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Desarrollo
Representación gráfica del modelo Heckscher-Ohlin
En la situación de partida existen dos bienes (G1 y G2, en este caso) y dos países (A y B, en este caso)
que presentan sendas curvas de transformación como se ve en la figura. Las curvas de transformación
diferentes muestran la producción de bienes según la dotación de factores existentes en cada país.
Suponiendo la inexistencia del comercio, estos dos países alcanzan sus óptimos en AA y
AB respectivamente.
En esta segunda gráfica se incluye el intercambio internacional, que conlleva la existencia de una única
recta de precios, dada que la relación será igual para los dos países. Con esta situación los puntos de
equilibrio de cada país serán PA y PB
La consecuencia es que los nuevos puntos de equilibrio, cada país produce más bienes de aquel factor
que es más abundante en el mismo.
En nuestros días continúa la vieja polémica, unos pidiendo "más mercado" y otros
pidiendo "más estado". En una sociedad humana viva, en continua evolución, no
hay forma teórica de resolver la cuestión. No puede haber una demostración
"científica" de qué proporción entre mercado y estado es la más conveniente, o la
más justa. Diversas personas y grupos, con diversas ideologías e intereses, son
partidarios de una u otra proporción. Se llamen liberales, socialdemócratas,
conservadores, progresistas, laboristas, comunistas, radicales, de izquierdas o de
derechas, están simplemente presionando en una dirección o en otra, hacia el
mercado o hacia el estado, con más o menos fuerza.
Mercantilismo
La primera teoría del comercio internacional surgió en Inglaterra a
mediados del siglo XVI. Conocida como mercantilismo, su declaración de
principios consistía en que el oro y la plata eran los pilares
fundamentales de la riqueza nacional y eran esenciales para un comercio
vigoroso. El principio fundamental planteaba que era conveniente para un
país mantener un excedente de comercio, a través de un mayor nivel de
exportación que de importación. Al hacerlo, un país acumularía oro y
plata e incrementaría su riqueza y prestigio nacionales. Ésta doctrina
defendía la intervención gubernamental para lograr un excedente en la
balanza comercial. El error del mercantilismo consiste en creer que el
comercio es un “juego de suma cero” Actualmente los gobiernos saben
perfectamente que pocos países en el mundo pueden tener mayores
exportaciones que importaciones, ya que como se verá en las teorías
siguientes, ningún país tiene los recursos para ser autosuficiente y
exportar el excedente de su producción después de haber satisfecho el
consumo nacional, sin embargo el estudio de la balanza de pagos sigue
siendo un referente importante para analizar el comportamiento de una
economía. Se sabe que aunque no siempre se puede ser superavitario,
un déficit puede ser no tan malo, sobre todo cuando no representa un
porcentaje importante del producto interno bruto y cuando puede ser
compensado por un ingreso de capitales.
Por otro lado, el oro y la plata han dejado de ser los fundamentos de la
riqueza de los países, ahora ésta no es algo estático que se pueda
guardar en un cofre, sino que se ha convertido en algo dinámico, tal
como la tecnología o los servicios que son los que realmente crean la
riqueza y el prestigio para los países.