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https://www.slideshare.

net/AlejandrinaLilibethp/condiciones-dignas-de-trabajo

ACTIVIDAD SESIÓN 08:

DERECHO A L TRABAJO.
ESTRUCTURA DEL INFORME
DE

RESU M EN D EL CA SO .

C R ÍT IC A D E L C A S O .
INSTRUCCIONES:
1. Los estudiantes Juzgan la B A S E L E G A L (C P P ).
problemática del derecho al
trabajo a través de casos y
C O N C L U S IO N E S .
apoyo de la CPP.
2. Realizan un informe
casuístico.

CASOS PARA TRABAJAR EN EL AULA


CASO 01
Si te regalo 568.10 soles, ¿qué harías con ellos? Eso pregunté a un auditorio lleno de personas en el distrito del
Rímac. Los asistentes, en su mayoría representantes de vasos de leche, comedores populares y de organizaciones
sociales de base, contestaron sin dudarlo y a gritos: ¡en víveres! Claro, cuando hay necesidad, lo más importante es
la comida, no importan los gustos que se sacrifican ni las oportunidades que se pierden. Alimentar a la familia es lo
prioritario.
Pero, ¿qué pasaría si estos S/568.10 te los entregara cada mes? Quizá, muchas familias podrían salir de la pobreza y
tener mejores condiciones de vida. Quizá, también luego de comprar necesarios víveres algo de ese dinero pueda
usarse para comprar útiles escolares o pagar una boleta del instituto de uno de sus hijos. O quizá, quién sabe, pueda
servir para invertir en un negocio que multiplicará las oportunidades de esta familia.
Resulta que cada mes nos roban 568.10 soles. No nos los dan, tampoco los ofrecen y ¡cuidado si los exiges!, pues
podría ser peor para ti. Quinientos sesenta y ocho soles con diez céntimos es la diferencia promedio entre el sueldo
de un hombre y el de una mujer que trabajan haciendo lo mismo. Es decir, que, solo por ser mujer, tu salario es
568.10 soles menor. No importa si eres vendedora, tienes un oficio, eres técnica o terminaste tu maestría en otro
país. Eso es irrelevante pues igual recibirás, en promedio, 568.10 soles menos cada mes.
Es injusto, ¿no? A que sí lo estás pensando. Lo mismo pensaron las más de 500 mujeres reunidas en este evento
organizado por la Municipalidad del Rímac por el Día Internacional de la Mujer. Las mujeres, indignadas, se miraban
entre ellas; incrédulas repetían esta cifra. Seguro pensaban en la falta que les hacen esos más de 500 soles.
Lo cierto es que, al terminar el evento, las mujeres asistentes no se llevaron 500 soles, pero sí se llevaron consigo un
mayor conocimiento de sus derechos, por qué deben exigirlos y cuál es su rol en la sociedad. Pero lo más
importante es que no se fueron a casa con un superfluo “¡feliz día!” ni una tarjeta con algún mensaje cursi. No, ellas
se llevaron un poco más de convicción, mucha más fuerza y una enorme cantidad de información para contarles
esto que escucharon a sus hijas, sus nietas, sus amigas y a todos aquellos hombres que las rodean. Porque usted,
señor, no es más que ninguna de nosotras.
Recuperado: http://peru21.pe/opinion/mariana-alegre-que-harias-tu-s56810-2241228

CASO 02

Ley de Promoción Agraria también debe ser derogada

Otra de las normas que atenta contra los derechos de los trabajadores es la Ley No. 27360, Ley de Promoción
Agraria, la cual no contempla beneficios como la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), pago de horas extras
y bonificaciones por Fiestas Patrias y Navidad, a la vez que solo contempla quince días de vacaciones.
Esta ley se dio durante el gobierno de Fujimori por un lapso de diez años; sin embargo el gobierno de
Toledo lo amplió hasta el año 2021.

El analista en temas políticos y sociales, Óscar Felipe Ventura, sostuvo que esta norma se dio para favorecer
principalmente a las empresas agroexportadoras asentadas en el ámbito del Proyecto Especial Chavimochic (Pech)
como Danper, Camposol, Talsa, Agrícola Virú, entre otras.

“Esta ley recorta derechos fundamentales de los trabajadores. Los obreros de campo y fábrica laboran hasta doce
horas diarias, en condiciones lamentables. Hay una sobre explotación, en especial a las mujeres”, acotó.
Walter Campos, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la empresa Camposol, calificó como discriminatoria la
Ley 27360 y dijo que esta les ha recortado una serie de derechos. “Tenemos quince días de vacaciones, un sueldo
mínimo de 750 soles”, acotó.

