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REPUBICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION


LICEO NACIONAL “MARIO BRICEÑO IRAGORRY”
BARQUISIMETO – ESTADO LARA

LA COMUNICACIÓN AFECTIVA Y FAMILIAR

Alumna: Valeria Zambrano


Cedula: 30.105.462
Docente: Darwin García
Año/Sección: 504
Área: Orientación y
Convivencia
Lapso: III 2019-2020
Correo: gpdj2016@gmail.com

BARQUISIMETO; 22 DE ABRIL DE 2020


LA COMUNICACIÓN AFECTIVA

La Comunicación es el proceso de interacción social mediante el cual los


individuos intercambian información. Sin embargo, existen muchas formas de
comunicación entre ellas podemos nombrar la comunicación Afectiva y la
comunicación Familiar.

La comunicación afectiva en tanto emisión y recepción de un mensaje a partir


de la interacción de dos o más personas, crea la capacidad de intercambiar información.
Esta no solamente se trata de palabras escritas u habladas, sino también de lo gestual
que es en muchas ocasiones, fundamental para la verdadera comunicación. Ya que la
palabra puede encubrir lo que se siente, pero lo gestual, la mirada, dejan en claro lo que
está sucediendo en el interior de una persona.

En el elemento afectividad está implícito no solamente el emisor sino también


el receptor que recoge lo que se le está diciendo a través del mensaje. Y quien al
decodificarlo produce en su interior indicadores afectivos que, a su vez podrán
expresarse en la contestación al primer mensaje. Puede ocurrir que no se utilice la
forma verbal para hacerlo, pero tan solo una actitud, un gesto, una postura corporal,
una mirada puede estar respondiendo y demostrando lo que está sucediendo dentro.

Por eso se considera que no solamente en este caso es fundamental el código de


la lengua, sino también el gestual, signos y hasta el silencio. Además de la utilización
de diferentes canales de transmisión como pueden ser vista, oído, tacto, etc. En el
proceso de desarrollo de la comunicación tiene significativa importancia la afectividad,
la autoestima, la empatía, el diálogo y el desarrollo de la dimensión espiritual,
conceptos que se desarrollan principalmente desde el seno del hogar, en la relación con
progenitores, hermanos y abuelos, y en la etapa escolar en las relaciones con profesores,
compañeros y amigos.
LA COMUNICACIÓN FAMILIAR

La familia no es solamente un grupo de personas que conviven y comparten


vínculos de sangre y apellidos. Es también algo más que una organización de
individuos que coopera entre sí.

La familia debe ser entendida como una comunidad, como un grupo donde las
relaciones entre miembros tienen un profundo carácter afectivo y son las que marcan
la diferencia respecto de otro tipo de grupos. Bajo esta perspectiva, las reacciones
emocionales en el contexto familiar son una fuente constante de retroalimentación de
las conductas esperadas entre los miembros de la unidad familiar (Martínez 2003).

También son organizaciones en las que los miembros deben compartir unas
metas, unos objetivos comunes que, en la medida en que son “comunes” dan unidad al
grupo y permiten el reparto de funciones y responsabilidades, mientras que los hijos
pertenecen a la generación de las nuevas tecnologías, a lo que algunos estudiosos
vienen en llamar “generación Net” (Tapscott, 1998). Aunque siguen ante el televisor
(que empieza a abrir su modelo a la participación), su foco de atención es el ordenador
y el teléfono móvil. En el entorno de Internet se encuentran como pez en el agua en las
redes sociales como Facebook o Tuenti. Allí el discurso comunicativo es horizontal, de
vía múltiple, activo e inmediato. El nuevo modelo comunicativo también genera un
nuevo modelo de aprendizaje (Gutiérrez, 2003). No están acostumbrados en la misma
medida en que sus padres lo estaban a inhibir una respuesta y por ello no responden
muy bien ante las situaciones en las que implícitamente se requiere de ellos que no
opinen abiertamente, y se comporten.

