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ROSARIO PARA SANAR LAS HERIDAS DEL VIENTRE MATERNO

INTRODUCCIÓN
El Padre Jamut habla mucho sobre la necesidad de sanar las heridas que llevamos dentro... inclusive, en
ocasiones habla de sanar las heridas que traemos desde el vientre materno......heridas que tal vez ni siquiera
somos conscientes de ellas... pero que están escondidas en un rinconcito de nuestra alma... y si no las sanamos,
se convierten en pequeñas cadenas que no nos dejan entregarnos por completo al Amor de Dios...

Espíritu Santo, llénanos de la gracia de la resurrección, para que podamos ser una nueva criatura. Abre nuestros
corazones para saber recibir y dar amor. Armoniza con tu amor nuestro espíritu, alma y cuerpo, reubicando
correctamente nuestras emociones, sensaciones, y sexualidad. Llena cualquier vacío de ternura paterna o
materna que podamos aún tener.

Danos la gracia de elegir la vida y de amarla. Abre nuestro ser a la alegría y a la recepción del otro.

Danos un corazón que perdone con facilidad, y el deseo de desprendernos de las frustraciones y los deseos de
venganza. Abre nuestros corazones al amor paterno de Dios y a la simplicidad de aceptar la propia vida tal
como es.

Espíritu Santo, que tu gracia abundante se derrame en nuestros corazones y que aceptemos, en la vida, nuestro
lugar de criaturas Que sepamos reconocer los beneficios que continuamente recibimos de ti, nuestro Creador.
Amén.

PRIMER MISTERIO

Contemplamos el anuncio del Arcángel Gabriel a la Virgen Santísima y la concepción del Hijo de Dios en el
seno purísimo de María.

Texto bíblico inspirador

No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús... Dijo María: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lucas 1, 30-31 y
38).

Petición:
Nos unimos con nuestro espíritu, nuestra mente y todo nuestro ser a ese momento tan sagrado de la encarnación,
y en la fe también nosotros nos volvemos pequeños y nos refugiamos en el seno purísimo de la Virgen,
pidiéndole a Jesús y a María que nos colmen de amor; y que, con el poder del Espíritu Santo, renueven el
momento en que fuimos concebidos.

Padre Nuestro...

1. Te pedimos, Señor Jesús, que tu sangre lave y purifique el instante de nuestra concepción de cualquier
perturbación que hayamos recibido en ese momento.
Dios te salve, María...

2. Te entregamos, Virgen María, el temor que pudo haber sentido nuestra madre al intuir que estaba embarazada.
Dios te salve, María...

3. Libéranos, Padre Dios, de cualquier desorden o concupiscencia recibidos en el vientre materno.


Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, de tu amor, supliendo el afecto que pudo haber faltado en el momento de la
concepción.
Dios te salve, María...

5. Libera, Jesús, nuestros corazones de toda falta de conciencia que pudo haber venido de nuestros padres
cuando ellos eran instrumentos tuyos para darnos la vida.
Dios te salve, María...

6. Sana, Padre Amado, toda herida de rechazo que hayamos podido recibir hacia nuestra existencia.
Dios te salve, María...

7. Libera, Jesús, a esa criatura de cualquier herida producida por la idea errónea que pudieron tener sus padres
de que llegó por accidente.
Dios te salve, María...

8. Apacigua y sana, Espíritu de Dios, el corazón de esa pequeña criatura herida, que aún habita en nosotros, por
cualquier pensamiento que haya percibido de rechazo a su existencia.
Dios te salve, María...

9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a ese niño, cuya madre hacía todo lo posible para ignorar su existencia
y le negaba la atención que requería desde el momento mismo de la concepción.
Dios te salve, María...

10. Te pedimos, Señor, que le regales a este(a) hijo(a), que en estos momentos está en tu presencia, una nueva
concepción.
Dios te salve, María...

ORACIÓN

María, madre de Jesús y madre nuestra, intercede ante tu Hijo y enséñanos a amar y servir a los demás. Que,
siguiendo tu ejemplo de disponibilidad, sepamos aceptar la vida como el don gratuito que Dios nos ha dado; y
que podamos proteger, nutrir, y acoger a aquel niño que recibamos como hijo. Que podamos recorrer con fe y
esperanza los caminos que nos llevan a cumplir la voluntad del Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación :bendícenos (+)y sánanos, Señor.
Oh Jesús mío , perdona nuestros pecados.......

