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AQUEL ZORZAL
Pedro Gastón Osorio Mansilla

JUGUETE DRAMATICO

JUAN.- 50 AÑOS JUBILADO


LUIS.- 50 AÑOS EMPRESARIO
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LA ESCENA: UNA MESA, DOS SILLAS, UN PEQUEÑO ESTANTE


CON PORTARETRATO Y ALGUNOS LIBROS

Suena el timbre de la casa, una, dos y tres veces. Entra JUAN renegando.
Cruza el escenario hasta el otro extremo.

JUAN.- Ya, voy, ya voy cuántas veces tengo que decir que no olvides
las llaves
LUIS. - Buenos días
JUAN.- ¡Eh! ¿Quién es usted? ¿Cómo entró?
LUIS.- Disculpe la puerta estaba abierta, toqué varias veces y como
nadie respondía
JUAN.- ¡Ah! Eso sí está bueno encuentra una puerta abierta y usted se
introduce así nomás ¿Qué quiere, es vendedor?
LUIS.- No, no vendo nada, busco…
JUAN.- Se puede saber qué va a buscar acá.
LUIS.- De nuevo pido disculpas, vea usted, busco al señor
JUAN.- ¿Qué señor?
LUIS.- Al señor…
JUAN.- ¡Al señor de los Milagros! Vea si quiere ver al señor, su
procesión recién sale el 18 de octubre así que “espanta
pájaros”
LUIS.- Sí que es gracioso.
JUAN.- ¿Ah, causo gracia? más graciosa es su presencia. Una vez más
repito ¿Qué quiere? pues parece no entender
LUIS.- Sólo quiero entrevistar al señor Juan...
JUAN.- ¿Juan? ¿Qué Juan?
LUIS.- Juan Romero
JUAN.- ¿Dice, Juan Romero?
LUIS.- Si, verá, yo…
JUAN.- ¡Ya! Usted busca a Juani tiene que ser, porque a mi quién va a
entrevistar
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LUIS.- ¿Juani, quién es Juani?


JUAN.- Juani es mi hijo. Le llamo así para evitar confusión
LUIS.- ¿Y que causa confusión?
JUAN.- No es de su interés. Olvide. ¡Con que busca a mi hijo Juan!
LUIS.- ¿Su hijo se llama Juan? pues en la solicitud de admision figura
como Manuel
JUAN.- Si, claro se llama Juan Manuel y yo… ¡Bah! que importa ¿Es
usted representante de la compañía?
LUIS.- ¿De la compañía? Bueno sí,
JUAN.- ¡De la compañía! Hombre, porque no dijo de un principio; así
que usted es de la compañía ¿supervisor seguramente?
LUIS.- Si, pero no soy supervisor
JUAN.- Bueno, no interesa que cargo tenga. ¡Oh ¡Señor de Luren,
qué cabeza la mía! ¡Mil disculpas! ¡Por favor tome asiento!
No sabía que venían a verificar sus datos personales. ¡Je! ¡Es
tan alocado que salió sin cerrar la puerta! Justamente va a la
compañía para saber el resultado de la admisión. ¿Sabe usted?
Mi muchacho tiene mucha ilusión por ese cargo, más ahora
con su título de ingeniero…
LUIS.- ¡Imagino!
JUAN.- ¡Estudió día y noche para graduarse!
LUIS.- El estudio exige mucho sacrificio
JUAN.- ¡Sí y de ambos! ¡No tiene idea de todo lo que costó su
profesión! ¡Uf! ¡Harto dinero! ¡Hasta endeude! ¡Pero mi
muchacho no defraudó! ¿Qué desea saber?
LUIS.- A decir verdad, no es a su hijo a quien busco
JUAN.- ¿Qué no busca a Juani? ¿Entonces? Mire señor, aquí sólo vive
mi hijo y yo. Su apariencia es sospechosa. No intente nada por
que…
LUIS.- ¡Por favor no se altere!
JUAN.- ¡Cómo que no alterar! Toca insistentemente el timbre, luego
ve la puerta abierta y entra usted como “Pedro en su casa”
LUIS.- Por favor, no exagere.
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JUAN.- ¿Exagero? ¿Quién es usted para decir que debo hablar? Hasta
parece imprudente conversar con alguien que no conozco.
Ahora diga ¿Cómo sé que usted representanta a la compañía?
LUIS.- ¡Mire, eso puedo probar! Ahora solo deseo saber si…
JUAN.- Usted no va a saber nada. Mejor será retira ¡Haga el favor de
salir de mi casa!
LUIS.- Está bien no insisto. permiso (ACCION DE SALIR) Solo
busco al señor Juan Romero Zorzal.
JUAN.- ¡Espere! ¿Cómo dice?
LUIS.- ¡Busco al señor Juan Romero Zorzal!
JUAN.- ¿Y qué quiere usted conmigo?
LUIS.- ¿Es usted?... quiero decir ¿Eres tú?
JUAN.- ¡Sí, soy yo! ¡Es mas no estoy solicitando ningún trabajo!
¡Estoy jubilado hace mucho tiempo!
LUIS.- ¿Así que tú eres Juan?
JUAN.- ¡Ah, carajo, ahora viene con tuteo! ¡Vea, no sé quién es usted,
no lo conozco! ¡Mejor, váyase!
LUIS.- ¡Qué carácter! ¿En verdad no sabes quién soy?
JUAN.- ¡En mi puta vida, que llevo, no!
LUIS.- Juan, nunca has tenido puta vida, siempre fuiste un hombre
sano y noble. Pero tú sabes quién soy.
JUAN.- ¿Oiga que pretende? ¿Quiere que yo acepte que lo conozco?
LUIS.- No pretendo nada, sólo deseo hablar contigo.
JUAN.- Y dale con el tuteo.
LUIS.- Si trato de tú es porque hemos sido viejos amigos.
JUAN.- ¡No trate de enredar la situación! ¡Que esté viejo, no quiere
decir que sea idiota!
LUIS.- Ya pues deja el rol de cojudo.
JUAN.- ¿Qué? ¡Encima dice cojudo!
LUIS.- ¡Ay, Julo, Julo no has cambiado nada
JUAN.- ¡Cómo sabe que dicen “Julo”!
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LUIS.- Siempre fuiste duro para entender.


