0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas2 páginas
1) Lasramas y troncos de los árboles de cacao cultivados en una finca en Venezuela mostraban síntomas de muerte regresiva y cáncer, respectivamente.
2) Se aisló e identificó el hongo Lasiodiplodia theobromae de las lesiones.
3) Las pruebas de patogenicidad confirmaron que L. theobromae causa la muerte regresiva de las ramas y el cáncer del tronco en los árboles de cacao.
1) Lasramas y troncos de los árboles de cacao cultivados en una finca en Venezuela mostraban síntomas de muerte regresiva y cáncer, respectivamente.
2) Se aisló e identificó el hongo Lasiodiplodia theobromae de las lesiones.
3) Las pruebas de patogenicidad confirmaron que L. theobromae causa la muerte regresiva de las ramas y el cáncer del tronco en los árboles de cacao.
1) Lasramas y troncos de los árboles de cacao cultivados en una finca en Venezuela mostraban síntomas de muerte regresiva y cáncer, respectivamente.
2) Se aisló e identificó el hongo Lasiodiplodia theobromae de las lesiones.
3) Las pruebas de patogenicidad confirmaron que L. theobromae causa la muerte regresiva de las ramas y el cáncer del tronco en los árboles de cacao.
CACAO: MUERTE REGRESIVA DE LAS RAMAS Y CÁNCER DEL TRONCO
Luis Cedeño y Chrystian Carrero
El cacao (Theobroma cacao L.) es referencia obligada en la historia agrícola de
Venezuela. La característica más resaltante de este árbol de la familia Sterculiaceae, es la producción de almendras en mazorcas que se originan directamente en el tronco y en las ramas. Aproximadamente el 90 % de las plantaciones nacionales de cacao se encuentran enclavadas en los estados Miranda y Sucre, mientras que el 10% restante está distribuido en Apure, Aragua, Barinas, Mérida, Portuguesa, Táchira y Zulia. Entre 1620 y 1770 el cacao fue la principal fuente de divisas del país. A mediados del siglo XVIII Venezuela fue reconocido como el mayor productor de cacao del mundo. Los principales factores que han influido significativamente en el deterioro de los cacaotales, han sido la guerra de la independencia, el surgimiento de la industria petrolera, la incidencia de plagas y enfermedades, la desatención por parte de las instituciones encargadas de prestar los servicios de apoyo al agro y la escasa voluntad de los productores en asumir la responsabilidad de procurar solventar las dificultades con los recursos disponibles. En lo que respecta al impacto de las enfermedades, hay que destacar los graves daños ocasionados por la “Podredumbre parda de la mazorca” (Phytophthora palmivora), la “Antracnosis” (Colletotrichum gloeosporioides) y el “Mal de machete” (Ceratocystis fimbriata), las cuales hicieron desaparecer importantes sembradíos en Aragua, Sucre, etc. En la zona al Sur del lago de Maracaibo, el principal enemigo del cacao siempre ha sido el hongo Moniliophthora roreri , agente causal de la “Ceniza de la mazorca”. Durante los últimos años han surgido nuevas expectativas sobre el cacao, lo cual se evidencia en los esfuerzos iniciados por el Fondo Nacional del Cacao, FONAIAP, CONICIT y algunas universidades nacionales, los cuales están dirigidos fundamentalmente hacia el propósito de aumentar la cantidad y la calidad de las almendras, para que el cultivo sea más rentable y competitivo. La intención es tratar de devolverle al cacao el sitial que en el pasado ocupó en la economía nacional. Sin embargo, este relanzamiento del cultivo exige, entre otras cosas, que productores, instituciones financieras y de asesoría e investigadores, conjuguen esfuerzos que se traduzcan en progreso para las regiones cacaoteras. En lo que respecta a la región ubicada al sur del Lago de Maracaibo, la acción comienza a dar sus primeros frutos. Se están estableciendo plantaciones nuevas y, aparentemente, existe el firme propósito de mantener asesoramiento permanente. Igualmente se han iniciado estudios destinados a conocer la variabilidad genética de los tipos de cacao existentes en el área. Desafortunadamente, también han comenzado a manifestarse enfermedades de consecuencias graves para el cultivo. Durante visita realizada en Noviembre de 1998, a la finca Sumandes, ubicada en el Km 15 de la vía que