A nivel mundial la prevalencia de obesidad se ha elevado notablemente en las

últimas décadas en los últimos 20 años, tanto en adolescentes como en adultos;

afectaba al 13% de la población mundial, de edad igual o mayor de 18 años,
siendo la prevalencia de obesidad 11% en varones y 15% en mujeres en
Occidente como Oriente y regiones urbanas pobres de América Latina y Asia. En
Perú, según el Centro Nacional (CENAN) del Instituto Nacional de Salud el grupo
que más prevalece son los adultos con 69.9% de sexo femenino. En relación con
la diabetes mellitus tipo 2, a nivel mundial; el grupo etario que más prevalece es
de 45 a 65 años en el sexo masculino. A nivel las mujeres presentan tasas más
altas de obesidad con un 29,6% y 24% en hombres. En cuanto a Perú, afecta
predominantemente a mayores de 30 años de sexo femenino.

En la actualidad, la diabetes mellitus se considera una epidemia a nivel mundial,

con unos 415 millones de adultos presentan diabetes, y otros 318 millones
manifiestan algún tipo de alteración del metabolismo hidrocarbonado. Se estima
que, de seguir la tendencia actual, en el año 2040 habrá unos 642 millones de
personas con diabetes. La prevalencia general se sitúa entre el 8-13%. La forma
más prevalente es la diabetes mellitus tipo 2, que representa hasta un 91% de los
casos.

La diabetes mellitus tipo 2 es muy infrecuente por debajo de los 45 años, con un
aumento claro de su incidencia a partir de los 60 años. Entre los 45 y 60 años se
observa una mayor prevalencia entre los varones, igualándose posteriormente
para ser más frecuente en mujeres a partir de los 75 años.

En las Américas, la diabetes perjudica tanto a mujeres como a hombres (8,4% en

mujeres y 8,6% en hombres). Sin embargo, las mujeres presentan tasas más altas
de obesidad (29,6% versus 24% en hombres).

En el Perú, según Atamari N. (2018), la diabetes mellitus tipo 2 afecta

aproximadamente al 7% de la población en general, con predominio en la
población mayor de 30 años, siendo susceptible a complicaciones durante el
tiempo de enfermedad que elevan las cifras de mortalidad; siendo el género
femenino con más prevalencia.

Se debería realizar un seguimiento estricto en cuanto al control de forma anual

que incluyan un examen clínico y análisis de laboratorio para descartar ambas;
desarrollando estrategias que permitan la prevención (promover estilos de vida
saludable: realizar ejercicios y tener una alimentación balanceada) teniendo en
cuenta la asociación existente entre ambas y los niveles de IMC alcanzados tanto
en casos como en controles.