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COMPORTAMIENTO DE LA ROCA DURA

Prof. Antonio Karzulovic

COMPORTAMIENTO DE LA ROCA DURA


Consideraciones Generales
Uno de los aspectos más importantes relativos al comporta-
miento de la roca dura es su modo de ruptura. Este se determina
experimentalmente mediante ensayos de mecánica de rocas (tí-
picamente ensayos de compresión uniaxial y triaxial), en base a
cuyos resultados se determinan los parámetros que definen un
criterio de falla, el cual se considera representativo de la resisten-
cia de la roca.
En Tabla 1 se resumen algunos criterios de falla para la roca. La
mayoría de éstos se han desarrollado en términos de esfuerzos
y, si bien algunos se desarrollaron considerando una ruptura de
tipo frágil, en la práctica se utilizan suponiendo en la gran
mayoría de los casos un comportamiento de tipo elasto-plástico
(eg al usar modelos numéricos).
El suponer un comportamiento elasto-plástico significa que la ro-
ca falla en forma dúctil, como se ilustra en el ejemplo de Figura
1, y que las componentes cohesiva y friccionante de su resis- Figura 1: Ejemplo de falla plástica en
tencia se movilizan simultáneamente hasta alcanzar la condición una probeta de caliza a elevada presión
de falla definida por su resistencia peak. de confinamiento (Farmer, 1983).

Esto significa suponer que la falla


ocurre a través de múltiples
superficies de falla plástica,
donde el esfuerzo de corte ha
alcanzado su valor máximo
permisible (las llamadas “líneas
de Lüders”, ver Figura 1).
Pero la roca dura no presenta
este comportamiento sino que
muestra una ruptura de tipo frágil
(ver ejemplos de Figura 2), que
incluye fallas por corte y también
por tracción, frecuentemente con
fracturas frescas que pueden o
no interactuar con las vetillas se-
lladas pre-existentes en la pro- Figura 2: Algunos ejemplos de falla de tipo frágil en probetas de piedra Portland
beta de roca (caso muy frecuente ensayadas con confinamientos de 0 a 28 MPa (Farmer, 1983).
en la minería).
Así, la curva carga-deformación de la roca primaria muestra una notoria perdida de resistencia en su
rama post-peak.
Es bien sabido que la forma de ruptura en compresión triaxial de una probeta de roca puede variar de
frágil a dúctil dependiendo de la presión de confinamiento, como se ilustra en el ejemplo de Figura 3.
Mogi (1966) investigó esta transición, concluyendo que para la mayoría de las rocas podía expresarse
mediante la relación:

S1 = 3.4 S3 (1)

donde S3 es el esfuerzo principal menor (presión de confinamiento) y S1 es el esfuerzo principal mayor.


En otras palabras, se tendrá una ruptura frágil cuando ésta ocurre para valores de S1 menores que 3.4
veces la presión de confinamiento y un comportamiento dúctil en caso contrario.

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COMPORTAMIENTO DE LA ROCA DURA Y FRAGIL
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Tabla 1
ALGUNOS CRITERIOS DE FALLA UTILIZADOS PARA LA ROCA

Criterio Autor(es) Fecha Ecuación Comentarios Referencia

S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,


respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, A
es una constante que se determina experimentalmente. En su
S1 S3 forma más común este criterio se define en términos de la Jaeger & Cook
Coulomb Coulomb 1773 = A +1
σC σC cohesión, c, y del ángulo de fricción, φ. Puede demostrarse que (1979)
σC puede definirse en función de c y φ, y que A puede definirse en
función de φ.
Criterio desarrollado para ruptura por corte.

τmax es el máximo esfuerzo corte, S1 y S3 son los esfuerzos


Máximo S1 − S 3 efectivos principales mayor y menor, respectivamente, y S0 es la
Esfuerzo de Tresca 1868 τ max = = S0 resistencia que debe determinarse experimentalmente.
Nadai (1950)
Corte 2
Criterio desarrollado para falla dúctil.

ν es la razón de Poisson, S1, S2 y S3 son los esfuerzos efectivos


Máxima
Deformación Saint Venant 1870 S 1 − υ (S 2 + S 3 ) = S o principales mayor, intermedio y menor, respectivamente, y S0 es
Nadai (1950)
la resistencia que debe determinarse experimentalmente.
Elástica
Criterio desarrollado para ruptura frágil.
S1, S2 y S3 son los esfuerzos efectivos principales mayor,
Von Mises Von Mises 1913 (S 1 − S 2 ) 2
+ (S 2 − S 3 ) + (S 3 − S1 ) = S 0
2 2 intermedio y menor, respectivamente, y S0 es la resistencia que
debe determinarse experimentalmente.
Harr (1966)
Criterio desarrollado para falla dúctil.

(S 1 − S 3 ) = 8 σ T (S1 + S 3 ) si S1 + 3S 3 ≥ 0
2 S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
Griffith (1921)
Griffith Griffith 1921 respectivamente, y σT es la resistencia en tracción.
S3 = σ T si S1 + 3S 3 < 0 Griffith (1924)
Criterio desarrollado para ruptura frágil.

Máximo
τo es el esfuerzo octaédrico de corte y S0 es la resistencia que
Esfuerzo 1920
Octaédrico de
Huber - Hencky
1924
τ o = So debe determinarse experimentalmente. Nadai (1950)
Corte Criterio desarrollado para falla dúctil.

G es la tasa de liberación de energía (energía liberada por


Propagación
unidad de área de la fractura, y GC es el valor crítico de G que
Inestable de Irwin 1960 G = GC debe determinarse experimentalmente.
Irwin (1960)
Fracturas
Criterio desarrollado para ruptura frágil.

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Tabla 1 (continuación)
ALGUNOS CRITERIOS DE FALLA UTILIZADOS PARA LA ROCA

Criterio Autor(es) Fecha Ecuación Comentarios Referencia

S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,


respectivamente, σT es la resistencia en tracción, y A es un
Griffith
Modificado
McClintock &
Walsh
1962 ((S 1 (
− S3 ) 1 + A2 )
0.5
) − A (S 1 + S 3 ) = 4σ T
parámetro que se determina experimentalmente.
Criterio desarrollado para la ruptura de un material que contiene
McClintock &
Walsh (1962)
numerosas grietas que no interactúan entre sí, y que exhiben
deslizamiento friccionante en su plano.

a S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,


Griffith S1 ⎛S ⎞ respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, A y
Extendido
Murrel 1963 = A ⎜⎜ 3 ⎟⎟ + 1 a son constantes que se determinan experimentalmente.
Muriel (1963)
σC ⎝σC ⎠ Criterio desarrollado para ruptura frágil.
S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
respectivamente, A y B con constantes que se determinan
experimentalmente. En su definición original estas constantes
Fairhurst Fairhurst 1964 (S 1 − S 3 ) = A (S 1 + S 3 ) + B
2
dependen de la resistencia en compresión uniaxial, σC , y en
Fairhurst (1964)
tracción, σT.
Criterio desarrollado para ruptura frágil.
S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
S1 S3
+ A (S 1 + S 3 ) respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, A y
a
Franklin Franklin 1971 = Franklin (1971)
σC σC a con constantes que se determinan experimentalmente.
Criterio desarrollado para ruptura en compresión triaxial.

a S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,


S1 − S 3 ⎛ S + S3 ⎞ respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, A y
Bieniawski Bieniawski 1974 = A ⎜⎜ 1 ⎟⎟ + 0.1 a con constantes que se determinan experimentalmente.
Bieniawski (1974)
2σ C ⎝ 2σ C ⎠ Criterio desarrollado para ruptura por corte.
S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
S1 S3 S3 respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, mi Hoek & Brown
Hoek-Brown Hoek & Brown 1980 = + mi +1
σC σC σC es una constantes que se determina experimentalmente. (1980)
Criterio desarrollado para ruptura frágil.

