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Curso de
Channeling Healing
Cuando trabajamos con energía y nos conectamos con ella de manera consciente debemos tener
en cuenta que siempre debemos tener presente nuestra intuición y que cuando ella nos indique
que debemos modificar algo en nuestro proceder, así deberemos hacerlo. A su vez, tampoco
debemos realizar ningún procedimiento o técnica de sanación sin tener nuestra propia energía
equilibrada.
RESPIRACIÓN CONSCIENTE
No necesitamos “respirar hondo” ni dejar que ello pueda llegar a angustiarnos. Bastará con
prestarle atención a nuestra respiración, y ella misma seguirá el ritmo adecuado.
Pero, por el contrario, cada vez que respiramos bien, todas las funciones orgánicas y psíquicas
resultan energizadas, y se llevan a cabo de la forma adecuada, equilibrándose automáticamente.
Si no respiramos correctamente, las energías pueden bloquearse y dejar de fluir, o bien, hacerlo
con dificultad.
Incluso en el caso de que nuestros sentimientos interfieran, debemos dejarnos guiar siempre por
la Intuición. Si al actuar, nos sentimos algo inseguros, hay que darle una “orden” a la energía
emitida por el Chakra de la Mano. Podemos ordenarle aquello que consideremos adecuado para
la ocasión (como por ejemplo: “cura”, “haz circular”, “desbloquea”, “recarga”, “equilibra”, etc.)
La “orden” también puede darse a aquel punto cuya energía está siendo trabajada (“ábrete”,
“circula”, “respira”, etc.).
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En el caso de que no nos consideremos lo suficientemente firmes como para formular estas
órdenes, hay que pedirle a las Fuerzas Astrales que actúen a través nuestro, guiando nuestros
movimientos y nuestra intuición.
Cada vez que vayamos a realizar un trabajo de energización, debemos tener la Humildad de
recordar que el “Poder” no es nuestro, sino de nuestras Energías Cósmicas y Protectoras que
actúan a través de nosotros. Es bueno pedir para que esto siempre nos sea recordado, evitando
caer en el orgullo y la soberbia, y pedir que las “instrucciones” nos sean dadas con claridad y
precisión.
El mero hecho de pensar que este “Poder” podría pertenecernos, provocaría de inmediato una
interferencia del Ego y del pensamiento humano, que nos harían confundir las indicaciones,
induciéndonos al error. En este caso, las Energías Cósmicas seguramente nos “abandonarán” o
“disminuirán”, hasta que aprendamos por fin a actuar con humildad y modestia.
Pero, por otro lado, tampoco debemos subestimarnos; nadie llega a tener acceso al Conocimiento
de los Secretos Superiores, sin ser merecedor de ello. Confiemos en la propia fuerza y en nuestra
capacidad para poder movilizar las energías, modificando el Campo Magnético sobre el cual
estemos actuando, pero siempre recordando que nosotros somos “instrumentos” de una Fuerza
Mayor.
Nuestro criterio, conciencia y nuestra voluntad son necesarias para que estas Energías Cósmicas
consigan realizar un trabajo específico que resulte útil en el plano terrestre, pues sin el Canal, que
somos nosotros, este trabajo resultaría impracticable.
Con el paso del tiempo, se establecerá una relación de confianza e intimidad entre uno y Aquél
que nos guía en este trabajo (éste es el proceso de “apertura de los Canales), que se llevará a
cabo a través de una verificación concreta de los hechos, que tendrán lugar cuando nosotros
sigamos todo aquello que nos indique nuestra Intuición.
Dar energía no puede tener ninguna consecuencia negativa, siempre que nosotros respetemos
nuestros propios límites, tanto físicos como emocionales. No hay ninguna necesidad de exagerar,
ya que no se gana nada con esto.
Perturbar la emisión.
