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Prolapsos genitales
G. Giraudet, J.-P. Lucot, J.-F. Quinton, M. Cosson

El prolapso genital se define como la protrusión de una de las paredes de la vagina en


el conducto vaginal. Es una patología frecuente que requiere intervención quirúrgica en
el 10-20% de las mujeres. La cantidad de pacientes atendidas por un prolapso genital
puede aumentar en los próximos años, ya que uno de los principales factores de riesgo es
el envejecimiento. Su impacto en la calidad de vida es significativo. La fisiopatología del
prolapso es multifactorial y todavía no está totalmente dilucidada. El diagnóstico puede
formularse gracias a la anamnesis y a la exploración física. Las pruebas complementa-
rias se solicitan en función de los antecedentes de la paciente y de su sintomatología.
El prolapso genital puede tener múltiples consecuencias, con repercusión en la función
urinaria, sexual y digestiva. Por lo tanto, la atención médica debe ser multidisciplinaria.
La instauración de un tratamiento se considera en una paciente que presenta sínto-
mas relacionados con el prolapso y no frente a un prolapso anatómico asintomático. El
tratamiento es médico-quirúrgico. No existe un tratamiento único, sino distintas posi-
bilidades terapéuticas. La solución quirúrgica no es perfecta, ya que alrededor del 30%
de las pacientes son reintervenidas a causa de recidivas. Las pacientes deben estar bien
informadas sobre todas las posibilidades terapéuticas y sus complicaciones para poder
tomar una decisión con conocimiento de causa.
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Palabras clave: Prolapso genital; Fisiopatología del prolapso genital; Anatomía de la pelvis;
Diagnóstico del prolapso genital; Tratamiento del prolapso genital

Plan  Introducción
■ Introducción 1 El prolapso genital se define como la protrusión de una
■ Anatomía: medios de suspensión, de soporte de las paredes de la vagina en el conducto vaginal debido
y de cohesión de los órganos pélvicos 2 a un defecto de suspensión o de soporte. Aunque la inves-
Fascias y ligamentos 2 tigación médica avanza a grandes pasos con el desarrollo
Piso pélvico 3 de la terapia génica y la ingeniería tisular, los mecanismos
Periné 3 responsables del prolapso genital no están dilucidados.

Es una patología compleja y multifactorial en cuya aten-
Epidemiología 3
ción participan tres disciplinas médico-quirúrgicas. En
Prevalencia 3
este sentido, cualquier modificación de las movilidades de
Factores de riesgo 4
la pelvis puede afectar a las funciones urinarias, genitales
■ Fisiopatología 5 y rectales. El prolapso genital ha sido objeto de numero-
Modificaciones anatómicas 5 sas publicaciones. Una búsqueda bibliográfica (pelvic organ
Modificaciones histológicas 6 prolapse) en PubMed revela que cada año aparecen alre-
Factores genéticos y raciales 6 dedor de 700 artículos sobre el tema. Se trata de una
■ Diagnóstico 7 patología funcional que compromete la calidad de vida de
Anamnesis 7 muchas mujeres. Aunque sobre todo se observa en muje-
Exploración física 7 res ancianas, también puede afectar a pacientes jóvenes.
Clasificaciones 8 Debido al envejecimiento de la población, es probable que
Pruebas complementarias 9 el número de pacientes afectadas por un prolapso genital
■ Tratamiento 11 se incremente, hasta tal punto que el 11-20% de ellas nece-
Tratamiento médico 11 site una operación por esta causa [1, 2] . El tratamiento es
Tratamiento quirúrgico 12 quirúrgico en la mayoría de los casos, con muchas contro-
versias respecto al uso de material protésico. Las recidivas
■ Conclusión 16 y, por tanto, la necesidad de una reintervención quirúrgica
son relativamente frecuentes (30%) [1] .

EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 53 > n◦ 1 > marzo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(16)82392-9
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Figura 2. Arcos tendinosos. 1. Vagina; 2. músculo obturador


3
interno; 3. músculo iliococcígeo; 4. músculo coccígeo; 5. mús-
1
culo piriforme; 6. arco tendinoso del elevador del ano; 7. recto;
8. arco tendinoso de la fascia pélvica.

elementos son móviles entre sí. Cuando uno de ellos falla,


4 el desequilibrio generado puede conducir a la aparición de
un prolapso.

Fascias y ligamentos
Figura 1. Niveles de suspensión descritos por DeLancey [3] .
1. Músculo elevador del ano; 2. nivel 1; 3. nivel 2; 4. nivel 3. Fascia pélvica
La fascia pélvica es una membrana que tapiza el piso
Por lo tanto, es indispensable organizar la investigación pélvico, situado un poco por encima del plano de los ele-
con el fin de mejorar la comprensión del prolapso geni- vadores, y se prolonga sobre los órganos pélvicos. Esta
tal y de optimizar su tratamiento. Las nuevas tecnologías, fascia tiene algunas zonas más gruesas. Lateralmente, el
como los programas informáticos de simulación en tres fascículo iliococcígeo del músculo elevador del ano se
dimensiones, podrían ayudar a mejorar los conocimien- inserta en el músculo obturador interno al nivel del arco
tos. tendinoso del elevador del ano, que es un engrosamiento
de la fascia pélvica sobre el obturador interno. El arco
tendinoso del elevador del ano se extiende de la espina
isquiática al pubis. Un poco más medialmente se sitúa el
 Anatomía: medios arco tendinoso de la fascia pélvica, otro engrosamiento de
de suspensión, de soporte la fascia con el mismo origen que el anterior y un trayecto
más medial en dirección al pubis (Fig. 2). Estos arcos ten-
y de cohesión de los órganos dinosos son los puntos de fijación de la porción media de
la vagina a la pared pélvica [3] .
pélvicos
El prolapso genital se define como la protrusión a tra-
Ligamentos uterosacros
vés del conducto vaginal de una de las paredes vaginales. Tal vez no sea correcto denominarlos «ligamentos», ya
La alteración de uno de los medios de suspensión y/o que más bien se trata de un engrosamiento de la fascia pél-
de soporte puede ser responsable de la aparición de un vica que permite el paso de estructuras vasculonerviosas.
prolapso. Sin embargo, la anatomía de la pelvis no está La descripción anatómica e histopatológica del ligamento
perfectamente definida, sobre todo en lo que se refiere a uterosacro es imprecisa. Se inserta al nivel del tercio supe-
las fascias y los ligamentos, ya que en las disecciones ana- rior de la vagina frente al fondo de saco vaginal lateral
tómicas es difícil identificarlos. A pesar de los avances de y sobre el borde posterior del cuello uterino, donde se
las técnicas de imagen, sobre todo de la resonancia mag- confunde con el paracolpos y el paracérvix. Se dirige late-
nética (RM), todavía no se ha conseguido una descripción ralmente y termina sobre la fascia presacra frente a las
consensuada. vértebras sacras S2-S4 [4] . El ligamento uterosacro no esta-
En 1993, DeLancey describió tres niveles de suspensio- ría presente en el nacimiento, sino que se desarrollaría
nes o de soporte de la vagina [3] (Fig. 1). Esta teoría se de forma progresiva como consecuencia de las fuerzas de
ha mantenido sin cambios desde hace 20 años. El nivel 3 tracción en posición de pie.
(tercio superior de la vagina) estaría suspendido a la pared
de la pelvis por los ligamentos cardinales y uterosacros; el Ligamentos cardinales
nivel 2 (tercio medio), por los arcos tendinosos de la fascia
Son láminas de tejido conjuntivo que se extienden
pélvica y del elevador del ano, y el nivel 1 estaría mante-
desde el mismo nivel que el ligamento uterosacro hasta
nido de forma pasiva por las estructuras circundantes, es
el origen de los vasos ilíacos. También se conocen como
decir, los músculos perineales y el centro tendinoso del
ligamentos de Mackenrodt. A veces se ha puesto en duda
periné. El piso pélvico, representado por los músculos ele-
su existencia.
vadores del ano, sostiene como una hamaca los distintos
órganos. Este piso tiene una hendidura denominada hiato
urogenital, que es un sector de debilidad. Está delimitado
Paracolpos/paracérvix/parametrio (Fig. 3)
por el fascículo pubovisceral y rectal del músculo elevador El papel de estas estructuras en las movilidades pélvicas
del ano lateralmente, el pubis por delante y el centro ten- es incierto. Se trata de un tejido conjuntivo dispuesto a los
dinoso del periné por detrás. Los órganos están sostenidos lados de la vagina, del cuello uterino y del útero, alrede-
por el piso pélvico y suspendidos por las fascias y liga- dor de la vascularización uterina y vaginal. El límite entre
mentos que los conectan a la pared pélvica. Todos estos el parametrio y el paracérvix/paracolpos está definido de

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Figura 3. Parametrio (4) y paracérvix (5). 1. Útero; 2. vejiga; Figura 4. Piso pélvico. 1. Músculo coccígeo; 2. músculo ilio-
3. uréter; 4. parametrio; 5. paracérvix. coccígeo (músculo elevador del ano); 3. fascículo puborrectal
(músculo elevador del ano); 4. músculo piriforme; 5. músculo
manera artificial por el uréter que pasa entre ambos. Estas obturador interno; 6. fascículo pubovisceral (músculo elevador
estructuras parten lateralmente del útero y de la vagina, del ano).
y se dirigen hacia atrás y lateralmente para insertarse en
la pared pélvica al nivel del arco tendinoso de la fascia
pélvica.

Ligamentos vesicales/ligamento
rectal lateral
El ligamento umbilical medio parte del ápex de la vejiga
y llega al ombligo. El ligamento pubovesical se extiende
4
desde cuello vesical hasta la cara posterior del pubis. El
ligamento vesical lateral se inserta sobre la cara inferola-
teral de la vejiga y se dirige hacia el arco tendinoso de la 5
fascia pélvica. Al igual que el parametrio y el paracérvix, se
1
trata de una estructura conjuntiva vascular que contiene
los vasos vesicales. Los ligamentos vesicouterinos o pilares
internos de la vejiga se unen al istmo uterino en la región 2
6
preureteral vesical. El ligamento rectal se sitúa al nivel de
la arteria rectal media y constituye lo que comúnmente se 3
denomina «alerón del recto». 7

