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Suturas y Cirugía Menor para Profesionales de Enfermería ©2008. Editorial Médica Panamericana
2 Suturas y cirugía menor para profesionales de enfermería
Entralgo, el título de «profesores de lo inútil»1. No creemos nado con la salud. Estos grupos han perseguido un estatus
que la reflexión y el análisis histórico sean fútiles, pues social y se han ido asociando con el fin de defender sus
conocer y analizar el pasado nos acerca al entendimiento intereses, de controlar el ejercicio de su actividad profesio-
del hecho presente y aporta luz para la argumentación de nal, de transmitir e incrementar sus conocimientos y, con-
líneas de futuro. secuentemente, de aumentar también su aportación o ca-
Dice el Profesor Siles: «Si todo ser humano y toda socie- pacidad resolutiva.
dad lo son en primer lugar porque tienen historia, las
enfermeras y enfermeros no constituyen ninguna excep-
ción y en cada etapa histórica pasada, presente o futura, Cuidados y atención de las heridas
fueron, son y serán lo que históricamente sean capaces de y otros traumatismos en las culturas
demostrar»2. También Paloma Moral dice: «No hay herra- primitivas: cuestión de supervivencia
mienta más poderosa que la Historia para la legitimación
ideológica del presente»3. En este primer apartado no se encuentran definidas, ni
Para la elaboración de este capítulo se acudió a fuentes por aproximación, las profesiones tal como hoy las enten-
secundarias y se ha tratado de compendiar y relacionar lo demos, e incluso podría ser pretencioso encontrar sus raí-
que otros autores, verdaderos investigadores de la historia ces, pero de lo que se está seguro es que ya entonces
de la ciencia y de la profesión de enfermería, han escrito en había necesidades de cuidados y, por lo tanto, de alguien,
diversos medios. Así pues, no se ha escrito pensando en sin duda de sexo femenino, que cuidara. Entendiendo por
los cultivadores de la historia de la enfermería, sino en los cuidar un conjunto de actos, inicialmente ubicados en el
estudiantes y profesionales que pretendan conocer la evo- ámbito doméstico y tribal, cuya finalidad era conservar la
lución de la enfermería y la cirugía menor en algunas épo- vida de los seres en vistas a reproducirse y perpetuar el
cas pasadas, y entender la actual situación a la luz de los grupo5.
antecedentes históricos. Una de las mayores preocupaciones del hombre primi-
Se trata de proporcionar un significado histórico a una tivo, junto con la satisfacción de las necesidades básicas
actividad ciertamente técnica que fue y sigue siendo una de supervivencia, era combatir las enfermedades y las
parte, no el todo, pero una parte importante e integrada en agresiones externas, muy abundantes por su forma de
la actividad profesional y en las bases científicas de la vida, que atentaban su bienestar y, en definitiva, su perpe-
enfermería, al menos en España, complementando y no tuación como grupo y especie.
contraponiéndose a lo que de forma definida ha venido lla- Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha
mándose cuidados de enfermería. La relación que en estos intentado encontrar explicación a todas las cuestiones que
momentos mantienen en nuestro entorno la enfermería, para él eran desconocidas, especialmente a las que le infli-
entendida como disciplina, y la cirugía menor, como grupo gían sufrimiento. Por una parte, buscó explicaciones desde
de técnicas que es, no ha surgido de la nada ni se trata de el pensamiento mágico, creyó en seres sobrenaturales
una moda caprichosa y actual, sino que tiene unas largas conceptuados primero como elementos de la propia natu-
raíces históricas que trataremos de ir detallando. raleza provistos de alma (animismo) y, posteriormente,
Para aproximarnos históricamente al asunto que nos como dioses; por otra parte, mediante la observación y
compete debemos tener en cuenta la imposibilidad de utili- aplicando el raciocinio o incipiente método científico fue
zar una definición absoluta y atemporal de la cirugía analizando y sacando conclusiones de los sucesos que se
menor; tampoco podría hacerse de la enfermería, ni tan repetían en la naturaleza6 y las consecuencias que se pro-
siquiera de la propia ciencia, conceptos, todos ellos, que vocaban al aplicar unas actuaciones u otras, tanto sobre la
fueron evolucionando conforme evolucionaba la sociedad, tierra como sobre los animales o en individuos de su
incluidas las relaciones de poder social e interprofesional, y misma especie.
