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MATRIMONIOS
Directrices:
• El tema se basa en los
estatutos y reglamentos
del Apostolado de la Cruz
por lo que se recomienda
que cada participante
cuente con su propio
libro.
• Los participantes
estudiarán el ser y
quehacer del Apostolado
con el fin de ir haciendo
vida todo lo que se vaya
aprendiendo en este
tema.
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TEMA 2 Objetivo (5 min)
Que el participante identifique con plena conciencia que en los Estatutos y Reglamento del
Apostolado de la Cruz se encuentra expresada la identidad de la Obra.
Introducción
Los estatutos aprobados en Septiembre de 1997 en la ciudad de Puebla, tuvieron una nue-
va edición fruto del trabajo de muchas personas que pusieron su talento, esfuerzo y creati-
vidad. La nueva edición se aprobó en la XI Asamblea general celebrada en la ciudad de Gua-
dalajara el 5 de octubre del 2014.
Esta Obra fue inspirada por Dios a su Sierva Concepción Cabrera de Armida y la fundó el P.
Ramón Ibarra y González el 3 de mayo de 1895 en la República Mexicana. Posteriormente
fue aprobada por el Papa León XXIII y su dirección y cuidado fue confiado a los Misioneros
del Espíritu Santo por el Papa Pío XI en 1926 (EyRAC #3).
El Apostolado de la Cruz forma parte de las cinco Obras de la Cruz, las cuales son reconoci-
das por la Iglesia y animadas por un mismo espíritu (EyRAC #4). Pueden pertenecer a ella
todos los fieles cristianos (laicos, religiosos y sacerdotes) que deseen responder al llamado
a la santidad viviendo la Espiritualidad de la Cruz. Las otras cuatro ramas de las Obras de la
Cruz son: Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús (para consagradas contemplativas), Alian-
za de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús (para seglares), Fraternidad de Cristo Sacerdo-
te (para obispos, presbíteros y diáconos), y Misioneros del Espíritu Santo (para consagra-
dos).
• descubren en su vida diaria el valor salvífico del dolor aceptado con amor,
• ofrecen al Padre, por manos de María, a Cristo, Sacerdote y Víctima,
• se ofrecen con Él en la Cruz de cada día, y
• trabajan por comunicar a otros esta espiritualidad sacerdotal a través de su acción
apostólica.
Es un obra inspirada por Dios
a su sierva Concepción Así dan gloria al Padre celestial, consuelan al corazón de Jesús y extienden el Reinado del
Cabrera de Armida. Fundada Espíritu Santo. (ERA, #7)
el 3 de mayo de 1895, por el
venerable Ramón Ibarra
González
(EyRAC # 3)
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TEMA 2 Ver (15 min.)
Dinámica:
El animador proporcionará la dinámica a seguir para analizar los hechos de vida, con el fin
de descubrir actitudes, modos de pensar, valoraciones y comportamientos. Se buscan las
causas y se analizan las consecuencias que pueden tener en las personas, en las comuni-
dades y en las organizaciones sociales. El acento se pone en la persona, no en las ideas ni
en las cosas.
“El alma que lleva la Cruz, lleva con ella al Espíritu Santo con sus frutos y también a mi
Corazón, inseparable de la cruz, y del Espíritu Santo” (CC tomo 7, pag. 315)
Lo primero que resalta arriba (lo primero que apareció en la visión de Conchita) es la
paloma.
La Paloma:
El Espíritu Santo, amor personal de Dios, está simbolizado por la paloma que aparece sobre
la cruz del Apostolado. (EyRAC anexo I).
Eso significa que la salvación es una obra de amor y que el Espíritu Santo mueve a Cristo y
nos mueve a nosotros a la entrega al Padre por la Cruz. (EyRAC anexo I)
El Apostolado de la Cruz
está abierto a todos los que
En el misterio de la Santísima Trinidad el Espíritu Santo es el AMOR y cuando Dios regala al
forman el pueblo de Dios: mundo el don de la Obra de la Cruz lo primero que manifiesta es su AMOR.
laicas/os, religiosas/os y
ministros ordenados. Él es el amor personal de Dios, fuente y origen de todo:
(EyRAC #2)
• Principio de la Creación: “Dios en su inmenso amor creó al mundo”.
