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Tribunal: Corte de Apelaciones de Concepcion(CCON)

Título: Que alimentario se encuentre imposibilitado para ejercer labor remunerada no es requisito para hacer
efectiva obligación de alimentos
Fecha: 23/11/2011
Partes: Véjar Silva Gladys del Carmen con Silva Díaz José Arnoldo
Rol: 597-2011
Magistrado: Araya Araya, Eliseo Antonio
Redactor: Araya Araya, Eliseo Antonio
Cita Online: CL/JUR/8761/2011
Voces: ALIMENTADO ~ ALIMENTANTE ~ ALIMENTOS ~ CONYUGE ~ JUICIO DE ALIMENTOS ~
JUZGADOS DE FAMILIA ~ RECURSO DE APELACION ~ RECURSOS
Hechos:
Demandante reconvencional se alza contra la sentencia que desechó la demanda de alimentos para mayores.
La Corte de Apelaciones revoca la resolución impugnada y acoge la demanda intentada
Sumarios:
1. Para hacer efectiva la obligación de alimentos se requiere la existencia de un título que habilite para
demandarlos, facultades económicas del obligado a proporcionarlos y sus circunstancias domésticas, y estado de
necesidad del alimentario. Así lo prescriben los artículos 321, 329 y 330 del Código Civil. Por lo tanto, nada
tiene que ver aquí que el alimentario se encuentre o no en la imposibilidad física o de salud para ejercer una
labor remunerada

Texto Completo:
Concepción, veintitrés de noviembre de dos mil once.
Visto:
Se elimina el considerando noveno de la sentencia en alzada, se la reproduce en lo demás y se tiene también
presente:
1) Que se han elevado estos antecedentes Ruc 1120300055 5 y Rit C 671 2011 procedentes del Juzgado de
Familia de Coronel, en apelación deducida por la demandante reconvencional doña Gladys del Carmen Véjar
Silva contra la sentencia de primera instancia en la parte que desechó la demanda de alimentos para mayores
interpuesta en contra de su cónyuge don José Arnoldo Silva Díaz.
Fundando el recurso manifestó que la sentencia recurrida ha rechazado la demanda reconvencional basada
en que no se acreditó la incapacidad de la actora para ejercer labores remuneradas para satisfacer sus propias
necesidades, lo que es erróneo por cuanto probó con certificados médicos y una pericia psicológica que no se
encontraba habilitada completamente para ejercer una labor remunerada.
2) Que en el considerando noveno se señaló, continúa, que de acuerdo a los datos de la experiencia la
hipertensión arterial no imposibilita a una persona para ejercer un trabajo, pero ocurre que su representada sufre
de tres patologías diagnosticadas, y es así como a la hipertensión arterial debe añadirse una patología lumbar
crónica en estudio y, como se indicó en el motivo cuarto, la existencia de secuelas psicológicas derivadas de los
actos de violencia intrafamiliar de parte de su marido.
Todo ello conforma un cuadro clínico que en modo alguno permiten a una persona desarrollar una actividad
remunerada.
En el mismo considerando letra g) se da cuenta que el demandado reconvencional incorporó copias de
liquidaciones de pago de pensión correspondiente a los meses de enero, febrero y marzo de 2011, que acreditan
que su ingreso promedio alcanza a $245.
000, sumado a ello el hecho que es propietario del inmueble adquirido durante la vigencia de la sociedad
conyugal.
De este modo, a su juicio quedaría probada la capacidad económica del demandado reconvencional, no tiene
otras cargas de familia y vive con familiares, por lo que no tiene mayores gastos.
3) Que en el motivo noveno eliminado la sentenciadora de primer grado, sustentando su decisión de
rechazar la demanda de alimentos mayores, manifestó que no se había acreditado por la demandante la
imposibilidad para ejercer labores remuneradas, pues los certificados médicos incorporados al juicio sólo daban
cuenta de una patología lumbar en estudio e hipertensión arterial, enfermedad esta última que de acuerdo a las
máximas de experiencia no la imposibilitan para ejercer un trabajo.
4) Que al respecto cabe señalar que para hacer efectiva la obligación de alimentos se requiere la existencia
de un título que habilite para demandarlos, facultades económicas del obligado a proporcionarlos y sus
circunstancias domésticas, y estado de necesidad del alimentario.

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Así lo prescriben los artículos 321, 329 y 330 del Código Civil.
Por lo tanto, nada tiene que ver aquí que el alimentario se encuentre o no en la imposibilidad física o de
salud para ejercer una labor remunerada.
5) Que en conformidad a lo dispuesto en el artículo 321 del Código Civil, se deben alimentos al cónyuge,
quien tiene derecho a exigirlos a su marido o mujer, en este caso, al marido.
En cuanto a las facultades económicas del demandado reconvencional, se ha acreditado, con las
liquidaciones mensuales de su pensión, que sus ingresos alcanzan a un promedio de $245.
000 mensuales, sin que se le hayan acreditado otros ingresos.
Respecto de la actora reconvencional, si bien no rindió prueba para demostrar concretamente cuáles eran sus
necesidades alimenticias y su quantum, es evidente que aunque así no haya ocurrido, una persona tiene
necesidades básicas de subsistencia, como alimentación, vestuario, gastos por consumos de agua, gas, energía
eléctrica, médicos, habiéndose acreditado en este último rubro que la demandada padece de una patología
lumbar crónica en estudio e hipertensión arterial, asociado a ello secuelas psicológicas derivadas de maltrato
intrafamiliar, que sin duda implican desembolsos pecuniarios para su tratamiento.
6) Que teniendo en consideración que, según prescribe el artículo 323 del Código Civil "Los alimentos
deben habilitar al alimentado para subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social",
esta Corte estima que atendidas las facultades del alimentante y las necesidades básicas de la alimentaria, y que
estas última habita la vivienda de la sociedad conyugal, la pensión de alimentos debe fijarse prudencialmente y
en justicia en la suma de $40.
000 (cuarenta mil pesos) mensuales.
Por estos fundamentos, citas legales y lo dispuesto en el artículo 67 de la Ley 19.
968, se revoca en lo apelado la sentencia de fecha veintiuno de septiembre de dos mil once dictada por el
Juzgado de Familia de Coronel, y en su lugar se decide que se acoge la demanda reconvencional de alimentos
para mayores deducida por doña Gladys del Carmen Véjar Silva y, en consecuencia, se condena al demandado
reconvencional don José Arnoldo Silva Díaz a pagarle la suma de $40.
000 (cuarenta mil pesos) mensuales a título de pensión de alimentos, con los reajustes establecidos en el
artículo 7 de la Ley 14.
908 en su texto fijado por el D.
F.
L.
N°1, de 16 de mayo de 2000, del Ministerio de Justicia.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Redacción del Ministro Eliseo Araya Araya.
Rol N°597 2011.

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