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Prolapsos genitales
G. Giraudet, J.-P. Lucot, J.-F. Quinton, M. Cosson
Palabras clave: Prolapso genital; Fisiopatología del prolapso genital; Anatomía de la pelvis;
Diagnóstico del prolapso genital; Tratamiento del prolapso genital
Plan Introducción
■ Introducción 1 El prolapso genital se define como la protrusión de una
■ Anatomía: medios de suspensión, de soporte de las paredes de la vagina en el conducto vaginal debido
y de cohesión de los órganos pélvicos 2 a un defecto de suspensión o de soporte. Aunque la inves-
Fascias y ligamentos 2 tigación médica avanza a grandes pasos con el desarrollo
Piso pélvico 3 de la terapia génica y la ingeniería tisular, los mecanismos
Periné 3 responsables del prolapso genital no están dilucidados.
■
Es una patología compleja y multifactorial en cuya aten-
Epidemiología 3
ción participan tres disciplinas médico-quirúrgicas. En
Prevalencia 3
este sentido, cualquier modificación de las movilidades de
Factores de riesgo 4
la pelvis puede afectar a las funciones urinarias, genitales
■ Fisiopatología 5 y rectales. El prolapso genital ha sido objeto de numero-
Modificaciones anatómicas 5 sas publicaciones. Una búsqueda bibliográfica (pelvic organ
Modificaciones histológicas 6 prolapse) en PubMed revela que cada año aparecen alre-
Factores genéticos y raciales 6 dedor de 700 artículos sobre el tema. Se trata de una
■ Diagnóstico 7 patología funcional que compromete la calidad de vida de
Anamnesis 7 muchas mujeres. Aunque sobre todo se observa en muje-
Exploración física 7 res ancianas, también puede afectar a pacientes jóvenes.
Clasificaciones 8 Debido al envejecimiento de la población, es probable que
Pruebas complementarias 9 el número de pacientes afectadas por un prolapso genital
■ Tratamiento 11 se incremente, hasta tal punto que el 11-20% de ellas nece-
Tratamiento médico 11 site una operación por esta causa [1, 2] . El tratamiento es
Tratamiento quirúrgico 12 quirúrgico en la mayoría de los casos, con muchas contro-
versias respecto al uso de material protésico. Las recidivas
■ Conclusión 16 y, por tanto, la necesidad de una reintervención quirúrgica
son relativamente frecuentes (30%) [1] .
EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 53 > n◦ 1 > marzo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(16)82392-9
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Fascias y ligamentos
Figura 1. Niveles de suspensión descritos por DeLancey [3] .
1. Músculo elevador del ano; 2. nivel 1; 3. nivel 2; 4. nivel 3. Fascia pélvica
La fascia pélvica es una membrana que tapiza el piso
Por lo tanto, es indispensable organizar la investigación pélvico, situado un poco por encima del plano de los ele-
con el fin de mejorar la comprensión del prolapso geni- vadores, y se prolonga sobre los órganos pélvicos. Esta
tal y de optimizar su tratamiento. Las nuevas tecnologías, fascia tiene algunas zonas más gruesas. Lateralmente, el
como los programas informáticos de simulación en tres fascículo iliococcígeo del músculo elevador del ano se
dimensiones, podrían ayudar a mejorar los conocimien- inserta en el músculo obturador interno al nivel del arco
tos. tendinoso del elevador del ano, que es un engrosamiento
de la fascia pélvica sobre el obturador interno. El arco
tendinoso del elevador del ano se extiende de la espina
isquiática al pubis. Un poco más medialmente se sitúa el
Anatomía: medios arco tendinoso de la fascia pélvica, otro engrosamiento de
de suspensión, de soporte la fascia con el mismo origen que el anterior y un trayecto
más medial en dirección al pubis (Fig. 2). Estos arcos ten-
y de cohesión de los órganos dinosos son los puntos de fijación de la porción media de
la vagina a la pared pélvica [3] .
pélvicos
El prolapso genital se define como la protrusión a tra-
Ligamentos uterosacros
vés del conducto vaginal de una de las paredes vaginales. Tal vez no sea correcto denominarlos «ligamentos», ya
La alteración de uno de los medios de suspensión y/o que más bien se trata de un engrosamiento de la fascia pél-
de soporte puede ser responsable de la aparición de un vica que permite el paso de estructuras vasculonerviosas.
prolapso. Sin embargo, la anatomía de la pelvis no está La descripción anatómica e histopatológica del ligamento
perfectamente definida, sobre todo en lo que se refiere a uterosacro es imprecisa. Se inserta al nivel del tercio supe-
las fascias y los ligamentos, ya que en las disecciones ana- rior de la vagina frente al fondo de saco vaginal lateral
tómicas es difícil identificarlos. A pesar de los avances de y sobre el borde posterior del cuello uterino, donde se
las técnicas de imagen, sobre todo de la resonancia mag- confunde con el paracolpos y el paracérvix. Se dirige late-
nética (RM), todavía no se ha conseguido una descripción ralmente y termina sobre la fascia presacra frente a las
consensuada. vértebras sacras S2-S4 [4] . El ligamento uterosacro no esta-
En 1993, DeLancey describió tres niveles de suspensio- ría presente en el nacimiento, sino que se desarrollaría
nes o de soporte de la vagina [3] (Fig. 1). Esta teoría se de forma progresiva como consecuencia de las fuerzas de
ha mantenido sin cambios desde hace 20 años. El nivel 3 tracción en posición de pie.