se incrementaba el conocimiento del universo en el que el La especie humana tiene en sus principios ciertas
ser humano se encontraba inmerso. Será baldío tratar de características destacables. Es un ser inmerso en un en-
comprender cada época pasada aplicando los esquemas torno hostil con escasos recursos, es físicamente débil,
y estereotipos contemporáneos. tiene gran cantidad de posibles depredadores, un ser que
Es importante señalar el distinto papel desempeñado en su afán expansivo abandona la protección que le
por las diversas concepciones de la enfermedad y del habían ofrecido hasta entonces los árboles. Todo ello es
enfermar, así como el valor otorgado en cada caso a los una potencial fuente de lesiones, ¡que alguien debe tratar
«elementos del cuidado» y a la realidad del «curar», desde de reparar! Es muy probable que la contención de la
diversas perspectivas4. hemorragia, la oclusión de los tejidos internos expuestos al
En cada momento histórico ha habido diversos grupos exterior a través de las heridas, su limpieza y la inmoviliza-
que han intentado dar respuesta a las incógnitas relacio- ción de fracturas1 fuesen las primeras intervenciones «sani-
nadas con los procesos vitales y, en concreto, con el pro- tarias» con resultados positivos. Por otra parte, es una
ceso de salud-enfermedad. En ocasiones, pero no siem- especie que, como consecuencia de haber adoptado la
pre, algunos de estos grupos también trataron de dar solu- postura erguida, va a parir crías de poco peso y desarro-
ción a los sufrimientos humanos, entendiéndolos en un llo7, que precisarán de largos períodos de crianza (base de
principio como sufrimientos genéricos en el más amplio la culturización de la especie), con gran necesidad de cui-
sentido (las sequías, la muerte, el dolor, las tormentas) y dados ¡que alguien va a tener que proveer! Estos cuidados
especializándose posteriormente en el sufrimiento relacio- van más allá de lo instintivo, se incorporan a la cultura y,
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El cuidado de las heridas y la cirugía menor en la historia de la enfermería 3
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que es una época oscura en la que, a pesar de ir desapa- daba masajes y reducía fracturas y luxaciones, entre otras
reciendo la esclavitud, en parte por la expansión que al- técnicas consideradas más especializadas2. Otras profesio-
canza el cristianismo, las personas y las comunidades si- nes más o menos relacionadas con la salud que existieron
guen viéndose absolutamente subyugadas en una rela- pero que no tuvieron continuidad en el tiempo fueron: biz-
ción siervo/feudal. madotes, algebristas, batidores de cataratas, ensalmado-
Desde el punto de vista demográfico, se produjo un res, drogueros, físicos, especieros y boticarios.
fuerte descenso poblacional a causa de las guerras, ham- El taller de los barberos sangradores solía estar, al igual
brunas y epidemias, estas últimas debido a las condicio- que en otros gremios, en los bajos de la casa, en cuyo pri-
nes de vida de la época. Entre los estratos sociales bajos y mer piso habitaba la familia e incluso en muchas ocasio-
medios era muy difícil cubrir las necesidades básicas de nes también los aprendices. El taller solía tener las puertas
alimentación, de higiene, etc. El crecimiento desordenado abiertas, con bancos y mesas dispuestas alrededor de la
de las ciudades a donde acudía, a buscar mejoras de vida, entrada a modo de vestíbulo y sala de espera. Los barbe-
la gente que en el campo se sentía insegura o no era ros con menos recursos económicos, que no podían insta-
capaz de sobrevivir, propició condiciones de hacinamiento lar una consulta o taller, se dedicaban a recorrer las calles
e insalubridad que también potenciaron las epidemias. con su instrumental a cuestas, ofreciendo sus servicios2.
Asimismo, el desplazamiento de peregrinos y de grandes Los servicios de estos profesionales eran requeridos por
ejércitos por guerras y cruzadas contribuyó a propagar siervos de cualquier condición, pero especialmente artesa-
estas enfermedades. nos y campesinos que acudían a los locales del barbero
Reponer la población mermada y contrarrestar la alta sangrador y que podían pagar sus servicios, pero no los
mortalidad perinatal e infantil fue una de las prioridades de del médico ni del cirujano latino. Asimismo, eran requeri-
la época, en especial de los señores propietarios de las tie- dos por aristócratas a quienes atendían en sus palacios,
rras, con el objetivo de que no disminuyera la mano de en muchas ocasiones por indicación de los médicos de
obra. Por lo tanto, además de dirigir las funciones de la cámara. También ejercían sus funciones, como consultores
mujer hacia la reproducción, lo cual no las eximía del tra- externos y generalmente a tiempo parcial, en los hospita-
bajo, la sociedad comenzó a valorar el trabajo de las ma- les, institución ésta a la que acudían los enfermos de
tronas o parteras. estrato social más bajo que no tenían posibilidades de cos-
tearse los cuidados y remedios a sus dolencias.