Toda energía dada, será repuesta inmediatamente, pues el proceso del movimiento de la energía
es circular. Así pues, se podría aplicar la regla de que “cuanto más se da, más se recibe”, aunque
sería mucho más correcto decir: “cuanto mejor se da, mejor se recibe”, ya que no se trata de una
cuestión de cantidad, sino de calidad.
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El ejercicio básico de Energización personal, tanto para utilizarlo con nosotros mismos como para
capacitarnos a fin de poder energizar a los demás, consiste en el sencillo gesto de frotarse ambas
manos, hasta sentir un calor en las palmas. Al abrir las manos, sentiremos una especie de
“hormigueo”; el calor y el hormigueo indican la presencia de Energía.
Este ejercicio, al igual que los demás, puede ser realizado en cualquier situación.
Naturalmente, cuando mayor sea la presencia de canalizadores de energía, mejor irá todo el
proceso: lo más aconsejable es realizar estos ejercicios al aire libre, expuestos al sol, al viento o a
la luz de las estrellas, acompañados por una música agradable, una hermosa vista, buenos aromas
y muchísima tranquilidad.
Es importante que realicemos estos ejercicios básicos siempre que nos sea posible, una o más
veces al día, o incluso siempre que nos acordemos, ya que esto mantendrá la energía
constantemente equilibrada, creando una protección permanente y perceptible para el campo
energético físico, mental, áurico- espiritual y astral-emocional.
Es recomendable además practicar estos ejercicios siempre que se vaya a trabajar las energías de
los demás. Pero si estuvieras en una situación de emergencia, no te detengas por no haber podido
realizar tu energización personal, y ve energizándote (frotando) los Chakras de tus manos,
conforme vayas llevando a cabo tu trabajo y, si lo consideras necesario, vuelve a hacerlo una vez
terminado éste.
Siempre que te sea posible, los ejercicios deberán realizarse en el siguiente orden:
1- VITALIZACIÓN: Frota tus manos hasta sentir el calor (respirando siempre). Colócalas
aproximadamente a la altura del corazón y con las palmas hacia arriba. Siente el ‘hormigueo’ que
entra en tus brazos a través de los Chakras de tus manos como si fuese una luz o un color, que
continúa hasta llegar al Corazón. Desde allí, sea la Luz o el Color será redistribuido
automáticamente por todo tu cuerpo. Si lo deseas, puedes repetir este ejercicio 3 veces, mientras
mentalmente afirmas en series de 3: “Me estoy Vitalizando, me estoy Vitalizando, me estoy
Vitalizando”. Al terminar, coloca ambas manos (una encima de la otra) sobre el corazón,
dirigiendo directamente hacia allí toda la energía que está en los Chakras.
gracias al cual existimos y al que necesitamos para poder realizar cualquier tipo de acción dentro
de este Plano Físico. Este simple ejercicio resolverá todas las necesidades físicas o materiales que
realmente necesites.
2- CENTRALIZACIÓN O CANALIZACIÓN: Frota ambas manos hasta sentir el calor. Sitúalas al lado
del cuerpo, a la altura del corazón y con las palmas hacia arriba. Imagina que un haz de Luz entra
por tu cabeza (a través de la Coronilla, 7º Chakra) y va hasta el pecho, en donde formará una
especie de “Sol”. Concéntrate en esa imagen del Sol, pensando que eres un poderoso Canal y que
este Sol es tu Fuente de Energía Consciente, que va a emitir Luz y Vida a todo cuanto tú le mandes.
Siente a ese Sol vibrar y expandirse, derramando Luz, Calor, Alegría, Prosperidad, Bienestar...
Junta ambas manos en aquel lugar donde te imaginaste tu Sol, y agradece a las Fuerzas Cósmicas
que te hayan “prestado” su Poder, así como que te hayan “permitido” ser un instrumento de Luz.
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Pide, no importa a quién (Maestros/as, Ángeles, Arcángeles, etc.), que tus actuaciones sean
guiadas por una intuición cada vez más clara y por una seguridad cada vez mayor, así como
también que tanto tus intenciones como tus órdenes sean coronadas por el éxito. Agradece
siempre la ayuda a aquella parte de la Fuerza Invisible que actúa junto a ti.
