de energía, que provocan,
nera una incapacidad de inhibir la gluconeogénesis por tanto, un aumento de utilización de glucosa. En
y mejorar la captación de glucosa por el músculo. las lesiones focales esta utilización de glucosa se in-
El glucagón también incrementa la gluconeogéne- crementa en la llamada “zona de penumbra” alre-
sis hepática y la lipólisis; la relación insulina/gluca- dedor de la zona más afectada, más isquémica, de la
gón, tras el traumatismo, se mantiene inferior a la lesión, y persiste durante varios días.
normal, lo que también favorece la gluconeogéne- Esta situación, que suele ir acompañada de un
sis. No se aprecian alteraciones significativas de ni- descenso del transporte de oxígeno, interfiere con
veles de hormona de crecimiento (GH), y sí apa- el ciclo de Krebs como productor de energía, pa-
rece un descenso de los niveles de T3 total y libre, sando a una oxidación anaerobia de la glucosa. Se
secundario a la dificultad de paso de T4 a T3. ha visto también que, en TCE graves sin grandes
El cerebro, pese a representar sólo un 2% del limitaciones de flujo, las mitocondrias pasan a un
peso corporal, es un gran consumidor de energía: metabolismo anaerobio como si estuvieran incapa-
representa un 15% del gasto cardiaco, consume un citadas para una correcta fosforilación por el pro-
20% del oxígeno total corporal y un 25% de la glu- pio trauma, y el lactato aumenta incluso con buena
cosa total. Su fuente de energía es el adenosín-tri- circulación y oxigenación.
fosfato (ATP), obtenido del metabolismo oxidativo La importancia de esta alteración metabólica
de la glucosa. La sustancia gris consume tres veces en un momento de máxima demanda energética
más glucosa que la sustancia blanca. es evidente, al considerar que la oxidación aero-
La alteración de la perfusión y de la oxigenación, bia de una molécula de glucosa es altamente efi-
muy común tras el TCE grave, hace que los tras- caz al generar 38 moléculas de ATP, mientras que
tornos metabólicos sean frecuentes y con conse- la oxidación anaerobia sólo genera dos moléculas
cuencias. Tras la lesión se genera un flujo masivo de ATP y un metabolito, el lactato (ver Capítulo 1.2),
de iones a través de las membranas celulares y la del que, aunque se ignora su exacto nivel perjudi-
liberación de neurotransmisores al espacio extra- cial, sí se sabe que la acidosis interfiere con los sis-
celular. La respuesta del cerebro es intentar res- temas enzimáticos celulares y los canales de iones,

477
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

aumentando el daño mediado por calcio y dismi- Por el contrario, la presencia de convulsiones o
nuyendo el pH cerebral. A medida que aumentan actividad muscular patológica, de fiebre o dolor y
los niveles de lactato disminuye la glucosa del espa- también las movilizaciones y cuidados (aspiración
cio extracelular. El aumento y mantenimiento de la traqueal, aseo, etc.) actúan aumentando el gasto
producción de lactato se correlaciona también con energético de los pacientes.
un peor pronóstico vital. Estos trastornos pueden El hipermetabolismo se expresa por un aumen-
ser globales, afectando entonces a todo el cerebro, to del gasto energético en reposo (GER) y del con-
o focales (en la zona de hematoma y contusiones y sumo de oxígeno (VO2, IVO2). Estos datos pueden
en su área periférica de penumbra). obtenerse bien por medición a través de la calori-
Los métodos de estudio del metabolismo en el metría indirecta o calculados, para lo cual existen
TCE han sido diversos, tanto en animales, a partir diversas fórmulas, pero en la práctica se usa habi-
de la medida del metabolismo de la glucosa a ni- tualmente la ecuación de Harris-Benedict con una
vel global y focal usando 2-desoxiglucosa, y medi- serie de factores de corrección según el proceso
da del lactato y ATP cerebrales con espectrosco- del paciente (ver Capítulo 4.2).
pia, como en humanos, por tomografía de emisión Aunque los primeros estudios consideraban
de positrones con fluorodesoxiglucosa, diferencia marcadamente hipermetabólicos a estos pacien-
de oxígeno y lactato yugular-arterial (AVDO2 y tes, con aumentos del GER sobre el basal (calcula-
CMRO2), microdiálisis midiendo flujo extracelular do por Harris-Benedict) del 160-170%, hoy se con-
de lactato, glucosa y contenido de O2. sidera que el aumento medio no supera el 40% del
Las manifestaciones clínicas a nivel global de la GER predicho por Harris-Benedict e incluso me-
respuesta metabólica se pueden resumir en la pre- nos, considerando el tratamiento habitual de estos
sencia de: pacientes. En la Tabla 2 se referencian algunos de
• Hipermetabolismo. los principales estudios publicados.
• Alteración del metabolismo proteico en el Las ecuaciones predictivas basadas en datos an-
sentido de un catabolismo con balance negativo tropométricos de los pacientes no son útiles en el
de nitrógeno. cálculo de las necesidades a lo largo de su evolu-
• Alteración del metabolismo de los hidratos de ción. En un estudio hecho con enfermos, en que
carbono con presencia de gluconeogénesis y resis- se comparaba la variación del GER cuando esta-
tencia a la insulina, que se manifiesta en forma de ban sometidos a relajación muscular y cuando se
hiperglucemia. les retiraba (McCall, 2003), se comprobó que la si-
• Aumento de lipólisis y retraso de la lipogé- tuación de bloqueo muscular representaba un fac-
nesis. tor de estrés de 0,96: el GER calculado por Harris-
Benedict era de 1.605 ± 301 kcal/día, y el medido,
de 1.546 ± 420 kcal/día (un 96% respecto al calcu-
2.2.1. Hipermetabolismo energético lado). Al retirar los relajantes musculares, el GER
calculado era de 1.630 ± 299 kcal/día, y el medido,
Aunque el aumento de las necesidades energé- de 1.940 ± 567 kcal/día (un 119% respecto al calcu-
ticas es habitual en estos enfermos, existen una se- lado). En el TCE adecuadamente sedado y tratado
rie de circunstancias, bien por el propio tipo de le- con analgésicos, la presencia de fiebre es el princi-
sión o más frecuentemente por factores ligados al pal factor de incremento del GER.
tratamiento que reciben, que hacen muy variable Aunque individualmente las maniobras de tra-
su intensidad a lo largo del proceso. tamiento parecen tener un marcado efecto sobre
Los traumatismos medulares con paraplejia o el GER -el aseo provocaría un aumento del 19 ±
tetraplejia se comportan de una manera inversa 11%, la fisioterapia un 20 ± 10% o la realización de
a la habitual, disminuyendo las necesidades calóri- una radiografía de tórax un 22 ± 16%-, su breve-
cas de estos pacientes. También ejercen un efecto dad no representa más de un 5% de aumento en
moderador del hipermetabolismo los tratamien- 24 horas.
tos con sedantes, relajantes musculares o barbitú- En ausencia de capacidad de mediciones direc-
ricos de uso habitual, sobre todo los primeros días tas, las necesidades calóricas medias se estimarían
del trauma. en un 120-140% del GER calculado (Harris-Bene-

478
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

Tabla 2. ESTUDIOS PUBLICADOS SOBRE HIPERMETABOLISMO EN EL TCE

Autor, año Tipo de estudio (n.º de casos) Conclusión


Long, 1979 Serie de casos El GER del TCE tratado con esteroides
aumenta un 60,8 ± 6%
Bruder, 1981 Serie de casos (8 pacientes) No administrar más del 140% del GER
basal
Gadisseux, 1984 Serie de casos (23 pacientes) Máximo aumento del GER es del 170%
Clifton, 1984 Serie de casos (14 pacientes) GER de un 138% del calculado
Raurich, 1988 Serie de casos (40 pacientes) TCE moderadamente hipermetabólico.
Administrar 30-35 kcal/kg/día
Moore, 1989 Serie de casos (20 pacientes) GER de un 160 ± 37% del calculado
Raurich, 1994 Serie de casos (80 pacientes) GER de un 123 ± 16% del calculado
McCall, 2003 Serie de casos (31 pacientes) TCE presenta mayor GER que trauma
sin TCE: 27,1 ± 4 kcal/kg/día frente a
23,4 ± 5 kcal/kg/día
TCE: traumatismo craneoencefálico; GER: gasto energético en reposo.

dict x 1,2-1,4) o 25-30 kcal/kg de peso/día, y en el tre 80 y 130:1 dependiendo del grado de agresión.
caso de pacientes relajados, hipotérmicos, en co- En estos pacientes el marcador biológico que me-
ma barbitúrico o con lesión medular (según nivel jor se correlaciona con el balance nitrogenado es
de lesión), un 85-100% del GER calculado o 20-22 la prealbúmina, pese a sus dificultades de reflejar el
kcal/kg de peso/día. estado nutricional en un traumatismo grave: hemo-
dilución, pérdidas al espacio extravascular por au-
mento de permeabilidad, mayor síntesis de proteí-
2.2.2. Hipercatabolismo nitrogenado nas de fase aguda… La actual posibilidad de contar
con diversos tipos de dietas hace considerar las di-
Existe la evidencia de que en estos pacientes las versas opciones de tratamiento. A nivel teórico, en
pérdidas urinarias de nitrógeno se elevan hasta 15- relación con los cambios del aminograma plasmá-
30 g/día, pero no se ha demostrado una correla- tico y por la posibilidad de que constituyan tanto
ción entre la magnitud de estas pérdidas y la grave- una fuente de energía como por su capacidad de
dad del TCE, ni su asociación con politraumatismos generar glutamina, los aminoácidos de cadena ra-
ni con tratamientos farmacológicos. mificada parecerían un mejor sustrato en estos pa-
El objetivo del soporte nutro-metabólico no es cientes, pero no existe la misma evidencia clínica
conseguir un balance positivo de nitrógeno, ya que en cuanto a la reducción de morbimortalidad que
en las dos primeras semanas posteriores al trau- existe en su uso en enfermos sépticos.
matismo se mantiene el estado hipercatabólico, si- La glutamina es un aminoácido que cumple una
no intentar evitar el deterioro progresivo y la pér- función esencial en situaciones de estrés, aparte de
dida de masa muscular que induce el catabolismo su contribución al mantenimiento de la barrera in-
proteico añadido al encamamiento. Uno de los in- testinal, parece tener una relación directa con el
dicadores del estado hipercatabólico sería la me- metabolismo de los aminoácidos cerebrales a ni-
dida del flujo arterio-venoso de aminoácidos: los vel de los astrocitos, y en animales de experimen-
pacientes con mayor flujo de alanina y glutamina tación se ha visto una acumulación intracelular de
suelen tener un mayor consumo de oxígeno y ma- glutamina en situaciones de edema cerebral. En el
yor excreción urinaria de nitrógeno. TCE grave existe una disminución de la glutamine-
La recomendación es aportar 1,5 g de proteína/ mia por disminución de la liberación de glutamina
kg/día (entre el 15 y el 20% del aporte calórico glo- cerebral a la circulación sistémica. Midiendo el flu-
bal) con una relación calorías/g de nitrógeno en- jo de aminoácidos libres en arteria radial, arteria

479
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

pulmonar y bulbo de yugular, se observa que en el que el mantenimiento de glucemia inferior a 110
TCE grave el flujo cerebral es del 6%, frente al 73% mg/dl se asociaba a una reducción de la morbi-
del sujeto sano. El aporte de glutamina en la dieta mortalidad. En otro trabajo publicado posterior-
aumenta la liberación cerebral, aunque se descono- mente (Van der Berghe, 2003) con el mismo gru-
ce su repercusión sobre el cuadro clínico. po de pacientes, se llegó a la conclusión de que
También podría relacionarse esta depleción de los beneficios de la terapia insulínica se relaciona-
glutamina de los enfermos traumáticos con la ta- ban con el mantenimiento de los niveles de glu-
sa de infección que presentan: en un estudio alea- cosa, con independencia de la cantidad de insuli-
torizado (Houdijk, 1998) con 72 pacientes traumá- na necesaria para mantenerlos. Pero el subgrupo
ticos, entre los que se incluían TCE, se comprobó de pacientes neurológicos críticos, que incluía los
que el grupo que recibía dieta enriquecida con glu- TCE, sólo representaba un 4% del total y sin di-
tamina presentó una menor incidencia, estadísti- ferencias significativas entre los niveles de gluce-
camente significativa, de neumonía, bacteriemia y mia. Por otra parte, con técnicas de microdiálisis
sepsis, con disminución de la respuesta inflamato- se han hecho estudios que consideran que hiper-
ria sistémica (disminuían los niveles de factor de glucemias relativamente moderadas y transito-
necrosis tumoral) y sin que se apreciaran diferen- rias no alteraban los niveles cerebrales de lacta-
cias en el tiempo de ventilación mecánica ni en el to, piruvato o glicerol.
de ingreso hospitalario. En una revisión sistemática En el aspecto práctico, resulta evidente que es
(García de Lorenzo, 2003) se sugiere un aporte de obligada una monitorización estricta de la glucemia
glutamina de 15-25 g/día durante al menos 5 días. y el uso de insulina para su control, manteniéndola
El uso de dietas modificadas con farmaconu- entre 100 y 150 mg/dl. Tampoco se han de sobre-
trientes (nucleótidos, arginina, ácidos grasos n-3, pasar los 4-5 g/kg/día de glucosa en el aporte dieté-
antioxidantes) con el objeto de modular la res- tico. Por otra parte, no existen estudios clínicos que
puesta inmune, parece mostrarse eficaz en la re- avalen el uso de polioles como sustrato energético.
ducción de las complicaciones sépticas de estos pa-
cientes, pero se requieren estudios más amplios
que los existentes y con grupos más homogéneos 2.2.4. Otros nutrientes
para validar esta afirmación (ver Capítulo 4.8).
Los posibles efectos beneficiosos de factores es-
pecíficos -factor de crecimiento análogo a la insuli-
2.2.3. Hiperglucemia na (IGF-1), hormona de crecimiento, etc.- sobre el
balance nitrogenado y situación inmune constitu-
La hiperglucemia que es habitual en el postrau- yen por el momento una línea de investigación sin
matismo inmediato forma parte de la respues- conclusiones evidentes.
ta metabólica del individuo y se relaciona con su No debe olvidarse el aporte de vitaminas, por la
intensidad y pronóstico, ya que se asocia a una función protectora del daño oxidativo a nivel ce-
peor evolución y mayores secuelas neurológicas. rebral que ejercen las vitaminas E y C y oligoele-
Se considera que puede aumentar la lesión cere- mentos como el zinc, que tiene una acción sobre
bral postisquémica por acumulación de lactatos y el flujo de aminoácidos a nivel esquelético y en la
acidosis intra y extracelular con aumento de radi- estabilidad sináptica, aumentando la gliosis en el
cales libres de oxígeno, de la permeabilidad mito- área perilesional. Su déficit incrementa los fenóme-
condrial y del nivel extracelular de glutamato. No nos de necrosis y apoptosis a nivel de macrófagos/
existen datos concluyentes sobre la cifra de gluce- microglía.
mia a partir de la cual podrían considerarse perju-
diciales sus efectos, ni tampoco sobre la eficacia de
su control con insulina en la mejoría del pronósti- 2.3.Vías de acceso
co de pacientes con TCE. y modos de nutrición
En un conocido y amplio estudio (Van der
Berghe, 2001) hecho en 1.548 pacientes críti- La estrategia nutricional en el paciente traumáti-
cos, en su mayoría posquirúrgicos, se evidenció co y con TCE viene determinada por la indemnidad

480
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

funcional y anatómica de la vía digestiva (íleo, sedo- con menor riesgo de aspiración, aunque las difi-
rrelajación, trauma abdominal, lesión vertebral...). cultades técnicas que acompañan a la colocación
Estos pacientes, por sus necesidades energético- de la sonda a este nivel y la necesidad de contar
proteicas, requieren un soporte nutricional lo más en muchas ocasiones con el apoyo de otros equi-
precoz posible, independientemente de la vía de ad- pos radiológicos o endoscópicos hacen que el po-
ministración, si bien se considera preferente la vía sible beneficio quede anulado por un retraso en el
enteral por su acción protectora sobre la integri- inicio de la alimentación. Los resultados utilizando
dad del tracto digestivo y la función de barrera in- ambas vías han sido similares y, por su rapidez y fa-
testinal en relación con los cuadros infecciosos liga- cilidad, es habitual iniciar la administración de dieta
dos a una posible translocación bacteriana. por sonda gástrica.
En un elevado porcentaje de pacientes con TCE En pacientes con hipertensión craneal y retraso
grave existe una intolerancia a la nutrición por vía en el vaciado gástrico puede ser útil el uso de son-
enteral (NE) por un retraso del vaciamiento gás- das de doble luz con alimentación pospilórica y va-
trico con episodios de aumento de residuo y/o re- ciado gástrico simultáneo. La enterostomía con la
gurgitación con el riesgo de no aportar el volumen colocación directa de la sonda en el tubo digesti-
de nutrición eficaz y de facilitar procesos infeccio- vo estaría indicada para nutriciones que de entrada
sos por broncoaspiración. Se ha comprobado una se consideren prolongadas (más de 4-6 semanas)
correlación entre la gravedad del proceso y la hi- o para casos en que, debido a grandes traumatis-
pertensión endocraneal con la intolerancia gástrica mos faciales, no se hallen disponibles las vías oro o
que obliga a alternativas como la nutrición paren- nasoenterales.
teral (NP) o la NE por vía pospilórica. En estos pacientes existe, además, un elevado
Por estas razones, existen estudios favorables riesgo de incumplimiento del soporte nutricio-
al uso de la NP en estos pacientes, con mejores nal, que queda supeditado a repetidas interrupcio-
resultados en la evolución neurológica, sobre to- nes por actos quirúrgicos, exploraciones radiológi-
do en las primeras semanas postraumatismo, que cas (TAC), medicación que disminuye peristaltismo
están ligadas principalmente a una mayor efecti- (opiáceos, barbitúricos), necesidades hídricas muy
vidad en cubrir los requerimientos nutricionales elevadas (diabetes insípida) y también por efectos
de los pacientes. En la actualidad, con una mayor del tratamiento, al sumarse al aporte de grasa de
variedad de productos dietéticos y una evolución la nutrición el aporte graso de sedantes como el
importante en los tipos de sondas disponibles, se propofol. Se debe intentar garantizar un correcto
ha comprobado la idéntica eficacia de ambos mé- aporte de dieta, independientemente de los proce-
todos de nutrición mientras se completen las ne- sos mencionados.
cesidades individuales de cada paciente. En el la-
boratorio, la administración por vía parenteral de
soluciones hiperosmolares parecía potenciar el
aumento del edema cerebral postraumático, pe- 3. Nutrición en
ro estudios clínicos no han encontrado diferencias el paciente séptico
significativas en aumentos de presión intracraneal,
osmolaridad sérica, respuesta al tratamiento y 3.1. Introducción al
morbimortalidad entre pacientes que recibían NE problema de la sepsis
o NP. Dado que las consecuencias de una desnu-
trición evolucionan más rápidamente en pacientes Se estima que cada año existen 500.000 nue-
con estrés o catabólicos, la preferencia por una u vos episodios de sepsis en los Estados Unidos y
otra vía no es excusa para retrasar el inicio del so- 1.500.000 casos en países de la OCDE. Debido a
porte nutricional. su gravedad, más de 1.400 personas fallecen cada
El nivel de administración de la NE, gástrico o día en el mundo debido a una sepsis. Actualmente
pospilórico, también ha sido objeto de controver- es la causa principal de muerte en UCI no corona-
sia. La colocación de la sonda de nutrición pasa- rias en EE UU, la decimotercera causa de muerte
do el ángulo de Treitz permitiría teóricamente una global, con una mortalidad cruda asociada del 35%,
mejor cobertura de las necesidades nutricionales y, según el CDC, es actualmente la tercera causa de

481
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

Tabla 3. PAPEL DEL HÍGADO EN Por lo que respecta al enfoque nutricional, hay que
EL MANTENIMIENTO DEL tener en cuenta que se deben considerar los siguien-
ESTADO NUTRICIONAL tes factores:
1. Situación de hipermetabolismo que evolucio-
• Acomoda los depósitos de nutrientes
na hacia un fracaso metabólico.
• Provee proteínas para el transporte 2. Estado de inmunocompetencia alterado.
de nutrientes 3. Tracto digestivo total o parcialmente incom-
• Metaboliza el nitrógeno de los aminoácidos petente.
• Regula la amoniogénesis 4. Alta posibilidad de trastornos de la conducta
• Papel crítico para la homeostasis de la glucosa que, por un lado, pueden afectar a la ingesta y, por
• Activa/desactiva la vitamina D otro, ser consecuencia de una encefalopatía por de-
• Contribuye al balance de fluidos
sequilibrio de aminoácidos.
5. Anomalías de la coagulación que dificultan un
acceso venoso central o un soporte enteral si se
Tabla 4. RESPUESTA ENDOCRINA presentan hemorragias digestivas.
EN LA SEPSIS Por lo tanto, se debe establecer una nutrición
prospectiva al fracaso de los distintos órganos, que
Incremento de hormonas catabólicas además lleve sustratos que sirvan de nutrientes pa-
• ACTH ra las células implicadas en la cicatrización de heri-
• Cortisol das y en los mecanismos inmunitarios; que evite o
• ADH minimice la translocación bacteriana intestinal; que
• Catecolaminas preserve la función muscular para mantener una
• Glucagón respiración y una motilidad adecuadas; y que man-
Decremento de hormonas anabólicas tenga las funciones hepáticas, dado que este órga-
• Testosterona no es el pivote de la distorsión metabólica de la
• IGF-1 sepsis (Tabla 3).
• Resistencia a efectos combinados de hGH
e insulina-hGH

ACTH: corticotropina; ADH: aldosterona; hGH: hormona


3.2. Interacción infección-
de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a inflamación-metabolismo
la insulina-1.
En la sepsis se liberan una serie de citokinas fun-
damentalmente a partir de los macrófagos, células B
fallecimiento por proceso infeccioso, tras la neu- y células T, que tienen una actividad autocrina, para-
monía y el sida. Dicha mortalidad va a variar no só- crina y endocrina, de tal forma que inducen un pa-
lo en función del tipo de sepsis, sino también del trón metabólico bastante característico (Tabla 4).
germen causal, oscilando entre el 15 y el 40%, y se Hay que hacer notar que las diferentes citokinas
incrementa aún más ante la aparición de shock sép- pueden compartir órganos diana para desencade-
tico. Actualmente la sepsis grave suele constituir nar una determinada respuesta metabólica, pero en
entre un 3,5 y un 5% de los ingresos que se pro- otras ocasiones cada citokina tiene la exclusividad
ducen en una UCI polivalente y, dado que actual- sobre una respuesta concreta (ver Capítulo 1.4).
mente son muy elevados los gastos de una cama de
UCI y día en un hospital de tercer nivel, se com-
prenderá fácilmente el costo tan importante que 3.3. La controversia de
conlleva el manejo de estos cuadros y la impor- la nutrición en la sepsis
tancia de desarrollar nuevas estrategias instrumen-
tales, antimicrobianas y, sobre todo, metabólicas y Algunos autores se han cuestionado si es benefi-
nutricionales para recortar dichas cargas económi- cioso o perjudicial hacer nutrición artificial (NA) en
cas, estimándose en 17.000 millones de dólares los la sepsis. En una revisión ordinaria no se contempla
costos sanitarios en EE UU. de forma explícita la sepsis; sin embargo, sí aparece

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A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

de forma implícita durante toda la revisión en dos gasto energético supone entre un 40 y un 50% so-
categorías de indicaciones establecidas: pacientes bre el GER. Es de destacar, no obstante, la importan-
desnutridos que van a sufrir cirugía electiva y pa- cia del factor temperatura en el aumento del GE y,
cientes traumatizados y quemados. En ambas situa- aun cuando existen fórmulas para cuantificar ese in-
ciones se considera que la nutrición disminuirá la cremento dependiendo de cuántos grados haya as-
incidencia de complicaciones sépticas. Asimismo, se cendido la fiebre, hay que recordar que la respuesta
considera indicación condicionada en pacientes de es personal. Se considera que por cada aumento de
UCI que se suponga que no pueden comer de for- 1 ºC de la temperatura por encima de 37,5 ºC se in-
ma eficaz por vía oral en 7-10 días, para prevenir las crementa el gasto energético en un 10-15%.
complicaciones inducidas por la desnutrición, y en Otro aspecto importante a considerar y que es
el caso concreto de las pancreatitis agudas graves, si también propio de la sepsis es el consumo de sus-
existe previamente una pérdida de peso o una sep- tratos, que pasa a ser mixto (glucosa/grasas), y el
sis, la NA debe ser indicada precozmente. cociente respiratorio va ascendiendo a medida que
Ante la cuestión de si dichos pacientes deben el cuadro va evolucionando a un síndrome de dis-
ser nutridos artificialmente o no, algunos autores función multiorgánica (SDMO); por tanto, es ha-
consideran que no existe evidencia convincente, bitual encontrar valores de 0,85, y establecimien-
puesto que: to de ciclos fútiles y vías metabólicas alternativas
• En primer lugar, los ensayos prospectivos, alea- que consumen gran cantidad de energía, como glu-
torios y controlados clínicamente, necesitan ser coneogénesis, ciclo de Cori, lipogénesis y lipólisis.
muy amplios en su diseño, dado que la población La propia NP induce un incremento de la termogé-
de pacientes críticos es muy heterogénea y el pre- nesis en pacientes críticos, pero ese incremento se
sunto efecto beneficioso de la nutrición sobre la minimiza cuanto menor aporte de glucosa se haga,
evolución puede ser muy pequeño. ya que se estima que el exceso de hidratos de car-
• Además, no es posible establecer un grupo bono se dirige a la lipogénesis, lo que precisa una
control sin NA, por razones éticas. gran cantidad de energía.
• Por último, se ha sugerido que el efecto bene- En diferentes trabajos en enfermos con sepsis se
ficioso del soporte nutricional puede estar en re- ha medido el gasto energético en reposo, y se con-
lación inversa con la gravedad de la enfermedad: es cluye que no existe una relación simple entre el ni-
poco razonable intentar buscar un gran beneficio vel de hipermetabolismo y los índices de gravedad
en enfermos con evolución tormentosa. de los pacientes. El incremento oscila entre el 21 y
Aunque no se ha demostrado aún el hecho de el 91%. No obstante, a medida que progresa la sep-
que la NA aumente las posibilidades de una me- sis hacia estadios más graves o más complicados de
jor evolución clínica, se considera un elemento más fracaso de órganos, el gasto va disminuyendo, y se
del tratamiento de la sepsis y, a pesar de su bajo han determinado gastos energéticos en reposo pa-
grado de recomendación de acuerdo con la biblio- ra enfermos en shock séptico del 35%.
grafía existente, debe ser prescrita formalmente. En este sentido es revelador que en pacientes
La sepsis es una entidad asociada a hipermetabo- con infecciones bacterianas ingresados en UCI se
lismo. El aumento del catabolismo lleva a una desnu- encuentran variaciones del GER decrecientes, se-
trición energético-proteica, y el déficit de proteínas gún tengan los pacientes una sepsis (55%), un sín-
se asocia a un mal pronóstico, por lo que el aporte drome séptico (24%) o un shock séptico (2%),
nutricional está generalmente aceptado, aunque di- mientras que, al recuperarse de este último, el GER
cha aceptación se base fundamentalmente en la opi- asciende (61%). No obstante, parece que las varia-
nión de los expertos acerca de la NA como parte ciones en el GE que se producen en un SDMO es-
del tratamiento estándar en un paciente séptico. tán en relación con la afectación de cada diferente
órgano y la intensidad de su disfunción. Además, no
hay que olvidar que el empleo de algunos fármacos
3.4. Gasto energético en la sepsis comúnmente usados por estos pacientes puede in-
crementar el GER (por ejemplo, la dopamina, la do-
Los pacientes sépticos son por definición hiper- butamina y la noradrenalina: 4, 6 y 25%, respectiva-
metabólicos. Basta recordar que el incremento del mente), pero, por otro lado, el empleo de sedantes

483
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

y analgésicos lo disminuye; y que la liberación de da un aporte de glucosa sobre valores que no re-
citokinas proinflamatorias (IL-1, TNF-α) y el au- basen los 5 g/kg/día o bien 20 kcal/kg/día.
mento de catecolaminas circulantes también au- No obstante, tras las publicaciones que asocian
mentan el GE. una mayor morbimortalidad a niveles de glucemia
mantenidos altos, se tiene un cuidado extremo en
el aporte y control de la glucosa, ya que una gluce-
3.5. Sustratos que mia alta mantenida (> 189 mg/dl) se asocia a un es-
se utilizan en la sepsis tado de inmunoincompetencia que aún no está cla-
ramente definido, pero que pasa al menos por un
3.5.1. Hidratos de carbono: glucosa mecanismo de glicosilación no enzimática de pro-
teínas que se asocia a: inactivación de IgG, dismi-
Por lo que respecta al metabolismo de los hi- nución de la fijación del complemento, incremento
dratos de carbono, hay que recordar que la gluco- de la actividad de la colagenasa y alteraciones va-
neogénesis es más elevada en la sepsis que en su- riadas de las funciones del leucocito (retrasa la qui-
jetos normales. Es muy importante tanto para la miotaxis, altera la fagocitosis y dificulta la actividad
comprensión del metabolismo de la agresión co- bactericida).
mo para el soporte nutricional entender que tan-
to la captación de glucosa como su oxidación son
en el paciente séptico no diabético probablemen- 3.5.2. Lípidos
te máximas y que la hiperglucemia proviene de la
producción de un exceso de glucosa a partir de El metabolismo lipídico en el paciente séptico
la gluconeogénesis y del ciclo de Cori (ver Capí- se caracteriza por un incremento de la oxidación,
tulo 1.9). de la movilización y del recambio de las grasas. Sin
En la sepsis la tasa de aparición de glucosa he- embargo, la movilización excede a la oxidación y
pática como índice de gluconeogénesis durante así la hidrólisis de triglicéridos se incrementa en
una fase de ayuno es doble a la normal. Los nive- la sepsis cuatro o cinco veces más. Los triglicéri-
les de lactato y de piruvato aparecen, por lo gene- dos están aumentados y su aclaramiento plasmá-
ral, elevados en las sepsis, sobre todo en aquellas tico disminuido. Por lo que respecta al glicerol y a
que evolucionan mal, aun cuando la relación entre los ácidos grasos, el recambio de los segundos es
ambos es prácticamente la misma que en la agre- inferior al del primero, y se produce un marcado
sión no séptica. incremento en la tasa de reesterificación de ácidos
En el paciente con sepsis la alanina es el precur- grasos constituyendo una base de sustrato para los
sor principal de piruvato, y su presencia determina triglicéridos.
los niveles de este último, mientras que la forma- El perfil del acidograma en la sepsis ha sido es-
ción de lactato no sólo está regulada por los nive- tudiado sobre 63 enfermos con sepsis, frente a
les de piruvato, sino también por la disponibilidad un grupo control de 15 sujetos. Se ha encontra-
de nicotín-adenín-dinucleótido (NAD+) que marca do un descenso significativo de los ácidos grasos
el cociente NAD+ reducido/NAD+ oxidado. poliinsaturados (AGPI) n-6, especialmente el ácido
araquidónico y, en menor cuantía, el ácido dihomo-
3.5.1.1. Aporte de glucosa γ-linolénico. Asimismo, se observan disminuidos
los AGPI n-3, especialmente el ácido eicosapenta-
Pese a que la fuente energética en la sepsis es enoico. No obstante, se encontró una elevación de
mixta, la glucosa continúa siendo el principal sus- los ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) n-9 y,
trato calórico. Los hidratos de carbono constitu- de forma significativa, el ácido oleico. Estas altera-
yen entre el 50 y el 70% de las calorías no protei- ciones se apreciaron más acentuadas cuanto más
cas en el metabolismo del paciente con sepsis. Una graves estaban los enfermos (APACHE II > 12 pun-
perfusión de glucosa a 4 mg/kg/m sólo suprime la tos). Por todo lo anterior, se concluye que los áci-
gluconeogénesis al 50% y además suprime el cata- dos grasos no implicados en la génesis de prosta-
bolismo proteico en un 10% para pacientes y en glandinas muestran unos niveles plasmáticos muy
un 15% para controles; por lo tanto, se recomien- aumentados; por el contrario, aquellos que son

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precursores de las mismas aparecen con niveles ín- El papel de los ácidos grasos muestra nuevos as-
fimos (ver Capítulo 1.4). pectos en la sepsis, más allá de su comportamiento
como fuente de energía. El ácido docosahexaenoico
3.5.2.1. Acciones de los lípidos en la sepsis (DHA) ha sido referenciado como inhibidor de las
respuestas de las células endoteliales relacionadas
Los ácidos grasos constituyen el sustrato ener- con la expresión de productos relacionados con
gético de elección en los pacientes sépticos, aun la adhesión intercelular tales como la E-selectina,
cuando recientemente se hayan visto criticados ICAM-1, VCAM-1, y productos solubles vinculados
por algunos autores. El perfil idóneo para una nue- a la activación endotelial (IL-6, IL-8). Esta depresión
va grasa tendría que cumplir el requisito de ser de la activación endotelial parece estar relacionada
sustrato nutriente: aporte de ácidos grasos esen- con la existencia de dobles enlaces.
ciales y aporte de las vitaminas liposolubles, y ade-
más tener la menor capacidad inmunodepresora y 3.5.2.2. Aporte de grasas
antiinflamatoria posible.
No obstante, ha aparecido otro aspecto nuevo El aporte de grasas no debe exceder la cantidad
a destacar en la relación grasas/estado inmune y de 1,5-2 g/kg/día, incluso en la forma de triglicéri-
que algunos autores llaman “la paradoja lipídica de dos de cadena larga (LCT), y se prefiere aportarlos
la sepsis”, y es el hecho de que las lipoproteínas, in- en concentraciones del 30% o 20% más que en con-
cluyendo las HDL, tienen capacidad para unirse y centraciones del 10% (rel. fosfolípidos/triglicéridos
neutralizar la endotoxina (LPS: lipopolisacárido). Al de 0,04 en la concentración al 30%) y en perfusio-
unirse la LPS, disminuye la producción y liberación nes largas más que en periodos cortos, para así evi-
de TNF-α e IL-1 que se produce por la expresión tar los efectos pulmonares que se han registrado,
de CD14 unido al complejo LPS-proteína trans- aunque recientemente se han descrito cambios del
portadora en la pared del monocito/macrófago. cociente prostaciclina PGI2/TXA2 en sangre arterial
En modelos animales se observó una mayor tasa ante una infusión lenta de ácido linoleico.
de supervivencia a la infusión de LPS cuanto mayor Una alternativa actualmente válida es el uso de
era la concentración de lipoproteínas. triglicéridos de cadena media (MCT)/LCT obte-
En pacientes críticos de diversa naturaleza se niéndose una evolución más favorable sin existir
ha encontrado que aquellos pacientes con infec- un incremento de los efectos adversos y una ma-
ciones tenían valores de HDL-colesterol más ba- yor recuperación de su estado nutricional que con
jos, de forma significativa, que los no infectados, la formulación con LCT, aunque sin alteraciones
mientras que la estimulación de TNF-α por LPS sobre la evolución clínica.
en sangre de pacientes y controles se inhibía com- Las emulsiones basadas en aceite de oliva no han
pletamente con la adición de HDL reconstituida. sido aún empleadas en sepsis; no obstante, su uso
También se ha notificado la unión e inactivación de en un modelo experimental ha mostrado una dis-
la LPS con LDL, VLDL y quilomicrones por inser- minución de la disfunción fagocitaria de los mo-
ción del lípido A en los fosfolípidos de la partícula nocitos frente a nutrición con emulsiones de LCT
lipoproteica. Los quilomicrones aceleran el aclara- y MCT/LCT, por lo que su uso pudiera presen-
miento de la LPS del plasma e incrementan la cap- tar ventajas, al comportarse en este estudio co-
tación de la misma por el hígado, derivándose a los mo la emulsión menos inmunodepresora (ver Ca-
hepatocitos pero lejos de las células de Kupffer. El pítulo 4.8).
incremento de la producción hepática de VLDL se
considera pues un componente de la respuesta de
fase aguda a la infección, y es significativo el que las 3.5.3. Proteínas
lipoproteínas o las partículas de las mismas pue-
den jugar un papel importante en el tratamiento El hipercatabolismo del enfermo séptico es qui-
de sepsis por gérmenes Gram-negativos en huma- zás el más moderado de los encontrados en situa-
nos, por lo que no se puede seguir manteniendo la ciones de gran agresión (traumas, quemados). El
idea de que hiperlipidemia es necesariamente igual catabolismo proteico intracelular se efectúa por
a inmunodepresión. tres vías diferentes (ver Capítulo 1.6):

485
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

• En primer lugar, en el músculo esquelético se 3.5.3.1. Necesidades de aminoácidos:


identifican las proteinasas lisosomales ATP-inde- cantidad y calidad
pendientes y las catepsinas B, L, H y D.
• En segundo lugar, están las proteinasas Ca2+- Las necesidades proteicas del paciente séptico
dependientes y las m-calpaínas. están incrementadas, pero no tanto como en otras
• Por último, en tercer lugar, se encuentra el sis- situaciones hipercatabólicas. El aporte de proteínas
tema ubiquitina ATP-dependiente. por nutrición parenteral (NP) en cuantía de 1,5 g/
Este último parece ser el más importante en la kg/día reduce el catabolismo proteico en un 70%
degradación de proteínas miofibrilares en el múscu- pero, si se incrementa a 2,2 g/kg/día, se produce un
lo esquelético y parece jugar un papel principal en aumento de la degradación proteica neta. Por tan-
la emaciación muscular de los estados de agresión. to, parece que la elevación del aporte proteico por
Los sistemas de catepsinas y calpaínas parecen ju- encima de un determinado nivel crítico incremen-
gar un papel más importante en las fases de croni- taría la tasa de catabolismo.
cidad tras un trauma o una sepsis. En el aporte de aminoácidos para el paciente
La excreción nitrogenada urinaria raramente su- séptico tiene considerable interés el empleo de
pera los 16-18 g de N/día. La captación de amino- AACR. Un trabajo prospectivo, llevado a cabo por
ácidos (AA) por el músculo queda inhibida, y se in- el equipo que suscribe este trabajo, sobre pacien-
crementa la hepática para la gluconeogénesis por tes con sepsis sometidos a NP con AACR frente
un lado y para la producción de reactantes de fa- a una formulación estándar muestra una mejoría
se aguda hepáticos y para la reparación de las he- del balance nitrogenado en el grupo tratado. Asi-
ridas, por otro. mismo, estos autores encontraron elevaciones de
Los suministradores de AA son, por tanto, en la la glutamina a los 7 días de iniciar la infusión de ra-
sepsis los músculos, pero también, y esto es importan- mificados, al compararlo con un grupo control con
te, el tejido conectivo y el intestino, que no está esti- solución convencional. En un ulterior estudio multi-
mulado. En la sepsis el 50% del N de los AA liberados céntrico llevado a cabo en España administrando
por el músculo está suministrado por dos AA: gluta- AA en solución estándar frente a AACR con di-
mina y alanina. Para soportar las necesidades conti- ferente aporte nitrogenado por kg de peso se ha
nuamente elevadas de glutamina es precisa la partici- encontrado un disminución de la mortalidad con
pación de AA de cadena ramificada (AACR), que se significación estadística en aquellos grupos en los
convierten en glutamina. que se emplearon los AACR, al compararlos con el
Mientras que la alanina se convierte en el he- grupo control, así como una mejoría de los marca-
patocito en glucosa-6-P, la glutamina se constituye dores viscerales anabólicos.
en sustrato energético para las células del intesti- Otro AA de extraordinario interés en la sepsis
no delgado y grueso, preservando así la integridad es la arginina, utilizada para administración en die-
de la pared y evitando la translocación bacteriana. tas enterales. Hasta el momento sólo se ha publi-
Además, la glutamina es básica en la sepsis para el cado un trabajo multicéntrico en España con una
funcionamiento de las células del sistema inmune y dieta enteral con arginina junto con otros sustra-
aquellas implicadas en la reparación de los tejidos. tos en pacientes con sepsis, en el que se mostró
En la sepsis se produce, asimismo, un incremento una disminución no sólo de las infecciones noso-
por parte de los linfocitos y macrófagos de sus ne- comiales, sino también de la mortalidad. Queda,
cesidades de glutamina como sustrato energético por tanto, por definir en futuros estudios la impor-
por oxidación parcial de la misma, ya que aumentan tancia real de la arginina en el soporte nutricional
tanto el número como la actividad de estas células. de la sepsis, ya que en un reciente metaanálisis se la
El perfil típico del aminograma plasmático en los ha asociado a un incremento del riesgo de mortali-
pacientes sépticos es el conocido por el decremen- dad en pacientes críticos (ver Capítulo 4.8).
to de AARR e incremento de AA aromáticos (AAA). El empleo de glutamina en la sepsis queda limita-
Estos AAA van a servir de precursores para la pro- do a algunos trabajos que emplean dipéptidos por
ducción de falsos neurotransmisores que contribu- los problemas de estabilidad en la solución que
yen a producir, entre otros factores, el cuadro de la plantea este aminoácido. No obstante, este sustra-
encefalopatía séptica que tan mal pronóstico tiene. to es uno de los que más interés despierta entre

486
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

los investigadores. En una reciente revisión sobre mento de cuáles son los requerimientos en la sep-
enfermos críticos en general, la suplementación sis, aunque se piensa que cantidades de 2-3 mg/día
con glutamina puede asociarse a una disminución podrían ser suficientes en el aporte enteral. Otros
de la mortalidad y de las complicaciones, consi- elementos traza que deberían añadirse a la NP son
guiéndose el mayor beneficio cuando la glutamina el manganeso (0,8 mg/día) y el cromo (0,1 mg/día).
se empleó por vía parenteral y a dosis de 30 o más Asimismo, pueden adicionarse selenio (12 mg/día)
g/día (ver Capítulo 4.8). y molibdeno (ver Capítulos 4.7 y 4.9).

3.5.3.2. Dietas inmunomoduladoras y sepsis 3.5.4.2. Vitaminas

La controversia sobre dietas inmunomodulado- Por lo que respecta a las vitaminas, sus necesi-
ras en la sepsis continúa hoy día, ya que mientras dades no están establecidas aún en NP para el pa-
que algunos dicen que las dietas inmunomodula- ciente séptico, aun cuando se siguen las recomen-
doras pueden ser preferidas a las estándar por su daciones del Nutrition Advisory Group de la American
efecto sobre la supervivencia, otros piensan que Medical Association (AMA-NAG). Otros autores si-
el empleo universal de dietas inmunomoduladoras guen las recomendaciones dietéticas (RDA) de las
no se debe recomendar actualmente. Sólo en los Academias de Ciencias de EE UU y Canadá. Ca-
grupos quirúrgicos y traumáticos se ha observa- be sospechar, sin embargo, que estas recomenda-
do beneficio. ciones están muy por debajo de las necesidades
del paciente en agresión. Parecen imprescindibles
la tiamina, niacina, vitamina A, vitamina E y vitami-
3.5.4. Aporte de micronutrientes na C, así como vitaminas del complejo B (ver Capí-
tulos 4.7 y 4.9).
La actividad de los micronutrientes en la sepsis
se dirige hacia tres objetivos principales:
• Por un lado, acelerar la cicatrización de heri- 3.5.5. Fibra
das si las hubiera.
• Por otro mejorar, una vez más, la inmuno- La adición de fibra soluble reduce la incidencia
competencia. de diarrea en los pacientes sépticos. En un trabajo
• Por último, actuar como controladores de la sobre 25 pacientes con sepsis se encontró una re-
respuesta oxidativa. ducción de días con diarrea de 32 a 8,8%.

3.5.4.1. Elementos traza


3.6.Vía de aporte de la nutrición
Se considera que el zinc es necesario para el artificial en la sepsis
proceso reparador de las heridas y que su déficit
acarrea diferentes aspectos de inmunocompeten- Aunque el aporte por vía enteral se considera
cia. En situaciones de agresión es necesario aña- de elección frente a la vía parenteral, dicho aporte
dir zinc en cantidades elevadas en la nutrición ar- puede ser problemático en pacientes sépticos, no
tificial (NA) en aportes de hasta 13 mg/día, aunque ya en los casos donde el origen de la sepsis sea pe-
un aporte de 4,5-6 mg/día más un suplemento de ritoneal, sino más frecuentemente por los efectos
12,2 mg/l si el paciente presenta pérdidas intestina- negativos de elevados niveles en la activación sim-
les importantes debería ser suficiente -hay que te- pática del tracto gastrointestinal (GI) combinado
ner cierto cuidado en no aportarlo en exceso, pues con el empleo de sedantes o de fármacos vasoacti-
produciría una interferencia en el metabolismo del vos usados en la ventilación mecánica o en la ines-
cobre-. El cobre puede ser necesario aportarlo en tabilidad hemodinámica.
la sepsis, sobre todo si se acompaña de fuertes El tracto GI es uno de los órganos que más se
pérdidas digestivas. Su déficit lleva a un descenso afecta en el SDMO secundario a la sepsis, pudien-
de la función inmune y a trastornos en la cicatri- do aparecer isquemia de la mucosa gástrica, ulce-
zación de heridas. No existen datos por el mo- ración, inflamación y aumento de la permeabilidad.

487
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

Tabla 5. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE SÉPTICO

• Calorías: Harris-Benedict x 1,3-1,4


• Glucosa: hasta 5 g/kg/día; 60-70% de las calorías no proteicas. Mantener la glucemia por debajo de 150 mg/dl
• Grasas: hasta 1,5 g/kg/día. Mínimo 1 g/kg/día para evitar déficit de ácidos grasos esenciales; 15-40%
de las calorías no proteicas
• Aminoácidos: 1,3-2,0 g/kg/día, de preferencia AACR
• Elementos traza: suplementos de zinc (15-20 mg/día y 10 mg/l si hay pérdidas intestinales); Se: 120 mg/día
• Vitaminas: RDA + vitamina E, vitamina C, niacina
• Electrólitos: mantener niveles K, Na, Ca, P

AACR: aminoácidos de cadena ramificada; RDA: ingestas dietéticas recomendadas.

En cuanto a las alteraciones bioquímicas, la sep- ATP y reducirse el transporte activo de sustratos
sis disminuye la liberación de glutamina en el in- intraluminales.
testino y las actividades de determinadas enzimas Otro factor invocado finalmente es que un re-
(hexoquinasa, 6-fosfofructokinasa, piruvatokinasa cambio de enterocitos más rápido puede originar
y glutaminasa). una mayor proporción de células menos maduras
En resumen, la disfunción gastrointestinal que se que cubren los villi con un correspondiente descen-
produce en el MODS séptico puede verse mante- so en la función de absorción. Esto lleva a pensar
nida por uno o varios de los siguientes mecanis- en que se produzca de la misma manera un descen-
mos: compromiso del flujo sanguíneo, de la estruc- so en la absorción de AA en los pacientes sépti-
tura, de la función celular, de la actividad metabólica cos, y que esté presente prácticamente a las 12 ho-
y de la propia barrera. ras de inicio del cuadro. Y por ello la reducción de
Sin embargo, los efectos de la sepsis sobre la fun- la capacidad de la luz intestinal para absorber nu-
ción de absorción del intestino no son bien conoci- trientes puede limitar la disponibilidad de sustratos
dos. La absorción intestinal de AA está regulada por intracelulares para el mantenimiento de las funcio-
tres mecanismos: la cantidad de sustrato intralumi- nes metabólicas y de barrera del enterocito.
nal, la capacidad de sistemas de transporte, y la capa- Por consiguiente, la capacidad de absorción in-
cidad del enterocito para metabolizar los sustratos. testinal reducida de los pacientes sépticos puede
El transporte intestinal de AA ha sido estudiado limitar el empleo de la NE, y es posible que no se
en pacientes sépticos analizando las vesículas del puedan alcanzar los requerimientos nutricionales
borde de la mucosa intestinal. La liberación de glu- por esa vía. Si además se suma la presencia por
tamina, alanina y leucina estaba considerablemente una parte de situaciones de desnutrición, tan habi-
disminuida con respecto al grupo control. tual en estos pacientes, y por otra la presencia de
La capacidad del intestino delgado para trans- una paresia o disfunción gastrointestinal, todo es-
portar sustratos se inhibe también como con- to hace que, con cierta frecuencia, no se puedan
secuencia de la disminución del flujo sanguíneo alcanzar los requerimientos nutricionales desea-
mesentérico. Esta alteración de la microcircula- bles, y que haya que recurrir total o parcialmente
ción está mediada por la liberación de radicales a la NP, aun cuando este tipo de nutrición mixta
de oxígeno, citokinas o mediadores inflamatorios. ha sido criticada por algunos. Si bien existen traba-
De forma directa la endotoxina aumenta la activi- jos clínicos en los que se concluye que el empleo
dad en la mucosa de la xantino oxidasa y la libe- de NE previene de mayor número de complicacio-
ración de radicales de oxígeno. La administración nes sépticas, el hecho es que no existen suficientes
de IL-1 origina un descenso en la extracción in- trabajos en sepsis propiamente dichas como gru-
testinal de glutamina de la circulación mesentéri- po a estudiar, para demostrar lo que experimen-
ca y en la actividad glutaminasa de la mucosa. Co- talmente se ha publicado en relación con una me-
mo resultado del metabolismo anaeróbico, puede nor mortalidad al emplear NE. En este sentido, un
tener lugar un descenso en el almacenamiento de estudio prospectivo y aleatorio realizado en pa-

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A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

Tabla 6. CÁLCULO DE LOS REQUERIMIENTOS CALÓRICO-PROTEICOS EN FUNCIÓN


DE LA SUPERFICIE CORPORAL QUEMADA

Extensión Calorías totales Proteínas kcal no proteicas/


de la quemadura (kcal/día) (g/kg/día) g de N
Sano HB 1,0 150:1
SCQ 15-30% 1,4 x HB 1,5 100-120:1
SCQ 31-49% 1,5-1,8 x HB 1,5-2 100:1
SCQ ≥ 50% 1,8-2,1 x HB 2-2,3 100:1
SCQ: superficie corporal quemada; HB: ecuación de Harris-Benedict.

cientes sépticos no halló diferencias en cuanto a Resumiendo, la respuesta hipermetabólica que


mortalidad o duración de estancia, según se em- sucede tras agresión térmica se caracteriza por fie-
pleara NE o NP. bre, pérdida de peso y una progresiva destrucción
En la Tabla 5 se expresa un resumen de reco- de la musculatura esquelética que supera a la ob-
mendaciones actuales propias para el soporte nu- jetivada en las situaciones de trauma/sepsis. Meta-
tricional en el paciente en situación séptica crítica. bólicamente el paciente quemado crítico se carac-
teriza por un aumento de la proteólisis muscular
esquelética, lipólisis y gluconeogénesis. La magni-
tud de la respuesta es paralela a la extensión de la
4. Nutrición en quemadura, y alcanza un valor que duplica el nor-
el quemado crítico mal cuando la quemadura es ≥ 60% de la superficie
corporal quemada (SCQ). Esta situación de hiper-
Las lesiones térmicas varían desde una lesión re- metabolismo persiste hasta que no se completa la
lativamente trivial a la más grave y devastadora le- cobertura y curación del área quemada.
sión que se puede producir en humanos. Una vez
que la lesión supera el 15-20% de la superficie cor-
poral, evoca un gran número de alteraciones sis- 4.2. Requerimientos calórico-
témicas (SRIS: síndrome de respuesta inflamatoria proteicos en el paciente
sistémica), entre las que se incluyen la respuesta quemado crítico
metabólica a la agresión, la alteración de la inmuni-
dad y la pérdida/mala distribución hídrica. Las cito- Para elaborar un plan de aporte nutricional a que-
kinas (IL-6), los mediadores hormonales, la pérdida mados críticos, lo primero que se debe hacer es cal-
hídrica por evaporación y el escape de las bacte- cular la cantidad total de calorías a aportar. El mejor
rias o sus productos (herida/intestino) juegan un método sigue siendo la calorimetría indirecta, pero
importante papel en el hipermetabolismo y en el en su defecto se deben emplear fórmulas previamen-
aumento del recambio proteico. te publicadas. Aunque existen diferentes fórmulas, se
puede recomendar la que se expresa en la Tabla 6,
en función de la SCQ y de la ecuación de HB. De
4.1. Patrón metabólico específico cualquier forma, el tema de las ecuaciones a emplear
en el paciente quemado crítico en este contexto no queda cerrado, tal y como ex-
ponen Dickerson et al. en su excelente puesta al día
Sustancialmente la respuesta metabólica a la de 2002. Una vez calculado el aporte calórico total,
quemadura (trauma térmico, eléctrico…) no es di- aplicando la relación kcal no proteicas/g de N se ob-
ferente a la respuesta a un traumatismo de otro tendrán los requerimientos proteicos.
origen; quizás los puntos de diferenciación se en- El segundo paso estriba en la distribución/calidad
cuentran en las pérdidas cutáneas de líquidos con de los macronutrientes. Se debe recordar que los
proteínas, minerales y micronutrientes, así como hidratos de carbono constituyen la principal fuen-
en prolongadas estancias en UCI. te energética en el quemado, con una tasa de infu-

489
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

Tabla 7. FARMACONUTRIENTES EN EL QUEMADO CRÍTICO

• GHr: cicatrización
• Oxandrolona: masa magra
• IGF-1:
- Preservación de masa magra
- Mejora de la estructura y función intestinal
• Bombesina y neurotensina:
- Mejora de la estructura y función intestinal

GHr: hormona de crecimiento recombinante; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina.

sión óptima establecida entre 4,7 y 6,8 g/kg/día. No suplementación en vitaminas, minerales, oligoele-
se debe superar un aporte de calorías en forma de mentos y elementos traza. En esta línea cabe des-
hidratos de carbono de 1.500-1.600 kcal. Aunque tacar el zinc, cobre y las vitaminas A, D, E, B6, B8, B12
el aporte cuantitativo de lípidos se suele limitar al y C. Aunque es un tema poco explorado, no que-
20-30% del aporte total calórico no proteico (ba- da clara la ventaja de las dietas inmunomodulado-
jo aporte de lípidos: mejor retención nitrogenada, ras en esta entidad nosológica concreta. Para fina-
menor incidencia de complicaciones infecciosas y lizar este apartado, se presenta un breve resumen
disminución de la estancia), la cantidad óptima es- de los farmaconutrientes en esta entidad específi-
tá todavía por determinar, aconsejándose que los ca (Tabla 7).
lípidos no superen el 40% del aporte calórico no
proteico (o el 20-30% del aporte calórico total).
La calidad del aporte calórico (LCT, MCT/LCT en 4.3.Vías de abordaje
mezcla física o en estructuración, o con mezclas ri- para el soporte nutricional
cas en ácido oleico) está, recientemente, bajo es- en el paciente quemado crítico
tricta evaluación. La experiencia parece demostrar
que las emulsiones con ácido oleico producen me- Aunque hay evidencias clínicas que indican que
nor lesión hepática que las mezclas físicas MCT/ un soporte nutricional precoz y agresivo mejora la
LCT. supervivencia en este tipo de enfermos, persiste
El aporte proteico se realiza partiendo de rela- la controversia sobre la manera más adecuada de
ciones kcal no proteicas/g de N de 100-150:1. A realizarlo. A pesar de ello, se debe recordar que su
pesar de que los tratamientos que incluyen apor- primera finalidad debe ser prevenir tanto los efec-
tes proteicos agresivos parecen influir en la super- tos del ayuno como los déficit específicos de vita-
vivencia, la cantidad óptima de proteínas a aportar minas y nutrientes, así como el evitar o minimizar
permanece en el terreno especulativo. En general, las complicaciones asociadas a la NP o NE. El pa-
se requieren de 20 a 25 g de N/día (o 2-2,5 g de ciente quemado crítico, debido a sus altos reque-
proteínas/kg/día) durante las 2 primeras semanas rimientos calóricos y proteicos, es un ejemplo pa-
posquemadura. radigmático de soporte nutricional mixto (dos o
Sobre la calidad de los macronutrientes persis- tres vías): parenteral y enteral, pudiendo ser la vía
ten bastantes controversias. La glutamina, sea por parenteral central o periférica y la nutrición ente-
vía enteral o parenteral (en forma de dipéptidos), ral por sonda u oral (grado B). Siempre se debe
parece fundamental para la entero e inmunonutri- intentar mantener la vía enteral (grado A) y que
ción, amén de como sustrato específico en la agre- su abordaje sea precoz (grado A), aunque la can-
sión y como generadora de arginina. El aporte de tidad de nutrientes a aportar sea, en un principio,
metionina parece disminuir el catabolismo, y un baja. La segunda finalidad es proporcionar una co-
aporte suplementario de prolina parece obligato- rrecta y equilibrada cantidad de nutrientes que pre-
rio para conseguir una buena cicatrización. Tam- venga, limite o module los efectos adversos de la
bién está descrita la importancia e interés de la enfermedad.

490
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

5. Resumen
 El aporte nutricional en la agresión grave conti-
núa siendo un tema de viva controversia, ya que
no ha podido aún demostrarse que dicho aporte
sea capaz de mejorar la evolución clínica o la
mortalidad en esta entidad; no obstante, su empleo
está considerado como una estrategia terapéutica
necesaria en el tratamiento global de la misma.

 Las recientes publicaciones,en las que se demuestra


que el control de los niveles de glucemia en
pacientes críticos disminuye la mortalidad cruda, y
la aparición de nuevas formulaciones lipídicas, tales
como la basada en aceite de oliva o la formulación
fundada en ácido γ-linolénico, que no solamente
sirven de sustratos dadores de energía, sino que
modulan la respuesta inmune y las señales celulares,
abren nuevas perspectivas, sobre todo en aquellas
situaciones en las que se desarrolla un síndrome
de distrés respiratorio del adulto o una disfunción
o fallo gastrointestinal. También cabe destacar las
recientes publicaciones sobre el aporte de bajas
cantidades de grasas en los pacientes quemados
críticos.

 Por lo que respecta al aporte de aminoácidos,


la demostración de que el empleo de glutamina
disminuye la mortalidad y la morbilidad cuando
se administra a dosis de 30 gramos o más y
fundamentalmente por vía parenteral, en el
contexto de sepsis, trauma y quemados críti-
cos o la disminución de la mortalidad en los
pacientes sépticos tratados con aminoácidos
de cadena ramificada, hacen que la calidad pese
tanto como la cantidad en el aporte proteico
de la sepsis. Queda por dilucidar si la arginina
puede emplearse sin riesgo en pacientes sép-
ticos críticos, y el determinar si las mezclas
inmunomoduladoras son recomendables para
todos los tipos y situaciones de agresión.

 Por lo que respecta a los micronutrientes, aunque


todavía no se han determinado cuáles son sus
necesidades en estos procesos, nadie duda de su
conveniencia en la administración de los mismos.

 La vía enteral permanece como la vía de apor-


te fundamental, pero la presencia frecuente de
disfunción funcional gastrointestinal hace que
sea requerida en ocasiones la vía parenteral
para subvenir a las necesidades nutricionales de
estos enfermos.

491
Capítulo 4.16. Nutrición en el trauma, la sepsis y las quemaduras

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modos y vías de administración.

Moore FA. Caution: Use fat emulsions judiciously in intensive


care patients. Crit Care Med 2001; 29: 1644-5.
Revisión sobre el aporte de grasas, cantidad y calidad, en el
paciente en agresión grave. Se cuestiona la calidad de los ácidos
grasos a aportar en relación con el binomio n-6:n-3.

492
A. García de Lorenzo y Mateos | C. Ortiz Leyba | P. Marsé Milla

7. Enlaces web

 www.sepsisforum.orgs
 www.chestjournal.org/cgi/reprint/115/suppl_2/145S.pdf
 www.braintrauma.org
 www.east.org
 www.cochrane.org
 www.senpe.com
 www.espen.org
 www.guideline.org

493
4.17. Nutrición en los trastornos
del comportamiento alimentario

Ana Isabel de Cos Blanco Carmen Gómez Candela


Elena Muñoz Octavio de Toledo
Capítulo 4.17.

Nutrición en los trastornos del comportamiento


alimentario

1. Introducción

2. Etiopatogenia
2.1. Factores individuales, familiares y culturales
2.2. Factores biológicos
2.3. Otros factores de interés

3. Pronóstico

4. Diagnóstico
4.1. Criterios diagnósticos: CIE-10 y DSM-IV
4.1.1. Criterios CIE-10 para anorexia nerviosa
4.1.2. Criterios DSM-IV para anorexia nerviosa
4.1.3. Criterios CIE-10 para bulimia nerviosa
4.1.4. Criterios DSM-IV para bulimia nerviosa
4.1.5. Criterios DSM-IV para trastornos por atracón
4.2. Otras categorías. Clasificación y diagnóstico diferencial
4.3. Detección y diagnóstico precoz de trastornos de la conducta
alimentaria (TCA)

5. Cuadro clínico y complicaciones


5.1. Valoración nutricional en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
5.2. Complicaciones médicas
5.3. Comorbilidad psiquiátrica

6. Tratamiento
6.1. Objetivos terapéuticos
6.2. Modelos asistenciales
6.2.1. Régimen ambulatorio
6.2.2. Hospital de día
6.2.3. Ingreso hospitalario
6.3. Plan terapéutico
6.3.1. Dieta y suplementación
6.3.2. Nutrición artificial
6.3.3. Actuaciones específicas
6.3.4. Programas psicoterapéuticos y tratamiento psiquiátrico
7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web

Objetivos

n Identificar factores o modelos conceptuales que incidan en la etiología, el desarrollo y el mantenimiento de los
trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
n Detallar la distribución poblacional de este problema de salud y dimensionar la extensión de la práctica de
conductas de riesgo en población femenina adolescente.
n Recordar los criterios diagnósticos de anorexia nerviosa (AN) y bulimia nerviosa (BN), e identificar síntomas
o signos diferenciales con otras alteraciones del comportamiento alimentario.
n Categorizar la metodología de investigación sobre los aspectos clínicos más relevantes para la detección y el
diagnóstico precoz de la AN, la BN y los TCA no especificados.
n Definir el perfil clínico, caracterizar la presencia de desnutrición y conocer el alcance de las complicaciones
médicas que pueden asociar los TCA.
n Plantear los objetivos generales del tratamiento en los TCA y diferenciar los objetivos específicos -de ámbito
nutricional y psicoeducacional- en la AN y la BN.
n Conocer los diferentes modelos asistenciales en esta área, valorar su disponibilidad actual y reconocer el en-
foque multidisciplinar y altamente especializado que requiere el tratamiento de los TCA.
n Concluir sobre las actuaciones necesarias -generales o específicas- para la rehabilitación física y mental de los
TCA.
1. Introducción

C
omo enfermedad psiquiátrica crónica con significativa repercusión orgánica,
el trastorno de la conducta alimentaria (TCA) constituye hoy en día la alte-
ración psiquiátrica más frecuente en mujeres jóvenes.
Paralelamente, la relevancia de las complicaciones médicas, comorbilidad y ele-
vada mortalidad la convierten en la tercera enfermedad crónica más común en
mujeres de entre 15 y 19 años.
La anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN) configuran los dos tipos de
TCA más definidos:
• Una dieta estricta, fundamentalmente restrictiva, miedo desmesurado al aumen-
to de peso, aun manteniendo éste en rangos anormalmente bajos, y amenorrea
caracterizan el patrón anoréxico.
• La presencia de atracones recurrentes es el factor diferencial del patrón bu-
límico; la utilización de medidas compensatorias (vómitos, purgaciones, abuso de
fármacos, etc.) ocurre con mucha mayor frecuencia.
Los pacientes con bulimia nerviosa pueden tener fluctuaciones en peso, pero la
frecuencia de episodios bulímicos con elevada ingesta de alimentos, asociada o no a
vómitos, limita sus posibilidades de obtener y mantener una situación de bajo peso.
Con bajo peso, el paciente anoréxico puede alternar una severa restricción en el con-
sumo alimentario con episodios de sobreingesta y/o presentar hábito purgativo.
Ambos grupos de pacientes comparten un obsesivo deseo de pérdida de peso
que les conduce a la adopción de actitudes erróneas frente a la alimentación, la
actividad física o el uso de fármacos. Son estas conductas anormales o aberrantes
las que -vía restricción alimentaria y consecuente desnutrición o en relación con
alteraciones metabólicas graves derivadas de medidas compensatorias- pueden
comprometer la vida del paciente. Ambos trastornos afectan preferentemente a
adolescentes del sexo femenino con una proporción de 9/1. La anorexia nerviosa la
padece aproximadamente el 0,5-1% de la población, con máxima prevalencia entre
los 15 y 24 años. La bulimia nerviosa presenta una prevalencia mayor: del 2 al 3%
de las mujeres jóvenes.
Se sugiere que la incorporación de formas parciales o incompletas del perfil
anoréxico, así como formas encubiertas en mujeres que mantienen peso normal
o elevado y ocultan episodios bulímicos o vómitos, situaría el problema en cifras
superiores al 5% de la población. La incidencia en los países occidentales se cifra en
5-10 nuevos casos por cada 100.000 habitantes/año.
Desde que Lassegue (1873) y Gull’s (1874) describen el cuadro clínico de la AN, se
ha manifestado un interés creciente en el estudio y abordaje terapéutico de los TCA.

499
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

Este Capítulo presenta una revisión sobre la variables que pueden sumarse y actuar como pre-
etiopatogenia, la comorbilidad psiquiátrica, la carac- disponentes.
terización clínica, las complicaciones y el diagnós- • Presión social y cultural por la delga-
tico de los trastornos de la conducta alimentaria, dez. Sobrevaloración de una imagen de delgadez
con énfasis en áreas clave del manejo nutricional extrema que se identifica con belleza, éxito social
y plan de cuidados en las distintas modalidades de y triunfo profesional. El anhelo de delgadez y el re-
seguimiento e intervención. chazo al sobrepeso (aun en rangos de peso norma-
les) pueden desembocar en preocupación e inten-
sa insatisfacción con la propia imagen corporal y
conducir a la adopción de maniobras inadecuadas
2. Etiopatogenia de control de peso.
• Características personales. Tendencia
Con diferentes vías de instauración, esta enfer- a la pérdida de control de impulsos, baja autoes-
medad no parece tener un origen monofactorial, tima, perfeccionismo, rigidez, inseguridad, obsesi-
sino que diversos factores concurren e interac- vidad, depresión, ansiedad o dificultad para el re-
cionan en su caracterización. Factores sociocultu- conocimiento o la comunicación de emociones
rales y ambientales (medios), factores del entor- pueden actuar como factores predisponentes
no familiar (conflictos no resueltos, separación...) o desencadenantes.
y otros factores psicológicos (baja autoestima, • Características familiares. Es más fre-
trastornos afectivos...) o biológicos (genéticos, cuente la aparición en familias en las que hay una
metabólicos...) ejercen su papel y pueden tener alta conflictividad, violencia, separación, alcoholis-
distinto grado de implicación en su mantenimiento mo, antecedentes de obesidad en la madre, sobre-
y desarrollo. protección, rigidez, límites de conducta demasiado
Se admite la posibilidad de una constelación de estrictos o, por el contrario, falta de establecimien-
factores psicológicos y fisiológicos que interaccio- to de límites. En cualquier caso, la aparición de la
nan y se modulan entre sí, contribuyendo tanto a enfermedad va a suponer un aumento de la con-
la vulnerabilidad como a la expresión clínica de es- flictividad familiar, que afecta de una u otra forma
tos trastornos; o, como plantea David Garner, la a todos y cada uno de los miembros de la familia,
participación de algunos de estos factores como altera la convivencia y contribuye a la persistencia
predisponentes (biológicos, personales, familiares, de la enfermedad.
sociales, nutricionales), otros precipitantes (cir- • Insatisfacción con la imagen. El desa-
cunstancias personales, traumas, estrés, ansiedad) rrollo de una distorsión de la percepción de la
y, por último, factores perpetuantes (desnutrición, propia imagen es probablemente el eje central de
ciclo ayuno-atracón-vómito). la enfermedad, “justifica” la restricción alimenta-
ria; pero lejos de mejorar con la pérdida de peso,
se agrava a medida que evoluciona el cuadro, ac-
2.1. Factores individuales, tuando tanto como factor precipitante como de
familiares y culturales mantenimiento.
Ninguno de estos factores puede explicar ais-
Entre estos factores se pueden destacar los ladamente la instauración de la enfermedad, y, en
siguientes: relación con los diferentes modelos conceptuales
• Sexo. Factor de riesgo, no sólo a través de las que han sido contemplados para su desarrollo -ca-
presiones e influencias sociales, sino valorando asi- rencia afectiva, dependencia y baja autoestima, con
mismo cierta predisposición biológica que hace a adopción de conductas exhaustivas de control y
la mujer más susceptible de padecer este tipo de sentimientos sobrevalorados acerca del peso; ca-
enfermedades. quexia y fobia al peso como forma de obtener in-
• Edad. En torno a la adolescencia, momento dependencia o, por el contrario, centrar la atención
en que los cambios físicos y psíquicos son más evi- en el contexto de conflictos familiares no resuel-
dentes. Desarrollo de la propia identidad, conflic- tos; respuesta a presión social y profesional, etc.-,
tos emocionales, inmadurez y desorientación son éstos tampoco son concluyentes en agrupar y cla-

500
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

sificar a estos pacientes, dada la extrema compleji- o perfeccionismo-, y se valora esta alteración co-
dad de las presentaciones individuales. mo capaz de contribuir a la vulnerabilidad para de-
Su extensión generalizada en diferentes países, sarrollar la enfermedad. Otros neuropéptidos, así
descripción en distintas culturas (siglo XVIII), pre- como la dopamina, muestran también alteraciones
sentación clínica característica (edad, sexo) y aso- que persisten en situaciones de remisión. En otro
ciación estrecha con otros trastornos (depresión, orden, se han detectado niveles elevados de grelina
obsesión, ansiedad) que se perpetúan tras remitir en el plasma de pacientes anoréxicas con respues-
el trastorno del comportamiento alimentario so- ta alterada a la ingesta (sin disminución de los nive-
portan la implicación de otros factores: genéticos, les tras consumo alimentario).
de regulación (neurotransmisores) y posiblemen-
te hormonales.
2.3. Otros factores de interés
2.2. Factores biológicos Aunque pueden incluirse dentro de los factores
sociales, merece una atención especial la referencia
• Genéticos. Resultados en biología molecular a factores nutricionales y, más concretamente, a los
de otras áreas relacionadas (formas monogénicas de cambios en los hábitos alimentarios observados en
obesidad mórbida, genes de susceptibilidad en sín- los últimos años, paralelos a un aumento de la pre-
dromes metabólicos con diferente expresión feno- valencia de estos trastornos en la población.
típica) podrían apoyar la idea de una susceptibilidad Se conoce cómo, a lo largo del tiempo, la alimen-
aumentada genéticamente condicionada. Clásica- tación de una población determinada está influen-
mente se ha sugerido una base etiológica común pa- ciada por numerosos factores: el clima, las caracte-
ra la anorexia y la depresión (elevada frecuencia del rísticas geográficas, el comercio y las preferencias
antígeno HLA-Bw 16 en ambos trastornos). culturales, entre otros, han participado en su defi-
• Neurotransmisores. Alteraciones a nivel de nición. El resultado es un patrón alimentario que
distintos neuropéptidos: factor liberador de ACTH evoluciona al ritmo de la sociedad que lo ha adop-
(CRH), opioides, neuropéptido-Y (potente estimu- tado. Actualmente, el estilo de vida forma parte
lante del apetito), péptido YY, vasopresina, oxito- del proceso de la alimentación y las emociones ac-
cina, colecistoquinina (CCK), leptina y monoami- túan modulando el comportamiento alimentario.
nas: serotonina (importante papel en la saciedad Por otra parte:
posprandial), dopamina y noradrenalina han sido • La incorporación de la mujer al mundo laboral,
recientemente implicadas en la modulación de la sin contrapartida en las responsabilidades alimen-
ingesta, el ánimo y el control de impulsos, y detec- tarias familiares, la exigencia de los horarios labo-
tadas en pacientes con trastornos del comporta- rales y las largas distancias desde el trabajo hasta el
miento alimentario; secundarias a desnutrición o domicilio dificultan el mantenimiento de la estruc-
como alteración primaria (no se dispone de infor- tura alimentaria familiar (horarios, elección de ali-
mación concluyente), pueden actuar como mante- mentos, costumbres, etc.).
nedoras o participar en el desarrollo de la enfer- • En un momento de gran diversidad y variabili-
medad. Su papel está también siendo explorado en dad de la oferta alimentaria, la elección del alimen-
orden a sus posibilidades terapéuticas. to se hace en función de gustos, actitudes o pautas
Recientemente, nuevas técnicas de imagen (PET: personales, en lugar de tener en cuenta las necesi-
Positron Emission Tomography) han confirmado la dades nutricionales o la salud.
persistencia de una actividad serotoninérgica al- • La presión para el consumo de nuevos alimen-
terada en pacientes con criterios establecidos tos, con información parcial o engañosa acerca de
de remisión de AN (normalización del peso, ali- su calidad nutricional, la creciente obsesión por lo
mentación completa y suficiente, y función mens- sano, el sedentarismo... pueden generar confusión y
trual normal). Se sugiere la posibilidad de que es- desorientación en el área de la alimentación y des-
tas alteraciones psicobiológicas puedan contribuir viar el patrón alimentario.
al mantenimiento de algunos rasgos que siguen Una preocupación excesiva por la figura y el pe-
presentando estas pacientes -ansiedad, obsesión so, y, como consecuencia, la realización de dietas, el

501
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

control alimentario o el ejercicio físico, se ha ex- Otras entidades menos definidas cursan asimis-
tendido de manera importante en la población ge- mo con patrones alimentarios anómalos o actitu-
neral, fundamentalmente femenina. Se ha conside- des negativas frente al peso y no cumplen los cri-
rado en este marco la existencia de un síndrome terios definitorios de estos tipos. Se considera que
anoréxico incompleto, dependiente de presiones estas categorías son merecedoras de una atención
sociales y de resolución espontánea. clínica independiente, y por ello han sido incluidas
en este apartado.

3. Pronóstico 4.1. Criterios diagnósticos:


CIE-10 y DSM-IV
Estudios a largo plazo de pacientes con tras-
torno de la conducta alimentaria muestran en es- La anorexia nerviosa es descrita por Feigh-
ta enfermedad rasgos de cronicidad, con curso clí- ner en 1972. En la misma década (1979) se definen
nico variable. por primera vez sus síntomas y signos diagnósti-
Una vez instaurada, la anorexia nerviosa evo- cos en el Manual estadístico y diagnóstico de los tras-
luciona, en 5-10 años, a una completa resolución tornos mentales (DSM-III), que en su edición DSM-
de la enfermedad en el 50-75% de los casos. El IV (1994) evoluciona en la clasificación (incluyendo
10-30% de los pacientes, según distintos auto- las formas no especificadas) y mejora la descrip-
res, presenta una recuperación parcial, con sinto- ción clínica. La Organización Mundial de la Salud,
matología residual, que puede hacerse más mani- en la décima edición de la Clasificación estadística in-
fiesta o atenuarse a lo largo de los años. Y entre ternacional de enfermedades y problemas relaciona-
el 10 y el 20% mantendrá el trastorno activo. De dos con la salud (CIE-10, 1992), ofrece la descrip-
ellos, un 10% puede fallecer a consecuencia de la ción clínica y pautas para el diagnóstico de estos
enfermedad. trastornos, incluidos en los trastornos mentales
Para pacientes con bulimia nerviosa, estudios de y del comportamiento.
seguimiento a 5-10 años muestran unas propor-
ciones de remisión de alrededor del 50%, mientras
que un 20-35% continúa con toda la sintomatolo- 4.1.1. Criterios CIE-10
gía de la enfermedad. Este grupo de pacientes su- para anorexia nerviosa
fre tasas ligeramente más elevadas de mortalidad,
en relación con una mayor comorbilidad psiquiá- • Pérdida significativa de peso (índice de masa
trica. Aproximadamente un 30% de las pacientes corporal menor de 17,5). Los enfermos prepúbe-
en remisión presentará recaídas en la sintomato- res pueden no experimentar la ganancia de peso
logía bulímica, fundamentalmente durante los cua- propia del crecimiento.
tro primeros años. • La pérdida de peso está originada por el pro-
pio enfermo, a través de evitar el consumo de “ali-
mentos que engordan”, y por uno o más de los sín-
tomas siguientes:
4. Diagnóstico - Vómitos autoprovocados.
- Purgas intestinales autoprovocadas.
Con la expresión “trastornos de la conducta ali- - Ejercicio excesivo.
mentaria” habitualmente se hace referencia a dos - Consumo de fármacos anorexígenos o diuréticos.
perfiles de comportamiento que manifiestan una • Distorsión de la imagen corporal que consiste
potente búsqueda de la excesiva delgadez: ano- en una psicopatología específica caracterizada por
rexia nerviosa y bulimia nerviosa. Un tercer tipo, el la persistencia -con el carácter de idea sobrevalo-
de comedor compulsivo o trastorno por atracón, rada intrusa- de pavor ante la gordura o flacidez
que presenta síntomas comunes a la BN y la obe- corporales, de modo que el paciente se impone a sí
sidad, ha sido recogido y caracterizado como tras- mismo el permanecer por debajo de un límite mí-
torno independiente. nimo de peso corporal.

502
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

• Trastorno endocrino generalizado que afecta renciado de una “excesiva” ingesta, dimensionada
al eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, manifestán- subjetivamente por la paciente anoréxica.
dose en la mujer como amenorrea y en el varón Un atracón se caracteriza (DSM-IV) por:
como pérdida de interés y de la potencia sexua- • Ingesta de alimento en un corto periodo de
les. También pueden presentarse concentracio- tiempo (p. ej., 2 h) en cantidad superior a lo que la
nes altas de hormona del crecimiento y de corti- mayoría de las personas ingerirían en un periodo
sol, alteraciones del metabolismo periférico de la de tiempo similar y en las mismas circunstancias.
hormona tiroidea y anomalías en la secreción de • Sensación de pérdida de control sobre la in-
insulina. gesta del alimento (sensación de no poder parar de
• Si el inicio es anterior a la pubertad, se retra- comer o no controlar el tipo o la cantidad de co-
sa la secuencia de las manifestaciones de la puber- mida que se está ingiriendo).
tad, o incluso ésta se detiene (cesa el crecimien- Es interesante la exigencia que plantea la prime-
to; en las mujeres no se desarrollan las mamas y ra clasificación en cuanto a que la pérdida de peso
hay amenorrea primaria; en los varones persisten sea resultado prioritariamente de una restricción
los genitales infantiles). Si se produce una recupe- autoinducida con exclusiones alimentarias dirigidas
ración, la pubertad suele completarse, pero la me- a “alimentos que engordan”; así, valora la AN como
narquia es tardía. exclusivamente restrictiva y, a diferencia del DSM-
IV, no contempla la presencia de atracones en el
diagnóstico ni en el curso de la enfermedad.
4.1.2. Criterios DSM-IV La bulimia nerviosa es descrita por Russel
para anorexia nerviosa en 1979 como variante de la AN y es en la siguien-
te década cuando se caracteriza como categoría
• Rechazo a mantener el peso corporal igual o independiente, aunque relacionada. A continuación
por encima del valor mínimo normal considerando se detallan los criterios actuales que la definen:
la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar
a un peso inferior al 85% de lo esperable, o fracaso
en conseguir el aumento de peso normal durante 4.1.3. Criterios CIE-10
el periodo de crecimiento, dando como resultado para bulimia nerviosa
un peso corporal inferior al 85% de lo esperable).
• Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en • Preocupación continua por la comida, con de-
obeso, incluso estando por debajo del peso normal. seos irresistibles de comer, de modo que el enfer-
• Alteración de la percepción del peso o la si- mo termina por sucumbir a ellos, presentándose
lueta corporales, exageración de la importancia en episodios de polifagia durante los cuales consume
la autoevaluación o negación del peligro que com- grandes cantidades de comida en periodos cortos
porta el bajo peso corporal. de tiempo.
• En las mujeres pospuberales, presencia de • El enfermo intenta contrarrestar el aumen-
amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres to de peso así producido mediante uno o más de
ciclos consecutivos. los siguientes métodos: vómitos autoprovocados,
Esta clasificación incide en la existencia de dos abuso de laxantes, periodos de ayuno, consumo de
subtipos y solicita especificar el tipo: fármacos tales como supresores del apetito, ex-
1. Tipo restrictivo: durante el episodio de tractos tiroideos o diuréticos. Cuando la bulimia
anorexia nerviosa, el individuo no recurre regular- se presenta en un enfermo diabético, éste puede
mente a atracones y/o a purgas. abandonar su tratamiento con insulina.
2. Tipo purgativo: durante el episodio de • La psicopatología consiste en un miedo mor-
anorexia nerviosa, el individuo recurre regular- boso a engordar, y el enfermo se fija de forma es-
mente a atracones y/o a purgas (p. ej., provocación tricta un dintel de peso muy inferior al que tenía
del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos antes de la enfermedad, o al de su peso óptimo
o enemas). o sano. Con frecuencia, pero no siempre, existen
Es importante definir qué se entiende por atra- antecedentes previos de anorexia nerviosa con un
cón -aun en este apartado-, ya que debe ser dife- intervalo entre ambos trastornos de varios meses

503
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

o años. Este periodo precoz puede manifestarse de ayunos posteriores ni vincula vómitos o excesivo
una forma florida o, por el contrario, adoptar una ejercicio físico al atracón. Por otra parte, este com-
forma menor o larvada, con una moderada pérdida portamiento no debe aparecer exclusivamente en
de peso o una fase transitoria de amenorrea. la evolución de una anorexia o bulimia nerviosa.
Frecuentemente coexiste sobrepeso y afecta a in-
dividuos de edad media, generalmente mujeres.
4.1.4. Criterios DSM-IV
para bulimia nerviosa
4.1.5. Criterios DSM-IV
• La presencia de episodios de voracidad (atra- para trastornos por atracón
cones) recurrentes.
• Conductas compensatorias inapropiadas, de • La presencia de atracones recurrentes que tie-
manera repetida, con el fin de no ganar peso, co- nen lugar, como promedio, al menos dos veces por
mo son provocación del vómito, uso excesivo de semana durante un periodo de 6 meses y que ori-
laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos, ayu- ginan un profundo malestar al recordarlos.
no y ejercicio excesivo. • Los episodios de atracón se asocian a tres (o
• Los atracones y las conductas compensatorias más) de los siguientes síntomas:
inapropiadas tienen lugar como promedio al me- - Ingesta mucho más rápida de lo normal.
nos dos veces por semana durante 3 meses. - Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
• La autoevaluación está exageradamente influi- - Ingesta de grandes cantidades de comida a pe-
da por el peso y la silueta corporales. sar de no tener hambre.
• La alteración no aparece exclusivamente en el - Comer a solas para esconder su voracidad.
transcurso de la anorexia nerviosa. - Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión
Con especificación de tipo: o culpabilidad después del atracón.
1. Tipo purgativo: durante el episodio de La condición denominada trastorno de la
bulimia nerviosa, el individuo se provoca regular- conducta alimentaria no especificado,
mente el vómito o usa laxantes, diuréticos o ene- donde se incluyen estas conductas compulsivas no
mas en exceso. de BN, contempla además situaciones en las que
2. Tipo no purgativo: durante el episodio la paciente no cumple todos los criterios diagnós-
de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras con- ticos y hay una severidad clínica que coexiste con
ductas compensatorias inapropiadas, como el ayu- patrones alimentarios claramente erróneos y acti-
no o el ejercicio intenso, pero no recurre regu- tudes anómalas hacia su peso.
larmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, Así, mujeres con menstruaciones regulares
diuréticos o enemas. o peso dentro de rangos normales, pero que ejecu-
Las pacientes bulímicas pueden -en el momento tan medidas restrictivas y cumplen los demás crite-
del diagnóstico- cumplir estrictamente los criterios rios de AN, o también aquellas que no presentan la
citados o no, y esto en relación con las diferentes frecuencia de atracones criterio de BN pero sí el
conductas que pueden presentar en el evolutivo: más resto de los síntomas, u otras que emplean con fre-
o menos compulsivas o alternando con fases restric- cuencia medidas compensatorias o realizan masti-
tivas. En ocasiones es difícil delimitar ambos trastor- caciones prolongadas con posterior expulsión del
nos, bien sea por el momento en que se está hacien- bolo sin más clínica, pertenecerían a esta catego-
do la evaluación, bien porque la paciente evolucione ría diagnóstica.
de una patología a la otra; más frecuentemente hacia
el trastorno bulímico. Sin embargo, las características
personales que subyacen en los diferentes tipos ex- 4.2. Otras categorías. Clasificación
presan en la mayoría de los casos cuadros sintomáti- y diagnóstico diferencial
cos definidos para cada una de las patologías.
El trastorno por atracón, como entidad En la Figura 1 se caracterizan otras situaciones
diferenciada de la BN, no se asocia a estrategias que cursan con pérdida de peso o apetito y/o pre-
compensatorias inadecuadas. El paciente no realiza sencia de atracones en relación con alguna patolo-

504
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

- Regurgitaciones y nuevas
masticaciones repetidas de
alimento durante al menos
un mes tras un periodo de
funcionamiento normal.
- La conducta no se pue-
de atribuir a una enfermedad
gastrointestinal ni a otra en-
fermedad médica asociada.
- La conducta no aparece
sólo en el transcurso de una
anorexia o bulimia nerviosa. Si
los síntomas se presentan ex-
clusivamente en el transcurso
de un retraso mental o de un
trastorno generalizado del de-
sarrollo, son de suficiente gra-
vedad como para merecer una
atención clínica independiente.
• Trastorno de la ali-
mentación en la infan-
cia o la niñez. Cursa con
rechazo al alimento y con-
ductas caprichosas; su inicio
es inferior a los seis años. Se
caracteriza por:
- Alteración de la alimen-
tación manifestada por una
dificultad para comer ade-
cuadamente, con incapacidad
significativa para aumentar pe-
so o con pérdidas significati-
vas de peso durante, al me-
nos, un mes.
- La alteración no se de-
be a una enfermedad gastro-
Figura 1. Algoritmo diagnóstico en la anorexia y la bulimia. Fuente: Vázquez C, intestinal ni a otra enferme-
Delgado C, Beato P. Web de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (con dad médica asociada.
autorización de los autores). - El trastorno no se expli-
ca por la presencia de otro
trastorno mental o por la no
gía médica o psiquiátrica. La presencia de síntomas, disponibilidad de alimentos.
signos o rasgos distintivos permitirá realizar un diag- • En el caso de enfermedad médica, de ser
nóstico diferencial. ésta la causante de la pérdida de peso, coexistirían
• Trastorno por rumiación. De inicio en la hallazgos clínicos derivados de la misma (digestivos
infancia, normalmente aparece a los meses de edad en el caso de enfermedad inflamatoria intestinal,
(por encima de esa edad, se suele asociar a retraso neoplasias o trastornos de la motilidad; metabóli-
mental). Cursa sin distorsión del esquema corporal o cos en diabetes mellitus, etc.), con repercusión en
temor a engordar y a menudo se acompaña de un au- el apetito, y el paciente no presentaría distorsión
mento de apetito e irritabilidad. Se caracteriza por: de la imagen corporal ni miedo a engordar.

505
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

• Estos últimos hallazgos, clave en esta patolo- pecíficas e historia de automedicación (laxantes,
gía, tampoco estarían presentes en casos de elevado diuréticos). El diagnóstico clínico es menos evi-
consumo de alcohol o drogas (heroína, cocaína...), ni dente y la ocultación sistemática que hacen estas
en pacientes con enfermedad psiquiátrica y sínto- pacientes de sus conductas anómalas hace que se
mas psicóticos (esquizofrenia paranoide y trastor- suelan diagnosticar más tardíamente.
nos paranoides), que muestran disminución de in- Son pocos los estudios sobre diagnóstico de
gesta y pérdida de peso. TCA en el entorno médico de la atención prima-
Los pacientes depresivos no presentan distor- ria. La información epidemiológica de que se dis-
sión del esquema corporal, aunque sí pueden ma- pone muestra incidencias incrementadas en la de-
nifestar una vivencia alterada del cuerpo o una tección de BN (tres veces superior en el intervalo
valoración negativa del aspecto físico. También al- de cinco años) y una incidencia estable para AN.
gunos pacientes afectos de episodio de manía o hi- Este ámbito es considerado el más apropiado pa-
pomanía en un trastorno bipolar, o trastorno es- ra establecer una metodología de detección de es-
quizoafectivo, pueden no comer, pero en ambas tos trastornos.
situaciones no hay miedo intenso a engordar, y sí Recientemente, se han presentado los resulta-
disminución de apetito. Suele haber antecedentes dos de un estudio epidemiológico llevado a cabo
personales y familiares e inhibición psicomotriz, en la Comunidad de Madrid por la Consejería de
o un estado de ánimo expansivo, respectivamente. Sanidad, en el que se ha utilizado el Eating Attitu-
• Por último, el trastorno límite de la per- des Test (EAT-26) como test de cribado de TCA.
sonalidad, con un patrón general de inestabilidad Las conclusiones hacen referencia a una prevalen-
en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la cia similar a la de otros estudios del entorno y ex-
afectividad, y una notable impulsividad que comien- presan la mayor frecuencia de casos incompletos o
za al principio de la edad adulta, contempla entre TCA no especificados (más de la mitad de los ca-
sus ítems definitorios (DSM-IV) una alteración de la sos detectados).
identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada Por otra parte, validan el cuestionario -al mos-
y persistentemente inestable, así como impulsividad trar éste las propiedades psicométricas descritas
en al menos dos áreas potencialmente dañinas para por los autores- para ser utilizado en España como
sí mismo (p. ej., gastos, sexo, conducción temeraria, instrumento de cribado de TCA, a fin de diferen-
atracones de comida). ciar caso y población de riesgo de población nor-
mal (femenina escolarizada).
En la Tabla 1 se presentan las preguntas del cues-
4.3. Detección y diagnóstico tionario EAT-26 ordenadas por factores (recogidas
precoz de trastornos de la en el Documento Técnico de Salud Pública n.º 85). La
conducta alimentaria (TCA) adaptación española del Inventario de Trastornos de
la Conducta Alimentaria (EDI-2) es otro instrumen-
El diagnóstico suele ser precoz en el caso de to útil como screening de esta patología.
AN; la llamativa delgadez que presentan ya en las
primeras etapas de la enfermedad, asociada a una
intensa actividad física -más llamativa en este con-
texto que en el de peso normal- y otros aspectos, 5. Cuadro clínico
como un desmesurado interés por temas vincula- y complicaciones
dos a la alimentación (calorías, tipos de dietas, etc.),
manipulación de los alimentos, aislamiento y pérdi- Depleción severa de la grasa corporal, fatiga
da progresiva de relaciones sociales..., son eviden- y diversas complicaciones están presentes en al-
tes de forma temprana para los familiares o profe- gún momento de la evolución de los pacientes con
sionales con los que entran en contacto por otras anorexia. La anoréxica suele presentar trastornos
razones que su enfermedad. en la regulación de la temperatura corporal y man-
Sin embargo, el perfil clínico que identifica a una tener cierto grado de hipotermia; por otra parte,
mujer con BN es el de una excesiva preocupación el estreñimiento es común, y como resultado de
por el peso, referencia a molestias digestivas ines- la desnutrición se detectan deficiencias vitamínicas,

506
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

Tabla 1. EAT (EATING ATTITUDE TEST)-26

Respuestas (marcar una)


Siempre c Muy a menudo c A veces
Raramente c Nunca c

Variable: dieta

c Me angustia la idea de estar demasiado gordo/gorda


c Conozco la cantidad de calorías de los alimentos que como
c Procuro no comer alimentos que contengan muchos hidratos de carbono
c Me siento muy culpable después de comer
c Me obsesiona el deseo de estar más delgado/a
c Cuando hago deporte pienso sobre todo en quemar calorías
c Me preocupa la idea de tener zonas gordas en el cuerpo y/o de tener celulitis
c Procuro no comer alimentos que tengan azúcar
c Tomo alimentos dietéticos
c No me siento bien después de haber tomado dulces
c Estoy haciendo régimen
c Me gusta tener el estómago vacío
c Me gusta probar platos nuevos, platos sabrosos y ricos en calorías

Variable: bulimia y preocupación por la comida

c La comida es para mí una preocupación habitual


c He sufrido crisis de atracones en las que tenía la sensación de no poder parar de comer
c Vomito después de comer
c Tengo la impresión de que mi vida gira alrededor de la comida
c Paso demasiado tiempo pensando en la comida
c Después de las comidas tengo el impulso de vomitar
Variable: control oral

c Procuro no comer cuando tengo hambre


c Corto mis alimentos en trozos pequeños
c Tengo la impresión de que a los demás les gustaría verme comer más
c Los demás piensan que estoy demasiado delgado/a
c Tardo más tiempo que los demás en comer
c Tengo un buen autocontrol en lo que se refiere a la comida
c Tengo la sensación de que los demás me presionan para que coma más

desmineralización ósea y disminución de la fuerza so amenorrea; también -y con más frecuencia y


muscular. Sin embargo, sólo excepcionalmente se gravedad que en la AN purgativa- exhiben com-
afecta el compartimento proteico. plicaciones derivadas de los vómitos, como son
Las consecuencias físicas de la bulimia son me- alteraciones dentales, hipertrofia de las glándu-
nos aparentes que en la AN, pero, como en el las salivares y esofagitis. El daño esofágico severo
patrón restrictivo, estas pacientes pueden ma- (sangrado o rotura) es un riesgo específico de las
nifestar fatiga, alteraciones vasculares e inclu- pacientes bulímicas.

507
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

En el curso de la AN es caracte-
rística una actitud patológica fren-
te al ejercicio físico o la actividad
corporal. Aun cuando puede pasar
desapercibida, una tensión muscu-
lar mantenida (contracciones mus-
culares, ejercicios abdominales...),
que en ocasiones consiste en una
práctica extenuante, es frecuente
en este grupo de pacientes.
La complejidad funcional y, en
ocasiones, la escasa -o aparente-
mente simple- expresividad sin-
tomática que muestran estos pa-
cientes exigen sistematizar la
recogida de información sobre los
aspectos clínicos más relevantes
(Figura 2).
• Historia ponderal (magnitud
y cambios), autovaloración del pe-
so corporal y dimensión del recha-
zo al incremento de peso y/o deseo
obsesivo de seguir perdiendo kilos.
Distorsión de la imagen corporal.
• Ingesta alimentaria en térmi-
nos cualitativos y cuantitativos,
exclusiones o abusos, estructura
horaria, hábitos de alimentación
(rituales, entorno, manipulación...)
y conocimientos nutricionales.
• Episodios bulímicos (historia,
frecuencia, lugar y características),
factores precipitantes y sensacio-
nes en torno al atracón.
• Conductas compensatorias. Si
se provocan vómitos, vinculación
de los mismos a atracones o in-
gesta habitual y actitud frente a la
purgación; ejercicio y actividad físi-
ca (tipo y tiempo); historia de abu-
so de fármacos (laxantes, diuréti-
cos, etc.).
• Historia menstrual (menar-
quia, irregularidades en el ciclo,
episodios de amenorrea...), valo-
ración de la función sexual y re-
productora y uso de anticoncepti-
vos orales.
• Historia psicosocial, relación
Figura 2. Recogida de datos clínicos en TCA. familiar, profesional (escolar o la-

508
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

boral) y repercusión social (aislamiento, activida- La hipoproteinemia es excepcional, y la albúmi-


des habituales...). na generalmente es normal o se encuentra aumen-
• Conciencia de enfermedad (grado de negación tada; este hallazgo -junto con la elevación del co-
o aceptación), alteraciones del pensamiento o del lesterol total- ofrece un perfil bioquímico que, aun
estado de ánimo, sintomatología depresiva, ansie- siendo frecuente en la actitud restrictiva, contrasta
dad, angustia... con el estado general.
Se considera que los TCA se desarrollan de for- El estudio del estado de los micronu-
ma continuada: desde un cuadro clínico leve o in- trientes puede mostrar déficit aislados, no cons-
completo hasta la asunción de conductas más ex- tantes y de interpretación variable. Son necesarios
tremas. Una mayor concienciación de la sociedad más estudios para valorar su relevancia clínica.
sobre este problema de salud, junto con las me- • Se han encontrado niveles elevados de β-ca-
joras en la habilidad clínica y en instrumentos de rotenos (vitamina A) y α-tocoferoles (vitamina E),
diagnóstico y evaluación, han posibilitado la detec- a diferencia de lo que sucede en otras situaciones
ción e intervención terapéutica en fases precoces de desnutrición crónica. La causa de la hipercaroti-
de la enfermedad. nemia es hasta el momento desconocida; se ha in-
tentado justificar por la coexistencia de una ne-
crosis hepática con liberación de los depósitos de
5.1.Valoración nutricional vitaminas acumulados en el hepatocito; sin embar-
en los trastornos go, no se demuestra correlación entre los niveles
de la conducta alimentaria (TCA) de vitamina A y enzimas hepáticas. La correlación
entre hipercolesterolemia y niveles de vitaminas A
Una gran parte de los hallazgos clínicos asocia- y E sugiere una alteración en el metabolismo lipí-
dos a los trastornos del comportamiento alimen- dico de base. Es relativamente frecuente la detec-
tario se asocian a la presencia de desnutrición. La ción de niveles bajos de vitamina D, con o sin ele-
desnutrición en sus distintos grados -leve, modera- vación de PTH.
do o severo- es una constante en la evolución de • La relación de las alteraciones del metabolis-
las pacientes con AN. mo lipídico y los niveles elevados de colesterol
La valoración del estado nutricional se hace so- con un bajo aporte calórico permanece en discu-
bre la base de métodos y técnicas que nos infor- sión. Los niveles de colesterol son independientes
man sobre la composición corporal de un in- de la tasa metabólica basal y de la función tiroidea.
dividuo. En esta patología (excepcionalmente en Se ha sugerido que el hipoestrogenismo podría ser
los casos de bulimia), los parámetros antropomé- el factor determinante de la alteración en el meta-
tricos afectados son la relación peso/talla (IMC) o bolismo lipídico, ya que las pacientes con ameno-
el porcentaje de peso respecto al ideal y el pliegue rrea son las que presentan con mayor frecuencia
tricipital, informándonos sobre el grado de deple- hipercolesterolemia.
ción del compartimento graso. • Los niveles de vitaminas hidrosolubles varían.
La circunferencia muscular del brazo suele Se han descrito niveles elevados de vitamina B12,
afectarse menos severamente; y el compartimen- normales de tiamina y disminuidos de vitamina B6
to proteico-visceral, sólo en situaciones de ca- y ácido fólico. Al fosfato de piridoxal, por su activi-
quexia. En este sentido, aunque algunos autores dad como coenzima de la 5-hidroxitriptófano des-
han observado una reducción de proteínas de sín- carboxilasa, se le ha atribuido un papel en la etiopa-
tesis hepática, como los factores de la vía alterna- togenia o el mantenimiento del cuadro. Un déficit
tiva del complemento (disminución de C3 con C4 de vitamina B6 se acompañaría de un incremento en
normal), este hallazgo no ha sido universal, y otros los niveles plasmáticos de triptófano, favoreciendo
parámetros nutricionales, marcadores de sínte- su paso al sistema nervioso central y su conversión
sis proteica -como albúmina, prealbúmina, proteí- en serotonina, potente inhibidor del apetito.
na ligada al retinol (RBP) y transferrina-, no han • Respecto a los minerales, los elementos traza
demostrado hasta el momento ser de gran utili- más estudiados han sido el zinc y el cobre. Sus ni-
dad en la evaluación del estado nutricional de es- veles en pacientes con anorexia nerviosa han sido
tas pacientes. descritos desde deficitarios o normales hasta en

509
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

rango alto. La disparidad de estas cifras probable- suceder tras alrededor de seis meses de vómitos,
mente se deba a que los estudios se han realizado y su extensión guarda relación con el número total
en distintos estadios de la enfermedad (evaluación de vómitos y con los hábitos de higiene bucal; tam-
inicial, realimentación...) y a la dificultad para esta- bién puede aparecer en casos de elevado consumo
blecer los niveles reales de un elemento traza en el de elementos “ácidos” sin la concurrencia de vó-
organismo, dada su amplia distribución y su capaci- mitos. Daño dental (mayor sensibilidad, decolora-
dad de redistribución. De forma ocasional, se obje- ción, caída...), boca seca e hipertrofia parotídea (bi-
tivan carencias de hierro. lateral y no dolorosa) son signos que pueden estar
El patrón de ingesta está profundamente al- presentes en los TCA, particularmente en el tras-
terado en ambos tipos de TCA. Un análisis cualita- torno bulímico.
tivo de la dieta en AN muestra un consumo de es- • Gastrointestinales. El retraso en el vacia-
casas cantidades de alimentos, con una selección miento gástrico detectado en pacientes anoréxi-
de los mismos en función de su aporte calórico. cas, y que revierte con la realimentación, puede
Pueden manejar preferencias y/o exclusiones de contribuir a la sensación de saciedad precoz que
alimentos sin criterios racionales, configurar die- frecuentemente manifiestan. Por el contrario, la pa-
tas caprichosas, utilizar de forma reiterada dos o ciente con BN presenta una menor saciedad (con
tres alimentos como única fuente de aporte, etc. reducción plasmática de niveles de CCK) y una ca-
Manejan la alimentación olvidando la propia nece- pacidad gástrica aumentada, con o sin vaciado gás-
sidad de nutrirse. trico retrasado. Las alteraciones en la motilidad
Cuantitativamente, la dieta es muy hipocalórica: intestinal son extremadamente frecuentes y abar-
el aporte energético deriva fundamentalmente de can desde el estreñimiento -debido al escaso resi-
la ingesta proteica, el consumo de hidratos de car- duo resultante de la ingesta- hasta la diarrea (vin-
bono es escaso y el de grasa resulta muy restrin- culada al uso de laxantes); asimismo, la disfunción
gido. Es manifiesta, en la mayoría de los casos, una colónica puede facilitar la presencia de vólvulos
inadecuación global respecto a las recomendacio- o prolapso de recto. Dilatación gástrica, perfora-
nes de ingesta. ción gástrica/esofágica o hematemesis son compli-
La dieta en el tipo bulímico suele estar profun- caciones agudas que pueden padecer pacientes de
damente desestructurada. Una pérdida del perfil larga evolución. El factor que mejor se correlaciona
de ingesta habitual (horarios erráticos), asociada a con la presencia de síntomas gastrointestinales es la
un elevado consumo energético, fundamentalmen- depresión.
te localizado en los episodios de voracidad -con • Hepáticas. La elevación de enzimas hepá-
preferente selección de hidratos de carbono-, es ticas se ha descrito en más del 45% de pacien-
característica de estas pacientes. En su evolución tes con AN. Un hígado graso, como complicación
asumen con frecuencia hábitos alimentarios abe- de la desnutrición, puede ser el causante de es-
rrantes o dietas extrañas, y a menudo llegan a una ta disfunción.
situación extrema, de caos alimentario. • Hematológicas. La presencia de anemia,
leucopenia y trombocitopenia ha sido ampliamen-
te descrita en pacientes anoréxicos, en relación
5.2. Complicaciones médicas con una médula ósea hipocelular. Estas alteracio-
nes son reversibles con la renutrición y no suelen
Las consecuencias de la desnutrición, de la in- tener repercusión clínica.
gesta indiscriminada de diuréticos y laxantes o de • Endocrinológicas y metabólicas. La
la presencia de vómitos recurrentes pueden afec- amenorrea es prácticamente una constante en las
tar a todo el organismo y revestir en ocasiones la pacientes con anorexia nerviosa y tiene una espe-
mayor gravedad. A continuación se describen las cial importancia como factor pronóstico. Se asocia
alteraciones que con mayor consistencia están con una reversión de la secreción de gonadotropi-
presentes en este grupo de pacientes (Tabla 2): nas al patrón prepuberal o puberal precoz. En es-
• Orales. La erosión del esmalte, fundamental- tas pacientes, la administración de hormona libera-
mente en los dientes de oclusión -en relación con dora de gonadotropinas (LHRH) de forma aguda
su frecuente exposición al ácido gástrico-, puede (test de estimulación) se acompaña de una eleva-

510
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

Tabla 2. COMPLICACIONES MÉDICAS

Orales Hematológicas Cardiacas

• Erosión del esmalte • Anemia • Alteración del ritmo cardiaco


• Daño dental • Leucopenia • Hipotensión
• Boca seca • Trombocitopenia • Prolapso de la válvula mitral
• Hipertrofia parotídea • Espacio QTc superior
a 600 ms

Gastrointestinales Endocrinológicas y metabólicas Bioquímicas

• Retraso vaciamiento gástrico • Amenorrea • Deshidratación


• Dilatación gástrica • Disminución de testosterona e hiponatremia
• Perforación gástrica/esofágica • Síndrome T3 baja • Hipopotasemia
• Hematemesis • Elevación niveles GH/IGF-1 • Hipofosfatemia
• Disfunción colónica • Hipoglucemias sintomáticas • Hipomagnesemia
• Alteración de motilidad intestinal
- Estreñimiento
- Diarrea

Hepáticas Alteraciones del metabolismo óseo Inmunológicas

• Elevación enzimas hepáticas • Osteopenia y osteoporosis • Disminución población


• Hígado graso • Fractura patológica linfocitaria
• Alteración en los tests
de hipersensibilidad

GH: hormona de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina-1; T3: triyodotironina.

ción variable de gonadotropinas [hormona luteini- de la T3 baja -similar a otras situaciones de desnu-
zante (LH) y hormona estimulante de los folículos trición o enfermedad crónica- con TSH normal y
(FSH)], en función de la gravedad de la pérdida de T4 normal o discretamente disminuida. Sin embar-
peso; y su administración pulsátil puede inducir la go, la secreción de T3 puede persistir baja a pesar
ovulación. Se ha postulado que el grado de pérdi- de la mejoría clínica, lo que sugiere un grado de dis-
da de peso es el factor determinante de la dismi- función que supera el mecanismo adaptativo a la si-
nución de la secreción de LHRH por el hipotála- tuación de desnutrición que contribuye a disminuir
mo; sin embargo, este mecanismo no justificaría el la tasa metabólica basal.
20% de pacientes que presentan amenorrea antes Los niveles de hormona de crecimiento (GH) se
de que se produzca la reducción ponderal, ni que encuentran elevados en la mitad de pacientes con
en muchos casos el ciclo no se restaure a pesar de anorexia nerviosa. En la anorexia nerviosa, como
la recuperación del peso. La disminución de la se- en otras situaciones de desnutrición, los niveles
creción de gonadotropinas se produce también en del factor de crecimiento análogo a la insulina-1
los varones anoréxicos; sus niveles de testosterona (IGF-1) están reducidos, y aumentan con la reali-
disminuyen y pueden manifestar impotencia y dis- mentación. Dado el control retroactivo que ejerce
minución de la libido. el IGF-1 sobre la secreción de hormona de creci-
La función tiroidea ha sido ampliamente estudia- miento (GH), su descenso podría justificar el in-
da en estas pacientes. Se ha descrito un síndrome cremento en los niveles de GH. Se ha demostrado

511
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

la disminución tanto de IGF-1 como de la proteí- que experimentan estas pacientes. La pérdida de
na transportadora (IGFBP-3) en los pacientes con masa ósea en anoréxicas es una constante, y, den-
anorexia nerviosa, así como su reversión a niveles tro de una etiología multifactorial, se considera la
normales con la realimentación. Al igual que ocu- importancia de la desnutrición y de la ingesta dis-
rría con el eje tiroideo, el eje somatotropo-IGF-1 minuida de calcio con un índice fosfocálcico des-
se adapta a los cambios nutricionales; los sustra- favorable (puede desarrollarse un hiperparatiroi-
tos son empleados preferentemente en funciones dismo secundario), así como la repercusión de
metabólicas básicas sobreestructurales. una situación de hipercortisolismo, de niveles de
Disfunciones en la secreción de otras hormonas IGF-1 reducidos y del déficit estrogénico man-
han sido descritas y relacionadas con la desnutri- tenido. Se ha detectado disminución de la den-
ción. Se pueden presentar hipoglucemias sintomáti- sidad ósea (> 2 DS) en más del 45% de las pa-
cas, a veces con grave repercusión clínica, debidas a cientes con bajo peso y amenorrea de más de
dos factores: el agotamiento del glucógeno hepático dos años de evolución. La normalización del pe-
y de los sustratos para la gluconeogénesis, y una dis- so se asocia con un incremento de la masa ósea
minución de la respuesta de la secreción de gluca- y una reversión completa de la osteoporosis. En
gón por las células α de los islotes pancreáticos an- casos graves, pueden aparecer fracturas patoló-
te una hipoglucemia. gicas a partir de los 10 años de evolución de la
El gasto energético basal se encuentra dismi- enfermedad.
nuido en las pacientes anoréxicas con emaciación. • Bioquímicas. Los vómitos implican la pér-
También se ha objetivado un cociente respirato- dida de volúmenes importantes de fluidos. En este
rio (RQ) aumentado, posiblemente como resul- contexto, deshidratación e hiponatremia pueden
tado de una lipólisis neta. Sin embargo, se ha de- presentarse en mujeres con conductas purgativas
mostrado un incremento del gasto energético, en de repetición, así como por abuso de diuréticos.
posible relación con un paradójico ascenso de la También es posible la aparición de hipopotasemia,
termogénesis inducida por dieta (DIT), cuando se que puede acompañarse de alcalosis metabólica
ha procedido a la realimentación. Una despropor- y estar, por otra parte, relacionada con un hipe-
cionada pérdida de energía en la realimentación raldosteronismo secundario. El abuso de laxantes
precoz puede ser un impedimento severo para puede inducir alteración en los niveles de fósforo
la recuperación de los distintos compartimentos (fundamentalmente, hipofosfatemia) y una diarrea
orgánicos. mantenida asociada a hipomagnesemia.
• Cardiacas. Las complicaciones más fre- La hipofosfatemia (P < 0,97 mmol/l) puede
cuentes son las alteraciones del ritmo -presencia constituir una amenaza para la vida, en el contex-
de bradicardia y arritmias-, hipotensión y prolap- to de la realimentación de una paciente gravemen-
so de la válvula mitral.Y los principales factores de te desnutrida o precipitada por una rápida correc-
riesgo son evolución superior a 10 años, hipoka- ción de un estado de hipopotasemia. Un fósforo
liemia e hipoalbuminemia crónica y espacio QT inferior a 0,32 mmol/l es generalmente sintomáti-
superior a 600 ms. Aunque en la mayoría de oca- co (arritmias cardiacas).
siones son asintomáticas, pueden causar la muer- • Inmunológicas. La inmunidad celular está
te. Cambios anatómicos, como adelgazamiento de frecuentemente alterada en la AN y la BN, mos-
las paredes ventriculares y disminución de las ca- trando estas pacientes disminución de la población
vidades cardiacas (vinculados a la desnutrición) e linfocitaria y alteración en los test de hipersensi-
hipopotasemia (en caso de purgaciones), se rela- bilidad retardada. En relación con la proporción
cionan con un espacio QT prolongado y riesgo CD4:CD8 (células T-helper/citotóxicas), marcador
de muerte. del estado nutricional-, la duración de la enferme-
• Alteraciones en el metabolismo dad y el tiempo en que se instaura un adecuado
óseo. El desarrollo de osteopenia y osteoporo- tratamiento nutricional son factores que contri-
sis en los TCA responde a un fracaso -en caso de buyen a la alteración de este cociente.
que la enfermedad se inicie antes de finalizar la Sin embargo, son muy infrecuentes las infeccio-
pubertad- para alcanzar el pico de masa esquelé- nes en estas pacientes, al menos hasta etapas muy
tica, así como a la incrementada destrucción ósea avanzadas de la enfermedad. Algunos autores con-

512
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

sideran que la interrelación entre cortisol, leptina trol (9,69% versus 0%). En casos de anorexia, la
y citokinas (alterados habitualmente en los TCA) focalización en el peso y la imagen corporal puede
puede desempeñar un importante papel en los ser valorada como de naturaleza obsesiva, mien-
procesos de adaptación que se dan en estas pato- tras que las manipulaciones y los rituales alimen-
logías y justificar algunos hallazgos inmunológicos, tarios pueden ser calificados como similares a los
así como la ausencia de infecciones. síntomas compulsivos.
Aproximadamente un tercio de las pacientes
con BN tienen antecedentes de lesiones autopro-
5.3. Comorbilidad psiquiátrica vocadas -hecho mucho menos frecuente en AN-,
en posible relación con su mayor impulsividad.
La mayoría de los pacientes presentan sintoma- También se puede detectar alguna dependencia
tología en la esfera emocional o mental y frecuen- (alcohol, drogas, etc.) en un elevado número de
temente coexisten alteraciones psiquiátricas. pacientes con TCA, fundamentalmente bulími-
Ambas, anorexia y bulimia nerviosa, compar- cas; y es en ellas en las que con mayor frecuen-
ten síntomas, como son una creciente dificul- cia se observa un trastorno límite de la persona-
tad de concentración y aprendizaje, así como del lidad (borderline).
reconocimiento de las propias emociones; baja
autoestima personal y/o física, tendencia al per-
feccionismo e inhibición conductual. Aisladamen-
te, el desinterés por actividades habituales, la ne- 6. Tratamiento
gación de sensaciones y el temor intenso a perder
el autocontrol pertenecen al “esquema” anoréxi- Los trastornos del comportamiento alimenta-
co, mientras que el temor al descontrol y a de- rio muestran una gran variabilidad en su presenta-
jarse llevar por sus impulsos, con oscilaciones rá- ción y en su gravedad.
pidas del humor y el ánimo, la desconfianza y la Su complejidad, elevada prevalencia, comorbili-
confusión de sensaciones, emociones o senti- dad asociada y el compromiso orgánico que pre-
mientos -entre otros- son síntomas frecuentes en sentan las pacientes con este síndrome hacen
el patrón bulímico. indispensable un enfoque multidisciplinar y alta-
Se han definido tres tipos de personalidad en mente especializado de su tratamiento.
los trastornos del comportamiento alimentario. El abordaje correcto de estos pacientes deberá
Un primer tipo presentaría un perfil perfeccionis- contemplar estrategias complementarias -manejo
ta con alta funcionalidad, otro manifestaría intro- nutricional y psicoeducacional-, distintos niveles
versión con actitudes de excesivo autocontrol y de intervención (ambulatorio, hospitalario, hos-
el último guardaría relación con una personalidad pital de día), y un esquema terapéutico que ten-
con rasgos de desequilibrio emocional y bajo nivel ga en cuenta las actuaciones necesarias -generales
de control. Autores que hacen referencia a estos o específicas (complicaciones, prevención de re-
perfiles consideran que esta caracterización es útil caídas, etc.)- y en el que estén implicados todos y
para decidir sobre las diferentes estrategias de in- cada uno de los miembros del equipo terapéutico
tervención terapéutica. (Figuras 3 y 4).
Por otra parte, alrededor de un 50% de las pa- Muchos síntomas y signos presentes en los
cientes refieren historia de depresión mayor y fre- TCA se asocian a desnutrición. Por ello, la reha-
cuentemente muestran un trastorno afectivo. Es bilitación nutricional con normalización del peso
bastante común la coexistencia de trastorno de y de la composición corporal es un paso esen-
ansiedad y, en relación con el trastorno obsesivo- cial para la recuperación. De forma simultánea
compulsivo, se ha referido que éste puede afec- deben considerarse la educación nutricional y la
tar a una de cada tres pacientes y asociarse a cro- terapia psicológica, dirigidas al cambio de con-
nicidad del trastorno de la conducta alimentaria. ducta alimentaria y a la adquisición de hábitos de
También se ha demostrado un riesgo incremen- ingesta saludables, y, en otro orden, el tratamien-
tado de trastorno obsesivo-compulsivo en de pa- to de las complicaciones médicas y/o comorbili-
cientes con TCA comparados con individuos con- dad psiquiátrica.

513
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

Figura 3. Algoritmo terapéutico en anorexia nerviosa. Fuente: Vázquez C, Delgado C, Beato P. Web de la Sociedad Espa-
ñola de Endocrinología y Nutrición (con autorización de los autores).

6.1. Objetivos terapéuticos vos generales del tratamiento nutricional la nor-


malización del estado nutricional y la consecución
En el marco del diagnóstico de un trastorno de de una alimentación equilibrada, adaptada al me-
la conducta alimentaria se plantean como objeti- dio, así como la corrección de comportamientos

514
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

Figura 4. Algoritmo terapéutico en bulimia nerviosa. Fuente: Vázquez C, Delgado C, Beato P. Web de la Sociedad Española
de Endocrinología y Nutrición (con autorización de los autores).

alimentarios restrictivos, compulsivos y/o extrava- • Iniciar una labor educativa nutricional.
gantes. Por otra parte debe contemplarse el abor- También son objetivos específicos los del tra-
dar y corregir déficit nutricionales y complicacio- tamiento psiquiátrico, dirigidos a su recuperación
nes médicas asociadas. mental:
1. Como objetivos específicos, en la anorexia • Comprensión y colaboración en la rehabilita-
nerviosa se diferencian los que persiguen la re- ción física y nutricional.
cuperación física de la paciente: • Progresivo cambio de actitudes y comporta-
• Conseguir el anabolismo para alcanzar el peso mientos disfuncionales asociados al trastorno de
mínimo saludable (IMC mayor de 18 o peso mayor del alimentación.
85-90% del peso ideal; en niños y adolescentes de- • Mejora del comportamiento interpersonal y
ben usarse curvas de crecimiento). social.
• Reiniciar el crecimiento y el desarrollo físico • Detección y tratamiento de la comorbilidad
en los adolescentes. psiquiátrica y los conflictos psicológicos que favo-
• Conseguir reposiciones nutricionales espe- recen el mantenimiento del trastorno.
cíficas (déficit de zinc, magnesio, hierro, osteo- La American Psychiatric Association, en relación
penia). con estos objetivos, plantea el establecimien-
• Ayudar a reorganizar el comportamiento to de unos cuidados psiquiátricos, que consisti-
alimentario. rían en: iniciar y mantener una alianza terapéutica

515
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

fundamentada en el apoyo y la consecución de ob- 6.2.1. Régimen ambulatorio


jetivos, coordinar cuidados y colaboraciones con
otros clínicos, acudir a la monitorización y el ma- La consulta externa constituye el medio de con-
nejo de síntomas o comportamientos anoréxicos y tacto primario entre los terapeutas con dedicación
a la monitorización y el manejo de la situación psi- a estos trastornos y los pacientes que con sospe-
quiátrica del paciente y su seguridad, y, por último, cha o cumpliendo criterios diagnósticos son remi-
cuidados destinados a promover apoyo a los fami- tidos desde otras áreas de atención médica.
liares para el manejo de síntomas, sobre todo en Siempre que el estado físico, nutricional y psí-
adolescentes. quico de la paciente lo permita y en su entorno
2. En relación con la bulimia nerviosa, se sea posible el mantenimiento de una vida social,
consideran objetivos nutricionales y del tratamien- escolar o profesional y familiar normal, es preferi-
to psiquiátrico: ble el tratamiento ambulatorio. Hay que tener en
• Reducir y/o eliminar las conductas purgativas cuenta la previsión de seguimientos de larga dura-
y atracones. ción (2-5 años), que requieren de una progresiva
• Mejorar las actitudes asociadas al trastorno ali- motivación de la paciente y una gran implicación
mentario y comenzar una educación nutricional. de su familia.
• Disminuir la tendencia a la restricción de comi- En este entorno puede acudirse a la reposición
da e incrementar la variedad de alimentos, estable- nutricional, educación con modificación de las nor-
ciendo un patrón alimentario regular. mas de conducta alimentaria en el contexto de la
• Intentar la práctica de ejercicio físico no alimentación familiar, y diagnóstico y resolución de
compulsivo. complicaciones -no agudas- asociadas.
• Mantener un peso normal.
• Tratamiento de la comorbilidad y las alteracio-
nes clínicas asociadas al trastorno alimentario. 6.2.2. Hospital de día
• Psicoterapia de las causas que pueden estar
subyacentes al trastorno alimentario, como el de- La creación de hospitales de día específicos para
sarrollo de la identidad, autoimagen, autoestima, di- el tratamiento de pacientes con TCA, o la utiliza-
ficultades en el área sexual, disfunción familiar y re- ción de hospitales de día polivalentes (de uso con-
solución de problemas. junto con otras patologías psiquiátricas), posibilita
una atención intensiva sin apartar al paciente de su
entorno familiar. La utilidad de esta vía de interven-
6.2. Modelos asistenciales ción subyace en los siguientes aspectos:
• Tratamiento intensivo multidisciplinar.
Tanto a nivel intra como extrahospitalario, los • Mantenimiento de la estructura familiar e impli-
cuidados deben ser multidisciplinares. Psiquiatras, cación de los miembros en el programa terapéutico.
psicólogos, nutriólogos, dietistas, enfermería espe- • Desinstitucionalización de las pacientes, al ser
cializada, fisioterapeutas y asistentes sociales for- una modalidad terapéutica de transición que facili-
man parte del equipo de atención en TCA en uni- ta altas precoces.
dades de referencia. • Concentración de recursos terapéuticos.
Estas unidades pueden requerir la colaboración • Rentabilidad económica respecto a hospitali-
de otros especialistas en relación con necesidades zación.
específicas de la evaluación y el tratamiento de las Este entorno aporta una serie de recursos im-
distintas pacientes. posibles de conseguir en el ámbito de la consul-
En consulta externa, régimen de hospital de día ta externa. Además de la posibilidad de control
u hospitalización pueden realizarse las actuacio- sobre las conductas compensatorias y pautas ali-
nes necesarias para la rehabilitación física y men- mentarias, permite independizar a la paciente del
tal de este grupo de pacientes. La elección del ni- proceso de cocinado y preparación de las comi-
vel de atención adecuado y la transición entre ellos das. Por otra parte, puede ejercerse vigilancia so-
se basan en la situación clínica, nutricional, psíqui- bre los tiempos de reposo y de actividad -funda-
ca y familiar. mentalmente en los periodos posprandiales-, así

516
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

Tabla 3. CRITERIOS DE INGRESO HOSPITALARIO EN TCA

Anorexia nerviosa Bulimia nerviosa

Complicaciones • Frecuencia cardiaca < 40 Ipm • Complicaciones agudas (pancreatitis,


médicas • TA < 80/60 mm Hg fallo cardiaco...)
• Glucosa < 60 mg/dl • Trastornos hidroelectrolíticos,
• Potasio < 3 meq/l cardiacos o metabólicos graves
• Deshidratación • Purgación o vómitos incontrolables
• Fallo hepático, renal o alguna de sus complicaciones
o cardiovascular (rotura gástrica, hematemesis...)
• Hipotermia • Sobrehidratación

Peso • < 65% del peso ideal / < 75% del


peso ideal o IMC < 15
y complicaciones
• Pérdida rápida de peso
Criterios psiquiátricos • Intento autolítico o ideas autolíticas
• Ausencia de motivación para mejorar
• Necesidad de supervisión durante la ingesta
• Ejercicio compulsivo incontrolable
• Uso incontrolado de laxantes o diuréticos
• Trastorno psiquiátrico asociado
• Conflictos familiares graves, escaso apoyo familiar

IMC: índice de masa corporal: TA: tensión arterial.

como ofrecer el soporte necesario para el mane- diaca < 40 lpm, TA inferior a 80/50 o un estado de
jo de los impulsos emocionales coincidentes con el deshidratación. La hipopotasemia es frecuente en
acto de comer. las pacientes que vomitan o consumen fármacos
laxantes o diuréticos, y excepcional en la AN de ti-
po restrictivo, aun con pesos bajos. Se considera
6.2.3. Ingreso hospitalario de riesgo y aconseja hospitalización un potasio < 3
meq/l. Por otra parte, la hipoglucemia (< 60 mg/dl),
La decisión de hospitalización debe ser tomada sintomática o no, es un marcador de mal pronósti-
de forma consensuada. Se recomienda establecer co e indicaría ingreso para un abordaje terapéutico
un protocolo de actuación que exprese las fases intensivo. Otras complicaciones, como sobrehidra-
y los objetivos del tratamiento, así como las medi- tación, hematemesis o rotura gástrica, fallo hepáti-
das que hay que tomar en cada una de ellas en fun- co o renal..., condicionarían asimismo actuaciones
ción de los resultados (evolución de sintomatolo- hospitalarias.
gía, peso...). Desde el punto de vista psiquiátrico (American
Particularmente, se indica ingreso en situaciones Psychiatric Association), el ingreso se aconseja en
de bajo peso (< 65% del peso ideal o IMC < 15 o presencia de:
< 75% del peso ideal más complicaciones) o pro- • Intento autolítico o ideas autolíticas.
gresión rápida en la pérdida de peso. También fun- • Ejercicio compulsivo incontrolable.
damenta la indicación la situación cardiaca, meta- • Uso incontrolado de laxantes o diuréticos.
bólica y psiquiátrica (Tabla 3). • Trastornos psiquiátricos asociados.
Dentro de las complicaciones médicas, es cau- • Conflictos familiares graves, escaso apoyo fa-
sa de ingreso la presencia de una frecuencia car- miliar.

517
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

Y puede ser necesario cuando se objetiva una debe aportar 30-40 kcal/kg (1.000-1.600 kcal/día),
inexistente motivación para mejorar o es precisa que se incrementarán secuencialmente (500 kcal/
la supervisión durante la ingesta. 4-5 días) hasta conseguir un aporte de 2.100 a
La prioridad del ingreso hospitalario es recu- 4.000 kcal/día. Se aconseja una ingesta de 40-
perar el equilibrio orgánico: corregir las altera- 60 kcal/kg en el mantenimiento. Sin embargo, el
ciones hidroelectrolíticas-metabólicas y estabilizar aporte calórico recomendado en pacientes bulími-
las constantes vitales; posteriormente se toma- cas (generalmente en normo o sobrepeso) es de
rán las medidas necesarias para la resolución de 25-30 kcal/kg; y el proteico, de 1 g/kg.
las complicaciones médicas asociadas, la reposición A pesar de la depleción muscular presente en la
o el mantenimiento del peso y el tratamiento de AN, se suelen mantener niveles de albúmina nor-
otras alteraciones nutricionales. males-altos. En la realimentación es frecuente la
La evolución durante el ingreso se monitoriza aparición de hipoalbuminemia, por lo que se reco-
evaluando las constantes vitales, los parámetros miendan de 1 a 1,5 g de proteínas/kg, que equiva-
analíticos y nutricionales, la evolución ponderal y len al 12-20% de las kcal totales.
la situación psicológica. Los tiempos correspon- La progresión puede hacerse con alimentos, con
dientes a las distintas fases del tratamiento, defi- suplementos dietéticos o con ambos a la vez, pero
nidas en el momento del ingreso, vincularán una es imprescindible reorganizar conductas alimenta-
mayor libertad y movilidad en relación con la con- rias hasta recobrar una estructura alimentaria en
secución de los objetivos pactados (peso, elimina- términos de horarios, calidad y cantidad, es de-
ción de conductas inapropiadas, ingesta...); además cir, una alimentación saludable, con mayor libertad
deben preverse fases especiales en caso de no me- de elección de alimentos, organizada y completa.
joría o empeoramiento. La educación nutricional forma parte de cualquier
El alta se producirá al cumplirse las condiciones programa terapéutico, y en las pacientes compulsi-
fijadas -por ejemplo, llegar al peso establecido como vas éste va a sustentarse en dos aspectos básicos:
objetivo- o, estabilizada la situación clínica, por no conocimiento y contención.
consecución de los objetivos en un plazo razonable No se dispone de datos que sustenten la asocia-
y contemplando otras alternativas terapéuticas. ción sistemática de suplementos orales. Éstos pue-
den ser útiles siempre que no interfieran con la
dieta ni sustituyan tomas o alimentos, acentuando
6.3. Plan terapéutico actitudes restrictivas. Ante una alimentación pre-
visiblemente carencial puede realizarse una suple-
El tratamiento nutricional en pacientes con ano- mentación vitamínico-mineral. Es aconsejable mo-
rexia persigue la adquisición de un peso objetivo nitorizar algunos nutrientes (zinc, hierro, magnesio,
que ha de ser establecido en el 90% del peso ideal vitamina D) y, si es necesario, proceder a su repo-
o IMC > 18,5. En las bulímicas se pretende el man- sición nutricional. La suplementación con zinc (100
tenimiento de un peso normal. Para alcanzar esto, mg/día en forma de gluconato) puede mejorar la
en cualquier nivel de atención, la vía oral será la de ganancia de peso.
elección, con o sin suplementos nutricionales; só-
lo debe considerarse la nutrición artificial cuando
el paciente es incapaz de cooperar con la inges- 6.3.2. Nutrición artificial
ta oral, cuando su situación física es inestable o no
hay progresión ponderal. La nutrición enteral (NE) es siempre preferible a
la nutrición parenteral (NP) en el tratamiento de la
AN. Fundamentalmente utilizada en el ámbito hos-
6.3.1. Dieta y suplementación pitalario (ocasionalmente domiciliario), la NE, apli-
cada como parte de un tratamiento intensivo, ha
Una proporción adecuada de ganancia de peso mostrado beneficios en ganancia de peso sin que
en la realimentación es de 0,5 a 1 kg/semana, y pos- interfiera su aplicación en la recuperación de as-
teriormente de 200-400 g/semana, hasta llegar al pectos psicológicos, la frecuencia de complicacio-
peso mínimo saludable. Para conseguirlo, la ingesta nes ni el grado de satisfacción con el tratamiento.

518
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

La infusión de NE puede hacerse de forma com- estrógenos y progestágenos, por lo que no pueden
binada con el aporte oral, con carácter continuo o ser recomendados de forma generalizada.
discontinuo, y ser útil, para algunas pacientes, la in- Como otras terapias, se ha postulado el efecto
fusión exclusivamente nocturna. Tanto asociado a de los bifosfonatos, pero su posible acumulación y
la infusión enteral como en alimentación oral, se ha el desconocimiento de los efectos a largo plazo de
aconsejado el uso de procinéticos si existe retraso estos fármacos hacen imposible actualmente su re-
del vaciamiento gástrico. comendación. Por otra parte, se están ensayando el
Debe considerarse la NP en situaciones de gra- tratamiento con dehidroepiandrosterona (DHEA)
vedad o si en el curso de una complicación aguda y la administración de IGF-I, que a corto plazo ha
no se dispone de tracto gastrointestinal útil para mostrado que aumenta los marcadores de recam-
una alimentación oral o NE suficiente. bio óseo en mujeres con osteopenia secundaria
a anorexia nerviosa.
A pesar de todas las intervenciones terapéu-
6.3.3. Actuaciones específicas ticas, generales y más específicas, graduales o in-
tensivas, cambios de equipo, etc., algunas pacientes
En la realimentación precoz puede presentarse entran en resistencia al tratamiento y cronici-
un conjunto de alteraciones electrolíticas, metabó- dad sintomática. El fracaso terapéutico aconse-
licas y cardiacas secundarias a depleción y rápida ja un abordaje diferente, con objetivos limitados
repleción. Este síndrome de realimentación que contemplen disminución de gravedad (que no
se manifiesta con hipopotasemia, hipofosfatemia, atenten a su vida) y mantenimiento de una capaci-
hipomagnesemia, insuficiencia cardiaca, edema de dad funcional mínima.
realimentación y dolor abdominal. Debe preverse
en casos de desnutrición severa, y hay que evitar
siempre el excesivo y rápido aporte de nutrientes. 6.3.4. Programas psicoterapéuticos
La monitorización de constantes vitales y balance y tratamiento psiquiátrico
hidroelectrolítico nos puede alertar de su presen-
tación y se puede proceder a la suplementación El tratamiento psiquiátrico debe establecerse
con fósforo para mantener los niveles plasmáticos una vez iniciada la reposición nutricional. En fases
por encima de 3 mg/dl. agudas se acepta, en general, el beneficio de inter-
En relación con la amenorrea, los ciclos venciones psicoterapéuticas específicas, mientras
menstruales se suelen reinstaurar cuando se al- que se descarta, por ineficaz o incluso contrapro-
canza un peso > 90% del ideal, o un incremen- ducente, la terapia de grupo.
to > 25% de grasa. Si no se consigue a pesar de Los programas psicoterapéuticos comporta-
un peso adecuado y se considera de interés la re- mentales (apoyados en refuerzos no punitivos y de
cuperación de los ciclos, puede ensayarse trata- forma estructurada) han mostrado eficacia en el
miento con progesterona o clomifeno. objetivo de la rehabilitación nutricional de pacien-
La osteopenia es uno de los problemas de tes con anorexia nerviosa.
mayor relevancia y gravedad en este grupo de pa- Por otra parte, la psicoterapia individual permi-
cientes. Puede no ser reversible, fundamentalmen- te a los pacientes conocer sus sentimientos y las
te si la depleción se instaura previamente a la ob- implicaciones personales, familiares y culturales
tención del pico de masa ósea en la adolescencia. de la enfermedad. También les ayuda a descubrir
Es aconsejable realizar densitometría ósea tras 6- cómo la enfermedad ha podido ser un intento fa-
12 meses de amenorrea y seguimiento anual para llido para la autorregulación de sus sentimientos,
su detección y control. así como a conocer y poder disminuir el riesgo
La recomendación terapéutica más generalizada de recaída. Normalizar la imagen corporal (corri-
es la administración conjunta de calcio (1.200-1.500 giendo distorsiones perceptivas, ansiedad asocia-
mg/día) y vitamina D (400 UI/día), junto a la reposi- da, etc.), mejorar la autoestima y la autoimagen
ción nutricional. No se ha concluido en una mejo- general, y suministrar estrategias vitales más efi-
ría de la densidad ósea tras la suplementación con caces para el futuro son objetivos básicos en es-
calcio, ni existe evidencia que sustente el uso de tas pacientes.

519
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

La terapia familiar se ha mostrado eficaz en se- del tipo psicodinámico, interpersonal y psicoanalí-
guimientos a 5 años, fundamentalmente en pacien- tico pueden ayudar al tratamiento de alteraciones
tes adolescentes, con mejores y más rápidos resul- subyacentes y frecuentes en la bulimia, como tras-
tados. Sin embargo, una minoría de pacientes, con tornos afectivos, ansiedad, alteración del carácter
anorexia nerviosa refractaria a tratamiento -aun y dificultades interpersonales. La terapia interper-
con medidas psicoterapéuticas más amplias y diri- sonal y comportamental también se ha mostrado
gidas a aumentar la motivación, y que fracasan-, son útil para mejorar actitudes anómalas frente al pe-
candidatas a cuidados paliativos. so, la figura y las dietas restrictivas. En las pacientes
La medicación psicotrópica debe ser reservada bulímicas adolescentes también resulta eficaz la te-
para el tratamiento de la comorbilidad psiquiátrica. rapia familiar.
En pacientes especialmente obsesivos pueden re- El tratamiento farmacológico es beneficioso en
sultar de ayuda los neurolépticos, así como los an- estas pacientes, en particular los fármacos antide-
siolíticos preingesta para disminuir la ansiedad con presivos inhibidores de la recaptación de la seroto-
la comida. Los antidepresivos no son útiles en es- nina. La fluoxetina se ha mostrado eficaz en la bu-
tado de desnutrición; y en relación con los inhi- limia, y ofrece mejores resultados en combinación
bidores de la recaptación de la serotonina, segui- con el tratamiento cognitivo-conductual y farma-
mientos a un año han mostrado mayor eficacia en cológico. También son efectivos los antidepresivos
el incremento del IMC y la disminución de la activi- tricíclicos, así como la fluvoxamina, que a dosis de
dad física que el tratamiento nutricional y la psico- 50-100 mg es útil para disminuir los atracones.
terapia. Por otra parte, la fluoxetina a dosis de 40 Finalmente hay que concluir que, a pesar de los
mg/día disminuye la frecuencia de recaída y la pér- avances en las actuaciones terapéuticas y la investi-
dida de peso en anoréxicas después de su alta, con gación científica en el área de los trastornos de la
un peso mínimo (IMC ≥ 18). conducta alimentaria, esta patología presenta toda-
El tratamiento cognitivo conductual es la forma vía una gran dificultad para su abordaje clínico. Un
más efectiva de psicoterapia en pacientes con bu- mayor conocimiento del sustrato cognitivo, com-
limia nerviosa, considerándose más eficaz que portamental y neurobiológico de esta enferme-
el tratamiento comportamental simple. La práctica dad servirá para mejorar la capacidad terapéutica
clínica sugiere que acercamientos psicoterapéuticos y perfeccionar el pronóstico de estas pacientes.

520
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

7. Resumen
 Como enfermedad psiquiátrica crónica con evolución de la AN) o resultado del abuso de
significativa repercusión orgánica, el trastorno medidas compensatorias (vómitos, fármacos y/
de la conducta alimentaria (TCA) constituye o ejercicio). Complicaciones de todo tipo -ora-
hoy día la alteración psiquiátrica más frecuente les, gastrointestinales, endocrinológicas y me-
en mujeres jóvenes. La anorexia nerviosa tabólicas, hepáticas, hematológicas, cardiacas,
(AN) y la bulimia nerviosa (BN) confi- óseas, bioquímicas e inmunológicas- pueden
guran los dos tipos de TCA más definidos. Una estar presentes y poner en riesgo la vida del
dieta estricta, fundamentalmente restrictiva, el paciente; asimismo, la mayoría de ellos presen-
miedo desmesurado al aumento de peso, aun tan sintomatología en la esfera emocional o
manteniendo éste en rangos anormalmente ba- mental y frecuentemente coexisten alteracio-
jos, y la amenorrea caracterizan el patrón ano- nes psiquiátricas.
réxico. La presencia de atracones recurrentes
es el factor diferencial del patrón bulímico; la  En el tratamiento de los TCA, la rehabilita-
utilización de medidas compensatorias ocurre ción nutricional con normalización del peso y
con mayor frecuencia. La anorexia nerviosa de la composición corporal es un objetivo prio-
afecta aproximadamente al 0,5-1% de la pobla- ritario para la recuperación. De forma simultá-
ción; y la bulimia nerviosa, al 2-5% de las muje- nea, hay que considerar la educación nutricional
res jóvenes. y la terapia psicológica, dirigidas al cambio de
conducta alimentaria y a la adquisición de há-
 La etiopatogenia de los trastornos de bitos de ingesta saludables, y, en otro orden, el
conducta alimentaria es compleja, y diversos tratamiento de las complicaciones médicas y/o
factores concurren en su caracterización. Fac- comorbilidad psiquiátrica. El nivel de atención
tores individuales, familiares, socioculturales, se puede realizar desde consulta externa, ré-
ambientales, así como biológicos, contribuyen gimen de hospital de día u hospitalización; y el
tanto a la vulnerabilidad como a la expresión plan terapéutico de elección será la vía oral con
clínica de estos trastornos. El pronóstico de la o sin suplementos nutricionales; sólo debe con-
enfermedad es muy variable. siderarse la nutrición artificial cuando el pacien-
te es incapaz de cooperar con la ingesta oral, su
 El diagnóstico de los trastornos del compor- situación física es inestable o no hay progresión
tamiento alimentario se establece de acuerdo ponderal.
con los criterios CIE-10 y DSM-IV. Esta última
clasificación define la AN como restrictiva o
de tipo purgativo, distinguiendo entre la BN de
tipo purgativo y la de tipo no purgativo. Existen
otras entidades menos definidas que cursan
también con patrones alimentarios anómalos. El
diagnóstico y la detección en el caso de la AN
suele ser precoz, por la llamativa delgadez que
presentan en las primeras etapas de la enferme-
dad, asociada a otros hallazgos patológicos en el
entorno alimentario. Sin embargo, el diagnósti-
co clínico de la BN es menos evidente, en po-
sible relación con la ocultación sistemática de
las conductas anómalas y la situación ponderal
normal o en rango de sobrepeso que presenta
el paciente.

 La variabilidad del cuadro clínico exige


profundizar en las consecuencias físicas deri-
vadas de la desnutrición (una constante en la

521
Capítulo 4.17. Nutrición en los trastornos...

8. Bibliografía
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Se explicitan factores implicados en el desarrollo de los TCA
y elementos para su prevención. Incide en consejos y sugeren- Russell J, Baur LA, Beumont PJV, Byrnes S, Gross G, Touyz
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Se plantea la necesidad de una mayor información sobre el
Documentos Técnicos de Salud Pública (n.º 85). Trastornos metabolismo energético en las distintas etapas de la enferme-
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su versión corta de 26 preguntas (EAT-26) como cuestionario Algoritmos que manejan niveles de evidencia y grado de reco-
de cribado poblacional de TCA. mendación. Se presenta una clasificación diagnóstica abierta
a otras situaciones que no son de AN o BN, que cursan con
Garner DM, Garfinkel PE. Handbook of treatment for eating pérdida de peso o apetito, y/o presencia de atracones, ade-
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El principal objetivo de este libro es presentar el tratamiento
de los pacientes con trastorno de conducta alimentaria con Wolfe BE, Gimby LB. Caring for the hospitalized patient
suficiente detalle para guiar a los terapeutas; se ha enfatizado with an eating disorder. The Nursing Clinics of North
en el aspecto práctico. America 2003; 38: 75-99.
Se desarrollan las características clínicas de la anorexia
Mehler PS, Andersen AE. Eating disorders. A guide to medi- y bulimia nerviosas, y se enfatiza en la atención y el cuidado de
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Plantea la eficacia de la nutrición enteral mediante sonda naso-
Ministerio de Sanidad y Consumo. Instituto Nacional de Salud. gástrica -como parte de un tratamiento intensivo- en la con-
Subdirección General de Relaciones Internas. Protocolo de secución de ganancia de peso, sin que interfiera su aplicación
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522
A.I. de Cos Blanco | C. Gómez Candela | E. Muñoz Octavio de Toledo

9. Enlaces web

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 www.anad.org/site/anadweb

 www.anred.com/toc.html

 www.psych.org

 www.seenweb.org

523
4.18. Nutrición y obesidad

Antonio Jesús Pérez de la Cruz Rosario Moreno-Torres Herrera


Carmen Mellado Pastor
Capítulo 4.18.

Nutrición y obesidad

1. Introducción

2. Epidemiología
2.1. Prevalencia de la obesidad
2.2. Morbimortalidad y perspectivas

3. Concepto y tipos de obesidad


3.1. Concepto
3.2. Tipos de obesidad

4. Etiopatogenia de la obesidad
4.1. Factores genéticos
4.2. Tejido adiposo y obesidad
4.3. Regulación del peso corporal: balance energético
4.4. Factores predisponentes

5. Consecuencias clínicas de la obesidad


5.1. Diabetes mellitus tipo 2
5.2. Hipertensión arterial
5.3. Dislipemias
5.4. Enfermedad cardiovascular
5.5. Obesidad abdominal visceral y síndrome metabólico
5.6. Cáncer
5.7. Otras complicaciones

6. Tratamiento
6.1. Criterios de intervención terapéutica
6.2. Tratamiento dietético
6.3. Psicoterapia y tratamiento conductual
6.4. Ejercicio físico
6.5. Tratamiento farmacológico
6.6. Cirugía bariátrica
6.7. Otras opciones de tratamiento
7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web

Objetivos

n Analizar la importancia epidemiológica de la obesidad como problema de salud pública.


n Conocer los mecanismos fisiológicos y etiopatogénicos de la obesidad.
n Revisar las repercusiones de la obesidad sobre la salud y análisis de comorbilidades.
n Valorar los distintos grados de obesidad y sus connotaciones.
n Establecer los criterios de intervención a considerar para el tratamiento de la obesidad.
n Estudiar las distintas opciones terapéuticas, con especial referencia a las más utilizadas en la actualidad.
n Conocer los principios básicos de una dieta equilibrada y aprender a elaborar una dieta mediante intercambio
de raciones.
n Analizar los resultados del tratamiento de la obesidad a la luz de la medicina basada en la evidencia.
1. Introducción

E
l término obesidad deriva de la expresión griega ob-edere, que significa “sobre-in-
gesta”, considerándose durante siglos como sinónimo de glotonería y expresión
de un consumo excesivo de alimentos.
Puede definirse como un aumento de grasa corporal, que se traduce en un incre-
mento de peso, debido a un ingreso energético en la alimentación que supera el gasto
calórico (es decir, un balance de energía positivo) a lo largo de un periodo de tiempo
prolongado.
Su etiopatogenia sigue siendo poco conocida y se implican múltiples factores de tipo
social, ambiental, cultural, metabólico y genético que a menudo determinan una carga
hereditaria importante, de modo que los padres obesos suelen tener hijos obesos.
La alta prevalencia en España, su tendencia creciente y los cánones estéticos actua-
les condicionan el carácter social que ha adquirido el problema en el marco de una
sociedad que rinde culto a la imagen. Pero por encima de estas connotaciones que
obedecen a modelos meramente estéticos, y mucho más grave, se encuentran las co-
morbilidades que la acompañan: diabetes, hipertensión, apnea obstructiva del sueño,
osteoartropatías..., que la convierten en un auténtico problema de salud pública; por
ello, la OMS la incluye acertadamente entre las “epidemias del siglo XXI”.
Además, pocas enfermedades son tan resistentes al tratamiento. La explicación tal
vez se encuentre en la mirada a través de la cual se contempla el problema. Cuando se
considera la obesidad como una enfermedad “crónica, incurable y desconocida”, más
que la literalidad de la expresión se hace referencia a las grandes dificultades que su
tratamiento entraña a pesar de la ligereza con que a veces se aborda. De hecho, no hay
enfermedad en la que se frivolice más, con criterios terapéuticos para todos los gustos,
pareceres y opiniones.
En este marco, el tratamiento de la obesidad sigue siendo un auténtico desafío, don-
de los resultados con las mismas pautas pueden ser totalmente diferentes de unos
pacientes a otros, y rotundamente desalentadores cuando se analizan a largo plazo;
de modo que se presenta como una paradoja sorprendente, en la que la aplicación
de un remedio aparentemente tan simple como es el dejar de comer, se convierte en
una experiencia tremendamente penosa en donde las gratificaciones son cortas y los
fracasos incontables.
Por todo ello, la obesidad debe contemplarse como un problema cuyo abordaje
pasa por la instauración de medidas educativas de carácter preventivo desde la época
escolar, y por otro lado, cuando se establece, en simultanear distintas opciones tera-
péuticas, aparentemente muy sencillas como dieta y ejercicio, que junto al tratamiento
conductual y el uso ocasional de fármacos, constituyen el arsenal terapéutico habitual
disponible para abordar el problema, quedando relegada la cirugía, tremendamente
eficaz, para grandes obesidades resistentes a las medidas convencionales.

529
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

2. Epidemiología De hecho, más del 70% de los obesos tienen al me-


nos un problema de salud relacionado con su obe-
2.1. Prevalencia de la obesidad sidad: enfermedad cerebrovascular y diabetes tipo 2
fundamentalmente, así como apnea del sueño, proble-
La obesidad es la enfermedad metabólica más pre- mas respiratorios, osteoartritis, colecistopatías, algu-
valente del mundo occidental y constituye una de nos tipos de cáncer, cambios menstruales, esterilidad
las causas fundamentales del incremento de la mor- y alteraciones psicológicas (ver apartado 5).
bimortalidad en los países desarrollados, represen- La mayoría de los trabajos observan que la mortali-
tando un problema importante de salud pública, por dad empieza a aumentar cuando el IMC supera los 25
su impacto negativo sobre la morbilidad colateral kg/m2, de manera que, a mayor valor del IMC, se pro-
asociada y por el coste sanitario derivado de la mis- ducen más casos de muerte súbita, aumentan los índi-
ma, estimado en algunos países entre el 5 y el 7% del ces de mortalidad y disminuye la esperanza de vida.
gasto sanitario total. En consecuencia, es imprescindible el desarrollo
En Europa, más de la mitad de los adultos de entre de programas comunitarios de Educación Nutricio-
35 y 65 años presentan sobrepeso o son obesos, mien- nal, en la mayor parte de los países desarrollados y en
tras que en los Estados Unidos los estudios publicados vías de desarrollo, en los que se promocione el ejerci-
sugieren que aproximadamente una tercera parte de cio físico y la mejora del modelo de consumo alimen-
las personas mayores de 20 años son obesos. tario en todos los grupos de edad y sexo.
Según datos actualizados de la Sociedad Española
para el Estudio de la Obesidad (SEEDO, 2003), la pre-
valencia de la obesidad global en España, en la pobla-
ción adulta, se ha estimado en el 14,5%, siendo mayor 3. Concepto y tipos
en mujeres (15,7%) que en varones (13,3%). La so- de obesidad
brecarga ponderal global, establecida como Índice de
Masa Corporal (IMC)  25 kg/m2, se encuentra entre 3.1. Concepto
el 59% en varones y el 47% en mujeres.
El análisis de los datos de distintos estudios epide- En sentido estricto, la obesidad se define como el
miológicos permite situar la prevalencia de obesidad exceso de peso por acumulación de la masa grasa, ya
en España en un punto intermedio entre los países que en otras situaciones el aumento de peso tiene lu-
del norte de Europa, Francia y Japón, con las menores gar a expensas de la masa magra, como sucede en los
proporciones de obesos, y EE UU y los países del este deportistas.
europeo, actualmente con las mayores cifras. Sin embargo, la cuantificación de la masa grasa es
La prevalencia de obesidad ha aumentado entre un compleja (ver Capítulo 3.5), por lo que clásicamente
10 y un 40% en la mayor parte de los países en la últi- se han utilizado parámetros antropométricos como
ma década. Las proyecciones de futuro realizadas su- el peso corporal y su relación con la talla, considerán-
gieren que si no se actúa inmediatamente, para el año dose como excesivos los valores que se asocien a una
2030 el 100% de la población adulta americana pre- repercusión negativa sobre la salud.
sentará un IMC > 27 kg/m2. En España en el año 2005, Para considerar la obesidad como factor de ries-
con el ritmo de crecimiento observado, la prevalen- go, ésta tiene que reunir tres condiciones: aumento
cia de obesidad podría acercarse al 20% de la pobla- de peso y grasa corporal e incremento de morbi-
ción adulta. mortalidad.

2.2. Morbimortalidad 3.2.Tipos de obesidad


y perspectivas
3.2.1. Clasificación según el Índice
En importantes estudios epidemiológicos se ha de Masa Corporal
puesto de manifiesto que las personas con un IMC >
27 kg/m2 tienen un riesgo relativo 70% mayor de pa- El IMC (peso en kg/talla en m2) es el paráme-
decer patologías relacionadas con la obesidad. tro utilizado por la mayoría de los estudios epi-

530
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 1. CLASIFICACIÓN DE LA OBESIDAD SEGÚN LA OMS Y RIESGOS


DE TRASTORNOS ASOCIADOS

Clasificación IMC Riesgo de trastornos


(kg/m2) asociados*

Normalidad 20-25 Medio


Obesidad grado I (sobrepeso) 27-29,9 Aumentado
Obesidad grado II 30-34,9 Moderado
Obesidad grado III 35-39,9 Alto
Obesidad grado IV (mórbida) ≥ 40 Muy alto

*Se incluyen la diabetes mellitus tipo 2, la intolerancia a la glucosa, la hiperinsulinemia, la hiperlipemia y la hipertensión.

demiológicos para la estadificación de la gravedad Como obesidad abdominal se incluyen dos


de la obesidad, ya que es el que mejor se correla- subtipos: obesidad abdominal subcutá-
ciona con el porcentaje de grasa corporal. nea (OAS), con el depósito de grasa en el te-
La Organización Mundial de la Salud (OMS), las jido celular subcutáneo, y obesidad abdo-
sociedades científicas y los grupos de expertos minal visceral (OAV), caracterizada por
aceptan en la actualidad como criterio para defi- un acúmulo más profundo de grasa, de disposi-
nir el sobrepeso, un IMC de 25 a 29,9 kg/m2, y pa- ción perivisceral en el área mesentérica. Esta úl-
ra la obesidad valores de IMC iguales o superio- tima se relaciona con el síndrome metabó-
res a 30 kg/m2 (Tabla 1). lico, mayor riesgo cardiovascular e intolerancia
El Documento de Consenso SEEDO 2000 para el a la glucosa.
Estudio de la Obesidad modifica dichos criterios, 2. Obesidad glúteo-femoral o perifé-
introduciendo un nuevo grado de obesidad extre- rica (ginoide): el acúmulo de tejido adiposo
ma para los pacientes con IMC  50 kg/m2. se produce en la parte inferior del cuerpo: cade-
ras, región glútea y muslos (tipo pera). Se consi-
dera la obesidad como ginoide cuando el ICC
3.2.2. Clasificación morfológica es inferior a 1 en hombres y a 0,85 en mujeres. La
(según la distribución de la grasa) complicación más frecuente de este tipo de obe-
sidad son los trastornos venosos de los miem-
Las mediciones del perímetro de la cintura o bros inferiores.
circunferencia abdominal (CA) o del índice cin-
tura-cadera (ICC) proporcionan una información
importante sobre la distribución de grasa (ver Ca- 3.2.3. Clasificación histológica
pítulo 3.5). Se establece así la clasificación morfoló-
gica de la obesidad, distinguiéndola en androide El número de adipocitos por mm3 de tejido
o en ginoide, por ser características del hombre adiposo en un adulto es del orden de 40-60 x 109,
o de la mujer, aunque las dos se pueden manifestar aumentando más rápidamente al final de la infan-
indistintamente en ambos sexos. cia y en la pubertad, aunque en ciertas condiciones
1. Obesidad abdominal, central o su- pueden proliferar en la época adulta.
perior (androide): la masa grasa se acumula en 1. Obesidad hiperplásica: número total de
la región cervical, tronco, abdomen superior y fa- adipocitos aumentado. Suele comenzar en la infan-
cies (también denominada tipo manzana). La CA es cia, la adolescencia y en los grados extremos de
 102 cm en hombres y  88 cm en mujeres, y el obesidad.
ICC 1 en hombres y  0,85 en mujeres. Este tipo 2. Obesidad hipertrófica: muestra un te-
de obesidad constituye un factor de mayor riesgo jido adiposo en el que está aumentado el tamaño
de diabetes y de morbimortalidad cardiovascular. de los adipocitos, que literalmente se rellenan de

531
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

triglicéridos. Ocurre normalmente en la edad adul- Actualmente se considera que existen más de
ta o tras un embarazo. 200 genes implicados en el fenotipo de la obe-
sidad humana y 20 trastornos mendelianos cuya
principal expresión fenotípica es la obesidad. Sin
3.2.4. Clasificación etiológica embargo, sólo se ha demostrado que cinco genes
(que afectan a un número muy pequeño de per-
La mayoría de las obesidades se consideran sonas) causan obesidad en el ser humano. Son ge-
esenciales, aunque un 3-5% pueden ser secundarias nes relacionados con la leptina, el receptor de la
a patologías endocrinológicas (ovario poliquístico, leptina, la propiomelanocortina (POMC), la pro-
hipotiroidismo, etc.), hipotalámicas y genéticas (por hormona convertasa-1 y el receptor de la mela-
ejemplo, síndrome de Prader-Willi), las obesidades nocortina-4, aunque la deficiencia de este último
yatrógenas por fármacos o cirugía hipotalámica y la es la única implicada en algo más que ciertos ca-
pseudoobesidad (lipomatosis y lipodistrofia). sos esporádicos de obesidad grave. También se ha
demostrado que al menos cuatro de dichos ge-
nes dominantes se alojan en el mismo segmento
de DNA, lo que hace pensar que interactúan sus
4. Etiopatogenia funciones y que hay efectos genéticos acumulati-
de la obesidad vos que explicarían la evolución de la obesidad en
el tiempo.
Los mecanismos etiopatogénicos de la obesidad De hecho, los síndromes genéticos asociados
no se conocen con exactitud. Están implicados fac- con obesidad y los cuadros de obesidad secunda-
tores genéticos, endocrinos, neurológicos, psicoló- ria a patologías endocrinas suponen menos del 5%
gicos y ambientales en mayor o menor grado, pe- de todas las formas de obesidad. Del resto, la pre-
ro en definitiva lo que se produce es un desajuste disposición genética se pone de manifiesto por una
crónico del balance energético, por un aumento en mayor susceptibilidad individual a la ganancia de
la ingesta y/o por una disminución sistemática en el peso en un entorno favorable.
gasto de energía (ver Capítulo 1.18). Según la magni- Para otros autores, la predisposición familiar a la
tud del desequilibrio, la obesidad se produciría en obesidad se debería al mantenimiento de los mis-
un plazo más o menos largo, aunque al parecer bas- mos patrones de alimentación y conducta alimen-
tante prolongado, ya que estudios experimentales taria desde el nacimiento, teoría apoyada en el he-
a corto plazo de sobrealimentación de voluntarios cho de que en EE UU y otros países desarrollados,
sanos, muestran que la ganancia de peso es reversi- la prevalencia de obesidad se ha duplicado durante
ble al recuperar una alimentación normal. las dos últimas décadas, un periodo sin trascenden-
cia en el contexto de los cambios genéticos.

4.1. Factores genéticos


4.2.Tejido adiposo y obesidad
Son muchos los estudios que señalan que el ma-
yor riesgo de obesidad tendría una base genética, Hay dos tipos de tejido adiposo que se diferen-
pues en ellos se observa que: cian desde el punto de vista histológico, fisiológico
• Existe una buena relación entre el peso de los y funcional: el blanco (TAB) y el marrón o par-
padres y el de los hijos. do (TAM).
• Sólo el 10% de los niños serán obesos si no lo
es ninguno de los padres, frente al 50% si lo es uno
de ellos y cerca del 80% si lo son ambos. 4.2.1.Tejido adiposo blanco
• La correlación ponderal es mucho mayor en
gemelos homocigotos que en heterocigotos. De localización perivisceral y subcutánea, es el
• Las diferencias de peso entre gemelos, a largo principal reservorio de energía metabólica del or-
plazo, son pequeñas, incluso para hermanos que han ganismo. Está constituido por adipocitos con un
vivido separados y criados en diferentes ambientes. contenido en triglicéridos del 85%, en una trabé-

532
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

cula de proteínas que le sirve de sostén. Sus prin- La respuesta termogénica se origina cuando la
cipales funciones son la captación de lípidos circu- producción basal de calor es insuficiente para cu-
lantes en momentos de exceso de energía (fase brir los requerimientos termogénicos (obligato-
posprandial) y la liberación de ácidos grasos en si- rios o facultativos). El TAM se estimula por el frío y
tuaciones que requieren energía (fases interpran- por la dieta, especialmente por dietas hipercalóri-
diales, ayuno, etc.). cas, debido al efecto térmico de la comida.
La fisiología y la regulación hormonal del te- El TAM es el principal lugar donde se produce la
jido adiposo se caracteriza por una interdepen- termogénesis o disipación de energía en forma de
dencia del metabolismo de hidratos de carbono calor, para lo cual cuenta con una elevada dotación
y de lípidos (ver Capítulos 1.9 y 1.12). A nivel del de mitocondrias ricas en termogenina o UCP (Un-
adipocito se crea un equilibrio dinámico cons- Coupling Protein), que es una proteína desacopla-
tante entre lipogénesis y lipólisis, en función de dora de la fosforilación oxidativa, que funciona co-
la disponibilidad y de las necesidades energéti- mo un canal iónico, de tal forma que el transporte
cas. Entre las principales hormonas que regulan de electrones a lo largo de la cadena respiratoria
este equilibrio se encuentran: la insulina que fa- no ocasiona la síntesis de ATP, sino de calor.
vorece la lipogénesis y bloquea la lipólisis, por in- La UCP, actualmente denominada UCP-1, es
hibición de la lipasa de triglicéridos y por antago- específica del TAM y se induce por la exposición al
nizar el efecto del cortisol y las catecolaminas; el frío o por efecto de la dieta, aumentando el consu-
sistema nervioso simpático (SNS) y las catecola- mo de oxígeno. Se activa por los ácidos grasos y se
minas, que activan la lipólisis por interacción de inhibe por los nucleótidos de adenosina y guanina
los receptores β-adrenérgicos del tejido adipo- (ATP, ADP, GDP y GTP).
so, inhibiéndola en cambio en los receptores A, Durante 1997 se describieron dos nuevas pro-
y la corticotropina (ACTH) y la tiroxina con ac- teínas desacoplantes, la UCP-2 y la UCP-3, situadas
ción lipolítica. en el cromosoma 11 humano, donde se han ma-
Pero el TAB interviene también en otras funcio- peado otros genes relacionados con la hiperinsuli-
nes, actuando como tejido de sostén, almohadilla- nemia y la obesidad.
do y protección, de aislamiento térmico, así como La UCP-2 se expresa en varios tejidos huma-
de productor y reservorio de hormonas (estróge- nos, sobre todo en aquellos ricos en macrófagos,
nos y andrógenos), lipoproteína lipasa (LPL), angio- en TAM y en TAB, donde aumenta en respuesta a
tensinógeno, adipsina, leptina y retinoides funda- las dietas ricas en grasas. La UCP-3, sin embargo,
mentalmente. En este sentido, su principal interés parece expresarse preferentemente en tejido es-
radica en la búsqueda del “adipostato”, es decir, de quelético (regulada por hormonas tiroideas) y en
una molécula reguladora del peso corporal y de la TAM (regulada por hormonas tiroideas y frío), au-
cantidad de grasa y de su mecanismo de acción (ver mentando ambas en el hombre ante la situación
apartado 4.2.3). de ayuno.
El principal modulador de la actividad termogé-
nica del TAM es el SNS. La norepinefrina, mediador
4.2.2.Tejido adiposo marrón fisiológico en respuesta al frío y tras la administra-
y proteínas desacoplantes ción de dietas hipercalóricas, no sólo aumenta la
potencia termogénica del TAM, también produce
El TAM es fundamental para el mantenimien- incremento de la proliferación de las células pre-
to de la temperatura corporal (termogénesis) cursoras del mismo.
y del balance energético, puesto que contribuye a Con respecto a la relación entre TAM y obesi-
la pérdida de energía. En los recién nacidos, cuan- dad, actualmente se sabe que las alteraciones de
titativamente representa una parte importante del la capacidad termogénica del TAM están implica-
tejido adiposo, pero en el adulto queda reducido a das en el desarrollo de la obesidad en roedores. En
un 2-3% del total, localizándose en pequeños de- el hombre, con menor proporción de grasa parda,
pósitos situados en las regiones subescapular, axi- aún no se ha determinado la importancia de este
lar, nuca y a lo largo de los grandes vasos entre las mecanismo. En algunos trabajos se ha observado
costillas. mayor prevalencia de obesidad en individuos con

533
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

alteraciones en el gen que codifica los receptores No obstante, todavía no se conocen bien los
adrenérgicos β3, responsables de la activación de mecanismos y sustancias implicados en la regula-
las proteínas desacoplantes, que provocan que la ción de la expresión y la síntesis de leptina. Estu-
energía producida no se acumule y se disipe en for- dios realizados en animales de experimentación y
ma de calor. en humanos, han observado que la modificación
de la magnitud de las reservas grasas mediante
control dietético, tratamiento quirúrgico o esta-
4.2.3.Tejido adiposo como do experimental de sobrealimentación, se tradu-
glándula endocrina cen en cambios importantes en los niveles circu-
lantes de leptina, aunque de menor magnitud que
El tejido adiposo es también un auténtico órga- los esperados.
no endocrino cuyas células producen varios fac- Por ello, parecen existir otros factores modula-
tores que actúan a distancia sobre otros órganos, dores de la expresión y síntesis de esta hormona,
regulando funciones relacionadas con la ingesta y cuyos niveles se verían incrementados en el sexo
el metabolismo energético. La diferenciación de femenino, en casos de obesidad y de adiposidad
los adipocitos se acompaña de la producción y se- subcutánea, situaciones de balance energético po-
creción de múltiples proteínas y moléculas, entre sitivo, inhibición del SNS y ritmos circadianos noc-
ellas la adipsina y la adipoQ o adiponectina. Los turnos.
estrógenos y andrógenos, los retinoides, el angio- 3. Factor de necrosis tumoral α
tensinógeno, la leptina, el TNF-α y la adiponectina (TNF-α): es una citokina secretada por los
son consideradas como las principales hormonas macrófagos y el tejido adiposo, que induce resis-
sintetizadas por el tejido adiposo. tencia a la insulina en las células musculares, inhi-
1. Adipsina: es una proteína que se sintetiza be la lipoproteína lipasa y bloquea la diferencia-
en los adipocitos del TAB y se secreta a la sangre. ción de los adipocitos.
Aunque inicialmente se sugirió que podía funcio- 4. Adiponectina: es una hormona produ-
nar como “adipostato”, no se conocen bien cuáles cida exclusivamente por el tejido adiposo a par-
serían sus funciones en el organismo. En animales tir del mRNA más abundante en los adipocitos.
de experimentación sus niveles correlacionan con Sus niveles están muy bajos en el plasma de los
adiposidad. Insulina e IGF-1 estimulan sus niveles obesos, asociado a una elevada resistencia a la in-
en la diferenciación de los adipocitos (in vitro), in- sulina. Esta adipocitokina tiene receptores en el
hibiéndola en adipocitos diferenciados. También músculo, en el hígado y en otros tejidos donde re-
la suprimen los glucocorticoides y el TNF-α. gula positivamente la oxidación de ácidos grasos,
2. Leptina: es una proteína codificada por el favoreciendo la acción insulínica.
gen ob -los ratones ob/ob son genéticamente obe-
sos-. Este gen (aislado e identificado en 1994 por
Friedman) regula el apetito y el balance energé- 4.3. Regulación del peso corporal:
tico, por lo que podría constituir el “adipostato” balance energético
buscado.
Se produce en el tejido adiposo blanco y actúa Muchos estudios experimentales confirman que
sobre el centro de la saciedad, inhibiendo el ape- la ingesta calórica excesiva y mantenida provocaría
tito en función de la grasa corporal de reserva. un desequilibrio del balance energético y conduci-
Ejerce su acción simultáneamente en los núcleos ría a la aparición de obesidad. Para algunos auto-
hipotalámicos del hambre y la saciedad, inhibien- res, los obesos no siempre consumen más calorías
do el primero y estimulando el segundo. Además que las personas con normopeso, aunque también
de su actuación sobre el sistema nervioso central parece demostrado que, en general, la población
(SNC), tiene también un efecto inductor de la re- obesa tiende a subestimar involuntariamente su in-
sistencia a la insulina. La hiperleptinemia reduce el gesta calórica. Otros trabajos señalan que el obe-
contenido de grasa del adipocito a través de una so come más en respuesta a estímulos sensoriales
disminución del contenido de enzimas lipogénicas que a la propia sensación fisiológica de hambre (ver
y de su factor de transcripción. Capítulo 1.18).

534
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

4.3.1. Regulación de la ingesta gía necesaria en condiciones normales para man-


tener los procesos vitales. Entre otros factores
En la regulación de la ingesta intervienen meca- (edad, sexo, etc.) se relaciona positivamente con la
nismos complejos, que integran SNC, neurotrans- masa magra total, aunque puede estar condiciona-
misores no hormonales, neuropéptidos y sistema do genéticamente.
nervioso autónomo (SNA). Participan básicamen- La termogénesis supone del 15 al 20% del con-
te los centros hipotalámicos del hambre y la sa- sumo de energía y tiene lugar básicamente en el
ciedad, a su vez sometidos a las influencias del tejido adiposo marrón, a través de las proteínas
córtex cerebral (factores psicológicos, sociocul- desacoplantes. De entre ellas, la UCP-3 genera
turales y características de los alimentos). ciclos fútiles, que se inhiben en condiciones que
El centro de la saciedad es estimulado por obligan a un ahorro de energía, de manera que un
dos sistemas: uno de respuesta rápida tras ca- bloqueo erróneo de esta vía favorecería la obe-
da ingesta, aunque de corta duración, consisten- sidad. Además, se ha comprobado que la termo-
te en la liberación al torrente sanguíneo de cole- génesis inducida por la dieta está disminuida en
cistoquinina, péptido análogo al glucagón o GLP-1 obesos.
entre otros péptidos gastrointestinales. Y otro a La actividad física consume el 10-15% del gasto
largo plazo, por la liberación de corticotropina energético diario. Aunque se ha demostrado que
(CRH) debida a estímulos corticales y de lepti- las personas obesas realizan menos ejercicio físico,
na por el tejido adiposo, que actúan sobre el cen- resulta difícil distinguir si este sedentarismo es cau-
tro de la saciedad inhibiendo el apetito de mane- sa o consecuencia de la obesidad.
ra más prolongada.
La leptina actúa por dos mecanismos simultá-
neos: la inhibición en la secreción del neuropépti- 4.4. Factores predisponentes
do Y, que es a su vez el más potente estímulo de
la ingestión alimentaria y del consumo de lípidos; y Entre los múltiples factores que predisponen al
la activación de la secreción de CRH y por tanto desarrollo de la obesidad, cabe citar edad y sexo,
de la saciedad. Paradójicamente, en la obesidad hu- dieta y hábitos alimentarios, factores psicológicos,
mana se han demostrado valores elevados de lep- factores socioeconómicos, culturales y ambienta-
tina, lo que sugiere la existencia de una resistencia les, etc.
a esta hormona. La saciedad se estimula también
por dos neurotransmisores, adrenalina y serotoni-
na, que actuarían disminuyendo el consumo de hi- 4.4.1. Edad y sexo
dratos de carbono.
El centro del hambre es estimulado por el neu- Los índices ponderales y la prevalencia de obesi-
ropéptido Y, sintetizado en el hipotálamo, los opioi- dad aumentan con la edad en hombres y en muje-
des endógenos y la dopamina. Y también por la res, con un valor máximo en torno a los 60 años y
insulina, que actúa inhibiendo la secreción de hor- mayores en mujeres que en hombres.
monas gastrointestinales y estimulando la del neu-
ropéptido Y.
4.4.2. Composición en grasas
de la dieta
4.3.2. Gasto energético
Las interacciones genes-dieta y la evidencia epi-
El balance energético negativo conducente a la demiológica respaldan la asociación del consumo
obesidad puede producirse también por cambios elevado de grasa y alcohol con la prevalencia de
en el gasto energético. El consumo de energía es obesidad. Experimentos con alimentación contro-
debido al metabolismo basal, la termogénesis y la lada apoyan la teoría de que es más difícil restable-
actividad física. cer el equilibrio energético en los periodos en que
Aproximadamente el 70% del gasto energético aumenta el consumo de grasa, cuyo exceso se acu-
del individuo se debe al metabolismo basal o ener- mula entonces en el tejido adiposo.

535
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

4.4.3. Alteraciones del OMS de 1998, la industrialización y urbanización


comportamiento alimentario rápida y el abandono del hábitat rural, tienen una
clara repercusión en la sobrecarga ponderal. En Es-
En los obesos son frecuentes alteraciones del paña, sin embargo, no existen resultados conclu-
comportamiento alimentario, entre las que se in- yentes en uno u otro sentido.
cluyen: hábitos inadecuados (por ejemplo, picoteo,
afición a los dulces); la costumbre de comer de-
prisa y de forma compulsiva; la ingesta de grandes 4.4.7. Sedentarismo
cantidades de comida en poco tiempo (binge eating
disorder); el hábito de levantarse a comer durante La disponibilidad de medios de transporte y la
la noche (night eating syndrome); y ciertos trastor- disminución de la actividad física, observada par-
nos cíclicos como el síndrome de hambre de hidra- ticularmente en adolescentes, conlleva un menor
tos de carbono, el síndrome premenstrual y el tras- gasto calórico que favorece la obesidad.
torno afectivo estacional, todos ellos con consumo
compulsivo de hidratos de carbono.

5. Consecuencias clínicas
4.4.4. Factores psicológicos de la obesidad
Las alteraciones emocionales y psicológicas, que La obesidad mórbida (IMC > 40 kg/m2) per se es
podrían influir en la génesis de la obesidad, juegan un factor predictivo de muerte prematura, aunque
un importante papel en la cronificación de la enfer- en gran parte su trascendencia sanitaria radica en su
medad. Se trata de trastornos que pueden prece- asociación con un conjunto de situaciones clínicas
der a la ganancia de peso de forma que, tras la ins- (comorbilidades) (Tabla 2), entre las que destacan
tauración de la obesidad, pueda llegar a cerrarse la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), la hipertensión
un círculo vicioso: sobrepeso → rechazo a la pro- arterial (HTA), la dislipemia, la enfermedad cardio-
pia imagen → depresión y frustración → hiperfagia vascular (ECV) y el síndrome metabólico.
→ mayor sobrepeso.

5.1. Diabetes mellitus tipo 2


4.4.5. Nivel socioeconómico y cultural
La obesidad es el factor de riesgo más impor-
En general, en los países desarrollados la pre- tante para la aparición de DM-2. De hecho, el 80%
valencia de obesidad es mayor en los grupos so- de los pacientes diabéticos presentan sobrepeso u
cioeconómicos más deprimidos; pero en los que obesidad y el 60% de los obesos presentan intole-
están en vías de desarrollo afecta con más frecuen- rancia a los hidratos de carbono. Sin embargo, es-
cia a los más acomodados, particularmente cuando tá demostrado que es posible disminuir conside-
han incorporado estilos de vida occidentales. Asi- rablemente la prevalencia de ambas enfermedades
mismo, se ha observado una relación inversa entre y la de las comorbilidades asociadas, implantando
nivel cultural y obesidad, de manera que en las mu- medidas preventivas adecuadas. La pérdida de peso
jeres, a menor nivel de instrucción, la obesidad es mejora de forma llamativa el riesgo de diabetes en
más frecuente, mientras que en los hombres suce- hombres y mujeres, normaliza el control metabóli-
de al contrario. co y posiblemente las expectativas de vida.
El riesgo de presentar DM-2 se eleva progresi-
vamente a medida que aumenta el IMC, siendo 40
4.4.6. Hábitat veces mayor para las personas con IMC > 35 kg/m2
que para aquellos con un IMC < 23 kg/m2. Además,
En algunos trabajos se ha observado una mayor la obesidad actúa sinérgicamente con otros facto-
prevalencia de obesidad en el entorno rural; por res diabetógenos, en particular con los anteceden-
el contrario, según el estudio de la obesidad de la tes familiares.

536
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 2. CONSECUENCIAS CLÍNICAS DE LA OBESIDAD

Sistema Consecuencia clínica

Global Incremento de la mortalidad


Muerte súbita
Varios sistemas Síndrome metabólico
Endocrino Diabetes mellitus tipo 2
Cardiovascular Hipertensión arterial (HTA)
Enfermedad cardiovascular (ECV)
Hiperlipemias
Insuficiencia cardiaca congestiva
Insuficiencia venosa
Tromboembolismo pulmonar
Arteriopatía crónica
Respiratorio Hipoventilación alveolar
Apnea del sueño
Disfunción pulmonar
Gastrointestinal Reflujo gastroesofágico
Esteatosis hepática
Litiasis biliar
Músculo-esquelético Fracturas óseas
Artritis degenerativa
Artrosis
Gota
Genitourinario Oligoamenorrea
Toxemia del embarazo
Incontinencia urinaria
Neoplasias Varón: colon, próstata
Mujer: útero, mama, vía biliar

Pero este riesgo no depende solamente del va- dificultad para la captación de glucosa por los teji-
lor del IMC, sino que además está influido por dos, en cuyo desarrollo pueden colaborar mecanis-
otros factores: para un mismo IMC, el riesgo de mos genéticos, adquiridos o mixtos.
padecer DM-2 es más elevado cuanto mayor sea El mecanismo por el que la obesidad predispo-
el tiempo de duración del sobrepeso. Por otro la- ne a la enfermedad es a través de la resistencia a
do, la obesidad abdominal o androide es un fac- la insulina, en la que están implicados, además de la
tor de riesgo mayor que la periférica o ginoide, pa- célula β-pancreática, el hígado y los tejidos muscu-
ra el desarrollo de la enfermedad, particularmente lar y adiposo.
en las mujeres. En presencia de resistencia insulínica, la célula β-
La DM-2 aparece cuando los requerimientos de pancreática incrementa la producción de insulina,
insulina de ciertos individuos predispuestos genéti- produciéndose un hiperinsulinismo, que clínicamen-
camente superan la capacidad secretora de insulina te se acompañará de un espectro que irá desde la
de sus páncreas. Dichos requerimientos se elevan normoglucemia, pasando por la intolerancia a la glu-
con la denominada “resistencia insulínica” o cosa, hasta la hiperglucemia provocada por la DM-2,

537
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

cuando las células β no responden con un aumento 3. Hiperinsulinemia y resistencia insu-


suficiente de la secreción de insulina. línica: diversos estudios experimentales han evi-
El defecto de captación de glucosa por el músculo denciado la relación entre resistencia insulínica,
se considera necesario para el desarrollo del cuadro, HTA y obesidad. La hiperinsulinemia puede contri-
aunque por sí solo es insuficiente para justificar la buir a la elevación de la tensión arterial, ya que la
aparición de hiperglucemia basal. Para ello es necesa- insulina tiene efecto natriurético, activa el SNS, es-
rio que la concentración de insulina descienda a nive- timula la proliferación del endotelio vascular y de la
les a los cuales no es capaz de impedir que el adipoci- musculatura lisa (lo que puede producir hipertro-
to libere glicerol y ácidos grasos no esterificados. fia de la pared vascular) y provoca alteraciones del
El papel del hígado en la regulación homeostáti- transporte iónico de la membrana, favoreciendo el
ca de la glucosa es fundamental, ya que la aparición aumento del calcio y sodio y la disminución del po-
de hiperglucemia basal condiciona un incremento tasio intracelular.
de la producción hepática de glucosa, por el au-
mento de la glucogenólisis y gluconeogénesis (ver
Capítulos 1.2 y 1.9). 5.3. Dislipemias
El adipocito, además de almacenar el exceso de
energía, sintetiza y segrega leptina, proporcional- Las alteraciones lipídicas más prevalentes en el
mente a la cantidad de tejido adiposo. También sin- obeso son la elevación de colesterol total y triglicé-
tetiza y segrega TNF-α, que podría producir insuli- ridos, la disminución de HDL-colesterol y, con me-
norresistencia, estimulando la lipólisis. nor frecuencia, dos anomalías que aumentan el ries-
go cardiovascular: el incremento del LDL-colesterol
y de la oxidación de las lipoproteínas. En estudios
5.2. Hipertensión arterial poblacionales se ha observado que las dislipemias
asociadas a la obesidad, que aparecen desde la in-
Numerosos estudios epidemiológicos han pues- fancia y se incrementan con la edad, se relacionan
to de manifiesto que la prevalencia de HTA en los estrechamente con la incidencia de accidentes ce-
obesos puede llegar a ser del 25-50%, y el riesgo rebrovasculares e infarto agudo de miocardio, par-
de padecerla se correlaciona bien con el exceso de ticularmente en obesos de tipo androide con eleva-
peso, siendo incluso un trastorno reversible a me- das concentraciones plasmáticas de triglicéridos y
dida que se produce una pérdida ponderal. LDL-colesterol. Las alteraciones del perfil lipopro-
La asociación HTA y obesidad no es uniforme, teico representan las consecuencias de la resistencia
sino que varía con la edad, sexo y raza. El peso cor- a la insulina e hiperinsulinismo compensador, cons-
poral parece tener mayor influencia sobre la pre- tituyendo el enlace entre el metabolismo de la insu-
sión en mujeres que en varones, aunque no está lina y la aterogénesis. Observaciones recientes su-
confirmado. Sí está demostrado que la correlación gieren que la resistencia a la insulina per se puede
HTA-obesidad es más fuerte en sujetos con obe- disminuir el metabolismo posprandial de las lipopro-
sidad androide, debido probablemente a su mayor teínas ricas en triglicéridos, con la consiguiente hi-
insulinorresistencia, y en los menores de 40 años, perlipemia posprandial, la cual se asocia con enfer-
especialmente varones. Posiblemente los mecanis- medad cardiaca coronaria. Además, en estados de
mos patogénicos por los que se observa mayor resistencia a la insulina, la lipoproteína de baja densi-
prevalencia de HTA en los individuos obesos son: dad muestra un patrón anormal pequeño, denso, ti-
1. Sensibilidad a la sal: según las evidencias po B, de mayor potencialidad aterogénica.
disponibles, la HTA ligada a la obesidad es sal-sensi-
ble, probablemente por la situación de hiperinsuli-
nemia y activación del SNS. 5.4. Enfermedad cardiovascular
2. Hiperreactividad del SNS: por la aso-
ciación claramente establecida de la sobrealimen- La enfermedad cardiovascular (ECV) es un esta-
tación con el aumento del tono simpático y del do patológico caracterizado por la disfunción del
nivel de noradrenalina, mientras que el ayuno pro- corazón y los vasos sanguíneos. Incluye ateroscle-
duciría los efectos contrarios. rosis, enfermedad cerebrovascular y HTA.

538
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Figura 1. Alteraciones bioquímicas asociadas al síndrome metabólico. AGL: ácidos grasos libres; DM-2: diabetes mellitus
tipo 2; ECV: enfermedad cardiovascular; HTA: hipertensión arterial; LDL: lipoproteínas de baja densidad; VLDL: lipoproteínas
de muy baja densidad.

Estudios observacionales han mostrado la aso- munes que afectan a gran número de individuos en
ciación directa de sobrepeso, obesidad y exceso de los países occidentales. Estos desórdenes aumentan
grasa abdominal con el incremento de morbimor- progresivamente con el avance de la edad. En suje-
talidad por enfermedad cardiovascular (ECV) y con tos jóvenes su frecuencia es baja, pero a la edad de 70
factores de riesgo cardiovascular, incluyendo nive- años la incidencia alcanza proporciones epidémicas.
les elevados de colesterol total, triglicéridos, fibri- Aproximadamente el 45-50% de esos individuos son
nógeno, insulina y presión arterial, y niveles bajos de obesos e hipertensos. La incidencia de DM es más ba-
HDL-colesterol. Investigaciones recientes señalan ja (10-12%). La concurrencia de obesidad abdominal
que el riesgo de muerte por infarto agudo de mio- visceral (OAV), DM-2, HTA, ECV y dislipidemia aso-
cardio (IAM) y ECV se incrementa al aumentar los ciados a hiperinsulinemia, conforman el llamado sín-
valores del IMC, y que el exceso de peso es un fac- drome metabólico, síndrome plurimetabólico, síndro-
tor de riesgo de accidente cerebrovascular, indepen- me de resistencia a la insulina o síndrome X, cuyo
diente de la HTA y la diabetes. El nexo de unión en- denominador común es la insulinorresistencia.
tre el aumento del riesgo cardiovascular y el exceso Las distribución de la grasa corporal es funda-
ponderal, en ausencia de diabetes y/o HTA, parece mental en el desarrollo del síndrome metabólico
ser, sobre todo, la distribución abdominal y, más es- (Figura 1). La grasa perivisceral mesentérica tie-
pecíficamente, visceral, de la grasa corporal. ne mayor actividad lipolítica espontánea que la gra-
sa subcutánea, debido a su mayor contenido en re-
ceptores lipolíticos (en especial β3) y poca cantidad
5.5. Obesidad abdominal visceral de receptores lipogénicos (α e insulina). Ello provo-
y síndrome metabólico ca el predominio de la actividad lipolítica, por lo que
al aumentar el depósito de grasa en dicho tejido, se
Obesidad, DM-2, HTA y enfermedad cardiovascu- produce mayor flujo de ácidos grasos libres (AGL)
lar arterioesclerótica son trastornos metabólicos co- hacia el metabolismo hepático, que es el origen de

539
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

la secuencia de alteraciones bioquímicas asociadas la Sociedad Americana para el Cáncer, en el que


al síndrome metabólico: se siguió a 750.000 personas durante 12 años, en-
• Incremento de la gluconeogénesis hepática y, contrando que el riesgo relativo de morir de cán-
por ello, de glucosa circulante. cer era de 1,33 en obesos varones y de 1,55 en mu-
• Mayor síntesis de triglicéridos, reducción de la jeres obesas.
actividad de la lipoproteína lipasa, incremento de Entre los obesos, los varones tuvieron mayor
niveles plasmáticos de VLDL y menor formación mortalidad por cáncer colorrectal y carcinoma
de HDL. prostático y las mujeres por cáncer de vesícula y
• Hiperinsulinemia periférica, por su menor acla- conductos biliares, mama, útero y ovarios. Las mu-
ramiento a nivel hepático. jeres con obesidad severa presentaron un riesgo
• Insulinorresistencia que, como ya se ha descri- relativo de cáncer de endometrio 5,4 veces mayor
to, da lugar a la aparición de intolerancia a la gluco- que las no obesas.
sa y/o DM-2, HTA y enfermedad cardiovascular. El aumento de incidencia de los tumores hor-
Sin embargo, el depósito de grasa en el área peri- monodependientes se relaciona con el incremen-
visceral no es un hecho aislado, sino que es un ele- to del cociente estrógenos/andrógenos en la obe-
mento más del síndrome metabólico. Aunque su pa- sidad abdominal o central. La aparición de cáncer
togenia no se conoce con exactitud, se piensa que el colorrectal muestra una correlación positiva con el
incremento de la lipólisis vendría determinado por IMC, probablemente porque la dieta rica en grasas
la existencia de un defecto intrínseco en el tejido y pobre en fibra es muy habitual en los obesos.
adiposo, que podría ser una insensibilidad idiopática
de los adipocitos a la insulina, la secreción de hor-
monas factores/hormonas adipocitarias (TNF-α, re- 5.7. Otras complicaciones
sistina, etc.), el mismo aumento de la masa adipoci-
taria o una combinación de todos ellos. La obesidad condiciona una fuerte predisposi-
La resistencia a la insulina puede estar presente ción a sufrir con mayor frecuencia distintas en-
incluso en personas con normopeso y afectar hasta fermedades y alteraciones, muchas de las cua-
al 25% de la población, pudiendo tratarse de un de- les revierten con la pérdida de peso: litiasis biliar
fecto genético. El grado de resistencia insulínica se y esteatosis hepática, hipoventilación pulmonar y
incrementa con ganancias ponderales intensas o de síndrome de apnea del sueño, disminución de la
larga evolución y con la inactividad física, y disminu- testosterona sérica en varones, infertilidad, irre-
ye con pérdidas de peso moderadas pero manteni- gularidades menstruales e hirsutismo en mujeres,
das y con el ejercicio físico regular. hiperuricemia y gota, osteoartritis en articulacio-
Como resumen de la importancia del exceso de nes de carga, fracturas óseas, aumento en la con-
peso en la etiopatogenia del síndrome metabólico, centración de hemoglobina, alteraciones en la res-
cabe señalar que el riesgo cardiovascular (cardiopa- puesta inmune, proteinuria y síndrome nefrótico.
tía isquémica y accidentes cerebrovasculares) aso- El individuo obeso presenta un riesgo quirúrgi-
ciado a obesidad se encuentra directamente relacio- co superior debido a la mayor frecuencia de trom-
nado con la distribución corporal de la masa grasa, boembolismo, infecciones y complicaciones post-
de manera que las alteraciones que tal distribución anestésicas como consecuencia de la prolongación
produce en la secreción de insulina se hallan ligadas del efecto de los anestésicos que se fijan en el teji-
a la aparición de hipertensión, intolerancia a la glu- do adiposo. Durante el embarazo tienen mayor in-
cosa o DM-2 e hiperlipemia, todas ellas situaciones cidencia la HTA, la diabetes mellitus gestacional, la
consideradas individualmente como peligrosas para toxemia gravídica y los problemas obstétricos.
desarrollar enfermedad ateromatosa. Son igualmente importantes la disminución de
la calidad de vida, los problemas de comunicación
social y en la relación de pareja, la incapacidad la-
5.6. Cáncer boral y la dificultad para conseguir un empleo, así
como la reducción de la capacidad intelectual, ob-
Entre los numerosos estudios epidemiológicos servada en un estudio sobre más de 330.000 varo-
que correlacionan obesidad y cáncer, destaca el de nes jóvenes.

540
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

6.Tratamiento • Tratar la causa.


• Promover la pérdida de peso evitando su re-
Más allá de consideraciones estéticas, el trata- cuperación.
miento de la obesidad es de especial importancia • Aplicar las medidas específicas de tratamiento:
por la mejoría que supone de los factores de ries- médicas o quirúrgicas.
go asociados. Efectivamente, el descenso de peso • Tratar las complicaciones.
en el obeso se asocia a unos menores niveles de • Mejorar las comorbilidades asociadas.
glucemia en pacientes con o sin diabetes, disminu- • Estimular el bienestar psicológico.
ción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, Para ello se precisa un esquema de trabajo que
caída de la tensión arterial, y mejoría en el perfil li- incluya:
pídico, entre otros efectos favorables. • Historia clínica general.
Por otro lado, en razón del alto número de fra- • Historia familiar (en especial de obesidad).
casos que a largo plazo representan los tratamien- • Entorno social, familiar, profesional y hábitos.
tos convencionales, especialmente la dieta, los pa- • Historia dietética, con especial atención al pa-
cientes acuden a todo tipo de medidas, a menudo trón de ingesta, incluido el alcohol.
postuladas por personas no expertas y que, inde- • Análisis cronológico de la constitución y desa-
pendientemente de su potencial peligrosidad, só- rrollo de la obesidad, así como tratamientos pre-
lo acaban sembrando desesperanza y hastío. Valga vios, peso alcanzado y distribución de la grasa.
de ejemplo la cantidad de fórmulas magistrales que • Comorbilidades asociadas.
circulan, a veces sin especificar sus principios acti- • Estudio psicológico y de las motivaciones del
vos y cuyos resultados se ven en los efectos rebo- paciente.
te al dejar de tomarlas, cuando no en las urgencias • Valoración analítica, incluyendo hormonas.
de los hospitales, por sus efectos secundarios a ve- A partir de lo cual se plantea la estrategia a seguir,
ces muy graves. que clásicamente se basa en los siguientes pilares:
Del mismo modo se pueden encontrar pautas 1. Dieta.
“infalibles” en revistas de ocio con apariencia cien- 2. Psicoterapia y tratamiento conductual.
tífica, porque a veces los artículos los firman “ex- 3. Ejercicio físico.
pertos”; y también comprobar que el “boca a bo- 4. Fármacos.
ca” del remedio “maravilloso y definitivo” funciona 5. Cirugía.
mejor que a ningún nivel, sin nada ni nadie que vi- 6. Otros: acupuntura, lipectomías...
gile la veracidad y la inocuidad de las medidas que La inclinación hacia una u otra opción depende de
circulan. los factores comentados anteriormente, fundamen-
talmente del grado de obesidad, edad, estado de salud
general, equilibrio mental, nivel sociocultural y moti-
6.1. Criterios de intervención vaciones del paciente, siendo habitual la necesidad de
terapéutica combinar varias alternativas, considerando como ele-
mentos básicos dieta y ejercicio. En otras palabras: el
Nadie pone en duda que el mejor tratamiento tratamiento debe ser individualizado en función de las
de la obesidad es su prevención, de modo que por características de cada paciente. Con carácter orien-
encima de las modas, la imagen y demás connota- tador se puede utilizar el IMC, para decidir la pauta a
ciones superfluas, es necesaria la puesta en marcha seguir a partir de los siguientes puntos:
de programas específicos, empezando por el hogar 1. IMC entre 25 y 26,9 kg/m2 (sobrepe-
y las escuelas, teniendo en cuenta que las campañas so grado I)
realizables en la Universidad pueden ser ineficaces • Consejos dietéticos sobre alimentación equi-
por lo tardías, de ahí la importancia de comenzar librada.
su prevención antes. • Actividad física.
Un enfoque razonable va más allá de entregar 2. IMC entre 27 y 29,9 kg/m2 (sobrepe-
una simple dieta impresa, pues la obesidad es un so grado II)
problema complejo cuyo abordaje requiere la con- • Valoración médica.
sideración de múltiples variables y que pasa por: • Medidas dietéticas.

541
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

• Ejercicio. 6.2.Tratamiento dietético


• Tratamiento conductual.
• Insistir en la educación nutricional. Siempre debe constituir el pilar básico y obliga-
3. IMC entre 30 y 34,9 kg/m2 (obesi- torio, independientemente de otras decisiones te-
dad grado I) rapéuticas adicionales, pues cualesquiera que sean
• Control médico obligatorio. aquéllas deberán acompañarse de medidas dieté-
• Atención a la presencia de comorbilidades. ticas específicas, de modo que la dieta no quede
• Dieta. convertida en el tratamiento, sino en parte de él.
• Ejercicio. Esta “eterna canción” que “todo el mundo co-
• Terapia conductual. noce y domina”, se acompaña con frecuencia de
• Valorar la utilización de fármacos. connotaciones fraudulentas. Así, tópicos como el
4. IMC entre 35 y 39,9 kg/m2 (obesidad “adelgace sin pasar hambre”, “dos tallas menos en
grado II) una semana”, “la dieta definitiva” y mensajes simila-
• Mantener las mismas pautas pero con segui- res, entran dentro del léxico habitual de toda una
miento más estrecho y mayor rigidez en las medi- cohorte de embaucadores que incluye desde per-
das terapéuticas. sonas sin solvencia científica para prescribir, has-
• Excepcionalmente en caso de comorbilidades ta determinadas revistas de ocio, especialmente las
importantes y/o riesgo para la salud, puede valo- dirigidas hacia el público femenino, en las que la
rarse la cirugía bariátrica. mención a métodos maravillosos para perder peso
5. IMC igual o mayor de 40 kg/m2 (obe- ocupa un lugar destacado en la portada, como re-
sidad grado III y obesidad grado IV) clamo para su venta.
• Supone un problema grave de salud que afecta Una premisa esencial es plantear el éxito del tra-
de forma notable a la calidad de vida y suele cursar tamiento como un objetivo a largo plazo, de a ve-
con numerosas comorbilidades sintomáticas. ces años, lo que a menudo supone una ruptura de
• Todas las medidas expresadas en los grados los esquemas preconcebidos por el paciente, que
menores son válidas pero suelen fracasar, por lo deposita sus esperanzas cuando acude a una con-
que puede ser necesario incluso de entrada, recu- sulta en perder peso muy rápidamente, con la idea
rrir a la cirugía bariátrica ilusoria de, a partir de ahí, mantenerlo.
En las Guidelines on the identification, evaluation, and La disminución rápida del peso corporal con-
treatment of overweight and obesity in adults, de 1998, lleva obligatoriamente a una mayor proporción
del National Institute of Health (NIH) de Estados Un- de pérdida de masa muscular, lo cual lógicamen-
idos, se establecen las siguientes conclusiones: te no debe ser el objetivo de ningún programa de
1. La pérdida de peso es recomendada en adultos adelgazamiento. Por eso, teniendo en cuenta que
con obesidad o sobrepeso para disminuir la tensión 1 kg de tejido adiposo supone 9.000 kcal, una die-
arterial elevada, con un Nivel de Evidencia A. ta deficitaria en 1.000 kcal/día, o sea 7.000 kcal/
2. La pérdida de peso es recomendada en adul- semana, determina la pérdida de alrededor de 1 kg
tos con obesidad o sobrepeso que presentan disli- de peso corporal a la semana, no siendo recomen-
pemia, para disminuir los niveles de colesterol to- dables pérdidas mayores.
tal, LDL-colesterol y triglicéridos y aumentar el Un objetivo razonable puede ser la pérdida del
HDL-colesterol, con Nivel de Evidencia A. 10% del peso en seis meses y a partir de aquí re-
3. La pérdida de peso es recomendada en adul- plantearse nuevas metas, con especial énfasis en la
tos con obesidad o sobrepeso para disminuir la no recuperación. Por ello, tras la fase inicial se
glucemia en pacientes con diabetes tipo 2 con Ni- requiere una fase de mantenimiento, en la que es
vel de Evidencia A. especialmente importante que la ingesta calórica
4. La decisión de incluir en los programas de no supere al gasto de energía.
pérdida de peso a los ancianos debe hacerse cuida- Desde el punto de vista práctico, las posibilida-
dosamente evaluando estrechamente las ventajas y des dietéticas son múltiples:
los posibles inconvenientes que se puedan presen- 1. Ayuno total.
tar, especialmente a nivel óseo y muscular. Nivel de 2. Dietas hipocalóricas desequilibradas.
Evidencia D. 3. Dietas hipocalóricas equilibradas.

542
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

4. Ayuno modificado: dietas muy bajas en calorías. Desde el punto de vista filosófico, la dieta ideal
5. Dietas pintorescas. debe ser: hipocalórica, “equilibrada”, variada, pro-
longada, individualizada y distribuida en cuatro o
cinco tomas.
6.2.1. Ayuno total 1. Disminución de la ingesta energéti-
ca: el objetivo de las dietas hipocalóricas y equi-
Se ha utilizado durante algún tiempo, de forma libradas debe ser reducir las calorías totales en
intermitente, en la diabetes tipo 2. Tiene el grave torno a 1/4-1/3 de la ingesta previa, con discreta
problema de que se pierde grasa y masa magra, elevación del contenido proteico (17-20% del con-
lo que unido a las múltiples complicaciones que tenido calórico total) para prevenir pérdidas deri-
puede ocasionar (anemia, cetosis, alteraciones de vadas hacia la gluconeogénesis, descenso de la gra-
la función hepática e incluso muerte súbita) hace sa hasta el 20-30% del total y mantener los hidratos
que actualmente se considere contraindicado. de carbono en torno al 50-60% de las calorías tota-
les. No obstante, el aporte energético debe reajus-
tarse en el transcurso del tratamiento, ya que debi-
6.2.2. Dietas hipocalóricas do a la pérdida de peso que se va produciendo hay
desequilibradas una disminución del metabolismo basal y por tanto
de las necesidades energéticas.
Se caracterizan por el desequilibrio entre ma- Para decidir el grado de descenso de ingesta,
cronutrientes: se puede recurrir al valor del IMC, intentando en
1. Dietas altas en proteínas y grasas y bajas en la medida de lo posible descender el peso hasta
CHO (< 20%): suprimen el apetito, son deficitarias el considerado ideal: así, valores de IMC de 25-
en vitamina C, aumentan el ácido úrico y el coles- 27,9 kg/m2 requieren reducción calórica del 50%;
terol y provocan náuseas, hipotensión y fatiga. para valores en torno a 28-31,9 kg/m2 la reduc-
2. Dietas bajas en grasas (20-25%) y altas en ción recomendable puede ser del 60% y, de mo-
proteínas (40-45%): suelen ser deficitarias en vita- do genérico, deben suponer el aporte diario de
minas A y C, hierro y tiamina. 1.200 kcal. Cuando el IMC es de 32-41,9 kg/m2 se
3. Dietas altas en hidratos de carbono, bajas en requiere reducción calórica del 70-80%, o sea, una
proteínas (25 g) y grasas (< 10%): en general defici- dieta de aproximadamente 1.000 kcal, que nece-
tarias en hierro, ácidos grasos esenciales y vitami- sita monitorización continua. Tanto en estos gra-
nas liposolubles. dos de obesidad como cuando el IMC > 42 kg/
Por otra parte, las evidencias disponibles seña- m2, aportes menores son peligrosos, por lo que
lan que con las dietas hipocalóricas no equilibradas se debe ser tremendamente cautos si se decide
se obtienen menores reducciones de peso que con su utilización.
las equilibradas. De cualquier modo, si se plantea el tratamien-
to de la obesidad como un cambio de mentalidad
a la hora de comer, el nivel de restricción caló-
6.2.3. Dietas hipocalóricas rica seguido escrupulosamente pasa a un segun-
equilibradas do término, debiendo el facultativo centrar sus
esfuerzos más que en el contar a diario las calo-
Deben ser las únicas recomendables. El “coma de rías, en profundizar en el cambio de las conduc-
todo, pero menos”, es la solución más razonable pa- tas alimentarias.
ra perder peso. Entre 1.200-1.500 kcal/día son “no 2. Principios de la dieta equilibrada: la
carenciales” ya que incluyen al menos 60 g de pro- dieta equilibrada es aquella que permite al indivi-
teínas, aunque conviene vigilar el aporte de hierro, duo cubrir todos sus requerimientos nutricionales,
zinc, ácido fólico y vitamina B6. Cuando se deciden aun cuando su contenido energético sea inferior al
dietas más severas, de entre 800-1.000 kcal/día, se recomendado, como sucede en las dietas hipoca-
deben suplementar con vitaminas y minerales; y en lóricas. En estos casos, el aporte alimentario debe
caso de aportes muy bajos, de 500-800 kcal/día, se ser cuantitativamente restringido y cualitativamen-
requiere vigilancia médica estrecha. te equilibrado.

543
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

De manera general se puede decir que en la die- tes: a) alimentos ricos en hidratos de carbono o fa-
ta hipocalórica equilibrada, el 15-20% de las calo- rináceos; b) alimentos proteicos; c) alimentos ricos
rías totales tienen que proceder de proteínas de en grasas; d) vegetales; e) frutas, y f) lácteos.
alto valor biológico, siendo su ingesta mínima de Dentro de cada grupo los alimentos se dividen a
0,8-1 g/kg de peso corporal; el 55% han de pro- su vez en varios tipos (A, B, etc.), de manera que las
ceder de hidratos de carbono, preferentemente cantidades o raciones de los alimentos incluidos en
complejos, con una ingesta mínima de unos 150 g cada tipo tienen similar contenido energético y en
diarios, incluyendo un aporte de fibra dietética de macronutrientes.
20-30 g/día; y con un máximo del 30% de la ener- De este modo, el paciente puede escoger libre-
gía procedente de las grasas, disminuyendo al máxi- mente los alimentos que prefiere de cada uno de
mo el consumo de grasas saturadas y con especial los grupos, lo que le permite mantener una dieta
atención a cubrir los requerimientos de ácidos gra- variada, con la seguridad de que el contenido ener-
sos esenciales. Por último, es importante garantizar gético y la densidad de los distintos nutrientes son
que se alcancen los requerimientos de minerales y los adecuados. En la Tabla 3 se recoge un mo-
vitaminas, así como un aporte mínimo de agua de delo de dieta hipocalórica equilibrada (de 1.200-
1,5-2 litros diarios (ver Capítulos 3.2 y 4.2). 1.300 kcal/día) basada en el sistema de intercam-
Por otra parte, estudios recientes permiten afir- bio de raciones.
mar que el aporte de algunos nutrientes tiene más 4. Dieta prolongada e individualizada: el
importancia que el de otros en el control del apeti- éxito o el fracaso de la dieta hipocalórica balancea-
to y en el desarrollo del tejido adiposo, particular- da se basa en su mantenimiento durante un perio-
mente la grasa y los hidratos de carbono. Las die- do de tiempo prolongado, incluso “para siempre”, ya
tas pobres en grasa son más efectivas en combatir que la obesidad es una enfermedad crónica. Pero es-
la obesidad a medio y corto plazo, con relación a to es difícil de conseguir si el tratamiento dietéti-
lo que ocurre con las dietas hipocalóricas pobres co no forma parte de un seguimiento protocoliza-
en hidratos de carbono y ricas en proteínas. Por el do, que incluya también ejercicio físico y tratamiento
contrario, las dietas ricas en grasa inducen mayor conductual.
apetito y favorecen la deposición de las grasas en Por otra parte, entre los muchos profesionales
el tejido adiposo. que tratan la obesidad los hay que entregan a los pa-
En base a todo lo anterior, para el diseño de las cientes dietas estandarizadas, ya que resulta más có-
dietas hipocalóricas equilibradas deben seguirse modo y simplifica el trabajo de un programa de tra-
los principios siguientes: tamiento. Sin embargo, dichas dietas no responden
• Elegir alimentos con elevado contenido en pro- de manera individualizada a las necesidades particu-
teínas de alto valor biológico, minerales y vitaminas. lares de cada caso, lo que hace difícil que se obten-
• Eliminar o disminuir al máximo las fuentes ri- gan resultados positivos a largo plazo.
cas en calorías.
• Reducir las raciones de alimentos con un conte-
nido calórico importante. 6.2.4. Ayuno modificado: dietas
• Cambiar los métodos de preparación de ali- muy bajas en calorías
mentos.
• Añadir a la dieta alimentos hipocalóricos ricos Las dietas muy bajas en calorías (DMBC o VLCD
en fibra. -Very Low Caloric Diet-) están representadas por
• Conocer el contenido calórico de los alimentos. preparados farmacéuticos formulados básicamen-
• Respetar los horarios de las comidas sin saltar- te con proteínas de alto valor biológico proceden-
se ninguna de ellas. tes de la leche o el huevo, que suministran unas
3. Dieta variada: el sistema de inter- 600-800 kcal/día. Suelen aportar 1,5 g proteína/
cambio de raciones: es el método clásicamen- kg peso ideal, conociéndose también como die-
te utilizado para calcular la dieta de los diabéticos y tas modificadas ahorradoras de proteí-
planear los alimentos más adecuados para la misma. nas y dietas de ayuno modificado. Incluyen al
Los alimentos están organizados en seis grupos o in- menos 100 gramos de hidratos de carbono, para
tercambios, basándose en su contenido de nutrien- reducir la cetosis y la pérdida de nitrógeno, y con-

544
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 3. MODELO DE DIETA DE 1.200-1.300 KCAL/DÍA (INTERCAMBIO DE RACIONES)

Dieta de 1.250 kcal/día


Proteínas 65 g (20%); grasas 40 g (28%); hidratos de carbono 165 g (52%)

Desayuno • Una ración a escoger de lácteos:


- 200 ml de leche desnatada
- 2 yogures naturales desnatados
• 30 g de pan blanco o integral
Media mañana • Una ración a escoger de frutas:
- Tipo A (300 g): melón, pomelo, sandía
- Tipo B (150 g): albaricoques, ciruelas, frambuesas, fresas, mandarina, naranja,
piña natural
- Tipo C (120 g): manzana, melocotón, pera
- Tipo D (75 g): chirimoya, cerezas, plátano, níspero, uvas
Comida o cena • Una ración a escoger de verduras:
- Tipo A (300 g): acelgas, apio, berenjenas, brécol, calabaza, champiñones,
endivias, espárragos, espinacas, lechuga, pepinos, pimientos,
rábanos, tomates
- Tipo B (200 g): berros, cebolletas, judías verdes, nabos, puerros
- Tipo C (100 g): alcachofas, cebollas, remolacha, zanahorias
• Una ración a escoger de farináceos:
- Tipo A (120 g): alubias frescas o guisantes
- Tipo B (100 g): boniatos, patatas
- Tipo C (40 g): alubias secas, garbanzos, lentejas, pan blanco o integral
- Tipo D (30 g): arroz, harina, pan tostado, pastas (macarrones, fideos, etc.),
sémola o tapioca
• Una ración a escoger de alimento proteico:
- Tipo A (100 g): carne magra (caza, conejo, liebre, pechuga de pavo, pollo
sin piel, ternera o buey magros)
- Tipo B (130 g): pescado azul o blanco; 2 huevos (1 vez por semana)
• Una ración a escoger de frutas
Merienda • Una ración a escoger de frutas
Antes de acostarse • Una ración a escoger de lácteos
Aceite de oliva: 20 g (2 cucharadas soperas) para todo el día

tienen muy poca cantidad de grasas, pero sí ácidos día por el preparado correspondiente. En el pri-
grasos esenciales y las cantidades recomendadas mer caso la vigilancia tiene que ser estrecha, con
de micronutrientes. especial atención al electrocardiograma. Las in-
En principio no se recomienda su utilización dicaciones, limitaciones y contraindicaciones fun-
más allá de 16 semanas, por el riesgo de com- damentales de su utilización se expresan en la
plicaciones metabólicas que conllevan. Además, Tabla 4.
al tratarse de dietas líquidas artificiales, no pue- Los programas de ayuno modificado deben ser
den ser mantenidas por largos periodos sin con- pactados con los pacientes, pues a veces deposi-
secuencias psicológicas. tan demasiadas esperanzas en ellos; se deben uti-
Pueden utilizarse como dieta exclusiva (tres lizar por periodos cortos, bajo supervisión estre-
sobres al día) o bien sustituyendo una comida del cha, cuando se desean pérdidas rápidas de peso o

545
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 4. INDICACIONES, LIMITACIONES Y CONTRAINDICACIONES DEL AYUNO MODIFICADO

VLCD-Ayuno modificado
Indicaciones Limitaciones Contraindicaciones

• Obesos grados III-IV • ↑ Catabolismo proteico • IMC < 30 kg/m2


• A veces, grado II; • ↑ Adaptación metabólica • > 65 años, niños, adolescentes
excepcionalmente, grado I • Efecto rebote • Embarazo, lactancia
• Con factores de riesgo • No permiten reeducación • Diabetes tipo 1
(apnea sueño, DM-2, HTA
y dislipemia graves) • No a largo plazo • Cardiopatías

• 18-65 años • Bastantes casos de muerte • Enfermedades catabólicas

• Fracaso de otras dietas • Complicaciones: • ACV reciente


- Hiperuricemia-gota • Alteraciones hepato-renales
• Preparación para cirugía
- Colelitiasis • Trastornos psiquiátricos
- C. cardiacas
- Hipercolesterolemia

VLCD: dietas muy bajas en calorías; DM-2: diabetes mellitus tipo 2; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa
corporal; ACV: accidente cerebrovascular.

por razones de salud en obesidades con IMC > 30 6.2.6. Otros aspectos
kg/m2. Además, deben formar parte de un progra-
ma integral de tratamiento, con especial énfasis en Especial cuidado hay que tener con el tratamien-
la práctica de actividad física, que es la que mejor to del niño obeso, en primer lugar porque es pre-
se relaciona con el mantenimiento de la masa li- cisamente a edades tempranas cuando mayor ga-
bre de grasa. rantía de éxito se puede esperar, pero también
porque no es conveniente “estigmatizar” con die-
tas escritas “prefabricadas” que por lo general al
6.2.5. Dietas pintorescas poco tiempo son abandonadas con lo que supone
empezar a fracasar tan pronto. Tampoco hay que
Dentro del amplio abanico que la vox populi ma- olvidar que la anorexia mental muchas veces apa-
neja, existen multitud de dietas con un denomina- rece en un adolescente con sobrepeso que realiza
dor común: siembran ilusiones y recogen decep- una dieta restrictiva casi siempre autodidacta, que
ciones. Entre ellas está la dieta de la “Clínica Mayo”, actúa como gatillo desencadenante.
que nada tiene que ver con su homónima de Ro- Por ello a estas edades normalmente se centran
chester, la de Hollywood, la de la bailarina Erna Ca- los esfuerzos en medidas fundamentalmente edu-
rise, la dieta para “mejorar la sexualidad”, la die- cativas, que tienen que incluir todo el entorno fa-
ta Rastafari, la de la “leche y el plátano”, la dieta de miliar e incluso escolar, y en donde el comer menos
Victoria Principal, la de Beverly-Hills, la Cronodieta, se viva con naturalidad. Se vuelve, como siempre, a
el Método Pakistaní, la dieta del pomelo, la de Ra- la reeducación a largo plazo, donde no cabe el ago-
faela Carrá y un sinnúmero de engendros que só- bio ni la imposición sino el convencimiento de las
lo sirven para que los pacientes incautos sigan aña- ventajas que conllevan la alimentación sana.
diendo fracasos a sus múltiples intentos de perder Finalmente hay que prestar atención a las perso-
peso, por preferir métodos pintorescos a una es- nas mayores, que casi nunca acuden motu proprio a
trategia rigurosa de autocontrol que supone una las consultas sino remitidos por distintos especialis-
apuesta personal por la disciplina. tas a partir de determinadas enfermedades que en-

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

tran dentro del cortejo de las comorbilidades de la carga, un castigo, una esclavitud, una privación, un
obesidad. Evidentemente intentar cambiar los hábi- intentar, un probar... sino una liberación de la de-
tos de un anciano puede ser tremendamente difí- pendencia de la comida. En otras palabras, es im-
cil y a menudo no es ni tan siquiera aconsejable. No prescindible el planteamiento de una reeducación
se debe olvidar que a partir de los 70 años se sue- nutricional que permita modificar los hábitos ali-
le empezar a perder peso espontáneamente entre menticios con carácter permanente, desposeyen-
otras causas porque se come menos, y privar a una do dichos cambios de todo elemento frustrante o
persona de comer cuando quizá sea de los pocos traumático.
placeres que puede disfrutar puede ser controverti- Ese mensaje de libertad que supone el domi-
do. Además, la disminución de la masa magra, acom- nar los impulsos bulímicos, la costumbre de picar,
pañante con carácter obligatorio a la pérdida de pe- la obsesión por la comida... debe constituir uno de
so, es especialmente perjudicial a estas edades pues los pilares de apoyo fundamentales. Hay que con-
su recuperación es prácticamente imposible, con lo vencer al paciente de que la dieta es “para siem-
que supone de cara al mantenimiento de la fuerza pre”, no para seis meses o un año; y que, al igual
muscular tan necesaria en esta etapa. que la persona que deja el hábito del tabaco no fi-
Por eso se recomienda, más que una dieta estricta, ja excepciones para poder fumar, es decir, no fuma
un control de ingestas sensato, procurando no rom- ni en bodas, ni vacaciones, ni fines de semana, la ac-
per drásticamente con las costumbres del paciente. titud ante las comidas debe tener la misma menta-
Simplemente, que coma de todo... pero menos. lidad, pero siempre con espíritu de victoria y nun-
En las Guidelines on the identification, evaluation, ca vivir “la dieta” como un castigo. Esta búsqueda
and treatment of overweight and obesity in adults, de de encontrar positivo lo que antes se veía negati-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las vo puede servir de ayuda inestimable dentro del
siguientes conclusiones: plan terapéutico, y en donde el énfasis en la pér-
1. Las dietas bajas en calorías son recomenda- dida de peso requiere un cambio de enfoque que
bles para perder peso en los adultos obesos y con considere el peso no como un problema, sino co-
sobrepeso, con un Nivel de Evidencia A. El descenso mo un resultado.
del aporte de grasas dentro de estas dietas es un El apoyo psicológico puede realizarlo el mismo
método eficaz, con un Nivel de Evidencia A. terapeuta que indica la dieta, pero asimismo puede
2. Disminuir la ingesta de grasas sin reducir el ser útil recurrir a profesionales especializados en
aporte calórico total no es suficiente para perder psiquiatría y psicología. Los tratamientos conduc-
peso, pero sí se consigue cuando se acompaña de tuales y las terapias de grupo pueden aportar ele-
una reducción calórica total. Nivel de Evidencia A. mentos positivos dentro del complejo tratamiento
3. Una dieta deficitaria en 1.000 kcal/día deter- de la obesidad.
mina la pérdida de alrededor de 1 kg de peso a la Más allá de la variación mensual del peso, exis-
semana. Nivel de Evidencia A. te un inmenso repertorio de costumbres y hábitos
4. Las DMBC o VLCD determinan inicialmente diarios, que no tienen razón de ser, y de irregulari-
una mayor pérdida de peso que las dietas hipoca- dades de comportamiento, a partir de las cuales se
lóricas convencionales, pero a largo plazo (un año) deberá arrancar toda intervención educacional, pa-
no hay diferencias entre ellas. Nivel de Evidencia A. ra que ésta sea efectiva.
El comportamiento humano no es tan aleato-
rio ni imprevisible como pudiera parecer, sino que
6.3. Psicoterapia y tratamiento es relativamente predecible y mantiene una regula-
conductual ridad con su entorno. Además, forma parte de un
contexto ambiental, en el que concurren circuns-
Al tratarse de un planteamiento a largo plazo, tancias estimulares que le preceden (antecedentes)
casi “de por vida”, se precisa un cambio radical en y circunstancias estimulares que le siguen (conse-
la filosofía que envuelve el acto de comer. Por ello cuencias).
es necesario un apoyo psicológico, especialmen- El proceso educativo en el paciente obeso de-
te en pacientes con acúmulo de fracasos previos, berá tener un enfoque integrador con cada ni-
que les convenza de que la dieta no es una sobre- vel de análisis e intervención de la aplicación de

547
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

un programa de tratamiento cognitivo conduc- Entre los efectos beneficiosos del ejercicio en el
tual. Este paquete terapéutico deberá incluir in- paciente obeso se han descrito:
formación dietética, ejercicio físico, reestructura- • Aumento del HDL-colesterol y disminución de
ción cognitiva, apoyo social, de pareja y de grupo y los triglicéridos.
sesiones grupales, con el objetivo final de conver- • Mejoría de la tolerancia a la glucosa por au-
tir el paciente en agente activo de su propio cam- mento de sensibilidad a insulina, de la captación de
bio, asumiendo que será su propio esfuerzo el que glucosa y descenso de la insulinemia.
modifique los factores que controlan su conducta • Mejoría cardiocirculatoria, por caída de la ten-
(modelo de autocontrol). sión arterial y frecuencia cardiaca.
En las Guidelines on the identification, evaluation, • Aumento del gasto energético basal y total.
and treatment of overweight and obesity in adults, de • Cambios en la composición corporal, con me-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las nor pérdida de masa magra.
siguientes conclusiones: • Modula el apetito y los hábitos alimenticios.
1. El tratamiento conductual puede ayudar al • Mejoría del estado físico y psicológico.
tratamiento para perder peso y mantenerlo. Nivel De cualquier modo, los metaanálisis realiza-
de Evidencia B. dos por Garrow et al. [Eur J Clin Nutr 1995 Jan;
2. Conseguir la motivación del paciente es im- 49 (1): 1-10. Meta-analysis: effect of exercise, with
portante para perder peso. Nivel de Evidencia D. or without dieting, on the body composition of over-
3. La combinación de terapia conductual, dieta weight subjects], y Miller et al. [Int J Obes Relat Me-
hipocalórica y ejercicio es útil en el paciente obeso tab Disord 1997 Oct; 21 (10): 941-7. Comentario
y con sobrepeso. Nivel de Evidencia A. en: Int J Obes Relat Metab Disord 1998 Aug; 22 (8):
825. A meta-analysis of the past 25 years of weight
loss research using diet, exercise or diet plus exercise
6.4. Ejercicio físico intervention], sobre un total de 500 estudios, re-
velan que sólo con ejercicio las pérdidas de peso
Llama la atención la gran esperanza que algunos son modestas (alrededor de 3 kg) e indudable-
pacientes depositan en el ejercicio físico para con- mente insignificantes cuando se trata de grandes
seguir perder peso, y no en la dieta. Por eso con obesidades.
gran frecuencia se ve en las consultas a personas Por todo ello, aunque el ejercicio es un elemen-
que “nuevamente” desean comenzar un programa to importante en el contexto del tratamiento de la
de pérdida de peso y que antes de visitarnos ya se obesidad, a menudo se sobrevalora, y nunca pue-
han apuntado a un gimnasio. de convertirse en la alternativa única o principal,
Evidentemente que el ejercicio físico debe for- sino como una medida adicional que debe siem-
mar parte del tratamiento global de la obesidad. pre ir acompañada de una restricción calórica en
Recomendable para las personas sanas, también la dieta.
lo es para los pacientes obesos, pero siempre En las Guidelines on the identification, evaluation,
adaptado a sus condiciones físicas; lo cual quiere and treatment of overweight and obesity in adults, de
decir que tiene que formar parte de un progra- 1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las
ma reglado, progresivo y conducido por especia- siguientes conclusiones:
listas con objeto de evitar los problemas, a veces 1. El ejercicio físico contribuye de forma mo-
graves, que pueden conllevar los criterios autodi- desta a la pérdida de peso en el adulto obeso. Ni-
dactas o controlados por personas sin los conoci- vel de Evidencia A.
mientos fisiopatológicos que el ejercicio envuelve 2. El ejercicio físico puede disminuir la grasa ab-
en el obeso. Siempre hay que considerar las limi- dominal en el adulto obeso. Nivel de Evidencia B.
taciones que la propia obesidad confiere a la prác- 3. El ejercicio físico aumenta el rendimiento car-
tica de la actividad física y que van desde la falta diocirculatorio en el adulto obeso. Nivel de Eviden-
de confianza en sus posibilidades, hasta los pro- cia A.
blemas derivados de la sobrecarga osteoarticu- 4. El ejercicio físico puede ayudar al manteni-
lar, pasando por una respuesta cardiorrespirato- miento de peso perdido en el adulto obeso. Nivel
ria deficiente. de Evidencia C.

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

5. El ejercicio físico combinado con dieta es más actuar a través de tres vías: controlar el apetito, dis-
eficaz para perder peso, disminuir la grasa abdomi- minuir la absorción de nutrientes o aumentar el gas-
nal y mejorar el rendimiento cardiocirculatorio. Ni- to metabólico.
vel de Evidencia A. Como norma básica para su prescripción se
precisa que el IMC sea superior a 30 kg/m2 y la
existencia de factores de riesgo como hiperten-
6.5.Tratamiento farmacológico sión y diabetes.
A grandes rasgos, los fármacos a utilizar se pue-
Con frecuencia es demandado por los pacientes den clasificar en (Tabla 5):
como primera y a veces como única opción, con la
intención de que se convierta en la solución mágica
a su problema, de modo que todo el esfuerzo por 6.5.1. Inhibidores de los depósitos
su parte sea el tomarse la “pastilla milagrosa”. de grasa: anorexígenos
En otras ocasiones se trata de un recurso deses-
perado, después de innumerables fracasos con los Este grupo de anorexígenos incluye los fárma-
“regímenes”, que le hacen dudar de las dietas y de cos adrenérgicos, que actúan vía neurotransmi-
las personas que prescriben las dietas, pero sobre- sores catecolamínicos, y los serotoninérgicos,
todo le hace perder la confianza en sí mismo, con que lo hacen a través de la inhibición selectiva de la
lo que ante tanto fracaso abandonan todo y se aco- recaptación de serotonina.
gen a los fármacos como última solución. 1. Los fármacos adrenérgicos tienen
De todos modos su utilización es un tema con- efectos estimulantes y producen habituación. Fue-
trovertido en cuanto a cuándo, cómo y qué fárma- ron en un tiempo muy usados, en especial las an-
cos utilizar. Además, buena parte de los estudios fetaminas.
que describen sus bondades son patrocinados por • Las anfetaminas a dosis de 10 mg/día pro-
la industria farmacéutica, por lo que la valoración ducen anorexia vía central a través de las catecola-
de su eficacia no está exenta de la introducción in- minas: noradrenalina y dopamina. Entre sus efectos
voluntaria de sesgos. colaterales destacan la estimulación central, eufo-
Quizá la limitación fundamental provenga de que ria y excitabilidad cardiovascular. En la actualidad su
a partir de los 6 meses de uso, su efectividad desapa- uso está desaconsejado, por producir habituación,
rece en la mayoría de los casos, existiendo un meta- y no se comercializan en España.
análisis [AJCN 1994; (60): 647-57] que incluye 8.000 • El mazindol, utilizado mucho por las escuelas
pacientes y que así lo demuestra, atribuyéndose ello japonesas a dosis de 0,5-3 mg/día, estimula el sis-
a fenómenos de tolerancia farmacológica. tema catecolamínico a nivel hipotalámico, produ-
Por otro lado, el índice de abandonos del trata- ciendo anorexia. Entre sus efectos secundarios se
miento es elevado, en parte porque en la actualidad cuentan la inhibición de la secreción ácida gástrica,
no son financiados por el Sistema Nacional de Salud de la absorción de glucosa y de la secreción de in-
y también por la modesta pérdida de peso que deter- sulina, al tiempo que aumenta la actividad motora.
minan, sobre todo si no se acompañan de dieta hipo- La pérdida de peso es moderada y se recupera tras
calórica ni se han modificado los hábitos dietéticos. dejar la medicación. En España no se comercializa.
Una excelente revisión acerca de la eficacia de • La fentermina a dosis de 15-30 mg/día es
los fármacos antiobesidad es la de Arterburn et al. bien tolerada, aunque puede provocar insomnio y
(BMJ 2001; 322: 1406-9. Clinical review. Obesity ex- cefalea. En España no se comercializa.
tracts from clinical evidence). • La fenilpropanolamina se une a los recep-
El fármaco ideal debe ser aquel que permita dis- tores α-1, por lo que puede usarse en pacientes hi-
minuir la masa grasa con conservación de la magra, pertensos, pero se han descrito casos de hemorra-
prevenir la reganancia de peso, mejorar su efectivi- gias. La pérdida de peso es mínima, por lo que su
dad en combinación con dieta y ejercicio, no tener utilización es escasa. En España no se comercializa.
efectos secundarios ni producir habituación, y que • El dietilpropión a dosis de 75 mg/día se to-
consiga además mejorar el perfil metabólico (coles- lera bien, pero puede producir insomnio. La pér-
terol, triglicéridos, glucemia, etc.). Para ello se puede dida de peso es pobre, estando recogido en la

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 5. FÁRMACOS EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD

Nivel de actuación Acción y mecanismo Fármacos

Inhibidores de Anorexígenos Adrenérgico Anfetaminas


los depósitos Mazindol
de grasa Fentermina
Fenilpropanolamina
Dietilpropión
Serotoninérgico Dexfenfluramina
Fenfluramina
Fluoxetina
Sertralina
Mixto Sibutramina
Inhibidores de Agentes saciantes Fibra vegetal
la absorción Glucomanano
de nutrientes Goma guar
Sustitutos grasos Poliésteres de sacarosa
Perfluoroacetilo
↓ Absorción Inhibición Acarbosa
hidratos de carbono α-glucosidasa Miglitol
↓ Absorción grasas Inhibición lipasas Orlistat
Estimulantes Agentes termogénicos ↑ Lipólisis Hormonas tiroideas
del consumo o lipolíticos Dinitrofenol
energético GH
Simpaticomiméticos Efedrina
β-adrenérgico Sibutramina
Serotoninérgico

literatura algún caso de hipertensión pulmonar y recto, mejoran los índices glucémicos, y no po-
psicosis en pacientes que tomaban este fármaco. En seen efecto anfetamínico, por lo que no generan
España no se comercializa. tolerancia.
• El femproporex y el clobenzorex son de- Son al menos tan efectivos como los catecola-
rivados anfetamínicos poco estudiados. En España mínicos, pero menos peligrosos. Su indicación bási-
no se comercializan. ca es la necesidad de perder peso en poco tiempo.
2. Los fármacos que actúan como se- Los más utilizados son:
rotoninérgicos no son estimulantes ni pro- • La dexfenfluramina a dosis de 30 mg pro-
ducen habituación. Su efecto se basa en la inhi- voca una pérdida escasa de peso (inferior a 2,6 kg
bición selectiva de la recaptación de serotonina. a los 12 meses) y se ha asociado a alteraciones val-
Disminuyen el volumen y el ritmo de las comi- vulares e hipertensión pulmonar primaria. Actual-
das, cambian el patrón de ingestas y las tenden- mente retirada del mercado.
cias bulímicas y parecen reducir selectivamen- • La fenfluramina, a dosis de 60 mg. En los
te la ingesta de hidratos de carbono y proteínas. metaanálisis revisados no parece tener un efecto
Por otro lado poseen un efecto termogénico di- importante en la pérdida de peso. Los efectos se-

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

cundarios son similares a la dexfenfluramina. No producción de aquéllas y por tanto a una elimina-
disponible en la actualidad. ción adicional de colesterol por la bilis.
• La fluoxetina, a dosis de 60 mg/día ha si- Sin embargo, la explosión actual en la utilización
do recomendada como fármaco de elección en de fibra viene dada por su papel en el tratamien-
el obeso deprimido, aunque los resultados no son to de la obesidad, a través fundamentalmente de su
espectaculares, alrededor de 3 kg al año. En la ac- efecto saciante y también por la modificación de
tualidad su utilización como fármaco antiobesi- la deposición de grasa y del estímulo de la lipólisis
dad no goza del reconocimiento de las autorida- que puede producir vía insulina, existiendo un au-
des sanitarias. téntico “mercaderío” alrededor de ella, sin que los
• La sertralina es otro inhibidor de la recapta- estudios científicos avalen más allá de un pequeño
ción de la serotonina que está comercializado, pe- efecto, que no justifica la desproporción de la difu-
ro tampoco se encuentra indicado como fármaco sión de este papel.
antiobesidad. Tal afirmación se basa tanto en nuestra expe-
3. Efecto mixto: adrenérgico y sero- riencia personal como en diversos estudios cien-
toninérgico: sibutramina es el más utiliza- tíficos, como el metaanálisis de Pittler et al. [Am J
do de este primer grupo de fármacos anorexíge- Med 2001 Jun 15; 110 (9): 724-30. Guar gum for body
nos, a dosis de entre 5-35 mg/día, y es, además, weight reduction: meta-analysis of randomized trials],
uno de los pocos medicamentos reconocidos en que analiza 20 ensayos clínicos aleatorizados, do-
la actualidad por las autoridades sanitarias para el ble ciego y con grupo control, y no encuentra a
tratamiento farmacológico de la obesidad, con re- largo plazo diferencias significativas entre el grupo
ducciones de peso a los 6 meses de alrededor de que recibe fibra adicional y el control, con una di-
6 kg. A partir de este tiempo, el beneficio es míni- ferencia de peso de -0,04 kg (95% IC). Además, el
mo. Como efecto secundario se describe la eleva- grupo que recibe fibra presenta mayor número de
ción de la tensión arterial, aunque, cuando se pier- episodios adversos del tipo dolor abdominal, fla-
de peso, disminuye. tulencia, diarrea y calambres, por lo que conclu-
yen que la fibra no constituye una alternativa bá-
sica para la pérdida de peso, sobre todo teniendo
6.5.2. Inhibidores de la absorción en cuenta el efecto coste-beneficio, siempre refi-
de nutrientes riéndonos a obesidades patológicas y no a proble-
mas estéticos.
1. Agentes saciantes: fibra vegetal, Evidentemente, esta afirmación puede sor-
glucomanano y goma guar: aunque la fi- prender ante la gran difusión y publicidad que tie-
bra no es realmente un fármaco, se incluye en es- ne en la actualidad la fibra en el tratamiento de
te apartado a efectos prácticos, dado el amplio eco la obesidad; para ello es suficiente comprobar la
que tiene en la industria farmacéutica y su difusión dimensión adquirida en los medios de comunica-
a través de las oficinas de farmacia. ción, existiendo demasiados intereses comercia-
En tiempos anteriormente, a la fibra alimenti- les basados en la facilidad de tomarse unos com-
cia se la reconocía útil únicamente en la regula- primidos de fibra ante un problema tan difícil de
ción de la fisiología intestinal. Actualmente se le tratar con éxito como es la obesidad, cuando no
reconoce también un papel importante en el tro- aprovechan la desesperación de enfermos graves
fismo de la mucosa digestiva, en especial del co- que recurren a ella ante el reclamo de resultados
lon, a través de la formación de ácidos grasos espectaculares.
de cadena corta (butirato, propionato y aceta- 2. Sustitutos grasos: entre ellos están los
to), procedentes de su fermentación y que cons- poliésteres de la sacarosa y el perfluo-
tituyen un sustrato específico para el colonocito; roacetilo, de dudosa eficacia y no disponibles
igualmente posee un efecto modulador en la re- en España.
gulación de la glucemia, al retrasar la absorción 3. Acarbosa y miglitol: son inhibidores de
de azúcares, y puede disminuir los niveles de co- la α-glucosidasa, que retrasan la absorción intes-
lesterol por las pérdidas de sales biliares que tinal de azúcares y reducen la glucemia pospran-
arrastra con las heces, lo que obliga a una mayor dial. Se suelen utilizar en diabéticos obesos, pe-

551
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

ro su efecto sobre la reducción de peso no está tramina 4,3 kg (5%), con orlistat 3,4 kg (3,4%)
demostrado. y con dietilpropión 1,5 kg (1,5%); o sea, los re-
4. Orlistat (tetrahidrolipstatina): actual- sultados no son nada espectaculares.
mente de moda, es un inhibidor de la lipasa pan- El metaanálisis más reciente es el de McTigue
creática e intestinal que disminuye la absorción de et al. [Ann Inter Med 2003 Dec 2: 139 (11): 133-49.
la grasa alimenticia en un 30%, que se pierde por Screening and interventions for obesity in adults: sum-
heces, lo que equivaldría a una disminución de su mary of the evidence for the U.S. Preventive Services
ingesta en igual proporción. Task Force], en el que concluyen que el tratamien-
Se recomienda siempre junto a una dieta hipo- to farmacológico, junto a las medidas habitua-
calórica. Tiene el inconveniente de que el no se- les de dieta y ejercicio, producen una modesta
guimiento de una dieta pobre en grasa puede pro- pérdida de peso de 3-5 kg a los 12 meses, con
vocar pérdidas involuntarias e indiscretas de ésta, mejoría de algunas comorbilidades como la hi-
vía rectal. pertensión. La sibutramina y el orlistat son
En general, los estudios disponibles con este los más recomendados, pero su efecto más allá
fármaco están patrocinados por la industria y ba- de los tres meses de utilización no está demos-
san su eficacia en los efectos que sobre las co- trado. El mismo estudio remarca la eficacia de la
morbilidades de la diabetes supone una pérdi- cirugía, pero con la connotación de complicacio-
da de alrededor del 10% de peso. Un ejemplo de nes a veces graves.
ello es el metaanálisis reciente de Sharma et al. fi- En la actualidad los fármacos más utilizados son
nanciado por el fabricante [Effect of orlistat-indu- la sibutramina y el orlistat, únicos reconoci-
ced weight loss on blood pressure and heart rate in dos por el Ministerio de Sanidad y Consumo pa-
obese patients with hypertension. Journal of Hyper- ra el tratamiento específico de la obesidad. Las
tension 2002; 20 (9): 1873-8], en el que concluyen investigaciones actuales se centran en la manipu-
que en combinación con dieta hipocalórica pro- lación de los péptidos endógenos que estimulan
duce un descenso significativo de la tensión arte- o inhiben el apetito, siendo los más estudiados el
rial y de la frecuencia cardiaca, acompañantes de neuropéptido Y que estimula la orexia y, so-
la pérdida de peso. bre todo, la leptina, proteína que inhibe al neu-
ropéptido Y (estimulador del apetito) a nivel hi-
potalámico, con lo que disminuye la ingesta, el
6.5.3. Estimulantes peso, la hipercolesterolemia, la insulinemia y la hi-
del consumo energético percorticonemia. Igualmente, se están haciendo
estudios con los factores de trascripción adipoci-
Entre ellos están los agentes termogénicos taria como los PPAR (Peroxisome Proliferator-Ac-
o lipolíticos que determinan un aumento del tivated Receptor), que podrían modificar la dife-
ritmo metabólico y de la utilización grasa como renciación adipocitaria desde los fibroblastos, e
las hormonas tiroideas, el dinitrofenol, la incluso el hoy tan de moda factor de necrosis tu-
hormona de crecimiento y los agentes sim- moral TNF (Tumor Necrosis Factor), que altera la
paticomiméticos como la efedrina. También resistencia insulínica. Finalmente, se están desa-
poseen efectos termogénicos los estimulantes rrollando estudios en torno al papel de los ago-
β-adrenérgicos y algunos serotoninérgi- nistas de la colecistoquinina, que también
cos como la sibutramina, ambos comentados inhiben el apetito.
anteriormente. Desgraciadamente hoy no se dispone del “fár-
Un metaanálisis destacable acerca de la utili- maco definitivo” para el tratamiento de la obesi-
dad a largo plazo de fármacos antiobesidad es de dad, y se asiste a corrientes prescriptoras oscilan-
Glazer et al. [Arch Intern Med 2001 Aug 13-27; 161 tes hacia uno u otro preparado... o ninguno, lo cual
(15): 1814-24. Long-term pharmacotherapy of obesi- no ocurre con otras enfermedades crónicas como
ty 2000: a review of efficacy and safety], en el que la diabetes, en donde aunque con tratamiento me-
los autores estudian seguimientos de 36 a 52 se- dicamentoso no se cura sí que se puede mejorar.
manas, encontrando que los que reciben fenter- Las puertas están abiertas... A que se descubra “la
mina pierden 7,9 kg (8,1% del peso), con sibu- píldora milagrosa”.

552
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 6. CIRUGÍA DE LA OBESIDAD: MEJORÍA DE COMORBILIDADES

Comorbilidad Prevalencia (%) Curación (%) Mejoría (%)

Hipertensión arterial 30-60 60-65 90


Dislipemia 15-25 70 85
Diabetes mellitus 2 15-20 90-65 100
Asma 10-15 > 95 100
Fallo cardiaco 10 60 90
Apnea del sueño 2-5 100 100

6.6. Cirugía bariátrica la valoración nutricional del paciente y la prescrip-


ción y seguimiento de la dieta en el preoperatorio
Constituye la solución definitiva para obesida- y sobre todo en el postoperatorio. El último pun-
des mórbidas o supermórbidas, con IMC > 40 kg/ to es clave puesto que tras la cirugía se precisa una
m2; aunque la gran cantidad de efectos secundarios adecuación de la dieta que evite o corrija los pro-
que conlleva obliga a ser tremendamente cautos an- blemas nutricionales postquirúrgicos, que pueden
te una decisión tan trascendental, a veces la más im- revestir especial gravedad en los pacientes con ci-
portante en la vida del paciente. Sólo excepcional- rugía malabsortiva.
mente se trata de una decisión urgente, por lo que El endocrinólogo se encargará del estudio y
todas las medidas son pocas a la hora de evaluar la control de posibles alteraciones hormonales y en-
indicación quirúrgica, e incluso puede ser beneficio- docrinas, así como del tratamiento y seguimiento
so establecer cierta “demora controlada” en el mo- de comorbilidades como la diabetes, el síndrome
mento de la intervención, que permita que los pa- metabólico, etc.
cientes indecisos puedan abandonar el programa. El psiquiatra realizará una valoración prequirúr-
Los objetivos de la cirugía han de incluir obliga- gica que garantice la estabilidad psíquica del pa-
toriamente las siguientes expectativas: descender ciente y su capacidad para asumir los cambios que
el IMC por debajo de 35 kg/m2, disminuir las co- en su vida puede suponer la pérdida de 50 o 70 kg
morbilidades y mejorar la calidad de vida. de peso. La aplicación de una cirugía restrictiva a
Con respecto a la mejora de comorbilidades, un paciente cuya vida gira en torno al placer de la
los resultados son espectaculares (Tabla 6), re- comida abundante, puede ser tremendamente de-
comendándose en las obesidades severas con un letérea para su estabilidad mental, de ahí la impor-
Nivel de Evidencia A [Di Gregorio et al. Quality of tancia de prepararlo para asumir dichos cambios.
life after obesity surgery, an evidence-based medicine También es importante convencer al paciente de
literature review: how to improve systematic searches que se le opera el tubo digestivo pero no “el ce-
for enhanced decision-making and clinical outcomes. rebro para pensar en la comida” ni “las manos pa-
Obes Surg 2001 Jun; 11 (3): 318-26]. ra cogerla”, por lo que si quiere puede seguir sien-
Para asegurar el éxito se deben seguir criterios do obeso. El establecimiento de terapias grupales
rígidos de selección por parte del equipo de facul- puede ser beneficioso para la preparación y segui-
tativos que trate al paciente. Éste tendrá carácter miento de estos enfermos.
multidisciplinar y estará integrado por nutricionis- El cirujano es la pieza clave del grupo y en él re-
tas, endocrinólogos, psiquiatras y cirujanos, quie- cae la decisión final acerca de la conveniencia o no
nes, de acuerdo con el protocolo establecido, se- de la intervención tras el visto bueno del anestesis-
leccionarán qué pacientes son susceptibles de este ta, así como de la técnica quirúrgica a emplear.
tipo de terapia tan agresiva. A la actuación de este equipo básico se pueden
Dentro del programa global de cirugía bariátri- añadir cuantos especialistas se precise como gas-
ca cada cual tiene su papel: el nutricionista realizará troenterólogos, cirujanos plásticos y dietistas.

553
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

6.6.1. Indicaciones La elección de la modalidad quirúrgica va a de-


pender de las características de cada paciente, es-
Se valorará en pacientes con obesidad mór- pecialmente de sus hábitos alimentarios. Las téc-
bida o supermórbida en los que la dieta, psi- nicas restrictivas se aplican a las obesidades no
coterapia, tratamiento conductual, medicación y extremas, a grandes comedores y a aquellos que
ejercicio fracasan; y se basa en dos principios: redu- no controlan la sensación de saciedad; mientras
cir la capacidad del estómago y/o provocar malab- que las malabsortivas, más efectivas, son obligadas
sorción. De cualquier modo hay escuelas que en en las grandes obesidades.
caso de obesidades supermórbidas con IMC > 50
kg/m2, directamente indican la cirugía sin probar 6.6.2.1. Técnicas restrictivas
otras alternativas, dando por seguro el fracaso de
todas las medidas habituales. Su objetivo es la reducción de la capacidad del
1. Criterios de inclusión: estómago, con lo que se produce sensación de sa-
• Peso > 200% o más del 45% del menor peso ciedad con pequeñas ingestas. Dentro de ellas exis-
ideal, o IMC > 40 kg/m2 (durante al menos 5 años). ten numerosas variedades que pueden reducirse
• Edad: 18-60 años. en dos grandes grupos:
• Resistencia al tratamiento dietético y farma- 1. Gastroplastias: existen varias técnicas,
cológico. pero quizá la que más difusión ha tenido ha sido
• Ausencia de enfermedad grave. la gastroplastia vertical anillada de Ma-
• Estabilidad psíquica. son, consistente en practicar un grapaje vertical,
2. Criterios de exclusión: enfermedades en el fundus, con dispositivos de autosutura, y la
graves, embarazo y lactancia, entre otros. colocación de un anillo de silicona o una bandele-
ta de goretex desde el final de éste hasta la curva-
tura menor en un ángulo aproximado de 90 gra-
6.6.2.Técnicas quirúrgicas dos (Figura 2a). Esto supone la creación de un
neorreservorio gástrico reducido, de 15-20 ml,
Las técnicas quirúrgicas se introdujeron a finales cuya distensión provoca sensación de saciedad
de los años 50, por lo que hay multitud de varieda- precoz, por lo que el volumen de las comidas es
des (se hará referencia solamente a las más utiliza- escaso. No obstante, el paciente tiene que acos-
das en el momento actual) que pueden realizarse tumbrarse a comer mucho menos, pues en caso
mediante abordaje abierto o a través de laparosco- de superar el volumen admisible aparece sensa-
pia. Las técnicas laparoscópicas son especialmente ción de nudo, dolor epigástrico y vómitos. Como
útiles en el obeso, más allá de consideraciones es- complicación mecánica merece especial mención
téticas, porque limitan de forma notable la inciden- el desgrapado.
cia de eventraciones, que son una de las compli- Existen otras variantes menos utilizadas como la
caciones más frecuentes en la cirugía del paciente gastroplastia horizontal.
obeso, debido a la inestabilidad de la pared abdo- 2. Bandas gástricas: consisten en la implan-
minal y a las dificultades que se presentan para su tación, bien mediante cirugía abierta o de prefe-
cierre al finalizar el acto quirúrgico. rencia por laparoscopia, de una banda anillada que
Las técnicas a su vez pueden ser: restrictivas, rodea el cuerpo gástrico, que adopta así una for-
que limitan la capacidad del reservorio gástrico, ma que gráficamente recordaría a un reloj de are-
tienen menor riesgo, menos incidencia de secue- na pero con la parte superior mucho más peque-
las y pueden ser reversibles mediante nueva ciru- ña, consiguiéndose así el mismo objetivo de reducir
gía, aunque con la desventaja de que la pérdida de la capacidad del reservorio gástrico (Figura 2b).
peso es menor y que con el tiempo se reinicia una Algunas de estas bandas son hinchables, de modo
recuperación lenta del peso; derivativas, que de- que se puede modificar su volumen mediante la in-
terminan pérdidas mayores de peso, pero a cam- yección de suero fisiológico en su reservorio, que
bio comportan más riesgos y secuelas más inten- se aloja subcutáneamente para poder abordarlo sin
sas, y son difíciles de revertir; y técnicas mixtas maniobra quirúrgica (Figura 2c). Los efectos so-
que combinan ambos efectos. bre la ingesta son similares a las gastroplastias y

554
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Figura 2. Cirugía bariátrica: técnicas restrictivas.

sus limitaciones las mismas, existiendo por añadi- 6.6.2.3. Técnicas mixtas
dura mayor incidencia de inclusión en la pared gás-
trica del reservorio. Son técnicas radicales, restrictivas y derivativas,
El problema fundamental de las técnicas comen- aplicables a las grandes obesidades, y obligatoria-
tadas es que, a partir del cuarto o quinto año de la mente conllevan malabsorción, con lo que garanti-
intervención, los pacientes pueden comenzar a re- zan mayor porcentaje de pérdida de peso.
cuperar peso, quizás por distensión del reservorio, 1. Bypass gástrico: el más clásico es el bypass
o porque aprenden a comer sin desencadenar el gástrico en “Y de Roux”, descrito por Su-
cuadro descrito cuando se supera el límite de in- german y sus variantes como la de Torres y de
gesta. Además de la sensación de nudo, dolor o vó- Oca. Consiste básicamente en crear un reservorio
mitos, se pueden presentar complicaciones menos en el fundus mediante grapado horizontal del estó-
frecuentes como la esofagitis, y los déficit de hie- mago (Figura 4a). A este neorreservorio se le co-
rro, vitamina B12 y/o calcio. necta un asa de yeyuno a la que distalmente entre
uno o dos tercios de su longitud se le anastomosa la
6.6.2.2. Técnicas derivativas

Son más efectivas que las an-


teriores para perder peso al de-
terminar malabsorción. Entre ellas
destacan el bypass yeyuno-có-
lico (Figura 3a) (Payne y DeWind,
1969) y el yeyuno-ileal (Figura
3b) (Payne y DeWind, 1969; Scout y
Dean, 1973).
Estas técnicas, que son puramen-
te derivativas, han sido abandona-
das en muchos centros debido a
los efectos secundarios que de-
terminan: entre otros, pérdida de
minerales y electrólitos, alteracio-
nes intestinales, colelitiasis, artritis,
osteoporosis, etc. Figura 3. Cirugía bariátrica: técnicas derivativas.

555
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Figura 4. Cirugía bariátrica: técnicas mixtas. GV: gastroplastia vertical anillada; BG: bypass gástrico.

procedente de estómago y duodeno mediante una gunos equipos la amplían o disminuyen en función
yeyuno-yeyunostomía término-lateral. La pérdida de del peso del paciente (Figura 4c). Otras variantes,
peso se produce por la sensación de saciedad pre- como las de Hess-Marceau o Baltasar (Fi-
coz, debida a la distensión del neorreservorio gás- gura 4d), incluyen el cruce duodenal. Algunos au-
trico y por el efecto anorexígeno determinado por tores asocian la colecistectomía profiláctica.
la liberación de péptidos intestinales durante el pa- La clave del éxito de estas técnicas agresivas
so de alimentos a través de la gastroyeyunostomía. radica en la longitud del asa funcionante que es
El componente malabsortivo está en relación con la la única que realmente absorbe, dependiendo de
exclusión inicial de la secreción biliopancreática y la ello una mayor o menor maldigestión-malabsor-
longitud del asa absortiva funcionante. ción, que condiciona la intensidad de la pérdida de
2. Técnica de Salmon: combina la gastro- peso. A cambio, poseen mayores efectos secunda-
plastia vertical anillada y el bypass gástrico. Ha sido rios en forma de distensión abdominal, diarrea, etc.
también bastante utilizada (Figura 4b), aunque Pero, sobre todo, pueden condicionar pérdidas de
en nuestra experiencia presenta mayores efectos nutrientes, especialmente vitaminas, hierro y calcio.
secundarios que otras modalidades. Con frecuencia variable se puede presentar síndro-
3. Diversión biliopancreática: esta opción, me del asa ciega, hepatotoxicidad y nefrotoxicidad.
descrita por Scopinaro y Gianetta en 1996, Un aspecto importantísimo es el seguimiento
combina una gastrectomía parcial con una anasto- ulterior de una dieta correcta tras la cirugía, que
mosis gastroyeyunal en “Y” de Roux, realizando la básicamente se regirá con las siguientes normas:
unión de las dos secciones intestinales para que • Comer despacio.
quede una longitud absortiva de 50 cm, aunque al- • Masticar 25 veces cada bocado.

556
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

• Usar cuchara pequeña. parece una opción razonable, en primer lugar por-
• Emplear 30 minutos por comida. que, si el paciente quiere, puede “beber” alimen-
• Dejar de comer en cuanto aparezca saciedad. tos hipercalóricos (natillas, flanes, batidos azuca-
• No comer entre comidas ni beber con ellas. rados, etc.) y además porque cuando se le retiran
• Dieta ligera no hipercalórica. las bandas intermaxilares, el paciente vuelve a co-
A veces, sobre todo en los casos de cirugía res- mer como antes y recupera rápidamente el peso.
trictiva, algunos alimentos y especialmente la car-
ne no se pueden tragar, por lo que hay que recu-
rrir a triturar los alimentos. En este sentido cada 6.7.2. Acupuntura
paciente tiene un comportamiento distinto, tanto
desde el punto de vista de la tolerancia, como de Se ha utilizado para modular el apetito en el
la sintomatología intestinal que pueda aparecer. obeso, pero nosotros no tenemos experiencia en
Con respecto al aporte de energía, evidente- esta modalidad terapéutica. Una revisión sobre el
mente hay que huir de dietas hipercalóricas, pe- tema es la de Ernst E [Wien Klin Wochenschr 1997
ro lo mejor es que el paciente aprenda a comer Jan 31; 109 (2): 60-2. Acupuncture/acupressure for
aquello que mejor tolere dentro del concepto de weight reduction? A systematic review].
dieta variada y equilibrada, con cuidado de inge-
rir alimentos ricos en hierro y calcio. En las técni-
cas malabsortivas, al quedar excluidos el duodeno 6.7.3. Globo intragástrico
y yeyuno proximal, lugar de absorción preferente
del hierro, pueden presentarse ferropenias seve- Es un método utilizado a veces con carácter
ras rebeldes a la ferroterapia oral, debiendo recu- transitorio, en las obesidades extremas cuya in-
rrir al aporte periódico vía endovenosa. Y en casos tervención rechaza el equipo de anestesia, por-
de esteatorrea importante será necesaria la suple- que el exceso de peso es tal que la intervención
mentación con vitaminas liposolubles. Un elemen- comporta riesgos excesivos. Consiste en la im-
to clave a incluir en los programas de cirugía se plantación transitoria de un globo intragástrico
refiere a la cirugía plástica, aplicable cuando el des- inflable, que limita la capacidad del estómago, pro-
censo de peso se ha estabilizado para eliminar to- vocando sensación de saciedad precoz. Con ello
dos los colgajos cutáneos residuales, especialmen- se consigue la reducción de peso hasta el límite
te en abdomen, cara interna de muslos y brazos, así que el anestesista considera necesario para po-
como para la reconstrucción mamaria si procede. der afrontar la intervención con menos peligros.
En las Guidelines on the identification, evaluation, A pesar de ser un método muy eficaz, que podría
and treatment of overweight and obesity in adults, de utilizarse para evitar la cirugía, tiene la gran limi-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen tación de que una vez que se retira, se recupera
las siguientes conclusiones: el peso perdido.
• La cirugía es una opción válida en pacientes
con obesidad severa (IMC > 40 kg/m2 o IMC > 35
kg/m2 en presencia de comorbilidades) cuidado- 6.7.4. Lipectomías y sustitutos
samente seleccionados, cuando los demás méto-
dos han fallado y existe un alto riesgo de morbi- Las primeras intervenciones para reducir las
mortalidad asociada. Nivel de Evidencia B. acumulaciones grasas locales fueron las lipec-
tomías abiertas, que conllevaban la extirpa-
ción de grasa junto a piel y tejido celular subcutá-
6.7. Otras opciones neo, lo que suponía unos buenos resultados desde
de tratamiento el punto de vista del contorno corporal, a cam-
bio de cicatrices y deformaciones inaceptables. Es-
6.7.1. Cerclaje mandibular tas técnicas han sido sustituidas por otras que, ba-
jo denominaciones diversas como liposucción,
Entra dentro del terreno de lo pintoresco, pues lipoplasia, lipoaspiración o lipoescultura,
“coser la boca” para no comer, evidentemente no conllevan la aspiración de grasa en distintas zonas

557
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 7. OPCIONES TERAPÉUTICAS PARA DIVERSOS GRADOS DE OBESIDAD

IMC (kg/m2)
25-30 30-35 35-40 > 40
Dieta hipocalórica Sí Sí Sí Posible
Ayuno modificado (VLCD) No Posible Sí Sí
Ejercicio físico Sí Sí Sí Posible
Tratamiento conductual Sí Sí Sí Sí
Tratamiento farmacológico Posible Sí Sí Posible
Cirugía bariátrica No No Posible Sí

IMC: índice de masa corporal; VLCD: dietas muy bajas en calorías.

corporales, mediante cánulas especiales de distinto calórica, baja en grasas, junto con ejercicio aeró-
tamaño, que se introducen a través de pequeñas in- bico de moderada intensidad y duración. Ello per-
cisiones en piel. El abordaje puede ser superficial o mite perder masa corporal y grasa, preservando la
profundo y la succión mediante jeringa, sistemas de masa libre de grasa. El apoyo psicológico adecuado
vacío o con los modernos liposuctores ultrasóni- y la reeducación de los hábitos alimentarios facili-
cos, que facilitan la ruptura del adipocito y la absor- tan la terapia.
ción de su contenido graso. Se han descrito com- Dieta y ejercicio deberán constituir un objetivo
plicaciones locales y excepcionalmente de carácter a muy largo plazo (“para siempre”). La utilización
grave como el embolismo graso. de fármacos está indicada en pacientes selecciona-
Como resumen de todo lo expuesto (Tabla 7), dos, y durante periodos cortos, quedando la ciru-
se puede concluir que el mejor tratamiento para la gía limitada a grandes obesidades en las que fraca-
obesidad consiste en la combinación de dieta hipo- san otras opciones terapéuticas.

558
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

7. Resumen
 La prevalencia de obesidad va en aumento en orlistat, y su prescripción debe quedar limitada
los países desarrollados, situándose España en a grupos seleccionados de pacientes, al igual
un punto intermedio entre el norte de Europa, que ocurre con la dieta muy baja en calorías
Francia y Japón, con las menores proporciones (DMBC, VLCD). La cirugía se reserva para
de obesos, y EE UU y los países del este europeo, grandes obesidades, teniendo en cuenta que
actualmente con mayor número de casos. junto a su gran eficacia, hay que contraponer
los inconvenientes a veces graves y difíciles de
 Su importancia va más allá de connotaciones controlar que conlleva. Las técnicas mixtas se
estéticas, siendo considerada por la OMS un han impuesto sobre las restrictivas y derivati-
problema de salud pública, en razón del alto vas, por su mayor eficacia.
número de comorbilidades que conlleva, en
especial diabetes mellitus tipo 2, hipertensión  El mejor tratamiento para la obesidad consiste
arterial, dislipemias, enfermedad cardiovascular en la combinación de dieta hipocalórica, baja en
y el llamado síndrome metabólico. grasas, junto con ejercicio aeróbico de mode-
rada intensidad y duración. Ello permite perder
 En su etiopatogenia influyen factores genéti- masa corporal y grasa, preservando la masa li-
cos, endocrinos, neurológicos, psicológicos, bre de grasa. El apoyo psicológico adecuado y la
ambientales y conductuales, que determinan un reeducación de los hábitos alimentarios facilitan
desequilibrio crónico del balance energético la terapia.
con predominio del ingreso sobre el gasto de
energía.  Nuevas vías de investigación se abren para
intentar controlar la enfermedad, siendo espe-
 Según la distribución de la grasa acumulada se cialmente interesantes las que atañen al papel
distingue: la obesidad androide “tipo manzana”, de la leptina y el neuropéptido Y, así como los
donde el acúmulo de tejido adiposo se localiza estudios de modulación génica.
principalmente en abdomen y tronco, de más in-
cidencia en hombres y asociada a mayor riesgo
cardiovascular; y la obesidad ginoide “tipo pera”,
en la que la grasa se localiza de preferencia en
la parte inferior del cuerpo -caderas, glúteos y
muslos-, es característica de las mujeres y se
asocia a trastornos venosos periféricos.

 Con el nombre de síndrome metabólico, sín-


drome plurimetabólico, síndrome de resistencia
a la insulina o síndrome X, se reconoce una
entidad de especial interés en la que concu-
rren obesidad abdominal-visceral (tipo “pera”),
diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial,
enfermedad cardiovascular, dislipemia e hiperin-
sulinemia.

 El tratamiento de la obesidad es a veces tre-


mendamente difícil, pues la restricción dietética
representa con frecuencia una sucesión de fra-
casos, al faltar la constancia que debe tener un
proyecto a largo plazo. El ejercicio representa
una ayuda estimable, pero no esencial para per-
der peso. La utilización de fármacos se reduce
en la actualidad a dos opciones: sibutramina y

559
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

8. Bibliografía
Bjorntrop P (ed). International textbook of obesity. John Los autores revisan diferentes aspectos relacionados con el
Wiley & Sons. England, 2001. estado nutricional de individuos con sobrepeso y obesidad, así
Tratado muy completo, realizado bajo la supervisión de uno como las recomendaciones dietéticas y las medidas para es-
de los principales expertos en la materia, que responde a las tablecer un modelo personalizado de intervención nutricional
cuestiones de mayor interés en relación con la obesidad: epi- en situaciones de obesidad.
demiología, diagnóstico, prevención, causas y tipos, complica-
ciones, clínica, estado actual y perspectivas futuras. Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Consenso SEEDO 2000 para la evaluación del sobrepeso y
Bray GA (ed). Handbook of obesity: clinical applications, la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención
2nd ed. Marcel Dekker. London, 2003. terapéutica. Med Clin (Barc) 2000; 115: 587-97.
Libro que analiza en detalle los métodos y técnicas más ac- Documento de la Sociedad Española para el estudio de la
tualizados para la evaluación, prevención y tratamiento de la obesidad en el que se establecen los criterios para su diagnós-
obesidad. tico y tratamiento.

Crepaldi G, Tiengo A, Avogaro A (eds). The metabolic syn- Soriguer-Escofet FJC. La obesidad. Monografía de la Socie-
drome: diabetes, obesity, hyperlipidemia and hypertension. dad Española de Endocrinología. Díaz de Santos. Madrid,
Elsevier International, 2003. 1994.
Libro en que se revisan los conocimientos más actualiza- Monografía cuya lectura continúa siendo de interés, a pesar
dos sobre múltiples aspectos relacionados con la etiopa- del tiempo transcurrido desde su publicación, ya que analiza
togenia, complicaciones, tratamiento y prevención del sín - de manera muy didáctica las bases fisiopatológicas en que se
drome metabólico. fundamenta el tratamiento de la obesidad.

Fairburn CG, Brownell KD. Eating disorders and obesity: a Watson RR, Predy VR. Nutrition and heart disease: causa-
comprehensive handbook. Guilford Press. New York, 2002. tion and prevention. CRC Press. London, 2003.
Libro que revisa de una manera muy completa los conoci- Libro de fácil comprensión en el que se revisa el impacto de
mientos actuales sobre desórdenes alimentarios y obesidad, la nutrición y la dieta en la enfermedad cardiovascular y sus
con especial atención a los aspectos psicobiológicos del con- complicaciones.
trol del peso corporal.
WHO. Obesity: preventing and managing the global epi-
Mahan LK, Escott-Stump S (eds). Krause’s food, nutrition demic (Geneva, 3-5 june 1997). WHO, NUT, NCD/98.1.
and diet therapy, 11th ed. WB Saunders Company. Philadel- Ginebra, 1998.
phia, 2004. Indicaciones de la Organización Mundial de la Salud para la
Texto clásico, aunque muy actualizado, para el estudio de la prevención y tratamiento de la obesidad.
nutrición y dietoterapia; proporciona información muy prácti-
ca, tanto para profesionales como para estudiantes.

Moreno B, Monereo S, Álvarez J (eds). Obesidad: la epide-


mia del siglo XXI, 2ª ed. Díaz de Santos. Madrid, 2000.
Libro que cuenta con la colaboración de un grupo multidisciplina-
rio de profesionales sensibles e interesados en el tema de la obe-
sidad, que desde diferentes puntos de vista abordan el problema
en todos sus aspectos, evaluando la magnitud del mismo.

NIHLBI (National Institutes of Health and National Heart,


Lung and Blood Institute): The practical guide on identifi-
cation, evaluation and treatment of overweight and obesi-
ty in adults. NIH Publication 00 - 4088, 2000 (disponible en:
www.nhlbi.nih.gov/guidelines/obesity/practgde.htm).
Guía publicada por el NIH de los Estados Unidos, tras una ex-
haustiva revisión realizada por 1.125 expertos en el tema. Esta-
blece los criterios básicos para la identificación, evaluación y tra-
tamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos, todo ello a la
luz de la medicina basada en la evidencia.

Russolillo G, Astiasarán I, Martínez JA. Intervención dieté -


tica en la obesidad. EUNSA. Pamplona, 2003.

560
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

9. Enlaces web

 www.asbs.org
 www.indexmedico.com/english/obesity/obreview.htm
 www.nlm.nih.gov/medlineplus/obesity.html
 www.nutrition.org
 www.obesidad.net/english/2002
 www.obesity.org
 www.york.ac.uk/ints/crd/obesity.htm
 www.obesity-online.com
 www.obesitysurgery.com

561
4.19. Nutrición y control de factores
de riesgo cardiovascular

María del Carmen Ramírez Tortosa Concepción María Aguilera García


María Dolores Mesa García
Capítulo 4.19.

Nutrición y control de factores de riesgo


cardiovascular

1. Introducción

2. Enfermedades cardiovasculares
2.1. Aterosclerosis
2.1.1. Iniciación de la lesión: formación de la estría grasa
2.1.2. Progresión de la lesión y formación de la placa de ateroma
2.1.3. Necrosis, calcificación y trombogénesis
2.1.4. Trombogénesis inducida en las proximidades de la placa de ateroma
2.1.4.1. Agregación plaquetaria
2.1.4.2. Formación del coágulo
2.1.4.3. Regulación de la trombogénesis
2.2. Hipertensión
2.3. Desórdenes lipídicos
2.4. Infarto agudo de miocardio
2.5. Fallo congénito crónico
2.6. Caquexia cardiaca
2.7. Accidente cerebrovascular
2.8. Enfermedad vascular periférica

3. Nutrientes y valor nutricional de los alimentos


en la enfermedad cardiovascular
3.1. Hidratos de carbono
3.2. Lípidos
3.2.1. Colesterol
3.3. Proteínas
3.4. Vitaminas y antioxidantes
3.5. Minerales y oligoelementos
3.5.1. Calcio
3.5.2. Fósforo
3.5.3. Potasio
3.5.4. Sodio y sal
3.5.5. Magnesio
3.6. Agua
3.7. Alcohol
3.8. Café
3.9. Té
3.10. Dieta mediterránea y enfermedad cardiovascular
3.11. Recomendaciones nutricionales de la Sociedad Española e Internacional
de Arteriosclerosis y de la American Heart Association

4. Resumen

5. Bibliografía

6. Enlaces web

Objetivos

n Conocer la patogenia de la enfermedad cardiovascular y su importancia social.


n Aprender los conceptos de aterosclerosis: estría grasa y placa de ateroma.
n Descubrir las principales alteraciones fisiológicas y patológicas que tienen lugar durante el desarrollo de las
enfermedades cardiovasculares.
n Identificar los factores de riesgo que van ligados a dicha enfermedad.
n Estudiar el papel de la dieta en el desarrollo de la enfermedad.
n Analizar los alimentos y nutrientes que favorecen o inhiben la aparición o evolución de la enfermedad
cardiovascular.
n Mostrar las recomendaciones dietéticas para dicha patología.
1. Introducción

L
as enfermedades cardiovasculares derivadas del proceso aterosclerótico consti-
tuyen la primera causa de mortalidad en los países desarrollados, probablemente
debido al estilo de vida y al tipo de alimentación característicos de estos lugares
(Figuras 1a y 1b). Pese a que España es uno de los sitios con menor mortalidad
por enfermedades cardiovasculares, éstas siguen siendo la primera causa de muerte,
representando el 34,9% del total de defunciones, según los datos del Instituto Nacional
de Estadística correspondientes al año 2000. Entre las patologías cardiovasculares más
frecuentes, las enfermedades isquémicas del corazón se mantienen como la primera
causa de muerte, con 39.315 fallecidos. En el año 2000 se registraron en España 360.391
defunciones, de las que 189.468 correspondieron a varones y 170.923 a mujeres. La
tasa bruta de mortalidad se situó en 903 fallecidos por cada 100.000 habitantes, lo que
supuso una disminución del 2,9%.
Está ampliamente descrito que los estilos de vida típicos de culturas más desarro-
lladas constituyen un importante factor de riesgo para el desencadenamiento y la
progresión de muchas enfermedades, como es el caso de las que afectan al sistema
cardiovascular. El estrés y la mala alimentación son los principales retos para reducir
la incidencia de este tipo de enfermedades. La Tabla 1 clasifica los distintos facto-
res de riesgo cardiovascular.
Esta mala alimentación se caracteriza principalmente por un gran uso de alimentos
precocinados, con un elevado contenido en grasas y aditivos potenciadores del sabor,
entre los que la sal constituye un elemento fundamental, y también por la escasez de
productos frescos, frutas y verduras. En este sentido cabe destacar la enorme impor-
tancia que se le está dando actualmente a la dieta mediterránea, ya que datos epide-
miológicos confirman una menor incidencia de dichas enfermedades en los países con
este tipo de dieta, donde la alimentación se diferencia por el amplio uso de frutas y
verduras frescas y donde la principal fuente grasa es el aceite de oliva.
En este tipo de patologías está muy recomendado el empleo de una terapia nu-
tricional, no sólo como preventiva, sino también como coadyuvante al tratamiento
farmacológico, con el fin de reducir al máximo las necesidades de medicamentos.
Las principales recomendaciones nutricionales son el descenso de grasa y coles-
terol en la dieta, con objeto de controlar los niveles de lípidos circulantes, junto
con la disminución del sodio para limitar los desequilibrios hidroelectrolíticos y la
formación de edemas. Es importante la sustitución de los alimentos ricos en grasas
saturadas por aquéllos donde predominan las poliinsaturadas, ya que se han des-
crito algunos efectos beneficiosos de este tipo de grasa. Como norma general, se
le da mucha importancia al consumo de alimentos poco grasos, de origen marino,
ricos en fibra y antioxidantes, y como fuente grasa se recomienda el uso de aceite
de oliva virgen, por su apropiada composición grasa y por su elevado contenido en
sustancias de carácter antioxidante.

567
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

Figura 1a. Tasa bruta de mortalidad expresada como fallecimientos por cada 100.000 habitantes (hombres) en diferentes
países seleccionados. Muertes CV: muertes por causas cardiovasculares.

2. Enfermedades cipales factores de riesgo para la aterosclerosis es la


cardiovasculares hipertensión, que ocasiona un aumento de la fuer-
za sanguínea en los lugares afectados por la acumu-
Dentro de las enfermedades del sistema cardio- lación de grasa, junto con una disminución en la velo-
vascular, las más importantes son la aterosclerosis y cidad de la sangre, lo que favorece el daño endotelial
la hipertensión, dos enfermedades que a su vez están y la infiltración de componentes sanguíneos, células,
relacionadas entre sí. La aterosclerosis se caracteriza lipoproteínas y distintas moléculas sanguíneas, en el
por la acumulación de grasa y varios tipos de células interior de la pared vascular.
en zonas específicas de la pared arterial, formando Por otro lado, el engrosamiento de la pared ar-
estrías grasas que posteriormente se transformarán terial en los lugares afectados por placas va a in-
en placas de ateroma. Estas placas provocan un es- ducir una alteración en el funcionamiento vascular,
trechamiento de los vasos y contribuyen a un mal propiciando el desarrollo de hipertensión. Esta hi-
funcionamiento de éstos, representando la primera pertensión está provocada por alteraciones, tanto
consecuencia de la aterosclerosis. Uno de los prin- morfológicas como químicas, de la pared de los va-

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M.ªC. Ramírez Tortosa | C.M.ª Aguilera García | M.ª D. Mesa García

Figura 1b. Tasa bruta de mortalidad expresada como fallecimientos por cada 100.000 habitantes (mujeres) en diferentes
países seleccionados. Muertes CV: muertes por causas cardiovasculares.

sos, ya que en los núcleos de acumulación de grasa ya que su objetivo está encaminado a reducir en lo
y células se producen procesos de oxidación que posible la cantidad de fármacos precisos y evitar así
generan radicales libres de oxígeno y distintas mo- los efectos secundarios de dichos tratamientos.
léculas vasoactivas que van a promover la pérdida Muchos estudios han demostrado la necesidad
de la funcionalidad vascular, favoreciendo así el de- de este tipo de recomendaciones no farmacológi-
sarrollo de la hipertensión. cas, debido a la influencia que ejercen los factores de
El tratamiento de las enfermedades cardiovas- riesgo relacionados con la alimentación y con los es-
culares (ECV) va a depender del grado de lesión tilos de vida en el desarrollo de estas enfermedades.
vascular y está orientado no sólo a paliar los fallos En esta terapia no farmacológica se incluyen reco-
cardiovasculares, sino también a prevenir las po- mendaciones de hábitos de vida sana, como la reduc-
sibles complicaciones. Como complemento al uso ción de peso, el ejercicio físico regular, el abandono
de fármacos específicos, la terapia no farmacoló- del tabaco y consejos para llevar una vida más relaja-
gica constituye un factor importante para la pre- da y tranquila. A su vez, las recomendaciones nutri-
vención y el tratamiento de estas enfermedades, cionales generales para la prevención y el tratamien-

569
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

Tabla 1. FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR

Factores personales no modificables

Sexo
Edad
Herencia o antecedentes familiares

Factores de riesgo que pueden corregirse

Directosa Indirectosb
Niveles de colesterol total y LDL elevados Sedentarismo
Niveles de HDL-colesterol bajos Obesidad
Tipo de alimentación Estrés
Hipertensión Consumo de anticonceptivos orales
Diabetes
Tabaquismo

Circunstancias especiales

Haber padecido anteriormente un accidente cardiovascular


Hipertrofia ventricular izquierda
Apnea del sueño

a
Son aquellos que intervienen de una forma directa en los procesos de desarrollo de la enfermedad cardiovascular.
b
Son aquellos que se han relacionado a través de estudios epidemiológicos o clínicos con la incidencia de enfermedad
cardiovascular, pero que no intervienen directamente en la génesis de la enfermedad, sino a través de otros factores de
riesgo directos.

to de las ECV se orientan al control de la cantidad y oxidativos, inflamatorios y necróticos que conducen
la calidad de la grasa de la dieta (alrededor de un 25% a la formación de la placa de ateroma y, como conse-
de las calorías totales, y suministradas principalmente cuencia, a una disfunción del sistema cardiovascular. El
como grasa insaturada); a la disminución de alimen- desarrollo de la aterosclerosis está determinado por
tos que aporten colesterol, para conseguir controlar distintos factores genéticos, ambientales, hábitos de
los niveles de lípidos plasmáticos; y, por otro lado, a la vida y factores nutricionales. El control de la alimen-
reducción del sodio (entre 2-3 g/día), para así preve- tación no sólo ayuda en el tratamiento de esta enfer-
nir la acumulación de líquidos y el desequilibrio elec- medad, sino que también contribuye a su prevención.
trolítico. Sin embargo, a nivel específico, y dependien-
do del tipo y del grado de alteración cardiovascular,
se pueden afinar más los detalles de las recomenda- 2.1.1. Iniciación de la lesión:
ciones relacionadas con la alimentación. formación de la estría grasa

La formación de la placa de ateroma general-


2.1. Aterosclerosis mente se inicia como consecuencia de una alte-
ración del endotelio vascular que provoca la infil-
La aterosclerosis es una enfermedad caracteriza- tración de lipoproteínas y, posteriormente, células
da por la acumulación de grasa en lugares específi- sanguíneas, que se acumulan en la íntima arterial
cos de la pared arterial, donde se producen procesos (Figura 2).

570
M.ªC. Ramírez Tortosa | C.M.ª Aguilera García | M.ª D. Mesa García

Las lipoproteínas de baja den-


sidad (LDL) son las que se acu-
mulan principalmente en la pa-
red vascular, donde pierden la
protección de los antioxidan-
tes plasmáticos y son retenidas
por componentes de la matriz
extracelular, fundamentalmen-
te proteoglicanos. De esta ma-
nera se propicia la oxidación
de sus componentes grasos y la
glucosidación no enzimática de
su fracción proteica, lo que las
transforma en partículas con ca-
pacidad para activar a las distin-
Figura 2. Estructura de una arteria normal. Se aprecian tres capas morfológica- tas células que van a estar im-
mente distintas: la íntima, que es la más interna, está rodeada por una monocapa plicadas en el desarrollo del
de células endoteliales en su parte luminal y por la lámina elástica interna en su proceso aterosclerótico. Es im-
lado periférico, y consiste en una matriz de tejido conectivo, fundamentalmente de portante mencionar la influen-
colágeno y proteoglicanos; la media está constituida por células musculares lisas, y la cia de algunos mediadores infla-
adventicia, que es la capa más externa, está formada por tejido conectivo en el que matorios que pueden favorecer
se incluyen fibroblastos y células musculares lisas. la entrada de las LDL en la ínti-
ma arterial, tales como el factor
de necrosis tumoral (TNF-α), la
interleukina 1 (IL-1), el factor de
crecimiento derivado de pla-
quetas (PDGF), y, por otro lado,
la adrenalina y la noradrenalina
(Figura 3).
Las LDL oxidadas (LDL-ox)
resultan quimiotácticas para los
leucocitos plasmáticos, que son
atraídos al interior de la pared
arterial, donde, una vez diferen-
ciados a macrófagos, inician la
respuesta inflamatoria, que es-
tá mediada por distintas molé-
culas de adhesión.
Los principales leucocitos im-
plicados en el desarrollo de la
aterosclerosis son los “monoci-
tos-macrófagos” y los “linfocitos
T”. Su reclutamiento se induce
Figura 3. Iniciación de la lesión: disfunción del endotelio y retención de las LDL mediante mecanismos quimio-
en la íntima; atracción de monocitos y células T al lugar de la lesión; expresión de tácticos, y su interacción con las
las moléculas de adhesión por las células endoteliales (ICAM-1,VCAM-1, E-selectina, células endoteliales va a permi-
P-selectina); oxidación de las LDL mediante los radicales libres del oxígeno (ROS) y tir su entrada a la íntima arterial
la mieloperoxidasa (MPO) generados por los macrófagos. Estas LDL oxidadas esti- y está determinada por distintos
mulan la producción en el endotelio de la proteína quimiotáctica de monocitos y el receptores o moléculas de adhe-
factor estimulador de macrófagos (M-CSF). sión presentes en ambos tipos

571
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

2.1.2. Progresión de la
lesión y formación de
la placa de ateroma

Todos los procesos mencio-


nados en la formación de la es-
tría grasa van a inducir otras
modificaciones más avanzadas
en la pared vascular, como son
la proliferación de las células
del músculo liso (SMC, Smooth
Muscle Cells) y la producción
de matriz extracelular, contri-
buyendo a la formación del nú-
cleo fibroadiposo que constitu-
ye la “placa de ateroma”. Tanto
las células endoteliales como
los leucocitos presentes en la
estría grasa liberan moléculas
Figura 4. Formación de las células espumosas y desarrollo de la placa de ateroma. capaces de estimular la propa-
Las LDL oxidadas son captadas por los macrófagos mediante los receptores CD68, gación de las células del mús-
CD36 y SRA. La expresión de dichos receptores está mediada por citokinas y factor de culo liso, que una vez activadas
necrosis tumoral (TNF-α) e interferón-δ (INF-δ). Las células del músculo liso proliferan y son capaces de impulsar de for-
migran al endotelio, generando la capa fibrosa. También evolucionan con acumulación ma autocrina su propia prolife-
de plaquetas sobre el endotelio vascular. ración.
Los factores implicados en es-
te proceso son el factor de cre-
de células, tales como la VCAM-1 (Vessel Cell Adhe- cimiento tisular, el factor de crecimiento epidérmico
sion Molecule-1), ELAM (Endothelial Leukocyte Adhe- ligado a la heparina, y algunas citokinas proinflamato-
sion Molecule) y la ICAM-1 (Intercellular Cell Adhesion rias, como el TNF-α, la IL-1 y la interleukina 6 (IL-6),
Molecule-1). Las LDL-ox y la producción de algunas entre otros, siendo muy importante el papel que ejer-
citokinas, como el TNF-α y la IL-1, pueden modular cen otros factores, como la trombina, liberados en el
la expresión de algunos de estos receptores vascu- interior de las lesiones más avanzadas (Figura 4).
lares y, por lo tanto, controlar así el desarrollo del
proceso aterosclerótico.
Una vez en la íntima, los macrófagos fagocitan 2.1.3. Necrosis, calcificación
las LDL-ox tras reconocerlas como moléculas ex- y trombogénesis
trañas a través de sus receptores scavenger. De es-
ta manera, las lipoproteínas que han iniciado la res- En los estadios finales de la enfermedad se pro-
puesta inflamatoria se acumulan en el interior de ducen procesos de necrosis y calcificación que
estas células, que se cargan de lípidos, formando contribuyen a la rigidez y, a su vez, fragilidad de las
las denominadas “células espumosas”, característi- placas. Las células implicadas en el proceso ateros-
cas de la primera fase de la aterosclerosis. La acu- clerótico, células espumosas, leucocitos, células en-
mulación de las células espumosas en lugares espe- doteliales y fibroblastos, mueren debido a la acu-
cíficos de la pared arterial se conoce como “estría mulación de sustancias tóxicas derivadas de su
grasa” y constituye el primer paso para la poste- metabolismo y a procesos apoptóticos en los que
rior formación de la placa de ateroma. Las células parece ser que las LDL-ox desempeñan un papel
espumosas estimulan la liberación de citokinas y fundamental, ya que resultan tóxicas para dichas
moléculas activas que contribuyen al desarrollo de células. Por otro lado, el calcio asociado a distintas
la lesión (Figura 3). proteínas no específicas precipita en el interior de

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M.ªC. Ramírez Tortosa | C.M.ª Aguilera García | M.ª D. Mesa García

la lesión, contribuyendo al debilitamiento y la posi- 2.1.4.1. Agregación plaquetaria


ble rotura de la placa, con las complicaciones fata-
les que eso puede conllevar. Consiste en la formación de un tapón hemostá-
En el endotelio de las placas más avanzadas se tico primario, constituido por plaquetas agregadas;
producen microfisuras que, junto con el colágeno su iniciación requiere la presencia del colágeno su-
derivado de los fibroblastos y acumulado en la ma- bendotelial o de otros factores, como la trombina,
triz de pared vascular lesionada, inducen la adhe- el ADP o la adrenalina.
sión de las plaquetas circulantes, complicando así En primer lugar, se produce la adhesión de las
el desarrollo de la lesión. plaquetas a las fibrillas de colágeno subendotelial;
Finalmente, las plaquetas promueven la res- esta unión se realiza mediante la emisión de pseu-
puesta fibrótica a través de la secreción de dis- dópodos y gracias al factor de Von Willebrand, que
tintos factores de origen plaquetario, y se inician se acopla al receptor Ib de las plaquetas, permitien-
procesos trombogénicos, estimulados principal- do la adhesión de éstas a la zona lesionada.
mente por el colágeno, las plaquetas y la trombi- En segundo lugar, los factores mencionados an-
na, que hacen aún más compleja la lesión atero- teriormente inducen una activación de distintas
matosa. fosfolipasas, la fosfolipasa A2 (PLA2) y la fosfolipa-
sa C (PLC). La primera estimula la síntesis, a par-
tir del ácido araquidónico, y la liberación del TXA2,
2.1.4.Trombogénesis inducida en las con actividad vasoconstrictora y que promueve
proximidades de la placa de ateroma el aumento de los niveles de calcio citoplasmáti-
co, provocando la contracción actomiosínica de la
Una vez formada la placa de ateroma, ésta cons- plaqueta, lo que facilita su agregación. La PLC im-
tituye un núcleo trombogénico en el que se desen- pulsa, por un lado, la producción de inositol trifos-
cadenan procesos hemostáticos más complicados, fato, que también conlleva la liberación de calcio y
orientados a taponar la lesión vascular existente. la contracción plaquetaria, mientras que, por otro
La alteración del endotelio activa la agregación pla- lado, da lugar a la formación de diacilglicerol, una
quetaria y la formación de un tapón hemostático molécula capaz de activar la liberación de molécu-
primario, que posteriormente será reforzado con las contenidas en los gránulos plaquetarios, como
fibrina para dar lugar al coágulo final. el ADP y el Ca2+, entre otros, moléculas que van a
Paralelamente, y como consecuencia de esta ac- participar en la agregación plaquetaria.
tivación del sistema hemostático, se ponen en mar- Finalmente, tras la adhesión y activación de las
cha mecanismos fibrinolíticos para regular la he- plaquetas, el ADP secretado induce un cambio
mostasis en el lugar de la lesión. Esta regulación conformacional del fibrinógeno plasmático, que
trata de mantener un equilibrio entre los procesos permite su unión a las plaquetas, actuando como
de coagulación y fibrinólisis, equilibrio que va a in- puente y posibilitando la formación del entrama-
fluir de un modo determinante en el desarrollo de do plaquetario.
la aterosclerosis.
Por un lado, los productos existentes en el 2.1.4.2. Formación del coágulo
núcleo de la placa, como el colágeno y las célu-
las endoteliales dañadas, estimulan la activación Tras la constitución del tapón hemostático pri-
y agregación plaquetaria, mientras que, por otro mario se inicia la cascada de coagulación que con-
lado, si la lesión es mayor, las células presentes duce a la precipitación de la fibrina, estableciendo
en la misma liberan el factor tisular, que es ca- un entramado que retiene las plaquetas y varias cé-
paz de desencadenar la cascada de coagulación lulas sanguíneas, con lo que se forma así el coágulo
sanguínea para conseguir la precipitación de fi- para taponar la lesión vascular.
brina y, de esta manera, la formación del coágu- La cascada de coagulación está integrada por
lo. Seguidamente se describen, de modo resu- una serie de enzimas proteolíticas que se activan
mido, los procesos de agregación plaquetaria y de forma sucesiva para conseguir finalmente la
de coagulación que suceden en la pared vascu- precipitación del fibrinógeno como fibrina. Existen
lar lesionada. dos vías activables a partir de un endotelio dañado,

573
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

y, mediante distintos mecanismos, ambas finalizan de estos procesos para asegurar un adecuado es-
en la activación del factor de coagulación X. tado de coagulación y, a su vez, evitar procesos
En primer lugar, la más rápida en iniciarse es la de hipercoagulabilidad. Durante los procesos de
vía intrínseca, tras producirse un traumatismo trombogénesis se sintetizan varias moléculas en-
en la sangre o por contacto de ésta con células en- cargadas de esta regulación, como es el caso de los
doteliales dañadas o con colágeno. Los factores de eicosanoides.
coagulación que participan en esta vía son el factor Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) presen-
XII, el XI, el IX y el factor plaquetario 3, que se van tes en las moléculas de fosfatidilcolina de las mem-
activando sucesivamente hasta llegar a la activación branas celulares son los precursores de los eicosa-
final del factor X. noides. El ácido araquidónico (AA) es el principal
La vía extrínseca se inicia unos minutos des- precursor de estas moléculas, ya que es el predo-
pués, lo que está desencadenado por sustancias li- minante en las membranas, y a partir de él se sinte-
beradas desde la pared vascular, principalmente tiza en las plaquetas TXA2, con actividad vasocons-
por el factor tisular liberado por las células en- trictora y proagregante, mientras que en las células
doteliales y los macrófagos. El factor tisular activa endoteliales se sintetiza la prostaglandina PGI2, con
al factor V mediante la formación de un complejo, actividad vasodilatadora y efecto antiagregante pla-
que en presencia de Ca2+ activa al factor X. quetario, al contrario que los tromboxanos. Sin em-
Una vez activado el factor X, necesita ser fijado bargo, cuando se sustituye el ácido araquidónico por
a una membrana fosfolipídica, principalmente en las algún AGPI n-3, como el ácido eicosapentaenoico
plaquetas, para lo que requiere la presencia del fac- (EPA) o docosahexaenoico (DHA), los eicosanoides
tor V activado. Una vez allí, y en presencia de Ca2+, sintetizados pertenecen a la serie 3, TXA3 y PGI3,
es capaz de catalizar la formación de trombina a cuya actividad es menos intensa que la de los de la
partir de la protrombina circulante. Esta trombi- serie 2, principalmente la de los tromboxanos.
na es una enzima proteolítica que cataliza la trans- Cabe destacar el importante papel que tienen
formación del fibrinógeno en fibrina, proteína que los ácidos grasos que integran la membrana fosfo-
precipita creando una red en cuyo interior quedan lipídica de las células presentes en la lesión atero-
atrapadas plaquetas y células sanguíneas, lo que da matosa, y que está determinado por la cantidad y
lugar al desarrollo del coágulo. calidad de los lípidos de la dieta. Por este motivo,
Estos coágulos depositados en las lesiones atero- una dieta rica en AGPI n-3, procedentes de alimen-
matosas constituyen un núcleo muy frágil que debi- tos de origen marino, favorece una menor tenden-
lita las placas y facilita su rotura, provocando proce- cia a la trombogénesis, ya que los ácidos grasos n-3
sos trombóticos y embólicos e incluso aneurismas. sustituyen al AA fosfolipídico de las membranas y
Hay que tener en cuenta que varios de los facto- permiten la síntesis de los eicosanoides regulado-
res de coagulación son dependientes de la vitamina res menos trombogénicos. De aquí la trascenden-
K, por lo que en algunas alteraciones relacionadas cia que se da en los enfermos cardiovasculares al
con la coagulación es importante tener en cuenta consumo de pescado y a la sustitución de la grasa
los alimentos ricos en esta vitamina. En estados de saturada por AGPI n-3 (ver Capítulo 1.4).
hipercoagulabilidad sanguínea, patológica u ocasio-
nada por algún tratamiento farmacológico, habrá
que evitar en cierta medida el consumo de alimen- 2.2. Hipertensión
tos muy ricos en vitamina K, ya que altos niveles
de esta vitamina podrían actuar en el organismo de La hipertensión es una de las principales enfer-
forma contraria a lo favorable para el enfermo. medades del sistema cardiovascular, junto con la
aterosclerosis, y, como ya se ha descrito previa-
2.1.4.3. Regulación de la trombogénesis mente en este Capítulo, constituye un factor de
riesgo importante para el resto de las ECV. En es-
Como se ha descrito anteriormente, el trau- ta patología se produce una disfunción vascular en
matismo endotelial desencadena los procesos de la que el organismo es incapaz de mantener la co-
agregación plaquetaria y la coagulación sanguínea. rrecta presión sanguínea, y se ocasionan múltiples
Por otro lado, existen mecanismos de regulación complicaciones derivadas de la errónea funcionali-

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dad vascular. El 95% de los casos son de origen des- de los niveles normales de lípidos plasmáticos. Ge-
conocido, lo que se denomina hipertensión esen- neralmente, sus causas son genéticas, y suelen es-
cial, y se ha comprobado que generalmente hay una tar ocasionados por un fallo en la síntesis o en el
predisposición genética heredable. funcionamiento de alguna de las apoproteínas in-
En la hipertensión se produce una descompen- tegrantes de las lipoproteínas circulantes. También
sación de los mecanismos encargados del mante- puede existir algún problema en los receptores de
nimiento de la dinámica circulatoria que controla LDL o un error en alguna de las enzimas que par-
la presión sanguínea, debido a alteraciones de neu- ticipan en el metabolismo de las lipoproteínas (ver
rotransmisores, hormonas y varios sistemas enzi- Capítulo 1.11).
máticos. El tipo de hipertensión y, por lo tanto, de Dentro de los desórdenes lipídicos, el más fre-
tratamiento depende del grado de severidad, pu- cuente es la hiperlipidemia familiar, de origen gené-
diendo ser hipertensión ligera, moderada o seve- tico y que puede estar causada por alteraciones en
ra. Para los estados más leves de la enfermedad distintas fracciones lipídicas. Existen casos de hi-
no se necesita una terapia farmacológica, mientras percolesterolemia, hipertrigliceridemia e hiperli-
que para los más graves sí es preciso el uso de fár- poproteinemia múltiple. En todos ellos hay una al-
macos, diuréticos y agentes bloqueantes, hasta que teración en el metabolismo lipoproteico al que el
se consigue el restablecimiento de los valores nor- individuo está predispuesto genéticamente.
males y se domina la enfermedad; en los casos más Las recomendaciones nutricionales para este ti-
graves, además de estos fármacos hay que adminis- po de enfermos están encaminadas a controlar los
trar un vasodilatador periférico como complemen- niveles de lípidos sanguíneos. Principalmente se
to terapéutico. aconseja vigilar la cantidad y la calidad de la grasa
La terapia no farmacológica constituye una im- ingerida. Dependiendo del grado de la enfermedad,
portante ayuda para el tratamiento de estos pa- la dieta deberá ser más o menos estricta. En térmi-
cientes, con el fin de disminuir en lo posible la can- nos generales se recomienda reducir hasta un 20%
tidad de fármacos utilizados. Esta terapia de vida la ingesta de grasa, especialmente la saturada. Está
sana hace especial énfasis en el control del peso de demostrado científicamente que los ácidos grasos
los enfermos, el abandono del tabaco, la práctica de procedentes del pescado disminuyen los triglicéri-
ejercicio físico moderado y la reducción del estrés dos plasmáticos, por lo que es importante desta-
mediante técnicas de relajación que logren conte- car la necesidad de incrementar esta fuente grasa
ner todos los estímulos que pueden alterar la pre- en la alimentación de los individuos afectados por
sión sanguínea; todo esto acompañado de una te- un desorden lipídico.
rapia nutricional que dirige la alimentación de los El control del colesterol en la dieta también es
pacientes. importante para conseguir hacer bajar sus niveles
Las recomendaciones nutricionales son un com- plasmáticos. Además, un incremento en la ingesta
plemento terapéutico en estos enfermos. La pri- de fibra soluble, presente principalmente en frutas,
mera y más importante es el control del sodio en salvado de avena y legumbres, resulta de gran inte-
la alimentación: hay que evitar la sal a la hora de co- rés, ya que este tipo de fibra es capaz de disminuir
cinar, aunque, dependiendo del grado de la enfer- la absorción de colesterol y glucosa, favoreciendo
medad, el descenso ha de ser parcial o total. Por el descenso de los niveles de lípidos plasmáticos.
otro lado, se aconseja reducir la ingesta de gra- Finalmente, cabe destacar que, debido a las com-
sas, principalmente las saturadas, y, de forma gene- plicaciones que estos pacientes pueden tener, la re-
ral, se propone una dieta rica en frutas y vegetales ducción del sodio en la dieta es recomendable en
y se sugieren productos lácteos con bajo conteni- esta terapia nutricional, ya que va a contribuir a
do en grasa. disminuir el riesgo de posibles edemas periféricos.

2.3. Desórdenes lipídicos 2.4. Infarto agudo de miocardio


Se definen como desórdenes en el metabolis- El infarto agudo de miocardio se origina por un
mo lipídico aquellos que inducen una alteración defecto en el funcionamiento del músculo cardia-

575
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

co como consecuencia del descenso del aporte de bién por los compuestos antioxidantes de natu-
oxígeno a las células del corazón, que pierden su raleza polifenólica, que además de proteger a las
funcionalidad y mueren. Las arterias coronarias en- LDL de la oxidación podrían tener otros efectos
cargadas de llevar la sangre oxigenada a las células fisiológicos a nivel de la pared arterial. Posterior-
del corazón sufren un estrechamiento debido a mente, en este Capítulo se describirán con deta-
procesos ateroscleróticos. Cuando la demanda de lle los efectos beneficiosos de los distintos tipos
oxígeno es superior a la cantidad aportada a tra- de aceites alimentarios.
vés de la circulación, estas células pierden su fun- Otro aspecto significativo es la reducción del
cionalidad, produciéndose lo que se conoce como sodio en la dieta, para evitar la tendencia a la acu-
“angina de pecho”, que se manifiesta con un do- mulación de fluidos en las regiones periféricas, lo
lor muy intenso en la zona torácica izquierda, re- que representa una de las principales complica-
flejado en el brazo de esa misma zona. Si la falta ciones de esta enfermedad. En este aspecto cabe
de oxígeno se prolonga excesivamente, las células destacar la importancia de un descenso en el vo-
cardiacas mueren, anulando completamente esa lumen sanguíneo, ya que esto contribuye a dismi-
zona del corazón, que no se volverá a regenerar. nuir los requerimientos energéticos del corazón.
Ya se han comentado previamente en este Ca- Existen otros factores alimentarios que cons-
pítulo las causas de la formación de las placas de tituyen un factor de riesgo para la aterosclero-
ateroma, que son las culpables del estrechamien- sis y el infarto de miocardio, como son la cafeína
to de los vasos y, por consiguiente, del infarto de y el alcohol. La cafeína induce un aumento del la-
miocardio. La terapia tanto farmacológica como tido cardiaco, y el alcohol incrementa los triglicé-
nutricional está encaminada no sólo a controlar ridos plasmáticos. Por estas razones, en el trata-
el mal funcionamiento cardiaco y la tendencia a la miento y la prevención del infarto de miocardio
trombogénesis, sino que también está orientada a se recomienda evitar el consumo de estas sustan-
prevenir los factores de riesgo y las posibles com- cias. Más adelante, en este Capítulo se hará hinca-
plicaciones que la aterosclerosis podría ocasionar pié en la influencia de estas sustancias en el desa-
en otros lugares del organismo. rrollo de las ECV.
Uno de los objetivos de la terapia nutricional
es el descenso del aporte energético, con el fin
de reducir en lo posible el trabajo metabólico y 2.5. Fallo congénito crónico
las necesidades del organismo. Se disminuye la de-
manda de trabajo cardiaco, ya que el corazón no Esta enfermedad se produce por una debilidad
puede responder de manera satisfactoria a una progresiva del corazón y, por lo tanto, una pérdi-
demanda normal. Ésta es la razón de que se reco- da de funcionalidad, lo que provoca la acumula-
mienden comidas suaves y fáciles de digerir, lo que ción de sangre en los vasos periféricos y un des-
aminora los requerimientos energéticos del pro- equilibrio de fluidos, incrementando la presión y
ceso digestivo. el trasvase de líquidos hacia los tejidos, donde se
La acumulación de lípidos en la pared arterial van a acumular formando los edemas. Una de las
es la que desencadena el proceso aterosclerótico, consecuencias más importantes en esta patología
por lo que el principal objetivo terapéutico en es- es la alteración de los sistemas hormonales reni-
ta enfermedad es la bajada de los niveles de lípi- na-angiotensina y ADH (vasopresina), que favore-
dos plasmáticos. Para conseguir este propósito se ce la reabsorción de agua y sodio y contribuye al
recomienda reducir la ingesta de grasa total y co- aumento de los edemas. Todo esto orienta la te-
lesterol, y, como ya se ha comentado antes, con- rapia farmacológica hacia el uso de diuréticos y
viene incrementar las grasas poliinsaturadas pro- de sustancias que acrecienten la fuerza del cora-
cedentes del pescado y disminuir la cantidad de zón, como la digitalina, a la vez que hace impres-
grasa saturada en la dieta. Por otro lado, estudios cindible la terapia no farmacológica como tra-
de investigación han revelado un efecto beneficio- tamiento complementario a esta intervención
so del aceite de oliva virgen en la aterosclerosis, farmacológica.
no sólo por las propiedades fisiológicas del ácido La terapia nutricional para esta patología está
oleico, que resulta menos aterogénico, sino tam- orientada a prevenir la acumulación de líquidos y

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la formación de edemas, restringiendo la inges- Al igual que en el resto de las ECV, el plan de
ta de sodio para favorecer la eliminación de líqui- alimentación está representado por comidas pe-
dos en el riñón. Se recomienda reducir el apor- queñas y frecuentes, para favorecer la absorción
te energético y que las comidas sean pequeñas y de los nutrientes y reducir el gasto energético en
de textura suave, ingiriéndolas de forma pausa- los procesos de digestión. Por otro lado, a veces
da, con el fin de disminuir el trabajo cardiaco del la gravedad de los casos hace necesario un so-
paciente. porte nutricional enteral o parenteral para con-
seguir una mejor y más rápida recuperación (ver
Capítulo 4.20).
2.6. Caquexia cardiaca
Esta patología está provocada por una progre- 2.7. Accidente cerebrovascular
siva y profunda insuficiencia cardiaca que desem-
boca en un descenso en el aporte de oxígeno a Los accidentes cerebrovasculares están ocasio-
todos los tejidos del organismo, principalmente a nados por una disminución del suministro de oxí-
las células madre encargadas de la formación de geno y nutrientes a las células cerebrales (ictus),
glóbulos rojos, lo que empeora el transporte cir- como consecuencia de una alteración del flujo
culatorio de oxígeno y nutrientes y forma un cír- sanguíneo en esta zona. Como resultado se pro-
culo vicioso que complica la enfermedad; se pro- duce una disfunción de algunas partes del organis-
duce una profunda desnutrición, que puede tener mo que están bajo el control de la zona cerebral
consecuencias fatales, ya que se complica con una afectada. Esta pérdida de funcionalidad puede ser
anorexia inducida por la falta de gusto por la co- recuperable en algunos casos, aunque no es posi-
mida, las complicaciones postoperatorias y la te- ble regenerar las neuronas que se han perdido.
rapia farmacológica. Las arterias que irrigan el cerebro son vasos de
Para el tratamiento de este tipo de patología, pequeño calibre, fáciles de taponar cuando se pro-
las recomendaciones nutricionales difieren de las duce un engrosamiento de la pared arterial, debido
normas generales que se han descrito hasta ahora a la acumulación de grasa, y se origina la posterior
para las enfermedades cardiovasculares. El objeti- formación in situ de un trombo, lo que se denomi-
vo es la recuperación de la funcionalidad cardiaca na “trombosis”. En otras ocasiones aparece un coá-
e intestinal, con el fin de conseguir la restauración gulo en otra parte del organismo que se detiene al
de los tejidos del organismo, considerando que el alcanzar estas zonas donde las arterias son de me-
mal funcionamiento intestinal induce en estos ca- nor calibre, impidiendo la correcta oxigenación y
sos una mala absorción de nutrientes. Por lo tan- alimentación de esa región; este tipo de proceso se
to, la principal necesidad de estos enfermos es el conoce como “embolia”. Por otro lado, cuando el
incremento del aporte energético entre un 30 y debilitamiento arterial provoca una rotura de la ar-
un 50% por encima de los requerimientos nor- teria en el cerebro se desencadena una “hemorra-
males. El aporte proteico debe ser suficiente pa- gia” o un “derrame cerebral”
ra reponer los tejidos perdidos, mientras que se Los factores de riesgo más importantes para
aconsejan triglicéridos de cadena media para su- esta enfermedad son la hipertensión, el tabaquis-
ministrar la grasa necesaria (ver Capítulo 4.20). mo, las enfermedades cardiacas y la diabetes. Por
Esta desnutrición hace precisa una suplemen- lo tanto, su tratamiento está fundamentalmente
tación con micronutrientes, vitaminas y mine- orientado a combatir dichos factores, a abando-
rales, proponiéndose una ingesta entre 1,5 y 2 nar el tabaco y a controlar la hipertensión y la
veces superior a las cantidades diarias recomen- diabetes, mediante el uso de fármacos y median-
dadas. Respecto a las restricciones de sodio en te la modificación de la dieta. De esta manera, al
la alimentación de estos enfermos, las recomen- igual que lo comentado anteriormente para el
daciones nutricionales dependen de la situación tratamiento de la hipertensión, se recomienda lle-
particular de cada individuo, pero es importante var una vida sana, con ejercicio regular y con una
tenerlo en cuenta a la hora de diseñar una dieta alimentación equilibrada en la que es importante
para este tipo de pacientes. vigilar la ingesta de grasa y colesterol, disminuir el

577
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

sodio en las comidas e incrementar el consumo y, por último, el exceso de glucosa se transforma en
de frutas y verduras. ácidos grasos que se acumulan en el tejido adiposo.
Una dieta equilibrada precisa aportar el 55% de
la energía a partir de los hidratos de carbono, prin-
2.8. Enfermedad cipalmente azúcares complejos procedentes de ali-
vascular periférica mentos de origen vegetal, ya que está claramente
demostrada la importancia de la dieta equilibrada
La enfermedad vascular periférica consiste en sobre el control del peso corporal y su beneficioso
un estrechamiento de los vasos sanguíneos de las papel en la prevención de las ECV y otras enferme-
extremidades inferiores, aunque a veces ocurre dades. Sólo el 10% de las calorías debe ser suminis-
también en los brazos, que provoca la pérdida de trado por azúcares simples; el consumo modera-
funcionalidad de los miembros afectados. El engro- do de éstos no supone un riesgo para la salud y
samiento de la pared vascular debido a la acumula- proporciona palatabilidad a los alimentos; además,
ción de grasa y a la formación de placas de ateroma no hay evidencias de que la sacarosa tenga que ver
ocasiona un estrechamiento de la luz vascular que con la etiología de la enfermedad coronaria, aun-
dificulta la correcta circulación y, consiguientemen- que un exceso podría provocar una deficiencia de
te, el buen funcionamiento de estos miembros. otros nutrientes.
Los principales factores de riesgo que facilitan el En un principio se consideró a los hidratos de
desencadenamiento de esta enfermedad son la hi- carbono neutros en relación con la salud cardio-
pertensión, la diabetes, el tabaquismo y la vida se- vascular. Posteriormente se realizaron estudios
dentaria, además de una alimentación desequilibra- que aseguraban que los hidratos de carbono po-
da. La terapia nutricional como complemento a la dían reducir las LDL, aunque este efecto podría ser
intervención farmacológica y quirúrgica resulta de debido, probablemente, a la posibilidad de que un
especial relevancia en esta patología, siendo funda- mayor consumo de hidratos de carbono contribu-
mentales los cambios en el estilo de vida, el con- ya a disminuir la ingesta de grasas saturadas; sin
trol de la alimentación, el aumento del ejercicio fí- embargo, el exceso de estos nutrientes puede in-
sico y la disminución o anulación del tabaquismo. crementar los niveles de triglicéridos plasmáticos.
A estos pacientes se les aconseja que vigilen la in- Algunos estudios han sugerido que esta elevación
gesta de grasa en la dieta, principalmente de co- del consumo de hidratos de carbono a expensas
lesterol y grasas saturadas como recomendación de las grasas puede inducir un descenso de las li-
general común a todos los pacientes con enferme- poproteínas de alta densidad (HDL) y un aumento
dades cardiovasculares. Alimentos ricos en fibra y de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL)
pobres en sodio, frutas y vegetales, pescado y acei- y los triglicéridos en la sangre.
te de oliva virgen son los más indicados para este Por otro lado, otros estudios han sugerido el
tipo de enfermos. efecto protector de las hortalizas y frutas, ricas en
hidratos de carbono, en pacientes con enfermedad
cerebrovascular, aunque es importante considerar
el hecho de que la mayoría de las frutas y hortalizas,
3. Nutrientes además de ricas en hidratos de carbono, son tam-
y valor nutricional bién ricas en distintos antioxidantes que podrían
de los alimentos en la ser los que ejercieran ese efecto beneficioso.
enfermedad cardiovascular Recientemente, un estudio de investigación (Ar-
cher et al., 2003) ha comprobado que, en relación
3.1. Hidratos de carbono con la disminución de las LDL en sujetos sanos so-
metidos a una terapia de adelgazamiento, una dieta
Los hidratos de carbono -monosacáridos, disacá- alta en hidratos de carbono tiene efectos similares
ridos y polisacáridos- son nutrientes cuya principal a los provocados por un mayor consumo de ácidos
función es el aporte de energía. La glucosa que no es grasos monoinsaturados (AGMI). Los AGMI, además,
necesaria se almacena como reserva energética en el son capaces de reducir los triglicéridos sanguíneos
hígado y músculo esquelético en forma de glucógeno, más eficientemente que los hidratos de carbono, ya

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que un exceso de estos últimos puede provocar in- de energía y como parte de las membranas celula-
cluso un incremento de los triglicéridos; por lo tan- res y de otros componentes esenciales. La longitud
to, estos autores recomiendan la conveniencia de y el grado de insaturación determinan el tipo de
una dieta rica en AGMI, en lugar de en hidratos de ácidos grasos, sus efectos metabólicos y, concreta-
carbono, para prevenir las ECV. mente, su papel modulador de los niveles de coles-
En una serie de estudios prospectivos se ha pro- terol sanguíneo y del desarrollo de las enfermeda-
bado que los cereales ricos en polisacáridos no des cardiovasculares.
amiláceos son protectores frente a la enferme- Los ácidos grasos saturados (AGS) están
dad coronaria. Por otro lado, ciertos polisacáridos presentes en las grasas animales principalmente y en
no amiláceos (por ejemplo, los β-glucanos) han de- algunos aceites vegetales, como el aceite de palma y
mostrado una reducción apreciable de los niveles de coco, en la grasa de la leche y en los derivados
de colesterol sérico, tanto a través de su consumo lácteos como el queso y la mantequilla. Está amplia-
a partir de alimentos ricos o enriquecidos con for- mente demostrado que estos ácidos grasos inducen
mas purificadas como incluso cuando se adminis- un incremento de los niveles séricos de colesterol to-
tran suplementos dietéticos. Así pues, tales polisa- tal y concretamente de las LDL, incremento que re-
cáridos podrían ser usados para el tratamiento de sulta dosis dependiente, por lo que un consumo exce-
pacientes con hipercolesterolemia, aunque su pa- sivo de estos alimentos constituye un riesgo de ECV.
pel en la prevención de las ECV todavía tiene que El más hipercolesterolémico es el mirístico (14:0), se-
seguir siendo investigado. guido del palmítico (16:0) y el láurico (12:0), mientras
Es importante destacar el papel de la fibra die- que parece ser que el esteárico (18:0) es neutral para
tética, mezcla de sustancias de naturaleza polisa- la salud cardiovascular.
carídica presentes en las verduras, frutas, cereales Los ácidos grasos de la dieta afectan de manera
y legumbres que, dependiendo de su metabolismo importante la susceptibilidad a la oxidación de las
sobre el colesterol y los minerales, puede tener lipoproteínas, lo que también influye sobre la acti-
distintos efectos sobre diversas enfermedades, co- vación de moléculas de adhesión y otros factores
mo la aterosclerosis. Son únicamente las fibras so- inflamatorios implicados en el desarrollo de la en-
lubles las que pueden provocar un efecto benefi- fermedad cardiovascular.
cioso sobre el control de los lípidos sanguíneos ya Se acepta universalmente que altos niveles de
que, además de favorecer la movilidad del intesti- LDL en plasma constituyen un importante fac-
no y la eliminación de residuos, facilitan una menor tor de riesgo de ECV. En cambio, el mecanismo
absorción de las grasas, lo que contribuye a la dis- por el que la lipoproteína entra en la pared arte-
minución del colesterol sanguíneo. Las fibras solu- rial no está totalmente claro. La calidad lipídica de
bles son capaces de precipitar las sales biliares, im- la dieta puede afectar al metabolismo lipoprotei-
pidiendo así su reabsorción, a la misma vez que tras co, alterando las concentraciones de estas partí-
su metabolización intestinal se forman compuestos culas en sangre y permitiendo un mayor o menor
que pueden inhibir la síntesis endógena de coleste- reclutamiento de las mismas en la pared arterial.
rol, lo que produce el efecto hipolipemiante. La sustitución de grasa saturada por otras mono
Por estos motivos, las recomendaciones nutri- o poliinsaturadas en la dieta origina descensos sig-
cionales acerca de la fibra indican que la ingesta nificativos de los niveles de colesterol plasmático
debe ser de entre 25 y 30 g/día, de los cuales al- y LDLc. Sin embargo, existe una gran controver-
rededor de 10 g han de ser solubles. Estas deman- sia en cuanto al efecto de los distintos ácidos gra-
das son satisfechas mediante el consumo de cinco sos insaturados.
o más raciones de frutas y verduras o con seis ra- La influencia de los ácidos grasos monoinsatura-
ciones de cereales integrales. dos de la dieta sobre los lípidos plasmáticos no es-
tá clara. En el pasado, estos ácidos grasos se con-
sideraban neutros en cuanto a su efecto sobre las
3.2. Lípidos lipoproteínas plasmáticas. En cambio, otras investi-
gaciones sugieren que los AGMI pueden tener un
Son nutrientes fundamentales para el correc- efecto favorable sobre las concentraciones lipídi-
to funcionamiento del organismo, como fuentes cas en sangre, así como sobre la ECV, principalmen-

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Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

te debido a un incremento de HDLc y a una caída observado que las modificaciones oxidativas de las
en los niveles de colesterol total (CT) y LDLc. LDL con alto porcentaje de AGPI n-3 en pacientes
El efecto de los AGPI n-6 en la dieta sobre las li- con patología vascular periférica pueden ser redu-
poproteínas también ha sido y es motivo de dis- cidas por el consumo simultáneo de aceite de oliva
cusión científica. Varios trabajos afirman que las virgen extra, ya que se ha demostrado una menor
dietas ricas en AGPI n-6 disminuyen las concentra- captación por macrófagos y una menor movilidad
ciones de CT, HDLc y LDLc. El descenso en la con- electroforética de las LDL del grupo de pacientes
centración de HDLc parece estar relacionado con que ingirieron diariamente 40 g de aceite de oliva
una mayor degradación de la misma a nivel hepá- virgen extra junto con un suplemento de 16 g de
tico, favoreciéndose el transporte inverso del co- aceite de pescado durante 3 meses, en compara-
lesterol. La acción principal de los AGPI n-3 en ción con un grupo control de pacientes sin trata-
humanos es la reducción de la concentración de miento dietético.
triglicéridos en plasma. Sin embargo, los datos de La menor incidencia de ECV en los países medi-
muchas investigaciones realizadas hasta hoy care- terráneos y la tendencia a considerarla como una
cen de consistencia, ya que existen muchas diferen- enfermedad inflamatoria han llevado a estudiar la
cias entre dosis y composición del aceite de pesca- influencia de los AGMI sobre el sistema inmune, aun-
do utilizado, entre la edad y el estado de salud de que son pocos los estudios realizados en este senti-
los sujetos del estudio, y entre las concentraciones do. Las lipoproteínas y los ácidos grasos desempeñan
plasmáticas de lípidos y la duración del trabajo. un papel importante en la captación de los monoci-
Muchos ensayos in vitro e in vivo señalan que la tos por el endotelio vascular. De hecho, estas partí-
oxidación de las lipoproteínas puede ayudar al re- culas pueden estimular la quimiotaxis de los mono-
clutamiento de los monocitos en la pared arterial, citos y activar su captación. De esta forma, los lípidos
induciendo su activación y adhesión. Se conoce de la dieta, tal y como se indicó anteriormente, pue-
que la resistencia a la oxidación lipídica de las li- den alterar el metabolismo de las lipoproteínas y,
poproteínas puede ser modificada por el perfil de por tanto, ejercer un efecto sobre el inicio de la le-
ácidos grasos en la dieta y por su contenido en an- sión aterosclerótica. Además pueden influir directa-
tioxidantes. En nuestro equipo de investigación he- mente sobre la expresión de las moléculas de adhe-
mos demostrado que el consumo de una dieta rica sión (VCAM, ICAM, P-, L- y S-selectinas, integrinas)
en aceite de oliva virgen o refinado en conejos con que permiten la entrada de los monocitos en el en-
aterosclerosis experimental y en pacientes con pa- dotelio vascular.
tología vascular periférica protege las partículas de Aunque la acumulación de lipoproteínas en la
LDL frente a la oxidación. Igualmente, otros estu- pared arterial tiene lugar preferentemente en los
dios realizados en pacientes hipercolesterolémicos macrófagos, también las células del músculo liso
han concluido que partículas de LDL ricas en áci- (SMC) arteriales pueden llegar a formar células es-
do oleico y pobres en AGPI, tras ingerir el paciente pumosas. La ausencia de receptores scavenger en
una dieta rica en aceite de oliva, son más resisten- estas células hace más difícil el entendimiento de
tes a la oxidación, por lo que el ácido oleico prote- los mecanismos por los que acumulan ésteres de
ge a la LDL por sí mismo frente a la oxidación. colesterol. Varios autores sugieren un mecanismo
Muchos estudios sugieren que la sustitución de independiente del LDL-R, como, por ejemplo, pi-
la grasa saturada de la dieta por AGPI n-3 provo- nocitosis, endocitosis adsortiva no específica o, po-
ca una mayor susceptibilidad de la LDL a ser oxida- siblemente, mediante una captación a través de un
da. En los humanos, la susceptibilidad a la oxidación receptor de baja afinidad aún no conocido.
de la LDL está muy correlacionada con el estado Además de las LDL-ox, los factores implicados en
de desarrollo de la estenosis coronaria. Los traba- la formación y activación de las células espumosas
jos llevados a cabo por nuestro grupo de investi- son el factor de activación de colonias de monocitos
gación en un modelo de aterosclerosis experimen- (M-CSF), la IL-1 y el TNF-α. A su vez, la activación de
tal en conejos confirman que el enriquecimiento las células T está mediada por el TNF-α y la IL-2. Las
de la LDL con AGPI n-3 induce una mayor suscep- SMC de las arterias migran, se diferencian hacia célu-
tibilidad a la oxidación en la misma, en compara- las de tipo fibroblasto y se multiplican por el PDGF,
ción con los AGPI n-6 y AGMI. Pero además se ha FGF-2 y el factor de crecimiento de transformación

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blástica (TGF-β). Todos estos procesos, junto con aceite de oliva, rico en AGMI, induce una disminu-
la adherencia y agregación plaquetaria, activados por ción de las LDL y un incremento de las HDL, por
integrinas, selectinas P, fibrina, tromboxano A2, factor lo que es muy recomendable para la regulación
tisular y los factores de adherencia y migración de del colesterol en individuos hipercolesterolémi-
los leucocitos, anteriormente señalados, conducen a cos. Los aceites vegetales ricos en AGPI n-6 redu-
la formación de estrías grasas. cen el LDL-colesterol, pero también el HDL, y por
La formación de la capa fibrosa en las lesiones ello se aconseja un uso moderado de éstos. Por úl-
ateroscleróticas conlleva la migración de las SMC. timo, los AGPI n-3, procedentes del pescado, redu-
La proliferación y la migración de estas células dan cen los triglicéridos sanguíneos y las LDL cuando
lugar a un importante avance en el desarrollo de sus niveles séricos están elevados, por lo que tam-
la aterosclerosis, ya que suponen un aumento del bién resultan beneficiosos en los pacientes cardio-
tamaño de la lesión y una disminución en el gro- vasculares.
sor de la capa media. Estos procesos están regula-
dos por un gran número de citokinas y de facto-
res de crecimiento; principalmente se pueden citar 3.2.1. Colesterol
la IL-1β, la IL-6, el TNF-α y el factor de crecimien-
to epidérmico ligado a la heparina (HB-EGF). Los El colesterol es una molécula de naturaleza este-
resultados encontrados en la literatura científica roídica presente en todas las membranas celulares
sobre la influencia de los lípidos de la dieta en la del organismo y que circula por la sangre asociada
producción de citokinas y factores de crecimiento a proteínas y otros lípidos, formando las lipoproteí-
implicados en el desarrollo tanto de estrías grasas nas. El colesterol no sólo tiene una función estruc-
como de capa fibrosa son contradictorios y confu- tural, sino que también es el precursor de hormo-
sos, sin llegar a conclusiones contundentes. Se ha nas sexuales y de otras moléculas indispensables.
demostrado que los linfocitos de ratones alimen- Por todo esto se puede deducir la importancia de
tados con dietas ricas en aceite de pescado pro- la presencia de cantidades adecuadas en el orga-
ducían niveles inferiores de mRNA de IL-1β que nismo. Como ya se ha descrito anteriormente, las
aquéllos alimentados con sebo de ternera; este LDL transportan el colesterol desde el hígado has-
efecto parece estar asociado a una inhibición de la ta los distintos tejidos del organismo, depositán-
transcripción génica de la citokina, aunque se des- dolo en las paredes arteriales y favoreciendo así el
conoce el mecanismo molecular. desarrollo de la aterosclerosis; por este motivo se
Entre los alimentos que se consumen diariamen- les denomina comúnmente “colesterol malo”. Por
te, existen algunos en los que las grasas insatura- otro lado, las HDL, o “colesterol bueno”, transpor-
das se hidrogenan para conseguir su solidificación tan el colesterol desde los diferentes tejidos hasta
(por ejemplo, en las margarinas de origen vegetal). el hígado para que sea metabolizado y eliminado, lo
Cabe decir que las grasas de este tipo pueden ser que resulta beneficioso para el organismo.
incluso más peligrosas que las saturadas, ya que los El consumo de grasas saturadas aumenta los ni-
ácidos grasos que se forman tras el proceso de hi- veles séricos de LDL, mientras que el aceite de oli-
drogenación resultan tóxicos debido a su naturale- va y el ejercicio físico inducen el incremento de las
za trans. Se ha demostrado que este tipo de ácidos HDL en la sangre. El colesterol necesario para el
grasos puede incrementar el colesterol plasmático correcto funcionamiento del organismo es sumi-
y disminuir las HDL, lo que contribuye al desarro- nistrado principalmente mediante la síntesis en-
llo de la aterosclerosis. dógena en el hígado, y la absorción intestinal varía
El perfil de las grasas consumidas se ve refleja- bastante entre los distintos individuos, ya que de-
do en la composición de las lipoproteínas plasmá- pende en gran medida de factores genéticos y de
ticas, por lo que se puede decir que la dieta es el otros componentes dietéticos que modulan su ab-
principal factor exógeno que influye en la compo- sorción. De esta manera, el objetivo de la terapia
sición lipídica de la sangre. Para resumir, cabe seña- nutricional no es sólo disminuir la ingesta de coles-
lar que las grasas de origen animal aportan un al- terol, sino que resulta más interesante controlar el
to contenido de AGS y provocan un aumento de consumo de sustancias que modulen su metabolis-
los niveles séricos de colesterol. Al contrario, el mo hepático y su síntesis.

