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CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS Y TEOLÓGICOS (CEFyT)

SEMINARIO “VILLA CLARET”

PROFESORADO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA EN FILOSOFÍA


Avda. Padre Claret 5601 – CC 76, Sucursal 9, 5009 Córdoba - Argentina
Tel: (03543) 421420 / E-mails: secretaria@cefyt.edu.ar / Página Web: www.cefyt.edu.ar

CARRERA: Profesorado en Educación Secundaria en Filosofía.


CURSO: Tercer Año.
AÑO LECTIVO: 2019.
ESPACIO CURRICULAR: Filosofía y su didáctica II
PROFESOR: Lic. Oscar Pacheco

MONOGRAFÍA
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
La vida de Walter Benjamin (Berlín, 1892-Portbou, 1940) fue fiel reflejo de la
época que le tocó vivir, esa brutal primera mitad del siglo XX donde tantas cosas
desaparecerían para no volver jamá s. Pero entre tanta oscuridad, el filó sofo
alemá n fue capaz de alumbrar una obra luminosa cuya influencia ha ido creciendo
exponencialmente tras su muerte hasta ser capital en la actualidad 1.

El pensamiento de Benjamin, que enlaza el pasado y el presente formando un estilo


de pensamiento asistemá tico y fragmentario, ha determinado que su obra sea
discontinua, ademá s de vasta si se tiene en cuenta que fue realizada en breves,
traumá ticos y apresurados añ os. En este caso, lo que nos interesa en este trabajo es
“Sobre el concepto de historia”, su ú ltima obra (1940).

Este mismo añ o también va a ser testigo de un momento trá gico ocurrido en


septiembre, cuando Benjamin, que huye del nazismo por su condició n judía, llega a
Portbou y le es denegada la salida de Españ a, pues cierran las fronteras y esto lo
lleva al suicidio.

Siguiendo la misma idea, me pareció interesante un comentario que intenta


empatizar con este autor:
“Benjamin, que pasó su vida huyendo, es «un desplazado, alguien condenado a la
movilidad». De todas formas, sin el exilio, la pobreza o la falta de reconocimiento que
marcaron su vida, «Benjamin seguiría siendo un gran autor, porque su pensamiento
puede abordarse desde perspectivas muy variadas 2”. Sin embargo, continú a el
comentario respondiendo a la pregunta ¿quién fue realmente Walter Benjamin?,
«Afortunadamente nunca habrá una única respuesta a esa pregunta, porque si la
hubiera no sentiríamos la necesidad de volver a él una y otra vez 3».

Por otro lado, Benjamin mantuvo uno estrecho vínculo con la Escuela de Frankfurt
bajo la direcció n de Theodor Adorno y Max Horkheimer. Las influencias de la
teoría crítica de esta Escuela y el misticismo judío de su amigo Gershom Scholem

1
https://elcultural.com/Walter-Benjamin-el-filosofo-que-vencio-al-olvido. Extraído el 29/06/2019
2
Ibid., Extraído el 28/06/2019
3
Ibid.
fueron centrales en el trabajo de Benjamin, aunque nunca logró resolver sus
diferencias completamente.

Considero que esta breve reseñ a sobre su biografía ya nos ubica ante un pensador
de enigmá tica característica que en su envergadura filosó fica pensó la realidad de
su tiempo: un conflictivo y perplejo siglo XX, sobre todo la primera mitad.

¿POR QUÉ WALTER BENJAMIN?


Elegí a este autor por una cuestió n de biografía personal. Recuerdo gratamente que
el primer filó sofo que empezó a “abrirme la cabeza” fue Karl Marx, cuando era
estudiante de otra carrera. De este período rescato una enseñ anza: que se puede
mirar la realidad de otras maneras.

Sin embargo, fui entendiendo que la época de Marx y la nuestra son muy distintas y
me preguntaba si su aporte filosó fico todavía tendría vigencia actualmente,
concretamente, en América Latina. Como no conseguía responder esta pregunta,
me puse a buscar de manera esporá dica y durante un tiempo considerable algunas
reflexiones que me ayudaran a releer a Marx. Entonces, fue cuando me encontré
accidentalmente con Walter Benjamin. En efecto, decidí investigar má s sobre él ya
que hizo una relectura de Marx que es lo que a mí me interesaba.