SEGUNDO MISTERIO

Contemplamos a la Virgen María que, embarazada de Jesús, se pone encamino con prontitud, para visitar a su
pariente Santa Isabel, quien también está esperando a un niño.

Texto bíblico inspirador

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá (Lucas 1, 39)
Petición:
Virgen peregrina, nos unimos, con nuestro espíritu, nuestra mente y todo nuestro ser, a ese momento en que te
pusiste en camino para visitar a tu pariente Isabel.
Te entregamos, en este misterio, los tres primeros meses de nuestras vidas en el vientre materno para que sean
renovados por tu amor maternal; y te pedimos que recibas todo lo que pudo haberse producido en nosotros por
experiencias maternas de viajes, trabajo excesivo, cansancio o búsquedas incesantes.

Padre Nuestro...

1. Te pedimos, Señor Jesús, por esa criatura que de algún modo experimentó que sus padres querían programar
su sexo. Con tu sangre, sánala de cualquier consecuencia negativa.
Dios te salve, María...

2. Te entregamos, Virgen María, el enojo que recibimos en el vientre materno y que pudo haberse instalado en
nuestras almas.
Dios te salve, María...

3.Libéranos, Jesús, de cualquier circunstancia que nos llevó a realizar una elección inconsciente de querer vivir
con nuestras solas fuerzas.
Dios te salve, María...

4. Cólmanos, Espíritu Santo, de la aceptación que necesitamos en estos meses de desarrollo en el vientre
materno, para tener una vida emocionalmente sana.
Dios te salve, María...

5. Libéranos, Padre Dios, de cualquier situación que nos llevó a realizar una elección inconsciente de muerte.
Dios te salve, María...

6. Jesús, tú sabes en qué momento exacto nuestro corazón comenzó a latir. Pon Señor, en ese órgano que se
desarrolla, toda la ternura paterna que faltó.
Dios te salve, María...

7. Libera Jesús, a esa criatura de todo aquello que percibió como una agresión hacia su vida y sánala de toda
forma de rebeldía. Libérala de los efectos del tabaco, el alcohol u otras sustancias que la afectaron en el seno
materno.
Dios te salve, María...

8. Apacigua y sana, Espíritu Santo, todo temor y toca el refugio que él mismo se ha creado para no dar, ni
recibir amor. Abre su corazón para que reciba y comparta la vida en abundancia.
Dios te salve, María...

9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a ese niño que habita aún en nuestro interior, llénalo con tu delicadeza
y ternura, concediéndole, con tu maternal bendición,(+) todo lo que ese bebé no recibió de su madre.
Dios te salve, María...

10. Te pedimos, Señor, que nos sanes de cualquier enfermedad congénita, recibida durante esta etapa de nuestro
desarrollo.
Dios te salve, María...
ORACIÓN

Bendita seas María, Virgen y Madre, el Señor te llenó de gracia y alegría en la dulce espera de Jesús. Te
rogamos por los esposos que desean el Don de un hijo. Ayúdalos en esta esperanza, a apoyarse mutuamente en
el camino de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:

Por el poder de tu encarnación :bendícenos (+)y sánanos, Señor.


Oh Jesús mío , perdona nuestros pecados.......
Señor Jesucristo hijo del Padre ......

TERCER MISTERIO

Contemplamos el momento en que la Virgen María y Santa Isabel se encuentran, y la comunicación que existe
entre los niños que ellas llevan en sus vientres.

Texto bíblico inspirador

María entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría
en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre!... Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno" (Lucas 1, 40-44).

Petición:
Nuestra Señora del Encuentro, nos unimos, con nuestro espíritu, nuestra mente y todo nuestro ser, a ese
momento en que te encontraste con tu pariente Isabel.
Te entregamos, en este misterio, todos los encuentros que tuvo nuestra madre con diferentes personas durante el
tiempo de nuestra gestación.
Particularmente, ponemos en tus manos lo recibido desde el cuarto al sexto mes de vida en el vientre materno.
Que todo lo plasmado en nosotros, durante ese tiempo, sea bendecido (+)por tu amor maternal.
Te pedimos que fluya hacia nosotros la alegría que experimentaron Jesús y Juan Bautista, cuando, aún no
nacidos, este último saltó de gozo en el vientre de Isabel, en el momento en que tú y ella se encontraron.