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Tabla 1 (continuación)
ALGUNOS CRITERIOS DE FALLA UTILIZADOS PARA LA ROCA

Criterio Autor(es) Fecha Ecuación Comentarios Referencia

ε es la deformación unitaria en la dirección de S3, E es el módulo


de deformabilidad de la roca y ν su razón de Poisson, S1, S2 y S3
Máxima 1
Deformación Stacey 1981 ε = (S 3 − υ (S1 + S 3 )) ≤ ε critic son los esfuerzos efectivos principales mayor, intermedio y
menor, respectivamente, y εcritic es la deformación unitaria que
Stacey (1981)
Extensional E
produce la ruptura y debe determinarse experimentalmente.
Criterio desarrollado para roca dura de ruptura frágil.

a S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,


S1 ⎛S ⎞ respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, A,
Yudhbir Yudhbir 1983 = A ⎜⎜ 3 ⎟⎟ + B B y a con constantes que se determinan experimentalmente.
Yudhbir et al (1983)
σC ⎝σC ⎠ Desarrollado para falla dúctil.
S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
S ⎛ ⎛σ ⎞ ⎞
a
S1
Ramamurthy Ramamurthy 1985 = 3 ⎜1 + A ⎜⎜ C ⎟⎟ ⎟ respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, y A Ramamurthy et al
σC σC ⎜ ⎝ S 3 ⎠ ⎟⎠
y a son parámetros que se determinan experimentalmente. (1985)
⎝ Desarrollado para ruptura por corte.
S1 y S3 son los esfuerzos efectivos principal mayor y menor,
S1 ⎛ S ⎞
a
respectivamente, σC es la resistencia en compresión uniaxial, σT
Sheorey et al
Sheorey Sheorey 1989 = A ⎜⎜1 + 3 ⎟⎟ es la resistencia en tracción, y A y a son parámetros que se
(1989)
σC ⎝ σT ⎠ determinan experimentalmente.
Desarrollado para ruptura por corte.

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Esfuerzo Desviador, S1 - S3 (MPa) Presión de Confinamiento


(i) Evolución de las curvas carga-deformación en probe-
tas de mármol Wonbeyan a medida que aumenta la
presión de confinamiento (tomada de Paterson &
Wong, 2005)

Deformación Unitaria

(ii) Tipos de falla en probetas de mármol Wonbeyan a di-


ferentes presiones de confinamiento: (a) ruptura frá-
gil por clivaje vertical, sin confinamiento, (b) ruptura
frágil a lo largo de un único plano de corte, confina-
miento de 3.5 MPa, (c) falla semi-dúctil según planos
de corte conjugados, confinamiento de 35 MPa, (d)
falla dúctil, confinamiento de 100 MPa (tomada de
Paterson & Wong, 2005).

Figura 3: Efecto de la presión de confinamiento en el comportamiento carga-deformación y el modo de falla


en probetas de mármol Wonbeyan.

Esta transición se ilustra en el ejemplo de Figura 4 (tomada S1 (kips)


de Hoek & Brown, 1980), donde se observa que los 25
resultados experimentales obtenidos para la caliza de Indiana
por Schwartz (1964) comienzan a desviarse de la envolvente FRAGIL
de Hoek-Brown (desarrollada suponiendo una ruptura de tipo 20
frágil) una vez que se excede el límite definido por la ecuación
(1), conocido como “línea de Mogi”. DUCTIL
15
Mogi (1965,1966) indica también que típicamente la presión
de confinamiento necesaria para la transición de
comportamiento frágil a dúctil esta asociada a la resistencia
10
de la roca, aumentando al aumentar ésta. Envolvente
de Ruptura
Los valores de presiones de transición que se reseñan en de Hoek-Brown

Tabla 2, para distintos tipos de roca, indican que en el caso


de una roca dura y compacta se requeriría una presión de Línea de Mogi
confinamiento mucho mayor que 100 MPa para lograr un
S3 (kips)
comportamiento dúctil.
0 5 10
1 kips = 34.5 MPa

Figura 4: Transición de comportamiento frá-


gil a dúctil en la caliza de Indiana según re-
sultados obtenidos por Schwartz (1964)
(tomada de Hoek & Brown, 1980).

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Tabla 5.2
PRESIÓN DE TRANSICIÓN FRÁGIL-DÚCTIL DE ALGUNAS ROCAS A TEMPERATURA AMBIENTE
(modificada de Paterson & Wong, 2005)

Roca n pt (MPa) Referencia

Anhidrita --- 100 Handin & Hager (1957)


Arenisca 10% 200 a 300 Edmond & Paterson (1972), Hoshino et al (1972), Schock
Arenisca 20% < 100 et al (1973), Bergues et al (1974), Wong et al (1997)

Basalto 5% 300 Shimada & Yukutake (1982)


Caliza 16% 10 a 20 Vajdova et al (1004)
Caliza de Solenhofen --- 100 Heard (1960)
Clorita --- 300 Murrel & Ismail (1976)
Cuarcita 7% 600 Hadizadeh & Rutter (1983), Hirth & Tullis (1989)
Cuarcita compacta --- hasta 1200 Paterson & Wong (2005)
Dolomita --- 100 a > 200 Handin & Hager (1957), Mogi (1971)
Esquistos media a alta < 100 Handin & Hager (1957), Hoshino et al (1972)
Granitos duros --- hasta 3000 Paterson & Wong (2005)
Lavas porosas alta 30 a 100 Mogi (1965), Hoshino et al (1972)
Limolitas media a alta < 100 Handin & Hager (1957), Hoshino et al (1972)
Mármoles de grano grueso --- 20 a 30 Heard (1960)
Mármol de Carrara --- ≈ 60 Jaeger & Cook (1979)

Mármol de Tennessee --- 48 MPa Brady & Brown (2004)


Sal Gema --- < 20 Handin (1953)
Serpentinita --- 300 a 500 Raleigh & Paterson (1965), Escartin et al (1997)
Talco --- 400 Edmond & Paterson (1972)
Tiza porosa 43% < 10 Homand & Shao (2000)
Yeso --- 40 Murrel & Ismail (1976)
n porosidad de la roca
pt presión de transición

Comportamiento Observado en Rocas Duras de Ruptura Frágil


En Figura 5 se muestra el comportamiento típico de una probeta de roca dura de ruptura frágil,
correspondiente al granito Lac du Bonnet, en un ensayo de compresión uniaxial. En esta figura se
muestran las curvas carga-deformación axial, carga-deformación lateral y deformación volumétrica-
deformación axial. El comportamiento carga-deformación-ruptura de la probeta puede describirse de
la manera siguiente1:
Etapa I: En esta primera etapa se produce el cierre de las discontinuidades pre-existentes en la
probeta (eg microfracturas), el comportamiento carga-deformación es no lineal, y no se
producen eventos de emisión acústica. Esta etapa puede estar presente o no, depen-
diendo de la presencia de discontinuidades pre-existentes en la probeta.

1
Esta descripción se basa en el trabajo de Martin & Chandler (1994). Otras descripciones pueden encontrarse en los trabajos
de Jaeger & Cook (1979), Price (1979), Goodman (1989) y otros.

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Esfuerzo Axial (MPa)

σc
V
IV
Agrietamiento
σcd
Inicio del tramo
inestable ≈ 0.8äσc
post-peak

Agrietamiento estable III σci


Inicio del agrietamiento ≈ 0.4äσc
Comportamiento elástico II E

Cierre de grietas pre-existentes I

Deformación Lateral (%) Deformación Axial (%)

Contracción
III IV
II
I Deformación
volumétrica total
“medida”
Strain gauge
axial
V
Deformación
volumétrica por
Expansión

Strain gauge Cierre agrietamiento


lateral de Crecimiento
grietas de las grietas

Deformación Axial (%)


Figura 5: Curvas carga-deformación de una probeta de granito Lac du Bonnet en compresión uniaxial, donde se muestra el
esfuerzo que inicia el agrietamiento (σci), el esfuerzo que inicia el daño por agrietamiento con propagación inestable (σcd), y el
esfuerzo que define la resistencia (peak) en compresión uniaxial de la probeta (σc). En este ensayo se mide la carga y las
deformaciones axiales y laterales; mientras que la deformación volumétrica total se obtiene de la suma de las deformaciones
principales, y al restársele su componente elástica se obtiene la deformación volumétrica causada por el agrietamiento (to-
mada de Martin & Chandler, 1994).

