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Modelo Heckscher-Ohlin

El modelo de Heckscher-Ohlin trata de explicar cómo funcionan los flujos


del comercio internacional. Fue formulado por el economista sueco Bertil Ohlin en
1933, modificando un teorema inicial de su maestro Eli Heckscher, formulado en
1919.
Este modelo parte de la teoría de David Ricardo de la ventaja comparativa y
afirma que, los países se especializan en la exportación de los bienes cuya
producción es intensiva en el factor que en el país es abundante, mientras que
tienden a importar aquellos bienes que utilizan de forma intensiva el factor que es
relativamente escaso en el país.

Desarrollo
Representación gráfica del modelo Heckscher-Ohlin

En la situación de partida existen dos bienes (G1 y G2, en este caso) y dos países (A y B, en este caso)
que presentan sendas curvas de transformación como se ve en la figura. Las curvas de transformación
diferentes muestran la producción de bienes según la dotación de factores existentes en cada país.
Suponiendo la inexistencia del comercio, estos dos países alcanzan sus óptimos en AA y
AB respectivamente.

En esta segunda gráfica se incluye el intercambio internacional, que conlleva la existencia de una única
recta de precios, dada que la relación será igual para los dos países. Con esta situación los puntos de
equilibrio de cada país serán PA y PB
La consecuencia es que los nuevos puntos de equilibrio, cada país produce más bienes de aquel factor
que es más abundante en el mismo.

En la teoría de la ventaja absoluta de Adam Smith y en la de la ventaja


comparativa de Ricardo, la causa del comercio internacional y de la
especialización internacional eran las diferencias existentes entre la productividad
del trabajo en los distintos países, provocada por diferentes elementos como la
tecnología empleada, los recursos o la climatología.
Heckscher y Ohlin, partiendo del concepto de ventaja comparativa de Ricardo,
elaboraron un modelo matemático de equilibrio general del comercio internacional,
en el que se ponían de manifiesto los siguientes elementos:

 Causas de las ventaja comparativa de un país


 Variación de la ventaja comparativa en el tiempo
 Influencia del comercio en el tamaño de las distintas industrias de una
economía
 Influencia del comercio en las retribuciones de los factores de producción.
 Beneficiados por el comercio internacional dentro de la economía de un
país.
En el modelo de Heckscher-Ohlin el comercio internacional resulta del hecho de
que los distintos países tienen diferentes dotaciones de factores: así existen
países con abundancia relativa de capital y otros con abundancia relativa de
trabajo. Normalmente los países más ricos en capital exportarán bienes intensivos
en capital (se utiliza relativamente más capital que trabajo para producirlos) y los
países ricos en factor trabajo exportarán bienes intensivos en trabajo (se utiliza
relativamente más trabajo que capital para producirlos).
De esta manera, si un país posee una gran oferta de un recurso "A" con relación a
su oferta de otros recursos, se considera que es abundante en dicho recurso "A".
Entonces ese país tenderá a producir relativamente más de los bienes que utilizan
intensivamente el recurso "A". En conclusión, los países tienden a exportar los
bienes que son intensivos en los factores con que están abundantemente dotados.

Teoría del ciclo de vida del producto


La teoría del ciclo de vida del producto es una teoría económica desarrollada
por Raymond Vernon en 1966 en respuesta al fallo del modelo Heckscher-
Ohlin para explicar los hechos observados en el comercio internacional. La teoría
sugiere que en las fases tempranas del ciclo de vida del producto la producción se
lleva a cabo en el mismo lugar donde fue inventado y se exporta a países
similares en nivel de desarrollo y preferencias de la demanda. En una segunda
etapa aparecen copias del producto que se producen en otros países y se
introducen en el país de origen.1 En la tercera etapa, llamada de madurez, el
mercado deja de crecer y sólo se mantienen las empresas que logran producir con
menores costes. En la cuarta etapa, sólo los países con menor nivel de desarrollo
producen y comercializan el producto en su propio territorio.

La nueva teoría del comercio


internacional
La nueva teoría del comercio empezó a surgir en la década de los
setenta. De acuerdo con ella, muchas industrias experimentaban
rendimientos crecientes de la especialización, debido a la presencia de
economías sustanciales de escala. Además los teóricos del nuevo
comercio aseveran que por la presencia de economías de escala
importantes, la demanda mundial únicamente apoyará a unas cuantas
firmas en varias industrias. Los teóricos del nuevo comercio afirman que
los países pueden exportar ciertos productos simplemente porque
cuentan con una firma que entró por primera vez en una industria que
sólo puede sostener a unas cuantas empresas. Gracias a que pueden
obtener economías de escala, los primeros en entrar en una industria
pueden colocar un candado en el mercado mundial que desaliente los
intentos de una penetración subsecuente. Muchas industrias globales
tienen un número muy limitado de empresas. Tal es el caso de las
industrias de aviones comerciales, químicos, equipo de construcción,
camiones, neumáticos, aparatos electrónicos y motores de reacción.
Mediante la utilización juiciosa de los subsidios, un gobierno puede
incrementar las probabilidades de que las firmas nacionales sean las
primeras en actuar dentro de las industrias emergentes.