8
Piso pélvico
La excavación pélvica está cerrada por una «hamaca»
formada por el músculo elevador del ano y el músculo Figura 5. Periné superficial. 1. Membrana perineal; 2. mús-
isquiococcígeo. El músculo elevador contiene varios fascí- culo transverso superficial; 3. músculo iliococcígeo; 4. músculo
culos y denominaciones. Los autores de este artículo usan isquiocavernoso; 5. músculo bulboesponjoso; 6. centro tendi-
la establecida por Kearney et al [5] , quienes han propuesto noso del periné; 7. músculo esfínter externo del ano; 8. músculo
una denominación común en función de las inserciones glúteo mayor.
de las porciones musculares. El músculo elevador del ano
está formado por los fascículos iliococcígeo, pubovisceral la uretra. El plano superficial comprende los músculos
(puboperineal, pubovaginal y puboanal) y puborrectal. El isquiocavernosos, bulboesponjosos y transversos super-
fascículo iliococcígeo se inserta al nivel del arco tendinoso ficiales (inconstantes), así como el esfínter anal externo
del elevador del ano, un engrosamiento de la fascia del (Fig. 5).
obturador interno, y termina en el ligamento anococcí-
geo. Los fascículos pubovisceral y rectal se insertan debajo
de la sínfisis púbica, situándose a ambos lados de la uretra,
de la vagina y del recto. El músculo pubovisceral intercam-  Epidemiología
bia fibras con la vagina, el centro tendinoso del periné y
el recto. Forma el hiato urogenital, que permite la desem- Prevalencia
bocadura de la uretra y la vagina en la vulva. Las fibras del La estimación de la prevalencia del prolapso varía en
fascículo puborrectal se entrecruzan detrás del recto para función del método de evaluación. Los estudios epidemio-
formar una especie de cincha. lógicos basados en la anamnesis señalan una prevalencia
El músculo isquiococcígeo se inserta en la espina isquiá- del 3-6%, que puede alcanzar el 50% si la evaluación se
tica y se extiende hasta el cóccix y las primeras piezas basa en la exploración física [6] . Esta diferencia demuestra
sacras. Está cubierto por el ligamento sacroespinoso en claramente que no todos los prolapsos son sintomáticos.
su parte inferior, con el cual se confunde (Fig. 4). El 10-20% de las mujeres se someterán a una cirugía [1, 2] ,
y el 30% de ellas serán reintervenidas por una recidiva [1] .
Periné El prolapso es un problema importante de salud pública
debido a su frecuencia, su coste y su efecto sobre la cali-
El periné está situado por debajo del plano de los ele- dad de vida. El número de pacientes atendidas y operadas
vadores. Comprende un plano superficial y un plano por un prolapso corre un riesgo considerable de aumen-
profundo. El plano profundo está constituido por el tar en los años venideros debido al envejecimiento de
músculo transverso profundo y el esfínter externo de la población. Wu et al han estimado que el porcentaje

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Cuadro 1. estiramiento, a su vez responsable de una disfunción


Prevalencia del prolapso genital por edad, según Swift [10] . subsiguiente [25–27] . Sin embargo, es probable que el emba-
Edad (años) Grado 0 Grado 1 Grado 2 Grado 3 razo sea un factor de riesgo en sí mismo [28] . O’Boyle
ha demostrado que el grado POP-Q aumentaba de forma
18-29 22,7% 50% 27,3% – significativa entre el primer y tercer trimestre de emba-
30-39 6,9% 50,9% 41,4% 0,9% razo [29] . Esto puede deberse a la impregnación hormonal
40-49 2,6% 44,2% 51,9% 1,3% que prepara los tejidos blandos para el parto y a las cargas
50-59 3,3% 38,9% 55,8% 2,1%
sobre el periné y el piso pélvico por el peso fetal, sobre
todo en la medida que el eje de las presiones es modifi-
60-69 4,3% 27,7% 59,6% 8,5%
cado por la basculación fisiológica de la pelvis durante el
≥ 70 – 26,3% 52,6% 21,1% embarazo.

de mujeres intervenidas quirúrgicamente por un prolapso Otros


aumentará en un 47% entre 2010 y 2050 [7] . Un peso al nacer de más de 4.000 g sería un factor de
riesgo de prolapso genital [10, 20] . Gyhagen ha detectado un
aumento del riesgo de prolapso del 3% cada 100 g adicio-
Factores de riesgo nales de peso al nacer [21] . La edad materna en el primer
parto también sería un factor de riesgo de lesión del mús-
Edad
culo elevador del ano, con un aumento del cociente de
El prolapso genital es una patología que afecta sobre posibilidades del 10% por año.
todo a la mujer anciana; el envejecimiento es uno de
los factores de riesgo más importantes [1, 8–10] . El 74% Factores de riesgo de hiperpresión
de las mujeres mayores de 70 años tienen un prolapso
de un grado superior o igual a 2 según la clasificación
abdominal
Pelvic Organ Prolapse Quantification (POP-Q) [10, 11] . Sin La obesidad es un factor de riesgo de prolapso geni-
embargo, la mujer joven no está exenta de sufrir esta tal [30–32] . Handa ha identificado como factor de riesgo de
patología, ya que el 27% de las mujeres de 18-29 años prolapso la circunferencia abdominal, pero no el índice de
presenta un prolapso anatómico de grado superior o igual masa corporal (IMC). En su estudio, el aumento del IMC
a 2, aunque no todas las pacientes son sintomáticas [10] . se asociaba únicamente a un mayor riesgo de rectocele [17] .
Swift et al encontraron un 21% de prolapsos de grado 3 En el estudio Women’s Health Initiative (WHI) también se
en las pacientes mayores de 70 años. En este grupo de identificó a la circunferencia abdominal (> 88 cm) como
edad no se encontró ningún grado 0. En cambio, en un factor de riesgo [30] . Gyhagen observó que el riesgo de pro-
grupo de pacientes menores de 30 años, ninguna tenía lapso sintomático aumentaba un 3% por cada unidad de
un prolapso de un grado superior a 2 [10] (Cuadro 1). Esto aumento del IMC [21] .
puede explicarse por el envejecimiento de los tejidos que El estreñimiento y las enfermedades pulmonares cró-
son sometidos a cargas mecánicas repetidas durante toda nicas también podrían ser factores de riesgo de prolapso
la vida. La menopausia también podría desempeñar un debido a los esfuerzos para defecar o a las toses repeti-
papel significativo al modificar la impregnación hormo- das [33–35] .
nal de los tejidos [12, 13] . Sin embargo, no se ha demostrado Por las mismas razones, cabe imaginar que una activi-
el nexo entre la menopausia y el prolapso genital indepen- dad deportiva asidua que de forma crónica hace trabajar
dientemente de la edad [14, 15] . En una revisión Cochrane el piso pélvico y el periné así como algunas tareas labo-
no se ha encontrado ninguna referencia al beneficio de un rales pueden ser un factor de riesgo de prolapso genital.
tratamiento hormonal sustitutivo para prevenir la apari- Este factor de riesgo es controvertido [36] .
ción del prolapso genital [16] .
Factores de riesgo iatrogénicos
Factores de riesgo obstétricos
La histerectomía suele ser considerada como un fac-
Paridad tor de riesgo de prolapso genital, y con frecuencia las
La paridad es un factor de riesgo bien identificado en las pacientes hacen preguntas al respecto en la consulta preo-
publicaciones [8, 17–19] . Tegerstedt et al señalan un cociente peratoria [32, 37] . La sección de los ligamentos cardinales
de posibilidades (odds ratio) de 4,8 en las pacientes que
han dado a luz al menos una vez, en comparación con las
nulíparas [20] . El riesgo aumenta con el número de partos.
Handa ha observado un aumento de 1,4 del cociente de
“ Punto importante
posibilidades después de cada parto [17] .
Vía de parto Factores de riesgo de prolapso genital
El parto por cesárea sería un factor protector en compa- • Factores de riesgo demostrados
ración con el parto por vía baja [21–23] . Gyhagen et al han – Edad
encontrado dos veces más prolapsos en las pacientes que – Paridad
han dado a luz una vez por vía vaginal, en comparación – Parto por vía vaginal
con las pacientes que lo han hecho por cesárea, progra- – Obesidad
mada o no [21] . Sin embargo, no existe ningún estudio • Factores de riesgo supuestos
prospectivo con un buen nivel de evidencia. El carácter – Factores genéticos
protector de una cesárea efectuada antes del inicio del
– Factores raciales
trabajo de parto no está demostrado.
El parto por vía baja con fórceps aumentaría el riesgo de – Enfermedades del tejido conjuntivo
desarrollar un prolapso genital, con un cociente de posi- – Anomalías de la pelvis ósea o de la curvatura
bilidades de 1,95 [24] . El parto asistido con ventosa no raquídea
aumentaría este riesgo [21] . La episiotomía no parece ser – Estreñimiento
un factor de riesgo [21, 24] . – Enfermedades pulmonares crónicas
Embarazo – Trabajos y deportes de riesgo
Se comprende fácilmente que el parto, con el des- – Embarazo
censo del móvil fetal, pueda provocar lesiones perineales – Extracción instrumental con fórceps
como una desinserción muscular o una neuropatía por

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y uterosacros podría explicar el prolapso después de una lapso [41, 42] . En las pacientes que presentan una anomalía
histerectomía total. Por lo tanto, se podría pensar que la de la curvatura raquídea, el riesgo de desarrollar un pro-
histerectomía subtotal previene el riesgo de prolapso geni- lapso genital es 3,2 veces mayor [42] . Esto puede explicarse
tal. Persson et al no han observado más prolapso después por una variación del eje de las presiones sobre la pelvis
de histerectomía total o subtotal tras un seguimiento de y por un mayor riesgo obstétrico (estrecho superior). Esto
11 años [38] . El único factor de riesgo de prolapso después puede explicar también las diferencias raciales.
de histerectomía sería la presencia de un prolapso en el
momento de la cirugía [39, 40] .
Lesiones musculares (Fig. 7)
Hay estudios en los que se señala que las lesiones del
 Fisiopatología músculo elevador del ano serían más frecuentes en las
pacientes con prolapso [25, 43] . La mayoría de las veces se
La fisiopatología de los prolapsos genitales todavía no trata del desprendimiento del músculo pubovisceral de su
se conoce bien. Se han postulado numerosas hipótesis inserción en el pubis, con la consecuencia de un ensan-
y pistas de investigación, pero el componente multifac- chamiento del hiato urogenital. Se puede tratar también
torial del prolapso genital dificulta los avances en este de una disfunción muscular por neuropatía. La causa suele
campo. Cada mujer tiene un riesgo propio, hasta la fecha ser obstétrica. Lien et al han diseñado un modelo digital
no evaluable, de desarrollar un prolapso. El factor de de simulación estudiando la proporción de estiramiento
riesgo común a todas las mujeres es el envejecimiento. Sin de los músculos elevadores del ano durante el paso de
embargo, una paciente joven puede desarrollar un pro- una cabeza fetal. Observaron una proporción de estira-
lapso debido a factores de riesgo sobreañadidos. Existen miento máxima de 3,5, mientras que la proporción de
factores de riesgo inevitables (raciales, genéticos, anató- estiramiento de un músculo sano fuera del parto se estima
micos) a los que se añaden factores de riesgo adquiridos en 1,5. La proporción de estiramiento es proporcional a
durante la vida. Cuanto más numerosos sean los facto- la circunferencia cefálica del móvil fetal [44] . Shek señala
res de riesgo, mayor es la posibilidad de que el prolapso un 13% de avulsión del músculo elevador en 241 pacien-
aparezca a una edad más temprana (Fig. 6). tes que han dado a luz por vía natural y ningún caso
entre 126 pacientes con parto por cesárea [45] . Una extrac-
ción con fórceps y una segunda fase del trabajo de parto
Modificaciones anatómicas prolongada aumentan el riesgo de avulsión del músculo
elevador del ano. Memon et al observan mayor frecuen-
Cualquier cambio de la anatomía pélvica puede reper-
cia de avulsión del músculo elevador en las pacientes
cutir sobre las movilidades fisiológicas. En este sentido,
con parto asistido por fórceps que por ventosa, con un
las movilidades pélvicas dependen de la integridad ana-
cociente de posibilidades cuatro veces más elevado [46] .
tómica de las diversas estructuras de la pelvis, de su
El músculo elevador puede estudiarse con RM y ecogra-
composición histológica y de las fuerzas a las que son
fía perineal. DeLancey et al han comparado 151 pacientes
sometidas.
con prolapso con 135 pacientes de control [43] . Señalan un
55% de lesiones graves del músculo elevador del ano en
Elementos osteoarticulares el grupo de prolapso frente al 16% en el grupo de con-
Un aumento de la cifosis torácica, una disminución trol. El diámetro del hiato urogenital era un 50% mayor
de la lordosis lumbar o un aumento del diámetro del en el grupo de prolapso. El 53% de las pacientes con ante-
estrecho superior de la pelvis son factores de riesgo de pro- cedentes de extracción con fórceps tenían lesiones graves

Factores de riesgo obstétrico

− ¿Embarazos?
− Paridad
− Vía de parto
− Peso al nacer
RIESGO DE
PROLAPSO
GENITAL Enfermedad
respiratoria
crónica
¿Nutrición?
¿Entorno? Estreñimiento
crónico
IMC
Deporte o
trabajo
Factores predisponentes
de riesgo
− Raza
− Factores genéticos
− Factores morfológicos
− Calidad de los tejidos
(conjuntivos, musculares,
nerviosos)
GE

Figura 6. Fisiopatología del prolapso genital. IMC: índice de masa corporal.

