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Concesión Administrativa

Concesión Administrativa en México


Tabla de Contenidos
 1 Concesión Administrativa en México
o 1.1 Concesión administrativa en la Doctrina Mexicana
 1.1.1 Libro fuente de la Definición anterior
o 1.2 Definición y Carácteres de Concesión Administrativa en Derecho Mexicano
 1.2.1 Más Detalles
 1.2.2 Más Detalles
 1.2.3 Además
o 1.3 La Concesión Administrativa
o 1.4 Concesión Administrativa en la Administración Local
o 1.5 Recursos
 1.5.1 Notas y Referencias
 1.5.2 Véase También
o 1.6 Recursos
 1.6.1 Notas y Referencias
o 1.7 Recursos
 1.7.1 Véase También
 1.7.2 Bibliografía
o 1.8 Recursos
 1.8.1 Véase también (en general)
 1.8.2 Bibliografía de Derecho Administrativo
o 1.9 Definición de Concesión administrativa
o 1.10 Definición y Carácteres de Concesión Administrativa en Derecho Mexicano
 1.10.1 Más Detalles
 1.10.2 Más Detalles
 1.10.3 Además
o 1.11 Recursos
 1.11.1 Véase También
 1.11.2 Bibliografía
o 1.12 Recursos
 1.12.1 Véase también

Concesión administrativa en la Doctrina Mexicana


Es el acto por el cual se concede a un particular el manejo y explotación de un servicio público
o la explotación y aprovechamiento de bienes del dominio del Estado.

Definición y Carácteres de Concesión Administrativa en Derecho


Mexicano
Concepto de Concesión Administrativa que proporciona el Diccionario Jurídico
Mexicano (1994), de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: (escrito por Alfonso Nava
Negrete ) En la legislación administrativa federal existe una gran imprecisión al usar la palabra
concesión. Tradicionalmente se la emplea para los casos en que se otorga a los particulares
el derecho para explotar o aprovechar un bien del dominio público de la federación o para
cuando se trate de explotar un servicio público, sin embargo, algunas leyes hablan de
concesión sin que se trate de la explotación de un bien o un servicio público, o hacen mal uso
del concepto permiso o autorización debiendo ser concesión, por ejemplo, la Ley Federal
de Radio y Televisión impone la necesidad de la concesión para el caso de la explotación de
una estación de radio o de televisión de tipo comercial y en cambio exige permiso si la
estación es no comercial, no obstante que en ambos casos se está explotando un bien del
dominio directo de la nación como es el espacio y se presta la misma “actividad de interés
público” (artículos 1°, 2° y 4°) . Hablar de concesión, en lugar de permiso o autorización
administrativa y viceversa, es fenómeno común que se observa pasa en la legislación
administrativa. En consecuencia, no puede decirse que la ley reserve ciertas materias a la
concesión y otras a los permisos o autorizaciones. Es por mandato del legislador que algo
puede ser objeto de concesión o de permiso. Extender la concesión a objetos que no sean la
explotación de bienes o de servicios públicos, es decisión legislativa.

Más Detalles

Modalidades de la concesión. l. No todo campo de bienes o servicios puede ser objeto de


concesión. No lo son: el petróleo, los carburos de hidrógeno sólido, líquidos o gaseosos, la
petroquímica básica, los minerales radiactivos, el aprovechamiento de los combustibles
nucleares para la generación de energía; tampoco generar, conducir, transformar, distribuir y
abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de un servicio público, correos,
telégrafos, radiotelegrafía, comunicación vía satélite, ferrocarriles, servicio público de banca y
crédito (artículos 27, párrafos sexto y séptimo y 28, párrafos cuarto y quinto de la Constitución)

2. Existen campos de concesión en que no pueden tomar participación los extranjeros, por
ejemplo en las concesiones de radio o de televisión (artículo 14); en las concesiones de
prestación de servicios públicos en el Distrito Federal (artículo 25 párrafo segundo de la Ley
Orgánica del Departamento del Distrito Federal, Diario Oficial 29-XII-1978). A veces esa
participación extranjera sólo puede ser minoritaria como acontece en las concesiones mineras
(artículos 11 y 13 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Minera,
Diario Oficial 27-XII-1975).