• Principio de la Redención: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá”.
• Principio de la Iglesia: Se inicia con la venida del Espíritu Santo, “Pentecostés”.
• Principio de las Obras de la Cruz: Pues Jesús le dice a Conchita: “Quiere este
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TEMA 2 Espíritu Santo, representado por la figura de la paloma, ser el primer protector del
Apostolado de la Cruz. “El cobijará con sus alas este Apostolado de la Cruz”.
Protector especial y fuente purísima del Apostolado de la Cruz, de las Religiosas de la Cruz,
de la Alianza de Amor, de la Fraternidad Sacerdotal y de lo que después vendrá. Amen y
veneren mucho y hagan amar a esa persona divina que maneja la Obra y le da fecundidad
para su desarrollo. Escuchen sus inspiraciones y pónganlas con toda pureza en práctica.
Todos sus miembros deben santificarse por Él.
Es el Espíritu Santo quien mueve a Cristo a su entrega en la Cruz, por lo tanto, es el que nos
moverá a nosotros a entregarnos cada día a Nuestro Señor. Es una realidad latente en
nosotros desde nuestro bautismo, pero así como hay fuerzas y motivaciones ocultas que
nos llevan a actuar y nos sorprenden hasta que las reconocemos y dominamos, así el
Espíritu Santo puede quedarse como alguien desconocido y desaprovechar su fuerza en
nosotros.
La Cruz Grande:
Es el símbolo de nuestra condición humana que Cristo quiso hacer suya para liberarnos de
la miseria, el dolor y la muerte, consecuencias del pecado. Significa también nuestra cruz de
cada día que, unida a la de Cristo, participa de su valor redentor y nos permite llegar a la
intimidad con Él. (EyRCA anexo I)
Cada vez que vemos una cruz, la asociamos a Cristo clavado en ella. Nos recuerda el
instrumento escogido por Jesús para realizar la obra de nuestra salvación y en la que nos
dio la prueba suprema de su amor.
Esta cruz representa para nosotros los dolores de Cristo en el calvario, pero además es el
símbolo y la síntesis de todo el dolor de la humanidad. Está formada por millones de rostros
tristes, limitados, marginados por las guerras, las situaciones de opresión, el terrorismo, por
rostros que no llegaron a formarse, por el aborto, por rostros de los pobres deformados por
el hambre, de los ricos deformados por su insaciabilidad de bienes.
En la Cruz Grande estuve
clavado solo tres horas en Por lo tanto la Cruz propuesta a Conchita significa para nosotros en nuestro tiempo al
la que entregue mi vida por
hombre en situación de dolor. El dolor de cualquier ser humano debe importarnos a
Ustedes.
nosotros como cristianos. La novedad en el mensaje que da Dios a través de Conchita es la
En la Cruz pequeña, en esa invitación a hacer de esa Cruz el Camino para llegar a Dios.
cruz interna llevó toda su
vida.
Cristo lo dijo: “El que quiere venir en pos de mí que se niegue a sí mismo, que cargue su cruz
y me siga” (Lc 9,23). Ahí está el mensaje de la Cruz.
Cristo no deseó la cruz por si misma, sino por los frutos que en ella se recogen cuando se le
acepta y se le transfigura por el Amor. Debemos tener cuidado con las “falsas cruces”. Un
“espíritu de la cruz” que incapacita para el desempeño de los deberes de estado y que
crucifica a propios y extraños, es un falso espíritu de la cruz.
A Conchita le dice Jesús: “Carguen la Cruz, esta es mi voluntad, pero te voy a decir el
secreto para aligerar su peso: La caridad con el prójimo, el desprecio propio, y el amor de
Dios”. A medida que estas tres prácticas crecen en el corazón, se disminuye el peso de la
Cruz.
El Corazón:
El corazón en el centro de la cruz, rodeado de llamas, herido por una lanza, coronado de
espinas y derramando sangre y agua por la herida, simboliza el amor de Cristo a su Padre y
a nosotros, que lo lleva a hacer suya nuestra cruz y que llego a su extremo en la entrega
El corazón se ha dolorosa de sí mismo hasta la muerte. (EyRAC anexo I)
considerado siempre el
símbolo del amor.