(tercio superior de la vagina) estaría suspendido a la pared
de la pelvis por los ligamentos cardinales y uterosacros; el Ligamentos cardinales
nivel 2 (tercio medio), por los arcos tendinosos de la fascia
Son láminas de tejido conjuntivo que se extienden
pélvica y del elevador del ano, y el nivel 1 estaría mante-
desde el mismo nivel que el ligamento uterosacro hasta
nido de forma pasiva por las estructuras circundantes, es
el origen de los vasos ilíacos. También se conocen como
decir, los músculos perineales y el centro tendinoso del
ligamentos de Mackenrodt. A veces se ha puesto en duda
periné. El piso pélvico, representado por los músculos ele-
su existencia.
vadores del ano, sostiene como una hamaca los distintos
órganos. Este piso tiene una hendidura denominada hiato
urogenital, que es un sector de debilidad. Está delimitado
Paracolpos/paracérvix/parametrio (Fig. 3)
por el fascículo pubovisceral y rectal del músculo elevador El papel de estas estructuras en las movilidades pélvicas
del ano lateralmente, el pubis por delante y el centro ten- es incierto. Se trata de un tejido conjuntivo dispuesto a los
dinoso del periné por detrás. Los órganos están sostenidos lados de la vagina, del cuello uterino y del útero, alrede-
por el piso pélvico y suspendidos por las fascias y liga- dor de la vascularización uterina y vaginal. El límite entre
mentos que los conectan a la pared pélvica. Todos estos el parametrio y el paracérvix/paracolpos está definido de
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Figura 3. Parametrio (4) y paracérvix (5). 1. Útero; 2. vejiga; Figura 4. Piso pélvico. 1. Músculo coccígeo; 2. músculo ilio-
3. uréter; 4. parametrio; 5. paracérvix. coccígeo (músculo elevador del ano); 3. fascículo puborrectal
(músculo elevador del ano); 4. músculo piriforme; 5. músculo
manera artificial por el uréter que pasa entre ambos. Estas obturador interno; 6. fascículo pubovisceral (músculo elevador
estructuras parten lateralmente del útero y de la vagina, del ano).
y se dirigen hacia atrás y lateralmente para insertarse en
la pared pélvica al nivel del arco tendinoso de la fascia
pélvica.
Ligamentos vesicales/ligamento
rectal lateral
El ligamento umbilical medio parte del ápex de la vejiga
y llega al ombligo. El ligamento pubovesical se extiende
4
desde cuello vesical hasta la cara posterior del pubis. El
ligamento vesical lateral se inserta sobre la cara inferola-
teral de la vejiga y se dirige hacia el arco tendinoso de la 5
fascia pélvica. Al igual que el parametrio y el paracérvix, se
1
trata de una estructura conjuntiva vascular que contiene
los vasos vesicales. Los ligamentos vesicouterinos o pilares
internos de la vejiga se unen al istmo uterino en la región 2
6
preureteral vesical. El ligamento rectal se sitúa al nivel de
la arteria rectal media y constituye lo que comúnmente se 3
denomina «alerón del recto». 7
8
Piso pélvico
La excavación pélvica está cerrada por una «hamaca»
formada por el músculo elevador del ano y el músculo Figura 5. Periné superficial. 1. Membrana perineal; 2. mús-
isquiococcígeo. El músculo elevador contiene varios fascí- culo transverso superficial; 3. músculo iliococcígeo; 4. músculo
culos y denominaciones. Los autores de este artículo usan isquiocavernoso; 5. músculo bulboesponjoso; 6. centro tendi-
la establecida por Kearney et al [5] , quienes han propuesto noso del periné; 7. músculo esfínter externo del ano; 8. músculo
una denominación común en función de las inserciones glúteo mayor.
de las porciones musculares. El músculo elevador del ano
está formado por los fascículos iliococcígeo, pubovisceral la uretra. El plano superficial comprende los músculos
(puboperineal, pubovaginal y puboanal) y puborrectal. El isquiocavernosos, bulboesponjosos y transversos super-
fascículo iliococcígeo se inserta al nivel del arco tendinoso ficiales (inconstantes), así como el esfínter anal externo
del elevador del ano, un engrosamiento de la fascia del (Fig. 5).
obturador interno, y termina en el ligamento anococcí-
geo. Los fascículos pubovisceral y rectal se insertan debajo
de la sínfisis púbica, situándose a ambos lados de la uretra,
de la vagina y del recto. El músculo pubovisceral intercam- Epidemiología
bia fibras con la vagina, el centro tendinoso del periné y
el recto. Forma el hiato urogenital, que permite la desem- Prevalencia
bocadura de la uretra y la vagina en la vulva. Las fibras del La estimación de la prevalencia del prolapso varía en
fascículo puborrectal se entrecruzan detrás del recto para función del método de evaluación. Los estudios epidemio-
formar una especie de cincha. lógicos basados en la anamnesis señalan una prevalencia
El músculo isquiococcígeo se inserta en la espina isquiá- del 3-6%, que puede alcanzar el 50% si la evaluación se
tica y se extiende hasta el cóccix y las primeras piezas basa en la exploración física [6] . Esta diferencia demuestra
sacras. Está cubierto por el ligamento sacroespinoso en claramente que no todos los prolapsos son sintomáticos.
su parte inferior, con el cual se confunde (Fig. 4). El 10-20% de las mujeres se someterán a una cirugía [1, 2] ,
y el 30% de ellas serán reintervenidas por una recidiva [1] .
Periné El prolapso es un problema importante de salud pública
debido a su frecuencia, su coste y su efecto sobre la cali-
El periné está situado por debajo del plano de los ele- dad de vida. El número de pacientes atendidas y operadas
vadores. Comprende un plano superficial y un plano por un prolapso corre un riesgo considerable de aumen-
profundo. El plano profundo está constituido por el tar en los años venideros debido al envejecimiento de
músculo transverso profundo y el esfínter externo de la población. Wu et al han estimado que el porcentaje
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Prolapsos genitales E – 290-A-10
y uterosacros podría explicar el prolapso después de una lapso [41, 42] . En las pacientes que presentan una anomalía
histerectomía total. Por lo tanto, se podría pensar que la de la curvatura raquídea, el riesgo de desarrollar un pro-
histerectomía subtotal previene el riesgo de prolapso geni- lapso genital es 3,2 veces mayor [42] . Esto puede explicarse
tal. Persson et al no han observado más prolapso después por una variación del eje de las presiones sobre la pelvis
de histerectomía total o subtotal tras un seguimiento de y por un mayor riesgo obstétrico (estrecho superior). Esto
11 años [38] . El único factor de riesgo de prolapso después puede explicar también las diferencias raciales.
de histerectomía sería la presencia de un prolapso en el
momento de la cirugía [39, 40] .