Campos reconoció que algunas empresas agroindustriales sí pagan horas extras, pero en algunas áreas. 
La mayoría de leyes laborales dadas por el Congreso de la República y el Poder Ejecutivo son injustas con el
trabajador, se les condena a vivir en la pobreza y miseria con sueldos paupérrimos y con derechos laborales
recortados y sin protección del Estado, afirmó el abogado Jorge Apolitano Rodríguez.
Recuperado de http://larepublica.pe/28-01-2015/ley-de-promocion-agraria-tambien-debe-ser-derogada
CASO 3: La demagogia y los eternos ‘Pulpines’

La economía es implacable con las políticas públicas erradas. Según información reciente del INEI, la tasa de
desempleo para jóvenes de entre 18 y 24 años subió 4,9 puntos porcentuales hasta alcanzar 12,9% durante el
último trimestre del 2014. Esta tasa es la más alta entre todos los segmentos de edad registrados. En contraste, en
el mismo período, el desempleo entre adultos de 25 a 44 años se redujo 0,5 puntos porcentuales, y en 0,2 puntos
porcentuales para aquellos mayores de 45 años.

En este contexto, resulta imposible no dibujar una relación entre los desalentadores resultados del mercado laboral
para jóvenes y la derogación de la ley de promoción del empleo juvenil, también llamada ‘ley Pulpín’. Como se
recuerda, esta norma proponía que, por un plazo de cinco años, los jóvenes que recién empezaran su vida laboral y
que fuesen contratados bajo esta modalidad pudiesen estar sujetos a contratos de tiempo determinado, las
empresas que los contraten gozaran de incentivos tributarios para su capacitación, y disponía además algunas
reducciones en beneficios laborales como gratificaciones, vacaciones y CTS.

Como también se recuerda, luego de haber sido aprobada por el Congreso y rubricada por el presidente, la ley fue
derogada con 91 votos a favor (que incluían a siete miembros del mismo partido de gobierno que la propuso), 18 en
contra y 5 abstenciones apenas semanas luego de su promulgación.

¿Cuál era la motivación del Ejecutivo para promover inicialmente esta normativa? En primer lugar, los autores del
proyecto reconocían que los aspectos más rígidos de la legislación peruana, y que impiden la creación de nuevo
empleo, son los efectos de los impuestos sobre la productividad (puesto 104 de 144 países según el Foro Económico
Mundial) y las prácticas de contratación y despido (puesto 130 –en el decil inferior del mundo–).

En segundo lugar, la enorme situación de precariedad que se extiende en el mercado laboral peruano es aún más
acentuada entre los menores de 24 años. Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), tan solo uno de
cada diez jóvenes trabaja en el sector formal con todos los beneficios. El resto, la enorme mayoría, labora sin acceso
alguno a vacaciones, seguro de salud, ni condiciones mínimas de seguridad.
Recuperado de http://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-demagogia-y-eternos-pulpines-noticia-1803695?
ref=flujo_tags_550418&ft=nota_3&e=titulo

CASO 04: CERRAR PARA NO LAMENTAR

Sistema público. Los aportantes son el principal sostén. Hace dos años, por pensionista había 2,8 aportantes. En el
2055, cifra se reduciría a 0,5.

Durante las últimas semanas, la discusión pública en torno al sistema previsional se ha centrado en el futuro de la
Oficina de Normalización Previsional (ONP). Esta opera con un fuerte déficit financiero, el cual requiere
transferencias anuales del Estado equivalentes al 0,2% del PBI para completar el pago mensual a sus pensionistas.
Ese déficit, que incluso esconde el costo oculto de aquellas personas que aportaron a la ONP, pero no reciben
pensión por no cumplir el mínimo de años de aporte, empeoraría en el mediano plazo conforme al envejecimiento
poblacional. Por ello, se analizan los riesgos de mantener el sistema y de transformarlo a uno de capitalización
individual –como las AFP– de propiedad estatal.

—Estado actual de la ONP—

El SNP es un sistema de reparto, en que el aporte de sus afiliados se destina a un fondo común que financia las
pensiones de los actuales jubilados. Por ello, la estructura demográfica de sus afiliados es relevante para su
sostenibilidad. En el 2017, el número de aportantes a la ONP ascendió a más de 1,6 millones, mientras que el
número de pensionistas fue de aproximadamente 568 mil. Es decir, había 2,8 aportantes por cada pensionista. Sin
embargo, con el envejecimiento de la población, se espera que esa proporción caiga a 0,5 hacia el 2055.

