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Perjudican Tu Vida
de Tania Sanz
Los malos hábitos afectan tu vida, ponen en peligro tu salud y te restan energía física y
mental. Pero eso tú ya lo sabes ¿cierto?… entonces ¿por qué seguimos con estos hábitos
nocivos? ¿por qué no logramos cambiarlos? y más importante aún: ¿habrá algo que
podamos hacer al respecto?
Todos tenemos hábitos perjudiciales (yo no soy la excepción) sin embargo hay algo que
me ha ayudado a dejar ciertos malos hábitos en mi rutina y sentirme mejor. Es cierto
que romper con los hábitos insanos requiere de un proceso, pero sobre todo se requiere
de una estrategia correcta.
Aquí encuentras la respuesta a todas las preguntas anteriores y esta fórmula (que de
verdad funciona) para empezar a cambiar esos hábitos perjudiciales que le están
cobrando factura a tu bienestar. Empieza hoy a dejar los malos hábitos y sigue leyendo.
“No importa qué lejos hayas ido en la dirección incorrecta, siempre hay una
oportunidad de dar la vuelta y continuar por un mejor camino”
Si la respuesta es ¡por supuesto que sí, estás en el lugar correcto, aquí descubres todo
esto:
¿Por qué no has logrado romper con los malos hábitos que no te dejan tener la vida
que quieres?
¿Cómo detectar estos malos hábitos en tu rutina que afectan tu bienestar?
¿Cómo lograr cambiar tus malos hábitos con una fórmula efectiva muy fácil de poner
en práctica?
Pero antes, por favor, imagina lo siguiente:
Estás en tu casa viendo una película. Mejor aún; se trata de una emocionante película de
suspenso y tú estás cómodamente en tu sofá al borde del colapso nervioso. La película
está en la parte más importante: justo en la escena en la que se descubrirá quién es el
verdadero asesino, pero de repente, la televisión se apaga,… ¡no hay luz!
Todo está completamente oscuro, te tambaleas para dar algunos pasos y caminas hacia
la cocina (en dónde guardas las velas) y al llegar a la cocina aprietas el botón para
encender la luz… después de algunos segundos aún en completa oscuridad, tu cerebro
recuerda que no hay luz y que por supuesto no lograrás nada prendiendo y apagando el
interruptor.
Le restas importancia y prendes una vela para poder llamar a la compañía de luz y
reclamar el incómodo momento que te están haciendo pasar, sobre todo porque no
podrás ver lo que pasó con el protagonista de la película.
Acto seguido te diriges al baño, en el momento en el que pones un pie dentro, ¡intentas
accionar nuevamente el interruptor de la luz! Te quedas parado pensando cómo puede
pasarte semejante estupidez dos veces seguidas.
Lo importante es que así como ocurrió con el interruptor de la luz, sólo cuando te
vuelves consciente de esos hábitos (buenos o malos) es cuando puedes hacer algo al
respecto para cambiarlos
Por lo que NO ser consciente de los malos hábitos es el primer motivo que explica
por qué no has logrado eliminarlos de tu vida.
Como los hábitos son automáticos, muchas veces no logras darte cuenta de que los
desencadena.
De ahí la importancia de hacer un análisis para detectar los hábitos que quieres cambiar.
Y esto es una buena noticia porque, si eres capaz de darte cuenta de ese mal hábito, eres
capaz de cambiarlo a tu favor(algo que pondremos en práctica más adelante)
Sin embargo, existen muchos otros motivos que te impiden lograr borrar los malos
hábitos y, es muy importante saber cuáles son para que no se conviertan en futuros
errores.
Cualquier hábito en tu vida, sea saludable o no, está almacenado de forma permanente
en tu cerebro y no es posible borrarlo. 2
¡Espera no te vayas!
Los anterior es en realidad una excelente noticia: los hábitos saludables que construyas
efectivamente a partir de hoy tendrán beneficios a largo plazo ¡no se borrarán de tu
rutina!
