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Carla María Arredondo Soto

La técnica y la música contemporánea

El estudiante de música se prepara para su ensayo diario, saca su viola


cuidadosamente, aprieta su arco, lo baña en brea y comienza a tocar: primero
arcadas sueltas para checar su sonido, después escalas y arpegios, después
estudios y al final su repertorio. Todo de manera meticulosa, tomando al espejo que
tiene frente a él como maestro, aquel que le avisará si está teniendo fallas técnicas,
si está apretando de más la mano izquierda o no está dejando libre su muñeca de la
derecha.

Son horas, años, una vida entera la que pasa el músico estudiando y dominando la
técnica en su instrumento, generando a veces una especie de obsesión para llegar
a lo utópico, al clímax de la perfección y mezclarlo de manera armoniosa con la
parte subjetiva incluso metafísica de la música, relacionada con la interpretación de
sentimientos y emociones encaminadas a la explosión de sonidos y timbres, de
dinámicas y contrastes.

Pero ¿De dónde surge toda la preocupación por el saber técnico? ¿Es la técnica
algo esencial dentro de la música y del arte en general? ¿Qué nuevos saberes
técnicos han surgido dentro de la música contemporánea? ¿Qué relación tienen con
el pensamiento renacentista?

La técnica ha acompañado al hombre desde sus inicios, conjuntándonos en gremios


o grupos para pasar conocimientos de generación en generación; primero de
manera oral, después de manera escrita, hoy incluso, hasta de manera audiovisual.
En el renacimiento, teniendo a la razón como principal peldaño y base de todo su
actuar, surge una nueva concepción del saber técnico, pues, el individuo al
comprender y conocer la ​“naturaleza” y “sus leyes” ​se da cuenta que puede
dominarla.
Carla María Arredondo Soto

El hombre renacentista con dicha idea en mano y con el deseo de controlar las
cosas, abre su perspectiva y concibe el pensamiento de que “todo puede hacerse
con técnica racional”.

La nueva voluntad de poder se expresa, técnica y económicamente, como voluntad


"para la transformación productiva de las cosas" (Scheler)

El artista renacentista lleno de curiosidad y sediento por conocer y dominar su


campo, se convierte en ingeniero y científico a la vez, haciendo investigaciones y
plasmando sus resultados de manera artística; ve al arte con escrutinio, como un
problema científico, un cálculo matemático que al resolverse nos da como resultado
la belleza, belleza que será plasmada gracias a la técnica.

Podemos mencionar a Leonardo Da Vinci y a Leon Battista Alberti como dos


ejemplos claros de artistas, científicos, matemáticos e investigadores. Y no dejar a
un lado el trabajo de los artistas Giotto y Masaccio que, gracias a diversos estudios
y experimentos pudieron ir introduciendo las leyes de perspectiva en el arte, siendo
aquel suceso algo fundamental en la evolución del arte, trayendo a la pintura nuevas
y grandes posibilidades.

Frente a todo este contexto nos podríamos preguntar si la técnica es algo primordial
en el arte, hablando un poco más específico en el terreno de la música.

La técnica es algo esencial dentro del músico. Sea académico o popular, sea que se
encuentre tocando como solista en la sala Nezahualcóyotl o tocando huapango en
la fiesta patronal de algún pueblo mexicano, todos tienen una forma de tocar su
instrumento. Si bien el músico solista y el huapanguero tendrán una técnica
diferente la una de la otra, esto no significará que una sea mejor que la otra, al
contrario, es gracias a esta diversidad de técnicas y maneras de tocar lo que hace
que la música se enriquezca.
Carla María Arredondo Soto

Hablando del ámbito académico, la técnica ha ido cambiando conforme el paso de


los años, así como también han ido evolucionando los instrumentos. Comparemos,
por ejemplo, el violín barroco con el violín actual, el grosor de la madera, el tipo de
simetría que tenía, el cordal, el puente, todo es muy diferente al violín actual.
También recordemos el material con el cual estaban fabricadas las cuerdas, eran
muy diferentes y ni se mencione la estructura del arco, que ha cambiado
abismalmente. Todos estos factores, combinados con los estilos y formas de pensar
de cada época han influido en la manera de tocar nuestros instrumentos, siendo
diferentes la técnica barroca, a la clásica, a la romántica, así hasta llegar a la
actualidad.

Es importante mencionar que además de los factores ya mencionados, existen otras


causas por las que la técnica podrá variar. Los maestros que hayamos tenido, las
experiencias que hayamos vivido y nuestro entorno social y cultural también influirán
mucho en la manera la cual nosotros tocaremos nuestro instrumento.