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2
A B
Figura 7. Estiramiento del músculo elevador del ano en el parto por vía baja. 1. Útero; 2. cabeza fetal; 3. músculo elevador del ano.
A. Móvil fetal in utero.
B. Paso del móvil fetal por el canal del parto.

del músculo elevador del ano, en comparación con el 28% geno I confiere gran resistencia a los tejidos, mientras que
de las mujeres que dieron a luz sin el uso de fórceps. Dietz el colágeno III es más elástico. Cuanto mayor es la rela-
et al han efectuado una ecografía perineal del músculo ción entre colágeno I y III, más resistente es el tejido.
elevador del ano y una estadificación POP-Q a 781 pacien- Por el contrario, una relación disminuida le confiere al
tes [25] . Se observó prolapso en el 83% de las pacientes con tejido mayor laxitud. Moalli et al han estudiado la propor-
avulsión del músculo elevador del ano y en el 44% de ción de estos distintos colágenos en el tejido vaginal de
las pacientes sin avulsión. La asociación entre prolapso y pacientes con y sin prolapso. Los autores han observado
avulsión del músculo elevador del ano era mayor en rela- un aumento de la cantidad de colágeno en los tejidos pro-
ción con los cistoceles y los histeroceles. En este estudio, lapsados, principalmente a expensas de un aumento del
el riesgo relativo de presentar un prolapso en presencia de colágeno III [48] . Gabriel et al también han encontrado un
avulsión del músculo elevador del ano se calculó en 1,9. aumento del colágeno III en los ligamentos uterosacros de
pacientes con prolapso [49] . Lammers et al han detectado
un aumento significativo de trastornos del colágeno en
pacientes con prolapso que en un grupo de control. Los
Modificaciones histológicas trastornos del colágeno se expresaban por antecedentes
En los tejidos prolapsados se han detectado modifica- de aneurisma arterial, hernia inguinal o umbilical, pro-
ciones tisulares. Es difícil saber si estas alteraciones son lapso vulvar, varices venosas, hernia discal, hiperlaxitud
la causa del prolapso o si la modificación estructural es ligamentosa y prolapso rectal [50] .
producto de las cargas mecánicas. Se sabe que las pacien- La elastina es, con el colágeno, uno de los componen-
tes con trastornos del tejido conjuntivo tienen un riesgo tes de la matriz extracelular. El conjunto confiere a los
más elevado de desarrollar un prolapso. Carley ha comu- tejidos la elasticidad necesaria para evitar su ruptura, así
nicado un índice de prolapso del 33% en pacientes con como resistencia al estiramiento. Algunos autores han
enfermedad de Marfan y del 75% en las que tienen un demostrado alteraciones del metabolismo de la elastina
síndrome de Ehlers-Danlos. También se ha demostrado un en la vagina y los ligamentos uterosacros de pacientes con
índice más alto de prolapso en pacientes con hiperlaxitud prolapso [51, 52] y también modificaciones de las fibras mus-
ligamentosa [47] . culares lisas [53, 54] . Esto demuestra claramente que en los
El tejido conjuntivo es un tejido de sostén cuya com- tejidos prolapsados existe una modificación histológica
posición y propiedades difieren según la estructura de que que puede ser la causa o la consecuencia del trastorno.
se trata. Está compuesto por células (fibroblastos, mastoci- Sin embargo, los conocimientos actuales son insuficien-
tos, adipocitos, etc.) rodeadas por una matriz extracelular tes y no permiten comprender los mecanismos tisulares
constituida por fibras (colágeno, elastina, fibrilina, etc.) y responsables del prolapso [55] .
de una sustancia fundamental (proteínas solubles, proteo-
glucanos, aminoácidos, agua, etc.). El colágeno está en la
matriz extracelular y confiere resistencia a los tejidos. En el Factores genéticos y raciales
ser humano hay más de 27 tipos de colágeno cuya propor-
ción y organización en la matriz extracelular varían según En la génesis del prolapso genital habría una predispo-
los tejidos en los que se encuentren. Cualquier modifi- sición familiar [50, 56, 57] . Esto se relaciona probablemente
cación de la cantidad de colágeno o su desorganización con una modificación de la expresión génica de los diver-
estructural puede alterar la resistencia al estiramiento. sos componentes tisulares. Lammers et al han encontrado
Dado que el prolapso genital es la consecuencia de un entre cuatro y nueve veces más prolapsos en madres y her-
defecto de soporte y de suspensión de los órganos pélvi- manas de pacientes con descenso de órganos [50] . En una
cos, muchos estudios se refieren a la composición de los revisión de las publicaciones, Lince et al han encontrado
tejidos de sostén en los tejidos prolapsados en compara- 2,58 veces más riesgo de desarrollar un prolapso genital
ción con los tejidos sanos. Los colágenos de tipos I, III cuando existen antecedentes familiares de prolapso [56] .
y V son los principales en relación con la resistencia de En pacientes caucásicas se ha observado una frecuencia
los tejidos blandos. El colágeno V es cuantitativamente más elevada de prolapso genital que en pacientes afroa-
limitado, pero está presente en numerosos tejidos. El colá- mericanas [18, 30, 33] . Esta diferencia no se ha encontrado en

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Prolapsos genitales  E – 290-A-10

otros tres estudios [58–60] . Sewell et al señalan una prevalen- objetos pesados, toser, reír, estornudar), durante episo-
cia mayor en pacientes asiáticas que en blancas o negras dios de urgencia miccional (a veces desencadenada por
de una población de mujeres estadounidenses [60] . Brazell el ruido del agua, el frío, la inserción de una llave en la
et al han estudiado en Estados Unidos 3.025 pacientes, cerradura) o de pérdidas imperceptibles. Es indispensable
de las cuales el 33,4% eran negras, el 34,7% hispanas y tener en cuenta estos elementos para decidir la conducta
el 32% blancas. El índice de cistoceles y de rectoceles terapéutica.
era mayor en las hispanas, mientras que la prevalencia También se busca la presencia de una incontinencia uri-
del prolapso uterino era más elevada en las pacientes de naria de esfuerzo previa a la aparición del prolapso y que
raza blanca [58] . El recurso a la cirugía era más común habría cesado tras la aparición de éste. Es un dato esencial
en las hispanas, pero sin una diferencia significativa. porque, asociado a la exploración física, puede ser pre-
En este estudio no se incluyeron pacientes asiáticas. Las dictivo de la aparición de una incontinencia urinaria de
diferencias étnicas podrían explicarse por diferencias mor- esfuerzo después de la corrección del prolapso.
fológicas y socioeconómicas. Handa et al han encontrado La investigación de la sintomatología urinaria debe
un estrecho superior e inferior de la pelvis más ancho en completarse con la exploración física y una evaluación
las pacientes blancas que en las pacientes negras [61] . urodinámica.

Sintomatología digestiva
 Diagnóstico Un rectocele puede generar trastornos de la evacuación
rectal cuando es de tipo retencionista. Mediante la anam-
Las modalidades de descubrimiento de un prolapso
nesis se busca un estreñimiento terminal con dificultades
genital son extremadamente variables. El prolapso puede
de evacuación o disquecia. Es fundamental preguntar a
detectarse en la exploración física sin que la paciente pre-
la paciente si debe efectuar maniobras digitales para eva-
sente síntomas. También puede ser el motivo principal de
cuar las heces de forma directa o empujar el prolapso con
consulta debido a la molestia que provoca o a los síntomas
objeto de vaciar el recto. Si no se formula la pregunta, lo
urinarios o anorrectales asociados. Cada vez más rara-
más probable es que por vergüenza la paciente no señale
mente se descubre en el estadio 4, sobre todo en ancianas
este hecho de manera espontánea. También debe buscarse
que nunca han mencionado el tema, a causa de metrorra-
una incontinencia (de gases y/o heces, activa o pasiva,
gias o de retención urinaria.
manchas en la ropa interior), ya que podría ser un indi-
cio de lesiones esfinterianas, pero a veces también de un
Anamnesis prolapso intrarrectal en el conducto anal. La presencia de
estos síntomas induce la solicitud de pruebas complemen-
La anamnesis tiene suma importancia porque permite tarias. El tratamiento siempre es multidisciplinario.
orientar las posibles pruebas complementarias y la deci-
sión terapéutica. Los trastornos de la estática pélvica
Cuestionarios
tienen repercusiones urinarias, genitales y digestivas, por
lo que es fundamental buscar síntomas asociados. El expectativa principal de las pacientes se orienta más
al alivio de los síntomas que al resultado anatómico [62] .
Factores de riesgo Los cuestionarios permiten ser exhaustivos en la anamne-
sis, seguir la evolución de la sintomatología y evaluar los
Se buscan los factores de riesgo de prolapso: edad, IMC, resultados funcionales del tratamiento. A algunas pacien-
paridad, peso al nacer de los niños, vía del parto, extrac- tes les resulta más fácil responder preguntas por escrito
ción instrumental y posibles antecedentes quirúrgicos. que de forma oral frente al médico, sobre todo en cuanto a
También es importante descartar estreñimiento o tos cró- la sexualidad. Los principales cuestionarios validados son
nica, ya que tratar el prolapso sin tener en cuenta estos el Pelvic Floor Distress Inventory (PFDI), el Pelvic Floor
factores de riesgo aumentaría la posibilidad de fracaso o Impact Questionnaire (PFIQ) y el Pelvic Organ Prolapse
de recidiva. Incontinence Sexual Questionnaire (PISQ) [63, 64] .
El PFDI tiene una versión larga y una versión corta
Sintomatología genital (PFDI-20). Este cuestionario evalúa síntomas. El PFIQ es
El síntoma principal es la molestia generada por la sen- un cuestionario de repercusión social del prolapso. Tam-
sación de sentir un bulto vaginal y vulvar. Este bulto puede bién existe una versión corta (PFIQ-7). Para responder al
estar presente a diario de manera constante o, al contrario, PFDI-20 y al PFIQ-7 son necesarios 9,2 y 3,4 minutos de
aparecer al final del día, con desaparición de los síntomas promedio, respectivamente. Como estos dos cuestiona-
por la mañana, cuando el prolapso se ha reducido. A veces, rios evalúan muy poco la sexualidad, se ha desarrollado
las pacientes también describen una sensación de pesadez un cuestionario específico. Se trata del PISQ y del PISQ-12
pélvica o de presión perineal. Si el prolapso genital está en su versión corta. En 2013, la International Urogyneco-
exteriorizado, también puede haber hemorragias por fric- logical Association (IUGA) propuso una versión revisada
ción reiterada del tejido vaginal prolapsado. El prolapso de este cuestionario, denominada Pelvic Organ Prolapse
rara vez provoca dolor. Incontinence Sexual Questionnaire-IUGA Revised (PISQ-
Es importante buscar trastornos sexuales asociados, que IR) para mejorarlo [64] .
a menudo son el resultado de una modificación de la ima- Estos cuestionarios deberían formar parte de la evalua-
gen corporal, con aprensión por el sexo y la mirada de ción inicial de las pacientes afectadas por un prolapso.
la pareja. En este aspecto los cuestionarios pueden ser de
ayuda.
Es preciso averiguar si una paciente joven proyecta un Exploración física
embarazo para más adelante, ya que este factor influye en
Después de la anamnesis, la exploración física es el otro
el tratamiento.
elemento principal del diagnóstico. Permite determinar
los compartimentos afectados por el prolapso (Cuadro 2)
Sintomatología urinaria y estadificarlo. La exploración física se efectúa en decúbito
Siempre deben buscarse signos clínicos urinarios como supino con las piernas flexionadas. Si el prolapso no se
incontinencia, urgencia miccional, disuria, sensación visualiza en esta posición, se examina a la paciente en
de vaciado vesical incompleto, polaquiuria. Cuando la posición de pie para tratar de demostrar un prolapso no
paciente presenta pérdidas de orina conviene hacerle pre- visible en posición horizontal. La exploración se efectúa
cisar si se trata de pérdidas con el esfuerzo (levantar con una valva o con un espéculo abierto.