3-LIMPIEZA Y ENRAIZAMIENTO: Frota ambas manos hasta sentir el calor, colócalas a los costados
de tu cuerpo a la altura del corazón y con las palmas hacia arriba. Imagina un haz de Luz que entra
por la parte superior de tu cabeza o que está circulando alrededor de tu cuerpo, comenzando por
la cabeza. Esta banda de Luz deberá ir descendiendo por todo tu cuerpo de forma continua y
envolvente, como en espiral, al igual que se estuviera desenrollando un ovillo de lana, y de forma
que toda la Energía salga del Cosmos y atraviese tu cuerpo para “enraizarte” en la Tierra,
manteniéndote lo suficientemente firme y protegido/a dentro del anillo energético del Universo
al cual tú perteneces. Puedes decir mentalmente en Mantra: “Me estoy afirmando”.
Imagina que este haz de Luz se desdobla y desciende por todo tu cuerpo, “limpiándolo y
recargándolo” de nueva energía. Si durante este recorrido por tu cuerpo, este haz se ‘debilitase’
o ‘detuviese’ en algún punto, deberás insistir, como si mentalmente lo ‘empujaras’, pues
seguramente se trate de algún bloqueo, y posiblemente a la energía le resulte algo difícil llegar a
traspasarlo.
Deja que este haz de Luz te llegue hasta los pies, e imagínalo también saliendo de los Chakras de
tus pies, atravesando el suelo, todo el pavimento de la casa, el suelo de la calle y finalmente
penetrando hacia el interior de la Tierra. En ese momento, imagina que ese mismo haz se divide
a sí mismo en varios ‘hilos’, al igual que unas raíces que fuesen a rodear la Tierra por dentro,
manteniéndose firmemente unidas al
Durante la práctica de estos ejercicios, es normal que la persona sienta ganas de bostezar, lo cual
es un síntoma de que comienza a relajarse. También notarás cómo todo tu cuerpo va oscilando
hacia delante y hacia atrás, y ello indicará que por fin has logrado sintonizar con el movimiento
de la Onda Energética Universal a la que perteneces. Es decir, que has logrado la “conexión”
propiamente dicha.
A algunas personas se les caen las lágrimas, transpiran mucho o sienten alguna somnolencia.
Todo esto no son más que manifestaciones normales de la Energía Espiritual.
Saliéndote por los pies y descargando en la tierra todo aquello que te resulta negativo.
También puedes imaginar que la Luz que te rodea entra por tus pies, y recorre tu cuerpo de abajo
hacia arriba, “recargándolo” de energía, y saliendo por tu cabeza para luego entrar en contacto
con el Cosmos.
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Cuando el “Enraizamiento” se practica con cierta constancia, crea una agudizada sensación de
realidad y nos protege contra los ‘golpes’ de energía negativa que podrían llegar a derrumbarnos.
Para utilizar estos ejercicios, puedes emplear cualquier color, el que prefieras. Algunas veces, al
iniciar los ejercicios, ‘verás’ o ‘sentirás’ a la Luz como un color determinado, un color que te está
siendo enviado porque lo estás necesitando...también, sabiendo la cualidad de cada color,
puedes visualizarlo o imaginarlo intencionadamente, para servirte de su energía sabiendo que la
necesitas. Pero, si no consigues visualizar ningún color, no te preocupes, ya que ello no tiene la
menor importancia.
Observa el color que deseas, o que te guste, de algún objeto, como para grabarlo en tu memoria,
y fíjalo en tu mente antes de iniciar cualquiera de los ejercicios; piensa que estás utilizando
simplemente ese color y aunque no puedas ‘verlo’, el efecto será el mismo.
En realidad, la “visualización’ está mucho más unida a la imaginación o a las sensaciones, que a
la capacidad que tenemos de ver las cosas de acuerdo con nuestra visión material.