Lesiones musculares (Fig. 7)
Hay estudios en los que se señala que las lesiones del
Fisiopatología músculo elevador del ano serían más frecuentes en las
pacientes con prolapso [25, 43] . La mayoría de las veces se
La fisiopatología de los prolapsos genitales todavía no trata del desprendimiento del músculo pubovisceral de su
se conoce bien. Se han postulado numerosas hipótesis inserción en el pubis, con la consecuencia de un ensan-
y pistas de investigación, pero el componente multifac- chamiento del hiato urogenital. Se puede tratar también
torial del prolapso genital dificulta los avances en este de una disfunción muscular por neuropatía. La causa suele
campo. Cada mujer tiene un riesgo propio, hasta la fecha ser obstétrica. Lien et al han diseñado un modelo digital
no evaluable, de desarrollar un prolapso. El factor de de simulación estudiando la proporción de estiramiento
riesgo común a todas las mujeres es el envejecimiento. Sin de los músculos elevadores del ano durante el paso de
embargo, una paciente joven puede desarrollar un pro- una cabeza fetal. Observaron una proporción de estira-
lapso debido a factores de riesgo sobreañadidos. Existen miento máxima de 3,5, mientras que la proporción de
factores de riesgo inevitables (raciales, genéticos, anató- estiramiento de un músculo sano fuera del parto se estima
micos) a los que se añaden factores de riesgo adquiridos en 1,5. La proporción de estiramiento es proporcional a
durante la vida. Cuanto más numerosos sean los facto- la circunferencia cefálica del móvil fetal [44] . Shek señala
res de riesgo, mayor es la posibilidad de que el prolapso un 13% de avulsión del músculo elevador en 241 pacien-
aparezca a una edad más temprana (Fig. 6). tes que han dado a luz por vía natural y ningún caso
entre 126 pacientes con parto por cesárea [45] . Una extrac-
ción con fórceps y una segunda fase del trabajo de parto
Modificaciones anatómicas prolongada aumentan el riesgo de avulsión del músculo
elevador del ano. Memon et al observan mayor frecuen-
Cualquier cambio de la anatomía pélvica puede reper-
cia de avulsión del músculo elevador en las pacientes
cutir sobre las movilidades fisiológicas. En este sentido,
con parto asistido por fórceps que por ventosa, con un
las movilidades pélvicas dependen de la integridad ana-
cociente de posibilidades cuatro veces más elevado [46] .
tómica de las diversas estructuras de la pelvis, de su
El músculo elevador puede estudiarse con RM y ecogra-
composición histológica y de las fuerzas a las que son
fía perineal. DeLancey et al han comparado 151 pacientes
sometidas.
con prolapso con 135 pacientes de control [43] . Señalan un
55% de lesiones graves del músculo elevador del ano en
Elementos osteoarticulares el grupo de prolapso frente al 16% en el grupo de con-
Un aumento de la cifosis torácica, una disminución trol. El diámetro del hiato urogenital era un 50% mayor
de la lordosis lumbar o un aumento del diámetro del en el grupo de prolapso. El 53% de las pacientes con ante-
estrecho superior de la pelvis son factores de riesgo de pro- cedentes de extracción con fórceps tenían lesiones graves
− ¿Embarazos?
− Paridad
− Vía de parto
− Peso al nacer
RIESGO DE
PROLAPSO
GENITAL Enfermedad
respiratoria
crónica
¿Nutrición?
¿Entorno? Estreñimiento
crónico
IMC
Deporte o
trabajo
Factores predisponentes
de riesgo
− Raza
− Factores genéticos
− Factores morfológicos
− Calidad de los tejidos
(conjuntivos, musculares,
nerviosos)
GE
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A B
Figura 7. Estiramiento del músculo elevador del ano en el parto por vía baja. 1. Útero; 2. cabeza fetal; 3. músculo elevador del ano.
A. Móvil fetal in utero.
B. Paso del móvil fetal por el canal del parto.
del músculo elevador del ano, en comparación con el 28% geno I confiere gran resistencia a los tejidos, mientras que
de las mujeres que dieron a luz sin el uso de fórceps. Dietz el colágeno III es más elástico. Cuanto mayor es la rela-
et al han efectuado una ecografía perineal del músculo ción entre colágeno I y III, más resistente es el tejido.
elevador del ano y una estadificación POP-Q a 781 pacien- Por el contrario, una relación disminuida le confiere al
tes [25] . Se observó prolapso en el 83% de las pacientes con tejido mayor laxitud. Moalli et al han estudiado la propor-
avulsión del músculo elevador del ano y en el 44% de ción de estos distintos colágenos en el tejido vaginal de
las pacientes sin avulsión. La asociación entre prolapso y pacientes con y sin prolapso. Los autores han observado
avulsión del músculo elevador del ano era mayor en rela- un aumento de la cantidad de colágeno en los tejidos pro-
ción con los cistoceles y los histeroceles. En este estudio, lapsados, principalmente a expensas de un aumento del
el riesgo relativo de presentar un prolapso en presencia de colágeno III [48] . Gabriel et al también han encontrado un
avulsión del músculo elevador del ano se calculó en 1,9. aumento del colágeno III en los ligamentos uterosacros de
pacientes con prolapso [49] . Lammers et al han detectado
un aumento significativo de trastornos del colágeno en
pacientes con prolapso que en un grupo de control. Los
Modificaciones histológicas trastornos del colágeno se expresaban por antecedentes
En los tejidos prolapsados se han detectado modifica- de aneurisma arterial, hernia inguinal o umbilical, pro-
ciones tisulares. Es difícil saber si estas alteraciones son lapso vulvar, varices venosas, hernia discal, hiperlaxitud
la causa del prolapso o si la modificación estructural es ligamentosa y prolapso rectal [50] .
producto de las cargas mecánicas. Se sabe que las pacien- La elastina es, con el colágeno, uno de los componen-
tes con trastornos del tejido conjuntivo tienen un riesgo tes de la matriz extracelular. El conjunto confiere a los
más elevado de desarrollar un prolapso. Carley ha comu- tejidos la elasticidad necesaria para evitar su ruptura, así
nicado un índice de prolapso del 33% en pacientes con como resistencia al estiramiento. Algunos autores han
enfermedad de Marfan y del 75% en las que tienen un demostrado alteraciones del metabolismo de la elastina
síndrome de Ehlers-Danlos. También se ha demostrado un en la vagina y los ligamentos uterosacros de pacientes con
índice más alto de prolapso en pacientes con hiperlaxitud prolapso [51, 52] y también modificaciones de las fibras mus-
ligamentosa [47] . culares lisas [53, 54] . Esto demuestra claramente que en los
El tejido conjuntivo es un tejido de sostén cuya com- tejidos prolapsados existe una modificación histológica
posición y propiedades difieren según la estructura de que que puede ser la causa o la consecuencia del trastorno.
