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EN ÉL CONFIARÉ

(Rut 1:1-7)

Cuando hablamos obviamente de Él, nos referimos a Dios, El Soberano, El


Todopoderoso, el Grande y Buen Dios. Esto nos inspira Confianza: Encargar o
poner al cuidado de alguien algún negocio u otra cosa. Depositar en alguien, sin
más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, Dar esperanza a
alguien de que conseguirá lo que desea. Esperar con firmeza y seguridad.

Para confiar plenamente en Dios es necesario el “CONOCIMIENTO DE


DIOS”, (2 Reyes 5:2). Nos menciona la historia de una joven que conocía donde
se encontraba el siervo de Dios, Fue ella la que dijo a su señora: “Si rogase mi
señor Naamán al profeta Eliseo que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”.
Cuando el rey oyó las palabras de la niña judía, siguió su consejo y buscó
sanidad.

A fin de continuar en el proceso de Confianza en todas nuestras


inmediaciones, es necesario “ATENDER AL LLAMADO DE DIOS”. Si piensas
que José y David eran jóvenes cuando fueron usados por el Señor, ¿qué dirías
entonces de Jeremías? ¡No había nacido todavía y la mano del Señor estaba
sobre él! Dice el Señor textualmente, “Antes que te formase en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
(Jeremías 1:5).

Solo teniendo el ejemplo de estos y otros jóvenes en la Biblia, es que podemos


decir En Él Confiaré. Rut vio el poder de Dios y la Bendición llegó a su vida. Es
cierto que la mayoría de los jóvenes del mundo solo quieren vivir para sí mismos y
entregarse a sus pasiones vergonzosas; pero el Señor, en su Soberana Gracia,
también decide levantar a jóvenes dedicados a la santidad y a las cosas de su
Reino. Jóvenes como José en Egipto, Samuel, David, la criada de Naamán,
Jeremías, Daniel y Timoteo. Jóvenes como tú. Jóvenes como yo. ¿Estás
dispuesta a brindar toda tu confianza a Dios?
Anthony Hernández
Pastor Juvenil Iglesia CEM

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