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E – 290-A-10  Prolapsos genitales

Cuadro 2.

“ Punto importante Denominación de los diversos tipos de prolapso según el nivel


afectado.
Terminología Definición
¿Cuáles son las preguntas indispensables a Colpocele Prolapso de la pared vaginal que
una paciente con prolapso genital? puede ser anterior o posterior
• Sintomatología Cistocele Prolapso vesical contenido en el
– ¿Tiene a menudo una sensación de pesadez colpocele anterior
pélvica o de tener un bulto en la vagina? Si la Rectocele Prolapso rectal contenido en el
respuesta es afirmativa, ¿le causa molestias? colpocele posterior
– ¿Tiene que hacer mucha fuerza para defecar? Histerocele/Histeroptosis Prolapso uterino
– ¿Tiene que hacer presión contra la vagina o Traquelocele/ Prolapso del cuello uterino
alrededor del ano para poder defecar? Traqueloptosis (antecedente de histerectomía
– ¿Suele tener pérdidas involuntarias de gases subtotal)
o heces? Prolapso apical Prolapso medio:
– ¿Tiene pérdidas involuntarias de orina? histerocele/traquelocele/prolapso
– Si la respuesta es afirmativa, ¿se producen al de la parte vaginal
toser, estornudar o reír? Prolapso rectal Invaginación de la pared rectal que
– ¿Tiene necesidades urgentes de orinar? interno/intususcepción puede afectar a la parte alta del
recto, a todo el conducto anal o,
– Si la respuesta es afirmativa, ¿estas necesi-
incluso, exteriorizarse
dades urgentes van seguidas por pérdidas
Elitrocele/peritoneocele Prolapso del fondo de saco de
involuntarias?
Douglas
– ¿Tiene dificultades para orinar? Si la respuesta
Enterocele Prolapso de las asas intestinales
es afirmativa, ¿debe hacer presión contra la contenidas en el saco del elitrocele
vagina para vaciar la vejiga?
Hedrocele Compresión de la pared rectal
– ¿Tiene a menudo la sensación de vaciado anterior por elitrocele o enterocele
incompleto de la vejiga?
• Calidad de vida
– ¿Los síntomas hacen disminuir sus actividades Cuadro 3.
diarias? Evaluación funcional de los músculos elevadores del ano.
– ¿Los síntomas le impiden practicar deportes? La contracción debe mantenerse al menos 5 segundos
– ¿Los síntomas hacen disminuir sus salidas?
0: sin contracción
– ¿Los síntomas afectan a su estado de ánimo?
1: contracción muy débil, percibida con el dedo como una
• Calidad de vida sexual
vibración
– ¿Tiene actividad sexual? Si la respuesta es
2: contracción débil pero indiscutible
negativa, ¿tiene una pareja?
3: contracción bien percibida, pero insuficiente para resistir una
– ¿Está satisfecho con su actividad sexual?
oposición débil
– ¿Siente dolor durante el acto sexual?
4: contracción fuerte, resiste una oposición moderada
– El temor de perder orina y/o materia fecal y/o
5: contracción fuerte, resiste una oposición fuerte
sentir un bulto en la vagina ¿hace que evite o
restrinja su actividad sexual?
que evaluar si se corrigen con la maniobra de Bonney o
de Ulmsten (prueba TVT) y si existe hipermovilidad ure-
Se efectúa un frotis cervicovaginal si la vigilancia no tral. La maniobra de Bonney consiste en empujar hacia
está actualizada y una biopsia de endometrio en caso de arriba el fondo de saco vaginal anterior (por debajo del
duda. cuello vesical) sin comprimir la uretra, con el fin de imitar
Se comienza colocando un espéculo y se solicita a la los resultados de una colposuspensión (intervención de
paciente que haga fuerza (contracción del abdomen, tos) Burch). Como esta intervención casi no se efectúa desde
para tratar de revelar un prolapso del compartimento la aparición de las bandas suburetrales, la maniobra ha
medio. Puede tratarse de un histerocele o de un pro- sido sustituida por la prueba TVT o maniobra de Ulms-
lapso del ápex en caso de antecedente de histerectomía. A ten. Consiste en introducir los dientes de una pinza o un
continuación se aplica una valva contra la pared vaginal hisopo de algodón a ambos lados de la uretra, contra la
posterior para detectar un cistocele y luego contra la pared pared vaginal anterior y a 1 cm del meato uretral. Este
vaginal anterior para diagnosticar un rectocele. Debe efec- soporte imita los resultados que se esperan de una banda
tuarse un tacto rectal para buscar un prolapso intrarrectal suburetral.
o un trastorno del esfínter. El tacto rectal también puede
ser útil para distinguir un rectocele de un elitrocele. Clasificaciones
También se efectúa una prueba de los músculos eleva-
dores del ano. Se colocan dos dedos a la altura de estos Los prolapsos genitales se clasifican en diversos gra-
músculos y se pide a la paciente que los contraiga o que dos según su magnitud. La clasificación más usual es la
haga fuerza para tratar de levantar los dedos. Se otorga un de Baden y Walker, que cuantifica el prolapso según su
valor de 0 a 5 (Cuadro 3). posición respecto al himen (Cuadro 4). La exploración
Se busca igualmente una incontinencia urinaria con los se efectúa en decúbito supino con esfuerzo de empuje
esfuerzos de defecación o de tos, con el prolapso consti- máximo. Esta clasificación se usa cada vez menos debido
tuido o reducido, en decúbito y en posición de pie. El a las exigencias de los estudios clínicos. En este sentido, la
prolapso puede reducirse con el espéculo o el tacto vagi- clasificación no permitiría hacer una comparación fiable
nal, pero tratando de no ejercer presión sobre la pared entre una paciente y otra.
vaginal anterior porque podría enmascarar las pérdidas Por esta razón, una nueva clasificación ha sido desarro-
urinarias por un efecto parecido al que produce la técnica llada por la International Continence Society [11] . Se trata
TVT (Tension-free Vaginal Tape). Si existen pérdidas, hay de la clasificación POP-Q, que estadifica el prolapso según

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Cuadro 4.
Clasificación de Baden y Walker (Baden, 1972).
Grado 0: posición normal del compartimento
Grado 1: descenso del compartimento hasta un punto medio D
entre su posición normal y el himen
Grado 2: descenso del compartimento hasta el himen 3cm C
Ba
Grado 3: exteriorización del compartimento fuera del himen
Grado 4: exteriorización máxima o eversión

Cuadro 5.
Aa
Clasificación POP-Q [11] .
Se hacen ocho mediciones con esfuerzo máximo y una Bp
medición en reposo (longitud vaginal total [tvl, total vaginal Ap
length]) tvl
Se mide la distancia entre los puntos y el himen. Los puntos
situados por encima del himen tienen un valor negativo
Pared vaginal anterior gh

Aa: punto situado a 3 cm del himen en la pared vaginal anterior. pb


Este punto corresponde artificialmente al cuello vesical. Por lo
Figura 8. Clasificación POP-Q.
tanto, sólo puede variar entre –3 (posición normal) y +3
Ba: punto más prolapsado de la pared vaginal anterior, situado Ecografía
entre Aa y el fondo de saco vaginal anterior. En situación
normal, se confunde con Aa de –3. Como máximo corresponde La ecografía pélvica debe efectuarse antes del trata-
a +tvl miento quirúrgico para no pasar por alto una patología
Pared vaginal posterior
endometrial. También puede ser útil en presencia de una
complicación o de una recidiva para visualizar la posición
Ap: punto situado a 3 cm del himen en la pared vaginal
de la prótesis y adaptar el tratamiento a su localización.
posterior. Por lo tanto, sólo puede variar entre –3 (posición
En caso de prolapso de grado 4, una ecografía vesi-
normal) y +3
correnal permite verificar la ausencia de repercusión del
Bp: punto más prolapsado de la pared vaginal posterior, situado prolapso sobre las vías excretoras urinarias.
entre Ap y el fondo de saco vaginal posterior. En situación
normal, se confunde con Ap de –3. Como máximo,
Resonancia magnética
corresponde a +tvl
Fondo vaginal La RM no debe efectuarse de manera sistemática. El
diagnóstico de prolapso es ante todo clínico. Sin embargo,
C: corresponde al cuello uterino o al fondo vaginal en caso de
la RM se puede hacer en caso de discordancia entre los
antecedente de histerectomía. Su valor está comprendido entre
–tvl y +tvl
síntomas y la exploración física, o bien en caso de antece-
dente de histerectomía o de cirugía del prolapso. Después
D: esta medida sólo se efectúa en presencia de cuello. Este
de una histerectomía puede ser difícil precisar los compar-
punto corresponde al fondo de saco vaginal posterior. Su valor
timentos afectados por el prolapso, sobre todo si éste es
también está comprendido entre –tvl y +tvl. Una gran
voluminoso.
diferencia entre C y D es signo de un alargamiento cervical
La RM permite un estudio morfológico. Se visualizan
Diafragma genital el útero, los anexos, la vejiga, los riñones, el rectosigmoi-
gh (hiato genital, genital hiatus): medición desde el medio del des y algunos músculos (elevadores del ano, esfínter anal).
meato uretral hasta las carúnculas himeneales Este estudio morfológico se acopla a un estudio dinámico.
pb (cuerpo perineal, perineal body): medición desde la horquilla Las mediciones efectuadas para determinar el nivel del
vulvar hasta el medio del ano prolapso no están consensuadas. Esto dificulta el análisis
Longitud vaginal total comparativo de las RM efectuadas por prolapso. Al prescri-
tvl: esta medición se efectúa en reposo bir una RM, es esencial informar bien a la paciente acerca
del desarrollo de la prueba y, sobre todo, de la necesidad
Las diversas mediciones permiten clasificar el prolapso en cinco
de colocar gel de ecografía en la vagina (50 ml) y el recto
grados:
(250 ml). La paciente se coloca en decúbito supino con las
Grado 0: ausencia de prolapso. Todas las medidas son normales piernas semiflexionadas. Se efectúan distintas secuencias:
Grado 1: la medida más distal se mantiene por encima del reposo, contracción, empuje gradual y empuje máximo.
himen ≥ –1 Es necesario que el radiólogo motive a la paciente durante
Grado 2: la medida más distal se sitúa entre –1 y +1 todo el examen. La evacuación del gel es indicio de la efi-
Grado 3: la medida más distal se sitúa entre +1 y tvl-2 cacia del empuje y permite visualizar el conducto anal. El
procedimiento dura unos 15-20 minutos.
Grado 4: la medida más distal se sitúa entre +(tvl-2) y +tvl
Permite precisar si existe un eritrocele, un hedrocele o
un prolapso rectal interno que han pasado inadvertidos
las medidas de los puntos fijos con relación al himen. El en la exploración física. También se puede determinar el
examen puede efectuarse en cualquier posición. Esta cla- carácter retencionista de un rectocele. Ante una recidiva
sificación tiene la ventaja de ser reproducible, pero hay del prolapso después del primer tratamiento quirúrgico,
que comprenderla bien (Cuadro 5) (Fig. 8). en algunos casos la RM hace posible la visualización de la
prótesis y del segmento afectado por el prolapso, lo que
puede ayudar a comprender las razones de la recidiva.
Pruebas complementarias
El diagnóstico del prolapso genital es clínico. Sin Estudio urodinámico
embargo, en algunos casos se necesita una ayuda diagnós- La evaluación urodinámica antes de una cirugía por
tica, sobre todo en presencia de sintomatología urinaria prolapso es controvertida. La exploración es poco repro-
y/o anorrectal y/o de antecedentes quirúrgicos. ducible y causa problemas de interpretaciones en caso de