se trata. Está compuesto por células (fibroblastos, mastoci- Sin embargo, los conocimientos actuales son insuficien-
tos, adipocitos, etc.) rodeadas por una matriz extracelular tes y no permiten comprender los mecanismos tisulares
constituida por fibras (colágeno, elastina, fibrilina, etc.) y responsables del prolapso [55] .
de una sustancia fundamental (proteínas solubles, proteo-
glucanos, aminoácidos, agua, etc.). El colágeno está en la
matriz extracelular y confiere resistencia a los tejidos. En el Factores genéticos y raciales
ser humano hay más de 27 tipos de colágeno cuya propor-
ción y organización en la matriz extracelular varían según En la génesis del prolapso genital habría una predispo-
los tejidos en los que se encuentren. Cualquier modifi- sición familiar [50, 56, 57] . Esto se relaciona probablemente
cación de la cantidad de colágeno o su desorganización con una modificación de la expresión génica de los diver-
estructural puede alterar la resistencia al estiramiento. sos componentes tisulares. Lammers et al han encontrado
Dado que el prolapso genital es la consecuencia de un entre cuatro y nueve veces más prolapsos en madres y her-
defecto de soporte y de suspensión de los órganos pélvi- manas de pacientes con descenso de órganos [50] . En una
cos, muchos estudios se refieren a la composición de los revisión de las publicaciones, Lince et al han encontrado
tejidos de sostén en los tejidos prolapsados en compara- 2,58 veces más riesgo de desarrollar un prolapso genital
ción con los tejidos sanos. Los colágenos de tipos I, III cuando existen antecedentes familiares de prolapso [56] .
y V son los principales en relación con la resistencia de En pacientes caucásicas se ha observado una frecuencia
los tejidos blandos. El colágeno V es cuantitativamente más elevada de prolapso genital que en pacientes afroa-
limitado, pero está presente en numerosos tejidos. El colá- mericanas [18, 30, 33] . Esta diferencia no se ha encontrado en
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otros tres estudios [58–60] . Sewell et al señalan una prevalen- objetos pesados, toser, reír, estornudar), durante episo-
cia mayor en pacientes asiáticas que en blancas o negras dios de urgencia miccional (a veces desencadenada por
de una población de mujeres estadounidenses [60] . Brazell el ruido del agua, el frío, la inserción de una llave en la
et al han estudiado en Estados Unidos 3.025 pacientes, cerradura) o de pérdidas imperceptibles. Es indispensable
de las cuales el 33,4% eran negras, el 34,7% hispanas y tener en cuenta estos elementos para decidir la conducta
el 32% blancas. El índice de cistoceles y de rectoceles terapéutica.
era mayor en las hispanas, mientras que la prevalencia También se busca la presencia de una incontinencia uri-
del prolapso uterino era más elevada en las pacientes de naria de esfuerzo previa a la aparición del prolapso y que
raza blanca [58] . El recurso a la cirugía era más común habría cesado tras la aparición de éste. Es un dato esencial
en las hispanas, pero sin una diferencia significativa. porque, asociado a la exploración física, puede ser pre-
En este estudio no se incluyeron pacientes asiáticas. Las dictivo de la aparición de una incontinencia urinaria de
diferencias étnicas podrían explicarse por diferencias mor- esfuerzo después de la corrección del prolapso.
fológicas y socioeconómicas. Handa et al han encontrado La investigación de la sintomatología urinaria debe
un estrecho superior e inferior de la pelvis más ancho en completarse con la exploración física y una evaluación
las pacientes blancas que en las pacientes negras [61] . urodinámica.
Sintomatología digestiva
Diagnóstico Un rectocele puede generar trastornos de la evacuación
rectal cuando es de tipo retencionista. Mediante la anam-
Las modalidades de descubrimiento de un prolapso
nesis se busca un estreñimiento terminal con dificultades
genital son extremadamente variables. El prolapso puede
de evacuación o disquecia. Es fundamental preguntar a
detectarse en la exploración física sin que la paciente pre-
la paciente si debe efectuar maniobras digitales para eva-
sente síntomas. También puede ser el motivo principal de
cuar las heces de forma directa o empujar el prolapso con
consulta debido a la molestia que provoca o a los síntomas
objeto de vaciar el recto. Si no se formula la pregunta, lo
urinarios o anorrectales asociados. Cada vez más rara-
más probable es que por vergüenza la paciente no señale
mente se descubre en el estadio 4, sobre todo en ancianas
este hecho de manera espontánea. También debe buscarse
que nunca han mencionado el tema, a causa de metrorra-
una incontinencia (de gases y/o heces, activa o pasiva,
gias o de retención urinaria.
manchas en la ropa interior), ya que podría ser un indi-
cio de lesiones esfinterianas, pero a veces también de un
Anamnesis prolapso intrarrectal en el conducto anal. La presencia de
estos síntomas induce la solicitud de pruebas complemen-
La anamnesis tiene suma importancia porque permite tarias. El tratamiento siempre es multidisciplinario.
orientar las posibles pruebas complementarias y la deci-
sión terapéutica. Los trastornos de la estática pélvica
Cuestionarios
tienen repercusiones urinarias, genitales y digestivas, por
lo que es fundamental buscar síntomas asociados. El expectativa principal de las pacientes se orienta más
al alivio de los síntomas que al resultado anatómico [62] .