Tenemos aquí un estudio del comercio de las grandes corporaciones


mundiales, las cuales controlan en gran medida el comercio, sobre todo
de los países en desarrollo. Para participar en uno de estos sectores no
cuentan ya definitivamente aspectos como la dotación de factores o la
productividad, sino que existen barreras a la entrada que van
relacionadas con altas inversiones en I&D, plantas productivas,
equipamiento industrial y comercialización, además de fuertes apoyos
gubernamentales que sólo algunos países pueden otorgar. Una vez
adentro del sector, estas grandes empresas se ubican principalmente en
los países de origen de los capitales, tal es el caso de Airbus o
Goodyear, la primera con capital europeo, tiene su sede en Francia, pero
se abastece de filiales localizadas en los países circunvecinos, España,
Inglaterra y Alemania principalmente; la segunda tiene plantas por todo el
mundo, pero principalmente en E.U., que además es el mercado con el
mayor número de automóviles y tiene una región donde su ubican varias
de las más grandes armadoras automotrices; Airbus sólo tiene un
competidor fuerte que es Boeing, la cual se encuentra en Norteamérica,
Goodyear tiene varios competidores en Europa y Asia, sin embargo no
se da frecuentemente la llegada de un nuevo participante al negocio.

Al parecer esta nueva teoría del comercio internacional se cumple en


aquellas compañías de grandes dimensiones, sin embargo, no se debe
olvidar que hay países en los que las pequeñas y medianas empresas
son el motor de la economía exportadora. Los países tratan de atraer
algunas empresas de la cadena productiva de estos sectores poco
competidos, para ello crean y ofrecen clusters productivos tales como el
cluster tecnológico ubicado en El Salto, Jalisco o el aeronáutico, de
reciente creación en Querétaro.

Teoría del Crecimiento Econó mico


La teoría del crecimiento económico estudia cuales son los determinantes del
crecimiento económico a largo plazo y las políticas que deben impulsarse para
estimular el crecimiento.
La historia del crecimiento económico es tan larga como la historia del
pensamiento económico. Ya los primeros clásicos como Adan Smith, David
Ricardo o Thomas Maltus estudiaron el tema del crecimiento o introdujeron
conceptos fundamentales como el de rendimientos decrecientes y su relación con
la acumulación de capital físico o humano, la relación entre el progreso
tecnológico y la especialización del trabajo o el enfoque competitivo como
instrumento de análisis de equilibrio dinámico. Asimismo, los clásicos del siglo XX
como Ramsey, Young, Knight o Schumpeter contribuyeron de manera
fundamental a nuestro conocimiento de los determinantes de la tasa de
crecimiento y del progreso tecnológico. El enfoque que adopta Xavier Sala y
Martín en su libro “Apuntes sobre el crecimiento económico” se basa en la
metodología y los conceptos desarrollados por los economistas neoclásicos de la
segunda mitad del siglo XX. A partir del trabajo de Solow-Swan (1956), las
décadas de 1950 y 1960 vieron como la revolución neoclásica llegaba a la teoría
del crecimiento económico, y esta disfrutaba de un renacimiento que sentó las
bases metodológicas utilizada no solo para la teoría del crecimiento sino también
por todos los macroeconomistas modernos. El análisis neoclásico se completó con
los trabajos de Cass (1965) y Koopmans (1965), que reintrodujeron el enfoque de
la optimización intertemporal desarrollado por Ramsey (1928) para analizar el
comportamiento de los consumidores en el modelo neoclásico. El supuesto
neoclásico de rendimientos decrecientes de cada uno de los factores tenía, como
consecuencia devastadora, el hecho de que el crecimiento a largo plazo debido a
la acumulación de capital era insostenible. Es por ello que los investigadores
neoclásicos se vieron obligados a introducir el progreso tecnológico exógeno,
motor último del crecimiento a largo plazo. A principios de los años 70, la teoría del
crecimiento económico murió sumida en su propia irrelevancia. Los
macroeconomistas pasaron a investigar el ciclo económico y demás fenómenos
del corto plazo, alentados por la revolución metodológica de las expectativas
racionales y el aparente fracaso del hasta entonces dominante paradigna
keynesiano. La publicación en 1986 de la tesis doctoral de Paul Romer (escrita en
1983) y la consiguiente bendición de Robert Lucas (1988) hicieron renacer la
teoría del crecimiento como campo de investigación activo. Los nuevos
investigadores tuvieron como objetivo crucial la construcción de modelos en los
que a diferencia de los modelos neoclásicos, la tasa de crecimiento a largo plazo
fuera positiva sin la necesidad de suponer que alguna variable del modelo crecía
de forma exógena. De ahí que a estas nuevas teorías se les bautizara con el
nombre de teorías de crecimiento endógeno. Una primera familia de modelos
(Romer (1986)), Lucas (1988), Rebelo (1991) y Barro (1991) consiguieron generar
tasas positivas de crecimiento, a base de eliminar los rendimientos decrecientes a
escala a través de externalidades o de introducir capital humano. Macroeconomía
IV. Teoría del Crecimiento Económico. 4 Un segundo grupo de aportaciones utilizó
el entorno de competencia imperfecta para construir modelos en los que la
inversión en investigación y desarrollo (I+D) de las empresas generaban progreso
tecnológico de forma endógena. Algunos ejemplos de estos trabajos los
encontramos en Romer (1987, 1990), Aghion y Howitt(1992, 1998) Grossman y
Helpman (1991). En estos modelos la sociedad premia a las empresas
investigadoras con el disfrute de poder monopolístico si estas consiguen inventar
un nuevo producto o si consiguen mejorar la calidad de productos existentes. En
este tipo de entornos la tasa de crecimiento tiende a no ser óptima en Sentido de
Pareto por lo que la intervención de los gobiernos es decisiva. En este sentido es
deseable la aparición de los gobiernos que garanticen los derechos de propiedad
física e intelectual, que regulen el sistema financiero y exterior y eliminen las
distorsiones y que mantengan un marco legal que garantice el orden. El gobierno
por tanto juega un papel importante en la determinación de la tasa de crecimiento
a largo plazo.