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descenso de órgano. Debe efectuarse con el prolapso exte- También es útil para ayudar a precisar el mecanismo de
riorizado y reducido. La manera de reducir el prolapso un estreñimiento distal, sobre todo mediante la búsqueda
puede influir en los resultados de la evaluación urodiná- de los signos de disinergia anorrectal o de los trastornos
mica [65] . En caso de prolapso, la flujometría es anormal de la sensibilidad rectal. Aunque se usa de forma amplia
en un 50% de los casos, con bajo flujo y residuo pos- en estas indicaciones, su contribución real al diagnóstico
miccional [66] . El 50% de las pacientes con un prolapso funcional y a la decisión terapéutica es controvertida. En
de grado superior o igual a 2 tiene signos de obstrucción este sentido, algunos parámetros medidos mediante la
en el estudio urodinámico [67] . El prolapso puede aumen- MAR pueden apreciarse de manera fiable en la explora-
tar de forma artificial la presión de cierre uretral. Hasta ción física: la evaluación por tacto rectal de las presiones
el 40% de las pacientes con prolapso refieren pérdidas de reposo y de contracción correlaciona bien con los datos
de orina con los esfuerzos [68] . La exploración urodiná- manométricos [70] . Es probable que la utilidad de la MAR
mica sólo revela la incontinencia urinaria de esfuerzo en disminuya según la experiencia del médico que realiza la
el 70-75% de estas pacientes. Las pérdidas con el esfuerzo exploración física.
se determinan mediante la evaluación urodinámica en el Sin embargo, no todos los parámetros manométricos
50% de las pacientes que no manifiestan tener una incon- pueden ser evaluados clínicamente. Esto sucede, sobre
tinencia urinaria de esfuerzo [68] . Se entiende, por tanto, la todo, con los reflejos rectoanales inhibidor y constrictor,
dificultad para interpretar el estudio urodinámico en este así como con el estudio de la sensibilidad, del volumen
contexto. máximo tolerable y de la distensibilidad del recto.
En ausencia de sintomatología urinaria en la anamnesis La MAR no permite, por supuesto, el diagnóstico
y la exploración física, no es necesario hacer un estudio positivo de un prolapso genital, y ningún parámetro
urodinámico. Éste se recomienda en presencia de sínto- manométrico se asocia de forma específica en los pacien-
mas urinarios y, sobre todo, si se considera el tratamiento tes estreñidos [71] . Sin embargo, el objetivo es ayudar a
asociado de la incontinencia [69] . Permite informar a la determinar si el prolapso es la causa de un síntoma y detec-
paciente sobre el estado vesicoesfinteriano y los resultados tar posibles trastornos funcionales paucisintomáticos que
probables de la cirugía. podrían descompensarse por la cirugía.
Una situación frecuente es el diagnóstico de un rec-
Exploraciones digestivas tocele en el contexto del estudio de una disquecia. El
rectocele es una causa posible de estreñimiento distal,
Las exploraciones digestivas deben efectuarse en pero la presencia de un rectocele (incluso profundo) no
presencia de sintomatología digestiva (estreñimiento permite confirmar su responsabilidad exclusiva o prepon-
terminal, maniobras para facilitar la defecación, incon- derante. El rectocele puede estar asociado o, incluso, ser
tinencia anal). Estas pruebas permiten comprender mejor secundario a una disinergia anorrectal (defecto de relaja-
la causa de los síntomas y adaptar el tratamiento. ción, contracción paradójica de los músculos estriados del
Ecografía del esfínter anal piso pélvico que dificultan la evacuación rectal). En este
En caso de incontinencia de gases o heces debe buscarse caso, el tratamiento quirúrgico del rectocele no corrige la
un trastorno del esfínter anal. A veces es necesario tratar disquecia, por lo que preferentemente se propone la reha-
esta incontinencia antes de la cirugía del prolapso, ya que bilitación como primera o única medida. La MAR permite
un rectocele puede ocultar una parte de los síntomas y, en demostrar la disinergia y orientar la rehabilitación.
consecuencia, después de la cirugía la paciente corre un Además, el tratamiento quirúrgico de un prolapso geni-
riesgo de agravación de las sintomatología o, incluso, de tal y, sobre todo, de un rectocele puede provocar la
volverse incontinente. descompensación de una incontinencia anal en el caso
de una incompetencia esfinteriana sin clara expresión clí-
Manometría anorrectal (MAR) nica, en particular cuando la oculta el estreñimiento. Si la
La MAR es una exploración indolora que permite medir exploración física es insuficiente, la MAR puede propor-
las presiones del conducto anal y de la ampolla rectal. cionar elementos pronósticos del riesgo de incontinencia
Se efectúa mediante una sonda provista de sensores de anal postoperatoria.
presiones, introducida en el conducto anal y la parte baja
del recto. Defecografía
En la MAR de alta resolución (MARHR) se usa una sonda Es un método radiológico convencional que permite
provista de 256 sensores electrónicos que hacen posible reproducir la defecación. Es indolora y en general bien
una cartografía de las presiones del conducto anal y su aceptada por la paciente si recibe información clara. El
reconstrucción tridimensional en reposo, contracción y recto y la vagina se opacifican con pasta de sulfato de
esfuerzo. El coste de la MARHR es más elevado, y hasta la bario. También sería conveniente opacificar el intestino
fecha no se ha demostrado que su rendimiento terapéu- delgado, mediante la ingestión de bario diluido alrededor
tico sea mayor que el de la manometría clásica. de 1 hora antes de la exploración, para buscar un ente-
Cualquiera que sea el material utilizado, la MAR per- rocele. La opacificación vesical retrógrada es igualmente
mite medir los parámetros siguientes: presión de reposo invasiva y se practica rara vez desde el desarrollo de la
de la parte alta del conducto anal (que depende sobre todo defeco-RM.
del esfínter anal interno) y de su parte baja (que depende La filmación de la evacuación rectal es lateral y, en pocos
sobre todo del esfínter anal externo), presencia, amplitud casos, anteroposterior. Permite visualizar los diversos tras-
y modulación de los reflejos rectoanales inhibidor (RRAI) tornos de la estática pélvica posterior: prolapso rectal o
y constrictor, contracción refleja del esfínter anal ante la procidencia interna del recto, rectocele y elitrocele, que
tos, duración y amplitud del aumento de presión durante puede incluir un enterocele o un sigmoidocele.
la contracción voluntaria del conducto anal y capacidad También es una prueba de imagen funcional que contri-
de relajación del conducto anal durante el esfuerzo para buye a demostrar la responsabilidad de un prolapso como
defecar. La distensión intrarrectal del balón situado en el causa de un síntoma, sobre todo de la disquecia: además
extremo de la sonda permite, además de buscar el RRAI, de la visualización y la medición del prolapso genital pos-
estudiar la sensibilidad rectal al medir el volumen de la terior, la defecografía permite demostrar una disinergia
primera sensación y de la urgencia. La continuación de la anorrectal y apreciar el carácter retencionista de un recto-
distensión permite medir el volumen máximo tolerable y cele, definido por la persistencia del medio de contraste
calcular la distensibilidad rectal. en el rectocele al final de la evacuación rectal. Estos ele-
La MAR se practica con frecuencia en caso de incon- mentos pueden ayudar a formular la indicación quirúrgica
tinencia anal porque permite un estudio global, aunque ante un rectocele demostrado en el contexto del estudio
algo impreciso, de los parámetros de esta incontinencia. de una disquecia. La responsabilidad de un rectocele como

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origen de una disquecia es más probable si dicho recto-