Hay que recalcar que a pesar de que la técnica es algo esencial dentro de la
música, no lo es todo y no hay que quedarnos enfrascados nada más en ella, pues
de nada sirve tocar correctamente todas las piezas y ejercicios si parecemos
máquinas o entes robotizados que no transmiten nada más que puras notas. Los
músicos debemos de lograr perfecto equilibrio entre la técnica y nuestra manera de
expresar lo que la pieza quiere, para que la técnica se vuelva un vehículo excelente
para poder transmitir nuestro sentir, nuestra manera de percibir la obra y que no sea
al contrario, un impedimento para manifestar todo lo que queremos.

Teniendo en cuenta que el saber técnico ha sufrido cambios y modificaciones a lo


largo de los años podemos destacar que en la actualidad hay un abanico enorme de
posibilidades, surgiendo desde el siglo pasado una nueva forma de tocar que
cambiará la perspectiva del músico contemporáneo: Las​ técnicas extendidas.
Carla María Arredondo Soto

Las denominadas ​técnicas extendidas son toda una forma de producción sonora en
un instrumento (o voz) de forma no convencional, alterando premeditadamente los
métodos tradicionales de producción de sonido. Con éstas se pretende ampliar los
horizontes musicales en cuestión tímbrica y la técnica del instrumento. Toda la
evolución se va dando gracias al afán de búsqueda y experimentación que
comienza a surgir en la segunda mitad del siglo XX y que se sigue extendiendo a
nuestra actualidad.

A continuación pondremos algunos ejemplos de técnicas extendidas en diversos


instrumentos para que se pueda comparar con la técnica de la música académica
convencional y se distinga su carácter experimental.

Canto difónico:
Consiste en una reverberación sonora (generada entre la faringe y la boca) que
produce dos o más sonidos simultáneos con una ligera variación (alrededor de un
armónico). En algunos casos, esta variación puede ser modulada de modo
independiente. A pesar de que éste tipo de técnica ya se utilizaba en la música
tradicional, especialmente en la región de Asia, llegó a usarse apenas a la música
académica.

Pizzicato Bartók:
También llamado ​snap pizzicato ​consiste  en  tirar  hacia  arriba  de  la cuerda para que 
golpee el diapasón y produzca un sonido percutido además de la propia nota.  
 
Piano preparado:  
Un  piano  preparado  es  un  piano  cuyo  sonido  se  ha  alterado  colocando  objetos 
(preparaciones)  en  sus  cuerdas.  John  Cage  es  el  compositor  que  exploró  esta 
técnica  por  primera vez. Como precedentes, citó a Henry Cowell y, en menor medida, 
a  Erik  Satie.  ​A pesar de que el piano fue el primero en ser preparado, actualmente
existen bastantes experimentos de otros instrumentos preparados. Prácticamente
cualquiera puede ser intervenido.
Carla María Arredondo Soto

Reflexionando un poco sobre lo que nos cuenta Von Martin y Fubini acerca del
renacimiento y de su interés por el saber técnico, relacionado al arte con lo científico
y encaminado a la exploración y experimentación de nuevos métodos, puedo
mencionar la gran similitud que tiene aquella época con nuestra actualidad.

El músico contemporáneo posee una sed extraordinaria por conocer y explorar toda
posibilidad que se encuentre dentro de su instrumento, la imaginación es su único
impedimento. El compositor de hoy en día mezcla saberes científicos y matemáticos
para plasmar su música, es investigador por naturaleza y el resultado de sus
investigaciones son plasmadas en forma de piezas. Podemos encontrar en la
música estocástica y en la música espectral un gran ejemplo de lo antes
mencionado, haciendo una perfecta fusión entre arte, ciencia, ingenio e
investigación.

Podemos concluir que el pensar renacentista sigue permeando nuestra sociedad y


fue un momento clave y trascendental en la historia del arte, llegando de manera
implícita al arte moderno. Los avances tecnológicos y nuestra realidad en general ha
ido modificando nuestra forma de tocar y de componer, sin dejar a un lado el arte
del pasado, siguiendonos tocando y gustando. Hay algo verdaderamente
emocionante en tener tantas posibilidades y de que sigan surgiendo nuevas
propuestas, nuevos experimentos, que el ingenio siga vivo y latente, hace de la
profesión musical un verdadero reto, algo adictivo y sinceramente extasiante. Que el
espíritu del músico actual siga creciendo ¡Y que nunca pare de experimentar!

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