El punto clave que má s me resultó interesante de este autor fue su intento de


radicalizar el discurso del materialismo histó rico, en un contexto de fracaso
inminente de la izquierda en muchos países de Europa. Así percibí en Benjamín
una aguda y á vida reinterpretació n de Marx que no só lo interpelaba a su época
sino que la trascendió para hablarnos hasta nuestro hoy.

Así, la pregunta que me planteaba acerca de Marx se trasladó a Benjamin, aunque


sin olvidarme del primero ¿tiene vigencia el aporte filosó fico de W, Benjamin en
nuestro continente Latinoamericano? Intentaré abordar esta pregunta en la
reflexió n de este trabajo.

HACIA UNA APLICACIÓN DE LAS CATEGORÍAS “ORIGEN-PALABRA” DE


LYOTARD AL PENSAMIENTO DE WALTER BENJAMÍN EN SU OBRA “SOBRE EL
CONCEPTO DE HISTORIA”
El concepto origen que propone Lyotard tiene una forma particular de
comprensió n. Podríamos relacionarlo con la historia. Ella es entendida como la
sucesió n discontinua de pensamientos que buscan la unidad 4. Y es que en cada
época las palabras cambian y, por tanto, los significados, y así se va perdiendo
dicha unidad. Sin embargo, que haya diversidad de sentidos, de significados, de
discontinuidades en las argumentaciones que nos muestra la historia a la vez nos
muestra el deseo de sentido. Recordemos que en Lyotard el deseo es la presencia
de lo otro, en quien desea, en forma de ausencia. Es decir, el que desea ya tiene lo
que le falta y no lo tiene a la vez, puesto que de otro modo no lo desearía5.
Esta escisió n producida a partir de diversidad de sentidos se constituye en motivo
que nos impulsa a filosofar. Esto es el origen.

4
Lyotard, Jean François. ¿Por qué filosofar? .Editorial: Paidós Ibérica, 1989. Pág. 114
5
Ibid., Pág. 81
De esta manera, resulta interesante mirar la filosofía de Walter Benjamin 6, por
filosofía entendemos un conjunto de palabras que forman un sistema que tiene un
significado, que precisamente se destaca no tanto por su unidad cuanto por su
fragmentariedad.

Aproximarse a WB desde Lyotard nos puede ayudar a verlo como un autor que no
solo busca entender la realidad de la Europa del S. XX a partir de una teoría
marxista que modifica su discurso de materialismo histó rico de manera poco
ortodoxa con el objetivo de criticar la crisis que estaban viviendo sus
contemporá neos. Podemos empezar a mirarlo como alguien que dota de sentido a
su pensamiento para proponer un proyecto revolucionario, aunque podríamos
decir que él mismo era consciente de que tal pretensió n no estaba exenta de caer
en el olvido.

Por otro lado, sostenemos que la crisis que se da en el contexto europeo es el


impulso para WB a desarrollar su pensamiento. Dicha circunstancia la podríamos
vincular con el origen ya que, como dijimos en otras palabras, se provoca un
quiebre de sentido que genera el deseo de filosofar. Por eso tiene mucha
importancia mencionar, al menos a grandes rasgos, algunas características del
marco político-econó mico de la primera mitad del siglo XX europeo.

Así, podríamos decir que la situació n histó rica del duodécimo siglo está marcada
por la expansió n del nacionalsocialismo en Alemania y el fascismo en gran parte de
Europa, que coinciden con el fracaso de la izquierda en estos países 7. Tampoco es
un dato menor el tema de la exacerbació n del espíritu nacionalista porque
precisamente es algo que a WB lo va a obligar al exilio por su condició n judía que
va a marcar su modo de filosofar, actividad que exigía un replanteamiento de los
principios filosó ficos para la interpretació n de su época.