cele es profundo, retencionista y no hay riesgo asociado
 Tratamiento
de disinergia anorrectal. Cabe señalar que cualquier tratamiento, con más razón
No hay consenso sobre la indicación de la defecogra- si es invasivo, sólo debe proponerse a las pacientes con
fía en el caso de un prolapso cuyo diagnóstico positivo síntomas vinculados al prolapso.
se basa sobre todo en la exploración física. Como en la
MAR, el aporte de la defecografía con relación a los datos
de la exploración física es controvertido y depende de la Tratamiento médico
experiencia del médico. Aunque el valor predictivo de la
exploración física para el diagnóstico de rectocele es alto, Estrogenoterapia tópica
es sin embargo más bajo para el diagnóstico de enterocele, Este tratamiento se prescribe a veces en pre y postope-
de procidencia interna del recto o incluso de prolapso rec- ratorio para mejorar la calidad de los tejidos vaginales. Sin
tal, y más bajo aún para el de sigmoidocele. En caso de embargo, no se ha efectuado ningún estudio con alto nivel
diagnóstico clínico de rectocele, no es infrecuente que un de evidencia, y se dispone de muy pocos datos publicados
elitrocele contribuya más que el rectocele en el volumen sobre este tratamiento. En un estudio aleatorizado se ha
del colpocele posterior. comparado el grosor de la vagina con o sin estrogenotera-
Datos concordantes de las publicaciones remiten a pia tópica preoperatoria en pacientes con un prolapso de
la presencia de un colpocele posterior, de anteceden- grado POP-Q superior o igual a 2 [73] . No se observó nin-
tes de cirugía abdominopélvica y de la existencia de guna diferencia entre ambos grupos. Una revisión de la
estreñimiento como las indicaciones preferentes de la Cochrane Database concluyó en la necesidad de evaluar
defecografía en la evaluación de un prolapso. este tratamiento con ensayos aleatorizados [16] . La estro-
El desarrollo de la defeco-RM plantea la cuestión de la genoterapia no se recomienda para la prevención de las
utilidad respectiva de ambas técnicas [72] . No hay consenso exposiciones protésicas en ausencia de datos fiables [74] .
entre los equipos especializados sobre el lugar respectivo
de la defecografía convencional y la defeco-RM. Las venta-
jas principales de la RM son la ausencia de irradiación y el
Pesarios
estudio de los niveles pélvicos, así como de las estructuras Una de las alternativas al tratamiento quirúrgico del
extraluminales, sobre todo musculares. Las ventajas prin- prolapso es la colocación de un pesario. Existen diversos
cipales de la defecografía convencional son el bajo coste tipos de pesarios (anillo, cubo, dónut, etc.). Unos se dejan
y el estudio más fisiológico de la defecación en posición colocados durante algunos meses y otros son insertados y
sentada. Las dos técnicas producen a menudo resulta- retirados a diario por la paciente. Históricamente, se pro-
dos parecidos cuando los operadores son experimentados ponían a pacientes mayores a las que no se quería exponer
y trabajan en un equipo multidisciplinar. Además, pue- al riesgo quirúrgico. Si bien existen numerosos prejuicios
den ser complementarias. Algunos autores señalan una respecto a estos dispositivos, también se pueden propo-
mayor sensibilidad de la defecografía para el diagnóstico nerse a pacientes jóvenes. Sin embargo, el pesario es mejor
de los elitroceles, con o sin contenido intestinal, de las aceptado por las mujeres ancianas [75] . Una de las dificulta-
procidencias internas del recto y del descenso perineal. des es encontrar el tamaño adecuado para cada paciente.
Además, los trastornos de la estática pélvica se subes- Pueden ser necesarios varios ensayos hasta encontrar el
timan si la evacuación rectal es incompleta, lo que es dispositivo correcto. El pesario debe ser colocado en la
más frecuente en la defeco-RM que en la defecografía consulta. Se solicita a la paciente que se ponga de pie y
convencional. haga fuerza para verificar que esté bien colocado. Cuando
La defecografía convencional debería preferirse, por el tamaño es adecuado y el pesario se conserva en su sitio
tanto, a la defeco-RM en caso de prolapso posterior aso- al menos 1 mes, el 86% de las pacientes continúa el trata-
ciado a disquecia. miento [76] .
Una de las indicaciones principales es el prolapso
anterior o medio. En este sentido, la mayoría de estos dis-
positivos, que tienen forma de anillo, se colocan en el
“ Punto importante fondo de saco vaginal por detrás y debajo de la sínfisis del
pubis por delante. Por esta razón, resultan poco eficaces
en las pacientes con un prolapso posterior de grado 3 o
Qué pruebas complementarias hay que 4 [75] .
efectuar y por qué Uno de los obstáculos para la colocación de un pesa-
• Ecografía pélvica en caso de: rio puede ser la vida sexual. El pesario podría alterar la
– metrorragias o menorragias; imagen de la feminidad y afectar la vida sexual, que a
– antes de un tratamiento quirúrgico. menudo ya está perturbada a causa del prolapso. En un
• Ecografía renal en caso de: estudio observacional se ha verificado una mejora de la
calidad de vida sexual de las pacientes (edad promedio
– disuria;
de 70 años) después de 3 meses de tratamiento con un
– cistocele grande con duda sobre el vaciado pesario [77] . Las pacientes sexualmente activas a menudo
vesical. seguirían el tratamiento con pesario durante más tiempo
• RM dinámica en caso de: que las demás [77, 78] . Por lo tanto, la actividad sexual es
– discordancia entre la exploración física y las compatible con el uso de un pesario. Algunos dispositivos
sintomatología; (pesario en forma de cubo) deben retirarse antes de man-
– antecedentes de histerectomía o de cirugía tener relaciones sexuales [77] . Se recomienda tranquilizar
del prolapso. a las pacientes.
• MAR en caso de: Un pesario se puede usar para predecir los resultados
– incontinencia anal; de una corrección quirúrgica del prolapso o la aparición
postoperatoria de una incontinencia urinaria. Chaikin
– estreñimiento terminal;
et al han efectuado un estudio urodinámico con un
– disquecia. pesario en 24 pacientes que debían ser operadas por un
• Defecografía en caso de: prolapso [79] . Descubrieron un 58% de incontinencias
– estreñimiento terminal; urinarias de esfuerzo. Las pacientes que no tenían incon-
– disquecia. tinencia urinaria de esfuerzo oculta no la desarrollaron
después de la cirugía. A las que tenían una incontinencia

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urinaria de esfuerzo oculta (14 pacientes) se les colocó una Cuadro 6.


banda suburetral. Dos de ellas presentaron incontinencia Diferentes estrategias quirúrgicas.
urinaria de esfuerzo en el postoperatorio. Promontofijación Cirugía vaginal con Cirugía vaginal
Las complicaciones vinculadas al uso de un pesario son tejidos nativos protésica
infrecuentes si el seguimiento se efectúa de forma regular.
La complicación más frecuente es la incomodidad gene- Preferentemente Ápex Ápex
rada por el dispositivo en el 2-33% de los casos [76, 80] . En el por vía – Richter o Richardson – Sacroespinofi-
3-9% de los casos se observan erosiones vaginales [76, 81] . El laparoscópica Compartimento anterior jación por vía
tratamiento consiste en la retirada del pesario y la aplica- Prótesis anterior – Campbell anterior o
± posterior – Suspensión lateral al posterior
ción tópica de estrógenos. También se observan algunos
(sistemática o en arco tendinoso Compartimento
casos de incarceración o de fístulas vesicovaginales o rec-
caso de rectocele) – Plicatura de la fascia anterior
tovaginales, pero casi siempre en pacientes mayores no
± douglasectomía de Halban – Prótesis
seguidas regularmente y en las que el pesario no ha sido (en caso de Compartimento posterior subvesical
retirado nunca [82] . elitrocele) – Miorrafia de los Compartimento
Está claro que el uso de un pesario forma parte del tra- ± rectopexia (en elevadores posterior
tamiento del prolapso y debe proponerse a las pacientes caso de prolapso – ± plicatura de la – Prótesis
en todos los casos. La calidad de vida sexual mejora en intrarrectal) fascia prerrectal prerrectal
un sentido amplio. A veces permite retrasar la interven- ± miorrafia de los Elitrocele – Miorrafia de los
ción quirúrgica y puede ser una «solución de espera» hasta elevadores (en – ± douglasectomía elevadores
lograr un embarazo. Además, es una buena prueba tera- caso de rectocele ± plicatura de la
péutica antes de la cirugía. bajo no tratado fascia prerrectal
con la prótesis Elitrocele
Kinesiterapia de rehabilitación perineal prerrectal colocada – prótesis
por vía alta) posterior ±
El objetivo de la rehabilitación perineal es mejorar la douglasectomía
fuerza y la duración de la contracción de los músculos del
piso pélvico, con el fin de mejorar el soporte de los órganos cación de una prótesis por vía alta o por vía vaginal. En
de la pelvis. En pocos estudios de alto nivel de evidencia se realidad, el tratamiento quirúrgico del prolapso genital
ha evaluado la eficacia de la rehabilitación perineal sobre supone diversas intervenciones que deben considerarse
el grado del prolapso y los síntomas. En una revisión de en función de cada paciente. Los casos difíciles se analizan
la Cochrane de 2011 sólo se encontraron seis ensayos [83] . en una reunión de concertación multidisciplinar. Aquí se
En cuatro estudios se ha comparado un grupo de pacien- considerarán las diversas estrategias terapéuticas. Las téc-
tes tratados mediante rehabilitación sola con un grupo de nicas quirúrgicas se desarrollan en un artículo específico.
control, y en dos estudios se han comparado pacientes
operadas de prolapso con o sin rehabilitación postopera-
Vía alta o vía vaginal
toria. Las conclusiones son que la rehabilitación, sola o
asociada al tratamiento quirúrgico, disminuiría el grado Para el tratamiento quirúrgico del prolapso genital hay
y la intensidad del prolapso. En un ensayo aleatori- tres alternativas posibles: la promontofijación o sacro-
zado reciente se han comparado 225 pacientes tratadas colpopexia (vía laparoscópica o laparotómica), la cirugía
mediante rehabilitación sola con un grupo de control vaginal con tejidos autólogos y la cirugía vaginal con
de 222 pacientes [84] . Todas ellas tenían un prolapso de refuerzo protésico. Los datos publicados hasta la fecha no
grado 1-3. Las pacientes del grupo de rehabilitación pre- permiten establecer una conducta basada en la evidencia.
sentaban de manera significativa menos síntomas al cabo Las técnicas quirúrgicas del prolapso, ya sea por vía alta
de 1 año de seguimiento. Sin embargo, son necesarios o por vía vaginal, no están estandarizadas. Hay comercia-
estudios de amplio alcance para precisar el lugar de la lizados diferentes materiales protésicos. La gran variedad
rehabilitación en el tratamiento del prolapso genital. de estos materiales protésicos dificulta las comparaciones
entre ellos.
Lo cierto es que la promontofijación disminuye el riesgo
Tratamiento quirúrgico (Cuadro 6) de recidiva de un prolapso del compartimento medio,
comparada con las otras técnicas quirúrgicas por vía vagi-
El 11-20% de las mujeres serán operadas de un pro-
nal con o sin prótesis [85] . Sin embargo, estas conclusiones
lapso [1, 2] . Las recidivas siguen siendo frecuentes y generan
se basan en un solo ensayo aleatorizado sobre la cirugía
la necesidad de una reintervención en alrededor del 30%
protésica por vía vaginal. Aunque el riesgo de recidiva
de los casos [1] . No existe una solución quirúrgica única
parece ser menor por vía alta, la duración de la cirugía es
para todas las pacientes. El tipo de cirugía depende de
más larga y se tarda más en volver a las actividades. Para el
muchos factores como la edad, la actividad sexual, los
tratamiento del prolapso del compartimento anterior, el
antecedentes, el deseo de preservar la fertilidad, los com-
uso de material protésico disminuye el riesgo de recidiva
partimentos afectados por el prolapso, el grado de éste,
con independencia de la vía de acceso [85] . La interposición
los síntomas, etc. La cirugía convencional por vía vaginal
de material protésico para el tratamiento de los rectoceles
sin prótesis tiene un riesgo elevado de recidivas, lo que
no ha demostrado su superioridad [85] .
explica el desarrollo de la cirugía protésica con el propó-
sito de reforzar un tejido debilitado. La cirugía con prótesis Promontofijación
ha demostrado su superioridad para prevenir las recidi- La promontofijación ha demostrado su superioridad en
vas. Sin embargo, la colocación de prótesis por vía vaginal términos de recidivas de los prolapsos apicales. Consiste
es muy controvertida debido a las complicaciones des- en colocar una prótesis intervesicovaginal, asociada o no
critas. En 2011, la Food and Drug Administration (FDA) a una prótesis interrectovaginal fijada al ligamento pre-
formuló una advertencia respecto al uso de las prótesis por vertebral del promontorio sacro con el fin de suspender
vía vaginal. Recomendaba la realización de ensayos clíni- el ápex (fondo vaginal o cuello uterino) y tratar un posi-
cos de amplio alcance para evaluar esta cirugía. Después ble cistocele y/o rectocele. La técnica quirúrgica no está
de esta advertencia estadounidense, algunos kits protési- estandarizada (tipo de prótesis, sitios y medios de fijación
cos han sido retirados del mercado. Un refuerzo protésico [grapas reabsorbibles o no, grapadoras, hilos]). La laparo-
también se puede hacer por vía alta. Se trata de la pro- scopia es preferible a la laparotomía. Ambas vías de acceso
montofijación, que en la actualidad es el tratamiento de serían equivalentes en cuanto al resultado anatómico,
referencia [85] . Sin embargo, esta intervención no carece pero la vía laparoscópica genera menos hemorragia y la
de riesgos, y en pocos estudios se ha comparado la colo- hospitalización es más corta [86] . Además, ha demostrado