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Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

En 1985, una conferencia del Consejo de Institu- nido de colesterol debe ser inferior a los 300 mg
tos Nacionales de Salud concluyó que la elevación al día, y éste procede principalmente de las carnes
del colesterol en la sangre es una causa fundamen- rojas, la yema del huevo, las vísceras, los embutidos,
tal de enfermedad coronaria, y que su descenso, quesos y helados.
de forma dietética o farmacológica, reduciría signi-
ficativamente el riesgo de infarto. A partir de en-
tonces, los Institutos Nacionales de Salud reco- 3.3. Proteínas
miendan la modificación de la dieta con el fin de
disminuir los niveles de colesterol sérico en la po- Tradicionalmente se ha otorgado a las proteí-
blación. Esta modificación supone bajar el consu- nas un efecto neutro sobre la salud cardiovascular;
mo de grasa total, saturada y colesterol. Por otro sin embargo, recientemente se han encontrado evi-
lado, existen estudios que muestran que distintos dencias que sugieren que el incremento de las mis-
componentes de la dieta, como los hidratos de car- mas y la sustitución de las proteínas animales por
bono, las proteínas, la fibra alimentaria y algunos proteínas de origen vegetal, principalmente proce-
minerales, pueden modular el metabolismo del co- dentes de la soja y las legumbres, mejoran los va-
lesterol y sus niveles plasmáticos, y así influir en el lores de presión arterial y reducen el riesgo de en-
desarrollo de la aterosclerosis. fermedad cardiovascular.
Las concentraciones de lípidos sanguíneos di- Las proteínas vegetales podrían ser beneficio-
fieren ampliamente entre los distintos individuos sas para la salud cardiovascular de forma indi-
y poblaciones, por lo que resulta difícil establecer recta, ya que estimulan la liberación de glucagón,
a partir de qué valores se han de considerar ele- que modula la síntesis de colesterol y de media-
vadas, de forma que impliquen claramente un ma- dores proinflamatorios, mecanismos que pueden
yor riesgo cardiovascular, riesgo que, por otra par- explicar, en parte, los efectos positivos de las die-
te, no sólo depende de los niveles plasmáticos de tas vegetarianas. Por otro lado, las proteínas pue-
colesterol y grasas, sino que también existen otros den influir sobre otros factores de riesgo cardio-
factores de riesgo, como la hipertensión, el taba- vasculares, como la homocisteína, el glutatión y
quismo o la diabetes mellitus, que también los el óxido nítrico, aunque los datos no son toda-
modifican. Sin embargo, se han intentado delimi- vía concluyentes.
tar los valores de colesterol que supongan un ma- Concretamente, la proteína de soja ha si-
yor riesgo de desarrollar ECV; se sabe que a par- do la más estudiada por sus efectos fitoestrogéni-
tir de los 180 mg/dl aumenta ligeramente el riesgo cos, beneficiosos a nivel cardiovascular. En 1999 se
cardiovascular, mientras que cuando la concentra- publicó que su consumo reducía el riesgo cardio-
ción plasmática de colesterol sobrepasa los 200 vascular y la enfermedad coronaria. Esta proteína
mg/dl se considera un factor de riesgo importan- produce un 10% de disminución de los niveles de
te, por lo que resulta fundamental el control de LDL, fundamentalmente en personas hipercoleste-
estos niveles. Concretamente hay que especificar rolémicas, y un pequeño incremento de las HDL;
que el LDL-colesterol debe ser inferior a 150 mg/ asimismo, la suplementación con extractos de esta
dl, mientras que los niveles de HDL han de ser su- planta aumenta la resistencia a la oxidación de las
periores a 35 mg/dl. LDL y modula la presión sanguínea y la reactividad
Las grasas que incrementan el colesterol son vascular, a través de la modificación de la conformi-
las saturadas de origen animal o vegetal, como la dad radial de las arterias, parámetro indicativo de
mantequilla, la manteca, el tocino, los embutidos, un buen funcionamiento endotelial.
los productos lácteos enteros, y el aceite de coco La aterosclerosis mejora tras la administra-
y palma. Por el contrario, hay que favorecer el con- ción de proteínas de soja, aunque se descono-
sumo de grasas insaturadas, que generalmente se ce exactamente a qué componentes se deben las
encuentran en el mundo vegetal, como el aceite de propiedades beneficiosas, ya que existen isofla-
oliva, y en los alimentos procedentes de animales vonas asociadas que, en parte, podrían ser res-
marinos. Se aconseja que el 30-35% de la energía ponsables de alguna de las cualidades atribuidas
de la dieta proceda de las grasas, de forma que só- a estos alimentos. Probablemente, estos compo-
lo una tercera parte sea de origen animal. El conte- nentes sean los que confieran la protección an-

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tioxidante a las LDL, mediante su incorporación a 3.4.Vitaminas y antioxidantes


estas partículas por esterificación con los ácidos
grasos, lo que las hace más resistentes frente a la Las vitaminas son compuestos esenciales para
oxidación. Además, cuanta más cantidad de iso- el organismo por las distintas funciones que des-
flavonas contiene la proteína, la reducción de las empeñan. Sus niveles deben estar dentro de unos
LDL plasmáticas es mayor; sin embargo, hay estu- márgenes para poder garantizar una buena salud
dios que demuestran que la suplementación con cardiovascular.
la misma cantidad de isoflavonas, o su reincorpo- Las vitaminas con actividad antioxidante son las
ración al extracto proteico purificado con meta- que tienen más importancia a nivel cardiovascular,
nol, no provoca los mismos efectos hipolipemian- es decir, las vitaminas E, A y C. Estas vitaminas son
tes. Se ha comprobado que únicamente la mejora capaces de evitar la formación de los radicales li-
de la función endotelial se debe exclusivamente a bres de oxígeno responsables de la oxidación de
las isoflavonas presentes en dichos extractos. Por las lipoproteínas, por lo que pueden contribuir a
todo esto, la suplementación con proteína de so- prevenir el desarrollo de la placa de ateroma. Se
ja completa es más beneficiosa para la salud car- ha comprobado que las dietas ricas en frutas y ver-
diovascular que la administración de las proteí- duras, con un elevado contenido de antioxidantes,
nas purificadas o de los extractos isoflavónicos disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades car-
purificados. diovasculares. Sin embargo, los datos no son tan
En otros trabajos se ha observado que la ingesta concluyentes cuando se refieren a los suplementos
de soja provoca una disminución de los triglicéri- vitamínicos en individuos sanos, lo que ha desatado
dos plasmáticos, así como la reducción del coleste- mucha controversia en cuanto a la conveniencia o
rol, efecto que resulta más apreciable en pacientes no del uso de estos suplementos.
hipercolesterolémicos, además de ser dosis depen- No hay datos que prueben que la vitamina C
diente. Sin embargo, es importante considerar la pueda proteger frente a las enfermedades cardio-
cantidad de componentes beneficiosos presentes vasculares, aunque algunos estudios afirman que po-
en estas semillas, como las fibras solubles e inso- dría ser beneficiosa en individuos con carencias, ya
lubles, los oligosacáridos, ácidos grasos poliinsatu- que se ha comprobado que en estas personas au-
rados, componentes fitoquímicos y minerales con menta el riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio.
elevada biodisponibilidad. Sin embargo, cuando no hay carencia, la suplementa-
Cuando las enfermedades cardiovasculares se ción con esta vitamina no tiene utilidad.
complican con alteraciones en el funcionamiento La vitamina E es transportada por las lipo-
renal, que provocan acumulación de líquidos y un proteínas, a las que protege frente a la oxidación,
empeoramiento de la situación, una dieta rica en por lo que su consumo resulta recomendable para
proteínas podría representar un riesgo adicional, disminuir la velocidad de progresión de los episo-
principalmente en pacientes diabéticos. Sin embar- dios cardiovasculares, aunque no se ha demostra-
go, este factor puede depender de la naturaleza de do que pueda reducir el índice de mortalidad oca-
la fuente proteica, ya que se ha demostrado que la sionado por estas enfermedades. Los estudios han
proteína de soja posee propiedades saludables so- determinado que el efecto beneficioso está oca-
bre la función renal. sionado principalmente por la ingesta de una die-
No se puede concluir este apartado sin la re- ta rica en vitamina E, y no por la suplementación
comendación de que la ingesta proteica proce- farmacológica. Sin embargo, cuando la dieta es ri-
dente de carnes y pescados debe formar parte de ca en AGPI se aconseja una mayor ingesta de vita-
una dieta equilibrada, aunque resulta más aconse- mina E, ya que resultan más inestables frente al ata-
jable el consumo de pescado, carne de ave y cone- que oxidativo.
jo que el de carnes rojas, las cuales poseen un con- Los carotenoides que aparecen en la dieta, pre-
tenido más elevado de grasa saturada y colesterol. cursores de la vitamina A, son beneficiosos a
Además, como ya se ha comentado anteriormen- nivel cardiovascular cuando provienen de fuentes
te, es también recomendable la sustitución en lo dietéticas. Sin embargo, algunos estudios han ha-
posible de la proteína animal por proteínas de ori- llado un posible efecto perjudicial de los suple-
gen vegetal. mentos con carotenoides, que todavía necesita ser

583
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

contrastado y confirmado. Esta suplementación só- estos compuestos fenólicos, principalmente oleu-
lo resulta útil en sujetos con carencias, con el fin de ropeína e hidroxitirosol, con una significativa ca-
restablecer los valores normales. pacidad antiaterogénica. En este sentido conviene
En resumen, se precisan unas ingestas mínimas aclarar la gran diferencia entre el aceite de oliva
de vitaminas para satisfacer las demandas del or- virgen y el refinado, ya que este último carece de
ganismo, que a la vez confieren cierta protección a dichos compuestos.
nivel cardiovascular, ya que el déficit de estos com- La fracción insaponificable del aceite de oliva vir-
puestos puede ser un factor de riesgo cardiovascu- gen está integrada por diferentes tipos de sustan-
lar. Si no hay carencia vitamínica, lo que se consigue cias, entre las que cabe destacar los hidrocarburos,
con una adecuada alimentación, la suplementación esteroles, compuestos fenólicos, alcoholes terpé-
con vitaminas antioxidantes no resulta de mucha nicos y alifáticos, así como tocoferoles. Entre ellos,
utilidad. Son necesarios más estudios que confir- los compuestos fenólicos son los más estudiados
men el papel beneficioso de las vitaminas antioxi- en la actualidad, especialmente la oleuropeína y el
dantes, sobre todo en situaciones de alto riesgo hidroxitirosol, usados en numerosos estudios in vi-
cardiovascular, como es el caso de los fumadores o tro en los que se ha demostrado su capacidad an-
en situaciones de estrés, donde las ingestas reco- tioxidante en las LDL. El estudio de los componen-
mendadas se elevan. tes minoritarios ha llevado incluso a comparar la
Existen otras vitaminas implicadas en el metabo- composición de diferentes tipos de aceituna, su-
lismo de la metionina, pero que no poseen activi- brayando que la aceituna verde está principalmen-
dad antioxidante, como la vitamina B6, B12 y el áci- te compuesta por hidroxitirosol, mientras que la
do fólico, cuyas deficiencias pueden provocar una negra es rica en tirosol, hidroxitirosol, ácido dehi-
elevación de los niveles de homocisteína, lo que es- drocafeico, ácido cumárico, acetósido (disacárido
tá considerado como un factor de riesgo indepen- unido al hidroxitirosol y al ácido cafeico) y los fla-
diente para las enfermedades cardiovasculares (ver vonoides apipegina y luteonina.
Capítulos 1.15 y 1.22). Los flavonoides están presentes en frutas, ver-
La importancia de los antioxidantes de la dieta duras, nueces, en el té y el vino, en distintas canti-
en el proceso de aterosclerosis está siendo estudia- dades según la forma de cultivo y el procesamiento
da hoy día, debido a la gran diversidad de opiniones que sufren. Estudios epidemiológicos demuestran
que se encuentran al respecto. Por un lado, algunos que son capaces de disminuir el riesgo de enfer-
autores creen que el papel de los antioxidantes en medad isquémica y de infarto, aunque todavía no
esta patología es muy pobre, mientras que otros los hay datos concluyentes, ni se conocen los meca-
consideran como moduladores de la expresión de nismos de acción de los distintos compuestos. Se
genes implicados activamente en el desarrollo de la ha observado un efecto antiagregante plaquetario
placa de ateroma. Últimas revisiones sobre antioxi- de algunas flavonas, lo que resulta beneficioso pa-
dantes y enfermedad cardiovascular concluyen que ra la aterosclerosis. Los isoflavonoides aislados de
han de llevarse a cabo futuras investigaciones para la soja -genisteína, daiceína y gliciteína- son com-
conocer los mecanismos reales de actuación de los puestos fitoestrogénicos que poseen un efecto do-
antioxidantes en esta patología. Trabajos recientes sis-respuesta sobre el colesterol sanguíneo, además
publicados por nuestro grupo de investigación han de capacidad para eliminar radicales libres e incre-
demostrado que los antioxidantes sí ejercen una mentar la resistencia a la oxidación de las LDL, he-
acción positiva en la aterosclerosis, al disminuir el cho que ya ha sido detallado previamente en este
grado de la lesión ateromatosa. Capítulo. La quercetina del vino, brécol y cereales, y
Los compuestos fenólicos, antioxidan- el licopeno presente en los tomates tienen propie-
tes procedentes de los productos de origen ve- dades antioxidantes que reducen la susceptibilidad
getal, frutas y verduras, tienen una marcada acti- a la oxidación de las LDL, lo que resulta positivo pa-
vidad antioxidante, pues protegen a las LDL de la ra la prevención de la aterosclerosis.
oxidación, además de ejercer otros efectos a ni- Por otro lado, los esteroles de las plantas -sitos-
vel fisiológico que favorecen el funcionamiento del terol, estigmasterol y campesterol- son capaces de
sistema cardiovascular. Por ejemplo, el aceite de disminuir el colesterol plasmático, reduciendo las
oliva virgen contiene una cantidad importante de LDL en un 10% sin afectar a los niveles de HDL.

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Otros antioxidantes que se consumen en gran- participan en la mayoría de los procesos que se lle-
des cantidades en numerosos países asiáticos son van a cabo durante el desarrollo normal del orga-
los curcuminoides. Estos compuestos han sido nismo. A continuación se detallan algunos de estos
objeto de estudio de nuestro grupo de investiga- elementos que, de alguna manera, tienen que ver
ción por su importante papel modulador en el de- con el buen funcionamiento y con la salud del sis-
sarrollo de la placa de ateroma. La Curcuma longa tema cardiovascular.
L., de la familia de las zingiberáceas, es una planta
de origen asiático cuyo rizoma de color naranja vi-
vo bajo una fina película marrón clara es usado co- 3.5.1. Calcio
múnmente como una especia en la cultura asiática.
En la aterosclerosis se ha observado que los ex- El calcio es un elemento esencial para el buen
tractos de cúrcuma disminuyen los peróxidos lipí- funcionamiento de todos los sistemas corporales, y
dicos plasmáticos, moléculas que desempeñan un por eso el organismo cuenta con distintos factores
papel significativo en la patogénesis de esta enfer- encargados de la regulación de sus niveles dentro
medad. Por otro lado, estas sustancias reducen la de unos márgenes bastante estrechos. La mayoría
susceptibilidad a la oxidación de las LDL, inhiben la de los procesos en los que participa el calcio tienen
proliferación de las células del músculo liso vascu- una relación más o menos directa con alguna de las
lar y estimulan la expresión del receptor para las funciones del sistema cardiovascular. Directamente,
LDL en la superficie de dichas células. Además, po- el calcio es necesario para los procesos de coagula-
seen un efecto antitrombótico, aumentan la activi- ción sanguínea y para la correcta dinámica del cora-
dad fibrinolítica, siendo tan efectivas como el clo- zón, ya que interviene en la transmisión del impulso
fibrato, tienen un efecto hipotensor transitorio y nervioso, en la contracción muscular, en la división
son antiagregantes plaquetarios in vivo y ex vivo. El celular y en procesos de transferencia de sustancias
mecanismo antioxidante más conocido de la cúr- e información a través de las membranas. Además,
cuma y de sus componentes activos es la capacidad participa en el metabolismo de proteínas, ácidos
de éstos para retirar radicales del oxígeno, princi- grasos, eicosanoides, algunas hormonas y en la acti-
pales responsables de la peroxidación de los lípi- vación de sistemas enzimáticos que también pueden
dos celulares, así como para quelar iones metálicos modular la dinámica circulatoria.
necesarios para iniciar el proceso de lipoperoxida- Ya en 1930, un estudio propuso una posible co-
ción. Estas sustancias son capaces de eliminar prin- nexión entre esta sustancia y los problemas deri-
cipalmente el radical hidroxilo, el oxígeno singlete, vados de la presión arterial, ya que determinó una
el dióxido de nitrógeno y el óxido nítrico. relación directa entre la ingesta de calcio a través
Finalmente, los compuestos azufrados de- de la dieta y la hipertensión durante el embarazo,
rivados de la cisteína, presentes en las plantas de la lo que fue confirmado posteriormente mediante
familia Allium, que incluye los ajos, cebollas y pue- estudios epidemiológicos que mostraron una re-
rros, han demostrado actividad hipocolesterolémi- lación entre la incidencia de enfermedades cardio-
ca, además de disminuir el riesgo de trombosis y la vasculares en determinadas zonas geográficas y la
agregación plaquetaria. Algunos estudios han pro- calidad del agua de bebida.
bado que la ingesta diaria de ajo puede reducir los Un estudio de la Organización Mundial de la Sa-
lípidos plasmáticos y la presión sanguínea, a la vez lud (OMS) pone de manifiesto una correlación ne-
que poseen actividad antitrombótica. Sin embargo, gativa entre la dureza del agua, determinada funda-
hay trabajos que resultan contradictorios, y no se mentalmente por los niveles de calcio y magnesio,
han definido las dosis adecuadas para conseguir los y la incidencia de infarto de miocardio, al igual que
efectos beneficiosos a nivel cardiovascular. un trabajo de la Agencia Estadounidense de Medio
Ambiente, que muestra una relación inversa entre
el calcio ingerido y las alteraciones del sistema car-
3.5. Minerales y oligoelementos diovascular. Incluso hay estudios que establecen un
incremento de la presión arterial media conforme
Los minerales y oligoelementos constituyen un disminuye la cantidad de calcio en el agua de bebi-
grupo de sustancias de naturaleza inorgánica que da; estos trabajos fueron realizados en comunida-

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Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

des primitivas donde no existían otros factores de mediante el incremento de la relajación y la dismi-
riesgo cardiovasculares que pudieran determinar nución de la contractilidad de éste. Cuando se mo-
el desarrollo de esta enfermedad. difican las proporciones intra y extracelulares de
En este último sentido, existen trabajos que su- potasio se producen alteraciones en el sistema ner-
gieren que algunas alteraciones del metabolismo vioso y muscular, tanto esquelético como cardiaco.
del calcio pueden elevar la presión arterial, y por Una situación de hipopotasemia comporta
otro lado se pone de manifiesto que la normaliza- efectos negativos sobre el corazón y las fibras del
ción de los valores de presión arterial puede verse músculo liso de la pared arterial, ya que modifica
afectada con un adecuado aporte de calcio, ya que el potencial de membrana en reposo y, por tan-
éste favorece la dinámica de los procesos implica- to, genera un estado de hipotensión postural. Por
dos en la regulación de la presión arterial. Sin em- otro lado, una situación de hiperpotasemia produ-
bargo, todavía son necesarias investigaciones que ce fatiga y parálisis muscular, afectando al músculo
determinen los mecanismos positivos de la mayor liso arterial. Estudios epidemiológicos muestran
ingesta de calcio sobre el sistema cardiovascular que una dieta pobre en potasio favorece la hiper-
teniendo en cuenta los posibles efectos adversos tensión, observación que ha sido corroborada
que puede ejercer un incremento del mismo sobre con estudios analíticos en personas hipertensas
otros sistemas del organismo. que tenían niveles reducidos de este elemento.
Para conseguir restablecer los niveles normales
de tensión arterial se recomienda el consumo de
3.5.2. Fósforo una dieta más natural, con mayor contenido en
potasio y menos alimentos procesados, que son
Este elemento es fundamental para el organis- más ricos en sodio.
mo ya que, como fosfato, forma parte de los fos- La suplementación oral con potasio, junto con
folípidos integrantes de las membranas celulares y un descenso de los niveles de sodio en la dieta, in-
de las lipoproteínas plasmáticas y, por otro lado, duce una moderada disminución de la tensión ar-
del ATP, la moneda energética del organismo. Es un terial; es importante recordar que el control de la
elemento importante en los procesos de contrac- tensión arterial reduce el riesgo de sufrir acciden-
ción muscular, por lo que participa en el bombeo tes cerebrovasculares.
de sangre desde el corazón y, por lo tanto, en el El potasio es el ión más importante implicado
gasto cardiaco. en la regulación de la dinámica del corazón, por
Este mineral merece una especial atención en lo que cualquier situación en la que se modifiquen
pacientes con insuficiencia renal crónica, puesto sus concentraciones provocará alteraciones en el
que datos epidemiológicos asocian el fósforo plas- funcionamiento de este órgano, como ocurre tras
mático a una mayor mortalidad por enfermedad un infarto de miocardio, donde se incrementan las
cardiovascular en estos pacientes. En estos casos, concentraciones de potasio extracelular debido al
niveles de fósforo superiores a 6,5 mg/dl se pue- vertido del contenido de las células dañadas, lo que
den considerar como arteriotóxicos, ya que indu- trastorna las propiedades eléctricas del corazón.
cen un cambio fenotípico de la célula del músculo Sin embargo, no se conocen los mecanismos
liso vascular, favoreciendo el proceso activo de mi- por los que el potasio ejerce su acción sobre el
neralización de la pared del vaso y provocando la sistema cardiovascular, que podrían estar relacio-
calcificación vascular. nados con su capacidad para moderar la forma-
ción de radicales libres, la agregación plaqueta-
ria y la proliferación de las células implicadas en
3.5.3. Potasio el desarrollo de las lesiones ateromatosas. Toda-
vía no hay suficientes argumentos para recomen-
El potasio es un elemento intracelular por ex- dar suplementos de potasio como terapia para
celencia, responsable de la diferencia de potencial conseguir reducir la hipertensión; sin embargo, sí
transmembrana que condiciona la respuesta del se aconseja una dieta rica en potasio y pobre en
sistema nervioso, muscular y cardiaco, y por tan- sodio, donde abunden alimentos como las legum-
to esencial para la correcta fisiología del corazón, bres, los frutos secos y las frutas, y en la que se

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excluyan productos precocinados con un elevado aunque la recomendación no es exclusiva para los
contenido en sodio. hipertensos, sino que también es importante pa-
Los pacientes con cardiopatías deben garantizar ra quienes tienen alguna enfermedad relacionada
los niveles adecuados mediante el consumo de ali- con el sistema cardiovascular -como la insuficien-
mentos ricos en potasio, o mediante la suplemen- cia cardiaca-, con el sistema hepático y renal, y pa-
tación extranutricional, sobre todo cuando están ra personas con diabetes, ya que dichas enferme-
sometidos al tratamiento con digitálidos, diuréti- dades constituyen un factor de riesgo para la salud
cos o antiarrítmicos. Las hortalizas son una buena cardiovascular.
fuente de potasio, y la disminución de la tasa sodio-
potasio puede contribuir a reducir la hipertensión.
3.5.5. Magnesio

3.5.4. Sodio y sal El magnesio adquiere importancia como acti-


vador y regulador de la fuerza del corazón, en la
Las causas de la hipertensión arterial esencial transmisión de impulsos musculares y en el man-
son desconocidas, aunque podrían estar relaciona- tenimiento del tono vascular de la pared arterial y
das con problemas renales, físicos, o por el consu- venosa, por lo que influye en el control de la pre-
mo excesivo de alcohol. Desde principios del siglo sión arterial y en la regulación del flujo de sangre a
XX se pensó que una ingesta exagerada de sal po- través de distintos órganos y tejidos.
dría ser responsable del incremento de la presión Parece ser que existe una relación entre la in-
arterial en algunos individuos, hecho que ha sido gesta adecuada de magnesio y la prevención de
confirmado en numerosos estudios epidemiológi- algunas enfermedades cardiovasculares. Un estu-
cos. Además, una dieta rica en sal conlleva muchas dio muestra que los habitantes de Groenlandia,
complicaciones, como, por ejemplo, la hipertrofia que consumen una dieta bastante rica en magne-
del ventrículo izquierdo y los accidentes cerebro- sio, muestran una baja tasa de isquemia cardiaca
vasculares. y de hipertensión arterial, en comparación con la
El estudio INTERSAL puso de manifiesto una re- población danesa, que toma alimentos refinados y,
lación directa entre la hipertensión y los niveles de por tanto, pobres en magnesio, y presenta una ele-
sodio excretado en la orina, a la vez que demostró vada incidencia de infarto de miocardio; además,
una sensibilidad de determinados grupos de pobla- cuando los groenlandeses se trasladaban a Dina-
ción hacia la sal, sensibilidad que resultaba ser muy marca y adquirían los hábitos alimentarios de los
común en niños y adolescentes, sobre todo en re- habitantes de este país, la morbilidad de estas en-
cién nacidos. Se estima que entre el 30 y el 50% de fermedades se acercaba a los niveles medios de
las personas hipertensas y una pequeña propor- los daneses.
ción de los no hipertensos son sensibles a la sal. El magnesio es el segundo elemento que deter-
Sin embargo, parece ser que son sólo estas perso- mina la dureza del agua, y, como ya se ha señala-
nas sensibles las que reaccionan disminuyendo los do antes, existe una relación indirecta entre esta
niveles de hipertensión arterial cuando son some- propiedad del agua de bebida y la incidencia de is-
tidas a una dieta muy estricta en lo referente a la quemia miocárdica y de accidentes cardiovascu-
cantidad de sal. Por esto, las recomendaciones ac- lares. Estudios epidemiológicos muestran que, en
tuales respecto a este componente de la dieta no regiones donde el agua contiene menos cantidad
están del todo claras; se considera que la cantidad de magnesio, la mortalidad por infarto de miocar-
diaria adecuada es de 2 g de sodio, lo que se co- dio es mayor, aunque por otra parte hay que con-
rresponde con 5-6 g/día de sal. Además se aconse- siderar que cuando disminuye la dureza del agua
jan otros cambios en los estilos de vida, como no se incrementan los niveles de otros componen-
consumir alimentos precocinados, sino productos tes metálicos que pueden resultar tóxicos para el
naturales. organismo.
La disminución en el consumo de sal es una me- Desde hace más de 20 años se observó que el
dida preventiva aconsejada para las personas pre- corazón era más propenso a sufrir arritmias en si-
dispuestas, junto con la indicación de perder peso, tuaciones de carencia de magnesio, provocando es-

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Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

pasmos a nivel de las arterias coronarias y poten- 3.6. Agua


ciando la acción de sustancias vasoconstrictoras, lo
que genera un notable descenso del flujo de sangre El agua es un elemento necesario para la vida, el
al corazón. Por otro lado, también se ha visto que nutriente más esencial para el organismo, ya que se
los pacientes con infarto de miocardio tenían me- encarga de mantener el medio adecuado para que to-
nos concentraciones de magnesio ionizado, aunque dos los tejidos puedan funcionar: interviene en la re-
no se han detectado diferencias en los niveles tota- gulación de la temperatura corporal y en todos los
les de magnesio. procesos energéticos de síntesis y eliminación que
El magnesio facilita el flujo coronario y aumen- se llevan a cabo en el organismo. Cuando se altera el
ta la fuerza del corazón, lo que propicia una menor porcentaje adecuado de agua en el organismo se mo-
demanda de oxígeno; además, mejora la eficacia me- difica la dinámica de los procesos corporales, lo que
cánica, la capacidad de trabajo y la integridad de las afecta principalmente al mantenimiento de la tempe-
células y estructuras del corazón. En relación con la ratura corporal y al sistema cardiovascular.
presión arterial, algunos estudios han encontrado A la hora de prevenir problemas cardiacos, la
cantidades menores de magnesio en pacientes hi- investigación que ha llevado a cabo la Universi-
pertensos, incluso cuando los niveles se establecie- dad de Loma Linda desde 1973, y que se ha ba-
ron en mujeres embarazadas. De la misma manera, sado en las respuestas a una encuesta realizada a
al provocar un déficit de este elemento se observa más de 20.000 personas, desvela que beber cinco
una disminución del diámetro de las arteriolas, vé- o más vasos de agua al día se asocia a una reduc-
nulas y esfínteres precapilares, lo que induce un in- ción del riesgo de infarto fatal del 41% en el caso
cremento en los niveles de presión arterial. de mujeres y del 54% en el de varones. La docto-
Por otro lado, numerosos estudios, tanto en ra Jacqueline Chan, responsable de esta investiga-
animales como en humanos, determinan que las ción, señala que beber determinadas cantidades
concentraciones de magnesio son inversamente de agua al día es tan importante como hacer ejer-
proporcionales a los niveles de colesterol y trigli- cicio, llevar una dieta adecuada o no fumar a la
céridos, y que incluso pueden influir en los pro- hora de prevenir problemas cardiacos. Igualmen-
cesos de formación de las placas de ateroma. Un te, beber mucho, pero de otros líquidos, aumen-
déficit de magnesio favorece el depósito de coles- ta las probabilidades de morir por causa cardia-
terol en la pared arterial y activa las células impli- ca. Por ejemplo, las mujeres que consumen altas
cadas en la formación de la placa; y cuando éste se cantidades de bebidas que no son agua presen-
produce de manera prolongada incrementa el to- tan un riesgo duplicado de muerte cardiaca. Una
no muscular de los vasos sanguíneos y, por tan- de las razones que alega la investigación a la hora
to, la reactividad vascular, lo que empeora cuando de sostener esta afirmación es que la ingesta de
existe un aumento de los niveles de insulina, coles- agua previene el incremento de la viscosidad de la
terol y triglicéridos, acelerando la progresión de sangre y del plasma sanguíneo, que eleva el riesgo
la placa de ateroma. Por otro lado, se ha compro- de enfermedad coronaria debido a la deshidrata-
bado que la administración de sales de magnesio ción. En situaciones de deshidratación desciende
puede disminuir estos niveles de lípidos plasmá- el volumen plasmático y aumenta la viscosidad de
ticos, mejorando el cuadro clínico de esta enfer- la sangre y la resistencia al flujo, por lo que se di-
medad. ficulta el retorno venoso y el llenado de los ven-
Las recomendaciones nutricionales acerca de trículos, y disminuye el volumen que el corazón
este elemento son bastante importantes, sobre es capaz de bombear. Para compensar estas alte-
todo para los pacientes que sufren alguna enfer- raciones, el corazón acrecienta la frecuencia car-
medad cardiovascular, principalmente por su pa- diaca, lo que puede inducir otras alteraciones car-
pel modulador de la presión arterial y de la fuerza diovasculares.
miocárdica. En términos generales se deben ingerir En conclusión, se puede decir que el consumo
entre 300 y 400 mg al día de magnesio, a partir de de cinco vasos de agua diarios puede reducir las
alimentos ricos, como los frutos secos, los cerea- posibilidades de ataque al corazón en más de la mi-
les integrales y las legumbres, que contienen canti- tad si, al mismo tiempo, se adoptan otras medidas
dades elevadas de este elemento. bien conocidas, como dejar de fumar, cuidarse del

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colesterol, mantener un peso adecuado y realizar cias de que un consumo moderado de alcohol pueda
ejercicio físico habitualmente. tener un efecto protector sobre la salud cardiovascu-
lar no son del todo consistentes, por lo que se nece-
sitan más investigaciones al respecto.
3.7. Alcohol El vino, principalmente el tinto, que constituye
uno de los pilares fundamentales de la dieta medi-
Los estudios epidemiológicos han demostra- terránea, contiene una gran cantidad de sustancias
do que el consumo moderado de bebidas alcohó- de naturaleza polifenólica que están siendo estu-
licas disminuye el riesgo de mortalidad por enfer- diadas por sus propiedades antioxidantes y benefi-
medad cardiovascular y cerebrovascular obstructiva. ciosas para el sistema cardiovascular, ya que previe-
La ingesta moderada de alcohol (10-15 g/día) modi- nen la oxidación de las LDL y aumentan las HDL.
fica los niveles de lípidos -elevando especialmente el Por este motivo, aunque la ingesta excesiva de al-
HDL-colesterol- y los niveles de algunas proteínas cohol resulta perjudicial para la salud, un consumo
participantes en el proceso de la coagulación y fi- moderado de vino puede ejercer efectos benefi-
brinólisis, desfavoreciendo la formación de trombos. ciosos sobre el sistema cardiovascular.
Estos mecanismos explican una parte importante Para llevar una dieta equilibrada no es necesario
del descenso del riesgo de mortalidad cardiovascu- prescindir totalmente del alcohol, pero resulta fun-
lar y cerebrovascular obstructiva en bebedores mo- damental tomarlo de forma moderada. Las reco-
derados. El estilo de beber es clave en el desarrollo mendaciones generales al respecto indican que, pa-
y progreso de la ateroesclerosis, siendo el más salu- ra evitar problemas de salud, el consumo diario de
dable el consumo diario en forma moderada. alcohol no debe ser mayor de 30 g, que correspon-
Últimamente se han realizado muchos estu- de a 300 ml de vino.
dios para comprender los mecanismos bioquími-
cos y celulares del efecto del alcohol y documen-
tar su papel antiaterogénico. Así, se ha demostrado 3.8. Café
que el consumo moderado de bebidas alcohólicas
eleva los niveles de HDL-colesterol en la sangre y Los estudios de investigación acerca del efecto
disminuye la tendencia de la sangre a coagular, evi- del café sobre la salud cardiovascular no terminan
tando la formación de trombos, lo que explica su de ser concluyentes. En principio, parece ser que
efecto benéfico. un consumo excesivo de café podría inducir un in-
Recientemente, Diehr y Beresford efectuaron cremento del colesterol plasmático, que es menor
un estudio epidemiológico en el que analizaron la cuando el café es filtrado en lugar de preparado se-
relación entre la calidad de la dieta y la longevidad, gún el método europeo. Algunos estudios han en-
la salud y las enfermedades cardiovasculares. Estos contrado que el café descafeinado aumenta los ni-
autores encontraron que los ancianos que consu- veles de LDLc, posiblemente debido a los restos
mían más alcohol tenían menos accidentes cardio- de disolventes orgánicos que contiene, de los que
vasculares que los que tomaban una dieta sana; sin también se ha dicho que son cancerígenos.
embargo, vivían durante menos tiempo de una for- Por otro lado, hay trabajos que relacionan una
ma saludable y, además, morían antes a causa de ingesta excesiva de café con una mayor incidencia
otras enfermedades. de otros factores de riesgo cardiovasculares, co-
Se ha comprobado que un consumo elevado de al- mo el tabaco, el consumo de grasa saturada y la vi-
cohol induce un incremento en los triglicéridos plas- da sedentaria, que son variables que pueden influir
máticos y en las HDL, mientras que, por otro lado, el en los resultados de las investigaciones. De todas
alcohol puede favorecer un aumento de la presión ar- formas, lo que sí produce la cafeína es un aumen-
terial en las personas hipertensas o una falta de res- to transitorio de la tensión arterial, lo cual pro-
puesta del organismo ante el tratamiento farmacoló- voca un agravamiento del riesgo cardiovascular.
gico de esta enfermedad. Por estos motivos, la ingesta Por ello se recomienda reducir el consumo de ca-
excesiva de alcohol está contraindicada en pacientes fé, especialmente si se padece de hipertensión ar-
con hipertrigliceridemia e hipertensión arterial. A pe- terial, así como evitar tomar café descafeinado. Si
sar de los numerosos estudios al respecto, las eviden- se quiere reemplazar el café por una bebida sin ca-

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Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

feína, conviene utilizar malta, achicoria o prepara- racteriza por un elevado consumo de aceite de
dos de cereales. oliva, frutas y vegetales frescos, legumbres, cerea-
les y pescado, y, por otro lado, por una baja inges-
ta de carnes y grasas saturadas, azúcares simples
3.9.Té y lácteos, así como por una ingesta moderada de
alcohol. En términos de nutrientes, esto implica
Numerosos estudios epidemiológicos han de- un consumo mayor de grasas insaturadas y menor
mostrado que el consumo de té está asociado a de saturadas, más alimentos naturales con más fi-
una protección contra las enfermedades del cora- bra y sustancias antioxidantes, y una menor inges-
zón. Sin embargo, no todos los trabajos muestran ta de proteínas, azúcares, y alcohol, lo que resume
efectos similares, probablemente debido a los dife- todas las características descritas para conseguir
rentes diseños experimentales, por lo que es nece- una buena salud cardiovascular, ya que hay múlti-
sario seguir realizando investigaciones para escla- ples evidencias que lo confirman.
recer la posible función protectora del té frente a Existe una correlación directa entre la ingesta
las enfermedades cardiovasculares. de verduras y frutas y la reducción de la grasa de
De todos modos, y a pesar de las numerosas in- origen animal, que mejora el perfil de los pacien-
consistencias de los resultados hasta hoy descritos, tes propensos a sufrir estas enfermedades, ade-
todo apunta a un mecanismo antioxidante por par- más del de los diabéticos y el de los pacientes con
te de los compuestos presentes en el té, principal- cáncer, al mismo tiempo que ayuda al control de la
mente los de naturaleza polifenólica. En estudios in obesidad, siempre que se tenga en cuenta el gas-
vitro y en animales se ha observado que tras la ad- to calórico.
ministración de té se producen acciones antiinfla- El estudio de los siete países fue la base cien-
matorias, una menor oxidación de la LDL, una re- tífica que atribuyó virtudes saludables a la dieta
ducción de los lípidos plasmáticos, una mejora del mediterránea, puesto que los resultados mostra-
funcionamiento de los vasos sanguíneos y una inhi- ron un menor índice de mortalidad, principalmen-
bición de la agregación plaquetaria. Los resultados te por accidentes cardiovasculares, en las pobla-
hallados en humanos no están totalmente claros: ciones desarrolladas alrededor de esta área.
aunque algunos estudios epidemiológicos parecen Por este motivo se han llevado a cabo mu-
indicar un descenso del colesterol sérico por un chos estudios que han propuesto la dieta me-
alto consumo de té, la mayoría no encuentra nin- diterránea como el prototipo de dieta para la
gún efecto. prevención no sólo de las enfermedades cardio-
Pese a que son necesarios más estudios para vasculares, sino también de otras enfermedades
elucidar el efecto del té sobre el sistema cardio- degenerativas, a la vez que con más expectativas
vascular, las conclusiones de un metaanálisis reali- de vida. Los estudios preventivos muestran un
zado con todos los trabajos de investigación sobre buen control de los niveles de colesterol y, en ge-
el consumo de té y la enfermedad cardiovascular neral, de los lípidos plasmáticos cuando se consu-
sugieren que beber tres tazas de té al día reduce el men alimentos típicos de esta dieta en compara-
riesgo de infarto de miocardio en un 11%. ción con los productos característicos de la dieta
anglosajona, donde predominan las grasas anima-
les y sus derivados. Sin embargo, se ha observado
3.10. Dieta mediterránea una protección más acentuada de la dieta medi-
y enfermedad cardiovascular terránea sobre la aterosclerosis que sobre los ac-
cidentes cerebrovasculares, posiblemente debido
Es necesario destacar la importancia de la dieta al elevado uso de la sal en algunos alimentos típi-
mediterránea en la mejora de las enfermedades car- cos mediterráneos.
diovasculares, ya que de alguna manera las caracte- Se conoce que el efecto beneficioso de la dieta
rísticas de esta dieta pueden aunar todas las reco- mediterránea se debe especialmente a que apor-
mendaciones nutricionales descritas anteriormente. ta factores de protección, nutrientes y otras sus-
La dieta típica en los países del sur de Europa, tancias de origen vegetal que actúan frente al es-
desarrollados alrededor del Mediterráneo, se ca- trés oxidativo. En este sentido, hay que destacar la

590
M.ªC. Ramírez Tortosa | C.M.ª Aguilera García | M.ª D. Mesa García

importancia del aceite de oliva como fuente grasa Tabla 2. DISTRIBUCIÓN DIARIA
en la dieta mediterránea. El principal componente DE LOS NUTRIENTES PARA
graso del aceite de oliva es el ácido oleico, aunque UNA DIETA RECOMENDABLE
su proporción depende de la variedad de la que EN LA ENFERMEDAD
se trate, aproximadamente entre un 70 y un 80%. CARDIOVASCULAR
Como se ha comentado en el apartado de an-
tioxidantes, el aceite de oliva virgen contiene mu- Nutrientes Dieta para alcanzar
chas sustancias de naturaleza polifenólica que se y mantener el peso ideal
encuentran formando parte de la fracción insapo-
nificable, las cuales son eliminadas durante el pro-
ceso de refinado. Estos componentes se caracte- Hidratos
rizan por su capacidad antioxidante, lo que resulta de carbono 40-50%
beneficioso para multitud de enfermedades y ar- Proteínas 12-16%
gumenta el papel positivo que ejerce el aceite de Grasa total: 30-35%
• Saturada < 10%
oliva virgen sobre la salud cardiovascular. España
• Monoinsaturada 15-20%
es, según el Consejo Oleícola Internacional, el pri- • Poliinsaturada < 7%
mer país productor y consumidor de aceite de oli- • Colesterol < 300 mg/día
va del mundo, aunque en consumo per capita le
aventaja Grecia, con 20 kg por persona y año (8 Fuente: Sociedad Española e Internacional de Arte-
más que España). Los expertos aconsejan tomar riosclerosis y American Heart Association.
en la alimentación diaria el equivalente a tres o
cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva vir-
gen y no refinado, ya que, como se dijo anterior- La ingesta de ácidos grasos monoinsaturados
mente, es más rico en antioxidantes y vitaminas. puede oscilar entre un 15 y un 20%, siendo pru-
En el año 2004, la Food and Drug Administration dente un consumo de saturados y poliinsaturados
(FDA) de los EE UU ha autorizado incluir en el eti- inferior al 10 y al 7%, respectivamente. Recomen-
quetado del aceite de oliva una leyenda que indi- daciones internacionales recientes indican un con-
ca al consumidor los efectos beneficiosos sobre la sumo de ácidos grasos poliinsaturados (n-6 y n-3)
salud cardiovascular. de entre el 6 y el 7%.
Debe aconsejarse una disminución de la ingesta
de leche entera y derivados lácteos (principal fuente
3.11. Recomendaciones de origen de la grasa saturada), así como de carnes
nutricionales de la Sociedad grasas, vísceras, embutidos y aceites de coco y palma
Española e Internacional de (constituyentes en muchas ocasiones de los produc-
Arteriosclerosis y de la American tos de bollería). También es importante aumentar el
Heart Association consumo de cereales, legumbres, hortalizas y frutas,
así como utilizar aceite de oliva y sustituir algunos
Una aproximación racional a la dieta ideal se- platos de carne por pescado, especialmente los gra-
ría acortar ligeramente el consumo de grasa total sos, que tienen mayor contenido en n-3. Además, en
a costa de disminuir la cantidad de ácidos grasos individuos sin hipertrigliceridemia puede permitirse
saturados. De esta forma no sería necesario acon- un consumo moderado de alcohol. Estas modifica-
sejar descensos importantes de grasa total en una ciones dietéticas se acercan a la llamada dieta medi-
población que, como la española, ya tiene una in- terránea, que además de mejorar el perfil de riesgo
gesta elevada. Así, debería recomendarse un con- aterogénico y trombogénico aporta abundante fibra
tenido en grasa total de hasta un 35% del consumo alimentaria, calcio y antioxidantes naturales (vitami-
calórico, siempre que el contenido máximo fuera nas C, E y β-carotenos).
a expensas de los monoinsaturados con una re- La distribución de los nutrientes al día para una
ducción de los saturados. Únicamente habría que dieta recomendable en la enfermedad se observa
restringir el consumo de grasa total en individuos en la Tabla 2, en tanto que en la Tabla 3 se resu-
obesos o hipertrigliceridémicos. men las recomendaciones dietéticas por alimentos.

591
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

Tabla 3. RECOMENDACIONES DIETÉTICAS GENERALES PARA LA PREVENCIÓN


DE ARTERIOSCLEROSIS

Alimentos Limitados
Recomendables Desaconsejables
(frescos o (máximo 2-3 veces
(todos los días) (excepcionalmente)
congelados) por semana)

Pan*, arroz*, pastas*,


harinas, cereales Bollería (croissants,
Pastas italianas
Cereales (preferentemente ensaimadas, magdalenas)
con huevo*
integrales), galletas ganchitos, galletas
integrales
Todas (legumbres* Aguacate*, aceitunas*, Patatas chips, patatas o
Frutas, verduras
especialmente patatas fritas en un aceite verduras fritas en grasa o
y legumbres
recomendadas) adecuado* aceites no recomendados, coco
Leche y yogur
Queso fresco o con bajo
desnatados, productos Leche entera, nata, cremas
Huevos, leche contenido en grasa, leche
comerciales elaborados y flanes, quesos duros o muy
y derivados y yogur semidescremados,
con leche descremada, grasos
huevo entero
clara de huevo
Pescado blanco, pescado Bacalao salado, sardinas
Huevas de pescado, pescado
Pescado y azul*, atún en lata*, en lata, calamares,
frito en aceites o grasas no
marisco marisco de concha fresco gambas, langostinos,
recomendados
o en lata cangrejos
Vaca, buey, ternera,
Embutidos en general, beicon,
cordero, cerdo y jamón
Pollo y pavo sin piel, hamburguesas comerciales,
Carnes y aves (partes magras),
conejo salchichas, vísceras, pato,
salchichas de pollo
ganso, patés
o ternera, venado, caza
Mantequilla, manteca de cerdo,
Aceite de oliva, girasol
Aceites y grasas* Margarinas vegetales tocino, sebo, aceite de palma
y maíz
y coco
Mermelada*, miel, Flan sin huevo,
Chocolates y pasteles, postres
azúcar*, repostería caramelos*, turrón*,
que contienen leche entera,
Postres casera hecha con leche mazapán*, dulces caseros
huevo, nata o mantequilla,
desnatada, sorbetes, hechos con una grasa
tartas comerciales
frutos en almíbar* adecuada*
Almendras, avellanas,
Frutos secos* Cacahuetes Cacahuetes salados, coco
castañas, nueces, dátiles
Sofritos, pimienta, Aliños de ensalada pobres
Salsas hechas con mantequilla,
mostaza, hierbas, en grasa, mahonesa,
Especias y salsas margarina, leche entera
vinagreta, ali-oli, caldos bechamel elaborada con
y grasas animales
vegetales leche desnatada
Agua mineral, zumos,
Refrescos azucarados*,
infusiones, café, té Bebidas con chocolate,
Bebidas bebidas alcohólicas de
(tres/día), vino*, cerveza* café irlandés
alta graduación*
(dos/día)

Nota importante: la dieta debe modificarse en caso de hipertrigliceridemia o sobrepeso; en estas situaciones hay que limitar
las porciones de los alimentos marcados con un asterisco (*).
Fuente: Sociedad Española e Internacional de Arteriosclerosis y American Heart Association.

592
M.ªC. Ramírez Tortosa | C.M.ª Aguilera García | M.ª D. Mesa García

4. Resumen
 La enfermedad cardiovascular es la principal  La dieta típica en los países del sur de Europa,
causa de muerte en los países desarrollados. desarrollados alrededor del Mediterráneo, se
En las últimas encuestas publicadas por el INE, caracteriza por un elevado consumo de aceite
de las 788,82 muertes por cada 100.000 habi- de oliva, frutas y vegetales frescos, legumbres,
tantes en España en el año 1998 por razones cereales y pescado, y, por otro lado, por una
más significativas, 341,65 defunciones (el 43%) baja ingesta de carnes y grasas saturadas, azú-
correspondieron a causas cardiovasculares. Se cares simples y lácteos, así como por un con-
trata, por tanto, de una línea de investigación sumo moderado de alcohol. En términos de
de gran interés científico y cuyos mecanismos nutrientes, esto implica una ingesta mayor de
moleculares deben ser conocidos a fondo, con grasas insaturadas y menor de saturadas, más
el fin de orientar la síntesis de nuevos fármacos alimentos naturales con más fibra y sustancias
o bien descubrir qué pautas hay que seguir para antioxidantes, y un menor consumo de proteí-
evitar su desencadenamiento. nas, azúcares y alcohol, lo que, como se explica
a lo largo del Capítulo, resume todas las carac-
 Estudios patológicos han revelado unas series terísticas descritas para conseguir una buena
definidas de cambios en los vasos durante la salud cardiovascular, ya que existen múltiples
enfermedad y han demostrado que las células evidencias que confirman que dietas bajas en
inflamatorias derivadas de la sangre, particular- grasa y ricas en fruta y verdura previenen de
mente monocitos/macrófagos, desempeñan una estas enfermedades.
función esencial. Estudios en cultivos de tejidos
con células vasculares y monocitos/macrófagos
señalan posibles vías de iniciación y progresión
de la enfermedad y proporcionan la evidencia
del papel fundamental del endotelio como
mediador de la inflamación, sugiriendo que
la acumulación en la íntima de lipoproteínas
de baja densidad (LDL) modificadas oxidati-
vamente contribuye de manera importante al
reclutamiento de monocitos y a la formación de
células espumosas.

 Los principales factores de riesgo que facilitan


el desencadenamiento de las enfermedades
vasculares son la hipertensión, la diabetes, el
tabaquismo y la vida sedentaria, además de una
alimentación desequilibrada. La terapia nutri-
cional como complemento a la intervención
farmacológica y quirúrgica resulta de especial
relevancia en esta patología, siendo fundamen-
tales los cambios en el estilo de vida, el control
de la alimentación, el aumento del ejercicio físi-
co y la disminución o anulación del tabaquismo.
A estos pacientes se les aconseja un control de
la ingesta de grasa en la dieta, primordialmente
de colesterol y grasas saturadas como reco-
mendación general común a todas las personas
con enfermedades cardiovasculares. Alimentos
ricos en fibra y pobres en sodio, frutas y vegeta-
les, pescado y aceite de oliva virgen son los más
indicados para este tipo de enfermos.

593
Capítulo 4.19. Nutrición y control de factores de riesgo...

5. Bibliografía
Aldons JL. Atherosclerosis. Nature 2000; 140: 233- 41.
Artículo de revisión donde se explican e ilustran muy bien
los procesos implicados en el desarrollo de la aterosclerosis.
Recomendable su lectura.

Grundy SM. Nutrición y dieta en el tratamiento de la


hiperlipidemia y la aterosclerosis. En: Shils ME, Olson JA,
Shike M, Ross AC (eds.). Nutrición en salud y enferme -
dad, Vol. II, 9ª ed. McGraw- Hill. México, 2002; Capítulo
75: 1381- 408.
Capítulo que define con claridad los conceptos sobre la pato-
génesis de la aterosclerosis y su relación con la nutrición.

Halliwell B, Gutteridge JMC. Free radicals in biology and


medicine, 3rd ed. Oxford University Press. Oxford, 1999.
Libro estrella, que explica el papel de los radicales en diversas
patologías con gran carácter científico.

Mahan LK, Stump SE (eds.). Krause’s food, nutrition and diet


therapy, 11th ed. Saunders. Philadelphia, Pennsylvania, 2004.
Libro muy actual que recoge muy bien los conceptos de nu- Williams SR. Essentials of nutrition and diet therapy: disea-
trición y su relación con el tratamiento de diversas patologías. ses of the heart, blood vessels and lungs, 7th ed. Mosby, 1999:
Destaca por la actualización de los conocimientos en el campo Chapter 19: 395- 423.
de la nutrición. Capítulo que explica de una manera clara y sencilla la patogé -
nesis de la enfermedad cardiovascular.
Mataix J (ed.). Nutrición y alimentación humana. Ed. Ergon.
Madrid, 2002. Van Horn L, Archer S, Thedford K, Baltes A. Other dietary
Libro muy bueno y divulgativo para consulta de cualquier components and cardiovascular risk. En: Coulston AN, Rock
tema relacionado con la nutrición básica y aplicada. CL, Monsen ER (eds.). Nutrition in the Prevention and Treat-
ment of Disease. Academic Press. San Diego, 2001; Chapter
Segura R, Webb S, Tovar JL, Gausí C. Los minerales y la 19: 291-8.
salud. Ed. de bolsillo. Barcelona, 2000. Libro que destaca por aportar una amplia gama de conoci-
Pequeño libro que resume de una manera muy didáctica el mientos en nutrición y por analizar su papel en el tratamiento
papel de los minerales en la salud. de las enfermedades relacionadas con ella.

6. Enlaces web
 www.searteriosclerosis.org

 www.amhrt.org

 www.athero.org

 www.sennutrition.org

 www.eas-society.org

 www.nutrition.org

 www.cfsan.fda.gov

594
4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

Alberto Miján de la Torre Beatriz de Mateo Silleras Ana María Pérez García
Capítulo 4.20.

Nutrición y enfermedad cardiaca

1. Introducción

2. Interacción estado nutricional-corazón


2.1. Recuerdo anatómico y fisiológico
2.2. Interacción nutrición-corazón
2.2.1. Relación entre estado nutricional y corazón
2.2.2. Relación entre corazón y estado nutricional

3. Respuesta cardiometabólica
3.1. En el ayuno
3.2. Tras la ingesta de alimentos
3.3. Durante la nutrición artificial
3.3.1. Velocidad de infusión
3.3.2. Composición de la fórmula
3.3.3. Enfermedades asociadas

4. Efectos de la desnutrición sobre el corazón


4.1. Adaptación y enfermedades cardiacas secundarias
4.2. Tratamiento nutricional
4.2.1. Aporte lento y progresivo de nutrientes
4.2.2. Aporte energético
4.2.3. Aporte proteico
4.2.4. Vigilancia del aporte de glucosa
4.2.5. Micronutrientes
4.2.6. Líquidos
4.3. Síndrome de realimentación y corazón
4.3.1. Fisiopatología
4.3.2. Situaciones específicas y su tratamiento
4.3.3. Prevención del síndrome de realimentación

5. Efecto de la insuficiencia cardiaca congestiva en el estado


nutricional
5.1. Bases metabólicas y fisiopatológicas de la caquexia cardiaca
5.1.1. Hipótesis adaptativa
5.1.2. Hipótesis causa-efecto
5.1.3. Alteraciones neurohormonales
5.1.4. Efectos en músculo esquelético de los IECA
5.1.5. Alteraciones inmunológicas y metabólicas
5.2. Etiología de la caquexia cardiaca
5.3. Valoración nutricional del paciente con cardiopatía crónica
5.4. Tratamiento nutricional del paciente con IC crónica asociada o no a caquexia cardiaca
5.5. Nutrientes específicos en el miocardio enfermo

6. Tratamiento metabólico en la cardiopatía aguda

7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web

Objetivos

n Describir la interacción que existe entre la desnutrición y el corazón; a nivel de efectos de la desnutrición sobre la
estructura y función cardiaca, y a nivel de los efectos de la patología cardiaca sobre el estado nutricional.
n Conocer la respuesta funcional y metabólica que presenta el corazón ante ciclos de ayuno e ingestión de alimentos,
así como durante la nutrición artificial.
n Exponer las acciones metabólicas y fisiológicas que acontecen en el corazón durante la desnutrición y su adecuada
o mala adaptación a la misma.
n Definir el soporte nutricional en la desnutrición grave, en función del estado metabólico y funcional cardiaco.
n Describir los efectos de una inadecuada realimentación sobre el corazón, y conocer su prevención y tratamiento.
n Conocer las consecuencias en el estado nutricional de la insuficiencia cardiaca congestiva crónica, definiendo el
concepto de caquexia cardiaca.
n Conocer el soporte nutricional de los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica, médicos o quirúrgicos, que
desarrollan o no caquexia cardiaca.
n Describir el posible tratamiento nutricional y metabólico órgano-selectivo del corazón en el paciente con
caquexia cardiaca.
n Definir el tratamiento metabólico de la cardiopatía aguda isquémica.
1. Introducción

E
l corazón es un órgano solitario fundamental para mantener la supervivencia del
hombre o animal que lo acoge, ya que debe funcionar de modo ininterrumpido
las 24 horas del día, 365 días al año, durante toda la vida del mismo, la cual
desaparece tras el cese permanente de su funcionamiento. Ha de mantener, pues,
su contractilidad de modo continuo tanto para asegurar un adecuado aporte
de nutrientes y oxígeno a todos los órganos, aparatos y sistemas de la economía
como para servir de vehículo de recogida de elementos residuales del catabolismo
celular para su eliminación, mediante los pulmones y el sistema urinario.
Esta situación de “bomba funcional” permanece durante el sueño, la vigilia, el
reposo, el ejercicio y también durante periodos de desnutrición, tanto por exceso
como por defecto. Asimismo, se mantiene en situaciones de estrés metabólico
secundario a enfermedades o agresiones externas. Todo ello implica una serie de
adaptaciones continuas, muchas veces automáticas, para garantizar el mantenimiento
de su función. Aunque el corazón es un órgano muy agradecido, capaz de metabolizar
energéticamente múltiples sustratos (ácidos grasos libres, triglicéridos, glucosa, incluso
cuerpos cetónicos y lactato), para su correcto funcionamiento precisa del suministro
constante e ininterrumpido de los nutrientes, tanto macro como micronutrientes.
Por fortuna, al igual que en el músculo esquelético, la célula del miocardio es capaz
de generar en su mitocondria fosfato de creatina, a partir de la creatina producida en
el hígado. El fosfato de creatina funciona como un auténtico “amortiguador
energético” capaz de regenerar ATP en la miofibrilla, lo que ayuda a mantener
concentraciones constantes de ATP incluso en episodios bruscos de intensa
demanda que suceden durante ejercicios exhaustivos, en los que no da tiempo
a la activación de glucógeno fosforilasas o de la lipasa tisular hormono-sensible,
y en los que no interesa la captación muscular de la glucosa circulante en plasma,
imprescindible para nutrir el sistema nervioso central.
A pesar de todo, el cese abrupto y continuo de oxígeno y nutrientes al miocardio
ocasionará daños estructurales y muerte celular por necrosis de la fibra muscular.
También un suministro crónicamente deficiente de los nutrientes producirá
alteraciones morfológicas variables según el tipo de déficit, pero igualmente, y de
manera precoz, funcionales. Asimismo, el aporte por exceso de nutrientes puede
producir, con el tiempo, enfermedad cardiovascular. En pacientes con desnutrición
crónica, se establece una situación de adaptación cardiológica bien definida. En este
estado, un aporte inadecuado de nutrientes, tanto en cantidad como en calidad y
velocidad de administración, puede generar enfermedad cardiaca aguda. Finalmente,
la propia enfermedad cardiaca estructural primaria puede conducir a estados de
caquexia general. Esta situación debe ser tratada, a nivel de la repercusión sistémica
de la desnutrición y también en la propia desnutrición miocárdica, empresa esta
última nada fácil, según se verá.

599
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

Como queda definido, en la relación entre la excitación iniciada en una transmite el potencial
corazón y nutrición se establece una interacción de acción a todas las células, lateralmente, gracias
en la que ambos factores pueden ser causa y a la estructura en red del músculo.
consecuencia de sus alteraciones secundarias, en Todo ello define al corazón como dos “sincitios
algunos casos de tal índole que se ha considerado funcionales” separados: auricular y ventricular, nor-
la pérdida de peso y caquexia como un factor de malmente conectados entre sí por un sistema con-
riesgo independiente de muerte en sujetos que ductor: el haz aurículo-ventricular (A-V). El res-
presentan insuficiencia cardiaca crónica. to de la separación entre el músculo auricular y el
ventricular lo constituye el tejido fibroso que ro-
dea los anillos valvulares. Gracias a esta red celular
y a los sincitios funcionales presentes, la estimula-
2. Interacción estado ción de cualquier fibra muscular auricular extende-
nutricional-corazón rá el potencial de acción por todo el músculo auri-
cular. De igual modo ocurre con el estímulo de una
2.1. Recuerdo anatómico fibra muscular ventricular y su diseminación por to-
y fisiológico do el músculo ventricular. Afortunadamente, si no
hay anomalías en el haz A-V, el estímulo también pa-
El corazón es un órgano formado fundamental- sa desde las aurículas a los ventrículos, cerrando el
mente por células musculares auriculares y ventri- ciclo contráctil.Todo esto constituye el principio del
culares estriadas contráctiles, compartiendo con el “todo o nada”, similar al del músculo esquelético,
músculo esquelético muchas de sus propiedades pero, a diferencia de éste, aplicado a todo un sincitio
y cualidades. Sin embargo, aquí las fibras muscula- funcional en lugar de a una fibra muscular aislada.
res presentan una disposición en forma de red; las El corazón tiene una función, mediante su con-
fibras que se dividen luego vuelven a combinarse tracción, de bombeo. Es interesante conocer que
y se difunden en todas las direcciones. dicha función está autorregulada intrínsecamente.
El músculo cardiaco tiene miofibrillas típicas Uno de los principales factores que rigen el volu-
que contienen filamentos de actina y miosina que men de sangre expulsada por minuto por el cora-
se deslizan unos sobre otros durante el proceso de zón es la cantidad e intensidad de sangre que en-
contracción muscular; dicha contracción consume tra en el mismo, procedente del sistema venoso.
energía donada por el ATP en su paso a ADP. Las fi- Dichos ingresos son variables, pudiendo oscilar
bras del músculo cardiaco son cruzadas por zonas desde 2-3 l/min hasta 25 o más l/min, adaptándo-
sombreadas, formando líneas angulares denomina- se el corazón a dichas fluctuaciones. La capacidad
das discos intercalares. Estas últimas no son otra intrínseca de adaptación a cargas cambiantes se
estructura que la propia membrana celular que se- denomina ley de Frank-Starling. Básicamen-
para las células cardiacas unas de otras. Por ello, la te, dicha ley se nutre del concepto de que cuanto
fibra muscular cardiaca está formada por una serie más se llena el corazón durante la diástole, mayor
de células musculares conectadas entre sí. es el volumen expulsado por el ventrículo en la
Como característica, y a diferencia del músculo sístole hacia la aorta ascendente, adaptándose au-
esquelético, el corazón presenta un “automatismo”, tomáticamente a la carga que llega y sin permitir
garantizado por fibras musculares poco contráctiles un remanso excesivo de sangre en las venas.
pero muy especializadas para la excitación y conduc- Por lo anterior, el corazón tiene una capacidad
ción de los impulsos eléctricos. Como la resistencia para contraerse con fuerza creciente cuando sus
eléctrica es hasta 400 veces mayor a través del men- cavidades están distendidas. Dicha capacidad es co-
cionado disco intercalar que por la membrana exte- nocida como “autorregulación heterométrica del
rior de la fibra, desde un punto de vista funcional, los corazón”. Junto a la distensión del músculo, exis-
iones fluyen con relativa facilidad siguiendo el eje de ten otros dos factores, menos importantes, que
las fibras musculares cardiacas, pasando los potencia- modifican la eficacia de la bomba cardiaca cuando
les de acción de una célula a otra más allá de los dis- aumenta el volumen. Uno es el estiramiento de la
cos intercalares, sin dificultad importante alguna. Las aurícula derecha que incrementa la frecuencia car-
células están tan estrecha y firmemente unidas que diaca hasta en un 15%, aumentando lógicamente el

600
A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

volumen/min expulsado. El segundo factor es debi- sa más frecuente es el ayuno parcial prolongado sin
do a cambios metabólicos en el corazón motivados situación catabólica acompañante.
por su distensión y aumento de la fuerza de con- La DEP tipo kwashiorkor se caracteriza por la re-
tracción. Para el desarrollo de este efecto, denomi- lativa conservación del tejido adiposo, la pérdida de
nado “autorregulación homeométrica”, se necesi- masa celular activa o masa magra, la reducción en
tan unos 30 segundos. proteína visceral circulante (hipoalbuminemia, etc.)
Como queda reflejado, cualquier factor que le- y la presencia de edemas. Su causa suele ser una die-
sione el corazón, a nivel de válvulas, sistema con- ta hipoproteica, en conjunción con la presencia de
ductor, miocardio u otro, podrá generar una in- enfermedades agudas, en general infecciosas.
suficiencia cardiaca, que pudiera conducir a una Resulta evidente que las alteraciones morfológi-
distribución ineficaz tanto de los nutrientes a la cas que suceden en la DEP también se presentan en
periferia como de su capacidad de oxidación re- el corazón: al fin y al cabo no deja de ser un músculo
ducida, por hipoxia tisular por bajo aporte de O2 estriado altamente especializado. En general, el
por ineficacia de la bomba cardiaca. Dichos facto- peso o masa del corazón está reducido en suje-
res pueden ser debidos a enfermedades locales o tos con DEP respecto de sujetos sanos. Las alte-
sistémicas, pero también al efecto de la desnutri- raciones anatómicas se caracterizan por la atro-
ción (por macro o micronutrientes) sobre la célu- fia cardiaca, con disminución en el diámetro de
la muscular cardiaca. las miofibrillas, estrechez de la pared ventricular y,
en ocasiones, presencia de edema intersticial, más
frecuente este último en sujetos con edemas, asci-
2.2. Interacción tis o dietas muy ricas en sodio. Desde el punto de
nutrición-corazón vista funcional se observa una reducción, adapta-
tiva muchas veces al estado metabólico, como se
Ya se ha sugerido que la relación es bidireccio- verá posteriormente, del gasto cardiaco y del con-
nal. A continuación se estudiará desglosada: sumo de O2, pudiendo ocurrir complicaciones co-
mo arritmias cardiacas, por ejemplo.
Con la llegada de un tratamiento nutricional ade-
2.2.1. Relación entre estado cuado en los pacientes anteriores afectados por la
nutricional y corazón DEP, las alteraciones histológicas y funcionales des-
critas revierten, aumentando el consumo de O2
A modo de resumen hay que señalar que la des- y el gasto cardiaco. Si la ingestión o aporte de ener-
nutrición afecta al músculo cardiaco, tanto a nivel gía se incrementa de modo gradual, el corazón res-
funcional como estructural. La desnutrición puede ponde con un aumento de su contractilidad, y des-
ser por defecto, en cuyo caso se habla de desnutri- pués se observará un aumento del grosor de la
ción energético-proteica (DEP), o por exceso, tra- pared ventricular. Sin embargo, si a un paciente con
tándose entonces, en función del grado, de un so- DEP grave y la atrofia cardiaca descrita se le ali-
brepeso o de franca obesidad. menta de forma rápida y con excesiva cantidad de
La DEP suele ser consecuencia de un balan- calorías, entonces el corazón atrófico no es ca-
ce energético y/o nitrogenado negativo, debido a paz de responder y sucumbe. Ello es debido a los
una situación de ayuno relativo o por enferme- cambios y necesidades metabólicas que ocurren y
dad que aumente las necesidades nutricionales también al aumento del volumen plasmático.
o las pérdidas corporales de nutrientes. Clásica- La manifestación clínica es la de insuficien-
mente se establecen dos formas de DEP, el maras- cia cardiaca, con presencia de taquicardia, ede-
mo y el kwashiorkor, con una forma mixta de am- mas, edema pulmonar y disnea. La intensidad de la
bas, frecuente ésta en pacientes hospitalizados. En misma es variable, desde mínima hasta poner en
el marasmo hay una reducción extrema de peso, peligro la vida del paciente. Dicha manifestación
por pérdida de masa grasa y proteína muscular. No clínica puede formar parte de lo que luego se defi-
suele estar reducida la proteína de síntesis visceral nirá como síndrome de realimentación, que
hepática (albúmina, prealbúmina y otras) y el ede- no es otra cosa que la realimentación inadecuada,
ma no suele acompañar al cuadro clínico. La cau- brusca e intensa en pacientes con DEP grave que

601
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

presentan los cambios adaptativos funcionales e sanitaria, mayor envejecimiento poblacional y ma-
histológicos propios de su DEP. yor tasa de supervivencia tras el infarto de miocar-
Asimismo, también la desnutrición por exceso, la dio, es de suponer que la incidencia de ICC crezca
obesidad, afecta al corazón. Como consecuencia de en las próximas décadas.
mantener balances energéticos positivos de modo Muchos recursos se han destinado al estudio de
prolongado, se incrementa no sólo la masa grasa, la ICC crónica, pero poca atención se ha dedica-
sino también la masa celular, y se manifiesta clíni- do al tratamiento no farmacológico de dicha enfer-
camente por un exceso de peso. La afectación car- medad. Los pacientes con miocardiopatías, defec-
diaca también ocurre. El volumen telediastólico y el tos cardiacos congénitos o alteraciones valvulares
gasto cardiaco aumentan como respuesta a las ma- adquiridas pueden desarrollar ICC crónica y al-
yores demandas metabólicas, mayor consumo de teraciones nutricionales secundarias, en especial
O2 y aumento del volumen intravascular. La obesi- caquexia cardiaca.
dad produce una hipertrofia cardiaca, pero la fun- La caquexia cardiaca se desarrolla tras meses o
ción ventricular no parece afectarse en obesidades años de deterioro progresivo de la función miocár-
leves o moderadas. dica y ensombrece el ya pobre pronóstico del pa-
Sin embargo, en obesidades graves de larga evo- ciente, por un factor multiplicativo de 2,6 -datos de
lución la presencia de insuficiencia cardiaca con- Anker S et al., Lancet, 1997-. Asimismo, algunos pa-
gestiva (ICC) está claramente establecida. Aun- cientes con cardiopatías que requieren cirugía co-
que la causa exacta de la misma no es conocida, rrectora presentan, a pesar de un preoperatorio
se piensa que se trata de una combinación de normal sin alteraciones nutricionales importantes,
aumento de los requerimientos en el corazón junto ICC refractaria en el postoperatorio y otras com-
a la presencia de un miocardio alterado. Múltiples plicaciones que se pueden acompañar de anoma-
factores aislados o combinados pueden justificarla: lías nutricionales de rápido desarrollo similares a la
hipertrofia ventricular y disfunción miocárdica, cor caquexia cardiaca clásica (cuadro referido por algu-
pulmonale y síndrome de hipoventilación asociados, nos autores como caquexia cardiaca nosocomial).
hipertensión arterial sistémica, o enfermedad car- Sin embargo, en la práctica clínica, las dos formas
diovascular ateroesclerótica. de caquexia cardiaca tienen básicamente un mane-
A modo de resumen, se puede decir que en la jo nutricional muy similar.
desnutrición, tanto por defecto como por exceso, el La definición de caquexia cardiaca es difícil de
miocardio sufre un proceso adaptativo. El miocardio establecer. El término caquexia deriva del griego
puede reducir o aumentar su volumen y su masa en kakos (“malo”) y hexis (“condición”). De tiempo
función de la demanda metabólica y hemodinámica. atrás se conoce cómo la pérdida de peso y con-
Siempre, en ausencia de hipertensión arterial, el gas- sunción (por el término inglés wasting) acompañan
to cardiaco y la masa miocárdica se relacionan es- a la ICC crónica grave. En la Grecia clásica (460-
trechamente con las necesidades metabólicas, aun- 370 a.C.) y la escuela de medicina hipocrática así
que, como se ha observado, en casos extremos de se refleja: “La carne se consume y se transforma
desnutrición y obesidad pueden ocurrir situaciones en agua... los hombros, clavículas, tórax y muslos se
clínicas claramente desfavorables para el paciente. funden y desaparecen. La enfermedad es letal”. No
se ha establecido un diagnóstico exacto de la ca-
quexia cardiaca, pudiendo ser útil la definición de
2.2.2. Relación entre corazón Anker et al. (Chest 1999), quienes la diagnostican
y estado nutricional en función de “la presencia de una pérdida de pe-
so documentada, involuntaria y no acompañada de
La insuficiencia cardiaca (IC) crónica tiene, en edemas > 7,5% del peso normal premórbido, y que
nuestro medio, una prevalencia del 1-2% en la po- ocurre durante un tiempo superior a 6 meses”.
blación general, afectando la IC al 10% de la pobla- Utilizando la definición anterior, y siguiendo
ción mayor de 80 años. La IC es la principal causa a sus autores, se observó que el 16% de los pa-
de muerte en los países industrializados y la cau- cientes ambulatorios con ICC, no seleccionados,
sa más frecuente por ingreso médico, en hospita- padecían caquexia cardiaca, y este estado de ca-
les. Asimismo, debido a la mejoría en la atención quexia era predictivo de un pronóstico desfavora-

602
A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

ble, con independencia de la edad, clasificación fun- Energía + O2 → ATP + CO2 + H2O +
cional cardiaca, fracción de eyección del ventrículo urea + calor (1)
izquierdo y del consumo de O2 y, más importante
aún, la mortalidad de la citada cohorte ascendió al ATP → ADP + Pi + calor (2)
50% tras 18 meses de seguimiento.
Los pacientes con caquexia cardiaca presentan, La energía almacenada en los sustratos obtenidos
tras análisis de su composición corporal, impor- de la digestión y metabolismo de los alimentos, tras
tantes alteraciones en la misma. Entre otras, existe su oxidación, es transformada en ATP, produciendo,
una pérdida generalizada de tejido adiposo, múscu- además, dióxido de carbono, agua, urea (resto de la
lo esquelético y masa ósea (osteoporosis).También oxidación de proteínas) y calor (Ecuación 1). La
puede existir un aumento del volumen extracelu- utilización del ATP generado lleva a liberar la ener-
lar, con o sin edemas, dependiendo del grado, cu- gía almacenada, con producción de ADP, fósforo in-
ya presencia puede ser la causa de mantener el pa- orgánico y calor (Ecuación 2). Como ya se co-
ciente un peso normal o incluso elevado, a pesar noce, la oxidación completa de los sustratos de
de la marcada pérdida de masa muscular. Los pa- proteínas, grasa e hidratos de carbono genera ener-
cientes con ICC y caquexia cardiaca se encuentran gía (kilocalorías) en cantidad diferente, y también se
más débiles y se cansan antes, lo que se cree es de- consumen y liberan desiguales cantidades de oxíge-
bido tanto a una reducción como a un daño en la no y dióxido de carbono, respectivamente, para ca-
calidad de su masa muscular. da uno de los tres sustratos. Pues bien, el cociente
entre el CO2 liberado y el oxígeno consumido es
conocido como cociente respiratorio (CR):

3. Respuesta CR = CO2/O2 (3)


cardiometabólica
Se conoce que el CR tiene un valor constante
Para comprender adecuadamente las situaciones en la oxidación de ácidos grasos libres (0,7), ami-
antes perfiladas, es necesario conocer previamente noácidos (0,8) e hidratos de carbono (1,0).
la respuesta que ofrece el corazón desde el punto En el músculo estriado, y por tanto también en
de vista hemodinámico y metabólico en el ayuno y el corazón, asociado a las reacciones (Ecuacio-
también tras la ingestión de alimentos y durante el nes 1 y 2), se establece, como ya se dijo con an-
soporte con nutrición artificial. Desde un punto de terioridad, una tercera reacción (Ecuación 4) a
vista físico-químico, la energía aportada por la die- partir de la fosfocreatina, que amortigua un posible
ta sirve para reemplazar las pérdidas químicas y de déficit de ATP (ver Capítulo 1.14):
calor que se producen en el organismo humano. La
termogénesis del humano ocurre en el ayuno y tam- PCr + ADP + H+ → ATP + Cr (4)
bién durante y después de la ingestión de alimentos.
Asimismo, ocurren lógicamente pérdidas de calor Esta reacción amortiguadora o buffer es muy im-
asociadas a la actividad física que se presentan tan- portante cuando existe un aumento marcado de la
to en estados de ayuno como de ingesta. Finalmente, función cardiaca -ejercicio de intensidad variable-.
el tratamiento con nutrición artificial y la presencia Sin embargo, a largo plazo y en condiciones norma-
de enfermedades asociadas pueden modificar las les, el ATP se sintetiza en el corazón vía aeróbica,
respuestas metabólica y hemodinámica. por la fosforilación oxidativa:

ADP + Pi → ATP (5)


3.1. En el ayuno
Por tanto, se han definido los mecanismos de la
La termogénesis del ayuno, a menudo conocida termogénesis y los sustratos más importantes em-
como “gasto energético basal”, es la consecuencia pleados, tanto a nivel general como cardiaco. Ahora
de la oxidación de sustratos energéticos. Estas reac- bien, es necesario su transporte a la periferia para
ciones se definen en las dos ecuaciones siguientes: el metabolismo final de los mismos. El corazón y el

603
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

resto del sistema cardiovascular son los responsa- da, con distribución habitual en la representación de
bles del mismo. Deben llevar los sustratos y el O2 los tres macronutrientes y que suponga el 50% de las
aspirado en los pulmones a las células y recoger el necesidades energéticas diarias, aumenta el consumo
agua, la urea y CO2 producido, y eliminarlos según de oxígeno (VO2) y el consumo de oxígeno VO2 cal-
corresponda, vía aparato respiratorio o urinario. culado (frecuencia cardiaca x presión arterial media)
El mayor determinante del gasto energético ba- en un 30% y un 20%, respectivamente. Estos valores,
sal en el sujeto sano es su composición corporal y, respecto de otros diarios de ejercicio físico medido
dentro de ésta, por su mayor actividad metabóli- en mets (1 met = VO2 basal en ml/min), como el pro-
ca, la masa libre de grasa, compuesta por proteína ducido por un baño en bañera (2,6 mets) o una du-
(19%) y agua (81%). Existe una relación clara entre cha (3,7 mets), son reducidos, dado que en el estudio
masa celular activa, consumo de O2 (VO2), produc- anterior se produjo tan sólo un consumo de hasta un
ción de CO2 (VCO2) y liberación de calor. Parale- máximo de 1,3 mets tras la comida más copiosa.
lamente, se establece una asociación linear entre la
cantidad de masa libre de grasa, ventilación por mi-
nuto, masa cardiaca y gasto cardiaco. 3.3. Durante la nutrición artificial
Por ello, y tras su adaptación, en pacientes con
DEP grave se observa, debido a la menor cantidad Muchos pacientes hospitalizados reciben su ali-
de masa libre de grasa o tejido magro, una reducción mentación vía nutrición artificial, bien por el aparato
absoluta en su gasto metabólico basal y, por ende, en digestivo (NET: nutrición enteral total) o por vía in-
las necesidades cardiacas y respiratorias. Asimismo, travenosa (NPT: nutrición parenteral total). En ellos
como se ha observado en pacientes con anorexia la alimentación se infunde habitualmente de modo
nerviosa en ayuno parcial, es posible una mayor re- continuo, durante 18-24 horas. En estas condiciones
ducción relativa del consumo, motivada por una re- son abolidos los efectos pico y valle de la respues-
baja añadida en el gasto energético por kg de masa ta térmica habitual tras la alimentación oral normal,
libre de grasa. y el gasto energético de los pacientes, debido a la nu-
trición artificial, no difiere respecto al de la situación
basal o de ayuno. Sin embargo, existen tres factores
3.2.Tras la ingesta de alimentos en nutrición artificial continua que determinarán las
respuestas metabólica y cardiaca (frecuencia cardia-
Los alimentos ingeridos en la dieta sirven para re- ca, gasto metabólico, VO2, VCO2): velocidad de infu-
emplazar las pérdidas diarias producidas en el orga- sión, composición de la fórmula y enfermedades aso-
nismo y mantener un balance nitrogenado y ener- ciadas.
gético adecuados. Tras su ingesta, la termogénesis
se modifica: va aumentando hasta un pico máximo
a los 30-60 minutos del paso de alimentos por el es- 3.3.1. Velocidad de infusión
tómago y luego declina entre las 2 y las 10 horas si-
guientes. Esta respuesta es conocida como efecto Cuando la velocidad de infusión de una fórmula
térmico de la dieta, y va acompañada de un au- enteral (40%, grasa; 45%, hidratos de carbono; 15%,
mento en el VO2, VCO2, frecuencia cardiaca, volu- proteínas) se incrementa desde 0 (ayuno) hasta lo
men de eyección, gasto cardiaco, consumo de O2 necesario para mantener un balance energético 0
por el miocardio y en la presión sistólica. Al mis- o neutro [1,4 x gasto energético en reposo (GER)],
mo tiempo, se reducen las resistencias vasculares pe- no se observan modificaciones en los parámetros
riféricas y la presión arterial diastólica. La magnitud metabólicos y cardiacos respecto de la situación ba-
de estas modificaciones depende de la cantidad y ti- sal de partida, salvo un discreto aumento de la fre-
po de comida ingerida, así como del estado nutricio- cuencia cardiaca. Si se incrementa la velocidad de
nal del individuo. infusión por encima de las necesidades de manteni-
El aumento de las demandas cardiacas producido miento, junto a la presencia de un balance energéti-
por la ingestión de alimentos es relativo y reducido, co positivo y ganancia de peso, se observa un incre-
cuando se compara con otras actividades habituales. mento lineal en el resto de parámetros metabólicos
Se ha comprobado que tras la ingestión de una comi- y cardiacos. Se observó cómo una NET rica en gra-

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

sa (50%, grasa; 35%, hidratos de carbono; y 15%, pro- cantidad de nitrógeno en la NPT y manteniendo las
teínas) aportada de modo continuo al doble de las fórmulas isocalóricas, respecto del gasto cardiaco y
necesidades de mantenimiento produjo un aumento del consumo energético. Por último, es de reseñar
modesto de la frecuencia cardiaca de unos 8 lat/min; que la experiencia anterior fue efectuada con aporte
del VO2 del 23%; del VCO2 del 20%, y del metabolis- de energía suficiente sólo para mantenimiento, y que
mo basal del 19%. no fueron examinados los efectos del aporte protei-
Similares resultados han sucedido en otros estu- co a velocidad o dosis de repleción.
dios al infundir de modo continuo NPT. Con una so-
lución de aminoácidos y glucosa, sin grasas, la res-
puesta fue similar a la observada con NET, no viendo 3.3.3. Enfermedades asociadas
diferencias respecto a la situación basal de consumo,
al infundir a dosis de mantenimiento. Por encima de En pacientes que sufren una agresión externa ti-
dichas dosis, el aumento de los parámetros metabó- po traumatismo, sepsis o cualquier situación que ge-
lico y cardiaco fue lineal. En general, se puede decir nere estrés metabólico, se observa, respecto de in-
que la respuesta cardiaca a la nutrición artificial es dividuos en estado eumetabólico, o hipometabólico,
modesta, en términos de mets, ya que la infusión de un incremento en las cifras basales de VO2, VCO2,
fórmulas incluso ricas en energía se asocia a consu- aumento de la respiración y del requerimiento car-
mo de VO2 menor de 1,6 mets. Esta cifra puede ser diaco. Dichas variables se incrementan de modo os-
considerada marginal al compararla con incrementos tensible durante la infusión de la nutrición artificial.
de hasta 7 mets tras esfuerzos observados en algu- Sin embargo, el CR no suele modificarse respecto
nos sujetos sanos o atletas. Sin embargo, en pacien- de la situación basal, al aumentar sus dos variables
tes con ICC grave y reserva cardiaca muy limitada, la de modo paralelo. Se piensa que es debido, en parte,
situación puede ser muy diferente, como se verá. a que la lipólisis endógena no es frenada a pesar del
aporte de glucosa, y ello conduce a una mayor sín-
tesis de glucógeno (Askanazy J et al., 1982), que tie-
3.3.2. Composición de la fórmula ne un CR = 1.
Según se ha visto, la respuesta hemodinámica pue-
En estudios clásicos del grupo de Heymsfield de ser más acusada en el paciente con estrés meta-
(Am J Clin Nutr 1984), aportando NET con diferen- bólico, ya con un mayor gasto cardiaco secundario a
tes proporciones de grasa (50% o 2%) e hidratos de su enfermedad de base. Por ello, conviene vigilar su
carbono (35% o 82%) y proteína fija en el 15% res- evolución cuando se trata con nutrición artificial, da-
pecto al total de energía de la dieta, se observaron do que se adicionan y potencian los efectos de am-
respuestas metabólicas y cardiacas diferentes, según bas situaciones.
la proporción de nutrientes de las fórmulas. Al igual Como conclusión de este apartado, la respuesta
que anteriormente, la fórmula rica en grasas produ- cardiometabólica ante diferentes situaciones, incluso
jo un aumento lineal en función de la velocidad de in- agresiones externas y ejercicio físico, viene represen-
fusión. Igual sucedió con la fórmula rica en hidratos tada por la integración y coordinación en la respuesta
de carbono. Sin embargo, con esta última infusión la de la respiración, el índice metabólico y, finalmente,
producción de CO2 y la ventilación (l/min) fue muy el gasto cardiaco.
superior a la rica en grasas, no observándose final-
mente diferencias en el VO2 ni en la frecuencia car-
diaca. Al hilo de lo anterior hay que recordar el in-
cremento tan intenso del cociente respiratorio, con 4. Efectos de la
aumento del VCO2, que se produce en la lipogénesis desnutrición sobre el corazón
neta a partir de dietas ricas en hidratos de carbono.
Respecto del aporte proteico, observaciones clá- La desnutrición puede incidir sobre el corazón,
sicas refieren que la ingestión de proteínas incre- a nivel metabólico, estructural y funcional. Se analiza-
menta la termogénesis. Sin embargo, algunos autores rán tres perspectivas o situaciones posibles: acción
no encuentran cambios apreciables, salvo lógicamen- directa de la desnutrición, efectos de la realimenta-
te en el balance nitrogenado, cuando se modifica la ción sobre la función cardiaca y efectos del défi-

605
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

Tabla 1. NUTRIENTES QUE POR DEFECTO O POR EXCESO DE LAS NECESIDADES DIARIAS
PUEDEN CONTRIBUIR POTENCIALMENTE EN LA PRODUCCIÓN DE ENFERMEDAD
CARDIOVASCULAR

Déficit de nutriente Especie


Proteína o energía Humana
Aminoácidos esenciales Humana, rata
Ácido ascórbico Humana
Tiamina Humana, rata
Niacina Humana
Vitamina E Conejo
Calcio Humana, rata
Fósforo Humana, perro
Magnesio Humana, perro, rata
Cobre Cerdo, rata
Potasio Humana, rata
Selenio Humana
Riboflavina Humana (infancia)
Zinc Humana
Vitamina B6 Humana
Vitamina B12 Humana
Ácido fólico Humana
Ubiquinona Humana
Vitamina A Humana

Exceso de nutriente Especie


Energía Humana
Calcio Humana
Hierro Humana
Magnesio Humana
Potasio Humana
Cobalto Humana, rata
Vitamina D Humana

Fuente: ampliado y modificado de Witte KA, Clark AL, Cleland J (Chronic heart failure and micronutrients. J Am Coll Card
2001; 37: 1765-74) y Heymsfield SB, Nutter DO [The heart in protein-calorie undernutrition. En: Hurst JW (ed.). Update I:
The Heart. McGraw-Hill. New York, 1979: 191-209].

cit o exceso de micronutrientes sobre el corazón. ficit o exceso en el estatus de uno o algunos de al-
Finalmente, se abordará el soporte nutricional de go más de la mitad de los mismos puede producir
estas situaciones. Diversas bases metabólicas o fi- enfermedad cardiovascular. En la Tabla 1 se des-
siológicas han sido descritas ya con anterioridad. criben los nutrientes implicados, por defecto o ex-
A continuación se verán las restantes. ceso, en la patología cardiaca. En la práctica clínica
habitual, los problemas en relación con el corazón
más frecuentes son los motivados por los macro-
4.1. Adaptación y enfermedades nutrientes, que aportan energía o proteína.También
cardiacas secundarias es frecuente encontrar alteraciones funcionales en
relación con el déficit de minerales y electrólitos,
El organismo humano adulto requiere, aproxima- tanto en cuadros de desnutrición como tras la rea-
damente, unos 37 nutrientes. Se conoce que el dé- limentación inadecuada. Finalmente, no es extraño

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

que la enfermedad cardiaca se presente tras un au- En el corazón, el gasto cardiaco se determi-
mento del espacio extracelular, con acúmulo exce- na por la combinación de cuatro factores: precar-
sivo de agua (nutriente esencial por excelencia), ga, poscarga, contractilidad del músculo y frecuen-
asociado a alguna de las causas anteriores. cia cardiaca. Los conceptos de precarga y poscarga
En este Capítulo se repasan ciertas alteraciones implican que el miocardio está sujeto a demandas
cardiovasculares producidas por el déficit de algunos de trabajo externas. Cuando se presentan de este
de los micronutrientes citados en la Tabla 1. No se modo, la precarga y poscarga resultan ser el estrés
abordará la revisión de aquellos nutrientes como las o tensión (T) telediastólico y telesistólico, respec-
grasas, que pueden favorecer el daño endotelial cró- tivamente, según describe la ecuación de Laplace
nico, o como el ácido fólico, vitaminas B12 o B6, que (Ecuación 6):
pueden producir lesión vascular por aumento en los
valores de homocisteína, ya que se salen del conteni- T = P x r/2 h (6)
do central de este Capítulo.Todos ellos se relacionan
más con la epidemiología y prevención de la enfer- donde P = presión ventricular tele diastólica o tele
medad cardiovascular o cardiopatía isquémica, trata- sistólica; r = radio; y h = grosor pared ventricular.
da en el capítulo anterior del presente TRATADO (ver La importancia de la relación descrita en la ecua-
Capítulo 4.19). Se revisan a continuación los efectos ción de Laplace es que tanto la precarga como la
ocasionados por el déficit de energía y/o proteínas. poscarga son determinantes de la masa del VI y del
Ya se ha comentado que la DEP crónica ocasiona grosor de su pared. La contractilidad o inotropis-
pérdida de masa muscular y atrofia cardiaca. Esta úl- mo se define como el aumento de la eyección ven-
tima, con un gran componente adaptativo, puede re- tricular, manteniéndose constantes la pre y poscar-
presentar una pérdida de hasta el 40% del músculo ga. Un inotropismo positivo mejora el rendimiento
cardiaco. Estudios efectuados por nuestro grupo de cardiaco. La contractilidad está influida por el siste-
investigación en pacientes con trastornos de la con- ma neuroendocrino, equilibrio ácido base, ritmo y
ducta alimentaria (TCA) determinaron que la ma- frecuencia cardiaca, oxigenación tisular y otros. La
sa ventricular izquierda (MVI) está significativamen- importancia de un correcto inotropismo viene de-
te reducida en aquellos que presentaron un IMC finida por ser usualmente el factor que limita, en la
< 19 kg/m2 respecto a los que tenían un IMC > 19 insuficiencia cardiaca, el gasto cardiaco. Respecto
kg/m2, incluso tras ser corregida por m2 de super- de la frecuencia cardiaca, es controlada por el rit-
ficie corporal. En un posterior análisis multivarian- mo del nódulo sinusal, también por reflejos cardio-
te se observó que la reducción de 1 unidad de IMC vasculares y neurohormonas circulantes. Los cua-
representaba la pérdida de 5,5 g de MVI. tro factores descritos, además de determinar el
Los cambios tanto estructurales del corazón co- gasto cardiaco, junto a la masa cardiaca, determi-
mo extrínsecos al mismo que suceden en la DEP cla- nan el consumo de oxígeno (MVO2) por el mio-
ramente afectan a su funcionalidad. En el estudio an- cardio, siendo el MVO2 el responsable del 10% del
tes citado, la fracción de eyección cardiaca fue similar GER o metabolismo basal.
en los dos grupos (DEP frente a normonutridos), re- En pacientes con DEP de las características ante-
sultando del 73% en DEP y del 75% en normonu- riores, la precarga está reducida, motivada por diver-
tridos, datos que confirman trabajos anteriores. Sin sos factores, como presencia de una menor masa li-
embargo, en el ventrículo izquierdo el diámetro te- bre de grasa, reducción en el consumo de oxígeno,
lediastólico fue menor en sujetos con DEP frente a menor volumen plasmático, reducción en hormona
normonutridos. De igual modo se comprobó que la T3 y otros, todos ellos consecuencia de un ajuste
presión arterial sistólica era menor significativamen- adaptativo ante la propia DEP. Asimismo, la resis-
te en los pacientes con DEP respecto de los normo- tencia vascular periférica se mantiene en sus valo-
nutridos y también que el diámetro sistólico del ven- res normales, con lo cual se consigue reducir el gas-
trículo izquierdo (DSVI) mantenía una correlación to cardiaco y el MVO2 durante la DEP. Respecto de
positiva con el IMC. Finalmente, tras controlar la ac- la contractilidad o inotropismo, se conoce que per-
ción del DSVI en un análisis multivariante, se obser- manece normal en los casos de DEP tipo marasmo,
vó un efecto negativo leve de la caída del IMC sobre mientras que en la DEP tipo kwashiorkor puede es-
la fracción de eyección, reduciéndola. tar reducida, habiéndose observado en modelos

607
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

animales en el miocardio, junto a la atrofia en las mio- O2, disminuyen las resistencias periféricas, aumen-
fibrillas, la presencia de edema intersticial. Respecto ta el volumen intravascular y, por ende, el retorno
a la frecuencia cardiaca, está reducida, contribuyendo venoso al corazón.
la bradicardia a la reducción del gasto cardiaco. Final- Por ello, la formulación y administración de la nu-
mente, como se ha descrito con anterioridad, la pre- trición artificial en estas condiciones ha de ir diri-
sión arterial también disminuye. gida a nutrir y corregir las alteraciones metabólicas
Asociado o no a la DEP puede ocurrir un déficit de los tejidos y órganos periféricos y del corazón,
de micronutrientes que tenga un efecto negativo so- con la menor repercusión metabólica y cardiovas-
bre el corazón. Entre otros, se comentará el de tia- cular (síndrome de realimentación) posible. Res-
mina o vitamina B1, que también puede acontecer en pecto del tratamiento nutricional se recomienda,
el síndrome de realimentación, y que provoca un dé- siguiendo la literatura sobre el tema, lo siguiente:
ficit en la oxidación de glucosa por fallo de la piru-
vato deshidrogenasa y menor producción de acetil-
CoA a partir del piruvato, con lo que se reduce su 4.2.1. Aporte lento y
entrada al ciclo de Krebs. Las deficiencias de magne- progresivo de nutrientes
sio y potasio producen arritmias. El déficit de sele-
nio y fósforo pueden producir miocardiopatía e in- Se comenzará con una infusión lenta de la alimen-
suficiencia cardiaca. Asimismo, estatus deficientes tación, tanto por vía enteral como parenteral. Según
en taurina, carnitina y coenzima Q10 han sido rela- la tolerancia y respuesta del paciente, ésta se incre-
cionados con una función cardiaca alterada. mentará lenta y progresivamente. En general, la ma-
Respecto de la desnutrición en exceso, no se en- yoría de los pacientes tienen sus necesidades cu-
trará en detalle, por salirse de los objetivos de es- biertas en un plazo comprendido entre 3 y 7 días.
te Capítulo. Sí se produce un aumento en el gasto Aunque la presencia de un posible síndrome de rea-
cardiaco motivado por el aumento de tejido gra- limentación (ver más adelante) puede ocurrir duran-
so y masa magra, junto a mayor volumen plasmáti- te la realimentación oral o enteral, es la administra-
co. También se asiste a un aumento global del con- ción de NPT la que lo provoca con mayor facilidad.
sumo de O2. Por ello, y siguiendo pautas generales de administra-
ción, será preferible la vía oral o enteral y sólo si no
hay viabilidad de la misma, desde el punto de vista
4.2.Tratamiento nutricional anatómico o funcional, se recurrirá a la NPT. Es con-
veniente que, si se administra nutrición artificial, és-
El soporte nutricional en el paciente con DEP ta se haga de modo continuo, para obviar los efec-
secundaria a una situación de semiayuno crónico tos pico y valle sobre el aumento de las demandas
ha de tener unas pautas y perfil que se adecuen energéticas que, aunque leves, provocan la adminis-
a las alteraciones cardiovasculares antes descritas, tración cíclica o en bolus de la alimentación.
consecuencia de mecanismos adaptativos. Asimis-
mo, hay que tener en cuenta que durante la reali-
mentación ocurrirán tres hechos que determinan 4.2.2. Aporte energético
la tolerancia del paciente hacia la nutrición artifi-
cial, por lo que la misma ha de adaptarse a dichos Es conveniente ajustarlo al estado nutricional
factores, que son: del paciente. Valga un ejemplo: cuando se habla de
1. Resolución del hipometabolismo adaptativo. una dieta de 2.000 kcal, parece una cantidad razo-
2. Aumento, como ha quedado reseñado, de las nable, representando unas 33 kcal/kg de peso en
demandas metabólicas motivadas por la nutrición un individuo que pese 60 kg. Sin embargo, el mismo
artificial. aporte representa 60 kcal/kg en un individuo ma-
3. Aumento y expansión del volumen plasmáti- rasmático que pese tan sólo 33 kg. Por ello, es re-
co y extracelular. comendable al comienzo ajustar el aporte energé-
A nivel cardiovascular, el efecto más claro del so- tico en función del peso real del paciente y no del
porte nutricional artificial es un incremento en el ideal que debería tener. Siguiendo el ejemplo ante-
gasto cardiaco: se produce un mayor consumo de rior, un aporte adecuado de energía inicial sería de

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

unas 900-1.000 kcal/día, aumentándolo, como se ha mos de carbono de 13,7. Como recomendación, se
dicho en el apartado anterior, progresivamente en aconseja que desde el comienzo se administre la
función de su tolerancia. Una cantidad de energía glucosa en cantidades inferiores a 4-5 mg/kg/min, lo
medida por calorimetría indirecta, o en su defecto que representa en un paciente con 35 kg un máxi-
calculada a partir de la fórmula de Harris-Benedict mo de 200-250 g de glucosa en 24 horas.
corregida con el peso real o de unas 25-30 kcal/kg
de peso real, sería un buen modo de comenzar la
alimentación de pacientes en estas circunstancias. 4.2.5. Micronutrientes

Desde el comienzo de la administración de la


4.2.3. Aporte proteico nutrición artificial, pese a la restricción energética
respecto del peso ideal, se debe administrar los mi-
Se ha visto anteriormente que el aporte de nitró- cronutrientes necesarios al 100% de las recomen-
geno no aumenta en principio las demandas energé- daciones habituales para evitar carencias. Al igual
ticas, si se administra a dosis de mantenimiento. Por que antes, si se indica una NPT, no habrá proble-
ello, desde el principio es conveniente aportar las mas en la dispensación, que sí se presentarán cuan-
proteínas, ajustando al peso ideal en vez de al real. do se administre NET con bajo aporte energético,
Dosis de administración de 1 g/kg de peso ideal pa- ya que usualmente la NET aporta el 100% de mi-
recen razonables en ausencia de estrés metabóli- cronutrientes en cantidades iguales o superiores
co o catabolismo proteico. Durante la NPT, el ajus- a 1.500 kcal. De ocurrir, será necesario un aporte
te nitrogenado, respecto de la energía, no supondrá complementario con módulos de micronutrientes
problemas, al individualizarse la formulación. Sin em- (vitaminas y minerales) para llegar al 100% de los
bargo, durante la NET puede ser insuficiente la can- requerimientos.
tidad de proteína, si se administran dietas isocalóri- Dentro de los micronutrientes, es especialmen-
cas normoproteicas; por ello, es recomendable que te necesaria la monitorización y aporte, a veces in-
al principio se realice la NET con dietas normocaló- cluso suplementario, de cantidades de tiamina, fós-
ricas (1 kcal/ml) hiperproteicas, que vienen a sumi- foro, potasio y magnesio, pese a no existir déficit
nistrar unos 30 g de proteína por cada 500 kcal, en evidentes o clínica sugestiva de carencia de los mis-
lugar de los 20 g de las fórmulas normoproteicas. mos. Ello es debido a que, como se ha descrito, al-
gunos son necesarios para el metabolismo de la
glucosa, y otros, para la síntesis de masa celular ac-
4.2.4. Vigilancia del aporte de glucosa tiva, estando todos ellos implicados en la patogéne-
sis del síndrome de realimentación. De igual modo
Se conoce que el CR de la glucosa, el cual tie- pero inversamente, se ha de vigilar la cantidad de
ne en su numerador la producción de CO2, tie- sodio que se aporta en la dieta. Los pacientes pre-
ne un valor de 1 y representa el más elevado de sentan un corazón hipotrófico en el que el aporte
los 3 sustratos energéticos. En general la capaci- excesivo de sodio puede ser perjudicial. Por tanto,
dad para la oxidación de la glucosa por la mitocon- salvo excepciones la cantidad de sodio ha de ser
dria aumenta con el aporte creciente de la misma reducida, lo que no es problema en la NPT al inde-
de modo progresivo hasta un límite, en que es fre- pendizar su aporte, y tampoco en la NET, ya que la
nada, no quemándose mayor porcentaje de la glu- mayoría de formulaciones presentan cantidades ra-
cosa administrada y asistiendo a un efecto mese- zonables del ión. Asimismo, se han de observar y
ta en su curva oxidativa. En esta situación, aportes vigilar aportes encubiertos de sodio complementa-
complementarios de glucosa irán hacia la síntesis rios (antibióticos, soluciones intravenosas, etc.).
de triglicéridos vía lipogénesis, que disparan el CR.
A modo de ejemplo, se refiere que el CR resul-
tante, vía glucosa como sustrato, de la síntesis de 4.2.6. Líquidos
un ácido graso de cadena larga tipo ácido palmíti-
co es de 2,7; siendo el CR de síntesis vía glucosa de El volumen de líquidos administrados ha de es-
un triglicérido de cadena larga (LCT) con 54 áto- tar ajustado al balance hídrico del paciente, que ha

609
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

de ser 0 o neutro. En la realimentación se asiste de proporción insulina/glucagón, con valores bajos de


modo fisiológico a una expansión del volumen ex- insulina y relativamente elevados de glucagón. Pues
tracelular que, junto a un aporte excesivo de líqui- bien, en sujetos desnutridos que han desarrollado
dos, puede generar insuficiencia cardiaca. Por ello, los mecanismos de adaptación citados, ocurre el
la administración de líquidos ha de ser monitoriza- SR. Casi siempre es debido a realimentaciones rá-
da y limitada a mantener balances adecuados. pidas y bruscas con excesivo aporte calórico, fun-
En cuanto a la prevención del síndrome de rea- damentalmente de hidratos de carbono.
limentación, también forma parte del tratamiento. El alto aporte de glucosa, aparte de la lipogé-
La mejor prevención del mismo es ajustarse en la nesis comentada anteriormente, con retención de
medida de lo posible a las recomendaciones antes CO2, e insuficiencia respiratoria, puede provocar
citadas. Se detallan a continuación. un estímulo de la secreción endógena de insulina,
la cual facilita el paso desde el intersticio al espa-
cio intracelular no sólo de glucosa, sino también
4.3. Síndrome de realimentación de agua y electrólitos, fundamentalmente potasio,
y corazón magnesio y fósforo, necesarios para los procesos
de anabolismo y cuyo déficit provoca anomalías
4.3.1. Fisiopatología cardiacas. El hiperinsulinismo producido también
favorece la reabsorción tubular de sodio y agua, lo
Se ha comentado anteriormente que la reali- que provoca un aumento del volumen extracelular,
mentación del paciente con DEP grave de evolu- promoviendo la aparición de edemas e insuficien-
ción crónica o motivada por semiayuno prolonga- cia cardiaca, otro condicionante de la afectación
do ha de ser escasa en su comienzo, lenta en su cardiaca del SR.
progresión y monitorizada en su administración. El glucógeno se almacena dentro de la célula en
Todo ello para evitar la aparición del síndrome de forma de gel mezclado con agua e iones, lo que ex-
realimentación (SR). Al principio de su descubri- plica la disminución del potasio sérico durante la
miento y denominación, el SR estuvo configurado captación intracelular de glucosa. Son necesarios
por las complicaciones producidas por la hipofos- 0,08 g de fósforo por cada 1 g de nitrógeno rete-
fatemia grave que ocurrían en sujetos con pérdida nido.También el potasio y magnesio son necesarios
de peso y realimentados con NPT. en la síntesis proteica. Estos electrólitos, ya defi-
El concepto se amplió años más tarde en la revi- citarios subclínicamente en el ayuno, reducen aún
sión de Solomon y Kirby. En ella, el tipo de alimenta- más sus niveles plasmáticos y acarrean problemas
ción causante del SR podía ser cualquiera y no sólo metabólicos que pueden hacer peligrar la vida del
la NPT. Se ampliaron los mecanismos fisiopatológi- paciente.
cos a la alteración en otros electrólitos como pota- Ya se ha referido que el SR también puede ser
sio y magnesio. También se involucraron el metabo- consecuencia de la falta de tiamina. La vitamina B1
lismo de la glucosa, las alteraciones hemodinámicas es un cofactor en cuatro pasos enzimáticos cono-
debidas a la reposición hídrica -que en este Capítu- cidos: piruvato deshidrogenasa, α-cetoglutarato
lo interesan especialmente- y las carencias vitamíni- deshidrogenasa, deshidrogenasa de cetoácidos de
cas, fundamentalmente de tiamina (vitamina B1). Esta cadena ramificada (BCKA) (por ello, puede em-
combinación de procesos que definen el síndrome plearse en algunos casos de enfermedad de orina
puede ser provocado por una realimentación inade- “de jarabe de arce”) y transcetolasa. Este último se
cuada, la cual estimula reacciones metabólicas, casi relaciona con la vía de las pentosas y todos ellos
todas regidas por la liberación de insulina o, mejor, el con el metabolismo energético. En situaciones de
aumento de la proporción insulina/glucagón. ayuno crónico hay una glucólisis frenada, y un défi-
En la DEP, durante el ayuno parcial o completo cit absoluto de vitamina B1 que no suele manifes-
prolongado, se ponen en marcha eficaces mecanis- tarse ante las necesidades escasas de la vitamina o
mos adaptativos cuyo único fin es ahorrar fuentes cofactor. El consumo de cantidades altas de ener-
energéticas y proteínas, para mantener la mayor gía, sobre todo glucosa, va a estimular la glucólisis y
supervivencia posible. Todo ello gobernado por di- el ciclo de Krebs, lugares éstos, entre otros, donde
versos ajustes metabólicos en los que destaca la actúa la vitamina B1. Ante su déficit, dichas vías pue-

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

Figura 1. Factores etiológicos del síndrome de realimentación y sus consecuencias. Fuente: Salas Salvador J, Bonada i San-
jaume A. Síndrome de realimentación. En: Miján de la Torre A (ed.). Nutrición clínica. Bases y fundamentos. Barcelona. Doyma,
2000: 261-79.

den limitarse, provocando, además de otras cosas, tá representado por hipofosfatemia, hipopotase-
un lógico aumento de piruvato y lactato en sangre, mia, hipomagnesemia, déficit de tiamina (vitamina
y clínica de encefalopatía de Wernicke, beriberi se- B1), alteración del metabolismo de la glucosa, in-
co (neurológico), o húmedo (edemas e insuficien- tolerancia hídrica y retención de CO2. Aunque la
cia cardiaca). Es por estar tan relacionada la B1 con presencia de un SR puede afectar a órganos o apa-
el metabolismo energético por lo que en ocasio- ratos del área neurológica, hematológica y otras,
nes se expresan sus necesidades en relación con el análisis se centrará en la afección cardiovascular,
la toma de kcal. Cabe decir, para complicar un po- producida por el excesivo aumento del volumen
co más el diagnóstico, que los niveles de B1 no de- extracelular y de sodio, y también por las alteracio-
finen el estatus de la vitamina, y se requiere la me- nes metabólicas y cardiacas debidas a la depleción
dición de la actividad enzimática de la transcetolasa de los micronutrientes antes mencionados.
de los hematíes, prueba poco accesible.
Por tanto, el SR resulta de la combinación de:
DEP, déficit total corporal de nutrientes en la fa- 4.3.2. Situaciones específicas
se previa de ayuno o dieta extremadamente hipo- y su tratamiento
calórica y paso de los mismos al espacio intrace-
lular por la fase anabólica precipitada por factores 1. Insuficiencia cardiaca. En el SR se pro-
desencadenantes como exceso de energía, agua o duce una intolerancia hídrica. Es característica la
sodio. En la Figura 1 se esquematizan las causas y elevada producción de insulina endógena ante el
efectos del SR, cuyo cuadro clínico y biológico es- estímulo producido por el aporte excesivo de

611
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

glucosa. La intolerancia hídrica puede manifestarse tos. La administración intravenosa (i.v.) de fosfato es
como un aumento del agua extracelular y edemas, potencialmente peligrosa, dado que puede precipi-
situación favorecida por la acción antinatriurética tar con el calcio y producir una variedad de efectos
ejercida por la hiperinsulinemia en el túbulo renal. adversos como hipocalcemia, insuficiencia renal, y
También, como se ha descrito, puede acontecer in- eventualmente arritimias mortales. Por ello, se pre-
suficiencia cardiaca, dado que el ventrículo izquier- fiere el uso suplementario con fosfato oral a dosis
do por acción de la DEP tiene menor masa muscu- total de 2,5 a 3,5 g (80-110 mmol) al día y reparti-
lar. La clínica será variable, siendo la presencia de do en dosis fraccionadas. Si se requiere tratamiento
taquipnea, edemas periféricos, tercer tono a la aus- i.v. en pacientes sintomáticos, la dosis no debe exce-
cultación, oliguria, y crepitantes pulmonares los sig- der los 2,5 mg (0,08 mmol)/kg de peso en 6 horas.
nos más frecuentes. El diagnóstico diferencial, en El nivel de fosfatos en plasma debe ser contro-
esta situación, se plantea ante el beriberi yatróge- lado cada 6 horas y pasar a tratamiento oral cuan-
no, por falta de tiamina. do se alcancen niveles de 2 a 2,5 mg/dl (0,64-0,80
El tratamiento ya se ha perfilado con anteriori- mmol/l) (citado en UpToDate, 2003). Ante la situa-
dad: es conveniente reducir el aporte energético, ción de aporte de NPT, hay que recordar que, si no
sobre todo de hidratos de carbono; también hay existe contraindicación, se deben añadir a la bolsa
que enlentecer el volumen de líquidos infundidos; de NPT al menos 10-20 mmol de fosfato por ca-
mantener reposo en cama; utilizar medias elásticas; da 1.000 kcal no proteicas de la mezcla. En la pre-
disminuir la cantidad de sodio de la nutrición; apor- vención de rutina y la hipofosfatemia leve, se puede
tar potasio, fósforo, magnesio y tiamina si se sospe- emplear fósforo oral a dosis de entre 500 y 1.500
cha déficit; y finalmente, si es necesario, hacer un mg/24 horas. En las situaciones comentadas, una
tratamiento con diuréticos de asa, monitorizando adecuada monitorización de los niveles de fósforo
los iones séricos. y la familiarización con la clínica de hipofosfatemia
2. Hipofosfatemia. Los síntomas producidos evitarán la presencia de la misma.
por hipofosfatemia no suelen manifestarse, salvo 3. Hipopotasemia. Existe cuando el potasio
que la concentración de fosfatos en plasma sea me- sérico es < 3,5 mEq/l. Los requerimientos habitua-
nor de 2 mg/dl (0,64 mmol/l). Es más, los síntomas les son de 1,2-1,5 mEq/kg, que pueden incrementar-
graves tales como rabdomiólisis, no son vistos has- se en determinadas situaciones. En el ayuno prolon-
ta que su concentración en plasma cae por debajo gado existe una depleción en el estatus de potasio,
de 1 mg/dl (0,32 mmol/l). Por lo dicho, la mayoría de que no suele quedar reflejado en los valores nor-
los pacientes con hipofosfatemia no requieren otro males del ión en plasma, al ser éste de predominio
tratamiento que el de la enfermedad de base. Sin intracelular. Es muy aconsejable asociar, salvo con-
embargo, se considera una urgencia médica cuando traindicación, potasio al aporte nutricional tanto
presenta clínica compatible o cuando existe hipo- para conseguir un correcto anabolismo proteico
fosfatemia menor del valor citado (1 mg/dl). como para evitar una depleción de potasio.
La hipofosfatemia grave puede producir lesiones Las consecuencias clínicas de la hipopotasemia
en diferentes órganos, dado que los niveles bajos son conocidas, siendo fundamentalmente a nivel
de fósforo pueden condicionar depleción de com- cardiaco (cambios ECG del tipo de la onda T pla-
puestos fosforilados y energéticos tipo ATP. A ni- na-negativa, aparición de onda U o inversión de ST,
vel cardiaco, unos niveles bajos de fósforo reducen arritmia, hipotensión ortostática e incluso parada
los niveles de ATP, lo que disminuye la contractili- cardiaca). También ocurren complicaciones en in-
dad miocárdica. Como resultado de ello se produ- testino, riñón y músculo.
ce una reducción del volumen de eyección e insufi- El tratamiento será la reposición de ión que, aun-
ciencia cardiaca, reversibles tras aporte de fósforo que existe en diferentes sales, suele emplearse en
exógeno. A nivel hematológico, neuromuscular, forma de cloruro potásico. Se considera necesaria
pulmonar, hepático y óseo también pueden exis- una pérdida de 100-200 mEq de potasio para que el
tir complicaciones. potasio sérico descienda 1 mEq/l. Dependiendo del
El tratamiento con fosfatos está indicado en pa- déficit y estado general, se hará por vía digestiva o
cientes sintomáticos o que presentan un defecto i.v. Debe tenerse en cuenta que el potasio por vía
tubular renal que produce pérdida crónica de fosfa- oral presenta una alta osmolaridad en su disolución

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

y puede presentar problemas de tolerancia gástri- administración debe ser oral, a ser posible en pre-
ca. La vía i.v. se reserva a intolerancias digestivas y paraciones de liberación lenta, en dosis de acuerdo
a depleción importante del ión. Conviene recordar con su nivel de depleción.
que la administración i.v. rápida de potasio es po- 5. Déficit de tiamina (B1). Ya se ha co-
tencialmente peligrosa, incluso en pacientes con de- mentado anteriormente la relación de la tiamina
pleción del ión. con el metabolismo energético, en especial con el
La infusión de altas concentraciones de potasio de los hidratos de carbono, y las alteraciones me-
es lesiva en las venas periféricas. Si se estima un in- tabólicas y fisiológicas en relación con su déficit,
tenso déficit del ión y presenta complicaciones gra- comentando que la prueba diagnóstica (actividad
ves secundarias, es mejor canalizar una vía central. transcetolasa de los hematíes) es poco asequible.
Tan importante o más que los valores séricos del El perfil del paciente en riesgo es el alcohólico
ión a la hora de evaluar un déficit importante es su crónico o el portador de DEP grave, tratados con
repercusión sobre la función de los órganos. Por cantidad de energía elevada, fundamentalmen-
ello, se requiere una cuidada monitorización de los te glucosa, que comienza con clínica sugestiva de
efectos de la hipopotasemia (anomalías ECG, de- encefalopatía de Wernicke o acidosis metabólica
bilidad muscular, parálisis) que, de presentarse, re- que no responde al bicarbonato (existe una ele-
quieren una reposición más rápida de potasio. Final- vación de piruvato y lactato).
mente, se conoce que la hipomagnesemia favorece La afectación cardiológica se manifiesta por la
las pérdidas de potasio. En ocasiones, el potasio sé- presencia de vasodilatación, producida por el acú-
rico puede aparecer reducido por déficit de mag- mulo de lactato y piruvato, y aumento del volumen
nesio. Si el potasio sérico no aumenta tras varias sanguíneo, seguido de incremento del gasto car-
dosis de potasio, puede ser necesario asociar mag- diaco, que puede estar acompañado de neuropa-
nesio adicional. tía periférica, pudiendo progresar hacia depresión
4. Hipomagnesemia. Existe cuando el mag- en la función miocárdica, bajo gasto e insuficiencia
nesio sérico es < 1,7 mEq/l. Se considera un déficit cardiaca. La típica presentación del beriberi húme-
grave cuando su valor es < 1 mEq/l. La hipomagnese- do es la de un sujeto con fatiga, edemas y malestar
mia puede provocar alteraciones del ritmo cardiaco, general, con signos de desnutrición. El mejor tra-
como taquicardia y torsade de pointes; también alte- tamiento es el preventivo asociando de modo ru-
ración neuromuscular, psicológica, vértigos, digestiva tinario siempre B1 oral al aporte de hidratos de
y depleción de potasio, fósforo y calcio. carbono en pacientes con DEP grave.
La vía de administración de magnesio varía se- Con independencia de la existencia o no del
gún la gravedad de las manifestaciones clínicas. Por SR, se ha observado alteración cardiaca por défi-
ejemplo, un paciente en el que se sospeche la pre- cit de tiamina. En modelos animales, la contracción
sencia de arritmia ventricular por hipomagnese- del miocito está reducida si hay deficiencia de tia-
mia-hipopotasemia deberá recibir 50 mEq de mag- mina. El déficit de tiamina inducido por furosemi-
nesio i.v. administrado lentamente durante 8-24 da fue descrito por primera vez en ratas. El aporte
horas. La dosis puede repetirse cuantas veces sea de furosemida y digoxina altera significativamente
necesario para mantener el magnesio plasmático la captación de tiamina por los miocitos cardiacos,
> 1,0 mg/dl (0,4 mmol/l o 0,8 mEq/l), según cita de teniendo un efecto aditivo si ambos fármacos se
UpToDate, 2003. Debe conocerse que la concentra- dan simultáneamente. En pacientes con ICC cró-
ción sérica de magnesio es el mayor regulador de nica en tratamiento con diuréticos de asa y ancia-
la reabsorción de magnesio en el asa de Henle. Por nos hospitalizados, se ha documentado la presen-
ello, una abrupta elevación de su concentración en cia de bajos niveles séricos de tiamina. Finalmente,
plasma reducirá parcialmente el estímulo para la la suplementación con tiamina de pacientes con
retención de magnesio, de modo que hasta un 50% ICC moderada o grave que tomaban 80 mg de fu-
del magnesio infundido será eliminado por la ori- rosemida indujo mejoría en la fracción de eyección
na. Asimismo, se sabe que la captación de magnesio ventricular izquierda y de otros síntomas, así como
por las células es lenta, por lo que su repleción re- aumento de la presión arterial.
quiere una corrección mantenida de la hipomagne- Si se sospecha clínica deficitaria compatible, la ac-
semia. Por todo ello, en pacientes asintomáticos la tuación podría ser: en caso de beriberi en adultos,

613
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

se puede poner 5-30 mg/dosis intramuscular (i.m.) bre el músculo cardiaco, en el contexto o no de
o i.v., 3 veces/día (si críticamente enfermo); conti- un síndrome de realimentación. Queda, por tanto,
nuando con dosis orales de 5-30 mg/día repartidas ver la otra dirección en la relación corazón-esta-
en dosis única o cada 8 horas, durante 1 mes. Si se do nutricional. Con anterioridad, al inicio del Capí-
emplea la vía parenteral (i.m. o i.v. lenta), debe ha- tulo ha sido definido el concepto de caquexia car-
cerse con precaución. Aunque las reacciones ad- diaca. También su incidencia en la morbimortalidad
versas son infrecuentes (< 1%), se ha descrito co- de los pacientes; asimismo, se examinarán las alte-
lapso cardiovascular y muerte, rash, angioedema, raciones en su composición corporal. Seguidamen-
calor y parestesias. te se trata la posible etiopatogenia de la misma
6. Alteraciones en el metabolismo de y su tratamiento nutricional, a nivel general y tam-
la glucosa. Son las antes comentadas y debidas a bién en el miocardio.
un elevado o brusco aporte de energía, glucosa fun-
damentalmente. La afectación puede ser metabóli-
camente muy grave. Desde el punto de vista car- 5.1. Bases metabólicas
diológico es la hipercapnia la que puede complicar y fisiopatológicas
un estado funcional deficiente del corazón, dado de la caquexia cardiaca
que es éste el que debe bombearlo desde los teji-
dos a los pulmones para su eliminación. La caquexia cardiaca se desarrolla en pacientes
con IC en estadio muy avanzado (clase funcional
IV), que produce bajo VO2 y disnea y que presen-
4.3.3. Prevención del síndrome tan una gran limitación en su actividad. ¿Por qué
de realimentación y cómo ocurre y se desarrolla la caquexia car-
diaca en pacientes con ICC? Las respuestas no
Para concluir lo mencionado sobre el SR, se de- están claras todavía. Desde un punto de vista
be comentar que el mejor tratamiento del SR es fisiopatológico se puede comprender como un es-
conocer su existencia y pensar en él, previniendo tado adaptativo, donde el organismo y el corazón
su aparición. Para ello, se debe disponer de un pro- se adaptan para conseguir un cierto beneficio del
tocolo de seguimiento del tratamiento nutricional segundo respecto del primero. También se puede
del paciente con DEP grave, en el que se recoja una interpretar como una situación causa-efecto, don-
adecuada monitorización periódica, hemodinámica de la ICC genera DEP y caquexia, la cual empeora
y también de todos los electrólitos y otros micro- el estado funcional del corazón. A continuación se
nutrientes que intervienen en la producción del SR. analizan por separado:
La Tabla 2 proporciona unas recomendaciones
en general para prevenir el SR.
5.1.1. Hipótesis adaptativa

La caquexia como respuesta adaptativa es cla-


5. Efecto de la insuficiencia ra: en la ICC la relación entre distensión y activi-
cardiaca congestiva dad contráctil ventricular se ve alterada, de mo-
en el estado nutricional do que, aunque el corazón se dilata, la respuesta
contráctil a dicha dilatación es reducida. De ese
Hasta aquí se han descrito los efectos y accio- modo, a corto plazo el corazón es incapaz de res-
nes del estado nutricional sobre el corazón. Se ha ponder a incrementos en el volumen de sangre ve-
determinado la acción del ayuno, de la ingesta nor- nosa que retorna. El paciente reacciona ante es-
mal, de la nutrición artificial, así como los efectos ta limitación reduciendo su actividad física. Con el
sobre el corazón de la DEP crónica, e incluso los tiempo, el incremento en la ICC lleva a que el co-
secundarios a una realimentación inadecuada por razón no puede responder al flujo venoso que re-
el síndrome de realimentación. Finalmente, se han cibe tampoco en situación de reposo. Dado que el
descrito las acciones ejercidas por determinados gasto cardiaco está en clara relación con el índice
minerales, electrólitos, vitaminas e incluso agua, so- metabólico, una disminución del mismo reduciría

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

Tabla 2. PREVENCIÓN DEL SÍNDROME DE REALIMENTACIÓN

• Tener presente el síndrome


• Identificar a los pacientes con riesgo de padecer el síndrome
- Desnutrición proteico-energética
- Sueroterapia prolongada
- Vómitos incoercibles
- Ayuno prolongado
- Anorexia nerviosa
- Alcoholismo crónico
• Identificar factores o situaciones favorecedoras del síndrome
- Diabetes mellitus
- Sepsis
- Alcalosis respiratoria o metabólica
- Toma de insulina exógena
- Toma de antiácidos
- Toma de diuréticos
- Toma de sustancias simpaticomiméticas
• Administración prudente y progresiva de nutrientes durante las primeras 72 horas
- Empezar por aportar el 50% de las necesidades calóricas y nitrogenadas
- Aumentar progresivamente este aporte hasta cubrir las necesidades aproximadamente a las 48-72
horas del inicio
• Monitorización clínica durante la primera semana de realimentación de personas con riesgo
- Balance hídrico
- Incremento ponderal
- Tolerancia hidrocarbonada
- Función cardiovascular y respiratoria
• Monitorización de los niveles de electrólitos en sangre y orina (potasio, fósforo y magnesio)
antes de empezar la realimentación y durante la primera semana
• Suplementación vitamínica rutinaria desde el inicio de la realimentación
• Suplementación con electrólitos en caso necesario

Fuente: Salas Salvador J, Bonada i Sanjaume A. Síndrome de realimentación. En: Miján de la Torre A (ed.). Nutrición clínica.
Bases y fundamentos. Barcelona. Doyma, 2000: 261-79.

el gasto cardiaco y, por tanto, aliviaría el trabajo del cido, por lo que pueden aumentar el consumo de
corazón con ICC. oxígeno de modo muy limitado, siendo la caquexia
¿Cómo se adapta el paciente? Debido a que la un estado adaptativo en los mismos. Desde un
masa celular o magra es el mayor determinante del punto de vista teórico, el aporte con nutrientes en
gasto energético en reposo, una reducción o pérdi- estos pacientes sería poco beneficioso porque ocu-
da de la misma disminuiría el consumo metabólico y rriría un mal aprovechamiento y oxidación de los
el gasto cardiaco, protegiendo al corazón con ICC. sustratos ante la presencia de hipoxia, aumentando
Ello se reflejaría en el progresivo deterioro nutricio- el consumo de oxígeno por el miocardio, y empeo-
nal, con pérdida de masa celular y peso secundaria- rando la ICC.
mente. Asimismo, algunos estudios han demostra-
do que los mayores determinantes de la caquexia
cardiaca en sujetos con ICC han sido la insuficien- 5.1.2. Hipótesis causa-efecto
cia biventricular grave con aumento de la presión
en la aurícula derecha e insuficiencia tricuspídea. Es- La hipótesis causa-efecto de la ICC con la ca-
tos pacientes tienen un gasto cardiaco muy redu- quexia se define del modo siguiente. La ICC, como

615
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

se verá, puede producir anorexia, hipermetabolismo con lo que cualquier posible efecto positivo ino-
y malabsorción intestinal, entre otros. Ello provocaría tropo por el aumento del tono simpático compen-
una baja ingesta y DEP, lo que, a su vez, empeoraría la sa sólo parcialmente la IC. Como resumen, se pue-
propia ICC. En esta situación el aporte de nutrientes de decir que, en general, la respuesta consiste en
sería beneficioso, siempre que hubiera nutrientes es- una activación neurohormonal con estímulo del
pecíficos capaces de mejorar la capacidad funcional sistema nervioso simpático, del eje renina-angio-
del corazón y, por tanto, su IC crónica. tensina-aldosterona y del sistema péptido natriu-
Hoy se piensa que factores de ambas teorías en rético auricular. Inicialmente la activación de estos
unión pueden explicar los mecanismos de produc- sistemas es beneficiosa, pero con el tiempo contri-
ción de la caquexia cardiaca. Sin embargo, es cier- buyen a aumentar las resistencias vasculares peri-
to que la evidencia actual sugiere que la caquexia féricas y la poscarga.
tiene una base multifactorial con pilares metabóli- La hipótesis neurohormonal postula que la IC
cos, inmunológicos y neurohormonales. Asimismo, progresa debido a que el sistema neurohormonal
se conoce que el grado de caquexia cardiaca está endógeno activado ejerce un efecto nocivo sobre
muy relacionado con las anomalías neuroendocri- el corazón y la circulación. Las alteraciones ante-
nas e inmunológicas. A continuación se comenta- riores han sido estudiadas en pacientes con ICC.
rán algunos detalles de dichas anomalías. En pacientes con ICC portadores o no de caquexia
cardiaca, respecto de controles sanos, son princi-
palmente los que tienen ICC y caquexia los que
5.1.3. Alteraciones neurohormonales presentan niveles más elevados en plasma de adre-
nalina, noradrenalina y cortisol; las concentraciones
Respecto a su relación con anomalías neuroen- más altas de aldosterona y de actividad de renina
docrinas, y al hilo de lo anterior, se sugiere que de- plasmática; y los niveles más bajos de sodio en plas-
terminadas alteraciones neuroendocrinas se aso- ma. También se ha descrito en la IC resistencia a la
cian, con independencia del grado funcional de insulina, y resistencia a los efectos de la hormona
insuficiencia cardiaca de los pacientes, a la presencia de crecimiento.
de caquexia cardiaca. Diversos cambios ocurren se- Por último, el reconocimiento del papel del sis-
cundariamente al devenir crónico de la IC, y se con- tema renina-angiotensina y los efectos del sistema
sideran una respuesta a la función cardiaca alterada, nervioso simpático en el devenir de la ICC ha lle-
aunque en parte pueden ser debidos al tratamien- vado al tratamiento médico con β-bloqueantes e
to médico de la enfermedad. En la IC, tanto la per- inhibidores de la enzima de conversión de la angio-
fusión renal disminuida como el aumento de la es- tensina (IECA) de la ICC, que han conseguido una
timulación β-adrenérgica conducen a la producción disminución significativa de la mortalidad. Respecto
de efectos relacionados con la liberación de angio- de los IECA, en los últimos años se han demostra-
tensina y que incluyen vasoconstricción, aumento do efectos muy interesantes del fármaco desde el
del tono simpático y mayor producción de aldos- aspecto metabólico y funcional, no dependientes en
terona, lo que provoca una retención más acentua- exclusividad de su eficacia sobre el sistema cardio-
da de sodio y agua. Estos mecanismos compensa- vascular. Son los efectos sobre el músculo esque-
torios al comienzo son adecuados, ya que ayudan a lético y su función de pacientes con ICC y otros.
aumentar la precarga y a mantener la presión arte- Dada su importancia sobre la relación entre las
rial y el gasto cardiaco. anomalías neurohormonales, el metabolismo y la
El estímulo del sistema simpático ocurre en es- bioquímica muscular, con la alteración estructural
tadios iniciales de la enfermedad como mecanismo del propio músculo, se revisarán brevemente.
compensatorio y puede ser beneficioso al comien-
zo, dado que produce, vía receptores β-adrenér-
gicos, taquicardia sinusal y aumento del inotropis- 5.1.4. Efectos en músculo
mo, así como vasoconstricción periférica mediada esquelético de los IECA
por el estímulo de receptores α-adrenérgicos. Con
el paso del tiempo, los receptores β-cardiacos son Los pacientes con ICC se caracterizan por una
menos sensibles al estímulo (regulación a menos), disminución en su capacidad para el ejercicio, de-

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

bido a la precoz aparición de síntomas del tipo de co y en la liberación de noradrenalina mediada por
disnea y cansancio. Las causas no están claras, su- la angiotensina II, debidos al tratamiento con IECA
giriéndose que puede depender de alteraciones o ARAII.
musculares intrínsecas. Se ha descrito en ellos En segundo lugar, los IECA pueden reducir, inhi-
una miopatía con reducción en las fibras muscu- biendo, la respuesta proinflamatoria desencadena-
lares esqueléticas resistentes al cansancio, como da por la angiotensina. La angiotensina II aumenta
las fibras lentas oxidativas tipo I, cambiando hacia las la producción de interleukina-6 y TNF-α en células
fibras rápidas tipo II (tanto las oxidativas como musculares lisas, mediante la activación del factor
las glucolíticas), que alcanzan el metabolismo anae- nuclear κB, sistema de transcripción generalmen-
robio antes y son más propensas al cansancio. Los te involucrado en la respuesta inmune e inflamato-
IECA disminuyen la pérdida progresiva de fuerza ria. También se puede especular que el tratamiento
en el músculo y de la función física. Los mecanis- (IECA, ARAII) puede bloquear al TNF-α o al factor
mos potenciales de acción son diversos. de crecimiento análogo a la insulina (IGF), que se
En primer lugar, los IECA pueden provocar di- ha demostrado que producen pérdida de proteí-
rectamente cambios metabólicos y mecánicos en na contráctil en la miopatía asociada a la ICC. Aña-
el músculo esquelético. Han sido reflejados aumen- dido a lo anterior, el aumento de la concentración
tos de la masa muscular y del área de la fibra mus- de bradikinina provocado por los IECA estimula la
cular, tras tratamiento con IECA. Se ha demostrado producción de óxido nítrico, molécula que puede
que los IECA (perindopril) a largo plazo mejoran la suprimir la respuesta inflamatoria.
función muscular -fuerza de los músculos respira- En tercer lugar, los IECA pueden mejorar direc-
torios- medida mediante el aumento de las presio- tamente el estado nutricional, a través de la ya cita-
nes inspiratoria y espiratoria máximas. Asimismo, da inhibición en la interleukina-6, citokina que re-
se vio (Munzel et al., 1993) que, tras tratamiento duce el apetito y produce desnutrición. También
con IECA, se produce un aumento de la concentra- los IECA pueden, a través de su regulación en la
ción de mitocondrias por fibra que se relaciona con absorción intestinal, mejorar los estados de DEP.
una mayor resistencia al cansancio. El grupo italia-
no de Vescovo et al. ha demostrado que los IECA
(enalapril) y también algún ARAII (losartán) produ- 5.1.5. Alteraciones
cen un cambio, en pacientes con ICC, de la expre- inmunológicas y metabólicas
sión de las cadenas pesadas de miosina del múscu-
lo de la pierna, favorable a la mayor presencia de las Desde el punto de vista inmunológico, diver-
isoformas más resistentes al cansancio tipo fibras sos estudios han mostrado que la caquexia cardia-
lentas I, con mejoría de la función física. Simultá- ca se asocia a valores elevados de factor de necro-
neamente se produjo un aumento neto del pico de sis tumoral-α (TNF-α). Esta citokina se produce en
VO2, por lo cual los autores argumentan que la me- los monocitos y macrófagos, pero también en las cé-
joría de la capacidad de ejercicio pudo deberse, al lulas endoteliales (especialmente interesante en el
menos parcialmente, a los cambios bioquímicos fa- caso de la ICC), y se ha encontrado que el miocar-
vorables que ocurrieron en el músculo. Se sabe que dio puede producirla. A nivel miocárdico se piensa
los IECA aumentan la sensibilidad a la insulina, el al- que un estrés crónico y repetido puede inducir la
macenamiento de glucógeno y la captación muscu- producción de TNF-α. El TNF-α puede estimular
lar de glucosa. También la reducción en la degrada- la pérdida de apetito por la inhibición de los recep-
ción de bradikininas mediada por los IECA puede tores α3 adrenérgicos y por la inducción en el teji-
mejorar el flujo sanguíneo en el músculo a corto do adiposo de producción de leptina y reducción de
plazo mediante la vasodilatación, y a largo plazo, au- las reservas en grasa corporal. Asimismo, se ha des-
mentando el lecho capilar, lo que se asocia con ma- crito que puede producir apoptosis, de importancia
yor captación de glucosa y aminoácidos, mejorando en pacientes con caquexia. Desafortunadamente es-
la eficacia metabólica y consiguiendo un efecto tró- ta situación no ha sido evaluada en ningún tejido de
fico positivo. Asimismo, se puede especular respec- pacientes con ICC.
to al posible ahorro de nutrientes oxidativos en el Investigaciones recientes sugieren que la pro-
músculo, tras la reducción en el estímulo simpáti- ducción de radicales libres puede contribuir al

617
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

deterioro de un miocardio ya lesionado. Este daño volumen gástrico, por la presencia de ascitis o he-
no es de extrañar, ya que se conoce que la presen- patomegalia, que ocurre durante la IC congestiva.
cia de factores asociados a la ICC, como el aumen- Otra causa es la anorexia. Ya se ha visto cómo
to de catecolaminas en plasma, la lesión microvas- puede ser resultante de efectos centrales motiva-
cular por reperfusión, estimulación de citokinas y dos por citokinas, pero también es verdad que di-
mutaciones del DNA mitocondrial (sobre todo en versas drogas pueden producirla. En la Tabla 3 se
el complejo I), son estímulos conocidos en el daño detallan múltiples principios activos, algunos habi-
peroxidativo. Se ha encontrado en pacientes con tuales del tratamiento de pacientes cardiacos co-
ICC un incremento del estrés oxidativo, medido mo la digoxina, furosemida o amiodarona, que pro-
por el grado de peroxidación lipídica, malondialde- vocan anorexia. Asimismo, la hiporexia puede estar
hído y glutatión peroxidasa en plasma. condicionada por alimentos con elaboraciones cu-
Sin embargo, estudios controlados posteriores linarias poco apetecibles. Al fin y al cabo, no es in-
no han demostrado que el suplemento con vita- frecuente la prescripción de dietas con poca sal,
mina E, en forma de α-tocoferol, de pacientes con pobres en grasa, bajas en colesterol, restringidas en
ICC, mejore su pronóstico ni el funcionalismo car- líquidos y de consistencia no sólida. Otra causa es
diaco, y tampoco la calidad de vida. Curiosamen- que el paciente puede mostrarse confuso con la
te, en el estudio anterior, los pacientes tuvieron va- prescripción facultativa de los fármacos: no es in-
lores elevados para receptores solubles TNF-R1 y frecuente que unos se tomen durante, otros antes
TNF-R2 que aumentaban según el mayor grado de y otros después de la comida. Con este horario,
clase funcional, siendo conocido que estos recep- problemático de entender para muchos ancianos,
tores modulan el efecto inotropo negativo produ- no es extraño que reduzcan la ingesta o no tomen
cido por el TNF-α. Los datos citados son muy no- adecuadamente los fármacos.
tables, ya que ha sido demostrado por Ferrari et al. También se han descrito pérdidas de nutrientes
que los valores de TNF-R2 son un potente predic- por aparato urinario, junto con la vía digestiva, mo-
tor independiente de mortalidad en estos pacien- tivada por malabsorción. La malabsorción intesti-
tes. Independiente de lo anterior, más claro están nal, posiblemente debida a edema en la pared intes-
los mecanismos producidos en la anorexia e inges- tinal, hipoxia tisular, aumento de la presión venosa
ta reducida, entre otros casos, por los que el pa- a ese nivel o combinación de todo lo anterior, pue-
ciente con ICC desarrolla un estado de consun- de ser una de las causas de la desnutrición. Se ha
ción con pérdida de peso tan manifiesta. Dichos observado malabsorción grasa en ancianos con ca-
supuestos se verán a continuación. quexia cardiaca, que a su vez pueden tener malab-
sorción de vitaminas liposolubles. También pueden
ocurrir pérdidas de nitrógeno debido a una ente-
5.2. Etiología de ropatía pierde-proteínas. A nivel digestivo también
la caquexia cardiaca puede ocurrir una alteración en la digestión o ab-
sorción de los alimentos, motivada por la presencia
La principal causa de caquexia cardiaca es la pre- de una interacción fármaco-nutriente con las dro-
sencia de un balance energético y nitrogenado ne- gas prescritas (ver Capítulo 4.13). Asimismo, el me-
gativo, que se mantiene a lo largo del tiempo. Los tabolismo de los nutrientes puede verse alterado
motivos son múltiples. En primer lugar, se puede por mala función hepática, que ocurre en la cirro-
asistir a una ingestión de alimentos insuficiente. sis cardiaca terminal de los pacientes con estasis
Ello puede ser debido a diversas causas. Durante intenso y crónico venoso por la ICC derecha.
la deglución de los alimentos la respiración se de- Algunos pacientes, no todos, pueden presentar
tiene, con lo que el paciente puede sentir “hambre hipermetabolismo. Se han descrito aumentos de
de oxígeno”, al tener una carencia ya crónica del hasta el 70% del GER respecto del gasto energéti-
mismo. El mecanismo adaptativo que realiza el pa- co total diario, porcentaje que se incrementa según
ciente es reducir la ingesta para evitar dicho efec- la clase sintomática de los pacientes. El hipermeta-
to. También la alimentación reducida puede estar bolismo puede ser debido a diversas causas como
condicionada por sensación de saciedad precoz, el aumento en la masa cardiaca, el mayor consu-
en parte motivada por una reducción funcional del mo de O2 por el miocardio y fundamentalmente el

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

Tabla 3. PRINCIPIOS ACTIVOS QUE PUEDEN PRODUCIR ANOREXIA COMO EFECTO


NO DESEADO

1. Abacavir 47. Cladribina 93. Estreptomicina


2. Aceclofenaco 48. Clobenzorex 94. Estriol
3. Acedoben 49. Clofazimina 95. Estrógenos conjugados
4. Aceite de hígado de bacalao 50. Clonidina 96. Etambutol
5. Acemetacina 51. Clorotrianiseno 97. Etilefrina
6. Acenocumarol 52. Clorpropamida 98. Etopósido
7. Ácido acetohidroxámico 53. Clortalidona 99. Etosuximida
8. Aciclovir 54. Codeína 100. Etozolina
9. Amantadina 55. Colecalciferol 101. Exemestano
10. Amikacina 56. Dacarbazina 102. Famciclovir
11. Amineptina 57. Dalfopristina 103. Felbamato
12. Amiodarona 58. Dapsona 104. Fenbufén
13. Amprenavir 59. Daunorubicina 105. Fenfluramina
14. Amrinona 60. Detaxtrano 106. Fenproporex
15. Anastrazol 61. Dexclorfeniramina 107. Fentiazaco
16. Anfepramona 62. Dexfenfluramina 108. Feprazona
17. Anfetamina 63. Dexketoprofeno 109. Filgrastim
18. Anfotericina B 64. Diclofenaco 110. Flecainida
19. Atorvastatina 65. Diclofenamida 111. Fluconazol
20. Aurotiomalato sódico 66. Dietilcarbamazina 112. Fluorouracilo
21. Azatioprina 67. Diflunisal 113. Fluoxetina
22. Baclofeno 68. Digoxina (2,5) 114. Flurbiprofeno
23. Bexaroteno 69. Dihidroergocristina 115. Flutamida
24. Bicalutamida 70. Dihidroergotoxina 116. Fluvoxamina
25. Bleomicina 71. Diltiazem 117. Ácido fólico
26. Bromocriptina 72. Dimemorfano 118. Foscarnet
27. Buformina 73. Dimetindeno 119. Furosemida
28. Bumetanida 74. Diritromicina 120. Galantamina
29. Bupropión 75. Ditazol 121. Ganciclovir
30. Butamirato 76. Docetaxel 122. Gemcitabina
31. Butibufén 77. Docusato sódico 123. Gentamicina
32. Calcifediol 78. Donepezilo 124. Caproato gestonorona
33. Acetato cálcico 79. Doxiciclina 125. Glibenclamida
34. Carbonato cálcico 80. Doxorrubicina 126. Glicazida
35. Fosfato cálcico 81. Doxorrubicina liposomal 127. Glimepirida
36. Pidolato cálcico 82. Elcatonina 128. Glipizida
37. Calcitonina 83. Eletriptán 129. Gliquidona
38. Calcitriol 84. Epimestrol 130. Glisentida
39. Canfocarbonato bismuto 85. Epinefrina 131. Goserelina
40. Capecitabina 86. Epirubicina 132. Grepafloxacino
41. Cefminox 87. Eritromicina 133. Guanfacina
42. Cerivastatina 88. Esmolol 134. Hidralazina
43. Ciclofosfamida 89. Espino blanco 135. Hidroclorotiazida
44. Ciclosporina 90. Estavudina 136. Hidroquinidina
45. Cisplatino 91. Estradiol 137. Hidroxiapatita
46. Citarabina 92. Estramustina 138. Hidroxicarbamida

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Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

Tabla 3. PRINCIPIOS ACTIVOS QUE PUEDEN PRODUCIR ANOREXIA COMO EFECTO


NO DESEADO (cont.)

139. Hidroxicloroquina 181. Naproxeno 223. Bicarbonato sódico


140. Ifosfamida 182. Netilmicina 224. Sulindac
141. Imatinib 183. Nicotina 225. Tacrina
142. Indapamida 184. Ácido niflúmico 226. Tacrolimus
143. Indometacina 185. Nifuratel 227. Tegafur
144. Interferones 186. Nitrofurantoína 228. Telitromicina
145. Irinotecán 187. Octreótido 229. Temozolamida
146. Isoniazida 188. Ornidazol 230. Tenipósido
147. Itraconazol 189. Oxolamina 231. Terbinafina
148. Kanamicina 190. Paclitaxel 232. Tiabendazol
149. Ketamina 191. Pefloxacino 233. Ácido tiaprofénico
150. Ketoconazol 192. Penicilamina 234. Tinidazol
151. Ketoprofeno 193. Pentamidina 235. Tioguanina
152. Lanreótido 194. Pentostatina 236. Tiotepa
153. Leflunomida 195. Pirarrubicina 237. Tobramicina
154. Letrozol 196. Pirazinamida 238. Tolbutamida
155. Levofloxacino 197. Pirenzepina 239. Tolcapona
156. Lisurida 198. Piretanida 240. Tolmetina
157. Lopinavir 199. Piroxicam 241. Topiramato
158. Lovastatina 200. Poliestradiol 242. Trastuzumab
159. Ácido meclofenámico 201. Pravastatina 243. Trazodona
160. Medroxiprogesterona 202. Procainamida 244. Trifusal
161. Ácido mefenámico 203. Procarbazina 245. Triprolidina
162. Mequitazina 204. Proglumetacina 246. Triptorelina
163. Mercaptamina 205. Ácido quenodesoxicólico 247. Trofosfamida
164. Mercaptopurina 206. Quinagolida 248. Valaciclovir
165. Metformina 207. Quinidina 249. Venlafaxina
166. Metildigoxina 208. Quinupristina 250. Vinblastina
167. Metilfenidato 209. Rabeprazol 251. Vincristina
168. Metoxamina 210. Raltitrexed 252. Vindesina
169. Mexiletina 211. Retinol 253. Vinorelbina
170. Micofenolato mofetilo 212. Ribavirina 254. Antígeno hepatitis A
171. Miltefosina 213. Rifabutina 255. Warfarina
172. Mitomicina 214. Rifampicina 256. Xipamida
173. Modafinilo 215. Ritonavir 257. Xalcitabina
174. Molgramostim 216. Rituximab 258. Zidovudina
175. Morniflumato 217. Rivastigmina
176. Moroctocog α 218. Rosiglitazona
177. Moxifloxacino 219. Salsalato
178. Nabumetona 220. Sertralina
179. Naltrexona 221. Simvastatina
180. Vac. oligosacárido C Neisseria 222. Sisomicina
Fuente: Consejo Oficial de Farmacéuticos de España. www.portalfarma.com (acceso: marzo de 2003).

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

trabajo respiratorio. También puede existir mayor de evolución crónica, en cuyo caso se asocia un dé-
catabolismo en la ICC. Ya se ha comentado el in- ficit en la síntesis hepática de la proteína visceral.
cremento en los esteroides catabólicos respecto Puede decirse, pues, que la evaluación del estado
de los anabólicos. Otras acciones hormonales han nutricional, mediante el peso o IMC, es complicada
sido detalladas. Finalmente, también ha sido descri- y se ve interferida con frecuencia por la presencia
ta como causa de caquexia la anoxia tisular perifé- de edemas ya citada, y también ante fallo hepático
rica que origina una mala utilización de los escasos o insuficiencia renal funcional o no. En este último
sustratos que llegan. Esta hipótesis, tan atractiva y caso, entre otros, tendría escaso valor la determi-
consistente desde el punto de vista hemodinámi- nación de creatinina en orina de 24 horas para de-
co y metabólico, ha sido difícil de ser comproba- terminar la masa muscular del paciente.
da en la clínica. En general, la valoración nutricional se orientará
hacia pruebas complementarias. Una historia dieté-
tica deficiente, la presencia de anorexia, pérdida de
5.3.Valoración nutricional del peso mantenida en ausencia de estado edemato-
paciente con cardiopatía crónica so, proteínas viscerales moderadamente reducidas
y pérdida franca objetiva de masa muscular y gra-
El diagnóstico de caquexia cardiaca implica ya sa orientan hacia el diagnóstico de DEP con o sin
DEP, y supone, como se ha indicado, un peor pro- caquexia cardiaca. También se han de vigilar otras
nóstico en términos de morbimortalidad. Exis- dos circunstancias. Una es el posible déficit clíni-
ten diferentes definiciones, siendo útil la de Anker co o subclínico asociado de micronutrientes. Ello
et al., ya comentada: “Presencia de una pérdida de se ve favorecido a veces por dietas restrictivas, in-
peso documentada, involuntaria y no acompaña- suficientes nutricionalmente; también por pérdidas
da de edemas > 7,5% del peso normal premór- renales (favorecidas en ocasiones por el tratamien-
bido, y que ocurre durante un tiempo superior a to diurético), o digestivas y también por la posi-
6 meses”. Otra definición la precisa como la pre- ble interacción entre los nutrientes y los diversos
sencia de una pérdida superior al 10% de la masa tratamientos. La segunda situación es la posibilidad
magra; sin embargo, esta definición es poco útil en de encontrarse ya no con un estado de aumen-
la práctica clínica ante la dificultad de determinar to de agua extracelular y edemas, sino con todo
masa magra (celular) de modo fiable “a pie de ca- lo contrario. La depleción de volumen no es infre-
ma”. Los pacientes con caquexia cardiaca, junto a cuente en pacientes con ICC. El tratamiento des-
las alteraciones metabólicas e inmunológicas refe- ordenado con diuréticos es una causa; también la
ridas, presentan una pérdida global de masa celular presencia de estados febriles y bajo nivel de con-
activa, fundamentalmente músculo esquelético, te- ciencia que impide un adecuado equilibrio en el ba-
jido adiposo y masa ósea, siendo frecuente la pre- lance hídrico.
sencia de osteoporosis. Asociado a ello se observa Respecto de la valoración nutricional en pa-
en general un aumento del agua extracelular que cientes cardiacos, las guías ASPEN 2002 son cla-
puede enmascarar una DEP, al presentar el pacien- ras: “Los pacientes con caquexia cardiaca o aque-
te un aparente peso normal. llos que desarrollan complicaciones tras cirugía
Este hecho en ocasiones contribuye a observar con bypass cardiopulmonar están en riesgo nutri-
valores reducidos, por hemodilución, en las pro- cional, y deberían recibir un screening de valoración
teínas de síntesis hepática (prealbúmina, albúmi- del estado nutricional para identificar aquellos que
na, transferrina, etc.) circulantes en plasma. Dichas requieren una valoración nutricional reglamenta-
proteínas suelen tener valores normales, con ex- da con la implantación de un plan de cuidado nu-
cepción de asociación de procesos agudos, infec- tricional” (fuerza evidencia grado B). Una correla-
ciosos o no, que acentúen el estrés metabólico o ción entre la DEP preoperatoria y un aumento de
catabolismo que a veces acompaña al paciente con la morbilidad postoperatoria del tipo de compli-
ICC. También pueden reducirse en casos de inten- caciones infecciosas, insuficiencia respiratoria, neu-
sa malabsorción acompañante, con enteropatía monía, arritmias e insuficiencia renal, así como de
pierde-proteína, así como en estadios finales, con la mortalidad, se ha observado en algunos estudios,
cirrosis cardiaca acompañante a una ICC derecha aunque no todos, de pacientes en cirugía cardiaca.

621
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

5.4.Tratamiento nutricional • Hacer un uso racional y escalonado del sopor-


del paciente con IC crónica te nutricional: inicio con soporte oral, luego NET,
asociada o no a caquexia cardiaca NPT, o mixto.
• Considerar tratamiento específico nutricional
El tratamiento nutricional del paciente cardiópa- para el miocardio.
ta se fundamenta en tres principios: mejorar su si- Respecto a la alimentación oral, es aconsejable,
tuación nutricional, no empeorar el aspecto meta- aparte de lo referido, indicar una dieta blanda con
bólico y hemodinámico, y conseguir una mejoría en un reparto proporcional de las raciones a lo largo
el estatus nutricional y funcional del miocardio en- del día, esto es, comidas frecuentes en escasa can-
fermo. Como se verá, este último principio es di- tidad, por ejemplo, en una dieta de 6 tomas diarias.
fícil de conseguir: aunque desde un punto de vista Con ello se intenta evitar la sensación de “hambre
teórico el soporte nutricional puede ser útil para de oxígeno” que acompaña al paciente mientras in-
conseguir y mantener un mejor estado nutricional giere los alimentos. Caso de presentar anorexia, se
en pacientes con caquexia cardiaca, los ensayos clí- le indicarán los consejos habituales a seguir en di-
nicos que apoyen dicha hipótesis son escasos, ha- cha situación, intentando modificar el tratamiento
biéndose observado en pacientes con DEP e ICC farmacológico si es el causante de la misma (Ta-
moderada o grave tras NET, ganancia de masa ma- bla 3). Cuando la alimentación oral es insuficiente,
gra y reducción del volumen extracelular; sin em- estará indicada la suplementación oral con prepara-
bargo, la función cardiaca no se modificó. En ge- dos comerciales líquidos para mantener un balance
neral, lo más adecuado será realizar un soporte energético y nitrogenado positivo. Dichos suple-
nutricional ajustado a los principios cardio-meta- mentos orales deberán ser preferentemente ener-
bólicos comentados al inicio del Capítulo e inten- géticos, con una concentración de 1,5-2 kcal/ml
tar siempre el aporte oral de preferencia sobre la y, si es necesario, hiperproteicos. Asimismo, cabe
enteral forzado o i.v. destacar que los pacientes con IC crónica, unida o
Del mismo modo, la vía enteral será de elec- no a caquexia, con frecuencia presentan enferme-
ción, y si ello no es posible y se mantiene la indica- dades asociadas que requieren tratamiento dieto-
ción, se utilizará la NPT. Las recomendaciones ge- terápico. En estos casos, se ha de priorizar la en-
nerales son: fermedad dominante y, en función de ello, ajustar
• Utilizar nutrientes concentrados, huyendo de el tipo de dieta y modificaciones de la misma a di-
volúmenes elevados con poca densidad energética cha enfermedad.
de los alimentos. La importancia de la suplementación de la die-
• Restringir en la dieta lo menos posible, libera- ta oral puede ser enfatizada por los resultados
lizar la alimentación siempre que se pueda, evitan- del siguiente trabajo que se pasa a comentar. Se
do menús monótonos. trata de un estudio prospectivo, aleatorizado, do-
• Iniciar la alimentación con baja relación kcal/kg ble ciego -Tepaske R et al., Lancet 2001-, donde
de peso y aumentar con precaución, lentamente. se evaluaron pacientes a los que se le iba a rea-
• Restringir el aporte de sodio (1-2 g/día máximo). lizar cirugía cardiaca de bypass de arterias coro-
• Restricción de líquidos (1-1,5 l/día) y siempre narias. Al grupo tratamiento se le administró un
realizar balances hídricos. suplemento oral inmunoestimulador enriquecido
• Hacer uso razonado de diuréticos. en nucleótidos, n-3 y arginina en el preoperato-
• Pensar siempre en el posible déficit clínico/ rio por, al menos, 5 días. Como resultado, estos
subclínico de micronutrientes. pacientes, respecto de los controles, experimen-
• En obesos: reducción progresiva del peso cor- taron una mejoría preoperatoria de sus defensas,
poral. Pensar que también un obeso puede presen- medido en función de un aumento en la respuesta
tar una DEP encubierta por el aumento crónico retardada de hipersensibilidad cutánea, aumento
del peso. en el número de epítopos HLA-DR, reducción en
• Vigilar el desarrollo de un síndrome de reali- los valores de interleukina-6, menor necesidad de
mentación. medicamentos inotropos, así como reducción en
• Vigilar el aporte excesivo de líquidos y también el número de infecciones postoperatorias y mejor
la depleción de volumen. conservación de la función renal.

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A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

Cuando la alimentación oral es insuficiente, si utilizada en pacientes de cirugía cardiaca con com-
está indicada, se pasará a la nutrición artificial. Una promiso hemodinámico. Otra publicación de fecha
posibilidad de normas sugeridas para la indicación similar mostró que la introducción de NET en el
de la nutrición artificial, NET o NPT, según el es- postoperatorio en pacientes con cirugía cardiaca
tado del aparato digestivo (AD), serán para aque- tratados con agentes inotrópicos aumentaba el ín-
llos pacientes que cumplen alguna de las siguien- dice cardiaco y el flujo esplácnico, mientras que la
tes situaciones: respuesta metabólica indicaba que los nutrientes
1. Buen estado nutricional y AD no útil en 7- eran utilizados. Estas respuestas pueden estar al-
10 días. teradas en determinadas situaciones, como la ca-
2. DEP previa y AD no útil en 5 días. quexia cardiaca.
3. DEP preoperatoria grave. Si se requiere administración yeyunal de la
4. Caquexia cardiaca subsidiaria de tratamiento. NET, cualquiera que sea su fórmula, se debe ac-
5. Pancreatitis asociada moderada/grave. tuar con cautela con los pacientes quirúrgicos. Una
6. Endocarditis con AD alterado. complicación poco frecuente pero potencialmente
Si está indicada la nutrición artificial, la NET por grave o letal de la alimentación yeyunal precoz tras
sonda nasoentérica (SNE) es la vía de elección. Las cirugía en pacientes con traumatismos es la necro-
pautas de indicación y administración serán las ge- sis intestinal. Algunas investigaciones indican que
nerales, con las particularidades ajustadas al pa- la reducción en el flujo sanguíneo mesentérico es
ciente con IC crónica. un factor de riesgo para desarrollar esta compli-
La SNE será de material inerte y calibre reduci- cación. Aunque estos aspectos no han sido estu-
do. Si se sospecha presencia de microaspiraciones diados específicamente en los pacientes con ciru-
o paresia gástrica, la posición distal de la misma se- gía cardiaca, las normas-guía ASPEN 2002 de uso
rá duodenal. La infusión será continua en 24 horas de nutrición artificial para adultos recomiendan en
o cíclica diurna o nocturna, durante el mayor nú- este tipo de pacientes en cirugía cardiaca retrasar
mero posible de horas. En cuanto al tipo de dieta el inicio de la alimentación yeyunal hasta que el pa-
o formulación, se elegirá una dieta polimérica nor- ciente esté hemodinámicamente estable (fuerza de
mal o energética (> 1 kcal/ml), si interesa restringir evidencia grado C), monitorizando estrechamente
volumen. Se puede, si se asocia una depleción pro- la posible aparición de intolerancia digestiva, con
teica que lo justifique, indicar una dieta polimérica distensión abdominal tras el inicio de la alimen-
hiperproteica, ya que desde tiempo atrás se cono- tación yeyunal. Con independencia de lo anterior,
ce que la proteína como sustrato no produce un más recientemente -JPEN 2004-, a raíz de una co-
aumento del gasto cardiaco, si se suministra a do- municación sobre necrosis intestinal en un pacien-
sis de mantenimiento del gasto energético. La die- te quemado grave, causada tras la infusión de agua
ta será restrictiva en sodio y enriquecida en los destilada en yeyuno, y tras observaciones en expe-
micronutrientes específicos que se requieran pa- rimentación animal, se sugiere que el agua (destila-
ra un paciente con IC crónica (tiamina, electróli- da o corriente) puede lesionar el epitelio intestinal,
tos, fósforo, etc.). La indicación de NET con dieta recomendando su no infusión directa en el intes-
oligomérica pobre en grasa o enriquecida en tri- tino delgado.
glicéridos de cadena media (MCT) será cuando se En relación con la indicación de la NPT, en algu-
asocie en el paciente cardiópata con caquexia una nas situaciones clínicas especiales y en periopera-
malabsorción grasa documentada (test de Van de torios de cirugía cardiaca, fundamentalmente aso-
Kamer y otros), con el fin de mejorar la absorción ciados a la presencia de DEP grave, la NPT puede
intestinal. estar indicada, siempre que el aparato digestivo no
Se pensaba que la NET debe ser evitada, da- sea viable anatómica o funcionalmente. En un estu-
do que la respuesta hemodinámica sistémica y es- dio se evaluaron pacientes con IC en grado funcio-
plácnica puede estar alterada. En la IC terminal la nal IV de la New York Heart Association para cirugía
reducción del gasto cardiaco lleva a una hipoper- cardiaca, que tenían un peso por debajo del 80%
fusión esplácnica. Sin embargo, Berger MM y Mus- del ideal. Se les dividió en dos grupos; unos no re-
tafa I (Nutrition, 2001) comenta que en situaciones cibieron NPT y los otros sí -con bajo aporte calóri-
agudas se ha demostrado que la NET puede ser co y de nitrógeno-, preoperatoriamente. La morta-

623
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

lidad de los que recibieron NPT fue del 17%, frente reducido aporte complementario de NPT por vía
al 57% de los que no la recibieron. También los pa- i.v. Otras veces, en fase de retirada de NPT, el pa-
cientes del grupo tratado con NPT presentaron me- ciente ya recibe NET. Igual puede suceder con la
nos incidencia en insuficiencia respiratoria postope- reintroducción de la dieta oral.
ratoria. Actualmente, respecto de la indicación de la
NPT, las comentadas normas-guías ASPEN 2002 re-
comiendan que el uso de NPT se reserve a aquellos 5.5. Nutrientes específicos
pacientes cardiacos que presenten complicaciones en el miocardio enfermo
en el postoperatorio que impidan el uso del aparato
digestivo (evidencia grado C). Hasta ahora se ha visto que es posible, e inclu-
Respecto de la formulación y administración en so eficaz, la nutrición en el paciente con ICC a ni-
la NPT, se pueden establecer las sugerencias que si- vel general. Sin embargo, es difícil contestar afir-
guen. En general, se tenderá a mantener un aporte mativamente a la pregunta acerca de si el soporte
reducido de sodio y de líquidos. Por ello, la NPT pe- nutricional mejora específicamente la función car-
riférica -hipocalórica o no- estará raramente indi- diaca y muscular en sujetos con IC. Como antece-
cada, pues requiere altos volúmenes para garantizar dentes se puede referir el trabajo de Heymsfield
una osmolaridad tolerable para la vena periférica, et al., 1989, en pacientes con caquexia cardiaca e
siendo la vía de elección la central. La distribución IC. Con un aporte mediante NET a 35 kcal/kg/día
en la relación entre nitrógeno y nutrientes energé- los pacientes ganaron peso y consiguieron un ba-
ticos -glucosa y grasas- estará en 100-150 kcal no lance nitrogenado positivo; sin embargo, la función
proteicas por gramo de nitrógeno administrado. Si cardiaca no mejoró. En un ensayo clínico posterior
existe depleción proteica, estrés metabólico o cata- -Borqvist et al., 1994-, se administró un suplemento
bolismo, se acercará la relación a 100/1. La cantidad con 30 g de proteínas y 750 kcal. A pesar de man-
de calorías en la NPT puede establecerse en unas tener balance nitrogenado positivo, la IC se mantu-
25 kcal/kg de peso. El aporte energético glucosa/ vo igual y no hubo beneficio ni mejoría de marca-
grasas se moverá en un porcentaje de 70/30%, res- dores energéticos en músculo esquelético.
pectivamente, pudiendo, en caso necesario, aumen- Dado que en la ICC el grosor de la pared ven-
tar el aporte graso hasta un 50/50%. tricular está reducido, se ha utilizado hormona de
Hay que recordar nuevamente la convenien- crecimiento (GH) bajo la idea de que dicha hormo-
cia de no abusar del contenido en glucosa de la na aumentaría la masa muscular del VI, mejorando
NPT, de cara no solamente a evitar lipogénesis, la función de bomba del corazón dañado. Se han
con aumento del CO2 e incremento del CR, sino realizado ensayos clínicos con GH -Isgaard, 1998;
a reducir la hiperglucemia secundaria. La NPT es- Osterziel KJ, 1998-, en los que, a pesar de conse-
tará complementada por aquellos micronutrien- guirse un aumento de la masa del VI, la IC no me-
tes, junto al resto, que pueden ser deficitarios en joró. Basándose en todo lo anterior, es poco pro-
la ICC crónica. La cantidad a infundir será progre- bable que la suplementación energético-proteica
siva, iniciando la NPT con 1/3 o 1/2 de las necesi- mejore la IC en cuanto a su función. Es más, si-
dades diarias. Se avanzará hasta conseguir en 2-3 guiendo a Jeejeebhoy KN, y a Sole MJ, Clin Nutr
días suficiencia nutricional con la NPT, pero siem- 2001, si la caquexia tiene un papel adaptativo, el
pre será prioritaria la tolerancia cardiovascular a simple incremento de la masa corporal puede ser
la infusión, pues se corre el riesgo de agravar la incluso peligroso, por lo que los esfuerzos en in-
ICC por la presencia combinada de un aumento vestigación nutricional deben ir encaminados a me-
mal tolerado del volumen plasmático y también jorar la función muscular del corazón con IC.
del gasto energético. Siguiendo el razonamiento anterior, hay que pre-
Para finalizar, recordar que en muchos pacientes guntarse si existen posibles nutrientes que mejo-
la indicación de nutrición artificial irá acompañada, ren la función muscular del corazón con IC. Para
en diferentes periodos evolutivos, de la adminis- ello, hay que basarse en la fisiología y metabolis-
tración simultánea de la misma por diferentes vías, mo del músculo cardiaco, esbozado al comienzo
tanto oral como enteral o parenteral. A veces, ante del Capítulo, y también en los efectos clínicos del
una NET insuficiente, hay que completar con un soporte nutricional con determinados nutrientes

624
A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

o sustratos identificados como posibles beneficia- drial, los niveles de calcio intramiocitario están ele-
rios. Respecto de la creatina ha quedado descri- vados, lo que contribuye a una lesión en la mito-
to (ver apartado 3.1) cómo, asociada a las reaccio- condria y en la célula.
nes [1] y [2], se establece en el músculo esquelético Por tanto, en función de lo anteriormente refe-
una tercera reacción [4] a partir de la fosfocreati- rido parece ser lógico que una nutrición útil en es-
na, que amortiguaba un posible déficit de ATP. Se tos pacientes sea la que mejore la función mito-
ha observado que la relación PCr:ATP en el mio- condrial. De nuevo, siguiendo a Jeejeebhoy KN y
cardio puede ser un mejor predictor de la morta- Sole MJ, Clin Nutr 2001, una estrategia nutricional
lidad en pacientes con miocardiopatía dilatada, que dirigida a la posible mejoría en la función cardiaca
la clase funcional o incluso la fracción de eyección en los pacientes con IC sería aquella que: 1) pro-
del VI. Sin embargo, en la relación anterior tam- mocionara la oxidación óptima de los sustratos; 2)
bién influye la velocidad de síntesis de ATP, el cual asegurara una facilitación del flujo de electrones;
es un índice de función mitocondrial. La creatina, y 3) previniera el daño mitocondrial.
administrada en pacientes con IC crónica, mejora 1. Oxidación óptima de sustratos. El
la fuerza y resistencia del músculo esquelético tras corazón funciona mejor cuando la oxidación de
un tratamiento oral a corto plazo con la misma, la glucosa es facilitada. La carnitina es esencial
aunque no se ha observado una mejoría en la con- para el transporte de los ácidos grasos de cade-
tractilidad del miocardio. La creatina, administrada na larga desde el citoplasma hasta donde ocurre la
vía i.v., aumenta la fracción de eyección. β-oxidación en la matriz mitocondrial. Asociado a
Otros autores -Gordon A et al., 1995-, pese al ha- la facilitación de entrada de grasa en la mitocondria,
llazgo de efectos en la función muscular esqueléti- la carnitina se une a grupos acilo, liberando CoA li-
ca, no han encontrado mejoría en la función cardia- bre disponible en la célula.También actúa activando
ca de pacientes con IC tras suplementos de creatina. indirectamente la piruvato dehidrogenasa, enzima
La mejoría de la función muscular se observa prin- que limita la velocidad de la oxidación de la gluco-
cipalmente en pacientes que tienen niveles bajos de sa, facilitando la oxidación de la misma. Se estima
creatina y fosfocreatina en su masa muscular, lo que que el suplemento con carnitina puede aumentar
no es un hallazgo universal en todos los pacientes la utilización del piruvato derivado de la glucólisis
con IC crónica. Es posible que el aporte de creati- en el ciclo de Krebs, mejorando el metabolismo
na beneficie a algunos pacientes con IC crónica, pe- muscular. Se ha demostrado que en la IC la canti-
ro existen aspectos de la seguridad a largo plazo dad de carnitina libre del corazón está reducida y
del tratamiento que necesitan todavía ser estable- que los niveles de carnitina se correlacionan con
cidos. Tampoco se ha observado que sea una mejo- la fracción de eyección. El aporte con L-propionil
ría mantenida, y el grupo de pacientes más propicios carnitina ha mostrado en algunos, pero no todos
para ser beneficiarios en el momento actual sólo los estudios, mejoría en la tolerancia al ejercicio,
puede fijarse previa biopsia muscular. Por todo ello, aunque no en las variables hemodinámicas, en pa-
no parece ser la creatina actualmente un nutriente cientes con IC crónica. Inversamente, otros traba-
de primera línea en pacientes con ICC. jos han observado, tras carnitina, una mejoría he-
En relación con la función mitocondrial, a modinámica y un beneficio global de la capacidad
nivel de cadena de transporte de electrones, se ha funcional en animales y pacientes con disfunción
visto -Quigley AF et al., 2000- que en la IC el músculo miocárdica. También, en un estudio controlado -Ri-
cardiaco es deficitario en complejo IV (citocro- zos I, 2000- en pacientes con ICC grado funcional
mo oxidasa). Se conoce que la velocidad con la que III/IV, se observó una mayor supervivencia en los
la CrP es restaurada tras el ejercicio también es un pacientes tratados con L-carnitina oral (2 g/día).
índice de función oxidativa mitocondrial. En los pa- 2. Facilitación del flujo de electrones.
cientes con IC la recuperación de CrP muscular El coenzima Q10 o ubiquinona es una quinona en-
es mucho más lenta que en los controles, lo que dógena liposoluble vitamin-like, que se encuentra
apoya una función mitocondrial anómala en los pa- en grandes concentraciones en la mitocondria
cientes. Asimismo, en los pacientes con IC se ha del miocardio, hígado y riñón. Es un transporta-
observado -Zang XQ et al., 1999- que, junto a la dor de electrones en la síntesis mitocondrial de
presencia de una anomalía en la función mitocon- ATP y también tiene propiedades estabilizantes y

625
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

antioxidantes. Los pacientes con IC tienen niveles Heart J 2002- en pacientes con fracción de eyección
bajos de coenzima Q10 en miocardio respecto de < 40% a quienes se iba a practicar bypass aortocoro-
controles, asociándose niveles bajos en plasma con nario. Se les asignó aleatoriamente la toma de place-
mayor mortalidad en la IC.Todavía no existe acuer- bo o un suplemento nutricional en el que destacaba
do a la hora de evaluar los efectos beneficiosos la presencia de taurina, coenzima Q10 y carnitina. A
del coenzima Q10 en pacientes con ICC. Estudios todos se les efectuó ventriculografía isotópica en el
no controlados han mostrado su eficacia sobre momento de la aleatorización y luego antes del ac-
la fracción de eyección, tolerancia al ejercicio, y es- to quirúrgico. Durante la intervención se hicieron
tatus de la clasificación funcional de la New York biopsias de miocardio en los pacientes, para análi-
Heart Association. Otros estudios placebo-control sis de contenido en los nutrientes citados. Los re-
dan similares resultados e incluso reducción del sultados mostraron que la suplementación produjo
tiempo de hospitalización. Desafortunadamente, aumento de los niveles en el miocardio de taurina,
otros estudios controlados no han mostrado be- coenzima Q10 y carnitina, asociada a una reducción
neficio en el tratamiento con coenzima Q10. del volumen telediastólico del ventrículo izquierdo
Respecto del coenzima Q10 se conoce que su en los pacientes con disfunción ventricular antes de
producción es disminuida por el tratamiento con la revascularización. Al final del trabajo los autores
inhibidores de la hidroximetilglutaril CoA reducta- sugieren que, dado que el riesgo de muerte en la
sa. Existe una evidencia abrumadora sobre los be- revascularización quirúrgica se relaciona con el vo-
neficios del tratamiento con estos medicamentos lumen telediastólico del ventrículo izquierdo en el
en la prevención secundaria de la enfermedad co- preoperatorio, la suplementación citada pudiera
ronaria, aunque los pacientes con IC han sido espe- mejorar la evolución de los pacientes.
cíficamente excluidos de estos ensayos. Puede ser Como conclusión a este apartado se puede decir
que el efecto de reducir los valores de ubiquinona que actualmente existen indicios que sugieren que
en ese tipo de pacientes sea deletéreo -citado por la asociación de ciertos sustratos como los cita-
Witte KA et al. J Am Coll Cardiol 2001-. dos anteriormente, actuando de manera combina-
3. Prevención del daño mitocondrial y da y sinérgica en los diferentes niveles donde se ha
celular (miocito). Se sabe que la acumulación observado una deficiencia en su actuación, a nivel
de calcio produce lesión celular. Enzimas fundamen- mitocondrial fundamentalmente, pudieran ser efi-
tales en la oxidación de la glucosa, como la piruvato caces en la funcionalidad del miocardio dañado. Jun-
dehidrogenasa y su actividad, son sensibles a los ni- to a ellos, el aporte de otros nutrientes como la tia-
veles de calcio. Lo mismo ocurre en la transcripción mina (la acción, explicada en el SR, es superponible
y traducción del DNA mitocondrial. El aminoáci- a sus efectos beneficiosos aquí), fundamental en la
do taurina es especial porque le falta un grupo glucólisis, y algunos antioxidantes que redujeran el
carboxilo y por ello no entra en la síntesis protei- estrés oxidativo, pudieran ser eficaces para prote-
ca, regula y protege a los cardiomiocitos tanto de ger de la lesión celular. Por tanto, un adecuado res-
la sobrecarga como del déficit de calcio. Se ha de- tablecimiento de la nutrición del miocito parece ser
mostrado correlación negativa entre taurina cardia- importante en cualquier tipo de estrategia dirigida
ca y grado de disfunción ventricular -Jeejeebhoy et a beneficiar a los pacientes que padezcan de insu-
al., 2001-. En otro trabajo en animales con miocar- ficiencia cardiaca, necesitándose más investigación
diopatía, el suplemento con taurina disminuyó el cal- no sólo clínica sino también básica al respecto.
cio muscular y el daño cardiaco.
Se han efectuado algunos estudios con los sus-
tratos anteriores combinados. En corazones de ani-
males bajo isquemia no se ha observado que la su- 6.Tratamiento
plementación individual con carnitina o ubiquinona metabólico en
restaurara el trabajo cardiaco, pero una combina- la cardiopatía aguda
ción de ambos mostró una acción protectora fren-
te a la isquemia y reperfusión del corazón funcio- Se ha demostrado que el tratamiento metabóli-
nante animal. Más recientemente se ha publicado co precoz puede mejorar la recuperación del co-
un trabajo muy interesante -Jeejeebhoy F, et al. Am razón isquémico. Los mecanismos de isquemia-re-

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perfusión producen lesiones tisulares que pueden insuficiente en un sujeto sin deterioro nutricional;
ser prevenidas, al menos en parte, mediante la ma- otras veces ocurre al contrario, sucediendo en su-
nipulación de los sustratos aportados. En 1962, So- jetos deteriorados y con ICC. En ambos casos, más
di-Pallarés et al. publicaron que la administración en el segundo, se deben tomar algunas precauciones.
sistémica de una solución -polarizante- que tuvie- La primera se asocia al aporte energético, que pue-
ra glucosa, insulina y potasio (GIK) acortaba la evo- de ser elevado en forma de glucosa y resultar en un
lución ECG de los pacientes con infarto agudo de aumento franco del contenido calórico de la dieta.
miocardio (IAM), reducía la ectopia ventricular y La segunda, al hilo de la anterior, se refiere al posible
mejoraba la supervivencia precoz tras el episodio o real aumento de la glucemia.
de IAM. Este trabajo se fundaba metabólicamente Se ha demostrado -Van den Berghe G et al. N
en las bases que indican que la insulina estimula la Engl J Med 2001- que el control estricto de la gluce-
captación intracelular de potasio, mediante la acti- mia es un determinante de la evolución en pacien-
vación de la bomba ATPasa sodio-potasio depen- tes de UCI (en los que se incluye una proporción
diente, y que la insulina aumenta la captación in- elevada de enfermos de cirugía cardiaca), reducien-
tracelular de glucosa, necesaria para la producción do la mortalidad de los mismos. Por ello, habrá que
glucolítica de energía, la vía energética preferida en prestar una especial atención al hecho de mantener
el infarto agudo de miocardio. Actualmente se con- la glucemia en valores aceptables. La tercera pre-
sidera que el reemplazo de sustratos como los áci- caución surge también del aporte de glucosa. Al
dos grasos por la glucosa y el aumento del estatus igual que respecto del SR, se debe vigilar la presen-
antioxidante pueden reducir las consecuencias no- cia de déficit, por aumento condicionado de su ne-
civas biológicas y clínicas que suceden en los episo- cesidad, en tiamina. Ello empeoraría el estado car-
dios isquémicos agudos. diovascular, caso de aparecer un beriberi húmedo.
Más tarde de la aplicación de Sodi-Pallarés, la in- También, y motivado por el paso intracelular, no só-
fusión con GIK fue llevada al cajón del olvido du- lo del potasio y glucosa aportados, sino de fósforo y
rante bastantes años hasta no hace mucho, en que magnesio, su reducción posible y efectos asociados,
ha sido reintroducida mediante su aplicación en debe monitorizarse. Por último, citar el posible in-
guías clínicas en la isquemia miocárdica.También ha cremento en el CR e hipercapnia, lo que dificultaría
sido ensayada, con resultados desiguales, durante el la evolución ventilatoria de los enfermos.
periodo intraoperatorio del injerto bypass de arte- La manipulación del estado inflamatorio median-
ria coronaria, presentando en algunos trabajos di- te la dieta es un tratamiento nutricional muy pro-
ficultad para el control de la hiperglucemia, lo que metedor en pacientes cardiacos críticos. Debido a
puede explicar la ausencia de beneficios observada sus conocidos efectos antiinflamatorios, la suple-
en el grupo de pacientes tratados con glucosa. mentación con ácidos grasos n-3 provenientes del
El American College of Cardiology y la American aceite de pescado tiene efectos beneficiosos sobre
Heart Association han recomendado dar la solución el sistema cardiovascular. Los n-3 son efectivos en
GIK intravenosa en pacientes con IAM, especialmen- modular el tono vascular, la activación plaquetaria,
te en aquellos que son malos candidatos para terapia y la aterogénesis. Una evidencia clínica creciente
trombolítica y en quienes el riesgo de hemorragia es indica que la adición de aceite de pescado pudiera
alto. El tratamiento con GIK puede conservar la inte- ser beneficiosa en el tratamiento de tales pacien-
gridad y la función de las células, mediante el traspor- tes. Datos experimentales sugieren que los n-3 tie-
te de glucosa y potasio intracelular por la insulina. Sin nen efectos antiarrítmicos. Un estudio aleatoriza-
embargo, los mecanismos exactos de su acción be- do sugirió que la suplementación de la dieta con
neficiosa son desconocidos, pudiendo actuar vía inhi- n-3 puede reducir el riesgo de muerte súbita entre
bición bien del TNF-α o de la producción del factor los supervivientes de un IAM. Asimismo, se ha ob-
inhibidor de la migración de los macrófagos (f-MIF), servado mediante un interesante estudio prospec-
en el IAM y en otros estados inflamatorios. tivo, anidado de caso-control -N Engl J Med 2002-,
Respecto al tratamiento con GIK, desde el aspec- que los niveles previos de n-3 en sangre están in-
to ya nutricional y no exclusivamente metabólico, versamente relacionados con el riesgo de muerte
se debe hacer alguna reflexión. Muchas veces la car- súbita, reduciéndola, en hombres sin evidencia de
diopatía isquémica puede afectar a un corazón no enfermedad cardiovascular previa.

627
Capítulo 4.20. Nutrición y enfermedad cardiaca

7. Resumen
 El corazón es un órgano solitario imprescindi- imbrican y conducen a la devastadora enferme-
ble para mantener la vida en la especie huma- dad, claramente relacionada con el aumento de
na y otras. Entre otras funciones, vehicula O2 mortalidad en estos pacientes.
y nutrientes a los tejidos para su metabolismo y
recoge los productos de degradación y el CO2  El tratamiento nutricional, a pesar de ser funda-
para su eliminación. Asimismo, es órgano recep- mental e imprescindible en estos pacientes, no
tor de los mismos sustratos para su nutrición y ha recibido la atención suficiente. Se debe co-
metabolismo individual, lo que le permite reali- nocer el soporte nutricional del paciente DEP.
zar su misión fundamental: el bombeo, mediante También se debe procurar la nutrición adecua-
la contractilidad o inotropismo. Por ello, se es- da en el cardiópata crónico para nutrir su co-
tablece una interacción clara entre la situación razón y los tejidos periféricos. Dicho soporte,
nutricional del individuo y el corazón/función según protocolo e indicaciones, oscilará entre
cardiaca, con mutua interdependencia; unas la alimentación oral modificada y la nutrición
veces el primer agente es causa o efecto, y recí- artificial más sofisticada, siendo, en general, una
procamente ocurre con el segundo. combinación de varias terapias y vías nutricio-
nales la que se preferirá.
 La desnutrición energético-proteica (DEP) de
evolución crónica produce en el corazón atro-  El tratamiento nutricional órgano-específico del
fia cardiaca con reducción del gasto cardiaco. corazón crónicamente enfermo posee espe-
Esta situación es claramente adaptativa y, junto cial relevancia. Se sabe que el simple y habitual
a otras relacionadas con la reducción de masa soporte de energía y proteína es escasamente
celular activa, contribuye a reducir el consumo efectivo. A pesar de que todavía no está con-
energético. Lo anterior es esencial, ya que ayu- firmada la conveniencia de dicho tratamiento
da a mantener la supervivencia del individuo en órgano-específico, cada vez son más, y de mayor
ayuno, generalmente parcial. Sin embargo, el dé- consistencia, los trabajos que lo apoyan. Entre
ficit selectivo de determinados micronutrientes otros nutrientes, se ha sugerido que puede ser
puede producir alteración funcional cardiaca, efectiva la combinación de carnitina, ubiquinona
en ocasiones de gravedad. Respecto a la adap- y taurina, además de micronutrientes imprescin-
tación cardiaca en la DEP, el problema clínico dibles para la energética del miocito cardiaco,
a veces surge durante la realimentación del como la tiamina, o necesarios para controlar
sujeto. El síndrome de realimentación, secun- el estrés oxidativo, como ciertas vitaminas y
dario al aporte rápido, incontrolado y excesivo oligoelementos, independientemente de déficit
de nutrientes energéticos, fundamentalmente absolutos y no condicionales de los mismos.
glucosa, produce un estado metabólico y he-
modinámico que puede poner en peligro su  Finalmente, queda por comentar el enfermo
adaptación previa e incluso la vida. agudo, el corazón isquémico. En los últimos
años se ha vuelto a retomar en esta situación el
 Por otro lado, un corazón crónicamente enfer- papel del soporte metabólico en el corazón
mo e insuficiente conduce con frecuencia a la enfermo. Se han observado beneficios con
presencia de DEP sistémica, que, cuando conlle- la infusión de solución polarizante que contiene
va factores asociados, produce caquexia cardia- insulina, potasio y glucosa. Hay que advertir, sin
ca. Esta situación última a veces se instaura de embargo, de los posibles efectos colaterales
manera más rápida y bruscamente, en general que pueden tener dichas infusiones, por lo que
en postoperatorios de pacientes sometidos a se requiere una monitorización muy cuidadosa
cirugía cardiaca que sufren estrés metabólico de los pacientes.
intenso. Las causas de la caquexia cardiaca son
diversas, asociadas a mantener balances ener-  En este Capítulo se tratan todos los aspectos
géticos negativos. Sin embargo, cada vez más citados, haciendo especial énfasis en los meca-
estudios apoyan un origen multifactorial de la nismos fisiopatológicos que los provocan, así
caquexia cardiaca, en el que factores neuro- como en el tratamiento nutricional contrasta-
hormonales, metabólicos e inmunológicos se do de los mismos.

628
A. Miján de la Torre | B. de Mateo Silleras | A.M.ª Pérez García

8. Bibliografía
Anker SD, Coats JS. Cardiac cachexia. A syndrome with im- Keith M, Geranmayegan A, Sole MJ, et al. Increase oxidative
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Excelente revisión a fondo de la caquexia cardiaca: aspectos Trabajo que muestra el aumento del estrés oxidativo en pacien-
fisiopatológicos, epidemiológicos, clínicos y terapéuticos. tes con ICC, determinando, asimismo, el incremento de recep-
tores solubles TNF-R1 y R2.
Berger MM, Mustafa I. Metabolic and nutritional support in acute
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Revisión clara y sistemática dedicada al conocimiento del trata- cardiac caquexia. Nutrition 2001; 17: 756-60.
miento metabólico y nutricional en la cardiopatía aguda. Revisión sobre la fisiopatología de la caquexia cardiaca, muy bien
documentada a través de una amplia bibliografía.
Coirault C, Hagège A, Chemla D, et al. Angiotensin-converting
enzyme inhibitor therapy improves respiratory muscle strength Pittmann JG, Cohen P. The pathogenesis of cardiac cachexia.
in patients with heart failure. Chest 2001; 119: 1755-60. N Engl J Med 1964; 271: 453-60.
Artículo que refleja, junto a otros, la acción de los IECA en la Artículo clásico, muy referenciado, en el que, por primera vez, se
función muscular esquelética de pacientes con IC crónica. sientan las bases fisiopatológicas de la caquexia que ocurre en
algunos enfermos cardiacos.
Hakmiller KV, Cohen MC. Nutritional aspects of cardiac disease.
En: Shikora SA, Martindale RG, Schwaitzberg SD (ed.). Nutri- Sole MJ, Jeejeebhoy KN. Conditioned nutritional require-
tional Considerations in the Intensive Care Unit. Kendall/Hunt ments and the pathogenesis and treatment of myocardial
pub. Dubuque, Iowa, 2002: 219-28. failure. Curr Opin Clin Nutr Metab Care 2000; 3: 417-24.
Capítulo de libro centrado en el soporte nutricional del pacien- Revisión de la acción de determinados nutrientes a nivel del
te cardiaco. Revisa el tratamiento del paciente agudo, crónico músculo cardiaco y sus efectos sobre el mismo.
y por anomalías en micronutrientes.
Tepaske R, Te Velthuis H, Oudemans-van Straaten HM, et al.
Heymsfield SB, Hoff RD, Gray TF, et al. Heart diseases. En: Kin- Effect of preoperative oral immune-enhancing nutritional
ney JM, Jeejeebhoy KN, Hill GL, Owen OE (eds.). Nutrition and supplement on patients at high risk of infection after cardiac
Metabolism in Patient Care. WB Saunders. Philadelphia, 1988: surgery: a randomised placebo-controlled trial. Lancet 2001;
477-509. 358: 696-701.
Capítulo de libro que enfoca el soporte nutricional en relación Ensayo clínico con dieta inmunoestimuladora preoperatoria en
con la enfermedad cardiaca, partiendo de bases muy sólidas ex- pacientes sometidos a cirugía cardiaca. Mejoró la respuesta in-
plicativas en relación con la fisiología y metabolismo del corazón mune, hubo necesidad de menos fármacos inotropos, con mejor
sano y enfermo. conservación de función renal.

Jeejeebhoy KN, Sole MJ. Nutrition and the heart. Clin Nutr 2001; Witte KA, Clark AL, Cleland J. Chronic heart failure and mi-
20 (Suppl I): 181-6. cronutrients. J Am Coll Cardiol 2001; 37: 1765-74.
Buena revisión, a partir de datos disponibles en la literatura Revisión, con profusión de citas bibliográficas, que analiza con
sobre fisiología y metabolismo del músculo cardiaco, del posible detalle las acciones y efectos de los micronutrientes sobre el
papel beneficioso de algunos nutrientes en la función cardiaca. corazón y la insuficiencia cardiaca.

9. Enlaces web
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 www.cardiologyonline.com
 www1.imperial.ac.uk/medicine/about/divisions/nhli/cardio/cardio/poolewilson/heartfail/people/s.anker.html
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 www.americanheart.org/presenter.jhtml?identifier=1200000

629
4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

María Ángeles Valero Zanuy Miguel León Sanz


Capítulo 4.21.

Nutrición en la diabetes mellitus

1. Introducción

2. Epidemiología

3. Definición, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus

4. Trastornos metabólicos en la diabetes mellitus


4.1. Metabolismo hidrocarbonado
4.2. Metabolismo lipídico
4.3. Metabolismo proteico

5. Objetivos del tratamiento nutricional

6. Recomendaciones nutricionales para la dieta oral en la diabetes


mellitus
6.1. Nutrientes
6.2. Educación nutricional
6.3. Grupos específicos

7. Indicaciones de nutrición artificial en pacientes con diabetes


mellitus

8. Nutrición parenteral
8.1. Energía
8.2. Composición de macronutrientes
8.3. Composición de micronutrientes
8.4. Administración de insulina
8.5. Complicaciones
8.6. Nutrición parenteral domiciliaria
8.7. Transición de nutrición parenteral a dieta oral o nutrición enteral

9. Nutrición enteral
9.1. Selección de fórmulas de nutrición enteral
9.2. Métodos de administración de nutrición enteral
9.3. Control glucémico
9.4. Complicaciones gastrointestinales
10. Resumen

11. Bibliografía

12. Enlaces web

Objetivos

n Conocer la definición y clasificación de la diabetes mellitus.


n Examinar las alteraciones del metabolismo intermediario que ocurren en la diabetes mellitus.
n Determinar los objetivos del tratamiento en la diabetes mellitus.
n Establecer los requerimientos nutricionales de macro y micronutrientes en la diabetes mellitus.
n Analizar las características peculiares del tratamiento nutricional en grupos específicos de pacientes diabé-
ticos.
n Revisar las indicaciones de métodos de nutrición artificial en diabetes mellitus.
n Diseñar fórmulas de nutrición parenteral y enteral para pacientes con diabetes mellitus.
n Definir métodos de control glucémico en pacientes diabéticos sometidos a nutrición artificial.
n Identificar métodos de prevención y diagnóstico de complicaciones asociadas a la nutrición artificial en pacien-
tes diabéticos.
1. Introducción

L
a diabetes mellitus (DM) se considera actualmente como uno de los pro-
blemas principales de salud a escala mundial. Se caracteriza por un déficit
absoluto o relativo de insulina, lo que origina hiperglucemia, con tendencia a
afectación de pequeños y grandes vasos a largo plazo. El déficit de insulina se debe
a un defecto de su secreción, de su acción o de ambas. La hiperglucemia mantenida
se asocia a alteraciones a largo plazo de múltiples órganos, especialmente riñón,
ojos, sistema nervioso, corazón y vasos sanguíneos, en relación con la aparición de
micro y macroangiopatía. Las complicaciones crónicas son, por lo tanto, nefropa-
tía, retinopatía, neuropatía periférica y/o autonómica y enfermedad cardiovascular.
Además de estas complicaciones crónicas, en la evolución de la enfermedad pue-
den aparecer complicaciones agudas como la hipoglucemia, la cetosis y la situación
hiperosmolar.
En el presente Capítulo se considera la epidemiología, clasificación y diagnóstico
de la diabetes mellitus, así como de sus trastornos metabólicos. Además, se revisan
los objetivos y recomendaciones para la dieta oral en la diabetes mellitus y se dan
recomendaciones para la nutrición artificial en esta patología.

635
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

Tabla 1. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE DIABETES MELLITUS

• Síntomas de hiperglucemia más glucosa en plasma superior o igual a 200 mg/dl. Esta glucemia puede
haber sido obtenida en cualquier momento del día, sin relación con la ingesta de alimentos
• Glucemia basal mayor o igual a 126 mg/dl. Se considera basal cuando no se han ingerido alimentos
en las 8 horas previas
• Glucemia a las 2 horas de un sobrecarga oral de 75 g de glucosa mayor o igual a 200 mg/dl

2. Epidemiología Gordon y Serrano Ríos reflejan que la prevalencia


de la enfermedad puede llegar al 8% en individuos
Es difícil saber con exactitud la frecuencia de DM mayores de 65 años.
en la población general. Esto es debido a que en los Con los avances en el cuidado de los pacien-
estudios se utilizan criterios diagnósticos diferen- tes con DM, su expectativa de vida es mayor. Por
tes -como los criterios de la NDDG (National Dia- otro lado, su hospitalización es más común y pre-
betes Data Group, 1977), de la OMS (Organización sentan una estancia media en el hospital más lar-
Mundial de la Salud, 1985) o de la ADA (Asociación ga que los individuos que no padecen la enferme-
Americana de Diabetes, 1996)-, distinta metodología dad. Por todo ello, cada vez es más frecuente que
(glucemia basal vs. sobrecarga oral de glucosa, gluce- los enfermos candidatos a nutrición artificial sean
mia capilar vs. glucemia venosa) y poblaciones muy diabéticos.
distintas. A pesar de todo ello, se calcula que aproxi-
madamente entre el 4 y el 6% de los individuos pa-
decen la enfermedad. En España, Serrano Ríos es-
tima que en la Comunidad de Madrid la incidencia 3. Definición,
de diabetes tipo 1 es de 11 nuevos casos por cada clasificación y diagnóstico
100.000 habitantes menores de 14 años, cifra similar de la diabetes mellitus
a las de otras comunidades autónomas. En relación
con la prevalencia de la DM en España en adultos, La DM es un trastorno endocrino-metabólico
los datos oscilan desde un 6,1% en Aragón, 12,8% complejo, en el que predomina una alteración del
en la Comunidad Valenciana (Estudio Burriana) has- metabolismo de los hidratos de carbono por dis-
ta un 18,7% en Canarias (Estudio Guía). Estos datos minución de la secreción pancreática de insulina,
incluyen tanto a la población con DM conocida co- disminución de la sensibilidad de los receptores
mo a la no diagnosticada previamente. periféricos a la hormona, o ambas. Cursa, además,
La DM afecta de forma universal a toda la pobla- con alteraciones del metabolismo lipídico y protei-
ción. En todos los países desarrollados la frecuencia co y con el desarrollo de complicaciones vascula-
de la enfermedad es prácticamente similar. En Asia y res específicas a largo plazo.
África la prevalencia es menor, aunque quizás estos Hasta 1997 el diagnóstico de DM se establecía se-
datos no sean del todo exactos. En estos países la gún dos criterios: bien por una glucemia basal mayor
población es más joven, los hábitos alimentarios y los de 140 mg/dl, o bien una glucemia superior a 200 mg/
factores ambientales son diferentes, y no debe tam- dl a las dos horas tras una sobrecarga oral de 75 g
poco olvidarse la dificultad en la obtención de datos de glucosa. En junio de 1997 se publicaron las nue-
en algunas de estas zonas deprimidas. vas recomendaciones establecidas por un comité in-
Independientemente del nivel de desarrollo del ternacional de expertos patrocinado por la ADA.
país, hay determinados grupos de población en los Se identifican tres posibles criterios diagnósticos de
que la frecuencia es mucho mayor, como los indios pi- DM, que se resumen en la Tabla 1. Si se comparan
ma en Norteamérica, y grupos en los que la frecuen- estos nuevos criterios con los antiguos, conviene re-
cia es menor de lo habitual, como los esquimales. saltar que el punto de corte de normalidad de la glu-
Por otro lado, la incidencia y prevalencia de la cemia basal pasa de 140 a 126 mg/dl. Esto se justifica
DM aumentan con la edad. En España, datos de por la existencia de una mayor correlación entre los

636
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

nuevos valores de glucemia basal con los de gluce- sortivo la euglucemia se mantiene porque el rango
mia al cabo de 2 horas después de la sobrecarga de de liberación hepática de glucosa se aproxima al de
200 mg/dl. El comité de expertos, después de revi- su captación por el hígado, cerebro y tejidos perifé-
sar la literatura, concluyó que sólo el 26% de los pa- ricos. Después de una comida el aumento de la glu-
cientes con glucemia ≥ 200 mg/dl tras la sobrecarga cosa plasmática estimula la secreción de insulina y
presentaban glucemias basales superiores a 140 mg/ éste, a su vez, la captación periférica de glucosa. El
dl, mientras que todos ellos tenían glucemias basales aumento de la utilización periférica de glucosa pre-
mayores o iguales a 126 mg/dl. Además, la sensibili- viene que la glucemia se eleve a más de 150 mg/dl
dad y especificidad del punto de corte en 126 mg/dl en el periodo posprandial. Cuando los niveles de
son mayores mayor para el desarrollo de complica- glucosa e insulina caen, el rango de producción he-
ciones crónicas, especialmente de retinopatía. pática y la captación a nivel periférico alcanzan de
Existen varios tipos de DM. En la práctica clíni- nuevo los niveles preprandiales. La disminución de
ca las presentaciones más frecuentes de la enfer- los niveles de la hormona permite que el hígado
medad son la diabetes tipo 1, de comienzo juve- aumente de nuevo la producción de glucosa y limi-
nil, pancreopriva y cetogénica, y la diabetes tipo 2, ta su captación por los tejidos periféricos.
de comienzo habitual en la edad adulta, con resis- Los mecanismos homeostáticos que mantienen
tencia periférica a la acción de la insulina y con po- la glucemia en límites normales durante el ayuno
ca tendencia a la cetosis. Hay también otras clases y el periodo posprandial están alterados en el pa-
de diabetes menos frecuentes, como son formas se- ciente diabético. En éste la glucemia puede estar
cundarias a enfermedades endocrinológicas, a enfer- elevada durante el ayuno o después de la ingesta
medades pancreáticas, a fármacos hiperglucemian- por disminución de la secreción pancreática de in-
tes (como, por ejemplo, los corticoides), o debidas a sulina, exceso de liberación hepática de glucosa y
una alteración genética definida. disminución de la sensibilidad periférica a la insu-
Existen, además, individuos que, aunque en situa- lina, especialmente en tejido adiposo y muscular.
ción basal presentan una cifra de glucosa normal, du- Tanto en pacientes diabéticos como en el enfermo
rante el estrés metabólico pueden desarrollar hiper- crítico, la infusión exógena de glucosa no suprime
glucemia. En presencia de un traumatismo, una cirugía la producción hepática por resistencia a la insulina
o una infección se aumenta la secreción y liberación a ese nivel. No se inhibe la glucogenólisis, ni se in-
de hormonas contrainsulares y de ciertas citokinas. hibe la gluconeogénesis de precursores como gli-
Estas sustancias aumentan la producción hepática de cerol, lactato y alanina. Además, en estos pacientes
glucosa y disminuyen la sensibilidad periférica a la in- los tejidos que necesitan insulina para captar glu-
sulina, originando la denominada DM inducida por el cosa presentan resistencia a su acción. Como con-
estrés. Superada la fase de estrés, cuando la agresión secuencia se produce hiperglucemia.
o respuesta inflamatoria cesa, la glucemia vuelve a ni- Durante el estrés metabólico se liberan hormo-
veles normales. En este momento se debe evaluar de nas contrainsulares: glucagón, catecolaminas, corti-
nuevo al paciente. En la mayoría de las ocasiones, tras sol y hormona del crecimiento, y ciertas citokinas,
cesar la enfermedad aguda, el metabolismo de los hi- como interleukina 1 y factor de necrosis tumoral.
dratos de carbono es normal. Estas sustancias aumentan la producción hepática
de glucosa y disminuyen su captación por los teji-
dos periféricos. Si no se aumenta la secreción de
insulina, como ocurre en el diabético tipo 1, o si la
4. Trastornos metabólicos secreción de la hormona es insuficiente para ven-
en la diabetes mellitus cer la resistencia a nivel de receptores periféricos,
como ocurre en el diabético tipo 2, sobreviene la
4.1. Metabolismo hidrocarbonado hiperglucemia. En algunos individuos no diagnos-
ticados previamente de DM, en presencia de una
En individuos sanos, los niveles plasmáticos de agresión o durante un episodio de sepsis, aumenta
glucosa están estrechamente regulados tanto en la resistencia periférica a la insulina. Como ocurre
el periodo postabsortivo como en el periodo pos- en el diabético tipo 2, si el incremento en la síntesis
prandial (ver Capítulo 1.17). En el periodo postab- a nivel pancreático de la hormona no es suficien-

637
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

te para vencer la resistencia periférica aparece hi- más aterogénicas. Por otro lado, la síntesis de LDL
perglucemia. El riesgo de hiperglucemia es directa- está aumentada mientras que su aclaramiento es-
mente proporcional al grado de agresión. Durante tá disminuido. Por ello, estas partículas pueden au-
un estrés metabólico intenso, como es la sepsis, el mentar en plasma. Las LDL están enriquecidas con
riesgo de hiperglucemia es mayor. triglicéridos, siendo más pequeñas y más densas.
Todas estas alteraciones en su composición hacen
que estas partículas de LDL sean más aterogéni-
4.2. Metabolismo lipídico cas. Son más susceptibles a oxidarse y a ser capta-
das por los macrófagos, formando células espumo-
Las alteraciones lipídicas consideradas como sas (ver Capítulo 4.19).
factor de riesgo cardiovascular son más frecuentes
en pacientes diabéticos. Las alteraciones más fre-
cuentes son la hipertrigliceridemia y la hiperlipe- 4.3. Metabolismo proteico
mia posprandial. Pero, además, se ha descrito hiper-
colesterolemia con partículas de LDL-colesterol La insulina interviene en el metabolismo de las
más pequeñas y densas y disminución del HDL-co- proteínas disminuyendo la proteólisis. Por eso, en
lesterol. La presencia de estas anomalías depende términos absolutos, se puede considerar que favo-
en gran medida del control glucémico. rece el mantenimiento del contenido proteico cor-
En general, el paciente diabético tipo 1 con buen poral. Como también favorece la lipogénesis y la
control glucémico suele tener unos niveles plas- gluconeogénesis, la insulina es considerada como
mático de lípidos normales. En la diabetes tipo 1 una hormona anabólica.
sin insulinoterapia hay disminución de la actividad En pacientes con DM tipo 1 tratados con in-
lipoproteína lipasa. El déficit de la enzima produ- sulina el metabolismo proteico basal es normal. Si
ce disminución del catabolismo de los quilomicro- existe déficit de insulina se induce proteólisis, con
nes y del paso de VLDL a LDL. Además, en estos aumento de los niveles de aminoácidos en plasma.
pacientes las VLDL están enriquecidas con coleste- Además, los aminoácidos ramificados pueden es-
rol tanto libre como esterificado y apolipoproteí- tar aumentados por disminución de su tasa de me-
na (apo) B. Estos cambios hacen que estas lipopro- tabolización. Sin embargo, la concentración de ala-
teínas sean más resistentes a la degradación por la nina en plasma puede estar disminuida, ya que es
lipoproteína lipasa y peor reconocidas por su re- el principal aminoácido muscular utilizado en la
ceptor hepático. Así, las partículas tienen mayor vi- neoglucogénesis hepática.
da media y se acumulan más fácilmente en los ma- En pacientes con DM tipo 2 el metabolismo pro-
crófagos, y por lo tanto son más aterogénicas. Por teico es normal, incluso en presencia de mal con-
otra parte, las LDL son más ricas en triglicéridos y trol metabólico. Esto puede ser debido a que el dé-
más pobres en colesterol esterificado, siendo más ficit de insulina es sólo relativo.
frecuentes las LDL pequeñas y densas. Después del
tratamiento con insulina se restablece la actividad
lipoproteína lipasa y se normaliza el aclaramiento
plasmático de los quilomicrones y de las VLDL. 5. Objetivos del
Los pacientes diabéticos tipo 2 pueden mostrar tratamiento nutricional
un perfil lipídico alterado a pesar del buen control,
ya que en la mayoría de las ocasiones presentan El principal objetivo en los pacientes diabéticos
otros factores de riesgo asociados, como obesidad es alcanzar un control glucémico aceptable, evitan-
e hipertensión arterial. do el desarrollo tanto de hiperglucemia como de
En la diabetes tipo 2 el aclaramiento de quilomi- hipoglucemia. Los síntomas presentes en ambas si-
crones es menor por glicosilación de apo CII, apo tuaciones se señalan en la Tabla 2.
CIII y apo E. Existe un aumento en la síntesis he- Se ha establecido que un control estricto de los
pática de VLDL. Éstas son más ricas en triglicéri- pacientes diabéticos retrasa la aparición y la pro-
dos, por lo que son de tamaño mayor. Además, son gresión de complicaciones crónicas a largo plazo.
más ricas en ésteres de colesterol, por lo que son Esto ha sido demostrado recientemente en diabé-

638
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

Tabla 2. SÍNTOMAS Y SIGNOS DE MAL rior a 180 mg/dl. Por esta razón, tradicionalmente
CONTROL METABÓLICO se ha recomendado mantener cifras de glucosa en-
tre 150 y 200 mg/dl en pacientes sometidos a estos
Hiperglucemia
tipos de soporte nutricional. En el año 2001 se pu-
• Poliuria blicó un estudio prospectivo y aleatorizado reali-
• Polidipsia zado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
• Pérdida de peso Mediante la administración de insulina a demanda,
• Polifagia a 765 pacientes se les mantenía con una glucemia
• Visón borrosa entre 80 y 110 mg/dl y a 783 con cifras entre 180
Hipoglucemia y 200 mg/dl. La terapia insulínica intensiva dismi-
• Estimulación adrenérgica nuyó la mortalidad en UCI en un 8%, debido a un
- Taquicardia menor riesgo de fallo multiorgánico secundario a
- Sudoración fría sepsis. En este grupo también se observó una re-
- Ansiedad ducción de la mortalidad hospitalaria en un 34%,
- Sensación de hambre
de la infección en un 46%, del fracaso renal en un
• Neuroglucopenia
- Cefalea
41%, del número de trasfusiones sanguíneas en
- Visión borrosa un 44% y de la necesidad de ventilación mecáni-
- Alteraciones del comportamiento ca. A la luz de estos resultados, se ha propues-
- Déficit neurológico o coma to que se debe intentar conseguir y mantener con-
centraciones de glucemia inferiores a los 120 a 150
mg/dl, para disminuir la morbimortalidad secunda-
ria a la hiperglucemia.
ticos tipo 1 en el estudio DCCT (Diabetes Control Por otro lado, la hipoglucemia es la complicación
and Complications Trial) y en pacientes con diabe- aguda más frecuente de la DM. Consiste en el des-
tes tipo 2 en el estudio UKPDS (UK Prospective censo de los niveles plasmáticos de glucosa por de-
Diabetes Study). Pudiera pensarse que este control bajo de 50 mg/dl. En la mayoría de los pacientes se
riguroso probablemente tiene poca relevancia en asocia a una serie de síntomas y signos originados
enfermos sometidos a nutrición artificial, en los por estimulación adrenérgica o por neuroglucope-
cuales la duración de soporte nutricional es cor- nia (Tabla 2). Estos síntomas y signos de hipoglu-
ta. Sin embargo, en estos pacientes hay otras razo- cemia varían ampliamente en cada individuo, pero
nes para intentar conseguir y mantener día a día son reversibles en más o menos tiempo si se nor-
un control de glucemia óptimo. En primer lugar, malizan los niveles de glucosa en sangre.
la hiperglucemia induce glucosuria cuando se su- La hipoglucemia es muy rara en pacientes que
pera el dintel de eliminación renal de esta sustan- reciben nutrición artificial, ya que en la mayoría de
cia. La glucosuria origina diuresis osmótica con un los casos se administra glucosa u otro hidrato de
riesgo mayor de deshidratación, alteraciones elec- carbono de forma continua. La causa más frecuen-
trolíticas y situación hiperosmolar. Y en segundo te es el exceso de insulina administrada. En el ca-
lugar, la hiperglucemia altera las funciones de los so de la NP, existen casos descritos en la literatura
leucocitos y del complemento en la defensa con- de hipoglucemia tras la retirada brusca de la infu-
tra los microorganismos, aumentando el riesgo de sión, especialmente en niños pequeños. Esta res-
infección. puesta pudiera ocurrir en pacientes a los que se
La ADA considera que un diabético está bien administran grandes cantidades de glucosa o de in-
controlado cuando su glucemia en ayunas es in- sulina en la solución, en enfermos muy desnutri-
ferior a 120 mg/dl. Al valorar el grado de con- dos o en aquellos con insuficiencia renal. Con las
trol glucémico de un paciente sometido a nutri- dosis de glucosa que actualmente se recomiendan
ción parenteral (NP) o enteral (NE) continua, hay en la prescripción de NP, se puede iniciar y reti-
que considerar que los valores obtenidos son pos- rar bruscamente la infusión de la solución sin ries-
prandiales, ya que la solución se infunde en per- go de provocar hipoglucemia. Esta medida simplifi-
fusión continua. La ADA considera que el control ca el cuidado del paciente sometido a este tipo de
posprandial es óptimo cuando la glucemia es infe- nutrición artificial.

639
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

Tabla 3. GUÍA PRÁCTICA PARA CONSEGUIR UN CONTROL GLUCÉMICO ACEPTABLE


EN PACIENTES DIABÉTICOS SOMETIDOS A NUTRICIÓN PARENTERAL (NP)

• Monitorizar la glucemia capilar cada 4-6 h


• Calibrar el reflectómetro regularmente
• Intentar alcanzar y mantener glucemias inferiores a 150 mg/dl
• Administrar la insulina rápida en la solución de NP
• Utilizar insulina rápida subcutánea según los resultados de glucemia capilar
- Si es menor de 150 mg/dl, no precisa dosis extra de insulina
- Entre 150 y 200 mg/dl, añadir 4-6 UI de insulina rápida subcutánea
- Si es mayor de 200 mg/dl, añadir 10 UI de insulina rápida subcutánea
• Rotar los lugares de inserción de la insulina
• Inyectar la insulina por vía subcutánea en el abdomen si existe edema periférico
• Añadir a la NP del día siguiente 2/3 de la cantidad de insulina administrada por vía subcutánea en las
24 h anteriores
• Disminuir la dosis de insulina de la solución del día siguiente cuando la glucemia esté entre 60
y 100 mg/dl
• Detener la infusión de NP cuando la glucemia sea inferior a 60 mg/dl

En la Tabla 3 se señala una serie de recomen- concertarse con los otros aspectos de la terapéu-
daciones que hay que tener en cuenta para obte- tica de la DM, actividad física y medicación.
ner un control glucémico aceptable del paciente Se pasará ahora a revisar las características nu-
diabético sometido a NP. tricionales fundamentales de la dieta oral en la DM,
Además de conseguir y mantener un control glu- de acuerdo con una revisión del tratamiento nu-
cémico aceptable, en los pacientes diabéticos se de- tricional de la DM basada en la evidencia científica,
ben alcanzar otros objetivos nutricionales, que se se- realizada por Franz MJ et al. (2004) bajo los auspi-
ñalan en la Tabla 4. Junto a estos objetivos comunes cios de la ADA. Estas consideraciones son la base
para todos los pacientes diabéticos, en aquellos so- sobre la que se pueden elaborar dietas orales de
metidos a nutrición artificial se deben vigilar el peso forma individualizada para los pacientes con DM.
corporal, el balance hídrico y la analítica según la si-
tuación clínica del enfermo y el tipo de nutrición.
6.1. Nutrientes
6.1.1. Hidratos de carbono
6. Recomendaciones
nutricionales para la dieta Los hidratos de carbono son los nutrientes que
oral en la diabetes mellitus ejercen más influencia en los valores de la glucemia.
Sin embargo, deben estar ampliamente represen-
No existe una dieta ideal única para la DM, tan- tados en la dieta. Clásicamente, se ha recomenda-
to en lo que respecta a los nutrientes como a las do un consumo equivalente a entre el 50 y el 60%
diferentes formas clínicas de la DM y circunstan- de las calorías totales de la dieta, especialmente en
cias de salud, trabajo, familia, actividades sociales y forma de hidratos de carbono complejos. Las últi-
aficiones de cada paciente. Un exceso de hidratos mas recomendaciones señalan que la suma de hi-
de carbono puede empeorar la glucemia; un alto dratos de carbono y ácidos grasos monoinsatura-
aporte de grasa puede aumentar el riesgo de en- dos debe suponer entre un 60 y un 70% del total
fermedad cardiovascular; un gran aporte de proteí- calórico. Aunque se resalta la importancia de ali-
na en la dieta puede favorecer el desarrollo de ne- mentos como cereales integrales, fruta, verdura, le-
fropatía diabética. El tratamiento nutricional debe gumbres y lácteos descremados, no se excluye ra-

640
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

Tabla 4. OBJETIVOS EN EL TRATAMIENTO NUTRICIONAL DE LOS PACIENTES


CON DIABETES MELLITUS

• Alcanzar y mantener un control glucémico aceptable


• Mantener un peso corporal cercano al ideal, aportando las calorías adecuadas
• Monitorizar y controlar los niveles de los lípidos plasmáticos
• Prevenir y tratar la aparición de complicaciones agudas y crónicas de la enfermedad

dicalmente la ingesta de sacarosa o de alimentos proteínas. De este modo pueden sustituirse unos
que la contengan. Esto es debido a que la respuesta alimentos por otros. Entre las ventajas que tienen
glucémica a la sacarosa no es mayor que la induci- las listas de equivalencias se pueden destacar:
da por cantidades isocalóricas de almidón. Por eso 1. Se favorece la variedad de alimentos que se
se pone más énfasis en la cantidad total de hidratos pueden consumir, con lo que se evita la monotonía
de carbono de una comida que en el tipo o fuente en la elaboración de las dietas.
alimentaria. Sin embargo, no hay que perder de vis- 2. Se individualizan las dietas según las costum-
ta que alimentos o recetas que contienen sacarosa bres y formas de vida de cada persona.
pueden ser también ricos en grasa y calorías, por 3. Permiten que la comida familiar pueda ser
lo que su consumo elevado y frecuente dificulta- también tomada por el paciente diabético, con
ría el mantenimiento del peso corporal próximo al una adaptación de las cantidades, asumiendo que la
ideal. Los programas de autocontrol glucémico y el elección de alimentos y recetas corresponda a una
empleo de dosis variables de insulina antes de cada alimentación sana.
comida permiten una mayor variedad y liberalidad 4. Se facilita que el individuo pueda realizar co-
en la dieta de los pacientes con DM. midas fuera de casa.
En pacientes en tratamiento con insulina, espe- Se han desarrollado varias listas de intercambios
cialmente si se desea alcanzar un control estric- de alimentos en distintos países: EE UU, Japón, Ale-
to de la glucemia, puede ser interesante estable- mania, Inglaterra, España, etc. Las listas de la ADA
cer una distribución constante de alimentos con han tenido gran influencia. Agrupan los alimentos
hidratos de carbono a lo largo de cada día. Es de- en seis grupos, permitiendo elegir entre los alimen-
cir, deberán tomar cantidades similares de hidratos tos de cada grupo de acuerdo con unas raciones
de carbono en cada comida con un horario seme- que aportarían cantidades similares de macronu-
jante día a día. Si la cantidad y el horario de consu- trientes. En general, las distintas listas elaboradas
mo de hidratos de carbono cambia mucho de un pueden variar en su compromiso entre la exacti-
día a otro, puede ser difícil evitar variaciones im- tud y la facilidad de aplicación práctica.
portantes de la glucemia, pese al ajuste del núme- Un ejemplo de cómo construir una dieta con los
ro de unidades de insulina previo a cada comida. grupos de intercambios podría ser la distribución de
Idealmente debe instaurarse un plan de alimenta- hidratos de carbono en una dieta de 2.000 kcal, con
ción basado en los hábitos alimentarios y estilo de 50% de hidratos de carbono, que equivalen a 250 g
vida de cada paciente, para integrar el tratamiento de hidratos de carbono. Se podrían tomar tres uni-
nutricional con el de insulina. dades de leche (3/4 l), 4 frutas medianas, 10 unida-
Para facilitar la comprensión y aplicación de esos des de fécula (pan, harina, pasta, arroz, patatas, legum-
planes de alimentación se han diseñado distintos bres, etc.). Estos intercambios, raciones o unidades
sistemas de intercambios o raciones que permiten hay que distribuirlos a lo largo del día. Sin embargo,
al paciente diabético consumir una cantidad de hi- los alimentos concretos pueden y deben variar de
dratos de carbono similar pese a la variación de ali- un día a otro: paella, macarrones, patatas guisadas,
mentos que integren su dieta diaria. Se trata de lis- lentejas, manzana, pera, melocotón, melón, etc.
tas de alimentos expresados como peso o como Hay que admitir que las listas de intercambios
raciones habituales que son equivalentes por su pueden ser complicadas para algunos enfermos.
composición en hidratos de carbono y/o grasa y/o En algunos casos se pueden hacer indicaciones

641
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

simplificadas de las cantidades autorizadas de ali- ticularmente insulina de acción rápida, metiglinidas
mentos ricos en hidratos de carbono de uso co- o inhibidores de la α-glucosidasa.
mún: pan, patata, frutas, arroz, legumbre, pastas ita- De forma recurrente resurge la popularidad del
lianas, etc. tratamiento de la obesidad con dietas que reducen
Múltiples alimentos contienen hidratos de car- el aporte de hidratos de carbono, o low-carb diets.
bono. A igualdad de cantidad de hidratos de carbo- A corto plazo se consigue una reducción del peso,
no aportada, distintos alimentos producen diferente con los consiguientes beneficios metabólicos, pero
respuesta glucémica. Se conoce como índice glucé- el mantenimiento a largo plazo no es más consis-
mico de un alimento al área bajo la curva del au- tente que con dietas sin reducción de hidratos de
mento de glucemia durante un periodo de tiempo carbono. Hay que tener en cuenta también el posi-
(normalmente 2 h) tras la ingesta de ese alimento ble efecto a largo plazo del consumo de alimentos
comparada con la respuesta a una cantidad equi- ricos en ácidos grasos saturados sobre el riesgo de
valente de hidratos de carbono en un alimento es- enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cán-
tándar (p. ej., pan blanco) o glucosa. Cuanto ma- cer y osteoporosis con las dietas bajas en hidratos
yor sea el índice glucémico, mayor y más rápido de carbono. En una reciente comparación de am-
será el aumento de glucemia tras la ingestión de bos tipos de dieta durante 3 meses, no se obser-
ese alimento. Existen tablas que recogen los da- varon diferencias de pérdida de peso ni de efectos
tos del índice glucémico de una amplia variedad secundarios, como deterioro del perfil lipídico, pe-
de alimentos. Algunos de los resultados pueden ro destacaba el alto número de abandonos de tra-
considerarse inesperados, por ejemplo, las pocas tamiento con los dos tipos de dietas comparadas.
diferencias entre el pan integral y pan blanco, o Esto dificulta mucho extraer conclusiones a partir
el elevado índice de la patata al horno. Si bien es de los resultados obtenidos.
cierto que existen trabajos que muestran mejor
control glucémico con dietas basadas en alimen-
tos de bajo índice glucémico, la consideración del 6.1.2. Proteínas
índice glucémico no se ha incorporado a la ruti-
na de la planificación del tratamiento nutricional El aporte proteico de la dieta debe restringirse a
de la DM. No obstante, alimentos habitualmen- entre un 10 y un 20% de las calorías totales, con un
te recomendados a los pacientes diabéticos, co- mínimo de 0,8 g/kg/día. Los requerimientos son ma-
mo cereales integrales, verduras, legumbres, etc., yores en niños, y en mujeres embarazadas o lactantes.
se caracterizan de por sí por tener un bajo índi- En el mundo occidental el consumo suele ser supe-
ce glucémico. rior a esta cifra. Si el control glucémico no es bueno,
Los pacientes con DM tipo 2 tienden a tener las necesidades proteicas pueden ser algo superiores
hiperglucemia posprandial prolongada. Por eso se a esta recomendación, pero no se considera que de-
ha propuesto espaciar las tomas de alimentos, por ban exceder la ingesta habitual de proteínas.
ejemplo con intervalos de 4 horas, para permitir el El consumo excesivo de proteínas contribuye a
descenso de la glucemia antes de la siguiente to- la hiperfiltración glomerular, lo que es claramente
ma de alimentos. Sin embargo, existe poca eviden- inconveniente en pacientes con DM. Por tanto, de-
cia real sobre la ventaja del espaciado de las co- be evitarse el exceso de proteínas en la dieta casi
midas respecto al control glucémico. Por ejemplo, con mayor énfasis que su déficit. Por otra parte, es
en un estudio a largo plazo que comparó regíme- conocido que los aminoácidos, al igual que los áci-
nes de 3 y 9 comidas en personas con DM tipo 2, dos grasos, estimulan la segunda fase de la secre-
no se encontraron diferencias en las respuestas de ción de insulina, por lo que es útil incluir proteínas
glucemia, insulina o HbA1c. Por otra parte, la to- y grasas en cada toma de alimentos.
ma frecuente de alimentos no es muy recomenda-
ble en pacientes obesos que tienden a comer ex-
cesivamente en cada toma de alimento. El número 6.1.3. Grasa
de comidas debe establecerse en cada paciente de
acuerdo con su estilo de vida, las concentraciones La grasa no modifica la glucemia, pero aumenta
de glucemia pre y posprandial y la medicación, par- el contenido calórico de la dieta, disminuye el efec-

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M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

to termogénico de los alimentos, y favorece la obe- 6.1.5. Fibra


sidad, la hiperlipidemia y el desarrollo de enferme-
dad cardiovascular. Como la población general, los La fibra alimentaria debe estar presente en la
pacientes con DM deben consumir una dieta con dieta de la DM, aunque no existen diferencias en
menos del 10% de las calorías totales como grasa cuanto a la cantidad o tipo de fibra en comparación
saturada y poliinsaturada, respectivamente. El co- con la población general.
lesterol de la dieta debe ser inferior a 300 mg/día, La fibra insoluble, como la que está presente en
o incluso a 200 mg/día si resulta difícil conseguir ci- los cereales o el arroz integrales, modifica poco la
fras de LDL-colesterol menores de 100 mg/dl. glucemia posprandial, y tiene mayor influencia so-
Se ha propuesto en pacientes con DM tipo 2 la bre la masa fecal y el tiempo de tránsito intestinal.
sustitución de hidratos de carbono por grasa mo- La fibra soluble, que se halla preferentemente en la
noinsaturada, porque así se disminuyen las con- fruta, verduras y legumbres, sí puede disminuir la glu-
centraciones de glucosa y triglicéridos en mayor cemia posprandial, la glucemia diaria media y la fre-
cuantía que con dietas más ricas en hidratos de cuencia de hipoglucemias. Por eso, su consumo habi-
carbono. tual puede reducir los requerimientos de insulina.
Sin embargo, esta sustitución no es fácil de ha- La fibra alimentaria puede mejorar también el
cer en la práctica, por falta de costumbre y por una perfil lipídico por disminución compensadora del
cierta limitación de la variedad de la dieta. Los ali- consumo de alimentos ricos en grasa y cambios en
mentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, el metabolismo lipídico, que conducen a concen-
como aceite de oliva, aceitunas, aguacate o frutos traciones menores de LDL-colesterol.
secos, son ricos en calorías y, si no se hace la dieta
correctamente hay riesgo de incrementar su con-
tenido calórico total. En pacientes con DM tipo 1 6.1.6. Edulcorantes
no se recomienda esta sustitución de hidratos de
carbono por grasa monoinsaturada, por no exis- El uso de edulcorantes artificiales es aceptable,
tir tantos datos sobre sus consecuencias metabóli- sin riesgos para la salud a las dosis comunes en ali-
cas. En ellos la proporción de macronutrientes de- mentación humana. Las bebidas con edulcorantes
be seguir la formulación clásica de la ADA. artificiales pueden sustituir a las bebidas refrescan-
tes habituales, que producen mayores elevaciones
de glucemia.
6.1.4. Micronutrientes

Hasta ahora no se ha podido demostrar que 6.1.7. Alcohol


los pacientes con DM tengan necesidades espe-
ciales de micronutrientes. Tampoco se ha proba- Las bebidas alcohólicas pueden ser una fuente de
do que estos pacientes se beneficien del consumo calorías a tener en cuenta. Además de dificultar la
adicional de vitaminas y minerales. Más que reco- pérdida de peso, pueden aumentar la hipertrigliceri-
mendar el consumo de suplementos de vitaminas demia en pacientes predispuestos a esta alteración.
y minerales, se debe aconsejar el consumo de fru- El consumo de alcohol aumenta el riesgo de hipo-
ta y verduras. Estos alimentos no sólo son ricos glucemia si no se consume con alimentos. Por estas
en antioxidantes, sino en otras numerosas molé- razones, se suele aconsejar a los pacientes con DM
culas que deben contribuir a la disminución de las que eviten la bebida de alcohol o la limiten a unos 15
complicaciones cardiovasculares que se han obser- g/día en mujeres y a 30 g/día en hombres.
vado en poblaciones que ingieren mayores canti- En pacientes diabéticos bien controlados la in-
dades de estos alimentos. No obstante, algunos au- gesta de alcohol en cantidad moderada no es-
tores recomiendan el consumo de suplementos de tá contraindicada. Si se ingiere alcohol se debe
ácido fólico (1 mg), vitamina B12 (400 μg) y pirido- consumir con los alimentos y se debe contabili-
xina (10 mg) para contribuir a reducir las concen- zar el aporte calórico (7 kcal/g), intercambiándo-
traciones de homocisteína y así disminuir el riesgo lo por 1 g de grasa o dos raciones de intercam-
cardiovascular. bio de grasa.

643
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

6.2. Educación nutricional res, los planes de comida y la distribución de los ali-
mentos a lo largo del día deben ser individualizados.
La educación nutricional de los pacientes que Los requerimientos nutricionales para niños y
acaban de ser diagnosticados de DM debe incluir adolescentes diabéticos son similares a los de los
los siguientes puntos: individuos sanos de la misma edad y sexo.
• Relación entre los alimentos y comidas y la con-
centración de glucosa, medicación y ejercicio físico.
• Plan general de comidas. 6.3.2. Embarazo
• Constancia de horario de las comidas.
• Identificación, prevención y tratamiento de la El control metabólico estricto de la mujer diabé-
hipoglucemia. tica es importante desde el mismo momento en que
• Plan de comidas cuando ocurren otras enfer- planea su embarazo, antes incluso de la concepción.
medades. Esto es así porque se ha demostrado que el control
• Ajuste de la dieta según resultados de autocon- estricto, sobre todo antes y durante el primer tri-
trol de la glucemia. mestre del embarazo, es fundamental para disminuir
Una vez que los enfermos hayan aprendido es- las complicaciones fetales, especialmente las deriva-
tos conocimientos se deben desarrollar los si- das de la presencia de macrosomia.
guientes conceptos: Los requerimientos nutricionales para el embarazo
• Fuentes alimentarias de nutrientes y su efecto en pacientes con DM son similares a los de la gestan-
sobre las concentraciones de glucosa y de lípidos. te no diabética. Es importante conseguir y mantener
• Modificación de la ingesta de grasa. un control glucémico estricto mediante el tratamien-
• Consumo de alimentos con azúcar y edulco- to con insulina, la realización de ejercicio físico mode-
rantes. rado y la ganancia progresiva de peso, principalmente
• Suplementos de vitaminas y minerales. durante el segundo y tercer trimestre, aproximada-
• Bebidas alcohólicas. mente 8-11 kg en el total del embarazo.
• Adecuación de horarios.
• Ajuste de comidas al ejercicio.
• Autocontrol glucémico. 6.3.3. Ancianos
• Listas para comprar alimentos, comprensión
de la información nutricional que se dan el etique- Con la edad es más frecuente la alteración de
tado de ciertos alimentos. la tolerancia a la glucosa, debido a un incremen-
• Celebraciones y fiestas. to en la obesidad central y a una disminución en
• Comidas fuera de casa. la actividad física. Las recomendaciones nutriciona-
• Viajes, cambios de horarios. les señaladas previamente para el paciente diabéti-
Entre los consejos que se pueden dar en re- co son igualmente válidas para la población ancia-
lación con la dieta, se pueden mencionar la limita- na con DM.
ción de las porciones de alimentos y la selección A la hora de elaborar una dieta para estos indivi-
de recetas que no requieran añadir aceite u otras duos hay que tener en cuenta las limitaciones fun-
grasas. También conviene prestar atención al eti- cionales (masticar, comprar, preparar comidas...) y
quetado nutricional de los alimentos y no aceptar la disminución del ejercicio físico. Además, hay que
sin más la definición de alimentos “libres de azúcar considerar que en estos enfermos la capacidad pa-
o grasa” o “especiales para diabéticos”. ra comprender y asimilar la educación diabetoló-
gica es menor.

6.3. Grupos específicos


6.3.4. Enfermedades agudas
6.3.1. Niños
En estas situaciones, especialmente procesos fe-
Dado que los niños presentan unos hábitos de vi- briles, el paciente presenta más riesgo de descom-
da con horarios de comida y ejercicio muy irregula- pensación metabólica. El enfermo puede estar ina-

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M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

petente y rechazar los alimentos. En estos casos El objetivo será reducir la ingesta de sodio a
habrá que sustituir las comidas por otras fuentes 2.400 mg (100 mmol), o 6.000 mg de sal al día. Si el
de hidratos de carbono repartidas con mayor fre- enfermo, además, presenta obesidad, la pérdida de
cuencia a lo largo del día, por ejemplo ingerir leche, peso también será beneficiosa.
yogur o zumos cada 2-3 horas.
Si existen vómitos poco copiosos y frecuentes,
se puede intentar una alimentación a base de tritu- 6.3.8. Hiperlipemia
rados, con tomas de pequeño volumen a intervalos
cortos de tiempo. Si los vómitos no ceden, habrá Las pautas nutricionales anteriormente señala-
que acudir a un hospital para su valoración y tra- das en el apartado dedicado a la grasa son las mis-
tamiento, valorando la iniciación de nutrición arti- mas que las que se recomiendan en el tratamiento
ficial si persisten. de las hiperlipemias, independientemente de que el
En pacientes con hipoglucemia, se deben adminis- paciente sea o no diabético.
trar 10 o 20 g de hidratos de carbono de absorción En pacientes con niveles elevados de LDL-coles-
rápida, una vez objetivada la glucemia capilar, y repe- terol el aporte de grasa saturada y los ácidos gra-
tir el control de glucemia 30-60 minutos después. sos trans se deben limitar a menos del 10% de las
calorías, e incluso a menos del 7%. Para individuos
con aumento de los niveles de triglicéridos o con
6.3.5. Gastroparesia niveles bajos de HDL-colesterol, además de res-
tringir el aporte de grasas saturadas, se recomien-
Se recomiendan comidas de cantidades peque- da incrementar la ingesta de ácidos grasos mono-
ñas y frecuentes, ya que son mejor toleradas que insaturados y ácidos grasos n-3. En todos los casos,
tres comidas al día. Además, se debe disminuir el si existe obesidad asociada, la pérdida de peso y el
aporte de fibra y grasa de la dieta. Una dieta pobre aumento del ejercicio físico son fundamentales.
en grasa y residuos se tolera mejor, porque estas Si con estas medidas la respuesta de los lípidos
sustancias enlentecen el vaciamiento gástrico. plasmáticos no es adecuada, se deben añadir fár-
macos hipolipemiantes.

6.3.6. Obesidad
6.3.9. Enfermedad renal
La pérdida de peso mejora el control glucémi-
co, la resistencia insulínica y la sensibilidad de la Conforme disminuye el filtrado glomerular hay
célula β al estímulo de la glucosa para la secreción que disminuir la ingesta de proteínas, fósforo, mag-
de insulina. El control glucémico mejora en las 24 nesio, potasio y sodio. El aporte de proteínas no
horas siguientes a una restricción calórica, antes de debe ser inferior a 0,5-0,6 g/kg/día para evitar ba-
conseguir una pérdida ponderal. lances nitrogenados negativos. En el síndrome ne-
El tratamiento intensivo con insulina en la DM frótico se deben considerar las proteínas perdidas
tipo 1 puede inducir un aumento de peso, por lo por la orina.
que puede ser necesaria una reducción del aporte En pacientes con insuficiencia renal se debe reco-
calórico si esto sucede. Igualmente ocurre con el mendar evitar alimentos ricos en fósforo, como la
tratamiento con insulina, sulfonilureas o tioglitazo- carne y los lácteos. Sin embargo, el fósforo se encuen-
nas en pacientes con DM tipo 2. tra difundido prácticamente en todos los alimentos,
por lo que su eliminación en la dieta con alimentos na-
turales es difícil. En estos casos se deben asociar que-
6.3.7. Hipertensión arterial lantes de fósforo que actúen en la luz intestinal.
En pacientes diabéticos con nefropatía se reco-
En estos pacientes hay que restringir el uso de mienda, además, restringir la ingesta de potasio. La
sal y aconsejar disminuir la ingesta de platos pre- reducción del potasio en la dieta obliga a modificar
cocinados, embutidos, frutos secos y alimentos en- el tipo de fruta y verdura que el paciente puede to-
latados, todos ellos ricos en sal. mar, así como la forma de cocinarla.

645
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

Como se señaló en el apartado de la sal, su res- nosticados, pero la mayoría presentan diabetes
tricción en la dieta de estos pacientes ayuda a con- inducida por el estrés.
trolar la hipertensión arterial.

8.1. Energía
7. Indicaciones de nutrición Como ocurre en los individuos no diabéticos,
artificial en pacientes con los requerimientos de energía en el paciente diabé-
diabetes mellitus tico son iguales al gasto energético basal, añadien-
do el efecto térmico de los alimentos y el gasto
Las indicaciones y contraindicaciones para ini- por actividad física. Los enfermos que precisan NP
ciar soporte nutricional en pacientes diabéticos suelen estar encamados, con escaso gasto por acti-
son las mismas que para el individuo no diabético. vidad física. Sin embargo, en ellos hay que conside-
Además, a la lista de indicaciones hay que añadir la rar el gasto metabólico debido al estrés inducido
gastroparesia diabética. Si ésta es grave se puede por la enfermedad y por la presencia de fiebre.
tratar con NE a través de una sonda nasoyeyunal, La obesidad está presente en más del 80% de los
asociada a tratamiento con procinéticos. pacientes diabéticos. No existe un consenso esta-
blecido sobre los requerimientos de energía de in-
dividuos obesos. Algunos autores recomiendan que
en este tipo de enfermos se utilice el peso ajustado
8. Nutrición parenteral más que el peso real o el ideal para calcular los re-
querimientos calóricos. El peso ajustado se obtiene
Las recomendaciones establecidas para pres- sumando al peso ideal el 25% de la diferencia entre
cribir NP en estos enfermos son comparables a el peso real y el ideal, según la fórmula:
las de los individuos no diabéticos. De igual forma,
los controles que se deben realizar y las complica- Peso ajustado = peso ideal + [(peso
ciones que pueden desarrollar son semejantes. Sin real - peso ideal)/4]
embargo, a la hora de prescribir la solución de NP
en pacientes diabéticos se deben tener en cuenta
una serie de aspectos, tanto en el aporte de macro 8.2. Composición
y micronutrientes como en las pautas de control de macronutrientes
glucémico mediante la administración de insulina.
El aporte de nutrientes por vía intravenosa elu- 8.2.1. Proteínas
de los mecanismos de digestión y absorción intes-
tinal. Cuando se administran nutrientes al tracto A la hora de prescribir NP en pacientes diabéti-
digestivo, determinadas células de la mucosa intes- cos las recomendaciones sobre la cantidad y tipo de
tinal liberan hormonas locales, que por vía portal aminoácidos son las mismas que para los pacientes
estimulan la secreción pancreática de insulina. Es- sin diabetes. Se recomienda dar 1 g/kg/día de ami-
ta respuesta insulínica se produce bien directamen- noácidos en pacientes con estrés leve, 1,5 g/kg/día
te o bien potenciando el efecto del aumento de en pacientes con estrés moderado y hasta 2,5 g/kg/
glucosa y aminoácidos en el plasma. Se estima que día con estrés metabólico elevado, si la función renal
más del 40% de la insulina periférica en respuesta y hepática es normal. En presencia de nefropatía se
a la ingestión de glucosa se debe al efecto de es- recomienda restringir los aportes de aminoácidos,
tas hormonas gastrointestinales. Con el aporte de con la idea de disminuir el aumento de urea.
nutrientes por vía parenteral no se produce este
efecto sobre la respuesta insulínica, pudiendo apa-
recer elevaciones de la glucemia. 8.2.2. Hidratos de carbono
Aproximadamente, el 30% de los enfermos so-
metidos a NP presentan hiperglucemia. Una pro- El principal hidrato de carbono utilizado en NP
porción de estos son diabéticos previamente diag- es la glucosa. El objetivo de administrar glucosa a

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M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

los individuos es aportar calorías y evitar la gluco- dependiente de la insulina, un efecto ahorrador de
neogénesis, preservando la masa libre de grasa. El proteínas importante y una menor producción de
aporte de glucosa estimula la secreción de insulina. ácidos grasos y cuerpos cetónicos. En pacientes
Esta hormona tiene un efecto anabólico, estimula la diabéticos el grado de control metabólico y los re-
oxidación de glucosa, es lipogénica e inhibe la de- querimientos de insulina son similares con solucio-
gradación de proteínas. nes de glucosa, fructosa y xilitol en una relación 2:
Para determinar el rango óptimo de glucosa en 1:1 que con glucosa sola. En enfermos diabéticos
NP se ha estudiado su cinética en pacientes no dia- con sepsis los requerimientos de insulina son ma-
béticos sometidos a cirugía. Las velocidades de infu- yores con este tipo de solución.
sión de glucosa estudiadas han sido 4, 7 y 9 mg/kg/ La utilización de soluciones de hidratos de car-
min. Después de 90 minutos de infusión la glucemia bono diferentes de la glucosa en NP puede tener
se estabilizaba en 150, 147 y 179 mg/dl, respectiva- efectos indeseables, por ejemplo aumento en los
mente. Durante la infusión a 4 mg/kg/min la produc- niveles de ácido úrico, depósitos de oxalato en el
ción hepática de glucosa se suprimía y su porcentaje riñón, acidosis láctica y elevación de la bilirrubina.
de oxidación a nivel periférico era máximo. La per- Además, en pacientes con intolerancia hereditaria
fusión de 7 mg/kg/min no añadía ningún beneficio, ya a la fructosa su administración puede desencade-
que no se aumentaba la glucosa oxidada. nar graves complicaciones metabólicas, que pue-
En estudios con clamp de insulina realizados en den incluso conducir a la muerte. Por este motivo,
pacientes diabéticos no insulinodependientes se ha las soluciones intravenosas que contienen fructosa
demostrado que a la misma concentración de insu- o sorbitol han sido retiradas del mercado en mu-
lina que en individuos no diabéticos (30 vs. 34 μU/ chos países, entre ellos España.
ml) la producción hepática de glucosa es mayor (1,3
vs. 0,1 mg/kg/min) y su utilización periférica menor
(1,9 vs. 2,7 mg/kg/min). Estos resultados indican que 8.2.3. Lípidos
en estos enfermos existe una resistencia hepática y
periférica a la acción de la insulina, como se comen- Hoy en día las soluciones de NP, además de
tó anteriormente. Estos estudios han establecido contener aminoácidos, glucosa y micronutrientes,
que la infusión de glucosa debe acercarse a 4 mg/ contienen lípidos. La adición de lípidos en la solu-
kg/min. La elevada producción de glucosa a nivel he- ción presenta una serie de ventajas nutricionales,
pático y la disminución de su utilización a nivel pe- como son:
riférico, características de los pacientes diabéticos, • Representan una fuente calórica importante.
requieren que en estos enfermos no se sobrepase • Aportan ácidos grasos esenciales.
esta cantidad. Además, si la infusión de glucosa ex- • Incorporan vitaminas liposolubles.
cede los 6 mg/kg/min, no toda la glucosa es oxida- • Son soluciones isotónicas con pH fisiológico,
da en los tejidos periféricos. Ello origina lipogéne- por lo que pueden administrarse por vía periférica.
sis y síntesis de triglicéridos, aumentando el riesgo • Previenen las complicaciones asociadas a la uti-
de esteatosis hepática. Además se aumentan la ter- lización de glucosa en exceso.
mogénesis inducida por la dieta y la producción de La máxima hidrólisis de las emulsiones intrave-
CO2. Este efecto es importante en individuos so- nosas de triglicéridos por la lipoproteína lipasa es
metidos a ventilación mecánica y en aquellos que de 0,12 g/kg/día. Este valor es similar tanto en pa-
presentan una función pulmonar precaria. cientes con DM como en individuos no diabéticos.
Una alternativa para administrar altas cantida- De acuerdo con esta cifra se ha establecido la re-
des de energía, que evite el desarrollo de compli- comendación de no administrar más de 1,5-2 g/kg/
caciones asociadas al exceso de administración de día de lípidos en NP.
glucosa, es añadir otros hidratos de carbono dis- Desde el punto de vista de la fuente de grasa uti-
tintos de la glucosa, como fructosa, xilitol, sorbitol lizada, las emulsiones lipídicas para NP derivan de
y glicerol. Estos hidratos de carbono tienen la mis- aceite de semilla de soja, soja y cártamo, aceite de
ma densidad calórica, cociente respiratorio y os- coco, aceite de oliva y aceite de pescado. Actual-
molaridad que la glucosa. Presentan la ventaja de mente en España se dispone de todas ellas, a ex-
tener un metabolismo más rápido, inicialmente in- cepción de las derivadas del aceite de pescado.

647
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

Las soluciones con aceite de semilla de soja o demostrado que la adsorción de insulina a la bol-
soja-cártamo son las más antiguas. Presentan una sa de NP es menor si se emplean bolsas de aceta-
serie de desventajas, en especial para los pacien- to de etilenvinilo (bolsas EVA). Menos del 5% de la
tes diabéticos, ya que disminuyen la respuesta in- dosis de insulina administrada en al solución se une
mune, presentan un aclaramiento lento, pueden a las paredes de este tipo de bolsas.
ser reesterificadas y almacenadas en diferentes te- Se pueden considerar diversas ventajas de la
jidos, presentan mayor índices de peroxidación y administración de insulina rápida en la solución
son más inestables cuando se mezclan con el res- de NP:
to de los componentes de la NP. Frente a ellas, las 1. Esta modalidad es más fisiológica, ya que la
emulsiones de aceite de coco ricas en triglicéridos administración de la hormona es continua.
de cadena media, las enriquecidas con aceite de oli- 2. Su duración de acción es breve y si, por cual-
va o los lípidos estructurados presentan las venta- quier causa, se detiene la infusión de la solución,
jas de ser menos proinflamatorias, menos lipope- concomitantemente se interrumpe también la ad-
roxidables y más estables. Se puede considerar que ministración de insulina.
para el paciente diabético probablemente la mejor 3. Evita al enfermo la molestia de punciones
emulsión lipídica disponible es aquella enriqueci- subcutáneas repetidas.
da con aceite de oliva, ya que a las ventajas señala- 4. Se disminuye la manipulación de catéteres in-
das anteriormente hay que añadir sus efectos be- travenosos si se utiliza en infusión en un suero co-
neficiosos sobre el perfil lipídico y el menor riesgo nectado en “Y”, así como se reduce el riesgo de in-
cardiovascular. fección si se incluye la insulina en la solución de
NP durante su elaboración en la campana de flu-
jo laminar.
8.3. Composición 5. Con esta medida se disminuye el tiempo que
de micronutrientes el personal de enfermería dedica al cuidado del
enfermo.
Las necesidades de electrólitos, minerales y vi- El cálculo de las necesidades de insulina el pri-
taminas de los pacientes diabéticos son similares a mer día de la infusión de NP puede establecerse de
la de la población no diabética. Por ello, los aportes diferentes maneras. En pacientes que previamente
de estos micronutrientes en la solución de NP de- se controlan con insulina rápida, se añadirá en los
ben seguir las mismas recomendaciones. sueros la cantidad de la hormona necesitada el día
anterior, en proporción a la cantidad de glucosa in-
fundida. Así, si recibía 1 litro de solución glucosada
8.4. Administración de insulina al 5% con 12 unidades de insulina, se añadirá una
cantidad equivalente de la hormona por cada 50 g
La mayoría de los pacientes diabéticos necesitan de glucosa prescrita. En pacientes en los cuales se
suplementos de insulina cuando se infunde gluco- desconozcan las necesidades previas de insulina, se
sa por vía intravenosa. Tradicionalmente ha existi- puede calcular 0,1 U de insulina rápida por cada
do discrepancia en el tipo de insulina a utilizar en gramo de glucosa prescrita en la solución. Así, en
pacientes sometidos a NP, rápida o NPH, y en có- una solución de 200 g de glucosa se añadirán 20 U
mo administrar la hormona: por vía subcutánea, en de insulina. En pacientes con tratamiento previo
la solución o en infusión continua intravenosa dilui- con insulina NPH o mezclas con rápida o análogos
da en un suero conectado en “Y”. de insulina, la dosis total que se administraba puede
Desde hace más de 30 años se sabe que la insu- dar también una idea de la dosis de comienzo con
lina se adhiere a la superficie del cristal y del cloru- NP, teniendo en cuenta el aporte de glucosa, el re-
ro de polivinilo del recipiente donde se administra. poso y el grado de estrés metabólico.
Esta adsorción disminuye la biodisponibilidad de la En cualquier caso, la dosis de insulina inicial se
hormona. Por esta razón, diferentes autores han ajustará en los días sucesivos según el control me-
defendido la utilización de una infusión separada tabólico, que se establece por la medida de glu-
de insulina para controlar la glucemia de los enfer- cemia, ya sea capilar o venosa. La glucemia capi-
mos diabéticos sometidos a NP. Sin embargo, se ha lar obtenida por reflectómetro es una medida más

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rápida, más barata y evita la venopunción con las 8.5.1. Infección por catéter
molestias que ésta supone para el enfermo. Es
esencial calibrar el reflectómetro frecuentemen- En pacientes diabéticos se han descrito altera-
te para asegurarse de la exactitud de los resulta- ciones de la respuesta inmunológica tanto humo-
dos obtenidos. ral como celular frente a la infección. Existe dis-
Como se señala en la Tabla 3, en los primeros minución de los niveles plasmáticos de IgG e IgA,
días de la infusión de NP en pacientes con hiper- alteraciones en los factores C1q, C2, C3 y C4 del
glucemia previa se debe registrar la glucemia capi- complemento, disminución de los linfocitos T con
lar cada 4-6 h. Si el valor obtenido es superior a alteración de su respuesta a mitógenos y a deter-
150 mg/dl se debe administrar insulina rápida sub- minados antígenos, y disminución de la adherencia,
cutánea de acuerdo con un algoritmo. Se añadirá a movilidad, fagocitosis y capacidad de destrucción
la solución de NP al día siguiente la mitad o 2/3 de del granulocito. Todas estos mecanismos anómalos
la insulina subcutánea administrada el día anterior. hacen que el paciente con hiperglucemia pueda ser
Si con este algoritmo los niveles de glucemia per- más frecuentemente colonizado por estafilococos
manecen persistentemente elevados, se aumenta- en la piel, hongos en las mucosas y bacterias en la
rá la dosis de insulina subcutánea del algoritmo en orina. Este mayor riesgo de colonización se asocia
días sucesivos. En pacientes muy edematosos o mal a mayor riesgo de infección por catéter. Además, el
perfundidos puede ser más útil administrar la insu- riesgo de infección por Candida es también mayor
lina adicional por vía intravenosa más que subcu- en pacientes con hiperglucemia mantenida.
tánea. Una vez que la concentración de glucosa en
sangre se mantiene estable entre 100 y 150 mg/dl,
las medidas de glucemia capilar pueden espaciarse 8.5.2. Trombosis venosa
más. En general los pacientes insulinodependientes
necesitan dosis de insulina más elevadas para alcan- Se ha descrito que la actividad de la antitrombi-
zar este control que los pacientes tratados previa- na III está disminuida en pacientes con DM. El gra-
mente con dieta o antidiabéticos orales o que los do de disminución está relacionado con el control
individuos que presentan diabetes inducida por el metabólico. A mayor nivel de hemoglobina glicosi-
estrés. lada, menor es la actividad de la antitrombina. Co-
En aquellas situaciones en las cuales los niveles mo esta sustancia es el inhibidor principal de la
de glucemia oscilan entre 60 y 100 mg/dl se debe coagulación, el riesgo de trombosis de la vena don-
disminuir la dosis de insulina de la solución al día de está insertado el catéter para NP podría estar
siguiente. Si los niveles son inferiores a 60 mg/dl se aumentado en pacientes diabéticos. Sin embargo,
debe detener la infusión de la solución para evitar hasta la fecha no existen datos en la literatura que
el riesgo de neuroglucopenia por hipoglucemia. La indiquen un mayor riesgo de trombosis venosa en
nueva solución de NP deberá contener entre un presencia de un catéter en este tipo de pacientes.
30 y un 50% menos de insulina.

8.5.3. Trastornos hidroelectrolíticos


8.5. Complicaciones
En los individuos sometidos a NP se deben eva-
Las complicaciones asociadas a la NP son simi- luar frecuentemente y corregir las alteraciones hi-
lares en pacientes con o sin DM. Sin embargo, la droelectrolíticas. En enfermos diabéticos mal con-
frecuencia de alguna de ellas es mayor en enfer- trolados el riesgo de estas alteraciones es mayor,
mos previamente diabéticos o con diabetes indu- ya que la glucosuria induce diuresis osmótica con
cida por el estrés. La causa de este mayor inci- pérdidas urinarias abundantes de agua, sodio, pota-
dencia de complicaciones se debe a la presencia sio, magnesio y zinc.
de hiperglucemia, de tal forma que, si el control Como en los individuos no diabéticos, el défi-
metabólico es óptimo, el riesgo de complicacio- cit de micronutrientes puede verse acentuado en
nes secundarias a NP se asemeja al del enfermo presencia de desnutrición. Además, al inicio de la
sin diabetes. realimentación, por existir un déficit de sustrato

649
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

previo, o, posteriormente, por mal control secun- de insulina NPH administrada por vía subcutánea
dario a déficit de insulina o por resistencia a la ac- antes del desayuno.
ción de la misma, los depósitos de glucógeno mus- El grado de monitorización del paciente diabéti-
cular pueden estar disminuidos. Cuando mejora el co sometido a NP domiciliaria es similar al del en-
estrés metabólico, disminuye la resistencia periféri- fermo sin diabetes. Debe ser individualizado, de-
ca a la hormona, aumentando la entrada de gluco- pendiendo del paciente y de su situación clínica.
sa en la célula. Ésta arrastra fósforo, potasio y mag- Finalmente, hay que recordar que el mayor riesgo
nesio al interior para la síntesis de glucógeno. Esta de infección de los pacientes con DM hace necesa-
rápida acumulación intracelular de electrólitos pue- rio que el cuidado del catéter sea muy meticuloso.
de originar una caída brusca de sus concentracio-
nes en sangre.
Por otra parte, la insulina aumenta la reabsor- 8.7. Transición de nutrición
ción renal de sodio, independientemente de los parenteral a dieta oral
cambios en el filtrado glomerular, en el flujo san- o nutrición enteral
guíneo renal o en las concentraciones de glucosa
y aldosterona plasmáticas. Como consecuencia, las Cuando el enfermo diabético mejora clínica-
pérdidas renales del electrólito disminuyen en pre- mente, el estrés metabólico es menor. En este mo-
sencia de insulina. En pacientes diabéticos desnu- mento el control glucémico debe ser más estricto
tridos este efecto antinatriurético de la hormona, para evitar el desarrollo de hipoglucemia. En algu-
unido a la redistribución corporal del sodio duran- nas ocasiones es necesario disminuir la dosis de in-
te la fase de realimentación, puede originar un ede- sulina de la solución.
ma muy marcado. En la etapa de transición de NP a dieta oral o en-
Desde el punto de vista práctico, se deben con- teral, la posibilidad de una ingesta errática duran-
trolar estrechamente el balance hídrico y los nive- te los primeros días y el retraso en la absorción de
les de potasio, magnesio y fósforo en pacientes dia- nutrientes en presencia de gastroparesia obligan a
béticos al menos en los primeros días de iniciar NP. un control glucémico más frecuente. A medida que
Se deben evitar y corregir la hipopotasemia, hipo- el enfermo va tolerando alimentos por vía digesti-
magnesemia e hipofosfatemia. En ocasiones los en- va, se debe ir disminuyendo el aporte calórico de
fermos diabéticos necesitan dosis mayores que las la solución de NP. Al reducir la cantidad de gluco-
recomendadas de estos electrólitos para mantener sa aportada en la solución, se debe también dismi-
sus valores en sangre dentro de la normalidad. nuir la cantidad de insulina, manteniendo la rela-
ción glucosa/insulina similar.
Cuando el aporte calórico por vía digestiva alcan-
8.6. Nutrición za aproximadamente 1.000 kcal/día, se puede retirar
parenteral domiciliaria la administración de NP e iniciar tratamiento con in-
sulina subcutánea de duración de acción mayor, co-
Las indicaciones de NP domiciliaria en enfermos mo es la insulina NPH, o antidiabéticos orales, en
con DM son las mismas que en los individuos no función del tipo de DM y del control del paciente.
diabéticos. En estos pacientes es necesario conse-
guir un control de glucosa plasmática aceptable en
el hospital antes del alta.
Una vez calculada la relación glucosa/insulina, 9. Nutrición enteral
el ciclo de infusión se va acortando a lo largo de
los días, manteniendo esa misma relación. Una vez Como ocurre con la NP, las indicaciones de NE
acortado el tiempo de infusión en 10-12 h y com- en la DM son similares a las de pacientes sin este
probado que la glucemia capilar se mantiene en un trastorno metabólico. Los requerimientos de ener-
valor inferior a 150 mg/dl, el paciente puede ser gía de los pacientes con una enfermedad aguda
enviado a su domicilio. Si durante el día el enfer- suelen ser 1,3-1,5 veces el gasto energético basal.
mo es capaz de ingerir algún alimento, su glucemia Para el paciente diabético que necesita NE de ma-
diurna puede ser controlada con una dosis única nera prolongada en procesos no agudos la cantidad

650
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

Tabla 5a. FÓRMULAS ENTERALES NORMOPROTEICAS PARA DIABETES MELLITUS

Novasource® Diason® Sondalis®


Diaben® Diason®
Diabet Low Energy Diabetes

Densidad
calórica 1 0,9 1 0,75 1
kcal/ml

Proteínas (%)* 16 18 17 17 15

Hidratos de
51 37 45 45 45
carbono (%)*

33 45 38 38 40
(SAT 21,9%; (SAT 11%; (SAT 10,7%; (SAT 10,9%; (SAT 13%;
Grasa (%)*
AGMI 56,8%; AGMI 71%; AGMI 67%; AGMI 66,6%; AGMI 73%;
AGPI 21,3%) AGPI 18%) AGPI 22,3%) AGPI 22,6) AGPI 13,5%)

Fibra
15 22,2 15 20 15
(g/1.000 kcal)

AGMI: ácidos grasos monoinsaturados; AGPI: ácidos grasos poliinsaturados; SAT: ácidos grasos saturados.
*Tanto por ciento sobre la energía de la fórmula.

Tabla 5b. FÓRMULAS ENTERALES HIPERPROTEICAS PARA DIABETES MELLITUS

Sondalis®
Dietgrif® Clinutren®
Diasip® Glucerna® Estándar
Diabético Diabetes
Diabetes
Densidad
1 0,98 1 1 1
calórica kcal/ml
Proteína (%)* 16 17 16 15 15
Hidratos de
35 33,2 46 45 45
carbono (%)*
49 49,8 38 40 40
(SAT 10,2%; (SAT 7%; (SAT 10%; SAT 11%; (SAT 13,5%;
Grasa (%)*
AGMI 59,4%; AGMI 35,7%; AGMI 71%; AGMI 73%; AGMI 73%;
AGPI 30,4%) AGPI 4,3%) AGPI 19%) AGPI 16% AGPI 13,5%)
Fibra
15 15 15 15 15
(g/1.000 kcal)

AGMI: ácidos grasos monoinsaturados; AGPI: ácidos grasos poliinsaturados; SAT: ácidos grasos saturados.
*Tanto por ciento sobre la energía de la fórmula.

de energía a aportar dependerá de la edad, sexo, modificaciones de la cantidad de fórmula pautada.


peso corporal y actividad física. El aporte energéti- El modo de aportar la energía en cuanto al tipo y
co deberá ajustarse según la presencia de obesidad porcentaje de hidratos de carbono y lípidos, así co-
o desnutrición, para corregir esos desequilibrios. mo las formas moleculares empleadas en NE para
La información de la evolución de peso dictará las DM, se discuten a continuación.

651
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

9.1. Selección de fórmulas g) No se dispone de fórmulas enterales para


de nutrición enteral pacientes diabéticos con insuficiencia renal. La li-
mitación de proteínas y de ciertos electrólitos se
Se han diseñado unas fórmulas enterales espe- consigue mejor con fórmulas de NE para insufi-
cíficas para pacientes con DM. Las particularidades ciencia renal. Sin embargo, el control glucémico
de estas fórmulas, tanto normoproteicas como hi- puede ser especialmente difícil con estas fórmu-
perproteicas, se recogen en las Tablas 5a y 5b. las, por lo que se requiere especial atención pa-
Algunas características que conviene resaltar son ra conseguirlo.
las siguientes: Existe controversia sobre la necesidad de utili-
a) En la mayoría de estas fórmulas hay una re- zar fórmulas enterales específicas para pacientes
ducción más o menos marcada de hidratos de diabéticos. Algunos autores opinan que las fórmu-
carbono, sustituidos por lípidos ricos en ácidos las estándar pueden emplearse también en estos
grasos monoinsaturados. Esta distribución de ma- pacientes, pues tienen una distribución de macro-
cronutrientes especial se basa en estudios reali- nutrientes admisible según las recomendaciones
zados con dietas orales en DM tipo 2, en los que generales de dieta oral para esta patología. Sin em-
la sustitución parcial de hidratos de carbono por bargo, otros autores propugnan el empleo de fór-
ácidos grasos monoinsaturados producía menor mulas específicas para DM porque mejoran la res-
respuesta hiperglucémica, hiperinsulinemia y he- puesta al tratamiento nutricional.
moglobina glicosilada, disminución de VLDL, trigli- Algunos autores consideran que evitar un apor-
céridos y LDL-colesterol, con HDL-colesterol si- te calórico excesivo es más importante que el uso
milar. No existen, sin embargo, estudios similares de una fórmula enteral específica. De acuerdo con
en DM tipo 1. esta tesis, se podría escoger cualquier fórmula poli-
b) Se reduce el porcentaje de ácidos grasos po- mérica, o incluso oligomérica, dando un aporte ini-
liinsaturados n-6 a favor de los ácidos grasos mo- cial inferior a 1.000 kcal/día y ajustando el trata-
noinsaturados. miento con antidiabéticos orales o insulina antes
c) Además, en las fórmulas para DM los hidra- de aumentar el aporte nutricional. La ADA ha de-
tos de carbono suelen ser fructosa y almidón en jado abierta la elección de que los pacientes dia-
lugar de sacarosa y maltodextrina como en las fór- béticos que precisen NE puedan recibir bien una
mulas estándar. fórmula estándar (50% de hidratos de carbono) o
d) Todas las fórmulas contienen fibra, insoluble, bien una fórmula baja en hidratos de carbono (33-
soluble o mezcla de ambas, mientras que las fórmu- 40%), a la vez que se insiste en la necesidad de lle-
las estándar pueden o no contener fibra. var a cabo controles de glucemia para guiar los
e) Dado que las fórmulas enterales tienen un ajustes en la medicación antidiabética y mantener
aporte fijo de electrólitos, que es dependiente del un buen control glucémico.
volumen, habrá que valorar la necesidad de suple- ¿Se dispone de evidencia científica de que es-
mentar con aportes adicionales si se detectan des- tas fórmulas permiten un mejor control metabó-
censos de sus valores plasmáticos. lico que fórmulas enterales estándar? Se han pu-
f) Con respecto a la administración de micro- blicado estudios a corto y medio plazo sobre este
nutrientes, las fórmulas específicas para DM con- aspecto. Los primeros se caracterizan por la com-
tienen aproximadamente el doble de cromo y un paración de ambos tipos de fórmula administrados
50% más de ácido fólico que las fórmulas están- en una toma única, como un desayuno de prueba
dar. Las concentraciones de otros minerales y vi- o sobrecarga oral, en pacientes diabéticos. Se de-
taminas son similares en ambos tipos de fórmulas. terminan las cifras plasmáticas de glucosa, triglicé-
Conviene recordar que no existen recomendacio- ridos, fracciones de colesterol, cuerpos cetónicos
nes específicas de micronutrientes para pacientes e insulina, a lo largo de 2-3 horas. Todos los estu-
con DM. Las modificaciones descritas en las fórmu- dios encuentran elevaciones menores de la gluce-
las de DM se basan en la intolerancia a la glucosa mia con las fórmulas específicas.
secundaria a deficiencia de cromo y en la asocia- No obstante, estos estudios tienen limitaciones
ción de hiperhomocistinemia, factor de riesgo car- por la heterogeneidad de los pacientes incluidos,
diovascular, con el déficit de ácido fólico. -como peso corporal, tipo de diabetes y de trata-

652
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

miento-, la ausencia de otras enfermedades aso- porción del aporte calórico total, en grupos par-
ciadas, -que es el escenario más común en pacien- ticulares de pacientes como DM tipo 1, DM tipo
tes hospitalizados-, la administración de la fórmula 2 con y sin obesidad, e hiperglucemia secundaria
por vía oral en lugar de por sonda, la falta de análi- a fármacos, infecciones y síndrome de respues-
sis de los efectos de estas fórmulas cuando se dan ta inflamatoria sistémica. Así se podrá establecer
de forma continuada y la escasez de estudios que mejor cuál es la mejor combinación de macronu-
comparen distintas fórmulas enterales específicas trientes en las fórmulas enterales para cada en-
entre sí -en lugar de hacerlo frente a fórmulas en- fermo con DM.
terales estándar-.
Los estudios a medio plazo son más escasos.
En uno de ellos se comparaba una fórmula rica en 9.2. Métodos de administración
grasa monoinsaturada frente a otra rica en hidra- de nutrición enteral
tos de carbono, ambas con fibra insoluble, adminis-
tradas por sonda nasogástrica durante un periodo Como en cualquier otra indicación de NE, el
de 12 semanas en una muestra de 27 pacientes in- método de administración en un paciente diabéti-
gresados en dos residencias de ancianos. Las cifras co depende de la ubicación del extremo distal de
medias de glucemia y hemoglobina glicosilada eran la sonda o catéter de alimentación. Si está coloca-
menores para la primera fórmula, aunque las dife- do en una posición pospilórica, es precisa la admi-
rencias no eran estadísticamente significativas, po- nistración continua, preferiblemente con una bom-
siblemente debido al reducido número de pacien- ba de infusión. Si la sonda está situada en estómago,
tes estudiados. Las concentraciones de lípidos eran se puede emplear la infusión continua o intermi-
similares en ambos grupos. tente. Esta última se puede hacer por bolos o por
En otro estudio se comparaban durante dos infusión de volúmenes predeterminados por grave-
semanas en un grupo de 50 pacientes críticos una dad o con bomba.
fórmula hiperproteica estándar frente a otra fór- En líneas generales, la elección entre administra-
mula hiperproteica diseñada para diabetes melli- ción gástrica y administración yeyunal tampoco di-
tus. Esta última contenía almidón, fructosa, mayor fiere en pacientes con y sin diabetes. En pacientes
porcentaje de ácidos grasos monoinsaturados con gastroparesia puede intentarse la administra-
con reducción de ácidos grasos poliinsatura- ción intragástrica continua a 30-40 ml/h, aumen-
dos, y fibra soluble. La fórmula específica permi- tando posteriormente hasta completar las nece-
tía conseguir cifras medias de glucemia más bajas, sidades nutricionales estimadas. Si no es tolerada,
así como una reducción de las dosis de insulina puede intentarse la vía yeyunal, comenzando a do-
administrada. sis bajas (20 ml/h) con una lenta progresión (10-20
De los resultados de los estudios a corto y me- ml/h, cada 12-24 horas). Algunos de estos pacien-
dio plazo puede concluirse que la evidencia se in- tes pueden precisar también descompresión gás-
clina a favor del empleo de fórmulas enterales es- trica para mejorar sus síntomas.
pecíficas para diabéticos. No obstante, existen El método de administración puede influir en
todavía carencias en las fórmulas enterales para la respuesta glucémica, que puede ser más eleva-
diabéticos. Por ejemplo, no se dispone de fórmu- da cuando las fórmulas enterales se administran
las enterales para diabéticos con insuficiencia re- en bolo que con la administración en forma conti-
nal que estén enriquecidas con inmunonutrientes, nua. Esto puede deberse a la mayor velocidad del
o sin fibra. Si estuvieran indicadas fórmulas con es- vaciado gástrico que inducen las fórmulas entera-
tas características, sería necesario emplear fórmu- les líquidas administradas en bolo. También hay que
las disponibles con estas características, pero que considerar que el control glucémico puede ser más
pueden dificultar el control metabólico de estos difícil con dosis intermitentes de NE, especialmen-
pacientes. te si se omite alguna dosis, por lo que es mejor re-
Es previsible que en el futuro se disponga de servar esta forma de administración para pacientes
los resultados de nuevos estudios que compa- estables. En cualquier caso, el método de adminis-
ren fórmulas enterales con distinta composición tración y el tratamiento farmacológico deben de
de macronutrientes, tanto en tipo como en pro- adaptarse de forma individual.

653
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

9.3. Control glucémico te ajustar el tratamiento insulínico a esta situación.


Será necesario hacer determinaciones de glucemia
El control de la NE en el paciente diabético es capilar con mayor frecuencia y, si fuera preciso, ad-
similar al del no diabético, pero se deben realizar ministrar durante un tiempo una infusión intrave-
controles más frecuentes de glucemia y electróli- nosa de glucosa.
tos ya que pueden alterarse con más frecuencia en Algunas situaciones clínicas pueden alterar el
los pacientes con DM. control glucémico del paciente diabético con NE,
El objetivo glucémico en un paciente diabético como, por ejemplo, en el caso de que aparezcan
sometido a nutrición artificial es mantener la glu- complicaciones infecciosas o de que se introduz-
cemia en cifras entre 80 y 150 mg/dl. Inicialmente can tratamientos tales como esteroides, ciclospo-
se puede limitar el aporte calórico a 1.000 kcal/día, rina, somatostatina, fármacos vasoactivos, etc. Por
que será aumentado progresivamente si se com- el contrario, la desaparición de estas complicacio-
prueba un buen control metabólico. nes puede dar lugar a hipoglucemias, si no se adap-
Si el enfermo está estable y previamente se con- ta la pauta insulínica.
trolaba con antidiabéticos orales, puede intentarse
mantener esta pauta. Se asume que el paciente no
presenta insuficiencia renal o hepática. En caso de 9.4. Complicaciones
utilizar metformina, no debe existir una enferme- gastrointestinales
dad concomitante que aumente el riesgo de acido-
sis láctica. Sin embargo, algunos de estos enfermos 9.4.1. Gastroparesia
pueden requerir insulina, no sólo por el tipo de ali-
mentación que reciben, sino por la resistencia insu- La gastroparesia es una complicación de la DM
línica y menor tolerancia a los hidratos de carbono que puede dificultar la administración de la NE en
secundarias a las enfermedades concomitantes, in- pacientes diabéticos. Puede haber síntomas como
actividad o encamamiento. pirosis, saciedad precoz, dolor epigástrico, náuseas
Si los pacientes estaban previamente en trata- y vómitos. Algunos factores que pueden empeorar
miento con insulina o si no es aconsejable el uso de la gastroparesia son la propia hiperglucemia, dietas
antidiabéticos orales, debe utilizarse insulina. Si no ricas en grasa y fibra, y fármacos como opiáceos,
se tiene seguridad de la tolerancia de la NE, es me- bloqueantes de los canales de calcio, antidepresi-
jor utilizar inicialmente sólo insulina regular con do- vos y anticolinérgicos.
sis variable según los resultados de glucemia capilar. La gastroparesia puede disociar la absorción de
Cuando se alcanzan 1.000 ml/día de la fórmula ente- la fórmula enteral y el tratamiento, haciendo más
ral, o aproximadamente 40 ml/h, con buen control difícil el control glucémico. Si es conocida antes del
glucémico, se puede emplear insulina intermedia en inicio de la NE o si existe intolerancia gástrica a la
dos dosis al día, que irá aumentando de forma para- misma, puede ser necesario asegurar una adminis-
lela al incremento de aporte nutricional. Las dosis de tración pospilórica continua para evitar este pro-
insulina suelen oscilar entre 0,3 y 1 UI/kg, según el blema propio de la DM. El tratamiento con meto-
grado de estrés metabólico, obesidad y tratamiento clopramida, domperidona o, incluso, eritromicina
previo para la DM. La determinación de hemoglobina intravenosa pueden aportar alguna mejoría a la
glicosilada proporciona una idea del control metabó- gastroparesia.
lico del paciente con el tratamiento previo.
Cuando la NE es tolerada establemente no son
necesarias las pautas de tratamiento con insuli- 9.4.2. Alteraciones de la motilidad
na rápida con dosis variable según los resultados intestinal: estreñimiento y diarrea
de glucemia capilar. En cambio, en pacientes con
DM mal controlada o inestable puede ser necesa- La administración de NE puede asociarse a es-
ria una infusión intravenosa de insulina hasta con- treñimiento y diarrea. Además, una de las compli-
seguir mejorar el control glucémico. caciones de la DM de larga evolución es la neu-
En casos de interrupción de la NE puede ha- ropatía autonómica, que puede presentarse como
ber hipoglucemia si no se ha previsto previamen- trastornos de la motilidad intestinal. Todas las fór-

654
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

mulas enterales para DM contienen fibra, pero polietilenglicol). Si el paciente tiene diarrea con-
el contenido de fibra insoluble puede ser insufi- viene evaluar causas comunes de diarrea como el
ciente en alguno de estos pacientes. Si el pacien- uso concomitante de sorbitol en fármacos, anti-
te presenta estreñimiento debe revisarse también bióticos, o sobreinfección por Clostridium diffici-
el aporte de agua. Algunos enfermos pueden me- le. Si se descartan, puede emplearse loperamida
jorar con laxantes osmóticos (sales de fosfato o o codeína.

655
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

10. Resumen
 La DM se considera en la actualidad como uno  Existen situaciones especiales en la vida del
de los problemas principales de salud. Su preva- diabético que hacen que la dieta deba adap-
lencia aumenta a medida que se incrementa la tarse. Estas situaciones incluyen la edad, el
esperanza de vida de la población. embarazo, la presencia de enfermedades in-
tercurrentes, obesidad, hipertensión arterial,
 La enfermedad se caracteriza por un déficit hiperlipemia e insuficiencia renal. En caso de
absoluto o relativo de insulina, debido a un de- precisar nutrición artificial, las indicaciones, el
fecto de su secreción, de su acción o de ambas. tipo de soporte nutricional y el desarrollo de
En algunos pacientes en situaciones de estrés complicaciones son similares a las establecidas
metabólico, la elevación de las hormonas con- en pacientes sin DM.
trainsulares y de ciertas citokinas puede de-
sarrollar un cuadro similar a la DM conocido  La nutrición artificial en pacientes con DM
como diabetes o hiperglucemia de estrés. En exige una adaptación individualizada de la pres-
todos los tipos de DM se originan alteraciones cripción de macronutrientes y del tratamiento
del metabolismo no sólo de los hidratos de farmacológico hipoglucemiante.
carbono, sino también de las proteínas y de los
lípidos.

 La hiperglucemia mantenida se asocia a largo


plazo con el desarrollo de complicaciones
crónicas, como nefropatía, retinopatía, neuro-
patía periférica y autonómica y enfermedad
cardiovascular. Además de estas complicacio-
nes debidas a la presencia de hiperglucemia,
en la evolución de la diabetes puede aparecer
complicaciones agudas como la hipoglucemia, la
cetosis y la situación hiperosmolar.

 Para evitar la aparición de complicaciones, el


paciente diabético debe realizar ejercicio físico
de forma habitual, mantener unas pautas esta-
blecidas en su dieta e iniciar tratamiento far-
macológico con antidiabéticos orales o insulina,
cuando sea necesario.

 La dieta recomendable para un paciente con


DM debe contener entre 10 y 20% de las ca-
lorías totales en forma de proteína, no más de
20% como grasa saturada y poliinsaturada y el
resto, 60-70% del valor calórico total, en forma
de grasa monoinsaturada e hidratos de carbono.
Esto supone que la dieta del paciente diabético
debe ser variada, incluyendo alimentos como
cereales integrales, legumbres, fruta, verdura, y
lácteos descremados. Si se precisa aumentar la
grasa monoinsaturada se pueden incluir en la
dieta alimentos como aceite de oliva, aceitunas,
aguacate y frutos secos, con el objetivo de al-
canzar y mantener un control glucémico y un
peso lo más próximo posible a lo normal.

656
M.ª Á . Valero Zanuy | M. León Sanz

11. Bibliografía
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657
Capítulo 4.21. Nutrición en la diabetes mellitus

12. Enlaces web

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 www.idf.org/e-atlas/home

 diabetes.niddk.nih.gov/spanish/index.asp

658
4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Alfonso Jesús Calañas Continente


Capítulo 4.22.

Nutrición en las hiperuricemias

1. Introducción

2. Concepto de hiperuricemia

3. Epidemiología

4. Fisiopatología
4.1. Síntesis y degradación de purinas
4.2. Transporte transcelular de ácido úrico
4.3. Etiología de la hiperuricemia

5. Aspectos genéticos de la hiperuricemia y de la gota

6. Factores predisponentes para el desarrollo de hiperuricemia


y gota

7. Complicaciones de la hiperuricemia
7.1. Artritis gotosa aguda
7.2. Nefrolitiasis por urato
7.3. Nefropatía aguda

8. Hiperuricemia y enfermedad cardiovascular

9. Hiperuricemia y enfermedad cerebrovascular

10. Hiperuricemia y síndrome metabólico de resistencia


a la insulina

11. Hiperuricemia e hipertensión arterial (HTA)


11.1. Mecanismos
11.2. ¿Existen argumentos científicos de que el ácido úrico puede causar
hipertensión arterial en humanos?
11.3. ¿Podría el ácido úrico ser responsable de nefropatía en humanos?
11.4. ¿Podría el ácido úrico predecir la gravedad de la enfermedad hipertensiva?

12. Hiperuricemia y asociación con otras enfermedades


12.1. VIH/sida
12.2. Autismo
12.3. Hipertensión pulmonar primaria
13. Función antioxidante del ácido úrico: ¿sería beneficiosa
la administración de ácido úrico?
13.1. El ácido úrico como antioxidante hepático y pulmonar
13.2. El ácido úrico como antioxidante cerebral

14. Abordaje dietético de la hiperuricemia y de la gota


14.1. Restricción moderada del consumo proteico
14.2. Incremento del consumo proteico de origen vegetal
14.3. Incremento del consumo proteico con restricción importante de hidratos
de carbono
14.4. Dieta moderadamente hipocalórica con modificación del aporte graso
14.5. Limitación del consumo de alimentos ricos en purinas
14.6. Consumo de sacarosa y fructosa
14.7. Consumo de alcohol e hiperuricemia

15. Recomendaciones dietéticas

16. Resumen

17. Bibliografía

18. Enlaces web

Objetivos
n Conocer las diferentes etiologías y mecanismos fisiopatológicos de la hiperuricemia y gota.
n Evaluar de manera crítica, de acuerdo con la evidencia científica disponible, el papel del ácido úrico como factor
de riesgo cardiovascular independiente. Analizar su interacción con otros factores de riesgo bien establecidos.
n Estudiar las bases bioquímicas que explican la función antioxidante del ácido úrico. Analizar el potencial tera-
péutico del ácido úrico según esta función. Diseñar posibles intervenciones terapéuticas.
n Establecer los distintos abordajes dietoterapéuticos para el manejo de la hiperuricemia y de la gota, así como
sus fundamentos bioquímicos.
n Analizar el diferente contenido en purinas de los alimentos y su aplicación para el diseño de dietas dirigidas al
control de la hiperuricemia y de la gota. Analizar en qué situaciones concretas sería de utilidad la restricción
de alimentos ricos en purinas.
n Desarrollar diferentes planteamientos por los que quede justificado el empleo del fármaco alopurinol en el
tratamiento de la gota.
n Plantear una estrategia de “campaña divulgativa”, con mensajes de estilo de vida dirigidos a población con hiper-
uricemia y gota, dentro de lo que hoy en día se entiende por una alimentación saludable.
n Intentar explicar las razones por las que podría ser útil incluir la determinación de ácido úrico como método
de control antiempleo de sustancias estimuladoras ilícitas (anti-doping).
1. Introducción

E
n los últimos años se ha avanzado notablemente en la comprensión del papel
del urato en la función fisiológica normal, de los factores genéticos relaciona-
dos con la hiperuricemia y de la importancia de otros factores asociados con
ésta. También es interesante su posible intervención, causal o no, en otras enfer-
medades como las cardiovasculares, de gran trascendencia socio-sanitaria y elevada
morbimortalidad.
La hiperuricemia no representa una enfermedad específica ni es una indicación
para tratamiento en todas las ocasiones en las que se presenta. Ahora bien, el ha-
llazgo de una hiperuricemia es un indicador para determinar su origen, y la decisión
de tratar debe estar basada en la causa y consecuencias en cada enfermo hiper-
uricémico. El manejo racional de la hiperuricemia requiere, por tanto, responder a
varias preguntas: cuál es la causa de la hiperuricemia, si existe alguna enfermedad
asociada y si se debería disminuir las concentraciones de urato. Dichos aspectos
constituyen el fundamento y objetivos principales del presente Capítulo.

663
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

2. Concepto primates. Las purinas (adenina y guanina) son com-


de hiperuricemia ponentes de los ácidos nucleicos y, por lo tanto,
forman parte de todas las células vegetales o ani-
La hiperuricemia se suele definir como la situación males. Cuanto mayor sea la densidad celular de un
en la que los niveles séricos de ácido úrico son superio- tejido concreto, mayor será la carga de purinas del
res a 6,5-7 mg/dl en el hombre y a 6 mg/dl en la mujer. mismo. Otras especies expresan la enzima hepáti-
El ácido úrico es un ácido orgánico débil (pKa = ca uricasa (urato oxidasa), responsable de la con-
5,75) que cristaliza fácilmente. A pH 7,4 y 37 ºC, versión del ácido úrico en productos de excreción
aproximadamente el 98% del ácido úrico está diso- más solubles como alantoína y alantoinato.
ciado en forma de ión urato. Los estudios de solu- Aunque el hombre posee el gen de la uricasa,
bilidad han establecido que, a las concentraciones durante la época del Mioceno (de hace 20 a 5 mi-
de sodio existentes en líquidos extracelulares, el llones de años) ocurrieron en los primeros homí-
suero está sobresaturado en urato cuando los ni- nidos dos mutaciones paralelas, pero diferentes,
veles de ácido úrico son superiores a 6,5 mg/dl. Los que produjeron un gen afuncional. Se ha postula-
incrementos de urato sérico pueden definirse por do que la tendencia a padecer hiperuricemia en los
la solubilidad del urato. Este concepto es preferi- humanos se adquirió porque el ácido úrico confie-
ble a la definición poblacional de hiperuricemia an- re una protección contra ciertas enfermedades de-
teriormente comentada, ya que la distribución de generativas actuando como antioxidante.
la uricemia no es simétrica en torno a la media. Los La dieta proporciona cantidades despreciables de
valores por encima de 7 mg/dl se han asociado con purinas, debido a que se degradan en el intestino pa-
un incremento del riesgo de gota y nefrolitiasis. ra producir ácido úrico. El organismo dispone de di-
ferentes vías para proveer las purinas necesarias pa-
ra la síntesis celular: las más importantes, la síntesis
de novo y las vías de recuperación. En la primera, el
3. Epidemiología anillo de purina se ensambla con una molécula de ri-
bosa-5-fosfato, y se sintetiza mediante la adición de
La hiperuricemia está presente en el 2% de los 5 átomos de carbono y 4 de nitrógeno procedentes
hombres en EE UU; en el 17% de los hombres en de varias fuentes, como CO2, glicina, fosfatos, aspar-
Francia, y en el 7% de los hombres en España. Entre tamo o glutamina. La enzima clave es la 5 fosforribo-
enfermos hombres hospitalizados, la prevalencia de sil-1-pirofosfato sintetasa, que regula la etapa inicial
hiperuricemia alcanza el 13,2%. La hiperuricemia es de la síntesis purínica. Las vías de recuperación “re-
una alteración metabólica muy frecuente que, en al- ciclan” las purinas liberadas durante el recambio de
gunos individuos, puede producir gota, siendo ésta los ácidos nucleicos (ver Capítulo 1.16).
una de las enfermedades músculo-esqueléticas más Las etapas del catabolismo que generan ácido
frecuentes en la población general, con una preva- úrico desde los ácidos nucleicos y nucleótidos in-
lencia de 2,6 a 8,4/1.000 individuos de todas las eda- cluyen la degradación a través de intermediarios
des. La prevalencia de gota aumenta a medida que de nucleótidos de purina como la hipoxantina y la
lo hace la edad (hombres de entre 65 y 74 años, xantina. La hipoxantina se oxida a ácido úrico en
24/1.000; mujeres de entre 65 y 74 años, 16/1.000). reacciones secuenciales catalizadas por la xantina
No existe evidencia de que la prevalencia de gota oxidasa (Figura 1) (ver Capítulo 1.16).
esté incrementándose en el momento actual. El ácido úrico no puede ser metabolizado y se
elimina por vía intestinal y renal. Las bacterias in-
testinales degradan una tercera parte del total del
ácido úrico corporal y los riñones excretan el res-
4. Fisiopatología to. Sólo entre un 3 y un 4% del ácido úrico sinteti-
zado, fundamentalmente en el hígado, se une a pro-
4.1. Síntesis y degradación de purinas teínas. Así, la mayoría del ácido úrico circulante
está rápidamente disponible para su filtración glo-
El ácido úrico es el producto final del catabolis- merular y para participar en una serie de mecanis-
mo de las purinas en el ser humano y en grandes mos complejos de transporte tubular.

664
A.J. Calañas Continente

Figura 1. Síntesis de ácido úrico. El ácido úrico es el producto final del catabolismo de las purinas en el hombre. El aumento
de la liberación de adenosina durante la isquemia y su efecto local vasodilatador pueden mejorar el flujo sanguíneo y evitar la
isquemia tisular. Fuente: modificada de Waring et al. Q J Med 2002.

4.2. Transporte transcelular En sujetos sanos, el aclaramiento de urato es ge-


de ácido úrico neralmente de 6 a 11 ml/min, y la excreción diaria
de ácido úrico depende de su tasa de filtración. Co-
El 99% del ácido úrico filtrado se reabsor- mo regla sencilla, la excreción normal de ácido úri-
be. Después, el ácido úrico sufre procesos de re- co en 24 horas puede obtenerse multiplicando por
absorción y secreción en el túbulo proximal. Re- 100 la concentración sérica de ácido úrico (p. ej., si
cientemente se han identificado a nivel molecular la uricemia es de 5 mg/dl, la excreción diaria normal
cuatro proteínas que transportan urato: un canal de ácido úrico sería de 500 ± 100 mg en 24 horas).
transportador de urato (UAT), dos miembros de La hiperuricemia puede atribuirse a hipoex-
la familia de transportadores de aniones orgáni- creción cuando, en presencia de una tasa de fil-
cos (OAT1 y OAT3) y una proteína denominada trado glomerular normal, la excreción urinaria de
URAT1 (Figura 2). Del 7 al 10% del urato filtra- ácido úrico en 24 horas está 200 mg por debajo
do es excretado finalmente en orina. del producto ácido úrico (mg/dl) x 100.

665
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Desde hace varios años,


la investigación se ha cen-
trado conceptualmente en
el túbulo proximal como si-
tio de transporte de ácido
úrico fundamental, recono-
ciendo que la inhibición de
los sitios de transporte de
la secreción tubular o la de-
ficiencia genética de la se-
creción tubular pueden cau-
sar hiperuricemia. Pero la
ocurrencia familiar y apa-
rentemente esporádica de
hiperuricemia puede expli-
carse, además, mediante la
heterogeneidad genética de
la estructura o de la expre-
sión de esta proteína UAT.
Todas las células nucleadas
generan ácido úrico y de-
Figura 2. Modelo de transporte celular de urato en las células del túbulo proximal. URAT ben disponer de él para se-
1: proteína de intercambio urato-aniones localizada en la membrana apical, y posiblemen- cretarlo desde su citoplas-
te responsable de la captación celular de urato o de su reabsorción; UAT: canal transpor- ma. Si esta heterogeneidad
tador de urato que permite la secreción de urato y que participa en su reabsorción; OAT en la proteína UAT es res-
1 y 3: transportadores de aniones orgánicos localizados en la membrana basolateral; UA-: ponsable del descenso de la
urato. Fuente: modificada de Rafey et al. Curr Opin Nephrol Hypertens 2003. excreción renal de urato y
de la consiguiente hiperu-
ricemia, quizá pudiera cau-
La hiperuricemia puede atribuirse a hiperpro- sar también una secreción disminuida desde otras
ducción de purinas cuando la cantidad total de células, con el correspondiente incremento resul-
ácido úrico en orina de 24 horas supera al produc- tante del ácido úrico intracelular. Las consecuen-
to ácido úrico (mg/dl) x 100. cias de este aumento intracelular de ácido úrico,
El transportador UAT funciona como un canal de si es que se produce alguna, se desconocen por el
urato dependiente del voltaje insertado en la bicapa momento. Un defecto en la proteína UAT podría,
lipídica celular. Es altamente selectivo para ácido úri- por tanto, causar un incremento del ácido úrico in-
co en relación con otros iones inorgánicos, potasio, tracelular y en sangre y el tratamiento para bajar
cesio, calcio, cloro y sulfato. Su secuencia de amino- el ácido úrico sérico podría no ser adecuado pa-
ácidos es muy similar a la de una familia de proteínas ra descender suficientemente la concentración de
denominadas “galectinas”. Las galectinas son proteí- urato intracelular y generar una respuesta clínica-
nas fijadoras de β-galactósidos y se consideran pro- mente significativa.
teínas solubles o secretadas, no transmembrana, con
una gran variedad de funciones. Es interesante resal-
tar que la lactosa y la glucosa, sustratos que se sabe 4.3. Etiología de la hiperuricemia
que interactúan con los dominios fijadores de β-ga-
lactósidos de las galectinas, son capaces de modular El ácido úrico varía ampliamente en los seres huma-
la actividad de este canal. Existe la hipótesis de que nos como resultado de factores que aumentan su pro-
la interacción de glucosa con UAT podría ser res- ducción y/o disminuyen su eliminación (Tabla 1).
ponsable de las alteraciones plasmáticas de ácido Los valores son más bajos en niños que en adul-
úrico observadas en la diabetes mellitus (DM). tos. Durante la pubertad masculina, los valores se in-

666
A.J. Calañas Continente

Tabla 1. CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA DE LA HIPERURICEMIA

Aumento de la síntesis de ácido úrico (5-20%) • Reducción del aclaramiento de ácido úrico
• Defectos enzimáticos hereditarios - Insuficiencia renal
- Hiperactividad de la fosforribosil-pirofosfato - Poliquistosis renal
sintetasa - Deshidratación
- Disminución de la actividad de la - Acidosis:
hipoxantinaguanina fosforribosil-transferasa i. Acidosis láctica
ii. Cetoacidosis diabética
- Glucogenosis (tipos I, III, V y VII)
iii. Cetosis por ayuno prolongado
• Hiperproducción de purinas por alto - Hiperparatiroidismo
recambio de nucleótidos - Síndrome de Bartter/Gitelman
- Enfermedades mieloproliferativas - Eclampsia
- Enfermedades linfoproliferativas • Hipertensión arterial
- Policitemia vera
- Neoplasias • Fármacos o hábitos dietéticos
- Diuréticos
- Hemólisis
- Pirazinamida
- Psoriasis grave - Etambutol
• Aumento de la degradación de ATP - Ácido nicotínico
o disminución de su síntesis - Ciclosporina
- Consumo de etanol - Levodopa/carbidopa
- Hipoxia tisular - Abuso de laxantes
- Ejercicio intenso - Salicilatos (menos de 2 g/día)
- Etanol
• Fármacos o hábitos dietéticos
- Citostáticos • Síndrome de Down
- Vitamina B12 • Beriliosis
- Fructosa • Sarcoidosis
- Ingesta excesiva de purinas
• Nefropatía por plomo
• Hipertrigliceridemia
Mecanismo dual
• Enfermedad de Paget
• Déficit de glucosa-6-fosfatasa
• Rabdomiólisis (glucosa-6-fosfato deshidrogenasa)
Disminución del aclaramiento renal de ácido • Déficit de fructosa-1-fosfato aldolasa
úrico (80-95%) • Consumo de etanol
• Defectos hereditarios de la función tubular • Hipoxemia e hipoperfusión

crementan hasta el intervalo del adulto. Los niveles 5. Aspectos genéticos de


más bajos en la mujer en edad reproductiva, compa- la hiperuricemia y de la gota
rados con sus homólogos masculinos, se deben a un
marcado incremento del aclaramiento renal de áci- Se estima que el componente hereditario en la
do úrico, posiblemente por los efectos estrogénicos hiperuricemia está en torno al 40%. Este hecho re-
sobre el transporte tubular de urato. Sin embargo, fuerza la hipótesis de que la hiperuricemia es un ras-
los cambios en el 17-β-estradiol plasmático no se go multifactorial influido por más de un gen princi-
acompañan de modificaciones significativas en las ta- pal, por genes modificadores y fundamentalmente
sas de excreción renal de ácido úrico. Con el inicio por factores ambientales. Estudios recientes ponen
de la menopausia, los niveles de ácido úrico en mu- de manifiesto las complejas interrelaciones entre
jeres se aproximan o igualan a los de los hombres factores genéticos y ambientales. A continuación se
de edad correspondiente, y estos cambios fisiológi- revisan algunas de las enfermedades de base genéti-
cos se acompañan de un incremento en la inciden- ca tipificada más relevantes asociadas con hiperuri-
cia de gota. cemia y/o gota:

667
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Tabla 2. PREVALENCIA DE HIPERURICEMIA Y GOTA

Prevalencia de Prevalencia Factores


hiperuricemia de gota predisponentes
Alcohol
H: 25,8% Menopausia
Kinmen (China), 1985
M: 15% Diuréticos
Insuficiencia renal
Urato basal
Alcohol
Programa de cribado en Kin-Hu 18,8%*
Diuréticos
Sobrepeso/obesidad
H: 26,1%
Taiwán
M: 17%
Han (China) 22% 2,9%
Aborígenes australianos 62,3% 15,3%
Alcohol
Togoleses 1,9% Sobrepeso/obesidad
HTA
HTA
Cohorte coreana femenina Insuficiencia renal
Diuréticos
Diuréticos
Cohorte coreana masculina
Alcohol
Maharashtra Occidental 0,12%
Arabia Saudí 8,42% 0%

* Incidencia acumulada. H: hombres; M: mujeres; HTA: hipertensión arterial.


Fuente: Wortmann et al. Curr Opin Rheumatol 2002.

• La nefropatía hiperuricémica juvenil familiar • El déficit de HGPRT es una enfermedad auto-


es una forma infrecuente de hiperuricemia, para sómica recesiva ligada al cromosoma X que se ca-
la que ya se ha identificado un gen candidato en el racteriza por sintomatología neurológica grave
brazo corto del cromosoma 16. (distonía, coreoatetosis, retraso mental), conducta
• Gota familiar taiwanesa. La identificación de agresiva compulsiva y desarrollo de gota y/o nefro-
una nueva modificación de nucleótidos en el gen litiasis renal por hiperuricemia persistente (síndro-
de la enzima hipoxantina-guanina-fosforribosil- me de Lesch-Nyhan) (ver Capítulo 1. 16).
transferasa (HGPRT), localizada en el brazo lar- • Hiperactividad de fosforribosil-pirofosfato-sin-
go del cromosoma X en una familia aborigen tetasa (PRPPS): enfermedad autosómica dominante
taiwanesa con gota, sugiere que esta variante po- ligada al cromosoma X en la que se produce hipe-
dría ser parcialmente responsable de la hiperurice- ruricemia, nefrolitiasis y gota en edades tempranas.
mia observada en esta población. • Un nexo genético con la hiperuricemia se ha
• La situación de homocigosis para una mutación demostrado en diferentes poblaciones como los
en relación con el gen de la metilén-tetrahidrofo- maoríes de Nueva Zelanda, ciertos grupos étnicos
lato reductasa relacionada con la hiperhomocistei- de las islas Marianas y los aborígenes de Taiwán.
nemia es más frecuente en ancianos japoneses con Los estudios que se detallan en la Tabla 2 po-
hiperuricemia. nen de manifiesto que los factores genéticos alte-

668
A.J. Calañas Continente

ran las concentraciones séricas de ácido úrico y ácido úrico superior a las que produce el enala-
sugieren que los factores que influyen en el desa- prilo. Estos efectos no se han corroborado con
rrollo de la hiperuricemia y/o de la artritis gotosa irbesartán, a pesar de pertenecer al mismo gru-
en otras partes del mundo son similares a los de po terapéutico que el losartán. Si bien el efec-
los países desarrollados. to uricosúrico del losartán parece disminuir con
el tiempo cuando se alcanza un nuevo estado de
equilibrio de urato sérico, podría ser útil para
poder controlar la tensión arterial y disminuir el
6. Factores predisponentes ácido úrico en enfermos hipertensos con hiper-
para el desarrollo de uricemia y gota.
hiperuricemia y de la gota
Estudios poblacionales demuestran que los prin-
cipales factores predisponentes para el desarrollo 7. Complicaciones
de hiperuricemia, en general, son la hiperlipidemia de la hiperuricemia
para grupos de edad de 30 a 39 años; entre los 40 y
los 59 años, el consumo de alcohol y la menopausia Las principales complicaciones de hiperurice-
son los factores predisponentes más importantes mia son el desarrollo de gota, la nefrolitiasis por
en hombres y mujeres, respectivamente. La insufi- urato y la nefropatía aguda por ácido úrico.
ciencia renal y el uso de diuréticos serían los fac-
tores responsables más dominantes en individuos
mayores de 60 años. 7.1. Artritis gotosa aguda
Las alteraciones lipídicas descritas en hiperu-
ricémicos son similares a aquellas asociadas con La presentación clásica de la gota es en forma
el síndrome metabólico de resistencia a la insu- de una monoartritis aguda inflamatoria, a menu-
lina. En un estudio de 16 semanas realizado con do de la primera articulación metatarsofalángica,
13 hombres no diabéticos, el consumo de una die- en un hombre de edad media. No todo dolor del
ta para síndrome metabólico disminuyó la urice- pie es gota, ya que ésta puede afectar a otras arti-
mia de 9,6 a 7,9 mg/dl y los episodios mensuales de culaciones como la rodilla. Hay que hacer el diag-
gota de 2,1 a 0,6. Aunque esta mejoría pueda ex- nóstico diferencial con otras alteraciones como la
plicarse por el descenso ponderal conseguido, es celulitis o la artritis séptica. En enfermos ancianos,
posible que la mejoría del perfil lipídico en estos la gota también se presenta como una enferme-
enfermos también influya. En otro estudio de di- dad poliarticular crónica que puede confundirse
seño transversal con 2.000 participantes japone- con artritis reumatoide u otras patologías articu-
ses masculinos, se obtuvieron correlaciones inde- lares (Tabla 3).
pendientes entre niveles de urato con (en orden La mayoría de personas con hiperuricemia nun-
de importancia): antecedentes personales de go- ca desarrollan síntomas a pesar de que se consi-
ta, nivel de triglicéridos, creatinina, HbA1c , índice dera el principal factor de riesgo para el desarro-
de masa corporal (IMC), consumo proteico y etí- llo de gota.
lico, edad y niveles de colesterol total. Aunque la El diagnóstico de gota se hace demostrando la
tercera parte de la variación total de urato está presencia de cristales de urato monosódico en el
explicada por la combinación de los efectos de las líquido sinovial o en el tofo o depósito subcutá-
variables, los resultados sugieren que el peso y los neo nodular de cristales de urato monosódico en
lípidos pueden ser determinantes importantes de tejidos blandos.
la uricemia en algunas poblaciones. Uno de los factores predictores principales
Los diuréticos son los fármacos más direc- para desarrollar gota es el nivel de ácido úri-
tamente implicados en la etiopatogenia de la co. Con niveles entre 7 y 8,9 mg/dl, la incidencia
hiperuricemia. Recientemente se ha demostra- anual de crisis gotosas es de 0,5-1,2%; por en-
do que el tratamiento con losartán produce me- cima de 9 mg/dl, la incidencia asciende hasta el
nos hiperuricemia o una reducción global de 4,9-5,7%.

669
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Tabla 3. PRESENTACIÓN CLÍNICA DE LA GOTA

Gota clásica Gota atípica


Cualquier edad (incluso > 60 años) Ancianos
Hombres Hombre y mujer
Monoartritis Poliartritis
Asimétrica Simétrica o asimétrica
Extremidad inferior Cualquier articulación
Tofos raros Tofos frecuentes
Aguda Crónica con reagudizaciones
Puede confundirse con artritis reumatoide, con artrosis,
Puede confundirse con celulitis, infección
con celulitis o con sobreinfección en la reagudización

Fuente: modificada de Rott et al. JAMA 2003.

Tras ajustar en función de los niveles basales como puede ocurrir en el síndrome de lisis tumo-
de ácido úrico, son factores predictores indepen- ral en enfermos con patología hematológica trata-
dientes para desarrollar gota los niveles más ele- dos con quimioterapia. Esta insuficiencia renal agu-
vados de urato, un consumo de alcohol excesivo da, normalmente reversible y evitable, se produce
(sobre todo si es ocasional), el uso de diuréticos y por precipitación de ácido úrico en los túbulos y
el sobrepeso/obesidad central. En el hombre tam- conductos colectores renales, con obstrucción del
bién se incluyen los antecedentes familiares de go- flujo urinario.
ta, el hiperconsumo de alimentos ricos en puri-
nas y la hipertrigliceridemia. Lin et al. sugieren que
una ingesta intermitente y abusiva de alcohol, el
uso de diuréticos y la obesidad pueden contribuir 8. Hiperuricemia y
al desarrollo de gota en hombres con hiperurice- enfermedad cardiovascular
mia asintomática.
La asociación entre hiperuricemia y enfermedad
cardiovascular está bien establecida. Esta asocia-
7.2. Nefrolitiasis por urato ción no está aclarada en su totalidad, pero es clara-
mente multifactorial.
No siempre los cálculos que se producen en Una revisión detallada de al menos 20 estudios
el enfermo con hiperuricemia se componen fun- epidemiológicos y clínicos, que engloban un total de
damentalmente de ácido úrico. La litiasis de áci- 100.000 participantes, muestra que la relación entre
do úrico se desarrolla sólo en el 20% de los hiper- hiperuricemia e incidencia de coronariopatía, mor-
uricémicos. El ácido úrico puede actuar como nido talidad cardiovascular y mortalidad global es contro-
para la formación de cálculos de composición va- vertida. La mitad de estos estudios encuentran:
riada, de calcio por ejemplo. a) Una asociación significativa e independiente
entre hiperuricemia y eventos clínicos, al menos en
las mujeres participantes.
7.3. Nefropatía aguda b) Que los niveles de ácido úrico son predictores
de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y re-
La nefropatía aguda se desarrolla tras un incre- nal, así como de hipertensión arterial (HTA), una vez
mento importante en la producción de ácido úrico, controladas las diferentes variables confundentes.

670
A.J. Calañas Continente

Tabla 4. HIPERURICEMIA Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR. ESTUDIOS


EN POBLACIÓN GENERAL

Correlación
Seguimiento Predictor
univariante
(años) independiente*
con eventos
Framingham, 1985 26 Sí No
Framingham, 1987 30 Sí Sólo mujeres
Framingham, 1988 32* Sí Sí
Framingham, 1999 17,3 Sólo mujeres No
Honolulu Heart, 1975 2 Sí Sí
Honolulu Heart, 1995 20 Sí Sí
Honolulu Heart, 1996 21 Sí Sí
Chicago Heart Association Detection Project, 1979 5 Sí Sólo mujeres
Chicago Heart Association Detection Project, 1989 11,5 Sólo mujeres Sólo mujeres
NHANES I, 1995 13,5 Sí Sólo mujeres
NHANES I, 2000 16,4 Sí Sí
Atherosclerosis Risk in Communities Study, 2000 8 Sólo mujeres No
British Regional Heart Study, 1997 8 Sólo mujeres No
Social Institute of Finland, 1982 5 Sí No
Gothenburg, 1988 12 Sí Sí
MONICA, 1999 8 Sí Sí
Cardiovascular Study in the Elderly, 1993 7 Sí Sí
*La hiperuricemia es un factor predictor independiente en análisis multivariante.
Fuente: modificada de Johnson et al. Hypertension 2003.

c) Que la hiperuricemia no sólo incrementa la posi- Tomita et al. (2000), en un estudio de 49.413 ja-
bilidad de enfermedad cardiovascular, sino que produ- poneses seguidos durante más de 5 años, encon-
ce una disminución de la esperanza de vida como con- traron que los participantes con hiperuricemia su-
secuencia de su asociación con otras enfermedades. perior a 8,5 mg/dl tuvieron mayor riesgo relativo
Estas observaciones podrían explicar por qué la (RR) de mortalidad global (1,62), enfermedad co-
hiperuricemia predice el desarrollo de enfermedad ronaria (1,52), ictus (2,33), hepatopatía (3,58) e in-
cardiovascular en la población general (Tabla 4), suficiencia renal (8,52) comparados con aquellos
en hipertensos (Tabla 5) y en enfermos con ante- con cifras de ácido úrico inferiores a 6,4 mg/dl.
cedentes de patología cardiovascular (Tabla 6). Verdecchia et al. (2000) encontraron que un in-
Wannamethee et al. (2001) demostraron, en cremento en urato en hipertensos no tratados
7.688 varones de 40 a 59 años de edad, que los ni- predice mortalidad global y un riesgo cardiovas-
veles de ácido úrico se asocian significativamente cular mayores. Así -siendo IC el intervalo de con-
con un mayor riesgo coronario, dependiente de la fianza-, el ácido úrico ≥ 6,2 mg/dl en hombres y
presencia de infarto de miocardio previo, ateros- ≥ 4,6 mg/dl en mujeres se asocian con un aumen-
clerosis diseminada subyacente y un conjunto de to de eventos cardiovasculares (1,73; IC 95%: 1,01-
factores de riesgo. 3,0); de eventos cardiovasculares con desenlace

671
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Tabla 5. HIPERURICEMIA Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR. ESTUDIOS


EN HIPERTENSOS

Correlación
Seguimiento Predictor
univariante
(años) independiente*
con eventos
Hypertension Detection Program, 1985 5 Sí Sí
Hypertension Detection Program, 1987 5 Sí Sólo mujeres
Work Site, 1999 6,6 Sí Sí
PIUMA, 2000 4 Sí Sí
European Working Party, 1991 3 Sí No
SHEP, 2001 5 Sí Sí
Syst-China, 2001 3 Sí Sí
Syst-Eur, 2002 2 No No
*La hiperuricemia es un factor predictor independiente en análisis multivariante.
Fuente: modificada de Johnson et al. Hypertension 2003.

Tabla 6. HIPERURICEMIA Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR. ESTUDIOS


EN ENFERMOS CON ANTECEDENTES CARDIOVASCULARES

Correlación
Predictor
univariante
independiente*
con eventos
Coronary Drug Project, 1976 Sí No
French Canadian Study, 1975 No No hecho
Atherogene Study, 2002 Sí Sí
The Heart Institute of Spokane, 2002 Sí Sí
*La hiperuricemia es un factor predictor independiente en análisis multivariante.
Fuente: modificada de Johnson et al. Hypertension 2003.

fatal (1,96; IC 95%: 1,02-2,57) y de mortalidad por bles medidas, diferencias en cuanto a la metodolo-
todas las causas (1,63; IC 95%: 1,02-2,57). gía empleada, población de estudio, variables anali-
En enfermos sin antecedentes cardiovasculares, zadas, etc.
el primer episodio de gota se asocia con mayor pre- Un análisis multivariante reciente del Framingham
valencia de enfermedades de riesgo vascular cuan- Heart Study no detecta ninguna asociación entre
do se comparan con controles sanos (Tabla 7). urato y eventos cardiovasculares tras ajustar por la
La aparición de un primer evento cardiovascular mayoría de las variables confundentes. Sin embar-
se observó en el 26% de enfermos con gota fren- go, en este estudio sólo un 33% de los participantes
te al 21% detectado en los controles (diferencia no eran hipertensos; 5% de los hombres y 10% de mu-
significativa). jeres tomaban diuréticos cuando se determinó el
Revisando las Tablas 4-6 se advierte que exis- ácido úrico, y la función renal no se incluyó entre los
ten estudios en los que el ácido úrico no cons- potenciales factores de confusión.
tituye un factor de riesgo independiente de en- Algunos estudios han encontrado que los nive-
fermedad cardiovascular. Esta discrepancia puede les de urato son predictores de enfermedad coro-
deberse a complejas interrelaciones entre varia- naria en mujeres sin y con diabetes mellitus pero

672
A.J. Calañas Continente

Tabla 7. RIESGO CARDIOVASCULAR SEGÚN LA PRESENCIA DE GOTA

HTA (%) ↑ Colesterol (%) DM (%) Obesidad (%)


Con gota, sin ECV (n = 170) 39 8 5 52
Sin gota, sin ECV (n = 340) 14 4 1 27
ECV: enfermedad cardiovascular; HTA: hipertensión arterial; DM: diabetes mellitus.

Tabla 8. ICTUS E HIPERURICEMIA: RELACIÓN, PRONÓSTICO Y RECURRENCIA


DE ACONTECIMIENTOS VASCULARES

Pronóstico favorable Recurrencia


(90 días) eventos
Odds ratio p Riesgo relativo p
Urato 0,78* (0,76-0,91) 0,0012 1,27* (1,18-1,36) < 0,0001
DM 0,95 (0,70-1,28) 0,72 1,29 (1,11-1,50) 0,0065
Interacción DM y urato 0,85* (0,63-1,13) 0,26 1,22* (1,06-1,41) 0,0011
Glucemia 0,53 (0,41-0,69) < 0,0001
*Por cada 1,7 mg/dl adicional de ácido úrico.
DM: diabetes mellitus. Fuente: modificada de Weir et al. Stroke 2003.

no en hombres (National Health and Nutrition Exa- el efecto del urato y la existencia de DM. La hiper-
mination Survey I). La asociación transversal entre la uricemia predijo un peor pronóstico a los 90 días
prevalencia de cardiopatía isquémica y los niveles (odds ratio -OR- 0,78; IC 95%: 0,67-0,91), indepen-
de ácido úrico es también más evidente entre mu- dientemente de la gravedad del ictus y otros facto-
jeres. Las hormonas sexuales podrían desempeñar res pronósticos (Tabla 8).
un papel relevante. Durante un seguimiento medio de 2,7 años, el
51% de los enfermos sufrió un nuevo ictus, infarto
de miocardio no fatal o muerte de etiología vascu-
lar. El análisis univariante puso de manifiesto que la
9. Hiperuricemia y existencia de DM, antecedentes personales de ic-
enfermedad cerebrovascular tus o de infarto de miocardio, cardiopatía isquémi-
ca, fibrilación auricular, edad avanzada, hiperurice-
La enfermedad cerebrovascular constituye la mia, uso de diuréticos previo al ictus y bajas dosis
principal causa común de discapacidad y la terce- de ácido acetilsalicílico son factores que aumentan
ra causa más frecuente de muerte en el mundo el riesgo de padecer un evento vascular mayor. El
desarrollado. análisis multivariante, en el que se produce un ajus-
Weir et al. (2003) estudiaron 3.731 enfermos te en función de la gravedad del ictus y de otras va-
con ictus isquémico o hemorragia intracraneal pri- riables clínicas, bioquímicas y radiológicas que in-
maria y midieron el ácido úrico en 2.498 de ellos. fluyen en el pronóstico del ictus, demuestra que
El análisis de regresión logística confirmó la rela- el riesgo de eventos vasculares es mayor a medi-
ción entre hiperuricemia y peor pronóstico a los da que aumenta el nivel de ácido úrico (RR 1,27;
90 días del ictus. Esta asociación persistió tras co- IC 95%: 1,18-1,36). El efecto del ácido úrico so-
rregir por todos los otros factores pronósticos bre la tasa de acontecimientos vasculares es ma-
conocidos o potenciales y teniendo en cuenta el yor cuando la DM está presente (RR 1,22; IC 95%:
efecto de la DM. No se produjo interacción entre 1,06-1,41) (Tabla 8).

673
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Existen varias explicaciones posibles de por • Los análisis estratificados de un estudio realiza-
qué la hiperuricemia puede afectar directamente do con 7.483 participantes no diabéticos de 30 a 89
la aterogénesis o el curso clínico de la enfermedad años revelan que:
cerebrovascular: - Los niveles de ácido úrico se asocian positiva-
• El aumento de ácido úrico puede promover la mente con hiperinsulinemia y resistencia a la insulina
oxidación de LDL-colesterol y favorecer la peroxi- medidas con el Homeostasis Model Assessment (HO-
dación lipídica. MA) tras ajustar para niveles de triglicéridos y de glu-
• La hiperuricemia se relaciona con un incre- cemia plasmática, y presencia de HTA y obesidad.
mento de la producción de radicales libres. - Estas asociaciones son más importantes en la
• La hiperuricemia aumenta la adhesividad pla- mujer. Los autores concluyen que la hiperuricemia
quetaria. se relaciona positivamente con la hiperinsulinemia
• Los cristales de urato son más abundantes en en enfermos de ambos sexos sin DM, por lo que
la placa aterosclerótica vulnerable que en las placas la hiperuricemia debería alertar al clínico hacia una
control en estudios de la composición de la placa posible resistencia a la insulina.
aterosclerótica humana. • En el estudio transversal CARDYA (Corona-
Es necesario resaltar, sin embargo, que el papel ry Artery Risk Development in Young Adults), con
preciso del ácido úrico en cada uno de estos meca- 4.503 participantes de edades comprendidas en-
nismos no se ha delineado aún de manera completa. tre 18 y 30 años, se comprueban grados de IMC y
niveles de insulinemia basal y triglicéridos signifi-
cativamente más altos, así como niveles de HDL-
colesterol más bajos en aquellos sujetos con hi-
10. Hiperuricemia peruricemia (p < 0,001). Estas asociaciones se
y síndrome metabólico mantienen con diferencias significativas indepen-
de resistencia a la insulina dientemente del sexo, raza, edad, nivel de estu-
dios, grado de ejercicio físico, consumo tabáquico
La hiperuricemia es frecuente en sujetos con o etílico, uso de anticonceptivos orales y niveles
enfermedad cardiovascular que presentan alguna de creatinina.
de las alteraciones del síndrome metabólico. El sín- Se ha sugerido que el ácido úrico es una va-
drome metabólico de resistencia a la insulina con- riable predictora en el desarrollo de DM tipo 2
siste en una agrupación de alteraciones metabó- en sujetos de alto riesgo. La hipertrigliceridemia,
licas con incremento del riesgo de enfermedad que normalmente coexiste con otras alteracio-
aterosclerótica. Este síndrome no sólo se obser- nes metabólicas del síndrome de resistencia a la
va en sujetos con DM o con otras alteraciones del insulina, puede interferir en la determinación de
metabolismo de los hidratos de carbono, sino tam- la uricemia cuando se utilizan técnicas colorimé-
bién en población relativamente euglucémica que tricas, produciendo falsos positivos y sobreesti-
nunca desarrollará DM tipo 2. mando la misma.
El nivel de urato se correlaciona de manera im- Se ha estudiado la relación entre ácido úrico, re-
portante e independiente con el grado de resistencia sistencia a la insulina y los diferentes componentes
a la insulina, pudiendo ésta modular la concentración del síndrome metabólico en un grupo de 201 par-
de urato a nivel renal. Sólo una pequeña cantidad de ticipantes con alto riesgo de DM (antecedentes fa-
urato escapa a la reabsorción tubular (7-10%) y és- miliares de primer grado con DM o glucemia basal
ta aumenta hasta el 26% cuando hay hiperinsulinemia ≥ 101,5 mg/dl), eliminando la interferencia produci-
sin alteraciones en la filtración glomerular. La insulina da por la hipertrigliceridemia. Los niveles de ácido
estimula el intercambio tubular sodio-hidrógeno, fa- úrico en función de la alteración de la tolerancia a
cilitando la secreción de hidrogeniones y la reabsor- la glucosa y del sexo se muestran en la Tabla 9. La
ción no sólo de sodio, sino de bicarbonato, cloro y de uricemia es significativamente superior en el hom-
aniones orgánicos como el urato. bre y en los participantes con alguna alteración de
Diferentes estudios apoyan el concepto de la tolerancia a la glucosa. En concreto, los sujetos
hiperuricemia como indicador de resistencia a la con intolerancia a los hidratos de carbono son los
insulina: que tienen los niveles de ácido úrico, insulinemia

674
A.J. Calañas Continente

Tabla 9. NIVELES DE ÁCIDO ÚRICO SEGÚN LA TOLERANCIA A LA GLUCOSA

Hombres Mujeres p
TNG 6,3 ± 1,4 mg/dl 4,4 ± 1,1 mg/dl < 0,001
IHC 7,2 ± 1,8 mg/dl 5,8 ± 1,8 mg/dl 0,002
DM 6,7 ± 1,7 mg/dl 6,2 ± 1,9 mg/dl NS
TNG: tolerancia normal a la glucosa; IHC: intolerancia a los hidratos de carbono; DM: diabetes mellitus; NDS: no significativo.
Fuente: modificada de Costa et al. Metabolism 2002.

basal y triglicéridos más elevados, así como menor han planteado las siguientes posibilidades etiopa-
sensibilidad a la insulina medida por HOMA. togénicas:
El análisis de la influencia de los componentes • Existencia de una menor secreción tubular de
del síndrome metabólico sobre los niveles de ácido urato.
úrico demuestra que el IMC (R = 0,20; p = 0,001), • La resistencia a la insulina es un hallazgo fre-
los triglicéridos (R = 0,17; p = 0,022), la tensión ar- cuente en enfermos con HTA esencial. Como se ha
terial diastólica (R = 0,29; p = 0,001) y la glucemia señalado antes, la insulina tiene un poderoso efecto
dos horas después de la sobrecarga oral de glucosa retenedor de sodio que se acompaña de una me-
(R = 0,41; p < 0,001) contribuyen de manera inde- nor excreción urinaria de urato. Además, la hiper-
pendiente (R2 = 0,595). Sin embargo, las concentra- insulinemia puede aumentar el tono simpático, que
ciones de ácido úrico no influyen en la sensibilidad contribuye a elevar las concentraciones de urato.
a la insulina en esta muestra. • Parece que la hiperuricemia podría producir-
se por descenso del flujo renal que acompaña a los
estados hipertensivos, ya que este bajo flujo renal
estimularía la reabsorción de urato.
11. Hiperuricemia • La HTA produce una enfermedad microvascu-
e hipertensión arterial (HTA) lar que puede llevar a isquemia tisular local. En es-
ta situación isquémica, además de la liberación de
La hiperuricemia se presenta en el 33% de los lactato que bloquea la secreción de urato en el tú-
hipertensos esenciales, en el 25% de los hiperten- bulo proximal, aumentan la síntesis de ácido úrico
sos no tratados, en el 50% de los que toman diuré- -por incremento de la biodisponibilidad de sustra-
ticos y en más del 75% de los enfermos con HTA to (xantina) y de enzima (xantina oxidasa)-, así co-
maligna. mo la formación de prooxidantes (O2.-). Este he-
El aumento de ácido úrico se relaciona directa- cho explicaría también el aumento del ácido úrico
mente con mayor resistencia vascular renal e in- en la preeclampsia o en la insuficiencia cardiaca
versamente con el flujo plasmático renal. La hiper- congestiva.
uricemia se correlaciona también con una mayor Otros factores que pueden contribuir a esta
excreción urinaria de albúmina, que predice la apa- asociación son el abuso de alcohol, la intoxicación
rición de nefropatía diabética y nefroesclerosis. por plomo y la obesidad.
A su vez, la albuminuria es un poderoso predictor
de complicaciones cardiovasculares en individuos
normo e hipertensos. 11.2. ¿Existen argumentos
científicos de que el ácido úrico
puede causar HTA en humanos?
11.1. Mecanismos
• Diferentes estudios epidemiológicos demues-
Aunque los mecanismos que pueden explicar tran una relación continua entre niveles de ácido
por qué los hipertensos tienen niveles elevados de úrico y de tensión arterial, especialmente en eda-
ácido úrico no están completamente aclarados, se des más jóvenes.