Simboliza el amor de Cristo a su Padre y a nosotros. Cristo hace suya nuestra cruz y se
El amado no está sin cruz y entrega a sí mismo hasta la muerte. Ordinariamente la Cruz se presenta sola o con Jesús
la cruz, fíjate nunca estará clavado en ella, y entonces tenemos lo que llamamos Crucifijo. En la Cruz del Apostolado
sin el amado.
Jesús no aparece, sólo aparece su corazón en el centro, donde sus brazos parten.
Conchita describe detalladamente ese Corazón divino: “No se ve como pintado, sino vivo…
palpitante… de carne pero como glorificado, que trasciende virtud, calor y vida. Está
rodeado como de fuego material, diré, movible, como dentro de una hoguera; y sin
embargo, encima tiene, como brotando del interior, otra clase de llamas como de lenguas
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TEMA 2 de fuego de más calidad o grados, diré, distinto del fuego del derredor. Estas llamas suben
moviéndose como con violencia, como desprendidas de un volcán y casi cubren y
descubren la cruz chiquita que está plantada, o se ve salida un poco del corazón. Además
este corazón está rodeado de rayos luminosos como anchos al principio y delgados al fin; y
estos no se con-funden con las llamas, sino que quedan debajo, diré como sombra de luz,
no sé como explicarlo; era como una aureola, o cerco, o disco de luz brillantísima”.
Ese corazón rodeado de llamas, herido por una lanza, coronado de espinas y derramando
sangre es el Corazón de Jesús. El corazón se ha considerado siempre el símbolo del amor.
Por lo tanto el corazón simboliza:
“Se presenta la Cruz con mi Corazón en su centro, para indicar a las almas el camino del
cielo, el modo verdadero para llegar con seguridad a mi Corazón, a la perfección, el cual no
es otro que el de la Cruz, o sea del sacrificio que envuelve a todas las virtudes y al amor más
puro. Mi Cruz espanta a las almas, mi Corazón atrae, pero como lo sólido de la virtud
consiste en el sacrificio, es preciso que reine en el mundo la Cruz, endulzada por este
corazón para que el uno arrastre a las almas a la otra”. (CC 2,2)
En verdad huimos de la cruz, pues huimos a todo lo que es exigencia: ¿Qué es más fácil,
quedarme con todos mis bienes materiales o compartir lo que tengo con los más
necesitados? ¿Qué es más cómodo ocupar mi tiempo en mis cosas o dar de mi tiempo a los
demás? El hombre por naturaleza es egoísta, busca lo cómodo y lo más fácil. Jesús nos pide
que los corazones se abracen a ella, a esa cruz que nos llama a renunciar a nosotros
Por fuera la cruz es áspera, mismos para que el otro tenga cabida en nuestro corazón.
escabrosa y dolorosa; más
comiéndola, diré,
En el camino de la cruz, va implícito el sacrificio. Toda renuncia implica sacrificio, pues hago
penetrándose y
empapándose en ella, no a un lado a mi persona, mis bienes, mi tiempo para dárselo a mí prójimo. Sacrificio significa
existe mayor dulzura …Ella hacer sagrado; es hacer santo lo que yo hago y eso siempre cuesta. Me cuesta hacer
es el descanso del alma siempre bien las cosas que me toca hacer. Me cuesta no dejarme envolver por lo que la
enamorada…..Su delicia… publicidad y la gente me quieren inculcar. Me cuesta estar siempre dispuesta a atender a
Su tesoro.
mi esposo, hijos, familiares, ya que siempre navegamos con la bandera de que no estoy
preparada para ayudar, no me nace, etc. y en el fondo lo que me pasa es que estoy
envuelto en un gran egoísmo al que ya nos fuimos acostumbrando todos los hombres y
mujeres de este siglo 21. Si pensáramos un poco en qué haría Jesús en este año, viviríamos
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TEMA 2 santificando cada momento de nuestra existencia, y esa cruz con el corazón de Jesús en el
centro la portaríamos con orgullo, dignidad y mucho amor.