Etapa II: Comienza a desarrollarse una vez que las discontinuidades pre-existentes se han cerra-
do. En esta etapa la roca presenta comportamiento linealmente elástico, y no se
producen eventos de emisión acústica. Esta etapa dura hasta que el esfuerzo de
compresión alcanza una magnitud, σci, suficiente para que se inicie el agrietamiento de la
roca, la cual típicamente es del orden del 30% al 50% de la resistencia en compresión
uniaxial de la roca, σc. Este esfuerzo σci ha sido denominado “esfuerzo de inicio del
agrietamiento” (crack-initiation stress). Resultados experimentales demuestran que hasta
este nivel de carga el daño inducido en la probeta es mínimo en lo que se refiere a
pérdida de resistencia (eg Hoek & Bieniawski, 1965, Bieniawski, 1967, y Haimson & Kim,
1972).

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Etapa III: En la probeta aparecen grietas que se propagan en forma estable, y se registran eventos
de emisión acústica. La curva carga-deformación se desvía levemente del comporta-
miento elástico y el modo de incremento de deformación volumétrica cambia de contrac-
ción a expansión, debido al aumento de volumen causado por las grietas, fenómeno que
se denomina dilatancia2. Esta etapa dura hasta que el esfuerzo de compresión alcanza
una magnitud, σcd, tal que las grietas comienzan a propagarse en forma inestable, la cual
típicamente es del orden del 70% al 85% de de la resistencia en compresión uniaxial de
la roca, σc. Este esfuerzo σcd ha sido denominado “esfuerzo de daño por agrietamiento”
(crack-damage effect).
Etapa IV: El comportamiento carga-deformación se hace cada vez menos lineal, y aumentan fuerte-
mente la dilatancia y el número de eventos de emisión acústica. Esta etapa se
caracteriza por la ocurrencia de los cambios más significativos en la probeta, con un muy
fuerte aumento de la densidad de micro-grietas y la formación de planos de ruptura por
corte (Hallbauer et al, 1973). Esta etapa dura hasta que se alcanza la resistencia en
compresión uniaxial de la probeta3, σc.
Etapa V: Al alcanzarse la resistencia peak se produce la falla frágil de la roca, por lo la pendiente
de la curva carga-deformación axial se hace negativa, y disminuye progresivamente la
carga que puede soportar la probeta en la medida que continua aumentando su deforma-
ción axial4. Al inicio de esta etapa pueden generarse fracturas por corte, pero en general
se generan pocas grietas nuevas y la deformación está asociada al deslizamiento relativo
y reacomodo de trozos de roca. En esta etapa disminuye notoriamente el número de
eventos de emisión acústica. Para deformaciones suficientemente grandes se alcanzará
la resistencia residual de la probeta.
El mecanismo de ruptura frágil fue Granito gris II
estudiado por Waversik & Fairhurst Basalto Clase I

(1970), quienes obtuvieron curvas Caliza de Solenhofen

competas carga-deformación para Granito gris I

distintos tipos de roca (ver Figura 6) Caliza de Indiana Clase II


Esfuerzo Axial (MPa)

y observaron que el comportamiento Mármol de Tennessee

post-peak de la roca podía dividirse


en dos clases, como se ilustra en el
esquema de Figura 7:
Clase I: La ruptura ocurre en forma
“estable”, en el sentido que es pre-
ciso realizar trabajo para seguir
degradando la resistencia de la
probeta de roca. En este caso es Deformación Axial (%)
posible obtener la curva completa
carga-deformación si se utiliza una Figura 6: Curvas completas carga-deformación (que incluyen la rama post-
máquina de carga suficientemente peak), obtenidas en distintos tipos de roca (Waversik & Fairhurst, 1970).
rígida5.

2
Cook (1970) demostró experimentalmente que la dilatancia es una propiedad volumétrica omnipresente (pervasive) en las
rocas de ruptura frágil.
3
En esta discusión se ha supuesto que el ensayo de compresión uniaxial se realiza de acuerdo a los estándares comúnmen-
te utilizados en mecánica de rocas, o sea de acuerdo a las recomendaciones de la ISRM y/o las normas ASTM.
4
Para obtener el tramo post-peak de la curva carga-deformación debe emplearse una máquina de carga rígida y/o servo-
asistida. En caso contrario la probeta sufriría un ruptura súbita al alcanzarse la resistencia peak, y no sería posible obtener
la curva carga-deformación completa (eg ver Brady & Brown, 2004).
5
Una breve discusión respecto al efecto de la rigidez de la máquina de carga en los ensayos de compresión de probetas de
roca y al uso de máquinas servo-controladas, puede encontrase en Brady & Brown (2004). Por otra parte, Hawkes & Mellor
(1970) presentan una discusión muy detallada de los ensayos de carga uniaxial en mecánica de rocas.

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Clase II: La ruptura ocurre en forma “inestable”, en el


sentido que se continúa propagando a menos que se
extraiga energía de la probeta de roca. En este caso

Esfuerzo Axial
Clase I
para obtener la curva completa carga-deformación es
necesario utilizar una máquina de carga servo-
controlada.
Los experimentos de Waversik & Fairhurst (1970) e
investigadores posteriores, indican que en el caso de Clase II
rocas duras ensayadas en compresión uniaxial pueden
ocurrir dos tipos de fractura: Deformación Axial
y Fracturas locales por tracción, preferentemente Figura 7: Clases de comportamiento post-peak en
orientadas paralelamente a la dirección de carga. las rocas de ruptura frágil (Waversik & Fairhurst,
1970)
y Fracturas locales y globales (a escala probeta) por
corte.
El predominio relativo de uno u otro tipo de fracturas depende de la resistencia, grado de anisotropía,
fragilidad, textura y mineralogía de la roca; sin embargo, siempre ocurren primero las fracturas axiales
por tracción.
En el caso de rocas muy heterogéneas las
fracturas axiales por tracción corresponden

Esfuerzo Desviatórico (MPa)


frecuentemente al principal modo de ruptura
de la roca hasta alcanzar la resistencia peak,
tanto en rocas de la Clase I como de la Clase
II. Esto ocurre por concentraciones locales del
campo de esfuerzos debido a las heterogenei-
dades de la roca, y estas fracturas axiales
pueden seguir ocurriendo incluso en el tramo
post-peak del ensayo de compresión6. Por otra
parte, en el caso de rocas homogéneas de
grano fino no se producen estas concentracio-
nes locales de esfuerzos, y el inicio de las
fracturas y su propagación ocurren en forma
casi simultánea.
Deformación ä 103

Como se muestra en Figura 9, para el rango


de presiones de confinamiento que usual-
mente interesa en ingeniería, las rocas duras y
frágiles muestran un fuerte reblandecimiento o
pérdida de resistencia post-peak. Esto se debe a
al desarrollo de rupturas por corte “globales” a
escala de la probeta, las cuales comienzan a
ocurrir una vez que se excede el esfuerzo de
daño por fracturamiento, σcd, como se ilustra Desplazamiento Axial (mm)
en el ejemplo de Figura 8.
Figura 8: Desarrollo de un plano de ruptura en una probeta de
Los resultados presentados por Schmidtke & granito Lac du Bonnet (conforme a resultados de Lockner et al,
Latjai (1985) demuestran que la resistencia 1992). Los esquemas (a) a (f) muestran la posición de los
eventos de emisión acústica en distintas etapas del ensayo, e
peak, σc, comúnmente usada parra definir la
indican claramente que al excederse σcd comienza a formarse
resistencia en compresión uniaxial de la roca, un plano “global” de ruptura (Martin, 1997)
solo puede ser soportada por la probeta un
corto periodo de tiempo.

6
La ocurrencia de una ruptura por corte a lo largo de una superficie bien definida muchas veces se debe a efectos asociados
a la poca rigidez de la maquina de carga (Brady & Brown, 2004).

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Esfuerzo Axial (MPa)

Deformación Axial (MPa)


Figura 9: Curvas completas carga-deformación para distintas presiones de confinamiento en el
granito Lac du Bonnet (Martin, 1997).

Resistencia peak
Esfuerzo Axial (MPa)

Media

Media
Probetas estándar URL

Media + Desviación Estándar

Diámetro de la Probeta (mm)

Figura 10: Efecto del tamaño de la probeta en los valores de σci, σcd y σc, obtenidos en 53
muestras de granito Lac du Bonnet provenientes del Nivel 240 del URL (Martin, 1997).