Factores de riesgo Los cuestionarios permiten ser exhaustivos en la anamne-
sis, seguir la evolución de la sintomatología y evaluar los
Se buscan los factores de riesgo de prolapso: edad, IMC, resultados funcionales del tratamiento. A algunas pacien-
paridad, peso al nacer de los niños, vía del parto, extrac- tes les resulta más fácil responder preguntas por escrito
ción instrumental y posibles antecedentes quirúrgicos. que de forma oral frente al médico, sobre todo en cuanto a
También es importante descartar estreñimiento o tos cró- la sexualidad. Los principales cuestionarios validados son
nica, ya que tratar el prolapso sin tener en cuenta estos el Pelvic Floor Distress Inventory (PFDI), el Pelvic Floor
factores de riesgo aumentaría la posibilidad de fracaso o Impact Questionnaire (PFIQ) y el Pelvic Organ Prolapse
de recidiva. Incontinence Sexual Questionnaire (PISQ) [63, 64] .
El PFDI tiene una versión larga y una versión corta
Sintomatología genital (PFDI-20). Este cuestionario evalúa síntomas. El PFIQ es
El síntoma principal es la molestia generada por la sen- un cuestionario de repercusión social del prolapso. Tam-
sación de sentir un bulto vaginal y vulvar. Este bulto puede bién existe una versión corta (PFIQ-7). Para responder al
estar presente a diario de manera constante o, al contrario, PFDI-20 y al PFIQ-7 son necesarios 9,2 y 3,4 minutos de
aparecer al final del día, con desaparición de los síntomas promedio, respectivamente. Como estos dos cuestiona-
por la mañana, cuando el prolapso se ha reducido. A veces, rios evalúan muy poco la sexualidad, se ha desarrollado
las pacientes también describen una sensación de pesadez un cuestionario específico. Se trata del PISQ y del PISQ-12
pélvica o de presión perineal. Si el prolapso genital está en su versión corta. En 2013, la International Urogyneco-
exteriorizado, también puede haber hemorragias por fric- logical Association (IUGA) propuso una versión revisada
ción reiterada del tejido vaginal prolapsado. El prolapso de este cuestionario, denominada Pelvic Organ Prolapse
rara vez provoca dolor. Incontinence Sexual Questionnaire-IUGA Revised (PISQ-
Es importante buscar trastornos sexuales asociados, que IR) para mejorarlo [64] .
a menudo son el resultado de una modificación de la ima- Estos cuestionarios deberían formar parte de la evalua-
gen corporal, con aprensión por el sexo y la mirada de ción inicial de las pacientes afectadas por un prolapso.
la pareja. En este aspecto los cuestionarios pueden ser de
ayuda.
Es preciso averiguar si una paciente joven proyecta un Exploración física
embarazo para más adelante, ya que este factor influye en
Después de la anamnesis, la exploración física es el otro
el tratamiento.
elemento principal del diagnóstico. Permite determinar
los compartimentos afectados por el prolapso (Cuadro 2)
Sintomatología urinaria y estadificarlo. La exploración física se efectúa en decúbito
Siempre deben buscarse signos clínicos urinarios como supino con las piernas flexionadas. Si el prolapso no se
incontinencia, urgencia miccional, disuria, sensación visualiza en esta posición, se examina a la paciente en
de vaciado vesical incompleto, polaquiuria. Cuando la posición de pie para tratar de demostrar un prolapso no
paciente presenta pérdidas de orina conviene hacerle pre- visible en posición horizontal. La exploración se efectúa
cisar si se trata de pérdidas con el esfuerzo (levantar con una valva o con un espéculo abierto.
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Cuadro 2.
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Cuadro 4.
Clasificación de Baden y Walker (Baden, 1972).
Grado 0: posición normal del compartimento
Grado 1: descenso del compartimento hasta un punto medio D
entre su posición normal y el himen
Grado 2: descenso del compartimento hasta el himen 3cm C
Ba
Grado 3: exteriorización del compartimento fuera del himen
Grado 4: exteriorización máxima o eversión
Cuadro 5.
Aa
Clasificación POP-Q [11] .
Se hacen ocho mediciones con esfuerzo máximo y una Bp
medición en reposo (longitud vaginal total [tvl, total vaginal Ap
length]) tvl
Se mide la distancia entre los puntos y el himen. Los puntos
situados por encima del himen tienen un valor negativo
Pared vaginal anterior gh
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E – 290-A-10 Prolapsos genitales
descenso de órgano. Debe efectuarse con el prolapso exte- También es útil para ayudar a precisar el mecanismo de
riorizado y reducido. La manera de reducir el prolapso un estreñimiento distal, sobre todo mediante la búsqueda
puede influir en los resultados de la evaluación urodiná- de los signos de disinergia anorrectal o de los trastornos
mica [65] . En caso de prolapso, la flujometría es anormal de la sensibilidad rectal. Aunque se usa de forma amplia
en un 50% de los casos, con bajo flujo y residuo pos- en estas indicaciones, su contribución real al diagnóstico
miccional [66] . El 50% de las pacientes con un prolapso funcional y a la decisión terapéutica es controvertida. En
de grado superior o igual a 2 tiene signos de obstrucción este sentido, algunos parámetros medidos mediante la
en el estudio urodinámico [67] . El prolapso puede aumen- MAR pueden apreciarse de manera fiable en la explora-
tar de forma artificial la presión de cierre uretral. Hasta ción física: la evaluación por tacto rectal de las presiones
el 40% de las pacientes con prolapso refieren pérdidas de reposo y de contracción correlaciona bien con los datos
de orina con los esfuerzos [68] . La exploración urodiná- manométricos [70] . Es probable que la utilidad de la MAR
mica sólo revela la incontinencia urinaria de esfuerzo en disminuya según la experiencia del médico que realiza la
el 70-75% de estas pacientes. Las pérdidas con el esfuerzo exploración física.
se determinan mediante la evaluación urodinámica en el Sin embargo, no todos los parámetros manométricos
50% de las pacientes que no manifiestan tener una incon- pueden ser evaluados clínicamente. Esto sucede, sobre
tinencia urinaria de esfuerzo [68] . Se entiende, por tanto, la todo, con los reflejos rectoanales inhibidor y constrictor,
dificultad para interpretar el estudio urodinámico en este así como con el estudio de la sensibilidad, del volumen
contexto. máximo tolerable y de la distensibilidad del recto.