Nada más absurdo en la vida que sufrir por sufrir; nada más provechoso y santificador que
darle sentido a ese sufrimiento por medio del amor. Cargar nuestra cruz pero con amor.
Con amor a Dios que nos impulse a amar a nuestro hermano; amor que nos lleve a
renunciar a nosotros mismos para darle cabida a los demás en nuestro corazón. Esta es la
lección que nos ofrece la Cruz del Apostolado y el Corazón de Jesús clavado en ella.
La Cruz Pequeña:
Expresa el dolor más íntimo de Jesús de no ver correspondido el amor de su Padre, su dolor
por el sufrimiento del hombre que, a causa del pecado, no vive en el amor, su dolor por las
infidelidades de aquellos a quienes ha asociado más íntimamente a su obra de salvación.
(EyRAC anexo I)
Hagamos una semejanza: En nuestra vida tenemos a veces sufrimientos físicos como alguna
enfermedad o dolor corporal y sufrimientos morales, tales como sentirnos incomprendidos,
solos, con algún complejo, inútiles, o bien experimentar la pérdida de un ser querido. Estos
son dolores internos.
Así en su vida terrena, Jesús sufrió dolores internos porque por ser Dios sabía ya de
antemano que la salvación que tanto le iba a costar ganarnos en la cruz, iba a ser
desperdiciada por muchos. “Por las obras de la Cruz, se conocerán y honrarán estas penas
de mi Corazón: las producen las ingratitudes de los hombres y se las manifiesto por las
insignias de mi Corazón: Cruz, espinas y lanza”.
Sufrió porque su salvación no iba a ser aprovechada por todos los hombres, pero en
especial por los consagrados a Él (sacerdotes y religiosos), los que le dicen sí para seguirlo
radicalmente y después le dan la espalda. Por lo tanto esta cruz representa los dolores
íntimos de Jesús.
¿Con cuál elemento de la Jesús le dijo a Conchita. “Mi pasión del calvario duró solo unas horas, pero la pasión de mi
Cruz del Apostolado te corazón duró toda la vida mortal, y durará hasta el fin del mundo místicamente en la
identificas?
Eucaristía” (CC 5, 130)
¿Cuál elemento de esta
cruz te parece mas lejano, ¿Qué le duele a Jesús?
con el que menos te
identificas?
A Él que es toda gracia le duele que nos dejemos llevar por el pecado, le duele que nos
apartemos de su lado y no aprovechemos todas las gracias y bendiciones que tendríamos si
no nos apartamos de Él.
En conclusión esta cruz pequeña, que está clavada en el corazón, simboliza los sentimientos
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TEMA 2 sacerdotales de Jesús y los dolores internos de su Corazón, el dolor de ver a su Padre
ofendido y el dolor de ver al hombre que se pierde por el pecado.
La Luz:
La luz y las nubes simbolizan la presencia amorosa del Padre, cuya gloria se manifiesta en la
salvación de los hombres. (EyRCA anexo I)
Es una cruz gloriosa que está siempre en lo alto, como flotando, dándole Gloria a Dios
Padre, por eso no está clavada en la tierra. Al contemplar la cruz en una visión viva y
palpitante caemos en la cuenta una vez más que el Padre nos revela el designio de
salvación que Jesús, su Hijo, consumó en la Cruz.