A la fecha, sin embargo, a pesar de que el número de aportantes supera largamente al número de pensionistas, la
ONP se encuentra desfinanciada. Por ello, en los últimos cinco años el Estado transfirió anualmente más de S/1.800
millones para cumplir con el pago de pensiones. Así, la situación solo se agravaría con el cambio demográfico. En
esta línea, aproximadamente solo uno de cada tres afiliados recibirá pensión; el resto no cumpliría los 20 años
mínimos de aporte.

—Mantener—

El costo fiscal de mantener la ONP se compone de las transferencias para el pago de los actuales y futuros
pensionistas. A ello se deben agregar los afiliados que no alcanzan los 20 años de aporte efectivo. Para este grupo,
se considera que el Estado le podría asignar una pensión proporcional a los años de aporte. Es decir, si un
trabajador solo aportó 10 de los 20 años exigidos, entonces podría haber recibido la mitad de la pensión mínima
(S/207,5).

Así, el costo de mantener la ONP muestra una clara tendencia creciente a partir del 2040, el cual aumentaría de,
aproximadamente, 0,6% del PBI en el 2040 a 1,2% del PBI en el 2063. Además, considerando la pensión nula de
miles de jubilados, la pensión promedio de los futuros jubilados sería de S/344 y, si se considera una pensión para
aquellos afiliados con menos de 20 años de aporte efectivo, esta aumentaría hasta S/434.

—Cerrar—

En un escenario donde cierre la ONP, resulta clave la transferencia de los aportes de la ONP al nuevo esquema. En
ese sentido, se ha propuesto un bono de cierre (BC), con un tope máximo de S/80 mil, que estaría en función del
aporte previo a la ONP. Además, se asume que las cuentas individuales de capitalización rentabilizarían 4% real
anual y comisiones similares a las que estaban vigentes en el 2017 y que se reducirían en el tiempo.

Los costos para el Estado en este panorama muestran una tendencia decreciente y se reduce desde 0,9% del PBI en
el 2017 hasta tan solo representar 0,1% del PBI hacia el 2060. Asimismo, la pensión promedio de los futuros
jubilados sería de S/491.

—Balance—

Por los próximos 20 años se estima que el costo de cerrar la ONP superaría el costo fiscal de mantenerla. No
obstante, es un esfuerzo necesario para evitar un mayor costo en el futuro dada la insostenibilidad del mecanismo
de reparto ante el envejecimiento poblacional. La reducción cada vez más rápida del número de aportes y, en
paralelo, un incremento del número de pensionistas se traduciría en un aumento significativo de las transferencias
del Estado.

Por otra parte, ante el cierre de la ONP, el costo más importante es el pago de los actuales pensionistas, quienes se
irían reduciendo en el tiempo. Sin embargo, los afiliados, sobre todo los más jóvenes, podrían acceder a una mayor
pensión –en promedio, 43% mayor– a partir de la rentabilización de su fondo de pensiones. Ello se traduciría
también en menores transferencias futuras del Estado.

—¿AFP pública? —

Como alternativa al sistema actual de la ONP, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de transformarlo en una AFP
pública. Si bien el paso a cuentas de capitalización individual es fundamental para la sostenibilidad, la alternativa no
deja de tener complicaciones y riesgos. En primer lugar, por el rol subsidiario del Estado en la economía establecido
en la Constitución. Y, en segundo, por una eventual regulación o financiamiento –explícito o implícito– que permita
a la AFP pública competir con ventaja frente a las privadas.

Recuperado de: https://www.ipe.org.pe/portal/cerrar-para-no-lamentar/

CASO 05: Incendio en Las Malvinas: ex trabajadores describen cómo los "explotaban" en el encierro

Otros jóvenes que trabajaban en los contenedores confirmaron que los encerraban durante la jornada laboral y que
solo les abrían las puertas para comprar comida y a la hora de salida.

La última información que tuvieron los familiares de Jorge Luis Huamán Villalobos, de 19 años, fue una grabación
que muestra su desesperación por escapar dentro uno de los contenedores de la galería Nicolini, en Las Malvinas.
En esa estructura informal trabajaba más de 10 horas y en este mismo lugar hizo la grabación.

