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Activando el Poder del Espíritu Santo en mi vida

Activar: “Hacer que se ponga en funcionamiento un mecanismo.”


Libre albedrío: “Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho. Libertad de
resolución. Potestad de obrar por reflexión y elección.”
Poder: “Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. Tener mas fuerza que alguien”

Como se activa ?: Una vez que somos creados, el ES pasa a estar en nosotros de una manera silenciosa o
callada hasta el momento en que entendemos y decidimos que El haga la obra transformadora y regeneradora
en nuestra vida, de esta manera lo comenzamos a activar. Es allí donde entra en juego el libre albedrío lo cual
lo podemos traducir como decisión.

El ES no pude vulnerar esa libertad, derecho, voluntad, potestad que nos ha sido entregada, por lo tanto
cuando tomamos decisiones fuera de la Palabra, el ES no se va de mi vida solo guarda silencio y espera que
yo entienda que estoy equivocada y decida pedir su ayuda.

Para que necesitamos el Poder del Espíritu Santo:

Poder para Sanar: (Hechos 3:16) “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha
confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos
vosotros.”

Discurso de Pedro en el pórtico de Salomón: Jesús, no los apóstoles, recibieron la gloria por la sanidad de este
hombre cojo. En esos días el nombre de un hombre representaba su carácter, respaldaba su autoridad y poder.
Usando el nombre de Jesús, Pedro mostró quién le dio la autoridad y el poder para sanar. Los apóstoles no
enfatizaron lo que ellos podían hacer, sino lo que Dios podía hacer a través de ellos. El nombre de Jesús no
debe usarse como mágico, sino por fe. Cuando oramos en el nombre de Jesús, debemos recordar que es el
mismo Jesús, no solo el sonido de su nombre, quien da poder a nuestras oraciones.

Poder Restaurador: (Mateo 12:32) “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le
será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el
venidero”

Rechazar la voz del Espíritu Santo cuando intenta convencernos de pecado es blasfemar contra Él. Como una
persona solo puede salvarse por medio del Espíritu Santo y su obra, cuando uno no quiere arrepentirse ni
reconocer su pecado está rechazando el perdón que le brinda Dios. Algunas veces los creyentes temen haber
cometido accidentalmente este pecado imperdonable. Pero sólo los que han dado la espalda a Dios y no
quieren creer necesitan preocuparse. Jesús dice que no serán perdonados, no porque su pecado sea peor que
otros, sino porque nunca pedirán perdón. Los que rechazan la voz del Espíritu Santo rechazan la única fuerza
que los puede guiar al arrepentimiento y a la restauración de las relaciones con Dios.

Poder para Liberar: (Lucas 4:18) “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a
los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; ... “

Poder Para Consolar: (2 Tesalonicense 1:7) “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros,
cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder”

Al vivir por Cristo, experimentaremos problemas porque estamos tratando de ser el pueblo de Dios en un
mundo perverso. Algunos dicen que los problemas son la consecuencia del pecado y la falta de fe, pero Pablo
enseña que pueden ser parte del plan de Dios para los creyentes. Nuestros problemas nos pueden ayudar a
mirar hacia arriba y hacia adelante en lugar de hacia adentro; ayudan a formar un carácter firme y nos pueden
dar oportunidades para consolar a otros que también están teniendo dificultades. Sus problemas muy bien
podrían ser un indicador de que está tomando una postura por Cristo.

(2 Corintios 1.3–5) “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios
de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también
nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros
somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así
abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”

Debemos entender que consolar puede también significar recibir fortaleza, ánimo y esperanza para hacer
frente a las aflicciones. Cuanto más sufrimos, más somos consolados por Dios. Si se está sintiendo abrumado,
permita que Dios lo consuele tanto como Él puede. Recuerde que cada problema que enfrente, luego se
convertirá en una oportunidad para ministrar a otras personas que lleguen a padecer aflicciones similares

Poder para Bendecir: (Romanos 12:14) “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.”
En nuestra boca esta el poder para Bendecir y declarar palabra de prosperidad, de abundancia, de restauración,
de fortaleza y amor. Y cuando la palabra dada esta bajo el poder del ES, esta es súper eficaz.

Poder para Adorar: (Juan 4:23-24) “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.“

“Dios es Espíritu” significa que el espacio físico no lo limita. Está presente en todo lugar y puede adorarse en
cualquier lugar, a cualquier hora. No es dónde adoramos lo que cuenta, sino cómo adoramos. ¿Es nuestra
adoración en espíritu y en verdad? ¿Tiene la ayuda del Espíritu Santo? ¿Cómo nos ayuda el Espíritu Santo en
la adoración? El Espíritu Santo intercede por nosotros (Romanos 8.26), nos enseña las palabras de Cristo
(Juan 14.26 ) y nos ayuda a sentirnos amados.

Poder para Amar: (Romanos 5:5) “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

(1 Juan 4:7) “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido
de Dios, y conoce a Dios.”

Todos creen que el amor es importante, pero por lo general pensamos que solo es un sentimiento. En realidad,
el amor es una elección y una acción. Dios es la fuente de nuestro amor: nos amó de tal manera que sacrificó a
su Hijo por nosotros. Jesucristo es nuestro ejemplo de lo que significa amar; cada cosa que Él hizo en su vida
y en su muerte fue amor supremo. El Espíritu Santo nos da el poder para amar; Él vive en nuestro corazón y
nos hace más semejantes a Cristo. El amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor
debe ser como el de Él. ¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y las acciones que
realiza?

(1 Pedro 4:8-10) “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados, Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.”

El verdadero Amor hacia mi Hermano se demuestra cuando con mis palabras y mis acciones puedo ministrar
su vida y puedo ver el cambio en el, es allí se realmente que el poder del ES esta siendo activado tanto en mi
vida como en la de mi Hermano.
No podemos perder de vista que si Dios no nos hubiese amado primero no seriamos capaces de amar, por lo
tanto no es de nosotros mismos sino es un don de Dios la activación del Poder del ES en nuestras vidas

Jenifer Menegatty de Martínez 2006

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