La teoría de los sistemas econó micos


Se llama sistema económico a la forma en la que se organiza la actividad
económica de una sociedad, la producción de bienes y servicios y su distribución
entre sus miembros. Cada sistema económico se caracteriza por su ordenamiento
jurídico que especifica el régimen de propiedad y las condiciones de contratación
entre particulares. Es el estado el que elabora e impone ese ordenamiento jurídico
y se reserva para sí ciertos ámbitos y formas de actuación. El sistema económico
sirve por tanto para determinar qué agentes y en qué condiciones podrán adoptar
decisiones económicas.

El economista clásico Karl Marx sugirió que el sistema económico utilizado por


cada sociedad humana depende del desarrollo de las fuerzas productivas,
principalmente los conocimientos técnicos, el capital acumulado y la población.
Mientras el ordenamiento jurídico sea el adecuado al nivel de las fuerzas
productivas, decía Marx,  éstas pueden desarrollarse sin que aparezcan tensiones
graves; pero llega un momento en el que las fuerzas productivas han crecido tanto
que la estructura social, en vez de estar potenciando su desarrollo, aparece como
una limitación, un  corsé que impide su crecimiento. Es entonces cuando la
superestructura jurídica y consiguientemente el régimen de propiedad, se ve
forzada al cambio de forma más o menos brusca

 Aplicando ese análisis, Marx dividía la historia de los sistemas económicos en


salvajismo o barbarie, esclavismo, feudalismo, modo de producción asiático y
capitalismo. El materialismo histórico deducía que el capitalismo había llegado a
una situación límite; que el régimen jurídico de la propiedad privada sobre los
medios de producción estaba impidiendo el crecimiento de las fuerzas productivas;
que como consecuencia de ello se estaban produciendo crisis económicas cada
vez más graves; que el sistema estaba condenado a derrumbarse y a ser
substituido por otro en el que los medios de producción estarían en manos de toda
la sociedad; y que los proletarios, la clase social emergente, serían los encargados
de dirigir ese cambio. Preveía el advenimiento en los países más avanzados de
dos futuros sistemas, el socialismo, en el que "cada cual recibirá según su
trabajo", y el comunismo, en el que "cada cual dará según sus posibilidades y
recibirá según sus necesidades".