En ausencia de sintomatología urinaria en la anamnesis La MAR no permite, por supuesto, el diagnóstico
y la exploración física, no es necesario hacer un estudio positivo de un prolapso genital, y ningún parámetro
urodinámico. Éste se recomienda en presencia de sínto- manométrico se asocia de forma específica en los pacien-
mas urinarios y, sobre todo, si se considera el tratamiento tes estreñidos [71] . Sin embargo, el objetivo es ayudar a
asociado de la incontinencia [69] . Permite informar a la determinar si el prolapso es la causa de un síntoma y detec-
paciente sobre el estado vesicoesfinteriano y los resultados tar posibles trastornos funcionales paucisintomáticos que
probables de la cirugía. podrían descompensarse por la cirugía.
Una situación frecuente es el diagnóstico de un rec-
Exploraciones digestivas tocele en el contexto del estudio de una disquecia. El
rectocele es una causa posible de estreñimiento distal,
Las exploraciones digestivas deben efectuarse en pero la presencia de un rectocele (incluso profundo) no
presencia de sintomatología digestiva (estreñimiento permite confirmar su responsabilidad exclusiva o prepon-
terminal, maniobras para facilitar la defecación, incon- derante. El rectocele puede estar asociado o, incluso, ser
tinencia anal). Estas pruebas permiten comprender mejor secundario a una disinergia anorrectal (defecto de relaja-
la causa de los síntomas y adaptar el tratamiento. ción, contracción paradójica de los músculos estriados del
Ecografía del esfínter anal piso pélvico que dificultan la evacuación rectal). En este
En caso de incontinencia de gases o heces debe buscarse caso, el tratamiento quirúrgico del rectocele no corrige la
un trastorno del esfínter anal. A veces es necesario tratar disquecia, por lo que preferentemente se propone la reha-
esta incontinencia antes de la cirugía del prolapso, ya que bilitación como primera o única medida. La MAR permite
un rectocele puede ocultar una parte de los síntomas y, en demostrar la disinergia y orientar la rehabilitación.
consecuencia, después de la cirugía la paciente corre un Además, el tratamiento quirúrgico de un prolapso geni-
riesgo de agravación de las sintomatología o, incluso, de tal y, sobre todo, de un rectocele puede provocar la
volverse incontinente. descompensación de una incontinencia anal en el caso
de una incompetencia esfinteriana sin clara expresión clí-
Manometría anorrectal (MAR) nica, en particular cuando la oculta el estreñimiento. Si la
La MAR es una exploración indolora que permite medir exploración física es insuficiente, la MAR puede propor-
las presiones del conducto anal y de la ampolla rectal. cionar elementos pronósticos del riesgo de incontinencia
Se efectúa mediante una sonda provista de sensores de anal postoperatoria.
presiones, introducida en el conducto anal y la parte baja
del recto. Defecografía
En la MAR de alta resolución (MARHR) se usa una sonda Es un método radiológico convencional que permite
provista de 256 sensores electrónicos que hacen posible reproducir la defecación. Es indolora y en general bien
una cartografía de las presiones del conducto anal y su aceptada por la paciente si recibe información clara. El
reconstrucción tridimensional en reposo, contracción y recto y la vagina se opacifican con pasta de sulfato de
esfuerzo. El coste de la MARHR es más elevado, y hasta la bario. También sería conveniente opacificar el intestino
fecha no se ha demostrado que su rendimiento terapéu- delgado, mediante la ingestión de bario diluido alrededor
tico sea mayor que el de la manometría clásica. de 1 hora antes de la exploración, para buscar un ente-
Cualquiera que sea el material utilizado, la MAR per- rocele. La opacificación vesical retrógrada es igualmente
mite medir los parámetros siguientes: presión de reposo invasiva y se practica rara vez desde el desarrollo de la
de la parte alta del conducto anal (que depende sobre todo defeco-RM.
del esfínter anal interno) y de su parte baja (que depende La filmación de la evacuación rectal es lateral y, en pocos
sobre todo del esfínter anal externo), presencia, amplitud casos, anteroposterior. Permite visualizar los diversos tras-
y modulación de los reflejos rectoanales inhibidor (RRAI) tornos de la estática pélvica posterior: prolapso rectal o
y constrictor, contracción refleja del esfínter anal ante la procidencia interna del recto, rectocele y elitrocele, que
tos, duración y amplitud del aumento de presión durante puede incluir un enterocele o un sigmoidocele.
la contracción voluntaria del conducto anal y capacidad También es una prueba de imagen funcional que contri-
de relajación del conducto anal durante el esfuerzo para buye a demostrar la responsabilidad de un prolapso como
defecar. La distensión intrarrectal del balón situado en el causa de un síntoma, sobre todo de la disquecia: además
extremo de la sonda permite, además de buscar el RRAI, de la visualización y la medición del prolapso genital pos-
estudiar la sensibilidad rectal al medir el volumen de la terior, la defecografía permite demostrar una disinergia
primera sensación y de la urgencia. La continuación de la anorrectal y apreciar el carácter retencionista de un recto-
distensión permite medir el volumen máximo tolerable y cele, definido por la persistencia del medio de contraste
calcular la distensibilidad rectal. en el rectocele al final de la evacuación rectal. Estos ele-
La MAR se practica con frecuencia en caso de incon- mentos pueden ayudar a formular la indicación quirúrgica
tinencia anal porque permite un estudio global, aunque ante un rectocele demostrado en el contexto del estudio
algo impreciso, de los parámetros de esta incontinencia. de una disquecia. La responsabilidad de un rectocele como
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sus beneficios en otras indicaciones, como las histerecto- y/o rectovaginal. Para limitar los riesgos infecciosos, debe
mías, con menor duración de hospitalización y una vuelta usarse como material protésico por vía vaginal el poli-
más rápida a las actividades diarias. Otra ventaja de la propileno monofilamento. La técnica quirúrgica está bien
laparoscopia es el acceso al espacio rectovaginal, que a estandarizada. La cirugía vaginal protésica presenta sobre
veces resulta mucho menos sencillo por laparotomía. todo la ventaja de reducir el tiempo quirúrgico y de poder
Aunque la promontofijación es una excelente técnica efectuarse con anestesia locorregional, disminuyendo a
para los prolapsos del ápex, puede presentar límites en la vez los riesgos de recidivas de la cirugía vaginal con
caso de cistoceles amplios con defecto de suspensión tejidos nativos. Los prolapsos apicales se tratan preferente-
lateral. En este sentido, la disección intervesicovaginal mente mediante la colocación de una prótesis subvesical
no puede extenderse muy lateralmente por vía alta. Lo con sacroespinofijación por vía anterior, lo que permite
mismo sucede en caso de rectocele bajo, debido a la difi- tratar un cistocele asociado. En caso de rectocele, la inter-
cultad que puede presentar una disección del tabique posición de una prótesis no ha demostrado ser superior a
rectovaginal hasta el periné por vía alta. Para tratar los una cirugía con tejidos autólogos. Por lo tanto, para tratar
rectoceles bajos puede asociarse una miorrafia de los eleva- un rectocele asociado se puede practicar una técnica con
dores por vía vaginal. Es la técnica de elección en presencia o sin prótesis.
