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HISTORIA, SOCIEDAD Y EDUCACION I

PROF. ISIDRO RAMIREZ RAMIREZ

ALUMNA: BLANCA ESTELA GERTRUDIS RENTERIA

GRADO: GRUPO:

SANTACRUZ DEL RINCON, MPIO. DE MALINALTEPEC, GRO. A JUNIO DEL 2020.


EL CONOCIMIENTO HISTORICO Y LOS PUEBLOS INDIGENAS

LA HISTORIA. UNA REFLEXIÓN SOBRE EL PASADO. UN COMPROMISO


CON EL FUTURO

La demanda y el interés crecientes que despiertan las explicaciones que la historia


ofrece a la sociedad chocan, la indiferencia y el desinterés que muestran ,en
general, los alumnos por los contenidos históricos que se enseñan en la escuela.

Entre las diversas causas que pueden explicar el extendido desinterés de los
alumnos

Si nuestro objetivo es que los alumnos comprenden qué es una revolución ,qué es
una revolución de mayo.

Es evidente que con esos datos no lograrán explicar ese proceso ni responder a
esas preguntas.

Los historiadores que estudian este periodo partieron de otras visiones históricas.
las diferentes respuestas surgen de las distintas interpretaciones que cada uno de
ellos hace de los hechos conocidos.

La realidad social es compleja, contradictoria, difícil de aprender, y los cuentistas


sociales.se encuentran los historiadores, acerca de la historia y de su sentido.

En este capítulo nos limitaremos a mostrar, en primer lugar, cuál es el recorrido


histórico, y alguno de los problema y discusiones que constituyen a la historia
como ciencia.

LA HISTORIA COMO CIENCIAS: UN LARGO CAMINO

¿Qué es la historia?

Desde siempre los hombres necesitaron reflexionar sobre su pasado, primero


fueron los ancianos, los sabios y los sacerdotes. A través de mitos, crónicas y
biografías elaboraron un saber histórico destinado  a legitimar situaciones y
reafirmar identidades.

La importancia de la aclaración anterior reside en el hecho de que la realidad


histórica no siempre se corresponde con el producto del conocimiento histórico,
porque en las ciencias sociales, el conocimiento tiene muchas versiones y
múltiples perspectivas, ya que la historia de la humanidad está hecha por una gran
diversidad de hombre y sociedades.
¿CUAL ES EL OBJETO DE LA HISTORIA?

Definir una ciencia es, ante todo, definir el objeto cuyo conocimiento quiere
alcanzar, la historia fue considerada el relato de los hechos del pasado. Desde el
renacimiento, sobre todo durante el siglo XVIII, comenzó a ampliarse el objeto de
conocimiento de la historia.

¿QUIÉN ES EL SUJETO DE LA HISTORIA?

En ninguna  etapa de la historia, ni aun en las más antiguas y primitivas, el


hombre se encontraba aislado, al margen de la sociedad, fuera de algún grupo
social.

No siempre los hombres fueron considerados los protagonista de la historia. Se


ocupó de los hombres importantes.

Es en el siglo xx cuando la historia, comenzó a pensar en términos de sujetos


colectivos: las comunidades, los estamentos, los grupos, las clases sociales, en
permanente cambio y atravesados por diverso conflicto.

LAS TEORÍA DE LA HISTORIA

Las teorías de la historia establecen, explícita o implícitamente, se intenta explicar


la evolución de la humanidad.

San Agustín, al elaborar una teoría de la voluntad divina, afirmó que todas la
historia de la humanidad era la consecuencia directa de una sola causa: La
voluntad de Dios.

LA OBJETIVIDAD EN LA HISTORIA

Las ciencias histórica se propone construir un conocimiento lo más objetivo


posible, nos referimos a la búsqueda de objetividad, de acercamientos a la
realidad, de mayores grados de consenso.

En la actualidad; la mayoría de los historiadores reconocer que los criterios


utilizados para la selección de dato que fundamentaran su trabajo de
reconstrucción históricos.

LA CAUSALIDAD EN LA HISTORIA

Algunos historiadores afirman que “el estudio de la historia es el estudio de


causas”. Sin las explicaciones causales, la historia es incomprensible.

UNA MIRADA DIFERENTE SOBRE LA REALIDAD HISTÓRICA


“El pasado es el tema del historiador” .A esta afirmación, José Luis Romero(1980)
le agrega varias preguntas que nos permitirán acercarnos a la comprensión del
concepto de la realidad histórica.

José Luis Romero propone algunas: ¿Quiénes somos? ¿Qué hemos creado?
¿Cómo fue el proceso de esas creaciones? ¿Cómo hemos cambiado?

Para el conocimiento histórico, toda la experiencia de los hombres es significativa:


incluye tanto la forma como los hombres, diversa manera de organizar sus
familias, educar sus hijos, expresar su religión.

Las preguntas son infinitas. No hay experiencia humana que quede fuera de la
preocupación del historiador.

Decimos que la realidad se complejiza. También su conocimiento se hace más


complejo.