JUAN.- No necesito entender nada, usted puede ser un delincuente
bien vestido, que indaga todo de una persona para robar o qué
sé yo.
LUIS.- ¿Crees que soy un delincuente?
JUAN.- ¡Si!. ¡Estoy seguro que sea!¡No dé un paso más! ¡Soy karateca
cinturón negro! ¡Yaaaa!.
LUIS.- ¡Jajaja!…Conque ahora eres karateca. Por favor “Julo”, por
favor, mírame
JUAN.- ¿Qué gano con mirar su facha?
LUIS.- En tratar de reconocer
JUAN.- (ACERCA Y MIRA DETENIDAMENTE)
LUIS.- Soy Luis: “Lulo”; ¿recuerdas? tú pusiste esa “chapa”
JUAN.- ¿Lulo?
LUIS.- Si el mismo…
JUAN.- ¡Lulo! ¡No puedo creer que tú seas!
LUIS.- Pues cree.
JUAN.- ¡Oh!... ¡Señor de los Temblores!
LUIS.- Formamos el dúo Zorzal, aun que los muchachos del barrio
por joder nos decían el “Dúo Culo-Duro”.
JUAN.- Claro, ¡El dúo Zorzal!
LUIS.- ¿Recuerdas?
JUAN.- ¡Cómo no recordar! ¡Mierda!¡Así que eres “Lulo”!
LUIS.- El mismo frente a ti.
JUAN.- ¡Que cambiado!, estás mucho más viejo que yo.
LUIS.- De repente.
JUAN.- ¿Cuantos años sin verte?
LUIS.- Pienso, que han sido como veinticinco años.
JUAN.- ¡Claro la edad de mi hijo! Y yo botando al viejo amigo
LUIS.- Tenías motivos, pues entré sin permiso. Disculpa. ¿Sabes?
Gusto que seas karateca ¡Yaaa!
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JUAN.- No te burles. Solo quise impresionar.


