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Jhon Alexander Jimenez Muñoz 20171155101

Reseña: Políticas educativas y construcción de personalidades neoliberales y


neocoloniales. Cap. 4 Formación del profesorado y educación como proyecto político e
inclusivo.
Jurjo Torres nació en 1951 en Lugo, España, se graduó de la Universidad Pontificia de
Salamanca. Es un pedagogo, ensayista y activista español especialista en políticas
educativas, multiculturalismo y currículum integrado. Es conocido principalmente por su
defensa a la escuela pública y las constantes denuncias en la influencia del neoliberalismo
en las políticas educativas.

En este capítulo el autor nos expone que hay una estandarización de la educación
generando que a los docentes se les encasille en ranking, evaluando los proyectos de
investigación que lleve e la clase, los resultados que tengan sus estudiantes. Estos
estándares promulgados por las instituciones educativas han llevado a que todo sea
monitorizado mediante fórmulas netamente cuantitativas asignando un numero al
rendimiento profesional, el cuerpo, el rendimiento físico y condiciones de salud e incluso
hasta las relaciones sociales. Lo que deja entrever como se han modificado esas dinámicas
en las aulas y en las instituciones educativas, y han generado problemáticas en el aula, en
donde las dimensiones morales y éticas y los valores quedan invisibilizados por los medios
de comunicación pues dadas las condiciones locales no se confía en las cosas que no se
pueden cuantificar.

Ahora bien, se han generado una especie de evaluación comparativista la cual ha servido
para coartar gobiernos en busca de imponer lo que para ellos es un buen sistema de
educación, imponiendo concepciones homogéneas que amenazan la concepción critica; es
decir implica una amenaza a esa educación critica a las reflexiones que se puedan hacer en
las aulas en miras de evitar pensamientos de la autoridad, pensamientos que puedan traer
consecuencias graves en la sociedad. Para hacerse frente a esta situación, propone el autor,
es necesario hacer un proyecto político inclusivo que permita identificar y superar los
obstáculos que dificultan acceder a las instituciones escolares; un proyecto educativo que
permita darle inclusión a los grupos étnicos que se presenten en las aulas.
Acorde a lo anterior, se va formando una especie de “selección” [CITATION Jur17 \p 244 \l
9226 ] cultural del que los profesores y la ciudadanía en general deben estar conscientes y
empezar a proponer esas políticas inclusivas de las que habla el autor. Con esta selección
cultural se puede denotar un problema más institucional y burocrático dado que se
empiezan a denotar que los curriculum en primera medida son cerrados lo que ocasiona que
el docente se tenga que aferrar a estas condiciones pues es lo que se le evalúa, es lo que
define al maestro o maestra y segundo muchos de estos curriculum están
descontextualizados lo que hace del sistema de educación una máquina que reproduce
prácticas y problemáticas de la sociedad. No obstante, los maestros exigen la creación de
políticas que permitan una democratización del aula que contribuyan a construir una
escuela inclusiva e integral, sin limitaciones para los maestros y las maestras.

El reduccionismo psicopedagógico en la formación docente

Las evaluaciones externas que se le realizan a los estudiantes, terminando evaluando y


definiendo la calidad de sus profesores, lo que genera todo un entramado para condicionar
al maestro o maestra; prácticamente termina definiendo lo bueno o malo que es un docente.
Y se termina generando una despolitización del conocimiento lo que terminara con un
reduccionismo, generando que no se le preste atención a las necesidades verdaderas que
tienen los estudiantes, es más importante cumplir unos estándares que buscan una
homogenización de la cultura.

Ahora bien, se ha creído que las pedagogías positivistas y eficientista acabarían con las
problemáticas del aula, pero se termina cayendo en un reduccionismo del enseñar,
reproduciendo conductas neoliberales dejando de lado esa formación política, reflexiva,
capacitada, critica, etc. A la larga estas pedagogías terminan reproduciendo el burocratismo
en el que está sumergido el sistema educativo enfrascando a los docentes a cumplir con
estos protocolos estandarizados, que no tienen explicación alguna y mucho menos un
contexto definido, esto último pretendiendo en que todas las instituciones tienen las mismas
condiciones para aprender.

A pesar de las reformas que se propusieron desde varias instituciones como la Ley
Orgánica de Orientación General del Sistema Educativo (LOGSE), esta incluso
incorporando políticas que protegían los derechos de personas discapacitadas, con un eje de
un aprendizaje constructivista, pero esta ley no genero cambios en las rutinas del estudiante
y tampoco logro generar un debate sobre los contenidos necesarios, como la cultura. Estas
políticas terminaron en un reduccionismo en la profesión docente.

La apuesta por la pedagogía crítica y el optimismo curricular.

La pedagogía critica es en una clara práctica política y ética, esto genera que las
instituciones promuevan conocimientos, fortalecer el carácter reflexivo y esto conlleva a
que las instituciones se replanteen sus contenidos curriculares, proyectar la sociedad que se
quiere. Así mismo, es necesario generar una propuesta que le permita a los y las estudiantes
apropiarse del saber, generar nuevos conceptos de análisis para la sociedad. Pero este
cambio de pedagogía no es así de sencillo, se debe construir un “curriculum organizado de
un modo más integrado, conlleva también una visión optimista sobre el
alumnado”[CITATION Jur17 \p 256 \l 9226 ]

Esta pedagogía critica, acompañada de una construcción nutrida y coherente, permitirá que
el docente mejore con sus pares, mejore el ambiente del aula. Además, al incentivar esta
pedagogía se da la posibilidad de que las instituciones mejoren y así brindarles a sus
maestros y maestras principios éticos. Pues el maestro no puede pasar por encima de las
problemáticas, sino que brindarle solución a las mismas, junto con sus estudiantes y con el
apoyo de los administrativos.

Finalmente, la construcción de este curriculum positivo dentro de las instituciones va a


permitir que se democratice las instituciones educativas, que se puedan hacer una reforma
más profunda de los contenidos culturares que permitan mejorar la sociedad y alimente la
construcción de una “ciudadanía insurgente”[CITATION Jur17 \p 261 \l 9226 ] que le haga
frente a las políticas neoliberales y neocoloniales que se vienen fortaleciendo.

A modo personal estoy de acuerdo con lo que plantea el autor pues en muchas ocasiones
vemos como se ha condicionado a los maestros y las maestras a educar como la burocracia
del sistema educativo quiere que funcione la educación, que las ciudadanías se conviertan
en insurgentes y permitan hacerles frente a estas políticas, que en el caso colombiano llevan
mucho tiempo. Si se lograra este cambio de curriculum, sin generar reduccionismos,
podríamos tener una sociedad mejor construida socio-políticamente activa contra las
políticas neoliberales y neocoloniales.

Bibliografía:
Torres, J. (2017). Politicas colectivas y construcción de personalidades neoliberales y
neocoloniales. Capitulo 4- Formación del profesorado y educación como proyecto
político e inclusivo. Madrid: Ediciones Morata.

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