En las ciudades donde existían cirujanos barberos, las
Ejercicio del barbero sangrador comadronas tenían la obligación de llamarlos ante cual-
en las ciudades quier dificultad que surgiese en el parto; su tarea consistía
en extraer al niño si había muerto, generalmente en peda-
En la Edad Media aparecen por primera vez las figuras zos mediante ganchos y otros instrumentos quirúrgicos, y
del barbero sangrador y del maestro sangrador, cuyo ejer- si era la madre la fallecida, hacer cesárea post morten
cicio en la sociedad tenía autonomía de competencias y para intentar salvar la vida del hijo2.
funciones establecidas. De esta manera, el barbero sangrador se constituiría,
El barbero cuidaba la higiene de sus clientes, lavándoles como luego veremos con respecto a las matronas y las
la cabeza y cortándoles el pelo y la barba, lo cual tenía efec- enfermeras hospitalarias, en un recurso técnico más espe-
tos positivos para la salud. Además, realizaba curas, colo- cializado.
caba emplastos y practicaba sangrías, entre otras técnicas En la Baja Edad Media, debido a la expansión de las
al uso en la época (fig. 1-4). El maestro sangrador supervi- ciudades, donde se desarrollaba una gran actividad de
saba el trabajo del barbero y, además, aplicaba ventosas, comercio y artesanía, surgieron los gremios, que regula-
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ban el aprendizaje y realizaban el control de los oficios sión sanitaria tenía demasiada fortuna a la hora de resol-
garantizando la calidad de los productos o servicios ofreci- ver problemas de salud de sus pacientes. Tampoco tuvo
dos, y ejercían asimismo la defensa de sus intereses colec- mucho que ver con procesos de demanda social de cali-
tivos. Los gremios tenían cofradías o hermandades de dad y eficacia, puesto que la sociedad civil en aquel enton-
carácter religioso que actuaban, mediante cuotas de los ces no tenía voz colectiva y mucho menos reivindicativa, y
cofrades, como cajas de socorro social y protección para además estos sangradores eran prácticamente los únicos
los miembros e incluso para sus familias cuando las cosas recursos sanitarios a los que las clases populares podían
no les iban bien, como en situaciones de enfermedad, acceder.
ruina, invalidez o muerte. Las cofradías llegaban a tener Estos procesos de supremacía de unas profesiones
sus propios hospitales. sobre otras tuvieron más que ver con las relaciones de las
Durante el siglo XIII se estableció como un gremio más profesiones sanitarias con el poder establecido, estando
el de los barberos sangradores. Los enfermeros hospitala- mejor posicionados, en este sentido, los médicos, que eran
rios no llegaron a constituirse en gremio al no materiali- quienes atendían a la corte, que las precursoras de las
zarse como grupo laboral, lo cual fue un gran lastre tanto actuales enfermeras, que en aquel momento atendían a
para su desarrollo como para su reconocimiento social8. La clases menos influyentes.
situación gremial facilitó una estructuración de los conoci- Como consecuencia de su consideración social, no se
mientos propios de la disciplina, que le permitió incluso han encontrado muchas referencias a privilegios de la profe-
entrar en el ámbito de la universidad durante el siglo XIV, a sión, pero en la Real Declaración de Milicias dictada por Car-
diferencia de lo que ocurrió con los cuidadores enfermeros, los III en 1767, se señala en su artículo 17 la exención de hacer
cuyo sentido exclusivamente caritativo, dimensión reli- el servicio militar a «un sangrador aprobado con el título co-
gioso-espiritual y, por lo tanto, no profesional, bloqueó la rrespondiente, en pueblo donde por la corta vecindad y po-
sistematización de los conocimientos disciplinares e impi- breza no haya cirujanos, pero en los demás no será exento el
dió la transmisión regular de sus conocimientos hasta Sangrador y en ninguno los Barberos y mancebos, aunque lo
mucho tiempo después4. sean de Cirujano aprobado»9.