En el video se observa no solo las precarias condiciones en la que los jóvenes laboraran. También se registró los
esfuerzos por abrir la puerta que había sido cerrada con candado, mientras el humo comienza a ingresar al almacén.
Los familiares de Huamán ya están velando sus ropas en su casa de Independencia porque han perdido las
esperanzas de que sea rescatado con vida luego de casi 48 horas de trabajos en los que los bomberos aún no
consiguen ingresar a la zona de los contenedores.

Cómo trabajaban

Luis Casapía, vecino y compañero de Jorge Luis, confirmó que ellos eran encerrados mientras trabajaban y que solo
se les abría la puerta al mediodía para ir a comer y a la hora de salida. “Entrábamos a trabajar a las 7:00 a.m. y solo
nos abrían la puerta para ir a comprar comida y a la hora de salida, cuando ya se iba la luz”, dijo Casapía a Latina.

En el local, que pertenece a la empresa JPEG SAC, también trabajan de forma informal otros tres menores de edad.
Ellos se encargaban de borrar las marcas de los fluorescentes importados y colocarles otra marca que eran vendidas
en las galerías Nicolini. “Sacábamos la marca con lija y ellos les ponían una marca nueva”, indicó uno de los
menores. Ellos aseguraron que tampoco se les permitía ir al baño y que tenían que orinar en botellas dentro de los
contenedores. Por cada caja de 25 fluorescentes al que le cambiaban la marca, los jóvenes recibían 2 soles. Ellos
ganaban aproximadamente 20 soles al día. A la semana podían ganar hasta 100 soles.

Recuperado de: https://elcomercio.pe/lima/accidentes/incendio-malvinas-trabajadores-describen-explotados-


encierro-437201

CASO 06: Perú tiene la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica

Un millón 274 mil 100 niños y adolescentes realizan trabajos peligrosos que deben erradicarse.

La Organización Internacional del Trabajo anunció recientemente que el trabajo infantil en América Latina y el
Caribe se redujo a la mitad en los últimos 8 años. Una noticia que, sin duda, alegra a la región; sin embargo, no
tanto a los peruanos. ¿Por qué? Pues porque en el Perú el ritmo de decrecimiento fue más lento y, aunque la tasa
de trabajo infantil disminuyó en poco más de 4% desde 2012, aún hay un 21.8% de niños y adolescentes que
trabajan. Lo peor es que con estas cifras Perú encabeza la lista de países de Sudamérica con más trabajo infantil.

Según el ranking del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos sobre las peores formas de trabajo infantil en
el mundo, los tres países de Sudamérica con la tasa más alta de trabajo infantil son Perú (21.8%), Bolivia (20.2%) y
Paraguay (10.4%), y los que presentan las tasas más bajas son Brasil (2.9%) y Chile (3.5%). La última encuesta
especializada del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre trabajo infantil 2015 muestra además
cifras preocupantes, pues del total de población de entre 5 y 17 años que trabaja, el 16.8%; es decir, 1 millón 274
mil 100 niños y adolescentes, realiza trabajos peligrosos. Asimismo, un 1.5% de menores está en un trabajo forzoso
y el 5.3% realiza tareas domésticas por encima de las 22 horas semanales; por lo cual, aunque estudian, logran un
bajo nivel de aprendizaje.

“Se requiere con urgencia programas que retiren a los menores de las actividades más peligrosas”, Jorge Vega-
Defensoría del Pueblo. Jorge Vega, comisionado de la Adjuntía para los Derechos de la Niñez y Adolescentes, señaló
que, aunque corresponde a las municipalidades llevar un registro para identificar a los menores que trabajan en su
jurisdicción, este no se está llevando de la manera adecuada, pues la mayoría de los municipios que lo hacen solo
tiene un listado de los niños y adolescentes que declaran ser trabajadores, pero no tiene ningún plan de rescate o
de apoyo al menor.

Asimismo, señaló que, aunque la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) hace operativos para
supervisar que no se lleve a cabo trabajo infantil, esta entidad no tiene capacidad para fiscalizar el trabajo informal.
“Por ejemplo, ¿cómo se controla el trabajo doméstico de menores de edad? Hace falta un plan nacional, personal
especializado y un mapeo de las zonas donde hay trabajo infantil, pues es en la informalidad donde está la mayor
cantidad de niños y adolescentes que trabajan”, sostuvo.

