LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA DEL JUEGO: SU HISTORIA Y SIGNIFICADO (1955)

1919 – Caso Fritz

Interpretó sus ansiedades, yendo así en contra de los preceptos del analista, a través de sus
juegos. Descubre que al interpretar, el niño obtiene alivio, aunque este no sea inmediato. Las
interpretaciones deben ser claras, concisas, concretas y apuntalándose en algún fragmento
saliente del juego del niño.

1923 – Caso Rita

Trabajo fuera del domicilio del niño. No es correcto atender al niño en su hogar. Al estar en su
contexto cotidiano de vida no logra aprender que el análisis tiene características diferentes de su
vida diaria. La situación de transferencia sólo se puede establecer si el niño ve al analista como
alguien distinto de su vida diaria. En ella, el niño no puede expresar sus deseos y fantasías y deseos
más íntimos porque se contraponen con las convenciones sociales.

En cuanto a la transferencia, Melanie Klein desea atraer en el análisis tanto la positiva como la
negativa. El analista jamás censura; se permite la moción hostil, pero se limita la hostilidad física.
Esta actitud no sólo protege al psicoanalista sino que tiene también importancia para el análisis.
Pues si tales asaltos no son mantenidos dentro de límites, pueden despertar excesiva culpa y
ansiedad persecutoria en el niño y por lo tanto agregar dificultades al tratamiento.

1923 – Caso con un niño de 7 años

Este niño poseía dificultades en el aprendizaje y no quería ir a la escuela. No asociaba, no dibujaba,

por lo que a Klein se le ocurre traer juguetes.

Constitución del cajón de juguetes como recurso técnico. Considera esencial tener juguetes
pequeños, porque su número y variedad permiten al niño expresar una amplia serie de fantasías y
experiencias. Es importante para este fin que los juguetes no sean mecánicos y que las figuras
humanas, variadas sólo en tamaño y color, no indiquen ninguna ocupación particular.

Son principalmente: pequeños hombres y mujeres de madera, usualmente de dos tamaños, autos,
carretillas, hamacas, trenes, aviones, animales, árboles, casas, cercas, papel, tijeras, un cuchillo,
lápices, tizas o pintura cola, pelotas y bolitas, plastilina y cuerdas.

Los juguetes de cada niño son guardados en cajones particulares, y así cada uno sabe que sólo él y
el analista conocen. Su misma simplicidad permite al niño usarlos en muchas situaciones
diferentes, de acuerdo con el material que surge en su juego.

Muchas de las actividades del niño se efectúan a veces en el lavatorio, que está equipado con una
o dos pequeñas tazas, vasos y cucharas. A menudo él dibuja, escribe, pinta, corta, repara juguetes,
etc. A veces, en el juego, asigna roles al analista y a sí mismo, tales como en el juego de la tienda,
del doctor y el paciente, de la escuela, de la madre y el hijo.