En el siglo XVI, en su esfuerzo por ordenar la vida nacio-
nal, los Reyes Católicos crearon la institución del Protome-
dicato y del Protocirujanato para controlar oficialmente a Relación de los barberos sangradores
médicos y cirujanos latinos, como eran conocidos los ciru- con la enfermería hospitalaria
janos de mayor nivel que estudiaban en latín. Para la regu-
lación oficial de las figuras de barbero, sangrador, cirujano Debido a la expansión del cristianismo y a que muchas
menor o cirujano romancista que, al igual que los anterio- personas buscaban resguardo, sustento y atención de sus
res, tampoco estaban bajo las normas de las órdenes reli- necesidades básicas, creció el movimiento monacal como
giosas, se creó en el siglo XV y, posteriormente, en el año desarrollo de la vida eremita. En los monasterios se afianzó
1500 se reguló por la Pragmática de los Reyes Católicos, la la institucionalización de los cuidados de enfermería im-
institución del Protobarberato, compuesta por los denomi- partidos, en general, a enfermos de clases bajas. La reli-
nados barberos mayores e independiente, inicialmente, de gión postulaba la extensión de la caridad a los enfermos, a
las dos instituciones antes citadas. Entre sus funciones pesar de que la enfermedad se consideraba un castigo de
estaba la de examinar y acreditar a estos profesionales y, la divinidad y una forma de redimirse mediante el sufri-
en algunos casos y épocas, también a las matronas. miento y que en aquellos momentos los enfermos de cla-
ses bajas gozaban de un estatus de parias similar al de los
«…no consientan, ni den lugar, que ningún barbero, ni otra per- marginados o delincuentes (fig. 1-5).
sona alguna pueda poner tienda para sajar, ni sangrar, ni echar san- En España, la primera institución donde está documen-
guijuelas, ni ventosas, ni sacar dientes ni muelas, sin ser examinado
tada la existencia de personas dedicadas a administrar
primero por los dichos nuestros barberos Mayores personalmente…»
de la Pragmática de los Reyes Católicos9.
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de la jerarquía eclesiástica o por personas de clases no es el enfermero mayor quien toma las decisiones de
pudientes. penalizar a los médicos, cirujanos o barberos que no cum-
pliesen con sus responsabilidades, sino que se pone en
conocimiento del Hermano Mayor, que es quien organizati-
Los barberos y el Hospital de Juan de Dios vamente está por encima de los restantes profesionales y el
de la ciudad de Granada encargado de sancionarlos si fuese preciso. Esta autonomía
es recíproca, siendo los enfermeros los responsables de la
En este tiempo se crea el paradigmático Hospital de detección de necesidades y su atención integral (física, psí-
Juan de Dios de la ciudad de Granada, cuyo fundador quica y social), lo cual no impide una coordinación, interre-
muere en 1550 (fig. 1-8). lación e integración de los equipos asistenciales.
Tras un período de reflexión, maduración y asenta- Queda establecido que la visita diaria sea colectiva de
miento, se redacta La norma, la regla y constituciones para todo el equipo asistencial y con respecto al barbero señala:
el Hospital, que fue publicada con pie de imprenta en la
casa de Hugo Mena, el año 1585. «El barbero si fuere oficial que residiere en el dicho hospital, asis-
Cuando se establece el organigrama del hospital, se tirá en la visita al médico para sangrar, sajar o echar ventosas y hacer
otros beneficios que el médico mandare pertenecientes a su oficio, y si
cita la profesión de barbero:
no estuviere en casa residente, vendrá muy de mañana para si pu-
diere hallarse a la dicha visita, o si no para que informado de lo que el
«Demás de esto habrá un Hermano Mayor, y veintitrés Hermanos médico mandó, lo haga con brevedad; y si no viniere a tiempo, lla-
Profesos y de capote, una mujer que sea Madre y Prefecta de las marse a otro que lo haga, y pagarse ha del dinero de casa, el cual se
salas de las mujeres enfermas, un Enfermero Mayor y otros Menores descontará después de su salario»12.