PROGRAMAS EXITOSOS

Inés Martens, directora de Promoción y Protección de los derechos Fundamentales Laborales del Ministerio de
Trabajo, sostuvo que la fiscalización es una solución temporal, pues en muchos casos los menores rescatados
regresan a esa actividad. Por ello, se trabaja con las familias para plantear soluciones a sus necesidades.

El Ministerio de Trabajo, junto con la ONG Desarrollo y Autogestión, ejecuta tres programas para la incorporación
de los niños al trabajo permitido y a la escuela, que están dando buenos resultados. María Gloria Barreiro, directora
de la ONG, detalló que se trata de la incorporación de cadenas productivas agrarias libres de trabajo infantil; la
reconversión laboral, para que los adolescentes que están en trabajos peligrosos se capaciten y opten por trabajos
permitidos; […].

Recuperado de: https://peru21.pe/peru/infantil-peru-tasa-alta-sudamerica-informe-409742

CASO 07: Coronavirus, empresa, trabajadores y derecho laboral

1. ¿Debo informar a mis trabajadores de las medidas de protección frente al COVID-19?

Sí. Se recomienda informar a los empleados sobre las medidas de protección ante el coronavirus, pues si bien no se
trata de un riesgo exclusivo del entorno laboral, el deber de protección del artículo 14 de la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales aconseja informar de este eventual riesgo. Se debe recordar al personal las medidas de
protección recomendadas por el Gobierno, con la exhibición en el centro de trabajo de cartelería, fotografías o
infografías facilitadas por las autoridades sanitarias.

2. ¿Debo informar a mi empresa si viajo a una zona de riesgo?

Sí. Los trabajadores tienen el deber de velar por su seguridad y su salud, así como por las de aquellas personas a
quienes pueda afectar su actividad. Se debe cooperar con la empresa para que esta pueda garantizar unas
condiciones de trabajo seguras (Artículo 29 de la LPRL).

Por lo tanto, del mismo modo que la empresa debe informar al trabajador del riesgo existente, el empleado
también debe informar a la empresa de su exposición a situaciones de riesgo, aunque sea fuera de su
entorno/horario laboral. Y es así porque el trabajador tiene un deber de cooperación con la empresa en materia de
seguridad y salud.

Si un trabajador omite esta información estará incumpliendo sus obligaciones en materia de prevención de riesgos y
podrá ser sancionado disciplinariamente (LPRL; Art. 29.3). De acuerdo a las consecuencias generadas por esta
omisión de información, las sanciones pueden ir de la imposición de una falta, al despido (aunque esta medida
sería, probablemente, desproporcionada).

3. ¿Mi empresa puede obligarme a viajar a una zona de riesgo?

No. Las propias recomendaciones de las Autoridades Sanitarias (entre ellas, la de no viajar a las zonas afectadas),
junto con una reciente resolución judicial avalando “la necesidad de adoptar medidas urgentes y contundentes para
evitar la propagación”, permiten considerar que estamos ante una orden manifiestamente ilegal, que pone en
riesgo la salud e integridad de los trabajadores.

4. ¿Cómo trabajador, puedo negarme a viajar a una zona de riesgo?

Sí. La negativa del trabajador a obedecer a la orden de viajar a una zona de peligro podría considerarse como el
ejercicio legítimo del derecho de resistencia del trabajador, y no como una desobediencia sancionable, nacida de
una apreciación subjetiva.

5. Si me infecto, ¿cuál pasa a ser mi situación laboral?

Si un trabajador se contagia de COVID-19 se le concede una baja laboral asimilada a Accidente de Trabajo y, por
tanto, ni debe ni puede trabajar.

6. ¿Y si me obligan a estar en cuarentena?

En caso de aislamiento preventivo (cuarentena), el trabajador no está afectado por un accidente o una enfermedad,
sino que está siendo vigilado para su diagnóstico (a la vez que se minimiza el riesgo de expansión de la
enfermedad). Por eso se le impide acudir al trabajo. Conforme al Real Decreto-ley 7/2020, de 12 de marzo, por el
que se adoptan medidas urgentes para responder al impacto económico del COVID-19, se considera que estos
trabajadores están en situación de incapacidad temporal derivada de Accidente de Trabajo, es decir, de baja laboral,
y, por tanto, exentos de trabajar.

7. ¿El servicio de prevención de riesgos laborales puede hacer pública una lista de personas afectadas por el
coronavirus?