También cabe destacar que ya a partir de finales del S. XIX el capitalismo llegó a un
punto de consolidació n bastante importante con una alta tasa de pobreza por la
aguda industrializació n que se desarrollaba. Y algo muy importante a tener en
cuenta puesto que es uno de los puntos centrales que WB va a criticar: los horarios
de las fá bricas, por ejemplo, se volvían cada má s unificados, pues la producció n
debía ser lo má s efectivo posible en el menor tiempo posible.

Con este pequeñ o marco que acabamos de dibujar para aproximarnos al contexto
de WB podemos decir que una clave para interpretar el pensamiento de este autor
es historizar. Es lo que la categoría origen de Lyotard nos sugiere ante la
constatació n de la pérdida de fundamentos que exige una reinterpretació n del
mundo. Esto se constituyó como punto de partida de WB. Es el origen de su
filosofar.

Ahora bien, podríamos pasar a la siguiente categoría que nos proponemos cruzarlo
con WB: la palabra. Siguiendo a Lyotard, él nos dice que se puede correr el riesgo

6
Desde ahora “WB”
7
Gandler, Stefan. ¿Por qué el Ángel de la historia mira hacia atrás? En: Echeverría, Bolívar. “La mirada
del ángel” en torno a las tesis sobre la historia de Walter Benjamin. Ediciones ERA. México, 2005. Pág.
45
de tener algunos prejuicios respecto a este concepto. Es decir, es corriente creer
que primero se piensa y después se expresa la idea pensada; eso es hablar,
expresar. El pensamiento se concibe, entonces, como una sustancia interna y la
palabra no está má s que a su servicio, de ser una mensajera 8. Por tanto, habría que
entenderla de otra forma; Y es que el verdadero sujeto del decir no es “el que dice,
sino lo dicho”9. Esta afirmació n nos da una buena dosis de libertad para
expresarnos porque sabremos que lo dicho siempre sobrepasa al que dice.

Para decirlo de otra manera y traducirlo en un lenguaje quizá s má s accesible: con


las palabras (significantes) le ponemos nombre (sentido) a lo que nos rodea, a lo
que nos pasa, a lo que nos interesa. De ahí que la palabra crea lo que dice porque
tiene la capacidad de cambiar lo que pronuncia y su autor asume la situació n que
provocó con las palabras que pronunció . El sentido se modifica por decirse
instituyéndolo en un nuevo orden, el del discurso.

En una palabra, desde Lyotard, es esto lo que intentaremos hacer: configurar un


discurso que tenga un sentido al aproximarse al pensamiento de WB. Así, pues,
hablaremos de algunas nociones que WB utiliza para hacer una nueva filosofía de
la historia a partir del materialismo histó rico, pero de una manera particular. Cabe
aclarar que para interpretar a Benjamin sigo a Stefan Gandler ya citado má s arriba.

Uno de los argumentos má s agudos que WB utiliza para destruir la manera


convencional de hacer historia es centrá ndose en la idea de tiempo. Para él, esta
idea no es má s que una construcció n ideoló gica concebida como algo lineal y vacío
que determina el valor econó mico del capitalismo, que pretende cuantificar el
tiempo con la finalidad de conseguir mayor eficiencia, disciplina y producció n en la
sociedad. Por eso para WB hay que destruir los relojes, o sea, la idea de tiempo que
estos representan: el progreso, cuyo movimiento es eterno, cuantitativo y
homogéneo.

Para lograr esto, en su tesis sobre el concepto de historia empieza


provocativamente mencionando que la teología es fundamental para el
materialismo histó rico, pero “como se sabe, ademá s de ser pequeñ a y fea, no debe
dejarse ver por nadie”.10 Esto lo podríamos relacionar con la tesis IX donde se
inspira en un cuadro de Paul Klee llamado “Angelus Novus” para hacer alusió n a la
crítica al progreso. Este á ngel “ve una ú nica catá strofe que amontona
incansablemente ruina tras ruina y se las va arrojando a los pies.” 11 Al á ngel lo
empuja una fuerza devastadora hacia el futuro, una fuerza que WB lo llama
tempestad; esto es el progreso. Con esto podríamos decir que Benjamin detesta la
idea de progreso que mira hacia el futuro sin fijarse en la destrucció n que provoca
en la historia; de ahí que WB traslada la esperanza de las generaciones anteriores a
una que se dirige hacia nosotros, no hacia un mundo venidero. 12