en cada sala, un Refitolero, un Botiller, un Despensero, un Ropero, un
Cocinero, un Sacristán, Médico, Cirujano, Barbero, tres Porteros, un
Dentro del capítulo «Del médico, cirujano y barbero» se En el siglo XVII, en plena decadencia económica, militar
regula la relación del hospital con estos tres profesionales, y social del reino de España, Bernardino Obregón funda la
siendo los dos primeros ajenos a él y pudiendo ser el ter- Orden de los Hermanos Enfermeros Pobres. En el llamado
cero tanto externo como interno del hospital. Siglo de Oro español, en concreto en 1623, los Hijos de la
Llama la atención el cuidado que se pone en que los Congregación del Padre Bernardino Obregón escriben Ins-
enfermos reciban la atención que precisan y en ese sentido trucción de enfermeros y modo de aplicar remedios a todo
se refleja el compromiso que estos profesionales tienen de género de enfermedades y acudir a los accidentes que
no faltar a la visita e incluso, en caso de faltar, de enviar un sobrevienen en ausencia de médicos. Este manual es uno
sustituto de suficiente experiencia y habilidad. de los primeros en que se tratan de forma extensa los cui-
dados, y no sólo los básicos como la alimentación, higiene,
«…y si alguna vez faltaren voluntariamente y sin dejar sustituto, movilizaciones, etc., sino también la aplicación de reme-
apuntará las faltas que se hicieren el enfermero mayor, para que si dios como unturas, fomentos, ventosas, actuación ante
fueren en cantidad por el mucho descuido de ellos sean multados por
hemorragias, que eran de los pocos cuidados técnicos que
el tiempo que faltaren, y si tanto fuere su descuido se nos avise, para
que proveamos del remedio necesario»12. se conocían en la época (fig. 1-9).
En la presentación, el padre Andrés Fernández dice:
Una prueba más de la independencia que entonces
existía entre las profesiones es que queda determinado que «Diome tanto trabajo la ignorancia y no saber el oficio de enfer-
mero […] que siempre me parecía que no hacía cosa bien hecha […]
y así me pareció cosa muy justa manifestar y enseñar a otros lo que
tanto me costó en veinticuatro años de experiencia»13.
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«Hanse de hallar, el Enfermero o la Enfermera, con el Médico y «Queda entendido que el barbero no debe ni le ha de ser permi-
Barbero en las visitas, para que vean el remedio que aplican a cada tido tomar paga alguna, ya sea grande o pequeña, directa o indirec-
enfermo y ejecuten lo que se ordenare puntualmente»15. tamente, de ningún paciente que esté en el hospital, ni curar con
medicinas del hospital a los que son de fuera»16.
En la misma línea de la descrita en las citadas órdenes
se desarrollaban los cuidados tanto de enfermería como También en las Constituciones del Hospital Real de Gra-
de asistencia de los barberos sangradores en los hospita- nada, firmadas por los Reyes Católicos y reformadas en
les que surgieron en las rutas de peregrinación, especial- 1632 por Felipe II, se señala:
mente en la de Santiago.
Algunos sangradores, como se ha mencionado, trabaja- «El médico, cirujano y barbero, y los enfermeros, ni otra persona
ban para los hospitales atendiendo a los enfermos ingresa- alguna reciban, ni lleven dinero, regalos, ni otra cosa de los enfermos
por recibirlos ni curarlos en el dicho Hospital, y hallándose lo contrario,
dos, y eran controlados por la normativa de estas institucio-
los Visitadores lo castiguen con mucho rigor, y aviendo reincidencias
nes. Sin embargo, en la atención extrahospitalaria las cosas los echen del Hospital»9.
