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TRADICIONALISTAS CATÓLICOS

TRISAGIO ANGÉLICO
En honor a la Santísima Trinidad

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La meditación del misterio de la Santísima Trinidad debería ser alimento habitual de las almas
cristianas. San Agustín afirma que «éste es nuestro gozo cumplido y no hay otro mayor: gozar
de la Trinidad de Dios, a cuya imagen hemos sido hechos» (Sobre la Trinidad, I, 18).
V. Abre, Señor mis labios. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos:
R. Y mi voz pronunciará tu alabanza. llenos están el cielo y la tierra de vuestra gloria.
V. Dios mío, ven en mi auxilio. Y se responde cada vez:
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre por los
Al final de las nueve veces se añade:
siglos de los siglos. Amén.
Santo Dios, Señor fuerte, Santo inmortal; líbranos,
Señor, de todo mal.
Acto de Contrición: Amorosísimo Dios, uno y Trino,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien Oración al Hijo: ¡Oh Hijo divino! En todo igual al
espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y Padre, verdad inefable camino seguro y vida
alma, sentidos y potencias, y por ser vos mi Padre, felicísima del hombre; os glorifico por todos vuestros
mi señor y mi Dios infinitamente bueno y digno de soberanos atributos, y os alabo por vuestras
ser amado sobre todas las cosas, me pesa, Trinidad misericordias infinitas. ¡Ay Jesús mío, que no he sido
Misericordiosa, me pesa, trinidad amabilísima, me discípulo vuestro sino de nombre! Pero queriendo ya
pesa Trinidad Santísima, de haberos ofendido sólo serlo en realidad, permitid que una mi voz a la de las
por ser vos quien sois: propongo y os doy palabra de Dominaciones, Principados y Potestades, y ensalce
nunca mas ofenderos, y de morir antes que pecar; con ellas vuestra sabiduría infinita.
espero en vuestra suma bondad y misericordia ¡Oh Verdad eterna, fuera de la cual yo no veo otra
infinita que me habéis de perdonar todos mis cosa que engaños y mentiras!
pecados y me daréis gracia para perseverar en un ¡Ah! ¿Cuándo será la hora en que Vos me hablaréis
verdadero amor y cordialísima devoción de vuestra claramente en el seno de vuestra gloria?
siempre amabilísima Trinidad. Amén.
Un Padrenuestro, Avemaría y nueve veces:
Himno: Ya se aparta el sol ardiente, Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos:
Y así, oh luz perenne unida, llenos están el cielo y la tierra de vuestra gloria.
En nuestros pechos infunde Y se responde cada vez:
Amor, Trinidad divina. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu
En la aurora te alabamos, Santo.
Y también al mediodía;
Al final de las nueve veces se añade:
Suspirando por gozar
Santo Dios, Señor fuerte, Santo inmortal; líbranos,
En el Cielo de tu vista.
Señor, de todo mal.
Al Padre, al Hijo y a Ti,
Espíritu que das vida, Oración al Espíritu Santo: ¡Oh Espíritu consolador!,
Ahora y siempre se den que procedéis del Padre y del Hijo, amor increado,
Alabanzas infinitas. Amén. manantial de todas las gracias, centro de todas las
dulzuras, y no obstante, tan poco amado. A lo menos,
Oración al Padre: ¡Oh Padre Eterno! Principio y me alegro del encendido amor con que os aman las
fuente de todo bien. Increado, Ingénito, centro de Virtudes, los Querubines y Serafines. ¡Oh! Quién
toda felicidad; me gozo de veros tan superior a todo pudiera amaros con todos los hombres de la tierra,
lo creado, que mi entendimiento se pierde en el como estos espíritus os aman en el cielo!
océano de vuestras perfecciones infinitas. Permitid ¡Oh amor, oh don del Altísimo, centro de las dulzuras
que unidos a los Ángeles, Arcángeles y Tronos, y de la felicidad del mismo Dios!
celebremos vuestro inmenso poder. ¿Cuándo derramaréis vuestro bien como un torrente
¡Oh, Padre eterno! Fuera de vuestra posesión, yo no sobre mi alma? ¿Cuándo será esto?, ¡oh mi Dios!,
veo otra cosa que tristezas y tormentos. Vos sois mi ¿cuándo será?
única felicidad, mi tesoro y mi gloria. Haced que
Un Padrenuestro, Avemaría y nueve veces:
jamás me separe de Vos, para que pueda siempre
alabaros. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos:
llenos están el cielo y la tierra de vuestra gloria.
Un Padrenuestro, Avemaría y nueve veces: Santo.