de un prolapso intrarrectal. En este caso, la prótesis pos-
terior se fija al recto. El tratamiento del elitrocele suele Necesidad de una histerectomía
basarse en la exclusión del fondo de saco de Douglas,
El prolapso apical es producto de una debilidad de los
resultado de la colocación de la prótesis posterior aso-
medios de suspensión y de soporte. Por lo tanto, extirpar
ciada a la peritonización, aunque en caso de elitrocele
el útero no impide el prolapso del fondo vaginal restante.
voluminoso puede ser necesaria una douglasectomía. La
Prueba de ello son los prolapsos apicales consecutivos a
promontofijación provocaría menos dispareunia que las
una histerectomía. Si existe una patología uterina, al tra-
técnicas por vía vaginal, y por esta razón es preferible en
tamiento del prolapso debe asociarse una histerectomía.
la paciente joven que no desea un embarazo (cf infra).
En los otros casos, la decisión entre histerectomía y con-
Cirugía por vía vaginal con tejidos autólogos servación uterina es menos evidente. En todos los casos
Una de las ventajas de la cirugía vaginal es que puede hay que descartar previamente una patología endome-
practicarse con anestesia locorregional. Esto permite dis- trial. En caso de preservación uterina, no se conoce el
minuir el riesgo anestésico, que en algunas pacientes es porcentaje de pacientes que más adelante deberán some-
considerable. Para tratar un prolapso por vía vaginal sin terse a una histerectomía. Su práctica prolonga la duración
prótesis hay diversas técnicas quirúrgicas. Aquí no se men- de la cirugía, provoca más hemorragias y alarga la con-
cionan todas las técnicas existentes, sino sólo las que usan valecencia. En un estudio prospectivo no aleatorizado,
los autores de este artículo. En la mayoría de los casos, esta Hefni et al han comparado dos grupos de pacientes con
cirugía autóloga debe asociar diversos artificios con el fin sacroespinofijación, uno de ellos con preservación ute-
de tratar todos los niveles afectados por el prolapso. Las rina y el otro con histerectomía [87] . Los resultados eran
recidivas serían más frecuentes después de la cirugía sin comparables en términos de recidiva con 3 años de segui-
prótesis de un prolapso anterior. miento de promedio. Los resultados de diversos estudios
Tratamiento del compartimento medio. El prolapso son difícilmente analizables, ya que la comparación entre
apical se trata mediante una sacroespinofijación o inter- histerectomía y conservación uterina suele hacerse entre
vención de Richter en presencia de un antecedente de grupos de pacientes que no han tenido la misma vía de
histerectomía o cuando se asocia la extirpación del útero. acceso, o bien entre una histerectomía sola sin fijación de
Se trata de fijar el fondo vaginal al ligamento sacroespi- la cúpula vaginal y una histeropexia [88] .
noso para reposicionar el ápex a la altura de las espinas Lo cierto es que la práctica de una histerectomía total
isquiáticas (posición fisiológica). Si se preserva el útero, debe evitarse cuando se coloca material protésico, ya sea
los ligamentos uterosacros se fijan al ligamento sacroespi- por vía vaginal o por vía alta. En este sentido, se ha
noso según la técnica de Richardson, preferentemente en observado que la histerectomía aumenta los riesgos de
las pacientes jóvenes con deseos de embarazo (cf infra). exposición debido a la abertura vaginal. En cambio, la
Tratamiento del compartimento anterior. La histerectomía subtotal es muy posible si se realiza una pro-
sacroespinofijación se añade al tratamiento de un cisto- montofijación. En ningún estudio se han comparado los
cele y/o rectocele asociado. Cuando en el mismo tiempo resultados de la promontofijación, ya sea asociada a una
quirúrgico se efectúa una histerectomía total, el cistocele histerectomía subtotal o a una conservación uterina.
puede tratarse con el artificio de Campbell, que consiste
en cruzar los ligamentos uterosacros y fijarlos debajo de la Casos particulares
sínfisis del pubis. Si se preserva el útero, puede efectuarse Tratamiento del prolapso en la mujer joven (Fig. 9)
una plicatura de la fascia de Halban o una suspensión
Un prolapso en una mujer joven es signo de una fragi-
lateral a los arcos tendinosos de la fascia pélvica cuando
lidad particular de los tejidos y es probable que el riesgo
existe un defecto lateral.
de recidiva después del tratamiento esté aumentado. Para
Tratamiento del compartimento posterior. La
su tratamiento hay que tener en cuenta el deseo de emba-
mayoría de las veces, el tratamiento del compartimento
razo y los riesgos de recidiva, preservando a la vez una
medio permite tratar el rectocele. En caso de rectocele
calidad de vida sexual satisfactoria. El tratamiento quirúr-
bajo, es necesario asociar una miorrafia de los elevadores.
gico debe retrasarse lo máximo posible, ya que, debido a la
Si esto no basta, se puede efectuar una plicatura de la
edad y a los posibles partos posteriores, los riesgos de una
fascia prerrectal.
reintervención por recidiva son mayores, por lo que antes
En caso de elitrocele asociado se debe realizar una dou-
del tratamiento habrá que considerar las posibilidades de
glasectomía.
cirugía secundaria. La rehabilitación y el tratamiento con
Caso particular: técnica de Lefort. La técnica de
pesario deben proponerse como primera elección. Estos
Lefort consiste en cerrar la vagina al nivel del orificio
tratamientos permitirían retrasar la cirugía, sobre todo
vulvar. Esta cirugía puede efectuarse con anestesia local.
