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- Filosofía y Presente

o “Los libros de filosofía rara vez se conciben en un momento preciso del tiempo o
en lugar específico.”
o “La mía es la historia de una filósofa en un momento de terror”
o “El hilo conductor es someter a un análisis filosófico las preguntas más urgentes a
propósito del terror y terrorismo”
 ¿El Derecho Internacional se ha vuelto obsoleto frente a las nuevas
amenazas subnacionales y transnacionales?
 ¿Quién tiene soberanía sobre quién?
 ¿Es útil evaluar la globalización mediante las nociones de cosmopolitismo
y ciudadanía mundial?
 ¿Es la noción política filosófica de diálogo tan crucial para toda estrategia
diplomática, una herramienta universal de comunicación?
 ¿O es el dialogo una práctica culturalmente específica que en ocasiones
podría resultar simplemente inadecuada.
 ¿En qué condiciones es el dialogo es una opción viable?
o La ideología explícita de los terroristas responsables de los ataques del 11/9 rechaza
la modernidad y la secularización.
- Significado (difícil de precisar)
o Habermas.
 Como el tipo de terrorismo que introdujo el 11/9 no parece tener objetivos
políticamente realistas, Habermas descalifica su contenido político. Basado
en ello, se alarma un poco ante la decisión de declararle la guerra al
terrorismo, lo cual le otorga a éste un legitimación política.
o Derrida
 Sostiene que la deconstrucción de la noción de terrorismo es el único curso
de acción políticamente responsable, pues el uso público que se hace de
esta noción contribuye de manera perversa a la causa terrorista.
 Dicha deconstrucción consiste en mostrar que los conjuntos de distinciones
dentro de las cuales comprendemos el significado del término terrorismo
están llenos de problemas. En su opinión, no es sólo el hecho de que la
guerra entraña la intimidación de la población civil, y por consiguiente
elementos de terrorismo, sino también que no se puede trazar ninguna
separación rigurosa entre diferentes tipos de terrorismo, tales como
nacional e internacional o local y global.
 Al rechazar la posibilidad de adscribir cualesquiera predicados a la
supuesta sustancia del terrorismo, obviamente negarnos que el terrorismo
tenga significado, agenda y contenido político estables.
- Terror y Territorio
o Derrida nos exhorta a estar atentos a las relaciones entre el terrorismo y el sistema
globalizado de comunicación.
o A pesar de todo el horror que presenciamos, me dijo, es muy factible que un día
veamos 11/9 como el último ejemplo de vínculo entre terror y territorio, como la
última erupción de un arcaico teatro de violencia destinado a golpear la
imaginación. Pues los atentados futuros (como sería el caso con armas químicas y
biológicas, o simplemente mediante desordenamientos masivos de la comunicación
digital) pueden se silenciosos, invisibles y, a la larga, inimaginables.
o Frente a estos peligros devastadores, tanto Habermas como Derrida hacen un
llamado a una respuesta planetaria que implique la transición del Derecho
Internacional clásico, aún anclado en el modelo decimonónico del Estado-nación,
hacia un nuevo orden cosmopolita (cosmo-político) en el cual las instituciones
multilaterales y las alianzas continentales lleguen a ser los actores políticos
principales.
- Transición del Derecho Internacional Clásico (Estado Nación) hacia un Nuevo Orden
Cosmopolita
o En el ámbito de lo práctico, esta transición puede requerir la creación de nuevas
instituciones. Pero es indudable que el primer paso es fortalecer las instituciones
actuales, poner en obra su alcance diplomático y respetar sus deliberaciones. En el
ámbito de lo teórico, el otorgamiento de poder a los actores internacionales exige
una reevaluación crítica del significado de soberanía. Tanto Habermas como
Derrida afirman el valor de los ideales de la ciudadanía mundial y derecho
cosmopolita propios de la Ilustración. Como lo planteó Kant se trata del estado de
una comunidad universal en el cual todos los miembros tienen el derecho “a ofrecer
su compañía, fundados en la común posesión de la superficie de la tierra”.
