Había una vez una sequía terrible. Los animales morían de
sed. El campo estaba todo seco, y no enq:mtraban comida. Las hembras que tenían crías se desesperaban y gritaban por la muerte de sus hi ¡ itos. Un día·, se reunieron todos los animales, ·y decidieron que alguien fuera al cielo, a pedirle al Señor que les mandara aun que fuera un poquito d� lluvia. Empezaron a ver quién podíá ir, hasta que decidieron que fuera la señora tortuga. Pasó una semana, y �ada de llover. Y pasó otra, y nada. Pasó un mes, y nada de I luvia. Cuando ya- llevabar:, dos meses de estar esperando, los animales se reunieron otra vez, y empe� zaron a criticar a la señora tortuga: -Es una irresponsable,· viendo que nos estamos murien� do, y a, lo mejor ni le ha dicho nada a Tatica Dios. -¡Qué bárbaral · . -¡En cuanto vuelva le vamos a dar una .buena palizal-_ En eso,_ sale la señora tortuga de un matorral, bien vestidito 'y con su valija en la mano. Mirando á los demás animales les dice muy seria: -Si siguen hablando mal de mí, no voy.