LUIS.- ¡Y sí que impresionaste! ¡Casi salgo corriendo! jajaja
(AMBOS RIEN)
JUAN.- Ya olvidemos eso. Pero dime ¿Qué pasó contigo?
¡Desapareciste de la noche a la mañana sin decir nada!
LUIS.- Amigo es una larga historia.
JUAN.- Supongo que sí.
LUIS.- Han transcurrido tantos años.
JUAN.- Si, mucho agua ha corrido por debajo del puente
LUIS.- Por supuesto mi querido “Julo”, por eso he buscado para
hablar.
JUAN.- Bueno, es una grata sorpresa, da mucho gusto volver a verte.
LUIS.- A mí también.
JUAN.- ¡Venga un abrazo!
LUIS.- ¡Amigo de juergas!
JUAN.- Amigo del alma… (LO ABRAZA) ¿Y cómo así decidiste
buscarme?
LUIS.- Vuelvo a repetir, es una historia tan larga que no sé cómo
empezar.
JUAN.- ¿Qué te parece? ¿Mientras piensas como empezar, invito un
café?
(SOBRE UNA MESITA JUAN SIRVE DOS TAZA DE
CAFÉ. LUIS VA AL PRIMER PLANO Y OBSERVA
COMO SI EXISTIERA UNA VENTANA)
LUIS.- ¿Es “pasadito”?
JUAN.- Sí, pero nada de cigarro, el humo afecta la salud.
LUIS.- No te preocupes hace años que deje de fumar
JUAN.- Que bueno
LUIS.- Empezó a afectarme la garganta y tenía una tos insoportable
JUAN.- ¿Y cómo hiciste para quitar el vicio? ¿Seguiste algún
tratamiento?
LUIS.- No. Nada. Un día dije: No fumo más
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JUAN.- Caramba, que fuerza de voluntad la tuya, pues mucha gente no


puede quitarse el “chupón de la boca”
LUIS.- Yo sí, ¿Y cuántos hijos tienes?
JUAN.- Sólo uno.
LUIS.- ¡ La fábrica no produjo más!
JUAN.- ¿Qué fabrica?
LUIS.- Que no tuviste más hijos
JUAN.- Ah, ya entiendo. No.
LUIS.- ¿Y la señora está en casa?
JUAN.- No. (TRAE UN AZAFATE, TAZAS CON CAFÉ Y
GALLETAS)
LUIS.- ¿Hace mucho tiempo que vives aquí? Es un bonito
departamento, tiene linda vista al parque.
JUAN.- Desde hace tres años, es una zona muy tranquila. Cuando
jubilé de la fábrica compré este departamento, es muy
cómodo. ¡Sírvete!
LUIS.- Gracias ¡Hum! Que agradable aroma
JUAN.- ¿Ahora cuénta por qué desapareciste? (Pausa)
LUIS.- ¿Recuerdas la fábrica?
JUAN.- Sí, eras un buen operario, él que más producía ¡Nunca pude
superarte!
LUIS.- Si, quizás. Pero eso no era para mí, tenía otra ambición.
JUAN.- ¿Qué querías? ¿Ser jefe de planta?
LUIS.- No, no era lo que deseaba.
JUAN.- ¿Entonces cuál era tu problema?
LUIS.- Mi problema era sentirme robotizado manejando la máquina
horas de horas y siempre en lo mismo… Poner el molde y
empezar: Botón encendido ¡Palanca para abajo! ¡Palanca para
arriba! ¡Quite el juguete! Una y otra vez, miles de veces
efectuando el mismo movimiento.
JUAN.- ¿Y?
LUIS.- ¡Yo quería libertad! ¡Entiendes libertad! para alcanzar otra
meta.
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JUAN.- ¿Libertad? Pero nadie impedía que fueras libre. Yo estaba


conforme y alcance logros.
LUIS.- Es que tú siempre fuiste un conformista.
JUAN.- Te equivocas, en ese lapso fui especializándome y alcancé
otros cargos. No quedé en un simple operario. (PAUSA) Dime
¿Quieres ofenderme?
LUIS.- No, no, discúlpame. No sé qué digo, expresé mal
JUAN.- ¿Te sientes bien,?
LUIS.- ¿Por qué?
JUAN.- Estas con una cara de enfermo
LUIS.- ¿Tan mal aspecto tengo?
JUAN.- Diria que si
LUIS.- Es que llevo muchas noches de insomnio, no duermo bien.
JUAN.- Las malas noche envejecen
LUIS.- ¿Y estoy muy viejo?
JUAN.- Diría que un poco.
LUIS.- ¡Sí siento que he envejecido!
JUAN.- Ya veo. ¿No quieres ser viejo?
LUIS.- ¿Por qué preguntas?
JUAN.- Nada, simple curiosidad ¿Y?
LUIS.- ¿Y qué?
JUAN.- Contabas de tu ambición de libertad
LUIS.- Ah, si
JUAN.- Tanto que desapareciste de la noche a la mañana
LUIS.- (PAUSA) ¿Recuerdas al “Chuncho” Jiménez?
JUAN.- Si, otro que desapareció.
LUIS.- Jimenez entusiasmo para viajar a la selva de Madre de Dios a
buscar oro y que en corto tiempo uno se hacía platudo”
JUAN.- ¡Ah, ambiciosos! ¡Querían oro! ¡Parece cuento
español!¡Fueron en busca del Dorado!
LUIS.- ¿Puedo continuar?.
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JUAN.- Si, total es tu historia


