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ANÁLISIS INSTITUCIONAL

CARA Y SECA

Coexisten distintas miradas sobre la institución escolar; para algunos autores va a representar un espacio geográfico
delimitado, donde se destaca la arquitectura institucional netamente simbólica respecto a sus rasgos materiales. En
este sentido, sería posible entender a las instituciones como un arquetipo material y conformado por determinadas
normas sociales establecidas. Pero las instituciones no son edificios y construcciones acabadas, sino procesos por los
cuales toda sociedad se organiza a partir de un movimiento constante de construcción y desconstrucción. Las
instituciones no pueden funcionar sin la participación de los sujetos, y estos no pueden vivir sin un marco institucional.

En cada institución se articulan tendencias complementarias: Lo “instituido”, haciendo referencia a lo que se encuentra
establecido, normado, de tipo conservador. Es el producto social, resultado de ciertas necesidades o intereses en
distintos momentos del devenir histórico. Por otro lado se encuentra lo “instituyente”, es aquello que hace hincapié
para cambiar, innovar e integrarse a lo “dado”. Actúan como una fuerza de negociación de lo instituido y como
oposición a ello, en la medida en que los actores buscan satisfacer necesidades o solucionar problemas allí donde las
normas instituidas no alcanzan para resolver estas fuerzas que conviven en permanente tensión e interacción. Aun así,
ambas son necesarias para el funcionamiento de una institución.

Por último, los procesos instituidos e instituyentes, son opuestos y complementarios ya que de su interjuego dinámico
nacen los procesos de cambio en las instituciones. Cuando esto sucede, es decir que se instala una modificación en la
institución, es que se ha dado el proceso de “institucionalización”, síntesis de los dos anteriores. Aparecen nuevas
reglas, que son las que permiten que la institución se perpetúe y comience nuevamente el proceso dialéctico de tesis –
antítesis y síntesis.

Por otro lado, podemos decir que entre los actores y la institución hay un mundo de imágenes que van a interponerse
entre ellos y otros, entre ellos y el conocimiento, entre ellos y la institución. Haciendo referencia al imaginario
institucional, en el que distintas representaciones, deseos inconscientes, las relaciones interpersonales y sociales van a
dar cuenta del mismo. Estos imaginarios, no son rígidos, ni únicos, ya que sufren alteraciones según los distintos actores
y proyectos que se hagan en una institución.

LIDIA FERNANDEZ

Podemos encontrar tres niveles de adecuación:

El nivel de significación proveniente del mundo interno del sujeto, en el que se destaca su manera de interacción, a
través de ella moviliza y frustra necesidades y deseos.

El nivel de significación proveniente de la ubicación de los sujetos y grupos, en la medida que estos poseen y se
relacionan con los distintos grados de poder y jerarquía. Haciendo referencia al nivel organizacional.

El nivel de significación proveniente del Estado, respecto a la lucha de tendencias de los diversos y múltiples contenidos
a explicitar o a dejar de lado. Esto tiene que ver con una selección cultural, con un recorte y selección de contenidos
respecto a lo que se quiere enseñar, y de la cual viene determinado por autoridades externas, ajenas a lo que acontece
en cada institución.

Cada uno de los sujetos que actúa en cualquiera de los tres niveles de los tres niveles cumple un rol específico: será
alumno, docente, director, ministro.

Estos actores se manifiestan a través de tres dimensiones: “Formal”, se refiere a los hechos y productos de los
individuos en función de lo reglamentado, hechos y productos que provienen de la interacción técnica y social de los
sujetos en función con la tarea y los fines institucionales. Ejemplo: Supervisor pasando una circular, invitación de los
padres a asistir a un acto, etc.
Dentro de esta dimensión se van a poner en juego los siguientes elementos:

 El organigrama: representa la distribución formal y gráfica de las funciones de cada miembro de una institución.
 Comunicaciones formales que se dan en la escuela: circulares, avisos, comunicados. Es decir todo lo que sea
información y el circuito que recorre.
 Línea de autoridad: Director, vice director, influyen en la forma de tomar de decisiones.

Por otro lado la dimensión “Informal”, hace referencia al conjunto de comportamientos, relaciones y estrategias no
previstas en la dimensión formal. Está configurada por hechos, producto de relaciones afectivas, emocionales de los
sujetos referido a su vida en comunidad. Ejemplo: un alumno quejándose de su maestra, una clase que resulto mejor de
lo planificada, etc.

