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la hormiga y la araña.

había una vez una comunidad de hormigas obreras las cuales trabajan para poder
sobrevivir a las condiciones que prestaba su día a día, en tiempos de invierno y de
veranos.
En esta comunidad existía una hormiguita curiosa e intrépida, la cual era diferente
en cuanto a que le gustaba salir de su rutina diaria de trabajo. Y debido a eso le
encantaba más que trabajar era divertirse e irse a explorar el mundo que la
rodeaba. Ella pensaba que había algo más que conocer porque sus padres y
conocidos todas las noches antes de dormir contaban historias deslumbrantes,
épicas y a su vez historias de terror;
Una de esas historias es la leyenda de la gran araña que solía vivir en árboles,
cuevas; donde tejía día y noche la telaraña con la que ella se alimentaba de sus
víctimas, fuera mariposas, grillos y su plato mas exquisito las hormigas.
Un día en sus aventuras después del trabajo se acercó a un árbol muy alto y
exclamo ¡quiero mirar desde lo alto de este árbol para encontrar más aventuras ¡ y
la hormiga empezó a subir el árbol ,lo que no sabía era de que en él vivía una gran
araña la cual ya había notado que alguien se estaba aproximando a su morada.
La hormiguita cada vez que subía más el árbol, solo hacía pensar en la gran vista
que tendría, tan única que cerraba sus ojitos en ciertos momentos y se dejaba
deslumbrar de su imaginación. En un momento se dejo llevar tanto de su mente
que cuando abrió sus ojos se encontró de frente la araña que ya había observado
todo lo que su cena estaba realizando.
La araña saludo a la hormiguita y le pregunto ¿Qué haces a estas anchas y largas
alturas? y ella le supo responder. yo soy la hormiga de una gran comunidad
obrera, pero yo soy la que exploro y tengo muchas aventuras.
La araña le causo curiosidad cuando ella menciono la comunidad obrera porque la
realidad era que debido al invierno la araña no había comido hace muchas
semanas y le pregunto ¿está cerca esta comunidad? y la araña decía que ella
mantenía muy solita y que le gustaría tener muchos amigos, pero la hormiga era
inteligente y se dio cuenta que todo lo que decía la araña era con el fin de
entretenerla para ella ir tejiendo su telaraña para después devorarla.
La hormiguita le pregunto ¿araña y tu porque mantienes tan sola y con tan pocos
amigos?
la araña le respondió: lo que pasa es que nadie me quiere.
Mientras la hormiguita veía fijamente los ojos de la araña que se ponían muy
grandes y que de su boca salía una saliva espesa y la hormiga se percató de que
la araña se movía mucho y descubrió que estaba tejiendo una telaraña y de
inmediato la hormiguita corrió a piso firme y la araña trato de atraparla, pero
estaba muy débil que en el intento se desmayo y cayo sobre uno tejar que había
realizado.
La hormiguita llego a su morada asustada y empezó a pensar en lo sucedido. Al
día siguiente la hormiga después de haber terminado sus trabajos salió de nuevo
a caminar y paso por una reserva de frutas y se dirigió luego al árbol donde tuvo la
aventura con la araña, lo que hizo la hormiguita fue dejar la frutas y se marchó.
El invierno era muy difícil para todas las especies que vivian, pero las hormigas
sabían de eso y durante el verano ellas guardaban reservas de comida para
afrontar el frio invierno cada año.
Así paso varios días donde la hormiga dejaba siempre un pedazo de fruta y se
percató que al otro día la fruta ya no estaba. AL día siguiente que iva a realizar su
rutina de llevar fruta la araña estaba esperándola y le agradeció a la hormiguita
por lo que estaba haciendo y le pidió disculpas y le hizo una promesa de que ella
nunca iba a volver a comer hormigas y se forjo una buena amistad.
Paso el invierno y la araña siempre acompañaba a la hormiga a sus aventuras, se
cuidaban mutuamente y compartían una felicidad entre ellas.
Un día en una aventura empezó a llover muy fuerte y las dos empezaron a buscar
un refugio donde escampar. En su afán de tener paz de esta tormenta tan ruidosa
llena de trueno y ventiscos, la hormiga fue llevada por un gran viento a un charco
grande y la araña acudió a su ayuda lanzando una telaraña con la que pudo la
hormiga salir del charco.
La hormiga le agradeció mucho a la araña porque le salvo la vida y la araña le
respondió que ella había hecho lo mismo con el detalle que tuvo de llevarle fruta
durante ese invierno.
Y así su amistad duro durante muchos años y fueron felices compartiendo muchas
más aventuras. la amistad de la hormiga y la raña se hizo conocer en muchos
sitios porque eran un gran equipo.

Fin.

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