Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El segundo
advenimiento es Cristo regresando con Sus santos, descendiendo del cielo para
establecer Su reino terrenal (Zacarías 14:4-5; Mateo 24:27-31). Edward Hindson
observa:
Las diferencias entre los dos eventos (el arrebatamiento y la segunda venida)
armonizan de manera natural con la posición pretribulacional, mientras los otros
puntos de vista no son capaces de explicar con naturalidad el texto bíblico con relación
a tales distinciones. El siguiente gráfico muestra una compilación de pasajes sobre el
arrebatamiento en contraste a otros que se refieren a la segunda venida.
Con base en las referencias anteriores, podemos observar una gran diferencia en el
carácter de los pasajes que se refieren al arrebatamiento en comparación a los que
tratan con la segunda venida, tal como se resume a continuación:
John Walvoord concluye que estos "contrastes hacen evidente que el traslado de la
iglesia es un evento bastante distinto en carácter y tiempo del regreso del Señor para
establecer su reino, y confirma la conclusión de que el traslado tiene lugar antes de la
tribulación."3
Diferencias adicionales
Pablo habla del arrebatamiento como un "misterio" (1 Corintios 15:51-54), es decir,
una verdad no revelada hasta su divulgación por los apóstoles (Colosenses 1:26),
convirtiéndolo en un evento aparte, mientras que la segunda venida está predicha en el
Antiguo Testamento (Daniel 12:1-3; Zacarías 12:10; 14:4).
El movimiento en el rapto para el creyente es de la tierra al cielo, mientras que en la
segunda venida es del cielo a la tierra. En el arrebatamiento, el Señor viene por sus
santos (1 Tesalonicenses 4:16), mientras que en la segunda venida el Señor viene con
sus santos (1 Tesalonicenses 3:13).
En el arrebatamiento, el Señor viene solamente por los creyentes, pero en su regreso
a la tierra impactará a todas las personas.
El arrebatamiento es un evento de traslado/resurrección en el que el Señor lleva a
los creyentes "a la casa del Padre" en el cielo (Juan 14:3), mientras que en la segunda
venida los creyentes regresan del cielo a la tierra (Mateo 24:30). Hindson dice, "Los
diferentes aspectos del regreso de nuestro Señor están claramente delineados en las
propias Escrituras. La única cuestión real en el debate escatológico es el intervalo de
tiempo entre ellos."4
CONCLUSIÓN
Las distinciones entre la venida de Cristo en el aire para arrebatar a Su iglesia son
demasiado grandes para ser reducidas a una sola venida al final de la tribulación. Estas
distinciones bíblicas proveen una fuerte base para la enseñanza del rapto pre-
tribulacional. Cuando consideramos que a la iglesia se le promete la exención de la
tribulación de Israel (1 Tesalonicenses 1:10; 5:9; Apocalipsis 3:10) y que la 70ª
semana de Daniel (Daniel 9:24-27) es para Israel y no para la iglesia, tal como las 69
semanas anteriores, entonces solamente es lógico deducir que la iglesia será arrebatada
antes de la tribulación. Tal esperanza es de hecho la "Bienaventurada Esperanza".
Amén; sí, ¡ven, Señor Jesús! ¡Maranatha!
Dado que la ejecución normal de un juicio como éste requeriría cierto tiempo, el
intervalo de siete años entre ambos juicios explica muy bien ese requisito.
El hecho de que el juicio de las naciones se produzca antes del milenio y por
tanto prevea la población de la tierra milenaria, constituye un fuerte argumento
para el pretribulacionismo. Porque un rapto postribulacional no dejaría ninguna
oveja para este juicio. Si los pretribulacionistas están en lo cierto al situar este
juicio antes del milenio, entonces el postribulacionismo recibe un rotundo
golpe.6
El futuro de Israel
Un intervalo de tiempo es necesario para que el programa de Dios para la iglesia, un
tiempo en que judíos y gentiles están unidos en un cuerpo (cf. Efesios 2-3), no se
mezcle de ninguna manera con su plan pendiente y futuro para Israel durante la
tribulación. El Dr. Renald Showers observa:
Todos los otros puntos de vista del Arrebatamiento hacen que la Iglesia sufra
por lo menos parte de la semana 70, lo que significa que estos otros puntos de
vista mezclan el programa de 70 semanas de Dios para Israel y Jerusalén con su
programa para la iglesia.7
Se necesita un lapso de tiempo después de que Dios complete su programa con la
Iglesia, para que pueda concluir Sus planes para Israel. Sólo con un intervalo de siete
años, como postulan los pretribulacionistas, el programa de Dios armoniza de manera
no conflictiva.
CONCLUSIÓN
El rapto pretribulacional de la iglesia no sólo satisface la necesidad bíblica de
establecer una distinción entre el traslado de los santos de la era de la iglesia en el
rapto, previo a la segunda venida, sino que también maneja sin problema la necesidad
de una brecha temporal, que armoniza una serie de eventos bíblicos futuros. Este
criterio de un intervalo temporal de siete años refuerza la probabilidad de que el
pretribulacionismo refleje mejor el punto de vista bíblico.