Dentro de esta dimensión se van a poner en juego los siguientes elementos:

 Comunicación informal: todo lo que se comenta, se charla y se discute fuera de los canales formales.
 El discurso latente: se refiere a todo lo que circula por la institución sin ser explicitado pero que sin embargo
todos conocen.
 Los conflictos: que se dan en cada lugar de trabajo.

Por último, se encuentra la dimensión “simbólica”, que tiene que ver con las manifestaciones que provienen del mundo
interno del sujeto y se muestran al entrar en juego con otros. La existencia simbólica respecto a la institución, nos
muestra la vida social a través de las representaciones y la asignación de significados que se transmiten explícitamente o
implícitamente en la interacción misma. Referida y constituida por los hechos, producto de la participación de los
sujetos respecto la representación de imágenes, fantasías, temores, ansiedades y estados emocionales.

Dentro de esta dimensión se van a poner en juego los siguientes elementos:

 Los mitos: fundantes de la escuela y de la educación.


 Los rituales escolares.
 La historia de la institución, con sus fundadores y sucesores, sus distintas etapas de avances y de crisis.

PATRICIA CESCA

Encontramos tres tipos de dimensiones institucionales:

Dimensión organizacional: En función a la división del trabajo, las competencias y tareas asignadas a los distintos
actores, busca que esta responda en un sentido convergente (de unidad) de esfuerzos y objetivos. Esta será posible si la
actividad de cada uno se inspira y coordina en un mismo proyecto institucional y se refleje en una planificación
institucional. Un principio que garantiza la unidad, entre multiplicidad de actores/órganos que estructuran la
organización es el de la autoridad. Esta misma establece un ordenamiento a través de relaciones de supremacía,
subordinación y conducción, en el cual estas relaciones de poder suponen el establecimiento de conductas deseables, la
organización de la voluntad y la obediencia. La organización se convierte así, en un campo donde se entrecruza una
compleja red de tensiones de autoridad con múltiples intereses.

Dimensión administrativa: Tiene que ver con la forma de cuidar, regir, suministrar, una institución; cuando hablamos de
todos esos términos hacemos referencia al concepto de planificación. Este último, va a dar cuenta la manera de calcular,
y de previsión de situaciones dentro del escenario social, para operar y garantizar la formulación y la viabilidad de
políticas que se deciden.

Funciones de la planificación:

 Brindar a los diferentes niveles de gobierno información oportuna y relevante; incorporando indicadores del
proceso educativo. Esto posibilita adelantar donde van a estar los problemas, y generar elementos de
información necesarios para tomar decisiones o ajustes que requieran.
 Facilitar la vialidad de las decisiones a los conductores, entendiendo cual es la lógica interna que genera la
oposición de los actores.
 Construir un motor de ideas innovadoras para la transformación, encontrando las soluciones más adecuadas
para cada situación.
 Administrar es organizar, planificar y gestionar el tiempo.

Un último concepto importante respecto a la dimensión administrativa, tiene que ver con la implementación de
normas. Estas aluden a las prescripciones, prohibiciones, silencios u omisiones. Lo importante es concebirla como
flujos de información (superando la mentalidad burocrática por una creativa, que genere espacio para aprender de
ellas).

Dimensión comunitaria: La participación en las decisiones que conciernen a la construcción de una organización, es
sin duda un eje clave en la definición de comunidad. La comunidad educativa está formada por distintos actores que
cumplen roles específicos entre la misma, y cada uno de ellos siente la necesidad de participar y lo realiza en
diferentes grados de dedicación. Puede ser una participación consultiva (supone escuchar las palabras de los sujetos,
e incluirlos de forma directa o indirecta a la gestión de una unidad educativa) y la decisoria (los actores elaboran los
objetivos de la institución).

Según su forma de operar encontramos dos formas de organización:

Instituciones abiertas: Son más permeables a los cambios e innovaciones. Regulan su acción según las expectativas y
demandas del entorno.

Instituciones cerradas: Están replegadas en sí mismas, preservándose de las presiones del medio externo. Se basan
en relaciones de autoridad, manteniendo a los usuarios al margen de las reglas, evitando así toda intromisión.

Dimensión Técnico-Pedagógica: es la que le da identidad a la institución escuela, aquello que la define como tal. La
tarea educativa supone al mismo tiempo la internalización de lo instituido, lo reglado en función de estabilización, y
la transformación en seres creativos y libres en función de innovación. Estas dos tendencias son reproducidas en el
currículo. El currículo, en tanto como institución o norma remite al instituir y al instruir, es decir liga el saber con
permanencia. Un saber que se transmite y al mismo tiempo instituye a quienes lo reciben.