En un primer momento la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) había resuelto que las empresas no
pueden dar a conocer información relacionada con la salud del trabajador, a menos que este le de su
consentimiento expreso.
Sin embargo, un reciente Informe de la AEPD publicado a raíz de la pandemia derivada del COVID-19 permite el
tratamiento de datos personales de salud sin consentimiento del interesado en situaciones de interés público en el
ámbito de la salud pública y en el cumplimiento de obligaciones legales en el ámbito laboral derivado de dichas
situaciones.

Por lo tanto, la empresa podrá conocer estos datos sin necesidad de consentimiento, pero informando previamente
a los interesados, limitándose a conocer si el empleado está infectado o no, para adoptar los protocolos de
seguridad y salud que sean necesarios, pero no podrá identificar públicamente a las personas afectadas.

8. ¿La empresa me puede pedir un informe médico para saber si tengo el coronavirus?

Podrá requerirlo a los exclusivos efectos de indagar sobre la existencia de síntomas, pero no someter a
cuestionarios o controles médicos no relacionados con la enfermedad.

9. Si estoy sano, ¿pueden obligarme a hacer teletrabajo?

Aunque, en principio, esta medida debe ser acordada entre trabajador y empresa, el 4 de marzo pasado el
Ministerio de Trabajo difundió una guía de actuación frente al SARS-CoV-2 en la que, ante el riesgo de contagio en el
trabajo, se animaba a las empresas a implementar el teletrabajo.

En circunstancias normales, el trabajador tiene derecho a decidir sobre este tema porque el teletrabajo implica
cambios en su régimen contractual.

10. Si me he contagiado el COVID-19 en el trabajo, ¿se considera contingencia profesional?

Sí, a tenor de la equiparación realizada por el real decreto-ley que incluye la consideración excepcional como
situación asimilada a accidente de trabajo de los periodos de aislamiento o contagio de las personas trabajadoras
como consecuencia del COVID-19.

11. Si mi empresa no me da trabajo a causa del COVID-19, ¿voy a cobrar?

Cuando se trata de causas catastróficas o de fuerza mayor, como se podría considerar la epidemia del COVID-19 y
las decisiones de la Autoridad derivadas de la misma, y la empresa no puede asignar trabajo al empleado, puede
que este no reciba su salario. Pero ello no obsta que la empresa deba seguir los procedimientos establecidos por
nuestra legislación laboral, mediante los correspondientes procedimientos de despido colectivo, de suspensión de
contratos o de reducción de jornada.

Ante la grave situación generada por el SARS-CoV-2 el Gobierno se ha comprometido con las patronales y los
sindicatos a facilitar los ERTE, como medida de protección de las pymes y el empleo.

Recuperado de: https://theconversation.com/coronavirus-empresa-trabajadores-y-derecho-laboral-133678

CASO 8: McDonald's: la indignación que causa en Perú la muerte de dos jóvenes empleados de la cadena de
hamburguesas

El domingo, las autoridades encontraron los cadáveres de Alexandra Porras y Carlos Gabriel Campos, ambos de 18
años, dentro del local de McDonald's del distrito limeño de Pueblo Libre en el que trabajaban. Los jóvenes, que
habían sido pareja, llevaban menos de seis meses en la cadena de comida rápida.

Las autoridades están investigando los hechos y Arcos Dorados, la empresa encargada de la franquicia de
McDonald's en Perú, dijo que colaboraría con las pesquisas. En un primer comunicado citado por la prensa peruana,
Arcos Dorados habló de "un accidente que se habría originado por una descarga eléctrica".

Preguntados por la diferencia entre ambas declaraciones, desde Arcos Dorados se limitaron a responder: "Las
autoridades locales se encuentran trabajando activamente en la investigación del caso. A la vez, pusimos todos
nuestros recursos a disposición para brindar la colaboración necesaria para el pronto esclarecimiento de este
suceso".

La municipalidad de Pueblo Libre, el distrito limeño donde se ubica este local de McDonald's, clausuró el
restaurante mientras se investigan los hechos, y la empresa cerró todos sus locales en Perú por dos días en señal de
duelo. Pero la muerte de los jóvenes provocó protestas en el país contra las condiciones laborales precarias en el
país. Pero, según su familia, no trabajaban en circunstancias ideales. Los familiares de las víctimas dijeron a medios
locales que los jóvenes cumplían jornadas de hasta 12 horas, en un país en el que el máximo permitido por ley son
8. Walter Bedriñana, abogado de la familia de Gabriel, detalló que cuando los jóvenes estaban trabajando, el suelo
estaba mojado.

Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50829763

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