Más Detalles

Naturaleza jurídica de la concesión. No es una merced ni una gracia del Estado, la concesión


administrativa, es una decisión de la administración pública regida por la ley. Es posible que el
concesionario llegue a convenir con la administración en algo del contenido de la concesión:
como lo es su régimen de tarifas, y a esto se debe que la doctrina piense que la concesión es
un verdadero contrato y no una simple decisión unilateral del poder público. Pero aceptada la
sola voluntad de la administración o ésta y la del concesionario, como origen y naturaleza de
la concesión, es cierto que esas voluntades no se producen con absoluta libertad sino que
están sometidas a las reglas de la ley de la concesión, que imprime cierta índole
reglamentaria a esta última. En definitiva, la concesión administrativa aparece en la legislación
administrativa, como decisión casi exclusiva del poder público. El concesionario se subordina
a las reglas de la ley que rige la concesión y se adapta a casi todas las condiciones que se
fijan para y en el otorgamiento de la misma por la autoridad administrativa.

Además
Destino de la concesión. Sin asegurar en forma absoluta que la concesión administrativa esté
en decadencia dentro del derecho positivo mexicano, en cambio sí lo estamos al afirmar que
su régimen legal ya no es el imperante en la explotación de los recursos naturales propiedad
del Estado ni tampoco en la prestación de los servicios públicos. “Mucho terreno ha perdido en
favor de otro régimen legal contemporáneo, el de las empresas públicas. Significan las
empresas públicas el nuevo procedimiento inventado por el Estado para proteger y explotar
los recursos naturales de la nación con marcado sentido social. Representan las empresas
públicas el nuevo fenómeno jurídico y económico que permite recuperar o conquistar para el
Estado, los grandes servicios públicos, económicos, industriales, comerciales, que juegan
un papel vital en la economía y que protegen a la sociedad de los viejos sistemas de
industrialización y comercialización ociosos y egoístas” (Nava Negrete, página 407).

La Concesión Administrativa
En esta sección se ofrece una visión general de la concesión administrativa en el contexto del
municipio en el derecho local mexicano. Las concesiones administrativas pueden ser de
servicio público, de obra pública, y de uso de bienes del dominio del Estado; las primeras
tienen por objeto satisfacer necesidades de carácter general, las segundas tratan de satisfacer
una necesidad pública. la concesión de uso de bienes o demanial, en cambio, pretende
básicamente satisfacer la necesidad privada o el interés privado del concesionario. Todas
transfieren al concesionario derechos propios del Estado. En todo caso, la concesión
administrativa implica la transferencia a un particular del desempeño de actividades no
esenciales atribuidas a la administración pública, o del aprovechamiento y explotación de
bienes del dominio público, mediante la constitución a favor de dicho particular, de derechos o
poderes previstos en el ordenamiento jurídico, de los que antes carecían; en opinión de Serra
Rojas: la concesión administrativa es un procedimiento discrecional eficaz dentro de la
estructura de la sociedad moderna, para entregar a los particulares ciertas actividades o la
explotación de bienes federales que el Estado no está en condiciones de desarrollar por su
incapacidad económica, o porque así lo estima útil o conveniente, o se lo impide su propia
organización. [1]

Concesión Administrativa en la Administración Local


Concepto de concesión administrativa en el contexto del gobierno municipal y la
administración pública local mexicana: Acto administrativo por medio del cual una
dependencia federal, estatal o municipal otorga a una persona un poder jurídico para ejercer
actividades públicas con determinadas obligaciones y derechos para la prestación de servicios
públicos o el usufructo de algunos bienes del Estado. En la concesión se establecen los
derechos que corresponden legalmente a la administración pública para atender al
funcionamiento de los servicios públicos, al dominio y administración de sus bienes y a las
demás situaciones que las leyes administrativas consideren como elemento concesionable.
(Serra Rojas, p 254) [1]

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