Sin embargo, el curriculum tiene como toda norma, un margen de libertad y creatividad en la interpretación, y un
espacio no controlable. En este sentido, el curriculum real resultará entonces del tejido de la norma y el modo en
que los actores de la institución utilicen sus intersticios. La decisión respecto a la forma de tomar el programa
curricular, se va a fundamentar en la manera que desarrollemos la transposición didáctica. Esta transposición tiene
lugar en la clase escolar y se define por el interrelación que se estable entre docente-alumno-contenido, entendido
como la triada didáctica. La transposición será significativa, en la medida que como docentes podamos fundamentar
(el por qué y para qué) los recortes y selecciones sobre los contenidos.

Es decir, el currículo es moldeado por el docente y de hecho él le imprime a ese proceso las características
particulares según como intervengan y se manifiestan los principios pedagógicos. Por lo que el programa curricular,
aparece entonces como un proceso de desconstrucción de las prácticas vigentes, de análisis de las mismas, de
propuestas de construcción permanente. El docente debe estar dispuesto a la ruptura epistemológica, reconocer
dudas para continuar buscando y no pensar que ya está todo aprendido. Permitiéndole así, redefinir las prácticas
educativas en función del análisis, reflexión, evaluación/autoevaluación de las situaciones complejas, y con ello
buscar distintas estrategias para resolverlas.

CARA Y SECA:

Estas dimensiones se manifiestan en base a los elementos constitutivos, que tienen que ver con las relaciones de
comunicación y poder que se establecen dentro del marco institucional, y en el cual se generan conflictos y distintas
formas de participación.
En cuanto a las formas que adopta el poder en la escuela, tenemos que plantearnos al poder en relación al hacer y al
conocimiento. De esta manera, estaríamos configurando productivamente al poder constituyéndolo como factor
movilizador sobre la cohesión de grupos y personas. Consiste en proponernos el poder hacer para:

 Admitir los conflictos, no negarlos, buscar soluciones a los problemas.


 Ubicarse como actor dentro de la institución.
 Admitir que el poder nos da el conocimiento.

A su vez el concepto de PODER como poder hacer, no sólo se ubica en los lugares formales, sino también en las
redes informales de cada institución. Según esta idea, cada actor o grupo de actores son poseedor/es de cierto
grado de poder. Los actores institucionales establecen entre sí relaciones estratégicas de poder mediante el control
de zonas de incertidumbre. Actúan sobre las denominadas zonas de CLIVAJE, constituida por aquellos espacios
donde se producen rupturas, enfrentamientos o conflictos. Ejemplos de ellas son: zona que separa a padres con
docentes, a directivos con el resto del personal. Hay que tener en cuenta que el poder de decisión es compartido y
da lugar a diferentes formas de participación.

El conflicto, es una situación en la cual ciertos actores (sujetos, grupos u organizaciones) persiguen objetivos o
valores opuestos, o bien persiguen simultánea y competitivamente el mismo objetivo. Es un síntoma de tensión, de
algo en cual no satisface a todos y se manifiesta en los cambios de acciones, en las formas de comunicación, etc. Es
una señal de alarma, que nos indica que debemos optimizar algún aspecto en el marco institucional.

¿Cómo se pueden confrontar los conflictos?

En caso de la negociación supone un acuerdo, cuando la resolución de los conflictos se lleva a cabo de manera
cooperativa, se trata de buscar una solución que satisfaga simultáneamente a ambas partes. Pretendiendo
identificar y reconocer los intereses, puntos de vista o requerimientos de cada sujeto con la intención de trabajar
conjuntamente para satisfacer ambas posturas.

La mediación es un tipo de negociación donde interviene un tercero en el proceso de resolución del conflicto. En ella
se evidencian los siguientes pasos:

 Reunión de las partes.


 Presentación de sus puntos de vista.
 Se presentan posibles soluciones.
 Se formaliza el convenio entre las partes.
 Se cierra la mediación.