675
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Tabla 10. ESTUDIOS EN LOS QUE 11.4. ¿Podría el ácido úrico


SE CONSTATA QUE LA predecir la gravedad de
HIPERURICEMIA ES UN la enfermedad hipertensiva?
PREDICTOR DE LA
HIPERTENSIÓN ARTERIAL • Los niveles séricos de ácido úrico son marca-
dores importantes de gravedad en enfermedades
Israelo Ischemic Heart Study, 1972 hipertensivas. Muestran una sensibilidad muy alta
para identificar enfermas con preeclampsia com-
Kaiser Permanent Medical Care Program, 1990
paradas con aquellas con HTA transitoria (nive-
Olivetti Heart Study, 1994 les ≥ 5,5 mg/dl aumentan la probabilidad de pre-
Fuente: modificada de Johnson et al. Hypertension 2003. eclampsia en embarazadas hipertensas). La mayoría
de las embarazadas con niveles elevados de ácido
úrico y de transaminasas tienen la sintomatología
• La hiperuricemia es un factor de riesgo in- clásica de preeclampsia.
dependiente para predecir el desarrollo de HTA • En la HTA maligna, los sujetos con niveles más
(Tabla 10). elevados de ácido úrico presentan mayores cifras
• La hiperuricemia se correlaciona con la activi- de tensión arterial diastólica y de disfunción renal
dad renina plasmática, directamente involucrada en en la visita basal. Durante el seguimiento, los enfer-
el control tensional. mos con niveles de ácido úrico más altos presen-
• La hiperuricemia es frecuente entre individuos tan mayor deterioro de la función renal y mayores
con HTA maligna. niveles tensionales. A pesar de estos resultados, la
uricemia no parece que pueda predecir el deterio-
ro de la función renal o la supervivencia global en
11.3. ¿Podría el ácido esta situación.
úrico ser responsable • La combinación de HTA e hiperuricemia ≥ 7
de nefropatía en humanos? mg/dl se relaciona con una prevalencia superior de
hipertrofia ventricular, retinopatía hipertensiva, hi-
• Un 25-40% de los enfermos con gota tienen pertensión diastólica y proteinuria que la combina-
insuficiencia renal con evidencia de daño histoló- ción HTA-normouricemia.
gico en la mayoría de los casos (arteriolosclero- Todos estos datos proporcionan un cuerpo de
sis, glomerulosclerosis, fibrosis intersticial, depó- doctrina para considerar el ácido úrico como mar-
sito de cristales de urato en médula renal, etc.), cador de gravedad de HTA y de una mayor lesión
que algunos investigadores han atribuido a la HTA de órganos diana, que se acompañará de peor pro-
coexistente o a cambios histológicos renales aso- nóstico cardiovascular.
ciados a la edad.
• Recientemente se ha demostrado que la hiper-
uricemia predice el desarrollo de insuficiencia re-
nal en sujetos con función renal normal. 12. Hiperuricemia
• El urato es un predictor independiente, junto y asociación con
con HTA e hipertrigliceridemia, de progresión de otras enfermedades
nefropatía IgA en 10 años.
• La hiperuricemia se correlaciona con el desa- 12.1. VIH/sida
rrollo de insuficiencia renal en DM tipo 2 e, inde-
pendientemente, predice la progresión de esta in- La hiperuricemia puede ser un marcador pro-
suficiencia en enfermos trasplantados renales en nóstico en enfermos con infección por VIH/sida,
tratamiento con ciclosporina A. debido a su asociación con signos clínicos y de la-
• Aunque algunos estudios experimentales su- boratorio de progresión de la enfermedad:
gieren que la hiperuricemia es un factor de riesgo La hiperuricemia es más frecuente en estos
para la progresión del fracaso renal en sujetos con enfermos que en la población general (41,9% vs.
insuficiencia renal establecida; otros no lo hacen. 2-18%).

676
A.J. Calañas Continente

Es frecuente en enfermos tratados con didano- 13. Función antioxidante


sina, con fiebre prolongada (por infección, neopla- del ácido úrico: ¿sería
sia o enfermedad autoinmune), con estados hiper- beneficiosa la administración
catabólicos asociados al ayuno o caquexia y en la de ácido úrico?
viremia.
La hiperuricemia está inversamente relacionada El ácido úrico es el antioxidante acuoso más
con las cifras de linfocitos CD4, pero directamente abundante en el ser humano y es responsable de
en relación con la elevación de β2-microglobulina. la eliminación de las dos terceras partes de los ra-
En algunos estudios, tanto la hipouricemia co- dicales libres plasmáticos. El ácido úrico es uno de
mo la hiperuricemia se proponen como marca- los antioxidantes más importantes del plasma y su
dores precoces de tumores relacionados con el concentración es casi diez veces más alta que la
sida. de otros antioxidantes. Los mecanismos principa-
les que explican su acción antioxidante se basan en
su capacidad para:
12.2. Autismo • Ser particularmente eficaz retirando radicales hi-
droxilo, superóxido, oxígeno singlete y peroxinitrito.
Un subtipo de enfermos con autismo infantil clá- • Poder bloquear la formación de peroxinitrito.
sico (20% de la población autista) tiene niveles de • Funcionar como protector fisiológico evitando
excreción de ácido úrico más de 2 desviaciones tí- la peroxidación lipídica.
picas por encima de la media. Recientes estudios • Quelar metales de transición como el cobre y
realizados en fibroblastos cutáneos de estos enfer- el hierro.
mos demuestran que la síntesis de novo de purinas Hink et al. (2002) han demostrado que el áci-
está incrementada hasta cuatro veces, hallazgo es- do úrico puede evitar la degradación de la su-
perado dado el grado de hiperexcreción de urato peróxido dismutasa (SOD) extracelular, enzima
que presentan. Ya que aún no se ha identificado un crítica en el mantenimiento de la función endote-
defecto enzimático causante de la síntesis acelera- lial y vascular. Esta enzima cataliza la reacción de
da de purinas, se piensa que el responsable de la hi- anión superóxido (O2.-) a peróxido de hidróge-
peruricemia en este subgrupo de enfermos podría no (H2O2). La retirada de O2.- por la SOD3 evi-
ser un defecto en la interconversión de nucleóti- ta la reacción e inactivación por O2.- del impor-
dos de purina. tante vasodilatador endotelial óxido nítrico. La
SOD3, al retirar O2.- ayuda, por tanto, a mante-
ner los niveles de óxido nítrico y la función en-
12.3. Hipertensión dotelial. Normalmente, la SOD está inactivada en
pulmonar primaria presencia de H2O2. Sin embargo, el ácido úrico
bloquea la inactivación de la SOD por H2O2, re-
La hiperuricemia puede ser un marcador de generando SOD con la producción de un radical
gravedad en la hipertensión pulmonar primaria. urato. Este último radical, aunque potencialmente
Se ha demostrado una correlación positiva en- prooxidante, es considerablemente menos reac-
tre niveles séricos de urato y presión media de tivo que otros oxidantes clásicos y puede ser rá-
la aurícula derecha en enfermos con este diag- pidamente regenerado hacia urato en presencia
nóstico. Esta asociación no queda explicada por de ascorbato.
el uso de diuréticos o por la alteración de la fun- En una gran variedad de órganos y lechos vas-
ción hepática. culares, las concentraciones locales de ácido úrico
Los niveles de ácido úrico se correlacionan me- aumentan durante el estrés oxidativo agudo y la is-
jor con la presión auricular que con la presión de la quemia. Este incremento de ácido úrico podría ac-
arteria pulmonar o el gasto cardiaco. Además, ca- tuar como un mecanismo compensador que con-
si la totalidad de los enfermos presentaron un des- fiere protección frente a la gran hiperactividad de
censo de la hiperuricemia durante la infusión de radicales libres generada. Ames et al. plantean la
prostaciclina intravenosa (tratamiento empleado hipótesis de que la mutación del gen de la urica-
en la hipertensión pulmonar primaria). sa acaecida durante la evolución de los primeros

677
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

homínidos ocurrió por esta acción antioxidante presencia de factores de riesgo cardiovascular ma-
del ácido úrico, que ha aportado una ventaja evo- yores. Éste es el primer estudio que demuestra la
lutiva y podría explicar la mayor longevidad de los relación entre niveles de urato y gravedad neuroló-
seres humanos y grandes simios comparada con la gica en el ictus isquémico en una gran muestra po-
de otras especies. Si bien este incremento de áci- blacional. Una limitación potencial de este estudio
do úrico en sujetos con enfermedad cardiovascu- observacional es que no aclara los posibles meca-
lar podría reflejar un mecanismo compensador pa- nismos por los que el ácido úrico podría mejorar
ra contrarrestar el estrés oxidativo que ocurre en el pronóstico neurológico.
estas condiciones, no explicaría realmente por qué • En un estudio aleatorizado, doble ciego, con-
la hiperuricemia en enfermos con patología cardio- trolado y cruzado se administró ácido úrico a vo-
vascular está habitualmente asociada con un peor luntarios sanos tras realizar una actividad física in-
pronóstico. tensa aeróbica durante 20 minutos. El incremento
en los marcadores de estrés oxidativo causado por
la hiperactividad quedó abolido en los participan-
13.1. El ácido úrico como tes tratados con ácido úrico. En otro estudio alea-
antioxidante hepático y pulmonar torizado, controlado por placebo y doble ciego, se
evaluaron los efectos de la administración sistémi-
A nivel hepático, el ácido úrico ejerce su efecto ca de 1.000 de ácido úrico, demostrando un incre-
protector a través de su acción sobre el óxido ní- mento significativo en la capacidad de eliminación
trico. En modelos animales de shock hemorrágico, (scavenging) de radicales libres séricos durante la
el tratamiento con un inhibidor de la óxido nítrico infusión de ácido úrico y de vitamina C, aunque el
sintasa o con ácido úrico reduce la agresión hepá- efecto de aquél fue significativamente mayor.
tica y la formación de nitrosaminas. ¿Podría ser beneficiosa la administración de áci-
En aspirados traqueobronquiales de prematuros do úrico en enfermos con ictus?
que necesitan ventilación asistida se han detectado Numerosos estudios clínicos y experimenta-
niveles elevados de urato, sugiriendo que éste es les revelan un agotamiento gradual de la capaci-
un importante antioxidante en el tracto respirato- dad antioxidante tras un episodio de ictus isquémi-
rio, incluso en los primeros días de la vida. co transitorio y cómo la magnitud de este consumo
se correlaciona con la extensión del tejido cerebral
dañado. La administración de ácido úrico bajo con-
13.2. El ácido úrico como diciones experimentales disminuye el volumen del
antioxidante cerebral infarto cerebral. Se podría plantear tres ámbitos clí-
nicos en los que la administración de ácido úrico se-
Las concentraciones locales de ácido úrico au- ría teóricamente útil:
mentan significativamente en la agresión cerebral • En enfermos con ictus isquémico y clínica de
aguda en modelos animales. Esta elevación precoz menos de 12 horas de evolución, ya que en esta
durante o inmediatamente después del ictus isqué- ventana el estrés oxidativo es máximo (sólo el áci-
mico podría proporcionar protección contra el dé- do acetilsalicílico ha demostrado su beneficio en
ficit neurológico. Diferentes estudios clínicos apo- este periodo de tiempo).
yan esta hipótesis: • En enfermos con ictus isquémico e indicación
• La concentración de urato medida en 881 en- de terapia trombolítica con el activador tisular re-
fermos con ictus isquémico al inicio de los sín- combinante del plasminógeno (rt-PA), ya que sólo
tomas se correlaciona inversamente con el daño está aprobado su uso en ictus isquémico con evolu-
neurológico inicial y con el tamaño final del infar- ción no superior a tres horas. En estas condiciones,
to medido con tomografía axial computarizada o menos del 5% de los pacientes se benefician de esta
resonancia nuclear magnética. Además, las posibi- terapia. La administración de ácido úrico podría am-
lidades de un pronóstico favorable tras la isquemia pliar la ventana de tiempo de beneficio de rt-PA.
cerebral aumentan un 12% por cada mg/dl de au- • En enfermos sometidos a cirugía derivativa
mento de urato. Estas relaciones son independien- cardiopulmonar. Entre el 30 y el 80% de los enfer-
tes de la edad, uso de diuréticos, función renal o mos sometidos a este tipo de cirugía experimentan

678
A.J. Calañas Continente

cambios neurológicos mediados por el estrés oxi- Liatsikos et al. (2000) administraron una dieta ba-
dativo susceptibles de este tratamiento. ja en proteínas durante 10 días a 42 enfermos con
antecedentes de nefrolitiasis e hipercalciuria y de-
mostraron descensos significativos en la excreción
urinaria de urato, calcio, oxalato, cloro y sodio.
14. Abordaje dietético de Gianni et al. también observaron descensos en
la hiperuricemia y de la gota los niveles de ácido úrico, calcio y oxalato en orina
con aumento del citrato y del pH venoso 15 días
Hoy en día se piensa que la contribución de la después de realizar una dieta baja en proteínas. Es-
dieta desempeña un mínimo papel en el tratamiento tas modificaciones obtenidas en la bioquímica uri-
de la hiperuricemia, ya que la mayor parte del ácido naria disminuyen el riesgo litogénico.
úrico procede de fuentes endógenas.
Las purinas no se consideran un componente
esencial de la dieta, puesto que el organismo las sin- 14.2. Incremento del consumo
tetiza en cantidad suficiente para cubrir las necesi- proteico de origen vegetal
dades. Sin embargo, el enfermo crítico puede no ser
capaz de sintetizar purinas y pirimidinas en canti- Jenkins et al. (2001) evaluaron los efectos meta-
dad suficiente como para cubrir la elevada tasa de bólicos de dietas ricas en proteínas de origen vege-
recambio celular existente, por lo que éstas debe- tal (específicamente, gluten de trigo) sobre el perfil
rían ser aportadas de manera artificial. Algunas ex- lipídico, la concentración de ácido úrico y la función
periencias bien contrastadas sugieren que la adición renal en 20 participantes dislipémicos a lo largo de
de ácidos nucleicos a la dieta de los enfermos en si- un mes, utilizando un diseño aleatorio y cruzado.
tuaciones críticas podría producir efectos benefi- En comparación con el grupo control, la dieta hi-
ciosos sobre su estado inmunológico (ver Capítu- perproteica disminuye la concentración de triglicéri-
los 1.16 y 4.8). dos en un 19,2 ± 5,6% (p = 0,003); la de ácido úrico,
Las diferentes intervenciones dietéticas utiliza- en un 12,7 ± 2% (p < 0,001); y la de creatinina, en un
das para el tratamiento de la hiperuricemia y de la 2,5 ± 1,1% (p = 0,035), con aumento de las concen-
gota se pueden resumir en las siguientes. traciones sérica y urinaria de urea en un 42,2 ± 5,8%
y en un 99,2 ± 17,2%, respectivamente (p < 0,001).
La oxidación de LDL-colesterol disminuye con este
14.1. Restricción moderada tipo de dieta en un 10,6 ± 3,6% (p = 0,009).
del consumo proteico Posiblemente, el cambio dietético de mayor sig-
nificación obtenido en este estudio, en lo que a ries-
En un estudio realizado en enfermos con hipe- go cardiovascular se refiere, sea la reducción de la
ruricemia y HTA (n = 55), aleatorizados a trata- oxidación de LDL-colesterol y de ácido úrico.
miento dietético exclusivamente con un consumo A pesar de los resultados, los efectos cróni-
proteico de 0,8 g/kg/día, tratamiento farmacológi- cos del consumo de dietas hiperproteicas sobre
co o tratamiento combinado y seguidos durante la función renal requieren más evaluaciones antes
6 meses, se demostró que el ácido úrico disminuye de que se pueda adoptar ampliamente una ingesta
significativamente en todos los grupos estudiados. proteica superior al 15-20%, que es la que actual-
Sin embargo, después de acabar la intervención, los mente se recomienda.
enfermos que reciben sólo tratamiento dietético
son los únicos que muestran una reducción del áci-
do úrico mantenida y progresiva, mientras que en 14.3. Incremento del consumo
los otros grupos se observa una tendencia al incre- proteico con restricción
mento de la uricemia. El objetivo principal del tra- importante de hidratos
tamiento dietético para controlar la hiperuricemia de carbono
fue reducir el consumo habitual de alimentos ricos
en purinas, ácido oxálico y grasa, incrementando la El consumo de una dieta hiperproteica y muy
ingesta de líquidos. baja en hidratos de carbono aporta una marcada

679
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

Tabla 11. EFECTOS DE LA RESTRICCIÓN DE HIDRATOS DE CARBONO SOBRE


EL METABOLISMO DEL CALCIO Y EL RIESGO DE NEFROLITIASIS

Usuala Inducciónb Mantenimientoc ANOVA p


Kilocalorías/día 2.314 ± 409 1.930 ± 503 2.034 ± 464 0,0008
Proteínas (g/día) 91 ± 19 164 ± 49 170 ± 47 < 0,0001
Grasa (g/día) 90 ± 17 133 ± 34 136 ± 32 < 0,0001
Hidratos de carbono (g/día) 285 ± 57 19 ± 4 33 ± 16 < 0,0001
Sulfuros (mmol/día) 34 ± 6 62 ± 20 66 ± 19 < 0,0001
Carga ácida (mEq/día) 3 ± 27 106 ± 56 114 ± 57 < 0,0001
Osteocalcina (ng/ml) 5,7 ± 2,2 4,8 ± 1,6 5,0 ± 1,1 0,03
Absorción intestinal de calcio (%) 46,8 ± 9,3 50,0 ± 11,4 51,5 ± 8,6 0,17
pH urinario 6,09 ± 0,24 5,56 ± 0,33 5,67 ± 0,40 0,0004
Uricuria (mg/día) 566 ± 112 675 ± 264 694 ± 228 0,17
Calciuria (mg/día) 160 ± 75 258 ± 88 248 ± 106 < 0,0001
Oxaluria (mg/día) 28 ± 6 26 ± 7 30 ± 17 0,61
Citraturia (mg/día) 763 ± 241 449 ± 257 581 ± 296 0,004
ANOVA: análisis de varianza.
a
Dieta habitual sin intención de pérdida ponderal.
b
Dieta con restricción muy importante de hidratos de carbono durante 2 semanas.
c
Dieta con restricción moderada de hidratos de carbono.
Fuente: modificada de Reddy et al. Am J Kidney Dis 2002.

sobrecarga ácida al riñón. Estas dietas tienden a 14.4. Dieta moderadamente


ser ricas en proteínas de origen animal y en ami- hipocalórica con modificación
noácidos azufrados. La oxidación de los sulfuros del aporte graso
a sulfatos genera protones que aumentan la aci-
dez. Por otro lado, la restricción de hidratos de Un estudio piloto ha demostrado que una res-
carbono incrementa la producción de cuerpos tricción calórica moderada y también de hidratos
cetónicos que disminuyen aún más el pH sanguí- de carbono, con incremento proporcional de la in-
neo. Este incremento de la carga ácida total pro- gesta de proteínas y de grasa insaturada disminuye
duce un descenso del pH urinario, que aumenta los episodios de gota en 13 enfermos no diabéti-
el riesgo de nefrolitiasis por ácido úrico y cálcica, cos. Las recomendaciones consistieron en restric-
con descenso del citrato urinario que actúa como ción calórica (1.600 kcal/día: 40% derivadas de hi-
inhibidor de la litogénesis. Este tipo de alimenta- dratos de carbono; 30% de proteínas y 30% de
ción desequilibrada favorece posiblemente una grasa). Los hidratos de carbono refinados fueron
mayor pérdida de densidad mineral ósea por au- sustituidos por hidratos de carbono complejos y la
mento de la calciuria (hasta en un 60%) sin incre- grasa saturada por insaturada, con especial énfasis
mento compensador de la absorción intestinal de en el consumo de nueces, aceites y pescados.
calcio y descenso de la osteocalcina (Tabla 11). Tras 16 semanas de tratamiento dietético, el
Además, este tipo de dietas podrían incremen- urato disminuyó un 18% y los ataques mensuales
tar el riesgo cardiovascular, ya que tienen unos de gota se redujeron en un 67% (de 2,1 a 0,6). Se
contenidos altos de grasa saturada y colesterol produjeron también cambios significativos en el pe-
y bajos de fibra. so, en los niveles de ácido úrico, de colesterol total,

680
A.J. Calañas Continente

Tabla 12. CONTENIDO EN PURINAS DE ALIMENTOS Y BEBIDAS

Alimentos ricos en purinas Alimentos con contenido Alimentos exentos de purinas


(100-1.000 mg purina/100 g moderado en purinas (10-100 o apurínicos (< 10 mg purina/
alimento) mg purina/100 g alimento) 100 g alimento)
Extractos cárnicos, trucha, consomé, Espárragos, espinacas, Leche y derivados, huevos,
perdiz, vísceras, (sesos, riñones, champiñón, almejas, guisantes, cereales y pastas (pan, arroz,
corazón, hígado, mollejas), caballa, cordero, pollo, pato, cerdo, fideos, espaguetis, tallarines,
sardina, anchoa, mejillón, arenque, jamón, habichuelas, lentejas, macarrones, etc.), patatas, frutas,
alimentos preparados con levaduras frijoles, langosta, cangrejo, verduras y hortalizas (excepto
o huevo, beicon, bacalao, merluza, ostra, camarón acelgas, coliflor, puerros),
ternera, venado, huevas, bebidas edulcorantes (azúcar, miel,
alcohólicas, legumbres, pavo mermelada), bebidas carbónicas,
café, chocolate, cacao, nueces,
aceitunas, sal

de LDL-colesterol y de triglicéridos. La explicación en la mayor parte de los enfermos con hiperurice-


probablemente radique en la disminución de la resis- mia grave (por encima de 9 mg/dl).
tencia a la insulina conseguida con este tipo de dieta, Las fuentes alimentarias con mayor carga de pu-
que produce un mayor aclaramiento renal de urato. rinas son las vísceras animales, algunos pescados
Este estudio tiene como inconvenientes el pequeño (anchoas, sardinas, arenques), los extractos de car-
tamaño muestral y la dificultad para saber si los cam- ne, las conservas de mariscos (especialmente me-
bios dietéticos se mantienen a lo largo del tiempo. jillones) y algunas carnes (ganso, costilla de vacuno,
cordero). Los alimentos que no contienen purinas
o poseen una cantidad no considerable de ellas son
14.5. Limitación del consumo leche, huevo, arroz, aceites, miel, cereales de desa-
de alimentos ricos en purinas yuno y diversas frutas y verduras.

La restricción de la ingesta de purinas no se sue-


le recomendar porque, aunque la adherencia dieté- 14.5.1. Contenido en purinas de
tica por parte del enfermo sea muy estricta, sólo se los principales alimentos y bebidas
puede esperar una reducción de ácido úrico entre
el 15 y el 20% y, además, una dieta con estas carac- El contenido en purinas de los principales ali-
terísticas no es palatable a largo plazo. mentos y bebidas se detalla en la Tabla 12.
La amplitud del descenso de ácido úrico en plas-
ma y orina es proporcional al consumo de puri-
nas, si bien puede variar ampliamente entre sujetos. 14.5.2. Alimentos ricos en purinas,
Una reducción del urato sérico superior a 1 mg/dl, ingesta proteica y riesgo
y una de la excreción urinaria mayor de 200 mg/ de gota en varones
24 h tras realizar una limitación del consumo de
alimentos ricos en purinas, indican una contribu- El Health Professionals Follow-Up Study es un estu-
ción importante de este consumo y/o del de alco- dio longitudinal en el que participan 51.529 profe-
hol en la hiperuricemia del enfermo. sionales de la salud varones, de entre 40 y 75 años
El tratamiento farmacológico inhibidor del cata- de edad (Choi et al., 2004). En este estudio se anali-
bolismo de las purinas ha reemplazado en gran me- zan de manera prospectiva a lo largo de 12 años la
dida a la dieta baja en purinas. A pesar de la posible incidencia de gota así como los factores dietéticos
eficacia de los fármacos para reducir la hiperurice- de riesgo para su desarrollo tras excluir del análi-
mia, es razonable restringir los alimentos ricos en sis a todos los participantes con antecedentes de
purinas y limitar el aporte de calorías y de alcohol artritis gotosa en el momento basal quedando una

681
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

muestra total de 47.150 participantes. Los princi- cidencia de gota está basada en experimentos me-
pales resultados son: tabólicos en animales y seres humanos que analizan
El riesgo relativo (regresión de Cox) entre hom- el efecto a corto plazo de sobrecargas artificiales
bres en el quintil más elevado de consumo de car- de purinas purificadas sobre la uricemia, pero me-
ne comparado con aquellos en el quintil más bajo rece la pena realizar algunas consideraciones:
fue de 1,41 (IC 95%: 1,07-1,86; p para tendencia = No es muy conocido el tipo y la cantidad de pu-
0,02). Sólo la ingesta de ternera, cerdo o cordero rinas presentes en la mayoría de los alimentos, es-
como plato principal se asoció con un incremento pecialmente en aquellos cocinados o procesados.
del riesgo de gota (p para tendencia = 0,01). La biodisponibilidad de las purinas alimenta-
El aumento de la ingesta de pescado también se rias es muy variable. Por ejemplo, es mayor para el
asoció con un mayor riesgo de gota: riesgo relati- DNA que para cantidades equivalentes de DNA;
vo (regresión de Cox) entre hombres en el quin- mayor para ribonucleótidos que para un ácido nu-
til más alto de consumo de pescado comparado cleico y mayor para la adenina que para la guanina.
con el quintil más bajo de consumo fue de 1,51 (IC El resultado final analizado en la mayoría de es-
95%: 1,17-1,95; p para tendencia = 0,02). La ingesta tos estudios fue la hiperuricemia, más que el de-
de todas las categorías de pescado se asoció con sarrollo de gota. Sin embargo, una proporción
mayor riesgo de gota (p para tendencia < 0,05). Se importante de enfermos con hiperuricemia no de-
necesitan estudios más detallados en este sentido sarrollan artritis gotosa.
dado el emergente papel del pescado en la preven- Por lo tanto, resulta complicado predecir si el
ción de la enfermedad coronaria. consumo puntual de un alimento o grupo de ali-
La incidencia de gota disminuyó con el aumento mento “rico en purinas” modifica el riesgo de gota,
de la ingesta de productos lácteos. El riesgo relativo y si lo hace, en qué grado.
(regresión de Cox) entre hombre con el consumo Este estudio permite afirmar que por cada ra-
en el quintil más alto, comparado con los que esta- ción adicional y diaria de carne el riesgo de gota
ban en el quintil más bajo de ingesta fue de 0,56 (IC aumenta un 21% y que cada ración adicional y se-
95%: 0,42-0,74; p para tendencia < 0,001). Esta aso- manal de pescado lo hace en un 7%, siendo estos
ciación inversa se limitó sólo al consumo de lácteos efectos superiores en enfermos con antecedentes
descremados, tanto leche como yogur. La ingesta de de gota, ya que el aclaramiento renal de urato está
proteínas lácteas (caseína y lactoalbúmina) disminu- alterado en la mayoría de ellos.
ye el ácido úrico en sujetos sanos dado el efecto uri- A pesar del cuidadoso diseño de este estu-
cosúrico de estas proteínas. Como los lácteos tie- dio, no deja de ser observacional, por lo que los
nen un bajo contenido en purinas, la proteína láctea autores no pueden excluir la posibilidad de que
puede ejercer su efecto hipouricemiante sin aportar factores no medidos puedan contribuir a las aso-
una sobrecarga de purinas que sí harían otras fuen- ciaciones observadas.
tes proteicas como la carne o el pescado.
El consumo de verduras ricas en purinas y la in-
gesta total de proteínas de origen animal o vegetal 14.5.3. Consumo de purinas
no se asocian con un incremento del riesgo de go- y nefrolitiasis úrica
ta. Las dietas hiperproteicas aumentan la excreción
urinaria de ácido úrico y disminuyen la hiperurice- Tres factores fisiológicos diferentes causan la
mia por lo que un consumo moderado de verdu- precipitación del ácido úrico:
ras ricas en purinas o de proteínas no aumenta el 1. Hiperuricosuria por hiperproducción y/o in-
riesgo de gota. cremento del aclaramiento renal de ácido úrico.
Estas asociaciones fueron independientes de nu- 2. Descenso del volumen urinario.
merosos factores dietéticos investigados y de otros 3. Acidez urinaria persistente: La excreción de
factores de riesgo para gota como un mayor IMC, ácido úrico aumenta linealmente con los incremen-
edad más avanzada, abuso de alcohol, tratamiento tos en la ingesta de purinas. Cerca del 50% de los
con diuréticos e insuficiencia renal crónica. enfermos con litiasis úrica tienen un pH urinario < 5,
La idea generalizada de que existe una relación que refleja a veces el exceso de ingesta de alimentos
entre el consumo de dietas ricas en purinas y la in- ácidos, como las proteínas de origen animal. Estos

682
A.J. Calañas Continente

Tabla 13. PREVENCIÓN DE NEFROLITIASIS CÁLCICA Y ÚRICA. RECOMENDACIONES


DIETÉTICAS

• Ingerir al menos 2.500-3.000 ml de agua al día, distribuida regularmente a lo largo de las 24 horas
(beber en el momento de acostarse)
• Limitar el consumo de proteínas de origen animal (5 raciones/semana). Evitar el consumo repetido
en el mismo día
• Evitar un consumo de sal diario superior a 8-10 g
• Consumir 800 mg de calcio/día, sobre todo en forma de lácteos. Si son preparados farmacológicos,
tomar con las comidas para disminuir la absorción intestinal de oxalato
• Evitar un consumo excesivo de alimentos ricos en oxalato

enfermos tienen mayor riesgo de una cristalización llan intolerancia a la glucosa e hipertrigliceridemia.
exagerada de ácido úrico y, por tanto, de litiasis. La inclusión de pequeñas cantidades de fructosa en
Intervención dietética. La evidencia es li- una comida puede mejorar la tolerancia a la glucosa
mitada y sólo procede de pequeños estudios. En la porque disminuye la glucemia posprandial. Esta me-
práctica se deben aplicar las mismas recomenda- joría está primariamente mediada por la activación
ciones dietéticas que para los enfermos con nefro- de la glucokinasa hepática, que facilita la captación
litiasis cálcica (Tabla 13). Estas recomendaciones hepática de glucosa y es más evidente en estados de
no implican la imposición de una dieta terapéutica resistencia a la insulina. Este efecto beneficioso de la
para toda la vida, sino solamente aplicar el conoci- fructosa sobre la captación hepática de glucosa des-
miento actual de lo que es una alimentación salu- aparece si la fructosa se administra continuadamen-
dable y que se debe recomendar a la población ge- te, como ocurre durante la infusión de una nutrición
neral: “dieta de sentido común”. parenteral total que use la fructosa como fuente de
hidratos de carbono. La infusión parenteral de gran-
des cantidades de fructosa tiene, además, la capaci-
14.6. Consumo de sacarosa dad potencial de inducir acidosis láctica.
y fructosa
La relación entre hiperuricemia, hipertriglice- 14.7. Consumo de alcohol
ridemia y un consumo elevado de azúcares sim- e hiperuricemia
ples está ampliamente reconocida desde hace
varios años. En individuos susceptibles, la sacaro- El etanol tiene un efecto bien establecido sobre
sa aumenta la concentración de ácido úrico por el metabolismo de las purinas y de las pirimidinas. Su
aumento de la síntesis y menor aclaramiento se- consumo se relaciona de manera significativa con el
cundario a la elevación de las concentraciones de aumento del ácido úrico, y la ingestión ocasional en
lactato sérico. enfermos con antecedentes de gota produce crisis
La contribución de la fructosa en la ingesta to- gotosas. Diferentes mecanismos pueden explicar es-
tal actual de hidratos de carbono ha aumentado, ya tos efectos sobre el metabolismo de las purinas:
que está sustituyendo a la sacarosa como edulco- • La competición entre los metabolitos del alco-
rante en una gran variedad de alimentos. El hígado hol y el ácido úrico por la excreción renal.
desempeña en su metabolismo un papel primor- • El aumento de ácido láctico derivado del consu-
dial. La fructosa es un sustrato importante para la mo de etanol, que inhibe la excreción urinaria de áci-
gluconeogénesis y la lipogénesis y puede elevar los do úrico aumentando su concentración plasmática.
niveles de ácido úrico. • El incremento de la concentración plasmática
La fructosa puede tener diferentes efectos meta- de oxipurinas (hipoxantina y xantina) generado por
bólicos dependiendo de la cantidad ingerida. Cuan- un consumo acelerado de ATP después de la ingesta
do se consumen grandes cantidades se desarro- de alcohol y por la inhibición parcial de la actividad

683
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

xantina deshidrogenasa como consecuencia del me- reales, féculas y verduras pobres en purinas esti-
tabolismo del etanol. El etanol convierte el NAD+ mula la excreción de ácido úrico.
oxidado en NAD reducido (NADH), disminuyen- • Las legumbres tienen un contenido modera-
do la proporción NAD+/NADH. El incremento de do en purinas y se pueden consumir una o dos ve-
NADH por efecto del etanol inhibe la actividad de la ces por semana.
enzima xantina deshidrogenasa, aumentando la con- • La excreción de urato se reduce con el consu-
centración de oxipurinas en plasma. mo de grasa. No hay que excederse en el consumo
• Además, el alcohol produce hiperuricemia por de grasas de los alimentos y de condimentación.
un aumento de la adiposidad abdominal que con- • Conviene disminuir, en cantidad y frecuencia, el
tribuye a la hiperinsulinemia. consumo de alimentos ricos en purinas.
La cerveza, y otras bebidas alcohólicas, aumen- • Debe evitarse la ingesta de alcohol (no más
tan las concentraciones plasmáticas de ácido úrico, de dos bebidas/día para el hombre con menos de
oxipurinas y uridina. La cerveza también aumenta 65 años y no más de una bebida/día para mujeres
la concentración de ácido úrico y contiene cantida- y personas con más de 65 años). Aporta calorías
des considerables de purinas (guanosina, hipoxan- “vacías”, aumenta la producción de ácido úrico y
tina, xantina y guanina) en comparación con otras de triglicéridos en sangre y reduce la eliminación
bebidas alcohólicas. urinaria de ácido.
Los hombres con gota registran un consumo ma- • El consumo de café, té, cacao y chocolate no
yor de alcohol comparados con los que no tienen está prohibido, puesto que contienen metilxanti-
gota (14,3 g/d vs. 11,2 g/d) en el 96,5% de los cues- nasas, así como cafeína o teína, con semejanza quí-
tionarios sobre patrón dietético, nefrolitiasis y go- mica a las purinas pero que no se transforman en
ta, completados en 1986 en el Health Professionals ácido úrico.
Follow-Up Study. • Es importante tomar suficiente cantidad de lí-
quidos, para prevenir la litiasis, especialmente si
existen antecedentes de cálculos o se utilizan me-
dicamentos uricosúricos. La alcalinización de la ori-
15. Recomendaciones na aumenta la solubilidad del urato (uso de aguas
dietéticas bicarbonatadas).
• La pérdida gradual de peso, siempre que esté
• Es recomendable aumentar el consumo de hi- indicada, disminuye el ácido úrico. Conviene evitar
dratos de carbono complejos frente al de hidratos el ayuno o las pérdidas ponderales aceleradas, por-
de carbono simples y grasas. Una dieta rica en ce- que pueden elevarlo.

684
A.J. Calañas Continente

16. Resumen
 Está bien reconocido el nexo epidemiológico al igual que en otras alteraciones metabólicas,
entre la hiperuricemia y el incremento del son necesarias diferentes modificaciones die-
riesgo cardiovascular. Estudios importantes la téticas. Esto requiere una atención individuali-
han identificado como un predictor de eventos zada y cambios graduales, teniendo en cuenta
cardiovasculares, como el infarto de miocardio, las preferencias y la situación socioeconómica
del desarrollo de hipertensión arterial (HTA) del enfermo, así como medidas de educación
y del de enfermedad coronaria. El ácido úrico sanitaria.
está incrementado en enfermos con HTA y,
cuando la hiperuricemia se presenta en la HTA,  Una restricción calórica moderada y de hidra-
aumenta la morbimortalidad cardiovascular. Es tos de carbono, con incremento proporcional
controvertido si el ácido úrico es un factor de de la ingesta de proteínas (especialmente de
riesgo independiente de morbimortalidad en origen vegetal) y de grasa insaturada, mejora la
enfermos con patología vascular o representa situación metabólica y disminuye los episodios
un marcador indirecto de pronóstico desfavo- de gota.
rable dada su asociación con otros factores de
riesgo cardiovascular bien o suficientemente
establecidos.

 A pesar de todo, la hiperuricemia puede ser un


marcador de obesidad, HTA, insuficiencia renal y
síndrome metabólico de resistencia a la insulina.

 La reciente evidencia apoya el papel del ácido


úrico como un factor de riesgo cardiovascular
verdadero, particularmente para el desarrollo
de HTA y enfermedad renal. Se necesitan más
estudios en seres humanos para probar o deses-
timar esta posibilidad antes de recomendar de
manera rutinaria disminuir los niveles de ácido
úrico para reducir la presión arterial o la enfer-
medad cardiovascular. Dado que la hiperurice-
mia causa enfermedad vascular precoz en dife-
rentes modelos animales, serían más efectivos
los estudios diseñados con un enfoque preven-
tivo, evitando así el efecto deletéreo y manteni-
do de la hiperuricemia sobre el organismo.

 El ácido úrico es un marcador de gravedad de la


HTA y de mayor lesión de órganos diana.

 Independientemente de que la hiperuricemia


sea causa o consecuencia de enfermedad car-
diovascular, cuando se diagnostica en un enfer-
mo debería estimular al clínico a evaluar el perfil
de riesgo cardiovascular del enfermo y alertar
hacia una posible resistencia a la insulina.

 Las modificaciones en el estilo de vida deberían


ser la primera alternativa en el tratamiento de
la hiperuricemia. Para mejorar la hiperuricemia,

685
Capítulo 4.22. Nutrición en las hiperuricemias

17. Bibliografía
Borghi L, Schianchi T, Meschi T, Guerra A, Allegri F, Mag- ácido úrico y función renal en pacientes dislipémicos. La dieta
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Un análisis prospectivo excelente sobre el impacto de la alimen- al. Is there a pathogenetic role for uric acid in hypertension and
tación en la recurrencia de la nefrolitiasis cálcica. cardiovascular and renal disease? Hypertension 2003; 41: 1183-90.
Esta revisión analiza la asociación entre hiperuricemia, HTA y
Choi HK, Atkinson K, Karlson EW, Willet W, Curhan G. Puri- enfermedad cardiovascular. Los niveles de ácido úrico se han
nerich foods, dairy and protein intake, and the risk of gout in asociado independientemente con mayor mortalidad en el
men. N Engl J Med; 350: 1093-103. análisis multivariante. La hiperuricemia puede estar mediada por
Estudio epidemiológico reciente en el que se indica que es el fenómenos de isquemia intrarrenal.
consumo de carne, seguido del consumo de pescado, el factor
dietético que más incide en el aumento plasmático de ácido Kramer HJ, Choi HK, Atkinson K, Stampfer M, Curhan GC. The
úrico. association between gout and nephrolithiasis in men: The Health
Professionals Follow-Up Study. Kidney Int 2003; 64: 1022-6.
Costa A, Igualá I, Bedini J, Quintó L, Conget I. Uric acid Este artículo analiza el seguimiento de un estudio que considera
concentration in subjects at risk of type 2 diabetes mellitus: las relaciones existentes entre gota y nefrolitiasis entre una po-
Relationship to components of the metabolic syndrome. Me- blación seleccionada de profesionales de la salud.
tabolism 2002; 51: 372-5.
Estos autores demuestran la relación existente entre ácido Lioté F. Hyperuricemia and gout. Curr Rheumatol Rep 2003;
úrico, sensibilidad a la insulina y los componentes del síndrome 5: 227-34.
metabólico en un grupo de participantes (n = 201) con alto Esta revisión se centra en los nuevos hallazgos sobre la etio-
riesgo de desarrollar DM tipo 2. patogenia de la hiperuricemia idiopática y secundaria y de la
gota. El control de la hiperuricemia debe considerarse parte
Dessein PH, Shipton EA, Stanwix AE, Joffe BI, Ramokgadi J. integrante de la prevención y tratamiento de la enfermedad
Beneficial effects of weight loss associated with moderate cardiovascular.
calorie/carbohydrate restriction, and increased proportional in-
take of protein and unsaturated fat on serum urate and lipopro- Rafey MA, Lipkowitz MS, Leal-Pinto E, Abramson RG. Uric acid
tein levels in gout: a pilot study. Ann Rheum Dis 2000; 59: 539-43. transport. Curr Opin Nephrol Hypertens 2003; 12: 511-6.
Una dieta diseñada para el síndrome metabólico de resistencia Revisión de la fisiología y de los mecanismos moleculares res-
a la insulina que favorezca una pérdida ponderal progresiva tie- ponsables del transporte renal de urato.
ne efectos beneficiosos en enfermos con hiperuricemia y gota,
disminuyendo en un 67% la frecuencia mensual de episodios de Reddy ST, Wang CY, Sakhaee K, Brinkley L, Pak CYC. Effect
gota y en un 18% las cifras séricas de ácido úrico. Aunque los of low-carbohydrate high-protein diets on acid-base balance,
efectos conseguidos pueden estar relacionados mayoritariamen- stone-forming propensity, and calcium metabolism. Am J Kid-
te con la pérdida de peso, los resultados sugieren que esta dieta ney Dis 2002; 40: 265-74.
puede ser favorable en estos enfermos. Los autores puntualizan Este artículo analiza los efectos de una dieta rica en proteínas
que la limitación moderada de la ingesta de hidratos de carbono, de origen animal sobre la fisiología renal y su impacto en la
con aumento proporcional en la de proteínas y el uso de grasa litogénesis.
monoinsaturada, aumentan la sensibilidad a la insulina y, por tan-
to, todas ellas pueden favorecer el descenso de ácido úrico. Tomita M, Mizuno S, Yamanaka H, Hosoda Y, Samuka K,
Matuoka Y, et al. Does hyperuricemia affect mortality? A pro-
Janssens HJEM, Van den Lisdonk EH, Bor H, Van den Hoogen spective cohort study of Japanese male workers. J Epidemiol
HJM, Janssen M. Gout, just a nasty event or a cardiovascular 2000; 10: 403-9.
signal? A study from primary care. Fam Pract 2003; 20: 413-6. Los autores encuentran que la hiperuricemia se asocia con un
Se estudian las relaciones entre la aparición de gota y la ocu- mayor riesgo relativo de mortalidad, enfermedad coronaria, ic-
rrencia de enfermedad cardiovascular o su asociación con indi- tus, hepatopatía e insuficiencia renal.
cadores de riesgo cardiovascular.
Verdecchia P, Schillaci G, Reboldi GP, Santeusanio F, Porcellati
Jenkins DJA, Kendall CWC, Vidgen E, Augustin LSA, Van Erk M, C, Brunetti P. The relation between serum uric acid and risk
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wheat gluten on serum lipids, uric acid, and renal function. Am Study. Hypertension 2000; 36: 1072-8.
J Clin Nutr 2001; 74: 57-63. Los autores se plantean el papel del ácido úrico como predictor
Estudio de los efectos metabólicos de dietas ricas en proteínas de acontecimientos cardiovasculares y mortalidad en la hiper-
de origen vegetal sobre el perfil lipídico, concentración sérica de tensión arterial esencial.

686
A.J. Calañas Continente

Waring WS. Uric acid: an important antioxidant in acute is-


chaemic stroke. Q J Med 2002; 95: 691-3.
En esta revisión se analiza el papel del ácido úrico como factor
de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular, como
marcador de isquemia silente y de resistencia a la insulina así
como sus funciones anti y pro-oxidantes.

Weir CJ, Muir SW, Walters MR, Lees KR. Serum urate as an
independent predictor of poor outcome and future vascular
events after acute stroke. Stroke 2003; 34: 1951-7.
Estos autores confirman la relación entre hiperuricemia y peor
pronóstico a los 90 días del ictus en enfermos con ictus isqué-
mico o hemorragia intracraneal primaria.

Wortmann RL. Gout and hyperglucemia. Curr Opin Rheuma-


tol 2002; 14: 281-6.
Este autor revisa la epidemiología de la gota y de la hiperu-
ricemia en países orientales y africanos, así como su posible
etiopatogenia. Resalta la no totalmente explicada aunque mul-
tifactorial relación existente entre hiperuricemia y enfermedad
cardiovascular, señalando la importancia de la resistencia insu-
línica. El tratamiento farmacológico, la manipulación dietética y
el manejo adecuado de las enfermedades metabólicas asocia-
das a la hiperuricemia/gota constituyen los pilares terapéuticos
actuales.

18. Enlaces web


 www.niams.nih.gov

 www.rheumatology.org

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 www.seenweb.org

 www.senpe.com

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 www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez

 www.clinicalevidence.com

 www.fisterra.com/guias2/gota.htm

687
4.23. Nutrición en el estrés psicosocial
y las alteraciones neurológicas

Mercè Planas Vilà Rosa María Burgos Peláez Carolina Puiggrós Llop
Capítulo 4.23.

Nutrición en el estrés psicosocial y las


alteraciones neurológicas

1. Introducción

2. Influencia de la nutrición en la función cognitiva


2.1. Papel de la dieta en la función cognitiva
2.1.1. Dieta saludable
2.1.2. Ácidos grasos poliinsaturados
2.1.3. Hidratos de carbono y determinados aminoácidos
2.1.4. Endorfinas
2.1.5. Antioxidantes
2.2. Papel de los sustratos nootrópicos

3. Nutrición en el estrés psicosocial


3.1. Definición del estrés
3.2. Mediadores del estrés
3.3. Consecuencias fisiológicas del estrés
3.3.1. Sobre el sistema inmune
3.3.2. Comportamiento alimentario y estado de nutrición
3.3.3. Sobre el sistema gastrointestinal
3.4. Manifestaciones clínicas del estrés
3.4.1. Hábito alimentario
3.4.2. Balance energético y peso corporal

4. Nutrición en las enfermedades neurológicas crónicas


4.1. Relaciones entre enfermedades neurológicas y nutrición
4.1.1. Papel de los nutrientes como factores etiológicos en algunas
enfermedades neurológicas
4.1.2. Posibilidad de tratar algunas enfermedades neurológicas con
modificaciones de la dieta
4.1.3. Sintomatología de la enfermedad neurológica como causa de
desnutrición
4.2. Disfagia
4.2.1. Definición y prevalencia de la disfagia
4.2.2. Diagnóstico e implicaciones clínicas de la disfagia
4.2.3. Tratamiento de la disfagia
4.3. Patologías específicas
4.3.1. Enfermedades neurológicas degenerativas
4.3.1.1. Enfermedad de Alzheimer
4.3.1.2. Enfermedad de Parkinson
4.3.1.3. Esclerosis múltiple
4.3.2. Epilepsia
4.3.3. Secuelas de las lesiones medulares

5. Resumen

6. Bibliografía

7. Enlaces web

Objetivos

n Conocer las relaciones existentes entre el cerebro y la nutrición.


n Estimar las influencias de la nutrición en las funciones cognitivas del individuo humano.
n Analizar las modificaciones fisiológicas que el estrés psicosocial comporta.
n Evaluar las alteraciones del estrés sobre el hábito alimentario, el balance energético y el peso corporal.
n Valorar los posibles factores nutritivos como desencadenantes de algunas enfermedades neurológicas.
n Examinar el papel de las modificaciones dietéticas o de la complementación con algunos nutrientes como fac-
tor terapéutico de algunas enfermedades neurológicas.
n Identificar los síntomas generales de las enfermedades neurológicas crónicas que pueden contribuir al desarro-
llo de la desnutrición.
n Definir las características nutritivas específicas en las distintas enfermedades neurológicas crónicas.
1. Introducción

L
a principal diferencia entre el cerebro humano y el animal radica en el gran
desarrollo de la corteza cerebral en el cerebro de los humanos. La corteza
cerebral o parte exterior de los hemisferios cerebrales está formada por los
cuerpos celulares de las neuronas. Se trata de la parte más evolucionada del cere-
bro, y es como una estación terminal en la que se reciben los distintos impulsos
nerviosos derivados de los sentidos. Las correspondientes regiones de la corteza,
gracias a vías de asociación, contribuyen a que las sensaciones que forman la ma-
teria prima de las percepciones se relacionen con el lenguaje, la escritura, etc. La
función de la corteza cerebral es discriminativa, y ello es lo que la distingue de la de
los animales inferiores. En el lóbulo frontal se localiza el área motora, que controla
los movimientos y el habla. En el lóbulo parietal, el área sensitiva, que controla el
dolor, el tacto, la temperatura y la valoración de las formas y distancias. En el lóbulo
temporal se hallan el área auditiva y olfativa. Finalmente, en el lóbulo occipital se
encuentra el área visual.
Por lo que respeta a los centros subcorticales basales vinculados a los elemen-
tos afectivos del sentimiento y a la regulación del sistema nervioso autónomo y la
función metabólica y endocrina, existe mucha menos diferencia entre los humanos
y los animales. No obstante, el cerebro trabaja como un todo, con un continuo in-
tercambio de información entre las funciones corticales y subcorticales.
Las emociones, con los sentimientos específicos característicos de las mismas,
implican que exista algún objeto externo que las excite para que tengan lugar las
manifestaciones motoras o expresiones finales de las emociones. La memoria es el
poder de retener y recordar experiencias pasadas o repetidas. En ella participan una
serie de factores que se asocian, tales como el recuerdo, la retención, el registro, etc.
La pérdida de las funciones asociativas probablemente desempeñe un importante
papel contribuyendo a los defectos de la memoria en los procesos orgánicos y en
la amnesia psicológica. Las alteraciones de la memoria, como las demás alteraciones
relacionadas con las funciones cognitivas, pueden responder a causas múltiples, entre
ellas las causas ambientales, en las cuales la dieta no deja de tener su importancia. Así,
por ejemplo, la psicosis de Korsakoff, cuyo rasgo característico es la amnesia (pérdida
de memoria), con la consiguiente desorientación en el tiempo y en el espacio, si bien
ocurre en el alcoholismo crónico asociado a polineuritis, pueden producirla otras
enfermedades tóxicas o por carencia, tales como la polineuritis por arsénico o la
pelagra, y también se puede presentar en enfermos con arteriosclerosis cerebral.
La influencia de la nutrición en las funciones cognitivas y en la psicopatología se
ha puesto de manifiesto repetidamente, y se sabe que desde un buen estado de
nutrición hasta la toxicidad, o el déficit de algunos nutrientes, o hasta el seguir o
no unas pautas nutricionales equilibradas, pueden favorecer cambios en la función
cognitiva del individuo.

693
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Asimismo, el papel del ambiente, y, más concre- do significativo a partir de los 50. Por ello, existe
tamente, de algunos nutrientes, en la prevención o gran interés en conocer si es posible, con pautas
en la contribución al desarrollo de algunas situacio- dietéticas o nutrientes específicos, obtener modi-
nes cognitivas específicas o francas enfermedades ficaciones del comportamiento cognitivo encami-
neurológicas (degenerativas) es algo que hoy en día nadas a frenar, enlentecer o recuperar alteracio-
parece perfectamente asumido. Al mismo tiempo, nes del mismo.
cada vez se especula más con la posibilidad de
utilizar algunos nutrientes para evitar el desarrollo
o la progresión no sólo de algunas enfermedades 2.1. Papel de la dieta
neurológicas, sino también de su sintomatología. en la función cognitiva
Si bien la desnutrición global o de nutrientes es-
pecíficos puede comportar alteraciones cognitivas, La importancia del estado de nutrición en el de-
algunas situaciones de estrés psicológico o algunas sarrollo del cerebro y en las funciones cognitivas
enfermedades neurológicas pueden, estas últimas es indiscutible. Se conoce la trascendencia que el
por su sintomatología, desarrollar trastornos de correcto estado de nutrición en la madre tiene no
la nutrición, con las implicaciones evolutivas y en sólo para el desarrollo del recién nacido, sino tam-
la calidad de vida que conllevan en el individuo bién para la función cognitiva y la psicopatología
afecto. del niño. Pero se sabe también que las relaciones
altura por edad y peso por edad son lo que mejor
predice la capacidad cognitiva que posteriormente
presentará el niño.
2. Influencia de la nutrición Parece que no sólo sería recomendable pa-
en la función cognitiva ra el mantenimiento de la función cognitiva ópti-
ma la preservación de un correcto estado de nu-
El aprendizaje, la memoria, la atención o incluso trición, sino además, entre otras cosas, la ingesta
las emociones, con su acopio de información, están adecuada pero no excesiva de calorías, el consu-
en íntima relación con cambios en la red neuronal mo abundante de vitaminas antioxidantes, vitami-
que engloban desde la liberación de neurotransmi- nas del grupo B y minerales, o también el hecho de
sores hasta el mensaje químico entre las distintas realizar dietas moderadas en grasas, especialmen-
redes de neuronas y su finalización axonal. te en grasa saturada y colesterol, y ricas en frutas
Ante determinadas situaciones fisiopatológicas, y vegetales.
ante determinadas enfermedades, o incluso sólo Asimismo, el humor, la depresión y la memoria,
con la edad, ocurren una serie de cambios a nivel entre otros, se han relacionado con el seguimiento
cerebral que perjudican tanto a las neuronas (acu- de determinadas pautas horarias dietéticas o con
mulación de sustancias no esenciales, pérdida de la ingesta de ciertos nutrientes, tales como los áci-
mielina, etc.) como a las conexiones entre ellas, en dos grasos de la serie n-3 procedentes del pescado,
el sentido de disminución del número de ramifica- los hidratos de carbono o algunos aminoácidos.
ciones dendríticas y del número de conexiones co-
rrectamente funcionantes, y al flujo sanguíneo ce-
rebral (situación que recuerda a la isquemia), entre 2.1.1. Dieta saludable
otras cosas. Estos cambios contribuyen a afectar a
la función cognitiva del individuo. En escolares de entre 9 y 13 años se ha obser-
Es conocido no sólo el hecho de que existe un vado que existe relación entre el hábito de tomar
mejor rendimiento en la función cognitiva con una habitualmente un desayuno adecuado (entendien-
buena alimentación del niño, sino también que el do por tal aquel que aporte más del 20% del total
ritmo alimentario y el tipo de nutrientes ingeri- de la energía diaria consumida) y las aptitudes ver-
dos pueden influir en el aprendizaje. También se bales y la capacidad lógica de razonar y de resolver
sabe que una función cerebral tan importante co- pruebas matemáticas.
mo la memoria disminuye con la edad. Es a par- La asociación entre patrón dietético, en general,
tir de los 30 años cuando empieza el declive, sien- y función cognitiva se ha valorado en un estudio

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M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

realizado con más de 1.000 varones de siete paí- Parece que los ácidos grasos poliinsaturados no
ses. Se aplicó como patrón dietético el Healthy Diet sólo son esenciales para el normal crecimiento y
Index establecido por la World Health Organization. desarrollo del cerebro, sino que también desempe-
Si bien se observó una correspondencia entre die- ñan un papel importante en la expresión de deter-
ta saludable y mejor función cognitiva, los resulta- minadas funciones cognitivas, lo que podría ser útil
dos obtenidos no llegaron a ser estadísticamente para el mantenimiento de las mismas en situacio-
significativos. nes concretas (posparto, vejez, etc.) o en enferme-
Existen varios estudios que han analizado en an- dades neurodegenerativas.
cianos, institucionalizados o no, las relaciones en- En los recién nacidos los ácidos grasos poliinsa-
tre el estado cognitivo, valorado con distintos mé- turados que contiene la leche materna influencian
todos, y el consumo de una dieta más saludable. Si el desarrollo cognitivo de la función visual durante
bien los resultados son en general positivos, hay el periodo posnatal temprano (ver Capítulo 1.13).
factores de confusión no siempre estimados que Diversos estudios han relacionado los nive-
también pueden influir en ello. No obstante, a pe- les séricos de fosfolípidos, ésteres del colesterol
sar de estos fallos de diseño, el hecho de seguir una y perfil de ácidos grasos en el posparto con el de-
dieta sana parece asociarse en el anciano con un sarrollo de depresión, y además se ha demostrado
mejor rendimiento intelectual. que las mujeres embarazadas con riesgo de pade-
Un estudio llevado a cabo en jóvenes volunta- cer depresión posparto pueden beneficiarse de un
rios sanos que realizaban durante una semana el tratamiento con ácidos grasos poliinsaturados de
ayuno intermitente típico del Ramadán mostró la serie n-3.
que la temperatura oral, el estado de alerta y el El seguimiento de 44 niños de 10 meses de edad
humor durante el día disminuyeron en compara- que aleatoriamente habían recibido o no, desde el
ción con los que presentaban durante los días pre- nacimiento hasta la edad de 4 meses, una fórmu-
vios al ayuno. la complementada con ácidos grasos poliinsatura-
Por otra parte, los resultados de estudios efec- dos de cadena larga mostró que el grupo que to-
tuados con dietas con restricción calórica deben maba el suplemento presentó mayor habilidad que
ser interpretados con cautela, entre otras cosas el otro para resolver una serie de problemas sim-
porque ello puede condicionar signos de déficit de ples, tales como retirar una barrera para recuperar
hierro, el cual suele asociarse a alteraciones cogni- un juguete situado detrás de la misma, levantar una
tivas. Así, en un grupo de adolescentes de entre 15 cobertura para conseguir el juguete, etc.
y 18 años se ha observado que existe una correla- Un estudio realizado con 400 varones ancianos
ción positiva entre el volumen corpuscular medio, sugiere que la ingesta elevada de ácidos grasos de
la hemoglobina corpuscular y la ferritina, por un la serie 6 puede acelerar el deterioro de la fun-
lado, y la realización más correcta de pruebas de ción cognitiva, mientras que el consumo elevado
atención y de capacidad verbal, de razonamiento y de ácidos grasos de la serie 3 tendría efectos pro-
de cálculo, por otro. tectores.
Otro estudio efectuado en adultos jóvenes sanos
examinó los efectos de la complementación con áci-
2.1.2. Ácidos grasos poliinsaturados do docosahexaenoico (DHA) sobre la agresión y las
funciones cognitivas. Al final del estudio, los indivi-
Los componentes lipídicos (fosfolípidos y coles- duos del grupo control mostraron un 8,9% de incre-
terol) forman parte de las membranas celulares. La mento en la puntuación de la agresión en compara-
cantidad y calidad de los componentes lipídicos de ción con los que recibían suplemento.
las mismas pueden afectar a la fluidez de las mem-
branas y a la funcionalidad celular. Además, los ei-
cosanoides derivados de los ácidos grasos poliinsa- 2.1.3. Hidratos de carbono
turados participan, entre otros mecanismos, en la y determinados aminoácidos
regulación del crecimiento y la diferenciación celu-
lar.Todo ello puede tener implicaciones a nivel cog- La liberación al cerebro del triptófano circulan-
nitivo si se consideran algunas células específicas. te y su conversión a serotonina (con sus implica-

695
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

ciones sobre el estado cognitivo) varían en rela- 2.1.4. Endorfinas


ción directa con las concentraciones plasmáticas
del mismo, e inversa con las de los aminoácidos Se ha demostrado que aquellos individuos que
neutrales. Así pues, la modificación del perfil plas- poseen avidez para comer, por ejemplo, chocolate
mático de los aminoácidos, motivada por la dieta, tienden a hacerlo especialmente cuando su estado
podría causar alteraciones en la función monoami- emocional se halla en baja forma. Habría otros nu-
nérgica cerebral, y ello podría contribuir, entre trientes con semejante comportamiento, tales co-
otras manifestaciones psicosociales, a la precipita- mo la cafeína, el magnesio, la feniletilamina, etc., los
ción y recuperación de la depresión. Estos nutrien- cuales, a partir de su cualidad de comidas palatables,
tes actuarían a partir de una clara producción de estimularían la liberación de endorfinas en el cere-
neurotransmisores. Tal sería el caso del triptófano bro, lo que condicionaría alteraciones en el humor.
(precursor de la serotonina), la lecitina (precursor
de la colina y de la acetilcolina) y la tirosina (pre-
cursor de la dopamina). También dietas ricas en hi- 2.1.5. Antioxidantes
dratos de carbono aumentan la disponibilidad de
triptófano para entrar en el cerebro e incrementar Basándose en las propiedades preventivas de la
los niveles del neurotransmisor serotonina. vejez de los antioxidantes, se ha sugerido el posi-
Se ha descrito una correlación positiva significa- ble papel de los mismos sobre la función cognitiva.
tiva entre los niveles de un metabolito de la sero- Si bien los resultados existentes son muy prelimi-
tonina en líquido cefalorraquídeo y la agresión ex- nares, parecen prometedores. Básicamente se han
trovertida, así como una correlación negativa con analizado en pacientes con enfermedad de Alzhei-
la agresión introvertida. También se ha observado mer y con enfermedad de Parkinson.
una correlación positiva entre la agresión extro- Un estudio realizado en Estados Unidos con una
vertida y los niveles plasmáticos de triptófano. Así, muestra multiétnica de más de 4.500 ancianos con
algunos componentes de la dieta, como las pro- más de 60 años no institucionalizados puso de ma-
teínas y los hidratos de carbono, a partir de mo- nifiesto en el análisis de regresión múltiple que las
dificaciones del perfil plasmático de aminoácidos, variables demográficas (sexo, consumo de alcohol,
podrían impactar en las características de la perso- educación e ingresos anuales) se relacionaban de
nalidad del individuo y, más específicamente, en la forma significativa con la capacidad de memoria.
capacidad de agresión del mismo. Existía una correspondencia notablemente positi-
Por otra parte, se ha asociado la restricción de va entre los niveles plasmáticos de vitamina E (pe-
hidratos de carbono, en determinados momen- ro no con otros antioxidantes) y la capacidad de
tos del día, con una menor vigilancia y capacidad memoria.
de memoria, y también se ha demostrado que la
ingesta de glucosa favorece las funciones cogniti-
vas no sólo de ancianos, sino también de pacien- 2.2. Papel de los sustratos
tes afectos de síndrome de Down o de enferme- nootrópicos
dad de Alzheimer.
El papel que los hidratos de carbono desempe- Teóricamente, existen una serie de sustratos
ñan en las modificaciones del humor y de la me- (nootrópicos) que, por diversos mecanismos (Ta-
moria podría también estar en relación con los bla 1), podrían mejorar funciones cognitivas tales
distintos índices glucémicos. Así, se han observado como la memoria y el aprendizaje, proporcionarían
diferencias individuales en la habilidad de contro- efectos neuroprotectores sobre diversos insultos,
lar los niveles plasmáticos de glucosa. La velocidad no poseerían propiedades excitantes, tranquilizan-
con que se incrementaba la glucosa en sangre se tes o antipsicóticas, y tendrían mínimos o ningún
asoció con la memoria. Los individuos con mayo- efecto secundario.
res niveles de glucosa al llegar al laboratorio para Si bien a nivel animal experimental hay estudios
participar en un estudio presentaban las reaccio- que apoyan los efectos de estas sustancias, los re-
nes más rápidas ante memoria, tiempo de reacción sultados no son tan concluyentes cuando se apli-
y vigilancia. can a nivel humano.

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Tabla 1. PRINCIPALES SUSTRATOS QUE ACTUARÍAN SOBRE LAS FUNCIONES


COGNITIVAS

Sustrato Mecanismos de actuación


Ácidos grasos poliinsaturados • Composición de las membranas celulares
• Producción de eicosanoides
Triptófano, lecitina, tirosina • Producción de neurotransmisores
Hidratos de carbono • Producción de neurotransmisores
• Índice glucémico
Chocolate, magnesio, cafeína, fenilalanina • Liberación de endorfinas
Antioxidantes • Protección de las neuronas frente a toxinas
Fosfatidilserina • Mantenimiento de la membrana neuronal
• Aumento del número de receptores y ramificaciones
dendríticas
• Estimulación de la liberación de neurotransmisores
Colina, citidilcolina, lecitina • Mantenimiento de la membrana neuronal
• Aumento de la disponibilidad de acetilcolina
• Facilitación de la actividad de los sistemas dopaminérgicos
Piracetam • Facilitación de la actividad de los sistemas colinérgicos,
noradrenérgicos y dopaminérgicos
• Mantenimiento de los receptores neuronales
• Protección de las neuronas frente a toxinas
Vinpocetina • Incremento del flujo cerebral
• Aumento del transporte y la captación de glucosa
• Elevación de la disponibilidad de acetilcolina
Acetil-L-carnitina • Incremento de la producción neural de energía
• Protección de las neuronas frente a toxinas
• Mantenimiento de los receptores neuronales
• Aumento de la disponibilidad de acetilcolina

Con la fosfatidilserina existen pocos estudios en guínea y en la utilización cerebral de la glucosa. Así
humanos. Sus efectos sobre la capacidad de apren- pues, este sustrato se consideraría indicado para
dizaje y la memoria no son repetitivos en distintas tratar comportamientos cognitivos generales, más
poblaciones analizadas y, si bien se han demostrado que la memoria en sí misma, y, básicamente, en pa-
incrementos en la memoria después de su uso, las cientes con problemas relacionados con trastor-
diferencias mostraban una significación moderada. nos crónicos de la circulación cerebral ligados a
Con la colina, más concretamente con la citidil- enfermedades neurodegenerativas.
colina, se han observado beneficios en la memoria La acetil-L-carnitina podría disminuir el grado de
en ancianos que presentaban un declive de la mis- deterioro del comportamiento asociado a la enfer-
ma superior al habitual por su edad. medad de Alzheimer. Además, en ancianos sin en-
El piracetam se utiliza en Europa, Asia y América fermedad neurológica se han demostrado efectos
del Sur, pero su uso está en controversia en Esta- nemotécnicos beneficiosos.
dos Unidos por discrepancias sobre su eficacia en Otros productos, como el extracto de hojas
la mejora de la memoria. Se piensa que quizás es- del Ginkgo biloba, un árbol con vida media de unos
taría indicado en pérdidas de memoria asociadas 4.000 años y que contiene flavonoides, antioxi-
a situaciones patológicas, como la enfermedad de dantes y terpenoides, también se han utilizado
Alzheimer o la epilepsia. para mejorar la función neurológica en pacientes
Los efectos positivos de la vinpocetina estarían con demencia vascular o por enfermedad de Al-
en relación con los cambios en la circulación san- zheimer. Las consecuencias beneficiosas son pe-

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Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

queñas, pero abren un nuevo posible campo de La activación por el estrés del eje HPA inhibe la
investigación. secreción de hormona liberadora de gonadotropi-
A la falta de resultados concluyentes contribu- na. Al mismo tiempo, la somatostatina evita la se-
yen problemas de diseño metodológico, desde la creción de la hormona del crecimiento, de la hor-
interpretación de las pruebas empleadas para valo- mona liberadora de tirotropina y de tirotropina. La
rar la función cognitiva hasta el insuficiente núme- activación simpática aumenta la secreción de inter-
ro de pacientes por serie estudiada o a la falta de leukina-6 (IL-6). Los glucocorticoides modulan los
homogeneidad entre los grupos de población ana- efectos antagónicos del neuropéptido Y y de la lep-
lizados. No obstante, las expectativas respecto a la tina, responsables del mantenimiento del peso cor-
posibilidad de manipulación nutritiva/farmacológi- poral normal. El estrés psicogénico estimula, por
ca de la función cognitiva parecen positivas. vía del eje HPA, la producción de corticotropina
(ACTH) y cortisol.

3. Nutrición en el estrés 3.3. Consecuencias fisiológicas


psicosocial del estrés
3.1. Definición del estrés La respuesta al estrés, que puede ser emocio-
nal, biológica o física, es de hecho un mecanismo de
El estrés podría definirse como una cascada de adaptación fisiológica que, en ocasiones, puede te-
eventos con una circunstancia desencadenante (in- ner consecuencias patológicas. Esta respuesta varía
sulto físico o psicológico), una reacción compensa- en cada individuo y está en función de factores ge-
dora y, posteriormente, el establecimiento de una néticos y ambientales. En general afecta al sistema
situación nueva de balance homeostático. De he- inmunitario, a la nutrición, al comportamiento ali-
cho, el estrés se considera como un fenómeno mentario y al sistema gastrointestinal.
complejo, con diversos componentes entre el pro-
ceso que lo origina y la respuesta resultante.
Si bien los factores que desencadenan el estrés 3.3.1. Sobre el sistema inmune
suelen ser funcionales -como la soledad o el can-
sancio-, biológicos -como el síndrome premens- Por acción del estrés, el sistema inmune contri-
trual o la depresión estacional- o autoinducidos buye a producir una serie de cambios metabólicos
-como el hecho de realizar una dieta o la deshabi- para combatirlo. Se estimula la liberación perifé-
tuación de algunos hábitos como la nicotina-, tam- rica de sustratos energéticos, como aminoácidos
bién pueden ser secundarios a factores endocri- desde el músculo y lípidos desde el tejido adiposo,
nos, inmunológicos, digestivos o metabólicos. los cuales serán metabolizados, básicamente a ni-
vel hepático, proporcionando moléculas esenciales
tanto para la construcción de tejidos como para la
3.2. Mediadores del estrés síntesis de proteínas inflamatorias. Recientemente
se ha demostrado que la obesidad puede respon-
En el desarrollo del estrés existen implicaciones der a la activación por el estrés del eje HPA, con
neuroendocrinas y hormonales. cambios concomitantes en la función inmune, tales
Una vez percibido el estrés a nivel neurológi- como elevación del número de leucocitos y cier-
co central existe una interconexión entre el eje tos tipos de linfocitos, supresión de la función lin-
hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) y el sistema focitaria y aumento de la actividad de monocitos
nervioso simpático, los cuales motivan por actua- y granulocitos. Además, tanto la leptina (hormo-
ción conjunta el desarrollo de cambios periféri- na reguladora del apetito) como el cortisol pare-
cos y cambios del comportamiento que incremen- cen actuar como potentes estimulantes del siste-
tan la capacidad del organismo para, teóricamente, ma inmune. La leptina tiene una compleja relación
adaptarse a la situación de estrés y sobrevivir a la con el eje HPA, con posible actividad estimulado-
misma. ra a ciertos niveles, aunque también puede ejercer

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como antagonista del cortisol. El cortisol, por su Si se altera el balance normal de la microbio-
parte, inhibiría la acción de algunas citokinas acti- ta intestinal, pueden aparecer efectos fisiológicos y
vadoras del eje HPA; concretamente, la IL-1, que patológicos locales que tendrán repercusiones ge-
puede impedir la producción de insulina, la IL-6, nerales. Durante las comidas, la lactancia materna
que promueve la lipólisis e incrementa los niveles o el envejecimiento ocurren cambios en la com-
plasmáticos de glucosa, y el TNF-α, que causa re- posición de la microbiota intestinal. En situaciones
sistencia a la insulina. Por la acción de las tres ci- como el estrés, también se observan cambios que
tokinas anteriormente mencionadas se produce afectan al perfil de la microbiota bacteriana intesti-
fiebre y cansancio y se estimula la liberación de nal incrementando el número de microorganismos
leptina, que constituye una de las principales ra- vegetativos y esporas de Clostridium perfringens.
zones por las que se pierde el apetito durante los
procesos infecciosos.
3.4. Manifestaciones clínicas
del estrés
3.3.2. Comportamiento
alimentario y estado de nutrición El estrés puede comportar alteraciones tan-
to del carácter, la conducta y el hábito alimenta-
El comportamiento alimentario puede ser desde rio del individuo como de su balance energético y
un mecanismo de modulación de las consecuencias peso corporal.
del estrés, como sería el caso de la avidez por co-
mer hidratos de carbono, hasta el origen o modu-
lación del estrés, como es el hecho de iniciar una 3.4.1. Hábito alimentario
dieta restrictiva.
El estrés y la nutrición tienen un efecto sinérgico Se dispone de suficiente información clínica que
sobre el sistema inmune. Su impacto depende de va- sugiere la interrelación entre las situaciones de es-
rios factores, como el estado de nutrición del indi- trés y alteraciones en los hábitos alimentarios. Por
viduo, la naturaleza y duración del estrés, y la dieta un lado, se sabe que el estrés induce hipofagia, lo
que recibe el sujeto durante el periodo de recupe- que se explica desde un nivel biológico (liberación
ración. Asimismo, muchos déficit de nutrientes (hie- de hormona liberadora de corticotropina), desde
rro, zinc, selenio, vitaminas A, E, C, o la desnutrición un nivel de comportamiento (predominio de ac-
calórico-proteica) comprometen la función inmune ciones defensivas sobre el hecho de comer) y des-
y, consecuentemente, la capacidad de defensa del in- de un nivel afectivo. Pero, asimismo, el estrés en de-
dividuo frente a insultos exógenos. terminadas situaciones (dejar de fumar, síndrome
premenstrual, depresión estacional, etc.) comporta
incremento en la ingesta de comida como resulta-
3.3.3. Sobre el sistema gastrointestinal do de la interacción entre neurotransmisores do-
paminérgicos y opiáceos, más concretamente del
El tracto gastrointestinal no sólo participa enor- placer derivado de la comida. Así, cuando la acción
memente de la función inmunitaria (celular y hu- de comer y el humor están imbricados, se tiende a
moral) sino que además contiene gran cantidad de consumir dietas ricas en hidratos de carbono y en
tejido nervioso. La mucosa intestinal contiene todo grasas más que comidas menos palatables.
tipo de células inmunocompetentes y, en particular, En pacientes hospitalizados, nuestro grupo de
linfocitos distribuidos a través del epitelio del in- investigación ha analizado hasta qué punto la ansie-
testino delgado y del colon, pudiendo formar agre- dad afecta a la ingesta de comida. Midiendo la an-
gados celulares como las placas de Peyer. La inmu- siedad mediante la State-Trait Anxiety Inventory Sca-
nidad humoral básicamente está representada por le se observó que los pacientes que comían menos
la IgA producida por células plasmáticas. La IgA in- del 75% de lo ofrecido estaban significativamente
hibe la adhesión de las bacterias al epitelio intesti- más ansiosos que aquellos con ingestas normales.
nal y desempeña un importante papel neutralizan- Además, en varones se correlacionó negativamen-
do virus y secuestrando antígenos. te la ansiedad actual, pero no la ansiedad habitual,

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Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Figura 1. Ansiedad e ingesta alimentaria en pacientes hospitalizados. Fuente: Planas M. Stress and nutrition: a fascinating
crosstalk. John Libbey Eurotex, 2001. ISBN: 2-7420-0363-0.

con la ingesta de comida (Figura 1). Dada la ele- memoria en jóvenes voluntarios sanos sometidos
vada prevalencia de desnutrición en pacientes hos- al estrés de permanecer en posiciones determina-
pitalizados y su relación con mayor morbilidad y das (Figura 2).
mortalidad, parece importante, dentro de la estra- Experimentos similares se han realizado en rela-
tegia terapéutica de los pacientes hospitalizados, ción con otros neurotransmisores, y de este modo
intentar disminuir los niveles de ansiedad. se ha podido observar que individuos expuestos al
Las relaciones entre estrés e ingesta incremen- frío y a la hipoxia presentan menos sintomatología
tada de comida han sido ampliamente estudiadas de estrés y mejor rendimiento psicomotor y me-
por el posible papel de los factores emocionales moria si toman una dieta suplementada con tirosina.
en la obesidad y en los trastornos de la alimenta- Por ser un precursor de la noradrenalina, la tirosi-
ción. El aumento del consumo de comida como con- na incrementa la síntesis de este importante neuro-
secuencia del estrés se explicaría por el efecto de transmisor. Las dietas ricas en proteínas aumentan
éste sobre diversos neurotransmisores (el sistema los niveles plasmáticos y cerebrales de tirosina.
triptófano-serotonina, las catecolaminas y otras mo- Por otra parte, diversos estudios clínicos han
noaminas hipotalámicas, los opioides endógenos y el puesto de manifiesto que mientras que la naloxo-
sistema cannabinoide) que a nivel cerebral participa- na (antagonista opioideo) disminuye el consumo
rían en la regulación central de la ingesta de comida. de comida no sólo en individuos normales, sino
Así, se han demostrado los efectos de la dieta también en obesos e incluso en pacientes con bu-
en la relación plasmática triptófano/aminoácidos limia, el butorphanol (agonista opiáceo) incremen-
neutros y en el humor o, incluso, en la mejoría de ta la ingesta de comida. Es más, los efectos de los
la memoria. Dietas ricas en hidratos de carbono y péptidos opioideos parecen ser más intensos en
pobres en proteínas han incrementado el cocien- relación con comidas palatables. De hecho, en si-
te plasmático entre triptófano y aminoácidos neu- tuaciones de estrés no sólo se ve afectada la can-
tros, lo que se ha acompañado de mejoría en la tidad de comida ingerida, sino también la selección

700
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

Figura 2. Efectos sobre la memoria de las dietas modificadas en hidratos de carbono y proteínas en voluntarios sanos some-
tidos a situaciones de estrés. Modificado de Markus et al. Br J Nutr 1999; 82: 457-67.

de la misma. Se ha documentado, por un lado, có- 3.4.2. Balance energético


mo estudiantes sometidos a estrés consumían una y peso corporal
cantidad mayor de dulces y chocolate y menor de
carne blanca y pescado, y, por otro, que individuos A nivel del balance energético se sabe que exis-
sometidos al estrés de tener que hablar en públi- ten unos circuitos cerebrales que controlan la in-
co seleccionaban preferentemente, en compara- gesta de comida y el gasto de energía para regular
ción con un grupo control, comidas ricas en gra- el balance energético. Este equilibrio entre ingesta y
sa y en chocolate. gasto energético se mantiene a lo largo de la vida a
Es interesante el análisis del comportamiento pesar de que haya cambios en las reservas energé-
alimentario ante el estrés de los individuos come- ticas corporales (ver Capítulo 1.18). Participan en el
dores con restricciones (cohibidos) frente a aque- control del balance energético desde la leptina y los
llos que son comedores sin restricciones. De he- corticosteroides hasta el neuropéptido Y, la hormo-
cho, los comedores con restricciones se hallan en na liberadora de tirotropina y el sistema hormonal
una continua situación de lucha entre el apetito o liberador de corticotropina, entre otros. Al parecer
la necesidad fisiológica de comer y el deseo de existiría una interrelación negativa entre la leptina y
perder peso o el miedo a ganarlo. Los primeros los glucocorticoides, en el sentido de que mientras
presentan fácilmente hiperfagia inducida por las si- los últimos estimulan la producción de leptina, ésta
tuaciones de estrés y tienden a comer más fren- por su parte inhibiría la secreción de glucocorticoi-
te al grupo de comedores poco o no restringidos des. En una situación aguda, la leptina condicionaría
(Figura 3). un efecto anoréxico por estímulo del sistema hor-

701
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Figura 3. Comportamiento alimentario de los individuos grandes comedores inhibidos frente a los que no aquejan restriccio-
nes. Modificado de Cool et al. J Abrorm Psychol 1992; 101: 348-51.

monal liberador de corticotropina y por inhibición tidad de comida ingerida no equilibrada por una
del neuropéptido Y; en cambio, en una situación cró- suficiente actividad física, sino que dependen tam-
nica, la leptina prevendría la activación del eje HPA. bién de la dinámica del cortisol. Si bien ello se re-
La resistencia a la leptina observada en pacientes laciona con variaciones genéticas en los genes re-
obesos puede comportar incremento de la activi- ceptores de los glucocorticoides, también existiría
dad del sistema hormonal liberador de corticotropi- una correspondencia entre, por un lado, las varia-
na y ascenso en la liberación del neuropéptido Y, con ciones en plasma y orina de cortisol, el volumen
el consiguiente efecto de aumento del impulso para adrenal y el estado socioeconómico y, por otro, la
la alimentación y desinhibición crónica del eje HPA. tendencia a acumular grasa en el área abdominal.
Por otra parte, se ha observado que existe una Esta correlación implica que los individuos expues-
correspondencia entre los cambios en el compor- tos a estrés son más propensos a depositar grasa
tamiento alimentario y los niveles plasmáticos de en la región abdominal, especialmente en el com-
cortisol. Un incremento en la avidez por comer, así partimento visceral (asociación entre obesidad ab-
como el registro de comida consumida, se correla- dominal y no sólo bajo nivel educacional, sino tam-
cionan significativamente con aumentos del corti- bién paro laboral y problemas laborales).
sol en plasma, lo que explicaría por qué los indivi- Ante las amplias implicaciones existentes entre
duos obesos en programas de reducción de peso nutrición y estrés, posiblemente se precisarán es-
se harían resistentes a perder más grasa. Parece, fuerzos para el aislamiento y estudio de factores
pues, que el balance energético positivo y el ele- nutritivos capaces de modular la respuesta meta-
vado peso, especialmente la acumulación de gra- bólica y la necesaria movilización de sustratos diri-
sa a nivel abdominal, no sólo se deben a la can- gidos a luchar frente a las situaciones de estrés.

702
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

4. Nutrición en deben metabolizar grandes cantidades de glucosa


las enfermedades o de alcohol o cuando las necesidades metabólicas
neurológicas crónicas son elevadas. Un incremento súbito de los niveles
cerebrales de glucosa puede, en pacientes con re-
4.1. Relaciones entre servas marginales de tiamina, precipitar los sínto-
enfermedades neurológicas mas de este síndrome. Por tratarse de una psicosis
y nutrición grave, el tratamiento (administración de las dosis
necesarias de tiamina) es urgente, y un retraso en
La nutrición está relacionada con las enferme- el mismo de horas puede comportar el desarrollo
dades neurológicas de diversas maneras. En oca- de cambios totalmente irreversibles.
siones puede ser la causa central de las mismas o El déficit de niacina o pelagra es una enferme-
contribuir a su desarrollo, mientras que otras ve- dad caracterizada por la presencia de demencia,
ces sería la modulación de la nutrición parte de la dermatitis y diarrea. Siendo rara en nuestro me-
terapia de algunas enfermedades. Finalmente, mu- dio, puede observarse en pacientes con alteracio-
chos de los síntomas que están presentes en las nes en la absorción gastrointestinal de nutrientes
enfermedades neurológicas contribuirán al desa- en los que además se asocia una desnutrición cró-
rrollo de la desnutrición siempre y cuando no se nica. Los síntomas neurológicos de esta enferme-
traten adecuadamente. dad revierten rápidamente con la administración
de niacina.
En otras situaciones, como la enfermedad de
4.1.1. Papel de los nutrientes como Parkinson, la enfermedad de Alzheimer o incluso
factores etiológicos en algunas la esclerosis múltiple, se piensa que algunos fac-
enfermedades neurológicas tores relacionados con la dieta (papel de las gra-
sas, y, más concretamente, de las grasas satura-
La desnutrición calórico-proteica mantenida das) podrían contribuir al desarrollo de dichas
puede contribuir al desarrollo de enfermedades enfermedades.
neurológicas que afectan bien al sistema nervioso
central, bien al sistema nervioso periférico. Ade-
más, algunos déficit aislados de nutrientes también 4.1.2. Posibilidad de tratar algunas
se han relacionado directamente con la etiología enfermedades neurológicas
de algunas enfermedades neurológicas. con modificaciones de la dieta
Tal es el caso del síndrome de Wernicke-Kor-
sakoff o déficit de tiamina (encefalopatía caracte- Algunas enfermedades neurológicas podrían en
rizada por inicio agudo de oftalmoplejia, nistagmus teoría ser susceptibles de tratamiento con algu-
y ataxia). Si bien en el mundo civilizado este déficit nas modificaciones dietéticas. El tratamiento po-
estaría virtualmente eliminado, la realidad es que dría consistir en la eliminación de determinados
persiste en poblaciones marginadas, como son los alimentos que contienen nutrientes capaces de
pacientes severamente desnutridos o aquellos so- dañar al sistema nervioso. Tal sería el caso de los
metidos a la ingesta crónica de alcohol. De hecho, errores innatos del metabolismo, como la fenilce-
en el alcoholismo no sólo se alteran la absorción, tonuria, la homocistinuria, la galactosemia, etc. (ver
el transporte intestinal, el almacenamiento a nivel Capítulo 4.14) (Tabla 2).
tisular y la conversión a formas metabólicamente Esta terapia sería la adecuada concretamente
activas de determinadas vitaminas, sino que tam- en el caso de la enfermedad de Wilson (degene-
bién se perturba el metabolismo de los macronu- ración hepatolenticular). Se trata de una enferme-
trientes y algunos minerales. El síndrome de Wer- dad caracterizada por cirrosis hepática, signos y
nicke-Korsakoff, aunque puede afectar a pacientes síntomas neurológicos (temblor progresivo, disar-
severamente desnutridos sin conexión con el abu- tria, disfagia, babeo, demencia y psicosis) relaciona-
so del alcohol, es la alteración neurológica más co- dos con daño de los ganglios basales del cerebro
mún relacionada con el alcoholismo. Los requeri- y una pigmentación corneal típica (anillo de Kay-
mientos de tiamina están incrementados cuando se ser-Fleischer). El defecto bioquímico básico de di-

703
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Tabla 2. TRATAMIENTO DIETÉTICO DE LOS ERRORES INNATOS DEL METABOLISMO


QUE CURSAN CON MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS

Enfermedad Tratamiento dietético


Fenilcetonuria Restricción de fenilalanina
Enfermedad de la orina olor jarabe de arce Restricción de leucina, isoleucina y valina
Tiamina
Defectos del ciclo de la urea Restricción de proteínas
Homocistinuria Restricción de metionina
Piridoxina
Ácido fólico, vitamina B12
Galactosemia Dieta libre en lactosa
Dieta baja en galactosa
Enfermedad de Wilson Dieta baja en cobre
Enfermedad de Refsum Dieta libre en fitoles

Tabla 3. MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS DE ENFERMEDADES DEPENDIENTES


DE VITAMINAS

Enfermedad Vitamina
Enfermedad de la orina olor jarabe de arce Vitamina B1 (tiamina)
Déficit de piruvato-descarboxilasa
Enfermedad de Leigh
Convulsiones neonatales Vitamina B6 (piridoxina)
Homocistinuria
Cistationinuria
Metilmalonuria Vitamina B12 (cobalamina)
Homocistinuria
Homocistinuria Ácido fólico
Enfermedad de Hartnup Nicotinamida
Propionicacidemia Biotina
Metilcrotonilglicinuria

cha enfermedad es un déficit en sangre de ceru- mo tratamiento de la misma, o hacia las dietas ceto-
loplasmina (proteína que transporta el cobre). El génicas por sus posibles efectos anticonvulsivantes.
tratamiento nutritivo se basa en eliminar de la die-
ta aquellos alimentos ricos en cobre (brócoli, hí-
gado, setas...). 4.1.3. Sintomatología
En otras ocasiones son las vitaminas en sí mis- de la enfermedad neurológica
mas, o las reacciones que participan en la conver- como causa de desnutrición
sión de las vitaminas en su cofactor activo, las res-
ponsables de las enfermedades (Tabla 3). La sintomatología que acompaña a muchas en-
Finalmente, en otras situaciones, como en la en- fermedades neurológicas (disfagia, pérdida de mo-
fermedad de Parkinson, la estrategia dietética iría vilidad, disminución de conciencia, trastornos de
encaminada a la redistribución diaria del aporte la deglución, etc.) puede contribuir al desarrollo
proteico para mejorar la eficacia de la L-Dopa co- de la desnutrición; de hecho, existen una serie de

704
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

Figura 4. Fase oral preparatoria de la deglución (voluntaria). Figura 5. Fase oral de la deglución (voluntaria).

relaciones íntimas entre el sistema nervioso y la 4.2.1. Definición y prevalencia


nutrición que potenciarían dicho desarrollo. Así, de la disfagia
se puede decir que, globalmente, toda la secuen-
cia de la alimentación está regulada por diversos Se entiende por disfagia la dificultad para la mas-
mecanismos que dependen del sistema nervioso; ticación, la deglución o el paso de los alimentos de
ello incluye desde la preparación de los alimen- la cavidad oral hasta el estómago.
tos hasta la masticación y deglución de los mis- La deglución consta de cuatro fases: preparación
mos, o su posterior digestión y la absorción de los oral, oral propiamente dicha, faríngea y esofágica
nutrientes. (Figuras 4-7). Mientras que las dos primeras son
De esta manera se explica por qué las enferme- de control voluntario, las dos últimas son de con-
dades nerviosas pueden comprometer algunos pa- trol involuntario.
sos del proceso de la alimentación. Pueden estar En la fase oral preparatoria, la comida que se ha
afectadas desde la regulación del apetito hasta la introducido en la boca se manipula en el interior
coordinación de los movimientos necesarios pa- de la misma, mezclándose con la saliva para facili-
ra poder realizar algo tan simple como es llevar los tar su deglución.
alimentos a la boca, pasando por la habilidad ma- La fase oral propiamente dicha dura menos de un
nual para preparar la comida. También es posible segundo. En ella, la lengua coloca la comida entre los
que se modifique la capacidad de percepción de los dientes para facilitar su masticación. Se prepara el
sabores o el placer del acto de comer. Finalmente, bolo alimenticio y la lengua lo propulsa hasta el fon-
en otras ocasiones lo que se altera es el proceso do de la boca y la faringe.
de masticación y deglución de los alimentos. En la fase faríngea, de más o menos un segundo
de duración, es la sensación que produce el bolo
alimenticio contra el fondo del paladar la que esti-
4.2. Disfagia mula el reflejo de la deglución. En este momento se
cierra la nasofaringe. La vía aérea queda protegida
Sin ninguna duda, la disfagia es uno de los sín- por el descenso de la epiglotis. Se cierran las cuer-
tomas de muchas enfermedades neurológicas que das vocales. Momentáneamente cesa la respiración.
contribuirá de manera primordial al desarrollo de Entonces, el alimento puede pasar a la faringe me-
desnutrición si no se diagnostica y trata de mane- diante los movimientos peristálticos. El esfínter cri-
ra precoz. cofaríngeo se relaja.

705
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Figura 6. Fase faríngea de la deglución (involuntaria). Figura 7. Fase esofágica de la deglución (involuntaria).

Figura 8. Diferencias anatómicas entre la respiración y la deglución. 1: velo del paladar; 2: epiglotis; 3: laringe/tráquea;
4: faringe/esófago.

La fase esofágica dura de 8 a 20 segundos. En dar desciende con objeto de facilitar el paso del ai-
ella, el bolo alimenticio desciende por el esófago re por la faringe hacia la laringe y la tráquea para
mediante el efecto de los movimientos peristálti- alcanzar los pulmones; durante este tiempo, la epi-
cos hasta que consigue llegar al estómago. glotis permanece levantada. Por el contrario, du-
De hecho, como muestra la Figura 8, hay cla- rante la deglución, el velo del paladar asciende con
ras diferencias anatómicas entre la respiración y la la finalidad de favorecer el paso del bolo alimenti-
deglución. Durante la respiración, el velo del pala- cio por la faringe hacia el esófago, impidiendo que

706
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

Tabla 4. PRINCIPALES NERVIOS CRANEALES QUE AFECTAN A LA MASTICACIÓN


Y A LA DEGLUCIÓN

Nervio Función
Trigémino (V) Control de algunos músculos de la lengua
y de las mandíbulas
Facial (VII) Control de los músculos faciales
Glosofaríngeo (IX) Control de los músculos de la faringe
Control del gusto
Hipogloso (XII) Control de los músculos de la lengua

el alimento pueda llegar a la nariz; la epiglotis des- 4.2.2. Diagnóstico e implicaciones


ciende para evitar que el bolo alimenticio pase por clínicas de la disfagia
la laringe hacia la tráquea.
La disfagia afecta al menos al 42% de los pacien- Es importante diagnosticar la disfagia lo más
tes con accidentes vasculares cerebrales, al 32% precozmente posible para evitar al máximo sus
de los que sufren enfermedades neurológicas de- complicaciones. Se pensará que un paciente pre-
generativas y al 25% de quienes padecen trauma- senta disfagia o riesgo de la misma si posee ante-
tismos cráneo-encefálicos. Entre las enfermedades cedentes de infecciones respiratorias repetidas o
neurológicas degenerativas en las que se observa de clara neumonía por aspiración; si muestra algu-
con más frecuencia la disfagia están la enfermedad na disfunción de los pares craneales V, VII, IX o XII
de Alzheimer y otras demencias, la enfermedad de (Tabla 4); si es portador de una traqueostomía; o
Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica, la poli- si tiene alteraciones del estado mental.
miositis, la esclerosis múltiple, la miastenia gravis, la Existen una serie de signos que se presentan en la
corea y otras distrofias musculares. disfagia, entre los que cabe destacar el babeo persis-
La disfagia puede, no obstante, ser de origen no tente, la dificultad para tragar alimentos sólidos o lí-
neurológico; tal es el caso de la disfagia por lesión quidos, la prolongación del tiempo que se tarda en
obstructiva, en general neoplásica. Como norma se comer, y la presencia de tos, sofocación y atraganta-
puede decir que la disfagia a alimentos líquidos su- miento durante las comidas o después de ellas. Tam-
giere una causa neurológica, mientras que la disfa- bién pueden apreciarse cambios en la voz (voz ronca
gia a alimentos sólidos apunta a una lesión anató- o gangosa) después de las comidas. Además, cuando
mica u obstructiva. el paciente intenta tragar, se observa que la comida
La disfagia se puede también clasificar en mecá- permanece en la boca más tiempo de lo habitual; de
nica y motora. La mecánica suele ser secundaria a hecho, la comida queda por debajo de la lengua, en las
una obstrucción de la luz esofágica (por un cuer- mejillas o contra el paladar. También tiene dificultad
po extraño, como un bolo alimenticio de gran ta- para controlar los movimientos de la lengua y precisa
maño) o a una estenosis intrínseca o extrínseca de varios intentos para conseguir tragar los alimen-
(tumores). La disfagia motora o neuromuscular se tos. Con frecuencia, los alimentos regurgitan por bo-
caracteriza por una dificultad para iniciar la deglu- ca, nariz o traqueostomía, en el caso de ser portador
ción o por alteraciones del peristaltismo normal de la misma. Todo ello hace que el paciente no sólo
del esófago debidas a enfermedades que afectan a adopte distintas posturas con la cabeza, sino que evi-
la musculatura del mismo. te comer para no pasar por todas las dificultades que
Además, la disfagia puede presentarse en ancia- este acto comporta para él (Tabla 5).
nos por asociación a cambios producidos por el en- En general, no es necesario recurrir a medidas
vejecimiento, tales como la disminución de la saliva- diagnósticas como la videofluoroscopia para deter-
ción, la falta de dentadura, el descenso de la fuerza minar que un paciente padece disfagia, pero ello
de masticación y la reducción de la fuerza peristálti- puede ayudar a evaluar la localización, el grado y la
ca de la faringe y el esófago. calidad de la misma.

707
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Tabla 5. SÍNTOMAS QUE PERMITEN SOSPECHAR DE LA EXISTENCIA DE DISFAGIA

Fases oral preparatoria y oral propiamente dicha


• Almacenamiento de la comida en la boca
• Patrón masticatorio excesivo
• Babeo frecuente
• Caída de la comida de la cavidad oral
• Dificultad para iniciar la deglución
• Enlentecimiento del tiempo de tránsito oral
• Retraso en la elevación de la laringe o ausencia de la misma
Fase faríngea
• La comida se pega en la faringe
• Congestión, tos y sofocación al ingerir la comida
• Rechazo, por miedo, de los líquidos y algunos alimentos
• Degluciones múltiples para conseguir tragar un solo bolo alimentario
• Molestias al tragar
• Alteraciones del habla con voz ronca
• Aspiración de saliva o de comida
• Cambios en la respiración durante la comida
Fase esofágica
• Reflujo
• Vómito
• Regurgitación de comida a través de la boca, nariz o traqueostomía
• Dolor a nivel retroesternal relacionado con la deglución

La disfagia no sólo se asocia a un elevado riesgo jorar la nutrición del paciente y lograr que tanto
de que aparezca broncoaspiración, sino que ade- la hidratación como la nutrición por vía oral sean
más, y precisamente por la dificultad y el miedo a suficientes para cubrir las necesidades hídricas, de
comer, el paciente presenta fácilmente deshidrata- energía, proteínas y micronutrientes.
ción y desarrolla rápidamente desnutrición. La dis- Siempre que con estas medidas no se consiga
fagia contribuye, pues, por las consecuencias de la nutrir adecuadamente al paciente, se planteará la
misma, a incrementar la morbimortalidad de los posibilidad de realizar una nutrición artificial por
pacientes que la sufren. No es ya el hecho de co- vía enteral. Si ésta se prevé que va a ser de larga
rrer el riesgo de broncoaspirar contenido alimen- duración (de hecho, en estos pacientes neurológi-
tario con la posibilidad de desarrollar desde una cos, lo habitual es que cuando se inicia una nutri-
neumonitis química hasta una neumonía por bron- ción enteral el enfermo ya no sea capaz de volver
coaspiración, sino que el hecho de dejar de comer a la dieta oral convencional), se planeará la colo-
y de beber comporta, además de cuadros de des- cación de una sonda de gastrostomía de nutrición.
hidratación y situaciones de hiperosmolaridad, el La gastrostomía se puede colocar mediante técnica
desarrollo de úlceras por decúbito, atrofias mus- endoscópica o radiológica, ya que la quirúrgica no
culares y pérdidas importantes de masa grasa, con suele utilizarse a no ser que el paciente deba ser
todas sus repercusiones en la calidad de vida de es- sometido a intervención quirúrgica por otros mo-
tos pacientes. tivos y se aproveche el acto quirúrgico para su im-
plantación. La sonda de gastrostomía presenta una
serie de ventajas, tanto para el paciente como para
4.2.3. Tratamiento de la disfagia el cuidador, sobre la clásica sonda nasogástrica.
Además de la presencia de disfagia y de la impo-
El plan estratégico ante una disfagia va encami- sibilidad de nutrir por vía oral al paciente con las
nado hacia una serie de medidas que consigan me- medidas pertinentes, otra indicación de nutrición

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M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

enteral en estas situaciones es cuando exista de- Tabla 6. FACTORES QUE CONTRIBUYEN
presión del nivel de conciencia. AL DESARROLLO DE LA
El tratamiento de la disfagia es multifactorial y DESNUTRICIÓN EN PACIENTES
exige siempre la participación, entre otros, del lo- CON ENFERMEDADES
gopeda y el dietista. El primer paso consiste en de- NEUROLÓGICAS
terminar qué tipo de disfagia padece el paciente;
después hay que estimar el riesgo que comporta • Disfagia
la misma, ver si es posible realizar una videofluo- • Polimedicación
roscopia diagnóstica, evaluar qué posturas pueden • Anorexia
mejorar la deglución y, finalmente, valorar las téc-
• Dietas inadecuadas
nicas de estímulo sensorial.
• Trastornos de la deglución
También hay una serie de medidas generales que
sirven de apoyo y que, bien aplicadas, suelen ser muy • Astenia
útiles. Entre ellas se encuentran las medidas dietéti- • Alteraciones fisiológicas propias de la vejez
cas, tales como seleccionar la textura más adecua- • Dentición afectada
da de los nutrientes en función del tipo de disfagia • Gastroparesia
(evitar mezclas de distintas consistencias), adminis- • Sobreinfecciones
trar dietas fraccionadas con poco volumen en varias • Rechazo de la comida por miedo
tomas, cualquier maniobra encaminada a favorecer a atragantarse
la salivación y deglución (uso de sabores fuertes) y
servir la comida a temperaturas extremas para es-
timular la respuesta. Otras medidas incluyen comer
en un ambiente tranquilo, evitando la distracción, o ción como factor que contribuye al desarrollo de
utilizar utensilios adecuados según la fase afectada. las mismas; pero en otras circunstancias sería po-
Además de la disfagia existen otros factores que sible utilizar la nutrición, mediante determinados
contribuyen al desarrollo de la desnutrición en las sustratos, como parte del tratamiento de estas
enfermedades neurodegenerativas. Como más im- enfermedades.
portantes cabe referir los problemas asociados a la
vejez, que van desde la falta de dentadura hasta la
pérdida del sentido del gusto, entre otros; la poca 4.3.1. Enfermedades
calidad energética y lo poco palatables, repetitivas neurológicas degenerativas
y con deficientes características organolépticas que
resultan las dietas trituradas; o la astenia y anorexia, 4.3.1.1. Enfermedad de Alzheimer
prácticamente siempre presentes (Tabla 6).
El paciente neurológico es muy susceptible al La enfermedad de Alzheimer es un trastor-
desarrollo de desnutrición. Por ello es importante no progresivo neurodegenerativo, irreversible,
realizar periódicamente una evaluación de su situa- con profundas consecuencias médicas y socia-
ción nutricional utilizando un instrumento sencillo, les. La lesión esencial es una degeneración difusa
sensible y específico. Tratándose, como es habitual, de la corteza cerebral que afecta a todas sus ca-
de personas de edad avanzada, parece que el Mini pas y que es más acentuada en los lóbulos fron-
Nutritional Assessment (MNA) sería el instrumento tales. No solamente se manifiesta, desde el pun-
más útil para la valoración del estado de nutrición to de vista neuropatológico, con degeneración de
de estos pacientes. las células ganglionares, sino que también hay una
profusión de placas seniles en la corteza, una al-
teración de la función sináptica y una progresiva
4.3. Patologías específicas pérdida celular.
Existe una pérdida prominente de neuronas co-
Diversas enfermedades neurológicas pueden linérgicas, noradrenérgicas y dopaminérgicas. La
estar más o menos relacionadas con la nutrición. causa exacta no está bien delimitada. Varios fac-
En general se supone un posible papel de la nutri- tores contribuyen a ella, entre los que se inclu-

709
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

yen factores genéticos, desarrollo de placas β-ami- el rechazo de la comida. La valoración de los tras-
loideas, procesos inflamatorios y estrés oxidativo, tornos del comportamiento alimentario se puede
sin olvidar el papel de los estrógenos sobre el realizar con una serie de escalas, como la escala de
cerebro. Blandford (Tabla 7).
El cuadro clínico consiste en un declive de las El primer eslabón del tratamiento nutritivo es
funciones cognitivas y mentales como consecuen- la valoración periódica del estado de nutrición. El
cia de la pérdida masiva y creciente de neuronas en tratamiento nutritivo práctico de estos pacientes
diversas regiones cerebrales. Los síntomas son los va encaminado hacia diversos objetivos. Por un la-
de una demencia progresiva con apraxia y trastor- do, se tratará la disfagia cuando esté presente. Por
nos del lenguaje. El comienzo es insidioso: en los otro, se controlará la ansiedad que aparece duran-
primeros estadios, el paciente sufre falta de memo- te las comidas. Para ello se evitará cualquier factor
ria y se vuelve descuidado en su vestimenta y con- externo que pueda repercutir en el incremento de
ducta. En esta enfermedad concurren la disfunción la distracción. Se facilitará la alimentación con la
neuropsicológica y las manifestaciones neuropsi- presentación de comida que no precise cubiertos
quiátricas, con alteración, como resultado final, de y aprovechando los gustos del paciente para elabo-
las actividades funcionales de la vida diaria. rar platos que, en poca cantidad, aporten muchos
Algunos estudios sugieren que el estrés oxidati- nutrientes. Se usarán platos y cubiertos que no se
vo y la acumulación de radicales libres, así como las rompan, para evitar lesiones. Se tratará el estreñi-
concentraciones de ácido fólico, vitamina B6, vita- miento administrando abundante líquido durante
mina B12 y homocisteína, estarían involucrados en el día y evitándolo al final de la tarde y por la no-
la fisiopatología de esta enfermedad. De hecho, se che. Finalmente, se asegurará la ingesta correcta,
ha observado que los pacientes que la sufren tie- no sólo de macronutrientes, sino también de vita-
nen niveles plasmáticos de vitamina B12, B6 y áci- minas y oligoelementos.
do fólico disminuidos; ello podría afectar a la sín-
tesis de metionina reduciendo la disponibilidad de 4.3.1.2. Enfermedad de Parkinson
grupos metilo esenciales en el metabolismo de la
mielina, los neurotransmisores y los fosfolípidos de La enfermedad de Parkinson es un trastorno
membrana (ver Capítulos 1.6 y 1.22). Según algu- neuromuscular que resulta de la reducción de los
nos estudios, determinados micronutrientes, como niveles de dopamina a nivel de los ganglios basales
vitamina E, β-caroteno, zinc, etc., podrían desempe- del cerebro. Se inicia en edades medias o avanzadas
ñar un papel protector por su efecto antioxidan- y progresa con lentitud. Se caracteriza por hiper-
te. Otros dan importancia al papel del colesterol tonía y rigidez, temblor en reposo, lentitud y dismi-
y a los tratamientos hipolipemiantes. No obstan- nución de los movimientos voluntarios, descenso
te, ninguna de estas hipótesis está suficientemen- de la capacidad para realizar movimientos coordi-
te probada. nados, cara inexpresiva, especial manera de andar
Durante el curso de la enfermedad, la mayoría (ataxia) y dificultad para masticar, hablar o deglutir.
de los pacientes presentan pérdida involuntaria de Las lesiones anatomopatológicas consisten en de-
peso y desnutrición. La etiología de la reducción generación del sistema nigroestriado y presencia
del peso en estas situaciones es multifactorial. Di- de cuerpos de Lewy en el citoplasma de las neuro-
versas hipótesis sugieren como causas la atrofia a nas que sobreviven.
nivel de la corteza temporal, trastornos biológicos, Se ha sugerido que la reducción en la produc-
la ingesta energética inadecuada por trastornos en ción de radicales libres y la ingesta elevada de di-
la conducta alimentaria y el incremento de las ne- versos antioxidantes podrían disminuir el riesgo de
cesidades energético-proteicas. La pérdida de peso presentar enfermedad de Parkinson o enlentecer
evoluciona con atrofia muscular, con la consiguien- la progresión de la misma.
te afectación funcional y el riesgo aumentado de No obstante, los resultados existentes son con-
infecciones sobreañadidas. tradictorios hasta el momento actual. Así, algunos
Algunos pacientes muestran reacciones de aver- estudios epidemiológicos relacionan la prevalencia
sión a la comida, principalmente de dos tipos: la de la enfermedad de Parkinson con bajos consu-
dispraxia oral o alteración en la forma de comer, y mos de vitamina E; por el contrario, estudios con-

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Tabla 7. ESCALA DE BLANDFORD PARA LA VALORACIÓN DE LOS TRASTORNOS


DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO

Análisis de trastornos pasivos


• Necesidad de ayuda para comer (no continua)
• El paciente no se alimenta si no se le da de comer
• El paciente no abre la boca de manera espontánea cuando se le ofrece comida
• La comida se le cae fácilmente de la boca
• El paciente acepta comida, pero no la mastica ni la deglute
Análisis de trastornos activos
• Jugar con la comida en la boca sin deglutirla
• Cerrar la boca, apretando con fuerza los labios y dientes al ofrecerle comida
• Colocar las manos delante de la boca impidiendo la introducción en ella de la comida
• Rechazar la comida y a la persona que intenta darle de comer
• Acción de atacar a la persona que le da de comer
• Escupir la comida
Otros trastornos que se valoran
• Necesidad de distraer al paciente para que coma
• Utilizar los dedos en lugar de los cubiertos
• Comer cosas no comestibles
• Aceptar sólo alimentos líquidos
• Realizar la acción de masticar sin que haya comida en la boca
• Hablar continuamente en vez de comer
• Realizar movimientos de la boca y la lengua que le impiden comer
• Aceptar la comida para escupirla acto seguido

trolados no han demostrado un efecto beneficioso mente al duodeno (Tabla 8). Por ello, es impor-
de la suplementación con dosis elevadas de vita- tante recordar que, en algunos casos, la dieta con
mina E. redistribución proteica puede mejorar y estabilizar
Los enfermos que padecen este proceso mues- la respuesta al tratamiento con L-Dopa. Los ami-
tran con frecuencia pérdida de peso. Sus posibles noácidos procedentes de la digestión proteica, bá-
causas serían desde un incremento del gasto ener- sicamente la leucina, isoleucina, valina, fenilalanina,
gético, que se relacionaría con la discinesia o los triptófano y tirosina, pueden inhibir el transporte
temblores, hasta una dificultad para alimentarse de la levodopa al competir por los mismos trans-
por sí solos como consecuencia de los temblores portadores. El hecho de disminuir el aporte protei-
mencionados, pasando por la presencia de disfagia, co durante el día puede mejorar la sintomatología.
depresión o demencia, por las náuseas secundarias No obstante, si no se realizan correctamente, es-
a la medicación que reciben, o por las dietas hipo- tas dietas pueden comportar déficit proteicos, por
proteicas recomendadas. lo que no deben prescribirse si no son realmente
Estos pacientes presentan habitualmente estre- necesarias.
ñimiento, que no sólo se debe a la propia enfer-
medad, sino también al efecto de los fármacos an- 4.3.1.3. Esclerosis múltiple
ticolinérgicos y dopaminérgicos prescritos y a la
ingesta de cantidades insuficientes de fibra. La esclerosis múltiple se caracteriza por una in-
Existen una serie de factores ligados a la nutri- flamación crónica, desmielinización y gliosis. Puede
ción que afectan a la absorción de la L-Dopa. Así, afectar a múltiples órganos y sistemas, y es una de
su absorción se vería disminuida ante dietas ricas las causas más frecuentes de discapacidad en adul-
en proteínas y dietas suplementadas con vitamina tos. Se considera que se trata de una enfermedad
B, mientras que se incrementaría con vitamina C de origen autoinmune, probablemente desencade-
y con la administración de la alimentación directa- nada por un agente ambiental en un individuo sus-

711
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

Tabla 8. FACTORES QUE AFECTAN A LA ABSORCIÓN DE LEVODOPA

• Tamaño de la comida
• Contenido energético de la comida
• Las grasas, la viscosidad, la baja acidez gástrica y los anticolinérgicos disminuyen el vaciamiento gástrico
• Las dietas ricas en proteínas reducen los efectos beneficiosos de la levodopa
• La vitamina B6 aminora los efectos terapéuticos de la levodopa
• La vitamina C incrementa la absorción de la levodopa
• La administración de los nutrientes directamente al estómago o al duodeno acelera la absorción de la
levodopa

ceptible genéticamente. El examen macroscópico acompaña o no de espasmo tónico y contraccio-


del cerebro muestra áreas (placas) cicatrizales gri- nes clónicas de los músculos, existen muchas varie-
ses o rosáceas bien delimitadas, desde 1-2 mm has- dades de ataques epilépticos, dependiendo sus ca-
ta varios centímetros de tamaño, que se distinguen racterísticas de los distintos sitios de origen, de la
fácilmente de la sustancia blanca que las rodea. extensión de la propagación y de la naturaleza de
La esclerosis múltiple afecta por igual a varones la perturbación funcional.
y mujeres, es rara antes de la adolescencia, en indi- Los ataques epilépticos se acompañan de ano-
viduos muy jóvenes y en los ancianos. Evoluciona a malías en los potenciales eléctricos del cere-
brotes con fases de remisión y de empeoramien- bro. Las causas que pueden precipitar la epilepsia
to. Los síntomas son muy variables y van desde los pueden ser locales (hipertensión endocranea-
problemas visuales hasta parestesias, disfagia, difi- na, procesos inflamatorios, anomalías congéni-
cultad para hablar, debilidad muscular y espastici- tas, trastornos circulatorios, etc.) o generales (in-
dad, parálisis e incontinencia urinaria. toxicaciones exógenas, trastornos metabólicos,
Es más frecuente en el norte de Europa, y muy anoxia, etc.).
rara en Japón, en la India y en los individuos negros Las imbricaciones entre la nutrición y esta en-
de África. Sin embargo, los japoneses y negros de fermedad radican, por un lado, en el posible efec-
América presentan riesgo importante de desarro- to beneficioso de determinadas dietas (dietas ce-
llar la enfermedad. Ello permite pensar en el posi- togénicas) como tratamiento de las convulsiones
ble papel ambiental responsable de la misma. rebeldes y, por otro, en los problemas nutritivos
Se han realizado diversos estudios al respecto debidos a los fármacos anticonvulsivantes admi-
acerca del posible efecto beneficioso de dietas po- nistrados.
bres en grasa saturada sobre la evolución de la en- Las dietas cetogénicas están compuestas por un
fermedad, sin que hasta el momento exista sufi- 60% de ácidos grasos de cadena media, un 10% de
ciente evidencia que apoye el verdadero papel de otras grasas, un 20% de hidratos de carbono y un
las grasas saturadas en el desarrollo y evolución de 10% de proteínas.
la esclerosis múltiple. Se sabe que existe interferencia entre algunos
fármacos anticonvulsivantes y el metabolismo de la
vitamina D, con posibilidad de desarrollo tanto de
4.3.2. Epilepsia raquitismo como de osteomalacia. Además, la ma-
yoría de estos fármacos producen sequedad de bo-
La epilepsia es una perturbación paroxística y ca, anorexia, náuseas y vómitos. Por otra parte, la
transitoria de las funciones del cerebro, que se ini- fenitoína provoca hipertrofia de las encías e intole-
cia bruscamente, cesa de manera espontánea y rancia a los hidratos de carbono. Finalmente, algu-
presenta una notoria tendencia a repetirse. Si bien nos de estos fármacos pueden comportar disminu-
sus formas más típicas se caracterizan por un co- ción en la absorción de determinados nutrientes,
mienzo de brusca pérdida de la conciencia, que se como el ácido fólico y la vitamina B12.

712
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

4.3.3. Secuelas de las lesiones Son importantes los efectos sobre el tracto gas-
medulares trointestinal. Entre ellos cabe destacar la gastritis,
generalmente en relación con ulceraciones de es-
La lesión de la médula espinal comporta interrup- trés. Además es posible que, durante el choque es-
ción de la transmisión del impulso nervioso desde el pinal, el paciente pierda el impulso simpático del
cerebro hasta los nervios periféricos. El grado de dis- estómago, con un incremento de la secreción áci-
función depende de la causa, del grado de transec- da. Otros factores, como los fármacos administra-
ción y del nivel medular afectado. La respuesta inicial dos -por ejemplo, los corticoides-, pueden poten-
es el choque medular con estrés, hemorragias, fiebre ciar la formación de las úlceras.
y facilidad para desarrollar infecciones. Puede durar Otro síntoma presente son los vómitos. Un ca-
varias semanas. La lesión se estabiliza alrededor de so extremo es el conocido síndrome de la arte-
los 3 meses, apareciendo progresivamente hiperacti- ria mesentérica superior en pacientes tetrapléjicos,
vidad muscular anormal o reflejos espásticos. debido a la oclusión de la tercera parte del duo-
En los pacientes con lesiones medulares es muy deno por compresión entre la aorta y la mesenté-
importante saber que existen cambios fundamen- rica superior en asociación a la posición de supi-
tales según la fase en que se encuentren. no prolongada y a la pérdida de grasa del espacio
En la fase aguda se hallan en una situación hiper- retroperitoneal.
metabólica, y el tratamiento nutritivo será el mismo Resulta común el íleo paralítico, y la impactación
que en cualquier lesión neurológica aguda. En este fecal es una complicación frecuente y molesta. Sue-
sentido conviene recordar que, según la normati- le precisar de la administración de laxantes, y en
va de las guías del año 2002 de la American Society ocasiones se debe recurrir a los enemas de limpie-
of Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN), habría za. Si la lesión es cervical o torácica alta, se acom-
un nivel de evidencia B respecto a que los pacien- paña de parálisis espástica y se asocia a ausencia de
tes con patología neurológica aguda están en ries- la urgencia por defecar; no obstante, no se altera la
go de desarrollar desnutrición, por lo que deberían actividad refleja, y la estimulación digital iniciará el
ser evaluados y, si fuera necesario, habría que ins- reflejo. Si la lesión afecta a la región sacra, se daña
taurar un plan de actuación nutritivo; el mismo nivel el centro reflejo para la eliminación fecal intestinal
de evidencia recomendaría que el soporte nutritivo y se pierde el tono anal.
se iniciara de manera precoz en pacientes con mo- Si existe retención de orina, es frecuente el
derado o severo traumatismo craneal; que lo ideal desarrollo de cistitis; y si ésta no se trata de ma-
en pacientes con patología neurológica sería utili- nera adecuada y precoz, puede derivar en pielo-
zar la calorimetría indirecta para determinar los re- nefritis ascendente. Por ello, la retención de ori-
querimientos energéticos, y que antes de iniciar una na se tratará con algún procedimiento de drenaje
dieta oral se tendría que evaluar la deglución para vesical.
evitar la broncoaspiración. En la fase crónica, el pa- Es frecuente la pérdida de proteínas a través
ciente se encuentra en una situación hipometabóli- de las frecuentes escaras por decúbito. No obs-
ca. En esta etapa es importante valorar la sintoma- tante, el aporte energético total en los pacientes
tología gastrointestinal debido a la gran tendencia a que presenten paraplejia será inferior al 5-10% del
presentar impactación fecal. Además, por la inmo- aporte calórico calculado. En los pacientes con te-
vilidad que el proceso comporta se observa hiper o traplejia, el aporte energético será inferior al 10-
hipocalcemia y existe riesgo de litiasis urinaria. 15% del aporte calórico estimado.

713
Capítulo 4.23. Nutrición en el estrés psicosocial...

5. Resumen
 La importancia del estado de nutrición en puede contribuir al desarrollo de enfermedades
el desarrollo del cerebro y en las funciones neurológicas que afectan tanto al sistema ner-
cognitivas es indiscutible. Para el mantenimiento vioso central como al periférico. Pero además
de la función cognitiva no sólo es recomendable se presume que algunas enfermedades neuro-
un correcto estado de nutrición, sino que lógicas podrían ser susceptibles de tratamiento
además puede resultar beneficioso el consumo con determinadas modificaciones dietéticas
de determinados nutrientes. En humanos se han o con dietas complementadas con algunos nu-
observado efectos positivos sobre las funciones trientes específicos.
cognitivas tanto mediante la realización de una
dieta equilibrada o saludable como a través de  Muchas enfermedades neurológicas conllevan
la ingesta de fórmulas complementadas con una serie de síntomas que, si no se corrigen de
ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, manera precoz, pueden contribuir al desarrollo
más específicamente de la serie n-3, o de dietas de la desnutrición. Sin ninguna duda, la disfagia
enriquecidas en antioxidantes, entre otros es el síntoma que con más frecuencia compor-
nutrientes. ta el desarrollo de desnutrición en el paciente
neurológico.
 El estrés psicológico comporta una serie de
modificaciones fisiológicas y clínicas que, en  Existen peculiaridades nutritivas específicas en
definitiva, pretenden establecer un balance algunas enfermedades neurológicas, como es el
homeostático después de sufrir un insulto caso de la enfermedad de Alzheimer, en la que
determinado. En el desarrollo del estrés par- se sospecha que los antioxidantes e hipolipe-
ticipan tanto mediadores neurológicos como miantes podrían desempeñar un papel benefi-
hormonales, con amplias interrelaciones entre cioso en el sentido de disminuir su prevalencia
ellos. Las consecuencias fisiológicas del estrés o retardar su evolución. Por su parte, en la en-
afectan al sistema inmune, al comportamiento fermedad de Parkinson pueden ser necesarias
alimentario y al sistema gastrointestinal. modificaciones dietéticas para conseguir que la
farmacología administrada actúe lo más correc-
 Los cambios fisiológicos que aparecen en el es- tamente posible. Finalmente, en la esclerosis
trés pueden manifestarse con alteraciones del múltiple se cree que las dietas pobres en grasa
carácter, de la conducta y también del hábito saturada podrían tener un papel beneficioso
alimentario. Como resultado del estrés psico- sobre la evolución de la enfermedad.
lógico, en ocasiones aparece hipofagia, mientras
que en otros individuos se incrementa notable-
mente la ingesta de comida. Estos cambios se
han relacionado con modificaciones del perfil
plasmático de determinados aminoácidos, como
el triptófano. En muchas ocasiones, este mayor
consumo de alimentos lo es a expensas de comi-
das muy palatables, como son las ricas en grasa o
en chocolate. También se han vinculado al estrés
desequilibrios en el balance energético, con sus
repercusiones en el peso corporal; al parecer, ello
guardaría conexión tanto con la leptina como con
el cortisol, el neuropéptido Y y otras hormonas.
Asimismo, el estrés no sólo se ha relacionado con
los aumentos de peso, sino incluso con la tenden-
cia a acumular grasa en la región abdominal.

 Por otra parte, la desnutrición globalmente, o


como déficit de algunos nutrientes específicos,

714
M. Planas Vilà | R.M.ª Burgos Peláez | C. Puiggrós Llop

6. Bibliografía
Gómez Candela C, Cos A, Iglesias C. Recomendaciones
nutricionales en neurología. En: León M y Celaya S (eds.).
Manual de recomendaciones nutricionales al alta hospita-
laria. You & Us, SA. Madrid, 2001: 219-52.
Libro que reúne las recomendaciones nutricionales que deben
seguir los pacientes de numerosas patologías. Los tratamien-
tos nutricionales propuestos se apoyan en las bases científicas
de las características fisiopatológicas y clínicas.

McDaniel MA, Maier SF, Einstein GO. “Brain-specific” nutri-


ents: a memory curse? Nutrition 2003; 19: 957-75.
Revisión actualizada de posibles sustancias capaces de com-
portar efectos beneficiosos sobre el estado cognitivo.
ASPEN Board of Directors and the Clinical Guidelines Task
Force. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutri- Scientific Committee Nutrition and Health Collection.
tion in adult and pediatric patients. JPEN 2002; 26 (Suppl 1). Stress and nutrition: a fascinating crosstalk. John Libbey &
Como su nombre indica, se trata de una guía clínica sobre el Company Ltd. London, 2001.
uso del soporte nutricional, basada en la evidencia científica. Interesante libro por su revisión de los complejos fenómenos
del estrés y sus relaciones con la nutrición, y, más concreta-
Das UN. Is there a role for saturated and long-chain fatty mente, con el comportamiento alimentario.
acids in multiple sclerosis? Nutrition 2003; 19: 163-5.
Interesante puesta al día sobre el posible papel de la dieta en Tárraga L, Boada M. Una cocina para el enfermo de
la génesis de la esclerosis múltiple. Alzheimer. Glosa Ediciones. Barcelona, 1999.
Libro práctico sobre los problemas nutritivos que presentan los
Diet and cognitive function. En: Katz DL. Nutrition in Clini- pacientes con demencias, así como las maneras de afrontarlos.
cal Practice: a Comprehensive, Evidence-Based Manual for
the Practitioner. Lippincott Williams & Wilkins. Philadelphia, Varella L, Jastremski CA. Neurological impairment. En:
2001. Gottschlich MM (ed.). The Science and Practice of Nutrition
Capítulo que analiza los datos existentes en la bibliografía Support. ASPEN. Kendall/Hunt Publishing Company. Iowa,
sobre la dieta y la función cognitiva. USA, 2001: 421-44.
Capítulo sobre las afectaciones nutritivas de las enfermedades
Fernstrom JD, Uauy R, Arroyo P. Nutrition and brain. neurológicas. Muy didáctico, con casos clínicos incluidos.
Karger. Switzerland, 2001.
Una revisión, comentada por varios expertos, que engloba desde Vilarasau C, Virgili N. Implicaciones nutricionales de las
el papel de la desnutrición en el desarrollo mental hasta los me- enfermedades neurológicas. En: Planas M y Pérez-Portabella
canismos de diversos nutrientes sobre el desarrollo del cerebro C (coord.). Fisiopatología aplicada a la nutrición. Ediciones
y de la función cognitiva, pasando por los efectos de algunos nu- Mayo. Barcelona, 2002: 213-32.
trientes sobre los trastornos afectivos, o por el empleo de dietas Capítulo didáctico sobre las distintas relaciones que existen
para tratar diversos procesos neurológicos, como la epilepsia. entre la nutrición y las diversas enfermedades neurológicas.

7. Enlaces web
 www.healthandage.com
 www.dysphagiaonline.com
 www.alzheimers.org/chid/index_n.htm
 www.cnsonline.org/about/director.html
 www.senpe.com

715
4.24. Nutrición y patología orgánica
de cabeza y cuello

Pilar García Peris Cristina Cuerda Compés Irene Bretón Lesmes


Capítulo 4.24.

Nutrición y patología orgánica de cabeza y cuello

1. Introducción

2. Desnutrición en cáncer de cabeza y cuello


2.1. Prevalencia
2.2. Etiopatogenia
2.3. Consecuencias

3. Soporte nutricional
3.1. Dieta oral
3.2. Suplementos
3.3. Nutrición artificial

4. Soporte nutricional en pacientes con radioterapia


de cabeza y cuello

5. Soporte nutricional en patologías benignas de cabeza


y cuello

6. Resumen

7. Bibliografía

8. Enlaces web
Objetivos

n Conocer la problemática que, desde el punto de vista nutricional, presentan estos enfermos.
n Determinar qué enfermos se encuentran en riesgo nutricional.
n Determinar qué tipo de valoración nutricional requieren.
n Evaluar qué consejos dietéticos necesitan.
n Aprender a definir cuándo estos pacientes necesitan un soporte nutricional.
n Saber prescribir qué tipo de soporte nutricional precisan.
n Planificar el seguimiento nutricional, a medio y largo plazo, que estos enfermos requieren.
n Entender la problemática concreta que, desde el punto de vista nutricional, tienen los pacientes en tratamiento
con radioterapia de cabeza y cuello.
1. Introducción

L
a necesidad de mantener un estado nutricional adecuado no es un fenómeno
nuevo; ya Hipócrates decía que las heridas limpias curan más fácilmente con
una buena nutrición. Lo que sí es cierto es que en los últimos años ha habido
un replanteamiento, casi con carácter de urgencia, sobre este problema.
Según Heymsfield, el motivo desencadenante se apoya en tres acontecimientos
científicos:
1. Se conocen mejor los deterioros fisiológicos progresivos a que conducen las
situaciones de desnutrición y ayuno.
2. La desnutrición es una situación de riesgo que puede estar ocasionada por
múltiples procesos patológicos.
3. Hay un gran avance en el desarrollo de nuevos métodos de nutrición.
Las enfermedades que afectan a cabeza y cuello, y más concretamente el cáncer,
constituyen un grupo bien definido de riesgo desde el punto de vista nutricional.
La afectación de estructuras directamente relacionadas con la masticación y
deglución de los alimentos explica en cierta forma este riesgo. Además, en caso
de que se requiera un tratamiento quirúrgico de la zona, las secuelas derivadas del
mismo van a constituir igualmente un elemento de riesgo desde el punto de vista
nutricional. Dicho riesgo se verá incrementado si, además, el paciente está siendo
tratado con radioterapia y/o quimioterapia.
El cáncer de cabeza y cuello presenta una prevalencia del 5% dentro del total de la
patología tumoral en la población española. Se estudiará a continuación la prevalen-
cia de desnutrición en pacientes afectados de esta estirpe tumoral, la etiología de
la misma, sus consecuencias y las posibles soluciones que, desde el punto de vista
nutricional, existen en la actualidad. Se hará especial hincapié en la problemática de
los enfermos sometidos a radioterapia de cabeza y cuello.

721
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

2. Desnutrición en minando en nuestros enfermos una desnutrición


cáncer de cabeza y cuello energética (16,5%) frente a una desnutrición mixta
(3,2%) (Figura 2).
2.1. Prevalencia La importancia de la desnutrición en los enfer-
mos con cáncer es decisiva, ya que presenta en
En la literatura la prevalencia de desnutrición general una relación significativa e inversa con la
en estos pacientes oscila alrededor del 60% en el supervivencia, sobre todo con la depleción protei-
momento del diagnóstico, según algunos autores, ca, que no existía en nuestra serie. Igualmente, la
y entre el 30-35%, según otros. desnutrición reduce los márgenes terapéuticos de
En nuestra experiencia, sobre una muestra de 31 seguridad de la quimio y radioterapia, de forma que
pacientes estudiados, con cáncer de cabeza y cuello, parece ser un “predictor biológico” de la supervi-
con las localizaciones que se exponen en la Figu- vencia, al reflejar la respuesta del huésped frente al
ra 1, antes de la intervención un 19,3% de enfer- crecimiento del tumor.
mos presentaban desnutrición, cifra que contrasta Por otra parte, la caquexia es un síndrome rela-
claramente con otras series. La explicación es que cionado con el tumor, y puede revertir si se cura
al diagnóstico de desnutrición se llegaba después de o extirpa éste, aunque en experimentación animal
un examen antropométrico y bioquímico exhausti- se ha demostrado que sólo sobreviven a la inter-
vo, en el que se tenían varios parámetros en cuenta vención quirúrgica la mitad de los animales que han
y se aplicaba la clasificación de Blackburn. perdido un 30% de su peso corporal, reflejando la
Esto es importante, porque, como indica Sym- gran repercusión de la desnutrición avanzada so-
ring, cuando se habla de diagnosticar un estado de bre el resultado del tratamiento antitumoral.
desnutrición, no se puede basar sólo en la presen-
cia de una variable alterada, como se ha hecho en
algunos estudios, pues en ese caso el 22% de la po- 2.2. Etiopatogenia
blación sería clasificada como desnutrida. Además,
produciría la conclusión errónea de que el 80% de En primer lugar, hay que destacar como causa
los pacientes hospitalizados están desnutridos. En fundamental de desnutrición el hecho de que estos
contraste, cuando la desnutrición se basa en, al me- pacientes son portadores de un tumor, por lo que
nos, tres criterios de anormalidad, la proporción ya están en riesgo nutricional.
cae al 28%, y así se predicen complicaciones con Aproximadamente el 50% de los enfermos con
más exactitud. cáncer tiene una anorexia significativa, otro 25% se
Nuestros resultados coinciden con los encon- queja de saciedad precoz, a pesar de que tienen sen-
trados por Nixon, Shike, Basset y otros, predo- sación de hambre al comenzar a comer. Es impor-
tante reseñar también las
alteraciones que presentan
en el gusto, mostrando pre-
ferencia por los alimentos
más dulces y rechazando
los amargos y que, además,
se verán acrecentadas con
el tratamiento de radio y/o
quimioterapia.
La localización del tumor
en cavidad oral y la presen-
cia de una dentición defec-
tuosa, 74% en nuestra expe-
riencia, dificulta aún más una
alimentación correcta.
Es importante destacar
Figura 1. Tumores de cabeza y cuello estudiados. que en sus antecedentes

722
P. García Peris | C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes

Tabla 1. ETIOPATOGENIA DE LA DESNUTRICIÓN EN PACIENTES CON PATOLOGÍA


ORGÁNICA DE CABEZA Y CUELLO

• Son enfermos portadores de un tumor


• Presentan antecedentes de ingesta de alcohol y tabaquismo
• La localización de su proceso dificulta la ingesta oral
• Requieren en un alto porcentaje tratamiento con radio y/o quimioterapia

un alto porcentaje, en nuestra serie un 83,5%, fu- mos van a sufrir un estrés quirúrgico importante
maba más de 40 cigarrillos día, y un 61%, además, por el tipo de intervención a que van a ser some-
ingería cantidades importantes de alcohol. tidos (vaciamientos funcionales y/o radicales mono
Con respecto al tabaco, éste actuaría como un car- o bilaterales, colgajos miocutáneos, osteomiocutá-
cinógeno genotóxico directo sobre la cavidad oral. neos, implantes, etc.). Además, la técnica quirúrgica
El alcohol, si bien no es un carcinógeno directo, empleada obliga a dejar en reposo la cavidad bucal,
puede incidir en la etiología de la desnutrición en haciendo imposible la alimentación oral, durante
estos pacientes, por la tendencia de éstos a sus- un tiempo superior a 15 días.
tituir los alimentos por bebida, propiciando así la Todas estas razones hacen que los enfermos
desnutrición. portadores de tumores de cabeza y cuello cumplan
Otro aspecto que no hay que olvidar es que en prácticamente todos los criterios que la Socie-
los protocolos habituales de tratamiento integral dad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral
de estos tumores, la radio y/o quimioterapia for- (ASPEN) engloba dentro de la denominación de
man parte importante de la terapia. “pacientes con riesgo nutricional”.
La quimioterapia afecta profundamente al esta-
do nutricional del huésped, bien por efecto directo,
alterando la síntesis de proteínas intracelulares, 2.3. Consecuencias
que se ha comprobado disminuye en un 34%, o por
efectos indirectos, produciendo náuseas y vómitos, Dos procesos fisiológicos son cruciales en
anorexia y alteraciones del gusto ya comentadas. la evolución de una intervención quirúrgica: la
Incluso, puede tener efectos tóxicos para las célu-
las de la mucosa digestiva, produciendo estomatitis,
mucositis, faringitis, diarrea, etc. Si bien todos estos
efectos suelen ser transitorios, sin duda pueden in-
fluir más negativamente en pacientes ya debilitados
por su enfermedad.
También la radioterapia puede afectar de manera
importante el estado nutricional de estos enfermos.
La intensidad de la radionecrosis oral dependerá
de la dosis de radiación y del volumen de tejido
tratado. Los efectos secundarios pueden aparecer
de forma temprana (náuseas, mucositis, disgeusia,
disfagia, xerostomía, etc.) o tardía (estenosis, fístulas,
etc.), comprobándose alteraciones morfológicas en
la mucosa y que tienen una evolución tórpida.
Como puede observarse en la Tabla 1, estos
pacientes tienen causas suficientes para presentar
una desnutrición en el momento del diagnóstico,
pero no debe olvidarse que, aunque el estatus nu- Figura 2. Tipos de desnutrición en los pacientes con cáncer
tricional preoperatorio fuese normal, estos enfer- de cabeza y cuello en el momento del diagnóstico.

723
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

Tabla 2. EFECTOS ADVERSOS DE LA DESNUTRICIÓN EN EL RESULTADO QUIRÚRGICO


EN PACIENTES CON PATOLOGÍA ORGÁNICA DE CABEZA Y CUELLO

• Deterioro de la cicatrización: dehiscencia de la incisión o de la anastomosis


• Menor resistencia a la infección: neumonía, herida quirúrgica, vía urinaria
• Incapacidad para adaptarse a los cambios impuestos por la cirugía

correcta cicatrización de las heridas y la ausencia riesgo intermedio (40-50%) y a enfermos con ries-
de infección (Tabla 2). Pues bien, cuando existe go elevado de complicaciones sépticas o de otra
desnutrición, la cicatrización defectuosa, la dehis- índole (más del 50%).
cencia de suturas y la mayor morbilidad infecciosa Asumiendo, por tanto, que la desnutrición pro-
son el denominador común. teico-energética aumenta la morbimortalidad hos-
En la Tabla 3 se detallan algunos macro y mi- pitalaria, concretamente en el paciente quirúrgico,
cronutrientes, que tienen un papel primordial en la un estudio nutricional previo en estos enfermos se
cicatrización de las heridas y cuya deficiencia pro- hace imprescindible.
piciará un aumento de la dehiscencia de suturas. La valoración nutricional constará, como mí-
En la Tabla 4 se indican los nutrientes relacio- nimo e imprescindible, del peso, la talla, el IMC
nados con la infección. (índice de masa corporal) y la valoración de la
No debe olvidarse tampoco que, además de la albúmina.
hipoproteinemia e hipoalbuminemia, que influirá de Como es lógico, sería recomendable un estu-
forma determinante en las complicaciones arriba dio nutricional más completo que incluyera una
mencionadas, la desnutrición dará lugar a atrofia valoración antropométrica con pliegues cutáneos,
muscular, atrofia de las vellosidades intestinales e un estudio del compartimento muscular y otras
incluso hipofunción pancreática y alteración de la proteínas viscerales de vida media corta como la
barrera mucosa intestinal. Además, la desnutrición transferrina y la prealbúmina.
es la causa más importante de inmunodeficiencia La valoración global subjetiva (VGS) es un test
adquirida, afectando tanto a la inmunidad celular sencillo y muy práctico para valorar pacientes qui-
como a la humoral. rúrgicos en riesgo nutricional, en el preoperatorio
La relación entre desnutrición y complicaciones (ver apartado 3.4).
posquirúrgicas es tan evidente que se han elabo- Una terapia nutricional preoperatoria racional,
rado índices nutricionales, mediante los cuales se es decir, cuando el enfermo está desnutrido y la
puede predecir la evolución postoperatoria. Uno desnutrición pudiera tener un efecto deletéreo
de los autores que más ha trabajado en este cam- en la evolución no tanto a corto como a medio
po es Mullen, quien valoró, preoperatoriamente, a y largo plazo, y siempre y cuando éste no suponga
161 pacientes sometidos a cirugía mayor, mediante un aplazamiento innecesario de la intervención, no
diversos parámetros nutricionales, realizando pos- tendría sentido si no fuera seguida de un soporte
teriormente una correlación con las complicaciones nutricional postoperatorio cuando está indicado.
sépticas y la mortalidad. De esta forma, elaboró el La nutrición parenteral o enteral debe prolongarse
llamado índice pronóstico nutricional (PNI): en el postoperatorio por un espacio de tiempo su-
ficiente como para que el enfermo esté capacitado
PNI (% riesgo) = 158 - (16,6 x Alb) - para ingerir, por vía oral, al menos el 70% de sus
(0,78 x PT) - (0,2 x TF) - (5,8 x PC) necesidades energético-proteicas.
La nutrición artificial, además del concepto
donde: Alb: albúmina; PT: pliegue del tríceps; TF: sencillo de que está indicada cuando el paciente
transferrina; PC: pruebas cutáneas. no puede, no debe o no quiere comer, se debe
Mediante dicho índice pudo catalogar a enfer- enmarcar dentro del plan integral terapéutico del
mos con bajo riesgo (PNI < 40%), a enfermos con enfermo.

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P. García Peris | C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes

Tabla 3. DÉFICIT NUTRICIONAL Y CICATRIZACIÓN

Nutrientes Función en la cicatrización

Calorías Combustible para el turnover del colágeno


Grasa Componente de la membrana celular
Hidratos de carbono Combustible de los fibroblastos
Proteínas Sustrato para la síntesis proteica
Arginina Precursor del óxido nítrico
Glutamina Combustible de leucocitos
Metionina Cofactor de metaloproteinasas
Cisteína Puente de unión del colágeno
Ácido ascórbico Cofactor de la prolina y lisina hidroxilasa
Zinc Epitelización
Retinoides Revierte el deterioro inducido por esteroides

Tabla 4. DÉFICIT NUTRICIONAL E INFECCIÓN

Nutrientes Función en la infección

Zinc Funcionamiento de los linfocitos T y PMN


Cobre Función bactericida del SRE y de los PMN
Yodo Función bactericida de los PMN
Vitamina E Inmunidad humoral
Selenio Función bactericida de los PMN
Retinoides Proliferación de los linfocitos

SRE: sistema retículo-endotelial; PMN: leucocitos polimorfonucleares.

3. Soporte nutricional tes tumorales presentan en un alto porcentaje dis-


geusia; muchos prefieren los alimentos más dulces
3.1. Dieta oral y rechazan la carne; rehúsan los sabores fuertes y/o
amargos, experimentan una reducción de la per-
Los enfermos con patología de cabeza y cuello cepción del sabor ácido y toleran perfectamente
presentan, por la localización del tumor, problemas alimentos sin apenas sabor o incluso moderada-
para una ingesta oral de alimentos adecuada. Se mente desagradables para otros.
hace imprescindible, por tanto, una encuesta die- Durante la radioterapia de cabeza y cuello es
tética realizada por un especialista, para valorar si habitual que refieran un sabor metálico cuando
esta ingesta es suficiente desde el punto de vista de comen. En estas circunstancias y en otras en que
macro y micronutrientes para mantener el estado se produzca disfagia moderada o severa a los ali-
nutricional del paciente. mentos sólidos, habrá que ir variando la textura de
Ovesen aconseja realizar un test de 10 pregun- los alimentos. En este sentido, en la actualidad se
tas (Tabla 5), a través del cual se puede valorar dispone de productos adaptados para los adultos
con exactitud el tipo de alteraciones y la intensidad y pensados para conservar el placer de comer
de las mismas que desde el punto de vista del ape- y facilitar la preparación de los alimentos.
tito, la digestión, la absorción y el metabolismo de Esta alternativa a la alimentación tradicional es
los nutrientes presenta el enfermo. lo que hoy se conoce como ABA (alimentación
Según el resultado, se puede aconsejar la dieta básica adaptada), o alimentación con productos de
oral adecuada, teniendo en cuenta que los pacien- textura modificada.

725
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

Tabla 5. CUESTIONARIO DE SÍNTOMAS DIGESTIVOS

• ¿Tiene cambios en el gusto?


• ¿Ha tenido cambios en el olfato?
• ¿Tiene dificultad para la masticación o deglución de los alimentos?
• ¿Tiene sequedad de boca?
• ¿Tiene náuseas o vómitos?
• ¿Le ha disminuido el apetito?
• ¿Tiene sensación de plenitud precoz después de comer?
• ¿Tiene diarrea o estreñimiento?
• ¿Ha notado aversión hacia ciertos alimentos?
• ¿Tiene dolores?

Estos productos tienen la ventaja de ser equili- con los suplementos, el aporte de calorías. Igual-
brados en cuanto a su composición nutricional, hi- mente, el tiempo de suplementación era aleatorio,
giénicamente correctos y de preparación muy fácil. etc. (ver Capítulo 4.4).
En general, y dada la sensación de ansiedad precoz Con estas premisas, no es de extrañar que los
que estos pacientes refieren, se recomienda realizar resultados fueran dispares.
5-6 tomas de alimentos al día, así como evitar la con- Centrándose en los tres estudios con SN en pa-
dimentación excesiva y las temperaturas extremas. cientes con tumor de cabeza y cuello, dos de ellos,
Es importante ingerir de 2 a 3 litros de agua al día. el de Arnold y Nayel, están realizados en enfermos
con radioterapia, y el de Flynn, en el preoperatorio.
En los tres casos, el tiempo de suplementación fue
3.2. Suplementos corto, entre 2 y 10 semanas. En cuanto a los resulta-
dos, desde el punto de vista nutricional y funcional,
En muchas ocasiones, sin embargo, la dieta oral en el estudio de Arnold sí se demostró un aumento
es insuficiente para mantener y/o reponer un ade- de la ingesta total de energía, pero no en los otros
cuado estado nutricional. En este momento, esta dos. La capacidad funcional, sin embargo, mejoró
indicado recurrir a los suplementos nutricionales tanto en el trabajo de Flynn como en el de Nayel.
(SN). Éstos se definen como aquellos preparados Creemos, no obstante, que a pesar de estos po-
nutricionales, completos o no, en cuanto a su bres resultados descritos en la literatura, cuando,
composición, que complementan una dieta oral después de intentar optimizar una dieta oral, ésta
insuficiente. Los objetivos de los SN son aumentar sigue siendo insuficiente, los SN están totalmente
la ingesta de nutrientes, mantener y/o mejorar el indicados en estos y en otros enfermos.
estado nutricional de los pacientes y mantener y/o En la actualidad no existe un suplemento ideal
mejorar la capacidad funcional. para los pacientes con patología de cabeza y cue-
En la literatura hay 10 trabajos controlados llo. Sin embargo, por las características de estos
y aleatorizados que estudian la efectividad de los enfermos se puede recomendar la administración
SN en enfermos oncológicos, tres de ellos en en- de dietas poliméricas estándar, de alta densidad
fermos con cáncer de cabeza y cuello. En general, calórica, hiperproteicas, con o sin fibra y optar por
los resultados son tremendamente dispares y en la presentación liquida (ver Capítulo 4.3). El sabor
muchos casos desalentadores. Esto se debe a que y el horario deben adaptarse individualmente. Los
en el mismo estudio había pacientes con diferentes suplementos deben mantenerse hasta que la dieta
tipos de tumores y los estadios tumorales eran oral sea la óptima.
distintos o sin definir. Los enfermos comparados En la búsqueda de optimizar la utilidad de los SN
recibían radioterapia, quimioterapia o ambos tra- se ha pensado enriquecer los mismos con nutrien-
tamientos. No se definía cuándo se debía empezar tes específicos capaces de contrarrestar, en cierta

726
P. García Peris | C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes

Tabla 6. RAZONES PARA OPTAR POR NUTRICIÓN ENTERAL

• El aparato digestivo de estos enfermos es funcionante


• Es más fisiológica
• Más fácil de preparar, administrar y controlar
• Tiene menos complicaciones y de menor gravedad
• Preserva la integridad de la barrera intestinal, disminuyendo la translocación bacteriana y la sepsis
de origen intestinal
• Más eficiente utilización de las sustancias nutritivas
• Menos traumática y mejor aceptada por los pacientes
• Más económica

forma, el caos metabólico que los pacientes con sea grado IV, que sean de faringe y el uso combina-
cáncer presentan y que es en parte responsable do de radioterapia y cirugía.
de la caquexia tumoral. Dos de dichos nutrientes ¿Cuál es el tipo de nutrición artificial en estos
son el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el docosa- pacientes? La elección es fácil, ya que, si bien están
hexanoico (DHA). Ambos han demostrado efecto imposibilitados por la cirugía para una alimentación
inhibidor del crecimiento tumoral, supresión de las oral, el aparato digestivo es útil y funcionante, por
citokinas proinflamatorias y disminución del cata- lo que la nutrición enteral será la modalidad de nu-
bolismo lipídico y proteico (ver Capítulo 4.8). trición artificial elegida; como dijo Lee muy gráfica-
No obstante, se necesitan más estudios para mente: “La imposibilidad de utilizar el aparato diges-
poder definir con precisión las indicaciones, la tivo es la única indicación de la nutrición parenteral
dosis y el tiempo de utilización de estos nutrientes y la única contraindicación de la nutrición enteral”.
específicos. La nutrición enteral presenta una serie de ven-
tajas importantes sobre la nutrición parenteral que
se resumen en la Tabla 6.
3.3. Nutrición artificial Hoy en día está fuera de toda duda que la nu-
trición enteral evita la atrofia y la hipofunción in-
Las indicaciones para un soporte nutricional, en testinal a la que están abocados los enfermos con
el enfermo con cáncer, en general, y con localiza- nutrición parenteral, que no ingieren nada por vía
ción en cabeza y cuello, en particular, no difieren de oral. Como es bien conocido, el mayor estímulo
las indicaciones para pacientes con enfermedades para el crecimiento de la mucosa intestinal es la
benignas. presencia de nutrientes en la luz intestinal. Los me-
Es decir, la nutrición artificial está indicada en canismos por los cuales se produce este estímulo
todo paciente que no puede, no debe, o no quiere son directos e indirectos.
comer por vía oral. Los efectos directos resultan del contacto de
Como se ha comentado en párrafos anteriores, nutrientes con los villis, y por el estímulo de secre-
el tipo de técnica quirúrgica empleada en estos ciones gástricas, biliares y pancreáticas. Los efectos
pacientes obliga a dejar en reposo la cavidad bucal, indirectos incluyen el incremento en la producción
haciendo imposible la alimentación oral durante un de hormonas intestinales (gastrina y glucagón), las
periodo superior a 15 días, como mínimo. cuales tienen una acción total (endocrina) o local
Algunos autores, incluso, encuentran que un (paracrina). Además, los efectos indirectos inclu-
37,6% de estos pacientes requieren soporte nutri- yen el estímulo del sistema nervioso autónomo.
cional por espacio de un mes después de su opera- Todas estas ventajas son fundamentales, y ade-
ción. Los factores que significativamente predicen más no hay que menospreciar el menor coste de
la prolongación de la nutrición son la pérdida de la nutrición enteral frente al más elevado de la
peso preoperatorio, que el estadio de los tumores nutrición parenteral. Una vez definida la nutrición

727
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

enteral como el soporte ideal en estos enfermos, En el momento actual, y mientras exista la con-
se debe elegir la vía de acceso. troversia científica de utilizar nutrientes específi-
Hoy en día todos los autores están de acuer- cos como glutamina o arginina en enfermos con
do en que la previsión de una nutrición enteral cáncer, y mientras los resultados no sean conclu-
prolongada por más de 4-6 semanas requiere un yentes, parece conveniente no utilizarlos. Es decir,
acceso enteral permanente tipo gastrostomía en- se recomiendan dietas poliméricas con o sin fibra,
doscópica percutánea (PEG). a pesar de existir en la literatura corrientes de opi-
No cabe duda de que estos accesos han mejo- nión a favor de utilizar dietas inmunorreguladoras.
rado enormemente la calidad de vida de los pa- En cuanto a los requerimientos, se recomiendan
cientes, haciendo que su integración social sea más aportes de 30-35 kcal/kg/día, y de l-1,5 g/kg/día de
rápida y sencilla. A pesar de las complicaciones proteínas. El aporte de micronutrientes se hará se-
descritas en la literatura, hay que pensar que di- gún las recomendaciones dietéticas diarias (RDA).
chos accesos son de elección en estos enfermos. Es necesario insistir en cuidar el balance hídrico
Si se ha definido el tipo de acceso enteral en la de forma exquisita, ya que estos enfermos requie-
patología que se describe en este Capítulo, no se ren habitualmente aportes extras de agua por las
debe olvidar que el comienzo de la enteral deberá altas pérdidas a que suelen dar lugar los drenajes
ser precoz, dentro de las 48-72 horas siguientes Tabla 7.
a la intervención. Cuando el aparato digestivo no es funcionante,
Autores como Wilmore, Ardle, Mochizuki, As- se planteará la opción de una nutrición parenteral
kanazi y otros ya demostraron los efectos benefi- total. En pacientes terminales con fracaso intestinal
ciosos de la nutrición enteral precoz. Sus estudios, puede indicarse nutrición parenteral domiciliaria,
tanto a nivel experimental como humano, demos- siempre que se prevea una supervivencia superior
traron que, cuando se comenzaba el aporte enteral a 2 meses y se piense con ello favorecer la calidad
inmediatamente después de una agresión, la mucosa de vida del paciente (ver Capítulo 4.12).
intestinal era preservada y la respuesta catabólica se
atenuaba. Cuando existían más de 72 horas entre
la agresión y la iniciación a la enteral, aparecía un
cuadro de hipercatabolismo con elevación en la 4. Soporte nutricional
concentración de las hormonas propias del estrés. en pacientes con radioterapia
Además, una temprana y adecuada nutrición enteral de cabeza y cuello
puede mantener una mucosa intestinal normal des-
de el punto de vista morfológico y funcional, lo que Por lo general, y según los protocolos actuales
garantizará la inalterabilidad de la barrera intestinal de tratamiento de estos pacientes, después de la
y, por consiguiente, evitará la translocación bacteria- cirugía un número importante de enfermos precisa
na, con obvio riesgo séptico para el enfermo. tratamiento coadyuvante con radioterapia.
Queda por definir la fórmula de nutrición en- Como se dijo anteriormente, la radioterapia
teral que se empleará y los requerimientos que, afecta negativamente al estado nutricional, ya de-
desde el punto de vista nutricional, tienen estos teriorado, de estos pacientes.
enfermos en el postoperatorio. En nuestra experiencia, de 109 casos estudiados
Nosotros somos partidarios de utilizar dietas en nuestra consulta, con los diagnósticos que se
poliméricas desde el principio, ya que el tracto exponen en la Figura 3, antes del tratamiento, el
digestivo de estos enfermos es normal, desde el 21,7% presentaba desnutrición energética, el 4,8%,
punto de vista morfológico y funcional. desnutrición proteica, y el 3,73%, desnutrición
No cabe duda de que, si no existe una contra- mixta.
indicación expresa, lo más fisiológico es utilizar Durante el tratamiento, (una media de 32,1
poliméricas con fibra. Esto permite mantener ± 5,8 sesiones y 62,29 Gy) se encontró que el
al paciente con una función intestinal adecuada. 22,02% (Figura 4) de los pacientes necesitó
Además, en un enfermo que, por lo general, recibe nutrición enteral por vía oral como único soporte
antibióticos, la fibra mantendrá una microbiota nutricional, el 45,87% precisó nutrición enteral por
bacteriana adecuada. sonda, el 23,85% precisó suplementos orales para

728
P. García Peris | C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes

Tabla 7. CARACTERÍSTICAS DE LA NUTRICIÓN ENTERAL completar una alimentación


EN PACIENTES CON CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO oral insuficiente y sólo el
8,26% de los pacientes ra-
diados no necesitó ningún
• Acceso nasogástrico si < 4-6 semanas soporte nutricional.
• Acceso PEG si > 4-6 semanas A pesar de este tratamien-
• Comienzo precoz: 48-72 h después del postoperatorio to nutricional y de un segui-
• Dieta polimérica con o sin fibra miento exhaustivo, termina-
• Aporte energético: 30-35 kcal/kg/día
• Aporte proteico: 1,0-1,5 g/kg/día
da la radioterapia el 25,5%
• Aporte de micronutrientes según RDA de los enfermos, presenta
• Cuidar balance hídrico una desnutrición energética,
el 10% desnutrición proteica
PEG: gastrostomía endoscópica percutánea; RDA: ingesta dietética recomendada. y el 10,3%, mixta.
Las razones que se en-
cuentran para estos resul-
tados son la dificultad de
cumplir el tratamiento nu-
tricional, sobre todo cuando
es por sonda, al coincidir en
el tiempo con la radiotera-
pia. Otra razón puede ser el
desconocimiento en cuanto
a las necesidades energéticas
reales de estos pacientes.
El número de días que
estos pacientes reciben so-
porte nutricional es de 73,6
± 56,2 y, de ellos, 64,3 ± 55,3
son días que permanecen
con nutrición, una vez fina-
Figura 3. Tumores de cabeza y cuello en tratamiento con radioterapia. lizada la radioterapia.
Estos resultados no hacen
sino confirmar la necesidad
de un seguimiento exhaustivo por parte de
un equipo de expertos en nutrición en
todos los pacientes que presenten pa-
tologías a nivel de cabeza y cuello, antes,
durante y después de los distintos trata-
mientos.
Nuestra experiencia, junto con
la de otros autores con respecto a la
necesidad de un soporte nutricional a
largo plazo en estos pacientes, pre y
postoperatorio, durante y después de
la radioterapia, confirma la necesidad
de instaurar accesos enterales perma-
nentes (PEG, gastrostomía endoscópica
percutánea) en estos enfermos.
Figura 4. Soporte nutricional prescrito durante el tratamiento con radio- Para finalizar, se puede decir que los
terapia de cabeza y cuello. NE: nutrición enteral. enfermos con cáncer de cabeza y cuello

729
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

Tabla 8. COMPLICACIONES EN PACIENTES CON CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO

• Quirúrgicas: dificultad en la masticación, oclusión de la cavidad oral, protección de la vía aérea


• Radioterapia: disgeusia, xerostomía, hipersecreción salivar
• Quimioterapia: anorexia, náuseas, vómitos, diarrea
• Tumor: ulceración de la piel, celulitis/absceso, hemorragia de la carótida
• Sistemas: metástasis, neoplasia concomitante (p. ej., cáncer de pulmón)

presentan, en el momento del diagnóstico, un por- miento de patologías benignas de cabeza y cuello
centaje elevado de desnutrición, fundamentalmen- producen secuelas que obligan de forma temporal
te energética, y que ésta puede agravarse con los o definitiva a modificar la ingesta oral.
posteriores tratamientos. Por este motivo, se hace Los objetivos desde el punto de vista nutricional
imprescindible un estudio nutricional previo a la pasan por mantener o recuperar el estado nutri-
intervención. cional, favorecer la cicatrización de las heridas qui-
En el postoperatorio, es obligado instaurar una rúrgicas, evitar la contaminación a ese nivel y evitar
nutrición artificial precoz, preferentemente ente- la broncoaspiración.
ral, dado que dichos enfermos poseen un aparato Para todo ello, es imprescindible llevar a cabo
digestivo funcionante. Si se prevé que la aplicación una modificación de la textura de la dieta, de modo
de esta nutrición sobrepasará las 4-6 semanas, se que se adapte a la capacidad de masticar y deglutir
ha de instaurar PEG. del paciente.
Después de la nutrición enteral, es necesario Si el problema es una disfagia a sólidos, en general,
mantener con frecuencia una suplementación oral en los primeros días es necesario recurrir a los SN
durante un periodo de 1 o 2 meses, teniendo en (suplementos orales) antes comentados y general-
cuenta otros tratamientos coadyuvantes, y las com- mente en presentación líquida. Al cabo de un tiem-
plicaciones que de todo ello se derivan (Tabla 8). po se puede comenzar con alimentos de textura
Es imprescindible un seguimiento nutricional modificada, con textura semilíquida, para acabar
durante el tratamiento con radioterapia, dado el indicando si es posible una alimentación tradicional.
elevado índice de complicaciones nutricionales. La secuencia de estos pasos dependerá siempre de
la técnica quirúrgica empleada, de la tolerancia del
paciente, del estado nutricional previo, etc.
En otros casos, sin embargo, puede existir una
5. Soporte nutricional disfagia a líquidos. En estas circunstancias los ali-
en patologías benignas mentos deben espesarse de forma homogénea,
de cabeza y cuello algo que también se consigue con los preparados
de textura modificada. Igualmente, se debe recurrir
Muchas de las técnicas de cirugía maxilofacial a las aguas gelificadas, para conseguir una hidrata-
y otorrinolaringología que se emplean en el trata- ción adecuada.

730
P. García Peris | C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes

6. Resumen
 Los pacientes con patologías de cabeza y cuello mientras no existan datos concluyentes que ava-
son una población en riesgo nutricional. len la utilización de dietas inmunorreguladoras.

 La etiopatogenia de la desnutrición en estos  Sólo en caso de que el aparato digestivo no sea


casos es multifactorial. En primer lugar, la loca- funcionante se recurrirá a la nutrición parenteral.
lización de la enfermedad dificulta una correcta
alimentación. En segundo lugar, son enfermos  Los pacientes con radioterapia de cabeza
con problemas de dentición e higiene bucal. En y cuello precisan un especial seguimiento. Estos
muchos de los casos también fumadores y con enfermos precisan de un seguimiento nutri-
ingestas importantes de alcohol. cional exhaustivo antes, durante y después del
tratamiento, ya sea en forma de suplementos
 En tercer lugar, y en el caso de que sea nece- o como nutrición enteral.
sario un tratamiento quirúrgico de la zona, las
secuelas derivadas del mismo van a constituir
en sí mismas un motivo más de riesgo desde el
punto de vista nutricional.

 Este riesgo se verá incrementado si, además, el


paciente va a estar en tratamiento con radio
y/o quimioterapia.

 Por todo ello, hay que insistir en que siempre


hay que realizar una valoración nutricional de
estos enfermos en el momento del diagnóstico.

 Siempre se debe tener en mente el abanico de


posibilidades que hoy están disponibles para
mantener y/o restaurar el estado nutricional,
cuando la ingesta oral sea insuficiente.

 Es decir, la primera medida será modificar la


textura de los alimentos o utilizar ABA (ali-
mentación básica adaptada). Si esto no fuese
suficiente, se puede prescribir SN (suplementos
nutricionales).

 Cuando la alimentación oral no es posible pero


el aparato digestivo es funcionante se optará
por una NE (nutrición enteral). Ésta debe ser
precoz.

 Con respecto al acceso, si se prevé que el enfer-


mo va a estar menos de 4-6 semanas con NE, hay
que optar por un acceso nasogástrico. En el caso
de que se prevea un tiempo superior a 4-6 se-
manas, es preferible un acceso permanente tipo
PEG (gastrostomía endoscópica percutánea).

 En cuanto al tipo de nutrición enteral empleada,


se optará por dietas poliméricas con o sin fibra,

731
Capítulo 4.24. Nutrición y patología orgánica...

7. Bibliografía
Celaya Pérez S. Tratado de nutrición artificial. Grupo Aula
Médica, S.A. Madrid, 1998.
Es un libro muy práctico y didáctico sobre nutrición artificial.

García Peris P. Nutrición enteral en patología de cabeza y


cuello. Tesis doctoral. Madrid, 1990.
Es una tesis sobre el soporte nutricional de los pacientes con
cáncer de cabeza y cuello. Está basado en la experiencia diaria
con estos pacientes.

León Sanz M, Celaya Pérez S. Manual de recomendacio-


nes nutricionales al alta hospitalaria. Novartis Consumer
Health. Barcelona, 2001.
Es un manual que recoge, muy clara y concisamente, las reco-
mendaciones dietéticas de casi todas las patologías. El lenguaje
está muy cuidado y pensado para que el enfermo lo pueda
entender, ya que a va dirigido a él.

Planas M, Pérez-Portabella C. Fisiopatología aplicada a la


nutrición. Ediciones Mayo. Madrid, 2002.
Es un libro muy completo y muy bien diseñado sobre nutri-
ción, dirigido fundamentalmente a dietistas.

Shils M, Olson J, Shike M, Ross C. Modern nutrition in health


disease, 9th ed. Williams-Wilkins. Baltimore, 1999.
Tratado de nutrición, obra de referencia mundial, excelente-
mente documentado tanto en los aspectos fisiológicos y bio-
químicos relacionados con los nutrientes como en lo relativo a
la nutrición en el estado de salud y en la enfermedad.

Vázquez C, Santos-Ruiz MA. Vademécum de nutrición arti-


ficial, 5ª ed. Díaz de Santos. Madrid, 2004.
Es el vademécum actualizado de todas las fórmulas de nutri-
ción artificial que existen en el mercado.

8. Enlaces web
 www.espen.org
 www.nutritionweek.org
 www.nadya-senpe.com

732
4.25. Nutrición en las patologías
del esófago y estómago

José Antonio Rodríguez Montes Francisco Jorquera Plaza


José Miguel Morán Penco
Capítulo 4.25.

Nutrición en las patologías del esófago y estómago

1. Introducción

2. Embriología del esófago y estómago

3. Recuerdo anatómico y funcional del esófago y estómago


3.1. Anatomía del esófago
3.1.1. Unión faringoesofágica
3.2. Fisiología del esófago
3.3. Anatomía del estómago
3.4. Fisiología del estómago
3.4.1. Función motora
3.4.2. Secreción
3.4.2.1. Mecanismo de la secreción ácida
3.4.2.2. Hormonas gastrointestinales
3.4.2.3. Regulación de la secreción gástrica

4. Nutrición en el paciente pediátrico con cirugía del esófago


y estómago
4.1. Epidemiología y etiopatogenia
4.2. Consecuencias fisiopatológicas nutricionales
4.3. Efectos a largo plazo
4.4. Tratamientos nutricionales
4.5. Recomendaciones en la nutrición artificial

5. Nutrición en el paciente adulto con enfermedades del esófago


y estómago
5.1. Enfermedad por reflujo gastroesofágico
5.2. Enfermedad ulcerosa
5.3. Gases abdominales
5.4. Retraso del vaciamiento gástrico
5.5. Estómago operado
5.5.1. Síndrome de vaciamiento gástrico rápido (dumping) precoz
5.5.2. Síndrome de vaciamiento gástrico rápido (dumping) tardío
5.5.3. Molestias abdominales posprandiales
5.5.4. Anemia
5.5.5. Diarrea, esteatorrea, malabsorción y maldigestión
5.5.6. Gastritis alcalina
5.5.7. Déficit de vitaminas y oligoelementos
5.5.8. Suplementos nutricionales
5.6. Nutrición en las neoplasias del tracto digestivo alto
5.7. Nutrición en situaciones no quirúrgicas

6. Resumen

7. Bibliografía

8. Enlaces web

Objetivos

n Recordar los aspectos fundamentales de la embriología, así como de la anatomía y funciones del esófago y
estómago.
n Conocer en el paciente pediátrico las consecuencias fisiopatológicas nutricionales de la cirugía esofagogástrica,
los efectos a largo plazo de la misma y los tratamientos nutricionales más adecuados para cada caso y proceso.
n Describir cuáles son las enfermedades más habituales del esófago y del estómago, y el tratamiento nutricional
idóneo para cada patología en el adulto.
n Conocer los tratamientos nutricionales de las neoplasias del tracto digestivo alto.
n Considerar las posibilidades de tratamiento nutricional en situaciones de enfermedad del esófago y estómago
que no precisen cirugía.
1. Introducción

D
esde que Dudrick, en 1967, demostró la eficacia de la nutrición parenteral
en el mantenimiento y mejoría del estado nutritivo, primero en el animal de
experimentación y después en el hombre, el soporte nutritivo artificial se
universaliza, constituyendo una revolución en todos los casos en los que la enferme-
dad se acompaña de alteraciones del estado nutritivo. Esta nueva estrategia frente a la
enfermedad ha familiarizado a los profesionales de la salud con la nutrición aplicada,
y también ha obligado a profundizar en su estudio. En la década de los ochenta, y con
más intensidad en la de los noventa, la nutrición se ha desarrollado como agente te-
rapéutico, concepto cada vez más importante en la actividad de dichos profesionales,
y también se ha establecido el concepto de nutrición órgano-dirigida, con formu-
laciones especiales para diversas patologías. Por ello no es igual la composición de
la mezcla nutritiva de elección para un cardiópata que la de un cirrótico, nefrópata,
traumatizado o gastrectomizado.
En este Capítulo se exponen las patologías quirúrgicas esofagogástricas más fre-
cuentes, tanto en el paciente pediátrico como en el adulto, en las que es preceptiva
la nutrición artificial, así como la problemática relacionada con ellas.
Aunque las enfermedades del esófago y del estómago son muy variadas, en par-
ticular las de este último (las llamadas gastropatías), la úlcera gastroduodenal y los
tumores malignos, así como sus complicaciones, son los que aportan mayor número
de pacientes adultos al cirujano.
Antes de comenzar el estudio de la patología quirúrgica esofagogástrica en la que
está indicada la nutrición artificial, resulta conveniente hacer un recuerdo anatómi-
co y funcional del esófago y del estómago.

737
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

2. Embriología también se incluyen las estenosis, atresias y fisu-


del esófago y estómago ras congénitas esofagotraqueales, las malposicio-
nes esofagogástricas y las anomalías congénitas del
Durante las primeras cuatro semanas de de- estómago.
sarrollo embrionario se producen los plegamien- Para el final de la octava semana, la mucosa en-
tos cefalocaudal y laterales del embrión, quedan- dodérmica del esófago faríngeo está recubierta de
do la placa endodérmica convertida en un tubo y músculo estriado procedente de la hoja esplácnica
sólo comunicado con el saco vitelino por su par- del mesodermo anterior, y los dos tercios inferio-
te media.Ya al final de este periodo pueden distin- res de la mucosa endodérmica del esófago y estó-
guirse cuatro partes en ese tubo intestinal primi- mago se recubren de músculo liso, diferenciado de
tivo: la parte faríngea, que va desde la membrana otra parte más posterior de esa membrana esplác-
bucofaríngea hasta el primordio traqueal; la parte nica mesodérmica.
anterior, desde esta división traqueal hasta el pri- Finalmente, antes del ensanchamiento y rota-
mordio hepático; la parte media, desde este punto ción antihoraria del estómago, éste se ve rodeado,
hasta el inicio del alantoides; y la parte posterior, en ambos lados, por las membranas peritoneales
que acaba en la membrana cloacal (Figura 1). primitivas, llamadas epiploicas en esa época, y de-
Pues bien, el esófago deriva en su tercio ante- rivadas de las hojas viscerales del mesodermo em-
rior del intestino faríngeo; y en sus dos terceras brionario, en ambos lados. Entre estas dos hojas
partes inferiores, del intestino anterior -hasta el transcurren los vasos y se desarrollan el páncreas
esbozo hepático-. También el estómago procede y el bazo. Pues bien, al producirse el ensanchamien-
de esta última parte. Durante la quinta semana to, la rotación antihoraria de 90º del estómago
se inician la diferenciación traqueal y su separa- y su encurvamiento característico hacia arriba, es-
ción definitiva, el alargamiento y descenso esofá- tas hojas se abomban formando las bolsas epiplo-
gicos, así como el engrosamiento, la rotación iz- icas, la transcavidad de los epiplones y ambos epi-
quierda o antihoraria de 90º y el característico plones, menor y mayor (Figura 1, c).
encurvamiento gástrico, todo lo cual parece es-
tar inducido y regulado por la notocorda (Figu-
ras 1, a y b).
Los modelos animales, tanto los inducidos ex- 3. Recuerdo
perimentalmente con adriamicina en ratas como anatómico y funcional
los recientes modelos transgénicos, también mu- del esófago y estómago
rinos, han permitido empezar a conocer las muta-
ciones específicas de los factores de transcripción 3.1. Anatomía del esófago
Gli-2 y Gli-3 para los genes Sonic-Hedgehod (Shh),
envueltos en los procesos de desarrollo órgano- El esófago es un tubo fibromuscular de unos 25-
axial, demostrándose también que es la notocorda 30 cm de longitud y 1,5 cm de diámetro, situado
la que induce y regula estos procesos de organo- en la cavidad torácica, que se extiende desde la fa-
génesis esofágica y gástrica. Aunque aún se desco- ringe, a nivel del cartílago cricoides (sexta vérte-
nocen muchos procesos intermedios, parece que bra cervical), hasta el estómago, a nivel de la déci-
las proteínas Shh, expresadas en la notocorda, es- ma vértebra torácica. Funcionalmente se divide en
timularían la proliferación celular de las estructu- tres zonas: esfínter esofágico superior (EES), cuer-
ras subyacentes (en este caso, el esófago, la división po esofágico y esfínter esofágico inferior (EEI).
y el desarrollo del árbol respiratorio y el estóma- En general, sigue un trayecto vertical hacia abajo,
go) e inhibirían la apoptosis, probablemente a tra- aunque muestra dos curvaturas: primero se desvía
vés de la intermediación de los genes Hox. De he- hacia la izquierda y permanece de ese lado al cruzar
cho, un anormal desplazamiento ventral de la la base del cuello, pero después se dirige progresiva-
notocorda o una interferencia en el tejido inter- mente hacia la línea media, la cual alcanza a nivel de la
medio a estas estructuras origina las malformacio- quinta vértebra torácica; y luego se desvía de nuevo
nes de atresia de esófago y las anomalías ano-rec- hacia la izquierda, mientras se desplaza hacia adelante
tales (asociación VACTERL) en todas sus variantes; en dirección del hiato esofágico del diafragma. Ade-

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Figura 1. Desarrollo embrionario del esófago y estómago.

739
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Figura 2. Anatomía quirúrgica del esófago.

más, tiene curvaturas anteroposteriores, que corres- la pleura, el nervio vago derecho y el conducto to-
ponden a las curvas de la columna vertebral. rácico (Figuras 2 y 3). La porción intraabdomi-
El esófago presenta cuatro estrechamientos fi- nal (pars abdominalis) es corta (1-2 cm) y termina
siológicos, determinados respectivamente por la en el extremo cardial del estómago; el borde dere-
entrada en el tórax, por el cruce del arco aórtico, cho se continúa con la curvatura menor del estó-
por el cruce del bronquio principal izquierdo y por mago y el borde izquierdo está separado del fondo
el hiato diafragmático. Entre estas áreas de estre- gástrico por la escotadura cardiaca; en el extremo
chamiento, el diámetro esofágico es mayor, a lo que inferior, en la llamada unión esofagogástrica, se en-
se denomina dilataciones superior e inferior. cuentra el esfínter esofágico. El esófago intraabdo-
En su porción cervical (pars cervicalis), el esófa- minal es retroperitoneal, aunque su cara anterior
go está relacionado por delante con la tráquea, por está cubierta por una reflexión peritoneal que se
detrás con la columna vertebral, y lateralmente con extiende desde el peritoneo que envuelve la cara
la glándula tiroides y la vaina carotídea. En su por- inferior del diafragma hasta el que reviste la cara an-
ción torácica (pars thoracica), el esófago se relaciona terior gástrica.
por delante con la porción membranosa de la trá-
quea, con el bronquio principal izquierdo, el pericar-
dio, el nervio vago izquierdo y el diafragma; por de- 3.1.1. Unión faringoesofágica
trás, con la columna vertebral, el músculo largo del
cuello, las arterias intercostales aórticas derechas, El esófago es una continuación de la hipofaringe
el conducto torácico, el nervio vago derecho y la (Figura 4). La musculatura faríngea está formada
aorta (en su extremo caudal); por el lado izquierdo, por tres constrictores superpuestos más el estilofa-
con el cayado aórtico, la arteria subclavia izquier- ríngeo. Los constrictores son músculos anchos y pla-
da, el conducto torácico, la pleura y la aorta des- nos que se originan en el proceso pterigoideo (cons-
cendente; y por el lado derecho, con la vena ácigos, trictor superior), en el hueso hioides (constrictor

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J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

músculo constrictor inferior y, por


abajo, por las fibras horizontales del
músculo cricofaríngeo.
La estructura de la pared
esofágica consta, de dentro afuera,
de las capas siguientes:
• La mucosa, de color rosa
pálido, está dispuesta en pliegues
longitudinales poco prominentes.
Consta de un epitelio escamoso es-
tratificado no queratinizado y de la
lámina propia; en la unión esofago-
gástrica, el epitelio esofágico cambia
bruscamente a un epitelio simple
columnar característico del estó-
mago. La definición más práctica de
la unión gastroesofágica es la unión
epitelial escamocilíndrica (ora serra-
ta o línea Z).
• La submucosa conecta ínti-
mamente la mucosa con la capa mus-
cular. Contiene los vasos y nervios,
así como escasas glándulas mucosas.
• La muscular es gruesa y cons-
ta de dos estratos: uno externo, de
fibras longitudinales, y otro interno,
de fibras circulares. En el hombre,
este músculo es de tipo estriado en
el tercio superior del esófago, mien-
Figura 3. Esófago a nivel del mediastino posterior. tras que los dos tercios inferiores
contienen músculo liso.
medio) y en el cartílago tiroides (constrictor infe- • No existe auténtica serosa en el esófago, aun-
rior), y se insertan con el músculo correspondiente que las fibras musculares longitudinales están co-
del lado opuesto en un rafe medio posterior. nectadas al pericardio y a las superficies pleurales.
El límite entre la faringe y el esófago correspon- La vascularización del esófago depende de
de al músculo cricofaríngeo, de trayecto horizon- varias arterias segmentarias. La porción cervical
tal y que, a diferencia de los constrictores, se forma recibe sangre de las arterias tiroideas superior
en ambos lados del cartílago cricoides y, rodeando e inferior del tronco tirocervical; la porción torá-
la luz digestiva, da lugar a una banda circular con- cica está irrigada por 4-6 ramas esofágicas directas
tinua sin rafe posterior. Sus fibras se entremezclan de la aorta y por ramas esofágicas procedentes de
con las del constrictor inferior por arriba y con las arterias intercostales y bronquiales; y en su por-
las fibras circulares del esófago por abajo. Las fi- ción abdominal participan también ramas esofági-
bras longitudinales externas del esófago se origi- cas de la arteria frénica inferior y de la arteria co-
nan en el dorso del cartílago cricoides y componen ronaria estomáquica.
dos bandas laterales que se dirigen hacia abajo, las La red venosa es, parcialmente, paralela a la red
cuales se amplían hasta unirse una con otra y ro- arterial. El drenaje venoso extenso del esófago in-
dear totalmente al esófago. De este modo queda cluye las venas hipofaríngea, ácigos, hemiácigos,
una zona muscular débil en la pared posterior de intercostales y gástricas.
la unión faringoesofágica, llamada triángulo de Lai- El drenaje linfático del esófago es extenso y
mer, limitada, por arriba, por las fibras oblicuas del consta de dos plexos linfáticos, uno que se origina

741
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Figura 4. Musculatura esofágica.

en la mucosa y el otro en la capa muscular; algunos gracias al EEI. El EES evita la entrada de aire en el
capilares linfáticos mucosos atraviesan la capa mus- esófago con cada inspiración; este esfínter normal-
cular y drenan en los ganglios linfáticos regionales, mente permanece cerrado por la contracción tó-
situados en el tejido conjuntivo periesofágico a to- nica del músculo cricofaríngeo (ver Capítulo 1.8).
do lo largo del esófago. La deglución se divide en tres etapas: oral, farín-
El esófago posee inervación simpática y para- gea y esofágica. La fase oral tiene lugar en la boca,
simpática. Las fibras simpáticas, cuya función exac- donde el alimento es masticado y mezclado con la
ta se desconoce, provienen de la cadena simpática saliva; en la fase faríngea, por la acción coordina-
torácica de los nervios esplácnicos y del plexo ce- da de varios músculos, las cuerdas vocales y la na-
liaco. Las fibras parasimpáticas, relacionadas con la sofaringe se cierran, y la epiglotis gira hacia atrás
motilidad esofágica, proceden de los nervios vagos y abajo, cerrando la laringe, con lo que queda así
a lo largo de todo su trayecto. protegida la vía respiratoria; entonces se inicia una
contracción peristáltica que, junto con la relajación
momentánea del EES, permite el paso del alimento
3.2. Fisiología del esófago hacia el esófago. Una vez aquí, el bolo progresa ha-
cia el estómago por la acción de las ondas peristál-
El esófago no desempeña funciones de absor- ticas en un tiempo que oscila entre 7 y 10 s (es la
ción ni de secreción. Su única misión es el trans- fase esofágica de la deglución). El EES mide 2,5-4,5
porte del bolo alimenticio desde la boca hasta el cm de longitud, y su presión basal de reposo medio
estómago, que realiza mediante el complejo pro- es de 42 mm Hg. La duración de su relajación con
ceso de la deglución, el cual está regulado por los la deglución es de 0,5 a 1,2 s.
sistemas nerviosos central y autónomo y por 29 En el cuerpo esofágico se observan tres tipos
músculos de la cara, por la faringe, la laringe y el de contracciones: la peristalsis primaria, que
esófago. Una función secundaria es impedir el flu- es progresiva y está desencadenada por la deglu-
jo retrógrado del contenido gástrico en el esófago ción voluntaria; la peristalsis secundaria, que

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también es progresiva, pero se activa por disten- Estas incisuras fragmentan al estómago en tres
sión o irritación, no por la deglución voluntaria; y regiones: fundus, cuerpo y antro. El fundus o fon-
las contracciones terciarias, que no son pro- do (fórnix) es una parte del cuerpo que se loca-
gresivas y aparecen tras una deglución voluntaria liza por arriba de una línea horizontal que pasa a
o de modo espontáneo entre degluciones. Cuan- través de la apertura del cardias. El cuerpo se ex-
do el bolo deglutido penetra en el esófago, desde tiende a la izquierda de una línea vertical que pasa
la laringe se activa el cuerpo esofágico a velocidad a través de la escotadura angular.Y el antro se ubi-
de 2,5 cm/s e impulsa el material deglutido desde la ca a la derecha de una línea que atraviesa la esco-
faringe hasta el estómago en un lapso de 4-8 s, de tadura angular, y luego se divide en antro pilórico
manera ordenada y progresiva. La presión peristál- y conducto pilórico por una línea trazada a tra-
tica esofágica varía de 20 a 100 mm Hg, y la dura- vés del surco intermedio. El píloro se palpa desde
ción de las contracciones va de 2 a 4 s. el exterior como una zona engrosada, que coinci-
Aunque no se ha podido identificar un EEI ana- de con una depresión visible (surco duodenopiló-
tómico, la manometría ha definido una presión de rico) ocupada por la vena de Mayo, que es tributa-
reposo elevada en el segmento esofágico distal ria de la vena pilórica.
(3-5 cm de longitud) y que actúa como barrera El estómago es una víscera intraperitoneal, por
contra el reflujo anormal del contenido gástrico lo que se encuentra recubierta por el perito-
en el esófago, constituyendo un esfínter funcional. neo en sus caras anterior y posterior, en esta úl-
Por ello, el EEI se designa como mecanismo de tima excepto cerca del cardias, donde se inserta
EEI o zona de alta presión (ZAP). La presión el ligamento gastrofrénico. La mitad izquierda de
normal del EEI varía de 10 a 20 mm Hg, pero no la cara anterior se halla conectada con los lóbu-
existe una cifra indicativa de competencia o incom- los cuadrado e izquierdo del hígado y con la pared
petencia del mecanismo del EEI. abdominal; y la cara posterior está en contacto
con el diafragma, el bazo, la glándula suprarrenal
izquierda, parte del riñón izquierdo, el páncreas,
3.3. Anatomía del estómago el ángulo cólico izquierdo y la cara superior del
mesocolon transverso.
El estómago es un órgano hueco en forma de J, La vascularización del estómago está asegu-
de unos 25 cm de longitud y ampliamente distensi- rada por dos arcadas arteriales. La arcada arterial de
ble (puede albergar volúmenes incluso superiores la curvatura menor está formada por la arteria co-
a 1,5 litros), que se sitúa entre el esófago por arriba ronaria estomáquica o gástrica izquierda, rama di-
y el duodeno por debajo, ocupando una gran parte recta del tronco celiaco, y por la arteria pilórica
de la celda subfrénica izquierda. o gástrica derecha, colateral de la arteria hepática;
En el estómago se distinguen dos caras o pare- la arcada arterial de la curvatura mayor está inte-
des, anterior y posterior, que se unen a nivel de los grada por la arteria gastroepiploica derecha, que es
bordes o curvaturas de la víscera; la curvatura una rama terminal de la arteria gastroduodenal, que
menor -o borde derecho- es cóncava, y la mayor a su vez nace de la arteria hepática, y por la arteria
-o borde izquierdo- es convexa. Presenta dos orifi- gastroepiploica izquierda, rama de la arteria espléni-
cios: el cardias, que es la unión entre el extremo ca. La curvatura mayor, en su porción proximal, es-
abdominal del esófago y el estómago, y se abre ha- tá irrigada por las arterias gástricas cortas (vasos
cia la izquierda; y el píloro, que se abre en el duo- cortos), que son de cinco a siete ramas de la arte-
deno hacia la derecha y está indicado por el estre- ria esplénica, y a veces de la arteria gastroepiploica
chamiento (constricción) piloroduodenal. izquierda. De ambas arcadas arteriales salen ramas
En su contorno, el estómago posee dos incisu- anteriores y posteriores que se bifurcan en un plexo
ras: una que corresponde a la unión del esófago submucoso ampliamente anastomosado.
abdominal con la curvatura mayor (ángulo de His), Las venas que drenan la sangre del estómago
que se denomina incisura cardiaca; y otra, llamada se originan en un plexo submucoso, similar al ar-
incisura angular o angularis, que casi coincide con terial, y van a terminar de forma directa o indi-
la unión entre la porción vertical y la porción hori- recta en la vena porta. Las venas gástricas cortas
zontal de la curvatura menor. que surgen de la curvatura mayor y del fondo se

743
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

plácnicos torácicos, y las pos-


ganglionares surgen de los
ganglios del plexo celiaco.
La inervación vagal ha co-
brado una gran importancia
desde que la vagotomía es un
procedimiento muy extendido
en el tratamiento de la úlcera
duodenal. Aunque existen mu-
chas variaciones individuales,
en la mayoría de los sujetos
salen dos troncos del plexo
periesofágico durante su tra-
yecto torácico, el vago ante-
rior o izquierdo y el posterior
o derecho, destinados a las ca-
ras anterior y posterior, res-
pectivamente, del estómago.
A la altura del cardias, ambos
troncos generan ramas extra-
gástricas (ramas hepática y ce-
liaca). Tras la salida de estas ra-
mas emiten otras (alrededor
de cuatro) destinadas al es-
tómago; de ellas, la más grue-
sa desciende junto a la arte-
Figura 5. Capas musculares del estómago y esófago. Vista anteroposterior.
ria coronaria estomáquica por
la curvatura menor y recibe el
dirigen a la vena esplénica; la vena gastroepiploica nombre de nervio de Latarjet anterior y pos-
izquierda se encuentra en la curvatura mayor y fi- terior; ambos inervan el antro.
naliza en la vena esplénica; la vena gastroepiploi- Las paredes del estómago están forma-
ca derecha se localiza en el extremo derecho de das por cuatro túnicas o capas, que de fuera a den-
la curvatura mayor y acaba en la vena mesentéri- tro son las siguientes (Figura 5): serosa, muscular,
ca superior; la vena gástrica izquierda (coronaria) submucosa y mucosa. La serosa está constitui-
recorre la curvatura menor y desde el cardias se da por tejido conjuntivo laxo o lámina subserosa
dirige a la vena porta, acompañando a la arteria y por el mesotelio peritoneal. La muscular po-
gástrica izquierda; la vena gástrica derecha es un see fibras dispuestas en tres estratos: uno más ex-
pequeño vaso que acompaña a la arteria gástri- terno, de fibras longitudinales; otro medio, de fibras
ca derecha; la vena pilórica drena la porción pi- circulares; y uno más interno, incompleto, de fibras
lórica de la curvatura menor y se encamina ha- oblicuas. La submucosa se halla formada por te-
cia la vena porta. jido laxo con abundantes vasos. Y la mucosa, li-
La inervación del estómago se realiza a ex- mitada en porción más profunda por la muscularis
pensas del sistema nervioso vegetativo o autó- mucosae, está compuesta por una trama conjunti-
nomo. Las fibras preganglionares de la inervación va reticular o corion, que alberga las glándulas, y un
parasimpática se originan de los troncos vagales epitelio de revestimiento, que tapiza la luz gástrica.
posterior (nervio vago derecho) y anterior (nervio El epitelio se encuentra lleno de constantes depre-
vago izquierdo); estas fibras hacen sinapsis en el in- siones, que corresponden a las criptas gástricas. Se-
terior de las paredes del estómago, por lo que las gún las características de las glándulas gástricas, en
fibras posganglionares son muy cortas. Las fibras el órgano se distinguen tres regiones: cardial, fún-
preganglionares simpáticas forman los nervios es- dica y pilórica.

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Las glándulas cardiales, situadas en la unión o cuatro pliegues que de manera constante reapa-
cardioesofágica, son glándulas tubuloacinosas, recen cuando el estómago se vacía, recorriéndola
de corta longitud y luz ancha, tapizadas por cé- en toda su longitud. Generalmente hay dos pliegues
lulas mucosas y que ocasionalmente contienen en la pared anterior y otros dos en la posterior, que
células parietales. reciben el nombre de plica mucosa prima y prima
La región del fundus, que comprende los tres mucosa secunda, formando los límites laterales de
cuartos proximales del estómago, es la encarga- la calle gástrica o canal ventricular, que es la ru-
da de secretar ácido clorhídrico y pepsina; en esta ta elegida por el moco y la saliva deglutidos para un
región se encuentran las glándulas fúndicas, tránsito directo desde el esófago hasta el duodeno.
también llamadas glándulas principales, glándulas La mucosa gástrica presenta un color rojo mar-
oxínticas o simplemente glándulas gástricas (Fi- cado, que contrasta con el rosa pálido de la muco-
gura 6), las cuales son de luz estrecha, rectilí- sa esofágica, y está toda ella erizada de pequeñas
neas y no se ramifican. En el cuerpo glandular se elevaciones o mamelones gástricos, sepa-
hallan dos tipos característicos de células: las cé- rados unos de otros por profundas depresiones
lulas principales y las células parietales. Estas últi- o surcos gástricos. La superficie de los mame-
mas predominan en la parte superior del cuerpo lones está sembrada de orificios que correspon-
glandular, mientras que aquéllas lo hacen en las den a la apertura de las glándulas gástricas. Las por-
porciones más profundas de la glándula. ciones de mamelón comprendidas entre las criptas
Las células parietales u oxínticas son pi- se denominan pliegues vellosos.
ramidales, con su vértice dirigido hacia la luz glan- El drenaje linfático del estómago se esta-
dular, y presentan núcleo central, citoplasma aci- blece a partir de redes intramurales (submuco-
dófilo con finos gránulos y capilares secretores sa, muscular y subserosa), desde las que parten
intracelulares; estas células son las encargadas de troncos colectores que, a través de los ganglios
secretar ácido clorhídrico y factor intrínseco. Las regionales y siguiendo los trayectos de las gran-
células principales, células pépticas o zimóge- des arterias, van a terminar en los ganglios celia-
nas, son cuboideas, con núcleo basal y citoplasma cos y aórticos. La dirección del flujo linfático y la
basófilo, y se ocupan de elaborar y secretar pep- situación de los ganglios linfáticos principales son
sinógeno y moco autoprotector. En el fondo de esenciales para comprender la posible disemina-
las células gástricas existen células argentafi- ción (metástasis) de las neoplasias malignas del
nes, relacionadas con la producción de hormo- estómago. El cáncer gástrico produce metástasis
nas gástricas. en el hígado debido a que el drenaje venoso se di-
La región pilórica o antro comprende el cuarto rige a la vena porta.
distal del estómago; está tapizada por células mu-
cosas de superficie semejantes a las del resto del
estómago. Las criptas de esta región son profun- 3.4. Fisiología del estómago
das, y de ellas parten criptas secundarias, en las que
acaban de dos a cuatro glándulas pilóricas, El estómago realiza dos funciones básicas: una
que están revestidas entre otras por las denomi- motora y otra secretora. Gracias a la primera es
nadas células G, encargadas de la producción de capaz de recibir grandes volúmenes de alimentos
gastrina. en un corto espacio de tiempo, y almacenarlos du-
En la submucosa del duodeno proximal se en- rante el tiempo preciso para su trituración (si es
cuentran unas glándulas muy tortuosas y ramifica- necesario) y mezcla con el jugo gástrico para que
das, similares a las glándulas pilóricas; se trata de así comience la digestión.
las glándulas de Brünner, que se abren en las El vaciamiento del contenido hacia el duodeno
criptas de Lieberkühn, vertiendo su conteni- se hace de forma lenta y ordenada, dando tiempo a
do alcalino en el duodeno. que el contenido duodenal neutralice el quimo áci-
La pared interna del estómago tiene una serie de do (alimento ingerido mezclado con el jugo gástri-
pliegues (plica mucosae) que se borran casi del todo co) sin que lesione la mucosa intestinal, al mismo
cuando, al llenarse de contenido, se distiende. A ni- tiempo que la digestión y absorción de los alimen-
vel de la curvatura menor del estómago existen tres tos se realiza de forma óptima (ver Capítulo 1.8).

745
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Figura 6. Estructura histológica y funcional de la mucosa gástrica.

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J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

3.4.1. Función motora muy complejo, que desempeña un importante pa-


pel en las etapas iniciales de la digestión. En condi-
Existen dos estómagos desde el punto de vis- ciones de ayuno se secretan de 500 a 1.500 ml/día;
ta de la función motora: un estómago proxi- con cada comida se secretan unos 1.000 ml.
mal, que hace de reservorio, y un estómago En la composición del jugo gástrico se pueden
distal, que hace de mezclador y triturador de los distinguir dos grandes grupos de componentes:
alimentos. orgánicos, que incluyen el moco, la pepsina, el fac-
El estómago proximal, para cumplir la misión tor intrínseco y las sustancias de los grupos san-
encomendada, tiene dos propiedades fundamen- guíneos; e inorgánicos, entre los que se encuen-
tales: relajación receptiva y acomodación a la dis- tran el ácido clorhídrico y otros electrólitos (Na+,
tensión. Ambas están controladas por el nervio K+, HCO3-).
vago, que se activa por vía refleja. La relajación re-
ceptiva consiste en la disminución de la presión 3.4.2.1. Mecanismo de la secreción ácida
intragástrica que precede a la llegada del bolo ali-
menticio deglutido; tras la deglución, la presión El HCl es secretado por las células parietales
intragástrica recupera el nivel inicial. La acomo- u oxínticas de las glándulas fúndicas. El proceso de
dación a la distensión es la capacidad de adapta- secreción se realiza en virtud de un mecanismo ac-
ción a volúmenes crecientes de almacenamiento tivo, que consume energía, y que consigue trans-
sin que se produzca o sea mínima la elevación de portar H+ en contra de un enorme gradiente de
la presión intragástrica. concentración.
Al estómago distal corresponde la función de La secreción se efectúa del modo siguiente. El
triturador y mezclador del alimento, así como el primer paso consiste en la hidrólisis del agua en H+
control de su vaciamiento al duodeno. Para cum- y OH-. El H+ es transportado hacia la luz gástrica
plir esta misión existe un marcapasos situado y atraviesa la membrana celular mediante una (H+-
en la parte alta de la curvatura mayor, que está K+)-ATPasa. El CO2 procedente del plasma y del me-
constituida por un grupo de células especializa- tabolismo celular se une al agua para formar ácido
das de la túnica muscular longitudinal, que genera carbónico, unión catalizada por la anhidrasa carbó-
un cambio cíclico de potencial eléctrico de mane- nica, muy abundante en las células oxínticas. El ácido
ra regular (ritmo eléctrico básico, REB), con una carbónico se disocia en HCO3- y en H+. El HCO3-
frecuencia de 3 a 5 ciclos/min. A nivel distal, tan- sale de la célula hacia la sangre a través de la mem-
to el REB como el potencial de acción sufren una brana del polo basal, siendo intercambiado con el
brusca aceleración, de modo que la porción dis- Cl- plasmático. El H+, al combinarse con el OH-, neu-
tal del estómago se contrae de forma casi simul- traliza a éste (que sería tóxico para la célula) y res-
tánea (contracción antral terminal) al tiempo que tituye el agua.
el píloro se relaja. Debe notarse que el H+ secretado no procede
En cualquier caso, el vaciamiento gástrico es un de la ionización del ácido carbónico, sino de la hi-
proceso muy complejo en el que intervienen facto- drólisis del agua. Durante este proceso, el paso de
res nerviosos y humorales, que canalizan el influjo HCO3- a la sangre puede aumentar el pH de las
de otros diversos factores: la estimulación vagal in- muestras obtenidas de las venas gástricas, fenóme-
crementa las contracciones en el estómago distal; la no conocido como “marea alcalina”. El Cl- inter-
gastrina aumenta la motilidad; la motilina estimula cambiado con el HCO3- se transporta de forma
la motilidad; la secretina, el glucagón, el polipéptido activa a través de la membrana del polo luminal
intestinal vasoactivo (VIP), el polipéptido inhibidor mediante una (HCO3-)-ATPasa. El incremento de
gástrico (GIP), etc., inhiben el peristaltismo. Cl- y H+ en la luz gástrica crea un gradiente osmó-
tico con respecto a la sangre que arrastra agua pa-
sivamente hacia la luz, con lo que el resultado final
3.4.2. Secreción es un HCl isotónico.Aunque el Cl- y el H+ son tras-
ladados por bombas separadas, ambas están aco-
Una de las propiedades más características del pladas. La célula parietal secreta así alrededor de
estómago es la secreción de jugo gástrico, proceso 150 mEq/l de H+ y algo más de Cl-.

747
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

La secreción de ácido procedente de las células 3.4.2.3. Regulación de la secreción gástrica


parietales se mezcla con una secreción basal alcali-
na (secreción no parietal) de las células epiteliales La secreción gástrica se produce en los perio-
que es similar a un ultrafiltrado plasmático, con Na+ dos de ayuno (secreción basal) y durante las co-
y HCO3-, pero sin proteínas. Por ello, el jugo gástrico midas (secreción estimulada). Se trata de una fun-
resulta de la mezcla de las dos secreciones. ción cíclica sometida a condiciones de estimulación
Los principales estimulantes de la secreción e inhibición.
ácida son la acetilcolina, la gastrina y la hista- Factores estimulantes: las células parietales u
mina, que tienen una acción sinérgica, existien- oxínticas son estimuladas, desde el punto de vista fi-
do una clara correlación entre el flujo sanguíneo siológico, por tres secretagogos fundamentalmente:
de la mucosa gástrica y su actividad secretora, de la acetilcolina, liberada por los nervios vagos; la gas-
tal suerte que cuando se estimula la secreción se trina, liberada por las células G, y la histamina, libera-
produce un aumento proporcional de la circu- da por las células cebadas. Estas tres sustancias son
lación. Es importante el concepto de barrera denominadas “mensajeros primarios”, los cuales se
mucosa gástrica, con el que se alude a deter- unen al receptor específico correspondiente de la
minados componentes estructurales que impiden membrana de la célula oxíntica, y en ese momento
que los H+ pasen al interior de las células muco- se pone en marcha un “mensajero secundario”, cuyo
sas de la luz gástrica, a pesar de la enorme di- resultado último será la liberación de HCl. El GMP
ferencia de concentración (gradiente) luminal cíclico (monofosfato cíclico de 3’-5’guanosina) es el
y plasmática; esa barrera está constituida por una mensajero secundario que utiliza la acetilcolina.
capa de moco, que separa la luz gástrica de la su- Clásicamente, la estimulación de la secreción
perficie mucosa, y la membrana celular. gástrica se desarrolla en tres etapas, denominadas
fase cefálica, fase gástrica y fase intestinal, depen-
3.4.2.2. Hormonas gastrointestinales diendo del lugar donde actúa el estímulo. Dichas fa-
ses no se consideran compartimentos estancos, si-
Con el sistema nervioso vegetativo autónomo, no que se superponen y entremezclan.
las hormonas gastrointestinales participan en la re- La fase cefálica es también denominada fa-
gulación de las funciones fisiológicas del aparato di- se nerviosa o fase vagal, para resaltar la importan-
gestivo. Las células secretoras de estas hormonas cia de este nervio durante la misma. Entre los estí-
forman parte del sistema endocrino difuso o sis- mulos adecuados que pueden impulsar esta fase se
tema APUD. Las células de este sistema tienen un encuentran la visión, el olor, el sabor, la masticación
origen embrionario común (ectodermo de la cres- o simplemente el recuerdo o evocación de una co-
ta neural) y presentan características histoquími- mida apetitosa. Estos estímulos, mediante diversas
cas y estructurales afines. El estómago, como parte vías, activan los núcleos bulbares del vago, desde
del tracto digestivo, es origen y diana de gran nú- donde, a través de fibras eferentes, caminan los im-
mero de hormonas secretadas por células del sis- pulsos nerviosos hacia el estómago, liberando ace-
tema APUD. tilcolina en sus terminaciones, tanto a nivel de las
Las hormonas gastrointestinales ejercen una ac- glándulas fúndicas como de las glándulas pilóricas
ción paracrina, endocrina o neurocrina, y pueden (efecto vagal directo e indirecto, respectivamente).
ser agrupadas en familias teniendo en cuenta sus La fase gástrica se pone en marcha con la lle-
semejanzas en la estructura química: familia de la gada de los alimentos al estómago. Los estímulos
gastrina, en la que se incluyen la gastrina, la colecis- adecuados para desencadenar esta fase son la dis-
toquinina-pancreozimina, las endorfinas y la moti- tensión del estómago (estímulo mecánico) y de-
lina; familia de la secretina, formada por la secreti- terminados componentes de los alimentos (estí-
na, el glucagón, el VIP, el GIP y la bombesina. Otras mulo químico).
hormonas y sustancias diversas que influyen en la La fase intestinal es quizás la peor conocida
fisiología gástrica son la somatostatina, el polipépti- de las tres, aunque con toda verosimilitud es res-
do pancreático (PP), la quimodenina, la neurotensi- ponsable de la secreción interdigestiva o basal. Los
na, la sustancia P, la serotonina, las prostaglandinas, estímulos necesarios para su puesta en marcha son
etc. (ver Capítulo 1.8). la distensión duodenoyeyunal y determinados ali-

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mentos o subproductos de la digestión, como pro- psicológicas e incluso sociales que para ese pacien-
teínas, peptonas o histamina (producida por la des- te se derivarán. La ingesta oral es esencial en to-
carboxilación de la histidina), o la acidez del quimo das las edades e influye decisivamente en todos los
gástrico. Tales estímulos liberan algún agente hu- aspectos del individuo, desde en su relación social
moral responsable de la secreción. y goce personal hasta en la digestibilidad, la des-
infección de los alimentos frente a determinadas
bacterias y la eficacia nutricional de los mismos, pa-
sando por factores psicológicos. De hecho, existe
4. Nutrición en el paciente una profunda sensación de enfermedad en los pa-
pediátrico con cirugía del cientes imposibilitados para la ingesta oral.
esófago y estómago Pero en la edad pediátrica, la ausencia de paso
a través del esófago y estómago o la anulación de
4.1. Epidemiología las fases oral y gástrica acarrea aún mayores conse-
y etiopatogenia cuencias, por las siguientes razones:
1a. Desde el punto de vista anatomopatológico,
En la edad pediátrica, por debajo de los 14 a 16 las malformaciones congénitas que originan obs-
años, la incidencia de la patología quirúrgica que trucción en el esófago y estómago causan polihi-
afecta al esófago y estómago es relativamente fre- dramnios, con las consecuencias patológicas pre
cuente. Ya sea por las afecciones derivadas de las y perinatales derivadas de los mismos. Posnatal-
malformaciones congénitas o por los procesos ad- mente afectan al aprendizaje de la succión, al desa-
quiridos, la interrupción anatómica y/o fisiológica rrollo y la evacuación gástrica, y a la maduración o
del tránsito digestivo superior puede suponer has- formación del sistema antirreflujo, además de im-
ta un 12% de los pacientes atendidos en un servi- posibilitar los beneficios digestivos y protectores
cio de cirugía pediátrica, operados o no. La inciden- provenientes de los componentes salivares y de las
cia de malformaciones esofágicas, especialmente acciones química y motora del estómago. La lactan-
de las atresias de esófago, no parece variar de for- cia, incluso con leche artificial, no consiste sólo en
ma significativa entre las distintas razas y poblacio- alimentarse, pues tanto la succión como el abrazo
nes, pero la tasa final de recién nacidos afectos de y el contacto materno resultan fisiológicamente -y
las mismas sí depende del desarrollo de su diag- no sólo psicológicamente- importantes. Se ha de-
nóstico prenatal y de los abortos inducidos por es- mostrado que la ausencia de esa fase oral en esta
tos diagnósticos prenatales y en esa población. Por edad, por imposición de tal patología de esófago y
el contrario, la incidencia de la patología adquirida estómago, perjudica tanto a la nutrición como a la
y grave del esófago y estómago, especialmente las maduración neurológica del lactante. Si se asocian
causticaciones y las perforaciones, sí difiere entre a otras anomalías congénitas, dificultarán aún más,
las distintas poblaciones, dependiendo del uso de directa o indirectamente, el estado nutricional y el
los productos cáusticos y del grado de educación y desarrollo del paciente.
desarrollo para la prevención de estos accidentes. 1b. Todavía en el plano de las malformaciones
En la Tabla 1 se exponen las causas más fre- congénitas (obstructivas o no, pero siempre anu-
cuentes que componen la patología quirúrgica ladoras de la fase oral o la fase gástrica), las con-
del esófago y el estómago en las edades infan- secuencias sobre el estado nutricional son más
til y juvenil. inmediatas y graves que en edades superiores; es-
pecialmente aquéllas que se asocian a prematuridad
y bajo peso. Los neonatos a término precisan cre-
4.2. Consecuencias cer a una velocidad de hasta 30 g/día y triplicar su
fisiopatológicas nutricionales peso al año, y sus necesidades calóricas y proteicas
suponen hasta tres veces las del adulto. Pero en los
Es obvio que, si el esófago y el estómago están niños prematuros se produce una disminución muy
parcial o totalmente inutilizables, se tendrá que evi- significativa de las reservas grasas prenatales (2% an-
tar o cortocircuitar la fase oral y quizá también la tes del tercer trimestre, frente al 16% en los recién
gástrica, con todas las consecuencias fisiológicas, nacidos a término), ganan peso con más dificultad

749
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Tabla 1. PATOLOGÍA ESOFÁGICA Y GÁSTRICA EN LAS EDADES INFANTIL Y JUVENIL

Esófago
• Anomalías congénitas
- Fisuras laringotraqueales, grados I a III
- Atresia de esófago, tipos A, B, C, D, E y variantes
- Anillos intrínsecos (cartilaginosos o musculares)
- Anillos extrínsecos o vasculares
- Otras
• Perforaciones y roturas adquiridas de esófago
- Por ingestión accidental de cuerpos extraños o cáusticos
- Por manipulaciones instrumentales
- Por dilataciones de esófago
- Síndromes de Boerhave y rotura neonatal espontánea
- Roturas extrínsecas, por accidente o agresión
• Causticaciones
- Por álcalis fuertes naturales o lavavajillas industriales
- Por ácidos (nítrico, sulfúrico, alcaloides, etc.)
- Otros (amonios, permanganatos, etc.)
(Las causticaciones ácidas pueden asociarse a lesión gástrica)
• Estenosis secundarias a la patología anterior o a reflujo
Estómago
• Anomalías congénitas
- Microgastria congénita
- Atresia pilórica o prepilórica
- Estenosis membranosa (perforada) pilórica o prepilórica
- Malposiciones asociadas a onfalocele o a hernia diafragmática
• Perforación gástrica (gastrointestinal) neonatal
• Bezoar (lactobezoar, tricobezoar, etc.)
• Vólvulo gástrico (órgano o mesentérico axiales)
• Causticaciones y perforaciones
- Las causticaciones suelen ser por ingesta de ácidos
- Las perforaciones son por cuerpos extraños, por causticación, o secundarias a agresiones,
accidentes o iatrógenas
Mixtas
• Hernias de hiato graves y endotorácicas y con reflujo asociado
• Reflujo gastroesofágico con o sin complicaciones y estenosis
• Reflujo y/o hernia de hiato asociados a déficit mental grave [en estos casos son de especial gravedad,
de difícil solución quirúrgica definitiva y con alto índice de complicaciones; de igual forma, cuando el reflujo
gastroesofágico va asociado o es secundario a malformaciones (atresia de esófago, onfalocele, hernia
diafragmática, etc.), también suele ser más grave y con mayor índice de complicaciones]

(10-20 g/día, frente a los 30-40 en los recién naci- que las deficiencias en ácidos grasos esenciales afec-
dos a término) y también lo pierden más rápida- tan al desarrollo neurológico, que la acumulación in-
mente. Por lo tanto, el terreno perdido será mucho debida de algunas vitaminas u oligoelementos pro-
más difícil de recuperar. Finalmente, en estas edades duce más fácilmente toxicidad, etc.
tempranas, las alteraciones metabólicas asociadas a 2. Desde el punto de vista fisiopatológico, se ha
cambios nutricionales tienen muchas más graves re- demostrado que en edades pediátricas no sólo son
percusiones funcionales y orgánicas que en edades mayores las necesidades, sino que además se pier-
adultas. Simplemente se puede recordar que las hi- den más fácil y rápidamente las reservas de nu-
poglucemias pueden originar daño neuronal grave, trientes, vitaminas y oligoelementos. Dado que la

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patología que se está tratando provoca gran ciru- secuelas anatómicas y/o fisiológicas a medio y lar-
gía e incluso actos quirúrgicos repetidos (incluyen- go plazo.Y teniendo en cuenta la edad de la que se
do dilataciones periódicas), el consumo energético trata, ello supone:
y la proteólisis asociados a esta cirugía y a las com- • Efectos sobre el desarrollo somático,
plicaciones infecciosas y de otro tipo (el llamado como consecuencia de los trastornos nutricionales
estrés quirúrgico) son proporcionalmente mayo- que el paciente sufre durante el padecimiento (re-
res en estas edades. Incluso los anestésicos y otros traso pondero-estatural, posibles deficiencias neu-
medicamentos inducen estrés metabólico e inter- rológicas y en el aprendizaje cognitivo, etc.).
fieren en la nutrición de estos pacientes. También • Trastornos motores del esófago que
se ha demostrado que, en estas primeras edades, originen disfagias o reflujo gastroesofágico, así como
el sistema inmunológico está menos desarrollado y acodaduras, divertículos y/o estenosis persistentes.
que las complicaciones infecciosas pueden resultar • Alteraciones en los hábitos de inges-
más graves y frecuentes, por lo que aumentan las ta: hay que insistir en que el niño que no aprende a
pérdidas y necesidades relativas derivadas de la in- comer y masticar se niega posteriormente a hacerlo,
fección. Finalmente se producen interferencias por pudiendo resultar dificilísimo o imposible el conse-
parte de los antibióticos en el estado nutricional guir que mastique normalmente al cabo de años.
(daño a la microbiota intestinal, interferencias me- • Secuelas anatómicas limitantes: este-
dicamentosas, daño hepático y renal...). A todo ello nosis parciales del esófago, angulaciones del mismo,
hay que añadir los ayunos intercurrentes durante amputaciones parciales de estómago con sus co-
estos prolongados tratamientos. Y si, como se ha rrespondientes derivaciones quirúrgicas, etc.
apuntado antes, se asocian otras malformaciones, • Secuelas psicológicas: ya se han apunta-
estos riesgos serán aún mayores. do antes las repercusiones psicológicas tempranas
3. Respecto de la patología adquirida, se ha de que tenían los repetidos ingresos y actos quirúr-
precisar que también en ella son válidos los criterios gicos, con rechazo de la ingesta y anorexia secun-
anteriores, aunque suela ocurrir en edades de me- daria. Esto trae consecuencias inmediatas sobre el
nor labilidad metabólica y nutricional, pero siempre estado nutricional del paciente. Pero, además, tam-
mayor que en la edad adulta. Estas lesiones adquiri- bién se producen secuelas psicológicas (crisis de
das son en todos los casos graves, con extraordina- terror, exceso de agresividad o de timidez...) a lar-
rio estrés quirúrgico y anestésico por intervencio- go plazo y posibles retrasos en el aprendizaje. Es-
nes, a veces muy repetidas y con un alto índice de tas secuelas pueden, a su vez, trastornar la ingesta
complicaciones infecciosas y de otro tipo. También con una deficiente masticación, cambios en la de-
son muchos los periodos de ayuno intercurrente, glución, miedo a múltiples preparados alimenticios
por lo que tanto las pérdidas como las demandas (especialmente aquéllos que les provocaron disfa-
nutricionales aumentan. Se requiere un uso frecuen- gia, como pan o pollo), exceso en los caprichos ali-
te del soporte nutricional artificial, siempre difícil de mentarios, etc. Todo ello repercute sobre el esta-
dosificar; se producen interferencias medicamento- do nutricional.
sas; y las alteraciones psicológicas asociadas a los in-
gresos hospitalarios son también frecuentes y origi-
nan periodos de anorexia y rechazo psicológico de 4.4. Tratamientos nutricionales
los alimentos, etc. Por todo ello, en este tipo de pa-
cientes pueden incrementarse aún más las necesida- Hay que distinguir entre las fases agudas o pre-
des y/o deficiencias, y, por ende, el riesgo de desnu- coces y el largo plazo. Lo primero en lo que con-
trición y complicaciones se eleva. viene insistir es en que siempre se debe pre-
venir la desnutrición, para lo cual se han de
tomar las siguientes medidas:
4.3. Efectos a largo plazo • Garantizar el aporte nutricional des-
de el principio, por vía parenteral o enteral, pe-
Casi toda esta patología congénita o adquirida ro a ser posible enteral. Ya se trate de una patolo-
que afecta al esófago y estómago no es únicamen- gía congénita (aún más en prematuros o en recién
te un problema temporal, sino que puede acarrear nacidos con bajo peso) o adquirida, la nutrición

751
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

nunca debe diferirse y forma parte del tratamiento Así pues, por la gran labilidad nutricional, por las
fundamental del paciente con esta patología. repercusiones inmediatas sobre el estado nutricio-
• Evitar o reducir al mínimo los ayunos nal y sobre el desarrollo, por las consecuencias a me-
preoperatorios en los procedimientos diagnósti- dio y largo plazo, y por las dificultades de manejo
cos o de otro tipo. del paciente, las afecciones quirúrgicas del esófago y
• Impedir la disfagia superior. Garantizar el estómago en estas edades precoces son siempre
siempre la deglución de saliva por el paciente. graves y merecen atención especial y experiencia,
• Usar los sondajes nasogástricos para el conviniendo una centralización de su asistencia.
soporte nutricional a corto plazo o como “tutores”
en la cirugía esofágica, o como drenaje en la gástri-
ca. Para periodos más prolongados deben emplear-
se gastrostomías, a través de los procedimientos 5. Nutrición en el paciente
endoscópicos o abiertos (ver Capítulos 4.6 y 4.8). adulto con enfermedades del
• Si no pudiera utilizarse la gastrostomía, habrá esófago y estómago
que recurrir de inmediato, sobre todo en la cirugía
gástrica, a las yeyunostomías. Desde luego, si 5.1. Enfermedad por reflujo
ha de hacerse una laparotomía, siempre debe de- gastroesofágico
jarse un catéter de yeyunostomía.
• Resolver las estenosis y los reflujos El reflujo gastroesofágico es el paso anormal de
gastroesofágicos con la mínima dilación contenido gástrico al esófago. Clínicamente se ma-
(una estenosis que recidiva puede ser secundaria nifiesta de forma habitual como pirosis retroester-
a un RGE y necesita ser operada). nal y regurgitación, y con menor frecuencia como
• Revisar periódicamente la situación dolor torácico. En la mayoría de los casos la sin-
nutricional del paciente y adaptar el tipo de nu- tomatología se produce o exacerba característica-
trición y la composición de la misma a esta situa- mente después de las comidas, por lo que las re-
ción, así como al estado metabólico del paciente comendaciones nutritivas son muy importantes.
(hipermetabolismo, desnutrición proteica, etc.). Aunque desde hace tiempo se ha asumido que la
• Cuidar la situación psicológica perso- hipotonía del esfínter esofágico inferior (EEI) era
nal y familiar del paciente, y, si fuera preciso, ayu- la responsable del reflujo en la mayor parte de
darse de profesionales competentes en este campo. los pacientes, hoy se sabe que son las relajaciones
transitorias de dicho esfínter el fenómeno fisiopa-
tológico responsable de dicho reflujo. De este mo-
4.5. Recomendaciones do, todas aquellas circunstancias, nutritivas, farma-
en la nutrición artificial cológicas, físicas u hormonales, que disminuyan la
presión del esfínter esofágico inferior favorecerán
• Para los niños que requieran nutrición paren- la aparición de reflujo. Se ha evaluado el efecto de
teral se recomienda la lectura del Capítulo 4.10, y los diferentes principios inmediatos sobre el EEI
el 4.6 y 4.8 para aquellos que sean susceptibles de y se ha podido ver que las proteínas aumentan la
nutrición enteral. presión del EEI, las grasas la disminuyen y los hidra-
• Para nutrición enteral en recién nacidos es tos de carbono no la modifican.
recomendable la administración de leche materna La alimentación puede afectar al reflujo de dos
a través de sonda. En el caso de que no hubiera le- modos: bien disminuyendo el tono del esfínter eso-
che materna, se aconseja usar leches adaptadas o fágico inferior o bien irritando directamente la mu-
especiales para prematuros; también se recomien- cosa esofágica, por lo general previamente afectada
da emplearlas en yeyunostomías. por el reflujo ácido. Así, el café, los zumos de toma-
• En niños mayores con sonda, utilizar pre- te o cítricos o las bebidas alcohólicas de alta gra-
parados de NE con al menos 1 kcal/ml y, a ser po- duación provocan un efecto irritante directo sobre
sible, hiperproteicos (ver Capítulo 4.3). la mucosa esofágica (Tabla 2). Este efecto irritan-
• Insistir en que pueda tragar saliva, beba por bo- te es independiente de su acidez, pues se ha obser-
ca y mastique. vado que son capaces de producir pirosis cuando se

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Tabla 2. SUSTANCIAS O CIRCUNSTANCIAS QUE FAVORECEN EL REFLUJO

Cítricos Carminativos (menta, aceite de menta verde,


ajo, cebolla)
Tomates Sobrepeso
Café Decúbito tras las comidas
Chocolate Tabaco
Alcohol Retraso del vaciamiento gástrico
Fritos Ropas ajustadas
Condimentos y picantes Estrés
Grasas Embarazo
Bebidas con burbujas Tumores abdominales
Alimentos muy calientes o muy fríos

administran a pH neutro. Hoy se piensa que la sen- mismas. Además, es aconsejable que las bebidas no
sación de pirosis se debe a la elevada osmolaridad contengan burbujas (bebidas gaseosas o carbonata-
de estas sustancias, ya que se ha visto cómo en pa- das) y que los pacientes eviten acostarse tras la co-
cientes sensibles al ácido se desencadena pirosis mida o la cena.
exponiendo el esófago a soluciones hiperosmola-
res de soluciones salinas y sacarosa.
Por otro lado, el reflujo se verá favorecido en 5.2. Enfermedad ulcerosa
aquellas situaciones en que existe un aumento de
la presión abdominal (Tabla 2) como el sobre- Durante muchos años se consideró la dieta co-
peso, el embarazo o las ropas demasiado ajustadas. mo un factor básico en la prevención y tratamien-
También favorece el reflujo un volumen gástrico al- to de la enfermedad ulcerosa. Hoy en día se sabe
to como ocurre cuando las comidas son copiosas o que, en la mayoría de los casos, la úlcera pépti-
cuando se beben muchos líquidos durante las comi- ca obedece a dos causas fundamentales: infección
das. Otro factor importante que favorece el reflujo por Helicobacter pylori y toxicidad por antiinflama-
es el decúbito con el estómago repleto. Por ello, es torios no esteroideos o salicilatos. Por ello, desde
frecuente la pirosis nocturna tras una cena copio- el punto de vista terapéutico, la terapia erradica-
sa en la que a menudo se ha tomado alcohol y con dora frente a Helicobacter pylori y la consolidación
frecuencia se ha fumado. Las personas que padecen de los inhibidores de la bomba de protones han
reflujo deben evitar acostarse hasta dos-tres horas relegado la dieta a un papel meramente testimo-
después de haber comido o cenado, pues si no ten- nial. La leche, tan recomendada a los pacientes ul-
drán pirosis y probablemente también pesadez. cerosos durante muchos años, se sabe que aun-
Las recomendaciones para aquellas personas que que pueda tener un efecto tampón transitorio, es
padecen reflujo comienzan por abandonar el taba- un potente estimulante de la secreción ácida gra-
co si se fuma, adelgazar si existe sobrepeso, realizar cias a su contenido en calcio y proteínas. Las re-
una dieta pobre en grasas y evitar el alcohol, el ca- comendaciones que deben hacerse a los pacientes
fé, los cítricos, el tomate, el chocolate y los carmi- es que sigan una dieta equilibrada y, como mues-
nativos. Las comidas deberán ser de mediano vo- tra de sentido común, que eviten aquellos alimen-
lumen, siendo preferible aumentar su número para tos que desencadenan o empeoran sus molestias.
disminuir la cantidad y evitar los líquidos durante las Es recomendable evitar cenas copiosas por su

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Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Tabla 3. ALIMENTOS CAPACES DE FAVORECER LA FORMACIÓN DE GAS

• Coliflor, repollo, pepino, coles de Bruselas, cebolla, alubias, lentejas


• Ciruelas pasas, manzanas, pasas, plátanos
• Lácteos y derivados en abundancia
• Salvado, cereales completos, exceso de fruta
• Edulcorantes artificiales, chicles sin azúcar
• Exceso de grasa en la dieta

efecto sobre la estimulación de la secreción áci- el ácido clorhídrico y los ácidos grasos liberados du-
da nocturna. Los tratamientos farmacológicos dis- rante la digestión.
ponibles son muy eficaces y relativamente rápi- En la problemática de los gases, una gran respon-
dos en controlar las molestias de los pacientes. En sabilidad está en los propios pacientes. Así, hay fac-
los casos más graves, en los que los pacientes tie- tores dependientes del individuo que incrementan
nen muchas molestias o en aquéllos con úlceras la producción de gas; uno de los más importantes
situadas en píloro o nada más pasar el mismo, en es la ansiedad, que aumenta de manera notable el
los que está comprometido el vaciamiento gástri- aire deglutido y que se ve aún más favorecido en
co, puede ser necesario durante unos días reco- aquellos que comen muy deprisa, masticando muy
mendar una dieta blanda, sin condimentos, grasas poco los alimentos. El hábito de fumar también fa-
ni fritos durante unos días. vorece la aerofagia, así como la ingesta de bebidas
gaseosas: refrescos carbonatados, cervezas, etc. El
sedentarismo es también un factor que favorece la
5.3. Gases abdominales acumulación de gases, por lo que una buena reco-
mendación es la de practicar ejercicio físico de for-
Un problema muy frecuente en la clínica diaria ma regular. El estreñimiento en muchas ocasiones
por el que se quejan muchos pacientes son los ga- se asocia a flatulencia y distensión abdominal, por
ses. No es un problema grave, pero es una causa de lo que será necesario solucionarlo si se desea me-
malestar, incomodidad e incluso de complejo para jorar las molestias de los pacientes.
muchas personas que ven limitada su calidad de vida El manejo de los pacientes que se aquejan de ga-
por este problema. Los pacientes notan hinchazón ses no es fácil, ya que en su problema participan
abdominal, ruidos, eructos y ventoseos frecuentes, muchos factores entre los que suele destacar la
aunque muchas veces lo que refieren son hinchazón ansiedad, pero que a menudo se mezcla con otros
abdominal y dificultad para eliminar los gases. El gas de difícil identificación. Es muy importante reali-
intestinal está constituido por cinco gases: nitróge- zar una historia dietética detallada para identificar
no, oxígeno, hidrógeno, monóxido de carbono y me- aquellos alimentos que puedan ser responsables de
tano. Parte de estos gases provienen de la atmósfe- la producción de gases (Tabla 3) y realizar dietas
ra y son deglutidos por los pacientes, fenómeno que de exclusión para comprobar la responsabilidad de
conocemos como aerofagia. En estos casos, los ga- cada alimento. En muchos pacientes con produc-
ses responsables son nitrógeno y oxígeno, y suelen ción excesiva de gas existen grados leves de into-
alojarse en el tracto digestivo superior; en su ma- lerancia a la lactosa que se manifiestan clínicamen-
yor parte se regurgita mediante el eructo. El hidró- te como ruidos intestinales y meteorismo. En estos
geno, el dióxido de carbono y el metano se forman pacientes, cuando se sobrepasa la capacidad de me-
fundamentalmente en el colon por la acción de las tabolizar lactosa el disacárido alcanza tramos di-
bacterias sobre los sustratos que allí llegan, aunque gestivos inferiores, donde es fermentado por las
el dióxido de carbono puede formarse también en bacterias produciendo hidrógeno. Algo parecido
tramos más altos cuando el bicarbonato neutraliza puede pasar con la fructosa, apareciendo síntomas

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al aumentar el consumo de frutas. Con mucha fre- mero, con bajo contenido en grasas y en fibra. De-
cuencia se obtienen pocos beneficios con la res- pendiendo de la gravedad del proceso y de lo tran-
tricción dietética y hay que utilizar procinéticos o sitorio o estable que sea, se administrará una dieta
antiespumantes, aunque los fármacos que más sue- blanda o incluso líquida, dado que son estos últi-
len mejorar las molestias de los pacientes son los mos alimentos los que mejor se evacuan. Se pue-
ansiolíticos. den utilizar preparados líquidos comerciales iso-
osmóticos para su administración oral, bien como
suplemento o como soporte completo si el pa-
5.4. Retraso del ciente es capaz de ingerir las calorías necesarias.
vaciamiento gástrico En los casos más graves y en aquéllos en los que
no se alcanza el aporte calórico requerido, se debe
El vaciamiento gástrico se puede ver enlenteci- llevar a cabo una nutrición enteral completa me-
do en múltiples situaciones agudas o crónicas, dan- diante sonda nasoenteral. La sonda deberá estar si-
do lugar a un síndrome con manifestaciones clí- tuada en el yeyuno, ya que si queda colocada en el
nicas muy variadas. Los pacientes que lo padecen duodeno es muy probable que la alimentación re-
pueden referir vómitos posprandiales, pesadez, sa- fluya al estómago, presentando el paciente disten-
ciedad precoz, dolor epigástrico posprandial, piro- sión y vómitos.
sis o incluso desnutrición por rechazo del pacien-
te a comer, al identificar las molestias con la toma
de alimentos. Muchas veces las molestias se incre- 5.5. Estómago operado
mentan porque el retraso del vaciamiento facilita la
formación de bezoares que ocupan parte de la ca- Las consecuencias sobre el estado de nutrición
vidad gástrica. Entre las causas de retraso de vacia- del paciente con cirugía gástrica van a ser distintas
miento gástrico existen dos tipos, unas de carácter según que la gastrectomía sea proximal, distal o to-
mecánico en relación con una estenosis pilórica tal, pero sea cual sea la intervención hay manifesta-
que puede tener una causa benigna o maligna, y ciones que en mayor o menor grado se producen
otras relacionadas con una alteración en la motili- en casi todas las ocasiones y que van a tener un
dad gástrica. Las primeras tienen una solución qui- impacto en la situación nutricional. A medio plazo,
rúrgica, y las recomendaciones nutricionales hasta la cuarta parte de los pacientes sometidos a ciru-
la cirugía van a depender de la gravedad de la le- gía gástrica presentan alteraciones reseñables que
sión. Las segundas pueden ser agudas y pasajeras, puedan influir sobre el estado de nutrición. Con
como las relacionadas con intervenciones quirúrgi- una enorme frecuencia se producen cambios pro-
cas, infecciones gastrointestinales, trastornos endo- fundos en la motilidad, con un vaciamiento gástrico
crino-metabólicos, alteraciones hidroelectrolíticas rápido tanto de líquidos como de sólidos al intesti-
y fármacos, o pueden ser crónicas como la neu- no delgado. Esto se observa en la gastrectomía to-
ropatía diabética, enfermedades neurológicas, en- tal, en la gastrectomía parcial con o sin vagotomía,
fermedades sistémicas o cambios posquirúrgicos. después de la vagotomía con piloroplastia y en la
El vaciamiento gástrico se ve afectado por la natu- gastroyeyunostomía. La pérdida de función del es-
raleza física y la composición del contenido gástri- fínter pilórico, además de provocar un vaciamien-
co. Los líquidos se vacían con mucha más rapidez to acelerado, facilita el reflujo biliar, por lo que se
que los sólidos, siendo la fibra el sustrato de va- han diseñado anastomosis en Y de Roux que evitan
ciamiento más lento, reteniéndose en el estómago el reflujo alcalino y, además, aunque el vaciamien-
hasta que no se ha vaciado el resto del contenido. to sigue siendo acelerado, es menor que el que
A mayor osmolaridad o mayor contenido graso, se produce en las reconstrucciones tipo Bilrroth I
mayor lentitud para abandonar el estómago. o II. Cuando se analiza el impacto de la cirugía gás-
La dieta que se debe recomendar a estos pa- trica sobre la nutrición de los pacientes, también
cientes, además de ser digerible, debe cumplir los hay que tener en cuenta el punto de partida, ya que
objetivos de mejorar las molestias y mantener una con frecuencia los pacientes, condicionados por la
nutrición adecuada. En general, se deben realizar enfermedad de base, comienzan a perder peso an-
comidas pequeñas en volumen pero en mayo nú- tes de la intervención quirúrgica.

755
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

Tabla 4. COMPLICACIONES DE LA GASTRECTOMÍA

Dumping precoz Dolor abdominal posprandial


Dumping tardío Disfagia
Malabsorción Anemia multifactorial
Maldigestión Déficit de vitaminas y oligoelementos
Diarrea crónica Desnutrición calórica
Vómitos Gastritis alcalina
Anorexia Fitobezoar

La gastrectomía total se asocia a una serie de motores en forma de taquicardia, sofocos, sudo-
complicaciones responsables de desnutrición en la ración e hipotensión. La causa es un vaciamiento
gran mayoría de los gastrectomizados (Tabla 4). gástrico rápido con distensión yeyunal y dismi-
Un reciente estudio realizado en España sobre 45 nución de la absorción del contenido intesti-
pacientes gastrectomizados ha puesto de manifies- nal. El alto contenido osmótico intestinal oca-
to que el 86% tenían una desnutrición leve-mode- siona paso de líquido desde el espacio vascular
rada, y el 7% una desnutrición grave, sin que hubiese al intestino, ocasionando hipovolemia. En el sín-
diferencias entre los pacientes según hubiesen sido drome participan, además, péptidos intestinales
evaluados a los tres meses o al año de la gastrec- como VIP, GIP, bradikinina, serotonina, neuroten-
tomía. Una de las complicaciones más importan- sina, etc., cuya participación en los síntomas no
tes es el síndrome de vaciamiento gástrico rápido está claramente definida.
o síndrome de dumping. Este síndrome puede pre- El tratamiento del síndrome de dumping pre-
sentarse tras la realización de una gastrectomía to- coz (Tabla 5) consiste en disminuir la carga os-
tal o subtotal, pero también puede darse en inter- mótica en el intestino delgado, lo que se consi-
venciones mucho más limitadas, como aquellas que gue evitando azúcares de absorción rápida y no
suponen una derivación del esfínter pilórico como tomando líquidos durante las comidas. La restric-
vagotomía o piloroplastia. Entre un 20 y un 40% de ción de líquidos retrasa el vaciamiento de los só-
los pacientes sometidos a algún tipo de cirugía gás- lidos. Unos líquidos que deben evitarse de mane-
trica que altera la función del píloro sufren de sín- ra especial son los líquidos hipertónicos, ya que
drome de dumping con sintomatología que va ate- se vacían con especial rapidez. Estas comidas tie-
nuándose progresivamente, quedando sólo un 5% nen que ser poco copiosas y frecuentes para que
de los pacientes con síntomas crónicos relevantes. su volumen no distienda bruscamente el intestino
Es excepcional, pero se ha descrito, la aparición de delgado. La pectina o la goma guar pueden ser úti-
síndrome de dumping meses o años después de la les, dado que aumentan la viscosidad y enlentecen
cirugía. Según el momento en que se presenten las el vaciamiento gástrico. La dosis de estos com-
molestias tras las comidas se distinguen dos tipos puestos se encuentra entre los 10 y 15 g al día. La
de síndrome: dumping precoz o dumping tardío. acarbosa, sola o asociada a pepsina o goma guar,
también puede ser de utilidad clínica al reducir
la actividad de las α-glucosidasas que impiden el
5.5.1. Síndrome de vaciamiento fraccionamiento completo de los hidratos de car-
gástrico rápido (dumping) precoz bono en sus monosacáridos, a la vez que disminu-
yen también su absorción. La dosis debe ser indi-
Los pacientes presentan al poco de comer vidualizada, aunque se puede comenzar con 50 mg
(10-30 minutos) sensación de debilidad, necesi- antes de cada comida y luego ir ajustándola según
dad de adoptar el decúbito y trastornos vaso- la respuesta.

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J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

Tabla 5. RECOMENDACIONES DIETÉTICAS EN EL SÍNDROME DE VACIAMIENTO


GÁSTRICO RÁPIDO (DUMPING)

• Comidas frecuentes y poco copiosas


• Debe evitarse ingerir líquidos con las comidas. La toma de líquidos es muy importante para la adecuada
hidratación de los pacientes, pero debe hacerse preferentemente o una hora antes o una hora y media
o dos horas después de las comidas. Realizar lo que se denomina “comidas secas”
• Debe prescindirse de los azúcares refinados: azúcar, miel, almíbar. Así, se evitará un aumento brusco
de la osmolaridad en intestino delgado
• Adoptar el decúbito alrededor de media hora tras las comidas, siempre que no se padezca a la vez
enfermedad por reflujo
• Incorporación progresiva a la dieta de lácteos y derivados

5.5.2. Síndrome de vaciamiento recurrir a la cirugía para intentar retrasar el vacia-


gástrico rápido (dumping) tardío miento, pero con resultados poco satisfactorios en
la mayoría de los casos.
El vaciamiento gástrico tardío provoca la presen-
cia de una elevada cantidad de hidratos de carbo-
no en el intestino delgado proximal. Al absorberse 5.5.3. Molestias abdominales
con rapidez los hidratos de carbono se estimula en posprandiales
exceso la secreción de insulina con la consiguien-
te hipoglucemia secundaria. Así, dos o tres horas Es frecuente que tras la cirugía gástrica los pa-
tras la ingesta se producen síntomas que manifies- cientes refieran molestias abdominales más o me-
tan dicha hipoglucemia: sudoración, ansiedad, tem- nos vagas que incluyen habitualmente saciedad pre-
blor, debilidad, etc. El síndrome de dumping tardío coz, malestar epigástrico, pesadez y, a veces, cuando
es menos frecuente que el dumping precoz. se ha hecho alguna comida algo más copiosa, vómi-
El tratamiento del dumping tardío (Tabla 5) tos. Estas molestias rara vez son intensas, pero en
consiste en administrar comidas con bajo conteni- ocasiones llegan a limitar tanto a los pacientes que
do en hidratos de carbono, sobre todo hidratos de eluden la alimentación por temor a las molestias y
carbono simples (mono y disacáridos) que se ab- los pacientes adelgazan de manera progresiva. La
sorben rápidamente; se toleran mucho mejor los causa de estas molestias suele ser la distensión do-
hidratos de carbono complejos existentes en las lorosa del yeyuno, y el tratamiento consiste en dis-
pastas. La acarbosa con o sin fibra no absorbible minuir la cantidad en las comidas y aumentar el nú-
asociada también pude ser de utilidad en el dum- mero de las mismas. Con esto se consigue evitar
ping tardío, por las mismas razones que en el sín- las molestias manteniendo el número de calorías
drome de dumping precoz. En párrafos anteriores necesarias para una actividad normal.
se comentaba que lo habitual es que el síndrome
de dumping mejore de manera paulatina a lo largo
del tiempo y que en menos de un 5% de los casos 5.5.4. Anemia
quede un trastorno más o menos incapacitante pa-
ra el paciente. En los casos con sintomatología más La anemia en un paciente sometido a cirugía
grave que no responden a las medidas dietéticas, gástrica es relativamente frecuente y suele te-
puede ensayarse un análogo sintético de la soma- ner un origen multifactorial. Por un lado, el déficit
tostatina de acción prolongada, el octeótrido, que de ácido clorhídrico impide la transformación fe-
puede ser de gran ayuda en muchos de los pacien- rrosa del hierro ingerido que se absorbe con ma-
tes. En algunos casos no queda más remedio que yor facilidad que el hierro férrico. A esta causa de

757
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

ferropenia se le une la aceleración del tránsito, que atención merece la intolerancia a la lactosa, que es
deja menos tiempo de contacto entre el hierro y fácil de diagnosticar cuando se piensa en ella, y su
la superficie absortiva. Por último, en muchas in- manejo es evitar lácteos o derivados que la con-
tervenciones quirúrgicas de estómago se excluye tengan o añadir lactasa a la leche. Si se sospecha la
directa o indirectamente una parte mayor o me- existencia de un síndrome de asa ciega con sobre-
nor del duodeno, lugar donde se absorbe mayori- crecimiento bacteriano asociado, se deben utilizar
tariamente el hierro. Pero además de la ferropenia, antibióticos. Si con todo lo anterior la diarrea con-
en los gastrectomizados existe una disminución de tinúa, se puede utilizar la colestiramina con las co-
factor intrínseco, lo que afecta a la absorción de midas, y si esto no fuese aún suficiente, está indica-
vitamina B12. Por último, en ocasiones también se da la loperamida a demanda (ver Capítulo 4.28).
aprecia un déficit dietético de folatos que partici-
pa junto con la ferropenia y el déficit de vitamina
B12 en la anemia de estos pacientes. El tratamien- 5.5.6. Gastritis alcalina
to consiste en aconsejar una dieta equilibrada jun-
to con el suplemento del factor o factores deficita- El reflujo alcalino es muy frecuente tras la resec-
rios. Para el déficit de hierro suelen ser suficientes ción gástrica y la piloroplastia. Habitualmente hay
los suplementos orales, y rara vez es necesario el muy poca correlación entre la gravedad de la gas-
aporte parenteral. En cuanto al déficit de vitamina tritis alcalina y la clínica de los pacientes en forma
B12, precisa de suplementos parenterales periódi- de dolor epigástrico y vómitos. No hay unas reco-
cos de dicha vitamina a una dosis de 100 μg cada mendaciones dietéticas útiles para este problema,
uno o dos meses. que se ha tratado fundamentalmente con citopro-
tectores como el sucralfato sin demasiado éxito.
En los casos graves, la única alternativa es la re-
5.5.5. Diarrea, esteatorrea, conversión quirúrgica con una reconstrucción con
malabsorción y maldigestión anastomosis en Y de Roux.

La diarrea puede afectar a la cuarta parte de los


pacientes sometidos a cirugía gástrica. En su génesis 5.5.7. Déficit de vitaminas
participan muchos factores, entre los que destacan y oligoelementos
un vaciamiento gástrico acelerado que desencadena
una diarrea osmótica junto con una mezcla inade- Se ha comentado anteriormente el déficit de
cuada de secreciones biliares y pancreáticas con los ácido fólico y vitamina B12, pero también pueden
alimentos. Esa mezcla inadecuada junto al tránsito estar disminuidas las vitaminas liposolubles, sobre
acelerado provoca una hidrólisis insuficiente de los todo la vitamina D, que con frecuencia se acom-
nutrientes, sobre todo de proteínas y grasas, dando paña de reducción en la ingesta de calcio, favore-
lugar fundamentalmente a esteatorrea. Otros facto- ciendo el padecimiento de enfermedad ósea. La
res que también pueden participar en la diarrea son profilaxis de este problema se consigue aportan-
la disminución de la superficie absortiva, cierto gra- do suplementos de calcio y vitamina D cuando se
do de intolerancia a la lactosa y sobrecrecimiento identifica el problema. También se han identificado
bacteriano por síndrome de asa ciega, que es un fac- carencias en elementos traza como el zinc.
tor que muchas veces no se tiene en cuenta.
El tratamiento de la diarrea en los pacientes con
cirugía gástrica tiene una parte común con el de 5.5.8. Suplementos nutricionales
otras complicaciones, como es la limitación de la
carga osmótica de las comidas. La fibra puede ser Aunque no es habitual, puede ocurrir que los
de utilidad al enlentecer el tránsito digestivo. La es- pacientes sigan perdiendo peso una vez superado
teatorrea no suele ser muy importante, y por ello el postoperatorio, debido a que la dieta no es ca-
no precisa de medidas específicas, pero si lo fue- paz de completar las necesidades en calorías. En
se sería necesario descartar una enfermedad celia- estos casos está indicado aportar suplementos nu-
ca o una insuficiencia pancreática asociada. Especial tricionales con fórmulas hipercalóricas bajas en hi-

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J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

dratos de carbono de absorción rápida y osmola- los resultados de los estudios clínicos realizados
ridad reducida (≤ 300 mOsm/l). Si la causa de no a tal efecto siguen aportando resultados discor-
alcanzar los objetivos nutricionales es la esteato- dantes. Uno de los problemas que existen al anali-
rrea, se pueden administrar grasas en suplementos zar los resultados de los diversos estudios, además
de triglicéridos de cadena media en forma de acei- de su heterogeneidad, es la falta de claridad en el
tes o fórmulas que los incluyan como fuente ma- objetivo concreto del soporte nutricional. Hay que
yoritaria de grasas. También se pueden aportar su- huir de todo intento de maquillaje de los pacien-
plementos de hidratos de carbono complejos (ver tes, mejorando parámetros más o menos artificio-
Capítulo 4.4). sos pero sin impacto en las complicaciones, estan-
En resumen, los pacientes con el estómago ope- cia hospitalaria, calidad de vida o mortalidad, que
rado deben hacer comidas de pequeño volumen son los objetivos que debe perseguir el soporte
pero frecuentes, con un mínimo de seis tomas al nutricional.
día. Las comidas deben ser secas, es decir, sin líqui- Un estudio fundamental que sirve de punto de
dos durante las mismas. Éstos deben ingerirse o partida para intentar orientar el problema es el Vete-
una hora antes o una hora y media después de las rans Administration Cooperative Study, en el que sólo
mismas. Los pacientes deben comer despacio, mas- los pacientes gravemente desnutridos se benefi-
ticar bien los alimentos y reposar echados una me- ciaban del soporte nutricional, que en este traba-
dia hora tras las comidas. A medida que va pasando jo se realizaba con nutrición parenteral total, redu-
el tiempo, la dieta se va normalizando y alrededor ciéndose las complicaciones postoperatorias sólo
de los 6 meses tras la intervención la mayor par- en este subgrupo de pacientes. A día de hoy no ha
te de los pacientes pueden comer casi como an- cambiado la situación, y, hasta que no haya estu-
tes de la intervención. La leche es el alimento que dios clínicos controlados que demuestren lo con-
peor se tolera, sobre todo cuando se ha practica- trario, los pacientes que se van a beneficiar de so-
do una gastrectomía total. Cuando existe estóma- porte nutricional son aquellos que se encuentran
go residual, se puede probar la tolerancia a la leche desnutridos en su evaluación inicial, circunstancia
una vez pasados 2 o 3 meses de la intervención, frecuente en las neoplasias digestivas del tracto di-
alargando este espacio a 6 meses cuando lo reali- gestivo superior. También serán subsidiarios de so-
zado es una gastrectomía total. Como es de senti- porte nutricional aquellos pacientes que presenten
do común, la introducción será en cantidades muy complicaciones graves tras el proceso quirúrgico
pequeñas, y la progresión será muy lenta, incre- (sepsis, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal,
mentando las cantidades a consumir tras consoli- fístula), o en los que no se consiga aportar el 60%
dar las previas. de los requerimientos nutricionales durante la pri-
mera semana del postoperatorio.
Hay evidencias en la literatura de que el so-
5.6. Nutrición en las neoplasias porte nutricional especializado no debe utilizar-
del tracto digestivo alto se de manera rutinaria en pacientes oncológicos
que van a ser sometidos a cirugía, al igual que tam-
La desnutrición proteico-calórica se asocia con bién existen evidencias de que el soporte nutricio-
mucha frecuencia al cáncer, y ha demostrado au- nal en el postoperatorio inmediato en pacientes
mentar el riesgo de complicaciones tras la in- sometidos a cirugía gastrointestinal no está indi-
tervención quirúrgica (ver Capítulo 4.40). La des- cado de manera rutinaria. Hay también evidencias
nutrición ocasiona alteraciones en la función de que el soporte nutricional preoperatorio pue-
inmunitaria celular y humoral provocando aumen- de ser administrado durante 7 a 14 días a pacien-
to de las complicaciones infecciosas, curación de- tes con desnutrición moderada o grave que vayan
ficiente de las heridas, íleo postoperatorio persis- a ser sometidos a cirugía digestiva, si la operación
tente y aumento de la estancia hospitalaria. Pero puede ser retrasada sin consecuencias graves pa-
la decisión de realizar soporte nutricional en pa- ra el paciente.
cientes con cáncer del tracto digestivo superior, al Una vez identificados los pacientes en los que se
igual que en pacientes quirúrgicos con otras indi- debe realizar soporte nutricional, lo que hay que
caciones, está todavía sometida a debate dado que decidir es la vía a través de la cual nutrirlos. Existen

759
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

tres posibilidades, dos de ellas por vía parenteral glución o el estímulo natural para la alimentación.
y una que utiliza la vía enteral. De las que utilizan La nutrición liberada directamente al yeyuno, bien
la vía parenteral, la primera es la nutrición parente- utilizando una yeyunostomía quirúrgica o una son-
ral total, una alternativa ya consolidada por la ex- da nasoyeyunal, está indicada en el postoperato-
periencia y que es todavía la referencia para com- rio de cirugía digestiva. Una limitación importante
parar otras modalidades de nutrición. La otra es que se observa en la práctica clínica habitual con la
la nutrición parenteral periférica, que simplifica el infusión de dieta enteral en los primeros días del
manejo de los pacientes con menos complicacio- postoperatorio de cirugía mayor gastrointestinal,
nes asociadas, intentando aportar todo lo necesa- es su mala tolerancia inicial, lo que contrasta con
rio para que el paciente siga una evolución satisfac- la buena tolerancia apreciada en muchos estudios
toria en su proceso (ver Capítulo 4.7). clínicos con pacientes seleccionados.
Como norma general, el soporte nutricional de- Además, la elección de dieta enteral en el perio-
be realizarse, siempre que sea posible, por vía en- do perioperatorio permanece controvertida. No
teral dado que provoca menos complicaciones, es hay evidencias clínicas que apoyen la hipótesis de
más fácil de administrar, más barata y sobre todo que el uso de dietas predigeridas a través de yeyu-
más fisiológica que la nutrición parenteral total (ver nostomía sea superior, aporte beneficios nutricio-
Capítulo 4.6). nales y sea mejor tolerada que las dietas poliméri-
En los últimos 20 años se ha progresado mucho cas. Tampoco se dispone de evidencias que apoyen
en el conocimiento de las ventajas fisiológicas de que la administración continua de la nutrición ente-
la vía enteral. Así, se sabe que por esta vía se apro- ral sea mejor que la intermitente o viceversa, aun-
vechan mejor los sustratos nutritivos, se previene que en el caso de infusión yeyunal la práctica clíni-
la atrofia de la mucosa intestinal, evitando la trans- ca haya asumido como mejor la infusión continua.
locación bacteriana con todas sus consecuencias, Cuando no es posible utilizar la vía digestiva hay
se preserva la microbiota intestinal y se mantie- que utilizar la vía parenteral. Bozzetti et al. (2000)
ne su función inmune. De todas formas, la mayoría también estudiaron el efecto del soporte nutricio-
de estas afirmaciones, con sólidas bases teóricas, nal con nutrición parenteral total en pacientes gra-
no encuentran en la literatura evidencias incon- vemente desnutridos (pérdida del 10% o más del
testables que las apoyen. Así por ejemplo, no exis- peso habitual) con cáncer gastrointestinal. Aleato-
ten evidencias en la literatura de que la nutrición rizaron 90 pacientes a recibir 10 días de nutrición
enteral sea más segura que la nutrición parente- parenteral preoperatoria y 9 días en el postope-
ral y, salvo en el trauma abdominal, tampoco exis- ratorio, frente a un grupo control que no recibió
ten pruebas concluyentes de que la nutrición en- soporte preoperatorio y se mantuvo en el posto-
teral sea mejor que la parenteral en la evolución peratorio con una nutrición hipocalórica. El grupo
de los pacientes. sometido a NPT tuvo un tercio menos de compli-
La utilización de la vía enteral va a depender de caciones, sobre todo no infecciosas y menos mor-
la situación de permeabilidad y funcionalidad del talidad, resultados que están en la línea del Veterans
tubo digestivo. Hay muy pocos estudios controla- Administration Cooperative Study.
dos que hayan evaluado la eficiencia de las diver- Una alternativa a la nutrición parenteral total
sas técnicas de nutrición enteral de acuerdo con la que se ha sido muy utilizada en España hasta poder
indicación, el periodo de soporte (pre o postope- utilizar la vía oral o como puente hasta la propia
ratorio) o si la cirugía es o no digestiva. El sonda- nutrición parenteral es la nutrición parenteral peri-
je nasogástrico permanece como el método más férica. La nutrición periférica cubre adecuadamente
utilizado para alimentaciones durante un breve pe- el objetivo de soporte nutricional y es muy cómo-
riodo de tiempo en el preoperatorio. La gastros- da de utilizar dado que hay soluciones comerciales
tomía percutánea endoscópica está indicada en la “todo en uno” que contienen aminoácidos, glucosa,
nutrición de larga duración (periodo superior a 4 grasas y electrólitos a los que se pueden añadir vi-
semanas) en la cirugía de cabeza y cuello, de igual taminas y oligoelemento. Son soluciones que apor-
modo que tiene una clara indicación en los proble- tan alrededor de 60 g de aminoácidos, 100 g de lípi-
mas de nutrición que plantean los pacientes con dos y 150 g de glucosa en un volumen de 2.500 ml,
problemas neurológicos graves que alteran la de- con una osmolaridad de 695 mOsm/l y casi 2.000

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J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

kcal. Si el paciente precisa soporte nutritivo, no to- con infecciones o complicaciones de la herida qui-
lera la vía enteral, presenta un grado de estrés leve rúrgica. Nuevamente, los pacientes desnutridos en
o moderado y el tiempo previsible de nutrición no la evaluación inicial son los que se benefician del
supera los 10-14 días, la nutrición parenteral peri- soporte nutritivo.
férica será una buena opción. El mayor problema Además del acceso quirúrgico para la yeyu-
de la nutrición parenteral periférica son las trom- nostomía, se puede intentar el acceso endoscó-
boflebitis de la vía utilizada para la nutrición, dada pico e incluso el laparoscópico. La complicación
la osmolaridad de la solución aportada. más habitual de la alimentación por sonda es la
Varias son las cuestiones que es necesario re- diarrea acompañada con frecuencia de dolor ab-
solver antes de indicar soporte nutricional. En pri- dominal. La causa habitual de esta complicación
mer lugar, la situación nutritiva de los pacientes, da- suele ser o bien la velocidad de infusión o bien la
do que se va a indicar soporte sólo a aquellos que concentración de la solución aportada. El incre-
estén desnutridos. Si el paciente está gravemen- mento progresivo de la velocidad de infusión y de
te desnutrido, está indicado el soporte nutricio- la concentración de la solución, así como la uti-
nal preoperatorio; pero algo que también hay que lización de una bomba de infusión, pueden con-
tener en cuenta es en qué medida es convenien- trolar esta complicación. Otra causa de diarrea
te retardar la intervención quirúrgica para mejo- puede ser la osmolaridad de la solución, aunque
rar el estado nutritivo. También hay que estimar el también el contenido en lactosa del preparado la
tiempo que estará el paciente sin poder utilizar la puede provocar (ver Capítulo 4.6).
vía oral de una manera adecuada. Por último, tras
la intervención, hay que saber si estará libre la vía
digestiva para poder ser utilizada para la nutrición 5.7. Nutrición en situaciones
y la previsible duración del íleo postoperatorio. no quirúrgicas
Como se mencionaba antes, para el soporte
postoperatorio se ha usado la nutrición enteral Por desgracia, es frecuente que en la práctica clí-
precoz administrada a través de una yeyunostomía nica habitual existan pacientes a los que se les diag-
quirúrgica realizada durante el acto operatorio. nostica una neoplasia digestiva y cuando se hace el
Esta vía ha demostrado ser segura, bien tolerada y estudio de extensión la neoplasia ya no sea rese-
eficaz para alcanzar los objetivos nutricionales en cable. En otras ocasiones, la situación del paciente,
pacientes sometidos a cirugía esofagogástrica. Sin por su edad o enfermedades asociadas, hace invia-
embargo, nuevamente los estudios clínicos bien di- ble la cirugía. En la mayoría de los casos, uno de los
señados muestran que la administración indiscri- mayores problemas que se plantean es que se blo-
minada de nutrición puede no ser necesaria. Heslin quea la vía digestiva para la nutrición y el paciente
et al. (1997) estudiaron 195 pacientes con diferen- no puede ser dado de alta porque no sólo no pue-
tes neoplasias digestivas (esófago, estómago, pán- de ser alimentado, sino ni siquiera hidratado. Hasta
creas y vía biliar) con un buen estado de nutrición no hace mucho tiempo, en tales circunstancias, ha-
y les aleatorizaron para recibir nutrición enteral bía que escoger entre no hacer nada y mantener al
precoz tras la cirugía por yeyunostomía quirúrgi- paciente con soporte hidroelectrolítico parenteral
ca o solución control con cristaloides. La nutrición hasta el final, o someterlo a una intervención deri-
enteral estaba suplementada con arginina, RNA vativa que diese continuidad a la vía digestiva. Es-
y ácidos grasos n-3. No hubo diferencias en com- to último, que era lo que se hacía si la situación del
plicaciones infecciosas, estancia hospitalaria y paciente lo permitía, estaba agravado con muchas
mortalidad entre los grupos. Estos resultados con- complicaciones y reducía cantidad y calidad de vida
trastan con otros publicados pero que incluían pa- en la mayoría de los enfermos, anclándolos al hos-
cientes desnutridos, o con otros estudios llevados pital el último periodo de su vida. Hoy en día, como
a cabo en pacientes críticos con graves traumatis- se verá más adelante, se dispone de alternativas po-
mos o sepsis, en el que estas dietas inmunoestimu- co invasivas que ayudan a solucionar esta grave si-
lantes mostraron beneficio. En el estudio de Hes- tuación con menores inconvenientes.
lin et al. se pudo apreciar cómo el índice de riesgo La mayor dificultad para el manejo paliativo de
nutricional se asociaba de manera independiente estos pacientes es conseguir viabilidad digestiva

761
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

para la nutrición, utilizando la vía oral si es posible. terar la barrera antirreflujo, y precisan de medidas
Para solventar este problema se dispone de va- para su control. Existen dos tipos de prótesis auto-
rias alternativas según el tipo de neoplasia. En las expandibles: cubiertas y sin cubrir. Las primeras evi-
neoplasias de esófago, cuando la estenosis es sig- tan el crecimiento del tumor a través de la próte-
nificativa, el paciente presenta disfagia y tiene pro- sis pero migran con mucha mayor frecuencia. Una
blemas para su adecuada nutrición, problemas que vez colocada la prótesis, se puede administrar una
una vez que aparecen son progresivos. Si el pacien- dieta completa que es recomendable que sea tritu-
te es subsidiario de tratamiento quirúrgico, se lle- rada para evitar impactos alimenticios en la próte-
vará a cabo el soporte nutricional perioperatorio sis. La tunelización del tumor esofágico con láser es
que precise según el estado de nutrición que pre- otra posibilidad para posibilitar la nutrición oral, pe-
sente, tal y como se ha comentado en apartados ro esto se consigue en menos ocasiones y con re-
anteriores. Cuando el paciente no es subsidiario sultados de duración inferior, obligando a repetir las
de tratamiento quirúrgico, el tratamiento paliati- sesiones con frecuencia. En obstrucciones al vacia-
vo más adecuado en la mayoría de los casos sue- miento gástrico por neoplasias antropilóricas, duo-
le ser la combinación de radioterapia y quimiote- denales o pancreáticas, también pueden colocarse
rapia, que produce en muchos pacientes unas tasas prótesis autoexpandibles con muy buenos resulta-
de respuesta satisfactorias. El problema de la nu- dos, presentando una mortalidad prácticamente nu-
trición se puede solventar colocando una prótesis la en contraste con el 10% de la gastroyeyunosto-
esofágica autoexpandible, proceso que puede ser mía. Además, los 2-3 días de estancia hospitalaria
llevado a cabo por el endoscopista o por el radió- que requieren son otra ventaja adicional en pacien-
logo indistintamente, con una tasa de éxitos muy tes con una corta expectativa de vida. Entre la ciru-
elevada. gía derivativa y la colocación de endoprótesis existe
Las prótesis en el esófago cervical con frecuencia la posibilidad de realizar una yeyunostomía quirúrgi-
pueden provocar molestias a los pacientes que difi- ca para nutrición, que es una intervención que pre-
cultan su adaptación a las mimas. Las prótesis colo- senta poca morbimortalidad pero que en este mo-
cadas en el cardias o que se anclan en él, provocan mento debiera ser una opción en la recámara para
reflujo gastroesofágico con mucha frecuencia, al al- los fracasos en la colocación de endoprótesis.

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6. Resumen
 Desde que Dudrik en 1967 demostró la eficacia
de la nutrición parenteral, el soporte nutritivo
artificial se generaliza, siendo preceptivo en los
casos en los que la enfermedad se acompaña de
alteraciones del estado nutritivo. En la década
de los 80, y con más intensidad en la de los 90 del
siglo XX, se ha desarrollado la nutrición como
agente terapéutico, y también se ha establecido
el concepto de nutrición órgano-dirigida, con for-
mulaciones especiales para diversas patologías.

 En este Capítulo se revisan los aspectos más


relevantes de la embriología, anatomía y fisio-
logía del esófago y estómago, y se exponen las
patologías quirúrgicas esofagogástricas más fre-
cuentes, tanto en el paciente pediátrico como
en el adulto, en las que es necesaria la adminis-
tración de nutrición artificial y la problemática
relacionada con ellas.

 Respecto al paciente pediátrico, se expone la


epidemiología y etiopatogenia de la patología
quirúrgica esofagogástrica en las edades infantil
y juvenil, las consecuencias fisiopatológicas nu-
tricionales de la cirugía, los efectos a largo plazo
de la misma, los tratamientos nutricionales y,
finalmente, se recomiendan los nutrientes más
adecuados para cada caso y proceso.

 Entre la patología esofagogástrica del paciente


adulto se incluye la enfermedad por reflujo gas-
troesofágico, la enfermedad ulcerosa, las secue-
las del estómago operado y las neoplasias del
tracto digestivo. En todos los casos se analizan
las repercusiones de la enfermedad y se indica
el tratamiento nutricional más adecuado para
cada patología.

 Aunque las enfermedades del esófago y del estó-


mago son muy variadas, en particular las de este
último, la úlcera gastroduodenal y los tumores
malignos, así como sus complicaciones, son las
que aportan mayor número de pacientes adultos
al cirujano, susceptibles de nutrición artificial.

763
Capítulo 4.25. Nutrición en las patologías del esófago...

7. Bibliografía
Bozzetti F, Gavazzi C, Miceli R, Rossi N, Mariani L, Cozza- El síndrome de dumping es una complicación frecuente de la
glio L, et al. Perioperative total parenteral nutrition in mal- cirugía gástrica que en la mayoría de los casos se soluciona con
nourished gastrointestinal cancer patients: a randomized, medidas dietéticas y tiempo. En los casos graves, el octeótrido
clinical trial. JPEN 2000; 24: 7-14. puede ser una alternativa.
Los autores encuentran cómo el soporte perioperatorio con
nutrición parenteral total reduce la tasa de complicaciones en Harmon C, Coran A. Congenital anomalies of the esophagus.
pacientes gravemente desnutridos con una pérdida de peso En: O’Neill, Rowe, Fonkaslrud (eds.). Pediatric Surgery, Part
superior al 10%. El soporte nutricional también reducía la VI, Vol. I. Mosby Editions. St. Louis, Missouri, 1998: 941-68.
estancia hospitalaria y mostraba una tendencia a la menor En este Capítulo se revisan los aspectos más relevantes de
mortalidad. las anomalías congénitas del esófago. Estudio completo en su
análisis y contenido.
Culebras JM, García de Lorenzo A, Zarazaga A, Jorquera
F. Peripheral parenteral nutrition. En: Rombeau JL, Rolan- Heslin MJ, Latkany L, Leung D, Brooks AD, Hochwald SN,
delli RH (eds.). Clinical Nutrition: Parenteral Nutrition. WB Pister PWT, et al. A prospective, randomized trial of early
Saunders Company. Philadelphia, 2001: 580-7. feeding after resection of upper gastrointestinal malignancy.
Revisión exhaustiva de los fundamentos de la nutrición parenteral Ann Surg 1997; 226: 567-80.
periférica con sus indicaciones, ventajas e inconvenientes puestos Estudio que aleatoriza 195 pacientes bien nutridos con distin-
al día. La nutrición parenteral periférica es una alternativa a tas neoplasias digestivas para recibir nutrición enteral inmu-
la nutrición parenteral total que puede ser utilizada en casos noenriquecida de forma precoz tras la cirugía sin encontrar
en los que se prevea una duración de la nutrición inferior a 14 beneficios frente al mantenimiento hidroelectrolítico.
días.
Ippoliti AF, Maxwell V, Isenberg JI. The effect of various
Delgado M, Gómez C, Cos AI, Iglesias C, Fernández MV, forms of milk on gastric acid secretion. Ann Intern Med
Castillo R, et al. Evaluación nutricional en pacientes con gas- 1976; 84: 286-9.
trectomía total. Nutr Hosp 2002; 17: 236-9. La leche, independientemente de su contenido en grasa, es ca-
Estudio que muestra la elevada tasa de desnutrición en los paz de incrementar la secreción ácida en el estómago dos a tres
pacientes que han sido sometidos a gastrectomía total, no horas después de su consumo. La leche tiene un efecto tampón
encontrando diferencias en función del tiempo en que se hizo transitorio seguido de una secreción ácida mantenida.
la evaluación, proponiendo medidas para tratar las complica-
ciones que llevan a la desnutrición. Litingtung Y, Lei L, Westphal H, Chiang C. Sonic Hedgehog
is essential to foregut development. Nat Genet 1998; 20:
Espinel J, Vivas S, Muñoz F, Jorquera F, Olcoz JL. Palliative 1587-91.
treatment of malignant obstruction of gastric outlet using an En este artículo se analizan las experiencias realizadas sobre el
endoscopically placed enteral Wallstent. Dig Dis Sci 2001; proceso genético que controla el desarrollo del aparato diges-
46: 2322-4. tivo, y se reconoce como esenciales en la señalización genética
Estudio que muestra la utilidad de las prótesis enterales para a las proteínas SH.
salvar las estenosis malignas del tracto digestivo alto. Acortan
la estancia hospitalaria y no se gravan con complicaciones en Millar A, Cywes S. Caustic structure of the esophagus. En:
pacientes desestimados para cirugía por presentar neoplasias O’Neill, Rowe, Fonkaslrud (eds.). Pediatric Surgery, Part VI,
con criterios de inoperabilidad. Vol. I. Mosby Editions. St. Louis, Missouri, 1998: 969-74.
En este Capítulo se comentan los tópicos más importantes de
García-Sancho Martín L. Cirugía del estómago. Generali- las estenosis esofágicas por causticaciones.
dades. En: Durán Sacristán H, Arcelus Imaz I, García-Sancho
Martín L, et al. (eds.). Cirugía. Tratado de patología y clínica Montejo JC, García de Lorenzo A. Soporte nutricional
quirúrgicas. 2ª ed. Vol. 2. Interamericana-McGraw Hill. Ma- y medicina basada en la evidencia. En: García de Lorenzo A,
drid, 1993: 2141-68. Culebras JM, González J (eds.). Tratamiento nutricional: de
En este capítulo se hace una síntesis de la anatomía y fisiología la investigación a la gestión. Grupo Aula Médica. Barcelona,
del estómago en el que se incluyen los procedimientos de 2002: 453-62.
estudio de las enfermedades del estómago y una clasificación Revisión de tópicos en nutrición artificial sometidos a los
de los distintos tipos de operaciones que sobre el mismo se métodos de la medicina basada en la evidencia. Trabajo muy
realizan. interesante que permite fundamentar las decisiones clínicas en
pruebas científicas.
Geer RJ, Richards WO, O’Dorisio TM, Woltering EO,
Williams S, Rice D, Abumrad NN. Efficacy of octeotride in Sadler TW. Desarrollo del aparato digestivo. En: Lagman
treatment of severe postgastrectomy dumping syndrome. J, Sadler TW. Lagman. Embriología médica. Edición en es-
Ann Surg 1990; 212: 678-87. pañol. Ed. Médica Panamericana. Madrid, 2001: 262-93.

764
J.A. Rodríguez Montes | F. Jorquera Plaza | J.M. Morán Penco

En el capítulo correspondiente al desarrollo primario del


tubo digestivo, y, concretamente, del esófago y estómago, se
describen esquemáticamente las partes y fases por las que
atraviesa la embriología de estos órganos.

Schattner M. Enteral nutritional support of the patient with


cancer: route and role. J Clin Gastroenterol 2003; 36: 297-
302.
Revisión de las indicaciones de la nutrición enteral así como de las
diferentes técnicas para poder realizarla. También se revisan las dis-
tintas fórmulas disponibles: poliméricas, inmunoenriquecidas, etc.

Smith D. Esophagus. En: Norton J, Bollinger RR, Chang AE,


et al. (eds.). Surgery Basic Science and Clinical Evidence.
New York Springer, 2000: 455-88.
En este capítulo se exponen los aspectos más relevantes de la
anatomía y fisiología del esófago.

The Veterans Affair Total Parenteral Nutrition Cooperative


Study Group. Perioperative total parenteral nutrition in sur-
gical patients. N Engl J Med 1991; 325: 525-32.
Estudio que muestra cómo los únicos pacientes que se bene-
fician del soporte nutricional parenteral perioperatorio son
aquéllos con desnutrición grave, dado que en el resto hay más
complicaciones infecciosas en el grupo de nutrición parenteral
total que en el grupo control.

Yagi M, Hashimoto T, Nezuka H, Ito H, Tani T, Shimizu K, et al.


Complications associated with enteral nutrition using cateter
jejunostomy after esophagectomy. Surg Today 1999; 29: 214-8.
Los catéteres de nutrición colocados por yeyunostomía
quirúrgica en la experiencia de los autores son seguros, ya que
están gravados con muy poca morbilidad y cumplen adecu-
adamente su función.

8. Enlaces web
 www.espen.org

 www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez

 www.clinicalevidence.com

 www.senpe.com

765
4.26. Nutrición en la inflamación aguda

Abelardo García de Lorenzo y Mateos Francisco Javier Ordóñez González


Capítulo 4.26.

Nutrición en la inflamación aguda

1. Introducción

2. Fisiología de la inflamación

3. Marcadores de la inflamación: mediadores y reactantes


3.1. Mediadores proinflamatorios y antiinflamatorios
3.1.1. Citokinas
3.1.2. Moléculas de adhesión
3.1.3. Mediadores humorales: activación del complemento
3.2. Respuesta hormonal

4. Alteraciones metabólicas de los sustratos nutricionales


4.1. Alteraciones del metabolismo proteico
4.1.1. Proteínas de vida media corta
4.1.2. Proteínas reactantes de fase aguda
4.2. Alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono
4.3. Alteraciones del metabolismo lipídico

5. Efectos metabólicos de la inflamación

6. Adaptación nutricional
6.1. Aminoácidos
6.2. Lípidos

7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web
Objetivos

n Comprender el significado metabólico de la inflamación.


n Conocer el significado de la agresión metabólica.
n Entender las respuestas metabólicas del organismo a los diferentes tipos de agresión.
n Señalar los principales mediadores y marcadores de la agresión.
n Conocer las alteraciones metabólicas de los diferentes sustratos.
n Indicar las bases del soporte nutro-metabólico en la agresión.
n Conocer la manipulación nutricional en la agresión.
n Entender la importancia de los polimorfismos genéticos y sus implicaciones metabólicas en la situación de
agresión.
1. Introducción

E
l concepto de respuesta a la agresión se ha modificado en estos últimos años,
en función del mayor conocimiento de los mecanismos que desencadena.Y es-
tos mecanismos son tanto más complejos cuanto mayor es la agresión y más
afecta al organismo. A todo este complejo entramado de respuesta a la agresión se
le denomina inflamación.
El control de estos mecanismos, como intento de curar la enfermedad, condiciona
la imperiosa necesidad de su conocimiento. Conocimiento, por otra parte, tremenda-
mente difícil, dada su complejidad y la multitud de factores que lo acompañan.
Implica de manera importante el metabolismo intermediario y, por tanto, condicio-
na el estado nutricional de los enfermos. Pero en este momento se sabe que el aporte
de nutrientes no solamente tiene funciones nutricionales, intentando contrarrestar
el hipermetabolismo y catabolismo, sino que también a partir del mismo se intenta
modificar la respuesta a la agresión (“modularla”), mejorándola y tratando de utilizar
los sustratos nutricionales como auténticos medicamentos.
Ante una lesión orgánica, independientemente de su etiología, se desencadena un
proceso inflamatorio mediado por diferentes factores, tanto humorales como celu-
lares, que conducen o intentan conducir hacia la limitación y reparación del proceso
nosológico.
La inflamación localizada es una respuesta fisiológica de protección estrechamen-
te controlada por el organismo en el lugar de la lesión. La pérdida de este control
local o la presencia de una respuesta superactivada condiciona una exagerada
respuesta sistémica que se identifica clínicamente como síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica o SIRS. Una vez iniciada la respuesta inflamatoria se ponen en
marcha mecanismos compensatorios concertados, siendo la evolución [resolución,
síndrome de disfunción multiórgano (SDMO) o muerte] dependiente del balance
entre el SIRS y los mecanismos compensadores.
En las últimas dos décadas se ha profundizado en la fisiopatología del SIRS, caracte-
rizado por ser una reacción inflamatoria anormal y generalizada que se presenta en
órganos a distancia de la agresión inicial. Cuando el proceso es debido a una infección,
el término sepsis y SIRS son sinónimos, y es por ello por lo que sobre la base del
conocimiento actual sobre la sepsis y sus secuelas se ha propuesto un amplio abanico
de terapias innovadoras.
Dentro del contexto del paciente crítico, en situación crítica o críticamente enfer-
mo, definido como aquel que tiene un riesgo actual o potencial de sufrir complicacio-
nes que pongan en peligro su vida (situación crítica), que precisa de medios externos
de soporte para mantener la homeostasis, pero teniendo su proceso un carácter
potencialmente reversible, la incidencia de SIRS es sumamente elevada (68%), estando
ligada la presencia de disminución o fallo multiórgano (DMO/FMO) a la situación de

771
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

riesgo que se puede estratificar con criterios de iso- diovasculares (aumento en la frecuencia cardiaca,
gravedad tipo APACHE II o ISS (Injury Severity Score). contractilidad y gasto cardiaco) y neuroendocrinos
Además, los avances de la tecnología, de la (liberación de catecolaminas, cortisol, hormona
medicina molecular y del conocimiento y secuen- antidiurética, hormona de crecimiento, glucagón
ciación del genoma humano han contribuido a e insulina). Se presenta una mayor necesidad de
profundizar más en este conocimiento, buscando líquidos debido al tercer espacio, así como un in-
diagnósticos de susceptibilidad a enfermedades y cremento en el consumo de oxígeno. La diferencia
evoluciones, diagnósticos clínicos y pronósticos, en la concentración arteriovenosa de oxígeno se
marcadores e incluso intentos terapéuticos. mantiene en rasgos normales, debido a la adapta-
Cada vez se encuentran más evidencias de la ción del aporte de oxígeno (DO2); sin embargo,
importancia del componente genético en el desa- ante situación de deuda de oxígeno, el organismo
rrollo de las enfermedades, incluidas las más graves adopta rápidamente la vía anaerobia. Asociada
o críticas, y por tanto se deben actualizar los cono- al aumento en las necesidades metabólicas se
cimientos en este campo, ya que el conocimiento presenta una caída en las resistencias vasculares
del polimorfismo genético será imprescindible para sistémicas. Si no se presenta una segunda agresión,
mejorar la efectividad y los resultados de las indica- el efecto de estas alteraciones fisiológicas locales y
ciones de tratamientos diferentes. sistémicas dura de 3 a 5 días y desaparece en 7-10
días. Clínicamente se produce una reducción del
tercer espacio, diuresis aumentada y normalización
del pulso y de la temperatura.
2. Fisiología La pérdida del control local o una respuesta
de la inflamación superactivada condiciona una respuesta sistémica
exagerada, a la que se denomina SIRS. Éste puede
El proceso inflamatorio se caracteriza por cua- ser iniciado por una infección (virus, bacterias, pro-
tro eventos importantes: vasodilatación, aumento tozoos y hongos) o por causas no infecciosas, como
de la permeabilidad microvascular, activación/ el trauma, las reacciones autoinmunes, la cirrosis y
adhesión celular, y coagulación. La vasodilatación la pancreatitis.
y el incremento de la permeabilidad microvascular Bone, en 1996, propuso un esquema en tres fa-
en el lugar de la inflamación aumentan la disponibi- ses para explicar el desarrollo del SIRS (Figura 1,
lidad local de nutrientes y de oxígeno, producien- modificada de Bone). En la fase I, y como respuesta
do calor, hinchazón y edema tisular. Los cambios a una agresión, el medio ambiente local produce
hemodinámicos producen los cuatro síntomas citokinas que evocan la respuesta inflamatoria,
clásicos asociados a la inflamación local: rubor reparan los tejidos y reclutan células del sistema
(eritema), tumor (edema), calor y dolor. retículo endotelial. En la fase II se liberan pequeñas
La capacidad innata de defensa del organismo cantidades de citokinas a la circulación para au-
se basa en tres elementos: barrera externa, siste- mentar la respuesta local. Se reclutan macrófagos
mas no-específicos, y respuestas antígeno-especí- y plaquetas y se estimula la producción de factores
ficas. La inflamación es la respuesta inicial, y no es- de crecimiento. Se inicia una respuesta de fase agu-
pecífica, que el organismo produce ante estímulos da que es estrechamente controlada tanto por la
mecánicos, químicos o microbianos. La inflamación disminución de los mediadores proinflamatorios
consiste en una respuesta rápida y ampliada, con- como por la liberación de los antagonistas endóge-
trolada humoral y celularmente (complemento, nos. Estos mediadores mantienen la respuesta in-
kininas, coagulación y cascada fibrinolítica) y des- flamatoria inicial, vigilando tanto la infrarregulación
encadenada por la activación conjunta de fagocitos de la producción de citokinas como contrarrestan-
y células endoteliales. Se considera esta respuesta do los efectos de las citokinas liberadas.
como beneficiosa en tanto en cuanto el proceso Esta situación se mantiene hasta que existe
inflamatorio sea regulado y equilibrado entre cé- cicatrización, la infección queda resuelta y se recu-
lulas y mediadores. pera la homeostasis. Cuando la homeostasis no se
La respuesta fisiológica normal al estrés y a restablece se presenta la fase III, caracterizada por
la agresión condiciona una serie de cambios car- una reacción sistémica masiva.

772
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

Figura 1. Evolución -en tres fases- de la agresión al SIRS y al SDMO. SIRS: síndrome de respuesta inflamatoria sistémica; SDMO/
SFMO: síndrome de disfunción o fallo multiórgano.

3. Marcadores de la sustancias, como el NO, los metabolitos del ácido


inflamación: mediadores araquidónico y los radicales libres de oxígeno gene-
y reactantes rados in situ, modulan y dirigen la adhesión, migra-
ción y activación leucocitarias. Numerosos media-
El síndrome de la respuesta inflamatoria sisté- dores ejercen su actividad tanto en la fase humoral
mica (SIRS) incluye una serie de relaciones progra- como en la celular. Los que derivan de leucocitos,
madas entre las defensas del huésped y el agente macrófagos, linfocitos y células endoteliales son los
agresor. La inflamación consta de una fase humoral y que con mayor frecuencia conducen a la aparición
otra celular, asociadas a cambios en la permeabilidad de la disfunción multisistémica (SDMO). De ellos, el
del sistema circulatorio para marginar o dirigir la factor de necrosis tumoral (TNF-α) y la interleu-
migración de las células circulantes. Una elaborada kina 1 (IL-1) son capaces de reproducir de forma
disposición de genes altamente regulados, presen- experimental la casi totalidad del síndrome inflama-
tes en las células endoteliales, leucocitos y células torio. Las altas dosis de estas linfokinas son letales.
extravasculares, son responsables del acúmulo de Junto con la IL-6, la IL-8 y el interferón-γ, constituyen
leucocitos en el lugar de la inflamación. Proteínas del el grupo de mediadores proinflamatorios.
grupo de las selectinas de los linfocitos, neutrófilos El entramado de las citokinas difiere del clásico
y monocitos, y las selectinas del endotelio reguladas sistema hormonal. Las citokinas presentan acciones
por las citokinas son decisivas para la llegada de paracrinas y autocrinas, evidencian un importante
células blancas al punto inflamado (Figura 2). En polimorfismo estructural y muestran una impor-
esta función colaboran las moléculas de adhesión de tante superposición de funciones. Están relaciona-
la integrina y las series de inmunoglobulinas. Otras das, no obstante, con el sistema endocrino clásico,

773
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

Figura 2. Estereotipo de la respuesta a una agresión séptica. LPS: lipopolisacárido; INF: interferón; IL: interleukina; TNF-α: factor
de necrosis tumoral α; PAF: factor activador de las plaquetas; PMN: polimorfonucleares; ICAM: molécula de adhesión intercelular;
ELAM: molécula de adhesión del endotelio y leucocitos.

induciendo la liberación de corticoides, sobre todo integrina de los neutrófilos. Concomitantemente, el


el cortisol, en la fase postagresión, e interactuando TNF-α y la IL-2 activan a nivel del endotelio vascular
con los glucocorticoides para modular la respuesta la molécula de adhesión intercelular (ICAM-1) y la
al estrés. Esta relación no implica dependencia, ya E-selectina. Con ello, se facilita una mayor adhesión
que los sueros anti-TNF-α y anti-IL-1 no modifican de neutrófilos al endotelio inflamado, favoreciendo
la respuesta de la corticosterona tras provocar el estrés oxidativo y el daño endotelial. También ac-
un absceso de fijación, demostrando que existen tivan los sistemas de coagulación y fibrinólisis con
otros mecanismos, además de las citokinas, capaces incremento de la anafilatoxina C3a y aparición de
de desencadenar la respuesta neurohormonal. complejos trombina-antitrombina III. Aumenta el
Las citokinas proinflamatorias estimulan los fac- activador tisular del plasminógeno y el inhibidor del
tores B, C3 y C4, reactantes de fase aguda del com- activador del plasminógeno I, así como los niveles
plemento, activando las vías de éste, con incremento de fosfolipasa A2 y los complejos elastasa de los po-
del complejo leucocitario CD11b/CD18 y de la β2- limorfonucleares PMN-α 1 antitripsina.

774
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

Los cambios endocrinos, paracrinos y auto- (IL-1 α, IL-2 β, IL-6, IL-8 y TNF-α) e inmunológicas
crinos de la respuesta inflamatoria inducen un (INF-γ, TNF-α y TNF-β) junto con marcadores de
espectro de alteraciones metabólicas en las que se la activación inmunológica (receptor soluble de
ve implicado todo el metabolismo intermediario la IL-2, neopterina y xanthopterina). La respuesta
con hipermetabolismo, hipercatabolismo, incre- no es uniforme. En la sepsis y en los cuadros in-
mento de la proteólisis, aumento de la síntesis de flamatorios agudos se liberan todas las citokinas
proteínas reactantes de fase aguda, menor síntesis proinflamatorias y el interferón-γ (durante un
hepática de proteínas viscerales, aumento de la periodo breve), sin liberación de los marcadores
gluconeogénesis, intolerancia al aporte de glucosa, de activación inmunológica. Los aloantígenos y los
y perturbación del metabolismo lipídico con hipo- antígenos de recuerdo (Candida y PPD) inducen
colesterolemia e hipertrigliceridemia. una liberación de citokinas inflamatorias muy dis-
Esta respuesta biológica a la agresión -de ca- creta, con aumento de las linfokinas inmunológicas.
rácter defensivo- precisa ser modulada para evitar La Candida induce un pico de INF-γ el primer día,
que una excesiva respuesta inflamatoria exacerbe seguido de la liberación de TNF-α, mientras que la
los procesos de atrapamiento leucocitario y libe- PPD genera INF-γ y TNF-α de forma conjunta al
ración de radicales libres de oxígeno, con lesiones segundo día (Figura 3).
secuenciales de los diversos órganos y sistemas, Esta liberación de las citokinas proinflamatorias
configurando el síndrome de fracaso multiorgá- es muy fugaz. En la sepsis, el TNF-α se eleva a partir
nico (SFMO). Algunos mecanismos de control se de los 90-120 minutos, con un pico entre las 2 y las
desencadenan inmediatamente, como la respuesta 4 horas, siendo indetectable a las 4-6 horas. La IL-1
antiinflamatoria, mientras que otros son depen- β muestra un pico a las 4 horas, desapareciendo a
dientes de los aportes o carencias de algunos sus- las 8 horas. La IL-6 y la IL-8 muestran picos más
tratos y/o de las actuaciones terapéuticas. tardíos, que se agotan en 8 horas, y que pueden
Para detectar la aparición del SIRS, seguir la evo- repetirse a lo largo del proceso inflamatorio. La rá-
lución de los procesos inflamatorios, controlar el pida desaparición de IL-1 y TNF-α se atribuye a su
efecto del tratamiento, y establecer un pronóstico, fijación al receptor IL-1 Ra y a dos receptores solu-
es necesario disponer, al margen de la valoración bles del TNF (TNF Rs-I y TNF Rs-II). Estos últimos
clínica, de determinaciones bioquímicas que sirvan aparecen 1 o 2 horas tras la liberación del TNF-α y
de marcadores de la inflamación. La investigación se mantienen elevados durante largo tiempo. Ade-
de marcadores inflamatorios adecuados arranca del más, aparece una respuesta contrainflamatoria, en
descubrimiento de la proteína C reactiva (PCR) y el la que intervienen los prostanoides, las hormonas
amiloide A. Posteriores estudios intentan discernir contrarreguladoras [cortisol, hormona liberadora
la utilidad, para su utilización como marcadores evo- de corticotropina (CRH), hormona estimulante del
lutivos y pronóstico, de los mediadores inflamatorios melanocito-α (MSH-α)], y las citokinas antiinflama-
y antiinflamatorios, de las moléculas de adhesión, de torias (IL-4 e IL-10).
las hormonas comprometidas en el síndrome de A pesar del incuestionable papel del TNF-α en
agresión, de los factores y reactantes de fase aguda la respuesta inflamatoria, los niveles plasmáticos no
del complemento, de los niveles de las proteínas cir- permiten estimar la gravedad del proceso, ya que,
culantes (proteínas de vida media corta y proteínas aunque son bajos en los pacientes con procesos
de fase aguda), y de la perturbación del metabolismo leves y buen pronóstico, sus tasas plasmáticas son
de hidratos de carbono y de los lípidos. muy dispares en los pacientes con inflamación muy
severa y evolución fatal, ya que en algunas deter-
minaciones aparecen valores muy altos, mientras
3.1. Mediadores proinflamatorios que otras pueden ser normales o no detectarse.
y antiinflamatorios Estas discrepancias pueden aparecer en tomas se-
cuenciales separadas por pocas horas en un mismo
3.1.1. Citokinas (ver Capítulo 1.4) paciente. Para explicar este hecho, se invoca la li-
beración pulsátil del TNF-α, con picos plasmáticos
Al inicio de la respuesta inflamatoria se produce separados por varias horas y de amplitud variable,
una rápida liberación de citokinas proinflamatorias casi siempre decreciente. Durante los 4-6 días en

775
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

Figura 3. Citokinas pro y antiinflamatorias. IL: interleukina; INF: interferón; TNF: factor de necrosis tumoral.

que estos picos aparecen, puede detectarse el prueba una secreción pulsátil de IL-8, con picos
TNF-α en plasma, pero en la mayoría de los casos sucesivos de amplitud creciente si la inflamación
el TNF-α suele ser indetectable, o determinado en se acentúa. Aunque en la mayoría de los pacientes
un muy reducido porcentaje de pacientes. Una vez deja de ser detectable a las 3-16 horas tras el in-
liberado se une al TNF Rs, estando en discusión si greso, en otros la elevación de la IL-8 se mantiene
dicho receptor anula su efecto o simplemente lo durante más de 60 horas. Los valores más altos
modula. Los niveles de TNF Rs son más estables al ingreso corresponden a los cuadros más graves,
y guardan cierta relación con la intensidad y per- con mayor mortalidad. A pesar de su carácter pul-
sistencia de la agresión. Estudios recientes consi- sátil, es un buen marcador inflamatorio.
deran que los niveles de TNF Rs se correlacionan Los niveles de IL-6 son más constantes, detec-
con el desarrollo de fallo multiorgánico y con la tándose en un 64-100% de los pacientes con sepsis.
mortalidad. Aunque algunos casos mantienen niveles altos du-
La IL-1 se une rápidamente al receptor inacti- rante más de 36 horas, lo habitual es una caída al
vador IL-1 Ra, por lo que su detección en sangre cabo de 4 horas, con posteriores fluctuaciones. Se
circulante varia mucho de unos casos a otros, ha podido detectar un receptor soluble de la IL-6
siendo indetectable en la mayoría de los pacientes en algunos pacientes con sepsis, así como en indivi-
con inflamación grave. La IL-1 α suele ser indetec- duos sanos, siendo más frecuente su hallazgo en los
table, mientras que la IL-1 β lo es en un 6-21% de sanos. Existe una correlación positiva significativa
los casos. Aunque algunos autores relacionan su entre los valores de IL-6 y la mortalidad. Algunos
aparición con un pronóstico letal, otros encuen- autores mantienen que la persistencia de niveles
tran niveles más altos en los supervivientes. Esta altos de IL-6 permite predecir la aparición de FMO
circunstancia la invalida como marcador. La deter- y una alta mortalidad. De las diferentes citokinas
minación de interleukina-1 β en líquido pleural está proinflamatorias es la más utilizada como marca-
siendo utilizada para discernir el carácter piógeno dor de la inflamación, con buena correlación entre
o no de los derrames pleurales, pero carece de sus niveles al ingreso y la aparición de DMO. Cabe
valor pronóstico. destacar que esta interleukina es la responsable de
La IL-8 regula la activación y migración de los la reorientación de la síntesis proteica hepática a
neutrófilos, pudiendo ser detectada en el 89% de favor de las proteínas reactantes de fase aguda, en
los pacientes sépticos. En ocasiones, muestra un detrimento de las proteínas de vida media corta
único pico, mientras que en otros casos se com- (albúmina, transferrina, prealbúmina, proteína liga-

776
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

da a retinol, etc.). Aunque in vitro la IL-6 induce torios adecuados. Esta paradoja se explica por
por sí sola la síntesis de proteínas de fase aguda, in la presencia de receptores que los inhiben y/o
vivo necesita el concurso de los glucocorticoides. modulan, y por la rápida respuesta de mediado-
El TNF-α y la IL-1 inducen la liberación de IL-6 y res antiinflamatorios, entre los que destacan las
esteroides, permitiendo la reorientación de la sín- linfokinas antiinflamatorias IL-10 y la IL-4, y la
tesis hepática de proteínas. respuesta endocrina. Además, diversos tratamien-
La IL-2 presenta un cuadro tóxico letal con tos pueden modificar precozmente la cascada de
fiebre, síndrome de fragilidad capilar, shock y daño mediadores. Desde hace algunos años, se intenta,
celular. Induce la síntesis de TNF-α y exacerba la con dos líneas terapéuticas diferentes, regular el
liberación de receptores del TNF-α. Es difícil de síndrome inflamatorio, modificando los niveles
detectar al acoplarse rápidamente a dos receptores plasmáticos de estos mediadores. Se han experi-
solubles (IL-2 Rs α o CD 25 e IL-2 Rβ o CD 122). mentado anticuerpos monoclonales anti-TNF-α
El IL-2 Rs α, y posiblemente también el IL-2 Rβ, está con resultados controvertidos, y se ha intentado
relacionado con la actividad inflamatoria intestinal. eliminar mediadores proinflamatorios por medio
La IL-4 es una linfokina antiinflamatoria que de depuración extrarrenal con hemofiltración o
aparece junto al interferón-γ (INF-γ) en la respues- hemodiafiltración continuas. Aunque existen con-
ta inflamatoria por inmunidad retardada. Sus nive- troversias sobre su utilidad, la hemofiltración, so-
les se incrementan tras el traumatismo, siendo más bre todo la veno-venosa, está siendo muy utilizada
altos en los pacientes con mayor ISS, en los pacien- en el paciente con SIRS, y con ella se producen
tes jóvenes y tras el shock. También está elevada en modificaciones artificiales de los niveles de me-
los cuadros sépticos severos. Aunque no implica diadores, apareciendo descensos (por filtración)
necesariamente mortalidad, se ha demostrado una o incrementos (por atrapamiento celular en las
estrecha relación entre los bajos niveles iniciales membranas y liberación secundaria de linfokinas),
de IL-4 y la aparición de neumonía nosocomial. con frecuencia incontrolados.
La IL-10, cuya síntesis se induce por la endo- De este equilibrio entre citokinas proinflamato-
toxina y la cascada de citokinas, es una citokina rias y antiinflamatorias, se conoce cada vez más su
antiinflamatoria que interviene en la regulación de dependencia del polimorfismo genético (PG).
los procesos inflamatorios, fundamentalmente de Las variaciones genéticas individuales que in-
etiología séptica, pudiendo ser detectada en el 46% fluyen en la expresión del TNF-α pueden influir
de las sepsis sin shock y en el 81% de los pacientes en las manifestaciones clínicas y pronóstico de
en shock séptico. Presenta un pico en las primeras la infección y la sepsis. Existe PG en los genes
48 horas, pudiendo ser detectada durante 3-5 días. responsables de la síntesis de TNF-α y -β que se
Se produce en los monocitos y en las células B y asocia con niveles elevados y mayor frecuencia
T, e inhibe la respuesta de citokinas de las células de sepsis y shock séptico, así como con una mor-
T, disminuyendo además la síntesis de NO por los talidad más elevada (Figura 4). Esta evidencia
macrófagos. Aunque en algunos casos los niveles no ha sido claramente demostrada para las IL
altos de IL-10 se acompañan de menor disfunción en general, aunque sí existe constancia de cierta
multiorgánica, la inconstancia de estos resultados significación para los polimorfismos del receptor
impide utilizarla como marcador inflamatorio. IL-1 Ra, que se asocian a un riesgo incrementado
El INF-γ presenta un pico muy pasajero en el de ciertas enfermedades autoinmunes, así como
SIRS de origen séptico, pero es fácilmente detectado a reducción en la morbilidad de determinadas
en los sujetos previamente sensibilizados a la endo- infecciones. De la IL-6, con niveles aumentados
toxina. Se detecta interferón-α, -β y -γ, siendo las en la sepsis y correlación con el pronóstico, estos
tasas de INF-γ las más valorables. En los cuadros in- niveles aumentados no se han correlacionado con
flamatorios crónicos o en el SIRS de origen inmuno- ningún genotipo.
lógico, su detección es más constante, coincidiendo Se conoce menos de los posibles PG en las ci-
con la liberación de IL-4. Su valor como marcador tokinas antiinflamatorias. De la IL-10, cuya produc-
inflamatorio no ha podido ser establecido. ción excesiva inhibe la expresión del interferón-γ,
A excepción de la IL-6 y la IL-8, las citokinas se conocen, sobre todo in vitro, PG que se asocian
proinflamatorias no son marcadores inflama- a valores elevados de esta citokina.

777
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

Figura 4. Polimorfismos genéticos en la sepsis. A: adenina; G: guanina; IL-1 Ra: receptor Ra de interleukina 1; VNTR: región de
variabilidad génica para el intrón 2; bp: pares de bases.

3.1.2. Moléculas de adhesión y las inmunoglobulinas junto con las moléculas de


adhesión de endotelio y leucocitos (ELAM), ICAM,
Cuando los lipopolisacáridos o las citokinas las proteínas de membrana asociadas a gránulos
actúan sobre las células endoteliales, se activan (GMP-140) y las moléculas de adhesión celular de
sus funciones procoagulantes y protrombóticas, los vasos (VCAM), configuran este sistema.Tras ac-
con liberación de tromboplastina, de un inhibidor tivarse, las células endoteliales van a liberar nuevos
del activador plasminógeno (PAI-1) y del factor de mediadores proinflamatorios, PAF, prostaciclina,
agregación de las plaquetas (PAF), con disminución endotelina, y NO (también conocido como factor
de la síntesis de trombomodulina. relajante dependiente del endotelio: EDRF).
Además, se activan moléculas de superficie Esta cascada de mediadores es la responsable de
que aumentan el reclutamiento y adhesión de los cambios hemodinámicos y de la evolución del
monocitos y neutrófilos. Las integrinas, selectinas SIRS hacia un cuadro de disfunción multisistémica.

778
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

Dada su importancia, es objeto de un notable Se está investigando la idoneidad de los me-


esfuerzo investigador, vislumbrándose la posibilidad diadores humorales como marcadores inflamato-
de detectar marcadores fiables de la inflamación rios. Cabe reseñar que, mientras que la IL-6 sufre
aguda y crónica, incluido el rechazo de aloinjertos. cambios en algunos procedimientos terapéuticos,
Las moléculas CD11b y CD35 de los neutrófilos como la autotransfusión y la hemofiltración, los
presentan buena correlación con los niveles de IL-6 productos de la activación del complemento
y con la aparición de fallo multiorgánico. La β-inte- (C3bc y TCC) no resultan interferidos, y sus valo-
grina Mac-1 (CD11b/CD18) y la L-selectina (CD62L) res pudieran resultar más fiables que los de esta
aumentan, al igual que los niveles de IL-6 e IL-8, linfokina. No obstante, otros estudios demuestran
tras la reperfusión por angioplastia en el infarto que la hemofiltración es capaz de aclarar anafila-
agudo de miocardio, demostrando la existencia de toxinas (C3adesArg y C5adesArg).
respuesta inflamatoria miocárdica. Las moléculas
circulantes de adhesión intercelular-1 (cICAM-1)
se correlacionan con los niveles de PCR. En los 3.2. Respuesta hormonal
cuadros de SIRS por virus que inducen activación
de los linfocitos T, es un marcador sensible de la Existe una estrecha interrelación entre el sis-
activación de los procesos inmunológicos. En los tema hormonal y los mediadores inflamatorios.
casos de pancreatitis necrohemorrágica, es un Esta relación es especialmente estrecha entre
buen marcador inflamatorio predictor de la grave- IL-1 y la respuesta adrenal, demostrando que la
dad, discriminando entre las formas edematosas y respuesta tisular final depende de la modulación
necrotizantes, con una sensibilidad del 75% y una endocrina, paracrina, autocrina y oxidativa. En los
especificidad del 85%. primeros momentos, tras la agresión, se produce
En la activación de la coagulación durante la una elevación de los niveles de corticotropina
sepsis, se ha encontrado PG y, visto que los en- (ACTH), noradrenalina, adrenalina, corticos-
fermos con sepsis meningocócica portadores del terona, cortisol, MSH-α y hormonas sexuales.
genotipo 4G/4G tuvieron un pronóstico significa- Aunque respondan a un mismo estímulo, esta
tivamente peor que los portadores de otros ge- relación entre hormonas y citokinas no es causal,
notipos, sospechándose que este genotipo posee como se demuestra por la falta de inhibición de
peor capacidad fibrinolítica.Y también se sospecha la liberación de corticosterona con anticuerpos
que no sólo tienen predisposición a episodios monoclonales anti IL-1 y anti-TNF, tras provocar-
trombóticos, sino también a una menor respuesta se un absceso de fijación. La teoría que considera
a la administración de la proteína C activada como que la respuesta hipotálamo-hipofisaria es la
tratamiento de la sepsis severa. responsable del desarrollo del síndrome pos-
tagresión mantiene su vigencia. La velocidad de
respuesta hormonal es diferente para cada tipo
3.1.3. Mediadores humorales: de hormona. Las catecolaminas (adrenalina y no-
activación del complemento radrenalina) responden en segundos, la insulina y
el glucagón en minutos, la hormona de crecimien-
La activación del complemento es un fenó- to y el cortisol entre 6 y 12 horas, mientras que
meno habitual en la sepsis. La IL-1 y el TNF-α las hormonas tiroideas y sexuales tardan varias
son responsables de la liberación de potentes horas en responder.
anafilatoxinas (C3a, C4a, y C5a), junto con enzimas Las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina)
proteolíticas. son inmediatamente liberadas tras la agresión, y
Se activa la cascada de la coagulación, así como sus niveles se correlacionan bien con algunas esca-
los sistemas fibrinolítico y plaquetario, con libe- las de gravedad, como el ISS en el caso de los trau-
ración de mediadores inflamatorios (kininas, PAF, matismos, pero, tras una liberación muy precoz, sus
tromboxanos) y proteasas (kalicreína, factores niveles evolucionan de forma variable, dependien-
XIIa, VIIa, trombina y plasmina). Inmediatamente, do de la etiología de la agresión y del tratamiento
se activarán antitrombina III, antiplasmina y anti- urgente de dichas situaciones, que suele incluir
proteinasas como la α-2-macroglobulina. esteroides o catecolaminas.

779
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

El glucagón, cortisol y vasopresina son liberados esta sustancia en la infección. Los niveles de pro-
más tardíamente, y sus tasas plasmáticas se rela- calcitonina guardan relación con la gravedad de
cionan con la gravedad de la agresión, el aporte de la infección. Aunque no se trata de un marcador
sustratos y, sobre todo, con los tratamientos hor- inflamatorio propiamente dicho, su determinación
monales, previos o secundarios a la agresión. puede ser importante, dado su potencial discrimi-
La insulina presenta una fase de supresión nador de los cuadros de SIRS y su valor pronóstico
durante algunos tipos de agresión traumática o en la sepsis.
quirúrgica. Se ha relacionado con la liberación
de noradrenalina y se considera que determina la
“fase aguda traumática” o fase ebb. Tras esta fase
se produce una rápida elevación, con niveles de 4. Alteraciones metabólicas
glucemia inadecuadamente altos para las tasas de de los sustratos nutricionales
insulinemia, dando lugar al cuadro que se conoce
como resistencia a la insulina. Este comportamien- 4.1. Alteraciones
to de la insulina se relaciona con los niveles de hor- del metabolismo proteico
monas contrarreguladoras, aunque algunos autores
lo atribuyen a las endotoxinas bacterianas o a los Uno de los efectos, ya comentados, de la IL-6 es
mediadores inflamatorios. Aunque estos cambios el realineamiento de la síntesis proteica hepática
se mantienen durante unos 7 días, con intensidad a favor de las proteínas reactantes de fase aguda.
dependiente de la importancia de la agresión, las Puesto que la elevación de los niveles de IL-6 es
grandes variaciones individuales y su modificación prácticamente la regla en todos los cuadros in-
por el tratamiento y el aporte de sustratos, la inva- flamatorios, cabe esperar un incremento de este
lidan como marcador de la inflamación. tipo de proteínas, acompañando un descenso de la
La respuesta adenohipofisaria y tiroidea tras la síntesis de albúmina, prealbúmina, proteína ligada al
agresión muestra un rápido, pero variable aumento retinol y transferrina.
de ACTH, hormona de crecimiento (GH), hormona
luteinizante (LH), vasopresina, (hormona lipotrópi-
ca (β-LPH) y β-endorfina, siendo muy irregular la 4.1.1. Proteínas de vida media corta
secreción de gonadotrofinas, hormona tirotropa
(TSH) y oxitocina. En estudios realizados en la fase Diversos trabajos han puesto de manifiesto la
precoz postraumática, se ha podido comprobar la caída de las tasas de estas proteínas tras los trauma-
existencia de un patrón de respuesta hormonal tismos y la sepsis, pero se discute si dicho descenso
adenohipofisaria y tiroidea, con LH baja, prolactina está en relación con la desnutrición (marcadores
alta, mientras que GH, TSH, hormona estimulante nutricionales) o con la presencia de fenómenos in-
de los folículos (FSH) y T4 libre muestran tendencia flamatorios (marcadores de la inflamación).
a cifras bajas. Estos cambios hormonales no están La albúmina, con una vida media de 20 días, es
relacionados con la gravedad del traumatismo y su un buen marcador nutricional en el ayuno, pero en
mortalidad, siendo de escasa utilidad como marca- el paciente crítico, su valor como marcador nutri-
dores pronósticos de la inflamación. cional es escaso, modificándose sus valores séricos
La calcitonina aumenta y sirve de marcador en por los cambios hemodinámicos, de permeabilidad
el carcinoma medular de tiroides. Se han descrito vascular y de síntesis hepática que conforman el
altas concentraciones de una sustancia calcitonina- SIRS. La transferrina, con una vida media de 8 días,
like en otros procesos extratiroideos (nefropatías depende más de los cambios en el metabolismo del
agudas, neoplasias, neumopatías agudas y crónicas, hierro, sobre todo en presencia de inflamación, que
pancreatitis agudas y meningococemia fulminante). del aporte o carencia de sustratos. La prealbúmina
El estudio de estas sustancias ha puesto de mani- transportadora de tiroxina, con una vida media
fiesto el valor de la procalcitonina como marcador de 2 días, y la proteína transportadora del retinol,
de la infección severa. La procalcitonina presenta con una vida media de 12 horas, son proteínas
niveles normales o bajos en los casos de SIRS no transportadoras de vida corta que responden rá-
sépticos, mientras que aparece un pico precoz de pidamente al aporte de energía y de aminoácidos,

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A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

sobre todo de cadena ramificada. La proteína ligada La ferritina sérica, que difiere de la tisular por
al retinol no se correlaciona negativamente con las estar parcialmente glicosilada y contener muy
proteínas reactantes de fase aguda, y sus valores no poco hierro, está muy aumentada en los cuadros
permiten establecer un pronóstico, careciendo de inflamatorios y tumorales. Coincide con una situa-
utilidad como marcador inflamatorio. ción de hiposideremia, por captación del hierro
La albúmina y la prealbúmina presentan corre- por el macrófago, y niveles bajos de transferrina
lación negativa con los reactantes de fase aguda y una saturación normal o baja de esta última. Los
pero, aunque sus valores guardan relación con niveles de ferritina se correlacionan con la grave-
la gravedad medida por el APACHE II, sus tasas dad del proceso inflamatorio y sus valores basales
plasmáticas no permiten establecer un pronóstico predicen con mucha exactitud la mortalidad. Es un
vital en los pacientes con SIRS. Existe correlación buen marcador de la evolución clínica del paciente,
negativa entre los niveles de transferrina y los de manteniéndose elevada en los cuadros de SIRS que
proteína C-reactiva y de ferritina, siendo posible evolucionan hacia la disfunción multiorgánica. Cabe
predecir la probabilidad de supervivencia a partir señalar el valor pronóstico de las dos proteínas
de este parámetro. (transferrina y ferritina) que regulan el metabolis-
mo del hierro. La trascendencia de este metal en
el estrés oxidativo puede explicar la significación
4.1.2. Proteínas reactantes pronóstica de la ferritina. La ferritina es posible-
de fase aguda mente el marcador inflamatorio más sensible, pero
la presencia de patología tumoral o enfermedad
Tras el descubrimiento por Tillett y Francis de inflamatoria crónica limita su utilidad.
la PCR, se desarrolló el concepto de respuesta de La elastasa de los polimorfonucleares es un
fase aguda. Las citokinas proinflamatorias, funda- reactante de fase aguda muy precoz, con un pico
mentalmente la IL-6 y la IL-1 inducen una rápida entre el primer y el segundo día. Es un buen mar-
elevación de estas proteínas, pudiendo la PCR y cador inflamatorio con capacidad predictiva en la
el amiloide A incrementar hasta 1.000 veces sus pancreatitis aguda, con una sensibilidad del 100% y
valores basales. una especificidad del 95%.
El amiloide A es, para algunos, un buen marca- La fosfolipasa A muestra un pico al tercer día de
dor inflamatorio, pero su relación con los demás la aparición del SIRS, mientras que la α2-macroglo-
marcadores con valor pronóstico es inconstante y bulina, inhibidora de las proteasas, sufre un descen-
dependiente de la patología. so que alcanza el valor mínimo entre el cuarto y
La PCR es muy sensible ante los cambios infla- el quinto días. Aunque muy constantes en el SIRS,
matorios, apareciendo a las horas de la agresión y sus valores no permiten discriminar la gravedad del
manteniéndose durante varios días. Es un marca- proceso inflamatorio.
dor inflamatorio barato y fiable, ya que sus valores La α-1-antitripsina es una antiproteasa que au-
experimentan importantes elevaciones en los pa- menta ante cualquier proceso inflamatorio. Su ex-
cientes con SIRS, manteniéndose elevados en los creción por las heces permite diferenciar la diarrea
pacientes que desarrollan disfunción multisistémica, secundaria a procesos inflamatorios intestinales de
y normalizándose en los casos con buena respuesta otras diarreas (pancreatitis crónica, diarreas osmó-
a la terapéutica. Un descenso de más del 25% de la ticas, intestino corto en fase estable, etc.).
PCR en 24 horas es indicador de la resolución del La ceruloplasmina incrementa sus niveles bajo el
cuadro séptico, con una sensibilidad del 97%, una estímulo de la IL-1, siempre y cuando no exista dé-
especificidad del 95% y un valor predictivo del 97%. ficit de cobre. Se discute su capacidad como marca-
Los niveles de PCR, así como el perfil de glicosida- dor del estadio de tumores y linfomas, pero parece
ción de la α-1-antiquimotripsina, permiten predecir comportarse como reactante de fase aguda, aunque
la aparición de fallo cardiaco tras el infarto agudo está muy influenciado por factores nutricionales. La
de miocardio. La insuficiencia cardiaca secundaria síntesis de metalotioneína se exacerba en presencia
está más en relación con la magnitud de la reacción de IL-1, si no existe déficit de zinc. A pesar de la im-
inflamatoria que con el tamaño del infarto estima- portancia de estas sustancias en el estrés oxidativo
do por la desviación enzimática. y, por consiguiente, en la evolución de los pacientes,

781
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

no ha sido totalmente establecida su utilidad como dería a un fallo posreceptor que incluiría las alte-
marcadores pronósticos del SIRS. raciones del movimiento intracelular del GLUT-4
El incremento de la liberación de orosomucoi- (proteína trasportadora de glucosa regulada por
de, ceruloplasmina y glutatión aumenta las defensas insulina), en cuya disregulación intervendría di-
antioxidantes y reduce la producción de citokinas rectamente el TNF-α. La intolerancia a la glucosa
inducidas por los radicales de oxígeno. y la resistencia insulínica parecen depender del
La fibronectina, glicoproteína que se acumula aumento del cortisol, aunque esta perturbación
en los focos inflamatorios, es muy rápidamente aumenta cuando están aumentadas las tres hor-
degradada. Sus fragmentos estimulan la prolifera- monas contrarreguladoras (cortisol, glucagón y ca-
ción de los fibroblastos, así como la producción de tecolaminas). Se atribuyó al aumento de hormonas
IL-1 y TNF-α. contrarreguladoras el incremento de la degrada-
La α-1-glicoproteína ácida es una glicoproteína ción de las proteínas y el incremento de aminoáci-
sérica de fase aguda que puede exhibir diversas dos para la gluconeogénesis, pero este extremo no
formas, dependiendo de las cadenas del tipo hete- ha podido ser confirmado. Por el contrario, la insu-
roglicano que acople, describiéndose hasta cuatro lina, la hormona del crecimiento (GH) y el factor
glicoformas. La determinación de estas glicoformas de crecimiento análogo a la insulina tipo 1 (IGF-1)
permite detectar la aparición de infección en el seno pueden reducir el catabolismo proteico.
de procesos inflamatorios crónicos y en el sida. Per- La hiperglucemia es muy constante en el sín-
mite, además, diferenciar el cáncer hepático primario drome inflamatorio. Su elevación está en relación
del secundario. con la intensidad de la agresión, por lo que está
La α-fetoproteína se altera muy poco en los integrada junto con las pérdidas nitrogenadas, el ni-
cuadros inflamatorios, por lo que la incidencia de vel de láctico, el consumo de oxígeno, la resistencia
SIRS no altera su carácter de marcador tumoral en a la insulina y la 3-metil histidina, en la clasificación
hepatomas y tumores de células germinales. de la intensidad de la agresión por niveles de es-
trés. Se relaciona débilmente con la mortalidad, no
siendo buen marcador pronóstico, al influirse por
4.2. Alteraciones del metabolismo numerosas patologías de base y por las medidas
de los hidratos de carbono terapéuticas.