Padre Nuestro...

1. Te pedimos, Señor Jesús, por esa criatura, a fin de que la sanes de la tristeza y el sentimiento de abandono
que recibió de su madre por abandonarlos, o tal vez, tenía una comunicación defectuosa con su esposo, o éste la
dejaba a menudo sola o estaba de viaje.
Dios te salve, María...

2. Te entregamos, Virgen María, el enojo que surgió en el vientre materno, pues, tal vez, recibimos de nuestra
madre alguna forma de agresión como ingestión de alcohol, tabaco o drogas; quizás ella sintió vergüenza de
esperar un bebe, usó fajas apretadas para disimular el embarazo, se enojaba con frecuencia o tenía peleas; tal
vez, sufrió alguna forma de violencia, críticas o calumnias.
Dios te salve, María...

3. Libéranos, Jesús, de la tristeza, la cual pudo haber tenido como origen que nuestra mamá sufriese alguna
caída o accidente, que tuviese que realizar algún viaje no deseado o mudanza; que sufriera alguna forma de
opresión, muerte de un ser querido, peligro de aborto, enfermedad, o vergüenza.
Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, de los suaves susurros de tu amor y toca nuestra memoria auditiva de todo grito,
violencia, discusión y ruidos estridentes que pudieron habernos afectado.
Dios te salve, María...

5. Señor Jesús, sana nuestra memoria auditiva de cualquier frase o conversación que se haya dicho en contra de
nuestra existencia o que, de algún modo, nos haya influido negativamente.
Dios te salve, María...

6. Libéranos, Padre Dios, de los efectos producidos por el rechazo que pudimos haber recibido de nuestros
abuelos paternos o maternos y sánanos de la inseguridad en medio de la cual nos desarrollamos.
Dios te salve, María...

7. Libéranos, Jesús, de toda perturbación recibida en esos meses de gestación. Ponemos, entre tus manos,
nuestro sistema nervioso. Armoniza todo lo que sea desequilibrio y llénanos con tu ternura y tu misericordia.
Dios te salve, María...

8. Apacigua y sana Espíritu Santo, todo temor producido por los estudios médicos que se realizó nuestra madre
y cualquier forma de agresión que hayamos sentido, a causa de las relaciones sexuales de nuestros padres.
Danos la gracia de aceptarnos a nosotros mismos y de aceptar la propia masculinidad o feminidad.
Dios te salve, María...

9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, los acontecimientos que suscitaron, en esa criatura, el disgusto y el
rechazo por la vida. Libérala de todo deseo de encerrarse en sí misma y del origen de toda forma de egoísmo,
falta de entrega y generosidad.
Dios te salve, María...

10. Te pedimos, Señor, que nos sanes de cualquier enfermedad congénita que pudo haber afectado nuestro
sistema circulatorio, los órganos respiratorios, y cualquier otra parte de nuestro cuerpo.
Te pedimos que sanes cualquier debilidad física recibida en la vida intrauterina.
Dios te salve, María...

Oración

María, madre de Jesús, enséñanos a rezar con fe, con apertura de corazón y sencillez. No sólo por nuestras
necesidades sino también por las de todos aquellos que sufren y necesitan de nosotros y de nuestra palabra de
esperanza. Que, de nuestra boca, como de la tuya, broten palabras de alabanza hacia el Creador y Dador de vida.
Dios Padre Nuestro, rico en amor y misericordia, que este tiempo de espera se transforme en una oportunidad de
crecer en nuestra fe y nuestra entrega a los demás. Que podamos encontrar momentos de alegría y felicidad y
los compartamos con quienes nos rodean.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:

Por el poder de tu encarnación :


bendícenos (+)y sánanos, Señor.
Oh Jesús mío perdona ........
CUARTO MISTERIO

Contemplamos el camino que recorrieron José y María embarazada en su noveno mes; y su llegada al pueblo de
Belén.