Conforme con esto, Martin & Chandler (1994) sugieren que la resistencia de largo plazo queda
definida por el esfuerzo de daño por agrietamiento, σcd, y que éste y el esfuerzo de inicio del agrieta-
miento, σci, son parámetros propios de la roca y, a diferencia de σc, independientes del volumen de la
probeta, como sugieren los resultados de Figura 10.
Martin & Chandler (1994) realizaron ensayos “lentos” sobre probetas de granito Lac du Bonnet de 200
mm, con una velocidad de carga de 0.00075 MPa/s (1000 veces menor que la comúnmente usada en
los ensayos de mecánica de rocas), concluyendo que con las condiciones de borde apropiadas
(velocidad de carga, rigidez de la máquina de carga, etc.), la resistencia de la roca era del orden del
80% del valor medido en los ensayos estándar (σc), lo que concuerda con los resultados de Schmidtke
& Latjai (1985).

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Figura 11: Curvas de carga-descarga y definición del parámetro de daño ω como el valor acu-
mulado de la deformación volumétrica asociada al i-ésimo ciclo de carga-descarga (Martin &
Chandler, 1994).

Granito Lac du Bonnet


Nivel 420 URL
Muestra MB 124205
S3 = 2 MPa
Esfuerzo Axial (MPa)

Parámetro de Daño, ω (%)

Figura 12: Variación de σci (puntos rojos), σcd (puntos azules) y σc (puntos amarillos) con el pa-
rámetro de daño ω, en una probeta de granito Lac du Bonnet con un confinamiento de 2 MPa
(Martin & Chandler, 1994).

Para evaluar el efecto del daño acumulado en la probeta en los niveles de esfuerzo requeridos para
iniciar el agrietamiento y para iniciar el daño por agrietamiento, Martin & Chandler (1994) definen el
parámetro de daño ω, como el valor acumulado de la deformación volumétrica permanente al someter
la probeta a una serie de ciclos de carga-descarga:
n
ω = ∑ε
i =1
p
vi (%) (2)

donde ε pvi es la deformación volumétrica permanente asociada al i-ésimo ciclo de carga-descarga (ver
Figura 11). En base a los resultados obtenidos, Martin & Chandler (1994) concluyen que el esfuerzo
para el inicio del agrietamiento, σci, permanece razonablemente constante y puede considerarse
independiente del daño acumulado en la probeta (ver Figura 12), pero el esfuerzo de daño por
agrietamiento, σcd, se reduce notablemente en la medida que aumenta el daño en la probeta (ver
Figura 13).

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Resistencia Peak
S3 = 2 MPa
Cantera Coldspring

Esfuerzo Axial (MPa)


Resistencia Peak

Nivel 420

Locus del daño


por agrietamiento

Parámetro de Daño, ω (%)

Figura 13: Locus de la variación de la resistencia peak, σc, y el esfuerzo de daño por agrieta-
miento, σcd, en función del daño por agrietamiento definido por el parámetro ω. Note la fuerte
caída en el locus de σcd poco antes de que se alcance el valor máximo de σc (Martin, 1997).

Razón de Poisson
Modulo de Deformabilidad, E (GPa)

ω para σc peak

Razón de Poisson, ν
ν = 0.5
Modulo de Deformabilidad

Parámetro de Daño, ω (%)

Figura 14: Variación del módulo de deformabilidad, E, y de la razón de Poisson, ν, en función


del daño por agrietamiento definido por el parámetro ω. Cuando ν excede 0.5 deja de tener
sentido como “constante elástico”, y debe considerarse sólo como un parámetro que relaciona
las deformaciones laterales y axiales de la probeta (Martin & Chandler, 1994).

Por otra parte, en la medida que aumenta el daño en la probeta se produce una reducción de su
módulo de deformabilidad, E, y un aumento de su razón de Poisson, ν (ver Figura 14). Esta reducción
del módulo para un nivel dado de daño es, en términos relativos, menor que la reducción de
resistencia y tiende a disminuir en la medida que aumenta el esfuerzo de confinamiento.
El locus de la variación de ν con ω define muestra claramente la existencia de dos fases de
desarrollo del agrietamiento en la probeta. En la primera fase (rama pre-peak de la curva carga-
deformación) ν crece rápidamente, debido a un significativo aumento del agrietamiento en la probeta.
En la segunda fase (rama post-peak de la curva carga deformación), ν muestra un comportamiento
errático, aunque siempre de tendencia creciente, asociado a la ocurrencia de rupturas por corte (ver
Figura 14).

- 12 -
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σ1
σ2
σaxial
σ3

Trayectoria de descarga de
un sistema de carga rígido

σA Trayectoria de descarga de
un sistema de carga no rígido

Energía cinética
σC
σD Locus de Griffith
σE
Energía superficial de fractura

εaxial
Figura 15: Forma general del locus de Griffith definido por Cook (1965). El tramo AB, durante la primera etapa
de crecimiento de las grietas, corresponde a una rápida pérdida de resistencia sin aumento de la deformación
axial. A menos que la energía liberada por las zonas con deformación elástica acumulada en la vecindad de la
grieta que se propaga sea removida del sistema, ésta se transformará en energía cinética. En la práctica, no
es posible seguir la trayectoria AB ya que, incluso una máquina de carga rígida tiene una rigidez finita, repre-
sentada por AC. Por lo tanto una grieta que se inicia con un esfuerzo σA se propagará dinámicamente. El ex-
ceso de energía de deformación elástica, correspondiente al área ABC, acelerará el crecimiento de la grieta, la
cual continuará extendiéndose incluso si el esfuerzo se reduce a σc. Al continuar disminuyendo el esfuerzo,
cuando el exceso de energía de deformación ABC se haga igual a la energía de deformación CDE, que es la
energía superficial de fractura requerida para formar la grieta más larga, que define una menor rigidez, OE, pa-
ra la roca. Estas grietas se encuentran ahora en un nivel de carga subcrítico, σe, y no continuarán extendién-
dose hasta que el nivel de esfuerzo alcance el valor σd. Así, el locus de Griffith queda definido por dos elemen-
tos básicos: la rigidez inicial de la roca, que define la posición del tramo OA, y las características de las grietas,
que definen la forma y posición del tramo BCD (Martin & Chandler, 1994).

Considerando los análisis de Berry (1960), para el crecimiento de grietas sujetas a tracción y de Cook
(1965), para el crecimiento de grietas sujetas a corte y la definición que hace Cook (1965) del locus de
Griffith que delimita el crecimiento de las grietas (ver Figura 15), Martin & Chandler (1994) usan sus
resultados experimentales para estudiar la relación entre el locus de daño por agrietamiento y la curva
carga deformación, como se muestra en Figura 16.
Esta figura muestra que se produce una reducción “total” de σcd en el décimo incremento de daño,
antes de que se alcance la resistencia peak de la probeta de roca. Si se considera que el daño por
agrietamiento esta asociado a la ocurrencia de deslizamientos en las grietas, entonces el locus del
daño por agrietamiento (locus de σcd) corresponde al locus del esfuerzo requerido para iniciar este
deslizamiento, denominado locus de Griffith por Cook (1965), quien define la deformación crítica a la
cual ocurre este deslizamiento como:

S1 − 2υS 3 2n ⎛ W ⎞
ε cr = + ⎜⎜Ws + f ⎟⎟ (3)
2G (1 + υ ) (S1 − S3 ) ⎝ 2 ⎠

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Resistencia
Peak

σ3 = 2 MPa

Esfuerzo Axial (MPa)


ω Peak

Locus de σcd

Contracción

Incremento σcd
de daño No 3
Locus de σcd
ω Peak
ΔV/V (%)

Incremento
de daño No 10
Dilatación

Resistencia
Peak

Deformación Axial (%)

Figura 16: Variación del esfuerzo de daño por agrietamiento y de la resistencia peak con la de-
formación axial, donde se muestra también la deformación volumétrica correspondiente a cada
incremento de daño. Nótese la fuerte reducción de σcd antes de que se alcance la resistencia
peak (Martin & Chandler, 1994).