8
Lyotard, Jean François. ¿Por qué filosofar? Editorial: Paidós Ibérica, 1989. Pág. 123
9
Ibid., pág. 124
10
Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia, tesis I.
11
Ibid., tesis IX.
12
Gandler, Stefan. ¿Por qué el Ángel de la historia mira hacia atrás? En: Echeverría, Bolívar. “La mirada
del ángel” en torno a las tesis sobre la historia de Walter Benjamin, Pág. 47.
Para WB este es el punto má s radical de sus reflexiones ya que en la teología existe
la idea de la posibilidad y necesidad, nos dice Gandler, de interrumpir el continuum
temporal. Existe en ella la idea de que hay algo má s allá y no solamente lo que se
nos impone en el día a día. Cuando se logra interrumpir el tiempo nos sumergimos
en lo que WB llama “el tiempo de ahora” que podríamos entenderlo como aquello
que pasó hace doscientos añ os y hace dos minutos, para WB es un solo momento.
Así, existe una “débil fuerza mesiá nica”13 en cada generació n de seres humanos,
que puede expandirse justamente a partir de un concepto diferente del tiempo, es
decir, si se entiende que el pasado está presente de una manera muy distinta de lo
que pensamos en general. De ahí que nos dice: “éramos esperados sobre la tierra”,
por las generaciones pasadas.14

Benjamin tiene la profunda convicció n de que la tradició n teoló gica se ha vuelto


pequeñ a y fea, como menciona en la tesis I, porque los religiosos han sacrificado
esta tremenda sabiduría para darle lugar al conformismo. Pero sacá ndole eso se
puede convertir en una poderosa arma para su relectura marxista de la historia. Es
por esta razó n por la que WB elige la imagen de un á ngel que mira la historia hacia
atrá s.15

Por otro lado, también se podría decir que existen otras razones por las que el
á ngel de la historia mira hacia atrá s: una de ellas es lo epistemoló gico que se
vuelve necesario ya que ningú n conocimiento puede crearse de lo radicalmente
nuevo; tiene que basarse sobre algo materialmente existente. Y es el pasado el que
nos deja este material en el presente, en forma de restos que las generaciones
anteriores nos los dejaron para reclamarnos la redenció n, esto es la revolució n.
Por eso es necesario acercarse no a los vencedores de la historia, sino a los
vencidos; de ahí la expresió n “el materialista histó rico mira como tarea la de
cepillar la historia a contrapelo”.16

Creo conveniente, en este punto, aclarar lo que entendemos por mesianismo que
se lo menciona como una débil fuerza en la tesis II y que tiene que ver con la
revolució n; y es que la misma idea de revolució n debe ser criticada, pues en esto
también consiste cepillar la historia a contrapelo, es decir, revisarla ya que en
nombre del progreso también se hacen revoluciones. Teniendo en cuenta esto,
seguimos a Gandler para profundizar sobre la acció n revolucionaria; ésta no debe
esperar que las condiciones objetivas estén dadas para proceder. No espera hasta
que haya la seguridad de entrar en los anales de la historia como héroes, como
vencedores. Esto sería caer en la idea “grande” de las revoluciones que al fin y al
cabo no hace má s que alejarnos de una verdadera comprensió n de ellas: se
idealizan solamente aquellas que lograron imponerse y se reconstruye después ese
éxito como algo dado desde su principio. 17 La acció n revolucionaria que entiende
WB consiste en interrumpir el tiempo vacío que avanza ciega y homogéneamente.
Las revoluciones son los no momentos de la historia que no caben en la ló gica
13
Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia, tesis II
14
Gandler, Stefan. ¿Por qué el Ángel de la historia mira hacia atrás? En: Echeverría, Bolívar. “La mirada
del ángel” en torno a las tesis sobre la historia de Walter Benjamin, Pág. 47.
15
Ibid., pág. 53.
16
Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia, tesis VII
17
Gandler, Stefan. ¿Por qué el Ángel de la historia mira hacia atrás? En: Echeverría, Bolívar. “La mirada
del ángel” en torno a las tesis sobre la historia de Walter Benjamin, Pág. 76.
histó rica y que la interrumpen. Son el momento en el cual algunos humanos
deciden no dejarse impresionar por la supuesta imposibilidad de parar aquella
maquinaria gigantesca de la cual todos formamos parte –queramos o no. 18 La
revolució n que se relaciona con el pasado para dar la mano a los oprimidos de la
historia. Por eso no hay que entenderlo como los acontecimientos que lograron
imponerse en la historia para construir un nuevo orden social.