LA REALIDAD HISTÓRICA: LOS CAMINOS PARA COMPRENDERLA

Para su mejor comprensión, un abordaje analítico, de los factores económicos.

En el Nivel económico contempla las actividades económicas, la producción y


distribución de bienes, servicio e insumos.

Los recursos naturales también  se constituyen como tales históricamente.

La tecnología varía a lo largo del tiempo.

En el nivel social contempla las formas de organización de la sociedad, indaga


quiénes son los actores sociales y cómo se expresan sus conflictos.

El hombre es el sujeto de la historia porque justo con otros hombres, conforma


grupo  sociales que constituyen la sociedad.

En el nivel político analiza, en primer lugar, todas las cuestiones relativas al poder,
al estado y a la organización.

En este nivel también se estudia la forma que adquiere la lucha por el poder entre
los diferentes grupos sociales y ,al mismo tiempo ,los esfuerzos que estos realizan
para mantener la cohesión el equilibrio y la permanencia de la sociedad.

En el nivel mentalidades estudia el conjunto de creencias, saberes, opiniones y


valores que constituyen la mente de los hombres y de las sociedades.

RECONSTRUIR LA REALIDAD HISTÓRICA: LA TAREA DEL HISTORIADOR


Esta es la tarea del historiador, descubrir las articulaciones significativas, las que
le permiten hacer inteligible la realidad histórica.

ENSEÑAR A PENSAR HISTÓRICAMENTE

Habla de la Historia y su importancia en la vida de los  seres humanos, mediante


la  reflexión teórica  y la mostración o enseñanza de esta ciencia, que en el ámbito
social  ha dado forma a la base del nacionalismo constructivo y de la conciencia
histórica. Además, la autora asegura que la Historia es un conocimiento vital sin el
cual no es posible vivir humana y plenamente, pues las personas no están hechas
de forma definitiva, por el contrario, se construyen constantemente en un tiempo y
espacio determinado, llamado por Sánchez la sociedad terrenal.

Señala que el hombre es el ser humano de la autognosis, pues es el único ser vivo


que tiene la capacidad de pensar sobre su propio ser, de construir y orientar su
desarrollo, de discernir, de objetivar y subjetivar, de crear su propia identidad; es
decir, puede darse a sí mismo un  por qué  y  para qué enfrentarse a la
realidad. En consecuencia, quien escribe la Historia es un hombre que se crea a si
mismo, pero en diferentes tiempos y espacios, por ello su existencia es presencia
actual del pasado. Entonces, el hombre tiene la facultad de ir más allá de sí mismo
y de trascender los límites de su ser físico a través de la concepción de la Historia.
En este sentido, el  establecimiento de la relación entre el ser humano y su
entorno (cercano o distante), despertó en el hombre la preocupación de algo más
que él mismo, llamado por Sánchez la “otredad “. 

En otras palabras, porque el hombre no es sólo por sí mismo, ni es completo por


sí mismo, como bien señala Platón. Por ende, es a través del análisis y la reflexión
del pasado como entiendo el presente y me ubico en él,  para interpretar o tratar
de descifrar el futuro, sin caer en la adivinación y en consecuencia reflejarlo en
un actuar humano compartido. Pero la Historia es un saber que concierne
a medios muy amplios, sobre todo en la actualidad, y es precisamente en ese
aspecto donde su estudio se convierte en una ciencia peligrosa, pues el
conocimiento histórico se construye para ser difundido y en ese afán, en algunos
sectores o individuos,  la conciencia histórica se pierde y los conocimientos o la
información pueden ser alterados, según los intereses de algunos poderes. 

Luego de este breve análisis, me atrevo a decir que México es un pueblo


sin  memoria, porque no tiene una conciencia histórica. Sucede que, desde los
primeros años en la escuela, nos enseñan una Historia plagada de héroes y
villanos, de ganadores y vencedores, de hechos acontecidos en algún tiempo y
espacio ajeno a nosotros, pero se olvidan de explicar que esos seres  tenían sus
propias virtudes,  miedos, intereses y ambiciones; que cometieron aciertos y
errores, y que de sus acciones han dependido las consecuencias que vive nuestro
país actualmente.

Y porque la Historia llega a muestras manos ya digerida, corregida o


aumentada según la visión o los objetivos de determinados medios, poderes e
incluso, desde la propia perspectiva y tendencias del profesor de la clase. Debido
a la falta del profesionalismo y de la ética de quienes transmiten
los conocimientos  y las verdades históricas, ya sean éstos el Estado,  los medios
de comunicación o  los docentes. Todos por igual resultan ser canales  peligrosos,
si no se enseña a pensar históricamente a las masas, despertando la consciencia
de quienes fuimos, somos y podemos ser, porque solo dejando de formar
individuos aislados e ignorantes de su pasado, se logrará crear una realidad
presente, donde las personas tengan un horizonte certero de un futuro compartido
en el que no se repitan los errores del pasado.

En el caso de los procesos educativos, la difusión de la historia dependerá de


quien conduzca o transmita la información y de cómo la perciba él mismo, pues en
todo momento llevará un mensaje, una intención o bien una interpretación. Un
historiador o cultivador de la ciencia básica e incluso un docente no debe olvidar
que está obligado a decir en molde lo que en conciencia piensa.  