en que:
π
(1 − υ ) (τ − μσ n ) 2
2
Ws = c (4)
4 G

Wf =
π
(1 − υ )μσ n (τ − μσ n ) c 2 (5)
2 G
8αG
c = (6)
π (1 − υ )(τ − μσ n )2
donde G es el módulo de corte, ν es la razón de Poisson, μ es la fricción a lo largo de las caras de las
grietas, τ es el esfuerzo de corte en la dirección del deslizamiento, σn es el esfuerzo normal sobre la
superficie de las grietas, 2c es el largo de las grietas, n es el número de grietas por unidad de
volumen, y α es la energía de fractura por unidad de superficie (ver Cook, 1965).
Si se considera una condición de compresión triaxial, se supone que las grietas están orientadas en
forma paralela al esfuerzo principal intermedio y tienen una inclinación θ respecto a la dirección del
esfuerzo principal mayor, se tiene que:
S1 + S 3 S − S3
σn = − 1 cos 2θ (7)
2 2

- 14 -
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Esfuerzo Axial (MPa)

Deformación Axial (%)


Figura 17: Locus del daño por agrietamiento en granito Lac du Bonnet para distintas presiones de con-
finamiento (Martin & Chandler, 1994).

S1 + S 3 S − S3
σn = − 1 cos 2θ (8)
2 2
S1 − S 3
τ = sin 2θ (9)
2
La mecánica de fracturas indica que:
G = 2α (10)
donde G es la tasa de liberación de energía de deformación por unidad de área, y corresponde a una
propiedad de material. En la condición de falla de la roca:
G = Gc (11)
Kemeny & Cook (1987) calcularon que para el granito de Westerly Gc es igual a 1.05 J/m2. Utilizando
este mismo valor para el granito Lac du Bonnet, y estimado n en función de los resultados de un
ensayo de compresión uniaxial, Martin & Chandler (1994) estimaron los valores de εcr para presiones
de confinamiento de 2, 15 y 30 MPa. En Figura 5.17 se compara esta estimación con los resultados
experimentales, y se observa una cierta desviación que aumenta al crecer la presión de
confinamiento; sin embargo, esto se debe a que no se efectuó una corrección para incorporar el
incremento de la rigidez de la probeta de roca debido a la presión de confinamiento (de 30 GPa para
el caso no confinado, a unos 60 GPa para un confinamiento de 30 MPa). Incluso sin esta corrección,
la concordancia de los resultados experimentales con la predicción puede considerarse aceptable.
Según Cook (1965) la condición crítica se produce cuando:

π
(1 − υ ) (τ − μσ n )
2
c ≥ 4α (12)
2 G

- 15 -
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Introduciendo (9) en (12) se puede definir la resistencia de la roca en la forma generalizada de Mohr-
Coulomb, y el esfuerzo principal mayor que causa la falla de la roca queda dado por:

8αG ⎛ μ ⎞
⎜1 + ⎟
πc(1 − υ ) ⎝ tan θ ⎠
S1 = + S3 (13)
sin θ cos θ (1 − μ tan θ ) 1 − μ tan θ
por otra parte, se puede demostrar que el valor crítico de θ es:
1 1
θ cr = tan −1 (14)
2 μ
con lo que resulta:

8αG
πc(1 − υ ) 1+ μ2 + μ
S1 = + S3 (15)
1+ μ2 − μ 1+ μ2 − μ
considerando que:
μ = tan φ (16)

donde φ es el ángulo de fricción, se llega a la siguiente definición para la resistencia de la roca:

2αG
S1 = 2 N + S3 Nφ (17)
πc(1 − υ ) φ
en que:
⎛ φ⎞
Nφ = tan 2 ⎜ 45 + ⎟ (18)
⎝ 2⎠
La ecuación (5.17) indica que la resistencia de la roca, definida en términos del daño por agrieta-
miento, queda definida por una recta en el espacio S1 - S3. Como se muestra en Figura 18, esto
concuerda con los resultados experimentales de Martin & Chandler (1994) para el granito Lac du
Bonnet, que definen un ángulo de fricción de unos 48º, similar a los 45º (ver Figura 19) reseñados por
Gyenge et al (1991), y los 42º a 43º indicados por Latjai & Gadi (1989) para este mismo granito.
La resistencia al corte de un material se expresa comúnmente mediante el criterio de Mohr-Coulomb:

S1 = 2 S o N φ + S 3 Nφ (19)

donde So es la cohesión de la roca. Resulta evidente la similitud entre las ecuaciones (18) y (19), lo
que permite indicar lo siguiente:
y La cohesión de la roca quedaría definida por la extensión de las grietas (2c) y la energía de
fractura por unidad de superficie (α).
y La fricción de la roca es independiente de estos parámetros.
Esto sugiere que la movilización de las componentes “cohesiva” y “friccionante” de la resistencia de la
roca no necesariamente es simultánea7 y, por otra parte, su degradación en la medida que aumenta la
deformación axial debería ser distinta.

7
Este efecto fue reportado por primera vez por Schmertmann & Osterberg (1960), quienes estudiaron la movilización de la
cohesión y la fricción con la deformación en suelos cohesivos.

- 16 -
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S1 (MPa)

S3 (MPa)
Figura 18: Envolventes del esfuerzo de daño por agrietamiento y de la resistencia peak del granito Lac
du Bonnet (Martin & Chandler, 1994).
Esfuerzo de Corte, S (MPa)

Granito Lac du Bonnet


Granito cantera Cold Spring

Esfuerzo Normal, N (MPa)


Figura 19: Determinación del ángulo de fricción “básico” o “residual” del granito Lac du Bonnet (Martin
& Chandler, 1994, en base a información presentada por Gyenge et al, 1991).

Martin & Chandler (1994) presentan la siguiente interpretación respecto a este efecto que sería carac-
terístico de una ruptura frágil8:
y La cohesión comienza a decrecer una vez que la extensión de las grietas comienza a aumentar, o
sea una vez que el esfuerzo axial excede el valor σcd.

8
Para mejorar la claridad de la exposición, el autor de este informa se ha permitido modificar esta ampliar la discusión origi-
nal de Martin & Chandler (1994).

- 17 -
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τ
φmov
Aumento de la fricción

Smax φinicial = 0o
Pérdida de
cohesión
Smov

2Smax
σcd σc (peak) σ
Figura 20: Esquema que ilustra en un diagrama de Mohr la pérdida de cohesión y el aumento de la
fricción en la medida que el esfuerzo axial sobre la probeta aumenta desde el valor que inicia el daño
por agrietamiento, σcd, hasta la resistencia peak, σc (Martin & Chandler, 1994).

y Como la probeta todavía puede soportar un aumento del esfuerzo axial (no se ha alcanzado la
resistencia peak, σc), esto significa que simultáneamente con la disminución de la cohesión debe
producirse un aumento de la fricción.
y Este aumento de la fricción puede explicarse si se considera que el ángulo de fricción, φ, corres-
ponde a la suma de una componente “básica” o “residual”, φb, y una componente asociada a la “ru-
gosidad” o “trabazón” de los elementos de roca delimitados, solo parcialmente al inicio del proceso
de agrietamiento, por las grietas que se están desarrollando en la probeta. En el caso del granito
Lac du Bonnet φb varía entre 42º y 45º (Gyenge et al, 1991, Latjai & Gadi, 1989), y el valor del án-
gulo de fricción “total” puede calcularse como:

⎛ S1 ⎞
φb + i = 2 tan −1 ⎜⎜ ⎟⎟ − 90 o (20)
⎝ σ cd ⎠
y En la medida que continua aumentando la deformación se moviliza cada vez más fricción, hasta
alcanzar la resistencia peak de la roca, σc, para una deformación axial εpeak.
y Al continuar aumentando la deformación de la probeta comienza a disminuir la “trabazón” de los
elementos de roca delimitados por las grietas, por lo que también comienza a disminuir la magnitud
del ángulo de fricción “total”.
y Puede para deformaciones suficientemente grandes puede suponerse que la componente de
“trabazón” sería nula o muy pequeña, y el ángulo de fricción “total” tendería al ángulo de fricción
“básico” o “residual”.
En Figura 20 se ilustra, en un diagrama de Mohr, el concepto de pérdida de cohesión y aumento del
ángulo de fricción en la medida que progresa el agrietamiento de la probeta de roca. En Figura 21 se
muestra este efecto en la curva carga-deformación de una probeta de granito Lac du Bonnet en
compresión triaxial con un confinamiento de 15 MPa. En Figura 22 se muestra este efecto en
compresión uniaxial, en términos del parámetro de daño ω normalizado respecto a su valor máximo,
ωmax. Esta figura indica que el valor peak del ángulo de fricción (φ b + i = 63º) sólo se alcanza cuando se
ha perdido la mayor parte de la cohesión, y que para deformaciones suficientemente grandes el
ángulo de fricción decrece a unos 42º (valor similar al ángulo de fricción “básico” o “residual”).