La presencia de hiperglucemia y la intoleran-


cia a la glucosa son características del síndrome 4.3. Alteraciones
postagresivo. La hiperglucemia se atribuye a un del metabolismo lipídico
aumento de la liberación hepática de esta hexosa,
habiéndose demostrado aumento de glucogenóli- En los pacientes con SIRS, sobre todo en aque-
sis y de gluconeogénesis. llos cuya etiología es la sepsis, se comprueba la
En el SIRS, los aminoácidos, el pirúvico y el lác- presencia de un patrón uniforme de elevación
tico son los principales sustratos de dicha gluco- de triglicéridos, con descenso de colesterol total,
neogénesis. Se estima en un 50-60% el aumento de HDL-colesterol y apolipoproteínas A y B, que
producción hepática de glucosa en las fases álgidas tienden a normalizarse al desaparecer el cuadro
del proceso inflamatorio. Esta hiperglucemia coin- inflamatorio.
cide con un aumento de los niveles de insulinemia Los cambios en HDL-colesterol y apoproteínas
que alcanzan cifras 2-4 veces superiores a los se correlacionan con las variaciones de los niveles
normales. Esto es en parte debido a la existencia de albúmina, influyéndose por su salida al extravas-
de una situación de mala utilización periférica de cular. Carecen de valor pronóstico, no pudiendo
la glucosa, sobre todo a nivel del músculo y del ser utilizados como marcadores inflamatorios
tejido adiposo, a la que contribuye la resistencia a fiables.
la insulina. El metabolismo de los triglicéridos se altera
En los procesos inflamatorios, esta resistencia en presencia de TNF-α, IL-1 y LPS (lipopolisacá-
se debería al fracaso de la captación periférica de ridos). El TNF-α bloquea la lipoproteína lipasa del
glucosa, dependiente de la insulina, y correspon- adipocito, junto con la acetil-CoA carboxilasa y la

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A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

sintetasa de ácidos grasos, y estimula la lipogénesis organismo, junto con la disminución de la función
hepática. Todo ello conduce a la aparición de una de determinados órganos y la frecuencia de enfer-
hipertrigliceridemia muy constante en el SIRS, medades crónicas y de desnutrición, condicionan
que se acentúa en los pacientes con mala evolu- la respuesta en los ancianos. Hay una respuesta
ción, normalizándose en los casos que superan metabólica y endocrina diferente en los neonatos.
el cuadro inflamatorio. Aunque los pacientes en El crecimiento es un proceso anabólico, que se tra-
situación de fallo multiorgánico terminal presentan duce en un metabolismo basal más elevado que en
marcada hipertrigliceridemia, sus valores basales la edad adulta.
no presentan valor pronóstico. b) Sexo: la respuesta a la agresión puede estar
El colesterol presenta valores bajos en los pa- ligada al dimorfismo sexual. La diferencia parece
cientes con SIRS. Se ha podido confirmar su valor basarse en la regulación de las hormonas gonadales
pronóstico en pacientes sépticos y traumatizados. sobre los componentes de la respuesta al estrés.
En algunos tumores, sobre todo entre la población Los estrógenos tienen una acción potenciadora,
masculina, la presencia de bajos niveles de colesterol mientras que los andrógenos tienden a inhibirla.
se correlacionan con la aparición de neoplasias, pre- c) Enfermedad de base: la situación basal
cediendo la aparición de hipocolesterolemia en 2 o de cada paciente condiciona su respuesta frente a
más años al diagnóstico del tumor. Se trataría de un la agresión. La asociación con desnutrición e inmu-
marcador preclínico de la patología cancerosa. Es un nosupresión también influye, al igual que la toma
buen marcador negativo de la inflamación, aunque de medicamentos, la anestesia y el tipo de órganos
la presencia de hipercolesterolemia o de patología afectados, en especial el SNC.
tiroidea previas puede modificar sus valores. d) Estado nutricional: condiciona la res-
puesta tanto de la producción de mediadores como
de proteínas de fase aguda. Está bien documentada
la relación entre desnutrición calórico-proteica
5. Efectos metabólicos e inmunocompetencia, ya que el funcionamiento
de la inflamación de ésta se relaciona con el estado nutricional en
el momento de la agresión, y la respuesta estará
Los pacientes que sufren cualquier tipo de agre- ligada a ambas.
sión desarrollan una alteración en su metabolismo e) Factores genéticos: amplio espectro
que condiciona deterioro en la función de los interindividual. Algunos estudios han demostrado
órganos vitales y disminución de la capacidad de diferencias genéticas en grupos de pacientes con
recuperación crítica. Esta respuesta se consideraba agresión similar y diferente gasto energético.
tradicionalmente con unas características fijas, que En cuanto a los factores relacionados con la
eran el ser proporcional a la intensidad de la agresión, hay que referir:
agresión; estructural, al mantener siempre unas a) Tipo de agresión: el factor desencade-
relaciones constantes entre sus elementos; y, por nante da lugar a perfiles metabólicos diferentes. Al
último, universal, al no distinguir entre los estí- medir el aminograma plasmático, se encuentran di-
mulos que la provocaban. Hoy se conoce que no es ferencias significativas entre los sépticos y los poli-
así. No es universal, ya que se han visto patrones traumatizados y, dentro de estos últimos, el patrón
metabólicos diferentes según el tipo de agresión. también es diferente si hay traumatismo cráneo-
No es proporcional, observándose diferente inten- encefálico (TCE) aislado o es un politraumatizado
sidad en la respuesta, y no es estructural, ya que sin TCE. Los flujos de glutamina son diferentes
puede estar condicionada por factores diferentes. según el tipo de agresión.
Se podría, por tanto, decir que la respuesta está b) Intensidad de la agresión: la respuesta
condicionada por el sumatorio de factores ligados es variable en función de la intensidad del estímulo.
al huésped y de factores de la propia agresión. Hay estudios que demuestran una correlación de
Entre los factores relacionados con el huésped la respuesta del eje hipotálamo-hipofisario-supra-
destacan: rrenal con la intensidad de la agresión.
a) Edad: la composición corporal, el estado c) Duración de la agresión: si el estímulo
inmunitario y la reserva proteica y energética del permanece activo durante un tiempo prolongado,

783
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

la capacidad de respuesta del organismo se va mo- 6. Adaptación nutricional


dificando o extinguiendo según se van agotando
las reservas que el organismo puede dedicar para Como consecuencia de la respuesta sistémica
ponerla en marcha. a la inflamación se producen una serie de modifi-
d) Mediadores de la agresión: específi- caciones en el metabolismo de los sustratos. A la
cos e inespecíficos. En función de la prevalencia de ya reseñada intolerancia a los hidratos de carbono
los mediadores, así será la calidad de la respuesta por la resistencia central y periférica a la insulina, se
a la agresión. unen cambios importantes en la utilización de pro-
Dentro de las citokinas implicadas en el estable- teínas y lípidos que van a ayudar a tratar de modular
cimiento de una situación hipercatabólica sólo se dicha respuesta.
conocen bien los efectos del TNF-α y de algunas IL.
Destacan los efectos deletéreos del TNF-α (hiperca-
tabolismo con depleción, inhibición de la lipoproteí- 6.1. Aminoácidos
na lipasa) y los positivos de la IL-1 en las fases preco-
ces de la agresión (movilización de mecanismos de En la situación de inflamación, la excreción
defensa: aparición de fiebre y proteínas reactantes nitrogenada urinaria aumenta y, aunque en la si-
de fase aguda). La IL-1 tiene su acción preferente so- tuación séptica raramente supera los 16-18 g de
bre el metabolismo de los hidratos de carbono; así, N/día, en el contexto del paciente politraumatizado
la IL-1 β incrementa la insulina, el glucagón, la ACTH y puede alcanzar y superar los 50 g de N/día. La cap-
los glucocorticoides, favoreciendo la gluconeogénesis, tación de aminoácidos (AA) por el músculo queda
y, a su vez, inhibe, aunque de forma menos intensa que inhibida, y se incrementa la hepática para la gluco-
el TNF-α, la lipoproteína lipasa. La IL-2 parece activar neogénesis, por un lado, y para la producción de
la lipólisis por disminución de la inhibición α-adrenér- reactantes de fase aguda hepáticos y para la repa-
gica. La IL-6 parece ser el principal mediador de la ración de las heridas, por otra. Los suministradores
producción de reactantes de fase aguda. de AA son, por tanto, los músculos, pero también
Generalmente, la inflamación aguda persiste -y esto es importante- el tejido conectivo y el in-
durante 24-48 horas y, en pocos días, el organismo testino, que no está estimulado. En la agresión, el
vuelve a la normalidad, lo que demuestra la natura- 50% del N de los AA liberados por el músculo está
leza protectora y homeostática de esta importante suministrado por dos AA: glutamina y alanina. Para
respuesta del huésped. Sin embargo, puede prolon- soportar las necesidades continuamente elevadas
garse el curso normal de acontecimientos tanto de glutamina se precisa la participación de AA de
por la persistencia de los estímulos como por la cadena ramificada (AACR) que se convierten en
disrupción de los mecanismos normales de control, glutamina. Mientras que la alanina se va a convertir
lo que condicionaría una inflamación crónica que en el hepatocito en glucosa-6-P, la glutamina va a
podría presentar, si cabe, eventos de reagudización constituirse en sustrato energético para las células
cuando sobre la respuesta primaria a la agresión se del intestino delgado y grueso, preservando así la
sobreponen otras agresiones. integridad de la pared y evitando la traslocación
Sobre estos efectos metabólicos de la inflamación, bacteriana. Además, la glutamina es fundamental en
está adquiriendo una gran importancia el componen- la sepsis para el funcionamiento de las células del
te genético, como ya se ha apuntado en alguno de los sistema inmune y las implicadas en la reparación
apartados. La variación en la secuencia de DNA o po- de los tejidos, dado que se produce un incremento
limorfismo genético (PG) va a condicionar casi todos por parte de los linfocitos y macrófagos de sus ne-
los mecanismos de intermediación y respuesta infla- cesidades como sustrato energético por oxidación
matoria y metabólica, contribuyendo a las diferentes parcial de la misma y a que aumentan tanto el nú-
respuestas a la misma agresión. El importante papel de mero como la actividad de estas células.
la herencia en el pronóstico de las infecciones y sepsis, El empleo de glutamina (Gln) en la agresión
ya que cada uno de los pasos que componen la reac- parece ser de primordial interés, ya que en ella
ción inmunitaria pueden estar afectados por PG, los disminuyen las concentraciones plasmáticas e in-
cuales otorgarán una mayor o menor susceptibilidad tracelulares de este AA. Los principales órganos y
y determinarán finalmente el pronóstico. células que están ávidos de Gln son el hígado, los

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A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

linfocitos y macrófagos y las células de división rá- del óxido nítrico formado a partir de la Arg com-
pida. Este fuerte descenso de la Gln puede alcanzar porta acciones tan importantes como son la inhi-
decrementos de hasta el 50%. En estas situaciones bición de la agregación plaquetaria, la regulación de
se invierten los papeles de algunos de los órganos la termogénesis, una clara acción vasodilatadora, así
dadores o receptores de Gln; así, el riñón se trans- como agente citotóxico y citostático para diversos
forma en dador, mientras que el pulmón, sobre gérmenes y para células tumorales. Por otra parte,
todo si se ha desarrollado un distrés respiratorio su protagonismo en la sepsis y en el shock séptico
agudo, se convierte en receptor. es bien conocido (ver Capítulos 1.14 y 1.15).
En situaciones de estrés la tasa de liberación de
la Gln por parte del músculo está incrementada,
dado que es fundamental para el funcionamiento 6.2. Lípidos
de las células del sistema inmune y de las células
implicadas en la reparación de tejidos, puesto que Centrándonos en el metabolismo lipídico en el
en situaciones de sepsis, quemaduras, cirugía o contexto de la agresión se sabe que en la mayor
trauma se produce un aumento en el número y parte de las situaciones hipermetabólicas -máxime
actividad de los linfocitos y macrófagos. En ratas en el politraumatismo no séptico- la oxidación de
a las que se provoca una situación de endotoxi- los ácidos grasos (AG) está aumentada o favoreci-
nemia, se objetiva una aceleración de la liberación da en comparación con la de los hidratos de car-
de la Gln por parte del pulmón y de los músculos bono, lo cual conduce a una producción de CO2
esqueléticos, el riñón cesa de consumir Gln y cam- y a una ventilación por minuto (en espontánea)
bia hacia la liberación de la misma a la vena renal relativamente más baja. Esto se valora fácilmente
para, entre los tres órganos, subvenir a mantener con el cociente respiratorio (CR = VCO2/VO2)
el pool plasmático, dado que en éstas la ingesta está que suele ser de 0,7-0,8.
muy disminuida o anulada. Asimismo, decrece la El metabolismo lipídico en el paciente hiperme-
producción de arginina a partir de la Gln vía la ci- tabólico se caracteriza tanto por el aumento en la
trulina. Este pool es el encargado de suministrar las oxidación de los ácidos grasos de todas las cadenas
necesidades de Gln al intestino pero, sobre todo, (n) como por la presencia de un acidograma con
en estas situaciones sépticas, al hígado y a las célu- bajos niveles de los ácidos linoleico y araquidónico
las del sistema inmune (ver Capítulo 1.15). junto con altos niveles de ácido oleico. Este perfil
Otro AA de extraordinario interés en la agre- de ácidos grasos es similar al que se presenta en la
sión es la arginina (Arg). La arginina es un aminoá- situación de déficit de ácidos grasos esenciales.
cido condicionalmente indispensable, pero habi- Los sustratos primarios de muchos mediadores
tualmente en pacientes críticos esa categoría pasa inflamatorios (también llamados mediadores lipídi-
a ser indispensable. Su actividad como factor ace- cos) son los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI)
lerador en la cicatrización de heridas, sus efectos de la serie n-6, como el ácido linoleico y su meta-
beneficiosos en la expoliación nitrogenada, y el ser bolito, el ácido araquidónico, y los AGPI de la serie
mediador de liberación de insulina, catecolaminas y n-3, como los ácidos linolénico y eicosapentaenoico.
somatostatina son bien conocidos. Pero aún existe Tras la apropiada activación de las fosfolipasas, el
una nueva faceta asimismo extraordinariamente ácido araquidónico es retirado de la membrana
interesante con respecto a la Arg, y es el descubri- celular, donde ha sido convertido en prostaglandinas
miento de la formación de óxido nítrico en el cur- por las enzimas de la vía de la ciclooxigenasa o en
so del metabolismo de este AA en diferentes tipos tromboxanos por la vía de la 5-lipooxigenasa. Por
de células: en el endotelio vascular, en células ner- último, los macrófagos son la principal fuente de
viosas y en leucocitos. El óxido nítrico sólo puede prostaglandinas y leucotrienos, y producen ácido
ser originado a partir de la L-arginina, y su tasa de araquidónico por conversión enzimática -fosfolipasa
producción es dependiente de la concentración de A2- de la fosfatidilcolina y fosfatidiletanolamina.
la misma, siendo modulada a su vez por la arginina Estas modificaciones en el metabolismo lipídico
metilada como antagonista y por la inducción de la en los pacientes críticos o en situación de agresión
sintetasa del óxido nítrico mediada por el TNF-α y son secundarias a las marcadas alteraciones en el
otras citokinas como la IL-1 y la IL-6. La actuación contexto hormonal, así como a la producción de

785
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

mediadores inflamatorios. Estudios in vitro e in vivo mia encontrada en los pacientes críticamente en-
han sugerido que los ácidos grasos n-3, presentes en fermos. El aumento en la captación de HDL se aso-
los aceites vegetales (soja, por ejemplo), aunque en cia al incrementado catabolismo de la apo A-1 (la
mayores concentraciones en el aceite de pescado, apo A-1 rica en HDL es un potente estabilizador de
pueden tener propiedades antiinflamatorias. Estruc- la PGI2) que puede ulteriormente aumentarse con
turalmente los n-3 difieren de los n-6 por la localiza- las emulsiones triglicéridos de cadena larga (LCT)
ción de los dobles enlaces (ver Capítulo 1.13). empleadas en el soporte nutricional parenteral.
La aumentada liberación de hormonas contra- La oxigenación parcial del ácido araquidónico
rreguladoras (catecolaminas, cortisol, glucagón) origina ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) de 20
bloquea de forma importante el efecto de la insuli- átomos de carbono, los eicosanoides. Estos com-
na y estimula la actividad de la hormona-sensible a puestos incluyen las prostaglandinas (PG), los leu-
lipasa en el tejido adiposo y posiblemente también cotrienos (LT), las lipoxinas (Lx), el ácido hidroxiei-
en el muscular. Ello condiciona una aumentada cosatetraenoico (HETE) y los epóxidos.También se
hidrólisis de los triglicéridos (TG), así como la li- incluyen en este grupo productos de oxigenación
beración de glicerol y de ácidos grasos (AG). Una de otros ácidos grasos como el ácido eicosapentae-
parte sustancial de los AG son reesterificados en noico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).
el hígado e incorporados a las VLDL (Very Low Estudios tanto en modelos animales como en
Density Lipoproteins) de nueva creación. Además, pacientes han demostrado la importancia de la
las citokinas -como el TNF-α- aumentan la síntesis liberación de mediadores lipídicos [productos de
de novo hepática mientras que, posiblemente, inhi- la ciclooxigenasa, leucotrienos y factor activador
ben la actividad de la lipoproteína lipasa (LPL) en de las plaquetas (PAF)] o en la fisiopatología de la
el tejido adiposo; por contra, las monokinas (IL-1 β sepsis. El paso limitante en la producción de eicosa-
e IL-2) inhiben la acción de la LPL condicionando noides es la liberación de araquidónico a partir de
alteraciones en la captación lipídica a nivel del tejido los fosfolípidos de la membrana por la fosfolipasa A,
no adiposo. La IL-2 parece activar la lipólisis, dismi- la fosfolipasa A2 o la fosfolipasa C.
nuyendo la inhibición α-adrenérgica de la hormona El ácido araquidónico puede metabolizarse en
lipasa-sensible. dos vías (ver Capítulo 1.4):
Por todo ello, la incrementada lipogénesis hepáti- 1. La ciclooxigenasa para la síntesis de PG12
ca y secreción de TG no está igualada por el aumen- (prostaciclina), PGD2, PGE2, PGF2 y TXA2.
to de su retirada (aclaramiento) del plasma, lo que 2. La lipooxigenasa para la síntesis de leuco-
conduce a una elevación plasmática de las partículas trienos (LTA4, LTB4, 5-HETE, LTC4, LTD4, LTE4
ricas en TG. En esta línea, se ha sugerido que estas y lipoxinas).
partículas ricas en TG pueden tener efectos benefi- Aunque pequeñas cantidades de ácido linoleico
ciosos atrapando e inactivando endotoxinas. (un AGPI esencial, precursor de ácido araquidóni-
Las concentraciones plasmáticas de colesterol, co) son importantes para el normal funcionamien-
particularmente en las HDL (High Density Lipopro- to del sistema inmune, dosis elevadas tienen un
teins), están marcadamente reducidas. En realidad, efecto inmunosupresor. Este efecto parece estar
las HDL poseen propiedades antiinflamatorias y mediado por la generación de prostaglandinas
son “consumidas” en algunos procesos inmunes. mono y dienoicas (con uno o dos dobles enlaces).
Se reconoce que las HDL disminuyen la degranu- La administración de ácidos grasos n-3 (ácidos li-
lación de los leucocitos (neutrófilos) y que inhiben nolénico, EPA, DHA) se asocia con la producción
la actividad citolítica de los complejos C5b-9 del de prostaglandinas trienoicas, cuyo efecto biológi-
complemento. co es menor (p. ej., el TXA3 produce menos agre-
Como resultado del aumento en la demanda ce- gación plaquetaria que el TXA2, o la PGE3, menos
lular de lípidos y aminoácidos, las HDL son también inmunosupresión que la PGE2).
activamente catabolizadas por los linfocitos activa- El enriquecimiento de la dieta con ácidos grasos
dos y por los linfocitos proliferantes, así como por n-6 produce un efecto inmunosupresor por genera-
las células reticuloendoteliales. ción de grandes cantidades de PGE2. Por otro lado,
Estas funciones específicas de las HDL pueden, estudios in vitro y en modelos de sepsis en animales
parcialmente, explicar la gran hipo-alfa-lipoproteine- pequeños indican que la administración de ácidos

786
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

grasos n-3 (EPA y DHA) se asocia a un efecto anti- función de estos PG, ayudaría a desarrollar trata-
inflamatorio, demostrado también en sujetos sanos. mientos alternativos.
El efecto de estas intervenciones sobre el curso de La terapia génica, sin embargo, tiene aún un largo
la sepsis en pacientes críticos no es conocido. camino para pasar de la experimentación a la utili-
Los datos disponibles indican que el contenido zación clínica.
lipídico de la dieta es capaz de alterar la función Tampoco hay que olvidar que los nutrientes de
metabólica y celular. Los lípidos alteran la compo- la dieta pueden tener un importante efecto sobre la
sición y función de la membrana celular, alteran la expresión genética de múltiples tejidos del cuerpo
generación de citokinas y prostaglandinas, y pueden humano. Macronutrientes y micronutrientes espe-
alterar la respuesta del huésped a la infección. cíficos inician procesos de regulación genética que
Hoy en día la comprensión de la respuesta in- alteran niveles de enzimas metabólicos, así como
mune y metabólica al estrés es incompleta. Los da- de proteínas transportadoras y estructurales. Y
tos disponibles indican que se desconoce el tipo de esto es tremendamente importante en el hígado y
respuesta del huésped que se asocia con un mejor en el intestino.
pronóstico. Así, se ha de ser extremadamente cui- Los factores de crecimiento tienen un papel
dadosos al tratar de manipular la respuesta normal, principal en la estimulación del anabolismo de
ya que ciertas intervenciones pueden mejorar o los tejidos. La síntesis y secreción de IGF-1 en el
empeorar simultáneamente diferentes aspectos de hígado está controlada por la GH en presencia de
las respuestas del huésped. una adecuada ingesta y, por tanto, hay una mag-
Dentro de este aspecto de conocimiento y ma- nífica relación entre los tres factores: niveles de
nipulación de la respuesta a la agresión, también hay hormona, de IGF-1 y de síntesis de tejidos. Pero, si
que tener en cuenta la genética. Los conceptos de la ingesta es inadecuada, el equilibrio se rompe. En
farmacogenética y terapia génica aparecen cada vez animales, el hambre o una dieta baja en proteínas
con más frecuencia. La primera que estudia la varia- hacen que los niveles circulantes de IGF-1 y de
bilidad individual de la respuesta a los fármacos en IGF-1 mRNA hepática disminuyan dramáticamen-
función de las diferencias genéticas, y la segunda, la te, y la administración de GH exógena no revierte
transferencia al enfermo de material genético. los efectos de la disminución de la ingesta en la
Hay evidencia de la existencia de PG de los genes expresión de los genes de IGF-1. Sin embargo, la
que codifican enzimas que intervienen en la absor- realimentación o la repleción de proteínas de
ción, metabolismo y excreción de medicamentos, y la dieta consigue una rápida normalización de los
su conocimiento, y la respuesta al tratamiento, en niveles de IGF-1.

787
Capítulo 4.26. Nutrición en la inflamación aguda

7. Resumen
 La definición consensuada del SIRS ha condu-  Por último, hay que dejar constancia del cre-
cido a la descripción de diversas y no relacio- ciente interés e importancia del polimorfismo
nadas estadificaciones de la enfermedad en un genético en el diagnóstico, evolución, pronósti-
proceso universal a partir del cual será posible co, e incluso tratamiento (terapia génica) en el
categorizar, investigar y tratar la respuesta in- enfermo crítico, y el enorme campo de investi-
flamatoria -tanto normal como anormal- del gación que se presenta.
organismo ante una agresión. Ello forma la base
de la fisiología y de la patofisiología que pre-
sentan los pacientes y que está, habitualmente,
sujeta a tratamiento.

 En la última década se han entendido mejor los


acontecimientos celulares y humorales de la in-
flamación y de la respuesta inflamatoria sistémi-
ca, aunque los conocimientos globales en este
campo son todavía muy limitados. Los nuevos
conceptos de MARS, CARS y CHAOS dentro
de la historia natural del SIRS constatan estas
limitaciones y sugieren posibles horizontes a
nuestro entendimiento, ya que, por el momen-
to, los intentos de intervenir en los fenómenos
que participan en el SIRS han tenido poco éxito.
Ello puede estar relacionado con que estos in-
tentos unifocales se fundamentan en los cono-
cimientos actuales y consisten en terapias que
no satisfacen la necesidad clínica de controlar el
SIRS, una vez que se han puesto en marcha las
cascadas descritas.

 Cabe destacar el soporte nutro-metabólico


para prevenir o limitar la evolución del síndro-
me. Una reciente y original revisión de Grimble
hace especial hincapié en los nutrientes con
capacidad moduladora de la inflamación: las
grasas ricas en ácidos grasos de las series n-3 y
n-9 reducen la respuesta a las citokinas; algunos
aminoácidos, glutamina, arginina y los azufrados
que participan en la formación de glutatión y de
metalotioneína; las defensas antioxidantes, como
vitaminas, minerales, péptidos y glutatión…; las
vía de administración…

 Para finalizar, también es preciso considerar


que parte de la respuesta SIRS es beneficiosa,
a largo plazo, para el paciente. Ulteriores inves-
tigaciones experimentales y clínicas deberán
desarrollar un esquema global del SIRS, sus
síndromes asociados, su historia natural y las
posibilidades de modulación.

788
A. García de Lorenzo y Mateos | F.J. Ordóñez González

8. Bibliografía
Bone RC. Toward a theory regarding the pathogenesis of the
systemic inflammatory response syndrome: what we do and
do not know about cytokine regulation. Crit Care Med 1996;
24: 163-72.
Trabajo pionero que establece los conceptos de respuesta
inflamatoria sistémica, mediadores y evolución.

Brockhaus M. Soluble TNF receptor: what is the significance.


Intensive Care Med 1997; 23: 808-9.
Importante trabajo que esclarece la importancia clínica de
determinadas citokinas y de sus receptores.

García de Lorenzo A, Ortiz C, Planas M, et al. Parenteral


administration of different amounts of branched-chain amino
acids in septic patients: clinical and metabolic aspects. Crit
Care Med 1997; 25: 418-24.
Único trabajo que demuestra la diferente mortalidad en enfer-
mos críticos con nutrición parenteral, en función de los aportes
de aminoácidos de cadena ramificada.

Grimble RF. Interaction between nutrients, pro-inflammatory


cytokines and inflammation. Clin Science 1996; 91: 121-30.
Trata de la influencia de los nutrientes con capacidad modu-
ladora sobre la inflamación y sus mediadores, sobre todo, los
antiinflamatorios. También es importante el apartado de los
antioxidantes.
Trabajo de revisión, presentado en dos partes, novedoso en las
Kwiatkowski D. Genetic dissection of the molecular patho- publicaciones españolas de medicina intensiva. Hace una puesta
genesis of severe infection. Intensive Care Med 2000; 26: al día muy interesante de todos los aspectos de la genética que
S89-97. inciden en el enfermo crítico: diagnóstico de susceptibilidad y
Plantea la evidencia creciente de la relación que la expresión clínico, marcadores diagnósticos y pronósticos, así como trata-
genética tiene sobre la enfermedad grave, en los aspectos de miento. Recomienda la creación de bases de datos de PG en
evolución y pronóstico. el enfermo crítico en diferentes grupos raciales, lo que daría
mayor validez a numerosos estudios.
Sirgo G, Rello J, Bodi M, et al. Polimorfismo genético en el
paciente crítico (I). Aspectos generales, inflamación y sepsis. Smith RJ, Chow JC. The molecular biology of enteral nutri-
Med Intensiva 2003; 27: 24-31. tion and the gut. En: Rombeau JL, Rolandelli RH. Clinical
Nutrition. Enteral and Tube Feeding, 3rd ed. WB Saunders
Sirgo G, Rello J, Bodi M, et al. Polimorfismo genético en el Company. Philadelphia, 1997: 138-54.
paciente crítico. Parte II: Aplicaciones especiales de los poli- Revisión de la aplicación de métodos de biología molecular en
morfismos genéticos. Farmacogenética y terapia génica. Med investigación de la relación entre nutrientes y expresión gené-
Intensiva 2003; 27: 181-7. tica, en la regulación de procesos metabólicos.

9. Enlaces web
 www.semicyuc.org
 www.senpe.com
 www.amtrauma.org
 www.sccm.org
 www.esicm.org
 remi.uninet.edu

789
4.27. Nutrición en los síndromes
de malabsorción en la infancia

Carlos Sierra Salinas


Capítulo 4.27.

Nutrición en los síndromes de malabsorción


en la infancia

1. Introducción

2. Defectos congénitos del transporte intestinal


2.1. Monosacáridos
2.1.1. Malabsorción de glucosa-galactosa
2.1.2. Malabsorción congénita de fructosa
2.2. Aminoácidos
2.2.1. Intolerancia proteica lisinúrica
2.3. Triglicéridos
2.3.1. Abetalipoproteinemia
2.3.2. Hipobetalipoproteinemia
2.3.3. Enfermedad por retención de quilomicrones
2.4. Minerales
2.4.1. Clorhidrorrea congénita
2.4.2. Diarrea congénita sódica
2.4.3. Acrodermatitis enteropática
2.5. Vitaminas
2.5.1. Déficit de transcobalamina II
2.5.2. Malabsorción congénita de folato
2.6. Ácidos biliares
2.6.1. Malabsorción primaria de ácidos biliares
2.7. Consideraciones terapéuticas nutricionales

3. Trastornos de hidrólisis de hidratos de carbono


3.1. Consecuencias de la malabsorción de hidratos de carbono
3.2. Sacarosa
3.2.1. Deficiencia congénita en sacarasa-isomaltasa
3.3. Lactosa
3.3.1. Deficiencia congénita en lactasa
3.3.2. Intolerancia primaria a la lactosa
3.3.3. Intolerancia secundaria a la lactosa
3.4. Trehalasa
3.4.1. Deficiencia congénita en trehalasa
4. Alteraciones por atrofia vellositaria
4.1. Enfermedad celiaca
4.1.1. Química de las gliadinas
4.1.2. Enfermedad celiaca sintomática
4.1.3. Enfermedad celiaca silente
4.1.4. Enfermedad celiaca latente
4.1.5. Enfermedad celiaca potencial
4.1.6. Asociación de enfermedad celiaca con otros desórdenes
4.1.7. Tests serológicos
4.1.8. Bases del tratamiento
4.1.9. Relación de alimentos con y sin gluten
4.1.10. Precauciones de la dieta sin gluten
4.2. Infestación por Giardia lamblia

5. Alteraciones linfáticas intestinales


5.1. Linfangiectasia intestinal

6. Resumen

7. Bibliografía

8. Enlaces web

Objetivos

n Identificar los distintos síndromes de malabsorción que ocurren en el niño.


n Conocer las bases fisiopatológicas del tratamiento nutricional en los síndromes de malabsorción.
n Saber las repercusiones nutricionales de la malabsorción.
n Identificar las características del tratamiento dietético.
n Conocer los principales defectos congénitos del transporte intestinal que afectan a los monosacáridos, aminoáci-
dos, triglicéridos, minerales, vitaminas y ácidos biliares, así como las consideraciones terapéuticas nutricionales.
n Comprender las consecuencias de la malabsorción de hidratos de carbono y las repercusiones nutricionales.
n Identificar las principales alteraciones que cursan con atrofia vellositaria intestinal, y particularmente la fisiopa-
tología y el tratamiento de la enfermedad celiaca.
n Conocer la fisiopatología de la linfangiectasia intestinal y su tratamiento.
1. Introducción

L
os síndromes de malabsorción se caracterizan clásicamente por la asociación
de diarrea crónica, distensión abdominal y escaso desarrollo. La diarrea cró-
nica es la principal manifestación clínica, que se define como la evacuación de
más de 200 g/día, casi siempre acompañada de esteatorrea. En la actualidad, el tér-
mino “síndrome de malabsorción” designa las diferentes situaciones fisiopatológicas
que tienen lugar en las diferentes fases en la absorción, hidrólisis y transporte intes-
tinal de nutrientes.
Desde un punto de vista práctico, los diversos cuadros de malabsorción resulta-
rán de la malabsorción de hidratos de carbono, grasa, proteína o bien de otros nu-
trientes específicos. Desde el punto de vista clínico, el interés se dirige no tanto a la
demostración bioquímica de malabsorción como al diagnóstico de la causa específi-
ca ante una sospecha de malabsorción.
En cuanto a las consecuencias nutricionales de la malabsorción, no todas las enti-
dades que producen malabsorción conducen necesariamente a problemas nutricio-
nales. Algunas pueden no acarrear trastornos nutritivos o ser muy leves, como en
el caso de la deficiencia en lipasa. Está claro que la malabsorción de nutrientes es-
pecíficos puede no causar diarrea, como la malabsorción de cistina en la cistinuria.
Otros trastornos pueden ser especialmente serios en la infancia pero no en la ado-
lescencia, como ocurre con frecuencia con la enfermedad celiaca o, más evidente
aún, con el déficit congénito de sacarasa-isomaltasa. Aunque la malabsorción per se
puede conducir al estado de desnutrición, es más probable que la disminución en la
ingesta sea la verdadera responsable de esa situación, como ocurre en la enferme-
dad de Crohn y en los frecuentes casos de enfermedad celiaca en los que la ano-
rexia es el síntoma primordial.
En otras entidades, sucede lo opuesto: la pérdida extraordinaria de grasa y, por
tanto, de energía que existe en la insuficiencia pancreática exocrina no llega a oca-
sionar estado de desnutrición por el mecanismo compensatorio de incremento en
el apetito. En estas circunstancias, cualquier factor que desequilibre la ingesta de ali-
mentos puede provocar deterioro nutricional, como, por ejemplo, la fibrosis quística
con infección broncopulmonar.
Independientemente de la anorexia, la malabsorción puede inducir desnutrición
sólo cuando las pérdidas fecales no son compensadas por una mayor ingesta. Un
modelo representativo es el lactante afecto de fibrosis quística no diagnosticada ali-
mentado con fórmula estándar, que manifiesta hipoalbuminemia como consecuencia
de niveles muy reducidos de enzimas pancreáticas.
Otros factores que contribuyen al deterioro nutricional son los siguientes:
• Proceso inflamatorio crónico, como en la enfermedad de Crohn, que incrementa
aún más la degradación proteica, con aumento de los requerimientos energéticos.

795
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

• Enteropatía pierde-proteínas con pérdidas su- • Diarrea acuosa, que ocasiona deshidratación
periores a la síntesis hepática de albúmina, como y trastornos electrolíticos (p. ej.: malabsorción de
sucede en el cuadro de linfangiectasia intestinal. glucosa-galactosa).
• Sobrecrecimiento bacteriano intestinal, que • Diarrea crónica asociada a síndrome de malab-
conduce a la pérdida energética de hidratos de sorción (p. ej.: abetalipoproteinemia).
carbono y grasa. • Diarrea crónica con anemia megaloblástica (p.
En todas estas situaciones, la desnutrición proteica ej.: déficit de transcobalamina II).
es la causa de los bajos valores de factor de creci- • Diarrea crónica asociada a hipotonía e infec-
miento análogo a la insulina (IGF-1: Insulin Growth ciones recurrentes (p. ej.: acrodermatitis entero-
Factor) mientras que la secreción de hormona de pática).
crecimiento es normal. Al menos en parte, la reduc-
ción en la ingesta puede justificar el escaso desarrollo
durante la desnutrición. En términos nutricionales, los 2.1. Monosacáridos
procesos de maldigestión son menos agresivos que
los procesos que afectan propiamente a la absorción, 2.1.1. Malabsorción
pues en estos casos la lesión mucosa altera no sólo de glucosa-galactosa
la absorción de macronutrientes, sino también la de
minerales (hierro, etc.), vitaminas -especialmente las La diarrea es consecuencia de malabsorción
liposolubles-, ácido fólico, especialmente cuando exis- selectiva de glucosa y galactosa. Ambos azúcares
te lesión intestinal proximal como en la enfermedad utilizan el mismo sistema de transporte activo
celiaca, o bien la vitamina B12 cuando se trata de afec- para su absorción a nivel del intestino delgado.
tación distal, como en la enfermedad de Crohn ileal. El defecto se sitúa en el sistema de cotransporte
Estas deficiencias agravan la situación de desnutrición glucosa-galactosa/Na+ situado en la membrana del
de forma notable. Esto contrasta con otras alteracio- borde en cepillo del enterocito. Se caracteriza por
nes, como el déficit aislado de lipasa pancreática, con diarrea acuosa profusa de comienzo neonatal tras
inferior repercusión nutricional. recibir lactosa, bien en forma de fórmula de inicio o
Los diferentes síndromes de malabsorción com- de leche humana. La diarrea rápidamente produce
ponen un número elevado de entidades congénitas deshidratación hipertónica y acidosis metabólica
o adquiridas, afectando a uno o varios nutrientes, con heces muy ácidas.
agrupándose en seis apartados: Los tests de tolerancia oral con glucosa, galacto-
• Defectos congénitos del transporte intestinal. sa y lactosa provocan una respuesta glucídica plana.
• Trastornos de hidrólisis de hidratos de carbono. Por contraste, la glucemia asciende considerable-
• Alteraciones por atrofia vellositaria. mente tras la administración de fructosa. Aunque
• Alteraciones linfáticas intestinales. estos tests pueden efectuarse, en realidad no son
• Alteraciones hepatobiliares (ver Capítulo 4.31). muy útiles, pues pueden ser dañinos al agravar el
• Insuficiencia pancreática exocrina (ver Capítulo estado clínico del recién nacido. Por otra parte, el
4.32). 25% de los recién nacidos normales presentan una
curva aplanada.
El test de elección es el hidrógeno espirado
tras la ingesta de 0,1 g/kg de glucosa o galactosa.
2. Defectos congénitos Se constata un incremento en la concentración de
del transporte intestinal más de 20 ppm en el transcurso de 3 horas. Con
dosis superiores (0,5-1 g/kg) aparece diarrea y sus-
Estos raros procesos pueden causar o no sínto- tancias reductoras positivas.
mas digestivos. Se hace referencia a los que cursan El diagnóstico de certeza precisa biopsia intes-
con manifestaciones digestivas. Los diferentes sus- tinal con empleo de cámara de Ussing o bien por
tratos involucrados se clasifican en monosacáridos, las recientes técnicas de genética molecular. Los
aminoácidos, triglicéridos y ácidos biliares. Los datos histológicos obtenidos por biopsia intestinal
procesos de diarrea crónica secundarios a estos deben ser completamente normales con micros-
errores congénitos se categorizan en: copía óptica y electrónica. La presencia de atrofia

796
C. Sierra Salinas

vellositaria es inconsistente con el diagnóstico de que se excreta fructosa por orina y se acumula en
malabsorción de glucosa-galactosa. sangre. Es asintomática y no precisa tratamiento.
La diarrea cede inmediatamente con el ayuno. El La intolerancia hereditaria a la fructosa es un
mismo efecto tiene la administración de fórmula desorden autosómico-recesivo, caracterizado por
especial sin lactosa, glucosa ni galactosa, con susti- hipoglucemia grave y vómitos al poco tiempo
tución del azúcar por fructosa, dado que la absor- de tomar fructosa. La ingesta prolongada llega a
ción de ésta no se encuentra afectada. El cuadro se provocar hepatopatía y afectación renal. Existe de-
reinicia al dar alimentos que contienen los azúcares ficiencia en fructoaldolasa B, específica de hígado,
ofensores. Si se precisa rehidratación, se usará la intestino delgado y riñón. Se inicia la sintomatología
vía endovenosa o bien solución de rehidratación cuando entra la fructosa en la dieta (introducción
oral sin glucosa. Los pacientes no toleran sacarosa de frutas o infusiones con sacarosa). Al poco tiem-
(glucosa + fructosa) ni polímeros de glucosa. En po, los pacientes rechazan las frutas y los alimentos
la etapa de lactante se emplea fórmula especial azucarados.
con fructosa -Galactomin 19® de SHS- o bien una La exploración pone de manifiesto en el niño
fórmula sin hidratos de carbono (Carbohydrate-free mayor hepatomegalia y abdomen prominente. Una
mixture de SHS) (producto 3232 A de Mead John- anamnesis cuidadosa debe sugerir el diagnóstico,
son), a la que se añade fructosa. El mantenimiento que se confirma mediante la prueba de tolerancia
de la dieta no es fácil, pero se llega a presentar con intravenosa a la fructosa o cuantificación de la acti-
la edad un cierto grado de tolerancia aunque se vidad de aldolasa B en el tejido hepático. La prueba
mantiene la malabsorción a la glucosa y galactosa a de tolerancia a la fructosa debe realizarse bajo
nivel del intestino delgado. estricto control: provoca hipoglucemia asociada a
Si la dieta se instaura precozmente, los pacientes hipofosforemia e hiperlactacidemia. El test de la ac-
alcanzan un desarrollo físico y mental normal. Con tividad enzimática en hígado de fructosa-1-fosfato
el tiempo, la capacidad de absorción cólica aumenta, aldolasa está por debajo del 15% del valor normal.
por lo que se reduce la intensidad de la diarrea. La En la actualidad, se aconseja el estudio genético.
microbiota del colon se adapta a la continua llegada El gen responsable radica en el cromosoma 9. La
de glucosa, aumentando la actividad de fermenta- mutación más frecuente es A149P, por lo que es
ción y, en consecuencia, con mayor producción de posible la detección de heterocigotos. El test de
ácidos grasos de cadena corta. H2 espirado tras la administración de 0,3-0,5 g/kg
(máximo 20 g) en una solución al 20% revelará, a
lo largo de las 3 horas posteriores a la ingesta, un
2.1.2. Malabsorción incremento superior a 20 ppm.
congénita de fructosa El tratamiento se basa en eliminar todos los
aportes de fructosa y sacarosa (miel, frutas, verdu-
La fructosa es una importante fuente de hidra- ras, azúcar) y de productos edulcorados con estos
tos de carbono en la dieta normal. Se absorbe a azúcares. El régimen debe continuarse durante
través del intestino por un mecanismo de difusión toda la vida. Es necesario suplementar con vitamina
facilitada, en el que participa como transporta- C. El tratamiento debe instaurarse en cuanto se
dor específico la proteína denominada GLUT-5, sospeche el diagnóstico. Los raros casos de déficit
localizada en la membrana apical del enterocito de fructosa-1-6-bisfosfatasa requieren una alimen-
y cuya expresión está regulada por la ingesta de tación frecuente, para evitar los periodos de ayuno
fructosa. prolongados, y además la eliminación de la fructosa
En la dieta, la fructosa se aporta como sacarosa y sacarosa de la dieta.
(glucosa + fructosa) o directamente como fructosa: En los sujetos normales puede apreciarse dismi-
hexosa común en frutas, verduras y especialmente nución en la capacidad de absorción de la fructosa
en la miel. El hígado, intestino delgado y riñones y, por tanto, con producción de diarrea y dolor
poseen el sistema necesario para el catabolismo de abdominal cuando se administra en elevada can-
la fructosa. La fosfofructokinasa cataliza la fosforila- tidad. En estos casos, además de limitar la ingesta
ción de la fructosa en fructosa-1-fosfato, y su déficit de fructosa, se puede facilitar la absorción de la
ocasiona la denominada fructosuria esencial, en la misma si se añade una dosis equimolar de glucosa

797
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

y especialmente con L-alanina, por un mecanismo ños, entre 1 y 1,5 g/kg/día con suplemento de citru-
no aclarado. El sorbitol se presenta de forma natu- lina (0,1-0,5 g/kg antes o durante las comidas) para
ral en frutas y zumos y también en determinados prevenir la hiperamoniemia. La citrulina se absorbe
refrescos y chicles, tiene una estructura similar a rápidamente, convirtiéndose parcialmente en argi-
la fructosa, y puede ser pobremente absorbido. Se nina y ornitina. De este modo, pueden tolerar los
ha comprobado que una dieta exenta en fructosa niños afectos 1-1,5 g/kg/día, y los adultos 0,5-0,8 g/
y sorbitol puede remediar el cuadro de diarrea y kg/día. En los episodios de descompensación meta-
dolor abdominal en determinados niños catalo- bólica, precisa aporte intravenoso de glucosa como
gados como portadores de síntomas intestinales fuente energética y adición de citrulina o arginina.
funcionales. La corrección de la deficiencia en lisina con lisina
oral es ineficaz, por ser mal absorbida y producir
diarrea osmótica.
2.2. Aminoácidos
2.2.1. Intolerancia proteica lisinúrica 2.3. Triglicéridos
Proceso caracterizado por aminoaciduria renal 2.3.1. Abetalipoproteinemia
dibásica, especialmente lisinuria masiva con inade-
cuada formación de urea y con hiperamoniemia La enfermedad es consecuencia de una forma-
tras la ingesta proteica. Los recién nacidos ama- ción alterada de quilomicrones en relación con la
mantados no presentan síntomas por recibir bajo mutación sufrida en el gen para la transferencia
aporte proteico (contenido en leche materna en proteica microsomal. Esta proteína es necesaria
torno a 9 g/l). Habitualmente, los síntomas apare- para la formación de quilomicrones y de lipoproteí-
cen tras el destete con vómitos, diarrea, anorexia nas de muy baja densidad a nivel del retículo endo-
y escaso desarrollo, añadiéndose posteriormente, plásmico. El mecanismo normal para el transporte
si continúa sin tratamiento, hepatoesplenomegalia, de triglicéridos desde el intestino y del hígado es
hipotonía, convulsiones y retraso mental. abolido, por lo que existirá ausencia plasmática de
Los episodios posprandiales de hiperamoniemia quilomicrones, VLDL y LDL. Este desorden en la
habitualmente suceden cuando reciben fórmula génesis y secreción de β-apolipoproteína se trans-
estándar (13-20 g/l) o bien alimentos complemen- mite de forma autosómica recesiva.
tarios ricos en proteínas. Una explicación de la Los síntomas aparecen precozmente, con dia-
hiperamoniemia después de una comida proteica rrea maloliente y falta de medro en relación con el
es la baja disponibilidad de lisina, arginina y ornitina grado de esteatorrea. Dependiendo de la cantidad
para el desarrollo de la actividad ornitina transcar- de grasa presente en la alimentación, la clínica será
bamilasa en el ciclo de la urea a nivel mitocondrial más o menos florida. Las lesiones neurológicas y
hepático (ver Capítulo 4.14). Tanto la lisina como la oculares aparecen tras 5 o más años de evolu-
arginina y la ornitina son deficientemente absorbi- ción. Las manifestaciones neurológicas, en íntima
dos en intestino delgado y en riñón. relación con el déficit de vitamina E, pueden ser
El diagnóstico se establece por la exagerada ex- variadas, desde hiporreflexia hasta ataxia sensorial.
creción urinaria de lisina. En plasma, la concentra- Los signos y síntomas oculares son debidos, muy
ción es baja para lisina (< 80 μmol/l), arginina (< 40 probablemente, al déficit en vitamina A, abarcando
μmol/l) y ornitina (< 30 μmol/l). La cifra de amonio desde ceguera nocturna hasta nistagmus, oftalmo-
plasmático tras una comida rica en proteínas está plejia o incluso ceguera macular.
aumentada (> 150 μmol/l), así como la excreción La sospecha diagnóstica se basa en los datos
urinaria de ácido orótico. hematológicos y en los hallazgos histológicos en la
La base del tratamiento es la prevención de la biopsia intestinal. Los valores plasmáticos de ApoB,
hiperamoniemia y la administración de suficiente VLDL y LDL son indetectables. La cifra de coles-
proteínas y aminoácidos esenciales para permitir terol es muy baja (20-50 mg/dl). La existencia de
un metabolismo normal y un crecimiento adecua- acantocitos es muy sugestiva. Los quilomicrones se
do. Requiere restricción proteica, que oscila, en ni- encuentran ausentes después de una comida grasa.

798
C. Sierra Salinas

Con frecuencia, se halla autohemólisis por déficit normal la actividad de protrombina. Debido a que la
en vitamina E. La histología de intestino delgado re- vitamina D tiene su propio mecanismo de transpor-
vela unas vellosidades normales con vacuolización te y a la no existencia de signos ni síntomas de defi-
citoplasmática en la mayoría de los enterocitos, co- ciencia, no es preciso tratamiento en ese sentido.
rrespondiendo a numerosas pequeñas vacuolas si-
tuadas principalmente en el citoplasma apical, dan-
do un color pálido a la apariencia de la mucosa. 2.3.2. Hipobetalipoproteinemia
Precisa tratamiento con restricción en grasas,
empleando fórmulas con sustitución de la grasa El defecto subyacente está en el gen para apoli-
de cadena larga por grasa de cadena media en ma- poproteína B, habiéndose descrito más de 25 mu-
yor o menor proporción, con el fin de reducir el taciones. En los homocigotos, los hallazgos clínicos,
grado de esteatorrea y evitar o reducir el riesgo bioquímicos e histológicos son similares a los de la
de las manifestaciones neurológicas y retinianas. abetalipoproteinemia. La principal diferencia radica
Ha sido común el aconsejar a estos pacientes una en que los heterocigotos de hipobetalipoproteine-
dieta hiperproteica, hipograsa y suplementada mia presentan valores bajos plasmáticos de LDL
en aceite rico en triglicéridos de cadena media por disminución en la síntesis.
(MCT). No obstante, se argumenta que este régi- La mayoría de los pacientes presentan valores
men puede agravar la esteatosis hepática y favo- muy bajos de LDL-colesterol (40-60 mg/dl).
recer el desarrollo de fibrosis hepática, por lo que El tratamiento nutricional es el mismo que el de
no debe emplearse de rutina. La ingesta total de la abetalipoproteinemia. La administración de dosis
grasa debe estar entre 5 y 20 g/día con adición de moderada de vitamina E (800 mg/día) es recomen-
ácido linoleico (5 g de aceite de maíz/día). dada para los heterocigotos para la prevención de
Las fórmulas que pueden ser empleadas son: trastornos neurológicos.
• Pregestimil® (Mead Johnson): hidrolizado de
caseína con 40% de MCT.
• Alfaré® (Nestlé): hidrolizado de suero con 50% 2.3.3. Enfermedad por
de MCT. retención de quilomicrones
• Peptinaut Junior® (Nutricia): hidrolizado de
suero con 50% de MCT. Este trastorno, también conocido como enfer-
• Portagen® (Mead Johnson): caseinato con 90% medad de Anderson, se comporta como la abetali-
de MCT. poproteinemia. Está en relación con la incapacidad
• Monogen® (SHS): 98% de MCT. para secretar quilomicrones, quizás como parte de
Hay que evitar el déficit en ácidos grasos poliin- un defecto generalizado de glicosilación. Los datos
saturados de cadena larga, por lo que hay que vigilar bioquímicos e histológicos y el tratamiento son
el aporte de docosahexaenoico y araquidónico con comunes a la abetalipoproteinemia e hipobetalipo-
determinación periódica de estos ácidos grasos en proteinemia.
plasma y hematíes. Es imprescindible administrar
vitaminas liposolubles, en especial A (200-400 UI/
kg/día) y E. Al diagnóstico puede emplearse vitami- 2.4. Minerales
na E intramuscular (Ephynal®) 10 mg/kg a la semana
en el primer mes y, posteriormente, pasar a la vía 2.4.1. Clorhidrorrea congénita
oral en dosis elevada (150-200 mg/kg/día). El suple-
mento con vitamina E llega a inhibir la progresión Es la consecuencia de un defecto selectivo en el
de la enfermedad neurológica y puede prevenir la transporte intestinal de cloro con herencia auto-
aparición de retinopatía. Se han descrito casos de sómica recesiva. El gen codifica una proteína trans-
fibrosis hepática asociada al uso de vitamina E en membrana perteneciente al grupo de transporta-
estos pacientes, por lo que deben monitorizarse dores de sulfato que actúa en el intercambio de Cl-
los niveles plasmáticos de vitamina y las pruebas de /HCO3- a nivel de íleon distal y colon. Se localiza en
función hepática. La vitamina K debe suministrase el cromosoma 7 cerca del gen CFTR (Cystic Fibrosis
en cantidad apropiada (5-10 mg/día) para mantener Transmembrane Conductance Regulator) (ver Capítu-

799
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

lo 4.32). Corresponde a una diarrea secretora con den, por el momento, detectarse, pues el defecto
elevada concentración fecal de Cl- conduciendo a genético no ha sido aún identificado.
hipocloremia, hiponatremia, hipokaliemia y alcalosis Los síntomas típicamente se presentan tras el
metabólica, siendo evidente el retraso en el desa- destete, probablemente por el papel protector de
rrollo. En la etapa de recién nacido, es común el la ligandina unida al zinc de la leche materna. Ade-
hallazgo de abdomen distendido por asas dilatadas más de la diarrea, los pacientes muestran lesiones
y episodios de deshidratación con hiperbilirrubine- acras y periorificiales. El hallazgo más usual es el
mia secundaria. El contenido de Cl- fecal es elevado rash eritematoso, que evoluciona a bulloso o pustu-
(más de 100 mmol/l) y suele exceder a la suma de lar alrededor de la boca y del ano, y la distrofia de
Na+ y K+, siendo el pH ácido. uñas. El rash característico es simétrico, perorificial,
No existe tratamiento que corrija el defecto retroauricular y de distribución acra. La diarrea
de transporte. La base del tratamiento es la co- acuosa, la anorexia y el retraso del desarrollo suelen
rrección de las pérdidas de Cl-, Na+ y agua, mo- preceder a las lesiones dérmicas. Con frecuencia, se
nitorizando los niveles séricos electrolíticos y el acompaña de esteatorrea. Son muy susceptibles a
equilibrio ácido-base. La mayoría de los pacientes las infecciones, especialmente por cándida. El diag-
mejoran con la edad. nóstico se establece por la clínica y la hipozinque-
mia plasmática (< 90 µmol/dl). La fosfatasa alcalina
sigue un curso paralelo al nivel del zinc.
2.4.2. Diarrea congénita sódica La administración de zinc consigue el cese com-
pleto de los síntomas a la semana de iniciar el tra-
La malabsorción congénita de sodio ocurre por tamiento. La dosis de 2 mg/kg/día en los primeros 2
defecto en el intercambio Na+/H+ a nivel de yeyu- años y posteriormente 30-50 mg de zinc oral debe
no, íleon y colon. El defecto genético aún no se ha ser ajustada para mantener niveles plasmáticos
identificado, pero probablemente esté afectada la adecuados. Las sales de zinc más frecuentemente
proteína involucrada en la función del intercambia- empleadas son sulfato y acetato. Por la relación
dor Na+/K+, responsable del intercambio a nivel de con el cobre, éste debe ser también monitorizado
la membrana luminal del enterocito. Los síntomas para evitar hipocupremia. La dosis de zinc debe
son similares a los de la clorhidrorrea congénita: incrementarse durante las fases de crecimiento
diarrea secretora importante presente desde el rápido.
nacimiento, pero con elevada concentración de
Na+ y menor contenido en Cl-. El pH fecal tiende
a ser alcalino. 2.5. Vitaminas
Requiere para su control la administración oral de
citrato sódico y solución de rehidratación oral con 2.5.1. Déficit de transcobalamina II
glucosa y electrólitos, aunque no suele controlarse
adecuadamente la diarrea. La absorción de la vitamina B12 o cobalamina
pasa, en primer lugar, por la unión en saliva con
una glicoproteína, transcobalamina I (TCI). A nivel
2.4.3. Acrodermatitis enteropática intestinal, la TCI es digerida por las proteasas, per-
mitiendo a la cobalamina unirse al factor intrínseco
Se caracteriza por un defecto selectivo en la ab- que es producido en el estómago por las células
sorción intestinal de zinc secundario a un defecto parietales. Empleando un receptor específico, el
de transporte de carácter autonómico recesivo, complejo cobalamina-factor intrínseco entra en
que conduce a una grave deficiencia en zinc. Los el enterocito. La cobalamina se une entonces a la
síntomas suceden como consecuencia de la de- proteína circulante, transcobalamina II (TCII), pa-
pleción en zinc. Aunque la naturaleza del defecto sando lentamente a la circulación portal. La TCII
intestinal no está aclarada, parece que se asienta en interviene en la transcitosis de cobalamina a través
los enterocitos. La reducida concentración intra- del enterocito. En el interior de la célula, la vitamina
celular de zinc sugiere un transporte anormal de B12 actúa como coenzima de apoenzimas implica-
membrana. Los portadores heterocigotos no pue- das en el control de procesos de base celular como

800
C. Sierra Salinas

la síntesis de metionina a partir de homocisteína y Los datos bioquímicos de este desorden son
la conversión de ácido metilmalónico en ácido suc- anemia megaloblástica grave y bajo nivel sérico de
cínico (ver Capítulo 1.22). folatos. En líquido cefalorraquídeo, la cifra de folato
Los defectos de transporte incluyen la ausencia es baja, a pesar de la administración de dosis ele-
o malfunción del factor intrínseco, la malabsorción vada de ácido folínico. El test de sobrecarga con 5
intestinal (insuficiencia pancreática congénita y ma- mg de ácido fólico oral no se sigue de incremento
labsorción ileal), y la ausencia o malfunción de TCII. de ácido fólico en suero, pero puede ser útil para
La principal característica en todas las formas es la detectar heterocigotos. Es imprescindible efectuar
anemia megaloblástica. suplemento de folatos. Por vía oral requiere ácido
Los pacientes presentan síntomas más precoz- fólico a dosis elevada (10-40 mg/día) o bien por vía
mente que los afectados por las diferentes formas parenteral (5-10 mg a la semana). Si el tratamiento
de malabsorción de vitamina B12. A los pocos días oral no consigue elevar la concentración de folato
de vida se aprecia palidez, falta de medro y diarrea. en líquido cefalorraquídeo, debe pasarse al trata-
La anemia es de característica megaloblástica. Con miento intramuscular con ácido folínico.
el tiempo, desarrollan neuropatía, mielopatía y en-
cefalopatía y mueren si no reciben tratamiento. Es
un desorden autosómico recesivo. El nivel sérico 2.6. Ácidos biliares
de cobalamina es normal, pues la mayoría está
unida a la TCI, pero la cobalamina unidad a TCII 2.6.1. Malabsorción
está ausente. El test de Schilling puede ser anor- primaria de ácidos biliares
mal, reflejando probablemente la incapacidad para
producir TCII a nivel ileal. La aciduria metilmaló- La síntesis hepática, la conjugación y la excreción
nica y homocistinuria no son tan evidentes como de sales biliares determinan el flujo biliar. El pool to-
en los casos que afectan la síntesis intracelular de tal de sales biliares se mantiene gracias a la síntesis
los cofactores de cobalamina. En aquellos que no y a la reabsorción intestinal.
sintetizan TCII es posible el diagnóstico por medio La homeostasis de los ácidos biliares abarca la
de cultivo de fibroblastos. biosíntesis hepática y el transporte de los mismos.
Debe mantenerse el nivel de cobalamina sérica Los ácidos biliares se sintetizan a partir del coleste-
entre 1.000 y 10.000 pg/ml, por medio de la ad- rol a nivel hepático, afectando a enzimas citosólicas
ministración oral o parenteral de cianocobalamina y mitocondriales. Los errores congénitos en este
(500-1.000 µg 2 veces por semana). Los folatos proceso conducen a la hepatopatía colostásica
pueden ayudar a revertir la anemia megaloblástica, neonatal. De forma similar, la disrupción del gen
pero nunca deben ser dados como única terapia que codifica la 7-α-hidroxilasa, una enzima limi-
por el peligro de recidiva hematológica y deterioro tante en la síntesis de ácidos biliares, provoca una
neurológico. El pronóstico depende de la adheren- forma grave de colestasis que puede ser revertida
cia al tratamiento. con la administración de ácidos biliares primarios.
Los ácidos biliares, una vez sintetizados en el
hígado, son secretados a la bilis, jugando un papel
2.5.2. Malabsorción crucial en la activación de las enzimas digestivas y
congénita de folato en la solubilización de la grasa y de las vitaminas
liposolubles. Un pequeño porcentaje de sales bilia-
Se han descrito varias formas de trastornos en res puede ser reabsorbido en el intestino proximal.
el metabolismo de los folatos. La malabsorción he- La disminución del flujo de sales biliares al intestino
reditaria se manifiesta en los primeros meses de puede producir una menor solubilización grasa. En
vida con anemia megaloblástica, diarrea, estomatitis, condiciones normales, casi el 95% de las sales bilia-
falta de medro y progresivo deterioro neurológico. res secretadas son reabsorbidas en el íleon termi-
Puede ser consecuencia de un defecto selectivo en nal por el transportador activo de ácidos biliares
el transporte de folatos a nivel intestinal y en los dependiente del sodio.
plexos coroideos, estando respetado el transporte La disrupción genética completa del transpor-
de folatos en otras membranas celulares. tador activo de ácidos biliares desarrolla un pro-

801
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

ceso de diarrea congénita grave con esteatorrea, das empleadas para evitar este problema abarcan
mientras que la afectación parcial se emplea como desde el suplemento con ácidos grasos esenciales
fundamento farmacológico en el tratamiento de en la dieta hasta la administración intravenosa
hipercolesterolemia y de colestasis. periódica o el empleo de emulsiones cutáneas
En el raro proceso de malabsorción primaria de de aceites vegetales. El suplemento de vitaminas
ácidos biliares se asocia diarrea crónica, esteato- liposolubles es necesario. En los casos de malab-
rrea, interrupción de la circulación enterohepática sorción primaria de ácidos biliares está indicado el
de ácidos biliares y bajo nivel plasmático de coles- empleo de ácidos biliares primarios (ácidos cólico
terol. El diagnóstico se establece por la determina- y quenodesoxicólico) en lugar del ácido ursodes-
ción de ácidos biliares en plasma y orina. oxicólico. Proporcionan un estímulo para el flujo
biliar y además limitan la producción y acumulación
2.6.1.1. Relaciones del transportador activo de ácidos biliares atípicos hepatotóxicos. Por otra
de ácidos biliares dependiente del sodio parte, facilitan la absorción de grasa y de vitaminas
con enfermedades liposolubles, al proporcionar una adecuada concen-
tración intraluminal.
1. Defecto primario hereditario.
2. Disfunción secundaria.
• Resección ileal. 2.7. Consideraciones terapéuticas
• Enfermedad inflamatoria intestinal. nutricionales
• Enteritis por radiación.
• Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). 1. Retirada del sustrato malabsorbido:
• Fibrosis quística. • Glucosa en la malabsorción de glucosa-galactosa.
3. Malabsorción terapéutica • Restricción de grasa de cadena larga en la abe-
• Hipercolesterolemia. talipoproteinemia.
• Colestasis intrahepática. 2. Sustitución del sustrato malabsorbido:
En las resecciones del íleon o si éste se encuen- • NaCl y KCl en clorhidrorrea congénita.
tra dañado, se pueden perder sales biliares al colon. • Citrato sódico y solución rehidratante en ma-
Esta mayor pérdida se acompaña de aumento en labsorción congénita de sodio.
la síntesis hepática de sales biliares. Si el aumento • Zinc oral en acrodermatitis enteropática.
en la síntesis no compensa las pérdidas, aparece • Vitamina B12 intramuscular en defectos de
diarrea, esteatorrea y depleción de sales biliares. transporte de vitamina B12.
La pérdida excesiva de sales biliares hacia el colon 3. Compensación del nutriente malabsorbido:
produce cambios en los depósitos de sales biliares, • Vitaminas liposolubles y ácido linoleico en ma-
ya que aumenta la proporción de las sales conjuga- labsorción grasa.
das con glicina en vez de taurina y la proporción de • Disminución del aporte proteico en intoleran-
desoxicolato en dicho depósito. cia proteica lisinúrica.
El empleo de MCT es fundamental en el tra-
tamiento, pues este tipo de grasa no requiere
sales biliares para su absorción. La selección de
fórmulas con mayor o menor contenido en MCT 3. Trastornos de hidrólisis
variará, dependiendo de la intensidad de la diarrea de hidratos de carbono
y esteatorrea, así como de la tolerancia. En sujetos
con digestión normal, la administración de MCT La diarrea debida a la malabsorción de azúcares
en cantidad elevada da lugar a diarrea osmótica a lleva consigo la existencia de diarrea por fermen-
partir del glicerol y de los ácidos grasos libres libe- tación, es decir, heces líquidas, ácidas (pH < 5,5),
rados por lipólisis de MCT. acompañada de gases, en ocasiones de característi-
En los pacientes afectos de malabsorción de ca explosiva. El volumen de heces es proporcional
sales biliares sometidos a tratamiento con alto a la cantidad de hidrato de carbono malabsorbido.
contenido en MCT, existe el riesgo importante de Los estudios de balance habitualmente no mues-
deficiencia en ácidos grasos esenciales. Las medi- tran esteatorrea, excepto en raros casos de tránsi-

802
C. Sierra Salinas

to intestinal muy rápido. El estudio de heces revela agua y electrólitos que se han desplazado a través
un elevado contenido en ácidos grasos volátiles de la mucosa intestinal para mantener la isotonici-
(acético, butírico y propiónico) y ácido láctico con dad. Cuando el hidrato de carbono es absorbido
presencia de sustancias reductoras, como conse- parcialmente, se estimula el tránsito intestinal. El hi-
cuencia de la actuación de la microbiota cólica so- drato de carbono malabsorbido a nivel de intestino
bre el hidrato de carbono malabsorbido (disacárido delgado produce enlentecimiento del vaciamiento
o monosacárido). gástrico y aumento del tránsito intestinal. Este
Los hidratos de carbono nutricionalmente im- tránsito duodeno-ileal acelerado puede contribuir
portantes son: a la malabsorción de otros nutrientes, como almi-
• Polisacáridos (almidones). dón y grasa.
• Disacáridos (sacarosa, lactosa). Los factores que contribuyen a la producción
• Monosacáridos (glucosa, fructosa). de la diarrea acuosa propia de la malabsorción de
Los alcoholes azúcares como sorbitol, manitol hidratos de carbono son: secreción neta de líquido
y xilitol son consumidos en la dieta habitual, al y electrólitos en intestino delgado, la disminución
igual que los hidratos de carbono relativamente en la reabsorción a nivel de colon y el tránsito ace-
indigestibles. La digestión del almidón empieza lerado. Este tipo de diarrea pertenece al grupo de
en la boca por medio de la acción de la amilasa la diarrea osmótica definida por la presencia de un
salivar en el alimento masticado. Esta enzima con- soluto no absorbido y, por tanto, osmóticamente
tinúa siendo activa hasta que el alimento llega al activo. Las características de la diarrea osmótica
medio ácido del estómago. Los productos de esta son las siguientes:
digestión son fragmentos de almidón conocidos • Cede la diarrea al suprimir el hidrato de carbo-
como dextrinas. A nivel del intestino delgado, no malabsorbido (sacarosa o lactosa).
la digestión continúa con la acción de la amilasa • La osmolalidad fecal supera en más de 50
pancreática y las disacaridasas (maltasa, sacarasa y mOsm/kg a la suma de la concentración del sodio
lactasa). Los productos finales son glucosa, galac- y del potasio fecal.
tosa y fructosa. • El pH de las heces es inferior a 6.
El test de hidrógeno espirado tras la sobrecarga El hidrato de carbono no absorbido, cuando
oral del azúcar sospechoso orientará el diagnóstico alcanza el colon, es fermentado por la microbiota
por la sobreproducción de H2. El diagnóstico defi- con producción de ácidos grasos de cadena corta
nitivo en situaciones de sospecha de malabsorción (ácidos láctico, propiónico y butírico), CO2, H2, y
congénita o primaria requiere la realización de metano, aumentando, de esa forma, la osmolaridad
biopsia intestinal para valoración histológica y, prin- fecal. Estos ácidos grasos de cadena corta son ab-
cipalmente, determinación de disacaridasas. sorbidos y/o metabolizados en el colon.
Entre los síntomas de la malabsorción de hidra-
tos de carbono se incluyen los siguientes: náuseas,
3.1. Consecuencias dolor abdominal, flatulencia, distensión abdominal y
de la malabsorción diarrea acuosa. Sin embargo, no todos los síntomas
de hidratos de carbono se presentan en el sujeto con intolerancia al hidra-
to de carbono. Dependiendo del vaciamiento gás-
La capacidad neta del intestino delgado para la trico y del tiempo de tránsito intestinal, no siempre
absorción de hidratos de carbono se encuentra los síntomas ocurren inmediatamente después de
influenciada por distintas variables: la capacidad la ingesta del hidrato de carbono, por lo que puede
funcional de la mucosa intestinal para cada uno de que la asociación no sea tan obvia.
los pasos en la asimilación de hidratos de carbono, La producción de gas y el mayor contenido
la cantidad disponible de superficie intestinal y la líquido intestinal justifican los síntomas de dolor
velocidad de tránsito del contenido intestinal a tra- abdominal y flatulencia.
vés del intestino. Los factores que intervienen en la producción
Con la malabsorción del hidrato de carbono de síntomas en la malabsorción de hidratos de
determinado, éste permanece en la luz intestinal, carbono son, además de la capacidad absortiva y
pasando a lo largo del intestino, siendo diluido con digestiva intestinal, los siguientes:

803
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

• Cantidad de azúcar ingerido. coamilasa es normal en la mayoría de los pacientes.


• Ingesta aislada o combinada del azúcar. La presencia de una actividad isomaltasa residual en
• Vaciamiento gástrico. muchos pacientes sugiere que la deficiencia congé-
• Actividad metabólica de la microbiota bacte- nita en sacarasa-isomaltasa no es consecuencia de
riana cólica. la completa ausencia de la expresión del gen.
• Capacidad absortiva del colon, especialmente Los síntomas aparecen cuando se introducen
para el agua y los ácidos grasos de cadena corta. en la dieta sacarosa o dextrinas de almidón, por lo
que, mientras el lactante toma pecho o fórmulas
que contengan sólo lactosa, no manifestará proble-
3.2. Sacarosa mas. El síntoma principal es la diarrea osmótica, que
puede conducir a la deshidratación y desnutrición
3.2.1. Deficiencia congénita con desarrollo incluso de esteatorrea y retraso en
en sacarasa-isomaltasa el desarrollo. Si la ingesta de sacarosa es mínima,
habitualmente por encima de los 5-6 meses, las he-
La sacarasa-isomaltasa es una de las tres α-glu- ces pueden ser no acuosas. Con la edad, existe una
cosidasas, junto con trehalasa y maltasa-glucoami- progresiva tolerancia, en particular con respecto al
lasa, involucradas en la digestión de la sacarosa y el almidón. Los adultos afectos aprenden a limitar la
almidón. Tras la hidrólisis del almidón por la α-ami- ingesta de azúcares con escasos síntomas, especial-
lasa salivar y pancreática, los productos resultantes mente si tienen una adecuada absorción cólica.
son α-1-4 maltosa, maltotriosa y malto-oligosacá- La sospecha clínica debe ser confirmada inicial-
ridos, α-1-6 dextrinas ramificadas y glucosa. La mente por métodos sencillos y no invasivos. Se
sacarasa hidroliza las uniones de glucosa α-1-4 de demuestra un exceso de sustancias reductoras
la maltosa y maltotriosa y la unión glucosa-fructosa (> 0,5%) en las heces líquidas tras hidrolizar la
de la sacarosa. sacarosa con HCl 0,1 N. Habitualmente el diagnós-
El gen que codifica la sacarasa-isomaltasa humana tico se establece por test de hidrógeno espirado
se ha localizado en el brazo largo del cromosoma tras administración de sacarosa (2 g/kg; máximo
3. La disminución en la actividad sacarasa en las ve- 20 g) en un solución al 20%. En los niños tolerantes,
llosidades intestinales se ha atribuido a la degrada- tras la ingesta de sacarosa (1-2 g/kg oral), existe un
ción enzimática de la porción sacarasa del enzima incremento de hidrógeno espirado de menos de
dimérico por la acción de las proteasas pancreá- 10 ppm sobre el basal. Los pacientes muestran una
ticas intraluminales. Puede jugar también un papel elevación del H2 a 20 ppm a los 90 min y 180 min
importante el descenso en los niveles de RNA bien de la administración. En pacientes con microbiota
por disminución en la transcripción del gen o por cólica no productora, se recomienda la adminis-
una rápida degradación del RNA citoplasmático. Es tración de lactulosa como hidrato de carbono
amplia la variación en el fenotipo de los pacientes no absorbible. La existencia de un clima ácido de
con deficiencia congénita en sacarasa-isomaltasa, forma crónica en el colon de estos pacientes puede
probablemente por heterogeneidad en el geno- enmascarar el aumento en la producción de hidró-
tipo. Este raro desorden de herencia autosómica geno. El diagnóstico definitivo se realiza por medio
recesiva tiene una prevalencia variable (< 0,2% en de la biopsia intestinal, que pondrá de manifiesto
EE UU, frente a 2-10% en esquimales), pero supe- una mucosa histológicamente normal, límites más
rior a lo que anteriormente se consideraba. Los o menos normales de lactasa, ausencia de actividad
heterocigotos tienen una incidencia de 8,9% en la isomaltasa y sacarasa y una importante reducción
población de EE UU. La mayor actividad enzimática en la actividad maltasa. La deficiencia en sacarasa-
ocurre en el yeyuno, con 20-30% de menor activi- isomaltasa se define como la reducción de la acti-
dad en la porción proximal al ligamento de Treitz vidad enzimática por debajo de dos desviaciones
y distalmente en el íleon. La deficiencia congénita estándar de la normalidad en muestra de mucosa
se caracteriza por la completa o casi completa au- yeyunal histológicamente normal.
sencia de actividad sacarasa, una disminución en la El tratamiento nutricional se basa en la elimina-
actividad maltasa de un 30%, y una reducción muy ción de la dieta de sacarosa, polímeros de glucosa y
marcada de la actividad isomaltasa. La actividad glu- almidón, con remisión de los síntomas. Durante el

804
C. Sierra Salinas

primer año es conveniente la supresión de almidón, de las microvellosidades intestinales, va a resultar


así como en los niños mayores que no terminan de afectada con facilidad en las lesiones de mucosa in-
mejorar tras una dieta sin sacarosa. En este caso, se testinal, especialmente si existe atrofia vellositaria
aconseja limitar los alimentos con alto contenido (enfermedad celiaca, intolerancia a las proteínas de
en amilopectina, como trigo y patatas. En los niños la leche de vaca, giardiasis, etc.). La concentración
normales, la administración de sacarosa o fructosa de lactasa en mucosa intestinal es la más baja de
estimula la actividad sacarasa y maltasa, pero no en las disacaridasas y es la única que no es inducida
los pacientes. Especial interés radica en la elimina- por el aumento en la dieta de su sustrato lactosa,
ción de medicamentos con contenido en sacaro- al contrario de lo que ocurre con la maltasa y la
sa. A partir de los 2 años de edad, no es preciso sacarasa. La actividad lactasa decae en el periodo
mantener la limitación de almidón, aunque deben de destete en la mayoría de los mamíferos, per-
evitarse cantidades exageradas. maneciendo con valores bajos posteriormente. El
Existe la posibilidad de realizar tratamiento con hombre es una excepción a este patrón, aunque
reemplazamiento enzimático con sacarosidasa, un con marcadas diferencias raciales. La mayoría de
producto obtenido a partir del Saccharomyces cere- los adultos son intolerantes a la leche. La pérdida
visiae que contiene 6.000 UI de actividad sacarasa de la actividad lactásica en edad tardía es la regla
por mg de proteína. Se ha propuesto como tera- general y la excepción es la tolerancia. Esto obliga
péutica esta levadura de sacarasa en presentación a denominar este fenómeno como poliformismo.
líquida para poder consumir una dieta normalizada Existen dos genes alélicos (R y P), que dan lugar a
y minimizar los síntomas gastrointestinales. Esta tres fenotipos: RR, RP y PP, siendo R el gen recesivo
preparación posee un elevado contenido en inver- y de represión de la actividad lactasa, y P el gen
tasa, una fructofuranosidasa, con acción sólo sobre de persistencia de lactasa, que es dominante (ver
la sacarosa y no sobre los maltooligosacáridos; in Capítulo 1.31).
vitro es muy potente, estable con refrigeración y
relativamente resistente a los cambios del pH.
La deficiencia secundaria es una entidad distinta, 3.3.1. Deficiencia congénita en lactasa
en la que existe lesión intestinal histológica, de ca-
racterística temporal acompañando a la deficiencia Trastorno muy raro de herencia autosómica
en lactasa como expresión de la lesión. Entre las recesiva, con inicio de los síntomas tras la ingesta
causas de que aparezca, destaca la enfermedad ce- de lactosa (leche materna o fórmula de inicio) en
liaca, infecciones gastrointestinales graves víricas o los primeros días de vida. El tratamiento requiere
parasitarias, sida y síndrome de intestino corto. En la exclusión rigurosa de lactosa.
estas situaciones, aun existiendo una deficiencia en
sacarasa-isomaltasa secundaria a la injuria intestinal,
rara vez precisan dieta con exclusión de sacarosa 3.3.2. Intolerancia
y almidón. primaria a la lactosa

Es frecuente encontrar a niños mayores y


3.3. Lactosa adultos con déficit aislado de lactasa condiciona-
da genéticamente, en los que la ingesta de leche
El disacárido lactosa, presente en la leche y ocasiona síntomas en grado variable. La mayoría
derivados lácteos, se hidroliza a nivel de intestino de la población adulta mundial muestra déficit de
delgado en los monosacáridos glucosa y galactosa, lactasa, con la excepción de las personas del norte
por acción de lactasa, una β-galactosidasa, que apa- y centro de Europa. Tras un periodo de tolerancia,
rece en la vida fetal más tarde que las α-galactosi- va declinando progresivamente el nivel de activi-
dasas, alcanzando el pico de actividad en el periodo dad lactásica, hasta llegar a ser lo suficientemente
neonatal. La actividad de la lactasa declina con el baja, a los 4 o 5 años de edad, como para producir
tiempo, siendo responsable de la incapacidad de un síntomas (valores de tan sólo 10% respecto al
número elevado de adultos para hidrolizar lactosa. nacimiento). Existen grandes diferencias de hipo-
Por la situación de la lactasa en el borde externo lactasia tardía según las diferentes poblaciones. In-

805
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

dependientemente de estas diferencias, la mayoría por la que aparecen síntomas tras la ingesta de
de las personas con hipolactasia de adulto pueden leche. La prevalencia de malabsorción de lactosa
tolerar suficiente lactosa con sólo modificaciones en España oscila entre 10 y 28% en niños, y entre
dietéticas. 15 y 35% en adultos.
Para la valoración de la capacidad de absorción
de lactosa se efectúan diferentes tests. Se basan,
3.3.3. Intolerancia por un lado, en la medida de la actividad de lactasa
secundaria a la lactosa en una muestra de biopsia intestinal (técnica inva-
siva y cara) y en la prueba de tolerancia a la lacto-
A este grupo corresponde un importante sa: respuesta de la glucemia a una dosis de lactosa
número de niños con procesos intestinales que oral. Requiere frecuentes muestras sanguíneas y
comportan un cierto grado de lesión en la mu- su resultado puede afectarse por alteraciones de
cosa intestinal, con lo que la lactasa va a estar la motilidad gastrointestinal, por lo que son fre-
reducida como consecuencia de la disposición de cuentes los falsos positivos y negativos.
esta disacaridasa en la porción más superficial de La determinación de sustancias reductoras en
las vellosidades y, por tanto, más vulnerable a cual- heces se ha empleado clásicamente en el niño con
quier lesión de la mucosa. El cuadro clínico de in- diarrea acuosa. Consiste en poner una pequeña
tolerancia secundaria a la lactosa es más expresivo cantidad de heces líquidas recién emitidas en tubo
por debajo de los 2 años y especialmente durante de ensayo, diluir con doble cantidad de agua, co-
la época de lactante. La intolerancia transitoria a la locar 15 gotas de la suspensión resultante en un
lactosa acompaña frecuentemente a los procesos tubo y añadir una tableta Clinitest®. Se compara el
de gastroenteritis aguda; por ejemplo, la infección color resultante con la tira suministrada para los
por rotavirus puede ocasionar atrofia vellositaria tests de glucosa en orina: > 0,5%, positivo; 0,25-
a nivel de intestino delgado, comprobándose ha- 0,5%, dudoso; < 0,25%, negativo. La determinación
bitualmente actividad lactasa reducida. A pesar de pH fecal revela heces ácidas (pH < 5,5) si no se
de la disminución en la hidrólisis, gran parte de absorbe suficiente lactosa.
la lactosa va a resultar fermentada. Los produc- La prueba de elección es el test del H2 espi-
tos derivados de la fermentación, especialmente rado. Mide la cantidad de hidrógeno del paciente
ácidos grasos de cadena corta, son absorbidos en en el aire espirado, resultado de la fermentación
colon, aunque este proceso es metabólicamente bacteriana cólica de lactosa malabsorbida. Es un
menos eficaz. procedimiento sencillo y sensible, que permite la
Si la carga de lactosa que alcanza el colon es repetición frecuente. Se coge una muestra basal
excesiva, se producirá diarrea y otros síntomas de en ayunas de 8-10 horas (normal < 10 ppm), y se
intolerancia a la lactosa (borborigmos, dolor ab- administra como sustrato “fisiológico” la fuente
dominal, náuseas, vómitos, distensión abdominal) normal de lactosa (leche o fórmula infantil), te-
atribuidos a los productos finales de la fermenta- niendo en cuenta que 200 ml de leche contienen
ción de lactosa en ausencia de lactasa. Este fenó- 12 g de lactosa. Cada 30 minutos se obtienen
meno es responsable de las heces acuosas y ácidas muestras de aire espirado durante 3 horas. Se
que a menudo acompañan a la malabsorción de considera test positivo cuando se aprecia un au-
lactosa. La intensidad de los síntomas está en rela- mento de concentración de hidrógeno de más de
ción con: grado de actividad de la lactasa, cantidad 20 ppm sobre el nivel basal. La administración de
ingerida de lactosa, vehículo de la lactosa ingerida lactosa en solución acuosa al 20% a 2 g/kg (< 50 g)
(el vaciamiento gástrico se enlentece con dieta no reproduce de forma fisiológica lo que sucede
rica en grasa y con aumento en la osmolalidad), tras la ingesta de un vaso de leche. La dosis en un
tiempo de tránsito intestinal y características de niño de 25 kg a 2 g/kg supone 50 g de lactosa que
la microbiota intestinal. Con el término malab- equivale a una ingesta superior a 750 ml de leche,
sorción de lactosa se expresa el estado en el que ingesta no fisiológica.
la lactosa de la dieta no se hidroliza, por lo que Los resultados falsos negativos de hidrógeno
tampoco se absorbe, siendo sintomática o no. La espirado pueden ser originados por técnica in-
intolerancia a la lactosa se refiere a la situación correcta, administración reciente de antibióticos

806
C. Sierra Salinas

Tabla 1. ALIMENTOS QUE CONTIENEN LACTOSA

• Leche, batidos lácteos, yogur, natillas


• Helados
• Mantequilla
• Pasteles, barquillos, buñuelos, tartas
• Zumos con leche
• Salsas tipo bechamel
• Frutas y vegetales enlatados o en conserva procesados con lactosa
• Gomas de mascar, caramelos, chocolatinas
• Algunas salchichas de Frankfurt
• Embutidos preparados comercialmente
• Excipiente de numerosos productos farmacéuticos

Tabla 2. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS PARA PACIENTES INTOLERANTES


A LA LACTOSA TIPO ADULTO

• La ingesta de lactosa debe estar repartida en varias comidas y en pequeña cantidad


• No existe necesidad de prohibir algunos derivados lácteos, como el queso maduro o el yogur
• Es recomendable efectuar la ingesta de lactosa acompañada de otros componentes, como pan, copos, cacao
• Debe leerse el etiquetado de los productos comerciales y seleccionar en función del contenido
• La absorción de lactosa mejora con la adición de lactasa exógena junto a la toma de leche como terapia
sustitutiva
• Si la tolerancia es difícil de conseguir y, por tanto, la ingesta escasa, se debe incrementar el consumo
de alimentos con mayor contenido cálcico y/o recibir suplemento farmacológico

y por microbiota intestinal no productora de 3.3.3.1. Modificaciones dietéticas para aumentar


hidrógeno. En este caso, la administración de lac- la tolerancia a la lactosa (Tabla 2)
tulosa (1 g/kg) permite demostrar la existencia de
microbiota no productora (< 20 ppm). Es prioritario mantener baja la carga de lactosa
El tratamiento tradicional es la exclusión de que entra en intestino delgado, es decir, espaciar la
la lactosa de la dieta (Tabla 1). Es frecuente la ingesta de lactosa. Algunos presentan síntomas con
restricción temporal en procesos como gastroen- sólo 3 g, pero la mayoría requieren ingesta superior,
teritis por rotavirus en lactantes, empleándose en a modo de bolo. Si la misma cantidad se administra
estos casos fórmula sin lactosa, siendo suficiente fraccionadamente, aumenta la tolerancia. Es eficaz
habitualmente la exclusión de lactosa durante 2-3 retrasar la evacuación gástrica por aumento del
semanas. En niños mayores y adultos con absor- contenido graso o de la densidad total calórica
ción limitada de lactosa, deben evitarse las dietas de la comida con lactosa: por ejemplo, el consumir
restrictivas que empeoran el estado nutritivo, es- leche entera (y no desnatada) o chocolate con le-
pecialmente el contenido mineral óseo. En estos che puede facilitar la tolerancia. Es recomendable
casos, se recomienda aumentar la tolerancia a la ingesta de productos lácteos fermentados, como
la lactosa con modificaciones dietéticas o emplean- el yogur, que aportan menor cantidad de lactosa.
do lactasa comercial. Los malabsorbedores de lactosa toleran mejor el

807
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

Tabla 3. CONTENIDO EN LACTOSA Y CALCIO DE ALGUNOS ALIMENTOS

Alimento Unidad Lactosa (g/unidad) Calcio (mg/unidad)

Leche de vaca 250 ml 12 342


Yogur 100 g 5,7 181
Mantequilla 100 g 0,6 16
Queso 100 g 1,75 770
Pollo 100 g 0 12
Sardina de lata 100 g 0 354
Patata 100 g 0 14
Espinacas 100 g 0 106

yogur que las leches no fermentadas. La pasteuri- que la realimentación precoz con dieta normal,
zación del yogur dificulta la digestión de la lactosa, incluyendo fórmula con lactosa, después de 4 h de
probablemente por disminución en la actividad rehidratación con solución de rehidratación oral,
lactasa. Por otra parte, el calcio del yogur es más consigue los mejores resultados en ganancia pon-
fácilmente absorbido, por lo que es un alimento deral y duración de la diarrea.
fundamental en estos sujetos. La lactasa microbiana Hay que evitar en lo posible la retirada prolon-
de los organismos vivos del yogur se libera in vivo gada de lactosa, pues, entre otras acciones, la lacto-
y contribuye a la digestión de lactosa en el tracto sa interviene de forma eficaz en la mineralización
intestinal. Por el riesgo de déficit en la mineraliza- ósea, habiéndose demostrado menor densidad
ción ósea, es conveniente conocer los alimentos en mineral ósea en los alimentados con fórmulas es-
función de su contenido en lactosa y en calcio para peciales sin lactosa de forma prolongada. En este
seleccionar los de mejor tolerancia y mayor aporte grupo, se incluyen los pacientes a los que se retira
cálcico (Tabla 3). de forma completa (alergia a proteínas de leche de
La exclusión de lactosa en niños con diarrea es vaca) o parcial (hipercolesterolemia) los productos
frecuentemente indicada y en muchos casos de lácteos. Cuando por razones económicas o bien
forma innecesaria. En la diarrea aguda la ingesta organolépticas los pacientes consumen insuficien-
nutricional debe ser restablecida inmediatamente te o nula cantidad de productos lácteos, existe un
después de un periodo breve de rehidratación oral apreciable riesgo de pobre mineralización ósea. En
inicial (4-6 horas). El lactante amamantado debe etapa infantil, la ingesta de 500 ml de fórmula ga-
seguir tomando pecho. En los alimentados con fór- rantiza la ingesta adecuada de calcio. Si esto no se
mula, así como en los niños mayores, la realimenta- cumple, la mineralización ósea puede resultar com-
ción debe ser rápida, evitando el reposo intestinal, prometida. Las fórmulas con lactosa poseen mayor
habiéndose demostrado el efecto beneficioso de capacidad de absorción de calcio que las fórmulas
los nutrientes intraluminales en la estimulación de con polímeros de glucosa.
la reparación del intestino. Es perjudicial el empleo Con el empleo de la lactasa microbiana se ha in-
de alimentos hipocalóricos como leche diluida, así tentado la reducción de la malabsorción de lactosa
como todos los líquidos hiperosmolares ricos en mediante la adición de β-galactosidasa a la leche
azúcares simples como zumos de frutas y refres- (añadir 4-5 gotas a 250 ml de leche y mantener en
cos. No está justificado el empleo de fórmulas sin reposo en frigorífico durante 24 horas), lo que per-
lactosa sin causa justificada. Se ha comprobado mite la hidrólisis del 70-90% de la lactosa. Puede

808
C. Sierra Salinas

utilizarse también en forma de tabletas masticables tres subfracciones: α, β, y ω. Las investigaciones


o cápsulas tomadas justo antes de la ingesta de comparativas de las proteínas solubles en alcohol
alimentos con lactosa. (prolaminas) de los diferentes cereales han demos-
trado una íntima relación entre la composición de
aminoácidos y la toxicidad celiaca. Las prolaminas
3.4. Trehalasa tóxicas del trigo (gliadina), centeno (secalina) y
cebada (hordeína) se caracterizan por un elevado
3.4.1. Deficiencia contenido de glutamina y prolina; por el contrario,
congénita en trehalasa las prolaminas de los cereales no tóxicos como
maíz, arroz y mijo poseen un bajo contenido en
Disacárido presente en setas. La malabsorción glutamina y prolina; la prolamina de la avena (ave-
aislada de trehalasa se ha descrito de forma excep- nina) está en un nivel intermedio con poca prolina
cional con producción de vómitos y diarrea tras la pero con alto nivel de glutamina. La A-gliadina es
ingesta de alimentos ricos en trehalosa con test de uno de los componentes de α-gliadina que activa
tolerancia normal a los otros azúcares. Es probable la EC. Se han comprobado cambios histológicos en
que sea de base genética. la mucosa intestinal de los pacientes con EC tras la
agresión con 200 mg de un péptido sintético que
abarca las secuencias 31-49 de la A-gliadina.
Los cereales que son tóxicos para los pacientes
4. Alteraciones con EC son trigo, centeno y cebada. Se discute en
por atrofia vellositaria la actualidad la toxicidad de la avena, que hasta hace
poco se consideraba como parte integrante de la
4.1. Enfermedad celiaca dieta sin gluten. No obstante, el miedo a que pe-
queñas cantidades de gliadina puedan contaminar
La enfermedad celiaca (EC) también denomina- la avena aconseja prudencia antes de permitir la
da enteropatía sensible al gluten es una intolerancia avena en la dieta de los pacientes con EC.
intestinal permanente a la gliadina y proteínas rela- Entre los factores ambientales que pueden jugar
cionadas con la misma que ocasiona lesión mucosa un posible papel en la EC, destacan los factores in-
en sujetos genéticamente susceptibles. Durante los fecciosos. Se ha demostrado que el serotipo 12 del
últimos 15 años se ha progresado notablemente en adenovirus presenta en su fracción proteica E1b,
los conocimientos sobre la toxicidad de la gliadina, una secuencia de aminoácidos homóloga con el
así como en la genética de la enfermedad. El interés péptido de gluten antigénicamente activo. Resulta
en los últimos años se fundamenta en la elevada atractiva la idea del desarrollo de la enteropatía
prevalencia (hasta 1% en Europa), el amplio espec- sensible al gluten como el resultado de una infec-
tro clínico y las propuestas patogénicas. ción viral y subsecuente exposición al gluten en un
sujeto genéticamente determinado.
Se conoce la existencia de diversos casos de
4.1.1. Química de las gliadinas pacientes celiacos en familias, estimándose una
prevalencia de EC entre los familiares de primer
El endospermo de la semilla del trigo contiene grado de aproximadamente de 15%, mientras que
las siguientes clases heterogéneas de proteínas la concordancia para gemelos homocigóticos es
según la extracción y solubilidad en diferentes sol- del 70-100%. Una gran parte de la susceptibilidad
ventes: albúminas, globulinas, prolaminas o gliadinas genética se circunscribe en la región HLA del cro-
y gluteninas (ver Capítulo 2.6). La gliadina es la frac- mosoma 6. La asociación más fuerte es con HLA
ción proteica soluble en alcohol del trigo. La toxi- de clase II en región D. Inicialmente, se encontró
cidad del gluten resulta de la fracción proteica de asociación en el norte de Europa entre la EC y
la gliadina. La toxicidad de los otros cereales está alelos HLA de clase I, HLA-A1 y HLA-B8. Recien-
relacionada más probablemente con la fracción de temente, se ha descrito asociación con los alelos
prolamina equivalente a la gliadina. Las gliadinas HLA de clase II DR3 y DQ2. En todas las poblacio-
se clasifican según la movilidad electroforética en nes de enfermos celiacos se encuentra una fuerte

809
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

asociación con las moléculas HLA B8, DR3 y DQ2. antigenicidad de las fórmulas, y la introducción
Los genes que codifican estas moléculas son halla- retardada del gluten pueden explicar, por un lado,
dos muy frecuentemente en el mismo cromosoma. un descenso aparente en la incidencia de la EC y,
Debido a este fenómeno, es difícil puntualizar el por otro, la aparición de formas atípicas de EC en
gen o genes que confieren la susceptibilidad pri- niños mayores y adolescentes.
maria a la EC. Se asigna una asociación primaria de La investigación de EC asintomática o silente
la EC con el heterodímero DQ α/β codificado por se ha realizado en sujetos de riesgo, como fami-
los genes DQA1*0501 y DQB1*0201, localizados liares de primer grado, o en sujetos normales por
bien en cis (en sujetos DR3 DQ2) o en trans (en métodos de screening en donantes de sangre o en
individuos DR5 DQ7/DR7 DQ2 heterodímeros). población escolar. La prevalencia de la enfermedad
La molécula DQ se encuentra en más del 95% de no diagnosticada debe ser muy superior a la de la
los enfermos celiacos comparado con el 20-30% enfermedad diagnosticada. La EC silente es variable
de los controles. dentro de los distintos países europeos, pero pare-
Otros genes no HLA pueden conferir suscepti- ce oscilar de 3:1.000 a 4:1.000. Entre los donantes
bilidad para la EC, como aquellos que controlan la de sangre, la prevalencia de EC asintomática se ha
síntesis de citokinas, pero se precisa de más datos descrito hasta valores de 1:266. Entre escolares
para su comprobación. sanos, se ha encontrado una prevalencia de EC
La frecuente presencia de bajos títulos de anti- asintomática de 4,3%.
cuerpos antigliadina (AAG) en la población normal Se acepta, en la actualidad, que la EC es una
sugiere que el desarrollo de células T específicas enteropatía que afecta al intestino delgado, me-
puede que no sólo conduzca inevitablemente al diada inmunológicamente. La semejanza de la
comienzo de la EC, sino que una pérdida de tole- lesión mucosa y la sucesión de eventos entre EC
rancia o anergia sea la base de la patogenia de la y transtornos inmunológicos como la enteropatía
EC. por enfermedad injerto-huésped o el rechazo del
En los pacientes no tratados, existe un aumento transplante intestinal, sugiere un mecanismo inmu-
de linfocitos intraepiteliales, particularmente células nopatogénico común. Posiblemente, el fenómeno
T γ/δ. Estas células no llevan los marcadores de ac- más importante derivado de la respuesta a la gliadi-
tivación como HLA. Tras el tratamiento sin gluten, na es la activación de las células T de la lámina pro-
se comprueba persistencia en el incremento en el pia por las células presentadoras de antígeno de la
número de linfocitos intraepiteliales γ/δ a pesar de clase HLA II. El reconocimiento del antígeno lleva
la resolución de las lesiones histológicas. En el 15% a la regulación de interleukina 2 y a la producción
de los familiares de primer grado, se puede apre- de citokinas.
ciar atrofia vellositaria, pero en el 30% se identifica Otra característica importante de la EC es la
aumento en el número de linfocitos intraepiteliales infiltración de linfocitos intraepiteliales. Más del
γ/δ, a pesar de una morfología vellositaria normal, y 90% de los linfocitos intraepiteliales expresan CD
este hallazgo se correlaciona positivamente con la 8 y menos del 10% expresan CD4. Los linfocitos T
presencia de alelos HLA DQ1*0501 DQB1*0201. intraepiteliales pueden expresarse en forma de α/β
Probablemente, una respuesta anormal de estos (90% de las células) o en forma de γ/δ (10% de las
linfocitos intraepiteliales γ/δ pueda ser responsable células). En la mucosa del paciente celiaco, está au-
de la pérdida de tolerancia a la gliadina. mentado el porcentaje de linfocitos intraepiteliales
La prevalencia de EC sintomática está alrededor γ/δ tanto en los tratados como en los no tratados
de 1:1.000, con un rango de 1:250 (Suecia) a 1: No sólo existe, dependiente del gluten, una res-
4.000 (Dinamarca). Llama la atención la incidencia puesta inmune anormal mediada por células, sino
de EC en Europa, muy superior a la descrita en que también se constata una hiperproducción en
EE UU. Con el tiempo, se han apreciado cambios la mucosa de inmunoglobulinas (aumento de las
significativos en la prevalencia de la EC, pues debe células plasmáticas secretoras de IgA) y evidencia
tenerse en cuenta que ésta es el resultado de la histoquímica de activación del complemento sube-
interacción de un condicionamiento genético con pitelial. Algunas de las manifestaciones extraintesti-
factores ambientales; los cambios en la alimenta- nales de la EC pueden explicarse por el desarrollo
ción, el tiempo de lactancia al pecho, la menor de autoanticuerpos específicos de órgano.

810
C. Sierra Salinas

Las características clínicas de la EC difieren encontrarse síntomas extraintestinales o con mí-


considerablemente, dependiendo de la edad de nimos síntomas digestivos. La lista va aumentando
presentación. Los síntomas clásicos (diarrea, dis- de forma progresiva: baja talla, anemia, artritis, he-
tensión abdominal, falta de medro) son comunes patitis crónica criptogenética, infertilidad, epilepsia
en los menores de 2 años. La presentación de la EC con calcificaciones occipitales, etc. La mayoría de
en niños mayores se caracteriza por la prevalencia los casos de EC diagnosticados como consecuen-
de síntomas extraintestinales como talla baja, re- cia de despistaje entre familiares de primer grado
traso en la pubertad, etc. corresponden a la forma silente.
Se puede hablar de cuatro tipos de EC, depen- Histológicamente se aprecia mucosa plana o
diendo de las características clínicas, inmunológicas atrofia subtotal que se normaliza tras instaurar
e histológicas: dieta sin gluten.
• Enfermedad celiaca sintomática.
• Enfermedad celiaca silente.
• Enfermedad celiaca latente. 4.1.4. Enfermedad celiaca latente
• Enfermedad celiaca potencial.
Este término se reserva en la actualidad para
aquellos pacientes que tienen una biopsia intestinal
4.1.2. Enfermedad celiaca sintomática normal tomando dieta con gluten, pero que tiem-
po atrás presentaron una mucosa yeyunal plana
Es la clásica presentación de la enfermedad. Los que se recuperó después de retirar gluten de la
síntomas suelen aparecer antes de los 2 años de dieta. Con frecuencia, se detectan síntomas poco
edad: diarrea (heces pastosas de poco color), dis- relevantes y/o factores de riesgo constituidos por
tensión abdominal, retraso ponderal, anorexia re- patologías como diabetes mellitus, síndrome de
belde e irritabilidad. Muy pocos niños debutan en Down, etc.
la actualidad como crisis celiaca, es decir, con mal Los AAG no son marcadores obligatorios de
estado general, diarrea grave, trastornos hidroelec- esta condición. Los anticuerpos antiendomisio
trolíticos, deshidratación y shock. La presentación (AAE) y antitransglutaminasa tisular (ATG) son
clínica relativamente uniforme en niños contrasta los mejores predictores de progresión a la atrofia
con la variabilidad en la naturaleza e intensidad vellositaria.
en los adultos. En éstos, la presencia de anemia
ferropénica ha sido considerada como el síntoma
clásico sugestivo de la EC. 4.1.5. Enfermedad celiaca potencial
La característica histológica fundamental, aun-
que no específica, es la atrofia subtotal de vello- Se ha propuesto este término para aquellos
sidades que revierte a la normalidad tras dieta sin pacientes que nunca han tenido una biopsia intes-
gluten. La proporción de pacientes sintomáticos tinal patológica y, sin embargo, presentan anomalías
con EC y con signos evidentes de malabsorción se inmunológicas similares a las encontradas en la EC.
ha estimado inferior al 30-40%; por ello, es posible Los marcadores sugestivos de la EC potencial son
encontrar un paciente clínicamente asintomático los siguientes:
que siga una dieta sin gluten mal efectuada, y siga • AAE y ATG positivos.
presentando lesión vellositaria debido a transgre- • Porcentaje de linfocitos intraepiteliales supe-
siones no conocidas o inadvertidas. rior al 40%.
• Aumento de la densidad de linfocitos intrae-
piteliales que expresan los receptores de células
4.1.3. Enfermedad celiaca silente T + γδ.
• Signos de inmunidad celular activada a nivel
Se caracteriza por la positividad en la serología de mucosa como la expresión de CD25 y B7 por
y atrofia vellositaria sin acompañarse de síntomas las células mononucleares de la lámina propia, y
o siendo éstos muy leves. Existe ausencia de sínto- tipaje HLA que evidencia alelos DQ asociados a
mas, aunque, si se examina con profundidad, suelen la EC.

811
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

• Sobreproducción de anticuerpos intestinales biopsia control para comprobar la normalización


IgA e IgM, como expresión de enteropatía. Es pecu- histológica tras 2 años sin gluten y, por último, la
liar el elevado nivel de AAG, IgM asociado a AAG, tercera y definitiva biopsia intestinal tras agresión
IgA también en cifra elevada, así como anticuerpo con gluten para demostrar la recaída histológi-
IgM antiovoalbúmina o anti-β-lactoglobulina. ca. Los cambios histológicos abarcan la atrofia
• Demostración de células sensibilizadas por el vellositaria, elongación de las criptas, denso
gluten en mucosa rectal, de más fácil acceso que el infiltrado linfocitario e infiltración de linfocitos
yeyuno. La agresión con gluten tras un enema de intraepiteliales.
gliadina provoca a las 6 horas una infiltración signi- Se aconseja que la provocación con gluten se
ficativa de linfocitos en lámina propia y en células efectúe a partir de los 6 años y antes del brote pu-
epiteliales. beral para evitar las complicaciones descritas por
En la EC existe evidencia de afectación intestinal agresión con gluten en los más pequeños y duran-
(enteropatía) pero también puede apreciarse, por te el brote puberal (defectos en el esmalte de los
respuesta inmunológica anómala, alteración en piel dientes en los incisivos permanentes y detención
(dermatitis herpetiforme), boca (aftas recurrentes), en el crecimiento). Habitualmente se requiere un
riñón (nefropatía IgA), articulaciones (artritis) y sis- periodo de agresión de 3 a 6 meses, pues la mayo-
tema nervioso central (epilepsia y calcificaciones). ría de los pacientes celiacos refieren recaída clínica
Es probable que en la EC potencial se requiera para y/o analítica (AAG, AAE, ATG).
el desarrollo de la lesión mucosa típica del paciente Los criterios revisados por la ESPGAN en 1979
celiaco, la existencia de factores facilitadores como para el diagnóstico de EC llevan a las siguientes
el aumento temporal en la permeabilidad intestinal, consideraciones: se precisa el hallazgo, mientras
el incremento en el consumo de gluten o bien una se está tomando gluten, de una biopsia intestinal
infección intestinal. patológica que muestre atrofia vellositaria e hiper-
plasia críptica, y una completa remisión clínica tras
la retirada del gluten en la dieta. La evolución de los
4.1.6. Asociación de enfermedad marcadores serológicos antigluten ayudan a la fir-
celiaca con otros desórdenes meza del diagnóstico: inicialmente anticuerpos po-
sitivos que se negativizan tras la retirada del gluten.
Se considera que, al menos, el 10% de los niños Estos criterios renovados contemplan, por tanto,
celiacos tiene asociado distintos desórdenes. Los la realización de sólo una biopsia intestinal, salvo
más frecuentes son el déficit selectivo de IgA, der- en determinadas ocasiones, en las que se requiere
matitis herpetiforme y diabetes mellitus tipo II. Se la demostración de normalidad histológica. Éste es
ha asociado también con epilepsia y calcificaciones el caso de aquellos pacientes asintomáticos que
cerebrales, aftas recurrentes, hipoplasia del esmal- presentan lesión histológica sugestiva de EC, como
te, síndrome de Down y otros trastornos como en determinados familiares de primer grado o en
alopecia, tiroiditis, artritis, etc. aquéllos diagnosticados durante un programa de
La asociación con la dermatitis herpetiforme es despistaje en donantes de sangre o en población
muy fuerte. Aproximadamente el 60% de los niños escolar supuestamente sana.
con dermatitis herpetiforme presentan atrofia Estos criterios abreviados no consideran obli-
subtotal de vellosidades, y el 30% muestran atrofia gatoria la agresión con gluten para comprobar el
parcial. La exclusión del gluten mejora las lesiones carácter permanente de la enfermedad, excepto
cutáneas, incluso sin existir alteración evidente en en determinadas circunstancias: situaciones en las
la mucosa intestinal. que se duda del diagnóstico inicial, como en el caso
El diagnóstico clásico se basa en los criterios de que no tenga realizada biopsia intestinal inicial
de la Sociedad Europea de Gastroenterología y o cuando la muestra de biopsia fuera insuficiente,
Nutrición Pediátrica (ESPGAN) de 1969 que pre- estuviera artefactada o bien si no fuera comple-
cisa de la realización de tres biopsias intestinales: tamente típica de EC. También se recomienda la
la primera, al tiempo de la sospecha diagnóstica, agresión con gluten cuando se efectúa el diagnós-
que muestra atrofia subtotal de vellosidades tico por debajo de los 2 años de edad, pues en
e hipertrofia críptica; la segunda se considera ese periodo pueden existir otras situaciones que

812
C. Sierra Salinas

también provoquen mucosa plana (enteropatía por 4.1.8. Bases del tratamiento
intolerancia a proteínas de leche de vaca, giardiasis
y síndrome postenteritis). El tratamiento radica en la eliminación estricta
de gluten para toda la vida. La exclusión abarca el
trigo, la cebada, el centeno, el triticale y los pro-
4.1.7. Tests serológicos ductos derivados. Existe controversia respecto a
la avena, pero conviene retirarla pues aún no se
La ayuda del laboratorio en el diagnóstico de la ha demostrado con rotundidad que no sea tóxica
EC se basa en la actualidad en los tests serológi- para estos pacientes. El efecto de la dieta es habi-
cos por su alta sensibilidad y especificidad, aunque tualmente espectacular, con cese de los síntomas
no lo suficiente como para reemplazar la biopsia en pocas semanas. La normalización de la mucosa
intestinal. Los AAG son predominantemente de intestinal ocurre a partir de los 6 meses de trata-
clase IgA e IgG y, en menor proporción, IgM. En miento. El tratamiento dietético debe hacerse a los
términos generales, los AAG-IgG son de mayor pacientes sintomáticos y a los asintomáticos. Los
sensibilidad, y los AAG-IgA, los de mayor especi- problemas derivados de mala adhesión a la dieta
ficidad. A nivel intestinal predominan los AAG de sin gluten son la malignización, las deficiencias nu-
clase A y M, conformando el llamado “patrón in- tricionales (anemia, osteopenia, etc.) y el riesgo de
testinal”, que por su elevada especificidad se con- desarrollar enfermedades autoinmunes, en estre-
sidera que podría ser utilizado como marcador cha relación, esto último, con el periodo de tiempo
de EC latente. En términos generales, los AAG- de exposición al gluten.
IgA tienen una sensibilidad mayor del 80% y una Es recomendable excluir, o al menos reducir, la
especificidad que ronda el 90%. El déficit de IgA es lactosa en las primeras 3-4 semanas, pues la activi-
la principal causa de falsos negativos de AAG-IgA, dad disacaridasa está muy disminuida como conse-
recurriendo en estos casos a la determinación de cuencia de la marcada atrofia vellositaria.
AAG-IgG, cuyo único inconveniente es su escasa
especificidad.
Los AAE poseen una sensibilidad y especifi- 4.1.9. Relación de alimentos
cidad cercana al 100%. Son preferentemente de con y sin gluten
clase IgA, y van dirigidos contra la sustancia inter-
fibrilar del músculo liso (endomisio) del esófago A continuación, se ofrece una clasificación ali-
de primate y también sobre otros sustratos como mentaria en función del contenido de gluten:
esófago humano y cordón umbilical. Los pocos re- a) Alimentos con gluten:
sultados falsos negativos ocurren en niños de me- • Pan, harina de trigo, cebada, centeno y avena.
nos de 2 años de edad. Son especialmente útiles • Bollos, pasteles, tartas, galletas, bizcochos, re-
en la investigación de sujetos de riesgo, como los postería.
familiares de primer grado, y también para la mo- • Fideos, macarrones, tallarines.
nitorización de la agresión con gluten como un • Higos secos.
buen predictor de recaída en los adolescentes. En • Bebidas malteadas.
la infancia, durante el periodo de provocación, los • Bebidas destiladas o fermentadas a partir de
AAE se positivizan más tardíamente que los AAG. cereales: cerveza, whisky.
Con la dieta exenta en gluten los AAE tardan más • Productos manufacturados en cuya composi-
tiempo en normalizarse que los AAG-IgA, menos ción aparezca cualquiera de las harinas referidas
de 6 meses. y en cualquiera de sus formas: almidón, féculas,
Los ATG IgA tienen también una sensibilidad y sémolas, proteínas, etc.
especificidad muy elevada (94-100%), con la ventaja b) Alimentos que pueden contener gluten:
de ser una técnica más fácil que la de AAE, sin in- • Embutidos.
fluenciarse por la presencia de anticuerpos como • Productos de charcutería.
antinucleares y antimúsculo liso, y no depender de • Quesos fundidos.
la interpretación subjetiva del que observa al mi- • Patés.
croscopio la imagen fluorescente. • Conservas de carne: hamburguesas, albóndigas.

813
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

• Conservas de pescado. cional es la contaminación con harina de trigo de


• Caramelos y golosinas. los alimentos que, de forma natural, no contienen
• Sucedáneos de café. gluten.
• Frutos secos tostados o fritos con harina y sal. La definición que el Codex Alimentarius da a los
• Algunos helados. productos sin gluten está basada en el contenido
• Sucedáneos de chocolate. en nitrógeno de los granos de cereal que contie-
• Salsas, condimentos y colorantes alimentarios. nen gluten (0,0-100 g de los granos) y en base
c) Alimentos sin gluten: a su peso en seco. Esto equivale a aceptar casi
• Leche y derivados: yogur, queso, nata, cuajada. 100 mg de gliadina por 100 g de producto seco,
• Carnes congeladas y en conserva al natural. derivado de los granos de cereal. El problema en
• Jamón serrano y jamón cocido de calidad extra. esta norma se refiere a la cantidad contenida en
• Pescados frescos y congelados sin rebozar, ma- un alimento y no a la cantidad de alimento que
riscos frescos, y pescados y mariscos en conserva puede ser ingerida por una persona sensible al
al natural o en aceite. gluten. Está en discusión la utilización del almidón
• Huevos. de trigo en la elaboración de productos sin gluten.
• Verduras, hortalizas y tubérculos. No hay pruebas de que la cantidad de gliadina en
• Frutas. los productos elaborados con almidón constituya
• Arroz, maíz y tapioca, así como sus derivados. un peligro real para los celiacos que lo tomen de
• Todo tipo de legumbres. forma habitual.
• Azúcar y miel. En España, la Administración no realiza contro-
• Aceites y mantequillas. les sistemáticos a los productos etiquetados sin
• Café en grano o molido, infusiones y refrescos gluten, por lo que es imprescindible el soporte
de naranja, limón y cola. informativo de las Asociaciones de Celiacos, que
• Toda clase de vinos y bebidas espumosas. se encargan de controlar productos sin gluten
• Frutos secos naturales. con garantía de que contengan menos de 20 ppm
• Sal, vinagre de vino, especias en rama, en grano (2 mg de gluten/100 g). Aunque se desconoce el
y todas las naturales. nivel de gluten tolerado por los celiacos, se debería
restringir su ingesta al mínimo posible para evitar
complicaciones, pues en personas muy sensibles el
4.1.10. Precauciones consumo continuado de pequeñas cantidades de
de la dieta sin gluten gluten podría ocasionar lesión intestinal o provo-
car trastornos autoinmunes.
El establecimiento de un régimen sin gluten El tratamiento dietético que excluya todos los
constituye un problema terapéutico complejo, cereales tóxicos es el único tratamiento para estos
pues, dado el carácter permanente de la enferme- pacientes. No obstante, se empiezan a proponer
dad, es imprescindible contar con la colaboración estrategias terapéuticas basadas en la detoxifica-
de los pacientes, familia y entorno (colegio, ami- ción de los cereales implicados en la enfermedad.
gos) precisando una rigurosa vigilancia para evitar En la actualidad, aunque el objetivo final de pro-
la ingesta inadvertida de gluten. En este sentido, ducir trigo deprivado de toxicidad permanece
son numerosos los productos manufacturados inaccesible, otras consideraciones más próximas
con incierta composición en referencia al gluten, se dirigen a detoxificar el gluten en el interior del
siendo frecuente encontrar etiquetados engaño- intestino, como es la utilización de peptidasa bac-
sos. El consumo de estos productos conlleva ries- teriana capaz de degradar los polipéptidos ricos en
gos potenciales, puesto que la legislación vigente prolina.
no obliga a especificar el origen botánico de las Se contempla la posibilidad de realizar trata-
harinas, almidones, sémolas, etc., ni a declarar el miento con prednisona en los casos de crisis celia-
gluten cuando se emplea como soporte de aromas ca en pacientes celiacos pequeños, con mal estado
y aditivos, ni a declarar el gluten cuando se utiliza general, anorexia, astenia y signos de malabsorción
como componente de un ingrediente compuesto, grave; un curso corto de prednisona (2 mg/kg/día)
en proporción inferior al 25%. Otro problema adi- durante 1-2 semanas suele ser útil.

814
C. Sierra Salinas

4.2. Infestación parásito y el huésped. La alta prevalencia de in-


por Giardia lamblia fecciones asintomáticas en guardería y países en
desarrollo sugieren una inmunidad adquirida. No
La Giardia lamblia es el protozoo intestinal más se conoce si esta inmunidad se debe a mecanis-
común en el mundo. Se ha documentado una pre- mos inmunes celulares o a anticuerpos secretores.
valencia del 15 al 20%. Afecta principalmente a La presentación clínica es variada:
niños de 1 a 5 años de edad. Se presenta bajo dos • Portador asintomático. El origen puede estar
formas distintas: vegetativas o trofozoítos (forma en una cepa no virulenta y por mecanismos de
activa) que se multiplican en tramos altos intes- defensa del huésped, suficientemente eficaces para
tinales, principalmente en duodeno, y quistes, que controlar la infección.
se forman en el duodeno de manera intermitente, • Gastroenteritis autolimitada. Proceso de dia-
eliminándose por heces. La infestación se produce rrea de 7-10 días de duración, frecuentemente
por ingestión de los quistes contenidos en el agua de característica líquida, acompañada de anorexia
y los alimentos. Al llegar el parásito al estómago, se y distensión abdominal. El dolor abdominal es un
destruye la cubierta del quiste y aparece la forma síntoma frecuente. El cuadro clínico más habitual
vegetativa. El desarrollo de la enfermedad diarrei- es el de crisis de diarrea recidivante.
ca requiere la colonización del intestino delgado, • Diarrea crónica con malabsorción intestinal:
iniciándose por la liberación de quistes y seguida proceso multifactorial, que abarca fallo para erra-
por la fijación al epitelio intestinal, terminando con dicar el parásito con lesión vellositaria secundaria,
la fase de multiplicación. El análisis del DNA ha malabsorción intestinal de grasas con tránsito
revelado una marcada diversidad genética, aunque intestinal enlentecido, intolerancia asociada a la
existe similitud entre las cepas aisladas en el hom- lactosa, y sobrecrecimiento bacteriano intestinal. El
bre y en los animales domésticos, apoyando la idea abdomen aparece abombado por meteorismo, y el
de que se trata de una zoonosis. dolor abdominal es frecuente.
Como mecanismos de producción de la dia- El diagnóstico se basa en la identificación de
rrea y malabsorción se ha postulado inicialmente trofozoítos, quistes o antígenos de Giardia. El mé-
la simple acción mecánica de los trofozoítos, ac- todo convencional es el examen parasitológico.
tuando como barrera mecánica a la absorción, o No obstante, se debe tener en cuenta que varios
bien la competencia con nutrientes del huésped, exámenes parasitológicos negativos no excluyen la
actualmente no aceptable, dada la gran reserva existencia de lambliasis. Se recomienda, por tanto,
funcional del intestino delgado y la relativamente tomar tres muestras de heces a lo largo de una
escasa masa metabólica del parásito. Parece más semana; así el porcentaje de positividad es del
probado que, por una parte, intervienen factores 98%. En determinados casos de sospecha, puede
predisponentes como la edad, inmunodeficiencia, estar indicado el estudio de formas vegetativas en
desnutrición, alteración de la microbiota intestinal duodeno. Para el examen del jugo duodenal, dado
e interacción con las bacterias. En el origen de la que el sondaje es una técnica molesta, que requie-
diarrea e incluso de la malabsorción pueden com- re control radiológico, se debe dar preferencia a
probarse otros hechos: la obtención de muestra de líquido duodenal por
a) Anomalías morfológicas de la mucosa intes- deglución de una pequeña cápsula de gelatina uni-
tinal. Hay evidencia de cambios ultraestructurales, da a un hilo; es el denominado enterotest (HDC
a pesar de que la arquitectura vellositaria aparezca Corporation, California), más sencillo, con escasas
normal. molestias y sin necesidad de radioscopia.
b) Sobrecrecimiento bacteriano. Se ha compro- El tratamiento está reservado para los pacientes
bado incremento en el número de bacterias aero- sintomáticos; es controvertido el tratamiento en
bias y anaerobias en intestino delgado proximal de portadores asintomáticos. El metronidazol es el
pacientes. fármaco de elección por su buena tolerancia y
c) Influencia de sales biliares. La presencia de eficacia (20 mg/kg/día durante 10 días). La admi-
sales biliares estimula el crecimiento del parásito. nistración prolongada produce anorexia, vómitos y
d) Inhibición de enzimas pancreáticas. Por neuropatía periférica. En los más pequeños, puede
interacción probable entre las proteinasas del estar justificada la sustitución de leche por fórmula

815
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

sin lactosa durante 2-3 semanas, hasta que los nive- Los síntomas de diarrea, vómitos y dolor abdomi-
les de lactasa vuelvan a valores normales. nal son frecuentes. La exploración pone de manifies-
to estado de edema más o menos intenso secunda-
rio a la hipoproteinemia. Las alteraciones analíticas
más sugestivas son hipoalbuminemia, hipo-γ-globu-
5. Alteraciones linemia con niveles reducidos de inmunoglobulinas,
linfáticas intestinales linfopenia y, ocasionalmente, hipocalcemia. Los datos
relevantes en heces son esteatorrea y cifra elevada
5.1. Linfangiectasia intestinal de α-1-antitripsina fecal como marcador de ente-
ropatía pierde-proteínas. El estudio histológico in-
Los trastornos que conducen a la pérdida enté- testinal evidencia la presencia de linfáticos dilatados,
rica de proteínas pueden dividirse en dos grupos, aunque la biopsia intestinal puede no ser relevante
uno con alteración linfática a nivel intestinal, y por tratarse con frecuencia de una lesión parcheada
otro con alteración de la mucosa intestinal por y por estar confinada ocasionalmente a las capas
procesos infecciosos, inmunológicos, inflamatorios, más profundas de la pared intestinal.
vasculares y ulcerativos. La situación de pérdida de El punto fundamental del tratamiento es el
proteínas por los linfáticos intestinales correspon- establecimiento de una dieta hipograsa e hiper-
de a la entidad de linfangiectasia intestinal. La forma proteica con adición de triglicéridos MCT por la
primaria de enfermedad se caracteriza por ectasia capacidad de éstos de ir directamente al sistema
de linfáticos entéricos subepiteliales aberrantes portal sin pasar por los linfáticos intestinales. En
que lleva consigo escape de linfa a la luz intestinal, los más pequeños deben emplearse fórmulas
con desarrollo de una excesiva pérdida entérica especiales con MCT, y en los mayores deben
de proteínas. La presentación de la linfangiectasia adicionarse con aceite MCT los alimentos que
intestinal primaria puede ocurrir a lo largo de los componen una dieta hipograsa. Si se mantiene la
primeros años de vida. esteatorrea, conviene efectuar tratamiento con
Las causas de linfangiectasia secundaria abarcan vitaminas liposolubles. El tratamiento quirúrgico
desde enfermedades cardiacas, como pericarditis con resección localizada puede ser eficaz en al-
constrictiva o insuficiencia cardiaca congestiva, a gún caso. La terapéutica con ácido tranexámico
desórdenes intestinales que producen obstrucción es efectiva en pacientes con actividad fibrinolítica
linfática, como malrotación intestinal, linfoma intes- plasmática aumentada y que no responden al tra-
tinal, o enteritis por radioterapia. tamiento dietético.

816
C. Sierra Salinas

6. Resumen
 Los síndromes de malabsorción en la infancia
ofrecen diversas características que le diferen-
cian de los que ocurren en la vida adulta, aunque
compartan una base fisiopatológica común. La
aparición de diarrea crónica con malabsorción
en las primeras etapas de la vida va a ocasionar
un profundo impacto en el crecimiento del niño.
Del mismo modo, las situaciones de enfermedad
digestiva con deficiente absorción y/o digestión
de nutrientes que suceden en la etapa puberal
van a repercutir negativamente en el desarrollo
del adolescente.

 No todo proceso de malabsorción intestinal va a


repercutir nutricionalmente de forma considera-
ble, como en el caso de la deficiencia en lipasa al
afectar a un solo nutriente, a diferencia de otros
trastornos con afectación en la absorción de va-
rios o múltiples nutrientes, como en el síndrome
de intestino corto.

 Los diversos síndromes de malabsorción van a


estar influenciados por la edad, no sólo por las
características de inmadurez fisiológica. La enfer-
medad celiaca suele ser más expresiva en niños,
presentando menos consecuencias nutriciona-
les en el adulto. La malabsorción per se puede
provocar desnutrición, independientemente de
otros factores asociados como es la anorexia,
siempre que la pérdida de nutrientes no sea
compensada por la ingesta aumentada de los
mismos, como ocurre en pacientes afectos de
insuficiencia pancreática exocrina.

 El tratamiento nutricional puede ser el definitivo


y único tratamiento de la enfermedad, como
sucede en los pacientes con celiaquía en los que
la exclusión del gluten de forma estricta y per-
manente conseguirá el cese de los síntomas y el
restablecimiento normal de la función intestinal.
En otros casos, como la intolerancia a la fructosa,
la terapéutica nutricional controla adecuadamen-
te la enfermedad, pero precisa corrección de dé-
ficit nutricionales inherentes a la dieta. En otras
situaciones, el soporte nutricional constituye un
aspecto importante, aunque no definitivo, en el
futuro de la enfermedad, como en la abetalipo-
proteinemia, a pesar de la dieta hipograsa y la
sustitución con triglicéridos MCT.

817
Capítulo 4.27. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

7. Bibliografía
Fernández J, Suadubray JM, Van den Berghe G. Inborn meta-
bolic diseases, 3rd ed. Springer. Berlin, 2000.
Texto clarificador sobre las enfermedades metabólicas que pro-
porciona una visión sencilla de las complejas metabolopatías.

Salas-Salvadó J, Bonada A, Trallero R, Saló ME. Nutrición y


dietética clínica, 1ª ed. Doyma. Barcelona, 2000.
Expone, de un modo didáctico, la aplicación de diferentes dietas
aplicadas a estados de enfermedad.

Scriver CR, Beaudet AL, Sly WS, Valle D. The metabolic and
molecular bases of inherited disease, 8th ed. McGraw-Hill. New
York, 2001.
Libro que recoge todo lo referente al metabolismo y sus
implicaciones en los trastornos hereditarios. Se considera el
tratado más completo de enfermedades metabólicas. Contiene
los avances múltiples en genética molecular y su correlación
fenotípica con la enfermedad.

Walker WA, Durie PR, Hamilton JR, Walker-Smith JA,


Watkins JB. Pediatric gastrointestinal disease, 3rd ed. Decker.
Hamilton, 2000.
Libro básico en el campo de las enfermedades gastrointestinales
infantiles, con detenimiento en fisiopatología y tratamiento.

8. Enlaces web
 www.celiac.edmonton.ab.ca
 www.nutrition.gov
 www.nlm.nih.go
 www.lactose.co.uk
 www.healthcyclopedia.com/nutrition-and-metabolism-disorders.html

818
4.28. Nutrición en los síndromes
diarreicos agudos del adulto

Emma Camarero González


Capítulo 4.28.

Nutrición en los síndromes diarreicos agudos


del adulto

1. Introducción

2. Concepto de diarrea

3. Transporte de agua y electrólitos en el tubo digestivo


3.1. Mecanismos de transporte
3.2. Transporte de agua
3.3. Transporte de sodio
3.4. Transporte de cloro y bicarbonato
3.5. Transporte de potasio

4. Fisiopatología de la diarrea
4.1. Diarrea osmótica
4.2. Diarrea secretora
4.3. Diarrea exudativa
4.4. Diarrea motora

5. Diarrea aguda

6. Diarrea aguda no infecciosa

7. Diarrea aguda infecciosa


7.1. Etiopatogenia y clínica

8. Diarrea del viajero

9. Diarrea aguda asociada a tratamiento con antibióticos


9.1. Colitis pseudomembranosa
9.2. Disbacteriosis

10. Diarrea aguda asociada a nutrición enteral

11. Complicaciones de las diarreas agudas


11.1. Deshidratación
11.2. Alteración del balance electrolítico y del equilibrio ácido-base
11.3. Intolerancia secundaria a la lactosa
11.4. Bacteriemia y sepsis
11.5. Colonización a distancia
11.6. Desnutrición
11.7. Mortalidad

12. Tratamiento
12.1. Reposición hidroelectrolítica
12.2. Tratamiento farmacológico
12.3. Tratamiento nutricional

13. Resumen

14. Bibliografía

15. Enlaces web

Objetivos
n Analizar los conceptos de diarrea y de diarrea aguda.
n Comprender que la diarrea forma parte de un síndrome que tiene multiplicidad etiológica, con mecanismos
fisiopatológicos comunes.
n Entender los diferentes mecanismos fisiopatológicos de producción de la diarrea.
n Conocer la etiopatogenia de las diarreas agudas más frecuentes.
n Identificar las complicaciones de la diarrea aguda y los grupos de riesgo para padecerlas.
n Recordar las medidas a utilizar para prevenir las diarreas agudas más frecuentes y graves.
n Establecer las líneas básicas del tratamiento de las diarreas agudas.
n Recordar las características generales del tratamiento dietético en el síndrome diarreico.
n Aplicar las medidas dietéticas a un caso concreto de diarrea aguda.
n Determinar cuáles son las áreas principales de investigación en el tratamiento de las diarreas agudas.
1. Introducción

L
a diarrea aguda es un síndrome que presenta una elevada incidencia a nivel
mundial. Más de 1.000 millones de personas lo padecen a lo largo de 1 año en
una o más ocasiones.
Su incidencia y su gravedad es mayor en los países en vías de desarrollo, inducida
por las deficientes infraestructuras higiénico-sanitarias que favorecen la contami-
nación de los alimentos y el agua, utilizada para el cultivo de los mismos y para el
consumo como bebida. En estos países su pronóstico empeora, especialmente en
los niños, debido a que frecuentemente se asocia con desnutrición grave, y al difícil
acceso a un tratamiento médico y dietético eficaz. La mortalidad por esta causa en
estos países asciende a 5-8 millones de personas al año.
En el mundo desarrollado la incidencia de diarrea aguda es menor, y las conse-
cuencias menos graves, pero aun así en Estados Unidos, a lo largo de un año la pa-
decen 100 millones de personas. De ellas el 10% acude a consulta médica por este
motivo y 250.000 precisan hospitalización. La población afectada más gravemente
en este caso son los ancianos, que también constituyen el grupo más numeroso en
la tasa de mortalidad por esta causa, que se sitúa en las 3.000 muertes al año en
ese país.
Aunque en ambos tipos de sociedades la causa más común de diarrea aguda es la
infecciosa, los principales microorganismos responsables varían. En los países sub-
desarrollados, son las bacterias y parásitos los agentes causales más frecuentes de
diarrea aguda. En las sociedades industrializadas tiene un gran peso la diarrea aso-
ciada a infecciones víricas del tracto gastrointestinal, especialmente por rotavirus,
que son causantes del 25-40% de los casos, seguida de la originada por bacterias.
Pero un 10% tiene su origen en agentes no infecciosos, entre ellos el abuso de
alcohol, de laxantes y la utilización de diversas drogas, especialmente los antibióti-
cos que, al destruir la microbiota saprofita intestinal, favorecen la proliferación de
bacterias patógenas.
Para el enfoque correcto del diagnóstico y el tratamiento es imprescindible es-
tablecer los criterios que definen el concepto de diarrea, y distinguirla de otras
manifestaciones que el paciente puede interpretar erróneamente como diarrea.
También es necesario determinar si este síntoma se debe a una alteración primaria
del aparato digestivo o es una manifestación secundaria a enfermedades de otros
órganos o sistemas.
La diarrea aguda, debido a su corta duración, no deteriora el estado nutricional
del individuo sano. En el individuo que ya presenta una desnutrición previa por falta
de aporte calórico, por enfermedad o por ambos factores, la presencia de diarrea
aguda potencia la desnutrición y, si ésta es grave, puede precipitar la muerte.

823
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Tabla 1. COMPOSICIÓN DE LAS HECES NORMALES

Electrólitosa Materia sólidab (15-30%)

Agua: 70-85% Fibra, Ce, PB: 30%


Na+: 40 mEq/l
Bacterias muertas: 30%
Cl-: 15 mEq/l
pH: 6-7,5 Grasac: 10-20%
K+: 90 mEq/l
Proteínas: 2-3%
HCO3-: 30 mEq/l
Inorgánicos: 10-20%
Ce: células epiteliales descamadas; PB: pigmentos biliares.
a Fuente: Monroe L.S. Análisis fecal. En: Berk JE. Gastroenterología Bockus. Salvat. Barcelona, 1987: 397-409.
b Fuente: Guyton AC, Hall JE. Digestion and absorption in the gastrointestinal tract. En: Textbook of Medical Physiology.

W.B. Saunders. Philadelphia, 2000: 754-63.


c
La grasa procede de las células descamadas y de los ácidos grasos del metabolismo de la microbiota del colon.

La desnutrición grave asimismo es causa de dia- líquido en la luz intestinal tiende a estimular la mo-
rrea aguda, que aparece al reiniciar la ingesta de tilidad, y a su vez el tránsito rápido interfiere con el
nutrientes por vía digestiva, cuando el tipo de ali- intercambio a nivel epitelial de agua y solutos impi-
mentos, y sobre todo la concentración de nutrien- diendo su absorción. Por tanto, ambos mecanismos
tes y el volumen, superan la capacidad absortiva del se interrelacionan y potencian mutuamente. Aun-
intestino delgado cuya función está severamente que la malabsorción de nutrientes puede cursar
alterada por la desnutrición. con diarrea, ésta no se define por dicha alteración.
El tratamiento nutricional de la diarrea aguda es En el concepto de diarrea se manejan 3 paráme-
común sea cual sea su causa; las diferencias se esta- tros: la frecuencia de las deposiciones, el volumen
blecen según la gravedad del síntoma, la duración y de las mismas y su consistencia. La frecuencia ha-
el estado nutricional del individuo afectado. bitual de deposiciones es de entre 3 deposiciones
Desde que en el siglo pasado se iniciara el des- diarias y 3 a la semana. La diarrea suele ocasionar un
cubrimiento de los diferentes microorganismos aumento de la frecuencia de las deposiciones, que
patógenos causantes de infección intestinal, el hay que valorar teniendo en cuenta el hábito previo
tratamiento de la diarrea aguda de este origen es de cada individuo concreto. La consistencia de las
sencillo, pero a él tienen menor acceso los países heces depende de su contenido en agua, que en
pobres cuyas condiciones higiénicas, además, van a las heces normales es de entre el 70% y el 85% de
originar recurrencias del problema. su peso (Tabla 1). El aumento de la fluidez de las
En los últimos 25 años, la aparición del sida ha heces supone un incremento del contenido en agua
originado un aumento de las infecciones gastro- de las mismas y por tanto un mayor volumen con
intestinales agudas en este grupo de población es- una consistencia disminuida. Existe acuerdo general
pecialmente susceptible a la misma. También en los en que el factor que define la diarrea es el volumen
países subdesarrollados este problema se multipli- diario de la masa fecal. Aunque ésta está aumenta-
ca por el casi nulo acceso que tienen los mismos al da cuando la ingesta de fibra es muy abundante, en
tratamiento antirretroviral contra el sida. los individuos que consumen la dieta pobre en fibra
habitual en las sociedades industrializadas la excre-
ción fecal diaria se sitúa entre 100 y 200 g. La dia-
rrea, por tanto, se define por la expulsión de heces
2. Concepto de diarrea de menor consistencia que la habitual, y que supe-
ren los 200-250 g diarios; como ya se ha dicho, esta
La diarrea como signo puede acompañar a dife- característica suele ir acompañada del aumento del
rentes patologías, pero siempre es el resultado de número de deposiciones habituales.
la presencia en el canal digestivo de un volumen ex- Es importante diferenciar la diarrea de otras dos
cesivo de agua y de un tránsito demasiado rápido. El situaciones que cursan con aumento del número

824
E. Camarero González

de deposiciones, pero en las que el volumen total Tabla 2. VOLUMEN DIARIO DE LÍQUIDO
diario de las mismas no está elevado. Son la diarrea MANEJADO POR EL TUBO
paradójica, la pseudodiarrea y la incontinencia fecal. DIGESTIVO (LITROS/DÍA, CON
La diarrea paradójica o por rebosamiento es la que INGESTA CALÓRICA NORMAL)
se observa en el estreñimiento que presenta impac-
tación fecal. La pseudodiarrea consiste en la elimina- Ingesta oral 2
ción frecuente de heces pequeñas, y puede acompa- Saliva 1
ñarse de tenesmo rectal. Es característica del colon Jugo gástrico 2
irritable y también aparece en la proctitis. La inconti- Bilis 1
nencia fecal se debe a un trastorno neuromuscular o Jugo pancreático 2
a alteraciones de la estructura anorrectal, y consiste Intestino delgado 2
en la evacuación involuntaria de las heces. Total 10
La diarrea se puede acompañar de otros sínto-
mas que dependen de su etiología. La intensidad de
la diarrea y la presencia de otros síntomas permi-
ten distinguir diferentes grados de afectación. En la La digestión y absorción de nutrientes se lleva a
diarrea leve, la frecuencia de las deposiciones no cabo en el intestino delgado, pero en la absorción y
suele superar las 3 diarias y puede acompañarse de secreción de agua y electrólitos participan tanto el
dolor abdominal de poca intensidad, náuseas o fe- intestino delgado como el colon. Esta función se rea-
brícula. En la diarrea moderada o grave, el número liza a través de las células epiteliales de la mucosa.
de deposiciones es mayor de 3 al día, y está acom- En el intestino delgado las células epiteliales del
pañada de otros síntomas como fiebre elevada, do- fondo de las criptas proliferan rápidamente, reno-
lor abdominal intenso, vómitos, deshidratación o vándose cada 72 horas aproximadamente, y van as-
presencia de sangre en las heces. cendiendo, a medida que van madurando, hacia la
zona apical de las vellosidades, constituyendo gra-
cias a su borde en cepillo las microvellosidades. En
el colon, la renovación de las células epiteliales es
3. Transporte de agua más lenta -se produce entre 5 y 8 días-, y éstas no
y electrólitos en el tubo presentan microvellosidades.
digestivo La función primordial de las células del fondo de
las criptas es secretora de agua y electrólitos, y la
En condiciones normales el tubo digestivo ma- función de las células más superficiales es absorti-
neja diariamente unos 9 litros de líquidos: 2 in- va. A esta diferencia funcional contribuye la dife-
gresan a través de la ingesta oral y 7 aproximada- rente distribución de las proteínas de transporte
mente se producen como secreciones digestivas de la membrana celular.
(Tabla 2). El intestino delgado es la porción del
tubo digestivo donde se absorbe el mayor volu-
men de líquido. La media diaria de absorción es de 3.1. Mecanismos de transporte
unos 8 litros, de los cuales 4-5 l se absorben en el
yeyuno y 3-4 l en el íleon. Así, al colon llega sola- El transporte a través de la barrera intestinal de
mente 1 litro de líquido, que a su vez es absorbido nutrientes, agua y electrólitos, se realiza por dos me-
por el mismo en un 80-90%, expulsándose con las canismos: mediante difusión o por transporte activo.
heces 100-200 ml de agua/día. En el caso de que se
produzca una sobrecarga de volumen, el intestino
delgado tiene una capacidad máxima de absorción 3.1.1. Difusión o transporte pasivo
de 12 litros aproximadamente, pero además existe
un mecanismo de compensación cólica que permi- Se realiza por gradientes electroquímicos y está
te al colon multiplicar su capacidad absortiva has- influenciada por la permeabilidad de la mucosa, la
ta los 4-6 l/día. Si la sobrecarga de agua en el colon liposolubilidad de la sustancia a absorber, ya que la
supera este volumen, aparece diarrea. membrana celular tiene una capa lipídica interme-

825
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

dia, y los gradientes eléctricos o de concentración • Por intercambio electroquímico con el hidró-
a ambos lados de la membrana. El transporte pasi- geno H+, a través de la membrana.
vo de partículas no liposolubles o de iones se lleva • Por intercambio electroneutro unido al Cl-
a cabo de tres formas: dentro del proceso de intercambio Na+/H+ y
• Atravesando la membrana celular a través de los Cl-/HCO3- facilitado por dos transportadores de
llamados canales de agua o canales proteicos que pe- membrana.
netran las proteínas transportadoras de la membrana. b) Por transporte activo:
• Atravesando la membrana celular mediante la Mediante la bomba ATP-asa de Na+/K+, situada
unión a proteínas transportadoras de membrana, lo en la membrana basolateral de la célula intestinal,
que se conoce como transporte pasivo facilitado. que permite la salida del Na+ de la célula epitelial
• Por vía paracelular a través de las llamadas hacia la sangre en contra del gradiente electroquí-
uniones estrechas, que constituyen vías permea- mico, a cambio de la entrada de K+, disminuyendo la
bles en las uniones intercelulares. Esta forma de concentración intracelular de Na+, y promoviendo
absorción es de gran importancia cuantitativa en el así el paso de este ión desde la luz intestinal al inte-
transporte pasivo de agua y electrólitos. rior de la célula (Figura 1) (ver Capítulo 1.25).
En el intestino delgado el sodio se absorbe pre-
ferentemente asociado al cloro y a la glucosa; en
3.1.2. Transporte activo el íleon con las sales biliares, y en el colon a través
de canales para el sodio de forma activa, y por gra-
Sus características son que se realiza en contra diente electroquímico con el H+.
del gradiente electroquímico y por tanto siempre La absorción de sodio junto a la glucosa en el
requiere energía. Este proceso permite atravesar la intestino delgado no se altera en la mayoría de las
membrana a moléculas de mayor tamaño o sustan- diarreas, lo cual resulta de gran utilidad en el trata-
cias hidrosolubles. La energía necesaria se obtiene miento de las mismas.
de la hidrólisis del adenosín trifosfato (ATP) median-
te las ATP-asas de membrana; esta hidrólisis no se
lleva a cabo en la membrana celular apical que está 3.4. Transporte de cloro
en contacto con la luz intestinal, sino en la membra- y bicarbonato
na basolateral de la célula epitelial en contacto con
los capilares sanguíneos. El sistema de transporte El Cl- se absorbe junto al sodio por vía paracelular
activo más importante en la célula epitelial intestinal de forma pasiva, y a través del intercambio Cl-/HCO3-,
es el conocido como bomba ATP-asa de Na+/K+. formando parte del mismo sistema de intercambio de
Na+ y H+, que permite la entrada de Na+ y Cl- en la cé-
lula, intercambiándolos por H+ y HCO3-.
3.2. Transporte de agua El HCO3- se secreta en el duodeno, intestino
delgado, bilis y conducto pancreático, y es diluido
El agua se absorbe de forma pasiva por gradiente por la gran carga ácida procedente del estómago,
osmótico, acompañando a los iones y solutos. La ab- aunque a nivel del colon aumenta su concentra-
sorción se realiza en mayor medida por la vía para- ción, siendo el anión predominante. También es se-
celular, pero también se lleva a cabo atravesando la cretado, a través de intercambio con el Cl-, en el
membrana. Finalmente el aumento de la presión hi- colon, aumentando su concentración y neutralizan-
drostática en la mucosa hace que el agua pase a los do los ácidos originados por la actividad bacteriana
capilares sanguíneos y linfáticos (ver Capítulo 1.25). de la microbiota colónica (ver Capítulo 1.25).

3.3. Transporte de sodio 3.5. Transporte de potasio


a) Por difusión: En el intestino normal predomina la secreción
• El Na+ se absorbe de forma pasiva por difusión a de K+, pero en situaciones patológicas la absorción
través de la vía paracelular junto al cloro y la glucosa. puede incrementarse.

826
E. Camarero González

Figura 1. Mecanismos de transporte de agua y electrólitos en el intestino. UE: unión estrecha; DP: diferencia de potencial.
Fuente: modificada de Sellin JM. Intestinal electrolyte absorption and secretion. En: Schlessinger M, Fortrand JS (eds.). Gastroin-
testinal and Liver Disease.W.B. Saunders. Philadelphia, 1988.

El potasio se secreta en el intestino delgado por ocasionando diarrea. De acuerdo con estos meca-
difusión y en el colon de forma activa mediado nismos las diarreas se puedan clasificar en cuatro
por la bomba ATP-asa de Na+/K+ de la membrana grupos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que
basolateral que, desde la sangre, introduce K+ en la en la mayoría de los síndromes diarreicos están
célula epitelial (Figura 1), desde donde sale a la presentes más de uno de estos mecanismos.
luz intestinal a través de canales para el K+.
La absorción se produce en el colon de forma
activa a través de bombas ATP-asa de K+ situadas 4.1. Diarrea osmótica
en las criptas y en la superficie de la mucosa coló-
nica (ver Capítulo 1.25). Está producida por la presencia en la luz intes-
tinal de sustancias osmóticamente activas, de di-
fícil absorción, que atraen el agua hacia la luz in-
testinal, apareciendo heces acuosas, abundantes y
4. Fisiopatología claras que presentan una osmolalidad superior a
de la diarrea la proporcionada por su contenido en electrólitos,
ya que su aumento es debido al alto contenido en
Existen diferentes mecanismos fisiopatológicos otros solutos. Esto se puede comprobar midiendo
que conducen a un incremento del volumen líqui- la osmolalidad fecal y comparándola con el resul-
do en el intestino delgado o en el colon, que su- tado de la siguiente fórmula, que tiene en cuenta el
pera la capacidad de absorción de ambos órganos, contenido en electrólitos:

827
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Tabla 3. COMPOSICIÓN DE LA DIARREA OSMÓTICA

Mecanismo Heces
Acuosas
Abundantes
↑ Osmolalidad en luz intestinal Claras sin sangre ni exudado
Osmolalidad real > 2 x (Na+ + K+ fecal)
pH bajo: 4-5
Clínica
Lesión orgánica: -
Dolor abdominal: + o -
Desaparece con ayuno
Vómitos: -
Deshidratación
Fiebre: -
Hipernatremia
Etiología
Déficit disacaridasas, sorbitol, manitol, fructosa, laxantes osmóticos

2 x (Na+ + K+ del agua fecal) forma activa en las células de las vellosidades, y el
Cl- en las de las criptas. Este aumento de la se-
La osmolalidad fecal real será mayor que el re- creción de electrólitos se produce por estimula-
sultado de la fórmula. ción del sistema adenilciclasa que aumenta la pro-
Este tipo de diarrea está causada por maldiges- ducción del adenosín monofosfato-cíclico (AMPc)
tión, debido a deficiencias de disacaridasas que o del sistema guanilatociclasa, que aumenta la pro-
impiden la absorción intestinal de lactosa, saca- ducción de guanosín monofosfato cíclico (GMPc).
rosa o maltosa. También se origina por la ingesta A través del primero actúan en el intestino delga-
de sustancias osmóticamente activas que acompa- do la enterotoxina colérica y la de algunas cepas
ñan a medicamentos o alimentos como el sorbi- de E. coli.
tol o manitol, que se utilizan como edulcorantes, Otras causas no infecciosas como varios fár-
o por laxantes osmóticos, como los compuestos macos, algunas prostaglandinas, las metilxantinas,
de magnesio o los disacáridos no absorbibles co- y también las sales biliares que llegan al colon por
mo la lactulosa. En el caso del déficit de disaca- deficiente reabsorción en el íleon, actúan a través
ridasas, los disacáridos no absorbidos son digeri- de la estimulación del sistema AMP-c en el intesti-
dos por la microbiota normal del colon, que los no delgado y en el colon.
transforma en ácidos orgánicos, lo cual disminuye Toxinas de otros gérmenes como Shigella, estafi-
el pH fecal, y puede producir irritación anal. Tam- lococo dorado, Clostridium perfringens, laxantes co-
bién puede aparecer distensión abdominal, como mo el ácido ricinoleico y algunas hormonas segre-
consecuencia del aumento de gas que produce di- gadas en grandes cantidades por diversos tumores,
cha digestión. como glucagón, gastrina, serotonina, polipéptido
Debido a la gran pérdida de agua, pero escasa de gastrointestinal (GIP), polipéptido vasoactivo intes-
electrólitos, se puede producir hipernatremia por tinal (VIP), actúan a través de la estimulación del
deshidratación (Tabla 3). sistema guanilatociclasa.
También los ácidos grasos no absorbidos que
son hidroxilados por la microbiota colónica pue-
4.2. Diarrea secretora den producir diarrea secretora a través de este
mecanismo.
Está causada por el aumento de la secreción ac- Por lo demás, la mucosa intestinal permanece
tiva de electrólitos Na+ + Cl- que “empujan” o morfológicamente intacta, conservando la capaci-
“conducen” el agua desde la sangre hacia la luz in- dad para absorber agua, electrólitos, glucosa y ami-
testinal, en gran cantidad. El Na+ es secretado de noácidos.

828
E. Camarero González

Tabla 4. CARACTERÍSTICAS DE LA DIARREA SECRETORA

Mecanismo Heces
Muy abundantes > 1 l/día
Acuosas
Estimulación secreción de Na+ y Cl- Claras sin exudados
Osmolaridad real = 2 x (Na+ + K+ fecal)
pH neutro
Clínica
No desaparece con ayuno
Dolor abdominal: + o -
Deshidratación
Fiebre: + o -
Hipovolemia
Vómitos: + o -
Hiponatremia
Lesión orgánica: -
Acidosis metabólica
Etiología
• Infecciosa: enterotoxinas y toxinas preformadas
• No infecciosa: prostaglandinas, metilxantinas, antiarrítmicos, diuréticos, antiinflamatorios no esteroideos,
sales biliares, ácido ricinoleico, fenolftaleína, ácidos grasos hidroxilados, tumores secretores hormonales

En los casos en los que se produce inflamación disenterías producidas por bacterias como Shigella
de la mucosa puede existir un mecanismo secunda- o parásitos como la Amoeba histolytica, pero tam-
rio de secreción pasiva de agua como consecuen- bién puede estar causada por citotoxinas como la
cia del aumento de la presión hidrostática en la del Clostridium difficile que necrosa la mucosa co-
mucosa intestinal. lónica y forma pseudomembranas. Causas no in-
Las causas más frecuentes de diarrea secreto- fecciosas son la enfermedad inflamatoria intestinal
ra son las toxoinfecciones alimentarias por virus o (EII), la isquemia intestinal y los tumores infiltran-
enterobacterias. tes de la pared intestinal (Tabla 5).
Las heces son muy abundantes con una alta con-
centración de electrólitos y, a diferencia de la dia-
rrea osmótica, persisten durante el ayuno (excep- 4.4. Diarrea motora
to la debida a malabsorción grasa). Puede originar
hiponatremia y acidosis metabólica. La osmola- La diarrea motora es debida a una alteración de
lidad de las heces es similar a la esperada para la motilidad del intestino delgado o grueso.
su contenido en electrólitos, y su pH es neutro a) Hipermotilidad: en esta situación disminuye
(Tabla 4). el tiempo de contacto del contenido intestinal con
la mucosa, dificultando la absorción de agua y elec-
trólitos. Cuando la hipermotilidad se produce en el
4.3. Diarrea exudativa intestino delgado, el tránsito rápido va a impedir la
absorción de los nutrientes, lo cual aumenta la os-
Su causa es la lesión orgánica de la pared intesti- molalidad en la luz intestinal, pudiendo originarse
nal producida por procesos inflamatorios, tumores una diarrea osmótica. En estos casos llega al colon
infiltrantes de la pared y procesos isquémicos. Es- más líquido del que éste puede absorber y se pro-
te tipo de diarrea altera la absorción de agua, pero duce diarrea. Este mecanismo es el que se produce
además produce exudación de líquido con abun- en el síndrome carcinoide y en la diarrea posgas-
dante contenido proteico y celular, y las heces pue- trectomía o posvagotomía.
den contener pus, moco y sangre. Es típica de las En otras ocasiones es el colon el órgano afecta-
infecciones intestinales llamadas tradicionalmente do, que debido a irritabilidad o inflamación, produ-

829
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Tabla 5. CARACTERÍSTICAS DE LA DIARREA EXUDATIVA

Mecanismo Heces
Acuosas o pastosas
Lesión inflamatoria mucosa intestinal
Con exudados, moco, sangre, pus
Clínica
Dolor abdominal: + intenso Lesión orgánica: +
Fiebre: + No desaparece con ayuno
Vómitos: + o - Deshidratación
Etiología
• Infecciosa: microorganismos invasivos o productores de citotoxinas
• No infecciosa: EII, tumores infiltrantes de la pared intestinal, procesos isquémicos, enterocolitis
por radioterapia o quimioterapia

EII: enfermedad inflamatoria intestinal.

Tabla 6. CARACTERÍSTICAS DE LA DIARREA MOTORA

Mecanismo Heces
Hipermotilidad
↓ Tiempo contacto del quimo con mucosa intestino
delgado Líquidas y pastosas
Irritabilidad o inflamación del colon Poco abundantes
Sin sangre ni exudados
Hipomotilidad
Proliferación bacteriana
Clínica

Dolor abdomininal: + o - Fiebre: -


Vómitos: - Lesión orgánica: -

Etiología
• Hipermotilidad: posgastrectomía, posvagotomía, tumores neuroendocrinos, hipertiroidismo,
cafeína, alcohol.
• Hipomotilidad: pseudoobstrucción intestinal primaria. Esclerodermia, dermatomiositis. Neuropatía diabética

ce una excreción fecal prematura y frecuente, que causantes de una diarrea que no suele ser muy
no siempre se acompaña de aumento del volumen abundante, pero que se repite en el tiempo. La
fecal diario, como ocurre en el colon irritable, en la neuropatía diabética y la pseudoobstrucción in-
proctitis y en el hipertiroidismo. testinal primaria o secundaria a enfermedades
b) Hipomotilidad: la disminución de la motili- sistémicas, como la esclerodermia o la dermato-
dad del intestino delgado es causa de estasis del miositis, pueden ser causa de diarrea por este me-
quimo, ocasionando aumento de la proliferación canismo (Tabla 6).
bacteriana. Además, los productos de la activi- Cualquiera que sean los mecanismos que hayan
dad bacteriana resultantes de la fermentación de iniciado la diarrea, el aumento de líquido en el tu-
los hidratos de carbono, la desconjugación de áci- bo intestinal distiende las paredes del mismo in-
dos biliares, y la hidroxilación de los ácidos gra- duciendo la estimulación de mecanorreceptores
sos, inhiben la absorción de agua y electrólitos al y provocando secundariamente un aumento de la
aumentar la osmolalidad. Ambos factores son los motilidad.

830
E. Camarero González

5. Diarrea aguda En la patogenia de la diarrea aguda no infec-


ciosa intervienen los mecanismos fisiopatológi-
La diarrea se considera aguda cuando su dura- cos descritos para la diarrea osmótica en el caso
ción es menor de 2-3 semanas, y supone un episo- de la ingesta de sustancias osmóticamente ac-
dio aislado en el tiempo, es decir, no cursa de for- tivas como el sorbitol, el manitol o la fructosa,
ma intermitente, ni forma parte del inicio de una presentes en elixires, golosinas sin azúcar y re-
diarrea de evolución crónica, aunque algunas dia- frescos que ingeridos en grandes cantidades pro-
rreas agudas infecciosas pueden evolucionar hacia ducen diarrea, o laxantes osmóticos como la lac-
la cronicidad. tulosa, los compuestos de magnesio, de fosfatos
Existen enfermedades que cursan con diarrea o el polietilenglicol. Otros fármacos como la co-
de corta duración y autolimitada pero que se re- lestiramina, la colchicina, los antiácidos con mag-
pite de forma intermitente, por lo que no puede nesio y la neomicina actúan a través de este me-
considerarse como diarrea aguda. Pueden causarla canismo.
enfermedades del aparato digestivo, como es el dé- En otros casos la diarrea es de tipo secretor,
ficit congénito de disacaridasas, la diverticulitis, el como ocurre en la ingesta de ácido ricinoleico,
tumor velloso del colón, el vipoma, el gastrinoma o la fenolftaleína, la ingesta excesiva de grasas, los
el tumor carcinoide, o enfermedades de otros ór- tóxicos como los insecticidas, los metales pesa-
ganos, como el hipertiroidismo, el cáncer medu- dos, las toxinas de moluscos o las setas veneno-
lar de tiroides, la neuropatía diabética, el síndrome sas. También la cafeína y el alcohol actúan a tra-
urémico, la dermatomiositis o la esclerodermia en- vés de este mecanismo además de estimular el
tre otras. peristaltismo intestinal.
La diarrea aguda se puede dividir en dos gran- Algunos medicamentos como los diuréticos,
des grupos según su etiología: infecciosa y no el digital, las prostaglandinas y los colinérgicos,
infecciosa. producen diarrea secretora y por aumento del
peristaltismo.
La diarrea del corredor se da sobre todo al
comenzar el programa de entrenamiento, cur-
6. Diarrea aguda sa con espasmos abdominales y diarrea acuosa
no infecciosa que puede ser hemática, y su mecanismo no es
bien conocido aunque se valoran como factores
La etiología no infecciosa es una causa menor contribuyentes el hiperperistaltismo, así como
de diarrea aguda, ya que sólo es responsable del la isquemia intestinal producida por el aumen-
10% de los casos. En su origen existe un gran gru- to del aporte sanguíneo al músculo esquelético
po debido a iatrogenia donde se incluyen la acción y acentuada por una posible depleción de volu-
de numerosos fármacos, los agentes quimioterápi- men durante el ejercicio intenso. Otros mecanis-
cos utilizados en el tratamiento antineoplásico y la mos incluyen la secreción de prostanglandinas y
radioterapia abdomino-pélvica, además de las con- la disminución de la absorción intestinal duran-
secuencias de intervenciones quirúrgicas como la te el ejercicio intenso, así como en algunos ca-
gastrectomía o la vagotomía. sos la ingesta excesiva de azúcares difícilmente
De entre los fármacos, los que causan diarrea absorbibles.
con mayor frecuencia son los antiácidos, antia- Los corticoides pueden causar diarrea de for-
rrítmicos, antibióticos, colinérgicos, laxantes, an- ma secundaria al facilitar la infección intestinal
tihipertensivos, procinéticos, antiinflamatorios no por cándidas en pacientes inmunodeprimidos, y
esteroideos, teofilina, suplementos de potasio y los antibióticos favorecen la proliferación de pa-
prostaglandinas. Otro grupo de agentes causales tógenos al destruir la microbiota colónica.
son algunos tóxicos, el alcohol, la ingesta de sus- Finalmente, la alergia alimentaria, los citostá-
tancias osmóticamente activas, la ingesta excesi- ticos y la radioterapia abdominal destruyen las
va de grasas, o la realización de ejercicio físico in- células epiteliales intestinales, impiden su proli-
tenso como las carreras de fondo o el maratón feración y producen inflamación, alterando la ab-
(Tabla 7). sorción de agua y electrólitos.

831
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Tabla 7. CAUSAS DE DIARREA AGUDA NO INFECCIOSA

Causa Mecanismo
Iatrogenia
• Fármacos
- Laxantes osmóticos, • Diarrea osmótica
antiácidos con Mg,
colestiramina, neomicina, colchicina
- Antiinflamatorios no esteroideos, • Diarrea secretora
antiarrítmicos, hipolipemiantes,
antidepresivos, ácido ricinoleico,
fenolftaleína, diuréticos,
digital, prostaglandinas
- Colinérgicos • Diarrea secretora. Hipermotilidad
- Antibióticos • Desconocido/infeccioso
- Citostáticos • Inflamación de la mucosa
• Radioterapia abdominal • Inflamación de la mucosa
• Cirugía
- Vagotomía, gastrectomía • Diarrea osmótica. Hipermotilidad. Malabsorción
de ácidos biliares
Alimentos o componentes de la dieta
• Exceso de grasas • Diarrea secretora
• Alcohol, cafeína • Diarrea secretora. Hipermotilidad
• Sorbitol, manitol, fructosa • Diarrea osmótica
• Alergia alimentaria • Inflamación, destrucción células epiteliales
Tóxicos
• Insecticidas organofosforados
• Metales pesados (sales de oro, arsénico) • Diarrea secretora
• Setas venenosas
• Tóxicos de moluscos
• Hipermotilidad
• Isquemia intestinal
Ejercicio físico intenso • ↑ Prostaglandinas
• ↓ Absorción intestinal
• ↑ Osmolalidad

Además de las causas expuestas existen nume- 7. Diarrea aguda infecciosa


rosos episodios diarreicos cuyo origen es des-
conocido y que los pacientes ponen en relación La causa más frecuente de diarrea aguda es la infec-
con la ingesta de determinados alimentos. Según ciosa, constituyendo el 90% de los casos de la misma.
el Olestra Post-Marketing Surveillance Study, que es- Los agentes causales son bacterias, virus, pará-
tudió la relación entre síntomas gastrointestina- sitos y en algunas ocasiones hongos, que actúan
les y alimentos o componentes de la dieta, en casi directamente, produciendo lesiones morfológicas
1.000 adultos en EE UU, de los que habían pre- del epitelio intestinal, o a través de toxinas que al-
sentado diarrea aguda en el último mes, el 54,4% teran la secreción de agua y electrólitos o produ-
lo atribuían a alimentos o bebidas, y de ellos el cen inflamación. Muchos gérmenes actúan por am-
34,4% consideraban las grasas o fritos como res- bos mecanismos. Además, la malabsorción que se
ponsables, el 23,7% los condimentos, y el resto se produce en ocasiones aumenta la concentración
distribuía entre verduras, frutas, leche y quesos. de solutos en la luz intestinal dando lugar a diarrea

832
E. Camarero González

osmótica. Por tanto, la diarrea infecciosa puede ser 7.1. Etiopatogenia y clínica
de tipo exudativo, secretor o mixta, e induce a su
vez un hiperperistaltismo debido en parte al au- Los microorganismos causales de diarrea infec-
mento del volumen líquido en la luz intestinal, que ciosa actúan a través de la producción de toxinas
estimula las contracciones propulsivas. o invadiendo la mucosa intestinal, y en ocasiones
La mayoría se transmite persona a persona por por ambos mecanismos. Algunos agentes patóge-
vía fecal-oral, por contacto directo, o al ingerir agua nos actúan produciendo una invasión mínima de la
o alimentos contaminados. En el caso de los virus, pared intestinal como los virus o adhiriéndose a la
la contaminación puede producirse también por misma como muchos parásitos.
vía aérea. La infección aparece cuando fracasan las Existen tres tipos de toxinas: toxinas preforma-
defensas naturales del organismo, entre las que hay das que se han sintetizado por la bacteria antes de
que tener en cuenta, además del sistema inmunita- ser ingerida; enterotoxinas producidas en la luz in-
rio, las de la propia barrera intestinal, sus secrecio- testinal por microorganismos enterotoxigénicos, y
nes, microbiota y peristaltismo. El medio ácido gás- citotoxinas, las cuales actúan lesionando las células
trico y los enzimas digestivos, especialmente la bilis, epiteliales y ocasionando inflamación. Las toxinas
impiden la proliferación de los microorganismos; la preformadas y las enterotoxinas suelen afectar a tra-
secreción de moco dificulta el contacto de los mis- mos altos del intestino delgado, y las citotoxinas, así
mos con la mucosa; el peristaltismo impide el es- como los gérmenes que invaden la mucosa, afectan
tasis y dificulta la proliferación, actuando la propia con mayor frecuencia al íleon terminal y al colon.
diarrea como un medio de eliminación de los mi-
croorganismos. Finalmente, la microbiota del colon
y su actividad normal, impiden la proliferación ex- 7.1.1. Diarrea aguda causada
cesiva de especies patógenas, y favorecen la reab- por toxinas preformadas
sorción normal de agua y electrólitos a ese nivel.
En condiciones normales la microbiota es escasa Forma parte de las toxoinfecciones alimentarias.
en el intestino delgado, pero muy abundante en el Se produce después de la ingesta de alimentos que
intestino grueso y en el íleon terminal, y está cons- han sido almacenados sin refrigerar o han sido ma-
tituida casi exclusivamente por bacterias anaero- nipulados por individuos portadores de los micro-
bias. La diarrea, independientemente de su causa, organismos causales, y consumidos crudos o co-
cambia la composición de la microbiota, disminu- cinados a bajas temperaturas, o, en el caso de las
yendo los anaerobios a consecuencia del rápido carnes, cocinadas en bloque, lo que dificulta el que
tránsito, y permitiendo la proliferación de micro- las zonas interiores del alimento alcancen la tem-
organismos patógenos. peratura suficiente para matar al germen. Para que
La diarrea infecciosa aguda es más frecuente en se produzca la infección, el agente patógeno tiene
los pacientes inmunodeprimidos, que padecen si- que estar presente en el alimento en altas concen-
da o que están sometidos a tratamientos inmuno- traciones, o éste ser consumido en grandes can-
supresores, en los que, además, aparecen con más tidades. Existe también variabilidad individual en
frecuencia como agentes causales microorganis- cuanto a la susceptibilidad para desarrollar la infec-
mos menos habituales en otros pacientes, especial- ción. Una vez que el alimento ha sido consumido,
mente algunos hongos, como Candida, o parásitos el periodo de incubación es corto, entre 3 y 14 ho-
como Criptosporidium. Otros grupos de riesgo son ras antes de aparecer la sintomatología. Ésta apa-
los viajeros a países subdesarrollados o que pre- rece bruscamente y se suele iniciar por vómitos y
sentan infraestructuras sanitarias deficientes, los dolor cólico abdominal, seguidos de diarrea acuosa,
consumidores de marisco, los varones homosexua- sin fiebre ni otra sintomatología. La duración osci-
les y los residentes en instituciones como residen- la entre 14 y 48 horas. Es típico, debido a su forma
cias y hospitales. Los niños son una población de de transmisión, que afecte a numerosos individuos
riesgo si acuden a guarderías, y ciertos virus afec- de una institución o que han ingerido la misma co-
tan exclusivamente a niños menores de 2 años. Los mida en una reunión o celebración.
principales agentes infecciosos que causan diarrea Los microorganismos responsables más habi-
infecciosa aguda se enumeran en la Tabla 8. tuales son el Clostridium perfringens, el Sta-

833
Tabla 8. CARACTERÍSTICAS DE LAS DIARREAS AGUDAS INFECCIOSAS

834
Etiopatogenia Clínica Transmisión Incubación Duración
Toxinas
• Preformadas Diarrea acuosa. Vómitos. 3-14 horas 14-48 horas
Capítulo 4.28.

Calambres abdominales
- Clostridium perfringens - Carnes
- Staphylococcus aureus - Manipuladores de alimentos.
- Nata, mayonesa, conservas, jamón
- Bacillus cereus - Nata, carne, salsas comerciales
• Enterotoxinas Diarrea acuosa muy abundante.
Vómitos
- E. coli enterotoxigénico - Agua y alimentos contaminados con residuos 24-48 horas 3-5 días
fecales humanos
- Vibrio cholerae - Agua y alimentos contaminados con residuos 4-48 horas 2-10 días
fecales humanos
• Citotoxinas Diarrea exudativa. Dolor abdo-
minal intenso. Vómitos. Fiebre
- E. coli enterohemorrágico - Hamburguesas. Carnes poco cocinadas 12-72 horas 3-8 días
- Clostridium difficile - Antibioterapia. 1-3 días 7-20 días
Antibioterapia + contaminación ambiental
Invasión de la mucosa
Nutrición en los síndromes diarreicos...

• Inflamación mínima Diarrea acuosa. Vómitos.


Calambres abdominales. Fiebre.
Déficit de disacaridasas. Mialgia,
cefaleas (víricas)
- Rotavirus, virus Norwalk - Persona a persona: vía aérea, manos, fecal-oral 1-3 días 1-7 días
- Criptosporidium - Crustáceos y alimentos crudos. 1-8 días 10-15 días
- Giardia lamblia Agua de ríos y lagos.
Agua de la red no tratada.
Persona a persona: fecal-oral y oro-anal
• Inflamación variable Diarrea acuosa o exudativa. - Ingesta de carne de animales de granja, lácteos, 12 horas- 5-21 días
o intensa Dolor abdominal intenso. huevos (Salmonella).Agua 10 días
- Salmonella Vómitos. Tenesmo. contaminada. Precocinados. Chocolate.
- Campylobacter Fiebre elevada Helados. Persona a persona (Salmonella y
- Yersinia enterocolítica Shigella). Animales de compañía
- Vibrio parahemolítico
- Shigella
- E. coli enteroinvasivo
- Entamoeba histolytica
E. Camarero González

phylococcus aureus y el Bacillus cereus. El actúa a través del sistema guanilatociclasa. La pri-
primero es el causante más frecuente de diarrea mera es causante de una diarrea más grave, y la se-
por alimentos y se transmite en las carnes rojas o gunda es responsable de vómitos más intensos. El
de ave, produciendo toxinas que afectan al intesti- ETEC es responsable de la mayoría de las diarreas
no delgado lesionando el epitelio. Además, estimu- conocidas como diarrea del viajero, que se pro-
lan la secreción de agua y electrólitos a través del ducen en aquellas personas que viajan desde paí-
sistema guanilato ciclasa. ses industrializados a países subdesarrollados. En
El Staphylococcus aureus produce una toxina que los habitantes de estos últimos se puede observar
actúa también aumentando la formación de GMPc. cierta resistencia a padecer la enfermedad, habién-
La transmisión se realiza a través de la ingestión dose demostrado la existencia de anticuerpos an-
de alimentos que han sido manipulados por perso- tienterotoxinas en aquellas personas que la han pa-
nal portador de este microorganismo. Los alimen- decido. La clínica se caracteriza por diarrea acuosa
tos en los que más frecuentemente proliferan son y vómitos, ambos en grado variable, pero cuando la
aquéllos con alto contenido en azúcares o en sal, diarrea es intensa o afecta a niños o ancianos pue-
como por ejemplo nata, natillas, mayonesa, jamón de ocasionar deshidratación grave.
y conservas. El cólera se considera el prototipo de diarrea
El Bacillus cereus se puede transmitir a través de por enterotoxinas. Está causado por la bacteria Vi-
alimentos como nata, carne, especias y salsas, pero brio cholerae, de la que existen 3 biotipos. Todas in-
no existen portadores humanos. Actúa estimulan- ducen la misma enterotoxina que actúa a través de
do la secreción de agua y electrólitos a través del la estimulación del sistema adenilciclasa del ente-
sistema adenilciclasa. rocito a nivel duodenal y en yeyuno proximal, oca-
sionando una gran secreción de agua y electrólitos
que supera la capacidad de reabsorción del colon, lo
7.1.2. Diarrea aguda causada que produce una diarrea acuosa muy abundante. Se
por enterotoxinas transmite a través de los alimentos y el agua conta-
minados, siendo poblaciones de mayor riesgo aque-
Las bacterias enterotoxigénicas causantes de dia- llas que presentan disminución de la secreción áci-
rrea aguda actúan elaborando toxinas en el tubo da gástrica, como ocurre en la desnutrición y en las
digestivo, que estimulan la formación de AMPc o personas ancianas. El único huésped del Vibrio cho-
GMPc en el enterocito aumentando así la secreción lerae es el hombre, quien lo almacena en la vesícu-
de agua, sodio y cloro y ocasionando una diarrea la biliar, pero la transmisión no se realiza de persona
muy abundante y acuosa. Sin embargo, se mantiene a persona. La clínica se inicia con vómitos y disten-
el transporte activo de sodio y la absorción del mis- sión abdominal seguida por diarrea que puede llegar
mo, y del agua acoplada a la glucosa, lo que permite a ser de más de 10 litros diarios, acuosa y sin colo-
la reposición hidroelectrolítica por vía digestiva. ración, por lo que se ha comparado con el agua de
Los principales microorganismos responsables arroz. Esta gran pérdida líquida produce deshidrata-
son el Escherichia coli enterotoxigénico ción grave que puede ocasionar shock hipovolémico
(ETEC) y el Vibrio cholerae. e insuficiencia renal aguda. Las heces son isotónicas
El E. coli es un componente habitual de la micro- con el plasma. Puede aparecer acidosis hipopotasé-
biota del colon. Se conocen otros tipos de E. co- mica por la pérdida de potasio y bicarbonato. No se
li cuyos mecanismos patogenéticos varían desde produce bacteriemia ni fiebre elevada, y en el trata-
la adherencia a las células epiteliales y la invasión miento es básica la reposición hidroelectrolítica. Las
de la mucosa hasta la afectación extradigestiva de personas que han sufrido la enfermedad o que son
otros órganos. El ETEC se transmite a través de ali- portadores asintomáticos presentan anticuerpos
mentos o agua contaminados con residuos fecales contra el antígeno somático del Vibrio cholerae du-
humanos y coloniza el intestino delgado sin pene- rante algunos meses. Se han elaborado vacunas cuya
trar ni lesionar la mucosa. Produce dos enterotoxi- eficacia es sólo del 70% durante 3 a 5 meses.
nas, una que actúa a través de la estimulación del Otros vibrios productores de enterotoxinas y
sistema adenilciclasa, y que se destruye con el calor que colonizan pescados y moluscos como ostras,
y el ácido, y otra estable al calor hasta 100 ºC y que mejillones, gambas y cangrejos, pueden producir

835
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

diarrea aguda. Entre ellos está el Vibrio parahae- térica, de tipo exudativo, con sangre y pus, acom-
molyticus que, además de producir enterotoxinas, pañada de fiebre elevada, dolor abdominal intenso
invade la mucosa y es responsable de gastroenteri- localizado en hipogastrio o fosas iliacas, y en oca-
tis agudas descritas en Japón y en la costa de Esta- siones afectación de otros órganos.
dos Unidos durante los meses más cálidos. La vía El mecanismo de producción de la diarrea en
de transmisión es a través de la ingesta de molus- estos casos no es bien conocido, pero se valora la
cos crudos o cocidos, pero que no han sido refrige- existencia de enterotoxinas, descritas para algunos
rados adecuadamente antes de su preparación. de los gérmenes causales, que actúan producien-
do una diarrea secretora; también el aumento de la
síntesis local de prostaglandinas en las áreas infla-
7.1.3. Diarrea aguda causada madas, estimularía la secreción de agua y electróli-
por citotoxinas tos, que además no pueden ser reabsorbidos debi-
do a la lesión de la mucosa.
Entre los microorganismos que elaboran cito- Los principales agentes patógenos que actúan
toxinas están el E. coli enterohemorrágico produciendo invasión de la mucosa son las bac-
(EHEC) y el Clostridium difficile. terias Shigella, Salmonella no tífica, Esche-
El EHEC se transmite a través de carnes poco richia coli enteroinvasivo (EIEC), Campy-
cocinadas, como pasteles de carne o hamburgue- lobacter jejuni y Yersinia enterocolítica.
sas. Actúa a través de la adherencia a la mucosa y También son invasivos algunos parásitos como la
de la formación de dos citotoxinas que producen Entamoeba histolytica. La Shigella es respon-
inflamación y úlceras superficiales en la mucosa del sable del 10-20% de todas las diarreas agudas, y el
colon. Causa diarrea acuosa que suele ser hemo- Campylobacter del 4-10% de las mismas.
rrágica, náuseas, vómitos y dolor abdominal que Todas las bacterias mencionadas se encuentran
dura entre 3 y 8 días. Puede complicarse con un ampliamente distribuidas en el medio ambiente, pe-
síndrome hemolítico-urémico. ro muy especialmente la Salmonella. Las principales
El Clostridium difficile es una bacteria anaerobia fuentes de estos microorganismos son los animales
que se reproduce por esporas y que está amplia- de granja y sus productos como los lácteos, y, en el
mente difundida en el medio ambiente natural, for- caso de la Salmonella, también los huevos. Igualmente
mando parte además de la microbiota del colon, son portadores los animales de compañía, y se pue-
donde constituye el 2-3% de la misma en el adul- den encontrar en el agua de ríos y del mar. El con-
to sano. Esta concentración es más elevada en el tagio se realiza a través de la ingesta de alimentos
lactante hasta los 8 meses de edad. En los adultos contaminados, más frecuentemente el pollo, pero
hospitalizados que no presentan diarrea, la concen- también alimentos comerciales como precocinados,
tración de Clostridium difficile en las heces aumenta ahumados, chocolates y helados. En el caso de la Sal-
hasta el 30%, y en los que padecen diarrea asociada monella, insectos como las moscas intervienen en la
a antibióticos está aumentado hasta el 90%. El Clos- cadena de transmisión. Otra vía de transmisión para
tridium difficile es el responsable de la mayoría de Salmonella y Shigella es el contagio persona a perso-
las diarreas relacionadas con antibioterapia, en pa- na, a través de las manos, los vómitos y las heces. La
cientes hospitalizados. Shigella es de todos ellos el más contagioso. El perio-
do de incubación suele ser corto, entre 6 y 72 horas,
aunque en algunos casos puede ser mayor. La clínica
7.1.4. Diarrea por microorganismos más frecuente son vómitos, dolor abdominal inten-
enteroinvasivos so en hipogastrio, diarrea y fiebre, síntomas que per-
duran entre 5 días y 2-3 semanas. Los ancianos, los
Los microorganismos que actúan invadiendo la niños menores de 5 años, y aquellos que presentan
pared intestinal producen ulceraciones en la mu- aclorhidria gástrica son más susceptibles a la infec-
cosa intestinal, y microabscesos en las criptas, con ción, así como los pacientes inmunodeprimidos, los
inflamación aguda de la lámina propia. Afectan pre- oncológicos o los que padecen anemia hemolítica.
dominantemente a íleon terminal y colon y causan Todos ellos son también más proclives a presentar
una diarrea característica que se denomina disen- formas graves de la infección como invasión colónica

836
E. Camarero González

con disentería intensa, hipoalbuminemia por pérdida vaciamiento gástrico desaparecen lentamente en
de proteínas, megacolon tóxico, perforación intesti- una o dos semanas. También se produce inmunidad
nal, bacteriemia, sepsis y colonización a distancia, es- frente a reinfecciones, con presencia de anticuer-
pecialmente en hueso y articulaciones. pos en el 60% de los pacientes adultos.
La Entamoeba histolytica se transmite a través de Los parásitos que actúan adhiriéndose a las
quistes que en el medio ácido gástrico liberan los células epiteliales intestinales y produciendo una
agentes patógenos que actúan sobre el colon pro- inflamación mínima son la Giardia lamblia y el
duciendo inflamación, hemorragia y necrosis con Criptosporidium. Producen una diarrea acuosa
invasión de las capas profundas de la pared, y posi- con retortijones y flatulencia que persiste duran-
ble afectación de otros órganos como hígado, pul- te 10-15 días y que deja como secuela una mala-
món, cerebro y corazón. Se transmite a través de bsorción de disacáridos y grasa. Estos parásitos se
agua y alimentos contaminados con las aguas feca- encuentran ampliamente distribuidos en el medio
les de individuos portadores, muchas veces asinto- natural en el agua de ríos y lagos. Los animales sal-
máticos. Las moscas y cucarachas pueden actuar vajes y el hombre pueden actuar como reservorios.
como vectores. Se puede transmitir también por La transmisión se realiza a través del agua no trata-
contacto persona a persona por vía fecal-oral o a da adecuadamente, es decir, sin tratamiento térmi-
través de prácticas sexuales oro-anales. co y filtración, ya que estos agentes son resistentes
a las concentraciones de cloro habitualmente utili-
zadas en el tratamiento del agua potable. También
7.1.5. Diarrea por microorganismos se transmiten a través de la ingesta de verduras y
enteroadherentes frutas crudas, y persona a persona por vía fecal-oral
y por vía oro-anal en varones homosexuales. Exis-
Entre los patógenos que actúan por adherencia a la te un 50% de portadores humanos asintomáticos. El
mucosa intestinal están los virus y algunos parásitos. Criptosporidium puede causar diarrea grave e incluso
Las diarreas víricas suponen el 25-40% de crónica en pacientes inmunodeprimidos.
las diarreas agudas. La mayoría están causadas por
rotavirus, y en el adulto en segundo lugar por
virus Norwalk. Los adenovirus entéricos y los
astrovirus rara vez son responsables de diarrea en 8. Diarrea del viajero
el adulto. La diarrea por rotavirus se caracteriza
por afectar al intestino delgado proximal, invadien- Se denomina así aquella diarrea aguda que se
do mínimamente la pared del mismo, producien- produce en personas con residencia habitual en
do lesiones en la célula epitelial, que pueden llegar países industrializados, que viajan a un país subde-
a ocasionar la desaparición de las vellosidades, lo sarrollado. Suele aparecer a los 2-3 días de llegar a
que funcionalmente se acompaña de déficit transi- su destino, pero en ocasiones se manifiesta al re-
torio de disacaridasas que puede mantenerse en- gresar a su país de origen. Afecta a más del 50% de
tre 3 y 8 semanas. Se transmite persona a persona las personas que viajan a América Latina, África o
por vía aérea, manos, o fecal-oral. La clínica, que en Asia, y al 25-50% de los que lo hacen a México.
el adulto es de poca intensidad, se inicia con vómi- El agente causal es en la mitad de los casos
tos seguidos de diarrea acuosa durante 5 a 7, días el E. coli enterotoxigénico. En el 40% de los ca-
produciéndose posteriormente inmunidad frente a sos no se identifica el agente patógeno y un 10-
recurrencias en el 93% de los afectados. 20% está relacionado con E. coli enteroadheren-
El virus Norwalk es un calicivirus responsable te, Campylobacter jejuni, Shigella y rotavirus. El resto
de epidemias de diarrea de tipo acuoso, y que se se debe, entre otros, a Salmonella, Criptosporidium,
suele acompañar también de fiebre, náuseas, vó- Giardia, Entamoeba histolytica y Vibrio. La diarrea
mitos, dolor abdominal y muscular durante 24-48 causada por Giardia y Criptosporidium es más fre-
horas. En el epitelio intestinal produce lesiones si- cuente entre las personas que viajan a Rusia. El
milares a las de los rotavirus, ocasionando déficit contagio se realiza a través de la ingestión del agua
de disacaridasas y malabsorción de grasa, así co- de la red, hielo, alimentos crudos o poco cocinados,
mo gastroparesia. La malabsorción y el retraso del leche fresca y quesos.

837
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Clínicamente se caracteriza por diarrea acuosa la pérdida proteica intestinal. Se pueden producir
de mediana intensidad, acompañada de meteoris- complicaciones graves como deshidratación, hipo-
mo, náuseas, astenia y retortijones y en algunos ca- tensión y megacolon tóxico.
sos fiebre, cefalea, dolor muscular y vómitos que El foco inicial de la bacteria suele ser la propia
se mantienen entre 2 y 5 días. Rara vez es causa de microbiota colónica alterada por el tratamiento
diarrea persistente. La ocasionada por Shigella sue- con antibióticos, que destruyen otros anaerobios
le presentar una clínica más grave. saprofitos, permitiendo la proliferación del CD; pe-
Evitar la ingestión del agua de la red y de ali- ro también puede proceder del medio externo, en
mentos crudos, especialmente de vendedores ca- ambientes contaminados como hospitales y resi-
llejeros, y utilizar únicamente agua o refrescos em- dencias, donde se ha aislado el germen en retre-
botellados de preferencia carbonatados, ya que tes, suelos y ropa de cama, así como en las manos
presentan un pH más bajo que es protector frente y en las heces del personal hospitalario que trabaja
a la proliferación de los patógenos, es fundamental en áreas donde existen pacientes afectados. El de-
para prevenir la diarrea del viajero. sarrollo de la enfermedad requiere la proliferación
del microorganismo con la consiguiente produc-
ción de citotoxinas; por tanto, sea cual sea la fuente
inicial, la modificación de la microbiota por el trata-
9. Diarrea aguda miento antibiótico previo es un factor decisivo en
asociada a tratamiento la aparición de la enfermedad. Los antibióticos re-
con antibióticos lacionados más estrechamente con la aparición de
colitis pseudomembranosa son las cefalosporinas,
9.1. Colitis pseudomembranosa clindamicina, ampicilina y amoxicilina, aunque pue-
den estar implicados casi todos. Sólo las tetracicli-
El Clostridium difficile (CD) es el agente cau- nas, el cloranfenicol y las sulfonamidas parecen no
sal de colitis pseudomembranosa asociada al tener relación con la enfermedad, de acuerdo con
uso de antibióticos que aparece en el 20% de estudios experimentales en animales.
los pacientes hospitalizados y hasta en el 50% Ocasionalmente pueden darse casos de colitis
de los pacientes en unidades de críticos. Este ger- pseudomembranosa sin relación con antibiotera-
men produce dos tipos de citotoxinas que cau- pia previa. Los factores de riesgo son la cirugía de
san inflamación de la mucosa intestinal con ede- aparato digestivo o pélvica, la obstrucción intesti-
ma y ulceraciones puntuales, que posteriormente nal, el cáncer de colon, la colitis isquémica, la infec-
constituyen placas elevadas blanco-amarillentas ción por Shigella, la enfermedad de Crohn, la intoxi-
que van creciendo hasta llegar a 10-20 mm y con- cación por metales pesados, la fractura espinal, las
fluyen unas con otras, pudiéndose desprender. En grandes quemaduras, la leucemia, la infección seve-
las formas más graves se produce necrosis y se ra y el shock. Los ancianos muestran también una
afecta extensamente la lámina propia. En las lesio- mayor susceptibilidad para padecer la enfermedad.
nes no se aísla la bacteria, por lo que el diagnós- El tratamiento en los casos leves se reduce a la
tico se realiza a través de la identificación de las supresión del antibiótico ligado a la aparición de
toxinas. Aunque se ha descrito afectación del in- la enfermedad y la instauración de medidas de so-
testino delgado, la colitis pseudomembranosa que porte para evitar las alteraciones hidroelectrolíti-
aparece tras el uso de antibióticos, afecta exclusi- cas. No está indicado el uso de agentes que dismi-
vamente al colon en toda su extensión. Las toxi- nuyen el peristaltismo, ya que se ha observado que
nas no presentan actividad extraintestinal. aumentan la sintomatología, y además se considera
En la mayoría de los casos se produce diarrea la diarrea como un mecanismo defensivo que con-
y dolor abdominal poco intensos y sin fiebre, que tribuye a la eliminación del agente causal. Cuan-
desaparecen al suspender los antibióticos. Los ca- do la diarrea persiste o la enfermedad es grave,
sos graves se caracterizan por presentar diarreas con fiebre elevada, diarrea y dolor abdominal im-
líquidas de 15-30 deposiciones diarias, con dolor portantes, o bien cuando no es posible suspender
cólico intenso y fiebre con leucocitosis. Apare- el tratamiento antibiótico previo, se debe sustituir
ce, además, hipoalbuminemia, a lo que contribuye éste por otros antibióticos que presenten menor

838
E. Camarero González

probabilidad de desencadenar la enfermedad, y a len presentar disbacteriosis en el coprocultivo. En


su vez tratar ésta con metronidazol, vancomicina un pequeño porcentaje (2-3%) se aísla Clostridium
o bacitracina por vía oral durante 1 o 2 semanas. perfringens, Salmonella o Candida albicans en las he-
Aunque la respuesta clínica es similar con todos ces. En otras ocasiones no se encuentra agente
ellos, hay que tener en cuenta en los casos persis- causal. Estos casos se diferencian de los originados
tentes o graves, que el metronidazol alcanza con- por CD por que la diarrea es más leve, no existen
centraciones menores en las heces debido a que signos de infección, no aparece en otros pacientes
puede ser absorbido casi en su totalidad, mientras del entorno del afectado, el mismo paciente lo ha
que los otros dos no son absorbibles. Por eso mis- sufrido en ocasiones anteriores al ser tratado con
mo es también importante aumentar el fracciona- el mismo antibiótico, y además es dosis dependien-
miento de la dosis diaria. La vancomicina oral se te, desapareciendo con la disminución de la dosis
considera el tratamiento de elección en la coli- del antibiótico desencadenante. Se considera que
tis pseudomembranosa grave. La vía parenteral es un mecanismo de producción de diarrea en estos
menos eficaz y sólo debe ser empleada en el ca- casos, sería el hecho de que los hidratos de carbo-
so de intolerancia digestiva. Se ha valorado el uso no que en condiciones normales no son totalmen-
de resinas de intercambio iónico como la colesti- te absorbidos en el intestino delgado, llegarían al
ramina, debido a su capacidad para ligar las toxinas colon donde no podrían ser digeridos por la dismi-
del CD, pero los resultados son irregulares, y ade- nución de la microbiota, debido al tratamiento an-
más la colestiramina impide el uso concomitante tibiótico, produciendo un aumento de la osmolali-
de vancomicina, ya que también se une a la misma dad en la luz que conduciría a diarrea.
disminuyendo su eficacia. Se ha valorado también
la administración oral de lactobacilos en un intento
por modificar la microbiota intestinal alterada.
La colitis pseudomembranosa puede reincidir 10. Diarrea aguda
hasta en el 50% de los casos, a los pocos días de asociada a nutrición enteral
suspender el tratamiento. Las recurrencias son in-
dependientes de la duración del tratamiento, del La diarrea aguda es una de las complicaciones
antibiótico utilizado y de la dosis del mismo. Se más frecuentes de la nutrición enteral, y uno de
cree que se deben a que las esporas no son ataca- los factores que más influyen sobre la disminución
das por los antibióticos y el germen vuelve a pro- de la eficacia de la misma, ya que impide conseguir
liferar al suspenderlos. En ocasiones la diarrea re- el aporte completo de los requerimientos nutri-
currente desaparece espontáneamente. Cuando se cionales del enfermo. Su incidencia es muy varia-
producen recaídas múltiples se recomienda rein- ble entre diferentes estudios, por la falta de un cri-
troducir la misma pauta de tratamiento antibiótico, terio homogéneo a la hora de definir la diarrea en
seguida del aporte de colestiramina durante 3 o 4 esta situación, pero puede afectar hasta al 50% de
semanas, o de Lactobacillus GG durante 7-10 días. los pacientes hospitalizados que reciben este tipo
Para prevenir el contagio en instituciones es im- de nutrición. Existen varios factores que pueden
portante utilizar medidas que impidan la contami- ser causa de diarrea en estos pacientes, y en mu-
nación fecal-oral, como el lavado de manos y el chas ocasiones ésta es de origen multifactorial. Los
uso de guantes de vinilo por el personal, la utiliza- se pueden agrupar en agentes farmacológicos, fac-
ción de habitación y baño individual para el pacien- tores dependientes de la nutrición enteral y facto-
te infectado, el uso de germicidas esporicidas en la res dependientes del propio paciente.
limpieza, y el tratamiento de los portadores con • Agentes farmacológicos
metronidazol. Los fármacos que incluyen en su composición sus-
tancias osmóticamente activas son una causa común
de diarrea, que con frecuencia pasa desapercibida en
9.2. Disbacteriosis la rutina clínica diaria. Con menos frecuencia los que
inducen diarrea secretora o estimulan el peristaltis-
Los pacientes que desarrollan diarrea aguda, que mo forman también parte del arsenal terapéutico
aparece durante o después de antibioterapia, sue- para el paciente con nutrición enteral.

839
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

• Factores dependientes de la nutri- vante en la aparición de diarrea por antibiotera-


ción enteral pia. En ausencia de fibra, la microbiota carece de
Entre los factores atribuibles a la propia nutri- sustrato sobre el que actuar para producir ácidos
ción enteral, se han valorado la intolerancia a algu- grasos de cadena corta que son tróficos para el
no de los nutrientes presentes en la dieta, una ele- colonocito y que funcionalmente estimulan la ab-
vada osmolaridad de la misma, la administración sorción de sodio y agua por el mismo.
en bolos de gran volumen que estimula el refle- Sin embargo, existe un 15% de pacientes que re-
jo gastrocólico, o una temperatura excesivamente cibe nutrición enteral, que presentan diarrea aun-
baja cuando la fórmula se guarda en nevera, lo que que no concurran los factores antes citados. Se
estimula el peristaltismo. Hoy día, exceptuando la considera que ésta puede estar causada por la al-
forma de administración, la responsabilidad de es- teración funcional de la respuesta intestinal a la nu-
tos factores en el desencadenamiento de diarrea trición enteral. Esta respuesta está en relación con
en estos pacientes es mínima cuando se utilizan el lugar donde se infunde la dieta y con la carga de
fórmulas envasadas comercialmente, en cuya com- la misma por unidad de tiempo, es decir, con la ve-
posición no entra la lactosa ni el gluten y cuya os- locidad de infusión. Se ha observado que la infusión
molaridad no suele superar los 300-350 mOsm/l, de 2.000 ml de dieta en 24 horas aumenta la secre-
excepto en fórmulas muy concentradas o algu- ción de agua y electrólitos en el colon ascendente
nas utilizadas en situaciones muy específicas; pe- cuando la infusión se realiza a nivel gástrico, pero
ro incluso osmolaridades elevadas de más de 450 no cuando se realiza a nivel duodenal. Este aumen-
mOsm/l, no son causa de diarrea cuando los pre- to de volumen, sin embargo, puede no superar la
parados se administran en infusión continua. Otro capacidad absortiva del colon y por tanto no oca-
factor a tener en cuenta es la contaminación de sionar diarrea. Cuando se duplica la velocidad de
la mezcla. Aunque las fórmulas comerciales líqui- flujo, lo que equivale a una infusión de 2.000 ml en
das envasadas han sufrido un estricto control mi- 12-14 horas, este efecto se produce cualquiera que
crobiológico, se ha descrito la contaminación re- sea el lugar de infusión y, además, se altera la acti-
trógrada de la fórmula, del recipiente y del sistema vidad motora del colon descendente produciéndo-
de administración. El foco es el propio paciente, se la supresión de la motilidad segmentaria del mis-
pero también el personal que manipula la nutri- mo, lo que puede dar lugar a un tránsito acelerado
ción, aunque se trate de preparados comerciales. y, por tanto, a diarrea.
El grado de contaminación es predominante para • Factores dependientes del propio
ocasionar proliferación bacteriana, pero también paciente
el tiempo y la temperatura son factores impor- En el enfermo grave y especialmente en el críti-
tantes. La utilización de sistemas de administra- co, además de los ya citados, existen otros facto-
ción sin cámara de goteo, que actúa como barrera res desencadenantes de diarrea en relación con la
mecánica, también favorece la contaminación re- nutrición enteral, que son dependientes del pro-
trógrada. Los gérmenes patógenos aislados en los pio paciente y probablemente responsables de que
cultivos de estos preparados son múltiples: E. coli, la diarrea en las unidades de críticos pueda afectar
Klebsiella spp, Pseudomonas aeruginosa, Staphylococ- a más del 60% de los enfermos. Entre estos facto-
cus aureus, Staphylococcus epidermidis, Streptococcus res se ha valorado la existencia de hipoalbumine-
β-hemolyticus, Bacillus spp, Proteus y levaduras. La mia menor de 2,5 g/dl. El mecanismo a través del
proliferación de los mismos puede ser causa de cual actuaría sería el aumento de la presión hidros-
diarrea. Por ello, las medidas higiénicas que inclu- tática intersticial con edema de la pared y la salida
yan el lavado de manos, el uso de guantes y la lim- de agua hacia la luz intestinal. Otro factor es la an-
pieza escrupulosa del material de administración, tibioterapia, prácticamente constante en este tipo
así como el cambio del mismo como máximo cada de pacientes, y que es causa de diarrea a través de
24 horas y de preferencia cada 12 horas, son me- los mismos mecanismos, ya descritos, que en aque-
didas imprescindibles. llos que la presentan sin recibir nutrición enteral.
La ausencia de fibra dietética en la mayor parte En concreto existe, como ya se ha dicho, una ma-
de las dietas que se utilizan en nutrición enteral se yor incidencia de colitis pseudomembranosa en las
ha considerado que podría ser un factor coadyu- unidades de pacientes críticos. Otro factor a tener

840
E. Camarero González

en cuenta es la elevada frecuencia de desnutrición Como en conjunto las causas más frecuentes de
grave en estos enfermos, debido al elevado grado diarrea en pacientes que reciben nutrición enteral
de estrés metabólico y a las dificultades para ins- por sonda son la administración demasiado rápi-
taurar y mantener un aporte nutricional suficien- da de la mezcla, la utilización de fármacos que cau-
te; esta desnutrición puede originar diarrea al rei- san diarrea y la antibioterapia, que en los pacientes
niciar la alimentación, ocasionada por la alteración hospitalizados se asocia con mayor frecuencia a in-
enzimática que dificulta la digestión, y que es cau- fección por Clostridium difficile, el tratamiento de la
sa de malabsorción de los disacáridos por la des- diarrea en estos casos debe incluir la supresión por
aparición de las enzimas intestinales del borde en cambio de medicación que incluya sustancias os-
cepillo de la célula epitelial. Por otro lado, la pro- móticamente activas o con capacidad estimulante
pia desnutrición que disminuye la secreción gástri- de la secreción de agua y electrólitos en el intesti-
ca o el tratamiento con agentes que la bloquean, no, la revisión del tratamiento con antibióticos, y la
aumentan el pH, desapareciendo la acidez habitual forma de administración de la dieta, incluyendo ve-
de la cámara gástrica que impide la proliferación locidad de flujo, lugar de infusión y la posibilidad de
de microorganismos. Además, el enfermo crítico utilización de fibra dietética.
es un paciente más grave que precisa mayor núme-
ro de fármacos, con lo que aumenta la probabili-
dad de que uno o varios de ellos puedan desenca-
denar diarrea, especialmente aquellos que incluyen 11. Complicaciones
sustancias osmóticamente activas como el sorbi- de las diarreas agudas
tol, que están presentes en la medicación habitual
en estos pacientes como los preparados de teofili- 11.1. Deshidratación
na, codeína, cimetidina, etc.
En el tratamiento de la diarrea en nutrición en- La deshidratación es especialmente grave en las
teral se ha valorado la utilización de fibra dieté- diarreas osmóticas y sobre todo en las diarreas se-
tica, ya sea como fibra soluble por ser fermen- cretoras, ya que en estas últimas se produce secre-
table por la microbiota del colon, produciendo ción activa de agua y electrólitos que pueden dar
ácidos grasos de cadena corta, o como una mez- lugar a la pérdida de más de 10 litros de líquidos dia-
cla de fibras que se asemejaría más a la que ingie- rios por las heces. En estos casos puede producirse
re el individuo que se alimenta normalmente, con shock hipovolémico e insuficiencia renal aguda.
el fin de mantener inalterada la microbiota intes-
tinal o potenciar su recuperación cuando existe
disbacteriosis. Se ha descrito que la infusión de 11.2. Alteración del balance
ácidos grasos de cadena corta en el ciego, es ca- electrolítico y del equilibrio
paz de suprimir la secreción de agua y electróli- ácido-base
tos que se produce en el colon durante la infusión
de la nutrición enteral, y en cambio conseguir un En las diarreas osmóticas, donde la pérdida pre-
aumento de la absorción a ese nivel. Sin embargo, dominante es de agua y no de electrólitos, la des-
se han realizado algunos estudios utilizando mucí- hidratación conduce a hipernatremia. En la diarrea
lago psyllium, goma guar y pectina, encontrándose secretora, donde se pierde agua, gran cantidad de
resultados contradictorios, posiblemente debido Na+, que se intercambia por H+, Cl-, bicarbonato y
a la diferencia de criterios en la definición de dia- K+, se produce acidosis hipopotasémica.
rrea y en la dosis y el tipo de fibra utilizado. Son
precisos mayor número de estudios controlados
que presenten homogeneidad en cuanto a la de- 11.3. Intolerancia secundaria
finición de diarrea, el tipo de pacientes, y el tipo a la lactosa
y cantidad de fibra que se aporta, para valorar la
recomendación de dicho aporte como beneficio- Es pasajera y de corta duración, excepto las cau-
sa en la prevención o el tratamiento de la diarrea sadas por agentes patógenos que actúan adhirién-
en estos pacientes. dose a la membrana epitelial y causando desapari-

841
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

ción de las microvellosidades con el consiguiente to es la reposición del líquido y los iones perdi-
déficit de disacaridasas, que en el caso de las dia- dos. Aunque muchas diarreas agudas, especialmen-
rreas por rotavirus puede durar hasta 8 semanas. te las debidas a toxoinfecciones alimentarias o las
diarreas víricas, comienzan con vómitos, éstos sue-
len remitir en unas horas, lo que permite la utiliza-
11.4. Bacteriemia y sepsis ción de la vía oral para la reposición hidroelectro-
lítica y la alimentación.
Se puede producir en las diarreas debidas a bac- Cuando la causa de la diarrea es la ingesta de
terias enteroinvasivas, especialmente en la infec- sustancias osmóticamente activas o de fármacos
ción por Shigella. estimulantes de la secreción de agua y electrólitos,
la supresión de los mismos o la disminución de la
dosis es la primera y a veces la única medida tera-
11.5. Colonización a distancia péutica necesaria.
Por el contrario, cuando existe riesgo de com-
La producen también las bacterias enteroinvasi- plicaciones por la gravedad del cuadro o la condi-
vas. Las estructuras más frecuentemente coloniza- ción del paciente, se debe valorar la instauración
das son articulaciones y huesos. de tratamiento antibiótico y podría hacerse nece-
sario el soporte con nutrición artificial.

11.6. Desnutrición
12.1. Reposición hidroelectrolítica
La desnutrición a causa de diarrea aguda es ra-
ra, ya que dicha diarrea es autolimitada y la dura- Es la terapia de base en la diarrea. Es especial-
ción media suele ser menor de 1 semana, pero sí mente importante y a veces constituye el único
se puede acentuar una desnutrición previa. En las tratamiento necesario en las diarreas secretoras,
diarreas graves con intolerancia oral por vómitos donde las pérdidas son muy abundantes y existe
o íleo paralítico, o con afectación general grave con compromiso del balance hidroelectrolítico y del
fiebre o sepsis, en las que no se instaura soporte equilibrio ácido-base.También es importante en las
nutricional adecuado, sí se puede originar una des- diarreas que cursan con pérdidas moderadas o le-
nutrición mixta de grado moderado o grave. ves, pero que son más prolongadas, y en las que van
acompañadas de fiebre o complicaciones que au-
mentan aún más las necesidades de volumen.
11.7. Mortalidad Se debe utilizar la vía oral si la situación clínica lo
permite y no existen vómitos, o desde el momen-
La muerte a causa de diarrea aguda es excep- to en que éstos remitan. La reposición por vía oral
cional en adultos previamente sanos. Los niños está basada en el hecho de que en las diarreas en
pequeños y los ancianos, así como los pacientes las que no existe lesión de la mucosa, o ésta es mí-
desnutridos, inmunodeprimidos, oncológicos, con nima, la presencia de glucosa en la luz intestinal au-
enfermedades linfoproliferativas o con anemia he- menta la absorción de sodio y éste arrastra pasiva-
molítica son los grupos de población que presen- mente el agua.
tan mayor riesgo de mortalidad por esta causa. Las primeras soluciones de rehidratación oral
(ORS) con la composición recomendada por la
OMS (Organización Mundial de la Salud), se co-
menzaron a utilizar con éxito hace más de 30 años
12. Tratamiento en los países subdesarrollados, donde predomi-
nan las diarreas por bacterias que producen en-
Dado que la diarrea aguda presenta una dura- terotoxinas, como ocurre en el cólera, en el que
ción limitada y supone la pérdida de agua y electró- las pérdidas de agua y electrólitos son muy inten-
litos, pero no se suele acompañar de malabsorción sas. Más tarde se ha ido modificando esta fórmu-
de nutrientes, el objetivo principal del tratamien- la, disminuyendo la concentración electrolítica pa-

842
E. Camarero González

Tabla 9. SOLUCIONES PARA REHIDRATACIÓN ORAL EN LA DIARREA AGUDA

Concentración por litro ORS (OMS, 1971) ESPHGAN (1992)


Na+ (mmol) 90 60
K+ (mmol) 20 20
Cl - (mmol) 80 25
HCO3- (mmol) 30 10b
Glucosaa (mmol) 111 110
Osmolaridad (mOsm/l) 330 270
ORS: solución de rehidratación oral; OMS: Organización Mundial de la Salud; ESPHGAN: Sociedad Europea de Gas-
troenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.
a
Glucosa 20 g/l.
b
Como citrato trisódico dihidratado.

ra adaptarla a la deshidratación leve o moderada Tabla 10. INDICACIONES DE REHIDRATACIÓN


propia de las diarreas agudas que aparecen en los POR VÍA INTRAVENOSA
países industrializados (Tabla 9). Posteriormente,
con objeto de aumentar el aporte de nutrientes y • Deshidratación grave
de disminuir la osmolaridad, se han elaborado so- • Inestabilidad hemodinámica
luciones que sustituyen la glucosa por almidón de • Disminución del nivel de conciencia
arroz o de cereales, e incluso en algunas se ha uti- • Fallo renal
lizado goma guar. Con estas modificaciones se ha • Íleo paralítico
conseguido también una reposición adecuada y una • Vómitos incoercibles
menor intensidad y duración de la diarrea.
En la diarrea no hemorrágica, de poca intensi-
dad y duración, que no se acompaña de fiebre, y
que se presenta en un adulto sano, la rehidratación 12.2. Tratamiento farmacológico
oral se puede realizar aportando líquidos en for-
ma de caldos desgrasados y zumos no ácidos po- 12.2.1. Antibioterapia
co azucarados. Se deben desestimar preparados de
cola y bebidas para deportistas, ya que presentan No siempre es necesaria en la diarrea aguda, ya
una baja concentración de electrólitos y, sin embar- que en muchas ocasiones ésta desaparece espon-
go, una osmolaridad elevada por el alto contenido táneamente en pocos días, y en otras no es eficaz
en azúcares. frente al agente causal como ocurre en las de ori-
La utilización de la vía intravenosa se hace ne- gen vírico.
cesaria cuando la deshidratación es intensa o El tratamiento antibiótico no acorta la dura-
existen condiciones que contraindican el uso de ción de la enfermedad y no se recomienda por
la vía oral (Tabla 10). En estos casos se puede tanto en las formas leves, que son las más habitua-
utilizar suero Ringer Lactato® o suero salino fisio- les, pero sí es obligado en las formas graves con
lógico, añadiendo cloruro potásico y bicarbonato. complicaciones sépticas, y en los grupos de ma-
Si existe deshidratación grave, se realizará una re- yor riesgo para padecerlas, como son los ancia-
posición rápida las dos primeras horas, a razón de nos, los pacientes inmunodeprimidos y aquellos
1.000 ml/hora, y después 500 ml/hora hasta llegar que presentan valvulopatías o son portadores de
a los 100 ml/kg/día. El volumen total a aportar en prótesis vasculares u ortopédicas. En estos casos,
las diarreas intensas, está en función de las pér- el tratamiento antibiótico se puede establecer de
didas fecales, a las que se suman las pérdidas uri- forma empírica hasta que se conozca el agente
narias y las insensibles, teniendo en cuenta que el causal, aislado en las heces, y el resultado del an-
aporte global debe permitir mantener una diure- tibiograma. Los antibióticos más utilizados en el
sis mayor de 1.000 ml/día. tratamiento empírico son las quinolonas, a las que

843
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

son sensibles la mayoría de los agentes patóge- mejorar la función intestinal alterada, aumentando
nos responsables de la diarrea aguda, excepto el la absorción de nutrientes y normalizando la mi-
Clostridium difficile. El uso preventivo de antibióti- crobiota intestinal.
cos en la diarrea del viajero es discutido, debido a Aunque tradicionalmente se aconsejaba la su-
los efectos adversos, y sobre todo a la aparición presión del aporte de nutrientes por vía digesti-
de resistencias, aunque se ha demostrado su utili- va durante la diarrea, con objeto de “dejar en re-
dad en algunos estudios. Su recomendación queda poso el tubo digestivo”, actualmente se considera
restringida a pacientes que padecen enfermeda- que el ayuno no acorta la duración de la diarrea y
des que aumentan el riesgo de presentar diarreas sí es causa de desnutrición, que tiene mayor tras-
graves o complicadas, y para aquellas personas en cendencia en los niños, ya que impide el crecimien-
las que el viaje tiene un objetivo importante que to normal, pero que también puede aumentar las
no es posible posponer. complicaciones en los ancianos o en pacientes que
sufran enfermedades de riesgo.
La diarrea osmótica es el único tipo de diarrea
12.2.2. Otros fármacos que desaparece con el ayuno, siempre que éste in-
cluya la supresión del agente causal de la misma.
• Opiáceos: actúan disminuyendo los movi- Sin embargo, el ayuno también produce en alguna
mientos propulsivos intestinales, lo que mejora el medida una mejoría de la sintomatología gastroin-
dolor cólico y aumenta el tiempo de contacto del testinal en las diarreas producidas por otros me-
quimo con la mucosa intestinal, permitiendo así canismos. En concreto, reduce el volumen de las
una mayor absorción. También actúan disminuyen- deposiciones y mejora los vómitos y el dolor ab-
do la secreción de líquido y electrólitos y aumen- dominal. Esta mejoría deriva de que la ausencia de
tando el tono del esfínter anal. nutrientes en la luz intestinal disminuye la osmola-
Entre los opiáceos están la codeína, el difenoxi- ridad en la misma y también reduce la secreción de
lato y la loperamida. Los dos últimos no atravie- jugo intestinal, pancreático y biliar, lo que a su vez
san la barrera intestinal y por tanto no deprimen el disminuye el volumen total de líquidos a absorber
centro respiratorio ni originan dependencia. y el peristaltismo.
• Subsalicilato de bismuto: tiene acción Pero, en sentido opuesto, el ayuno produce un
antiinflamatoria a través de la inhibición de la sín- balance energético y proteico negativo con conse-
tesis de prostaglandinas, y bactericida, debido a la cuencias, entre otras, sobre la función de las célu-
capacidad de adsorción de sustancias tóxicas, sien- las epiteliales intestinales. Por otro lado, la presen-
do eficaz para disminuir la intensidad de la diarrea cia de nutrientes en la luz intestinal es estimulante
y el dolor cólico, aunque requiere dosis elevadas. de la secreción enzimática de las células del bor-
• Hidróxido de aluminio y colestira- de en cepillo del epitelio, y de la secreción de hor-
mina: actúan ligando a los ácidos biliares, por lo monas gastrointestinales, y tiene un efecto trófico
que mejora la diarrea debida a malabsorción de los sobre los enterocitos, todo lo cual desaparece du-
mismos. rante el ayuno.
Clásicamente se desaconsejaban los opiáceos y
los espasmolíticos en el tratamiento de los sínto-
mas de las diarreas agudas infecciosas con compo- 12.3.1. Tratamiento dietético
nente inflamatorio, pero actualmente la utilización
de los primeros, con precaución y junto al trata- Los objetivos del tratamiento dietético son:
miento antibiótico indicado, mejora y acorta la • Conseguir un aporte energético y líquido sufi-
evolución de la diarrea. ciente por vía oral.
• Mejorar la absorción de agua y nutrientes.
• Disminuir la sintomatología digestiva.
12.3. Tratamiento nutricional Para conseguir estos objetivos es necesario rea-
lizar una selección del tipo de alimentos y de líqui-
Los objetivos de la nutrición en la diarrea aguda dos, así como modificar la preparación de los mis-
son mantener el estado nutricional y contribuir a mos, y la forma de administración.

844
E. Camarero González

Tabla 11. DIETA PARA SÍNDROME DIARREICO

Características Preparación culinaria


Fraccionar las comidas: 6-8/día Fases iniciales:
Volúmenes pequeños • Cocción en agua
Alimentos blandos o triturados Posteriormente:
Temperatura templada • Cocción al vapor, a la plancha o al horno, según
Evitar: tolerancia
• Frutas ácidas, vinagre • Triturar o trocear los alimentos
• Grasa • Verduras cocidas y pasadas por pasapuré
• Carnes rojas Condimentos:
• Caldos concentrados comerciales • Sal, limón
• Café, té, chocolate Evitar:
• Fibra dietética, residuos animales • Residuos animales (piel, tejido conectivo, etc.)
• Condimentos fuertes • Fritos
• Leche. Quesos grasos o curados • Condimentos fuertes
• Alcohol
• Refrescos

Para evitar la estimulación del reflejo gastrocóli- te de fibra insoluble que presenta el pan integral, y
co, y del peristaltismo, se debe disminuir el volumen que se debe tomar tostado, pues el calor hidroliza
de las tomas y la consistencia de los alimentos, redu- parcialmente el almidón haciéndolo más fácilmente
ciendo los residuos no digeribles; evitar las tempe- digerible (Tabla 11).
raturas frías o muy calientes y los estimulantes quí- Entre los alimentos proteicos el pescado es el me-
micos, los ácidos orgánicos de las frutas, las purinas jor tolerado, porque tiene menos tejido conectivo que
de las carnes rojas, la grasa, el café, el té y el chocola- las carnes y se ablanda y gelatiniza con la cocción.
te, los condimentos fuertes y el alcohol. También se El tratamiento dietético incluye la progresión
evitarán los líquidos con elevada concentración de del aporte oral en varias fases (Tablas 12a-
sales o azúcares por su alta osmolaridad, y la leche 12d), cuya duración será variable dependiendo de
por la posible intolerancia secundaria a la lactosa. Se la sintomatología y la tolerancia.
pueden tomar leches sin lactosa.
A medida que mejore la sintomatología, estos ali-
mentos se irán reintroduciendo de forma progresiva 12.3.2. Nutrientes específicos
de uno en uno, y modificando su estructura físico-
química mediante las técnicas culinarias adecuadas • Fibra dietética: se considera fibra dietética
como cocción, trituración, tamizado, colado, etc. aquellos compuestos de origen vegetal que no se hi-
Los alimentos que se deben seleccionar en pri- drolizan por las enzimas digestivas humanas, pero que
mer lugar son los alimentos hidrocarbonados, co- sí son fermentados por la microbiota normal del co-
mo por ejemplo el arroz o la patata, que al cocer lon. La fibra soluble es fermentada por las bacterias
gelifican, lo que los ablanda y produce una hidró- del colon produciendo ácidos grasos de cadena corta,
lisis incompleta del almidón. Esto permite que ac- que son tróficos para el colonocito y potencian la ab-
túen como absorbentes de agua y que se digieran sorción de sodio y agua. Además, la fibra estimula el
con mayor facilidad. También son de elección la za- crecimiento de esta microbiota y contribuye a man-
nahoria y la manzana, que aportan potasio y tie- tener la composición y el balance normal de las dis-
nen pectina, que es una fibra soluble que también tintas especies que la componen, impidiendo de esta
gelifica y absorbe agua, aumentando la consisten- forma la proliferación de especies patógenas.
cia de las deposiciones. Otro alimento hidrocarbo- La goma guar es una fibra soluble que se ha utiliza-
nado que se puede introducir al reiniciar la dieta do en la realimentación oral de la diarrea infantil, junto
es el pan, que debe ser blanco para evitar el apor- a las soluciones de rehidratación, consiguiendo redu-

845
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

Tabla 12a. FASE I (6-24 HORAS): REHIDRATACIÓN: VOLUMEN > 2 l/DÍA, SEGÚN PÉRDIDAS

• Solución de rehidratación oral comercial (ORS)


• Solución de preparación doméstica: agua 1 l, zumo de 1 limón, 20 g de azúcar, sal y bicarbonato
(1 cucharadita de café rasa)
• Además:
- Caldos desgrasados: cocción de arroz y zanahorias + sal (1 cucharada café rasa/litro)
- Zumos de frutas no ácidas, no concentrados o rebajados, sin azúcar añadida
- Infusiones de manzanilla, tila
- Agua de té (1 bolsita en 500 ml de agua)
- Agua
• Valor nutricional: calórico: muy insuficiente; proteico: inapreciable; micronutrientes: muy insuficiente

Tabla 12b. FASE II (24-72 HORAS): N.º TOMAS 6-8/DÍA; LÍQUIDOS > 2 l/DÍA

• Dieta blanda sin residuos, estimulantes químicos ni lactosa


• Alimentos cocidos, triturados o de consistencia blanda
Ración:
1/2-2/3 taza* Arroz o pasta cocidos
Sopa de arroz, pasta, sémola o tapioca, en caldo de verduras
Patatas cocidas en puré o aplastadas
Harina de arroz o cereales en papilla con leche sin lactosa
50-100 g Pescado blanco cocido sin piel
15-30 g Pan tostado
75-150 g Manzana cruda sin piel rallada o cocida
• Raciones: seleccionar la más pequeña al inicio de esta fase y aumentar según tolerancia hasta
la ración mayor en días sucesivos
• Valor nutricional: calórico: insuficiente; proteico: suficiente con las raciones de mayor volumen;
micronutrientes: insuficiente

1 taza: 250 ml.

cir la intensidad y la duración de la diarrea. Se ha obte- • Probióticos: los probióticos son microorga-
nido el mismo efecto con el almidón resistente, fibra nismos vivos no patógenos, cuya administración por
también fermentable por las bacterias del colon. vía digestiva puede producir efectos beneficiosos en
En la diarrea aguda asociada a nutrición enteral se el huésped a través del mantenimiento de un balan-
observó, con la adición de fibra soluble, en algunos ce adecuado de la microbiota intestinal. Los más es-
estudios, una disminución de la diarrea y un aumento tudiados en relación con potenciales beneficios en
de la consistencia de las heces, que se acompañaban la diarrea son Lactobacillus spp, Bifidobacterium spp,
también de una mayor concentración de las mismas Saccharomyces boulardii, Streptococcus y Enterococcus
en ácidos grasos de cadena corta. Sin embargo, otros spp. Los probióticos deben ser capaces de coloni-
estudios no obtuvieron efectos beneficiosos con la zar el tubo digestivo para ser eficaces: por ejemplo,
utilización de fibra. Son necesarios más estudios con- el Lactobacillus GG coloniza el tracto gastrointestinal
trolados que permitan confirmar científicamente la durante 1-3 días por término medio y puede llegar a
utilidad de la fibra en la diarrea aguda, definir los tipos persistir durante 7 días. Los posibles mecanismos de
de fibra que más benefician la resolución de la diarrea acción de los probióticos incluyen la estimulación de
y los mecanismos a través de los cuales actúan la secreción de moco, la acción bactericida, la inhibi-

846
E. Camarero González

Tabla 12c. FASE III (24-72 HORAS): N.º TOMAS 6-8/DÍA; LÍQUIDOS > 1,5 l/DÍA

• Se tomarán las raciones superiores de los alimentos de la fase anterior y se añadirán


progresivamente los siguientes:
- Galletas tipo María (2-4/día)
- Huevos pasados por agua o en tortilla francesa (1/día)
- Pollo sin piel ni grasa (50-100 g/día)
- Jamón cocido (50 g/día)
- Plátano maduro (1 mediano/día)
- Yogur natural (1-2/día)
- Aceite de oliva o mantequilla (10-15 g/día)
• Valor nutricional: calórico y proteico: puede ser suficiente dependiendo de las necesidades;
micronutrientes: insuficiente

Tabla 12d. FASE IV DE TRANSICIÓN A LA DIETA NORMAL (24-28 HORAS):


N.º TOMAS 5-6/DÍA; LÍQUIDOS > 1,5 l/DÍA

• Se tomarán los alimentos de la fase anterior aumentando las raciones y la frecuencia diaria,
y se añadirán:
- Verduras cocidas en puré
- Carnes rojas sin grasa, cocidas, a la plancha o al horno (100 g)
- Frutas no ácidas, sin piel ni pepitas
- Queso fresco poco graso
• Valor nutricional: calórico, proteico y de micronutrientes: suficiente

ción de la adherencia de los patógenos a la mucosa todo si se administran precozmente durante el pe-
intestinal, y la inhibición de la acción de las toxinas, y riodo de rehidratación oral.
presentan además una actividad inmunomoduladora La mezcla de probióticos VSL-3 compuesta por
local a través, entre otros, del estímulo de la inmuno- 3 especies de Bifidobacterium + 4 de Lactobacillus +
globulina A y de la secreción de interferón (ver Capí- 1 de Streptococcus ha mostrado beneficio sobre la
tulo 4.43). Se han estudiado los efectos de microor- enteritis aguda debida a radioterapia abdominal.
ganismos aislados o de mezclas de los mismos en la Aunque la administración de probióticos por vía
diarrea aguda secundaria a antibioterapia, en la coli- digestiva se considera segura, se ha descrito algún
tis pseudomembranosa en la diarrea del viajero y en caso de funguemia por Saccharomyces boulardii, con
diarreas agudas infecciosas. El Saccharomyces boulardii sepsis después del tratamiento con el mismo por
y el Lactobacillus rhamnosus GG han mostrado efectos colitis pseudomembranosa en pacientes inmuno-
positivos en la prevención de la diarrea relacionada deprimidos o afectados de varias comorbilidades.
con antibioterapia, en la mayoría de los estudios, y • Zinc: El interés del zinc en el tratamiento de
también en el tratamiento de la colitis pseudomem- la diarrea se basa en que se pierde por las heces, y
branosa, donde se ha observado que su administra- en que su déficit puede alterar la inmunidad celular.
ción consigue disminuir la diarrea y los calambres ab- Se han llevado a cabo algunos estudios en niños pe-
dominales, así como las recidivas de la infección. queños en los que se ha observado una disminución
También existen varios estudios, utilizando di- de la intensidad y de la duración de la diarrea con
versas cepas de Lactobacillus, en los que se observa el aporte de zinc por vía oral. El inconveniente del
que el aporte de los mismos disminuye la gravedad aporte de zinc en estos casos es que puede intensi-
y la duración de la diarrea aguda infecciosa, sobre ficar los vómitos. No se ha utilizado en el adulto.

847
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

13. Resumen
 La diarrea se define como el aumento de volu-  Las diarreas infecciosas más frecuentes están
men fecal diario por encima de 250 g en indivi- causadas por rotavirus, seguidas por bacterias
duos que ingieren la dieta habitual de los países como Campylobacter, E. coli enterotoxigéni-
industrializados. Las heces aumentan el volu- co y Vibrio cholerae.
men a expensas de su contenido en agua, lo que
las hace más fluidas. La diarrea aparece cuando  Existen varias diarreas agudas asociadas a cir-
aumenta el volumen de líquido en el tubo di- cunstancias concretas, como son la diarrea del
gestivo por encima de su capacidad absortiva, viajero y la diarrea asociada al tratamiento con
lo que se produce como consecuencia de la antibióticos, cuyos agentes causales pueden ser
alteración de los mecanismos de transporte de diferentes microorganismos patógenos. Entre
agua y electrólitos en el intestino delgado o en las diarreas asociadas al tratamiento antibiótico
el colon. se encuentran la colitis pseudomembranosa, de
aparición frecuente en pacientes hospitalizados.
 La diarrea aguda se caracteriza por ser de corta
duración, menor de 2-3 semanas, y frecuente-  Las diarreas agudas suelen ser cortas y autolimi-
mente autolimitada. tadas, pero pueden presentar complicaciones, la
más frecuente de las cuales es la deshidratación,
 Existen diferentes mecanismos fisiopatológicos que es muy intensa en la producida por bacterias
para la producción de diarrea, lo que da lugar que causan diarrea secretora, como el Vibrio, que
a cuatro tipos de diarrea: osmótica, secretora, origina el cólera, donde puede aparecer shock y
exudativa y por alteración de la motilidad. En la fallo renal si no se repone adecuadamente el vo-
mayor parte de los casos, sin embargo, intervie- lumen y los iones perdidos.
nen varios de estos mecanismos conjuntamente.
 Debido a su corta duración, la mayoría de las dia-
 Los agentes causales de diarrea aguda son en el rreas agudas no precisan tratamiento, excepto la
10% de los casos, nutrientes, alcohol, fármacos o reposición hidroelectrolítica, y tampoco son cau-
tóxicos, pero en el 90% de casos la diarrea se sa de desnutrición, excepto en zonas subdesarro-
debe a la infección del tracto gastrointestinal lladas, donde la recurrencia es frecuente, y en las
por microorganismos patógenos que ingresan que presentan complicaciones graves. La base del
en el tubo digestivo con el agua o los alimentos tratamiento, por tanto, es la reposición hidroelec-
contaminados con residuos fecales humanos, o trólica, pero en ocasiones se requiere tratamien-
transmitidos de persona a persona. to antibiótico previo coprocultivo y antibiograma.
Sólo se debe realizar tratamiento empírico con
 Los microorganismos patógenos que causan antibióticos en individuos con riesgo de padecer
diarrea aguda actúan a través de la producción complicaciones y en diarreas infecciosas exuda-
de toxinas que alteran el transporte de agua y tivas con fiebre elevada. La loperamida es eficaz
electrólitos o lesionan la célula epitelial, o bien a para disminuir las deposiciones en las diarreas sin
través de la invasión de la mucosa intestinal, en fiebre elevada, pero sólo se debe utilizar con pre-
cuyo caso pueden producir sepsis y colonización caución y asociada a antibióticos en las diarreas
en otros tejidos. infecciosas graves.

 Las medidas higiénico-sanitarias deficientes y la  El tratamiento nutricional incluye la modificación


pobreza son responsables del aumento de estas dietética y la utilización de prebióticos y probió-
infecciones, ya que facilitan su transmisión. La ticos. No se aconseja restringir drásticamente el
desnutrición y las edades extremas de la vida son aporte de alimentos con objeto de disminuir la
dos factores claros de riesgo. Estos individuos y intensidad de la diarrea. Por el contrario, el ob-
los enfermos inmunodeprimidos tienen mayor jetivo del tratamiento dietético es mantener un
riesgo de padecer diarreas agudas infecciosas. aporte nutricional lo más cercano posible a las
Estos grupos de población son los que presen- necesidades del enfermo, mediante la adaptación
tan también la mayor tasa de complicaciones, así de los alimentos a las condiciones digestivas, para
como de mortalidad por esta causa. permitir una mejor tolerancia de los mismos.

848
E. Camarero González

14. Bibliografía
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849
Capítulo 4.28. Nutrición en los síndromes diarreicos...

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850
4.29. Nutrición en los síndromes de
malabsorción y síndrome
de intestino corto

Cristina Cuerda Compés Irene Bretón Lesmes Miguel Camblor Álvarez


Capítulo 4.29.

Nutrición en los síndromes de malabsorción


y síndrome de intestino corto

1. Introducción

2. Anatomía y fisiología del intestino

3. Síndromes de malabsorción
3.1. Clasificación
3.2. Tratamiento
3.2.1. Tratamiento nutricional. Generalidades
3.2.2. Tratamiento nutricional en la enfermedad celiaca
3.2.3. Tratamiento nutricional en la intolerancia a la lactosa
3.2.4. Tratamiento farmacológico

4. Síndrome de intestino corto


4.1. Definición de síndrome de intestino corto y de fallo intestinal
4.2. Etiología
4.3. Mecanismos de adaptación intestinal
4.4. Factores pronósticos en el síndrome de intestino corto
4.5. Otras complicaciones clínicas en el síndrome de intestino corto
4.6. Manejo de los pacientes con síndrome de intestino corto
4.6.1. Nutrición parenteral domiciliaria
4.6.2. Nutrición enteral
4.6.3. Dieta oral y tratamiento farmacológico
4.6.4. Rehabilitación intestinal
4.6.5. Cirugía tardía del síndrome de intestino corto
4.6.6. Trasplante intestinal

5. Resumen

6. Bibliografía

7. Enlaces web
Objetivos

n Conocer las manifestaciones clínicas de los síndromes de malabsorción.


n Describir las bases del tratamiento nutricional en los síndromes de malabsorción.
n Conocer los alimentos indicados en el tratamiento de los pacientes con enfermedad celiaca.
n Identificar los alimentos desaconsejados en el tratamiento de los pacientes con intolerancia a la lactosa.
n Comprender el significado correcto de los términos “síndrome de intestino corto” y “fallo intestinal”.
n Exponer las manifestaciones clínicas del síndrome de intestino corto dependiendo de la zona de intestino
resecado.
n Conocer los factores pronósticos del fallo intestinal.
n Comprender las diferencias entre el manejo de los pacientes con yeyunostomías y con anastomosis
yeyunocólicas.
n Conocer las características del tratamiento con nutrición parenteral domiciliaria.
n Exponer las indicaciones actuales del trasplante intestinal en el tratamiento de los pacientes con fallo
intestinal.
1. Introducción

E
l intestino tiene, además de su función digestiva y de órgano del sistema inmu-
nológico, dos funciones principales: la absorción de nutrientes (grasa, hidratos
de carbono, proteínas, vitaminas, etc.) para cubrir las necesidades nutriciona-
les, y la absorción de agua y electrólitos para evitar la deshidratación. Aunque el
intestino dispone de una gran reserva funcional, si el daño intestinal es importante
pueden producirse manifestaciones clínicas como consecuencia de la malabsorción
de macro y micronutrientes, deshidratación, diarrea y pérdida de peso.
Se entiende por insuficiencia intestinal la alteración de la absorción intesti-
nal que puede ser compensada mediante la hiperfagia del enfermo y la propia adap-
tación intestinal. Se habla de fallo intestinal cuando resulte imposible mantener
un estado nutricional normal y un balance positivo de fluidos, sin un soporte nutri-
cional adecuado. Este fallo intestinal puede originarse como consecuencia de dismi-
nución de la longitud intestinal (síndrome de intestino corto), o por una alteración
funcional (enfermedades de la pared intestinal, alteraciones de la motilidad, etc.).
En la mayoría de los casos ese fallo intestinal será transitorio, si bien entre un 20
y un 30% de los pacientes pueden evolucionar hacia un fallo intestinal permanente.
Este subgrupo de pacientes será subsidiario de tratamiento con nutrición parente-
ral domiciliaria y con otras modalidades terapéuticas como el trasplante intestinal.
En este Capítulo se consideran los síndromes de malabsorción centrándose en
su tratamiento nutricional y en algunas recomendaciones especiales para ciertos
trastornos malabsortivos como la enfermedad celiaca o la intolerancia a la lactosa.
En la segunda parte, se estudia el síndrome de intestino corto, con sus manifesta-
ciones clínicas y el proceso de adaptación intestinal, profundizando en su abordaje
terapéutico actual.

855
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

En el intestino delgado se lle-


va a cabo la digestión y la ab-
sorción de los alimentos. La di-
gestión comprende dos etapas,
la fase intraluminal (a través
de las diferentes enzimas ver-
tidas en la luz intestinal proce-
dentes de la secreción salivar y
de los jugos gástrico, pancreá-
tico, biliar e intestinal) y la di-
gestión de membrana (por las
enzimas presentes en la mem-
brana del enterocito, en el lla-
mado glicocálix) (ver Capítu-
lo 1.8). Diariamente penetran
en el tubo digestivo 9 l de líqui-
do: 2 l de ingesta directa, 1 l de
saliva, 2 l de jugo gástrico y 4 l
de jugo pancreático, biliar e in-
Figura 1. Partes del intestino donde tiene lugar la absorción de diferentes nutrien- testinal. El estímulo fundamen-
tes. AGCC: ácidos grasos de cadena corta. tal para estas secreciones es la
existencia de alimento en la luz
intestinal que provoca la secre-
2. Anatomía y fisiología ción de hormonas gastrointestinales que a su vez
del intestino estimulan dichas secreciones. Así, por ejemplo, los
alimentos ricos en grasas estimulan la producción
El intestino posee una enorme superficie, debido de colecistokinina en el tubo digestivo, que a su vez
en parte a su longitud y a los pliegues que presenta. provoca la secreción de lipasa pancreática y la con-
Se compone de intestino delgado e intestino grue- tracción de la vesícula biliar para que se produzca la
so o colon. La longitud del intestino delgado en el digestión de las mismas.
adulto varía entre 7 y 8 m, dependiendo de las va- Gracias a la digestión, los alimentos ingeridos en
riaciones individuales, modo de medida, estado de forma de macromoléculas son transformados en
contracción del músculo liso intestinal, etc. Al mi- moléculas más sencillas que pueden ser transporta-
croscopio óptico, las vellosidades del intestino del- das a través de la membrana intestinal. Este último
gado proporcionan un área adicional que aumenta proceso se denomina absorción y puede realizarse
aún más por la existencia de microvellosidades (al- mediante difusión pasiva (p. ej., grasas), difusión faci-
rededor de 2 x 108/cm2) en la región externa del litada (fructosa), transporte activo (glucosa, aminoá-
enterocito, llegando a tener el intestino una super- cidos, sodio) y endocitosis (captación de antígenos)
ficie absortiva de alrededor de 200 m2. (ver Capítulos 1.8 y 1.36).
La primera porción del intestino delgado es el En la Figura 1 se muestran las partes del tubo
duodeno, que se extiende desde el esfínter piló- digestivo en que tiene lugar la absorción de los di-
rico hasta el ángulo de Treitz y tiene una longitud ferentes nutrientes:
de unos 25-30 cm. El resto del intestino delgado lo • En el duodeno se absorbe fundamentalmente
componen las asas de yeyuno e íleon, cuya separa- el calcio, el hierro y los folatos.
ción es difícil de establecer desde el punto de vista • En el yeyuno se absorben la mayoría de los ma-
macroscópico. El íleon se une al colon a través de cro y micronutrientes (grasas, aminoácidos, hidra-
la válvula ileocecal. El intestino grueso o colon tie- tos de carbono, agua, vitaminas liposolubles, folatos,
ne una longitud de 120-160 cm y se compone de sodio, magnesio, cobre y zinc).
colon ascendente con el ciego, colon transverso, • En el íleon terminal tiene lugar la absorción de
descendente, sigma y recto. la vitamina B12 y de las sales biliares.

856
C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 1. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LOS SÍNDROMES DE MALABSORCIÓN

• Manifestaciones intestinales
- Diarrea crónica
- Esteatorrea o aumento de la eliminación de grasa en heces
- Hiperfagia y anorexia
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Vómitos, etc.
• Manifestaciones extraintestinales
- Pérdida de peso
- Retraso de crecimiento y desarrollo en niños
- Edemas (por hipoproteinemia)
- Amenorrea, disminución de la libido
- Anemia (por déficit de hierro, folato, vitamina B12)
- Fenómenos hemorrágicos (por déficit de vitamina K)
- Osteoporosis y osteomalacia (por déficit de calcio, vitamina D, etc.)
- Tetania y parestesias (por hipocalcemia y/o hipomagnesemia)
- Ceguera nocturna y xerolftalmia (por déficit de vitamina A)
- Neuropatía periférica (por déficit de tiamina, vitamina B12, etc.)
- Hiperqueratosis folicular y dermatitis (por déficit de vitamina A, zinc, ácidos grasos esenciales, etc.)
- Glositis, queilosis, estomatitis (por déficit de hierro, folato y otras vitaminas del complejo B)

• El colon tiene un papel fundamental en la re- La mayoría de las enfermedades que producen
absorción de agua y sodio. Además, las bacterias un síndrome de malabsorción afectan a la asimi-
del colon fermentan los componentes de los ali- lación de muchos nutrientes (p. ej., enfermedad
mentos que no han sufrido una digestión comple- de Whipple), si bien existen enfermedades más
ta en los tramos de intestino delgado, fibra die- selectivas que afectan a un solo nutriente y por
tética, generando ácidos grasos de cadena corta tanto producen menos síntomas (p. ej., déficit de
(AGCC) que desempeñan funciones importantes lactasa).
(efecto trófico sobre el colon, valor calórico, favo- En la mayoría de los casos se trata de una dia-
recen la reabsorción de sodio y agua, etc.) (ver Ca- rrea crónica (duración superior a 3-4 semanas),
pítulo 1.10). con aumento de la cantidad (superior a 200 g/día)
y del número de deposiciones y disminución de la
consistencia. Típicamente corresponde a una dia-
rrea osmótica, debida a la presencia de sustancias
3. Síndromes intraluminales que no han sido digeridas ni absor-
de malabsorción bidas, que mejora con el ayuno. Puede ser diurna
y/o nocturna. Las heces pueden ser voluminosas,
Las enfermedades del intestino delgado van a me- grasientas y malolientes, con características de es-
nudo acompañadas de alteraciones de la función in- teatorrea. Puede acompañarse de pérdida de pe-
testinal que clínicamente se manifiestan como un so y de deficiencias nutricionales. En la Tabla 1
síndrome de malabsorción. Es importante señalar se describen las principales manifestaciones clíni-
que tanto las enfermedades que afectan a la diges- cas de los síndromes de malabsorción.
tión (intraluminal o de membrana) como a la ab- Hay que destacar que mientras algunos pa-
sorción de nutrientes, se van a manifestar clínica- cientes pueden presentar cuadros muy abigarra-
mente de un modo similar, por eso todas ellas se dos y severos, en otros casos pueden cursar de
encuadran dentro de los llamados síndromes de forma paucisintomática (frecuente en la enferme-
malabsorción. dad celiaca).

857
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

Tabla 2. ETIOLOGÍA DE LOS SÍNDROMES DE MALABSORCIÓN

• Digestión inadecuada
- Esteatorrea posgastrectomía
- Deficiencia o inactivación de la lipasa pancreática (pancreatitis crónica, pancreatectomía, fibrosis
quística, gastrinoma, etc.)
- Disminución de la concentración de sales biliares en la luz intestinal (hepatopatías, colestasis,
sobrecrecimiento bacteriano, resección del íleon terminal, enfermedad inflamatoria del íleon, fármacos)
• Disminución de la superficie de absorción (síndrome de intestino corto)
• Obstrucción linfática (linfangiectasia intestinal, enfermedad de Whipple, linfoma intestinal)
• Trastornos cardiovasculares (pericarditis constrictiva, insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia
vascular mesentérica, vasculitis)
• Defectos primarios de la absorción por la mucosa
- Enfermedades inflamatorias o infiltrantes (enfermedad de Crohn, amiloidosis, esclerodermia, linfoma,
enteritis rádica, enteritis eosinofílica, esprue tropical, esprue colágeno, mastocitosis, dermatitis
herpetiforme, etc.)
- Anomalías bioquímicas o genéticas (enfermedad celiaca, deficiencia de disacaridasas,
hipogammaglobulinemia, abetalipoproteinemia, enfermedad de Hartnup, cistinuria, malabsorción
de monosacáridos)
• Enfermedades endocrinas y metabólicas (diabetes mellitus, hipoparatiroidismo, insuficiencia suprarrenal,
hipertiroidismo, gastrinoma carcinoide, carcinoma medular de tiroides, etc.)

3.1. Clasificación ticos en la enfermedad de Whipple, corticoides e


inmunosupresores en la enfermedad de Crohn, en-
El espectro de enfermedades que pueden origi- zimas pancreáticas en la insuficiencia pancreática
nar un síndrome de malabsorción es muy amplio. exocrina, etc.
Éstas pueden afectar tanto al proceso de la diges- Independientemente del tratamiento etiológico,
tión (gastrectomías, hepatopatías parenquimatosas, será fundamental la realización de un tratamien-
colestasis, enfermedades pancreáticas, etc.), como to nutricional adecuado que disminuya los sínto-
al proceso de la absorción (bien por alteración de mas digestivos (diarrea, dolor abdominal, flatulen-
la pared intestinal como en la enfermedad celiaca, cia, etc.) y que contribuya a que el paciente pueda
enfermedad de Crohn, etc., o por disminución de recuperar el peso perdido.
la superficie de absorción intestinal como es el ca-
so del síndrome de intestino corto). En la Tabla 2
se resumen las principales causas de los síndromes 3.2.1. Tratamiento nutricional.
de malabsorción. Generalidades

El objetivo de la dieta astringente es reducir al


3.2. Tratamiento máximo la estimulación de las secreciones gastro-
intestinales y enlentecer la velocidad de tránsito,
El tratamiento de estos síndromes dependerá con la finalidad de reducir el número y el volumen
de la enfermedad de base. En algunos enfermos de las deposiciones y aumentar su consistencia.
la eliminación de ciertos componentes de la die- Inicialmente y dependiendo de la afectación del
ta, como el gluten en el caso de los celiacos, con- paciente puede ser necesario mantenerlo en dieta
ducirá a la desaparición de los síntomas y normali- absoluta y realizar la reposición de fluidos y elec-
zación de la mucosa intestinal. En otros casos será trólitos por vía parenteral. Tan pronto como me-
necesario un tratamiento específico, como antibió- jore clínicamente se comenzará la tolerancia oral

858
C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 3. ALIMENTOS ACONSEJADOS EN LA DIETA ASTRINGENTE

Leche y derivados Leche sin lactosa, yogur natural desnatado, queso fresco
Carne, pescado, huevos Pescado blanco, pollo, pavo, ternera, jamón cocido, clara de huevo cocida
Verduras Zanahoria, caldo de verduras
Frutas Zumo de manzana, manzana y pera hervida o al horno, plátano muy maduro,
membrillo
Cereales Patata, arroz, sémola de arroz, pasta italiana, pan tostado
Grasas Aceite en pequeñas cantidades
Dulces Membrillo, edulcorantes artificiales
Formas de cocción Hervido, al vapor, a la plancha

Fuente: Cuerda C, García Peris P. Fisiopatología del intestino. En: Planas M, Pérez-Portabella C. Fisiopatología aplicada
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con líquidos en pequeñas cantidades. Se recomien- liares ni actividad lipasa para su absorción. Una vez
da administrar limonada alcalina o bien soluciones absorbidos, se transportan directamente al siste-
de rehidratación oral ya comercializadas, ya que ma porta. Se administran habitualmente como con-
en la mayoría de los síndromes diarreicos el me- dimento en crudo, ya que a temperaturas superio-
canismo de cotransporte sodio-glucosa permane- res a 150º se produce un deterioro del producto
ce indemne. que ocasiona mal sabor. En algunos preparados co-
Posteriormente se introducirán alimentos sóli- merciales se ha realizado una extracción de ácido
dos a expensas de hidratos de carbono comple- láurico, lo cual disminuye este problema y permite
jos con restricción de grasas, lactosa y de fibra in- su utilización en cocción. Su dosis debe individua-
soluble. Los alimentos más aconsejables son: arroz lizarse, incrementando progresivamente su aporte
hervido, zanahoria, patata, pan tostado, membrillo, para mejorar su tolerancia. Los efectos secunda-
manzana hervida o al horno y plátano maduro. Más rios son poco frecuentes, aunque se han descri-
adelante se irán introduciendo alimentos proteicos to náuseas, dolor y distensión abdominal y diarrea.
y aumentando las cantidades de alimentos que se No deberían nunca emplearse como fuente exclu-
detallan en la Tabla 3. siva de grasa ya que no contienen ácidos grasos
Finalmente se introducirán los lácteos empezan- esenciales.
do por el yogur, debido a su menor contenido en La utilización de fibra soluble (pectina, gomas, mu-
lactosa, ya que estos enfermos pueden presentar cílagos, fructooligosacáridos, inulina, etc.) contenida
una intolerancia transitoria a la lactosa. Posterior- en alimentos (manzana, membrillo, plátano) puede
mente se introducirán el resto de los alimentos de tener un efecto beneficioso al disminuir la velocidad
una dieta equilibrada. de vaciamiento gástrico y enlentecer el tránsito in-
Para incrementar el contenido calórico de la die- testinal, ya que su fermentación en el colon origina
ta se pueden emplear triglicéridos de cadena media ácidos grasos de cadena corta que aumentan la re-
(MCT: Medium Chain Triglycerides). Son derivados absorción de agua y sodio en el interior del colon.
del aceite de coco y se componen de ácidos gra- Los fructooligosacáridos (FOS) y la inulina se con-
sos que contienen entre 6 y 12 átomos de carbo- sideran prebióticos pues favorecen el desarrollo de
no (habitualmente 8-10) y tienen un valor calórico las bifidobacterias (ver Capítulo 1.10).
de 8,3 kcal/g. Presentan una mayor hidrosolubilidad La utilización de probióticos puede resultar be-
y una hidrólisis intraluminal más rápida y comple- neficiosa para restaurar la microbiota intestinal. Se
ta que los triglicéridos de cadena larga (LCT: Long trata de microorganismos vivos resistentes a la
Chain Triglycerides), y no requieren apenas sales bi- acidez gástrica y a las enzimas pancreáticas que, al

859
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

ser ingeridos, afectan beneficiosamente al huésped las cuales las gliadinas (fracción soluble en alcohol
mejorando su balance microbiano intestinal. En su del gluten de trigo) son las proteínas responsables
mayoría son bacterias acidolácticas (Lactobacillus, del daño intestinal en el enfermo celiaco. Otras pro-
Streptococcus y Bifidobacterium) que son inocuas y teínas similares solubles en alcohol, llamadas prola-
que actúan sobre los patógenos por diversos me- minas, se encuentran en la cebada (hordeínas) y cen-
canismos (mejoran la inmunidad, producen sustan- teno (secalinas), que pueden producir también daño
cias antimicrobianas, disminuyen el pH del colon, intestinal en ellos (ver Capítulo 2.6). El poder tóxico
etc.). En diversos estudios aleatorizados y con- de la avena y de su prolamina (avenina) en los pa-
trolados se ha comprobado su eficacia en el tra- cientes celiacos es controvertido. Se ha demostra-
tamiento de la diarrea asociada a antibióticos, en la do que los adultos celiacos toleran 50 g diarios de
gastroenteritis aguda y en la diarrea del viajero. avena sin sufrir recaída clínica ni efectos adversos
En algunos pacientes con desnutrición importan- en la mucosa del intestino delgado, y que la inges-
te y mala tolerancia a la dieta oral, puede estar indi- tión de avena no impide la recuperación de los pa-
cada la nutrición enteral. Ésta debería administrarse cientes recientemente diagnosticados de enferme-
lentamente, preferentemente mediante sonda naso- dad celiaca siempre que mantengan una dieta exenta
gástrica o gastrostomías según la duración estima- de gluten. El contenido de prolamina de la avena es 5
da, e incrementando la velocidad de infusión según veces inferior al existente en el trigo, centeno y ce-
la tolerancia del enfermo. En la mayoría de los ca- bada, lo que podría ser el motivo de su ausencia de
sos se deberían utilizar dietas poliméricas, sin gluten toxicidad.
y sin lactosa, si es posible enriquecidas en MCT. La La realización de una dieta exenta de gluten va se-
adición de glutamina (como nutriente del enteroci- guida de una rápida mejoría clínica, principalmente
to) y de fibra soluble puede resultar beneficiosa en en los niños. La desaparición de los síntomas puede
estos pacientes. prolongarse hasta 3-6 meses, y la cicatrización com-
En algunos pacientes que presenten contrain- pleta de las lesiones intestinales puede ser todavía
dicación para la nutrición enteral (obstrucción in- más prolongada, sobre todo en los ancianos.
testinal, hemorragia digestiva, íleo paralítico, etc.), Se debe excluir de la dieta cualquier derivado
puede utilizarse la nutrición parenteral como so- que contenga proteínas de los siguientes granos:
porte nutricional, intentando progresar, en cuanto trigo, cebada, centeno, avena, espelta, kamut y triti-
las condiciones del paciente lo permitan, hacia una cale; si bien el poder tóxico de la avena es bastan-
nutrición enteral o dieta oral. te controvertido, como se comentó antes. En la
Tabla 4 se presentan los alimentos que pueden
ser consumidos sin riesgo por estos pacientes.
3.2.2. Tratamiento nutricional En ocasiones, los pacientes celiacos se encuen-
en la enfermedad celiaca tran con serias dificultades para seguir una dieta li-
bre de gluten, pues en muchos países existe una fal-
La enfermedad celiaca es una causa frecuente de ta de precisión en la legislación sobre el etiquetado
síndrome de malabsorción que afecta a 1 de ca- de los alimentos. En cuanto a los productos eti-
da 250 habitantes. Se produce como resultado fi- quetados “sin gluten”, según la FACE (Federación
nal de tres procesos que culminan en el daño de la de Asociaciones de Celiacos de España) y el Minis-
mucosa intestinal: predisposición genética, factores terio de Sanidad, no deberían contener más de 20
medioambientales y sistema inmunológico. ppm (partes por millón) de gluten, aunque no exis-
La base del tratamiento de la enfermedad celiaca te ninguna normativa legal que denomine y regule
consiste en la eliminación para toda la vida del glu- estos productos en España.
ten de la dieta, lo cual probablemente disminuye el No hay que olvidar que el gluten puede conta-
riesgo de neoplasias asociadas a esta enfermedad minar los alimentos durante su fabricación, ya que
(linfomas y carcinomas del tracto gastrointestinal). se utiliza ampliamente en la industria alimentaria
El gluten se define como la fracción proteica que con diferentes funciones: como vehículo o exci-
se encuentra exclusivamente en el trigo, cebada, piente de aditivos, agente preservador de la hume-
centeno y avena. Tiene cuatro componentes protei- dad, barrera frente a la grasa, para evitar la oxida-
cos: gliadinas, gluteninas, albúminas y globulinas, de ción, como aglutinante y espesante, etc.

860
C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 4. ALIMENTOS PERMITIDOS EN LA DIETA SIN GLUTEN

• Leche y sus derivados (queso, mantequilla, requesón, nata)


• Carne, pescado y mariscos frescos, huevos, jamón serrano
• Verduras frescas o congeladas, hortalizas, tubérculos, frutas
• Arroz, tapioca, maíz (harina, almidón)
• Soja, lentejas, garbanzos, alubias, frutos secos
• Azúcar, miel
• Aceite, margarina
• Sal, vinagre, levaduras sin gluten, pimienta, colorantes
• Café natural, café descafeinado, té, manzanilla, poleo, cacao puro
• Vino, bebidas carbónicas

Los pacientes celiacos pueden presentar una teritis aguda, enfermedad celiaca, etc.), o tras pe-
intolerancia transitoria a la lactosa, sobre todo al riodos de reposo absoluto del tracto intestinal, co-
diagnóstico de la enfermedad, que suele desapare- mo ocurre en enfermos tratados durante largo
cer a medida que la mucosa intestinal se recupera. tiempo con nutrición parenteral.
Por tanto, inicialmente será necesario realizar una La deficiencia funcional de lactasa ocurre en
restricción temporal de la lactosa de la dieta. Tam- aquellos enfermos que presentan un rápido vacia-
bién suele ser necesario al inicio restringir la gra- miento gástrico (vagotomías, gastrectomías...) y en
sa y suplementar con ciertos micronutrientes, es- los que el tiempo de contacto de la enzima con su
pecialmente hierro, calcio, ácido fólico y vitaminas sustrato es mínimo, lo que hace que gran parte de
liposolubles, en los pacientes con malabsorción, la lactosa ingerida no se digiera adecuadamente, a
aunque puedan posteriormente retirarse a medi- pesar de existir una actividad de lactasa normal.
da que se recupere la función intestinal. Probablemente, muchos de los sujetos que se
consideran intolerantes a la lactosa no presentan
realmente una maldigestión de la misma, sino que
3.2.3. Tratamiento nutricional sus síntomas son atribuibles a un síndrome de in-
en la intolerancia a la lactosa testino irritable.
La lactosa es el principal hidrato de carbono de
La intolerancia a la lactosa se define como el la leche. Además, se utiliza ampliamente para coci-
conjunto de síntomas intestinales que sigue a la nar y en la industria alimentaria como espesante.
ingestión de lactosa en un sujeto con déficit de La deficiencia de lactasa origina una diarrea osmó-
lactasa (o disminución de la actividad de lactasa tica, con disminución del pH de las heces, debida
intestinal). Esta intolerancia puede ser primaria, se- a la fermentación bacteriana de la lactosa por las
cundaria, o funcional. bacterias del colon.
La primaria ocurre en aquellas personas que no La mayoría de los pacientes presentan una in-
presentan ninguna enfermedad intestinal subyacen- tolerancia parcial, siendo capaces de tolerar ade-
te. Dentro de ella existe una forma rara de déficit cuadamente pequeñas cantidades de lactosa, y apa-
de lactasa que ocurre en la infancia, y otra mucho reciendo los síntomas si superan ese dintel. Los
más frecuente que ocurre en los adultos, de forma estudios doble-ciego muestran que la ingestión de
que la mayor parte de la población adulta mundial una taza de leche al día no agrava los síntomas ab-
presenta déficit de lactasa en cierta medida, siendo dominales en la mayoría de los pacientes y que ra-
su prevalencia mayor en personas de origen medi- ramente es necesaria una dieta exenta de lactosa.
terráneo, en la raza negra, asiáticos, judíos e indios La dieta aconsejada en estos sujetos deberá
norteamericanos (Tabla 5). restringir la leche y los derivados lácteos, evitando
La deficiencia secundaria de lactasa ocurre en ingerir alimentos que en su procesamiento o pre-
personas con alguna patología intestinal (gastroen- paración lleven leche. Estas dietas pueden resul-

861
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

Tabla 5. PREVALENCIA DE HIPOLACTASIA EN LA POBLACIÓN SANA

Grupo % deficiencia de lactasa

• América del Norte


- Blancos 5-20
- Negros 70-75
• África (bantúes) 50
• Puerto Rico 21
• Dinamarca 3
• Asia
- Filipinas 95
- India 55
- Tailandia 97
- China 87
• Groenlandia (esquimales) 88
• Nigeria
- Yoruba 99
- Fulani 58
• Israel
- Judíos 61
- Árabes 81
• México 74
Fuente: modificado de Gray GM. Intestinal disaccharidase deficiencies and glucose-galactose malabsorption. En: Stan-
bury JB, Wyngaarden JB, Fredrickson DS, Goldstein JL, Brown MS (eds.). Metabolic Basis of Inherited Disease, 5th ed.
McGraw-Hill. New York, 1983: 1729-42.

tar deficitarias en ciertos micronutrientes como fecciosa ni en los casos de enfermedad inflamatoria
son el calcio, riboflavina y vitamina D. Otra posibi- grave en los que se sospeche un megacolon tóxico.
lidad es utilizar leche sin lactosa. El yogur se tolera El octreótido, análogo sintético de la somatosta-
mejor que la leche porque contiene bacterias que tina, se ha empleado en la diarrea del síndrome car-
producen lactasa. Además, en muchos países exis- cinoide y en otros tumores neuroendocrinos.
te lactasa comercializada que puede añadirse a la La clonidina resulta eficaz en la diarrea del sín-
leche o tomarse antes de las comidas para dismi- drome de abstinencia a opiáceos y en la debida a
nuir los síntomas. En la Tabla 6 se muestran dife- neuropatía diabética.
rentes alimentos según su contenido en lactosa. Los inhibidores de la bomba de protones como el
omeprazol y los antagonistas de los receptores H2 son
útiles en la diarrea del síndrome de Zöllinger-Ellison.
3.2.4. Tratamiento farmacológico La indometacina, inhibidora de la síntesis de pros-
taglandinas, resulta eficaz en la diarrea del carcino-
El tratamiento etiológico de los síndromes de ma medular de tiroides y los adenomas vellosos.
malabsorción dependerá de la enfermedad de base La resincolestiramina mejora la diarrea coleré-
y excede los objetivos de esta obra. tica o biliar en pacientes que presenten malabsor-
Como tratamiento sintomático pueden admi- ción de sales biliares.
nistrarse fármacos antidiarreicos (anticolinérgicos, En los pacientes con insuficiencia pancreática
opiáceos). Dentro de estos últimos, el difenoxilato exocrina se deberán utilizar enzimas pancreáticas.
y la loperamida resultan útiles en la diarrea secreto- La dosis de sustitución es individual, si bien se su-
ra leve o moderada, mientras que la codeína se re- pone que son necesarias aproximadamente unas
servará para los síntomas más graves. Estos agentes 25.000 o 30.000 unidades de lipasa por cada comi-
no deberán administrarse en los casos de diarrea in- da o bien entre 75.000 y 100.000 unidades diarias.

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C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 6. CLASIFICACIÓN DE ALIMENTOS POR SU CONTENIDO EN LACTOSA

• Alimentos aconsejados (sin lactosa)


- Carne, pescado, aves, mantequilla de cacahuete
- Pan sin leche, arroz, pasta
- Cereales, galletas
- Frutas, verduras al natural
- Azúcar, miel, mermelada, gelatina
- Postres elaborados sin leche
- Preparados lácteos sin lactosa
• Alimentos con bajo contenido en lactosa (0-2 g/porción)
- Leche tratada con lactasa
- Sorbete
- Queso curado
- Queso procesado, mantequilla o margarina
- Alimentos preparados comercialmente que contengan derivados lácteos sólidos o suero
• Alimentos con alto contenido en lactosa (5-8 g/porción)
- Leche (entera, descremada, semidescremada, acidófila dulce, chocolate)
- Leche en polvo
- Leche evaporada
- Leche condensada azucarada
- Nata
- Salsa bechamel
- Requesón
- Queso de untar
- Helado
- Yogur*

*El yogur suele tolerarse mejor que otros alimentos lácteos, aunque depende del método de procesado y de la marca.
Fuente: García Peris P, Camblor M, Cuerda C, Bretón I. Recomendaciones nutricionales en la intolerancia a la lactosa. En:
León M, Celaya S (eds.). Manual de recomendaciones nutricionales al alta hospitalaria. You & Us, SA. Madrid, 2001: 43-4.

En los pacientes en los que se sospeche o de- trientes que ocurre tras una resección intestinal
muestre un sobrecrecimiento bacteriano debe- masiva, con un intestino delgado remanente infe-
rán administrarse ciclos de antibióticos de amplio rior a 150-200 cm de longitud, es decir, inferior o
espectro por vía oral (tetraciclinas, metronidazol, igual al 50% de la longitud de un intestino normal.
neomicina, etc.). La incidencia y prevalencia de este síndrome es
desconocida, pues tanto en Europa como en EE UU
sólo están recogidos los casos más severos que se-
rían los subsidiarios de tratamiento con nutrición
4. Síndrome parenteral domiciliaria (NPD). En Europa el último
de intestino corto registro de 1997 recogía una incidencia de NPD de
3 pacientes por millón de habitantes y año, y una
4.1 Definición de síndrome prevalencia de 4 por millón, de los cuales en el 35%
de intestino corto y de fallo de los casos la indicación de la misma fue un sín-
intestinal drome de intestino corto. Ahora bien, hay que te-
ner en cuenta que la mayoría de pacientes con SIC
El síndrome de intestino corto (SIC) se no necesitan tratamiento con NPD o sólo durante
define como un cuadro de malabsorción y de au- un tiempo determinado, por lo que la incidencia y
mento de pérdidas digestivas de macro y micronu- prevalencia de SIC debe ser mucho mayor.

863
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

Tabla 7. ETIOLOGÍA DEL SÍNDROME DE INTESTINO CORTO

Niños Adultos

• Malformaciones congénitas • Enfermedad de Crohn


- Vólvulo intestinal • Vascular (trombosis, embolias)
- Atresia intestinal • Enteritis rádica
- Gastrosquisis, etc. • Tumores
• Enterocolitis necrotizante • Traumatismos

El SIC es la causa más frecuente de fallo intestinal En cuanto a la etiología del fallo intestinal, además
en los adultos. El fallo intestinal se define como de las anteriores son frecuentes las alteraciones fun-
la imposibilidad de mantener un estado nutricional cionales del intestino que incluyen los trastornos de
normal y un balance positivo de fluidos y nutrientes, la motilidad y de la función del enterocito. Dentro
sin un soporte nutricional adecuado. Este fallo intes- de los primeros se encuentran la pseudoobstruc-
tinal puede originarse como consecuencia de: dismi- ción intestinal crónica idiopática, miopatía visceral,
nución de la longitud intestinal (SIC), enfermedades neuropatía visceral, agangliosis intestinal total y algu-
de la pared intestinal, alteraciones de la motilidad in- nas formas de enfermedades de la cadena respirato-
testinal (pseudoobstrucción intestinal), o bien por ria mitocondrial que afectan al intestino (síndrome
existencia de fístulas intestinales. de MNGIE, o encefalomiopatía mitocondrial neuro-
El fallo intestinal se puede definir mejor en tér- gastrointestinal). Las enfermedades del enterocito
minos de pérdida fecal de energía mediante estu- suelen producir una diarrea secretora intratable en
dios de balance. En general, aquellos pacientes que los niños, y dentro de ellas se incluyen las enferme-
absorben < 1,4 kg/día de peso húmedo o < 84% dades por inclusión de las microvellosidades, enteri-
de su gasto energético basal mediante la ecua- tis autoinmunes, etc.
ción de Harris-Benedict van a depender del apor-
te intravenoso de fluidos o de nutrición parente-
ral, respectivamente. En el caso de pacientes con 4.3. Mecanismos de
resección intestinal, generalmente presentarán un adaptación intestinal
intestino delgado remanente < 50-70 cm si tienen
colon, o < 100-150 cm si no lo tienen. Tras la resección intestinal tiene lugar una res-
puesta de adaptación del intestino que puede pro-
longarse hasta 2 años. En 1912 Flint demostró que el
4.2. Etiología intestino se hiperplasia siendo capaz de multiplicar
por cuatro su superficie absortiva tras la resección
Las etiologías del SIC dependen de la edad de los intestinal. Se producen cambios estructurales (el in-
pacientes (Tabla 7). En los niños, las causas más testino se dilata y se elonga a medida que la superfi-
frecuentes son las malformaciones congénitas (vól- cie de la mucosa intestinal aumenta, por la hiperpla-
vulo intestinal, atresia intestinal, gastrosquisis...), en- sia de las células de la vellosidad e incremento de la
terocolitis necrotizante, etc. En los adultos, la causa profundidad de las criptas) y funcionales (aumenta la
más frecuente en los jóvenes es la resección intes- actividad de las enzimas del glucocálix).
tinal por enfermedad de Crohn, mientras que en Aunque los mecanismos concretos de la adapta-
los adultos de mayor edad es la necrosis isquémi- ción intestinal no son del todo conocidos, se sabe
ca del intestino (arterial o venosa) y la enteritis rá- que tienen un papel muy importante los nutrientes
dica, siendo menos frecuentes las causas debidas a intraluminales (ácidos grasos de cadena corta, gluta-
tumores o traumatismos que afecten a la cavidad mina, péptidos...), secreciones biliopancreáticas, hor-
abdominal. monas [péptido análogo al glucagón-2 (GLP-2, Gluca-

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C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

gon-Like Peptide), hormona de crecimiento (GH)...] El enteroglucagón tiene un efecto trófico so-
y factores neurales y de crecimiento [factor de cre- bre el intestino que se ha demostrado en modelos
cimiento epidérmico (EGF), factor de crecimiento animales. Su concentración en suero aumenta tras
análogo a la insulina-1 (IGF-1), etc.]. la resección intestinal en respuesta a la existen-
La existencia de nutrientes intraluminales cons- cia de nutrientes en el íleon. Los efectos de estas
tituye un estímulo muy importante para la adap- hormonas gastrointestinales sobre la adaptación
tación intestinal. Numerosos estudios en animales del intestino podrían deberse a la producción de
demuestran que la ausencia de nutrientes en la luz poliaminas (putrescina, espermidina, espermina, ca-
intestinal origina atrofia de la mucosa. Algunos au- daverina), que son compuestos tróficos cuya pro-
tores encontraron que los pacientes con SIC trata- ducción está regulada por la ornitina descarboxila-
dos con nutrición enteral precoz disminuían la de- sa (ver Capítulo 1.15).
pendencia de la nutrición parenteral a largo plazo. El EGF, el IGF-1 y la GH han demostrado un pa-
Ciertos nutrientes parecen jugar un papel des- pel importante en la adaptación intestinal. El EGF
tacado en el proceso de adaptación del intestino. es secretado por las glándulas salivares y glándulas
La glutamina es un aminoácido semiesencial que se enteroendocrinas del intestino proximal y estimu-
considera el combustible preferido por el entero- la la replicación celular, la síntesis de DNA y RNA,
cito. Varios estudios en animales han demostrado aumenta los niveles de poliaminas y la actividad de
que favorece la adaptación tras la resección intes- la ornitina descarboxilasa, mejorando la absorción
tinal. Además, la glutamina estimula la liberación de de nutrientes y la regeneración intestinal tras la re-
hormona de crecimiento en el hombre, que tam- sección intestinal en modelos animales. Para que
bién favorece la adaptación intestinal. su efecto trófico tenga lugar requiere la presencia
Los triglicéridos de cadena larga (LCT), sobre de glutamina.
todo los que contienen ácidos grasos poliinsatura- La GH produce hiperplasia de la mucosa tras la
dos, estimulan la adaptación intestinal en animales resección intestinal masiva. Aumenta el transpor-
más que las proteínas y los polisacáridos. Los MCT te de aminoácidos en el yeyuno e íleon por incre-
tienen un menor efecto trófico. mento del número de transportadores en la mem-
La fibra dietética y los productos de su fermen- brana del enterocito.
tación (ácidos grasos de cadena corta, AGCC) El IGF-1 está regulado por la GH y también me-
juegan un papel importante en la adaptación intes- jora la hiperplasia e hipertrofia intestinal y la ab-
tinal. La pectina, fibra soluble altamente fermen- sorción de nutrientes. Igualmente estimula la or-
table, favorece la proliferación de la mucosa del nitina descarboxilasa incrementando la síntesis de
intestino delgado y colon tras la resección intes- poliaminas.
tinal en ratas. Además, retrasa el vaciamiento gás- Recientemente se han involucrado nuevos pép-
trico, enlentece el tránsito por el intestino delga- tidos en el proceso de la adaptación intestinal. De
do y colon y quela las sales biliares. Por otra parte, ellos el GLP-2 producido por las células del íleon y
las fibras fermentables y los polisacáridos no ab- colon podría jugar un papel muy importante en el
sorbidos en el intestino pueden fermentarse en el proceso de adaptación intestinal.
colon y producir AGCC. Estos AGCC tienen un
efecto trófico sobre el colonocito (sobre todo el
butirato), favorecen la reabsorción de agua y sodio 4.4. Factores pronósticos
en el colon y son una fuente energética importan- en el síndrome de intestino corto
te en muchos enfermos, llegando a aportar más de
500 kcal/día. De cara a establecer el pronóstico de un pacien-
Por otro lado, los nutrientes intraluminales es- te al que se le haya realizado una resección intesti-
timulan las secreciones biliopancreáticas y las hor- nal, habrá que plantearse las siguientes premisas:
monas gastrointestinales. La hipergastrinemia, que • Longitud del intestino remanente.
acompaña a la resección intestinal, produce hiper- • Tipo de intestino resecado (duodeno, yeyu-
plasia de la mucosa a nivel del tracto digestivo no, íleon).
proximal. Las secreciones biliopancreáticas produ- • Tipo de anastomosis (yeyunostomías, yeyuno-
cen hiperplasia de la mucosa ileal. cólicas, yeyunoileocólicas).

865
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

• Presencia de válvula ileocecal. a diarrea que se acompaña de prurito perianal que


• Presencia de colon. mejora mucho con el tratamiento con resincoles-
• Calidad del intestino remanente (sano o alterado). tiramina, debido a su efecto quelante sobre las sa-
• Tiempo transcurrido desde la resección intestinal. les biliares. Por el contrario, si la resección de íleon
• Niveles de citrulina. es > 100 cm, el hígado no es capaz de compensar
En cuanto a la longitud del intestino remanente, la pérdida de sales biliares y los pacientes presentan
se puede decir que las resecciones de > 50% del esteatorrea, es decir, pérdida de grasa en las heces
intestino delgado producen una malabsorción mo- que se acompaña de pérdida de cationes divalentes
derada, mientras que si son > 70-80% originan una como calcio, magnesio, zinc, cobre, etc. En este ca-
malabsorción severa que requerirá de un soporte so estaría contraindicado el tratamiento con resin-
nutricional adecuado. colestiramina pues aumentaría la esteatorrea de es-
El tipo de intestino resecado influye decisiva- tos pacientes.
mente en la evolución tras la resección intesti- Los pacientes con resecciones de íleon terminal
nal. La duodenectomía suele originar anemia de- > 50 cm suelen presentar déficit de vitamina B12,
bida a la malabsorción de hierro y folatos, así pues allí se reabsorbe la vitamina unida al factor in-
como osteomalacia debida a la menor absorción trínseco. El tratamiento de estos pacientes se debe
del calcio. hacer mediante la administración de vitamina B12
La yeyunectomía es bien tolerada, pues el íleon es por vía intramuscular.
capaz de asumir las funciones absortivas del yeyuno, La resección de la válvula ileocecal aumenta la
de forma que generalmente estos pacientes no van diarrea de estos enfermos. La válvula en condi-
a presentar una diarrea importante. Sí puede existir ciones normales enlentece el tránsito intestinal, al
intolerancia a la lactosa porque la lactasa predomina tiempo que impide el reflujo de bacterias desde el
en los tramos altos del intestino delgado. En estos colon al intestino delgado. La resección de la vál-
enfermos se produce una hipersecreción gástrica en vula ileocecal favorece el sobrecrecimiento bacte-
las fases iniciales de la resección intestinal debida a riano, lo que origina la desconjugación de las sales
la disminución de la producción de péptido intesti- biliares al tiempo que disminuye la absorción de la
nal vasoactivo (VIP) y péptido gastrointestinal (GIP), vitamina B12. Las sales biliares desconjugadas pue-
lo cual genera una hipergastrinemia y una hiperaci- den ser reabsorbidas en tramos altos del intestino
dez gástrica que mejora con la utilización de inhibi- delgado, lo que disminuye su concentración intra-
dores de la bomba de protones o de anti-H2. Ade- luminal aumentando la esteatorrea de estos enfer-
más, el vaciamiento gástrico de los líquidos es más mos. La alteración de la absorción de la vitamina
rápido tras la yeyunectomía, aunque el tránsito in- B12 parece secundaria a la captación de la propia
testinal puede permanecer normal por el efecto en- vitamina por los microorganismos.
lentecedor del íleon. La resección del colon produce una aceleración
Los pacientes con ilectomía van a presentar dia- del vaciamiento gástrico y del tránsito intestinal,
rrea y malabsorción, debido a que se pierde el efec- dando lugar a la aparición de diarrea. El intestino
to enlentecedor del íleon sobre el tránsito intesti- grueso presenta una gran capacidad de absor-
nal y a la malabsorción de las sales biliares (que se ción de agua, permitiendo recuperar alrededor del
reabsorben en el íleon terminal). La resección ileal 90% del agua no absorbida por el intestino delga-
origina un rápido vaciamiento gástrico y acelera el do (normalmente 1,5 l/día). Sin embargo, este pro-
tránsito intestinal, porque se pierde el efecto inhi- ceso tiene una capacidad máxima cuantificada en
bitorio de los péptidos YY (PYY), GLP-1, GLP-2 y unos 6 litros al día, que en caso de ausencia total
neurotensina que se producen en las células L del o parcial del colon pueden ser expulsados con las
íleon y colon. heces. El colon reabsorbe el 90% del sodio que es-
Los pacientes con resección de > 25 cm de íleon capa del intestino delgado. Por otro lado, en los pa-
terminal presentan diarrea biliar o colerética, debi- cientes con SIC con importante malabsorción, el
do a que las sales biliares no reabsorbidas en el íleon colon con su poder fermentador se convierte en
pasan al colon en donde son desconjugadas por ac- una fuente calórica importante para ellos, al tiem-
ción de las bacterias, estimulando la secreción de po que produce AGCC con los efectos beneficio-
sodio y agua y la motilidad del colon, dando lugar sos comentados con anterioridad.

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Figura 2. Ciclo de la síntesis de citrulina en el enterocito. CP: carbamilfosfato; Ala: alanina; Glu: glutamato; Gln: glutamina;
Pro: prolina.

Otro factor importante para que se pueda pro- • Un intestino delgado remanente < 100 cm en pa-
ducir la adaptación intestinal es que el intestino re- cientes adultos con yeyunostomías terminales, < 50
manente esté sano. Si se trata de un intestino daña- cm en pacientes con anastomosis yeyunocólicas, y
do (enfermedad de Crohn, enteritis rádica, etc.), las < 35 cm en pacientes con anastomosis yeyunoileocó-
posibilidades de adaptación quedan reducidas. licas (con preservación de la válvula ileocecal).
El tiempo transcurrido desde la resección intesti- • Niveles de citrulina inferiores a 20 μmol/l.
nal juega un papel muy importante, y habrá que es-
perar hasta 2 años (principalmente en los niños) pa-
ra valorar la adaptación intestinal en los pacientes. 4.5. Otras complicaciones clínicas
La citrulina es un aminoácido que no forma par- en el síndrome de intestino corto
te de las proteínas endógenas ni exógenas y que se
sintetiza en el enterocito a partir de la glutamina y Además de las complicaciones señaladas ante-
otros aminoácidos de su metabolismo (Figura 2). riormente (hipersecreción gástrica, diarrea biliar,
Según los estudios de Crenn et al. (2000), este ami- esteatorrea, sobrecrecimiento bacteriano, etc.) y
noácido podría considerarse como un marcador de las manifestaciones clínicas por la deficiencia de
funcional de masa intestinal y servir para seleccio- macro y micronutrientes como resultado de la ma-
nar los pacientes con fallo intestinal. labsorción (Tabla 1), estos pacientes pueden pre-
A la vista de todo lo anterior, resulta importante sentar otras complicaciones: colelitiasis, nefrolitia-
seleccionar dentro de los pacientes con SIC aque- sis, acidosis D-láctica.
llos que van a presentar un fallo intestinal perma- La patogenia de la colelitiasis no es del todo co-
nente, pues éstos serán los candidatos a recibir un nocida. La pérdida de sales biliares en los pacien-
soporte nutricional por vía parenteral de forma tes con resección del íleon terminal aumenta la li-
permanente. El grupo del Dr. Messing ha identifica- togenicidad de la bilis favoreciendo la precipitación
do tres factores capaces de discriminar los pacien- del colesterol. Sin embargo, con frecuencia las pie-
tes con fallo intestinal permanente: dras de estos pacientes se componen de bilirrubi-
• Un tiempo de dependencia con nutrición pa- nato cálcico y no de colesterol, por lo que proba-
renteral superior a 2 años. blemente otros factores, como la estasis biliar por

867
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

la disminución de la producción de colecistokinina • Fase intermedia: se extiende hasta el ter-


(CCK), estarían involucrados. cer mes tras la resección intestinal. Predominará la
Otra complicación de los pacientes con estea- esteatorrea. Muchos pacientes requerirán todavía
torrea y que tienen colon es la hiperoxaluria que tratamiento con nutrición parenteral domiciliaria
puede dar lugar a nefrolitiasis de oxalato cálcico. (NPD) al tiempo que se irá progresando en la tole-
Normalmente el oxalato de los alimentos se une al rancia oral o enteral. En muchos casos, la NPD se
calcio y no se absorbe, pero en los enfermos con utilizará de forma cíclica o intermitente, y en algu-
esteatorrea el calcio se une a las heces y el oxalato nos pacientes se podrá suspender.
queda libre, pudiéndose reabsorber a nivel del co- • Fase tardía: desde los 3 meses hasta 2 años
lon, eliminándose posteriormente por vía renal. después de la resección intestinal. Predominarán
La acidosis D-láctica es una complicación in- las deficiencias de micronutrientes y las complica-
frecuente que debe sospecharse en los casos de ciones del SIC y del tratamiento con NPD. Si los
acidosis de causa no aparente y manifestaciones pacientes continúan siendo subsidiarios de NPD
neurológicas (disminución del nivel de conciencia, habrá que plantear tratamientos alternativos en al-
alucinaciones, ataxia, inestabilidad, etc.) en pacien- gunos casos, como la rehabilitación intestinal, ciru-
tes con SIC. Se produce como consecuencia de la gía tardía o trasplante intestinal.
acumulación en sangre de ácido D-láctico, produ-
cido como consecuencia de los procesos de fer-
mentación bacteriana (en pacientes con colon y/o 4.6.1. Nutrición parenteral
sobrecrecimiento bacteriano). Este ácido se me- domiciliaria
taboliza muy lentamente por el hombre y se acu-
mula en la sangre, actuando probablemente como La nutrición parenteral domiciliaria (NPD) con-
tóxico a nivel del sistema nervioso central. Su tra- siste en la administración de las bolsas de nutrición
tamiento incluye la rehidratación, la administra- parenteral en el propio domicilio del enfermo. Des-
ción de bicarbonato, de antibióticos no absorbi- de su primera utilización a finales de los 60 su uso
bles para tratar el sobrecrecimiento bacteriano, y ha ido creciendo progresivamente. En Europa es-
la aplicación de dietas con disminución del apor- te tratamiento se utiliza en 4 pacientes por millón
te de hidratos de carbono. En casos severos pue- de habitantes y en los EE UU esa cifra se multiplica
de ser necesaria la hemodiálisis. por diez. En el 35% de los pacientes con este trata-
miento la causa es un síndrome de intestino corto
(ver Capítulo 4.12).
4.6. Manejo de los pacientes En la actualidad, el tratamiento con NPD cons-
con síndrome de intestino corto tituye la base del tratamiento de los pacientes que
presentan fallo intestinal. Se debe administrar a
Los objetivos del tratamiento de los pacientes través de un acceso venoso central permanen-
con SIC serán optimizar la asimilación de los nu- te (catéter tunelizado, reservorios subcutáneos
trientes para disminuir las secuelas de la desnutri- y raramente PICC o catéteres centrales inserta-
ción crónica y prevenir las complicaciones del SIC dos por vía periférica). Las soluciones de nutri-
y de la nutrición parenteral domiciliaria. Los pa- ción parenteral deberán aportar macronutrientes
cientes con resecciones intestinales masivas van a y micronutrientes en las cantidades necesarias pa-
presentar tres fases evolutivas: ra cada paciente, intentando evitar tanto la defi-
• Fase inicial: abarca hasta un mes después ciencia como la sobrealimentación. Generalmen-
de la resección intestinal. Se caracteriza por la te la administración será cíclica, preferentemente
presencia de diarrea profusa con riesgo de des- nocturna para mejorar la calidad de vida de los pa-
hidratación. En esta fase, tras la estabilización he- cientes y disminuir las complicaciones (sobre to-
modinámica del paciente con sueroterapia, etc., se do, hepáticas).
iniciará tratamiento con nutrición parenteral. Se Las principales complicaciones de este trata-
intentará, en cuanto las condiciones del paciente miento son las infecciosas, trombosis, hepatobilia-
lo permitan, iniciar la alimentación oral o enteral res y óseas. Las complicaciones más frecuentes son
para favorecer la adaptación intestinal. las infecciosas, principalmente las sepsis de caté-

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ter, que en series amplias tienen una incidencia de ral en muchos pacientes. Esto hace que en el mo-
0,36-0,50 infecciones/paciente/año. mento actual la NPD sea el tratamiento estándar
Las trombosis venosas tienen una gran impor- del fallo intestinal.
tancia en estos pacientes pues frecuentemente
producen pérdida de accesos venosos en ellos.
Aunque su incidencia en series grandes es de 0,01- 4.6.2. Nutrición enteral
0,03 episodios/año, probablemente en muchos ca-
sos pasa desapercibida, por lo que su verdadero al- La nutrición enteral puede utilizarse como tran-
cance debe de ser mucho mayor. sición entre la nutrición parenteral y la dieta oral en
Las complicaciones hepatobiliares son frecuen- muchos casos. Aunque inicialmente se pensaba que
tes en los pacientes con NPD y en muchos casos las dietas elementales ofrecían ventajas frente a las
suponen una indicación para el trasplante intesti- dietas poliméricas, no parece que existan diferencias
nal. Su incidencia es variable según las series, osci- en la absorción de macro y micronutrientes ni en las
lando entre un 15 y un 60%. Aunque hasta en un pérdidas fecales de estos enfermos, ni tampoco en
15% de los casos se manifiesta como una hepato- la tolerancia. Además, las dietas elementales pueden
patía severa con fallo hepático, la mayoría de las producir atrofia de la mucosa del colon. Por tanto,
veces se manifiesta como una esteatosis de curso los pacientes con SIC pueden ser tratados con die-
benigno. La otra forma, más frecuente en los ni- tas poliméricas. Es importante comenzar con veloci-
ños, es la colestasis, que suele tener una evolución dades de infusión bajas e ir aumentando según la to-
progresiva hacia el fallo hepático en los pacientes lerancia del paciente y las pérdidas fecales.
en los que no es posible interrumpir el tratamien-
to con nutrición parenteral. Entre los factores
que se han implicado en la aparición de hepato- 4.6.3. Dieta oral y tratamiento
patía están: el exceso de energía, glucosa y grasas farmacológico
(más de 1 g/kg de peso de triglicéridos de cadena
larga n-6), la deficiencia de ciertos nutrientes (co- En la mayoría de los pacientes, tras la resección
lina, carnitina, ácidos grasos esenciales...), la lon- intestinal, se produce una hiperfagia compensadora
gitud del intestino remanente y la existencia de de la situación de malabsorción, que ayuda al pro-
una situación inflamatoria (mantenida por fístulas ceso de adaptación intestinal y que a muchos pa-
crónicas, sobrecrecimiento bacteriano, enferme- cientes les libera de la dependencia de la NPD.
dad de Crohn residual, etc.). El tratamiento dietético de los pacientes con
Las complicaciones óseas son muy frecuentes en SIC dependerá del tramo de intestino resecado y
los pacientes con NPD. Pueden manifestarse como del tipo de anastomosis (Figura 3). Las recomen-
osteomalacia y/o osteoporosis. Hasta un 84% de los daciones diarias orientativas de macro y micronu-
pacientes con NPD tienen osteopenia, un 41% os- trientes se presentan en las Tablas 8 y 9, aunque
teoporosis, un 30% dolores óseos y un 10% fractu- habrá que adaptarlas a cada paciente en particular.
ras. Su etiología es multifactorial con factores de- Asimismo, habrá que tener en cuenta la pobre
pendientes de cada paciente, de su enfermedad de absorción de los medicamentos administrados por
base, factores relacionados con la NPD, síndromes vía oral, por lo que habrá que monitorizar los ni-
carenciales, etc. veles plasmáticos en los casos en los que sea posi-
La mortalidad asociada al tratamiento con NPD ble, o bien recurrir a otras vías alternativas para su
es muy baja (inferior al 10%). La supervivencia de administración.
los pacientes con NPD a largo plazo depende fun- 1. Pacientes con anastomosis yeyu-
damentalmente de la enfermedad de base. En pa- nocólicas: este tipo de enfermos se beneficia
cientes con patología benigna como enfermedad de dietas orales ricas en hidratos de carbono y
de Crohn, trombosis mesentérica, enteritis rádica, con restricción de grasas y oxalatos. Ello se de-
etc., la supervivencia a los 5 años es del 65-90%. be a que los hidratos de carbono que se escapan
Finalmente, el tratamiento con NPD permite de la digestión en el intestino delgado, pueden se-
una calidad de vida buena o aceptable en más del guir fermentándose en el colon, teniendo un valor
80% de los casos, permitiendo la reinserción labo- calórico importante. Además, los ácidos grasos de

869
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

que no necesitan sales biliares para su di-


gestión. Además, los MCT pueden ser re-
absorbidos en el colon debido a su hidro-
solubilidad. Su uso está limitado porque
pueden producir diarrea, vómitos, cetosis,
etc., si se utilizan en dosis altas y porque
no contienen ácidos grasos esenciales.
En los pacientes con colon el oxalato
de los alimentos puede reabsorberse en él,
por lo que se recomienda administrar die-
tas pobres en oxalatos (Tabla 10). Asi-
mismo, los suplementos de calcio orales
ayudan a quelar el oxalato en la luz intesti-
nal, evitando su reabsorción en el colon.
Además, habrá que administrar suple-
Figura 3. Tipos de anastomosis en los pacientes con síndrome de intes- mentos de B12 por vía intramuscular, su-
tino corto. plementos de vitaminas liposolubles, cal-
cio, magnesio y zinc (Tabla 9).
cadena corta generados en el colon favorecen la En los 6 primeros meses tras la resección intes-
reabsorción de agua y sodio, con lo que disminu- tinal se recomienda utilizar inhibidores de la bom-
ye la diarrea. ba de protones o anti-H2 para reducir la secreción
Por el contrario, se recomienda administrar una gástrica. La adición de antidiarreicos (loperamida, di-
dieta pobre en grasas (< 30% de la energía total) de- fenoxilato) a dosis de 4-16 mg/día contribuye a en-
bido a que los ácidos grasos que no son absorbidos lentecer el tránsito en estos enfermos y mejora la
en el intestino delgado pasan al colon, donde tienen diarrea. Cuando se sospeche un sobrecrecimiento
un efecto catártico, estimulando la motilidad y dan- bacteriano habrá que administrar antibióticos (me-
do lugar a la secreción de agua y sodio. Además, las tronidazol, tetraciclinas, etc.) por vía oral. Las enzi-
grasas no absorbidas arrastran otros nutrientes co- mas pancreáticas sólo se asociarán en aquellos pa-
mo calcio, magnesio, zinc, cobre, etc., lo que empeo- cientes que presenten además una insuficiencia
ra la malabsorción de estos enfermos. pancreática.
La utilización de aceites con MCT resulta eficaz Recientemente, se han publicado dos estudios
para aumentar el aporte energético de la dieta, ya utilizando ácidos biliares conjugados (colilsarcosina

Tabla 8. RECOMENDACIONES DE MACRONUTRIENTES EN EL SÍNDROME


DE INTESTINO CORTO

Con colon Sin colon

Energía 30-35 kcal/kg/día 30-35 kcal/kg/día


Hidratos de carbono Complejos, fibra soluble Variables
Grasa MCT/LCT LCT
20-30% de la energía Variable
Proteínas Proteína intacta Proteína intacta
1-1,5 g/kg/día 1-1,5 g/kg/día

MCT: triglicéridos de cadena media; LCT: triglicéridos de cadena larga.


Fuente: modificado de Buchman AL, Scolapio J, Fryer J. AGA technical review on short bowel syndrome and intestinal
transplantation. Gastroenterology 2003; 124: 1111-34.

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C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 9. SUPLEMENTACIÓN CON MICRONUTRIENTES EN EL SÍNDROME


DE INTESTINO CORTO

Nutriente Suplemento Dosis diaria Vía

• Vitaminas liposolubles
-A Retinol 10.000-50.000 UI p.o.
-D 25 OH D3 50-100 μg p.o.
Colecalciferol 50.000 UI p.o.
-E Vitamina E 30 UI p.o.
-K Fitomenadiona 10 mg/semana p.o./i.v.
• Vitaminas hidrosolubles
- Folato Ácido fólico 1 mg p.o.
- B12 Cianocobalamina 100-300 μg* i.m.
-C Ácido ascórbico 200-500 mg p.o.
• Minerales
- Calcio Carbonato Ca 500 mg p.o.
- Magnesio Sulfato Mg 750 mg/1.500 mg i.m./i.v.
• Oligoelementos
- Hierro Sulfato ferroso 325 mg p.o.
- Zinc Sulfato Zn 220 mg p.o.
- Selenio Selenio 60-100 μg p.o.

*Dosis mensual.
p.o.: por vía oral; i.v.: intravenosa; i.m.: intramuscular.
Fuente: modificado de Bernard DKH, Shaw MJ. Principles of nutrition therapy for short-bowel syndrome. NCP 1993; 8:
153-62.

y bilis de buey) en el tratamiento de pacientes con mentan las pérdidas, también incrementan la ab-
SIC. Se observó un aumento significativo en la ab- sorción debido al efecto de retraso de la digestión,
sorción de grasa, pero no de otros macronutrien- por lo que se puede administrar una dieta con con-
tes ni fluidos. La absorción total de energía se in- tenido graso normal.
crementó sólo en un 6%. Habrá que administrar suplementos de B12, así
Los pacientes que presentan un yeyuno rema- como suplementos de vitaminas liposolubles, cal-
nente < 50 cm serán candidatos a tratamiento con cio, magnesio y zinc (Tabla 9). Los pacientes con
nutrición parenteral domiciliaria. yeyunostomías tienen importantes pérdidas de
2. Pacientes con yeyunostomías: los pa- magnesio. Dado que los pacientes pueden desarro-
cientes con yeyunostomías presentan problemas llar deficiencia de magnesio a pesar de tener nive-
de pérdidas de sodio abundantes por el líquido de les en suero normales, es necesario medir la ex-
la yeyunostomía. Por ello, se recomienda adminis- creción de magnesio en orina. La suplementación
trarles dietas ricas en sodio. Los líquidos que mejor oral de este nutriente resulta difícil por su efec-
absorben son las soluciones glucosalinas que con- to catártico, por lo que con frecuencia habrá que
tienen 120 mmol de cloruro sódico más 45 mmol administrarlo por vía parenteral (intramuscular o
de glucosa/l. Si se administran soluciones más hipo- intravenosa).
tónicas (agua) se produce una pérdida excesiva de Para disminuir las pérdidas por la yeyunosto-
sal por el efluente de la yeyunostomía que contri- mía se deben administrar antidiarreicos (lopera-
buiría a aumentar las pérdidas. mida y difenoxilato a las dosis anteriores). Si no se
No está demostrado en estos pacientes que la controla la diarrea, puede añadirse codeína (15-60
restricción de grasa de la dieta mejore su situación mg/8-12 horas). La utilización de anti-H2, o de in-
nutricional, pues si bien las dietas ricas en grasa au- hibidores de la bomba de protones contribuye a

871
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

Tabla 10. GUÍA PARA EL PACIENTE SOBRE UNA DIETA POBRE EN OXALATO

• Alimentos ricos en oxalato (> 10 mg/ración). Evitar por completo: judías en salsa de tomate,
remolacha, apio, cardo, diente de león, berenjena, escarola, puerro, perejil, pimiento verde, boniato,
espinacas, moras, frambuesas, fresas, grosellas, corteza de limón y lima, ruibarbo, cerveza fuerte, té,
chocolate, cacao, frutos secos (especialmente cacahuetes), germen de trigo, sopa
de tomate, etc.
• Alimentos con contenido moderado en oxalato (2-10 mg/ración). Limitar a dos raciones de 1⁄2 taza/día:
sardinas, espárragos, brécol, zanahoria, maíz, pepino, guisantes en conserva, lechuga, habas, tomate,
nabo, manzana, albaricoques, naranja, melocotón, pera, piña, ciruelas, pan de maíz, bizcocho, pimienta,
café, zumo de tomate o de naranja, bebidas de cola, cerveza de botella, etc.
• Alimentos pobres en oxalato (0-2 mg/ración). Consumir libremente: aguacate, coles de Bruselas,
coliflor, col, champiñones, cebolla, guisantes frescos, leche, yogur, huevos, queso, carne magra de cordero,
vacuno o cerdo, aves, pescado de mar, plátanos, cerezas, toronja, uvas verdes, melón, nectarinas, arroz,
fideos, pan blanco, tallarines, beicon, aceites, salsa de ensalada, jaleas, zumo de manzana, vino, limonada
o zumo de lima, etc.

Fuente: Alpers DH, Clouse RE, Stenson WF (eds.). Manual de terapéutica nutricional. Salvat Editores, SA. Barcelona, 1990:
477.

disminuir las pérdidas y a frenar la hipersecreción dratos de carbono y fibra soluble, y más reciente-
gástrica. mente se han realizado ensayos con GLP-2, con re-
El octreótido puede resultar eficaz en el manejo sultados variables.
de algunos pacientes con yeyunostomías altas que 1. Tratamiento con GH, glutamina y
presentan pérdidas muy importantes de fluidos y dieta modificada: el concepto de rehabilita-
electrólitos durante la fase inicial tras la resección ción intestinal arranca con los trabajos de Byrne et
intestinal. Ello se debe a que inhibe las secreciones al. en 1995. Estos autores publicaron tres estudios
intestinales. Sin embargo, no se recomienda su uso no controlados en los que administraron hormo-
prolongado pues podría disminuir la adaptación na de crecimiento junto con glutamina y una die-
intestinal y aumentar el riesgo de colelitiasis. ta modificada, rica en hidratos de carbono y pobre
Los pacientes con yeyuno residual < 100 cm ne- en grasas, a pacientes que recibían tratamiento con
cesitarán tratamiento con nutrición parenteral do- NPD por un síndrome de intestino corto (Ta-
miciliaria. En algunos pacientes con yeyuno > 100 y bla 11). Sus resultados fueron muy esperanzado-
< 150-200 cm puede ser necesaria la suplementa- res puesto que mostraban mejoría en la absorción
ción con fluidos con electrólitos por vía intraveno- de nutrientes, disminución en el volumen de las he-
sa, si las pérdidas de sodio, calcio y magnesio no re- ces y, lo que era más importante, al final del estu-
sultan controlables con el tratamiento oral. dio el 57% de los pacientes habían podido abando-
nar el tratamiento con NPD.
Pero desgraciadamente estos excelentes resul-
4.6.4. Rehabilitación intestinal tados no se han podido reproducir en estudios
posteriores. Así, Scolapio et al. (1999) publicaron
En aquellos pacientes que presentan un fallo intes- dos estudios controlados y aleatorizados, doble
tinal permanente y que por tanto son subsidiarios de ciego y cruzados, en los que siguiendo un esquema
nutrición parenteral domiciliaria a largo plazo se han de tratamiento similar al anterior sólo obtuvieron
ensayado distintos tratamientos: rehabilitación intes- aumentos transitorios del peso corporal, probable-
tinal, cirugía tardía del SIC y el trasplante intestinal. mente en relación con edema, sin cambios en la ab-
Para mejorar la adaptación del intestino tras la sorción de macronutrientes, volumen de heces, ni
resección intestinal se han ensayado en humanos en los estudios morfológicos de la mucosa intesti-
tratamientos con GH, glutamina, dieta rica en hi- nal. Igualmente negativos fueron los resultados ob-

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C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 11. ESTUDIOS DE REHABILITACIÓN INTESTINAL CON GH, GLN Y DIETA MODIFICADA

Tipo de ensayo N.º de pacientes Tratamiento Resultados

Byrne et al., No controlado 10 GH/Gln/dieta ↑ Absorción


1995 nutrientes,
↓ heces
Byrne et al., No controlado 15/47 GH/Gln/dieta 57% no necesita
1995 NPD
Wilmore et al., No controlado 45 GH/Gln/dieta 58% no necesita
1997 NPD%
Scolapio et al., Aleatorizado 8 GH/Gln/dieta ↑ Peso,
1997 y controlado ↑ absorción Na, K
Scolapio et al., Aleatorizado 8 GH/Gln/dieta ↑ Peso,
1997 y controlado ↑ MM, ↓ MG
Szkudlarek et al., Aleatorizado 8 GH/Gln n.s.
2000 y controlado
Ellegaard et al., Aleatorizado 10 GH* ↑ Peso,
1997 y controlado ↑ MM, ↑ ACT
Seguy et al., Aleatorizado 12 GH* ↑ Absorción
2003 y controlado de nutrientes,
↑ peso, ↑ MM

*Dosis bajas.
MM: masa magra; MG: masa grasa; ACT: agua corporal total; GH: hormona de crecimiento; Gln: glutamina; NPD:
nutrición parenteral domiciliaria; n.s.: no significativo.
Fuente: modificado de Li-Ling, Irving M. The effectiveness of growth hormone, glutamine and a low-fat diet containing
high-carbohydrate on the enhancement of the function of remnant intestine among patients with short bowel syndrome: a
review of published trials. Clin Nutr 2001; 20: 199-204.

tenidos por Szkudlarek et al. (2000) en un estudio A la vista de estos resultados, lo que se puede
controlado y aleatorizado de diseño muy similar. decir es que el efecto del tratamiento combinado
Cabe destacar que la dosis de hormona de con GH, glutamina y dieta modificada, si existe, es
crecimiento administrada en estos estudios marginal. Probablemente se deberían utilizar dosis
(≃�0,14 mg/kg/día) era muy superior (20 veces) a bajas de GH, ya que su eficacia parece similar y, sin
la utilizada en el tratamiento del déficit de GH del embargo, se disminuyen los efectos secundarios.
adulto, lo que podría haber influido en la aparición 2. GLP-2 (Glucagon-Like Peptide-2): más re-
de efectos secundarios como el edema. Ellegaard cientemente han aparecido trabajos con GLP-2 pa-
et al. utilizaron dosis bajas de GH (0,024 mg/kg/día) ra estimular la rehabilitación intestinal con efectos
en un estudio aleatorizado y controlado, doble cie- muy esperanzadores.
go y cruzado, y obtuvieron efectos positivos sobre El GLP-2, junto con el GLP-1, glicentina y oxynto-
el peso corporal y masa magra, sin registrar bene- modulina, forma parte de los péptidos intestinales
ficios sobre la absorción de nutrientes. Reciente- derivados del proglucagón que son secretados por
mente, Seguy et al. (2003) en un estudio similar con la mucosa intestinal tras la ingesta de alimentos. El
dosis bajas de GH (0,05 mg/kg/día) sí obtuvieron GLP-2 es un péptido de 33 aminoácidos secretado
un beneficio en la absorción de macronutrientes, por las células L que se encuentran principalmente
además de los beneficios sobre la masa magra. en el íleon y en el colon. Sus principales efectos son

873
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

retrasar el vaciamiento gástrico y modular el trán- de colon también se ha utilizado en pacientes con
sito intestinal, además de los efectos antisecretor e tránsito intestinal rápido, tanto en sentido isope-
intestinotrófico. ristáltico como antiperistáltico. La experiencia clí-
Se especulaba que la producción de este pépti- nica es todavía más limitada que con la interposi-
do facilitaría la adaptación intestinal en los enfermos ción intestinal.
con íleon y/o colon. Recientemente, Jeppesen et al. 3. Marcapasos intestinal: en situaciones
utilizaron GLP-2 (400 μg vía subcutánea, 2 veces/día, fisiológicas el tránsito y la motilidad del intesti-
5 semanas) en 8 pacientes con yeyunostomías ter- no delgado están controlados por marcapasos
minales y obtuvieron una mejoría en la absorción de que inician los impulsos mioeléctricos en el duo-
energía (3,5%) y de líquidos, aumento del peso y ma- deno proximal. Esta técnica experimental consis-
sa magra. Asimismo observaron un retraso significa- te en trasladar el plexo nervioso intrínseco del in-
tivo en el vaciamiento gástrico, así como, en muchos testino proximal al distal. Por el momento no tiene
de los pacientes, un efecto trófico sobre la mucosa aplicación clínica.
intestinal. La masa ósea también mejoró a pesar de 4. Reconstrucción intestinal de asas
la brevedad del tratamiento. En la actualidad se está dilatadas: las asas dilatadas de intestino delgado
investigando con análogos de GLP-2 que surtan un favorecen el sobrecrecimiento bacteriano y pue-
efecto más duradero. den empeorar la malabsorción de estos enfermos.
Con esta técnica se intenta reducir la circunferen-
cia intestinal mediante excisión del intestino re-
4.6.5. Cirugía tardía del dundante a lo largo del borde antimesentérico. Se
síndrome de intestino corto ha utilizado con éxito en niños con SIC.
5. Alargamiento intestinal: la técnica de
El tratamiento quirúrgico va encaminado a au- Bianchi consiste en dividir el asa intestinal dilatada
mentar la superficie absortiva del intestino y a en- en dos segmentos longitudinales tunelizándolos y
lentecer el tránsito. Debido a la complejidad de es- anastomosándolos, resultando un segmento intes-
tas técnicas y a su elevada mortalidad (20% en la tinal más estrecho y con el doble de longitud. Este
población pediátrica), sólo deberían ofrecerse a procedimiento mejoraría la peristalsis, incrementa-
pacientes con mala calidad de vida o que presenten ría la superficie de absorción y aumentaría el trán-
complicaciones frecuentes asociadas al tratamien- sito intestinal. Desde su descripción en 1980, esta
to con NPD (sepsis recurrentes, trombosis veno- técnica se ha utilizado en unos 100 pacientes con
sas, hepatopatía). Dentro de éstas se incluyen: SIC, predominantemente niños.
1. Válvulas intestinales: sirven para en- 6. Otras técnicas experimentales: dentro
lentecer el tránsito intestinal. Diferentes auto- de las cuales se incluiría la formación de neomucosa
res han publicado resultados satisfactorios con intestinal y el trasplante de células madres intestina-
válvulas de 2-4 cm. Entre las complicaciones más les, que tienen un carácter experimental.
frecuentes se encuentran: necrosis de la válvula,
obstrucción intestinal, intususcepción intestinal y
mala función del esfínter. 4.6.6. Trasplante intestinal
2. Interposición intestinal y de colon: la in-
terposición intestinal cumple dos objetivos: crea El trasplante intestinal ofrece la posibilidad de
una válvula funcional enlenteciendo la peristal- revertir el fallo intestinal en pacientes selecciona-
sis y además rompe el plexo nervioso intrínse- dos. Se calcula que entre un 15 y un 20% de los pa-
co, disminuyendo la actividad mioeléctrica distal. cientes con fallo intestinal serán candidatos a tras-
Es importante la longitud del segmento revertido plante intestinal.
(≃10 cm), ya que si es demasiado corto puede no Los primeros trasplantes intestinales en huma-
enlentecer el tránsito intestinal, mientras que si es nos se hicieron en 1964 cuando todavía el trata-
demasiado largo podría producir una obstrucción miento inmunosupresor estaba poco desarrollado.
intestinal. Además, debería localizarse en la parte Los éxitos de otros trasplantes con la ciclosporina
más distal del intestino para disminuir la posibili- animaron a realizar el primer trasplante intestinal
dad de una obstrucción intestinal. La interposición con este inmunosupresor en 1985. Sin embargo,

874
C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Figura 4. Tipos de trasplante intestinal. A: trasplante de intestino aislado; B: trasplante de intestino e hígado; C: trasplante
multivisceral.

los resultados fueron desalentadores y sólo con el fermedades microvellositarias, etc.) y tumores irre-
descubrimiento del tacrolimus los resultados con secables de la cavidad abdominal.
el trasplante intestinal comenzaron a mejorar en la 1. Tipos de trasplante intestinal: los dis-
década de los 90 del siglo pasado. tintos tipos de trasplante intestinal se muestran en
En los últimos años, el número de trasplantes ha la Figura 4.
experimentado un notable ascenso debido a la me- • Trasplante de intestino aislado: con-
joría de los resultados con los modernos inmuno- siste en el trasplante de yeyuno-íleon. Puede rea-
supresores, la detección precoz de las infecciones, lizarse con drenaje mesentérico/portal o con dre-
etc. En la actualidad, según los datos del Registro naje sistémico. Se deja una ileostomía para control
Internacional de Trasplante Intestinal, que recoge endoscópico y para la realización de biopsias tras
información de 55 centros especializados, se han el trasplante (detección de rechazo, infecciones,
realizado unos 696 trasplantes intestinales a nivel etc.). Está indicado en los pacientes con fallo in-
mundial (2/3 en niños). testinal que no presenten una alteración signifi-
El trasplante intestinal y el hepatointestinal tie- cativa o irreversible del hígado ni fallo de otros
nen un coste de 132.285 y 214.746 $ USA, res- órganos.
pectivamente, con un coste adicional de 15.000 $ • Trasplante de intestino e hígado: inclu-
USA por año, en los EE UU. Por el contrario, la nu- ye el trasplante de yeyunoíleon e hígado general-
trición parenteral cuesta en ese mismo país des- mente con su sistema de circulación mesentérico/
de 75.000 a 150.000 $ USA por año y enfermo se- portal intacto. Está indicado en aquellos pacientes
gún los casos. con fallo intestinal que presentan un daño hepáti-
Las etiologías más frecuentes de fallo intestinal co irreversible, generalmente secundario al trata-
en los pacientes con trasplante intestinal en niños miento con NPD.
y adultos se engloban en tres categorías principa- • Trasplante multivisceral: incluye el tras-
les: síndrome de intestino corto, alteraciones de la plante de estómago, páncreas e intestino delgado,
función intestinal (pseudoobstrucción crónica, en- a veces también el hígado y el riñón. Estos órganos

875
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

se trasplantan en bloque. Está indicado en aquellos la detección precoz de la viremia antes de que se
pacientes con tumores desmoides gigantes, tras- produzca enfermedad.
tornos difusos de la motilidad gastrointestinal o La infección por el VEB puede originar una enfer-
trombosis extensas del tracto gastrointestinal en medad linfoproliferativa entre el 11 y el 51% según
pacientes con síndromes de hipercoagulabilidad. las series. Si no se trata precozmente puede origi-
2. Indicaciones actuales del trasplan- nar una proliferación monoclonal letal. La detección
te intestinal: puesto que la supervivencia de los precoz de la infección mediante la reacción de la po-
pacientes con SIC tratados con NPD es en la ac- limerasa ha ayudado mucho a evitar esa degenera-
tualidad superior a la del trasplante intestinal, és- ción. La profilaxis con globulina hiperinmune y con
te debería reservarse para aquellos pacientes que antivirales (generalmente ganciclovir) suele ser útil
presentasen complicaciones importantes asocia- para el tratamiento del CMV y VEB. El rituximab, un
das al tratamiento con NPD (es decir, fracaso del anticuerpo monoclonal dirigido frente a las molécu-
tratamiento con NPD). Éstas pueden ser de cua- las CD20 de linfocitos B, ha resultado eficaz en el
tro tipos: tratamiento de la enfermedad linfoproliferativa.
• Fallo hepático inminente (bilirrubina total > • Rechazo: debido a la gran inmunogenicidad del
3-6 mg/dl, trombocitopenia y esplenomegalia pro- intestino, el rechazo en el trasplante intestinal es
gresivas) o manifiesto (hipertensión portal, hepa- más frecuente que en el trasplante de otros ór-
toesplenomegalia, fibrosis hepática o cirrosis) aso- ganos sólidos. La inmunosupresión se basa en la
ciado al tratamiento con nutrición parenteral. utilización de tacrolimus con otros agentes en di-
• Trombosis de 2 o más venas centrales. ferentes protocolos (corticoides, inhibidor de cal-
• Sepsis frecuente del acceso venoso central (2 cineurina...).
o más episodios/año de sepsis asociada al acceso El rechazo agudo produce daño de la mucosa, lo
venoso central requiriendo hospitalización, 1 epi- que favorece la traslocación bacteriana y la sepsis.
sodio de fungemia asociada al acceso venoso, shock El rechazo crónico origina arteriolitis de la vascu-
séptico o síndrome de distrés respiratorio agudo latura del injerto, fibrosis de la capa muscular y al-
del adulto). teración en la estructura de las vellosidades, altera-
• Episodios frecuentes de deshidratación grave ciones de la motilidad y malabsorción.
a pesar del tratamiento con NPD y fluidoterapia En su forma leve, el rechazo suele responder a
intravenosa. la administración de corticoides intravenosos en
3. Complicaciones del trasplante in- bolos, mientras que el rechazo moderado o seve-
testinal: ro suele requerir la utilización de anticuerpos an-
• Complicaciones quirúrgicas: casi la mitad de tilinfocitos, y en ocasiones será necesaria la extir-
los pacientes con trasplante intestinal requieren pación del injerto si se trata de un trasplante de
una reintervención en el primer mes postrasplan- intestino aislado.
te debido a dehiscencia de anastomosis, hemorra- En la mayoría de las series el rechazo agudo ocu-
gia, peritonitis, etc. rre en el 90% de los pacientes, si bien en la actuali-
• Complicaciones infecciosas: debido a la inmu- dad estas cifras han descendido considerablemente
nosupresión son frecuentes las infecciones bacte- a menos del 20% en varios centros con la utiliza-
rianas o por hongos. Más tarde, durante el primer ción de nuevos fármacos inmunosupresores (in-
año tras el trasplante suelen aparecer las infeccio- hibidores de la IL-2, sirolimus junto a tacrolimus,
nes virales en el 20-25% de los pacientes. Las más Campath® 1-H).
frecuentes son debidas a caulimovirus (CMV), ade- Otros abordajes han sido la creación de un qui-
novirus y virus de Epstein-Barr (VEB). merismo que mejore la tolerancia al injerto me-
Las infecciones por CMV y adenovirus pueden diante la infusión de médula ósea del donante, aun-
originar una diarrea secretora, o generalizarse co- que sus resultados no han sido muy buenos. Más
mo síndrome viral que puede originar una sepsis recientemente se está ensayando con infusión de
letal. En muchos centros se excluyen los donan- células madres del donante y mediante irradiación
tes CMV positivos si el receptor es CMV negativo, del injerto antes del trasplante.
pero ello limita bastante la posibilidad de donan- 4. Resultados actuales del trasplante
tes, por lo que en otros centros se ha optado por intestinal: el hecho de que el trasplante intes-

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C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

Tabla 12. RESULTADOS DEL TRASPLANTE INTESTINAL EN DISTINTAS SERIES

Estudio Año Tipo de N.º de Superv. Paciente Superv. Injerto


trasplante trasplantes 1 año 5 años 1 año 5 años

Grant 1999 Todos 273 59% 35%


I 113 69% 43% 55%
I/H 130 66% 36% 63%
MV 30 63% 40% 63%
UNOS 2000 Todos 45 79% 50% 64% 37%
Abu-Elmagd et al. 1998 Todos 104 72% 48% 64% 40%
Sudan et al. 2000 I 28 93% 71%
Goulet et al. 1999 I 10 70% 40%
I/H 10 80% 80%
Pinna et al. 2000 Todos 33 56% 81%
I 10 90% 80%
I/H 9 58% 48%
MV 14 70% 60%

I: trasplante intestino delgado aislado; I/H: trasplante combinado de intestino delgado e hígado; MV: trasplante multivisceral;
Superv.: supervivientes.
Fuente: Buchman AL, Scolapio J, Fryer J. AGA technical review on short bowel syndrome and intestinal transplantation.
Gastroenterology 2003; 124: 1111-34.

tinal se haya realizado únicamente en casos en los Los resultados del trasplante intestinal van a de-
que no existía otra alternativa terapéutica, proba- pender de varios factores:
blemente influye en la elevada morbimortalidad de • La experiencia del grupo (la supervivencia tan-
este tratamiento. to del injerto como del receptor son mayores en
La mortalidad de los pacientes en lista de espe- los centros que han realizado más de 10 trasplan-
ra de trasplante intestinal es la más elevada de to- tes intestinales).
dos los trasplantes de órganos sólidos. La mayoría • El tipo de trasplante (la supervivencia del recep-
de los candidatos a un trasplante intestinal han te- tor es mayor en el trasplante intestinal aislado).
nido una resección intestinal masiva, lo que conlle- En la Tabla 12 se resumen los resultados del
va un colapso de la cavidad peritoneal. Por ello, los trasplante intestinal en distintas series.
donantes deben tener un tamaño 50-75% inferior La mayor mortalidad ocurre en los primeros
al receptor, lo que reduce el número de potencia- 6 meses postrasplante. Las principales causas de
les donantes, sobre todo en niños. Debido a que la muerte son: sepsis o fallo multiorgánico (69%), lin-
enteritis por CMV es un problema importante en foma (14%), isquemia/hemorragia (13%), rechazo
el postrasplante, muchos centros excluyen los do- (12%). Entre los supervivientes: 78% alcanzaron
nantes que son CMV positivos si el receptor es un funcionamiento total del injerto, 10% parcial y
CMV negativo, lo cual disminuye todavía más el nú- 12% tuvieron que reintervenirse para extirpar el
mero de potenciales donantes. injerto.

877
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

5. Resumen
 Las enfermedades que afectan al intestino del- balance positivo de fluidos y electrólitos sin un
gado producen alteraciones en el proceso de la soporte nutricional adecuado. A este fallo in-
digestión y absorción, dando lugar a un aumento testinal también se puede llegar a través de
de las pérdidas de macro y micronutrientes a enfermedades que afectan a la función intestinal
través de las heces. Ello origina un cuadro abiga- (alteraciones de la motilidad, enfermedades de las
rrado de síntomas y signos que se conoce como vellosidades, etc.).
síndrome de malabsorción y que presenta
manifestaciones digestivas (diarrea, esteatorrea,  Hasta hace pocas décadas, el pronóstico a cor-
flatulencia...) y extradigestivas (pérdida de peso, to plazo de los pacientes con fallo intestinal era
síntomas y signos por deficiencia de nutrientes...). infausto. El desarrollo de la nutrición parenteral
El tratamiento nutricional de estos pacientes domiciliaria en los últimos 30 años, ha facilitado la
consistirá en la prescripción de una dieta astrin- supervivencia de estos pacientes con una calidad
gente rica en hidratos de carbono, fibra soluble y de vida muy aceptable en muchos casos. No obs-
proteínas, y pobre en grasas y fibra insoluble. Asi- tante, se trata de un tratamiento caro y que no
mismo, serán necesarios suplementos de vitami- está exento de complicaciones (infecciones, trom-
nas y minerales, según el grado de malabsorción. bosis, hepatopatía, alteraciones óseas, etc.). Por
ello, los investigadores no han cesado de buscar
 Dentro de estos síndromes de malabsorción, des- tratamientos alternativos para estos pacientes.
taca por su frecuencia la enfermedad celiaca, que
afecta a 1 de cada 250 individuos. Esta enfermedad  En la última década se han ensayado diferentes
se produce por una sensibilización a las prolaminas tratamientos de rehabilitación intestinal encami-
(proteínas que se encuentran en el gluten de los nados a acelerar y aumentar el proceso de adap-
granos de trigo, cebada, centeno y avena). De ellas, tación del intestino tras la resección intestinal.
la más conocida y antigénica es la gliadina del trigo. Para ello se ha utilizado la GH, glutamina y dieta
El tratamiento de esta enfermedad consiste en la modificada, con resultados poco esperanzadores.
eliminación del gluten de por vida, lo cual conduce Más recientes son los ensayos con el GLP-2 cuya
a una normalización de la mucosa intestinal y a la relevancia clínica se tendrá que evaluar en los
corrección de la malabsorción. próximos años.

 La intolerancia a la lactosa se incluye dentro de  La cirugía tardía en estos pacientes con SIC ha
los síndromes de malabsorción de los hidratos ofrecido algunos resultados en pacientes muy se-
de carbono. Se debe a una disminución de la leccionados, sobre todo con la técnica de Bianchi
actividad de la lactasa intestinal. Es una patología de alargamiento intestinal en niños. Finalmente,
muy frecuente, sobre todo entre los adultos, a partir de la década de los 90 ha resurgido el
aunque a veces puede ser secundaria a otras en- tratamiento con el trasplante intestinal, debido a
fermedades intestinales. Su tratamiento consiste los mejores resultados obtenidos con los nuevos
en la restricción de la lactosa de la dieta, ya que inmunosupresores y con la detección precoz de
raramente es necesaria una prohibición total. las infecciones (sobre todo por CMV y VEB).

 El síndrome de intestino corto se define  No obstante, en la actualidad el tratamiento de


como un cuadro de malabsorción secundario a elección en el fallo intestinal continúa siendo
una resección intestinal extensa (> 50%). De- la nutrición parenteral domiciliaria debido a su
pendiendo de la longitud y del tipo de intestino menor mortalidad a corto plazo y a su mayor su-
resecado, de la presencia o no de colon y válvula pervivencia a largo plazo. Por ello, y mientras los
ileocecal, del tiempo transcurrido desde la re- resultados del trasplante intestinal no mejoren,
sección intestinal, etc., los pacientes presentarán éste debería reservarse para aquellos pacientes
formas clínicas con una gravedad variable. Su en los que el tratamiento con NPD haya fraca-
forma más grave origina el llamado fallo intestinal, sado (por sepsis repetidas, pérdida de accesos
que ocurre en aquellos pacientes que no pueden venosos centrales, hepatopatía o pérdidas incon-
presentar un estado nutricional adecuado y un trolables de líquidos y electrólitos).

878
C. Cuerda Compés | I. Bretón Lesmes | M. Camblor Álvarez

6. Bibliografía
Bai JC. Malabsorption syndromes. Digestion 1998; 59: 530-46. Jeppesen PB, Mortensen PB. Intestinal failure defined by measure-
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alta hospitalaria.You & Us. Madrid, 2001.
Crenn P, Coudray-Lucas C, Thuillier F, Cynober L, Messing B. Manual práctico de manejo del tratamiento nutricional de
Postabsorptive plasma citrulline concentration is a marker of pacientes con diferentes patologías. Adjunta recomendaciones
absorptive enterocyte mass and intestinal failure in humans. para los enfermos.
Gastroenterology 2000; 119: 1496-505.
Artículo en el que se analiza la utilidad de la citrulina como marca- Li-Ling, Irving M. The effectiveness of growth hormone,
dor de masa intestinal y como factor predictivo de fallo intestinal glutamine and a low-fat diet containing high-carbohydrate on
permanente en los pacientes con síndrome de intestino corto. the enhancement of the function of remnant intestine among
patients with short bowel syndrome: a review of published
Fishbein TM, Gondolesi GE, Kaufman SS. Intestinal transplan- trials. Clin Nutr 2001; 20: 199-204.
tation for gut failure. Gastroenterology 2003; 124: 1615-28. Revisión de los trabajos con hormona de crecimiento, glutamina
Revisión muy actualizada y práctica sobre las indicaciones, com- y dieta modificada en la rehabilitación intestinal de los pacientes
plicaciones y resultados del trasplante intestinal. con síndrome de intestino corto.

Messing B, Crenn P, Beau P, Boutron-Ruault MC, Rambaud JC,


Fukuchi S, Bankhead R, Rolandelli RH. Parenteral nutrition
Matuchansky C. Long-term survival and parenteral nutrition
in short bowel disease. En: Rombeau JL, Rolandelli RH (eds.).
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Clinical Nutrition. Enteral and Parenteral Nutrition, 3rd ed.
Gastroenterology 1999; 117: 1043-50.
WB Saunders Company. Philadelphia, 2001: 282-303.
Artículo en el que se analizan los factores pronósticos de
Libro de nutrición clásico que analiza en profundidad, en este
fallo intestinal permanente entre pacientes con síndrome de
capítulo, la etiología, manifestaciones clínicas y el manejo de los
intestino corto.
pacientes con síndrome de intestino corto.
Scolapio JS, Fleming CR. Short bowel syndrome. En: Shils ME,
Green PHR, Jabri B. Coeliac disease. The Lancet 2003; 362:
Olson JA, Shike M, Ross AC. Modern Nutrition in Health and
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Revisión actualizada de la etiología, el diagnóstico y manejo de
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pacientes con síndrome de intestino corto.
Greenberger NJ, Isselbacher KJ. Trastornos de la absorción.
En: Braunwald E, Fauci AS, Kasper DL, Hause SL, Longo DL,
Jameson JL (eds.). Harrison: principios de medicina interna,
15ª ed. McGraw-Hill-Interamericana de España, SAU. Madrid,
2002: 1592-612.
Libro imprescindible para tener una visión general del diagnósti-
co y etiología de los síndromes de malabsorción.

Jeppesen PB, Hartmann B,Thulesen J, et al. Glucagon-like pep-


tide 2 improves nutrient absorption and nutritional status in
short-bowel patients with no colon. Gastroenterology 2001;
120: 806-15.
Artículo reciente sobre la utilidad del GLP-2 en la rehabilitación
intestinal de los pacientes con síndrome de intestino corto.

879
Capítulo 4.29. Nutrición en los síndromes de malabsorción...

7. Enlaces web

 www.lhsc.on.ca/itr
 www.nadya-senpe.com
 www.celiacos.org
 www.nutritionweek.org
 www.senpe.com

880
4.30. Nutrición en la enfermedad
inflamatoria intestinal

Eduard Cabré Gelada Miquel Àngel Gassull Duro


Capítulo 4.30.

Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

1. Introducción

2. Déficit nutricionales en la enfermedad inflamatoria intestinal


2.1. Desnutrición energético-proteica
2.1.1. Prevalencia
2.1.2. Etiología
2.1.2.1. Déficit de ingesta
2.1.2.2. Incremento del metabolismo
2.1.2.3. Pérdidas proteicas intestinales
2.1.2.4. Malabsorción
2.2. Déficit de micronutrientes
2.2.1. Vitaminas
2.2.2. Minerales y oligoelementos

3. Consecuencias de los déficit nutricionales en la enfermedad


inflamatoria intestinal
3.1. Retraso del crecimiento
3.2. Enfermedad metabólica ósea
3.3. Hiperhomocisteinemia y riesgo de trombosis
3.4. Consecuencias sobre la evolución de la propia EII
3.5. Déficit de ácido fólico y carcinogénesis colónica

4. Dieta convencional en la enfermedad inflamatoria intestinal


4.1. Consideraciones generales
4.2. Restricción de lácteos en la EII activa
4.3. Restricción de fibra en la EII activa
4.4. Dieta en la EII en remisión
4.5. Suplementos de calcio y vitamina D en la EII
4.6. Suplementos de ácido fólico en la EII

5. Nutrición artificial como soporte nutricional en la enfermedad


inflamatoria intestinal
5.1. Soporte nutricional artificial en la colitis ulcerosa
5.2. Soporte nutricional artificial en la enfermedad de Crohn
5.3. Elección de la dieta-fórmula de nutrición enteral en la EII
6. Nutrición enteral como tratamiento primario en la enfermedad
de Crohn
6.1. Evidencias clínicas
6.2. Mecanismo de acción terapéutica
6.3. Indicaciones actuales de la nutrición enteral como tratamiento primario en la
enfermedad de Crohn

7. Nutrientes específicos con potencial terapéutico en la enfermedad


inflamatoria intestinal
7.1. Ácidos grasos poliinsaturados n-3
7.2. Fibra dietética fermentable y ácidos grasos de cadena corta

8. Resumen

9. Bibliografía

10. Enlaces web

Objetivos

n Conocer a grandes rasgos las características clínico-patológicas de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
n Averiguar la prevalencia de desnutrición energético-proteica en la EII.
n Describir los mecanismos etiológicos de la desnutrición energético-proteica en la EII.
n Determinar el estatus de micronutrientes (vitaminas y oligoelementos) en la EII.
n Evaluar las consecuencias de los déficit nutricionales en la EII.
n Precisar las normas generales sobre la dietoterapia convencional en la EII.
n Considerar las normas generales sobre el uso de soporte nutricional artificial en la EII.
n Discutir las evidencias disponibles sobre el papel terapéutico primario de la nutrición enteral y de determina-
dos nutrientes en la enfermedad de Crohn.
1. Introducción

E
l término “enfermedad inflamatoria intestinal” (EII) comprende dos entida-
des nosológicas independientes, aunque estrechamente relacionadas desde
los puntos de vista patogénico, clínico y terapéutico: la colitis ulcerosa y la
enfermedad de Crohn. En ambas enfermedades existe inflamación y ulceración
de la mucosa del tracto gastrointestinal, con diferentes patrones de distribución y
grados de intensidad. En la colitis ulcerosa, la respuesta inflamatoria está confinada
en la mucosa y submucosa del colon, mientras que la enfermedad de Crohn afec-
ta a todo el espesor de la pared del tubo digestivo, desde la mucosa a la serosa.
Además, en la enfermedad de Crohn puede estar afectada cualquier porción del
tracto gastrointestinal desde la boca hasta el ano, si bien las localizaciones más
habituales son el íleon terminal y diversos segmentos del colon. Hasta en un 60%
de los pacientes con enfermedad de Crohn es posible encontrar granulomas no
caseificantes en el examen histológico de las zonas afectas.
La etiología de la colitis ulcerosa y de la enfermedad de Crohn es desconocida,
aunque en ambas enfermedades se ha documentado una predisposición familiar
que sugiere una base genética (la cual se está empezando a dilucidar en los úl-
timos años). La hipótesis patogénica más aceptada para la EII sugiere que estas
enfermedades son el resultado de una respuesta inflamatoria anómala, exagerada
y sostenida frente a estímulos ambientales (muy probablemente la microbiota
saprofita intestinal, agentes microbianos patógenos y/o antígenos alimentarios)
en individuos genéticamente predispuestos. Dicha respuesta cursa con un au-
mento de mediadores de la inflamación (citokinas, eicosanoides, etc.) que son los
responsables de las manifestaciones clínicas y de los hallazgos histológicos de la
enfermedad.
El diagnóstico de colitis ulcerosa o de enfermedad de Crohn se establece por la
concurrencia de una serie de características clínicas, radiológicas, endoscópicas e
histológicas. Como se ha mencionado, en la colitis ulcerosa sólo se afecta el colon,
de manera que la proctocolectomía total (ya sea con ileostomía permanente o
con la construcción de un reservorio íleo-anal) se considera curativa. En cambio,
la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier porción del tracto gastrointesti-
nal (habitualmente más de un segmento de manera simultánea). Aun después de
la resección del segmento afecto, la enfermedad de Crohn puede recurrir en la
anastomosis o en otra parte del tubo digestivo, de tal forma que la cirugía no cons-
tituye un procedimiento terapéutico curativo. Además, la enfermedad de Crohn
afecta con frecuencia la región anal y perianal con formación de abscesos y fístulas,
habitualmente complejas, que interfieren considerablemente en la calidad de vida
de estos enfermos. En aproximadamente un 10-15% de los casos con EII de afec-
tación exclusivamente colónica, no es posible establecer un diagnóstico definitivo
de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn del colon. En estos casos se habla de
“colitis indeterminada”.

885
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

La longitud de intestino afecta no siempre se 2. Déficit nutricionales


correlaciona con la intensidad de la actividad infla- en la enfermedad
matoria. La inflamación puede ser muy intensa en inflamatoria intestinal
pacientes con enfermedad confinada a un segmento
muy corto de intestino, mientras que en otros pa- Este tipo de déficit son frecuentes en la EII, so-
cientes con enfermedad muy extensa y desnutrición bre todo en la enfermedad de Crohn con afecta-
asociada puede mostrar una actividad inflamatoria ción extensa del intestino delgado. Pueden mani-
leve. Es más, el comportamiento clínico-patológico festarse en forma de pérdida de peso, retraso de
de la enfermedad puede ser muy variable de un pa- crecimiento y de maduración sexual, anemia, aste-
ciente a otro (e incluso durante la evolución de un nia, osteopenia, diarrea, edema, calambres muscula-
mismo paciente) a pesar de que la topografía de las res, alteraciones en la inmunidad celular, cicatriza-
lesiones sea muy similar. ción defectuosa de las heridas, etc.
El tratamiento de la EII abarca la administración
de glucocorticoides, aminosalicilatos, inmunosu-
presores y, más recientemente, agentes biológicos 2.1. Desnutrición
que modulan selectivamente la acción de diversos energético-proteica
mediadores de la inflamación. Muchos pacientes
requieren asociaciones de diversos fármacos para 2.1.1. Prevalencia
mantener su enfermedad en remisión, a pesar de
todo lo cual, ésta no se puede considerar nunca La frecuencia de la desnutrición energético-pro-
curada (salvo el caso ya mencionado de la colitis teica en pacientes con EII descrita en la literatura es
ulcerosa tras la proctocolectomía). muy variable, y oscila entre un 20% y un 85%. Esto
La desnutrición energético-proteica, tan fre- es debido a que la mayoría de las series incluyen de
cuente en las enfermedades gastrointestinales y forma conjunta pacientes con colitis ulcerosa y en-
hepáticas, es una complicación particularmente fermedad de Crohn, tanto hospitalizados como am-
relevante de la EII. Además, tanto en la colitis bulatorios, hecho que produce una mezcla hetero-
ulcerosa como en la enfermedad de Crohn, se génea de diferentes grados de actividad inflamatoria,
han descrito alteraciones del estatus de diversos extensión y localización de la enfermedad, y trata-
micronutrientes, algunos de ellos con importan- mientos recibidos. En un estudio prospectivo, reali-
tes funciones metabólicas. En consecuencia, la zado en pacientes adultos con EII en fase de activi-
existencia de estos déficit nutricionales puede dad moderada a grave, en el momento del ingreso
condicionar la evolución clínica de estos pacien- hospitalario, la frecuencia global de desnutrición
tes. En los últimos años se han acumulado datos energético-proteica fue del 85%. Entre los pacientes
en favor de que diversas deficiencias nutricionales ambulatorios en remisión esta cifra es muy inferior,
presentes en los pacientes con EII puedan tener pero pueden persistir déficit nutricionales y funcio-
un papel relevante en la fisiopatología del proceso nales múltiples, principalmente en los pacientes con
inflamatorio. Por este motivo se ha sugerido que enfermedad de Crohn de larga evolución, sobre to-
la nutrición artificial, además de sus efectos mera- do si están recibiendo tratamiento continuado con
mente nutricionales, podría ejercer un efecto te- corticosteroides.
rapéutico primario sobre la inflamación intestinal,
en determinadas circunstancias.
En el presente Capítulo se discuten las causas y 2.1.2. Etiología
consecuencias de los déficit nutricionales en la EII,
con especial énfasis en sus implicaciones fisiopa- La etiología de la desnutrición energético-protei-
tológicas. Además, se sientan las bases del uso de ca en la EII es multifactorial. Los principales mecanis-
nutrición artificial en estos pacientes, y se discu- mos implicados son:
ten las evidencias existentes en favor de un papel a) El déficit de ingesta.
terapéutico primario de la nutrición artificial y de b) El incremento de metabolismo.
algunos nutrientes específicos en la enfermedad de c) Las pérdidas proteicas intestinales.
Crohn. d) La malabsorción.