Vivimos agradecidas/os con el Padre porque, en su Hijo, nos ha hecho sus hijas/os y por el
Espíritu Santo nos injerta en su vida de comunión. Por nuestro bautismo y confirmación,
participamos del misterio pascual de Cristo y de su sacerdocio. Nos sabemos hermanas/os
de todas las personas y colaboramos en su construcción del Pueblo sacerdotal, para
generar una sociedad más justa y fraterna. (EyRCA #12)
El carisma sacerdotal nos lleva a ofrecer a Jesús y a ofrecernos junto con Él al Padre,
buscando ante todo hacer su voluntad y siendo dóciles a las inspiraciones del Espíritu
Santo. (EyRCA #12.2)
Respondemos a la invitación de Jesús: “quien quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí
mismo, que tome su cruz de cada día y que me siga” (Lc 9,23). Esto implica vivir con Jesús y
como Él, adoptar sus ideales y asumir su misión, hasta transformarnos en Él. (EyRAC #13)
Atendemos las áreas de nuestra persona, particularmente las que se refieren a las actitudes
y acciones que deben transformarse para seguir a Cristo sacerdote y víctima, contemplativo
y solidario (EyRAC #13.1). Profundizamos, practicamos y difundimos la vivencia de la
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TEMA 2 Cadena de Amor asumiendo la existencia como Jesús, en fidelidad a Dios y en solidaridad
con la humanidad, haciendo de la vida una ofrenda permanente. (EyRAC #13.2)
El Espíritu Santo es el maestro interior que nos lleva a hacer nuestras las actitudes
sacerdotales de Cristo: amor, pureza y sacrificio, y a interceder ante el Padre por la
salvación de las personas, dando testimonio y siendo promotoras/es de los valores del
Reino, según el propio estado de vida. (EyRAC #14)
desde el amor:
El Apóstol de la Cruz, bajo el impulso del Espíritu Santo:
a) Se sabe amado por el Padre, por ello busca la intimidad con Él y a través de la
oración.
b) Asume el amor apasionado de Jesús por el ser humano y trabaja en todo lo que
favorezca la plenitud de las personas, sembrando los valores del Reino: justicia,
paz, amor y verdad. (EyRAC #14.1)
desde el servicio:
como Apóstoles de la Cruz, cuando intercedemos y nos ofrecemos por los demás,
colaborando con Jesús, el cual vive intercediendo y entregando su vida en favor de todos.
(EyRAC # 14.3)
La carta a los Hebreos nos dice que: Todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres
y está puesto a favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y
sacrificios. (Hb 5.1)
San Pablo nos dice que hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús -
hombre también- que se entregó a sí mismo como rescate por todos. (1Tim. 2.5)
La Eucaristía atrae mi alma. ¿Cómo podemos vivir nuestro ser de Sacerdote y Víctima?
Un impulso constante me − Ofreciéndonos a ejemplo de Cristo.
arrastra hacia la Eucaristía.
Hacer conciencia que todas las acciones que hacemos durante el día, si son ofrecidas,
tienes valor de mediación y ofrenda. Si de todas formas tenemos que hacer las cosas, o vivir
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TEMA 2 las situaciones que nos tocan, hay que transformarlas y darle ese sentido de entrega,
ofrenda y donación para que tengan un verdadero valor salvífico.
Como Apóstoles de la Cruz, somos enviados a extender el reinado del Espíritu Santo,
construyendo el Pueblo sacerdotal, generando procesos de santidad e impulsando el
compromiso de solidaridad. (EyRAC # 29)
Cultivamos las actitudes sacerdotales de Jesús y estamos dispuestos a ir a los cruces de los
caminos donde están nuestros hermanos necesitados, siendo compasivos y solidarios, con
entrañas de misericordia (EyRAC # 29.1).
ESPIRITUALIDAD DE LA CRUZ
La vocación a ser Apóstoles de la Cruz y del Espíritu Santo nos pide vivir en comunión con
Jesús y la Iglesia, impulsando la santidad con nuestro testimonio de vida. (EyRAC #28).
La espiritualidad de la Cruz no nos debe sonar como algo lejano, elevado o difícil. Es un
camino hacia Dios por medio de la Cruz, pero la Cruz vamos a verla en toda su dimensión,
no sólo como solemos verla como signo de dolor y sufrimiento, sino como la Cruz de cada
día, esto es: lo que nos toca vivir cada día ofrecerlo de una manera distinta.