- 18 -
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Muestra MB122382
S3 = 15 MPa

Esfuerzo Axial (MPa)


φb+i
Pérdida de cohesión a
medida que se φi Fricción movilizada

moviliza la fricción
φb

Deformación Axial (%)

Figura 21: Esquema que ilustra la pérdida de cohesión y el aumento de la fricción en la medida que
aumenta la deformación axial de una probeta de granito Lac du Bonnet, sometida a compresión triaxial
con un confinamiento de 15 MPa (Martin & Chandler, 1994).
Resistencia normalizada
S1 / S1max

Parámetro de daño normalizado, ω / ωmax Cohesión normalizada


Angulo de fricción
φ (grados)

c / cmax

φi

Parámetro de daño normalizado, ω / ωmax


Figura 22: Variación de la resistencia peak (puntos rojos), del esfuerzo de daño por agrietamiento
(puntos morados), del ángulo de fricción (puntos verdes), y de la cohesión (puntos naranja) en función
del parámetro de daño ω normalizado respecto a su valor máximo, ωmax (Martin, 1997).

- 19 -
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Daño y deformación
localizados

Esfuerzo Axial o Intensidad del Agrietamiento


Primera
Interacción
entre grietas
Intensidad del
Agrietamiento

Acumulación
Uniforme
de grietas Daño último
(discontinuo)

Inicio del
agrietamiento
aleatorio

Esfuerzo Axial

Daño
pre-existente en
la probeta

Deformación Axial

Figura 23: Esquema que ilustra la evolución del daño por agrietamiento en una probeta de ro-
ca, de acuerdo a los resultados de “experimentos numéricos” con un modelo de discos cemen-
tados y utilizando el software PFC (Diederichs, 2003).

Condición final
de daño
Tasa de Agrietamiento (eventos/0.005% deformación)

Esfuerzo Grietas de
Axial tracción
Esfuerzo Axial (MPa)

Grietas de Número de Grietas


corte

Tasa de agrietamiento (EA)

Deformación Axial (%)

Figura 24: Evolución del agrietamiento por tracción y por corte según los resultados de uno de
los “experimentos numéricos” con un modelo de discos cementados y utilizando el software
PFC (Diederichs, 2003).

Diederichs (1999) en base a “experimentos numéricos” en los que modela la roca como un conjunto
de discos cementados, utilizando el software PFC (Itasca, 1995), llega a conclusiones similares a las
de Martin & Chandler (1994) y define la evolución del daño por agrietamiento en una probeta de roca
como se ilustra en Figura 5.23. Supone que la resistencia a la tracción de la unión de los cristales que
forman la roca es en un cuarto de su resistencia al corte (Laqueche et al, 1986, Okubo & Fukui, 1996).
Esto significa que el proceso de daño de la roca, tanto en compresión uniaxial como triaxial, es
dominado por las fracturas por tracción que ocurren localmente, pese a que a nivel “global” la probeta
muestra una falla que pude considerarse propia de una ruptura por corte. En base a los resultados de
estos “experimentos numéricos”, Diederichs (1999) señala lo siguiente:
y El agrietamiento comienza para solicitaciones del orden del 30% al 40% de la resistencia peak.
y Las grietas por tracción son unas 50 veces más numerosas que las grietas por corte (ver Figura
24).

- 20 -
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y La tasa de agrietamiento (o el número de eventos de emisión acústica) comienza a crecer rápida-


mente una vez que se inicia el agrietamiento, alcanza un máximo cuando se alcanza la carga peak
y luego comienza a decrecer.
y Cuando la deformación axial a excedido en más o menos un 50% la deformación a la cual se
alcanza la carga peak, la tasa de incremento del número de grietas con la deformación axial se
hace poco importante.
Diederichs (2003) indica que después del inicio del agrietamiento se produce un periodo de agrieta-
miento uniforme pero sin interacción entre grietas (ver Figura 23), y que el inicio de la interacción
entre grietas es lo que define realmente el comienzo del “verdadero daño” o desviación respecto al
comportamiento carga-deformación de tipo lineal. Esta interacción entre grietas sería un fenómeno de
tipo probabilístico9, que se inicia cuando se alcanza una cierta “densidad crítica” de grietas en la
probeta de roca. Esta “densidad crítica” se alcanzaría para un cierto nivel crítico de deformación
extensional (conforme a la definición de Stacey, 1981), el cual no dependería del esfuerzo de
confinamiento10. Esto permite definir la resistencia de la roca como:
E 1 −υ
S1 = ε cr + S3 (21)
υ υ
donde εcr es la deformación extensional crítica, E es el módulo de deformabilidad de la roca y ν es su
razón de Poisson. Si se considera un valor “típico” de ν para rocas duras, en el rango de 0.16 a 0.20,
la pendiente de la recta definida por (21) resulta “equivalente” a un ángulo de fricción de 37º a 43º, lo
que puede considerarse bastante consistente.
Esto indica que el efecto “friccionante”, o sea a la contribución a la resistencia de la roca debida al es-
fuerzo de confinamiento, no esta asociado al concepto clásico de fricción de los materiales granulares
sino que a una acumulación de grietas cuya generación no depende de la fricción de la roca sino que
de las deformaciones extensionales que sufre la roca en su rango de “comportamiento elástico” (la
“acumulación” de grietas se produce para ε < εcr, y la interacción entre grietas ocurre cuando ε ¥ εcr).
En lo que dice relación con la presencia de “grietas pre-existentes” en una probeta de roca dura,
resulta interesante el trabajo de Martin & Stimpson (1994), quienes muestran que existe perturbación
en las muestras del granito Lac du Bonnet debido a microfracturas que se forman durante la obtención
de la muestra debido al desconfinamiento que sufre la misma. El efecto de estas microfracturas es
una reducción de la componente cohesiva de la resistencia al corte (ie la componente que no
depende del esfuerzo de confinamiento), y del módulo de deformabilidad de la roca.
La magnitud de este daño depende de la razón entre el esfuerzo principal mayor in situ y la
resistencia en compresión uniaxial de la roca no dañada (ie S1 In Situ /σc). Mientras mayor sea esta razón
mayor será el daño por efecto del la obtención de la muestra.
Esto explica la diferencia que se observa en Figura 13 entre la resistencia de muestras de granito Lac
du Bonnet provenientes del Nivel 420 del URL (≈ 185 MPa, S1 In Situ /σc ≈ 0.3), y otras provenientes de la
cantera Coldspring (≈ 250 Mpa, S1 In Situ /σc ≈ 0.1).
Todo lo antes expuesto respecto a la forma de ruptura de las rocas duras de comportamiento frágil
indica que la “típica” envolvente de ruptura que se utiliza para describir la resistencia de la roca, por
ejemplo de acuerdo al criterio no lineal de Hoek-Brown, solo representa la resistencia peak en
condición de corto plazo, lo que no necesariamente corresponde a la resistencia de largo plazo, y no
entrega información respecto a la condición en la cual se inicia el fracturamiento (que podría definir la
resistencia de largo plazo según Martin & Chandler, 1994). Esto se ilustra en Figura 25 para el caso
del granito Lac du Bonnet.

9
Si se supone que las grietas pre-existentes en la roca son aleatorias y presentan una distribución uniforme, lo que no nece-
sariamente se cumple en el caso de un stockwork de vetillas selladas con rellenos más débiles que los cristales que forman
la roca.
10
Diederichs (1999) realizó “experimentos numéricos” para confinamientos en el rango de 0 a 60 MPa.