no discurrían de la misma manera al no existir ninguna orga-
nización que la ordenara, como señala Cecilio Eseverri:
Atención de enfermería fuera del hospital
«Los cuidados extrahospitalarios iban defendiéndose como bue-
namente podían. Los practicantes que salían de las escuelas o de la En 1515, el Corregidor del Principado de Asturias, Don
facultad del Hospital de Antón Martín; los discípulos del hermano Pedro Manrique de Lara, refiere a la reina doña Juana «que
Matías de Quintanilla, con sus apuntes debajo del brazo, en la mesa estuvo muy malo, y por el mal aparejo que hay de médicos
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Siglo XIX: inicio de la unificación por la que se suprime el Protomedicato y todas sus funcio-
de las profesiones de enfermería nes, incluidas las referidas a los practicantes, que pasan a
y aparición de la figura del practicante depender de las facultades de medicina y de los Reales
Colegios de Cirugía. Éstos eran los encargados de examinar
Este siglo supone un punto de inflexión en la profesión y acreditar tanto a los cirujanos latinos como a los cirujanos
de enfermería. Se reconoce el valor que realmente tienen romancistas y a los cirujanos sangradores. A los primeros,
los cuidados de enfermería en la salud de la población y, antes de ser examinados se les exigía 5 años de estudio en
por lo tanto, se avanza sustancialmente en la regulación y el Colegio, mientras que a los cirujanos romancistas se les
formación rigurosa de los profesionales. exigía 3 años de prácticas con un cirujano que debía certifi-
En el ámbito anglosajón, esta realidad cristaliza de la carlas, para luego pasar al examen. A los sangradores sólo
mano de la culta y paradigmática Florence Nightingale, en se les hacía un examen teórico-práctico y se les pedía certi-
la sanidad militar del ejército británico durante la guerra de ficado de bautismo, limpieza de sangre y haber practicado
Crimea (fig. 1-15). Como uno de sus múltiples logros desta- con un cirujano. En el examen, además de otras materias,
cables está la disminución de la mortalidad en el hospital se evaluaban los conocimientos sobre las arterias y las
de Escutari del 42,7 % al 2,2 % debido a su intervención, a venas, las ventosas, el arte de sajar, así como la extracción
pesar de lo cual tuvo que sufrir los ataques de la alta socie- de dientes y muelas23. En esta Pragmática se dice: «Mando,
dad británica y, por supuesto, del colectivo médico. que en ninguno de los pueblos de mis dominios se permita
En el entorno español, como luego se verá, se hicieron el ejercicio de estas facultades a quien no presente ante las
esfuerzos por difundir los conocimientos necesarios para el justicias título correspondiente, que deberá registrarse en
ejercicio de la enfermería y por regular esta profesión, re- los libros del Ayuntamiento»24.
gulación que tuvo su máximo exponente en la ley Moyano, La sangría sigue siendo una técnica ampliamente
aglutinadora de diversas profesiones en la figura del prac- extendida y utilizada con frecuencia en este siglo. Como
ticante que tanta importancia ha tenido. señaló en 1874 el catedrático de la Facultad de Medicina
Las múltiples confrontaciones bélicas de esta época de Cádiz, Profesor Juan Ceballos, España es el único país
hicieron avanzar (¡sorprendentemente!) el conocimiento del entorno en el que existe la figura del sangrador.
sobre la evolución de las heridas y sobre las técnicas de Para conocer la consideración que tenían las diferentes
tratamiento (técnica de Friedrich, etc.). profesiones sanitarias a mediados del siglo XIX, en la tabla
En esta centuria sigue existiendo un importante sector 1-1 se indican sus salarios, en reales, correspondientes a
de la población, sobre todo personas con escasos recursos tres hospitales.
económicos y pueblos de zonas agrarias con pocos habi- Comienzan a aparecer manuales donde se compen-
tantes, donde los «facultativos de carrera corta», como se dian los conocimientos de estos profesionales, como el
denominaba por aquel entonces a los practicantes, son el escrito en 1851 por el catedrático supernumerario de la
único recurso sanitario disponible. En varias ocasiones se Facultad de Medicina de la Universidad Literaria de Sevilla
intenta regular las funciones profesionales de los sanitarios en Cádiz, el gaditano Rafael Ameller Romero, Compendio
que ejercen la cirugía menor, y se hace de forma parcial, de flebotomía y operaciones propias de la cirugía menor o
por lo que se genera una complicada situación, dado que ministrante, que tuvo gran éxito y se reeditó tres veces en 11
coexisten antiguas y nuevas titulaciones y, por lo tanto, se años (fig. 1-16). El autor especifica que escribe exclusiva-
plantean dificultades en la práctica diaria para deslindar mente para los alumnos de cirugía ministrante, flebotomis-
las competencias de los diferentes tipos de profesionales23. tas y sangradores, que deben cursar durante 2 años los
Para tratar de ordenar el campo de las profesiones sani- estudios teóricos que corresponden a la cirugía menor.
tarias, Carlos IV dicta la Real Cédula de 6 de mayo de 1804, También hace hincapié en que estos profesionales no incu-
rran en intrusismo y deja claro el manifiesto carácter limita-
dor de los conocimientos que esos «prácticos» deben
adquirir. En cuanto al temario sobre técnicas de cirugía,
describe el instrumental (lancetas, ventosas, sanguijuelas),
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ción que entonces se tenía de quienes trabajaban en el cela profesional, elevando sus reivindicaciones al gobierno.
