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Trastorno de pánico  

 
 
Nombres: Catalina Bahamondes
Javiera Flandez
Docente: Hardy Thomas
Asignatura: Fundamentos biológicos del comportamiento humano
Fecha: 07- junio

 
 
 
 
Introducción

En el presente trabajo de investigación, detallaremos sobre el trastorno de pánico,


abarcando todas sus aristas para así concientizar y conocer sobre cómo afecta dentro
de nuestra sociedad. Así también, tener claro cómo controlar algunos de sus síntomas
y el tratamiento a llevar.

El trastorno de pánico se definiría como una aparición temporal y aislada de miedo


intenso, sensación de peligro con una urgente necesidad de escapar

Es generado cuando el individuo está ocupado en una situación cotidiana de su vida y


su corazón comienza a palpitar, teniendo una sensación de ahogo, encontrándose
convencidos de que van a morir. Duran aproximadamente entre 5 y 20 minutos y
representa una hiperestimulación del sistema nervioso autónomo (simpático)

Segun el estudio del ​área de captación epidemiológica dirigido por el ​instituto nacional
de salud mental, las mujeres tienen una mayor tasa de predominio con respecto al
trastorno de pánico que los hombres. Por otro lado, el debido al mismo estudio, se
estima que 1 de cada 10 personas ha presentado una crisis de pánico a lo largo de su
vida, sin que vuelva a repetirse y cada 30 personas, 1 padece de este trastorno.

El trastorno de pánico se presenta con frecuencia durante la adultez temprana,


oscilando entre los 25 y 44 años, donde 3 de cada 4, son mujeres.
Aspectos neuroanatómicos

Estudios de imagen cerebral han detectado un funcionamiento patológico en los


lóbulos temporales, particularmente en las neuronas situadas en el hipocampo y la
amígdala ya que en conjunto ​regulan las hormonas que controlan las emociones​,
alertando al resto del cerebro de posibles amenazas para que la amígdala active una
respuesta de miedo o ansiedad. Algunos investigadores piensan que las personas con
trastorno de pánico malinterpretan sensaciones corporales inofensivas como
amenazas. ​Así como la amígdala, el hipocampo es fundamental para la consolidación
de la memoria y el aprendizaje, se encarga de almacenar los sucesos peligrosos en
forma de recuerdos a los que son accedidos continuamente cuando se padece el
trastorno de pánico

De este modo el trastorno de pánico también es asociado a una vasoconstricción


cerebral, lo cual es la reducción de la estructura de los vasos sanguíneos, que puede
producir vértigo, hiperventilación e hipocapnia (​ritmo respiratorio anormal demasiado
rápido o demasiado lento, incluso, en los casos más graves, una parada completa de la
respiración)

Aspectos moleculares

Todos los organismos tenemos un sistema que nos da una respuesta frente al estrés
agudo o a una situación de alarma, el cual lleva por nombre sistema simpático. En
cuanto es percibida una de estas situaciones se activan diversas glándulas, debido a la
noradrenalina que está siendo recibida, lo que genera que el corazón se acelere,
dilatación de pupilas, respiración acelerada etc.

El sistema nervioso de las personas que padecen trastorno de pánico tiene un


incremento de noradrenalina en el sistema, generando un instinto de huida o situación
de alarma más constante y excesiva, siendo el principal neurotransmisor implicado.

Por otro lado, la disminución o deficiencia de serotonina genera síntomas de depresión


y un miedo constante a morir, ya que la serotonina regula entre otras cosas el estado
de ánimo y comportamiento social.

Así también la disminución del neurotransmisor GABA, el cual tiene un rol importante
en el comportamiento, la cognición y la respuesta del cuerpo frente al estrés,
ayudando a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan
generaría el trastorno de pánico.

Manifestaciones clínicas- diagnóstico

La característica principal del trastorno de pánico es la aparición aislada y temporal de


miedo o malestar de carácter intenso con una sensación de peligro o muerte
inminente que es acompañada por al menos cuatro de 13 síntomas, los cuales son:

1. Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.


2. Sudoración.
3. Temblor o sacudidas.
4. Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
5. Sensación de ahogo.
6. Dolor o molestias en el tórax.
7. Náuseas o malestar abdominal.
8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
9. Escalofríos o sensación de calor.
10. Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueos).
11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de
uno mismo).
12. Miedo a perder el control o de “volverse loco”.
13. Miedo a morir
Tratamiento farmacológico

1. Antidepresivos tricíclicos

Su mecanismo de acción consiste en intervenir los receptores de serotonina, de


noradrenalina y de otros neurotransmisores, impidiendo que estos sean recaptados
por la membrana neuronal, de esa manera aumentan los neurotransmisores de
serotonina y noradrenalina para controlar y mejorar el estado de ánimo de la persona.

Sin embargo, tiene como principal problema los efectos secundarios por los cuales 1
de cada 3 pacientes con trastorno pánico son incapaces de seguir con el tratamiento.
El antidepresivo más utilizado para este tipo de trastorno es la Imipramina

2. Benzodiacepinas de potencia elevada

Las benzodiacepinas, actúan directamente sobre un neurotransmisor inhibitorio del


cerebro conocido como (GABA), uniéndose a receptores específicos de este
neurotransmisor y actuando como agonista de GABA. Esto quiere decir que cuando las
benzodiacepinas llegan a las regiones cerebrales, incrementan la actividad del GABA y,
por lo tanto, se aumentan los potenciales postsinápitcos inhibidores, ayudando a
controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan.

Son mejor toleradas, pero causan dependencia y una alta tasa de recaídas al intentar
dejar el medicamento. Los fármacos más utilizados en el trastorno de pánico son
alprazolam y clonazepam

3. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Son lo más nuevos y al parecer no causaría dependencia ni muchos efectos


secundarios negativos. Actúan como lo dice su nombre inhibiendo la recaptación de la
serotonina, generando más de esta en el espacio sináptico por lo que aumentaría
considerablemente el estado de ánimo y comportamiento social. El fármaco más
utilizado es la fluvoxamina.
Tratamiento psicológico

Varios estudios han determinado que las psicoterapias pueden llegar a ser más
efectivas en el trastorno de pánico en comparación al tratamiento farmacológico.
Existen tres tipos de terapias que pueden ser aplicadas:

1.Terapia cognoscitiva

La persona a cargo del tratamiento, debe primero instruir al paciente en que consiste
su enfermedad y que este trastorno no constituye un peligro para su vida, para así
brindar un sentido de control respecto a sus niveles de ansiedad, durante esta terapia
se aplican técnicas de relajación y respiración, ya que por lo general las personas que
padecen trastorno de pánico tienden a mal interpretar los síntomas físicos.

2.Terapia cognitivo- conductual

Se focaliza en el comportamiento del sujeto, orientada al presente, utiliza terapias a


corto plazo, utiliza un enfoque didáctico fomentando la independencia de la persona
para sentirse menos ansioso y preocupado, aprendiendo a reaccionar de manera
diferente a las sensaciones físicas de la ansiedad y miedo que producen el trastorno.
También trabaja con las interpretaciones catastróficas y equivocadas que tiene acerca
de la ansiedad que padece

3. Terapia psicosocial

3.1 Terapia familiar: dirigida a educar en relación al trastorno y apoyar tanto a la


persona que lo padece como a su entorno familiar.

3.2 Psicoterapia de introspección: se centra en ayudar al paciente a comprender el


posible significado inconsciente de su ansiedad.

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