- 21 -
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σc = 224 MPa
Lab σc (peak) m = 28.11
s = 1

σc = 224 MPa

S1 (MPa)
Lab σcd
m = 11.13
s = 0.379

Lab σci
71 + 1.5ä S3 (en MPa)

In Situ S1 – S3 ≈ 70 (en MPa)

S3 (MPa)
Figura 25: Envolventes de Hoek-Brown para la resistencia peak (corto plazo, puntos morados) y el es-
fuerzo de inicio del daño por fracturamiento (largo plazo según recomendación de Martin & Chandler,
1994, puntos rojos). En esta figura se muestran también las rectas que definen la condición de inicio
del fracturamiento en laboratorio (línea de trazos) e in situ (línea llena) para el granito Lac du Bonnet
(Martín, 1997).

En lo que dice relación con el comportamiento carga-deformación de la roca, el modulo de


deformabilidad “efectivo”, Ē, de la roca fracturada puede definirse como (Martin, 1997):
S1 − S 3
E = (22)
ε
en donde la deformación axial “efectiva” está dada por:

S1 − S 3 2λ ⎛ W ⎞
ε = + ⎜⎜WEs + Ef ⎟⎟ (23)
E S1 − S 3 ⎝ 2 ⎠
en que:

WEs =
π
(
1−υ )
(τ − μσ )
2 n
2
(24)
2 E

WEf = π (1 − υ 2 )μσ n
(τ − μσ n ) (25)
E
NcE2
λ = (26)
V

- 22 -
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donde E y ν son el módulo de deformabilidad y la razón de Poisson de la roca, μ es la fricción a lo


largo de las caras de las grietas, τ es el esfuerzo de corte en la dirección del deslizamiento, σn es el
esfuerzo normal sobre la superficie de las grietas, cE es el largo “efectivo” de éstas11, N es el número
de grietas en el volumen total de roca, V, y λ es el parámetro de densidad de grietas definido por
Kemeny & Cook (1986) para considerar los efectos del largo de las grietas (2c) y del número de
grietas por unidad de volumen (n).
La variación del valor de Ē/E en función del esfuerzo de confinamiento, para distintos valores del pa-
rámetro λ de densidad de grietas, se ilustra en Figura 26, la cual muestra también los resultados
experimentales obtenidos para el granito Lac du Bonnet (medidos cuando el locus de Griffith se hace
horizontal, como se muestra en el esquema de Figura 26). Esta figura indica que un aumento S3
reduce el valor de λ y aumenta el valor de Ē. Los resultados experimentales obtenidos para el granito
Lac du Bonnet muestran que la variación de Ē con S3 es del tipo (ver Figura 27):

E S3
= + Eo (27)
E A + BS3
donde Ēo es el valor de Ē en condición no confinada, y A y B son constantes que dependen del tipo de
roca y deben determinarse experimentalmente.
En lo que dice relación con la razón de Poisson no hay un desarrollo teórico equivalente al del módulo
de deformabilidad efectivo; sin embargo, para efectos prácticos puede suponerse que ν aumenta li-
nealmente con la deformación axial, εa, desde un valor inicial νo hasta un valor νmax que se alcanza si-
multáneamente con la resistencia peak, cuando εa = εa peak (ver Figura 14), imponiendo la restricción
que este valor máximo no puede exceder 0.5 si se desea considerar la roca como un material
isotrópico; o sea:

⎛ υ − υo ⎞
υ = υ o + ⎜⎜ max ⎟εa

(28)
ε
⎝ a peak ⎠

Resumen
Todo lo antes expuesto respecto al comportamiento observado de rocas duras de ruptura frágil puede
resumirse en los siguientes puntos principales:
(a) Si bien para presiones de confinamiento suficientemente altas se tendrá un comportamiento de
falla dúctil, a temperatura ambiente y para el rango de presiones de confinamiento que interesa
en la práctica (eg S3 ≤ 70 MPa) se tendrá siempre una ruptura de tipo frágil.
(b) Incluso en el caso de ensayos de compresión triaxial, el inicio de la falla de la roca ocurre me-
diante la generación de grietas de tracción, orientadas según la dirección del esfuerzo principal
mayor. El esfuerzo al cual comienza el agrietamiento de la roca se denomina “esfuerzo de inicio
del agrietamiento”, σci. Típicamente, en condición de compresión uniaxial σci es del orden del
30% al 40% de la resistencia en compresión uniaxial de la roca, σc (ver Tabla 3). Se trata de
una propagación estable de grietas, por lo que la roca puede soportar un aumento de las solici-
taciones (ie resiste un aumento del esfuerzo axial a igual confinamiento). Se comienzan a regis-
trar eventos de emisión acústica, la curva carga-deformación se comienza a desviar del com-
portamiento elástico y el modo de incremento de deformación volumétrica cambia de contrac-
ción a expansión, debido al aumento de volumen causado por las grietas, fenómeno que se de-
nomina dilatancia.

11
Definido por Kemeny & Cook (1986) para un conjunto de grietas como el promedio de los valores de c2, donde cada grieta
tiene un largo 2c.

- 23 -
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Ē/E

S3 (MPa)
Figura 26: Efecto de la presión de confinamiento en el módulo de deformabilidad “efectivo” de la roca Ē
(normalizado respecto a E = 70 MPa) con la presión de confinamiento, S3, para distintos valores del pa-
rámetro de densidad de grietas, λ. En esta figura se muestran también los resultados experimentales
(puntos rojos) obtenidos para el granito Lac du Bonnet (Martín, 1997).

Ē/E

E = 70 MPa

S3 (MPa)
Figura 27: Variación del módulo de deformabilidad “efectivo” de la roca Ē (normalizado respecto a E)
con la presión de confinamiento, en el caso del granito Lac du Bonnet (Martín, 1997).

(c) El proceso de agrietamiento continua en la medida que sigue aumentando el desviador de es-
fuerzos (ie aumenta el aumento axial y se mantiene constante el esfuerzo de confinamiento),
hasta que la densidad de grietas es tal que comienza la interacción entre grietas y se produce
una transición de agrietamiento estable a inestable. Esto ocurre cuando el esfuerzo principal
mayor alcanza una magnitud σcd, denominada esfuerzo de daño por agrietamiento. Típicamen-
te, en condición de compresión uniaxial σcd es del orden del 70% al 85% de la resistencia en
compresión uniaxial de la roca, σc (ver Tabla 3). El comportamiento carga-deformación se hace
cada vez menos lineal, y aumentan fuertemente la dilatancia y el número de eventos de emisión
acústica. Comienza a disminuir la “componente cohesiva” de la resistencia de la roca (o sea la
que no depende del esfuerzo de confinamiento) y comienza a movilizarse la “componente fric-
cionante” de su resistencia (o sea la que depende del esfuerzo de confinamiento).

- 24 -
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Tabla 3
VALORES TÍPICOS DE σci Y σcd

Referencia σci /σc σcd /σc


Brace et al (1966) 0.30 a 0.50 ---
Bieniawski (1967) 030 a 0.50 0.70 a 0.80
Schmidtke & Latjai (1985) --- 0.70
Latjai et al (1991) --- 0.70
Martin & Chandler (1994) 0.20 a 0.40 0.70 a 0.85

