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Rom 8:26 – 27. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. Más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
S eño r, veni mo s dela nte de Ti este día, para pedi rte pe rdó n y pa ra pe dir tu
di recció n. Sab emo s que tu Pala bra dice :
“que ha y ma ldi ción en aque llos que lla man buen o a lo que está mal”.
Y es exacta men te lo que hemo s he cho .
He mos perdido el equil ibri o espiri tu al y hemo s ca mbi ado nu estros valo res.
He mos expl otado al pob re y hemo s lla mado a eso “su erte ”.
He mos re compen sado la pereza y la he mo s llamado “ayuda soci al”.
He mos matado a nuestros hij os que aún no han nacido y lo hemo s llama do “la
lib re el ección ”.
He mos aba tid o a nue stro s co nden ado s y lo hemo s lla mado “ju stici a”.
He mos si do negli gen te s al di sci plina r a nu estros hijo s y lo he mo s lla mad o
“desarrolla r su autoe stima ”.
He mos abu sado del pod er y hemos lla mad o a eso: “pol ítica”.
He mos codi cia do lo s bien es de nue stro veci no y a eso lo hemo s lla mad o
“te ner ambi ció n”.
He mos contaminad o la s onda s de radio y te levisió n con mu cha gro se ría y
po rno gra fía y lo he mos llamado “libe rtad de exp resión ”.
He mos ri diculizado los valores esta ble cido s desd e ha ce mu cho tiempo por
nu estros an ce stro s y a esto lo he mo s lla mado “ob sole to y pa sado ”.
Oh Dios, mi ra en lo p rofund o de nu estros co razone s; pu ri fíca nos y l íbrano s de
nu estros pe cad os. Amen .
La oración es una de las mayores bendiciones que tenemos mientras estamos sobre la tierra; por
medio de ella podemos comunicarnos con nuestro Padre Celestial y buscar Su guía diariamente. La
oración es un diálogo franco y sincero con nuestro Padre Celestial. Debemos orar a Dios y a nadie
más.
E s más que es to……la or ación le abr e la puer ta al es píritu santo.
Efe 6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
Efe 6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia,
Efe 6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Efe 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno.
Efe 6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Efe 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
No sabemos con exactitud el aguijón que tuvo el apóstol Pablo, pero le mostraba lo débil y
necesitado que era, y que su fuerza venía solamente de Dios. ¿Cómo debía Pablo orar en esa
situación?, el mismo Espíritu le ayudaba en su debilidad, por eso podemos decir que el Espíritu
Santo.
1. Llevar y guiar (Mateo 4:1; Marcos 1:12; Lucas 2:27; 4:1; Hechos 8:29; Romanos 8:14).
2. Hablar a través de las personas (Mateo 10:20; Hechos 1:16; 2:4; 13:2; 28:25; Hebreos 3:7; 2
Pedro 1:21; Apocalipsis 2:11,17,29; 3:6,13,22).
5. Bautizar y llenar (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 1:15,41,67; 3:16, 4:1; Juan 1:33; Hechos 1:4-5;
2:4; 4:8,31; 6:3,5; 7:55; 10:47; 11:24; 13:9,52; 1 Corintios 12:12).
11. Dar dirección, apoyo y guía (Marcos 13:11; Hechos 10:19; 11:12; 21:11; 1 Timoteo 4:1).
15. Servir como prueba de que somos hijos de Dios (Hechos 5:32 15:28; 20:23; Romanos 8:15-16;
Hebreos 10:15; 1 Juan 4:13; 5:6-8).
21. Enseñar (Lucas 12:12; Juan 14:26; Hechos 1:2; 1 Corintios 2:13; 1 Juan 2:27).
Testimonio de Chema. Cuando murió. Lo prefieres muerto y salvo o vivo pero perdido.
Ahora el apóstol nos dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles”
Su intercesión es poderosa
Es el Espíritu de Dios todopoderoso el que intercede por nosotros aquí en la tierra
(entendiendo que Cristo sentado a la diestra del Padre también intercede por nosotros en el
cielo), Jn. 14:16-17. Tal vez nuestra capacidad de interceder por otros sea infructuosa, pero la
intercesión del Espíritu siempre da buen fruto. Pablo aprendió a gozarse en su debilidad hallando
fortaleza en Dios.
Su intercesión es conforme a la voluntad de Dios
Así es, la intercesión del Espíritu Santo es conforme a la voluntad de Dios. De acuerdo con lo
que Dios quiere, el Espíritu de Dios intercede por los santos. De acuerdo con la voluntad de Dios, el
Espíritu que Dios ha derramado en nuestros corazones, intercede dentro de nosotros a favor
nuestro. El clamor del Espíritu por todos aquellos llamados a vivir para Dios, a obedecer la fe, a ser
rociados con la sangre de Cristo, a ser de Jesucristo, es conforme a la voluntad de Dios.
Conclusión
¿Cómo no dar gloria a nuestro Dios por toda su gracia con la cual nos ha amado, con la cual
nos ha enriquecido y nos ha llenado de una esperanza maravillosa?, ¿cómo no regocijarnos ante
nuestra bendita esperanza?, ¿cómo no considerar el peso de la gloria venidera que en nosotros ha
de manifestarse cuando Cristo venga?. La creación misma lo aguarda, nosotros mismos clamamos
por ello, pero también el Espíritu Santo gime por esto dentro de nosotros mismos. Dios nos ha
recalcado esto hermanos, prestemos atención y aguardemos nuestra gloriosa esperanza. Tenemos
al mismo Espíritu Divino en nuestros corazones, por haber sido unidos a Jesucristo por la fe, para
que seamos socorridos, ayudados por su poderosa y efectiva intercesión, para ser conformados a la
imagen de Cristo, pues hemos sido apartados para Dios. Oremos por esto en verdad, insistamos en
acercarnos constantemente al Señor en oración a pesar de nuestras debilidades, sabiendo que
nuestra ayuda, nuestro intercesor está allí siempre para luchar a nuestro lado, porque al haber sido
justificados por la fe en Cristo, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el
Espíritu Santo que nos ha dado. Oremos.