hospital: «En una sala de mujeres sólo deben entrar el sa- Se intenta separar la labor del practicante del quehacer de la
cerdote, el médico y el practicante, este último sólo cuando barbería que de forma residual sigue arrastrando, puesto
las hermanas no puedan hacer las curas o dar la medica- que, por una parte, algunos barberos hacen labor de practi-
ción»26. cantes y, por otra, en algunas convocatorias de plazas en
Arenal, al igual que critica a las enfermeras por la mala pueblos pequeños se introduce como reclamo el que los
calidad de los cuidados que impartían, por el deficiente ni- practicantes puedan contratar con los vecinos «tanto la ciru-
vel de decoro personal, la desidia, etc., también tiene críti- gía menor como la barba». Asimismo, luchan para que los
cas para los practicantes, a los que culpa, por su indisci- estudiantes de medicina no puedan ocupar plazas de prac-
plina y mal funcionamiento en los hospitales, en parte del ticantes en los hospitales. Al respecto, Concepción Arenal
caos imperante en ellos. Dice que la gran cantidad de prac- hace la siguiente referencia crítica: «Los practicantes elegi-
ticantes que se precisan, por su mala organización y efecti- dos entre los estudiantes de medicina, cirugía o farmacia
vidad, actúa en detrimento del número de enfermeras cui- sólo prestan servicio por muy poco tiempo y, cuando empie-
dadoras y hermanas de la caridad. Es tal el descontrol, que zan a ser útiles como auxiliares del médico o farmacéutico,
por los hospitales pululan practicantes honorarios que van se ausentan y salen del hospital» (fig. 1-18).
a perfeccionarse y a introducirse para acabar acomodán- En el Reglamento Benéfico-sanitario de 1891 se deter-
dose en el hospital. También existen practicantes meritorios mina la obligatoriedad de que, bajo la dirección de los fa-
que, sin tener terminada la carrera, acuden a realizar prác- cultativos municipales, los ayuntamientos sostengan eco-
ticas, pero en realidad su cometido es hacer el trabajo de nómicamente a los practicantes que desempeñen el servi-
los titulares que no aparecen por sus puestos. Los estudian- cio de cirugía menor9.
tes oficiales también realizan el trabajo encubierto. El profesor J. Siles señala: «El término practicante ha
Concepción Arenal abogó en 1880 por la necesidad de cargado de significado una parte fundamental de la histo-
unificar todas las profesiones de enfermería (enfermera, ria de las profesiones sanitarias y ha influido decisivamente
practicante y matrona) y propuso la creación de una única Es- en la preservación de la vertiente más técnica de la enfer-
cuela de Enfermería, idea casi visionaria, muy avanzada para mería»2.
la época, que no se cumplió hasta casi un siglo más tarde.
En 1896, el doctor Rubio Galí crea la primera escuela de
enfermeras Santa Isabel de Hungría, cuya idea concibió al Siglo XX: continúan las luces
conocer en Inglaterra, donde fue embajador, la obra de y las sombras sobre la enfermería
Florence Nigthingale2.
A mediados del siglo XIX se organiza la Asociación Gene- Por ser una vivencia conocida por los autores y por
ral de Practicantes de España con el fin de defender su par- buena parte de los lectores y no existir la suficiente distancia
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que nos permita analizarlo con una adecuada visión crítica, que se refleja también en los planes de estudio, que eran
el siglo XX lo abordaremos con algunas someras pinceladas. diferentes según fuese la escuela de ATS masculinos o
En lo que se refiere a la profesión de enfermería, los ini- femeninos. Entre estas diferencias se encuentran las mate-
cios de este siglo no dejan de ser una continuación de lo rias referentes a cirugía menor, mucho más desarrolladas
acontecido en el siglo XIX, y como ejemplo de ello pueden ci- cuando eran dirigidas a varones que a mujeres (fig. 1-20).