- Filosofía e Historia
o A partir de Aristóteles, la indiferencia de la filosofía con respecto a la historia
dominó la tradición occidental hasta mediados del siglo XVIII, cuando la
revolución francesa y norteamericana revelaron que el presente puede albergar la
posibilidad de un rompimiento radical con el pasado. Sólo entonces la filosofía
empezó a preguntarse si la razón podría tener una moral y una responsabilidad
social intrínsecas, y si, sobre esa base, no debería desarrollar una relación más
activa con la historia. A pesar de su disposición conservadora, Kant admiraba el
espíritu revolucionario por haberles dado a los individuos un sentido de su propia
independencia frente a la autoridad, incluyendo a la autoridad del pasado.
o Hegel dio el paso final en el acortamiento de la distancia entre historia y filosofía
cuando declaró que la razón misma está ligada a historia. Para él, la razón no es una
facultad mental abstracta con la cual vienen equipados todos los seres humanos y
que éstos pueden afirmar de manera autónoma; más bien resulta de la manera como
el individuo se comprende a sí mismo como parte de una comunidad.
o Desde la perspectiva hegeliana, puesto que la razón misma es dependiente de la
historia, el dictum aristotélico debe ser puesto al revés: fuera de la filosofía, nada
hay más filosófico que la historia.
o La relación entre historia y filosofía tiene un impacto directo en el significado de la
responsabilidad y la libertad. Si la razón se concibe como anterior a la historia, hay
espacio para que el individuo se experimente como una unidad autónoma cuyas
decisiones provienen de su voluntad única y de sus necesidades singulares. A
mediados del siglo XIX la tradición liberal noción de libertad negativa, según la
cual yo soy libre cuando no se meten conmigo, cuando no se me interfiere, cuando
puedo decidir lo que me plazca.
o En esta perspectiva, la filosofía no sólo puede sino que tiene la responsabilidad de
prestar su contribución a la discusión pública del significado 11/9, el cual emerge
como un evento que tiene un impacto en nuestra comprensión del mundo y de
nosotros mismo.
- Dos modelos de partición pública
o Activismo Político (Russell)
 El perfil público de Russell es el de un activista político, pues entendió el
compromiso público como el resultado de su contribución a asuntos
apremiantes específicos. El activismo político, en el sentido que estoy
tratando de demarcar aquí, puede elegir libremente si se compromete
políticamente o no, y es esto lo que hace que intervenga y que luche a favor
o en contra de algo. Presuponer que se dispone de todas estas opciones es
adoptar la concepción liberal – vive y deja vivir – de la libertad, de acuerdo
con la cual el sujeto tiene el poder autónomo de actuar y deliberar más allá
de los condicionamientos sociales.
o Si para Russell el primer compromiso del filósofo es la búsqueda del conocimiento,
por encima y más allá de las contingencias temporales, para Arendt ese primer
compromiso es con las leyes e instituciones humanas, las cuales, por definición,
evolucionan a través del tiempo.
o Crítica Social (Arendt)
 Arendt destaca la necesidad que tiene la filosofía de reconocer la extrema
fragilidad de las leyes e instituciones humanas, la cual piensa ella que se ha
incrementado de forma dramática con el advenimiento de la modernidad,
asumida como paradigma histórico y cultural.
 En este sentido, la responsabilidad filosófica es hacer una crítica de la
modernidad. Dentro de ella figura el desafío definitivo del totalitarismo.
Los regímenes totalitarios no eran ilegales, promovían leyes inexorables
que eran presentadas o bien como leyes naturales o bien como leyes de la
historia. La esencia del terror no es la eliminación física de todo aquel que
sea percibido como diferente, sino la erradicación de la diferencia en la
gente, a saber de su individualidad y su capacidad de acción autónoma. El
monopolio del poder que se buscan los regímenes totalitarios es de
marioneta sin la menor traza de espontaneidad. El ser humano puede ser
dominado completamente sólo como se haya convertido en un espécimen
de la especie animal-hombre. La objetivación que establece el totalitarismo
no se restringe a las víctimas de los asesinatos masivos, sino también a los
perpetradores.