Este análisis pretendidamente científico, se ha visto desmentido por el devenir


histórico. Siglo y medio después de que se escribiera el Manifiesto
Comunista podemos comprobar que sus predicciones no se han cumplido. No hay
leyes históricas inmutables que describan la evolución de los sistemas
económicos y de las sociedades humanas. Tampoco hay una relación biunívoca
entre grado de desarrollo de las fuerzas productivas y sistema económico. Quizá
pueda verse una relación más estrecha entre el sistema económico y los medios
de comunicación. En este curso proponemos una clasificación de los sistemas
económicos en la que ponemos de relieve la importancia del grado de desarrollo
del conocimiento humano y, por tanto, de los medios tecnológicos existentes para
la transmisión y acumulación de ese conocimiento.
En el siglo veinte han coexistido sistemas opuestos en diferentes partes del
mundo que mostraban similar desarrollo de las fuerzas productivas. El estado ha
dominado la economía en países europeos desarrollados o en países africanos o
asiáticos subdesarrollados. Las transformaciones sociales siguen siendo dirigidas
por grupos de poder, ejército, religiosos, burócratas. No ha sido el ordenamiento
jurídico del capitalismo el que ha bloqueado el desarrollo económico, antes al
contrario, han sido algunas instituciones jurídicas pretendidamente emanadas de
las propuestas marxistas las que, limitando la libertad de los individuos, han
frenado la evolución del comercio y la producción, de las artes y las ciencias.

Ciertamente, el mercado, por sí solo, ha mostrado también su incapacidad para


resolver de forma satisfactoria las necesidades elementales de gran parte de la
humanidad. De hecho, los países que han alcanzado un grado más alto y más
armónico de desarrollo, compatibilizándolo con las libertades individuales, con el
estímulo a la creatividad artística y a la investigación científica y tecnológica, lo
han conseguido gracias a un sistema económico que mezcla el libre mercado con
la intervención del estado. Y entre esos países hay que incluir los Estados Unidos
y otros que a los ojos del mundo aparecen como abanderados del mercado y del
liberalismo.

En nuestros días continúa la vieja polémica, unos pidiendo "más mercado" y otros
pidiendo "más estado". En una sociedad humana viva, en continua evolución, no
hay forma teórica de resolver la cuestión. No puede haber una demostración
"científica" de qué proporción entre mercado y estado es la más conveniente, o la
más justa. Diversas personas y grupos, con diversas ideologías e intereses, son
partidarios de una u otra proporción. Se llamen liberales, socialdemócratas,
conservadores, progresistas, laboristas, comunistas, radicales, de izquierdas o de
derechas, están simplemente presionando en una dirección o en otra, hacia el
mercado o hacia el estado, con más o menos fuerza.

La organización que adoptarán las sociedades humanas en el futuro no está


escrita en ningún libro sagrado ni determinada por ninguna ley histórica: será la
consecuencia de las decisiones que están adoptando en el presente un gran
número de individuos y grupos sociales. Muchos confiamos en que ese sistema
futuro satisfaga nuestros más íntimos anhelos de solidaridad, cooperación y
equidad, que permita la desaparición del hambre, la miseria y la marginación y que
todo ello sea compatible con el respeto a los derechos humanos y el impulso a la
creatividad individual.

Teoría del dinero y del crédito


Teoría del dinero y del crédito es un libro de economía de 1912 escrito
por Ludwig von Mises, publicado originalmente en alemán como Theorie des
Geldes und der Umlaufsmittel. Mises analiza el origen, la naturaleza y el valor del
dinero, y su efecto en la determinación de la política monetaria. Es una de las
obras fundamentales de la rama misesiana de la escuela austriaca de
pensamiento económico.
En el libro, Mises expone su teoría de los orígenes del dinero a través de su
«teorema de regresión», una afirmación respaldada paso a paso que se basa en
una argumentación lógica, no en explicaciones históricas. El origen del dinero es
un commodity o bien económico previo a su función como dinero según la teoría
de Mises. Mises explica por qué el dinero es en primer lugar un bien demandado
por derecho propio antes de convertirse en reserva de valor y medio de cambio.
Según Mises, el dinero ha surgido históricamente después de que ha habido una
demanda por el dinero-commodity en una economía de trueque.
Junto con los Principios de economía política de Carl Menger y Capital e
interés de Eugen von Böhm-Bawerk, el libro se encuentra entre las obras
fundamentales de la escuela austriaca.

Teorías del comercio Internacional


La economía ha tratado desde hace cientos de años de explicar los
factores de competitividad de los países y sus empresas. Prueba de ello
son las teorías que a continuación van a mencionarse. En ellas, no se
hace mención todavía del término “competitividad”, en su lugar se habla
de la “ventaja” que tienen unos países con respecto a otros en la
elaboración de algún bien. Por esa razón se han incluido en este
apartado, a manera de antecedente histórico de la competitividad y la
integración de las empresas y los países.