Durante estos ejercicios, suele ser frecuente que la persona experimente visiones, tenga
intuiciones muy fuertes o le vengan a la mente una serie de frases inconexas. Todo ello es normal,
y significa que en esos momentos el Canal se está abriendo y los mensajes del Cosmos nos están
llegando a través de nuestra forma de captación personal.
También es normal que existan dudas en cuanto al ‘mensaje’ recibido, ya que a menudo nos
preguntaremos si éste procede de alguna Fuerza Superior o si, por el contrario, fue producido
por nosotros mismos... En este caso, lo más aconsejable es anotar todo lo recibido y
experimentado para que, con el tiempo, podamos llegar a comprender y a distinguir, gracias a la
continuidad y claridad de los propios mensajes, el momento preciso en el que entremos en
sintonía con la parte Superior de nuestra Energía (nuestra Conciencia Cósmica o Ser Superior).
La forma de saber dónde hay un exceso o una falta de energía es relativamente fácil, aunque, sin
embargo, la práctica agudizará cada vez más la capacidad de percepción.
2- Pasar cuidadosamente las manos, o la mano con la cual nos sintamos más capacitados para
trabajar, sobre el cuerpo de la persona a la que estemos atendiendo. Si lo preferimos, todavía
podemos simplificarlo colocando la mano levemente sobre cada uno de los 7 Chakras principales
(funcionan como los puntos centrales de nuestras corrientes energéticas abastecedoras),
incluyendo los Chakras de los pies.
3- Localizar los puntos “fríos” (donde falta energía) y los calientes (donde hay un exceso).
OBSERVACIONES:
2- Si tenemos dudas, se le pregunta a la persona si padece alguna molestia física o emocional que
pueda estar relacionada con ese punto (por ejemplo, un exceso de calor en la garganta, tanto
puede corresponder a un maestro que tenga que hablar mucho en clase, como a una persona
que no tenga más remedio que callar y “tragarse” todo lo que piensa). Pero, por lo general,
siempre podremos tratar el problema sin necesidad de llegar a conocerlo, intentando
simplemente lograr establecer un equilibrio de energía.
3- Para facilitar esta identificación, lo ideal es localizar un punto al que consideremos “templado”,
e ir comparándolo con los demás.
Colocamos el Chakra de la mano (si necesitamos una fuerza o una protección mayor, podemos
colocar las dos manos, reforzando así el trabajo) sobre el punto a ser tratado.
Si estuviese caliente, debemos ordenarle a nuestra mano, con amor, pero con firmeza, que retire
el exceso de energía y, si estuviese frío, ordenaremos a la mano que le proporcione la energía
necesaria.
Podemos “ordenar” a la energía que sobra, que “circule” por el organismo, o bien, “empujarla”
hacia aquellos puntos en los que haga falta. Cuando llegue el momento de actuar, ya sabremos
cuál será la forma más correcta de hacerlo. Si tenemos alguna duda, simplemente digamos:
“equilíbrate”.
Muchas veces, podemos sentir que, pasando las manos por el cuerpo, dispersamos la energía de
la persona, poniéndola en circulación.
Por regla general, debemos mantener una pequeña distancia entre las manos y el cuerpo. Sin
embargo, a veces podemos sentir la necesidad de tocar a la persona. Cuando esto nos ocurra,
hagámoslo con firmeza y suavidad, pero, sobre todo, sin miedo. Esto acostumbra a suceder
cuando la persona precisa de un apoyo, y lo más probable es que ésta se “desmorone” y termine
llorando o hablando de sí misma, o bien, pase por una “hemodiálisis energética” (explicaremos
este proceso a continuación).
Puede que la persona sufra algunos dolores sin importancia, como, por ejemplo, una pequeña
irritación en el punto de tensión, justo antes de relajarse, o incluso, también es posible que
comience a transpirar en exceso.
También es normal que las manos del que está realizando este paso energético transpiren.
