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El documento resume las ideas de Vladimir Jankélévitch sobre la muerte en tres personas: la muerte de otros es irrelevante, la muerte de seres queridos es inquietante por su proximidad, y la propia muerte es un misterio incomprensible. Jankélévitch argumenta que la muerte da significado a la vida al hacer que las personas vivan con fervor y pasión. Además, la muerte no puede evitarse ni prepararse, y es lo que hace a los humanos seres conscientes de su propia finitud.
El documento resume las ideas de Vladimir Jankélévitch sobre la muerte en tres personas: la muerte de otros es irrelevante, la muerte de seres queridos es inquietante por su proximidad, y la propia muerte es un misterio incomprensible. Jankélévitch argumenta que la muerte da significado a la vida al hacer que las personas vivan con fervor y pasión. Además, la muerte no puede evitarse ni prepararse, y es lo que hace a los humanos seres conscientes de su propia finitud.
El documento resume las ideas de Vladimir Jankélévitch sobre la muerte en tres personas: la muerte de otros es irrelevante, la muerte de seres queridos es inquietante por su proximidad, y la propia muerte es un misterio incomprensible. Jankélévitch argumenta que la muerte da significado a la vida al hacer que las personas vivan con fervor y pasión. Además, la muerte no puede evitarse ni prepararse, y es lo que hace a los humanos seres conscientes de su propia finitud.
Seminario de Hermenéutica de la existencia humana: Cuerpo, lenguaje y emociones. Aura Alicia Patiño Pico. aura.patino@uniminuto.edu.co José Castañeda Vargas. Jueves 14 de mayo de 2020. EL MISTERIO DE LA MUERTE. “Sé que moriré, pero no lo creo” (Madaule citado por Jankélévitch, 2004. P 8)
Innumerables veces el ser humano ha pensado sobre la muerte e incluso la ha vivido,
especialmente en segunda y tercera persona, pero cuando se medita en primera persona parece un asunto casi inconcebible, como lo ilustra la afirmación de Madaule, se sabe que este hecho sucederá pero no se cree o asimila; en consonancia con este tema tan inquietante, el presente informe de lectura pretende dar cuenta de las ideas que da a conocer Vladimir Jankélévitch en alguna de sus entrevistas, en donde el tema central es pensar la muerte, así pues, se esbozarán tanto las ideas principales que se exponen allí como las preguntas que suscitó el leer este documento. Antes de tratar de manera profunda el asunto de la muerte, Jankélévitch comienza haciendo una distinción entre la muerte en tercera, segunda y primera persona, en donde indica que la muerte en tercera persona es superflua, ya que, se asume como algo reemplazable, en la medida en que no importa quien muere, esto en términos actuales es debido a la visión capitalista neoliberalista que ve a los individuos como objetos sustituibles cuando su vida útil se agota. Es por esto que, el autor afirma que “Es como si reserváramos soberbiamente la muerte a la gente que pasa por la calle” (Jankélévitch, 2004. P. 26) La muerte en segunda persona, esto es cercana y parecida a la propia sin serlo, es por esto que Jankélévitch afirma que “la filosofía de la muerte está hecha para nosotros por su proximidad” (2004. P 15) dado que, es una muerte que no se busca pero que llega, pues lo seres cercanos o queridos son mortales, finitos. Y la muerte en primera persona, de la cual no se puede hablar, en vista que es un secreto que se va hasta la tumba. En relación con esto, Jankélévitch afirma que “el hombre tiene conciencia de morir, y conoce el asombro de existir” (2004. P 49), en vista que, el hombre admira el hecho de nacimiento pero se asusta del de la muerte, pues es claro que la vida humana empieza por el nacimiento y culmina con la muerte, aunque se debe tener presente que estos dos eventos no tienen nada en común, ya que, no se dan de manera simultánea, dado que, en el nacimiento no hay nada anterior a él, sino que hay un futuro que promete ser, mientras que, en la muerte lo que hay antes de ella es un largo pasado, pero después está la nada. Lo anterior hace referencia a que el ser no implica su propio fin, ya que se entiende que algo que no era sea, es decir, que algo que no existía exista, pero que el problema de dejar de ser que queda como un misterio es algo impensable y escandaloso, ya que, se enfrenta ante la nada. Para comprende este asunto, el filósofo muestra que, así como el