Gandler, haciendo referencia a Benjamin que observa al Marx ingenuo en el


Manifiesto anota algo muy interesante:

“Marx dice que las revoluciones son las locomotoras de la historia mundial. Pero tal
vez esto es completamente distinto. Tal vez las revoluciones son el momento en el
cual el género humano, que viaja en este tren, acciona el freno de emergencia” 19

El tren hace alusió n a los trenes que se dirigían a Auschwitz, Sobibor, Treblinka u
otro de los campos de concentració n nacionalsocialistas. Recordemos que no se
puede comprender a WB sin tener en cuenta el contexto en el que vivió y, ademá s
marcó a la humanidad: la destrucció n de los judíos europeos.

Ahora bien, estos trenes no tenían frenos, sino que avanzaban monó tonamente
hacia su destino: el exterminio. Esto muestra la incapacidad de detener el tiempo,
de interrumpirlo. Por eso, detener el tren ya sería un acto revolucionario. Por eso
el á ngel de la historia mira hacia atrá s: porque estos actos se proponen parar el
funcionamiento de la maquinaria, interrumpir el progreso aliado de los
opresores.20

Por ú ltimo, estos actos revolucionarios no son para festejarlos. No hay que caer en
el infantilismo porque sabemos que portamos apenas una débil fuerza; y es que
solo lograron detener una pequeñ a parte de la maquinaria, lejos de pararla en su
totalidad. De ahí la necesidad de cepillar la historia de las revoluciones que
también puede caer en la ló gica de contarla desde los grandes acontecimientos,
como vencedores que lograron imponerse.

Así cito la reflexió n de Gandler que me parece congruente con lo que estamos
planteando para decir una palabra, entendida desde Lyotard: “Nuestra fuerza
mesiánica es débil porque lo que en el mejor de los casos podremos lograr: la
sociedad sin clases, como dice Benjamin citando a Marx, no es la solución gloriosa y
definitiva de todo el sufrimiento y la garantía para todas las generaciones futuras de
una vida mejor, No, la sociedad sin clases no es otra cosa que el momento en que
logremos interrumpir el progreso de la historia”.21

RELACIÓ N CON LO PEDAGÓ GICO-DIDACTICO

18
Gandler, Stefan. ¿Por qué el Ángel de la historia mira hacia atrás? En: Echeverría, Bolívar. “La mirada
del ángel” en torno a las tesis sobre la historia de Walter Benjamin pág. 75
19
Ibid., Pág. 77
20
Ibid., Pág. 79
21
Ibid., Pág. 81.
Esta palabra que dimos creo que ayudaría a poner nombre y reflexionar sobre
nuestra realidad continental en relació n a la materia educativa a partir del vasto
aporte de WB. Lo que aquí tocamos es apenas introductorio y hasta personalmente
me quedo con la sensació n de haber dicho poco. Sin embargo, podríamos intentar
hacer una lectura de la realidad desde WB.