LA HISTORIA COMO SABER POPULAR

La entrevista a Andrés Aubry se enfatiza básicamente en sus estudios


antropológicos de la historia en la historia oficial es decir la que es contada por los
vencedores o colonizadores en este caso los españoles que en su versión de
estos ellos eran los buenos y los vencidos los malos poniéndonos como ejemplo la
conquista o el descubrimiento de América por lo que para el autor vendría siendo
más bien un encuentro y no un descubrimiento y una de las tácticas principales de
los conquistadores fue quitarles los instrumentos dinamizadores de su cultura
como la escritura y que ahora se dice que son pueblos de cultura oral que si se les
alfabetiza se les quita la oralidad, pero lo que en realidad sucedió fue la
orquestación de una des alfabetización., también se les quito su aporte
tecnológico como es el cálculo ya que se sabe que los mayas eran excelentes
matemáticos y contaban con conocimientos avanzados de astronomía y que con
esto también se les quito historia. No se puede decir que son pueblos que tienen
una historia especial o que solo puede accederse al conocimiento de su historia a
través de registros especiales.

Por otra parte está la historia popular o la de los vencidos la que los antropólogos
tratan desesperadamente de rescatar ya que según el autor es la historia
verdadera no documentada no se puede decir que hay dos historias ., hay una
misma historia. Nada más que en cada historia, en la historia de cada pueblo, hay
los que son opresores y los que son oprimidos y por lo general la historia escrita
es la versión del que domino, del que gano quien para mejor ganar suprimió y
callo la historia del vencido.

Por lo que nos dice el autor., pareciera que la historia indígena se sigue
suprimiendo de la enseñanza oficial, porque sería la historia de un gran despojo,
territorial, cultural, de riquezas que tal vez propiciaría rebeliones, si no armadas si
de la conciencia.

Por lo que el investigador, con sus aparatos conceptuales y académicos, va


sistematizando todo este conocimiento en dialogo constante con el campesino.

HISTORIAS QUE NO SON TODAVÍA HISTORIA.

Al leer el texto entregado en clases, noto que aunque el ser humano se jacte de
ser un actor que evoluciona constantemente, se va quedando estancado en cosas
básicas, como el tolerar e integrar la diversidad en todos los aspectos (originaria,
económica, sexual, etc.) por decir un ejemplo.

No nos resulta extraño estudiar cómo los españoles ninguneaban, maltrataban y


abusaban de los indígenas en nuestro continente, es más, me atrevería a decir
que ni cuestionamos el porqué de esas actitudes, ya que automáticamente lo
asociamos a la antigüedad en todo sentido, en el espacio temporal, en los
conocimientos que poseían los hombres en ese entonces, los prejuicios
existentes, etc. Y por lo mismo, vemos como meros hechos de la historia el
pisoteo a la tradición indígena y el ninguneo constante a sus orígenes.

En la lectura entregada se dice algo muy importante: una de las razones de esta
violencia (que puede ser de varias formas, no sólo física), es decir, el humillar la
cultura indígena en todo sentido, se debe al poco conocimiento y por ende, al
miedo que se les tiene; en otras palabras, lo extraño y diferente, incomoda, por lo
que la única solución que hay es eliminarlo. Hecho que en estos días se puede
hacer una conexión de inmediato a las grandes injusticias cometidas a los
mapuches, extranjeros, homosexuales, etc.
Y mucho peor aún, no solo se destruyó una cultura “diferente”, sino que se le
impuso una forma de vivir, de actuar, de relacionarse muy distinta, y a su vez, se
creó una historia que no era la real, con hechos y/o eventos muy europeos, fuera
de la costumbre indígena, para distorsionar de raíz la historia de nuestros pueblos
originarios, para que de esa forma (según el texto leído) el futuro sea mucho más
fácil de manipular ya que la base se desconfiguró. .

Personalmente, después de haber leído el texto entregado, quedo con una


sensación de muy poco avance como sociedad, ya que me es imposible no
relacionarlo y conectarlo inmediatamente a la poca tolerancia, a la incomodidad y
a la intervención violenta vista hace días atrás con el joven Daniel Zamudio
(guardando las proporciones de la comparación), ya que aquí claramente se
puede observar que unos pocos (ocupando el papel de los españoles) no pueden
evitar el sentirse superiores ante la diferencia, que en este caso es una diferencia
por orientación sexual (comparándolo a los indígenas al ser tomados como
inferiores hace siglos atrás) y atacan, violentan, para imponer una forma de pensar
y de vivir, para tratar de eliminar cualquier rastro de una vida, o una historia
distinta, para poder crear un futuro que vaya acorde a sus costumbres.

Finalmente, me gustaría decir que aplaudo de todo corazón los movimientos que
luchan por defender las historias reales de nuestros pueblos originarios, y de la
misma manera los avances que se han hecho en materia de integración indígena,
como es el caso de otra lectura que hemos hecho que es del Convenio 169 de la
OIT acerca de la integración de los pueblos y tribus originarias.

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