Sin embargo intentar una y otra y otra vez de eliminar los malos hábitos simplemente es
una estrategia que te ha impedido lograr los resultados que quieres.
Además, el intentar eliminar el pensamiento que te conduce a caer en ese mal hábito,
sólo lo hace mucho más recurrente en tu mente. 3
Es como una paradoja. Tu cerebro hace un escaneo de tus pensamientos para detectar si
aparece este “pensamiento a eliminar” pero, en el proceso ¡pum! Llega a tu mente una y
otra vez ese pensamiento.
Si quieres dejar de tomar coca cola y tratas de reprimir este empalagoso antojo en tu
mente, tu cerebro lo hará más constante.
Como puedes ver, intentar eliminar tus malos hábitos simplemente no funciona.
Pero, existen otras estrategias populares que tampoco te están ayudando a cambiar tus
malos hábitos…
¿Alguna vez has leído que el sólo imaginar tu vida con mejores hábitos hará
exactamente eso?
Por ejemplo: si quieres bajar de peso, imaginarte en ese bañador corriendo por la playa
te hará lograrlo más fácilmente.
Y aunque suene muy bonito y te haga sentir mejor, se ha visto que está estrategia
simplemente no funciona para lograr tu meta efectivamente.
Además puede ser perjudicial, pues no te permite valorar el proceso. Y esto pasa porque
tu mente se “satisface” al imaginar el resultado final y resta la urgencia de mejorar tus
hábitos. 4
Así que olvida para siempre todas las estrategias anteriores y mejor sigue los pasos de
esta fórmula efectiva que sí funciona.
Es momento de ser consciente de esos malos hábitos que restan bienestar en tu vida.
Es probable que ya tengas una lista kilométrica de aquellos hábitos nocivos que quieres
desterrar de tu rutina diaria.
Pero, si no es así, te aconsejo que lo hagas, pues ser consciente de estos hábitos es el
principal paso para modificarlos de forma saludable. 5
Mal hábito: una acción repetida que directamente o indirectamente afecta tu bienestar
o salud.
Pero espera ¿por qué tenemos malos hábitos a pesar de que nos afectan?
Por ejemplo, supongamos que tienes el hábito poco saludable de tomar refrescos. Como
todos sabemos, las cantidades de azúcar contenidas en un refresco son extremadamente
altas. El azúcar puede almacenarse en tu cuerpo en forma de grasa y con el tiempo
aumentar tu peso. En consecuencia, el riesgo de padecer algunas enfermedades
aumenta. Un final que nadie quiere tener en su vida.
El problema es que tomar refresco se almacenó en tu cerebro en forma de hábito, a
través de un recordatorio o desencadenante, y una recompensa positiva a corto plazo. 6
En el momento en el que una acción se convierte en un hábito, nuestro cerebro asocia
fuertemente determinados recordatorios con ciertas recompensas, como lo que ocurría
en el ejemplo del inicio con el apagador de la luz.
Lo que quiere decir que los malos hábitos están presentes en tu vida por una razón
específica, es decir, responden a ciertas necesidades (disminuir el estrés, calmar un
antojo, apagar la sed) y por eso, tratar de eliminarlos no es la mejor forma de lidiar con
ellos.
Por eso, el primer paso es simplemente ser conscientes de que aunque tengan un
disfraz de “recompensa positiva” son en realidad hábitos dañinos para tu salud.
Tómate unos minutos para detectarlos es el primer paso porque muchas veces los malos
hábitos se esconden o se disfrazan y se vuelve difícil atraparlos.
Toma una hoja y lápiz o simplemente escribe aquí una lista de malos hábitos que tienes
en tu rutina (nadie más podrá ver tus respuestas):
Un estudio analizó lo efectivo que es detectar los hábitos para intentar cambiarlos 7
Les pidieron a los participantes que escribieran los hábitos malos que intentaban borrar.