Mercantilismo
La primera teoría del comercio internacional surgió en Inglaterra a
mediados del siglo XVI. Conocida como mercantilismo, su declaración de
principios consistía en que el oro y la plata eran los pilares
fundamentales de la riqueza nacional y eran esenciales para un comercio
vigoroso. El principio fundamental planteaba que era conveniente para un
país mantener un excedente de comercio, a través de un mayor nivel de
exportación que de importación. Al hacerlo, un país acumularía oro y
plata e incrementaría su riqueza y prestigio nacionales. Ésta doctrina
defendía la intervención gubernamental para lograr un excedente en la
balanza comercial. El error del mercantilismo consiste en creer que el
comercio es un “juego de suma cero” Actualmente los gobiernos saben
perfectamente que pocos países en el mundo pueden tener mayores
exportaciones que importaciones, ya que como se verá en las teorías
siguientes, ningún país tiene los recursos para ser autosuficiente y
exportar el excedente de su producción después de haber satisfecho el
consumo nacional, sin embargo el estudio de la balanza de pagos sigue
siendo un referente importante para analizar el comportamiento de una
economía. Se sabe que aunque no siempre se puede ser superavitario,
un déficit puede ser no tan malo, sobre todo cuando no representa un
porcentaje importante del producto interno bruto y cuando puede ser
compensado por un ingreso de capitales.

Por otro lado, el oro y la plata han dejado de ser los fundamentos de la
riqueza de los países, ahora ésta no es algo estático que se pueda
guardar en un cofre, sino que se ha convertido en algo dinámico, tal
como la tecnología o los servicios que son los que realmente crean la
riqueza y el prestigio para los países.

Teoria de la Ventaja absoluta


Adam Smith en su obra clásica “The Wealth of Nations” de 1776,
argumentaba que los países deben especializarse en la producción de
mercancías para las que tengan una ventaja absoluta y, posteriormente
intercambiar estos productos por artículos producidos por otros países,
nunca se debe producir en casa lo que se pueda adquirir, a un menor
costo, de otros países. Esta teoría a pesar de ser la primera en
considerar la especialización como un factor estratégico para los países,
tomaba ésta sólo a nivel de país entero, no a nivel de regiones.
Actualmente ningún país tiene el monopolio total en la producción de
algún artículo, sino por el contrario, se da una gran competencia entre los
países por ganar mercados con artículos de manufacturas mayormente
nacionales de cada uno de ellos. Un exportador compite por ejemplo,
contra los exportadores de otros países, así como contra productores
nacionales de los países de destino. Una empresa trasnacional tal vez
encontrará más conveniente incluso trasladar sus operaciones fabriles a
otro país donde se encuentra su mercado meta. La teoría de Adam Smith
simplifica la cuestión de decidir “qué producir” a un acuerdo entre
caballeros entre todas las naciones del mundo negociando cómo se
distribuirán la obtención de alimentos, materias primas y bienes
manufacturados, industriales o de consumo. Tampoco considera las
cuestiones de distribución, ya que podría ser que un país es más
eficiente en la producción de ciertos productos, pero al trasladarlos hasta
otra parte del mundo se pierda dicha ventaja.

Teoría de la Ventaja comparativa


En su libro “Principles of Political Economy” de 1817, David Ricardo
demostró que un país debe especializarse en aquellos bienes y servicios
que pueda producir de manera más eficiente y adquirir, de otros países
aquellos que produzca de manera menos eficiente, incluso cuando, en
ocasiones, esto represente adquirir bienes extranjeros cuya producción
final puede ser más eficiente. De esta manera, la teoría de David Ricardo
hace énfasis en la productividad de los países.

Tanto la teoría de la ventaja absoluta con la de la ventaja comparativa


simplifican en sus modelos el comportamiento de la economía mucho
más allá del ceteris paribus ordinario, en donde se estudia una variable y
se dejan estáticas las demás. Aquí se están omitiendo factores como los
que se mencionaron en el apartado anterior, por ejemplo: qué pasa
cuando más de un país son los más eficientes en la producción u
obtención de un bien en dos regiones distintas del mundo. Es sin
embargo un gran acierto definir la ventaja de los países en la
productividad, la cual se definirá más adelante en esta tesis. Sin embargo
cabe destacar que es muy cierto que un país puede volverse más
productivo en la obtención de cierto artículo gracias a aspectos como el
desarrollo tecnológico.

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