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sus beneficios en otras indicaciones, como las histerecto- y/o rectovaginal. Para limitar los riesgos infecciosos, debe
mías, con menor duración de hospitalización y una vuelta usarse como material protésico por vía vaginal el poli-
más rápida a las actividades diarias. Otra ventaja de la propileno monofilamento. La técnica quirúrgica está bien
laparoscopia es el acceso al espacio rectovaginal, que a estandarizada. La cirugía vaginal protésica presenta sobre
veces resulta mucho menos sencillo por laparotomía. todo la ventaja de reducir el tiempo quirúrgico y de poder
Aunque la promontofijación es una excelente técnica efectuarse con anestesia locorregional, disminuyendo a
para los prolapsos del ápex, puede presentar límites en la vez los riesgos de recidivas de la cirugía vaginal con
caso de cistoceles amplios con defecto de suspensión tejidos nativos. Los prolapsos apicales se tratan preferente-
lateral. En este sentido, la disección intervesicovaginal mente mediante la colocación de una prótesis subvesical
no puede extenderse muy lateralmente por vía alta. Lo con sacroespinofijación por vía anterior, lo que permite
mismo sucede en caso de rectocele bajo, debido a la difi- tratar un cistocele asociado. En caso de rectocele, la inter-
cultad que puede presentar una disección del tabique posición de una prótesis no ha demostrado ser superior a
rectovaginal hasta el periné por vía alta. Para tratar los una cirugía con tejidos autólogos. Por lo tanto, para tratar
rectoceles bajos puede asociarse una miorrafia de los eleva- un rectocele asociado se puede practicar una técnica con
dores por vía vaginal. Es la técnica de elección en presencia o sin prótesis.
de un prolapso intrarrectal. En este caso, la prótesis pos-
terior se fija al recto. El tratamiento del elitrocele suele Necesidad de una histerectomía
basarse en la exclusión del fondo de saco de Douglas,
El prolapso apical es producto de una debilidad de los
resultado de la colocación de la prótesis posterior aso-
medios de suspensión y de soporte. Por lo tanto, extirpar
ciada a la peritonización, aunque en caso de elitrocele
el útero no impide el prolapso del fondo vaginal restante.
voluminoso puede ser necesaria una douglasectomía. La
Prueba de ello son los prolapsos apicales consecutivos a
promontofijación provocaría menos dispareunia que las
una histerectomía. Si existe una patología uterina, al tra-
técnicas por vía vaginal, y por esta razón es preferible en
tamiento del prolapso debe asociarse una histerectomía.
la paciente joven que no desea un embarazo (cf infra).
En los otros casos, la decisión entre histerectomía y con-
Cirugía por vía vaginal con tejidos autólogos servación uterina es menos evidente. En todos los casos
Una de las ventajas de la cirugía vaginal es que puede hay que descartar previamente una patología endome-
practicarse con anestesia locorregional. Esto permite dis- trial. En caso de preservación uterina, no se conoce el
minuir el riesgo anestésico, que en algunas pacientes es porcentaje de pacientes que más adelante deberán some-
considerable. Para tratar un prolapso por vía vaginal sin terse a una histerectomía. Su práctica prolonga la duración
prótesis hay diversas técnicas quirúrgicas. Aquí no se men- de la cirugía, provoca más hemorragias y alarga la con-
cionan todas las técnicas existentes, sino sólo las que usan valecencia. En un estudio prospectivo no aleatorizado,
los autores de este artículo. En la mayoría de los casos, esta Hefni et al han comparado dos grupos de pacientes con
cirugía autóloga debe asociar diversos artificios con el fin sacroespinofijación, uno de ellos con preservación ute-
de tratar todos los niveles afectados por el prolapso. Las rina y el otro con histerectomía [87] . Los resultados eran
recidivas serían más frecuentes después de la cirugía sin comparables en términos de recidiva con 3 años de segui-
prótesis de un prolapso anterior. miento de promedio. Los resultados de diversos estudios
Tratamiento del compartimento medio. El prolapso son difícilmente analizables, ya que la comparación entre
apical se trata mediante una sacroespinofijación o inter- histerectomía y conservación uterina suele hacerse entre
vención de Richter en presencia de un antecedente de grupos de pacientes que no han tenido la misma vía de
histerectomía o cuando se asocia la extirpación del útero. acceso, o bien entre una histerectomía sola sin fijación de
Se trata de fijar el fondo vaginal al ligamento sacroespi- la cúpula vaginal y una histeropexia [88] .
noso para reposicionar el ápex a la altura de las espinas Lo cierto es que la práctica de una histerectomía total
isquiáticas (posición fisiológica). Si se preserva el útero, debe evitarse cuando se coloca material protésico, ya sea
los ligamentos uterosacros se fijan al ligamento sacroespi- por vía vaginal o por vía alta. En este sentido, se ha
noso según la técnica de Richardson, preferentemente en observado que la histerectomía aumenta los riesgos de
las pacientes jóvenes con deseos de embarazo (cf infra). exposición debido a la abertura vaginal. En cambio, la
Tratamiento del compartimento anterior. La histerectomía subtotal es muy posible si se realiza una pro-
sacroespinofijación se añade al tratamiento de un cisto- montofijación. En ningún estudio se han comparado los
cele y/o rectocele asociado. Cuando en el mismo tiempo resultados de la promontofijación, ya sea asociada a una
quirúrgico se efectúa una histerectomía total, el cistocele histerectomía subtotal o a una conservación uterina.
puede tratarse con el artificio de Campbell, que consiste
en cruzar los ligamentos uterosacros y fijarlos debajo de la Casos particulares
sínfisis del pubis. Si se preserva el útero, puede efectuarse Tratamiento del prolapso en la mujer joven (Fig. 9)
una plicatura de la fascia de Halban o una suspensión
Un prolapso en una mujer joven es signo de una fragi-
lateral a los arcos tendinosos de la fascia pélvica cuando
lidad particular de los tejidos y es probable que el riesgo
existe un defecto lateral.
de recidiva después del tratamiento esté aumentado. Para
Tratamiento del compartimento posterior. La
su tratamiento hay que tener en cuenta el deseo de emba-
mayoría de las veces, el tratamiento del compartimento
razo y los riesgos de recidiva, preservando a la vez una
medio permite tratar el rectocele. En caso de rectocele
calidad de vida sexual satisfactoria. El tratamiento quirúr-
bajo, es necesario asociar una miorrafia de los elevadores.
gico debe retrasarse lo máximo posible, ya que, debido a la
Si esto no basta, se puede efectuar una plicatura de la
edad y a los posibles partos posteriores, los riesgos de una
fascia prerrectal.
reintervención por recidiva son mayores, por lo que antes
En caso de elitrocele asociado se debe realizar una dou-
del tratamiento habrá que considerar las posibilidades de
glasectomía.
cirugía secundaria. La rehabilitación y el tratamiento con
Caso particular: técnica de Lefort. La técnica de
pesario deben proponerse como primera elección. Estos
Lefort consiste en cerrar la vagina al nivel del orificio
tratamientos permitirían retrasar la cirugía, sobre todo
vulvar. Esta cirugía puede efectuarse con anestesia local.
si existe un deseo de embarazo. En la mujer joven, el
Sólo debería reservarse para las pacientes de edad muy
pesario debe proponerse como un tratamiento de espera
avanzada, con alto riesgo quirúrgico y anestésico, que no
que le permita vivir sin molestias en espera de quedar
mantienen relaciones sexuales.
embarazada. A veces existe un prejuicio contra este dis-
Cirugía vaginal con refuerzo protésico positivo, ya que las pacientes suelen considerarlo como
El principio reside en reforzar los tejidos debilitados con un tratamiento de la mujer mayor, lo cual podría cau-
material protésico interpuesto en el espacio vesicovaginal sar dificultades de aceptación. Se prescribe sobre todo el

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Figura 9. Propuesta de tratamiento del prolapso


Mujer joven
genital de la mujer joven.

Deseo de Sin deseo de


embarazo embarazo

Kinesiterapia +
< 40 años > 40 años
pesario

Persistencia de Intervención de
Ausencia de Promontofi-
los síntomas Richardson o
síntomas jación
o negativa promontofijación

Tratamiento
Intervención de
quirúrgico después
Richardson
del embarazo

pesario con forma de cubo, que la paciente puede insertar del prolapso. La paciente debe ser informada de este riesgo
y retirar como lo haría con un tampón. El pesario se puede antes de la intervención. Aunque el tratamiento preven-
usar también durante el embarazo para aliviar los sínto- tivo de una incontinencia urinaria de esfuerzo ausente
mas. Ante la posibilidad de un tratamiento quirúrgico en en preoperatorio es controvertido, la cuestión también
una paciente con deseo de embarazo, se prefiere la cirugía se plantea ante una incontinencia urinaria de esfuerzo
por vía vaginal sin refuerzo protésico con el fin de reservar sintomática o revelada por la reducción del prolapso
este recurso posible en caso de recidiva. Se propone sobre (incontinencia oculta). Las publicaciones al respecto son
todo una intervención de Richardson. El principio que difíciles de analizar, ya que existen pocos estudios con un
permite preservar todas las posibilidades de embarazo es alto nivel de evidencia y los datos son muy heterogéneos.
fijar el istmo uterino o los ligamentos uterosacros al liga- Es probable que haya tres poblaciones distintas: las
mento sacroespinoso. La intervención de Manchester no pacientes asintomáticas en preoperatorio sin incon-
está indicada en la mujer joven, ya que la amputación del tinencia urinaria de esfuerzo revelada, las pacientes
cuello puede ser la causa de una estenosis ístmica secun- asintomáticas con incontinencia urinaria de esfuerzo
daria, con fertilidad disminuida y aumento del índice de revelada por la reducción del prolapso y las pacientes
abortos espontáneos [89, 90] . Si la paciente no desea más sintomáticas en preoperatorio. En las pacientes asinto-
embarazos, un tratamiento mediante promontofijación máticas antes de la cirugía, Van der Ploeg et al han
puede considerarse como primera elección. Por precau- encontrado significativamente menos incontinencia uri-
ción, la cirugía por vía baja con refuerzo protésico no debe naria de esfuerzo en postoperatorio tras efectuar una
efectuarse en la mujer joven debido a los riesgos de expo- cirugía combinada [91] . Sin embargo, habría que tratar a
sición protésica y de dispareunia secundaria. En caso de seis pacientes de forma preventiva con el fin de prevenir
embarazo, un parto por vía baja puede aceptarse en caso una incontinencia urinaria de esfuerzo de novo en una
de antecedente de cirugía no protésica, informando bien a paciente, y a 20 pacientes para evitar que una paciente
la paciente sobre un probable aumento del riesgo de reci- tenga que recibir de forma secundaria una banda subu-
diva. En presencia de antecedente de promontofijación, retral. En las pacientes tratadas de forma preventiva, por
para limitar este riesgo quizá sea más prudente efectuar tanto, el beneficio sería menor, y los riesgos postoperato-
un parto programado por cesárea. rios resultarían más altos. En las pacientes asintomáticas
con incontinencia urinaria de esfuerzo oculta, la cirugía
Tratamiento de un prolapso rectal
combinada permite reducir de forma significativa el riesgo
Hay distintos grados de prolapso rectal en el conducto de incontinencia urinaria de esfuerzo del 52 al 22%. El
anal. Éste se trata sólo cuando el prolapso se encaja en tratamiento preventivo a tres pacientes con incontinencia
el conducto anal y es responsable de síntomas. El tra- urinaria de esfuerzo oculta permitiría evitar a una paciente
tamiento se puede hacer por vía transanal, vaginal o la aparición de una incontinencia urinaria de esfuerzo de
abdominal. Por vía transanal se trata de la intervención novo [91] . En sólo dos estudios se ha comparado la cirugía
de Longo-Starr, que consiste en resecar la parte prolap- combinada o no en pacientes asintomáticas. En uno de
sada del recto y realizar una anastomosis por grapado. Por ellos se observó una disminución del riesgo de inconti-
vía vaginal o por vía alta, se puede hacer una rectopexia nencia urinaria de esfuerzo postoperatorio del 23 al 5%.
gracias a una prótesis interrectovaginal suturada al recto En el segundo no se observó ninguna diferencia entre
lo más alto posible. Esta técnica está poco evaluada por ambos grupos, pero incluía un bajo número de partici-
vía vaginal. pantes y comparaba una sacrocolpopexia asociada o no a
Tratamiento de un hedrocele una intervención de Burch [91] .
El hedrocele se trata como un prolapso rectal, con exclu- Por lo tanto, en el preoperatorio seguramente haya
sión del fondo de saco de Douglas mediante una prótesis que asociar un tratamiento preventivo en las pacientes
con o sin una douglasectomía asociada. sintomáticas o en las que se detecta una incontinencia
urinaria de esfuerzo oculta. En cambio, la relación bene-
Necesidad de tratar una incontinencia ficio/riesgo podría ser desfavorable en el preoperatorio
en las pacientes asintomáticas. En todos los casos, antes
urinaria de esfuerzo asociada del tratamiento de una incontinencia urinaria de esfuerzo
Una incontinencia urinaria de esfuerzo de novo se pro- concomitante al prolapso debe efectuarse un estudio uro-
duce en alrededor del 10% de los casos después de cirugía dinámico.