Siempre que esto nos suceda, debemos tener una toalla blanca a mano, secarlas, e incluso
lavarlas si es necesario, y proseguir luego con el trabajo.
Cuando sintamos una energía más densa o pesada de lo habitual, no debemos dudar en
expulsarla, sacudiendo las manos enseguida para empujarla hacia fuera, diciendo mentalmente
algo similar a: “en el nombre de Dios, el Universo lo recicla y lo transmuta”.
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Siempre que sea posible, lo ideal es lavarse las manos antes y después de cada sesión, evitando
así la mezcla de energías.
Durante el proceso de energetización, como dijimos, la persona podría llegar a sufrir algunos
dolores. Sin embargo, a pesar de que la aparición de estos malestares sea algo normal, si llegaran
a hacerse insoportables, no resultaría aconsejable proseguir con la energetización.
El tratamiento del punto dolorido debe llevarse a cabo lenta y gradualmente, incluso cuando se
trate de un dolor de tipo emocional o afectivo (por ejemplo, en el tratamiento del 4º Chakra, del
Corazón).
La mayoría de las veces, el dolor suele indicar que la persona todavía no está lo bastante
preparada como para enfrentarse a ese problema. A este respecto, conversar con el paciente
siempre podrá servirnos de ayuda. Algunas veces, resultará necesario mantener varias
conversaciones antes de lograr que la persona pueda disolver ese bloqueo, o bien, se sienta
dispuesta a permitir que nosotros seamos quienes lo hagamos.
Los bloqueos energéticos pueden ser tratados con las manos energetizadas en el Chakra que
corresponda a esa zona. Si tenemos alguna duda utilizaremos el color BLANCO rodeando nuestras
manos y como láser, saliendo de nuestro entrecejo (Tercer Ojo, Canal de la Intuición), y utilizando
el Circuito Energético que corresponda a esa área:
-El Chakra 3 (Plexo Solar) y 4 (Cardíaco) son el punto central de Círculo, es decir, nuestro CENTRO
VITAL.
HEMODIÁLISIS ENERGÉTICA
Se trata de un proceso en el que se expulsa toda la energía negativa, y en su lugar se coloca una
carga de energía nueva. Esto sucede porque, cuando la persona está luchando contra las energías
negativas sin contar con ningún tipo de defensa, el Canal se abre, y sus “Maestros Protectores”
se disponen a trabajar su energía lo mejor posible.
En casos de que éstos consideren que la persona necesita un cambio de energía, le retirarán la
energía negativa de la misma forma en que se vacía un recipiente, y volverán a recargarla
enseguida.
Cuando esto sucede, la persona entra en un proceso gradual de debilidad, como si estuviera
pasando por una etapa depresiva. Normalmente, acostumbra a transpirar mucho, y a ir
“apagándose”. Lo más aconsejable es que la persona deje que uno la duerma, lo que hará
profundamente durante unos 5 minutos o media hora, antes de ser recargada.
Pero, lo ideal, de todas formas, antes de iniciar este proceso, sería que pudiese dormir bien toda
una noche seguida.
Básicamente, nuestro papel consistirá en calmarla. Cuando no sea posible hacer que la persona
se relaje, ya sea porque ésta se resiste a hacerlo, o bien, porque está asustada, podemos
“asegurarla” de la siguiente forma:
Con calma, aunque con firmeza, colocar una de las manos a la altura del Tercer Ojo (6º Chakra) y
la otra a la misma altura, pero por detrás de la cabeza. Es decir, las dos manos situadas a la misma
altura formarán un polo positivo y otro negativo que activará la corriente.
Si lo consideramos necesario, podemos cerrar un poco los dedos sobre la parte de arriba de la
cabeza, formando así una especie de “casco protector’.
resultarán fundamentales. Sin embargo, debe quedar claro que esta “subida” será suficiente para
mantener bien a la persona hasta que ésta pueda dormirse realmente, consiguiendo así
recargarse por completo.