LUIS.- Una tarde salimos a tomar unos “tragos” y terminó
convenciéndome
JUAN.- De ir a la selva.
LUIS.- Sí. No pensé más. Ambos pedimos a la fábrica nuestro retiro.
Con ese dinero, compramos pasajes y largamos.
JUAN.- ¡Ajá! Y pasaron veinticinco años para el retorno. ¿Y, se
hicieron millonarios?
LUIS.- Después de mucha lucha, sacrificio y penuria, logramos algo.
Con el oro que fuimos logrando formamos una empresa que
nos dio buenos dividendos, estabilidad y una mejor vida,
aunque el “Chuncho” gozó poco.
JUAN.- ¿Por qué?
LUIS.- Murió en un accidente aéreo hace varios años. Nunca dijo
tener parentela.
JUAN.- ¡Qué lástima, tanta lucha para nada! ¿Y tú, te casaste?
LUIS.- No. Estoy soltero
JUAN.- ¿Y no piensas casarte?
LUIS.- No.
JUAN.- ¿Y porque es no? Con todo ese oro puedes tener a la mujer
más deseada.
LUIS.- Difícil desear. No olvido la imagen de una persona que amé
mucho.
JUAN.- Que romántico ¿Y ahora qué?
LUIS.- Quiero retomar los años perdidos.
JUAN.- Ah, retomar el pasado
LUIS.- Si
JUAN.- Eso es difícil, no se puede. Lo que pasó, pasó.
LUIS.- Quiero empezar algo nuevo, cambiar mi vida.
JUAN.- ¿Te sientes solo? ¿Deseas empezar una nueva vida? ¿Por qué
ahora? ¡Tienes poder y dinero!
LUIS.- ¿No entiendo que dices?.
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JUAN.- ¡Qué fácil es decir quiero!


LUIS.- ¿Querer, que?
JUAN.- ¿Olvidas todo el daño que hiciste?.
LUIS.- ¿Acusas de un daño?
JUAN.- ¿Tú qué crees?
LUIS.- Eso parece ¿de qué daño hablas?
JUAN.- A veces se hace daño sin querer y otras queriendo.
LUIS.- No andes con misterios, explícate.
JUAN.- ¿No has dicho como diste con mi dirección?
LUIS.- ¿A quién hice daño?
JUAN.- Olvida que dije. Dime ¿cómo llegaste aquí?
LUIS.- No empieces con tu juego del gato y el ratón
JUAN.- Cuenta, cómo llegaste a mi casa.
LUIS.- Regresé a Lima hace dos años, busqué a viejos amigos.
Pregunte ti y nadie daba razón.
JUAN.- Claro si hace años que no los veo, además no saben dónde
vivo
LUIS.- ¿Por qué?
JUAN.- No es de tu interés, continua contando
LUIS.- Como quieras. Actualmente en la empresa que poseo se
necesita personal,
JUAN.- ¿Y en la hoja de antecedentes que presento mi hijo, viste mi
nombre?
LUIS.- Así es. Entonces supuse que podrías ser tú. Y no estuve
equivocado.
JUAN.- ¿Y para que buscas?
LUIS.- Porque eres mi amigo ¿No?
JUAN.- Creo que sí.
LUIS.- Y la única persona quien puede ayudar
JUAN.- ¿Ayudar en qué?
LUIS.- En rehacer mi vida
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JUAN.- Ya dije , tu vida ya pasó


LUIS.- ¡No, no ha pasado! ¡Tú la conoces más que nadie!
JUAN.- ¿A dónde quieres llegar?
LUIS.- ¡Sabes adonde! ¡Ayúdame, ayúdame por favor!
JUAN.- ¿Qué tipo de ayuda quieres?
LUIS.- A encontrar a una persona.
JUAN.- ¿Y quién es la persona, ignoro?
LUIS.- No puedes ignorar, sabes a quién refiero.
JUAN.- ¿Y para qué? No tiene sentido remontar los años. Mejor dejar
al olvido.
LUIS.- No, es imposible.
JUAN.- ¿Qué es imposible para ti?
LUIS.- Olvidar (PAUSA) Juan quiero encontrarla.
JUAN.- ¿Qué dices?
LUIS.- Necesito encontrar a Maribel
JUAN.- ¿Encontrar? ¿Para abandonar otra vez? Son muchos años, tú
no existes para ella.
LUIS.- ¿Por qué con tal seguridad dices que no existo para ella?
¿Sabes algo? ¿dónde está? ¿Se casó? ¿Se marchó de Lima?
JUAN.- Muchas preguntas para una sola respuesta…
LUIS.- Pero al menos dame una sola
JUAN.- De acuerdo.. (TOMA EL RETRATO) ¡Aquí está!
LUIS.- Es una burla
JUAN.- No, ahí la tienes.
LUIS.- (RECIBE EL RETRATO) ¿Y esto qué significa? ¿Es acaso tu
esposa?
JUAN.- (MIRA A LUIS EN SILENCIO)
LUIS.- Así que aprovechaste mi ausencia para quedarte con ella.
JUAN.-. Yo no aproveché nada.
LUIS.- Y pensé que eras el amigo más leal…qué imbécil soy…y ella
una oportunista…
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JUAN.- ¡Cállate, hablas huevadas!


