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El ayuno escogido por Dios

Isaías 58:6. ¿No es más bien el ayuno que yo


escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las
cargas de opresión, y dejar ir libres a los
quebrantados, y que Rompamos todo yugo?
En este solo versículo encontramos las cuatro cosas
esenciales que magnifican las razones del porqué
ayunar. Estas cuatro cosas son absolutamente
contrarias a las cosas equivocadas que menciona
Isaías 58:6 al observarlas notamos que lo que Dios
sugiere aquí, contiene la esencia del verdadero
ayuno, provocar un cambio en el corazón.
1. Desatar las ligaduras de impiedad.
Tratar de manera directa con los asuntos de
impiedad que viven dentro de nosotros, es la
primera de las cosas a confrontar en un tiempo
de ayuno.
La expresión “desatar” significa que es algo que
nosotros debemos y podemos hacer. No es algo
que se deba dejar en las manos de otra
persona. Es mi responsabilidad lidiar con
aquellos asuntos pocos santos dentro de mi.
Mi determinación al confrontar estos asuntos
internos se convierte en mi verdadero ayuno
delante de Dios.
Santiago 1:12-15. Bienaventurado el
varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá
la corona de vida, que Dios ha prometido
a los que le aman. 13 Cuando alguno es
tentado, no diga que es tentado de parte
de Dios; porque Dios no puede ser
tentado por el mal, ni él tienta a
nadie; 14 sino que cada uno es tentado,
cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. 15 Entonces la
concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte. Santiago nos muestra el
verdadero lugar donde se originan nuestras
más fuertes tentaciones, El CORAZÓN es
ahí donde se anidan las ligaduras de
impiedad que terminan por enredarnos y
quitarnos el poder para resistir la tentación.
El pecado que busca incubarse en nuestra
carne necesita ser confrontado. Es ahí
donde el ayuno se hace práctico,
intencional y determinante para desatar los
lasos de impiedad que me quieren vencer
en mi interior. Los malos deseos son
confrontados por los pensamientos puros
de Dios en nuestro corazón.
2. Soltar las cargas de opresión
La segunda cosa que debemos procurar en
un tiempo de ayuno es SOLTAR las cosas
que dentro de nosotros producen
OPRESIÓN.
Muchas de las razones por las que no
podemos ordenar nuestro caminar
espiritual de la manera correcta, es debido
a la opresión en el que vivimos. Que parte
en pedazos nuestras emociones como
también nuestro sistema de pensamientos.
Opresión causada por las circunstancias
cruciales que no, nos permiten ver a Dios a
través de ellas. La opresión entonces es una
manifestación de nuestra falta de confianza
en las promesas de Dios. En realidad, el
nido de la opresión es provocado por falta
de fe. La fe nos permite ver a Dios, aún en
los momentos más difíciles de nuestra vida.
La opresión aparece cuando perdemos el
enfoque de fe, es decir cuando hemos
dejado de ver al señor Jesús como el autor
y consumador de nuestra fe. El verdadero
ayuno busca intencionalmente aquietar
nuestros pensamientos, emociones y
sentimientos en la presencia de Dios. Es
permitir que en un periodo de tiempo
especifico (ayuno) demos lugar a los
pensamientos de Dios, los cuales ponen
ORDEN y alinean nuestro sistema de
pensamientos, a la voluntad de Dios
expresada en su palabra. Sus promesas
producen en nosotros la fe que gobierna a
la opresión. Un ayuno que no busca
respuestas en la palabra de Dios, en
realidad es haber aguantado hambre sin
sentido. Ayunar es buscar los pensamientos
de Dios que ordenan mi manera de pensar,
aunque esta se encuentre hecha pedazos
por la opresión. Ayunar es SOLTAR de
manera intencional las cargas de opresión
para confiar en la voluntad de Dios para mi
vida. Ayunar es postrar mis temores y
angustias delante de Dios y esperar por la
eficacia de sus decretos que me fortalecen.
Esta es una de promesas sobre la cual
puedo descansar y declarar en un tiempo
de ayuno.

Isaías 55:8-12 8 Porque mis


pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehová. 9 Como son más
altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos. 10 Porque como desciende
de los cielos la lluvia y la nieve, y no
vuelve allá, sino que riega la tierra, y la
hace germinar y producir, y da semilla al
que siembra, y pan al que come, 11 así
será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que
yo quiero, y será prosperada en aquello
para que la envié. 12 Porque con alegría
saldréis, y con paz seréis vueltos; los
montes y los collados levantarán canción
delante de vosotros, y todos los árboles
del campo darán palmadas de aplauso.
Ayunar Es confiar en los dichos de Dios .
Ayunar es decretar dirección en la voluntad
absoluta de Dios. Ayunar es hacer menguar
mi razonamiento personal, y aceptar las
promesas de Dios para mi, las cuales se
reciben por fe.