ojo es un medio y a la vez un impedimento para ver, así es la muerte, “no solamente, nos impide vivir, limita la vida, y después un buen día la coarta, sino que al mismo tiempo comprendemos que el hombre no sería el mismo, un hombre sin la muerte, que es la presencia latente de esa muerte la que hace las grandes existencias, la que les brinda su fervor, su ardor, su tono” (Jankélévitch, 2004, P. 18) Con esto se quiere decir que, es preferible ser el que se es condenado a algunos decenios, pero finalmente haber vivido, antes que no morir por no vivir. Cuando se trata el hecho de envejecer y el intento de alargar la vida humana se evidencia que esto repercute en el estilo de vida de la humanidad, además, el hombre no solo es sino que también es consciente de que es y, especialmente que es un ser destinado a morir (algo ineluctable). Es por esto que se presenta la finalidad de la medicina, a saber, creer preservar la vida o el intento de ayudar a prolongar la vida, ante este respecto, surgieron preguntas en la lectora tales como: ¿Qué significa vivir o estar vivo? ¿Por qué se ve a la muerte como una enfermedad para los sanos? ¿Por qué hay que economizar el dolor? Otro aspecto que es trabajado por el autor es el ideal de inmortalidad, algo impensable y absurdo; por otra parte, se vislumbra que gracias a la muerte, palabras como: riesgo, peligro o aventura cobran un sentido porque pueden ser mortales en la vida del sujeto. También se evidencia que, gracias a la desesperación de morir, surge la esperanza en que el presente tendrá futuro, entendiendo a la desesperación como la ausencia de futuro. Por otra parte, el filósofo muestra que la muerte es algo propio, pues cada uno muere su propia muerte por su propia cuenta, ya que, es una cosa que se hace una vez por vida, es por esto que tal hecho no se puede mejorar, en vista que no se práctica continuamente sino que se lleva a cabo por primera y última vez. Con esto se quiere decir que, no hay una preparación para la muerte, ese es el sentido de la vida, a saber: que la muerte es inesperada, pues si se conoce cuándo llegará se pensará constantemente ¿cuánto me queda? ¿Cómo debo aprovechar el tiempo que me queda? En vez de vivir sin preocupaciones o ansiosamente, tómese como ejemplo el caso de las cartas de los fusilados en los que su conciencia sobre esto se acentúa de tal manera que se vuelve una situación insoportable. En este orden de ideas, se distingue que la muerte no es un secreto sino que es un misterio, que está en la transparencia, en el hecho mismo de la existencia, para entender esta distinción Jankélévitch indica que “Un secreto se descubre, pero un misterio se revela y es imposible descubrirlo” (2004. P 35) Lo interesante en el ser humano está en que es un ser que puede plantearse la cuestión de la muerte, en vista que esta es una condición de su propia existencia, la cual no puede evadir, esto suscita el pensamiento de Pascal cuando afirma que el hombre es un junco pensante noble que sabe que va a morir, a diferencia del universo que lo aplasta y no sabe nada. Ante la muerte se ha dicho muchas cosas que al final de cuentas no son consoladoras, ya que, tarde que temprano el hombre ha de morir, es algo que se piensa pero no se controla, teniendo en cuenta que la muerte es extrínseca, es decir viene del exterior, un enfermedad o un accidente que acontecen fuera del ser del hombre afectan su existencia ocasionando la muerte. En relación con lo dicho se concluye que, es increíble que un animal pensante como el hombre pueda ser consciente de este hecho existencial, pues “justamente porque el hombre es un ser de tiempo que habla, que piensa y que plantea problemas, en un momento dado de la evolución está obligado a tener en cuenta la posibilidad de curar ciertas enfermedades o no, y en ciertas cosas de aceptar la muerte” (Jankélévitch, 2004, P. 96) es por esto que, la angustia que genera pensar en la muerte es de algo irrepresentable, dado que, la muerte es violenta, no es nunca natural, siempre está acompañada de un accidente invisible, como de indico anteriormente es extrínseca al ser viviente. Por otra parte, es inquietante y angustiante este tema cuando se vivencia de manera directa, como la muerte de un cercano, es un misterio en tanto que se enfrenta ante la nada, no se sabe que se revela. REFERENCIAS Jankélévitch. V. (2004) Pensar en la muerte. Buenos Aires: Fondo de cultura económica.