Texto bíblico inspirador

En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto,ordenando que se realizara un censo en todo el
mundo... Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de
Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su
esposa, que estaba embarazada (Lucas 2, 1-5).

Petición:
Nuestra Señora del Camino, ponemos, entre tus manos, desde los meses sexto al noveno de lo que fue nuestra
vida intrauterina y todo lo recibido durante ese tiempo.
Sana todo sentimiento de querer pedir perdón por existir y pon, en nosotros, el deseo de tener vida en
abundancia.
Te presentamos también, en este misterio, a aquellas personas que tuvieron un nacimiento prematuro.

Padre Nuestro...

1. Te pedimos, Señor Jesús, a fin de que restaures en nosotros la imagen paterna y materna. Corta cualquier
atadura que se haya podido producir por la muerte de algún ser querido, lo cual pudo haber perturbado y
causado dolor a nuestra madre y que hoy nos impide a nosotros aceptar la vida con esperanza y alegría.
Dios te salve, María...

2. Te entregamos, Virgen María, el enojo y toda rebelión que surgió en el vientre materno, pues, tal vez,
recibimos el mensaje de que estábamos de más y comenzamos a sentirnos de sobra.
Dios te salve, María...

3. Toca, Jesús, a ese adulto que, cuando estuvo en el vientre materno, recibió mucho dolor, ya sea porque su
madre estuvo enferma o sufrió un accidente, o porque protagonizó una pelea conyugal, o porque su mamá
descubrió una infidelidad. Sana el rechazo a comprometerse en el futuro.
Dios te salve, María...

4. Cólmanos, Espíritu Santo, del deseo de un nuevo nacimiento y de tener vida en abundancia, liberándonos de
la rebeldía y de la angustia por el miedo de no cumplir el rol que nuestros padres esperaban de nosotros.
Toca el miedo o el rechazo a nacer que padecimos y sana cualquier herida social o de pobreza que hayamos
recibido.
Dios te salve, María...

5. Señor Jesús, sana nuestra memoria y el registro negativo que en ella pudo haber quedado por las heridas de
emigración, de exilio, de humillación o de rechazo que sufrió nuestra madre.
Dios te salve, María...

6.Colocamos, Padre Dios, delante de ti, nuestra memoria afectiva, auditiva, gustativa y táctil para que la sanes
de cualquier agresión, venida desde el exterior del santuario del vientre materno.
Dios te salve, María...

7. Libéranos, Jesús, de toda perturbación recibida en esos meses de gestación. Toca los mecanismos de defensa
que nos hayamos construido para rechazar el amor y las bendiciones (+)que tú quieres concedernos.
Dios te salve, María...
8. Ponemos delante de ti, Espíritu Santo, nuestro esqueleto, músculos y articulaciones que se fueron formando
en el seno materno. Fortifícalos y sánalos de cualquier debilidad o mala formación. Pon, en nuestros corazones,
la gracia de la aceptación serena de cualquier limitación física congénita.
Dios te salve, María...

9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a esta criatura que nació prematuramente y sin el peso requerido. Tú,
que conoces la causa por la cual pudo expulsarse del seno materno, pídele al Espíritu Santo, a fin de que
agregue los meses que faltaron.
Dios te salve, María...

10. Te pedimos, Señor, que toques a quienes fueron niños prematuros y que sanes la herida de abandono, la falta
de ternura, y el no haber sido alimentados con leche materna, si debieron permanecer en la incubadora. Pon, en
su corazón, un perdón por el miedo y la aprehensión materna.
Dios te, salve, María...

ORACIÓN
Nos unimos con nuestro espíritu, nuestra mente y todo nuestro ser a ese momento tan sagrado de la encarnación,
y en la fe también nosotros nos volvemos pequeños y nos refugiamos en el seno purísimo de la Virgen,
pidiéndole a Jesús y a María que nos colmen de amor; y que, con el poder del Espíritu Santo, renueven el
momento en que fuimos concebidos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación, bendícenos y sánanos, Señor.
Oh Jesús mío perdona...........

QUINTO MISTERIO

Contemplamos el nacimiento de Jesús que nos es ofrecido en adoración por José y María.