conduce de El Vigía a San Cristóbal, se apreció que casi la totalidad de los árboles cultivados en 60 has, mostraban síntomas de muerte regresiva en las ramas, mientras que una apreciable cantidad tenía cáncer en el tronco. A causa de la gravedad del daño, se tomaron muestras para determinar la identidad del o de los patógenos involucrados. A partir de ramas y troncos, se cortaron piezas de tejidos enfermos, algunos de los cuales se utilizaron para realizar aislamientos en medios de cultivo y otros fueron incubados en cámara húmeda. De las siembras realizadas en los medios de cultivo, únicamente se obtuvieron aislamientos del hongo Lasiodiplodia theobromae, el cual se identificó por la morfología y el tamaño de las estructuras reproductivas (picnidios y conidios). Los conidios jóvenes se observaron unicelulares, hialinos y elipsoidales, mientras que los adultos aparecieron oscuros, bicelulados y con estrías longitudinales. De los picnidios los conidios emergieron en forma de hilos (cirrus) blancos a blanco-amarillentos. En los materiales colocados en cámara húmeda también creció L. theobromae. En este último caso, los picnidios aparecieron a través de grietas existentes en la corteza. L. theobromae es ampliamente reconocido como un patógeno oportunista, ya que solamente produce infección en plantas que presentan heridas o que se encuentran debilitadas debido a estrés hídrico y/o nutricional. A los fines de comprobar la capacidad infecciosa del hongo, se realizaron inoculaciones en plántulas de cacao tipo porcelana de 25 a 30 cm de altura, las cuales estaban creciendo en bolsas de polietileno de 3 kg de capacidad. Como inóculo se utilizaron piezas de gasa, las cuales después de haber sido esterilizadas e impregnadas con medio de papa-dextrosa agar, se colocaron por 5 días en contacto con cultivos del hongo en harina de avena-agar. La gasa colonizada se aplicó a la porción basal del tallo, cuya corteza fue previamente herida con una hojilla e inmediatamente el sitio se cubrió con papel Parafilm para mantener la humedad alta. En las plántulas utilizadas como control sólo se colocó gasa sin el hongo. Seguidamente las plántulas fueron cubiertas con plástico transparente e incubadas en el invernadero. La cobertura plástica se retiró al tercer día después de la inoculación y a partir de ese momento las plántulas se examinaron periódicamente para observar el desarrollo de la infección. A partir de los tejidos inoculados se hicieron aislamientos para comprobar los postulados de Koch. Las pruebas de patogenicidad fueron exitosas y permitieron reproducir síntomas parecidos a los observados en el campo. A las 72 horas después de la inoculación, ya las plántulas mostraban síntomas de infección. Un mes más tarde, los tallos mostraban lesiones cancerosas hundidas y grietas en la corteza circundante. Los tejidos leñosos estaban parcialmente necrosados. El cáncer comienza como manchas aceitosas por fuera y pardas por dentro, las cuales con el tiempo agrietan la corteza y provocan la muerte de los árboles. En las pruebas de inoculación realizadas en el laboratorio, las plántulas no murieron porque sólo se hicieron heridas en la corteza. L. theobromae fue continuamente aislado de las lesiones cancerosas. Las pruebas de aislamiento, identificación y patogenicidad, demostraron que el cáncer observado en los árboles de cacao cultivados en Sumandes, es causado por L. theobromae. Las esporas del hongo son diseminadas, principalmente, por insectos y el agua de lluvia. La enfermedad ha sido reportada en todas las áreas cacaoteras del país. En el campo, la penetración y diseminación del L. theobromae es facilitada por las galerías hechas por insectos(Scolitidae) que taladran el tronco, lo cual permite la infección de los tejidos más internos. Aunque L. theobromae también ataca las mazorcas, este tipo de daño no fue observado en la plantación visitada, por cuanto los árboles recién habían comenzando a fructificar. En las mazorcas la infección se inicia como una mancha parda, la cual posteriormente se vuelve negra debido a que las hifas del hongo forman un moho negro. Las mazorcas con heridas o sobremaduras son las más propensas a ser infectadas.