σc es la resistencia en compresión uniaxial de la roca

(d) El proceso de agrietamiento continua en la medida que sigue aumentando el desviador de es-
fuerzos (ie aumenta el aumento axial y se mantiene constante el esfuerzo de confinamiento),
hasta que se alcanza la resistencia peak de la roca que, en el caso de compresión uniaxial, se
denomina resistencia en compresión uniaxial, σc (también se han usado las denominaciones
UCS e IRS para esta resistencia). El número de eventos de emisión acústica se hace máximo y
aumenta fuertemente la dilatancia. Ocurren cambios significativos en la probeta, con un muy
fuerte aumento de la densidad de micro-grietas y la formación de planos de ruptura por corte.
(e) Al alcanzar la resistencia peak se produce la ruptura frágil de la roca por lo que, a menos que
se cuente con máquinas de carga servo-asistidas no se podrá obtener la rama post-peak de la
curva carga-deformación, la cual es muy importante para caracterizar la fragilidad de la roca
(especialmente en términos de una homologación o comparación con rocas similares12. La pen-
diente de la curva carga-deformación axial se hace negativa, y disminuye progresivamente la
carga que puede soportar la probeta en la medida que continua aumentando su deformación
axial. Pueden generarse algunas fracturas por corte, pero en general se generan pocas grietas
nuevas y la deformación está asociada al deslizamiento relativo y reacomodo de trozos de roca.
Comienza a disminuir el número de eventos de emisión acústica. Finalmente, y para deforma-
ciones suficientemente grandes se alcanzará la resistencia residual de la roca.
(f) Hay evidencia experimental que indica que σci y σcd serían propiedades de la roca que no de-
pende del volumen de la probeta, a diferencia de la resistencia en compresión uniaxial, σc, que
si muestra esta dependencia (ver Figura 10). Por otra parte, hay evidencia experimental que
muestra que la resistencia peak no podría ser soportada por la roca en el largo plazo, por lo que
debería considerarse como una resistencia de corto plazo. De hecho, Martin & Chandler (1994)
proponen considerar que la resistencia de largo plazo de la roca queda definida por σcd.
(g) Todo lo anterior permite considerar que la resistencia de las rocas duras queda definida por la
evolución del daño por agrietamiento, en la forma que se muestra en Figura 28:
ƒ Para valores del esfuerzo principal mayor menores que σci la roca no sufre daño. Esta condi-
ción queda definida por:

S 1 ≤ σ ci = A + BS 3 (29)

donde A típicamente varía entre 0.2 y 0.5 veces σc (en forma preliminar puede suponerse
igual a 0.35σc), y B usualmente varía entre 1.0 y 2.0 (en forma preliminar puede suponerse
igual a 1.5)13.

12
Por ejemplo, Singh & Goel (1999) indican que rocas con comportamiento post-peak de la Clase II (ver Figura 5.7 en página
35) serían propensas a sufrir estallidos de roca.
13
Martin et al (1999) proponen definir σci en términos del criterio de Hoek-Brown, considerando m = 0 y s = 0.11, lo que equiva-
le a considerar A = 0.33σc y B = 1.0.

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S1
Resistencia de Corto Plazo (peak)

DAÑO
IMPORTANTE
POR
AGRIETAMIENTO
Resistencia de Largo Plazo

AGRIETAMIENTO
DE LA ROCA

Inicio del Agrietamiento

NO HAY DAÑO

S3
Figura 5.28: Definición de la resistencia de la roca en función del daño por agrietamiento.

ƒ Para valores del esfuerzo principal mayor mayores que σci la roca sufre agrietamiento, pero
el proceso de daño es estable mientras el esfuerzo principal mayor no exceda σcd. Conforme
con esto, puede emplearse un criterio de falla no lineal para ajustar una envolvente de falla a
los datos que definen σcd para distintos valores de la presión de confinamiento. Por ejemplo,
si se emplea el criterio de Hoek-Brown se llega a:
0.5
⎛ S ⎞
S1 = S 3 + σ cdo ⎜⎜ mcd 3 + 1⎟⎟ (30)
⎝ σ cdo ⎠
donde σcdo es el valor de σcd en compresión uniaxial, y mcd corresponde al parámetro m del
criterio de Hoek-Brown que resulta del ajuste de la curva tipo al conjunto de valores de
σcd(S3).14
ƒ Para valores del esfuerzo principal mayor mayores que σcd se produce la interacción coales-
cencia y desarrollo inestable de grietas, lo que se traduce en un nivel de daño que la roca no
puede soportar en forma permanente; sin embargo, en el corto plazo si puede soportar la so-
licitación peak definida por σc. Conforme con esto, puede emplearse un criterio de falla no li-
neal para ajustar una envolvente de falla a los datos que definen la resistencia peal para dis-
tintos valores de la presión de confinamiento. Por ejemplo, si se emplea el criterio de Hoek-
Brown se llega a:
0.5
⎛ S ⎞
S1 = S 3 + σ c ⎜⎜ m 3 + 1⎟⎟ (31)
⎝ σc ⎠
donde σc es la resistencia en compresión uniaxial de la roca, y m corresponde al parámetro
m del criterio de Hoek-Brown que resulta del ajuste de la curva tipo al conjunto de valores de
resistencia peak (esto corresponde a la aplicación usual del criterio de Hoek-Brown).

14
Martin (1997) realiza este ajuste considerando σc en vez de σcdo y un valor menor que 1 para el parámetro s de Hoek-Brown
(ver Figura 25); sin embargo, en la opinión del autor de estas notas la ecuación (30) es preferible desde un punto de vista
conceptual.

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RI D=0
Figura 29: Esquema que ilus-
RI tra el concepto de estado
perturbado propuesto por
FA i Desai (2001). El nivel de da-
ño evoluciona desde la con-
dición de no daño (D = 0), pa-
σ ra un estado inicial “relativa-
DC DF DU
mente intacto” (RI), hasta la
a
condición de daño total (D =
D = DC 1), para un estado crítico
(FA). En el esquema de la
c derecha se ilustra como dis-
minuye la resistencia, desde
D = DF D=0
ε un estado relativamente in-
tacto, en la medida que au-
i → Condición inicial, relativamente no perturbada
a → Condición observable (medible) menta el nivel de daño. Es in-
D = DU
c → Condición “última” (no medible), para D = 1 teresante indicar que Desai
D = 0C → No daño, estado inicial relativamente intacto indica que el daño es “obser-
D = DC → Nivel de daño antes de la falla vable” hasta un cierto nivel
D = DF → Nivel de daño en la condición de falla
D = DU → Nivel de daño en la condición “última” en que D < 1, y si bien el da-
D = 1C → Daño total
FA D=1 ño puede aumentar más allá
de este nivel el efecto de este
incremento de daño no sería
observable (tomada de De-
sai, 2001).

(h) Para cualquier formulación de la resistencia en términos de una “componente cohesiva” (inde-
pendiente de S3) y una “componente friccionante” deberá considerarse que la resistencia inicial
es puramente cohesiva y que la fricción empieza a movilizarse una vez que el esfuerzo principal
mayor alcanza el valor σcd. Por otra parte, una vez que comienza a movilizarse la fricción se ini-
cia también el proceso de reducción de la cohesión (ver Figuras 21 y 22).
(i) Para evaluar la evolución de la deformabilidad de la roca en función del daño por agrietamiento
resulta conveniente el uso del concepto del locus de Griffith, pudiendo utilizarse las ecuaciones
(27) y (28) para evaluar valores “efectivos” del módulo de deformabilidad y la razón de Poisson
de la roca.
(j) Para caracterizar el nivel de daño de la roca en las distintas etapas del proceso de carga puede
utilizarse el concepto del parámetro de daño ω definido por Martin & Chandler (1994), pero con-
siderándolo como el valor acumulado de la deformación volumétrica permanente al nivel de car-
ga considerado, ω(S1), normalizado respecto al valor correspondiente a la carga peak:
ω ( S1 )
Nivel de Daño = η =
ω ( S1 peak )
(32)

Así, un nivel de daño 0 corresponde a una roca no agrietada cuya deformación, para el nivel de
carga considerado es elástica; mientras que un nivel de daño 1 corresponde a una roca total-
mente agrietada y en condición de falla incipiente. Si bien esta definición tiene el problema de
que el nivel de daño puede exceder 1 (puede haber algún agrietamiento adicional en la condi-
ción post-peak), la misma es bastante simple y concuerda con el concepto de “estado perturba-
do” propuesto por Desai (2001)15, que se ilustra en Figura 29.
Sin perjuicio de lo recién indicado, podría considerarse también el definir el valor del modulo de
corte, G, para distintos niveles de deformación en función de Ē y ν, y utilizar la definición del pa-
rámetro de daño anisotrópico propuesto por Sakurai & Akayuri (1998) (descrito en forma simple
por Sakurai, 2006).

15
Definiciones más detalladas del nivel de daño pueden encontrarse en los trabajos de Kachanov (1986) y de Krajcinovic
(1996).

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