si existe un deseo de embarazo. En la mujer joven, el
Sólo debería reservarse para las pacientes de edad muy
pesario debe proponerse como un tratamiento de espera
avanzada, con alto riesgo quirúrgico y anestésico, que no
que le permita vivir sin molestias en espera de quedar
mantienen relaciones sexuales.
embarazada. A veces existe un prejuicio contra este dis-
Cirugía vaginal con refuerzo protésico positivo, ya que las pacientes suelen considerarlo como
El principio reside en reforzar los tejidos debilitados con un tratamiento de la mujer mayor, lo cual podría cau-
material protésico interpuesto en el espacio vesicovaginal sar dificultades de aceptación. Se prescribe sobre todo el
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Kinesiterapia +
< 40 años > 40 años
pesario
Persistencia de Intervención de
Ausencia de Promontofi-
los síntomas Richardson o
síntomas jación
o negativa promontofijación
Tratamiento
Intervención de
quirúrgico después
Richardson
del embarazo
pesario con forma de cubo, que la paciente puede insertar del prolapso. La paciente debe ser informada de este riesgo
y retirar como lo haría con un tampón. El pesario se puede antes de la intervención. Aunque el tratamiento preven-
usar también durante el embarazo para aliviar los sínto- tivo de una incontinencia urinaria de esfuerzo ausente
mas. Ante la posibilidad de un tratamiento quirúrgico en en preoperatorio es controvertido, la cuestión también
una paciente con deseo de embarazo, se prefiere la cirugía se plantea ante una incontinencia urinaria de esfuerzo
por vía vaginal sin refuerzo protésico con el fin de reservar sintomática o revelada por la reducción del prolapso
este recurso posible en caso de recidiva. Se propone sobre (incontinencia oculta). Las publicaciones al respecto son
todo una intervención de Richardson. El principio que difíciles de analizar, ya que existen pocos estudios con un
permite preservar todas las posibilidades de embarazo es alto nivel de evidencia y los datos son muy heterogéneos.
fijar el istmo uterino o los ligamentos uterosacros al liga- Es probable que haya tres poblaciones distintas: las
mento sacroespinoso. La intervención de Manchester no pacientes asintomáticas en preoperatorio sin incon-
está indicada en la mujer joven, ya que la amputación del tinencia urinaria de esfuerzo revelada, las pacientes
cuello puede ser la causa de una estenosis ístmica secun- asintomáticas con incontinencia urinaria de esfuerzo
daria, con fertilidad disminuida y aumento del índice de revelada por la reducción del prolapso y las pacientes
abortos espontáneos [89, 90] . Si la paciente no desea más sintomáticas en preoperatorio. En las pacientes asinto-
embarazos, un tratamiento mediante promontofijación máticas antes de la cirugía, Van der Ploeg et al han
puede considerarse como primera elección. Por precau- encontrado significativamente menos incontinencia uri-
ción, la cirugía por vía baja con refuerzo protésico no debe naria de esfuerzo en postoperatorio tras efectuar una
efectuarse en la mujer joven debido a los riesgos de expo- cirugía combinada [91] . Sin embargo, habría que tratar a
sición protésica y de dispareunia secundaria. En caso de seis pacientes de forma preventiva con el fin de prevenir
embarazo, un parto por vía baja puede aceptarse en caso una incontinencia urinaria de esfuerzo de novo en una
de antecedente de cirugía no protésica, informando bien a paciente, y a 20 pacientes para evitar que una paciente
la paciente sobre un probable aumento del riesgo de reci- tenga que recibir de forma secundaria una banda subu-
diva. En presencia de antecedente de promontofijación, retral. En las pacientes tratadas de forma preventiva, por
para limitar este riesgo quizá sea más prudente efectuar tanto, el beneficio sería menor, y los riesgos postoperato-
un parto programado por cesárea. rios resultarían más altos. En las pacientes asintomáticas
con incontinencia urinaria de esfuerzo oculta, la cirugía
Tratamiento de un prolapso rectal
combinada permite reducir de forma significativa el riesgo
Hay distintos grados de prolapso rectal en el conducto de incontinencia urinaria de esfuerzo del 52 al 22%. El
anal. Éste se trata sólo cuando el prolapso se encaja en tratamiento preventivo a tres pacientes con incontinencia
el conducto anal y es responsable de síntomas. El tra- urinaria de esfuerzo oculta permitiría evitar a una paciente
tamiento se puede hacer por vía transanal, vaginal o la aparición de una incontinencia urinaria de esfuerzo de
abdominal. Por vía transanal se trata de la intervención novo [91] . En sólo dos estudios se ha comparado la cirugía
de Longo-Starr, que consiste en resecar la parte prolap- combinada o no en pacientes asintomáticas. En uno de
sada del recto y realizar una anastomosis por grapado. Por ellos se observó una disminución del riesgo de inconti-
vía vaginal o por vía alta, se puede hacer una rectopexia nencia urinaria de esfuerzo postoperatorio del 23 al 5%.
gracias a una prótesis interrectovaginal suturada al recto En el segundo no se observó ninguna diferencia entre
lo más alto posible. Esta técnica está poco evaluada por ambos grupos, pero incluía un bajo número de partici-
vía vaginal. pantes y comparaba una sacrocolpopexia asociada o no a
Tratamiento de un hedrocele una intervención de Burch [91] .
El hedrocele se trata como un prolapso rectal, con exclu- Por lo tanto, en el preoperatorio seguramente haya
sión del fondo de saco de Douglas mediante una prótesis que asociar un tratamiento preventivo en las pacientes
con o sin una douglasectomía asociada. sintomáticas o en las que se detecta una incontinencia
urinaria de esfuerzo oculta. En cambio, la relación bene-
Necesidad de tratar una incontinencia ficio/riesgo podría ser desfavorable en el preoperatorio
en las pacientes asintomáticas. En todos los casos, antes
urinaria de esfuerzo asociada del tratamiento de una incontinencia urinaria de esfuerzo
Una incontinencia urinaria de esfuerzo de novo se pro- concomitante al prolapso debe efectuarse un estudio uro-
duce en alrededor del 10% de los casos después de cirugía dinámico.
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