 Habermas y Derrida
 Al hacer filosofía uno se compromete automáticamente con el
esfuerzo de tener en cuenta a su tiempo: en este sentido ninguno de
los dos es un activista político, mientras que ambos son, de muy
diferentes modos, críticos sociales.
- Concepto de Humano
o Sartre propuso redefinir al hombre en términos de realidad humana con lo cual
quería decir que no se podía entender al sujeto humano sin su mundo. Esta
interdependencia entre el sujeto y el mundo le aseguraba a Sartre un camino para
fundar firmemente la moral y la responsabilidad política en la constitución misma
del sujeto. Anclar la realidad humana en la responsabilidad hacia el mundo propio
parecía ser el antídoto necesario contra la inhumanidad del totalitarismo.
o Por ejemplo, jamás se examina el concepto de hombre. Todo ocurre como si el
signo “hombre” no tuviera un origen, ningún límite histórico, cultural o lingüístico.
La posición de Derrida aquí es que, en cuanto se le den al concepto de hombre sus
fronteras históricas, culturales y linguisticas, va a ser mucho más difícil recurrir a
cualquier argumento existencialista.
o El problema para él no es que la Ilustración haya fracasado en tanto proyecto
intelectual, sino que su actitud crítica original hacia la historia se perdió, abriéndole
así el camino a la barbarie política. Por otro lado, Derrida cree que el universalismo
es aquello por lo que luchan las instituciones republicanas y la participación
democrática en su búsqueda infinita de justicia. Esta búsqueda da resultado
solamente si estamos abiertos a considerar las nociones de republicanismo y
democracia, institución y participación, no como absolutos sino como
construcciones cuya validez evoluciona con el tiempo y que requieren en
consecuencia una constante revisión.
- Tolerancia (autoridad) vs. Hospitalidad
o Derrida destaca la matriz distintivamente cristiana de la noción de tolerancia, lo
cual hace de ella un concepto político y ético menos neutro de lo que pretende ser.
Debido a su origen y enfoque religiosos, la noción de tolerancia es un remanente de
un gesto paternalista en el que no se acepta al otro como igual sino que se lo
subordina, quizá se lo asimila y ciertamente se lo malinterpreta en su diferencia.
o Para Derrida, la noción de tolerancia es inadecuada para utilizarla en la política
secular. Su resonancia religiosa, que tiene raíces profundas en la concepción
cristiana de caridad, desbarata cualquier aspiración de universalidad.
o Así, la tolerancia es lo opuesto a la hospitalidad, la cual es presentada por Derrida
como su alternativa.
 La hospitalidad pura o incondicional no consiste en una invitación (yo te
invito, yo te acojo en mi casa (chez moi) con la condición de que tú te
adaptes a las leyes y normas de mi territorio, según mi lengua, mi tradición,
mi memoria, etc). La hospitalidad pura e incondicional, la hospitalidad
misma se abre, está de antemano abierta a cualquiera que no sea esperado
ni esté invitado, a cualquiera que llegue como visitor absolutamente
extraño, no identificable e imprevisible al llegar, un enteramente otro.
o Habermas apoya la tolerancia en los frentes ético y legal. Su defensa de ella emerge
de su concepción de la democracia consitucional como la única situación política
que puede combinar de manera consistente la comunicación libre y exenta de
coacción y la formación de un consenso racional.
- Democracia Constitucional
o ¿Qué sucede con esta democracia en la globalización?
 La objeción que Habermas les dirige a Derrida y a su deconstrucción de la
tolerancia se aplica a una situación política muy específica: una democracia
participativa funcional. En ella no es posible practicar la tolerancia como la
razón del más fuerte. No obstante, me atrevo a decir que la globalización
parece haber transformado las condiciones y el significado de la
participación, tanto económica como políticamente.
o ¿Quién participa de qué?
 Si es verdad que se están abriendo más vías de participación global ¿por
qué el umbral de tolerancia parece haber retrocedido, particularmente en la
parte que les corresponde a quienes supuestamente acaban de ingresar
como participantes al foro público? ¿Deberíamos admitir que la
globalización difunde más la ilusión que la realidad de participación
universal? Y si es así, ¿qué hacemos con la tolerancia?
