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UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA

DE TABASCO

DIVISIÓN ACADÉMICA DE CIENCIAS


ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS

LICENCIATURA:
CONTADURÍA PÚBLICA

ASIGNATURA:

UNIDAD: 1 ACTIVIDAD: 4

ALUMNO:
CÓRDOVA LÁZARO ALMA DELIA

MATRICULA:
162B23159

CORREO ELECTRÓNICO:
cordova_alma@hotmail.com
La ciencia como un objeto de conocimiento en la contabilidad

Ubicar a la contabilidad en el contexto del conocimiento científico no es un simple ejercicio


de buscar información para dar un veredicto personal-individualizado, muchas veces
fundamentado en opiniones; buscar una aproximación epistemológica seria y constructiva
obliga, a quien asuma esta tarea, a utilizar una metodología coherente, lo que equivale a
realizar, en términos de W. Stegmüller una separación metódica que consta de una
primera racionalización, por medio de la cual se detectan las primeras manifestaciones de
conocimiento científico, y una segunda, en donde intentamos aclarar la naturaleza de ese
conocimiento.

En cuanto a ambas racionalizaciones es necesario tener en cuenta la disputa positivo-


normativa que hace que los esfuerzos por buscar evaluaciones que reconozcan a la
contabilidad como una ciencia adopten una doble naturaleza:

A) Una aproximación a la ciencia matemática, como modelo de universalidad y, por


tanto, de ciencia.
B) Una profundización en la ciencia social y, concretamente, en la economía,
buscando en ella modelos o hipótesis de partida que justifiquen su existencia.

Según José María Requena, el período científico de la contabilidad se situaría en los


comienzos del siglo XX, a raíz del florecimiento de la doctrina italiana. Jorge Tua Pereda
sitúa el comienzo del período científico en Francesco Villa (1846), de la escuela lombarda,
cuando separa “La teneduría de libros de la verdadera ciencia contable”. Otros autores
como V. Montesinos plantean como “período propiamente científico de la contabilidad”
cuando la “escuela lombarda” alcanza con F. Villa “su más alto nivel de desarrollo”; F.
Melis ubica a F. Villa como “el promotor de la contabilidad científica” y es a partir de su
obra cuando la contabilidad “se ha convertido en verdadera ciencia”.

Posteriormente se consolida esta etapa científica —enfoque integral, según Montesinos—


a finales de la década de los cincuenta, cuando Richard Mattessich nos introduce a la
formulación matricial de los sistemas contables con su artículo “Hacia una
fundamentación general y axiomática de la ciencia contable”.

Pero a la contabilidad no solo se le otorga su desarrollo científico adscrito a las


matemáticas y a la economía, también se le vincula a la estadística, al derecho y a la
administración; en esa medida se debe abordar una segunda racionalización, que nos
lleve a determinar la naturaleza del conocimiento contable.

Dos enfoques de la naturaleza de la contabilidad se encuentran inicialmente al ubicarla en


el mundo de los negocios: Los juicios de valor (carentes de fundamentación científica
generalmente) de los usuarios del conocimiento contable en sus expresiones técnicas, y
la realidad en la cual se explican dichas expresiones (técnicas) para resolver problemas.
En ese sentido… En segunda instancia, para definir la naturaleza de la contabilidad se
pueden ubicar dos enfoques:

 Definición del campo con base en los aspectos que abarcan los estudios
resultantes de un “hacer cognoscitivo” (pensar).
 Definición del campo con base en el tipo de medición e información resultante de
un “hacer pragmático” (actuar).

Este segundo enfoque tiene sus limitaciones por el hecho de reducir el desarrollo de una
disciplina al uso del instrumental de la medición y la información. Bajo este enfoque la
contabilidad se reduce al mundo de los usuarios y la naturaleza de la contabilidad está
determinada por las aplicaciones concretas a problemas o requerimientos específicos,
donde otras disciplinas han demarcado su ámbito.

Debe considerarse en estas fundamentaciones, que la concepción de objeto de estudio


de la contabilidad y de contabilidad misma, deben ser producto del trabajo investigativo y
no solo de “pareceres” y opiniones tanto de eruditos como de legos. El concebir a la
contabilidad o su objeto de una u otra manera, lleva a que así se le enseñe, norme y
aplique; la realidad nacional exige una propedéutica contable —enseñarla como ciencia
—, regularla como profesión liberal —donde implica más el pensar que el manipular— y
aplicarla mediante el desarrollo de habilidades investigativas —desarrollo científico y
tecnológico para la satisfacción de necesidades nacionales—.

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