En cuanto sintamos que la energía “sube”, debemos energetizar de nuevo con los Chakras de las
manos el punto de equilibrio y luego el 6º Chakra, y luego asegurar con firmeza los Chakras de las
manos de la persona, formando un eslabón con ella, y haciendo que la energía circule a través de
las manos.
JAMÁS DUDEMOS DE QUE LAS ENERGÍAS SUPERIORES VAN A ACTUAR A TRAVÉS NUESTRO.
Nuestros “Maestros Protectores” nunca nos colocarán ante una situación con la que no podamos
luchar.
En caso de que nos sintamos nerviosos o con tensión, pidamos a aquellos que nos colocaron
frente a este problema que actúen a través nuestro, y confiemos en Aquél o Aquella que nos guía.
Por otra parte, NUNCA DEBEMOS ATRIBUIRNOS EL PODER DE RESOLVER CUALQUIER SITUACIÓN.
Ello podría cegarnos y nos impedirá ser capaces de ver con claridad la mejor forma de actuar ante
dicha situación.
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Cuando se realizan trabajos de energetización, CADA CASO, ES UN CASO ÚNICO, y por ello,
deberemos mantenernos quietos y atentos hasta que la Intuición nos haga comprenderlo y nos
oriente sobre la mejor postura a adoptar.
DEJEMOS ACTUAR LA INTUICIÓN, llevando a cabo todas aquellas energetizaciones que nuestra
creatividad espiritual nos sugiera. No existe ninguna regla, a no ser que nosotros mismos
encontremos una y nos aseguremos de que nos funciona
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1-Imaginar un haz de Luz (o una Luz, tal y como nos venga a la mente en ese momento) que vaya
pasando por cada uno de los de los Chakras, incluyendo los de Base (los pies), y emitiendo una
vibración pura, limpia, de Amor.
2- También podemos imaginar una Luz que vaya moviéndose de arriba hacia abajo y viceversa,
envolviéndonos, y/o una Luz que se detenga en cada uno de los Chakras durante el tiempo que
consideremos necesario. Esta Luz aquí puede cambiar de color, de acuerdo con cada Chakra
donde esté (Ahumado en los pies; Rojo en el Raíz; Naranja en el Sexual; Amarillo en el Plexo; Rosa-
Verde en el Cardíaco; Azul en la Garganta; Violeta en el Tercer Ojo, y Blanco, Dorado, Lila o
Plateado en el Coronario).
3-Imaginar a esta Luz retirando la energía negativa y colocando a su vez, la positiva, o bien, “ver”
cómo se detiene y “empuja” la energía negativa hacia fuera del Chakra y coloca después la
positiva.
4- Respirar y frotar las manos, empujando la Energía Cósmica. Después, colocarlas sobre cada
uno de los Chakras durante el tiempo que deseemos y cuantas veces queramos. Del mismo modo
que con el haz de Luz, también podemos hacer que nuestras manos realicen un movimiento
continuo de “arrastre” y/o detenerlas sobre cada punto que estamos tratando. “Ordenar” a las
manos que retiren la energía negativa y que coloquen luego la positiva.
5-Imaginar una nube o una llama de Luz envolviendo todo el cuerpo y haciendo brotar una
vibración luminosa.
1-Pasemos la mano energetizada de arriba hacia abajo y viceversa, sobre los Chakras de la
persona, que estará acostada boca arriba o abajo, sobre la camilla y con sus ojos cerrados, en
completa relajación, a modo de “exploración”. Oigamos lo que nos dice nuestra Intuición.
2-Respirar pensando que somos un CANAL y que, a través de esta respiración, empujamos la
energía negativa de la persona y colocamos la positiva. También aquí, podemos detenernos en
cada uno de los Puntos e irradiar color, si lo creemos conveniente y necesario.
3- Realizando un movimiento circular, de arriba hacia abajo, a modo de espiral de Luz, pasamos
la mano (o las manos) por los Chakras, retirando la energía negativa y colocando la positiva.
Podemos hacer lo mismo con cada uno de los Chakras por separado.