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Y se responde cada vez: Santo, Santo, Santo.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu
Santo. El Trisagio que Isaías
escribió con gran celo,
Al final de las nueve veces se añade:
le oyó cantar en el cielo
Santo Dios, Señor fuerte, Santo inmortal; líbranos,
a angélicas jerarquías:
Señor, de todo mal.
para que en sus melodías
Antífona: repita nuestra voz cuanto
A Vos, Dios Padre Ingénito; a Vos, Hijo Unigénito; Ángeles y Serafines dicen:
a Vos, Espíritu Santo Paráclito, santa e individua Santo, Santo, Santo.
Trinidad, de todo corazón os confesamos, alabamos
y bendecimos. A Vos se dé la gloria, por los siglos Este Trisagio sagrado,
de los siglos. Amén. voz del Coro celestial,
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. contra el poder infernal
Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos. la Iglesia le ha celebrado:
con este elogio ensalzado:
Oración:
que en fe y amor adelanto,
Señor Dios, Uno y Trino; dadnos continuamente
Ángeles y Serafines dicen:
vuestra gracia, vuestra caridad y la comunicación
Santo, Santo, Santo.
con Vos, para que en tiempo y eternidad os amemos
y glorifiquemos, Dios Padre, Dios Hijo, Dios
De la súbita muerte,
Espíritu Santo, en una Deidad, por todos los siglos
del rayo de la centella,
de los siglos.
libra este Trisagio,
Amén.
y sella a quien le reza y advierte,
Omnipotente y sempiterno Dios, que te dignaste
que por esta feliz suerte
revelar a tus siervos la gloria de tu eterna Trinidad, y
en este mar de quebranto,
hacer que confesando una sola fe verdadera,
Ángeles y Serafines dicen:
adorásemos la unidad en tu augusta Majestad; te
Santo, Santo, Santo.
rogamos, Señor, que en virtud de esta fe, nos veamos
libres de toda adversidad y peligro. Amén.
Es el Iris que en el mar,
en la tierra y en el fuego,
Gozos de la Santísima Trinidad
en el aire ostenta luego
Dios uno y Trino, que nos quiere libertar:
a quien tantos Arcángeles, Querubines, Por favor tan singular
Ángeles y Serafines dicen: de este prodigio y encanto,
Santo, Santo, Santo. Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
A vuestra inmensa Deidad,
indivisa en tres personas,
Es escudo soberano,
clamamos, pues nos perdonas
de la divina Justicia,
nuestra miseria y maldad:
y de la infernal malicia
por esa benignidad
triunfa devoto el cristiano:
en su misterioso canto
y como el demonio ufano huye
Ángeles y Serafines dicen:
de terror y espanto,
Santo, Santo, Santo.
Ángeles y Serafines dicen:
Interminable bondad, Santo, Santo, Santo.
suma esencia soberana,
de donde el bien nos dimana, En vuestra bondad me fundo,
Santísima Trinidad: Señor, Dios fuerte e inmortal,
pues tu divina piedad que en el coro celestial
pone fin a nuestro llanto: cantaré este himno jocundo;
Ángeles y Serafines dicen:

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pues en los riesgos del mundo
me cubrís con vuestro manto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.

Dios uno y Trino a quien tantos


Arcángeles, Querubines,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.

Antífona:
V. Bendita sea la santa e individua Trinidad que
todas las cosas cría y gobierna, ahora y siempre, y
por los siglos de los siglos. Amén.
Bendigamos al Padre, y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.

Oración:
Omnipotente y sempiterno Dios, que te dignaste
revelar a tus siervos en la confesión de la verdadera
fe la gloria de tu eterna Trinidad, y que adorasen la
unidad, en tu Majestad: te rogamos, Señor, que por la
fuerza de esa misma fe, nos veamos siempre libres de
todas las adversidades y peligros. Por Cristo Señor
nuestro. Amén.

Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad, Padre,


Hijo, y Espíritu Santo, el santísimo Sacramento del
altar y la purísima Concepción de María santísima,
Señora nuestra, concebida sin mancha de pecado
original desde el primer instante de su ser natural.
Amén.

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