3. Dejar ir libre a los quebrantados:


Las escrituras enseñan que de toda cosa
guardada debemos guardar nuestro
corazón (Proverbios 4:23) lo que significa es
que debemos tener mucho cuidado de las
cosas que guardamos o escondemos en
nuestro corazón. En este caso, una de las
cosas que lastiman nuestra vida y que a la
larga se convierte en un cáncer emocional
que nos provoca adormecimiento espiritual.
Es el rencor que llevamos dentro causado
por personas que nos hicieron daño. La
gente que nos ofenden, que nos agravian,
que nos decepcionan o que simplemente
nos causan momentos desagradables. Son
los quebrantados que hemos dejados
prisioneros en nuestra alma. Mucho de ellos
llevan años viviendo dentro de nosotros, los
hemos secuestrados con nuestras faltas de
perdón y aunque la vida siga
transcurriendo, hay asuntos sin resolver en
nuestro mundo emocional; liberarlos es
alcanzar libertad, vivir en libertad es el
resultado del verdadero ayuno. Estos
prisioneros emocionales son los adversarios
que nos acusan y señalan, manteniéndonos
en estado de cautividad.
Lucas 12:58-59. 58 Si tienes que ir con un
adversario al magistrado, procura
reconciliarte con él en el camino, no sea
que te lleve por la fuerza ante el juez, y el
juez te entregue al alguacil, y el alguacil te
meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás
de allí hasta que pagues el último
centavo».
Si tienes contigo un adversario hablando de
los quebrantados que gritan por libertad
dentro de nosotros, Jesús nos dice que es
determinante resolver estos asuntos
internos, antes que se agraven sentencias
emocionales que nos impidan experimentar
la sanidad del alma. Todos y cada uno de
estos asuntos no resueltos, necesitan e ti
entrar en una determinación de ayuno,
donde abras tu corazón al señor y que en
los secreto te de la victoria en público.

4. Romper todo yugo:


La cuarta de las razones del porque ayunar,
tiene que ver con las relaciones con las que
hemos comprometido nuestro corazón.
Puede ser una relación personal que no nos
edifica, o hábitos no sanos que nos
gobiernan como un pesado yugo que nos
presiona. Las escrituras hablan de una
unción específica para romper los yugos
que no nos permiten caminar en libertad. El
ayuno que lleva esta pretensión provoca
esta clase de unción de rompimiento
subyugar.
Isaías 10:27. Acontecerá en aquel tiempo
que su carga será quitada de tu hombro,
y su yugo de tu cerviz, y el yugo se
pudrirá a causa de la unción.

¿Qué es un yugo?
1. Pieza de madera que se pone sobre dos
bueyes para equilibrar su fuerza y
poner presión a la hora de arar la
tierra.
2. Atadura, sujeción, dominio u opresión
impuesta por una circunstancia. Si
aplicamos estos significados a nuestras
vidas podríamos determinar las cosas
con las que Dios quiere trabajar en
nuestro interior, a través de un tiempo
de ayuno, los yugos pueden darse por
esas relaciones personales no sanas, que
no nos permiten crecer espiritualmente.
Relaciones no apropiadas que influyen
en nuestra conducta y nos subyugan a
hacer lo indebido. El yugo actúa como
una poderosa influencia en las
relaciones personales. Si la relación es
buena la influencia será buena, pero sin
la relación es mala la influencia será lo
mismo mala, Jesús dijo que su influencia
en nosotros actúa como un poderoso
yugo que nos permite aprender más de
su carácter.
Mateo 11:29-30 . 29 Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras
almas; 30 porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga.
Éste es el mejor yugo que podemos
sobrellevar sin embargo existen otra
clases de yugos que no nos benefician,
al contrario, se convierten en una
influencia no correcta que termina
llevándonos a donde nunca quisimos ir o
terminamos haciendo lo que jamás
pensamos hacer. El apóstol Pablo habló
acerca de estas relaciones subyugales.
2_Corintios 6:14-16. 14 No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos; porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con
la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con
las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo
con Belial? ¿O qué parte el creyente con
el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo hay entre
el templo de Dios y los ídolos? Porque
vosotros sois el templo del Dios
viviente, como Dios dijo: Habitaré y
andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos
serán mi pueblo.
Aquí el apóstol escribe dando a entender que
las relaciones personales afectan nuestro
crecimiento espiritual. Hemos enseñado que
las relaciones significativas nos ayudan a crecer
en fe, pero es menester entender que
hablamos de relaciones apropiadas, que me
ayudan en mi crecimiento espiritual. Gente de
fe produce relación de fe.
El ayuno escogido por Dios es aquel en que
estoy dispuesto a romper con esta clase de
yugos personales. Es exponerme delante de
Dios y tratar con esos hábitos no correctos que
me están menguando en mi vida espiritual. El
ayuno me lleva a tratar de manera privada con
estos yugos, y me permiten disfrutar de la
recompensa publica este es el ayuno escogido
por Díos. Estas cuatro cosas son las que hacen
de mi ayuno personal, la mejor manera de
tratar asuntos personales, intencionales y
determinantes para mi crecimiento espiritual.

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