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Articulo 27

Salvo disposición expresa en contrario de esta Parte de la presente Convención, si


una de las partes hace cualquier notificación, petición u otra comunicación
conforme a dicha Parte y por medios adecuados a las circunstancias, las demoras
o los errores que puedan producirse en la transmisión de esa comunicación o el
hecho de que no llegue a su destino no privaran a esa parte del derecho a invocar
tal comunicación.

VISION GENERAL
1. En el artículo 27 de dispone que, por lo general, el principio de envío es
aplicable a todo tipo de comunicación mencionada en la parte III de la
Convención (artículos 25 a 89). En virtud de este principio, la parte
declarante solo tiene que enviar su comunicación por los medios
adecuados, y el destinatario asume el riesgo de la transmisión correcta y
completa de la comunicación.

EL PRINCIPIO DE ENVIO

2. El principio de envío es el principio general que la Convención aplica a las


comunicaciones una vez que las partes han celebrado su contrato. Según
este principio, un aviso, solicitud u otra comunicación surte efecto desde
que la parte declarante lo envía por un medio de comunicación adecuado y
deja de estar bajo su esfera de control. Esta regla se aplica al aviso de no
conformidad o a las pretensiones de terceros (artículos 39 y 43); a las
peticiones de cumplimiento especifico (artículo 46), de rebaja del precio
(artículo 50), de indemnización por daños y perjuicios (apartado b) del
párrafo 1 del artículo 45) o de intereses (artículo 78); a una declaración de
resolución del contrato (artículos 47 y 63) y a otros avisos, como los
referidos en el párrafo 1 del artículo 32, en el párrafo 2 del artículo 67 y en
al artículo 88. Como principio general de la parte III de la Convención, el
principio de envío se aplica asimismo a cualquier otra comunicación que las
partes puedan haber previsto en su contrato a menos que hayan acordado
que la comunicación ha de ser recibida para surtir efecto.

3. No obstante, en algunas disposiciones de la Parte III de la Convención se


dispone explícitamente que una comunicación solo surte efecto cuando el
destinatario la “recibe” (véanse el párrafo 2 del artículo 47, el párrafo 4 del
artículo 48, el párrafo 2 del artículo 63, el artículo 65 y el párrafo 4 del
artículo 79).

MEDIOS DE COMUNICACIÓN ADECUADOS

4. Para que una notificación se beneficie de la disposición contenida en el


artículo 27, la parte declarante debe utilizar medios de comunicación
adecuados. En un caso, un tribunal dictamino que dar aviso a un corredor
independiente que no actuaba como agente comercial del vendedor no era
un medio adecuado de comunicación con el vendedor: únicamente se
consideraría que la notificación se había entregado por medios adecuados
si el comprador se aseguraba de la fiabilidad del corredor independiente.
Además, el comprador debía indicar al corredor su función de mensajero,
comunicarle la importancia del aviso y controlar la realización del encargo.

5. En el artículo 27 no se hace referencia explícita al modo en que el idioma


de la comunicación la hace más o menos eficaz. No obstante, para surtir
efecto, la comunicación debe efectuarse en el idioma que las partes hayan
escogido explícitamente o hayan utilizado entre ellas anteriormente, o bien
en un idioma que la parte receptora entienda o haya dicho entender.

6. Se ha sostenido que el artículo 27 no es aplicable a las comunicaciones


verbales. Un tribunal manifestó que las comunicaciones verbales surten
efecto si la otra parte puede oírlas y, por lo que respecta al idioma,
entenderlas.

EFECTOS DE LAS COMUNICACIONES ADECUADAS E INADECUADAS

7. Cuando la parte declarante usa un medio inadecuado de transmisión, suele


considerarse que la comunicación no surte efecto. Por ejemplo, un
comprador perderá su derecho a ejercer sus recursos por no conformidad
de las mercaderías entregadas si transmite el aviso de no conformidad a
una persona distinta de la que debía recibirlo.

CARGA DE LA PRUEBA

8. Se ha dictaminado que la parte declarante debe probar el envío de la


comunicación, así como su fecha y el método utilizado. Si las partes han
convenido en una forma de comunicación específica, la parte declarante
también debe probar que la ha utilizado. En cambio, no tiene que probar
que la comunicación ha llegado al destinatario.
Artículo 28
Si, conforme a lo dispuesto en la presente Convención, una parte tiene derecho a
exigir de la otra el cumplimiento de una obligación, el tribunal no estará obligado a
ordenar el cumplimiento especifico a menos que lo hiciere, en virtud de su propio
derecho, respecto de contratos de compraventa similares no regidos por la
presente Convención.

VISION GENERAL: SIGNIFICADO Y PROPOSITO DE LA DISPOSICION


1. El artículo 28 es un compromiso entre sistemas jurídicos que tratan de
manera diferente el derecho de una parte de exigir el cumplimiento
específico de una obligación del contrato. Según este artículo, un tribunal
no está obligado a ordenar un cumplimiento específico con arreglo a la
Convención si no lo haría respecto de contratos de compraventa similares
según su derecho interno.
2. Por “cumplimiento especifico”, se entiende exigir a la otra parte que cumpla
sus obligaciones contractuales mediante una demanda ante los tribunales.
Por ejemplo, el comprador puede obtener una orden judicial por la que se
exija al vendedor que entregue la cantidad y la calidad de acero
contratadas.

3. Hay poca jurisprudencia sobre esta disposición: hasta ahora solo se conoce
un caso. En él, un tribunal dictamino que cuando la Convención concede a
un parte la posibilidad de reclamar un cumplimiento específico, el artículo
28 permite al tribunal considerar la disponibilidad de dicho recurso con
arreglo a su propio derecho sustantivo en un caso similar. Si el derecho
nacional ofrece también la posibilidad de ordenar el cumplimiento especifico
en ese caso, no habría conflicto con la Convención ni problema alguno.
Pero, si el derecho nacional no permite ordenar el cumplimiento especifico,
se podrían conceder otras medidas (en la mayoría de los casos, una
indemnización por daños perjuicios). Con todo, en el artículo 28
simplemente se dispone que un tribunal “no estará obligado” a adoptar la
solución de su derecho nacional respecto a un cumplimiento especifico en
el contexto de una compraventa internacional de mercaderías que se rija
por la convención.

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