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La teoría de los rasgos parte del supuesto de que los líderes nacen, no se hacen. Es
decir, que si no contabas con determinado perfil, estabas destinado a ser un
seguidor de por vida. Sin embargo, hoy se sabe que liderazgo puede ser aprendido
y que de hecho todos nos podemos desarrollar como líderes.
La teoría de rasgos intenta enlistar las características que distinguen a los buenos
líderes de los ineficientes. Es por ello que nos años 30s y 40s, la lista de rasgos
debía emplearse como requisito para promover a candidatos a posiciones de
liderazgo.
En los años 60s los estudiosos se dieron cuenta de que no existía un es y lo único
para toda circunstancia, por lo que nació la teoría por contingencias. Esto explica
que el estilo adecuado se determina según el líder, los seguidores y la situación.
En resumen
A lo largo de los tiempos, especialmente en este último siglo, muchos autores han
intentado desvelar los motivos por los que, unas personas se convierten en líderes,
y otras no.
También se ha intentado determinar si, la forma en que ejercen este liderazgo, tiene
algún tipo de relación con los resultados obtenidos por su equipo, si el tipo de
seguidores tiene importancia en esto, etc.
Todas estas cuestiones han sido contestadas, de una u otra manera, pero siempre
de forma teórica. La auténtica realidad es que, se pueden acercar mucho, pero
estas teorías no pasan de eso, teorías.
En una serie de entradas, iremos analizando cada una de estas teorías del
liderazgo.
Teorías del liderazgo – Teoría de los rasgos “El líder nace, no se hace”
También llamada la «Teoría del Gran Hombre». Esta teoría entiende que la
capacidad de liderar personas viene ya marcada desde el nacimiento, está en sus
genes el ser un líder.
Para ser un líder, es necesario disponer de una serie de rasgos, y estos rasgos, o
se tienen, o no se tienen. Estos rasgos pueden ser físicos, sociológicos o
psicológicos.
Por tanto, esta teoría trata de encontrar cuáles son estos rasgos y, de esta manera,
identificar más fácilmente a las personas que habría que seleccionar como los
futuros líderes de organización.
En líneas generales, los rasgos que marcarían la diferencia, entre quienes ocupan
cargos de responsabilidad, y aquellos que no, son los siguientes:
Todos los autores encontraron una relación muy significativa entre la inteligencia
que poseía una persona, y sus posibilidades de éxito. En última instancia, estaban
de acuerdo en que hacía falta, un mínimo de inteligencia, para tener éxito.
Las personas que tienden a tener éxito, generalmente tienen un nivel de energía
muy alto. Tienen una gran resistencia física, lo que les proporciona, de alguna
manera, estabilidad y resistencia psicológica.
Un líder eficaz debe ser el primero en dar un paso adelante a la hora de asumir la dirección
del equipo en caso de que se presenten tiempos difíciles, cuando todos permanecen a la
expectativa.
Un buen líder debe amar la responsabilidad, debe estar dispuesto a arriesgar, y por
supuesto, debe ser capaz de mantener esa ilusión a lo largo de todo el proceso,
debe ser tenaz y firme en su visión.
Para ello, el líder, debe ser una persona con un alto grado de confianza, en su
visión, y en sí mismo.
El líder es capaz de determinar con cierta exactitud si su grupo está dispuesto para
el cambio, o si van a presentar resistencia a este.
Sin embargo, debe ser capaz de motivar a su equipo, comunicándoles su visión, con
la pasión suficiente. Debe ser capaz de ganarse la confianza de las personas que le
rodean. Para esto, debe ser capaz de comprender las motivaciones, y las
necesidades, de sus seguidores.
Gracias a esto, una persona con estos rasgos, debe poder influir positivamente en
las personas que le rodean, y por tanto, conseguir que sus motivaciones se alineen
con los objetivos marcados, consigue que sus seguidores actúen y se decidan por el
cambio.
Necesidad de logro.
Entiende que su visión quizás no resista durante mucho tiempo el contacto con la
realidad, debiendo por tanto introducir cambios, y aceptar que debe adaptarse para
alcanzar su objetivo.
Conclusiones.
Hoy en día se considera que un líder se hace, no nace. Como todo en esta vida, los
hábitos y cualidades del líder se pueden adquirir con la formación adecuada,
práctica y experiencia.
Esta teoría no es muy atrayente para la mayoría de los investigadores. Si bien, los
que han escarbado en ella, han encontrado ciertas características comunes a los
líderes.
Aunque, también es cierto que hay personas con estos rasgos que jamás tienen
éxito, y personas sin ellos que tienen éxito en su campo.
Sin embargo, debemos reconocer que, si una persona posee las cualidades
mencionadas, tiene todos los ingredientes necesarios para ser un buen líder.
Independientemente de si estos rasgos se pueden aprender, o bien de que estos
rasgos se hereden genéticamente.
Ciertamente, estos rasgos, más que determinar quién puede ser un líder, y quién
no, lo único que indican es que estas cualidades son importantes para llegar a ser
un buen líder.
http://direccionyliderazgo.com/teorias-del-liderazgo-teoria-de-los-rasgos/
https://es.slideshare.net/dulcec_16/teoria-de-los-rasgos-48870213
https://es.slideshare.net/dreyescorrea/teorias-del-liderazgo