886
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

Tabla 1. FACTORES ETIOLÓGICOS QUE CONTRIBUYEN AL DESARROLLO


DE DESNUTRICIÓN ENERGÉTICO-PROTEICA EN LA ENFERMEDAD
INFLAMATORIA INTESTINAL

Colitis Enfermedad
ulcerosa de Crohn
Déficit de ingesta
Anorexia relacionada con la inflamación + +
Dietas restrictivas + +
“Ayuno terapéutico” + +
Obstrucción intestinal - +
Afectación del tracto digestivo superior - +
Intolerancia digestiva a medicamentos (sulfasalazina,
+ +
ácido 5-amino-salicílico, metronidazol)
Incremento del metabolismo
Inflamación + +
Complicaciones infecciosas + +
Tratamiento esteroideo + +
Pérdidas proteicas intestinales
Inflamación/ulceración de la mucosa + +
Fístulas - +
Compromiso del drenaje linfático mesentérico - +
Malabsorción
Diarrea - +
Inflamación de la mucosa intestinal - +
Resecciones intestinales - +
Sobrecrecimiento bacteriano intestinal - +
Compromiso del drenaje linfático mesentérico - +
Malabsorción de sales biliares - +

Sin embargo, no todos estos mecanismos son presentan afectación del tracto digestivo superior
igualmente operativos en la colitis ulcerosa y en la (esófago, estómago y duodeno), y una proporción
enfermedad de Crohn (Tabla 1). similar sufre uno o más episodios de obstrucción
intestinal durante la evolución de su enfermedad.
2.1.2.1. Déficit de ingesta Por otra parte, algunos de los fármacos utilizados
en el tratamiento de la enfermedad pueden ocasio-
La ingesta de alimentos puede ser insuficiente nar intolerancia digestiva. Todos estos factores ob-
en los pacientes con EII por una gran variedad de viamente influyen de forma negativa en la ingesta
motivos. Las náuseas y vómitos y el miedo a desen- de alimentos de estos pacientes.
cadenar diarrea, dolor o malestar abdominal son La posibilidad de que los antígenos alimenta-
frecuentes en los brotes agudos de colitis ulcero- rios pudieran actuar como factores desencadenan-
sa y enfermedad de Crohn. Además, hasta un ter- tes de la respuesta inflamatoria, y el hecho de que
cio de los pacientes con enfermedad de Crohn la diarrea sea uno de los síntomas prominentes de

887
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

Figura 1. Relación patogénica común entre el proceso inflamatorio y el desarrollo de desnutrición energético-proteica en la en-
fermedad inflamatoria intestinal: la respuesta inflamatoria intestinal exagerada y sostenida está mediada por los mismos efectores
(TNF-α, IL-1, IL-6) responsables del desarrollo de anorexia y alteraciones metabólicas que conducen a la desnutrición. INF-γ: interfe-
rón γ; IL-1: interleukina 1; IL-6: interleukina 6; TNF-α: factor de necrosis tumoral α.

la EII, son factores que durante años llevaron a la llo de anorexia estaría mediada por una drástica re-
prescripción de “ayuno terapéutico”, junto al tra- ducción de la liberación hipotalámica de serotonina.
tamiento farmacológico y a la administración de lí-
quidos endovenosos, para el manejo de los brotes 2.1.2.2. Incremento del metabolismo
de colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, con el
objeto de “mantener en reposo” el intestino afec- Los estudios publicados sobre el gasto energé-
to. La consecuencia de tal enfoque terapéutico era tico en pacientes con EII muestran resultados con-
el deterioro del estado nutricional. Diversos estu- tradictorios, de manera que el gasto energético
dios del nivel de ingesta en pacientes con EII acti- basal se ha encontrado incrementado, normal, e in-
va y en remisión, publicados en las décadas de los cluso disminuido en la enfermedad de Crohn, en
80 y 90 del siglo pasado, muestran que éste es un comparación con individuos sanos. Esto puede ser
factor predominante en la pérdida de peso de es- en parte debido a la diversidad de niveles de acti-
tos pacientes, en gran parte debido al “ayuno tera- vidad, extensión de la enfermedad y estado nutri-
péutico” o a la prescripción, a veces innecesaria, de cional en las diferentes series estudiadas. De hecho,
dietas excesivamente restrictivas. los pacientes con fiebre o con actividad inflamato-
A pesar de los factores iatrogénicos menciona- ria grave suelen tener un gasto energético incre-
dos, el déficit de ingesta está muchas veces relacio- mentado. Por otra parte, cuando el gasto energé-
nado con la existencia de anorexia ligada al propio tico se ajusta a la masa magra, los pacientes con
proceso inflamatorio (Figura 1). Hay que tener enfermedad de Crohn se muestran hipermetabóli-
presente que algunas de las citokinas proinflamato- cos en su mayor parte. En la colitis ulcerosa, el gas-
rias con un papel predominante en la actividad de la to energético se encuentra asimismo incremen-
EII [TNF-α, interleukinas (IL) 1 y 6, etc.] están tam- tado (hasta en un 20% del valor predicho por la
bién involucradas en el desarrollo del síndrome de ecuación de Harris-Benedict).
anorexia-caquexia. Estudios experimentales en mo- La inflamación, como cualquier otro proceso ca-
delos de colitis por ácido trinitro-benceno-sulfónico tabólico, aumenta la degradación proteica por ac-
sugieren que la acción de las citokinas en el desarro- ción de las citokinas y otros mediadores, lo que

888
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

conduce a un balance nitrogenado negativo (Fi-


gura 1). En niños y adultos con EII activa some-
tidos a nutrición artificial, el recambio proteico se
encuentra aumentado. Además, el déficit de deter-
minadas vitaminas y oligoelementos, frecuente en
estos enfermos (ver más adelante), influye negativa-
mente en la síntesis y función de diversas enzimas
y otras proteínas funcionales.

2.1.2.3. Pérdidas proteicas intestinales

La pérdida de sangre y proteínas a través de la


mucosa intestinal inflamada y ulcerada es otro fac-
tor que contribuye a la desnutrición en la EII. Las
pérdidas proteicas -evaluadas mediante el aclara- Figura 2. Circulación enterohepática de las sales biliares:
miento fecal de α1-antitripsina- aumentan en pa- en condiciones normales, la mayor parte de las sales bilia-
ralelo al grado de inflamación intestinal, e incluso res vertidas al intestino delgado para facilitar la absorción
se han descrito como un factor predictivo de re- de grasas son reabsorbidas en el íleon terminal. La escasa
cidiva clínica en la enfermedad de Crohn inactiva. cantidad que se pierde por el colon es repuesta mediante su
Además, la posible existencia de sobrecrecimiento síntesis hepática de novo.
bacteriano intestinal, las alteraciones de las unio-
nes intercelulares del epitelio intestinal y las difi- Las sales biliares -segregadas con la bilis en el in-
cultades del drenaje linfático (por afectación del testino para la solubilización y absorción de la grasa
mesenterio) contribuyen a aumentar las pérdidas de la dieta bajo la forma de micelas- son reabsorbi-
proteicas intestinales en estos enfermos. das selectivamente en condiciones normales a tra-
vés del íleon terminal en un proceso denominado
2.1.2.4. Malabsorción circulación entero-hepática (Figura 2). Cuando el
íleon terminal se encuentra enfermo o ha sido rese-
Cuando la enfermedad de Crohn afecta el in- cado (como ocurre en una gran mayoría de pacien-
testino delgado se puede producir malabsorción tes con enfermedad de Crohn), las sales biliares no
de diversos nutrientes. En estos casos, éste puede absorbidas alcanzan el colon y, gracias a su efecto
ser un importante factor etiológico de desnutri- catártico, producen diarrea. Cuando la inflamación
ción energético-proteica. Sin embargo, hay que re- ileal o la magnitud de la resección es pequeña (infe-
conocer que la inflamación de la mucosa intestinal rior a 100 cm de íleon terminal), la capacidad hepá-
per se es pocas veces suficientemente importan- tica de sintetizar ácidos biliares hace que el pool to-
te como para producir malabsorción clínicamente tal de sales biliares se mantenga, la función micelar
relevante, excepto en aquellos casos -por fortuna, no se vea alterada y, por tanto, no se produzca ma-
poco frecuentes- con afectación intestinal muy ex- labsorción de grasa (Figura 3). En cambio, cuando
tensa (sobre todo, del yeyuno). Otra situación en la inflamación ileal es intensa o la porción resecada
que la malabsorción es una causa obvia de desnu- excede los 100 cm, la capacidad compensadora del
trición son los pacientes que han requerido resec- hígado se ve desbordada, disminuye el pool total de
ciones intestinales múltiples y presentan un intes- sales biliares y, en consecuencia, la función micelar.
tino corto. En estos casos, además de diarrea se produce estea-
Aparte de estas situaciones extremas, la ma- torrea, que contribuye a la desnutrición del pacien-
labsorción en la enfermedad de Crohn puede te (Figura 4).
presentarse cuando existen otros factores no El sobrecrecimiento bacteriano intestinal se
directamente relacionados con el proceso infla- produce cuando existe cualquier factor que favo-
matorio. Entre éstos cabe citar la malabsorción rece el estasis del contenido del intestino delga-
de sales biliares y el sobrecrecimiento bacteria- do. Los pacientes con enfermedad de Crohn pre-
no intestinal. sentan con frecuencia estenosis intestinales que

889
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

en la enfermedad de Crohn, con


una prevalencia que puede alcan-
zar el 30%. La presencia de un
exceso de bacterias en el intes-
tino delgado tiene diversas con-
secuencias metabólicas, entre las
que cabe citar el consumo de vi-
tamina B12 y la malabsorción de
proteínas, hidratos de carbono
y sales biliares.

2.2. Déficit de
micronutrientes
Figura 3. Malabsorción moderada de sales biliares: en presencia de enfermedad
ileal moderada o resección de menos de 100 cm de íleon terminal, se produce ma- Los déficit de vitaminas y oli-
labsorción de sales biliares que tienen un efecto catártico en el colon. Las pérdidasgoelementos, y su posible papel
colónicas son compensadas mediante el aumento de la síntesis hepática, con lo que en la patogenia de la EII, han sido
la absorción de grasas no se ve comprometida. escasamente documentados en la
literatura. Los principales proble-
mas en la interpretación del esta-
tus de micronutrientes en estos
y otros pacientes radican en:
a) La falta de valores de refe-
rencia en la población sana de la
misma zona geográfica de la que
proceden los pacientes.
b) La falta de acuerdo sobre
en qué tipo de muestra biológi-
ca (sangre total, plasma, orina, te-
jidos, etc.) hay que determinar el
estatus de un determinado mi-
cronutriente.
c) La definición del concep-
to de déficit subclínico. Este úl-
timo aspecto es particularmen-
Figura 4. Malabsorción grave de sales biliares: en casos de enfermedad ileal te relevante en la EII, ya que -con
grave o resección extensa del íleon terminal (> 100 cm), la malabsorción de sales excepción de las deficiencias de
biliares es tan intensa que no puede ser compensada por el hígado. Al efecto ca- hierro y ácido fólico- los déficit
tártico de las sales biliares hay que sumar el compromiso de la absorción intestinal de micronutrientes en estos pa-
de grasas, con la consiguiente esteatorrea. cientes raramente son clínica-
mente aparentes. Sin embargo,
favorecen el estasis. Asimismo, la resección de la niveles subóptimos de vitaminas y oligoelementos
válvula ileocecal facilita la colonización bacteriana pueden ser de importancia patogénica.
en el intestino delgado. Incluso en ausencia de es-
tenosis o resecciones, la enfermedad de Crohn del
intestino delgado cursa con trastornos de la moti- 2.2.1. Vitaminas
lidad que enlentecen el tránsito y también favore-
cen el estasis. En consecuencia, el sobrecrecimien- Es bien conocido que los pacientes tratados con
to bacteriano intestinal es un fenómeno frecuente sulfasalazina pueden desarrollar déficit de ácido fó-

890
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

lico. Asimismo, los pacientes con enfermedad de 2.2.2. Minerales y oligoelementos


Crohn ileal, resección quirúrgica de este segmento
o sobrecrecimiento bacteriano intestinal ven com- El déficit de hierro debido a pérdidas hemáti-
prometida la absorción de vitamina B12 y, si no re- cas por el intestino es probablemente la deficiencia
ciben suplementos de la misma por vía parenteral, mineral más común en la EII. También se ha descri-
puede desarrollar anemia megaloblástica y otros to déficit de zinc, selenio y magnesio. El estatus de
síntomas de déficit. La deficiencia de vitamina D no otros elementos traza como el cobre, el mangane-
es infrecuente en la EII y se correlaciona con el gra- so, el cromo y el molibdeno, ha sido mucho menos
do de osteopenia que presentan estos pacientes (ver estudiado en estos enfermos.
más adelante). El interés de evaluar la deficiencia de zinc en
Aunque existen numerosos artículos que des- la enfermedad de Crohn se relaciona con el pa-
criben casos de deficiencias vitamínicas aisladas en pel de este oligoelemento en el retraso del cre-
la EII, pocos autores han estudiado el estado global cimiento asociado a esta enfermedad, así como
de vitaminas en estos pacientes. En un estudio rea- al hecho de que pueden producirse síntomas clí-
lizado en nuestro medio en pacientes con colitis nicos de déficit de zinc, sobre todo en pacientes
ulcerosa y enfermedad de Crohn activas, los nive- tratados con nutrición parenteral. Se han descri-
les sanguíneos de biotina, ácido fólico, β-caroteno to niveles bajos de zinc tanto en plasma y orina
y vitaminas A, C y tiamina fueron significativamen- como en cabellos de los pacientes con enferme-
te más bajos en pacientes con colitis extensa, ileí- dad de Crohn, en estrecha relación con los nive-
tis e ileocolitis que en los controles sanos. Además, les séricos de albúmina y con la actividad de la
los pacientes con afectación ileal mostraron niveles enfermedad. En la colitis ulcerosa también se ha
bajos de vitamina B12, y en los pacientes con coli- descrito disminución de la concentración plas-
tis se detectaron niveles subóptimos de riboflavina. mática de zinc, aunque no se ha podido relacio-
Aunque ningún paciente mostró signos clínicos de nar este hallazgo con la actividad de la enfer-
deficiencia vitamínica, más del 40% se encontraba medad ni con los niveles de proteína visceral. El
en situación de riesgo de desarrollar hipovitamino- déficit bioquímico de zinc se suele asociar a ni-
sis (definida como niveles de vitamina por debajo veles disminuidos de vitamina A, probablemen-
del percentil 15 de su distribución en los controles te en relación con el efecto negativo que la defi-
sanos) para la vitamina A, β-caroteno, ácido fólico, ciencia de zinc tiene sobre la síntesis de proteína
biotina, vitamina C y tiamina. Otros estudios han transportadora del retinol.
mostrado resultados similares incluso en pacientes El contenido corporal total de zinc en la EII
con EII en remisión clínica. aguda es difícil de evaluar. Años atrás se había
El significado de los déficit de vitaminas en la propugnado el uso de la actividad plasmática de
EII no está claro. Aunque las deficiencias de vita- algunas enzimas dependientes del zinc, como la
minas liposolubles en pacientes con enfermedad fosfatasa alcalina, como una medida indirecta del
de Crohn de intestino delgado podrían atribuir- estatus de zinc. Sin embargo, este enfoque no es
se a malabsorción de grasas, ya se ha mencionado fiable ya que estos pacientes pueden mostrar in-
que esta eventualidad no es muy frecuente en es- crementos de esta enzima por otras causas. Más
tos enfermos. Por otra parte, este mecanismo no fiables son, sin embargo, las determinaciones de
puede ser invocado para explicar el déficit de vi- zinc en cabello, orina o leucocitos de sangre peri-
tamina A de los pacientes con colitis ulcerosa, en férica, pero no son técnicas disponibles en todos
los cuales no hay razones para que exista malab- los laboratorios.
sorción. La pérdida de proteínas transportadoras, Aunque el significado de la concentración
como la prealbúmina y la proteína transportadora plasmática de zinc es motivo de controversia,
del retinol, a través de la mucosa intestinal o coló- hay que tener presente que entre el 60% y el
nica inflamada, podría ser un mecanismo posible, 70% del zinc plasmático se considera intercam-
aunque no documentado. Por otra parte, la exis- biable (escasamente unido a la albúmina y capaz
tencia de niveles plasmáticos bajos de una deter- de ser liberado en los tejidos metabólicamente
minada vitamina no tiene por qué correlacionarse activos). De hecho, se ha descrito una buena co-
con depleción tisular de la misma. rrelación entre los niveles de zinc en plasma y en

891
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

Tabla 2. CONSECUENCIAS DE LOS DÉFICIT NUTRICIONALES EN LA ENFERMEDAD


INFLAMATORIA INTESTINAL

• Inmunosupresión
• Dificultades en los procesos de reparación tisular
• Hipoplasia vellositaria intestinal (autoperpetuación de la desnutrición)
• Disrupción de la barrera mucosa intestinal (incremento de la translocación bacteriana intestinal)
• Retraso del crecimiento y de la maduración sexual (niños y adolescentes)
• Enfermedad metabólica ósea
• Déficit del transporte plasmático de fármacos
• Incremento del riesgo quirúrgico
• Disminución de la defensa antioxidante
• Hiperhomocisteinemia y aumento del riesgo trombótico (complejo B)
• Hipogonadismo, alopecia, exantemas cutáneos (déficit de zinc)
• Anemia
• Incremento de la morbimortalidad

tejido ileal y colónico en la EII. Además, estudios 3. Consecuencias


de cinética del zinc en la enfermedad de Crohn de los déficit nutricionales
activa han podido demostrar una asociación en- en la enfermedad
tre la disminución de la concentración plasmá- inflamatoria intestinal
tica de zinc y un aumento del aclaramiento de
dicho elemento, en estrecha relación con la ac- Aun en ausencia de datos objetivos que lo de-
tividad de la enfermedad. Estos hallazgos sugie- muestren, en general, se considera que la desnutri-
ren la existencia de un aumento del recambio ción energético-proteica tiene una amplia gama de
de zinc en el tejido inflamado. Todos estos da- consecuencias de carácter general, y es capaz de
tos son argumentos a favor del uso de los nive- modificar el curso clínico y la respuesta al trata-
les plasmáticos de zinc como medida fiable del miento de la EII (Tabla 2).
estatus de este elemento en la EII.
En la EII existe un incremento de los requeri-
mientos de zinc, en la medida que éste es un co- 3.1. Retraso del crecimiento
factor de enzimas antioxidantes como la supe-
róxido dismutasa, y está también implicado en la En niños y adolescentes con EII, la desnutrición
respuesta inmune celular de la mucosa intestinal se considera un factor primordial en la patoge-
inflamada. nia del retraso de crecimiento y desarrollo que se
Los niveles séricos de selenio también se han puede observar entre el 20% y el 30% de los pa-
encontrado disminuidos en pacientes con EII ac- cientes, sobre todo en los afectos de enfermedad
tiva grave, en relación con la presencia de desnu- de Crohn. De hecho, el retraso del crecimiento se
trición energético-proteica y con la duración de considera la complicación extraintestinal más fre-
la enfermedad. cuente de la enfermedad de Crohn en la edad pe-
Los niveles de glutatión-peroxidasa, una enzima diátrica. La tercera parte de una serie de 48 adul-
dependiente del selenio con actividad antioxidan- tos con EII diagnosticada en la infancia mostraban
te, también se han encontrado disminuidos en la un déficit pondo-estatural irreversible. Otro estu-
EII. No obstante, los signos clínicos de déficit ma- dio retrospectivo en 100 niños con enfermedad de
nifiesto de selenio (como la miopatía y la cardio- Crohn demostró que la mitad de los niños con re-
miopatía) son raros. traso del crecimiento en el momento del diagnós-

892
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

tico seguían teniendo una estatura in-


ferior a la normal en la edad adulta. A
la vista de estos datos es lógico con-
cluir que la recuperación de la veloci-
dad de crecimiento debe ser un obje-
tivo fundamental del tratamiento de
la EII en la infancia y la adolescencia. El
retraso de crecimiento en la EII se ha
atribuido a factores relacionados con
la propia enfermedad y a trastornos
hormonales, además de a la desnutri-
ción. Sin embargo, el hecho de que el
crecimiento se acelera cuando estos
niños se incluyen en un plan de reha- Figura 5. Metabolismo de la homocisteína: la conversión de homocisteína a
bilitación nutricional apoya el concep- metionina está acoplada al metabolismo del ácido fólico y requiere vitamina
to de que la desnutrición es un fac- B12 como cofactor. El déficit de cualquiera de estas vitaminas condiciona el
tor etiológico de primera magnitud desarrollo de hiperhomocisteinemia.
de esta complicación.
cidencia de fenómenos tromboembólicos, tanto ar-
teriales como venosos, está incrementada en la EII.
3.2. Enfermedad metabólica ósea La hiperhomocisteinemia es un inductor conocido
de hipercoagulabilidad que, según diversos estudios,
La disminución de la densidad mineral ósea es ocurre entre un 25% y un 30% de los enfermos con
una grave complicación de la EII. Su prevalencia EII, frente a sólo un 3-5% de los controles sanos. El
global alcanza el 45%, y es más frecuente en la en- hallazgo más notable de estos estudios es, sin embar-
fermedad de Crohn que en la colitis ulcerosa. La go, la identificación de la existencia de niveles bajos
disminución de la densidad mineral ósea es par- de ácido fólico (y, en menor medida, de vitamina B12)
ticularmente importante en niños y adolescentes, como factor predictivo independiente de hiperho-
en la medida que el riesgo de fracturas en la edad mocisteinemia en estos pacientes. Tanto el ácido fó-
adulta se relaciona estrechamente con el pico de lico como la vitamina B12 son cofactores cruciales de
masa ósea que se alcance al final de la pubertad la vía metabólica que transforma la cisteína en metio-
(ver Capítulo 4.33). nina (Figura 5) (ver Capítulos 1.14 y 1.22).
La actividad inflamatoria de la propia EII, el uso
de esteroides y el sexo femenino son factores de
riesgo conocidos de osteopenia en estos enfermos. 3.4. Consecuencias sobre
Sin embargo, el bajo peso corporal, la hipoalbumi- la evolución de la propia EII
nemia, el déficit de vitamina D y la necesidad de re-
cibir nutrición artificial (como variable subsidiaria Un aspecto digno de mención es la posibilidad
de la presencia de desnutrición) se han identifica- de que los déficit nutricionales asociados a la EII
do también como predictores de enfermedad me- puedan influir negativamente sobre el curso de la
tabólica ósea, lo que pone de manifiesto que ésta propia enfermedad intestinal. En este sentido, es
es también una complicación nutricional de la EII. interesante discutir algunas consecuencias que los
déficit de macro y micronutrientes pueden tener
en la respuesta inmune y en los procesos de repa-
3.3. Hiperhomocisteinemia ración tisular.
y riesgo de trombosis Junto con la infección por el virus de la inmuno-
deficiencia humana (VIH), la desnutrición energéti-
Un efecto adverso del déficit de ácido fólico es co-proteica es la causa más prevalente de inmuno-
la hiperhomocisteinemia, que se asocia a un estado deficiencia adquirida, tanto celular como humoral.
protrombótico. Se sabe desde hace años que la in- Esto no sólo es debido a la disminución del aporte

893
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

de energía y sustratos proteicos a las células inmu- riesgo de cáncer, el ácido fólico es, con diferencia, el
nocompetentes, sino también a déficit de diversos nutriente con mayores indicios de contribuir a pre-
nutrientes específicos. Entre éstos cabe mencionar venir la carcinogénesis colónica. Los suplementos de
los nucleótidos, aminoácidos como la glutamina y ácido fólico disminuyen la hipometilación del DNA,
la arginina, o micronutrientes como la biotina o el las alteraciones del oncogén supresor p53 y los fe-
zinc. Por otra parte, la deficiencia de antioxidantes nómenos de inestabilidad de microsatélites (todos
como la vitamina E, la vitamina C, los carotenos, el ellos cambios genéticos relacionados con la carci-
zinc, el selenio o el manganeso contribuye a dismi- nogénesis colónica). Hay datos epidemiológicos que
nuir la capacidad de defensa frente al estrés oxida- establecen una relación inversa entre la ingesta de
tivo -producido por los metabolitos reactivos de ácido fólico y el riesgo de padecer cáncer colorrec-
oxígeno y nitrógeno-, que se encuentra notable- tal esporádico. Dos estudios caso-control y alguna
mente incrementado en la EII activa. Asimismo, el serie retrospectiva sugieren que los suplementos de
cobre y el zinc son necesarios para la biosíntesis ácido fólico protegerían del desarrollo de displasia y
de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, cáncer colorrectal en pacientes con colitis ulcerosa
de tal manera que un desequilibrio en la relación de larga evolución. Sin embargo, se carece de estu-
cobre:zinc puede alterar la síntesis de ácido araqui- dios de intervención controlados con placebo que
dónico y de eicosanoides. demuestren de forma inequívoca este fenómeno.
La barrera mucosa intestinal y el tejido linfoide
asociado al intestino (GALT) también se pueden al-
terar por la desnutrición (ver Capítulo 1.36). Ésta se
asocia al desarrollo de hipoplasia vellositaria y a dis- 4. Dieta convencional
minución de la integridad de la mucosa, que pueden en la enfermedad
favorecer el paso de bacterias y sus productos al me- inflamatoria intestinal
dio interno (translocación bacteriana). Por otra par-
te, la hipoplasia vellositaria favorece la malabsorción y 4.1. Consideraciones generales
se convierte así en un factor autoperpetuador de la
propia desnutrición. Es obvio que el objetivo principal de la dieta en
El déficit energético-proteico también interfiere la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn es
los procesos de reparación tisular. Por otra parte, prevenir y corregir la desnutrición asociada a es-
la vitamina C es un cofactor esencial de la biosínte- tas enfermedades, mediante la prescripción de una
sis de colágeno, mientras que el zinc es un cofactor dieta lo más libre y variada posible, sin empeorar (y,
de la colagenasa y un potente inhibidor de la pro- si es posible, mejorando) los síntomas de la enfer-
lil-hidroxilasa, una enzima que desempeña un papel medad (dolor abdominal, diarrea, etc.).
fundamental en la síntesis de colágeno. Por tanto, la En la actualidad, no se dispone de evidencias su-
existencia de desequilibrios en estos micronutrien- ficientemente convincentes que incriminen a nin-
tes puede tener consecuencias difíciles de prever gún alimento en el desencadenamiento, perpetua-
en el proceso de reparación tisular en la EII (ya sea ción o empeoramiento de la actividad inflamatoria
dificultando la curación de úlceras o fístulas, o in- en la EII. En consecuencia, y teniendo en cuenta
crementando la fibrogénesis y favoreciendo la for- la necesidad de prevenir los déficit nutricionales,
mación de estenosis cicatriciales). los pacientes con colitis ulcerosa o enfermedad de
Crohn en brote de actividad deberían evitar sólo
aquellos alimentos que de forma reiterada y siste-
3.5. Déficit de ácido fólico mática aumenten sus síntomas. De hecho, la apari-
y carcinogénesis colónica ción o empeoramiento de un síntoma tras la inges-
tión de un alimento concreto es, en la mayor parte
Tradicionalmente, se ha considerado la existen- de ocasiones, absolutamente fortuita. Por consi-
cia de una colitis extensa de larga evolución como guiente, si se atribuye todo síntoma al alimento
un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer co- previamente ingerido se corre el riesgo de incurrir
lorrectal. Aunque no se dispone de evidencias di- en una dieta excesivamente monótona y, por tan-
rectas que relacionen ningún factor dietético con el to, restrictiva.

894
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

En este contexto, existen dos tipos de


alimentos cuyo consumo suscita con fre-
cuencia dudas tanto entre los médicos
como entre los pacientes: los lácteos y
la fibra.

4.2. Restricción de lácteos


en la EII activa
No existe ningún fundamento científi-
co para prohibir el consumo de productos
lácteos a los pacientes con colitis ulcerosa
y enfermedad de Crohn, por el mero he-
cho de padecer estas enfermedades. Que
se sepa, ningún componente de la leche es Figura 6. Esquema de la fermentación bacteriana de la fibra soluble
capaz de favorecer la inflamación intesti- y otros hidratos de carbono no absorbibles. Como productos finales se
nal, desencadenar un brote y, mucho me- producen ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato),
nos, causar la enfermedad. Es bien sabido así como gases (H2, CH4 y CO2).
que la leche y sus derivados son la más im-
portante fuente del calcio necesario para prevenir la 4.3. Restricción
osteopenia de estos pacientes. de fibra en la EII activa
Sin embargo, es cierto que un determinado por-
centaje de individuos de la población general (so- Durante los brotes de EII es aconsejable hacer
bre todo en países de la cuenca mediterránea) una dieta pobre en residuos, particularmente en
presentan déficit de lactasa. Cuando la lactosa no aquellos pacientes con formas estenosantes de en-
absorbida en el intestino delgado llega al colon fermedad de Crohn, o en brotes de colitis ulcero-
puede provocar diarrea y/o flatulencia de forma sa grave o extensa. Esto implica eliminar de la dieta
dependiente de la dosis. Este fenómeno, que es ab- la denominada fibra insoluble (lignina, celulosa). Es-
solutamente independiente del hecho de padecer te tipo de fibra produce un residuo fecal abundante
EII, puede ocurrir en pacientes con estas enferme- que puede facilitar la obstrucción intestinal cuando
dades, en los que la ingesta de leche puede acen- hay estenosis, o dañar la mucosa frágil y ulcerada
tuar sus síntomas (sobre todo la diarrea). del colon en un brote grave de colitis. Los alimen-
No obstante, estudios realizados en España sugie- tos ricos en fibra insoluble son los alimentos inte-
ren que la prevalencia de malabsorción de lactosa grales, los preparados que contienen salvado (de
(evaluada mediante la excreción de hidrógeno en el trigo, avena, etc.) y algunos vegetales particular-
aliento) no es mayor en los pacientes con EII que en mente “leñosos” (espárragos, alcachofas, etc.).
la población general. Por tanto, los pacientes con en- A diferencia de la fibra insoluble, la fibra soluble
fermedad de Crohn y colitis ulcerosa sólo deben li- (pectinas, mucílagos, goma guar, etc.), contenida so-
mitar el consumo de leche durante los brotes si ésta bre todo en frutas y legumbres, produce menos re-
clara y reiteradamente aumenta su diarrea. Además, siduo y, además, es fermentada por la microbiota
la mayoría de los pacientes que no toleran la leche colónica (ver Capítulo 1.10). La fermentación de la fi-
pueden tolerar, sin embargo, otros derivados lácteos bra soluble produce diversas sustancias, algunas de
como el yogur y los quesos curados, cuyo conteni- las cuales, como los ácidos grasos de cadena corta,
do en lactosa es mucho menor. Por otra parte, hay son beneficiosas para el epitelio del colon y el intes-
que hacer hincapié en que la intolerancia a los lác- tino delgado (ver más adelante). Como contraparti-
teos depende de la lactosa, y no de la grasa que con- da, produce gas (hidrógeno, metano, anhídrido car-
tienen, por lo que no hay razón alguna para sustituir bónico) (Figura 6), que puede aumentar el dolor
los productos lácteos enteros por otros desnatados abdominal y la sensación de flatulencia durante los
o semidesnatados. brotes. Por tanto, el consumo de alimentos ricos en

895
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

fibra soluble sólo deberá limitarse si produce estas 4.6. Suplementos de ácido
molestias, y dependiendo de su intensidad. De he- fólico en la EII
cho, como se verá más adelante, algunos tipos de fi-
bra fermentable pueden incluso ayudar a prevenir Sobre la base de las consecuencias descritas
los brotes de colitis ulcerosa. previamente del déficit de ácido fólico en la EII, se
ha recomendado el uso rutinario de suplementos
de esta vitamina en estos pacientes como preven-
4.4. Dieta en la EII en remisión ción del riesgo de cáncer colorrectal y de fenóme-
nos tromboembólicos. Aunque se ha demostrado
Si las limitaciones dietéticas durante los bro- que la administración de 15 mg/día de ácido folíni-
tes de actividad de la EII son muy escasas, toda- co disminuye la proliferación celular en el epitelio
vía son menos durante los periodos de remisión. rectal de pacientes con colitis ulcerosa, no se sa-
De hecho, la inmensa mayoría de pacientes con be el impacto que ello pueda tener en el riesgo de
enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa en remi- desarrollar displasia y cáncer colorrectal en estos
sión pueden seguir una dieta absolutamente nor- pacientes. Tampoco hay estudios de intervención
mal. Probablemente, la única excepción son los pa- que demuestren que los suplementos de ácido fó-
cientes con enfermedad de Crohn que presentan lico reduzcan el riesgo tromboembólico en la EII.
estenosis intestinales fibrosas, los cuales deben se- De cualquier modo, el déficit de ácido fólico debe
guir una dieta sin residuos también durante los pe- buscarse, y corregirse si se detecta.
riodos de remisión de la enfermedad.

4.5. Suplementos de calcio 5. Nutrición artificial


y vitamina D en la EII como soporte nutricional
en la enfermedad
Todos los pacientes con EII deberían consumir inflamatoria intestinal
una dieta rica en calcio, ya que éste es un sistema
simple y eficaz para prevenir la osteopenia y osteo- En general, y al igual que en otras situaciones clí-
porosis. La ingesta diaria de calcio debería alcanzar nicas, el uso de soporte nutricional artificial en la
1,5 g. Si existe una ingesta dietética de calcio inade- EII está indicado cuando el estado nutricional no
cuada, se deben administrar suplementos (500 a se puede mantener de forma adecuada mediante
1.000 mg/día), asociados a vitamina D (800 UI/día) la dieta oral convencional. En este caso, la nutrición
en caso de déficit de esta vitamina. enteral con dietas-fórmula químicamente definidas
Con todo, la eficacia de la suplementación de suele ser la técnica de elección, ya sea como suple-
calcio en la prevención de la pérdida de masa ósea, mento de la dieta normal (nutrición enteral par-
o el tratamiento de la osteopenia en la EII, han si- cial) o en forma de nutrición enteral total. En am-
do escasamente estudiados. Existen evidencias, no bos casos, la nutrición enteral puede administrarse
obstante, de que la administración de suplemen- por vía oral, a través de sonda de alimentación o
tos de calcio y vitamina D únicamente durante un mediante otro sistema de acceso digestivo (gas-
año no es suficiente para mejorar la densidad mi- trostomía, yeyunostomía). La elección de una die-
neral ósea en pacientes con EII y osteoporosis ya ta-fórmula particular debería basarse en los prin-
establecida. En esta situación, por tanto, el uso de cipios básicos de fisiología digestiva y de nutrición.
bisfosfonatos parece más apropiado. Otra estrate- En casos extremos, cuando no es posible subve-
gia que parece eficaz en otros estudios es la aso- nir a las necesidades energético-proteicas median-
ciación de suplementos de calcio y vitamina D con te nutrición enteral, está indicada la nutrición pa-
suplementos de flúor en pacientes con EII y osteo- renteral. En algunos pacientes debe considerarse la
porosis. En cambio, la administración sólo de calcio necesidad de nutrición artificial (enteral o parente-
y vitamina D resulta eficaz para prevenir la pérdida ral) a domicilio.
de masa ósea en pacientes en situación de riesgo Son, por tanto, candidatos a recibir un sopor-
de osteopenia que todavía no la han desarrollado. te nutricional artificial los pacientes con desnutri-

896
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

ción grave evidenciada por alteración de los pa- trición parenteral como único soporte nutricional
rámetros nutricionales. También lo son aquellos en pacientes con un brote grave de colitis ulcero-
pacientes con desnutrición moderada que no reali- sa tratados con dosis plenas de corticosteroides.
zan una ingesta oral adecuada, ya sea por anorexia, No se observaron diferencias en el curso clíni-
por aumento de los requerimientos, por presencia co ni en el número de pacientes en los que fraca-
de malabsorción/maldigestión o por aumento de só el tratamiento esteroideo y requirieron cirugía.
las pérdidas intestinales. Finalmente, existe un gru- Sin embargo, el número de infecciones en el post-
po importante de pacientes que en la primera eva- operatorio y de complicaciones relacionadas con
luación presentan un estado nutricional normal o la nutrición artificial fue significativamente mayor
casi normal, pero en los que la gravedad del brote con nutrición parenteral total que con nutrición
es muy probable que origine desnutrición a corto enteral total. Estos resultados indican que puede
plazo si no se inicia un soporte nutricional artificial. administrarse la nutrición enteral en pacientes con
Como se ha dicho, en todas estas situaciones la nu- colitis ulcerosa grave sin que esto empeore el cur-
trición enteral es el tipo de soporte nutricional de so clínico de la enfermedad y, además, es bien tole-
primera elección, siempre que exista un tracto gas- rada y se asocia a un menor número de complica-
trointestinal accesible y, al menos en parte, funcio- ciones sépticas de la cirugía, en comparación con la
nante. A continuación se desarrollan algunos de nutrición parenteral.
estos aspectos, por separado para la colitis ulcero- Con todo, la nutrición enteral está absolutamen-
sa y la enfermedad de Crohn. te contraindicada en los pacientes con colitis ulce-
rosa que presenten como complicación megacolon
tóxico, íleo paralítico, obstrucción intestinal com-
5.1. Soporte nutricional artificial pleta, perforación intestinal o hemorragia gastro-
en la colitis ulcerosa intestinal masiva.

Se aconseja un soporte nutricional artificial en los


pacientes con brotes de colitis ulcerosa con activi- 5.2. Soporte nutricional artificial
dad grave, sobre todo si se prevé la necesidad de en la enfermedad de Crohn
tratamiento quirúrgico a corto plazo o si existe des-
nutrición energético-proteica asociada. Tradicional- El soporte nutricional artificial, enteral o pa-
mente, estos pacientes se trataban con nutrición pa- renteral, es la única forma de mantener el estado
renteral total con objeto de mantener el intestino nutricional en algunos pacientes con enfermedad
“en reposo”. Sin embargo, hoy se sabe que no existe de Crohn extensa o complicada. La simplicidad
evidencia científica para justificar el “reposo intesti- de su uso, su menor coste y la menor frecuen-
nal” en pacientes con brotes graves de colitis ulcero- cia de complicaciones inherentes a la técnica ha
sa. Dos estudios controlados realizados en pacientes hecho que la nutrición enteral sea el tipo de so-
con brotes de actividad grave tratados con corticoi- porte nutricional más utilizado en estos pacientes.
des demostraron que el “reposo intestinal” median- Por otro lado, se ha demostrado que para el tra-
te nutrición parenteral total no influía en el curso tamiento de los mismos no es necesario el “repo-
clínico en comparación con la dieta oral convencio- so intestinal”, incluso en casos con fístulas o ma-
nal. A pesar de ello, la nutrición parenteral promue- sa inflamatoria. Sin embargo, la nutrición enteral
ve la ganancia de peso, y restaura, parcialmente, la está contraindicada en pacientes con fístulas me-
función del músculo esquelético respiratorio y pe- dio-yeyunales de alto flujo, obstrucción intestinal
riférico en estos enfermos. Esto es importante en completa, íleo paralítico, sepsis intraabdominal,
pacientes que con frecuencia requerirán tratamien- hemorragia gastrointestinal grave o perforación
to quirúrgico, con vistas a disminuir la morbilidad intestinal. En estos casos la nutrición parenteral
postoperatoria. Por otro lado, la nutrición enteral total es la técnica de elección.
total parece ser más eficaz que la dieta oral para Los pacientes con múltiples estenosis intesti-
prevenir la desnutrición en estos pacientes. nales que requieren una dieta sin residuos estric-
Por todo ello, tiene especial interés un estudio ta pueden necesitar nutrición enteral a domici-
controlado que comparó nutrición enteral y nu- lio para mantener un aporte energético-proteico

897
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

Figura 7. Metaanálisis de ocho estudios aleatorios controlados que comparan nutrición enteral total (NET) y corticosteroides
como tratamiento primario de la enfermedad de Crohn activa. La proporción de probabilidad (odds ratio, OR) típica muestra
que el tratamiento esteroideo es más eficaz que la NET para inducir la remisión, si bien la tasa global de remisión con NET fue
del 60%. Fuente: Fernández-Bañares et al. JPEN 1995; 19: 356-64.

correcto. En estos casos, está indicada la adminis- amplias, o si existe mala tolerancia a la dieta con
tración de suplementos orales bebidos, o, en casos proteína entera.
más graves, la administración de la dieta de nutri- El posible papel proinflamatorio de la grasa de la
ción enteral a través de una gastrostomía endoscó- dieta es un punto de especial interés en la investi-
pica percutánea. Por otro lado, aquellos casos con gación científica actual sobre el papel de la dieta en
múltiples resecciones y síndrome de intestino cor- la EII. Como se comenta más adelante, parece poco
to pueden requerir el uso combinado a domicilio aconsejable -a la luz de los conocimientos actuales-
de nutrición parenteral total (para subvenir las ne- el uso de dietas enterales con un contenido alto en
cesidades nutricionales) y nutrición enteral (para grasas y/o aquéllas en las que la fuente lipídica sean,
promover la adaptación del intestino residual). de forma predominante, los aceites de semillas (gi-
En la enfermedad de Crohn la nutrición ente- rasol, maíz, cártamo).
ral podría ejercer un efecto terapéutico específico La fuente de hidratos de carbono en la mayoría
que permita su utilización como “tratamiento pri- de las dietas enterales son las maltodextrinas o los
mario” de la enfermedad. Este aspecto se discute polímeros de glucosa. Las dietas con lactosa o con
más adelante. un contenido elevado en sacarosa u otros disacá-
ridos no son aconsejables debido al riesgo de in-
ducir diarrea. Por otro lado, no existen datos que
5.3. Elección de la dieta-fórmula apoyen el uso de dietas enriquecidas con fibra die-
de nutrición enteral en la EII tética en la EII activa.

En general, se recomienda el uso de dietas con


proteína entera (dietas poliméricas), que son bien
toleradas por la inmensa mayoría de pacientes con 6. Nutrición enteral
EII. Las dietas a base de aminoácidos o péptidos como tratamiento primario
son hiperosmolares, lo cual limita la cantidad que en la enfermedad de Crohn
se puede administrar sin originar diarrea, por lo
que el aporte nitrogenado puede ser insuficiente. En la enfermedad de Crohn, la nutrición enteral
Por tanto, estas dietas sólo están indicadas si la fun- podría ejercer un efecto antiinflamatorio específi-
ción intestinal está gravemente comprometida, co- co, y se ha sugerido que podría ser eficaz para in-
mo puede ocurrir en algunos pacientes con enfer- ducir la remisión clínica en los brotes de actividad
medad de Crohn muy extensa o con resecciones de la enfermedad.

898
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

6.1. Evidencias
clínicas
Aunque tres metaanáli-
sis de los múltiples estu-
dios controlados que se
han efectuado han conclui-
do que los corticoides son
significativamente más efi-
caces que la nutrición en-
teral para inducir la remi-
sión de la enfermedad, la
tasa global de respuesta
a la nutrición enteral to-
tal fue del 60%, una cifra
muy superior a la respues-
ta esperada con un place-
bo (alrededor de un 20% a Figura 8. Metaanálisis de seis estudios aleatorios controlados que comparan nutrición
un 30%) (Figura 7). Estas enteral elemental y no elemental como tratamiento primario de la enfermedad de Crohn
cifras deben analizarse con activa. La OR típica muestra que ambos tipos de dieta son igualmente eficaces para inducir
cierta cautela, ya que no la remisión. Fuente: Fernández-Bañares et al. JPEN 1995; 19: 356-64.
existe ningún estudio que
compare directamente la nutrición enteral con el la nutrición enteral puede ser un tratamiento efi-
placebo, entre otras razones porque no se sabe qué caz cuando es bien tolerada, y deberían promover
composición debería tener una “dieta placebo” en la realización de nuevos estudios controlados en la
estas circunstancias. Por otro lado, en los metaanáli- enfermedad de Crohn activa.
sis citados, los pacientes que fueron retirados de los
diferentes estudios debido a intolerancia a las dietas
se consideraron como “fracasos terapéuticos” en el 6.2. Mecanismo de acción
análisis por intención de tratar. terapéutica
En este sentido, el análisis combinado de los es-
tudios controlados y de las series amplias no con- Sea como fuere, la variabilidad en la tasa de re-
troladas, tras excluir los pacientes retirados por misión entre los diferentes estudios indica que no
falta de cumplimiento terapéutico o por intole- todas las dietas son igualmente eficaces para indu-
rancia a la dieta o a la sonda de nutrición enteral, cir la remisión. Los mecanismos por los que la nu-
proporciona interesantes resultados. Dieciséis es- trición enteral ejerce su acción terapéutica prima-
tudios, que abarcan 549 pacientes adultos con en- ria no se conocen con precisión. La hipótesis inicial
fermedad de Crohn activa (al menos 15 pacientes de que las dietas elementales (basadas en amino-
en cada estudio tratados con nutrición enteral) y ácidos libres) serían particularmente efectivas, en
con un cumplimiento terapéutico adecuado, eva- virtud de su baja antigenicidad, ha sido rebatida
luaron el efecto de dietas elementales (a base de por los resultados del metaanálisis de los estudios
aminoácidos), administradas durante al menos dos controlados que han comparado dietas elementa-
semanas, en la inducción de la remisión clínica. Las les versus no elementales (peptídicas o con pro-
tasas de remisión obtenidas oscilaron entre el 42% teína entera) (Figura 8), que demostraron que
y el 100%, con un valor medio de 79%. Por otro la- ambos tipos de dietas eran igualmente eficaces pa-
do, 124 pacientes adultos cumplidores con el ré- ra inducir la remisión. El papel de modificaciones
gimen prescrito, incluidos en 10 estudios, recibie- más específicas de la fuente nitrogenada de las die-
ron dietas poliméricas (a base de proteína entera), tas apenas ha sido investigado. Un estudio recien-
siendo la remisión clínica media del 70% (límites, te con pocos pacientes no ha podido demostrar
36% a 90%). Estos datos apoyan el concepto de que que la adición de glutamina incremente la tasa de

899
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

remisión. De hecho, la mejoría del índice de activi- la dieta rica en grasa poliinsaturada n-6, y de 79%
dad fue mayor con la fórmula estándar. para los esteroides (p = 0,001, esteroides vs. die-
Por otro lado, existen datos en la literatura que ta rica en grasa monoinsaturada). En el análisis por
sugieren que el tipo de grasa de las dietas puede protocolo -tras excluir los pacientes no cumplido-
ser importante. Así, se ha sugerido que cambios res-, las tasas de remisión fueron 27%, 63%, y 79%,
cuantitativos o cualitativos en la fuente lipídica po- respectivamente. Estos resultados fueron una sor-
drían modificar la síntesis de eicosanoides y algu- presa para los autores, pues la dieta con grasa mo-
nos mecanismos inmunomoduladores, influyendo, noinsaturada fue significativamente peor que la
por ello, en la evolución de la enfermedad. El nú- dieta con grasa poliinsaturada de la serie n-6, con
mero de pacientes en los diferentes ensayos clí- una tasa de remisión similar a la que se puede ob-
nicos que han comparado fórmulas de nutrición tener con un tratamiento placebo. Como posibles
enteral con diferentes cantidades de grasa es de- explicaciones a estos resultados tan contradicto-
masiado pequeño para poder extraer alguna con- rios en comparación con estudios previos en los
clusión acerca del efecto del contenido lipídico so- que se emplearon dietas con grasa monoinsatura-
bre la actividad de la enfermedad. Sin embargo, se da, los autores citan un probable exceso de grasa
ha sugerido que las dietas pobres en grasas (0,6% a monoinsaturada (79% de la grasa total) y la ausen-
3% del total de calorías) se asocian a una respues- cia de triglicéridos de cadena media en la composi-
ta favorable, con tasas de remisión que oscilan en- ción lipídica de la dieta. Por otro lado, la fuente de
tre el 60% y el 100%, mientras que las dietas con grasa monoinsaturada fue trioleína sintética, mien-
un contenido elevado en grasas (20% a 36% del to- tras que en los anteriores estudios se utilizó acei-
tal de calorías) producen resultados contradicto- te de oliva, por lo que no se puede descartar que
rios, con tasas de remisión entre el 36% y el 92%, otros componentes de este aceite pudieran ejer-
más bajas para las dietas con el contenido en gra- cer un efecto antiinflamatorio. Por tanto, aunque
sa más elevado. los resultados de este estudio ponen de manifies-
Además de la cantidad, el tipo de grasa en la to la importancia del tipo de grasa de la dieta para
dieta puede ser importante. Varios estudios han explicar el efecto terapéutico primario de la nutri-
mostrado que diferentes tipos de grasas pueden ción enteral en la enfermedad de Crohn activa, no
modular la producción de eicosanoides y citoki- han confirmado las hipótesis iniciales. Son necesa-
nas proinflamatorios y el sistema de señalización rios más estudios en el futuro para dilucidar cuál
intracelular que trabaja a través de la vía del fos- es la composición lipídica de la dieta más idónea en
fatidilinositol-4,5-bisfosfato y de la proteína kina- estos pacientes.
sa C. Por todo ello, se estableció la hipótesis de El posible papel antiinflamatorio del aceite de
que las dietas con un contenido elevado de grasa pescado (ácidos grasos de la serie n-3) y su incor-
rica en ácidos grasos poliinsaturados de la serie poración en dietas de nutrición enteral debe estu-
n-6, que son los precursores de los eicosanoides diarse en profundidad. Más adelante se describen los
y de las citokinas con mayor actividad proinflama- efectos de la suplementación aislada con aceites de
toria, podrían ser peores que las dietas con grasa pescado en estos pacientes. Por supuesto, todas las
monoinsaturada. dietas han de contener los aportes recomendados
En este sentido, un reciente estudio multicéntri- de ácido linoleico y α-linolénico para cubrir las ne-
co europeo ha evaluado si el efecto terapéutico de cesidades en ácidos grasos esenciales (3 a 6 g/día).
la nutrición enteral en la enfermedad de Crohn ac-
tiva guarda relación con la composición lipídica de
la dieta. Se trata de un estudio multicéntrico, doble 6.3. Indicaciones actuales
ciego, que evaluó el efecto de dos dietas polimé- de la nutrición enteral como
ricas con composición lipídica diferente en com- tratamiento primario en la
paración con esteroides en la inducción de la re- enfermedad de Crohn
misión clínica en la enfermedad de Crohn activa.
Los resultados en el análisis por intención de tra- La nutrición enteral estaría indicada como tra-
tar mostraron una tasa de remisiones del 20% pa- tamiento primario de la enfermedad de Crohn, so-
ra la dieta rica en grasa monoinsaturada, 52% para bre todo, en los pacientes con contraindicaciones

900
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

para el tratamiento esteroideo. Entre éstas cabe


destacar los brotes de actividad en pacientes con
osteoporosis importante, y en niños y adolescen-
tes en fase de crecimiento. El efecto beneficioso
de la nutrición enteral intermitente o cíclica pa-
ra mejorar el crecimiento en estos pacientes es
claro, y se ha mostrado superior al de los corti-
costeroides. La importancia de la nutrición enteral
como tratamiento primario en niños ha sido re-
cientemente enfatizada por un metaanálisis de los
estudios exclusivamente pediátricos, que muestra
que la nutrición enteral es tan eficaz como los es-
teroides en la inducción de remisión. Sin embargo,
como se comenta en un editorial que lo acompa-
ña, esta conclusión puede estar sesgada por la in-
clusión en el análisis de estudios con muy pocos
pacientes y tasas de remisión excepcionalmente
altas (100%). Figura 9. El ácido eicosapentaenoico (20:5 n-3) compite
Son necesarios más estudios para definir con con el ácido araquidónico (20:4 n-6) en la biosíntesis de
claridad otras posibles indicaciones de la nutrición eicosanoides. Las prostaglandinas (PG), tromboxanos (TX) y
enteral. Sin embargo, hay que tener en cuenta que leucotrienos (LT) derivados del primero poseen efectos pro-
alrededor de un 20 a un 30% de los pacientes tra- inflamatorios atenuados, en comparación con los derivados
tados con corticoides desarrolla corticodependen- del ácido araquidónico.
cia, que hace necesario el uso continuado de estos
fármacos para mantener la remisión. Esta situación compite con el ácido araquidónico (ácido graso de
obliga, con frecuencia, a administrar fármacos in- cadena larga de la serie n-6) por las enzimas involu-
munosupresores como la azatioprina. Por ello, el cradas en la síntesis de eicosanoides, favoreciendo
tratamiento de los brotes de actividad de la enfer- la síntesis de compuestos con actividad proinfla-
medad con nutrición enteral, aunque menos eficaz matoria atenuada, en comparación con los eicosa-
que el tratamiento con corticoides, podría estar in- noides derivados del ácido araquidónico (Figu-
dicado sobre todo en los brotes iniciales, con acti- ra 9). Además, tanto EPA como DHA inhiben la
vidad leve a moderada, en pacientes jóvenes, ya que producción de citokinas proinflamatorias (ver Ca-
puede retrasar la necesidad de administrar corti- pítulo 1.4).
coides y la aparición de las complicaciones de este En un estudio controlado, la administración de
tipo de terapia en muchos de ellos. 9 cápsulas/día de un preparado de aceite de pes-
cado de liberación entérica (equivalente a 2,7 g de
ácidos grasos poliinsaturados n-3) se mostró eficaz
para mantener la remisión de pacientes con en-
7. Nutrientes específicos fermedad de Crohn inactiva. Estos resultados, sin
con potencial terapéutico embargo, no pudieron ser reproducidos en otro
en la enfermedad estudio multicéntrico europeo, si bien las caracte-
inflamatoria intestinal rísticas de los pacientes y la forma farmacéutica del
preparado no fueron comparables.
7.1. Ácidos grasos Los efectos de los preparados de aceite de pes-
poliinsaturados n-3 cado en la colitis ulcerosa han sido objeto de debate
durante años, en gran parte debido a las deficiencias
Los ácidos grasoso poliinsaturados n-3 de cade- de diseño de los estudios publicados. No obstante,
na larga (eicosapentaenoico = EPA; docosahexae- un reciente estudio controlado con un diseño ade-
noico = DHA), presentes en los aceites de pes- cuado parece indicar que no son eficaces para man-
cado, poseen propiedades antiinflamatorias. El EPA tener la remisión en esta enfermedad.

901
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

7.2. Fibra dietética fermentable tados, en una extensión abierta del ensayo clínico,
y ácidos grasos de cadena corta con enemas de ácidos grasos de cadena corta, ob-
teniéndose una mejoría importante en el 47% de
Los ácidos grasos de cadena corta (acetato, pro- los mismos. Estos datos sugieren la eficacia de los
pionato y butirato) se producen en el colon por la enemas de ácidos grasos de cadena corta en algu-
fermentación bacteriana anaerobia de los hidratos nos subgrupos de pacientes con colitis ulcerosa, lo
de carbono no digeridos (fibra dietética, almidón que obliga a la realización de nuevos estudios clí-
resistente, fructooligosacáridos), y son los aniones nicos controlados. Sin embargo, los enemas de áci-
orgánicos más abundantes en la luz del colon. Se dos grasos de cadena corta tienen el inconveniente
ha demostrado que el butirato es el sustrato ener- del mal olor que despiden, similar al del contenido
gético preferido del colonocito, y se ha sugerido colónico normal, que ha hecho que este tipo de te-
que una disminución de la β-oxidación del butira- rapia no se haya difundido ampliamente.
to luminal, que ocasionaría un déficit energético Recientemente se han publicado los resultados
en el colonocito, puede estar implicada en la pa- de un estudio controlado con placebo sobre la adi-
togénesis de la colitis ulcerosa. En este sentido, se ción de un preparado de butirato en cápsulas de li-
ha mostrado que la administración de un inhibidor beración colónica en 25 enfermos con colitis ulce-
de la β-oxidación de los ácidos grasos produce en rosa tratados con mesalazina. La tasa de remisión
las ratas una colitis aguda con lesiones en la mu- fue similar en ambos grupos, aunque se observó
cosa similares a las observadas en la colitis ulcero- una tendencia hacia una mayor eficacia con el buti-
sa humana. Por otro lado, en los pacientes con co- rato. Sin embargo, hay que señalar que las cápsulas
litis ulcerosa se ha observado disminución de los de placebo contenían almidón, cuya fermentación
niveles fecales de ácidos grasos de cadena corta, y al ser liberado en el colon puede haber contribui-
especialmente de butirato, en relación con la gra- do a minimizar las diferencias entre ambos grupos
vedad de la enfermedad. Asimismo, estudios expe- terapéuticos.
rimentales recientes han sugerido que el butirato Teóricamente, la ingesta de un tipo de fibra die-
inhibe la producción de algunas citokinas y la acti- tética fermentable, que se degrade lentamente a
vación del factor de transcripción NF-κB, siendo lo largo de todo el colon para asegurar suficien-
ésta la primera evidencia de un efecto antiinflama- te producción de butirato en el colon distal, po-
torio real del butirato. dría ser beneficiosa en el tratamiento de la colitis
Diversos estudios han evaluado el efecto de la ulcerosa. Sin embargo, en las fases de actividad de
administración de enemas de butirato en pacien- la colitis ulcerosa existe sangre en la luz del colon
tes con colitis ulcerosa activa, proporcionando re- y, por tanto, oxígeno, que favorece el crecimiento
sultados contradictorios. Mientras que los resulta- de bacterias anaerobias facultativas tales como Lac-
dos de los estudios iniciales eran prometedores, tobacilli y Streptococci, que son productoras de áci-
los de los estudios más recientes son desalentado- do láctico. Asimismo, el pH ácido en la luz del co-
res. En la serie más amplia publicada (103 pacien- lon, que se observa en las fases de agudización de
tes) no se detectaron diferencias entre los enemas la enfermedad, comporta un freno de la fermenta-
de ácidos grasos de cadena corta y el placebo. Sin ción bacteriana y hace que se origine más lactato
embargo, este estudio incluía alrededor de un 20% que butirato. De hecho, se ha observado que los
de pacientes cuyos síntomas habían sido refracta- niveles de lactato en las heces se hallan aumenta-
rios al tratamiento médico durante años, y en los dos en los pacientes con colitis ulcerosa activa. Da-
que los enemas de ácidos grasos de cadena cor- do que se ha mostrado que, en el animal de expe-
ta constituían el último intento terapéutico previo rimentación, el lactato puede lesionar la mucosa
a la colectomía. A pesar de la ausencia de diferen- intestinal por un mecanismo directo, se ha sugeri-
cias globales, se observó que los pacientes con epi- do que el aumento en la producción de este com-
sodios de agudización relativamente cortos (< 6 puesto podría ser perjudicial en la colitis ulcerosa
meses) respondían significativamente mejor a los humana. Por otro lado, el déficit de fermentación
enemas de ácidos grasos de cadena corta que al puede comportar una disminución de la prolifera-
placebo (48% vs. 18%; p = 0,03). Por último, los pa- ción, un aumento de la apoptosis epitelial y la apa-
cientes que no respondieron al placebo fueron tra- rición de abscesos criptales en el animal de experi-

902
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

mentación, probablemente por una disminución en les de ácidos grasos de cadena corta más bajos y,
la producción luminal de butirato. en proporción, niveles de butirato menores que la
Recientemente se ha evaluado el efecto de una fermentación de las semillas de Plantago ovata. Por
fibra dietética fermentable (semillas de Plantago ello, antes de recomendar el uso de un determina-
ovata) en el mantenimiento de la remisión en la do tipo de fibra dietética en la colitis ulcerosa, es
colitis ulcerosa inactiva. No se apreciaron diferen- necesario realizar estudios in vitro para examinar la
cias significativas entre este tipo de fibra y el tra- capacidad de producir butirato de la misma, y pos-
tamiento habitual con mesalazina (porcentajes de teriormente in vivo para evaluar la llegada del buti-
recidiva a los 12 meses, 40% vs. 35%, respectiva- rato producido al colon distal.
mente). Además, es de destacar que en ese estu- Existe otro estudio en el cual se compararon
dio se observó un aumento en la concentración fe- una fibra dietética y la sulfasalazina para mante-
cal de butirato en los pacientes tratados con fibra, ner la remisión en la colitis ulcerosa. Sin embar-
sugiriendo una fermentación lenta a lo largo de to- go, en este estudio se utilizó un tipo de fibra po-
do el colon. co fermentable. Los resultados mostraron que la
Por otro lado, no está claro que otros tipos de sulfasalazina fue significativamente mejor que es-
fibras fermentables puedan inducir cambios cuan- te tipo de fibra para mantener la remisión, sugi-
titativos y cualitativos en la producción de ácidos riendo que el efecto formador de masa de la fibra,
grasos de cadena corta similares a las semillas de que aumenta el volumen de las heces e incremen-
Plantago ovata. Por ejemplo, la fermentación de la ta la propulsión colónica, no es beneficioso en es-
cáscara de Plantago ovata produce niveles tota- tos pacientes.

903
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

8. Resumen
 La prevalencia de desnutrición energético-pro- enfermedad de Crohn (pero no en la colitis
teica en pacientes con enfermedad inflamatoria ulcerosa). Este efecto no depende del grado de
intestinal (EII) oscila entre el 20% y el 85% de- hidrólisis de la fuente nitrogenada, y sí del tipo
pendiendo del tipo, grado de actividad inflama- de lípidos administrados. No obstante, la com-
toria, extensión y localización de la enfermedad. posición lipídica ideal no está aún bien definida.
Los mecanismos implicados en la patogenia de Otros nutrientes específicos con capacidad te-
la desnutrición en la EII son el déficit de inges- rapéutica primaria (sobre todo para prevenir las
ta, el incremento de metabolismo, las pérdidas recidivas) son los ácidos grasos n-3 presentes en
proteicas intestinales y la malabsorción, aunque el aceite de pescado en el caso de la enfermedad
no todos ellos son igualmente operativos en de Crohn, y determinados tipos de fibra fermen-
todos los casos. Además, los pacientes con EII table en la colitis ulcerosa.
pueden presentar múltiples deficiencias de vita-
minas y oligoelementos, aunque la mayoría de
ellos no se manifiesten clínicamente.

 Las consecuencias de los déficit nutricionales


en la EII son muy diversas, abarcando desde el
retraso del crecimiento en niños y adolescen-
tes, la mayor incidencia de enfermedad metabó-
lica ósea o el incremento del riesgo quirúrgico,
hasta efectos sobre la propia evolución de la en-
fermedad intestinal (disminución de la defensa
antioxidante, disrupción de la barrera intestinal,
facilitación de la carcinogénesis colónica).

 La dietoterapia convencional es el primer fren-


te terapéutico para prevenir y tratar los déficit
nutricionales en la EII. La dieta de estos pacien-
tes debe ser lo más variada posible. No deben
restringirse alimentos a menos que produzcan
síntomas de forma reiterada. Esta recomenda-
ción es particularmente pertinente en el caso
de los lácteos. Los pacientes en remisión debe-
rían hacer una dieta libre (salvo la restricción
de la fibra insoluble en la enfermedad de Crohn
estenosante). Cuando es necesaria la nutrición
artificial, la nutrición enteral con dietas poli-
méricas es la modalidad de elección. Sólo los
pacientes con megacolon tóxico u otra contra-
indicación formal para el uso de nutrición en-
teral, y aquéllos con intolerancia manifiesta a la
misma, deben ser alimentados por vía endove-
nosa. El uso combinado de nutrición parenteral
y enteral puede ser necesario en pacientes con
resecciones intestinales amplias y síndrome de
intestino corto.

 Existen evidencias de que la nutrición enteral


puede tener un efecto terapéutico primario
(sobre el propio proceso inflamatorio) en la

904
E. Cabré Gelada | M.À. Gassull Duro

9. Bibliografía
Ballinger AB. Fundamental mechanisms of growth failure in González-Huix F, Fernández Bañares F, Esteve Comas M, Abad
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Excelente revisión de la patogenia y factores de riesgo del retra- Gastroenterol 1993; 88: 227-32.
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es preferible a la parenteral en los brotes de colitis ulcerosa
Bernstein C, Leslie W, Leboff M. AGA technical review on grave.
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Revisión técnica, base de las recomendaciones de la American matory bowel disease: current safety focus. Am J Gastroen-
Gastroenterological Association sobre osteoporosis en enferme- terol 2003; 98 (Suppl 12): S24-S30.
dades digestivas. La EII es protagonista principal. Magnífica revisión de la patogenia, diagnóstico y tratamiento de
la enfermedad metabólica ósea en la EII.
Fernández Bañares F, Cabré E, Esteve Comas M, Gassull MA.
How effective is enteral nutrition in inducing clinical remission Satsangi J, Sutherland LR (eds.). Inflammatory Bowel Diseases.
in active Crohn’s disease? A meta-analysis of the randomized Churchill Livingstone. Edinburgh, 2003.
clinical trials. JPEN 1995; 19: 356-64. Uno de los más recientes tratados publicados sobre EII. Para
Metaanálisis de los estudios controlados que han evaluado el lectores interesados en profundizar en la enfermedad. Contiene
efecto primario de la nutrición enteral en la enfermedad de capítulos específicos sobre nutrición, enfermedad metabólica
Crohn. ósea, EII pediátrica y cáncer colorrectal en la EII.

Gassull MA. Diet or steroids? En: Jewell DP, Mortensen N,


Warren BF (eds.). Challenges in Inflammatory Bowel Disease.
Blackwell Science. Oxford, 2001: 111-20.
Discusión actualizada y en profundidad de los pros y contras del
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enteral.

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Curr Gastroenterol Rep 2001; 3: 358-61.
Revisión del papel de la cantidad y tipo de grasa dietética en la
patogenia y el tratamiento de la EII.

Gassull MA, Gomollón F, Obrador A, Hinojosa J (eds.). Enferme-


dad inflamatoria intestinal, 2ª ed. Ediciones Ergon. Madrid, 2002.
Libro monográfico en castellano que recoge todos los aspectos
fisiopatológicos y terapéuticos de la EII. Para lectores interesa-
dos en profundizar en la enfermedad.

Gassull MA, Fernández Bañares F. Nutrition in inflammatory


bowel disease. En: Payne-James J, Grimble G, Silk DBA (eds.).
Artificial Nutrition Support in Clinical Practice, 2nd ed. Green-
wich Medical Media. London, 2001: 553-73.
Capítulo donde se recogen aspectos fisiopatológicos y prácticos
del uso de nutrición artificial en la EII.

Geerling BJ, Badart-Smook A, Stockbruegger RW, Brummer


RJM. Comprehensive nutritional status in patients with long-
standing Crohn’s disease currently in remission. Am J Clin
Nutr 1998; 67: 919-26.
Geerling BJ, Badart-Smook A, Stockbruegger RW, Brummer
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patients with inflammatory bowel disease compared with popu-
lation controls. Eur J Clin Nutr 2000; 54: 514-21.
Estos dos estudios proporcionan una visión integral de la prevalen-
cia de déficit nutricionales en la EII.

905
Capítulo 4.30. Nutrición en la enfermedad inflamatoria intestinal

10. Enlaces web

 www.geteccu.org

 www.ghcontinuada.com

 www.gastro.org/edu/gtp.html

 www.ecco-ibd.org

 www.ioibd.org

906
4.31. Nutrición en las enfermedades
hepatobiliares

Alejandro Esteller Pérez Javier González Gallego


Capítulo 4.31.

Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

1. Introducción

2. Lesión hepática

3. Enfermedades que afectan al parénquima hepático


3.1. Hepatitis
3.2. Insuficiencia hepática
3.3. Cirrosis
3.4. Hipertensión portal
3.5. Ascitis
3.6. Encefalopatía hepática

4. Enfermedades que afectan a la formación y secreción de la bilis


4.1. Colestasis
4.2. Cirrosis biliar primaria
4.3. Colangitis esclerosante
4.4. Litiasis biliar
4.5. Hiperbilirrubinemias
4.6. Ictericia

5. Otras enfermedades hepáticas


5.1. Hemocromatosis
5.2. Enfermedad de Wilson

6. Lesiones hepáticas por nutrición inadecuada o anómala


6.1. Déficit o excesos dietéticos
6.2. Intervenciones quirúrgicas para tratar la obesidad
6.3. Nutrición parenteral

7. Evaluación de la disfunción hepática


7.1. Metabolismo de la bilirrubina
7.2. Enzimas séricas
7.3. Proteínas séricas
7.4. Pruebas de coagulación
7.5. Otras pruebas poco usuales
8. Valoración del estado nutricional en los pacientes con hepatopatías
8.1. Variables objetivas
8.2. Valoración global subjetiva

9. Estado nutricional y enfermedades hepatobiliares


9.1. Balance energético
9.2. Hidratos de carbono
9.3. Grasas
9.4. Proteínas
9.5. Vitaminas liposolubles
9.6. Vitaminas hidrosolubles
9.7. Minerales

10. Tratamiento nutricional en las enfermedades hepáticas


10.1. Tratamiento nutricional en las enfermedades hepáticas parenquimatosas
10.2. Tratamiento nutricional de las complicaciones
10.3. Tratamiento nutricional de las enfermedades que afectan a la formación y secreción de la bilis
10.4. Tratamiento nutricional en la resección hepática y el trasplante

11. Resumen

12. Bibliografía

13. Enlaces web

Objetivos
n Conocer la estructura y funciones del hígado y sus alteraciones.
n Identificar las lesiones del hígado y su etiología.
n Comprender la patología básica del parénquima hepático y de su función secretora-excretora.
n Recordar las principales pruebas para evaluar la función hepática y sus aplicaciones.
n Conocer el estado nutricional general en los pacientes con hepatopatías.
n Identificar las principales alteraciones en los diferentes nutrientes que suelen aparecer en diferentes hepatopatías.
n Recordar las principales pruebas para valorar el estado nutricional y las especificaciones en hepatópatas.
n Conocer el tratamiento nutricional específico recomendado en las enfermedades hepáticas parenquimatosas.
n Conocer el tratamiento nutricional específico recomendado en las enfermedades que afectan la formación y secreción
de la bilis.
n Conocer el tratamiento nutricional específico recomendado en la resección hepática y el trasplante.
1. Introducción

E
l hígado es el segundo órgano en tamaño, y constituye el 2,5% del total
corporal. La organización estructural de sus elementos parenquimatosos y
vasculares, el acino hepático (Figura 1), está dispuesto de tal manera que le
permite cumplir su función de guardián interpuesto entre la entrada de sustancias
procedentes del tracto digestivo y el resto del cuerpo. De esta forma, está capacita-
do para captar sustratos, transformarlos, almacenarlos, distribuirlos o eliminarlos.
El hígado cumple un gran número de funciones: síntesis (glucogénesis) y almacena-
miento de glucógeno, su hidrólisis (glucogenólisis) y liberación de glucosa y formación
de ésta desde otros hidratos de carbono (galactosa o fructosa) o de fuentes no glucídi-
cas (gluconeogénesis). Síntesis de ácidos grasos y su conversión en cuerpos cetónicos;
formación de lipoproteínas, colesterol y fosfolípidos. Síntesis de proteínas plasmáticas,
conversión y desaminación de aminoácidos y formación de la urea. Metabolismo y
almacén de vitaminas y minerales. Catabolismo y excreción de hormonas. Secreción
biliar en su doble vertiente, secretora y excretora: la primera favorece las actividades
digestivas; la excretora permite la eliminación de sustancias endógenas (bilirrubina,
colesterol) y sustancias exógenas (fármacos, alcohol), previamente modificadas y pre-
paradas para su incorporación a bilis. Mantenimiento del balance hidroelectrolítico.
El hígado tiene una serie de peculiaridades morfológicas y funcionales que le permi-
ten realizar actividades tan diversas. Recibe un doble aporte sanguíneo, arterial y veno-
so, éste último procedente del tracto digestivo, del páncreas y del bazo, que se reparte
por medio de un sistema capilar especial, los sinusoides (Figura 2). Esta estructura
favorece que capten eficazmente las sustancias absorbidas en el tracto digestivo. Los
hepatocitos, sus células más abundantes, disponen de un polo sanguíneo (sinusoides) y
otro biliar (canalículos), lo que les permite realizar funciones metabólicas y exocrinas
(Figura 2). Además, el hígado cuenta con otros tipos celulares que desempeñan fun-
ciones diversas (Tabla 1). Las membranas y los orgánulos de los hepatocitos tienen
enzimas que participan en actividades bioquímicas específicas.
Al estudiar la disfunción hepática se deben considerar, por tanto, las funciones pro-
pias del órgano, los factores responsables de la integridad funcional de las células he-
páticas y los agentes ambientales que alteran dichas funciones. Algunos trastornos no
sólo alteran sus demandas funcionales, sino que también modifican su estructura y des-
equilibran las peculiares relaciones morfofuncionales hepáticas, como, por ejemplo:
• La reparación de sus tejidos que sigue a una agresión origina cambios histológi-
cos que pueden interferir en el intercambio sangre-hepatocito.
• Una comunicación anormal entre sangre aferente y eferente impide que el órga-
no realice su función de guardián, sin necesidad de que su estructura esté alterada.
• Las modificaciones en la relación entre sinusoides y canalículos alteran la secre-
ción biliar, pudiendo aparecer colestasis.

911
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 1. Esquema del acino hepático (relación con el lóbulo clásico).

Tabla 1. FUNCIÓN DE LAS CÉLULAS HEPÁTICAS NO PARENQUIMATOSAS

Tipo celular Funciones


Barrera funcional entre sangre y hepatocitos
Captación mediada por receptores
Pinocitosis
Endoteliales
Endocitosis (partículas < 0,1 μm)
Presentación de ectoenzimas (lipasas)
Síntesis de moléculas efectoras (PGE2, citokinas, etc.)
Fagocitosis (microorganismos, tumorales, eritrocitos)
Endocitosis (endotoxinas, complejos inmunes)
Kupffer Procesado de antígenos
Citotoxicidad (superóxido, efectos antitumorales)
Señalizadores comunicación intercelular (IK, TNF)
Almacenes vitamina A
Ito (estrelladas Síntesis proteínas matriz extracelular
o lipocitos) Regulación contráctil del flujo sanguíneo
Expresión y secreción de factores de crecimiento
Pit Citolíticas citolíticas naturales (natural killer)

912
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Figura 2. Representación zonal de un hígado normal. El colágeno formador de fibrillas (I, III y V) es escaso en las distintas
zonas del acino, mientras que el no formador de fibrillas (IV y VI) y las glicoproteínas están casi exclusivamente confinados al
espacio de Disse.

De lo expuesto se deduce que el hígado juega un hepatopatías y la valoración específica de este estado
papel esencial en el metabolismo de los nutrientes en los hepatópatas. Por último, se explican las diferen-
necesarios para la economía del sistema. En las tes aproximaciones del tratamiento nutricional en las
enfermedades hepatobiliares esta actividad puede enfermedades hepatobiliares más importantes.
estar gravemente afectada, por lo que se pueden
presentar problemas nutricionales que deberán ser
tratados. En sentido contrario, los excesos o defec-
tos en la dieta, la presencia de ciertos xenobióticos 2. Lesión hepática
(tóxicos, fármacos) o la ruta de administración de
los nutrientes (alimentación parenteral) pueden El hígado es capaz de responder a las agresio-
originar lesiones hepáticas. Por tanto, los individuos nes con una serie de modificaciones bien descritas
afectos de trastornos hepatobiliares deben tener un desde el punto de vista morfológico:
seguimiento especial y regular para valorar su estado • Inflamación: el daño de los hepatocitos li-
nutricional y, en caso necesario, indicar la terapéutica gado a la entrada de células inflamatorias se deno-
específica. mina hepatitis. La inflamación puede estar limitada
En este Capítulo se estudian en primer lugar los a las zonas de entrada (tractos portales) o afectar
principales trastornos hepáticos, primarios o secun- al parénquima.
darios, de etiología muy diversa, y los métodos más • Degeneración: se produce cuando los he-
habituales para evaluar el estado de la función hepá- patocitos atacados por agentes tóxicos o inmu-
tica. En segundo lugar, se revisan los conocimientos nológicos adquieren un aspecto hinchado y ede-
actuales acerca del estado nutricional general en las matoso. En este caso, es posible apreciar en los

913
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

hepatocitos depósitos de hierro, cobre, bilis, etc. Si cas y similares en todas ellas, independientemente
lo que se acumula es grasa se habla de esteatosis. de su etiología.
• Necrosis: el aspecto de los hepatocitos ne-
crosados puede indicar la causa que ha originado su
muerte. Así, se habla de necrosis por coagulación 3.1.1. Hepatitis viral
(origen isquémico), por lisis (origen osmótico), eosi-
nofílica (origen tóxico o inmunológico), etc. También Inflamación difusa del hígado producida por los
las zonas de necrosis son variables, existiendo necro- virus de la hepatitis (VH) A, B, C, D y E. Además,
sis centrolobulillar, de etiología tóxica o isquémica, existen otros virus como el citomegalovirus, Eps-
necrosis focal, y necrosis de separación entre el pa- tein-Barr, cocksackie, herpes simple, fiebre amarilla
rénquima periportal y los espacios porta. Por último, y rubéola que, aunque con menor frecuencia, pue-
también se describen necrosis de distinta intensidad, den también producir hepatitis. Las hepatitis A y
necrosis en puente, submasiva o masiva. E son de transmisión orofecal, lo que explica que
• Fibrosis: el ataque tóxico continuo del hí- sean epidémicas, o de endemia elevada, en condi-
gado o su inflamación crónica puede generar la ciones sanitarias inadecuadas y, por tanto, suscep-
aparición de fibrosis. Su inicio puede ser portal, tibles de profilaxis. Las hepatitis B, C, D son de
centrolobulillar o sinusoidal. A diferencia de las transmisión sexual, parenteral y maternofetal. Su
modificaciones apuntadas hasta ahora, la fibrosis patogenia es variable: por efecto citopático directo
suele ser irreversible y sólo en algunas concretas como la A y la E; por citólisis inmune, como la B y
(esquistosomiasis o hemocromatosis) se obtienen D, o mixta, como la C. Sólo en aquéllas en las que
regresiones terapéuticas. hay un mecanismo de citólisis inmune o pseudoes-
• Cirrosis: el ataque parenquimatoso conti- pecies víricas existe cronificación, con posibilidad
nuado y la fibrosis desarrollada suelen dar lugar a de evolución hacia cirrosis y hepatocarcinoma. En
la aparición de una serie de alteraciones morfoló- los casos de cronificación, el sistema inmune es in-
gicas que se conocen como cirrosis y que se estu- capaz de eliminar la infección. Todas ellas pueden
dian con detalle en este Capítulo. causar fallo hepático fulminante.
La lesión hepática puede originarse por multi- • Hepatitis A: el VHA es un virus de trans-
tud de causas cuya patogenia y curso es variable. misión fecal-oral de amplia distribución, aunque su
Algunas se resuelven sin secuelas y otras dan lugar prevalencia es mayor en países con sistemas sani-
a patologías específicas. Las enfermedades del hí- tarios poco desarrollados. A pesar de que la ma-
gado pueden ser agudas o crónicas, hereditarias o yor parte de los pacientes se mantiene asintomá-
adquiridas. Para un desarrollo más esquemático se tica y se recupera por completo, la hepatitis A aún
dividen en dos grandes bloques, enfermedades que presenta una elevada morbilidad y mortalidad. En
afectan el parénquima hepático y enfermedades España representa casi la mitad de las hepatitis
que afectan la formación y secreción de la bilis. agudas. El comienzo de los síntomas y de la lesión
hepática (con incrementos en los niveles de tran-
saminasas diez veces por encima del valor normal)
coincide con reducciones de la cantidad de virus
3. Enfermedades en heces y de la viremia, apareciendo anticuerpos
que afectan del tipo IgM. Éstos se mantienen elevados durante
al parénquima hepático pocos meses. Las IgG aparecen más tarde y perma-
necen positivas durante años. Los síntomas inicia-
3.1. Hepatitis les son: astenia, anorexia, artromialgias y febrícula.
Posteriormente, especialmente en niños, aparecen
La hepatitis o citólisis hepática de origen infla- vómitos, diarrea e ictericia. Si la evolución es favo-
matorio es una alteración con etiología múltiple. Se rable, la recuperación completa se suele producir
puede producir por infección viral, agresión tóxi- en un plazo de varias semanas. Nunca se cronifica,
ca, enfermedad inmunológica y trastorno metabó- aunque la posibilidad de que evolucione hacia una
lico o isquémico. Suele ser oligo o asintomática. En hepatitis fulminante hace de ella una enfermedad
cualquier caso, sus manifestaciones son inespecífi- potencialmente grave.

914
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

• Hepatitis B: la infección por VHB es fre- lo que lleva a hepatitis crónica, y si ésta ya existía
cuente. La mayoría de las personas que adquieren la se acelera la evolución hacia la cirrosis.
infección durante la adolescencia la eliminan y de- • Hepatitis E: el virus VHE se transmite por
sarrollan inmunidad permanente, pero en un 5-10% vía entérica, aunque se ha podido demostrar trans-
de los casos persiste y puede cronificar. Cuando se misión parenteral. Los casos se producen mayori-
adquiere en la infancia, el riesgo de cronificación y tariamente en países subdesarrollados, en los que
progresión a hepatocarcinoma es mucho más eleva- es responsable de un 5% de las hepatitis agudas. La
do. En España existe una incidencia de unos 12.000 mayoría de la población adulta de áreas endémicas
casos anuales, en los que la principal vía de transmi- es susceptible de padecerla y los pacientes se in-
sión es la parenteral. El VHB produce manifestacio- fectan generalmente durante la infancia. El periodo
nes clínicas que abarcan el fracaso hepático fulmi- de incubación oscila entre 2 y 9 semanas. El cuadro
nante, la infección asintomática (la más frecuente), clínico es muy similar al de la hepatitis A, aunque
la infección crónica con enfermedad hepática pro- en las mujeres embarazadas es relativamente fre-
gresiva y enfermedades por complejos inmunita- cuente la aparición de formas fulminantes que pro-
rios. El virus no es directamente citopático y las vocan una mortalidad del 20-30%. Las alteraciones
distintas formas clínicas se explican por la variedad clínicas y bioquímicas se correlacionan con la pre-
de respuestas inmunitarias del hospedador y por la sencia del virus en las heces, y los anticuerpos IgG
existencia de variantes genómicas del VHB. se mantienen elevados durante años. No existe
• Hepatitis C: el virus VHC se transmite ma- riesgo de cronicidad.
yoritariamente por vía parenteral y representa el
80-90% de las hepatitis postransfusionales. Tiene
una distribución prácticamente universal y existen 3.1.2. Hepatitis alcohólica
unos 100 millones de portadores crónicos. El perio-
do de incubación es de 6-12 semanas y en un 95% Diversas variables predisponen a algunos indivi-
de los casos la infección es asintomática. Cuando duos a la hepatopatía alcohólica. Entre ellas se en-
existen, los síntomas son los de una hepatitis agu- cuentran polimorfismos genéticos de enzimas que
da con o sin ictericia y con incrementos poco mar- metabolizan alcohol, sexo (mujeres más que varo-
cados de las transaminasas. En un 60-70% se produ- nes), exposición concomitante a otros medicamen-
ce una cronificación de la infección. En la infección tos, infecciones con virus hepatotrópicos, factores
a largo plazo, la aparición continua de mutantes con inmunitarios y estado nutricional deficiente. Su pa-
fenotipos más citopáticos hace que para mantener togenia progresa en tres etapas: esteatosis hepática,
la replicación bajo control la respuesta inmunita- hepatitis y cirrosis. La esteatosis revierte con la abs-
ria del huésped produzca daño celular y estimule tinencia. La hepatitis alcohólica se caracteriza por
la producción de citokinas fibrogénicas y el depósi- hepatomegalia, elevación modesta en los niveles de
to de colágeno, con el desarrollo de cirrosis en un transaminasa, incremento en las concentraciones de
10-20% de los casos. La instauración de la cirrosis bilirrubina en suero, valores de albúmina en suero
es lenta y en un 15% de los pacientes cirróticos se normales o bajos y, posiblemente, anemia y trom-
llega a formar un carcinoma hepatocelular. bocitopenia. También se presenta dolor abdominal,
• Hepatitis D: el virus VHD depende del VHB anorexia, náusea, vómito, debilidad, diarrea, pérdida
para su supervivencia y propagación en el ser hu- de peso o fiebre. Si se suspende el consumo de al-
mano. La distribución del VHD es amplia y ad- cohol, se resuelve la hepatitis, pero en muchos indi-
quiere un carácter endémico en áreas del Medi- viduos el trastorno progresará a cirrosis.
terráneo y Oriente Medio. Entre los portadores
crónicos del virus B la prevalencia es de un 5%. La
infección puede presentar dos formas: coinfección 3.2. Insuficiencia hepática
y superinfección. En la coinfección se produce una
infección simultánea de los virus B y D, que da lu- Tiene un carácter heterogéneo tanto por lo que
gar a una hepatitis aguda que sólo cronifica en un respecta a su etiología como a los síndromes clíni-
10% de los casos. En la superinfección un portador cos a ella asociados. La mayor parte de los casos tie-
crónico del HBsAg se ve infectado por el virus D, nen su origen en hepatitis víricas, hepatitis produci-

915
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

das por fármacos y tóxicos y, en menor proporción, se puede considerar una entidad única, sino que re-
otras afecciones como la enfermedad de Wilson, en- presenta el estadio final de diversas lesiones cró-
fermedades autoinmunitarias, sepsis e hipertermia. nicas hepáticas. Desde un punto de vista histopa-
Tomando como base los datos clínicos y de su- tológico se define por la triada necrosis celular,
pervivencia, se ha clasificado la insuficiencia hepáti- fibrosis y nódulos de regeneración. Las manifesta-
ca aguda en tres categorías: ciones clínicas son independientes de la etiología y
• Hiperaguda: aparición rápida de encefalo- se relacionan con el grado de disfunción hepática y
patía y gran incidencia de edema cerebral. Supervi- las alteraciones hemodinámicas resultantes de las
vencia elevada dentro de su mal pronóstico. anomalías morfológicas. La cirrosis hepática es una
• Aguda: aparición más lenta de encefalopatía. enfermedad de distribución universal que afecta a
Pronóstico negativo si no se recurre al trasplan- ambos sexos y a todas las edades. En los países de-
te hepático. sarrollados representa entre un 0,2% y un 0,4% de
• Subaguda: desarrollo lento de encefalopatía. las admisiones hospitalarias.
Muy mal pronóstico.
El fenómeno primario es la destrucción de un
gran número de hepatocitos por diversas causas 3.3.1. Etiología
que incluyen la citotoxicidad (paracetamol), la cito-
paticidad (hepatitis A) y la lesión inmunitaria (he- La clasificación de la cirrosis hepática es difí-
patitis B). En un plazo de 3-4 días a 3-4 semanas se cil, ya que, por un lado, cirrosis de diferentes etio-
desarrolla una encefalopatía. En el fracaso agudo y logías (Tabla 2) pueden presentar el mismo as-
subagudo se produce un edema cerebral en cuya pecto morfológico, y, por otro, con una misma
patogénesis están implicadas la disrupción de la ba- etiología pueden existir diferentes modelos his-
rrera hematoencefálica y la inhibición de las ATPa- tológicos. Desde el punto de vista morfológico, se
sas Na+-K+. En los primeros estadios del edema ce- distinguen tres tipos: micronodular, macronodular
rebral tienen lugar episodios de incremento de la y mixta. La micronodular o septal se caracte-
presión intracraneal que, si persisten, pueden llevar riza por la presencia de nódulos de regeneración
a la muerte cerebral por perfusión inadecuada. pequeños (menos de 3 mm) de distribución difu-
Una causa frecuente de muerte son las compli- sa, que dan al hígado un aspecto granuloso; está
caciones hemodinámicas, que se consideran origi- causada principalmente por el alcohol, pero tam-
nadas por la liberación de citokinas, tales como las bién por la hemocromatosis, por fármacos y otros
interleukinas 1 (IL-1) y 6 (IL-6) y el factor de ne- tóxicos. En la macronodular o posnecrótica,
crosis tumoral alfa (TNF-α). En algunos pacientes los nódulos de más de 3 mm son de tamaño va-
disminuye la extracción tisular de oxígeno y se in- riable, y están separados por bandas fibrosas que
crementa la producción de lactato, lo que puede dan al hígado un aspecto irregular; se presenta
agravar la inestabilidad circulatoria. En ocasiones en hepatitis crónicas, cualquiera que sea su causa.
se producen complicaciones renales. Entre las al- Cuando la cirrosis micronodular se transforma en
teraciones metabólicas destacan la hipoglucemia, macronodular aparecen las formas mixtas, con
debida a la inhibición de la gluconeogénesis, y las coexistencia de nódulos grandes y pequeños. Más
alteraciones hidroelectrolíticas y del equilibrio áci- de la mitad de los casos de cirrosis en España se
do-base. En un 80% de los pacientes aparece sepsis deben al alcohol.
de origen multifactorial, con trastornos en la fun-
ción de neutrófilos y macrófagos y con deficiencias
de opsoninas, incluyendo la fibronectina y compo- 3.3.2. Fisiopatología
nentes del sistema de complemento.
Se produce una necrosis hepatocelular, acom-
pañada de fibrosis y regeneración. Las causas de
3.3. Cirrosis muerte celular pueden ser muy diversas. Es posible
la existencia de hipoxia, que lleve a una reducción
La cirrosis es una enfermedad crónica y difusa de la relación ATP/ADP y a la alteración de todas
del hígado que altera su estructura y función. No las funciones celulares que requieren energía. Tam-

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A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 2. CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA les. En ocasiones se generan radicales libres capaces


DE LAS CIRROSIS HEPÁTICAS de producir peroxidación lipídica de las membra-
nas y diferentes orgánulos celulares. En general, va-
Fármacos y tóxicos rios de estos mecanismos necrogénicos se presen-
• Alcohol tan de forma paralela o secuencial. En la mayoría de
• Metotrexato los casos, todos ellos desembocan en un aumento
• Amiodarona de la concentración de calcio intracelular que lleva
Virus a la muerte celular.
• Hepatitis B La fibrosis es el resultado de la acumulación en
• Hepatitis C el hígado de matriz extracelular (MEC) de nueva
• Hepatitis D síntesis y se caracteriza por la presencia de teji-
Obstrucción biliar do conectivo en exceso (Figura 3). La acumula-
• Primaria ción de tejido conectivo y los cambios locales en
- Cirrosis biliar primaria la composición de la MEC producen modificacio-
- Colangitis esclerosante nes de su actividad biológica y anomalías de las cé-
- Atresia lulas próximas, lo que resulta en una disfunción
• Secundaria
hepatocelular.
- Litiasis y carcinoma
- Fibrosis quística
La fibrogénesis puede dividirse en una serie de
fases (Figura 4). En una fase muy temprana se
Metales produce la respuesta del tejido a la lesión produ-
• Hemocromatosis
cida en la MEC, bien sea por la liberación de en-
• Enfermedad de Wilson
zimas lisosomales de células dañadas, bien por el
Vascular propio agente agresor. Los fragmentos de la MEC
• Primaria originan una activación y migración quimiotáctica
- Síndrome de Budd-Chiari
- Enfermedad venooclusiva
de las células inflamatorias. La liberación de cito-
• Secundaria kinas y factores de crecimiento unidos a la matriz,
- Insuficiencia cardiaca derecha así como de productos y enzimas de las células le-
- Obstrucción de vena cava inferior sionadas, aumenta aún más la activación y quimio-
Genética
taxis. El número de células no parenquimatosas se
• Proteínas incrementa como consecuencia de la proliferación
- Déficit de α1-antitripsina de células de Kupffer y de Ito (lipocitos o células
• Aminoácidos estrelladas) y de la llegada de monocitos.
- Tirosinemia En la fase temprana empieza a darse una parti-
• Hidratos de carbono cipación activa de las células hepáticas, de las cé-
- Galactosinemia lulas inflamatorias inmigradas, o de ambas. Los he-
- Intolerancia a la fructosa patocitos producen interleukina-8 (IL-8), un factor
• Lípidos quimiotáctico de los neutrófilos. Los lipocitos se
- Abetalipoproteinemia
transforman en miofibroblastos y producen la pro-
• Porfiria
- Protoporfiria eritropoyética teína quimiotáctica de monocitos, inducidos por
TNF-α e IL-1.
Idiopática En la fase de respuesta intermedia, tanto las cé-
• Hepatitis autoinmune
lulas de Kupffer como las células inflamatorias, li-
Miscelánea pocitos y miofibroblastos, producen citokinas y
• Sarcoidosis factores de crecimiento que juegan un papel im-
• Esquistosomiasis
portante en la modulación de la fibrosis y la rege-
• Cirugía de derivación (bypass intestinal)
neración. Las células de Kupffer producen el factor
de crecimiento transformante β (TGF-β) y estimu-
lan la expresión de los receptores para el factor
bién puede darse una inhibición de las actividades de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) en
enzimáticas o un agotamiento de cofactores vita- la superficie de los lipocitos. Tanto el TGF-β como

917
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 3. Representación zonal de un hígado fibrótico. El colágeno fibrilar es más abundante y sustituye, en gran medida,
a los demás componentes. Esto se debe, en parte, a la proliferación y activación de los lipocitos. El resultado es la desapari-
ción de las fenestraciones entre células endoteliales y de las microvellosidades en los hepatocitos, así como la distorsión de
las venas.

el PDGF desempeñan una importante labor en la En las áreas necróticas se produce un proceso
activación de los lipocitos y en la síntesis y secre- regenerativo muy activo. Sin embargo, los hepato-
ción por éstos de colágeno y otros componentes citos regenerados, debido a la fibrosis, no pueden
de la MEC. Otras citokinas como el TNF-α, el in- disponerse en láminas y ocupan espacios irregula-
terferón-γ (INF-γ) o factores derivados de los he- res separados por tejido fibroso, lo que da lugar a
patocitos pueden modificar la actividad sintética de la aparición de nódulos. Las ramas terminales de la
los lipocitos. vena porta son comprimidas por los septos y los
Al activarse los lipocitos se incrementan prác- sinusoides pueden colapsarse entre los nódulos. La
ticamente todos los componentes de la MEC. La elevación de la resistencia vascular intrahepática
alteración más importante no es, sin embargo, la origina un aumento de la presión hidrostática en el
cantidad sino la distribución caótica de los compo- sistema portal con anomalías de la circulación in-
nentes de la matriz, que se mezclan en proporcio- trahepática, que son características de la cirrosis.
nes no fisiológicas y se sitúan en lugares inadecua-
dos. Especialmente importante es la localización en
el espacio de Disse, que origina una colagenización 3.3.3. Manifestaciones clínicas
y capilarización que, a su vez, estimula aún más la fi-
brogénesis. El tejido fibroso forma septos que inte- Las alteraciones estructurales tienen dos impor-
rrumpen las láminas de hepatocitos y desestructu- tantes efectos: la reducción de la función hepatoce-
ran los acinos hepáticos. lular y el desarrollo de hipertensión portal (HTP).

918
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Figura 4. Mecanismos de la fibrosis hepática.

Ésta última y sus consecuencias se comentan pos- maglobulinemia, hipoxemia y alcalosis respiratoria.
teriormente. En cuanto a las alteraciones de la fun- Aunque puede sospecharse la existencia de cirro-
ción hepatocelular, son causa de importantes tras- sis por las manifestaciones clínicas o bioquímicas
tornos metabólicos que afectan a la regulación del de HTP o insuficiencia hepatocelular, el diagnósti-
metabolismo energético, la síntesis de proteínas co definitivo requiere su confirmación morfológica
plasmáticas, urea, lípidos y lipoproteínas. También mediante la realización de una biopsia hepática.
se altera el flujo biliar y la destoxificación y ex-
creción de compuestos endógenos y xenobióticos.
Por último, se altera el catabolismo de hormonas y 3.4. Hipertensión portal
el almacenamiento de vitaminas.
Al progresar la cirrosis, los efectos de la HTP y La hipertensión portal (HTP) es un síndrome ca-
el fracaso hepatocelular producen alteraciones que racterizado por un incremento de la presión venosa
llevan a afección multiorgánica. Puede aparecer fie- portal que da lugar a la formación de una red vascu-
bre, ictericia, hepatomegalia y esplenomegalia, insu- lar extensa de colaterales portosistémicas que de-
ficiencia hepatocelular (con manifestaciones cutá- rivan la sangre del territorio portal a la circulación
neas y endocrinas), y una serie de complicaciones sistémica impidiendo su llegada al hígado. Como re-
(encefalopatía, ascitis, hemorragia digestiva) deriva- sultado, se produce una serie de alteraciones me-
das de la HTP. Entre las alteraciones bioquímicas tabólicas, hemodinámicas y humorales que originan
se pueden detectar elevaciones moderadas de las diversas manifestaciones clínicas. La principal compli-
transaminasas, hiperbilirrubinemia, aumento de áci- cación es el sangrado por rotura de varices esofági-
dos biliares séricos, hipoalbuminemia e hipergam- cas. Otras manifestaciones son: ascitis, encefalopatía

919
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

hepática, bacteriemia y alteraciones en el metabolis- hiperdinámica. Dicha circulación hiperdinámica se


mo de compuestos endógenos y xenobióticos. encuentra mediada en parte por la vasodilatación
Las causas más comunes de HTP se describen (Figura 7), aunque ésta no constituye una expli-
en la Figura 5. cación por sí misma. En diversas situaciones de
En su fisiopatología se incluyen las modificacio- HTP también se ha encontrado una expansión del
nes en el flujo sanguíneo o en la resistencia vascu- volumen plasmático debida a la retención de sodio
lar. El gradiente de presión portal, es decir, la dife- y agua. Es probable que la vasodilatación, la reten-
rencia entre la presión portal y la de la vena cava ción de sodio y el desarrollo de una circulación hi-
inferior, es el producto del flujo sanguíneo portal perdinámica sean fenómenos secuenciales. La HTP
y la resistencia vascular. El aumento de la resisten- y la vasodilatación consecuente producen un se-
cia vascular es un factor primario en la patofisio- cuestro de sangre en la circulación mesentérica va-
logía de la HTP, y puede producirse en distintas lo- sodilatada. Como resultado de ello, hay un menor
calizaciones dentro del sistema venoso portal. El llenado del espacio vascular sistémico que induce a
incremento de la resistencia vascular se debe, en los barorreceptores a estimular el sistema nervio-
parte, a las alteraciones de la arquitectura vascu- so simpático, el eje renina-angiotensina y la libera-
lar causadas por la fibrosis y la existencia de nó- ción de vasopresina. Se origina así retención renal
dulos de regeneración y, en parte, a la presencia de de sodio y agua, que incrementa el volumen plas-
componentes contráctiles del tejido conectivo. Es- mático y exacerba la circulación hiperdinámica.
tos componentes (p. ej., miofibroblastos o lipoci- El sangrado por varices esofágicas es una com-
tos) pueden modificarse por sustancias vasoactivas plicación frecuente y grave de la HTP, con una mor-
tales como las endotelinas. talidad que se aproxima al 50%. Las varices esofági-
El incremento del flujo sanguíneo es caracterís- cas se producen por dilatación de las anastomosis
tico de los estadios avanzados de HTP y se pro- portosistémicas entre las venas esofágicas inferio-
duce como resultado de la vasodilatación arterio- res y las venas gástricas cortas.
lar de los órganos esplácnicos que drena la vena
porta. El mecanismo de la hiperemia esplácnica es
multifactorial y se relaciona con un incremento en 3.5. Ascitis
los niveles circulantes de diversos vasodilatadores
(Figura 6). Entre los vasodilatadores de origen Es la acumulación de un exceso de líquido en la
sistémico se encuentra el glucagón, que se acumula cavidad peritoneal. Existen dos tipos clínicos: tran-
en la circulación sistémica debido a una mayor pro- sudativa (característica tanto de la cirrosis como
ducción y a una reducción de su aclaramiento he- de situaciones de hipoalbuminemia) y exudativa
pático. La infusión de somatostatina, que tiene un (que aparece en carcinomatosis e infecciones). En
potente efecto vasoconstrictor del lecho vascular la ascitis transudativa el líquido es fluido, acuoso y
esplácnico, reduce los niveles circulantes de gluca- en ocasiones amarillento; la concentración de pro-
gón, lo que sugiere su importante papel en el man- teínas es generalmente inferior a 2,5 g/dl. En la as-
tenimiento de la circulación hiperdinámica. Sin em- citis exudativa el líquido es espeso, a veces turbio,
bargo, la somatostatina no llega a normalizar el flujo, rico en proteínas y con microorganismos o células
lo que indica que deben existir factores adiciona- cancerígenas. La ascitis es el primer signo de des-
les. Además, la somatostatina inhibe la liberación de compensación en la mayoría de los pacientes cirró-
otros péptidos vasodilatadores esplácnicos como el ticos y se asocia con un pronóstico negativo (Fi-
péptido intestinal vasoactivo (VIP) y la sustancia P. gura 8). Las causas de su aparición en la cirrosis
El papel de vasodilatadores locales elaborados pueden ser diversas: la HTP favorece la producción
por el endotelio de los vasos de resistencia es- de ascitis por la elevación de la presión hidrostática
tá adquiriendo gran relevancia. El más importante en el lecho esplácnico (Figura 9). La hipoalbumi-
de dichos factores es el óxido nítrico (NO), cuya nemia puede también contribuir debido a la reduc-
biosíntesis está incrementada en modelos de HTP ción de la presión oncótica del plasma. La dilatación
por la activación de la óxido nítrico sintasa (Fi- arteriolar periférica y las múltiples fístulas arterio-
gura 6), aunque tal incremento puede ser prima- venosas que se producen en la cirrosis dan lugar a
rio o secundario en el desarrollo de la circulación la retención renal de sal y agua.

920
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Figura 5. Origen y clasificación de la hipertensión portal. Los números indican los valores de presión en cada una de las
alteraciones.

921
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 6. Factores humorales y endoteliales responsables de incremento del flujo sanguíneo en la hipertensión portal. AMPc:
adenonsín-monofosfato cíclico; GMPc: guanosín-monofosfato cíclico; NO: óxido nítrico; R: receptor; VIP: péptido intestinal vasoactivo.

3.6. Encefalopatía hepática


La encefalopatía hepática es un trastorno neu-
ropsiquiátrico que cursa con alteraciones neuro-
musculares y en la conducta y obedece a múltiples
causas: hemorragia gastrointestinal, anormalidades
hidroelectrolíticas, uremia, inflamación, empleo de
sedantes, estreñimiento y alcalosis. La encefalopatía
hepática puede presentarse bajo dos formas: como
encefalopatía portosistémica o asociada al fraca-
so hepático agudo. Ésta última se manifiesta como
un síndrome clínico resultante de una inflamación
o necrosis hepática de inicio rápido. El trastorno
neurológico evoluciona desde alteraciones de la
consciencia hasta un estado de coma en el plazo
de horas o días. La muerte se produce por el incre-
mento de la presión intracraneal causada por un
edema cerebral progresivo. La encefalopatía porto-
sistémica es consecuencia de la HTP, normalmente
debida a cirrosis. Se trata de un síndrome neuro-
lógico agudo caracterizado por alteraciones de la
conducta y de la consciencia, signos musculares y
Figura 7. Fisiopatología de la vasodilatación arterial es- cambios electroencefalográficos.
plácnica y su relación con la producción de óxido nítrico en Aunque no se conocen los mecanismos fisiopa-
la cirrosis y la hipertensión portal (HTP). NO: óxido nítrico; tológicos responsables, parece ser que las células
NOSc: óxido nítrico sintasa constitutiva. más vulnerables son los astrocitos, que:

922
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Figura 9. Patogenia de la ascitis en la cirrosis según la


teoría de la vasodilatación arterial periférica. HTP: hiperten-
sión portal; SRAA: sistema renina-angiotensina-aldosterona;
SNVS: sistema nervioso vegetativo simpático.

periférico. Además, ciertas proteínas neuronales


Figura 8. Progresión de las alteraciones circulatorias y como la monoamina oxidasa A y la óxido nítrico
renales en la cirrosis. SNVS: sistema nervioso vegetativo sim- sintasa se alteran.
pático; SRAA: sistema renina-angiotensina-aldosterona; ADH: Muchos de estos cambios se atribuyen al efecto
hormona antidiurética. tóxico del amoniaco y/o del manganeso que, al no
poder ser excretados por el sistema hepatobiliar, se
acumulan en el cerebro. Otros compuestos como
• En el fallo agudo se hinchan y aumentan la pre- mercaptanos, ácidos grasos de cadena corta, feno-
sión intracraneal, ya que la expresión del transpor- les o sustancias con actividad tipo benzodiacepina,
tador de glutamato GLT-1 se reduce, lo que au- pueden también participar en el proceso. El depósi-
menta la concentración extracelular de glutamato. to de manganeso en el globo pálido puede ser res-
• En el fallo crónico sufren cambios caracterís- ponsable de los síntomas extrapiramidales típicos
ticos conocidos como astrocitosis de Alzheimer de la encefalopatía portosistémica. Se han relacio-
tipo II. En la encefalopatía portosistémica los as- nado con el trastorno otros neurotransmisores co-
trocitos tienen alterada la expresión de proteínas mo la serotonina, las catecolaminas y los opioides.
como la monoamina oxidasa B, glutamina sinte- Normalmente el amoniaco se transforma en
tasa y los receptores de benzodiacepinas de tipo urea en el hígado y sus niveles plasmáticos son re-

923
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

ducidos (550 pmol/l). En la cirrosis existe una mar- celulares responsables de la formación de bilis se
cada elevación de dichos niveles debida al cortocir- encuentran alterados. La expresión síndrome co-
cuito portosistémico y a la inhibición del ciclo de lestático se aplica al conjunto de manifestaciones
la urea en el hígado. El amoniaco interfiere el me- clínicas y datos bioquímicos e histológicos que se
tabolismo energético cerebral por estimulación de manifiestan durante la colestasis.
la glucólisis e inhibición del ciclo del ácido tricar- La clasificación más utilizada se basa en crite-
boxílico, lo que favorece la formación de glutama- rios etiopatogénicos. Desde este punto de vista,
to. Los ácidos grasos de cadena corta, normalmente la colestasis puede originarse por la inhibición to-
catabolizados por el hígado, pueden tener efectos tal o parcial de los mecanismos de formación de
neurotóxicos. Los fenoles, derivados de aminoáci- la bilis, o por el bloqueo u obstrucción de su dre-
dos aromáticos, inhiben la respiración mitocondrial. naje al duodeno. Así, se han establecido dos ti-
Finalmente, se ha detectado en el líquido cefalo- pos etiológicos de colestasis: la colestasis funcio-
rraquídeo la presencia de compuestos tipo ben- nal, que engloba a todas aquellas que se producen
zodiacepinas, tales como el diazepam y el N,N-des- por alteraciones o trastornos en los mecanis-
metildiazepam, que son moduladores alostéricos mos hepáticos de formación de bilis, sin que exis-
positivos de los receptores del ácido γ-aminobutí- ta obstrucción mecánica demostrable, y la colesta-
rico. La presencia de compuestos tipo benzodiace- sis obstructiva, que comprende las que se originan
pinas y los niveles elevados de glutamato producen por la existencia de obstáculos mecánicos o físi-
un aumento del tono de los receptores del sistema cos en los conductos biliares intra o extrahepáti-
neurotransmisor del ácido γ-aminobutírico. El re- cos que dificultan la llegada de la bilis al duodeno.
sultado es un predominio de los sistemas inhibito- Las causas más frecuentes son: litiasis biliar, carci-
rios que origina una depresión generalizada del sis- noma de las vías biliares, de la cabeza del páncreas
tema nervioso central. y de la ampolla de Vater, pancreatitis, estenosis
posquirúrgica, invasión de las vías biliares por pa-
rásitos, inflamación, fibrosis, estenosis o atresia de
los conductos biliares.
4. Enfermedades
que afectan a la formación
y secreción de la bilis 4.1.1. Etiología

4.1. Colestasis La formación de bilis depende de la capacidad


de los hepatocitos para transportar sustancias (al-
El término colestasis significa literalmente esta- gunas de las cuales deben ser previamente modifi-
sis biliar y se utiliza genéricamente para denominar cadas) desde la sangre o desde su citoplasma hasta
todas aquellas situaciones patológicas en las que el los canalículos biliares. Por tanto, la colestasis pue-
flujo de bilis que drena el duodeno disminuye o ce- de deberse a alteraciones en el transporte o en
sa por completo. La significación del término varía el metabolismo hepatocitario. El transporte pue-
según el punto de vista de quien lo utiliza. Así, el de sufrir modificaciones en diferentes regiones del
morfólogo considera que hay colestasis cuando el hepatocito (membrana sinusoidal, interior celular,
examen histológico revela acumulación de bilis en membrana canalicular), o incluso fuera de los he-
el hígado o pequeños trombos de pigmentos bilia- patocitos (sinusoides hepáticos o canalículos bilia-
res en los canalículos, en los hepatocitos o en las res). Así, puede aparecer colestasis cuando se pro-
células de Kupffer. El radiólogo establece el diag- duzca un fallo en los transportadores de sustancias
nóstico cuando observa un obstáculo en las vías orgánicas o inorgánicas o cuando se altere la es-
biliares. El clínico diagnostica colestasis cuando ad- tructura o composición lipídica de las membranas,
vierte un aumento de la concentración plasmática se disipe el potencial de membrana, se altere el pH
de bilirrubina o de las llamadas enzimas de coles- de los hepatocitos o se presente alguna anomalía
tasis. Por último, para el fisiólogo existe colestasis en la barrera entre el sinusoide y el canalículo.
cuando disminuye o cesa la secreción de bilis por También se producirá colestasis cuando se acu-
los hepatocitos, es decir, cuando los mecanismos mulen en el hígado toxinas endógenas o exógenas

924
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 3. ETIOLOGÍA DE LAS ENFERMEDADES COLESTÁTICAS

Enfermedad Causas

Congénitas o familiares
Colestasis clásica • Colestasis benigna recurrente
• Colestasis familiar intrahepática
Colestasis selectiva • Síndrome de Dubin-Johnson
• Síndrome de Rotor
De desarrollo • Colestasis del recién nacido o neonatal
Enfermedades hepáticas
• Intrínsecas • Cirrosis
• Cirrosis biliar primaria
• Hepatitis vírica
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Hepatocanaliculares • Agentes químicos
• Estrógenos
• Esteroides anabolizantes orales
• Fármacos
• Hepatotóxicos
• Infiltrativas • Hemocromatosis
• Esteatosis
• Amiloidosis
• Leucemia
• Granulomas
• Enfermedad de Gaucher
• Focales • Carcinomas
• Metástasis

Colestasis secundarias • Hepatitis alcohólica


a otras enfermedades • Colangiocarcinoma
o situaciones clínicas • Atresia biliar intrahepática
• Pericolangitis
• Cirrosis biliar primaria
• Hepatitis víricas
• Porfiria eritropoyética
• Enfermedad de Hodgkin
• Hipofisectomía
• Endotoxinas
• Nutrición parenteral total
• Sepsis
• Postoperatorio de cirugía cardiaca

que afecten a los procesos de transporte, sínte- 4.1.2. Fisiopatología


sis, conjugación, fosforilación oxidativa, etc. En la
Tabla 3 se enumeran las principales enfermeda- Se han propuesto muchos mecanismos fisiopato-
des colestáticas de tipo funcional, así como otras lógicos para explicar la aparición de colestasis, que se
situaciones clínicas y agentes químicos capaces de resumen en la Tabla 4. Sin embargo, es importante
provocar colestasis. indicar que lo más probable es que el fenómeno se

925
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Tabla 4. MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS DE LA COLESTASIS

• Alteraciones sinusoidales y de la perfusión sanguínea


• Alteraciones en la membrana de los hepatocitos
- Inhibición de la ATPasa Na+-K+
- Cambios en la membrana plasmática
- Alteraciones en la membrana canalicular
• Alteraciones intrahepatocitarias
- Citoesqueleto
- Citosol y retículo endoplásmico (RE)
- Calcio intracelular y mitocondrias
- Síntesis de fosfolípidos de membrana
• Alteraciones de la vía paracelular
• Alteraciones intracanaliculares
• Alteraciones ductulares

deba a la coexistencia o a la implantación progresiva nia, hipercolesterolemia y deficiencias de vitami-


de varios de ellos en un solo individuo. nas liposolubles.

4.1.3. Manifestaciones clínicas 4.3. Colangitis esclerosante


Aunque las manifestaciones clínicas dependen Es otra hepatopatía colestática crónica. Se ca-
en gran medida de la etiología de la colestasis, los racteriza por inflamación fibrosante de segmen-
enfermos suelen presentar una sintomatología y tos de conductos biliares extrahepáticos, con o sin
una serie de alteraciones bioquímicas comunes afección de los conductos intrahepáticos. La pro-
(Tabla 5). gresión de la enfermedad origina complicaciones
de HTP, insuficiencia hepática y colangio-carcino-
ma. Al igual que la cirrosis biliar primaria, la co-
4.2. Cirrosis biliar primaria langitis esclerosante primaria supone un trastorno
inmunitario. Un 50-75% de los pacientes tienen en-
Es una enfermedad colestática crónica ocasio- fermedad inflamatoria del intestino, y del 60 al 70%
nada por la destrucción progresiva de los conduc- son varones.
tos biliares intrahepáticos de tamaño pequeño e
intermedio. El árbol biliar extrahepático y los con-
ductos intrahepáticos más grandes son normales. 4.4. Litiasis biliar
El 90% de los pacientes con cirrosis biliar prima-
ria son mujeres, y esta enfermedad progresa con Este trastorno se relaciona con la presencia de
lentitud y en forma inexorable dando por resul- cálculos en la vesícula biliar y los conductos bilia-
tado cirrosis, HTP y muerte del paciente si no res; es una de las enfermedades más frecuentes: se
hay trasplante hepático. Es una enfermedad me- estima que afecta al 12% de la población occidental
diada por factores inmunitarios. En ella se obser- y supone casi el 90% de las alteraciones del árbol
van autoanticuerpos en suero, elevación de los ni- biliar. La prevalencia aumenta con la edad, es mayor
veles de inmunoglobulina, complejos inmunitarios en la mujer que en el hombre y varía de unas po-
en la circulación y depresión en la respuesta in- blaciones o etnias a otras.
munitaria mediada por las células. La colestasis se Los cálculos biliares pueden formarse en los
asocia con varias complicaciones como osteope- conductos biliares y, sobre todo, en la vesícula bi-

926
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 5. SIGNOS BIOQUÍMICOS COMUNES EN LA COLESTASIS

Plasma Orina

• Aumento de ácidos biliares • Presencia de bilirrubina conjugada


• Aumento de bilirrubina conjugada • Ausencia de urobilonógeno
• Aumento de FA, γGT, 5’-ND
• Aumento de colesterol
• Aumento de globulinas
• Lipoproteínas:
- Aumento de LDL-colesterol
- Disminución de HDL-colesterol

FA: fosfatasa alcalina; γGT: γ-glutamiltranspeptidasa; 5’-ND: 5’-nucleotidasa.

liar; estos últimos pueden ser expulsados al con- cico puro, con aspecto pastoso y color blanquecino.
ducto colédoco y de ahí al intestino, o quedar re- Las principales manifestaciones clínicas de la litia-
tenidos y enclavados en las vías biliares. Cuando sis biliar son: cólico hepático, caracterizado por do-
los cálculos se encuentran en la vesícula se habla lor intenso, continuo y duradero (unas 2 horas) en
de colelitiasis, y de coledocolitiasis cuando se lo- el hipocondrio derecho y el epigastrio, que puede
calizan en el colédoco. Los cálculos biliares se for- irradiar a la espalda; a menudo se acompaña de vó-
man por la precipitación de algunos componentes mitos. Dispepsia biliar, intolerancia a las grasas, le-
insolubles de la bilis, principalmente colesterol, bi- che y chocolate, náuseas posprandiales, pirosis y
lirrubina y sales de calcio, tales como carbona- flatulencias. Colecistitis o inflamación crónica si la
to, fosfato o palmitato. Es raro encontrar cálculos obstrucción es duradera. Colecistitis por la obs-
químicamente puros (menos del 10-15%) y ade- trucción intermitente del conducto cístico.
más su composición suele variar desde el centro
a la periferia. A pesar de esta variabilidad química,
tradicionalmente se ha considerado que existen 4.5. Hiperbilirrubinemias
dos tipos principales de afecciones litiásicas cuya
etiología, epidemiología y factores de riesgo son Los productos de la degradación del grupo hemo
completamente diferentes: se excretan con la bilis en forma de bilirrubina. Has-
a) Litiasis de colesterol: los cálculos tienen ta hace pocos años se consideraba que la bilirrubi-
como componente único o mayoritario el coles- na era un producto catabólico de desecho, pero ac-
terol y se producen por anomalías de su metabo- tualmente se admite que la bilirrubina, la biliverdina
lismo y transporte hepatobiliar, así como el de los y algunos análogos de la primera pueden desempe-
ácidos biliares. Representa el 75% de las litiasis en ñar una función biológica como la de proteger a las
los países occidentales. En la Figura 10 se esque- membranas celulares de la peroxidación.
matiza el modelo patogénico de esta litiasis. Si bien casi todos los casos la hiperbilirrubinemia
b) Litiasis pigmentaria: los cálculos tienen se originan por la suma de varias alteraciones, aten-
como componente mayoritario la bilirrubina o su diendo a su mecanismo fisiopatológico, es posible
sal cálcica y se originan por alteración del metabo- establecer cuatro grandes categorías (Tabla 6):
lismo y excreción biliar del pigmento. Son menos aumento de la producción del pigmento, reducción
frecuentes (20-25% de las litiasis occidentales). de su captación hepática y transporte intrahepatoci-
Además de estos dos tipos principales, en raras tario, conjugación hepática deficiente, y disminución
ocasiones se encuentran cálculos de carbonato cál- de la excreción biliar de la bilirrubina conjugada.

927
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 10. Litiasis de colesterol. Modelo de patogénesis. CEH: circulación enterohepática.

4.6. Ictericia jugadas, conjugadas o ambas. En la práctica clínica


(Tabla 7) se sigue utilizando una clasificación mu-
La ictericia es un signo clínico que consiste en cho más sencilla:
la coloración amarillenta de la piel y las mucosas • Hemolítica (prehepática), cuyo mecanismo fi-
por la acumulación de bilirrubina. Se aprecia es- siopatológico es el aumento de la producción; su
pecialmente en la esclerótica, por tratarse de una causa más frecuente es la hemólisis patológica.
membrana muy rica en fibras elásticas y con gran • Hepática (hepatocelular): en su génesis inter-
afinidad por el pigmento. La ictericia se puede de- vienen los defectos de la captación, transporte y
tectar cuando la concentración plasmática de bi- eliminación biliar de la bilirrubina.
lirrubina sobrepasa los 2-2,5 mg/dl; en los casos • Obstructiva (mal denominada posthepática)
más graves puede alcanzar los 30-40 mg/dl. Apa- cuyo mecanismo es el trastorno de la excreción
rece como manifestación de muchas enfermeda- canalicular de la bilirrubina o los que se asocian
des que cursan con hiperbilirrubinemias no con- con colestasis hepatocelulares u obstructivas.

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A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 6. CLASIFICACIÓN DE LAS HIPERBILIRRUBINEMIAS POR SU MECANISMO


DE PRODUCCIÓN

Aumento de la producción
• Hemólisis
• Por derivación
Reducción de la captación y del transporte intrahepatocitario
• Alteración del transporte plasmático
• Alteración de la captación hepática
Alteración de la conjugación
• Déficit de las glucuroniltransferasas
- Hiperbilirrubinemia neonatal
- Hiperbilirrubinemias metabólicas constitucionales
i. Síndrome de Gilbert
ii. Síndrome de Crigler-Najjar
• Inhibición de las glucuroniltransferasas
Trastornos de la excreción
• Específicos del transporte de bilirrubina
- Síndrome de Dubin-Johnson
- Síndrome de Rotor
• Asociados a colestasis
- Hepatocelulares
- Obstructivas
i. Intrahepáticas
ii. Extrahepáticas

Tabla 7. CARACTERIZACIÓN CLÍNICA DE LAS ICTERICIAS

Prehepática Hepática Obstructiva

Hiperbilirrubinemia Δ no conjugada Δ no conjugada y conjugada Δ conjugada


Bilirrubina en orina No (acoluria) Sí (coluria) Sí (coluria)
Urobilinógeno en orina Alto Variable Bajo o ausente
Urobilinógeno en heces Alto Normal o bajo Bajo o ausente
Color de las heces Pleiocrómicas Normal o hipocólicas Hipo o acólicas

5. Otras enfermedades ce un cuadro clínico de hemocromatosis. La razón


hepáticas es que la capacidad hepática de almacenamiento se
desborda y el hierro se acumula en el hepatocito
5.1. Hemocromatosis en forma libre. En este estado, el hierro es respon-
sable de la generación de una gran cantidad de for-
En situaciones de sobrecarga de hierro, la acu- mas reactivas de oxígeno que producen toxicidad
mulación de este metal en forma de hemosideri- hepática seguida a medio plazo por cirrosis y pos-
na da lugar a la hemosiderosis o a la hepatoside- teriormente por hepatoma. La probabilidad de apa-
rosis que, hasta cierto límite, puede ser tolerada rición de tumores hepáticos en pacientes con he-
por el hígado. Cuando este nivel se supera apare- mocromatosis es 220 veces superior a la normal.

929
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

5.2. Enfermedad
de Wilson
Es una enfermedad autosómica
recesiva que se acompaña de altera-
ción en la excreción biliar de cobre.
Este elemento se acumula en diver-
sos tejidos como hígado, cerebro,
córnea y riñones. Los niveles bajos
de ceruloplasmina en suero y la pre-
sencia de anillos de Kayser-Fleischer
confirman el diagnóstico, si bien los
pacientes con esta enfermedad acu-
dirán a atención clínica antes de de-
sarrollar estos síntomas. Es posible
que ocurra hepatitis aguda, fulmi-
nante o crónica activa, a consecuen-
Figura 11. Dinámica del hierro en el organismo y origen de la sobrecarga cia de la enfermedad de Wilson. Mu-
de hierro. 1: absorción intestinal aumentada; 2: exceso de hierro en la dieta; 3: chas veces los signos neurológicos
administración parenteral repetitiva. pueden ser el primer indicio de la
enfermedad. Para tratar la enferme-
dad de Wilson se utilizan agentes
La forma más frecuente es la alteración heredi- quelantes de cobre y los suplementos de zinc pa-
taria de carácter autosómico recesivo, que en algu- ra inhibir la absorción intestinal del cobre y su fi-
nas poblaciones afecta al 16% de sus miembros en jación en el hígado. Se pone en práctica una dieta
forma heterocigótica, y en la que pueden no apa- baja en cobre si otros tratamientos no dan resul-
recer manifestaciones. La frecuencia media de tras- tado. Cuando no se diagnostica hasta que se ins-
torno clínico o bioquímico es de 0,3 a 0,5%. El tras- taura la insuficiencia fulminante, es imprescindible
torno consiste en una excesiva absorción intestinal el trasplante.
de hierro. En enfermos con hemocromatosis, tan-
to la captación de hierro en la membrana apical de
la mucosa intestinal como la liberación a la sangre
portal parecen estar aumentadas. Así pues, aunque 6. Lesiones hepáticas
el órgano más afectado es el hígado, el origen de la por nutrición inadecuada
hemocromatosis se localiza en el intestino. En algu- o anómala
nas ocasiones la causa puede ser un excesivo apor-
te de hierro por transfusiones repetitivas o por ali- En este apartado se describen aquellas altera-
mentos ricos en hierro o contaminados con este ciones hepáticas secundarias a una alimentación
metal (Figura 11). inadecuada, a los métodos quirúrgicos utilizados
En la cirrosis alcohólica el trastorno del almace- para tratar la obesidad y a las rutas no fisiológi-
namiento del hierro es a veces tan grave que pue- cas de administración de nutrientes o suplemen-
de simular una hemocromatosis. Probablemente, tos dietéticos.
en muchos de los casos se trata de la manifesta-
ción de una hemocromatosis hereditaria subclíni-
ca. Además de las alteraciones de tipo hepatocita- 6.1. Déficit o excesos dietéticos
rio, hay que considerar otros factores de riesgo en
la sobrecarga hepática de hierro de estos pacien- Aunque durante bastante tiempo se consideró
tes, como es el contenido en hierro de muchas be- la desnutrición como un factor causante de la ci-
bidas alcohólicas y la hemólisis aumentada asocia- rrosis humana, hoy día se cree que la desnutrición
da a la cirrosis. por sí sola no es desencadenante de cirrosis si no

930
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 8. CARACTERÍSTICAS Y MANIFESTACIONES EN SITUACIONES DE DESNUTRICIÓN


PROTEICO-CALÓRICA

Criterio Kwashiorkor Marasmo

Deficiencia nutricional • Proteínas • Proteínas y energía


Aparición • 18 meses-3 años • 6 meses en adelante
Manifestaciones • Edema • Emaciación grasa
• Retraso crecimiento/mental • Retraso en crecimiento
• Hepatomegalia/hígado graso • Hígado normal
• Despigmentación capilar • Alteraciones de pelo
• Actitud apática • Actitud alerta
• Hipopotasemia leve • Hipopotasemia grave
• Hipoalbuminemia • Normoalbuminemia
• Xeroftalmia • Rara xeroftalmia
• Anemia • Anemia
• Infecciones • Infecciones
Recuperación • Rápida con tratamientos • Lenta, a veces irreversible

va acompañada de otros factores como virus, pa- histológica más frecuente es la esteatosis hepáti-
rásitos, hepatotóxicos o contaminantes. Por ello el ca, aunque también se detectan inflamación y fi-
término cirrosis nutricional no es apropiado, aun- brosis, más intensas cuanto mayor y más duradera
que sí es verdad que la desnutrición o la hiponutri- sea la obesidad mórbida. Algunos pacientes pue-
ción pueden provocar otras lesiones hepáticas. den desarrollar esteatohepatitis histológicamente
En sus formas más extremas, la desnutrición ca- indistinguible de la que se produce en la hepati-
lórico-proteica se pone de manifiesto como dos tis alcohólica. Esta lesión suele ir precedida de un
síndromes clínicos diferentes: el kwashiorkor y el periodo de adelgazamiento intenso y rápido. Du-
marasmo. El kwashiorkor, típico de África Central, rante ese periodo se suelen encontrar aumentos
se presenta cuando el niño al destete inicia otro ti- transitorios de la bilirrubinemia que desaparecen
po de alimentación de peor calidad. El kwashiorkor cuando se reanuda la dieta normal. La infiltración
típico se define como una deficiencia crónica y se- grasa del hígado se hace menos intensa después
lectiva de proteínas, tanto en cantidad como en ca- de una pérdida moderada y progresiva de peso, y,
lidad. En el kwashiorkor suele existir hepatomega- tras una disminución apreciable y sostenida, la his-
lia, siendo grasa (TG y grasas neutras) el 30-50% de tología se normaliza. La obesidad aumenta el ries-
su peso. Cuando es grave y prolongado, puede ha- go de padecer litiasis biliar por colesterol o de
ber cierto grado de fibrosis hepática y no se desa- tipo mixto, lo que se explica por la mayor satura-
rrolla cirrosis. El marasmo, en cambio, se atribuye ción de la bilis, las alteraciones motoras de la ve-
a la falta tanto de energía como de proteínas. En el sícula biliar y las dietas ricas en grasas o hidratos
marasmo no suele haber hepatomegalia, ni fibrosis. de carbono.
Cada uno de estos síndromes posee sus propias
manifestaciones (Tabla 8).
El excesivo aporte calórico, que produce obesi- 6.2. Intervenciones quirúrgicas
dad, es también una causa de lesión hepática. Asi- para tratar la obesidad
mismo, puede desarrollarse enfermedad hepática
en los individuos que consumen cantidades ex- La derivación quirúrgica del intestino delgado
cesivas de vitamina A, niacina o hierro. La obe- (y, en menor grado, la derivación gástrica) para
sidad se asocia con el desarrollo de lesiones he- controlar la obesidad, tiene una complicación ha-
páticas parenquimatosas y litiasis biliar. La lesión bitual que es la producción de un mayor depósi-

931
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

to de grasa en el hígado. La esteatosis puede des- los niveles de colina y se reduce en gran medida la
aparecer al cabo de 1 o 2 años, pero en muchos esteatosis.
pacientes persiste durante mucho más tiempo. Un La alteración más frecuente durante la NPT en
pequeño número de pacientes desarrolla esteato- lactantes es la colestasis intralobulillar, acompañada
necrosis, fibrosis y cirrosis franca. La morfología en ocasiones de proliferación de vías biliares y de in-
y la evolución anatomopatológica de estas alte- flamación periportal. La colestasis se debe más a los
raciones son indistinguibles de las que se obser- trastornos en la secreción de bilis, que a una insufi-
van en los alcohólicos crónicos. El desarrollo de ciencia hepatocelular. La falta de estímulos enterales
la cirrosis suele ser insidioso y no viene precedi- capaces de liberar hormonas que activan la secreción
do por ninguna alteración importante de las prue- hepática y/o el aumento del crecimiento de bacterias
bas de función hepática; también puede producirse anaerobias intestinales en estas condiciones pueden
la muerte por insuficiencia hepática. Estas lesiones ser factores etiológicos importantes. Las complica-
tienen unos mecanismos de producción comunes ciones biliares de la NPT pueden paliarse con la admi-
con los que se dan en el adelgazamiento rápido, nistración de colecistoquinina (CCK) o, si es posible,
que en este caso se ven agravados por la hepa- promoviendo su liberación endógena por estimula-
totoxicidad asociada al mayor crecimiento bac- ción intermitentemente por ingesta oral o enteral.
teriano que se produce en el segmento intestinal
derivado. La litiasis biliar también aumenta su in-
cidencia, probablemente por las mayores pérdidas
fecales de ácidos biliares, lo que contribuye a satu- 7. Evaluación
rar una bilis ya cargada de colesterol procedente de la disfunción hepática
de los depósitos lipídicos movilizados por el rápi-
do adelgazamiento. Dada la enorme reserva funcional del hígado, pa-
ra analizar su estado hay que recurrir a una serie
de pruebas analíticas que, junto con otras técnicas
6.3. Nutrición parenteral como la biopsia y la ecografía, completan la explo-
ración. En general, las pruebas se pueden clasificar
La nutrición parenteral total (NPT) se asocia con según permitan distinguir si la lesión afecta a la in-
alteraciones hepatobiliares que son causa frecuente tegridad de los hepatocitos, a sus funciones meta-
de morbilidad e incluso de mortalidad. Se producen bólicas o a su función secretora-excretora.
trastornos bioquímicos asintomáticos, esteatosis he-
pática con progresión hacia esteatohepatitis, fibrosis
y cirrosis, colecistitis, colelitiasis y colestasis intrahe- 7.1. Metabolismo de la bilirrubina
pática. Sus complicaciones son más graves en los lac-
tantes. La esteatosis es la lesión hepática que aparece Para analizarlo se utiliza la determinación de la
con más frecuencia asociada con la NPT en adultos bilirrubina y sus fracciones en suero y la determi-
y se apunta al aporte excesivo de calorías como el nación de bilirrubina o urobilinógeno en la orina.
factor desencadenante más probable. La carnitina es En la mayoría de los laboratorios la bilirrubina sé-
esencial para la oxidación de los ácidos grasos de ca- rica se determina como bilirrubina total y bilirru-
dena larga y su déficit se acompaña del desarrollo bina “directa” (equivalente a la conjugada) (Figu-
de esteatosis hepática. Las soluciones empleadas en ra 12). Hoy día existen técnicas muy sensibles que
NPT no la contienen y sus niveles circulantes y he- permiten establecer un diagnóstico diferencial de
páticos bajan. No obstante, la administración de su- las hiperbilirrubinemias, aunque no suelen utilizar-
plementos de carnitina tiene pocos efectos sobre la se en clínica.
esteatosis. La colina es esencial para la integridad de La determinación de la bilirrubina en la orina es
las membranas, para el transporte de lípidos y para un test simple, específico y poco costoso que con-
la función neuronal; el déficit de colina se asocia po- tinúa resultando útil. La determinación del urobili-
siblemente con el desarrollo de esteatosis hepática. nógeno en la orina es también una prueba senci-
Las soluciones empleadas en la NPT no contienen lla, pero presenta el problema de la influencia de
colina, pero si se suplementa con lecitina aumentan un gran número de factores no hepáticos como el

932
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

7.2. Enzimas séricas


Las transaminasas, aspartato transaminasa (AST,
antes GOT) y alanina transaminasa (ALT, antes
GPT), son enzimas fáciles de medir y resultan in-
dicadores sensibles de daño hepático (citólisis). A
pesar de su alta sensibilidad, hay, no obstante, he-
patopatías capaces de escapar a la detección como
las hiperbilirrubinemias de tipo congénito o algu-
nos tipos de colestasis o de cirrosis hepática. Las
elevaciones de transaminasas no son, por otro la-
do, específicas de una alteración hepática (Figu-
ra 13), especialmente en el caso de la AST, y, así,
se observan aumentos en casos de pancreatitis, in-
farto agudo de miocardio y miopatías. En general,
el cuadro clínico ayuda a distinguir el origen, aun-
que puede ser equívoco. Por ejemplo, en el infar-
Figura 12. Aumento aislado de la bilirrubina sérica total.
to las transaminasas pueden elevarse por daño he-
Algoritmo de manejo.
pático a consecuencia de trastornos circulatorios,
y en la cirrosis puede haber elevaciones de origen
pH de la orina, los ritmos circadianos o la interfe- muscular.
rencia de porfobilinógenos. Además, un aumento Las fosfatasas alcalinas (FA) son un grupo de en-
de urobilinógeno por encima del valor normal de zimas que se localizan en diversos lugares como el
3,3 mg/día no indica necesariamente presencia de hígado, huesos, células de la mucosa intestinal, tú-
una enfermedad hepática, puede deberse también a bulo proximal del riñón o placenta. La especifici-
hemólisis, estreñimiento o infecciones bacterianas. dad es, por tanto, baja y pueden darse elevacio-
Las reducciones pueden estar causadas por anemia nes en trastornos óseos, durante el embarazo, o
o insuficiencia renal. en niños en edad de crecimiento. La sensibilidad
también es baja, y puede
permanecer normal en
un gran número de he-
patopatías. No obstante,
su determinación es in-
teresante, pues en gene-
ral se altera en procesos
infiltrativos y colestáti-
cos del hígado, así como
en enfermedades hepáti-
cas no fácilmente reco-
nocibles mediante otras
pruebas funcionales. La
γ-glutamil transpeptida-
sa (γ-GT) es una glico-
proteína unida a algunas
membranas cuya acti-
vidad es especialmente
elevada en el riñón y, en
menor grado, en el híga-
do y páncreas. Sus eleva-
Figura 13. Aumento aislado de las aminotransferasas séricas. Algoritmo de manejo. ciones suelen producirse

933
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 14. Aumento aislado de la fosfatasa alcalina (FA) o de la γ-glutamiltranspeptidasa (γGT) sérica total. Algoritmo de
manejo.

con frecuencia en enfermedades hepatobiliares y se, en consecuencia, una modificación de los ni-
pancreáticas, o cuando aumenta el trabajo destoxi- veles séricos. Su interés es, en general, escaso, ya
ficante del hígado. Su mayor valor clínico estriba que dada la gran reserva funcional del hígado, ha
en conferir especificidad a la elevación de la fosfa- de producirse un gran deterioro antes de que se
tasa alcalina, pues no se modifica en enfermedades alteren los niveles séricos. La albúmina, por ejem-
óseas (Figura 14). Tiene el inconveniente de au- plo, es normal en muchas hepatopatías, aunque es
mentar en individuos que ingieren alcohol o barbi- baja en la cirrosis (Figura 15) y en situaciones
túricos, incluso cuando otras enzimas ofrecen va- en que no esté afectado el hígado. No obstante,
lores normales. pueden resultar muy útiles para la determinación
La 5’-nucleotidasa (5’ND) es una enzima cuyos de la masa hepática lesionada y, por tanto, tener
valores se elevan en enfermedades hepatobiliares, un valor pronóstico.
con un espectro de anormalidad similar al encon-
trado en la fosfatasa alcalina. Su principal ventaja es
su alto grado de especificidad, pues sus valores no 7.4. Pruebas de coagulación
se incrementan en alteraciones óseas. Es impor-
tante indicar que estas dos enzimas no siempre se La prueba más empleada es el tiempo de pro-
elevan de forma paralela y es posible que una de trombina o índice de Quick, que mide la duración
ellas esté elevada y la otra normal. La leucina ami- de la conversión de protrombina en trombina.
nopeptidasa, al igual que la anterior, resulta bastan- Aunque un aumento del tiempo de protrombina
te más específica que la fosfatasa alcalina, ya que no es específico de enfermedades hepáticas, ya que
sólo se eleva en enfermedades hepatobiliares y en se da en algunas enfermedades congénitas o como
el embarazo. consecuencia de la toma de ciertos fármacos, es fá-
cil la exclusión diagnóstica de estas posibilidades, lo
que deja dos alternativas: deficiencia de vitamina K
7.3. Proteínas séricas o pobre utilización de la vitamina K por enferme-
dad hepática; el diagnóstico diferencial se puede es-
La síntesis de proteínas por el hígado puede tablecer fácilmente mediante la administración pa-
verse afectada en ciertas hepatopatías y producir- renteral de esta vitamina.

934
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

8. Valoración
del estado nutricional
en los pacientes
con hepatopatías
Los pacientes con enfermedades hepatobiliares
requieren consejos dietéticos y soporte nutricional.
Para tener una base racional para los consejos die-
téticos y el tratamiento oportunos, hay que valorar
el estado nutricional antes y durante el mismo.

8.1. Variables objetivas


Muchas de las variables que normalmente se
utilizan para valorar el estado nutricional (Ta-
bla 9) se alteran por las hepatopatías o por sus
complicaciones, lo que dificulta su interpretación
(Tabla 10). Las variables objetivas que son úti-
Figura 15. Disminución de la síntesis de albúmina en la les para la vigilancia temporal son las mediciones
cirrosis. antropométricas y la cuantificación de la inges-
tión de alimentos. La mejor manera de llevar a ca-
bo una valoración nutricional consiste en combi-
7.5. Otras pruebas poco usuales nar estas variables con el reconocimiento global
subjetivo.
• Ácidos biliares séricos. Con esta prue-
ba se valora no sólo la capacidad de síntesis de las
células hepáticas sino también las funciones de 8.2. Valoración global subjetiva
transporte y excreción, perfusión sanguínea y co-
municaciones portosistémicas. Es específica de al- Se ha utilizado la valoración global subjetiva en la
teraciones hepáticas, aunque carece de poder dis- hepatopatía y el trasplante y ha mostrado un nivel
criminativo entre diferentes hepatopatías. aceptable de fiabilidad y validez. Este método utili-
• Test del aliento. Permite valorar la reser- za algunas variables fácilmente disponibles que ob-
va funcional hepática. Se utilizan sustancias mar- tiene un clínico experimentado. La valoración glo-
cadas con C14 (aminopirina, fenacetina, galactosa, bal subjetiva brinda una perspectiva amplia pero no
cafeína). Son pruebas de alta sensibilidad y ex- es sensible a cambios en el estado nutricional. Ha-
traordinariamente específicas de enfermedades brá que revisar el impacto que tienen otras varia-
hepáticas. bles disponibles en el estado de salud global del pa-
• Galactosa. Cuando disminuye la masa hepa- ciente. En la Tabla 11 se resumen los elementos
tocelular su transformación en glucosa es menor, y de la valoración global subjetiva en la valoración
hay más en la orina o en la sangre. Constituye una del estado nutricional (ver Capítulo 3.4).
prueba de especificidad elevada.
• Cafeína. Su aclaramiento en la saliva ofrece
una medida cuantitativa de la desmetilación micro-
somal. Se reduce mucho en la cirrosis. 9. Estado nutricional y
• Lignocaína. Un buen aclaramiento indica enfermedades hepatobiliares
una buena función hepatocelular. Se recomienda
como método rápido para evaluar la función hepá- La desnutrición moderada a grave es un da-
tica de donantes potenciales de hígado y en el se- to común en pacientes con hepatopatía avanza-
guimiento postrasplante. da, lo que es muy importante ya que la desnutri-

935
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Tabla 9. PAUTAS Y CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL

Determinación Evaluación de... Detección de...


Obesidad, desnutrición crónica
Antropometría Composición corporal, crecimiento
y actual
Hematología Metabolismo de nutrientes Desnutriciones específicas de nutrientes.
y bioquímica y respuesta inmunológica Alteraciones metabólicas
Deficiencias y excesivo aporte
Historia dietética Ingestión de nutrientes
de nutrientes
Deficiencias específicas de nutrientes;
Historia clínica
Datos clínicos y anamnesis interacción enfermedad/fármaco/
y examen físico
nutriente
Factores ambientales, sociales, Desnutriciones secundarias y asociadas
Informe psicosocial
económicos... a cultura, educación, hábitos...

Tabla 10. FACTORES QUE ALTERAN LA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES


DE VALORACIÓN NUTRICIONAL EN LA HEPATOPATÍA GRAVE

Variable Factores
• Edema, ascitis
Peso corporal
• Diuréticos
• Edema
Antropometría • Ascitis
• Distribución grasa corporal
• Desnutrición, envejecimiento, disminución de la masa corporal y del consumo
Índice de proteína
creatinina/estatura • Función renal
• Alteración de la tasa de producción hepática de creatinina
Balance • El nitrógeno se retiene como amoniaco
de nitrógeno • Síndrome hepatorrenal
Excreción de
• Alimentación, traumatismo, infección y función renal
3-metil histidina
• Síntesis de proteínas viscerales
Proteína
• Estado de hidratación
visceral
• Insuficiencia renal
• Insuficiencia hepática o renal
Estado
• Desequilibrios electrolíticos
inmunitario
• Infecciones

ción juega un papel decisivo en la patogénesis de cuestradores de ácido biliar, neomicina y lactulo-
la lesión hepática y es un factor negativo impor- sa. Otras causas de consumo inadecuado están
tante en el pronóstico. Múltiples factores conco- relacionadas con restricciones alimentarias y die-
mitantes intervienen en el desarrollo de la des- tas hospitalarias de sabor poco agradable.
nutrición en las hepatopatías (Figura 16). La La digestión anormal y la absorción deficiente
ingestión inadecuada, un factor contribuyente también desempeñan un papel en la desnutrición
importante, se debe a anorexia, disgeusia, sacie- que se presenta en las hepatopatías. La esteato-
dad temprana, náusea y vómito, inherentes a la rrea es común en la cirrosis, sobre todo cuando
enfermedad hepática y los medicamentos que se se relaciona con enfermedades que implican le-
utilizan para tratarla, que incluyen diuréticos, se- sión de las vías biliares y obstrucción. Los medi-

936
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 11. VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA DEL ESTADO DE NUTRICIÓN EN PACIENTES


APTOS PARA TRASPLANTE HEPÁTICO

Antecedentes
• Cambio de peso: atención a las fluctuaciones como resultado de ascitis y edema
• Cambios en el gusto y disgeusia
• Apetito
• Recordatorio de alimentos ingeridos (calorías, proteína, sodio)
• Trastornos persistentes: náusea, vómito, diarrea, estreñimiento, dificultad en la deglución
Exploración física
• Emaciación muscular
• Reservas de grasa
• Ascitis o edema
Trastornos existentes
• Estado patológico que puede afectar al estado nutricional: encefalopatía hepática, hemorragia
gastrointestinal, insuficiencia renal, infección
Estado nutricional según las variables anteriores
• Bien nutrido
• Moderadamente desnutrido
• Gravemente desnutrido

camentos antes mencionados también producen para grupos de alteraciones hepáticas genéricas,
pérdidas específicas por absorción deficiente. también se incluyen en este apartado las recomen-
Además, la alteración en el metabolismo conse- daciones nutricionales y de suplementos dietéti-
cutiva a la disfunción hepática ocasiona desnutri- cos. Los aspectos específicos del tratamiento nu-
ción en diversas formas. La función de los micro- tricional en enfermedades concretas se tratan en
nutrientes es afectada por las alteraciones en el el apartado 10 de este Capítulo.
almacenamiento hepático, disminución del trans-
porte por las proteínas sintetizadas en el híga-
do y las pérdidas renales que acompañan a la he- 9.1. Balance energético
patopatía alcohólica y avanzada. El metabolismo
anormal de macronutrientes y un aumento en El hígado es clave para mantener el equilibrio
el consumo de energía también contribuyen a la energético, por lo que cabe esperar que las he-
desnutrición. Los pacientes con hepatopatía cró- patopatías agudas y crónicas produzcan alteracio-
nica, moderada o gravemente desnutridos, sue- nes en el mismo. En pacientes con hepatitis aguda
len tener una elevada concentración de bilirru- no se aprecia ningún gasto extra de energía, excep-
bina y bajas de albúmina y protrombina séricas. to por un descenso en los índices de oxidación de
Estos pacientes tienen mayor probabilidad de de- las proteínas. En la insuficiencia hepática aguda, pre-
sarrollar ascitis resistente (pueden perder pro- dominantemente de origen vírico, se observa un
teína por paracentesis de gran volumen) e infec- aumento del 30% de gasto energético que no pue-
ciones recurrentes, y presentan mayor índice de de ser explicado en su totalidad por la pirexia, la
mortalidad. administración compensadora de glucosa o la in-
En este punto se trata de manera genérica el es- suficiencia renal. Este estado hipermetabólico pro-
tado nutricional de los pacientes con enfermeda- bablemente refleja los efectos de la sepsis y la res-
des hepatobillares, para cada uno de los grandes puesta, mediada por citokinas, en la fase aguda de
grupos de componentes de la dieta normal. Si no la necrosis hepática masiva. En los pacientes con ci-
hay tratamiento nutricional específico para una he- rrosis es menor el cociente respiratorio no protei-
patopatía concreta o si, como en el caso de las vi- co, al menos en el estado postabsortivo, ya que se
taminas y los minerales, el tratamiento es común tienden a emplear más las grasas. La mayoría de los

937
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Figura 16. Desnutrición en la enfermedad hepática: algoritmo fisiopatológico. AG: ácidos grasos.

cirróticos compensados suelen tener un metabo- tica, requiere energía y, si aumenta su contribución,
lismo normal, un 15-20% son hipermetabólicos y debería aumentar el consumo de oxígeno en el hí-
un 15-20% hipometabólicos. Los pacientes con as- gado y el gasto energético en reposo. En cualquier
citis importante o con hepatocarcinoma suelen ser caso, para compensar la menor producción de glu-
hipermetabólicos. cosa, en los cirróticos tienen que activarse otras
Tras el ayuno nocturno el glucógeno hepático rutas metabólicas. Así, las concentraciones plasmá-
disminuye y cae la contribución de la glucogenólisis ticas de ácidos grasos libres se duplican por el au-
a la producción de glucosa. Dado que la capacidad mento de la lipólisis y hay un incremento similar en
de almacenar glucógeno es menor en los cirróti- su tasa de oxidación que alcanza a cubrir el 67%
cos, por las limitaciones de espacio secundarias a de los requerimientos energéticos totales. Todos
la fibrosis y las lesiones parenquimatosas, es espe- estos cambios metabólicos explican que en los ci-
rable que la tasa de producción esplácnica de glu- rróticos se produzca depleción de las reservas de
cosa y la contribución de la glucogenólisis tras ayu- grasas y proteínas. Los pacientes con hepatopatía
no nocturno, estén reducidas. Además, ya que las crónica deberían ingerir de cuatro a siete comidas
concentraciones de precursores gluconeogénicos poco copiosas durante el día y una pequeña ración
circulantes y de glucagón están aumentadas, tam- de hidratos de carbono complejos a última hora,
bién aumentará la producción de glucosa vía gluco- ya que con este régimen se logra una mejoría en la
neogénesis. Esta ruta, a diferencia de la glucogenolí- combustión y en el gasto nitrogenado.

938
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

9.2. Hidratos de carbono con alteraciones en la forma (p. ej., estomatoci-


tos) y acortamiento de su vida media, probable-
El metabolismo de los hidratos de carbono es- mente porque se modifica la composición lipídi-
tá alterado en los pacientes con enfermedad hepá- ca de su membrana.
tica, aunque las alteraciones no son tan llamativas En los individuos que sufren simultáneamen-
como cabría esperar. La hipoglucemia es más fre- te hepatopatía parenquimatosa y colestasis cró-
cuente en la insuficiencia hepática aguda o fulmi- nica, se observan aumentos de las concentracio-
nante que en la hepatopatía crónica. Esta hipoglu- nes circulantes de colesterol, TG y ácidos grasos.
cemia como se ha indicado se atribuye a un fallo en En los pacientes con cirrosis biliar primaria y
la gluconeogénesis y en la síntesis y desdoblamien- con concentraciones séricas de lípidos muy al-
to del glucógeno. Este hecho se comprueba en los tas suelen observarse xantelasmas. En la cirrosis,
sujetos con depleción de las reservas de glucógeno aumentan los AGL en plasma y, durante el ayu-
que consumen bebidas alcohólicas, ya que el eta- no, también suben el glicerol y los cuerpos cetó-
nol bloquea la gluconeogénesis hepática. El trata- nicos. En la enfermedad hepática crónica, junto
miento debería incluir una infusión intravenosa de con el aumento de las concentraciones plasmá-
1,5-2 l/día de glucosa al 10%, o al 20% vía enteral, ticas totales de ácidos grasos, hay un descenso
si se requiere restricción hídrica. La intolerancia a concomitante de los ácidos grasos poliinsatura-
la glucosa es habitual en los pacientes con hepati- dos (AGPI), probablemente por la alteración del
tis vírica aguda, en la esteatosis hepática, en las le- metabolismo hepático de los ácidos grasos esen-
siones tóxicas del hígado y en la hepatitis crónica ciales. La reducción en AGPI es proporcional a la
activa de etiología autoinmune. La incidencia de in- gravedad de la afección hepática, al grado de des-
tolerancia es mayor cuando la glucosa se adminis- nutrición y es más evidente si se mantiene el abu-
tra por vía oral, que cuando se hace por infusión in- so del alcohol. Este déficit puede alterar la sín-
travenosa. La mayoría de los pacientes con cirrosis tesis de prostaglandinas y de compuestos afines.
presentan, por el contrario, hiperglucemia en ayu- Los pacientes cirróticos con deficiencia de áci-
nas y casi el 70% intolerancia a la glucosa; entre un do araquidónico tienen un índice de mortalidad
15 y un 40% pueden tener diabetes, hiperinsuline- significativamente mayor que los que no la pade-
mia y resistencia a la insulina. cen. Podría estar justificado un suplemento die-
tético de AGPI en los cirróticos descompensa-
dos desnutridos.
9.3. Grasas
En los pacientes con hepatopatías parenquima- 9.4. Proteínas
tosas o con colestasis crónica la secreción de áci-
dos biliares (AB) suele estar reducida, lo que di- Se producen alteraciones en el metabolismo de
ficulta la emulsión de las grasas y la hidrólisis de las proteínas en pacientes con hepatopatía cróni-
los triglicéridos (TG) por la lipasa pancreática, ca y aguda. En la hepatitis vírica grave, en la alcohó-
aunque se siguen absorbiendo cantidades relati- lica aguda y en la insuficiencia hepática fulminante,
vamente grandes de ácidos grasos libres (AGL) los requerimientos proteicos están aumentados. Se
y monoglicéridos (MG). Por tanto, la esteatorrea deben suministrar de 1,2 a 1,5 g/kg/día, para man-
no es marcada, siendo su intensidad proporcional tener el equilibrio nitrogenado. Algo similar ocurre
al grado de lesión hepatocelular o a la gravedad en los pacientes con cirrosis, aunque la cantidad de
de la obstrucción biliar. La absorción de vitaminas proteína requerida depende del grado de descom-
liposolubles y de ácidos grasos esenciales (AGE) pensación hepática.
depende más de la formación de micelas, por lo En las enfermedades hepáticas crónicas el aumen-
que se altera más cuando llegan menos ácidos bi- to en las necesidades proteicas se puede deber a la
liares al intestino delgado. Estas modificaciones dificultad para almacenar glucógeno hepático y la
selectivas en la absorción intestinal de grasas po- consiguiente menor contribución de la glucogenó-
drían explicar que en las hepatopatías sea rela- lisis al mantenimiento de la glucemia de ayuno. Estas
tivamente frecuente la aparición de eritrocitos alteraciones aumentan la contribución de la gluco-

939
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

neogénesis, con un mayor uso de aminoácidos y un fermedades colestáticas en las que ocurre absor-
menor almacenamiento de proteínas. El aumento de ción inadecuada y esteatorrea.
los requerimientos proteicos observado en estos
pacientes se puede producir asimismo por la ma-
yor degradación proteica que ocurre por la reduc- 9.5.1. Vitamina A
ción de las concentraciones sanguíneas del factor de
crecimiento tipo insulina. En cualquier caso, los índi- El metabolismo de la vitamina A está alterado
ces de síntesis y catabolismo proteico están aumen- en la patología hepatobiliar crónica. La absorción
tados. El equilibrio nitrogenado en los pacientes con de la vitamina se afecta cuando se reduce la secre-
cirrosis alcohólica que siguen bebiendo está agrava- ción biliar, así es frecuente encontrar déficit de vi-
do por la anorexia, las náuseas, la distensión abdomi- tamina A en la cirrosis biliar primaria, siendo éste
nal, la ascitis o por las restricciones dietéticas nece- proporcional a la gravedad de la colestasis. En los
sarias para el manejo de posibles complicaciones de pacientes con ictericia debe administrarse profilác-
su enfermedad hepática. En consecuencia, se puede ticamente vitamina A (30 mg intramuscular) cada
desarrollar reducción de la masa corporal, pérdida 3 meses. Sin embargo, a medida que la enfermedad
grasa y atrofia muscular. Sin embargo, pueden tole- progresa sería aconsejable administrar suplemen-
rar una ingesta de proteínas de 1,08-2,0 g/kg/día, re- tos orales diarios (7,5 mg).
teniendo el 80-90% de lo ingerido. La síntesis y liberación por el hígado de pro-
En los pacientes con hepatopatía aguda o cró- teína fijadora de retinol están alteradas en las le-
nica puede estar disminuida la síntesis de las pro- siones del parénquima hepático, lo que dificulta la
teínas plasmáticas (albúmina y protrombina) y, liberación de la vitamina A desde los depósitos.
además, en las patologías más graves pueden pro- Las concentraciones plasmáticas de retinol y de
ducirse cambios cualitativos y funcionales en algu- carotenoides están disminuidas en la cirrosis, in-
nas proteínas (fibrinógeno). También se producen dependientemente de su etiología, sobre todo si
alteraciones de las concentraciones plasmáticas de está descompensada. En los alcohólicos crónicos
los aminoácidos, que están relacionadas con la gra- se induce el sistema del citocromo P-450, lo que
vedad de la hepatopatía, con su grado de actividad aumenta el metabolismo hepático de la vitamina
y su etiología. En los pacientes con insuficiencia he- A y disminuye los depósitos de retinoides. Ade-
pática fulminante, están elevadas las concentracio- más, el paso de retinol a retinal es menor, ya que
nes plasmáticas de los aminoácidos no ramificados el etanol compite con el retinol y dificulta la ac-
por una mayor liberación periférica (hiperinsuline- ción de la deshidrogenasa. El etanol también au-
mia e hiperglucagonemia) y una menor captación menta la excreción urinaria de zinc, lo que afecta
hepática (necrosis y anastomosis portosistémicas). la función de la vitamina A. La manifestación más
Las concentraciones de los aminoácidos de cade- frecuente en relación con estas alteraciones es el
na ramificada pueden estar disminuidas o no alte- fallo en la adaptación a la oscuridad. El tratamien-
rarse, ya que su catabolismo se realiza fundamen- to comprende la abstinencia alcohólica, una die-
talmente en el músculo. ta adecuada y la administración de vitamina oral
Por último, las concentraciones de urea en san- durante unos días (7,5 mg/día). Por último, y en
gre pueden ser bajas en los pacientes con hepato- sentido contrario, hay que recordar que la inges-
patía crónica por su menor tasa de síntesis. Por el tión crónica de dosis elevadas de vitamina A du-
contrario, las de amoniaco están elevadas por la rante un periodo prolongado puede originar le-
disfunción hepática y las anastomosis portosisté- siones hepáticas.
micas; el exceso de amoniaco se ha relacionado
con la patogenia de la encefalopatía hepática.
9.5.2. Vitamina D

9.5. Vitaminas liposolubles La vitamina D (vitamina D2 o ergocolecalcife-


rol + vitamina D3 o colecalciferol) se puede sinte-
Se han encontrado deficiencias en todos los ti- tizar en la piel por la acción de los rayos solares.
pos de insuficiencia hepática, sobre todo en las en- En este sentido se la denomina correctamente vi-

940
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

tamina-hormona D. Sólo si la irra-


diación es escasa se precisa su in-
gesta como nutriente y, en este
caso, sí se debe denominar vitami-
na. Además, una vez formada de-
be sufrir una serie de transforma-
ciones que llevan a la formación de
la molécula biológicamente activa
1,25-dihidroxicolecalciferol (1,25-
(OH)2D), o la molécula inactiva y
excretable 24,25-dihidroxicolecal-
ciferol (24,25-(OH)2D). Estos pa-
sos son complejos, incluyen varias
moléculas y necesitan de la integri-
dad funcional del hígado y el riñón
(Figura 17). Al medir los niveles
en sangre de cada molécula debe
tenerse en cuenta el significado de
los mismos, y al administrar los di-
ferentes compuestos hay que sope-
sar su diferente actividad biológica
(ver Capítulo 1.24).
Los pacientes con colestasis de
larga duración, hepatopatía grave o
Figura 17. Síntesis y metabolismo de la vitamina D. Factores activadores e
alcoholismo crónico (con o sin he-
inhibidores. PTH: parathormona; GH: hormona de crecimiento.
patopatía), pueden tener concen-
traciones séricas de 25-hidroxi-
colecalciferol bajas, inversamente
relacionadas con la gravedad de la patología. Mu- ésta a la que hay que atribuir las manifestaciones
chos de estos pacientes tienen osteopenia, y un pe- neurológicas, cardiovasculares, renales y de los te-
queño porcentaje desarrollan osteomalacia, carac- jidos blandos asociadas a la ingesta excesiva de vi-
terizada por dolores óseos y por fracturas. Este tamina D.
déficit se puede deber a la menor absorción de la
vitamina, aunque se podría originar también a par-
tir de fallos hepáticos en la hidroxilación de la vita- 9.5.3. Vitamina E
mina. Dado que en estos pacientes la absorción de
calcio en el intestino está disminuida, al estarlo la de Se puede encontrar déficit de vitamina E en la en-
las grasas, se desarrolla hipocalcemia, lo que activa fermedad hepatobiliar crónica, en la hepatitis víri-
el paso de vitamina D a (25-(OH)D), y ésta a (1,25- ca grave, en la cirrosis y en los alcohólicos crónicos
(OH)2D), lo que también contribuye a la caída de (con o sin hepatopatía) debido a su deficiente ab-
sus niveles séricos. sorción o a su metabolismo alterado por derivación
La vitamina D o sus metabolitos se han emplea- portosistémica. En la cirrosis biliar primaria avan-
do para tratar la osteomalacia en los pacientes zada, con déficit de vitamina E, se pueden encon-
con colestasis de larga duración o hepatopatías trar anomalías neurológicas. Los niños con colesta-
parenquimatosas graves. Los pacientes con cirro- sis crónica sufren de degeneración retiniana que se
sis biliar primaria u obstrucción biliar de larga du- ha atribuido al déficit de vitamina E, vitamina A o
ración deben recibir profilácticamente vitamina D ambas. El déficit se trata con acetato de α-tocoferol
(2,5 mg/mes, por vía intramuscular) y suplementos oral (70-280 mg/día). En los adultos con colestasis
de calcio oral. La ingestión prolongada de suple- crónica o hepatopatía parenquimatosa, el déficit de
mentos de vitamina D provoca hipercalcemia. Es a vitamina E, si existe, tiende a ser leve o subclínico.

941
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

9.5.4. Vitamina K co puede revertirse administrando clorhidrato de


tiamina por vía oral (30-100 mg/día).
En las hepatopatías, tanto agudas como cróni-
cas, suele detectarse un alargamiento del tiempo
de protrombina, que se correlaciona con niveles 9.6.2. Riboflavina (B2)
plasmáticos bajos de las proteínas de la coagula-
ción. Esto puede deberse a un déficit de vitamina Los individuos alcohólicos, con o sin hepatopa-
K provocado por malabsorción y colestasis, a una tía acompañante, presentan déficit de riboflavina
disminución de la síntesis hepática de proteínas y en un 15-50% de los casos. El déficit puede atri-
al mayor consumo de los factores de coagulación buirse a la ingesta disminuida y a la menor dispo-
que sigue a los procesos hemorrágicos y fibrinolí- nibilidad en el intestino por el efecto directo del
ticos. Esta etiopatogenia multifactorial explica que etanol sobre las enzimas responsables de la hi-
en estas patologías, aunque puede producirse una drólisis del flavín-mononucleótido (FMN) y el fla-
mejoría del tiempo de protrombina después de la vín-adenín-dinucleótido (FAD). Sin embargo, los
administración parenteral de vitamina K, en gene- síntomas clínicos de hipovitaminosis son raros
ral, la disfunción de la coagulación se mantiene has- entre los alcohólicos crónicos. En la hepatopatía
ta que mejora la función hepática. En la ictericia no alcohólica la incidencia de déficit de riboflavi-
obstructiva, los cambios en el tiempo de coagula- na es mucho menor.
ción pueden corregirse administrando parenteral-
mente vitamina K. En los pacientes con cirrosis bi-
liar primaria y obstrucción biliar de larga duración 9.6.3. Niacina (B3)
hay que administrar vitamina K, profilácticamente
(10 mg/mes por vía intramuscular). Puede desarro- Las concentraciones hepáticas de niacina es-
llarse hipersensibilidad cutánea a la vitamina K. tán reducidas en los alcohólicos, de manera
proporcional a la gravedad de las alteraciones
hepáticas. El déficit puede estar relacionado
9.6. Vitaminas hidrosolubles con la ingesta disminuida, el peor almacena-
miento hepático y el aumento de las necesida-
Las vitaminas hidrosolubles suelen presentar ca- des. En los pacientes con insuficiencia hepática
rencias en la hepatopatía alcohólica, siendo más fulminante o hepatopatía crónica no alcohóli-
frecuentes los déficit de tiamina, piridoxina, folato, ca raras veces se observa un déficit bioquími-
niacina y cianocobalamina. co de niacina. La ingesta crónica de dosis altas
de ácido nicotínico puede inducir, por su parte,
hepatotoxicidad.
9.6.1. Tiamina (B1)

En los alcohólicos crónicos se encuentra dé- 9.6.4. Piridoxina (B6)


ficit de tiamina con una frecuencia muy varia-
ble (9-80%), lo que puede atribuirse a la diferen- Los niveles de piridoxal-5’-fosfato están bajos en
te metodología empleada; de hecho, es muy poco el 30-50% de los alcohólicos sin lesiones hepáticas
frecuente encontrar manifestaciones de hipovita- importantes, y en el 80-100% de los que tienen ci-
minosis en este grupo de pacientes. El déficit pue- rrosis, lo que se atribuye a un aumento de su de-
de estar relacionado con la ingesta disminuida, su gradación. Sin embargo, en los cirróticos alcohóli-
peor absorción y las mayores necesidades metabó- cos no es claro que la piridoxina esté disminuida.
licas; en los pacientes con hepatopatía alcohólica, El déficit, cuando existe, puede ser corregido con
también podrían contribuir los bajos niveles de la clorhidrato de piridoxina oral en dosis fracciona-
apoenzima pirofosfato de tiamina y la menor capa- das (50-150 mg/día). Se pueden encontrar también
cidad de almacenamiento hepático de la vitamina. concentraciones plasmáticas bajas de piridoxal-5’-
Algo similar se ha descrito en la insuficiencia hepá- fosfato en las hepatopatías crónicas no alcohólicas,
tica fulminante. En ambos casos, el déficit subclíni- debido a su mayor degradación y probablemente al

942
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

descenso de albúmina, aunque en estas patologías nicos, que no cursan con síntomas clínicos. Se han
sus niveles tisulares son normales. descrito elevadas concentraciones séricas en pa-
cientes con una variedad de enfermedades hepá-
ticas no alcohólicas, quizá debidas a la liberación
9.6.5. Cianocobalamina (B12) por parte de los hepatocitos dañados. Sin embar-
go, en pacientes con hepatitis fulminante, cirro-
Los niveles plasmáticos de vitamina B12 suelen ser sis descompensada y carcinoma hepatocelular, se
normales en los alcohólicos; sin embargo, es posible han registrado bajas concentraciones séricas; en
que los niveles hepáticos estén reducidos. Se ha ob- este caso, la explicación estaría en un déficit de
servado que el etanol interfiere en la unión del com- biotinidasa.
plejo vitamina B12-factor intrínseco (FI), y que puede
reducir la captación in vivo de la vitamina B12. Los ni-
veles plasmáticos de vitamina B12 son bajos en un pe- 9.6.8. Vitamina C
queño porcentaje de los individuos con afección he-
pática crónica no alcohólica. Los alcohólicos crónicos, los pacientes con he-
Los niveles circulantes de vitamina B12 pueden patitis vírica, cirrosis criptogénica, hepatitis crónica
ser altos en la hepatitis vírica o alcohólica, absce- agresiva, enfermedad de Wilson, cirrosis biliar pri-
sos hepáticos, carcinoma metastásico y cirrosis, ya maria y carcinoma hepatocelular presentan a me-
que se libera desde los hepatocitos lesionados. Se nudo bajas concentraciones leucocitarias de vitami-
conocen remisiones de anemia perniciosa al desa- na C, probablemente por una ingesta inadecuada.
rrollarse una hepatitis. En la hepatitis aguda con hi-
perbilirrubinemia, aumenta la vitamina libre porque
disminuye su fijación plasmática. En las hepato- 9.7. Minerales
patías crónicas está aumentada la forma ligada a
iones y en los carcinomas hepatocelulares la ligada El balance mineral también se altera en las he-
a proteínas (transcobalamina I). patopatías. Así, se encuentran niveles elevados de
cobre en suero en las colestáticas (cirrosis biliar
primaria y colangitis esclerosante), ya que el cobre
9.6.6. Folato y el manganeso se excretan principalmente a tra-
vés de la bilis.
El déficit de ácido fólico es la carencia vitamíni-
ca más frecuente en los alcohólicos, aunque rara
vez es sintomática. La incidencia de concentracio- 9.7.1. Hierro
nes bajas de folato en el suero o en los hematíes
es independiente del grado de lesión hepática. Los En un 30% de los alcohólicos, independiente-
factores patogénicos más citados son: escasa inges- mente de la gravedad de la hepatopatía asociada,
ta, malabsorción intestinal, menor almacenamiento se pueden encontrar concentraciones elevadas
hepático, mayor excreción urinaria y alteraciones de hierro sérico y saturación de la capacidad to-
del reciclaje enterohepático. El déficit se corrige tal de unión del hierro, por lo que estos cambios
con abstinencia y administración de suplementos se atribuyen a un efecto directo del alcohol so-
de ácido fólico oral (5-15 mg/día). En la hepatitis bre el metabolismo del hierro. Los mecanismos
vírica aguda y la hepatopatía crónica no alcohólica de este efecto directo podrían residir en la cap-
también se han descrito déficit, aunque la inciden- tación duodenal y/o en la liberación tisular del
cia es menor que en las patologías alcohólicas. catión. En los pacientes con hepatitis vírica aguda
o crónica suelen darse trastornos del metabolis-
mo del hierro. En los primeros suelen aumentar
9.6.7. Biotina los niveles séricos de hierro y ferritina, aumen-
tos que pueden deberse a liberación de transfe-
Se han observado bajas concentraciones plas- rrina por las células lesionadas, disminución de la
máticas y hepáticas de biotina en alcohólicos cró- síntesis de hemoglobina y/o menor capacidad pa-

943
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

ra almacenar hierro. En los segundos, además, hay 9.7.3. Zinc


saturación de la transferrina y siderosis de leve a
moderada. En estos pacientes, es importante la li- Las concentraciones de zinc en sangre e híga-
beración hepatocelular de hierro por la necrosis do son menores y su excreción urinaria mayor en
celular. Por el contrario, hasta en un 25% de los los alcohólicos crónicos independientemente de
alcohólicos y de los pacientes con cirrosis crip- la presencia de enfermedad hepática y, en su ca-
togénica los niveles de hierro están disminuidos. so, de su gravedad. Algo similar ocurre en los pa-
Dado que, en ausencia de malabsorción, de he- cientes con cirrosis alcohólica, aunque en este ca-
morragia digestiva o de diátesis hemorrágicas, el so los déficit sí son más marcados en los casos de
déficit de hierro es infrecuente, estos trastornos descompensación.
son la causa probable de los hallazgos. En muchas hepatopatías no alcohólicas tam-
bién hay concentraciones bajas de zinc en san-
gre y, en algunos casos en hígado, como en la
9.7.2. Calcio hepatitis vírica aguda, insuficiencia hepática ful-
minante, hepatitis crónica persistente y cróni-
En los alcohólicos crónicos la densidad ósea ca activa, cirrosis biliar primaria, cirrosis y he-
puede ser menor y aumenta la incidencia de mocromatosis. La ingesta de zinc puede estar
fracturas. Estos hallazgos se suelen atribuir a disminuida, especialmente en los pacientes ano-
su escaso aporte en la dieta, a un efecto direc- réxicos, aunque su absorción suele ser normal o
to del alcohol en la absorción, a la malabsorción incluso estar aumentada. Las anastomosis por-
de las grasas, o bien a las mayores pérdidas uri- tosistémicas y la disminución de la capacidad
narias de calcio y magnesio. No obstante, se ha funcional hepatocitaria podrían explicar las ba-
descrito una inhibición de los osteoblastos por jas concentraciones hepáticas.
etanol. Los pacientes en colestasis o con hepatopa-
En las hepatopatías no alcohólicas crónicas y tías parenquimatosas pueden tener problemas de
en las colestasis crónicas se suele desarrollar os- adaptación a la oscuridad por déficit combinado
teoporosis por aumento de reabsorción ósea, que de zinc y vitamina A. El zinc es importante para
puede deberse a déficit dietético secundario a ma- la conversión del retinol en retinal, así como pa-
labsorción de grasas y a la falta de movilidad. De ra la secreción hepática de la proteína fijadora de
hecho, a estos pacientes se les suelen administrar retinol. Sin embargo, los pacientes con hepatopa-
TG de cadena media (MCT), no sólo como fuente tía crónica y bajas concentraciones leucocitarias
de grasas, sino también para mejorar la captación de zinc pueden presentar disfunción de los foto-
de calcio. En estos casos, la osteoporosis no es fá- rreceptores, independientemente de los niveles de
cil de tratar, pero la administración de una dieta al- vitamina A.
ta en proteínas junto con suplementos de calcio En los pacientes cirróticos con concentracio-
puede aliviarla. El calcio en la forma de hidroxiapa- nes séricas de zinc bajas, los suplementos de zinc
tita puede resultar más beneficioso que otras sa- mejoran los calambres musculares en las panto-
les de calcio. rrillas que son habituales en estos pacientes, so-
En las mujeres posmenopáusicas con cirro- bre todo mientras duermen. El déficit de zinc se
sis biliar primaria y osteoporosis, el suministro ha implicado en la patogenia de la encefalopatía
de estrógenos parece mejorar la densidad mine- hepática, ya que los suplementos de zinc mejoran
ral ósea de las vértebras. Se observa una mejoría la eliminación de nitrógeno, como amoniaco, pe-
gradual en la densidad mineral ósea en los tras- ro los efectos sobre el estado neuropsiquiátrico
plantados, aunque la curación ósea puede tardar son variables.
varios años en completarse. Un pequeño número
de pacientes con cirrosis biliar primaria presenta
intensos dolores óseos aunque reciban cantida- 9.7.4. Selenio
des suficientes de calcio y vitamina D, lo que po-
dría deberse a un fallo en la hidroxilación hepáti- Las concentraciones de selenio en el sue-
ca de la vitamina. ro, plasma y hematíes están reducidas en los

944
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 12. DÉFICIT DE VITAMINAS/MINERALES EN LA INSUFICIENCIA


HEPÁTICA GRAVE

Déficit Trastorno que Tratamiento que


Manifestaciones
vitamina/mineral favorece el déficit favorece el déficit
• Esteatorrea • Neomicina • Dermatitis
Vitamina A
• Alcoholismo • Colestiramina • Ceguera nocturna
• Glucocorticoides
Vitamina D • Esteatorrea • Osteomalacia
• Colestiramina
• Edema
Vitamina E • Esteatorrea • Colestiramina
• Neuropatías
• Antibióticos
Vitamina K • Esteatorrea • Hemorragia
• Colestiramina
Vitamina B6 • Alcoholismo • Dermatitis
• Anemia megaloblástica
Vitamina B12 • Alcoholismo • Colestiramina • Glositis
• Disfunción SNC
• Anemia megaloblástica
Folato • Alcoholismo
• Glositis
• Dermatitis
Niacina • Alcoholismo • Demencia
• Inflamación mucosas
• Neuropatía
• Dieta rica en
Tiamina • Alcoholismo • Ascitis
hidratos de carbono
• Disfunción SNC
• Diarrea • Inmunodeficiencia
Zinc • Diuréticos
• Alcoholismo • Mala cicatrización
Magnesio • Alcoholismo • Diuréticos • Irritabilidad neuromuscular
• Estomatitis
Hierro • Hemorragias
• Anemia microcítica
• Insulina
Potasio • Debilidad muscular
• Diuréticos
• Anorexia
Fósforo • Alcoholismo • Insuficiencia cardiaca
• Intolerancia a la glucosa
SNC: sistema nervioso central.

alcohólicos, con o sin hepatopatía acompañante, 10. Tratamiento


aunque no se han observado alteraciones en la nutricional en las
actividad glutatión peroxidasa. Sin embargo, sí lo enfermedades hepáticas
están en la cirrosis alcohólica, por lo que el défi-
cit de selenio se ha relacionado con la mayor li- Los pacientes con enfermedades hepáticas se
poperoxidación y, por tanto, con la patogenia de encuentran en riesgo de desnutrición, según se
la hepatopatía alcohólica. Las concentraciones desprende de los estudios publicados, y con un
plasmáticas de selenio también están reducidas grado de recomendación B, se sabe que es fun-
en la atresia biliar. damental utilizar técnicas de cribaje en desnutri-
En la Tabla 12 se recogen los déficit de vita- ción para identificar a los pacientes que precisen
minas y minerales en la insuficiencia hepática gra- de una evaluación nutricional completa. Los pa-
ve, los factores que predisponen y las diferentes cientes con afección hepática reciben a menudo
manifestaciones. consejos dietéticos de dudoso valor, que incluso

945
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

pueden ser perjudiciales. Con frecuencia a los pa- tes, y la posibilidad de optimizar su ingesta oral
cientes con hepatitis no complicadas se les pres- con alimentos naturales durante el día. En caso de
criben dietas ricas en calorías y pobres en pro- presentar distensión abdominal o vómitos, se po-
teínas, que pueden ocasionar una desnutrición dría plantear la administración de la nutrición en-
importante, con pérdida de la masa corporal ma- teral a yeyuno, lo que exige la colocación de la
gra. A los pacientes ictéricos se les aconseja fre- sonda con control radiológico o mediante técni-
cuentemente que tomen una dieta con escasa o ca endoscópica. Por último, y sólo en los casos en
nula cantidad de grasas, incluso aunque las tole- los que el acceso digestivo o su funcionalidad no
ren bien; estas dietas son poco apetitosas y, si se hagan posible la utilización del tubo digestivo, se
mantienen durante largos periodos, pueden pro- recurrirá a la administración de una nutrición pa-
vocar un déficit de ácidos grasos esenciales y de renteral completa (aminoácidos, glucosa, grasas,
vitaminas liposolubles. Los pacientes con hepato- vitaminas y minerales).
patía reciben con frecuencia el consejo de que Como se ha descrito anteriormente, es fre-
se abstengan del alcohol, independientemente de cuente que haya déficit subclínicos de vitaminas
la etiología del proceso. Aunque este consejo es en los pacientes con hepatopatías, sobre todo en
esencial para la afección hepática alcohólica, no los alcohólicos. Dado que detectarlos no es fá-
existen contraindicaciones para que los pacientes cil y es caro, y puesto que la terapéutica vitamíni-
con procesos de otra etiología tomen pequeñas ca es barata y se presume que carece de riesgos
cantidades de alcohol. en las dosis recomendadas, la práctica habitual de
En general, los pacientes con hepatopatía de- dar estos suplementos tiene una razonable base
ben ingerir una dieta que proporcione cantida- terapéutica.
des suficientes de calorías, proteínas, vitaminas Diversos fármacos provocan malabsorción de
y minerales. Sin embargo, es probable que las nutrientes, trastornos de su utilización o aumen-
dietas que son suficientes para los individuos to de su excreción. El empleo de neomicina o
sanos no lo sean para los hepatópatas. Por es- colestiramina puede reducir la absorción de gra-
te motivo, hay que controlar cuidadosamente sas, vitaminas y minerales. La D-penicilamina di-
el aporte dietético y ajustarlo para alcanzar un ficulta la utilización de piridoxina y aumenta la
balance nitrogenado positivo y corregir los dé- eliminación urinaria de zinc, piridoxina y cobre.
ficit existentes. Los diuréticos incrementan la excreción urinaria
Muchos pacientes con afecciones hepáticas es- de varios minerales. Todo ello hay que tenerlo
tán anoréxicos, nauseosos o tienen distensión ab- en cuenta a la hora de programar el tratamien-
dominal. En estas circunstancias es difícil mante- to nutricional.
ner un aporte oral suficiente. Hay que animar al La Tabla 13 muestra los requerimientos de
paciente a que coma y ofrecerle alimentos en energía y proteínas en varias condiciones clínicas
poca cantidad, presentados de forma atractiva y relacionadas con las hepatopatías según el docu-
con mayor frecuencia, ya que a menudo las comi- mento de consenso de la Sociedad Europea de
das copiosas les provocan náuseas. Si se logra un Nutrición Parenteral y Enteral (ESPEN)
aporte dietético razonable y se mantiene el peso
corporal, no es necesario tomar otras medidas.
Sin embargo, suele ser difícil mantener aportes 10.1. Tratamiento nutricional
orales suficientes en estos pacientes. En tal caso en las enfermedades hepáticas
se pueden utilizar suplementos bebibles entre co- parenquimatosas
midas que complementan la ingesta.
La intervención nutricional debe hacer- 10.1.1. Hepatitis viral
se precozmente, si la ingesta oral es insufi-
ciente, a pesar de los suplementos, se debería Es importante el estado nutricional previo pues-
administrar nutrición enteral. La posibilidad de ad- to que los pacientes que se encuentran mal alimen-
ministrar nutrición enteral de forma intermitente tados, con una ración proteica baja, así como los al-
durante la noche permite al paciente mantener un cohólicos, están predispuestos a sufrir formas más
aporte diario, constaste y sin esfuerzo, de nutrien- graves y de evolución más prolongada.

946
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 13. REQUERIMIENTOS NUTRITIVOS EN LAS HEPATOPATÍAS CRÓNICAS


(ESPEN CONSENSUS GROUP, PLOUGH ET AL., 1997)

Condición clínica Energía no proteica Proteínas o aminoácidos


(kcal/kg/día) (g/kg/día)

Cirrosis compensada 25-35 1,0-1,2


Cirrosis descompensada 35-40 1,5
Desnutrición 35-40 1,5

A los enfermos asintomáticos o que tienen po- tes. Sin embargo, no se ha demostrado claramen-
cos síntomas hay que aconsejarles que sigan una ali- te que el alcohol tomado con moderación tenga
mentación normal. Los que tienen anorexia, náuseas un efecto perjudicial tanto durante la enfermedad
y vómitos deben tomar alimento y suficientes líqui- aguda como en la convalecencia. No obstante, las
dos a fin de evitar la deshidratación, si bien toleran cantidades excesivas de alcohol son hepatotóxicas
mejor comidas ligeras en mayor número. Durante per se, y se han descrito casos de recaídas de la he-
la fase aguda tienen unas necesidades energéticas y patitis tras abusos alcohólicos.
proteicas aumentadas. Así, es aconsejable que ingie-
ran diariamente alrededor de 1,5 g de proteína/kg
de peso. El suficiente aporte de proteínas es básico 10.1.2. Hepatitis alcohólica
para ayudar a la regeneración de los tejidos lesio-
nados. Salvo que exista ictericia, heces hipoacólicas La hepatitis alcohólica aguda suele aparecer en
y algún grado de esteatorrea, no hay que restringir personas que han abusado del alcohol durante mu-
las grasas; las dietas pobres en grasas son volumino- cho tiempo y que habitualmente tienen un grado
sas, y generalmente carecen de atractivo. Así, unos de desnutrición apreciable. Esto acarrea un ries-
60-70 gramos diarios se toleran bien, lo que supo- go evidente de deterioro al ser ingresados, que se
ne alrededor del 25% del total calórico. Los hidratos atribuye a la falta de aporte calórico que les pro-
de carbono, de fácil digestión y absorción, constitu- porcionaba el alcohol.
yen el alimento básico en los primeros días de la en- Los requerimientos nutricionales de estos pa-
fermedad. Deben completar el cálculo calórico una cientes no están bien determinados. El aporte de
vez determinada la ración proteica y el aporte graso, 30 g diarios de proteínas no evita un balance ni-
lo que generalmente supone unos 300-400 g/día. Se trogenado negativo, que sí se hace positivo si los
debe dar un aporte vitamínico suplementario mien- aportes diarios alcanzan los 70-100 g. Es también
tras la ración alimenticia no sea normal o los pacien- probable que los requerimientos energéticos dia-
tes estén desnutridos. Si en los primeros días se ad- rios estén aumentados en los alcohólicos cróni-
ministrasen soluciones glucosadas endovenosas, se cos, por lo que es recomendable administrar un
debe añadir complejo B a las mismas, y si en el curso soporte nutricional a estos pacientes. Igualmente
de la enfermedad aparece un tiempo de protrombi- hay poca información acerca de los suplementos
na bajo, inyectar vitamina K. nutricionales, por vía oral o enteral, adecuados pa-
En caso que se mantengan la anorexia y los vó- ra estos pacientes. En un estudio se concluyó que
mitos, puede ser necesario recurrir a la alimenta- los pacientes que recibieron un suplemento enté-
ción enteral o parenteral. Dado que es posible que rico, enriquecido en aminoácidos de cadena rami-
haya dificultades para eliminar la sobrecarga hídri- ficada, que aportaba 2.200 kcal/día adicionales a la
ca, es preciso monitorizar el equilibrio hídrico. Ge- dieta hospitalaria de 1.000 kcal/día, durante un mes,
neralmente se aconseja a los pacientes que se abs- mostraron mejorías significativas en 6 de las 9 va-
tengan de tomar bebidas alcohólicas durante la riables utilizadas para evaluar el estado nutricional,
fase aguda de la enfermedad y los 6 meses siguien- mientras que estas variables no mejoraron o inclu-

947
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

so empeoraron en los pacientes que no recibieron la posible importancia terapéutica de estos suple-
suplementos. mentos nutricionales se realiza a continuación una
De los diferentes trabajos publicados se pue- revisión de los principales datos bibliográficos en
den hacer diversas afirmaciones generales: la inges- que se sustenta.
ta voluntaria de comida es francamente pobre, con En el tratamiento de las hepatopatías relaciona-
el resultado de que estos pacientes no son capaces das con el etanol se ha estudiado el papel del suple-
de conseguir un aporte nutricional óptimo. La pro- mento con metionina, habiéndose encontrado que
visión de una dieta adecuada en energía y proteí- su exceso tiene efectos adversos. Además, en algu-
nas proporciona una mejoría del estado nutricio- nos pacientes con enfermedad hepática alcohólica
nal y de la función hepática, especialmente en los sus niveles son normales y en otros están elevados,
pacientes gravemente enfermos, pero tiene poco probablemente por la menor depuración plasmá-
efecto sobre la supervivencia a corto plazo. No se tica observada en estas condiciones. Dado que al
apreciaron efectos adversos asociados con las die- menos la mitad del metabolismo de la metionina
tas de elevados aportes energéticos y suplemen- sucede en el hígado, no son llamativas estas obser-
tos vitamínicos. vaciones cuando el hígado está lesionado. Por otra
Además, estos regímenes se toleraron bien in- parte, dado que los efectos favorables de la metioni-
cluso por los pacientes gravemente enfermos, no na exigen su transformación previa en SAMe y que
viéndose afectadas la retención hídrica, la uremia y éste está condicionado por la actividad de la metio-
la encefalopatía hepática. nina adenosil transferasa (MAT), el descubrimiento
De este modo, es esencial asegurar que todos de su menor actividad en los pacientes cirróticos
los pacientes con hepatitis alcohólica estén ade- aclara mucho los hallazgos relatados. En estas cir-
cuadamente nutridos. Deberían recibir un mínimo cunstancias, con una menor producción de SAMe y
de 1,2 a 1,5 g de proteínas/kg de peso y día, que una mayor utilización para generar GSH, no es de
tendrían que administrarse, cuando fuera posible, extrañar que sus niveles en el hígado de los pacien-
por vía oral o enteral; si existen dificultades, los re- tes con enfermedad hepática alcohólica estén dis-
querimientos dietéticos apropiados pueden admi- minuidos. La depleción de SAMe, y consecuente-
nistrarse por vía parenteral. mente de GSH, podría estar en la base de muchas
Por último, hay que hacer una consideración im- de las alteraciones observadas, dado su papel en las
portante relacionada con el papel que ciertos su- reacciones de metilación tan importantes para la
plementos nutricionales, fosfatidilcolina y S-adeno- protección de membranas, proteínas y DNA.
sil metionina, tienen en la evolución de la hepatitis Las consecuencias de la menor actividad de la
a cirrosis en estos pacientes. Su papel se ha relacio- MAT se podrían evitar suplementando el produc-
nado, entre otras cosas, con su capacidad de me- to de la reacción que cataliza, es decir, administran-
jorar los niveles de agentes antioxidantes, glutatión do SAMe. Así, ensayos clínicos han demostrado los
(GSH), favoreciendo así la eliminación de radica- efectos beneficiosos de su administración en pro-
les libres de oxígeno (RLO). Los radicales libres de cesos colestáticos. La administración de 1.200 mg
oxígeno se producen en gran cantidad en las reac- de SAMe/día durante seis meses también es eficaz
ciones de catabolismo del etanol y ejercen su ac- para aumentar los niveles de GSH hepáticos en en-
ción patogénica en la enfermedad hepática alcohó- fermedades hepáticas independientemente de que
lica generando peroxidación lipídica. La influencia sean de origen alcohólico. En un ensayo clínico, con
de este proceso en la evolución a fibrosis y cirrosis pacientes con cirrosis alcohólica, bien diseñado, se
está cada vez más fundada. ha encontrado que la administración de SAMe me-
En la Figura 18 se resumen las principales vías joraba la supervivencia o retrasaba el trasplante.
del metabolismo de la metionina, el papel de la fos- La administración de fosfatidil colina podría te-
fatidilcolina y la S-adenosil metionina (SAMe) y su ner teóricamente dos efectos beneficiosos. Por un
intervención en la eliminación de radicales libres lado, el aporte de colina favorecería las reacciones
de oxígeno. Además, en la mayoría de las reaccio- de metilación que a la larga regenerarían SAMe y
nes implicadas se resalta el papel de diversas vita- GSH con los efectos ya descritos y, por otro lado,
minas del grupo B que pueden estar disminuidas permitirían la sustitución de fosfolípidos de mem-
en la hepatopatía de etiología alcohólica. Debido a brana oxidados (ver Capítulo 1.15). Estos efectos

948
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Figura 18. Relación entre el metabolismo de la metionina, la ingestión de alcohol y la producción de radicales libres de
oxígeno (RLO). Se indican las dos fuentes de suplementación dietética (S-adenosil metionina y fosfatidilcolina) y los posibles
bloqueos metabólicos por defecto en los niveles de vitaminas del grupo B. GSH: glutatión; MAT: metionina adenosil transferasa;
RLO: radicales libres de oxígeno;THF: tetrahidrofolato.

justifican la creciente utilización como suplemen- 10.1.3. Insuficiencia


to dietético de este fosfolípido y otros (dilinoleoil- hepática fulminante
fosfatidilcolina) en el tratamiento de la fibrosis
inducida por alcohol y en la cirrosis. Se podría ar- En la insuficiencia hepática fulminante es fre-
gumentar que la administración de ácidos grasos cuente que se presente hipoglucemia marcada
poliinsaturados favorecería la oxidación lipídica, ya que los depósitos de glucógeno están reduci-
pero de hecho se han encontrado efectos opues- dos, declina el aporte por glucogenólisis y la gluco-
tos. Así, se ha descrito en monos papiones una ma- neogénesis puede estar alterada. También pueden
yor resistencia a la oxidación y un aumento de los desnutrirse rápidamente por las pérdidas de nitró-
niveles de GSH hepáticos, y en pacientes con hepa- geno que ocurren durante la respuesta endocrina
titis C una mejoría de las transaminasas. a la necrosis hepática masiva. La pérdida de nitró-
Sin embargo, todavía no hay resultados defini- geno puede agravarse si se emplean sistemas arti-
tivos comparables en el hombre, por lo que la in- ficiales de apoyo del hígado (hemoperfusión o he-
dicación de abstenerse de ingerir alcohol y per- modiálisis). Estos pacientes necesitan un soporte
severar en ello sigue siendo la mejor manera de continuo de glucosa (suero glucosado al 10-20%
prevenir la evolución de la enfermedad. por vía intravenosa) en un volumen suficiente pa-

949
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

ra proporcionar 150-200 g durante 24 horas. Se ha ción de líquidos. Los aportes ricos en proteínas se
demostrado que las soluciones de aminoácidos y acompañan, en la mayoría de los pacientes con ci-
glucosa administradas por vía intravenosa no só- rrosis, de mejorías del equilibrio nitrogenado y de
lo son bien toleradas, sino que además disminuyen los índices nutricionales. Si existiese insuficiencia
el catabolismo de las proteínas, mejoran los per- funcional o conexiones portosistémicas de cier-
files plasmáticos de aminoácidos y aumentan las to calibre, debe restringirse cuidadosamente este
concentraciones de insulina circulantes. Las solu- aporte hasta el límite que no ofrezca peligro. La
ciones de lípidos por vía parenteral se pueden in- cantidad inicial de proteínas que se puede sumi-
corporar con toda seguridad en los tratamientos nistrar a un cirrótico para estudiar su tolerancia
de soporte. puede ser la de 0,7 g/kg de peso y día, cifra que,
por lo común, es bien asimilada por el cirrótico
asintomático, sobre la que pueden hacerse eleva-
10.1.4. Cirrosis hepática ciones de 10 gramos cada 3-4 días, bajo observa-
ción clínica cuidadosa.
Ante la carencia de una terapéutica específica, Posteriormente a la publicación de consenso del
las medidas de orden dietético son de una impor- grupo de la ESPEN de 1997, la ASPEN recoge en
tancia vital en el manejo de estos enfermos, tanto sus Guidelines de 2000, y en una publicación de la
por proveer al hígado de los necesarios materiales propia ASPEN titulada The science and practice of
de reparación como por la posibilidad de produ- nutrition support. A case-based core curriculum, algu-
cir peligrosas sobrecargas metabólicas ante la dis- nas modificaciones sustanciales en relación al tra-
minución de la capacidad funcional de esta glán- tamiento nutricional en la cirrosis compensada y
dula. Pero como las funciones parciales del hígado descompensada que se recogen en la Tabla 14.
pueden alterarse en distinto grado dependiendo
de la etiología y el estadio evolutivo de la enfer-
medad, no existe una dieta estándar, ya que es ne- 10.2. Tratamiento nutricional
cesario un conocimiento preciso de cada caso en de las complicaciones
particular. No obstante, en todos los casos se re-
comienda, siempre que sea posible, una adminis- 10.2.1. Trastornos hidroelectrolíticos
tración oral o enteral, repetida en frecuentes to-
mas a lo largo del día (cada 4 horas). Las comidas Los pacientes con enfermedad hepática subagu-
serán de poco volumen para no sobrecargar la cir- da o crónica pueden desarrollar una retención im-
culación portal. portante de líquidos cuya patogenia se ha explicado
El cirrótico compensado se puede presentar anteriormente (ver apartado 3.5). Esta retención tie-
con un aceptable estado nutricional y con el ape- ne como manifestaciones la ascitis y los edemas pe-
tito conservado, mientras que otros presentan riféricos. La aparición de ascitis se asocia con un mal
anorexia, malestar digestivo y signos de desnu- pronóstico, ya que puede desarrollarse una perito-
trición en grado variable. En la cirrosis alcohóli- nitis bacteriana espontánea que aumenta la mortali-
ca, con gastroduodenitis asociada, este último es- dad. La retención de líquidos se desarrolla gradual y
tado es lo común. En el primer caso, los pacientes espontáneamente o está provocada por otras com-
necesitan una dieta prácticamente normal, con la plicaciones, como son las hemorragias digestivas,
sola limitación del sodio, que debe ser prudente- que alteran aún más la función hepática. Este grupo
mente restringido a 2,5 gramos diarios en razón de pacientes tienen una alteración hidroelectrolítica
de la tendencia de estos enfermos a encontrar- común llamativa. Presentan hiponatremia junto con
se en un balance positivo de este catión. Los pa- niveles muy altos de sodio corporal no intercambia-
cientes desnutridos requieren la provisión de un ble. Para tratar esta situación se han empleado di-
adecuado soporte nutricional que mejora de for- versas aproximaciones que tienen un factor común
ma significativa la curva de supervivencia. Toleran básico, la restricción de sodio dietético.
las dietas ricas en proteínas (1,2-1,5 g/kg y día) y La desnutrición agrava el pronóstico, por lo que
calorías, sin que se produzca una exacerbación de una dieta con un aporte calórico adecuado es prio-
la encefalopatía hepática, la azoemia o la reten- ritaria. La cantidad de sodio total retenido refleja

950
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

Tabla 14. TERAPIA NUTRICIONAL EN LA CIRROSIS

Cirrosis sin encefalopatía


• No hacer restricción proteica (1-1,2 g/kg/día)
• Hidratos de carbono complejos. Aumento del aporte calórico en la dieta (30-35 kcal/kg/día)
• Comidas pequeñas y frecuentes; no olvidar toma previa antes del descanso nocturno
• Restringir la ingesta de agua sólo si existe hiponatremia
• Restricción de sodio en caso de existir ascitis o edemas
• Suplementar multivitamínicos, calcio, zinc y magnesio en caso necesario
Cirrosis con encefalopatía aguda
• Restricción temporal (0,6-0,8 g/kg/día) hasta que la causa de la encefalopatía sea diagnosticada
y eliminada. Se administrarán aminoácidos ramificados si el balance nitrogenado es negativo o el
paciente presenta una encefalopatía refractaria al tratamiento
• Volver a intentar una ingesta proteica entre 1-1,2 g/kg/día tan pronto como sea posible
• Si se necesitase administrar fórmulas de nutrición enteral o parenteral, deben aportarse 35 kcal/kg/día
• Restringir el agua si coexiste hiponatremia
• Restringir el sodio en casos de edemas y ascitis
Cirrosis con encefalopatía crónica
• Restricción proteica (0,6-0,8 g/kg/día) de fórmulas estándar de proteínas
• Insistir en la toma de dietas vegetarianas o con alto contenido en fibra y bajos aportes de proteínas
de origen animal
• Ofrecer comidas frecuentes ricas en hidratos de carbono y también antes del descanso nocturno
• Restringir la toma de sodio si hay ascitis o edemas
• Restringir el agua si existe severa hiponatremia
• Suplementar vitaminas y minerales según necesidades

el balance entre la ingesta de sodio de la dieta y las que será grave e inclusive requerirá aporte cuida-
pérdidas de sodio. La restricción de sodio constitu- doso de sodio si fuese inferior a 120-125 mEq/l y
ye el tratamiento primario de la ascitis, pero tam- no respondiera prontamente a la restricción hídri-
bién se administran diuréticos. Éstos suelen alterar ca. Por otro lado, la excesiva depleción hídrica es
el equilibrio electrolítico, lo cual se tendrá en cuen- igualmente perniciosa para otros enfermos, toda
ta al proporcionar nutrición. Si el sodio de la die- vez que va a producir hipovolemia e hipotensión
ta se restringe por debajo de las pérdidas de sodio arterial, con lo que puede provocar un fallo renal
total se producirá pérdida de líquido. En general, secundario.
una retención grave (ascitis recurrente) requiere Otro factor que se debe tener en cuenta es el
un aporte sódico diario de 250 mg, una retención potasio, cuyas reservas orgánicas suelen ser esca-
acusada (edema) unos 500 mg, y una ligera, alrede- sas en los cirróticos, a causa de su restringido in-
dor de 1 gramo. Al mejorar los respectivos cua- greso por la anorexia o por la dieta hipoproteica, si
dros de retención, se aumentará progresivamente, la hubiera, y, sobre todo, por los efectos de la me-
vigilando el peso y la diuresis, la cantidad de sodio dicación diurética de tipo tiacídico. También el po-
dietético hasta ver su tolerancia, que por lo común tasio sérico puede sufrir dilución en el caso de li-
es muy limitada. bre ingreso de líquidos. Todas estas circunstancias
Probablemente es innecesario imponer una res- deben valorarse debidamente para propiciar el in-
tricción hídrica en la mayoría de los pacientes con greso suficiente de este catión con la alimentación
cirrosis y ascitis, pero se tendría que considerar o con suplementos en un caso dado, esto último
(< 1 l/día), al menos como medida a corto plazo, siempre que la diuresis sea superior a un litro por
en los pacientes con hiponatremia grave. La natre- día. Sin embargo, el uso de sustitutivos de sal que
mia baja < 135 mEq/l indicará la necesidad de res- contengan potasio está contraindicado en el mane-
tringir los líquidos para combatir la hemodilución, jo de la ascitis en los cirróticos.

951
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

La paracentesis de gran volumen para aliviar la fagitis péptica sobre las varices. Asimismo, dada la
ascitis altera la presión oncótica intravascular ante mayor incidencia de ulcus péptico en estos pacien-
la importante pérdida de albúmina, por lo que de- tes, así como las dificultades digestivas que sufren
be combinarse con la infusión de albúmina huma- en razón de la congestión vascular del área esplác-
na (8 g/l). nica, las comidas deberán ser sencillas, digestibles,
de poco volumen y frecuentes.
Es evidente que la desnutrición agrava el pro-
10.2.2. Hipertensión portal nóstico de los pacientes hepatópatas, y que las
y encefalopatía hepática dietas con restricción de proteínas utilizadas de
forma indiscriminada contribuyen a extender la
El hígado cirrótico ofrece un aumento progre- desnutrición entre pacientes de riesgo, que no la
sivo de la resistencia al flujo portal, lo que pro- desarrollarían si tuvieran ingestas alimentarias co-
duce un incremento de su presión por encima rrectas; por todo ello se hace necesario discrimi-
de los valores normales. Esto, a su vez, origina nar rigurosamente las indicaciones de la restric-
el desarrollo de anastomosis portosistémicas de ción proteica.
drenaje. La llegada de sangre no filtrada a la cir- Como ya se ha anticipado, la restricción pro-
culación general puede producir una perturba- teica sólo debe ser establecida en aquella pobla-
ción de los procesos metabólicos cerebrales y ción de pacientes con enfermedad hepática tipo
originar encefalopatía hepática. Se han asociado cirrosis con encefalopatía aguda hasta poder re-
tres factores desencadenantes a este cuadro: in- solver la situación responsable de la encefalopa-
suficiencia hepatocelular, circulación colateral y tía, y en los casos de encefalopatía crónica. Estas
contenido proteico intestinal, siendo este último aseveraciones son recogidas en las Guidelines de la
el que interesa desde el punto de vista dietético. ASPEN 2002, con un grado de recomendación A
La descomposición bacteriana de los materiales para la encefalopatía hepática aguda. De igual for-
proteicos origina toda una serie de sustancias ma, en este documento se insiste en el abandono
no bien identificadas que producen interferencia de la idea generalizada de la restricción proteica
de la función cerebral (bloqueo metabólico, an- indiscriminada para todo paciente con enferme-
tagonismo neurotransmisor o simple toxicidad), dad hepática.
la principal de las cuales parece ser el amonia- Pocas veces se ha encontrado algún pacien-
co. Otras sustancias presuntamente incriminadas te con intolerancia auténtica a las proteínas, sien-
son las biaminas, la metionina y los ácidos gra- do necesario en estos casos una restricción tran-
sos de cadena corta. En condiciones normales, sitoria y que no baje de 0,5 g/kg/día, en cuyo caso
el amoniaco es captado por el hígado y transfor- es conveniente añadir nitrógeno en forma de ami-
mado en urea a través del ciclo ornitina-citruli- noácidos. La tolerancia a las proteínas depende en
na-arginina. parte de su origen; así, es más alta en las proteí-
Las recomendaciones dietéticas para la encefa- nas de origen lácteo, media en las vegetales y me-
lopatía son parecidas a las de la HTP y se tratan a nor en las cárnicas. El grado de aceptación de las
continuación. En la alimentación del enfermo con dietas con proteínas vegetales varía según sean los
hipertensión portal es especialmente importante hábitos alimentarios. En las zonas desarrolladas se
tener en cuenta la presencia de varices esofágicas. pueden alcanzar ingestas de hasta 40 g/día sin pro-
Estas tumoraciones vasculares submucosas entra- ducir saciedad precoz, flatulencia, distensión o dia-
ñan el grave riesgo de ruptura, por lo que se han rrea, siempre que no tengan restricción de sal, que
de adoptar precauciones. No se deben adminis- las haría poco apetitosas. Es importante ingerir la
trar alimentos ricos en semillas o fibras, que pue- mayor cantidad de dieta con proteína de origen ve-
den erosionar mecánicamente la mucosa esofági- getal, ya que por su alto contenido en fibra mejora
ca, así como también aquellos alimentos irritantes la función colónica, disminuye el tiempo de tránsito
o muy calientes. Si existiese reflujo gastroesofági- y aumenta el pH luminal y la excreción de amonio.
co, con pirosis y ardor posprandial, conviene adop- Además, las concentraciones plasmáticas de argi-
tar de inmediato las medidas dietéticas oportunas nina y citrulina aumentan, favoreciendo la renova-
para evitar los peligrosos efectos de la posible eso- ción del amonio.

952
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

El uso de suplementos enriquecidos con ami- oral o parenteral deben utilizarse en todos los pa-
noácidos de cadena ramificada por vía oral, ente- cientes, principalmente en los cirróticos descom-
ral o intravenosa, para el tratamiento de la ence- pensados y desnutridos, en pacientes con encefa-
falopatía, continúa siendo controvertido. En los lopatía hepática y en aquéllos con intolerancia a
pacientes con hepatopatía crónica, las concen- las dietas proteicas.
traciones plasmáticas de aminoácidos aromáti-
cos suelen ser altas, mientras que los aminoáci-
dos de cadena ramificada están reducidos. Los 10.3. Tratamiento nutricional de
aminoácidos aromáticos sirven como precurso- las enfermedades que afectan a la
res de los neurotransmisores fisiológicos y com- formación y secreción de la bilis
piten por los canales a través de la barrera he-
matoencefálica con otros aminoácidos neutros, 10.3.1. Colestasis
incluyendo los aminoácidos de cadena ramifica-
da. Un aumento en las concentraciones de ami- La intensidad de la colestasis y su duración de-
noácidos aromáticos libres en el cerebro puede terminan la gravedad de las alteraciones de la nu-
provocar un desequilibrio de neurotransmiso- trición. El intestino puede absorber cantidades
res. Por tanto, corrigiendo el perfil aminoacídi- importantes de grasa incluso cuando la concentra-
co del plasma puede restablecerse el equilibrio ción de ácidos biliares es baja y la fase micelar dis-
normal. minuye. Por tanto, en la colestasis de corta dura-
En el tratamiento de la encefalopatía hepática, ción, de haber esteatorrea, ésta no es intensa, pero
se obtuvieron inicialmente resultados esperanza- sí se afecta la absorción de vitaminas liposolubles.
dores en diversos estudios en los que se usaron Si la colestasis es fácil de corregir, no hay necesidad
soluciones ricas en aminoácidos de cadena rami- de tomar medidas dietéticas especiales, pero sí se
ficada. No obstante, estos estudios se realizaron deben administrar 10 mg/día de vitamina K duran-
con pocos pacientes, de diferente etiología y en te los tres días anteriores a la operación.
distintos estadios, con soluciones de aminoáci- Distinta es la situación en las colestasis prolon-
dos variables y, además, no hubo acuerdo sobre gadas, secundarias a cirrosis biliar primaria, colangi-
la necesidad de utilizar suplementos de lactulo- tis esclerosante o atresia biliar. Dependiendo de la
sa y/o neomicina. A pesar de todas estas limita- tolerancia de los pacientes a la grasa se debe com-
ciones, estos estudios sugieren que el uso de su- binar ésta con hidratos de carbono para mante-
plementos de aminoácidos de cadena ramificada ner la ingesta de calorías, pero siempre teniendo
por vía intravenosa podría ser eficaz para tratar en cuenta que la palatabilidad de los alimentos no
la encefalopatía hepática persistente y para preve- los haga poco atractivos. Dado que la absorción de
nir los episodios recidivantes de encefalopatía en calcio está favorecida por algunas grasas (MCT), se
los pacientes con hepatopatía crónica. En la última puede plantear la necesidad de administrar suple-
década, se han efectuado estudios clínicos alea- mentos de calcio. Si las concentraciones plasmáti-
torizados y controlados sobre este tipo de trata- cas de vitamina A, D y E y la tasa de protrombina
miento por vía oral. Muchas de las críticas efec- se alteran o hay signos de avitaminosis, hay que dar
tuadas a los estudios intravenosos son aplicables suplementos orales o intramusculares, en el caso
también a estos últimos. Así, con pocas excepcio- de que la absorción grasa esté claramente dismi-
nes, el número de pacientes tratados en los diver- nuida, cuya dosificación dependerá de la gravedad
sos estudios es pequeño y los periodos de trata- del déficit y de la respuesta del paciente al trata-
miento son cortos. Además, se mantienen amplias miento. Las dosis orales diarias recomendadas para
variaciones en cuanto al grado de la encefalopa- las vitaminas A, D, E y K son 7,5 mg, 10-100 μg, 70-
tía en el momento de la inclusión en el estudio y 280 mg/kg y 10 mg, respectivamente. Alternativa-
también en cuanto a las dietas de ensayo y con- mente, si la absorción grasa está muy reducida, se
trol empleadas. No se pueden sacar conclusiones darán intramuscularmente 30 mg tres veces al mes,
definitivas de estos estudios, pero hasta que no se 2,5 mg al mes, 2 mg/kg/día y 10 mg mensualmente,
disponga de datos más concluyentes, los aminoá- respectivamente. La administración se modificará o
cidos de cadena ramificada administrados por vía se suprimirá dependiendo de la respuesta.

953
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

Tabla 15. DISEÑO DE ASISTENCIA NUTRICIONAL PARA EL TRASPLANTE HEPÁTICO

Dos primeros meses


Pretrasplante Primer año postrasplante
postrasplante

Alta cantidad de calorías


Calorías moderadas Mantenimiento del peso
Energía (> del 20% del gasto
(basal + 15-30%) (basal + 10-20%)
energético basal)

Proteína moderada Alto contenido de proteína


Proteínas Proteína moderada
(1-1,5 g/kg/día) (1,2-1,75 g/kg/día)

20-30% de calorías, Baja grasa


Grasas Según se requieran
no de proteínas (≤ 30% de calorías)

Hidratos 70% de calorías, Reducción de hidratos


Alto contenido
de carbono no de proteínas de carbono simples

2-4 g/día 2-4 g/día 2-4 g/día


Sodio
(según indicación) (según indicación) (según indicación)

Líquidos Restringir a 1,0-1,5 l/día Según se requiera Según se requiera

Calcio 800-1.200 mg/día 800-1.200 mg/día 1.200-1.500 mg/día


• Suplemento diario para • Suplemento diario para • Suplemento diario para
cumplir recomendaciones cumplir recomendaciones cumplir recomendaciones
Vitaminas
• Vitaminas hidrosolubles • Vitaminas hidrosolubles
Minerales
y liposolubles adicionales y liposolubles adicionales
según indicación según indicación

10.3.2. Enfermedades de las vías No hay un tratamiento alimentario específico pa-


biliares y la vesícula ra prevenir la colelitiasis en individuos susceptibles.
Los factores relacionados con la nutrición son obe-
Desde el punto de vista dietético, existen dos sidad y ayuno estricto, y éstos se corregirán cuan-
actitudes polares ante la existencia de estos tras- do sea posible.
tornos: el administrar alimentos que estimulen la En la colecistitis aguda, se suspenden los alimen-
contracción y vaciamiento de la vesícula o colocar tos por vía oral. La nutrición parenteral está indi-
a este órgano en reposo con dietas poco estimu- cada cuando hay desnutrición y se prevé que el
lantes. Estas últimas se usan en todos aquellos ca- paciente no ingiera nada por vía oral durante un
sos de dispepsia hipertónica, en las inflamaciones periodo prolongado. Cuando se reanuda la alimen-
agudas y subagudas, en las litiasis con dolor, así co- tación, se recomienda una dieta baja en grasas pa-
mo en el bloqueo del flujo biliar. La dieta estimulan- ra disminuir la estimulación de la vesícula biliar. Se
te se indicará más bien en el caso de la llamada dis- podrá dar una fórmula hidrolizada baja en grasas o
pepsia hipotónica, tratando de lograr un buen flujo una dieta oral que consiste en 30-45 g de grasa por
biliar tras un vaciamiento vesicular. día. Los estudios no han logrado demostrar una re-

954
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

lación entre el colesterol de los alimentos y la for- radas. Para evitar la hipoglucemia se necesita un
mación de cálculos biliares. soporte continuo de glucosa (suero glucosado al
Los trastornos crónicos requieren de una die- 10-20% intravenoso) en un volumen suficiente
ta baja en grasas de forma que ésta aporte del 25 al para proporcionar 150-200 g durante 24 horas.
30% del total de la energía. No es conveniente una li- Además, deberían administrarse unas 30 kcal/kg/
mitación más estricta, porque la grasa en el intestino día de energía no proteica, preferiblemente por
es importante para proporcionar cierta estimulación vía enteral, junto con 1,2 g/kg/día de proteínas. La
y drenaje del sistema biliar. El grado de intolerancia a desnutrición es frecuente en la enfermedad he-
los alimentos es muy variable en los individuos con pática crónica y, aunque no es una contraindica-
trastornos de la vesícula biliar, pero muchos se que- ción para el trasplante, sí puede actuar negativa-
jan de alimentos que producen flatulencia y meteo- mente. Se recomienda una ingesta de energía no
rismo, que deberán ser eliminados. Después de la re- proteica de unas 40 kcal/kg/día y una ingesta pro-
sección quirúrgica de la vesícula biliar los alimentos teica de 1,5 g/kg/día. Los nutrientes deberían ad-
por vía oral suelen reanudarse una vez que se resta- ministrarse por vía oral o enteral, preferiblemen-
blecen los ruidos intestinales y el paciente tolere la te en forma de cuatro a siete pequeñas comidas
eliminación de la sonda nasogástrica. repartidas a lo largo del día. Además, se deben
controlar la glucemia y los niveles de vitaminas
y minerales. Los pacientes que están adecuada-
10.4. Tratamiento nutricional mente nutridos toleran el postoperatorio mejor.
en la resección hepática y el Tanto la nutrición enteral como la parenteral son
trasplante eficaces y seguras, aunque la vía enteral prepara
antes para la ingesta oral y tiene una menor inci-
La resección hepática es en la actualidad relativa- dencia de íleo postoperatorio. Se puede colocar
mente común gracias a que se pueden localizar con una sonda nasoyeyunal peroperatoria y la comida
precisión las áreas afectadas. Las necesidades de pro- puede administrarse en unas 12 horas.
teína y energía aumentan tras la resección hepática y Durante la fase postrasplante, se ajustan los re-
además son necesarios aportes adicionales para pro- querimientos de nutrientes para evitar o paliar los
mover la regeneración de los hepatocitos. En este problemas de obesidad, hiperlipidemia, hipertensión,
sentido, la nutrición enteral tiene la ventaja de favore- diabetes mellitus y osteopenia. Las anomalías meta-
cer la llegada de factores hepatotróficos vía porta. bólicas previas a la intervención suelen corregirse en
El trasplante hepático se ha convertido en un un plazo de semanas o meses tras el trasplante. No
tratamiento habitual para la hepatopatía en eta- obstante, la normalidad proteica puede tardar un año
pa terminal. La desnutrición no es común en los en alcanzarse, y para que mejore la descalcificación
trasplantados por insuficiencia hepática fulminan- ósea puede incluso transcurrir más tiempo. Una die-
te, aunque la administración de un soporte nutri- ta rica en proteínas, suplementos de calcio, el uso de
cional previo mejora la cicatrización, previene la estrógenos sustitutivos en las mujeres posmenopáu-
infección, proporciona energía para la recupera- sicas, el ejercicio y el abandono de los esteroides pue-
ción y restituye las reservas orgánicas depaupe- den acelerar la recuperación (Tabla 15).

955
Capítulo 4.31. Nutrición en las enfermedades hepatobiliares

11. Resumen
 El hígado está situado morfológicamente entre el tión inadecuada, una digestión anormal, una ab-
digestivo y el resto del cuerpo, por lo que puede sorción deficiente y la alteración de la función
cumplir su función de órgano de regulación y metabólica del órgano dañado.
distribución de las sustancias que se absorben
en el proceso digestivo. Sus múltiples funciones  En el Capítulo se revisa de manera genérica el
son fundamentalmente de dos tipos: metabólicas estado nutricional de los hepatópatas para cada
y excretoras. Por tanto, las situaciones que lo uno de los grandes grupos de componentes de
afectan pueden generar cuadros de desnutrición la dieta normal: energía, hidratos de carbono,
o modificaciones en los niveles de sustancias po- proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Por
tencialmente tóxicas. último, se exponen los aspectos específicos de
tratamiento nutricional en las diferentes enfer-
 Hay una gran variedad de trastornos hepáticos medades en las que se han establecido.
de etiología muy diversa: virus, tóxicos, enfer-
medades inmunes, trastornos metabólicos o is-
quémicos. Las enfermedades hepáticas pueden
ser agudas o crónicas, hereditarias o adquiridas,
y de manera esquemática se dividen en dos
grandes bloques: las que afectan hepático y las
que alteran la formación de la bilis.

 En este Capítulo se revisan brevemente las más


características de ambos bloques.

 Por último se describen las alteraciones hepá-


ticas secundarias en una alimentación inade-
cuada, los métodos quirúrgicos utilizados para
tratar la obesidad y las rutas no fisiológicas de
administración de nutrientes o suplementos
dietéticos.

 Dada la enorme reserva funcional del hígado,


para analizar su estado hay que recurrir a una
serie de pruebas analíticas que junto con otras
técnicas completan la exploración y ayudan a
establecer un diagnóstico.

 Los pacientes con enfermedades hepatobiliares


requieren consejos dietéticos y soporte nutri-
cional. Para establecer el tratamiento nutricional
adecuado hay que valorar el estado nutricional de
manera previa al tratamiento y seguir evaluando
el mismo durante su aplicación.

 La desnutrición moderada o grave es frecuente


en los pacientes con hepatopatía avanzada, lo
que es muy importante ya que este estado es
decisivo en la patogenia de la lesión hepática y
ensombrece el pronóstico.

 Hay muchos factores que se combinan en el


desarrollo de la desnutrición como una inges-

956
A. Esteller Pérez | J. González Gallego

12. Bibliografía
Angelico M, Della Guardia P. Review article: hepatobiliary
complications associated with total parenteral nutrition.
Aliment Pharmacol Ther 2000; 14 (2): 54-7.
Excelente revisión de las complicaciones que tiene la nutrición
parenteral en las enfermedades hepatobiliares.

Arroyo V, Bosch J, Bruix J, Ginés P, Navasa M, Rodés J.


Therapy in hepatology. Medicina STM Editores SL, 2001.
Monografía especializada en la que se exponen las estrategias
terapéuticas más recientes en el tratamiento de las enferme-
dades hepáticas. Los mecanismos etiopatogénicos y fisiopato-
lógicos de la encefalopatía, la hipertensión portal y la ascitis
están revisados con profundidad.
Tratado completo de nutrición y dietoterapia, y muy reco-
mendable como libro de consulta para los especialistas de
ASPEN Board of Directors and The Clinical Guidelines Task
este campo. El capítulo 32 se ha utilizado para la elaboración
Force. Liver disease. Guidelines for the use of parenteral
and enteral nutrition in adult and pediatric patients. JPEN de este Capítulo.
2002, 26 (Suppl 1): 65SA-7SA.
Documento de consenso de la Sociedad Americana de Nu- Rodés J, Benhamou JP, Bircher J, McIntyre N, Rizzetto, M.
trición Parenteral y Enteral (ASPEN) en el que se establecen Tratado de hepatología clínica, 2ª ed. Masson, 2001.
las guías para el uso de nutrición parenteral y enteral en las Tratado exhaustivo y actualizado de hepatología. El capítulo
enfermedades hepáticas. 29.2 es la revisión más completa y profunda de tratamiento
nutricional de las enfermedades hepatobiliares. Del mismo se
Esteller A, Cordero M. Fundamentos de fisiopatología, ha tomado la estructura básica para el presente Capítulo.
2ª reimp. McGraw-Hill Interamericana, 2000.
Libro en el que se revisan los conceptos básicos de la patología Rolandelli RH. Clinical nutrition: parenteral nutrition, 3rd ed.
general, con especial énfasis en los mecanismos etiopatogéni- WB Saunders Company, 2001.
cos y fisiopatológicos. Se han utilizado especialmente los capí- Tratado imprescindible para comprender la evolución y apli-
tulos 20, 21, 22 y 23. caciones de la nutrición parenteral.

Garrow JS, James WPT, Ralph A. Human nutrition and Sherlock S, Dooley J. Enfermedades del hígado y de las vías
dietetics, 10 th ed. Churchill Livingstone. biliares, 9ª ed. Marban, 1996.
Tratado completo y clásico de nutrición y dietoterapia, y muy Libro clásico e imprescindible para el estudio de las en-
recomendable como libro de consulta para los especialistas fermedades hepatobiliares. El capítulo 2, “Evaluación de la
de este campo. Los capítulos 36 y 49 se han utilizado para la función hepática”, completa y amplía lo desarrollado en este
elaboración de este Capítulo. Capítulo.

Teran JC, McCullough AJ. Nutrition in liver disease.


Lieber CS. Alcohol: its metabolism and interaction with
En: Gottschlinch MM (ed.). The Science and Practice of
nutrients. Annu Rev Nutr 2000; 20: 395-430. Nutrition Support. A Case-Based Core Curriculum. ASPEN.
Una excelente revisión de las implicaciones del catabolismo Kendall/Hunt Publishing Company. Iowa, 2001: 537-47.
del etanol en diferentes rutas metabólicas y en la etiopatoge- Excelente capítulo en el que se revisan todos los aspectos
nia de diversas patologías digestivas y metabólicas. de la nutrición en las enfermedades hepáticas. En concreto,
describe modificaciones sustanciales en el tratamiento de la
Mahan LK, Escott-Stump S. Nutrición y dietoterapia de cirrosis respecto a otras publicaciones de consenso anterio-
KRAUSE, 10ª ed. McGraw-Hill, 2000. res, como, por ejemplo, las de la ESPEN de 1997.

13. Enlaces web


 www.liver.org  www.utmem.edu
 www.niaa.nih.gov  www.sim.org.tw
 www.pnas.org  info.med.yale.edu/intmed/digdis
 www.research.unimelb.edu  calder.med.miami.edu

957
4.32. Nutrición en las enfermedades
del páncreas exocrino

Ceferino Martínez Faedo Pilar Gómez Enterría


Lucía Laborda González
Capítulo 4.32.

Nutrición en las enfermedades del páncreas


exocrino

1. Introducción

2. Anatomía

3. Fisiología

4. Métodos exploratorios del páncreas exocrino


4.1. De laboratorio
4.2. De imagen

5. Pancreatitis aguda
5.1. Etiología
5.2. Epidemiología
5.3. Fisiopatología
5.4. Clínica
5.5. Diagnóstico
5.6. Valoración de la gravedad
5.7. Consecuencias metabólicas
5.8. Objetivos terapéuticos
5.9. Soporte nutricional
5.9.1. Indicación
5.9.2. Elección del tipo de soporte nutricional
5.9.3. Recomendaciones
5.9.4. Reanudación de la vía oral
5.10. Tratamiento para evitar nuevos episodios

6. Pancreatitis crónica
6.1. Etiología
6.2. Epidemiología
6.3. Fisiopatología
6.4. Clínica
6.5. Diagnóstico
6.6. Repercusión nutricional
6.7. Tratamiento nutricional
6.8. Tratamiento con enzimas pancreáticas
7. Fibrosis quística
7.1. Fisiopatología
7.2. Clínica
7.3. Diagnóstico
7.4. Afectación del estado nutricional
7.4.1. Desnutrición energética
7.4.2. Desnutrición proteica
7.4.3. Déficit de ácidos grasos esenciales
7.4.4. Déficit vitamínico
7.4.5. Minerales y electrólitos
7.5. Valoración nutricional
7.6. Tratamiento nutricional
7.6.1. Dieta
7.6.2. Suplementos energético-proteicos
7.6.3. Nutrición enteral
7.6.4. Suplementos de micronutrientes
7.6.5. Otros suplementos
7.7. Suplementación enzimática

8. Resumen

9. Bibliografía

10. Enlaces web

Objetivos
n Revisar la anatomía y los mecanismos de regulación fisiológica de la secreción exocrina del páncreas.
n Identificar los factores genéticos y ambientales que pueden influir en la aparición de una inflamación aguda o
crónica del páncreas.
n Distinguir aquellos procesos inflamatorios agudos del páncreas que revisten gravedad y precisarán soporte
nutricional.
n Planificar un adecuado soporte nutricional en pacientes con pancreatitis aguda, con una correcta elección de la
vía de acceso (enteral, parenteral), características de los nutrientes, etc.
n Conocer y utilizar las medidas más oportunas para evaluar el estado nutricional de los pacientes con pancrea-
titis crónica y diseñar un planteamiento dietético adecuado a sus necesidades.
n Realizar el seguimiento apropiado de los pacientes con fibrosis quística, evaluando la situación nutricional para
poder aplicar el tipo de soporte nutricional preciso en cada situación.
n Conocer las características de los diferentes preparados con enzimas pancreáticas disponibles en el mercado
y su posible uso en las distintas patologías del páncreas exocrino.
1. Introducción

P
or su doble función secretora, tanto de enzimas como de hormonas, el pán-
creas es un órgano clave en la regulación de la absorción y metabolismo de
los nutrientes de la dieta. Por ese mismo motivo, cualquier proceso que afecte
bien a la secreción exocrina enzimática, bien a la secreción endocrina hormonal,
producirá una serie de alteraciones en el estado nutricional que, dependiendo de la
causa que lo produzca y del grado de afectación de la glándula, tendrá unas reper-
cusiones clínicas de distinta envergadura.
En este Capítulo se tratan exclusivamente aquellas patologías que afectan prefe-
rentemente la función exocrina del páncreas, sin olvidar que, en muchas de estas
situaciones, la función endocrina puede también verse comprometida en mayor
o menor medida, aspecto que deberá tenerse en cuenta a la hora de planificar la
intervención nutricional correspondiente.
Para facilitar la comprensión de la fisiopatología de los distintos procesos que
pueden afectar la función del páncreas exocrino, su repercusión en el estado nu-
tricional y la elección de las distintas técnicas de soporte nutricional en cada caso,
resulta de utilidad realizar una revisión de las características anatómicas y funcio-
nales de la glándula y de los métodos diagnósticos disponibles en la actualidad.

963
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

funde con el ventral, pero hay varian-


tes anatómicas en las que drena direc-
tamente en el duodeno.
El páncreas endocrino consiste en
acúmulos de células que configuran
los llamados “islotes de Langerhans”,
que se encuentran diseminados entre
los lóbulos del tejido acinar. Estos is-
lotes representan el 2% del páncreas
adulto y secretan insulina (células β,
las más abundantes), glucagón, poli-
péptido pancreático y somatostatina
(Figura 1).
El páncreas tiene una vascularización
muy importante a través de las arterias
mesentérica superior y celiaca; el sistema
venoso es tributario de la vena porta.
La inervación es doble: parasimpá-
tica a través de ramas eferentes del
Figura 1. Aspecto histológico del tejido pancreático normal. Cortesía de núcleo vagal dorsal, y simpática me-
la Dra. Menéndez. Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Universitario diante los nervios esplácnicos. La es-
Central de Asturias (HUCA). timulación del vago produce aumento
de la secreción pancreática, mientras
que la del simpático produciría el
2. Anatomía efecto contrario al disminuir el flujo sanguíneo
de la glándula.
El páncreas es una víscera retroperitoneal situa-
da en posición transversal en la parte superior de
la cavidad abdominal, entre el marco duodenal y el
bazo, con una longitud variable de 15 a 20 cm y un 3. Fisiología
peso de 85-90 gramos. Se pueden distinguir tres
partes en esta glándula: la cabeza -vecina al duode- Diariamente el páncreas produce entre 1 y 2,5
no-, el cuerpo, y la cola. litros de secreciones isotónicas ricas en bicarbona-
El páncreas exocrino consiste en un tejido com- to, electrólitos y enzimas digestivas. Si bien el ma-
puesto por células de forma piramidal o células aci- yor estímulo para la secreción de jugo pancreático
nares que se agrupan formando la unidad funcional es la ingesta de comida, es conveniente recordar
que es el acino pancrático y que drena en su co- que en las fases interdigestivas la producción de
rrespondiente canalículo. A su vez, los canalículos enzimas y de bicarbonato no está completamente
de cada acino pancreático drenan en los llamados suprimida (ver Capítulo 1.8).
canalículos interlobulares que, finalmente, desem- El volumen y la composición del jugo pancreá-
bocan en el sistema pancreático ductal principal. tico dependen en gran medida de la cantidad y ti-
Las células acinares constituyen el 80% del pán- po de nutrientes presentes en la ingesta, siendo
creas adulto (ver Capítulo 1.8). las grasas y algunos aminoácidos (como la fenila-
El conducto dorsal o de Santorini recoge las lanina, el triptófano y la valina) los que más esti-
secreciones pancreáticas de la cola y del cuerpo, mulan la secreción, mientras que los hidratos de
mientras que las que se originan en la cabeza del carbono tienen una acción mucho menos poten-
páncreas se transportan por el conducto ventral o te. Influye también el lugar de perfusión de los nu-
de Wirsung, que, tras unirse con la vía biliar común trientes, de tal modo que, cuanto más distal se
(el colédoco), se vacía en el duodeno por la ampo- realice en el intestino delgado, menor es el efec-
lla de Vater. Habitualmente el conducto dorsal se to estimulador.

964
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

La secreción enzimática tiene lugar en la célula Tabla 1. COMPOSICIÓN DEL JUGO


acinar, donde se sintetizan fundamentalmente enzi- PANCREÁTICO
mas glucolíticas, lipolíticas y proteolíticas, de las que
las últimas representan el 80% del total. Dado que Fracción hidroelectrolítica
potencialmente pueden digerir la glándula, la mayo- • Agua
ría de estas enzimas se secretan en la célula acinar • Iones monovalentes
en su forma inactiva, almacenándose como gránu- - Bicarbonato, sodio, potasio, cloro
los de zimógeno. Como mecanismo adicional para • Otros
evitar la autodigestión del páncreas, es de destacar - Calcio, magnesio, fosfato
la presencia de un inhibidor de la tripsina, tanto en Fracción enzimática
el páncreas como en el jugo pancreático, que forma • Enzimas lipolíticas
un complejo estable con la enzima (Tabla 1). - Lipasa
- Profosfolipasa A2
La producción diaria de enzimas es claramente - Carboxiesterasa
superior a las necesidades mínimas para conseguir • Enzimas glucolíticas
una correcta hidrólisis de los macronutrientes en - α-amilasa
el intestino, por lo que hasta que la capacidad fun- • Enzimas proteolíticas
cional del páncreas no llega a ser inferior al 10% de - Endopeptidasas
la habitual no suelen aparecer signos de maldiges- i. Tripsinógeno (1, 2 y 3)
tión y sus consecuencias clínicas. ii. Quimotripsinógeno (A y B)
La función de los canalículos es secretar una so- iii. Proelastasa (1, 2A y 2B)
lución rica en bicarbonato que facilita el transpor- iv. Proproteasa E
v. Procalicreína
te de la secreción acinar enzimática hasta la luz del
- Exopeptidasas
duodeno, en donde, por acción de la enterokinasa i. Procarboxipeptidasa A (1, 2 y 3)
del borde en cepillo de la mucosa, el tripsinógeno ii. Procarboxipeptidasa B (1 y 2)
se hidroliza a tripsina y ésta, a su vez, es la respon- • Nucleasas
sable de la activación del resto de las enzimas en la - Ribonucleasa
luz intestinal. La presencia de bicarbonato en la luz - Desoxirribonucleasa
duodenal es fundamental para contrarrestar el pH • Otras
ácido del quimo procedente del estómago y permi- - Procolipasa
tir así la acción de las enzimas pancreáticas. - Inhibidor de la tripsina
Como ya se ha comentado, el mayor estímulo de
la secreción pancreática es la ingesta de nutrientes
a través de un doble mecanismo, hormonal y ner-
vioso. Clásicamente se distinguen tres fases secre- jos vagovagales enteropancreáticos. El pH ácido
toras, si bien no existe una clara separación entre del quimo en el duodeno estimula la producción
ellas: “cefálica”, “gástrica” e “intestinal”. de secretina por parte de las células del intestino
Fase cefálica. Se desencadena por estímulos delgado, y esta hormona actúa sobre los canalícu-
sensoriales (olor, visión de la comida, sabor) y está los pancreáticos, que incrementan su producción
regulada por el vago, que estimula la secreción en- de agua y bicarbonato.
zimática de las células acinares tanto directa como Por otro lado, la presencia en la luz intestinal de
indirectamente a través de la secreción de gastrina. productos intermedios de la digestión gástrica de
Fase gástrica. La distensión que se produce al las grasas (especialmente, ácidos grasos saturados
llegar el bolo alimentario al estómago produce una y de más de 8 carbonos) y de proteínas estimula-
estimulación, mediada también directamente por el ría la secreción, por parte de las células endocri-
vago e indirectamente por la producción de gastri- nas intestinales, de colecistoquinina (CCK), que es
na en el antro gástrico. el agente que mayor efecto tiene sobre la produc-
Fase intestinal. Es la que tiene un efecto ción enzimática del páncreas.
más potente sobre la secreción pancreática, y se Tanto la acción de la secretina como la de la CCK
inicia con el paso del quimo gástrico a la luz duo- tendrían lugar fundamentalmente por vía paracrina,
denal; está regulada hormonalmente y por refle- y no endocrina como se pensaba anteriormente.

965
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

4. Métodos exploratorios
del páncreas exocrino
4.1. De laboratorio
La determinación de los niveles de enzimas
pancreáticas en suero es, junto con la realización
de pruebas de imagen, fundamental para confir-
mar el diagnóstico de pancreatitis aguda. Tanto
la determinación de la amilasa total como la de
la lipasa, ambas en suero, son de fácil realización
de modo rutinario; en cambio, las técnicas utili-
zadas para medir los niveles de tripsina y de elas-
tasa pancreáticas son más laboriosas y más cos-
tosas, sin que parezca que aumenten la precisión Figura 2. Aspecto de un páncreas normal en la TAC. Cor-
diagnóstica. tesía del Dr. Luyando. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital
La medición, en sangre o en orina, del péptido ac- Universitario Central de Asturias (HUCA).
tivador del tripsinógeno (generado por la activación
patológica del tripsinógeno intrapancreático) parece
tener valor pronóstico en cuanto a gravedad. Últimamente se está utilizando la prueba del
Respecto a la pancreatitis crónica, no existen pancreolaurilo modificada, que consiste en la de-
marcadores séricos para confirmar el diagnóstico terminación en suero de fluoresceína tras admi-
ya que, aunque los valores bajos de enzimas pan- nistración intravenosa de secretina y metoclopra-
creáticas son específicos de los casos graves, la de- mida y una comida de prueba con 20 g de grasa
terminación de niveles normales e incluso elevados y administración de dilaurato de fluoresceína por
no excluye la enfermedad. vía oral.
Para valorar la reserva funcional exocrina del Por último, la prueba del aliento, que determi-
páncreas existen dos tipos de pruebas: las direc- na la concentración de carbono radio-marcado en
tas, que requieren la intubación duodenal para re- el aire espirado después de una comida de prueba
cogida del jugo pancreático tras estimulación con con triglicéridos marcados, parece un método sen-
secretina y CCK o ceruleína por vía intravenosa, y cillo y rápido de valoración de la función pancreá-
las pruebas indirectas. tica, con la ventaja de no ser invasivo.
Aunque las primeras tienen una sensibilidad y
especificidad mayores, dado que son técnicas cos-
tosas y complejas, su utilización queda limitada a 4.2. De imagen
centros especializados.
Entre las pruebas indirectas, las más utilizadas En la actualidad los avances tecnológicos per-
son la determinación de la actividad fecal de tripsi- miten la utilización de diversas técnicas de ima-
na y de quimotripsina y, sobre todo, puesto que no gen con finalidad no sólo diagnóstica sino también
requiere la suspensión de la administración oral de terapéutica.
enzimas pancreáticas, la determinación, también en Así, la ecografía simple, la tomografía computa-
heces, de elastasa. rizada (TC) helicoidal y la resonancia magnética
La prueba de Van de Kamer sigue considerándose (RM) por un lado y, por otro, las técnicas más inva-
la más sensible para la cuantificación de la esteato- sivas como la colangiopancreatografía retrógrada
rrea, si bien es una técnica engorrosa ya que preci- endoscópica (CPRE) o la ecografía endoscópica,
sa la recogida de heces durante 72 horas tras la rea- han supuesto un gran avance para identificar los di-
lización de una comida con 80-100 g de grasa al día ferentes procesos patológicos que pueden afectar
durante 5 días. Hay que recordar que no es específi- al páncreas y para resolver, sin necesidad de cirugía
ca de la función pancreática, ya que la malabsorción abierta, el drenaje de colecciones peripancreáticas
grasa puede aparecer en patología no pancreática. secundarias a pancreatitis aguda (Figura 2).

966
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

5. Pancreatitis aguda canismos sugeridos para el desarrollo de pancrea-


titis se basan en la existencia de una sobreestimu-
La pancreatitis aguda (PA) se define como un lación o aumento de sensibilización de los acinos
proceso inflamatorio agudo del páncreas que cursa a la CCK.
con distinto grado de afectación tanto de la glán- Otras causas posibles, pero mucho menos fre-
dula como de los tejidos vecinos y de otros órga- cuentes, de PA son la hiperlipidemia, generalmente
nos distantes y que, en los casos más graves, puede asociada a triglicéridos plasmáticos muy elevados
condicionar un fallo sistémico multiorgánico. (> 800 mg/dl), el hiperparatiroidismo y otras enfer-
En el 75-80% de los casos la alteración orgáni- medades que condicionan hipercalcemia, anomalías
ca es leve y la PA cursa sin complicaciones, con re- estructurales de las vías excretoras pancreáticas y
cuperación funcional completa de la glándula en un biliares, la realización de una CPRE, causas infeccio-
corto periodo de tiempo. En los restantes casos las sas (VIH), traumatismos abdominales o por fin fár-
complicaciones, locales y/o a distancia, condicionan macos, tales como algunos antiinflamatorios, inmu-
una evolución más tórpida y prolongada, alcanzan- nosupresores o antimicrobianos.
do una mortalidad que, según las series, puede su- Por último, existe cerca de un 10% de casos en
perar el 10%. los que no se llega a descubrir la causa desencade-
nante, etiquetándose entonces el cuadro como PA
idiopática. Es importante llegar al diagnóstico etio-
5.1. Etiología lógico, ya que al corregir la causa se evitarán episo-
dios recurrentes.
Cerca de las tres cuartas partes de las PA están
relacionadas con procesos obstructivos del con-
ducto pancreático y de la vía biliar y con el consu- 5.2. Epidemiología
mo de alcohol.
En España, la causa más frecuente, sobre todo en Los diversos estudios realizados en distintas
mujeres de edades comprendidas entre los 50 y los poblaciones muestran una incidencia muy dis-
60 años, es la litiasis biliar, que puede ser difícil par, que varía entre 5,4 y 79,8 casos por 100.000
de identificar si existe tan sólo microlitiasis o ba- habitantes/año. Parece existir una tendencia al au-
rro biliar. En este sentido, es importante recordar mento en el diagnóstico de estos procesos en los
que varios estudios han confirmado que hasta un últimos años, en probable relación con el mayor
50 e incluso hasta un 73% de los pacientes etique- consumo de etanol o, también, con un mejor pro-
tados inicialmente como portadores de pancreati- ceso de diagnóstico y codificación.
tis aguda idiopática presentaban en realidad micro- Como ya se ha comentado, la mayoría de los pa-
litiasis biliar. cientes presentan pancreatitis leves y la enferme-
El mecanismo sugerido para la aparición de la PA dad se resuelve generalmente sin complicaciones.
es la obstrucción, producida por microcálculos y No obstante, de un 20 a un 30% de los pacientes
barro biliar, de los conductos pancreáticos con ac- desarrollarán necrosis pancreática, y un 25% su-
tivación posterior en el interior de los mismos de frirán complicaciones graves. La mortalidad glo-
las enzimas digestivas. bal ronda el 10%, y es mayor en pacientes ancia-
La segunda causa en orden de frecuencia es el nos y obesos.
consumo de etanol, con predominio en este ca-
so en el sexo masculino. No está aclarada la forma
por la que se produce la inflamación, que podría 5.3. Fisiopatología
estar en relación con una alteración del metabo-
lismo lipídico intracelular que, a su vez, conduci- Se desconoce el mecanismo íntimo que inicia el
ría a una degeneración grasa de las células acina- proceso inflamatorio en el interior de la glándu-
res y fibrosis pancreática. En estas circunstancias, la, atribuyéndose en principio a una activación pre-
los microcálculos de origen biliar, que en condicio- matura de las proenzimas digestivas sintetizadas en
nes normales no ocasionarían problemas, pueden los acinos pancreáticos, dando lugar a un proceso
desencadenar el proceso inflamatorio. Otros me- de autodigestión del páncreas.

967
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

La toxicidad y las complicaciones están produci- Teniendo en cuenta las posibles elevaciones de
das por la extravasación de las enzimas y sustancias amilasa sérica en enfermedades extrapancreáticas
vasoactivas en el retroperitoneo y en la cavidad pe- (de las glándulas salivares o de las vías biliares, en-
ritoneal, con la formación de un tercer espacio que tre otras), la lipasa podría aportar más especifici-
conlleva una hipovolemia con afectación hemodi- dad, pero en la práctica clínica no se aprecian dife-
námica. El paso de las sustancias tóxicas a la circu- rencias relevantes.
lación sistémica, por vía venosa y linfática, favorece Por otro lado, es importante recordar que los ni-
el desarrollo del fracaso multiorgánico que puede veles de lipasa, de tripsina inmunorreactiva y de elas-
aparecer en los casos graves de PA. tasa-1 permanecen elevados durante más tiempo
que los de amilasa, por lo que en determinaciones
más tardías podrían ayudar a aclarar el diagnóstico.
5.4. Clínica Entre las técnicas de imagen, la TC, de preferen-
cia con contraste, es la exploración de elección pa-
Los cuadros típicos de PA suelen cursar con do- ra el diagnóstico de confirmación, además de servir
lor epigástrico intenso que tiende a irradiarse ha- de ayuda para establecer un pronóstico. La ecografía
cia la espalda y en ocasiones a los flancos, los hom- abdominal tiene menor utilidad, ya que con frecuen-
bros y la parte baja del abdomen. Se trata de un cia (en un 25% de los casos) no se puede visualizar
dolor continuo de carácter no cólico, de aparición bien el páncreas por interposición de asas intestina-
relativamente brusca e intensidad creciente, y que les con contenido gaseoso. No obstante, es el mé-
puede acompañarse de nauseas y vómitos. En oca- todo de elección para el diagnóstico de litiasis biliar
siones el dolor es moderado, e incluso puede estar (primera causa de pancreatitis en España).
ausente en un 5-10% de los casos. En ocasiones, y cuando el diagnóstico no ha po-
La fiebre puede aparecer en los primeros días dido establecerse con las anteriores, se debe recu-
de la enfermedad en relación con el proceso infla- rrir a otras técnicas más avanzadas como la CPRE,
matorio, o más tardíamente, en el contexto de las la colangiopancreatografía por resonancia magnéti-
complicaciones infecciosas que pueden surgir. ca o la ecoendoscopia.
Si se trata de una PA grave puede existir un sín-
drome de respuesta inflamatoria sistémica con
afectación hemodinámica y posible evolución a fra- 5.6. Valoración de la gravedad
caso multiorgánico. En los casos más leves el es-
tado general no suele afectarse, manteniéndose el La gravedad de la PA (y, por tanto, la morbimor-
paciente hemodinámicamente estable. talidad asociada), depende de un número elevado de
factores, especialmente del grado de afectación tanto
de la glándula como de los tejidos peripancreáticos y
5.5. Diagnóstico de los órganos a distancia. Es pues importante iden-
tificar aquellos pacientes con riesgo alto de presen-
La confirmación del diagnóstico de PA, en un pa- tar complicaciones, para intensificar la vigilancia e ini-
ciente con cuadro clínico compatible, se basa, por ciar lo más precozmente que sea posible las medidas
un lado, en la determinación de los niveles de enzi- terapéuticas oportunas, entre las cuales se cuenta la
mas pancreáticas en plasma y, por otro, en las téc- posible indicación de un soporte nutricional.
nicas de imagen. Para evaluar el pronóstico se pueden utilizar pa-
Respecto a las enzimas plasmáticas, la sensibili- rámetros clínicos, analíticos y/o radiológicos. Inte-
dad y especificidad de la amilasa y la lipasa son si- grando este tipo de datos, es posible disponer de
milares y se considera que el hallazgo de niveles sistemas multifactoriales que permiten estratificar
tres veces superiores a los normales son caracte- el riesgo de aparición de complicaciones graves.
rísticos de una PA. Ya en 1974, Ranson estableció un sistema de 11
La cuantificación de la amilasa es la prueba más variables (Tabla 2) con una valoración clínica y
utilizada debido a su disponibilidad en todos los la- analítica en el momento del ingreso y a las 48 ho-
boratorios de urgencias, a la sencillez del método ras del mismo. Una puntuación de 3 o más puntos
y a su bajo coste. predice una forma grave.

968
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

Tabla 2. CRITERIOS PRONÓSTICOS DE RANSON

Pancreatitis alcohólica
Admisión 48 horas
Edad > 45 años Descenso de hematocrito > 10%
Leucocitos > 16.000/μl Aumento del nitrógeno ureico > 5 mg/dl
Glucosa > 200 mg/dl Déficit de bases > 4 mEq/l
LDH > 350 UI/l Secuestro de líquidos > 6 l
AST > 250 UI/l Calcemia < 8 mg/dl
Pa O2 < 60 mm Hg
Pancreatitis biliar
Admisión 48 horas
Edad > 70 años Descenso de hematocrito > 10%
Leucocitos > 18.000/μl Aumento del nitrógeno ureico > 2 mg/dl
Glucosa > 220 mg/dl Déficit de bases > 5 mEq/l
LDH > 400 UI/l Secuestro de líquidos > 4 l
AST > 250 UI/l Calcemia < 8 mg/dl

Un total de 0-2 criterios predice enfermedad leve.


AST: aspartato aminotransferasa; LDH: lactato deshidrogenasa. Pa: presión arterial.

En años posteriores se procedió a aplicar los sis-


temas generales de cuantificación de gravedad utiliza-
dos para pacientes críticos. Entre todos ellos desta-
ca el Acute Physiology and Chronic Health Evaluation II
(APACHE-II), que, en la actualidad, es el sistema mul-
tifactorial más utilizado; un resultado superior a 8 se-
ría predictivo de enfermedad grave. La precisión pue-
de mejorar si se corrige con un índice de obesidad,
sumando un punto si el IMC está entre 25 y 30, y dos
puntos si es mayor de 30 kg/m2. Este método pue-
de también utilizarse a lo largo del seguimiento para
cuantificar la gravedad, al contrario de los criterios de
Ranson, que constituyen una valoración más estática.
Como ya se ha comentado, la TC es el estu- Figura 3. Pancreatitis aguda: imagen en TAC de pseudoquis-
dio de imagen de elección para visualizar el pán- te pancreático. Cortesía del Dr. Luyando. Servicio de Radiodiag-
creas. En función de las alteraciones observadas en nóstico. Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
el estudio radiológico, Balthazar propuso en el año
1990 unos criterios para evaluar la gravedad de las
pancreatitis agudas, apoyados sobre todo en la ex- tico, es preciso aplicar con anterioridad otros mé-
tensión de la necrosis pancreática y en la existen- todos distintos que permitan reconocer el nivel de
cia de colecciones líquidas (Figura 3). gravedad de forma más precoz.
La aparición de áreas de necrosis suele ser tar- Siguiendo la definición propuesta en 1992 en el
día, pudiendo aparecer hasta cuatro días después Simposio Internacional de Atlanta, una pancreatitis
del ingreso hospitalario. Por tanto, aunque la esca- aguda debe considerarse grave si presenta al me-
la de Balthazar se correlaciona bien con el pronós- nos uno de los siguientes supuestos:

969
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

• Complicaciones locales (necrosis, pseudoquis- Con objeto de disminuir la inflamación del pán-
te, absceso pancreático). creas, y dado que el mayor estímulo secretor de la
• Fallo orgánico. glándula es la ingesta oral de alimentos, la indicación
• Tres o más criterios de Ranson. de dieta absoluta es la regla. Sólo en el caso de que
• Ocho o más puntos en la escala APACHE-II. existan náuseas o vómitos importantes es necesario
Esta definición tendrá implicaciones en el ma- proceder a colocar una sonda de aspiración gástri-
nejo del proceso, haciendo necesario en los ca- ca. Las medidas generales incluyen sueroterapia con
sos calificados como graves un abordaje más aporte de fluidos suficiente para reponer las pérdi-
agresivo, generalmente en unidades de cuida- das aparentes, a las que se debe sumar el volumen
dos intensivos y, como se verá más adelante, con de líquido intrapancreático extravasado, que puede
la necesidad de instaurar un soporte nutricio- ser significativo (tercer espacio). Suele ser preciso
nal artificial. añadir al menos dos litros al cálculo de necesidades
hídricas estimado, con un control estrecho de la diu-
resis y del balance de líquidos.
5.7. Consecuencias metabólicas La analgesia es otro pilar del tratamiento; si el
dolor es leve será suficiente la administración de
La PA representa una situación de estrés simi- analgésicos convencionales, como el paracetamol
lar a la que se produce en la sepsis. Existe un es- o el metamizol, a los que se puede añadir un fár-
tado de hipermetabolismo y el catabolismo pro- maco de acción central como el tramadol. Si el do-
teico está aumentado, con elevación de los niveles lor no se controla con estas medidas, se asociará
plasmáticos de aminoácidos aromáticos y disminu- un opiáceo, preferentemente meperidina, que po-
ción de los ramificados debido a la proteólisis del dría tener menos efecto sobre la presión en el es-
músculo esquelético. Si la situación se prolonga, la fínter de Oddi. En situaciones refractarias se puede
gran pérdida de masa celular corporal puede con- plantear la colocación de un catéter epidural para
ducir a desenlaces fatales. infundir el tratamiento analgésico.
Están también elevados los niveles de cortisol y La infección de las áreas de necrosis pancreática
catecolaminas y se eleva el cociente glucagón/insu- ocurre en un porcentaje elevado de casos, y es la
lina lo que, unido a la alteración de la función de causa más frecuente de sepsis en estos pacientes.
las células β y a la resistencia periférica a la insuli- Los gérmenes habitualmente implicados son bacte-
na, explica la presencia de intolerancia a la glucosa rias Gram-negativas de origen entérico.
hasta en el 90% de los casos graves. Si se sospecha infección del tejido pancreático
El metabolismo lipídico también puede alterar- está aconsejado el uso de antibióticos previa pun-
se, con la aparición en un 12 a un 15% de los casos ción guiada de la zona sospechosa en el páncreas.
de niveles plasmáticos de triglicéridos elevados, su- Cuando existen áreas de necrosis significativas es-
giriéndose que estaría en relación con una lipóli- tá indicado el uso de antibioterapia profiláctica pa-
sis aumentada. ra evitar la sobreinfección.
Por último, y puesto que los pacientes con PA
presentan cambios metabólicos y hemodinámicos
5.8. Objetivos terapéuticos similares a los de la sepsis, con incremento de los
requerimientos energético-proteicos en un alto
Sea cual sea el nivel de gravedad del proceso, el porcentaje de casos, y que van a permanecer a dieta
tratamiento de la PA abarca una serie de medidas absoluta durante varios días, es importante determi-
de sostén que tienen como objetivos fundamenta- nar si la indicación de soporte nutricional debe con-
les evitar estímulos que puedan aumentar la infla- templarse sistemáticamente en todos los casos.
mación pancreática, controlar el dolor y mantener
un volumen intravascular normal. En los casos más
graves, las medidas irán encaminadas, además, a li- 5.9. Soporte nutricional
mitar las complicaciones sistémicas, prevenir la ne-
crosis pancreática y evitar la infección ulterior de Existen dos puntos fundamentales a considerar.
esas áreas de necrosis. Por un lado, qué pacientes se benefician de la indi-

970
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

cación precoz de un soporte nutricional y, por otro, renteral, al haberse comprobado que el inicio del
cuál es la vía de administración más adecuada (ente- aporte por vía oral de nutrientes antes de la reso-
ral, parenteral) para cubrir los requerimientos. lución clínica y analítica de la PA favorecía la reacti-
vación del proceso inflamatorio e incrementaba el
riesgo de formación de abscesos pancreáticos. Ac-
5.9.1. Indicación tualmente, sin embargo, se ha comprobado que la
nutrición enteral (NE) puede ser un soporte segu-
Las tres cuartas partes de las PA son intersticia- ro y eficaz en la PA, recomendándose su uso prefe-
les o edematosas, con un pronóstico leve; en ge- rente frente a la NP.
neral se autolimitan en unos pocos días y los pa-
cientes pueden reanudar la alimentación por vía 5.9.2.1. Nutrición parenteral
oral sin problemas a los 5-7 días. Según se deduce
de los datos publicados hasta el momento actual, Los resultados de los estudios realizados com-
no hay evidencia científica de que, en estos casos, parando el uso de NP con la ausencia de sopor-
el soporte nutricional tenga un efecto beneficioso te nutricional aportan datos contrapuestos, con di-
en la evolución clínica; al contrario, hay mayor ries- ferentes resultados en cuanto a posibles riesgos y
go de complicaciones infecciosas, derivadas del ca- beneficios.
téter, en aquellos que reciben nutrición parente- Sólo existe un estudio prospectivo aleatorizado
ral (NP) en comparación con los que no reciben que compara el uso de NP precoz (a las 24 horas
ese soporte. del ingreso) frente a ausencia de nutrición artificial,
Por tanto, y siguiendo las recomendaciones de sin encontrar diferencias significativas en la mayo-
la Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y En- ría de los parámetros estudiados. Llama la atención
teral (ESPEN), publicadas en 2002, en la PA de ca- la tasa elevada de sepsis por catéter en el grupo de
rácter leve o moderado sólo se deben aplicar las NP (10,5% vs. 1,47%), que hace desaconsejable este
medidas generales ya comentadas, vigilando la evo- tipo de soporte de forma precoz. Este estudio in-
lución, y plantear un soporte nutricional únicamen- cluye una mayoría de casos con PA leve/moderada,
te en aquellos casos en que la reinstauración de en los que el soporte nutricional no parece mejo-
la vía oral deba posponerse más de 7 días. No hay rar la evolución clínica.
unanimidad de criterios respecto a la actitud a to- En las PA graves, en las que el soporte nutricio-
mar en la PA leve que incide en pacientes previa- nal es esencial, los datos de comparación de NP
mente desnutridos, debiendo individualizarse ca- frente a NE muestran, por un lado, escasas diferen-
da caso. cias en lo que respecta a evolución clínica, tiempo
Cuando se trata de un paciente con PA severa, medio de estancia hospitalaria y días hasta reanu-
la situación cambia diametralmente ya que se pre- dar vía oral. Por otro lado, aunque con la NP las
vé un periodo prolongado de ayuno, y además exis- complicaciones infecciosas (por el catéter) y la hi-
te una situación de estrés superponible a la obser- perglucemia son más frecuentes que en la NE, se
vada en los cuadros sépticos. Se trata de pacientes alcanza el objetivo calórico en mayor número de
con cambios hiperdinámicos e hipercatabólicos; casos que con la NE.
por tanto, el soporte nutricional debe ser una par-
te integral del protocolo terapéutico para evitar un 5.9.2.2. Nutrición enteral
deterioro progresivo de su estado nutricional.
En los últimos años, un número cada vez mayor
de estudios prospectivos aleatorizados ha venido
5.9.2. Elección del tipo a demostrar en primer lugar la seguridad de la NE
de soporte nutricional en pacientes con PA severa y, en segundo término,
las ventajas evidentes de este tipo de soporte fren-
El soporte nutricional tradicional en la PA se ha te a la NP (Tabla 3).
basado en el principio de reposo digestivo-pan- En circunstancias fisiológicas, son dos los facto-
creático, por lo que los primeros estudios publica- res que determinan el grado de estimulación de la
dos planteaban exclusivamente el uso de la vía pa- secreción pancreática: el tipo de nutrientes y el lu-

971
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

Tabla 3. RESULTADOS PROCEDENTES DE LOS ESTUDIOS PROSPECTIVOS


ALEATORIZADOS REALIZADOS HASTA EL MOMENTO ACTUAL
COMPARANDO NP Y NE EN PACIENTES CON PANCREATITIS AGUDA

Referencia N.º de pacientes Fórmula de NE Resultados

McClave 16 NE Semielemental • No diferencias en general


(1997) 16 NP Nasoyeyunal • No fallecimientos

Kalfarentzos 18 NE Semielemental • Menores complicaciones NE


(1997) 20 NP Nasoyeyunal • No otras diferencias
• 3 exitus (1 en NE)

Windsor 16 NE Polimérica • Menor respuesta inflam. sistémica NE


(1998) 18 NP Nasoyeyunal • No otras diferencias
• 2 exitus (los 2 NP)

Powell 13 NE Polimérica • Ausencia de efectos NE


(2000) 14 NP Nasoyeyunal sobre marcadores inflam.
• Sólo 21% de requerimientos

Pupelis 21 NE Polimérica • Disminución mortalidad


(2001) 30 Fluidoterapia Nasoyeyunal grupo con NE (p = 0,05)

Abou-Assi 26 NE Elemental • Grupo con NE:


(2002) 27 NP Nasoyeyunal - < Hiperglucemia
- < Complicaciones sépticas
- < Días soporte nutricional
- < Costes

Gang Zhao 55 NE + NP Semielemental • Grupo con NE:


(2003) 41 NP Nasoyeyunal - Mejoría estado nutrición
Suplemento Gln - Menor respuesta fase aguda
- Integridad mucosa
- Mejor función inmune
- No estimulación secreción
pancreática

Gupta 8 NE Semielemental • Menos episodios de fallo


(2003) 9 NP precoz (48 h) orgánico en NE
• Estancia más corta en NE
• Inferior coste en NE

NE: nutrición enteral; NP: nutrición parenteral; Gln: glutamina.

gar del tubo digestivo donde éstos se infundan. El Además de lo anterior, está ampliamente com-
fundamento del uso de la NE en la PA reside en la probado que, en el paciente crítico, el tubo digesti-
escasa capacidad que tienen los nutrientes perfun- vo juega un papel primordial como órgano inmuni-
didos a nivel de yeyuno para estimular la secreción tario, modulando la respuesta inmune sistémica. En
pancreática, al eliminarse las fases cefálica y gástrica situaciones de ayuno, incluso breve, la falta de nu-
de esa secreción. Respecto a los nutrientes, los lípi- trientes en la luz intestinal produce una disminu-
dos son los que más estímulo secretor producen. ción del riego sanguíneo, atrofia vellositaria y pér-

972
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

dida de las uniones celulares, alterándose el normal munomoduladoras en este tipo de procesos. En cam-
funcionamiento intestinal. bio, la suplementación con glutamina parece mejorar
Por el contrario, la infusión de nutrientes en la tanto el estado nutricional como la respuesta de fase
luz intestinal ayuda a mantener la integridad de la aguda y la permeabilidad de la mucosa intestinal, se-
mucosa y por tanto a evitar la atrofia intestinal, gún se deduce de los datos publicados por Gang Zao
conservando la inmunidad local y contribuyendo a en un grupo de 96 pacientes con PA grave.
prevenir la posible translocación bacteriana y el pa- Un estudio reciente prospectivo aleatorizado
so de endotoxinas a la circulación sistémica con el del grupo de Bengmark, en pacientes con PA gra-
consiguiente riesgo de afectación de órganos a dis- ve y NE a los que se asignaba aleatoriamente Lac-
tancia y aparición del fracaso multiorgánico. tobacillus plantarum y fibra de avena frente al mis-
Aunque es necesario realizar más estudios pros- mo preparado con el germen inactivado por calor,
pectivos, aleatorizados y con mayor número de ca- muestra resultados alentadores en cuanto a re-
sos, los datos disponibles en la actualidad parecen ducción de infección, de necrosis pancreática y de
proporcionar un nivel de evidencia suficiente para abscesos, con menor estancia media. Esto viene a
aconsejar de forma preferente el uso precoz de la corroborar la teoría de que manteniendo la inte-
NE en la PA, al presentar una menor tasa de com- gridad intestinal y la microbiota saprofita se evita la
plicaciones globales y procesos sépticos, con un translocación bacteriana y por tanto las complica-
coste inferior cuando se compara con el uso de la ciones sépticas (ver Capítulo 4.43).
NP. Mejora el dolor abdominal y normaliza los ni-
veles plasmáticos de amilasa y lipasa, y hay estudios
que demuestran una disminución de la respuesta 5.9.3. Recomendaciones
de fase aguda (medida por los niveles de proteína
C y por la puntuación en la escala APACHE ll), me- Según se deduce de todo lo expuesto anterior-
jorando además la capacidad antioxidante. mente, se recomienda iniciar un soporte nutricio-
Puesto que la infusión de la NE debe reali- nal en todos los casos de PA grave. La vía de admi-
zarse distalmente al ángulo de Treitz, la coloca- nistración de los nutrientes será preferentemente
ción de una sonda a ese nivel puede ser dificulto- enteral, a través de una sonda yeyunal y con prepa-
sa cuando el acceso se realiza por vía transnasal. rados pobres en grasa.
Cuando la colocación manual no es posible, se de- Los requerimientos energéticos suelen oscilar
be recurrir a métodos de ayuda, siendo el más uti- entre las 25 y las 35 kcal/kg/día, siendo más ele-
lizado el endoscópico aunque existen otras posi- vados en los pacientes sépticos, y con un aporte
bilidades, como la colocación fluoroscópica o con proteico entre 1,2 y 1,5 g/kg/día, que deberá dis-
control ecográfico. En aquellos pacientes que de- minuirse en caso de fracaso multiorgánico con in-
ban sufrir cirugía sobre el páncreas es aconsejable suficiencia renal y/o hepática.
la colocación de un catéter yeyunal para reiniciar El uso de la NP quedaría relegado a aquellos pa-
lo más precozmente en el postoperatorio la NE. cientes que tienen contraindicada la NE al no ser
Respecto a las características de la fórmula, exis- viable el uso del tubo digestivo (p. ej., los casos con
te unanimidad en que deben ser pobres en grasa, íleo paralítico), aquellos en los que no es factible
con escaso aporte sobre todo de triglicéridos de colocar una sonda nasoentérica o cuando, tras ini-
cadena larga, tolerándose mejor los de cadena me- ciar una NE, se objetiva reagudización de la pan-
dia. Se aconsejan las dietas elementales o peptídi- creatitis. Muchos pacientes se pueden beneficiar de
cas, con proteínas en forma de hidrolizados, aun- un soporte mixto enteral y parenteral cuando con
que existen varios estudios que muestran también la NE exclusivamente no se pueden alcanzar los
la eficacia de las dietas poliméricas. Se recomien- objetivos nutricionales (Figura 4).
da iniciar la perfusión a un flujo de 10-20 ml/h, me- En el caso de la NP y dadas las alteraciones me-
diante bomba de infusión, incrementando el ritmo tabólicas presentes en la PA, se deben monitorizar
según tolerancia hasta alcanzar los requerimientos los niveles de glucemia, administrando insulina con
nutricionales estimados. objeto de mantener valores glucémicos inferiores
Respecto a la utilización de substratos específicos, a 200 mg/dl; se aconseja no sobrepasar los 3-6 g/
no existe evidencia que sustente el uso de dietas in- kg/día de glucosa. También se deben vigilar los ni-

973
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

Figura 4. Algoritmo propuesto para el manejo nutricional de la pancreatitis aguda. Fuente: adaptado de Fang J, DiSario JA.
Current Gastroenterology Reports 2002.

veles plasmáticos de triglicéridos, disminuyendo o introducir con cuidado a partir del tercer o cuar-
retirando el aporte de lípidos de la NP si las cifras to día. En una quinta parte de los casos el dolor re-
son superiores a 400 mg/dl. aparece al reanudar la vía oral, especialmente en
los dos primeros días, sin que suela ser necesario
suspender la alimentación.
5.9.4. Reanudación de la vía oral

Se aconseja reiniciar la dieta oral cuando exista au- 5.10. Tratamiento para
sencia de dolor abdominal durante 48 horas y nor- evitar nuevos episodios
malización de los niveles de amilasa y/o lipasa y en
ausencia de complicaciones como fístula pancreáti- Una vez resuelto el cuadro de PA es aconsejable
ca; también debe objetivarse una motilidad intestinal evitar el consumo de bebidas alcohólicas, así co-
normal. El mantenimiento de las alteraciones morfo- mo la ingesta de comidas copiosas ricas en grasas.
lógicas en la TC no impide reanudar la nutrición oral. Los pacientes con pancreatitis de origen biliar de-
Inicialmente se darán pequeñas tomas a lo lar- berán ser intervenidos de forma electiva para pre-
go del día, con aporte de hidratos de carbono fun- venir recidivas.
damentalmente y pocas proteínas, incrementando En familias con déficit de la lipoproteína lipasa,
las cantidades progresivamente; las grasas se deben que presentan niveles muy elevados de triglicéridos

974
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

y episodios recurrentes de pancreatitis aguda, el uso cidiendo con un bajo consumo de alcohol en di-
de vitaminas antioxidantes a dosis elevadas se ha cho país.
mostrado eficaz para prevenir nuevos ataques, ade- El mecanismo por el que se ve afectado el pán-
más de la administración de fármacos para controlar creas no está bien aclarado; puede estar en rela-
la hiperlipemia (preferentemente fibratos). ción con la disminución de secreción de agua y de
En aquellos pacientes con hipercalcemia o hi- bicarbonato que se ve favorecida por el etanol. Las
pertrigliceridemia el tratamiento estará dirigido a secreciones más viscosas pueden llevar a la obs-
la corrección del proceso causante. trucción de los conductos pancreáticos y desenca-
denar el proceso inflamatorio.
De todas formas, el hecho de que sólo un
5-15% de los sujetos con alcoholismo crónico
6. Pancreatitis crónica desarrollen esta enfermedad lleva a pensar en la
existencia de factores genéticos predisponentes
Siguiendo los criterios establecidos en la re- sobre los que pueden incidir factores ambienta-
unión internacional de Marsella-Roma de 1988, ce- les determinando la aparición del proceso infla-
lebrada para unificar conceptos y clasificación de matorio. Entre estos factores exógenos se encon-
las enfermedades del páncreas, la pancreatitis cró- trarían las dietas hiperproteicas y/o con muy alto
nica (PC) se define como una enfermedad inflama- o muy bajo contenido en grasa y el hábito tabá-
toria crónica del páncreas, caracterizada por cam- quico, entre otros.
bios morfológicos irreversibles, que dan lugar a En un 10-30% de los casos el origen de la PC es
fibrosis y destrucción del parénquima exocrino y, desconocido, y se habla entonces de pancreatitis
en un elevado porcentaje de los casos, también del crónica idiopática. En este grupo se distinguen
endocrino. dos picos de incidencia claramente diferenciados;
En el contexto de este síndrome es habitual la uno se inicia en la segunda década de la vida y otro
existencia de desnutrición de origen multifactorial, en la sexta década.
por lo que uno de los pilares del tratamiento será En el primer tipo, o pancreatitis crónica juvenil,
el abordaje nutricional por parte de médicos espe- se han encontrado en el 20 al 40% de los casos mu-
cialistas en Nutrición y dietistas dentro de un equi- taciones en el gen CFTR (Cystic Fibrosis Transmem-
po multidisciplinario. brane Regulator), pero sin que presenten afectación
El pronóstico de la enfermedad no es fácil de es- extrapancreática. En el segundo tipo, o pancreati-
tablecer, aunque los datos publicados indican una tis crónica senil, que es la forma más frecuente, en
supervivencia a los 10 años del 70% y a los 20 años más del 10% de los casos se han descrito mutacio-
del 45%, claramente inferior a la población que no nes en el gen que codifica el inhibidor para la se-
presenta PC en la que la tasa de supervivencia es creción de tripsina (Pancreatic Secretory Trypsin Inhi-
del 93 y del 65% respectivamente. La edad avanza- bitor o SPINK 1).
da, la presencia de diabetes mellitus y sus compli- Mucho más infrecuente es la PC de origen
caciones y, sobre todo, el consumo mantenido de autoinmune, caracterizada por la presencia de
alcohol, empeoran dicho pronóstico. autoanticuerpos contra antígenos pancreáticos,
aumento de IgG e infiltración linfocitaria del pán-
creas. Puede ir ligada a otras enfermedades auto-
6.1. Etiología inmunes.
La pancreatitis crónica hereditaria es una en-
En la ya mencionada reunión de Marsella-Roma fermedad autosómica dominante asociada a muta-
de 1988 se reseña que la principal causa relaciona- ciones en el gen del tripsinógeno catiónico, lo que
da con la PC es el consumo elevado y prolongado favorece una activación en cascada del resto de las
de alcohol (más de 100-150 g de etanol/día duran- proenzimas. Representa entre el 1 y el 2% de to-
te más de 10 años), constituyendo el factor etio- dos los casos de PC.
lógico en el 65-85% de los casos que aparecen en La pancreatitis crónica obstructiva está aso-
las sociedades industrializadas, excepto en Japón, ciada a obstrucciones o malformaciones en los con-
donde esta etiología sólo representa el 55% coin- ductos pancreáticos y tiene interés porque las alte-

975
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

raciones funcionales y morfológicas de la glándula 6.3. Fisiopatología


suelen ser reversibles si se resuelve la causa.
La pancreatitis crónica tropical debe su Desde el punto de vista morfológico, las altera-
nombre a la descripción de cuadros de PC en ciones que se producen en la PC consisten en una
países tropicales. Sus causas no están bien de- progresiva disminución del número de células aci-
terminadas, aunque se han puesto en relación nares, acompañada de distintos grados de dilatación
con presencia de desnutrición en países subde- de los conductos intrapancreáticos. Existe también
sarrollados con dietas muy pobres en proteínas una infiltración celular del intersticio por linfocitos
y grasas. Podrían intervenir también factores ge- mononucleares, con proliferación de fibroblastos, lo
néticos y tóxicos (presencia de cianógenos en la que conduce a una fibrosis de la glándula.
alimentación). Funcionalmente se produce una insuficiencia
Otras causas son alteraciones metabólicas (hi- exocrina por la atrofia acinar extensa y también
percalcemia, hipertrigliceridemia) y asociación una insuficiencia endocrina, al perder los islotes su
de otros tóxicos distintos al alcohol (fármacos, arquitectura normal.
tabaco). Los mecanismos responsables no están bien esta-
En 2001 se ha publicado un sistema de clasifica- blecidos, y se barajan diversas hipótesis: obstrucción
ción de las PC en distintos grupos según los facto- de las vías canaliculares, reparación pancreática de-
res que con más probabilidad causan la enferme- ficiente, fibrosis secundaria a episodios de necrosis,
dad (sistema TIGAR-O, o clasificación por causas estrés oxidativo persistente que deplecionaría las
tóxico-metabólicas, idiopáticas, genéticas, autoin- reservas antioxidantes mitocondriales. Todo parece
munes, por pancreatitis aguda grave recurrente, indicar que se trata de un proceso inflamatorio no
obstructivas). resuelto adecuadamente por ineficacia de los meca-
nismos de reparación y/o presencia de necrosis.

6.2. Epidemiología
6.4. Clínica
Aunque la mayoría de los estudios publicados
son retrospectivos, parece probado que la inci- La inflamación y la fibrosis de la glándula, con su
dencia de la PC está claramente aumentando en progresiva destrucción, son las responsables de la
las sociedades desarrolladas, estimándose en 5-14 clínica de la PC, que se caracteriza clásicamente
casos/100.000 habitantes. Este incremento se rela- por la tríada de dolor abdominal, insuficiencia pan-
ciona con cambios en los hábitos alimentarios, es- creática exocrina con cuadro de maldigestión e in-
pecialmente el mayor consumo de alcohol, así co- suficiencia pancreática endocrina con aparición de
mo con la existencia de medios diagnósticos más diabetes mellitus (DM).
sensibles. El dolor abdominal crónico recurrente es el
Con respecto a la prevalencia, los datos también síntoma más frecuente. Suele aparecer en las eta-
son muy dispares y no parecen guardar relación pas iniciales del proceso, aunque en un porcenta-
con la incidencia. En la población norteamericana je no despreciable de los pacientes la enfermedad
se calcula que es de 13 casos/100.000 habitantes; puede cursar de forma indolora, predominando en
en Japón, según datos de 1994, es de 28,4 (con gran cambio los síntomas y signos de insuficiencia pan-
diferencia entre ambos sexos), y en Dinamarca, se- creática. Parece existir una tendencia, en la evo-
gún un estudio prospectivo, de 27,4 casos por ca- lución de la enfermedad, a que el dolor disminu-
da 100.000. ya en los estadios finales, cuando la glándula suele
En España los únicos datos disponibles has- presentar una fibrosis generalizada. Típicamente es
ta el momento proceden de un estudio realiza- un dolor continuo situado en epigastrio, que pue-
do en la Comunidad de Cantabria, publicado en de irradiar a ambos hipocondrios y con mucha fre-
1993, que muestra una incidencia de 14 casos/ cuencia a espalda. Suele aumentar tras las comidas,
100.000 habitantes/año (81% de origen alcohólico) contribuyendo a limitar la ingesta de alimentos.
y una prevalencia de 18,3 casos por cada 100.000 Los mecanismos etiopatogénicos que se han
habitantes. puesto en relación con la aparición del dolor son

976
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

múltiples. Por un lado, podría ser debido a la exis- nasas, por lo que es raro observar pérdidas fecales
tencia de una hipertensión ductal dentro del parén- importantes de estos nutrientes.
quima de la glándula, en relación con un aumento Para confirmar la esteatorrea se debe cuantifi-
en la secreción pancreática y una mayor resistencia car el contenido de grasa en las heces durante 72
en los conductos alterados anatómicamente. horas tras una dieta con sobrecarga de grasa; la
Por otro lado, tendría un papel importante el prueba se considera positiva si existen unas pérdi-
efecto directo de la inflamación sobre las termi- das superiores a 7 g/24 h.
naciones nerviosas sensitivas en el interior del El tratamiento fundamental será la restricción
páncreas. Por último se baraja también la partici- de grasas en la dieta, además de la administración
pación de la compresión de la glándula produci- de enzimas pancreáticas; también se pueden aso-
da por la presencia de pseudoquistes o de masas ciar suplementos con ácidos grasos de cadena me-
extrapancreáticas. dia que no precisan de la acción de la lipasa para
Puesto que en muchas ocasiones la aparición del ser absorbidos en el intestino.
dolor posprandial condiciona una disminución sig- La diabetes mellitus es una complicación
nificativa de la ingesta, con la consiguiente pérdida habitual de la pancreatitis crónica y suele apare-
de peso, es imprescindible controlarlo lo más pre- cer en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando
cozmente que sea posible. El tratamiento funda- la fibrosis intersticial va englobando los islotes pan-
mental del dolor se basa en la abstinencia de con- creáticos. Los datos de prevalencia son variables,
sumo de etanol, modificaciones dietéticas y el uso oscilando según las series entre el 40 y el 80%, de-
de enzimas pancreáticas. Si estas medidas no son pendiendo de los criterios diagnósticos utilizados
capaces de controlarlo, se pueden asociar analgési- y de la duración del seguimiento, y aumentando su
cos de forma escalonada. presencia a lo largo de la evolución de la PC.
En situaciones extremas, cuando el dolor es muy A efectos clínicos la diabetes no se diferencia
incapacitante y no se controla por estos medios, se de la debida a otras etiologías salvo por una mayor
pueden plantear actitudes más agresivas que van predisposición a las hipoglucemias al existir simul-
desde el bloqueo anestésico epidural hasta la ciru- táneamente un déficit de glucagón. La aparición de
gía, pasando por el tratamiento endoscópico o la complicaciones crónicas es similar también, desta-
neuroablación del plexo celiaco. cando la frecuencia de neuropatía, posiblemente en
La esteatorrea es la manifestación clínica más relación con la coexistencia de alcoholismo y des-
frecuente, tras el dolor abdominal, y está relacio- nutrición.
nada con la insuficiencia pancreática exocrina. Para Otras posibles complicaciones de la pancreatitis
que aparezca esteatorrea debe haberse reducido crónica son la ictericia por compresión del colédo-
en un 90% la secreción de lipasa pancreática. co intrapancreático, ascitis, derrame pleural, obs-
Junto a la menor producción de enzimas, el des- trucción duodenal y hemorragia digestiva alta. Exis-
censo en la producción de bicarbonato impide un te un riesgo de desarrollo de cáncer de páncreas
correcto control de la acidez duodenal, lo que di- 15 veces superior al del resto de la población (4%
ficulta la acción de las sales biliares y de la lipa- a los 20 años), posiblemente también en relación
sa, agravando por tanto la malabsorción de gra- con la presencia de hábitos tóxicos asociados (al-
sa y contribuyendo, junto a la menor ingesta por cohol, tabaco).
el dolor, a la pérdida de peso que presentan estos
pacientes.
La aparición de grandes cantidades de grasa en 6.5. Diagnóstico
las heces condiciona un cuadro diarreico carac-
terizado por deposiciones diarreicas amarillentas, Por su evolución tórpida, el diagnóstico en eta-
oleosas, típicamente muy malolientes, que flotan pas precoces de la enfermedad es difícil, por lo que
en el agua. se suele llegar a detectar en etapas avanzadas. Es-
Con respecto a los otros dos macronutrientes, to tiene una trascendencia clínica importante, ya
hidratos de carbono y proteínas, la insuficiente se- que las medidas terapéuticas que se instauren se-
creción de enzimas pancreáticas se ve compensada rán más eficaces cuanto mayor sea el tejido pan-
por la acción de la amilasa salivar y de las enteroki- creático indemne.

977
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

6.6. Repercusión nutricional


El estado nutricional de los pacientes con PC
suele estar afectado en la mayoría de los casos por
diversos factores, que ya se han ido en parte enu-
merando en apartados anteriores y que se pasarán
a detallar a continuación. Las principales causas son
una disminución de la ingesta, un mal aprovecha-
miento de nutrientes y, posiblemente, también un
aumento de los requerimientos nutricionales.
En primer lugar, es frecuente la existencia previa
de alcoholismo, que, por si mismo, puede acarrear
Figura 5. Pancreatitis crónica: imagen en TAC. Cortesía del
deficiencias nutricionales evidentes secundarias a
Dr. Luyando. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Universi-
hábitos dietéticos inadecuados; es habitual en los
tario Central de Asturias (HUCA).
pacientes con etilismo crónico la presencia de dis-
tintos grados de desnutrición energético-proteica
La PC debe sospecharse en todos aquellos pa- y de carencias de micronutrientes, especialmente
cientes con dolor abdominal recidivante, sobre de vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina), de
todo si existe un antecedente de ingesta etílica magnesio y de zinc.
importante. Por otro lado, la enfermedad cursa con dolor
El diagnóstico se puede confirmar con la realiza- abdominal tras la ingesta; este dolor puede llegar
ción de pruebas morfológicas y de reserva funcional. a ser muy intenso, desencadenando conductas de
Entre las primeras, se utilizan la ecografía (simple o evitación con reducción a veces muy importante
endoscópica), la TC (Figura 5), la resonancia mag- de la comida ingerida.
nética y la colangiopancreatografía retrógrada endos- Junto a esta disminución de la ingesta, la insufi-
cópica. No parece existir una buena correlación entre ciencia pancreática exocrina produce una situación
los hallazgos morfológicos y los síntomas clínicos. de malabsorción de los nutrientes ingeridos, espe-
Con respecto a las pruebas funcionales se pue- cialmente de las grasas, contribuyendo a la pérdi-
de utilizar la de la secretina-CCK, que detecta la da de peso y favoreciendo la aparición de déficit de
disminución en la secreción de bicarbonato y enzi- micronutrientes.
mas digestivas. En este sentido, se han descrito deficiencias de
Otras pruebas más indirectas orientan sobre vitaminas liposolubles (A, D, E y K) así como de cal-
la capacidad de absorción de determinados com- cio, magnesio, zinc, selenio y otros minerales. Es de
puestos (prueba de pancreolaurilo, test del alien- destacar que, al no estar afectadas las sales biliares,
to), o sobre la cantidad de grasa o enzimas digesti- el déficit de vitaminas liposolubles en la PC es más
vas en las heces, indicando una malabsorción grasa infrecuente que en el caso de síndromes de malab-
y una deficiencia en la síntesis enzimática por par- sorción debidos a otras etiologías. Aunque los pa-
te del páncreas, respectivamente. cientes con PC presentan niveles de vitamina D3
El diagnóstico de certidumbre lo proporcionaría disminuidos en relación con el resto de la pobla-
un estudio histológico del tejido pancreático, pero ción, no parece que exista un aumento de inciden-
existe un alto riesgo de complicaciones tanto con cia de osteomalacia en los estudios realizados.
la punción percutánea, como con la biopsia quirúr- En casi el 50% de los casos se pueden objetivar ni-
gica, por lo que es desaconsejable su realización al veles bajos de vitamina B12 secundarios a su difícil li-
menos de forma rutinaria. Son prometedores los beración de las proteínas de la dieta, y por tanto me-
resultados conseguidos con la toma de biopsia por nor capacidad de unión con el factor intrínseco.
ecoendoscopia, aunque esta técnica aún está en fa- Finalmente, la aparición en etapas tardías de dia-
se experimental. betes mellitus puede acarrear, si está mal controla-
En la Figura 6 se propone un algoritmo para el da, un escaso aprovechamiento metabólico de los
diagnóstico de la pancreatitis crónica con una utili- nutrientes además de limitar la variedad y cantidad
zación escalonada de los recursos disponibles. de alimentos que se pueden ingerir.

978
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

Figura 6. Algoritmo propuesto para el diagnóstico de la pancreatitis crónica. TC: tomografía computarizada; CPRE: colangio-
pancreatografía retrógrada endoscópica; ECO: ecografía. Fuente: modificado de American Midwest Multicenter Pancreatic
Study Group.

Algunos estudios parecen demostrar que, ade- derivadas de todo lo anterior. Habida cuenta de
más de la escasa ingesta global y del deficiente la frecuencia de desnutrición en los pacientes con
aprovechamiento de nutrientes, los pacientes con PC, las medidas dietéticas y la administración de
PC desnutridos presentan un gasto metabólico ba- enzimas digestivas por vía oral son fundamentales
sal incrementado en comparación con los que tie- a la hora de establecer el plan terapéutico, que in-
nen PC pero no están desnutridos. cluirá también el uso de analgésicos y, en algunos
Por tanto, es evidente que se hace imprescindi- casos, la indicación de opciones quirúrgicas.
ble un adecuado seguimiento nutricional en estos El tratamiento del dolor ya se ha esbozado en el
pacientes para tratar de prevenir, revertir o paliar apartado dedicado a la clínica. Se debe destacar que
un estado de desnutrición que puede repercutir de el dolor puede tener causas multifactoriales y que la
forma negativa en el pronóstico y en la calidad de respuesta a las distintas modalidades terapéuticas va-
vida de los enfermos. riará de forma importante de unos pacientes a otros.
Una de las medidas fundamentales es el abandono
del consumo de alcohol, que por si mismo consigue
6.7. Tratamiento nutricional reducir el dolor en un 50% de los pacientes.
Junto a la supresión de la ingesta de alcohol, se
El tratamiento global de la PC tiene por obje- recomienda fraccionar la dieta en varias tomas a lo
to disminuir el dolor, controlar la insuficiencia pan- largo del día, evitando las comidas copiosas y dis-
creática tanto exocrina (maldigestión) como endo- minuyendo moderadamente la cantidad de grasa y
crina (DM) y corregir las alteraciones nutricionales de proteína, ya que son éstos los macronutrien-

979
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

tes con mayor capacidad para estimular la secre- Es conveniente que el aporte de fibra de la dieta
ción pancreática. sea moderado, ya que cantidades importantes pue-
Hay estudios que indican que los alimentos só- den alterar la acción de los preparados enzimáti-
lidos producen una estimulación más duradera de cos en la luz intestinal.
la secreción pancreática que los semisólidos o los Si con las manipulaciones dietéticas no se alcan-
líquidos, por lo que conviene masticar bien los ali- zan los objetivos nutricionales, se puede asociar
mentos y comer despacio. suplementos con triglicéridos de cadena media (le-
Se ha publicado recientemente un estudio va- che o aceite MCT), que no precisan prácticamente
lorando la utilidad de la administración, duran- de la lipasa ni de las sales biliares para ser absorbi-
te 10 semanas y por vía oral, de una fórmula en- dos en el epitelio intestinal. Tienen el inconvenien-
teral a base de triglicéridos de cadena media te de su baja palatabilidad, la imposibilidad de
(TCM) (mínimo de 30 g de grasa al día, de los someterlos a procesos de cocinado ya que se des-
cuales el 68,9% están en forma de TCM) y pro- naturalizan por efecto del calor, y la intolerancia di-
teínas hidrolizadas, frente a una dieta oral libre gestiva cuando se administran dosis elevadas.
que no sobrepasase los 20 g/día de grasa. Aun- En casos de desnutrición grave que no responde
que el número de casos es pequeño, el resultado a estas medidas, puede plantearse el uso de fórmulas
muestra que la suplementación con un prepara- enterales completas para administración por vía oral
do de esas características produce una disminu- o por sonda, utilizando preferentemente preparados
ción significativa de la intensidad del dolor pos- pobres en grasa con parte de los lípidos en forma de
prandial; esto se pone en relación con la escasa MCT, aunque la elección vendrá determinada por las
producción de CCK en respuesta a este tipo de características del paciente y su tolerancia.
dieta enteral. Respecto a la utilización de suplementos de vita-
Las medidas dietéticas dirigidas a controlar la minas y de minerales, ésta se hará de forma indivi-
insuficiencia pancreática exocrina van encamina- dualizada, en función de los hallazgos en cada caso,
das fundamentalmente a corregir la esteatorrea, debiendo realizarse controles periódicos a lo largo
ya que, como se ha comentado previamente, el de la evolución de la enfermedad.
déficit de lipasa es el más relevante y el que apa- En la actualidad no existen datos suficientes que
rece más precozmente; la carencia de amilasas y justifiquen el uso sistemático de micronutrientes an-
proteasas se puede compensar más fácilmente al tioxidantes (vitamina E, vitamina C, β-caroteno, me-
existir producción en otros territorios del tubo tionina y selenio) en todos los pacientes con PC,
digestivo. aunque un estudio recoge efectos beneficiosos fun-
El manejo dietético de la esteatorrea se funda- damentalmente de mejoría del dolor abdominal.
menta en la restricción del aporte de lípidos de la La aparición de DM viene a añadir un problema
dieta, que no debe ser superior al 30% del aporte a la hora de seleccionar alimentos con alta densi-
energético diario, al menos en las primeras etapas dad calórica pobres en grasa, y limita de una mane-
del tratamiento y hasta ajustar la dosis de enzimas ra más acusada la variedad de elección por parte
pancreáticas y controlar el número y característi- del paciente; por tanto, puede contribuir a favore-
cas de las deposiciones. Para ello es fundamental cer o empeorar una situación de desnutrición.
que el paciente aprenda a reconocer y evitar los El manejo de la DM secundaria a la pancreati-
alimentos ricos en grasa, tratando de potenciar el tis difiere poco del de la causada por otras etiolo-
consumo de alimentos pobres en grasa pero con gías, aunque existe una menor necesidad de insuli-
alta densidad calórica. na al concurrir niveles disminuidos de la principal
El aporte energético dependerá del estado nu- hormona de acción contrainsular, el glucagón. Por
tricional del paciente, debiendo indicarse dietas tanto también existe una mayor propensión a
hipercalóricas en el caso de existir desnutrición presentar hipoglucemias, con mayor dificultad pa-
energética manifiesta. El aporte proteico no di- ra remontarlas, por lo que hay que ser cuidado-
fiere del indicado para individuos que no pre- sos a la hora de manejar la insulinoterapia, mo-
sentan PC, es decir, 0,8-1 g/kg/día, incrementán- nitorizando estrechamente el control glucémico
dose en el caso de que existan enfermedades y recomendando especial atención al horario de
interrecurrentes. las comidas.

980
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

Tabla 4. TRATAMIENTO CON ENZIMAS PANCREÁTICAS (CARACTERÍSTICAS


ESPECÍFICAS EN FUNCIÓN DEL OBJETIVO TERAPÉUTICO FUNDAMENTAL)

Enzima Cubierta Tratamiento con


Indicación Lugar de acción
principal entérica antiácido
Dolor Proteasa No Sí Duodeno
Malabsorción Lipasa Sí No Yeyuno/íleon

6.8. Tratamiento con ración ocurra en el duodeno, que es el lugar don-


enzimas pancreáticas de pueden ejercer el efecto de retroalimentación
sobre la secreción pancreática. En la Tabla 4 se
La administración por vía oral de enzimas pan- recogen las características que se deben tener en
creáticas tiene como finalidad principal corregir la cuenta a la hora de elegir un preparado enzimático
maldigestión producida por la deficiente secreción en función del objetivo terapéutico fundamental.
del páncreas exocrino. Sin embargo, su utilización Además, la utilización tanto de fármacos inhibi-
forma parte también del tratamiento del dolor ab- dores de la secreción ácida gástrica como de inhi-
dominal secundario a la PC y, dado que según cuál bidores de la bomba de protones y antagonistas
sea su finalidad terapéutica las características de anti-H2 también puede contribuir a la disminución
los preparados comerciales deben ser diferentes, del volumen de secreciones pancreáticas.
se considera oportuno tratarlos en dos apartados Las características de los preparados enzimáti-
separados. cos utilizados para compensar el déficit funcional
El uso de enzimas pancreáticas para controlar el pancreático son totalmente diferentes de las cita-
dolor abdominal se realiza con la intención de dis- das anteriormente, ya que lo que se debe asegurar
minuir la secreción pancreática y, por tanto, la pre- es la administración de la adecuada cantidad de li-
sión intraductal e intraparenquimatosa de la glán- pasa para controlar la esteatorrea.
dula, mecanismo responsable, en algunos pacientes, Su uso estará indicado en los pacientes con eli-
del origen del dolor. minación de más de 10-15 g de grasa/día en las he-
En condiciones fisiológicas existe un mecanismo ces, se acompañe o no de pérdida de peso, y su
de retroalimentación negativa en el que los niveles dosis debe ajustarse progresivamente y de modo
bajos de enzimas en la luz intestinal estimulan la se- individual, hasta conseguir controlar el número de
creción pancreática, y viceversa. De todas las enzi- deposiciones y la esteatorrea.
mas secretadas por el páncreas, las proteasas son La eficacia del tratamiento enzimático depen-
las de acción más potente en relación con este me- de de varios factores: no debe inactivarse por la
canismo, por lo que se ha propugnado su utiliza- acción de la acidez gástrica, su mezcla con los ali-
ción a dosis elevadas en los casos de dolor refrac- mentos debe ser lo más homogénea posible y su
tario a las manipulaciones dietéticas y a la analgesia liberación ha de ser lenta y progresiva para que la
convencional. hidrólisis de los nutrientes sea completa. Además,
Los diversos estudios realizados muestran da- dependiendo del tipo de sustancia utilizada, su acti-
tos discordantes que pueden estar en relación vidad enzimática varía, siendo más activos aquellos
con diferencias a la hora de seleccionar pacientes preparados que provienen de la pancreolipasa que
y en el tipo de preparados aportados. Parece exis- los que provienen de la pancreatina.
tir una mayor respuesta en pacientes con afecta- Actualmente existen en el mercado prepara-
ción de pequeño conducto, con escasa repercusión dos enzimáticos que cumplen estas características
macroscópica. (Tabla 5). Se trata de productos microencapsula-
Se aconseja utilizar preferentemente preparados dos, con cubierta de gelatina, y que en su interior
con una alta concentración de proteasas y caren- contienen microesferas menores de 2 mm de pan-
tes de cubierta entérica, para procurar que su libe- creolipasa o pancreatina. La cubierta entérica es

981
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

Tabla 5. PREPARADOS DISPONIBLES EN LA ACTUALIDAD QUE CONTIENEN


ENZIMAS PANCREÁTICAS

Nombre Presentación Cubierta entérica Amilasa Lipasa Proteasa Unidades


Kreon 10.000
® a
Cápsulas
Sí 8.000 10.000 600 U. Ph. Eur.
(pancreatina) microesferas
Cápsulas
Kreon® 25.000b Sí 18.000 25.000 1.000 U. Ph. Eur.
microesferas
Kreon® 20.000b Sobres pellets Sí 22.500 20.000 1.125 U. Ph. Eur.
Pancrease ®a
Cápsulas Sí 20.000 4.000 25.000 USP
(pancreolipasa)
Pankreoflat® Sobres, grageas No 6.000 6.000 400 FIP

Unidades de las enzimas: U. Ph. Eur.: unidades de la Farmacopea Europea; USP: unidades de la Farmacopea Americana;
FIP: Federación Internacional de Farmacia.
1 FIP de lipasa = 1 U. Ph. Eur. = 1 USP.
1 FIP de amilasa = 1 U. Ph. Eur. = 4,15 USP.
1 FIP de proteasa = 1 U. Ph. Eur. = 62,5 USP.
a
Especialidad de uso hospitalario. Precisa visado de Inspección.
b
Retirados recientemente del mercado.
Existen otros compuestos que contienen enzimas digestivas a dosis bajas que carecen de utilidad en pancreatitis crónica.

resistente al pH ácido presente no sólo en el estó- todo en niños con insuficiencia pancreática se-
mago sino también en el duodeno, por la secreción cundaria a fibrosis quística, motivo por el cual se
disminuida de bicarbonato por el páncreas. Por su han retirado del mercado las especialidades far-
tamaño, estas microesferas se mezclan íntimamen- macéuticas con dosis de lipasa iguales o superio-
te con los alimentos, produciéndose su paso simul- res a 20.000 U.
táneo desde el estómago al intestino delgado, don-
de tiene lugar la liberación de las enzimas.
Para asegurar su mayor eficacia los preparados
deben ingerirse con las comidas, enteros y sin mas- 7. Fibrosis quística
ticar. Se calcula que la dosis diaria necesaria para
un adulto puede llegar a ser de unas 100.000 uni- Llamada también mucoviscidosis, la fibrosis quís-
dades, repartidas en tomas de 30.000 en las comi- tica (FQ) aparece en 1 de cada 2.500-4.000 nacidos
das principales y de 10.000 unidades en las tomas vivos y se considera la enfermedad hereditaria más
intermedias. En ocasiones se aconseja distribuir la frecuente de la raza blanca; además de las personas
dosis a lo largo de la comida dando un 25% al inicio, afectadas, se estima que 1 de cada 25 individuos es
un 50% durante y un 25% al final de la ingesta. portador del trastorno genético.
En algún momento puede ser necesario el uso El defecto genético, que se transmite de forma
concomitante de inhibidores de la secreción gástri- autosómica recesiva, está causado por una muta-
ca cuando el pH ácido se mantiene en tramos dis- ción de la proteína que interviene en el transpor-
tales del intestino delgado, con poco margen pa- te de iones a través de las membranas de las cé-
ra conseguir una buena digestión y absorción de lulas epiteliales secretoras de moco. Esta proteína,
nutrientes. denominada Cystic Fibrosis Transmembrane Conduc-
Las enzimas pancreáticas tienen un amplio mar- tance Regulator (CFTR) está regulada por un gen
gen de seguridad con pocos efectos secundarios. descubierto en 1989 y localizado en el brazo largo
No obstante, el uso prolongado de dosis muy ele- del cromosoma 7.
vadas se ha relacionado con la aparición de este- Aunque se han descrito hasta el momento más
nosis a nivel de colon y de hiperuricemia, sobre de 900 mutaciones, la ΔF508 (producida por la

982
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

pérdida del aminoácido fenilalanina en el codón tasias, lo que facilita la proliferación de gérmenes
508) es la responsable del 70% de los casos. Dado patógenos, principalmente Pseudomonas aeruginosa
que la expresión clínica difiere considerablemen- y Staphylococcus aureus, dando lugar a infecciones
te entre los afectados por el mismo defecto gené- recurrentes con un estado de inflamación crónica
tico, se estima que intervienen además otros ge- que altera el sistema inmunitario. El cuadro final es
nes moduladores, así como factores ambientales. una fibrosis pulmonar masiva.
• Manifestaciones pancreáticas
A nivel del páncreas se produce una pérdida del
7.1. Fisiopatología tejido acinar funcional y de la capacidad secretora
de los canalículos, secundarias a la obstrucción por
En condiciones normales, la CFTR funciona co- el moco viscoso. La insuficiencia pancreática exo-
mo un regulador del transporte de Cl- y Na+ a tra- crina, que está ya presente en el 65% de los recién
vés de las membranas celulares, mediado por el nacidos afectos, produce una maldigestión y malab-
AMPc. Su alteración produce un transporte transe- sorción especialmente de las grasas de la alimenta-
pitelial de iones anómalo cuya primera consecuen- ción, con diarreas malolientes y flatulencia. Hay que
cia es la producción de secreciones excesivamente tener presente que, de los pacientes que al diag-
espesas, afectando a las vías respiratorias, glándulas nóstico no presentan insuficiencia pancreática, un
sudoríparas, páncreas, intestino, sistema hepatobi- elevado porcentaje va a padecerla conforme evo-
liar y, en el varón, sistema genitourinario. luciona la enfermedad.
El aumento de la viscosidad de las secreciones A medida que avanza la fibrosis pancreática pue-
produce una obstrucción progresiva de los bron- den llegar a afectarse los islotes de Langerhans y
quios, de los conductos biliares y pancreáticos y del por tanto la función endocrina de la glándula, lo
intestino, con afectación progresiva de la función de que explica que entre el 5 y el 15% de los pacientes
estos órganos, que se detallarán cuando se haga re- desarrollen una diabetes mellitus (DM) que se ca-
ferencia a la clínica de la FQ. Además, el sudor con- racteriza por no ser propensa a presentar cuadros
tiene una cantidad anormalmente elevada de cloru- de cetosis. La intolerancia a los hidratos de carbo-
ro secundaria a la alteración en el flujo celular de no está presente en un 35% de los casos.
este ión. • Otras manifestaciones digestivas
El depósito de material espeso en las vías he-
patobiliares es el responsable de la aparición, en
7.2. Clínica el 2-3% de los casos, de una cirrosis biliar focal o
multilobar, con la posible aparición de las compli-
La intensidad de las manifestaciones clínicas es caciones habituales de esta entidad (hipertensión
variable en cada individuo, dependiendo, como ya portal, hematemesis por varices esofágicas) y la
se ha comentado anteriormente, del tipo de muta- consiguiente repercusión negativa en el estado nu-
ción y de la interacción de otros factores tanto ge- tricional. Además, disminuye la secreción de ácidos
néticos como ambientales. Por tanto, la evolución y biliares, con lo que aumenta la maldigestión grasa.
el pronóstico difieren en cada caso, si bien es una A nivel del intestino delgado y también como
enfermedad grave, que evoluciona progresivamen- consecuencia de la viscosidad elevada de las secre-
te a lo largo de la vida, acortando ésta. ciones, pueden producirse cuadros de obstrucción
En los últimos años la precocidad en el diagnósti- intestinal distal. De hecho, alrededor del 10% de
co y en el tratamiento, con especial atención a evitar los casos presentan íleo meconial en el momento
la aparición de desnutrición en los pacientes afec- del nacimiento.
tados, ha mejorado sensiblemente la supervivencia,
que ha pasado de una esperanza media de vida de
28,5 años en 1991 a 33,4 años en 2001 (datos de la 7.3. Diagnóstico
Fundación Americana de Fibrosis Quística).
• Manifestaciones respiratorias El diagnóstico de sospecha debe confirmar-
El acúmulo de secreciones espesas en las vías se con la realización de la prueba del sudor, de-
respiratorias conduce a la aparición de bronquiec- mostrando una concentración de Cl- mayor de 60

983
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

mEq/l en dos determinaciones en aquellos pacien- 7.4.2. Desnutrición proteica


tes en los que existan rasgos fenotípicos compati-
bles e historia de enfermedad en familiares direc- Los requerimientos proteicos también están in-
tos; si fuese posible, se deberá realizar un estudio crementados en relación con la presencia de un
genético para determinar el tipo de mutación de estado de inflamación crónica debido a las infec-
la CFTR. ciones respiratorias de repetición. La malabsorción
Se aconseja practicar pruebas de despistaje neo- proteica no suele ser la responsable de estos re-
natal y diagnóstico de portadores en las familias querimientos incrementados, salvo en los casos de
con individuos afectos. mala sustitución enzimática.
Aunque el diagnóstico se establece en la gran
mayoría de los casos antes del primer año de vida,
no es infrecuente, sobre todo en los últimos años, 7.4.3. Déficit de ácidos
la detección de la enfermedad en edades más avan- grasos esenciales
zadas (ver Capítulo 4.27).
Debido a la esteatorrea, presente incluso pese a
una correcta administración de enzimas pancreáti-
7.4. Afectación del cos, puede producirse un déficit de ácidos grasos
estado nutricional esenciales, que debe sospecharse ante la presencia
de dermatitis seborreica. Son más propensos los ni-
Son múltiples las causas que favorecen la apari- ños que reciben fórmulas ricas en TCM y con esca-
ción de desnutrición en el paciente con FQ, con sos triglicéridos de cadena larga (TCL). Se están reali-
importantes repercusiones clínicas que, en el ca- zando actualmente estudios para determinar si existe
so de los niños mal controlados, retrasan su ritmo un metabolismo alterado del ácido docosahexaenoi-
de crecimiento pondo-estatural y la aparición de la co (DHA), ya que los niveles plasmáticos bajos que
pubertad. Numerosos estudios han demostrado la se observan en algunos casos no se relacionan con el
fuerte asociación entre estado de nutrición y su- grado de esteatorrea. Recientemente se ha publica-
pervivencia, relacionando el grado de desnutrición do un estudio que demuestra niveles disminuidos de
con el deterioro de la función pulmonar. Parece DHA en biopsias de mucosa nasal y de mucosa anal,
comprobado que una intervención nutricional pre- con valores elevados de ácido araquidónico, en los
coz y agresiva mejora la función pulmonar, retrasa pacientes con FQ en comparación con sujetos sanos.
la progresión de la enfermedad pulmonar y dismi-
nuye la frecuencia de las infecciones respiratorias.
7.4.4. Déficit vitamínico

7.4.1. Desnutrición energética Atribuidos fundamentalmente a la malabsorción


grasa, los déficit de vitaminas liposolubles se detec-
No parece que se haya confirmado que la FQ en tan aún en presencia de una correcta sustitución
sí misma produzca un aumento de los requerimien- enzimática, precisando la mayoría de los pacientes
tos energéticos, sino que éstos están aumentados con FQ su suplementación.
por el mayor trabajo respiratorio y por la presen- • Vitamina A
cia de infecciones respiratorias de repetición. Diferentes estudios demuestran niveles disminui-
Por otro lado, la afectación digestiva (insuficien- dos en un 15-40% de los casos. Se recomienda medir
cia pancreática, alteración hepatobiliar, alteración sus niveles en los periodos en que no haya enferme-
intestinal) contribuye a un mal aprovechamiento dades intercurrentes, para evitar valores falsamente
de los nutrientes, con pérdidas fecales de macro y disminuidos (es un reactante de fase aguda).
micronutrientes. • Vitamina D
Finalmente, la anorexia, que aparece con frecuen- Como en el caso anterior, y dependiendo de las
cia sobre todo en los periodos de infecciones res- series, se han encontrado carencias de esta vitami-
piratorias o de problemas digestivos, contribuye a la na en el 10-40% de los afectados por la FQ. Este
desnutrición a través de una ingesta disminuida. dato es de especial importancia teniendo en cuen-

984
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

Tabla 6. VALORACIÓN NUTRICIONAL EN LA FIBROSIS QUÍSTICA

Controles antropométricos
• Tipo de controles
- Talla
- Peso
- Circunferencia de la cabeza
- Pliegue cutáneo tricipital
- Área muscular del brazo
- Área grasa del brazo
- Calcular talla diana según talla familiar
(Comparar con tablas de referencia y vigilar evolución)
• Periodicidad
- Al diagnóstico
- Cada 3 meses hasta confirmar crecimiento normal
- Al año del diagnóstico
- Anualmente
- Especial atención al periodo peripuberal en ambos sexos
Otros controles
• Encuesta nutricional
• Ajuste de dieta (según crecimiento y evolución)
• Ajuste de tratamiento enzimático
• Valoración de riesgo de desnutrición (infecciones de repetición, ingesta deficitaria, diarreas)
(Planteamiento precoz de suplementación oral o nutrición enteral)

ta que se ha comprobado una disminución de la mina D), zinc (por aumento de las pérdidas fecales)
densidad mineral ósea (medida por absorciometría y, sobre todo de sodio, por pérdidas incrementa-
dual de rayos X, DXA) en estos pacientes en com- das a través de los cambios en la composición del
paración con población no afecta, con mayor fre- sudor y que son más acusadas cuando aumenta la
cuencia de fracturas óseas. temperatura ambiente.
• Vitamina E
Puede también detectarse pese a un correcto
tratamiento enzimático. En casos de carencia gra- 7.5. Valoración nutricional
ve puede producir en los niños anemia hemolítica
o degeneración neuromuscular. Se aconseja una monitorización estrecha de los
• Vitamina K parámetros antropométricos (talla, peso, circun-
Se debe vigilar un posible déficit (habitualmente de ferencia craneal, pliegues cutáneos) de los niños
modo indirecto, determinando la tasa de protrombi- diagnosticados de FQ, comparando los valores
na), sobre todo en los casos en que deben adminis- obtenidos con tablas de referencia. La Fundación
trarse por periodos prolongados antibióticos por vía Americana para la Fibrosis Quística y la Sociedad
oral, que pueden destruir la microbiota del colon. Norteamericana de Gastroenterología, Hepatolo-
gía y Nutrición Pediátrica han publicado en el año
2002 un documento de consenso (basado funda-
7.4.5. Minerales y electrólitos mentalmente en la opinión de expertos, ya que la
evidencia existente es escasa todavía en estos mo-
Destacan fundamentalmente las posibles caren- mentos) que actualiza el publicado en el año 1992
cias de calcio (por escasa ingesta y/o déficit de vita- (Tabla 6).

985
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

Tabla 7. RECOMENDACIONES NUTRICIONALES EN LA FIBROSIS QUÍSTICA

Energía
• 120-150% de los requerimientos estimados por edad y sexo
• Incrementar si hay procesos intercurrentes o pérdida de peso
Proteínas
• 120-150% de los requerimientos estimados por edad y sexo
• Incrementar si hay procesos intercurrentes
Lípidos
• 35-45% del aporte energético total
• Controlar aporte de grasa saturada (< 10%)
Vitaminas liposolubles
• Suplementación de vitaminas A, D y E (dosis según edad)
• Valorar suplemento de vitamina K según controles analíticos
Minerales
• Asegurar aporte correcto de calcio, hierro, zinc y sodio

En este documento se hace especial hincapié en evolución y de los procesos intercurrentes, existen
la necesidad de una prevención y una intervención una serie de recomendaciones generales en cuanto
precoces con objeto de prevenir el fallo nutricio- a requerimientos de energía, de macro y de micro-
nal, con la participación de un equipo multidiscipli- nutrientes (Tabla 7). Se deben realizar los con-
nario compuesto por médicos, dietistas, personal troles clínicos y analíticos oportunos con objeto
de enfermería, trabajadores sociales y psicólogos. de comprobar que las medidas aplicadas son las
Recomiendan prestar especial atención en el pe- correctas, cubriendo todos los requerimientos.
riodo peripuberal (en las niñas de 9 a 16 años y en
los niños de 12 a 18 años), ya que es una etapa cru-
cial para alcanzar el pico de masa ósea y por tanto 7.6.1. Dieta
va a condicionar la salud ósea en la edad adulta.
Se ha comprobado que en muchos casos de FQ Durante los primeros meses de vida, las reco-
existe una disminución de la densidad mineral ósea mendaciones respecto a lactancia materna e intro-
medida por DXA, que en caso de trasplante pul- ducción de alimentos sólidos no difieren de las esta-
monar puede incrementarse, con mayor riesgo de blecidas para los niños de edad similar no afectos de
fracturas, debido a la medicación inmunosupresora FQ. Se deberá vigilar estrechamente el ritmo de cre-
(corticoides, ciclosporina). cimiento y de ganancia ponderal, siendo necesaria
en ocasiones la administración de leches fortificadas
o suplementos de hidratos de carbono o de grasas
7.6. Tratamiento nutricional con objeto de incrementar el aporte energético.
Posteriormente, es importante que adquie-
Tiene como objetivo conseguir un adecuado cre- ran hábitos correctos de alimentación, evitando
cimiento y desarrollo en los niños, con el fin de al- la realización de dietas desequilibradas y monó-
canzar la talla adulta estimada en función de su do- tonas, que favorecen la aparición de déficit nutri-
tación genética, así como conseguir y mantener un cionales. Se aconseja realizar tres comidas prin-
apropiado estado de nutrición (ver Capítulo 4.27). cipales y dos a tres tomas intermedias a lo largo
Aunque el tratamiento debe individualizarse del día, con objeto de facilitar la ingesta energéti-
en cada caso, ajustando el aporte en función de la ca adecuada.

986
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

Es importante resaltar que el contenido de gra- cutánea (endoscópica o fluoroscópica), que pro-
sa de la dieta debe ser más elevado que el actual- porciona mayor confort para el paciente y dis-
mente recomendado para la población general minuye el riesgo de complicaciones mecánicas
(35-40% vs. 30-35%, respectivamente), procuran- locales.
do que el aporte de grasa saturada sea inferior al Siempre que sea posible, se aconseja la admi-
10% del total. nistración cíclica nocturna del 50% de los requeri-
mientos nutricionales estimados, dejando al pacien-
te durante el día con ingesta oral exclusivamente.
7.6.2. Suplementos Sin embargo, en ocasiones puede ser necesaria la
energético-proteicos administración continua durante las 24 horas del
día en los casos en que los requerimientos sean
Cuando la dieta no consiga cubrir los requeri- muy elevados y/o la ingesta oral muy insuficiente.
mientos energético-proteicos pese a las manipula- No se han encontradas diferencias significativas
ciones dietéticas oportunas (incremento de la den- respecto a la tolerancia y eficacia de las dietas oli-
sidad calórica de las comidas, de la frecuencia de goméricas (habitualmente pobres en grasa) frente
las colaciones), se debe plantear la administración a las poliméricas, siempre y cuando, en el caso de
de preparados comerciales de composición defini- estas últimas, se proceda a la correcta suplemen-
da, tanto fórmulas completas como modulares. tación enzimática durante su infusión. Se aconse-
Estos suplementos deben complementar la in- ja utilizar, en cualquiera de los casos, preparados
gesta oral insuficiente, y para ello es importante hiperproteicos.
establecer el momento más adecuado de su admi-
nistración así como la textura y el sabor más apro-
piados en cada caso, con el objeto de conseguir 7.6.4. Suplementos de micronutrientes
la mayor aceptación por parte del paciente y que
realmente completen la ingesta de alimentos, no • Vitaminas
que la sustituyan. Tal como se ha comentado en páginas anterio-
res, es frecuente la aparición de déficit de vitami-
nas liposolubles, sobre todo de la D, pese a una
7.6.3. Nutrición enteral correcta suplementación enzimática. Por ello, es
fundamental monitorizar sus niveles plasmáticos y
Se debe plantear su indicación lo más precoz- proceder a la administración de los suplementos
mente posible, en el momento en que se detec- oportunos, ajustando la dosis en función de la evo-
te que el aporte nutricional a través de la dieta y lución en cada caso.
los suplementos es insuficiente, sin esperar a que • Minerales
los signos de desnutrición sean claramente mani- Por la alta prevalencia de osteopenia, osteopo-
fiestos. rosis y fracturas en los pacientes con FQ, se debe
Los estudios publicados hasta la fecha confirman vigilar especialmente el aporte de calcio de la dieta,
la eficacia de este tipo de soporte nutricional en planteando, en los casos necesarios, su suplemen-
los pacientes con infecciones pulmonares de repe- tación con preparados farmacológicos.
tición que incrementan sus requerimientos ener- Las pérdidas fecales de zinc están aumentadas, y
gético-proteicos, y sobre todo cuando se plantea se aconseja controlar los niveles plasmáticos, sobre
un transplante pulmonar, ya que el pronóstico de todo en niños con problemas de crecimiento.
supervivencia en este caso va estrechamente liga- Existe riesgo de hiponatremia por pérdidas ex-
do al estado de nutrición. cesivas de sal por el sudor, especialmente en am-
La elección de la vía de acceso dependerá del bientes calurosos o con ocasión de la práctica de
tiempo estimado de duración de la NE. Si va a ser ejercicio intenso. En ocasiones, las dietas con al-
inferior a 1 o 2 meses el acceso puede realizar- to contenido en sodio no son suficientes pa-
se por vía transnasal. Si, como suele ser habitual, ra compensar estas pérdidas, por lo que se de-
la duración va a ser superior a dicho periodo, es be recurrir a la administración de cápsulas de sal
preferible la realización de una gastrostomía per- suplementarias.

987
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

7.6.5. Otros suplementos ingerirse preferiblemente antes de cada una de las


comidas que se realicen a lo largo del día, sin mas-
Hasta el momento no existen suficientes datos ticarse y sin disolverlas en los alimentos.
en la literatura que apoyen el uso sistemático de su- La dosificación debe hacerse de modo individua-
plementos de DHA en los pacientes con FQ, si bien lizado, vigilando la evolución de la esteatorrea, con
un estudio publicado en 2003 muestra que la admi- un aporte enzimático mayor con las comidas prin-
nistración durante 8 meses de aceite de pescado (ri- cipales y menor cuando se trata de colaciones in-
co en DHA y eicosapentaenoico) a 30 pacientes con termedias. Puesto que es la digestión de las grasas
la enfermedad disminuyó significativamente los mar- la que se ve fundamentalmente alterada, es el con-
cadores inflamatorios (inmunoglobulina G y α1-an- tenido en lipasa el factor determinante a la hora de
titripsina), mejoró las pruebas de función pulmonar elegir el tipo de preparado más adecuado.
y redujo la necesidad de tratamiento antibiótico en Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, tras
relación con periodos anteriores al estudio. la descripción hace unos años de la llamada colo-
nopatía fibrosante, no se aconseja sobrepasar una
dosis de 500-2.500 unidades de lipasa/kg/comida, o
7.7. Suplementación enzimática 4.000 unidades de lipasa/g de grasa/día, ya que pue-
den favorecer la aparición de esta complicación.
La insuficiencia pancreática, presente en el 85% Cuando el paciente esté recibiendo un preparado
de los pacientes afectos de FQ, es la responsable polimérico de NE en perfusión a través de una sonda
del cuadro de maldigestión y malabsorción que enteral, se recomienda la ingesta oral de enzimas pan-
aparece en estos casos. La administración oral de creáticas antes de iniciar la administración de la fór-
preparados enzimáticos permite corregir esta alte- mula, pudiendo necesitarse en ocasiones dosis suple-
ración y es un punto clave en el tratamiento de la mentarias al finalizar la NE o a lo largo de ésta.
FQ. En los últimos años se han mejorado sensible- Si, pese a una correcta dosificación de enzimas
mente la composición y las características de estos pancreáticas y buen cumplimiento por parte del
suplementos, con lo que ha aumentado claramen- paciente, persiste la esteatorrea, hay que valorar
te su eficacia. Su administración debe iniciarse en la administración de fármacos modificadores de
el momento en que se establezca el diagnóstico y la acidez gástrica (bloqueantes H2 o inhibidores
continuarse a lo largo de toda la vida. de la bomba de protones), ya que ésta puede anu-
Es preferible la utilización de preparados en for- lar la acción de las enzimas. Otra posibilidad es la
ma de microesferas o microtabletas recubiertas, asociación de taurina para facilitar la acción de los
gastroprotegidas, que liberan su contenido sólo en ácidos biliares, pues en la FQ se ha descrito una
medio alcalino, es decir, distal al estómago. Deben disminución de los tauroconjugados.

988
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

8. Resumen
 Por su doble función secretora, tanto de en- minadas características con objeto de obtener
zimas como de hormonas, el páncreas es un la máxima eficacia: microtabletas o microesferas
órgano clave en la regulación de la absorción con cubierta entérica, para permitir su mezcla
y metabolismo de los nutrientes de la dieta, homogénea con los alimentos y su liberación en
por lo que la patología pancreática suele tener el medio alcalino del yeyuno.
repercusiones sobre el estado de nutrición. La
 Por último, en la FQ las medidas dietéticas de-
función exocrina se ve afectada fundamental-
ben ir encaminadas a conseguir un crecimiento
mente por tres entidades clínicas: la pancreati-
y desarrollo normales en los niños y, en los
tis aguda (PA), la pancreatitis crónica (PC) y la
adultos, mantener un estado nutricional ade-
fibrosis quística (FQ).
cuado. Los requerimientos energéticos suelen
estar aumentados en relación con la población
 En el 75-80% de los casos de PA, la alteración
del mismo sexo y edad que no presenta la en-
funcional es leve y la recuperación es completa
fermedad; el requerimiento de aporte proteico
en un corto periodo de tiempo, sin secuelas
suele también estar aumentado en relación
posteriores, y no es necesario realizar ningún
con infecciones respiratorias de repetición y
tipo de soporte nutricional. En el restante 20-
se aconseja incrementar el porcentaje de grasa
25% de los casos, las complicaciones locales y/o
total de la dieta (entre el 35 y el 40%), ajustan-
a distancia condicionan una situación de estrés
do la dosis de enzimas pancreáticas según la
superponible a la de los cuadros sépticos y el
evolución del número y características de las
soporte nutricional debe formar parte de las
deposiciones. Cuando por vía oral no se consi-
medidas terapéuticas. Teniendo en cuenta los
gan cubrir los requerimientos nutricionales se
resultados de las publicaciones de los últimos
debe valorar, lo más precozmente posible, la
años y siguiendo las recomendaciones de la
indicación de una NE complementaria, prefe-
ESPEN publicadas en 2002, la primera elección
rentemente nocturna.
debe ser una NE con administración, distal al
ángulo de Treitz, de preparados pobres en grasa
y con hidrolizados de proteínas preferentemen-
te. Sólo en caso de no disponer de un acceso
enteral, de intolerancia clara a la NE, o cuando
ésta no alcance los requerimientos estimados,
se planteará el uso de la NP. Una vez superado
el episodio de PA, el paciente no precisa nin-
guna medida dietética especial, excepto evitar
el consumo de alcohol y el aporte excesivo de
grasa.

 En el caso de la PC, el estado nutricional suele


estar afectado en la mayoría de los pacientes, en
relación con una menor ingesta global y un mal
aprovechamiento de los nutrientes de la dieta
debido a la esteatorrea producida por la ma-
labsorción secundaria al déficit enzimático. Se
debe indicar una dieta controlando la cantidad
de grasa y con el suficiente aporte energético
para alcanzar o mantener un peso adecuado. Es
necesario monitorizar los niveles plasmáticos
de micronutrientes, con objeto de proceder
a administrar los suplementos necesarios. Los
preparados enzimáticos, que son la otra pieza
básica del tratamiento, deben tener unas deter-

989
Capítulo 4.32. Nutrición en las enfermedades del páncreas exocrino

9. Bibliografía
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Revisión en castellano del manejo diagnóstico y terapéutico de Artículo reciente donde se cuestionan los factores que pueden
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990
C. Martínez Faedo | P. Gómez Enterría | L. Laborda González

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991
4.33. Nutrición y patología
ósea en la infancia

Margarita Alonso Franch María de la Paz Redondo del Río


Capítulo 4.33.