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Complicaciones hasta provocar una recidiva, incluso dolor. El diagnós-


tico es clínico y se establece al palpar la zona retraída,
Complicaciones peroperatorias
a veces con reproducción del dolor. El tratamiento de
Las complicaciones vinculadas a la cirugía del prolapso las retracciones es la exéresis amplia de la zona de
difieren según la vía de acceso y el uso o no de material retracción.
protésico. Globalmente, se trata de las mismas complica- Una complicación excepcional es la compresión rectal
ciones peroperatorias, sea cual sea el tipo de cirugía, con por la prótesis [96] . Esto puede ocurrir en caso de tensión
un índice de lesión vesical del 0,4-1%, un índice de com- excesiva sobre los brazos protésicos posteriores. El trata-
plicaciones ureterales del 0,1-0,3% y un índice de lesión miento es quirúrgico y consiste en la ablación del material
rectal del 0,3-0,5% [92] . En el caso de una lesión vesical protésico responsable de la compresión.
mínima, el material protésico se puede colocar con una Las dispareunias postoperatorias pueden deberse o no
sutura de buena calidad alejada de los meatos ureterales. a la retracción del material protésico. La prótesis no
En cambio, en caso de herida rectal no se recomienda colo- siempre es la causa del dolor, y la cirugía no protésica
car una prótesis [74] . Las complicaciones hemorrágicas son con tejidos autólogos no previene esta complicación.
poco frecuentes y conciernen sobre todo a los espacios Por el contrario, en la revisión Cochrane es significa-
de disección. Hay que prestar una atención particular a la tivamente mayor la cantidad de dispareunias después
disección del promontorio, ya que cerca o por encima de de sacroespinofijación que de promontofijación [85] . No
éste pueden pasar los vasos ilíacos. habría ninguna diferencia entre el tratamiento de un
cistocele con prótesis vaginal o mediante colporrafia
Complicaciones postoperatorias anterior [97] .
Hematoma postoperatorio. Un hematoma puede Infección protésica. En una cirugía por vía vaginal, la
formarse a partir de una hemorragia en los planos de disec- prótesis debe ser de polipropileno monofilamento debido
ción. Si la paciente se encuentra hemodinámicamente a su bajo riesgo de infección. Por vía alta pueden usarse
estable, no tiene infección y el hematoma no comprime dos tipos de material: polipropileno y poliéster [74] . La
los órganos adyacentes, basta con una vigilancia simple. infección de la prótesis es un accidente infrecuente. En
En caso de hemorragia activa detectada mediante una una serie de 524 prótesis colocadas por vía vaginal se ha
tomografía computarizada con inyección de medio de encontrado un solo caso (0,2%) [96] . Cuando la prótesis
contraste, la embolización del vaso lesionado es la pri- está infectada, el tratamiento es la exéresis completa del
mera opción terapéutica. La prótesis puede dejarse en su material. El mayor riesgo infeccioso es la espondilodisci-
sitio si no hay infección. tis, una infección del cuerpo y el disco vertebral después
Oclusión intestinal. La oclusión intestinal puede ser de promontofijación. Esta complicación es infrecuente,
una complicación postoperatoria, sobre todo de la pro- pero puede provocar graves secuelas funcionales. El diag-
montofijación. Para evitarla se recomienda realizar una nóstico es clínico, ante una paciente con dolores lumbares
peritonización correcta por encima de la prótesis. Según y un antecedente de promontofijación. El diagnóstico se
las publicaciones, las oclusiones después de una promon- puede confirmar con una RM. Sin embargo, los signos en
tofijación alcanzan el 0,3-4% [93, 94] . las pruebas de imagen pueden aparecer de forma más tar-
Exposición de la prótesis. Al colocar una prótesis, la día que los dolores. El plazo entre la promontofijación
complicación postoperatoria más frecuente es la exposi- y la espondilodiscitis es variable entre varias semanas y
ción vaginal protésica, con índices que serían superiores algunos años. El tratamiento es médico-quirúrgico con
cuando la prótesis se coloca por vía vaginal. Esto proba- antibioticoterapia parenteral, ablación del material pro-
blemente se explique por la abertura vaginal. Según las tésico y fijación de éste al ligamento lo antes posible. El
publicaciones, los índices de exposición tras la colocación tratamiento se completa mediante rehabilitación. Aun-
de prótesis por vía vaginal varían de forma considerable, que se la describe como una complicación excepcional, en
pasando del 0 al 15%. Es probable que la variación de estos numerosas series de promontofijación se señala un caso
índices dependa mucho de la experiencia del cirujano [95] . de espondilodiscitis [98] .
Después de una promontofijación, el índice de exposición
protésica varía más bien del 1 al 5%.
Estas exposiciones se pueden diagnosticar mediante
una exploración física sistemática o a partir de sintomato-
logía orientadora, como leucorrea abundante, dispareunia
o dolor pélvico. Puede prescribirse tratamiento médico
“ Punto importante
con estrógenos tópicos si la superficie expuesta es limi-
tada y no hay síntomas. El tratamiento quirúrgico consiste Información preoperatoria
en retirar por vía vaginal la mayor cantidad de material • Riesgo de recidiva con necesidad de una rein-
expuesto. En un primer tiempo no sería necesario extraer tervención en un plazo indeterminado ≈ 10-15%
toda la prótesis si ésta es de polipropileno, ya que el riesgo (cirugía protésica)
infeccioso es bajo. • Riesgo de incontinencia urinaria de esfuerzo de
Erosión en un órgano hueco. La exposición de la
prótesis en la vejiga o el recto es un accidente infrecuente.
novo con necesidad de una reintervención ≈ 10%
Hay que pensar en una erosión vesical en caso de infec-
• Riesgo de exposición protésica del 2% (vía alta)
ciones urinarias de repetición, de cálculos vesicales, de y del 5% (vía baja)
hematuria o de urgencia miccional después de una cirugía • Riesgo quirúrgico:
protésica. El diagnóstico se establece mediante una cisto- – lesión vesical: 1%;
scopia. El tratamiento consiste en una exéresis amplia de – lesión rectal: 0,5%;
la prótesis para evitar el riesgo de recidiva o de síntomas – riesgo de laparoconversión (promontofija-
persistentes. La vía de acceso depende de la localización ción).
y del tamaño de la exposición, así como de la localiza- • No levantar objetos pesados durante los 2 meses
ción respecto a los meatos ureterales. La exposición rectal
siguientes a la cirugía
podría provocar rectorragia, necesidad imperiosa de defe-
• No tomar baños de inmersión ni mantener rela-
car y disquecia. El diagnóstico se puede hacer mediante
un tacto rectal o, incluso, una rectoscopia. La exéresis se ciones sexuales hasta la consulta postoperatoria,
realiza por vía transvaginal y/o transrectal. que se lleva a cabo alrededor de 6 semanas des-
Retracción protésica/dispareunia/compresión rec- pués de la cirugía
tal. El material protésico puede retraerse sobre sí mismo

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E – 290-A-10  Prolapsos genitales

 Conclusión [18] Swift S, Woodman P, O’Boyle A, Kahn M, Valley M,


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distribution, clinical definition, and epidemiologic condi-
El prolapso genital es una patología multifactorial y
tion of pelvic organ support defects. Am J Obstet Gynecol
compleja cuya fisiopatología no se conoce totalmente. Se 2005;192:795–806.
trata de una patología frecuente, y el número de pacientes [19] Kudish BI, Iglesia CB, Gutman RE, Sokol AI, Rodgers AK,
debería aumentar debido al envejecimiento de la pobla- Gass M, et al. Risk factors for prolapse development in white,
ción. La evaluación preoperatoria debe ser exhaustiva y black, and Hispanic women. Female Pelvic Med Reconstr
multidisciplinar. La información a la paciente y su parti- Surg 2011;17:80–90.
cipación en la decisión terapéutica son muy importantes. [20] Tegerstedt G, Miedel A, Maehle-Schmidt M, Nyren O,
Los datos de las publicaciones no permiten proponer un Hammarstrom M. Obstetric risk factors for symptomatic pro-
tratamiento quirúrgico óptimo. El tratamiento perfecto lapse: a population-based approach. Am J Obstet Gynecol
permitiría disminuir el riesgo de recidiva sin complica- 2006;194:75–81.
ciones postoperatorias. El tratamiento debería adaptarse [21] Gyhagen M, Bullarbo M, Nielsen TF, Milsom I. Prevalence
a cada paciente en función de los datos de la anamne- and risk factors for pelvic organ prolapse 20 years after child-
sis, la exploración física y la decisión de la paciente. Lo birth: a national cohort study in singleton primiparae after
ideal sería contar con un modelo digital personalizado que vaginal or caesarean delivery. BJOG 2013;120:152–60.
permitiese predecir los resultados del tratamiento. [22] Handa VL, Blomquist JL, Knoepp LR, Hoskey KA,
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G. Giraudet, Praticien hospitalier (geraldine.giraudet@chru-lille.fr).


J.-P. Lucot, Praticien hospitalier.
Pôle femme-mère-nouveau-né, hôpital Jeanne-de-Flandre, CHRU de Lille, avenue Eugène-Avinée, 59037 Lille cedex, France.
J.-F. Quinton, Praticien hospitalier.
Unité d’explorations fonctionnelles digestives, hôpital Claude-Huriez, CHRU de Lille, avenue Eugène-Avinée, 59037 Lille cedex, France.
M. Cosson, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Pôle femme-mère-nouveau-né, hôpital Jeanne-de-Flandre, CHRU de Lille, avenue Eugène-Avinée, 59037 Lille cedex, France.
Université Lille-Nord-de-France, 1 bis, rue Georges-Lefèvre, 59044 Lille cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Giraudet G, Lucot JP, Quinton JF, Cosson M. Prolapsos genitales.
EMC - Ginecología-Obstetricia 2017;53(1):1-18 [Artículo E – 290-A-10].

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complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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