Si ofrezco mi día, mi vida, esto implica buscar que mi ofrenda sea agradable a Dios, por lo
tanto lo que hable, escuche, piense, haga, o deje de hacer, pensaré en Dios y en lo que me
pide en este momento concreto que estoy viviendo. Esto implica irme perfeccionando día
con día haciéndome semejante a Jesús.
a ejemplo de María:
somos dóciles a la acción del Espíritu Santo y, como ella, nos solidarizamos con las personas
que sufren compartiendo nuestra experiencia de Dios, comprometiéndonos con ellas y
mostrándoles el valor salvífico del sufrimiento (EyRAC #15), promovemos las prácticas
devocionales a la Virgen María y particularmente honramos las fecundos dolores de su
Soledad (EyRAC #15.1)
Participamos con a mayor frecuencia posible en la Eucaristía, por la cual nuestra ofrenda al
Padre, unida a la de Cristo encuentra su momento central (EyRAC #16.1). Acudimos con la
debida frecuencia al sacramento de la reconciliación (EyRAC # 16.1)
En la Eucaristía estamos viviendo de forma incruenta el misterio pascual. Debe ser nuestro
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TEMA 2 alimento diario, de nada sirve hacer tantas obras si no vamos directamente a la fuente, a
alimentarnos, a saciarnos y sobre todo a contemplarlo.
“En la Cruz y en la Eucaristía se encuentra la escuela de los santos. Ahí se enseña al alma,
aquí se aprende. Ahí se sufre y aquí se ama. Ahí se retira el alma de la tierra... y aquí se
acerca el cielo... Ahí se prueba... y aquí se premia… Ahí se purifica y aquí se santifica”. (CCA)
Qué mejor Oasis que su propio Cuerpo y su propia Sangre; esa es la fuente que nos deja
seguir viviendo, de ahí proviene la savia que alimentará este cuerpo mortal para divinizarlo.
Es una gracia muy especial el poder participar de la Eucaristía. En nuestra ciudad se celebra
todos los días una misa casi cada hora durante todo el día. Es imposible que digamos no
tener tiempo, ni hora, para hacer una parada y alimentarnos de la Sagrada Eucaristía; que
sea un firme propósito el participar más frecuente de la Eucaristía, aunque no se sienta
nada, ni en ocasiones den ganas de ir. Con la decisión y la convicción que de ahí parte toda
nuestra existencia cristiana, Dios se encargará en su momento de que veamos las inmensas
gracias que de ahí brotan.
Establecemos con los sacerdotes ministeriales relaciones fraternas y nos interesamos por
sus necesidades espirituales y materiales. (EyRAC # 32)
Nuestro Señor le decía a Conchita: “Nunca acabaría de decir lo que son los Sacerdotes para
mí; mis manos, mis obreros, mi mismo corazón y el centro de innumerables almas”.
¿Qué tanto hacemos por sus Sacerdotes? ¿Por mi párroco? ¿Por los Misioneros del Espíritu
Santo? ¿Por los Sacerdotes enfermos? ¿Qué tanto estoy dispuesto que de mi familia brote
Sacrificio = Hacer Sagrado un Sacerdote? ¿Estoy dispuesto a devolvérselo a Nuestro Señor? Pedimos mucho por la
El mundo sin amor estaría multiplicación de los sacerdotes… pero ¿somos capaces de ofrecer a uno de nuestros hijos
frío y muerto. para el Sacerdocio? Debemos ser congruentes, necesitamos sacerdotes santos pero deben
La pureza nos lleva a vivir la brotar de una familia santa! ¿Es mi familia modelo de santidad? Urgen vocaciones
vida más plena y simple. sacerdotales para que siga perpetuándose el misterio pascual de Jesús. Atrévete y busca a
un sacerdote, apóyalo, pide por él, ofrece tus servicios, cada uno en la medida de nuestras
posibilidades podemos ir caminando con ellos.
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TEMA 2 III. Actitudes Sacerdotales de Cristo que los miembros del Apostolado de la
Cruz harán suyas para dar un valor salvífico al dolor.
experiencia de Dios
Nos distinguimos por ser mujeres y hombres de oración. Alimentamos nuestra vida interior
con la Eucaristía, la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y nuestras fuentes (EyRAC #
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Pareciera a veces que el estilo de Jesús, de perdón, servicio y misión, no cabe en esta
sociedad donde el tener, el poder y el placer son signos de actualidad. No nos hemos
enamorado suficiente de la persona de Jesús ni de su estilo ni de sus ideales o su causa. Nos
hace falta hacer más hincapié en el encuentro con Jesús vivo en el hermano, el cercano y el
lejano, promover más el salir de nosotros mismos, en ver por el otro, en vencer el egoísmo
y el ensimismamiento.