Nutrición y patología ósea en la infancia

1. Introducción

2. Factores reguladores de la mineralización ósea


2.1. Factores genéticos
2.2. Factores hormonales
2.3. Factores ambientales
2.3.1. Factores nutricionales
2.3.1.1. Ingesta energética
2.3.1.2. Aporte proteico
2.3.1.3. Calcio
2.3.1.4. Fósforo
2.3.1.5. Vitamina D
2.3.1.6. Otros nutrientes implicados
2.3.2. Factores no nutricionales ligados a los hábitos de vida
2.3.2.1. Ingesta de alcohol
2.3.2.2. Tabaquismo
2.3.2.3. Actividad física

3. Periodos críticos de la mineralización ósea en la infancia


3.1. Periodo prenatal
3.2. Primeros años de vida
3.3. Periodo puberal

4. Métodos de estudio de la mineralización ósea


en la infancia
4.1. Marcadores bioquímicos
4.2. Técnicas que cuantifican la mineralización ósea

5. Situaciones patológicas de riesgo osteoporótico


5.1. Situaciones que cursan con aumento de las necesidades
5.1.1. Prematuridad
5.1.2. Embarazo y lactancia en adolescentes
5.2. Alteraciones en la ingesta
5.2.1. Desnutrición
5.2.2. Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa
5.2.3. Dietas inadecuadas
5.3. Malabsorción intestinal
5.3.1. Fibrosis quística
5.3.2. Alergia y/o intolerancia a la leche de vaca
5.3.3. Enfermedad celiaca
5.3.4. Enfermedad inflamatoria intestinal
5.4. Alteraciones metabólicas
5.4.1. Hepatopatías
5.4.2. Nefropatías
5.4.3. Acidosis
5.4.4. Fármacos anticonvulsivantes
5.5. Situaciones que afectan a la actividad física
5.6. Desarreglos hormonales con mayor influencia sobre la mineralización
ósea en la infancia
5.6.1. Hipoparatiroidismo e hiperparatiroidismo
5.6.2. Hipogonadismos
5.6.3. Uso de corticoides

6. Estrategias para la prevención de la osteoporosis en la infancia


6.1. Dificultades para cubrir las recomendaciones
6.2. Fuentes alimentarias de calcio
6.3. Suplementos nutricionales

7. Resumen
8. Bibliografía
9. Enlaces web

Objetivos
n Identificar los factores que determinan la masa ósea.
n Interpretar la situación de los mismos a nivel individual o colectivo.
n Identificar los periodos de la infancia en los que la mineralización ósea pueda estar fisiológicamente más
comprometida.
n Definir e identificar las poblaciones de riesgo ligadas a factores ambientales, nutricionales y no nutricionales.
n Definir e identificar las poblaciones de riesgo ligadas a situaciones fisiológicas especiales.
n Definir e identificar las poblaciones de riesgo ligadas a patologías específicas de la infancia.
n Describir, indicar e interpretar las técnicas de medición de la masa ósea en la infancia.
n Indicar y prescribir las medidas adecuadas para conseguir un adecuado pico de masa ósea.
n Promover a nivel colectivo medidas preventivas de la osteoporosis desde la edad ifanto-juvenil.
n Identificar y prescribir los tratamientos oportunos de la osteoporosis y osteopenia en la infancia y la
adolescencia.
1. Introducción

E
l crecimiento y la maduración son los atributos biológicos que diferencian fun-
damentalmente la fisiología y la patología del niño con respecto al adulto. Nu-
tricionalmente justifican las distintas recomendaciones de ingesta de energía y
nutrientes, así como la forma de administrarlos, especialmente en las primeras etapas
de la infancia. Por otra parte, también hacen que sea distinta la repercusión de las
enfermedades en el estado nutricional y su forma de tratarlas o prevenirlas.
Por lo que respecta al hueso, el crecimiento longitudinal y la mineralización son
dos procesos continuos y simultáneos, aunque no necesariamente coincidentes en
el tiempo, ya que están regulados por factores diferentes. Como se ha comentado en el
Capítulo 1.33, el crecimiento en longitud está regulado por la hormona de crecimiento
(GH) que, con ayuda de los nutrientes (energía y proteínas fundamentalmente) induce
la síntesis hepática de factores de crecimiento (factores de crecimiento análogo a la
insulina o Insulin-like Growth Factors, IGF) y sus proteínas transportadoras (IGFBP). Por
el contrario, en la mineralización del hueso intervienen fundamentalmente el Ca y el P,
aunque precisan la colaboración de otros nutrientes (ver Capítulo 1.27) y la acción de la
vitamina D y otras hormonas (parathormona, calcitonina) (ver Capítulos 1.24 y 4.35).
En las últimas décadas, los objetivos nutricionales planteados para el niño no atiende
tanto a la prevención de la desnutrición y de las enfermedades carenciales, mayoritaria-
mente superadas en España, sino más bien hacia la consecución de un adecuado cre-
cimiento y desarrollo, y el establecimiento de hábitos dietéticos saludables que eviten
las enfermedades nutricionales del adulto y traten de mejorar su calidad de vida y su
longevidad. Por ello, en este Capítulo sobre “nutrición y patología ósea”, se tratará de
identificar la situación actual de los factores que influyen en la mineralización ósea, las
patologías que pueden interferirla, la forma de vigilarla y especialmente de prevenir y
tratar las alteraciones de la misma, para que el niño adquiera un adecuado pico de masa
ósea (PMO = máxima mineralización del hueso al terminar el crecimiento).
Precisamente se ha demostrado que la adquisición de un adecuado PMO es el factor
más importante en la prevención de la osteoporosis del adulto (ver Capítulo 1.34). Por
este motivo, dado que esta enfermedad se ha convertido en la epidemia silenciosa de
esta longeva y sedentaria sociedad, la vigilancia de la mineralización del hueso en la in-
fancia constituye un nuevo reto para el pediatra. Por el contrario, un trastorno tan fre-
cuente hace 30 años como era el raquitismo, por déficit de vitamina D, prácticamente
ha desaparecido en la sociedad actual, por lo que no se abordará en este Capítulo.
La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por la disminución de
la masa ósea con deterioro de su microarquitectura, lo que conduce a un aumento
de la fragilidad causante de deformidades y, sobre todo, del riesgo de fracturas. En
la osteoporosis existe tanto un déficit en la mineralización como en la síntesis de
matriz colágena, mientras que en el raquitismo, junto al déficit de mineralización,
la matriz ósea aparece aumentada.

997
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

Otro importante trastorno óseo, que tampoco se factores genéticos y ambientales que explican la
abordará, es la osteogénesis imperfecta. Se trata de amplia variabilidad de la respuesta individual, tanto
una enfermedad del colágeno de carácter heredita- en condiciones fisiológicas como patológicas.
rio, afortunadamente poco frecuente, en la que exis-
te un trastorno primario de la mineralización ósea.
Se han descrito cuatro tipos distintos, en los que la 2.1. Factores genéticos
intensidad de la afectación va desde formas mortales
hasta otras relativamente leves. La alteración con- Existe una mayor concordancia entre la DMO
diciona una formación ósea anormal con recambio en gemelos univitelinos que en los bivitelinos, lo
óseo elevado, originando fracturas espontáneas. que avala la importancia de la genética. De hecho,
la mineralización ósea está controlada por una
serie de genes, entre los que el más estudiado
es el que regula los receptores de la vitamina D,
2. Factores reguladores responsables de la absorción intestinal del Ca (ver
de la mineralización ósea Capítulo 1.24). Aunque trabajos iniciales daban una
gran importancia a los polimorfismos de este gen,
La mineralización muestra una tendencia al in- su papel real está actualmente más controvertido,
cremento progresivo desde el nacimiento hasta la y sin duda integrado dentro de una herencia po-
edad adulta. Sin embargo, este incremento es mu- ligénica, como se ha descrito previamente [genes
cho más rápido entre los 0 y los 2-3 años de vida, receptores del estradiol, del colágeno tipo I, de
prosiguiendo después, a menor ritmo, y de forma factor de crecimiento transformante (TGB-β), de
prácticamente equivalente en ambos sexos, hasta la interleukina 6 (IL-6), receptor de la calcitonina,
aproximadamente los 10 años, en los que clara- etc.]. La mayoría de los estudios al respecto de-
mente se acelera la maduración en las niñas. muestran que el riesgo o resistencia a desarrollar
Estudios longitudinales en ellas demuestran que osteoporosis dependen (hasta un 60-80%) de
tanto la densidad (DMO) como el contenido mineral factores genéticos, aunque los distintos genes im-
óseo (CMO) sufren un incremento importante entre plicados y sus polimorfismos hacen, de momento,
los 11 y los 14 años, para enlentecerse hacia los 16 y imposible un diagnóstico genético.
prácticamente cesar 2 años más tarde. En los niños,
el periodo de máxima mineralización es más tardío,
intenso y prolongado, abarcando de los 13 a los 17 2.2. Factores hormonales
años. Entre los 17 y los 20 años sigue aumentando, a
menor ritmo, la densidad mineral ósea a nivel lumbar La compleja implicación de las hormonas que
y medio femoral, pero ya no varía la del cuello femo- intervienen en la mineralización ósea, ya expuesta
ral. Al llegar al estadio puberal 5, cuando el crecimien- en los Capítulos 1.24, 1.27 y 4.34, no es diferente en
to es inferior a 1 cm/año, todavía existen ganancias los niños y en los adultos, salvo en que las tasas de
en la DMO de los chicos, pero no en la de las chicas. GH que regulan, junto con la nutrición, la síntesis de
Por tanto, hay una importante diferencia sexual en los IGF-1 y la hidroxilasa renal activadora de la vitamina
periodos de obtención del PMO, y además no parece D son más elevadas.
confirmarse el llamado “dogma de la treintena”, que,
basado en estudios transversales, señalaba que el pico
de masa ósea podría alcanzarse hasta esta edad. 2.3. Factores ambientales
La evolución longitudinal de la mineralización
ósea muestra un patrón sexual diferente, como Los distintos factores ambientales que regulan la
puede observarse en las Figuras 1 y 2, aunque mineralización del hueso interactúan con los genéti-
los chicos siempre están por encima de las chicas, cos, siendo precisamente en éstos sobre los que se
la mineralización es más elevada en las niñas cuan- puede actuar. Aunque se trata de los mismos facto-
do inician la pubertad. res que influyen en la patología ósea del adulto, en
Estos procesos de crecimiento y maduración la infancia presentan unas características especiales,
óseos son un claro ejemplo de la interacción entre que son las que se van a considerar. Estos factores

998
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

Figura 1. Evolución de la densidad mineral ósea, en función de la edad y el sexo, estimada por la velocidad de la conducción
media de los ultrasonidos.

ambientales se pueden clasificar en nutricionales lización ósea, especialmente estudiada en la ano-


y no nutricionales. rexia nerviosa, mientras que los individuos obesos
muestran cierto grado de protección. En España, la
desnutrición exógena ha dejado de ser un problema
2.3.1. Factores nutricionales de salud pública, pero la vigilancia de la DMO debe
establecerse, sobre todo en los niños con desnutri-
La energía y los nutrientes intervienen de varias ción secundaria.
formas: favorecen las mitosis celulares, actúan como
elementos plásticos, aportan vitaminas que regula- 2.3.1.2. Aporte proteico
rán la síntesis de la matriz y la absorción intestinal
del Ca, contribuyen a la producción de hormonas, Las proteínas son, lógicamente, necesarias para
factores de crecimiento, etc. la formación de la matriz ósea. La alta ingesta de-
tectada en la mayoría de los trabajos españoles so-
2.3.1.1. Ingesta energética bre hábitos alimentarios en la infancia demuestra
que no existe riesgo osteoporótico a este respec-
La baja ingesta energética se acompaña de un to. Por el contrario, el aporte proteico excesivo, al
retraso en el crecimiento, maduración y minera- favorecer la hipercalciuria, podría explicar en parte

999
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

2.3.1.3. Calcio

Dentro de los nutrientes, sin


duda el papel más importante
corresponde al calcio. Más del
99% del mismo se encuentra de-
positado en el hueso. En el niño
existe un balance cálcico positivo,
ya que aumenta desde alrededor
de 30 g en el nacimiento (10 g/kg
de peso) hasta unos 1.300 g en
la edad adulta (19 g/kg de peso).
La velocidad de aposición cálcica
condiciona las distintas recomen-
daciones a cada edad, aunque la
cantidad de Ca necesaria para
obtener el PMO es aún contro-
vertida. En parte, depende no
sólo del contenido en Ca de los
alimentos, sino también del tipo
de dieta, ya que la biodisponibi-
lidad es muy variable (30% en la
leche y 5% en las espinacas), dis-
minuyendo en función del conte-
nido en fibra, oxalatos y fitatos,
así como de la relación Ca/P.
También varía la capacidad de ab-
sorción en las distintas etapas de
la vida (Tabla 1), de forma que
en la pubertad no sólo aumenta,
sino que, además, disminuye la eli-
minación de Ca en heces y orina,
con lo que el balance cálcico es
más positivo que en otras etapas.
En España, la ingesta de Ca de
la población pediátrica se incre-
menta con la edad, cubriendo las
recomendaciones sin problemas
hasta los 9 años, aunque la den-
sidad nutricional de la dieta para
el Ca (relación energía/Ca) va
disminuyendo. A partir de esta
edad, los aportes de Ca se sitúan
Figura 2. Evolución de la densidad mineral ósea estimada por la velocidad de bruscamente en torno al 80%. Ello
conducción media (VCM) de los ultrasonidos, en función del estadio puberal versus se puede poner en relación con
evolución de la talla. EP: estadio puberal. el cambio de recomendaciones
(800-1.300 mg) (Tabla 2) en
función del posible comienzo de
la alta prevalencia de la osteoporosis en las socie- la pubertad, hecho que ocurre más tarde en la ma-
dades desarrolladas. yoría de la población. No obstante, de los 9 a los

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M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

Tabla 1. INCREMENTO DE LA APOSICIÓN CÁLCICA EN EL ORGANISMO Y VARIACIÓN


DEL COEFICIENTE DE ABSORCIÓN EN LAS DISTINTAS ETAPAS DE LA VIDA

Edad Incremento Coeficiente de absorción


0-3 años +30% 40%
Prepuberal +20% 27%
Final de la pubertad +35-40% 30-35%
Mayor de 25 años (varón) +10-15% 20%
Mayor de 25 años (mujer)
Adultos 5-8%

Tabla 2. RECOMENDACIONES DE INGESTA CÁLCICA EN LA INFANCIA

Recomendación Recomendación
Edad Criterio
(DRI, como AI) 1997 (RDA) 1989
0-5 meses Contenido en leche humana 210 mg/día 400 mg/día
Leche humana +
6-11 meses 270 mg/día 600 mg/día
alimentación complementaria
Extrapolación del grupo
1-3 años 500 mg/día 800 mg/día
de 4-8 años
4-8 años Máxima retención de calcio 800 mg /día 800 mg/día
1.200 mg/día
9-18 años Máxima retención de calcio 1.300 mg/día
(desde los 11 años)
DRI: ingesta dietética de referencia; AI: ingesta adecuada; RDA: ingesta dietética recomendada.

18 años las ingestas se sitúan, en la mayoría de las edades de 9-18 años al inicio), vio que la DMO en
encuestas nacionales analizadas, en torno al 80% de fémur era superior en los que tenían ingestas cál-
las recomendaciones en los chicos y entre el 60 y el cicas de 800-1.200 mg/día que en los que tomaban
80% en las chicas, lo que supone un riesgo osteopo- menos de 800 mg/día. Sin embargo, en el estudio
rótico importante a nivel epidemiológico. de Amsterdam, también prospectivo y longitudinal
Con independencia de los aportes recomen- (seguimiento, durante 13 años, de 182 adolescen-
dados, se desconoce la cantidad mínima de Ca a tes cuya ingesta de Ca oscilaba entre 1.100 y 1.435
partir de la cual se afectaría de forma significativa mg), dicha ingesta no evidenció correlación con la
la mineralización ósea. Los resultados sobre la DMO en el análisis de regresión simple.
ingesta de Ca en la infancia y la prevención de la Las discordancias pueden estar en relación con
osteoporosis son, en algunos casos, contradicto- el hecho de que la mineralización ósea sea multi-
rios. Una posible razón para explicar lo anterior es factorial, y que por encima de una cierta cantidad
que se trata de estudios retrospectivos, en los que (aprox. 800 mg) no se pueda mejorar la capacidad
el consumo de Ca es autoevaluado y dependiente absortiva del mismo. Además, probablemente ten-
de la memoria. Por ello, son más consistentes los ga más importancia la ingesta media desde el na-
hallazgos de Valmiki, quien, en su estudio danés so- cimiento que la concreta que corresponda al mo-
bre factores de riesgo cardiovascular (seguimiento mento de la encuesta. Un trabajo de Johnston con
prospectivo de 264 sujetos durante 11 años, con diseño controlado aleatorio aporta cierta luz al

1001
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

problema. En efecto, este autor seleccionó a 70 pa- 2.3.2. Factores no nutricionales


rejas de gemelos de entre 6 y 14 años de edad, y en ligados a los hábitos de vida
cada pareja de gemelos administró, aleatoriamente,
a uno un suplemento de 1.000 mg/día de Ca, y a Se ha demostrado la relevancia de ciertos hábi-
otro, un placebo. Al cabo de 3 años, el grupo su- tos no nutricionales en la mineralización ósea. Entre
plementado evidenció una DMO significativamente los más importantes, resulta destacable la ingesta
mayor, tanto a nivel lumbar como radial, pero no fe- de alcohol, el tabaquismo y el sedentarismo.
moral. Llamativamente, esta diferencia desapareció
entre 1 y 3 años después de finalizado el suplemen- 2.3.2.1. Ingesta de alcohol
to, lo que hace pensar que el efecto beneficioso
de la suplementación cálcica no se mantiene en el Se ha relacionado directamente con una dis-
tiempo. Sin embargo, otros autores sí demuestran minución de la DMO y con un mayor riesgo de
efectos permanentes en niños con suplementos de fractura ósea. El alcohol disminuye la absorción in-
calcio, aunque dicho efecto fue más evidente a nivel testinal de Ca y su metabolización hepática, a la vez
del hueso periférico que del central. que inhibe los osteoblastos y provoca alteraciones
hormonales (hipogonadismo, hipercorticismo), lo
2.3.1.4. Fósforo que, en conjunto, compone la llamada osteopatía
alcohólica.
Otro importante nutriente es el fósforo, ya A la preocupación social de los pediatras por la,
que el 85% del mismo se encuentra depositado en cada día más precoz, iniciación de los niños en la
el hueso. La cantidad aumenta desde 17 g en el re- ingesta de alcohol hay que añadir el efecto que éste
cién nacido hasta unos 700 g en el adulto. Dada su pueda tener en la adquisición del PMO. Que los
concentración en la mayoría de los alimentos de la adolescentes ingieren cada día más alcohol es un
dieta española y su alta biodisponibilidad (60-70%), hecho conocido. En la experiencia de los autores,
no es habitual detectar ingestas de riesgo en la po- más del 34% de los niños/niñas mayores de 9 años
blación pediátrica, sino que, al contrario, es posible reconocen consumirlo. La frecuencia se incremen-
que la excesiva cantidad, al disminuir la relación ta rápidamente con la edad a partir de los 13 años,
Ca/P, pueda interferir la absorción de aquél. llegando casi al 80% a los 18 años, no observándo-
se diferencias significativas con respecto al sexo.
2.3.1.5. Vitamina D Lógicamente, predomina el consumo ocasional de
fines de semana, frente a lo que sucede con el ta-
Favoreciendo la absorción intestinal del Ca y baco, que se suele consumir diariamente.
del P, la vitamina D juega un papel crucial en la
mineralización. Aunque la procedencia de la misma 2.3.2.2. Tabaquismo
depende más de la transformación de la provita-
mina en vitamina a nivel cutáneo, no parece que Aunque está descrita la asociación entre taba-
la población pediátrica actual presente riesgo de quismo y baja DMO, algunos autores creen que,
deficiencias en este nutriente. ajustando las variables que interactúan, el tabaco
no es un factor significativo de riesgo. Probable-
2.3.1.6. Otros nutrientes implicados mente, como fumar se asocia a un menor apetito,
menor ganancia ponderal y menor ejercicio físico,
Además de los anteriormente referidos, otros sean estos tres factores los verdaderamente im-
nutrientes han sido implicados en la mineraliza- plicados en la baja DMO de los fumadores. De
ción ósea. Así, la menor incidencia de osteoporosis hecho, Vogt, al evaluar un grupo de fumadores y
en poblaciones con alto consumo de frutas y ver- no fumadores, detectó en los primeros una menor
duras se ha relacionado con su adecuada propor- puntuación en cuanto a los parámetros de salud,
ción Na/K, y Ca/Na, así como con su contenido en tanto física como psíquica, y una menor actividad
Mg. Más recientemente se ha implicado el déficit física. En la experiencia de los autores, casi el 20%
de vitamina K y vitamina B12 en la osteoporosis del de las niñas de Castilla y León se declaran fumado-
adulto (ver Capítulo 4.34). ras, frente a un 12% de los niños. Este hecho, reco-

1002
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

3. Periodos
críticos de la
mineralización
ósea en la
infancia
La progresiva minerali-
zación del hueso a lo largo
de la infancia evidencia
determinadas etapas en las
que la adquisición de masa
ósea se incrementa de for-
ma llamativa (Figura 3).
Ello ocurre fundamental-
mente en tres periodos: el
último trimestre del em-
barazo, los 2-3 primeros
años de vida, y la puber-
tad. Como ocurre con el
Figura 3. Incrementos anuales en la densidad mineral ósea estimada por la velocidad de
crecimiento de la talla, las
conducción media (VCM) de los ultrasonidos, en función de la edad y el sexo.
interferencias que puedan
surgir durante estas etapas
pueden determinar conse-
gido en otras encuestas, puede significar también cuencias más desfavorables e incluso irreversibles,
un aumento del riesgo de osteoporosis. limitando definitivamente la mineralización ósea.

2.3.2.3. Actividad física


3.1. Periodo prenatal
Es uno de los factores más directamente rela-
cionado con la estructura y mineralización ósea. Los últimos meses del embarazo se caracterizan
Así, mientras el sedentarismo reduce la minera- por el inicio de la mineralización, que se realiza al
lización, el ejercicio físico la mejora, favoreciendo máximo ritmo. La prematuridad supone, pues, una
la resistencia y el contenido mineral del hueso. Sin desventaja que requiere compensación en el perio-
embargo, es difícil establecer una correlación entre do neonatal, en el cual, a pesar de la inmadurez de
actividad física y aumento de la DMO, y tampoco todas las funciones relacionadas con la nutrición, los
está claro si el efecto del deporte en niños y ado- objetivos nutricionales deben tratar de conseguir
lescentes se mantendrá en el tiempo. mantener el mismo ritmo de crecimiento que hu-
Los deportistas con alta carga de impacto tienen biera tenido en la vida antenatal. Se trata, por tanto,
una mayor DMO que los que solamente aumentan de un periodo de máximo riesgo, que requerirá me-
la contracción muscular. Frente a ellos, son los na- didas especiales, ya que no puede ser compensado ni
dadores los que evidencian menor aumento de la siquiera con la leche materna. En estos casos, es ne-
DMO al realizar este deporte. Por lo que respecta cesario suplementar las fórmulas, e incluso la leche
a la población pediátrica en general, es un hecho la de mujer, con calcio/fósforo y vitamina D, para evitar
tendencia al incremento de las actividades sedenta- la osteopenia del prematuro (ver Capítulo 3.7).
rias (TV, ordenador, videoconsolas) y al transporte
facilitado. En la práctica deportiva, existen impor-
tantes diferencias entre chicos y chicas, ya que estas 3.2. Primeros años de vida
últimas la realizan con menor frecuencia e intensi-
dad, lo que supone que la calidad que adquieran sus De forma fisiológica, durante los 2-3 primeros
huesos al finalizar la pubertad será peor. años de vida se asiste a un notable incremento de

1003
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

la mineralización, por lo que también se considera en sujetos con DMO periférica baja para establecer
un periodo crítico. Sin embargo, es una época en la necesidad de mediciones centrales.
la que las alteraciones en la ingesta dietética son Si bien se utilizan fundamentalmente en adultos,
excepcionales, y la mayoría de los procesos pato- existe experiencia de su uso en niños, siendo los
lógicos que puedan acontecer (síndromes de ma- marcadores de formación ósea más empleados la
labsorción, cuadros de vómitos mantenidos, etc.) fosfatasa alcalina ósea específica, la osteocalcina
incluyen en su protocolo la atención a la minerali- -muy variable a lo largo de la infancia- y los propép-
zación ósea. De todas formas, es muy probable que tidos relacionados con el procolágeno tipo I, tanto
la interrupción de la misma pueda ser compensada el amino-terminal (PINP) como el carboxi-terminal
con relativa facilidad en etapas posteriores. (PICP), todos en suero. Entre los marcadores de
resorción ósea, los más utilizados son la dipirido-
lina (DPD) y los telopéptidos del colágeno tipo I,
3.3. Periodo puberal tanto amino (NTX) como carboxi-terminal (CTX)
en orina. El CTX generado por metaloproteasas de
Se considera el periodo más crítico de la vida, la matriz, también llamado ICTP, se determina en
ya que las interferencias sufridas durante la pu- suero. También la fosfatasa ácida tartrato resisten-
bertad tienen un limitado tiempo de recuperación. te, aunque no específica del hueso (salvo la isoen-
Por otra parte, como se ha comentado anterior- zima 5b), parece útil en la infancia. En la valoración
mente, es la época en la que existe mayor acú- de recambio óseo se recomienda utilizar al menos
mulo de factores de riesgo: baja ingesta de calcio un marcador de formación y otro de resorción
y alta de fósforo, relación Na/K inadecuada, con- (Tabla 3).
sumo de tabaco y alcohol, y mayor sedentarismo, Recientemente, están apareciendo nuevos
especialmente en las chicas, quienes, además de marcadores que probablemente serán más útiles,
tener menor tiempo para la mineralización, hacen como el fragmento intacto de la región helicoidal
menos deporte, beben igual y fuman más que los de la cadena α del colágeno y, sobre todo, la osteo-
chicos, siendo, precisamente, las que tendrán ma- protegerina, primordial regulador de la osteoclas-
yor riesgo posterior de osteoporosis en función togénesis (ver Capítulo 1.27).
de la menopausia. Su interpretación en la infancia plantea varios
problemas, entre los que destacan la necesidad
de establecer puntos de corte, conocer el ritmo
circadiano de los mismos y, finalmente, el grado
4. Métodos de estudio de sensibilidad y especificidad en cada etapa del
de la mineralización crecimiento.
ósea en la infancia
4.1. Marcadores bioquímicos 4.2. Técnicas que cuantifican
la mineralización ósea
Actualmente, se dispone de una amplia batería
de marcadores bioquímicos que han demostrado su La vigilancia de la mineralización del esqueleto
utilidad en el estudio del hueso. Se trata de enzimas se ha visto clásicamente dificultada en el niño por
y proteínas, o fragmentos de éstas, formadas en los la necesidad de utilizar métodos de estudio que,
procesos de aposición y destrucción ósea. La Confe- además de sensibles, reproducibles y exactos, fue-
rencia de Consenso sobre Osteoporosis establece ran rápidos, indoloros, inocuos y no invasivos. En la
que su determinación está especialmente indicada en Tabla 4, se recogen los propuestos por la Natio-
pacientes con alto riesgo de fractura por baja DMO nal Osteoporosis Foundation para evaluar la calidad
y para realizar el seguimiento de la terapia frente a la de los huesos.
osteoporosis, ya que habitualmente son capaces de De todos ellos, el más recomendado es la ab-
detectar cambios en el hueso en 3 meses, mientras sorciometría dual por rayos X (Dual energy X-ray
que otras técnicas de medida requieren entre 6 y 12 Absorptiometry, DXA), que se basa en el estudio
meses. Igualmente, está indicada su determinación de la atenuación que sufre un doble haz de ra-

1004
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

Tabla 3. MARCADORES BIOQUÍMICOS DE LA ACTIVIDAD ÓSEA

Marcadores de formación Marcadores de resorción


• Fosfatasa alcalina total en suero • Hidroxilisina en orina (libre, unida a proteínas y total)
• Fosfatasa alcalina específica ósea en • Hidroxiprolina en orina (libre, unida a proteínas y total)
suero
• Piridolina en suero y orina (libre, unida a proteínas
• Osteocalcina sérica (fragmento N medio, y total)
intacta y total) en suero
• Desoxiprolina en orina (libre y total)
• Propéptido carboxiterminal del
• Telopéptido N terminal del colágeno tipo I urinario o NTX
procolágeno I en suero
• Telopéptido carboxiterminal del colágeno tipo I
• Propéptido N terminal del procolágeno I
urinario o CTX
(monómero, intacto y total) en suero
• Telopéptido carboxiterminal del colágeno tipo I sérico
o CTX-MMP o ICTP
• Sialoproteína ósea sérica o BSP
• Fosfatasa ácida tartrato resistente sérica o TRACP

Tabla 4. CARACTERÍSTICAS DE LAS TÉCNICAS DE MEDIDA DE LA MASA ÓSEA

Error Tiempo Radiación


Técnicas
% prec % exact (minutos) (milirem)

DXA 1-2 3-9 5-10 1-5


Centrales
TAC 2-4 5-15 10-30 50

DXA periférico 1-3 3-8 5-15 1


Periféricas TAC periférico 1-2 5-10 5-10 5
Ultrasonidos 2-3 2-3 Nula

DXA: absorciometría radiológica doble energía; TAC: tomografía axial computarizada; prec: precisión; exac: exactitud.

yos X al atravesar el tejido óseo. Aunque puede de superficie o por área ósea proyectada) que, si
realizarse a diferentes niveles, los parámetros de bien facilita la comparación entre sujetos con dis-
referencia para establecer los criterios de norma- tinta talla corporal y ósea, no representa el verda-
lidad, osteopenia u osteoporosis se refieren a los dero contenido volumétrico. Se asume, de manera
datos obtenidos a nivel del cuello femoral y/o de incorrecta, que la cantidad de mineral y el área
las vértebras lumbares (L2-L4) de la población de ósea son directamente proporcionales, cuando, en
referencia. realidad, lo que influye no es sólo la superficie, sino
La interpretación de esta técnica, que comenzó el tamaño global del hueso. En la actualidad, se han
a emplearse en niños gracias al desarrollo de soft- desarrollado modelos matemáticos para obtener
wares pediátricos, está aún sometida a controver- la DMO volumétrica en g/cm3 por DXA. Dichos
sia. Una de las dificultades de la misma radica en la datos están validados con los obtenidos a través de
forma de expresar la DMO (densidad por unidad tomografía axial computarizada (TAC), técnica lógi-

1005
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

camente muy limitada en Pediatría por la radiación do baja mineralización por US, reúnan dos factores
que provoca y los altos costes. de riesgo. La selección de este método está basada
Para minimizar los efectos de esta radiación, se en que, además de ser sensible y reproductible, es
han desarrollado equipos de medición periférica seguro, indoloro, rápido y transportable.
tanto con TAC (TCCp: tomografía computarizada Las medidas pueden obtenerse, dependiendo de
cuantitativa periférica) como con DXA (DXAp), los distintos métodos y técnicas, en regiones axia-
que permiten mediciones volumétricas a menor les (cadera, columna) o periféricas (calcáneo, tibia,
coste y con menor radiación. rodilla, radio y falanges). En adultos, se ha demos-
La comparación de los datos publicados no es trado que las mediciones en la columna predicen
concordante, ya que los estudios se han llevado a el riesgo de fractura a ese nivel, pero no a otros, y
cabo en diversas zonas (axiales o periféricas), con lo mismo ocurre con el resto de las localizaciones
diferentes aparatos (Hologic, Lunar o Norland) y donde se mide la DMO. En niños, la selección de
con distintos softwares. Incluso comparando varias la zona se complica aún más, ya que la cronolo-
bases de datos referenciales, llevadas a cabo con la gía y velocidad de mineralización dependen de la
misma técnica (DXA lumbar), el mismo aparato y edad biológica, y probablemente tengan un ritmo
el mismo software, se pueden encontrar diferencias distinto en cada zona ósea, ya que se detectan
significativas. discordancias entre los hallazgos obtenidos en las
Aunque el estudio de mineralización ósea por diferentes localizaciones.
DXA es la técnica más utilizada por su reprodu- La exploración puede llevarse a cabo en cual-
cibilidad (99%), precisión (error del 1-2%), escaso quiera de las regiones periféricas (radio distal o
tiempo (5-10 minutos) y mínima dosis de radiación medio, falanges, calcáneo, tibia, etc.), si bien las
(0,02% del límite anual establecido), no deja de ser falanges presentan evidentes ventajas: por un lado,
un procedimiento costoso, poco accesible, difícil son fácilmente accesibles y están constituidas por
de correlacionar con los cambios de tamaño óseo, hueso compacto y cortical (el más implicado en
y no exento de riesgo para emplear en el estudio la osteoporosis); por otro, es una zona suficiente-
de poblaciones sanas. Por este motivo, comenza- mente vascularizada y con buena movilidad, pero
ron a utilizarse los ultrasonidos (US). no sometida a excesiva presión. Como es sabido,
Los US miden dos parámetros: la velocidad de el ejercicio y la presión local son un fuerte estímu-
conducción de los mismos a través de la estructu- lo para la mineralización (en este sentido, analizar
ra ósea (SOS), reflejando su elasticidad y densidad; el calcáneo podría inducir sesgos). Finalmente, al
y la atenuación o pérdida de energía acústica cuan- considerar la media de cuatro dedos, minimiza los
do la onda es absorbida o dispersada al atravesar errores. En la actualidad, la mayoría de los servi-
el hueso (BUA), reflejando su resistencia. Por lo cios han optado por esta técnica, que, además de
tanto, los US no sólo informan sobre la minera- portátil y de fácil manejo, es relativamente barata.
lización, sino también sobre las propiedades del Actualmente, se dispone ya de parámetros de
hueso. normalidad y puntos de corte (siempre de series
Ambos parámetros han sido correlacionados, de transversales) más o menos concordantes.
forma independiente, con los datos obtenidos por En todo caso, hay que resaltar que se trata de una
DXA, siendo, la correlación, mayor en adultos que en técnica de screening, que, cuando demuestra baja mi-
niños, aunque no todos los trabajos son concordantes neralización en niños con factores de riesgo, precisa
al respecto. Pueden encontrarse diferencias significati- la confirmación diagnóstica mediante DXA.
vas con los distintos aparatos utilizados y, además, tie-
nen el inconveniente de no poder acceder a columna
y cadera, necesitando utilizar zonas periféricas.
A pesar de las limitaciones de los US, el Consen- 5. Situaciones patológicas
so Internacional sobre Osteoporosis aconseja que de riesgo osteoporótico
éstos sean usados como screening de poblaciones,
especialmente en Pediatría. También los aconseja Analizando los posibles factores que, de una u
en adultos, reservando las técnicas de medición otra forma, influyen en la mineralización del hueso,
central (DXA o TACC) para personas que, tenien- el pediatra sólo podrá actuar sobre algunos para

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M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

Tabla 5. FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA MINERALIZACIÓN ÓSEA

• Ingesta calórica
• Ingesta proteica
• Ingesta de calcio
Nutricionales
• Ingesta de fósforo
Factores • Vitamina D
modificables • Otros (Mg, Si, Na/K, vitaminas K y B12)
• Ejercicio físico
Estilos de vida • Tabaco
• Alcohol
• Por aumento de las necesidades
- Prematuridad
- Embarazo y lactancia en adolescentes
• Falta de ingesta
- Desnutrición
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Regímenes inadecuados (pobres en Ca)
• Malabsorción intestinal
- Fibrosis quística
Enfermedades - Enfermedad celiaca
de riesgo - Enfermedad inflamatoria intestinal
Factores (necesitadas de - Alergia alimentaria
parcialmente vigilancia) - Intolerancia permanente a la lactosa
modificables • Metabolismo inadecuado
- Hepatopatías crónicas
- Nefropatías crónicas
- Acidosis
- Fármacos anticonvulsivantes
• Enfermedades que requieren inmovilidad
- Traumatológicas
- Enfermedades crónicas en general
- Parálisis cerebral
• Desarreglos hormonales con influencia en la mineralización
Hormonales del esqueleto
• Tratamiento con corticoides
Genética
Factores
Raza
inmodificables
Edad

tratar de que el niño alcance un adecuado PMO, posibilidad de modificación, pero nunca en los
contribuyendo, así, a prevenir la osteoporosis del derivados de la variabilidad genética o racial. En la
adulto. Es evidente que la actuación profiláctica o Tabla 5 se recogen los detectados con más fre-
terapéutica sólo podrá ejercerse en aquéllos con cuencia en la etapa infanto-juvenil.

1007
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

5.1. Situaciones que cursan con 5.2. Alteraciones en la ingesta


aumento de las necesidades
5.2.1. Desnutrición
5.1.1. Prematuridad
En la desnutrición calórico-proteica se asiste a
La limitada mineralización ósea que evidencian un deterioro de mineralización ligado al déficit en
los niños pretérmino al nacimiento se acompaña, energía, en proteínas y en el resto de los nutrien-
además, de bajos niveles plasmáticos y urinarios de tes implicados en la maduración y mineralización
fósforo, así como de hipercalciuria y elevación de óseas. Por ello, en la prevención y tratamiento de-
las fosfatasas alcalinas. La lactancia materna no es ben vigilarse escrupulosamente los aportes corres-
capaz de corregir estas alteraciones, que conducen pondientes a cada grupo de edad, en función de la
a raquitismo, osteopenia y riesgo de fractura. Por edad/talla, sin que sea necesario incrementarlos.
ello, se recomiendan altos aportes (120-130 mg/kg/
día de Ca y 60-140 de P, e incluso más elevados en
los grandes prematuros), con una relación Ca/P en- 5.2.2. Trastornos de la conducta
tre 1,5 y 2. Ello supone la necesidad de utilizar fór- alimentaria: anorexia nerviosa
mulas especiales para pretérminos o leche humana
suplementada, asociando un total de 400-1.000 UI La anorexia nerviosa (AN) constituye la causa
de vitamina D. más frecuente de desnutrición energético-proteica
Este tratamiento debe mantenerse, al menos, en España. La restricción autoimpuesta de la dieta
hasta que alcancen el peso del recién nacido nor- en estas pacientes desemboca en un cuadro de
mal. No obstante, la vigilancia de la mineralización desnutrición crónica que se produce, cada vez con
ósea debe prolongarse durante todo el primer año más frecuencia, antes de finalizar el crecimiento y
de vida. desarrollo. En esta situación, confluyen dos facto-
res determinantes para la adquisición del PMO y el
mantenimiento de la misma; por un lado, la carencia
5.1.2. Embarazo y lactancia de nutrientes y, por otro, la alteración de la función
en adolescentes gonadal consecutiva al cuadro de hipogonadismo
hipogonadotropo. Los cambios en el peso y en la
En estas situaciones el riesgo de osteopenia de- composición corporal, el retraso en el desarrollo
riva de un incremento en las necesidades de calcio, puberal y otras alteraciones hormonales (estradiol,
ya que la adolescente ha de conseguir su PMO, a IGF) contribuyen a alterar el metabolismo óseo.
la vez que existe una demanda creciente por parte Diversos trabajos evidencian que alrededor del
del feto, recién nacido y lactante, respectivamente. 50% de las pacientes afectas de AN presentan os-
Además, pueden intervenir otros factores, como el teopenia al diagnóstico. La intensidad del cuadro
hipogonadismo mantenido durante la lactancia y, en está en dependencia de la edad de inicio de la
ocasiones, deficiencias de vitamina D que, además amenorrea y de la duración de la misma. En este
de contribuir a la osteopenia/osteoporosis, suponen sentido, se ha demostrado que la osteopenia es
una situación de resistencia al incremento en los más intensa en pacientes que sufren amenorrea
aportes de calcio. primaria. Sin embargo, hay otros factores implica-
Los objetivos para la salud materno-fetal incluyen dos en este proceso que pueden jugar un papel
la prevención de la osteopenia en la madre adoles- protector, como la dotación genética, la masa ósea
cente y la disminución del riesgo de raquitismo en el conseguida antes de la enfermedad y el nivel de
recién nacido, para lo cual las recomendaciones se actividad física, factores sujetos a gran variabilidad
centran en un aporte de 400 UI/día de vitamina D3 entre los pacientes afectados de AN.
durante los dos primeros trimestres de embarazo En el momento actual, se tiende a realizar
y en la lactancia, aumentándolo a 1.000 UI/día en una valoración individualizada de la masa ósea al
los tres últimos meses de la gestación. En todos los diagnóstico en estos pacientes y un seguimiento
periodos debe asegurarse una ingesta cálcica de regular de la misma, ya que el mejor abordaje
1.500 mg/día. terapéutico es la detección precoz y el inicio del

1008
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

tratamiento encaminado a la recuperación nutri- de 10 años se había sometido en alguna ocasión


cional y psicológica. En el caso de que el tiempo a estos regímenes alimentarios. En dicho trabajo
de amenorrea sea superior a los 12 meses, o si se se estudian dietas disociadas (como, p. ej., la dieta
detectan valores de masa ósea patológicos, habría de Montignac y la de las “estrellas” de Hollywood),
que abordar el tratamiento del hipogonadismo. dietas excluyentes (como la mal llamada “dieta de
La respuesta a la administración de estrógenos la Clínica Mayo”) y las denominadas dietas mágicas
y progestágenos en adolescentes con osteopenia y (dieta de la piña, sopa básica...).
amenorrea de, al menos, 1 año de duración es va- Entre las razones para “hacer dieta” destacaba,
riable, y en ocasiones la masa ósea no se recupera. en primer lugar, la necesidad de mejorar la imagen
Por el contrario, hay casos en los que la reanuda- corporal y perder peso. En la mayoría de los casos
ción espontánea de la menstruación se acompaña (82,2%), la pauta y el seguimiento se realizaban sin
de un incremento próximo al 20% en la masa ósea, supervisión médica y la elección de la dieta se ha-
en comparación al momento del diagnóstico. La cía por propia iniciativa, siguiendo las indicaciones
razón del fracaso de la terapia hormonal no es de los amigos o amigas, o bien los consejos de las
bien conocida, pero no hay que olvidar que, simul- revistas de moda. Entre las dietas, las más seguidas
táneamente, se detectan otras deficiencias, tanto eran las denominadas “mágicas”, es decir, aquellas
de factores nutricionales como hormonales invo- que prometen una pérdida rápida y eficaz de peso,
lucrados en la pérdida de la masa ósea. cuyas principales características son ser peligrosa-
La eficacia del tratamiento con estrógenos-pro- mente hipocalóricas, deficitarias, y con desequili-
gestágenos depende de la recuperación del estado brios nutricionales y, por supuesto, contrarias a la
nutricional y, en caso de persistir desnutrición promoción de hábitos alimentarios saludables.
severa, resulta ineficaz. El déficit de calcio aso- Estas prácticas alimentarias, generalmente, de-
ciado a las restricciones alimentarias mantenidas rivan en un desequilibrio en la utilización de nu-
induce la liberación de calcio óseo para mantener trientes (dietas hipocalóricas, hiperproteicas, ricas
la homeostasis. Si simultáneamente hay un déficit en sal, deficientes en calcio y vitamina D...), lo cual
de aminoácidos derivado del ayuno prolongado, es puede interferir con el normal crecimiento y desa-
muy difícil restaurar la masa ósea. rrollo, y condicionar un menor PMO al final de la
Además, a consecuencia de la desnutrición se adolescencia, lo que supone un aumento del riesgo
produce un déficit en los factores de crecimiento, de osteoporosis en la edad adulta.
en especial IGF-I, pero no hay evidencias claras de
que estos pacientes se beneficien del aporte exó-
geno de los mismos. Los estudios sobre la utiliza- 5.3. Malabsorción intestinal
ción de IGF-I recombinante en el tratamiento de la
osteopenia asociada a la AN no son concluyentes; 5.3.1. Fibrosis quística
a dosis de 100 μg/kg, 2 veces al día, durante 6 días,
se observa un incremento tanto en los marcadores Se trata de una enfermedad hereditaria, autonó-
de formación como de resorción ósea, mientras mica recesiva, debida a una mutación del gen que
que la administración de 30 μg/kg/día produce un codifica la síntesis de una proteína reguladora del
aumento en los marcadores de formación. transporte de cloro a nivel de la membrana celular
en las glándulas exocrinas. La perturbación iónica
condiciona una secreción anormalmente viscosa
5.2.3. Dietas inadecuadas de todas las secreciones, afectando, fundamen-
talmente, a los aparatos digestivo, respiratorio y
Es cada vez más frecuente en España que los reproductor, con la aparición de diarrea crónica
adolescentes, y de forma muy especial las niñas, se por maldigestión-malabsorción, infecciones bron-
sometan a “dietas o regímenes de adelgazamiento” copulmonares de repetición e infertilidad.
sin ningún control, guiados por la moda y el culto La desnutrición es constante en la fibrosis quís-
a la imagen. Según un estudio realizado sobre las tica no tratada, influyendo de forma muy desfavo-
dietas de adelgazamiento seguidas por los adoles- rable en la evolución de la enfermedad. Hasta hace
centes, en España, el 7,8% de la población mayor relativamente poco tiempo, estos pacientes excep-

1009
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

cionalmente llegaban a la edad adulta pero, en la tar de cubrir todas las necesidades nutricionales,
actualidad, la supervivencia media puede llegar a la se ha contemplado la necesidad de mantener unos
cuarentena, evidenciando los efectos desfavorables aportes de Ca, P, Mg, vitamina D, etc., para evitar
de la enfermedad sobre la adquisición y mante- interferencias en la mineralización ósea.
nimiento del PMO. La importante afectación de Por lo que respecta a la intolerancia a la lac-
las enzimas pancreáticas (lipasa, en particular), así tosa, cuando se presentan formas secundarias a
como del flujo biliar, condicionan alteraciones en la gastroenteritis, enteropatías, desnutrición, etc., se
digestión y solubilización de grasas y vitaminas li- tratan con fórmulas sin lactosa, en las que el resto
posolubles. Además, el moco anormal que recubre de los nutrientes se encuentran en las cantidades y
los enterocitos supone una dificultad añadida en la concentraciones adecuadas para la alimentación del
absorción de Ca y vitamina D (ver Capítulo 4.32). lactante, por lo que apenas existe riesgo de inter-
Por ello, la mineralización ósea de estos pacien- ferencia en la mineralización. Por el contrario, en la
tes debe ser vigilada de forma estrecha, necesi- intolerancia tardía o racial a la lactosa, la supresión
tando la administración diaria de 400-800 UI de de la leche habrá que hacerla de forma indefinida
vitamina D. No hay acuerdo respecto a la nece- desde el inicio (7-8 años de edad). Ello conlleva la
sidad de administrar suplementos de calcio, y sin necesidad de vigilar especialmente a estos niños. En
duda dependerán de cada caso en particular. No el tratamiento de los mismos existen distintas op-
obstante, si no se administran a dosis correctas las ciones: sustitución por fórmula sin lactosa, fórmulas
enzimas pancreáticas sustitutivas, la grasa no ab- a base de soja, sustitución de la leche por productos
sorbida formará jabones cálcicos intraluminalmen- lácteos fermentados o sin lactosa y, finalmente, la
te, limitando de forma importante la absorción de utilización de la enzima sustitutiva: la lactasa.
este último. La primera opción, la leche sin lactosa, consiste
en fórmulas adaptadas para lactantes, por lo que,
además de ser caras, no parecen la solución idónea
5.3.2. Alergia y/o intolerancia para niños mayorcitos que deberán tomarla toda
a la leche de vaca su vida. Si se utilizan las llamadas leches de soja,
habrá que tener especial cuidado en la cantidad
Se incluyen en este apartado tanto la alergia e y proporción del Ca que suministran, ya que, en
intolerancia a proteínas como la intolerancia a la general, su contenido es bajo y la biodisponibilidad
lactosa. Los dos primeros procesos suelen afectar a también, por el contenido en fitatos. Por ello, cuan-
niños pequeños -lactantes alimentados con fórmu- do se utiliza esta opción, será necesario suplemen-
la-, mientras que el tercero aparece con carácter tar la dieta de estos niños. La mejor alternativa, sin
transitorio tras algunos procesos (gastroenteritis, duda, es la utilización de productos lácteos pobres
fundamentalmente) y con carácter permanente en o exentos de lactosa (yogur y quesos, fundamental-
escolares con déficit tardío a la lactosa. mente), ya que, además de ser la más barata, es una
Aunque son procesos bien distintos desde el dieta que no interfiere en los hábitos familiares y
punto de vista clínico y evolutivo, por lo que res- escolares. Finalmente, la administración de lactasa
pecta a su impacto sobre la mineralización ósea, también podría ser una alternativa, pero siempre
ambos tienen en común la necesidad de suprimir más cara e introduciendo una “medicalización” de
la leche en la dieta y, dado que ésta es la principal la dieta.
fuente de calcio en la infancia, es obligada la vigilan- En todo caso, los niños con problemas en la in-
cia de su repercusión sobre el hueso. gesta de leche son siempre una población de riesgo
La alergia/intolerancia a proteínas vacunas, al que debe ser especialmente vigilada.
incidir en niños lactantes y prolongarse al menos
12-18 meses, precisa una dieta con fórmulas espe-
ciales sin lactosa, sin caseína (o con hidrolizados de 5.3.3. Enfermedad celiaca
la misma), lo que supone una dificultad importante
en la alimentación de estos niños. No obstante, en Es una intolerancia permanente al gluten, proteí-
el momento actual se dispone de fórmulas especia- na contenida en las harinas de trigo, cebada, centeno
les completas, en cuya elaboración, además de tra- y avena, que condiciona una atrofia de las vellosida-

1010
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

des de la mucosa intestinal y, por tanto, un síndrome droxilación de la vitamina D, convirtiéndose en un


de malabsorción. La lesión intestinal se va instau- metabolito activo, el 25-OH colecalciferol.
rando progresivamente -desde la introducción de Las hepatopatías crónicas más frecuentes en
las harinas con gluten al 6º mes de vida-, de forma Pediatría corresponden a las colestasis neonatales,
que, cuando se diagnostica la enfermedad, ya suele de etiología y pronóstico muy diferente en función
existir un mayor o menor grado de osteopenia/ de la causa, la hepatopatía de la fibrosis quística y
osteoporosis. En general, la supresión del gluten en las hepatitis crónicas, fundamentalmente por virus
la dieta se acompaña de una reparación de la mu- B (actualmente, en vías de desaparición por la ge-
cosa, mejoría de la absorción y compensación de la neralización de la vacuna) y virus C. En todas ellas,
mineralización ósea sin necesidad de suplementos. es obligado incluir en el protocolo de tratamiento
El problema puede aparecer con las formas la vigilancia de la mineralización ósea durante todo
atípicas de presentación de la enfermedad celiaca el curso evolutivo.
(mono u oligosintomáticas, silentes, etc.). En efecto, En las hepatopatías crónicas que cursan con
desde que se dispone de métodos diagnósticos colestasis, es preciso sustituir parte de las grasas
menos agresivos que la biopsia intestinal (marca- por triglicéridos de cadena media (no superando
dores serológicos y genéticos), se ha podido deter- el 40%). De esta forma, se limitará la formación de
minar la verdadera prevalencia de la enfermedad, jabones con el Ca que dificultan la absorción del
estimada en un 0,5-1% de la población general. mismo. Junto a ello, hay consenso en que se debe
Estos casos ignorados, de larga evolución, son los administrar 25-OH colecalciferol en forma farma-
que a la larga pueden comprometer de forma seria cológica, para suplir su deficiencia. En los niños,
la mineralización ósea (ver Capítulo 4.27). la dosis que habitualmente consigue prevenir las
alteraciones de la mineralización ósea oscila entre
3 y 5 mg/kg/día. Sin embargo, en las hepatopatías
5.3.4. Enfermedad crónicas y hepatitis sin colestasis, rara vez se preci-
inflamatoria intestinal sa intervención (ver Capítulo 4.31).

Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis


ulcerosa inciden, cada vez con más frecuencia, en 5.4.2. Nefropatías
la edad infantil. En las mismas, la interferencia de la
mineralización ósea es un hallazgo constante. Son Actualmente, se conocen múltiples alteraciones
varios los factores implicados: por un lado, su lenta renales que pueden asociar osteopenia en función
instauración hace que el diagnóstico se demore y, de los mecanismos fisiopatológicos implicados.
cuando éste se confirma, ya presentan desnutrición La hipercalciuria idiopática (HI) es un hallazgo
con afectación de la mineralización ósea en un alto frecuente en niños, y hay numerosos trabajos que
porcentaje. Sin embargo, el factor más importante relacionan este hecho con una disminución de la
en el compromiso óseo está ligado a la cortico- DMO en estos pacientes. Weisinger lo ha rela-
terapia utilizada en el tratamiento, especialmente cionado con la activación de citokinas de efecto
cuando la enfermedad incide en la época puberal resortivo (IL-1β, IL-6, TNF-α...), y de forma secun-
(ver Capítulo 4.30). daria con otros factores que parecen estar impli-
cados, como el aumento de los niveles de calcitriol,
la PGE2 y el déficit de fosfato, además de factores
5.4. Alteraciones metabólicas nutricionales como el contenido de calcio o las
dietas hiperproteicas.
5.4.1. Hepatopatías El tratamiento de la osteopenia en la HI es
controvertido. En niños, habitualmente se utilizan
El hígado participa en los mecanismos de la tiazidas por su efecto positivo sobre el balance del
mineralización ósea por un doble motivo: por una calcio y, teóricamente, sobre la DMO al inhibir la
parte, la secreción biliar solubiliza las grasas y las resorción ósea, pero no parece que su uso conti-
vitaminas liposolubles para facilitar su absorción; nuado incremente de forma adecuada la DMO en
por otra, en el hígado se produce la primera hi- estos pacientes.

1011
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

El tratamiento suele asociar medidas dieté- En cualquier caso, en el curso de la IRC es fun-
ticas, en el sentido de controlar los aportes de damental iniciar precozmente la administración de
calcio. Diversos autores están de acuerdo en carbonato cálcico asociado a un preparado activo
que la indicación del tratamiento farmacológi- de vitamina D para prevenir la aparición y desarro-
co en niños con HI y osteopenia debe ser bien llo de la osteodistrofia renal. El calcitriol o 1,25-di-
ponderada, porque en numerosas ocasiones la hidroxicolecalciferol es el compuesto más utilizado
DMO aumenta de forma espontánea cuando los en este momento. Habitualmente se inicia el trata-
pacientes llegan a la pubertad. Quizá la interven- miento con dosis de 25 μg/día y, en función de los
ción dietética debería enfocarse al control de los niveles de PTH, calcio, fosfato y fosfatasa alcalina,
factores nutricionales que inciden sobre la calciu- se puede ir aumentando la dosis en fracciones de
ria y que pueden tener efectos negativos sobre 0,25 μg (ver Capítulo 4.37).
la masa ósea, adecuando especialmente el aporte
de proteínas y de sal.
En general, la patología renal supone una si- 5.4.3. Acidosis
tuación de riesgo para la masa ósea de los niños
que la padecen, en parte por los trastornos en la Se caracteriza por un exceso de ácido en los
resorción tubular y acidificación y, sobre todo, por líquidos corporales causado bien por una acumu-
la inactivación de la 1-hidroxilasa que activa el 25- lación de ácido o por una pérdida significativa de
OH colecalciferol a 1,25 o calcitriol. La alteración bicarbonato. Los principales tipos de acidosis son
del metabolismo óseo es variable en función del la acidosis respiratoria y la acidosis metabólica. En
tipo, grado y duración de la afectación. A mayores, estas situaciones, el organismo realiza los ajustes
los niños que sufren patologías crónicas pueden precisos en un intento de mantener el pH dentro
presentar un cuadro de desnutrición energético- del rango de la normalidad (ver Capítulo 1.26).
proteica que se manifiesta principalmente como un La acidosis respiratoria (hipercápnica) se desa-
retraso del crecimiento pondo-estatural. rrolla por acúmulo excesivo de dióxido de carbo-
La insuficiencia renal crónica (IRC) en fases no, debido principalmente a problemas respirato-
avanzadas repercute gravemente sobre el hue- rios obstructivos o restrictivos.
so, pudiendo desembocar en una osteodistrofia Existen varios tipos de acidosis metabólica: la
renal que, además de incidir sobre el crecimien- acidosis diabética, o cetoacidosis diabética, se pro-
to, produce deformidades óseas incapacitantes duce en los estados avanzados de la diabetes me-
secundarias a las alteraciones en el remodelado llitus no controlada por acumulación de cuerpos
óseo. En este caso, el manejo terapéutico per- cetónicos; la acidosis láctica es una acumulación de
sigue conseguir una normalización del remode- ácido láctico, secundario a múltiples situaciones,
lado del esqueleto, manteniendo unos niveles como la ausencia prolongada de oxígeno, el ejerci-
adecuados de parathormona (PTH). Desde el cio intenso prolongado, hiperventilación y algunos
punto de vista dietético, hay que restringir la medicamentos tales como los utilizados para tra-
ingesta de fosfato, entre 400 y 800 mg/día, para tar la diabetes. Otras causas de acidosis metabólica
prevenir la hiperfosfatemia. En el tratamiento del incluyen procesos que puedan originar un exceso
hiperparatiroidismo y de la hiperfosfatemia se- de productos ácidos; entre estas causas se pueden
cundarios a IRC, se utilizan quelantes de fosfato, mencionar, la deshidratación severa, diarrea, vómi-
siendo de primera elección aquellos que conten- tos, enfermedad renal (acidosis tubular renal distal
gan calcio, evitando el uso de citrato cálcico, ya y acidosis tubular renal proximal), enfermedades
que el citrato aumenta la absorción intestinal de metabólicas y enfermedad hepática.
aluminio. Los quelantes de fosfato que contengan Los cambios en el pH corporal inciden sobre
aluminio se restringen a aquellas situaciones en el recambio óseo, liberando calcio como tampón,
las que la hipercalcemia o el elevado cociente con lo que aumenta la calcemia. El exceso de cal-
calcio-fósforo contraindiquen la administración cio sérico es excretado por riñón, ocasionando,
de compuestos de calcio. Es necesario monitori- así, una pérdida del calcio corporal total. Como
zar los niveles de fosfato sérico para prevenir la consecuencia, puede aparecer osteomalacia o ra-
aparición de hipofosfatemia. quitismo, retardo en el crecimiento en los niños,

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M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

deformaciones del esqueleto y debilidad muscular de la fragilidad ósea relacionada con osteopenia
y, por otro lado, puede aumentar la incidencia de progresiva consecuencia de múltiples causas, entre
cálculos en el riñón y nefrocalcinosis asociada a la las que la inmovilización es un factor determinante.
excreción excesiva de calcio y fosfato. En estos casos, la terapia debe incluir suplementos
El tratamiento depende de la causa. El objetivo de calcio y vitamina D para minimizar las pérdidas
es restaurar el pH normal y el equilibrio electro- de masa ósea.
lítico, con lo cual se corrigen indirectamente los
trastornos del hueso, y se reduce el riesgo de
nefrocalcinosis y litiasis renal. En niños se utilizan 5.5. Situaciones que
alcalinos como el citrato potásico y el bicarbonato afectan a la actividad física
de sodio para corregir la acidez y los niveles de
potasio y calcio, y así prevenir la alteración ósea, Como se explica en el apartado 2.3.2.3, el ejer-
permitiendo un crecimiento normal. cicio es uno de los factores determinantes en el
La administración de vitamina D y suplementos crecimiento y remodelación del hueso, mejorando
de calcio se valora de forma individual en función de la resistencia y la calidad del mismo, además de
la causa e intentando mantener las recomendacio- contribuir a la fuerza y tensión muscular.
nes para optimizar el crecimiento y el desarrollo. Está probado que la falta de actividad física actúa
negativamente sobre el hueso, provocando tras-
tornos en el metabolismo mineral que ocasionan
5.4.4. Fármacos anticonvulsivantes pérdida de masa ósea. Tal es el caso de aquellas
condiciones que inducen inmovilización prolonga-
La vitamina D3 (25-OH colecalciferol) es la hor- da, como el encamamiento o la paraplejia. En estas
mona encargada del mantenimiento del balance de situaciones, la recomendación se centrará en el
calcio positivo. Muchas situaciones clínicas pueden mantenimiento de un mínimo de actividad física,
relacionarse con el déficit o las alteraciones en el adaptándola, en cada caso, a la edad, a las circuns-
mecanismo de acción de la vitamina, entre ellas tancias individuales y a la patología.
aquellas que requieren el uso de anticonvulsivan- En el otro extremo, no está claro el efecto que,
tes, ya que estos fármacos inhiben la hidroxilación sobre la adquisición y mantenimiento del PMO, pue-
a nivel hepático, por lo que no se forma el metabo- da tener la práctica de ejercicio físico intensivo.
lito activo. En estas situaciones, es obligada la eva-
luación y el seguimiento de la masa ósea, así como
la monitorización del metabolismo cálcico. Como 5.6. Desarreglos hormonales
en otros procesos patológicos, los efectos sobre con mayor influencia sobre la
el hueso difieren, en función del tipo de cuadro mineralización ósea en la infancia
clínico, intensidad, duración, y existencia de otros
factores asociados. Hay varias hormonas implicadas en la regulación
En general, en niños que sufren epilepsia y están del metabolismo óseo, de tal forma que algunas
bajo tratamiento en monoterapia con ácido valproi- endocrinopatías pueden cursar con afectación
co o carbamacepina durante periodos superiores a de la masa ósea actuando a distintos niveles. En
1 año, parece que los efectos sobre el metabolis- general, la osteopenia/osteoporosis resulta del
mo óseo son mínimos, no evidenciando diferencias desacoplamiento entre las actividades osteoclás-
significativas en la DMO respecto al grupo control. tica (resorción) y osteoblástica (neoformación).
Sin embargo, la existencia de discretas alteraciones Así, por ejemplo, patologías que afecten a la PTH,
bioquímicas en la calcemia, calciuria y en los niveles GH o esteroides sexuales alteran el metabolismo
séricos de fosfatasa alcalina aconsejan la monito- normal de la vitamina D, disminuyendo la actividad
rización rutinaria de la evolución de la masa ósea de la 1-α hidroxilasa renal y, por tanto, los niveles
y se postula la suplementación profiláctica con del metabolito activo, mientras en otros casos la
vitamina D. hipercalciuria puede conducir a un balance negati-
En casos de parálisis cerebral asociada a epilepsia vo de calcio, como ocurre en la diabetes mellitus
hay trabajos que ponen de manifiesto un aumento descompensada.

1013
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

5.6.1. Hipoparatiroidismo pediatría. El efecto de los corticoides sobre el hueso


e hiperparatiroidismo es dosis dependiente, de tal forma que, si bien a do-
sis fisiológicas estimulan el metabolismo óseo, a altas
La PTH a concentración fisiológica estimula la concentraciones tienen efectos perjudiciales, actuan-
actividad osteoblástica, mientras a concentración su- do indirectamente sobre el hueso a través de diver-
prafisiológica estimula la actividad osteoclástica y, por sos mecanismos, como la inhibición de la absorción
tanto, la resorción ósea. Así pues, el hipoparatiroidis- intestinal de calcio y fósforo (lo que origina un balan-
mo (déficit PTH) asocia un aumento significativo de ce cálcico negativo), la inhibición de la síntesis de GH,
la mineralización con disminución de la elasticidad, lo IGF y esteroides sexuales, y una situación de hiper-
que genera un hueso de mala calidad. En el caso con- paratiroidismo secundario. Además, los corticoides
trario, el hiperparatiroidismo, predomina la resorción tienen efectos directos sobre el hueso, inhibiendo
sobre la neoformación, lo que conduce a un cuadro tanto la actividad osteoblástica como la osteoclástica,
de osteopenia/osteoporosis de intensidad variable. actuando de una forma mucho más evidente sobre
La forma más frecuente de hiperparatiroidismo en los osteoblastos. La consecuencia es una disminución
la infancia es el hiperparatiroidismo secundario en el progresiva de la masa ósea, que puede ir desde el
contexto de una insuficiencia renal crónica, que ya ha desarrollo de una osteopenia/osteoporosis hasta
sido comentado en el apartado 6.4.2. complicaciones como aplastamientos vertebrales o
necrosis aséptica de la cabeza del fémur.
Durante la infancia son raras las situaciones de
5.6.2. Hipogonadismos hipercortisolismo endógeno (síndrome de Cushing),
y en la mayoría de los casos el problema es derivado
Para lograr un adecuado PMO durante el desa- de la terapia con corticoides en diversas patologías
rrollo puberal y para mantener la mineralización (artritis crónica juvenil, asma, enfermedades inflama-
durante la edad adulta es fundamental el papel de torias intestinales, leucemias...), siendo necesaria la
los esteroides gonadales. Los hipogonadismos cursan monitorización de los valores de DMO, así como la
con un aumento de la actividad osteoclástica, en pa- evaluación y seguimiento del crecimiento en todos
ralelo a una disminución de la actividad osteoblástica, los niños sometidos a corticoterapia crónica.
de tal forma que el resultado final es una pérdida im- Se ha demostrado que, a partir de 7,5 mg/día
portante de masa ósea, y cuanto mayor es el déficit de prednisona, la interferencia en la mineralización
hormonal, menores son los valores de DMO. ósea puede llegar a ser del 30%, si se mantiene 6
Cuando el proceso se produce antes de la meses. Expresados por superficie corporal, 4-6
pubertad (síndrome de Turner, pseudohermafro- mg/m2 de prednisona pueden ser ya perjudiciales.
ditismos masculinos, insuficiencia ovárica...), no Atención especial requiere la administración de
es raro observar disminución de la masa ósea corticoides inhalados utilizada, sobre todo, en niños
posmenarquia. No así en otros cuadros, como, por en el tratamiento del asma. Evidentemente, los niveles
ejemplo, en el síndrome de Turner con pubertad sistémicos alcanzados son menores que cuando se ad-
espontánea, en los que la DMO alcanza valores ministran por vía oral. La mayoría de los estudios reali-
normales, a pesar de que la talla adulta sea baja; es zados al respecto en adultos no evidencian diferencias
decir, parece evidente que en los hipogonadismos significativas en la DMO respecto a los controles, pero
de inicio prepuberal la pérdida de masa ósea es ya hay trabajos que ponen de manifiesto retraso en el
secundaria a la ganancia disminuida durante la pu- crecimiento, disminución de la DMO y de la secreción
bertad. A mayores, cuando existe una situación de de GH en algunos niños asmáticos prepuberales so-
desnutrición se acrecienta el problema, tal y como metidos a corticoterapia inhalada de forma continua-
se ha comentado en el apartado 6.2.2. da cuando la dosis supera los 800 mg/día. Estos traba-
jos reflejan también que los efectos negativos sobre el
hueso revierten al interrumpir la terapia.
5.6.3. Uso de corticoides Por otro lado, debido a la alta incidencia de efec-
tos tóxicos de los corticoides convencionales, han
El uso de corticoides merece ser tratado espe- surgido nuevos esteroides con alto metabolismo
cíficamente, por la frecuencia con que se utilizan en hepático y toxicidad mínima dotados, además, de

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M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

potentes efectos antiinflamatorios tópicos y me- tante la vigilancia, el diagnóstico y la intervención


nor actividad sistémica que los convencionales. A en aquellas enfermedades que puedan comprome-
este respecto, la beclometasona y la budesonida se ter la mineralización ósea en este periodo: trastor-
ha estimado que pueden condicionar una pérdida nos de la conducta alimentaria, enfermedades infla-
del 9%, hecho no constatado con los nuevos oxa- matorias crónicas, reposo prolongado, utilización
solín derivados. de corticoides, etc.
De cara a optimizar el crecimiento y el correcto Aparte de los factores de riesgo inducido por
desarrollo de la masa ósea, la mejor terapia es la enfermedades o su tratamiento, las niñas, cuya ex-
prevención, procurando limitar el uso de corticoi- pectativa de vida es mayor, y en las que la amenaza
des sistémicos durante periodos prolongados, o su de osteoporosis se centra especialmente (frecuen-
utilización en dosis mínimas, discontinuas. En caso cia 5 veces superior en mujeres que en hombres a
de afectación de la mineralización ósea, está indi- los 50 años), son las que, precisamente, acumulan
cada la terapia sustitutiva asociando suplementos hábitos más desfavorables: toman menos Ca, fuman
de calcio orales y vitamina D (400 UI/día) de forma más, beben prácticamente igual que los niños y no
habitual, monitorizando la calcemia, la calciuria y los realizan deporte.
niveles plasmáticos de 1,25-dihidroxi vitamina D. En ocasiones, las estrategias de prevención ante
muchos de los factores de riesgo de osteoporosis se
escapan del ámbito puramente médico, necesitando
no sólo actuaciones a nivel sanitario, sino también
6. Estrategias para la colaboración de otros profesionales en el ámbito
la prevención de la educativo, de los medios de comunicación y, por
osteoporosis en la infancia supuesto, de las autoridades competentes. De otra
forma, si ya de por sí es difícil conseguir la colabo-
De todos los factores que, de uno u otro modo, ración de los adolescentes en la prevención de pro-
influyen en la masa ósea y su mineralización, sólo blemas más tangibles (accidentes, embarazo, sida),
se puede actuar sobre algunos. Por ello, desde el tratar de concienciarles de la necesidad de cambiar
punto de vista práctico, se han dividido en modifi- sus hábitos, en aras de una mejor calidad de vida en
cables, parcialmente modificables e inmodificables la senectud, será poco menos que imposible.
(Tabla 5). El pediatra deberá estar vigilante en
todas aquellas situaciones en las que exista riesgo
de interferencia en la aposición cálcica, utilizando 6.1. Dificultades para
los métodos diagnósticos oportunos para detec- cubrir las recomendaciones
tar las desviaciones de la normalidad y obrar en
consecuencia. Distintos organismos internacionales formulan
Durante los 3 primeros años de vida, se puede y revisan periódicamente las recomendaciones de
señalar como principales factores de riesgo la pre- ingesta de nutrientes. El National Research Council,
maturidad, los síndromes de malabsorción o la uti- de la Academia de Ciencias de EE UU, es uno de
lización de corticoides, siendo menos frecuente que los más seguidos. En 1997 publicó sus últimas
incidan otros derivados de los hábitos dietéticos o recomendaciones de Ca, P y vitamina D, a la vista
de los estilos de vida. Todos ellos deben ser vigilados, de la alta prevalencia de osteoporosis ligada a los
aplicando los protocolos de actuación establecidos. cambios en los estilos de vida y alimentación de los
En general, este tipo de intervención no suele pre- países desarrollados. En la Tabla 2 se recogen las
sentar problemas, y tras la misma la interferencia en referentes al Ca, y los fundamentos en que se ba-
la mineralización ósea habitualmente se compensa. san. Sin embargo, aún existe controversia sobre la
Sin embargo, en el segundo periodo crítico, du- cantidad necesaria para alcanzar un adecuado PMO
rante la pubertad, además de acumularse factores que permita prevenir la osteoporosis del adulto.
de riesgo osteoporótico en una parte importante Por lo que respecta a los/as niños/as en edad
de la población, es probable que se agote el tiempo prepuberal, no presentan especiales problemas
para adquirir un adecuado PMO, dejando secuelas para cumplir las citadas recomendaciones; sin
irreversibles si no se interviene. Por ello, es impor- embargo, desde los 9 años, los 1.300 mg recomen-

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Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

Tabla 6. CANTIDAD DE LÁCTEOS NECESARIA PARA CUBRIR EL 100% DE LAS INGESTAS


DIETÉTICAS DE REFERENCIA (DRI)

Edad DRI Alimento Cantidad Ración N.º raciones


Leche 245 ml 200-240 ml 1 de 240 ml
6-12 meses 270 mg Queso tipo “petit suisse” 240 g 60 g 4 unidades
Yogur 210 g 125 g 1,7 unidades
Leche 454 ml 240 ml 2 de 240 ml
1-3 años 500 mg Queso tipo “petit suisse” 454 g 60 g 7,6 unidades
Yogur 390 g 125 g 3,1 unidades
Leche 1.180 ml 250 ml 4 tazones
Yogur 1.015 g 125 g 8 unidades
Natillas 1.083 g 135 g 8 envases
9-18 años 1.300 mg Queso en porciones 470 g 30 g 15,7 unidades
Queso fresco 700 g 50 g 7 raciones
Queso curado 162 g 50 g 3 raciones
Helado 866 g 150 g 5,7 unidades

dados pueden suponer un problema, si se tienen mente, por su mayor biodisponibilidad, suelen ser
en cuenta los hábitos nutricionales de la población los productos lácteos los que se suplementan. Sin
puberal (Tabla 6). Como ya se ha señalado, es embargo, llama la atención que muchos de estos
probable que dichas recomendaciones estén so- productos no indican la forma de calcio utilizada o,
bredimensionadas, especialmente en los niños que ni siquiera, su contenido (a excepción de las leches,
no han iniciado la pubertad. en las que el enriquecimiento es bastante unifor-
me). La suplementación supone un incremento del
coste económico, no siempre acorde con la canti-
6.2. Fuentes alimentarias de calcio dad de Ca añadido.
Dadas las dificultades para cumplir las recomen-
Ya se ha comentado en el Capítulo anterior que daciones establecidas para la población infanto-ju-
las fuentes fundamentales de calcio en la alimentación venil, en muchas ocasiones es preciso recurrir a
son la leche y los productos lácteos. Durante el pri- este tipo de alimentos.
mer año de vida, salvo que existan patologías que obli- Se ha visto que, en los casos de riesgo de mine-
guen a su supresión, el niño toma fundamentalmente ralización ósea insuficiente, siempre dan mejores
leche, por lo que no suele evidenciar problemas. resultados los alimentos que combinan adición
de Ca y vitamina D que la de Ca exclusiva. Por el
contrario, no parecen muy efectivos los alimentos
6.3. Suplementos nutricionales suplementados sólo con vitamina D.
En general, no hay suficientes estudios cien-
Ante las dificultades evidenciadas para cubrir las tíficamente fundados sobre los beneficios de la
recomendaciones de ingesta, la industria alimenta- utilización de estos alimentos y, especialmente,
ría ha respondido con el enriquecimiento o for- faltan estudios en los que se comparen con
tificación en Ca de diferentes productos. Lógica- placebo.

1016
M. Alonso Franch | M.ª P. Redondo del Río

7. Resumen
 En este Capítulo se revisan los factores (nutri-
cionales y no nutricionales) que intervienen en
el proceso de mineralización ósea desde el naci-
miento hasta la edad adulta.

 Dado que en la actualidad se está dando una


importancia prioritaria al hecho de conseguir
un adecuado pico de masa ósea en la infan-
cia, para la prevención de la osteoporosis del
adulto, se analizan en profundidad todos los
aspectos que puedan favorecer la obtención de
la máxima mineralización del hueso al terminar
el crecimiento.

 Se presentan los métodos idóneos para estudiar


y cuantificar la calidad del hueso, y se proponen
los ultrasonidos como método de screening para
el estudio y seguimiento de la población infantil
de riesgo.

 Se describe la situación actual de los factores de


riesgo en la población pediátrica en los países
desarrollados, y en España, en concreto, hacien-
do especial hincapié en los factores nutricionales
(ingesta de calorías, proteínas, calcio, fósforo,
vitamina D, etc.) y en los derivados de estilos de
vida (actividad física, tabaco, alcohol).

 Finalmente, se analizan las estrategias para la


prevención de la osteoporosis, tanto en las pato-
logías prevalentes que puedan favorecerla como
en la población general.

1017
Capítulo 4.33. Nutrición y patología ósea en la infancia

8. Bibliografía
Alonso Franch M, Redondo del Río MP. La obtención del pico Institute of Medicine. Dietary reference intakes: cal-
de masa ósea como estrategia para prevenir la osteoporosis cium, phosphorus and vitamin D. National Academy Press.
desde la infancia. En: García de Lorenzo A, Culebras JM, Washington DC, EE UU, 1997.
González Gallego J (eds.). Tratamiento nutricional: de la Documento oficial, muy completo, en el que las Academias
investigación a la gestión. Aula Médica Ediciones. Barcelona, de Ciencias de Estados Unidos y Canadá documentan, cientí-
2002: 97-117. ficamente, las recomendaciones de ingesta de Ca, P y vitami-
En el contexto de un libro de nutrición clínica escrito por varios na D. Se describe y justifica la metodología utilizada en la eva-
autores, este capítulo profundiza con detalle en los factores luación de la ingesta de grupos. Se establecen, por primera
que intervienen en el desarrollo de la masa ósea, aportando, vez, no sólo las recomendaciones para cubrir las necesidades
además, los resultados del estudio poblacional de Castilla y del 98% de la población, sino también los límites máximos
León con respecto a la VCM determinada con ultrasonidos, y tolerables, los requerimientos medios y los límites de ingesta
su relación con los hábitos de ingesta y estilos de vida. mínima.

Bonjour JP, Theintz G, Law F, Slosman D, Rizzoli R. Le pic de Klibanski A, Adams-C L, Bassfort T, et al. Consensus
masse osseuse: réalités et incertitudes. Arch Pédiatr 1995; development panel: osteoporosis prevention, diagnosis and
2: 460-8. therapy. JAMA 2001; 285: 785-95.
Excelente trabajo de revisión, avalado por trabajos propios, de Tal y como indica el título, aborda todos aquellos aspectos
toda la problemática de la adquisición y medición de la masa relativos a la osteoporosis, consensuando las distintas líneas
ósea en la infancia. de actuación al respecto.

Canalis E, Guistina A. Glucocorticoid-induced osteoporosis: Muñoz MT, Argente J. Anorexia nervosa in female adoles-
summary of a workshop. J Clin Endocrinol Metab 2001; 86: cents: endocrine and bone mineral density disturbances. Eur
5681-5. J Endocrinol 2002; 147: 275-86.
Evidencias acerca de los efectos de los corticoides sobre la Completa revisión en la que se relacionan los factores endo-
estructura y desarrollo óseo y sus consecuencias. crinológicos implicados en las alteraciones óseas ligadas a los
trastornos de la conducta alimentaria, en concreto, la anorexia
Carrascosa A, Yeste D, Gussinyé M. Masa ósea, osteope- nerviosa, considerada ésta como el prototipo de desnutrición
nia y osteoporosis. En: Argente J, Carrascosa A, Gracia R, energético-proteica en los países desarrollados.
Rodríguez F (eds.). Tratado de endocrinología pediátrica y
de la adolescencia. Doyma. Barcelona, 2000: 1353-84. Riggs L, Khosla S, Melton LJ. Sex steroids and the construc-
En este libro se exponen las bases del control endocrinoló- tion and conservation of the adult skeleton. Endocr Review
gico, en relación con el crecimiento y desarrollo óseo y sus 2002; 23: 279-302.
alteraciones. Revisión, sobre la base de diversos estudios, del papel de las
hormonas sexuales en el mantenimiento de la salud del hueso
Cranney A, Guyatt G, Griffith L, Wells G, Tugwell P, et al. en distintos periodos de la vida.
Metaanálisis de tratamientos para la osteoporosis posmeno-
páusica. End Rew 2002; 23: 570-8. Wosje KS, Bonn MS, Pecker LS. Papel del calcio en la salud
Revisión sistematizada de los ensayos controlados y aleato- de los huesos durante la niñez. Nutrition Review 2001 (ed.
rizados del tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica española); 2: 1-43.
(con calcio, vitamina D, alendrolato, etidronato, residronato, Amplio estudio comparativo en el que se realiza la crítica
calcitonina, raloxifén y THS), donde se demuestra la escasa de las evidencias existentes sobre el papel del calcio en la
evidencia del efecto beneficioso de estos tratamientos, moti- mineralización ósea durante la infancia y la adolescencia.
vo por el que se hace imprescindible insistir en la importancia Excelente revisión crítica de los conocimientos al respecto
de la adquisición del PMO. hasta ese año.

9. Enlaces web
 biomedcentral.com/currosteoporosrep
 fore.org
 www.osteo.org
 www.nlm.nih.gov/medlineplus/osteoporosis.html
 medem.com/MedLB/articleslb.cfm?sub_cat=367

1018
4.34. Nutrición en las enfermedades
del tejido conectivo y del sistema
óseo en el adulto

Manuel Díaz Curiel Pilar Riobó Serván Juana Esteban Gómez


Gala Rodríguez Echebarrieta
Capítulo 4.34.

Nutrición en las enfermedades del tejido


conectivo y del sistema óseo en el adulto

1. Introducción

2. Nutrición y salud ósea en la adolescencia


2.1. Requerimientos de calcio en la adolescencia
2.2. Educación e información sobre nutrición

3. Nutrientes relacionados con la salud ósea en la madurez


3.1. Aporte energético
3.2. Proteínas
3.3. Minerales
3.3.1. Calcio
3.3.2. Fósforo
3.3.3. Sodio
3.3.4. Flúor
3.3.5. Otros minerales
3.4. Fibra alimentaria, fitatos y oxalatos
3.5. Ácidos grasos de la dieta
3.6. Vitaminas
3.6.1. Vitamina D
3.6.2. Vitamina K
3.6.3. Vitamina C
3.6.4. Vitaminas del grupo B
3.6.5. Vitamina A
3.7. El pH de la dieta
3.8. Necesidades de calcio y vitamina D tras la menopausia
3.9. Fitoestrógenos
3.10. Cafeína

4. Nutrición y salud ósea en la senectud


4.1. Envejecimiento y masa ósea (papel de la nutrición)
4.2. Alteraciones nutritivas en el anciano y masa ósea
4.3. Necesidades de calcio y vitamina D en el anciano
4.3.1. Calcio
4.3.2. Vitamina D
4.4. Papel de la dieta en la prevención de fracturas óseas
4.5. Cómo conseguir una ingesta de calcio óptima

5. Resumen

6. Bibliografía

7. Enlaces web

Objetivos

n Recordar la evolución de la masa ósea a lo largo de la vida.


n Conocer la importancia de la nutrición en la formación de tejido óseo.
n Identificar los nutrientes que se relacionan con la formación de la masa ósea.
n Identificar los nutrientes que se relacionan con la reabsorción de la masa ósea.
n Evaluar las necesidades de calcio en las diferentes etapas de la vida y relacionar la ingesta de calcio con las frac-
turas óseas.
n Determinar cuáles son los alimentos más ricos en calcio.
n Exponer las causas y consecuencias, sobre la salud ósea, de la excesiva ingesta de fósforo, sodio o proteínas.
1. Introducción

L
a masa ósea se define como la cantidad total de tejido óseo del organismo,
que incluye el volumen de tejido óseo y de la matriz extracelular osificada. En
el adulto sano, y de forma similar en el escolar y en el adolescente, el 99% del
calcio corporal total se encuentra en el esqueleto en forma de cristales de hidroxia-
patita. El resto del calcio se encuentra en los tejidos blandos, y una mínima parte,
en los líquidos extracelulares.
La masa ósea es la consecuencia del equilibrio entre la formación y la reabsorción
ósea, y su evolución va en aumento desde el nacimiento hasta una edad comprendi-
da entre los 20 y los 25 años. Hasta los 3 años la masa ósea aumenta un 30%; pos-
teriormente, un 20%, y durante la pubertad, un 30-40%. Al finalizar el crecimiento
y hasta alcanzar la edad adulta, se incrementa un 15-20% más. Se dispone, en la ac-
tualidad, de los patrones de referencia de la masa ósea en esas etapas de la vida, por
lo que, si aparecen patologías que impidan un desarrollo adecuado, éstas se pueden
diagnosticar con mayor facilidad y más precozmente.
Durante la infancia y adolescencia se produce el crecimiento del organismo, con
la formación de hueso a partir de cartílago de crecimiento. La cantidad de hue-
so formado, que alcanza el grado máximo (“pico de masa ósea”) alrededor de los
20 años, depende de varios factores, entre ellos, los factores nutricionales. La pu-
bertad es el periodo en el que más aumenta la densidad ósea en ambos sexos. Por
ello, es conveniente que se mantenga un estado nutricional adecuado para conse-
guir que, al llegar a la etapa adulta, se consiga el mayor pico de masa ósea posible.
La osteoporosis es una enfermedad ósea de causa multifactorial caracterizada
por una alteración de la arquitectura del hueso que le hace propenso a las fractu-
ras. En España afecta a más de tres millones de personas. La nutrición adecuada, uni-
da al ejercicio físico, es el factor modificable más importante para la prevención de
la enfermedad, prevención que debe comenzar en la adolescencia.
Los Capítulos 1.24 y 1.27 están dedicados al estudio de las funciones biológicas
de la vitamina D, así como de los minerales calcio, fósforo, magnesio y flúor, y su pa-
pel en el metabolismo óseo. Por otra parte, el Capítulo 4.33 está dedicado al estu-
dio de la nutrición y el sistema óseo en la edad pediátrica. En este Capítulo se re-
visan los diversos factores nutricionales que afectan a la salud ósea, con particular
énfasis en el adolescente, el adulto y el anciano.

1023
Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

2. Nutrición y salud ósea Asimismo, los adolescentes a los que se les su-
en la adolescencia plementa la dieta normal con calcio, aunque no
muestran diferencias en las medidas de peso, esta-
La masa ósea es regulada por multitud de facto- tura, masa grasa, ni en el nivel de lípidos en sangre,
res: factores genéticos, factores hormonales y, co- desarrollan un mayor acúmulo de calcio en algunos
mo grupo importante, factores nutricionales, los huesos, hecho demostrado con técnicas absorcio-
hábitos de vida y el ejercicio físico. métricas de medición de masa ósea.
La nutrición interviene en la regulación del me- La mayor asociación entre una dieta rica en cal-
tabolismo del calcio y en la formación de la ma- cio y la masa ósea aparece hacia la mitad de la pu-
sa ósea, aportando diversos nutrientes, vitaminas bertad, con un incremento en la absorción de cal-
y sales minerales. Los hábitos adquiridos en la in- cio en los estadios de desarrollo puberal 2-4 de
fancia ayudan a conseguir la mejor situación ósea Tanner, pero no en estadios iniciales, y se consigue
posible para la edad madura, si se realiza una die- el pico de masa ósea en el adulto joven (alrededor
ta variada y se evitan hábitos como fumar o be- de los 20 años).
ber alcohol. En diversos estudios se ha sugerido que la in-
gesta de calcio óptima para las adolescentes pue-
de ser más baja que las recomendaciones esta-
2.1. Requerimientos de calcio blecidas, pero ha de ser mayor en los varones
en la adolescencia adolescentes, por lo que se ha propuesto que el
sexo debería estar incluido al establecerlas. La ra-
En el Capítulo 4.33 se han considerado detalla- za no parece afectar a estas relaciones, pero sí la
damente los requerimientos de calcio en la edad actividad física, sobre todo en la etapa prepuberal,
pediátrica. En el presente Capítulo se revisarán presentando una asociación inversa entre el se-
brevemente las necesidades de calcio en la ado- dentarismo y la adquisición del pico de masa ósea,
lescencia por su relación con la masa ósea en la al demostrarse que el crecimiento del esqueleto
madurez. en ambos sexos, tanto en prepuberales como en
El depósito de calcio en el hueso acontece du- pospuberales, aumenta con la actividad física re-
rante toda la infancia, pero es en la pubertad cuan- gular. Es, por tanto, importante señalar que, ade-
do se produce la mayor formación de hueso y se al- más de la ingesta de calcio, los niños y adoles-
canza el pico de masa ósea. Concretamente, en las centes deben realizar ejercicio físico de manera
adolescentes se ha observado un depósito máxi- regular, ya que éste contribuye a aumentar el pi-
mo de calcio en el hueso en etapas muy cercanas a co de masa ósea.
la menarquia, siendo en este momento 5 veces su- Otros estudios evidencian que no es tan depen-
perior al depósito en la edad adulta, disminuyen- diente de una alta ingesta de calcio como previa-
do posteriormente de forma gradual. Igualmente, mente se pensaba, aunque los varones deben cum-
la absorción de calcio de la dieta también va decre- plir, al menos, las recomendaciones establecidas
ciendo hasta llegar a la etapa adulta. para obtener una masa ósea adecuada. En general,
La ingesta de calcio en las chicas jóvenes a partir se recomienda una ingesta de unos 1.300 mg/día de
de los 11 años suele ser menor a las recomenda- forma general durante la etapa de la pubertad y en
ciones establecidas (Tabla 1), lo que puede afec- los adolescentes hasta los 18 años.
tar al normal desarrollo de la talla y del pico de Respecto a la vitamina D, también es importante
masa ósea y contribuir a la aparición de una osteo- apuntar que las necesidades diarias son de 100 UI,
porosis juvenil que puede manifestarse antes de la aunque las recomendaciones en la infancia y la ado-
pubertad. En este periodo de la adolescencia, se ha lescencia se han establecido en 400 UI/día, sin so-
demostrado que las mujeres adolescentes tienen brepasar estas cantidades (ver Capítulo 1.24).
una mayor absorción intestinal de calcio, menor Existe un grupo especial en el que las necesida-
excreción renal del mismo y aumento del remode- des están aumentadas de forma fisiológica: el em-
lado óseo comparado con las mujeres adultas. No barazo y la lactancia durante la adolescencia. En es-
obstante, la excreción de calcio endógeno no va- te caso, es necesario aumentar el aporte de calcio
riaba entre ambos grupos de edad. a unos 1.500 mg/día y administrar vitamina D en

1024
M. Díaz Curiel | P. Riobó Serván | J. Esteban Gómez | G. Rodríguez Echebarrieta

Tabla 1. RECOMENDACIONES DIARIAS DE INGESTA DE CALCIO, FÓSFORO


Y VITAMINA D EN LA ADOLESCENCIA Y LA EDAD ADULTA

Edad Calcio (mg) Fósforo (mg) Vitamina D (UI)


9-18 años 1.200-1.500 600 400
18-24 años 1.200-1.500 600 400
25-65 años 1.000 500 400
Más de 65 años 1.500 500 400
Embarazo y lactancia 500 400 400
Prematuridad 100 mg/kg de peso 50-80 mg/kg 800-1.000
Fuente: Academia Americana de Pediatría.

dosis de 400 UI/día durante los primeros dos tri- Por tanto, en la edad pediátrica es fundamen-
mestres del embarazo y amamantamiento. tal adquirir unos hábitos alimentarios adecuados y
practicar ejercicio físico con frecuencia para lograr
un pico de masa ósea óptimo y, así, contribuir
2.2. Educación e información a una adecuada prevención de la osteoporosis, co-
sobre nutrición mo se ha comentado en el Capítulo 4.33.

Es interesante conocer cuál es la información que


tienen los adolescentes sobre la necesidad del cal-
cio en la dieta y su acción sobre el organismo. En un 3. Nutrientes relacionados
estudio realizado en EE UU, la mayoría de los ado- con la salud ósea
lescentes conocen las funciones beneficiosas del cal- en la madurez
cio sobre la salud; saben que fortalece los huesos y
que previene la osteoporosis, e incluso que la etapa La osteoporosis es una enfermedad compleja
de la adolescencia es crítica para alcanzar el pico de y multifactorial, caracterizada por una masa ósea
masa ósea. No obstante, sólo el 20% conoce las re- disminuida y una alteración de la estructura micro-
comendaciones de calcio para su edad (unas cuatro arquitectónica del hueso, lo que conlleva un au-
porciones de productos lácteos), y la riqueza en cal- mento en cuanto a la facilidad de sufrir fracturas.
cio de los mismos, pero no llegan a alcanzar los mí- Aunque la mayoría del hueso, incluyendo la masa
nimos requerimientos establecidos. La información ósea y la calidad del hueso, viene determinada ge-
la obtienen de sus padres o profesores, mientras néticamente, hay otros muchos factores, nutricio-
que en muy pocas ocasiones llega desde una fuente nales, ambientales y del estilo de vida, que también
de información general de salud. Los fabricantes de influyen en el hueso. La nutrición es el factor mo-
productos lácteos les aportan información sobre las dificable más importante para el desarrollo y man-
necesidades diarias de calcio, y la mayoría consume tenimiento de la masa ósea y la prevención y tra-
lácteos diariamente. La Tabla 2 muestra el conteni- tamiento de la osteoporosis. Aproximadamente el
do en calcio de algunos alimentos. La alergia o el sa- 80-90% del contenido mineral del hueso es calcio
bor suelen ser las principales razones para no con- y fósforo. Otros componentes de la dieta, como las
sumirlos. Un tercio de ellos recibe un suplemento proteínas, magnesio, zinc, cobre, hierro, flúor, las vi-
de vitaminas y minerales diario, que contiene entre taminas D, A, C y K, son necesarias para el metabo-
100 y 200 mg de calcio elemental. Al calcular el cal- lismo óseo normal, mientras que otros compues-
cio ingerido, la media se sitúa entre 500 y 700 mg/ tos que se ingieren y que habitualmente no son
día. Como conclusión general, se puede decir que clasificados como nutrientes (p. ej., la cafeína, el al-
los adolescentes americanos suelen tener suficien- cohol y los fitoestrógenos) también pueden influir
tes conocimientos de los efectos del calcio, pero no en la salud ósea. El conocer la interacción entre
de los requerimientos diarios, lo que puede contri- los diferentes factores nutricionales, ambientales y
buir a presentar una ingesta inadecuada. de estilo de vida y la herencia ayuda a entender la

1025
Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

Tabla 2. CONTENIDO EN CALCIO DE minusvalorarse el hecho de que muchos nutrientes


ALGUNOS ALIMENTOS (mg/100 g) son dependientes unos de otros, y pueden interac-
cionar simultáneamente con los factores genéticos
• Verduras y ambientales. La complejidad de las interacciones
- Repollo 400 es, probablemente, la razón por la que algunos ha-
- Soja seca 226 llazgos son controvertidos o no concluyentes.
- Acelgas 110
- Judías pintas 106
- Lentejas 79
3.1. Aporte energético
• Cereales
- Pan blanco enriquecido 84 El aumento de la ingesta energética favorece la
• Frutos secos ganancia de peso y favorece, a su vez, que tenga una
- Avellanas 250 mayor densidad ósea. Este efecto positivo del pe-
- Almendras secas 234 so puede deberse a las fuerzas que se ejercen en
- Nueces 99 el esqueleto, es decir, es un aspecto mecánico. Por
- Cacahuetes 74 otra parte, la pérdida moderada del 10% del peso
• Lácteos típicamente resulta en una pérdida de hueso del 1
- Leche entera en polvo 909 al 2%. La pérdida de peso más severa o las situa-
- Leche entera pasteurizada 123 ciones de desnutrición se consideran un factor de
- Leche desnatada 133 riesgo para la osteoporosis y pueden existir mu-
- Yogur 150 chos factores contribuyentes: la baja ingesta de ma-
• Quesos cronutrientes, incluyendo las proteínas, la baja in-
- Emmental 1.180 gesta de micronutrientes, incluyendo el calcio, la
- Bola 900 vitamina D y la vitamina K, una mayor propensión
- Cabrales 700 a las caídas, debido a la fuerza muscular baja, y un
- Gruyère 700 efecto de menor protección de la almohadilla gra-
- Roquefort 700 sa a nivel de la región de glúteo o cadera.
- Manchego 400 En relación con un bajo aporte energético, mere-
- Nata 300 ce una mención especial la anorexia nervosa. La pa-
- Burgos 210
- Camembert 162
togenia de la pérdida ósea en la anorexia nerviosa
- Porciones 110 es multifactorial. Se debe atribuir principalmente a la
- Requesón 100 amenorrea prolongada, junto con la hipoestrogene-
mia acompañante, la hipercortisolemia, al bajo índi-
• Pescados ce masa corporal y a la disminución de la masa ma-
- Sardinas en aceite (con espinas) 354
- Lenguado 70
gra y grasa, al igual que a una ingesta de nutrientes
muy limitada, especialmente calcio, vitamina D y pro-
• Carnes 8-12 teínas. Se pueden producir fracturas patológicas de
• Confitería la columna, de la cadera o de los huesos largos, tan
- Melaza 273 sólo a los 7-15 años tras el comienzo de la enferme-
- Chocolate con leche 228 dad, y esto constituye un problema muy importante
• Otros
en la sociedad actual, en la que se están dando casos
- Huevos (sin cáscara) 40 de mujeres de alrededor de 40-50 años con unos ni-
veles de osteoporosis y una frecuencia de fracturas
a nivel vertebral que corresponderían a mujeres de
80 años. Es crucial para el aumento de la densidad
complejidad del desarrollo de la osteoporosis y de mineral ósea en estos pacientes que tengan una in-
las consiguientes fracturas. En este Capítulo, se re- gesta adecuada y que se restablezca el peso y vuel-
visa el papel de los componentes dietéticos sobre van a presentar ciclos menstruales.
la salud ósea durante la madurez. Cada nutriente Un caso especial es lo que se conoce como la
se discute de forma separada; sin embargo, no debe “tríada de la mujer deportista”, una secuela clíni-

1026
M. Díaz Curiel | P. Riobó Serván | J. Esteban Gómez | G. Rodríguez Echebarrieta

ca muy frecuente en las atletas femeninas de alta conseguir un buen pico de masa ósea, y en el an-
competición, que se caracteriza por los tres com- ciano y en distintas patologías, para evitar el riesgo
ponentes de la tríada: alteración de la conducta de fractura. Sin embargo, durante la madurez el pa-
alimentaria, amenorrea y osteoporosis. La conse- pel del calcio como factor preventivo en el mante-
cuencia de la osteoporosis en estas mujeres puede nimiento de la masa ósea está más en discusión. De
ser la de fracturas frecuentes y graves, en ocasio- hecho, los estudios transversales en mujeres an-
nes en relación con el estrés. tes de la menopausia han demostrado que la den-
sidad ósea no se correlaciona con la ingesta actual
de calcio. En estudios longitudinales en esta misma
3.2. Proteínas población, los suplementos de calcio oral no afec-
tan a la densidad ósea en algunos estudios, pero sí
El aumento en la ingesta de proteínas en la die- en otros.
ta aumenta la excreción urinaria de calcio, de forma La respuesta del hueso al aumento de la ingesta
que, por cada 50 g de proteína consumida incremen- de calcio es mayor durante los primeros años des-
tada, se excretan unos 60 mg de calcio en orina. Con pués de la menopausia. Un metaanálisis de 16 es-
ello, se deduce que, cuanto mayor sea el aporte de tudios transversales ha observado una correlación
proteínas, mayor es la pérdida de calcio en orina y significativa entre el contenido de calcio de la die-
más negativo se hace el balance de calcio. Dado que ta y la densidad ósea Los datos más importantes
el 99% del calcio corporal se encuentra en el hueso, obtenidos en este grupo de población provienen
se puede conjeturar que la alta ingesta de proteínas de los estudios prospectivos. En éstos, se obser-
induce hipercalciuria y resultaría en una alta tasa de va que la pérdida ósea tras la menopausia es ma-
reabsorción ósea. Por otra parte, las dietas hipopro- yor en mujeres que consumen dietas bajas en es-
teicas (< 0,8-1 g/kg/día) tampoco son beneficiosas te micronutriente.
para la salud ósea, produciéndose un hiperparatiroi- Se ha demostrado en diferentes estudios que los
dismo secundario y osteopenia, u osteoporosis. Sin suplementos de calcio pueden detener la pérdida
embargo, los datos clínicos y epidemiológicos que ósea en estas mujeres.
estudian esta hipótesis son controvertidos. Por una
parte, la mayoría, pero no todos los estudios epi-
demiológicos, han encontrado una asociación po- 3.3.2. Fósforo
sitiva entre la ingesta de proteínas y la densidad
mineral ósea (DMO). Por otro lado, muchos estu- El aporte dietético de fósforo juega un papel bá-
dios, aunque no todos, han publicado un aumento sico en la mineralización ósea, pero en este caso el
de fracturas en los grupos que consumen dietas hi- problema no se presenta por un déficit en el apor-
poproteicas. La mayoría de los estudios clínicos de te, sino más bien por un consumo excesivo en re-
intervención apoyan esta hipótesis, y, según han de- lación con la cantidad de calcio. Se recomienda que
mostrado muchos de ellos, se da un aumento de la la relación calcio/fósforo de la dieta sea igual o su-
reabsorción ósea cuando se alimenta a humanos o a perior a 1. Sin embargo, en la sociedad actual es-
animales con una alta carga proteica. te cociente suele presentar valores inferiores al
aconsejado, por aporte insuficiente de calcio o ex-
cesivo de fósforo. La carne, las aves y el pescado
3.3. Minerales contienen fósforo en una proporción 15-20 veces
superior a la del calcio. También los acidulantes o
Para un estudio más exhaustivo acerca de los las bebidas de cola contienen cantidades aprecia-
minerales, ver el Capítulo 1.27. bles de fósforo. Se ha sugerido que las dietas con
alto contenido proteico, y por tanto de fósforo,
pueden tener un efecto negativo sobre el balan-
3.3.1. Calcio ce de calcio del organismo y, por tanto, contribuir
al deterioro de la masa ósea, si bien el papel de las
Se ha demostrado que la ingesta de calcio es be- proteínas en la osteoporosis continúa siendo con-
neficiosa durante la niñez y la adolescencia para trovertido. La cantidad de fósforo ingerido en la

1027
Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

dieta guarda una estrecha relación con la cantidad ninguno de ellos. El zinc estimula la formación e in-
de alimentos proteicos (carnes, pescados, huevos y hibe la resorción ósea, y mejora la sintomatología
lácteos) que se consumen. El fósforo está presente en pacientes con artritis reumatoide. La ingesta de
en cantidades elevadas en carnes y pescados. Tam- zinc es inferior a la recomendada en un elevado
bién, en bebidas carbonatadas y alimentos proce- porcentaje de ancianos, siendo recomendable au-
sados. Se estima que los aditivos alimentarios su- mentar el consumo de alimentos ricos en este mi-
ponen hasta un 30% del aporte de fósforo de la neral. Son varios los trabajos que sugieren que los
dieta, lo que debe ser tenido en cuenta, dado que elementos traza juegan un papel importante en la
está aumentando el consumo de alimentos proce- etiología y patogenia de la artritis reumatoide. La
sados que contienen aditivos. La presencia de fós- acción antioxidante del selenio y el cobre podría
foro en la mayoría de los alimentos hace casi im- reducir el efecto tóxico de los distintos radicales
pensable la existencia de un déficit y normalmente liberados en los procesos inflamatorios.
se asocia a desnutrición energético-proteica.

3.4. Fibra alimentaria, fitatos


3.3.3. Sodio y oxalatos
El consumo elevado de sodio da lugar a un au- La absorción intestinal de calcio ha de ser en
mento de la excreción urinaria de calcio que, de forma iónica. Aquellos nutrientes que eviten la io-
forma sostenida, podría contribuir a acelerar la pér- nización del calcio o se unan al mismo pueden im-
dida de masa ósea. Por ello, la dieta occidental ac- pedir una correcta absorción, por lo que debe evi-
tual, en la que se consume un exceso de sal, no só- tarse su toma conjunta en la dieta. Entre otros,
lo favorece el desarrollo de hipertensión, sino que, cabe destacar los siguientes: fibra dietética, ácido
además, puede ser negativo para mantener la ma- fítico, ácido oxálico y grasas.
sa ósea. La ingesta excesiva de fibra disminuye la absor-
ción intestinal de calcio, pudiendo relacionarse con
la presencia de ácido fítico en el salvado y cubier-
3.3.4. Flúor ta de legumbres y cereales. No obstante, el consu-
mo de cereales integrales en España es aún muy ba-
El flúor aumenta la actividad de los osteoblas- jo, y sólo si se utiliza salvado en grandes cantidades
tos, incrementando la masa ósea. La resistencia a con propósitos laxantes podría interferir con la ab-
la presión del hueso resultante es mayor, pero su sorción del calcio.
elasticidad es menor, y no está claro que esto se Por otra parte, el ácido oxálico presente en las
traduzca en un menor número de fracturas. Has- verduras y hortalizas de la familia de las crucíferas
ta el momento no se puede concluir que la suple- (espinacas, coles, alcachofas, etc.) interfiere en la ab-
mentación con flúor sea útil en la prevención de sorción del calcio. En la dieta no deben coincidir las
fracturas. El flúor se suplementa en aguas públi- tomas de alimentos que contengan calcio con las de
cas en algunas poblaciones, lo cual es importante, aquellos que presenten fitatos u oxalatos, para evi-
ya que desempeña un papel primordial en el creci- tar problemas de absorción intestinal.
miento del hueso en general y sobre la dentición
en particular.
3.5. Ácidos grasos de la dieta
(ver Capítulo 1.13)
3.3.5. Otros minerales
En la artritis reumatoide el contenido en ácidos
Magnesio, zinc, cobre, manganeso y boro son grasos poliinsaturados de la dieta tiene un efecto
también minerales relacionados con el correcto favorable sobre el proceso inflamatorio. La suple-
mantenimiento estructural y funcional del hueso, mentación con aceite de pescado, rico en ácidos
aunque no hay estudios concluyentes respecto a grasos poliinsaturados n-3 (ácido eicosapentaenoi-
la necesidad de un aporte específico en la dieta de co y docosahexanoico), en pacientes con artritis

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reumatoide ha tenido un éxito moderado, obser- En cuanto a los datos epidemiológicos, en el Nur-
vándose una reducción de la rigidez articular du- ses’ Health Study, la baja ingesta de vitamina K se aso-
rante suplementaciones a corto plazo y una dismi- ció a mayor riesgo de fractura de cadera, tras ajus-
nución del número de articulaciones doloridas e tar por la ingesta de calcio y vitamina D. También en
inflamadas en suplementaciones a largo plazo. Por el Framingham Heart Study, la baja ingesta de vitami-
otro lado, los ácidos grasos saturados forman sales na K se asoció a mayor riesgo de fractura de cadera
insolubles con el calcio alimentario. en ancianos. Por ello, se concluye que la vitamina K
aumenta la densidad mineral del hueso y reduce la
incidencia de fracturas, recomendando un aumento
3.6. Vitaminas de su ingesta diaria.

3.6.1. Vitamina D (ver Capítulo 1.24)


3.6.3. Vitamina C (ver Capítulo 1.20)
Los requerimientos de vitamina D para la po-
blación adulta oscilan entre las 200 UI para indi- La vitamina C (ácido ascórbico) es un nutriente
viduos de 19-50 años, 400 UI para los de edades esencial involucrado en la formación de colágeno,
comprendidas entre 51 y 70 años, y 600 UI para procolágeno y fosfatasa alcalina. En relación con el
los mayores de 71 años. Esto se debe a la menor hueso, su deficiencia provoca un déficit en la pro-
capacidad de síntesis en la piel, por la acción de ducción de colágeno y de matriz ósea, con el con-
los rayos ultravioleta, con la edad. Entre los es- siguiente retraso del crecimiento y la curación de
tudios controlados de los efectos del tratamien- las fracturas.
to con suplementos de vitamina D sobre la ma- El aporte dietético de vitamina C es especialmen-
sa ósea, algunos autores encuentran una menor te importante en los fumadores. El análisis de los da-
tasa de pérdida de masa ósea femoral en las mu- tos recogidos en el estudio NHANES III refleja un
jeres posmenopáusicas, que reciben 800, versus efecto protector, disminuyendo las fracturas en un
200 UI/día de vitamina D, aunque no incluye gru- 49% en mujeres menopáusicas fumadoras y con te-
po control. rapia estrogénica.
Diferente comportamiento se observa en los En un estudio epidemiológico en el que se eva-
varones, donde no se ha observado ningún efec- luó el uso de suplementos de vitamina C durante
to del tratamiento con calcio y 1.000 UI/día de vi- 12 años y la DMO, se demostró que éstos parecen
tamina D, sobre la masa ósea. Es importante, por tener un efecto beneficioso en la DMO (un 3% más
tanto, insistir en todos los grupos de población alta), especialmente en las mujeres posmenopáusi-
para que ingieran alimentos ricos en vitamina D y cas que usan tratamiento hormonal sustitutivo.
que se exponga al sol de forma moderada. Si con
estas medidas no se consigue alcanzar las reco-
mendaciones, se pueden consumir alimentos for- 3.6.4. Vitaminas del grupo B
tificados con dicha vitamina. (ver Capítulos 1.21 y 1.22)

Es frecuente la detección de niveles bajos de pi-


3.6.2. Vitamina K (ver Capítulo 1.21) ridoxal, cianocobalamina y folatos en pacientes con
artritis reumatoide.
La vitamina K puede tener un papel protector Recientes estudios han detectado un metabo-
frente a la pérdida ósea relacionada con la edad, lismo anormal de la homocisteína entre pacientes
que está mediado por la γ-carboxilación de ciertas afectados de artritis reumatoide, que podría relacio-
proteínas del hueso, entre las que se incluye la os- narse con deficiencias en vitamina B12, folato y vita-
teocalcina. Éste es un paso necesario para su unión mina B6. Es aconsejable consumir alimentos ricos en
a la hidroxiapatita. La principal forma de aporte estas vitaminas tales como vísceras, cereales, legum-
dietético de vitamina K es la filoquinona (vitamina bres, verduras y, en caso de detectarse deficiencias
K1), que se encuentra en los vegetales de hoja ver- francas, utilizar suplementos. Los pacientes contro-
de y en ciertos aceites vegetales. lados con metotrexato deben tomar ácido fólico.

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Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

3.6.5. Vitamina A (ver Capítulo 1.23) bién la ingesta de calcio resulta beneficiosa, ya que
se demuestra cómo la pérdida de masa ósea se ra-
La vitamina A es necesaria para el crecimiento y lentiza en mujeres suplementadas.
el desarrollo del esqueleto mediante su efecto so- Como fuente principal de calcio, debe recomen-
bre la síntesis de proteínas y la diferenciación celular darse la ingestión de productos ricos en calcio, co-
ósea. El aporte dietético de vitamina A se puede ob- mo los lácteos, que, además, son también ricos en
tener directamente de los alimentos de origen animal vitamina D, esencial para garantizar la absorción del
(leche, huevos, hígado, etc.) o en forma de provitami- calcio de la dieta.
na A (caroteno), que se encuentra en los vegetales Durante mucho tiempo se ha especulado que la
de colores intensos: rojos, naranjas, verdes (zanahoria, dieta rica en calcio y los suplementos de calcio tenían
remolacha, espinacas, etc.). La cocción de estos vege- un importante papel en la génesis de cálculos renales.
tales aumenta la biodisponibilidad de los carotenoi- Con respecto al riesgo de litiasis renal, los datos dis-
des; sin embargo, la cocción excesiva la disminuye. ponibles indican que, al contrario de lo esperado, la
mayor ingestión de calcio con la dieta, especialmen-
te con las comidas, reduce el riesgo de litiasis tanto
3.7. El pH de la dieta en varones como en mujeres, ya que disminuiría la
absorción intestinal de ácido oxálico, principal factor
Al comer, no se ingieren alimentos aislados, sino químico de la litogénesis.
una dieta con un grado de acidez o de pH concre- Por otra parte, debe recordarse que existe un
to, y ello puede alterar el equilibrio ácido-base. En plateau evidente en la absorción de calcio, por lo
respuesta a la acidosis, el hueso actúa como tampón que dosis superiores a 500 mg deben administrar-
y aumenta su resorción y libera calcio para intentar se de forma dividida para no limitar su absorción.
neutralizar el exceso de protones. En un estudio de Además, la práctica clínica habitual es, en caso de
Sebastián et al. se demostró la reversión de la hiper- utilizar suplementos dietéticos de calcio, usarlos en
calciuria inducida por el consumo de carne con car- conjunción con las modestas dosis de vitamina D,
bonato potásico. Con estas premisas, parece lógico para garantizar su absorción.
pensar que los vegetarianos, que toman una dieta a
base de frutas y verduras y, por lo tanto, muy alcalina,
deberían tener mayor DMO. Sin embargo, no se ha 3.9. Fitoestrógenos
confirmado dicho supuestos en estudios epidemioló-
gicos. Sí hay que destacar, por el contrario, la demos- Son sustancias de origen vegetal que, debido a su
tración de una mayor DMO en los miembros del Fra- anillo fenólico, actúan como agonistas o antagonistas
mingham con mayor ingesta de frutas y vegetales. estrogénicos. Los más conocidos son las isoflavo-
nas de soja y, en concreto, las denominadas genisteí-
na y daidzeína. En estudios aleatorizados, prospec-
3.8. Necesidades de calcio tivos, controlados y doble ciego se ha demostrado
y vitamina D tras la menopausia un efecto positivo sobre la DMO a partir de 30-
50 mg/día. No sólo previenen la perdida ósea, sino
Mediante elegantes y complicados estudios de que también aumentan la DMO. Se está ensayando
cinética del balance de calcio, se ha estimado que la la “ipriflavona”, que es una isoflavona sintética que
ingesta óptima de calcio debe alcanzar los 1.000 g/ en los ensayos realizados tiene propiedades antirre-
día en mujeres premenopáusicas y en mujeres me- sortivas. Sin embargo, todavía es pronto para definir
nopáusicas tratadas con terapia hormonal sustitu- su utilidad, ya que no se conocen sus efectos a largo
tiva, o los 1.500 g/día en menopáusicas no tratadas plazo ni sobre la tasa de fracturas.
y, en general, en personas mayores de 65 años.
En las mujeres premenopáusicas con DMO ba-
ja, un grupo español ha realizado un estudio tra- 3.10. Cafeína
tando con suplementos de calcio o placebo, y hay
correlación entre ingesta de calcio y ganancia de la Esta sustancia de uso común, además de ser un
DMO. En mujeres en la menopausia precoz tam- estimulante del sistema nervioso central, favorece

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un balance negativo de calcio y aumenta la calciu- aporte de calcio, la pérdida obligada de éste por el
ria. Además, parece que también interfiere con la organismo originaría un balance negativo del mis-
absorción intestinal de calcio. Se ha estimado que, mo, que se intenta equilibrar con una afluencia pa-
además, existe una relación inversa entre la inges- so de calcio desde la reserva ósea hacia el plasma,
ta de cafeína y la de calcio. Hay que destacar que originando una desmineralización ósea.
el efecto negativo de la cafeína es más pronunciado
cuando la ingesta de calcio es baja, y que el efecto
negativo de la cafeína sobre la calciuria queda con- 4.3. Necesidades de calcio
trarrestado por el beneficioso de la leche cuando y vitamina D en el anciano
lo que se toma es café con leche.
4.3.1. Calcio

La absorción de calcio decrece con la edad, tal


4. Nutrición y salud vez debido a un importante factor: la hipoclorhi-
ósea en la senectud dria del anciano. Se admite que, en la edad adulta, la
absorción intestinal disminuye de un 30% a un 50%.
4.1. Envejecimiento y masa Aproximadamente el 99% del calcio corporal está
ósea (papel de la nutrición) en el esqueleto; el 1% restante se reparte entre los
líquidos extracelulares y las membranas celulares.
La masa ósea es, de manera clara, el factor más Su importancia es fundamental para los fenómenos
importante relacionado con la patogenia de las frac- fisiológicos de la transmisión neuromuscular y las
turas. Existen estudios experimentales que encuen- funciones de membrana.
tran una elevada correlación in vitro entre la resis- Por otro lado, la pérdida de masa ósea asocia-
tencia del hueso para fracturarse y el contenido da a la edad condiciona altos riesgos de defor-
mineral óseo de dicho hueso, tanto a nivel de hue- midad, fractura y situación de invalidez. Las va-
sos de la columna lumbar como en el cuello de fé- riaciones de calcio sérico (4,5-5,5 mmol/l) se
mur. La importancia relativa de la masa ósea en la mantienen por la interacción de la hormona para-
incidencia de fracturas se ha estimado, según los tiroidea, los estrógenos, la calcitonina y la vitami-
huesos, en una cuantía diferente; así, en el cuello del na D [1,25(OH)2D]. Si la ingesta o absorción de
fémur llegó a significar el 85% de todos los factores, calcio son inadecuadas, las concentraciones séri-
mientras que en otros huesos esta importancia re- cas se mantienen a expensas del mineral óseo. La
lativa varía entre el 67 y el 82%. ingesta recomendada de calcio para los hombres
y mujeres es de 800 mg/día, y en personas mayo-
res de 65 años, 1.500 mg/día. La ingesta real tien-
4.2. Alteraciones nutritivas de a estar por debajo de esta cifra.
en el anciano y masa ósea Aunque el calcio se haya distribuido a través de
muchos alimentos (Tabla 2), la forma más reco-
Existen diversas alteraciones nutritivas en los mendable de calcio dietético es a través del con-
ancianos que pueden contribuir a una disminución sumo de lácteos, ya que en éstos el calcio se en-
de la masa ósea. Se ha demostrado que, en esta cuentra en forma solubilizada. Algunos trabajos
edad, existe un déficit de ingesta de calcio, bien sea han establecido la coincidencia de alteraciones
por disminución del aporte dietético o por proble- de la absorción intestinal y estados de desnutri-
mas digestivos relacionados con el envejecimien- ción con la osteoporosis en pacientes ancianos
to. Las enfermedades consuntivas, comer a solas, la hospitalizados.
pérdida de gusto, trastornos de deglución, necesi- Determinadas características de la dieta pueden
dades dietéticas especiales no cubiertas y motivos influir sobre la eficacia de la absorción del calcio in-
económicos son algunos de los factores que con- testinal. Con lactosa, la eficacia aumenta al 60% de la
tribuyen a la pérdida de peso y desnutrición que ingesta de calcio; sin lactosa, la capacidad de absor-
sucede en los ancianos y que conllevan una dismi- ción disminuye al 30%. El ácido fítico de las harinas
nución de la ingesta de calcio. Al existir un menor integrales, el oxálico y el urónico de las verduras se

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Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

pueden combinar con los iones de calcio, formando adecuadas para los adultos de 51-70 años y los ma-
sales e impidiendo su absorción. Sin embargo, hay yores de 70 años se han elevado hasta 10 y 15 μg,
que sobrepasar los 50 g/día de fibra para que estos respectivamente, en 1997-. En pacientes con esca-
mecanismos comprometan seriamente los aportes sa o nula exposición a la luz solar se aconseja admi-
de calcio; las situaciones de esteatorrea pueden con- nistrar suplementos de 400 UI de vitamina D dia-
dicionar la combinación de ácidos grasos con el cal- rios. El principal efecto secundario del exceso de
cio en la luz intestinal. vitamina D es la hipercalciemia, y los ancianos son
Por todo ello, la Conferencia Consenso organi- más susceptibles de padecerla, ya que su organis-
zada por el Instituto Nacional Americano de la Sa- mo posee mayores depósitos de grasa, donde la vi-
lud en 1994 sugiere un aumento de la ingesta de tamina se acumula.
calcio en personas mayores de 65 años hasta alre- Además, en el Study of Osteoporotic Fractures, no
dedor de 1.500 mg/día (Tabla 1). se encontró beneficio de los suplementos de vi-
tamina D sobre las tasas de fractura, por lo que
siempre debe suplementarse asociada al calcio. Ca-
4.3.2. Vitamina D be recordar que la deficiencia de vitamina D alte-
ra también la función muscular, lo que puede faci-
La vitamina D es uno de los nutrientes más im- litar la propensión a las caídas. Algunos alimentos
portantes. Su función mejor conocida es la de favo- ricos en vitamina D son la mantequilla, hígado, hue-
recer la absorción de calcio y fósforo, asegurando vos y la leche fortificada, a dosis de 2,5 μg (100 UI)
la mineralización correcta del hueso, gracias a que por ración.
estimula la síntesis de la proteína ligadora de calcio
(calbindina). Es frecuente que el aporte de esta vi-
tamina sea insuficiente en el anciano; ello obedece 4.4. Papel de la dieta en la
a varios factores. Las dos fuentes principales de es- prevención de fracturas óseas
ta vitamina son la ingesta y la producción a nivel de
la piel por transformación de un precursor bajo la Existen varios trabajos que manifiestan el papel
acción de la luz solar. tanto del calcio como de la vitamina D en la pre-
En el anciano, la ingesta es, en general, escasa. vención de las fracturas óseas, aunque se mantie-
También la producción a nivel de la piel está redu- ne la controversia con relación al contenido de cal-
cida, puesto que muchos ancianos viven recluidos cio de la dieta y dicha prevención. El trabajo clásico
o institucionalizados y se exponen muy poco al sol. de Matkovic demostró que la frecuencia de fractu-
Incluso con las mismas horas de exposición, la sín- ras de cadera en la antigua Yugoslavia era significa-
tesis de vitamina D es más baja en la senectud que tivamente menor en la etnia que presentaba mayor
en el adulto joven o en el niño. Parece que la con- densidad ósea (desde el punto de vista radioló-
versión del precursor a vitamina D a nivel de piel gico) y que, además, ello coincidía con que exis-
en el anciano es menos eficaz. Además, la síntesis tía un elevado consumo de productos lácteos, en
de la 1,25-dihidroxivitamina D a nivel renal tam- comparación con la tasa de fracturas de cadera de
bién está alterada en este grupo de población, por otra etnia de la misma nación, pero con baja inges-
menor respuesta a parathormona (PTH). ta de calcio. Otros trabajos han confirmado la rela-
Finalmente, parece existir cierta resistencia a ción entre la ingesta de calcio y las tasas de fractu-
la acción de la 1,25-dihidroxivitamina D a nivel de ra. Por ejemplo, Holbrook (Lancet 1988) demostró
los órganos diana. Todo ello da como resultado que, tras 14 años de seguimiento, las personas con
una menor absorción de calcio y una elevación de fractura de cadera tenían una menor ingesta habi-
PTH, lo que implica aumento de la remodelación y tual de calcio al comienzo del estudio.
pérdida de mineralización, con lo que es frecuen- En otros trabajos se demuestra que en chicos
te la deficiencia de vitamina D, sobre todo en ins- prepuberales el suplemento de calcio aumenta la
titucionalizados. masa ósea, de lo que se puede deducir que, si es-
La RDA publicada en 1989 era de 5 μg o 200 UI ta ganancia persiste, disminuirá la incidencia de
-según parece, demasiado baja, en general, para fracturas. Más recientemente, un estudio pros-
mantener el hueso sano, por lo que las ingestas pectivo realizado con una metodología precisa y

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M. Díaz Curiel | P. Riobó Serván | J. Esteban Gómez | G. Rodríguez Echebarrieta

que utiliza una completa base de datos sobre di- reducción del 20% en la incidencia de fractura de
ferentes nutrientes ha puesto en relación la fre- cadera, lo que supone, al menos en EE UU, una re-
cuencia de fracturas de cadera con el contenido ducción entre 40.000 y 50.000 fracturas de este ti-
de calcio de la dieta en varones y mujeres de 50 a po cada año, que se ha calculado en un coste entre
79 años. Comparando una dieta baja (283 mg de 150.000 y 200.000 millones de dólares.
calcio/1.000 kcal), con una ingesta normal (284- Hay que resaltar el papel del tratamiento de la
440 mg de calcio/1.000 kcal) y con una ingesta al- osteoporosis con calcio y vitamina D en los tra-
ta (más de 440 mg de calcio/1.000 kcal), se obtu- bajos de Chapuy, ya que no sólo previene la pérdi-
vo una relación directa y constante entre el calcio da de masa ósea femoral, sino que también dismi-
dietético y el riesgo de fractura de cadera (riesgo nuye la incidencia de fracturas de cadera. En ello
relativo = 0,6 por 124 mg/1.000 kcal). El trabajo influye la corrección del hiperparatiroidismo se-
concluye que este riesgo disminuye al aumentar cundario de los ancianos y su papel como agente
el consumo de calcio, tanto en las mujeres como antirreabsorbedor con mayor efecto en invierno.
en los varones. Por otra parte, se ha demostrado que la asocia-
Las bases fisiopatológicas de este hallazgo resi- ción de un suplemento proteico (20 g de proteí-
den en el hecho de que la pérdida de hueso que nas) a la dieta de pacientes con fractura de cade-
comienza con la menopausia se acompaña de un ra disminuye la pérdida de masa ósea en el fémur
aumento de la eliminación del calcio urinario, se- contralateral, mejora la fuerza muscular y acorta la
cundario a un aumento de la reabsorción ósea. Es- rehabilitación hospitalaria, además de aumentar las
ta última, probablemente asociada a una malabsor- inmunoglobulinas y el factor IGF-1.
ción intestinal de calcio, trae como consecuencia Algunas de las alteraciones neuropsiquiátricas
un hiperparatiroidismo compensador, que se pue- asociadas a la senectud pueden estar relacionadas
de prevenir con la administración exógena de cal- con déficit vitamínicos subclínicos que podrían ser
cio. Este suplemento inhibe la pérdida de masa corregidos con un aporte nutricional adecuado. El
ósea cortical, aunque posiblemente esté menos papel que ello pueda tener en contribuir a evitar
claro que inhiba la pérdida de hueso trabecular. caídas es un valor añadido.
Tanto los suplementos de calcio como la asocia-
ción de calcio más vitamina D en sujetos ingresa-
dos en residencias de la tercera edad disminuyen 4.5. Cómo conseguir una
un 5% por año la pérdida de masa ósea y reducen ingesta de calcio óptima
significativamente el índice de fracturas de cadera
y la incidencia de fracturas vertebrales en mujeres Parece que la mejor manera de conseguir una
posmenopáusicas. ingesta de calcio satisfactoria es a través de las
Sin embargo, el estudio NHANES demuestra fuentes dietéticas, lo que incluye los alimentos en-
que no hay asociación entre el calcio de la dieta y riquecidos en calcio y, sólo en segundo término, los
el riesgo relativo de fractura de cadera en los an- suplementos exógenos de calcio (Tabla 3). El uso
cianos; aún más: una ingesta alta en calcio parece de la leche como vehículo para suplementación de
favorecer la incidencia de fracturas óseas a través vitamina D es lógico, ya que ésta es una vitamina li-
de la depresión del metabolismo de la vitamina D. posoluble -sustancia lábil en medio ácido, que re-
La crítica a estos trabajos reside en la diversidad de quiere una protección contra el medio ácido del
sujetos y fuentes del calcio, mientras que es objeti- estómago-, al mismo tiempo que el alto contenido
vo el beneficio de los suplementos de calcio en la en calcio de la leche y su forma de sal soluble per-
población de alto riesgo. mite una absorción intestinal adecuada y selectiva.
Por otra parte, la administración de calcio es En la población occidental, los productos lácteos
mandataria como coadyuvante en cualquier tipo son los que más contribuyen al calcio dietético por
de terapéutica en la osteoporosis establecida, muy su frecuente consumo. Sólo se limitará en aquellos
especialmente en tratamientos con bifosfonatos, individuos con intolerancia a la lactosa, aunque es-
calcitonina, terapia hormonal y raloxifeno. La ad- to se consigue a través de productos sólidos co-
ministración de suplementos de calcio y vitamina mo el yogur, que presentan la lactosa, en gran par-
D, según las indicaciones ya descritas, permiten una te, ya fermentada.

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Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

Tabla 3. EVOLUCIÓN DE LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS EN ESPAÑA. CALCIO


PROCEDENTE DE LÁCTEOS (g/día)

Vivanco Ine Moreiras Rapado


(1963) (1985) (1988) (1995)
Leche 228 387 357 449
Yogur - - 21 80
Quesos - - 14 23

Otras fuentes de calcio incluyen los vegetales vados y públicos. Para ello, se debe promover una
verdes, algunas legumbres, pescados enlatados y educación pública con estímulo del sector pri-
frutos secos. Los cereales y las pastas contribu- vado, que englobe tanto a los que producen y
yen a un buen aporte de calcio, debido a su pro- manufacturan productos dietéticos como a los
gresivo consumo en España. En otros casos, serán restaurantes, tiendas y almacenes con mayor fa-
necesarios los suplementos de calcio en forma de cilidad de investigación biotecnológica.
productos farmacéuticos. Aunque las sales de cal- Desde el sector público se deben promover
cio existentes en el mercado farmacéutico varían guías de ingesta de calcio a través de institucio-
en su contenido de calcio iónico, la inmensa ma- nes nacionales y comunitarias, programas de ali-
yoría son bien absorbidas. Su dosis media viene a mentación, tanto en niños como en poblaciones
ser de alrededor de 500 mg. La calidad del exci- de bajo poder adquisitivo, así como en la pobla-
piente es importante, ya que algunos no se desin- ción anciana, mediante campañas en los medios
tegran en el tubo digestivo. Por ello, es preferible de comunicación.
usar preparados masticables, líquidos o eferves- Hoy día se considera fundamental una aproxima-
centes. Se recomienda dar la dosis total diaria re- ción “en equipo” a las medidas preventivas de la os-
partida en cuatro tomas, una de ellas con la cena. teoporosis, que consiste en un grupo coordinado
Estas tomas se harán siempre en mitad de las co- de diversas especialidades que integran sus esfuer-
midas, para evitar un defecto de su absorción en zos para conseguir objetivos concretos. En este gru-
medio muy ácido. po juega un papel primordial el médico, pero tam-
Aunque nuestro estudio de encuesta telefónica bién la enfermera, el terapeuta físico y ocupacional
demuestra, de manera global, una mayor ingesta de y el asistente social, para diseñar un programa mul-
calcio en la actualidad que hace 20 años (Tabla 3), tidisciplinario que permita enseñar al paciente los
igual que se ha demostrado en Estados Unidos, los problemas derivados de su enfermedad y los fun-
niños comprendidos entre los 6 y los 11 años de damentos de los problemas derivados de la misma
edad muestran una menor ingesta de calcio, com- y las bases de su tratamiento, incluyendo la preven-
parada con los de una década anterior, y la inmensa ción de caídas.
mayoría de los españoles no llegan a tomar la can- El papel del nutriólogo como educador es funda-
tidad de calcio recomendada. mental para conocer si el paciente ingiere las dosis
Por ello, una promoción de salud nacional y de recomendadas diarias de calcio, minerales y vitami-
prevención de enfermedades, incluyendo las me- nas, para preparar unas recetas agradables al pala-
tabólicas óseas, requeriría una apropiada ingesta dar que estimulen el apetito, al tiempo que para ha-
de calcio. Esta estrategia de concienciación públi- cer estos alimentos compatibles con otras posibles
ca corresponde tanto a los educadores como a enfermedades asociadas (intolerancia a la lactosa,
los profesionales de la salud y a los sectores pri- hipercolesterolemia, hipertensión arterias, etc.).

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M. Díaz Curiel | P. Riobó Serván | J. Esteban Gómez | G. Rodríguez Echebarrieta

5. Resumen
 La osteoporosis es una enfermedad compleja y un pico de masa ósea óptimo y, así, contri-
multifactorial, caracterizada por una masa ósea buir a una adecuada prevención de la osteopo-
disminuida y una alteración de la estructura mi- rosis a edades avanzadas.
croarquitectónica del hueso, lo que conlleva un
aumento en cuanto a la facilidad se sufrir fractu-
ras. Aunque la masa ósea y la calidad del hueso
vienen determinados genéticamente, hay otros
muchos factores, nutricionales, ambientales y del
estilo de vida, que también influyen en el hueso.

 En este Capítulo, se revisa el papel de los com-


ponentes dietéticos sobre la salud ósea durante
los diferentes estadios de la vida. Cada nutriente
se discute de forma separada; sin embargo, no
debe minusvalorarse el hecho de que muchos
nutrientes son dependientes unos de otros y
pueden interaccionar simultáneamente con los
factores genéticos y ambientales. La complejidad
de las interacciones es probablemente la razón
por la que algunos hallazgos son controvertidos
o no concluyentes.

 Junto con el ejercicio, la nutrición es el factor


modificable más importante para el desarrollo y
mantenimiento de la masa ósea y la prevención
y tratamiento de la osteoporosis. Aproxima-
damente el 80-90% del contenido mineral del
hueso lo forman el calcio y el fósforo. Otros
componentes de la dieta, como las proteínas,
magnesio, zinc, cobre, hierro, flúor, y las vitami-
nas D, A, C y K, son necesarios para el metabo-
lismo óseo normal. Hay compuestos que se in-
gieren, y que habitualmente no son clasificados
como nutrientes (p. ej., la cafeína, el alcohol y
los fitoestrógenos), que también pueden influir
en la salud ósea.

 Las necesidades de calcio en las diferentes eta-


pas de la vida varían. Son máximas en el periodo
fetal, fundamentalmente durante el tercer tri-
mestre de embarazo. También son altas durante
la infancia y la adolescencia, sobre todo en el
desarrollo puberal, estabilizándose en la etapa
adulta tras la adquisición del pico de masa ósea.
Tras la menopausia, predomina la reabsorción
ósea, y las necesidades de calcio aumentan para
intentar contrarrestar esta situación.

 En la edad pediátrica es fundamental adquirir


unos hábitos alimentarios adecuados y practi-
car ejercicio físico con frecuencia, para lograr

1035
Capítulo 4.34. Nutrición en las enfermedades del tejido conectivo...

6. Bibliografía
Artículo clave de revisión en el que se enumeran todos los
factores que pueden influir en la salud ósea.

Matkovic V, Kostial K, Simonovic I, et al. Bone status and


fracture rates in two regions of Yugoslavia. Am J Clin Nutr
1979; 32: 540-9.
Se trata del artículo original en el que el radiólogo describe la
diferente densidad ósea de las radiografías que realiza, según
la etnia de la que provienen, y ello se corresponde con la
tasa de fracturas y con el consumo de calcio de las diferentes
comunidades.
Chapuy MC, Arlot M, Delmas PD, Meunier PJ. Effect of
calcium and cholecalciferol treatment for three years on hip National Osteoporosis Foundation. Osteoporosis: review
fractures in elderly women. Br Med J 1994; 308: 1081-2. of the evidence for prevention, diagnosis, and treatment and
En este artículo prospectivo, aleatorizado, se estudia la su- cost-effectiveness analysis. Osteoporosis Int 1998; Suppl 4:
plementación de calcio y vitamina D en mujeres ancianas S1-S88.
institucionalizadas y, tras 3 años de seguimiento, no sólo se Revisión de la Sociedad de Osteoporosis Norteamericana
demuestra el beneficio de este tratamiento sobre la densidad sobre los aspectos de prevención de la osteoporosis.
mineral ósea, sino que también se observa una disminución
significativa en las tasas de fracturas de cadera. Nordin BEC. Calcium and osteoporosis. Nutrition 1997; 13:
664-86.
Dawson-Hughes B, Harris SS, Krall EA, Dallal GE, Falconer Artículo de revisión sobre las evidencias sobre el papel del
G, Green CL. Rates of bone loss in postmenopausal women calcio en la osteoporosis.
randomly assigned to one of two dosages of vitamin D. Am J
Clin Nutr 1995; 61: 1140-50. Rapado A, Díaz Curiel M, et al. Consumo diario de calcio a
Artículo en el que se evalúa el papel de los suplementos de través de la ingesta de lácteos en la dieta española. Rev Esp
vitamina D sobre la pérdida de masa ósea en mujeres con Enf Metab Óseas 1997; 6: 169-74.
osteoporosis. Artículo de un conocido grupo español que trabaja en la
osteoporosis, y ha fundado la Fundación Hispana de Os-
Díaz Curiel M, Gil Hernández Á, Mataix Verdú J. Nutrición y teoporosis y Enfermedades Metabólicas y Óseas, trabajando
salud ósea. SEIOMM, Instituto Omega 3 y FHOEMO 2004. tanto en la investigación como en los aspectos sociales para el
Libro actualizado que revisa de forma detallada todos los tratamiento y prevención de la osteoporosis.
aspectos relacionados con la salud ósea, con énfasis particular
en los aspectos nutritivos. Rusell RM, Suter PM. Vitamin requirements of elderly peo-
ple: an update. Am J Clin Nutr 1993; 58: 4-14.
Holbrook TL, Barret-Connor E. An 18-year prospective study Se replantean los requerimientos de vitamina D en las perso-
of dietary calcium and bone mineral density in the hip. Calcif nas de edad avanzada.
Tissue Int 1995; 56: 364-7.
Artículo prospectivo en el que se evalúa la ingesta de calcio y la Weinsier R, Krumdieck CL. Dairy foods and bone health:
densidad mineral ósea al final de los 14 años de seguimiento. examination of the evidence. Am J Clin Nutr 2000; 72:
681-9.
Ilich JZ, Kerstetter JE. Nutrition in bone health: A story En este artículo de revisión se examina el efecto del consumo
beyond calcium. Am J Clin Nutr. 2000; 19(6): 715-37. de lácteos sobre la salud ósea.

7. Enlaces web
 www.nof.org
 www.nos.org
 www.fhoemo.org
 www.ios.org
 www.osteo.org

1036
4.35. Nutrición en las enfermedades
tiroideas

Noelia Peláez Torres Julia Álvarez Hernández Concepción Blanco Carrera


Capítulo 4.35.

Nutrición en las enfermedades tiroideas

1. Introducción

2. Fisiología tiroidea
2.1. Síntesis de hormonas tiroideas
2.2. Transporte y metabolismo hormonal
2.3. Acción hormonal
2.4. Regulación de la función tiroidea
2.5. Función tiroidea durante el embarazo

3. Yodo
3.1. Ingesta de yodo diaria recomendada
3.2. Trastornos por déficit de yodo (TDY)
3.2.1. Clasificación
3.2.2. Situación actual de los trastornos por déficit de yodo
3.2.3. Diagnóstico del riesgo de deficiencia de yodo
3.2.4. Tratamiento y profilaxis
3.2.5. Monitorización de los programas de suplementación con sal yodada
3.3. Trastornos asociados al exceso de yodo en la dieta
3.3.1. Bocio e hipotiroidismo inducido por exceso de yodo
3.3.2. Hipertiroidismo inducido por yodo
3.3.3. Tiroiditis inducida por yodo
3.3.4. Yodo y cáncer de tiroides
3.3.5. Yodo y cáncer no tiroideo
3.4. Efecto del yodo en algunas alteraciones tiroideas
3.4.1. Enfermedad de Graves
3.4.2. Tiroiditis
3.4.3. Disfunción tiroidea secundaria al tratamiento con interferón α

4. Selenio
4.1. Efectos del selenio sobre la función tiroidea
4.2. Selenio y cáncer

5. Fármacos que alteran la síntesis, el metabolismo y la función


tiroideos
5.1. Fármacos antitiroideos
5.2. Amiodarona
5.2.1. Hipertiroidismo inducido por amiodarona
5.2.2. Hipotiroidismo inducido por amiodarona
5.3. Litio
5.4. Interferón α
5.5. Glucocorticoides
5.6. β-bloqueantes

6. Alimentos que pueden alterar la función tiroidea


6.1. Sustancias que disminuyen la captación de yodo por el tiroides
6.2. Sustancias que producen déficit en la organificación intratiroidea del yodo
6.3. Sustancias que aumentan la excreción fecal de tiroxina

7. Disfunción tiroidea durante el ayuno

8. Resumen

9. Bibliografía

10. Enlaces web

Objetivos

n Revisar los conocimientos actuales de la fisiología tiroidea.


n Analizar los factores nutricionales implicados en una adecuada funcionalidad tiroidea.
n Recordar los alimentos considerados como fuente de yodo.
n Evaluar la participación del yodo en la disfunción tiroidea.
n Revisar los trastornos por déficit de yodo.
n Conocer las políticas internacionales de yodación en distintas poblaciones.
n Revisar las recomendaciones de micronutrientes, especialmente yodo y selenio, en algunas situaciones fisiológicas
y en la prevención de enfermedades tiroideas.
n Analizar la interrelación entre fármacos y micronutrientes en el desarrollo de patologías tiroideas.
n Considerar la participación de otros micronutrientes, como el selenio, en la disfunción tiroidea y en el desarrollo
de enfermedad neoplásica.
n Revisar las modificaciones de la función tiroidea durante el ayuno.
1. Introducción

L
as hormonas tiroideas contienen átomos de yodo en su molécula, por lo
que este elemento es fundamental para su síntesis. Dentro de las funciones
de estas hormonas está el correcto funcionamiento del sistema nervioso y
están implicadas en el desarrollo; su déficit conlleva lesiones y defectos perma-
nentes e irreversibles.
El déficit de yodo puede provocar distintas alteraciones, conocidas como tras-
tornos por déficit de yodo (TDY), tanto más graves cuanto mayor es el déficit y
cuanto antes se presenta en el curso del desarrollo. El déficit de yodo aumenta la
frecuencia de abortos y recién nacidos muertos, las anomalías congénitas en el neo-
nato, la mortalidad perinatal e infantil, así como la presencia de cretinismo y retraso
mental. En el recién nacido aumenta la incidencia de defectos psicomotores, bocio
e hipotiroidismo perinatal. En niños y adolescentes aumenta también la incidencia
de bocio e hipotiroidismo y altera el desarrollo somático. En la edad adulta conduce
principalmente a bocio e hipotiroidismo.
La única fuente de yodo es la dieta; la cantidad de yodo ingerido es muy variable,
y depende de la riqueza de este elemento en el suelo. La mayor concentración de
yodo está en los alimentos de origen marino. Dadas la gran variabilidad del conteni-
do en yodo de los alimentos de procedencia no marina y las graves consecuencias
que conlleva el déficit de yodo, se ha intentado regular la ingesta de yodo. La legis-
lación recomienda asegurar las cantidades mínimas necesarias mediante suplemen-
tación con sal yodada, y en países subdesarrollados con aceite yodado (como ya se
explicará), aunque, a pesar de conocer las graves consecuencias de este déficit, no
se ha creado todavía un programa de yodación universal.
El exceso de yodo también provoca distintas alteraciones funcionales en la glán-
dula tiroidea; estos efectos pueden ocurrir por una alimentación con productos
ricos en yodo o por un exceso en la suplementación del mismo.
Además, se ha descrito la existencia de relación entre la cantidad de yodo ingeri-
da y distintas situaciones patológicas tiroideas (enfermedades autoinmunes, cáncer
de tiroides, etc.).
Existen distintos fármacos y alimentos, conocidos como “bociógenos”, que inter-
fieren en algún paso de la síntesis hormonal, alterando así su función y provocando
distintas situaciones patológicas. En el apartado correspondiente se hará más hinca-
pié en la amiodarona, que es un antiarrítmico muy empleado en la actualidad y que,
por su alto contenido en yodo, altera la función tiroidea; se comentarán asimismo
los contrastes yodados y los fármacos antitiroideos empleados para el tratamiento
del hipertiroidismo.

1041
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

2. Fisiología tiroidea
2.1. Síntesis de
hormonas tiroideas
La glándula tiroidea sintetiza las hormonas tri-
yodotironina (T3) y tetrayodotironina (T4), sínte-
sis que se realiza mediante la captación de yodo
de la sangre circulante y el acoplamiento del éste a
la molécula de tiroglobulina, para posteriormente,
mediante la hidrólisis de la tiroglobulina, liberar es-
tas hormonas a la circulación, con la que llegarán a
los receptores de los distintos órganos. La síntesis
de hormonas tiroideas depende de la captación del
yodo, del metabolismo normal del yodo en el inte-
rior de la glándula y de la síntesis de la proteína re-
ceptora del yodo, la tiroglobulina.
El yodo entra en el tiroides en forma de yoduro Figura 1. Esquema de la síntesis de las hormonas ti-
inorgánico, y procede del yodo que se obtiene del roideas. DIT: diyodotirosina; MIT: monoyodotirosina; NIS:
consumo de alimentos, agua y fármacos, y de la des- simportador Na-I; TPO: tiroglobulina peroxidasa; T3 : triyo-
yodación de las hormonas tiroideas. El yoduro es dotironina; T4 : tetrayodotironina. Tg: tiroglobulina.
eliminado del plasma por el tiroides y por las pér-
didas gastrointestinales y renales, así como a través
de las secreciones de las glándulas salivares. El yo- mediante la acción de las peroxidasas, sufren una
duro de las secreciones gastrointestinales es reab- condensación oxidativa dentro de la molécula de
sorbido, por lo que la eliminación total de yoduro tiroglobulina para formar las yodotironinas, T3 y T4.
depende del riñón y del tiroides. La eliminación re- En la luz folicular permanece almacenada la tirog-
nal de yoduro depende de la tasa de filtración renal, lobulina con las yodotirosinas y las yodotironinas.
sin modificarse por acción de factores humorales ni Mediante un mecanismo de pinocitosis las hormo-
por la concentración de yoduro en plasma. nas activas son liberadas a través del borde apical
El yoduro pasa desde la circulación hasta la cé- de las células; durante este transporte, desde el co-
lula tiroidea gracias a un mecanismo de transpor- loide hasta el exterior celular, la tiroglobulina es hi-
te activo mediado por una proteína de la mem- drolizada mediante la acción de peptidasas y pro-
brana plasmática, denominada “simportador” Na/I teasas. Durante la hidrólisis de la tiroglobulina se
(SNI). Este transporte se hace contra gradiente (la liberan yodotirosinas inactivas, que son desyodadas
concentración de yodo es mayor dentro de la cé- posteriormente a nivel intratiroideo por la acción
lula tiroidea que en el plasma), por lo que necesi- de la yodotirosina deshalogenasa; el yoduro que se
ta energía que proviene del metabolismo oxidati- ha liberado durante estas reacciones es reutilizado
vo intracelular. por las células foliculares tiroideas. Por último, se
Una vez en el interior de la glándula, el yodu- produce la liberación de las hormonas tiroideas. El
ro es oxidado por acción de la enzima peroxida- 20% de la T3 circulante es sintetizado por la glán-
sa, para después yodar los residuos tirosilo de la dula tiroidea, mientras que la T4 circulante proce-
tiroglobulina (glicoproteína sintetizada por las cé- de exclusivamente y en su totalidad de dicha glán-
lulas foliculares del tiroides) mediante la acción de dula (Figura 1).
la peroxidasa; la yodación de la tiroglobulina se rea- El yodo en grandes cantidades y administrado
liza en la interfase célula-coloide, y se forman mo- de forma aguda bloquea la reacción de organifi-
noyodotirosina (MIT) y diyodotirosina (DIT) liga- cación y acoplamiento del yodo; éste constituye
das a tiroglobulina. el llamado efecto de Wolf-Chaikoff, que suele ser
El siguiente paso es la exocitosis de la tiroglo- transitorio salvo que la administración de yodu-
bulina hacia la luz folicular; allí las yodotirosinas, ro sea prolongada, en cuyo caso la inhibición de

1042
N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

la síntesis de hormonas tiroideas persiste pudién- de las hormonas tiroideas sufre desaminación oxi-
dose desarrollar bocio con hipotiroidismo en al- dativa y descarboxilación, obteniéndose ácido te-
gunos casos. trayodo- y triyodo-tiroacético (tetrac y triac, res-
Distintos fármacos bloquean la síntesis de las pectivamente).
hormonas tiroideas a distintos niveles, provocan-
do distintas alteraciones en la función de la glándu-
la tiroidea, como se verá más adelante. 2.3. Acción hormonal
Las hormonas tiroideas tienen distintas funciones:
2.2. Transporte y • Modifican el crecimiento y la maduración de
metabolismo hormonal los tejidos.
• Modifican el gasto energético total.
Las hormonas tiroideas se unen en la sangre • Se encargan del recambio de los sustratos.
a las proteínas plasmáticas para ser trasportadas • Regulan la respiración celular.
hasta los tejidos periféricos, donde sufrirán distin- Las hormonas tiroideas se unen a receptores in-
tas reacciones metabólicas que conducirán a su eli- tracelulares; el complejo hormona-receptor que se
minación o inactivación. La reacción metabólica forma se une a lugares específicos de los cromo-
principal que tiene lugar es la extracción secuen- somas, modificando la expresión de los genes. Se
cial de los átomos de yodo. Hay distintas vías de han descrito dos tipos de receptores para las hor-
desyodación, y son responsables del 70% del meta- monas tiroideas codificados por dos genes diferen-
bolismo de las hormonas tiroideas. tes, TR-α y TR-β, localizados en el cromosoma 17
La vía más importante es la 5’-monodesyoda- y en el cromosoma 3, respectivamente (ver Capítu-
ción; en esta reacción se genera T3, cuya potencia los 1.4 y 1.5).
metabólica es mayor que la de la T4. El 80% de la T3
de la sangre se forma a nivel extraglandular, mien-
tras que el resto procede de la síntesis tiroidea. 2.4. Regulación de
Se han descrito fármacos y situaciones patológicas la función tiroidea
que reducen la formación de T3.
La desyodación de T4 a T3 se realiza por distintos La regulación de la función tiroidea está media-
de tipos de isoenzimas; la desyodinasa 1 (D1) se en- da fundamentalmente por dos vías, una supratiroi-
cuentra en hígado, hipófisis, tiroides y riñón y reali- dea y otra intratiroidea:
za la monodesyodación del anillo interno de T4 pa- La regulación supratiroidea está mediada por la
ra formar T3, mientras que la desyodinasa 2 (D2) se tirotropina (TSH) sintetizada en la hipófisis ante-
encuentra en la hipófisis, el sistema nervioso central, rior. Su función es estimular la hipertrofia e hiper-
la placenta, la grasa parda, el tiroides, el corazón y plasia del tiroides, estimular la síntesis proteica y
el músculo esquelético; en situación de hipotiroidis- de hormonas tiroideas, y acelerar el metabolismo
mo aumenta su actividad permitiendo la formación intermediario tiroideo. Su secreción está regulada
de T3 en el cerebro y en la hipófisis. La desyodina- a su vez por dos mecanismos. La hormona libera-
sa 3 (D3) realiza la 5-monodesyodación y convierte dora de tirotropina (TRH) que estimula la secre-
T4 en triyodotironina reversa (rT3), que es metabó- ción de TSH y, por otro lado, las propias hormo-
licamente poco activa; esta enzima se encuentra en nas tiroideas que inhiben la secreción de TSH. Se
sistema nervioso central, piel, útero, placenta y en el han descrito otras hormonas que inhiben de for-
organismo fetal. Las desyodinasas contienen selenio- ma fisiológica la síntesis de TSH, como la somatos-
cisteína. El déficit de selenio eleva las concentracio- tatina y la dopamina. Los estrógenos aumentan la
nes de T4 (ver Capítulo 1.30). respuesta de TRH y los glucocorticoides inhiben la
Otra vía metabólica es la conjugación en el híga- función de TRH.
do, fundamentalmente con glucuronato y sulfato; el La regulación intratiroidea está mediada por los
producto de esta reacción es secretado a la bilis y cambios del yodo orgánico intraglandular, produ-
su reabsorción es incompleta, perdiéndose a través ciendo cambios en el transporte de yoduro del ti-
de las heces el 20% de la T4 así eliminada. Un 20% roides fundamentalmente (Figura 2).

1043
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

a producir hormonas; para ello precisa yodo,


que recibe de la madre a través de la circula-
ción materno-fetal.
Todos estos cambios fisiológicos conllevan
un aumento de las necesidades de hormonas
tiroideas, aumentando por tanto el reque-
rimiento de yodo diario para una correcta
homeostasis.

3. Yodo
El yodo forma parte de las hormonas ti-
roideas y es capaz de regular la síntesis hor-
Figura 2. Regulación de la función tiroidea por el eje hipotá- monal del tiroides, como ya se ha explicado.
lamo-hipófisis-tiroides. TRH: hormona liberadora de tirotropina; Tanto su exceso como su defecto produ-
TSH: tirotropina; T3 : triyodotironina; T4 : tetrayodotironina. cen alteraciones funcionales en el tiroides.
Los efectos del yodo son diferentes en los
pacientes con una glándula tiroidea normal
2.5. Función tiroidea que en aquellos en los que la glándula tiroidea
durante el embarazo está alterada. Los adultos sanos pueden tolerar
hasta 1.000 μg/día de yodo sin sufrir disfunción
Durante el embarazo se producen distintas mo- tiroidea.
dificaciones en la función tiroidea. Desde el inicio La cantidad de yodo en los alimentos es variable
de la gestación se produce un aumento de la pro- y depende de la concentración de yodo de la tierra;
teína transportadora de tiroxina (TBG) debido a la los productos de origen marino son los más ricos
alta concentración de estrógenos, que conlleva un en yodo. La población de las áreas de montaña es la
descenso de la concentración de T4 y T3 libres; es- que presenta más déficit de yodo. En las áreas cos-
ta situación hace que se estimule el eje regulador y teras las fuentes más importantes de yodo son los
da lugar a un aumento de TSH. mariscos, el agua y la niebla procedente del océano;
Durante el primer trimestre aumentan los ni- en zonas no costeras el contenido de yodo de los
veles de gonadotropina coriónica (hCG), que esti- productos vegetales y animales varía dependiendo
mula de forma directa la glándula tiroidea mater- del medio ambiente geoquímico, del tipo de fertili-
na, aumentando la concentración de T3 y T4 libres; zantes empleados, de los hábitos alimentarios y del
esta situación se normaliza hacia la semana 20 de procesamiento de los alimentos. En los alimentos
gestación, poco después del pico de hCG. La TSH y el agua el yodo se encuentra predominantemen-
durante este periodo experimenta un mínimo des- te como yoduro y, en menor proporción, ligado a
censo en sangre. aminoácidos (Tabla 1).
Además, se producen cambios en el metabolis- El yodo ingerido es absorbido rápida y casi
mo periférico de las hormonas tiroideas. Se pro- completamente en el tracto gastrointestinal. El yo-
ducen cambios en la actividad de las desyodinasas, do de la circulación es captado por la glándula ti-
aumentando la actividad de la D3 de la placenta roidea, y transportado hasta las glándulas salivares
(convierte T4 en rT3), fundamentalmente en la se- y gástricas y los riñones; el exceso de yodo se eli-
gunda mitad del embarazo. mina por el riñón fundamentalmente y por el trac-
En la gestación, hay un aumento de la filtración to gastrointestinal en menor proporción, ya que
glomerular que conlleva una mayor pérdida de yo- ahí se absorbe la mayor parte del yodo que lle-
do a través de la orina; a su vez, va disminuyendo la ga. Dentro de la célula folicular sufre los procesos
concentración de yoduro circulante. Hacia la mitad explicados con anterioridad hasta formar las hor-
de la gestación la glándula tiroidea fetal comienza monas tiroideas.

1044
N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

Tabla 1. ALIMENTOS RICOS EN YODO

μg de yodo/100 g de porción
Grupo de alimentos Tipo
de alimento consumible
• Huevos
- Yema............................................................................11,65
- Huevo cocido................................................................ 9,7
- Huevo entero ................................................................ 9,7
- Clara ............................................................................. 6,8
Huevos, • Leche
lácteos y derivados - Leche con grasa vegetal ............................................ 90
- Leche condensada dulce ........................................... 89
• Yogur
- De frutas entero.......................................................... 48
- Desnatado .................................................................... 4,4
- De frutas desnatado ..................................................... 3,8
En general, tienen poca cantidad de yodo, que depende fundamentalmente
del tipo de alimentación de los animales.
Carnes
Entre los productos de origen animal, cabe destacar el hígado de cerdo,
con 14 μg
• Pescados
- Bacalao en salazón .................................................. 424
- Salmonete ................................................................ 330
- Bacalao fresco.......................................................... 120
- Merluza..................................................................... 120
- Pijota......................................................................... 120
- Conservas de pescado............................................... 77,29
- Caballa ....................................................................... 74
- Arenque ahumado ...................................................... 52
- Jurel/chicharro ............................................................ 48
- Sardinas ..................................................................... 32
Pescados y mariscos • Mariscos
- Berberechos y chirlas ............................................... 160
- Mejillones.................................................................. 130
- Bivalvos (promedio).................................................. 107
- Ostras ......................................................................... 58
• Crustáceos
- Camarón................................................................... 130
- Bogavante ................................................................ 100
- Langosta................................................................... 100
Otros pescados, mariscos y crustáceos también contienen yodo, pero en
menor cantidad
(Continúa en página siguiente)

3.1. Ingesta de yodo ción de la edad, y en los adultos aumentan en mu-


diaria recomendada jeres embarazadas y durante la lactancia. En adul-
tos el requerimiento de yodo diario es de 150 μg.
Las necesidades diarias de yodo, según el Conse- En gestantes y en las mujeres durante la lactancia
jo Internacional para el Control de los Trastornos las necesidades diarias son más elevadas, de 200 μg
por Deficiencia de Yodo (ICCIDD), varían en fun- (Tabla 2).

1045
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

Tabla 1. ALIMENTOS RICOS EN YODO (cont.)

μg de yodo/100 g de porción
Grupo de alimentos Tipo
de alimento consumible
• Legumbres
Legumbres - Guisantes frescos .................................................. 14
y tubérculos • Tubérculos
- Patatas ..................................................................... 2,4-5
• Verduras
- Brotes de soja .......................................................115
- Acelgas .................................................................. 35
- Col rizada ............................................................... 34
- Canónigos .............................................................. 34
- Brécol ..................................................................... 15
- Berzas .................................................................... 12
- Espinacas............................................................... 12
- Espárragos frescos .................................................. 7
- Endivias y escarola .................................................. 6,4
Verduras, - Lombarda ................................................................. 5
hortalizas y setas
• Setas
- Champiñón y níscalos............................................ 18
• Hortalizas
- Zanahorias ............................................................. 15
- Rabanillo .................................................................. 8
- Nabo gallego (redondeado) ..................................... 7,5
- Tomate de lata.......................................................... 7
- Cebollino .................................................................. 4,2
- Guisantes .............................................................. 2-4,2
- Nabo vulgar (alargado) ............................................ 4
• Higos secos.............................................................. 4
Frutas • Piña tropical fresca................................................... 4,8
• Naranja..................................................................... 2,1
• Cacahuetes tostados ............................................. 14
Frutos secos • Anacardos .............................................................. 10
• Nueces ..................................................................... 3

Tabla 2. RECOMENDACIONES DE INGESTA DIARIA DE YODO*

Edad Yodo (μg/día)


Lactantes durante el primer año de vida 90
Niños de 1-6 años 90
Niños de 7-12 años 120
Niños > 12 años, adolescentes y adultos 150
Mujeres embarazadas y durante la lactancia 200
*Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Consejo Inter-
nacional para el Control de los Trastornos por Deficiencia de Yodo (ICCIDD).

1046
N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

Tabla 3. TRASTORNOS POR DÉFICIT DE YODO

Época de la vida Tipo de trastornos


• Abortos
• Nacidos muertos
• Cretinismo neurológico
Feto • Cretinismo mixedematoso
• Retraso mental
• Mayor mortalidad perinatal e infantil
• Mayor susceptibilidad en caso de accidentes nucleares
• Bocio neonatal
• Hipotiroidismo neonatal
Recién nacidos
• Defectos psicomotores
• Mayor susceptibilidad en caso de accidentes nucleares
• Bocio
• Hipotiroidismo juvenil (subclínico o clínico)
Niños y adolescentes • Alteraciones del desarrollo físico y mental
• Defectos psicomotores
• Mayor susceptibilidad en caso de accidentes nucleares
• Bocio
• Hipotiroidismo
• Retraso mental “endémico”
Adultos
• Disminución de la fertilidad
• Riesgo de hipertiroidismo al instaurar las medidas profilácticas
• Mayor susceptibilidad en caso de accidentes nucleares

3.2. Trastornos por nos por deficiencia de yodo. Últimamente también


déficit de yodo (TDY) se ha empleado la medición de la yoduria para de-
terminar si hay un aporte nutricional deficiente o
La escasa ingesta de yodo produce distintas suficiente en yodo (límite inferior de la normalidad,
disfunciones del tiroides conocidas como tras- 100 μg/l; suficiente si es mayor de 100 μg/l, y defi-
tornos por déficit de yodo. Los más importantes ciente si es menor de esta cifra), y también la con-
son bocio, hipotiroidismo, retraso mental, cretinis- centración de TSH circulante.
mo y aumento de la mortalidad neonatal e infan- Se considera que una población mantiene sufi-
til (Tabla 3). ciente aporte de yodo si presenta una prevalen-
El déficit de yodo provoca un descenso rápido cia de bocio en sus escolares inferior al 5% y la
de los niveles de T4 circulante estimulando la se- mediana de su yoduria es superior a 100 μg/l. La
creción de TSH, que, a su vez, aumenta la síntesis OMS, el Fondo de las Naciones Unidas para la In-
de peroxidasas, del transportador SNI, y de tirog- fancia (UNICEF) y el Consejo Internacional para el
lobulina junto con un aumento de la organificación control de los Trastornos por Deficiencia de Yo-
del yodo y del recambio de tiroglobulina. La TSH do (ICCIDD) han acordado que para considerar
estimula la división celular tiroidea, aumentando el que la deficiencia de yodo está erradicada se de-
tamaño de la glándula y formando el bocio. ben cumplir los siguientes objetivos:
Se define una población como en situación de • Hogares que consuman sal yodada: > 90%.
riesgo de padecer trastornos por déficit de yodo si • Yoduria < 100 μg/l: < 50%.
hay bocio en > 5% de la población en edad escolar • Yoduria < 50 μg/l: < 20%.
(según la Organización Mundial de la Salud); estas • Indicadores de programa: al menos 8 de los 10
poblaciones se consideran endémicas para trastor- siguientes:

1047
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

- La existencia de un comité de expertos, depen- en aquellos casos en los que el déficit de yodo no
diente del gobierno, que sea responsable del pro- es muy marcado.
grama nacional de erradicación. La mayor parte de los estudios que hay en la li-
- Universalización de la sal yodada. teratura sobre el bocio secundario a déficit de yo-
- Existencia de una oficina responsable de la do se han realizado en escolares, que, al igual que
erradicación de los TDY. las embarazadas, tienen unos requerimientos ma-
- Legislación del consumo universal de la sal yores de yodo para garantizar una adecuada fun-
yodada. ción tiroidea. En estos estudios se ha objetivado
- Asegurar la valoración periódica de la erradi- que el bocio en escolares es difuso, mientras que
cación de los TDY. en edades más avanzadas el bocio se vuelve multi-
- Un programa de educación pública y concien- nodular y muestra mayor probabilidad de desarro-
ciación social sobre la importancia de los TDY y la llar una autonomía funcional tiroidea.
necesidad del consumo de sal yodada. El tamaño del tiroides se valora tradicionalmente
- Valoraciones periódicas de la concentración mediante la inspección y palpación de la glándula ti-
de yodo en la sal tanto en su fabricación como en roidea; un método más preciso es la ecografía tiroi-
las tiendas y hogares. dea. Se define que existe bocio, según Pérez et al.,
- Evaluaciones periódicas de los valores de yodu- cuando “el tamaño de la glándula tiroidea es mayor
ria en escolares, sobre todo en las áreas de riesgo. que la falange del dedo pulgar de la persona exami-
- Cooperación con la industria salinera para la nada”. La nueva clasificación propuesta por la Orga-
adecuada yodación de la sal. nización Mundial de la Salud (OMS) es como sigue:
- Una base de datos actualizada con todos los • Grado 0: bocio no palpable o visible.
datos nacionales sobre el porcentaje de bocio, el • Grado 1: bocio palpable pero no visible con el
grado de yoduria y la TSH neonatal, entre otros. cuello en posición normal.
El déficit de algunos oligoelementos y vitaminas, • Grado 2: bocio palpable y visible con el cuello
como el selenio y la vitamina A, se ha asociado con en posición normal.
dificultad para corregir los efectos secundarios al En cuanto a la clínica, la manifestación más fre-
déficit de yodo. cuente es la sensación de ocupación cervical (sensa-
ción de nudo o de corbata); otras son las molestias
estéticas, la disfagia (más frecuente para sólidos que
3.2.1. Clasificación para líquidos), la congestión del retorno venoso cer-
vical y, en casos graves, disnea y estridor respiratorio.
3.2.1.1. Bocio (nodular y difuso) Ocasionalmente, con poca frecuencia, provoca disfo-
nía o ronquera. A veces se acompaña de disfunción
Como ya se ha señalado, el déficit de yodo dis- tiroidea (con más frecuencia se asocia a hipotiroidis-
minuye los niveles de T4, estimulándose de forma mo, subclínico o clínico, que a hipertiroidismo).
recíproca la síntesis y liberación de TSH, que va a En cuanto al manejo terapéutico, tan sólo es
producir un aumento del tamaño del tiroides co- quirúrgico cuando resulta claramente un proble-
mo respuesta compensadora al déficit de yodo. ma estético y cuando produce síntomas compre-
El bocio por déficit de yodo es la expresión más sivos locales. La profilaxis y el tratamiento médico
frecuente y menos grave dentro de los TDY. Se consisten en asegurar una adecuada ingesta de yo-
considera endémico cuando la proporción de po- do diaria en la población general, como se explica-
blación afectada es > 10%, y la causa más importan- rá más adelante.
te es el déficit de yodo.
En los primeros estadios el bocio es difuso, pero 3.2.1.2. Hipotiroidismo
con el tiempo llega a ser nodular debido a mayor
proliferación de algunas de las células foliculares. A El hipotiroidismo aparece cuando la ingesta de
veces los nódulos pueden presentar mutaciones en yodo es mínima. En adultos, el hipotiroidismo se
el gen del receptor de TSH, que activan dicho re- acompaña de bocio. En periodos del desarrollo co-
ceptor de forma independiente del estímulo de la mo la vida fetal o la infancia el hipotiroidismo tiene
TSH, pudiendo llegar a tener autonomía funcional efectos catastróficos, debido a que las hormonas

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

tiroideas durante esta etapa desempeñan un pa- especula con la posibilidad de disminuir la mayor in-
pel primordial en el desarrollo del sistema nervio- cidencia de parto traumático y la predisposición a
so central, fundamentalmente en la mielinización. El padecer infecciones y déficit nutricionales en los ni-
déficit de hormonas tiroideas en este periodo pue- ños con retraso mental y con hipotiroidismo.
de producir daños neurológicos irreversibles co-
nocidos con el nombre de “cretinismo”. 3.2.1.6. Efectos socioeconómicos
El hipotiroidismo se objetiva en uno de cada 5.000
recién nacidos; se caracteriza por la persistencia de La deficiencia de yodo conlleva muchos gastos
ictericia fisiológica, llanto ronco, estreñimiento, som- socioeconómicos debido a que los individuos van
nolencia y problemas de alimentación. Más adelante a presentar alteraciones variables a nivel del desa-
aparecen los rasgos físicos típicos del cretinismo. rrollo neurológico y disminución del coeficiente in-
telectual; esto supone un incremento del número
3.2.1.3. Cretinismo de individuos educables y menos productivos eco-
nómicamente. Se ha demostrado mediante algún
El cretinismo se caracteriza por retraso men- estudio en escolares que la adecuada ingesta de
tal que se acompaña de otros defectos somáticos yodo mejora el rendimiento escolar.
y neurológicos. Es muy infrecuente. Se clasifica en
dos tipos:
• Cretinismo neurológico: retraso mental, 3.2.2. Situación actual de los
sordomudez, trastornos de la marcha y espastici- trastornos por déficit de yodo
dad. Se debe al déficit de yodo e hipotiroidismo du-
rante la primera mitad de la gestación. En la última publicación de la OMS, el riesgo de
• Cretinismo mixedematoso: retraso men- deficiencia de yodo en la población mundial afec-
tal, talla baja e hipotiroidismo. Se debe a la apari- ta a 2.225 millones (el 38% de la población mun-
ción y persistencia de déficit de yodo e hipotiroi- dial), y el 13% tiene bocio (740 millones de perso-
dismo durante la última fase de la gestación y el nas aproximadamente) (Tabla 4).
periodo posnatal. El sudeste asiático (India, Bangladesh e Indone-
Ambos tipos de cretinismo pueden prevenirse sia) y el Pacífico occidental (incluida China) com-
mediante la profilaxis con yodo en forma de suple- prenden más del 50% de la población mundial en
mentos durante la gestación y en el periodo pre- situación de riesgo de TDY. Las naciones más desa-
concepcional, como se verá más adelante. rrolladas tienen porcentajes de población en ries-
go de TDY inferiores que las menos desarrolladas.
3.2.1.4. Retraso mental En Europa, los TDY son un problema en la mayo-
ría de los países.
En regiones con déficit de yodo se ha demostra- En Europa central y occidental (constituida
do mediante algún estudio que esos niños tienen un por 32 países) existe deficiencia de yodo en ca-
coeficiente intelectual menor (de hasta 13,5 puntos torce países y una nutrición suficiente de yodo
menos) que los niños de regiones con una ingesta en dieciocho. Esto significa que aproximadamen-
adecuada de yodo. Estos daños no son irreversibles. te el 64% de las personas que viven en Europa es-
Se han descrito cambios en el umbral auditivo en tán en países con déficit de yodo. Más de la mitad
función del déficit de yodo, encontrando en un estu- de los países europeos tienen deficiencia de yo-
dio realizado en escolares una relación inversa entre do. La mayoría de los gobiernos europeos no tie-
el umbral auditivo y la excreción urinaria de yodo. nen un programa que asegure una adecuada inges-
ta de yodo a su población, a diferencia de lo que
3.2.1.5. Morbilidad infantil y neonatal ocurre en otros países desarrollados. La sal yoda-
da está disponible generalmente, pero con variable
La corrección del déficit grave de yodo permite distribución.
reducir en hasta un 50% la mortalidad neonatal e in- En España no hay datos recientes de todo el
fantil asociada al déficit de yodo. El mecanismo por país; los últimos datos son de una revisión reali-
el que se produce aún no es bien conocido, pero se zada por la Dra. Gabriela Monreale, del año 1993,

1049
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

Tabla 4. NÚMERO TOTAL Y PORCENTAJE DE PERSONAS QUE VIVEN EN ÁREAS


DE RIESGO DE DEFICIENCIA DE YODO Y AFECTADAS DE BOCIO, SEGÚN
LAS REGIONES DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS)

Población Población en riesgo Población afectada de bocio


Regiones OMS
(millones) Millones % de región % del total Millones % de región % del total

África 612 295 48 13,2 124 20 16,7


América 788 196 25 8,8 39 5 5,2
Países
mediterráneos 473 348 74 15,6 152 32 20,5

Europa 869 275 32 12,3 130 15 17,5


Sureste asiático 477 599 41 26,9 172 12 23,2
Pacífico oeste 1.639 513 31 23 124 8 16,7
TOTAL 5.857 2.225 38 100 740 13 100

y aún son de referencia para considerar a España marcadores, que son la excreción urinaria de yodo, la
como un país deficiente en yodo. En todos los es- presencia de bocio y la determinación de TSH.
tudios realizados en los últimos años (1987-1993) La determinación de la yoduria es un buen marca-
en las distintas comunidades de España, llevados a dor de la ingesta reciente de yodo. Aproximadamen-
cabo en escolares o en embarazadas, se ha objeti- te el 90% del yodo ingerido es eliminado en la orina.
vado que hay una deficiencia en la ingesta de yo- La determinación de TSH está aumentada siempre
do con trastornos por déficit de yodo asociados, y en pacientes con deficiencia de yodo en la ingesta; la
tras comenzar a suplementar con sal yodada han elevación de la TSH es directamente proporcional a
mejorado las cifras de yoduria sin modificarse la la gravedad del déficit de yodo. El tamaño del tiroides
prevalencia (> 5%) de bocio. es un marcador muy sensible del déficit de yodo.
Dado que no hay un plan nacional para la erradica- Se define como población en situación de ries-
ción de los TDY, por la falta de sensibilidad de los res- go de deficiencia de yodo a aquella población con
ponsables políticos hacia el tema, aún no se ha erra- presencia de bocio mayor del 5% en escolares, con
dicado este problema, y tan sólo los profesionales yodurias menores de 100 μg/l y con cifras de TSH
sanitarios son los que actualmente se encargan de mayores de 5 mU/l.
promover el consumo generalizado de sal yodada.
Tan sólo en dos comunidades autónomas en España
se han puesto en marcha programas reglados para lu- 3.2.4. Tratamiento y profilaxis
char contra los TDY, y estas comunidades son Catalu-
ña y Asturias. Hay aún muchas zonas en España don- El empleo de sal yodada es el método más usa-
de se desconoce el estado nutricional de yodo. do a la hora de suplementar a la población con de-
ficiencia de yodo, aunque no hay un plan de yo-
dación universal en este momento. En los países
3.2.3. Diagnóstico del riesgo menos desarrollados se ha empleado el aceite yo-
de deficiencia de yodo dado administrado por vía intramuscular u oral.
En adultos y niños se recomienda, en función de
Para determinar el riesgo de deficiencia de yodo la edad y del grado de bocio, el uso de suplementos
en una población se emplean fundamentalmente tres de yodo (sal yodada), que en determinados casos hay

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

que combinar con L-tiroxina. En el bocio de grado 1 ves hasta que se introduzca un programa de yoda-
tan sólo está indicado dar sal yodada, variando la do- ción eficaz. No debe administrarse a pacientes ma-
sis según la edad en la infancia teniendo en cuenta las yores de cuarenta y cinco años por la posibilidad
necesidades de yodo recomendadas. En el caso de de precipitar hipertiroidismo en pacientes con bo-
bocio de grado 2 se aconseja asociar L-tiroxina a dis- cio multinodular. El embarazo no se considera una
tintas concentraciones en función de la edad. contraindicación para su utilización.
En las gestantes y en casos de hipertensión ar- Se ha planteado la posibilidad de introducir la
terial no está indicado el uso de sal yodada para la suplementación con aceite yodado como un pro-
suplementación de la deficiencia de yodo. En ges- grama preventivo junto con el programa de vacu-
tantes se recomienda emplear complejos vitamíni- nación infantil, fundamentalmente en países sub-
cos que contengan yodo para cubrir sus necesida- desarrollados; en los niños entre 0 y 2 años está
des de yodo diarias (250 μg/d). indicada la cobertura vacunal con difteria, toxoi-
• Sal yodada. La sal se puede yodar como yo- de del tétanos, tosferina, poliomielitis y sarampión;
duro o como yodato, siempre empleando la sal de en las embarazadas está indicada la prevención con
potasio. La forma de yodato es menos soluble y toxoide tetánico. La OMS ha recomendado la co-
más estable que el yoduro, y es preferida para cli- bertura con aceite yodado en estos dos grupos,
mas tropicales. Las necesidades diarias en los adul- por un lado en los niños en los 2-5 primeros años
tos son 150 μg; los niveles de yodación de la sal de- de vida y, por otro, en las embarazadas (Tabla 5).
ben ser suficientes para cubrir estas necesidades, y • Otros métodos. La yodación del pan se ha
para ello se calcula que la cantidad de yoduro o yo- utilizado en Tasmania y Rusia. En otras zonas han
dato debe ser entre 20 y 40 mg por kg de sal. optado por el empleo de leche yodada, como en
El empaquetamiento de la sal yodada es muy im- los EE UU, en Inglaterra y en el Norte de Europa.
portante. Se han usado mucho los sacos de yute; en La yodación del agua se ha empleado en muchos
condiciones húmedas la sal absorbe la humedad, el países, objetivándose una reducción del porcentaje
yodato se disuelve y, como la bolsa o saco tiene po- de pacientes con bocio.
ros, goteará, perdiéndose una importante cantidad Otra manera de suplementar con yodo es con
que podría alcanzar hasta un 75% tras nueve meses comprimidos con vitaminas y oligoelementos; funda-
en estas condiciones. Para evitar esto se recomien- mentalmente se usa durante el embarazo. En algunos
da que este embalaje tenga una cubierta interior países se ha yodado el pienso de los animales.
de polietileno o que las bolsas sean de plástico.
• Aceite yodado (“lipiodol”). El aceite yo-
dado se usó para corregir el déficit de yodo en Nue- 3.2.5. Monitorización de
va Guinea a principios de los años cincuenta del siglo los programas de suplementación
pasado, y posteriormente se empleó en poblaciones con sal yodada
gravemente afectadas por déficit de yodo en Asia,
África y América Latina. Al principio su administra- El proceso de suplementación de yodo para
ción era intramuscular, y más recientemente por vía controlar los TDY abarca:
oral. En los estudios que se han realizado en estas zo- • Valoración de la situación.
nas se demostró una disminución rápida de la preva- • Comunicación de los resultados a los profe-
lencia de bocio, la función tiroidea se normalizó y es- sionales sanitarios, a las autoridades políticas y a la
tos efectos persistieron a los siete años después de población.
la administración intramuscular del aceite yodado y a • Creación de un plan de acción.
los dos años aproximadamente después de la admi- • Realización de dicho plan.
nistración por vía oral. Además, se previno el creti- • Evaluación de su impacto en la población ge-
nismo endémico en sus dos formas. neral. Esta última fase no siempre se lleva a ca-
La suplementación con aceite yodado es funda- bo, fundamentalmente porque en muchos países
mental en aquellos casos en los que otros méto- no se dispone de recursos técnicos ni de finan-
dos no han sido eficaces o no son aplicables a la ciación para facilitar la monitorización necesa-
población. También puede considerarse como una ria controlando el estado de yodación y la cali-
medida de emergencia para controlar los TDY gra- dad de la sal.

1051
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

Tabla 5. DOSIS RECOMENDADAS DE ACEITE YODADO PARA PREVENIR TRASTORNOS


POR DÉFICIT DE YODO (OMS-UNICEF-ICCIDD)

Duración del efecto


Grupo y edad Vía oral Vía intramuscular
(mg de yodo) (mg de yodo)
3 meses 6 meses 12 meses > 1 año
Mujeres en edad fértil 100-200 200-480 400-960 480
Mujeres gestantes 50-100 100-300 300-480 480
Niños (0-1 año) 20-40 50-100 100-300 240
Niños (1-5 años) 40-100 100-300 300-480 480
Niños (6-15 años) 100-200 200-480 400-960 480
Varones (16-45 años) 100-200 200-480 400-960 480

La vía con mayor relación coste-efectividad en cantidad importante provoca el efecto de Wolf-
para conseguir la erradicación virtual de los TDY Chaikoff, que consiste en bloquear la organifica-
es la yodación de sal universal; para evaluar y ción y acoplamiento del yodo. Este proceso evita
monitorizar el programa de yodación para erra- la formación excesiva de hormonas tiroideas, y el
dicar los TDY es preciso monitorizar los proce- exceso de yodo es eliminado por vía renal. Cuan-
sos de yodación de la sal y monitorizar también do la administración es prolongada el mecanismo
los factores que indican el impacto de la yoda- de escape de la glándula tiroidea falla, y se mantie-
ción de sal en la población (mediante la yodu- ne la inhibición de la síntesis de hormonas tiroi-
ria, la prevalencia de bocio y la determinación deas. La concentración de tironinas y la de T4 y T3
de TSH). descienden, la TSH aumenta y la captación de yodo
por el tiroides está aumentada debido a la acción
de la TSH sobre el receptor NIS de yodo. El exce-
3.3. Trastornos asociados so de yodo produce la inhibición de las peroxida-
al exceso de yodo en la dieta sas. En cuanto al tratamiento, es preciso que pasen
entre 2 y 8 semanas para que el yodo se elimine del
El exceso de yodo en la dieta habitual o el ex- organismo. Es muy importante en estos pacientes
ceso en la suplementación en pacientes con défi- mantener un seguimiento, porque pueden desarro-
cit de yodo provoca trastornos en la función tiroi- llar un hipotiroidismo persistente.
dea (Tabla 6).

3.3.2. Hipertiroidismo
3.3.1. Bocio e hipotiroidismo inducido por yodo
inducido por exceso de yodo
El hipertiroidismo inducido por exceso de yo-
Se ha descrito una incidencia mayor de hipoti- do se ha descrito tanto en áreas donde hay déficit
roidismo y de bocio en países donde la ingesta de de yodo como en aquellas donde la ingesta de yodo
yodo es elevada, como, por ejemplo, en Japón y en es adecuada, aunque es más frecuente en áreas con
China. El mecanismo por el que se produce aún no deficiencia. Suele ocurrir en ancianos fundamental-
se conoce completamente, pero parece tener rela- mente, debido a que es más frecuente la presencia
ción con la predisposición, que hay en algunos ca- de bocios multinodulares, o nodulares, con autono-
sos, a no poder escapar del efecto del yodo sobre mía funcional de algún nódulo tiroideo. Cuando apa-
el tiroides. El yodo administrado de forma aguda rece en jóvenes, la mayoría de las veces ocurre por-

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

Tabla 6. FÁRMACOS QUE INTERFIEREN EN LA FUNCIÓN TIROIDEA

Mecanismo de acción Fármacos


Tionamidas, litio, perclorato, interferón α, IL-2,
Inhiben la síntesis y/o la liberación de hormonas
aminoglutetimida, fármacos con alta concentración
tiroideas
de yodo, amiodarona, suplementos de yodo
Colestiramina, colestipol, sucralfato, hidróxido de
Disminuyen la absorción de tiroxina
aluminio, sulfato ferroso, carbonato cálcico
Suplementos de yodo, fármacos con alto contenido en
Aumentan la síntesis y/o la liberación hormonal
yodo, amiodarona, interferón α, IL-2
Andrógenos, danazol, glucocorticoides,
Disminuyen los niveles de TBG
L-asparraginasa, ácido nicotínico
Estrógenos, tamoxifeno, metadona, heroína,
Aumentan los niveles de TBG
fluorouracilo, raloxifeno, clofibrato, mitotano
Aumentan el aclaramiento de T4
Fenobarbital, fenitoína, carbamacepina, rifampicina
(incrementando el metabolismo hepático)
Disminuyen la concentración de T4
Salicilatos, furosemida, heparina
(aumentando su unión a TBG)

Suprimen la TSH Dopamina, dobutamina, somatostatina, octeótrido

Alteran la conversión periférica de T4 a T3 Amiodarona, propil-tiouracilo, β-bloqueantes, iopanona

IL-2: interleukina 2; TBG: proteína transportadora de tiroxina; T3: triyodotironina; T4: tetrayodotironina; TSH: tirotropina.

que el paciente tiene una enfermedad de Graves con tidades e ir incrementando la dosis de forma pro-
un estado eutiroideo debido a que el pobre aporte gresiva. El único tratamiento en estos pacientes es
de yodo no permite al tiroides sintetizar hormonas suspender la exposición al yodo; en algunos casos se
tiroideas en exceso, y el hipertiroidismo se hace evi- aconseja el empleo de β-bloqueantes para reducir la
dente cuando hay suficiente cantidad de yodo para sintomatología clínica del hipertiroidismo. Si se prevé
que el tiroides produzca hormonas tiroideas en ex- que se va a almacenar durante largo tiempo la dosis
ceso. La población de mayor riesgo es la geriátrica, ya administrada de yodo, se aconseja iniciar tratamien-
que con mayor frecuencia presentan bocio multino- to con fármacos antitiroideos.
dular y porque en la mayoría de estos pacientes el hi-
pertiroidismo es subclínico.
Tras la suplementación con yodo o tras la admi- 3.3.3. Tiroiditis inducida por yodo
nistración de algún fármaco que contenga yodo, se
produce proliferación de las células foliculares con La suplementación con yodo puede desencade-
posibilidad de aparecer alguna mutación y un creci- nar un cuadro de tiroiditis. En modelos experimen-
miento multifocal autónomo, con mutación del gen tales animales se ha demostrado que la ingesta ex-
del receptor de TSH. cesiva de yodo puede desencadenar procesos de
El hipertiroidismo en estos casos aparece a las po- autoinmunidad.
cas semanas o a los pocos meses después de la admi- Se han descrito casos en los que, tras suplementar
nistración de yodo; para ello, una única dosis de gran con yodo, se ha desarrollado un cuadro de tiroiditis
cantidad de yodo es suficiente. Para evitar este efec- de Hashimoto. Mediante distintos estudios se ha in-
to se aconseja administrar el yodo en pequeñas can- tentado explicar por qué ocurre, demostrando que

1053
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

tras administrar el yodo aparecen anticuerpos fren- ma. Se ha demostrado que en el tejido mamario se
te al tiroides, con infiltración linfocitaria de la glándu- encuentra el gen productor de la proteína encargada
la e hipotiroidismo. También se ha objetivado que la de introducir el yodo dentro de la célula folicular del
tiroiditis aparece con más frecuencia en áreas don- tiroides, el “simportador” Na/I (SNI). Este hecho ha
de la ingesta de yodo es adecuada que en aquellas hecho aumentar la sospecha de que puede existir re-
donde hay déficit de yodo. En un estudio prospectivo lación entre la ingesta de yodo y el cáncer de mama,
realizado en Dinamarca, tras encontrar los hallazgos e incluso con la patología mamaria benigna.
antes referidos (anticuerpos antitiroides e hipotiroi- A nivel experimental, la administración de yo-
dismo), se señala que la presencia de estos anticuer- do inorgánico a ratas ha inducido un descenso de
pos es un marcador de disfunción tiroidea inducida cáncer de mama. En Japón, uno de los lugares con
por el yodo y no la causante de dicha disfunción. mayor ingesta de yodo, la incidencia de cáncer de
mama en mujeres es muy baja, menor que en la ma-
yoría de las poblaciones. Ésta es unaa hipótesis aún
3.3.4. Yodo y cáncer de tiroides no confirmada, ya que no hay muchos estudios ex-
perimentales y epidemiológicos que la verifiquen.
El cáncer de tiroides más frecuente es el de cé- De momento, no se han relacionado otros ti-
lulas diferenciadas, y dentro de este grupo el cán- pos de cáncer con la ingesta de yodo, pero sí se
cer papilar es el más habitual. ha transferido el gen del SNI a células tiroideas y a
En animales de experimentación con escasa in- otras células de otros tejidos, para poder tratar en
gesta de yodo se observó la aparición de alteracio- un futuro otros tumores con yodo radioactivo.
nes cromosómicas en las células tiroideas por es-
timulación constante por la TSH, afectando sólo a
las células epiteliales y aumentando la aparición de 3.4. Efecto del yodo en algunas
neoplasias de tiroides; el tipo de cáncer más fre- alteraciones tiroideas
cuente fue el cáncer folicular.
En las áreas con déficit de yodo aparecen con más 3.4.1. Enfermedad de Graves
frecuencia nódulos tiroideos y bocio, por lo que hay
autores que defiende que esta población será más En distintos estudios se ha demostrado que pe-
susceptible a la aparición de cáncer de tiroides. Se ha queños incrementos del yodo en la dieta pueden
intentado encontrar, mediante estudios epidemioló- desencadenar un nuevo episodio de hipertiroidis-
gicos, la posible relación entre la ingesta de yodo y mo en pacientes con enfermedad de Graves en si-
la prevalencia de cáncer de tiroides, pero los resul- tuación eutiroidea. Se ha llegado a postular que la
tados han sido controvertidos, ya que hay otros fac- diferencia en la remisión de la enfermedad de Gra-
tores que pueden influir en el desarrollo del cáncer ves en los EE UU y en Europa se debe fundamen-
de tiroides, como son la etnia, otros factores dietéti- talmente a la cantidad de yodo ingerida. En áreas
cos (ingesta de selenio), la exposición a radiaciones y donde hay déficit de yodo, el control de la enfer-
el estudio histológico. Lo que sí se ha observado es medad con fármacos antitiroideos es rápido y con
una relación entre la ingesta de yodo y la histología dosis baja del fármaco. En algún estudio se ha de-
tumoral; en las áreas con déficit de yodo que han re- mostrado que, cuando se administra yodo junto
cibido tratamiento profiláctico con suplementos de con antitiroideos, el fármaco antitiroideo es menos
yodo se ha visto un incremento en la prevalencia del eficaz y su actividad disminuye. El yodo, en los pa-
tipo papilar con decremento del tipo folicular, y ade- cientes con esta enfermedad en situación de nor-
más, en algunos estudios, disminuyó el número de le- mofunción, estimula la aparición de anticuerpos
siones neoplásicas. que estimulan los receptores de TSH, con niveles
plasmáticos de TSH bajos.
En estos pacientes en situación eutiroidea tras
3.3.5. Yodo y cáncer no tiroideo ser tratados con antitiroideos, con yodo radioac-
tivo o con cirugía, se ha demostrado una sensibi-
Últimamente se ha relacionado el yodo con cán- lidad variable a padecer hipotiroidismo inducido
cer no tiroideo, especialmente con el cáncer de ma- por yodo. Esta situación podría explicarse por de-

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

fectos de la organificación asociados a la enferme- la actividad de estabilización de la membrana y la


dad de Graves. estructura celular y la actividad de distintas enzi-
mas. Funciona también como cofactor en la sínte-
sis proteica (ver Capítulo 1.30).
3.4.2. Tiroiditis El selenio se obtiene de la dieta en forma de
selenio-metionina preferentemente, que se ingie-
Los pacientes con tiroiditis de Hashimoto re con los productos vegetales, y en forma de se-
son especialmente susceptibles a padecer hipotiroi- lenio-cisteína en los productos animales. El conte-
dismo inducido por yodo, pero sólo cuando la can- nido de selenio en los alimentos es muy variable
tidad de yodo es más alta que la recomendada fi- e irregular, dependiendo fundamentalmente de la
siológicamente. Se ha visto que, en estos casos, el alimentación en cada región y de la cantidad de
hipotiroidismo aparece entre las dos y las ocho se- selenio en la tierra de cultivo. Los alimentos que
manas después de iniciar el tratamiento con yodo, y constituyen la principal fuente de selenio son los
desaparece entre las dos y las cuatro semanas tras mariscos, ciertas vísceras (riñones e hígado) y, en
suspender el tratamiento. Cuando estos pacientes menor proporción, otras carnes; otros alimentos
se exponen a un aumento moderado de la ingesta que contienen selenio de forma más variable son
de yodo no hay alteraciones en la función tiroidea. los cereales y otras semillas vegetales. Las frutas y
Las mujeres con normofunción tiroidea tras las verduras y el agua potable aportan muy poca
presentar tiroiditis posparto tienen cierta cantidad de selenio.
predisposición a desarrollar hipotiroidismo induci- En cuanto al selenio del pescado, su biodispo-
do por yodo. También se ha demostrado que, tras nibilidad es muy variable, y se ha calculado que es
aumentar la ingesta de yodo en estas pacientes, al- menor que la cantidad de selenio de otros alimen-
gunas desarrollan un hipertiroidismo inducido por tos. El mecanismo de absorción de selenio es des-
el yodo (es menos frecuente que el hipotiroidismo conocido; se calcula que se absorbe aproximada-
inducido por yodo). mente el 80% del selenio ingerido con la dieta.
En las tiroiditis subagudas, una vez que la Para calcular el balance de selenio en humanos
función tiroidea se ha normalizado, si aumenta el es preciso calcular la ingesta dietética y medir los
aporte de yodo puede producirse un hipotiroidis- niveles de selenio en varios tejidos y excreciones,
mo que, en algunos casos, se acompaña de bocio. o medir la actividad glutatión peroxidasa de algu-
nos componentes de la sangre.
Se ha intentado calcular los requerimientos de
3.4.3. Disfunción tiroidea secundaria selenio en los seres humanos mediante el balance
al tratamiento con interferón α de selenio, sin conseguirlo; lo único que se ha ob-
jetivado es que los distintos mecanismos homeos-
Los pacientes tratados con interferón α algunas táticos ajustan las concentraciones de selenio para
veces desarrollan una disfunción tiroidea secundaria mantener el balance de selenio en función de la in-
al tratamiento con este fármaco, que puede ser tan- gesta. Para llegar a conocer las necesidades diarias
to híper como hipotiroidismo, la mayoría de las ve- de selenio se han comparado dos poblaciones con
ces transitorio, y que desaparece tras suspender el diferente ingesta de selenio, una con déficit de sele-
fármaco, aunque a veces requiere tratamiento. Cuan- nio y otra sin él, controlando los cambios en la ac-
do la función tiroidea es normal después del episo- tividad glutatión peroxidasa al incrementar el apor-
dio de disfunción tiroidea, la administración de yodo te de selenio. En pacientes adultos se recomienda
puede provocar tanto híper como hipotiroidismo. una ingesta de selenio de 0,87 μg/kg/día. Durante el
embarazo se aconseja aumentar la ingesta de sele-
nio en 10 μg/día; durante la lactancia, por la pérdida
de selenio por la leche, se recomienda un aumen-
4. Selenio to del aporte de selenio de 20 μg/día. En los lactan-
tes, desde el nacimiento hasta los seis meses de vi-
El selenio es un oligoelemento esencial para da, los requerimientos de selenio son de 10 μg/día;
múltiples funciones biológicas. El selenio modifica durante el segundo semestre de vida las necesida-

1055
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

des son de 15 μg/día. A partir del año de edad las Estos cambios son importantes en aquellas
necesidades de selenio en el niño se calculan igual áreas donde existe déficit tanto de yodo como de
que en los adultos. selenio, y donde hay hipotiroidismo. En estas zo-
La cantidad de selenio que produce intoxicación nas se ha visto que, si se corrige el déficit de sele-
crónica en humanos no se conoce con precisión, nio antes que el déficit de yodo, se produce un de-
pero se calcula que las primeras manifestaciones terioro mayor de la función tiroidea, agravando el
de intoxicación (alteraciones ungueales y pérdida hipotiroidismo; este efecto se explica porque al ad-
de cabello) por selenio aparecen cuando la ingesta ministrar selenio se reinicia la actividad de la D1,
se aproxima a 5 mg/día. El cuadro clínico de la in- acelerando el metabolismo de la T4. En estas zo-
toxicación por selenio cursa con dolor abdominal, nas deben administrarse suplementos tanto de yo-
náuseas, diarrea, alteraciones de las uñas y el pelo, do como de selenio.
neuropatía periférica, cansancio e irritabilidad; algu-
nos autores han señalado también que en estos pa-
cientes aparece una cierta forma de halitosis (olor 4.2. Selenio y cáncer
del aliento a leche agria).
El selenio es un componente de proteínas que lo En múltiples estudios epidemiológicos se ha de-
contienen en su estructura, que suele ser una glu- mostrado que hay una relación entre el selenio y
tatión peroxidasa, y el selenio ocupa un lugar activo la mortalidad por cáncer. En estos estudios se ha
en estas enzimas. Esta enzima se encarga de catali- objetivado que el déficit de selenio está asociado
zar la destrucción de los hidroperóxidos. El selenio con un aumento de la incidencia de cáncer y un
es fundamental en la nutrición humana, ya que su aumento de la mortalidad por este motivo. El défi-
déficit se ha relacionado con cardiomiopatías y dis- cit de selenio se ha relacionado con cáncer de piel,
función del músculo esquelético, con el desarrollo de colon, de próstata, de pulmón, y también de ti-
de distintos tipos de cánceres, y con disfunciones roides en los estudios más recientes. Esto es im-
enzimáticas, lo que conlleva alteraciones metabóli- portante, ya que hay que tener en cuenta que no
cas, e incluso con la predisposición a sufrir infec- sólo la deficiencia de yodo, sino también la de se-
ciones víricas debido a que provoca alteraciones lenio puede aumentar la incidencia de cáncer de
en la función del sistema inmune, y su déficit favo- tiroides.
rece la replicación viral intracelular (se están reali-
zando estudios en relación con el selenio y su posi-
ble acción inhibidora de la replicación del VIH).
5. Fármacos que alteran
la síntesis, el metabolismo
4.1. Efectos del selenio y la función tiroideos
sobre la función tiroidea
Diversos fármacos pueden producir distintas
El selenio forma parte de las desyodinasas en- alteraciones en la glándula tiroidea, alterando la
cargadas de realizar la desyodación de las enzimas síntesis, el metabolismo y la función tiroidea; es-
tiroideas en los distintos tejidos para activar, inacti- tos fármacos bloquean o alteran a distintos ni-
var o metabolizar las hormonas tiroideas. veles la función de las glándulas tiroideas (Ta-
El selenio se acumula en varios órganos; cuando bla 6).
hay déficit de selenio los órganos más afectados son Pueden producir distintas alteraciones:
el hígado y los riñones, que expresan fundamental- • Inhibición de la captación del yodo inorgánico
mente la desyodinasa 1 (D1). Esta desyodinasa se en- por el tiroides: tiocianatos e isotiocianatos y per-
carga de convertir la T4 en T3. Los efectos de este clorato de tecnecio.
déficit son el aumento de T4 y el incremento del co- • Hipotiroidismo:
ciente T4/T3, con disminución de la T3. En otros órga- - Inhiben la liberación o la síntesis hormonal: an-
nos los niveles de selenio se conservan mejor, como titiroideos, litio, perclorato, fármacos que contie-
ocurre en el cerebro y el tiroides, y la actividad de la nen yodo (amiodarona, expectorantes, antisépticos
D1 disminuye levemente o se mantiene intacta. tópicos, etc.), y el yodo, entre otros.

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

Tabla 7. FÁRMACOS CON ALTO CONTENIDO EN YODO

Preparados Fármacos
• Amiodarona
• Vitaminas con yodo
• Yoduro potásico
Comprimidos o preparados de aplicación local • Solución de Lugol
• Soluciones oftálmicas
• Pomadas nasales
• Expectorantes
• Povidona yodada
Antisépticos tópicos
• Tintura yodada
• Ácido iopanioco (Colegraf ®), iobitriol, iodixanol,
Contrastes radiológicos (para colecistografía o colan-
iohexol, iomeprol, iopamidol, iopentol, iopromida,
giografía y para uroangiografía)
ioversol

- Disminuyen la absorción de T4: sucralfato, co- cación del tratamiento; entre estos fármacos ca-
lestiramina, colestipol, hidróxido de aluminio, car- be destacar el sulfato ferroso, que se suele
bonato cálcico, sulfato ferroso. emplear en muchas ocasiones como suplemento
• Hipertiroidismo: yodo, amiodarona y fármacos en gestantes y que puede disminuir la absorción
con alto contenido en yodo. de L-T4 en aquellas pacientes tratadas por hipo-
• Disminuyen la concentración de la globulina fi- tiroidismo, impidiendo alcanzar la concentración
jadora de tiroxina (TBG): andrógenos, danazol, glu- plasmática hormonal deseada y pudiendo provo-
cocorticoides, ácido nicotínico, etc. car daños durante el desarrollo fetal. En pacien-
• Aumentan la concentración de TBG: estróge- tes ancianos y en las mujeres en edad menstrual,
nos, tamoxifeno, raloxifeno, metadona, 5-fluoro- la interacción entre el sulfato ferroso y la L-T4 es
uracilo, clofibrato, heroína, mitotano. también relevante. Entre estos fármacos hay que
• Aumentan el aclaramiento de T4: fenitoína, fe- destacar también el carbonato cálcico, que tam-
nobarbital, carbamacepina, rifampicina. bién interfiere en la absorción de tiroxina; es im-
• Disminuyen la unión de T4 a TBG: salicilatos, fu- portante tenerlo en cuenta sobre todo en el tra-
rosemida, heparina, etc. tamiento de las pacientes intervenidas por cáncer
• Suprimen la TSH: dopamina, dobutamina, gluco- tiroideo que reciben tratamiento con carbona-
corticoides, octeótrido, etc. to cálcico por hipoparatiroidismo secundario al
• Inhiben la conversión de T4 a T3: amiodaro- tratamiento quirúrgico.
na, glucocorticoides, propiltiouracilo, β-bloquean- Se comentan a continuación los fármacos más
tes, etc. importantes por su utilización en la práctica clíni-
Los fármacos con alta concentración de ca y por los efectos que tiene sobre la función del
yodo, como son los expectorantes, los contrastes tiroides.
radiológicos y los antisépticos, entre otros, pueden
producir los mismos efectos por exceso de yodo
descritos con anterioridad (Tabla 7). 5.1. Fármacos antitiroideos
Hay un grupo de fármacos que inhiben
la absorción intestinal de tiroxina, por lo Este grupo de fármacos comprende el propil-
que en pacientes tratados con L-tiroxina por dis- tiouracilo (PTU), el metamizol y el carbimazol. Se
función tiroidea hay que tener siempre presen- emplean en situaciones de hipertiroidismo. Estos
tes las medicaciones que el paciente está toman- fármacos bloquean la síntesis de hormonas tiroi-
do por otras patologías, y que podrían interferir deas mediante la inhibición de la oxidación ini-
en la correcta absorción y en la correcta dosifi- cial del yoduro para su unión a la tiroglobulina, la

1057
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

reducción de la producción de DIT con incremen- rona inhibe la conversión, realizada por la 5’-des-
to de la concentración de DIT, y además bloquean yodinasa, de T4 a T3.
el acoplamiento de las yodotirosinas para formar La mayoría de los casos de tirotoxicosis por
las yodotironinas metabólicamente activas. Al dis- amiodarona se deben al yodo liberado durante
minuir la concentración de hormonas activas dis- el metabolismo del fármaco (hipertiroidismo in-
minuirá la concentración de TSH, lo que puede te- ducido por amiodarona tipo I). El bocio micro o
ner un efecto bociógeno si se sobredosifica el macronudular es un factor predisponente para la
tratamiento. aparición de tirotoxicosis por este mecanismo, y
El PTU, además, tiene la capacidad de inhibir la como este trastorno aparece fundamentalmente
conversión periférica de T4 a T3, que no presen- en pacientes ancianos, es en estos pacientes don-
tan ni el metimazol ni el carbimazol. En gestantes de es más frecuente. No está tan claro si la auto-
con hipertiroidismo el fármaco de elección de es- inmunidad tiroidea es un factor predisponente, ya
te grupo es el PTU. que durante el seguimiento algunos de estos pa-
cientes presentaban, pero otros no, anticuerpos
antitiroideos.
5.2. Amiodarona La amiodarona puede producir tirotoxicosis pro-
vocando una tiroiditis destructiva (tipo II), encon-
La amiodarona es un antiarrítmico de la cla- trándose en el estudio de la glándula tiroidea los mis-
se III, empleado para el tratamiento de taquiarrit- mos hallazgos que en una tiroiditis por otra causa.
mias supraventriculares y ventriculares. Esta mo- Es muy difícil evaluar la función tiroidea duran-
lécula contiene gran cantidad de yodo, alrededor te el tratamiento con amiodarona. En estos pacien-
de 75 mg de yodo en cada comprimido de 200 mg tes la TSH está suprimida, y la T4 y la T3 libres es-
del agente activo; durante el metabolismo de es- tán elevadas. Hay que intentar diferenciar entre los
te fármaco se libera parte del yodo que contiene. dos tipos de hipertiroidismo para poder tratar de
Entre los posibles efectos adversos de la amioda- la forma más eficaz, y para ello se puede emplear
rona se encuentran las alteraciones de la función la concentración de interleukina 6 (IL-6), que está
tiroidea, pudiendo provocar tanto hiperfunción muy elevada en los casos de tiroiditis destructiva, y
como hipofunción tiroidea, aunque es más fre- la punción-aspiración con aguja fina, que en la tiro-
cuente el hipotiroidismo. Se ha observado que los toxicosis destructiva muestra los mismos hallazgos
pacientes con enfermedad nodular tiroidea y/o histológicos que se encuentran en las tiroiditis se-
enfermedad tiroidea autoinmune, y los pacientes cundarias a otros procesos.
adultos con β-talasemia, tienen mayor predisposi- En cuanto al tratamiento, en los dos casos hay que
ción a desarrollar híper o hipotiroidismo induci- suspender el tratamiento con amiodarona. En el ca-
dos por amiodarona. so del hipertiroidismo inducido por yodo (tipo I) se
recomienda el uso de fármacos antitiroideos a dosis
altas. En el hipertiroidismo inducido por amiodaro-
5.2.1. Hipertiroidismo na secundario a tiroiditis destructiva (tipo II) se han
inducido por amiodarona empleado corticoides a altas dosis con muy buenos
resultados. Raramente, el tratamiento ha sido qui-
La amiodarona produce hipertiroidismo en rúrgico. Después de la tirotoxicosis por tiroiditis
aproximadamente un 10% de los pacientes que destructiva muchos pacientes presentan un hipoti-
reciben este tratamiento y que viven en un área roidismo debido a fibrosis de la glándula tiroidea.
con déficit de yodo; en las zonas donde no hay
déficit de yodo, el hipertiroidismo secunda-
rio al tratamiento con amiodarona es menos 5.2.2. Hipotiroidismo
prevalente. inducido por amiodarona
La tirotoxicosis producida por amiodarona se
puede producir por dos mecanismos diferentes; es El hipotiroidismo es más prevalente en las zo-
importante conocer el mecanismo por el que se nas con suficiente ingesta de yodo, calculándose en
produce, para poder tratarlo. Además, la amioda- torno al 20% en los EE UU.

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N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

Este cuadro se produce fundamentalmente por con o sin disfunción tiroidea. Puede producirse hiper-
el exceso de yodo liberado durante el metabolis- tiroidismo por dos mecanismos, mediante una tiroidi-
mo del fármaco. La presencia de autoinmunidad ti- tis o por una enfermedad de Graves.También se pue-
roidea es muy frecuente en los pacientes con hipo- de producir hipotiroidismo clínico o subclínico.
tiroidismo inducido por amiodarona, por lo que se
piensa que la enfermedad tiroidea autoinmune po-
dría ser un factor predisponente. 5.5. Glucocorticoides
Se han empleado fundamentalmente durante la
5.3. Litio tirotoxicosis para controlar la sintomatología que
produce. Los glucocorticoides pueden ejercer una
El litio actúa sobre el tiroides inhibiendo la sínte- acción inhibidora directa sobre el tiroides, inhibien-
sis de hormonas y su liberación. Los efectos secun- do las inmunoglobulinas estimuladoras del tiroides
darios del tratamiento con litio sobre el tiroides que aparecen en la enfermedad de Graves; por otro
son hipotiroidismo, bocio e hipertiroidismo. lado, tienen la capacidad de inhibir la conversión de
El litio inhibe la síntesis de hormonas tiroideas, T4 en T3. Además, disminuyen la concentración de la
disminuyendo la concentración de T4 y T3, lo que proteína fijadora de tiroxina (TBG).
conlleva un estímulo en la secreción de TSH para
estimular la glándula tiroidea, aumentando el tama-
ño de la glándula para aumentar la síntesis hormonal 5.6. β-bloqueantes
y así mantener la situación de eutiroidismo. Así se
explica la aparición de bocio en los pacientes trata- Los agentes de este grupo se usan para controlar
dos con litio, que ocurre en el 50% de los casos. la sintomatología del hipertiroidismo mediante la in-
En algunos casos, el tamaño del bocio no llega a hibición de la conversión de T4 en T3; además, contro-
compensar la inhibición de la síntesis de hormonas lan la sintomatología secundaria a la hiperactivación
tiroideas, apareciendo un cuadro de hipotiroi- adrenérgica que ocurre en el hipertiroidismo.
dismo hasta en un 20 o un 30% de los casos. El hi-
potiroidismo puede ser subclínico o clínico.
Muchos de los pacientes tratados con litio, des-
pués de un tiempo con este tratamiento, presentan 6. Alimentos que pueden
anticuerpos antitiroideos. alterar la función tiroidea
Durante el tratamiento con litio se ha objetiva-
do que aumenta la frecuencia de hipertiroidis- Se han descrito distintos tipos de alimentos
mo, pero no se conoce el mecanismo implicado, es que pueden interferir en algún punto la síntesis
decir, si simplemente se debe al azar o es porque el de hormonas tiroideas, disminuyendo la formación
litio es capaz de inducir hipertiroidismo. de las mismas y favoreciendo la formación de bo-
El litio se ha empleado en el tratamiento de los cio, por lo que a estas sustancias se las denomi-
pacientes con hipertiroidismo cuando tienen hi- na bociógenos. Estos alimentos pueden dividirse
persensibilidad al yodo. Se han realizado varios es- en grupos en función de su acción sobre la sínte-
tudios en los que se ha demostrado que en el cán- sis hormonal.
cer de tiroides el litio permite mantener el yodo
radioactivo en el tejido tumoral durante un tiempo
prolongado y a gran concentración. 6.1. Sustancias que disminuyen la
captación de yodo por el tiroides
5.4. Interferón α Este grupo de sustancias está constituido por:
• Tioglucósidos aislados de las berzas y de otras
Los pacientes tratados con interferón α por he- Brassicae.
patopatía crónica por infección por virus de la hepa- • Glucósidos cianogénicos: principalmente la li-
titis C pueden desarrollar autoinmunidad antitiroidea, namanna, que se encuentra en la mandioca.

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Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

Son los únicos bociógenos cuyo efecto se pue- que tenga, se encuentran distintos cambios en la
de prevenir y revertir mediante la administración función hormonal, fundamentalmente a nivel del
de suplementos de yodo. metabolismo periférico.
En estos casos, la concentración de T3 libre
y total disminuye, manteniéndose generalmen-
6.2. Sustancias que producen te dentro de la normalidad la concentración de
déficit en la organificación T4 libre y total; de forma recíproca a la disminu-
intratiroidea del yodo ción de T3, aumenta la concentración de rT3 pe-
ro no porque aumente su síntesis, sino porque su
Dentro de este grupo se encuentran: aclaramiento disminuye. La concentración de T4
• Goitrina o L-5-vinil-2-tio-oxazolidina: se aís- y de TSH y la respuesta de TSH a la TRH no se
la en los nabos y semillas de otras Brassicae. Esta alteran.
sustancia, al igual que otros bociógenos vegetales, El organismo, al disminuir la concentración de
puede eliminarse a través de la leche de ganado T3, disminuye el consumo de oxígeno basal y car-
alimentado con plantas ricas en ellas. diaco; el balance nitrogenado intenta normalizar-
• C-glicosilflavonas: se encuentran en el mijo; se y el metabolismo periférico esteroideo se ase-
podrían ser las causantes del bocio en los habi- meja al de un hipotiroidismo.
tantes de los trópicos en África y Asia, cuya ali- Si tras el ayuno, una vez que aparecen los cam-
mentación es rica en este tipo de sustancias. bios en T3 y rT3, se ingiere una pequeña cantidad
de hidratos de carbono, los niveles de T3 y de rT3
se normalizan; mientras que si la ingesta es pro-
6.3. Sustancias que aumentan teica, en la misma cuantía, no se producen cam-
la excreción fecal de tiroxina bios en la concentración hormonal o aumenta
algo más la concentración de rT3. Las grasas no
La harina de soja y las nueces pueden aumentar producen modificaciones.
la excreción fecal de tiroxina; otras sustancias con Estos cambios en la concentración hormonal
el mismo efecto son los aceites de nueces, soja, gi- también se observan en pacientes con desnutri-
rasol, cacahuete y algodón. ción crónica, en la que se puede encontrar la T4
mínimamente elevada, manteniéndose siempre
normal la concentración de TSH y conservándose
la respuesta de TSH a la TRH.
7. Disfunción tiroidea Todos estos cambios hormonales son interpre-
durante el ayuno tados como un mecanismo de adaptación para
poder mantener la reserva de energía y de nitró-
Durante épocas o periodos de ayuno en todo geno, es decir, para intentar disminuir la termogé-
individuo, independientemente del peso corporal nesis basal.

1060
N. Peláez Torres | J. Álvarez Hernández | C. Blanco Carrera

8. Resumen
 Este Capítulo resalta la importancia de una selenio, se puede perpetuar el déficit de yodo y,
alimentación equilibrada para que la función por tanto, las disfunciones tiroideas secundarias
tiroidea sea correcta, siendo para ello esencial a éste.
un aporte adecuado de yodo.
 Dentro de la alimentación existen distintos ti-
 El yodo se encuentra en cantidades muy varia- pos de sustancias que interfieren en la función
bles en los alimentos, con una concentración tiroidea y que pueden favorecer el desarrollo
mayor en alimentos marinos; esta variabilidad de bocio (bociógenos). Hay áreas donde el bo-
hace que no todas las áreas del mundo puedan cio es endémico, no sólo porque presenten dé-
ingerir la cantidad de yodo necesaria para man- ficit de yodo, sino también porque se alimentan
tener intacta la síntesis hormonal. Esto conlleva con distintos alimentos de origen vegetal que
un alto riesgo de desarrollar trastornos por contienen sustancias bociógenas.
déficit de yodo, con consecuencias importantes
para el correcto desarrollo del individuo desde  Por último, nunca debe olvidarse, a la hora de
la vida intrauterina hasta la edad adulta. iniciar un tratamiento, que muchos fármacos
pueden bloquear la síntesis de las hormonas ti-
 El déficit de yodo es muy prevalente en todo el roideas, provocando distintas alteraciones de la
mundo, y dado que acarrea efectos secundarios función del tiroides. El fármaco más importante
graves, que pueden corregirse o aminorarse en este contexto es la amiodarona; su uso está
con una correcta suplementación de yodo, es muy difundido actualmente. En los pacientes
fundamental que los gobiernos tomen con- tratados con amiodarona hay que controlar la
ciencia del problema y creen un programa de función tiroidea cada seis o doce meses debido
yodación universal para que la ingesta de yodo a la alta incidencia de disfunción tiroidea secun-
sea adecuada y así prevenir los trastornos por daria al tratamiento con este fármaco.
déficit de yodo, fundamentalmente en la edad
escolar y en las mujeres fértiles y embarazadas.  Otros fármacos, muy empleados en la práctica
clínica, evitan la correcta absorción de la tiroxi-
 El medio más aceptado para suplementar la na administrada a pacientes con hipotiroidismo
nutrición con yodo es la ingesta de sal yodada. o a pacientes tratados con dosis altas por cán-
Este proyecto de yodación universal no debe cer de tiroides, impidiendo que se alcancen los
sólo reservarse a la yodación de la sal o de niveles hormonales deseados en sangre; por
otros recursos, sino también a asegurar que la eso, ante todo paciente que toma tiroxina y
población consuma este tipo de sal, que la can- que niega incumplir el tratamiento, es necesario
tidad de yodo que contiene la sal sea adecuada, interrogar de forma detallada para descartar la
y a controlar los resultados mediante segui- ingesta de algún fármaco que disminuya la ab-
miento con la medición de yoduria, la detección sorción de tiroxina.
de la presencia de bocio y la concentración de
TSH, sobre todo en las poblaciones con más
requerimientos de yodo (mujeres en edad fértil
y durante la lactancia, gestantes y niños).

 Es importante tener en cuenta que la ingesta de


yodo en pacientes con patología tiroidea cono-
cida previamente puede producir alteraciones
en la función tiroidea, por lo que en este grupo
poblacional no es aconsejable la suplementa-
ción con yodo.

 Hay que tener también en cuenta que cuando


hay déficit de otros oligoelementos, como el

1061
Capítulo 4.35. Nutrición en las enfermedades tiroideas

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Abelardo García de Lorenzo y Mateos Antonio Jesús Pérez de la Cruz


Francisco Javier Jiménez Jiménez
Capítulo 4.36.

Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

1. Introducción

2. Estado nutricional en la enfermedad pulmonar


obstructiva crónica (EPOC)

3. Repercusiones de la desnutrición sobre la EPOC

4. Patogenia de la desnutrición en la EPOC


4.1. Alteraciones de la función gastrointestinal
4.2. Modificaciones del gasto energético
4.3. Alteraciones hemodinámicas
4.4. Otros factores

5. Repercusiones de la desnutrición sobre el aparato respiratorio


5.1. Efectos sobre la “bomba respiratoria”
5.2. Efectos sobre el parénquima pulmonar

6. Otros cambios pulmonares en la desnutrición

7. Efecto de los nutrientes sobre la dinámica respiratoria


7.1. Hidratos de carbono y función pulmonar
7.2. Grasas y función pulmonar
7.3. Proteínas y función pulmonar

8. Valoración nutricional

9. Objetivos del soporte nutricional

10. Requerimientos

11. Estimación del gasto energético


11.1. Fórmulas predictoras
11.2. Calorimetría indirecta

12. Macronutrientes
12.1. Hidratos de carbono
12.2. Lípidos
12.3. Proteínas
13. Micronutrientes
13.1. Vitaminas
13.2. Minerales y elementos traza

14. Vías de administración


14.1. Nutrición enteral (NE)
14.2. Nutrición parenteral (NP)

15. Propiedades metabólicas de los pulmones e inflamación

16. Soporte nutricional en la lesión pulmonar aguda (LAP)


y el síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA)
16.1. Aporte de nitrógeno
16.2. Requerimientos y sustratos energéticos

17. Resumen

18. Bibliografía

19. Enlaces web

Objetivos

n Conocer los conceptos de patología pulmonar aguda y crónica.


n Entender el metabolismo pulmonar.
n Comprender cómo la desnutrición afecta a la función pulmonar.
n Comprender cómo la enfermedad pulmonar repercute sobre el estado nutricional.
n Describir las peculiaridades de la situación nutricional en la patología pulmonar crónica.
n Conocer los efectos de los nutrientes sobre la dinámica respiratoria.
n Valorar cómo determinados nutrientes tienen efectos reguladores de la inflamación intraparenquimatosa
pulmonar.
n Conocer los requerimientos energético-proteicos de las patologías del aparato respiratorio.
n Valorar las vías de abordaje del soporte nutricional artificial.
n Aplicar conceptos metabólicos a situaciones de patología pulmonar crónica y aguda.
1. Introducción

A
unque los pulmones no están implicados en las funciones digestivas, ni en
las endocrinas y metabólicas destinadas a la utilización y oxidación de los
principios inmediatos, sí juegan un papel importante en la eliminación de sus
productos finales, a través de la excreción del agua y, sobre todo, del CO2 resultante
de su oxidación, pudiendo verse comprometidas tanto la eliminación de dicho CO2
cuando la función respiratoria está alterada como la función respiratoria cuando
aquélla es excesiva (ver Capítulos 1.25 y 1.26).
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una obstrucción a la vía
aérea que limita el flujo de aire y que ocurre por destrucción de los alvéolos (enfi-
sema), por obstrucción de la vía aérea de pequeño calibre o por una combinación
de ambos procesos. El término EPOC incluye enfisema, bronquitis y asma. Es causa-
da por una obstrucción al flujo aéreo durante la espiración como consecuencia de:
inflamación y edema bronquial, hipertrofia glandular, afectación de la musculatura,
acúmulo de secreciones bronquiales y colapso alveolar.
El paciente con EPOC agudizada no suele estar en un estado muy catabólico, pero
presenta:
1. Un gran incremento del trabajo respiratorio.
2. Un avanzado estado de desgaste muscular por periodos de semiayuno y por
desnutrición secundaria a la medicación (esteroides).
3. Un aumento del agua corporal a consecuencia del fallo cardiaco derecho se-
cundario a la hipertensión pulmonar.
4. Frecuentes carencias de electrólitos divalentes.
El fracaso respiratorio se produce por un deterioro de la musculatura respirato-
ria, bien por desnutrición o por atrofia secundaria a ventilación mecánica, con dis-
función concomitante de los quimiorreceptores para la hipoxia e hipercapnia. Si se
mantiene en ventilación espontánea, la cuantía y calidad de los aportes de sustratos
serán objeto de especial cuidado, para evitar la producción de CO2. Si depende de
un respirador, tras un necesario ajuste inicial de éste para compensar el incremen-
to de dióxido de carbono, el soporte nutricional deberá adecuarse a la pauta de
desconexión del mismo. En los pacientes con EPOC, el soporte nutricional deberá
estar dirigido a evitar la instauración de ventilación mecánica o a facilitar la retirada
de dicha ventilación. Es por ello el interés que en los últimos años ha despertado la
relación entre nutrición y pulmón tanto en el paciente con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) como en la insuficiencia respiratoria aguda (IRA), con
especial referencia al síndrome del distrés respiratorio del adulto (SDRA).

1069
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

2. Estado nutricional trición es uno de los detalles más llamativos del


en la EPOC enfisema, afectando casi con exclusividad al com-
partimento de la proteína somática y no a la vis-
La EPOC se puede definir como un síndrome ceral, mientras que en la bronquitis crónica ambos
caracterizado por una limitación al flujo aéreo, de suelen estar bien conservados, e incluso a menudo
carácter progresivo, asociada a una respuesta in- cursan con obesidad.
flamatoria anormal de los pulmones ante agentes
nocivos, con pocas posibilidades de reversibilidad
una vez establecido y ligado al consumo de taba-
co. Aunque en la actualidad se tiende a abandonar 3. Repercusiones de la
la clasificación habitual de la EPOC en sus dos for- desnutrición sobre la EPOC
mas clásicas (bronquitis crónica y enfisema), debi-
do a la gran frecuencia de formas mixtas, en favor El fenómeno más constante de la desnutrición
de la consideración de una gradación de estadios es la pérdida de la musculatura, condicionada en
en función de la severidad de proceso (leve, mode- buena parte por la necesidad de disponer de sus-
rado y grave), a efectos didácticos se considerarán tratos gluconeogénicos para los órganos gluco-
ambas entidades por separado, porque ello permi- dependientes como el cerebro. Ello conlleva una
te diferenciar mejor la respuesta ante la desnutri- disminución de la masa muscular a la que no se sus-
ción por exceso o defecto. traen ni el diafragma, músculo fundamental en la di-
El hecho más constante en la EPOC es la obs- námica respiratoria, ni la musculatura accesoria. La
trucción de la vía aérea, que compromete la llegada pérdida de la masa diafragmática es un fenómeno
de aire a los pulmones, y se produce bien por es- clave en la evolución de la EPOC, especialmente en
trechamiento de la vía aérea en la bronquitis cró- pacientes ancianos en los que la recuperación del
nica, o por pérdida del tejido elástico pulmonar y músculo perdido es prácticamente imposible, con-
destrucción de las paredes alveolares en el enfise- dicionando de forma negativa la evolución de la
ma. Estos fenómenos obstructivos determinan un enfermedad.
atrapamiento de aire que no es expulsado (hiperin- Junto a estos cambios, que afectan a la llamada
suflación pulmonar dinámica), y condicionan cam- “bomba mecánica”, la desnutrición repercute tam-
bios en la dinámica respiratoria, caracterizados por bién sobre el “órgano intercambiador de gases”, el
un sobreesfuerzo muscular y modificaciones ana- pulmón, determinando cambios a nivel de frecuen-
tómicas consistentes en aplanamiento del diafrag- cia respiratoria, volumen corriente, volumen por
ma y ensanchamiento de la caja torácica en su base, minuto y consumo de oxígeno.
lo que dificulta su función de “pistón” característi- Existen referencias históricas, totalmente váli-
ca de la actividad respiratoria. das en la actualidad, como los experimentos de
Las descripciones clásicas del “soplador rosado” Benedict, realizados en 1919 en voluntarios sanos,
y “soplador azul” tienen claramente una connota- o los realizados en el gueto de Varsovia durante la
ción relacionada con el estado nutricional, con re- II Guerra Mundial, y en los que se comprobó que
ferencia, el primer tipo, al paciente hipoxémico y la desnutrición se acompaña de un incremento de
desnutrido con enfisema o fibrosis quística, mien- la incidencia de bronquitis, enfisema y bronconeu-
tras que el segundo representaría al obeso, hiper- monías (“la muerte por desnutrición es la muerte
cápnico y policitémico portador de bronquitis por neumonía”).
crónica, aunque, como ya se ha comentado, en la
práctica clínica ambas entidades se imbrican, sien-
do poco frecuentes las formas puras.
Dichas alteraciones por defecto o exceso se 4. Patogenia de la
presentan en más de la mitad de los pacientes, en
algunas estadísticas, alcanzan hasta el 70% de inci-
desnutrición en la EPOC
dencia, y pueden incluso servir de orientación diag- Independientemente de los factores exclusiva-
nóstica hacia el tipo de patología de base; de modo mente nutricionales, existen otras implicaciones,
que, si se consideran las formas “puras”, la desnu- especialmente en los casos de desnutrición:

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4.1. Alteraciones de la asinergia muscular, y por ser más intensas las altera-
función gastrointestinal ciones de los factores de contracción muscular, co-
mo la tensión, duración y velocidad de acortamiento.
Una alteración de la función gastrointestinal es Esto quiere decir que mientras que en el desnutri-
el aplanamiento diafragmático (característico del do simple existe una disminución habitual del gasto
enfisema), que por compresión del fundus gástri- energético en reposo, en el EPOC por el contrario,
co determina una sensación de repleción precoz, existe un aumento, lo que puede contribuir a la pér-
con la consiguiente disminución de ingesta, o el dé- dida de peso característica del enfisema.
ficit de α-1-antitripsina descrito a menudo en los En los últimos años se atribuye un papel impor-
pacientes enfisematosos y que determinaría cierto tante en la elevación del gasto energético a la media-
grado de malabsorción. ción de las citokinas inflamatorias, así como al uso
Otras alteraciones gastrointestinales irían liga- de determinados fármacos que contribuyen a ello,
das a la “deglución de aire” acompañante a los cua- especialmente los estimulantes β-adrenérgicos.
dros de disnea, que determina sensación de disten-
sión abdominal con desplazamiento secundario del
diafragma hacia los pulmones, los cuales se ven aún 4.3. Alteraciones hemodinámicas
más comprimidos y limitados en su funcionalismo.
Junto a ello se presentan eructos, náuseas y em- En la EPOC existen alteraciones de la capacidad
peoramiento secundario de la función respiratoria. de difusión de gases a nivel alveolar, expresión de
En este sentido, cabe destacar que en pacientes hi- la disminución del lecho capilar, lo que, unido a las
poxémicos se describen cuadros de desaturación dificultades existentes para incrementar de forma
de oxígeno durante las comidas por el esfuerzo compensadora el gasto cardiaco, limita el aporte de
adicional que supone la masticación, deglución y la oxígeno y de nutrientes a los tejidos. Si se considera
frecuente asinergia torácico-abdominal acompa- el índice cardiaco, estos cambios son más manifies-
ñante, lo que hace que instintivamente coman me- tos en el enfisema que en la bronquitis crónica, lo
nos para que no se agrave la hipoxemia, con el em- que implicaría una mayor limitación hemodinámica
peoramiento consiguiente del estado nutricional. en el primero en la génesis de la desnutrición.
No obstante, existen discrepancias en cuanto al
volumen de ingesta final en pacientes estables, pues
algunos estudios refieren un balance energético fi- 4.4. Otros factores
nal positivo, sobre todo ligado a la disminución del
gasto energético total concomitante a la actividad Determinados fármacos como los corticoides,
física limitada de estos enfermos. ampliamente utilizados en la EPOC, pueden con-
tribuir a la pérdida de peso al estimular el catabo-
lismo proteico y la gluconeogénesis. Otros, como
4.2. Modificaciones la teofilina, determinan a veces molestias digestivas
del gasto energético en forma de náuseas o vómitos que disminuyen la
ingesta e incluso puede ver modificada su vida me-
Algunos autores describen en estudios calorimé- dia en función de comidas ricas en proteínas, que
tricos un aumento del 40% sobre el gasto energéti- aumentan su aclaramiento, o en hidratos de carbo-
co basal, ligado fundamentalmente al incremento del no, que lo disminuyen.
trabajo respiratorio; sin embargo, estos pacientes Igualmente, se han constatado niveles elevados de
suelen tener una actividad física limitada, lo que po- dihidroepiandrosterona en el enfisema, lo que con-
dría equilibrar el gasto energético total. Efectivamen- tribuiría a la pérdida de peso, y bajos de testosterona
te, la elevación en la resistencia de las vías aéreas, así en el bronquítico crónico obeso; todo ello, atribui-
como la ineficacia de la musculatura respiratoria, su- do a cambios que la hipoxia o hipercapnia determi-
ponen un esfuerzo adicional que determina un ma- nan sobre la liberación de gonadotropinas y sus ni-
yor consumo de oxígeno (VO2) y, por tanto, un hi- veles hormonales: se ha comprobado, por ejemplo,
permetabolismo. Estos cambios son más notables en que la hipoxia ejerce un efecto estimulante sobre la
el enfisema que en la bronquitis crónica, por la mayor liberación de hormonas hipofisarias y suprarrenales.

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Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

5. Repercusiones de aquélla, lo que se traduce en disminución de


de la desnutrición sobre los volúmenes pulmonares, incluyendo la capaci-
el aparato respiratorio dad vital, la ventilación máxima voluntaria al mi-
nuto y capacidad residual funcional junto a un au-
Con carácter práctico, se pueden dividir en efec- mento del volumen residual. Ello es consecuencia
tos sobre la “bomba respiratoria” (parrilla toráci- directa de la desnutrición y no de una limitación
ca y musculatura), y sobre el diafragma. A su vez, se del flujo aéreo, puesto que la FEV1/CV puede man-
considerarán modificaciones morfológicas, químicas tenerse en rangos normales, mientras que, por el
y funcionales. contrario, aquélla contribuye a la obstrucción del
flujo aéreo.
Además, en la desnutrición disminuye la res-
5.1. Efectos sobre puesta ventilatoria ante la hipoxia, posiblemente
la “bomba respiratoria” mediada a través de catecolaminas y hormonas ti-
roideas, y se ha comprobado que dicha respuesta
La dinámica respiratoria incluye la acción coor- mejora con la renutrición, sobre todo con el apor-
dinada de tres grupos musculares formados por te de proteínas.
el diafragma, los intercostales y accesorios, y los A los cambios dependientes del estado nutricio-
músculos del abdomen. De los tres, el diafragma es nal hay que añadir los inherentes a la EPOC. Efec-
el más importante, sobre todo en la inspiración, al tivamente, en estas situaciones el incremento del
estar constituido por fibras tipo I. VO2 del músculo puede ser hasta 20 veces superior
a la normalidad, sobre todo durante la inspiración,
debido al mayor trabajo respiratorio, especialmente
5.1.1. Alteraciones morfológicas por la limitación del flujo aéreo. A ello contribuye
también la asinergia torácico-abdominal y el aumen-
En la desnutrición se produce una atrofia de las fi- to de la utilización de la musculatura accesoria.
bras de los músculos respiratorios tanto inspiratorios Se podría resumir considerando que la desnu-
como espiratorios, con afectación especial del diafrag- trición determina un aumento de la fatiga de la
ma, cuyo peso y espesor disminuye, lo cual quiere de- musculatura respiratoria por un triple mecanis-
cir que se afecta más la musculatura inspiratoria. Ello mo: menor disponibilidad de reservas energéticas
se corresponde con alteraciones en el número, tama- a nivel del propio músculo, descenso de la fuer-
ño y distribución de las miofibrillas que pueden expe- za generable y dificultades para la adaptación a la
rimentar fenómenos de degeneración y ruptura por relación fuerza-longitud en relación con los volú-
modificaciones en el contenido de calcio intracelular. menes pulmonares. Todo ello se acompaña de un
desplazamiento hacia la izquierda en la curva fuer-
za-frecuencia, que supone una mayor generación
5.1.2. Alteraciones bioquímicas de fuerza y una menor frecuencia de estimulación,
pero estos mecanismos pueden verse seriamente
Durante la desnutrición el diafragma triplica la modificados en presencia de EPOC.
oxidación de aminoácidos de cadena ramificada,
incrementándose los niveles de glutamina y ala-
nina para la gluconeogénesis, lo que se acompaña 5.2. Efectos sobre
de alteraciones de los niveles de lactato/piruvato y el parénquima pulmonar
ATP/ADP a nivel de fibra muscular, que contribu-
yen a la presencia de fatiga muscular precoz. 5.2.1. Alteraciones morfológicas

Los estudios para analizar dichos cambios co-


5.1.3. Alteraciones funcionales rresponden fundamentalmente a modelos animales,
y se deben, en esencia, a dos fenómenos: disminu-
La desnutrición se asocia a debilidad de la mus- ción del peso y cambios de tipo enfisematoso. Así,
culatura respiratoria proporcional a la intensidad se ha comprobado repetidamente el descenso del

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A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

peso de los pulmones, aunque en menor propor- carbono a través del complejo alvéolo-capilar, ex-
ción que el corporal, y que afecta preferentemente plicable por cambios tanto en el lecho capilar co-
al contenido proteico, pero también al de grasa. mo en los alvéolos elongados, que dificultan el in-
Morfológicamente se aprecia una elongación de tercambio gaseoso; alterándose por añadidura la
los espacios aéreos, con tendencia al colapso, que distensibilidad de los pulmones por las alteracio-
con frecuencia se corresponde con destrucción de nes en las fuerzas elásticas descritas.
septos y disminución de los tabiques interalveola-
res. Las modificaciones, que recuerdan al enfisema,
reflejan sobre todo el incremento de la actividad
proteinolítica, pero también existe una disminución 6. Otros cambios
del colágeno a nivel de parénquima, debido al des- pulmonares en la
equilibrio entre la síntesis y la destrucción tisular, desnutrición
que afecta fundamentalmente al contenido de hi-
droxiprolina y elastina. Estos cambios pueden ser Estudios isotópicos de la relación sodio/potasio
parcialmente reversibles con la renutrición adecua- intercambiables revelan que durante los estados de
da, pero a veces es difícil la neoformación de puen- desnutrición existe un aumento del agua extrace-
tes de elastina y colágeno por déficit de la enzima lular, lo que, unido a la hipoalbuminemia acompa-
lisil-oxidasa. Algunos estudios contradicen estos ñante, hace que pueda existir un incremento del
hallazgos, poniendo en duda que sea la pérdida del agua pulmonar que, aunque no determine la pre-
tejido conectivo la causa fundamental del enfisema sencia de edema pulmonar, sí que hay que tener en
de la desnutrición. cuenta, puesto que el descenso de la presión on-
cótica por los valores disminuidos de albúmina sé-
rica, puede responder ante pequeños cambios de
5.2.2. Alteraciones bioquímicas la presión hidrostática con un aumento del conte-
nido de líquido intraalveolar, especialmente cuando
Están representados por los cambios que ex- el sistema linfático no puede reabsorber este ex-
perimenta el surfactante que recubre las pare- ceso hídrico.
des alveolares. Ello afecta al contenido en fosfo- En resumen, la mayoría de los estudios acerca
lípidos totales, fosfatidilglicerol y fosfatidilcolina, de los efectos de la desnutrición sobre el aparato
cuyo descenso, especialmente en su forma satu- respiratorio proceden de modelos animales, y aun-
rada, determina un incremento en la tensión su- que no siempre corroborados en el hombre, reve-
perficial y disminución en la eficacia protectora lan cambios a nivel muscular y parenquimatoso que
del surfactante. alteran la dinámica respiratoria desde el funciona-
Las alteraciones son de origen multicausal, in- miento de la musculatura respiratoria, sobre todo
cluyendo la disminución de la actividad enzimáti- el diafragma, hasta el propio parénquima muscu-
ca responsable de su síntesis, la de la disponibilidad lar, que se torna de aspecto enfisematoso, alteran-
de sustratos energéticos y del metabolismo oxida- do su funcionalidad. Sin embargo, quedan aún datos
tivo local, así como la sedimentación aumentada de por esclarecer, como son:
fosfatidilcolina desaturada, determinando las alte- a) La comprensión exacta de la dinámica ins-
raciones del surfactante características de la des- piratoria durante la hiperinsuflación, tanto en si-
nutrición. tuaciones de normonutrición como en la desnu-
Estas modificaciones son reversibles con la re- trición.
nutrición y, además, el surfactante se recupera con b) La naturaleza del control químico y nervio-
mayor facilidad y antes que el tejido conectivo. so de los mecanismos de la ventilación.
c) El conocimiento exacto de las necesidades
metabólicas implicadas en la recuperación de la
5.2.3. Alteraciones funcionales fatiga muscular.
d) El papel de la nutrición en la etiología, pre-
Experimentalmente se ha comprobado el des- vención y tratamiento de la sobrecarga de los
censo de la capacidad de difusión del monóxido de músculos respiratorios.

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Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

7. Efecto de de CO2 (VCO2), es aún mayor; pero, en situacio-


los nutrientes sobre nes clínicas comprometidas como sobreinfeccio-
la dinámica respiratoria nes, sepsis etc., el consumo de oxígeno (VO2), ne-
cesario en la oxidación de los hidratos de carbono,
Independientemente del papel que suponen pa- también aumenta, por lo que la determinación ex-
ra el funcionamiento de las células del cuerpo y la clusiva del cociente respiratorio (CR), es decir, la
vida en general, existen aspectos que atañen al me- relación entre el O2 consumido y el CO2 produci-
tabolismo y, más concretamente, a la oxidación y do durante la oxidación de los hidratos de carbono
eliminación de sus productos de desecho, que re- y grasas (VCO2/VO2), no se modifica y puede con-
percuten de forma evidente sobre el funcionalismo fundir, al ser dicho cociente normal.
pulmonar, al ser excretados a través de ellos. Ello es especialmente importante en pacientes
que, además, estén desnutridos al ser, por añadi-
dura, portadores de una musculatura respiratoria
7.1. Hidratos de carbono atrofiada, y más lábil ante los fenómenos de fatiga.
y función pulmonar
Los hidratos de carbono (y también las grasas) 7.2. Grasas y función pulmonar
finalizan su ciclo oxidativo con la formación de
energía (ATP), H2O y CO2, siendo el ATP utilizado Al igual que los hidratos de carbono, las grasas
por los distintos tejidos, mientras que el agua y el acaban su metabolismo en anhídrido carbónico,
anhídrido carbónico deben ser excretados, la pri- agua y energía, de modo que se precisa de la parti-
mera especialmente por orina y en menor grado cipación pulmonar para poder eliminar los produc-
por piel y otros sistemas, mientras que el CO2 lo tos finales; sin embargo, la VCO2 es menor cuando
hace prácticamente en su totalidad a través de los se trata de la oxidación de las grasas que con los
pulmones, lo que requiere un funcionamiento ade- hidratos de carbono, lo cual quiere decir que, en
cuado de éstos, pues, de lo contrario, pueden pro- teoría, se precisa menor trabajo respiratorio para
ducirse retenciones indeseables. eliminar los productos finales de su oxidación. En
En condiciones normales, los pulmones reaccio- base a ello, la industria farmacéutica ha elaborado
nan ante el aporte de hidratos de carbono (y gra- formulaciones nutritivas para administrar por vía
sas), incrementando el trabajo respiratorio a ex- enteral, proporcionalmente enriquecidas en grasas
pensas de aumentar la frecuencia respiratoria y/o respecto a los hidratos de carbono, con la finalidad
la profundidad de cada respiración. Ello representa de exigir menor trabajo respiratorio.
cambios imperceptibles, incluso con grandes apor- Especial controversia supuso la introducción
tes. Sin embargo, los pacientes con función respira- de las emulsiones lipídicas por vía endoveno-
toria límite por patología aguda o crónica pueden sa, formando parte de las mezclas de nutrición
no ser capaces de dar la respuesta adecuada ante parenteral total. Efectivamente, con las prime-
una sobrecarga nutricional, por incapacidad de eli- ras formulaciones utilizadas en Estados Unidos,
minar el exceso de CO2 que se produce. Antaño se describieron efectos secundarios de carácter
se describieron casos de fracaso respiratorio seve- grave, especialmente a nivel hepático y pulmonar,
ro que incluso obligaba a la instauración de ventila- y que se producían por mecanismos que incluían
ción mecánica en pacientes con nutrición parente- el recubrimiento del hematíe por una capa lipídi-
ral y altos aportes calóricos. En la actualidad, estas ca, cambios en el sistema retículo-endotelial, aglu-
situaciones son excepcionales, sobre todo porque tinación de partículas grasas con formación de mi-
se huye de las sobrecargas nutricionales que antes crotrombos y obstrucciones a nivel de capilares
se utilizaban. de pequeño calibre, incluidos los pulmonares, alte-
Los pacientes con EPOC son especialmente raciones en la difusión alvéolo capilar, y otros. Ello
sensibles a los cambios metabólicos que se pro- era debido a la composición de aquellas primeras
ducen con las sobrecargas hidrocarbonadas, sobre emulsiones lipídicas que procedían de los aceites
todo cuando el exceso es derivado hacia la lipo- de algodón, cayendo en desuso su utilización. La
génesis, pues aquí el incremento de la producción afortunada introducción, por parte de las escue-

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A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

las suecas en la década de los 60 del siglo XX, de En este sentido, algunos estudios revelan que
mezclas elaboradas a base de aceite de soja, fos- el aporte de proteínas incrementa la ventilación y
folípidos procedentes de la yema de huevo y gli- más concretamente el volumen por minuto, el VO2
cerol, propició la generalización posterior de su y la respuesta ventilatoria ante la hipoxia e hiper-
uso, comprobándose que el tamaño de partícula y capnia. Esta respuesta es independiente de la VCO2
su cinética eran similares a los de los quilomicro- y del pH y más bien ligado al estímulo de recepto-
nes circulantes procedentes de las grasas ingeri- res serotoninérgicos, importantes en el control de
das per os, y que incluso cuando se administraban la respiración. Ello hizo que se considerara el su-
en cantidades superiores a las necesidades fisioló- plementar la dieta con proteínas en los pacientes
gicas, su efecto sobre la dinámica respiratoria no con “apnea del sueño”. Pero, si bien es cierto que
se diferenciaba del trabajo que representa una die- su aporte estimula la ventilación y puede disminuir
ta rica en grasas. la PaCO2, ello requiere un aumento del trabajo
Por todo ello, la utilización de grasas por vía in- respiratorio que puede conllevar una mayor fatiga
travenosa para nutrir a los pacientes constituye y convertirse, por tanto, en un fenómeno contra-
en la actualidad una alternativa eficaz, por cuanto producente.
aporta calorías, y deseable porque incluye ácidos De cualquier modo, el efecto fisiológico de los
grasos esenciales, de modo que su uso se ha ge- distintos nutrientes no debe ser un elemento que
neralizado, e incluso en situaciones especialmente distraiga de la necesidad de alimentar a los pacien-
comprometidas, como la sepsis, parecen su com- tes con patología pulmonar, de modo que en en-
bustible preferente. Solamente en casos de extre- fermos estables no deben suponer un problema
ma gravedad, como el fracaso multiórgano, su uti- a la hora de decidir pautas terapéuticas, puesto
lización está cuestionada, pero evidentemente en que el principio de dieta variada, sana y equilibra-
estas situaciones las prioridades de tratamiento da es válido para ellos, al igual que para las perso-
van mucho más allá que el soporte nutricional. nas sanas.
En definitiva, la utilización de grasas en el pacien- Solamente con carácter excepcional, puede ser
te respiratorio tendría la ventaja respecto a los hi- necesario manipular la cantidad, calidad o propor-
dratos de carbono de suponer un menor esfuerzo ción de los nutrientes y no como medida básica, si-
respiratorio por producir menor cantidad de CO2, no como ayuda de alternativas terapéuticas mucho
lo que en teoría sería útil en pacientes en situación más enérgicas. Disminuir el aporte de nutrientes
límite o en aquéllos con ventilación mecánica en fa- con el fin de procurar terapéuticamente un menor
se de desconexión. Los efectos indeseables descri- trabajo respiratorio puede ser una alternativa peli-
tos con las primeras mezclas que se utilizaron eran grosa en manos no expertas, que conlleve a la des-
debidos al tipo de grasa utilizada (algodón), mien- nutrición con las consiguientes repercusiones que
tras que las repercusiones de las actuales sobre la sobre el sistema respiratorio representa ésta.
función respiratoria son transitorias y similares a
cuando se toman grasas por boca.

8. Valoración nutricional
7.3. Proteínas y
función pulmonar La valoración nutricional en pacientes con
EPOC es necesaria para identificar a los que tienen
Clásicamente el control de su ingesta se consi- un alto riesgo. Una historia nutricional que identifi-
deraba necesario sólo en caso de hepatopatías y que la evaluación del peso, la entrada de nutrientes
nefropatías graves por las repercusiones que sobre y el empleo de medicamentos es útil para desarro-
ambos órganos (hígado y riñón) representa el ex- llar los objetivos del soporte nutricional. Los cor-
ceso de aporte. No obstante, en las últimas dos dé- ticoides juegan un papel importante en la desnutri-
cadas ha despertado interés la investigación del pa- ción de estos pacientes, sobre todo si toman dosis
pel que las proteínas pueden representar sobre el mayores de 60 mg/día, ya que reducen la muscula-
funcionalismo pulmonar, más allá del papel estruc- tura respiratoria y retrasan la recuperación de la
tural que poseen. fatiga muscular.

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Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

Tabla 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE CON EPOC DESNUTRIDO

Autor Tipo de estudio Masa muscular Ganancia de peso


Wilson Hospital (3 semanas) Mejora Sí
Whitakker Hospital (3 semanas) Mejora Sí
Lewis Extrahospitalario (8 semanas) No cambia No
Knowles Extrahospitalario (8 semanas) No cambia No
Efthimiou Extrahospitalario (12 semanas) Mejora Sí
Rogers Hospital (4 semanas) Mejora Sí

Son necesarios varios parámetros para identi- 2. Disminuir el consumo de O2.


ficar la desnutrición en el EPOC con fallo respi- 3. Individualizar el soporte nutricional.
ratorio agudo. El paciente con EPOC en situación 4. Optimizar el intercambio gaseoso.
crítica puede originar una alteración del estado nu- Todos los esfuerzos deben ir dirigidos a retirar
tricional secundaria a la respuesta inflamatoria. Un la ventilación mecánica lo más pronto posible. El
catabolismo proteico marcado, en ausencia de un impacto que el soporte nutricional tiene sobre el
aporte exógeno adecuado, puede originar una alte- paciente con EPOC desnutrido ha sido estudiado
ración de la musculatura respiratoria y un descen- por algunos autores que correlacionan una mejo-
so de las proteínas viscerales, fundamentalmente la ría de la función muscular respiratoria y de la ga-
albúmina, factores que pueden ser obstáculos pa- nancia de peso. La pérdida de peso se asocia a un
ra la desconexión del respirador y que deben ser empeoramiento del pronóstico de estos pacientes
controlados. y una mayor dificultad a la hora de la desconexión
Las medidas antropométricas y los análisis de del respirador.
laboratorio (otras proteínas como prealbúmina y Los pacientes con EPOC tienen a menudo pér-
retinol) indican una reducción en la masa magra y dida de peso. La causa de la misma se achaca a dos
corporal. Muchos pacientes no son capaces de in- motivos:
gerir proteínas y calorías suficientes para satisfa- a) Disminución de la entrada de nutrientes por
cer los requerimientos hipermetabólicos que pre- el trabajo respiratorio aumentado.
sentan. Estudios clínicos en el fallo respiratorio b) Situación de hipermetabolismo que viven es-
concluyen que los pacientes bien nutridos mejo- tos pacientes, y en los que algunos autores han en-
ran su capacidad pulmonar funcional. Los pacien- contrado un aumento del TNF.
tes con EPOC desnutridos tienen un mayor con- La importancia del soporte nutricional, midien-
sumo de O2 y, por tanto, no todos son iguales a la do la evolución del EPOC desnutrido en varios es-
hora de una correcta valoración y calculo de ne- tudios, se muestra en la Tabla 1. Por tanto, can-
cesidades nutricionales, ya que, por ejemplo, pa- tidades moderadas de todos los macronutrientes
cientes con fibrosis quística muy avanzada pueden son adecuadas para un óptimo soporte nutricional
necesitar hasta el 120% de la fórmula de Harris- de los pacientes con enfermedades pulmonares.
Benedict (H-B), mientras que otros sólo necesitan
el H-B normal.

10. Requerimientos
9. Objetivos del El metabolismo basal en el paciente con EPOC
soporte nutricional puede no seguir los parámetros habituales de
otras patologías. Algunos pacientes están en situa-
Los objetivos terapéuticos a seguir son: ción hipermetabólica probablemente por aumento
1. Mejorar la utilización de O2 y la respuesta he- del trabajo respiratorio. Los pacientes con EPOC
modinámica. pueden tener un aumento de hasta 10 veces el gas-

1076
A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

to energético (GE). Estos pacientes reciben esca- nada como útil y eficaz, pero su beneficio no se ha
so aporte nutricional por disminución del apetito y probado convenientemente. Se han desarrollado
por la exacerbación de la respuesta inflamatoria. más de 200 ecuaciones para calcular el GE.
El soporte nutricional no está exento de riesgos El GE puede estimarse con el H-B más un factor
en los pacientes con insuficiencia respiratoria. Pue- de estrés de 1,2-1,5. El H-B fue desarrollado a tra-
de inducir un incremento de las necesidades ven- vés de calorimetría indirecta en individuos norma-
tilatorias por el efecto dinámico-específico de los les a principios de los años 90 del siglo XX.
sustratos o por la modificación del cociente respira- Debido a la variabilidad en el cálculo de los fac-
torio (CR). Los cambios del CR pueden adquirir una tores de estrés, la calorimetría indirecta es indica-
enorme importancia, sobre todo si se lleva a cabo da sobre todo, aunque sea al inicio del tratamiento,
una sobrealimentación. Un aporte energético exce- antes de aplicar el H-B, ya que el factor de estrés
sivo induce lipogénesis con CR de 8 y hace aumen- difiere según las edades y situaciones catabólicas.
tar el CR global a cifras superiores a la unidad. Pacientes muy hipercatabólicos, como politrau-
La cuantificación de los requerimientos energé- matizados o quemados, pueden ser valorados por
ticos cobra, por tanto, gran importancia. Las ne- la fórmula de Ireton-Jones:
cesidades pueden ser estimadas o calculadas por
medio de fórmulas o por calorimetría indirecta. Se GE = 1,925 - [10 x edad (años)] +
estima que un paciente no catabólico en ventila- [5 x peso (kg)] + (281 x sexo) +
ción mecánica necesita unas 20-30 kcal/kg/día. Se (292 x trauma) + (851 x quemadura)
puede calcular el gasto energético basal con la fór-
mula de Harris-Benedict (H-B), aplicándole un fac- Sexo: varón = 1; hembra = 0.
tor de estrés de 1,1 a 1,3, siendo excepcional al- Trauma: presente = 1; ausente = 0.
canzar 1,5. Si se aplica un factor de 1,5, se corre Quemadura: presente = 1; ausente = 0.
el riesgo de hipernutrición. La correlación entre el La ecuación de Ireton-Jones fue calculada igual
GE medido por calorimetría indirecta (CI) y el pre- que el H-B, pero teniendo en cuenta que eran pa-
dicho por la fórmula de Harris-Benedict es acep- cientes sometidos a NE o NP.
table en pacientes estables, requieran o no ventila- La calorimetría indirecta permite medidas muy
ción mecánica, y se correlaciona bastante bien con ajustadas, utilizando la fórmula de Weir:
el medido por el Fick que determina el consumo
de O2 (VO2). GE (kcal/min) = [3,941 x VO2 (l/min)]
+ [1,106 x VCO2 (l/min)] - [2,17 x Nu
H-B: Mujeres: 66,47 x 13,75 x (g/día)]
peso (kg) + [5 x altura (cm)] -
[6,76 x edad (años)] o de Westenkow, para medir gasto energético y
utilización de sustratos:
Hombres: 655,1 + [9,56 x peso (kg)]
+ [4,85 x altura (cm)] - [4,68 x edad GE = (3,913 x VO2) + (1,093 x VCO2) -
(años)] (3,341 x Nu)

Hidratos de carbono (g/min) = (2,91 x


VO2) + (4,12 x VCO2) - (2,56 x Nu)
11. Estimación
del gasto energético Grasas (g/min) = (1,69 x VO2) - (1,69 x
VCO2) - (1,94 x Nu)
11.1. Fórmulas predictoras
Proteínas (g/min) = 6,25 x Nu
Se ha desarrollado un gran número de fórmu-
las para estimar los requerimientos energéticos en Nu = nitrógeno urinario.
estos pacientes, pero ninguna de ellas ha sido vali- En pacientes críticos con catéter de Swanz-
dada. La calorimetría indirecta (CI) ha sido propug- Ganz, si no se dispone de calorimetría indirecta, el

1077
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

Tabla 2. COMPARACIÓN ENTRE CONSUMO DE O2, PRODUCCIÓN DE CO2, COCIENTE


RESPIRATORIO Y CALORÍAS PRODUCIDAS

kcal/g
Sustrato VO2 (l/g) VCO2 (l/g) CR kcal/l VO2
oxidado
Glucosa 0,746 0,746 1,00 3,74 5,02
Grasa 2,029 1,430 0,69 9,50 4,66
Proteínas 0,966 0,782 0,81 4,10 4,17

GE en reposo puede medirse por la ecuación de culado o predicho, puede oscilar hasta un 36%, con
Fick modificada. un rango desde el 11 al 82%.
El hipermetabolismo en el fallo respiratorio cró-
GE = GC (l/min) x Hb (g/100 ml) x nico agudizado aumenta la VCO2, por lo que una
(SaO2 - SvO2) x 105 excesiva administración de nutrientes puede in-
ducir un aumento de la VCO2, hasta un nivel que
Otros autores han encontrado buena correlación puede causar dificultad en el destete y la consi-
del GE calculado, ajustándolo al método de Fick: guiente hipercapnia. La cantidad de VCO2 produ-
cida por unidad de energía (kcal) es más baja du-
GE = VO2 x 4,86 kcal/l rante la oxidación grasa (0,15 l/kcal) que durante
la glucosa (0,20 l/kcal) o que la oxidación proteica
(0,19 l/kcal).
11.2. Calorimetría indirecta En la Tabla 2 se muestra la comparación de
VO2, VCO2, CR y calorías producidas por los sus-
Los pacientes con mayor severidad y/o afecta- tratos que se aportan como nutrientes.
ción general deben ser sometidos a CI. El GE pue- En el paciente con EPOC reagudizado y en el
de determinarse, midiendo el VO2 y la producción fallo respiratorio agudo, ocurre un estado de hi-
de CO2. El fallo ventilatorio puede empeorar de permetabolismo que es el mayor determinante de
manera notable si se aporta una sobrenutrición o la demanda ventilatoria. En este tipo de pacien-
hipernutrición, la cual puede comprometer la fun- tes, parece apropiado realizar calorimetría indi-
ción respiratoria por: descenso de la respuesta recta para mantener un CR entre 0,8 y 0,9, con el
ventilatoria a la hipoxia e hipercapnia y retraso en propósito de administrar una cantidad de energía
el destete. Esta sobrenutrición puede originar una igual al GE medido, limitando la capacidad de ter-
insuficiencia respiratoria, por aumento en la pro- mogénesis de la dieta y reduciendo el riesgo de
ducción de CO2, y aumento de la ventilación por sobrecarga de VCO2.
minuto, espacio muerto y el CR. En pacientes ventilados mecánicamente, puede
La excesiva VCO2 ocurre generalmente cuando realizarse CI con cierta facilidad. Hay varios apara-
el aporte de hidratos de carbono es igual o mayor tos comerciales que realizan dicha medición (Del-
a 1,5 veces el GE. La utilización de la calorimetría tatrac® de la casa Datex, Horizon MMC® de Sen-
indirecta surge como gold standard, para determi- so Medics, etc.).
nar los requerimientos calóricos y proteicos del Esta medición debería ser evitada en pacientes
paciente crítico en fallo multiorgánico (FMO), sep- con FiO2 alta (> 60%). Esto representa el verdade-
sis o complicaciones del tracto gastrointestinal G-I. ro límite, sobre todo en pacientes que requieren
En pacientes con fallo respiratorio en situación crí- una alta concentración de O2. Es importante, cuan-
tica, las posibilidades de balance nitrogenado nega- do se haga la medición, mantener una FiO2 estable,
tivo y desnutrición hacen que sea más difícil el cal- ya que fluctuaciones en la misma originan errores
cular las necesidades calóricas. en la medición del VO2. Además, estas mediciones
El GE no puede calcularse bien por las fórmu- deben hacerse en condiciones de estabilidad (TA,
las habituales en pacientes sometidos a ventilación temperatura, variables del respirador, etc.), mante-
mecánica. La diferencia entre el GE medido y el cal- nidas durante unos 60 minutos.

1078
A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

La CI, por tanto, en el paciente con EPOC nada como glucógeno o bien es convertida en grasa
reagudizado representa un método deseable, a la mediante el proceso de lipogénesis (ver Capítulo 1.2).
hora del cálculo de los requerimientos energéti- El problema fundamental que puede plantearse
cos. Aunque en la actualidad se dispone de apara- en el paciente respiratorio es que si la producción
tos capaces de medir sin grandes complicaciones de CO2 supera la capacidad pulmonar para elimi-
dicho GE, no obstante tampoco se puede decir nar este exceso de CO2, puede producirse un fra-
que se utilice de forma rutinaria, ya que no se dis- caso respiratorio por incapacidad ventilatoria y
pone con facilidad de los aparatos de medición ya que determine una acidemia respiratoria que pue-
comentados. de ser fatal. La diferencia en el aumento en la pro-
Por ello, y con respecto a la CI, se puede con- ducción de CO2 por alto aporte de glucosa en pa-
cluir con los siguientes comentarios: cientes crónicos pero estables no plantea grandes
1. La CI en el paciente con EPOC reagudizado inconvenientes si el paciente está normonutrido,
sometido a ventilación mecánica puede calcular de lo cual sí puede agravarse en situaciones de desnu-
manera correcta la demanda energética. trición crónica. La utilización de otros azúcares no
2. La medición del GE y el CR en periodos de parece haber resuelto este problema, aunque algu-
hipercatabolismo en el paciente crítico son muy nos, como el etanol, presentan un cociente respira-
útiles, para evitar la sobrenutrición. torio sensiblemente menor (0,67), ya que sus efec-
3. Un exceso de aporte energético durante la tos secundarios limitan su uso.
fase aguda y durante los periodos de destete pue-
de aumentar la demanda metabólica y respira-
toria e incrementar el riesgo de complicaciones 12.1.2. Necesidades y aporte
respiratorias.
El aporte de hidratos de carbono ha sido obje-
to de importante controversia. En pacientes no ca-
tabólicos el CR de la glucosa, que es de 1, resulta
12. Macronutrientes menos ventajoso que el de grasas y proteínas, que
es de 0,7-0,8, respectivamente. En la Tabla 3, se
12.1. Hidratos de carbono muestra el CR de los diferentes sustratos. En es-
tos casos, la sustitución de los hidratos de carbo-
12.1.1. Ventajas e inconvenientes no por grasas permite un 20% de reducción de las
necesidades ventilatorias. En el paciente crítico con
Los hidratos de carbono constituyen una fuen- insuficiencia respiratoria aguda, el cociente respira-
te obligada en el aporte calórico bajo cualquier cir- torio se modifica poco por la calidad de los sustra-
cunstancia, solos o en combinación con otra fuente tos y la indicación de los lípidos pierde parte de su
de energía. Sin embargo, su utilización en el pacien- justificación. A pesar de ello, las grasas mantienen
te respiratorio no está exenta de limitaciones, ya su atractivo, ya que la sobrecarga de glucosa puede
que aportes que en personas normales no ten- generar hiperglucemia, e hígado graso.
drían ninguna significación especial pueden supo- Varios productos de nutrición enteral (NE) han
ner en este tipo de patologías una importante so- sido desarrollados con alto contenido en grasas y
brecarga funcional que determine el fracaso de la bajo de hidratos de carbono, por las ventajas teó-
función respiratoria. ricas de una VCO2 baja, debido a la oxidación gra-
Ello se debe a las características de su metabolis- sa. Estudios controlados en pacientes con EPOC
mo como es sabido, ya que la oxidación de los hidra- en situación estable han demostrado un descen-
tos de carbono y grasas produce energía, agua y CO2. so de la VCO2, del VO2 y del CR en pacientes que
Esta oxidación tiene un coste metabólico, obtenién- reciben una fórmula enteral con alto contenido en
dose a partir de la relación VCO2/VO2 el denomina- grasas, frente a los que reciben una fórmula con al-
do CR. La glucosa, que es el principal hidrato de car- to contenido en hidratos de carbono; sin embargo,
bono utilizado en nutrición, se oxida a un CR de 1, ya estos datos no demuestran una mejoría en los re-
que la VCO2 y la VO2 son idénticas. Cuando la oferta sultados clínicos. Otros estudios en EPOC reagudi-
de glucosa supera la capacidad oxidativa, es almace- zados que precisan ventilación mecánica (VM) en-

1079
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

Tabla 3. COCIENTE RESPIRATORIO DE LOS SUSTRATOS

Alcohol etílico 0,667


Triglicéridos de cadena media 0,73
Triglicéridos de cadena corta 0,74
Cuerpos cetónicos 0,714
Proteínas 0,814-0,874
Aminoácidos 0,738-0,869
Aminoácidos ramificados 0,733-0,750
Aminoácidos aromáticos 0,851-0,896
Glicerol 0,860
Xilitol 0,910
Sorbitol 0,920
Fructosa 1,00
Glucosa 1,00

cuentran que el aporte de NE con alto aporte de que actualmente se reconoce una gran utilidad
grasas tiene una menor VCO2 y menor CR, cuan- como fuente de alto contenido energético y de
do se comparan con NE con alto aporte de hidra- aporte de ácidos grasos esenciales, han sido múl-
tos de carbono. tiples los trabajos que han descrito efectos se-
Actualmente, se recomienda que entre un 50 y un cundarios, muchas veces relacionados con el ti-
70% del aporte energético se realice con hidratos po de infusión utilizada. Como se ha comentado
de carbono, procurando que la infusión de glucosa anteriormente, al igual que los hidratos de car-
no supere los 4 g/kg/día. La glucosa, además de apor- bono, las grasas son oxidadas con producción de
tar energía a los órganos que dependen exclusiva- energía, agua y CO2, pero con una diferencia im-
mente de ella para su metabolismo (cerebro, médu- portante: son oxidadas con un CR de 0,7, sien-
la ósea, etc.), es importante para el pulmón, aunque do la VCO2 menor que el VO2. Como, además, la
éste obtenga la mayor parte de la energía a partir VCO2 con la oxidación grasa es menor que con
de los ácidos grasos. Un aporte de más de 5 mg/kg/ la oxidación de glucosa, su utilización presenta
min aumenta claramente la VCO2, dificultando, por una ventaja adicional: obliga a un menor esfuer-
ello, la desconexión del respirador. Aunque el apro- zo ventilatorio.
vechamiento energético de la glucosa sea poco rele- Ello es importante en los enfermos respirato-
vante, el 75% de la glucosa consumida es convertida rios con función ventilatoria comprometida y en
en lactato, y el 10% sirve a la síntesis de aminoácidos los pacientes que están en desconexión del res-
(AA). Un 5-10% de la glucosa es utilizado por los pirador, ya que disminuyen las necesidades venti-
neumocitos tipo II, metabolizándola por el ciclo de latorias. Por todo ello, es recomendable la susti-
las pentosas, con formación de NADPH, consiguien- tución de parte de la energía aportada a través
do una tasa adecuada de glutatión reducido, que de la glucosa por grasas, existiendo la tenden-
protege a estas células frente al estrés oxidativo. cia actual de administrar una proporción máxima,
de hasta 40:60% (grasas/hidratos de carbono), en
mezclas intravenosas. Muchos autores cuestionan
12.2. Lípidos la eficacia de esta medida durante la extubación.
Consideran que en el momento del “destete” el
12.2.1. Ventajas e inconvenientes aumento del trabajo respiratorio es multifacto-
rial y no depende de la provisión de sustratos.
En este apartado se considerarán fundamen- A pesar de estas ventajas, el uso de la grasa tiene
talmente los lípidos infundidos por vía intrave- también efectos indeseables que incluirían modifi-
nosa, por su uso más controvertido, pues, aun- caciones a nivel del sistema reticuloendotelial, tras-

1080
A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

tornos en la difusión pulmonar, sobrecarga hepáti- nos estudios en EPOC desnutridos aleatorizados
ca y renal, etc. En definitiva, el aporte de grasa en con dieta (rica en grasa versus rica en hidratos de
el paciente respiratorio tendría la ventaja respec- carbono). La función pulmonar de los EPOC me-
to a los hidratos de carbono, de suponer un me- jora con suplementos altos en grasa y bajos en hi-
nor esfuerzo ventilatorio, al producir menos CO2. dratos de carbono.
Esto es especialmente importante en pacientes en El empleo de ácidos grasos de la serie omega-3
situación límite, en los que el aporte de glucosa (n-3) puede mitigar el posible efecto inmunosupre-
que determina mayor VCO2 puede precipitar el fa- sor que se atribuye a los omega-6 (n-6). La propor-
llo respiratorio. ción n-3/n-6 más idónea está por determinar. Los
Los efectos indeseables descritos a nivel n-9 presentes en el aceite de oliva y de colza pu-
pulmonar en la infusión por vía intravenosa dieran constituir, a tenor de las primeras investiga-
(descenso de la capacidad de difusión, producción ciones practicadas, el sustrato lipídico ideal en el
de microtrombos, recubrimiento del hematíe por paciente hipercatabólico. Se recomienda un apor-
una capa lipídica, etc.) se ha visto que no afectan te de 30-50% y, en cualquier caso, no sobrepasar
de forma importante al funcionalismo pulmonar un aporte de 1-1,5 g/kg/día y no administrarse en
y tienen un carácter transitorio similar al de una proporción superior a 30-50 mg/kg/h. La rápida ad-
ingesta oral de lípidos. Su mecanismo es por la ministración intravenosa de lípidos (3 mg/kg/min)
modulación que las prostaglandinas pulmonares puede originar un aumento significativo de la resis-
tienen tras la infusión de lípidos. Este impacto no tencia vascular pulmonar, sobre todo en situación
es significativo y desaparece tras 4-8 horas de la de fallo respiratorio agudo.
infusión de los mismos. Los lípidos juegan un papel importante en la es-
tructura de la membrana celular, oxidación y trans-
porte de colesterol y generación de eicosanoides.
12.2.2. Necesidades y aporte Las fórmulas convencionales contienen alto conte-
nido en n-6, que es el precursor de la PGE2 y otros
Los ácidos grasos constituyen el soporte ener- eicosanoides del ácido araquidónico.
gético fundamental del pulmón. Además de su Recientes estudios han demostrado que los n-3
función energética, se incorporan como fosfolí- pueden reducir la severidad de la inflamación, alte-
pidos al surfactante pulmonar. Su alta densidad rando la disponibilidad del ácido araquidónico en
energética y su favorable CR avalan su utilidad en los fosfolípidos de los tejidos (Figura 1) (ver Ca-
el paciente con insuficiencia respiratoria. No obs- pítulo 1.4).
tante, las emulsiones lipídicas, sobre todo los tri-
glicéridos de cadena larga, pueden causar cambios
en la hemodinámica pulmonar, provocar mayor 12.3. Proteínas
hipoxemia, alterar la función de aclaramiento del
sistema retículo endotelial y provocar hipertrigli- 12.3.1. Ventajas e inconvenientes
ceridemia.
Estas emulsiones de triglicéridos de cadena Las proteínas constituyen el elemento funda-
larga (TCL), necesarias para aportar ácidos gra- mental de la alimentación, siendo el componente
sos esenciales, contienen una cantidad excesi- estructural básico de los tejidos. Sin embargo, en
va de ácido linoleico. Este exceso condiciona un los últimos años empiezan a prodigarse estudios
aumento de leucotrienos, tromboxanos y pros- que destacan el papel mediador de las proteínas en
taglandinas responsables de los cambios hemo- la función respiratoria, independientemente de su
dinámicos y de la mayor hipoxemia, al disminuir papel como elemento estructural.
el reflejo anóxico isquémico. Su mezcla con tri- Algunos autores encuentran con las proteínas
glicéridos de cadena media (TCM) permite redu- un incremento en el volumen por minuto, VO2 y
cir la concentración de linoleico de la emulsión. también en la respuesta ventilatoria ante la hipoxia
Además, los TCM pueden ser metabolizados aun- e hipercapnia. Asimismo, varios autores encuen-
que los niveles de carnitina estén disminuidos, he- tran una disminución de la Pa de la CO2 en el au-
cho frecuente en el paciente estresado. Hay algu- mento del aporte nitrogenado, que atribuyen a ma-

1081
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

ta ventilatoria, frente a la hipercap-


nia, que las mezclas estándar. Así, las
mismas resultan de gran utilidad en
pacientes con buena reserva ventila-
toria, pero son peligrosas en pacien-
tes con grave agotamiento muscu-
lar. Con respecto a la calidad de las
proteínas, hay que destacar estudios
que analizan los niveles de AA en
plasma y músculo en pacientes con
EPOC. En ellos se objetivaron:
a) Niveles reducidos de AACR
en el plasma.
b) Descenso de la concentración
de glutamato en el músculo.
En pacientes con EPOC y bajo
peso, se apreciaron niveles bajos de
AACR, de alanina y cisteína en rela-
ción con la existencia de hiperme-
Figura 1. Metabolismo de los ácidos grasos n-3 y n-6. PGE2 : prostaglandi-
tabolismo secundario a la grave-
na E2 ; PGI2 : prostaciclina I2 ; TXA2 : tromboxano A2 ; TXA3 : tromboxano A3 ;
dad de la EPOC y a la debilidad de
LTB4 : leucotrieno B4 ; LTB5 : leucotrieno B5; EPA: ácido eicosapentaenoico.
la musculatura respiratoria. Hay es-
tudios que demuestran un descen-
yor sensibilidad de los centros respiratorios y a so de los AACR del plasma en el EPOC y refieren
unos mayores niveles de serotonina, neurotrans- que la causa es la pérdida acompañante de peso de
misor importante para el control de la respiración los pacientes con EPOC en fallo respiratorio agu-
que se ha visto que puede ser directamente in- do. Además, este descenso de los niveles de AACR
fluenciado por el aporte de aminoácidos. se asoció a la disminución de la masa muscular. El
principal AA que descendió fue la leucina. Todos
estos datos sugieren que un aporte específico de
12.3.2. Necesidades y aporte AA puede ser útil en estos pacientes, pero, no obs-
tante, no hay estudios demostrativos que aconse-
La insuficiencia respiratoria no modifica per se los jen un enriquecimiento especial de estos aminoáci-
requerimientos nitrogenados, que van a depender, dos y que produzcan beneficios significativos.
sobre todo, del nivel de estrés. Aportes de 1-1,5 g/ La glutamina es objeto de numerosos estudios,
kg/día de proteínas son suficientes en pacientes no dada su importancia como transportadora de ni-
hipercatabólicos, mientras que aquellos que sufren trógeno y precursora de AA, proteínas y nucleóti-
una intensa agresión necesitarán 1,5-2 g/kg/día. El dos. En condiciones normales, el músculo y el pul-
aporte de proteínas incrementa el volumen venti- món son los principales donantes de glutamina del
latorio por minuto, el consumo de O2 y la respues- organismo. Esta glutamina será consumida por los
ta ventilatoria a la hipoxia y a la hipercapnia. El apor- enterocitos, el tejido linfático y los macrófagos,
te excesivo de proteínas puede originar un estímulo aparte de servir en la ureagénesis renal. En la sep-
ventilatorio excesivo, que puede acarrear un agota- sis, tras una rápida liberación de glutamina pulmo-
miento por aumento de la fatiga muscular. Hay estu- nar, este flujo se invierte y las células endoteliales
dios que indican que, si el aporte es superior a 2 g/ pulmonares pasan a consumir gran cantidad de glu-
kg/día, no se encuentra mejoría alguna y sólo se con- tamina. El pulmón es uno de los principales órga-
sigue una mayor pérdida de urea urinaria. nos dadores de glutamina (Figura 2).
En cuanto a la composición del aporte proteico, Esta respuesta mediada por el TNF y la IL-1 forma
las mezclas enriquecidas en aminoácidos de cade- parte de un cuadro general de incremento de con-
na ramificada (AACR) inducen una mayor respues- sumo de glutamina por las células endoteliales de

1082
A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

Figura 2. Ciclo de la glutamina (Gln) en la agresión. ACTH: corticotropina.

hepatocitos, linfocitos y macrófagos, tras la agresión de mayor tiempo de ventilación mecánica en el pa-
sobre todo séptica. La arginina, único AA precursor ciente crítico con hipofosfatemia, cuando se com-
del óxido nítrico (NO), puede jugar un papel rele- para con los pacientes que tienen cifras normales
vante como sustrato de síntesis de NO por las célu- de fosfato.
las endoteliales pulmonares. La creciente importan-
cia que se atribuye a este vasodilatador de síntesis
endógena en el distrés respiratorio del adulto pres- 13.1. Vitaminas
ta atractivo a los aportes de arginina y glutamina.
No hay un déficit especial de vitaminas en el in-
suficiente respiratorio crónico de por sí. No obs-
tante, y dado el estado de hipermetabolismo ya
13. Micronutrientes comentado, que puede ocurrir en estos pacien-
tes en su fase de descompensación, se origina una
Los aportes de magnesio, fosfato, calcio y pota- alteración en la fosforilización oxidativa, con lo
sio son importantes para restablecer el funcionalis- cual determinadas vitaminas son útiles y necesa-
mo de la musculatura respiratoria. Estos enfermos rias por su acción antioxidante. Las vitaminas an-
suelen estar sobrehidratados, por lo que los suple- tioxidantes A, C y E parecen tener un efecto fa-
mentos hídricos deben realizarse con prudencia. El vorable sobre la respuesta inmune, y la vitamina E
fosfato es esencial para la síntesis de ATP y 2-3 bis- parece tener mayor efecto, sobre todo, en la infla-
fosfoglicerato (BPG), ambos importantes para una mación crónica. Por ello, se deben aportar estas
buena función pulmonar. La contracción diafragmá- vitaminas según las normas recomendadas por las
tica normal depende de un adecuado aporte de Academias de Ciencias de EE UU y Canadá (in-
fosfato. Además, un adecuado balance de fosfato gestas dietéticas de referencia, DRI), y quizás con
es necesario en el paciente con enfermedad pul- algo de mayor aporte en estas circunstancias (ver
monar y fallo respiratorio agudo. Está demostrado Capítulo 3.2). Los principales efectos del déficit de
un aumento de los días de estancia hospitalaria y vitaminas son:

1083
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

• Déficit de vitamina A: atrofia del timo, 14.1. Nutrición enteral (NE)


descenso de la proliferación linfocitaria, descenso
de la producción de inmunoglobulina y adheren- A pesar de que en los pacientes sometidos a
cia bacteriana aumentada. ventilación mecánica se presentan con determina-
• Déficit de vitamina C: disminución de la da frecuencia fenómenos de intolerancia, no obs-
capacidad bactericida de los macrófagos y de la tante, está demostrado que se deben utilizar dietas
capacidad antioxidante. enterales con características específicas. Así, di-
• Déficit de vitamina E: inmunidad celu- chas dietas deben ser:
lar disminuida, descenso de la producción de in- a) Pobres en lactosa, ya que su absorción puede
munoglobulinas y descenso de la capacidad an- alterarse por la hipoxia o hipoperfusión intestinal
tioxidante. que pueden presentar estos pacientes.
b) Ricas en fibra, para facilitar la motilidad in-
testinal.
13.2. Minerales y elementos traza c) Isoosmolares, para evitar diarreas osmóticas.
d) Normoproteicas.
Generalmente ocurre un descenso del hierro e) Con una cantidad de grasas determinada: hi-
y del zinc. Los niveles de cobre pueden aumentar dratos de carbono estándar y hasta un 50-55% de
por la estimulación de las citokinas. El zinc está uni- grasas como máximo. Las fórmulas normales tie-
do a la albúmina en un 55%, el calcio en un 50% y el nen un 50% de hidratos de carbono y un 30% de
magnesio en un 30%. Por tanto, un descenso de la grasas, mientras que las formulaciones pulmonares
albúmina es suficiente para que los elementos tra- especiales tienen un 28-30% de hidratos de carbo-
za comentados estén disminuidos; de ahí que haya no y un 55% de grasas.
que tener en cuenta la corrección de la albúmina Trabajos ya antiguos, pues no existen trabajos
antes de aportar dichos elementos traza. El sele- recientes al respecto, estudian la efectividad de los
nio es un cofactor esencial como antioxidante de suplementos en los pacientes con EPOC, y no en-
la glutatión peroxidasa y aumenta la posibilidad de cuentran una mejoría objetiva importante, y se de-
lesión pulmonar cuando el paciente es sometido a muestra que, si los pacientes con EPOC toman la
altas concentraciones de O2, si existe déficit de se- energía necesaria bien por boca o por vía enteral,
lenio (ver Capítulo 1.30). no es necesario utilizar suplementos de apoyo a los
Al igual que con las vitaminas, son esenciales en mismos. La NE es preferida a la NP y, además, origi-
estos enfermos por su acción antioxidante, actuan- na menos complicaciones clínicas y metabólicas.
do como cofactores de enzimas con dicha acción. • Ventajas. El paciente crítico tiene ya de por sí
La producción de radicales libres contribuye tam- un retraso en el vaciamiento gástrico, aunque la mo-
bién a la lesión pulmonar. tilidad intestinal y la absorción permanecen adecua-
Las enzimas superóxido dismutasa y catalasa das en la mayoría de los pacientes. El uso del so-
presentes en el tracto respiratorio inferior con- porte nutricional modula la respuesta inflamatoria
trarrestan los oxidantes inhalados. La ceruloplas- a la agresión pulmonar. La elección de la grasa pue-
mina, cobre, retinol y las vitaminas E y C pueden de afectar a la respuesta inflamatoria producida por
proteger también de la acción de los oxidantes; los eicosanoides. El ácido linoleico y los n-6 son con-
de ahí la utilidad también considerada en la ac- vertidos en ácido araquidónico, precursor de algu-
tualidad de los β-carotenos (ver Capítulos 1.19 y nos eicosanoides proinflamatorios (prostaglandinas
1.20). y leucotrienos). La arginina, el n-3 y los nucleótidos
han sido los moduladores más analizados.
• Desventajas. La broncoaspiración, neumoni-
tis y trastornos metabólicos son las complicacio-
14. Vías de administración nes más frecuentes en los pacientes con fallo respi-
ratorio y que algunos autores encuentran hasta en
Siempre que sea posible, el soporte nutricional un 20%. Manteniendo al paciente en posición semi-
será por vía enteral, ya que permite preservar la sentada y/o con la sonda en duodeno-yeyuno, dis-
función de la barrera intestinal. minuyen de manera notable tales complicaciones.

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A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

14.2. Nutrición parenteral (NP) su consumo de O2 (VO2) es bajo en situación de


normalidad y similar al del intestino y al del músculo
• Ventajas. Es útil y eficaz en pacientes críti- esquelético en reposo, aunque puede suponer el 15-
cos con depleción nutricional severa; sin embargo, 20% del VO2 total en la gran lesión pulmonar aguda
los criterios más importantes para poder decidir (LAP) y/o SDRA. Los ácidos grasos constituyen su
si utilizarla o no son que el tracto gastrointestinal sustrato energético fundamental, y las velocidades
G-I esté en correcto funcionamiento. Cuando ocu- pulmonares de captación y oxidación de ácidos gra-
rre una gran inestabilidad hemodinámica, el flujo de sos son elevadas en comparación con las de otros
sangre que llega al intestino puede no ser suficien- tejidos. No tiene una capacidad significativa de alma-
te, y se podría originar una isquemia intestinal tran- cenar glucosa como glucógeno o lípidos, a la inver-
sitoria. El paso a NE debe realizarse tan pronto co- sa de lo que ocurre en el hígado o en el tejido adi-
mo sea posible. poso, pareciéndose, en esto, al músculo esquelético,
• Desventajas. La NP puede afectar al sistema en el que el lactato es el principal producto del me-
inmune, alterando el tejido linfático intestinal y dis- tabolismo de la glucosa. Sin embargo, y en contraste
minuyendo los niveles de IgA pulmonar y respirato- con el músculo, que depende de la glucólisis duran-
ria. La glutamina es un AA importante para mante- te la contracción y durante la hipoxia, los pulmones
ner la defensa inmune, mediante el mantenimiento derivan poca energía de estas vías metabólicas en
de la función y el aporte energético de la mucosa anaerobiosis o en aerobiosis. Ello sugiere que la glu-
intestinal. Por otra parte, el exceso de aporte de cólisis en los pulmones no se regula por las necesi-
lípidos en la NP puede afectar al intercambio ga- dades de energía y que quizás sirve para otras fun-
seoso. Los problemas que puede plantear la NP en ciones bioquímicas. Ello no excluye la posibilidad de
los pacientes con fallo respiratorio son fundamen- que algunas células pulmonares, como las alveolares
talmente: excesiva producción de CO2 por el alto tipo I (escasas mitocondrias), sean dependientes de
aporte de hidratos de carbono, excesivas cifras de la glucólisis para la producción de energía. El pulmón
triglicéridos en sangre, bien por alto aporte de lípi- tiene una casi inexistente capacidad de metabolizar
dos o por aclaramiento pulmonar disminuido. Si se cuerpos cetónicos, mientras que la glutamina es un
tienen en cuenta estos matices, la NP es útil y nece- buen sustrato energético para las células endotelia-
saria en el paciente crítico con fallo respiratorio. les y los neumocitos tipo II.
Aunque el consumo pulmonar de glucosa sea
bajo y la insulina no tenga gran importancia en la
regulación de su captación de glucosa, este hidra-
15. Propiedades to de carbono cumple importantes funciones no
metabólicas de los energéticas. En el pulmón, el consumo de gluco-
pulmones e inflamación sa depende de los niveles de ácidos grasos, sien-
do relativamente independiente de la insulinemia.
Las peculiaridades metabólicas del pulmón son El 75% de la glucosa es convertido en lactato, y
importantes, puesto que un adecuado soporte nu- un 10% interviene en la síntesis de aminoácidos.
tricional, además de cubrir las necesidades de los pa- Una pequeña parte se incorpora a los lípidos, for-
cientes con lesión o daño pulmonar agudo, pretende mando parte del α-glicerofosfato de los fosfolípi-
modular la respuesta inflamatoria pulmonar. dos. Ésta es una función importante de la glucosa,
El metabolismo pulmonar, incluyendo la utilización ya que los fosfolípidos son el componente funda-
de energía, es de gran importancia para la función del mental del surfactante alveolar. El 5-10% de la glu-
endotelio vascular pulmonar (que en un adulto ofre- cosa es metabolizada por el shunt de las pentosas.
ce un área de aprox. 70 m2), las células alveolares, y La glucólisis anaerobia de la glucosa, en un órgano
la regulación del tono vascular. Debe recordarse que tan oxigenado como el pulmón, responde a la ne-
las células endoteliales pulmonares y las células al- cesidad de obtener ATP en cualquier circunstancia,
veolares tipo II suponen, respectivamente, el 45% y tanto fisiológica como patológica, pudiendo regular
el 16% de la población celular pulmonar. el tono vascular, controlando la hipertensión pul-
El pulmón presenta algunas peculiaridades meta- monar anóxica por mecanismos independientes de
bólicas. En lo que respecta al empleo de la energía, los niveles de glucemia y de la presencia de radica-

1085
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

les libres de oxígeno. El catabolismo de la glutami- 16. Soporte nutricional


na, aportando ATP a la célula endotelial, responde en la lesión pulmonar aguda
a esta misma necesidad. El ciclo de las pentosas da (LAP) y el síndrome
lugar al fosfato de nicotinamida-adenina-dinucleó- de distrés respiratorio
tido reducido (NADPH). El NADPH es necesario del adulto (SDRA)
para mantener unos niveles adecuados de glutatión
reducido, que protege al pulmón del estrés oxidati- La necesidad de mantener las complejas funcio-
vo. Los neumocitos de tipo II, que sintetizan el sur- nes pulmonares justificaría por sí sola la necesidad
factante, muestran una actividad muy alta del ciclo de realizar un soporte metabólico suficiente para
de las pentosas, mientras que los neumocitos tipo I asegurar unos niveles adecuados de glucosa, ácidos
y las células endoteliales presentan escaso consu- grasos, glutamina, arginina, antioxidantes, etc. Ade-
mo de glucosa por esta vía metabólica. Ello expli- más, en el paciente catabólico con insuficiencia res-
ca la resistencia de los neumocitos de tipo II en la piratoria aguda (LAP/SDRA) existen unas necesi-
agresión y en el estrés oxidativo. dades que vienen determinadas por la enfermedad
Los lípidos son el sustrato energético de elección de base, que corresponde casi siempre a un cuadro
en el pulmón. Además, los neumocitos tipo II los uti- séptico o a un politraumatismo. Estos procesos
lizan para formar fosfolípidos, componente esencial cursan con aumento del catabolismo proteico, de
del surfactante. La secreción de surfactante es esti- las necesidades energéticas y con resistencia a la
mulada por los agonistas adrenérgicos y colinérgi- insulina. Por todo ello, el soporte nutricional resul-
cos, y las prostaglandinas, mientras que su síntesis y ta complejo y debe ser individualizado. Deberán te-
liberación disminuyen en la lesión pulmonar aguda, nerse en cuenta las modificaciones que conlleva el
por efecto del TNF. El líquido de edema, rico en pro- empleo de la ventilación mecánica, el efecto térmi-
teínas, altera las funciones del surfactante. co de los nutrientes, los cambios en la producción
En cuanto al metabolismo de los aminoácidos, de CO2 secundarios a la variación del cociente res-
el pulmón y el músculo esquelético son los prin- piratorio, al administrar los diferentes sustratos, el
cipales productores de glutamina. En el síndrome efecto de los n-6, de los n-3 y de los n-9 sobre los
inflamatorio sin distrés respiratorio se ha com- procesos inflamatorios e inmunológicos, y la deple-
probado una importante liberación pulmonar de ción de micronutrientes.
glutamina y alanina, pero cuando el endotelio pul-
monar se lesiona, por la acción de las endotoxinas,
el TNF o las interleukinas, el pulmón capta gluta- 16.1. Aporte de nitrógeno
mina y el balance de glutamina se hace neutro. En
presencia de lesión pulmonar, los neumocitos tipo Las necesidades de nitrógeno no presentan pecu-
II y las células endoteliales muestran un alto consu- liaridades cuantitativas específicas. Si se considera que
mo de glutamina, con concentraciones de glutami- el SDRA aparece en el seno de procesos que originan
nasa que pueden ser 20 veces superiores a las de un estado catabólico, un procedimiento sencillo para
los linfocitos, que son las células con más glutami- establecer las necesidades consiste en comprobar la
nasa. La síntesis pulmonar de glutamina se exacer- categoría de estrés metabólico que el paciente pre-
ba y la glutamina sintetasa en las células endotelia- senta, siguiendo la clasificación modificada de Cerra,
les alcanza concentraciones 16 veces más altas que y realizar el aporte de AA recomendado para su ca-
en el músculo esquelético. Las células endoteliales tegoría. En cuanto a la composición idónea de la mez-
juegan un importante papel en el metabolismo de cla de AA, se desprende del metabolismo de las célu-
la arginina, generando óxido nítrico. En la sepsis, la las pulmonares la conveniencia de aportar glutamina.
producción de óxido nítrico se incrementa, con in- No obstante, es necesario tener en cuenta el efecto
dependencia de los niveles de arginina. del aporte de AA, sobre todo de aquellos de cadena
Estas peculiaridades metabólicas son importan- ramificada, sobre el patrón respiratorio Las mezclas
tes a la hora de establecer un adecuado soporte ricas en proteínas (y en AA ramificados) aumentan
nutricional de estos pacientes con alto catabolis- el impulso o drive respiratorio, estimulando la venti-
mo proteico, como expresión del síndrome de res- lación, mejorando la ventilación por minuto y la res-
puesta inflamatoria en el que se hallan inmersos. puesta ventilatoria a la hipoxia y a la hipercapnia, pe-

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A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

ro incrementando el trabajo respiratorio. Este efecto nitrógeno inferiores a 120:1. En segundo lugar, el pa-
puede ser de utilidad en algunos momentos del des- ciente con SDRA suele precisar ventilación mecáni-
tete, pero puede contribuir al agotamiento de los pa- ca como parte de su tratamiento, y las variaciones de
cientes con escasa reserva alveolar. las necesidades ventilatorias revisten un menor dra-
matismo. No obstante, teniendo en cuenta el ries-
go de volotrauma, cualquier medida que contribuya
16.2. Requerimientos a disminuir las presiones pico del respirador resulta
y sustratos energéticos atractiva. Por este motivo, se mantiene la intención
de utilizar sustratos con bajo CR.
Diferentes estudios han confirmado la necesidad Pero, aunque exista un general consenso sobre
de realizar un soporte nutricional precoz en los pa- la utilidad de suplir con grasas una gran parte de
cientes con insuficiencia respiratoria aguda, funda- la energía, se ha discutido cuál es la dosis y la ca-
mentalmente en aquellos que precisan ventilación lidad más adecuada. El metabolismo de las células
mecánica, con el fin de evitar una desnutrición que pulmonares se beneficia de la abundancia de áci-
dificulte su destete del respirador. Algunas series dos grasos y, en el paciente con bajo grado de es-
muestran diferencias significativas entre pacientes trés, los ácidos grasos de cadena larga son buenos
con soporte nutricional y sin él, a la hora de reti- sustratos energéticos y suministran una gran can-
rar la ventilación mecánica. Se ha confirmado que un tidad de energía por gramo de sustrato. En el pa-
aporte excesivo de energía, lejos de mejorar el pro- ciente con distrés y alto grado de estrés, la tole-
nóstico, puede contribuir a la aparición de complica- rancia a las emulsiones lipídicas suele ser menor, y
ciones. Un exceso energético que provoque lipogé- con frecuencia se producen hipertrigliceridemias
nesis conduce a cocientes respiratorios superiores que limitan el aporte de grasa. El déficit de carniti-
a la unidad, debido al incremento de la producción na y la acción del TNF -bloqueando la lipoproteína
de CO2. En el paciente con ventilación mecánica, es- lipasa- contribuyen a esta intolerancia. En los últi-
te hecho no supone un gran problema, pero en el mos años, se están investigando sustratos lipídicos
paciente limítrofe o en aquel que está en proceso de (n-9, n-3) que pretenden restablecer el estado in-
“destete”, este incremento de las necesidades ven- flamatorio e inmunológico de estos pacientes por-
tilatorias puede hacerle fracasar. Es necesario indi- tadores de procesos graves y con escasos recursos
vidualizar lo más posible las necesidades energéti- frente a la sobreinfección.
cas de cada paciente. En el paciente en insuficiencia
respiratoria, resulta interesante utilizar los sustratos
con menor cociente respiratorio (CR), con el fin de 16.2.1. Hidratos de carbono
limitar en lo posible la producción de CO2, y por
consiguiente las necesidades ventilatorias. La susti- Aunque los hidratos de carbono resultan poco
tución de parte de los hidratos de carbono por gra- atractivos en la insuficiencia respiratoria aguda, a
sa (lípidos) en la nutrición artificial de los pacien- causa de su alto CR y su baja densidad energética,
tes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica se recomienda aportar al menos un 40% de las ca-
(EPOC) ha supuesto en muchos casos un importan- lorías no proteicas en esta forma, no superando los
te alivio de su insuficiencia respiratoria, con ahorro 4-5 g/kg/día. Con ello, se atiende al metabolismo de
de hasta un 10% de sus necesidades ventilatorias. aquellos órganos (cerebro, sistema hematopoyéti-
El paciente con SDRA presenta peculiaridades me- co...) que utilizan la glucosa como sustrato casi ex-
tabólicas que le diferencian del paciente con EPOC. clusivo. Ya ha sido comentada la importancia de la
En primer lugar, el alto grado de estrés hace muy di- glucosa en la síntesis de α-glicerofosfato y del áci-
fícil abolir la lipólisis y la oxidación de ácidos grasos, do láctico a nivel pulmonar. Aunque la cantidad de
y por consiguiente conseguir CR que superen la uni- glucosa captada por el pulmón es pequeña, sus fun-
dad. No obstante, si se superan las 1.500 kcal/m2 de ciones no energéticas son trascendentes.
superficie corporal, puede provocarse una sobreali- Debe recordarse la importancia de la glucosa en la
mentación del paciente, con acúmulo de grasa y CR consecución de balances nitrogenados adecuados en
elevados. Aunque el margen de maniobra es relati- el paciente con estrés severo. De forma experimental,
vamente amplio, se recomiendan relaciones calorías/ Long demostró que la sustitución isocalórica de glu-

1087
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

cosa por grasa provocaba una reducción lineal del ba- pulmonar. Al ceder ésta, se producirían alteraciones
lance nitrogenado, de acuerdo con la fórmula: en la relación ventilación/perfusión, responsable de
estos cambios. Otros autores invocan, además, cam-
Pérdida N2 = 17,44 - [1,997 x bios en la fluidez de membrana, producción de lipo-
ln (aporte glucosa/m2/día)] + peróxidos, e interacciones con la activación celular
[0,0752 x GE reposo (kcal/m2/día)] -que contribuyen a los cambios que altas dosis de
LCT parecen provocar sobre el funcionalismo pul-
Es posible que la explicación de este fenóme- monar.- Los triglicéridos de cadena media (MCT),
no haya que buscarla en el déficit de carnitina que con menos de 10 átomos de carbono, son utiliza-
acompaña a las situaciones hipercatabólicas. En el dos por la mayor parte de los tejidos corporales.
paciente con SDRA, la cantidad de glucosa aporta- Resultan interesantes en el paciente crítico, ya que
da no debe superar el 40 y el 50% de las calorías no -en principio- no requieren carnitina para su oxida-
proteicas, y ello dependiendo de los niveles plas- ción. Mezclados con los LCT en proporción 1:1 o 1:
máticos de glucosa y triglicéridos, es decir, en fun- 2, consiguen reducir la cantidad de ácido linoleico de
ción de la resistencia a la insulina, al grado de agre- la mezcla, y disminuir, al menos en los estudios expe-
sión y/o a importantes hipertrigliceridemias. rimentales, los efectos sobre la función pulmonar, el
bloqueo del SRE y los cambios inmunológicos desfa-
vorables. Los estudios clínicos, con dosis inferiores
16.2.2. Lípidos a los 2 g/kg/día, demuestran escasas ventajas de las
mezclas LCT-MCT, ya que los LCT son bien tolera-
Las grasas serían un sustrato energético ideal en dos a esas dosis. Cuando la nutrición enteral es po-
la insuficiencia respiratoria, en virtud de su bajo CR y sible (o en la nutrición parenteral de un próximo fu-
su alta densidad calórica. Sin embargo, algunas emul- turo), se puede recurrir a otras fuentes lipídicas que
siones pueden presentar problemas en el paciente presentan ventajas sobre los lípidos poliinsaturados
con SDRA. Los triglicéridos de cadena larga (LCT), de la serie 6. Los n-3 evitarían los efectos negativos
que aportan ácidos grasos esenciales, son bien tole- de la sobrecarga en linoleico que conllevan las emul-
rados en los pacientes con bajo grado de estrés, pero siones de LCT. Su administración permitiría mante-
su utilidad es cuestionada en el paciente crítico. Aun- ner un nivel inmunológico adecuado. La menor libe-
que el aclaramiento intravenoso de ácidos grasos de ración de eicosanoides evitaría el aumento del shunt
cadena larga está aumentado en el estrés, muchos y la hipoxemia secundaria. El ácido oleico (n-9), ácido
autores dudan de su eficacia nutricional. Se han des- graso monoinsaturado, pudiera ser un buen sustrato
crito alteraciones inmunológicas -in vitro o en anima- energético para el paciente con SDRA. Abundante
les de experimentación-, pero debe reseñarse que, en el aceite de oliva y de colza, abre la posibilidad de
en humanos, con dosis menores a 2 g/kg/día, ningún introducir los beneficios de la dieta mediterránea en
trabajo ha podido demostrar un claro bloqueo del el soporte nutricional de los enfermos críticos.
SRE, cambios en los niveles de inmunoglobulinas, C3 Recientes trabajos han demostrado la eficacia clí-
y C4, número de linfocitos B y T circulantes, de los su- nica de las dietas ricas en combinaciones específicas
presores, de los “asesinos”, y de los monocitos. de grasas (EPA y GLA: eicosapentaenoico y γ-linolé-
En lo referente al posible deterioro de la función nico) y antioxidantes sobre la inflamación pulmonar,
pulmonar, la influencia de las grasas será diferente en oxigenación, días en ventilación mecánica, estancia
pulmones sanos o enfermos. En el sano, las emulsio- en UCI y presencia de nuevo fallo orgánico. La tras-
nes lipídicas producen pocos trastornos a dosis te- cendencia de esta investigación ha llevado a Heyland
rapéuticas, pero en pacientes con neumonía o con a indicar que “el uso de nutrición enteral con aceite
SDRA numerosas series comprueban aumento del de pescado debe ser considerado en los pacientes
shunt (Qs/Qt) y descensos en la presión arterial de con SDRA”. Se considera que este concepto tras-
oxígeno. Este hecho se explicaría por el efecto de los ciende a la disfunción pulmonar como fallo orgánico
eicosanoides y tromboxanos de gran potencia bioló- único y que debe ser aplicado en el contexto de los
gica generados a partir del ácido araquidónico (pro- pacientes críticos para, modulando las vías de la in-
ducido por el exceso de ácido linoleico de las emul- flamación, controlar la respuesta sistémica y el sub-
siones de LCT) sobre la vasoconstricción hipóxica secuente fallo/disfunción multiorgánico.

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A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

17. Resumen
 El organismo se halla en contacto directo con su que deberían ser sometidos a una valoración nu-
medio externo, no sólo a través de la piel, sino tricional exhaustiva, para poder corregir las ne-
también de los pulmones. El aparato respiratorio cesidades que se planteen. El aporte energético
es un órgano que está en contacto permanente en los pacientes con enfermedad pulmonar debe
con el medio ambiente, constituyendo su super- ser controlado para evitar la retención de CO2.
ficie el área más grande del cuerpo humano en El empleo rutinario de fórmulas modificadas con
relación directa con el mundo exterior. alta proporción del cociente grasas/hidratos de
carbono no está justificado en pacientes con en-
 Cuando se ha producido una lesión, los pulmo- fermedad pulmonar obstructiva crónica, aunque
nes dependen de ciertos mecanismos sistémicos sí puede ser útil en determinadas circunstancias
para controlar la respuesta inflamatoria. Estos y obtener beneficios clínicos significativos.
procesos, considerados en el presente Capítulo,
son fundamentales para mantener la integridad  Los niveles de fosfato deberían ser monitori-
fisiológica normal de los pulmones y viceversa. zados estrechamente en pacientes con EPOC
Las peculiaridades metabólicas del pulmón son con fallo respiratorio agudo. Siempre que sea
importantes, puesto que un adecuado soporte posible, la vía de administración será la enteral,
nutricional, además de cubrir las necesidades de ya que la NE permite preservar la función de la
los pacientes con lesión o daño pulmonar agudo barrera intestinal. Un soporte nutricional ópti-
y crónico, pretende modular la respuesta infla- mo mejora la supervivencia de estos pacientes.
matoria pulmonar. Existe un metaanálisis reciente que concluye
que, en el paciente con EPOC estable, el sopor-
 El consumo pulmonar de O2 (VO2) es bajo. No te nutricional carece de efecto sobre los pará-
tiene una capacidad significativa de almacenar metros antropométricos, la función pulmonar y
glucosa como glucógeno o lípidos, a la inversa de la capacidad para realizar el ejercicio. Finalmen-
lo que ocurre en el hígado o en el tejido adiposo, te, cabe decir que la mayoría de los estudios
pareciéndose, en esto, al músculo esquelético concluyen que las dietas con mayor aporte de
en el que el lactato es el principal producto del grasas obtienen una menor producción de CO2,
metabolismo de la glucosa. Sin embargo, y en y una discreta mejoría clínica, pero sin demos-
contraste con el músculo, los pulmones derivan trar un claro beneficio para el destete.
poca energía de estas vías metabólicas en anae-
robiosis o en aerobiosis. El pulmón tiene una casi  En el paciente crítico hipermetabólico, una des-
inexistente capacidad de metabolizar cuerpos nutrición prolongada puede afectar y mantener
cetónicos, mientras que la glutamina es un buen el fallo respiratorio. Por tanto, un adecuado
sustrato energético para las células endoteliales aporte nutricional puede influenciar de manera
y los neumocitos tipo II. Los lípidos son el sustra- significativa el destete y el adelanto de la des-
to energético de elección en el pulmón. Además, conexión de la ventilación mecánica. La calori-
los neumocitos tipo II los utilizan para formar metría indirecta permite evaluar la respuesta del
fosfolípidos, componente esencial del surfactan- soporte nutricional y ventilatorio. Por otra parte,
te. La secreción de surfactante es estimulada por es más importante evitar una sobrenutrición que
los agonistas adrenérgicos y colinérgicos, y las mantener una proporción, con mayor contenido
prostaglandinas, mientras que su síntesis y libe- en grasas que en hidratos de carbono para el
ración disminuyen en la lesión pulmonar aguda, soporte nutricional de estos enfermos.
por efecto del TNF. El líquido de edema, rico en
proteínas, altera las funciones del surfactante. En
cuanto al metabolismo de los aminoácidos, el
pulmón y el músculo esquelético son los princi-
pales productores de glutamina.

 Los pacientes con EPOC y fallo respiratorio


agudo tienen un alto riesgo nutricional, por lo

1089
Capítulo 4.36. Nutrición en las patologías del aparato respiratorio

18. Bibliografía
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de los cuales, sólo dos se realizaron con intervención dietética: Libro de estudio y aprendizaje del soporte nutricional en el
dietas ricas en grasa y bajas en hidratos de carbono. Se de- paciente crítico. En el capítulo de las enfermedades respirato-
muestran efectos fisiológicos al reducir la producción de CO 2 , rias se hace una descripción de la patología respiratoria aguda,
pero no se puede demostrar ningún beneficio para el destete. sobre todo el síndrome de distrés respiratorio del adulto y del
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García de Lorenzo A, López J, Planas M, et al. Síndrome de patients with chronic obstructive pulmonary disease
distrés respiratorio agudo. Soporte nutro-metabólico. Nutr (COPD). ASPEN, Clinical Congress Proceedings, 23 Clini-
Hosp 1997; 12: 237-44. cal Congress. San Diego, CA, 1999; Abstracts 73: 52.
Puesta al día sobre el metabolismo del pulmón agredido y opcio- Estudio clínico en pacientes con EPOC reagudizados. Se en-
nes nutricionales y metabólicas reguladoras de la inflamación. cuentra una disminución de los niveles de glucógeno y ATP en
biopsia muscular. Tras 8 días de nutrición enteral, se obtiene
Heyland DK, Dhaliwal R, Drover JW, et al. Canadian clinical una mejoría de los niveles de fosfato en el músculo esquelético
practice guidelines for nutrition support in mechanically ven- y una mejoría de la función dinámica muscular.
tilated, critically ill adult patients. JPEN 2003; 27: 355-73.
Excelente herramienta de medicina basada en la evidencia. La Schols AM. Nutrition in chronic obstructive pulmonary
más reciente guía de práctica clínica -revisión sistemática de disease. Current Opinion in Pulmonary Medicine 2000; 6:
la literatura- y una de las primeras centradas en el soporte 110-5.

1090
A. García de Lorenzo y Mateos | A.J. Pérez de la Cruz | F.J. Jiménez Jiménez

Resumen de estrategias a seguir desde el punto de vista nutri-


tivo en los pacientes con EPOC.

Sinde F, Ellegard L, Gronberg AM, Larsson S, Rollander-


Hulthen L. Total energy expenditure in underweight pa-
tients with severe chronic-obstructive pulmonary disease.
Clin Nutr 2003; Apr 22 (2): 159-65.
Las necesidades no se ajustan a las ecuaciones habituales y
deben ser medidas, teniendo en cuenta un factor de actividad
que oscila entre 1,15 y 1,80.

Tang NL, Chung ML, Elia M, Hui E, Lum CM, Luk JK, et al.
Total daily energy expenditure in wasted chronic obstruc-
tive pulmonary disease patients. Eur J Clin Nutr 2002; Apr
56: 282-7.
El gasto energético total no es superior en el paciente con
EPOC que en el sano. Los pacientes con bajo peso no tienen
mayor gasto energético total que los que mantienen el peso.
La desnutrición del EPOC no se debe tanto a un aumento de
requerimientos como a un aporte insuficiente de los mismos,
lo cual puede ser la causa de la desnutrición que presentan
estos pacientes.

19. Enlaces web


 www.mtsinai.org

 www.senpe.com

 www.espen.com

 www.nutriclin.org

 www.healthcyclopedia.com/nutrition-and-metabolism-disorders.html

1091
4.37. Nutrición en las enfermedades
renales

Jorge López Martínez Arturo Ortiz González Margarita Sánchez Castilla


Capítulo 4.37.

Nutrición en las enfermedades renales

1. Introducción

2. Nutrición en la insuficiencia renal crónica


2.1. Introducción
2.1.1. Función e insuficiencia renales
2.1.2. Nutrición y desnutrición
2.1.3. Desnutrición en la insuficiencia renal crónica
2.2. Causas de la desnutrición
2.2.1. Ingesta inadecuada
2.2.2. Diálisis inadecuada
2.2.3. Factores catabólicos
2.3. Diagnóstico
2.3.1. Parámetros antropométricos
2.3.2. Parámetros bioquímicos
2.3.3. Parámetros relacionados con el metabolismo del nitrógeno
2.3.4. Parámetros inmunológicos
2.4. Tratamiento
2.4.1. Objetivos
2.4.2. Dieta adecuada en prediálisis
2.4.3. Dieta adecuada en diálisis
2.4.4. Coadyuvantes nutricionales
2.4.5. Diálisis adecuada
2.4.6. Frenadores catabólicos

3. Soporte nutricional en la insuficiencia


renal aguda
3.1. Introducción
3.2. Tipos de fracaso renal agudo
3.3. Diagnóstico y pronóstico del fracaso renal agudo
3.3.1. Diagnóstico
3.3.2. Pronóstico
3.4. Tratamiento
3.4.1. Tratamiento etiológico
3.4.2. Tratamiento de la necrosis tubular aguda
3.4.3. Tratamiento conservador
3.4.4. Depuración extrarrenal
3.5. Soporte nutricional del paciente en fracaso renal agudo
3.5.1. Características metabólicas del fallo renal agudo
3.5.2. Objetivos del soporte nutricional en el fracaso renal agudo
3.5.3. Soporte nutricional en el fracaso renal agudo no hipermetabólico
3.5.4. Soporte nutricional en el fracaso renal agudo hipermetabólico
3.5.5. Cambios de los requerimientos nitrogenados en la depuración extrarrenal
3.5.6. Cambios de los requerimientos energéticos en la depuración extrarrenal
3.5.7. Reposición de electrólitos, elementos traza y vitaminas
3.5.8. Vía de administración
3.5.9. Niveles de recomendación

4. Resumen

5. Bibliografía

6. Enlaces web

Objetivos

n Conocer las características metabólicas de los diferentes tipos de enfermedades renales y las limitaciones que
plantea la presencia de fracaso renal a la hora de efectuar los diferentes aportes de sustratos.
n Diferenciar las necesidades nutricionales de los enfermos renales en función de la cronicidad de su proceso
y de la presencia o ausencia de procesos inflamatorios sistémicos causales o secundarios.
n Definir los parámetros bioquímicos que permiten conocer el estado nutricional y el catabolismo de los
pacientes con patología renal, y poder deducir la indicación del soporte nutricional.
n Revisar las indicaciones de depuración extrarrenal en función del tipo de enfermedad renal y del catabolismo
proteico.
n Analizar los cambios en las necesidades nutricionales y en la tolerancia a los diferentes aportes en los pacientes
con técnicas de depuración extrarrenal.
n Identificar las ventajas y limitaciones de las diferentes técnicas de depuración extrarrenal, diferenciando los
métodos continuos de los discontinuos.
n Diseñar las dietas, o los sistemas nutricionales, en función del tipo de tratamiento de la enfermedad renal
(conservador o depuración extrarrenal) y del catabolismo proteico del paciente.
n Adaptar el aporte de los diferentes sustratos a las pérdidas o ingresos dependientes del sistema de depuración
escogido.
n Formular sistemas nutricionales para algunas situaciones especiales (neuropatía diabética, insuficiencia renal
crónica en niños, nutrición parenteral intradiálisis).
n Revisar el nivel de conocimiento científico y el grado de recomendación de las diferentes dietas propuestas
para el tratamiento de las enfermedades renales.
1. Introducción

L
a insuficiencia renal crónica o aguda supuso, desde los inicios de la nutrición
artificial, un importante reto por las limitaciones que imponía a los aportes
tanto de volumen como de sustratos. A mitad del siglo XX, la investigación
fisiopatológica de la insuficiencia renal, con la clasificación de los aminoácidos
en esenciales y no esenciales que permitió conocer cuáles eran las proteínas de
alto valor biológico, con la demostración de la existencia del reciclaje de la urea
endógena y del efecto negativo de los fosfatos sobre la evolución de la insuficiencia
renal, permitió elaborar dietas bajas en proteínas que enlentecían la evolución
de la insuficiencia renal crónica, y diseñar dietas específicas para el fracaso renal
agudo que permitían solucionar algunos fracasos agudos posquirúrgicos con un
catabolismo proteico ligeramente incrementado. En la insuficiencia renal terminal
y en los fracasos renales hipermetabólicos, estos aportes resultaban insuficientes e
inducían cuadros de desnutrición grave que ensombrecían el pronóstico.
La generalización de los sistemas de depuración extrarrenal permitió modificar
la cantidad y calidad de los aportes nutricionales, al desaparecer gran parte de las
limitaciones secundarias al fallo renal.
En el caso de la insuficiencia renal crónica, la posibilidad de poder acceder a
un trasplante puso de manifiesto la necesidad de mantener un estado nutricional
adecuado. Los cambios inducidos por el soporte nutricional y por el tratamiento
de las complicaciones de la uremia crónica han modificado de forma fundamental
la calidad de vida del paciente renal crónico. A las indicaciones clásicas de la diálisis
se ha añadido la imposibilidad de mantener un adecuado estado nutricional con las
dietas específicas de restricción proteica.
En los fracasos renales agudos, las técnicas continuas de depuración, iniciadas
precozmente, permiten efectuar unos aportes suficientes a la patología de base
de los pacientes. Aunque la mortalidad del fracaso renal agudo sigue siendo
elevada, ésta ha podido reducirse al desaparecer las complicaciones secundarias
a la desnutrición. En el momento actual, la investigación en este campo se dirige
fundamentalmente a cuantificar los aportes necesarios con cada una de las técnicas
de depuración para evitar cuadros de sobrecargas metabólicas.

1097
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

2. Nutrición en la corresponde al balance externo de nitrógeno; si es


insuficiencia renal crónica negativo, indica desnutrición. Ambos se relacionan
entre sí por el aminograma plasmático.
2.1. Introducción Desnutrición será, por el contrario, un estado
de predominio de la proteólisis sobre la síntesis.
La insuficiencia renal crónica y la desnutrición Su repercusión orgánica oscila desde la disminu-
son conceptos interdependientes: aquélla causa ción del cociente intracelular proteína/DNA has-
desnutrición, y ésta condiciona mortalidad. ta la pérdida de masa muscular, que puede alcanzar
los 500 g diarios, alrededor de 100 g de proteína
catabolizada.
2.1.1. Función e insuficiencia renales

El riñón es un órgano que contribuye a la super- 2.1.3. Desnutrición en


vivencia del organismo mediante sus dos funcio- la insuficiencia renal crónica
nes primordiales, la endocrinometabólica y la uro-
poyética en sus dos vertientes, la depuradora y la El aminograma plasmático del urémico se ale-
homeostática. ja mucho del normal. Existe aumento de la citru-
La insuficiencia renal, dependiendo de que el ri- lina, prolina, histidina y glicina, y disminución de la
ñón se lesione bruscamente, por isquemia o toxici- valina serina, triptófano y tirosina. Asimismo, los
dad, o que lo haga a lo largo del tiempo por nefropa- cocientes fenilalanina/tirosina y glicina/serina están
tías evolutivas, se produce aguda o crónicamente. elevados.
En la crónica, si el aclaramiento de creatinina Intracelularmente las variaciones son más pre-
desciende por debajo de 30 ml/min, se produce coces y no forzosamente paralelas. Hay elevación
una florida sintomatología, directamente derivada de la glicina, citrulina y taurina, y disminución de la
del fracaso de la función endocrinológica, de la eli- leucina, isoleucina, valina y metionina.
minación de residuos y del mantenimiento de la El flujo de aminoácidos a diversos órganos tam-
homeostasis. poco es normal. En el riñón se liberan menos ti-
Hay retención nitrogenada como expresión de rosina y serina; ésta puede llegar a convertirse en
una depuración insuficiente; hiperglucemia, por re- esencial, y se utilizan menos la prolina y la citruli-
sistencia a la insulina; hipertrigliceridemia, por me- na, lo que hace que se eleven sus niveles hemáticos.
nor actividad de la lipoproteína lipasa, y anemia, Hay defecto de paso de fenilalanina a tirosina y de
además del patrón hidrolectrolítico: acidosis, hi- citrulina a serina.
perpotasemia, hiperfosforemia e hipocalcemia. En el músculo se presenta mayor liberación de
Si el aclaramiento de creatinina desciende por aminoácidos no esenciales, y relativamente menor
debajo de 10 ml/min, están indicadas las técnicas de de esenciales, sobre todo de aromáticos.
depuración extrarrenal o el trasplante renal. En el hígado está disminuido el transporte de ala-
nina, serina, glicina, prolina y treonina al hepatocito,
es inadecuado el manejo de fenilalanina y cisteína, y
2.1.2. Nutrición y desnutrición existe aumento de degradación del triptófano, por
lo que disminuye su concentración en sangre y difi-
La nutrición es, en esencia, un estado que per- culta el paso de fenilalanina a tirosina. En el cerebro
mite la síntesis normal de las proteínas corporales hay reducción del paso de glutamina e isoleucina.
(etimológicamente, proteína significa “de impor- Estas alteraciones muestran las dificultades que
tancia primordial”); al servicio de este proceso es- existen para su trasporte a las células y para la sín-
tán la energía, las proteínas, los minerales y las vi- tesis de las proteínas parenquimatosas: la conse-
taminas procedentes de la dieta. cuencia es no sólo un deterioro de la estructura
Dicho proceso se realiza mediante dos ciclos. En sino también de la función de los órganos. El de-
el primero, equilibrio anabolismo-catabolismo, par- fecto de conversión de las proteínas tiene impli-
ticipan diariamente 50 g de nitrógeno, unos 350 g caciones pronósticas en parte corregibles por el
de proteínas o 1.000 g de músculo. El segundo ciclo tratamiento.

1098
J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

La desnutrición celular implica alteraciones de mente en diabéticos, también colaboran a la ano-


los aminoácidos, aumento de agua, sodio y fósfo- rexia. Hay otras alteraciones digestivas como una
ro y disminución de potasio, magnesio y ATP en las menor secreción gástrica de ácido, una incompe-
células. Da lugar al deterioro de estructura y fun- tencia del esfínter esofágico, y una leve insuficien-
ciones de órganos vitales, músculo, cerebro, hígado, cia pancreática con leve malabsorción de grasa pe-
riñón y también de inmunidad. ro con normalidad de la digestión y absorción de
La consecuencia es un aumento de la morbili- hidratos de carbono y proteínas.
dad por disminución de la inmunidad y por la afec-
tación de los órganos vitales, que ocasiona una mi- 2.2.1.2. No deber comer
nusvalía orgánica con atrofia muscular. El estado
de nutrición es un predictor de morbimortalidad, Las restricciones dietéticas pueden hacer la
existiendo correlación con ésta en el 30-70% de comida menos atractiva. Sobre todo la dieta sin
pacientes que presentan desnutrición en diálisis. sal, pobre en potasio y con restricción de inges-
Estas consecuencias obligan a conocer las causas, ta de líquidos. Para otros nutrientes, la dieta es
los métodos diagnósticos y la orientación terapéutica. más libre.

2.2.1.3. No poder comer


2.2. Causas de la desnutrición
La depresión y falta de acceso a una nutrición
En la patogenia de la desnutrición influyen facto- adecuada por motivos socioeconómicos pueden
res relacionados con la uremia, tales como la inges- colaborar a la disminución de la ingesta, así como,
ta inadecuada cuanti o cualitativamente, el efecto más frecuentemente, a las náuseas y los vómitos. La
de una diálisis inadecuada y la existencia de facto- disminución del filtrado cursa con disminución es-
res catabólicos. pontánea de ingesta proteica.

2.2.1. Ingesta inadecuada 2.2.2. Diálisis inadecuada

Los nutrientes no se ingieren en cantidad sufi- En hemodiálisis existe catabolismo proteico y


ciente o con calidad adecuada cuando el enfermo otras pérdidas de nutrientes. El catabolismo es de-
no quiere, no puede, o no debe hacerlo. bido a la bioincompatibilidad de membranas de
cuprofano, que activan el complemento y la pro-
2.2.1.1. No querer comer ducción de citokinas. Las membranas más biocom-
patibles mejoran el estado nutricional. Por el diali-
El principal desencadenante de la desnutrición zado se pierden aminoácidos libres (4-9 g/sesión),
es la disminución de la ingesta, sobre todo por ano- polipéptidos (2-3 g/sesión), vitaminas hidrosolu-
rexia. La anorexia tiene muchas causas y se corri- bles, carnitina y oligoelementos. En diálisis perito-
ge parcialmente por la diálisis. Existen niveles ele- neal se pierden en el dializado aminoácidos (1,5-3
vados de leptina, hormona anorexígena, debidos a g/día) y proteínas (5-15 g/día) que durante las peri-
un aclaramiento renal disminuido. Su papel no está tonitis llegan a 20-25 g/día.
aclarado por desconocerse el efecto de la uremia El aumento del líquido extracelular con contrac-
sobre la actividad de sus receptores. ción del intracelular es otro factor de desnutrición.
En diálisis peritoneal, la distensión abdominal y la
absorción continua de glucosa del peritoneo con-
tribuyen a la anorexia. 2.2.3. Factores catabólicos
En hemodiálisis disminuye la ingesta el día de la
sesión debido al viaje al centro hospitalario y al 2.2.3.1. Factores hormonales
malestar posdiálisis.
La dispepsia causada por la polimedicación, la Existen diversas variaciones hormonales que en
disgeusia de la uremia y la gastroparesia, especial- conjunto favorecen el catabolismo proteico.