LUIS.- ¡Ah, quieres que calle! Corrijo, el oportunista fuiste tú.
JUAN.- Dame el retrato, no eres merecedor ni mirar! (PAUSA)
¡Aprovechaste que era una provincianita adolescente y sin
ningún apoyo!
LUIS.- Tú fuiste el aprovechador al casarte con ella…
JUAN.- Si fuera más joven ya te hubiera roto el hocico de una
trompada.
LUIS.- Vamos hazlo no te acobardes.
JUAN.- ¡Qué injusto eres! (SUENA EL TELEFONO) Aló… hola
hijo… ¿Qué me pasa? …nada, nada… estoy bien… ¿Una
buena noticia, ¿cuál es?… ¡Te dieron el trabajo!... ¡qué
bueno!… Claro que sí, tenemos que celebrarlo… ¿Qué? …No,
no pasa nada, te digo que estoy bien… ¿Qué tiene mi voz?...
¡Bah!... no te preocupes…estoy con un viejo amigo que ha
venido a saludarme… ya hijo ve donde tu novia, pero no
llegues muy tarde, sabes que preocupo… chau. (PAUSA).
LUIS.- ¿Conque tuviste un hijo con ella?
JUAN.- No (PAUSA)
LUIS.- ¿Entonces de quién es?
JUAN.- ¿No adivinas?
LUIS.- No.
JUAN.- ¿Tengo que decirlo?
LUIS.- No sé. ¿Si no es tu hijo entonces de quién es?
JUAN.- Tuyo.
LUIS.- ¿Hijo mío?
JUAN.- Si, el joven a quién entrevistaste hoy, es tu hijo con Maribel.
¿satisfecho?
LUIS.- ¿Es esto posible? ¿Es cierto?
JUAN.- ¡Muy cierto! Dejaste embarazada y sin esperanza. Mataste su
ilusión. Cuanto llanto y sufrimiento tuvo.
LUIS.- ¡Un hijo! ¿Por Dios! Tienes razón, cómo habrá sufrido.
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JUAN.- Ante tanta desgracia junta, propuse que viviera conmigo para
ayudarla. Yo vivía solo y no tenía ningún inconveniente
LUIS.- ¡Hiciste eso!
JUAN.- Si, a cambio de nada.
Después de un tiempo volvió a su tierra, por asuntos
familiares. Dejó a su hijo para que educara. Además, el
muchachito se había acostumbrado a mí.
Desde entonces no se de ella. Solo escribe y de cuando en
cuando Juani viaja a ver a su madre.
LUIS.- ¿Y en donde vive?
JUAN.- No puedo decir.
LUIS.- Julo, por favor.
JUAN.- No vuelvas a llamarme “Julo”, mi nombre es Juan. (Pausa) Y
para que sepas siempre guarde lealtad. Muchas veces pensaba
que algún día vendrías y hoy se dio. (PAUSA) Juani sabe que
no soy su padre, pero trata como tal. Solo lleva mi apellido.
(PAUSA LARGA) Maribel no se casó y vive con su anciana
madre en Tarapoto. Tiene un pequeño restaurante que ella
misma atiende. Creo que aun te ama. En referencia a Juani
comprenderá, siempre le hable de ti. Bueno, ya dije bastante
LUIS.- Has dado respiro a mi vida. Una vez más mil gracias. Eres un
gran y amigo, no sé cómo poder agradecer.
JUAN.- No diciendo nada. Ahora márchate, vete por favor
LUIS.- Si, me voy Adiós Julio (ABRAZA) ¡Volveremos a vernos!
(SALE)
JUAN.- ¡Estoy seguro! Adiós Luis (VA AL RETRATO) Maribel
perdona la infidencia, siempre quise lo mejor para ti.

APAGON

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