Damos gracias a Dios por sus dones celebrando las fiestas y los aniversarios importantes de
nuestra Obra (EyRAC #19), nos sentimos llamadas/os a vivir una profunda e íntima
Dicen, Servir es Reinar no
experiencia de dios en todos los ámbitos de nuestra vida (EyRAC # 20).
lo vayas a olvidar.
Vivir desde la experiencia de seguir a Jesús Sacerdote es un cambio que implica toda la
persona, desde la manera egoísta de pensar y de actuar, hasta descubrir el valor de la
renuncia o sacrificio como ofrenda con Jesús y por la salvación de otros.
No nos es lícito permanecer ociosos, una vez que se experimentan los frutos de esta
espiritualidad, no podemos dejarla guardada. Es como cocinar un gran pastel y dejarlo en el
horno; tenemos que sacarlo para que los demás se lo coman. Eso hemos de hacer como
Apóstoles de la Cruz, anunciar la buena nueva de Jesús, primero en nuestra familia, en
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TEMA 2 nuestra comunidad, en nuestra sociedad, en el mundo entero. No nos quejemos de cómo
se encuentra el mundo si no contribuimos con los dones que Dios nos regaló para ir
regando la semilla de su Amor.
Desde nuestro carisma, colaboramos como piedras vivas de la Iglesia en las parroquias y
diócesis donde nos encontramos. (EyRAC # 33)
“El deseo más ferviente de mi corazón es que yo pueda cumplir tu divina voluntad y
responder a sus designios para mi pobre alma. Dámelos a conocer, Jesús mío, para que mi
vida sea un continuo e incesante acto de amor. Enséñame a hablar directamente, para oír
al Señor sin ser abatida, a la esperanza sin presunción, a permitir ser criticada sin perder la
paz de mi mente, amar sinceramente a mis vecinos para edificar en ellos, a obedecer sin
murmurar y a sufrir sin queja. Oh Jesús, fuente de todo bien, dame un corazón lleno de
amor por ti, que nada pueda desviarme de ti; un corazón fiel y generoso que nunca vacile o
se tropieza en el camino de la Cruz…. un corazón vertical que nunca busca un camino
tortuoso”. (Conchita, ante el Altar).
La experiencia de formación integral como apóstoles de la Cruz, que a pesar de vivir una
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TEMA 2 realidad compleja (política, económica, social), nuestra vida y problemas cobran sentido
cuando dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca e ilumine en nuestra fidelidad en Jesús
sacerdote y víctima, para nuestra vocación, y que en la manera que nos dejemos conducir
por el seremos sal y luz del mundo. Somos privilegiados en su bondad que nos concede la
dignidad de unirnos a Él en esta misión de salvar almas, consolar su corazón, dar gloria al
Padre y extender su reinado.
Para nosotros, la cruz es fuente de crecimiento en la santidad porque nos asemeja más a
Cristo al momento de entender y hacer vida sus elementos. Conforme vayamos adoptando
estas actitudes de vida será menos difícil ser apóstoles fieles a Dios en cualquiera que sea
su manifestación, en cada una de las diferentes circunstancias que nos toque vivir.
¡Ánimo! Que el ser Apóstoles de la Cruz, sea un sello distintivo que llevemos hasta la vida
eterna.
El animador proporcionará la dinámica a seguir para determinar aquellas actitudes que las
personas deben cambiar en sus vidas, los criterios de juicio que deben ser transformados,
los hábitos que son cuestionados por la Palabra de Dios y las acciones que se van a
desarrollar.
Jesús por el Espíritu se
ofreció a si mismo
inmaculado a Dios. Junto
con Jesús, nos ofrecemos al
Padre, buscando además la Celebrar (10 min.)
salvación integral del
hombre. Concluir la sesión escuchando la canción “Yo nací para la Cruz” en la siguiente liga:
https://www.youtube.com/watch?v=jgbRP6FyxH8