1099
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

• Parathormona: el hiperparatiroidismo, apar- • Inhibidores del trasporte de mem-


te de la osteodistrofia renal, produce balance nitro- brana: en el suero del urémico se han detec-
genado negativo y pobre respuesta a la nutrición pa- tado sustancias que dificultan el trasporte de io-
renteral. La hiperfosforemia es el primum movens del nes y de aminoácidos a través de las membranas
hiperparatiroidismo, lo que obliga a su restricción de diferentes tejidos como eritrocitos, músculos y
dietética y la utilización de quelantes: tales son el adipocitos.
carbonato, el acetato cálcico y el hidróxido de alu- • Alteraciones enzimáticas: las enzimas
minio, que pueden dar lugar a hipercalcemia y a in- proteolíticas conducen a la liberación de aminoáci-
toxicación por aluminio. dos, alanina y glutámico o tirosina y fenilalanina, co-
• 1,25 dihidroxivitamina D: su producción mo expresión de la desnutrición proteica que no
renal está disminuida, por lo que debe administrar- mejora con insulina y sí con sus inhibidores, como
se como reposición de las necesidades y como tra- la leupeptina.
tamiento del hiperparatiroidismo. Se ha visto dismi-
nución de la proteólisis en ratas urémicas, sugiriendo 2.2.3.3. Otros factores
que se deba a normalización del transporte de calcio.
• Eritropoyetina: la anemia, debido a su de- • Enfermedades intercurrentes: existen
fecto de producción renal, contribuye a la anorexia. complicaciones derivadas de la pluripatología que
Desde que se usa rhuEPO (eritropoyetina recom- facilita el ambiente urémico, la arteriosclerosis, el
binante) el hematocrito se mantiene en torno al estado de inmunodeficiencia y las complicaciones
35%. En hemodiálisis son mayores las pérdidas de de las técnicas de diálisis como infecciones y trom-
hierro, por sangre que queda atrapada en el dializa- bosis del acceso vascular en hemodiálisis y la peri-
dor, y las de ácido fólico, por estar aumentado en tonitis en diálisis peritoneal. Con ellas disminuye la
el dializado. La corrección de la anemia mejora el ingesta y aumenta el catabolismo.
apetito y el balance nitrogenado. • Síndrome desnutrición-inflamación-
• Insulina: hay un aumento de la resistencia arteriosclerosis: es frecuente en estos enfer-
a la insulina con disminución de la acción del fac- mos, y ha demostrado tener efecto catabólico.
tor de crecimiento análogo a la insulina (IGF-1), la
“pseudodiabetes urémica”. La insulinorresistencia,
factor catabólico de primer orden por dificultar la 2.3. Diagnóstico
captación de aminoácidos, potencia su efecto con
el aumento del glucagón, no metabolizado en el ri- Las manifestaciones de desnutrición en el uré-
ñón, que estimula la gluconeogénesis y la liberación mico son incontrovertibles.
de aminoácidos musculares. Los esteroides contri- La forma más elemental de hacer el diagnóstico
buyen a aumentar la resistencia a la insulina. consiste en la valoración general subjetiva usando
un método que tiene en cuenta cuatro parámetros:
2.2.3.2. Factores metabólicos anorexia, pérdida de peso, grasa subcutánea y masa
muscular, en una escala de Likert de 7 puntos; este
• Acidosis metabólica: aumenta la degra- método está validado en diálisis.
dación de aminoácidos esenciales ramificados, en- La forma más completa consiste en medir pará-
tre ellos la leucina, que es anabólica y se eleva su metros antropométricos, bioquímicos, nitrogena-
cetoanálogo, que es catabólico, a través de la ac- dos e inmunológicos, que se irán detallando.
tivación de la enzima acetodeshidrogenasa y de En la práctica, son suficientes las siguientes me-
la vía proteolítica ubiquitina-proteasoma, respec- didas: parámetros antropométricos < 70% del
tivamente; de este modo limitan la capacidad de ideal, tasa de catabolismo proteico normalizada
adaptación del organismo a las dietas hipoprotei- (nPCR) < 0,8 g/kg/día, disminución de masa magra
cas. La acidosis se trata con bicarbonato sódico y, en suero, de nitrógeno ureico, creatinina, coleste-
oral y está mejor controlada con la diálisis peri- rol, albúmina < 3,5 g/dl y prealbúmina < 30 mg/dl.
toneal que con la hemodiálisis. Su corrección me- Ningún dato aislado permite el diagnóstico de
jora los parámetros antropométricos y disminu- desnutrición. La NKF-DOQI (National Kidney Foun-
ye la mortalidad. dation-Dialysis Outcomes Quality Initiative) recomien-

1100
J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

da el seguimiento longitudinal de la valoración ge- La transferrina desciende por desnutrición y, en


neral subjetiva, del nPNA/nPCR (nPCR es la tasa ausencia de desnutrición, por depleción de depósi-
de catabolismo proteico normalizada, y nPNA apa- tos de hierro en tratamiento con rhuEPO.
rición de nitrógeno total normalizada a 1,73 m2 de • Creatinina: la creatinina procede del meta-
superficie corporal), y de la albuminemia. El deterio- bolismo no enzimático de la creatina muscular. Se
ro progresivo es el mejor índice de desnutrición y usa para calcular la masa corporal libre de agua y
de la necesidad de instaurar tratamiento. de grasa muscular con la siguiente fórmula: 0,029 x
producción de creatinina (mg/día) + 7,38 en enfer-
mos estables en hemodiálisis. Con las medidas se-
2.3.1. Parámetros antropométricos riadas de creatinina puede seguirse la disminución
progresiva del estado de nutrición; si no se valora
El peso seco no es fácil conocerlo en hemodiá- correctamente se puede caer en el error de dismi-
lisis por variar la volemia: debe hacerse posdiálisis. nuir la dosis de diálisis y empeorar la nutrición.
En la peritoneal hay sobrehidratación crónica. • El colesterol bajo es otro indicador de des-
El pliegue del tríceps cuantifica la disminución nutrición.
del tejido adiposo. La circunferencia muscular del
antebrazo cuantifica las proteínas musculares.
Las medidas superiores al 95% de las estándares 2.3.3. Parámetros relacionados
representan nutrición adecuada, entre 70-95% ries- con el metabolismo del nitrógeno
go de desnutrición, e inferiores a 70% desnutrición.
Estos datos son más fáciles de obtener que la • Balance de nitrógeno (BN):
cuantificación de la ingesta de proteínas median- - Normalmente, el balance de nitrógeno es la di-
te la encuesta dietética de 3 días, o que las medidas ferencia entre su ingesta y su eliminación; habitual-
más sofisticadas de la masa corporal como análisis mente es 0 o ligeramente positivo. Si es inferior a 5
de impedancia bioeléctrica y absorciometría de ra- significa desnutrición con poco catabolismo, y con
yos X de energía dual (DXA), que no están generali- mucho si es inferior a 10.
zadas y tiene dificultades para distinguir el agua, que - En diálisis. El BN es la diferencia entre el nitróge-
varía rápidamente en diálisis, de la grasa corporal. no ingerido y el 50% de la producción de nitrógeno
ureico. La producción de urea es su elevación des-
de los valores post a prediálisis por 60/100, que es
2.3.2. Parámetros bioquímicos su difusión corporal. Urea es el nitrógeno por 2,14,
que se expresa en g/N/24 h.
• Proteínas séricas: son expresión de las - La tasa de producción de nitrógeno ureico
viscerales y humorales. La albúmina se correlacio- o aparición de nitrógeno ureico (ANU) se calcu-
na directamente con las proteínas totales e inver- la con precisión: ANU = NU (nitrógeno ureico)
samente con la mortalidad. La hipoalbuminemia urinario/día + NU del dializado/sesión + [SUN (ni-
> 3,5 g/dl es una manifestación tardía de la desnu- trógeno ureico en suero) final - SUN (nitrógeno
trición, debido a su larga vida media. En diálisis va- ureico en suero) inicial] por 60 y /100. Es decir, la
ría en función de la volemia, de tal manera que en suma del nitrógeno eliminado (por orina o diálisis)
las extracciones prediálisis puede haber hipoalbu- y del producido más la diferencia entre inicial y fi-
minemia dilucional que se corrige con la diálisis. nal de diálisis multiplicado por 60% del peso, ya que
No siempre la hipoalbuminemia es por desnutri- está difundido por toda el agua corporal.
ción o infradiálisis, también puede ser por enfer-
medad inflamatoria aguda.
La prealbúmina y la proteína de unión al retinol 2.3.4. Parámetros inmunológicos
se eliminan por el riñón, ascendiendo sus valores
en diálisis y descendiendo con la desnutrición. Su Puede haber disminución de linfocitos a < 1.500
corta vida media permite variar rápidamente, dis- mm3 y pruebas de sensibilidad cutánea negativas,
minuyendo por enfermedad inflamatoria aguda. La expresión de un estado de inmunodeficiencia y de
prealbúmina < 30 mg/dl sugiere desnutrición. anergia con disminución de las proteínas humorales.

1101
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

2.4. Tratamiento lógico, es decir, no hay restricción. 1 g más por g de


proteinuria
2.4.1. Objetivos 2. Con función renal entre 20 y 50% (creatinina
plasmática de 2 a 5 mg/dl) la ingesta de proteínas
Los objetivos del tratamiento son distintos pa- se reducirá a 0,6 g/kg/día, cifra que se considera la
ra cada situación. mínima para un adulto sano. El 60% de la proteína
En prediálisis sin hipercatabolismo asociado y debe ser de alto valor biológico.
con insuficiencia renal estable, los objetivos son 3. Con función renal inferior al 20% (creatinina
mantener o mejorar el estado nutricional, dismi- plasmática superior a 8 mg/dl) la restricción protei-
nuir la toxicidad urémica y retardar la progresión ca alcanzará los 0,30 g/kg/día.
de la insuficiencia. 4. Con función renal inferior ya se puede ser
En diálisis sin hipercatabolismo, los objetivos son tributario de depuración extrarrenal; sólo si fue-
mejorar la síntesis de proteínas, estimular la inmu- ra imposible se llegaría a una dieta aproteica que
nocompetencia y mejorar la calidad de vida. se suplementaría con aminoácidos esenciales o sus
En diálisis con hipercatabolismo añadido, los ob- cetoanálogos.
jetivos son cubrir los requerimientos aumentados En todos los casos se requiere un alto apor-
por el hipercatabolismo, prevenir la pérdida de ma- te energético para mejor aprovechamiento de las
sa magra, estimular la cicatrización y mejorar la in- proteínas, unas 30-35 kcal/kg/día, y hasta 40 kcal/
munocompetencia. kg/día si se sigue una dieta hipoproteica estricta,
El soporte nutricional es el correspondiente al con un 50-60% del valor calórico total en forma de
hipercatabolismo, ajustando la diálisis para depurar hidratos de carbono.
los metabolitos y el exceso de volumen aportado. Los consejos dietéticos darán normas genera-
Los objetivos se alcanzan actuando específica- les con información que permita elaborar la propia
mente sobre cada una de las causas de la desnu- dieta con arreglo a los gustos y al mercado.
trición: dieta adecuada frente a inadecuada, antica- Las necesidades energéticas se cubren con hi-
tabólicos frente a catabólicos y diálisis adecuada dratos de carbono y con lípidos.
frente a inadecuada. Los hidratos de carbono serán de moléculas gran-
El orden de las medidas será el siguiente: des tipo almidón como pastas o patatas, menos las le-
1. Adecuar la dieta y comenzar la diálisis. gumbres y verduras por contener potasio y proteínas
2. Si no mejora, adecuar la diálisis (aumentar do- de poco valor biológico. Los glúcidos complejos me-
sis, cambiar membrana tipo de diálisis). joran la presentación de hiperlipoproteinemia tipo IV
3. Si no mejora, revisar gastroparesia, restricción de Frederickson, con aumento de las lipoproteínas de
proteica, enfermedad intestinal o problema psicoso- baja densidad (LDL), de muy baja densidad (VLDL) y
cial y tratar con metoclopramida, consejo dietético de los triglicéridos, en relación con la menor actividad
o valoración psicosocial. de las enzimas triglicérido lipasa hepática, la lipopro-
4. Si no mejora, considerar aporte oral, enteral o teína lipasa y la lecitín-colesterol-acil-transferasa.
parenteral intradiálisis o en la solución de diálisis, y Los lípidos preferibles son los que contienen
anabólicos. ácidos grasos no saturados, aceite vegetal o pes-
cado, y no los saturados de origen animal, como
mantequilla o chacina. La dieta pobre en ellos hace
2.4.2. Dieta adecuada en prediálisis disminuir la producción de prostaglandinas, previ-
niendo la secuencia vasodilatación-hiperfiltración-
El grado de insuficiencia renal impone a la dieta deterioro de función.
una serie de peculiaridades, sobre todo respecto a Para cubrir las necesidades plásticas se aconse-
la restricción proteica, que hacen que el concepto jan proteínas de alto valor biológico, que son las de
de dieta adecuada no sea sinónimo de dieta nor- origen animal. Un vaso de leche, un huevo y 100
mal. Esquemáticamente es así: gramos de carne o pescado aportan las mejores en
1. Con función renal superior a 50% (creatinina cantidad suficientes.
plasmática inferior a 2 mg/dl), se aconseja un apor- La restricción proteica en la insuficiencia renal
te de 0,8-1 g/kg/día de proteínas de alto valor bio- moderada disminuye su progresión y no se produ-

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

ce desnutrición cuando se cumple bien la dieta, por ble cubrir los requerimientos sin aumentar el aporte
eso importan mucho el consejo dietético y el se- de fósforo y de potasio, lo que motiva la utilización
guimiento clínico. de suplementos hipoproteicos, con alto contenido de
En la uremia están conservados los mecanismos grasa, hiperenergéticos (2 kcal/ml) y con reducción
que mantienen el equilibrio nitrogenado y se produ- de volumen. Como es difícil que el niño los tome en
ce una disminución del catabolismo de aminoácidos cantidad suficiente, y además son proclives al vómito,
esenciales y proteínas proporcional a la disminución se ha recurrido a la nutrición enteral nocturna a débi-
en la ingesta proteica, siempre y cuando no exista in- to continuo, con lo que se aumenta también el anabo-
fección, inflamación ni acidosis metabólica. lismo que normalmente se produce durante la noche.
El mecanismo de acción de las dietas hipoprotei- Se utiliza la nutrición enteral nocturna domiciliaria y,
cas no está totalmente aclarado. Parece que dismi- en caso de que se prevea una duración superior a los
nuyen la producción de glucagón y prostaglandinas, 2-3 meses, es de elección la gastrostomía endoscópi-
evitando así la vasodilatación y por tanto la hiper- ca percutánea.
filtración glomerular y el deterioro de función, al También la insuficiencia renal del paciente diabé-
tiempo que harían disminuir la demanda de oxí- tico tipo I puede beneficiarse de dietas de restric-
geno y por ende la producción de radicales libres. ción proteica moderada (0,8-1 g de proteínas/kg/d),
Aparte de este concepto clásico ahora se conoce que reducen la microalbuminuria nocturna y retra-
que con la dieta hipoproteica también disminuye la san la aparición de nefropatía o su evolución. Este
producción de diversos mediadores de la inflama- efecto es notablemente mayor en los pacientes con
ción que dañan el riñón, como renina, citokinas y lí- hiperfiltración. El beneficio en estos casos parece in-
pidos bioactivos. dependiente del control glucémico, pero es preciso
La retención del fosfato procedente de la die- un estricto control tensional, ya que cifras tensio-
ta condiciona el aumento del fósforo plasmático, lo nales elevadas, aun sin alcanzar niveles de hiperten-
que contribuye al hiperparatiroidismo y al deterio- sión, invalidan el efecto beneficioso de la dieta, que
ro de la función renal. Conviene restringir su consu- resulta notable en estos pacientes y puede retrasar
mo a unos 5-10 mg/kg/día. Como el principal aporte e incluso prevenir la aparición de la nefropatía. Es-
de fósforo son los alimentos proteicos, la restricción tos enfermos muestran una buena tolerancia me-
proteica supone una restricción de fósforo: a veces tabólica a la restricción proteica, con menor hiper-
pueden necesitarse quelantes del fósforo por vía glucemia y menores requerimientos insulínicos (en
oral para mantener fosforemias normales sin ries- parte por reducción no deseable de la ingesta caló-
go de desnutrición. rica). Se mantienen los parámetros antropométricos
El calcio presenta un déficit en su absorción in- (peso, circunferencia del brazo y pliegue tricipital).
testinal por disminución de la vitamina D3, por lo Los niveles de albúmina, triglicéridos y colesterol no
que debe suplementarse hasta 1.500-2.000 mg/día. muestran cambios o mejoran ligeramente, y se miti-
El aporte de potasio debe limitarse, restringien- gan las pérdidas urinarias de albúmina e IgG.
do las frutas e hirviendo las verduras, a niveles de
unos 40-60 mEq/día, además de vigilar la kaliemia, y
evitar fármacos que la incrementen. 2.4.3. Dieta adecuada en diálisis
El consumo de sodio, sin hipertensión, será de
unos 1.000-2.000 mg/día. Una de las ventajas de las diálisis es poder aban-
Los niños con insuficiencia renal en situación de donar las restricciones proteicas (en la dieta media
prediálisis presentan anorexia y tendencia al retraso se ingiere una cantidad superior a 1 g/kg/día).
en el crecimiento y al bajo peso. La anorexia asocia- Los requerimientos de proteínas en diálisis peri-
da a la uremia produce un retraso del crecimiento toneal son superiores a los de hemodiálisis. Se re-
que no se recupera con el trasplante renal. Por ello, el comienda la ingesta de >1,2 g de proteína/kg/día y
aporte energético debe ser alto y la restricción pro- 40 kcal/kg/día, incluyendo lo que absorben del lí-
teica está contraindicada, no debiéndose efectuar quido de diálisis. Se puede tener un balance nitro-
aportes inferiores a 1,1-1,3 g de proteínas/kg/día, re- genado neutro con ingesta entre 1 y 1,2 g/kg/día.
poniendo además las pérdidas por proteinuria, si és- Con el hipercatabolismo aumentan las necesida-
ta supera los 4 g diarios. Además, a veces no es posi- des nutricionales.

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Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

La ingesta de sal y agua depende de la diuresis matología. Puede ser de 0,3 g de proteínas/kg/día,
residual, y debe reducirse al mínimo en anúricos en suplementada con dieta incompleta químicamente
hemodiálisis durante los fines de semana, para limi- definida de aminoácidos esenciales o de sus cetoa-
tar la ganancia interdialítica de peso y prevenir la nálogos esenciales. Éstos tienen un esqueleto hidro-
insuficiencia cardiaca. Las deficiencias de ácido fóli- carbonado similar al de los aminoácidos esenciales,
co y de vitaminas de grupo B, debidas a pérdidas en pero sin el grupo amino, que podrían “aminarse”, es
el dializado, sobre todo con las membranas de alta decir, captar el grupo NH3 de la urea, y, por tanto,
permeabilidad, se repondrán con suplementos vi- disminuir la uremia, en cuantía de 10-20 g/día.
tamínicos. No existe consenso sobre la necesidad También existen suplementos con dietas com-
de tiamina, cuyos niveles son normales, ni de vita- pletas químicamente definidas, especialmente dise-
mina E, que puede aumentar la supervivencia de los ñados para insuficiencia renal en prediálisis con al-
eritrocitos. Los suplementos de vitamina C no ex- ta densidad energética (2 kcal/ml) para limitar el
cederán los 200 mg/día, para evitar el acúmulo de aporte de agua, hipoproteicas, con restricción de
oxalato, metabolito del ácido ascórbico, que puede potasio, sodio y fósforo.
depositar en las vísceras oxalato cálcico.
Los niveles de vitamina A son altos y su adminis- 2.4.4.2. Suplementos parenterales
tración puede ser tóxica.
Hay hiperhomocisteinemia, factor de riesgo de ar- La nutrición parenteral en diálisis puede ser por
teriosclerosis, que da una correlación inversa entre vía periférica, como suplemento a la oral o la en-
ella y los niveles séricos y eritrocitarios de ácido fóli- teral, o por vía central, necesaria en pacientes con
co, el cual mejora con suplementos de ácido fólico. gran catabolismo. Con la nutrición parenteral to-
La carnitina plasmática está disminuida, por pér- tal hay que tener en cuenta que las diálisis están di-
dida en la propia diálisis, y sus ésteres aumenta- señadas para hacer un balance negativo de fósforo,
dos. Su carencia se relaciona con disfuncionalidad potasio y magnesio cuyos niveles deben conocerse
del músculo esquelético y cardiaco, con calambres para aportar los nutrientes necesarios. La sobre-
en la diálisis y la astenia posthemodiálisis. Facilita el carga de volumen implica que se pueda requerir ul-
transporte de ácidos grasos al interior de la mito- trafiltración o hemodiálisis diaria.
condria. Está indicada su reposición intravenosa en Se han usado soluciones sólo con aminoácidos
los desnutridos. esenciales e histidina, esencial en urémicos, con 2,2 g
de nitrógeno. Es la llamada fórmula renal.

2.4.4. Coadyuvantes nutricionales 2.4.4.3. Nutrición enteral

Se han utilizado diferentes aproximaciones para En la nutrición enteral se usan dietas completas
evitar y tratar la desnutrición en los pacientes de químicamente definidas similares a las de los suple-
diálisis, que van desde los consejos dietéticos reali- mentos orales, la diferencia sólo está en la vía de
zados por personal especializado a la utilización de administración, que puede ser por sonda nasogás-
suplementos orales y parenterales, adaptados en trica a débito continuo en el transcurso de 24 h,
su composición a los requerimientos específicos durante la noche o antes de la diálisis, que suele
de cada enfermo. ser menos rechazada por los pacientes. Una fór-
Los estudios realizados con estas medidas para mula aconsejada en diálisis es la hipercalórica nor-
el tratamiento de la desnutrición son escasos y no moproteica con un 45% de calorías procedentes
han llegado a conclusiones definitivas. de polisacáridos, otras tantas de lípidos, 20% insa-
turados, de aceites vegetales, y 10% de proteínas
2.4.4.1. Suplementos orales de origen animal, con las restricciones de electró-
litos correspondientes y el posible suplemento de
En enfermos que no son candidatos o que recha- cetoanálogos (ver Capítulo 4.3).
zan el programa de diálisis crónica, está indicada la En niños se usa la alimentación por gastrostomía
restricción intensa de proteínas para enlentecer el endoscópica percutánea, aunque en diálisis perito-
progreso de su insuficiencia renal y mitigar la sinto- neal incrementa del riesgo de peritonitis.

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

2.4.4.4. Nutrición parenteral intradiálisis (NPID) dia el 80%). La tendencia a la acidosis se trata con
bicarbonato sódico o alternado con otras bolsas
Aunque la “mejor vena” es el intestino, a veces de más contenido en tampón lactato. Tanto la so-
se requiere la vía parenteral. El alto flujo de la fís- lución de aminoácidos, como las de alto contenido
tula para la diálisis permite considerarla como una en lactato, tiene una concentración de calcio más
vía central, lo que facilita una nutrición parenteral baja, por lo que hay que suplementar calcio oral pa-
con osmolaridad elevada, aprovechando el tiempo ra evitar el hiperparatiroidismo y controlar los ni-
de diálisis para administrarla. Los no diabéticos re- veles de PTH.
ciben en cada NPID 50 g de proteínas y 950 kcal • Soluciones con poliglucosa. Estas bol-
no proteicas, mientras que en los diabéticos se re- sas permiten disminuir la absorción de glucosa (un
duce el aporte máximo de 670 kcal no proteicas y 50% menos de kcal absorbidas en un intercambio
50 g de proteínas, además de añadir insulina rápi- respecto a un intercambio de glucosa hipertónica
da en cada bolsa. Los problemas de este tratamien- de 8 horas), así como aumentar la ultrafiltración en
to son el coste económico, ya que las diferencias intercambios prolongados.
se empiezan a notar sólo a partir de los 6 meses.
Además, parte de los aminoácidos administrados 2.4.4.6. Evidencia científica y grado de recomendación
se dializan y se pierden.
Zarazaga A et al. (2001) llevaron a cabo una re-
2.4.4.5. Nutrientes mediante diálisis visión sistemática del soporte nutricional en la in-
suficiencia renal crónica. Tras revisar 593 artículos
La hemodiálisis con las soluciones habituales publicados desde 1989 hasta 1999, seleccionaron
que contienen 200 mg/dl de glucosa, puede aportar 45 estudios con un nivel de evidencia suficiente pa-
hasta 400 kcal en una sesión. La diálisis perito- ra poder obtener conclusiones. Los principales re-
neal, por la absorción de componentes del dializa- sultados de esta revisión fueron:
do, contribuye aún más al estado nutricional de los • Las dietas bajas en proteínas y muy bajas en
pacientes: se absorben entre 500 y 800 kcal/día en proteínas complementadas con suplementos es-
forma de glucosa, dependiendo de la pauta de diá- pecíficos están indicadas en la mayoría de los pa-
lisis y de la permeabilidad peritoneal, lo que puede cientes con insuficiencia renal crónica y en pacien-
suponer entre un 12 y un 34% del total diario. tes con diabetes tipo I con neuropatía incipiente,
Existen varias soluciones de diálisis peritoneal con el fin de enlentecer la evolución de la enferme-
según el agente osmótico y contenido de calcio, dad renal, mejorar el estado nutricional y reducir la
que van a tener repercusiones nutricionales. Cam- mortalidad (grado de recomendación A).
biando su composición se puede obtener un efec- • Las dietas muy bajas en proteínas suplementa-
to nutricional positivo. das en cetoanálogos no producen mayores benefi-
• Soluciones con glucosa. La cantidad cios que las dietas bajas en proteínas.
de glucosa absorbida varía con la concentración de • En pacientes con insuficiencia renal terminal,
glucosa (desde 1,5% a 4,25%) La utilización de las en situación de prediálisis, las dietas de restricción
bolsas hipertónicas (3,86% glucosa) debe limitarse proteica muestran escasos efectos beneficiosos.
a 1 vez al día, pues pueden producir fibrosis perito- Aunque se consigue demorar el inicio de las he-
neal sólo para aumentar la ultrafiltración y no para modiálisis periódicas, en ocasiones esto se logra a
incrementar el aporte nutricional. La glucosa peri- expensas de deteriorar el estado nutricional (gra-
toneal puede favorecer la obesidad y obligar a utili- do de recomendación C).
zar soluciones de aminoácidos o de poliglucosa, un • En niños la restricción proteica no puede lle-
agente osmótico de pobre absorción. varse a cabo, y el efecto de las dietas de 0,8-1,1 gra-
• Soluciones con aminoácidos. La única mos de proteínas sobre la evolución de la enferme-
disponible tiene 1,1% de aminoácidos y produce dad renal es poco relevante.
acúmulo de residuos nitrogenados y tendencia a • En pacientes en diálisis, las dietas bajas en pro-
la acidosis, lo que limita su uso a un intercambio al teínas carecen de beneficios nutricionales. Existen
día, coincidiendo con una comida, para aprovechar pocos trabajos que analicen la posibilidad de redu-
los aminoácidos que se van a absorber (como me- cir la frecuencia de las sesiones de hemodiálisis a

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Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

una a la semana utilizando este tipo de dietas, y sus normales, es igual a la ingesta de proteínas. No sir-
resultados no son concluyentes. ve para calcular la ingesta proteica si hay enferme-
dad intercurrente. En hemodiálisis se calcula por
el aumento interdialítico del SUN. En diálisis pe-
2.4.5. Diálisis adecuada ritoneal no se puede aplicar este criterio ya que
el SUN es constante, por lo que se estima por las
Ante una desnutrición, el primer paso es el de pérdidas de SUN en dializado y orina. La nPCR es
saber si la diálisis es adecuada, es decir, si la do- la PCR normalizada para el peso corporal referido
sis de diálisis es suficiente. Para ello, se cuenta con a 1,73 m2 de superficie corporal.
datos deducidos del modelo cinético de la urea y
del aclaramiento de creatinina, así como de la for- PCR = {2,03 x [(SUN 1- SUN 0)/100]}
ma inicial de la diálisis más apropiada a cada enfer- + 0,16 = 0,8 a 1,4 g/kg/día
mo, bien hemodiálisis bien diálisis peritoneal, técni-
cas que no son excluyentes entre sí a lo largo del donde SUN 1 es prediálisis a mitad de semana; SUN
tiempo. 0, posdiálisis a principio de semana; superior, exceso
de ingesta proteica; inferior, ingesta insuficiente.
2.4.5.1. Cinética de la urea Se considera que es necesaria una nPCR míni-
ma de 1,0 g/kg/día.
El modelo cinético de la urea sirve para calcu- Si es > 1,4 se trata de dieta hiperproteica e hi-
lar la cantidad de diálisis necesaria para aclarar la perfosforémica, y si es < 0,8 hipoproteica.
urea generada por un paciente determinado. Per- Un PCR normal es primordial para la calidad de
mite además calcular la ingesta proteica, si se cum- vida.
plen los supuestos básicos de equilibrio metabóli- Puede existir relación matemática entre nPCR
co. Los parámetros que se miden son: y KtV.
Kt/V es el aclaramiento de urea (conseguido TAC: es la concentración media de SUN a lo
mediante diálisis más la función renal residual) nor- largo de la semana, y resulta igual a SUN 1 + SUN
malizado por el volumen de agua corporal (o sea, 2/2. Las cifras normales de SUN 1 son de 50 mg/dl
por el volumen de distribución de la urea). De la o 1,7 g/l de urea. El SUN 2 posdiálisis es de 20 mg/
cantidad de diálisis, de la dosis de hemodiálisis, da dl o 0,45 g/l de urea.
idea el logaritmo neperiano de SUN 1/SUN 2: SUN Cifras de PCR 0,80-1,4, Kt/V 0,7-1,5 y TAC 50-
1 es el nitrógeno ureico prediálisis de mitad de se- 90 están correlacionadas entre sí e indican la rela-
mana (alrededor de 80 mg/dl), y SUN 2 es el pos- ción entre nutrición y diálisis, y su influencia mutua
diálisis también de mitad de semana (20 mg/dl). para lograr que una y otra sean adecuadas en in-
Kt/V: K, una constante, es la aclaración del fil- gesta proteica y en tiempo y flujo de diálisis (Fi-
tro en ml/min (depende del tipo de membrana, flu- gura 1). Para algunos, es el indicador más fiel.
jo sanguíneo y hematocrito), se multiplica por t DPI: es la ingesta adecuada de proteínas en diá-
(duración de la sesión en minutos) y se divide por lisis; su valor normal es 1,1 g/kg/día.
V (volumen hídrico en litros, 58-60% del peso). Se
calcula por procedimientos informáticos. 2.4.5.2. Criterios y dosis de diálisis
La cifra normal oscila entre 0,8 y 1,2: una canti-
dad inferior representará diálisis insuficiente, y su- La NKF-DOQI ha recomendado comenzar la
perior diálisis exagerada o desnutrición proteica. diálisis más precozmente de lo que viene sien-
Para ajustar la dosis de Kt/V, se actúa sobre el do habitual. Para ello utiliza la valoración del esta-
tiempo o el flujo de diálisis. do nutricional del paciente, considerado como una
PCR es la tasa de catabolismo proteico, tam- consecuencia de la insuficiencia renal con reper-
bién denominado equivalente proteico de la apa- cusión en el pronóstico vital. El principal criterio
rición de nitrógeno total (PNA). Refleja el estado es la disminución del KtV semanal por debajo de
nutricional y la calidad de la diálisis, y mide el cata- 2,0 (equivalente a un aclaramiento de creatinina de
bolismo proteico en g/día a partir de las pérdidas 10-14 ml/min). Éste es el KtV mínimo para la única
de nitrógeno urinario y dializado; en condiciones técnica de depuración extrarrenal continua, la diáli-

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

neal también cuando el aclaramiento de


creatinina es > 60 l/semana en continua,
y > 66 l/semana en intermitente.
Como alternativa al cálculo del KtV,
se ha difundido la medida de la tasa de
reducción de urea (URR) durante una
sesión de hemodiálisis: se considera
adecuada cuando el URR es > 62%.
Se corregirá la anemia con rhuEPO y
suplementos de hierro y ácido fólico.

2.4.5.3. Tratamiento sustitutivo

Los métodos son la depuración ex-


trarrenal o diálisis y el trasplante renal
La hemodiálisis es una depuración
extracorpórea, 3 veces por semana du-
rante 3 o 4 horas. Al ser intermitente
es necesario seguir más estrictamente la
dieta hiposódica y pobre en potasio, es-
pecialmente en los fines de semana. Exis-
ten varios tipos de membranas con dis-
tintas propiedades: las de cuprofano son
bioincompatibles y favorecen el hiperca-
tabolismo, mientras que las nuevas mem-
branas son más biocompatibles y más
Figura 1. Correlación entre la tasa de catabolismo proteico (PCR) y el permeables, por lo que están aumenta-
aclaramiento de urea normalizado por el volumen de agua corporal (Kt/V). das las pérdidas de algunos nutrientes. La
BUN: nitrógeno ureico en suero. dosis de diálisis, el KtV, se ajusta variando
el tiempo de diálisis, el flujo sanguíneo y
la superficie del dializador.
sis peritoneal. La recomendación asume que la fun- La diálisis peritoneal utiliza al peritoneo co-
ción renal equivale a la función depuradora de la mo membrana, y puede ser continua o intermitente.
membrana peritoneal, aunque no está probado. Un La diálisis continua ambulatoria (DPCA) consiste en
criterio adicional es la presencia de desnutrición 3-5 intercambios intraperitoneales a intervalos re-
o la disminución de la ingesta proteica espontánea gulares a lo largo de 24 horas, de forma que el abdo-
por debajo de 0,8 g/kg/día, como consecuencia de men está continuamente lleno de solución. La diáli-
la anorexia. Son recomendaciones sujetas a cam- sis automática consiste en intercambios nocturnos
bios. El énfasis en el KtV, en vez del aclaramiento de de menor duración, con una máquina cicladora, algu-
creatinina, se debe a que éste sobrestima el filtrado no diurno en día húmedo (no en día seco).
glomerular cuando la función renal es muy baja. La dosis de diálisis se ajusta con el volumen y el
Criterios de comienzo de diálisis: síntomas número de intercambios.
de uremia o desnutrición, KtV semanal < 2,0, y El trasplante renal es el tratamiento sustitu-
nPCR/nPNA espontáneo < 0,8 g/kg/día. Tardía- tivo de elección de la insuficiencia renal terminal.
mente, empeora el estado general y aumenta la Con injerto funcionante no se requieren medidas
morbimortalidad. dietéticas, aunque se debe extremar el cuidado de
La dosis de diálisis se considera adecuada cuan- la población general para limitar el desarrollo de
do el KtV es > 1,2/sesión en hemodiálisis, > 2,0/ arteriosclerosis y de tumores. Si el injerto comien-
semana en diálisis peritoneal continua, y > 2,2 en za a fallar, habitualmente por rechazo crónico, se
diálisis peritoneal intermitente. En diálisis perito- considerará como una insuficiencia renal crónica.

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Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

2.4.6. Frenadores catabólicos co, con diuresis conservada y poliúrico), en fun-


ción del catabolismo proteico (no catabólico o
Son la hormona del crecimiento (GH) o el hipercatabólico), por tipo de patología (médico,
factor de crecimiento análogo a la insuli- quirúrgico, obstétrico, traumatológico, etc.), y en
na (IGF-1) recombinantes. La GH es anabólica, función de la etiología (fracaso prerrenal, fracaso
promueve la síntesis proteica, disminuye su degrada- renal parenquimatoso y fracaso renal obstruc-
ción y aumenta la lipólisis, tanto directamente como tivo). Dentro del fracaso renal parenquimatoso
a través de su mediador el IGF-1. La GH se ha em- se incluye la necrosis tubular aguda, la nefritis
pleado en otras situaciones de hipercatabolismo, co- intersticial, inmunoalérgica o infecciosa, las glo-
mo en los quemados. Los niveles de GH en la uremia merulonefritis y las nefropatías por patología
están aumentados, debido a su aclaramiento dismi- vascular (ateroembolismo múltiple de coleste-
nuido. Pero hay resistencia celular a su acción. En ni- rol y vasculitis).
ños urémicos con retraso del crecimiento, se ha de-
mostrado efecto estimulante del crecimiento a dosis
farmacológicas. Se ha combinado en adultos con la 3.3. Diagnóstico y pronóstico
NPID, lográndose una mejoría de los niveles séricos del fracaso renal agudo
de albúmina, transferrina y IGF-1, lo que sugiere que
la GH potencia los efectos anabólicos de la NPID. 3.3.1. Diagnóstico
Para obtener beneficios con ella se requiere una co-
rrección del déficit nutritivo. Estas hormonas y la leu- La historia clínica suele orientar sobre el ti-
peptina abren un camino nuevo de investigación. po de fracaso renal (isquémico, nefrotóxico, glo-
merular o vascular). Se deben investigar los sínto-
mas de la uremia (astenia, debilidad, inestabilidad,
desorientación, obnubilación), de los desequili-
3. Soporte nutricional en brios hidroelectrolíticos (disnea, ortopnea, ede-
la insuficiencia renal aguda mas palpebrales y maleolares, trastornos del
ritmo cardiaco). Se detectarán las frecuentes
3.1. Introducción complicaciones digestivas (anorexia, náuseas, vó-
mitos y, ocasionalmente, hemorragias digestivas).
El fracaso renal agudo es un síndrome caracte- Los datos exploratorios suelen consistir en pali-
rizado por un rápido deterioro de la función re- dez y en respiración de Kussmaul. Es frecuente la
nal, con acúmulo de las sustancias nitrogenadas presencia de hipertensión y de signos de sobre-
de desecho y pérdida de la capacidad de regular carga de volumen. En fracasos prolongados puede
el metabolismo hidroelectrolítico y el equilibrio aparecer pericarditis urémica.
ácido-base. Alrededor de un 70% de los pacientes presen-
Puede aparecer como fracaso aislado o en el se- ta oliguria (menos de 400 ml/d o de 0,25 ml/kg/h)
no del síndrome de disfunción orgánica múltiple. o anuria. En un 30% no se detecta oliguria, pero a
Su incidencia es baja en la población general (209 pesar de mantener un débito urinario aparente-
casos por millón de habitantes en la Comunidad de mente adecuado, la función renal presenta un cla-
Madrid), siendo considerablemente más alta en los ro deterioro.
pacientes ingresados (0,37%), y apareciendo en el Las pielografías intravenosas, aunque pueden
5-10% de los pacientes críticos. La mortalidad glo- ser de utilidad para el diagnóstico del fracaso
bal del fracaso renal persiste elevada (45%), sobre posrenal, sólo consiguen imágenes subóptimas,
todo en los pacientes críticos (69,6%). y pueden agravar el fracaso renal. Prácticamente
han sido sustituidas por la ecografía y la tomogra-
fía axial computarizada. La pielografía retrógrada
3.2. Tipos de fracaso renal agudo mantiene su indicación en la uropatía obstructiva.
Por sus riesgos, la arteriografía debe quedar res-
El fracaso renal agudo (FRA) puede clasifi- tringida o los casos con sospecha muy fundada de
carse en función de la diuresis (anúrico, oligúri- lesión vascular.

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

Tabla 1. DATOS DE LABORATORIO EN LA INSUFICIENCIA RENAL

Índice Azotemia Fracaso renal


prerrenal

Densidad (g/l) > 1.030 < 1.020


Osmolaridad (orina) Alta: > 400 mOsm Isostenuria: < 350 mOsm
Na en orina < 20 mEq/l > 40 mEq/l
U/P de creatinina > 40:1 < 40:1
Excreción fraccional Na < 1% > 1%
Aclaramiento agua libre Negativo Aumentando a 1
Aclar. creatinina (2 h) Estable Disminuyendo
Sedimento Normal Cilindros

U/P: relación de creatinina en orina y plasma.

La biopsia renal se realizará únicamente en los mente en los últimos años, pasando del 50 al 24% y
casos de difícil diagnóstico, y en aquellos pacien- del 86 al 27% respectivamente. Por el contrario, en la
tes en los que sea imprescindible para indicar algún necrosis tubular aguda se aprecia un aumento del 50
procedimiento terapéutico específico, ya sea médi- al 60-70%, que se ha puesto en relación con una ma-
co o quirúrgico. yor gravedad de la patología subyacente del paciente,
Los datos bioquímicos en sangre y orina son y que no parece depender de la mayor edad de los
fundamentales para el diagnóstico. La urea, el ni- enfermos. El FRA obstructivo y el que aparece tras
trógeno ureico sérico (BUN) y la creatinina mues- la cirugía urológica tienen una mortalidad baja, mien-
tran valores elevados. El aclaramiento de creatini- tras que los fracasos renales que aparecen tras la ci-
na es bajo. Existen diferentes índices para distinguir rugía digestiva o cardiovascular mantienen una ele-
una azotemia prerrenal de un fallo renal estableci- vada tasa de mortalidad. Aunque tradicionalmente
do (Tabla 1). La excreción fraccional de sodio es se considera que los fracasos renales por drogas ne-
el que presenta una mayor fiabilidad. frotóxicas y aquéllos que conservan la diuresis gozan
de un mejor pronóstico, estas diferencias de super-
EFNa (en %) = (UNa / PNa) x (PCr / UCr) x 100 vivencia no han podido ser demostradas, si bien su
manejo terapéutico resulta aparentemente más sen-
siendo UNa: concentración de Na en orina; PNa: cillo. Los factores que más influyen en la mortalidad
concentración de sodio en plasma; PCr: concentra- son el grado de insuficiencia renal, la infección, y la
ción de creatinina en plasma; UCr: concentración hemorragia digestiva, sobre todo la presencia de un
de creatinina en orina. fracaso multiorgánico. Cuando el aumento de crea-
tinina es de 80 mol/l, la mortalidad se estima en un
5%, elevándose al 65% con incrementos de creatini-
3.3.2. Pronóstico na superiores a 400 mol/l. En ausencia de infección la
supervivencia del FRA es del 80%, cayendo a menos
La mortalidad del fracaso renal agudo permanece del 30% en pacientes con cuatro o más episodios in-
alta, oscilando entre el 24 y el 87%, con una media fecciosos. La aparición de hemorragia gastrointesti-
del 47% en la Comunidad de Madrid. Existen nota- nal incrementa la mortalidad del 40 al 85%. Para in-
bles diferencias pronósticas entre los diferentes ti- tentar realizar un pronóstico de forma precoz, se
pos de FRA. La mortalidad de las nefropatías prima- han investigado numerosos índices, siendo el índice
rias y de la insuficiencia renal crónica agudizada por de severidad individual (ISI) de Liaño el que goza de
un proceso intercurrente ha disminuido notable- mayor predicamento en la necrosis tubular:

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Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

ISI = 0,032 (edad en décadas) - 0,09 (si la segunda en optimizar el flujo renal, mejorando la
sexo = varón) - 0,11 (si FRA tóxico) + 0,11 función cardiaca y restableciendo la volemia.
(si oliguria) + 0,12 (si ictericia) + El segundo escalón terapéutico pretende frenar
0,15 (si coma) - 0,15 (si conciencia normal) el proceso fisiopatológico que conduce a la necro-
+ 0,18 (si ventilación mecánica) + 0,21 sis tubular aguda. Pretende mantener el flujo san-
guíneo renal, restaurar e incrementar el flujo uri-
Varios estudios están comparando este índice nario, y evitar y reparar la lesión celular. Aunque
con otras escalas de gravedad (SAPS II, APACHE II) su eficacia está siendo cuestionada en los últimos
para establecer su fiabilidad pronóstica en el FRA años, su indicación sigue vigente en el momento
del paciente crítico. actual.
Para aumentar el flujo renal, además de la repo-
sición hidroelectrolítica, se utiliza la infusión de do-
3.4. Tratamiento pamina a dosis baja (1-2 μg/kg/min). En ocasiones
se consigue con estas medidas restablecer la diu-
El tratamiento del fracaso renal agudo incluye resis en pacientes con necrosis tubular, o al menos
un tratamiento etiológico inmediato y una serie de mantener un adecuado débito urinario en los fra-
medidas urgentes para intentar evitar la necrosis casos renales con diuresis conservada.
tubular aguda. Si ésta aparece, el tratamiento pue- Con el fin de incrementar el flujo tubular se ad-
de ser conservador o apoyado en técnicas de de- ministran diuréticos del asa y diuréticos osmóticos.
puración extrarrenal, en ambos casos acompañado Se recomiendan dosis progresivas de furosemida
de una serie de medidas para evitar la aparición de (2,5-10 mg/kg cada hora) o un bolo de 1 gramo. Si
complicaciones. se restablece la diuresis, se instaura una infusión de
furosemida y se administran 20 ml/h de manitol al
20%. Su utilidad se limita a las primeras 24-48 ho-
3.4.1. Tratamiento etiológico ras del fracaso renal, y suele ser inoperante cuando
la creatinina supera los 5 mg/dl. Esta pauta no está
Los factores prerrenales (shock hemorrágico, exenta de riesgos, pudiendo producir hiperosmo-
shock distributivo, deshidratación, etc.) precisan laridad, lesión auditiva y pancreatitis.
una adecuada reposición hidroelectrolítica, con Se han ensayado, a nivel experimental, otras
control de presión venosa central, y ocasionalmen- medidas terapéuticas que no han dado hasta el
te de presión en capilar pulmonar para evitar la momento los resultados esperados. Entre ellas
sobrecarga de volumen. En la uropatía obstructi- destacan la sobrecarga de arginina, junto con an-
va serán precisas maniobras que restablezcan rá- tioxidantes, para favorecer la síntesis de oxido ní-
pidamente el flujo urinario (sondaje retrógrado o trico a nivel glomerular, y la administración del
nefrostomía). Las nefropatías primarias deben reci- péptido atrial natriurético.
bir el tratamiento adecuado a la patología de base Para evitar y acelerar la reparación de las célu-
(corticoides, citotóxicos, inmunosupresores, anti- las tubulares se están investigando diferentes facto-
coagulantes, antiagregantes, plasmaféresis, etc.). res de crecimiento. La hormona de crecimiento es
poco eficaz en presencia de fracaso renal, pero exis-
ten resultados experimentales esperanzadores con la
3.4.2. Tratamiento de combinación del IGF-1, del factor de crecimiento epi-
la necrosis tubular aguda dérmico y del factor de crecimiento del hepatocito.

La necrosis tubular aguda representa el 45% de


todos los fracasos renales y el 75% de los FRA de 3.4.3. Tratamiento conservador
los pacientes críticos. Su tratamiento puede esque-
matizarse en tres fases sucesivas. Si todas estas medidas fracasan el paciente en-
Dos actuaciones etiológicas deben ser empren- tra en una situación de uremia aguda. Dependiendo
didas inmediatamente. La primera consiste en de- del catabolismo proteico del paciente y de la im-
tectar y suprimir cualquier medicación nefrotóxica; portancia de las alteraciones metabólicas, se man-

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

tendrá un tratamiento conservador o se iniciará un modinámica, y a su alta eficacia a la hora de eliminar


procedimiento de depuración extrarrenal. agua intersticial y de corregir los trastornos electro-
El tratamiento conservador irá encaminado a líticos. En algunos casos están siendo utilizadas para
mantener el equilibrio hidroelectrolítico y ácido- intentar depurar mediadores inflamatorios.
base, y a evitar las complicaciones del fracaso renal.
Las principales complicaciones mortales del fraca-
so renal son la infección, la hemorragia digestiva y 3.5. Soporte nutricional del
la desnutrición. paciente en fracaso renal agudo
Los trastornos hidroelectrolíticos más frecuentes
del enfermo en FRA son la sobrehidratación (que A la hora de plantear la nutrición artificial del
se manifiesta clínicamente con hipertensión arterial paciente con fracaso renal agudo, es necesario co-
y/o con edema agudo de pulmón), la acidosis meta- nocer las características metabólicas de este sín-
bólica, la hiperpotasemia, la hiperfosfatemia, la hiper- drome, el tipo de tratamiento al que va a ser some-
magnesemia, y más raramente la hipocalcemia. La hi- tido (conservador vs. depuración extrarrenal), las
perpotasemia grave (en función de la aparición de características de los sistemas de depuración que
alteraciones electrocardiográficas, y no por los ni- se vayan a utilizar y su repercusión sobre la pérdida
veles séricos detectados) puede requerir tratamien- o ingreso de sustratos por este mecanismo.
to crítico con calcio i.v. (10 ml de gluconato cálcico
en 1-5 min), y/o urgente con infusión de glucosa hi-
pertónica e insulina, bicarbonato para la corrección 3.5.1. Características metabólicas
de la acidosis, e infusión o inhalación de agonistas del fallo renal agudo
β-adrenérgicos. Este tratamiento se complementa
con medidas menos urgentes, como la administra- El riñón juega un papel fundamental en la ho-
ción oral o rectal de resinas de intercambio iónico meostasis y el deterioro de su función se traduce
(30 g de kayexalate oral en 100 ml de sorbitol, o 60 g en numerosas alteraciones metabólicas. Se produ-
en enema en 500 ml de sorbitol al 10%). La presen- ce retención de la urea y de las sustancias nitro-
cia de trastornos hidroelectrolíticos graves obliga a genadas de desecho, se altera el balance hídrico, y
plantear la indicación de depuración extrarrenal. aparecen trastornos en la regulación del sodio, po-
Los signos clínicos de sepsis y la leucocitosis sue- tasio, fósforo, calcio, magnesio e hidrogeniones.
len estar mitigados. Es necesario instaurar una pro- Con frecuencia, los pacientes con fracaso re-
filaxis antiinfecciosa, que incluye la retirada de toda nal agudo desarrollan un cuadro de desnutrición,
instrumentación invasiva innecesaria, así como una al que contribuye en gran medida la enfermedad de
profilaxis sistemática de la hemorragia digestiva. base. Los fracasos renales que aparecen en el seno
de la disfunción multisistémica cursan con aumento
del catabolismo proteico y del gasto energético, pe-
3.4.4. Depuración extrarrenal ro la presencia del fallo renal no parece per se incre-
mentar el hipermetabolismo. Incluso se refieren re-
La depuración extrarrenal debe iniciarse lo antes ducciones de las necesidades metabólicas entre un
posible en la necrosis tubular aguda, sobre todo en 8 y un 10% al aparecer el fallo renal, que se atribu-
los fracasos renales agudos “hipermetabólicos” que yen a la reducción del consumo de oxígeno por al-
se acompañan de otras disfunciones orgánicas y que teración de la fosforilación oxidativa (hipometabolis-
aparecen en la evolución del síndrome de respues- mo urémico), aunque otros autores las consideran
ta inflamatoria sistémica (sepsis, politraumatizados, secundarias a la ligera hipotermia que se produce
pancreatitis, etc.). Aunque la hemodiálisis es más efi- en la depuración extrarrenal. Aun considerando es-
caz para corregir la uremia y la hiperpotasemia, en te hipocatabolismo, los pacientes en fallo multiorgá-
los últimos tiempos se recomiendan cada vez más nico con fracaso renal presentan un incremento de
las técnicas continuas de depuración extrarrenal, he- las necesidades energéticas del 28% respecto de los
mofiltración y hemodialfiltración, ya sean arteriove- individuos sanos. En más del 50% de los pacientes
nosas o veno-venosas, utilizando membranas de alta con fracaso renal se aprecian cambios metabólicos
biocompatibilidad, debido a su buena tolerancia he- con acidosis metabólica, hiperglucemia, intolerancia

1111
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

a la glucosa, incremento de la gluconeogé-


nesis hepática y resistencia a la insulina
con hiperinsulinemia, hiperglucagonemia
y niveles elevados de hormona del creci-
miento. El metabolismo lipídico está per-
turbado, con hipertrigliceridemia, descen-
so de la actividad de la lipoproteína lipasa,
incremento de la síntesis de lipoproteínas,
reducción del aclaramiento de las lipopro-
teínas de baja densidad y aumento de li-
poproteínas de muy baja densidad, dismi-
nución de apolipoproteínas A I y A II, y
descenso de la lipólisis. Los ácidos grasos Figura 2. Factores determinantes en el aporte de sustratos en el
libres están elevados por depleción de car- fracaso renal.
nitina. Aparece disminución del colesterol
total y del HDL-colesterol.
La patología de base determina el catabolismo El grado de catabolismo y la presencia o ausencia
proteico en los pacientes con fallo renal. El fraca- de un adecuado débito urinario determinan el ti-
so renal que aparece en el síndrome de respues- po de tratamiento. A su vez, el tipo de tratamiento
ta inflamatoria sistémica y que se integra en el fallo (conservador o depuración extrarrenal) y el grado
multiorgánico cursa con hipercatabolismo protei- de catabolismo determinan la cuantía y naturaleza
co, con aumento de la proteólisis esquelética y dé- de los aportes de sustratos (Figura 2).
ficit de la síntesis proteica visceral. Es frecuente la Teóricamente, un adecuado aporte nutricio-
aparición de hipoalbuminemia y de alteraciones de nal debiera mejorar la evolución del fracaso re-
los patrones plasmáticos y tisulares de aminoáci- nal. En individuos sanos, el aporte de proteínas y
dos, con descenso de los aminoácidos esenciales y de aminoácidos incrementa la tasa de filtración
aumento de los no esenciales. glomerular y el flujo renal, con mayores diuresis y
Los niveles de histidina, triptófano, tirosina, glu- natriuresis, estando involucrados el IGF-1, el gluca-
tamina, arginina y de los aminoácidos de cadena gón, las prostaglandinas y el óxido nítrico. No obs-
ramificada (sobre todo valina), están disminuidos, tante, en el fracaso renal agudo, la sobrecarga de
mientras que los de cistina, citrulina e hidroxiproli- nitrógeno induce acúmulo de restos nitrogenados,
na están altos, con relaciones tirosina/fenilalanina y lo que puede deteriorar la función renal. Aumen-
serina/glicina bajas. ta el flujo a las nefronas no lesionadas, con aumen-
Existe pérdida de la regulación adecuada del vo- to de las presiones transcapilares y mayor grado
lumen, de los electrólitos y del equilibrio ácido-ba- de esclerosis.
se, junto con alteraciones del metabolismo de las
vitaminas.
3.5.3. Soporte nutricional en el fracaso
renal agudo no hipermetabólico
3.5.2. Objetivos del soporte
nutricional en el fracaso renal agudo El catabolismo proteico es determinante a la ho-
ra de establecer el soporte nutricional. La degra-
El soporte nutricional debe ser precoz para limi- dación proteica debe calcularse por el balance de
tar el catabolismo proteico, evitar la aparición de nitrógeno, o por la aparición de nitrógeno ureico
desnutrición, disminuir el número de complicacio- (ANU) si el paciente está sometido a alguna técni-
nes y mejorar el estado nutricional con vistas a po- ca de depuración, o por el grado de estrés metabó-
sibles acciones futuras (depuración extrarrenal o lico. La aparición de nitrógeno ureico corresponde
trasplante renal). al nitrógeno ureico que se elimina (orina, dializado,
Su formulación debe tener en cuenta las limita- drenajes, etc.) más el cambio que se produce en el
ciones de volumen para evitar la sobrehidratación. nitrógeno ureico corporal.

1112
J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

En el fracaso renal agudo del paciente


no catabólico, si conserva la diuresis, se
puede intentar no dializar. La nutrición se
efectúa por medio de un sistema de alta
densidad energética y de restricción pro-
teica. Basándose en la clasificación de Ro-
se, que distingue entre aminoácidos esen-
ciales (AAE) y no esenciales, y en los
trabajos sobre el reciclaje de la urea en-
dógena de Giordano (Figura 3), Wilmo-
re y Abel indicaron una nutrición parente-
ral con aminoácidos esenciales y glucosa
al 70% como tratamiento del fracaso re-
Figura 3. Aporte de aminoácidos en el fracaso renal. nal agudo posquirúrgico. Giordano reco-
mendó añadir histidina a los AAE.
La sobrecarga de glucosa y la hiperinsu-
Gasto total de nitrógeno (g/d) = linemia secundaria permiten corregir la hiperpo-
[0,97 x ANU (g/d)] + 1,93 tasemia, la hipermagnesemia y la hiperfosfatemia.
La urea plasmática baja por menor catabolismo
ANU (g/d) = NUU (g/d) + NUD (g/d) proteico y por reciclaje. La mejoría bioquímica
+ CU (g/d) no se traduce, en la mayoría de las series, en re-
ducciones de la mortalidad ni en mejoría del es-
CU (g/d) = {[NUSa - NUSi (g/d)] x 0,6 tado nutricional. Posteriores estudios demostra-
Pi (kg)} + {[Pa - Pi (kg)] x NUSa (g/l)} ron que las mezclas de aminoácidos esenciales
y no esenciales son más eficaces (mayor sínte-
donde ANU: aparición de nitrógeno ureico; NUU: sis proteica, normalización del aminograma plas-
nitrógeno ureico urinario; NUD: nitrógeno urei- mático, fuente inespecífica de nitrógeno) que las
co en líquido de diálisis; CU: cambios en el pool de mezclas que sólo contienen aminoácidos esencia-
urea orgánica; NUSa: nitrógeno ureico en sangre les e histidina.
actual; NUSi: nitrógeno ureico en sangre inicial; Pa: En los casos indicados (pacientes con bajo ca-
peso actual en kg; Pi: peso inicial en kg; 1,93: pérdi- tabolismo proteico y diuresis conservada) pueden
das de nitrógeno no ureico. utilizarse dietas bajas en proteínas o muy bajas en
Los valores inferiores a 5 gramos diarios corres- proteínas suplementadas con aminoácidos esencia-
ponden a un catabolismo bajo o normal, entre 5 y les y/o cetoácidos esenciales, o sistemas de NPT
10 gramos diarios confirman un aumento modera- que aporten hasta 0,6 gramos de aminoácidos/kg/
do del catabolismo proteico, y los valores superiores día y 35-40 kcal/kg. Este tipo de soporte nutricio-
a 10 gramos diarios permiten diagnosticar una situa- nal no debe mantenerse más de dos semanas y ha
ción de hipercatabolismo proteico. Por medio de es- de ser modificado si aparece sobrehidratación o
ta medición se pueden estimar las necesidades diarias acidosis metabólica.
de proteínas, así como el gasto energético. A los pa- Los fracasos renales con catabolismo protei-
cientes con un ANU < de 5 g/d, se les debe aportar co normal o ligeramente hipercatabólicos, pe-
entre 0,6 y 0,8 g proteínas/kg/d, mientras que cuando ro que presentan oliguria, deben ser sometidos a
el ANU sea de 5 a 10 g/d, la ingesta de proteínas se técnicas de depuración extrarrenal. Con estas téc-
aumenta a valores de 0,8 a 1,2 g/kg/d. El gasto ener- nicas desaparecen las limitaciones de los aportes
gético en estos casos suele corresponder al gasto de volumen y del aporte nitrogenado, debiendo re-
energético basal (estimado por la fórmula de Harris- cibir la cantidad de sustratos proteicos y energé-
Benedict más un 30%). Cuando el ANU es superior a ticos que correspondan a su nivel de estrés. De-
10 g/d se deben aportar entre 1,2 y 1,5 g/kg/d de pro- berá, no obstante, tenerse en cuenta la ganancia o
teínas, con un gasto energético que también suele co- pérdida de sustratos ligada a la técnica de depura-
rresponder al Harris-Benedict más un 30%. ción aplicada.

1113
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

3.5.4. Soporte nutricional en el se descrito cuadros de hiperamoniemia y encefalo-


fracaso renal agudo hipermetabólico patía metabólica secundaria cuando se administran
AAE de forma exclusiva. Algunos estudios apuntan
El término de “fracaso renal hipermetabólico” fue que el suplemento de 0,5-0,6 g/kg/d de aminoáci-
acuñado por Parsons FM y colaboradores (Lancet, dos de cadena ramificada parece mejorar el balan-
1961) para describir un tipo de fracaso renal agudo, ce nitrogenado, y que algunos aminoácidos como
caracterizado por elevaciones diarias de urea séri- la tirosina, la histidina y la taurina deben ser apor-
ca superiores a 60 mg/dl, que se acompañaba de una tados al existir un importante déficit de estos sus-
alta mortalidad, precisando sesiones diarias de he- tratos en pacientes con fracaso renal agudo. Se han
modiálisis. Es el más frecuente en el paciente críti- descrito disminuciones de la mortalidad en pacien-
co con síndrome inflamatorio o con disfunción mul- tes con fracaso renal en el seno de una disfunción
tiorgánica. A pesar del “hipocatabolismo urémico”, multiorgánica con aportes adicionales de glutami-
estos pacientes presentan una importante degrada- na de 0,3 g/kg/día.
ción proteica. Aunque algunos pacientes conserven En cuanto al aporte energético, Mault demostró
la diuresis, el débito urinario no es suficiente para que un balance calórico positivo reducía la morta-
compensar los grandes aportes que estos pacientes lidad y aceleraba la recuperación del fracaso renal
precisan. La rápida elevación de los productos nitro- no catabólico, aconsejando una importante sobre-
genados, la gravedad de los trastornos electrolíticos, carga energética. Esta teoría es discutible, y se re-
la aparición de acidosis, y la imposibilidad de llevar a comienda aportar 35 kcal/kg o ajustar la relación
cabo un soporte nutricional adecuado, hacen nece- calorías:nitrógeno al grado de estrés metabólico.
saria la depuración extrarrenal. La posibilidad de de- La glucosa es el sustrato de elección, pero otros
purar mediadores inflamatorios hace recomendable sustratos (fructosa, sorbitol, xilitol) pueden utili-
iniciar precozmente la hemodiálisis o la hemofiltra- zarse si existe hiperglucemia con resistencia insu-
ción en este tipo de fallo renal agudo. El soporte nu- línica. El aporte de lípidos no debe superar 1 g/kg/
tricional debe ajustarse a los requerimientos del pa- día, para no agravar la frecuente hipertrigliceride-
ciente y a los cambios por la depuración artificial. mia que estos pacientes suelen presentar.
En el fracaso renal “hipermetabólico”, el apor- Deben monitorizarse los niveles de potasio, fós-
te exclusivo de aminoácidos esenciales e histidina foro y magnesio, efectuando las restricciones y
resulta inadecuado. Las necesidades de aminoáci- aportes oportunos. Tanto con tratamiento con-
dos no esenciales están aumentadas, lo que obli- servador como con diálisis, pueden aparecer al-
ga a clasificar a los aminoácidos en “aminoácidos teraciones graves en los niveles de fosfatos y de
indispensables y no indispensables” en función de magnesio durante la nutrición artificial de estos pa-
la edad y de la patología, abandonando el concep- cientes. En lo referente al fósforo plasmático es de
to de esencialidad establecido por Rose (ver Capí- señalar que la hemodiálisis suele favorecer la pre-
tulo 1.6). Los aportes de nitrógeno de los pacientes sencia de hiperfosfatemia, mientras que las técni-
críticos, ajustados a su nivel de estrés y a las pérdi- cas continuas de depuración extrarrenal inducen
das por depuración extrarrenal, se estiman en 1,5- caídas muy importantes de los niveles de fosfato.
1,8 g de proteínas/kg de peso y día, y alcanzan en Deben aportarse las vitaminas hidrosolubles, sobre
algún caso hasta 2,5 gramos de proteínas/kg de pe- todo piridoxina y ácido fólico y de antioxidantes
so y día, en pacientes sometidos a hemofiltración (selenio, vitamina E), y restringirse los aportes de
continua de muy alto flujo. Druml en 1983 com- vitamina A y, en menor medida, de vitamina D. Un
probó que si estos aportes se realizaban exclu- exceso de vitamina C puede inducir oxalosis.
sivamente con aminoácidos esenciales, aparecían
alteraciones del aminograma plasmático, acidosis
metabólica e incremento del catabolismo proteico. 3.5.5. Cambios de los
La formulación del aporte nitrogenado viene deter- requerimientos nitrogenados
minada por la patología fundamental y no por el fallo en la depuración extrarrenal
renal. El consenso actual es el de emplear soluciones
de mezclas de AAE y AA no esenciales (AANE) con El sistema de depuración puede modificar las
una proporción que oscila entre 2:1 y 4:1, habiéndo- necesidades de sustratos. Algunos sistemas indu-

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J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

cen grandes aportes de sustratos, sobre todo de aportes de 2 g de AA/kg de peso/día, salvo en el caso
glucosa, mientras que otros provocan un impor- de los aminoácidos de cadena ramificada, en los que
tante expolio de nutrientes (aminoácidos, proteí- confirma una correlación entre aportes y pérdidas.
nas, elementos traza y vitaminas hidrosolubles). Las pérdidas totales de aminoácidos fueron de 15,8 g
La hemodiálisis provoca una pérdida de unos 6 g diarios de aminoácidos, con variaciones dependientes
de aminoácidos y de 28 g de glucosa por sesión. La del flujo de la solución de diálisis (11 g diarios con un
diálisis peritoneal produce una pérdida diaria de 9 flujo de 15 ml/min, y hasta 16 g con un flujo de 30 ml/
gramos de proteínas y 4 gramos de aminoácidos, min). Se producen balances negativos de tirosina y de
que se incrementan notablemente en caso de pe- glutamina. Todos estos estudios confirman la conse-
ritonitis o irritación peritoneal. Puede existir un in- cución de balances nitrogenados equilibrados o posi-
greso diario de 150 a 230 g de glucosa, dependiendo tivos, salvo para la tirosina y la glutamina, cuando se
del tipo de solución de diálisis utilizado. Ya han sido asocian a un soporte nutricional adecuado.
descritos los sistemas de nutrición parenteral intra- En cuanto a la glutamina, debido a su importante
peritoneal que se utilizan en pacientes con insufi- tasa plasmática, pueden producirse balances negativos
ciencia renal crónica. diarios de este aminoácido de hasta 4 g/día, que pue-
El empleo cada vez más frecuente de técnicas den llegar a plantear problemas clínicos, al reducir-
continuas de depuración extrarrenal en pacientes se los niveles de este aminoácido “condicionalmen-
con disfunción multiorgánica, incluso sin insuficien- te indispensable” en los pacientes críticos. Por ello
cia renal, favorecido por su buena tolerancia hemo- muchos autores aconsejan su suplementación. Cabe
dinámica y su eficacia para eliminar agua del com- recordar que numerosas fórmulas nutriciones, tanto
partimiento intersticial, obliga a repasar los escasos parenterales como enterales, no incluyen suplemen-
estudios realizados sobre el soporte nutricional en tos de glutamina, debido a su inestabilidad, y también
estas técnicas. En lo referente a las pérdidas nitro- que una pérdida de 4 gramos de glutamina suponen
genadas a través del hemofiltrado, tanto los estu- el 50% de la producción muscular de este aminoáci-
dios en pacientes críticos con hemofiltración arte- do, y el 25% de las necesidades diarias del intestino.
riovenosa continua (Davies SP et al., 1991), como Si reciben nutrición enteral, deberían indicarse dietas
en hemofiltración veno-venosa continua (Franken- con glutamina o efectuar suplementos de este ami-
field DC, 1993) y en hemodiafiltración veno-veno- noácido. Si precisan nutrición parenteral, se pueden
sa continua (Maxwold NJ, 2000), confirman pérdi- administrar mezclas de aminoácidos con dipéptidos
das similares de aminoácidos, entre 10 y 13 gramos de glutamina, efectuar suplementos enterales de es-
de AA/día, que pueden ser fácilmente enjugadas por te aminoácido o aportar, en su defecto, mezclas ricas
los altos aportes nitrogenados recomendados para en aminoácidos de cadena ramificada (precursores
los pacientes con alto grado de estrés. La pérdida de de glutamina). No están indicadas, en pacientes en he-
aminoácidos es proporcional a sus tasas plasmáticas mofiltración, las mezclas de AA esenciales e histidina.
siendo relativamente independiente de los aportes En un estudio encaminado a determinar cuáles
exógenos, salvo en el caso de los aminoácidos de ca- son los aportes de nitrógeno y calorías más efica-
dena ramificada, en los cuales se comprobó una dé- ces para conseguir mejores balances nitrogenados
bil correlación positiva entre pérdidas y aportes. en el fracaso renal agudo en hemofiltración veno-
Estos estudios invalidaron la hipótesis de Sigler, se- venosa continua, se recomiendan aportes de 1,5-
gún la cual un aporte superior a 125 g diarios de AA 2,0 g de AA/kg/día, con relación calorías/nitrógeno
incrementaba la pérdida de aminoácidos. Aunque la bajas (Macías WL, 1996).
pérdida de aminoácidos, en valores absolutos, sólo
fue de 12,1 ± 2,2 g/día, aparecieron importantes cam-
bios en el aminograma, con incrementos significativos 3.5.6. Cambios de los requerimientos
de glutamato, fenilalanina y metionina, y descensos de energéticos en la depuración
los niveles de glutamina, isoleucina, serina, tirosina y extrarrenal
taurina. El estudio de Frankenfield, en politraumati-
zados con fracaso renal agudo sometidos a hemo- Las técnicas de depuración continua inducen
diafiltración, confirma que las pérdidas de aminoáci- pérdidas de glucosa, al pasar ésta al ultrafiltrado.
dos son independientes de los aportes, incluso con Es una cantidad pequeña que puede ser fácilmente

1115
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

enjugada por los aportes


energéticos del soporte
nutricional. Más impor-
tantes, por lo cuantiosos
y variables, son los ingre-
sos de hidratos de car-
bono, casi siempre glu-
cosa, que se producen
a lo largo de estos pro-
cedimientos. Deben ser
cuantificados para evitar
una sobrecarga metabó-
lica excesiva (disfunción
hepática, insuficiencia res-
piratoria aguda por au-
mento del cociente res-
piratorio, síndrome de
realimentación, etc.). Figura 4. Esquema de un sistema de hemofiltración continua.
La hemofiltración con-
tinua (arteriovenosa o
veno-venosa) utiliza un sistema de ultrafiltración glucosa al 1,5 o al 4,25%. Al utilizar un dializador
por gradiente de presión a través de una membra- con glucosa, el 35-45% de la glucosa del baño pasa
na semipermeable, con pérdida de sustratos energé- a través del hemofiltro, lo que supone un ingreso
ticos, fundamentalmente glucosa. Parte del volumen diario de 140-355 gramos. Se pueden añadir ami-
perdido debe ser repuesto, utilizándose soluciones noácidos al baño de diálisis, realizando nutrición
electrolíticas de reposición con o sin glucosa. En la parenteral intradiálisis, aprovechando la ganancia
hemodialfiltración continua, se acopla, en contraco- de sustratos, pero este soporte nutricional puede
rriente, un segundo mecanismo de depuración que presentar imprevisibles variaciones a lo largo de
utiliza la difusión de solutos a través de la membra- la diálisis continua. Cuando el paciente recibe una
na semipermeable por diferencia de concentración. nutrición parenteral intravenosa estándar, estos in-
Para ello se utiliza una solución de diálisis con un gresos resultan excesivos. Para equilibrar pérdidas
contenido variable de glucosa (0-5%). En este siste- e ingresos, se recomienda utilizar soluciones de
ma, las pérdidas o ganancias de sustratos energéti- diálisis con glucosa al 0,1%, o bien soluciones sa-
cos dependen de la composición de las dos solucio- linas, añadiendo 25 mEq de bicarbonato/litro y su-
nes (reposición y diálisis) (Figura 4). plementando las pérdidas de glucosa mediante el
La dinámica de la glucosa en la hemodiafiltración aumento del aporte energético de la NPT. Aunque
de los pacientes críticos con nutrición parenteral ha teóricamente ideal, este sistema puede inducir hi-
sido estudiada por el grupo de Frankenfield. Las pér- pernatremias, lo que obliga a modificar las concen-
didas de glucosa por paso al ultrafiltrado oscilan en- traciones de las soluciones salinas empleadas co-
tre el 3 y el 10% del aporte, dependiendo de los ni- mo soluciones de diálisis.
veles de glucemia, elevados en estos pacientes. En la El líquido de reposición puede producir un im-
hemofiltración continua las pérdidas de glucosa al- portante ingreso de sustratos. En la hemofiltración
canzan los 84 gramos diarios, siendo menores en la continua, éste es el único factor. Si la reposición se
hemodiafiltración (25 g diarios si la solución de diá- realiza con una solución con dextrosa al 5%, se pro-
lisis no contiene glucosa, y nulas cuando el líquido de duce un ingreso de unos 316 gramos diarios de glu-
diálisis contiene glucosa). Estas pérdidas pueden ser cosa, con variaciones a lo largo del día, dependientes
ampliamente compensadas por los ingresos. del volumen del ultrafiltrado y de las cifras de glu-
Los ingresos de glucosa dependen en primer lu- cemia, lo que imposibilita el control metabólico del
gar de la composición del líquido de diálisis. Pue- soporte nutricional. Si se efectúa con soluciones sa-
de no contener glucosa, pero habitualmente llevan linas sin glucosa, sólo es necesario atender a las pér-

1116
J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

didas de glucosa por el ultrafiltrado, y efectuar los (Crit Care Med 2002; 300: 2051-2058) demuestran
correspondientes suplementos. Estas pérdidas son que la nutrición enteral es un factor independiente
escasas y fácilmente predecibles en función de la de buen pronóstico en este grupo de pacientes.
glucemia y del volumen del filtrado. Cuando sólo se
utilizan soluciones salinas, las pérdidas de glucosa se
sitúan entre 25 y 84 gramos diarios, cantidades que 3.5.9. Niveles de recomendación
resultan fáciles de añadir al soporte nutricional.
El grupo de Metabolismo y Nutrición de la Socie-
dad de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coro-
3.5.7. Reposición de electrólitos, narias (SEMICYUC), ha elaborado una guía del so-
elementos traza y vitaminas porte nutricional del paciente crítico, haciendo las
siguientes recomendaciones para el manejo nutri-
Las técnicas continuas de depuración incremen- cional de los paciente con fracaso renal agudo:
tan las pérdidas de estos elementos, ya que el filtra- 1. La nutrición artificial se deberá ajustar al gra-
do contiene una concentración de sustancias hidro- do de catabolismo, al estado nutricional previo y al
solubles no ligadas a proteínas similar a la del suero. tratamiento conservador o dialítico. La máxima du-
Algunos líquidos de reposición muestran una compo- ración del empleo de dietas de restricción protei-
sición similar al suero, a excepción del potasio y el bi- ca bien tolerada es de 7 días (grado de recomen-
carbonato, junto con aportes elevados de lactato o dación B).
acetato. La magnitud del volumen de reposición infun- 2. El aporte nitrogenado en pacientes debe ajus-
dido desaconseja la utilización de estos preparados ya tarse a su nivel de catabolismo proteico, valorado
que pueden inducir acidosis en pacientes con disfun- por la aparición de nitrógeno ureico (ANU), y a las
ción hepática, además de causar un aporte energético pérdidas inducidas por el sistema de depuración
suplementario difícil de cuantificar. En el fracaso renal utilizado (grado de recomendación B).
agudo es preferible utilizar el bicarbonato, lo que obli- 3. La mezcla de aminoácidos debe poseer una
ga a usar soluciones salinas menos específicas y a efec- proporción de AAE/AANE entre 2:1 y 4:1. Ha de
tuar suplementos de potasio, fósforo y magnesio, con contener histidina, taurina y tirosina (grado de re-
monitorización de sus niveles plasmáticos, ya que pue- comendación C). Pueden ser útiles los suplemen-
den aparecer hipofosfatemias e hipomagnesemias gra- tos de glutamina (grado de recomendación C).
ves, con repercusión clínica. Los recientes estudios de 4. Las necesidades energéticas dependen del
Klein CJ y colaboradores (JPEN 2002; 26: 77-93) con- grado de agresión, más que de la insuficiencia re-
firman que las técnicas continuas de reemplazo renal nal aguda propiamente dicha. Pueden suponer has-
provocan pérdidas de magnesio, calcio y fosfatos muy ta 1,3 veces el gasto energético de reposo (GER).
superiores a los aportes estándar que se efectúan en Es aconsejable su monitorización por calorimetría
nutrición artificial, obligando a su suplementación. (grado de recomendación C).
Es necesario atender a las necesidades aumentadas 5. Los requerimientos energéticos deben ajus-
de vitaminas hidrosolubles y de elementos traza, algu- tarse al tipo de tratamiento de depuración utili-
nos de ellos importantes como antioxidantes. Story zado, y a los aportes que puedan realizarse como
DA et al. (Crit Care Med 1999; 27: 220-223) confirman sustrato de medicaciones sedantes o antifúngicas
niveles muy bajos de zinc y de selenio, así como de vi- (nivel de recomendación B). El aporte de lípidos no
taminas del grupo B, vitamina C y vitamina E, en pa- debe superar el 30-35% de las calorías no protei-
cientes críticos sometidos a hemofiltración veno-ve- cas, pudiendo ser útiles las emulsiones enriqueci-
nosa continua. das en ácidos grasos poliinsaturados n-3 (grado de
recomendación C).
6. Debe monitorizarse el balance hídrico (peso),
3.5.8. Vía de administración y los niveles plasmáticos de electrólitos y de bicar-
bonato estándar (nivel de recomendación A).
Siempre que sea posible deberá intentarse efec- 7. Deben aportarse suplementos de vitaminas
tuar la nutrición artificial de estos pacientes por vía E y C, de zinc y de selenio (grado de recomenda-
enteral. En un reciente estudio, Metnitz PGH et al. ción C).

1117
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

4. Resumen
 Frente a las dificultades que plantea la nutrición mo. En los casos que cursan con catabolismo
del paciente con insuficiencia renal, la necesidad normal y en los cuales se ha conseguido mante-
de mantener un adecuado estado nutricional, en ner la diuresis, puede intentarse un tratamiento
ocasiones con vistas al trasplante y en otras con conservador que incluye dietas bajas en proteí-
el fin de mejorar el estado general, ha obligado nas, con limitación severa de los aportes hidro-
a desarrollar diferentes sistemas nutricionales, electrolíticos. La presencia de balances hídricos
adecuándolos al tipo de tratamiento de la positivos, de trastornos electrolíticos graves,
neuropatía. la aparición de acidosis metabólica y, sobre
todo, la existencia de un catabolismo proteico
 En la insuficiencia renal crónica, numerosos fac- aumentado aconsejan iniciar técnicas de depu-
tores contribuyen a la desnutrición, lo que obli- ración extrarrenal. La gravedad general del cua-
ga a realizar una estrecha monitorización del dro de disfunción multiorgánica, con frecuente
estado nutricional y del grado de catabolismo inestabilidad hemodinámica, aconseja recurrir a
proteico. En estadios precoces, las dietas bajas técnicas continuas de depuración o a sesiones
en proteínas y en fosfatos pueden enlentecer diarias de hemodiálisis. Las dietas recomen-
la evolución de la enfermedad, manteniendo un dadas en estos pacientes son generalmente
aceptable estado nutricional. Cuando la enfer- hiperproteicas, para cubrir las necesidades de
medad se encuentra muy evolucionada o cuan- la enfermedad de base así como las pérdidas
do la insuficiencia renal afecta a niños en perio- secundarias al sistema de depuración extrarre-
do de crecimiento, las dietas muy bajas en pro- nal. Deben ser relativamente hipocalóricas, en
teínas no son capaces de aportar una cantidad parte porque los cuadros inflamatorios graves
suficiente de sustratos y el estado nutricional se se benefician de relaciones calorías/nitrógeno
deteriora. La aparición de desnutrición supone bajas, y en parte por el aporte de sustratos
una nueva indicación de diálisis periódica. Los energéticos contenidos en los líquidos de re-
sistemas de depuración extrarrenal actuales, posición y diálisis. Es necesario monitorizar los
gracias a la aparición de membranas de alta niveles de electrólitos, fundamentalmente del
biocompatibilidad, generan pocos fenómenos fósforo, y efectuar aportes de antioxidantes
inflamatorios y han contribuido notablemente a (vitaminas y oligoelementos).
la supervivencia de estos pacientes. Entre otros
factores, permiten unos aportes de sustratos
nutricionales suficientes para evitar o corregir
la desnutrición. Las dietas deben ser preferente-
mente enterales, aunque se han ideado sistemas
de nutrición intradiálisis, ya sea parenteral apro-
vechando las sesiones de hemodiálisis, ya sea
peritoneal aportando nutrientes a los líquidos
de diálisis peritoneal, cuando éste es el sistema
de depuración escogido. Una serie de fármacos
coadyuvantes han permitido reducir las compli-
caciones metabólicas de estos pacientes.

 En el caso del fracaso renal agudo, la necesidad


de nutrientes es aún más acuciante, por la cada
vez mayor incidencia de fallo renal hipermeta-
bólico, muchas veces como integrante de un
síndrome de disfunción multisistémica. Estos
cuadros se acompañan de una alta mortalidad,
siendo la desnutrición uno de los factores que
agravan el pronóstico. Es necesario calcular las
necesidades proteicas en función del catabolis-

1118
J. López Martínez | A. Ortiz González | M. Sánchez Castilla

5. Bibliografía
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magistral. tration during continuous hemodiafiltration. JPEN 1993; 17:
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Ikizler TA, Hakim RM. Nutrition in end-stage renal disease.
Kidney Int 1996; 50: 343-57. Frankenfield DC, Reynolds HN, Badellino MM, Wiles III
Revisión muy completa de los principales aspectos de la nutri- Ch E. Glucose dynamics during continuous hemodiafiltra-
ción en pacientes con insuficiencia renal terminal. tion and total parenteral nutrition. Intensive Care Med
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Ikizler TA, Wingard RL, Hakim RM. Interventions to treat Tres artículos, los dos últimos del mismo grupo, en los cuales
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tratamiento de la desnutrición. Jiménez Jiménez FJ, López Martínez J, Ortiz Leyba C. Sopor-
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Llach F, Valderrábano F (eds.). Insuficiencia renal crónica, corazón y FMO. En: Celaya Pérez S (ed.). Tratado de nutri-
diálisis y trasplante renal, 2ª ed. Norma, 1997. ción artificial. Vol. II, Cap. 33. Grupo Aula Médica. Madrid,
La mejor revisión sobre la insuficiencia renal crónica en es- 1998: 507-27.
pañol; con claridad y rigor se exponen todos sus aspectos, Capítulo de un tratado de nutrición artificial, realizado por au-
incluidos los nutricionales. tores españoles. Se analizan en el mismo las características, los
métodos diagnósticos y el tratamiento, en especial, el soporte
NKF-DOQI clinical practice guidelines for hemodialysis nutricional, del fracaso renal del paciente crítico.
adequacy. Am J Kidney Dis 2000; 30 (Suppl 2): S15-S63.
Liaño F, Grupo de estudio del fracaso renal agudo
NKF-DOQI clinical practice guidelines for nutritional man- (GEFRAM): epidemiología del fracaso renal agudo. Conseje-
agement in dialysis. Am J Kidney Dis 2000. ría de Salud de la Comunidad de Madrid. Madrid, 1995.
Análisis epidemiológico de las características, clasificación,
NKF-DOQI clinical practice guidelines for peritoneal dialy- tipo de tratamiento, factores pronósticos y resultados de
sis adequacy. Am J Kidney Dis 2000; 30 (Suppl 2): S67-S133. los pacientes ingresados en hospitales de la Comunidad de
Serie de recomendaciones para la adecuación de la diálisis y la Madrid en 1994.
prevención y tratamiento de la desnutrición de un comité de
expertos americano con asesoramiento internacional. Las hay López Martínez J, Sánchez Castilla M, García de Lorenzo,
basadas en la evidencia y en la opinión. Mateos A. Nuevas perspectivas en el tratamiento del fracaso
renal agudo. Nutr Hosp 1996; 11: 82-93.
Ortiz A, González Parra E, Rodeles M, Fanlo B (eds.). Nutri- Revisión del tratamiento del fracaso renal agudo, con espe-
ción y riñón. Fresenius, 1995. cial referencia a los estudios experimentales que se estaban
Libro de autores españoles, completo, sencillo y erudito. El llevando a cabo a principio de la década de los 90 del pasado
índice abarca todos los aspectos diagnósticos y terapéuticos siglo.
relacionados con el tema.
Macías WL, Alaka KJ, Murphy MH, Miller ME, Clark WR,
Zarazaga A, García de Lorenzo A, García Luna PP, et al. Nu- Mueller BA. Impact of the nutritional regimen on protein
tritional support in chronic renal failure: a systematic review. catabolism and nitrogen balance in patients with acute renal
Clin Nutr 2001; 20 (4): 291-9. failure. JPEN 1996; 20: 56-62.
Revisión sistemática para analizar las indicaciones de las Los autores analizan el efecto sobre el balance nitrogenado
diferentes dietas bajas en proteínas en pacientes con insufi- de diferentes sistemas nutricionales, concluyendo que, en
ciencia renal crónica. A partir de una revisión de 593 estudios pacientes con fracaso renal agudo sometidos a técnicas con-
publicados entre 1989 y 1999, los expertos establecen las tinuas de depuración extrarrenal, los mejores resultados se
recomendaciones para este tipo de patología. obtienen con altos aportes de nitrógeno y bajas relaciones
calorías/nitrógeno.
• Fracaso renal agudo:
Maynar Moliner J, Sánchez-Izquierdo Riera JA. Medicina crí-
Davies SP, Reaveley DA, Brown EA, Kox WJ. Amino acid tica práctica: fallo renal agudo y técnicas de depuración ex-
clearances and daily losses in patients with acute renal failure tracorpórea. Ed. Edikamed y SEMICYUC. Barcelona, 2001.

1119
Capítulo 4.37. Nutrición en las enfermedades renales

Monografía confeccionada por expertos de la Sociedad de


Nefrología y del grupo de trabajo de Nefrointensivismo de
la Sociedad de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Co-
ronarias, con una puesta al día de los conocimientos sobre el
fracaso renal, destacando las posibilidades terapéuticas de las
diferentes técnicas de depuración.

Thadasi R, Pascual M, Bonventre JV. Acute renal failure. New


Engl J Med 1996; 334: 1448-60.
Magnífica revisión, muy bien ilustrada, de la etiopatogenia y
fisiopatología del fracaso renal agudo.

6. Enlaces web
 www.guideline.gov/summary/summary.aspx?doc_id=2545&nbr=1771

 www.kidneyatlas.org/book1/adk1_18.pdf

 www.ikidney.com/iKidney/Community/Pro2Pro/Dietitians/StrategiesForFeedingThePatient.htm

 www.nephron.com/nutrition.html

 www.nutrition.org/cgi/content/abstract/129/1/247S

1120
4.38. Nutrición en las enfermedades
de la piel

Salvio Serrano Ortega Cristina Serrano Falcón


Capítulo 4.38.

Nutrición en las enfermedades de la piel

1. Introducción

2. Enfermedades carenciales
2.1. Enfermedades carenciales por déficit de alimentos (energía y proteínas)
2.1.1. En adultos
2.1.2. En niños
2.2. Enfermedades carenciales por déficit de nutrientes
2.2.1. Ácidos grasos esenciales
2.2.2. Elementos esenciales
2.2.3. Vitaminas

3. Nutrición en las dermatosis


3.1. Enfermedades del folículo pilosebáceo
3.1.1. Acné
3.1.2. Alopecias
3.2. Dermatosis eritematoescamosas
3.2.1. Psoriasis
3.3. Alteraciones cutáneas en los errores congénitos del metabolismo
3.3.1. Homocistinuria
3.3.2. Tirosinemia tipo II o síndrome de Richner-Hanhart
3.3.3. Fenilcetonuria
3.3.4. Enfermedad de Menkes
3.4. Enfermedades vesiculosas
3.4.1. Dermatitis atópica
3.4.2. Eccema o dermatitis alérgica de contacto
3.4.3. Dermatitis seborreica
3.5. Enfermedades ampollosas
3.5.1. Dermatitis herpetiforme
3.5.2. Pénfigo y epidermólisis ampollosa
3.6. Alteraciones de la pigmentación
3.6.1. Coloración amarillenta. Carotenodermia
3.6.2. Coloración blanquecina. Vitíligo
3.7. Influencias de la dieta en la aparición del cáncer cutáneo
3.8. Enfermedades relacionadas con la exposición a radiación ultravioleta
3.8.1. Antioxidantes naturales
3.8.2. Plantas con efectos antioxidantes
3.9. Otras dermatosis
3.9.1. Acrodermatitis enteropática

4. Resumen

5. Bibliografía

6. Enlaces web

Objetivos

n Conocer los conceptos básicos de la relación piel-nutrición.


n Estudiar las manifestaciones cutáneas del déficit de alimentos (energía y proteínas).
n Estudiar las manifestaciones cutáneas en las enfermedades carenciales por déficit de nutrientes.
n Comprender la importancia de los ácidos grasos, vitaminas y oligoelementos en la salud de la piel.
n Determinar la influencia de la nutrición en las dermatosis más frecuentes.
n Aconsejar racionalmente los alimentos a evitar y consumir en la dermatitis atópica y psoriasis.
n Aconsejar racionalmente el empleo de antioxidantes en la prevención del cáncer cutáneo y del fotoenvejecimiento.
n Establecer las limitaciones de los suplementos nutritivos en las dermatosis.
1. Introducción

L
a nutrición constituye un proceso complejo en el que el organismo asimila los
distintos nutrientes con el fin de mantener las funciones biológicas precisas
para la vida y, por tanto, para la salud. La piel es el órgano de mayor extensión
y peso del cuerpo y está sometido a las mismas posibilidades de enfermar que
cualquier otro órgano. Su especial localización la transforma en el primer órgano
de relación con el mundo exterior, siendo de vital importancia el mantenimiento de
su salud para preservar sus funciones y mantener su belleza.
La piel se compone de tres capas. La epidermis, la más externa, está formada por
un epitelio poliestratificado, avascular, con un estrato externo formado por células
cornificadas, sin núcleo, embebidas en una emulsión compuesta por grasas, agua y
otros elementos. En el estado de salud (eudermia) mantiene un correcto balance
que asegura una adecuada función de barrera que evita la pérdida de agua y la pe-
netración de sustancias extrañas. La cohesión entre sus células está asegurada por
puentes de unión intercelulares y por la sustancia intercelular que separa y une los
queratinocitos. En la dermis se encuentran los vasos y nervios, que discurren por
una red de fibras elásticas y de colágeno responsables de la elasticidad y resistencia
de la piel. Por último, la hipodermis está formada por lóbulos de adipocitos delimi-
tados por bandas de colágeno y espacios intersticiales por los que discurren vasos
de mayor calibre y nervios. Su función principal es la termorregulación, la contri-
bución a la configuración externa y el almacenamiento de grasas. Además de estas
capas, la piel comprende los “anejos epidérmicos” (pelo, uñas y glándulas sebáceas
y sudoríparas), con unas funciones bien definidas y un papel patológico importante.
La importancia de la nutrición en Dermatología se basa fundamentalmente en
dos conceptos: por una parte las manifestaciones cutáneas que se producen en las
carencias alimentarias, y por otra la influencia que pueda tener la nutrición en el
tratamiento y prevención de algunas enfermedades de la piel. La primera es conse-
cuencia por una parte del deficiente aporte de nutrientes, situación que afecta muy
pronto a la piel que se ve seriamente lesionada en sus funciones. Cuando se pro-
duce una alimentación deficitaria en algún nutriente, la piel acusa su falta, que suele
manifestarse de forma bastante específica, como ocurre con los ácidos grasos y
algunas vitaminas y elementos minerales. En relación con la segunda, sin duda existe
una apreciación general del papel de la nutrición en el tratamiento de numerosas
enfermedades de la piel, posiblemente hipertrofiado en algunos sectores y que sólo
tiene un valor demostrado en algunas dermatosis; en otras, la mayoría, su importan-
cia es escasa y su valor terapéutico sólo puede considerarse como adyuvante.
Por otra parte, la importancia de la Dermatología en la nutrición radica en el
papel que desempeñan las alteraciones de la piel, siempre visibles y por tanto fáciles
de reconocer cuando se tienen los conocimientos y aptitudes necesarios, que per-
miten establecer un diagnóstico claro y preciso con la simple observación.

1125
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

En el presente Capítulo se analizarán las mani- la hipodermis (panículo adiposo) y, cuando éste se
festaciones cutáneas más características e impor- agota, de los músculos. Como consecuencia, en pri-
tantes de las carencias de alimentos y la influencia mer lugar se pierden los depósitos grasos con la
de la dieta en la aparición, mantenimiento y tra- consiguiente disminución de la hipodermis; poste-
tamiento de algunas dermatosis, a la luz de los riormente, si el proceso continúa, se consume ma-
conocimientos publicados sobre el tema y de la sa muscular haciéndose muy evidentes los resal-
experiencia personal de los autores. tes óseos. Como consecuencia de la anemia y de la
vasoconstricción compensadora que se asocia pa-
ra mantener la termorregulación, la piel se hace pá-
lida y luego más seca, áspera, fina e inelástica, con
2. Enfermedades una descamación furfurácea asociada. Casi siempre
carenciales se asocia una hiperqueratosis folicular, que confie-
re a la piel un aspecto más basto y rasposo al tac-
En las enfermedades carenciales, consecuencia to, con formación de frecuentes tapones de quera-
de la falta de aporte o asimilación de distintos nu- tina que ocupan y dilatan el ostium folicular, y una
trientes, la piel participa como un órgano más, con foliculosis con piel como “carne de gallina” perma-
la peculiaridad, en muchas ocasiones, de que los nente, posiblemente por el resalte del folículo co-
síntomas cutáneos, por su fácil accesibilidad, cons- mo consecuencia de la disminución del espesor de
tituyen un síntoma guía de gran utilidad para esta- las tres capas de la piel.
blecer el diagnóstico precoz, y por tanto para ins- Cuando la inanición es parcial, la piel se hace
taurar cuanto antes el tratamiento adecuado. Estos más oscura, sobre todo en las zonas malar, peri-
síntomas pueden ser muy específicos, característi- ocular y peribucal. El pelo se hace más fino, que-
cos y bien definidos, como sucede en el escorbu- bradizo y de crecimiento más lento, con aumento
to o la pelagra, o bien formar parte de un comple- de la caída en telogén y canicie precoz. Igual ocu-
jo polisintomático. rre en la uñas, que también pierden su brillo, cre-
cen menos y se rompen más fácilmente.
En la sociedad actual de los países desarrollados
2.1. Enfermedades carenciales estas situaciones son raras por la buena disponibi-
por déficit de alimentos lidad de alimentos, pero en situaciones patológicas
(energía y proteínas) pueden producirse. Sin duda, la anorexia nerviosa
es la situación más frecuente en la que se recoge,
Hay que diferenciar lo que ocurre en los adultos en mayor o menor medida, la sintomatología ante-
de lo que pasa en los niños cuando tienen una ali- riormente descrita.
mentación globalmente deficiente.

2.1.2. En niños
2.1.1. En adultos
La desnutrición calórico-proteica de la primera
En 1977, Hurley et al. realizaron un estudio en infancia es la causa principal de muerte en los lac-
voluntarios de Minnesota sometidos a una dieta tantes en los países en vías de desarrollo. El pri-
controlada de 1.570 kcal. A las 23 semanas la piel mer signo es la detención del crecimiento cor-
se hizo más fina, seca, pálida, perdía su elasticidad y poral. Cuando el aporte de proteínas y calorías
tomaba un color grisáceo que con el frío se volvía es insuficiente se produce un consumo de grasa
cianótico, en cierto modo parecido a lo que suce- y músculos para mantener funciones vitales, que
de en el envejecimiento. El cabello también se ha- ocasiona un balance nitrogenado negativo que con-
ce más seco, erizado, pierde su brillo habitual y se duce al marasmo. La piel es seca y arrugada y la fal-
cae de forma difusa. ta de elasticidad hace que se haga más laxa, “como
En tiempos de escasez, hambruna, guerras o en si le hubiese quedado grande el traje”. En la cara se
enfermedades graves de evolución crónica, el or- pierden la bola adiposa y toda la grasa peribucal, lo
ganismo obtiene la energía necesaria a partir de que les da un aspecto de “cara simiesca”. El pelo,

1126
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

cuando el inicio de la desnutrición es brusco, pasa castaño y el pelo castaño se hace rubio, pero cuan-
a la fase de telogén produciéndose una alopecia di- do la alimentación se normaliza el cabello crece
fusa importante. con su color natural. Al contrario de lo que ocu-
Una forma frecuente en niños es el kwashior- rre en la desnutrición calórico-proteica, la mayoría
kor, que siempre se ha considerado secundario a de los cabellos están en fase de anagén.
dietas escasas en proteínas y aminoácidos esen- Cuando se instaura tratamiento con una alimen-
ciales con un aporte calórico normal o abundante tación adecuada y suplementos de vitaminas y mi-
en hidratos de carbono. Hoy, además, se conside- nerales, las manifestaciones cutáneas ceden lenta-
ran otras posibilidades como la acción de afla- mente.
toxinas (posiblemente por el consumo de maíz
contaminado con Aspergillus flavus), y ciertas al-
teraciones enzimáticas y oxidativas. Aunque la 2.2. Enfermedades carenciales
enfermedad, en su forma clásica, se produce en por déficit de nutrientes
niños del tercer mundo después del destete, tam-
bién puede darse en los niños de los países desa- Estas deficiencias muchas veces se producen
rrollados, en niños mayores e incluso en adultos en el contexto de una alimentación inadecua-
que se han sometido a amplias resecciones intes- da y se asocian a otras manifestaciones, pero, en
tinales o en individuos hospitalizados con aporte otras ocasiones, pueden presentarse de forma
proteico insuficiente. La clínica se caracteriza por aislada o, lo que es más frecuente, dominando el
retraso del crecimiento, diarrea, trastornos psico- cuadro clínico.
motores, edemas por disminución de la presión
oncótica e hígado graso.
Las manifestaciones cutáneas son muy caracte- 2.2.1. Ácidos grasos esenciales
rísticas. Se produce una alteración de la pigmen-
tación con edemas, sobre todo en zona peribucal Los ácidos grasos esenciales son ácidos grasos
y en las piernas, donde el edema distiende la piel, insaturados que no pueden sintetizarse en el or-
más fina de lo normal, que toma un color blan- ganismo, y sus niveles se mantienen por los apor-
quecino. En los lactantes todo se inicia con un li- tes nutritivos. Los síntomas cutáneos son sobre to-
gero eritema que luego se blanquea, y después do consecuencia del déficit de ácido linoleico, que
aparecen unas pequeñas manchas purpúricas, que suele producirse en estados de desnutrición, con
persisten y toman un aspecto más brillante y hú- desnutrición calórico-proteica o con dietas po-
medo, mucho más evidentes en lactantes de piel bres en grasa y en pacientes sometidos a nutri-
oscura. Habitualmente también se afecta la zona ción parenteral elaborada sin aporte de lípidos y
del pañal y todas las prominencias óseas, que se administrada por un periodo de tiempo prolon-
ponen más oscuras con un tono de aspecto pela- gado, si no se añaden suplementos grasos. En Es-
groide. Casi siempre aparecen fisuras en los plie- paña, aunque la dieta sea pobre en calorías o pro-
gues, en el fondo de las arrugas periorales e in- teínas y grasas, el consumo de grasas vegetales,
cluso, en los casos más graves, pueden observarse ricas en ácido linoleico, hace que esta deficiencia
exulceraciones en la piel afectada. En los niños de nutritiva sea menos frecuente de lo esperado.
piel muy clara aparece una descamación muy fina En los años 20 se señaló por vez primera, por el
con grietas en el fondo de las líneas del cuadricu- matrimonio Burr, la existencia de una “nueva defi-
lado normal de la piel, que toma un aspecto de ciencia producida por la exclusión rígida de la grasa
“piel en mosaico”. de la dieta”, y ellos mismos, años después, demos-
Las alteraciones en el pelo son muy caracterís- traron que todo cedía cuando se administraba áci-
ticas. El cabello es escaso, fino, seco, corto y eriza- do linoleico (18:2 n-6). Los síntomas cutáneos se
do, con una alteración de la pigmentación, el “signo definieron como una hiperproliferación epidérmi-
de la bandera”, que consiste en la aparición de va- ca y alteraciones de la permeabilidad de la piel al
rias bandas con distintos colores a lo largo del tallo, agua que se traducían en una piel seca y escamosa.
más evidente en los pelos más largos. En los perio- Posteriormente se demostró que el ácido α-lino-
dos de alimentación anormal, el pelo negro se hace lénico (LNA) (18:3 n-3) también era esencial y que

1127
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

su exclusión de la dieta produce alteraciones neu-


rológicas y cutáneas.
Como consecuencia de la deficiencia de áci-
dos grasos esenciales (AGE) se originan altera-
ciones en la epidermis que se caracterizan por un
aumento de la proliferación de células en la epider-
mis, incremento de la pérdida transepidérmica de
agua, elevación de la actividad metabólica, forma-
ción de queratinocitos anormales y aumento no- Figura 1. Alopecia telogénica por déficit de hierro. Después
table de los ésteres de esteroles. Todas estas ano- de corregir la deficiencia se instaura el crecimiento de nuevo
malías, que se observaron inicialmente en animales cabello.
de laboratorio, se demostraron posteriormente en
lactantes alimentados con fórmulas artificiales de- es difusa en todo el cuero cabelludo y suele ini-
ficientes en estos ácidos grasos y en adultos afec- ciarse unos tres meses después de instaurarse el
tos de síndromes de malabsorción de grasa o ali- déficit. En el tricograma predominan los cabellos
mentados con nutrición parenteral libre de grasa. en telogén, y la repoblación es completa una vez
Estas alteraciones regresaron después de la inges- que se normaliza el aporte de AGE. Como con-
ta de ácido linoleico. secuencia del déficit de ácido linoleico se produ-
El ácido graso poliinsaturado (AGPI) más abun- ce menor cantidad de ácido araquidónico, lo que
dante en la piel es el ácido linoleico (LA), cuya se traducirá en alteraciones de sus vías metabó-
principal función es el mantenimiento de la función licas, especialmente de la reacción inflamatoria y
barrera. El segundo AGPI en la piel es el ácido ara- de la inmunidad, sobre todo de la hipersensibili-
quidónico (AA) (20:4 n-6), que supone el 9% del dad retardada.
total de los ácidos grasos de los fosfolípidos de la
membrana de las células epidérmicas, y sus funcio-
nes en la piel dependen, en gran medida, de su con- 2.2.2. Elementos esenciales
versión en metabolitos activos, bien por la acción
oxidativa de la ciclooxigenasa de la piel que pro- 2.2.2.1. Hierro
duce las prostaglandinas (PGE2, PGF2α y PGD2), o
por la vía de la lipooxigenasa por la que se sinteti- El hierro es un micronutriente indispensable
za el ácido 15-hidroxieicosatetraenoico (15-HETE) para la vida, necesario para la producción de gló-
por acción de la 15-lipooxigenasa, mayoritaria en la bulos rojos (hemoglobina) y para el transporte del
epidermis. Pero, además, en la epidermis se produ- oxígeno a los tejidos (mioglobina). Su carencia pro-
ce leucotrieno LTB4 por la conversión del leuco- duce una anemia sideropénica con cansancio, pali-
trieno LTA4 por la acción de la enzima leucotrie- dez cutánea, cefalea, problemas gástricos, depresión
no A4 hidrolasa. e irritabilidad. Su déficit se produce por la falta de
El ácido dihomo-γ-linoleico (DGLA) (20:3 n-6) aporte, por una dificultad en la absorción o en su
es minoritario en la piel, aunque se puede aumen- transporte, por un aumento del consumo (durante
tar su concentración con la ingesta de aceite de el crecimiento, embarazo, infecciones y cáncer), o
borraja o aceite de onagra. cuando las pérdidas son abundantes (hemorragias
En la clínica, el déficit de ácidos grasos se iden- digestivas, accidentes, partos, menorragia, metro-
tifica por una xerosis, alopecia telogénica y nive- rragia, etc.) (ver Capítulo 1.28).
les bajos de ácidos linoleico y araquidónico. La Las manifestaciones dermatológicas se producen
xerosis es consecuencia de la alteración del man- en la piel, el cabello y las uñas. La piel, además de
to hidrolipídico de la piel que pierde la capaci- los signos clínicos de la anemia, es más seca. En
dad de retener agua en la capa córnea, con un au- cuero cabelludo se produce una alopecia telogénica
mento importante de la pérdida transcutánea de (Figura 1) con aumento de la caída y pérdida del
agua (TEWL: Transepidermal Water Loss). Es más brillo del cabello, que es más frágil y quebradizo. Las
acentuada en las piernas y se suele acompañar uñas también son más frágiles y quebradizas y es
de una fina descamación furfuránea. La alopecia muy frecuente la aparición de estrías longitudinales.

1128
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

En la mucosa bucal es frecuente la aparición de


glositis con una lengua roja, depapilada y doloro-
sa (glosodinia). Cuando el déficit es crónico se
produce una glositis, queilosis y “uñas en cuchara”
(coiloniquia).
Los síntomas se corrigen con una dieta rica en
hierro a base de alimentos de origen animal (carnes
rojas, hígado, morcilla, sangre, ostras y huevos), que
se absorben mejor que los vegetales (legumbres,
frutos secos, verdura fresca, cereales integrales, y
algunas frutas como los albaricoques). En la ma-
yoría de las ocasiones son precisos suplementos
orales de hierro (100-200 mg/día) a base de sales Figura 2. Der-
ferrosas durante seis meses. matitis por déficit
La asociación de vitamina C facilita la absorción de zinc en una pa-
de hierro, y el alcohol y el café la dificultan. Si la ciente en nutrición
parenteral.
tolerancia no es adecuada puede recurrirse a la vía
parenteral.
tación parenteral durante mucho tiempo sin la
2.2.2.2. Zinc adecuada suplementación de este oligoelemento.
Los niveles séricos de cobre y de ceruloplasmina
El zinc es un elemento que forma parte de gran son bajos y siempre se afectan las enzimas depen-
número de enzimas relacionadas con el crecimien- dientes del cobre. Los síntomas cutáneos se cen-
to, con la actividad de la vitamina A y con la sínte- tran en el cabello, que se decolora y retuerce so-
sis de enzimas pancreáticas. bre su eje (pilli torti). La administración parenteral
Su déficit puede observarse en algunas enferme- de cobre hace que desaparezcan los síntomas, co-
dades cutáneas (acrodermatitis enteropática), en sa que no ocurre en el síndrome de Menkes (ver
nutrición parenteral (Figura 2), en prematuros más adelante).
alimentados con leche materna, en niños con fibro-
sis quística, en enfermedades crónicas, en ancianos 2.2.2.4. Selenio
y siempre que la alimentación es a base de cerea-
les. Las manifestaciones clínicas se caracterizan por Como en el caso del cobre, se han descrito al-
la tríada DEA (diarrea, dermatitis y alopecia). Apa- gunos casos en pacientes sometidos a nutrición
rece una erupción de aspecto eccematoso y erosi- parenteral prolongada sin la adecuada suplemen-
vo que se localiza alrededor de la boca, con queili- tación de estos oligoelementos. Se producen alte-
tis angular y glositis, en genitales y en zonas acrales raciones pigmentarias en el cabello (discromotri-
con una paroniquia pustulosa. La alopecia es difusa quia), y los lechos ungueales se hacen blancos.
con pérdida de la mayoría del cabello, que es más fi-
no y seco. Además, suelen asociarse otros signos y 2.2.2.5. Magnesio
síntomas generales como diarrea, retraso en el cre-
cimiento, anorexia, ceguera nocturna y alteraciones Sólo se ha descrito un caso con aparición de
de la inmunidad celular. Los síntomas cutáneos se una dermatitis transitoria y alteraciones en el cre-
resuelven pronto después de restaurar los niveles cimiento y color del cabello.
de zinc por vía oral y evitar los productos que difi-
cultan la absorción de zinc (alcohol, tabaco y café).
2.2.3. Vitaminas
2.2.2.3. Cobre
Aunque pueden observarse de forma aislada,
El déficit de cobre se ha descrito en niños ali- en casi todos los casos se asocian otros síntomas
mentados de forma exclusiva con leche o alimen- carenciales.

1129
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

2.2.3.1.Vitaminas liposolubles nas, con un aspecto histológico normal, tienen los


conductos excretores ocluidos por queratina. Co-
• Vitamina K mo consecuencia disminuye la grasa de origen se-
Vitamina liposoluble imprescindible para la sín- báceo y el agua por la disminución o ausencia del
tesis de factores de la coagulación (II, VII, IX y X), vertido de sudor, con la consiguiente xerosis. En las
por lo que su déficit se traduce en alteraciones de descripciones clásicas siempre se asocia una hiper-
la coagulación con formación de hematomas, lesio- queratosis folicular que destaca sobre la piel se-
nes purpúricas y sufusiones hemorrágicas. ca y rugosa como “espinas” en los poros folicula-
• Vitamina E (tocoferol) res que, con carácter simétrico, se inicia en la cara
En su déficit puede producirse edema duro en anterolateral de los muslos y posterolateral de los
las piernas, escroto y párpados, asociado a anemia antebrazos y luego se extiende por las caras de ex-
hemolítica que desaparece con la administración tensión de ambas extremidades, hombros y bajo
oral de vitamina E. vientre, y más raramente a otras localizaciones. Al-
• Vitamina D gunos trabajos ponen en duda que la hiperquerato-
Esta vitamina liposoluble se sintetiza en la piel sis folicular se deba al déficit de vitamina A, por lo
a partir de dehidrocolesterol, con la participación que para admitir esa causa deben demostrarse ni-
de radiación ultravioleta con longitudes de onda veles plasmáticos bajos de retinol.
(λ) inferiores a 320 nm, situación que emplean, con
poco fundamento, los defensores de la exposición 2.2.3.2.Vitaminas hidrosolubles
solar y del empleo de fuentes artificiales de radia-
ción ultravioleta con fines cosméticos. Su déficit no • Vitamina C
provoca manifestaciones cutáneas, sino sólo esque- Su déficit produce el escorbuto. Por el impor-
léticas y musculares. Cuando se hace una fotopro- tante papel que desempeña esta vitamina en la
tección total puede disminuirse la formación de es- producción de colágeno, su carencia tiene mani-
ta vitamina. festaciones cutáneas bastante específicas. Es un co-
• Vitamina A factor de la enzima prolihidroxilasa, que cataliza la
La vitamina A se encuentra sólo en alimentos de hidroxilación de prolina y lisina en la formación del
origen animal. En los vegetales existen las provita- procolágeno. Cuando el colágeno no está hidroxi-
minas, carotenoides, a partir de los cuales se sinte- lado no toma la estructura habitual de triple hélice,
tiza la vitamina. Los síntomas cutáneos del déficit por lo que es más débil e inestable.
de vitamina A se asocian a las manifestaciones of- El cuadro cutáneo suele venir precedido de as-
talmológicas (alteración en la visión nocturna, xe- tenia, mialgias y debilidad. Se inicia con una hiper-
rosis conjuntival, manchas de Bitot, queratomala- queratosis folicular que hace que el pelo que emer-
cia y pérdida de la visión). En la piel se produce una ge de ese folículo sea rizado, tomando el aspecto
hiperqueratinización e hiperplasia en la epidermis, de “tirabuzones”. Pasado un tiempo, los vasos de
que se extiende a la unidad pilosebácea (folículo pi- alrededor del folículo sangran dando lugar a una
loso y glándula sebácea). púrpura perifolicular, más evidente en las piernas, e
Cuando el déficit de vitamina A se produce an- incluso pueden suceder equimosis en otras zonas.
tes de que se desarrolle completamente la uni- En las encías se produce un enrojecimiento, ede-
dad pilosebácea (antes de la etapa de la puber- matización y sangrado, e incluso necrosis.
tad), se origina un cuadro de xerosis o xerodermia La causa del escorbuto es una ingesta inadecua-
con una hiperqueratosis que afecta a la epidermis da de alimentos frescos, frutas y verduras, y actual-
y al conducto folicular, que puede llegar a bloquear mente es más frecuente en ancianos y alcohólicos.
los conductos excretores de las glándulas sudorí- Aunque el diagnóstico del escorbuto es fácil si
paras, lo que acarrea la consiguiente sequedad ex- se piensa en él y se observan los “cabellos en tira-
trema de la piel. buzón” y la púrpura perifolicular, es posible con-
En los adultos se produce una hiperqueratosis fundirlo con cuadros de vasculitis, por lo que pue-
ortoqueratósica con descamación furfurácea. Las de ser necesario descartar éstos con una biopsia
glándulas sebáceas disminuyen en número y por cutánea y determinar los niveles séricos de ácido
tanto en función, y las glándulas sudoríparas ecri- L-ascórbico.

1130
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

Aunque el escorbuto suela recordar otras épo-


cas, es preciso resaltar que aún puede observarse
en la sociedad actual en pacientes con trastornos
digestivos y psiquiátricos.
• Complejo B
Incluye ácido fólico, ácido pantoténico, biotina,
cobalamina, niacina, piridoxina, riboflavina y tiamina.
El déficit se traduce en manifestaciones cutáneas.
- Ácido fólico. Fundamental para la síntesis de
purinas y pirimidinas. Los síntomas cutáneos aso-
ciados a su déficit se caracterizan por glositis y es-
tomatitis y, en algunos pacientes, se ha descrito la
asociación de vitíligo. Casi siempre se asocia un dé-
ficit de vitamina B12.
- Ácido pantoténico. No se han descrito Figura 3. Eritema pelagroide.
síntomas cutáneos en su deficiencia.
- Biotina. Aunque su déficit es muy raro, cuan- se caracteriza por la tríada sintomática “3 D” (der-
do ocurre se manifiesta por una xerosis en brazos, matitis, diarrea, demencia). Descrita en 1735 por
piernas y pies acompañada de una erupción ecce- Gaspar Casal en el Principado de Asturias, se pro-
matosa con abundante descamación, lesiones pe- duce como consecuencia de una alimentación casi
riorales y genitales, alopecia, queilosis y palidez fa- exclusiva a base de maíz, pobre en niacina, y en in-
cial. La deficiencia puede ser congénita o adquirida. dividuos tratados con isoniacida, 5-fluorouracilo, 6-
El déficit genético de biotina se manifiesta en lactan- mercaptopurina y sulfapiridina. El cuadro cutáneo
tes y niños y es consecuencia del déficit de biotini- está dominado por los aspectos fototóxicos (Fi-
dasa u holocarboxilasa sintetasa. La forma adquirida gura 3). Se inicia con las primeras exposiciones al
ocurre en pacientes sometidos a nutrición parente- sol como un eritema (“eritema pelagroso”) locali-
ral sin suplemento de biotina, y cuando se produce zado en zonas descubiertas por los vestidos con
una deficiente absorción en individuos que consu- carácter simétrico. Casi siempre los primeros sín-
men gran cantidad de huevos crudos, ricos en avi- tomas aparecen en dorso de manos y tercio infe-
dina, antagonista de la biotina, que dificulta o impi- rior de los antebrazos (“guante pelagroso”) y en la
de se absorción. cara y el cuello (“collar de Casal”), que llega hasta
- Cobalamina (vitamina B12). La deficien- el mango del esternón marcando perfectamente el
cia, aunque puede aparecer en vegetarianos, casi triángulo del escote (y en las piernas de las muje-
siempre es secundaria a un defecto en la absorción res). Este eritema se acompaña de edema y sensa-
en pacientes con anemia perniciosa o gastrectomi- ción de quemazón. Si la deficiencia persiste y la fo-
zados. En la anemia perniciosa se ha descrito la aso- toexposición se mantiene o aumenta, sobre la base
ciación de alopecia areata y vitíligo o canicie precoz, eritematosa aparecen ampollas de contenido cla-
que parece estar más en relación con fenómenos ro que se rompen dejando zonas exulceradas que
de autoagresión que con el déficit de cobalamina. cicatrizan pronto. Poco a poco se instaura un cua-
Se ha descrito la aparición de hiperpigmentación si- dro de engrosamiento y sequedad de la piel, con
métrica en la cara y extremidades con afectación descamación y formación de grietas y fisuras, y la
de palmas, dorso de manos, antebrazos y frecuen- zona de eritema cada vez toma un tono más cobri-
tes estrías pigmentadas en las uñas. zo que puede hacerse negruzco. En los casos más
- Niacina (ácido nicotínico). La niacina intensos puede afectarse toda la piel. Suelen par-
procede bien de la dieta o de la síntesis a partir ticipar las uñas y el cabello, con la aparición de
del triptófano, un aminoácido esencial que puede estrías longitudinales, leuconiquias y alopecia. En
transformarse en niacina consumiéndose unos 60 ocasiones pueden asociarse parte de la sintoma-
mg de triptófano para formar 1 mg de niacina. Su tología del síndrome oro-óculo-genital por défi-
déficit produce la pelagra, no se sabe bien si por la cit de riboflavina. Cuando se inicia el tratamien-
falta de niacina, de triptófano o de ambos. Su clínica to los síntomas cutáneos van desapareciendo de

1131
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

forma centrífuga, permaneciendo la línea de de- inferiores, y glositis. Casi siempre se asocian otros
marcación periférica con la piel normal durante síntomas de déficit de vitaminas del complejo B.
algún tiempo adicional. Deben administrarse de
100 a 300 mg de niacinamida por vía oral al día,
repartidos en tres tomas; si la diarrea es intensa
o el paciente no colabora, se puede dar la misma 3. Nutrición
dosis por vía subcutánea. Siempre deben asociar- en las dermatosis
se otras vitaminas del complejo B y una dieta ri-
ca en proteínas. La influencia de la alimentación en distintas der-
- Piridoxina (vitamina B6). Interviene co- matosis puede ser muy importante en el tratamien-
mo coenzima en numerosos procesos, como la to de la enfermedad, como sucede en la acroderma-
descarboxilación y transaminación de bastantes titis enteropática, eritemas pelagroides, escorbuto,
aminoácidos, en la conversión del ácido linoleico etc. Otras veces puede ser importante tanto en
en araquidónico y en la función corticosuprarrenal. el tratamiento como en la prevención de la enfer-
Su deficiencia es rara y puede tardar en aparecer medad, como ocurre en la dermatitis atópica, y en
hasta dos meses después de suprimir su adminis- otras ocasiones la dieta sólo forma parte de la tera-
tración. Es posible observarla en alcohólicos y en pia adyuvante de la enfermedad, insuficiente por sí
pacientes tratados con isoniacina, D-penicilamina, sola, pero que ayuda a mejorar los síntomas y aho-
hidralazina, anticoncepción oral y el antimetabolito rrar otros medicamentos. En algunos casos la die-
desoxipiridoxina. La deficiencia se manifiesta como ta tiene una base fisiopatológica clara, como ocurre
glositis, queilosis y un cuadro parecido a la derma- en la dermatitis atópica o en la psoriasis, y en otros,
titis seborreica, que se localiza alrededor de la bo- la mayoría de las ocasiones, se basa en estudios epi-
ca, nariz y ojos. demiológicos, a veces contradictorios, que hacen
- Riboflavina (vitamina B2). Su déficit da discutibles los efectos de una determinada alimen-
lugar a un cuadro similar al de la pelagra pero sin tación en el tratamiento de algunas enfermedades
erupción cutánea, que se ha llamado durante años cutáneas, como ocurre en el acné.
pellagra sine pelle agra y que hoy se conoce como En el presente Capítulo sería imposible hacer un
“síndrome oro-óculo-genital”. En la boca se pro- análisis pormenorizado de todas las enfermedades
duce primero una palidez de las comisuras labiales de la piel, por lo que sólo se analizarán las más rele-
con queilitis angular (“perleche”) y fisuras lineales. vantes por su frecuencia y relación con la nutrición
Además, suelen asociarse queilosis y glositis. En los y aquellas otras, menos frecuentes, que han tenido
ojos se altera la vascularización de la córnea y pue- repercusión en la bibliografía de los últimos años.
de aparecer una queratitis intersticial. En los ge-
nitales aparecen lesiones cutáneas tanto en el es-
croto como en la vulva, que pueden ser la primera 3.1. Enfermedades
manifestación de la deficiencia. La piel de estas zo- del folículo pilosebáceo
nas se hace más seca y descamada; y en los casos
avanzados, puede liquenificarse y afectar hasta la 3.1.1. Acné
raíz del pene e incluso los pliegues inguinales y la
cara interna de los muslos. El acné es una enfermedad del folículo pilosebá-
- Tiamina (vitamina B1). Su déficit origi- ceo consecuencia de la interacción de tres factores
na el beriberi. Se produce su carencia en personas muy bien definidos: una alteración de la queratini-
que se alimentan casi exclusivamente con arroz y zación en el canal folicular, una hiperproducción de
en alcohólicos, no sólo porque toman menos tiami- sebo por las glándulas sebáceas debido al estímulo
na, sino porque el alcohol también disminuye la ab- androgénico y, en tercer lugar, la colonización del fo-
sorción y aumenta el consumo. Aunque predominan lículo por el Propionibacterium acnes. Su incidencia es
los síntomas neurológicos (polineuropatía periférica, alta y, en mayor o menor grado, afecta a entre el 79
síndrome de Korsakoff y encefalopatía de Wernicke), y el 95% de los adolescentes y entre el 25 y el 40%
los síntomas cutáneos se caracterizan por la apari- de las personas mayores de 25 años. Su gravedad es
ción de edemas, más patentes en las extremidades muy variable y, si el tratamiento no es adecuado, deja

1132
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

mayor en los adolescentes de países industrializa-


dos que en los de otras civilizaciones menos o na-
da desarrolladas. Las explicaciones son muchas y
las controversias aún mayores.
Una posible explicación sería que la dieta rica en
glúcidos induciría una hiperinsulinemia que desen-
cadenaría una serie de respuestas endocrinas que
intervendrían en el desarrollo del acné al aumen-
tar la producción de andrógenos y factores de cre-
cimiento análogos a la insulina (IGF). Si este meca-
nismo fuese absolutamente cierto, los obesos, con
Figura 4. Acné. Ante un acné, por leve que parezca, es un porcentaje elevado de resistencia a la insulina,
preciso un tratamiento eficaz para evitar la aparición de tendrían acné. Efectivamente se ha encontrado una
cicatrices. asociación entre obesidad y acné en individuos de
entre 20 y 40 años, pero no en jóvenes de 15 a 19
años, lo que obliga a buscar otros factores diferen-
tes de la hiperinsulinemia. El posible papel del fac-
tor de crecimiento IGF en el acné podría explicar-
se por sus efectos en los queratinocitos y en las
glándulas sebáceas, pero se ha demostrado que es-
te factor de crecimiento está aumentado en todos
los adolescentes, independientemente de su ali-
mentación y de que tengan o no acné.
Figura 5. Acné grave tratado con isotretinoína. En muchos estudios la aparición del acné juvenil
se relaciona con la menarquia, periodo en el que se
produce un cambio hormonal con estímulo andro-
cicatrices de mayor o menor importancia (Figura génico responsable del aumento de la producción de
4). En las formas graves el tratamiento con isotreti- grasa por las glándulas sebáceas. Se ha demostrado
noína ofrece muy buenos resultados (Figura 5). que en adolescentes que padecían un acné intenso
La relación entre el acné y la alimentación es clá- la menarquia se había producido antes, y las cifras de
sica y se cita en la mayoría de los textos antiguos. sulfato de dehidroepiandrosterona en sangre eran
Durante años muchos médicos han recomendado más altas que en las que tenían un acné leve. Además,
a sus pacientes con acné que evitaran alimentos se ha visto que el desarrollo de un acné comedonia-
como chocolate, grasas, dulces, frutos secos y be- no precozmente, incluso antes de la pubertad, es un
bidas carbónicas. En la actualidad esas recomenda- marcador de posterior gravedad del acné. Para tra-
ciones ya no figuran en los libros de Dermatología, tar de explicar esta situación por la posible influen-
a pesar de que se mantiene muy arraigada la creen- cia de factores alimentarios, se ha podido demostrar
cia popular de que la aparición y el mantenimiento que una buena alimentación se traduce en un ade-
del acné están influenciados por la alimentación. lanto de la menarquia, que ahora se produce alrede-
Los defensores de la influencia de la alimenta- dor de los 12 años y en 1835 era a los 16 años. Ade-
ción en la aparición y mantenimiento del acné se más, en adolescentes con bajo índice de grasa, atletas
basan en estudios epidemiológicos realizados en o bailarinas, la menarquia se produce más tarde y por
grupos de población que tienen regímenes ali- tanto la maduración sexual es más tardía, con lo que
menticios muy distintos. Comparando la inciden- el aumento de los andrógenos circulantes, y por tan-
cia del acné en individuos que siguen una dieta de to del acné, se produce después que en las personas
tipo occidental, abundante en hidratos de carbo- que tienen la menarquia más precozmente.
no y grasas animales, con otros que siguen dietas Muchos recomiendan dietas en el acné con el
“indígenas” más ricas en vegetales, la incidencia es fin de modificar la producción de sebo. Efectiva-
mayor entre los primeros. La mayoría de los es- mente, en muchos estudios se ha demostrado que
tudios concluyen que el acné tiene una incidencia la hiperproducción de sebo se asocia a acné y que

1133
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

cabello con disminución de su densidad. Su etiolo-


gía es múltiple y, como no obedecen a una misma
causa, tampoco responden a los mismos tratamien-
tos. Pueden ser congénitas y adquiridas, difusas o
localizadas. Muchas enfermedades carenciales se
acompañan de alopecia, lo que no quiere decir que
en todas las alopecias sea preciso establecer cam-
bios en la alimentación del paciente.
La influencia de la nutrición en la aparición de
alopecia es muy importante en muchas alopecias te-
logénicas, grupo de alopecias difusas que se carac-
terizan por una caída abundante de cabello en fase
de telogén y en las que, una vez suprimida y corre-
gida la causa, se inicia un crecimiento de cabello
nuevo que suple al perdido. Las causas de la alope-
cia telogénica son muchas. Pueden producirse en el
tratamiento con fármacos que detienen el cabello
en anagén y precipitan de forma brusca el telogén,
como sucede en el tratamiento con antineoplási-
cos. Puede ser secundaria a embarazo, enfermeda-
Figura 6. La relación alopecia-nutrición se ha establecido des febriles, choques emotivos, intervenciones qui-
bien en las alopecias telogénicas. Los suplementos dietéticos rúrgicas, accidentes de tráfico, etc., o aparecer en
sólo están indicados cuando se demuestra un déficit. No son el contexto de una dieta hipocalórica y/o defici-
necesarios en la alopecia androgénica. taria como ocurre en la anorexia nerviosa. Otras
veces, muy frecuentes, se produce como conse-
cuencia de déficit de hierro, ferritina o transferri-
en periodos de inanición se reduce la producción na, secundario a una alimentación inadecuada, una
de sebo hasta en un 40%. Si bien esta afirmación es pérdida de sangre o una mala absorción de hierro.
absolutamente cierta, para que se produzca una re- En todos los casos, pasados unos tres meses de la
ducción en la función sebácea son necesarias dietas acción o inicio de la causa, tiempo que dura la fa-
por debajo de las cien calorías diarias, situación im- se de telogén, se produce una caída brusca e inten-
posible de trasladar a un tratamiento. sa de cabello que preocupa al paciente. En la ex-
Por todo ello, no existen evidencias suficien- ploración se encuentra un predominio mayoritario
tes para aconsejar dietas en el acné y siempre es de cabellos en telogén en el tricograma y una pér-
preciso hacer una valoración completa del pacien- dida difusa.
te, corrigiendo las alteraciones que se demuestren Mención especial por su frecuencia merecen
mediante el tratamiento más adecuado. En los indi- las alopecias telogénicas que se producen en los
viduos obesos con acné será aconsejable una pér- pacientes tratados con “pastillas para adelgazar”
dida racional de peso. Sólo habrá que suprimir al- constituidas por una mezcla de principios activos
gún alimento en aquellos pacientes que afirmen que inducen un catabolismo exagerado que oca-
que les sienta mal e influye de alguna forma en la siona una pérdida temporal de cabello, que con
evolución de su acné, pero no hay pruebas contras- frecuencia complica la evolución de la alopecia an-
tadas que apoyen al clínico para indicar un régimen drogenética que a menudo padecen las personas
alimentario concreto para el acné. obesas. Cuando se suprime el tratamiento se inicia
una repoblación del cabello perdido.
El tratamiento incluye la restauración de una
3.1.2. Alopecias dieta normal y la administración de los suplemen-
tos necesarios de acuerdo con el estudio general
Las alopecias constituyen un grupo de enferme- del paciente. No están justificados los suplementos
dades que tienen en común una caída manifiesta de en los casos en que no se demuestra un déficit.

1134
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

En la alopecia androgenética (Figura 6) no se


han demostrado relaciones con la nutrición.
En algunas formas de alopecia areata se reco-
miendan por algunos autores suplementos de zinc,
en forma de aspartato y de biotina, con un resulta-
do bastante variable.

3.2. Dermatosis
eritematoescamosas
Forman un grupo de enfermedades de la piel ca-
racterizadas por una alteración de la queratiniza-
ción, que origina una descamación sobre base eri-
tematosa. La más común de todas es la psoriasis. Figura 7. Psoriasis anular. El tratamiento con ácidos grasos
poliinsaturados n-3 es un buen adyuvante en el tratamiento
local y sistémico.
3.2.1. Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad eritematoesca-


mosa (Figuras 7 y 8) de la piel que afecta aproxi-
madamente al 2% de la población. Tiene una base
familiar y, aunque se conocen bien las alteraciones
fisiopatológicas que la originan, aún faltan algunas
piezas del rompecabezas para resolver de forma
definitiva el problema. Las bases fisiopatológicas in-
cluyen una alteración de la queratinización con au-
mento del índice de recambio epidérmico, unas al-
teraciones inmunológicas y, en todas las formas, se
produce una inflamación con participación de leu- Figura 8. Psoriasis con gran componente escamoso en
cocitos polimorfonucleares neutrófilos que acuden cara posterior del antebrazo.
a la epidermis, la exocitan y forman microabscesos
en la capa córnea. El tratamiento de la enfermedad una dieta de baja energía se consigue una disminu-
incluye el empleo tópico de queratolíticos y reduc- ción de las cifras de lípidos plasmáticos y una me-
tores y el empleo sistémico de retinoides, antime- joría significativa de las lesiones de psoriasis.
tabolitos e inmunomoduladores con unos efectos En las poblaciones que se alimentan fundamen-
secundarios “asumibles” de acuerdo con la grave- talmente con pescado se ha observado una menor
dad de la enfermedad. incidencia de psoriasis, situación que se explica por
La importancia de la dieta en pacientes con los cambios que se han detectado en los eicosa-
psoriasis se basa fundamentalmente en estudios noides y la mejoría de las manifestaciones clínicas
epidemiológicos. con ciertas intervenciones dietéticas en pacientes
En un estudio epidemiológico que incluye un to- con psoriasis, que incluyen el suplemento de la die-
tal de 316 pacientes con psoriasis y 366 contro- ta con aceite de pescado, observándose una mejo-
les realizado en Italia se encuentra que la psoriasis ría de las lesiones cutáneas, lo que representa una
se asocia de forma positiva con el índice de masa alternativa terapéutica sin efectos adversos. Si los
corporal y de forma negativa con la ingesta de za- eicosanoides intervienen de en la fisiopatología de
nahorias, tomates y frutos frescos y el índice de la inflamación de la psoriasis, y estos eicosanoides
β-carotenos. derivan de los ácidos grasos poliinsaturados proce-
En otro estudio de casos y controles reciente dentes de los ácidos grasos esenciales de la dieta,
se demuestra que después de cuatro semanas con sería razonable pensar que la síntesis de los media-

1135
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

dores de la inflamación procedentes del ácido ara- mismo en los fosfolípidos y la inhibición de la vía
quidónico podría manipularse modificando la in- de la lipooxigenasa.
gesta de ácidos grasos. La primera estrategia, la inhibición de la forma-
En pacientes con psoriasis se han demostra- ción del ácido araquidónico, se consigue mediante
do alteraciones en los eicosanoides de la piel. A la administración tópica o sistémica de corticos-
partir del ácido araquidónico, por la vía de la ci- teroides que, al inhibir la fosfolipasa A2, disminui-
clooxigenasa, se originan las prostaglandinas rían las concentraciones de ácido araquidónico
PGE2 y PGF2, la prostaciclina (PGI2) y los trom- y, por tanto, la formación de sus derivados por
boxanos (TXA2), y por la vía de la lipooxigena- lipooxigenación. Los corticoides tópicos consti-
sa, como consecuencia de las distintas peroxi- tuyen el tratamiento obligado en la mayoría de
daciones en su carbono 5, 12 o 15, se originan los pacientes.
el ácido 5-hidroxieicosatetraenoico (5-HETE), La segunda se consigue con cambios en la ali-
por peroxidación mediada por la 5-lipooxigena- mentación. Se puede conseguir modificar los eico-
sa, a partir del cual se originarán los leucotrienos, sanoides en la piel, fundamentalmente con aceites
del que interesa fundamentalmente el leucotrie- de pescado. Éstos son ricos en ácidos grasos poli-
no B4 (LTB4), un potente agente de proliferación insaturados de cadena larga n-3, sobre todo los
que estimula la quimiotaxis, la agregación y adhe- ácidos eicosapentaenoico (EPA) y dodecahexae-
rencia de los polimorfonucleares neutrófilos, que noico (DHA), con actividad antiinflamatoria por in-
explicaría los microabscesos de Sabouraud de la hibición de la prostaglandina (PGE2) y leucotrieno
psoriasis. La peroxidación en el carbono 12 ori- (LTB4). En los individuos que se alimentan con es-
ginará el ácido 12-HETE, con los mismos efectos tos aceites, el EPA sustituye al ácido araquidónico
en la piel que el LTB4, y la peroxidación en el car- en los fosfolípidos y por unas vías metabólicas si-
bono 15 el 15-HETE que parece que no tiene ac- milares, en lugar del LTB4 se origina el LTB5, mu-
tividad cutánea. cho menos activo. En un grupo de 18 pacientes con
En la piel enferma de psoriasis se han demostra- psoriasis en placas grave se estudió la influencia de
do concentraciones elevadas de ácido araquidóni- la dieta en la evolución de la psoriasis. En diez pa-
co, una actividad muy elevada de la enzima fosfo- cientes se administraron 170 g diarios de aceite
lipasa A2 y una disminución de los inhibidores de la de pescado durante seis semanas, comprobándose
fosfolipasa A2. Aunque se ha demostrado una dis- una mejoría en relación con el grupo control, y es-
creta elevación de las prostaglandinas en la piel en- ta mejoría era paralela a las concentraciones plas-
ferma de psoriasis, su papel fisiopatológico no está máticas de EPA.
del todo claro. Por el contrario, el LTB4, aumentado Cuando se administran suplementos de AGPI
en la psoriasis, cuando se aplica tópicamente indu- n-3 hay que tener en cuenta posibles interaccio-
ce microabscesos de polimorfonucleares, caracte- nes con el ácido acetilsalicílico y otros antiinfla-
rísticos de la psoriasis, pero si la aplicación se ha- matorios no esteroideos, así como con eventua-
ce de forma continuada se induce tolerancia, lo que les suplementos de ajo y ginkgo, y no deben darse
podría explicar la aparición y posterior aclarado de en niños, embarazadas ni en pacientes con discra-
las lesiones de la psoriasis. En las placas de psoria- sias sanguíneas.
sis de larga evolución se han demostrado concen- La tercera estrategia, la disminución de la vía
traciones altas de 12-HETE, cosa que no sucede en de la 5-lipooxigenasa, puede conseguirse funda-
la psoriasis en gotas. mentalmente con antioxidantes, además de con
Si en la fisiopatología de la psoriasis intervienen sustratos análogos con menos actividad que el
los eicosanoides, sobre todo los derivados del áci- LTB4, como es el 15-HETE y algunos medicamen-
do araquidónico por la vía de las lipooxigenasas tos como el benoxaprofeno, lonapalene, etc.
(LTB4 y 12-HETE), cualquier estrategia encamina- En pacientes con psoriasis graves de más de
da a disminuir su concentración se traduciría en un tres años de evolución se han demostrado con-
efecto beneficioso para estos pacientes. centraciones bajas de selenio y de la activi-
La modificación de esta vía metabólica puede dad glutatión peroxidasa. Falta por demostrar
conseguirse de tres formas: la inhibición de la for- los efectos beneficiosos de los suplementos de
mación del ácido araquidónico, la sustitución del antioxidantes.

1136
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

Además de estos suplementos nutritivos con aparece precozmente una hiperqueratosis doloro-
base fisiopatológica hay que tener en cuenta que sa que se acompaña de hiperhidrosis. Poco después
los pacientes con formas de psoriasis extensas aparecen los signos oculares con intensa fotofobia,
tienen una descamación importante que supone enrojecimiento y, a la larga, opacidades corneales.
una pérdida proteica y de aminoácidos azufrados, Casi siempre se asocia con retraso mental. El diag-
que deben reponerse. nóstico se confirma por los altos niveles de tirosi-
De todas formas, la dieta en la psoriasis cons- na en sangre y orina.
tituye un buen adyuvante en el manejo de las for- El tratamiento consiste en instaurar una dieta
mas graves. baja en tirosina y fenilalanina, con lo que se consi-
gue una normalización rápida de los niveles de ti-
rosina y una remisión en los síntomas oculares y
3.3. Alteraciones cutáneas cutáneos.
en los errores congénitos
del metabolismo
3.3.3. Fenilcetonuria
Únicamente se comentarán aquellas enfermeda-
des congénitas con manifestaciones cutáneas evi- Enfermedad que se hereda de forma autonómi-
dentes y en las que la dieta mejora los síntomas: ca recesiva y es consecuencia de un déficit de fe-
homocistinuria, tirosinemia tipo II o síndrome de nilalanina hidroxilasa hepática, con lo que se pro-
Richner-Hanhart, fenilcetonuria y enfermedad de duce un aumento de fenilalanina. En la piel aparece
Menkes. una dermatitis eccematosa con disminución de la
pigmentación cutánea, del pelo y los ojos, asociada
a retraso mental. El diagnóstico se confirma por el
3.3.1. Homocistinuria aumento de sus metabolitos en orina (ácido fenil-
pirúvico) (ver Capítulo 4.14).
Enfermedad rara por un error del metabolismo El tratamiento incluye un control riguroso de la
de la metionina, que se hereda con carácter auto- dieta con el fin de evitar los alimentos que con-
nómico recesivo y se caracteriza por una alteración tengan fenilalanina. Sólo con tratamiento dietéti-
de la pigmentación de la piel, pelo y ojos asociada co se consigue una regresión de la dermatitis ec-
a alteraciones esqueléticas, anomalías del sistema cematosa y normalización en el color de la piel y
nervioso central y trastornos tromboembólicos. el cabello.
La hipopigmentación de la homocistinuria es re-
versible y se produce como consecuencia de una in-
hibición de la tirosinasa por la homocisteína. El dé- 3.3.4. Enfermedad de Menkes
ficit de cistationina sintetasa afecta a individuos con
homocistinuria clásica. El diagnóstico se establece Se trata de una enfermedad congénita con he-
por los altos niveles de homocisteína en orina. rencia recesiva ligada al cromosoma X en la que
El tratamiento incluye la restricción de metio- se produce una mutación del gen responsable del
nina y suplementos dietéticos de cistina y, cuando transporte del cobre (Copper-Transporting P-type
hay déficit de la cistationina sintetasa, suplementos ATPase). Los síntomas cutáneos consisten en un
de piridoxina. pelo anormal, hipopigmentación y cara abultada.
La afectación general es grave y ocasiona la muer-
te entre los tres meses y los tres años de edad.
3.3.2. Tirosinemia tipo II o síndrome La pigmentación disminuye por un déficit de tirosi-
de Richner-Hanhart nasa. El pelo, normal en el momento el nacimiento,
pronto toma un color blanco nacarado.
Se produce como consecuencia de un aumen- El diagnóstico se establece por la clínica y por
to de los niveles de tirosina secundario a la altera- los niveles bajos de cobre y ceruloplasmina. El tra-
ción de la tirosina-aminotransferasa hepática. En la tamiento con suplementos de cobre no produce
piel de las palmas de las manos y plantas de los pies ningún beneficio.

1137
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

dro eccematoso, de intensidad variable, que se ini-


cia alrededor de los tres meses de vida y se man-
tiene a lo largo de los años y, aunque puede afectar
cualquier parte del cuerpo, tiene una clara tenden-
cia a localizarse en planos de flexión de las extre-
midades. En la mayoría de los casos existen sensi-
bilizaciones alérgicas que pueden agravar el cuadro
cutáneo e inducir rinitis, rinoconjuntivitis y asma
bronquial.
La influencia de la alimentación en la aparición,
mantenimiento y evolución de la dermatitis atópica
es bastante controvertida. Por una parte hay que
tener en cuenta la posible sensibilización a algunas
proteínas de los alimentos, como la leche de vaca y
Figura 9. Dermatitis atópica. La impetiginización, además el huevo; por otra, las posibles reacciones de into-
de complicar localmente el cuadro, puede desencadenar nue- lerancia a alimentos, que pueden provocar brotes
vos brotes de eccema. de eccema en el individuo enfermo, y por otra hay
que valorar las posibles alteraciones de algunas vías
metabólicas, especialmente de los ácidos grasos.

3.4.1.1. Reacciones adversas a alimentos

Las reacciones alérgicas a alimentos, media-


das por IgE, se caracterizan por su aparición rápi-
da después de la ingesta del alimento, todo lo más
unas horas, y se manifiestan por una reacción gene-
ralmente multisistémica que, cuando afecta a la piel,
se traduce en picor y reacción urticarial, acompa-
ñada de vómitos y dolor abdominal si participa el
tracto digestivo y de estornudos, congestión y pi-
cor nasal si se afecta el tracto respiratorio alto. El
diagnóstico se establece, además de por la eviden-
Figura 10. Dermatitis atópica. Intensa xerosis en la cara. cia clínica, por la demostración de anticuerpos IgE
específicos frente al alimento sospechoso.
Además, en los pacientes atópicos existe hiper-
3.4. Enfermedades vesiculosas reactividad a una multitud de factores ambienta-
les, entre ellos algunos alimentos, que habitualmen-
En este grupo de dermatosis se consideran te se toleran bien por individuos no atópicos y que
sólo tres enfermedades, la dermatitis atópica, el ec- no se produce por mecanismos alérgicos.
cema, o dermatitis alérgica de contacto, y la derma- A priori, cualquier alimento puede comportarse
titis seborreica. como antígeno y desencadenar brotes de la enfer-
medad o contribuir a su mantenimiento. La sen-
sibilización exige un contacto previo con ese ali-
3.4.1. Dermatitis atópica mento, que puede producirse en la alimentación
del niño o a través de la leche materna. Siempre
La dermatitis atópica (Figuras 9 y 10) es una es preciso demostrar que existe esa sensibiliza-
enfermedad frecuente con incidencia en aumen- ción mediante pruebas adecuadas (RAST, pruebas
to, que tiene una base constitucional con antece- cutáneas, pruebas de exposición controlada) y ex-
dentes familiares claros en la mitad de los casos cluir ese alimento de la dieta. Establecer restriccio-
y se manifiesta por una xerosis asociada a un cua- nes alimentarias sin demostrar sensibilidad o into-

1138
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

lerancia a un alimento carece de fundamento, y no linoleico a γ-linolénico; la administración de éste


es recomendable. en la dieta restablecería los niveles de ácidos di-
homo-γ-linolénico y araquidónico, y las funciones,
3.4.1.2. Ácidos grasos esenciales mejorando, así, la enfermedad. Esto se ha conse-
guido mediante la administración de ácido γ-lino-
La relación entre los ácidos grasos poliinsatura- lénico del aceite de onagra, de 2 a 6 g diarios, con
dos de cadena larga y la dermatitis atópica se ha lo que mejoran significativamente los niveles de
discutido mucho en las últimas décadas. ácido dihomo-γ-linolénico.
En 1958, Hansen sospechó la importancia de Se ha demostrado eficaz el suplemento diario
los ácidos grasos en atópicos al establecer una con 500 mg/día de aceite de borraja u otros aceites
similitud entre las manifestaciones cutáneas del ricos en ácido γ-linolénico. Lo que no está justifica-
déficit de ácidos grasos y los síntomas de la piel do son los suplementos con ácido linoleico.
atópica y al describir que los niños atópicos te- El tratamiento tópico de la xerosis de los
nían niveles de ácidos linoleico y araquidónico atópicos siempre es necesario. Se realiza con cre-
más bajos que los controles, datos que no pu- mas hidratantes habituales, bien con agentes hu-
dieron comprobarse posteriormente. Sí se de- mectantes que retienen agua o con componentes
mostró que los ácidos grasos derivados del ácido grasos que dificultan su evaporación. El empleo de
linoleico estaban a niveles más bajos en los ató- preparados tópicos formulados con ácidos grasos
picos, lo que sugirió una alteración en la enzima esenciales encarece mucho el medicamento y su
∆6-desaturasa. eficacia puede ponerse en duda.
En algunos trabajos se encuentra una relación
entre el desarrollo precoz de dermatitis atópica y 3.4.1.3. Efectos beneficiosos
niveles bajos de ácidos grasos n-3, especialmente de la alimentación materna
de ácido eicosapentaenoico, pero en la mayoría la
alteración principal se encuentra en un déficit de Si los suplementos de ácido γ-linolénico son ca-
la ∆6-desaturasa. Esta alteración puede producirse paces de restaurar la vía de los ácidos grasos deri-
bien por una alteración genética, por la expresión vados del ácido linoleico, alterados en la dermati-
alterada de la enzima, por cambios en los sistemas tis atópica, la lactancia materna ejercería un papel
hormonales de regulación o por alteraciones en importante en la prevención y tratamiento de en-
los cofactores necesarios para que la enzima ac- fermedad, ya que la leche materna es rica en áci-
túe. De una u otra forma, la actividad de esa enzi- do γ-linolénico y dihomo-γ-linolénico. Pero estos
ma es deficitaria y como consecuencia se produce beneficios evidentemente estarían ligados a la can-
una disminución de los ácidos grasos derivados del tidad de estos ácidos grasos presente en la leche. Se
ácido linoleico (ácidos γ-linolénico, dihomo-γ-lino- ha demostrado que la composición de la leche ma-
lénico y araquidónico) y de todas las actividades terna es muy variable a lo largo de la lactancia, y por
que regulan, fundamentalmente la respuesta inmu- tanto el efecto beneficioso también puede cambiar
ne y la inflamación. Esta hipótesis se ha confirma- a lo largo de ese periodo.
do, ya que los suplementos de ácido γ-linolénico se En un estudio reciente, realizado por Siltanen
traducen en una mejoría general de la enfermedad. et al. (2003), se demuestra que el efecto benefi-
Pero también se ha demostrado que en los niños cioso a largo plazo de la lactancia materna sólo
atópicos los niveles elevados de ácido dihomo-γ- se encuentra en los niños con antecedentes fa-
linolénico (20:3 n-6) se correlacionan con los nive- miliares de atopia y no ejerce ningún beneficio
les altos de IgE, situación que pone en duda la afir- en la aparición y evolución de dermatitis atópi-
mación de que el déficit de ∆6-desaturasa sea la cas en niños sin antecedentes. Los resultados de
única causa de la dermatitis atópica y sugiere que este estudio están a favor del déficit de la ∆6-
la alteración en los ácidos grasos podría estar en desaturasa que se produciría de forma congénita
relación con las enfermedades alérgicas en general. y sería grave en los individuos con una carga ge-
Si se admite que en la dermatitis atópica la ∆6- nética importante, y mucho más leve y por tanto
desaturasa es funcionalmente deficitaria, lo que funcionalmente menos importante en los niños
se traduce en una interrupción del paso de ácido con menos carga familiar.

1139
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

Sobre la base de los trabajos anteriores, lo ver- En un estudio aleatorizado se hizo una prime-
daderamente beneficioso de la leche humana es ra valoración de la eficacia de los suplementos de
su contenido en ácido γ-linolénico. Pero si la ma- probióticos en la dieta de un grupo de niños en lac-
dre del niño atópico también es atópica tendría el tancia materna con una edad media de 4,6 meses.
mismo problema que su hijo, y por tanto una me- Se valoró la influencia en la evolución de la derma-
nor concentración de ese ácido graso en su leche, titis atópica de un suplemento probiótico frente a
lo que podría ser un factor de riesgo de dermatitis un grupo control. Se comprobó a los dos meses
atópica en el lactante, por lo que sería lógico pen- una mejoría significativa tanto en la extensión co-
sar que, si se administran suplementos dietéticos mo en la gravedad de la enfermedad.
ricos en ácidos grasos a la madre, podría mejorar La administración del probiótico Lactobacillus
la situación. Recientemente se ha demostrado que rhamnosus ha demostrado que reduce la incidencia
en estas madres atópicas, cuando se hace un suple- de dermatitis atópica en niños de alto riesgo du-
mento con aceite de borraja, rico en ácido γ-lino- rante los dos primeros años de vida, beneficio que
lénico, no se modifican las concentraciones de áci- se ha demostrado también durante los cuatro pri-
do araquidónico en la leche materna. meros años de la vida.
Pero también hay que tener en cuenta que en Por tanto, se puede concluir que la administra-
la leche materna se eliminan proteínas proceden- ción de probióticos en niños atópicos es una buena
tes de la dieta de la madre que pueden sensibilizar alternativa que ha demostrado sus efectos benefi-
al niño, situación que explicaría la frecuente hiper- ciosos en varios estudios de casos y controles.
sensibilidad que se detecta a proteínas de huevo,
mucho antes de que el niño haya tomado huevos.
En los niños en quienes se demuestra una alergia 3.4.2. Eccema o dermatitis
alimentaria hay que prohibir a la madre que tome alérgica de contacto
esos alimentos. La exclusión de leche y huevos de
la dieta materna durante 7 a 10 días se tradujo en Se produce como consecuencia de una sensibi-
una mejoría del 80% del eccema en once de trece lización retardada (Tipo IV) a sustancias que pene-
niños, y se observó lo mismo en nueve niños con tran normalmente a través de la piel y, con menor
alergia a los huevos. frecuencia, a través del aparato digestivo.
En un meta-análisis reciente se concluye que Una vez que se ha producido la sensibilización,
la lactancia materna en los tres primeros me- con el nuevo contacto con el antígeno, indepen-
ses de la vida se asocia a una menor incidencia dientemente de que el contacto se produzca por
de dermatitis atópica durante la infancia en niños vía tópica, oral o parenteral, se desencadena un
de familias con historia de atopia, por lo que de- nuevo brote de eccema. En los casos en que el
be recomendarse siempre la lactancia materna, al contacto se produce por vía oral, el antígeno es
menos durante tres meses, en niños de familias absorbido en el tubo digestivo y, a través de la cir-
con tales antecedentes. culación general, llegaría a la piel donde aparece-
ría la reacción.
3.4.1.4. Justificación del empleo Se ha demostrado que en pacientes con sen-
de probióticos en pacientes sibilización al níquel, cuando se ingiere este me-
con dermatitis atópica tal aparecen brotes de eccema que se localizan
en los sitios donde anteriormente se tuvo el ec-
Se ha encontrado una asociación inversa entre la cema y en donde se realizaron las pruebas de
incidencia de infecciones en las primeras etapas de contacto.
la vida y la dermatitis atópica y que esta enferme- Por todo ello es conveniente evitar, o al me-
dad, junto con el asma, aumentará su incidencia de nos disminuir, la ingesta de alimentos que conten-
forma paralela a la mejora de las condiciones higié- gan níquel. Igual ocurre con pacientes sensibiliza-
nicas y al tamaño de la familia, debido posiblemen- dos a bálsamo del Perú y a perfumes, en los que
te al estímulo antigénico que ejercen las bacterias deben evitarse en la dieta el chocolate, pizza, co-
en el tubo digestivo con el consiguiente desarrollo la, cerveza y otros productos que contengan bál-
del sistema inmune local. samo del Perú.

1140
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

3.4.3. Dermatitis seborreica la enfermedad cuando se abandonó la dieta. En un


porcentaje variable de casos de dermatitis herpe-
Durante años se ha venido diciendo que los su- tiforme se asocia, en mayor o menor grado, enfer-
plementos de biotina eran útiles en el tratamiento medad celiaca, y aproximadamente el 25% de los
de la dermatitis seborreica infantil. En un estudio pacientes con enfermedad celiaca tienen dermati-
doble ciego se ha demostrado que estos suple- tis herpetiforme.
mentos son ineficaces. Hace varios años que se es- Cuando nuestro grupo de investigación diagnos-
tableció una relación entre la dermatitis seborreica tica una dermatitis herpetiforme, siempre instaura
y la tolerancia a la glucosa que estaba aumentada, una dieta libre de gluten. Una vez que desaparecen
tanto en la piel como en la sangre, lo que se expli- los síntomas con tratamiento, se mantiene la dieta y
caba por la asociación con una hiperinsulinemia. En se retira paulatinamente el tratamiento; seis meses
un reciente estudio de casos y controles no se ha después, también se suprime la dieta. Si aparece re-
podido demostrar esta afirmación. cidiva se aconseja la dieta sin gluten para siempre.

3.5. Enfermedades ampollosas 3.5.2. Pénfigo y epidermólisis


ampollosa
Forman un grupo abigarrado de enfermedades
cuya lesión elemental es una ampolla, y que pue- Aunque son dos enfermedades completamen-
den ser congénitas o adquiridas. La formación de te distintas, ambas comparten la formación de
la ampolla en la piel puede ser muy superficial (am- ampollas por epidermólisis (incapacidad de mante-
polla intraepidérmica), que se rompe con mucha fa- ner la cohesión entre las células epidérmicas). El más
cilidad y cicatriza también rápidamente, o ser más mínimo traumatismo es capaz de desencadenar la
profunda (ampolla subepidérmica) con toda la epi- formación de ampollas seguidas de exulceraciones
dermis por techo y la dermis por suelo; estas ampo- susceptibles de infección y cicatrización patológica.
llas son duras y tensas al principio y luego, a medida Cuando se afectan las mucosas, sobre todo la
que se reabsorbe su contenido, se hacen fláccidas y mucosa oral, son precisas técnicas de alimentación
se rompen. Se estudiarán aquí las más importantes con alimentos triturados incapaces de erosionar
desde el punto de vista de la nutrición. las mucosas a su paso y producir ampollas.

3.5.1. Dermatitis herpetiforme 3.6. Alteraciones


de la pigmentación
La dermatitis herpetiforme es una enfermedad
ampollosa crónica relativamente frecuente que se El color de la piel es consecuencia de los depó-
caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas sitos en la dermis superficial y epidermis de me-
subepidérmicas agrupadas con inmunofluorescen- lanina (color oscuro) y de la presencia de la he-
cia positiva para IgA a lo largo de la membrana ba- moglobina (color rojo) junto con otros pigmentos
sal, más marcada en la punta de las papilas dér- endógenos como los carotenoides (color amari-
micas, y un cuadro de hipersensibilidad al gluten. llo) y exógenos con fines decorativos (tatuajes). De
Generalmente responde bien al tratamiento con forma patológica, aumentos de la bilirrubina pue-
esteroides y sulfonas. den producir coloración amarillenta de la piel y las
En bastantes casos se ha descrito una intoleran- mucosas.
cia al gluten. Se ha discutido mucho sobre la in-
fluencia de la hipersensibilidad al gluten en la en-
fermedad cutánea. En una serie amplia de pacientes 3.6.1. Coloración amarillenta.
con dermatitis herpetiforme se estableció una die- Carotenodermia
ta exenta de gluten comprobando, a largo plazo,
una remisión de los síntomas, tanto clínicos co- Se produce como consecuencia de la ingesta de
mo histológicos, y un empeoramiento general de grandes cantidades de carotenos, especialmente de

1141
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

β-caroteno (zanahorias, naranjas, hojas verdes, acei- todas ellas la más común es el vitíligo, leuco-
te de palma roja, etc.). El β-caroteno es un pigmen- melanodermia adquirida muy frecuente, a veces
to liposoluble que se encuentra especialmente en hereditaria, que se caracteriza por la aparición de
las plantas. Por su actividad antioxidante y foto- zonas de piel de color blanco lechoso desprovis-
protectora se emplea mucho en dermatología. La tas de melanocitos, que pueden asociarse a tras-
sobredosificación o el consumo desmesurado de tornos oculares, especialmente iritis, enfermeda-
plantas que lo contienen son los principales res- des tiroideas, diabetes, enfermedad de Addison y
ponsables de la carotenodermia. Aproximadamen- anemia perniciosa. Para su tratamiento se puede
te a las dos semanas aparece un color amarillento optar por la repigmentación de las lesiones blan-
de la piel, más evidente en las palmas de las manos, cas o por la despigmentación de la piel normal con
que afecta a toda la piel y respeta la esclerótica y la consiguiente fotoprotección para evitar quema-
todas las mucosas. La causa de afectar sólo a la piel, duras solares. La repigmentación puede conseguir-
con más intensidad donde la sudoración es mayor, se con distintas modalidades de fototerapia (PUVA,
es que el caroteno se elimina por el sudor y se acu- UVB y banda estrecha).
mula en la capa córnea, a la que confiere un color Hay una serie de terapias alternativas emer-
amarillento que va desde el amarillo canario hasta gentes que incluyen tratamiento con complejos
el dorado e incluso ocre. No tiene ningún significa- polivitamínicos (ácido fólico + vitamina B12 + vi-
do patológico. tamina C), fenilalanina asociada a UVA (FUVA), me-
Puede producirse en otras enfermedades, como lagenina, asociación de calcio + pseudocatalasas +
en la diabetes (10%), posiblemente por alteración UVB, y ultravioletas de banda estrecha (311 nm).
de la conversión de carotenos en vitamina A. Igual- La asociación de fenilalanina (L-fenilalanina 50 a
mente puede ocurrir en paciente hipotiroideos, y 100 mg/kg/día) con radiación ultravioleta A se mues-
es muy frecuente en la anorexia nerviosa. tra como una alternativa eficaz en más de la mitad
El diagnóstico diferencial hay que establecerlo de los casos, sobre todo en pacientes de menos de
con la ictericia, de la que se diferencia por la ausen- 21 años con vitíligo simétrico y generalizado.
cia de prurito y coloración de las mucosas, orina y
heces. En los individuos que comen grandes canti-
dades de tomates puede aparecer un cuadro simi- 3.7. Influencias de la dieta en la
lar a la carotenodermia, pero de color amarillo-na- aparición del cáncer cutáneo
ranja, debido al consumo exagerado de licopenos.
En casos de duda se pueden determinar las cifras Aunque el principal agente etiológico del cáncer
séricas de carotenoides séricos, que en la carote- cutáneo es la exposición solar, hay algunas situa-
nodermia siempre se sitúan por encima de los 150 ciones en las que es difícil demostrar el papel de la
μg/dl. El único tratamiento es suspender la inges- radiación ultravioleta y la relación directa entre la
ta de carotenos; debido a su carácter liposoluble, aparición del tumor y la fotoexposición. Ello hace
la coloración tardará en desaparecer alrededor de que se hayan hecho algunos estudios, pocos, para
dos meses. tratar de buscar otros posibles factores.
Otro pigmento liposoluble de la familia de los En pacientes con melanoma se ha demostra-
carotenoides es el licopeno, responsable del co- do relación entre la incidencia y factores socioeco-
lor rojo de los tomates. nómicos, más relacionados con ciertos hábitos de
Se encuentra abundantemente en los tomates vida como la fotoexposición que con la alimenta-
y productos preparados a base de ellos (salsa ket- ción. En un estudio muy amplio no se demuestra la
chup, jugo de tomate, etc.), en la sandía, la papaya y posible influencia protectora de una dieta rica en
otras frutas. vitaminas A, C y E, carotenoides y tocoferoles. En
el melanoma metastásico experimental se ha de-
mostrado que los suplementos de selenio son ca-
3.6.2. Coloración blanquecina. Vitíligo paces de reducir las metástasis de melanoma, situa-
ción no comprobada en humanos.
La despigmentación de la piel obedece a múlti- En pacientes con carcinoma basocelular no
ples causas; puede ser congénita o adquirida. De se demuestra influencia significativa de la alimen-

1142
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

tación. Sólo parece influir el habito de fumar, pe- sas, glutatión reductasa y glutatión peroxidasa, que
ro únicamente en las mujeres. En muchos casos la impiden la peroxidación de los lípidos y destruyen
aparición de carcinomas basocelulares no puede re- el radical peróxido, o la superóxido dismutasa que
lacionarse con la exposición a la radiación ultravio- destruye el radical superóxido. Los espacios extra-
leta y, en un estudio epidemiológico muy amplio, no celulares se defienden por medio de la superóxido
se consiguió demostrar el papel protector de las vi- dismutasa extracelular y por otros sistemas no enzi-
taminas A, C, E, del folato ni de los carotenoides en máticos (ver Capítulo 1.19). De las dos fases del man-
la aparición del carcinoma basocelular, aunque en un to hidrolipídico de la piel, la fase acuosa de la emul-
estudio reciente se establecen como factor de pro- sión se protege por el glutatión y el ácido ascórbico;
tección los altos niveles en la dieta de la vitamina E. la fase lipídica, por la vitamina E especialmente.
En pacientes con precáncer cutáneo fotoin- Las únicas formas de disminuir los efectos a lar-
ducido y carcinomas espinocelulares tam- go plazo de la exposición a RU son, en primer lugar,
bién fotoinducidos, los antioxidantes por vía oral, evitar las exposiciones innecesarias al sol y a fuen-
y sobre todo tópica, han demostrado su eficacia tes artificiales de RU. En segundo lugar, evitar que la
preventiva y de inducción de regresión de lesiones RU penetre en la piel mediante una fotoprotección
precancerosas. adecuada con vestidos y cremas fotoprotectoras, y,
por último, evitar las consecuencias inmediatas de
la absorción de la RU, sobre todo el daño inducido
3.8. Enfermedades relacionadas por las especies reactivas de oxígeno. La fotopro-
con la exposición a radiación tección con cremas fotoprotectoras no es la fór-
ultravioleta mula ideal debido a su uso inadecuado, a la protec-
ción parcial del espectro ultravioleta que ofrecen,
La radiación ultravioleta (RU) procedente del a su posible toxicidad y a la inadecuada sustantivi-
sol o de fuentes artificiales (cabinas de bronceado, dad de los preparados, lo que obliga a buscar otros
fototerapia y fotoquimioterapia) tiene unos efec- procedimientos adicionales capaces de cubrir todo
tos sobre la piel que clásicamente se clasifican en el espectro de la fotoprotección.
agudos (quemadura solar, pigmentación, hiperplasia Si en condiciones normales la piel emplea distin-
epidérmica y efectos inmunológicos) y a largo pla- tos antioxidantes para protegerse del daño solar,
zo (fotoenvejecimiento y cáncer de piel). Todos es- sería lógico usar estos mismos productos, por vía
tos efectos se producen por la acción directa de la tópica o sistémica, con el fin de disminuir los efec-
RU o a través de radicales libres que se generan en tos agudos, fundamentalmente la quemadura solar,
la piel como respuesta a la absorción de la radia- y crónicos, sobre todo el cáncer de piel.
ción UV de distintas longitudes de onda. El envejecimiento es un complicado proceso
La acción directa de la RU se ejerce por la ab- bioquímico en el que se hallan implicadas las espe-
sorción selectiva por parte de los cromóforos, es- cies reactivas de oxígeno. El fotoenvejecimiento in-
pecialmente el DNA y ácido urocánico. El DNA ab- ducido por RU se diferencia del envejecimiento
sorbe radiaciones con longitudes de onda entre cronológico de la piel por la aparición más precoz
290 y 320 nm que dan lugar a unos cambios muy y la asociación con otras lesiones características de
específicos, formando dímeros de ciclobutano y dí- la exposición crónica a RU, como son las alteracio-
meros de pirimidina 6:4, con una acción de espec- nes de la pigmentación, las alteraciones del coláge-
tro máxima a 300 nm, aunque la radiación ultra- no y de las fibras elásticas de la dermis, la aparición
violeta A (UVA) puede inducir también dímeros de de lentigos solares, precáncer, cáncer cutáneo, etc.
timina con longitudes de onda entre 320 y 400 nm. Puesto que se ha demostrado que los agentes
Las especies reactivas de oxígeno proceden tan- oxidantes juegan un papel muy importante en la
to de las reacciones catabólicas como de las anabó- inducción y promoción de la carcinogénesis so-
licas. El estrés oxidativo se produce cuando la for- lar y otros procesos asociados, el empleo de los
mación de especies reactivas de oxígeno supera la antioxidantes naturales del organismo y de otros
capacidad de defensa antioxidante de las células dia- procedentes de frutas, distintos vegetales y bebi-
na del organismo. En condiciones normales las célu- das constituye una estrategia preventiva importan-
las se defienden con distintas enzimas como catala- te para evitar los efectos de la exposición a RU.

1143
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

Unas veces se emplean como suplementos dietéti- na C, también actúa sobre la pigmentación al inhi-
cos y otras en aplicación tópica, para alcanzar ma- bir la tirosinasa y, cuando se aplica tópicamente un
yores concentraciones en la piel. preparado formulado con ambas vitaminas, se inhi-
be la pigmentación inducida por RU.
Se ha demostrado que la combinación de vitami-
3.8.1. Antioxidantes naturales nas C y E tiene un efecto antioxidante mucho ma-
yor que cuando se emplean aisladamente, ya que la
3.8.1.1.Vitamina C vitamina C protege a la E de la oxidación. La formu-
lación de ácido L-ascórbico al 15% con tocoferol al
Reduce de forma significativa los efectos inme- 1% tiene un efecto protector frente al eritema y la
diatos de la RU en la piel, es esencial para la síntesis formación de dímeros cuatro veces mayor en ani-
de colágeno, reduce la síntesis de melanina por in- males, y la combinación melatonina + vitamina C +
hibición de la tirosinasa, mejora la función barrera vitamina E ha demostrado ser eficaz en la protec-
de la piel y parece estimular la función de los esfin- ción frente al eritema inducido por RU.
golípidos. Una dieta rica en frutas y verduras es su-
ficiente para mantener unos buenos niveles de áci- 3.8.1.3. Selenio
do L-ascórbico. Pero hay que tener en cuenta que
los suplementos no se liberan en cantidades sufi- Es necesario para el funcionamiento de las enzi-
cientes en la piel, por lo que la mejor manera de mas glutatión peroxidasa y tioredoxina reductasa,
aumentar la concentración de vitamina C en la piel contribuyendo al aumento de su actividad.
es la aplicación tópica. Se ha demostrado que los suplementos de sele-
La aplicación tópica de ácido L-ascórbico evita nio protegen frente a la aparición de eritema, pig-
el eritema y la formación de sunburn cells (“células mentación y cáncer inducidos por RU, tanto carci-
‘quemadas’ por el sol”) en la piel irradiada con UVB noma espinocelular como basocelular.
y UVA. El principal problema del ácido L-ascórbico
es mantener su estabilidad en la formulación, por 3.8.1.4. Zinc
lo que se tiende a sustituirlo por distintos deriva-
dos más estables, como el ascorbil-6-palmitato, que El zinc es un elemento esencial que interviene
se transforman en L-ascórbico en el interior de la en multitud de enzimas responsables de la replica-
célula. Además de los efectos preventivos, una gran ción del DNA, de la trascripción y síntesis de pro-
cantidad de trabajos demuestran que la aplicación teínas, además de otras con función antioxidante.
tópica de vitamina C tiene efectos terapéuticos en Los estudios revisados se han realizado bien en
el fotoenvejecimiento de la piel. cultivos celulares o en animales de experimenta-
ción, demostrándose una protección frente a la
3.8.1.2.Vitamina E citotoxicidad inducida por RU, daño en el DNA y
peroxidación lipídica.
El mayor efecto antioxidante de la vitamina E es
la protección frente a la peroxidación mediante la
neutralización de radicales peroxilo, aunque tam- 3.8.2. Plantas con efectos
bién puede actuar sobre el oxígeno singlete. La vi- antioxidantes
tamina E abunda en el sebo y en la fase grasa del
manto hidrolipídico que cubre la capa córnea, pro- 3.8.2.1. Silimarina
tegiéndola de los procesos oxidativos generados
por la contaminación ambiental y la RU. Es una mezcla de tres flavonoides, silibina, silidia-
La aplicación tópica de vitamina E ha demostra- nina y silicristina, que se encuentra en margaritas,
do ser un buen protector frente al eritema induci- cardos y alcachofas.
do por la exposición solar, la peroxidación de lípi- Inhibe la peroxidación lipídica y tiene un efec-
dos y la fotocarcinogénesis, al inhibir la formación to protector frente a los UVB y efecto anticarcinó-
de dímeros de ciclopirimidina inducidos por RU en geno. La aplicación tópica previene la formación de
animales de experimentación. Igual que la vitami- dímeros de pirimidina inducidos por UVB.

1144
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

3.8.2.2. Isoflavonas de soja la RU, sobre todo en las células de Langerhans, y es


capaz de inducir apoptosis celular.
Las isoflavonas más abundantes son la genisteí- Por todo ello, los polifenoles del té verde tienen
na y la daidzeína.Tienen una acción estrogénica y se una acción antiinflamatoria de utilidad en muchas
emplean en el tratamiento de la sintomatología me- dermatosis, sobre todo en la prevención del eri-
nopáusica. Los glucósidos de la soja se convierten en tema fotoinducido, y una acción anticarcinógena y
el tubo digestivo en isoflavonas libres. En la meno- antifotoenvejecimiento que los hace especialmen-
pausia se producen una serie de cambios en la piel: te útiles en la prevención tanto del cáncer cutáneo
disminuye su espesor por una disminución del colá- como del fotoenvejecimiento, lo que hace que en
geno y, cuando se administran estrógenos, sistémi- la actualidad los polifenoles del té verde se encuen-
cos o tópicos, aumentan su espesor y el colágeno. tren en la composición de bastantes fotoprotecto-
Además del efecto estrogénico, las isoflavonas res y productos cosméticos.
de la soja tienen un efecto anticarcinógeno impor- La investigación de estos productos está en con-
tante y se ha demostrado que la administración de tinuo desarrollo, con unas excelentes expectativas
suplementos de soja inhibe la formación de cán- de futuro, lo que hace precisa la búsqueda de otras
cer cutáneo inducido por carcinógenos químicos fuentes de polifenoles (uva, aceituna, corteza del
en animales de experimentación. pino, etc.) y nuevos compuestos con mayor activi-
dad antioxidante.
3.8.2.3. Polifenoles del té
3.8.2.4. Carotenoides
El té se produce comercialmente a partir de las
hojas de la planta Camellia sinensis. Aproximada- Los carotenoides procedentes de plantas y ani-
mente el 78% del té obtenido de esta planta se ob- males han demostrado su efecto protector contra
tiene en forma de té negro, que es el que se con- los efectos fotooxidantes de la RU. El β-caroteno y
sume mayoritariamente en los paíes occidentales; otros carotenoides con un grupo terminal β-retini-
sólo el 2% de la producción se consume en forma lideno o 3-dehidroretinilideno se pueden convertir
de té oolong en el sur de China, y el resto en for- fácilmente en retinoides. Por el contrario, los caro-
ma de té verde, muy popular en países asiáticos. El tenoides sin ese grupo terminal tienen muy poca
té verde se obtiene a partir de las hojas frescas de actividad provitamina A.
la planta cocidas al vapor y secadas a altas tempe- En las plantas, el β-caroteno, la luteína y otros ca-
raturas para evitar la oxidación y polimerización rotenoides actúan como agentes depuradores de
de los compuestos polifenólicos, lo que hace que especies reactivas de oxígeno con el fin de prote-
el té verde sea una buena fuente de polifenoles. Es- ger la planta de la luz solar intensa. Los carotenoi-
tos polifenoles se denominan epicatequinas, de las des de origen animal, como la astaxantina, tienen
cuales las más importantes son la epicatequina, la un efecto similar al del β-caroteno. La administra-
epicatequina-3-galato, la epigalocatequina y la epi- ción oral de β-caroteno tiene un efecto fotopro-
galocatequina-3-galato. El té negro tiene los mis- tector que lo hace ideal en el tratamiento de reac-
mos efectos, pero su poder antioxidante es mucho ciones fototóxicas y fotodermatosis idiopáticas.
menor. Estos compuestos tienen un efecto antiin- El β-caroteno constituye un buen agente depura-
flamatorio y anticarcinógeno, y se ha demostrado dor de radicales libres, especialmente cuando la pre-
que tanto la administración oral como la aplicación sión parcial de oxígeno es baja. La astaxantina y la
tópica disminuyen las posibilidades de inducción y cantaxantina parecen ser aún más eficaces en la de-
el crecimiento de tumores experimentales en ani- puración de radicales libres y radicales hidroxilo.
males tanto con carcinógenos químicos como con
RU. Aunque el mecanismo de acción no se conoce
bien, sus efectos anticarcinogénicos son superiores 3.9. Otras dermatosis
a los de las vitaminas C y E (ver Capítulo 2.13).
El té verde previene la aparición de eritema fo- Aunque en este grupo se podrían incluir muchas
toinducido y la consiguiente formación de sunburn más enfermedades de la piel, sólo se mencionará la
cells y las alteraciones inmunológicas inducidas por acrodermatitis enteropática.

1145
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

3.9.1. Acrodermatitis enteropática erosivas y sobreinfectadas por levaduras. Pronto se


afectan los pliegues de las palmas de las manos e in-
Es una enfermedad hereditaria que se hereda de terdigitales y aparece una paroniquia.
forma autosómica recesiva, en la que existe una La alopecia cada vez es más intensa y es frecuen-
incapacidad para absorber el zinc de la dieta. Es- te observar en los cabellos la alternancia de bandas
ta incapacidad no es total, por lo que suplemen- claras y oscuras (“rayas de cebra”) cuando se exa-
tos de zinc en la dieta son suficientes para curar la minan con luz polarizada.
enfermedad. Si no se corrige pronto la deficiencia, se detiene
Debe mantenerse la lactancia materna todo el el crecimiento, aparece diarrea de intensidad varia-
tiempo posible ya que la absorción de zinc es ma- ble, e incluso ausente, y se instauran alteraciones
yor que con la leche de vaca, debido a la presencia neurológicas.
en la leche materna de un ligando de menor peso La mejoría es espectacular a los pocos días de
molecular y mucho más eficaz para la absorción. iniciar el tratamiento con suplementos de zinc. Se
Se manifiesta a las pocas semanas de nacer en absorbe muy bien por vía oral, pero la absorción
los niños que se alimentan con biberón, y después puede disminuir en pacientes tratados con quino-
del destete cuando se hace lactancia natural. Se ini- lonas, tetraciclinas, penicilamina y calcio, y con la
cia un cuadro de aspecto eccematoso en la cara, ingesta de café o té. Por el contrario, la absorción
cuero cabelludo y región anogenital que empeo- mejora con la administración concomitante con
ra progresivamente apareciendo ampollas y zonas cisteína, histidina y metionina.

1146
S. Serrano Ortega | C. Serrano Falcón

4. Resumen
 Las relaciones entre la nutrición y la piel se
abordan desde dos puntos de vista distintos. El
primero describe las manifestaciones cutáneas
de las principales carencias de calorías y nu-
trientes. En el segundo se analizan las posibles
influencias de la alimentación en la aparición y
mantenimiento de la enfermedad, así como las
posibles intervenciones terapéuticas con deter-
minadas dietas.

 En general, las manifestaciones cutáneas en las


carencias son importantes, y la mayor parte de
las veces muy significativas y de gran utilidad
diagnóstica, ya que en casi todos los casos
aparecen precozmente. Por el contrario, en las
dermatosis la influencia de la alimentación es
mucho menor de lo que el público cree. No
se han demostrado influencias de la dieta en el
acné que aconsejen suprimir o suplementar el
tratamiento con algún alimento. En la dermatitis
atópica se han probado el efecto protector de
la lactancia materna y la utilidad de los probió-
ticos, así como la de los suplementos con ácido
γ-linolénico. En la psoriasis existe una base fi-
siopatológica suficiente para aconsejar ácidos
grasos poliinsaturados de cadena larga n-3, y
en muchos casos de dermatitis herpetiforme
la sintomatología mejora con una dieta libre de
gluten, que si se mantiene llega a hacer desapa-
recer la enfermedad.

 Se analiza el papel de los antioxidantes más


frecuentes, tanto en aplicación tópica como por
vía sistémica, resaltando su utilidad como adyu-
vantes de la fotoprotección y para la preven-
ción de cáncer fotoinducido y envejecimiento
cutáneo.

1147
Capítulo 4.38. Nutrición en las enfermedades de la piel

5. Bibliografía
Capítulo básico que analiza los fundamentos, cambios y benefi-
cios terapéuticos de los ácidos grasos poliinsaturados en algunas
enfermedades cutáneas, en especial psoriasis y dermatitis atópica.

Kajosaari M, Poussa T, Saarinen KM, Savilahti E. A dual long-


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Kalliomaki M, Salminen S, Poussa T, Arvilommi H, Isolauri E.


Probiotics and prevention of atopic disease: 4-year follow-up
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Analiza la utilidad de los probióticos en la prevención de la
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Cordain L, Lindeberg S, Hurtado M, Hill K, Eaton B, Brand-
Miller J. Acne vulgaris. A disease of western civilization. Arch Serrano Ortega S, Soto Delás J, Moreno Jiménez JC. Dermocos-
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Trabajo que valora y analiza las posibles influencias de la alimen- Libro de dermocosmética general que recoge las causas, trata-
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Feskanich D, Willett WC, Hunter DJ, Colditz GA. Dietary Siltanen Pinnell SR. Cutaneous photodamage, oxidative stress,
intakes of vitamins A, C, and E and risk of melanoma in two and topical antioxidant protection. J Am Acad Dermatol 2003;
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Estudio de cohortes que demuestra que los antioxidantes clási- Trabajo de revisión que analiza el papel de los antioxidantes en
cos no reducen el riesgo de melanoma. el daño cutáneo producido por el estrés oxidativo.

Gil Á. Funciones de los ácidos grasos poliinsaturados en la Thiboutot DM. Diet and acne revisited. Arch Dermatol 2002;
piel, enfermedades de la piel y otras patologías emergentes. 138: 1591-2.
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 www.science.gov/browse/w_127G.htm

 www.healthcyclopedia.com/nutrition-and-metabolism-disorders.html

1148
4.39. Nutrición en las patologías de la visión

Daniel Antonio de Luis Román Rocío Aller de la Fuente


Capítulo 4.39.

Nutrición en las patologías de la visión

1. Introducción

2. Anatomía del ojo

3. Fisiología de la visión

4. Degeneración macular

5. Distrofia fúndica de Sorsby

6. Atrofia gyrata

7. Retinitis pigmentosa

8. Síndrome de Bassen-Kornzweig

9. Enfermedad de Refsum

10. Cataratas

11. Neuropatías ópticas (epidemia cubana)

12. Alteraciones nutricionales específicas que afectan a la visión

13. Resumen

14. Bibliografía

15. Enlaces web


Objetivos

n Conocer los conceptos de la anatomía del ojo.


n Describir las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de la degeneración macular.
n Identificar las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de la distrofia fúndica de Sorsby.
n Concretar las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de la atrofia gyrata.
n Descubrir las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de la retinitis pigmentosa.
n Especificar las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético del síndrome de Bassen-Kornzweig.
n Detallar las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de la enfermedad de Refsum.
n Definir las manifestaciones clínicas y el tratamiento dietético de las cataratas.
n Precisar las características de la neuropatía óptica en el caso de la epidemia cubana.
n Mostrar algunas alteraciones nutricionales específicas que pueden afectar a la visión.
1. Introducción

E
n estos momentos, el envejecimiento de la población occidental es un problema
grave de salud pública. En el contexto del aumento de la prevalencia e incidencia
de las patologías crónicas, como diabetes mellitus, obesidad, hipertensión, etc.,
existe también un incremento de las enfermedades crónicas del sistema visual, como
pueden ser las cataratas y la degeneración macular de la retina.
Las enfermedades degenerativas de la retina representan una causa importante de
pérdida de la visión en países occidentales. El conocimiento sobre la fisiopatología
de este grupo de enfermedades es importante; no obstante, el papel de la nutrición,
sobre todo el papel de los ácidos grasos poliinsaturados de la serie n-3 y de los an-
tioxidantes, en el mantenimiento de la función de los fotorreceptores está en continua
investigación.
A lo largo de este Capítulo se revisarán las diferentes patologías que pueden afectar
a la función de los fotorreceptores, y por tanto de la visión, así como los posibles tra-
tamientos nutricionales ensayados y los resultados obtenidos.

1153
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

Figura 1. Estructura del globo ocular.

2. Anatomía del ojo


El globo ocular (Figura 1) es una estructura
más o menos esférica que pesa aproximadamente
7,5 g y tiene un diámetro anteroposterior de 23,5
mm, encontrándose alojado en la cavidad orbitaria.
Está constituido por tres capas, y en su interior
se pueden individualizar tres cámaras:
• Cámara anterior. Figura 2. Visión anterior del ojo.
• Cámara posterior.
• Cámara vítrea.
Se encuentra rodeado por los anexos oculares entre sí a través de un agujero central, la pupila. Su
(Figura 2): párpados, conjuntiva, aparato lacrimal, función fundamental es la de mantenimiento.
músculos periorbitarios y grasa orbitaria. El cristalino es una estructura transparente bi-
Para una descripción más pormenorizada, las es- convexa localizada detrás del iris y mantenida en
tructuras del ojo pueden dividirse en: su posición mediante la zónula o ligamento sus-
• Contenido. pensorio del cristalino, que le une al cuerpo ciliar
• Membranas de cubierta. (Figura 4).
Dentro del contenido (Figura 3) se incluye el La cámara vítrea es la cavidad intraocular más
humor acuoso, el cristalino y la cámara vítrea. El hu- grande, y supone las cuatro quintas partes del volu-
mor acuoso es un líquido transparente que ocupa men del ojo. Está localizada detrás del cristalino, ocu-
el espacio comprendido entre la córnea y el crista- pada por un gel denominado vítreo (Figura 3).
lino. Este espacio está dividido por el iris en dos cá- En cuanto a las cubiertas, son tres (Figura 3).
maras, la anterior y la posterior, que se comunican La más externa está formada por la esclerótica,

1154
D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

y pertenece al sistema ópti-


co. La capa media, denomina-
da úvea, es una capa vascular
del globo, y se puede dividir
en dos partes:
• Anterior, integrada por el
cuerpo ciliar y el iris, ambos
envueltos en el sistema de
mantenimiento y óptico.
• Posterior o coroides, per-
teneciente al sistema de man-
tenimiento.
La capa interna es la retina.
Su misión consiste en transfor-
mar la luz en un estímulo ner-
vioso, y está constituida por las
siguientes capas (Figura 5):
• Epitelio pigmentario.
• Retina sensorial.
El epitelio pigmentario
es la capa más externa. Está
compuesto por células car-
gadas con melanina y unidas
Figura 3. División en cámaras del globo ocular. entre sí por zónulas ocludens
y adherens. Las proyecciones
vellosas en el polo apical de
estas células rodean los seg-
mentos externos de los co-
nos y bastones.
La retina sensorial presenta
una capa de fotorreceptores,
que son unas células especia-
lizadas de origen neuroepite-
lial. Aproximadamente existen
en total unos 6-7 millones de
conos y 120-130 millones de
bastones. Los conos son res-
ponsables de la visión discri-
minativa y del color, situán-
dose fundamentalmente en
la zona posterior de la retina.
Los bastones discriminan en-
tre la oscuridad y la luz, repar-
tiéndose por toda la retina.
Figura 4. Detalle anatómico de una sección del globo ocular. Las siguientes capas son:
una capa denominada mem-
brana limitante externa, for-
que es una estructura opaca perteneciente al sis- mada por los extremos de las células de Müller; una
tema de mantenimiento, y por la córnea, que es capa granulosa, integrada por los núcleos de los foto-
la parte más anterior. La córnea es transparente rreceptores; y la capa plexiforme externa, constitui-

1155
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

Figura 5. Esquema de la retina en el que se observan diferentes capas.

da por las sinapsis entre las células bipolares y los fo- El momento físico-óptico comprende la entrada
torreceptores y las células horizontales. La siguiente de la luz en el ojo atravesando los medios transpa-
capa, o granulosa interna, consta de los cuerpos ce- rentes, y forma una imagen en la retina.
lulares o núcleos de las células bipolares, las células En el momento químico, la excitación de los fo-
horizontales, las células acrinas y las células de Müller. torreceptores provoca unas reacciones fotoquí-
La capa plexiforme interna está compuesta por las micas que descomponen los pigmentos visuales
sinapsis entre las células bipolares y las ganglionares, (rodopsina en los bastones). Esta reacción mo-
y las células amacrinas. Y las últimas capas están for- difica la actividad característica del receptor, por
madas por las células ganglionares, fibras nerviosas y, alterar la permeabilidad de su membrana. El cal-
por último, la membrana limitante interna. cio penetra en el fotorreceptor y, bloqueando los
poros de entrada de la membrana, impide el pa-
so de sodio.
En el momento eléctrico, debido a la entrada
3. Fisiología de la visión de calcio, se produce una hiperpolarización de la
membrana, que va a originar la formación de co-
La función visual se produce como consecuen- rrientes eléctricas que se transmiten a las células
cia de cuatro momentos que se ordenan tempoes- nerviosas. A nivel de las sinapsis plexiformes se am-
pacialmente de la siguiente manera: plifican las señales. Toda esta información se trans-
• Físico-óptico. porta codificada al sistema nervioso central en for-
• Químico. ma de potenciales de acción a partir de las células
• Eléctrico. ganglionares. La información alcanza el neocórtex,
• Psicológico. haciéndose consciente e interpretándose.

1156
D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

des contenidos en vegetales de hoja verde oscu-


ra (zeaxantina y luteína), sobre todo la zeaxantina
(ver Capítulo 1.23). Un alimento rico en carotenoi-
des que también se ha mostrado útil a la hora de
reducir el riesgo de desarrollar degeneración ma-
cular es la espinaca.
Asimismo, se han diseñado trabajos donde se
han comparado los niveles séricos de retinol, ca-
rotenoides y vitamina E de una muestra de pacien-
tes con degeneración macular con los de pobla-
ción sana, no encontrándose diferencias entre las
dos muestras. No obstante, todos estos estudios
de observación no pueden revelar causalidad y/o
efecto y sí generar hipótesis. Por ello se han ela-
borado estudios de intervención que pudieran res-
ponder a estas hipótesis.
Los trabajos llevados a cabo con agentes antioxi-
dantes han sido múltiples. Se han utilizado los su-
Figura 6. Fondo de ojo con lesiones características de
plementos de zinc, que han mostrado una dilación
degeneración macular.
en la progresión de la enfermedad. Ante la posibi-
lidad de un efecto protector directo de los β-ca-
rotenos, la vitamina C y la vitamina E en las mem-
4. Degeneración macular branas de los fotorreceptores, al proteger frente a
la acción oxidante de los ácidos poliinsaturados de
La degeneración macular es la principal cau- estas membranas, se han realizado diversos estu-
sa de ceguera irreversible en Europa, en personas dios (Tabla 1).
por encima de los 50 años. En un país como Esta- En estudios de cohortes se ha demostrado có-
dos Unidos, dos millones de personas padecen es- mo el consumo regular de vegetales (2 veces a la
ta enfermedad. semana o más) disminuye 2 veces la probabilidad
Esta patología provoca el desarrollo de drusas de desarrollar degeneración macular de la retina
y alteraciones del epitelio pigmentario de la retina en varones y 2,2 veces en mujeres. Otros traba-
(Figura 6). La pérdida de visión se produce por jos han probado que, en estadios iniciales de la de-
dos circunstancias: generación macular, la ingesta de grasas de origen
• Atrofia del epitelio pigmentario retiniano (for- animal eleva la probabilidad de padecer degenera-
ma seca). ción macular en 2,29 veces, mientras que la ingesta
• Neovascularización coroidea con hemorragias, de pescado reduce el riesgo.
exudados y elevación macular (forma húmeda). Se han lanzado diversas recomendaciones para
En la actualidad no existe ninguna medida tera- prevenir la presencia de degeneración macular, en-
péutica que posibilite detener la evolución de la tre ellas el elevado consumo de vegetales y frutas.
forma seca. La forma húmeda puede ser tratada
con fotocoagulación por láser; no obstante, más
de la mitad de los pacientes con esta forma pierde
gran parte de la visión. 5. Distrofia fúndica
Tradicionalmente se ha relacionado una alta in- de Sorsby
gesta de carotenoides con una menor probabilidad
de padecer degeneración macular, evidenciándo- Esta distrofia es una enfermedad autosómica do-
se cómo en los cuartiles más elevados de inges- minante, originándose una degeneración retiniana.
ta el riesgo del desarrollo de la degeneración dis- Los pacientes refieren ceguera nocturna en la edad
minuía hasta un 43%. Además, se han relacionado puberal, presentando una pérdida progresiva de la
selectivamente con este beneficio dos carotenoi- visión central, al producirse hemorragia y neovas-

1157
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

Tabla 1. REVISIÓN DE ESTUDIOS CON ANTIOXIDANTES Y DEGENERACIÓN


MACULAR DE LA RETINA

Estudio Año Diseño Participantes Hallazgos


Vitamina A, efecto
Nhanes 1988 Transversal 3.082
protector
Eye Disease Case 421 casos Carotenoides, efecto
1993 Caso-control
Control Study 615 controles protector
Niveles séricos de
Baltimore Longitudinal
1 994 Cohorte 976 vitamina E, efecto
Study on Aging
protector
Beaver Dam Eye 167 casos Licopenos, efecto
1995 Caso-control
Study 167 controles protector
Beaver Dam Eye
1996 Cohorte 1.968 Zinc, efecto protector
Study
Blue Mountains Eye 156 casos
1997 Caso-control Sin efecto
Study I 156 controles
Physicians’ Health
1999 Cohorte 21.120 No efectos
Study
No efecto protector con
Taylor 2002 Ensayo clínico 1.193
500 UI de vitamina E
Consumo de vegetales
Age Related
2003 Cohorte 446 dos veces por semana,
Maculopaty
efecto protector
Blue Mountains Eye
2003 Cohorte 2.335 No efecto protector
Study II
Dos veces más riesgo
Gale 2003 Cohorte 380 en el tercil inferior de
zeaxantina sérica

cularización subretiniana. En fases avanzadas de la


enfermedad se añade una pérdida periférica de vi-
sión (Figura 7).
Esta enfermedad es causada por la mutación
en el cromosoma 22 del inhibidor de la metalo-
proteinasa 3 (TIMP-3). Probablemente, la muta-
ción produce un depósito anormal de los lípidos
entre los fotorreceptores y la capa coroidea. Es-
te depósito subretiniano, localizado en la mem-
brana de Bruch, crea una barrera de difusión para
los nutrientes que tienen que alcanzar los foto-
rreceptores.
Es difícil efectuar ensayos clínicos de inter-
vención con antioxidantes en esta enfermedad,
al presentar una incidencia muy baja. Los traba-
jos que existen han sido realizados con familias
de pacientes con esta patología. De este modo,
en un estudio con administración de suplemen-
tos con altas dosis de vitamina A (50.000 UI/día) Figura 7. Fondo de ojo con lesiones características de la
revirtió la ceguera nocturna con una semana de enfermedad de Sorsby.

1158
D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

tratamiento en los casos más leves de la enferme- Bioquímicamente, estas personas muestran una
dad. Una conclusión de este trabajo fue el man- elevación de los niveles plasmáticos de ornitina, de
tenimiento de la mejoría en la sensibilidad de los 10 a 30 veces sus valores normales, debido a la
conos, mientras que la sensibilidad de los basto- deficiencia de ornitín-cetoácido aminotransferasa
nes fluctuaba. (OCA). Estos pacientes no pueden transformar la
La causa que desencadena esta deficiencia lo- ornitina en ácido pirrolín-5-carboxílico. Se han de-
cal de vitamina A en los pacientes con distrofia de tectado casi 80 mutaciones diferentes en el gen de
Sorsby no está aclarada. Una de las hipótesis que la OCA en el cromosoma 10.
se maneja es un problema en el entramado de la La pérdida de la actividad de la enzima OCA
matriz extracelular producido por la mutación de es prácticamente total en los individuos afecta-
TIMP-3, lo que provoca un déficit en el almacena- dos. No obstante, la administración oral de su-
miento de vitamina A y posterior transporte a los plementos con cofactores de la enzima ha mos-
fotorreceptores. Este déficit local de vitamina A en trado un incremento en la actividad enzimática.
los fotorreceptores origina una disminución de la El cofactor que más se ha ensayado en suple-
sensibilidad a la luz, así como la regeneración del mentación es la vitamina B6 (piridoxina).
pigmento visual (vitamina A más opsina) tras la es- La toxicidad directa de la ornitina en las células
timulación visual, ocasionando la ya mencionada epiteliales de la retina se ha demostrado en diver-
falta de adaptación a la oscuridad. sos trabajos de experimentación, inyectando altas
El área de investigación en esta patología es concentraciones de ornitina en la retina. Teniendo
enorme, al estar por determinar qué efecto puede en cuenta que la ornitina no está presente en la die-
provocar la suplementación crónica con vitamina ta, y que su precursor es otro aminoácido, la argini-
A en el curso de la enfermedad, teniendo en cuen- na, una de las posibles vías dietéticas de tratamien-
ta que la dosis considerada segura en tratamientos to es la restricción proteica, y, más concretamente,
crónicos puede oscilar entre 20.000 y 30.000 UI/ de arginina, en la dieta de estos pacientes.
día, una cifra inferior a la ensayada en el trabajo Diversos grupos han trabajado con diferentes
previamente mencionado. dietas en el tratamiento de estos pacientes. Se ha
conseguido disminuir la hiperornitinemia con dietas
bajas en proteínas y libres de arginina, así como con
suplementos de vitamina B6 (300-500 mg/día).
6. Atrofia gyrata Estas dietas presentan diversos problemas. Las
dietas muy restrictivas en proteínas (10-15 g/día)
Otra enfermedad degenerativa de carácter he- son difíciles de realizar en el domicilio fuera de una
reditario es la atrofia gyrata de la retina y coroides. estrecha supervisión hospitalaria. Por ello, actual-
Su herencia es autonómica recesiva. La sintomato- mente se tiende a reducir las proteínas a cotas de
logía de los pacientes consiste en ceguera noctur- 20-35 g/día, consiguiéndose moderados descensos
na con pérdida de la visión periférica entre los 10 en los niveles de ornitina circulante.
y 25 años de edad. Los estudios de suplementación con piridoxina y
Otras alteraciones menos relevantes son: restricción proteica son escasos, al poseer una ba-
• Miopía. ja incidencia dicha patología. En un trabajo con dos
• Disminución del campo visual. hermanos de 10 años, en tratamiento con una die-
• Presencia de atrofia coreorretiniana en torno ta limitada en arginina durante 5-7 años, los niveles
al fundus y nervio óptico. circulantes de ornitina se mantuvieron en un ran-
Estos pacientes presentan otras alteraciones go dentro de la normalidad (100-125 μmol/l), mos-
sistémicas, como son alteraciones musculares, del trando un menor grado de atrofia retiniana du-
pelo, así como de la estructura y función de las rante los años de seguimiento. Tras estos escasos
mitocondrias a nivel hepático. Con el paso de los estudios, un objetivo a alcanzar en estas personas
años, los enfermos pueden desarrollar cataratas ha de ser la normalidad en los niveles circulantes
que, junto con la atrofia coreorretiniana, que va de ornitina. Como algunos individuos responden a
progresando, producen una ceguera total en es- la suplementación con piridoxina, siempre se ten-
tos sujetos. drá que intentar un tratamiento previo con vitami-

1159
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

7. Retinitis pigmentosa
La retinitis pigmentosa es una patología con una
prevalencia nada despreciable, estimándose un to-
tal de 1.500.000 afectados en todo el mundo. La
clínica más característica de esta entidad es la fal-
ta de adaptación a la oscuridad, ceguera nocturna
y pérdida del campo visual periférico en la edad
puberal. A lo largo de la evolución de la enferme-
dad se produce una pérdida mayor de los cam-
pos visuales periféricos e incluso del campo vi-
sual central.
El fondo de ojo de estos pacientes es característi-
co (Figura 8), presentando, además del depósito de
pigmento intrarretiniano, una atenuación de los va-
sos retinianos y palidez del disco óptico. En un análi-
sis histológico de la retina de estos pacientes se de-
tecta una degeneración de conos y bastones de las
células fotorreceptoras.
Figura 8. Fondo de ojo con lesiones características de Esta patología representa también otra forma
retinitis pigmentosa. hereditaria de degeneración, con un patrón de
transmisión recesivo, ligado al cromosoma X. Exis-
na B6 para valorar el descenso de ornitina. Ambos te una gran heterogeneidad genética en estos pa-
grupos de pacientes, no respondedores a piridoxi- cientes, detectándose mutaciones en 8 genes di-
na y respondedores a piridoxina, deben ser some- ferentes, en 20 localizaciones cromosómicas. Los
tidos a una dieta restringida en proteínas. genes afectados codifican algunas proteínas de la
En la actualidad, el grado de control de estos pa- cascada de fototransducción:
cientes se ha dividido en los siguientes grupos, se- • Rodopsina.
gún los niveles circulantes de ornitina: • Subunidad α de la proteína del canal catión-
• Excelente (< 200 μmol/l). GMP cíclico (GMPc).
• Medio (200-300 μmol/l). • Subunidad α de la fosfodiesterasa GMPc.
• Pobre (> 400 μmol/l). • Subunidad β de la fosfodiesterasa GMPc.
El seguimiento de las dietas pobres en proteínas Otras mutaciones afectan a genes que codifican
es muy complicado en la edad infantil, ante el difí- proteínas encargadas de mantener la estructura
cil equilibrio que supone la restricción proteica y el del fotorreceptor:
correcto desarrollo pondoestatural del paciente, re- • Proteína 1 de los bastones (ROM 1).
comendándose la utilización de fórmulas artificiales • Proteína epriferina.
exentas de arginina. En adultos no dejan de resultar Menos frecuentes resultan las siguientes muta-
complicadas estas dietas restringidas en proteínas, ciones:
precisándose también una suplementación con fór- • Mutación en el gen que codifica la miosina VII a.
mulas libres de arginina, al presentarse déficit de ami- • Mutación en el gen que regula la GTPasa.
noácidos esenciales. Es muy frecuente la necesidad La suplementación con vitaminas antioxidantes
de suplementar con lisina la dieta de los adultos. de estos pacientes es un campo de gran interés en
En resumen, además de estudios visuales perió- la literatura internacional, debido a la alta prevalen-
dicos, en la rutina del seguimiento clínico de estos cia de esta enfermedad. En estudios iniciales rea-
pacientes es necesario realizar controles del ami- lizados en la década de los 70 del siglo XX, pare-
noacidograma para detectar probables deficiencias, ce que los suplementos de vitamina E y/o vitamina
así como administrarles suplementos de complejos A producían una pérdida menor de la amplitud de
multivitamínicos con minerales para prevenir posi- los potenciales detectados mediante electrorreti-
bles carencias. nograma, obtenido en estos pacientes.

1160
D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

Una de las incógnitas ha sido la dosis adecuada de A nivel analítico se identifica por unos niveles
antioxidante que podría resultar eficaz para el tra- séricos de colesterol muy bajos, con una ausencia
tamiento de esta entidad. Se ha manejado un míni- de lipoproteínas de baja densidad.
mo de 200 UI de vitamina E, así como un mínimo Fisiológicamente, estos pacientes pueden absor-
de 15.000 UI de vitamina A. Inicialmente, el desarro- ber las grasas en las células intestinales; el defecto
llo de trabajos de investigación intentó valorar la efi- consiste en una disminución del paso del coleste-
cacia de los dos antioxidantes, diseñándose diversos rol de las células intestinales. El defecto genético se
ensayos clínicos. Uno de estos trabajos dividió a los ha encontrado en el gen que codifica una proteína
pacientes con retinitis pigmentosa en cuatro grupos: microsomal que transfiere triglicéridos. Secunda-
• 3 UI/día de vitamina E más 15.000 UI/día de riamente se produce una depleción de vitamina A
vitamina A. en el hígado y la retina.
• 3 UI/día de vitamina E más 75 UI/día de vita- El tratamiento de estos pacientes consiste en
mina A. una dieta baja en grasas, con suplementos de vita-
• 400 UI/día de vitamina E más 15.000 UI/día de minas liposolubles, como vitaminas A, E y K. De-
vitamina A. bido a la baja incidencia de esta enfermedad, los
• 400 UI/día de vitamina E más 75 UI/día de estudios existentes no pasan del tratamiento de
vitamina A. algunas familias. En estos casos, la suplementa-
El resultado final de este trabajo, analizando di- ción con vitamina A ha provocado una mejoría en
versas variables visuales, como fueron la agudeza la adaptación a la oscuridad, así como en los da-
visual, el campo visual y la disminución de la ampli- tos del electrorretinograma. No obstante, los es-
tud del electrorretinograma, mostró cómo los gru- tudios a largo plazo con suplementos de vitami-
pos suplementados con 15.000 UI de vitamina A na A no han conseguido detener la degeneración
presentaron una ralentización en la pérdida de vi- de la retina. Algunos grupos han suplementado a
sión frente a los grupos suplementados con 400 UI los pacientes con vitamina A y con vitamina E, ob-
de vitamina E. servándose cierta estabilización de la degenera-
Sin embargo, algunos autores han encontrado ción retiniana.
beneficios sobre la pérdida visual en los pacientes La suplementación con vitamina E se ha mos-
con retinitis pigmentosa que reciben suplementos trado útil en otros procesos similares al síndro-
de vitamina E y taurina, observándose, por tanto, me de Bassen-Kornzweig. Estos cuadros se de-
un efecto contradictorio con respecto a los resul- nominan “ataxia de Friederich”, y se caracterizan
tados previos. por hiporreflexia, disartria, alteración de la sensa-
Algunos autores han demostrado la seguridad ción vibratoria y propioceptiva, con unos niveles
de administrar suplementos de vitamina A inferio- séricos de vitamina E disminuidos. La base genéti-
res a 25.000 UI/día durante 5 años. ca de este proceso es una mutación en la proteína
Finalmente, la adición de una dosis de 1.200 mg/ de unión a α-tocoferol. La administración de vita-
día de docohexaenoico a pacientes con retinitis mina E por vía oral conlleva una reducción en la
pigmentosa ha demostrado ralentizar la progre- progresión de la retinitis pigmentosa y la degene-
sión de la enfermedad durante 2 años. ración neurológica.

8. Síndrome de 9. Enfermedad de Refsum


Bassen-Kornzweig
Esta patología es un error congénito del meta-
Este síndrome se caracteriza por la presencia de bolismo que se caracteriza por la acumulación de
los siguientes signos: ácido fitánico, transmitido por un mecanismo au-
• Síndrome de malabsorción. tosómico recesivo. Las manifestaciones clínicas son
• Degeneración retiniana generalizada. muy variadas:
• Enfermedad difusa neuromuscular. • Neuropatía periférica.
• Acantocitosis de los glóbulos rojos. • Ataxia.

1161
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

• Retinitis pigmentosa. 10. Cataratas


• Anosmia.
• Sordera. Junto con la degeneración macular de la retina,
• Anomalías cardiacas. las cataratas representan la otra causa fundamen-
• Incremento de proteínas en líquido cefalorra- tal de pérdida de visión en los países occidentales.
quídeo. Las cataratas producen una opacificación del
Además, estos pacientes presentan otros signos, cristalino, disminuyendo la entrada de luz al glo-
como son: bo ocular; uno de los mecanismos que se han pro-
• Opacidad del cristalino. puesto para esta opacificación del cristalino es el
• Malformaciones del esqueleto. estrés oxidativo al que puede estar sometida es-
• Ictiosis. ta lente.
• Anomalías pupilares. Existen algunas publicaciones que han evaluado
La alteración bioquímica de esta enfermedad se el papel antioxidante y, por tanto, curativo de la vi-
caracteriza por la afectación del primer paso en la tamina C, la vitamina E y los carotenos en el de-
oxidación del ácido fitánico; este primer paso con- sarrollo de las cataratas. Las concentraciones de
siste en la introducción de un grupo hidroxilo en el vitamina C dentro del cristalino son 60-70 veces
α-carbono del ácido fitánico (α-hidroxilasa del áci- superiores a las séricas; también la concentración
do fitánico). de otros carotenoides (luteína) se sitúa en cifras
A pesar de conocer la alteración bioquímica muy superiores a las existentes a nivel sérico.
de estos pacientes, no está claro el mecanismo Se han realizado estudios en diversas poblacio-
por el cual la acumulación de ácido fitánico pro- nes y con diferentes suplementos vitamínicos. Un
duce las manifestaciones clínicas previamente ci- primer conjunto de trabajos analiza las concentra-
tadas. Probablemente el ácido fitánico, al intro- ciones de algunos antioxidantes y valora el riesgo
ducirse en la estructura de los ácidos grasos de de presentar cataratas en función de los diferentes
cadena larga, genera alteraciones en la estabili- grupos. La presencia de niveles plasmáticos eleva-
dad de las membranas celulares. Además, la acu- dos en al menos dos de los siguientes antioxidan-
mulación del ácido fitánico origina una altera- tes -vitamina C, vitamina E y carotenoides- mostró
ción de la mielina. una reducción significativa en el riesgo de desarro-
El ácido fitánico está presente en los vegetales llar cataratas.
de hoja verde y en la carne. Los vegetales de ho- En otro trabajo que determinó las concentra-
ja verde aportan fitoles (clorofila), que se transfor- ciones de vitamina E y β-caroteno se expuso un
man en ácido fitánico. Por ello, en la dieta deben aumento en la posibilidad de padecer cataratas se-
restringirse la carne, la leche y los vegetales de hoja niles de 2,6 veces en el grupo de pacientes con
verde. La dieta de estos pacientes ha de ser normo unos niveles de vitamina E y carotenos en el ter-
o hipercalórica, ya que un descenso en el aporte cil inferior. En otra publicación, las concentracio-
de calorías produce una liberación de ácido fitáni- nes plasmáticas en el cuartil inferior de la normali-
co de los tejidos. dad revelaron una probabilidad 3,7 veces mayor de
Como en la mayor parte de las patologías ana- presentar cataratas.
lizadas en este Capítulo, debido a la baja inciden- No obstante, no todos los resultados han sido
cia de la enfermedad, los tratamientos ensaya- tan homogéneos. En algunos estudios se ha encon-
dos se limitan a los realizados sobre las familias trado una reducción de hasta un 50% en la posi-
diagnosticadas. bilidad de desarrollar cataratas en función de los
La implantación de la dieta con restricción de niveles de vitamina E, y no de los niveles de ca-
carne, productos lácteos y vegetales de hoja ver- rotenoides. Sin embargo, en cohortes amplias de
de ha conseguido mejorar los siguientes datos pacientes (Nurses’ Health Study) se ha observado
clínicos: una disminución de un 27% en el riesgo de sufrir
• Conducción nerviosa. cataratas en el quintil más elevado de ingesta de
• Disminución de las proteínas en líquido cefa- carotenoides.
lorraquídeo. Otro grupo de trabajos ha evaluado la eficacia
• Retinitis pigmentosa. de la administración de suplementos de determi-

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D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

nados antioxidantes. Así, la suplementación con vi- sustenta en análisis de niveles de micronutrientes
tamina E ha revelado en algunos estudios un des- bajos a escala de laboratorio, en la asociación tem-
censo del riesgo de presentar cataratas de un 56%. poral entre épocas de hambruna en estas comuni-
Estos datos han sido confirmados también con es- dades y la presencia de neuropatía óptica, así como
tudios de cohortes diseñados para otros fines. En en la rápida mejoría de la neuropatía óptica cuando
efecto, el Physicians’ Health Study mostró una re- se administran suplementos con micronutrientes.
ducción del 27% en el riesgo de desarrollar cata- Las manifestaciones clínicas de estos cuadros
ratas en los sujetos que tomaban con frecuencia se caracterizan por la discromopsia y la pérdida
complejos multivitamínicos, así como una disminu- de la visión al presentar escotomas centrales. El
ción del 21% en el número de cirugías de catara- fondo de ojo muestra un disco óptico ligeramen-
tas en los tomadores crónicos de complejos vita- te hiperémico.
mínicos. Sin embargo, algunos trabajos con más de El caso particular de la epidemia cubana de neu-
20.000 casos estudiados no han encontrado nin- ropatía óptica transcurrió desde 1992 hasta 1993
gún resultado (Tabla 2). y afectó a 50.000 personas sobre una población de
Mención especial merecen los estudios realiza- 11 millones de habitantes. Además de los síntomas
dos con vitamina C, debido a la alta concentración oculares presentes por la neuropatía, los pacientes
que alcanza esta vitamina en el cristalino. Existen manifestaron síntomas sistémicos, como:
varios trabajos en los que se han valorado los ni- • Neuropatía sensitiva periférica.
veles circulantes de esta vitamina y su relación con • Sordera sensitiva.
el desarrollo de las cataratas. Al comparar sujetos • Disautonomía.
con valores séricos de más de 90 μmol/l con otros • Mieloneuropatía dorsolateral.
que presentaban valores menores de 40 μmol/l se La epidemia de neuropatía óptica probable-
ha observado una reducción en el desarrollo de mente tuvo un origen multifactorial; no obstan-
cataratas de hasta un 70%. En otros trabajos, al co- te, se descartaron tóxicos ambientales, así como
tejar concentraciones séricas más similares de vi- infecciones virales. La epidemia cedió rápidamen-
tamina C (> 80 μmol/l frente a < 60 μmol/l), no se te al instaurar un programa nacional de suplemen-
encontraron diferencias. tación con vitaminas del grupo B y vitamina A du-
También se han realizado estudios de interven- rante 1993.
ción con vitamina C que han puesto de manifies-
to los beneficios de la suplementación con > 359
mg/día de vitamina C durante 10 años, con una re-
ducción de hasta un 75% del riesgo de desarrollar 12. Alteraciones
cataratas. nutricionales específicas
Otro trabajo realizado en China con 3.249 pa- que afectan a la visión
cientes mostró que la suplementación con 120
mg/día de vitamina C disminuía en un 22% el ries- Existen determinados déficit nutricionales que se
go de desarrollar cataratas en 5 años. han mostrado claramente como promotores de al-
teraciones visuales. Uno de los cuadros más conoci-
do es el déficit de vitamina A (ver Capítulo 1.23).
El déficit de vitamina A causa xeroftalmía. Uno
11. Neuropatías ópticas de sus primeros datos clínicos es la ceguera noc-
(epidemia cubana) turna, debido a la dependencia de la rodopsina de
los niveles de vitamina A. La presencia de xerosis
La presencia de déficit nutricionales se ha aso- conjuntival y las manchas de Bitot son signos de
ciado en determinadas situaciones a cuadros de metaplasia queratinizante de la conjuntiva. La xero-
neuropatía óptica. Estos cuadros se han detectado sis corneal y la keratomalacia se producen al dis-
en prisioneros de guerra y, recientemente, en la dé- minuir las secreciones lacrimales, así como la me-
cada de los 90 del siglo pasado, en Cuba. taplasia y la sobreinfección bacteriana. También se
En estas situaciones, la evidencia de la asociación origina una reducción del campo visual, al presen-
de déficit nutricionales con neuropatía óptica se tar afectación del epitelio pigmentario retiniano.

1163
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

Tabla 2. REVISIÓN DE ESTUDIOS DE CATARATAS Y ANTIOXIDANTES

Estudio Año Diseño Participantes Hallazgos


Female Registered Vitaminas A, C y E, riesgo
1992 Cohorte 50.828
Nurses de extracción de cataratas
Finish National Alto riesgo de cataratas en pacientes
47 casos
Hospital Discharge 1992 Caso-control con niveles bajos de vitamina E
94 controles
Register y β-caroteno
Baltimore
1993 Cohorte 660 Vitamina E, efecto protector
Longitudinal Study
Hong Kong
1993 Transversal 367 No efecto protector
Fishermen
Linxian Cataract Complejos multivitamínicos reducen
1993 Ensayo clínico 2.141
Studies el riesgo de cataratas en > 65 años
Physicians’ Complejos multivitamínicos reducen
1994 Cohorte 17.744
Health Study la extracción de cataratas
Nutritional Factors
1995 Transversal 2.152 No efecto protector
in Eye Disease
Suplementos vitamínicos,
Barbados Eye
1997 Transversal 4.314 mejoras en personas
Study
< 70 años
Suplementos durante más
Jacques 1997 Transversal 247 de 10 años, disminución
del riesgo en un 77%
Roche European
Vitamina E, el mayor
American 1998 Ensayo clínico 297
efecto protector
Cataract Trial
Christen 2003 Ensayo clínico 22.071 Caroteno, no efecto protector
500 UI de vitamina E,
McNeil 2004 Ensayo clínico 1.193
no efecto protector

El conocimiento de la relación entre el défi- una incapacidad para formar la hélice de colágeno.
cit de vitamina A y las alteraciones visuales pre- Las manifestaciones en el ojo son hemorragias en
viamente citadas se remonta al siglo XIX. Todos los párpados, conjuntiva, cámara anterior y retina.
los síntomas previamente mencionados mejoran También se pueden originar proptosis por hemo-
al revertir este déficit, excepto las úlceras cornea- rragia subperiostal.
les y las manchas de Bitot. Un tipo especial de maculopatía se ha descrito
La deficiencia de riboflavina se ha relaciona- en pacientes que toman de manera crónica ácido
do con neovascularización corneal, así como nicotínico (vitamina B3). En estas personas se ha
con blefaroconjuntivitis, queratitis y neuropatía detectado edema de mácula, describiéndose hasta
óptica. en un 1% de quienes toman ácido nicotínico para
El déficit de vitamina D ha sido asociado con la hipercolesterolemia. En estos sujetos, los sínto-
cataratas. No obstante, las cataratas se relacio- mas revierten al suspender la medicación.
nan con la hipocalcemia más que con la deficien- La intoxicación con vitamina D puede provo-
cia de vitamina D. car queratopatía en banda. En esta patología se
El déficit de vitamina C, escorbuto, también produce un depósito de cristales de hidroxiapati-
puede causar alteraciones visuales. Al disminuir la to cálcico en la membrana basal y en el estroma
actividad de la prolil y lisil hidroxilasa se produce de la córnea.

1164
D.A. de Luis Román | R. Aller de la Fuente

13. Resumen
 El ojo es un órgano extremadamente complejo tación con dosis elevadas de vitamina A (15.000
que, con un estímulo físico inicial (luz), permite UI/día) se ha mostrado útil, al lentificar la pérdida
transformar esa información en una infor- de la visión.
mación química y, posteriormente, eléctrica.
Dentro de esta maquinaria tan compleja, tanto  El síndrome de Bassen-Kornzweig es un cuadro
el sistema óptico (cristalino) como el sistema clínico con múltiples manifestaciones secundarias
receptor (retina) pueden sufrir procesos dege- a la afectación de una proteína microsomal que
nerativos en forma de cataratas y/o retinopatías transfiere triglicéridos, produciéndose en la reti-
degenerativas. na una depleción de vitamina A. La suplementa-
ción con vitamina A y vitamina E ha demostrado
 En estos procesos degenerativos confluyen di- estabilizar la degeneración retiniana.
versos procesos de oxidación que pueden ser
contrarrestados administrando con la dieta o en  La enfermedad de Refsum es otra retinopatía
forma de suplementos altas dosis de antioxidan- degenerativa con transmisión autosómica recesi-
tes naturales. va. Se produce una alteración de la α-hidroxilasa
del ácido fitánico, acumulándose ácido fitánico.
 La degeneración macular es la principal causa de La implantación de dietas restringidas en carne,
ceguera en la población occidental. En diversos productos lácteos y vegetales de hoja verde ha
estudios epidemiológicos se ha puesto de mani- conseguido mejorar la situación clínica de estos
fiesto el beneficio de la ingesta de carotenoides, pacientes.
presentes en vegetales de hoja verde (zeaxantina
y luteína). Algunos estudios han mostrado los  Las cataratas son una de las patologías que, junto
efectos positivos de la suplementación con zinc, con la degeneración macular, provocan más casos
β-carotenos, vitamina C y vitamina E. de pérdida de visión en países occidentales. Las
elevadas concentraciones de antioxidantes en
 La distrofia fúndica de Sorsby es una patología el propio cristalino han permitido que muchos
degenerativa retiniana hereditaria (autosómica grupos hayan diseñado trabajos de intervención
dominante) producida por la mutación del inhi- con diferentes antioxidantes naturales en estas
bidor de la metaloproteinasa 3. Algunas personas patologías. Tanto la suplementación con vitamina
se han beneficiado de la suplementación con C como con vitamina E se han mostrado eficaces
altas dosis de vitamina A (50.000 UI/día). No obs- en esta patología.
tante, todavía no se conoce la respuesta de esta
enfermedad a la suplementación crónica.  Los casos de neuropatía óptica por déficit nutri-
cionales cada vez son más infrecuentes en la so-
 La atrofia gyrata es otra patología retiniana de- ciedad actual. No obstante, recientemente se han
generativa, con transmisión autonómica recesiva, descrito epidemias de neuropatía óptica, como
donde se produce una deficiencia de la ornitín- es el caso de la epidemia cubana, que revirtió rá-
cetoácido aminotransferasa, acumulándose or- pidamente con la suplementación con vitamina A
nitina en la retina y causando toxicidad directa. y vitaminas del grupo B.
Para disminuir las concentraciones de ornitina se
han mostrado útiles la restricción de proteínas
de la dieta, especialmente (arginina), y la suple-
mentación con altas dosis de vitamina B6.

 La retinitis pigmentosa es otro proceso dege-


nerativo retiniano con una alta prevalencia, con
transmisión recesiva ligada al cromosoma X. Se
han detectado hasta ocho mutaciones diferentes
que afectan a la codificación de algunas proteínas
de la cascada de fototransducción. La suplemen-

1165
Capítulo 4.39. Nutrición en las patologías de la visión

14. Bibliografía
Revisión donde se analizan los resultados y diferentes hipó-
tesis de trabajo respecto a la suplementación con conocidos
ácidos grasos n-3 (DHA y EPA) en pacientes con retinitis
pigmentosa.

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En este artículo se revisan la mayor parte de los ensayos clí- Tratado actual donde se repasan de manera exhaustiva todas
nicos con antioxidantes, así como los estudios tipo cohorte las implicaciones de la nutrición en la patología ocular.
realizados en pacientes con patología ocular.
Van Duyn MA, Pivonka E. Overview of the health benefits of
Granado F, Olmedilla B, Blanco I. Nutritional and clinical fruit and vegetable consumption for the dietetics professional:
relevant of lutein in human health. Br J Nutr 2003; 90: 487- selected literature. J Am Diet Assoc 2000; 100: 1511-21.
502. Revisión de la acción de determinados alimentos en la preven-
Puesta al día del papel de la luteína (carotenoide) en la pre- ción de enfermedades degenerativas.
vención de la maculopatía degenerativa y cataratas.
Van Leeuwen R, Klaver CC, Vingerling JR, Hofman A, De
Hoffman DR, Birch DG. Omega 3 fatty acid status in patients Jong PT. Epidemiology of the age-related maculopathy: a
with retinitis pigmentosa. World Rev Nutr Diet 1998; 83: review. Eur J Epidemiol 2003; 18: 845-54.
52-60. Revisión epidemiológica de la maculopatía degenerativa.

15. Enlaces web


 www.retinacv.com

 www.oftalmo.com/seo

 www.rdg.ac.uk

 www.senpe.org

1166
4.40. Nutrición y cáncer

Juan José Gorgojo Martínez


Capítulo 4.40.

Nutrición y cáncer

1. Introducción

2. Prevalencia de la desnutrición en el paciente oncológico

3. Etiología de la desnutrición en el paciente oncológico


3.1. Clasificación de las causas de desnutrición
3.2. Diferencias entre anorexia y caquexia
3.3. Anorexia
3.4. Alteraciones en la asimilación de nutrientes
3.5. Anomalías en el metabolismo de los macronutrientes
3.6. Mediadores de la caquexia

4. Valoración del estado nutricional en el paciente oncológico


4.1. Anamnesis
4.2. Exploración física
4.3. Pruebas de laboratorio
4.4. Análisis de función discriminante
4.5. Valoración global subjetiva del estado nutricional
4.6. Otras pruebas

5. Intervención nutricional en el paciente oncológico


5.1. Paciente sin desnutrición o con desnutrición leve (categoría A de la valoración
global subjetiva)
5.2. Paciente con desnutrición moderada-grave (categorías B y C de la valoración
global subjetiva)
5.3. Nutrición en el paciente terminal
5.4. Soporte nutricional en neoplasias específicas

6. Recomendaciones nutricionales para la prevención primaria


y secundaria del cáncer

7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web
Objetivos

n Comprender la importancia de la detección de desnutrición en el paciente oncológico.


n Conocer el significado de los términos anorexia y caquexia.
n Identificar las diferentes causas de desnutrición en el paciente con cáncer.
n Estudiar la etiopatogenia de la caquexia tumoral.
n Aprender a valorar el estado nutricional de un paciente oncológico.
n Aprender a realizar la prescripción del tratamiento nutricional.
n Revisar los fármacos disponibles en la actualidad para el tratamiento de la anorexia y caquexia tumoral.
n Discutir el controvertido manejo nutricional del paciente oncológico terminal.
n Examinar los aspectos diferenciales del tratamiento nutricional de neoplasias específicas, con especial atención
al trasplante de precursores hematopoyéticos.
n Recordar las recomendaciones nutricionales para la prevención primaria y secundaria del cáncer.
1. Introducción

L
a vida de un paciente tras el diagnóstico de cáncer transcurre por una suce-
sión de etapas: una fase de tratamiento antitumoral, una fase de recuperación,
una fase de mantenimiento de la salud y, desgraciadamente para algunos enfer-
mos, una fase de cáncer avanzado que conduce a la muerte. Las necesidades nutri-
cionales cambian a lo largo de las distintas etapas. El objetivo en la fase activa de la
enfermedad es prevenir la desnutrición y la caquexia y reducir la morbimortalidad
relacionada con la desnutrición, mientras que tras el tratamiento se persigue alcan-
zar un peso apropiado y seguir una dieta saludable para evitar favorecer la recidiva
tumoral o la aparición de una segunda neoplasia.
El término “caquexia” deriva de las palabras griegas kakós y hexis, por lo que se
podría traducir como “mala condición”. Se trata de un complejo síndrome caracte-
rizado por anorexia, pérdida involuntaria del peso corporal, disminución de la masa
muscular y del tejido adiposo, hiperlipemia y otras alteraciones metabólicas, que
aparece habitualmente en estadios avanzados de enfermedades crónicas graves.
La anorexia se define como la pérdida del deseo de comer o la falta de apetito.
Puede ser debida a saciedad precoz, náuseas o pérdida del gusto (disgeusia). La sa-
ciedad precoz es el deseo de comer que se asocia a una incapacidad para mantener
una ingesta adecuada.
La caquexia es observada frecuentemente en pacientes con cáncer y se asocia
con un aumento de la morbilidad, pérdida de calidad de vida y disminución de la
supervivencia. La anorexia y la caquexia son síntomas más prevalentes que el dolor
o la disnea en pacientes ingresados en unidades de cuidados paliativos. Los pacien-
tes oncológicos desnutridos tienen estancias hospitalarias más prolongadas, menor
respuesta terapéutica y mayores complicaciones derivadas del tratamiento antitu-
moral. Algunos estudios sugieren que una pérdida involuntaria de peso superior al
10% en un paciente oncológico constituye un factor de riesgo independiente para la
supervivencia. Sin embargo, no hay trabajos publicados que proporcionen evidencia
directa de que la caquexia sea una causa de muerte o que al revertir la caquexia
mejore el pronóstico de estos enfermos.
Intuitivamente, una intervención nutricional precoz y adecuada es importante
para minimizar los efectos adversos potenciales de la desnutrición.

1171
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

Tabla 1. CAUSAS DE LA DISMINUCIÓN DE LA INGESTA O ABSORCIÓN DE NUTRIENTES


EN EL PACIENTE CON CÁNCER

• Anorexia: disminución espontánea de la ingesta de causa multifactorial (disgeusia, aumento


de serotonina, efecto de la quimioterapia, etc.)
• Relacionadas con la presencia del tumor: disfagia, odinofagia, obstrucción intestinal, diarrea,
malabsorción, fístulas, infección, hemorragia digestiva, ulceraciones digestivas
• Relacionadas con el tratamiento quirúrgico: hipercatabolismo, ayuno, íleo, fístulas, malabsorción,
síndrome de intestino corto, obstrucción intestinal, síndrome posgastrectomía
• Relacionadas con la quimioterapia: anorexia, anosmia, disgeusia, náuseas, vómitos, ulceraciones
orofaríngeas, esofagitis, alteraciones de la motilidad gástrica, colitis, diarrea, alteraciones de la mucosa
intestinal
• Relacionadas con la radioterapia: enteritis rádica, mucositis, xerostomía, colitis, fístulas, malabsorción

2. Prevalencia de sentaban peor tolerancia al tratamiento, así co-


la desnutrición en el mo una frecuencia significativamente mayor de
paciente oncológico hospitalizaciones.

La anorexia y la saciedad precoz son frecuen-


tes en los enfermos con cáncer, presentando ano-
rexia entre el 43 y 53% de los pacientes, y sacie- 3. Etiología de
dad precoz entre el 13 y 62%. La pérdida de peso la desnutrición en el
es observada en el 54-70% de los pacientes tras paciente oncológico
el diagnóstico de su enfermedad. Hasta un 45% de
los pacientes oncológicos hospitalizados pierden 3.1. Clasificación de las causas
más del 10% del peso corporal, y un 25% pierde de desnutrición
más de un 20%.
La prevalencia de desnutrición en pacientes on- Los factores causantes de la pérdida de peso y
cológicos varía en función del tipo de neoplasia, caquexia en pacientes con cáncer pueden clasifi-
el estadio de la enfermedad y la respuesta al tra- carse en dos grandes grupos:
tamiento, oscilando según las series entre el 40 y 1. Incapacidad para asimilar nutrientes, como
el 80%. En un estudio multicéntrico se comprobó consecuencia de la anorexia, obstrucción gastro-
una prevalencia de desnutrición superior al 80% en intestinal o malabsorción inducidas por la presen-
carcinoma gástrico y pancreático, 54-64% en car- cia del tumor o los tratamientos administrados
cinoma de colon, próstata y pulmón, y de un 31- (Tabla 1).
40% en carcinoma de mama, neoplasias hematoló- 2. Anomalías en el metabolismo de los macro-
gicas y sarcomas. nutrientes, causadas por alteraciones en las hor-
Los niños parecen presentar un mayor riesgo nu- monas reguladoras y las citokinas (Figura 1).
tricional que los adultos debido a sus requerimien- La importancia clínica de esta clasificación radi-
tos energético-proteicos más elevados y al hecho ca en el hecho de que es más probable que la te-
de disponer de reservas calóricas más limitadas. En rapia nutricional consiga recuperar la masa magra
un estudio se observó que los niños con neuroblas- en pacientes que presentan deficiencia simple de
toma registraban un menor peso al diagnóstico, un macronutrientes que en aquellos con alteraciones
mayor número de hospitalizaciones y más compli- primarias del metabolismo. En estos últimos, el au-
caciones que los niños con tumor de Wilms. mento de peso se producirá fundamentalmente
Entre los niños con tumor de Wilms, aquellos por un incremento de la masa grasa y el agua cor-
con mayor porcentaje de pérdida de peso pre- poral total.

1172
J. J. Gorgojo Martínez

Figura 1. Alteraciones metabólicas en el paciente con cáncer. LPL: lipoproteína lipasa; AGL: ácidos grasos libres.

3.2. Diferencias entre de glucosa por el cerebro es reemplazada por los


anorexia y caquexia cuerpos cetónicos derivados de la grasa. Esto con-
duce a una disminución de la gluconeogénesis he-
Aunque la mayoría de los pacientes con caquexia pática procedente de los aminoácidos y a la pre-
presentan anorexia, en algunas ocasiones la caquexia servación de la masa muscular. Este fenómeno se
tumoral cursa sin pérdida de apetito. La anorexia observa en pacientes con anorexia nerviosa, en los
puede ser más aparente que real en algunos pacien- cuales la pérdida de peso se produce a expensas
tes oncológicos, los cuales muestran una reducción del compartimento graso. Por el contrario, en pa-
de la ingesta por kilo de peso habitual, pero sin em- cientes con caquexia tumoral por cáncer de pul-
bargo esta ingesta se mantiene si se considera el pe- món que habían perdido el 30% de su peso habi-
so actual. Esto sugiere que primero ocurre la pérdi- tual, se observó un 85% de disminución en la masa
da de peso inducida por el tumor y posteriormente grasa y un 75% en la masa muscular, mientras que
una adaptación de la ingesta al nuevo peso. el compartimento proteico visceral estaba conser-
El cambio en la composición corporal en pacien- vado. Esta pérdida de músculo esquelético condu-
tes con caquexia difiere del encontrado en enfer- ce a debilidad e inmovilidad y finalmente a la muer-
mos con anorexia. Durante el ayuno, la utilización te por deterioro de la musculatura respiratoria.

1173
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

3.3. Anorexia provenir de una depresión que pase inadvertida por-


que sus síntomas sean atribuidos al proceso tumoral.
La anorexia en pacientes con cáncer puede cla-
sificarse en secundaria a la enfermedad, relaciona-
da con el tratamiento y de causa emocional. 3.4. Alteraciones en la asimilación
Secundaria a la enfermedad: se han demos- de nutrientes
trado anomalías en el sentido del gusto y el olfato
en pacientes oncológicos. En especial, estos pacien- Los tumores de la orofaringe, esófago, estóma-
tes muestran un dintel más elevado para los sabo- go, páncreas, hígado y peritoneo pueden compro-
res dulces y menor para los sabores amargos que meter la ingesta oral por interferencia mecánica
los sujetos sanos. Muchos factores han sido impli- con estructuras anatómicas. También se ha descri-
cados en la génesis de la anorexia tumoral: lacta- to maldigestión por insuficiencia pancreática en
to, cetosis, hipercalcemia, toxohormona L, bombe- pacientes con cáncer de páncreas o malabsorción
sina, serotonina, sacietinas, etc. Diversas citokinas por infiltración intestinal debida a un linfoma.
como el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), in- La cirugía mayor de un tumor del tracto gastro-
terleukina 1 (IL-1) e interferón γ (IFN-γ) parecen intestinal puede producir alteraciones en la deglu-
ser mediadores de anorexia en animales de expe- ción, digestión y absorción y puede contribuir indi-
rimentación y humanos. La IL-1 incrementa los ni- rectamente a la anorexia; la quimioterapia, disgeusia,
veles de serotonina cerebral, neurotransmisor con mucositis, náuseas y vómitos; la radioterapia de ca-
efecto anorexígeno central. La inhibición farmaco- beza y cuello, estomatitis, xerostomía, alteraciones
lógica de la síntesis de PGE2 con ibuprofeno blo- del gusto y el olfato; y la radioterapia abdominal,
quea el efecto anorexígeno de la IL-1. La anorexia anorexia, náuseas, vómitos, diarrea y malabsorción.
inducida por TNF-α también puede ser bloquea-
da por inhibidores de la ciclooxigenasa. Es pro-
bable que ambas citokinas (TNF-α e IL-1) actúen 3.5. Anomalías en el metabolismo
sinérgicamente. de los macronutrientes
En animales de experimentación se ha observa-
do que la inyección hipotalámica de neuropéptido Y Los pacientes con caquexia tumoral tienen alte-
(NPY) a ratas con sarcoma estimula menos la inges- raciones metabólicas que afectan a todos los prin-
ta que en ratas control, lo que sugiere que esta im- cipios inmediatos.
portante vía orexígena se encuentra alterada en ani-
males portadores de un tumor.
La utilización anormal del triptófano por las cé- 3.5.1. Alteración del metabolismo
lulas tumorales favorece su transformación en se- de los hidratos de carbono
rotonina en el cerebro, lo que puede favorecer la
actividad serotoninérgica en el hipotálamo ventro- a) Aumento de la actividad del ciclo de Co-
medial e inducir anorexia. ri e incremento del recambio de glucosa: la célu-
Relacionada con el tratamiento: estu- la tumoral se caracteriza por una elevada utiliza-
dios realizados sobre el mecanismo de los vómi- ción de glucosa con producción de ácido láctico.
tos inducidos por quimioterapia han mostrado El lactato es reconvertido en el hígado a glucosa
que el daño celular, la degradación, necrosis y res- mediante la gluconeogénesis. La conversión de
puesta inflamatoria dentro del tracto gastrointes- glucosa a lactato produce 2 ATP, mientras que la
tinal liberan serotonina por las células enterocro- reconversión de lactato a glucosa requiere 6 ATP.
mafines que activa los receptores S3 de las fibras Este ciclo fútil energético es conocido como ci-
viscerales aferentes, las cuales a su vez activan el clo de Cori. Sin embargo, algunos investigadores
centro del vómito. han sugerido que el incremento del ciclo de Cori
De causa emocional: la anorexia puede ocu- es insignificante en términos de gasto energéti-
rrir con el distrés emocional, ya sea en el momento co, y que la utilización aumentada de glucosa por
del diagnóstico o al comprobar que la enfermedad el enfermo tumoral por sí misma es responsable
está avanzando. Una causa de pérdida de peso puede de la pérdida de peso y la caquexia.

1174
J. J. Gorgojo Martínez

b) Intolerancia a la glucosa y resistencia insulí- 3.6.1. Citokinas proinflamatorias


nica: inducidas por el aumento de hormonas con- producidas por el huésped
trainsulínicas, como el cortisol y el glucagón, y la
producción de citokinas proinflamatorias, como TNF-α, IL-1, IL-6 e IFN-γ, producidos por lin-
TNF-α, IL-1 e IFN-γ, que incrementan la liberación focitos activados o por monocitos-macrófagos. En
de ácidos grasos libres. algunos casos se ha documentado su producción
por las células tumorales. Su mecanismo de acción
es la inducción de anorexia (ver más arriba) y la in-
3.5.2. Alteración del metabolismo hibición de la lipoproteína lipasa.
de los lípidos

a) Aumento de la lipólisis: la actividad lipolítica 3.6.2. Factores producidos


aumenta en los pacientes oncológicos por factores por el tumor
lipolíticos producidos por el tumor (factor movili-
zador de lípidos -LMF-, factor inhibidor de la leu- Se pueden dividir en factores lipolíticos y facto-
cemia -LIF-), citokinas secretadas por el huésped y res proteolíticos.
hormonas lipolíticas. Se incluyen dentro de los factores lipolíticos la
b) Aumento del recambio de los ácidos grasos toxohormona L, LMF y LIF. Actúan fundamental-
libres y del glicerol e hipertrigliceridemia: conse- mente activando la lipasa sensible a hormona. Se ha
cuencia del incremento de la actividad lipolítica y la observado que LMF incrementa el gasto energéti-
resistencia insulínica. co en reposo a través de la estimulación de recep-
tores β3 adrenérgicos en tejido adiposo marrón.
El factor movilizador de proteínas (PMF) fue ais-
3.5.3. Alteración del metabolismo lado de la orina de pacientes con caquexia tumo-
de las proteínas ral. Se trata de una glicoproteína sulfatada de 24
kDa que induce la proteólisis muscular cuando se
a) Aumento del recambio de proteínas: el meta- administra por vía intravenosa a animales de expe-
bolismo proteico se altera de forma marcada en los rimentación. Su mecanismo de acción parece ser la
pacientes oncológicos, como consecuencia de una activación de la vía ubiquitina-proteasoma.
disminución de la síntesis de proteínas musculares,
aumento de su degradación e incremento de la sínte-
sis de proteínas de respuesta de fase aguda. La prin- 3.6.3. Hormonas
cipal vía proteolítica implicada en la caquexia tumoral
es la vía de la ubiquitina, la cual se une de forma co- El paciente con caquexia presenta resistencia in-
valente al sustrato proteico, y a través de un proceso sulínica periférica y aumento de hormonas contra-
que requiere ATP inicia la degradación proteica por la insulínicas, como glucagón, hormona de crecimien-
multisubunidad proteasoma (ver Capítulo 1.6). to (GH: Growth Hormone), cortisol y catecolaminas.
b) Mala adaptación al ayuno: a diferencia de los También existe resistencia periférica a GH con dis-
pacientes que pierden peso por anorexia, los pa- minución de factor de crecimiento similar a la insu-
cientes con caquexia tumoral muestran una ma- lina (IGF-1: Insulin Growth Factor-1). Esta situación
la adaptación al ayuno con incapacidad de aho- favorece la aparición de intolerancia a la glucosa o
rrar proteínas estructurales, consecuencia de la diabetes mellitus, hipertrigliceridemia y activación
acción de múltiples mediadores sobre diferentes de las vías catabólicas.
vías metabólicas.

3.6.4. Disfunción del circuito


3.6. Mediadores de la caquexia neuropeptidérgico

Los mediadores de la caquexia pueden clasifi- La desregulación del circuito neuropeptidérgi-


carse en cuatro grupos: co que controla la ingesta alimentaria y el gasto

1175
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

Tabla 2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA CAQUEXIA TUMORAL

• Síntomas: astenia, anorexia, saciedad precoz, náuseas, disgeusia


• Signos: hipertermia, piel atrófica, huesos prominentes por pérdida generalizada de panículo adiposo,
atrofia muscular, úlceras por decúbito en sacro y trocánteres mayores, edema en áreas declives, lesiones
en las mucosas por deficiencia vitamínica
• Hallazgos de laboratorio: gasto energético elevado en algunos tumores (pulmón, cabeza y cuello,
sarcoma), resistencia insulínica, intolerancia a la glucosa, hipoglucemia en tumores productores
de pro-IGF-II o insulina, hipertrigliceridemia, anemia de enfermedad crónica, hipoalbuminemia,
elevación de reactantes de fase aguda, hiponatremia por SIADH, etc.
SIADH: síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética.

energético parece jugar un papel importante en el 2. Posibles causas que expliquen la pérdida de
desarrollo de la anorexia y caquexia tumoral. Como peso (Tabla 1).
se indicó anteriormente, en animales de experimen- 3. Encuesta dietética, con especial atención a las
tación parece existir una alteración de la señalización preferencias alimentarias del paciente.
postsináptica del NPY. Varias citokinas aumentan los
niveles plasmáticos de leptina y de factor liberador
de corticotropina (CRF), activando por tanto las vías 4.2. Exploración física
anorexígenas hipotalámicas y aumentando el gasto
energético. Esta vía patogénica es un campo de inten- Además de la realización de la exploración físi-
sa investigación en el momento actual. ca general, se recogerán los datos antropométricos
del paciente: peso, talla, índice de masa corporal,
pliegue tricipital (y percentil), circunferencia mus-
cular media del brazo (y percentil). Estos dos últi-
4. Valoración del estado mos parámetros presentan importantes limitacio-
nutricional en el paciente nes en su reproducibilidad.
oncológico
No existe un patrón estándar universalmente 4.3. Pruebas de laboratorio
aceptado para valorar el estado nutricional de un
paciente. En general, en el paciente oncológico se La excreción de creatinina en orina (índice crea-
aplican los mismos criterios que en otro tipo de tinina-talla) proporciona una estimación de la ma-
enfermos. Las manifestaciones clínicas más relevan- sa muscular. La albúmina, transferrina, prealbúmina
tes en pacientes desnutridos con cáncer se expo- y proteína transportadora de retinol son utiliza-
nen en la Tabla 2. das para la estimación del compartimento protei-
co visceral. Las pruebas de inmunocompetencia se
alteran en los pacientes desnutridos, apareciendo
4.1. Anamnesis linfopenia y anergia. Sin embargo, todos estos pa-
rámetros están influidos por factores no relaciona-
Los datos más importantes que se han de reco- dos con la desnutrición, por lo que de forma aislada
ger en la historia clínica nutricional de un paciente no constituyen un buen índice del estado nutricio-
con cáncer son: nal del paciente. Por ejemplo, el paso de albúmina
1. Peso habitual y porcentaje del peso habitual del plasma al espacio extravascular se duplica en pa-
perdido desde el inicio del proceso; este último da- cientes con caquexia cancerosa. El descenso de al-
to se correlaciona con la mortalidad y la aparición búmina plasmática, no obstante, se correlaciona con
de complicaciones. Una pérdida > 5% del peso ba- la morbimortalidad de los pacientes oncológicos. La
sal en 1 mes, o >10% en 6 meses, sugiere desnutri- prealbúmina es un parámetro cuyo ascenso es un
ción o enfermedad grave. indicador de respuesta al tratamiento nutricional.

1176
J. J. Gorgojo Martínez

4.4. Análisis de función lación eléctrica. Son muy sensibles a la mejoría en


discriminante el estado nutricional, aunque su uso aún no se ha
generalizado.
Se han desarrollado múltiples ecuaciones mate-
máticas basadas en parámetros nutricionales, con
objeto de identificar pacientes con riesgo de com- 4.6.2. Análisis de composición corporal
plicaciones médicas. Tres índices pronósticos pre-
dicen morbilidad en pacientes quirúrgicos: el Ín- De uso limitado en la práctica clínica, no han de-
dice Pronóstico Nutricional (PNI), basado en la mostrado predecir el pronóstico clínico del paciente.
albúmina, la transferrina, pliegue tricipital y prue-
bas de hipersensibilidad cutánea retardada; el Ín-
dice Pronóstico e Inflamatorio Nutricional (PINI), 4.6.3. Tests de calidad de vida
que utiliza glicoproteína ácida α1, proteína C reac-
tiva, albúmina y prealbúmina, y el Índice de Ries- El mantenimiento de una buena calidad de vi-
go Nutricional (NRI), basado en la albúmina y en da, aunque es un concepto subjetivo, resulta cru-
el peso actual e ideal. Sin embargo, su utilización cial en el cuidado del paciente oncológico. Se de-
no se ha generalizado por su baja especificidad y be evaluar de forma periódica el estatus funcional
sensibilidad. y psicológico del enfermo como índice de su ca-
lidad de vida.

4.5. Valoración global subjetiva


del estado nutricional
5. Intervención nutricional
La valoración global subjetiva (VGS) propuesta por en el paciente oncológico
Detsky (Tabla 3) es un método clínico para evaluar
el estado nutricional que combina parámetros de la Los objetivos del soporte nutricional en el
anamnesis y la exploración física. Clasifica a los pa- paciente oncológico se pueden resumir en dos
cientes en tres grupos: apartados:
a) Bien nutridos. 1. Provisión de las calorías, proteínas y micronu-
b) Desnutrición moderada o sospecha de des- trientes adecuados para cubrir las necesidades del
nutrición. enfermo y restaurar las alteraciones de la compo-
c) Desnutrición grave. sición corporal.
Por su simplicidad y rapidez en su elaboración 2. Disminuir la morbilidad, aumentar la supervi-
será la clasificación que se utilice para diseñar la es- vencia y mejorar la calidad de vida.
trategia nutricional en el paciente oncológico. Aunque el catabolismo proteico y la pérdida
En algunos protocolos y grupos de trabajo se uti- de masa muscular no pueden ser completamen-
liza una modificación de esta clasificación denomi- te abolidos en pacientes con caquexia tumoral, se
nada valoración global subjetiva generada por el debe perseguir una reducción del balance nitroge-
paciente (Tabla 4), similar a la original aunque aña- nado negativo para preservar proteínas estructu-
diendo algunos parámetros como la albúmina o la rales vitales.
prealbúmina. La mejoría del estado nutricional en estos pa-
cientes no suele conseguirse en un corto periodo
de tiempo. Por tanto, el tratamiento antineoplási-
4.6. Otras pruebas co no debe ser pospuesto hasta la consecución de
una rehabilitación nutricional. Sin embargo, el so-
4.6.1. Pruebas de función muscular porte nutricional ha de ser incorporado al mane-
jo global del paciente con cáncer tan pronto como
Incluyen la medida de la fuerza de prensión de sea posible.
la mano, la fuerza de los músculos respiratorios y Se aplica la VGS para decidir la estrategia de in-
la respuesta de músculos específicos a la estimu- tervención nutricional en un paciente concreto.

1177
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

Tabla 3. VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA (VGS) DEL ESTADO NUTRICIONAL (DETSKY)

Historia clínica
• Peso y altura
- Altura (cm):
- Peso (kg):
- Pérdida de peso en los últimos 6 meses (kg):
- % peso perdido:
- Variación de peso en las últimas 2 semanas: a) aumento; b) sin cambios; c) pérdida
• Modificaciones de la ingesta dietética
- Sin cambios
- Cambios: duración (semanas):
- Tipo de cambios: a) dieta sólida subóptima; b) dieta líquida completa; c) líquidos hipocalóricos; d) ayuno
- Suplementos: a) no; b) vitaminas; c) minerales; d) frecuencia semanal:
• Síntomas gastrointestinales (duración > 2 semanas)
- No
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Anorexia
• Capacidad funcional
- No disfunción
- Disfunción: duración (semanas):
- Tipo de disfunción: a) disminución del rendimiento laboral; b) deambulación; c) encamado
• Enfermedad y su relación con los requerimientos nutricionales
- Diagnóstico primario (especificar):
- Demanda metabólica (estrés): a) no; b) bajo; c) moderado; d) alto
Exploración física (para cada signo especificar: 0 = normal, + = leve, ++ = moderado, +++ = grave)
• Pérdida de grasa subcutánea (tricipital, torácica)
• Atrofia muscular (cuádriceps, deltoides, temporal)
• Edema maleolar
• Edema sacro
• Ascitis
• Lesiones mucosas
• Lesiones cutáneas
• Cambios en el pelo
Clasificación VGS (seleccionar uno)
• Bien nutrido
• Desnutrición moderada o sospecha de desnutrición
• Desnutrición grave

5.1. Paciente sin desnutrición dict, multiplicando el resultado por un factor de


o con desnutrición leve estrés, que en enfermos neoplásicos oscila entre
(categoría A de la valoración 1,1 y 1,45, dependiendo del estadio de la enferme-
global subjetiva) (Figura 2) dad. Una estimación aproximada en estos pacien-
tes es 25-35 kcal/kg/día. Los hidratos de carbono
5.1.1. Cálculo de requerimientos representan la fuente primaria de calorías, consti-
nutricionales tuyendo el 60-70% de las calorías no proteicas. Los
requerimientos lipídicos diarios representan el 25-
El gasto energético total del paciente puede ser 30% de las calorías con objeto de proporcionar
calculado mediante las ecuaciones de Harris-Bene- ácidos grasos esenciales y cubrir las necesidades

1178
J. J. Gorgojo Martínez

Tabla 4. VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA GENERADA POR EL PACIENTE

Dato clínico A B C
Pérdida de peso < 5% 5-10% > 10%
Alimentación Normal Deterioro leve-moderado Deterioro grave
Impedimento para la ingesta No Leve-moderado Grave
Deterioro de la actividad No Leve-moderado Grave
Edad < 65 > 65 > 65
Úlceras por presión No No Sí
Fiebre/uso de corticoides No Leve-moderado Elevado
Terapia antineoplásica Bajo riesgo Riesgo moderado Alto riesgo
Pérdida adiposa No Leve-moderada Elevada
Pérdida muscular No Leve-moderada Elevada
Edemas/ascitis No Leves-moderados Importantes
Albúmina (pretratamiento) > 3,5 g/dl 3-3,5 g/dl < 3 g/dl
Prealbúmina (postratamiento) > 18 mg/dl 15-18 mg/dl < 15 mg/dl

Figura 2. Intervención nutricional en pacientes oncológicos clasificados en la categoría A de la valoración global subjetiva
(VGS). NE: nutrición enteral; NPT: nutrición parenteral total.

1179
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

energéticas. El aporte proteico debe oscilar entre crito e intervención de un equipo de nutrición en
1,0-1,5 g/kg/día, dependiendo del estado catabólico este grupo de pacientes, su eficacia parece limi-
del paciente. El cociente kcal no proteicas/gramo tada. Un grupo estudió el efecto del consejo nu-
de nitrógeno recomendado es 150:1. tricional frecuente en pacientes con cáncer so-
Durante el tratamiento inmunosupresor se de- metidos a quimioterapia. Aunque la intervención
ben extremar las normas de higiene alimentaria pa- nutricional incrementó la ingesta diaria de calo-
ra evitar la ingesta de microorganismos patógenos: rías y proteínas y el pliegue tricipital, la frecuen-
lavarse las manos antes de comer, limpiar cuidado- cia de respuesta al tratamiento y la superviven-
samente todos los utensilios de cocina, lavar enér- cia no fue superior a la que presentaba el grupo
gicamente frutas y verduras, cocinar a temperatu- control.
ra apropiada carne, pollo y pescado, tomar bebidas
pasteurizadas, conservar los alimentos a baja tem-
peratura para evitar el crecimiento bacteriano, evi- 5.1.4. Selección del soporte nutricional
tar el consumo en bares y restaurantes de pro-
ductos potencialmente contaminados (mahonesas, Los pacientes con balance nutricional negativo
ensaladas, carnes poco cocinadas, pescado, maris- que no se corrige con las modificaciones dietéticas
co, pollo, huevos…), en viajes consumir agua em- son candidatos a soporte nutricional. Si la toleran-
botellada, etc. cia oral es buena, se añadirán a la dieta suplementos
calórico-proteicos. En caso contrario, se indicará
NE por sonda o NP, teniendo en cuenta el funciona-
5.1.2. Balance energético miento del tracto gastrointestinal (si éste funciona,
aunque sea parcialmente, la NE sola o combinada
La encuesta dietética permitirá determinar si se con la NP debe ser la primera elección).
están cubriendo los requerimientos nutricionales. La utilización rutinaria de suplementos vitamíni-
En caso afirmativo se debe realizar una valoración cos y minerales durante el tratamiento oncológico
periódica del estado nutricional, con el fin de de- es un tema controvertido y que ha sido revisado
tectar estadios incipientes de desnutrición e iniciar recientemente por el Instituto Americano para la
una intervención nutricional eficaz. Investigación del Cáncer. Sus principales conclusio-
nes se resumen en la Tabla 6. Se recomienda una
alimentación equilibrada que contenga entre 5 y
5.1.3. Indicación del soporte 10 raciones de frutas y verduras, con la adición de
nutricional un complejo multivitamínico que aporte las inges-
tas dietéticas recomendadas (RDA: Recommended
Si el paciente presenta un balance energético Dietary Allowances). Deben evitarse aquellos suple-
negativo y no va a ser sometido a un tratamien- mentos con alto aporte de ácido fólico en pacien-
to oncológico agresivo (cirugía, radioterapia, qui- tes que reciben quimioterapia con antimetabolitos
mioterapia), se intentará conseguir un balance como el metrotexato. Tampoco se aconseja un al-
positivo adaptando la dieta a las preferencias y si- to aporte de antioxidantes durante la radioterapia
tuación clínica del paciente (Tabla 5). Del mis- o la quimioterapia, ya que podría reducir la eficacia
mo modo, un paciente bien nutrido que va a ini- de estas terapias.
ciar un tratamiento oncológico pero en el que se Una revisión sistemática estudió la eficacia de
prevé una ingesta oral adecuada en 7 días no tie- los suplementos nutricionales orales en pacientes
ne indicación de soporte nutricional enteral (NE) con desnutrición. Los pacientes que recibieron su-
o parenteral (NP). El uso rutinario de NE o NP a plementos ganaron más peso y aumentaron su in-
corto plazo no disminuye las complicaciones o la gesta energética, pero hubo insuficientes datos pa-
mortalidad en pacientes sometidos a cirugía, ra- ra demostrar diferencias en la mortalidad o en
dioterapia o quimioterapia con un buen estado parámetros funcionales. Por tanto, se requiere un
nutricional. estudio prospectivo y aleatorizado con suficiente
Aunque se ha recomendado la realización for- poder estadístico para demostrar un efecto positi-
mal de consejo nutricional mediante material es- vo de los suplementos nutricionales.

1180
J. J. Gorgojo Martínez

Tabla 5. MODIFICACIONES CUALITATIVAS Y CUANTITATIVAS DE LA DIETA


EN PACIENTES ONCOLÓGICOS

Síntoma Modificación
Disgeusia • Alimentos con sabores agradables (evitar sabores amargos y potenciar
alimentos dulces, lácteos, huevos, legumbres y frutos secos)
Aversión a la carne • Añadir suplementos hiperproteicos
Saciedad precoz • Comidas frecuentes, raciones pequeñas, moderado contenido
en grasas
Disfagia • Alimentos con textura más espesa
Lesiones orales • Utilizar pajitas para dietas líquidas
Náuseas y vómitos • Alimentos con sabores suaves

Tabla 6. SUPLEMENTOS DIETÉTICOS DURANTE EL TRATAMIENTO ANTINEOPLÁSICO.


RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS DEL INSTITUTO AMERICANO
PARA LA INVESTIGACIÓN DEL CÁNCER

• La suplementación dietética con antioxidantes aislados o de forma combinada por encima de las RDA
no puede recomendarse como una práctica segura o efectiva
• El empleo de altos niveles de antioxidantes (vitaminas A, E, C, selenio, flavonoides) no es aconsejable
pues podría tener consecuencias perjudiciales sobre las células normales vía efecto prooxidante
o conferir una ventaja a las células tumorales
• No existe una evidencia sólida para recomendar el uso rutinario de suplementos de vitamina E
en pacientes tratados con quimio o radioterapia
• Los pacientes oncológicos deberían recibir una dieta razonable que proporcione vitamina C
en cantidades RDA y que no sobrepasen el doble de esta recomendación
• Los pacientes con cáncer no deberían tomar dosis altas de β-caroteno
• No hay evidencia suficiente para realizar recomendaciones sobre el aporte de selenio
• La falta de información sobre las interacciones de sustancias antioxidantes aconseja precaución
sobre el uso indiscriminado de combinaciones de antioxidantes
• No se pueden hacer recomendaciones en el momento actual sobre derivados de la soja. Los suplementos
que contienen isoflavonas procedentes de la soja no se aconseja porque las cantidades de isoflavonas
son muy superiores a las que aporta la dieta
• Se recomienda que los pacientes oncológicos tomen la misma cantidad de grasa poliinsaturada
que los sujetos sanos
• No se pueden realizar recomendaciones en el momento actual sobre el aporte de vitamina D
• Un complejo multivitamínico que contenga las RDA puede ser utilizado con seguridad como parte
de un programa de alimentación sana que contenga 5-10 raciones diarias de frutas y verduras

RDA: ingestas dietéticas recomendadas.

En el momento actual se dispone en el mer- nina, leucina, metionina y vitamina E (ver Capítu-
cado de suplementos orales con fórmulas nutri- los 4.3 y 4.4).
cionales específicas para pacientes con caquexia No hay aún estudios publicados con estas fór-
tumoral, hipercalóricas e hiperproteicas, con mulas y, por tanto, valen aquí las mismas consi-
aporte elevado de ácidos grasos n-3 (EPA), argi- deraciones que en los suplementos estándares.

1181
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

5.1.5. Prescripción del soporte Tabla 7. FÁRMACOS UTILIZADOS EN EL


nutricional TRATAMIENTO DE LA ANOREXIA
Y CAQUEXIA TUMORAL
Para el cálculo de las kcal totales y los gramos de
proteínas se aplican las fórmulas descritas previa- Agentes orexígenos
mente. En general, las formulaciones de NE y NP en • Glucocorticoides
pacientes oncológicos no difieren de las utilizadas en - Prednisona
otros pacientes. Sin embargo, varios estudios pros- - Metilprednisolona
pectivos y un metaanálisis han demostrado que la ad- - Dexametasona
ministración enteral perioperatoria de una dieta in- • Progestágenos
munomoduladora (suplementada con arginina, RNA - Acetato de megestrol
y ácidos grasos n-3) reduce las infecciones y la estan- - Acetato de medroxiprogesterona
• Cannabinoides
cia media en pacientes sometidos a cirugía de diver-
- Dronabinol
sos tumores (gastrointestinales y cabeza y cuello), en • Antagonistas serotoninérgicos
comparación con una fórmula estándar, aunque no -Ciproheptadina
se ha observado una reducción en la mortalidad. No • Procinéticos
hay ensayos clínicos que hayan evaluado el empleo - Metoclopramida
de estas sustancias de forma individual. - Cisaprida
Por consiguiente, estas formulaciones especiales Andrógenos y anabolizantes
pueden beneficiar al grupo de enfermos oncológi- • Testosterona y análogos de la
cos sometidos a tratamiento quirúrgico. Se trata testosterona
de un tema controvertido y las actuales recomen- • Dihidrotestosterona
daciones no apoyan su uso rutinario. • Nandrolona
Inhibidores metabólicos
• Sulfato de hidrazina
5.1.6. Tratamiento farmacológico • Agentes anticitokinas
- Pentoxifilina
- Talidomida
En la Tabla 7 se indican los fármacos que se - Ácido eicosapentaenoico
han empleado en el tratamiento de la anorexia y - Antiinflamatorios no esteroideos
caquexia tumoral. Su eficacia es limitada y tan sólo i. Indometacina
se han realizado ensayos clínicos aleatorizados en ii. Ibuprofeno
algunas sustancias. Reguladores del ritmo circadiano
Los corticoides estimulan el apetito y aumen- • Melatonina
tan la sensación de bienestar; sin embargo, no tie- Agentes experimentales
nen ningún efecto sobre el peso, la funcionalidad o • Anticitokinas
la supervivencia. • Anticuerpos anticitokinas
El dronabinol, un derivado de la marihuana uti- • Inhibidores de la metaloproteinasa
lizado como antiemético durante los tratamientos • Suramina
quimioterapéuticos, produjo aumento del apetito • IL-10, IL-12
en estudios no aleatorizados. No se ha estudiado
su efecto sobre la composición corporal. Su dosis IL: interleukina.
habitual es 5 mg/día. Los efectos secundarios inclu-
yen mareo, ansiedad, incoordinación y confusión.
El acetato de megestrol, en dosis de 160 a 1.600 la lipólisis. Su eficacia es superior a la de los anabo-
mg/día, ha demostrado en estudios prospectivos lizantes, corticoides y dronabinol en estudios com-
aleatorizados inducir un aumento dosis-depen- parativos. En un estudio multicéntrico se observó
diente del apetito y del peso corporal en pacien- que el acetato de megestrol producía un mayo in-
tes neoplásicos, a expensas de masa grasa, sin estu- cremento del apetito y del peso corporal que el
diarse sus posibles efectos sobre la supervivencia. dronabinol. Un 11% de los pacientes que recibie-
Su mecanismo de acción parece ser la inhibición de ron megestrol ganaron > 10% del peso basal frente

1182
J. J. Gorgojo Martínez

a un 3% de los enfermos que recibieron dronabinol. energético basal. Un estudio aleatorizado mostró
El tratamiento combinado no mejoró los resulta- un aumento de la supervivencia en pacientes on-
dos obtenidos con megestrol sólo. Se recomienda cológicos bien nutridos y desnutridos que toma-
comenzar con 400 mg de una formulación líquida, ron un suplemento de ácidos grasos n-3.
titulando la dosis hasta un máximo de 800 mg/día La melatonina reduce los niveles de TNF-α en
en función de la respuesta clínica o la aparición de pacientes con cáncer avanzado, pero los resultados
efectos adversos. Entre los efectos secundarios de obtenidos hasta la fecha en enfermos oncológicos
este fármaco destaca la supresión adrenal, disfun- no permiten establecer su papel en el tratamiento
ción eréctil, edema periférico y un mayor riesgo de la caquexia tumoral.
de trombosis venosa. Estudios preliminares de una La GH no se está utilizando en los pacientes ca-
combinación megestrol-antiinflamatorio no este- quécticos tras comunicarse un incremento de la
roideo han proporcionado resultados prometedo- mortalidad en pacientes críticos tratados con do-
res, pero no se puede hacer en el momento actual sis elevadas de esta hormona.
ninguna recomendación con estos datos iniciales. En definitiva, en el momento actual el fármaco
Los esteroides anabolizantes han sido utilizados de elección para aumentar el apetito y el peso de
por los atletas para aumentar la fuerza e hipertro- los pacientes oncológicos con desnutrición es el
fia muscular. Se han realizado ensayos clínicos con acetato de megestrol. El empleo de suplementos
nandrolona en pacientes con cáncer de pulmón no de ácidos grasos n-3 aún no aparece reflejado en
microcítico sometidos a tratamiento quimiotera- las recomendaciones de las sociedades científicas.
péutico. Aunque el grupo tratado experimentó
menor pérdida de peso, la respuesta a la quimiote-
rapia y la supervivencia fueron comparables. El es- 5.2. Paciente con desnutrición
teroide anabolizante oxandrolona (a dosis de 10 moderada-grave (categorías B y C
mg/12 h) está siendo evaluado en ensayos clínicos. de la valoración global subjetiva)
En el momento actual no se dispone de resultados (Figura 3)
que permitan establecer una recomendación.
La ciproheptadina, la metoclopramida y la ci- 5.2.1. Cálculo de requerimientos
saprida no han mostrado un efecto favorable sobre nutricionales
el peso en pacientes oncológicos.
El sulfato de hidracina, un inhibidor de la gluco- Se realiza del mismo modo que en pacientes
neogénesis, ha sido probado en pacientes con cán- de la categoría A. En este caso será preciso aña-
cer, sin mostrar efectos beneficiosos sobre el ape- dir 500-1.000 kcal/día a los cálculos realizados pa-
tito, peso, calidad de vida o supervivencia. ra conseguir un balance positivo. El aporte protei-
Existe un especial interés en los inhibidores del co será de al menos 1,5 g/kg/día.
TNF-α (pentoxifilina, talidomida, anticuerpos mo-
noclonales etanercept e infliximab) como terapia
específica de la caquexia tumoral. Los resultados 5.2.2. Balance energético
de estudios en marcha estarán disponibles en los
próximos años. Si el paciente cubre los objetivos nutricionales
El ácido eicosapentaenoico (EPA) es un ácido con las modificaciones dietéticas, deberá reeva-
graso poliinsaturado que posee actividad antitu- luarse frecuentemente su estado nutricional (ini-
moral y anticaquectizante en modelos animales. Su cialmente cada 15 días). En caso de presentar un
mecanismo de acción parece ser la inhibición de la balance negativo, se iniciará el soporte nutricional.
lipólisis por disminución de la síntesis de prosta-
glandinas y el bloqueo del LMF. Dieciocho pacien-
tes con cáncer de páncreas fueron tratados con 5.2.3. Indicación del soporte
suplementos de aceite de pescado (EPA y doco- nutricional
sahexaenoico). Estos pacientes mostraron ganan-
cia ponderal acompañada de una reducción de los Si el paciente no va a ser sometido a un tra-
reactantes de fase aguda y estabilización del gasto tamiento quirúrgico, radio o quimioterapia, y la

1183
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

Figura 3. Intervención nutricional en pacientes oncológicos clasificados en las categorías B y C de la valoración global subje-
tiva (VGS). NE: nutrición enteral; NP: nutrición parenteral. GI: gastrointestinal.

tolerancia oral es buena, se intentará complemen- perioperatorio (enteral o parenteral) comenzando


tar la dieta con suplementos calórico-proteicos. La 7-14 días antes de la cirugía, disminuye la incidencia
persistencia de un balance negativo es indicación de complicaciones postoperatorias. En esta situa-
de NE por sonda o de NP, utilizando los mismos ción, los beneficios potenciales del soporte nutri-
criterios que en pacientes no desnutridos. cional deben ponderarse con los riesgos derivados
En pacientes moderada o gravemente desnutri- de la terapia nutricional y el retraso de la cirugía.
dos que requieren cirugía, el soporte nutricional Es fundamental que el soporte nutricional se inicie

1184
J. J. Gorgojo Martínez

antes de la cirugía, puesto que el uso rutinario de ya iniciado que evitar su inicio, debido al temor de
NPT posquirúrgica en pacientes con desnutrición que la retirada del soporte nutricional acelere la
grave que no recibieron NPT preoperatoria incre- muerte del paciente.
menta las complicaciones en un 10%. El paciente oncológico terminal, con una ca-
El uso rutinario de NE o NPT a corto plazo no lidad de vida aceptable y tracto gastrointestinal
disminuye las complicaciones o la mortalidad en funcionante, puede ser nutrido por vía enteral.
pacientes que están recibiendo radio o quimiote- Cuando los beneficios y perjuicios del soporte
rapia para el tratamiento del cáncer. De hecho, el nutricional no están claros, se recomienda reali-
uso de NPT está asociado a una mayor inciden- zar tratamientos de prueba limitados en el tiem-
cia de infecciones (incluyendo infecciones no rela- po. Aquellos pacientes cuya expectativa de vida
cionadas con el catéter) en pacientes tratados con es inferior a 3 meses probablemente no se be-
quimioterapia. nefician de ningún tipo de soporte nutricional. La
La NE o NPT puede ser beneficiosa para man- decisión de retirar el soporte nutricional no sig-
tener la hidratación, proporcionar nutrientes, in- nifica que se retire la dieta oral. Los pacientes ca-
crementar el bienestar y mejorar la supervivencia paces de comer seguirán recibiendo alimentos
en aquellos individuos incapaces de comer o ab- sólidos y líquidos.
sorber nutrientes durante un periodo prolongado En pacientes terminales con disfunción intesti-
(> 7 días) y sometidos a tratamiento quimio o ra- nal que impida la nutrición enteral se debe indivi-
dioterápico. Sin embargo, no hay estudios prospec- dualizar el manejo, aunque es improbable que la NP
tivos que hayan evaluado este punto. beneficie a este grupo de pacientes.

5.2.4. Selección del soporte nutricional 5.4. Soporte nutricional


en neoplasias específicas
Si el tracto gastrointestinal es funcionante, se in-
dicarán suplementos orales o nutrición enteral por 5.4.1. Cáncer de cabeza y cuello
sonda. En caso contrario, se optará por la NPT.
Estos pacientes se presentan frecuentemente
con una desnutrición grave debido a una ingesta
5.2.5. Prescripción del soporte dificultada por la obstrucción. La radioterapia pue-
nutricional de inducir mucositis, disgeusia, trismus, boca seca o
alteraciones dentales. Es preciso modificar durante
Se aplicarán los mismos criterios señalados al ha- y después del tratamiento la textura, temperatura,
blar de los pacientes oncológicos no desnutridos. consistencia, contenido y frecuencia de los alimen-
tos. Generalmente no se toleran las comidas muy
calientes o muy frías, picantes, saladas o ácidas. El
5.3. Nutrición en el paciente empleo de chicles y caramelos puede mejorar la
terminal salivación. Los alimentos líquidos, en puré y los zu-
mos son mejor tolerados durante las fases de tra-
El soporte nutricional es un tratamiento médi- tamiento y recuperación.
co indicado en pacientes que no pueden mante- La gastrostomía percutánea permite la NE en
ner una adecuada ingesta e hidratación por vía oral. los pacientes con imposibilidad de mantener una
No iniciar o retirar el soporte nutricional a un pa- ingesta adecuada por vía oral; su indicación precoz
ciente son decisiones basadas en consideraciones evitará el deterioro nutricional del enfermo.
distintas que otras terapias, en parte por el signifi- Estudios sobre la etiología de los cánceres de
cado emocional, religioso y simbólico de la alimen- cabeza y cuello sugieren que la ingesta de fruta y
tación. Aunque retirar y no iniciar la terapia nutri- verdura puede asociarse a una reducción de la inci-
cional son acciones igualmente justificables desde dencia de estos tumores, pero pocos estudios han
un punto de vista ético y legal, frecuentemente es considerado si estos factores dietéticos influen-
más duro para un médico retirar un tratamiento cian el pronóstico en los pacientes afectados. Un

1185
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

ensayo clínico con β-caroteno no mostró diferen- tico y disminución de la liberación enzimática, lo
cias con el placebo. que unido a la anorexia favorece la pérdida de pe-
so. También se puede observar insuficiencia biliar
por obstrucción de la ampolla de Water. En estos
5.4.2. Cáncer de esófago y estómago pacientes y en aquellos sometidos a pancreatec-
tomía se suplementarán enzimas pancreáticas. En
La disfagia es casi universal en estos enfermos los enfermos desnutridos, la nutrición enteral por
y se asocia a una pérdida media del 10% del peso yeyunostomía puede suplementar la ingesta oral.
basal al diagnóstico. El tratamiento quirúrgico, ra- Se debe prestar especial atención a los niveles de
dio o quimioterapéutico del tumor suele impedir glucosa en los pacientes sometidos a cirugía pan-
una adecuada nutrición oral. Por tanto, la gastros- creática e iniciar insulinoterapia si está clínicamen-
tomía o yeyunostomía endoscópica percutánea es te indicado.
una vía adecuada para nutrir a estos pacientes. En Existe una evidencia limitada sobre el efecto fa-
aquellos enfermos sometidos a gastrectomía se vorable de la suplementación con ácidos grasos
deben dar recomendaciones antidumping: comidas n-3 en el mantenimiento del peso de los pacientes
frecuentes en pequeñas cantidades, de alto conte- con cáncer de páncreas.
nido proteico y bajas en hidratos de carbono sim-
ples y fibra insoluble, tomar líquidos fuera de las
comidas. 5.4.5. Hepatocarcinoma
Otro problema común es el reflujo. Se indica-
rá en estos casos una dieta hiperproteica y baja en La resección del carcinoma hepatocelular es-
grasas, evitar algunos alimentos que disminuyen el tá asociada a porcentajes elevados de morbilidad y
tono del esfínter esofágico (chocolate, alcohol, ca- mortalidad. Algunos autores son de la opinión de
fé, etc.) e irritantes gástricos. que este grupo de pacientes puede beneficiarse de
NPT preoperatoria independientemente de su esta-
tus nutricional previo. La hipofosfatemia es una com-
5.4.3. Cáncer colorrectal plicación posquirúrgica muy frecuente y debe ser
corregida para prevenir consecuencias adversas.
Los pacientes con este tipo de tumor habitual-
mente no muestran desnutrición. En ellos se reco-
miendan las medidas nutricionales estándar. 5.4.6. Cáncer de pulmón
Muchos estudios epidemiológicos indican que el
riesgo de cáncer colorrectal aumenta con las dietas Pocos estudios han examinado la relación en-
ricas en carnes rojas (especialmente las procesadas) tre factores dietéticos y pronóstico del cáncer de
y en grasa saturada, y bajas en frutas y verduras. La pulmón. Dos pequeños estudios mostraron que
obesidad y el consumo de alcohol también son fac- una intervención dietética aumentando la ingesta
tores de riesgo. Se desconoce si todos estos facto- de verduras se traducía en una menor pérdida de
res nutricionales condicionan el pronóstico del cán- peso y supervivencia más prolongada en pacientes
cer colorrectal. Hasta la fecha, diversos estudios han con cáncer de pulmón no microcítico estadios III
fracasado a la hora de mostrar beneficios de anti- y IV. Otros estudios intentaron la estrategia de in-
oxidantes, fibra dietética o incremento de fruta y crementar la ingesta calórica, pero no consiguieron
verdura en la prevención de aparición de nuevos pó- un aumento de peso.
lipos colónicos. Los suplementos de calcio parecen El tratamiento del cáncer de pulmón es agresi-
ofrecer un modesto beneficio. vo y frecuentemente causa efectos adversos. Mu-
chos pacientes tienen deficiencias nutricionales in-
cluso antes del diagnóstico, como resultado de
5.4.4. Cáncer de páncreas dietas inadecuadas o los efectos adversos del ta-
baco. Durante el tratamiento y en el periodo de
El cáncer de páncreas puede ocasionar maldi- recuperación inmediato, los pacientes con cáncer
gestión por obstrucción del conducto pancreá- de pulmón se pueden beneficiar de alimentos hi-

1186
J. J. Gorgojo Martínez

percalóricos fáciles de deglutir, raciones pequeñas 5.4.9. Trasplante de precursores


y frecuentes, fármacos orexígenos, complejos mul- hematopoyéticos
tivitamínicos o suplementos nutricionales.
El paciente con una neoplasia sólida o hematológi-
ca sometido a trasplante de precursores hematopo-
5.4.7. Cáncer de mama yéticos (TMO) presenta unas características diferen-
ciales respecto al resto de pacientes oncológicos.
El exceso de peso es el principal factor nutricio- El TMO convencional aplica quimioterapia en
nal que afecta a la supervivencia del cáncer de ma- altas dosis con o sin irradiación para erradicar
ma. Se han realizado, sin embargo, pocos estudios el tumor en pacientes con cáncer. En trasplantes
que investiguen la relación entre ganancia ponderal alogénicos, el sistema inmunológico del recep-
tras el diagnóstico de cáncer de mama y pronósti- tor también se suprime para prevenir el rechazo
co. En un estudio se encontró que las mujeres que del injerto. Estos regímenes son los tratamientos
ganaban más de 6 kg tenían 1,5 veces mayor ries- más agresivos empleados en oncología. La toxici-
go de recidiva y 1,6 veces mayor riesgo de morta- dad gastrointestinal o hepática (enfermedad ve-
lidad. Desafortunadamente, la ganancia de peso es nooclusiva) son el principal efecto adverso limi-
una constante en este tipo de pacientes. El incre- tante de esta terapia. Las anomalías metabólicas
mento ponderal que acontece en pacientes some- incluyen un aumento del catabolismo proteico,
tidas a quimioterapia adyuvante parece ser a ex- hiperglucemia, hiperlipemia y deficiencias de vita-
pensas de masa grasa exclusivamente, sin cambios minas y electrólitos. El receptor está expuesto a
o con disminución de la masa magra. la enfermedad injerto contra huésped (EICH) de-
Actualmente hay dos ensayos clínicos en mar- bido al paso de linfocitos T del donante. Existen
cha para estudiar la hipótesis de que una dieta ba- dos formas de EICH: una forma aguda, que afec-
ja en grasa tras el diagnóstico puede favorecer el ta a la piel, hígado y tracto gastrointestinal, y una
pronóstico del cáncer de mama. forma crónica multisistémica que remeda una co-
No está suficientemente comprobado si los su- nectivopatía. La disrupción de la barrera mucosa
plementos de soja tienen efectos beneficiosos o contribuye a la patogénesis de la infección y fie-
perjudiciales en mujeres con cáncer de mama. Las bre en el periodo de neutropenia. Los pacientes
isoflavonas de la soja presentan propiedades es- pasan por un periodo prolongado de mínima in-
trogénicas y antiestrogénicas. Se aconseja en la ac- gesta oral debido a los efectos duraderos de la
tualidad evitar los preparados comerciales en es- terapia citorreductora sobre el apetito, el gus-
tas pacientes por el riesgo de que predominen los to, la salivación, el vaciamiento gástrico y la fun-
efectos estrogénicos. ción intestinal.
Los requerimientos energéticos están aumenta-
dos tras el TMO (130-150% sobre el gasto ener-
5.4.8. Carcinoma de próstata gético teórico, calculándose unas necesidades en
adultos de hasta 44 kcal/kg/día). La vía de adminis-
Una alta ingesta de alimentos de origen animal, tración es controvertida: aunque existen estudios
especialmente alimentos ricos en grasa saturada, que utilizan tanto NE como NPT, la vía enteral sue-
se asocia con un aumento del riesgo de cáncer de le estar limitada por los efectos de la quimioterapia
próstata. La ingesta de grasa saturada además es a dosis elevadas. La NPT se asocia a mayor ganan-
un factor pronóstico negativo en estos pacientes, cia ponderal, supervivencia y tiempo de recidiva en
mientras que la grasa monoinsaturada se asocia a comparación con la sueroterapia en pacientes so-
una mayor supervivencia. La obesidad también es metidos a TMO alogénico. No hay estudios de sufi-
un factor que incrementa el riesgo de mortalidad ciente tamaño en TMO autóloga para establecer la
por cáncer de próstata. eficacia de la NPT en estos pacientes.
No se han llevado a cabo estudios rigurosos que En comparación con la NPT, la NE es menos
evalúen el papel que desempeñan los fitoestróge- eficaz en preservar la masa magra (un 75% de
nos en la prevención primaria o secundaria del los pacientes precisaron suplementos parentera-
cáncer de próstata. les de aminoácidos en un estudio). Sin embargo, la

1187
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

Tabla 8. COMPOSICIÓN DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL EN PACIENTES SOMETIDOS


A TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA

• Calorías: 35 kcal/kg/día
• Distribución calórica: glucosa: 50-60%; lípidos: 25-30% (LCT-MCT); proteínas: 1,5 g/kg/día (algunos
grupos utilizan 0,5 g/kg/día como dipéptido de glutamina, práctica actualmente no recomendada)
• Si hay enfermedad de injerto contra huésped: aumentar el aporte calórico a 40-45 kcal/kg/día,
y el contenido proteico a 1,8 g/kg/día
• Si existe enfermedad venooclusiva: aumentar el aporte calórico a 40-45 kcal/kg/día, y disminuir
el aporte proteico a 0,8 g/kg/día
• Si hay insuficiencia renal: ajustar las proteínas según el aclaramiento de creatinina

LCT: triglicéridos de cadena larga; MCT: triglicéridos de cadena media.

estancia hospitalaria y la supervivencia no difirie- La NPT habitualmente se mantiene durante un


ron entre los grupos. periodo de 2 semanas, iniciándose la alimentación
Intervención nutricional pretrasplante: se ha ob- oral cuando cedan las lesiones digestivas. Se supri-
servado una mortalidad significativamente mayor mirán en los primeros días los crudos y lácteos (al-
en pacientes con desnutrición previa al TMO (cu- to riesgo bacteriológico e intolerancia transitoria a
riosamente, la obesidad también parece jugar un la lactosa); posteriormente se añadirán los lácteos
papel deletéreo en estos pacientes). Resulta funda- y finalmente se pasará a una dieta basal.
mental por tanto en estos pacientes la realización En general, la nutrición enteral precoz peritras-
de una valoración del estado nutricional pretras- plante tras los regímenes convencionales de acon-
plante. En enfermos normonutridos, se mantendrá dicionamiento presenta un elevado índice de fra-
una dieta oral que cubra sus necesidades energé- casos. Las dificultades de establecer una vía enteral
ticas. Si se detecta desnutrición, se añadirán suple- segura son muy importantes debido al sangrado, el
mentos orales o se iniciará NE o NPT según la si- riesgo de aspiración, sinusitis, diarrea, íleo, vacia-
tuación del paciente, retrasándose el TMO en caso miento gástrico lento o vómitos. Cuando se com-
necesario. No se ha investigado, sin embargo, la efi- prueba la recuperación del recuento de leucoci-
cacia de la intervención nutricional pretrasplante. tos y plaquetas, y la reparación de la mucosa oral
Intervención nutricional postrasplante: a las 48 y gastrointestinal, la NE por sonda constituye una
horas del trasplante se iniciará NPT si el enfer- adecuada forma de transición entre la NPT y la
mo está hemodinámicamente estable. La compo- dieta oral.
sición de la NPT (Tabla 8) es empírica y no ba- La NE también puede estar indicada en aquellos
sada en estudios prospectivos. La suplementación pacientes con requerimientos nutricionales eleva-
con glutamina en un estudio disminuyó la tasa de dos a causa de complicaciones como la EICH.
infección, acortó la estancia hospitalaria y mejoró
el balance nitrogenado, aunque no aumentó la su-
pervivencia a largo plazo. Sin embargo, otros auto-
res han encontrado una utilidad limitada en la su- 6. Recomendaciones
plementación con glutamina enteral o parenteral a nutricionales para la
este tipo de pacientes. No se han publicado estu- prevención primaria
dios con suficiente poder estadístico que valoren y secundaria del cáncer
el efecto de la glutamina sobre la recidiva tumo-
ral, la supervivencia o la incidencia y severidad de Se dispone en la actualidad de una gran canti-
la EICH. Actualmente las guías clínicas de la Socie- dad de datos epidemiológicos que sugieren que
dad Americana de Nutrición Enteral y Parenteral los factores dietéticos y ambientales juegan un
(ASPEN) no recomiendan la suplementación con papel relevante en el desarrollo de neoplasias en
glutamina de la NPT o NE en estos pacientes. múltiples órganos. Las recomendaciones de las

1188
J. J. Gorgojo Martínez

Tabla 9. RECOMENDACIONES DE LA AMERICAN CANCER SOCIETY SOBRE NUTRICIÓN


Y ACTIVIDAD FÍSICA EN LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER

• Comer una dieta sana y variada, con elevado consumo de alimentos de origen vegetal
- Tomar > 5 raciones de frutas y verduras
- Seleccionar cereales integrales en lugar de productos refinados
- Limitar el consumo de carnes rojas, especialmente las procesadas y ricas en grasa
- Elegir alimentos que ayuden a mantener un peso saludable
• Estilo de vida activo
- Adultos: actividad física moderada 30 minutos/día 5 días por semana. 45 minutos/día de actividad
enérgica realizada 5 días por semana pueden contribuir a reducir el riesgo de cáncer de mama y colon
- Niños y adolescentes: 60 minutos/día de actividad moderada-enérgica 5 días por semana
• Mantener un peso saludable a lo largo de toda la vida (IMC: 18,5-25 kg/m2)
- Equilibrar ingesta calórica con actividad física
- Perder peso en caso de sobrepeso u obesidad
• Limitar el consumo de bebidas alcohólicas

IMC: índice de masa corporal.

distintas sociedades científicas coinciden en in- El efecto carcinogénico del alcohol se asocia a
crementar la ingesta de fruta, verdura y cereales, ingestas elevadas, especialmente en pacientes fu-
reducir las grasas saturadas y los azúcares refina- madores.
dos y evitar un exceso de sal. Se sugiere mantener Aunque la evidencia científica que soporta las re-
un peso corporal saludable, realizar actividad físi- comendaciones dietéticas en la prevención secun-
ca regular y limitar la ingesta de alcohol a menos daria del cáncer es mucho más débil que en preven-
de dos bebidas al día en varones y a una en muje- ción primaria, es probable que la aplicación de las
res (Tabla 9). mismas pautas contribuya a reducir la aparición de
En el Lyon Diet Heart Study, la indicación pros- una segunda neoplasia en el paciente oncológico.
pectiva de una dieta mediterránea (con más pan y Existen datos convincentes sobre la asociación
cereales, fruta fresca y verdura, legumbres y pes- de obesidad con recurrencia de cáncer de ma-
cado, y menos ternera y cerdo, sin mantequilla) se ma, así como la influencia pronóstica negativa de
asoció con una frecuencia menor de muerte por la obesidad en diversos tumores. La obesidad es
cáncer en comparación con la dieta fase 1 de la un factor de riesgo para desarrollar algunos de los
American Heart Association. cánceres más comunes, como el de mama, endo-
La recomendación de reducir la ingesta de gra- metrio, colon y próstata. Los pacientes oncológi-
sa total del 40 al 30% se basa en una correlación cos obesos pueden iniciar una dieta hipocalórica
positiva entre ingesta de grasa e incidencia de y equilibrada durante el tratamiento oncológico,
cáncer de mama, colon y próstata. Basado en es- siempre que la pérdida de peso sea gradual (máxi-
tudios preliminares es recomendable aumentar el mo 1 kg por semana) y dicha pérdida no interfiera
consumo de ácidos grasos n-3 (pescado). La evi- con el tratamiento.
dencia en la que se basa la indicación de aumentar Recientemente se ha publicado un estudio pros-
el consumo de fruta y verdura proviene de estu- pectivo de una cohorte de 900.000 adultos ame-
dios caso-control y cohortes que demuestran una ricanos sin diagnóstico previo de cáncer. El índice
correlación inversa entre incidencia de cáncer y de masa corporal se asoció con mayores porcen-
niveles séricos de vitaminas. Los ensayos clínicos tajes de mortalidad por cáncer de esófago, colon,
con vitaminas antioxidantes no han demostrado, recto, hígado, vesícula biliar, páncreas, riñón, linfoma
sin embargo, un efecto protector hasta la fecha. no Hodgkin y mieloma. Los autores concluyen que

1189
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

el sobrepeso y la obesidad son responsables de un que no se dispone de resultados en cuanto a la in-


14% de todas las muertes por cáncer en varones y fluencia del ejercicio físico sobre la recurrencia
20% en mujeres. del cáncer o la supervivencia tras el tratamien-
Tras el tratamiento oncológico, la ganancia o to, están en marcha diversos estudios de cohor-
pérdida ponderal debe llevarse a cabo mediante te que proporcionarán respuestas en torno a es-
una combinación de dieta y ejercicio físico. Aun- te aspecto.

1190
J. J. Gorgojo Martínez

7. Resumen
 La desnutrición es un problema frecuente en cientes oncológicos antes de que puedan ser
los pacientes oncológicos. Muchos estudios han recomendadas de forma sistemática.
mostrado que la pérdida de peso o de masa
magra se asocia con un incremento de la mor-  En los últimos años se están realizando impor-
talidad. Sin embargo, no hay datos que indiquen tantes avances en la farmacoterapia de la ano-
que la caquexia sea una causa de muerte o que rexia y la caquexia tumoral. Su aplicación clínica
el soporte nutricional revierta la caquexia. En asociada a un correcto manejo nutricional del
realidad, se puede considerar la caquexia como paciente pueden permitir en el futuro lograr
un marcador de gravedad de la enfermedad. un objetivo fundamental: la reversión de la
caquexia y la reducción de la morbimortalidad
 Los objetivos del soporte nutricional en el pa- asociada a la misma.
ciente oncológico son la prevención de la des-
nutrición secundaria a la neoplasia o su trata-
miento. Desgraciadamente hoy en día la terapia
nutricional no es capaz de revertir el proceso
de caquexia tumoral ni reducir la morbimor-
talidad del paciente. En el paciente con cáncer
que ha sobrevivido a su enfermedad, el objetivo
prioritario es reducir el riesgo de recidiva tu-
moral o la aparición de una segunda neoplasia.
En la población general, los profesionales sanita-
rios deberán esforzarse en recomendar hábitos
nutricionales saludables que han demostrado
un papel relevante en la prevención primaria
del cáncer.

 Actualmente se dispone de múltiples paráme-


tros clínicos para valorar el estado nutricional
del paciente con cáncer, pero no se pueden
realizar recomendaciones generales para todos
los tipos de tumores. Existen algunas neoplasias
o terapias con mayor riesgo nutricional, como
el trasplante alogénico de precursores hemato-
poyéticos. La valoración del estado nutricional
y la instauración del soporte nutricional deben
realizarse de forma precoz para maximizar su
eficacia. El uso paliativo del soporte nutricional
en el paciente oncológico terminal raramente
está indicado. No existe indicación de terapia
nutricional en pacientes bien nutridos some-
tidos a cirugía, radio o quimioterapia en los
que se prevé una ingesta oral adecuada. Por el
contrario, los pacientes con desnutrición grave
precisan soporte nutricional precoz preopera-
torio. La decisión de utilizar nutrición enteral
o parenteral dependerá del estatus nutricional
del paciente, la modalidad de terapia antitumo-
ral, la esperanza de vida y la calidad de vida. Las
fórmulas enriquecidas con inmunonutrientes
necesitan de una evaluación adicional en pa-

1191
Capítulo 4.40. Nutrición y cáncer

8. Bibliografía
Alpers DH. Nutritional considerations in wasting diseases. Metaanálisis de estudios aleatorizados realizados en pacientes
En: Alpers SH, Stenson WF, Bier D. Manual of Nutritional oncológicos evaluando el papel de los inmunonutrientes en la
Therapeutics. Lippincott Williams & Wilkins, Philadelphia, nutrición enteral. La suplementación con fórmulas nutricionales
2002: 535-51. enriquecidas en inmunonutrientes reduce las infecciones y la
Uno de los mejores manuales de nutrición clínica. En su última estancia media en pacientes sometidos a cirugía de diversos
edición se presenta completamente actualizado, incluyendo múlti- tumores (gastrointestinales, y cabeza y cuello), en comparación
ples referencias bibliográficas. Imprescindible para cualquier clínico. con una fórmula estándar, aunque no se ha observado una re-
ducción en la mortalidad.
ASPEN Board of Directors. Guidelines for the use of paren-
teral and enteral nutrition in adults and pediatric patients. Jatoi A, Windschitl H, Loprinzi CL, et al. Dronabinol versus
JPEN 2002; 26 (Suppl 1): 82SA-85SA. megestrol acetate versus combination therapy for cancer-as-
Guías de práctica clínica, publicadas por la Sociedad Americana sociated anorexia: a north central cancer treatment group
de Nutrición Parenteral y Enteral, basadas en la mejor evidencia study. J Clin Oncol 2002; 20: 567-73.
disponible en el campo de la nutrición clínica. Contiene recomen- Estudio multicéntrico comparativo de dos fármacos orexígenos,
daciones sólidas con una base bibliográfica extensa para el mane- el acetato de megestrol y el dronabinol, en pacientes oncológi-
jo nutricional de múltiples patologías. En el capítulo del paciente cos. El acetato de megestrol produjo un mayor incremento del
oncológico dedica un apartado especial al trasplante de precur- apetito y del peso corporal que el dronabinol. El tratamiento
sores hematopoyéticos. Resulta interesante consultar también el combinado no mejoró los resultados obtenidos sólo con
capítulo dedicado a los aspectos éticos de la nutrición. megestrol.

Barrera R. Nutritional support in cancer patients. JPEN 2002; Klein S, Kinney J, Jeejeebhoy K, Alpers D, Hellerstein M,
26: S63-S71. Murray M, et al. Nutrition support in clinical practice: review
Revisión actualizada de estudios relevantes en el campo de la of published data and recommendations for future research
nutrición del paciente oncológico. directions. JPEN 1997; 21: 133-56.
Revisión de la mejor evidencia disponible hasta 1997 en el cam-
Brown JK, Byers T, Doyle C, Courneya KS, Demark-Wahne- po de la nutrición clínica; se indicaban los temas que presentan
fried, Kushi LH, et al. Nutrition and physical activity during and mayores lagunas de conocimiento, y en los cuales se deberían
after cancer treatment: an American Cancer Society guide for realizar estudios adicionales bien diseñados.
informed choices. CA Cancer J Clin 2003; 53: 268-91.
Evaluación por la American Cancer Society de la mejor evidencia Ohnuma T. Anorexia and cachexia. En: Holland & Frei (eds.).
disponible y la mejor práctica clínica en relación con la nutrición Cancer Medicine, 5th ed. BC Decker, Hamilton, 2000 (versión
y el ejercicio físico de los pacientes diagnosticados de cáncer. Se electrónica: www.bcdecker.com).
establecen recomendaciones nutricionales para la prevención Excelente revisión exhaustiva de los mecanismos de anorexia
primaria y secundaria del cáncer. y caquexia tumoral. Contiene una actualización de la farmaco-
terapia en este campo.
Calle EE, Rodríguez C, Walker-Thurmond K, Thun MJ. Over-
weight, obesity and mortality from cancer in prospectively Schattner M. Enteral nutritional support of the patient with
studied cohort of U.S. adults. N Engl J Med 2003; 348: 1625-38. cancer. J Clin Gastroenterol 2003; 36: 297-302.
Estudio prospectivo de una cohorte de 900.000 adultos ameri- Revisión de las indicaciones y rutas de administración de la
canos sin diagnóstico previo de cáncer. El índice de masa corpo- nutrición enteral en el paciente oncológico. Resalta los aspectos
ral se asoció con mayores porcentajes de mortalidad por cáncer diferenciales del manejo nutricional de tumores específicos.
de esófago, colon, recto, hígado, vesícula biliar, páncreas, riñón,
linfoma no Hodgkin y mieloma. El sobrepeso y la obesidad son Shils ME, Shike M. Nutritional support of the cancer patient.
responsables de un 14% de todas las muertes por cáncer en En: Shils ME, Olson JA, Shike M, Ross AC (eds.). Modern Nu-
varones y 20% en mujeres. trition in Health and Disease. Baltimore, Williams & Wilkins,
1999: 1297-326.
Detsky AS, McLaughlin JR, Baker JP, et al. What is subjective Uno de los tratados internacionales de nutrición más impor-
global assessment of nutritional status? JPEN 1987; 11: 8-13. tantes. Su última edición, la de 1999, es de consulta obligada
Artículo que describe la valoración global subjetiva del estado para cualquier tema relacionado con la nutrición en situaciones
nutricional, práctica que se ha generalizado progresivamente en fisiológicas o patológicas.
la evaluación clínica de la desnutrición.
Tisdale MJ. Cancer anorexia and cachexia. Nutrition 2001; 17:
Heys SD, Walker LG, Smith I, Eremin O. Enteral nutritional 438-42.
supplementation with key nutrients in patients with critical Magnífico trabajo sobre la fisiopatología de la desnutrición en
illness and cancer: a meta-analysis of randomized controlled el paciente oncológico. Exposición clara de las diferencias entre
clinical trials. Ann Surg 1999; 229: 467-77. anorexia y caquexia tumoral.

1192
J. J. Gorgojo Martínez

9. Enlaces web

 www.nutritioncare.org

 www.seenweb.org

 www.senpe.com

 www.aace.com

 www.nccn.org
 www.freemedicaljournals.com

1193
4.41. Nutrición en las enfermedades
del sistema inmunológico

Julia Álvarez Hernández Visitación Álvarez de Frutos


Marta Botella Serrano
Capítulo 4.41.

Nutrición en las enfermedades del sistema


inmunológico

1. Introducción
2. Inmunidad y nutrición
2.1. Mecanismos de interrelación entre nutrientes y sistema inmunológico
2.2. Micronutrientes
2.2.1. Vitamina E
2.2.2. Vitamina D y Ca
2.2.3. Hierro
2.2.4. Cobre, zinc y selenio
2.2.5. Carotenoides
2.3. Macronutrientes
2.3.1. Ácidos grasos poliinsaturados
2.3.2. Ácidos grasos monoinsaturados
3. Nutrición en las enfermedades autoinmunes
3.1. Papel de los alimentos-nutrientes como desencadenantes de la enfermedad
3.1.1. Déficit de antioxidantes y otros micronutrientes
3.1.1.1. Vitamina D
3.1.1.2. Vitaminas E y C y carotenoides
3.1.1.3. Cobre y zinc
3.1.1.4. Selenio
3.1.1.5. Vitaminas del grupo B y ácido fólico
3.1.2. Efecto proinflamatorio de los macronutrientes de la dieta
3.1.3. Comportamiento como antígeno
3.2. Modificaciones en la alteración del balance energético
3.3. Intervenciones dietéticas terapéuticas
3.3.1. Ayuno
3.3.2. Dietas elementales
3.3.3. Dietas específicas: exclusión dietética
3.3.4. Dietas vegetarianas estrictas (veganistas)
3.3.5. Nutrientes-fármacos
3.4. Patologías específicas
3.4.1. Artritis reumatoide
3.4.1.1. Retirada de antígenos de la dieta
3.4.1.2. Suplementación
3.4.2. Lupus eritematoso sistémico
3.4.3. Esclerosis múltiple
4. Nutrición e inmunosupresión
4.1. Desnutrición energético-proteica
4.2. Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
4.2.1. Factores patogénicos implicados en la desnutrición
4.2.1.1. Anorexia
4.2.1.2. Malabsorción/maldigestión
4.2.1.3. Modificaciones del gasto energético
4.2.1.4. Alteraciones metabólicas: caquexia
4.2.1.5. Alteraciones del sistema endocrinológico
4.2.2. Alteraciones metabólicas y de la composición corporal relacionadas con la
terapia antirretroviral de gran actividad
4.2.3. Abordaje terapéutico nutricional
4.2.3.1. Consideraciones en la alimentación natural
4.2.3.2. Nutrición artificial
5. Resumen
6. Bibliografía
7. Enlaces web

Objetivos

n Revisar las interacciones entre los nutrientes y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
n Comprender las bases que justifican la desnutrición como causa de inmunodepresión.
n Analizar la implicación de determinados nutrientes en el proceso inflamatorio.
n Valorar los conocimientos de las alteraciones nutricionales descritas en algunas enfermedades autoinmunes.
n Comprender la dificultad de realizar estudios de intervención dietética en enfermedades autoinmunes.
n Conocer el manejo nutricional que se puede diseñar para intentar interferir en la historia natural de la enfermedad
de origen autoinmune (artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple).
n Examinar las indicaciones de suplementación con distintos nutrientes en las enfermedades autoinmunes.
n Analizar la patogenia de la desnutrición en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) humana y sus
alteraciones nutricionales específicas.
n Comprender la diferencia entre desnutrición-sida y el síndrome caquexia-sida.
n Revisar el abordaje nutricional en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida humana.
1. Introducción

L
a relación entre inmunidad y nutrición es conocida desde antiguo. Son clásicos
los estudios epidemiológicos que muestran la estrecha relación entre morbilidad
infecciosa y poblaciones desnutridas. Se trata de una relación muy compleja que
se convierte en un círculo vicioso, ya que, para mantener un adecuado funcionamiento
de los mecanismos de defensa, es necesario mantener un correcto estado nutricional
y, por otro lado, se sabe que el equilibrio en los procesos inmunitarios es necesario
para conseguir alcanzar y perpetuar un adecuado estado nutricional.
Los avances en los conocimientos nutricionales y en la investigación básica y clínica
en inmunología han permitido determinar cuánto hay de verdad y de fábula en la
relación entre algunos alimentos y la prevención y el tratamiento de algunas enfer-
medades autoinmunes. Pacientes que sufrían determinadas patologías, como la artritis
reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la esclerosis múltiple e, incluso, en los
años 80 del siglo XX, la eclosión del nacimiento del sida (síndrome de inmunodefi-
ciencia adquirida humana), han sufrido desinformación y desconcierto a consecuencia
de la beligerancia de algunos charlatanes que pretendían la prevención y la curación
de dichas enfermedades por el mero hecho de comer o abstenerse de determinados
alimentos.
Los procesos inmunológicos son altamente complejos y precisos; su relación con la
cantidad y calidad de los macronutrientes y, muy especialmente, de algunos micronu-
trientes se va estableciendo progresivamente a la luz de la evidencia científica. En este
Capítulo se intentará aclarar los puntos esenciales de la implicación de la nutrición
en el proceso inflamatorio agudo y crónico de las enfermedades autoinmunes y en la
evolución del sida.

1199
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

2. Inmunidad y nutrición cosa intestinal e interactúa permanentemente con


los mecanismos generales del sistema inmunológico.
2.1. Mecanismos de En la mucosa del tracto gastrointestinal, las placas
interrelación entre nutrientes de Peyer y los folículos linfáticos aislados forman
y sistema inmunológico el tejido linfoide organizado, mientras que el difuso
está integrado por los linfocitos intraepiteliales y
Como se ha descrito en el Capítulo 1.36, “Siste- por los acúmulos linfoides de la lámina propia. Am-
ma inmunológico: nutrición e inmunidad” de este bos tejidos tienen una actividad funcional específi-
TRATADO, el organismo dispone de una serie de me- ca y diferente. Así, el tejido linfoide organizado se
canismos de defensa contra los agentes infecciosos. encarga del reconocimiento de los antígenos y de
Una primera línea de defensa la constituyen las ba- la activación clonal, y la parte del tejido difuso tie-
rreras fisicoquímicas, mientras que la segunda línea ne una actividad efectora, encargándose de la pro-
defensiva está formada por el sistema linfoide. ducción de anticuerpos y la progresión de la acción
Por un lado, la piel y las mucosas se configuran citotóxica con la producción de citokinas.
como barreras físicas, de ahí que sea fundamental La microbiota intestinal y los antígenos micro-
mantener su integridad. Por otro lado, la barrera bianos contribuyen de manera importante al desa-
química está constituida por numerosas sustancias rrollo del sistema inmune de la mucosa intestinal.
que se secretan en el organismo, tanto a nivel de la El 70-80% de las células productoras de inmuno-
piel como en las mucosas; así, se establece el manto globulinas se localizan en la mucosa intestinal, pro-
ácido de la piel, o la capacidad defensiva de las lágri- duciéndose más IgA en la luz intestinal cada día
mas, o el pH ácido de las secreciones gástricas. Al- que cualquier otra inmunoglobulina del organismo,
gunas de las más importantes enzimas implicadas en incluso durante un proceso infeccioso. La IgA se-
esta función son las lisozimas. cretora ha sido denominada el “barniz protector”
El sistema linfoide está formado por una red muy de la mucosa intestinal. Esta inmunoglobulina actúa
compleja de células, tejidos y órganos. Integradas en localmente, como anticuerpo específico, de varias
esta estructura se encuentran la médula ósea, el ti- formas. Por un lado, impide o limita la unión de las
mo, el bazo, los nódulos o ganglios linfáticos; y, se- moléculas antigénicas, las partículas o los microor-
gún se ha descubierto recientemente, parte de es- ganismos a la superficie celular del epitelio mucoso
te tejido linfoide se ubica en las principales puertas intestinal; en segundo lugar, puede inactivar o im-
de entrada de algunas mucosas, como son el tracto pedir la inclusión de las partículas virales en el in-
gastrointestinal, el respiratorio y el urogenital, co- terior de los enterocitos y, por último, es capaz de
nocido como tejido linfoide asociado a las mucosas devolver a la luz intestinal las partículas de antíge-
(MALT: Mucosa-Associated Lymphoid Tissue). nos que hayan conseguido atravesar la barrera in-
El MALT es un tejido que se constituye como testinal, en forma de complejos antígeno-anticuer-
una división especial del sistema inmunitario, en- po. Así se regula la puerta de entrada antigénica y
cargado de respuestas locales o regionales, al pa- se controla la localización y la supervivencia de los
so que las respuestas generalizadas corren a cargo microorganismos saprofitos en el tubo digestivo.
de las estructuras linfoides sistémicas. Se presenta Los antígenos que acceden al organismo por el
en dos variedades: como un tejido linfoide mucoso tubo digestivo por la cavidad oral producen inicial-
organizado, con una disposición estructural histo- mente un efecto local en el sistema GALT, arrancan-
lógica bien definida y, por otro lado, como un tejido do así la activación del sistema inmunológico. De-
linfoide mucoso difuso, constituido por cúmulos de pendiendo de las características de los antígenos,
células linfoides extendidas de manera aparente- la respuesta básica será humoral o celular tóxica.
mente amorfa entre las estructuras mucosas. Es posible inducir estados de tolerancia inmunoló-
El que en estos momentos, desde el prisma del gica específica sistémica mediante la administración
análisis nutricional, adquiere mayor relevancia es el de antígenos por vía oral. Estos conceptos han si-
tejido linfoide especializado, existente en el trac- do explotados desde hace años en el campo de la
to digestivo. Es conocido con las siglas GALT de su experimentación animal, y recientemente se están
traducción inglesa Gut Associated Lymphoid Tissue, empezando a utilizar en los tratamientos de ciertas
y hoy se sabe que constituye más del 25% de la mu- enfermedades autoinmunes, como la diabetes melli-

1200
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

tus tipo 1 (DM1), la esclerosis múltiple (EM), la uveí- difícil de establecer es el límite entre la expresión
tis, o la artritis reumatoide (AR). Aunque aún no se de un fenómeno fisiológico extremo y la transfor-
conocen a ciencia cierta cuáles son los mecanismos mación en un proceso patológico.
responsables de estas respuestas, se apunta a que se Por último, para terminar de entender la interac-
trate de un proceso de supresión activa como me- ción alimentación-nutrición e inmunidad, hay que
canismo principal. Parece que los linfocitos T, pre- recordar el efecto de algunos componentes no nu-
dominantemente CD4 y CD8, según los casos, esti- tritivos de la dieta sobre la competencia inmunoló-
mulados por el antígeno específico, liberan citokinas gica. Los animales de experimentación que han si-
reguladoras. Una de estas citokinas reguladoras, el do criados en un continuo ambiente de aislamiento
factor de crecimiento transformante β (TGF-β), ad- respiratorio y digestivo, es decir, respirando aire fil-
quiere un papel protagonista inhibiendo la respues- trado y recibiendo alimentos microbiológicamente
ta celular con la misma especificidad o con otra dis- estériles, experimentan un retraso en el desarrollo
tinta, con tal de que sean inducidas por el antígeno ontogénico de sus funciones inmunológicas, retra-
al mismo tiempo en el mismo lugar. so que es recuperable cuando se devuelve al sujeto
En todo este proceso de interrelación entre in- a una situación de normalidad ambiental. Aunque la
munidad y alimentación y nutrición, cabe destacar reversibilidad de la situación no puede ser aclarada
el papel de algunas sustancias nutritivas con carác- definitivamente, para conseguir conocer la respon-
ter antigénico y el control inmunitario de la absor- sabilidad de la vía respiratoria o de la vía digestiva,
ción de nutrientes no antigénicos, procesos ambos hoy se sabe que la deficiencia inmunitaria se puede
complejos no del todo bien conocidos. evitar, añadiendo a la dieta determinados nutrientes
Los antígenos alimentarios no siempre son des- como la fibra u otros componentes no nutritivos,
truidos en el tubo digestivo, sino que, en ocasio- capaces de entrenar el sistema inmunitario.
nes, quedan porciones de moléculas, principalmen-
te proteínas, que por sus propiedades antigénicas
escapan al sistema humoral o celular de vigilancia 2.2. Micronutrientes
intestinal, atraviesan la barrera intestinal y se trans-
portan por la linfa y la sangre a todas las partes del Que los micronutrientes tienen funciones funda-
organismo. Es por ello por lo que los estados de mentales para mantener el organismo en un buen
hipersensibilidad o alergia a los alimentos no só- estado de salud es de todos conocido; que, además,
lo presentan síntomas locales, sino también gene- a alguno de ellos se les reconocen importantes fun-
rales. Además, varios experimentos han demostra- ciones como antioxidantes tampoco es nada nuevo.
do el aumento progresivo que se produce en la En este caso, lo más importante es conocer la im-
respuesta humoral inmunológica plasmática, con la portancia real de su actividad antioxidante y su uso
modificación en la secreción de inmunoglobulinas, terapéutico en la enfermedad. Dentro de las funcio-
después de la ingesta alimentaria, sobre todo cuan- nes antioxidativas pueden actuar directamente co-
do ésta es rica en proteínas. mo antioxidantes, como es el caso de las vitaminas
No se debe olvidar que también existe un con- C, A o E, o formando parte de enzimas antioxidan-
trol inmunitario de la absorción de nutrientes no tes, como es el caso del Se en la glutatión peroxida-
antigénicos. El mejor ejemplo se halla en los me- sa, o el Mn, el Cu y el Zn en la superóxido dismuta-
canismos que controlan la absorción de la vitami- sa (Tabla 1). En el estrés oxidativo, se produce un
na B12. En casos de anemia perniciosa, antes del desequilibrio entre los radicales libres y las defensas
desarrollo de una clara lesión de gastritis atrófica antioxidantes a favor de los primeros, lo que pro-
responsable de la falta de unión del complejo factor duce complicaciones derivadas de éste. La causa de
intrínseco-vitamina B12, se evidencia la presencia de que se produzca este desequilibrio no siempre está
una IgA presente en las secreciones digestivas con clara, pero uno de los orígenes podría ser un déficit
capacidad específica para unirse al complejo intrín- de antioxidantes por ingesta inadecuada o un défi-
seco y, así, bloquear la unión complejo del factor in- cit relativo por excesivo consumo en situación de
trínseco-vitamina B12. Otros ejemplos de autoin- enfermedad (ver Capítulos 1.19 y 1.20).
munidad positiva son el factor reumatoide o los En consonancia con estos datos, se constata
anticuerpos contra eritrocitos, etc. Lo que resulta que, al menos en algunas de las enfermedades au-

1201
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 1. ANTIOXIDANTES

Directos Indirectos
Antioxidante Enzima/acción en que participa
Fe Sintetasa del óxido nítrico
Cu CuZn superóxido dismutasa
Vitamina E
Zn CuZn superóxido dismutasa
Vitamina C
Mg Cofactor en la vía de las pentosas fosfato
Ácido fólico Disminuye los niveles de homocisteína
Se Glutatión peroxidasa

toinmunes, se produce un importante aumento del Puede inhibir la síntesis de RNAm de citokinas deri-
riesgo cardiovascular (RCV), probablemente en re- vadas de macrófagos como IL-1, IL-6, IL-2 o TNF-α.
lación con el estrés oxidativo que presentan. En al- Además, el calcitriol puede disminuir la actividad pre-
gunos estudios, se ha descrito un aumento de la sentadora de antígenos de los macrófagos a los lin-
formación de ión superóxido y peróxido de hidró- focitos por una reducción de la expresión de molé-
geno en este tipo de pacientes. culas MHC-II en la superficie. También puede inhibir
Teniendo en cuenta estos factores, habrá que en- la secreción de IL-2 de las células Th1, y producir un
tender cómo actúan los micronutrientes en el sis- aumento de las citokinas antiinflamatorias que ejer-
tema inmunológico, qué implicaciones fisiopatoló- cen una acción antiproliferativa en linfocitos (ver Ca-
gicas pueden tener en las enfermedades del mismo pítulo 1.24).
y si se pueden utilizar como parte del tratamiento. Existen distintos trabajos observacionales en los
El planteamiento teórico puede ser sencillo, pe- que se encuentra una relación inversa entre la ex-
ro demostrar qué cambios en la dieta tiene efectos posición solar y la prevalencia de enfermedades au-
importantes y reproducibles es mucho más com- toinmunes. Se ha estudiado fundamentalmente en la
plicado. Se repasarán someramente los efectos y EM, donde la asociación es realmente importante.
funciones de los micronutrientes más importantes En otros estudios experimentales desarrollados
de manera individualizada. en modelos animales de EM, DM 1, enfermedad in-
flamatoria intestinal y trasplante, parece que la su-
plementación con vitamina D puede aumentar la
2.2.1. Vitamina E función del linfocito T supresor, lo que produciría
una mayor tolerancia a antígenos órgano-específi-
En general, la deficiencia de vitamina E (α-toco- cos y, por lo tanto, menor riesgo de desarrollar la
ferol) y niveles tisulares de vitamina E bajos mejo- enfermedad.
ran los componentes de la respuesta inflamatoria y
suprimen componentes de la respuesta inmune. En
algunos estudios se demuestra que la suplementa- 2.2.3. Hierro
ción con vitamina E disminuye la incidencia de in-
farto no fatal hasta un 50%, pero no guarda rela- El hierro (Fe) circula fundamentalmente unido
ción con los infartos fatales. a la transferrina, que es la proteína transportado-
ra del Fe. Habitualmente, la saturación de transfe-
rrina es aproximadamente del 30%, pero, cuando
2.2.2. Vitamina D y Ca no hay Fe suficiente, la proteína cataliza la forma-
ción de peligrosos radicales libres como el radical
Estudios experimentales han demostrado que el hidroxilo (OH.-).
calcitriol tiene un efecto modulador sobre el siste- Aunque las enfermedades con sobrecarga de
ma inmune específico a través de varios mecanismos. Fe se suelen tomar como ejemplo de enfermeda-

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

des con estrés oxidativo, el déficit también se ha 2.3.1. Ácidos grasos poliinsaturados
asociado a un aumento de la producción de radi-
cales libres. Acorde con estas premisas, es en los Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) n-3
estudios realizados con pacientes con déficit de y n-6 son moduladores de los lípidos contenidos
Fe en los que se observa una mayor sensibilidad en los fosfolípidos de membrana, donde afectan a
de los eritrocitos a aquellas sustancias capaces de la función celular y son precursores en la forma-
producir estrés oxidativo. Por otra parte, la defi- ción de eicosanoides. La diferencia que existe en-
ciencia de Fe está asociada a déficit neuroconduc- tre ellos estriba en la existencia del doble enlace
tuales, que podrían ponerse de manifiesto por la en la posición 3 o 6 (ver Capítulo 1.13).
alta demanda de Fe en tejido cerebral (ver Capítu- Los eicosanoides son importantes mediado-
lo 1.28). res en la regulación de varias funciones, como la
integridad de la mucosa gástrica, homeostasis e in-
flamación. Median en el proceso inflamatorio, por
2.2.4. Cobre, zinc y selenio intervenir en la síntesis de citokinas y los mecanis-
mos de comunicación celular; por lo tanto, es de
Se ha planteado como hipótesis que el estrés gran interés el papel que los AGPI pueden repre-
oxidativo contribuye a la patología por deficien- sentar a la hora de reducir la inflamación y aliviar
cia de cobre (Cu). El Cu se une a la ceruloplasmi- los síntomas dependientes de ella. En el metabolis-
na, de la misma manera que el Fe a la transferrina, mo de los AGPI n-6 se produce ácido araquidónico
y formando parte de la Cu-Zn superóxido dismu- (AA) y, a partir de éste, prostaglandinas, tromboxa-
tasa con importante efecto antioxidante. Además, nos y leucotrienos de las series 2 y 4; mientras que
estudios en animales demuestran que el déficit de los AGPI n-3 producen los ácidos docosahexaenoi-
selenio (Se) lleva a una menor respuesta inmune, co y eicosapentaenoico (EPA), que forman, a su vez,
y altas dosis podrían producir inmunosupresión eicosanoides de las series 3 y 5.
(ver Capítulos 1.29 y 1.30). El EPA y el AA sólo se diferencian en la pre-
sencia o ausencia del doble enlace n-3, respecti-
vamente, y, por lo tanto, compiten por las mismas
2.2.5. Carotenoides enzimas: la ciclooxigenasa (COX) y la lipooxige-
nasa, que son las responsables de la formación de
Como se sabe, los carotenoides son importan- los eicosanoides. De esta forma, el AA y el EPA
tes antioxidantes; sin embargo, estudios de suple- son sustratos competidores que inhiben la oxi-
mentación en humanos han sido controvertidos en dación del AA por estas enzimas, disminuyendo,
la enfermedad cardiovascular y neoplasias epitelia- así, la producción de derivados proinflamatorios.
les. En la actualidad, se consideran también un pun- Por ejemplo: el derivado del EPA, el leucotrie-
to clave de investigación por sus repercusiones en no B5 (LTB5), tiene un pequeño efecto estimula-
las patologías autoinmunes interviniendo en la mo- dor o quimiotáctico en leucocitos, mucho menor
dulación inflamatoria. que los derivados de la serie 4 (LTB4). De forma
similar, el tromboxano (TXA3) (derivado del EPA)
tiene un pequeño efecto similar, pero mucho me-
2.3. Macronutrientes nor que el del TXA2 (derivado del AA), como va-
soconstrictor y estimulador de la agregación pla-
Los macronutrientes son interesantes no sólo quetaria (ver Capítulo 1.4).
como fuente energética sino porque tienen otras Por todo ello, el EPA y, en menor medida, el
muchas funciones celulares: de sostén, regulan- DHA son capaces de disminuir la producción de
do la inmunidad, comportándose como antígenos derivados del AA y, así, disminuir la producción
que pueden desencadenar respuestas inmunes, de citokinas proinflamatorias como el TNF-α, IL-6,
fundamentalmente las proteínas, etc. A conti- IL-1b y la proliferación de linfocitos (Figura 1).
nuación se repasarán aquellos macronutrientes Las mayores fuentes de n-3 y n-6 son los ácidos
que parecen tener un claro papel en la respues- α-linolénico y linoleico, respectivamente. El aceite
ta inmune. de pescado contiene 2 ácidos grasos poliinsatura-

1203
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Figura 1. Producción de eicosanoides y citokinas proinflamatorias a partir de ácido araquidónico y ácido eicosapentaenoico.
AA: ácido araquidónico; COX: ciclooxigenasa; 5-LO: 5-lipooxigenasa; LT: leucotrieno; PG: prostaglandina; TNF-α: factor de
necrosis tumoral α; IL-1 β: interleukina 1β; EPA: ácido eicosapentaenoico.

dos de cadena larga (AGPI), el eicosapentaenoico no o sistema afecte, derivará en una enfermedad u
(20:5 n-3; EPA) y el docosahexaenoico (22:6 n-3; otra. Se les conoce como enfermedades autoinmu-
DHA), por lo que el aceite de pescado es una fuen- nes porque tienen un origen fisiopatológico común.
te muy rica en AGPI n-3. Ya se ha visto que la nutrición tiene una repercusión
muy importante sobre el sistema inmunológico, por
lo que también será muy importante en este tipo de
2.3.2. Ácidos grasos monoinsaturados enfermedades a través de distintos mecanismos.

Los ácidos grasos monoinsaturados (AGMI)


ejercen efectos similares a los AGPI n-3. De esta 3.1. Papel de los alimentos-
forma, cuando una dieta es rica en AGMI, éstos es- nutrientes como desencadenantes
tán desplazando a los n-6, lo que permite que los de la enfermedad
n-3 aumenten su incorporación a las membranas
celulares, con los beneficios que esto supone. Es Existen alimentos que pueden intervenir en el
decir, serían unos efectos similares a los explicados origen de la enfermedad a través de distintos me-
previamente para los AGPI n-3. Una de las princi- canismos: es fundamental el papel de los micronu-
pales fuentes de ácido oleico (18:1 n-9) es el acei- trientes en relación con el déficit de antioxidantes,
te de oliva. el efecto proinflamatorio de los macronutrientes de
la dieta y, por último, el comportamiento del alimen-
to o un determinado nutriente como antígeno.