Texto bíblico inspirador:

Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. Los pastores
fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre
(Lucas 2, 6-7 y 16).

Petición:
Nuestra Señora del Nuevo Nacimiento, ponemos en tus manos el momento de nacer, el viaje que recorrimos por
el canal uterino, las manos que nos recibieron y las primeras horas posteriores al alumbramiento. Sana cualquier
perturbación, miedo o efecto negativo producido durante esos momentos.

Padre Nuestro...

1. Te pedimos, Señor Jesús, a fin de que restaures en nosotros la autoestima y sanes nuestra identidad, si es que
nuestros padres esperaban una criatura de otro sexo y, en el momento de nacer ellos nos transmitieron su
decepción.
Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, a ese niño que sufrió al nacer, a causa de un canal uterino demasiado estrecho
en el cual se sintió como aprisionado y ahogado. Sana los efectos que esto sigue produciendo aún hoy en su
vida.
Dios te salve, María...

3. Toca, Jesús, a esos niños que se sintieron agredidos por haber nacido con el cordón umbilical alrededor de su
cuello o que tragaron líquido amniótico. Sánalos del enojo hacia la imagen materna y femenina.
Dios te salve, María...

4.Cólmanos, Espíritu Santo, del deseo de un nuevo nacimiento y, si nacimos por fórceps o ventosas, toca
nuestra memoria táctil y nuestra cabeza; sana también la angustia y la desconfianza que pudo haber dejado en
nosotros y toca cualquier limitación que nos haya producido ese nacimiento.
Dios te salve, María...

5. Señor Jesús, sana el vacío de ternura inicial, porque quizá nuestra mamá, agotada por el trabajo de parto, no
pudo tomarnos entre sus brazos, y entonces fuimos puestos en una incubadora.
Dios te salve, María...

6. Colocamos, Padre Dios, delante de ti, a ese niño que nació de nalgas, toca la angustia visceral, la rebeldía, la
timidez, los signos de asfixia y la agresión que sintió en el momento del parto, y libéralo de los efectos que, aún
hoy, influyen en su vida.
Dios te salve, María...

7. Derrama, Señor, tu amor y tu calor en ese niño que se asustó por los ruidos estridentes, por las luces intensas,
por el frío del lugar y por las manos extrañas que lo recibieron. Libéranos, Jesús, de cualquier miedo, emoción
negativa o enfermedad que arrastramos desde el momento de nuestro nacimiento.
Dios te salve, María...

8. Ponemos, delante de ti, Espíritu Santo, la agresión de las inyecciones o cualquier forma de manipulación que
apuraron su nacimiento. Libera de las secuelas y ataduras de toda adicción en aquellos niños que recibieron la
influencia de la anestesia.
Dios te salve, María...

9. Ponemos, en tus manos, Virgen Santa, a esta criatura que nació por cesárea. Sánala, Señor, si, al no tener que
esforzarse por nacer, hoy tiene una tendencia a la pereza o se decepciona fácilmente ante las dificultades u
obstáculos.
Dios te salve, María...

10. Te pedimos, Señor, que toques a esos niños que perdieron a su madre en el momento del parto, libéralos de
la culpabilidad y de la continua sensación de pérdida y vacío. Sana también de cualquier herida a aquellos niños
que fueron dados en adopción, o abandonados por sus madres por irse con otra persona sin importarles su
formación.
Dios te salve, María...

ORACIÓN
Jesús, concédenos comprender, con la ayuda de tu gracia, aquellas cosas y situaciones que se nos van
presentando en la vida.
María, madre de los vivientes, que acogiste la Vida en nombre de todos y para el bien de todos, guíanos en el
camino, protege a nuestros hijos y familias.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...


Jaculatoria:
Por el poder de tu nacimiento, bendícenos(+) y sánanos, Señor.
Oh Jesús mío perdona ........