La comunicación familiar permite a sus integrantes: Crecer, desarrollarse,


madurar, resolver sus conflictos, comprenderse entre sí y en la sociedad. Comunicarse
es hacer al otro partícipe de lo que uno piensa, siente y hace, por tanto, éste es un
elemento indispensable para que la relación entre la pareja, o padre, madre, hijos e hijas
sea sincera y sólida. Cuando la comunicación familiar es eficaz, se presta atención entre
la pareja y entre hijos e hijas y en todo momento, se brinda información, explicaciones,
afectos y sentimientos; cuando un padre o madre se dirige a sus hijos e hijas, las
palabras o gestos deben ir acompañados de una sonrisa o de un gesto dulce. Una manera
muy importante de comunicarse con los hijos e hijas es compartir los juegos, ya que a
través de estos se comunica alegría, gozo y diversión. Crear un clima de comunicación
en la familia no es una tarea fácil, son los padres y madres quienes han de introducir
desde que son niños(as), espacios y mecanismos que faciliten la comunicación y una
convivencia armoniosa, para cuando se llegue a la adolescencia gozar del espacio
formado y conquistado a través de un proceso de enseñanza - aprendizaje de ensayo y
error.

El Padre y Madre fuera de la comunicación

En nuestro medio podemos decir que, por las circunstancias de la vida, uno de
los dos cónyuges puede estar ausente por sobrecarga de responsabilidades, separación
de la pareja, migración a algún país y otros. Esto dificulta en un momento determinado
que padre y madre, puedan desarrollar una comunicación adecuada con sus hijos e
hijas. Al no contar con el tiempo adecuado se pierde el vínculo familiar, ya no se
participa de las alegrías, tristezas y hasta se pierde el conocimiento mismo de las
habilidades y aptitudes que poseen los hijos e hijas.
Esto trae como consecuencia:
 Autoritarismo de los adultos responsables.
 Tiende a comprar el afecto de sus hijos/as por encontrarse ausente.
 No participa en las actividades que les agrada a sus familiares, surgiendo el
descontento y los reclamos constantes.

Características de la comunicación familiar:

 Influye notablemente en el bienestar psicológico


 Es uno de los principales factores de interacción de los seres humanos.
 Desde el momento del nacimiento, ya comienzan a establecerse los lazos, entre
padres e hijos que será el factor determinante en la relación comunicacional con
las otras personas.
 Dentro del entorno familiar la comunicación sana y fluida juega un papel muy
importante, más aún cuando hay integrantes que están pasando por la etapa
infantil y de adolescencia.
 Siempre hay que tener presente que inculcar los valores es de suma importancia,
ya que a partir de allí se crean los patrones que definen el comportamiento y las
creencias que están presentes en el hogar.

El problema de las alianzas

Existen hogares donde hay alianzas, esto no es malo si es para el crecimiento


de la familia, podemos encontrar que la hija se une con la ¿Qué vende aquí? “Todo lo
que tu desees” “Creo que no has comprendido buen hombre. Aquí no vendo frutos,
sino semillas” “Deseo comunicación entre mi esposa y mi hija, que me amen ser muy
feliz con ellas, que no me teman. madre y el padre con el hijo, o la madre con sus hijos
e hijas, entre otros; la dificultad radica cuando los adultos tienden a conquistar a sus
hijos e hijas para tomar posiciones en contra de uno de ellos, tal situación llega al
extremo de generar una inadecuada comunicación familiar en donde:
• Se observa un chantaje hacia la otra persona del otro sexo.
• Cada cónyuge le echa la culpa al otro de tal situación.
• Los y las adolescentes imitan esta situación y tienden a tratar a sus amistades por el
sexo.