- Co-existencia de religiones y una sociedad pluralista
o Con el surgimiento de la modernidad las religiones tuvieron que dejar ir el carácter
vinculante y la aceptación política universales de sus doctrinas con el fin de
coexistir en una sociedad pluralista. La transición de la actitud de creencia
premoderna a la moderna representó un desafío monumental para las religiones
mundiales.
o En Europa, el cisma confesional y la secularización de la sociedad obligaron a la
creencia religiosa a reflexionar sobre su lugar no exclusivo dentro de un discurso
universal compartido con otras religiones y limitado por un conocimiento del
mundo generado científicamente.
- Posibilidad de una comunicación transparente
o La relación entre fundamentalismo y terrorismo está mediado por la violencia, que
Habermas entiende como una patología comunicativa.
o La espiral de la violencia comienza como una espiral de comunicación deformada
que conduce, a través de la espiral de la desconfianza recíproca incontrolada, al
colapso de la comunicación.
o El remedio contra las distorsiones sistemáticas de la comunicación consiste en
reconstruir un vínculo de confianza fundamental entre la gente, lo cual no puede
ocurrir mientras dominen la opresión y el miedo. Tal vínculo depende tanto del
mejoramiento de las condiciones materiales como de la cultura política en la que
los individuos se encuentran interactuando mutuamente, pues si falta alguno de los
dos se hace imposible asumir una perspectiva mutua.
o Mientras para Habermas la razón, entendida como la posibilidad de comunicación
transparente y no manipuladora, puede curar los males de la modernización, entre
ellos el fundamentalismo y el terrorismo, para estas cepas destructivas pueden ser
detectadas y nombradas, pero no totalmente controladas o conquistadas.
- Terrorismo como un desorden auto inmunitario
o El terrorismo es para él el síntoma de un desorden autoinmunitario que amenaza la
vida de la democracia participativa, el sistema legal que le subyace y la posibilidad
de una separación neta entre las dimensiones secular y religiosa. Las condiciones
autoinmunes implican el suicidio espontáneo del mecanismo defensivo que, se
supone, debe proteger al organismo de las agresiones externas.
o La tesis de Derrida en nuestro diálogo es que el tipo de terrorismo global que está
tras los atentados del 11-9 no es el primer síntoma de la crisis autoinmunológica
sino solamente su manifestación más reciente. Durante la Guerra Fría las
democracias occidentales estuvieron armando y entrenando a sus futuros enemigos
en una forma cuasisuicida.
o Ahora nos enfrentamos a la realidad de un conflicto asimétrico que, como tal,
representa un paso más de la crisis auto inmunológica. En la época del terror no
sólo no hay posibilidad de balance, dado que la amenaza no proviene de un Estado
sino de fuerzas incalculables, sino que el concepto de responsabilidad total se hace
potencialmente incalculable. ¿Quién es responsable de qué, en qué etapa de la
planeación, ante qué cuerpo jurídico?
o Para Habermas, así como para Derrida, la globalización tiene un gran papel frente
al terrorismo. Mientras para Habermas consiste en incrementar la desigualdad
debido a una modernización acelerada, Derrida tiene de ella una lectura
diferenciada, según el contexto.
o Derrida piensa que la globalización allí fue buena. Los recientes movimientos de
democratización deben mucho, quizá casi todo, a la televisión, a la comunicación
de modelos, normas, imágenes, mercancía informacional, etc. En contraste con
esto, Derrida se muestra extremadamente preocupado por el efecto que tiene la
globalización sobre la dinámica de los conflictos y la guerra. Entre los dos
supuestos líderes guerreros, entre las dos metonimias “Entre los dos supuestos
líderes guerreros, entre las do metonimias “Ben Laden” y “Bush”, la guerra de
imágenes y de discursos va a un ritmo cada vez más rápido en todas las ondas,
disimulando y extraviando cada vez con mayor rapidez la verdad que revela.

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