Maria Fernanda Niño Vega- 2116125. Laura Valentina Rodríguez Ruíz-2116126.

Eliana Ivette Riveros

Velandia- 2116043. Maria Paz Rodriguez Cruz- 2116100. Ana Maria Mateus Poveda- 2115896.
I. Ubicación de la sentencia: SC12994-2016. Corte Suprema de Justicia. MP Margarita Cabello Blanco.
Bogotá, D.C., quince (15) de septiembre de dos mil dieciséis (2016)

I. Hechos: El día 16 de abril de 2009 a las 10:50 de la mañana en la vía que conecta Fusagasugá con Chinauta
se presentó el accidente por el cual se demanda al conductor del vehículo de placas USC 220 el señor José
Francisco Tovar al cerrar abruptamente la motocicleta de la demandante Diana Linares Gordillo la cual sufrió
varias lesiones y tuvo varias intervenciones quirúrgicas, se diagnosticó con “incapacidad permanente total para
trabajar de seis meses y una disminución de su capacidad laboral en porcentaje por definir” por las diferentes
secuelas en su integridad físicas.

III. Pretensiones: La demanda presentada por Diana Lizeth Linares Gordillo en contra del señor José Francisco
Tovar López y de Rápido Humadea S.A. solicita que dichos demandados se declaren civilmente responsables
por los daños y perjuicios causados en el accidente del 16 de abril de 2009. Con esto, se solicita a título de
indemnización por perjuicios patrimoniales-lucro cesante, la suma de ochenta y tres millones de pesos y por
concepto de daños morales y fisiológicos el equivalente a 400 smmlv.

IV. Tesis 1. ad quo (primera instancia): Declaró no probados los medios exceptivos y civil y solidariamente
responsables a José Tovar y Rápido Humadea de los perjuicios causados, condenándolos a pagar $77.987.520
por concepto de lucro cesante y 56.670.000 por daño moral. 

V. Tesis 2. Ad quem (segunda instancia): Revocó la decisión del juez de primera instancia señalando que su
análisis no tendría limitaciones atendiendo lo previsto en el art 357 del código procesal civil. Por otro lado
alegando que la decisión del ad quo estuvo desacertada ya que miraba a deducir la responsabilidad de los
demandados y su obligación de indemnización de perjuicios. Se determinaría cuáles de las actividades fueron
causantes del daño y que la sentencia va encaminada de dos hechos que culminaron el accidente de tránsito, lo
que consiste en la manifestación del demandado y de los testigos. Y finalmente asegura que Diana obró
imprudentemente dado que desconoce el artículo 94 del código nacional de tránsito, acreditando la culpa
exclusiva de la víctima y exonerando de responsabilidad al demandado.

VI. Tesis 3. Casación: Inicialmente, “se acusa a la sentencia de infringir indirectamente con los arts. 2341,
2342, 2356, 1613 y 1614 del código civil...” que explican la responsabilidad común por los delitos y culpas, la
indemnización de perjuicios y lucro cesante. “Al igual que los preceptos 2º, 60 par 2º, 70 y 73 de la ley 769/02
(Estatuto Nacional de Tránsito)...” donde se dan normas como: la utilización de señales, prelación en giros y
adelantar a otros. “Como consecuencia de los errores fácticos en que incurrió el tribunal al valorar las
pruebas”, pues el error de este se atribuye a la declaración de culpa exclusiva de la víctima, ya que se tuvo en
cuenta los testimonios del mismo demandado y quien era su supuesto copiloto, deduciendo que se planeó para
quedar exonerados de la responsabilidad. Así, la corte desvirtúa la segunda instancia, conforme a la valoración
de estas pruebas testimoniales que llevaron a argumentar erróneamente la culpa exclusiva de la víctima. Con
esto, se casa la sentencia proferida el 28 de enero/13.
VII. Problema jurídico: ¿Cada quien debe indemnizar el daño en la medida que ha contribuido a provocarlo y
por ende, cualquiera tiene derecho a que le indemnice el daño que le fue ocasionado?
VIII. Respuesta al problema jurídico: Sí, dado que así la demandante realizará una actividad peligrosa y está
también está obligada a atender las cargas de cuidado sin embargo se le ocasionó un daño y este según el Art.
2341 del C.C  surge la obligación de la indemnización sin perjuicios por el accidente ocurrido.