Éstos incluían algunas actividades poco saludables como: comer comida chatarra,
procrastinar, ir a la cama muy tarde, beber alcohol e incluso salir de fiesta
continuamente (puedes ver que se trataba de estudiantes).
Después, los investigadores les dieron unas libretas para que ellos escribieran cuándo,
dónde y cómo aparecían estos hábitos. Lo que los investigadores encontraron era que
registrar el momento en el que se ejecutaban estas acciones, fue clave para reemplazar
los malos hábitos efectivamente.
Y eso es lo que haremos a continuación para poner en práctica esta fórmula efectiva.
La fórmula se trata simplemente de reemplazar los malos hábitos por hábitos saludables
y ya.
Es decir, para eliminar los “malos hábitos” necesitas reemplazarlos por “buenos
hábitos” que generen la misma recompensa.
Sólo tienes que encontrar una actividad saludable que pueda reemplazar a ese hábito.
Con el tiempo esta nueva acción tomará forma de un hábito y logrará sobreponerse al
viejo hábito.
-Y ¿qué pasará con este hábito viejo insano si no es posible borrarlo completamente?
La estrategia de reemplazar un hábito por otro es una estrategia terapéutica muy efectiva
usada por profesionales para tratar el Trastorno Obsesivo Compulsivo (un trastorno con
hábitos fuera de control) 9
La estrategia de reemplazar un hábito “malo” por uno “bueno”, ayuda a esos pacientes a
tomar el control de sus hábitos inconscientes y de la misma forma es útil para ti.
Primero tienes que darte cuenta de ese hábito que quieres cambiar, después tienes que
volverte consciente del momento en el que se desencadena ese hábito, y finalmente
encontrar una acción que lo sustituya de la mejor manera.
Para lograrlo es probable que necesite analiza ese hábito en concreto durante algunos
días (tómate el tiempo necesario)
– ¿Cuándo, en dónde, a qué hora o con quién es más común que caigas?
– ¿Tienes un estado de ánimo específico cuando caes en este mal hábito?
Después de este análisis tendrás entonces la señal que hace que caigas en este mal
hábito (el recordatorio) y la recompensa final (o beneficio inmediato que
recibes). Recuerda que los malos hábitos también tienen recompensas a muy corto
plazo.
Paso 3: Ahora sólo hace falta reemplazar este mal hábito por una acción mejor y más
saludable
Por ejemplo:
En lugar de desayunar tu habitual pan dulce, mejor una tostada con aguacate
En lugar de ver la televisión hasta la media noche, empezar a escuchar un audio libro
En lugar de tomar refresco en tu comida, comprar agua con gas burbujeante
En lugar de ver tu serie de la tarde con papas chips, come frutos secos como pistachos
o almendras
En lugar de tomar el ascensor, subir por las escaleras (o por lo menos algunos
escalones)
En lugar de procrastinar con un video de youtube, escribe los pasos que tienes que
seguir para terminar tu tarea
Todo es cuestión de ser consciente de ese mal hábito, en el momento en el que estés a
punto de caer o incluso cuando ya hayas caído tienes que poner a prueba esta nueva
acción. Pero, si caes en este mal hábito una vez más, no te culpes, recuerda que dejar los
malos hábitos requiere tiempo y esfuerzo, pero sobre todo se necesita constancia.
Poco a poco tu cerebro aprenderá este nuevo patrón de comportamiento y el mal hábito
quedaré enterrado en el fondo de tu mente, mientras que el nuevo hábito saludable
tomará el control.
– Pero Tania ¿qué pasa si no encuentro ninguna acción que logre reemplazar el mal
hábito efectivamente?
Esta fórmula puede complicarse para aquellos hábitos malos sumamente arraigados en
nuestra rutina diaria, pero, si se te complica ¡no te preocupes! siempre hay un plan B.
En esta caso se trata de incorporar un nuevo hábito saludable en tu vida. Así de fácil.
¡No olvides descargar tu plantilla con el paso a paso para poner en práctica está
fórmula científica!