Oración 1

Espíritu Santo, llénanos de la gracia de la resurrección, para que podamos ser una nueva criatura. Abre nuestros
corazones para saber recibir y dar amor. Armoniza con tu amor nuestro espíritu, alma y cuerpo, reubicando
correctamente nuestras emociones, sensaciones, y sexualidad. Llena cualquier vacío de ternura paterna o
materna que podamos aún tener.
Danos la gracia de elegir la vida y de amarla. Abre nuestro ser a la alegría y a la recepción del otro. Danos un
corazón que perdone con facilidad, y el deseo de desprendernos de las frustraciones y los deseos de venganza.
Abre nuestros corazones al amor paterno de Dios y a la simplicidad de aceptar la propia vida tal como es.
Espíritu Santo, que tu gracia abundante se derrame en nuestros corazones y que aceptemos, en la vida, nuestro
lugar de criaturas Que sepamos reconocer los beneficios que continuamente recibimos de ti, nuestro Creador.
Amén.

ORACIONES FINALES

Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo
habrías creado (Sabiduría 11, 24).

V. Oh Soberano Santuario, Sagrario del Verbo Eterno


R. Libra Virgen del infierno a los que rezamos tu Santo Rosario de Aurora .

V. Emperatriz poderosa de los mortales consuelo


R. Ábrenos Virgen el cielo con una muerte dichosa y danos pureza de alma, ya que eres tan poderosa.

-Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre; Virgen Purísima antes del Parto; en tus manos, Señora,
ponemos nuestra Fe, para que la alumbres,y nuestra alma para que la salves llena eres de gracia el Señor es
contigo.......

-Dios te salve María Santísima, Madre de Dios hijo; Virgen Purísima en el Parto; en tus manos, Señora,
ponemos nuestra Esperanza para que la alientes y nuestra alma para que la salves,llena eres de gracia.....

-Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo; Virgen Purísima después del Parto en tus manos,
Señora, ponemos nuestra Caridad, para que la inflames,y nuestra alma para que la salves llena eres de
gracia.......

-Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo; Templo y
Sagrario de la Santísima Trinidad; Virgen concebida sin pecado original danos Señora tu gracia y con ella nos
salvemos nosotros y nuestras familias y con pureza te digamos :

La Salve ..............

Oremos 2

Jesús, aun siendo de naturaleza divina como Hijo de Dios, no preservaste para ti el ser igual y uno con el Padre,
sino que bajaste hasta encarnarte como hijo de hombre y asumiste la condición de un niño no nato, indefenso en
el vientre de tu Santísima Madre, la Bienaventurada Virgen María.
Por lo tanto, Tu santificaste y elevaste cada seno maternal para todos los tiempos y todas las personas, cuyas
vidas comienzan en la concepción.
Jesús, manifiéstate en los corazones de tu gente como el Eterno Hijo de Dios, cuya vida terrenal empezó en el
vientre de La más Santa Nuestra Madre. Tu pudiste elegir en comenzar tu Misión Mesiánica de otra manera; sin
embargo, Tu mostraste tu amor para nosotros al ser un infante no nato en el vientre de tu Santa Madre.

Tú te apropiaste totalmente de la existencia humana desde la concepción hasta la muerte. Diste tu


consentimiento para ser llevado en el vientre de la Bendita Virgen María y luego, después de nacer, nos salvaste
con Tu sufrimiento y muerte en la Cruz. Desde tu concepción y hasta la muerte nosotros vivimos y tenemos tu
ser en Ti.

Jesús, te adoramos y te damos las gracias por elegir encarnarte en el vientre de Tu Madre, María. Te imploramos
que bendigas (+)a todas las madres, especialmente a las integrantes del Santo Rosario de Aurora y que
intercedas con el Espíritu Santo y tu Padre, para que todo infante en el vientre maternal reciba tu regalo precioso
de vida.
Jesús, concebido en el vientre de María, permite que el manto amoroso de María proteja estos preciosos infantes
no natos que residen en los vientres de sus madres y asístelos en sus nacimientos. Te pedimos esto, Jesús, en Tu
nombre quien, con el Padre y Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA DULCE ESPERA

Virgen María, Madre de Dios, que cobijaste en tu seno al Salvador, te pedimos que protejas en este momento,a
las mujeres que confiadamente esperan un hijo, para que puedan aceptarlo con amor; educarlo de modo que
"crezca en sabiduría, estatura y gracia" ante los ojos de Dios; y conducirlo con nuestro ejemplo a la casa del
Padre.
Amén.

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