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LA FALSA REINA DEL CIELO
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La ciudad de Éfeso, ubicada en el actual país de Turquía, fue el lugar
en donde el apóstol Pablo inició su ministerio. En esa época, los
efesios adoraban una diosa conocida como Diana de los Efesios la
Reina del Cielo. Ese era el nombre regional de Artemisa, la diosa
más adorada en Asia Menor. Los efesios ofrecían unas tortas de
sacrificio a Diana, las mismas que los griegos ofrecían a Artemisa,
las cuales tenían la forma de una luna creciente o de una luna llena y
eran ofrecidas durante el mes de Munychion, mes en el cual se
adoraba la luna.
Cuando los babilonios decidieron hacer una torre para según ellos
llegar al cielo (Génesis 11:4), Dios se molestó en gran manera y
confundió su lengua para que ninguno entendiera el habla de su
compañero (Génesis 11:7-8). De esta manera los esparció sobre toda
la faz de toda la tierra. Ellos tenían una diosa llamada Semiramis y
luego de la división, cada nuevo pueblo que se formó, bautizó a la
diosa Semiramis con un nombre según su nueva lengua. Los chinos la
llamaron Shingmoo, los germanos Hertha, los egipcios Isis. En la
India la llamaron Indrani y en el Japón Amaterasu.
Algunos emigrantes trajeron la idolatría a nuestro continente. Los
aztecas la llamaron Xochiquétzal, los chibchas como Bachue y los
muiscas como Hiutaca. Cada pueblo le conoció con un nombre
diferente y la imagen de la falsa diosa, tomó las facciones y el color de
la piel del pueblo que la adoraba.
Luego vino la evangelización católica romana al nuevo continente. Con
tal de implantar el cristianismo en las tribus indígenas, los misioneros
hicieron uso de dudosas apariciones y les hicieron ver a los indígenas,
que las diferente diosas que ellos adoraban eran una sola. El nombre
de todas las falsas diosas fue cambiado por el de la virgen María,
reina de los Cielos. Nacieron los cultos a la Virgen De Guadalupe, a
la virgen de la Caridad del Cobre, a la Virgen de Los Ángeles y a
muchas otras vírgenes. Como Jesús es el Señor, entonces María debía
ser la Señora. Así que en una región María es Nuestra Señora la Reina
del Cielo, en otra, Nuestra Señora Reina De Los Ángeles y en otra,
Nuestra Señora de la Asunción, para decir algunos títulos.
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PRINCIPADOS SATANICOS
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Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del
que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos
que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. Gálatas 1:6-8
El apóstol Pablo se maravilló que tan pronto él enseño el evangelio, ya
se estaba enseñando un evangelio adulterado. Esta es la reacción
inmediata del diablo ante la enseñanza del evangelio. Dios quiere
que todos los hombres sean salvos llegando al
conocimiento de la verdad (1 Timoteo 6:3-4). Lógicamente que
Satanás quiere que nadie se salve y para lograr sus fines no enseña un
nuevo evangelio, sino que enseña el mismo evangelio de Cristo pero
adulterado a su conveniencia. Dios prohíbe la idolatría,
Satanás la promociona.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza
como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus
ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin
será conforme a sus obras 2 Corintios 11:14-15
Satanás se disfraza de aángel de luz y usa a las iglesias cristianas, para
llevar a cabo su engaño. Usted no tiene que asistir a un culto satánico
viceversa.
El principado que gobernaba sobre Éfeso en la época de Pablo,
enseñaba que se debía adorar a la falsa diosa llamada Diana de los
efesios. Los historiadores afirman que Diana era la diosa más
venerada en todo el Imperio Romano. Su templo en Éfeso era una de
las Siete Maravillas del Mundo y durante todo el año se ofrecían
ofrendas y sacrificios a aquella diosa falsa.
Pablo le hizo la guerra, predicando el evangelio de Cristo y enseñando
que Dios no tolera que se tengan dioses ajenos delante de él
(Éxodo 20:3). También enseñó que no son dioses las imágenes
que se hacen con las manos. Y que Dios tampoco tolera que
nos inclinemos ante las imágenes y les demos honra (Éxodo
20:4-5). Muchas personas creyeron, dejaron la idolatría y se
convirtieron a Cristo. El reino de Dios creció y el principado
demoniaco decreció. Los efesios dejaron de adorar a Diana,
dejaron de ofrecerle sacrificios y dejaron de comprar sus imágenes
para adorarlas. Como era de esperarse, esto enfureció a los que hacían
las imágenes:
Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del
Camino. Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de
plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los
artífices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo
oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos
nuestra riqueza; pero veis y oís que este Pablo, no
solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a
muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses
los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro
de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino
también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado
en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a
quien venera toda Asia, y el mundo entero. Cuando oyeron
estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande
es Diana de los efesios! Hechos 19: 23-28
Pabló se enfrentó a las turbas y a muchas situaciones de peligro por
predicar contra la adoración a la falsa diosa Diana. Y logró una victoria
momentánea, porque la adoración a Diana disminuyó notablemente.
El principado demoniaco había sido derrotado.
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FORNICACION ESPIRITUAL
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El patriarca Abraham era de Ur de los caldeos. Tanto en ese lugar
como en Harán, en donde vivió 40 años, se adoraba a la Diosa Luna,
que era la misma Diana de los efesios la Reina del Cielo.
Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros
hermanos, a toda la generación de Efraín. Tú, pues, no ores
por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni
me ruegues; porque no te oiré. ¿No ves lo que éstos hacen
en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las
mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del
cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para
provocarme a ira. ¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová.
¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?
Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que mi
furor y mi ira se derramarán sobre este lugar, sobre los
hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y
sobre los frutos de la tierra; se encenderán, y no se
apagarán. Jeremías 7:15-20
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PRINCIPADO SATANICO
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Satanás volvió a reconquistar Éfeso a través de las falsas enseñanzas e
instaló allí un principado.
Por eso el concilio de Éfeso proclamó en el año 431 que
María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la
concepción humana del Hijo de Dios en su seno (Catecismo
católico - 466)
En el año 431 D.C., se celebró un concilio en Éfeso mediante el cual se
declaró que María era la Madre de Dios. ¿Será casual que ese
concilio fuese en Éfeso? Se construyó entonces un santuario para
albergar su imagen. Fueron los religiosos engañados por Satanás,
los que hicieron esta declaración. No fue Dios ni fue Cristo, tampoco
los apóstoles. Tuvieron que pasar más de 400 años para que esto
sucediera. Pablo había llevado el reino de Dios a Éfeso. Durante los
siguientes trescientos años Turquía fue un país donde sus habitantes
eran cristianos en un 99%. Luego vino el concilio. Satanás hizo lo que
está a su alcance para recuperar Turquía y poco a poco lo logró.
Turquía volvió a ser un principado satánico. Los números lo
confirman. En la actualidad, Turquía tiene una población de más de
60 millones de habitantes, de los cuales el 97% practican el Islam.
Creen en Alá, otro dios falso. El 3% sobrante de la población son
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