Sugerencias para mejorar la comunicación en el hogar

 Es importante construir las relaciones padres/hijos en positivo. Tomar


conciencia sobre el valor socializador de la familia. La familia es el primer
grupo social en el que el niño se mueve, sus primeras pautas de relación social
se adquieren aquí bajo una gran presión afectiva (Yubero, Bodoque y
Larrañaga, 2006). Esto va a formar parte del nivel más profundo de la
consciencia del individuo. El niño llegará a ser como los otros le ven. Por eso
es importante dar pautas positivas.
 Valorar adecuadamente el peso del aprendizaje vicario. El niño aprende
también por imitación, no se debe caer en el engaño de que “por una vez no
importa” o creer que lo que se está haciendo mal (por ejemplo: mentir) como
tiene una causa justificada para el adulto, va a ser entendido de esa manera por
el niño. Es, por tanto, importante, compartir efectivamente las normas y los
valores. En la medida en que es efectivo y real el punto anterior se impone el
compartir unas normas que han de ser cumplidas por todos en la medida en que
están establecidas por grupos de edad o sean generales. La familia es el medio
natural en el que el niño experimenta los valores (Ortega y Mínguez, 2004).
 El ambiente, el clima emocional en la familia, está muy relacionado con la
formación de los sujetos (Pichardo, 1998). La expresión y comprensión
adecuada de sentimientos es muy importante por lo que se ha de procurar un
clima de seguridad (Domínguez, Cuña y Rodríguez Machado, 2003) en el que
el niño se sienta cómodo al expresarse. Es bueno crear un ambiente en el que
todos los miembros de la familia puedan demostrar sus sentimientos afectivos,
no hay que descuidar la proximidad, los abrazos, las expresiones de cariño.
También hay que permitir que emerjan los sentimientos negativos en el sentido
de que podamos hablar de ellos y canalizar la ira o la rabia. Además, hemos de
consolar, es importante apoyar antes de censurar o aconsejar.
 Otro elemento que hay que tener en cuenta es el de crear espacio para el
crecimiento personal (Domínguez Cuña y Rodríguez Machado, 2003). Hemos
de entender que los hijos no son copias de nosotros mismos por mucho que nos
guste el momento en el que reconocemos un gesto o un rasgo que lo identifica
como “nuestro”. Son personas y solamente se pertenecen a sí mismas por eso
tienen derecho a ser diferentes. Debemos evitar expresar sentimientos de
desilusión o frustración respecto de su persona (son las acciones concretas las
que pueden estar mal no las personas en sí). Esto resulta muy importante ya que
la familia nos ayuda a crear nuestra identidad y nuestra escala de valoración
personal (Lila y Marchetti, 1995).
 Los sentimientos positivos de autopercepción se construyen desde las
relaciones respetuosas entre los individuos. Los padres no pueden exigir respeto
si antes no han respetado a los jóvenes. Todo el grupo debe respetarse de forma
recíproca. El espacio del sujeto, su cuerpo, las relaciones con sus amigos. Se
trata de crear un ambiente amable en el que se encuentre tranquilidad y sosiego
(Beltrán, J. y Pérez, L., 2000).

Para finalizar anexo una lectura reflexiva de cómo podemos entender a las personas
para llevar una mejor comunicación
CONCLUSION

Sólo con una comunicación adecuada pueden generar relaciones de armonía


en la familia, sabiendo enfrentar los conflictos que se presenten con mucho respeto,
amor y confianza.

“FABULA DE LA OSTRA Y EL PEZ”


Érase una vez una ostra y un pez, ambos habitaban en las profundidades del
mar, la ostra tenía una gran belleza, colorido y armonía en el fondo marino. Un día pasó
por ahí un pez, sintió la necesidad de conocerla, y un impulso de entrar en lo más
recónditos lugares de aquel animal misterioso. Y así, partió veloz hacia el corazón de
la ostra, pero ésta cerró, bruscamente sus valvas. El pez hizo muchos intentos para
abrirlas con sus aletas y con su boca, pero la ostra más y más fuerte se cerraba. El pez,
pensó en alejarse, y esperar cuando la ostra estuviera abierta y, en un descuido de ésta,
entra veloz, sin darle tiempo que cerrara sus valvas. Así lo hizo, pero la ostra esta vez
se cerró con más brusquedad. La ostra era un animal extremadamente sensible y
percibía cuantos mínimos cambios en el agua ocurrían y así como el pez buscaba
acercársele, así ella cerraba sus valvas. El pez triste, se preguntaba ¿Por qué la ostra le
temía? ¿Cómo podría decirle que lo único que deseaba era conocerla y no causar daño?,
¿que deseaba compartir su belleza y compartir lo que sentía? El pez que era muy
insistente en conocer la belleza de tal ser,
pensó en pedir ayuda, se encontró con un pez mayor, que ya sabía abrir ostras y le
compartió sus conocimientos diciéndole. “mira, algo muy importante que haz de lograr
es suscitar en la ostra el deseo y las ganas de comunicarse contigo”.
El pez mayor le dijo: tienes que buscar la información adecuada del ser con el
que deseas tener comunicación, conocerlo mejor, ver sus movimientos, saber cuándo
es que se abre, qué come, sus gustos, conocer su lenguaje, costumbres, miedos, y todo
aquello que le agrada. El pez mayor le dio unos ejemplos de todo aquello que le
desagradaba a las ostras, le mencionó que les asustaba el movimiento brusco de las
aguas, las tempestades y el fuerte oleaje que provocan se cierran, se asustaba cuando
algún animal llegaba de improviso. Te diré que le agradan, en cambio, los movimientos
suaves, los besos, las caricias y que no se entre en sus interioridades sin antes
conocerles durante algún tiempo. El pez, se fue y después de largas horas observándola
y con aprendizaje de ensayo y error el pez pudo por fin disfrutar la compañía de aquella
bellísima ostra, después de ello pudo abrir otras ostras, cada vez más grandes que se
cerraban con mayor facilidad.

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