tarse el Manual del practicante y de partos normales27, escrito Cuando realmente se produjo un cambio significativo
por el médico Emilio García Sierra y publicado en 1906, en el en la profesión de enfermería fue en el último tercio del
que se describen los conocimientos que necesitaba un profe- siglo, cambio enmarcado en la consolidación y normaliza-
sional de la época, en los mismos términos que en otros ción de los citados avances científicos y tecnológicos, la
manuales citados previamente, y el libro Cirugía elemental, introducción del concepto holístico de la atención a las per-
del doctor Rafael Gómez Lucas, publicado en 1948, en el que sonas sanas y enfermas y, sobre todo, las condiciones
se incluían técnicas y principios de cirugía menor (fig. 1-19). sociosanitarias de nuestro entorno: extensión de la cober-
A mediados del siglo, la creciente tecnificación de la tura sanitaria a toda la población, desarrollo de la atención
atención sanitaria y el incremento del número de hospita- primaria de salud y exigencia de calidad por parte de los
les incluidos en los sucesivos planes de desarrollo del fran- usuarios, entre otras.
quismo, situaron al hospital y al médico, y no al usuario, En este contexto, en 1977 se produce la transformación de
como eje del sistema sanitario, dejando a la enfermera co- la enfermería en profesión universitaria, que pasa de estar
mo mera auxiliar al servicio de aquél. Esto queda ratificado centrada en tareas auxiliares del médico a asumir un papel
cuando en 1955 se cumple la aspiración de Concepción autónomo en los cuidados y de colaboración con otras diver-
Arenal y se unifican las profesiones de enfermera, practi- sas profesiones en la asistencia global a los usuarios.
cante y matrona en un único título de Ayudante Técnico Esta época, al igual que otras anteriores, no está libre
Sanitario (ATS), que como su nombre indica es concebido de luchas para incrementar cuotas de poder en el ámbito
como ayudantía en tareas técnicas. sanitario, y nuevamente quienes estuvieron mejor posicio-
En este marco, la cirugía menor queda bastante des- nados con el poder político y económico obtuvieron mayo-
plazada e, incluso podría decirse, en cierta forma poco res réditos. En este escenario pueden situarse las dificulta-
considerada, al estar fuera del hospital y verse ensombre- des surgidas para que las enfermeras ocupen su espacio
cida por las expectativas que abrían las grandes interven- profesional autónomo: el retraso en la implantación de las
ciones diagnósticas y terapéuticas de la época (tratamien- especialidades de enfermería, los impedimentos para que
tos del cáncer, grandes cirugías, novedosas y complejas las enfermeras pudieran optar a todos los niveles acadé-
técnicas diagnósticas, etc.), y relegada, por una parte, a las micos y regir, por lo tanto, las directrices formativas de su
urgencias de los grandes hospitales y, por otra, a la aten- profesión. También existen dificultades en el quehacer coti-
ción extrahospitalaria, donde queda en manos de algunos diano para desarrollar sus competencias y capacidades.
médicos y de los ATS de la denominada Asistencia Pública No es hasta entrado el siglo XXI cuando estas barreras
Domiciliaria (APD), que siguen cultivándola y ofreciéndola comienzan, lentamente, a ceder.
como servicio necesario a la población. La cirugía menor realizada por enfermeras no está
Las funciones de los profesionales de la enfermería ajena a estas tensiones, y aunque estas profesionales
siguen teniendo en esta época un marcado acento sexista, siguen ejerciéndola cotidianamente, de forma paradójica
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B
FIGURA 1-20. A) Primera promoción de ATS femeninas de Asturias, 1961-1964 (Escuela del Hospital General). B) Primera promoción de
ATS masculinos de Asturias 1975-1978 (Escuela de la Facultad de Medicina).
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El cuidado de las heridas y la cirugía menor en la historia de la enfermería 17
el servicio se ve mermado a finales del siglo XX. Aunque tro entorno y que realizan desde tiempos remotos en la
aparecen planteamientos institucionales de potenciación moderna concepción de la enfermería es un reto al que
de la cirugía menor en atención primaria, muchas enfer- nos enfrentamos. Lo contrario sería renunciar a proyectar
meras se encuentran con ciertas cortapisas para su reali- sobre la propia profesión y sobre la sociedad una parte de
zación, contradiciendo los criterios de eficiencia, dificul- la memoria colectiva y renunciar también a ofrecer a la
tando la deshospitalización de cuantas técnicas sean posi- población un servicio de enfermería, servicio que, como ha
bles y negando el bagaje histórico acumulado y que se ha podido verse, se ha otorgado durante siglos y sigue otor-
desarrollado a lo largo de este capítulo. gándose eficientemente en la actualidad.
Conclusiones Bibliografía
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