A nivel pedagó gico, mirando a nuestros gobiernos actuales de Latinoamérica


considero que sería muy difícil modificar los contenidos de la educació n para
promover un modelo pedagó gico que contemple la historia de nuestros pueblos
desde el lugar que Benjamin llamaría de “esos otros que hoy yacen en el suelo”.22

En Brasil asumió al poder Jair Bolsonaro cuyo gobierno ha reducido los fondos
educativos en un 30%, ha impulsado la construcció n de colegios militares en cada
capital de este país y ha declarado abiertamente que las universidades solo se
encargan de producir pensamiento comunista y no sirve para generar
conocimientos23; esto provoca una abierta lucha contra los contenidos filosó ficos y
socioló gicos en materia educativa porque son los encargados de fomentar la
indisciplina que tanto detesta el presidente brasileñ o.

En mi país, Paraguay, asumió el mando Mario Benítez, considerado un


neostroessnista por sus afinidades emotivas con el que fue dictador durante
treinta y cinco añ os en este pequeñ o territorio. En el á mbito educativo también
tiene muchos desafíos que los podría atender si no se preocupara tanto en
inversiones en los cuarteles militares.24

En Argentina, pese a que hay un andamiaje jurídico que podría respaldar una
educació n má s inclusiva y democratizada también existen serios problemas como
el analfabetismo funcional en los colegios secundarios estatales populares, por
poner algú n ejemplo. Lo mismo podríamos decir de Bolivia donde en muchos
sectores ni siquiera se tiene acceso a una educació n formal mínima. Esto lo
mencionamos sin desmerecer los intentos que ha habido por revertir esta crítica
situació n.

Sin quizá tocar el nú cleo del problema educativo en nuestros países de


Latinoamérica podemos intuir que nuestro continente está atravesado por
intereses políticos-econó micos que configuran a nuestros países como tales. Ahora
bien, el sistema educativo que está en funció n de estos intereses no puede
rebelarse porque lo sustenta al poder hegemó nico. Entonces un espacio como este
donde la filosofía, que es lo que nos interesa aquí, podría aportar para formació n
del juicio crítico no puede hacer mucho.

Por otro lado, en cuanto a lo didá ctico, entiendo este aspecto como la actividad que
se desarrolla en un espacio educativo conocido como aula, se podría intentar hacer
y pensar en algunos ensayos. Como estudiante de una institució n cató lica que tiene
la posibilidad de acceder a algunas actividades pastorales como la formació n de
referentes pastorales, pastoral juvenil, la docencia en los colegios confesionales,

22
Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia, tesis VII
23
https://www.youtube.com/watch?v=mkIJWkSlxVo extraído el 01/07/2019
24
https://www.youtube.com/watch?v=35v0JxFfhw8 extraído el 01/ 07/2019
trabajos con instituciones laicas, proyectos de apoyo escolar en barrios populares,
entre otras, podría pensar en algunas alternativas.

Que estos espacios estén marcados por este imperativo benjaminiano: “a nosotros
entonces, como a cualquier otra generació n anterior, se nos habrá dotado de una
débil fuerza mesiá nica a la que el pasado posee un derecho”. 25 Empezar a mirar
desde WB a nuestro continente, en estos espacios concretos podría empezar a
dinamizar la débil fuerza mesiá nica para detener el tiempo por un instante. Pero
bajar todavía má s a estos espacios es cuestió n de ir pensando junto con otros de
manera situada.

BIBLIOGRAFIA
25
Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia, tesis II.
 Benjamin, Walter. Sobre el concepto de historia. En: Obras. Abada Editores.
Libro1/Vol.2, Madrid, 2008. Pá gs. 305-318.

 Gandler, Stefan. ¿Por qué el Á ngel de la historia mira hacia atrá s? En:
Echeverría, Bolívar. “La mirada del á ngel” en torno a las tesis sobre la
historia de Walter Benjamin. Ediciones ERA. México, 2005. Pá gs. 45-88

 Lyotard, Jean François. ¿Por qué filosofar? Editorial: Paidó s Ibérica, 1989

 https://elcultural.com/Walter-Benjamin-el-filosofo-que-vencio-al-olvido.

 https://www.youtube.com/watch?v=mkIJWkSlxVo

 https://www.youtube.com/watch?v=35v0JxFfhw8

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