TODOS ESTOS CRITERIOS ENGLOBAN LA CULTURA INSTITUCIONAL

Cada escuela tiene una personalidad, un estilo que se construye en un complejo entramado en que el proyecto
fundacional va siendo moldeado por los actores, y cuyas prácticas son captadas en nuestra imaginen-representación. Es
decir, cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que le son propios, y que constituyen una cultura
institucional. Es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las
prácticas de cada sujeto. En ella se integran cuestiones teóricas, principios pedagógicos en estado práctico, modelos
organizacionales, metodologías, perspectivas, costumbres, sueños, proyectos, esquemas estructurantes de las
actividades, etc. En la que a través de ellas, los actores institucionales se reapropian y resignifican el espacio
organizacional.

CARLOS BORSOTTI

La situación problemática es una situación, suceso, proceso existente en la teoría o en la empíria que, por resultar
insatisfactorios para alguien, son percibidos como problemáticos. En la medida que las rutinas se mantienen inalteradas,
la vida cotidiana tiende a percibirse como un fenómeno natural, pero cuando por algún motivo, se produce un hecho
que irrumpe esas rutinas y cuestiona esa naturalización, ese sector de la vida cotidiana puede ser percibido como
problemático. Cuando las situaciones problemáticas se originan en contradicciones entre las teorías disponibles, la
producción del conocimiento científico puede solucionarlas. En cambio, cuando se han originado en situaciones de
hecho espontáneos, la producción del conocimiento científico puede aportar elementos para la solución, pero también
se requiere de una intervención más una práctica inmediata. Las situaciones problemáticas no se plantean en un vacío
social, sino que son el resultado de procesos sociales dinamizados por distintos agentes. Y para abordarlos o
solucionarlos, requieren acudir al conocimiento científico disponible o la producción de un nuevo conocimiento a través
de un proyecto de investigación.

Hay procesos sociales más amplios y estructurales (Políticas económicas, educacionales, culturales), como también
procesos sociales más próximos y cuyos actores definen un campo educativo: directivos, docentes, preceptos, alumnos.
Todos ellos están ubicados en diferentes posiciones sociales y son portadores de distintas ideologías, valores y culturas.
Por lo que quien detecte una situación problemática, debe partir de que los agentes involucrados la perciben de distinta
manera.

En una situación problemática se pueden distinguir los siguientes elementos:

AXIOLÓGICO: Se vincula a los fundamentos de valor, de los cuales el investigador según su determinada postura
respecto a su intersección social, profesional, va a considerar insatisfactoria a una situación.

ONTOLÓGICO: Son los hechos, acontecimientos, situaciones teóricas o empíria que transcurren simultanea e
independientemente de que sean pensados. Se debe escribir no sólo lo que acontece en la situación problemática, sino
también el contexto en que se produce y los antecedentes que se hayan registrado.

MENTAL: Está constituido por lo que acontece en la psiquis del investigador-sujeto, tiene que ver con su percepción y
representación de los acontecimientos, hechos, situaciones de la realidad.

LINGÜISTICO/LÓGICO: alude a como se expresa la situación problemática: los significados, interpretaciones, enunciados
y formas de representaciones.

MATHUS: “Explicación situacional de un problema”

La explicación situacional, parte de una reconstrucción simplificada de los procesos que generan los problemas
destacados por el actor, en la que los elementos constituyentes de tales procesos aparecen sistemáticamente
interconectados. Tiene como expresión gráfica el flujograma situacional, que es una técnica que ayuda a sistematizar el
conocimiento sobre una realidad y promover la reflexión sobre las causas de un problema. En la medida que se pueda
reconocer que esa situación problemática, antes que adelantar soluciones, puede ser explicado desde diversos puntos
de vista por los actores que están en contacto directo o indirecto con él.

El flujograma expresa una realidad mostrando una sincronía sin tensiones entre los siguientes planos situacionales:

Vector de definición del problema (VDP): Es el enunciado de lo que debe ser explicado, es punto de partida para centrar
la explicación.

Flujos: Parte de los hechos sociales que provocaron el problema. Entran en juego: directivos, docentes, alumnos, padres.

Fenoestructura: Son las acumulaciones sociales, vinculado a lo simbólico, que ciertamente nos obliga a actuar de una
determinada manera.

Genoestructura: Es el origen de las distintas acumulaciones sociales.

La sistematicidad del método y el enunciado expreso de los nudos explicativos relevantes, permite elaborar análisis
situacionales que agregan un conjunto de problemas. Esto permite la articulación del análisis microsituacional con el
macro situacional. En otras palabras, esta sistematicidad ofrece una visión de conjunto de toda la red sistémica causal,
en el que cada nudo explicativo influye sobre otros y este otro es a la vez influido por el nudo del sistema.

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