3. Nutrición en las
enfermedades autoinmunes 3.1.1. Déficit de antioxidantes
y otros micronutrientes
Como su nombre indica, en las enfermedades au-
toinmunes el trastorno se encuentra en el sistema Uno de los factores que puede ayudar o desen-
inmunológico, aunque, dependiendo de a qué órga- cadenar la enfermedad es el estado oxidativo del

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

paciente, que, como se ha visto, depende, al me- ingestas de 32,5 a 95 μg (1.300-3.800) IU/día ayu-
nos en parte, de la dieta. darían a prevenir la enfermedad.
Los mecanismos por los que el estado antioxi-
dante está deteriorado en pacientes con enfer- 3.1.1.2. Vitaminas E y C y carotenoides
medades autoinmunes no están claros, pero pa-
rece que podría deberse a un descenso en la Existen distintos trabajos en los que se estu-
ingesta, en la absorción, en el proceso de trans- dia la ingesta de carotenoides u otros antioxidan-
porte de antioxidantes o a un aumento de la acti- tes en EM, LES y AR. Los autores de estos artícu-
vidad inflamatoria. En los tres primeros casos, se los no encuentran una relación entre la ingesta de
estaría considerando que el déficit puede estar vitamina C, carotenoides, y vitamina E y el riesgo
en el origen de la enfermedad. En el último, sería de padecer EM.
una consecuencia de la enfermedad, y habrá que En otro estudio canadiense, de casos-contro-
valorar la repercusión que tiene. Este aumento les, se encontró relación inversa entre la ingesta
del consumo puede producir un estado de dé- de vitamina C y zumos de frutas con la prevalen-
ficit absoluto o relativo de dichos antioxidantes, cia de EM, pero no con la ingesta de vitamina E,
lo que también se relaciona con el aumento de frutas ni vegetales. En relación con este último, un
los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) que estudio realizado en pacientes japoneses con LES
presentan. encontró que la ingesta de vitamina C era inver-
Sang-Cheol et al. (2002), en un trabajo en el que samente proporcional al riesgo de actividad de la
se valoró el estado antioxidante de pacientes con enfermedad, y sugieren que la ingesta de vitami-
lupus eritematoso sistémico (LES) a través de ni- na C puede prevenir los brotes de actividad de la
veles de α-tocoferol, dialdehído malónico y ac- enfermedad.
tividad de superóxido dismutasa y glutatión pe- El grupo GISSI-Prevenzione Investigators, en 1999,
roxidasa en plasma, sólo encontraron relación de no mostró relación de protección entre la vitami-
estos parámetros con la ingesta, pero no con la na E y la enfermedad cardiovascular. Los estudios
actividad ni con la antigüedad de la enfermedad. de administración de suplementación con vitami-
Existen distintos estudios en los que se miden na E en cortos periodos de tiempo (3-12 sema-
algunos de los micronutrientes y se valoran las in- nas), en pacientes con enfermedades autoinmu-
gestas dietéticas de los pacientes con distintas en- nes, han demostrado que parecen potenciarse los
fermedades. De entre los mismos, se han selec- efectos antiinflamatorios y analgésicos del ácido
cionado los resultados más interesantes. acetil-salicílico (AAS) y, en algunos casos, se con-
sigue reducir la dosis de antiinflamatorios no es-
3.1.1.1. Vitamina D teroideos (AINES) habituales para el control de
la enfermedad.
Son muy importantes los estudios llevados a
cabo sobre la vitamina D, pues parece tener un 3.1.1.3. Cobre y zinc
efecto etiopatogénico en el desarrollo de enfer-
medades como la EM, DM1, etc. Existen estudios Aunque se sabe que en los estados de inflama-
en los que se muestra que la EM es más prevalen- ción crónica se produce una alteración en el me-
te en poblaciones que tienen unos menores ni- tabolismo del Cu y el Zn, no existen muchos es-
veles de vitamina D o menor exposición solar. tudios en los que se estudien ingesta o niveles de
Dichgans y Diener, en un estudio de 1987, encon- dichos minerales en patologías autoinmunes.
traron que la prevalencia de la EM es casi 0 en zo- Existe un trabajo publicado recientemente
nas cercanas al Ecuador, y aumenta notoriamente (2003), en el que se estudia la ingesta y niveles
en latitudes del norte. También existe un gradien- plasmáticos de Cu y Zn en pacientes con AR ju-
te norte-sur en EE UU de prevalencia de EM. Este venil. No se encontraron diferencias en la inges-
gradiente se altera en zonas de gran altitud, al pa- ta entre los sanos y los pacientes, pero la mayoría
recer, porque en estos lugares la exposición solar de los dos grupos tenía una ingesta menor de la
cambia (> 2.000 m), como en Groenlandia y zona recomendada. Sólo los niveles plasmáticos de Cu
costera de Noruega. Estos autores sugieren que se relacionaron de forma positiva con el número

1205
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

de articulaciones afectas. Probablemente, esto se 3.1.2. Efecto proinflamatorio


deba a que niveles altos de Cu en plasma se aso- de los macronutrientes de la dieta
cian a niveles altos de Cu en el líquido sinovial y a
la aceleración en la formación de agregados IgG, Como se ha visto anteriormente, las grasas de la
o a la disminución de la estabilidad de la membra- dieta tienen efectos sobre el sistema inmune, y die-
na celular por la pérdida de los tejidos de la capa- tas con un escaso aporte de AGPI n-3 podrían te-
cidad de utilizar el Cu extra. Estaría, pues, funcio- ner igualmente un efecto proinflamatorio. Efectos
nando como un déficit tisular de Cu. similares puede tener una dieta muy rica en gra-
La absorción y la distribución del Zn parecen es- sas saturadas.
tar alteradas en la AR juvenil, y sus niveles pueden Existen interesantes estudios realizados por
ser una característica inespecífica de inflamación. Swank desde los años 50 del siglo XX, en los que
Se han detectado niveles bajos de Zn en pacientes se relaciona claramente la ingesta de grasas satura-
en los que no parecía estar justificado por una es- das de origen animal con la prevalencia de EM. Se
casa ingesta, pero también hay que recordar que la relacionan históricamente con el aumento progre-
albúmina es un importante transportador de Zn, y sivo de la grasa de la dieta desde aproximadamen-
que está disminuida en la inflamación. te 60 g/día en el siglo XVIII a más de 140 en los
países occidentales actuales. Posteriormente, se co-
3.1.1.4. Selenio mentarán los resultados de las intervenciones lle-
vadas a cabo.
En otro estudio realizado en Gran Bretaña en En uno de los estudios casos-controles que se
el que se siguió a 28 pacientes con AR a lo largo realizó en niños moscovitas, el único factor con
de 7,3 años de media, se encontró que los niveles que se asoció la EM fue con la mayor ingesta de
de Se fluctuaban en la mayoría de los pacientes en carne en la infancia. Estos datos podrían estar de
el curso de la enfermedad. Se encontraban niveles acuerdo con los hallazgos de Swank.
bajos en periodos de alta actividad de la AR, y ni- Con respecto a la AR, existen estudios poblacio-
veles normales en fases de menor actividad. nales en los que se detecta un mal hábito alimen-
Por supuesto, no existen estudios en los que se tario, con disminución de la ingesta de hidratos de
valoren los niveles de todos los micronutrientes carbono y aumento del aporte de grasas saturadas
ni en todas las enfermedades, pero estos ejem- si se compara con los controles, lo que podría es-
plos parecen suficientes para hacer entender que tar implicado en el origen de la enfermedad. En es-
existen en estos pacientes importantes alteracio- te estudio podría ser también importante que la
nes nutricionales de las que no siempre queda cla- dieta era al mismo tiempo pobre en antioxidantes,
ro si son consecuencia o causa; queda mucho por pues era pobre en frutas y verduras.
investigar en este sentido. Como se observa, en los estudios sobre los
efectos de la dieta hay que ser muy cuidadoso a la
3.1.1.5. Vitaminas del grupo B y ácido fólico hora de hacer afirmaciones, pues son muchos los
factores que pueden llevar a confusión.
Se han descrito niveles bajos de 5-fosfato-pi-
ridoxina en pacientes con AR. Esta circunstancia
aparece en pacientes con elevada producción de 3.1.3. Comportamiento
TNF-α (factor de necrosis tumoral α) y se asocia como antígeno
con un aumento del gasto energético basal (GEB)
relacionado, lo que induce a pensar que se estaría Como se vio al inicio del Capítulo, los alimentos
produciendo un estado proinflamatorio. La evalua- de la dieta pueden comportarse como antígenos si
ción crítica de algunos de estos estudios plantea du- pasan las barreras intestinales. Si se entiende que
das aún no resueltas en relación con la interacción en- en las enfermedades autoinmunes tiene que ha-
tre nutrientes y enfermedad, no pudiendo asumir cuál ber un desencadenante ambiental que ponga en
es el papel de algunas deficiencias concretas, es decir, marcha la respuesta inmune patológica, es sencillo
si los cambios encontrados son causa o consecuencia pensar que parte de estos antígenos se encuen-
de la enfermedad en sí o del curso de la misma. tren en la dieta. Éste es uno de los mecanismos

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

más importantes a través del cual la alimentación Esto lleva a estos autores a no recomendar un
podría ser la causa de la enfermedad. Es cierto que aumento de la ingesta calórica, y a pensar que ha-
existen antígenos alimentarios que pueden provo- brá que ajustar el aporte calórico de la dieta a ca-
car respuestas de hipersensibilidad y desencade- da situación concreta.
nar síntomas de la enfermedad, y se cree que sa- Conviene no olvidar que, además, en los es-
cándolos de la dieta se podría obtener beneficio. tudios de composición corporal, se observa
Estos antígenos son fundamentalmente proteínas que esos pacientes presentan menor masa ma-
de origen animal, las de mayor capacidad de indu- gra y realizan menos ejercicio que los controles,
cir respuestas inmunes. Se verá después qué es lo por lo que tendrían mayor tendencia a desarro-
que realmente se ha conseguido en este aspecto llar obesidad y aumentar, así, el riesgo cardiovas-
en cada enfermedad. cular (RCV).
Otro dato importante a la hora de hacer estu-
dios e interpretar los resultados es que es muy di-
fícil hacer un cambio en la dieta que sólo altere un 3.3. Intervenciones
factor, pues hay nutrientes que van invariablemente dietéticas terapéuticas
juntos. Por ejemplo, si se decide disminuir los estí-
mulos antigénicos disminuyendo el aporte de pro- Teniendo en cuenta esto, seguidamente se re-
teínas de origen animal, también se estará dismi- pasarán las distintas intervenciones dietéticas lle-
nuyendo el aporte de grasa de origen animal de la vadas a cabo para intentar alterar el curso de la
dieta, con lo que habrá que ser muy cuidadoso a la enfermedad a través de la dieta. Los resultados
hora de interpretar los resultados. son difíciles de evaluar por distintas causas: res-
puesta al placebo que no siempre se puede me-
dir, alergia pseudoalimentaria, reducción de la to-
3.2. Modificaciones en la lerancia al alimento, modulación de la respuesta
alteración del balance energético inmune por otros factores alimentarios o interac-
ciones fármaco-nutriente, mal seguimiento de la
Como se ha explicado en otros Capítulos (ver dieta por parte del paciente (es mucho más sen-
Capítulos 4.2 y 4.15), se sabe que el gasto ener- cillo tomar un fármaco que cambiar los hábitos
gético aumenta con el grado de estrés al que es- alimentarios).
tá sometido el organismo. Acorde con esto, se A pesar de la dificultad en la interpretación, exis-
han desarrollado estudios que demuestran un au- ten numerosos estudios que han encontrado efec-
mento del GEB en pacientes con enfermedades tos beneficiosos de las modificaciones dietéticas
autoinmunes. en patología autoinmune.
Por otro lado, existe un trabajo realizado en La primera intervención fue de Swank, que so-
20 mujeres con AR y en 20 controles sanas, en el metió a los pacientes con EM a una dieta muy ba-
que no se observan diferencias en el GEB entre en- ja en grasas saturadas. Encontró buena respuesta
fermas y sanas. Sin embargo, se observa un menor con disminución de los brotes y del deterioro de
gasto energético total (GET), que depende funda- los pacientes. Pero el primer ensayo controlado
mentalmente de la disminución del gasto energé- aleatorizado fue del sueco Sköldstam. Este autor
tico según el ejercicio físico. Los autores explican planteó un ensayo clínico en el que se valoraba la
que el hecho de que no haya cambios en el GEB se eficacia del ayuno y una dieta lactovegetariana en
debe a que la mejoría en el tratamiento disminu- pacientes con AR. Desde entonces, pocos estu-
ye los cambios metabólicos que conducen a la ca- dios con controles, placebo y aleatorizados han
quexia asociada a la enfermedad. El mensaje del es- sido llevados a cabo.
tudio establece la necesidad de valorar de forma La mayoría no son comparables entre sí por las
individual las necesidades energéticas de cada pa- distintas dietas que se han utilizado en ellos y la
ciente, dependiendo del momento evolutivo de la gran disparidad de los resultados. Como ya se ha
enfermedad, para poder, así, establecer con mayor comentado, muchos son los factores de confusión
rigor el índice de estrés metabólico que podría ser que pueden aparecer en los estudios de interven-
sobre o infraestimado en algunas ocasiones. ción sobre la dieta.

1207
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

3.3.1. Ayuno 3.3.4. Dietas vegetarianas


estrictas (veganistas)
Consiste en mantener al paciente sin ninguna in-
gesta de alimento. En algunos pacientes se ha ob- Si las dietas vegetarianas estrictas o veganistas
servado mejoría de los síntomas con el ayuno. Pe- se suplementan con legumbres, nueces, huevos, de-
ro parece tener efectos recortados en el tiempo. rivados lácteos y vitamina B12, pueden ser nutricio-
La reducción de la actividad de la enfermedad du- nalmente similares a las dietas que contienen car-
rante el ayuno puede deberse a una reducción de ne y pescado. Se basan en retirar de la dieta todas
los cambios antigénicos derivados de alimentos en las proteínas animales, que serían la causa de los
el intestino y, en parte, porque produciría inmuno- trastornos. Por otra parte, son dietas con una im-
supresión. portante ingesta de antioxidantes, con los efectos
Puede aparecer una rápida mejoría de los sínto- que se han expuesto previamente. Estos datos pa-
mas, pero reaparecen cuando se reintroduce la ali- recen confirmarse en un pequeño estudio escandi-
mentación. navo en el que se examinó a 27 adultos con AR que
fueron sometidos a una dieta veganista en la que
también se disminuyó, el té, el café, las especias y el
3.3.2. Dietas elementales azúcar refinado. Se siguió a los pacientes durante al
menos 4 meses, y el 60% de ellos experimentó me-
Dietas elementales o hipoalergénicas. Preten- joría del dolor y de la rigidez articular.
den conseguir mejoría al no dar ni péptidos ni
proteínas que pudieran comportarse como estí-
mulos antigénicos. Se estaría asumiendo que los 3.3.5. Nutrientes-fármacos
estímulos alimentarios pudieran ser la causa de la
enfermedad. Existen algunos estudios que mues- Debido a los efectos que tienen algunos nutrien-
tran beneficios con este tipo de dietas en algunas tes, hay autores que se han planteado que se po-
patologías. drían dar dosis altas de estos nutrientes para po-
tenciar su efecto, por ejemplo, como antioxidantes:
vitaminas E, A y C, Zn, Mn o Cu, o disminuyendo
3.3.3. Dietas específicas: el estado proinflamatorio, como con AGPI o AGMI.
exclusión dietética Hay que diferenciar claramente esto de lo que es
tratar un déficit o suplementar a un paciente para
Se usa para detectar alimentos sospechosos de conseguir las ingestas recomendadas. En los casos
causar alergias o intolerancia o de ser desencade- en que se dan más dosis de las que se podrían con-
nantes de brotes agudos. La utilización de estas siderar fisiológicas, hay que tener en cuenta que
dietas se basa en la existencia en la literatura de pueden surtir efectos adversos dosis dependiente,
algunos casos infrecuentes, pero bien documenta- ya que se entiende una interacción terapéutica fár-
dos, en los que se han asociado síntomas clínicos maco-nutriente.
con ciertos alimentos. Los alimentos sospecho-
sos son eliminados de la dieta durante un tiem-
po de aclaramiento (que debe ser prolongado) y 3.4. Patologías específicas
se reintroducen cuidadosamente en una secuen-
cia controlada. Se examinará fundamentalmente la AR, pues en
Los síntomas dependientes del alimento exclui- esta enfermedad se han intentado múltiples inter-
do deberían haber desaparecido; si permanecie- venciones dietéticas en estudios más o menos se-
ran, podrían achacarse a otra causa. Los síntomas rios. En otras enfermedades autoinmunes, como el
que reaparecen serían presumiblemente debidos LES, la vasculitis, la nefritis o la EM, hay mucho me-
a una reacción particular con ese alimento. Este nos material publicado, y en muchos casos son en-
tipo de experimento se debe hacer sólo bajo es- sayos experimentales en modelos animales. Otras
tricta supervisión médica y sólo en casos selec- patologías autoinmunes se tratan en otros capítu-
cionados. los de este TRATADO de forma específica, como las

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

enfermedades inflamatorias intestinales, las patolo- muy pocos pacientes con AR. Este hecho podría
gías tiroideas, la diabetes mellitus, etc. explicar los desesperanzadores resultados obteni-
dos con dietas elementales aplicadas de forma ge-
neral en todos los pacientes. Se ha estimado que
3.4.1. Artritis reumatoide aproximadamente menos del 5% de los pacientes
con AR presentan sensibilidad inmunológica a al-
La prevalencia de la artritis reumatoide (AR) es gún nutriente específico. Esta proporción es similar
aproximadamente del 2% de la población. Los sín- en la población general.
tomas aparecen típicamente en mujeres de media- Los cambios en la dieta pueden producir una al-
na edad, y aunque se sabe que la susceptibilidad es- teración significativa en la microbiota intestinal del
tá determinada genéticamente y se manifiesta por paciente y esto se ha relacionado con una mejoría
un desencadenante ambiental, la causa exacta no durante el tratamiento dietético en los pacientes
está clara. con AR. Posiblemente, la absorción de algunos an-
La creencia de que la dieta puede influir en la tígenos microbianos ha jugado un papel en el de-
severidad de la AR es algo que pertenece al fol- sarrollo de la AR, por lo que un cambio en la mi-
clore de la enfermedad, y ha sido uno de los tra- crobiota, mediado con cambios dietéticos, puede
tamientos no convencionales más usados en el tener efectos beneficiosos sobre la actividad de la
norte de Europa: tal vez por esa razón se hayan enfermedad.
estudiado tantas intervenciones dietéticas en es- Se podría resumir lo anterior diciendo que, aun-
ta enfermedad. que hay casos aislados con buena evolución tras
La AR se caracteriza por una infiltración de lin- este tipo de enfoque terapéutico, no existe eviden-
focitos T, macrófagos y células plasmáticas en la si- cia científica para recomendarlo a los pacientes de
novial, y por la iniciación de un estado de infla- forma general.
mación crónica que provoca la superproducción
de citokinas proinflamatorias como IL-6, IL-β, y 3.4.1.2. Suplementación
TNF-α, reactantes de fase aguda, y una respuesta
tipo Th1 desregulada. A continuación, en lo que se va a centrar el pre-
Este estado inflamatorio crónico característico sente Capítulo es en analizar si, a través de la su-
de la enfermedad se asocia a problemas específi- plementación con algún tipo de nutriente, se puede
cos, como es el aumento del riesgo cardiovascu- afectar el curso natural de la enfermedad.
lar, osteoporosis, caquexia, etc. La caquexia asocia-
da a la AR se caracterizada por una disminución de 3.4.1.2.1. Ácidos grasos poliinsaturados
la masa celular corporal, de la masa muscular y de
la fuerza, y puede ser un factor importante para el En concordancia con los efectos bioquímicos,
desarrollo de estas complicaciones. se han demostrado en estudios controlados, doble
Los aspectos nutricionales tendrán dos posibles ciego y controles-placebo en pacientes con AR los
abordajes: efectos beneficiosos del aceite de pescado dietéti-
• Induciendo cambios dietéticos que pudieran co. El aceite de pescado también tiene efectos pro-
afectar a la etiopatogenia retirando antígenos de tectores en enfermedad isquémica coronaria, que
la dieta. es más frecuente en estos pacientes.
• Suplementando la dieta de estos pacientes con Existen al menos 13 estudios, desde 1985, en los
nutrientes específicos, para obtener mejoría en el que se demuestran beneficios del uso de aceite de
curso de la enfermedad. pescado. En un metaanálisis realizado, se conclu-
ye que existe evidencia de mejoría clínica significa-
3.4.1.1. Retirada de antígenos de la dieta tiva y del estado inflamatorio en los pacientes con
AR tratados con aceite de pescado. El efecto bene-
Se han sugerido, como posibles causas de la en- ficioso más frecuentemente observado fue la dis-
fermedad, alergias u otras reacciones adversas me- minución del número de articulaciones dolorosas;
diadas por anticuerpos a ciertos alimentos, pero otro efecto encontrado es la mejoría de la rigidez
parece que podrían jugar un papel importante en matutina (Tabla 2). También se concluye que los

1209
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 2. ESTUDIOS INTERVENCIONISTAS CON ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS


EN ARTRITIS REUMATOIDE

Estudio N Semanas AGPI n-3 (g/día) Tratamiento Mejorías significativas


tto. con fármacos
Kremer, 1985 38 12 1,8 EPA; 1,2 DHA Continuo • N.º de articulaciones
• Rigidez matutina
Kremer, 1987 33 14 2,7 EPA; 1,8 DHA Continuo • Clase de la AR
• N.º de articulaciones
hinchadas y dolorosas
• Tiempo de fatiga
Cleland, 1988 46 12 13,2 EPA; 2 DHA Continuo • N.º de articulaciones
• Rigidez matutina
Kremer, 1995 49 24 1,7/3,5 EPA; Continuoa • N.º de articulaciones
2,4 DHA • Rigidez matutina
Tulleken, 1990 27 12 2 EPA; 1,3 DHA Continuo • N.º de articulaciones
Van der Tempel, 14 12 2 EPA; 1,3 DHA Continuo • N.º de articulaciones
1990 hinchadas
• Rigidez matutina
Skoldstam, 1992 43 24 1,8 EPA; 1,2 DHA Continuob • N.º de articulaciones
Kjeldsen-Kragh, 67 16 3,8 EPA; 2 DHA Continuo • N.º y gravedad de
1992 articulaciones dolorosas
• Rigidez matutina
Nielsen, 1992 51 12 2 EPA; 1,2 DHA Continuoa • N.º de articulaciones
• Rigidez matutina
Lau, 1993 64 52 1,7 EPA; 1,1 DHA Continuo el tto. • Reducción en el uso
antirreumático de AINE
Geusens, 1994 60 52 0,86 EPA; 0,18 Continuo • N.º de articulaciones
DHA/1,7 EPA;
0,36 DHA
Kremer, 1995 49 26 o 30 4,6 EPA; 2,5 DHA Continuo • Rigidez matutina
• Descenso de las dosis de
AINE y/o FAR
(con altas dosis)
Volker, 2000 26 15 1,3 EPA; 1 DHA Continuoa • N.º de articulaciones
• Rigidez matutina
AGPI: ácidos grasos poliinsaturados; AINE: antiinflamatorios no esteroideos; AR: artritis reumatoide; EPA: ácido eicosapen-
taenoico; DHA: ácido docosahexaenoico; FAR: fármacos antirreumáticos; N: número de pacientes; tto.: tratamiento.
a
El cambio en el tratamiento fue causa de retirada.
b
Libre cambio de los AINE, mantenimiento de los fármacos.

efectos importantes tardan aproximadamente 2-3 ción de estos datos permite establecer protocolos
meses en aparecer, y que, tras 3-4 meses de suple- terapéuticos con dosis mayores al inicio del trata-
mentación, los pacientes podían disminuir las dosis miento, a modo de inducción, y dosis menores de
de AINE bajo supervisión médica. mantenimiento.
Con respecto a las dosis, se han demostrado En dicho estudio se sugiere que la eficacia del
efectos antiinflamatorios con 2,6-7,1 g/día. Kremer aceite de pescado puede estar siendo infravalorada
et al. (1995) demostraron que con dosis de 90 mg/ al mantener el tratamiento farmacológico. Estos
kg/día de EPA/DHA en proporción 3:2 se obtenía mismos autores concluyen que son necesarios más
respuesta en un periodo menor que con 45 mg/kg/ estudios para determinar la dosis y la duración del
día sin otros beneficios adicionales. Una interpreta- tratamiento necesarias para conseguir mejoría.

1210
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Otro aspecto muy importante de la dieta ha- dos con aceite de oliva, se pudo reducir la dosis de
bitual es la relación entre n-6 y n-3. Simopoulos ibuprofeno en 400 mg/día.
demuestra, en un estudio ya clásico realizado en En los estudios con suplementación con aceites
1991, que la relación n-6/n-3 de la dieta de la po- aparece la duda sobre cuál ha de ser el ácido que
blación general habría aumentado de forma impor- se debe utilizar como placebo, pues en alguno se ha
tante con el aumento de la ingesta de aceites ve- utilizado el aceite de oliva, lo que dificulta en gran
getales ricos en n-6, como el de girasol y el de las manera la interpretación de los resultados.
margarinas. Esto ha hecho que se desplace la ecua-
ción hacia la síntesis de AA y disminuya la de EPA 3.4.1.2.3. Micronutrientes
y DHA, con lo que aumenta el estado proinflama-
torio; ello supone que una reducción en el apor- Una adecuada concentración tisular de antioxi-
te de n-6 produciría una disminución en la rela- dantes puede mejorar la capacidad de respues-
ción n-6/n-3. ta ante el estrés oxidativo que presentan los pa-
También se han intentado utilizar aceites ve- cientes con AR. Los efectos de los antioxidantes
getales ricos en n-6 linoleico. Su metabolismo en de fuentes dietéticas no han sido estudiados en pa-
células inflamatorias humanas produce el ácido cientes con AR establecida; sin embargo, está bien
γ-linolénico (GLA), que se convierte en ácido di- clara la asociación entre ingesta alta de vegetales y
homo-γ-linolénico (DGLA), que se acumula, pues menor riesgo de desarrollar AR en, al menos, dos
estas células no tienen capacidad de transformar el estudios. A continuación, se repasan los conoci-
DGLA en AA. Por lo tanto, el incremento dietético mientos actuales de las posibilidades de tratamien-
de GLA reduce la síntesis de potentes mediadores to de los antioxidantes más importantes y la AR.
de la inflamación derivados del AA. • Vitamina D
Éste es un tema controvertido en la actualidad, Más del 60% de los pacientes con AR tienen
ya que, si bien es cierto que en un estudio reali- unos niveles de 25(OH)D < 50 nmol/l y el 16% de
zado con un pequeño número de pacientes éstos los mismos están en rango de deficiencia < 12,5
mostraron mejoría de los síntomas tras la adminis- nmol/l. Los niveles de calcitriol son menores en los
tración de GLA y DGLA, en otros estudios, tam- pacientes que presentan una mayor actividad de la
bién con un escaso número de pacientes estudia- enfermedad.
dos, se evidenciaron efectos adversos que incluían Los ensayos terapéuticos con 1 μg de 1α-vi-
disminución de los niveles de EPA y aumento del tamina D no demostraron mejoría, sino sólo un
AA. Sin embargo, estos efectos perniciosos parece descenso no significativo de proteína C reactiva
que se contrarrestan si se asocia EPA. (PCR), IL-6 y TNF-α, pero con 2 μg de 1α-vitami-
A pesar de los importantes ensayos clínicos que na D o con dosis relativamente altas de vitamina
lo demuestran, la ausencia de efectos adversos y D o 25(OH)D se encontró mejoría significativa de
los claros razonamientos bioquímicos, la aplicación la sintomatología dolorosa y descenso de la activi-
de dosis antiinflamatorias de aceite de pescado ha dad de la enfermedad (Tabla 3). En algunos estu-
sido escasa, y no están establecidas ni las indicacio- dios, también se encontró disminución significativa
nes, ni la dosis, ni el tiempo de tratamiento. de niveles de PCR.
Existen estudios en los que se ha evaluado la
3.4.1.2.2. Ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) evolución de la osteoporosis en estos pacientes
y, tanto en el caso de tratar el curso de la enfer-
Los estudios que valoran la repercusión del acei- medad como en la osteoporosis asociada al trata-
te de oliva en la AR son limitados. Existen dos es- miento, no parece haber acuerdo sobre los benefi-
tudios de casos-control que encuentran una rela- cios de la suplementación ni de las dosis. De todas
ción inversa entre el consumo de aceite de oliva y formas, parece razonable evitar al máximo la apari-
el riesgo de AR. Sólo en un estudio de intervención ción de déficit de vitamina D, y en este caso sí que
en pacientes con AR establecida se suplementó a habrá indicación clara de tratamiento.
los pacientes con 6 g/día de aceite de oliva en cáp- • Ácido fólico y vitaminas del grupo B
sulas durante 6 meses, comparados con 540 mg/día No se han encontrado beneficios con la suple-
de GLA. En algunos pacientes de los suplementa- mentación oral de vitamina B6 en estos pacientes.

1211
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 3. ESTUDIOS INTERVENCIONISTAS CON VITAMINA D EN ARTRITIS REUMATOIDE

Diseño Duración N Edad Tratamiento Resultados


del estudio
Hein, Oelzner Ensayo 8 semanas 20 26-78 1 μg No efectos
abierto 1(OH)D/día
Yamauchi et al., 1989 DC, C-P 16 140 - 1 o 2 μg No efectos
semanas 1(OH)D/día
Andjelkovic, 1999 Ensayo 3 meses 19 23-71 2 μg Disminución actividad
abierto 1(OH)D/día enfermedad
Brohult, Jonson, DC, C-P 1-2 años 49 18-69 250 μg vitamina Disminución actividad
1973 D/día enfermedad
Dottori et al., 1982 C-P 30 días 45 20-64 50 μg Mejoría del dolor
25(OH)D/día
DC, C-P: doble ciego, controles-placebo; C-P: controles-placebo; N: número de pacientes.

Existe un grupo de pacientes con AR que presen- mias que dichos paciente presentan. Tienen más
tan altos niveles de homocisteína. Estos pacientes riesgo de padecerla por las posibles pérdidas di-
sí podrían beneficiarse de la suplementación con gestivas por los AINE, la inflamación crónica, la ten-
ácido fólico, vitamina B12 y vitamina B6. dencia a la fijación del Fe en la sinovial inflamada y
Otro aspecto a tratar es la suplementación con una escasa ingesta. No hay estudios actuales que
ácido fólico o folínico en aquellos pacientes que es- apoyen una suplementación sistemática de Fe en
tán en tratamiento con metotrexato (MTX), pues estos pacientes, por lo que se tiende a recomendar
éste tiene un efecto antagonista del folato, y existen la suplementación alternante (cada 3 días, p. ej.),
datos que indican que un mal estado de los depósi- pues la suplementación diaria provoca una altera-
tos de folato es un indicador de toxicidad por MTX. ción de los depósitos.
En los estudios de suplementación con ácido fólico, • Vitamina E
se encontró una reducción en los efectos secunda- Como se ha dicho previamente, todos los ensa-
rios del MTX a nivel de mucosas y gastrointestinal yos con vitamina E han sido de corta duración (3-
del 95%, mientras que la reducción utilizando ácido 12 semanas). Estudios moleculares recientes han
folínico fue del 43% y no se reveló estadísticamente demostrado que el efecto antiinflamatorio del AAS
significativa. No se encontró ninguna mejoría en la se magnifica cuando se asocia a α-tocoferol. La for-
actividad ni en la clínica de la AR. Los datos actuales mación de la prostaglandina E2 (PGE2) disminuyó
reconocen un efecto protector con dosis menores un 59% con AAS, comparado con el 95% que se
de 5 mg/semana en pacientes con AR en tratamien- redujo cuando se asoció con α-tocoferol. Esto su-
to con MTX. Esta recomendación es bastante ma- giere que la suplementación con vitamina E puede
yor que la actual de 1,4 mg/semana. Antes de iniciar permitir disminuir las altas dosis de AAS que pre-
la suplementación con ácido fólico, hay que asegu- cisan algunos de estos pacientes. Sin embargo, en
rarse de que el paciente no presenta déficit de vita- la actualidad no hay evidencia suficiente como pa-
mina B12, para no enmascararlo. ra recomendar la suplementación a dosis farmaco-
• Zinc lógica, pero sí se considera adecuado animar a los
Actualmente no hay datos que apoyen la suple- pacientes a realizar una dieta alta en cereales, fru-
mentación con Zn de forma sistemática en pacien- tas y vegetales ricos en vitamina E.
tes con AR, pues los estudios que existen muestran • Vitamina C
resultados contradictorios. La vitamina c tiene un importante “efecto de
• Hierro limpieza” de radicales libres tanto intra como ex-
La anemia ferropénica es muy frecuente en pa- tracelular, lo que le convierte en un importante
cientes con AR; es la causa de un tercio de las ane- antioxidante; sin embargo, sólo un estudio de su-

1212
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

plementación en humanos demuestra efectos be- jos y de la proteinuria, y un aumento significativo


neficiosos sobre el proceso inflamatorio sinovial. de la supervivencia.
Con estos datos tan escasos, no se puede reco- Sin embargo, en humanos, la suplementación con
mendar la suplementación sistemática. EPA no ha tenido efectos beneficiosos constantes.
• Selenio Esto probablemente refleja la heterogeneidad de
Como se ha expuesto anteriormente, se han en- las poblaciones de pacientes, y la variabilidad de la
contrado niveles bajos de Se en periodos de alta ac- expresión y gravedad de la enfermedad.
tividad de la AR, y niveles normales, en fases de me- El grupo de Panus y Henderson encontró resul-
nor actividad. Esto hizo surgir la hipótesis de que la tados prometedores usando aceite de pescado en
suplementación con Se podía tener un efecto anti- mujeres gestantes o lactantes en las que estaban
inflamatorio. Estudios en animales demuestran que contraindicados los fármacos o éstos eran inefica-
el déficit de Se lleva a una menor respuesta inmu- ces. Otros autores también han encontrado bue-
ne, y altas dosis podrían producir inmunosupresión. nos resultados en pacientes en los que no podían
Los distintos estudios con Se en AR tienen resulta- usarse AINE, pero no son datos que se hayan re-
dos que van de la mejoría a la ineficacia. Estos re- producido en otros estudios.
sultados dispares se pueden deber a que ni las po- Se puede decir que hay elementos en la dieta,
blaciones, ni el tiempo de suplementación, etc., eran como un excesivo aporte calórico, proteico o de
comparables. El mayor estudio se realizó en 70 pa- grasas (fundamentalmente saturadas o ricas en AG-
cientes, con un diseño doble ciego aleatorizado en PI n-6), Zn, y de Fe, que parecen agravar la enfer-
el que recibieron 200 g de selenito sódico versus medad. De la misma manera, parece que una dieta
placebo durante 3 meses. En estos pacientes se rica en aceite de pescado (rica en AGPI n-3), en vi-
produjo una importante mejoría de los síntomas, taminas E o A o β-carotenos, Se y vitamina D o Ca
una disminución de la dependencia de los corticoi- (sobre todo si toma corticoides) parece ser bene-
des y de los AINE y un significativo descenso de los ficiosa. Pero no hay estudios suficientes como para
indicadores bioquímicos de inflamación. que existan recomendaciones sobre suplementa-
La crítica fundamental de este estudio estriba en ción con algunos de estos micronutrientes o claras
que tanto el grupo de tratamiento como el de pla- restricciones dietéticas.
cebo recibieron una dosis adicional de aceite de Esto quiere decir que es un campo en el que hay
pescado, por lo que es posible no establecer con muy pocos resultados concluyentes y se precisan
claridad si los efectos observados dependen sola- amplios estudios en humanos con las distintas in-
mente del Se o están amplificados por la adminis- tervenciones que pueden hacerse.
tración del aceite de pescado.
Como conclusión, cabe decir que hacen falta
más estudios para determinar los efectos del Se, 3.4.3. Esclerosis múltiple
dosis, tiempo, etc. Y que, por el momento, no se
puede recomendar de forma general la suplemen- Como se ha expuesto previamente, la prevalencia
tación con Se. de la EM depende en cierta medida de la latitud, y es-
to se ha relacionado con la exposición solar y la vi-
tamina D. Por esta razón, la mayoría de los estudios
3.4.2. Lupus eritematoso sistémico intervencionistas en EM se han realizado con vitami-
na D. De hecho, en un estudio para valorar la salud
En el LES se han realizado muchos estudios en ósea en pacientes con EM se produjeron niveles de
investigación animal, y algunos observacionales, pe- 25(OH)D < 50 nmol/l en el 77% de los pacientes. Es-
ro son muy pocos los estudios intervencionistas. tudios experimentales demuestran que dietas altas
En animales modelo de lupus y de síndrome fos- en Ca y calcitriol pueden suprimir completamente
folípido, vasculitis o nefritis de origen autoinmune, la inducción de encefalomielitis autoinmune (mode-
se han obtenido buenos resultados con la restric- lo experimental de EM), es decir, se previene si tanto
ción calórica, proteica y, sobre todo, de la grasa de el Ca como el calcitriol son altos en la dieta, y no só-
la dieta. En algunos de estos estudios, se conseguía lo el calcitriol, como podría interpretarse de los es-
una reducción importante de los inmunocomple- tudios epidemiológicos.

1213
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 4. CONTENIDO DE VITAMINA D EN ALGUNOS ALIMENTOS

Alimento Contenido de vitamina D en 100 g


Arenque 27 μg
Hígado de bacalao 330 μg
Bacalao 1-3 μg
Salmón 16 μg
Leche de vaca 0,060 μg
Leche en polvo entera 0,460 μg
Leche con grasa vegetal 40,000 μg
Fuente: modificado de Souci et al., 1994.

Otro de los campos más estudiados, como ya se mento. Por esta razón, un grupo europeo compues-
ha comentado, ha sido su relación con la grasa de la to por expertos alemanes, suizos y austriacos revi-
dieta, pues desde los años 50 del siglo XX, se viene só las recomendaciones de ingesta de vitamina D en
estudiando qué relación guardan entre sí. En el es- 2000. Lo que tampoco parece estar claro es cómo
tudio que promovió Swank en esa época, se some- conseguir estos aportes mínimos recomendados.
tió a los pacientes a una dieta con muy bajo conte- Son pocos los alimentos ricos en vitamina D (Ta-
nido en grasas. Sólo se permitía una ingesta entre bla 4) y, dado que no siempre es fácil ni posible au-
10 y 15 gramos de grasas saturadas de origen ani- mentar la exposición solar, se plantea la duda de si
mal al día, y otro aporte en forma de grasas vege- habría que suplementar de forma sistemática para
tales y de aceite de pescado de aproximadamente asegurar las recomendaciones mínimas.
20-40 g/día. Se suplementó a los pacientes con cáp- Con respecto a la EM, es muy importante, a lar-
sulas de vitamina A y D para que no presentaran go plazo, que sean capaces de mantener una in-
deficiencia. En los pacientes sometidos a esta dieta gesta adecuada. Dado que la historia natural de
se encontraron menos brotes y mejor evolución de la enfermedad produce un importante deterioro
la enfermedad. Se ha estudiado 50 años después a neurológico que con frecuencia afecta a la deglu-
los supervivientes, y el estudio demuestra que la su- ción, condicionando disfagia, en ocasiones, es ne-
pervivencia y su estado era mejor en los que habían cesario recurrir a la nutrición artificial para conse-
seguido la dieta muy baja en grasas planteada por guir mantener un aceptable estado nutricional en
Swank. Este trabajo podría tener un factor de con- estos pacientes.
fusión: la suplementación con dos de las vitaminas Existen estudios que sugieren que la dieta pue-
que más parecen afectar a esta enfermedad. Una es de jugar un papel en el manejo de la AR, sobre
la vitamina D que, como se ha visto, parece guar- todo aliviando los síntomas de la enfermedad y
dar una relación importante con la enfermedad; y la disminuyendo las complicaciones, pero no hay es-
otra, la vitamina A, pues es un importante antioxi- tudios suficientes que de momento hayan permi-
dante (se desconoce la ingesta de vitamina D y vita- tido llegar a un acuerdo de dosis, indicaciones, etc.
mina A de los controles). A pesar de esta crítica, re- Sólo en el caso de presentar déficit, como la fe-
sulta ser un estudio de interés en el tema. rropenia o el déficit de vitamina D, o de estar en
Goldberg, en 1986, demostró una disminución tratamiento con MTX hay una clara indicación de
en la tasa de recaídas de EM con una suplementa- suplementar.
ción de 16 mg de Ca/kg de peso/día, 10 mg/kg de Las evidencias presentadas sugieren que los pa-
peso/día y 125 mg de vitamina D/día durante 1-2 cientes con AR, LES y EM deben tomar una dieta
años, con respecto a las recidivas esperadas. equilibrada y rica en ácidos n-3, AGPI y antioxidan-
Con respecto a las dosis de vitamina D, más que tes, y ésta sí es una recomendación que debe ha-
una recomendación de suplementación en una pato- cerse a todos los pacientes. Sin embargo, son ne-
logía concreta, lo que actualmente se está poniendo cesarios estudios aleatorizados para determinar
en tela de juicio son las RDA existentes hasta el mo- los beneficios de los suplementos y la ingesta óp-

1214
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

tima, sobre todo de AGPI n-3 y antioxidantes, pues Perpetuar unos adecuados mecanismos de de-
en la actualidad no existen datos suficientes para fensa precisa conseguir un correcto estado nutri-
recomendar dosis de suplementación a todos los cional, ya que poder mantener y reparar las barre-
pacientes. ras de defensa, los tejidos, las células y moléculas
Por todo lo expuesto hasta ahora y por las im- implicadas del sistema inmunitario exige un esfuer-
portantes sospechas del beneficio que parece ob- zo energético y proteico muy importante. Hoy se
tenerse, debe recomendarse, de forma general, en sabe que el sistema inmunitario presenta tasas me-
estos pacientes, una dieta baja en grasas satura- tabólicas muy elevadas en función del gran recam-
das de origen animal, rica en frutas y verduras que bio celular permanentemente establecido en el
aporten antioxidantes, y ricas en aceite de pescado sistema, del orden de un billón de células, lo que
y aceite de oliva. Ha de tenerse cuidado para que, constituye 1 kg de masa celular, y la síntesis de in-
desde el punto de vista energético, sea normocaló- munoglobulinas, estimándose en la síntesis de, al
rica. Esta dieta sería muy similar a lo que se entien- menos, 5 g de proteínas diarias por un adulto de
de por dieta mediterránea, cuya máxima expresión peso medio, aumentando estos valores si se consi-
sería la dieta cretense. Intervenciones más agresi- dera la producción de receptores, citokinas, com-
vas o a dosis altas de los distintos nutrientes re- plemento, etc.
quieren estudios en los que realmente se demues- Pero, como ya se ha visto, no sólo son las defi-
tre su eficacia y, sobre todo, su seguridad. ciencias de energía y proteínas las posibles respon-
sables de fallos en los mecanismos de defensa, si-
no que también los micronutrientes, por diferentes
razones, están implicados. Algunos minerales, oligo-
4. Nutrición elementos y vitaminas forman parte de moléculas
e inmunosupresión enzimáticas esenciales en el crecimiento y desarro-
llo de los tejidos, en la síntesis de sustancias impli-
4.1. Desnutrición cadas en el proceso inflamatorio, en el manteni-
energético-proteica miento de membranas celulares, etc.
Durante la desnutrición energético-proteica,
A nadie se le escapa que la desnutrición es la res- se producen determinadas deficiencias enumera-
ponsable de la inmunodeficiencia secundaria en la das en la Tabla 5. En general, la respuesta celular
mayoría de las poblaciones deprimidas de los países adaptativa específica se ve más gravemente afecta-
subdesarrollados.Y aunque, en general, la presencia da, mientras que la inmunidad humoral es algo más
de hambre está asociada a malas condiciones higié- resistente a la desnutrición. Los estudios actuales
nicas, bajo nivel educativo y otras importantes de- demuestran que la inmunidad se afecta sólo leve-
ficiencias socioeconómicas, ninguna es exclusiva de mente en la desnutrición tipo marasmo y que las
países infradesarrollados, sino que grupos margina- consecuencias más graves se observan en los ca-
les de población de países desarrollados (ancianos, sos de desnutrición tipo kwashiorkor con afecta-
enfermos hospitalizados, trastornos del comporta- ción proteica.
miento alimentario, vagabundos, toxicómanos, exi- El mayor cambio derivado del ayuno es el des-
liados, etc.) comparten algunos de estos factores censo en la producción de IgA secretora. Además,
implicados y desarrollan desnutrición y disminución una de las principales barreras, el epitelio intestinal,
de la capacidad de defensa de su sistema inmunoló- se ve afectada, ya que el estímulo más importante
gico, asociándose a lo anterior procesos infecciosos para el crecimiento intestinal es la presencia de nu-
responsables del aumento de su morbimortalidad. trientes en su luz. La presencia intraluminal de ali-
Por su parte, las infecciones tienen importantes re- mentos origina la descamación epitelial y una más
percusiones metabólicas que modifican la respues- rápida renovación celular, mientras que la ausencia
ta del huésped y pueden perpetuar la situación pa- de los mismos, como en los casos de tratamientos
tológica si no son consideradas. En la actualidad, la prolongados con nutrición parenteral (NP), ocasio-
desnutrición en la población hospitalaria constituye na atrofia de las vellosidades intestinales, disminu-
un problema grave de preocupación, por sus impli- ción de la capacidad de replicación celular y reduc-
caciones sanitarias y económicas. ción de las disacaridasas. Se sabe que la presencia

1215
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 5. CONSECUENCIAS DE LA DESNUTRICIÓN ENERGÉTICO-PROTEICA EN EL


FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA INMUNITARIO

Alteración de la primera línea de defensa


• Falta de integridad de los epitelios
• Defectos en la barrera mucosa
• Alteración de la secreción de inmunoglobulinas en saliva y otros fluidos
• Deterioro en el funcionamiento de los cilios y otros órganos protectores
• Déficit de IgA secretora
Alteraciones de los mecanismos mediados por inmunidad humoral
• Déficit de secreción de IgA
• Defecto en la producción de anticuerpos como respuesta al estímulo antigénico de una vacuna
Alteraciones de los mecanismos mediados por inmunidad celular
• Reducción del número de linfocitos T-helper
• Alteración de subpoblaciones de linfocitos T y, por ello, del cociente CD4/CD8
• Aumento de la actividad destructora de los linfocitos NK pre-T
• Descenso de la capacidad de respuesta a mitógenos con alteración en la respuesta a los tests
cutáneos de hipersensibilidad retardada
• Disminución de la producción de linfokinas por linfocitos T activados
Alteración de los mecanismos de respuesta no específicos
• Defectos en la función presentadora de antígenos de los macrófagos
• Disminución de la producción de citokinas por los macrófagos activados
• Alteración en la función bactericida de los polimorfonucleares
• Disminución en la producción de proteínas reactantes de fase aguda
• Disminución de las fracciones C3 y C4 del sistema del complemento, así como de su capacidad hemolítica

de alimentos no sólo preserva la estructura intes- seropositivos, y esta circunstancia permite afrontar
tinal, sino que, además, es clave para mantener una el manejo de este síndrome de una forma mucho
funcionalidad adecuada. más esperanzadora, ya que las expectativas de vida
El momento vital en el que se desarrolla la desnu- han cambiado sustancialmente.
trición y la duración de la misma son fundamentales En general, los pacientes con infección por VIH se
para la recuperación del sistema inmunitario, si bien han convertido en pacientes crónicos, capaces de
es cierto que, tras conseguir establecer las condicio- mantener de una forma más permanente un ade-
nes para mejorar el estado nutricional, esta recupe- cuado estado nutricional, pero que presentan, en al-
ración es lenta y casi siempre incompleta. gunos casos, alteraciones metabólicas y cambios en
su composición corporal, lo cual les hace mantener
un comportamiento biológico muy parecido a otros
4.2. Infección por el virus de grupos de población, con patologías crónicas, como
la inmunodeficiencia humana son los enfermos diabéticos o los obesos.
Está demostrado que el estado nutricional guarda
La infección por el virus de la inmunodeficiencia estrecha relación con la supervivencia de los pacien-
humana ha constituido la pandemia más agresiva tes con infección por VIH; por ello, la desnutrición
del siglo XX, con un elevado coste humano, econó- se ha presentado como uno de los aspectos clínicos
mico, social y sanitario en todo el mundo. En la ac- más debatidos y estudiados en estos pacientes.
tualidad, supone un desafío para la comunidad cien- En los años 70 del siglo XX se describieron, en el
tífica, la administración y la sociedad en general. continente africano, más concretamente en Ugan-
Desde 1996 se viene asistiendo a una etapa his- da, cuadros de enflaquecimiento inexplicable que
tórica que ha modificado de forma trascendental el fueron llamados slim disease. Estos mismos cuadros
curso evolutivo y la supervivencia de los pacientes clínicos fueron desarrollados en los años 80, en el

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Tabla 6. PATOGENIA DE LA DESNUTRICIÓN EN rían dos tipos de pacientes con infección por
PACIENTES CON INFECCIÓN POR VIH VIH/sida, dependiendo de su patrón de pérdi-
da de peso, en relación con el tiempo que tar-
Deficiencia de nutrientes dan en perder el peso. Así, se podría hablar
• Por falta de aporte: anorexia de perdedores lentos de peso en general, aso-
• Por falta de aprovechamiento: ciados a enfermedades gastrointestinales, y de
- Maldigestión un segundo grupo de perdedores rápidos, re-
- Malabsorción lacionando los cuadros con infecciones opor-
Alteraciones del balance energético tunistas.
• Modificaciones del gasto energético Parece que se acerca más a la realidad defi-
• Alteraciones metabólicas: ciclos fútiles nir la desnutrición en los pacientes con infec-
• Desequilibrio funcional de hormonas ción por VIH por los patrones de pérdida de
anabolizantes peso bien diferenciados, un patrón de ayuno
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana. y un patrón de caquexia. En ambos, la expre-
sión clínica es la pérdida de peso, pero el pa-
trón de ayuno se caracteriza por una pérdida
mundo occidental, en pacientes que presentaban voluntaria o involuntaria de ingesta y aprovecha-
infección por VIH, siendo entonces denominados miento de nutrientes y se manifiesta con pérdida
wasting syndrome. Años después, se conoció que se de peso. Esta situación puede ser revertida con la
había aislado el virus de la inmunodeficiencia hu- realimentación, mientras que la caquexia se carac-
mana (VIH) en el suero de los pacientes ugandeses teriza por una pérdida desproporcionada de masa
que padecían esta misteriosa enfermedad, que les magra y graves trastornos metabólicos en relación
emanciaba y asesinaba de manera cruel e implaca- con una respuesta inflamatoria sistémica, que no se
ble. Tanta relevancia adquirió este aspecto clínico revierte simplemente con la realimentación, y exi-
en la evolución del síndrome de inmunodeficien- ge del concurso de otras estrategias que incluyan
cia humana, que el CDC (Center Disease Control) fármacos con capacidad anabólica, anticatabólica y
decidió en el año 1992 revisar la clasificación de moduladora de la respuesta inflamatoria. El cono-
sida incluyendo la categoría que definía el wasting cimiento de su patogenia y su identificación es fun-
syndrome. damental para el desarrollo de estrategias terapéu-
Pues bien, si en los años 80 y principios de los 90 ticas eficaces.
la desnutrición se registraba, en algún momento de
la evolución de la enfermedad, en un 50-90% de los
pacientes infectados por el VIH, en la actualidad es- 4.2.1. Factores patogénicos
tas cifras han cambiado de forma significativa, no al- implicados en la desnutrición
canzando valores superiores al 20% en la experien-
cia clínica, y en todo el mundo occidental. La patogenia de la desnutrición es uno de los as-
En la actualidad, existen dos grupos de población pectos peor conocidos en la infección por VIH. Se
VIH positivos de alto riesgo para el desarrollo de podrían clasificar los distintos factores patogénicos
desnutrición. Por un lado, los pacientes que viven en dos grupos; por un lado, los que hacen referen-
en los países subdesarrollados, donde, al problema cia al insuficiente aporte o aprovechamiento de nu-
sanitario que condiciona la falta de un tratamien- trientes, y, por otro, las alteraciones endocrino-me-
to optimizado de la enfermedad, se asocian otros tabólicas, que se relacionan con aumento del gasto
problemas sociales y económicos que dificultan el energético y la aparición de ciclos de uso inapro-
control de la morbimortalidad de la pandemia en piado de sustratos (Tabla 6).
estos territorios, y el otro formado por los pacien-
tes que no toleran o abandonan la terapia antirre- 4.2.1.1. Anorexia
troviral de gran actividad (TARGA) y se muestran
menos sensibles o resistentes a la misma. La anorexia condiciona siempre una falta de
Cuando se estudian pacientes desnutridos se- aporte de nutrientes y probablemente sea el ma-
ropositivos, diversos estudios sugieren que existi- yor problema planteado en estos pacientes en re-

1217
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

lación con su deterioro nutricional, y en el que se ingesta que el paciente rechaza la comida para
puede intervenir con cierta eficacia. no sufrir una disfagia tan severa. De igual mane-
No se debe olvidar que la alimentación en el ser ra, reducen la ingesta de forma voluntaria ante la
humano es un acto voluntario influido por factores presencia de diarrea; por otro lado, bastante fre-
físicos, psicológicos y socio-culturales. En el origen cuente en el desarrollo de los pacientes con si-
de la pérdida de apetito en los pacientes con in- da, con el objeto de reducir la intensidad de es-
fección por VIH se han implicado factores econó- ta sintomatología.
micos, sociales, trastornos psicológicos, mecánicos Pero, probablemente, el aspecto más atractivo
condicionados por disfunción neurológica, altera- y menos conocido del estudio de la anorexia en
ciones digestivas secundarias a la medicación, al- los pacientes VIH sea el relacionado con los pép-
teraciones gustativas y olfativas, o infecciones tidos implicados en el control alimentario de los
oportunistas del tracto digestivo que producen centros hipotalámicos. Algunas citokinas, como re-
síntomas como náuseas, vómitos o dolor tras la in- presentantes de los mediadores de la inflamación,
gesta, entre otros. protagonizan algunos trabajos de investigación en
La mayoría de los pacientes seropositivos en el este campo. Durante muchos años fue investiga-
momento de conocer el diagnóstico sufren cam- da la caquectina, por la similitud clínica del wasting
bios psicológicos que deterioran su vida perso- de los pacientes con sida con el wasting que desa-
nal, y de forma bidireccional en el ámbito familiar y rrollan los pacientes oncológicos y el descrito en
profesional. En algunos casos, se produce un aisla- los modelos experimentales. En estos últimos es-
miento social o trastornos psicológicos graves de- tudios se demostró que el TNF (factor de necrosis
sarrollando cuadros de ansiedad y depresión en di- tumoral) disminuía la motilidad gástrica, causando
ferentes grados de intensidad que se manifiestan retención de los alimentos ingeridos en el estóma-
clínicamente con modificaciones en su patrón de go, y que además tenía efectos anorexígenos a ni-
conducta y pérdida de apetito. vel del sistema nervioso central. Por otro lado, ci-
Menos frecuentes resultan las alteraciones me- tokinas proinflamatorias, como el interferón-α y la
cánicas que condicionan incapacidad para la deglu- interleukina-1, han sido implicadas en el desarro-
ción relacionadas con patología neurológica, por llo de anorexia, por mecanismos más complejos,
pérdida de conciencia, demencia-sida, encefalitis, aún no bien conocidos, pero que condicionan una
incoordinaciones motoras, etc. respuesta anorexígena continua, fracasando en el
En otras ocasiones, los pacientes presentan sin- mantenimiento del peso normal. La administración
tomatología digestiva, como sensación de pesadez de endotoxinas,TNF o interleukina-1 aumentan de
posprandial, náuseas e incluso vómitos y diarrea, forma brusca la expresión del RNA mensajero en
bien por el efecto adverso de distintas pautas far- el tejido adiposo para la producción de leptina, y la
macológicas o por efecto de las infecciones opor- elevación de los niveles de esta hormona en anima-
tunistas. Aunque en la actualidad la mayoría de los les de experimentación ha demostrado tener efec-
nuevos antirretrovirales han conseguido minimizar tos anorexígenos. No se debe olvidar cómo en pa-
gran parte de estos efectos adversos, el número cientes con TARGA se han descrito elevación de
elevado de comprimidos que han de tomar algunos los niveles de TNF-α (factor de necrosis tumoral),
pacientes, a veces más de 25 unidades, puede con- especulándose su papel en la patogenia del síndro-
dicionar alguno de estos trastornos digestivos. me de lipodistrofia y su interrelación con la pro-
Durante el desarrollo de infecciones oportu- ducción de leptina.
nistas se ha demostrado una reducción de has- Las citokinas también han sido relacionadas di-
ta un 30% de la ingesta alimentaria por pérdida rectamente con modificaciones de los dinteles de
de apetito. Si estas infecciones actúan localmen- algunos sabores y olores, aspectos fundamentales
te en el tracto digestivo, los eventos clínicos son que condicionan el acto alimentario. Pero no sólo
más evidentes. Éste es el caso de la infección por las citokinas han sido objeto de estos estudios, sino
Candida albicans, o la aparición de úlceras por que también ha sido investigada la implicación, di-
citomegalovirus o por virus herpes, o la afecta- recta o indirecta, de otras hormonas y péptidos re-
ción digestiva y traqueal del sarcoma de Kapo- lacionados con el control hipotalámico de los cen-
si que desencadena tan intenso dolor durante la tros de la saciedad y el hambre.

1218
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Así, el grupo de Arnalich ha evaluado los niveles de la superficie mucosa, con inmadurez funcional
de colecistokinina 8 (CCK-8), β-endorfina y recep- de los enterocitos, disfunción ileal con pérdidas de
tores solubles de TNF, y TNF-α, en varios grupos sales biliares y malabsorción grasa, así como ente-
de pacientes con infección por VIH, unos con peso ropatía exudativa; además, podría existir un sobre-
normal, otros con wasting, comparándolos entre sí crecimento bacteriano y, por último, propone una
y con un grupo control de sujetos sanos, y se de- implicación directa de neuropatía autonómica que
mostró una estrecha correlación entre los niveles condiciona un tránsito intestinal rápido. La causa
elevados de CCK-8 (colecistokinina 8), y descen- de la diarrea se identifica en la mayoría de los cua-
didos de β-endorfina, junto con una activación del dros, pero el éxito depende de la intensidad con la
sistema TNF con la presencia de desnutrición e in- que se establezca el abordaje diagnóstico.
hibición patológica del apetito en los grupos de pa- En los pacientes con sida se han descrito cam-
cientes estudiados. bios ultraestructurales que consisten en una in-
También la leptina ha sido una hormona estudiada tensa proliferación del sistema reticuloendotelial,
en una población de pacientes seropositivos. Grun- cambios en los microvillis, vacuolización e infiltra-
feld et al. estudiaron los niveles de leptina en distin- ción linfocítica del epitelio intestinal, con atrofia
tos grupos de pacientes VIH positivos con infección parcial de los villi e hiperplasia de las criptas. A ni-
secundaria asociada, anorexia y desnutrición, y en- vel endotelial se describen lesiones vasculares con
contraron que la leptina no estaba aumentada en edema con diferentes grados de hipertrofia, dege-
los pacientes que presentaban anorexia, mantenían neración mitocondrial y dilatación del retículo en-
bajo peso o tenían historia reciente de pérdida de doplásmico rugoso. Parece que el hecho más im-
peso. Además, tampoco aumentaban sus niveles du- portante de los comunicados es la evidencia de
rante los periodos de infecciones secundarias, sugi- infiltrados inflamatorios en la lámina propia con
riendo todo ello que es poco probable que la lepti- células plasmáticas, macrófagos y eosinófilos y, en
na juegue un papel importante en el desarrollo de la algunos casos, partículas víricas anormales identifi-
anorexia en los pacientes con infección por VIH co- cadas como VIH.
mo algunos autores habían sugerido. La propia infección por el VIH y los microorga-
nismos enteropatógenos (parásitos, bacterias, hon-
4.2.1.2. Malabsorción/maldigestión gos y virus), junto a ello la hipoalbuminemia con la
que cursa la desnutrición, y la hipoclorhidria en-
La diarrea es una manifestación clínica común contrada en los pacientes en fases de ayuno que
entre los pacientes con infección por VIH. En los permite un sobrecrecimiento bacteriano, son res-
países occidentales se registra en un 60% aproxi- ponsables de la mayoría de las alteraciones descri-
madamente de los pacientes seropositivos, y en un tas y condicionan cuadros de diarrea y esteatorrea
100%, en los países en vías de desarrollo. y deficiencias de la absorción de micronutrientes
Los sóndromes de maldigestión y malabsorción como expresión de la disfuncionalidad intestinal
contribuyen directamente al desarrollo de desnu- que acompaña a los hallazgos histológicos.
trición en los pacientes con infección por VIH, sien- La esteatorrea se presenta, en ocasiones, como
do más prevalente estos últimos. un defecto precoz en los pacientes con inexplica-
La patogénesis y las consecuencias de la malab- ble pérdida de peso o diarrea, y debe ser investiga-
sorción en los pacientes seropositivos es similar da siempre en el estudio de las infecciones oportu-
a las que se pueden encontrar en pacientes sero- nistas del tubo digestivo.
negativos, relacionándose directamente con las le- Diferentes estudios clínicos han demostrado que
siones intestinales y con la falta de coordinación, la infección por Cryptosporidium permite pérdidas
que pueden presentar asociada algunos pacientes, fecales de grasa y proteínas de hasta un 20%. Una
en la respuesta a la realimentación. La etiopatoge- de las consecuencias del síndrome de malabsorción
nia de la malabsorción es multifactorial. Autores desarrollado por estos pacientes incluye una dismi-
como Kotler establecen una serie de mecanismos nución del apetito de los mismos, que parece estar
implicados en el desarrollo de malabsorción en los en relación con modificaciones de los niveles de al-
que identifica la lesión celular directa sobre el epi- gunos péptidos y hormonas implicados en el con-
telio intestinal, la cual condiciona una disminución trol del apetito, entre ellos, la enterogastrona.

1219
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Entre sus efectos directos relacionados, se en- te número de autores han demostrado elevación
cuentra la sequedad de boca que condiciona dis- del GEB (hipermetabolismo), aunque no está claro
confor, la disminución de la secreción ácida gástrica, el papel que juega ésta en la evolución de los cam-
la disminución y el enlentecimiento del vaciamien- bios del peso corporal, ya que un aumento del gas-
to gástrico y del tránsito intestinal. to energético basal puede ser compensado con un
La anemia por defectos en la absorción de hie- aumento de ingesta calórica.
rro, ácido fólico y vitamina B12 constituye una de Uno de los trabajos más referidos de la última
las manifestaciones clínicas que, junto con la os- década es el del grupo de Hommes, en el que se
teomalacia y el desarrollo de litiasis renal o bi- encontró, en los pacientes con infección por VIH
liar, pueden presentar. Los estudios de funcionali- estudiados por ellos, un aumento del GEB. Ade-
dad intestinal para valorar malabsorción (la prueba más, este aumento era diferente según la situa-
de D-xilosa, la prueba de Schilling o la prueba del ción clínica de los pacientes; así, era de un 11%
H2 exhalado), así como la valoración de los nive- en los asintomáticos, de un 25% en los sintomáti-
les plasmáticos de diferentes proteínas viscerales, cos sin infección asociada, de un 29% en los sinto-
minerales y elementos traza, han puesto de ma- máticos con infección asociada y si en la etiología
nifiesto diferentes grados de alteración funcional de la infección estaba implicado el Mycrobacterium
en pacientes con infección por VIH, que se pueden avium intracelular el gasto energético basal ascen-
apreciar desde los estadios más incipientes de la día al 32%.
infección. Las actividades específicas de las disaca- Schwenk et al. realizaron un estudio prospectivo
ridasas del borde en cepillo están claramente dis- en 65 pacientes seropositivos divididos en dos gru-
minuidas en pacientes seropositivos con infección pos con peso estable y con pérdida de peso y 29
por protozoos. controles sanos, correlacionando el gasto energéti-
La mayoría de los niños con predisposición ge- co basal con el peso corporal, las situaciones de fie-
nética e infección por VIH y afectación intestinal bre, anorexia, malabsorción y ecuaciones predicto-
desarrollan precozmente una intolerancia a la lac- ras de masa libre de grasa. Los autores concluyeron
tosa, situación de trascendencia relevante en la ali- que el gasto energético basal no se correlacionaba
mentación y desarrollo de estos niños. con los cambios del peso corporal y, además, era in-
dependiente de los episodios de diarrea, infección
4.2.1.3. Modificaciones del gasto energético aguda, fiebre o ingesta calórica insuficiente.
Algunos autores defienden que un fallo en los
Desde el punto de vista de la termodinámica, la mecanismos de retrocontrol entre el gasto ener-
pérdida de peso debe ser revisada como un des- gético basal, como una inadaptación a la anorexia
equilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Es o a la malabsorción, son considerados como la
por ello por lo que el metabolismo se considera un mayor causa de pérdida de peso en individuos
factor determinante en la etiopatogenia de la des- con sida. El estudio de Schwenk et al. concluye
nutrición y especialmente el wasting asociado a la que en definitiva el aumento del GEB encontra-
infección por VIH. do en los pacientes seropositivos es muy peque-
El GEB y el GET han sido estudiados, antes de ño comparándolo con las situaciones de sepsis o
la era TARGA, en al menos 20 publicaciones desde grandes quemados, y podrían explicar solamente
1990 hasta 2000, en grupos de pacientes seroposi- una pequeña parte de los cambios de peso cor-
tivos en distintos estadios de evolución del síndro- poral (< 1%) registrados en los pacientes con in-
me de inmunodeficiencia adquirida, con resultados fección por VIH. Los datos de este estudio po-
un tanto contradictorios, dependiendo fundamen- nen en duda que el hipermetabolismo juegue un
talmente de la selección de los sujetos y la falta de papel clave en la patogénesis del wasting y repre-
homogeneidad en los grupos de estudio. sente la principal causa de la pérdida peso de es-
Kotler et al. fueron de los primeros en estudiar tos pacientes.
este aspecto, y demostraron en sus trabajos una En esta línea, han sido decisivas las publicaciones
disminución del gasto energético total (hipome- de Macallan y su grupo, que han permitido esta-
tabolismo) en los pacientes con desnutrición gra- blecer que, al margen del aumento del gasto ener-
ve y cuadros diarreicos. Sin embargo, un importan- gético basal registrado en estos pacientes, espe-

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

cialmente en los estadios y periodos en los que En general, se debe considerar la coexistencia
padecen infecciones secundarias activas, el gasto de cuatro factores que contribuyen a la pérdida de
energético total no está aumentado, porque los masa muscular:
pacientes en estas situaciones tienen menos acti- • En primer lugar, el hipermetabolismo.
vidad y sobre todo porque comen menos. Así, los • En segundo lugar, el músculo como fuente de
pacientes con infección por VIH, en los periodos glutamina y soporte del sistema inmune en las si-
de pérdida de peso, tienen un gasto energético to- tuaciones de estrés.
tal reducido. Es la reducción en la ingesta y no el • En tercer lugar, la atrofia muscular por desuso.
aumento del gasto energético el primer determi- • Por último, la posible afectación por el VIH del
nante de la pérdida de peso en los pacientes VIH sistema nervioso periférico que incapacite al pa-
positivos con desnutrición asociada. ciente para la actividad muscular adecuada.
Además, la interpretación del GEB es muy difí- El organismo mantiene un turnover proteico di-
cil, ya que, en general, los pacientes con pérdidas de námico, consiguiendo un máximo beneficio con
peso pueden tener una disminución del mismo por una utilización mínima de aminoácidos, pero no tie-
disminución de la masa magra, y siempre esta re- ne un ahorro de las reservas de aminoácidos como
lación debe ser considerada y expresada. Cambios sí lo tiene de los hidratos de carbono con el glu-
en la actividad voluntaria tienen gran influencia en cógeno, y de las grasas con los triglicéridos. Ade-
los cambios en el GET. más, el turnover proteico es el principal mecanis-
En un reciente estudio, J. Salas y P. García Lor- mo de regulación de este sistema. Las desventajas
da revisan todas estas publicaciones y afirman de este sistema dinámico son que es muy costoso
que parte de la divergencia en los hallazgos po- energéticamente hablando y que su mayor regula-
dría explicarse por la heterogeneidad clínica en dor es el ayuno.
la selección de los pacientes. Estos mismos au- En los pacientes con infección por VIH, en la
tores han comunicado que pacientes con infec- era pre-TARGA, se ha descrito aumento en la sín-
ción VIH e infección oportunista pueden presen- tesis hepática de novo de lípidos, aumento de la
tar hiper o hipometabolismo, apoyando dicha idea gluconeogénesis hepática, disminución de activi-
el hecho de que el hipermetabolismo no consti- dad de la lipoproteína lipasa y una disminución en
tuye un fenómeno constante en el curso de la in- el aclaramiento de los triglicéridos, así como una
fección por VIH incluso en presencia de infeccio- elevación de los niveles de ácidos grasos libres
nes secundarias. que sugiere que un aumento en la lipólisis puede
Además, estos mismos autores postulan que la contribuir a la producción de VLDL (lipoproteí-
presencia de malabsorción en los pacientes trata- nas de muy baja densidad). Estos cambios han si-
dos con TARGA puede convertirse en un impor- do relacionados con elevaciones de las citokinas
tante factor de confusión en el análisis de datos de proinflamatorias IL-1, TNF, interferón-α, siendo
estudios del gasto energético. secretadas en cantidades similares a las que son
capaces de producir fiebre, con actividad de piró-
4.2.1.4. Alteraciones metabólicas: caquexia geno endógeno.
La llegada de los TARGA ha modificado el per-
Los procesos que facilitan un aumento del gasto fil lipídico de algunos pacientes cursando con hi-
de energía en estos pacientes no son bien conoci- percolesterolemia y aumento de LDL (lipoproteí-
dos, aunque se los relaciona con los que presentan nas de baja densidad), con HDL (lipoproteínas de
los pacientes oncológicos que desarrollan caquexia. alta densidad) normales o bajas, y con hipertrigli-
La clave parece estar en producir “ciclos fútiles”, o ceridemia.
ciclos de gasto de energía por uso inapropiado de Diversos estudios han mostrado un aumento en
sustratos. En las situaciones de ayuno no complica- el flujo de aminoácidos en respuesta a la adminis-
do los pacientes mantienen la masa grasa, pero en tración intravenosa de aminoácidos, siendo cuanti-
general los pacientes con sida presentan ya cambios tativamente similar en pacientes VIH positivos, en-
relacionados con importantes pérdidas de masa ma- fermos con sida y sujetos control. Sin embargo, la
gra, con un patrón metabólico similar al del paciente respuesta anabólica era cualitativamente anormal.
oncológico con enfermedad no controlada. Este aumento en el flujo de aminoácidos puede ser

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Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 7. ALTERACIONES DEL SISTEMA ENDOCRINOLÓGICO DESCRITAS EN LOS


PACIENTES CON INFECCIÓN POR VIH Y DESNUTRICIÓN

• Disfunción hipotálamo-hipofisaria
• Resistencia periférica a la hormona de crecimiento
• Disfunción tiroidea
• Resistencia periférica al cortisol
• Insuficiencia suprarrenal
• Hipogonadismo
• Alteraciones del metabolismo fósforo/calcio
• Alteraciones del metabolismo glucídico: hipo/hiperglucemia
• Alteraciones del metabolismo lipídico: hipertrigliceridemia/hipocolesterolemia
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.

reflejo de la síntesis de proteínas reactantes de fa- ción corporal de los pacientes desnutridos seropo-
se aguda en el hígado, más que de una síntesis so- sitivos sugerían que el wasting se caracterizaba por
mática muscular, de igual manera que se ha des- una desproporcionada pérdida de masa magra con
crito en pacientes sépticos. En esta línea, se han ahorro relativo de masa grasa, los estudios más re-
desarrollado algunos trabajos, como los de Stein, cientes han demostrado que la respuesta metabó-
que encontró una disminución en la síntesis y de- lica es más parecida a la que se puede observar en
gradación proteica en pacientes con infección por sujetos control sometidos a restricción energética.
VIH y peso estable frente al grupo control. Este au- Por último junto, a los cuatro factores comen-
tor defiende que el deterioro crónico muscular de tados, y a la luz de los estudios publicados por el
los pacientes con sida está relacionado con la de- grupo de González-Cadavid, el factor genético po-
pleción de glutamina crónica a nivel muscular, utili- dría ser determinante en la respuesta de la síntesis
zada por este grupo de pacientes para mejorar el y degradación proteica en el desarrollo del wasting
sistema inmune de forma crónica. en pacientes con infección por VIH.
Otros, sin embargo, como el grupo de Macallan,
describen un aumento en el flujo postabsortivo de 4.2.1.5. Alteraciones del sistema endocrinológico
leucina en pacientes con infección por VIH en esta-
dios avanzados frente a sujetos controles, aunque El sistema endocrinológico estaría íntimamen-
las modificaciones observadas en el flujo de leucina te relacionado con las modificaciones metabólicas
no tenían relación con los niveles de neopterina o descritas en la desnutrición de los pacientes VIH
la tendencia a la modificación del peso corporal. Por positivos. Ha sido referido un importante grupo de
último, Salbe et al. publicaron que el flujo postabsor- alteraciones endocrinológicas que quedan resumi-
tivo de leucina no era diferente en los pacientes con das en la Tabla 7.
infección por VIH estables comparándolo con un Estas alteraciones tienen un origen multifactorial,
grupo de sujetos control. En este estudio se demos- como la presencia de lesiones tisulares de los teji-
tró que el flujo de leucina disminuía más en los pa- dos glandulares diana por invasión de microorga-
cientes seropositivos frente a los seronegativos du- nismos oportunistas, tumorales y/o el propio VIH,
rante periodos de restricción proteica. y/o la interferencia con fármacos no específicos de
Recientemente, Rubenoff et al. han demostrado la infección por VIH, como imidazoles, rifampicina,
que los pacientes con infección por VIH y wasting pentamidina, etc., y/o la secreción, por parte de cé-
mantenido conservan su capacidad de síntesis pro- lulas del sistema inmune, de sustancias con actividad
teica tras el ejercicio. endocrina, que interfieren con la funcionalidad de
En resumen, se podría decir que, aunque los es- alguna glándula -incluso han sido implicadas estruc-
tudios iniciales de las modificaciones en la composi- turas del propio virus, como la gp 120-.

1222
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Además, algunas de las alteraciones descritas tamientos que incluyesen GH recombinante más
podrían ser interpretadas como respuesta de adap- inhibidores de la secreción del cortisol, como la
tación al estrés crónico y agudo de las infecciones metopirona, el aminoglutetimide o los antagonis-
en estos pacientes, sin olvidar las especiales carac- tas de receptor de corticoide, el mifeprisone (RU
terísticas endocrinológicas que presentan los pa- 486), para controlar los efectos del cortisol y me-
cientes adictos a drogas por vía parenteral y la pro- jorar, así, la resistencia a la GH.
pia desnutrición. En cualquier caso, en lo que existe acuerdo uná-
La descripción extensa de todas estas altera- nime es en considerar imprescindible establecer
ciones es objeto de un capítulo específico en este de forma individualizada, el diagnóstico y el trata-
TRATADO (ver Capítulo 4.15), pero parece obligado miento de los déficit endocrinos, que en muchas
hacer una mención a las alteraciones que contri- ocasiones pasan inadvertidos a los clínicos por la
buyen directa o indirectamente al desarrollo de la disparidad de las expresiones clínicas.
desnutrición en los pacientes seropositivos.
La disfunción tiroidea no se ha podido relacio-
nar con la patogenia del wasting syndrome, a pesar 4.2.2. Alteraciones metabólicas
de ser protagonistas en la modulación del balan- y de la composición corporal
ce energético del organismo. Sin embargo, el hipo- relacionadas con la terapia
gonadismo y el hipercortisolismo, que son las dis- antirretroviral de gran actividad
funciones endocrinológicas más prevalentes, junto
con cuadros de resistencia a la hormona del cre- Es cierto que la llegada de los nuevos antirretro-
cimiento, han sido implicadas hipotéticamente co- virales ha mejorado la expectativa de vida de estos
mo factores desencadenantes de pérdida de ma- pacientes, mejorando su calidad y cantidad de vida,
sa magra. pero después de un periodo de tiempo, que algu-
En la actualidad, la eficacia de las nuevas terapias nos autores han denominado de “tregua”, el pano-
antirretrovirales ha modificado la prevalencia del rama de atención sanitaria ha cambiado claramen-
hipogonadismo. En un estudio realizado por J. Álva- te; han comenzado a aparecer los temidos efectos
rez et al. en 1993 (era pre-TARGA) a un grupo de adversos de la farmacoterapia empleada y hoy en
52 pacientes seropositivos se registró una preva- día estos pacientes constituyen una población con
lencia de hipogonadismo del 63,5%; el estudio se ha una patología crónica, en ocasiones con los mis-
repetido recientemente en un grupo de pacientes mos problemas que otros grupos de pacientes, co-
de similares características clínicas, pero esta vez mo los obesos o los diabéticos.
sometidos a TARGA, y se ha podido registrar un En 1996 comenzaron a protocolizarse nuevos
descenso significativo, con cifras del 23%. La parti- tratamientos que incluían fármacos antirretrovira-
cipación de las hormonas anabolizantes (andróge- les de distintas familias: análogos nucleósidos de la
nos, GH, insulina) en el desarrollo de la desnutri- transcriptasa inversa (ANTI), inhibidores de la pro-
ción y, muy especialmente, en la pérdida de masa teasa (IP), y análogos no nucleósidos de la transcrip-
magra es evidente. Se ha descrito una correlación tasa inversa (ANNTI). La inclusión de inhibidores
entre la razón cortisol/DHEAS y la desnutrición en de la proteasa en los regímenes antirretrovirales
los pacientes seropositivos. supuso un increíble adelanto, consiguiendo una efi-
Así se han desarrollado importantes líneas de in- cacia virológica hasta entonces no alcanzada, y que
vestigación clínica en el tratamiento del wasting con se denominó terapia antirretroviral de gran activi-
andrógenos (ésteres de testosterona, oxandrolona dad (TARGA) o terapia de alta rentabilidad (TAR).
y GH recombinante). Estudios recientes revisados Sin embargo, 2 años después, comenzaron a regis-
por Rodgers insisten en la estrecha relación entre trarse, en los pacientes así tratados, alteraciones en
la resistencia a la GH y los péptidos análogos al glu- la composición corporal y alteraciones metabóli-
cagón, las catecolaminas y los corticoides que ac- cas en la esfera lipídica e hidrocarbonada, relacio-
tuarían como hormonas contrarreguladoras facili- nando, la mayoría de los autores, estos efectos con
tando la resistencia y la supresión de la GH. Este la utilización de los IP. Fue entre 1999 y 2000 cuan-
autor plantea que los pacientes con wasting syndro- do comenzaron a barajarse otras hipótesis que re-
me podrían verse beneficiados con pautas de tra- lacionan no sólo a los IP con este cuadro clínico, e

1223
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Figura 2. Lipoatrofia facial. Figura 3. Lipodistrofia benigna.

incluyeron en la lista de factores implicados la esta- - Elevación de la glucemia basal (7,8-11,1 mmol/l)
vudina (ANTI), así como factores ambientales y fac- o diabetes mellitus (> 11,1 mmol/l) en la glucemia a
tores del propio huésped. las 2 h en el test de tolerancia a la glucosa.
Durante estos últimos años ha existido una gran - Lactato > 2 mmol/l.
confusión para definir el cuadro clínico al que se • El paciente no debe tener ninguno de los si-
ha hecho mención y ha recibido distintas denomi- guientes supuestos en los 3 últimos meses:
naciones, como “síndrome de redistribución gra- - Enfermedad definitoria de sida o enfermedad
sa en paciente con sida”, “síndrome metabólico grave.
del paciente con sida” o “síndrome de lipodistrofia - Tratamiento con esteroides anabolizantes, glu-
en paciente con infección por VIH”, que es como se cocorticoides o inmunomoduladores.
conoce en la actualidad. En definitiva, son pacientes que desarrollan cua-
El síndrome de lipodistrofia asociado al trata- dros de cambios en la composición corporal (acú-
miento con antirretrovirales fue descrito por pri- mulo de grasa abdominal, pérdida de grasa en extre-
mera vez en 1998, y se define como un cuadro clí- midades y nalgas, aumento de grasa en mamas), un
nico que cursa con: patrón lipídico aterogénico con elevación de niveles
• Evidencia clínica (examen físico o testimonio de triglicéridos, colesterol total y LDL, así como hi-
referido por el paciente) de uno o más de los si- perglucemia en relación con la resistencia insulínica.
guientes, desde el comienzo del tratamiento anti- No se puede conocer con exactitud la preva-
rretroviral: lencia e incidencia de este cuadro, ya que inicial-
- Pérdida de grasa en cara, brazos, piernas y nal- mente se comenzaron a publicar los casos de for-
gas (posiblemente con venas prominentes en bra- ma anecdótica sin seguir una definición y criterios
zos y piernas) (Figuras 2 y 3). diagnósticos comunes. Se estima que afecta a en-
- Acumulación de grasa en abdomen o en la re- tre un 13% y un 68% de la población de pacientes
gión dorsocervical (pseudocushing). tratados con TAR, según las comunicaciones de di-
• Datos metabólicos. Uno o más de los siguien- ferentes grupos líderes de opinión en este cam-
tes, desde el comienzo del tratamiento antirretro- po. Sin embargo, existe un proyecto de desarrollo
viral: en Europa y EE UU para el estudio de esta pato-
- Hiperlipidemia basal (colesterol > 5,5 mmol/l o logía: el grupo de estudio denominado ART-Asso-
TG > 2 mmol/l). ciated Lipodystrophy European Comparative Study
- Péptido C basal > 2,5 μg/l. (ALECS) Group, del que un grupo de investigado-

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Tabla 8. FACTORES PATOGÉNICOS DEL SÍN- una nueva entidad clínica con graves consecuencias
DROME DE LIPODISTROFIA en el manejo terapéutico de estos pacientes.
El abordaje terapéutico de este nuevo cuadro
Factores ambientales no ha sido bien definido. Algunos autores plantean
• La propia infección por VIH mantener una actitud expectante, otros son partida-
• La dieta y la falta de ejercicio rios sistemáticamente de retirar la TARGA; por úl-
• Inhibidores de proteasa (inhibición de PPAR-γ)
timo, la mayoría de los autores coinciden en utilizar
• Análogos nucleósidos (toxicidad mitocondrial)
tratamientos sintomáticos y ensayos patogénicos.
Factores genéticos Se indican modificaciones del estilo de vida co-
• Receptor anómalo de β3 adrenérgico
• Transportador de glucosa (GLUT-4)
rrigiendo la ingesta alimentaria, siguiendo los pa-
trones recomendados para evitar la dislipemia en
PPAR-γ: receptor activado por proliferadores de peroxi- la población general y aumentando el ejercicio físi-
somas γ. co. Por otra parte, han sido ensayados tratamien-
tos con metformina y prometen eficacia los nue-
vos fármacos de la familia de las tiazolidindionas.
res españoles forman parte. Paralelamente, desde En los casos de lactacidemia, se recomienda el uso
hace más de un año se constituyó el GEAM (Gru- de L-carnitina y riboflavina. Probablemente, lo que
po de Estudio de Alteraciones Morfológicas y Me- pueda resultar más innovador es el uso de distin-
tabólicas), que con su trabajo multidisciplinar está tas técnicas de cirugía plástica para el tratamiento
contribuyendo al mejor manejo de esta nueva en- de las alteraciones de la composición corporal, es-
tidad clínica. pecialmente en los casos de atrofia facial. Frente a
Para explicar el desarrollo del síndrome de li- la utilización de la liposucción en los casos de hi-
podistrofia en pacientes con sida se han barajado pertrofia, se han ensayado técnicas de implantación
varias hipótesis que incluyen la interacción de dis- de grasa, utilización de ácido poliáctico (new fill),
tintos factores patogénicos que pueden actuar si- implantes de metacrilato, implantes de Gore-tex®,
multáneamente (Tabla 8). Probablemente, facto- colágeno y ácido hialurónico. La protocolización de
res dependientes del propio paciente (edad, sexo, las mismas y la evaluación de resultados permitirá
raza), alteraciones genéticamente determinadas, la establecer una correcta racionalización de su uso.
acción crónica del propio virus, las modificaciones Resulta imprescindible el establecimiento de
en el estilo de vida (alimentación inadecuada y se- criterios comunes, en la definición y clasifica-
dentarismo), el uso de agentes farmacológicos co- ción de este cuadro, que permita conocer con
mo los IP y los análogos nucleósidos (que con- más exactitud las dimensiones del mismo. Se ne-
dicionan acciones a nivel del receptor PPAR-γ y cesitan más estudios que aborden la fisiopatolo-
toxicidad mitocondrial, respectivamente) están di- gía del mismo para intentar optimizar su mane-
rectamente implicados en el desarrollo del síndro- jo terapéutico.
me de lipodistrofia.
La trascendencia de este cuadro clínico es muy
importante en el manejo de estos pacientes, ya que 4.2.3. Abordaje
han comenzado a comunicarse eventos cardiovas- terapéutico nutricional
culares en pacientes con patrón lipídico aterogé-
nico, cuadros de hiperglucemia de difícil control y 4.2.3.1. Consideraciones en la alimentación natural
graves inadaptaciones psicológicas a las modifica-
ciones de composición corporal que hacen a mu- Se reconoce unánimemente que la intervención
chos pacientes y clínicos plantear cambios en la te- terapéutica nutricional debe realizarse precozmen-
rapia antirretroviral, a pesar de su eficacia. te, insertada en los programas de atención in-
Se podría decir que si bien la nueva TARGA ha tegral a los pacientes con infección por VIH, pro-
conseguido una eficacia virológica que permite me- tocolos de intervención diagnóstica y terapéutica
jorar el pronóstico vital de los pacientes con infec- para prevenir y tratar la desnutrición.
ción por VIH, el desarrollo del síndrome de lipodis- Se ha propuesto que el abordaje terapéutico
trofia en los pacientes con sida se constituye como sea combinado. Se habla de terapia combi-

1225
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

Tabla 9. MEDIDAS DE HIGIENE Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

• Se deben extremar las medidas de higiene en la preparación de los alimentos, y su manipulación


culinaria, comenzando con un adecuado lavado de las manos y limpieza de las superficies donde se
van a preparar los mismos, así como los utensilios que vayan a ser utilizados, pudiendo emplear, para
esta limpieza de superficies, una solución hecha con medio litro de agua, a la que se añadiría un chorrito
de lejía. Para facilitar la limpieza, puede ponerse esta mezcla en una botella con vaporizador. Finalmente,
se han de enjuagar las superficies con agua
• La manipulación de los alimentos comienza en el momento de la elección y compra de los mismos.
Se elegirá la fruta y verdura no golpeada, ni macerada, procediendo posteriormente a un correcto
pelado y limpieza de las diferentes partes y piezas
• Es preferible evitar el consumo de alimentos crudos o poco hechos, especialmente huevos, carne
de aves, de res o pescados
• Cuando se compren huevos, hay que fijarse en que no estén golpeados, y en que la cáscara no tenga
grietas. En caso de que tenga grietas, se debe desechar el huevo. Siempre se limpiará la cáscara
de los huevos, restregándola con estropajo mojado en agua, inmediatamente antes de su utilización
• La leche, que será uno de los productos básicos de la alimentación, y sus derivados estarán
debidamente esterilizados mediante técnicas de pasteurización o esterilización UHT. Es importante
conocer la procedencia y el control sanitario de la leche y de sus derivados
• Es aconsejable evitar tomar mariscos, sobre todo “al natural”, como ostras, almejas, berberechos,
mejillones, etc., porque pueden ser un vehículo de agentes infecciosos
• La carne puede ser portadora de Toxoplasma gondii; por ello, siempre se debe tomar cocinada
“pasada” y nunca cruda
• A la hora de preparar y/o recalentar los alimentos, se debe hacer entre 60 y 90 ºC
• Es importante guardar siempre los alimentos en el frigorífico
• Los alimentos ya cocinados no deberían permanecer a temperatura ambiente durante periodos
de tiempo superiores a 2 horas
• Cuando se dudeacerca de si un alimento está en óptimas condiciones, no se debe probar: hay
que desecharlo. Es importante controlar la fecha de caducidad de los alimentos y tirar a la basura
los que la hayan sobrepasado
• Al hacer la compra, es conveniente acostumbrarse a seleccionar adecuadamente los alimentos,
envolver bien la carne y el pescado, y procurar regresar pronto a casa para colocarlos en el frigorífico

nada cuando en el tratamiento se incluyen cui- los cuidados alimentarios relacionados con la to-
dados alimentarios, soporte nutricional, fármacos ma de fármacos específicos antirretrovirales, que-
antirretrovirales, fármacos antimicrobianos (pro- dan recogidos en las Tablas 9 y 10. También ha-
tocolos de prevención de infecciones secunda- brá que considerar las medidas recomendadas
rias), fármacos estimulantes del apetito (orexí- para episodios de náuseas y vómitos, la aparición
genos), fármacos anabolizantes (testosterona, de anorexia o los posibles trastornos metabóli-
oxandrolona, nandrolona, etc.) e, incluso, técnicas cos (hiperlipemia e hiperglucemia) que, en esen-
quirúrgicas de reparación de la composición cor- cia, no se diferencian de las establecidas para otras
poral (lipoatrofia facial). poblaciones.
Los cuidados relacionados con la alimentación La preocupación por asegurar una ingesta ali-
natural de estos pacientes han sido establecidos mentaria correcta o por facilitar la llegada a cen-
desde hace años. Dos aspectos que parecen fun- tros que facilitan y controlan la alimentación, los
damentales, las medidas de higiene a recordar y suplementos y la nutrición enteral (NE) o la nutri-

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

Tabla 10. ALIMENTOS Y FÁRMACOS

Fármacos Cómo se toman


Antirretrovirales
Retrovir® (zidovudina, AZT) Puede tomarse con o sin comida, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Epivir® (lamivudina, 3TC) Puede tomarse con o sin comida, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Combivir® (AZT + 3TC) Puede tomarse con o sin comida, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Zerit® (estavudina, D4T) Puede tomarse con o sin comida, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Hivid® (zalzitavina, DDC) Puede tomarse con o sin comida, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Videx® (didanosina, DDI) Debe tomarse en ayunas, con el estómago vacío, 1 hora antes o 2
horas después de las comidas. Se aconseja diluir los comprimidos
en un poco de agua templada antes de tragarlos. Una vez disuelta,
la solución puede mantenerse a temperatura ambiente durante
1 hora. No tomar zumos, ya que disminuyen la absorción del mismo
Inhibidores de la proteasa
Crixivan® (indinavir) Cuando se administra como único inhibidor de la proteasa, debe
tomarse en ayunas (1 hora antes o 2 horas después de desayuno-
comida-cena) o con una comida ligera baja en grasas y separado
de los otros medicamentos antirretrovirales. Además, se
recomienda tomar una gran cantidad de agua, un mínimo
de 2 litros al día. En épocas calurosas o si el ejercicio físico es
intenso, es aconsejable beber más de 2 litros de agua al día
Cuando se administra en combinación con otros inhibidores de la
proteasa, no hace falta hacerlo en ayunas
Norvir® (ritonavir) Para conseguir la máxima eficacia y disminuir sus efectos
secundarios, debe tomarse siempre durante o después de las
comidas, y, a ser posible, que éstas sean ricas en grasas y proteínas.
Puede administrarse con otros medicamentos antirretrovirales
Viracept® (nelfinavir) Para conseguir la máxima eficacia, debe tomarse siempre con o en
las 2 horas siguientes a la comida. Puede administrarse con otros
medicamentos antirretrovirales
Invirase® (saquinavir-H6C) Para conseguir la máxima absorción, debe tomarse siempre con las
comidas o después de las mismas. Puede administrarse con otros
medicamentos antirretrovirales
Fortovase® (saquinavir-SGC) Para conseguir la máxima eficacia, debe tomarse siempre con
las comidas o en las 2 horas siguientes a las mismas. Puede
administrarse con otros medicamentos antirretrovirales
No análogos de nucleósidos
Viramune® (nevirapina) Puede tomarse con o sin comidas, junto a los otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción
Efavirenz® (DMP-266) Puede administrarse con o sin comidas, y con otros medicamentos
antirretrovirales. No se modifica su absorción

1227
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

ción parenteral (NP), según las necesidades, cons- Sin embargo, en las conclusiones generales de su
tituyen algunos de los pasos fundamentales del revisión se indica que los suplementos utilizados en
manejo terapéutico de la desnutrición en estos todos los estudios han sido, en general, bien tolera-
pacientes. dos, pero las limitaciones metodológicas de los mis-
mos no permiten afirmar cuáles son las recomen-
4.2.3.2. Nutrición artificial daciones nutricionales para pacientes con infección
VIH sintomática, insistiendo en que hasta la realiza-
• Objetivos ción de estudios más rigurosos sería recomendable
Como en otras patologías, la intervención nu- seguir las guías de las organizaciones profesionales,
tricional debe perseguir los siguientes objetivos como las establecidas por la Sociedad Americana
terapéuticos: de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN).
- Preservar el tejido magro. Este grupo de investigación, junto al equipo de la
- Proveer todos los nutrientes necesarios para doctora Planas del Hospital del Vall d’Hebron, ha teni-
mantener un estado nutricional correcto. do la posibilidad de desarrollar un ensayo clínico con
- Minimizar los síntomas de malabsorción. una fórmula definida para estos pacientes con proteí-
- Optimizar la repleción nutricional después de na completa, con mayor aporte de grasa en forma de
infecciones oportunistas. MCT y con una definición de micronutrientes inferi-
- Mejorar la tolerancia a la medicación. da y diseñada tras la revisión detenida de los estudios
- Mejorar la calidad de vida. epidemiológicos. En este estudio, además de la evolu-
- Ser útil como cuidado paliativo. ción nutricional de estos pacientes, se evalúan la ca-
• Suplementación lidad de vida con un cuestionario genérico validado
Como en otras patologías, cuando la alimenta- para la población española (sickness impact profile) y la
ción natural no es suficiente para asegurar la co- aceptabilidad del producto.
bertura del 100% de las necesidades del organis- Los pacientes seleccionados fueron aleatoriza-
mo, cabe plantearse la suplementación nutricional. dos en dos grupos. Se trataba de pacientes estables
En primer lugar, se intentará suplementar la alimen- clínica e inmunológicamente con cifras de CD4 >
tación oral con dietas hipercalóricas o hiperprotei- 500 y estabilidad virológica, es decir, sin variacio-
cas o específicas, según la situación clínica de ca- nes de la carga viral en los últimos 6 meses. Los pa-
da paciente. cientes que aceptaron entrar en el estudio y toma-
Durante los últimos años, han sido publicados ron el suplemento mantuvieron y ganaron peso, no
15 estudios evaluando la respuesta de pacientes a presentaron complicaciones con nuevas infeccio-
suplementación versus consejos dietéticos o com- nes secundarias y los tests de calidad de vida mos-
parando distintos tipos de fórmulas enterales. Con traron que mejoraron en su sociabilidad, aspectos
la excepción de los cuatro trabajos publicados en como pasatiempos y su funcionalidad. En conclu-
1999, 2000 y 2001, todos fueron realizados en pa- sión, la suplementación oral con fórmulas definidas
cientes seropositivos, en distintos estadios de la optimiza el tratamiento y mejora el estado nutri-
enfermedad, todos en monoterapia. cional de los pacientes.
J.K. Keithley et al. han realizado una revisión sis- Se podría decir que, de todos los trabajos ana-
temática de los mismos, concluyendo que los resul- lizados en relación con la suplementación con dis-
tados comunicados en estos trabajos fueron dispa- tintas fórmulas utilizadas, se infieren importantes
res. No existe unanimidad en la respuesta en estos ventajas de esta maniobra terapéutica, destacando,
estudios, de los parámetros antropométricos o las de forma singular, la intervención terapéutica edu-
modificaciones en la composición corporal cuando cativa coadyuvante.
se comparan grupos tratados o no con un deter- • Nutrición enteral
minado suplemento.Todas las intervenciones con o Si aun con la suplementación el paciente no me-
sin suplementación en un elevado número de pa- jorara, y si mantuviera un tubo digestivo funcionan-
cientes reducen la pérdida de peso, mejoran la sin- te, se recomendará la NE.
tomatología y mejoran la calidad de vida e incluso Las indicaciones de la NE no varían mucho con
muestran un cierto retraso en la aparición de in- respecto a otras patologías de pacientes crónicos,
fecciones secundarias. siendo la anorexia invencible, los cuadros de des-

1228
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

nutrición severa, la disfagia por afectación tumoral do que se trata de pacientes crónicos con alteracio-
o infecciosa, las alteraciones neurológicas, las pan- nes metabólicas que, en ocasiones, podrán dirigir la
creatitis y los efectos secundarios de radio o qui- decisión del tipo de dieta a elegir.
mioterapia las más frecuentes. • Nutrición parenteral
La vía de acceso dependerá de la situación clí- Por último, si estuviese contraindicada la NE,
nica del paciente y del tiempo que se prevé la du- se establecería soporte nutricional con NP. Des-
ración de esta intervención nutricional, al igual que de hace varios años, grupos de investigadores in-
en otros tipos de patologías. tentan definir la mejor formulación parenteral pa-
Aunque sí existe acuerdo unánime en la preco- ra nutrir a estos pacientes, considerando la calidad
cidad para el diagnóstico y la iniciación de activi- de los nutrientes, muy especialmente el tipo de gra-
dades que frenen la desnutrición, no hay tanto sa; sin embargo, es evidente que estos conceptos
acuerdo a la hora de establecer cómo debe ser la no serán igual mantenidos entre los pacientes que
fórmula a utilizar en estos pacientes, o si debe ser presentan efectos adversos relacionados con los
la misma en todas las circunstancias. antirretrovirales.
En general, las recomendaciones publicadas en la Se ha trabajado menos en nutrición parenteral
literatura, acerca de la fórmula óptima para utilizar total (NPT) que en NE en estos pacientes; además,
en las diferentes patologías, y muy especialmente la mayoría de los trabajos iniciales se relacionaban
en los pacientes con infección por VIH, se basan en con la prescripción del soporte nutricional con
razones teóricas y opiniones personales. El grado NPT domiciliaria en pacientes considerados termi-
de recomendación es C, y el nivel de evidencia, III. nales; no obstante, y como el panorama ha cambia-
Algunos autores opinan que inicialmente los pa- do, como ya se ha comentado, los pacientes con in-
cientes con infección por VIH y desnutrición se be- fección VIH viven más y presentan complicaciones
neficiarían de una dieta polimérica estándar, y sólo similares al resto de población de pacientes cróni-
en el caso de que los pacientes presentasen dia- cos; por tanto, la indicación de la NPT es, por defi-
rrea y/o malabsorción se beneficiarían del uso de nición, la contraindicación de la vía enteral.
fórmulas modificadas con proteínas hidrolizadas No obstante, es conveniente recordar que es-
o fórmulas elementales. Otros aspectos como la tos pacientes pueden presentar una entidad clínica
grasa también deberían ser modificados entonces, un poco peculiar: la infección por Criptosporidium
administrando fórmulas con aporte mayor de MCT, muris. La infección por este microorganismo (pro-
libres de lactosa y con fibra. tozoo) condiciona una diarrea grave y prolongada
Green, en un metaanálisis, critica los ocho estudios que asocia malabsorción severa y que no es posi-
de NE en pacientes seropositivos existentes hasta ble mejorar sólo con la NE.
1995. Los diferentes estudios hacen una difícil selec- En general, la indicación del uso de la NPT en los
ción de pacientes, ya que recogen individuos con dife- pacientes con infección por VIH es similar a otras
rentes grados de progresión de la infección por VIH. situaciones especiales desde alteraciones groseras
El tiempo de administración de la NE varió entre 12 mecánicas relacionadas con la anatomía y funciona-
y 288 días, y el número de pacientes analizados es es- lidad del tracto intestinal hasta la sofisticada en la
caso, entre 8 y 37, en un total de 166 pacientes. Las que el fallo en la actividad celular impida tener un
dietas utilizadas fueron también variadas (1 con dieta enterocito funcionante por destrucción de su ca-
definida con inmunonutrientes,1 con dieta estándar, 2 pacidad funcional, con la creación de cuadros de
con dieta estándar enriquecida con MCT y 3 con die- malabsorción severa.
ta peptídica). Las conclusiones del metaanálisis es que A finales de la década de los 80 y a principios
siempre es positiva la intervención nutricional, pero de los 90 del siglo XX comenzaron a aparecer tra-
no es capaz de establecer otras afirmaciones relacio- bajos que hacían clara referencia a los riesgos y
nadas con el tipo de fórmula a utilizar. beneficios relacionados con el uso de la NP, eva-
No obstante, es importante recordar que no se luando sus posibles complicaciones metabólicas,
han publicado nuevos trabajos que evalúen la res- mecánicas y sépticas, frente al beneficio espera-
puesta a la NE en pacientes en la era TARGA. Pro- do de restauración del soporte nutricional. Curio-
bablemente, la valoración de cada paciente debe ser samente, todos los estudios realizados establecen
realizada de una forma individualizada y consideran- la indicación e incluyen enfermos con desnutrición

1229
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

importante y más de un 10% de pérdida de peso y Su cifra de sepsis por catéter era de 0,18/catéter/
malabsorción. día. En estos trabajos, los catéteres utilizados suelen
El grupo de Askanzi con Singer a la cabeza lleva ser los normales o los Hickman®. Hay otro traba-
varios años desarrollando sus trabajos en la línea jo publicado por un grupo de Amsterdam utilizando
del estudio de los riesgos-beneficios del uso de NP Port-A-Cath® en 47 pacientes, seguidos de un nú-
en los pacientes con infección por VIH. Estos au- mero total de catéteres por día de 9.069. La propor-
tores consiguen resultados mejores revirtiendo el ción de complicaciones fue de 0,43/100 catéteres/
wasting syndrome en 15 de 22 pacientes con sida. día, desde sangrado al coger la vía, dos episodios de
Defienden que un programa de utilización de nu- infección de catéter, dos trombosis venosas, etc. La
trición parenteral total (NPT) a largo plazo pue- complicación séptica en esta población era mucho
de ser altamente beneficioso en estos pacientes. menor (0,47) que la que se había descrito por otros
Defienden que las proporciones establecidas de grupos, como el de Raviglione. A pesar de todo es-
complicaciones metabólicas son muy bajas porque to, hay grupos que defienden el uso de antibiotera-
dichas complicaciones son rarísimas, concretamen- pia profiláctica en estos pacientes y pacientes onco-
te, en su estudio sólo presentaron hipoglucemia lógicos que deberán mantener la vía central durante
(0,12% de los catéteres/día). Las complicaciones toda la vida o largos periodos de tiempo.
mecánicas con sangrado pospunción o trombo- Otros estudios se han sucedido, corroborando
sis venosa profunda eran también poco frecuentes los datos expuestos. Cuando se estudia compara-
(0,25% de los catéteres/día) y, por último, proba- tivamente la presencia de sepsis en pacientes con
blemente la complicación más temida era la sépti- distintas patologías, se considera que el sida y la en-
ca, postinfección de catéter, que, en manos de este fermedad hematológica maligna constituyen facto-
grupo, no superó el 0,12% de los catéteres/día, que, res de riesgo independientes de la sepsis relacio-
aun siendo alta, era muy similar a la encontrada por nada con catéter.
este mismo grupo en pacientes oncológicos.Traba- Otra complicación mecánica observada por los
jos antiguos de Dudrick describen una proporción distintos grupos es la aparición de trombosis ve-
de 0,105% de los catéteres/día. Otro trabajo del nosa. Algunos grupos se han planteado establecer
grupo de Cleveland describe una proporción de profilaxis con warfarina, pero los resultados del es-
0,06% de los catéteres/día en una población con y tudio demuestran que esta terapia no es necesaria,
sin cáncer, si bien es cierto que sólo el 10% de los dado que el grupo que recibía profilaxis mantenía
pacientes tenían cáncer en una población estudiada una frecuencia de aparición de trombosis venosa
de 140 pacientes seguidos 3,253 meses. similar al grupo que no hacía profilaxis (0,016 ver-
La incidencia de infección por Staphylococcus sus 0,009).
aureus en pacientes con sida ha sido recientemen- El diseño recomendado de la NPT no difiere del
te descrita en 5,4 episodios de entre 1.000, ocu- prescrito en pacientes estresados, al menos en re-
rridos en pacientes con complejo relacionado con lación con los nutrientes básicos. Se desconocen
el sida (CRS) o sida de no adictos a drogas por vía las recomendaciones de administración de micro-
parenteral (ADVP) que mantenían NPT domicilia- nutrientes. Se sugiere lo siguiente:
ria o tenían un catéter para la administración de - El aporte calórico será de 35 kcal/kg/día.
ganciclovir. - El aporte de nitrógeno oscilará entre 1,2 y
En general, es fundamental, como en todos los ca- 1,75 g/kg/día de proteínas.
sos, tener un adecuado cuidado del catéter, con buen - Alrededor del 60-70% del aporte de calorías no
entrenamiento por parte de las enfermeras y los cui- proteicas deben ser hidratos de carbono (glucosa).
dadores de los pacientes, a veces ellos mismos y otras - No se debe exceder de 5 mg/kg/min de glucosa.
veces sus propios familiares o amigos. - Entre el 40 y el 30% del aporte de calorías no
Algunos estudios han demostrado mayor presen- proteicas deben ser lípidos (MCT/LCT).
cia de episodios sépticos en los pacientes que re- - No se han de superar los 0,11 g/kg/h.
cibían NPT domiciliaria frente a los que sólo uti- - Los suplementos de agua, iones, minerales, vita-
lizaban la vía central para la administración de un minas y oligoelementos se administrarán ajustando
tratamiento antibiótico. Además, el patógeno aisla- las necesidades de forma individualizada, con espe-
do en mayor frecuencia era el Staphylococcus aureus. cial interés en oligoelementos como el zinc o el se-

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J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

lenio, y vitaminas como la vitamina A, B12, B6 y áci- yendo el colesterol y aumentando los fosfolípidos
do fólico. de la misma.
Desde el punto de vista de los requerimientos Los estudios realizados in vitro con emulsiones
nutricionales, los pacientes con infección por VIH grasas con fosfolípidos/triglicéridos 1/3 conducen
deben ser evaluados como pacientes catabólicos a la disminución en la infectividad del VIH.
con necesidades proteico-calóricas muy elevadas, En esta línea, se encuentra el último trabajo pu-
cuidando especialmente la suplementación de algu- blicado por el mismo grupo recientemente, en el
nos elementos, como el zinc y el selenio. que se estudia y compara la respuesta nutricional e
Desde hace años, el grupo de Askanazi está tra- inmunológica de dos grupos: el primero, de 23 pa-
bajando en el diseño de una fórmula lipídica espe- cientes que recibían una NPT con fórmula de lípi-
cial en relación con la mejora inmunitaria que pue- dos al 20%, y el segundo, de 27 pacientes tratados
de comprometer. La citotoxicidad del VIH no es del con una nueva fórmula grasa con mayor propor-
todo bien conocida. La cubierta de los retrovirus in- ción en fosfolípidos (10 veces más con igual can-
fecta los linfocitos CD4, los macrófagos, los mono- tidad de triglicéridos). Todos los pacientes gana-
citos y ciertas células con efectos deletéreos. La cu- ron peso y mejoraron funcionalmente, pero lo
bierta específica del virus con la glicoproteína 120 más destacado es que en los que recibían la fórmu-
es necesaria para citopatogenicidad del virus. La la enriquecida con fosfolípidos aumentaron los ni-
membrana del virus ataca en su superficie a las dis- veles de colesterol y mejoraron los niveles de IgA;
tintas células e inyecta en el citoplasma el conteni- sin embargo, no aumentaron los niveles de CD4 ni
do del virión. En él, la transcriptasa inversa cataliza la otros parámetros de la función inmune.
formación de DNA a partir de RNA, la integración Otro estudio de P. Gelas (1997) comparó MCT/
del DNA en los cromosomas y la posterior trans- lCT versus LCT. Parece que esta última producía
cripción a RNA. El nuevo virión incorpora material una serie de alteraciones inmunológicas de funcio-
lipídico de las membranas celulares. Los macrófagos nalidad de los linfocitos y de la producción de in-
infectados secretan interleukina-1 y presentan al an- munoglobulinas, así como de respuestas retardadas
tígeno T4, siendo, así, activados inmunológicamente. que permitían concluir que resultaba más benefi-
Estas células son destruidas y el virus es liberado cioso el uso de las fórmulas MCT/LCT.
preparado para seguir infectando. Cuando se evalúa la respuesta de los trata-
Cuando se ha estudiado la cubierta del VIH, se mientos con NPT, la restauración nutricional sólo
ha demostrado que tiene un alto contenido lipídi- es posible en los pacientes que tienen en marcha
co, concretamente en colesterol, lo que le da ri- sus mecanismos de adaptación al ayuno, porque su
gidez a la cubierta. Cambiando la composición, el desnutrición es secundaria a la falta o al mal apro-
contenido en colesterol de la cubierta modifica su vechamiento de esos nutrientes y no hay recupera-
capacidad de infección. Calentando el virus de 37 ción en los que tienen una caquexia franca. Ésta es
a 57 ºC disminuye su rigidez un 14% aproximada- una evidencia que, desde hace años, venía reseñan-
mente y se inactiva el virus. La unión del éster de do Donald Kotler: “La repleción nutricional es po-
metil-anfotericina B al VIH disminuye el colesterol sible en pacientes con desórdenes en la alimenta-
de la membrana y le hace perder infectividad. ción o malabsorción, consiguiendo mejorar en un
En función de estos conocimientos, se estima 14% su masa celular corporal con NPT, pero los
que modificaciones realizadas en los tratamientos pacientes pobremente tratados y con enfermeda-
que puedan modificar la composición de la cubier- des graves sistémicas con alteraciones metabólicas
ta del virus podrían ayudar a disminuir los mecanis- asociadas (hipermetabolismo, ciclos fútiles, etc.) no
mos de infección. Por esta razón, se han implicado sólo no aumentaban la masa celular corporal, sino
las emulsiones grasas en el tratamiento de estos que ésta descendía un 9%”.
pacientes por su capacidad de extraer el colesterol Con todo esto, podría plantearse en el momen-
de las membranas celulares. Este fenómeno está li- to actual que si el paciente está en una fase de ayu-
nealmente relacionado con la cantidad de fosfolípi- no con grave malabsorción, la NPT a largo plazo o
dos administrados. Los autores especulan que los NPT domiciliaria debería mantenerse y permitiría
fosfolípidos de las emulsiones grasas podrían mo- renutrir al paciente. Sin embargo, si el paciente es-
dificar la fluidez de la membrana del virus disminu- tá en un periodo muy avanzado de la enfermedad,

1231
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

el planteamiento de la indicación hace referencia a nal con una mezcla ternaria de NPT frente a una
dos conceptos: cuidados paliativos y mejora de la dieta semielemental. Estos autores evaluaron no
calidad de vida. sólo la respuesta clínica antropométrica y la cali-
Por último, probablemente el trabajo más re- dad de vida de los pacientes, sino también el cos-
presentativo de los últimos años es el de Kot- te. Evidentemente, aunque los dos tenían efectos
ler, que compara la respuesta de unos pacientes similares, parece más recomendable el uso de la
con malabsorción severa a tratamiento nutricio- enteral.

1232
J. Álvarez Hernández | V. Álvarez de Frutos | M. Botella Serrano

5. Resumen
 La nutrición mantiene estrechas relaciones con
el sistema inmune: un adecuado estado nutri-
cional tiene efectos protectores la salud de los
individuos. Las enfermedades autoinmunes son
un grupo de patologías de difícil abordaje desde
el punto de vista nutricional por múltiples fac-
tores. Los nutrientes son capaces de intervenir
en la evolución de la enfermedad como vehícu-
los antioxidantes, o mediando en la respuesta
proinflamatoria.

 Los ácidos grasos poliinsaturados de la serie


n-3, los ácidos grasos monoinsaturados, el cal-
cio, la vitamina D y algunos antioxidantes (Se,
Zn, vitamina E) han demostrado en modelos
experimentales y en los estudios en humanos
un efecto mediador del proceso inflamatorio
en pacientes con artritis reumatoide, lupus
eritematoso y EM. Sin embargo, son escasas las
evidencias en este grupo de enfermedades, no
pudiendo definir recomendaciones en relación
con dosis, tiempo de administración, etc., de su-
plementos de macro y micronutrientes para su
uso terapéutico.

 La desnutrición energético-proteica y el sida


constituyen las dos entidades clínicas que me-
jor expresan la interrelación entre un debilitado
sistema de defensa y un deteriorado estado nu-
tricional. El análisis pormenorizado de las cau-
sas de la desnutrición en ambos casos permite
desarrollar un tratamiento adecuado.

 Los avances desarrollados en los últimos años


han modificado el panorama vital de los pacien-
tes con sida. La llegada de los nuevos antirre-
trovirales de alta eficacia permite mayores su-
pervivencias con mejor calidad de vida. En estas
situaciones, mantener un adecuado estado nu-
tricional potencia estos efectos positivos. Existe
acuerdo unánime en que el abordaje nutricional
de los pacientes seropositivos debe ser precoz
y enérgico. Se debe plantear como parte de una
terapia combinada que, además de incluir los
antirretrovirales, las medidas de soporte nu-
tricional incluyan medidas farmacológicas que
modifiquen la respuesta metabólica.

1233
Capítulo 4.41. Nutrición en las enfermedades del sistema inmunológico

6. Bibliografía
Álvarez J. Alteraciones endocrinometabólicas en pacientes Preliminary guidelines for the evaluation and management of
infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. Rev dyslipidemia in adults infected with human immunodeficiency
Clin Esp 1994; 194 (5): 38-46. virus and receiving antiretroviral therapy: recommendations of
Revisión crítica de las primeras alteraciones hormonales regis- the adult AIDS clinical trial group cardiovascular disease focus
tradas en pacentes seropositivos y su implicación en el desarro- group. Clin Infect Disease 2000; 31: 1216-24.
llo de la desnutrición. Primer consenso en las medidas terapéuticas a tomar ante tras-
tornos dislipémicos aparecidos en VIH positivos en tratamientos
Evans P, Halliwell B. Micronutrients: oxidant/antioxidant status. con TARGA.
Brits J Nutr 2001; 85 Suppl 2: S67-S74.
Revisión muy interesante de los efectos antioxidantes de algu- Rennie KL, Hughes J, Lang R, Jebb SA. Nutritional management
nos micronutrientes. of rheumatoid arthritis: a review of the evidence. J Hum Nutr
Dietet 2003; 16: 97-109.
Henderson CJ, Panush RS. Diets, dietary supplements, and Revisión crítica de los resultados de la suplementación en la AR.
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N Am; 1999; 25: 937-68. Salas J, García Lorda P. The metabolic puzzle during the
Interesantísima revisión de los intentos de tratamientos que se evolution of HIV infection. Clin Nutr 2001; 20 (5): 379-91.
han intentado con dieta en enfermedades reumáticas. Ajustada revisión de los conocimientos actuales sobre los tras-
tornos metabólicos bien definidos relacionados con la pérdida
Kuvibidila S, Yu Lolie, Ode D, Warrier RP. The immune de peso en los pacientes seropositivos.
response in protein-energy malnutrition and single nutrients
deficiency. En: Nutrition and Immunology. DM Klufeld. New Sang-Cheol B, Soo-Jin K, Mi-Kyung S. Impaired antioxidant status
York, 1993: 121-56. and decreased dietary intake of antioxidants in patients with sys-
Se trata de un capítulo de un libro interesante, que revisa por- temic lupus erythematosus. Rheumatol Int 2002; 22: 238-43.
menorizadamente el papel de la alimentación en las enfermeda- Estudio original del estado de algunos micronutrientes en pa-
des autoinmunes, las alergias y el sida, si bien es cierto que sus cientes con LES.
referencias en este último punto han quedado obsoletas ante
la llegada de los nuevos antirretrovirales. Evidencia la falta de Swank RL, Goodwin J. Review of MS patient survival on a Swank
rigor de algunas afirmaciones que forman parte de un abordaje low saturated fat diet. Nutrition 2003; 19: 161-2.
“folclórico” de las enfermedades autoinmunes. Corto pero enriquecedor artículo de resultados de interven-
ción dietética en EM.
Macallan DC, Noble C, Baldwin C, et al. Prospective analysis of
patterns of weight change in stage IV human immunodeficiency Vieth R. Vitamin D supplementation, 25-hydroxyvitamin D
virus (HIV) infection. Am J Clin Nutr 1993; 58: 417-24. concentrations, and safety. Am J Clin Nutr 1999; 69: 842-56.
Se trata de un enfoque muy elegante que analiza las modifica- Revisión autorizada sobre los efectos biológicos de la su-
ciones del gasto energético total, demostrando que la pérdida plementación con vitamina D o su metabolito 25-DH-cole-
de peso de los pacientes seropositivos está más en relación con calciferol, así como sobre los aspectos relacionados con la
la disminución de la ingesta que con el aumento del gasto. seguridad.

Polo R. Manual de nutrición y sida, 3ª ed. Fundación Wellcome Zittermann A. Vitamin D in preventive medicine: Are we ig-
España, 2002. noring the evidence? Brit J Nutr 2003; 89: 552-72.
Se trata de un manual actualizado en el que, a través de sus 771 Importante artículo que repasa los múltiples datos existentes
páginas, se revisan extensamente todos los problemas relacionados sobre las distintas e interesantes funciones de la vitamina D,
con los trastornos nutricionales y el sida, y sobre todo los últimos además de su efecto antirreumático. Su lectura induce a la
efectos adversos presentados tras la instauración de la TARGA. reflexión.

7. Enlaces web
 www.gwn.wmory.edu/MEDWEB/medweb.html  www.inmunologia.org/main.htm

 www.senpe.com  www.ser.es

 www. seenweb.org  www.fase.es

1234
4.42. Nutrición en las alergias
e intolerancias alimentarias

Juan Carlos Vitoria Cormenzana Teba González Frutos


Capítulo 4.42.

Nutrición en las alergias e intolerancias


alimentarias

1. Introducción

2. Fisiopatología de la alergia alimentaria


2.1. Inmunidad de la mucosa gastrointestinal
2.2. Inmunorregulación en el intestino
2.3. Mecanismos patogénicos

3. Aspectos clínicos de la alergia alimentaria

4. Epidemiología de la alergia alimentaria

5. Intolerancias alimentarias

6. Diagnóstico

7. Tratamiento
7.1. Bases para la nutrición de lactantes y niños con hipersensibilidad alimentaria
7.1.1. Valoración del crecimiento
7.1.2. Entrevista dietética y etiquetado de alimentos
7.1.3. Necesidades nutricionales
7.1.4. Uso de suplementos en la alergia alimentaria
7.1.5. Dietas de eliminación
7.1.6. Dietas libres de alergenos y etiquetado de los alimentos
7.1.7. Contaminación cruzada
7.2. Tratamiento de la alergia a la leche de vaca en el lactante
7.3. Prevención de la alergia alimentaria en niños de alto riesgo
7.3.1. Lactancia materna en la prevención de la alergia alimentaria
7.3.2. Restricciones dietéticas en la dieta de la madre lactante
7.3.3. Papel inmunomodulador de la leche materna
7.3.4. Fórmulas hidrolizadas en la prevención de la alergia alimentaria
7.3.5. Fórmulas de soja en la prevención de la alergia alimentaria
7.3.6. Introducción de la alimentación complementaria (Beikost) y prevención
del riesgo alérgico
7.3.7. Probióticos y prevención de la alergia alimentaria
7.4. Otras medidas terapéuticas en la alergia alimentaria
7.5. Perspectivas futuras en el tratamiento de la alergia alimentaria
8. Resumen

9. Bibliografía

10. Enlaces web

Objetivos

n Conocer los distintos conceptos de reacción adversa, alergia, e intolerancia a los alimentos.
n Describir someramente la naturaleza de la respuesta inmune a los alimentos y cómo se desarrolla la tolerancia
oral a los mismos.
n Entender los mecanismos patogénicos que intervienen en la alergia alimentaria.
n Evaluar brevemente los aspectos clínicos principales, así como la epidemiología.
n Plantear resumidamente las distintas estrategias diagnósticas.
n Establecer las bases para la nutrición de los pacientes con alergia e intolerancia a los alimentos.
n Plantear las distintas estrategias para la prevención de la alergia alimentaria en el niño.
n Conocer otras medidas terapéuticas y las perspectivas futuras en el tratamiento de la alergia alimentaria.
1. Introducción

E
n las últimas dos o tres décadas ha aumentado la preocupación por las alergias
alimentarias en las sociedades desarrolladas occidentales. Sin embargo, la percep-
ción de las alergias alimentarias es distinta entre el público y el colectivo médico.
En los Estados Unidos, por ejemplo, uno de cada cuatro hogares cambia sus hábi-
tos dietéticos porque se cree que uno de los miembros de la familia tiene alergia a
algún alimento. Debido a la falsa creencia entre el público de que algunos síntomas
agudos son debidos a reacciones alérgicas inducidas por los alimentos, es muy im-
portante realizar una correcta evaluación y diagnóstico con el fin de evitar dietas
de eliminación innecesarias, que pueden perjudicar el crecimiento y desarrollo de
los lactantes y de los niños.
La finalidad de este Capítulo es conocer los conceptos de las distintas reacciones
adversas a los alimentos, y, de una forma somera, su fisiopatología, epidemiología, clínica
y métodos diagnósticos, para de esta forma poder entender las bases de la prevención
y tratamiento nutricional de estos procesos, objetivo principal del Capítulo.
Mucha de la controversia sobre las alergias alimentarias se debe a su nomencla-
tura. La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) ha propuesto
varias definiciones para las reacciones a los alimentos en función de los mecanismos
que impliquen dichas reacciones (Tabla I). Una reacción adversa es un término
genérico utilizado para describir cualquier reacción desfavorable que se produce
tras la ingestión de un alimento o de uno de sus componentes. El término alergia
alimentaria se refiere a aquellas reacciones adversas a un alimento que son me-
diadas por mecanismos inmunológicos. Se debe diferenciar la alergia alimentaria
(hipersensibilidad alimentaria) del resto de reacciones adversas a alimentos.
La primera distinción se debe hacer entre reacciones adversas tóxicas y reaccio-
nes no tóxicas. Las primeras dependen del alimento y no del individuo (p. ej., comer
setas venenosas) y las no tóxicas dependen de la persona y pueden ser el resultado
de los mecanismos inmunes (reacciones inmunomediadas: alergia) o reacciones en
las que no hay evidencia de que esté implicado el sistema inmune (reacciones no
inmunomediadas: intolerancia a alimentos).
El término intolerancia a alimentos se emplea cuando existe una reacción que evi-
dencia claramente que el responsable es el alimento pero no hay participación del
sistema inmune. Esta intolerancia se clasifica en: reacciones enzimáticas (producidas
por defecto enzimático en el individuo: el ejemplo más conocido es la deficiencia
de lactasa que origina intolerancia a la lactosa); reacciones farmacológicas (p. ej.,
por efecto de las aminas vasoactivas: histamina, tiramina, feniletilamina, serotonina
y metilxantinas que se encuentran en algunos alimentos de forma natural y que son
capaces de desencadenar reacciones clínicas gastrointestinales y neurálgicas) y reac-
ciones indeterminadas (donde se incluyen las reacciones adversas a los aditivos).

1239
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

Tabla 1. CLASIFICACIÓN DE LAS REACCIONES ADVERSAS A ALIMENTOS SEGÚN SU


MECANISMO (EUROPEAN ACADEMY OF ALLERGY AND CLINICAL IMMUNOLOGY)

Reacciones tóxicas: no dependen del individuo


• Intoxicaciones (intoxicación alimentaria, p. ej., por la ingesta de setas venenosas)
Reacciones no tóxicas: dependen del individuo
• Intolerancias
- Enzimáticas (p. ej., malabsorción de hidratos de carbono por deficiencia de lactasa, sacarasa
o isomaltasa, etc.)
- Farmacológicas
- Indeterminadas
• Inmunológicas
- Mediadas por IgE
i. Inmediatas (cutáneas, gastrointestinales, respiratorias, oculares, shock anafiláctico)
ii. Retardadas (dermatitis atópica)
- No mediadas por IgE
i. Enteropatía sensible a proteínas de leche de vaca y otras proteínas
ii. Esofagitis eosinófila
iii. Proctocolitis
iv. Otros cuadros más raros

2. Fisiopatología ca están rodeadas de cápsula. Por ello reciben el


de la alergia alimentaria nombre de tejido linfoide asociado a mucosas (no
capsulado) (MALT: Mucosa-Associated Lymphoid
2.1. Inmunidad de la mucosa Tissue).
gastrointestinal En el intestino delgado, el antígeno penetra a tra-
vés de unas células epiteliales especializadas, deno-
La naturaleza de la respuesta alérgica a los ali- minadas células M. Éstas son capaces de absorber
mentos es similar a cualquier otra respuesta in- y transportar los antígenos, para que sean proce-
mune: requiere un estímulo antigénico, unos an- sados y presentados a las células linfoides subepi-
tecedentes genéticos apropiados en el huésped y teliales por las células presentadoras de antígenos
la contribución del microambiente. Son los antíge- (APC: Antigen-Presenting Cells).
nos quienes manejan la respuesta pero es el micro- Las respuestas inmunes humorales a ni-
ambiente, en el que este antígeno es reconocido vel de la mucosa son principalmente del isotipo
por las células del sistema inmunitario, quien real- inmunoglobulina A (IgA). La IgA secretora es una
mente dicta la naturaleza de la reacción. En el caso inmunoglobulina que puede atravesar las membra-
de los antígenos alimentarios, el microambiente en nas mucosas y ayuda a impedir la entrada de los
cuestión es el tracto gastrointestinal. microorganismos y de las macromoléculas. Además
El sistema inmune de la mucosa en el tracto gas- del sistema MALT, se encuentra un gran número de
trointestinal supone una enorme superficie (unos linfocitos en el tejido conjuntivo de la lámina propia
400 m2) y constituye uno de los posibles sitios de y dentro de la capa epitelial (ver Capítulo 1.36).
entrada de numerosos antígenos (antígenos proce-
dentes de la dieta, virus y bacterias). De esta forma,
no debe extrañar que la evolución haya desarrolla- 2.2. Inmunorregulación
do defensas inmunitarias especializadas. Desde el en el intestino
punto de vista histológico, éstas consisten en teji-
dos que van desde acúmulos dispersos de linfoci- El desarrollo de tolerancia oral a los antígenos
tos hasta estructuras organizadas, pero que nun- alimentarios es el mecanismo por el cual no se ge-

1240
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

nera respuesta inmune a los antígenos de la dieta. 2.3. Mecanismos patogénicos


Existen varios factores implicados en el desarrollo
de la tolerancia oral: naturaleza del antígeno; facto- Existen varios factores que predisponen al de-
res genéticos del huésped; edad; dosis de antígeno sarrollo de alergia alimentaria. Uno de ellos es la
o tipo de la célula presentadora de antígeno; entre existencia de una historia familiar positiva de en-
todos ellos destaca la edad a la que son introduci- fermedad atópica. Otro factor es la deficiencia in-
dos los antígenos. munitaria de inmunoglobulina A (IgA). En los casos
Estudios realizados en modelos animales de ex- de gastroenteritis y desnutrición existe daño de la
perimentación con roedores muestran que los neo- barrera mucosa intestinal, el cual ha sido postulado
natos no son capaces de adquirir tolerancia cuando como factor contribuyente al desarrollo de alergia
se les administran antígenos de forma oral. La per- a la leche de vaca.Tal y como se ha mencionado an-
meabilidad intestinal en el neonato es mayor porque teriormente, la exposición precoz a los antígenos
las uniones entre las células epiteliales intestinales no alimentarios parece que es un factor que predispo-
son tan íntimas y se permite el transporte paracelu- ne a la alergia alimentaria.
lar de los antígenos. Todo esto permite a los antíge- La alergia puede estar mediada por anticuer-
nos desviarse de las vías habituales de regulación y pos o por células. En la mayoría de los pacientes, el
facilita una exposición a dichos antígenos que no ha- anticuerpo típicamente responsable de una reac-
bría ocurrido a través de las barreras físicas e inmu- ción alérgica es el isotipo inmunoglobulina E (IgE).
nológicas habituales del intestino. Las verdaderas alergias alimentarias (mediadas por
En determinadas situaciones patológicas se pue- mecanismos inmunológicos) son a menudo media-
de ver afectada la permeabilidad intestinal (déficit das por la inmunoglobulina E (IgE): es la reacción ti-
de IgA) e incluso en individuos sanos tras una ente- po I clásica de la clasificación de Gell y Coombs. Sin
ritis viral o algunas otras situaciones, está favoreci- embargo, también existe evidencia de que las reac-
do el paso de macromoléculas alimentarias, dando ciones tipo III mediadas por inmunocomplejos y las
lugar a una respuesta inmunológica aumentada. de tipo IV mediadas por células puedan tener im-
También las características del antígeno son de- portancia en la patogénesis de las reacciones que
terminantes. Su naturaleza, forma y tamaño influ- aparecen más tardíamente (4-48 h).
yen en la inducción de tolerancia. Los principales
antígenos alimentarios son glicoproteínas solubles
con peso molecular entre 5 y 70 kDa, resistentes a
la hidrólisis y estables a pH ácido. La forma del an- 3. Aspectos clínicos
tígeno es crucial para inducir tolerancia: por ejem- de la alergia alimentaria
plo, las formas solubles generan mayor tolerancia
mientras que las no solubles son más patogénicas. Los síntomas clínicos de la alergia alimentaria
Otro punto crítico es la dosis de antígeno adminis- son múltiples. Estos síntomas dependen de la es-
trado. Por último, la tolerancia oral está influencia- pecificidad del antígeno, de la predisposición gené-
da por la naturaleza de la célula presentadora de tica del individuo y de otros factores como son la
antígeno. edad del niño, y el lugar donde tenga lugar la expo-
Aunque los contenidos de la luz intestinal se en- sición al antígeno (el tracto gastrointestinal no es
cuentran con varias barreras que les impiden su únicamente uno de los órganos diana en la alergia
entrada (células epiteliales, glicocálix y enzimas), alimentaria sino también un vehículo de transpor-
una pequeña porción de los antígenos de la dieta te de estos antígenos a otros órganos donde pue-
es capaz de atravesar la barrera intestinal y puede den causar reacción).
desencadenar una respuesta inmune. En función de Los síntomas clínicos también varían en función
qué tipo de respuesta inmune sea la predominan- de los mecanismos patogénicos implicados (anti-
te se producirá bien tolerancia o bien hipersensibi- cuerpos contra las IgE, inmunidad mediada por las
lidad a dicho antígeno. En el caso de que domine la células T, sistema del complemento). Las reaccio-
respuesta de los linfocitos T helper tipo 2 (respues- nes pueden ser inmediatas o retardadas: si los sín-
ta Th2), se puede producir hipersensibilidad asocia- tomas aparecen en las dos primeras horas tras ha-
da a mecanismos mediados por la IgE. ber ingerido el alimento responsable, se habla de

1241
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

reacciones inmediatas, que son, en su mayoría, me- Con frecuencia la ESPLV se asocia a cuadros de
diadas por IgE. En el caso de que los síntomas apa- colitis, entendiendo por tal el síndrome derivado
rezcan cuando hayan transcurrido más de dos ho- de la inflamación del colon y que se manifiesta por
ras se habla de reacciones retardadas, que, en gran dolores cólicos y deposiciones sanguinolentas. En
medida, son mediadas por otros mecanismos dis- ocasiones la colitis puede ser la única manifesta-
tintos de la IgE. ción, habiéndose descrito incluso cuadros de es-
Las reacciones de alergia a alimentos mediadas treñimiento ligados a proctocolitis alérgica. Tam-
por IgE suelen aparecer entre los primeros minu- bién se ha asociado a una alergia alimentaria la
tos y las pocas horas tras haber entrado en con- esofagitis eosinofílica, que es un cuadro clínico
tacto con el alimento (reacciones inmediatas); en que cursa con una sintomatología fundamental-
personas muy sensibles, se pueden producir re- mente de vómitos, de una forma similar al reflujo
acciones simplemente con tocar u oler el alimen- gastroesofágico.
to. Raramente se producen reacciones retardadas
mediadas por IgE, aunque quizá una excepción a
esta cronología sea la dermatitis atópica producida
o agravada por alimentos. 4. Epidemiología
Los síntomas pueden ser muy variables, desde de la alergia alimentaria
leves hasta muy graves, yendo desde un ligero pi-
cor en la boca (síndrome oral) hasta cuadros gra- Es importante señalar que la evolución de la
ves como el shock anafiláctico que requiere aten- alergia a los alimentos no es estática, pudiéndose
ción urgente inmediata. producir tolerancia o sensibilización a alimentos en
Síntomas cutáneos: son los de menor gra- el mismo paciente a lo largo del tiempo, así como
vedad aunque pueden ser los más llamativos. Pue- coincidir dos o más alimentos causantes de la aler-
de aparecer urticaria, enrojecimiento generalizado gia en la misma persona. Por todo ello resulta difícil
de la piel, edema (hinchazón de labios y párpados) establecer porcentajes exactos al respecto.
y dermatitis atópica. En Europa se estima que la prevalencia en los
Síntomas respiratorios: rinoconjuntivitis, adultos se sitúa entre el 1,4 y el 2,4%, en niños en-
estornudos en salvas con mucosidad clara abun- tre el 0,3 y el 7,5%, y en individuos atópicos al-
dante y congestión nasal. Otras afectaciones respi- rededor del 10%. Aproximadamente el 35% de
ratorias menos frecuentes son el asma, edema de los niños con dermatitis atópica moderada a se-
glotis, broncoespasmo, etc. vera presentan síntomas cutáneos por alergia a
Síntomas gastrointestinales: náuseas, vó- alimentos.
mitos, diarreas, dolor abdominal, síndrome de aler- La mayor parte de las alergias alimentarias sue-
gia oral, cólico. len ocurrir durante los 2 primeros años de vida. En
Reacción anafiláctica: es un fallo multisis- diversos estudios realizados en población infantil
témico grave con afectación cutánea, respiratoria encaminados a determinar la prevalencia de aler-
y alteración hemodinámica. Si la afectación respira- gia a determinados alimentos se ha estimado que
toria y hemodinámica es importante puede llegar para el caso de la alergia a la proteína de leche de
a provocar un cuadro de shock, con asfixia y para- vaca es del 1,9-3,2%, del 2,6% para el huevo y del
da cardiorrespiratoria del paciente. Las reacciones 0,5-0,6% para los cacahuetes. La prevalencia de las
mortales pueden evolucionar rápidamente o co- reacciones alérgicas no mediadas por IgE, como
menzar con síntomas leves y progresar a parada puede ser la ESPLV, es mucho menor y ha disminui-
cardiorrespiratoria y shock en 1-3 horas. do de forma notable en las últimas décadas.
Las reacciones alérgicas a los alimentos no me- En España, se sitúa la alergia alimentaria en tor-
diadas por IgE suelen ser por lo general retarda- no al 7%; en cuanto a la alergia a proteína de leche
das, y en ellas es difícil establecer la relación cau- de vaca, los datos oscilan entre el 0,5 y el 7,5% de
sa efecto con la ingesta del alimento. El cuadro más la población durante el primer año de vida.
clásico es la enteropatía sensible a la leche de vaca Varios estudios indican que la alergia alimentaria
(ESPLV) y a otros alimentos, que cursa con diarrea es la causa principal de reacciones anafilácticas se-
crónica, malabsorción y retraso de crecimiento. veras tratadas en los servicios de urgencia. En Esta-

1242
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

dos Unidos, Canadá, Suecia, Francia y Reino Unido de gases y ácidos orgánicos). Los síntomas de la in-
se han comunicado reacciones adversas mortales tolerancia a la lactosa (dolor abdominal, flatulencia,
en niños, adolescentes y adultos que ingirieron ali- diarrea) se suelen confundir a menudo con los de
mentos a los que eran alérgicos. La mayoría de ellas la alergia a la leche de vaca y en ocasiones pueden
ocurrieron por la ingestión inadvertida del alimen- acompañar a la enteropatía sensible a proteínas de
to responsable de la reacción alérgica, en forma de leche de vaca, dada la presencia de una lesión de las
ingredientes “ocultos” en otros alimentos, como vellosidades intestinales y una disminución de la ac-
salsas, bizcochos, helados, dulces y galletas. tividad enzimática de la lactasa.
En total se han documentado más de 170 ali- En el caso de la intolerancia hereditaria a la fruc-
mentos diferentes como posibles causas de alergia tosa (menos frecuente), la deficiencia de la enzima
alimentaria. La frecuencia relativa con que distin- fructosa 1,6-bisfosfato aldolasa (en el hígado) con-
tos alimentos originan reacciones alérgicas depen- duce a la acumulación de fructosa-1-fosfato que
de directamente de los hábitos dietéticos. En Espa- actúa como inhibidor competitivo de la fosforilasa
ña, el huevo (34,4%), el pescado (30,4%), y la leche del glucógeno hepático. Como resultado se inhibe
de vaca (24,5%) son los alimentos más comunes la conversión del glucógeno a glucosa causando hi-
como causa de alergia alimentaria en niños; mien- poglucemia. El tratamiento implica la completa ex-
tras que las frutas, los crustáceos y los frutos se- clusión de la fructosa de la dieta con el fin de evi-
cos tienen especial relevancia en adultos. Las legu- tar hipoglucemias. Existen otros déficit enzimáticos
minosas representan una causa común en ambos que se pueden comportar de maneras similares.
grupos de edad. En ocasiones las intolerancias alimentarias se
deben a la acción farmacológica de algún producto
contenido en el alimento, como cafeína, aminas va-
soactivas (histamina, tiramina, metil-xantinas), aditi-
5. Intolerancias vos alimentarios (sulfitos, nitritos, colorantes), etc.
alimentarias Las aminas vasoactivas (tiramina, histamina, fe-
niletilamina, serotonina) forman parte de algunos
Constituyen un grupo variado de reacciones ad- alimentos entre los que se encuentran los que-
versas no tóxicas que no están causadas por meca- sos, sardinas, arenques, filetes de anchoa, atún, ali-
nismos inmunológicos y que pueden ser de origen mentos fermentados, bebidas alcohólicas, etc. Estas
enzimático farmacológico o indeterminado. Los aminas proceden de la descarboxilación de algu-
síntomas que causan las intolerancias alimentarias nos aminoácidos que tiene lugar durante los pro-
incluyen trastornos gastrointestinales, cutáneos y cesos de fermentación, cocinado o almacenamien-
respiratorios que a menudo son confundidos con to de dichos alimentos. Los efectos de estas aminas
los de la alergia alimentaria. Por este motivo, a la son diferentes: la histamina a altas dosis produce
hora de establecer el diagnóstico de las alergias ali- constricción de la musculatura lisa del intestino y
mentarias se debe descartar la posibilidad de que los bronquios, y disminución de la presión sanguí-
se trate de una intolerancia alimentaria. nea. En el caso de la tiramina (quesos, cerveza, vi-
Pueden ser debidas a alteraciones metabólicas, no, atún, chocolate, embutidos) se debe tener es-
como el déficit de disacaridasas o de otras enzi- pecial precaución en pacientes que estén tomando
mas. La sintomatología sobreviene con la ingesta fármacos inhibidores de la mono-amino-oxidasa
de algún sustrato cuya vía metabólica está altera- (IMAO) ya que ésta puede interferir con estos fár-
da. Así ocurre, por ejemplo, en la intolerancia a la macos causando hipertensión y dolor de cabeza.
lactosa (déficit de la enzima lactasa, una β-galacto- También existe una serie de reacciones indeter-
sidasa producida por los enterocitos del intestino minadas a los aditivos alimentarios. Entre éstos, cabe
delgado). La deficiencia de la lactasa consiste en la mencionar los más comunes y que pueden causar
ausencia total o parcial de esta enzima en la muco- reacciones en personas sensibles, como el asparta-
sa intestinal. Los sujetos afectos no son capaces de mo, los benzoatos, butil-hidroxi-anisol (BHA) y bu-
hidrolizar la lactosa ingerida y como consecuencia til-hidroxi-tolueno (BHT), colorantes (tartracina,
de su paso al intestino grueso se produce diarrea eritrosina), glutamato monosódico, nitratos y nitri-
osmótica y fermentación bacteriana (producción tos, parabenos y sulfitos (ver Capítulo 2.15).

1243
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

La sintomatología clínica atribuida a los aditivos cuantificación de los niveles de IgE específica pro-
alimentarios es muy amplia, siendo los síntomas porciona a determinados títulos valores predicti-
más comunes aquellos que afectan al aparato res- vos positivos del 95% para la leche de vaca, huevo,
piratorio (en particular, asma y rinitis) y la piel (ur- cacahuetes, soja y pescado. Sin embargo, estos ha-
ticaria y angioedema, dermatitis de contacto, etc.). llazgos son difícilmente extrapolables para otros
En el caso de los nitritos, es muy conocida la meta- alimentos, grupos distintos de edad o incluso pa-
hemoglobinemia que se produce en algunos niños ra pacientes con alergia a alimentos sin dermati-
al ingerir verduras con alto contenido en éstos. tis atópica.
Las pruebas cutáneas se realizan mediante la téc-
nica de prick (punción) con extractos alergénicos
glicerinados o mediante prick-prick con el alimento
6. Diagnóstico natural (frutas, verduras, especias…). Son de gran
utilidad en la evaluación inicial de los pacientes con
El diagnóstico de las reacciones alérgicas a ali- sospecha de reacciones mediadas por IgE. Se consi-
mentos debe incluir el establecimiento de forma dera que el test es positivo si el tamaño de la pápu-
clara de una reacción causa efecto entre la inges- la tiene, al menos, un diámetro 3 mm mayor com-
tión del alimento y los síntomas clínicos así co- parado con la provocada por el prick control. En la
mo la identificación del mecanismo inmunológico actualidad, una prueba cutánea positiva se conside-
subyacente. ra de valor diagnóstico sólo en aquellos casos de
La historia clínica y la exploración física cons- reacción anafiláctica severa después de ingestión
tituyen la primera pieza del abordaje diagnóstico. de un alimento aislado, ya que esta técnica tiene
La anamnesis debe poner de manifiesto la presen- un valor predictivo inferior al 60% con relación al
cia de síntomas y signos agudos en relación con método de provocación oral (ver más adelante). Sin
la ingesta del alimento/s, como aparición de habo- embargo, la negatividad en las pruebas cutáneas es
nes, disfonía, rinorrea, congestión nasal, hidrorrea, un excelente método para excluir una posible reac-
prurito nasoocular, disnea, exantema, náusea, vómi- ción alérgica mediada por IgE (el valor predictivo
tos, dolor abdominal, diarrea y síncope. Mediante negativo es superior al 95%).
la historia clínica se intenta establecer que el pa- Tanto los tests cutáneos como el método RAST
ciente tenga una alergia a alimentos basándose en detectan la presencia de IgE específica contra un
los síntomas, la sospecha del alimento que puede antígeno alimentario determinado (sensibilización),
producir la reacción y la relación causa efecto en- pero debido a que puede existir sensibilización sin
tre ambos. presentar sintomatología clínica, los tests solamen-
En las formas no mediadas por IgE es más difí- te se pueden utilizar en el diagnóstico si son con-
cil establecer esta relación, pero la historia clínica gruentes con la historia clínica.
de diarrea y/o vómitos, heces sanguinolentas, fallo La provocación oral con alimentos se conside-
del medro, u otros síntomas digestivos, orientan al ra actualmente el estándar diagnóstico de la alergia
diagnóstico de ESPLV o proctocolitis u otros sín- alimentaria. Mientras que las otras pruebas propor-
dromes más raros. Es muy importante conocer el cionan información sobre la existencia del meca-
historial familiar para saber si el paciente tiene an- nismo patogénico, no predicen de forma precisa y
tecedentes en su familia de enfermedades alérgi- consistente la existencia de reactividad clínica. Só-
cas o constitución atópica (familias predispuestas lo la provocación oral constituye el procedimiento
a alergias). definitivo para verificar una relación causal entre la
En cuanto a la determinación de anticuerpos ingesta del alimento y las supuestas manifestacio-
IgE en el suero, el RAST (RadioAllergoSorbent nes clínicas. Ésta no debe realizarse en los cuadros
Test) constituye una ayuda importante para el anafilácticos severos o aquellas situaciones que
diagnóstico. La mayoría de estas técnicas han sido contraindiquen la utilización de adrenalina o dismi-
validadas frente a las pruebas cutáneas y presen- nuyan su eficacia.
tan una sensibilidad y especificidad similares, pero Las provocaciones orales con alimentos pueden
raramente lo han sido frente al método de pro- realizarse de forma abierta (paciente y médico co-
vocación oral. Estudios recientes muestran que la nocen el contenido de la provocación), simple cie-

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J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

go controlado con placebo (si únicamente el médi- nes de riesgo nutricional en las que el crecimiento
co conoce el contenido de la provocación) o doble se puede ver comprometido.
ciego controlado con placebo (ni el paciente ni el
médico conocen el contenido de la provocación).
Esta última se considera hoy en día el mejor están- 7.1. Bases para la nutrición
dar diagnóstico de la alergia a alimentos, pero dada de lactantes y niños con
su complejidad se reserva para los estudios de in- hipersensibilidad alimentaria
vestigación. Por lo general una provocación abierta
se considera suficiente para el manejo clínico. 7.1.1. Valoración del crecimiento
Las pruebas de provocación oral se realizan siem-
pre en centros hospitalarios y consisten en dar, de En la atención pediátrica de cualquier niño se
forma pautada, el alimento sospechoso de causar debe realizar una correcta evaluación nutricional y
alergia para así poder observar sus posibles reaccio- valoración del crecimiento. En el caso de la valora-
nes y descartar o confirmar la alergia. La dosis de la ción del crecimiento se utilizarán los mismos prin-
provocación dependerá de la gravedad de la sinto- cipios que para los niños sanos de esa población:
matología y será tanto más pequeña cuanto más im- curvas para el peso, talla, perímetro craneal, perí-
portante haya sido el cuadro clínico. metro braquial, y velocidad de crecimiento (cm/
año). El dato que proporciona la velocidad de cre-
cimiento es un índice más sensible que la talla o el
peso en un momento puntual, ya que es una medi-
7. Tratamiento da de los cambios de estos parámetros a lo largo
del tiempo. En el caso de que la velocidad de cre-
Una vez que se ha establecido con certeza el cimiento no fuera la adecuada, habría que realizar
diagnóstico de alergia alimentaria clínica, el siguien- una valoración del estado nutricional y, si fuese ne-
te paso es instaurar una dieta estricta de elimina- cesario, dar asesoramiento nutricional.
ción del alimento causante de la sintomatología. La
utilización indiscriminada de dietas de eliminación
sin un diagnóstico fiable es una práctica que no se 7.1.2. Entrevista dietética
debe realizar. y etiquetado de alimentos
En la alergia a alimentos, lo más frecuente es que
se produzca una tolerancia con el curso del tiem- Para realizar una correcta valoración del esta-
po. Sin embargo, existen casos en que la sensibiliza- do nutricional se puede realizar al paciente una en-
ción puede durar toda la vida. cuesta nutricional de “Recuerdo de 24 horas” o
Por ello, la educación del paciente y de sus fami- un “Diario dietético” de 3 días en el que se indi-
lias es fundamental para saber cómo evitar el an- quen todos los alimentos que son ingeridos en di-
tígeno alimentario responsable. Además, se debe chos intervalos de tiempo. También es útil realizar
instruir a los pacientes y a sus entornos en cómo un diario de la relación alimentos/síntomas (una o
reconocer los síntomas iniciales de la alergia ali- dos semanas) en el que son recogidos datos sobre
mentaria y sobre cómo actuar en caso de que és- el tipo de alimento, la hora y la cantidad ingerida,
ta ocurra. la hora de aparición de los síntomas (si los hubie-
Por último, se ha de garantizar que la dieta sea la ra) y los fármacos utilizados (los fármacos podrían
adecuada para asegurar un crecimiento y desarro- cambiar la percepción de los síntomas). Estos da-
llo adecuados, a pesar de que se eliminen de la mis- tos son de gran utilidad no sólo para interpretar
ma los alimentos causantes. Los alimentos que se los síntomas observados al ingerir ciertos alimen-
eliminan de la dieta pueden ser cruciales en deter- tos, sino también como medio para informar sobre
minadas etapas de la vida, como, por ejemplo, lo es la idoneidad de la dieta durante el seguimiento.
la leche en la época de lactancia. Además, esta die- Se debe tener presente que los alimentos cau-
ta de eliminación tiene una especial relevancia en santes de alergia pueden encontrarse en los pre-
el caso de las alergias múltiples a varios alimentos parados alimenticios de forma oculta, ocasionan-
(leche, huevo, trigo, etc.) que puede crear situacio- do una ingesta accidental que puede ser nefasta

1245
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

en alguna ocasión. Cantidades mínimas de antíge- es apropiado tanto desde el punto de vista cua-
no alimentario, incluso de trazas, pueden desen- litativo como cuantitativo. Si la ingesta de proteí-
cadenar la reacción alérgica. Se recomienda, por nas de alto valor biológico estuviese comprome-
tanto, leer minuciosamente las etiquetas de es- tida se podría justificar la utilización de fórmulas
tos preparados y conocer bien las posibles deno- hidrolizadas y/o elementales con el fin de asegu-
minaciones de los alimentos no tolerados, para rar estos aportes. Asimismo, en determinados ca-
poder así identificarlos. Por tanto, la declaración sos, se deberían valorar las necesidades aumenta-
de ingredientes que figura en la etiqueta de los das de algunos nutrientes, como, por ejemplo, en
alimentos envasados proporciona una informa- el caso de una dermatitis atópica moderada o se-
ción esencial para los consumidores alérgicos a vera, en la que habría que considerar los aportes
alimentos. de calorías y proteínas en función del grado de
En 1999, la comisión del Codex Alimentarius adop- afectación cutánea.
tó una lista de alimentos e ingredientes que se sa- b) Grasas: la ingesta de grasa no sólo propor-
be provocan hipersensibilidad, por lo que siempre ciona las calorías adecuadas sino que también cu-
deben declararse. Son éstos: cereales que contie- bre los requerimientos de ácidos grasos esenciales
nen gluten, como trigo, centeno, cebada y sus varie- (AGE) del niño. El ácido linoleico y uno de sus deri-
dades híbridas; crustáceos, huevos, pescado, caca- vados, el ácido araquidónico (20:4 n-6), son precur-
huetes, soja, leche (incluida la lactosa), nueces y los sores de los eicosanoides (prostaglandinas y leuco-
productos derivados. Asimismo entre los aditivos trienos) implicados en mecanismos de señalización
se deben declarar los sulfitos cuando se encuen- celular. Asimismo, el α-linolénico junto con uno de
tran en concentraciones de 10 mg/kg o superiores. sus derivados, el ácido eicosapentaenoico, son im-
portantes componentes estructurales del cerebro
y la retina.
7.1.3. Necesidades nutricionales Los requerimientos óptimos de AGE de las fa-
milias n-3 y n-6 no se conocen con exactitud. El
Se debe realizar la evaluación de la calidad de Comité de Nutrición de la Academia Americana
la dieta y del grado de cumplimiento de la misma de Pediatría (AAP) recomienda que entre el 1 y el
con el fin de prevenir problemas en el crecimiento 4,5% de la ingesta energética provenga del ácido li-
y desarrollo. Hay que prestar atención a la ingesta noleico, y el 1% de linolénico, lo que garantizaría un
energética, de proteínas, grasas, vitaminas, minera- adecuado aporte de AGE para el crecimiento de
les y elementos traza, en las dietas de estos niños los tejidos, el mantenimiento de la integridad celu-
con alergia alimentaria. También cobra especial im- lar estructural y la formación de eicosanoides. La
portancia el reparto de macronutrientes (hidratos ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterolo-
de carbono, proteínas y grasas) porque la propor- gía, Hepatología y Nutrición Pediátrica), sin embar-
ción de proteínas de la dieta se puede ver altera- go, indica que el rango de ácido linoleico se debe
da. No se debe olvidar que los alergenos son pro- situar entre el 4,5 y el 10,8% de la energía total, y
teínas y que en las dietas de eliminación se puede que la relación ácido linoleico/α-linolénico sea de
cambiar la proporción de éstas, con lo que al final 5-15 (ver Capítulo 1.13).
cambiarían todas las proporciones de los macro- Los aceites vegetales (salvo el aceite de coco)
nutrientes. son predominantemente insaturados con un al-
a) Valor energético de la dieta y pro- to contenido en ácido linoleico y baja cantidad de
teínas: como se ha comentado anteriormente, ácido α-linolénico. Las principales fuentes de áci-
las necesidades nutricionales de los niños alér- do α-linolénico son los pescados azules, aceites
gicos son similares a la de los niños de la po- de pescado y el aceite extraído de las semillas de
blación de referencia. Se pueden consultar las la onagra (Oenethera biennis) (ver Capítulo 2.11). Se
tablas de las Dietary Reference Intakes (DRI) debe conseguir que la dieta proporcione valores
norteamericanas para estimar las necesidades equivalentes de grasas saturadas, monoinsaturadas
nutricionales (ver Capítulo 3.2). y poliinsaturadas. Se recomienda utilizar aceites ve-
En el caso de las proteínas, es importante ase- getales como oliva, girasol, maíz, o soja, con el fin
gurar que el contenido en aminoácidos esenciales de conseguir la cantidad óptima de ácidos grasos

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J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

Tabla 2. VITAMINAS Y MINERALES APORTADOS POR VARIOS ALIMENTOS ANTIGÉNICOS

Antígeno alimentario Vitaminas y minerales


Leche Vitaminas A, D, riboflavina, ácido pantoténico, B12, calcio y fósforo
Huevo Vitamina B12, riboflavina, ácido pantoténico, biotina y selenio
Tiamina, riboflavina, piridoxina, ácido fólico, calcio, fósforo, magnesio,
Soja
hierro y zinc
Trigo Tiamina, riboflavina, niacina, hierro
Cacahuetes Vitamina E, niacina, magnesio y cromo

mono y poliinsaturados, así como los ácidos gra- co, vitamina B12, vitamina A y vitamina D deberán
sos esenciales. ser aportados por otras fuentes. La suplementa-
c) Hidratos de carbono: los hidratos de ción del calcio y de la vitamina D es fundamental
carbono son la fuente principal de energía y apor- en los individuos alérgicos a la leche de cualquier
tan entre el 40-60% de los requerimientos energé- edad. Conseguir la cantidad de calcio necesario a
ticos de la dieta. Los cereales, las frutas y las verdu- través de otros alimentos distintos de los lácteos
ras son buenas fuentes de hidratos de carbono. Se es bastante difícil. Existen algunas bebidas alterna-
debe insistir en que se consuman hidratos de car- tivas (de soja y arroz) enriquecidas en calcio, y su-
bono complejos no sólo por su aporte energético plementos de este mineral que están exentos de
sino también por su aporte en fibra dietética. proteínas lácteas.
d) Vitaminas, minerales y elementos
traza: en las dietas de eliminación se deben ofre-
cer alternativas a los alimentos que son eliminados 7.1.4. Uso de suplementos
con el fin de aportar los nutrientes que se puedan en la alergia alimentaria
perder. Se debe considerar la posibilidad de que
exista riesgo nutricional tanto en el caso de las die- En el caso de niños con alergia alimentaria se
tas de eliminación por sospecha de alergia alimen- debe considerar incluir suplementos con el fin de
taria como en el caso de que ésta sea por una elec- complementar la ingesta de determinados nutrien-
ción personal. tes. Éstos incluyen tanto formulaciones completas
Se pueden emplear las tablas de las DRI como como suplementos vitamínicos y minerales (ver Ca-
guía para conocer los requerimientos de los niños pítulo 4.5).
con alergia alimentaria, si bien las cantidades exac- En lo que respecta a las fórmulas completas,
tas no se conocen con exactitud. En un estudio re- existen diversos estudios sobre el uso de hidroli-
ciente se revisó la ingesta de un grupo de niños (de zados proteicos de alto grado o de fórmulas ele-
1 a 9 años) con alergia alimentaria y se comprobó mentales en lactantes y niños pequeños con aler-
que las ingestas de algunos nutrientes (calcio, hie- gia alimentaria. La utilización de estos preparados
rro, vitamina D, vitamina E y zinc) eran deficitarias se ha llevado a cabo con éxito en niños con aler-
y que eran aportados en una cantidad inferior al gia a proteína de leche de vaca. No obstante, exis-
67% de las DRI. ten casos de sensibilización incluso a los hidroliza-
La Tabla 2, sobre vitaminas y minerales aporta- dos de alto grado. En el caso de las fórmulas a base
dos por varios alimentos antigénicos, puede ser de de aminoácidos se ha visto que hacen desaparecer
utilidad a la hora de determinar qué nutrientes se los síntomas que no se conseguían aliviar comple-
pueden ver afectados con la dieta de eliminación. tamente con las fórmulas hidrolizadas.
Por ejemplo, si la alergia es causada por un ali- Recientemente, en un estudio publicado por
mento que es un contribuyente importante co- Isolauri en el que se valoró el crecimiento de un
mo la leche de vaca, se deben evitar todos los grupo de 100 niños con alergia a la leche de vaca
alimentos del grupo de la leche. Por consiguien- (mayores de 12 meses de edad) y un grupo con-
te, el calcio, fósforo, riboflavina, ácido pantoténi- trol de niños sanos con idénticas características de

1247
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

edad y sexo, se observó que los valores de peso, la alimentación. La duración de la dieta de prueba
talla y velocidad de crecimiento eran menores en puede ir desde una semana para los síntomas agu-
el grupo de los niños con alergia. Asimismo, se pu- dos (erupciones) hasta incluso ocho semanas para
do constatar que la edad de aparición de los sínto- los síntomas crónicos como los vómitos o diarrea
mas, y aquélla a la que se instauraba la dieta de eli- que se producen en algunas enfermedades gastro-
minación, eran los factores que más contribuían a intestinales de origen alérgico.
los problemas de crecimiento. Cuando exista la sospecha de que haya más de
En otro estudio multicéntrico doble ciego se un alimento causante de alergia alimentaria se sue-
evaluó la eficacia de las fórmulas a base de ami- le prescribir una dieta “oligoantigénica” que con-
noácidos versus las fórmulas altamente hidroliza- siste en una dieta personalizada para cada situa-
das. Analizaron el crecimiento y la mejora de los ción particular en la que se evite la ingestión de los
síntomas en un grupo de 73 niños con alergia/ antígenos alimentarios en cuestión. La personaliza-
intolerancia a leche de vaca y dermatitis atópica. ción de la dieta es importante no sólo para asegu-
Pudieron observar que los síntomas mejoraban en rar una adecuada selección de los alimentos per-
los dos grupos, ambos con similares ingestas ener- mitidos, sino también para garantizar un adecuado
géticas. En los que tomaban la fórmula elemental se cumplimiento de dicha dieta. En el caso de que los
advirtió que mejoraba más el crecimiento (espe- síntomas atribuidos a los alimentos persistieran,
cialmente la talla) en relación con el grupo que to- se debería revisar la dieta para asegurarse de que
maba la fórmula altamente hidrolizada. no se hayan añadido alergenos a la dieta de forma
Cuando las necesidades proteicas no pueden inadvertida.
ser cubiertas mediante los alimentos permitidos Un ejemplo de dieta de eliminación, en caso de
en la dieta, como en el caso de los niños con aler- alergia a leche de vaca y productos lácteos, con-
gias alimentarias múltiples, puede estar especial- siste en dar una fórmula elemental a base de ami-
mente indicada la utilización de las fórmulas ele- noácidos y complementar la alimentación con la
mentales, para garantizar una adecuada ingesta de adición de arroz o maíz. En caso de que las fórmu-
aminoácidos esenciales. las altamente hidrolizadas sean toleradas, se puede
optar por éstas.
Es muy importante adecuar las texturas de las
7.1.5. Dietas de eliminación comidas a la edad del niño no sólo para satisfacer
sus necesidades nutricionales sino también para
Las dietas de eliminación se deben manejar con continuar con el proceso de aprendizaje de las ha-
precaución, especialmente si un grupo o varios ali- bilidades del niño (orales y manejo de utensilios).
mentos están restringidos. Existen informes acer- Independientemente de la causa subyacente res-
ca de la mala utilización de las dietas de eliminación. ponsable, se debería procurar la ayuda de un dietis-
Éstas pueden producir una inadecuada ingesta caló- ta, sobre todo en el caso de los niños con alergias
rica y un fracaso del crecimiento en diferentes sec- alimentarias múltiples. Ellos deberían planificar die-
tores de la población. La identificación precisa del tas que permitan un adecuado crecimiento y de-
alergeno alimentario es crítica no sólo para la reso- sarrollo y que también fuesen agradables para los
lución de los síntomas, sino también para evitar una pacientes.
innecesaria restricción de alimentos de la dieta.
La provocación oral es importante para deter-
minar si es necesario continuar con la dieta de eli- 7.1.6. Dietas libres de alergenos
minación de un determinado alimento, o por el y etiquetado de los alimentos
contrario, si éste se puede incluir de nuevo en la
dieta. La eliminación de alimentos como la leche, tri-
Cuando las dietas de eliminación son empleadas go, soja o cacahuetes no es un proceso tan sencillo.
en el proceso de diagnóstico, éstas tienen una du- Decirles a los pacientes “que eviten la leche” es co-
ración determinada. Los síntomas atribuidos al ali- mo decirle a un diabético “que se ponga insulina”,
mento en cuestión deberían resolverse y volver a es decir, si no se dan una serie de instrucciones no
reaparecer cuando el alimento es reintroducido en sirve absolutamente de nada.

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J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

Tabla 3. SUSTANCIAS QUE FIGURAN EN LAS ETIQUETAS DE LOS PRODUCTOS


ALIMENTICIOS QUE PUEDEN CONTENER ALERGENOS ALIMENTARIOS

Mantequilla, aroma de mantequilla, crema agria, queso, caseína, caseinatos (de


calcio, magnesio, potasio y sodio), hidrolizados (de caseína, de leche, de proteínas
Leche
de leche, y suero), lactoalbúmina, lactoglobulina, lactosa, lactulosa, sólidos lácteos,
leche en polvo, sólidos lácteos no grasos, suero, seroproteínas, yogur, etc.
Albúmina, huevo (clara, yema, desecado, en polvo, sólidos de huevo), mayonesa,
Huevo livetina, lisozima, ovoalbúmina, ovomucina, vitelina, coagulante, emulsificante,
ovomucoide, E-161b (luteína, pigmento amarillo), etc.
Cacahuetes, almendras, nueces del Brasil, anacardos, avellanas, pipas de girasol,
Frutos secos pistachos, piñones, castañas, nueces, nuez pacana, nuez de macadamia, mazapán
/pasta de almendra, turrón, mantequilla de frutos secos (de cacahuete...), etc.

Los alergenos se pueden encontrar ocultos en seguir el color que éste proporciona a los alimen-
alimentos insospechados, como, por ejemplo, pro- tos rebozados.
teínas lácteas o de huevo en productos de panade- En cuanto a la normativa que regula el etiqueta-
ría, etc. La Tabla 3 muestra una enumeración de do de alimentos, se acaba de aprobar recientemente
sustancias que figuran en las etiquetas de los pro- la Directiva 2003/89/CE (del Parlamento Europeo y
ductos alimenticios que pueden contener alerge- del Consejo, de 10 de noviembre de 2003) respecto
nos alimentarios. a la indicación de los ingredientes presentes en los
La adherencia y cumplimiento de la dieta de eli- productos alimenticios.
minación se ve afectada en gran medida por el nú- La mayor aportación se refiere a aquellos ingre-
mero de alimentos eliminados. No es lo mismo si dientes causantes de la mayor parte de alergias o de
se trata de un niño con alergia al plátano que un ni- intolerancias alimentarias, para lo que se establece
ño con alergia al huevo. En el caso del plátano, única- una lista de ingredientes causantes de la mayoría de
mente se tendrá que eliminar este alimento, lo cual los casos, y en la que no se va a admitir excepción al-
supone un inconveniente pero no presenta mayores guna en materia de etiquetado (Tabla 4).
complicaciones. Sin embargo, en el caso de la alergia Atendiendo a las conclusiones realizadas por el
al huevo, la eliminación completa de la dieta resulta Comité Científico de Alimentación Humana, que re-
más complicada por la ubicuidad del huevo como in- conocen que “entre los alergenos alimentarios más
grediente en los preparados alimenticios. corrientes se encuentran la leche de vaca, las frutas,
Por tanto, es sumamente importante educar so- las leguminosas (en particular los cacahuetes y la so-
bre cómo evitar los alimentos que contengan hue- ja), los huevos, los crustáceos, las nueces, el pescado,
vo (mayonesa, helados, merengue…) y sobre cómo las hortalizas (el apio y otros alimentos de la familia
identificar los ingredientes que aparecen en las eti- de las umbelíferas), el trigo y otros cereales”, presen-
quetas y que indican la presencia de proteína de tes en una gran variedad de alimentos preparados,
huevo. Así, los padres deberían saber qué ingredien- la nueva normativa incluye una lista de ingredientes
tes identifican fácilmente la presencia de huevo (cla- susceptibles de producir alergias o intolerancias que
ra de huevo), ingredientes cuyos nombres no son tienen que ser mencionados siempre que estén pre-
tan obvios (ovomucoide, globulina) e incluso otros sentes en el producto final (Tabla 4).
ingredientes que pueden estar fabricados o no a Según esta normativa, será de declaración obliga-
partir de huevo (lecitina, aroma natural, etc.). toria en la lista de ingredientes la presencia de cual-
Por último, se debe enseñar a los padres a pre- quier cantidad de los alimentos arriba mencionados.
parar recetas de alimentos en los que se sustituya Esta lista queda pendiente de revisión sistemática y,
el alimento alergénico por otras alternativas, como si procede, se actualizará en función de los conoci-
por ejemplo, rebozar los alimentos en zumo de na- mientos científicos. Además, cualquier ingrediente
ranja y harina con el fin de sustituir el huevo y con- incluido en la composición del alimento deberá ser

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Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

Tabla 4. LISTA DE INGREDIENTES CAUSANTES DE LA MAYORÍA DE LOS CASOS


DE ALERGIA E INTOLERANCIA ALIMENTARIA

• Cereales que contengan gluten (es decir, trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut o sus variedades
híbridas) y productos derivados
• Crustáceos y productos a base de crustáceos
• Huevos y productos a base de huevo
• Pescado y productos a base de pescado
• Cacahuetes y productos a base de cacahuetes
• Soja y productos a base de soja
• Leche y sus derivados (incluida la lactosa)
• Frutos de cáscara: almendras (Amygdalus communis L.), avellanas (Corylus avellana), nueces (de nogal)
(Juglans regia), anacardos (Anacardium occidentale), pacanas [Carya illinoinensis (Wangenh.) K. Koch],
castañas de Pará (Bertholletia excelsa), pistachos (Pistacia vera), nueces macadamia y nueces
de Australia (Macadamia ternifolia), y productos derivados
• Apio y productos derivados
• Mostaza y productos derivados
• Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo
• Anhídrido sulfuroso y sulfitos en concentraciones superiores a 10 mg/kg o 10 mg/l expresado
como SO2

enumerado en la lista de ingredientes siempre que En algunos países (Canadá, Estados Unidos,
constituya más del 2% del producto acabado. Esta Australia, Reino Unido) se utiliza el etiquetado
misma disposición se aplica también a las especias. precautorio con el fin de avisar a los consumido-
Los aditivos alimentarios se encuentran tam- res de la posible presencia de alergenos en sus
bién sometidos a las normas de etiquetado para productos debida a la contaminación cruzada. Es-
dar la información adecuada a los consumidores te etiquetado precautorio aparece redactado de
que sufren de alergias alimentarias (Diario Oficial diversas formas: “Podría contener trazas de fru-
de la Unión Europea, L 308, 46º año, 25 de noviem- tos secos”, “Podría contener…”, “Elaborado en el
bre de 2003). mismo lugar que…”, etc. Este etiquetado precau-
torio no es obligatorio según la legislación vigente
en España (Real Decreto 1334/1999, por el que se
7.1.7. Contaminación cruzada aprueba la Norma general de etiquetado, presen-
tación y publicidad de los productos alimenticios)
Una de las fuentes más importantes de alergenos pero proporciona información muy útil y podría
es la contaminación cruzada. El contacto con un ali- ser un elemento importante para aumentar la se-
mento a nivel incluso de trazas supone un grave pro- guridad alimentaria en los individuos con alergia.
blema para los pacientes alérgicos. La contaminación
cruzada puede deberse a errores en el procesado
de los alimentos, cuando se añade un ingrediente 7.2. Tratamiento de la alergia
por error, cuando no se ha limpiado el equipamien- a la leche de vaca en el lactante
to correctamente o cuando se comparte una mis-
ma línea de producción para varios productos. Es- El tratamiento de la alergia a la leche de va-
ta misma contaminación cruzada se puede producir ca (LV) consiste en la completa eliminación de las
cuando los alimentos son troceados o fileteados con proteínas de LV, de la dieta del paciente. Debido a
los mismos utensilios que han sido utilizados para los que en el caso de la ESPLV se asocia con frecuencia
alimentos alergénicos (quesos, carnes, jamón…). una intolerancia a la lactosa, ésta debe ser también

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J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

Tabla 5. TIPOS DE FÓRMULAS HIDROLIZADAS

Hidrólisis Hidratos Lípidos


proteica de carbono

Dietas semielementales (FH) ++++ Dextrinomaltosa MCT


No lactosa
Fórmulas extensivamente ++++ Lactosa No MCT
hidrolizadas (FH)
Fórmulas parcialmente ++ Lactosa No MCT
hidrolizadas
MCT: triglicéridos de cadena media.

eliminada de la dieta, sobre todo en las primeras fa- materna. Las FH tienen mal sabor, lo cual hace que
ses cuando la lesión intestinal es evidente. algunos lactantes previamente alimentados con le-
Las características de una fórmula alternativa che materna o fórmulas convencionales las recha-
ideal son: cen, pero en general son bien aceptadas. Un incon-
a) Que no tenga reactividad cruzada entre las veniente adicional es su alto coste.
proteínas de la leche de vaca (PLV). Las fórmulas parcialmente hidrolizadas (HA), co-
b) Ausencia completa de PLV intactas. mercializadas con las siglas HA, no están indicadas
c) Nutricionalmente adecuada. con fines terapéuticos, por lo que no deben admi-
d) Bajo coste y sabor agradable. nistrarse a pacientes con alergia.
Existen 4 tipos de fórmulas que se pueden utili- Dentro de las fórmulas FH se pueden incluir
zar como sustitutivas de la LV y que reúnen en ma- las llamadas semielementales, así denominadas
yor o menor medida las características citadas: por presentar también modificaciones en las gra-
• Fórmulas altamente hidrolizadas (FH). sas con presencia de triglicéridos de cadena media
Son fórmulas en las cuales las proteínas han sufri- y polímeros de glucosa como hidrato de carbono,
do un alto grado de hidrólisis mediante diferentes que están indicadas sobre todo en niños con gra-
técnicas (calor, tratamiento enzimático, combina- ves alteraciones del tracto digestivo y desnutrición
ción de las dos anteriores, ultrafiltración), de ma- (Tabla 5) (ver Capítulo 4.5).
nera que entre el 85 y el 100% de los péptidos tie- • Fórmulas de soja. Son bien toleradas por
nen pesos moleculares inferiores a 2.500 daltons. los niños con alergia a la LV mediada por IgE. Sin
Las FH, fundamentalmente las de caseína, vienen embargo, diversos estudios clínicos han demostra-
utilizándose desde hace muchos años, y hay acuer- do un porcentaje variable (15-50%) de niños con
do casi unánime en que constituyen el tratamien- ESPLV que desarrollan intolerancia a la soja.
to de elección para la alergia a la LV. Su eficacia ha Debido a la controversia existente sobre la ca-
sido demostrada en el tratamiento de las manifes- pacidad sensibilizante de la soja y a que no ha sido
taciones de la alergia alimentaria. Sin embargo, han demostrada reactividad cruzada de anticuerpos IgE
sido referidos casos de reacciones adversas graves entre la proteína de la soja y las de la LV, hay discre-
tras la administración de FH de caseína y de proteí- pancia entre diferentes comités sobre las indicacio-
nas séricas. De hecho, diferentes estudios han de- nes de las fórmulas de soja.
mostrado que todas las FH tienen cierta capacidad Como todas las proteínas heterólogas, las pro-
alergénica residual. Por ello el inicio de su adminis- teínas de soja pueden inducir hipersensibilidad. Da-
tración debe hacerse bajo control médico. do que los mecanismos de defensa de la barrera in-
Las FH son nutricionalmente adecuadas. El de- testinal dependen, entre otros factores, de la edad,
sarrollo pondo-estatural de lactantes alimentados y que éstos se alteran por procesos como la gas-
con FH durante meses es comparable al de los ali- troenteritis aguda, parece prudente no alimentar a
mentados con fórmulas convencionales o lactancia lactantes afectos de ESPLV menores de 6 meses con

1251
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

una proteína heteróloga como es la soja. Pasada esta Las heces de los pacientes que reciben estas fórmu-
edad, si los síntomas gastrointestinales han desapa- las suelen ser más líquidas y grumosas de lo habitual,
recido, las fórmulas de soja constituyen una alterna- por lo que no deben ser valoradas como diarreicas.
tiva a las FH que se debe valorar con prudencia. Las Mientras dure la administración de una fórmula
fórmulas de soja tienen la ventaja de que no suelen alternativa a la leche (FH u otras), se debe vigilar al
provocar rechazo por su sabor, y además son más paciente y realizar determinaciones analíticas a fin
baratas que las FH (ver Capítulo 4.5). de detectar deficiencias nutricionales asociadas.
• Fórmulas a base de carne, prepara-
das en casa. Desde hace años se utilizan fór-
mulas, a base de diversas carnes (pollo, cordero, 7.3. Prevención de
etc.) como sustitutivas de la LV en pacientes con la alergia alimentaria
ESPLV. Aunque han sido utilizadas en lactantes de en niños de alto riesgo
muy corta edad, parece prudente no administrar-
las antes de los 6 meses por los mismos motivos Se consideran niños de alto riesgo aquellos con
de las fórmulas de soja, así como por la necesidad una historia de enfermedad alérgica (asma, derma-
de complementarlas con suplementos vitamínico- titis atópica o rinitis) en familiares de primer gra-
minerales. Hoy en día no tienen mucho papel en el do. En estudios realizados en los años 70 del siglo
arsenal terapéutico en nuestro medio. Son, sin em- pasado se estimó un riesgo de atopia del 38 al 58%
bargo, una alternativa en medios socioeconómicos en la descendencia cuando uno de los padres era
bajos y como terapia primaria en países en vías de alérgico. Este riesgo alcanza el 60-80% cuando am-
desarrollo, dado el alto coste de los hidrolizados. bos padres lo son.
• Dietas elementales. Son fórmulas a base La prevención primaria (profilaxis) se podría de-
de L-aminoácidos, dextrinomaltosa, aceites vege- finir como una estrategia que identifica a los recién
tales y triglicéridos de cadena media. Su capaci- nacidos de alto riesgo y que dicta medidas preven-
dad sensibilizante es teóricamente nula. Sin em- tivas para que éstos las adopten. En la literatura se
bargo, su mal sabor y alto precio hace que su uso habla tanto de marcadores genéticos como de fac-
esté prácticamente restringido a pacientes en los tores inmunológicos asociados con el desarrollo
que hayan fracasado las fórmulas FH y/o presen- de alergia alimentaria. Entre estos factores, por ci-
ten desnutrición grave, con el fin de evitar la nu- tar algunos, se encuentran: los valores elevados de
trición parenteral. IgE en sangre de cordón, menor proporción inter-
La mayoría de los autores están de acuerdo en ferón γ/interleukina-4, valores elevados de eosinó-
que la fórmula de elección para el tratamiento de filos o basófilos en sangre periférica, etc.
la alergia a la LV es una FH. En el mercado existen Sin embargo, ninguna de estas medidas posee la
FH a partir de caseína, proteínas séricas de la LV, sensibilidad adecuada o predictiva para ser aplicada
mezcla de ambas e incluso FH de soja y colágeno. en la práctica para la población general. Además, se
La elección del tipo de FH depende de la experien- ha observado que las intervenciones para la preven-
cia de cada médico en su uso, si bien existe mayor ción de la alergia alimentaria son sobre todo bene-
experiencia con las FH de caseína. ficiosas en el caso de lactantes con historial familiar
Actualmente, son excepcionales los pacientes de atopia. Tanto la Academia Americana de Pedia-
afectos de una ESPLV que tras una evolución más o tría (AAP) como los comités europeos recomien-
menos prolongada, ingresan en el hospital con una dan utilizar el historial familiar de atopia para identi-
desnutrición grave. En estos casos, puede estar in- ficar a los lactantes de alto riesgo.
dicada la administración de las fórmulas elementa-
les o semielementales, por medio de una alimenta-
ción enteral a débito continuo. Es muy importante 7.3.1. Lactancia materna en la
que estos pacientes desnutridos comiencen su re- prevención de la alergia alimentaria
cuperación rápidamente, por lo que se les deberá
mantener hipocalóricos el menor tiempo posible, No hay duda de que la lactancia materna es el
y si no es posible alimentarlos adecuadamente por mejor alimento para los lactantes. Se sabe que la le-
vía digestiva, se impone una alimentación parenteral. che de madre contiene numerosos constituyentes

1252
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

tanto nutricionales como inmunológicos, enzimá- dicaban que la lactancia materna exclusiva no tenía
ticos y hormonales. Además, son importantes los un efecto protector en el desarrollo de la alergia
beneficios psicológicos que reportan tanto a la ma- alimentaria cuando se comparaban con los alimen-
dre como al hijo y que son irrepetibles en una le- tados con fórmula. De todos estos estudios, sola-
che de fórmula. Sin embargo, desde el punto de vis- mente tres aportaron datos inmunológicos.
ta inmunológico, pueden existir algunas desventajas Estudios más recientes han mostrado un riego
potenciales. En el caso de niños con riesgo atópico aumentado de alergia en niños alimentados al pe-
cuyas madres no realizan ninguna restricción dieté- cho. Por ejemplo, en un estudio realizado por Wet-
tica, éstos pueden estar expuestos a alergenos pre- zig en niños que presentaban IgE elevada en sangre
sentes en su leche. Entre éstos se encuentran la β- de cordón, se observó que un número elevado ad-
lactoglobulina, la caseína y la γ-globulina bovinas en quiría sensibilización al huevo si eran alimentados al
cantidades mínimas, que no tienen un valor nutri- pecho de forma exclusiva más allá de cinco meses.
cional pero sí inmunológico. Asimismo, en niños con historial familiar de alergia
De forma similar, también se han encontrado y valores elevados de IgE en sangre de cordón, tam-
proteínas procedentes del huevo y del trigo en la bién se observó mayor incidencia de dermatitis ató-
leche materna. Estas sustancias son detectables en pica al año de edad, en los que habían tomado lac-
un periodo de tiempo tan corto como de dos a tancia materna exclusiva durante más de 5 meses.
seis horas tras la ingestión y permanecen en la le- Ninguno de todos estos estudios sobre la rela-
che materna de uno a diez días después de haber ción de la lactancia materna y el desarrollo de aler-
sido ingeridos. gia era aleatorizado o se había desarrollado de for-
Debido a estas razones, la utilización de la lac- ma prospectiva. Sin embargo, en 1990 Lucas realizó
tancia materna en el caso de las alergias alimenta- un estudio aleatorizado en 446 neonatos prema-
rias ha constituido un tema de debate durante las turos en el que se estudiaron los efectos de la le-
últimas décadas. Después de que en 1939 Grulee che materna procedente de bancos de leche, ver-
y Sanford realizaron un estudio no aleatorizado en sus una fórmula para lactantes prematuros a base
20.000 lactantes alimentados al pecho en los que de leche de vaca. Se consideró que este grupo de
se observó una reducción de hasta siete veces en lactantes tenían más riesgo de sensibilización a los
la incidencia de eccema, se han realizado numero- antígenos alimentarios debido a su inmadurez in-
sas investigaciones que muestran evidencia, tanto testinal. Tomando el grupo como una sola cohor-
del aspecto protector de la lactancia materna co- te se observó, en lo que respecta al desarrollo de
mo de los efectos sensibilizantes de la misma. alergia, que no había diferencias significativas entre
En todos estos estudios resulta muy difícil esta- ambos grupos a los 18 meses de edad. No obstan-
blecer comparaciones debido a fallos en la meto- te, en el grupo de lactantes que presentaba historia
dología de los mismos. Entre éstos, puede citarse: familiar de atopia (especialmente dermatitis) y que
un tamaño de muestra insuficiente, no aleatoriza- habían tomado fórmula a base de leche de vaca, se
dos, cómo se define la enfermedad atópica, etc. Es- vio que tenían un 41% de probabilidades de desa-
tos errores se encuentran presentes tanto en los rrollar alergia, frente al 16% del grupo con lactan-
estudios que muestran el efecto protector de la cia materna. En este estudio no se realizaron prue-
lactancia materna como en los que no lo hacen. bas cutáneas ni inmunológicas.
A pesar de los fallos metodológicos, se han reali- Recientemente se ha publicado un metaanálisis
zado interesantes observaciones. Los estudios que de estudios prospectivos sobre lactancia materna y
fueron desarrollados a partir de los 80 han mostra- sus efectos en el desarrollo de la dermatitis atópi-
do que aquellos niños que son alimentados al pe- ca entre los años 1966 y 2000. Los estudios fueron
cho de forma exclusiva mostraban menores títulos seleccionados en función de unos criterios estric-
de IgE al comienzo de la infancia, menos dermatitis tos, entre los que se tuvo en cuenta el prestigio del
atópica y menos episodios de asma, cuando eran investigador, la definición de los criterios diagnósti-
comparados con los lactados con fórmula infantil a cos (pero no la confirmación inmunológica de ato-
base de leche de vaca. pia), la evaluación individualizada de los niños con
Por el contrario, otra serie de estudios que tam- alto riesgo de atopia y la lactancia materna exclusi-
bién fueron realizados en los 80 del pasado siglo in- va durante al menos 3 meses.

1253
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

El análisis estadístico de este metaanálisis reveló yor riesgo atópico. Se postula que esto sería posi-
un efecto protector significativo de la lactancia ma- ble, si la madre que da el pecho evita dichos aler-
terna en el caso de niños lactados al pecho. La odds genos en su dieta.
ratio global para el desarrollo de dermatitis atópica En 1989 Hattevig et al. publicaron los resultados
era de 0,68 en todos los estudios, pero si se tenía de un estudio que comparaba dos grupos de lac-
en cuenta únicamente a los niños con riesgo ató- tantes con alto riesgo. Ambos grupos de lactantes
pico ésta era de 0,58, lo que indica un mayor efec- eran lactados al pecho y tomaban fórmulas alta-
to protector de la lactancia materna en este grupo mente hidrolizadas como suplemento. Las madres
de niños. En este metaanálisis no se observó efec- del grupo de estudio eliminaron de la dieta el hue-
to protector en los estudios realizados en niños vo, leche de vaca y el pescado durante los tres pri-
sin riesgo de atopia. meros meses de la lactancia. Las madres del grupo
En otro metaanálisis del mismo grupo investiga- control no realizaron ninguna restricción en su ali-
dor se demostró que la lactancia materna durante mentación. Se observó que había significativamente
al menos los tres primeros meses de vida también más casos de dermatitis atópica en el grupo con-
disminuía la tasa de asma infantil si existía historia trol a los tres y a los seis meses. Los resultados del
familiar positiva de alergias. No se demostró efecto seguimiento de este mismo estudio a los diez años
protector en los niños sin riesgo atópico. no mostraron un efecto protector a largo plazo en
Basándose en todos los datos mencionados, el grupo de niños cuyas madres habían tomado una
los comités tanto de la AAP como de la ESPACI/ dieta de restricción durante la lactancia.
ESPGHAN aprueban unánimemente la lactancia Se obtuvieron resultados similares en otro estu-
materna como la mejor forma de prevención de dio prospectivo, aleatorizado realizado en Canadá
la alergia. Las recomendaciones varían ligeramente en el mismo año. En lactantes cuyas madres habían
en función de quien las dicte; mientras que la AAP evitado la leche, huevo, pescado, cacahuete y soja,
recomienda que se dé lactancia materna durante la incidencia de dermatitis fue del 22% a los 18 me-
al menos los 6 primeros meses de vida, el comi- ses, frente a un 48% en los lactantes cuyas madres
té europeo recomienda que sea entre 4 y 6 meses. no habían realizado ninguna restricción.
Además, la AAP recomienda que se continúe con En 1996 se publicaron dos estudios (uno con-
la lactancia materna hasta los 12 meses, indepen- trolado y prospectivo no aleatorizado, y otro no
dientemente de que tengan riesgo atópico o no. En aleatorizado de casos y controles) que contra-
un reciente metaanálisis de la Cochrane Library se decían estos hallazgos. En el primero de ellos no
ha puesto de manifiesto la seguridad de la lactancia se demostró un efecto protector en el desarro-
materna exclusiva durante seis meses. llo de la alergia en lactantes cuando las madres
evitaban el huevo y la leche de vaca durante los
tres primeros meses y la alimentación comple-
7.3.2. Restricciones dietéticas mentaria no se introducía hasta que el niño te-
en la dieta de la madre lactante nía tres meses de edad. El segundo mostró que
en lactantes cuyas madres evitaban los alimentos
Una posible explicación de la tremenda discre- más alergénicos, se observaba de forma significa-
pancia en los resultados de estos estudios que in- tiva más eccema y sensibilización alimentaria. Un
vestigan el papel de la lactancia materna en la pre- metaanálisis reciente publicado en la Cochrane Li-
vención de las alergias, es la ausencia de control brary sugería un efecto protector de la dieta de
de la alimentación de la madre lactante. Se han en- restricción materna en la incidencia de dermatitis
contrado alergenos procedentes de la leche, huevo atópica durante los primeros 12-18 meses de vi-
y cacahuete en la leche materna y es de suponer da, pero, debido al bajo número de estudios reali-
que éstos pasen al recién nacido. Actualmente, se zados, no se pueden considerar estos resultados
desconoce si estas proteínas tienen papel de sen- como definitivos.
sibilización o actúan como inmunomoduladores Basándose en los resultados de los metaanálisis,
protectores. Existen diversos estudios para deter- la AAP recomienda actualmente a las madres que
minar si se podría prevenir la sensibilización a los eliminen los cacahuetes y los frutos secos de cás-
alergenos alimentarios, en aquellos niños con ma- cara dura, así como considerar la eliminación de

1254
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

huevos, leche de vaca y pescado durante la lactan- ferentes en madres alérgicas y en aquéllas que no
cia. Sin embargo, el comité de la ESPACI/ESPGHAN lo son, y se han encontrado valores de IL-4, IL-5 e
no recomienda una alimentación materna especial IL-3 más elevados en la leche de madres atópicas.
debido a fallos en la metodología de los estudios Se sabe que estas citokinas están implicadas en la
que hacen que sus resultados no sean concluyen- producción de IgE y la inducción de los eosinófi-
tes. Por todo esto, las dietas de restricción mater- los. En la leche materna, sin embargo, se encuen-
na durante la lactancia se deben establecer única- tra de forma predominante el factor de crecimien-
mente tras la evaluación individual del riesgo de to transformante (TGF)-β y la IL-6. Se conoce que
atopia y de la motivación familiar. Se recomienda el TGF-β aumenta la capacidad del lactante para fa-
eliminar los cacahuetes como medida preventiva al bricar su propia IgA contra la lactoglobulina, caseí-
tratarse de un alimento no esencial y fácil de elimi- na, ovoalbúmina y la gliadina.
nar de la dieta sin riesgo para la madre o el bienes- En la leche materna también se encuentra la for-
tar del niño. Si la leche es eliminada de la dieta de ma soluble de CD14 en gran cantidad, un recep-
la madre, se debe asegurar que ésta ingiera una tor celular al que se asocia un importante papel en
cantidad de calcio elemental de aproximadamen- el aclaramiento de bacterias Gram-negativas (res-
te 1.500 mg/día. puesta Th1), con lo cual se podría pensar que és-
te tendría un papel protector sobre el desarrollo
de la alergia.
7.3.3. Papel inmunomodulador La composición en ácidos grasos poliinsatura-
de la leche materna dos de cadena larga parece que ejerce cierta in-
fluencia sobre el desarrollo de atopia en el lactan-
Los resultados referentes a los efectos de la te. En un estudio de Duchen se ha visto que una
lactancia materna permanecen inconclusos. Inclu- proporción elevada de ácido araquidónico/ácido
so si la dieta materna está desprovista de alimen- eicosapentaenoico parece que aumenta el riesgo
tos alergénicos, parece ser que esta prevención de de enfermedad alérgica.
la alergia alimentaria resulta transitoria durante la Autores belgas, basándose en datos proceden-
lactancia. Hay cada vez más literatura que sugiere tes de estudios realizados en ratas y en humanos,
que la incapacidad de determinar el papel de la lac- han propuesto recientemente que las poliaminas
tancia materna en la prevención de la atopia se de- presentes en la leche materna (entre las que se en-
be a la compleja naturaleza de la leche materna en cuentran la espermina y espermidina) disminuyen
sí misma y a los efectos inmunosupresores en el in- la permeabilidad de la mucosa intestinal, con lo que
testino del lactante. ejercerían una función protectora de la alergia en
Una revisión reciente sugiere que los alergenos los lactantes (ver Capítulo 1.15).
alimentarios que pasan al lactante pueden crear En conclusión, parece claro que la lactancia ma-
tanto tolerancia como generar sensibilización en el terna tiene una serie de propiedades que le confie-
sistema inmunitario del lactante. Desde hace tiem- ren el calificativo de inmunoestimuladora e inmu-
po se sabe que la IgA secretora pasa al lactante noprotectora. Esta interrelación de factores hace
en la leche materna confiriéndole una inmuniza- que resulte difícil establecer una única teoría pa-
ción pasiva. Se ha demostrado que los niveles ba- ra determinar si la lactancia materna es un método
jos de IgA en el calostro y en la leche materna se efectivo para prevenir la alergia alimentaria en ni-
asociaban con un riesgo elevado de alergia a leche ños de alto riesgo.
de vaca. En otros estudios más recientes se ha ob-
servado que los anticuerpos IgA contra la ovoalbú-
mina en el calostro presentaban un nivel más ba- 7.3.4. Fórmulas hidrolizadas en la
jo en las madres alérgicas comparadas con las no prevención de la alergia alimentaria
alérgicas. La presencia de estos anticuerpos no fue
predictiva para el desarrollo de enfermedad alérgi- En los niños que no pueden ser lactados al pe-
ca en el lactante. cho, se ha visto que cuando son alimentados con
También se sugiere que los niveles de citoki- un FH de caseína la incidencia de dermatitis atópi-
nas (interleukinas, IL) de la leche materna son di- ca, urticaria y manifestaciones gastrointestinales de

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Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

alergia es menor que cuando son alimentados con co más importante de la proteína de la soja (Gly m
fórmulas a base de proteínas de leche de vaca. Zei- Bd 30K).
ger et al. pusieron estos hallazgos de manifiesto en Se ha establecido una prevalencia de alergia a la
un estudio aleatorizado, realizado a lo largo de dos soja relativamente baja en algunos estudios (doble
años. Estos autores comprobaron, además, que a ciego con placebo controlado) tanto en niños con
los dos años había unas diferencias estadísticamen- alergia alimentaria (< 5%), como en recién nacidos
te significativas en el porcentaje de niños con tests hijos de padres atópicos que tomaron fórmula a ba-
cutáneos positivos (16,5% vs. 29,4%; p = 0,019) en- se de soja en los primeros días de la vida (0,5%).
tre los grupos tratados profilácticamente con un Aunque en los años cincuenta se pensaba que
hidrolizado y aquellos que no lo fueron. Este hallaz- los niños con alto riesgo de atopia podrían desa-
go estaba condicionado sobre todo por los esca- rrollar menos alergia si fuesen alimentados con
sísimos tests positivos a la leche de vaca (1%). No fórmula de soja en lugar de la de leche de vaca, es-
obstante, en este estudio no se sabe qué parte de tudios posteriores realizados en los años 60 y los
los resultados es debida a la utilización de los hi- 70 del siglo XX indican que éste no es el caso.
drolizados, ya que también se tomaron otras medi- Estudios prospectivos aleatorizados en lactan-
das dietéticas. Chandra et al. en un estudio aleato- tes (generalmente de familias atópicas) alimenta-
rizado pusieron de manifiesto que, de 43 niños con dos con fórmulas de soja versus fórmulas de leche
alto riesgo de padecer alergia en base a su historia de vaca no muestran que exista un efecto protec-
familiar, y que fueron alimentados con un hidroliza- tor de estas fórmulas de soja en el desarrollo de
do de caseína, sólo 9 desarrollaron eccema, mien- dermatitis atópica. En niños con valores positivos
tras que 28 de 40 alimentados con leche de vaca y de IgE para leche de vaca se pudo observar que in-
26 de 41 alimentados con una fórmula de soja pa- cluso un 10-15% de ellos presentaban además va-
decieron esta enfermedad, y su score de gravedad lores positivos de IgE para la soja.
fue, además, significativamente mayor. En un reciente estudio en 93 lactantes con aler-
También se han usado fórmulas HA (parcial- gia a leche de vaca se demostró que un 14% de és-
mente hidrolizadas) para la prevención de la aler- tos tenía alergia asociada a la proteína de soja.
gia en niños que no pueden ser lactados al pecho. Las recomendaciones de los Comités de Nutri-
Los resultados obtenidos en los estudios realiza- ción de la AAP y los europeos están de acuerdo en
dos con estas fórmulas sugieren que pueden re- que la fórmulas de soja no se deberían utilizar co-
presentar un efecto beneficioso en lo que respec- mo prevención primaria para la alergia alimentaria,
ta a la protección de las enfermedades atópicas en a pesar de que se sabe que los niños con alergia a
la infancia. leche de vaca IgE mediada toleran bien, por lo ge-
Las fórmulas HA, comercializadas como hipoa- neral, estas fórmulas (Tabla 6).
lergénicas o hipoantigénicas, tienen indudablemen-
te una cantidad de antígenos y alergenos menor
que las fórmulas adaptadas convencionales. Han 7.3.6. Introducción de la alimentación
mostrado su eficacia en la prevención de las mani- complementaria (Beikost)
festaciones de alergia a los alimentos, sobre todo y prevención del riesgo alérgico
de los síntomas cutáneos y gastrointestinales. No
obstante, en un estudio sueco esta eficacia parece En un estudio de cohortes prospectivo realizado
ser menor que la de las FH. Sin embargo, son más en 1.265 recién nacidos, se estudió la introducción
baratas y de mejor sabor (ver Capítulo 4.5). de los alimentos sólidos y su relación con el ecce-
ma. En él se puede observar cómo los niños que
se hallaron expuestos a cuatro o más tipos de ali-
7.3.5. Fórmulas de soja en la mentos sólidos antes de los 4 meses de edad, pre-
prevención de la alergia alimentaria sentaron un riesgo de padecer un eccema crónico
recurrente mucho más elevado que aquellos pa-
La proteína de la soja es alergénica e inmunogé- cientes que no estuvieron expuestos. Se observó
nica aunque menos que la proteína de leche de va- que el efecto era particularmente notable en lac-
ca. Se ha identificado la fracción o epítopo alergéni- tantes cuyos padres eran atópicos. También se pu-

1256
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

Tabla 6. ALGUNAS RECOMENDACIONES DE LOS COMITÉS DE NUTRICIÓN DE


LA AAP Y DE LA ESPACI/ESPGHAN PARA EL TRATAMIENTO
DE LA ALERGIA ALIMENTARIA EN NIÑOS

Supuesto AAP, 2000ª ESPACI/ESPGHAN, Observaciones


1999b

Lactantes con alergia Exclusión del antígeno Exclusión del antígeno


alimentaria confirmada
Lactancia materna • Dieta de restricción materna Dieta de restricción Evitar el antígeno en la
exclusiva de niños sin proteínas lácteas, huevo, de la madre lactante dieta de la madre lleva
con alergia alimentaria pescado, frutos secos, y, para evitar el antígeno a un mejoramiento de
si no tiene éxito: causante la enfermedad
• Utilización de fórmulas
altamente hidrolizadas o
fórmulas elementales o
fórmula de soja (si es IgE
mediada)
Niños alérgicos con Utilización de fórmulas Utilización de fórmulas El comité de la ESPACI
alergia confirmada a la altamente hidrolizadas o, si altamente hidrolizadas o no hace distinción
proteína de leche de los síntomas persisten, uso de fórmulas elementales sobre si la alergia
vaca de una fórmula elemental (a a base de aminoácidos es IgE mediada o no
base de aminoácidos)
o fórmula de soja
(si es IgE mediada)
Evitar utilizar leches Sí Sí Existe gran homología
de oveja o cabra en la entre las proteínas de
alergia a leche de vaca leche de vaca y cabra
Evitar el empleo de Sí Sí
fórmulas denominadas
“hipoalergénicas” (H.A.)
Lactantes con alergia Utilización de fórmulas Utilización de fórmulas Los lactantes con
alimentaria altamente hidrolizadas o, altamente hidrolizadas o graves trastornos
y enteropatía si los síntomas persisten, fórmulas elementales a gastrointestinales se
malabsortiva uso de una fórmula base de aminoácidos, que pueden beneficiar de
elemental a base de no contengan lactosa y la utilización de una
aminoácidos que posean triglicéridos fórmula elemental.
de cadena media hasta la Tras la recuperación
recuperación de la función intestinal, se puede
intestinal optar por una fórmula
altamente hidrolizada
a
American Academy of Pediatrics, Committee on Nutrition. Hypoallergenic infant formulas. Pediatrics 2000; 106: 346-9.
b
Host A, Koletzko B, Dreborg S, et al. Joint Statement of the European Society for Paediatric Allergology and Cli-
nical Immunology (ESPACI) Committee on Hypoallergenic Formulas, and the European Society for Paediatric
Gastroenterology, Hepatology and Nutrition (ESPGHAN) Committee on Nutrition. Dietary products used in infants
for treatment and prevention of food allergy. Arch Dis Child 1999; 81: 80-4.

do observar que el riesgo estaba más asociado a la niños que eran lactados al pecho de forma exclu-
diversificación de la dieta que a la presencia o au- siva hasta los 6 meses tenían menor incidencia de
sencia de alimentos específicos en la dieta. eccema al año de vida que los que complementa-
En otro estudio prospectivo no aleatorizado, ban su alimentación con alimentos sólidos (14%
realizado en Finlandia, se demostró que aquellos vs. 35%).

1257
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

Tabla 7. ESQUEMA DE INTRODUCCIÓN DE LOS ALIMENTOS PARA UN NIÑO


CON HISTORIA POSITIVA DE ALERGIA ALIMENTARIA

• Lactancia materna con o sin fórmula altamente hidrolizada


• A los 6 meses: crema de arroz u otro cereal sin gluten
• A los 7 meses: vegetales de color naranja (calabaza, patata y zanahoria), con intervalos entre cada uno
de cinco a siete días
• Entre los 8 y 10 meses: vegetales de color verde (brócoli, guisante, judía verde), con intervalos entre
cada uno de 5 a 7 días
• Entre los 10 y 11 meses: cereales con gluten
• A los 12 meses: carnes (cordero, cerdo, pavo, pollo y ternera), con intervalos entre cada uno
de 5 a 7 días
• Seguir introduciendo el resto de frutas y verduras de una en una, observando si aparecen reacciones
alérgicas
• Retrasar la introducción de los alimentos más alergénicos: al año, la leche y la soja; a los 2 años,
el huevo, y entre los 3 y 4 años, los frutos secos y el pescado

Más recientemente, Fergusson ha puesto de ma- transcurrir entre cinco o siete días antes de co-
nifiesto cómo la introducción precoz de los sólidos menzar con el siguiente, para que, de esta forma, se
en la dieta de los lactantes durante los cuatro pri- puedan identificar los posibles problemas. La selec-
meros meses de la vida se ha asociado con mayor ción de los alimentos se hará de forma individuali-
riesgo de dermatitis atópica. Estos estudios, aun- zada en función del historial del niño.
que no son concluyentes, sí sugieren que la intro- Por ejemplo, un esquema de introducción de
ducción temprana de alimentos sólidos puede lle- los alimentos para un niño con historia familiar
var a mayor riesgo de eccema. positiva de alergia alimentaria se puede ver en la
Por esta razón la AAP recomienda que no se in- Tabla 7.
troduzcan los alimentos sólidos hasta los seis me-
ses de edad en los niños con alto riesgo de alergia,
retrasando la introducción de la leche y derivados 7.3.7. Probióticos y prevención
hasta el año de vida, el huevo hasta los dos años y de la alergia alimentaria
los cacahuetes, los frutos secos y el pescado hasta
los tres años. Por otro lado, los comités europeos Viendo que la mayoría del conocimiento científi-
son menos restrictivos y recomiendan que los ali- co para la prevención de la alergia se encuentra di-
mentos sólidos se introduzcan después de los cin- rigida a establecer nuevas formas de inducir la res-
co meses de edad. Debido a que los datos aporta- puesta Th1, parece lógico echar una ojeada hacia la
dos por los estudios son incompletos, los comités microbiota intestinal. Estos billones de microorga-
europeos decidieron hacer recomendaciones ge- nismos suponen la mayor fuente de estimulación
nerales en lugar de específicas. microbiana del sistema inmune en el recién nacido
En el caso de los niños con historial positivo de mediante la estimulación del sistema retículo-en-
alergia se debe utilizar un esquema de introduc- dotelial. Se está investigando, además, el posible pa-
ción de los alimentos algo diferente al de los niños pel preventivo de los lactobacilos y otras bacterias
sanos. Tal y como se ha discutido previamente, se del ácido láctico, porque se sabe que son agentes
debe insistir en dar lactancia materna, suplementa- que protegen al intestino de la colonización por
da o no con fórmulas altamente hidrolizadas, du- patógenos y porque además estimulan la respues-
rante los primeros seis meses de vida. ta inmune. Por estos motivos son conocidos como
La introducción de los sólidos se debe retrasar probióticos (ver Capítulo 2.16).
hasta los 5 o, mejor, 6 meses de vida. Los alimen- Estudios realizados desde los 90 del pasado si-
tos se deben introducir individualmente dejando glo ya demuestran que la gravedad de la dermati-

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J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

tis atópica disminuye en aquellos niños que toman mación por escrito, y de los kits de adrenalina pre-
probióticos. Recientemente Kalliomaki ha puesto cargada en el botiquín de primeros auxilios.
de manifiesto que los lactantes cuyas madres ha-
bían tomado probióticos desde las cuatro semanas
anteriores al parto y que, después, habían continua- 7.5. Perspectivas futuras
do tomando una fórmula suplementada con estos en el tratamiento de
mismos probióticos, tenían significativamente me- la alergia alimentaria
nos dermatitis durante los dos primeros años de
vida. Sin embargo, estos datos no se correlaciona- Los trastornos de alergia alimentaria se caracteri-
ron con un descenso de la IgE total o específica pa- zan por un predominio de la respuesta Th2 (humo-
ra el alimento en particular (ver Capítulo 4.43). ral) a sustancias que, en principio, son inocuas (co-
Por toda esta exposición de motivos, es nece- mo lo son las proteínas de los alimentos). La mayoría
sario realizar más investigación sobre este tipo de los estudios sobre terapia inmunomoduladora se
de intervenciones en la prevención de la alergia basan en la premisa de restauración del equilibrio
alimentaria. entre la respuesta inmune humoral y la celular.
Se han realizado varios estudios que hablan del
papel terapéutico de la inmunoterapia en el ca-
7.4. Otras medidas terapéuticas so de la hipersensibilidad alimentaria. Nelson, en
en la alergia alimentaria 1997, publicó un estudio de sensibilización anafi-
láctica a cacahuete en el que consiguió un aumen-
Existen pocas dudas acerca de que la elimina- to de la tolerancia a la ingestión oral del mismo, en
ción del antígeno causante es el soporte funda- cuatro de seis pacientes alérgicos a este alimen-
mental para el tratamiento de la alergia. to. Sin embargo, se produjo un alto porcentaje de
No se debe olvidar que la eliminación del antíge- reacciones adversas que hicieron que el estudio
no únicamente no previene de las manifestaciones fuese inaceptable.
de la dermatitis atópica y que se deben emplear Un estudio reciente analiza la utilización de “an-
fármacos antiinflamatorios, emolientes, antihista- ticuerpos IgE monoclonales humanizados”. Las IgE
mínicos y antibióticos como parte del tratamien- específicas para los antígenos alimentarios juegan
to integral de esta enfermedad. El médico tampo- un papel muy importante en la fisiopatología de
co debe olvidar explicar el plan de acción en caso la alergia y, por ello, constituyen un excelente ob-
de ingesta accidental del antígeno, y que implica la jetivo para interrumpir el proceso alérgico. El pa-
utilización de adrenalina en casos en que se pue- pel de estos anticuerpos anti-IgE consiste en unir-
da poner la vida en peligro (afectación respirato- se a las IgE para que éstas no puedan unirse a los
ria, reacciones cardiovasculares e incluso aparición mastocitos, evitando, así, la consiguiente liberación
de shock). de histamina.
Se debe instruir al paciente, a sus familiares y En los estudios realizados con anticuerpos anti-
profesores sobre la severidad potencial de las reac- IgE para el tratamiento del asma y rinitis alérgica,
ciones alérgicas y la pauta de actuación. El pacien- se pudo observar que los niveles de IgE eran signi-
te debe llevar consigo un preparado disponible de ficativamente más bajos. Los resultados mostraron
adrenalina precargada para ser administrado en el que la terapia anti-IgE lleva a un aumento dosis-de-
mismo momento en que se descubra que se ha in- pendiente de la cantidad de cacahuete tolerada en
gerido el alimento causante. pacientes alérgicos a este alimento.
No se debe excluir al niño de las actividades co- Otra línea de inmunoterapia consiste en la uti-
tidianas como son la asistencia al comedor escolar, lización de “proteínas alergénicas mutadas”. Estas
actividades escolares, excursiones, viajes, etc., co- proteínas recombinantes, obtenidas mediante in-
mo medida protectora frente a la alergia alimen- geniería genética, pierden su capacidad de unir-
taria. Es muy importante proporcionar al personal se a las IgE pero mantienen su capacidad para in-
docente la información adecuada sobre la alergia y teractuar con las células T. Para estos estudios
el plan de acción en caso de una urgencia. Es muy es necesario conocer con exactitud la secuen-
útil que en el centro se disponga de toda la infor- cia de los aminoácidos y la identificación de los

1259
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

epítopos o zonas antigénicas. Se han realizado va- delos animales. Otra posibilidad es la utilización de
rios estudios con proteínas recombinadas de ca- pequeñas secuencias de nucleótidos con propie-
cahuete cuya eficacia ha sido investigada en mo- dades inmunomoduladoras que disminuyen la hi-
delos animales. perreactividad respiratoria y la producción de IgE
En otra línea de investigación se está intentando específicas.
eliminar la capacidad de unión de las IgE median- Se están estudiando nuevas vías de tratamiento
te vacunas formadas por péptidos, de unos 10-20 para los pacientes alérgicos que a un plazo indeter-
aminoácidos, que representan la secuencia com- minado pueden aportar nuevas herramientas para
pleta de una proteína. Se están probando en mo- el tratamiento de la alergia a los alimentos.

1260
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

8. Resumen
 En las últimas dos o tres décadas ha aumentado anafiláctico, que requiere atención urgente e in-
la preocupación por las alergias alimentarias en mediata. Los más frecuentes son los síntomas
las sociedades desarrolladas occidentales. Gran cutáneos, gastrointestinales y respiratorios.
parte de la controversia que existe sobre éstas
se debe a su nomenclatura. La Academia Europea  Es difícil establecer con certeza la prevalencia de
de Alergia e Inmunología Clínica ha propuesto alergia alimentaria en la población, pero se esti-
varias definiciones para las reacciones adversas ma que en Europa en los adultos se sitúa entre el
a los alimentos en función de los mecanismos 1,4 y el 2,4%, en niños entre el 0,3 y el 7,5%, y en
que impliquen dichas reacciones. El término aler- individuos atópicos alrededor del 10%.
gia alimentaria se refiere a aquellas reacciones
adversas a un alimento que son mediadas por  El diagnóstico de las reacciones alérgicas a
mecanismos inmunológicos. Se debe diferenciar alimentos debe incluir el establecimiento de
la alergia alimentaria del resto de reacciones ad- forma clara de una reacción causa efecto entre
versas a alimentos. la ingestión del alimento y los síntomas clíni-
cos, así como la identificación del mecanismo
 La alergia puede estar mediada por anticuer- inmunológico subyacente. La historia clínica, la
pos IgE o por células. Las verdaderas alergias determinación de anticuerpos IgE en el suero,
alimentarias son a menudo mediadas por la IgE: las pruebas cutáneas mediante la técnica de
es la reacción tipo I clásica de la clasificación prick y la provocación oral con alimentos son
de Gell y Coombs. Sin embargo, también existe los pilares de un buen diagnóstico.
evidencia de que las reacciones tipo III media-
das por inmunocomplejos y las de tipo IV me-  Una vez que se ha establecido con certeza el
diadas por células puedan tener importancia en diagnóstico de alergia alimentaria clínica, el
la patogénesis de las reacciones que aparecen siguiente paso es instaurar una dieta estricta
más tardíamente (4-48 h). de eliminación del alimento causante de la
sintomatología. La utilización indiscriminada de
 Existen varios factores que predisponen al de- dietas de eliminación sin un diagnóstico fiable
sarrollo de alergia alimentaria. Uno de ellos es es una práctica que debe evitarse.
la existencia de una historia familiar positiva de
enfermedad atópica. Otros factores como las  En la alergia a alimentos, lo más frecuente es
lesiones del epitelio intestinal y la exposición que se produzca una tolerancia con el curso
precoz a los antígenos alimentarios parece que del tiempo. Sin embargo, existen casos en que
predisponen a la alergia alimentaria. la sensibilización puede durar toda la vida. Por
ello, la educación del paciente y de sus familias
 Los síntomas clínicos de la alergia alimentaria es fundamental para saber cómo evitar el antí-
son múltiples y varían en función de los meca- geno alimentario responsable.
nismos patogénicos implicados. Si los síntomas
aparecen en las 2 primeras horas tras haber  La prevención primaria es la estrategia que
ingerido el alimento responsable se habla de identifica a los recién nacidos de alto riesgo y
reacciones inmediatas y son, en su mayoría, me- que dicta medidas preventivas para que éstos
diadas por IgE. En el caso de que los síntomas las adopten. Los distintos comités recomien-
aparezcan cuando hayan transcurrido más de dan la lactancia materna como la mejor forma
dos horas, se habla de reacciones retardadas de prevención de la alergia. En su defecto se
que, en gran medida son mediadas por otros pueden utilizar las fórmulas a base de hidroli-
mecanismos distintos de la IgE. zados proteicos, sobre todo las fórmulas alta-
mente hidrolizadas. En el caso de los niños con
 La clínica puede ser muy variable y los síntomas historial positivo de alergia, se debe utilizar
oscilan desde leves hasta muy graves. Puede un esquema de introducción de los alimen-
presentarse desde un ligero picor en boca (sín- tos algo diferente al de los niños sanos: se ha
drome oral) hasta cuadros graves como el shock de retrasar la introducción de los alimentos

1261
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

sólidos hasta los seis meses de edad, los más


alergénicos como la leche hasta los 12 meses,
y más tarde aún los huevos, los frutos secos y
el pescado.

 Se está investigando actualmente el papel de


los probióticos y otros tratamientos inmuno-
moduladores en el tratamiento y en la preven-
ción de la alergia alimentaria.

1262
J.C. Vitoria Cormenzana | T. González Frutos

9. Bibliografía
Ballabriga A, Moya M, Martín Esteban M, Dalmau J, Domenech Lucas A, Brooke OG, Morley R, Cole TJ, Bamford MF. Early
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de vaca. An Esp Pediatr 2001; 54: 372-9. pel de la leche humana en la prevención de la alergia alimentaria.
Es una descripción y recomendaciones acerca del uso de las
distintas fórmulas alimenticias para el tratamiento de la alergia a Niggeman B, Christaine B, Dupont C, Hadji S, Arvola T, Isolauri
la leche de vaca en el lactante. E. Prospective, controlled, multi-center study on the effect of
an amino acid based formula in infants with cow’s milk allergy/
Fergusson DM, Horwood LJ, Shannon FT. Early solid feeding intolerance and atopic dermatitis. Pediatr Allergy Immunol
and recurrent childhood eczema: a 10-year longitudinal study. 2001; 12 :78 -82.
Pediatrics 1990; 86: 541-6. En este trabajo se valora el papel de las fórmulas hidrolizadas de
En un estudio de cohortes prospectivo, publicado en 1981, y alto grado y de las fórmulas elementales en el crecimiento de los
realizado en 1.265 recién nacidos se estudió la introducción de niños con alergia a leche de vaca.
los alimentos sólidos y su relación con el eccema. En este trabajo
se presentan los resultados a los 10 años de seguimiento. Nowak-Wegrzyn A. Future Approaches to Food Allergy. Ad-
juvants Pediatrics 2003; 111: 1672-80.
Friedman NJ, Zeiger RS. Prevention and natural history of food Este artículo revisa las nuevas tendencias en el diagnóstico y
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Pediatric Allergy Principles and Practice. Mosby St. Louis, Mis-
souri, 2003: 495-9. Sampson HA. Food allergy: from biology toward therapy. Hosp
Pract 2000; 35: 67-70.
Mofidi S, Sampson HA. Management of food allergy. En: Leung Excelente revisión general sobre alergia alimentaria que incluye
DYM, Sampson HA, Geha RS, Szefler SJ (eds.). Pediatric Allergy algún comentario sobre terapias emergentes.
Principles and Practice. Mosby St. Louis, Missouri, 2003: 546-9.
Estos dos capítulos de un mismo libro ponen al día todos los Sicherer S H. Food allergy. Lancet 2002; 360: 701-10.
aspectos de la alergia alimentaria. Magnífica revisión de todos los aspectos de la alergia alimentaria.
Presenta un buen esquema diagnóstico para la alergia alimenta-
Gdalevich M, Mimouni D, Mimouni M. Breast-feeding and the ria en general. También revisa el tratamiento y las futuras vías de
risk of bronchial asthma in childhood: a systematic review investigación tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.
with meta-analysis of prospective studies. J Pediatr 2001; 139:
261-6. Steinman HA. Hidden allergens in foods. J Allergy Clin Immu-
nol 1996; 98: 241-50.
Gdalevich M, Mimouni D, David M, Mimouni M. Breast-feeding Revisión detallada de alergenos ocultos en los alimentos.
and the onset of atopic dermatitis in childhood: a systematic
review and meta-analysis of prospective studies. Am Acad Zeiger RS, Heller S, Mellon MH, et al. Genetic and environmental
Dermatol 2001; 45: 520-7. factors affecting the development of atopy through age 4 in chil-
Se trata de dos metaanálisis de estudios prospectivos sobre dren of atopic parents: a prospective randomized study of food
lactancia materna y sus efectos en el desarrollo de la dermatitis allergen avoidance. Pediatr Allergy Immunol 1992; 3: 110-27.
atópica y asma. En ellos se comprueba un efecto protector sig- Estudio ya clásico sobre la prevención de la alergia a alimentos.
nificativo de la lactancia materna.

Isolauri E, Sutas Y, Salo MK, Isosomppi R, Kaila M. Elimination


diet in cow’s milk allergy: risk for impaired growth in young
children. J Pediatr 1998; 132: 1004-9.
Interesante estudio sobre el crecimiento en niños con alergia a
leche de vaca, donde se ponen de manifiesto los riesgos de las
dietas de eliminación.

Kramer MS. Maternal antigen avoidance during pregnancy for


preventing atopic disease in infants of women at high risk. Co-
chrane Database Syst Rev 2000; (2): CD000133.
Metaanálisis que sugiere un efecto protector de la dieta de res-
tricción materna en la incidencia de dermatitis atópica durante
los primeros 12-18 meses de vida, pero debido al bajo número
de estudios realizados no se pueden considerar estos resultados
como definitivos.

1263
Capítulo 4.42. Nutrición en las alergias e intolerancias alimentarias

10. Enlaces web

 www.seaic.es
 www.foodallergy.org
 www.eatright.org
 www.allergic-reactions.com
 www.aaaai.org
 www.fankids.org
 www.ific.org
 www.foodsafeschools.org
 www.fda-allergenic.com.br
 www.anaphylaxis.org.uk

1264
4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos
en nutrición enteral clínica

Stig Bengmark Jesús Manuel Culebras Fernández


Capítulo 4.43.

Prebióticos, probióticos y simbióticos


en nutrición enteral clínica

1. Introducción
2. La hipótesis de la homeostasis
3. Síndrome metabólico y desnutrición
4. Resistencia a la enfermedad: el papel de la nutrición
5. Resistencia a la enfermedad: el papel del sistema nervioso
central
6. Fase de respuesta sobreexuberante aguda y crónica
7. El intestino, un órgano inmunológico
8. Resistencia a la enfermedad: el papel del intestino
9. Resistencia a la enfermedad: el papel de los prebióticos
bioactivos
9.1. Aumento del crecimiento mucoso
9.2. Aumento de la sensibilidad a la insulina
9.3. Prevención de la infección
9.4. Producción de antioxidantes
9.5. Reducción de la colitis
9.6. Prevención y curación de la enfermedad ulcerosa péptica
9.7. Reducción de la diarrea persistente
10. Resistencia a la enfermedad: el papel de los simbióticos
11. Composiciones simbióticas
11.1. Una LAB/composición de una fibra
11.2. Cuatro LAB/composición de cuatro fibras
12. Experiencia clínica en enfermedades agudas
12.1. Diarrea aguda
12.2. Diarrea asociada a antibióticos
12.3. Pancreatitis aguda grave
12.4. Cirugía abdominal
12.5. Trasplante hepático
13. Experiencia clínica en enfermedades crónicas
13.1. Alergia
13.2. Infecciones por Helicobacter
13.3. Infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
13.4. Síndrome de intestino irritable
13.5. Enfermedad inflamatoria intestinal
13.6. Enfermedad hepática crónica
13.7. Enfermedad renal crónica
13.8. Otras situaciones graves
14. Uso tópico
15. Elección de la composición de simbióticos
16. Aspectos prácticos
17. Plan de investigación
18. Resumen
19. Bibliografía
20. Enlaces web

Objetivos

n Aprender sobre el papel de la microbiota y de las bacterias consumidas (probióticos) en nutrición humana y
sobre la importancia del consumo de fibra vegetal (prebióticos) para la salud humana.
n Estar informado sobre el papel de las enzimas microbianas en la digestión de la comida.
n Mostrar diversos efectos beneficiosos del consumo de fibra vegetal y de los efectos de los probióticos suple-
mentarios sobre la resistencia humana a la enfermedad.
n Conocer los efectos específicos de los probióticos consumidos sobre el sistema inmunológico.
n Comprender los efectos sinérgicos de la administración simultánea de pre y probióticos, es decir, simbióticos.
n Estar informado sobre la experiencia reciente en la utilización de simbióticos en enfermedades agudas o duran-
te el curso de intervenciones y en el uso de pre, pro y simbióticos en pacientes con enfermedades crónicas.
n Aprender sobre la función de diversas bacterias probióticas y la necesidad de elegir aquellas con las funciones
específicas requeridas.
n Estar informado sobre el futuro, todavía no explorado, de los pre, pro y simbióticos.
n Fomentar la utilización futura de simbióticos en medicina clínica.
n Estimular la investigación futura con simbióticos.
1. Introducción

“P
robiótico” significa, en griego, “a favor de la vida”. Es un término propues-
to inicialmente por Lilly y Stillwell para los factores producidos por un
microorganismo que promueven el crecimiento de otro microorganismo.
El término fue originalmente creado en oposición al de “antibiótico”, que es una
sustancia producida por un microorganismo para contrarrestar otro. La definición
actual de probiótico es “una preparación o un producto que contiene microorga-
nismos viables y definidos en suficiente cantidad que, mediante implante o coloni-
zación, alteran la microbiota en un compartimento del huésped y de esta manera
ejercen efectos beneficiosos en la salud del huésped”. Es decir, un probiótico es un
microorganismo vivo que, a través de su ingesta, beneficia la salud.
Los efectos benéficos de los probióticos no se limitan al intestino grueso. Se pue-
den encontrar efectos probióticos en las fosas nasales y en el sistema urogenital.
El premio nobel ruso Elias Metchnikov sugirió que la longevidad de los búlgaros
podía estar en relación con el consumo frecuente que hacían de yogur, que contiene
lactobacilos. Desde tiempos antiguos, las bacterias productoras de ácido láctico (Lac-
tic Acid Bacteria, o LAB) se han utilizado para conservar alimentos y para mejorar la
salud. Se sabe que la adición de probióticos para alimentar al ganado, a los cerdos y a
los pollos mejora la salud general de los animales, la tasa de crecimiento, la producción
de leche en las vacas y la de huevos en las gallinas. En Europa, la alimentación funcional
dominante han sido los productos derivados de la leche, en particular los yogures y
las leches fermentadas. En los países industrializados es de esperar que en un futuro
inmediato haya un crecimiento rápido en la penetración de alimentos probióticos
funcionales en el mercado. En el tracto intestinal se estima que habitan entre cuatro-
cientas y quinientas especies diferentes y aproximadamente 1014 bacterias. La micro-
biota intestinal humana es fundamentalmente anaeróbica. En la cavidad oral existen
aproximadamente doscientas especies de bacterias. El contenido en el estómago es
bajo excepto para Helicobacter, debido al pH ácido. A medida que se desciende por el
tracto intestinal va aumentando la densidad de bacterias, encontrándose las mayores
cantidades en el intestino delgado distal y en el colon. Aproximadamente 108 bacterias
están presentes en el íleon y 1012 en el colon por cada gramo de contenido fecal.
Una microbiota intestinal saludable contiene una variedad de bacterias que puede
reducir la colonización y proliferación de bacterias patógenas a través de diversos
mecanismos, previniendo de esta manera la diarrea infecciosa. Son muchos los fac-
tores que afectan el tipo y cantidad de microbiota intestinal. Algunos de estos están
en relación con el huésped, tales como la secreción ácida gástrica, la presencia de
sales biliares, el moco en la pared intestinal y el condicionamiento racial. La micro-
biota es influida también por factores externos tales como dieta, clima, medicación,
enfermedades, estrés, infección, geografía, estilos de vida, factores socioeconómicos
e ingesta de alcohol. Un desequilibrio en la microbiota intestinal contribuye a la

1269
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

enfermedad a través de cambios en la microbiolo- lamente lo son en condiciones críticas. El mayor


gía, alterando la permeabilidad intestinal. A lo largo número de sustancias parece ser liberado por la
de este Capítulo se realiza una revisión somera acción de enzimas microbianas y absorbido en el
sobre la homeostasis, el síndrome metabólico y la intestino grueso. Se ha sugerido que los antepasa-
desnutrición, el papel de la nutrición en la resis- dos del Paleolítico recibían su nutrición habitual de
tencia a la enfermedad, los aspectos fisiológicos e más de quinientas plantas. Sin lugar a dudas, tenían
inmunológicos del intestino y su papel frente a la una microbiota intestinal mucho más abundante,
enfermedad y al desarrollo de cuadros diarreicos. lo que les permitía, en comparación con el hom-
En la segunda parte del Capítulo se trata de ma- bre actual, una mayor oportunidad para disponer
nera exhaustiva la relación entre los probióticos y de los nutrientes necesarios para una salud óptima.
diversas circunstancias clínicas, pancreatitis, cirugía El hombre moderno obtiene más del 90% de sus
abdominal, trasplantes, situaciones alérgicas, intes- nutrientes solamente de 17 plantas de las 195.000
tino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y existentes en la Tierra, y para obtener más del 50%
enfermedad hepática o renal. de su ingesta calórica y proteica consume ocho ce-
El conocimiento de los efectos de los probió- reales. Esta reducción en la variación típica de las
ticos es fundamentalmente empírico, pero existe comidas modernas occidentales, en combinación
un amplio bagaje de información en la literatura con los métodos utilizados para conservar y pre-
médica mundial. La ingesta de probióticos ade- parar los alimentos modernos, contribuye a redu-
cuados, estables y de alta calidad, en cantidades cir el acceso a muchos nutrientes y antioxidantes
correctas, puede modular la microbiota endógena necesarios para que el cuerpo humano alcance una
del tracto gastrointestinal con resultados positivos. salud óptima. La disponibilidad de algunos nutrien-
No obstante, las indicaciones, los sistemas de ad- tes y antioxidantes a través de los alimentos es re-
ministración, los costes, la seguridad y los efectos a lativamente limitada; además, muchos nutrientes y
largo plazo necesitan ser clarificados ampliamente. antioxidantes son destruidos durante los procesos
Lo mismo hay que decir sobre los mecanismos de conservación de la comida en el mundo occi-
de acción que han de ser claramente dilucidados dental. El paradigma de la conservación lo consti-
antes de que pueda encontrarse el verdadero tuyen las fórmulas de nutrición enteral convencio-
potencial terapéutico de los prebióticos y para nales con las que se alimenta a los pacientes más
poder seleccionar las cepas más adecuadas que enfermos.
han de utilizarse en cada circunstancia clínica. Los
resultados necesitan ser evaluados en ensayos clí-
nicos prospectivos aleatorizados y controlados en
la especie humana. También es importante señalar 3. Síndrome metabólico
que los probióticos deben someterse a los mismos y desnutrición
estudios farmacocinéticos que los medicamentos
para poder determinar la eficacia, la dependencia Hay indicios de que uno de cada dos adultos en
de la dosis, la distribución, el metabolismo y la du- el mundo occidental sufre un nuevo tipo de des-
ración de los efectos en el organismo. nutrición, un trastorno inducido por el consumo
de muchas calorías a partir de alimentos refinados.
Los individuos son con frecuencia obesos y apa-
rentemente bien nutridos, pero, cuando se les es-
2. La hipótesis tudia, muestran signos de alteración en su sistema
de la homeostasis de defensa inmunológico y una baja resistencia a la
enfermedad. Estos individuos son objetivos vulne-
La “hipótesis de la homeostasis” sugiere que la rables a enfermedades agudas y a complicaciones
salud y el bienestar dependen del balance exacto posquirúrgicas, pero también a enfermedades cró-
entre algo más de dos millones de sustancias dife- nicas endémicas. El consumo elevado de productos
rentes que constituyen el cuerpo humano, algunas refinados de origen agrícola; las leches y sus deri-
de las cuales son consideradas esenciales, mien- vados, la carne roja, el azúcar, el pan blanco, los ve-
tras que otras, las denominadas semiesenciales, so- getales cocinados y ricos en almidón como las pa-

1270
S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

tatas, en combinación con un bajo consumo de ridos y se almacenan en los depósitos subcutáneos
fruta fresca, de verduras (lechuga, espinacas, etc.), de grasa visceral, pero también la ingesta de mayo-
de pescado y probablemente también de bacte- res cantidades de ácidos grasos trans y saturados
rias promotoras de salud produce una nueva enti- se asocia con gran número de las circunstancias
dad llamada “síndrome metabólico” (SM). Un papel mencionadas más arriba, especialmente con enfer-
primordial en el SM corresponde a la resistencia a medades crónicas y agudas, inclusive artritis y va-
la insulina, la intolerancia a la glucosa y la dislipe- rios tipos de cáncer. Una ingesta elevada de estas
mia. La hipertensión y la obesidad con frecuencia, grasas no solamente conduce a un aumento de la
aunque no siempre, son componentes de este sín- incidencia de cáncer, sino a un incremento en el
drome. La mayor parte de los tejidos del organis- grado de la malignidad y de la frecuencia de metás-
mo se infiltran con grasas saturadas, especialmente tasis. Se ha sugerido que por cada unidad porcen-
el hígado y los músculos, fenómeno que también se tual de grasa en la dieta, el riesgo de muerte por
observa en el cerebro. Estudios recientes sugieren cáncer de mama se incrementará en un 10%, y el
que el 24% de los norteamericanos sufren el SM, riesgo de fracaso del tratamiento en el caso del
y otro 50% están en riesgo de desarrollarlo. Este cáncer de mama en un 8%.
trastorno, nunca antes detectado en niños, también Ingesta excesiva de calorías: las grasas satura-
empieza a aumentar en este grupo. Una gran par- das, los azúcares refinados, pero también las pro-
te de los individuos con SM son candidatos a desa- teínas inducen alteraciones significativas de la res-
rrollar diabetes tipo 2, enfermedad cardiaca coro- puesta inmunológica local; inhiben las funciones de
naria, gota y varios tipos de cáncer: mama, próstata, los macrófagos y estimulan la respuesta Th2 res-
endometrio, páncreas o colon, enfermedades neu- pecto a la respuesta de Th1. En ratones alimenta-
rodegenerativas como la de Alzheimer o la escle- dos con una dieta con elevadas cantidades de gra-
rosis lateral amiotrófica, hiperplasia prostática, va- sas saturadas (200 g de grasa por kg de alimento)
rias formas de artritis, enfermedad renal crónica, en comparación con una dieta baja en grasas (50 g
síndrome de ovario poliquístico, cirrosis hepáti- de grasa por kg de alimento) se han observado un
ca de origen criptogenético y muchas enfermeda- aumento de los anticuerpos IgM e IgG, un aumen-
des crónicas. Es también en este grupo de indivi- to de la proteinuria y un acortamiento de la espe-
duos en los que se observan la mayor parte de las ranza de vida; hay también un aumento significati-
enfermedades quirúrgicas, las trombosis postope- vo, tras la estimulación con lipopolisacárido (LPS)
ratorias y la formación de adherencias peritonea- en la liberación por los macrófagos peritoneales de
les, pleurales y pericárdicas. Por lo menos un 10% interleukina-6 (IL-6) (134 vs. 59 ng/106 células, p =
de los norteamericanos se dice que sufren infiltra- 0,02), factor de necrosis tumoral α (TFN-α) (311
ción hepática crónica no alcohólica (NASH: Non- vs. 95 pg/106 células, p = 0,001) y prostaglandina E2
Alcoholic SteatoHepatitis), que se asocia fuertemen- (PGE2) (906 vs. 449 pg/106 células, p = 0,01). Se sa-
te con la ingesta de excesivas cantidades de ácidos be que una respuesta de citokinas exagerada, parti-
grasos trans y saturados, de azúcares y de produc- cularmente de la IL-6, incrementa de manera signi-
tos de almidón. ficativa la síntesis de triglicéridos, que contribuyen
a aumentar la hipertrigliceridemia observada en las
infecciones, en la inflamación y en los traumatis-
mos. El tipo de proteínas suministradas también
4. Resistencia parece desempeñar un papel importante. Las pro-
a la enfermedad: teínas vegetales parecen favorecer la producción
el papel de la nutrición de glucagón sobre la de insulina y reducen de ma-
nera significativa la síntesis hepática de factor de
Hay evidencias que sugieren que el consumo de crecimiento análogo a la insulina 1 (IGF-1: Insulin-
grandes cantidades de azúcares refinados es más like Growth Factor-1). Niveles elevados de IGF-1, así
peligroso que el consumo de ácidos grasos trans como un cociente glucagón/insulina bajo, se aso-
y saturados. Es importante recordar que una gran cian con la mayor parte de la enfermedades endé-
cantidad de los azúcares consumidos se transfor- micas del mundo occidental. Sin embargo, niveles
ma en el organismo en breves minutos en triglicé- extremadamente bajos de IGF-1 parecen asociarse

1271
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

con un aumento de la morbilidad postoperatoria y nos inmunorreguladores, especialmente las placas


en cuidados intensivos, por lo menos en pacientes de Peyer, los ganglios linfáticos, el timo y el bazo,
con enfermedades críticas y catabolismo intenso. estén abundantemente inervados con nervios au-
Un estudio cruzado en el que se compararon los tónomos simpáticos y parasimpáticos. Se sabe que
efectos de proteínas animales y proteínas vegetales los péptidos intestinales vasoactivos, secretados
(soja) demostró que después de cuatro semanas a por los nervios en las placas de Peyer, regulan el
base de proteínas vegetales había una elevación del tráfico de células inmunocompetentes a través de
glucagón en ayunas de un 19%, una caída en la insu- la pared del intestino delgado, y, de esta forma, re-
lina en ayunas del 17% y un aumento en el cocien- gulan la función inmunológica del intestino (ver Ca-
te glucagón/insulina del 40% en combinación con pítulo 1.36).
una reducción de la hormona de crecimiento plas-
mática del 21%.

6. Fase de respuesta
sobreexuberante
5. Resistencia a la aguda y crónica
enfermedad: el papel
del sistema nervioso central Los individuos afectos por el SM parecen res-
ponder al estrés con una superinflamación aguda
La influencia neuroendocrina en la resistencia exuberante o crónica, manifestada por la libera-
a la enfermedad es con frecuencia infravalorada. ción exagerada y prolongada de citokinas proinfla-
Es importante recordar que las células gliales es- matorias, tales como IL-6 y proteínas de fase aguda
tán embriológica y funcionalmente relacionadas como la proteína C reactiva, y también con inhibi-
con los macrófagos y sintetizan y secretan una am- dor del activador del plasminógeno 1 (PAI-1: Plas-
plia gama de citokinas tales como IL-1, IL-2, IL-4, minogen Activator Inhibitor-1). Tanto la IL-6 como
IL-6 y TNF-α, que, en condiciones críticas, pueden el PAI-1 son con frecuencia considerados facto-
tener efectos pronunciados sobre el eje hipotála- res pronósticos de la evolución, tanto en situacio-
mo-hipófiso-suprarrenal y la respuesta de fase agu- nes agudas, es decir, después de una intervención
da. Es sabido que las citokinas IL-1, IL-6 y TNF-α quirúrgica o traumatismo, infarto de miocardio o
estimulan la síntesis y secreción hipotalámicas de pancreatitis, como también en condiciones de in-
hormona liberadora de corticotropina, vasopresi- flamación crónica o semicrónica, tales como artri-
na y otras hormonas, conocidas por tener efec- tis, depresión mental o enfermedad de Alzheimer.
tos reguladores pronunciados sobre el eje hipotá- Una respuesta exagerada de IL-6 (p. ej., elevaciones
lamo-hipofisario. Además, la activación de citokinas extremadas y/o prolongadas de la IL-6 circulante)
en el sistema nervioso central es, en cuadros agu- en pacientes que sufren infecciones, quemaduras
dos, responsable de síntomas tales como anorexia, o traumatismos, está también asociada de manera
mareo, alteraciones del ánimo, sueño y temperatu- significativa con circunstancias clínicas adversas ta-
ra corporal, y, en trastornos crónicos tales como les como distrés respiratorio agudo y fracaso mul-
enfermedades neurodegenerativas, contribuyen a tiorgánico. El efecto de una respuesta de fase aguda
la destrucción de neuronas, demencia y muerte exagerada sobre la evolución ha sido bien demos-
cerebral. trado en trasplantes de hígado; todos los pacien-
Las células gliales responden a los mismos es- tes que durante la fase tardía de la intervención
tímulos que los macrófagos, y la infiltración gra- tenían niveles de citokinas TNF-α e IL-6 elevados
sa u otros insultos a estas células, especialmente por un factor de seis desarrollaron sepsis en los
en la región hipotalámica, conducen a una respues- días postoperatorios siguientes.
ta inmunológica exagerada y prolongada. La fun- Entre los cambios observados en la respuesta
ción fundamental de la respuesta hipófiso-supra- de fase aguda exuberante está el incremento de la
rrenal parece ser el control y la prevención de las lesión endotelial por células polimorfonucleares, la
respuestas de fase aguda e inmunológica exagera- producción aumentada de la molécula de adhesión
das. Quizá sea esta la razón por la que los órga- intracelular 1 (ICAM-1: Intercellular Adhesion Mo-

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

lecule 1) y la liberación del factor proinflamatorio secreción gástrica (2,5 l), bilis (0,5 l), secreción pan-
activador de plaquetas y, asociado con esto, un re- creática (1,5 l) y secreción de intestino delgado y
traso en la apoptosis de leucocitos polimorfonu- colon (1,0 l-5,0 l). Las secreciones del aparato gas-
cleares. Síntomas tales como fatiga, somnolencia, trointestinal están en relación con el peso corpo-
depresión mental, anorexia y somnolencia duran- ral y son incluso superiores en los niños, que segre-
te el día se asocian con frecuencia a esta situación. gan aproximadamente 5,0 l al día a la edad de cinco
Los adipocitos viscerales, en comparación con los años. Entre los factores secretados más importan-
subcutáneos, segregan durante la fase de estrés, y tes están varias inmunoglobulinas, lactoferrina, liso-
por gramo de tejido, no solamente muchos más zima y fibronectina.
ácidos grasos libres sino también tres veces más Las secreciones gastrointestinales también pro-
cantidad de IL-6 y de PAI-1, lo que supone un ma- porcionan moco, una protección importante tanto
yor riesgo de enfermedad en la obesidad visceral. de la mucosa como de la matriz para la microbio-
Esto ha sido corroborado por el hecho de que la ta, y asimismo como sustrato para la nutrición de
cantidad de grasa en el abdomen puede variar des- las bacterias comensales. Las secreciones, especial-
de unos pocos mililitros hasta seis litros en perso- mente la saliva, son también muy ricas en factores
nas con obesidad grave, y la sobrecarga de estas y de crecimiento importante tales como el factor de
de otras moléculas sobre el hígado varía por un crecimiento epidérmico (EGF: Epidermal Growth
factor de varios miles. Factor), lo que explica por qué la supresión de las
glándulas salivares produce úlceras gastrointestina-
les, mala cicatrización de las heridas y dificultades
en la regeneración de algunos órganos tales como
7. El intestino: el hígado. Debe considerarse importante que estas
un órgano inmunológico secreciones sean estimuladas y no inhibidas, como
es habitualmente el caso en pacientes muy enfer-
Se sabe que la enfermedad, los cambios en la ac- mos o críticos.
tividad física, el sueño, los estados de ánimo, la edad, Otro hecho importante es que un pH gástrico
el sexo, el ritmo circadiano, la temperatura corpo- bajo es un prerrequisito para la producción gás-
ral, el consumo de medicamentos y la nutrición in- trica de óxido nítrico y de vital importancia pa-
fluencian la función linfocitaria, la producción de ra mantener la motilidad intestinal, el flujo sanguí-
inmunoglobulinas y la resistencia a la enfermedad. neo esplácnico y mucoso, y para la eliminación de
No se es siempre consciente de que aproximada- sustancias patógenas en el estómago. Es también la
mente el 80% de las células productoras de inmu- clave para la absorción de muchas vitaminas y an-
noglobulinas en el organismo se localizan en la tioxidantes, entre ellos vitamina C y glutatión. La
lámina propia del intestino, y de que grandes can- utilización de bloqueantes de los receptores H2 o
tidades de inmunoglobulinas, especialmente IgA, se de inhibidores de la bomba de protones puede te-
liberan diariamente del intestino a la luz. La síntesis ner valor para prevenir úlceras pépticas en pacien-
de IgA es altamente dependiente de las células T, y tes que reciben nutrición parenteral total, pero una
varias citokinas producidas por linfocitos activados nutrición enteral agresiva y precoz elimina la nece-
influencian diversos pasos en la vía de diferencia- sidad de tal tratamiento.
ción de la IgA. En el ratón, el factor de crecimiento
transformante β (TGF-β: Transforming Growth Fac-
tor β) parece ser el factor controlador crucial, pero
otras citokinas tales como IL-2, IL-5 e IL-10 tam- 8. Resistencia
bién están involucradas (ver Capítulo 1.36). a la enfermedad:
Las secreciones gastrointestinales son vehícu- el papel del intestino
lo de una gran cantidad de moléculas diferentes
de importancia significativa en el control de la in- Los estilos de vida, el ejercicio físico, el control
fección y de la respuesta inmune. La cantidad total del estrés y los hábitos alimentarios tienen efectos
de secreciones gastrointestinales en un adulto es muy profundos sobre el sistema inmunológico y en
aproximadamente de diez litros al día: saliva (2,5 l), la capacidad para resistir frente a la enfermedad.

1273
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

Varios cientos de miles de moléculas son libera- carióticas a lo largo de todo el tracto digestivo, y
das de manera regular en el tracto intestinal in- el otro, mucho más complejo y menos conocido,
ferior después de la fermentación microbiana; los basado en la fermentación a partir de enzimas li-
ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y otros áci- beradas por células procarióticas, microorganis-
dos grasos, aminoácidos, péptidos, poliaminas, hi- mos, fundamentalmente localizados en el tracto
dratos de carbono, vitaminas y antioxidantes, son gastrointestinal inferior. Los sustratos fundamen-
compuestos que, además de sus efectos nutritivos, tales para la fermentación en el tracto gastroin-
poseen efectos inmunomoduladores intensos. Pe- testinal son la fruta y la fibra vegetal no digeri-
ro las bacterias probióticas administradas, la micro- ble por los enzimas gastrointestinales habituales y
biota comensal y la fibra prebiótica administrada que alcanza el tracto gastrointestinal inferior ma-
tienen también efectos inmunomoduladores dife- yoritariamente sin digerir. Es en el tracto gastro-
renciados. A veces se olvida que la mayor parte de intestinal inferior donde la energía adicional y, de
los nutrientes para el tracto intestinal inferior so- manera más importante, múltiples nutrientes, vita-
lamente pueden alcanzar la mucosa desde la luz in- minas, antioxidantes, factores de coagulación, fac-
testinal, y hay que tener en cuenta que la mucosa tores de crecimiento y sustancias-señal, son libe-
cólica tiene una capacidad limitada para nutrirse a rados y puestos a disposición del organismo. Se
sí misma a partir del torrente sanguíneo. Esto ex- sabe que el cuerpo humano contiene aproximada-
plica por qué los nutrientes para la mucosa sola- mente 23.000 genes, pero es menos conocido que
mente pueden alcanzar su objetivo a través de la el tracto gastrointestinal inferior que contiene en-
fermentación local de la fibra vegetal consumida, tre 300.000 y 2 millones de genes, una informa-
que es el sustrato para la fermentación. ción que indica no solamente el tamaño sino tam-
Las variaciones en la ingesta de vegetales frescos bién la enorme complejidad del sistema digestivo
sin cocinar son la mejor manera para proporcio- conducido por la microbiota. Es muy probable que
nar las moléculas necesarias para la función óptima el número de sustancias liberadas y absorbidas en
del organismo. Es lamentable que, por diversas ra- el íleon terminal y particularmente en el intestino
zones, no se consiga alcanzar esta demanda en los grueso exceda ampliamente al número de sustan-
pacientes más graves. Incluso las fórmulas de nu- cias liberadas y absorbidas a cualquier otro nivel
trición enteral elaboradas por la industria, a pesar del tracto intestinal.
de haber mejorado de manera considerable en los
últimos años, no son capaces de compensar real-
mente la alimentación natural. Las dificultades para
ajustarse a las medidas higiénicas en los hospitales 9. Resistencia a
occidentales han obligado a abandonar la utiliza- la enfermedad: el papel
ción de fórmulas elaboradas en el propio hospital de los prebióticos bioactivos
basadas en alimentos normales, a veces con frutas
frescas y con vegetales con abundante fibra, con vi- El tracto digestivo humano es, por su desarro-
taminas y antioxidantes. Es especialmente lamen- llo y función, muy dependiente de la administración
table que no haya ningún estudio controlado en regular y abundante de prebióticos. La leche ma-
la literatura mundial que compare los resultados terna humana es, en contrapunto con la leche de
obtenidos con fórmulas elaboradas por la indus- vaca, muy rica en moléculas parecidas a la fibra (ver
tria frente a otras elaboradas localmente. Puesto Capítulo 3.9). Aparte de la leche de elefante, no se
que se sabe que las fibras son indispensables, de- sabe que ninguna otra leche de mamífero conten-
be siempre intentarse su administración en la ma- ga tantas moléculas de esas características como
yor cantidad posible. Es recomendable proporcio- la leche humana. Se ha sugerido que los oligosa-
nar variedad en el tipo de fibras administradas y, cáridos fucosilados complejos de la leche humana,
cuando sea posible, suministrar las bacterias pro- con similitudes estructurales a los glicoconjugados
bióticas bioactivas. de superficie de células inmunomoduladoras, pro-
El hombre y los animales tienen dos sistemas tegen a los niños alimentados con lactancia natural
digestivos independientes, uno basado en la diges- frente a la infección y la inflamación, pero también
tión mediante secreciones a partir de células eu- sirven como prebióticos; proporcionan nutrientes

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

específicos a los niños alimentados de forma natu- Un tratamiento de seis semanas de administración
ral y estimulan el crecimiento de la microbiota no de fibra fermentable (pulpa de remolacha y oligo-
patógena que ayuda a mantener la salud. Es impor- fructosacáridos), en animales de experimentación,
tante una gran variación en el tipo de prebióticos aumentó la superficie del tracto gastrointestinal en
administrados, puesto que la disponibilidad y con- un 28%, la masa mucosa en un 37%, el peso de la
tenido de las distintas fibras restringe el número mucosa en un 35% y la capacidad de captación de
de compuestos simbióticos producidos. Entre las glucosa mediante transportadores en un 95%. Se
muchas fibras disponibles que pudieran ser utiliza- sabe que el intestino humano tiene una gran plas-
das en nutrición clínica como suplementos prebió- ticidad y que el tratamiento con fibra parece tener
ticos están los β-glucanos (goma de avena), pecti- un gran potencial en pacientes que sufren de sín-
na, almidón resistente, glucomananos, fibras de las drome de intestino corto.
algas y varios oligosacáridos, entre ellos la inuli-
na y los oligofructosacáridos. En la última déca-
da ha quedado claro que un grupo de oligosacári- 9.2. Aumento de
dos no digestibles pero fermentables desempeñan la sensibilidad a la insulina
un papel nutritivo importante. Estas fibras, en las
que son ricas plantas tales como alcachofa, cebolla, La resistencia a la insulina es una característi-
ajo, banana, soja y otras, son consumidas en canti- ca significativa del SM. El aumento de la ingesta
dades insuficientes por muchos occidentales y es- de fibra dietética (celulosas, hemicelulosas, pecti-
pecialmente por los niños. Sin embargo, los efectos nas y almidones), sustratos fundamentales para la
clínicos significativos muy probablemente no se li- producción de ácidos grasos de cadena corta, au-
miten a los oligosacáridos sino que pueden ser de- menta de manera espectacular la sensibilidad a la
rivados de la presencia de otros prebióticos me- insulina en el humano. El suplemento de fibra de
nos investigados. glucomanano en chimpancés alimentados con un
Los oligofructanos tales como la inulina y las fleí- tipo de dieta occidental redujo de manera significa-
nas son difíciles de fermentar, y solamente una pe- tiva los niveles plasmáticos de fibrinógeno y factor
queña cantidad de las bacterias productoras de áci- X y la viscosidad plasmática en animales jóvenes
do láctico (LAB) son capaces de hacerlo. Cuando suplementados con fibra de goma guar. También
se estudió la capacidad de fermentar los oligofruc- se ha demostrado en los últimos años que hom-
tanos, solamente 16 de las 712 diferentes LAB es- bres que viven en áreas rurales del norte de la In-
tudiadas fueron capaces de fermentar la fleína, y dia y que consumían grandes cantidades de celulo-
sólo 8 la fibra de inulina. Únicamente el Lactobaci- sa y de fibra vegetal con lactobacilos vivos tenían
llus plantarum y otras especies de LAB, Lactobacillus un tiempo de coagulación más prolongado en com-
paracasei subespecie paracasei, Lactobacillus brevis y paración con los hombres urbanos de Madrás. Al-
Pediococcus pentosaceus tuvieron la capacidad de gunas observaciones sugieren una reducción en la
fermentar este tipo de oligosacáridos bastante re- incidencia de trombosis postoperatoria en pacien-
sistentes. El efecto clínico de administrar oligosacá- tes sometidos a una dieta rica en fibra.
ridos es por tanto en gran medida dependiente de
que estas LAB estén presentes en el colon del re-
ceptor, que en muchas ocasiones es el caso. Parece 9.3. Prevención de la infección
recomendable que se administren LAB de manera
paralela a la suplementación de oligosacáridos. Se sabe que la fibra bloquea los receptores y
previene la colonización por microorganismos pa-
tógenos. Mezclando un 2.5% de D-manosa en el
9.1. Aumento del agua potable se reduce de manera significativa la
crecimiento mucoso colonización en pollos recién nacidos por Salmo-
nella, y la administración de fibra (glucanos) reduce
Se sabe que en la mayor parte de los mamíferos de manera significativa el índice de mortalidad por
las fibras de la fruta y de los vegetales tienen una infecciones hospitalarias en pacientes con trauma-
influencia importante en el crecimiento intestinal. tismos graves.

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

9.4. Producción de antioxidantes péptica. Este conocimiento ha conducido a ensayos


con pectina sola o en combinación en varios mo-
Es un hecho conocido que las fibras, como la de- delos animales. La pectina pura proporcionó efec-
rivada de la avena, tienen un poder antioxidante tos preventivos potentes, incluso mayores que los
fuerte. La avena fue, antes de la introducción de an- observados administrando únicamente la fruta. Los
tioxidantes sintéticos, utilizada como un conservan- efectos preventivos y curativos observados pare-
te potente de los alimentos. Se sabe que la pectina cían no ser inferiores a los de los bloqueantes de
es también un antioxidante fuerte, pero también un los receptores H2, de los inhibidores de la bom-
protector de la mucosa importante (pseudomuci- ba de protones o de los agentes protectores de la
na) y un buen transportador y protector de la mi- mucosa. Desde entonces se utiliza habitualmente
crobiota durante su transporte desde la boca has- pectina en pacientes con esofagitis, gastritis o úlce-
ta el intestino grueso. El almidón resistente (amilosa ra péptica, y en los pacientes de cuidados intensi-
del maíz) es también un buen vehículo para el trans- vos para prevenir la úlcera péptica.
porte de LAB a través del tracto gastrointestinal
superior, muy rico en ácidos y en bilis. Las bifidobac-
terias adheridas a los gránulos de almidón resisten- 9.7. Reducción de
te muestran una supervivencia mayor en el tracto la diarrea persistente
intestinal superior y un incremento por un factor
de seis de su contenido en heces. Se ha ensayado recientemente la adición de
250 g de banana verde (no madura) (equivalente a
dos frutas) o 2 g de pectina/kg de alimento como
9.5. Reducción de la colitis suplemento a la dieta a base de arroz en niños de
Bangladesh que tenían diarrea persistente. La can-
Se sabe que los fructooligosacáridos aumentan tidad y frecuencia de las deposiciones, la duración
el número de ciertas LAB, particularmente las bi- de la diarrea, el número de episodios de vómito, la
fidobacterias, y disminuyen de manera significativa utilización de rehidratación oral y las cantidades de
el número de enterobacterias en el hombre sano. fluidos intravenosos administrados se redujeron
La mezcla de un 10% de fructooligosacáridos en la todos de manera significativa en los dos grupos de
dieta de animales de experimentación demostró tratamiento. Se observó recuperación al tercer día
un poder tanto protector como terapéutico frente en el 59% del grupo que recibía banana verde, en el
a los efectos de la colitis inducida por sulfato sódi- 55% del grupo que recibía pectina, y solamente en
co. La suplementación de pacientes con enferme- el 15% del grupo que recibía arroz.
dad inflamatoria intestinal con 30 g de fructooligo-
sacáridos por día aumenta de manera significativa
la cantidad de ácidos grasos de cadena corta intra-
luminales, y otras fibras, como Psyllium y Plantago 10. Resistencia a
ovata, tienen efectos similares. Se obtiene una me- la enfermedad: el papel
joría importante de la colitis inducida, efecto toda- de los simbióticos
vía acrecentado cuando se combina con las LAB,
con cebada germinada y con la fracción scutellum Existe una gran diferencia genéticamente condi-
del grano, ambas ricas en fibra de hemicelulosa y cionada entre las diversas bacterias llamadas bacte-
en proteínas ricas en glutamina. rias productoras de ácido láctico (LAB); la diferen-
cia entre una LAB y otra puede ser mayor que la
diferencia entre un pescado y un hombre. La mayor
9.6. Prevención y curación de parte de las LAB utilizadas en la industria alimen-
la enfermedad ulcerosa péptica taria tienen mínima o ninguna capacidad para fer-
mentar las fibras fuertes tales como la inulina o la
Las bananas, cuando están verdes e inmaduras, feína, tienen sistemas antioxidantes pobres, no tie-
son ricas en pectina, celulosa y fosfolípidos y tie- nen capacidad de adherencia al moco humano y, lo
nen un efecto protector potente frente a la úlcera más importante, no sobreviven en el medio ácido

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

del estómago y en el contenido rico en los ácidos dades, especialmente las crónicas. Estas sustancias
biliares del intestino delgado. Tampoco debe espe- son particularmente abundantes en el centeno, que
rarse una potente bioactividad de las LAB del yo- también es rico en flavonoides. Todos estos com-
gur, conocidas por su capacidad para crecer en en- puestos son liberados por la fermentación bacte-
tornos libres de fibra y elegidas fundamentalmente riana en el colon del centeno y de otras fibras ricas
por su palatabilidad. Por el contrario, las LAB que en antioxidantes. Las estructuras fenólicas (flavo-
viven en las plantas, habitualmente en condiciones noides) exhiben en el organismo una amplia gama
adversas, pueden exhibir capacidades promotoras de actividades biológicas importantes: antibacteria-
de la salud mucho más potentes. Es una condición nas, antitrombóticas, vasodilatadoras, antiinflama-
clave que las LAB de las plantas, para conseguir su torias y anticancerígenas.
propia nutrición y supervivencia, puedan fermentar La LAB más común en el intestino de indivi-
también fibras resistentes. Se pueden tener resul- duos africanos y asiáticos del medio rural, que
tados clínicos mejores en pacientes muy enfermos consumen grandes cantidades de alimentos vege-
utilizando LAB recogidas de plantas en crecimien- tales frescos, es el L. plantarum. El estilo de vida y
to, ensilados, levaduras, chucrut y algunas comidas la dieta occidentales parecen dificultar la coloniza-
étnicas. Muy probablemente en el futuro se inten- ción por L. plantarum. Esta LAB se encuentra siem-
tará estudiar y sistematizar las distintas LAB deri- pre presente en las heces de personas con estilo
vadas de las plantas. Existe un interés creciente en de vida rural; se identifica en 2/3 de los adventis-
las LAB que aparecen en la avena y en el centeno. tas del séptimo día norteamericanos, que son ve-
Cuando se ha estudiado la microbiología del cen- getarianos, pero solamente en 1/4 de los norte-
teno en crecimiento se han encontrado más de americanos omnívoros. Las especies microbianas
ciento ochenta especies distintas de LAB, y en al- dominantes aisladas de biopsias de mucosas en es-
gunas de ellas se han observado propiedades bio- candinavos sanos son L. plantarum, que se ha ais-
lógicas únicas. lado en un 24% de los individuos, seguido por L.
Los estudios epidemiológicos indican que el rhamnosus en un 12% y L. casei, subespecie Pseudo-
consumo elevado de productos con alto conteni- plantarum, en un 10%. L. plantarum está presente en
do de fibra (con grano integral) reduce el riesgo de las heces de aproximadamente 1/3 de los recién
enfermedades crónicas, tales como afecciones car- nacidos entre las tres y las ocho semanas de edad.
diovasculares y algunos tipos de cáncer. Se señala
que las respuestas de glucosa e insulina a diferentes
productos de centeno son sistemáticamente infe-
riores que las que se obtienen con trigo, y también 11. Composiciones
se ha publicado que los niveles más bajos se produ- simbióticas
cen con los productos de cereales que contengan
grano intacto, tales como el pan negro alemán de 11.1. Una LAB/
centeno (Pumpernickel), y con alternativas al arroz composición de una fibra
crudo basadas en centeno, cebada y trigo de la va-
riedad Dinkel. La estructura botánica intacta pre- La primera fórmula de nutrición simbiótica dis-
viene la hidrólisis del almidón encapsulado en el ponible en el mercado se produjo por fermenta-
intestino y lo preserva de su fermentación bacte- ción de avena con L. plantarum cepa 299, una cepa
riana en el colon. Se obtienen efectos similares con de LAB elegida después de amplios estudios de va-
cocción durante largo tiempo a temperaturas bajas rios cientos de LAB aisladas fundamentalmente del
y producción de pasta, procesos que aumentan el intestino humano. La avena fermentada, que con-
retrogradado de la amilosa y por tanto aumentan tenía una mezcla de 19 cepas de Lactobacillus cui-
la cantidad de almidón resistente en el alimento. dadosamente seleccionadas del hombre, se admi-
La disponibilidad de potentes antioxidantes como nistró a voluntarios sanos y posteriormente se
ácidos fenólicos, derivados del ácido benzoico, áci- tomaron biopsias de mucosa del yeyuno y del rec-
dos hidroxicinámicos (ácido cafeico, ácido sinápico, to, antes y once días después de la última adminis-
ácido telúrico y ácido p-cumárico) y de flavonoi- tración. Después de once días se podían identificar
des es importante para la prevención de enferme- en las heces cinco de las diecinueve cepas, la más

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

frecuente la 299. La cepa de L. plantarum 299 tiene de NF-κB al núcleo del macrófago U 937. El NF-κB,
la capacidad de fermentar la avena a una densidad que induce la síntesis de citokinas tanto proinfla-
de 4,7 x 109 y no tiene dificultad para sobrevivir en matorias (IL-1, IL-8) como antiinflamatorias (IL-10),
la acidez del estómago y en el contenido de ácidos fue producido por L. plantarum y en menor medi-
biliares del intestino delgado. da también por Leu. mesenteroides. Las tres cepas L.
plantarum y el Pediococcus pentosaceus también pro-
ducían cantidades significativas de antioxidantes. Es
11.2 Cuatro LAB/ de esperar que la producción de antioxidantes por
composición de cuatro fibras las bacterias del colon proporcione efectos bene-
ficiosos por eliminación de radicales libres en el
Se pueden obtener efectos simbióticos más po- tracto gastrointestinal. Se eligieron cuatro de las
tentes con la utilización de una combinación de va- ocho cepas estudiadas, junto con cuatro fibras co-
rias LAB y varias fibras prebióticas. Se ha realizado nocidas por su efecto bioactivo potente, para es-
un análisis extenso de LAB bioactivas en cente- tudio ulterior en una composición simbiótica. La
no de cultivo ecológico, identificándose al menos composición, llamada Synbiotic 2000®, consiste en
180 cepas diferentes. El mismo grupo de científi- 1010 de cada una de las siguientes LAB (probióti-
cos examinó el intestino humano de manera ex- cos): Pediococcus pentosaceus 5-33:3, Leuconostoc
tensa, identificando otras 355 cepas. Se prestó es- mesenteroides 32-77:1, Lactobacillus paracasei subes-
pecial atención a la capacidad de adherencia a la pecie paracasei 19 y Lactobacillus plantarum 2362, y
mucina porcina, para expresar el efecto hidrofóbi- 2,5 g de fibras fermentables (prebióticos): β-gluca-
co de la superficie celular, y también la de adherir- no, inulina, pectina y almidón resistente. La bacteria
se al colágeno, la fibronectina y otras proteínas de L. paracasei es de origen humano y las otras cepas
la matriz extracelular. De estas 535 cepas se selec- provienen del centeno.
cionaron ocho para estudios posteriores (tres ce-
pas de L. plantarum, dos de L. paracasei subespecie
paracasei, Leuconostoc mesenteroides y Pediococcus 12. Experiencia clínica
pentosaceus). Tenían la capacidad de sobrevivir a la en enfermedades agudas
exposición a bilis al 20% durante una hora y a un
pH de 2,5 durante dos horas, es decir, tenían pro- 12.1. Diarrea aguda
piedades que les permitían sobrevivir al transporte
a través del tracto intestinal hasta el colon. Todas Cada año, varios millones de niños fallecen por
las cepas mostraron capacidad para utilizar inulina deshidratación secundaria a diarrea. En un estu-
o amilopectina in vitro como única fuente de car- dio multicéntrico se aleatorizaron 140 niños pa-
bono. Tres de las cepas producían β-galactosidasa, ra recibir rehidratación oral y placebo y otros 147
una molécula a la que se atribuyen propiedades pa- rehidratación oral y administración de 1010 u.f.c.
ra aliviar los síntomas de intolerancia a la lactosa. de Lactobacillus GG. Los signos clínicos de dia-
Todas las cepas producían sustancias antimicrobia- rrea duraron 58,3 ± 27,6 horas en el grupo trata-
nas con actividad frente a bacterias Gram-positi- do con LAB, en comparación con 71,9 ± 35,8 ho-
vas, y dos cepas de Lactobacillus mostraban también ras (p = 0,03) en el grupo placebo. La diarrea duró
actividad frente al agente patógeno gástrico Helico- en los niños positivos para rotavirus tratados con
bacter pylori. LAB 56,2 ± 16,9 horas en comparación con 76,6 ±
La exposición durante una hora de las cepas de 41,6 en el grupo control (p = 0,08).
LAB a un pH de 5 indujo la producción de novo de El Lactobacillus GG fue también ensayado con el
diversas proteínas, cinco de las cuales reaccionaban objeto de prevenir la diarrea en un estudio place-
de manera cruzada con proteínas de estrés, un ti- bo-control realizado en 204 niños peruanos des-
po de proteínas que se sugiere tienen efecto pro- nutridos de edades comprendidas entre seis y
tector frente a otras proteínas de superficie y ad- veinticuatro meses. El tratamiento se administró
hesinas durante el transporte a lo largo del tracto durante quince meses. Los niños tratados con LAB
gastrointestinal. Cuatro de las ocho cepas de LAB tuvieron menos episodios de diarrea (5,21 episo-
estudiadas producían fenómenos de transcripción dios por niño y año en comparación con 6,02 en el

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

grupo placebo, p = 0,028). Esta ganancia terapéuti- rrollaron diarrea. La duración media de la diarrea
ca debe considerarse modesta y es probable que la fue 4,7 días en el grupo LGG frente a 5,88 días en
utilización de otras LAB más potentes o de combi- el grupo placebo. De nuevo, la eficacia del trata-
naciones de pre y probióticos pudiera conducir a miento no parece espectacular y el valor de la re-
un éxito terapéutico más significativo. ducción de un día y de dos deposiciones líquidas
Doscientos treinta y siete niños colombianos re- durante un periodo de 10 días podría ser cues-
cién nacidos, con riesgo de desarrollar diarrea gra- tionado. Un estudio metaanalítico reciente identi-
ve, recibieron durante una semana, o hasta el mo- ficó en la literatura un total de nueve ensayos. Los
mento del alta, un suplemento diario de 250 x 106 probióticos fueron administrados en combinación
u.f.c. de L. acidophilus y 250 x 106 u.f.c. de Bifidobac- con antibióticos y los controles recibieron placebo
terium infantis vivos, y el resultado fue similar al de y antibióticos en todos los estudios. La proporción
los niños tratados durante el año anterior. La inci- de probabilidad (Odds Ratio, OR) a favor del trata-
dencia de enterocolitis necrotizante se redujo con miento activo era de 0,39 (p < 0,01) para Saccha-
esta profilaxis probiótica en un tercio (18 vs. 47, p romyces boulardii y de 0,34 (p < 0,001) para Lacto-
< 0,005) en el grupo de pacientes ingresados, y en bacilli. No se administraron prebióticos en ninguno
la mitad (19 vs. 38, p < 0,03) en pacientes transferi- de los estudios. Es de esperar que el tratamiento
dos de otros hospitales (que probablemente llega- combinado de pro y prebióticos (simbióticos) po-
ron tarde al tratamiento). No hubo complicaciones dría eventualmente conducir a una mayor eficacia
atribuibles a la utilización de preparaciones de pro- en estudios futuros.
bióticos, incluso en los niños recién nacidos muy
enfermos que pesaban como promedio 2.600 g
(rango, 1.000-4.000 g) de los cuales un tercio sufría 12.3. Pancreatitis aguda grave
otros trastornos graves tales como sepsis, neumo-
nía o meningitis. Se observó de manera incidental La necrosis pancreática y las infecciones son fac-
que los niños tratados con LAB sufrieron menos tores determinantes para el fallo orgánico y la falta
dermatitis del pañal. de resultados positivos en la pancreatitis aguda gra-
Un estudio metaanalítico de la eficacia de pro- ve. La tasa de mortalidad después de una pancreati-
bióticos utilizados en diarrea aguda en niños y ba- tis se incrementa de 5 a 10 veces si el área de necro-
sado en 18 estudios elegibles ha sido publicado sis se infecta. La infección en la necrosis pancreática
recientemente. Este estudio concluye que la coad- ocurre aproximadamente en un 25% de los casos
ministración de probióticos con rehidratación es- después de una semana y aproximadamente en un
tándar reduce la duración de diarrea aguda en 75% después de 3 semanas. Ninguno de los trata-
aproximadamente un día. Este efecto terapéutico mientos, incluidos antibióticos y varios inhibidores
parece menor que el obtenido con la administra- de citokinas proinflamatorias, ha demostrado una
ción exclusiva de probióticos, lo que parece res- influencia significativa en el resultado.
paldar la idea de que se podrían obtener mejores Recientemente se ha realizado un estudio en
resultados con la combinación de diversos pre y Györ (Hungría) en pacientes con pancreatitis agu-
probióticos (simbióticos). da grave. Los pacientes eran aleatorizados al ingre-
so hospitalario para administrarles durante una se-
mana, dos veces al día y por la sonda nasoyeyunal,
12.2. Diarrea asociada o bien una preparación liofilizada que contiene 109
a antibióticos L. plantarum 299 vivos junto con un substrato de
10 g de fibra de avena, o bien una preparación si-
La diarrea es un efecto colateral común en la te- milar en la que el Lactobacillus había sido muerto
rapia antibiótica. Hasta un 40% de los niños que re- por calor. El estudio fue diseñado para finalizar en
ciben antibióticos de amplio espectro desarrollan el momento en el que el análisis estadístico mos-
diarrea. La eficiencia de Lactobacillus GG (LGG) pa- trara diferencias estadísticamente significativas en-
ra prevenir la diarrea se ensayó en una serie de tre los dos grupos del estudio. Esto ocurrió cuan-
202 niños tratados con antibióticos; 25 tratados do habían entrado en el estudio 45 pacientes. En
con placebo (26%) y 7 tratados con LGG desa- ese momento, 22 pacientes habían recibido trata-

1279
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

miento con L. plantarum 299 vivos durante siete tamiento con antibióticos en el grupo de Lactobaci-
días y 23 con L. plantarum 299 muertos por calor. lli vivos era de 4 ± 3,7 días, con Lactobacilli muertos
Se produjo necrosis infectada y abscesificación en por calor 7 ± 5,2 días, y en el grupo con nutrición
uno de los 22 pacientes (4,5%) en el grupo L. plan- enteral 8 ± 6,5 días. Ocurrieron complicaciones
tarum vivos, y en siete de los 23 pacientes (30%) no infecciosas en el 3% de los pacientes del grupo
con L. plantarum muertos por calor (p = 0,023). El de nutrición enteral sólo en el 17% de los pacien-
único paciente que desarrolló sepsis en el grupo de tes en el grupo Lactobacilli inactivados por calor
L. plantarum vivos lo hizo después de quince días, y en el 13% de los pacientes del grupo Lactobaci-
ocho días después de que el tratamiento fuera sus- lli vivos. No se observaron cambios significativos
pendido. Es probable que en el futuro el suministro en los niveles de hemoglobina, leucocitos, proteí-
a los pacientes gravemente enfermos se prolongue na C reactiva, urea en sangre, bilirrubina, albúmi-
por más de una semana. Además, la estancia me- na, linfocitos totales, CD45 RA, CD45 RO, CD4,
dia era más corta en el grupo de L. plantarum vivos CD8, células NK y proporción CD4/CD8. Tam-
(13,7 vs. 21,4 días), pero no se alcanzaron diferen- poco había ninguna diferencia en la estancia me-
cias estadísticas significativas debido al pequeño ta- dia en el hospital.
maño de los grupos. Recientemente se ha publicado otro estudio
donde se comparó el efecto de una bebida probió-
tica de frutas (PROVIVA) que contiene Lactobacillus
12.4. Cirugía abdominal plantarum 299V, relacionado con el anterior pero
no idéntico, con origen en las masas de fermenta-
La misma preparación liofilizada que conte- ción por levaduras, en contraste con el 299 que se
nía L. plantarum 299 vivos junto con fibra de ave- encuentra originariamente en el intestino huma-
na se usó recientemente en un estudio controlado no. El contenido en LAB y fibra de avena es mucho
en pacientes sometidos a cirugía abdominal amplia. menor en esta bebida que en los estudios anterio-
Se comparó frente a la misma preparación de Lac- res que incluían el 299. En esta bebida de frutas se
tobacillus inactivados por calor y frente a nutrición mezcla un 5% de LAB-avena fermentada (cantidad
enteral estándar. Los pacientes fueron sometidos a demasiado pequeña) con un 95% de jugo de frutas,
resección hepática (n = 29), resección pancreática para un volumen final de L. plantarum 299V de sólo
(n = 26), resección gástrica (n = 22), resección de 5 x 107. La bebida, sin embargo, se administró du-
colon (n = 9) o cirugía derivativa intestinal (n = 4), rante un periodo mayor que en los otros estudios,
y uniformemente distribuidos entre los tres gru- incluyendo un mínimo de una semana antes de la
pos de tratamiento. Cada grupo incluyó 30 pacien- operación. Sesenta y cuatro pacientes recibieron
tes. La tasa de sepsis a los 30 días era del 10% (tres suplemento con PROVIVA y 65 pacientes no re-
de los 30 pacientes) en los dos grupos que recibie- cibieron ningún tratamiento adicional. Casi todos
ron Lactobacilli vivos o inactivados por calor, y del pacientes de ambos grupos recibieron una sola do-
30% (nueve de los 30 pacientes) en el grupo que sis intravenosa preoperatoria de cefuroxima y me-
recibió nutrición enteral estándar (p = 0,01). La tronidazol. No se encontró ninguna diferencia sig-
mayor diferencia se observó en el número de ca- nificativa entre los grupos por lo que se refiere a
sos de neumonía (nutrición enteral, seis pacientes; la translocación bacteriana (12% vs. 12%; p = 0,82),
Lactobacilli vivos y fibra, dos pacientes; Lactobacilli colonización gástrica con organismos intestinales
muertos por calor y fibra, un paciente). El efecto (11% vs. 17%; p = 0,42) o morbilidad séptica (13%
parecía ser más pronunciado después de la resec- vs. 15%; p = 0,74).
ción gástrica y pancreática, donde el número de pa- Estos dos ensayos merecen algún comenta-
cientes con sepsis en el grupo de nutrición enteral rio. Los pacientes incluidos en el primer estudio
eran ocho de los 16 pacientes (50%), frente a tres fueron sometidos a intervenciones de mayor en-
de los 17 (17%) en el grupo Lactobacilli inactivados vergadura que los incluidos en el segundo. Está
por calor y uno de los 15 (7%) en el grupo de Lac- documentado que el riesgo de desarrollar compli-
tobacilli vivos. Los pacientes del grupo tratado con caciones sépticas es mucho más alto en pacientes
Lactobacilli vivos recibieron significativamente me- como los incluidos en el primer estudio. Esto se ra-
nos antibióticos (p = 0,04): la media de días en tra- tifica por el hecho de que los pacientes del grupo

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

control en el primer estudio (pacientes a los que organismos aislados más frecuentes eran Enterococ-
no se les proporcionó LAB) desarrollaron compli- cus (aislados en 8, 8 y 1 pacientes) y Staphylococcus
caciones sépticas en un 30% (50% en el caso de ci- (identificados en 6, 3 y 1 pacientes). No se regis-
rugía de páncreas y estómago) frente al 15% en el tró ninguna infección por Escherichia coli o Klebsie-
segundo estudio con intervenciones colorrectales lla en el grupo LPV. Ocurrieron complicaciones no
principalmente. Esto parece indicar que los efectos infecciosas en 15 pacientes del grupo DSD, 19 del
más pronunciados pueden esperarse en los pacien- grupo LPM y 16 del grupo LPV. El número de pa-
tes con riesgo más alto de morbilidad séptica. La cientes que requirieron hemodiálisis fueron ocho
dosis bajas de pro y prebióticos suministradas en DSD, cuatro LPM y dos LPV. El número de reinter-
el segundo estudio también podrían explicar las di- venciones fue de seis, dos y cuatro, respectivamen-
ferencias en el resultado. El suministro de LAB en te. La proporción CD4/CD8 era más alta en el gru-
una concentración de 107 o menor generalmente po LPV que en los otros dos grupos (p = 0,06), y la
se considera como una dosis demasiado pequeña estancia en cuidados intensivos, estancia en el hos-
para que los efectos de los probióticos sean signifi- pital y duración de la terapia antibiótica eran más
cativos. En el primer estudio se suministró un con- cortas en el grupo LPV; ninguno de estos resulta-
centrado de LAB y fibra, y la concentración usa- dos, sin embargo, alcanzó diferencias estadística-
da en el segundo era aproximadamente 20 veces mente significativas.
más diluida. Además, se usaron cepas diferentes de Los mismos investigadores continuaron sus es-
L. plantarum en los dos estudios. fuerzos para reducir aún más la morbilidad en re-
lación con el trasplante de hígado, esta vez con la
combinación de cuatro LAB y cuatro fibras (Syn-
12.5. Trasplante hepático biotic 2000®). En un estudio aleatorizado doble cie-
go, 33 pacientes recibieron Synbiotic 2000® y otros
Rayes et al., en Berlín, realizaron un estudio pros- 33 pacientes recibieron tan sólo las cuatro fibras
pectivo y aleatorizado que comprendió 95 pacien- del Synbiotic 2000®. El tratamiento comenzó cua-
tes con trasplante hepático, y compararon la inci- tro días antes de la cirugía y siguió hasta el día 14
dencia de infecciones y otras complicaciones entre del postoperatorio. Durante el primer mes posto-
tres grupos diferentes. A todos se les suminis- peratorio solamente un paciente del grupo Synbio-
tró nutrición enteral precoz. Los grupos eran los tic 2000® (3%) mostró signos de infección, frente
siguientes: a 17/33 (51%) de los pacientes que recibieron so-
1. Descontaminación selectiva del tracto diges- lamente las cuatro fibras (Rayes et al., comunica-
tivo (DSD) cuatro veces al día durante 6 semanas ción personal).
(n = 32).
2. Lactobacillus plantarum 299 vivos (LPV)
en dosis de 109, más 15 g de fibra fermentable
(n = 31) durante 12 días postoperatoriamente. 13. Experiencia clínica
3. Tratamiento idéntico al grupo 2 pero con en enfermedades crónicas
L. plantarum 299 muertos por calor (LPM) (n = 32).
Todos los pacientes recibieron nutrición enteral Han pasado ya casi cien años desde que se des-
desde el segundo día postoperatorio, sin fibra en cubrió la relación entre la dieta occidental y las
el caso del primer grupo y con fibra en el segun- enfermedades crónicas. En 1908, Ignatowski indu-
do y tercero. No se produjo ningún fallecimiento. jo aterosclerosis en conejos alimentados con una
Mostraron signos de infección 15 de los 32 pacien- dieta con alto contenido en colesterol y grasas
tes (48%) en el grupo DSD, 11 de los 32 (34%) en (carne, leche y huevos). Tuvieron que pasar todavía
el grupo LPM y cuatro de los 31 (13%) en el grupo otros cincuenta años hasta que se consideran se-
LPV (p = 0,017). Desarrollaron infecciones posto- riamente que existía una relación entre la dieta y
peratorias 23 DSD, cuatro LPV y 17 LPM. Las infec- la enfermedad. Hoy se acepta cada vez más amplia-
ciones con más prevalencia fueron colangitis (en mente que la mayor parte de las enfermedades an-
diez, ocho y dos pacientes, respectivamente) y neu- teriormente mencionadas están relacionadas con
monía (en seis, cuatro y un pacientes). Los micro- la dieta. También se acepta que las dietas ricas en

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

grasas insaturadas no hidrogenadas, especialmen- gicas con toda probabilidad podrían estar en rela-
te los ácidos grasos omega-3, grano integral y fru- ción con una generación inapropiada y una activa-
tas y vegetales en abundancia pueden ofrecer pro- ción de las células Th2, un proceso que se sabe es
tección significativa contra enfermedades crónicas inhibido por el interferón γ (IFN-γ) y también por
y cardiopatía coronaria. Estas enfermedades tie- la IL-12. Algunas especies de Lactobacillus estimulan
nen todas ellas un componente de respuesta aguda tanto la producción de IFN-γ como la de IL-12 (véa-
exagerada y liberación exuberante de citokinas, a se más abajo), que promueven un tipo de respues-
veces durante semanas, meses o incluso años antes ta Th1 e inhiben el tipo de respuesta Th2. Se ha de-
de que los signos clínicos de la enfermedad sean mostrado que la estimulación de células humanas
evidentes. La dislipemia, el aumento de fibrinóge- mononucleares de sangre periférica (PBMC: Peri-
no, el aumento de otras proteínas de fase aguda, la pheral Blood Mononuclear Cells) con varios L. rham-
reducción en la fibrinólisis, el aumento de PAI-1, el nosus y Lactobacillus bulgaricus conduce a la produc-
aumento de homocisteína, la caída de glutatión, la ción de citokinas Th1 (IL-12, IL-18 e IFN-γ), y la
bajada del ácido fólico, algunas veces niveles bajos administración de L. casei y L. plantarum inhibe to-
de minerales y de un amplio espectro de otros an- talmente la secreción de IgE inducida por antígeno
tioxidantes y vitaminas son algunas de las caracte- en el ratón alimentado con ovoalbúmina y caseína;
rísticas de estas enfermedades endémicas. Además, este efecto no se pudo obtener con la administra-
la integridad de las membranas celulares se altera y ción de L. johnsonii. La producción de IL-12 por los
la permeabilidad celular se reduce, fenómeno con macrófagos peritoneales se potencia, y la produc-
más frecuencia evidente en las células del cerebro, ción de IL-4 se suprime, cuando se estudian célu-
en las células inmunológicas y en las células circu- las esplénicas de animales tratados con L. plantarum
lantes. La buena salud y la longevidad parecen es- estimuladas con concanavalina A. De manera simi-
tar asociadas con el mantenimiento de niveles altos lar, L. casei induce el IFN-γ, pero suprime IL-4 e IL-5.
de ácidos grasos poliinsaturados en las membranas La administración diaria de 1010 Lactobacillus GG a
celulares, estructuras de las membranas intactas y mujeres embarazadas con familiares con tendencia
buena fluidez de la membrana. Hay numerosas evi- a la alergia, durante 2 a 4 semanas antes del parto
dencias que sugieren que el colesterol total ele- y posteriormente durante los primeros seis meses
vado, altos niveles de LDL-colesterol, fibrinógeno posparto produce una disminución del 50% en la
alto, hipertensión arterial, etc., pueden ser contra- incidencia de eccema atópico.
rrestados con un aumento en el consumo de pre-
bióticos (fibras vegetales de varios orígenes como
frutas, verduras, legumbres, hortalizas, etc.). El efec- 13.2. Infecciones por Helicobacter
to de la administración externa de probióticos o
de combinaciones de pro y prebióticos (simbióti- Hay una serie de cepas de Lactobacillus que, en
cos) para prevenir y tratar las enfermedades cróni- contraste con otros microorganismos, tienen la ca-
cas está poco investigado. pacidad de crecer y sobrevivir en el entorno hos-
til del estómago. Esto ofrece unas posibilidades
únicas para desarrollar nuevos conceptos de trata-
13.1. Alergia miento para prevenir el sobrecrecimiento de Heli-
cobacter pylori, causa fundamental de la gastritis cró-
El estímulo microbiano reducido durante la in- nica, de la úlcera péptica y también factor de riesgo
fancia y la niñez, especialmente evidente en los paí- para tumores malignos del estómago. Parece bas-
ses desarrollados, parece estar asociado con un au- tante posible que las LAB, administradas de forma
mento de la prevalencia de alergia. La reducción regular, competirán y disminuirán las infecciones
del estímulo microbiano se asocia con una madu- por H. pylori contribuyendo a generar el equilibrio
ración posnatal más lenta del sistema inmunológi- (homeostasis) entre H. pylori y su huésped humano.
co, retraso en el desarrollo y falta de equilibrio en- Se ha estudiado la actividad antibacteriana de
tre la inmunidad Th1 y Th2. Se sabe que los niños diecisiete cepas de Lactobacillus contra diez cepas
europeos tienen una microbiota intestinal distinta diferentes de H. pylori. Todas las cepas de Lactoba-
de la de los niños asiáticos. Las enfermedades alér- cillus fueron capaces de inhibir el H. pylori, pero el

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

efecto se perdía si el pH se ajustaba a 6,0. Sin em- 13.3. Infecciones por el virus de la
bargo, el efecto de una cepa, la L. acidophilus CRL inmunodeficiencia humana (VIH)
639, se mantuvo incluso después del ajuste del pH.
El efecto pareció estar relacionado no sólo con el Los individuos, especialmente los niños, con VIH
pH sino con la liberación de un compuesto protei- sufren de manera más o menos regular problemas
náceo con efectos de autolisina. Ciento veinte pa- gastrointestinales significativos, especialmente dia-
cientes con H. pylori fueron aleatorizados, además rrea, pero también malabsorción, desnutrición y al-
de recibir una terapia triple de siete días (rabepra- gunas veces un trastorno grave, la lipodistrofia, que
zol, claritromicina, amoxicilina) a recibir o bien pla- también tiene manifestaciones no muy diferentes
cebo o un cultivo liofilizado e inactivado de L. aci- de las del SM. Estos pacientes que tienen un siste-
dophilus. La erradicación de H. pylori aumentó de ma inmune debilitado sufren con frecuencia diver-
manera significativa con el suplemento de LAB: sas infecciones. Se ha demostrado recientemente
52/59 pacientes (88%) vs. 42/58 pacientes (72%) que la administración de preparados multivitamíni-
(p = 0,03). Los efectos del Lactobacillus GG se in- cos, y especialmente de vitamina A y β-carotenos,
vestigaron en otro grupo similar de pacientes, que reduce de manera significativa la mortalidad rela-
recibieron también la triple terapia. Este estudio cionada con el embarazo, mejora el peso al nacer
concluye que hay una tolerancia mayor del trata- y el crecimiento neonatal y reduce la anemia cuan-
miento (reducción de intolerancia a los antibióticos, do se administra a mujeres embarazadas infectadas
diarrea y trastornos del gusto), pero, en contraste con el VIH. Teniendo en cuenta que estas vitami-
con el L. acidophilus, no hubo mejoría en el índice de nas, así como otros antioxidantes importantes, se
erradicación con el uso de Lactobacillus GG vivo. Se liberan a través de la fermentación microbiana en
ha comunicado que el consumo oral diario de 4 × el intestino grueso, es muy probable que los sim-
50 ml de L. acidophilus en suero de leche combina- bióticos puedan ser eficaces a la hora de contra-
do bien con omeprazol o bien con placebo produ- rrestar algunas de las manifestaciones negativas de
cía una reducción significativa en la prueba del alien- la enfermedad, tanto en niños como en adultos.
to tanto si se administraba omeprazol como si no, Los individuos con VIH parecen tener reducida de
y también inmediatamente y a las seis semanas des- manera significativa la microbiota LAB en el colon
pués del periodo de tratamiento. (aproximadamente 2 x 104 vs. 1 x 107), y también
Debe recordarse que el suero de leche es ex- se ha demostrado que la administración de LAB ta-
traordinariamente rico en sustancias inmunológica- les como L. reuteri y L. plantarum a 299 individuos
mente activas y antiinfecciosas. No está claro si los no es peligrosa. Se concluyó, después de un estu-
efectos observados fueron debidos a la cepa de LAB dio en 18 niños con exposición congénita al VIH,
utilizada, al suero de leche o a una combinación de que la administración de simbióticos (LAB y fibra
ambos. El mismo grupo de investigadores administró de avena) tiene la capacidad potencial de estimular
leche fermentada con el mismo LAB a voluntarios el crecimiento y el desarrollo, así como de restau-
en otro estudio controlado. Tres semanas de ingesta rar la respuesta inmune natural.
diaria disminuyeron la densidad de H. pylori en el es-
tómago y la actividad de la gastritis antral, un efecto
que se mantuvo durante varias semanas después de 13.4. Síndrome
la ingesta de la leche. El control probiótico de H. pylo- de intestino irritable
ri ofrece una alternativa prometedora al tratamiento
farmacológico. Las aproximaciones basadas exclusi- Las alteraciones de la motilidad intestinal son
vamente en cambios dietéticos probablemente al- cada vez más frecuentes en las sociedades occi-
cancen aceptación pública y pueden demostrar que dentales. Hay evidencia sugestiva de que varias al-
son más seguras y baratas que los regímenes com- teraciones de la motilidad, por ejemplo, reflujo
plejos a base de medicamentos. No se puede excluir gastroesofágico, estreñimiento infantil y cólicos in-
que otras LAB y combinaciones de pre y probióticos fantiles, están relacionadas con la alimentación y
(simbióticos) puedan demostrar mayor eficacia. Muy que con frecuencia son debidas a intolerancia a las
probablemente se realizarán durante los próximos proteínas de la leche de vaca. El síndrome de intes-
años algunos ensayos en esta dirección. tino irritable es un diagnóstico clínico que consiste

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

en distensión abdominal, retortijones, aumento del significativa en los números de subespecies LAB
número de deposiciones y desaparición del dolor en pacientes con colitis ulcerosa frente a controles
abdominal con la defecación. La prevalencia del sín- (media de 18 vs. 32). En este estudio, el Bacteroides
drome varía entre el 7 y el 22%, haciendo del síndro- thetaiotaomicron fue observado de manera más fre-
me de intestino irritable el trastorno gastrointesti- cuente en los pacientes con colitis ulcerosa (8/10
nal más frecuente. El efecto del consumo, dos veces pacientes) que en los controles (4/10).
al día durante cuatro semanas, de 200 ml de zumo La reducción en la densidad de lactobacilos en-
de frutas que contiene 6 x 107 L. plantarum 299, fren- dógenos y de bifidobacterias está bien documenta-
te a placebo, se estudió en dos grupos de 20 pacien- da en la actualidad tanto en la colitis ulcerosa ex-
tes. El 95% de los tratados con LAB y el 15% de los perimental como también en la pouchitis y en la
pacientes del grupo placebo percibieron mejoría ge- enfermedad de Crohn. Un estudio reciente sugiere
neral. Los 20 pacientes del grupo que recibió LAB, y que en la colitis ulcerosa (CU) la mucosa ha perdi-
11/20 pacientes del grupo placebo, vieron desapa- do su capacidad para repeler la microbiota fecal y
recer el dolor abdominal. Un estudio similar, utili- prevenir un contacto estrecho entre la microbio-
zando la misma fórmula, se realizó en dos grupos ta residente y la superficie epitelial. La densidad mi-
de 30 pacientes, que también recibieron tratamien- crobiana en la superficie epitelial aumenta de ma-
to durante cuatro semanas. La flatulencia se redu- nera significativa con la gravedad de la enfermedad.
jo rápida y significativamente en el grupo que re- Los pacientes con más de 10.000 u.f.c./ml tienen
cibió LAB pero no hubo diferencia en distensión una banda bacteriana ancha adherida a la mucosa,
entre los dos grupos. Se observó un aumento sig- y los pacientes con más de 50.000 u.f.c./ml mues-
nificativo en la microbiota LAB en los pacientes tran además de la banda incursiones de bacterias
con suplemento de LAB, pero sin cambios desta- polimórficas entre algunos enterocitos próximos a
cables en la microbiota PPM. Se observó una dis- la lámina propia.
minución significativa del hidrógeno en el aliento A finales del siglo XX fuimos también capaces
dos horas después de la ingestión, pero sin dismi- de demostrar que administrando a pacientes en los
nución en la producción total de hidrógeno ni me- que se había inducido una colitis una composición
joría sintomática. simbiótica de LAB y fibra de avena se prevenía el
desarrollo y se promovía la cicatrización. Las esca-
las morfológicas, la actividad mieloperoxidasa y la
13.5. Enfermedad permeabilidad de la mucosa se normalizaron rápi-
inflamatoria intestinal damente cuando se administraba la fórmula sim-
biótica. Una serie de estudios en sujetos normales,
A finales de los años 90 del siglo pasado se de- en sujetos con deficiencia de IL-10 y en animales
mostró de manera convincente que los pacientes transgénicos ha permitido verificar con posterio-
con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tenían ridad la eficacia de los probióticos tanto para pre-
alterada la microbiota intestinal, hecho que ya había venir como para curar la colitis experimental. Hay
sido sugerido sin verificación hacia 1970. En con- también una serie de estudios en humanos publi-
traposición con los estudios previos, los autores cados en años recientes con las mismas conclusio-
estudiaron biopsias de mucosa en lugar de mues- nes. En la mayor parte de los estudios se ha ensaya-
tras de heces. Nuestro estudio comprendió 30 pa- do una LAB específica, pero prácticamente ningún
cientes con colitis ulcerosa (12 con colitis ulcero- estudio ha ensayado la combinación de dos o más
sa activa y 18 sin actividad) y 30 pacientes control. LAB o la combinación de varias LAB con fibras bio-
Todos los pacientes con enfermedad activa mos- activas. Los estudios en el futuro tendrán que cen-
traron, en contraste con los pacientes sin actividad, trarse en combinaciones que incluyan fibras, pues-
reducciones significativas en el número de bacte- to que esto ofrece una esperanza para una mejoría
rias anaerobias, bacilos Gram-negativos anaerobios importante en los resultados terapéuticos. Se ha
y lactobacilos. Además, 10/20 pacientes con colitis comprobado que una combinación prebiótica lla-
ulcerosa tenían sobrecrecimiento de Proteus mirabi- mada VSL*3, que consiste en cuatro cepas de Lac-
lis, en contraste con 0/20 de los pacientes control. tobacilos, tres cepas de Bifidobacterium y Strepto-
Un estudio más reciente describe una reducción coccus salivarius subespecie thermophilus (5 × 1011

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

células/g), pero sin fibras, es eficaz tanto en CU co- to precio. Las complicaciones que se ven con estos
mo en pouchitis. No se ha informado si la elección productos son muy similares a las que se observan
de estas LAB se hizo después de estudios molecu- después de varios tipos de trasplante. Puesto que
lares e inmunológicos para demostrar su poten- la administración de simbióticos en relación con el
cia bioactiva o si se escogieron al azar. Los pacien- trasplante de hígado parece suprimir tales compli-
tes con CU recibieron 3 g por día durante un año, caciones, es muy probable que la administración de
y 15/20 pacientes se mantuvieron en remisión; uno simbióticos simultáneamente a los inhibidores de ci-
se perdió al seguimiento y 4/20 tenían signos de re- tokinas reduzca de manera considerable la morbili-
cidiva; 20 pacientes con pouchitis fueron tratados dad. Parece que, en el futuro inmediato, el tratamien-
con la fórmula y todos mostraron remisión des- to simbiótico constituirá la mejor alternativa como
pués de nueve meses. Una revisión reciente sugie- tratamiento a largo plazo o permanente para man-
re que el metronidazol es un tratamiento eficaz tener remisiones y prevenir los rebrotes. Resulta
para la enfermedad activa crónica, pero la tera- atractiva, junto con su eficacia esperada, la ausencia
pia probiótica oral con VSL*3 sirve para obtener de efectos colaterales serios y el bajo costo del tra-
la remisión. tamiento, especialmente importante cuando ha de
Aunque la base científica para el tratamiento de suministrarse durante largos periodos de tiempo.
la EII con simbióticos parece razonable y atractiva,
hay que enfatizar que se han realizado hasta la fe-
cha pocos estudios. Si bien el tratamiento no tiene 13.6. Enfermedad
efectos colaterales, su utilización fuera de ensayos hepática crónica
clínicos no puede recomendarse por el momento.
Debe recordarse que la administración de probió- La esteatohepatitis no alcohólica (NASH) es ca-
ticos sin prebióticos adicionales es algunas veces da vez más frecuente en las sociedades occidentales.
eficaz y suficiente para aliviar los síntomas de coli- Una estimación conservadora señala que más del
tis. Es, sin embargo, tentador pensar que una com- 10% de los norteamericanos sufren NASH. Casi la
binación consistente en varias LAB y fibras podría mitad de los pacientes son obesos y 1/3 de ellos tie-
proporcionar mejor protección y ser mejor trata- nen diabetes tipo 2, hiperlipidemia o ambas. La enti-
miento en la EII. Hay que hacer énfasis en que la se- dad no sólo se ve en adultos, sino que es frecuente
lección tanto de las LAB como de las fibras debe también entre los adolescentes. La NASH se con-
realizarse basándose en estudios detallados de sus templa generalmente como un estadio de la cirro-
efectos metabólicos e inmunológicos. Un estudio sis criptogenética, que también está aumentan-
piloto con este preparado se realizó en diez pa- do considerablemente en incidencia. Se demostró
cientes con colitis distal. Los pacientes recibieron aproximadamente hace 40 años que la presencia
dos veces al día durante dos semanas enemas que de esteatosis aumentaba de manera considerable
contenían LAB y fibra. Se observaron reducciones el riesgo de un mal resultado en las resecciones
significativas en el número de deposiciones diarrei- hepáticas extensas. Observaciones similares se es-
cas el día 7, el día 14 y el día 21. La frecuencia de tán realizando en el momento actual después de
sangre en las deposiciones disminuyó también de trasplante de hígado. Sin cambios considerables en
manera significativa. De manera similar, la frecuen- el estilo de vida, la esteatosis reaparece rápidamen-
cia de diarrea nocturna, la urgencia y la consisten- te después del trasplante.
cia de las heces se redujeron de manera significati- El grado de NASH se correlaciona bien con el
va durante todo el estudio. En dos de los pacientes grado de obesidad, especialmente obesidad visceral.
se observó sensación de pesadez y de gases; no se Se sabe que las células grasas, en especial los adi-
observaron otros efectos colaterales. pocitos viscerales, tienen una expresión aumentada
El tratamiento ideal en la EII probablemente se- de citokinas, especialmente TNF-α. La cantidad de
rá complejo. Combinaciones de otros tratamien- grasa en el abdomen varía desde unos pocos milili-
tos biológicos y un tratamiento simbiótico proba- tros a seis litros, lo que explica bien el aumento de
blemente sean eficaces. Los tratamientos biológicos exposición a TNF-α en los individuos adiposos, que
tales como los inhibidores de citokinas tienen el in- junto con la sobreexpresión de IFN-γ y la baja ex-
conveniente de una morbilidad considerable y un al- presión de IL-10 sensibiliza el hígado tanto a las en-

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

dotoxinas como a los efectos tóxicos del TNF-α. La de placebo. Los niveles de endotoxina cayeron signi-
activación de los macrófagos por endotoxinas deri- ficativamente en los dos grupos de tratamiento pero
vadas del intestino se asume como responsable de no en el placebo. También los niveles de bilirrubina
los niveles elevados de TNF-α, muy probablemen- sérica cayeron significativamente en el grupo de Syn-
te como factor clave tras el daño progresivo hepá- biotic 2000® pero no el grupo placebo. Hubo mejoría
tico visto en los pacientes con cirrosis hepática. Los significativa en los niveles de albúmina y en el tiempo
pro y los prebióticos reducirán de manera signifi- de protrombina. También se observaron mejorías en
cativa la producción y absorción de endotoxina en el grado de encefalopatía y en los tests psicométricos
el intestino, pero también regulan a la baja la pro- en los dos grupos que recibieron tratamiento.
ducción de citokinas proinflamatorias incluyendo
el TNF-α. Puede esperarse que la administración a
largo plazo de simbióticos reduzca tanto la inflama- 13.7. Enfermedad renal crónica
ción del hígado como la esteatosis. Si la administra-
ción de simbióticos es capaz de regular a la baja la Es una observación frecuente que hay un sobre-
expresión de otros receptores y de reducir la pro- crecimiento bacteriano en el fracaso renal termi-
ducción de TNF-α, los simbióticos podrían consti- nal, y generalmente cuando los niveles de creatini-
tuir una forma de tratamiento económica y poten- na alcanzan aproximadamente 6 mg/dl y la filtración
te sin efectos colaterales para poder ser utilizada glomerular cae por debajo de 20 ml/minuto. Es-
en tratamientos a largo plazo en pacientes con en- te sobrecrecimiento generalmente conduce a una
fermedad hepática. Se ha realizado una observación producción aumentada de compuestos potencial-
recientemente de que la producción de TNF-α in mente tóxicos y carcinógenos y se manifiesta por
vitro por las células mononucleares de sangre peri- poco apetito, una disminución en la ingesta calóri-
férica en respuesta a la estimulación por endotoxi- ca y un aumento en la malabsorción. Se observó
na o por S. aureus se reduce aproximadamente en una caída estadísticamente significativa de los nive-
un 46% en comparación con los periodos previos les en suero de los carcinógenos y de las toxinas
a la suplementación en pacientes cirróticos. La ad- con la administración a pacientes urémicos de dos
ministración de simbióticos en pacientes con enfer- cepas de L. acidophilus así como con una mezcla de
medad hepática crónica ha sido bien tolerada y no LAB consistente en Bifidobacterium infantis, L. acido-
tiene efectos adversos ni induce cambios en el es- philus y Enterococcus fecalis. También se observó un
tado clínico de los pacientes. Los efectos de Syn- incremento discreto del apetito, de la ingesta calóri-
biotic 2000® han sido también investigados en un ca, del peso corporal, de la circunferencia del brazo
estudio controlado doble ciego de 55 pacientes con y de los niveles séricos de albúmina. Los grupos de
enfermedad hepática crónica divididos en tres gru- estudio fueron pequeños, 8 y 12 pacientes respec-
pos: tivamente. Las LAB ensayadas no eran las más po-
1. Synbiotic 2000® (n = 20). tentes y la dosis administrada pareció pequeña. Sin
2. Solamente las fibras del Synbiotic 2000® (n = 20). embargo, la aplicación a largo plazo de probióticos
3. Placebo (fibra no fermentable y no absorbi- o de simbióticos que, en contraste con los antibió-
ble) (n = 15). ticos, no tienen efectos colaterales, parece ser una
El estudio se realizó durante un mes. Se observó opción atractiva en todos los pacientes en diálisis o
un aumento significativo en la microbiota LAB en el hemodiálisis. En el futuro, deberá intentarse la uti-
grupo que recibió LAB, pero no sucedió lo mismo en lización de LAB con bioactividad documentada en
los otros dos grupos. El pH se redujo de forma signi- mayores dosis y combinada con prebióticos bioac-
ficativa de un nivel entre 6,5 y 7 en el grupo placebo a tivos asimismo bien documentados.
un nivel entre 5 y 5,5 en los dos grupos de tratamien-
to. Se observaron disminuciones significativas en los
dos grupos de tratamiento, pero no en el grupo pla- 13.8. Otras situaciones graves
cebo, de Escherichia coli, Staphylococcus y Fusobacte-
rium. También se observaron disminuciones significa- El tratamiento con simbióticos puede ser eficaz
tivas en los niveles de amonio tanto en el grupo con en muchas otras patologías médicas (Tabla 1),
Synbiotic 2000® como en el de fibra, pero no en el pero no se han realizado todavía estudios fiables.

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

Tabla 1. TRATAMIENTO CON PRE, PRO Y SIMBIÓTICOS. RECOMENDACIONES DE USO

Nutrición clínica:
• Para suministrar antioxidantes y nutrientes en personas y pacientes que no pueden comer normalmente
o no toman las cantidades recomendadas de frutas frescas y verduras, o están bajo nutrición parenteral
total o nutrición enteral con fórmulas industriales artificiales con o sin residuo
Alergología:
• Para reducir los síntomas alérgicos
Gastroenterología:
• Para prevenir y reducir la diarrea
• Para prevenir y tratar la diarrea asociada al uso de antibióticos
• Para prevenir y reducir las infecciones por Helicobacter
• Para reducir los síntomas y prevenir la repetición de enfermedad inflamatoria intestinal
Ginecología:
• Para reducir la vaginitis bacteriana y las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH
• Para reducir las complicaciones tales como la ruptura prematura de bolsa o el parto prematuro
Enfermedades infecciosas:
• Para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida en pacientes con VIH
Hematología:
• Para prevenir las complicaciones en pacientes con enfermedades hematológicas graves
Hepato-pancreatología:
• Para prevenir la infección en la obstrucción biliar
• Para prevenir la infección en lesiones hepáticas tóxicas
• Para prevenir infecciones secundarias en cirrosis hepática e hipertensión portal
• Para mejorar el riego hepático en hipertensión portal y de este modo reducir la incidencia de sangrado por
varices
• Para reducir la encefalopatía hepática
• Para prevenir la sepsis en pancreatitis aguda y crónica
Inmunología:
• Para estimular el sistema inmune en pacientes inmunodeprimidos
• Para reducir el rechazo prematuro en pacientes con trasplante
Cuidados intensivos:
• Para reducir la mortalidad en pacientes críticos, especialmente aquellos tratados con antibióticos,
inmunosupresores y otros fármacos
• Aplicado tópicamente sobre heridas con materiales extraños tales como vías, drenajes, tubos
de traqueostomía y prótesis, para evitar el desarrollo de infecciones
Neonatología:
• Para prevenir o reducir el desarrollo de enfermedades atópicas
• Para prevenir y reducir la tasa y gravedad de las infecciones en prematuros y recién nacidos
Nefrología:
• Para prevenir infecciones en pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal ambulatoria crónica
Oncología:
• Para prevenir el desarrollo del cáncer
• Para frenar el progreso de tumores malignos
• Para mejorar la calidad de vida en pacientes con cáncer
Reumatología:
• Para reducir el avance y los síntomas de diversas formas de artritis
Estomatología:
• Para prevenir y reducir la estomatitis en pacientes graves y tratados con citostáticos
• Para prevenir infecciones relacionadas con la extracción y el reemplazo de piezas con mercurio
Cirugía:
• Para reducir la mortalidad quirúrgica: sepsis, trombosis, formación de adherencias

1287
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

Algunas observaciones sugieren que la administra- exceso altera esta capa defensiva y abre la puerta a
ción de simbióticos durante largos periodos puede, infecciones oportunistas.
por lo menos en parte, reducir las consecuencias Los animales tienen el instinto de chuparse las
negativas de una fase de respuesta crónica/SM exa- heridas y de esta manera proporcionan, por una
gerado. Sabiendo que la aterosclerosis es en par- parte, microbiota protectora, y por otra factores
te debida a infecciones, resulta atractivo intentar de crecimiento de las glándulas salivales. La aplica-
prevenir la entrada de dichas bacterias en el or- ción de forma tópica de LAB en la piel y en los lu-
ganismo mediante la administración durante lar- gares donde materiales extraños penetran a través
go tiempo de simbióticos. Debe recordarse que de la piel (catéteres, drenajes, traqueotomías, etc.)
los antepasados del Paleolítico consumían cada día está recibiendo cada día más interés. El tratamien-
cantidades de bacterias y fibra muy superiores a to tópico podría ser también de interés potencial
las consumidas en el momento actual. Además, el en quemaduras extensas. Se ha observado en niños
hombre actual ha adquirido el hábito de calentar tratados con probióticos una menor frecuencia de
la comida para conservarla antes de su consumo, aparición de dermatitis del pañal. Hay dos informes
y en ese proceso se elimina el suplemento natural que sugieren que el consumo de LAB previene la
de probióticos, se induce una producción aumenta- formación de una película biológica y suprime las
da de mutágenos y se eliminan o reducen muchos levaduras y las bacterias de las prótesis traqueales
nutrientes importantes y antioxidantes, por ejem- de silicona. La microbiota normal se reduce de ma-
plo, la glutamina o el glutatión por mencionar algu- nera invariable con la utilización de grandes canti-
no. Parece que también hay evidencia de que una dades de antibióticos y medidas higiénicas en to-
combinación de LAB bioactivos y fibra podría ser dos los lugares del organismo en los pacientes muy
importante en la prevención o paliación del cáncer enfermos y hospitalizados. La salida de materias
y para reducir los efectos colaterales en pacientes prebióticas a través del tránsito intestinal a los de-
sometidos a tratamiento con citostáticos o radio- más lugares del organismo parece ser una función
terapia. Estas observaciones arrojan una esperan- normal, que se reduce grandemente en los enfer-
za de que los simbióticos, en mayores cantidades y mos. De todas maneras no parece probable que
administrados durante largos periodos de tiempo, se utilicen aerosoles o geles de LAB sobre las su-
puedan proporcionar incluso mayores reducciones. perficies sensibles del organismo para completar la
Está documentado que el consumo de ácidos gra- administración dietética de pre y probióticos. Los
sos trans se asocia fuertemente a muerte cardiaca aerosoles de LAB podrían ser utilizados también
súbita. Hay también bastantes razones que sugie- para promover la microbiota del aparato respira-
ren que estos ácidos se pueden metabolizar e in- torio, un lugar en el que tal protección es siempre,
activar en la luz intestinal con LAB, y por tanto se al igual que en el intestino, muy importante.
previene así su posible absorción.

15. Elección de la
14. Uso tópico composición de simbióticos
Todas las superficies corporales se encuentran Es importante reconocer que no se pueden ex-
en circunstancias normales revestidas por una mi- trapolar conclusiones en relación con bioactividades
crobiota protectora, prevención esencial para la in- de una cepa de LAB a otras, puesto que son diferen-
fección y la inflamación al igual que sucede con el tes en la función y genéticamente no relacionadas.
tracto gastrointestinal. Al tracto gastrointestinal Los productores de sustancias probióticas reivindi-
con sus 2 kg de microbiota protectora le sigue la can con frecuencia beneficios para la salud por parte
piel con aproximadamente 200 g de bacterias en su de su producto que en la mayoría de los casos no es-
superficie. Otros sitios importantes para la micro- tán sustanciados o no son ciertos. La verdad es que
biota son la boca y la faringe, el aparato respirato- una pequeña parte de las LAB tiene potencialidades
rio y la vagina, en cada uno de los cuales se supo- saludables útiles en la medicina clínica. La mayor par-
ne que existen unos 20 g de microbiota. Lavarse en te de las bacterias prebióticas que se venden en el

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S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

mercado no sobreviven la acidez del estómago o el ces de fermentar la fleína y 8 de 712 la inulina. Aparte
contenido de ácidos biliares del intestino delgado, ni del Lactobacillus plantarum, sólo otras tres especies de
tampoco se adhieren a la mucosa colónica, y no co- LAB, Lactobacillus paracasei subespecie paracasei, Lac-
lonizan ni siquiera temporalmente el estómago o el tobacillus brevis y Pediococcus pentosaceus fueron ca-
intestino. En fechas recientes se está observando ca- paces de fermentar estas fibras relativamente resis-
da vez con más frecuencia que las LAB fermentado- tentes. Esta observación contribuyó a la elección del
ras de la leche y el L. acidophilus se utilizan también en Lactobacillus plantarum, L. paracasei y Pediococcus como
medicina clínica. Las bacterias del yogur tienen, co- ingredientes en el producto Synbiotic 2000®. Las LAB
mo la mayoría de las LAB, una baja supervivencia en utilizadas en la composición del simbiótico fueron se-
un entorno ácido y con ácidos biliares como los del leccionadas después de estudios extensos de más de
tracto digestivo superior, y tienen en general influen- 350 bacterias fecales y más de 180 bacterias cultiva-
cia limitada o nula sobre el sistema inmunológico. Las das a partir de centeno fresco. Fueron elegidas debi-
grandes diferencias en la capacidad de algunas LAB do a sus capacidades únicas y superiores: la de sobre-
para sobrevivir y en su influencia sobre la producción vivir en el pH ácido del estomago y en el contenido
de citokinas después de su paso a través del intesti- elevado de ácidos biliares del intestino delgado, la de
no delgado han sido bien demostradas en un estudio adherirse a la mucosa colónica y la de colonizar de
en el que se compararon cuatro especies diferentes manera temporal el intestino grueso, la alta capacidad
de LAB, Lactobacillus plantarum, Lactobacillus paracasei, para fermentar los diversos tipos de fibras vegetales
Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacter animalis. De una incluidas algunas fibras resistentes a la fermentación
administración de 108 células/ml de cada una de las como la inulina, la producción equilibrada de molécu-
LAB, tras el paso por el estómago y el intestino del- las pro y antiinflamatorias tales como las citokinas, y
gado solamente persisten 107 de Lactobacillus planta- la una potente capacidad para producir diversas mo-
rum y 102 de Lactobacillus rhamnosus. La mayor parte léculas bioactivas, especialmente antioxidantes. Del
de las cepas ensayadas mostraron después de su pa- mismo modo, las fibras que se añadieron fueron se-
so a través del intestino delgado una reducción signi- leccionadas por sus bioactividades documentadas.
ficativa y poca capacidad para influir en la producción
de citokinas, (especialmente Lactobacillus rhamnosus).
Si se hubieran estudiado las bacterias del yogur la su-
pervivencia habría sido incluso menor. La ausencia de 16. Aspectos prácticos
eficacia clínica de las bacterias del yogur cuando se
utilizan en pacientes graves ha sido demostrada re- • Debería darse prioridad al mantenimiento de
cientemente. Un producto comercial estándar que la salivación y las secreciones gastrointestinales en
contiene Lactobacillus acidophilus LA5, Bifidobacterium pacientes críticos, puesto que poseen funciones
lactis BP12, Streptococcus thermophilus y Lactobacillus importantes en el sistema inmunológico innato.
bulgaricus se mezcló con 7,5 g de oligofructosacárido • En consecuencia, los inhibidores de los recep-
y se administró en un estudio controlado a pacientes tores H2, los inhibidores de la bomba de protones
críticos. Aunque se observaron reducciones signifi- y los agentes antisecretores deben ser evitados en
cativas en el número de microorganismos potencial- la medida de lo posible.
mente patógenos en el contenido del estómago de • Debe intentarse siempre administrar la mayor
los pacientes tratados, no se observó influencia en la cantidad posible de fibras prebióticas.
permeabilidad intestinal, ni tampoco ninguno de los • A ser posible deben administrarse fibras pre-
beneficios clínicos potenciales, cuando esta fórmula bióticas variadas que optimicen la disponibilidad de
en particular fue administrada a un grupo mixto de sustratos para la liberación a través de la fermenta-
pacientes críticos. ción de nutrientes importantes, antioxidantes, fac-
Además, los prebióticos tales como los oligofruc- tores de coagulación, etc. en la mucosa del tracto
tanos (inulinas o fleínas) son difíciles de fermentar, gastrointestinal inferior.
y solamente una pequeña proporción de estas LAB • La administración de bacterias probióticas no
son capaces de hacerlo. Cuando se estudió la capa- tiene prácticamente ningún efecto colateral, y pue-
cidad de 712 cepas diferentes de LAB para fermen- den ser administradas con seguridad incluso en pa-
tar oligofructanos solamente 16 de 712 fueron capa- cientes inmunocomprometidos.

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Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

• Muy probablemente, en los pacientes críti- rias activas. Aún quedan muchas LAB por estudiar.
cos, especialmente los que reciben antibióticos, se Puesto que las LAB en las plantas en crecimiento
apreciará una reducción en la microbiota comen- tienen la mayor capacidad para fermentar fibras, la
sal y se pueden beneficiar de la administración dia- utilización en probióticos activos debe centrarse
ria de bacterias probióticas. en plantas de las que se sabe que contienen sustan-
• Deben realizarse intentos para utilizar pre y pro- cias promotoras de la salud.
bióticos con bioactividad potente bien documentada. • Debe enfatizarse el estudio de los produc-
• Debe intentarse la administración, si no es po- tos simbióticos de combinaciones de bacterias
sible antes, inmediatamente después en enferme- probióticas, también en combinación con varias
dades médicas y en situaciones de traumatismos. fibras.
• Puesto que muchos ingredientes sensibles ta- • Son necesarios muchos estudios en grandes
les como la glutamina y el glutatión se destruyen grupos de pacientes críticos, tales como los que re-
por la conservación, especialmente en los procedi- ciben trasplantes de células madre o los pacientes
mientos de calentamiento y de secado, se recomien- con quemaduras.
da, cuando sea posible, administrar frutas frescas y • Los simbióticos tienen un potencial para ser
vegetales. utilizados en lugar de antibióticos y en la prepa-
ración del intestino grueso, hechos que deben ser
explorados.
• Los simbióticos tienen potencial para redu-
17. Plan de investigación cir los factores promotores de la coagulación, tales
como el fibrinógeno, y aumentan la fibrinólisis. Su
• El conocimiento sobre el contenido de diver- capacidad para prevenir la formación de adheren-
sas fibras prebióticas es escaso. Está documenta- cias y la trombosis debe ser investigada.
da la bioactividad de solamente unas cuantas fibras. • Puesto que grandes cantidades de pre y pro-
Debe intentarse explorar la bioactividad del mayor bióticos parecen potenciar el sistema inmunológi-
numero de fibras disponibles en la naturaleza. co innato, y puesto que tal administración puede
• Deben realizarse esfuerzos para identificar realizarse durante tiempo ilimitado y sin efectos
prebióticos que puedan servir como sustrato para colaterales, la administración de simbióticos debe
la producción de nutrientes específicos, tales como ensayarse sistemáticamente en diversos pacientes
arginina, glutamina, polifenoles, etc. Asimismo, de- con enfermedades endémicas crónicas, tales co-
ben realizarse esfuerzos para encontrar fibras nue- mo los que sufren aterosclerosis, cáncer, diabe-
vas potentemente bioactivas a partir de plantas to- tes, enfermedad respiratoria crónica, enfermeda-
davía no descubiertas. des hepáticas e intestinales, pacientes en diálisis
• La bioactividad de las bacterias probióticas so- renal, VIH, fibrosis quística y otras enfermedades
lamente ha sido investigada en unas pocas bacte- incapacitantes.

1290
S. Bengmark | J.M. Culebras Fernández

5. Resumen
 El bienestar del individuo depende del balance trialmente, a pesar de haber mejorado de manera
exacto entre todos los componentes del or- considerable en los últimos años, no son capaces
ganismo, algunos de los cuales se consideran de compensar realmente la comida natural.
esenciales mientras que otros solamente lo
son en condiciones críticas. La microbiota  Los prebióticos bioactivos son, asimismo, impor-
intestinal y la que recubre las superficies del tantes frente a la enfermedad. La leche materna,
cuerpo humano contribuyen en simbiosis con en contraposición a la leche de vaca, es muy rica
el organismo humano a mantener la homeosta- en moléculas parecidas a la fibra. Es importante
sis. La evolución del hombre a lo largo de la ci- proporcionar una gran variación en el tipo de
vilización ha hecho que prescinda de gran parte prebióticos administrados, porque la no dispo-
de las bacterias simbióticas. La dieta occidental nibilidad y el reducido contenido de las distintas
y los modos de conservación y preparación de fibras restringe el número de compuestos pre-
los alimentos modernos han contribuido en bióticos producidos.
gran parte a reducir el acceso a las bacterias
“amigas”.  La fibra tiene un poder antioxidante fuerte.
Dependiendo del tipo de fibra, unas tienen pa-
 En la resistencia a la enfermedad la nutrición jue- pel protector de la mucosa, o transportador y
ga un papel muy importante. La ingesta excesiva protector de la microbiota durante su tránsito
de grasas saturadas y azúcares refinados influye desde la boca hasta el intestino grueso. Las fibras
sobre la respuesta inmunológica de manera ne- son buen vehículo para el transporte de bacterias
gativa. La composición de las proteínas también ácido lácticas a través del tracto gastrointestinal
modifica la síntesis de las diversas globulinas en superior, facilitando el paso a través del ácido
el hígado. clorhídrico y la bilis.

 El sistema nervioso central, a través de la in-  El aumento de ciertas bacterias ácido lácticas
fluencia neuroendocrina es, con frecuencia, disminuye el número de enterobacterias en el
infravalorado. Se debe recordar que las células intestino y, probablemente a través de este me-
gliales están biológica y funcionalmente relacio- canismo, reduce la colitis. Algunos vegetales ricos
nadas con los macrófagos que sintetizan una en pectina, celulosa y fosfolípidos tienen efectos
amplia gama de citokinas. preventivos y curativos a veces no inferiores a
los de los bloqueantes de los receptores H2 y
 El intestino es un órgano central en la defensa los inhibidores de la bomba de protones frente
inmunológica del individuo. El 80% de las células a la úlcera péptica, la esofagitis y la gastritis. En
productoras de inmunoglobulinas se localizan en la pancreatitis aguda grave la administración de
la lámina propia del intestino. Las secreciones Lactobacillus plantarum parece reducir el número
gastrointestinales son vehículo de gran cantidad de abscesos y la necrosis pancreática. En cirugía
de moléculas de significativa importancia en el abdominal, la suplementación con probióticos
control de la infección y de la respuesta inmu- parece disminuir también la tasa de sepsis.
ne. El intestino juega un papel muy importante
frente a la enfermedad. En él, varios cientos de
miles de moléculas son liberadas de manera
regular después de la fermentación microbiana.
Pero también las bacterias probióticas recibidas
por vía oral, la microbiota comensal y la fibra
prebiótica tienen efectos inmunomoduladores.
Las variaciones en la ingesta de vegetales frescos
sin cocinar son la mejor manera de proporcionar
las moléculas necesarias para la función óptima
del organismo. Debe tenerse en cuenta que las
fórmulas de nutrición enteral elaboradas indus-

1291
Capítulo 4.43. Prebióticos, probióticos y simbióticos...

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